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VI Encuentro Nacional de Estudiantes de Economía.
Universidad de Los Andes.
Mérida, Estado Mérida.
www.enee.org.ve
Autor:
Heredia, Ana1.
[email protected]
Tutor académico:
Econ. Prada, Nicolás2.
[email protected]
1
2
Auxiliar de investigación en el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES)
Economista egresado de la Universidad de Los Andes.
EVALUACIÓN DE VENEZUELA EN EL ÁMBITO INTERNACIONAL:
FORTALEZAS Y DEBILIDADES
Los países y sus economías, han demostrado que no es suficiente la producción
interna para satisfacer las necesidades internas, o bien, que la producción interna puede
satisfacer necesidades externas (fuera de los limites nacionales); dada ésta premisa; está
claro que es necesario ampliar las posibilidades de intercambio de bienes y servicios.
Esto se fue dando, poco a poco a través de coaliciones entre países con características
económicas, sociales, ambientales, similares; a través de bloques comerciales entre
países que comparten territorios y mediante tratados de libre comercio. Pero, sin lugar a
duda, el mayor mercado en el que puede participar una economía o sus agentes, es el
mercado internacional. Este mercado brinda la posibilidad, a los oferentes, de llevar sus
excedentes internos y venderlos en otros mercados, de buscar mejores condiciones de
venta; y a los demandantes, de proveerse de bienes o servicios que no se producen en su
país.
El comercio internacional también permite la especialización en la producción
de gamas de productos más reducidas, permitiendo a los países obtener mayor eficiencia
con la producción a gran escala. Es decir, producir una menor cantidad de productos,
permite a las naciones aumentar en cantidad la producción de esos pocos bienes,
acercando esta economía a ser una economía de escala.
El estudio de la economía internacional no ha sido nunca tan importante como lo
es en la actualidad. A principios del siglo XXI los países están mucho más
estrechamente relacionados mediante el comercio de bienes y servicios, mediante los
flujos de dinero, y mediante las inversiones en las economías de cada uno de lo que lo
estuvieron nunca antes. La globalización en términos generales, se entiende como el
movimiento acelerado de bienes económicos a través de las barreras regionales y
nacionales; es un proceso que, de cierta manera, eliminó las barreras a nivel mundial, lo
que obliga a los países, quieran o no, a participar en la escena internacional. La
globalización económica tiene tres manifestaciones: 1) la del comercio de bienes y
servicios entre países, denominada la globalización comercial; 2) la creación del
mercado de capitales globales, denominada la globalización financiera; 3) el traslado de
personas entre países en búsqueda de mejores oportunidades de trabajo, llamada la
globalización del factor trabajo. Con la globalización comercial, los países tratan de
mejorar sus niveles de productividad a través del perfeccionamiento de los medios de
producción, lo cual permite que el país desarrolle industrias exportadoras.
El economista británico David Ricardo, postula que si un país no posee ventaja
absoluta sobre ningún bien o producto, a ese país le conviene especializarse en la
producción de productos en los que tenga menos desventajas. En base a esto, el
comercio exterior y los precios dentro del mercado internacional de un producto se fijan
de acuerdo a los costes del trabajo dentro de las fronteras de cada país. Ya no basta, con
tener ventajas absolutas en un bien para captar mayores nichos de mercado sino es
menester ser más competitivos; agregando valor, diferenciando cada vez más el
producto; ya que todos pueden ser oferentes y demandantes; entonces no solo se buscará
calidad sino precios más bajos o mayores beneficios. El comercio internacional también
permite la especialización en la producción de gamas de productos más reducidas,
permitiendo a los países obtener mayor eficiencia con la producción a gran escala.
Ahora bien, es importante evaluar si el libre juego del comercio internacional, es
equilibrado, es decir, si no favorece o perjudica a alguno de los participantes. Es claro,
que no solo se trata de compra y venta de bienes; también existe movimiento de
mercancías financieras y servicios. Según la teoría Ricardiana, todos salen beneficiados,
nadie pierde, pero realmente ¿esto es así? Muchos analistas suponen, que a pesar de las
diferencias entre países (desarrollos y subdesarrollos) estos siempre tenderán a exportar
aquellos bienes cuyos costes sean bajos y para la producción de los cuales posean las
materias primas, aun así, dadas las diferencias en las condiciones laborales, de
producción y del marco legal de exportación; la decisión de producir cierto bien se
puede ver influenciada por las capacidades propias de la nación. A pesar de ello,
tampoco podemos afirmar que los países desarrollados salen ganando; ya que aunque
son más poderosos es imposible que cuenten con la posibilidad de producir una amplia
gama de productos, en este punto se verán obligados a acudir a esos países (tal vez más
pobres) para hacerse de esos productos.
Desde un ángulo más crítico, todo dependerá del marco regulatorio legal y las
condiciones brindadas por los entes gubernamentales. Asumiendo que éste, sea el más
estable y provechoso, las economías participantes se verán beneficiadas ciertamente,
aunque sigan existiendo, por ejemplo, diferencias salariales y de condiciones laborales.
Ahora suena interesante juzgar si la globalización entonces perjudica a los países más
pobres solo porque ellos cuentan con peores condiciones de trabajo. Se considera, que
esta arista no forma parte de los beneficios del comercio internacional, ya que aunque
existan acuerdos entre naciones de diferente nivel de ingreso o nivel de productividad,
los países en vías de desarrollo son independientes en la toma de decisiones en cuanto a
la distribución del ingreso o la inversión para el fomento de una u otra actividad. La
única forma en que un tratado internacional pueda beneficiar a los individuos en su
mejora profesional específicamente es facilitando la capacitación a la nación más
desarrollada o promoviendo la movilidad de capital humano.
La diferencia entre niveles de ingresos de unos países a otros, es fundamental en
la compresión de la aplicación de la política comercial y sus resultados. Las naciones en
vías de desarrollo, luego de la segunda guerra mundial, creyeron que la clave del
desarrollo era el fortalecimiento de la industria a través de la protección de productores
nacionales frente a los productos internacionales. Según el argumento de la industria
naciente, estos países poseen ventajas comparativas potenciales en la producción de
manufacturas, pero tendrían muchos problemas para competir con industrias con
historia previa y conocimiento del mercado; por ello los gobiernos deberían proteger la
“industria naciente” para fortalecerla; según Krugman “tiene sentido, según este
argumento, utilizar aranceles o cuotas de importación como medidas transitorias para
permitir el inicio de la industrialización.
Los resultados reales de esta política fueron contrarios a lo esperado. Los países
subdesarrollados en su mayoría quedaron rezagados frente a los países desarrollados ya
que al estar cerrados a la competencia, y al ser protegidos por sus gobiernos no se
preocuparon por mejorar, ser más competitivos lo que entre otras cosas llevó al fracaso
esta política. Luego de esta experiencia, a partir de la década de 1980 varios países
latinoamericanos optaron por un modelo de libre comercio lo opuesto totalmente al
modelo anterior. Los resultados no se hicieron esperar, aunque difirieron en algunos
países los más resaltantes fueron uno el drástico incremento del comercio, según
Krugman “los países en desarrollo experimentaron una duplicación de la participación
del comercio tras el inicio de la oleada de liberalización”.
El segundo efecto con mayor relevancia fue el cambio en la naturaleza del
comercio. Según Krugman “los países en desarrollo exportaban fundamentalmente
productos agrícolas y de la minería. Pero, ese patrón cambió a partir de 1980: la
proporción de bienes manufacturados en las exportaciones de los países en desarrollo se
disparó, pasando a dominar las exportaciones de las principales economías en
desarrollo.
Venezuela, se ha caracterizado históricamente, por poseer una política comercial
tremendamente activa, como consecuencia es un ámbito de estudio muy interesante
porque explica fundamentalmente la economía nacional de exportación; pero ¿de qué
forma ha participado?, no es un misterio que este país es, por tradición, un país
petrolero, junto al carácter monoproductor de la economía y siendo uno de los países
con mayores reservas del mundo; Venezuela se ha visto obligado a participar como
vendedor importante en el mercado internacional; básicamente porque no produce otros
bienes debe adquirir divisas, en forma de renta petrolera, para sufragar las
importaciones de esos bienes; es necesario resaltar que este país cumple con la
particularidad de que a pesar de exportar petróleo no significa que cubre la demanda
interna, ya que hace algunos años recurre a importación de petróleo y derivados para el
consumo del país. Desde el siglo XX, en la medida que Venezuela se consolida como
potencia productora y exportadora de petróleo, el resto de su aparato productivo de
bienes y servicios juega un papel secundario, generando una marcada dependencia y
vulnerabilidad.
La venta de petróleo, no ha sido la única forma en que Venezuela se hace notar a
nivel mundial en materia comercial. Ha participado en diversos acuerdos
internacionales y en tratados comerciales; que si bien, abren puertas, es necesario
cumplir con ciertas condiciones para beneficiarse realmente de ellos. Uno de los tipos
principales en los que participó Venezuela, es en los Tratados de Libre Comercio; que
se caracterizan esencialmente, por la eliminación de aranceles y libre circulación de
mercancías entre los países miembros; lo que motiva la exportación y facilita la
importación entre otras cosas. Además ha manejado de diversas formas la política
arancelaria, tratando en muchos casos de fomentar la producción nacional; por otra
parte el subsidio ha sido una figura usada en algunos casos, pocos realmente, ya que en
los últimos años se ha dejado de lado la búsqueda de exportaciones no tradicionales; de
igual manera el país ha aplicado restricciones a la cantidad de bines importados. Todas
estas formas siempre bajo la normativa de la Organización Mundial del Comercio.
El Decreto 239, del 30 de mayo de 1989, representa un punto de inflexión en el
comercio exterior venezolano, fundamentalmente para la producción no petrolera.
Establece, entre otras medidas, la reforma arancelaria, la eliminación de restricciones
paraarancelarias, la flexibilización de los procedimientos administrativos para exportar,
la instauración de mecanismos para enfrentar la competencia desleal, el diseño de la
política integral de promoción de exportaciones, la adecuación de los compromisos a
nivel del Grupo Andino y la incorporación de Venezuela primero al GATT en 1990 y
posteriormente a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 1995.
En los últimos 10 años se han realizado tratados internacionales como parte de
ésta apertura en la búsqueda de nuevos mercados; en la actualidad Venezuela tiene
tratados bilaterales con todos los países de Norte, Centro y Sur América. Es miembro de
la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), del Grupo de los tres (G-3) y
tiene importantes tratados con China en el área de tecnología y con Rusia en el área de
energía y economía.
Como parte de la política de integración del actual gobierno, Venezuela ha
realizados acuerdos de cooperación energética con Belice, Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Haití, Panamá, Cuba, Nicaragua y República Dominicana; además se han
efectuados convenios de cooperación para evitar y prevenir la doble tributación e
impedir la evasión fiscal en materia de impuestos sobre la renta y sobre el patrimonio,
con los Estados Unidos y con el Reino Unido de Noruega. El tema es, si realmente
países subdesarrollados como Venezuela se benefician o no de su papel en mercado
internacional. Para ello, a continuación se hará un análisis sobre el rol, objetivo y
resultados de este proceso tomando como eje los tratados internacionales.
Las
principales
debilidades
de
los
tratados
de
Venezuela:
en materia tecnológica, Venezuela no cuenta con una plataforma tecnológica que le
permita enfrentar los desafíos que en cambio países y empresas del cono Sur, Asia y
Europa, si pueden enfrentar. En lo económico, mediante los tratados como el
MERCOSUR, G-3 o ALADI, Venezuela únicamente cuenta con los ingresos
provenientes del petróleo para invertir en otras áreas. El empresario venezolano no usa
eficientemente las herramientas administrativas que le permitan desarrollar, por
ejemplo, proyectos de inversión en donde la tasa interna de retorno le sea favorable.
Poca participación de las PYMES en desarrollo de los tratados económicos. En lo
político, lamentablemente existen empresarios que no arriesgan a hacer inversiones el
país porque no ven ningún futuro próspero en sus actividades ya que la perspectiva
política la toman desde un solo ángulo focal.
En cuanto a las oportunidades; en lo económico existen oportunidades para las
empresas venezolanas de incursionar en otros mercados mediante el uso de los tratados
económicos y culturales. El empresario estaría en capacidad de medir sus ventajas
competitivas ante otras empresas con el uso de herramientas administrativas para el
desarrollo de su actividad comercial. Ocupar vacíos en los mercados de productos que
tengan cierta escasez. Identificar los mercados emergentes. En el ámbito Político, el
gobierno tiene muchas oportunidades de mantener ese dinamismo en su política exterior
y gracias a ese dinamismo puede seguir haciendo tratados en cualquier área. Mantener
buenas relaciones internacionales con demás países y empresas tanto por parte del
estado como de los empresarios venezolanos. Hablando de lo educativo, se podría evitar
la fuga de capital intelectual humano hacia los países más desarrollados, al haber
tratados educativos donde el profesional logre capacitarse en instituciones universitarias
de países asociados a estos tratados, se estaría dando el mayor provecho al profesional
venezolano ubicándolo luego en proyectos bilaterales, por ejemplo. Y en lo geopolítico
debido a la ubicación estratégica de Venezuela, se pueden seguir desarrollando con
empresas asociadas, tratados de navegación y cualquier otro que sea de área similar, por
ejemplo del ramo militar.
Identificando las principales fortalezas, se tiene en lo económico, Venezuela en
todos sus tratados energéticos tiene una gran fortaleza que son las reservas de crudo y
gas. A pesar de que durante el paro petrolero del 2002 la gran mayoría de los empleados
salieron de PDVSA, existe un nuevo talento humano que hace un esfuerzo titánico a
diario para mantener operatividad productiva y comercial, para poder cumplir con los
compromisos nacionales e internacionales, entre ellos mantener los tratados actuales. Y
en lo político la dinámica y proactiva política de comercio exterior hace incursionar a
Venezuela en el interés de otros países para estrechar relaciones y hacer tratados donde
se beneficien ambos.
Por ultimo localizando las amenazas, en el aspecto económico, debido que
Venezuela cuenta con la venta del petróleo para obtener los ingresos que sustentan la
economía, la disminución de los mismos sería considerada una amenaza para continuar
con los proyectos inmersos en los tratados. Y en lo político, cualquier ruptura violenta
de un tratado entre gobiernos por diferencias políticas o ideológicas que llegasen a
existir.
No hay duda que para nuestro país que tiene una alta dependencia del sector
externo de la economía, es muy importante la influencia que tienen los escenarios
internacionales particularmente en el ámbito latinoamericano, para la consideración de
un nuevo modelo de desarrollo. Venezuela posee cualidades importantes para que su rol
en el mercado internacional se fortalezca pero debe evaluar de una formas más crítica lo
que ha hecho, sus errores que han sido mayores que sus aciertos, para así poder
delimitar que es lo que hará.
Ser un país subdesarrollado no es una limitante, incluso podría ser un punto a
favor, buscar focos productivos y darle mayor peso a su capital humano, no se trata solo
de formar profesionales sino excelentes profesionales; que se puedan incorporar
fácilmente a los planes de desarrollo nacional y de globalización para que estos sean
realmente productivos; por ultimo considerar qué tratados ciertamente benefician al país
y desechar proyectos, tratados e inversiones que no sean provechosos para la nación.
Este análisis nos permite concluir que los países en desarrollo pueden abordar nuevos
modelos de desarrollo económico y social desde diferentes perspectivas y no
únicamente por la vía de la adopción de políticas neo-liberales ortodoxas, tomando en
cuenta fundamentalmente sus propias realidades y manteniendo un equilibrio necesario
entre las tasas de crecimiento económico y las metas de justicia social.
Se debe desarrollar una política hacia la integración económica, con modelos
exitosos como la Comunidad Andina -de la cual lamentablemente Venezuela dejó de
formar parte recientemente-, que además de impulsar el libre comercio intracomunitario
con flexibilidades en su arancel externo común, toma en cuenta sensibilidades sociales
como las Zonas de Integración Fronteriza (ZIF) y posee todo un andamiaje jurídico e
institucional que abarca un variado espectro de quehacer intracomunitario y su
relacionamiento con el mundo exterior.
Venezuela, pese a innumerables dotes naturales, no ha podido alcanzar el
anhelado desarrollo ni el bienestar de todos los habitantes. Su comercio exterior se
limita a la exportación de materias primas básicas con poco valor agregado, cuya
explotación intensiva incrementa la vulnerabilidad ecológica irreversible.
Tal como lo demuestra nuestra balanza de pagos, alrededor de 95% proviene de
las exportaciones petroleras y el restante 5%, en su mayoría, es producto de las
empresas básicas que trabajan con fuertes subsidios.
Venezuela debe reducir la dependencia petrolera, debe diversificar su economía
e incentivar las exportaciones no tradicionales, especialmente las del sector privado. El
país debe participar en el comercio internacional de forma dinámica con productos de
alto valor agregado.
Referencias Bibliográficas
Chacholiades, Miltiades. Economía Internacional, Editorial Mc Graw Hill, 2ª Edición.
Krugman, Paul y Obstfeld, Maurice. Economía Internacional Teoría y Política.
Editorial Mc Graw Hill, 2ª Edición.
Salvatore, Dominick. (1998) Economía Internacional. Mc Graw Hill. 4ta Edición.
México
Tugores Ques, Juan. (2005) “Economía Internacional”, Mc Graw Hill, España.
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