Contribución del temperamento al comportamiento social

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CONTRIBUCION DEL TEMPERAMENTO AL COMPORTAMIENTO
SOCIAL: LOS ROLES ASESORES DEL EEG FRONTAL ASIMETRICO
Y EL SEXO
SUMARIO
OBJETIVOS: Se cree que el temperamento infantil abarca una de las bases
fundamentales del desarrollo social y emocional. Pocos estudios han examinado las
influencias directa e indirectamente del temperamento en la edad temprana y la
disposición psicológica en el desarrollo posterior.
METODO: Este articulo presenta resultados de un estudio longitudinal que tuvo lugar
entre los años 1989 y 1996, en el cual la relación entre el informe materno de la
reactividad negativa
a los 9 meses de edad y el logro materno, observaciones de laboratorio, de recelo social y
la sociabilidad a los 4 años de edad(n=97) fueron examinados. También se examinaron
los roles de moderación de (1) asimetría en el electroencefalograma frontal (EEG), como
valoración a los 9 meses de edad y (2) el sexo del niño.
RESULTADOS: La reactividad negativa pronostica recelo social para los menores con el
EEG derecho frontal asimétrico, pero no para aquellos con el EEG frontal izquierdo
asimétrico
y par los chicos no para las chicas. El único pronóstico relevante de sociabilidad fue el
sexo.
En realidad a los 4 años de edad las chicas tuvieron una considerable proporción de
medidas de sociabilidad mucho más alta que los chicos.
CONCLUSION: Los resultados dependen según la asimetría del electroencefalograma
frontal y el sexo, moderando el impacto temperamental de la reactividad negativa, en el
comportamiento social posterior. J.Am. Acad.Child Adolesc. Psychiatry.2001,40 (1) 68-74.
PALABRAS CLAVE: Reactividad negativa, asimetría en el electroencefalograma EEG
frontal, recelo social.
El temperamento describe las diferencias individuales de respuesta, tanto emocionales
como motoras que están presentes desde el nacimiento, basadas constitucionalmente y
son relativamente estables con el paso del tiempo (Roth Bart y Derryberry, 1981 Thomas
et. al., 1968)
Se cree que estas diferencias individuales son la base emergente del desarrollo tanto
emocional como social (Rothbart y Bates, 1998). Sin embargo la naturaleza especifica de
estas trayectorias depende no solo de las características del niño sino también de la
intervención social y el proceso de desarrollo del mismo. Uno de los principales objetivos
del estudio del temperamento del niño es identificar los procesos que unen el
temperamento de las primeras fases de la vida con el comportamiento posterior. A pesar
de las diferentes opiniones entre los investigadores las dimensiones especificas del
temperamento. Los modelos mas comunes del temperamento incluyen algunos aspectos
de reacciones negativas (e.g.Buss y Plomin, 1984; Goldsmith y Campos, 1982; Rothbart y
Derryberry, 1981; Thomas et al., 1968). La reactividad negativa es usada para describir
signos de agotamiento incluyendo el llanto y la agitación motora. Usando los
procedimientos de valor Standard, las diferencias individuales en la irritación infantil han
sido identificadas en el periodo neonatal y esas diferencias de la temprana edad son
predecibles en las posteriores diferencias en la reactividad negativa global
(Crockenberg,1981; Riese, 1987).
La reactividad negativa ha sido implicada como temperamento precursor de posteriores
manifestaciones de la inhibición del comportamiento, en respuesta a objetos insólitos ó
nuevos, gente u otros sucesos (Buss y Plomin, 1984; Calkins et al., 1996; Engfer, 1993,
Kagan y Snidman, 1991)
Al considerar la relación entre el temperamento de las primeras etapas de la vida y el
posterior desarrollo social y emocional, la mayoría de estudios tienden a seguir un modelo
en el cual se cree que el temperamento de las primeras etapas de la vida esta
directamente relacionado con las etapas posteriores (e.g.Caspi y Silva, 1995; Kagan et
al., 1984) El grado de discontinuidad en la unión de temperamento adaptación, es sin
embargo bastante alto.
Las reacciones variables del niño que son similares en el temperamento, incluso llevadas
al extremo, sugieren que factores tales como la relación niño-padres y la experiencia de
los cuidados fuera de casa, pueden moderar la unión entre el temperamento y adaptación
en las primeras etapas de la vida. Así pues el temperamento puede estar relacionado con
el entorno exterior, aunque no obstante a través de procesos indirectos considerados por
otras variables (Rothbart y Bates 1998). Ciertos tipos de temperamento e incluso el
temperamento extremo y radical pueden no reflejar un riesgo de inadaptación por si
mismo, sino mas bien ser un catalizador, el cual unido a otros factores definen la
trayectoria del desarrollo emocional y social. En este articulo consideramos la influencia
de endógeno (EEG frontal asimétrico) y exógeno (sexo), conceptos que determinan el
comportamiento social durante los años pre-escolares, extraídos de los informes del
temperamento materno de reactividad negativa recogidos durante el primer año de vida.
El EEG frontal asimétrico refleja la diferencia en el grado de activación entre la parte
derecha y la izquierda. Según los estudios sobre la asimetría del EEG frontal se cree que
están relacionados a la tendencia de aproximación o introversión a los acontecimientos
nuevos o estresantes (Fox, 1991, 1994) Una gran variedad de datos entre el adulto clínico
y la población normal, así como estudios de niños de corta edad, sugieren que los dos
lados del córtex frontal pueden ser diferenciados por tendencias de aproximación o
introversión. Estas tendencias de comportamiento han sido a menudo asociadas con la
experiencia ó expresión de emociones.(e.g.Davidson, 1992; Davidson y Fox, 1982) Varios
de estos estudios indican que el área frontal izquierda esta asociada con el
comportamiento, facilitando la aproximación al comportamiento motor positivo, idioma y la
expresión de ciertas emociones positivas (Fox y Davidson. 1984; Kinsbourne, 1978). En
contraste el área frontal derecha esta asociada con el comportamiento, dando síntomas
de abandono e introversión, desde estímulos insólitos o estresantes o movimiento motor
grosero, reactividad autonómica y la expresión de ciertos efectos negativos (Fox y
Davidson, 1984) Esta tendencia aproximación-retracción pueden ser interacciones
individuales nuevas con el entorno, las cuales pueden iniciar o retirar situaciones de
mucho stress o de intercambio social poco usuales o nuevos. Por ejemplo, los niños de
pre-escolar que desarrollan elevadas dosis de reticencia y ansiedad con interacciones de
periodos de incrementada actividad eléctrica en la región frontal derecha (asimetría EEG
frontal derecho), comparada con los periodos mas sociables (Fox et al., 1995). En una
prueba que se hizo a los niños en edad escolar se vio como incrementan la ansiedad
cuando se les pone en situación determinada muestran tensión nerviosa, semejantes con
el aumento del EEG frontal asimétrico (Schmidt et al., 1999) Basados en estos datos el rol
que la asimetría frontal parece jugar como influencia endógena en el comportamiento
social, estamos en la hipótesis que para los niños que desarrollan modelos de EEG frontal
asimétrico, reactividad negativa, estaría seguramente relacionado con la introversión
social y negativamente relacionado con la sociabilidad a los 4 años de edad.
Hay datos paralelos que unen la actividad del córtex frontal izquierdo a la aproximación de
comportamiento y a la expresión asociada al afecto y sociabilidad. Por ejemplo, Fox et al.,
(en prensa), dijo que los niños que desarrollaban altos niveles de sociabilidad en la edad
que empiezan a caminar, estaban mas cercanos a mostrar asimetría en el EEG frontal
izquierdo.
Basados en estos modelos, llegamos a la hipótesis de que los niños que desarrollaron
modelos de asimetría en el EEG frontal izquierdo, reactividad negativa, no serian
pronostico de introversión social o sociabilidad.
Otra influencia potencial en la relación entre la reactividad negativa y el comportamiento
social puede ser el sexo. Algunos estudios sugieren que la unión entre temperamento y
desarrollo social puede ser particularmente fuerte para los chicos (ge. Crockenberg y
Smith, 1982; Dagan, 1990)
Una razón para esto puede ser que los padres responden de forma diferente a las
expresiones del comportamiento y emociones si son chicos o son chicas (Mills y Rubini ,
1990).
Esto es cierto en lo que concierne a las características del temperamento que describen
comportamientos con estereotipos fuertes culturalmente (Hinde et al., 1985, StevensHinde y Glover, 1996) En culturas occidentales aparece lo que podría ser una percepción
de dolor, angustia y timidez son más aceptados en las chicas que en los chicos. Por
ejemplo Hinde et al., 1985, descubrió que los niños tímidos en edad pre-escolar, tienen
relaciones mucho mas pobres tanto en el hogar como en la escuela comparados con las
niñas. Además, Rubin et al., (1993), dijo que los niños tímidos, cautos e introvertidos (no
las chicas) son mas proclives a la soledad y a sentirse socialmente incompetentes y tener
poca relación social. Estas diferencias han sido atribuidas en parte a estereotipos de los
padres. La timidez en los chicos puede que no cumpla las expectativas de los padres y
puede llevar a estos a una excesiva influencia y atenciones por parte de estos (Park et al.,
1997). El interés y la atención de los padres puede servir para amplificar los modelos del
temperamento y el comportamiento, previniendo al niño del desarrollo de estrategias
efectivas de copiar emociones negativas (e.g.Arcus et al., 1992; Park et al.,1997; Rubin et
al., 1997) así pues hemos llegado a la hipótesis de que la relación entre reactividad
negativa y el recelo social seria mas acentuada para los chicos que las chicas.
En resumen en este estudio examinamos la influencia de los informes maternos de
reactividad negativa en el primer año de vida en medidas de sociabilidad y recelo tomadas
a los 4 años de edad. La cautela o recelo social es usado para describir una forma de
introversión social que se caracteriza por una reticencia social, la cual incluye una
combinación de niveles bajos de interacción social y una gran ansiedad e inquietud,
observación y comportamientos propios del ocio y desocupación (Coplan et al., 1994). En
contraste con otras formas de rol social, la reticencia social ha sido asociada con
evidentes indicios de ansiedad, poca representación en grupos ò tareas de cooperación y
una incapacidad para solventar y regularizar emociones negativas (Coplan et al., 1994;
Rubi et al., 1995). Además de examinar las relaciones directas entre la reactividad en la
edad temprana y el comportamiento social posterior, nosotros examinamos si esta
relación fue modificada por (1) modelos de EEG frontal asimétrico como valoración
durante la infancia y (2) el sexo del niño. Llegamos a la hipótesis sobre la cual las
relaciones entre la reactividad negativa y el recelo social seria mas profundo en niños que
presentan modelos de EEG frontal derecho asimétrico, comparado con las relaciones en
niños que presentan modelos de EEG frontal izquierdo asimétrico. Y aún vamos más allá
en la hipótesis de que la reactividad negativa seria mas predecible de recelo social para
los niños que para las niñas.
MÉTODO
Participantes
Los participantes en este estudio fueron 139 niños y sus madres, procedentes de núcleos
independientes, que tomaron parte en un estudio longitudinal de la relación entre
temperamento, psicofisiología y desarrollo social y emocional. Los participantes fueron
reclutados de listas de envío. Se envió una carta preguntándoles si ellos estarían
interesados en un estudio sobre el desarrollo del niño. Las familias que respondieron a un
breve cuestionario demográfico fueron contactados por teléfono para una cita de
laboratorio. En este artículo se relata el informe de 97 niños (46 varones y 51 hembras),
de los cuales se han completado datos de los 9 meses y a los 48 meses de edad. Las
familias eran blancas, de clase media, residentes en el área de Washington,D.C.
Aproximadamente el 68% de las madres y el 72% de los padres tenían estudios
superiores. Aproximadamente un tercio de los niños eran primogénitos.
De los 42 niños excluidos del análisis, 23 fueron excluidos porque no volvieron al
laboratorio para la visita a los 48 meses y 19 porque estuvieron perdiendo información a
los 9 meses de edad (12 estuvieron perdiendo datos en el EEG y 7 fueron perdiendo
referencia materna del temperamento). Las comparaciones entre los niños que fueron
incluidos contra los que fueron excluidos del análisis debido a la falta de datos no quiere
decir que la selección estuviera basada en ninguno de nuestros pronósticos ni a
resultados visibles. Específicamente los 23 niños que no volvieron al laboratorio a los 48
meses de edad no diferían demasiado de los otros, en términos de los de los informes
maternos, de reactividad negativa, EEG de 9 meses ó sexo. De forma similar los 12 niños
que no tuvieron datos en el EEG a los 9 meses los resultados no fueron diferentes de los
niños que si los tuvieron en términos de informe materno de los 9 meses de reactividad
negativa o cualquier otro de los resultados de los de 48 meses.
Procedimiento
CALCULO VALORACION DE 9 MESES. A los 9 meses de edad, los niños y sus familias
visitaron el laboratorio, en ese momento se grabó la actividad cerebral (EEG) y sus
madres rellenaron el cuestionario del Comportamiento Infantil (Rothbart, 1981,1986), un
informe de 87 datos en el cual se pedía a los padres, consideraran e indicaran la
frecuencia del comportamiento especifico de sus hijos, como había sucedido en la
semana previa. Siguiendo a Rothbart (1986), Los Limites de la Angustia y el Miedo, las
listas fueron sumadas y usadas como índice de Reactividad Negativa (ver también Park et
al., 1997).
COLLECION DE DATOS DEL EEG. Para reducir movimiento y jaleo durante la recogida
de datos (EEG), los niños se sentaron al regazo de sus madres directamente enfrente de
una mesa en la cual había una rueda metálica de bingo. Un experto colocaba las bolas de
colores brillantes de diferentes números (1,3, ó 7), en la rueda y la hacia girar en turnos
de seis, cada uno duraba 20 segundos. Estos turnos eran separados por intervalos de 10
segundos en los cuales el experto daban ligero golpe a las bolas desde el lado exterior de
la rueda a fin de que los niños mantuvieran la atención entre las tiradas de la misma.
Trabajos previos han descubierto que esos episodios de grabación dan un valor estimado
del EEG de gran consistencia interior(Lund et.al.1995)y un índice fiable de estimación de
la asimetría frontal, así como una aproximación parcial a comportamientos de
introversión.(Fox et al., 1992;Tomarken,et al 1990)
Anterior a la grabación del EEG de cada sujeto una señal de O.477 VRMS 10 Hz fue
introducida en cada uno de los canales y esa amplificación de señal fue anotada con fines
de valoración.
El EEG fue anotado de los siguientes sitios (F3,F4,P3,P4,C3,C4,01,02), emplazando una
tira de Lycra en la circunferencia de la cabeza del niño. Los datos del EEG fueron
digitalizados a una proporción de 512 Hz y referenciados después usando el software ó
elementos de programación a un promedio de referencia de configuración. Los resultados
digitalizados del EEG, fueron marcados sobre la base de inspección visual de la señal
para omitir ó quitar partes de la grabación del EEG, recogidas por el movimiento del ojo o
el movimiento motor. Todos los ejemplos del aparato fueron sacados de todos los canales
de la grabación del EEG anterior a análisis subsiguientes.
Los datos del EEG fueron diferidos a un Fourier análisis-conversor, usando una ventana
Hanning, con una superposición del 50%. El resultado de este análisis fue producir
energía en picowatt ohms (ó microvoltios cuadrados) en cada canal.
El amplio espectro de energía de frecuencia de single-hertz(único no doble) desde 1 a 12
Hz que fueron computerizados para cada una de las condiciones de cada lado de la
colección de los mismos. La frecuencia de energía de la cinta de 4 a 6 Hz, fue
computerizada en cada lado añadiendo, los single-hertz bins (hercio único no doble) en
estas tres frecuencias. La potencia máxima fue localizada en la cinta de 4 a 6 Hz. La
medición de fuerza fue transformada para normalizar la distribución y el índice de
asimetría fue computerizado entre el lado derecho y el izquierdo (e.g. LN (F4) - LN(F3).
En este informe presentamos datos sobre los lados frontal y parietal.
CALCULO-VALORACION DE DE 48 MESES. Los niños y sus familias volvieron al
laboratorio cuando los niños tenían 4 años de edad. Los niños fueron citados a visitar el
laboratorio en grupos de 4 niños, del mismo sexo y edad similar (con una variación de 3
meses) pero que no se conocían unos a otros. Los procedimientos y métodos usados
para la observación del comportamiento social de los niños unos con otros fueron
idénticos que aquellos que se usaron en grupos de niños anteriormente (e.g. Fox et al.,
1996; Rubin et al., 1995). De particular interés en este estudio fueron el comportamiento
de los niños durante 2 sesiones en las que pudieron jugar libremente: la 1ª fue tan pronto
como llegaron y la 2ª tuvo lugar aproximadamente 25 minutos después de la 1ª El
experimento empezó cuando se dijo a los niños que eran libres de jugar con los juguetes
que quisieran. Ella dejo la sala y se dejó a los niños sin interrupción durante 15 minutos, a
menos que necesitaran asistencia.
CODIGO DE COMPORTAMIENTO. Los comportamientos en ambas sesiones fueron
codificados como Escala sobre la Observación del Juego (Rubin 1985, 2000, Rubin y
Coplan, 1998). En intervalos de 10 segundos fueron codificados por su participación
social (ociosos, espectadores, jugando en solitario, jugando paralelamente, conversando,
jugando en grupo) y la calidad cognitiva del juego (funcional, dramática, juego
constructivo, exploración, juegos con reglas a seguir) y el resultado se produjo a 90
códigos-intervalos para cada niño en cada una de las dos sesiones de juego libre. Para
ambos grupos, 3 examinadores cifraron independientemente la Escala de Observación
del Juego. La exactitud del código interno sobre un grupo de niños seleccionado al azar
de un total del 30% de toda la prueba fue calculada entre las parejas de examinadores
usando el Cohen K. Para las cifras totales, incluyendo las categorías de juego social y
cognitiva., el valor K se extendió desde 0.81 a 0.94 para el primer grupo y 0.87 a 0.94
para el segundo grupo. Durante la visita, las madres completaron el Colorado Child
Temperament Inventory (CCTI) (Buss y Plomin 1984; Rowe y Plomin, 1977. El CCTI es un
informe de los padres que comprende 30 apartados que valoran ó calculan la percepción
materna en unas características de colocación a lo largo de 6 dimensiones. Fueron de
interés las áreas de la Sociabilidad y Timidez. Como medida de los problemas del
comportamiento, las madres completaron la Lista sobre el Comportamiento del Niño
(Child Behavior Checklist) (CBCL) Achenbach y Edelbrock, 1983. El CBCL es una lista de
comprobación de 113 apartados en la cual los padres usan una escala-proporción de 3
puntos para valorar la descripción de una serie de problemas del comportamiento de sus
propios hijos. La escala es reducida a 2 factores de banda ancha que valoran los
problemas del comportamiento interno y externo.
RESULTADOS
Conjunto global de medidas de recelo social y sociabilidad a los 48 meses de edad
A los 48 meses de edad, el conjunto de medidas de recelo social y sociabilidad fueron
formadas sobre la base de una combinación de informes maternos y comportamientos
observados durante el juego, con el entorno desconocido del laboratorio. El
comportamiento reticente durante el juego libre fue calculado añadiendo las proporciones
regularizadas del comportamiento observador y ocioso durante las sesiones de juego libre
(Coplan et al.,1994) Anterior a ser usado en análisis correlativos la reticencia variable
observada fue transformada usando un logaritmo normal para reducir el desvío positivo de
los datos y la mejor aproximación a una normal distribución. La reticencia observada fue
altamente relacionada con los informes maternos de la timidez (r97= 0.54,p ^.001) y las 2
variables fueron regularizadas y añadidas para crear una cifra para medir el recelo ó
cautela social. Igual que en informes previos y examinando la relación entre recelocautela social y otros exponentes de índole social y emocional (e.g.Coplan et al., 1994)
(Fox et al., 1996 ), el conjunto de medidas de recelo social fue correlacionado con los
problemas de comportamiento interior en el (CBCL) (r93=0.41,p ^.001)
A pesar de la correlación positiva entre los problemas internos y externos del
comportamiento la puntuación en el CBCL (r93 = 0.47,p ^.001)la medida o cifra del recelo
social, no se correlacionaron con los problemas externos del comportamiento(r93=-0.01),
no significativos). El comportamiento social durante el juego libre fue calculado añadiendo
proporciones standard de todas las actividades del grupo de juego y también las
conversaciones. La observación del juego de forma social fue correlacionado con los
informes maternos de CCTI, sociabilidad (r97=0.31p^.01), y una valoración sobre la
sociabilidad fue computerizada regularizando y añadiendo las medidas observadas en el
informe materno de sociabilidad. El resultado de la valoración de la sociabilidad fue
negativamente correlacionada con la unificación de cautela-recelo social (r97=-0.62
p,^.001)
ANALISIS DE REGRESION. Dirigimos análisis separados en categorías de regresión
múltiple para pronosticar y examinar las relaciones entre reactividad negativa en la
infancia, introversión social y sociabilidad en los años pre-escolares. Los análisis
catalogados permitieron un examen de posibles efectos moderadores uniendo reactividad
negativa en el comportamiento social posterior, una vez controlados, para los principales
efectos de la reactividad negativa. Para cada análisis los pronósticos fueron introducidos
dentro de una ecuación de regresión en el siguiente orden(1) reactividad negativa de 9
meses (2), asimetría frontal del electroencefalograma a los 9 meses (3) sexo (4)
reactividad negativa X encefalograma. (5) reactividad negativa y sexo, y (6) reactividad
negativa X electroencefalograma (EEG) frontal asimétrico y sexo. Ninguna influencia ni
efectos relevantes fueron encontrados cuando idénticos análisis compitieron con el EEG
parietal asimétrico, confirmando la especificación de los efectos del EEG asimétrico a los
lados frontales.
PRONOSTICO DE INTROVERSION SOCIAL A LOS 48 MESES DE EDAD
Los resultados del análisis de regresión que pronosticaron introversión y recelo social se
presentan en la tabla 1 El conjunto total fue el 18% de variación en la introversión social
(F6,90 = 3.35,p^.01). El efecto de reactividad negativa tomo relevancia reflejando el orden
cero de correlación entre el informe materno de reactividad negativa a los 9 meses de
edad y la medida de introversión social a los 48 meses (r97= 0.18,p=.08).La interacción
entre reactividad negativa y sexo, ambos a tener en cuenta como proporción única de
variación en el pronostico de introversión social muy por encima de las representadas en
los pronósticos mas relevantes. Las 3 vías de interacción (reactividad negativa) X EEG
frontal asimétrico X sexo) no fueron más allá del pronostico de la introversión social.
TABLA 1
Sumario análisis de Regresión Jerárquica para variables
Pronostico de recelo-introversión social a los 48 meses
de edad (N = 97)
l
2
3
4
5
6
9-meses (reactividad negativa)
9 meses (asimetría frontal)
Sexo
Reactividad negativa X asimetría
Reactividad negativa X sexo
Reac. neg. X asim. X sexo
.18
0.03
-.12 0.01
-.08 0.01
1.30 0.07
1.10
.69 0.02
3.11
1.40
0.56
7.12
0.04
2.15
Multiple R = 0.43
Total R2 = 0.18
F6.90= = 3.35
(Ver tabla) p<.10 p<.05 p<.01
TABLA 2
Sumario de análisis de Regresión Jerárquica para variables
Pronostico de Sociabilidad a los 48 meses (N=97)
4.73
1
2
3
4
5
6
9 meses (reactividad negativa)
9 meses(asimetría frontal)
Sexo
Reactividad negativa X asimetría
Reactividad negativa X sexo
React. negat. X asimt. X sexo
-.18
.09
.22
.63
0.03
0.01
0.05
0.02
.52
-.79
3.29
0.72
4.85
1.64
0.01
0.03
1.00
2.71
Multiple R = 0.37
Total R2 = 0.14
F690 = 2.24
(Ver tabla) p<.10; p< .05
La interacción entre reactividad negativa y asimetría frontal se tuvieron en cuenta en un
adicional 7% de variación en la introversión social. Para interpretar la interacción los niños
fueron divididos en 2 grupos basados en la asimetría de los 9 meses. Los niños con
asimetría frontal puntuaron menos de 0 (indicativo de EEG derecho asimétrico) formado
por el grupo derecho frontal y niños con asimetría frontal tienen puntuaciones por encima
de 0 (indicativo del EEG frontal izquierdo asimétrico) formando el grupo frontal izquierdo.
La correlación entre la reactividad negativa a los 9 meses y la introversión social a los 4
años fueron calculados por separado para estos 2 grupos. Para el grupo derecho frontal,
hubo una significativa y positiva correlación (r39=0.40,p=0.01p>.10) La magnitud de las
correlaciones fueron comparadas usando puntuación Fisher z, porque las hipótesis fueron
direccionales, unos largos tests fueron usados para probar el significado. Este análisis
reveló que las 2 correlaciones diferían de forma importante (z=2.03,p=.02). Para
interpretar la interacción entre reactividad negativa y sexo, la correlación entre
temperamento negativo e introversión social fue examinada separadamente, para chicos y
para chicas. Para los chicos, hubo una relevante y positiva correlación (r46=0.34,p= .02),
pero para las chicas la correlación no fue significativa (r51=0.01,p>.10) La prueba de una
tira z test de la diferencia entre la magnitud de correlación fue relevante (z=1.65,p=.05)
PRONOSTICO DE SOCIABILIDAD A LOS 4 AÑOS
Los resultados de los análisis de regresión que pronostican sociabilidad son presentados
en la tabla 2. Siguiendo un orden idéntico de entrada para los pronosticos variables y
términos de interacción, el modelo completo de sociabilidad fue relevante (F6.90=
2.44,p<.05). El efecto principal de la reacción negativa adquirió relevancia
(AR2=0.05,p=.03) A diferencia del análisis sobre introversión social, ni la asimetría del
EEG frontal, ni el sexo moderaron con relevancia los efectos de la reactividad negativa en
la sociabilidad posterior. así pues, a pesar de la fuerte correlación negativa entre la
valoración de la sociabilidad y la introversión social, el modelo de conexión moderada,
incluyendo la reactividad negativa, EEG frontal asimétrico, y sexo, fue específicamente
pronosticado en la introversión social posterior.
ESTUDIO
El principal acierto en el estudio del temperamento infantil es estudiar mejor el proceso a
través del cual las diferencias individuales en la edad temprana tienen un impacto en el
desarrollo emocional y adaptación posterior. Aunque hay varios informes en literatura que
muestran la relación directa entre la reactividad negativa en la edad temprana y la
manifestación de introversión social en edades posteriores, esa relación es modesta en la
mayoría de los casos. La complejidad asociada con la valoración de ambos
temperamentos infantiles y el primer comportamiento social puede contribuir a moderados
niveles de pronostico sobre el paso del tiempo. Sin embargo, la tarea mas desafiante es
identificar teóricamente variaciones relevantes que ayuden a determinar los variados
caminos del desarrollo dirigidos desde el temperamento en la edad temprana al
comportamiento social posterior (e.g., Park et al., 1997; Rothbart y Bates, 1998)
Los datos sobre el presente estudio indican el informe materno de reactividad negativa
durante el primer año de vida en si mismo, no pronosticaron significativamente la
sociabilidad ó introversión social. Aunque la correlación orden-cero, no alcanzó los niveles
convencionales de relevancia si dieron las esperadas directivas, con una relación positiva
entre reactividad negativa y posterior introversión social y una relación negativa entre
reactividad negativa y posterior sociabilidad. Además ambos (EEG frontal asimétrico) y el
sexo moderaron la relación entre reactividad negativa e introversión social. Los mismos
efectos de la interacción no contribuyeron al pronostico de la sociabilidad. La valoración
de la introversión social refleja una forma especifica de baja sociabilidad que esta
asociada con una combinación de bajos niveles de interacción social y afecto negativo y
problemas de comportamiento de naturaleza interna (Coplan et al., 1994; Fox et al.,
1996).
La emocionalidad negativa fue el pronostico de introversión social para niños los cuales
manifestaron un modelo de EEG frontal derecho asimétrico a los 9 meses de edad, pero
no en niños con un modelo de asimetría en el EEG frontal izquierdo. Estos datos siguen
un modelo de stress-diátesis que incluye ambos temperamentos innatos y EEG frontal
asimétrico (Schmidt and Fox, 1998). Altos niveles de reactividad negativa en la edad
temprana reflejan stress (tensión nerviosa), para los niños y sus cuidadores y la asimetría
en el EEG frontal derecho, en tanto que este refleja una tendencia a quitar desde un
estimulo insólito a uno estresante, proporciona la diátesis que pone al niño en el camino
hacia la introversión social. Alternativamente la asimetría en el EEG frontal izquierdo
puede servir como factor protector que establece una alta reactividad infantil en un camino
diferente en el cual el niño desarrolla estrategias que incluyen acercamiento y emociones
positivas. Es importante destacar que la alta reactividad infantil con asimetría en el EEG
frontal izquierdo, no se convierte o llega a ser altamente social comparada con los
anteriores, como evidencia el hecho de que la interacción asimétrica del EEG frontal de
reactividad negativa, no contribuyó a un pronostico de sociabilidad. Mejor dicho, la
asimetría en el EEG frontal izquierdo sirvió para atenuar la relación entre reactividad
negativa e introversión social posterior a prácticamente cero.
La influencia de la reactividad negativa en la introversión social fue también moderada
según el sexo. Específicamente, la reactividad negativa durante la infancia fue
positivamente afín con la introversión social para los chicos, pero no para las chicas.
Diversos informes independientes indican que los cuidadores interaccionan
cualitativamente de diferentes formas en altos niveles de reactividad en los hijos contra
las hijas (MacDonald y Parke, 1984; Stevenson-Hinde y Glover, 1996). Ambos estudios
juntos sugieren que los niños introvertidos socialmente y con gran reactividad pueden
tener mas negatividad y menos interacción de contacto con sus cuidadores comparado
con las niñas socialmente introvertidas y con gran reactividad.
LIMITACIONES EN EL ESTUDIO
Hay un número de limitaciones en el presente estudio que deberían ser mencionadas.
Primero, la reactividad negativa y la asimetría del EEG fueron valorados una vez, cuando
el niño tenia 9 meses de edad. Aunque ambas medidas habían demostrado fiabilidad y
validez, hubiese sido preferible medir cada una repetidamente durante el primer periodo
de la infancia. Segundo, la reactividad negativa fue medida por la vía del informe materno
que puede facilitar datos que son diferentes de las observaciones directas conductistas
del comportamiento. Tercero, el EEG, es solo una medida indirecta del funcionamiento del
cerebro. Mientras esto es poco práctico desde este punto usar más técnicas sofisticadas
de neuro-imagen con niños de un desarrollo normal, las conclusiones por lo que se refiere
a localización y función deberían ser consideradas con cautela. Finalmente en este
estudio, no juzgamos la interacción madre-niño. La carencia de estos datos atenúa
nuestra interpretación sobre mecanismos teniendo en cuenta el efecto de sexo y asimetría
como moderadores ó asesores de la reactividad negativa con el paso del tiempo.
IMPLICACION CLINICA
Quizás la más importante e inmediata implicación clínica de nuestro trabajo es que refleja
la importancia de diferencias temperamentales en el entendimiento de la etiología de
comportamientos internos en niños jóvenes. Las clínicas deberían atender el
temperamento infantil hacia la irritabilidad y la emocionalidad negativa y considerar
diversos factores en el entorno infantil que pueden servir para moderar esta disposición
con el paso del tiempo. Dado que la búsqueda de reacción negativa fue pronóstico de
reticencia social para los niños, pero no para las niñas y que anteriores informes han
descrito un modelo de padre y madre superprotectores en los padres de niños tímidos, las
clínicas pueden ayudar a los padres a crear pautas ó modelos de interacción que
fomentarán la auto-regulación efectiva e independiente entre los chicos con altos índices
de negatividad. Además, aunque nuestro método consta de niños de familias de clase
media que entran dentro de la línea normal del temperamento y problemas de
comportamiento, creemos que nuestro estudio tiene implicaciones para las criaturas y
niños pequeños que entran en los patrones de alto riesgo. Por ejemplo, se ha dicho que
los niños de mujeres deprimidas muestran un modelo de EEG derecho frontal asimétrico
(Field et al., 1995). Dados nuestros descubrimientos, los médicos deberían poner
particular atención sobre el modelo de temperamento de reactividad negativa en niños
que pueden estar predispuestos al modelo de EEG frontal derecho asimétrico ó
propensión a la introversión. Finalmente, es importante resaltar que el recelo, fue mejor
pronosticado por la combinación del temperamento en la primera etapa de la vida tanto
con el EEG frontal asimétrico ó el sexo, más que el temperamento solo. El nerviosismo e
irritabilidad, no son predictivos de riesgo de comportamiento social inadaptado. Es la
interacción de esta propensión temperamental con otros factores biológicos y sociales, lo
que es mas fiable por su variabilidad en su consecuencia social.
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