CAPÍTULO 2 ANTECEDENTES 2.1 Sub-Productos de la desinfección y trihalometanos En la actualidad se pueden encontrar una amplia variedad de contaminantes en agua como: microorganismos, Subproductos de la Desinfección (SPD), compuestos químicos inorgánicos, compuestos químicos orgánicos y partículas radioactivas. Los tratamientos convencionales para remover estos contaminantes del agua son procesos de oxidación, procesos biológicos, floculación, sedimentación, decantación, filtración, entre otros; pero el proceso que no puede faltar, debido a su gran importancia es la desinfección. La desinfección forma una parte importante en el tratamiento de aguas, ya que gracias a este método se disminuye la posibilidad de encontrar de bacterias y microorganismos patógenos en agua, que causan enfermedades mortales en los seres humanos. La mejor técnica conocida para la desinfección de aguas es la cloración, debido a su rápida reacción, a su efecto perdurable y a su bajo precio [10]. Sin embargo, se ha comprobado que se forman contaminantes nocivos para la salud del hombre cuando se pone en contacto materia orgánica natural con cloro [11], y/o con contaminantes orgánicos. A estos contaminantes se les conoce como sub-productos de la cloración (SPC). Entre los compuestos considerados como SPC tenemos a: trihalometanos (THMs), ácidos haloacéticos, haloacetonitrilos, halocetonas, tricloroacetaldehído, tricloronitrometano, cloraminas, cloruro de cianógeno y cloratos [12]. Los SPC pueden estar presentes en agua potable y en agua de alberca. Los niveles de contaminación en las aguas de albercas puede ser elevada en comparación con el agua potable, ya que en la mayoría de los casos, el agua suministrada a las albercas, ya posee algunos compuestos formados por su previa desinfección. Los altos niveles de SPC en agua de albercas se deben a la reacción que se lleva a cabo entre el desinfectante (cloro) y ciertas sustancias presentes en la alberca. Los precursores de los SPC pueden ser inorgánicos especialmente iones bromo y orgánicos como los aminoácidos y proteínas. La entrada continua de precursores químicos se encuentra en función del número de nadadores los cuales proporcionan orina, aceites, cosméticos, residuos de jabón, etc.; los cuales pueden reaccionar con cloro a altas concentraciones, el cual es utilizado para mantener un control sobre la actividad bacteriana y biológica [13]. Los primeros SPD descubiertos en aguas fueron los trihalometanos conformados por cloroformo, bromoformo, diclorobromometano (DCBM) y dibromoclorometano (DBCM), detectados por Rook en 1974 en aguas naturales [14] y por Lahl en 1981 en agua de albercas [15]. Las principales características físicas y químicas de estos compuestos se presentan en la Tabla 1. El cloroformo es usualmente el SPC más abundante, pero los THMs bromados pueden aparecer a altas concentraciones cuando el agua presenta bromo antes de ser clorada. La mayoría de los SPC aparecen en concentraciones trazas (µg/L) y son medidos rutinariamente en países Europeos y en los Estados Unidos de América. El límite máximo permisible de trihalometanos totales (TTHMs) en agua potable según la EPA (US Environmental Protection Agency) es de 80 ppb y según la norma oficial mexicana nom-127-SSA1-1994 (salud ambiental, agua para uso y consumo humanolimites permisibles de calidad y tratamientos a que debe someterse el agua para su potabilización) es de 200 ppb. Para agua de albercas las concentraciones de THMs no son reguladas por la EPA, pero según regulaciones alemanas se recomienda niveles menores de 20 ppb [16]. Es común encontrar THMs en agua, por ejemplo, estudios realizados por C. Villanueva y colaboradores [17] mostraron niveles de THMs de 81, 80, 61 y 52 ppb en agua potable de un total de 111 muestras en 4 áreas de España. H. Chu y M. Nieuwenhuijsen [18] de 8 albercas diferentes en Londres, Inglaterra colectaron 44 muestras y midieron el Tabla 1. Propiedades físicas y químicas de los THMs Propiedades Físicas y Químicas Cloroformo Bromoformo Dibromoclorometano Bromodiclorometano Sinónimos Triclorome-tano Tribromometano Clorodibromometano Diclorobromometano Estructura Química Fórmula Química Registro Cas Peso molecular CHCl3 CHBr3 CHBr2Cl CHBrCl2 67-66-3 75-25-2 214-48-1 75-27-4 119.38 252.78 208.28 163.83 Color sin color sin color sin color / amarillo claro sin color Olor placentero, dulce similar al cloroformo no hay datos no hay datos Densidad a 20 ºC 1.4832 g/cm3 2.899 g/cm3 2.451 g/cm3 1.98 g/cm3 Solubilidad en agua a 25 ºC 7.43 x 10-3 mg/L 3.10 x 10-3 mg/L 2.7 x 10-3 mg/L 4.5 x 10-3 mg/L Solventes orgánicos Miscible con los principales solventes orgánicos. Miscible en alcohol, éter, benceno, éter de petróleo, tetracloruro de carbono. Miscible en etanol, benceno, Ester de petróleo, acetona, aceites Soluble en etanol, éter y acetona. soluble 4.06 x 10-3 atmm3/mol 5.6 x 10-4 atm-m3/mol 9.9 x 10-4 atm-m3/mol 2.41 x 10-3 atm-m3/mol -64 ºC 8.0 ºC -20 ºC -57.1ºC 62 ºC 149.1 ºC 120 ºC 90 ºC Constante de la Ley de Henry Punto de Fusión Punto de Ebullición Los resultados fueron de 5.8 mg/l, 132.4 ppb y 113.3 ppb respectivamente. Lahl y colaboradores [15] midieron la concentración de THMs en 8 albercas de Bremen Alemania y obtuvieron un promedio de 233 ppb para TTHMs, donde 198 ppb fueron de cloroformo, el cual se encontró en intervalos de 43-980 ppb. Estas mediciones indican que la presencia del cloroformo es mayor en comparación con los otros THMs. 2.2 Efectos de los THMs en el hombre Se ha encontrado que los THMs podrían causar diferentes tipos de enfermedades. Hay suficientes pruebas de laboratorios en animales que nos informan la posibilidad de causa de cáncer en humanos en diferentes tipos de órganos como se muestra en la Tabla 2 [1921]. Análisis toxicológicos arrojan datos importantes acerca de la nocividad que poseen estos compuestos. Los bioensayos en animales realizados hasta esta fecha muestran efectos reproductivos, así como toxicidad embrionaria y teratogenicidad. Por lo que se observan consecuencias adversas reproductivas desde incapacidad de desarrollo, malformaciones congénitas estructurales y crecimiento retardado del feto [2]. Por otro lado, los THMs son compuestos relativamente volátiles y el cuerpo humano puede absorberlos, cuando es expuesto a agua clorada, por tres vías de ingreso; las cuales son: dérmica (por absorción), nasal (por inhalación) y bucal (por ingestión) [2223]. Todas las rutas pueden contribuir con la absorción total del los THMs. Por lo tanto, los THMs pueden ser absorbidos todos los días cuando nos bañamos, bebemos agua de la llave, lavamos y cuando hervimos agua. Tomando en cuenta que los THMs están presentes en agua de albercas los nadadores los absorben principalmente por la piel, debido a la gran área superficial de piel que está expuesta. Además, se absorbe cuando se inhala aire alrededor del agua superficial de la alberca y cuando el nadador ingiere agua por error. De hecho Lévesque y colaboradores [24] estimaron que la dosis diaria de cloroformo para una hora de natación es alrededor de 65 µg/kg de peso. Determinaron que bajo condiciones normales de una alberca pública la dosis era 141 veces mayor que para 10 minutos en la regadera y 93 veces mayor que la ingestión de agua de la llave. Tabla 2. Información toxicológica de THMs [21] Trihalometano Clasificación a Efectos perjudiciales Cáncer, daño a riñón e Cloroformo B2 hígado y efectos reproductivos Cáncer, daño al riñón e Bromoformo B2 hígado y daño al sistema nervioso Cáncer, daño al riñón e Diclorobromometano B2 hígado y efectos reproductivos Daño al sistema nervioso, Dibromoclorometano C efectos reproductivos y daño al riñón e hígado a A: Cancerígeno; B1: probablemente cancerígeno (con evidencia epidemiológica); B2: probablemente cancerígeno (suficiente evidencia de laboratorio); C: posiblemente cancerígeno; D: No clasificable Se han realizado diferentes estudios relacionados con la contaminación por THMs del agua de albercas, desde su medición en agua, medición del aire que rodea a la alberca, medición del plasma sanguíneo de los nadadores y los no nadadores (empleados), y medición del aire alveolar (se toman muestras de aire de los nadadores en tubos especiales [25-27]). El nivel de cloroformo encontrado en el plasma de nadadores fue 1.06 µg/L, después de un tiempo de exposición de 40 minutos en agua de alberca con 32.7 µg/L de cloroformo y 217 µg/m3 en aire circundante, donde los niveles de concentración en plasma para el BDCM y el DBCM son cerca del 10 % correspondiente a los niveles del cloroformo como se muestra en la Tabla 3. También se observó que la media de los niveles de cloroformo en el aire alveolar de los nadadores fue alrededor de dos tercios de la concentración del aire alrededor de la alberca. Cuando detectaron en aire alveolar el DBCM y el BDCM mostraron niveles similares al aire alrededor de la alberca. En la Tabla 4 se observa la concentración promedio de THMs encontrada en el aire alveolar de 163 nadadores. 2.3 Tecnologías avanzadas de oxidación y fotocatálisis heterogénea La preocupación en los últimos años sobre los efectos adversos de los THMs en la salud del hombre ha propiciado aplicar nuevos métodos para su eliminación de agua potable y de albercas, por ejemplo la implementación de carbón activado [16] y el uso de membranas [28]. Los métodos más novedosos consisten en Tecnologías Avanzadas de Oxidación (TAOs), los cuales son efectivos y capaces de remover la mayor cantidad de contaminantes incluyendo los SPD y THMs. Las TAOs presentan las siguientes ventajas: ¾ No solo cambian de fase al contaminante (tratamiento con carbón activado), sino que lo transforman químicamente. ¾ Se consigue la mineralización completa del contaminante. ¾ No generan lodos que a su vez requieren otros tratamientos. Tabla 3. Concentración de THMs en plasma de 127 nadadores [26-27]. Media de la THM No. de muestras/No. concentración de de nadadores positivos THMs (µg/L) Rango de la concentración (µg/L) Cloroformo 127/127 1.06 0.1-3.0 DCBM 25/127 0.14 <0.1-0.3 DBCM 17/127 0.1 <0.1-.1 Tabla 4. Concentración de THMs en aire alveolar de 163 nadadores [26-27]. Media de la THM No. de muestras/No. de concentración de nadadores positivos THMs (µg/L) Rango de la concentración (µg/L) Cloroformo 163/163 94 14-312 DCBM 163/163 94 1-142 DBCM 25/163 12.6 2-28 ¾ Sirven para tratar contaminantes a muy baja concentración (ppb). ¾ Son ideales para disminuir la concentración de compuestos formados por pretratamientos alternativos como la desinfección. ¾ Eliminan efectos sobre la salud de desinfectantes y oxidantes residuales como el cloro. ¾ No se forman subproductos de reacción, o se forman a baja concentración Lamentablemente son tecnologías poco aplicadas en países subdesarrollados, a pesar de las ventajas que poseen [29]. Los mecanismos de eliminación de contaminantes presentes en agua, suelo y aire utilizando los TAOs consisten en procesos fisicoquímicos que producen cambios en las estructuras químicas de los contaminantes, debido a reacciones generadas por especies transitorias como los radicales hidroxilos (OH-), los cuales poseen altas capacidades para oxidar materia orgánica. La fotocatálisis heterogénea una de las principales técnicas avanzadas de oxidación que ha mostrado gran potencial en la eliminación de THMs, así como para eliminar otros contaminantes orgánicos recalcitrantes [30]. La fotocatálisis heterogénea es un proceso que se basa en la absorción directa o indirecta de energía radiante (visible o UV) por un semiconductor sólido. El semiconductor tiene la función de excitarse cuando absorbe la energía disponible del haz de luz al que fue expuesto, logrando que en la región interfacial entre sólido excitado y la solución tengan lugar las reacciones de destrucción o de remoción de los contaminantes, sin que el catalizador sufra cambios químicos. La Figura 1 muestra los procesos químicos que ocurren en una partícula de semiconductor (TiO2) cuando es excitada con luz suficientemente energética (> 3.2 eV) que iguale o supere la banda prohibida (BP). Bajo estas circunstancias, se crean pares electrón-hueco, debido a que electrones que se encontraban en la banda de valencia (BV) del semiconductor, saltan hacia la banda de conducción (BC) creando huecos en la BV. Figura 1. Mecanismo de acción de la fotocatálisis heterogénea [31] La vida media del par electrón-hueco está en el rango de los nanosegundos; en ese lapso deben migrar a la superficie y reaccionar con especies adsorbidas [31]. Los pares electrón-hueco que no alcanzan a reaccionar con especies en la superficie se recombinan y la energía se disipa. Esta recombinación puede tener lugar tanto en la superficie como en el seno de la partícula. En caso de que agentes oxidantes o reductores (H2O y O2 respectivamente) se encuentren disponibles para atrapar un hueco o un electrón, se previene la recombinación y subsecuentemente ocurren reacciones redox. Los huecos de la BV son poderosos oxidantes (+1.0 a 3.5 V), mientras los electrones en la banda de conducción son buenos reductores (+0.5 a 1.5 V) [32]. La mayoría de las fotodegradaciones utilizan el poder oxidante de los huecos directamente o indirectamente para la reacción con el contaminante. El proceso concluye cuando los radicales hidroxilos reaccionan con el contaminante en cuestión dando como producto dióxido de carbono y agua. 2.4 Radiación solar Se conoce por radiación solar al conjunto de radiaciones electromagnéticas emitidas por el Sol. El Sol se comporta prácticamente como un cuerpo negro que emite energía siguiendo la ley de Planck a una temperatura de unos 6000 K. La radiación solar se distribuye desde el infrarrojo hasta el ultravioleta. No toda la radiación alcanza la superficie de la Tierra, pues las ondas ultravioletas, más cortas, son absorbidas por los gases de la atmósfera fundamentalmente por el ozono. La magnitud que mide la radiación solar que llega a la Tierra es la irradiancia, que mide la energía que, por unidad de tiempo y área, alcanza a la Tierra. Su unidad es el W/m² (vatio por metro cuadrado). El espectro solar es la distribución de la intensidad de radiación recibida con respecto a la longitud de onda del haz incidente, en la Figura 2, se muestra la gráfica del espectro solar extraterrestre y el que se puede recibir sobre la superficie de la tierra con las atenuaciones de la atmósfera y sus compuestos. Figura 2. Estándar internacional del espectro solar extraterrestre, que recibe la superficie de la tierra [33]. El espectro solar se suele dividir en tres regiones: 1. La región llamada visible (0.35 µm < λ < 0.75 µm) porque es el rango que puede detectar el ojo humano y dentro del cual están los colores violeta (0.4µm), azul (0.45 µm), verde (0.5 µm), amarillo (0.55 µm), anaranjado (0.6 µm) y rojo (0.70 µm). 2. La región invisible más allá del rojo (λ > 0.75 µm), conocida como infrarrojo lejano o región de las ondas de calor. 3. La región invisible antes del violeta (λ < 0.35 µm), denominada ultravioleta. De acuerdo con lo anterior, a cada región corresponde una fracción de la constante solar, distribuida así: 7 % al ultravioleta (95.7 W/m2), 47.3 % al visible (646.6 W/m2) y 45.7 % al infrarrojo (624.7 W/m2). La radiación ultravioleta, es emitida por el Sol en longitudes de onda que van de aproximadamente desde los 150 nm (1500 Å) hasta los 400 nm (4000 Å). En las formas UV-A (320-400 nm), UV-B (280-320 nm) y UV-C (menores de 280 nm) pero a causa de la absorción por parte de la atmósfera terrestre, el 99% de los rayos ultravioletas que llegan a la superficie de la Tierra son del tipo UV-A. La atmósfera ejerce una fuerte absorción que impide que la atraviese toda radiación con longitud de onda inferior a 290 nm (2900 Å). La radiación UV-C no llega a la tierra porque es absorbida por el oxígeno y el ozono de la atmósfera, por lo tanto no produce daño. La radiación UV-B es parcialmente absorbida por el ozono y puede llegar a la superficie de la tierra. 2.5 Catalizadores empleados en fotocatálisis La tabla 5 muestra una lista de materiales semiconductores, los cuales han sido usados para reacciones fotocatalíticas, junto con la energía necesaria para activar la superficie del catalizador (banda prohibida). La columna final muestra la longitud de onda requerida para activar al fotocatalizador. De acuerdo con la ecuación de Planck, la radiación requerida capaz de producir la activación debe ser de longitud de onda (λ) igual o menor que la calculada por la Ec. (1). Tabla 5. Propiedades de varios semiconductores [34] Material Banda Prohibida (eV) Longitud de onda calculada correspondiente a la banda prohibida (nm) BaTiO3 3.3 375 CdO 2.1 590 CdS 2.5 497 CdSe 1.7 730 Fe2O3 2.2 565 GaAs 1.4 887 GaP 2.3 540 SnO2 3.9 318 SrTiO3 3.4 365 TiO2 3.2 390 WO3 2.8 443 ZnO 3.2 390 ZnS 3.7 336 Donde E es la energía necesaria para que el electrón supere la banda prohibida, h es la constante de Planck y c la velocidad de la luz. Semiconductores como TiO2, ZnO, Fe2O3, CdS y ZnS son sensibles a la luz, debido a su estructura electrónica, por lo que son capaces de generar un proceso de fotocatálisis. Estos materiales son económicamente asequibles, e incluso muchos de ellos participan en procesos químicos en la naturaleza. Además, la mayoría de estos materiales puede excitarse con luz de no muy alta energía, absorbiendo parte de la radiación del espectro solar que incide sobre la superficie terrestre (λ > 310 nm), lo cual incrementa el interés para un posible aprovechamiento de la energía solar. A pesar de la amplia gama de fotocatalizadores, el más utilizado es el TiO2, dado que ha demostrado ser un excelente catalizador y ha sido aplicado para resolver una gran variedad de problemas ambientales como purificación de agua y aire, además presenta una elevada estabilidad química que lo hace apto para trabajar en un amplio rango de pH, al mismo tiempo que es capaz de producir transiciones electrónicas por absorción de luz en el ultravioleta cercano (UV-A). Durante la última década, el número de referencias y patentes relacionadas con la fotocatálisis heterogénea utilizando TiO2 se encuentra en el orden de miles [35]. Para aplicaciones prácticas, sin embargo, hay algunas dificultades como la filtración de partículas finas de TiO2, baja efectividad en el aprovechamiento de los rayos UV y la poca afinidad del catalizador con el contaminante que ocasiona una pobre adsorción que provoca velocidades de degradación bajas. Desafortunadamente las partículas de TiO2 u otros fotocatalizadores usualmente tienen baja capacidad de adsorción para contaminantes orgánicos. 2.6 Fotocatálisis heterogénea de compuestos orgánicos halogenados y seguimiento de la reacción de degradación La primera investigación que presentó a la fotocatálisis como técnica de tratamiento de aguas fue realizada por Carey en 1976 [36] y se trató de un compuesto orgánico clorado, la cual inicio una serie de investigaciones y patentes en el orden de miles, que tienen como objetivo encontrar los parámetros que den una mayor eficiencia en el proceso. En la eliminación de contaminantes el principal objetivo de la fotocatálisis es la mineralización de la materia orgánica, es decir la conversión a dióxido de carbono, agua y ácidos minerales (HCl, HBr, HNO3, etc.). El ambiente redox generado en la superficie del catalizador promueve reacciones complejas dando compuestos intermediaros que dificultan determinar el mecanismo de reacción de las degradaciones fotocatalíticas [31]. Para un adecuado seguimiento de la reacción fotocatalítica se emplean diversos métodos de mediciones químicas. Una forma muy común de seguir el proceso fotocatalítico se basa en la determinación de concentraciones de productos inorgánicos formados indirectamente como iones dióxido de carbono, cloruros, nitratos, bromuros, fosfatos y sulfatos, entre otros, los cuales son formados por la degradación de contaminantes por el proceso redox. La determinación de los iones con respecto al tiempo es una manera fácil y barata de llevar a cabo el control del proceso dado que solo se necesitan electrodos o sustancias químicas específicas para realizar el seguimiento. Otro método es la medición directa del contaminante que se realiza principalmente por cromatografía de gases o cromatografía líquida utilizando el método necesario de extracción según el tipo de contaminante. Otras técnicas están basadas en el grado de avance de la oxidación, dos métodos muy conocidos son: demanda química de oxígeno (DQO) y demanda bioquímica de oxígeno (DBO). Otro método muy utilizado que sirve para verificar si hubo realmente una degradación es la determinación del carbón orgánico total, ya que mide indirectamente la cantidad de dióxido de carbono producida por la mineralización de la muestras. Hsiao y colaboradores [4] trabajaron con soluciones acuosas diluidas de tres compuestos organoclorados: tetraclorometano (CCl4), CHCl3 y diclorometano (CH2Cl2) (10-200 ppm) los cuales se mineralizaron totalmente a CO2 y HCl, utilizando fotocatálisis heterogénea. Las pruebas fotocatalíticas se realizaron manteniendo constante la cantidad de catalizador (0.1 % en peso) y la iluminación. Para el seguimiento de la reacción se utilizó la determinación del ión cloro con un electrodo específico. Ellos obtuvieron la reactividad de los 3 compuestos y determinaron que en proporción el compuesto de menor reactividad fue el CCl4 al cual le asignaron el valor 1, 29 para el cloroformo y 9 para el CH2Cl2. A nivel de ppb, nivel de interés según los estándares de agua potable, las constantes de velocidad de pseudo-primer orden tuvieron una proporción relativa (con respecto al CCl4) de 20 para el CH2Cl2, 12 para el cloroformo y 1 para el CCl4, bajo esas condiciones de operación. Pruden y Ollis [37] estudiaron la degradación fotocatalítica del cloroformo en suspensiones acuosas de TiO2, para ello utilizaron un reactor batch de vidrio y teflón, y 0.1% en peso de TiO2; una lámpara de bulbos fluorescentes capaces de emitir de 320440 nm de longitud de onda; agua hervida, desionizada y destilada; y la concentración inicial del contaminante fue de 122, 112, 104 y 135 ppm. Para el seguimiento de la reacción fotocatalítica determinaron la concentración de cloroformo por cromatografía de gases equipado con un detector de ionización de flama y determinaron la concentración del ión cloro in situ con un electrodo específico. También se determinó el dióxido de carbono por precipitación de carbonato de bario para verificar la fotodegradación. Para estudiar la fotodegradación del cloroformo dividieron la eliminación en tres regiones con respecto al tiempo: la primer región consistió en los primeros minutos donde la muestra contaminada sufrió fotólisis sin la presencia del TiO2, la segunda región consistió en los minutos siguientes de la primera región; aquí las muestras sufrieron un proceso adsorción con TiO2 sin el efecto de la iluminación. La última región (III) fue la que utilizó TiO2 e iluminación para tratar a la muestra. Los resultados mostraron que en la región I la concentración del cloroformo se mantuvo constante, en la región II ocurrió un proceso de adsorción del cloroformo durante los primeros minutos y luego una desorción de este mismo llegando casi a la concentración inicial y en la región III se observó el efecto de degradación que pudo ser comprobado mediante balances de masa con las determinaciones del ión cloro y del dióxido de carbono. Calza y colaboradores [38] degradaron CCl3Br, CBr3F, CHCl2Br y CH2BrCl bajo condiciones aerobicas y anaeróbicas utilizando 5 ml de suspensión con 10 mg/L de halometanos y 200 mg/L de TiO2. La fuente de irradiación fue una lámpara de 1500 Watts, la cual simuló a la luz solar (340-400 nm), donde el flujo de fotones se mantuvo constante al igual que la temperatura. El seguimiento de la reacción se efectuó por cromatografía de gases utilizando un detector de ionización de flama y un detector de masas para detectar los compuestos intermedios formados. Los autores presentaron la degradación del DCBM junto con la formación del ión cloro y el ión bromo, así como los compuestos intermedios detectados (CH2Cl2, HCOOH y HCHO), donde el primero de estos compuestos apareció y desapareció durante la degradación fotocatalítica. Los autores mencionan que el oxígeno no influyó en la velocidad de degradación de las moléculas semejantes (THMs), ya que no hubo mucha variación cuando hubo presencia o ausencia de oxígeno. También mencionan que la presencia de un átomo de H incrementa la velocidad de degradación de 2 a 3 veces (por ejemplo, CCl3Br y el CHCl2Br); esto lo justifican mencionando que el átomo de H promueve un proceso de reducción sumado al proceso de oxidación, y no solo un proceso de oxidación como en el caso del CCl3Br. Sabin y colaboradores [39] degradaron 23 compuestos orgánicos diferentes (haloaromáticos y halometanos, entre otros). Los resultados que presentaron fueron gráficos de la fotoaxidación contra tiempo de irradiación y obtuvieron las constantes cinéticas que utilizaron como parámetro de eficiencia. Usaron agua destilada como solvente, TiO2 P-25 Degussa como fotocatalizador y una lámpara de 450 W (OSRAM). La concentración inicial de los contaminantes fue de 1 mM disuelto en 30 mL de agua (concentraciones por arriba de ppb). Los compuestos volátiles fueron medidos con un cromatógrafo de gases. Cuando utilizaron concentraciones mayores de 3 mM el orden de la reacción fue orden cero, mientras que para bajas concentraciones se observó una cinética de pseudoprimer orden. También reportaron una disminución de la degradación cuando los enlaces C-H fueron reemplazados por enlaces C-Cl. En contraste con estudios previos se observó una gran disminución en la foto-oxidación de los halocarbonos clorados (clorobenceno y cloroformo) comparados con los respectivos halocarbonos bromados (bromobenceno y bromoformo). Esta observación fue sorpresiva porque el enlace C-Br es más débil que el enlace C-Cl (280 vs 397 KJ/mol). Como una explicación a este fenómeno ellos mencionan que la adsorción de los compuestos bromados en la superficie puede ser más lenta o débil que la de los compuestos clorados. Chen y Jenq [40] aplicaron fotocatálisis heterogénea utilizando TiO2 y una lámpara de 350 nm para degradar el carbono orgánico disuelto (COD) como contaminante. La fotodegradación se siguió midiendo concentración del COD del agua contaminada con un analizador de carbón orgánico (DOHRMANN DC-180). El tiempo de iluminación de 10 g/L de TiO2 fue de 5 horas. El TiO2 fue suspendido en 900 mL de agua contaminada, y recibió agitación por parte de un dispositivo magnético. Mencionan que en diferentes fotodegradaciones de compuestos orgánicos la cinética de reacción siempre se ajustó a un modelo Langmuir-Hinshelwood (Ec. 2). Donde v es la velocidad de oxidación del reactante para formar CO2 (mg/L·min), C es la concentración del reactante (mg/L), t es el tiempo de iluminación (min), k es la constante de velocidad de reacción (mg/L·min) y K es el coeficiente de adsorción del reactante (L/mg). La Ec (2) puede se reescribió como la Ec. 3. Integrando la Ec. 3 dió la Ec. 4. Cuando Co es muy bajo, la Ec. 4 se redujó a la Ec. 5. Por lo tanto, una gráfica de ln (Co/C) contra tiempo de iluminación les dio una línea recta con una pendiente igual a la constante de velocidad aparente de primer orden K´. La concentración inicial de COD fue de 763,000, 463,000, 334,000 y 302,000 ppb. La cinética de reacción se ajustó a un modelo de primer orden aparente con valores de R de 0.959, 0.974, 0.967 y 0.966 respectivamente. Notando una disminución del valor de la constante K´ con la disminución de la concentración. 2.7 Soportes utilizados en fotocatálisis heterogénea con TiO2 Con el objetivo de mejorar la eficiencia de este proceso, se ha optado por la modificación de su superficie, soportando el TiO2 en materiales porosos como el SiO2, ZrO2, zeolitas y carbón activado, los cuales son utilizados para incrementar la capacidad de adsorción de compuestos orgánicos [41]. También se encuentra reportado que la adición de carbón activado a suspensiones de TiO2 podría incrementar la descomposición de algunos compuestos orgánicos durante el proceso de fotocatálisis [42]. Muchas veces las películas de TiO2 son depositadas en materiales inertes, los cuales son usualmente utilizados como fotocatalizadores apropiados para el tratamiento de gases y aguas, y para fotoelectrocatálisis. El vidrio es indudablemente el soporte más utilizado para el TiO2. El éxito de estos recubrimientos se basa en la gran adherencia entre el TiO2 y el vidrio (tanto en el vidrio blando como en el vidrio tipo Pyrex o borosilicato). Esta adherencia se atribuye a algún tipo de sinterizado entre las partículas del catalizador y el vidrio durante el tratamiento térmico. Debe notarse que el tratamiento térmico está limitado por la temperatura de ablandamiento del vidrio [43]. Los métodos de deposición son varios, pero en esta investigación se utilizó un método que utiliza suspensiones en fase líquida con TiO2 prefabricado. La ruta general de este método consiste en la preparación de suspensiones de TiO2 en un dispersante adecuado. Se forma así una película compuesta por partículas adheridas a la superficie; se evapora entonces el solvente y se seca la película para eliminar los restos de solvente. Habitualmente, se repite la operación para disminuir imperfecciones. Finalmente la película se fija con un tratamiento térmico adecuado que conduzca a la sinterización de las partículas entre ellas y con el depósito; la temperatura depende fuertemente del depósito. El proceso por el cual se fijan las partículas al depósito no está totalmente esclarecido. Muy probablemente estén involucradas interacciones electrostáticas entre partículas y superficies cargadas, aunque no pueden descartarse interacciones covalentes cuando la adhesión es extremadamente fuerte (por ejemplo con el vidrio) [43]. 2.8 Utilización de carbón activado en fotocatálisis El uso del carbón en los procesos de descomposición fotocatalítica se ha venido practicando con el objetivo de mejorar la eficiencia fotocatalítica del catalizador, los pioneros en el uso del carbón fueron los investigadores japoneses que obtuvieron la concentración óptima de carbón, la cual es alrededor de 20 % [44]. Los trabajos de Torimoto y colaboradores [41 y 45] estudiaron el efecto de la zeolita, sílice y carbón activado como agentes adsorbentes, en la velocidad de descomposición de propizamide, diclorometano y triclorometano, encontrando que la presencia del adsorbente no cambia el mecanismo de degradación y que es útil en la identificación de intermediarios. Estos autores reportan una composición óptima de 80/20 % en peso de TiO2/CA. El efecto del carbón activado es aplicable tanto en fases acuosas o fases gaseosas cuando se fotodegradan contaminantes. Matos y colaboradores [46] mencionan que observaron un efecto sinérgico cuando utilizaron titanio en polvo y carbón activado en polvo en la degradación de fenol, el cual se debió a la creación de una interfase común entre las fases sólidas, la cual permitió la transferencia del fenol adsorbido en el carbón activado hacia el dióxido de titanio, donde fue inmediatamente degradado. En otro estudio realizado por Matos [47] se estudio la degradación fotocatalítica de tres contaminantes modelos (fenol, 4-clorofenol y 2,4-ácido diclorofenoxiacético), el cual fue realizado con suspensiones acuosas de mezclas de TiO2 y carbón activado de dos tipos comerciales. En todos los casos la cinética fue de primer orden aparente y esta fue utilizada como un parámetro para determinar la influencia de cada carbón activado en la fotoactividad del TiO2. 2.9 Métodos de caracterización de materiales En la investigación se utilizaron 3 equipos importantes para el desarrollo metodológico, los cuales son Difracción de Rayos X (DRX), Microscopía Electrónica de Barrido (MEB) y Cromatografía de Gases (CG). 2.9.1 Difracción de rayos X La DRX es una técnica donde se hace pasar un haz de rayos X a través de un cristal de la sustancia sujeta a estudio. El haz se divide en varias direcciones debido a la simetría de la agrupación de átomos y por difracción, esta última da lugar a un patrón de intensidades que puede interpretarse según la ubicación de los átomos en el cristal, aplicando la ley de Bragg. La determinación de la estructura de los materiales es posible mediante esta técnica gracias a la recopilación de información que ha permitido tener una gran cantidad de patrones de difracción. Además del establecimiento de los planos cristalinos que producen difracción y la combinación del difractómetro con las cámaras de DRX, para el estudio de estructuras complejas. Esta técnica goza de prestigio entre la comunidad científica para observar estructuras cristalinas, debido a su precisión y a la experiencia acumulada durante décadas, elementos que la hacen muy fiable. Sus mayores limitaciones se deben a la necesidad de trabajar con sistemas cristalinos. 2.9.2 Microscopía electrónica de barrido Las técnicas para observar partículas del orden menores de ángstrom utilizan electrones de longitud de onda semejantes a las estructuras que se desean amplificar con el microscopio. La técnica de Microscopía Electrónica de Barrido MEB generalmente se utiliza para obtener un análisis morfológico de los materiales entendido como tamaño y forma. En esta técnica se hace incidir un haz delgado de electrones acelerados, con energías desde unos cientos de eV hasta unas decenas de keV, sobre una muestra gruesa, opaca a los electrones. Este haz focaliza sobre la superficie de la muestra de forma que realiza un barrido de la misma siguiendo una trayectoria de líneas paralelas. La señal emitida por los electrones y la radiación resultantes del impacto se recoge mediante el detector y se amplifica para cada posición de la sonda [48]. Los electrones pueden ser desviados por las moléculas del aire, de forma que tiene que hacerse un vacío casi total en el interior de un microscopio de estas características. Por último, todos los microscopios electrónicos cuentan con un sistema que registra o muestra la imagen que producen los electrones. En general un MEB crea una imagen ampliada de la superficie de un objeto. Explora la superficie de la imagen punto por punto, que examina una gran parte de la muestra cada vez. A medida que el haz de electrones barre la muestra, se presenta toda la imagen de la misma en el monitor. Los microscopios electrónicos de barrido pueden ampliar los objetos 200,000 veces o más. Este tipo de microscopio es muy útil porque produce imágenes tridimensionales realistas de la superficie del objeto. 2.9.3 Medición de la concentración de THMs por cromatografía de gases Para medir las concentraciones de los THMs en este trabajo, se utilizó un cromatógrafo de gases (CG) el cual contó con un inyector, una columna para la separación, un detector para la determinación y software cromatográfico para los cálculos. El principio del método cromatográfico es primero contar con una técnica capaz de extraer los THMs del agua con un solvente afín a estos compuestos, que en este caso fue hexano. Esta técnica es llamada extracción líquido-líquido, porque al agregar hexano a la muestra se forman dos fases inmiscibles que fácilmente pueden ser separadas. La fase que se encuentra en la parte superior de la mezcla es llamada fase orgánica o no polar, es la menos densa y contiene los compuestos orgánicos que pudo extraer el hexano del agua. La fase colocada en la parte inferior es llamada acuosa o polar, y se caracteriza por mantener todos los compuestos polares que se encuentran en la solución, que en este caso son principalmente agua y algunas moléculas de THMs que no pudieron ser extraídas por el hexano. Después de obtener el extracto, este se inyecta al interior del CG, el cual cuantifica en unidades de concentración la cantidad de THMs presente en la muestra. La técnica utilizada para la calibración y cuantificación en el cromatógrafo fue la de estándar interno utilizando 1-2 dibromopropano. En este tipo de calibración se utilizan los estándares de calibración regulares, pero también se añade una cantidad conocida de otro analito (estándar interno) para cada muestra procesada. De esta manera, al inyectar la muestra al CG, cualquier variación en el volumen de inyección será reflejada por una variación detectable en la cantidad del estándar interno. Fluctuaciones pueden ser causadas también por el proceso utilizado para preparar las muestras. En este caso, añadiendo el estándar interno antes de la preparación de la muestra corrige la recuperación. Cada pico no estándar es referido contra el pico del estándar interno para realizar los cálculos. Cuando el volumen de la inyección varía ligeramente, la proporción de la muestra para el estándar interno se mantiene constante. Para determinar la concentración de THMs es necesario obtener primero una curva de calibración, la cual servirá de base para las mediciones de las muestras problema. Una mezcla que contiene una cantidad conocida de un compuesto se llama muestra estándar de calibración. Cuando se requiere realizar varias corridas de calibración, se debe de inyectar diferentes concentraciones de estándar de calibración para generar una curva de calibración con diferentes niveles de concentración. Cada nivel representa la cantidad de analito inyectado de cada estándar de calibración.