de Valores.

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Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
VALORES EN
LA EDUCACION
Necesidad de una verdadera
educación en valores
Responsabilidad
Vida
Templanza
Serenidad
Tolerancia
Civismo
Decencia
Magnanimidad
Legalidad
Ética
Equidad.
Amor
Verdad
Justicia
Orden
Bien
Optimismo
Generosidad
Prudencia
Igualdad
Fidelidad
Bondad
Solidaridad
Perdón
Dignidad
Pudor
Fortaleza
Pudor
Amistad Sobriedad
Libertad
Patriotismo
Lealtad
Disciplina
Rectitud
Paz
Humildad
Gratitud
Integridad
Pluralismo
Convivencia
Moral
Belleza
Pulcritud
Respeto
Honestidad
Autoestima
Transparencia
Felicidad
Compromiso
Compasión
Sencillez
Sinceridad
Nicolás Vázquez Alonso
Fiscal Anticorrupción del Estado de Puebla
RDA 03-2007-020911053400-01
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Índice
Presentación
Capítulo primero
1.- ¿Principios, valores o virtudes?
1.1.- Origen etimológico, definición de diccionario,
sinónimos y antónimos.
1.2.- Algunas definiciones y conceptos doctrinarios.
1.3.- Nuestro concepto y definición de principios, valores y
virtudes.
1.4.- Clasificación de valores.
1.4.1.-Clasificación axiológica tradicional.
1.4.1.1.- Valores morales.
1.4.1.2 - Valores estéticos.
2.- Una escala de valores.
2.1.- Valores vitales.
2.1.1.- Vida.
2.1.2.- Dignidad.
2.1.3.- Libertad.
2.1.4.- Justicia.
2.1.5.- Paz.
2.2.- Valores religiosos.
2.2.1.- Fe.
2.2.2.- Esperanza.
2.2.3.- Caridad.
2.3.- Valores primarios o morales.
2.4.- Valores secundarios o inframorales.
2.4.1.- Intelectuales.
2.4.2.- Afectivos.
2.4.3.- Biológicos o físicos.
2.4.4.- Valores económicos.
3.- Algunos antivalores o vicios.
3.1.- Injusticia.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
3.2.- Soberbia.
3.3.- Deshonestidad.
3.4.- Falta de respeto.
3.5.- Intolerancia.
3.6.- Imprudencia.
3.7.- Enemistad.
3.8.- Ingratitud.
3.9.- Falta de bondad.
3.10.- Debilidad.
3.11.- Esclavitud.
3.12.- Pereza.
3.13.- Violencia.
3.14.- Irresponsabilidad.
3.15.- Falta de solidaridad.
3.16.- Deslealtad.
3.17.- Inconstancia.
3.18.- Avaricia.
4.- Tabla de sinónimos y antónimos.
Capítulo segundo
5.- ¿Educación, formación,
preparación académica?
instrucción
o
simple
Capítulo tercero
6.- Necesidad de una reforma constitucional.
Capítulo cuarto
7.- Propuesta para la inclusión de valores y virtudes en
los planes académicos.
7.1.- Algunos procedimientos de la enseñanza de los
valores.
7.1.1.- Objetivo.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
7.1.2.- Actividades (mensuales).
7.1.3.- Metodología.
7.1.3.1.- Deducción.
7.1.3.2.- Análisis.
7.1.3.3.- Inducción.
7.1.3.4.- Experimental.
7.1.3.4.1.- Método científico.
7.1.3.5.- Simbólico intuitivo.
7.1.3.6.- Dinámica de grupos.
7.1.3.7.- Investigación.
7.1.4.- Recursos didácticos.
7.1.4.1.- Papelógrafo.
7.1.4.2.- Tarjetas de evaluación personal.
7.1.4.3.- Cartas compromiso.
8.- Antes de entrar a la escuela.
8.1.- Características de los niños de 3 años.
8.2.- Características de los niños de 4 años.
8.3.- Características de los niños de 5 años.
9.- Preescolar.
9.1.- Tesoro de la justicia.
9.2.- Tesoro de la obediencia (Disciplina).
9.3.- Tesoro de la verdad (Sinceridad).
9.4.- Tesoro del orden (Fortaleza).
9.5.- Tesoro de la vida (D. Humanos, dignidad).
9.6.- Tesoro de la familia (Padres y hermanos).
9.7.- Tesoro de los amigos (Amistad).
9.8.- Tesoro de los maestros (Escuela).
9.9.- Tesoro de la ciudad.
9.10.- Tesoro de la salud (Templanza).
9.11.- Tesoro de la alegría.
9.12.- Tesoro de la paz (Prudencia).
9.13.- Tesoro de la bondad (Prudencia perdón).
9.14.- Tesoro del trabajo (Laboriosidad).
9.15.- Tesoro del amor.
Valores en la educación
10.- Primaria.
10.1.- Fortaleza.
10.2.- Perseverancia.
10.3.- Laboriosidad (Trabajo).
10.4.- Paciencia.
10.5.- Responsabilidad.
10.6.- Generosidad.
10.7.- Autodisciplina.
10.8.- Gratitud.
10.9.- Libertad.
10.10.- Humildad.
10.11.- Amabilidad.
10.12.- Autoestima.
10.13.- Autodominio.
10.14.- Integridad.
10.15.- Honestidad.
10.16.- Honradez.
10.17.- Compromiso.
10.18.- Concordia.
10.19.- Convivencia.
10.20.- Disciplina.
10.21.- Bien.
10.22.- Equidad.
10.23.- Igualdad.
10.24.- Belleza.
10.25.- Magnanimidad.
10.26.- Optimismo.
10.27.- Participación.
10.28.- Patriotismo.
10.29.- Puntualidad.
10.30.- Rectitud.
11.- Secundaria.
11.1.- Templanza.
11.2.- Sobriedad.
Nicolás Vázquez Alonso
Valores en la educación
11.3.- Pudor.
11.4.- Sencillez.
11.5.- Sociabilidad.
11.6.- Amistad.
11.7.- Respeto.
11.8.- Bien común.
11.9.- Compasión.
11.10.- Conciliación.
11.11.- Decencia.
11.12.- Dignidad.
11.13.- Excelencia.
11.14.- Pulcritud.
11.15.- Serenidad.
12.- Bachillerato.
12.1.- Prudencia.
12.2.- Flexibilidad.
12.3.- Comprensión.
12.4.- Lealtad.
12.5.- Audacia.
12.6.- Solidaridad.
12.7.- Tolerancia.
12.8.- Comunicación.
12.9.- Fidelidad.
12.10.- Objetividad.
12.11.- Pro actividad.
12.12.- Sensibilidad.
12.13.- Transparencia.
13.- Guía práctica para vivir los valores.
13.1.- Conocer su importancia.
13.2.- Analizar el conjunto de valores.
13.3.- El "Plan Maestro".
13.4.- El examen diario.
13.5.- Mantenimiento.
Nicolás Vázquez Alonso
Valores en la educación
14.- Decálogo de algunos valores.
14.1.- Preescolar.
14.1.1.- Justicia.
14.1.2.- Obediencia.
14.1.3.- Sinceridad.
14.1.4.- Orden.
14.1.5.- Perdón.
14.1.6.- Bondad.
14.1.7.- Trabajo.
14.1.8.- Amor.
14.1.9.- Alegría.
14.1.10.- Felicidad.
14.2.- Primaria.
14.2.1.- Fortaleza.
14.2.2.- Perseverancia.
14.2.3.- Laboriosidad.
14.2.4.- Paciencia.
14.2.6.- Responsabilidad.
14.2.7.- Generosidad.
14.2.8.- Paz.
14.2.9.- Autodisciplina.
14.2.10.- Gratitud.
14.2.11.- Libertad.
14.2.12.- Humildad.
14.2.13.- Amabilidad.
14.2.14.- Autoestima.
14.2.15.- Autodominio.
14.2.16.- Integridad.
14.2.17.- Honestidad.
14.2.18.- Honradez.
14.2.19.- Compromiso.
14.2.20.- Convivencia.
14.2.21.- Derechos humanos.
14.2.22.- Disciplina.
14.2.23.- Bien.
14.2.24.- Equidad.
14.2.25.- Belleza.
14.2.26.- Magnanimidad.
14.2.27.- Optimismo.
14.2.28.- Participación.
14.2.29.- Patriotismo.
14.2.30.- Puntualidad.
14.2.31.- Rectitud.
Nicolás Vázquez Alonso
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
14.3.- Secundaria.
14.3.1.- Templanza.
14.3.2.- Pudor.
14.3.3.- Sobriedad.
14.3.1.- Sencillez.
14.3.5.- Sociabilidad.
14.3.6.- Amistad.
14.3.7.- Respeto.
14.3.8.- Patriotismo.
14.3.9.- Compasión.
14.3.10.- Decencia.
14.3.11.- Excelencia.
14.3.12.- Pluralismo.
14.3.13.- Pulcritud.
14.3.14.- Serenidad.
14.4.- Bachillerato.
14.4.1.- Prudencia.
14.4.2.- Comprensión.
14.4.3.- Lealtad.
14.4.4.- Audacia.
14.4.5.- Humildad.
14.4.6.- Solidaridad.
14.4.7.- Tolerancia.
14.4.8.- Comunicación.
14.4.9.- Fidelidad.
14.4.10.- Proactividad.
14.4.11.- Sensibilidad.
14.4.12.- Transparencia.
14.4.13.- Empatía.
Capítulo quinto
15.- Manual de fábulas, cuentos, frases, citas y
parábolas de valores.
15.1.- Preescolar.
15.1.1.- Justicia.
15.1.2.- Obediencia.
15.1.3.- Sinceridad.
15.1.4.- Orden.
15.1.5.- Perdón.
15.1.6.- Bondad.
Valores en la educación
15.1.7.- Trabajo.
15.1.8.- Amor.
15.1.9.- Alegría.
15.1.10.- Felicidad.
15.2.- Primaria.
15.2.1.- Fortaleza.
15.2.2.- Perseverancia.
15.2.3.- Laboriosidad.
15.2.4.- Paciencia.
15.2.6.- Responsabilidad.
15.2.7.- Generosidad.
15.2.8.- Paz.
15.2.9.- Autodisciplina.
15.2.10.- Gratitud.
15.2.11.- Libertad.
15.2.12.- Humildad.
15.2.13.- Amabilidad.
15.2.14.- Autoestima.
15.2.15.- Autodominio.
15.2.16.- Integridad.
15.2.17.- Honestidad.
15.2.18.- Honradez.
15.2.19.- Compromiso.
15.2.20.- Convivencia.
15.2.21.- Derechos humanos.
15.2.22.- Disciplina.
15.2.23.- Bien.
15.2.24.- Equidad.
15.2.25.- Belleza.
15.2.26.- Magnanimidad.
15.2.27.- Optimismo.
15.2.28.- Participación.
15.2.29.- Patriotismo.
15.2.30.- Puntualidad.
15.2.31.- Rectitud.
15.3.- Secundaria.
15.3.1.- Templanza.
15.3.2.- Pudor.
15.3.3.- Sobriedad.
15.3.1.- Sencillez.
15.3.5.- Sociabilidad.
15.3.6.- Amistad.
15.3.7.- Respeto.
15.3.8.- Patriotismo.
15.3.9.- Compasión.
Nicolás Vázquez Alonso
Valores en la educación
15.3.10.- Decencia.
15.3.11.- Excelencia.
15.3.12.- Pluralismo.
15.3.13.- Pulcritud.
15.3.14.- Serenidad.
15.4.- Bachillerato.
15.4.1.- Prudencia.
15.4.2.- Comprensión.
15.4.3.- Lealtad.
15.4.4.- Audacia.
15.4.5.- Humildad.
15.4.6.- Solidaridad.
15.4.7.- Tolerancia.
15.4.8.- Comunicación.
15.4.9.- Fidelidad.
15.4.10.- Proactividad.
15.4.11.- Sensibilidad.
15.4.12.- Transparencia.
Nicolás Vázquez Alonso
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Presentación:
La vida había sido benévola y generosa con migo, lo que me
puso en los ojos una venda un poco traslucida, y porque no decirlo, un
tanto cómoda, en relación con los graves problemas por los que
atraviesa el mundo entero, pero especialmente mi querido México.
A finales del año 2005, tuve el privilegio de participar en la
administración pública estatal, lo que me permitió conocer de cerca
muchas de las causas de los problemas que tanto nos aquejan y que
son un lastre para todos nosotros.
En agosto del 2009, la vida me dio el regalo más grande al que
puede un hombre aspirar –-la paternidad—. Con la llegada milagrosa de
mi amada hija, pensaba que ya no podía pedirle a la causa de las
causas, ninguna otra cosa, más que suficiente salud para poder hacerla
feliz y disfrutarla durante el efímero tiempo que transitamos los humanos
por esta tierra.
Sin
embargo,
con
su
llegada,
también
llegaron
cuestionamientos e inquietudes, sobre todo en relación al futuro que se
le presentaría y mi principal cuestionamiento de ¿Qué sería de mi
pequeña cuando yo haya trascendido a la siguiente dimensión y ya no
esté aquí para protegerla y cuidarla?
¿Qué podría hacer?
Afortunadamente cuando fui funcionario público, Titular de la
Fiscalía Anticorrupción del Gobierno del estado los años 2005 a 2011 ,
se me encargo buscar la causa de la corrupción, uno de los principales y
mas complejos problemas que nos aquejan y dañan permanentemente y
creo haber encontrado, a mi juicio, la causa mas importante, no solo del
problema de la corrupción, sino de todos los demás.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Y esa razón era simplemente: la falta de educación…educación
en valores.
Alguien me rebatió que en México no era esa la causa, pues el
estado desde siempre se ha ocupado y preocupado en dar a sus niños y
jóvenes, instrucción gratuita y obligatoria, claro con las carencias y
restricciones presupuestales y de los recursos que lamentablemente son
limitados, pero al fin y al cabo, una preparación académica e intelectual,
sin embargo efectivamente en Mexico tenemos preparación, no la que
todos
quisiéramos,
pero
hay
preparación
o
instrucción,
pero
definitivamente no hay educación, de conformidad con el concepto que
yo la vislumbro.
La diferencia me la dio el relato de un amigo que comento: que
su hijo de 9 años, lo había regañado por haberse pasado una alto, a lo
que él le contesto, no pasa nada, ya es noche y nadie nos vio¡¡¡ y el
pequeño replicó: ¡no papá¡, no es porque alguien te vea, o porque te
vayan a infraccionar, es porque podemos chocar y causarnos o causarle
un daño a otra persona........a lo que perplejo mi amigo, no pudo argüir
justificación alguna.
Un niño que contaba con una educación suficiente para
entender que las normas se deben seguir, no por miedo a la sanción o al
señalamiento, sino por voluntad, por convencimiento. Un niño que me
había aclarado que la cultura de la legalidad, es la práctica o hábito del
individuo,
de cumplir con las normas legales, de disciplinarse, de
respetar el derecho de los demás........y estos conceptos de justicia,
respeto, disciplina y autoestima, que aquel pequeño había utilizado en
su razonamiento al reprender a su padre, me dieron la respuesta final,
para estar en presencia de una verdadera educación, esta debía
integrarse por la instrucción o preparación académica y por los valores
universales.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Valores que son eso: universales y que siempre han estado ahí
y seguirán estándolo:
el bien, la verdad, la justicia, la prudencia, la
libertad, la honestidad, la fortaleza, la responsabilidad, la igualdad, la
humildad, la templanza, la tolerancia, la paciencia, por citar solo unos
cuantos.
Valores que al ser adoptados por el individuo, como hábitos
voluntarios en sus actividades cotidianas, lo convierten en un hombre o
mujer virtuosos.
Estos valores son tan abundantes, que podríamos acomodarlos
como queramos, por orden de importancia, por orden alfabético, por
área de aplicación, por tema, lo que medio suficiente material e
información para iniciar este trabajo.
Finalmente había encontrado ese elemento que hacía falta para
lograr prevenir y erradicar la corrupción y la mayoría de nuestros
problemas.
Y regresaría a mi pregunta inicial:
¿Qué hacer?
¿Cómo contribuir?
Afortunadamente hay mucho por hacer, y como la educación
es la respuesta, una verdadera educación de calidad que propicie la
formación de virtudes en los educandos, mediante la incorporación de
valores específicos en los programas escolares, he realizado este
trabajo que pretende poner en las manos de los padres de familia y de
los maestros, una pequeña herramienta que nos ayude a incorporar o a
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
reforzar en nuestras enseñanzas diarias, estos valores universales que
erradicaran, sin duda alguna, ---si no todos---, casi todos los problemas
que nos preocupan y que deben ocuparnos permanentemente.
Apreciable lector:
Todos, gobierno y gobernados, funcionarios y ciudadanos,
padres e hijos, tenemos una gran oportunidad de sentar las bases para
lograr erradicar nuestros problemas, no hay fórmula mágica..........no hay
castigo ni sanción que convenza, la educación y solo la buena
educación con un alto contenido de valores, es la forma mas eficiente y
duradera para lograrlo.
Tengo la grata obligación de hacer constar mi reconocimiento a
la participación en este trabajo, de todos aquellos autores, especialistas,
estudiosos, académicos, etc., que desinteresadamente han puesto al
alcance de todos nosotros, sus extraordinarios trabajos en la Internet,
herramienta indispensable sin la cual no hubiera sido posible realizar
este trabajo.
Gracias a todos
Nicolás Vázquez Alonso
Mayo de 2012
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Currículum
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Formación Académica
1979 - 1984: Estudios universitarios en la Universidad Popular Autónoma del Estado
de Puebla (UPAEP).
1985 Obtuvo la patente de locutor de radio y televisión tipo ―A‖.
1985 - 1986: Especialidad en Derecho Financiero en la Universidad Autónoma de
Guadalajara. (UAG).
1988 - 1990: Maestría en Finanzas Públicas en la UPAEP.
1997 - Diplomado en Estrutiología, Universidad Mesoamericana
1997 - 1999: Maestría en Derecho Fiscal UPAEP.
1999 - 2001: Maestría en Derecho Contractual, Registral y Notarial, en la Escuela
Libre de Derecho de Puebla.
2001 - 2003: Estudios de Doctorado en Derecho, Escuela Libre de Derecho de
Puebla.
Experiencia Profesional
El 18 de Diciembre de 1986, fue nombrado Notario Publico No.·3 de Puebla
El 26 de octubre de 1993, fue nombrado Notario del Patrimonio Inmueble Federal.
Es miembro activo de la asociación nacional del notariado mexicano
Del 15 de febrero de 1999 al 15 de febrero de 2002, ocupo el cargo de Síndico
Municipal del H. Ayuntamiento del Municipio de Puebla.
Vicepresidente fundador de la Asociación Nacional de Síndicos Municipales.
Presidente fundador, de la Asociación Poblana de Síndicos Municipales.
Socio fundador y director general de la Escuela Palafoxiana de Derecho
Socio Fundador de la firma de abogados CONFIN (Consultoria Notarial, Legal, Fiscal
y de Negocios).
2002 - Fiscal Anticorrupción del Gobierno del Estado de Puebla
Actividades académicas y publicaciones
Ha intervenido como catedrático de las materias: Bienes y Sucesiones, Contratos y
Derecho Notarial en la UPAEP, en la UDLA, en la Escuela de Jurisprudencia y
actualmente es titular de las materias, Personas y Familia y Derecho Notarial, en la
Escuela Palafoxiana de Derecho.
Autor del texto de consulta notarial, El Notario Publico y el Fisco.
Autor del libro El Breviario de Derecho Civil ed. Popocatepetl.2005
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Capítulo primero
1.- ¿Principios, Valores o Virtudes?
Muchas veces hemos utilizado alguno de estos términos:
principios, valores y virtudes.
Sin embargo los utilizamos generalmente como sinónimos, y no
es así.
Al estar leyendo temas respecto estos términos, me percaté
que incluso, los autores de algunos libros, y trabajos publicados en la
red de internet, confunden, sobre todo, los valores con los principios.
Me gustaría hacer una diferenciación metodológica, utilizando
algunos diccionarios de la lengua española donde encontremos, de
preferencia, las raíces etimológicas, el significado, los sinónimos del
término y algunas definiciones tradicionales y conceptos.
1.1.-
Origen
etimológico,
definición
de
diccionario, sinónimos y antónimos.
Principio
1
m. Primer momento de la existencia de una cosa.
Punto
inicial
o
primera
el principio del relato es sorprendente.
1
Diccionario de la Lengua Española © 2005 Espasa-Calpe S.A., Madrid:
etapa
de
algo
extenso:
Valores en la educación
Causa
Nicolás Vázquez Alonso
primitiva
o
primera
de
algo:
una estupidez fue el principio de su enemistad.
Rudimento de una ciencia o un arte. También en pl.
Componente
de
un
cuerpo:
el agua es un principio elemental de los seres vivos.
Fundamento, aseveración fundamental que permite el desarrollo de un
razonamiento
o
estudio
científico:
principio de Arquímedes.
Máxima, idea o norma personal que rige el pensamiento o la conducta.
También en pl.: ser fiel a sus principios.
En principio loc. Adv. Se usa cuando no se tiene entera conformidad con
lo que se expresa:
En principio, puedo darlo por bueno.
Principio2, principium, initium, ii, n.; origo, inis, f. // v. Fundamento // al
principio, primo, initio, primum.
Principio3.
M. Primer instante del ser de algo
M. Punto que se considera como primero en una extensión o en una cosa.
M. Base, origen, razón fundamental sobre la cual se procede discurriendo
en cualquier materia
M. Causa, origen de algo.
M. Cada una de las primeras proposiciones o verdades fundamentales por
donde se empiezan a estudiar las ciencias o las artes
M. Norma o idea fundamental que rige el pensamiento o la conducta. U.
M. En pl
M. Der. Norma no legal supletoria de ella y constituida por doctrina o
aforismos que gozan de general y constante aceptación de jurisconsultos y
tribunales.
M. Der. Principio jurídico en virtud del cual los ciudadanos y todos los
poderes públicos están sometidos a las leyes y al derecho
2
3
Breve Diccionario Latín Español. Alvarez Pimentel, Julio. Ed. Porrua 2004
Diccionario de La Real Academia De La Lengua Española
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Sinónimos
Iniciación, inicio, nacimiento, génesis, albor, comienzo, umbral,
arranque, preámbulo, entrada
Antónimos
Fin, termino, final, ultimo, efecto, conclusión, sinrazón, antitesis,
desmotivo, muerte, ocaso, salida
Valor
4
m. Precio, suma de dinero en que se valora o aprecia algo:
¿sabes el valor de esta finca?
Cualidad, virtud o utilidad que hacen que algo o alguien sean apreciados:
Es un estudioso de gran valor.
Importancia de una cosa, acción, palabra o frase:
No concedo ningún valor a ese comentario.
Cualidad del valiente:
Demostró su valor en la batalla.
Osadía, desvergüenza:
Hay que tener valor para decir eso.
Equivalencia de una cosa a otra, especialmente hablando de las monedas.
MAT. Cantidad que establece la determinación de una variable:
Pl. Principios ideológicos o morales por los que se guía una sociedad:
Su escala de valores es poco convencional.
Valor.5 (del lat. Valor, -ōris).
M. Grado de utilidad o aptitud de las cosas, para satisfacer las
necesidades o proporcionar bienestar o deleite
M. Cualidad de las cosas, en virtud de la cual se da por poseerlas cierta
suma de dinero o equivalente.
4
5
Diccionario de La Lengua Española © 2005 Espasa-Calpe S.A., Madrid:
Diccionario de La Real Academia De La Lengua Española
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
M. Alcance de la significación o importancia de una cosa, acción, palabra
o frase.
M. Cualidad del ánimo, que mueve a acometer resueltamente grandes
empresas y a arrostrar los peligros. U. T. En sent. Peyor., denotando osadía, y hasta
desvergüenza. ¿cómo tienes valor para eso? Tuvo valor de negarlo
M. Subsistencia y firmeza de algún acto
M. Fuerza, actividad, eficacia o virtud de las cosas para producir sus
efectos
M. Rédito, fruto o producto de una hacienda, estado o empleo
M. Equivalencia de una cosa a otra, especialmente hablando de las
monedas
M. Persona que posee o a la que se le atribuyen cualidades positivas para
desarrollar una determinada actividad. Es un joven valor de la guitarra
M. Fil. Cualidad que poseen algunas realidades, consideradas bienes, por
lo cual son estimables. Los valores tienen polaridad en cuanto son positivos o
negativos, y jerarquía en cuanto son superiores o inferiores.
~ cívico. M. Entereza de ánimo para cumplir los deberes de la ciudadanía,
sin arredrarse por amenazas, peligros ni vejámenes.
~ entendido. M. U. Para indicar connivencia o acuerdo consabido entre
dos o más personas
Sinónimos
Precio, costo, importe, cotización, valoración, tasación mérito,
utilidad, interés, atractivo, importancia, estimación, beneficio, provecho
Antónimos
Desinterés, inutilidad, validez, legalidad, vigencia, actualidad,
efectividad
Valentía, audacia, coraje, osadía, arrojo, arresto, intrepidez,
entereza, atrevimiento, cobardía, timidez, desvergüenza, cara, jeta,
morro, desfachatez, discreción, vergüenza
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Virtud
6
f. Cualidad personal que se considera buena y correcta:
Tiene la virtud de la paciencia.
Buena conducta, comportamiento que se ajusta a las normas o leyes
morales:
Siguió una vida de virtud.
Capacidad para obrar o surtir efecto:
Este preparado tiene virtudes calmantes.
Virtudes cardinales en la religión católica, cada una de las cuatro
siguientes: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
Virtudes teologales en la religión católica, cada una de las tres siguientes:
fe, esperanza y caridad.
En virtud de loc. Adv. A consecuencia o como resultado de:
Llegaron a un acuerdo en virtud del cual se aprobaron los presupuestos.
Virtud.7 (del lat. Virtus, -ūtis).
F. Actividad o fuerza de las cosas para producir o causar sus efectos
F. Eficacia de una cosa para conservar o restablecer la salud corporal
F. Fuerza, vigor o valor
F. Poder o potestad de obrar
. F. Integridad de ánimo y bondad de vida
F. Disposición constante del alma para las acciones conformes a la ley
moral
F. Acción virtuosa o recto modo de proceder
F. Pl. Rel. Espíritus bienaventurados, cuyo nombre indica fuerza viril e
indomable para cumplir las operaciones divinas. Forman el quinto coro
~ cardinal f. Rel. Cada una de las cuatro, prudencia, justicia, fortaleza y
templanza, que son principio de otras en ellas contenidas
~ moral f. Hábito de obrar bien, independientemente de los preceptos de
la ley, por sola la bondad de la operación y conformidad con la razón natural
~ teologal f. Rel. Cada una de las tres, fe, esperanza y caridad, cuyo
objeto directo es el Ser Supremo.
6
7
Diccionario de La Lengua Española © 2005 Espasa-Calpe S.A., Madrid:
Diccionario de La Real Academia De La Lengua Española
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
En ~. Loc. Adv. En fuerza, a consecuencia o por resultado de
Sinónimos
Eficacia,
potencia,
capacidad,
poder,
fuerza,
energía,
honestidad moralidad, virtualidad, bondad, excelencia, ética, decencia,
pudor, moderación, austeridad, caridad, templanza, honradez, integridad
Antónimos
Ineficacia, incapacidad, vicio, maldad, vileza
1.2.-
Algunas
definiciones
y
conceptos
doctrinarios
Principio
8
Etimológicamente el término latino principium está compuesto por la raíz
derivada de pris, que significa «lo antiguo» y «lo valioso» y de la raíz cp que aparece
en el verbo capere —tomar— y en el sustantivo caput —cabeza— (Sánchez de la
Torre, 1993, p. 17). Tiene, entonces, un sentido histórico («lo antiguo»), un sentido
axiológico («lo valioso») y un sentido ontológico («cabeza»). Según el diccionario de
la real academia española de la lengua el término «principio» significa, entre otros,
«punto que se considera como primero en una extensión o cosa», «base, origen,
razón fundamental sobre la cual se procede discurriendo en cualquier materia»,
«causa, origen de algo», «cualquiera de las primeras proposiciones o verdades
fundamentales por donde se empiezan a estudiar las ciencias o las artes».
Damos, por tanto, los mismos significados al término «principio» tanto en
la expresión «principios jurídicos» como en la de «principios generales del derecho».
La diferencia entre las expresiones, si es que la hubiere, ¿Vendría entonces de la
adición del término «generales»? Podría ser, empero no debemos soslayar que el
mismo concepto del «derecho» puede determinar la orientación completa de ambas
frases. Lejos de entrar a definir, analizar, en definitiva, tratar el concepto del derecho
podemos referenciar el derecho al orden natural únicamente, al positivo o a ambos a
la vez. La postura que se tome puede determinar que se entienda por «principios
8
http://www.filosofiayderecho.com/rtfd/numero3/pgd.htm#BM1__Principios_jurídicos_y_principios_g
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
jurídicos» una cosa distinta a «principios generales del derecho» e incluso que haya
distingo dentro de una misma expresión.
Virtud
9
Del latín "virtus", que es un derivado de "vir", que significaría "hombre" si
no se le hubiese ido a esta palabra toda la sustancia por los descosidos.
En efecto, en Roma existían dos clases de hombres muy diferentes entre
sí, el "vir" y el "homo". Por simplificar, el "vir" se correspondería con el señor, el
guerrero, el hombre libre, el que no es propiedad de nadie, y sí en cambio
propietario de tierras, ganados, hombres, mujeres y niños. El "homo", en cambio, se
correspondía con el esclavo, del que era prácticamente sinónimo. El "vir" vivía de la
depredación de toda clase de bienes, entre ellos, de otros "viri" a los que convertía
en "hómines". Bien está, por tanto, la denominación de "homo sapiens" para nuestro
antepasado, si como muchos sospechan, era él el cazado y el devorado. Pero si los
restos con los que se ha construido el eslabón corresponden al cazador-devorador,
más propiamente se le debería llamar "vir sapiens".
La "virtus" era el conjunto de comportamientos gracias a los cuales el "vir"
podía mantenerse como tal. Y la falta de "virtus" era el conjunto de comportamientos
que le podían hacer perder esta condición y que tenía que practicar en sumo grado
cuando era sometido a la condición de "homo" o "servus". La "virtus" era, pues, el
código de conducta del dominador, y la "humánitas" el código de conducta del
dominado.
Este par de palabras, "virtus" y "humánitas" han contenido durante
milenios las esencias de lo que hoy llamamos "la humanidad". Los cambios
profundísimos de ésta, nos dan la medida de cómo ha tenido que ir cambiando el
significado de estas palabras, que se han mantenido invariables mientras la realidad
que denominaban iba dando giros copernicanos y cambiando de órbitas.
En efecto, para cuando Horacio dice "virtus in medio est", la virtud está en
el medio, o cuando Cicerón en un arranque de humildad confiesa: "homo sum, nil
humanum a me alienum puto", soy hombre, nada humano considero ajeno a mí, han
tenido que cambiar muchísimo los valores de estas palabras. Y eso sólo era el
principio. El cristianismo y la revolución francesa acabaron de consumar la fusión del
hombre dominador y el hombre dominado en una sola palabra, "hombre", dejando la
de "señor" (heredera de "vir") como reliquia para usos protocolarios. Y la palabra
9
http://www.elalmanaque.com/noviembre/17-11-eti.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
"virtud" se ha llenado con los valores que corresponden a esta fusión del dominador
y el dominado, con un predominio del dominado, como se desprende de la realidad y
de la propia palabra elegida para denominar el nuevo producto de la fusión.
Es oportuno señalar que de la misma raíz que "virtud" (de "vir") procede
"virilidad".
Virtud10 es aquella fuerza interior que permite al hombre tomar las
decisiones correctas en las situaciones más adversas para tornarlas a su favor, el
virtuoso es el que está en camino de ser sabio, porque sabe cómo obtener sus
metas sin pisar las de otros, porque pone a los demás de su lado y los lleva a
alcanzar una meta común que al final es su propia meta, es el que sabe remar con la
corriente, la virtud es una de las herramientas más importantes para el éxito y para
morir con una sonrisa en la boca.
Una virtud es una cualidad positiva de un ser, persona o cosa, exponiendo
mediante calificativos las ventajas de dicho ente.
Virtudes del ser humano
Son siete las virtudes del ser humano: amor, humildad, caridad, paciencia,
perseverancia, orden y serenidad.
Herramientas y virtudes
Platón plantea que el hombre tiene 3 herramientas grandes:
Intelecto
Voluntad
Emoción
Para cada una de éstas existe una virtud:
Sabiduría, para identificar las acciones correctas, saber cuándo realizarlas
y cómo realizarlas.
Valor, para tomar estas acciones a pesar de las amenazas, y defender los
ideales propios.
Autocontrol, para interactuar con los demás seres y ante las situaciones
más adversas, cuando estamos realizando lo que debemos hacer para lograr
nuestros propios fines.
Y a estas tres añade una más:
Justicia, para respetar las ideas de los demás, sin abandonar las nuestras,
para compartir los frutos de nuestras acciones y ayudar a los otros a realizar las
suyas.
10
http://es.wikipedia.org/wiki/Virtud
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Sócrates, nos dice que la virtud nos permitirá tomar las mejores acciones y
con ella podremos distinguir entre el vicio, el mal y el bien.
También dice que la virtud se puede alcanzar por medio de la educación
fundamentados en nuestra moral.
Virtudes en la teología cristiana
En gran medida como desarrollo de las ideas de los filósofos citados, los
autores cristianos desarrollaron los conceptos de:
Tres virtudes teologales:
Fe
Esperanza
Caridad
Y cuatro virtudes cardinales:
Fortaleza
Justicia
Prudencia
Templanza
La esencia de la virtud11
La virtud es otra propiedad de los actos, honestos, en cuanto que se
repiten y dejan en el sujeto una huella que facilita la buena conducta. Sin embargo,
no todos aprecian la virtud como un valor moral positivo.
Por eso es necesario definir con mayor precisión la esencia de la virtud,
aclarar los malentendidos y describir las principales virtudes concretas que el
hombre de hecho posee.
La virtud es una cualidad. En primer lugar, no deben confundirse la virtud y
el acto honesto. Una persona puede realizar actos honestos sin tener virtud. Ésta es
una cualidad que inclina y facilita la realización de dichos actos.
Cualidad adquirida. Este dato es muy importante ya que no hay virtudes
innatas. Todas deben adquirirse basándose en un esfuerzo y repetición. La virtud,
como todo valor moral, depende de la actuación voluntaria y libre del sujeto. Otros
valores pueden heredarse, mas la virtud no.
Es una cualidad estable. Las virtudes son hábitos buenos, se adquieren y
poseen cierta estabilidad en la persona, son, además, susceptibles de incrementarse
lentamente de modo positivo o negativo.
11
http://www.monografias.com/trabajos6/etic/etic2.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Facilita el acto honesto. Ése es el efecto de la virtud. Quien la posee tiene
mayor facilidad para actuar bien; lo hace con agrado y, además, puede realizar actos
que, sin ella, sería imposible.
De todo lo anterior podemos sacar la siguiente definición de la virtud: es
una cualidad estable y adquirida que facilita el acto honesto.
Las virtudes pueden ser naturales (prudencia, justicia, fortaleza y
templanza) o sobrenaturales (fe, esperanza y caridad), según que corresponda al
nivel humano o estén por encima de las capacidades propias de la naturaleza del
hombre. También se dividen en intelectuales (prudencia, ciencia, arte, sabiduría e
intuición) y morales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza), según residan ya sea
en los apetitos o en la inteligencia.
Las virtudes morales hacen al hombre bueno. No es posible usarlas mal.
En cambio las virtudes intelectuales sólo hacen bueno al hombre en cierto aspecto,
y, en algunos casos, podrían estar en contra del valor moral. Por ejemplo: la justicia
siempre es un valor moral positivo. En cambio, el arte o la ciencia podrían utilizarse
incorrectamente (crimen, guerra, pornografía), proporcionando al sujeto valores
morales negativos. Solamente la prudencia es al mismo tiempo intelectual y moral.
Prudencia. Es la virtud de la razón, por la que el hombre sabe lo que hay
que hacer o evitar en momento presente.
Justicia. Consiste en dar a cada uno lo que le corresponde. Una persona
que de modo constante, respeta los derechos ajenos y le da a cada uno lo que se le
debe, tiene la virtud de la justicia. Se pueden considerar tres clases de justicia:
conmutativa, distributiva y legal o social.
La justicia conmutativa rige las relaciones entre personas particulares.
La justicia distributiva rige las relaciones entre la sociedad y el súbdito.
La justicia legal o social rige las relaciones del individuo con respecto a la
sociedad, es la voluntad de actuar en atención al bien común.
Fortaleza. Es la firmeza del alma, capaz de vencer las dificultades propias
de la vida.
Templanza. Es la virtud cuyo objeto consiste en moderar los placeres
sensibles. Puede tomar la forma de sobriedad, en lo que se refiere al gusto por los
alimentos y la bebida; o bien, castidad, cuando modera el instinto sexual. La
humildad es también una forma de templanza, puesto que modera el gusto excesivo
por la propia fama y gloria.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
El hombre vive en sociedad, y por lo tanto recibe la influencia de los
estatutos y realización de sus instituciones. Como son la familia, la escuela, el
estado y la iglesia.
Virtud:12 un habito voluntario, que consiste en elegir el justo medio entre
los extremos, entre el exceso y el defecto. El resultado es el de un hombre prudente
y sensato, que usa la razón en el ejercicio cotidiano.
Tipos de virtudes:
Dianoéticas: virtudes intelectuales que suponen el desarrollo de las
capacidades naturales del hombre. Hacen referencia al conocimiento, la inteligencia,
los hábitos del intelecto. Son la sabiduría y la prudencia.
Virtudes éticas: virtudes morales que supone el desarrollo de los fines
últimos del hombre. Pertenecen: justicia, fortaleza, templanza y el justo medio entre
los extremos.
Valor
13
Es el grado de utilidad o aptitud de las cosas, para satisfacer las
necesidades o proporcionar bienestar o deleite. Equivalencia de una cosa a otra.
El valor de un bien está determinado por la cantidad de trabajo
socialmente necesario para producirlo. La cantidad de trabajo que un bien encierra
se mide por el tiempo de trabajo que se gastó en producirlo. Esto no significa advierte el marxismo- que las mercancías encierran tanto o más valor cuanto más
holgazán o más torpe sea el hombre que las produce o, lo que es lo mismo, cuanto
más tiempo tarde en producirlas. Por ello, se habla de tiempo de trabajo socialmente
necesario, o sea aquel que se requiere para producir una mercancía cualquiera en
las condiciones normales de producción y con el grado medio de destreza e
intensidad de trabajo imperantes en la sociedad.
La magnitud del valor de una mercancía permanece constante mientras no
varíe el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción. Pero éste varía
al cambiar la capacidad productiva del trabajo, la cual depende de diversos factores,
entre los que se cuentan: grado de destreza, medio del obrero, progresos de la
ciencia y de sus aplicaciones técnicas, volumen y eficacia de los medios de
producción y las condiciones naturales. Así, por ejemplo, la misma cantidad de
trabajo que en años de buena cosecha arroja 8 sacos de trigo, en años de mala
12
13
http://html.rincondelvago.com/analisis-de-pensamiento-de-aristotles.html
http://www.definicion.org/valor
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
cosecha sólo arroja 4, aumentando al doble el valor de cada saco. El rendimiento
obtenido en yacimientos minerales con una misma cantidad de trabajo, variará
según se trate de yacimientos más pobres o más ricos. Los diamantes son raros en
la corteza de la tierra; por eso su extracción supone, por término medio, mucho
tiempo de trabajo, y ésta es la razón de que representen, en dimensiones
pequeñísimas, cantidades de trabajo enormes.
Un objeto puede ser útil sin ser valor. Así ocurre cuando la utilidad que ese
objeto encierra para el hombre no se debe al trabajo. Tal es el caso del aire, de la
tierra virgen, de las praderas naturales, etc. Por otra parte, ningún objeto inútil puede
ser valor. Si es inútil también lo será el trabajo que encierra; no contará como trabajo
ni representará, por tanto, valor.
M. Precio, estimación. Arrojo. Cualidad que hace estimables las cosas.
Valores y normas
14
Valores en términos generales, puede significar el conjunto de
cualidades y características que le hacen valer a una cosa.
Se dice también que el valor significa lo digno de ser apreciado, lo que es
valioso, lo deseable y que se le puede identificar como lo bueno o positivo. Por otro
lado, se puede entender que el valor es una cualidad, un carácter, atributo o
principio ideal, propio de cada persona que suscita admiración, aprecio o
complacencia.
El valor en el sentido ético y humano, según Juan Escames, puede
considerarse como las ideas o creencias fuertemente arraigadas, a partir de
experiencias significativas, relacionadas con el bien hacer.
Pablo Latapi señala que los valores pueden ser de orden psicológico,
sociológico y moral.
Los valores de orden psicológico, pueden dar cuenta de las propiedades
de la personalidad, las preferencias, las orientaciones, las disposiciones psíquicas
de cada uno/a, que los vamos interiorizando e integrando como parte de nuestra
personalidad y que se expresan a manera de actitudes, sentimientos, convicciones y
rasgos de carácter.
Los valores según este psicólogo son las propiedades de la personalidad
humana que nos proponemos formar.
Un valor debe reunir ciertas características básicas como:
14
http://serpaj.org.ec/aula/mod/resource/view.php?id=43
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Los valores son buenos, siempre estarán orientados al bien hacer, a hacer
lo correcto, lo justo para uno/a mismo/a y para los/as demás, si no es así se
convierten en antivalores.
Los valores son ideas, son creencias, son principios interiorizados y
convicciones.
Los valores sirven de guías, ejercen influencia importante en nuestras
acciones y comportamientos.
Los valores sirven de parámetro, son marcos de referencia a partir de los
cuales, se puede evaluar la conducta propia y la de los demás.
Los valores se derivan esencialmente de experiencias significativas, por
eso tienden a ser más perdurables.
En la formación humana, ocupa un papel importante la educación en
valores, que es el esfuerzo sistemático para ayudar a los/as educadores/as y
educandos/as a adquirir aquellas cualidades de su personalidad que se consideren
deseables en los diferentes ámbitos sociales y particularmente a desarrollar aquellas
cualidades que se relacionan directamente con el ejercicio de la libertad individual y
grupal.
Normas.- en la concepción general, normas son las reglas sobre la
manera como se debe hacer o está establecido que se haga una determinada cosa.
Por lo tanto, la norma sirve para orientar las acciones de las personas, poner límites
en su manera de actuar.
Las normas en la convivencia de las personas son valiosas, por cuanto
ayuda a movernos en nuestro medio con libertad pero con los límites que nos fija la
necesidad de respeto a el/a otro/a
Las normas en la formación de valores son un apoyo porque fija los límites
en la acción de las personas, posibilitando que tome conciencia de sus actitudes y
acciones que puedan atentar en contra de los intereses y la integridad de los/as
otros/as
En una sociedad tan convulsionada por los problemas de violencia, de
pobreza, de corrupción, de individualismo, de irrespeto, la educación en valores es
prioritario para apuntalar al ser humano en su lucha por la justicia y la paz.
El nuevo orden mundial debe significar cambios no únicamente en los
aspectos económico, político y tecnológico, sino también en lo educativo, científico y
social; y dentro del campo educativo, este nuevo orden debe orientarse hacia la
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
formación del ser humano como persona integral, sensible, conciente, coherente con
la vida misma.
Si la educación no considera la formación de valores, en el futuro más
inmediato estaremos presenciando en nuestro país, problemas mucho más graves
que los que hoy tenemos y que ya están presentes en otros países, como la
delincuencia, drogadicción y prostitución infantil, los homicidios y suicidios y los
embarazos adolescentes a gran escala; situaciones que se dan en sociedades
donde se han materializado tanto, que lo único que cuenta es la acumulación de
bienes y capitales mientras que los sentimientos, la subjetividad y los valores
humanos pierden importancia.
¿Por qué la construcción de normas?
La construcción de normas, por las razones siguientes:
Las normas nos permiten al grupo o la persona a fomentar una
autodisciplina personal y grupal.
Las normas nos permiten crecer junto a otros, sin violentar al otro.
Las normas nos permiten desarrollar mecanismos de convivencia y
crecimiento grupal.
Las normas nos permiten tener reglas claras en las cuales nos vamos a
desenvolver.
Las normas, al ser una construcción colectiva que nos auto imponemos,
nos permite tener parámetros de evaluación.
Normas en la escuela:
Maestros/as y alumnos/as deberán establecer normas que les permitan
desarrollarse en un marco de libertad y justicia, fijándose límites en aquellas cosas
que pueden afectarse mutuamente.
Escuchar con atención cuando otra persona le hable.
Dialogar, comunicarse, mantener una actitud de apertura.
Evitar resolver los conflictos con agresiones, físicas o verbales.
Mantener una relación de igualdad entre maestros/as y alumnos/as.
Tener al maestro/a como mediador en los conflictos entre compañeros/as
de clase.
Respeto a la propiedad privada.
Trato humano, comedido, solidario entre todas/os.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Apoyarse mutuamente en los momentos difíciles, en las tareas, en los
problemas propios de la vida escolar.
Solidarizarse en los momentos de sufrimiento, abatimiento del otro/a.
Normas en la casa:
Trato humano, respetuoso, solidario.
Atención en las necesidades básicas de cada miembro.
Respeto y cumplimiento a tareas domésticas asignadas .
Respeto al tiempo para ejecución de tareas escolares.
Destinar tiempo a la recreación.
Respeto a la intimidad y privacidad de cada miembro de la familia.
Asignación de tareas acorde a la edad.
Mantener una actitud de diálogo permanente y más frente a los
problemas.
Dar apoyo cuando el/a otro/a en el sufrimiento, en la frustración, en el
fracaso, etc.
Mantener una actitud de calma cuando existe tensión en el hogar.
Aprender a perdonar y a reconciliarse.
Fortalecer la práctica de la oración.
Afirmarse en las fuerzas espirituales para salir adelante.
Normas en los espacios organizativos y de la vida cotidiana:
Acostumbrarse a no usar el tono elevado (brusco) de voz.
No actuar a la defensiva.
Practicar la tolerancia y el respeto.
Reconocer nuestro grado de responsabilidad en el conflicto que estamos
atravesando.
Decir la verdad con firmeza, sin dañar al otro, sin ironía.
Desarrollar la capacidad de perdonar y de recibir el perdón.
Comprender al otro/a desde el amor.
Conservar la esperanza, mantener el optimismo frente a la vida.
Pedagogía para la paz
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La pedagogía para la paz encierra dos conceptos fundamentales, la
educación y la paz. La educación implica un proceso de socialización que orienta a
los/as educadores/as y educandos/as al aprendizaje de sus derechos inalienables,
además se propone que las personas aprendan a reconocerse como entes activos
de la sociedad, con libertad y capacidad para decidir y participar en la vida social.
La educación para la paz pretende alcanzar el desarrollo de la
personalidad humana en un proceso continuo y permanente, inspirado en una forma
positiva de aprender a vivir consigo mismo y con los/as demás en la no violencia, en
la justicia, respeto y armonía, es una educación que se basa en la ética personal y
social de la convivencia basada en la cultura de la paz.
La educación para la paz, busca una paz que respete los derechos
humanos, que fomente la solidaridad entre las personas y los pueblos, el respeto y
la protección a la naturaleza, una paz que armonice la vida interior o espiritual con el
entorno, que se oriente a la resolución de conflictos sin acudir a la violencia.
Por lo tanto, una pedagogía para la paz, es una educación que se basa en
los valores humanos, que son aspectos fundamentales a trabajarse para consolidar
y fraternizar las relaciones humanas y su contacto con la naturaleza.
La educación en valores es un medio para establecer los valores
individuales y sociales., no solo debe ir encaminada al desarrollo de destrezas,
aptitudes y conocimientos sino debe traducirse en una formación vivencial y práctica
que sirvan como medios de objeción de la realidad actual y asimilación de valores
nuevos.
La importancia de los valores
15
―Los valores son principios que orientan las acciones de las personas
hacia su realización plena y hacia una convivencia social armónica....son ideales que
nos marcan retos para la vida diaria........
―...la manera mas sencilla para transmitir la esencia de los valores
humanos a los niños, es a través de ejemplos.......‖
―Los valores son, asimismo, el grupo de cualidades que hallamos en el
entorno.‖
―......un valor se realiza, se hace pleno, cuando se convierte en un habito;
es entonces cuando somos virtuosos. El valor existe, pues, en la acción y vivencia
de lo que apreciamos y respetamos........‖
15
Vivir los Valores. ed. Televisa. 2006 pg.3-6 www.valores.com.mx
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
―Es indispensable procurar que las otras personas vivan y disfruten los
valores morales, mucho mas importantes y significativos que los valores materiales a
los que suele darse tanta importancia.
―Vivimos para buscar la felicidad. El ejercicio de los valores morales es el
medio para encontrarla.‖
Los valores
16
Aún cuando el tema de los valores es considerado relativamente reciente
en filosofía, los valores están presentes desde los inicios de la humanidad. Para el
ser humano siempre han existido cosas valiosas: el bien, la verdad, la belleza, la
felicidad, la virtud. Sin embargo, el criterio para darles valor ha variado a través de
los tiempos. Se puede valorar de acuerdo con criterios estéticos, esquemas sociales,
costumbres, principios éticos o, en otros términos, por el costo, la utilidad, el
bienestar, el placer, el prestigio.
Los valores son producto de cambios y transformaciones a lo largo de la
historia. Surgen con un especial significado y cambian o desaparecen en las
distintas épocas. Por ejemplo, la virtud y la felicidad son valores; pero no podríamos
enseñar a las personas del mundo actual a ser virtuosas según la concepción que
tuvieron los griegos de la antigüedad. Es precisamente el significado social que se
atribuye a los valores, uno de los factores que influye para diferenciar los valores
tradicionales, aquellos que guiaron a la sociedad en el pasado, generalmente
referidos a costumbres culturales o principios religiosos, y los valores modernos, los
que comparten las personas de la sociedad actual.
¿Qué se entiende por valor?
Este concepto abarca contenidos y significados diferentes y ha sido
abordado desde diversas perspectivas y teorías. En sentido humanista, se entiende
por valor, lo que hace que un hombre sea tal, sin lo cual perdería la humanidad o
parte de ella. El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. Por ejemplo, se
considera un valor decir la verdad y ser honesto; ser sincero en vez de ser falso; es
más valioso trabajar que robar. La práctica del valor desarrolla la humanidad de la
persona, mientras que el contravalor lo despoja de esa cualidad (Vásquez, 1999, p.
3). Desde un punto de vista socio-educativo, los valores son considerados
referentes, pautas o abstracciones que orientan el comportamiento humano hacia la
16
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/conoce_los_valores.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
transformación social y la realización de la persona. Son guías que dan determinada
orientación a la conducta y a la vida de cada individuo y de cada grupo social.
"Todo valor supone la existencia de una cosa o persona que lo posee y de
un sujeto que lo aprecia o descubre, pero no es ni lo uno ni lo otro. Los valores no
tienen existencia real sino adheridos a los objetos que lo sostienen. Antes son meras
posibilidades."
¿Desde cuáles perspectivas se aprecian los valores?
La visión subjetivista considera que los valores no son reales, no valen en
sí mismos, sino que son las personas quienes les otorgan un determinado valor,
dependiendo del agrado o desagrado que producen. Desde esta perspectiva, los
valores son subjetivos, dependen de la impresión personal del ser humano. La
escuela neokantiana afirma que el valor es, ante todo, una idea. Se diferencia lo que
es valioso de lo que no lo es dependiendo de las ideas o conceptos generales que
comparten las personas. Algunos autores indican que "los valores no son el producto
de la razón"; no tienen su origen y su fundamento en lo que nos muestran los
sentidos; por lo tanto, no son concretos, no se encuentran en el mundo sensible y
objetivo. Es en el pensamiento y en la mente donde los valores se aprehenden,
cobran forma y significado. La escuela fenomenológica, desde una perspectiva
idealista,
considera
que
los
valores
son
ideales
y
objetivos;
valen
independientemente de las cosas y de las estimaciones de las personas. Así,
aunque todos seamos injustos, la justicia sigue teniendo valor. En cambio, los
realistas afirman que los valores son reales; valores y bienes son una misma cosa.
Todos los seres tienen su propio valor. En síntesis, las diversas posturas conducen a
inferir dos teorías básicas acerca de los valores dependiendo de la postura del
objetivismo o del subjetivismo axiológicos.
¿Cuáles son las características de los valores?
¿Qué hace que algo sea valioso? La humanidad ha adoptado criterios, a
partir de los cuales se establece la categoría o la jerarquía de los valores. Algunos
de esos criterios son: (a) Durabilidad: los valores se reflejan en el curso de la vida.
Hay valores que son más permanentes en el tiempo que otros. Por ejemplo, el valor
del placer es más fugaz que el de la verdad. (b) Integralidad: cada valor es una
abstracción íntegra en sí mismo, no es divisible. (c) Flexibilidad: los valores cambian
con las necesidades y experiencias de las personas. (d) Satisfacción: los valores
generan satisfacción en las personas que los practican. (e) Polaridad: todo valor se
presenta en sentido positivo y negativo; todo valor conlleva un contravalor. (f)
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Jerarquía: hay valores que son considerados superiores (dignidad, libertad) y otros
como inferiores (los relacionados con las necesidades básicas o vitales). Las
jerarquías de valores no son rígidas ni predeterminadas; se van construyendo
progresivamente a lo largo de la vida de cada persona. (g) Trascendencia: los
valores trascienden el plano concreto; dan sentido y significado a la vida humana y a
la sociedad. (h) Dinamismo: los valores se transforman con las épocas. (i)
Aplicabilidad: los valores se aplican en las diversas situaciones de la vida; entrañan
acciones prácticas que reflejan los principios valorativos de la persona. (j)
Complejidad: los valores obedecen a causas diversas, requieren complicados juicios
y decisiones.
En una escuela de enseñanza primaria, una maestra se dio cuenta de la
vanidad que había en las actitudes de sus alumnos. Valiéndose de una situación
fantástica, sugirió al grupo lo divertido que sería crear una ciudad imaginaria. Cada
alumno podría desempeñar el trabajo que quisiera. Llevando cuenta de las
elecciones hechas por los chicos, el grupo descubrió que tenían varios doctores,
abogados e ingenieros. Hubo un individualista que aspiraba a ser vago. A
continuación, preguntó al grupo si una ciudad así podría sobrevivir. Entonces se
puso de manifiesto la necesidad de agricultores, fabricantes de herramientas, de
personas dedicadas a la limpieza de las calles, etcétera. En la discusión que siguió,
los chicos se dieron cuenta, por primera vez, no sólo de la importancia que tiene
toda ocupación en nuestra sociedad, sino también de las medidas que estaban
usando para determinar el valor de una ocupación o de una persona. Los distintos
valores de nuestra sociedad que dan importancia a la recompensa monetaria, a la
categoría, al servicio social, etcétera, emergieron del inconsciente al interés
consciente de todos los miembros del grupo.
¿Cómo valora el ser humano?
¿Cómo expresa sus valoraciones? El proceso de valoración del ser
humano incluye una compleja serie de condiciones intelectuales y afectivas que
suponen: la toma de decisiones, la estimación y la actuación. Las personas valoran
al preferir, al estimar, al elegir unas cosas en lugar de otras, al formular metas y
propósitos personales. Las valoraciones se expresan mediante creencias, intereses,
sentimientos, convicciones, actitudes, juicios de valor y acciones. Desde el punto de
vista ético, la importancia del proceso de valoración deriva de su fuerza orientadora
en aras de una moral autónoma del ser humano.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
¿Cómo se clasifican los valores? ¿Cuáles tipos de valores existen?
No existe una ordenación deseable o clasificación única de los valores; las
jerarquías valorativas son cambiantes, fluctúan de acuerdo a las variaciones del
contexto. Múltiples han sido las tablas de valores propuestas. Lo importante a
resaltar es que la mayoría de las clasificaciones propuestas incluye la categoría de
valores éticos y valores morales. La jerarquía de valores según Scheler (1941)
incluye: (a) valores de lo agradable y lo desagradable, (b) valores vitales, (c) valores
espirituales: lo bello y lo feo, lo justo y lo injusto, valores del conocimiento puro de la
verdad, y (d) valores religiosos: lo santo y lo profano. La clasificación más común
discrimina valores lógicos, éticos y estéticos. También han sido agrupados en:
objetivos y subjetivos; o en valores inferiores (económicos y afectivos), intermedios
(intelectuales y estéticos) y superiores (morales y espirituales). Rokeach (1973)
formuló valores instrumentales o relacionados con modos de conducta (valores
morales) y valores terminales o referidos a estados deseables de existencia (paz,
libertad, felicidad, bien común). La clasificación detallada que ofrece Marín Ibáñez
(1976) diferencia seis grupos: (a) valores técnicos, económicos y utilitarios; (b)
valores vitales (educación física, educación para la salud); (c) valores estéticos
(literarios, musicales, pictóricos); (d) valores intelectuales (humanísticos, científicos,
técnicos); (e) valores morales (individuales y sociales); y (f) valores trascendentales
(cosmovisión, filosofía, religión).
"Tiene razón el liberalismo cuando dice que la sociedad es para el hombre
y no el hombre para la sociedad, pero diciendo la mitad de la verdad escamotea la
otra mitad: que el hombre que se refugia en su "interés privado" y se pone como
horizonte el "bien particular" desentendiéndose del bien común está violando su
dignidad de hombre y da la espalda a la tarea ética que le correspondería en cuanto
hombre digno." El principal valor que debemos llevar en nuestras vidas para el bien
común lo es sin duda, "el valor del servicio a los demás" solo así nos beneficiamos
todos por igual.
Ver ―el valor y su origen en la esencia humana17‖ un trabajo
muy interesante del dr. Daniel Vargas Gómez de la Universidad de los
Andes, Bogotá Colombia.
17
http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/vargas45.pdf
Valores en la educación
1.3.-
Nuestro
Nicolás Vázquez Alonso
concepto
y
definición
de
Principio, Valor y Virtud.
Después de dar lectura a estas transcripciones y a otros textos,
definiciones y criterios de estudiosos en la materia, he confirmado que
muchos de ellos, utilizan, como ya lo habíamos comentado al principio
de este trabajo, los términos principio, valor y virtud, como sinónimos y
otros los confunden y nos confunden a quienes pretendemos aclarar esa
duda o inquietud.
Sin profundizar más ni tratar de cuestionar las diversas
escuelas, criterios o teorías que tratan estos temas y con el único afán
de intentar proponer una definición más clara y una clasificación de
estos términos que resulte mas amigable o accesible al entendimiento
de quienes no somos expertos en las materias filosóficas que los han
estudiado y definido desde Platón y Aristóteles, y sin querer aspirar a
controvertir a los tratadistas y estudiosos de la materia proponiendo
nuevas ideas, teorías o conceptos, sino simplemente por facilitar a los
niños y jóvenes su camino a la educación en valores, ponemos a su
amable consideración las siguientes:
Definición de Principio:
Es el fundamento, tesis o regla, que permite el desarrollo de un
razonamiento, de un estudio científico o que rige el pensamiento o la
conducta.
Sinónimos:
Base, origen, razón, norma, regla.
Ejemplos:
Principios científicos:
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Un cambio de presión aplicado a un fluido en reposo dentro de un
recipiente se transmite sin alteración a través de todo el fluido. Es igual en todas las
direcciones y actúa mediante fuerzas perpendiculares a las paredes que lo
contienen.
Blaise Pascal
Un cuerpo sumergido recibe un empuje vertical y hacia arriba igual al peso
del volumen de líquido desplazado.
Arquímedes
Principios morales:
Hacer el bien, sin mirar a quien.
No hagas un mal, aún para obtener un bien.
No quieras para otro, lo que no quieras para ti.
El bien debe seguirse y evitar el mal.
No deben emplearse medios moralmente malos, aunque los fines sean
buenos.
Ha de considerarse valioso, todo aquello que contribuya al desarrollo del
hombre.
El hombre debe adquirir las capacidades (virtudes) necesarias para
alcanzar una vida lograda, plena o completa.
El bien común es preferible al bien privado, si ambos son del mismo
orden.
La persona no debe considerarse nunca como medio, sino como fin.
Principios jurídicos:
Ignorantia legis, non excusat. (La ignorancia de la ley no excusa)
Locus regim actum. (El lugar rige al acto)
Notorium non eget probatione. (Lo notorio no requiere prueba)
Prior tempore, potior iure. (Primero en tiempo, primero en derecho)
Incumbe la prueba al que afirma, no al que niega. (Paulo)
La equidad es preferible, al rigor del derecho (Dino)
Nullum crimen, nulla poena, sine lege. (No hay delito ni pena, si no hay
ley previa)
In dubis, reus est absolvendus. (Ante la duda, se debe absolver al reo)
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Principios religiosos
Ama a Dios sobre todas las cosas.
Ama a tu hermano como a tí mismo.
No juraras el nombre de Dios en vano.
Santificarás las fiestas.
No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
Definición de valor:
Es un estado de excelencia ideal, constituido por metas y
propósitos personales, referencias, pautas o cualidades deseables, que
orientan el comportamiento humano hacia la felicidad, da sentido a la
vida, diferenciando lo bueno de lo malo y lo bello de lo feo.
Es el aprecio que el ser humano tiene de las cosas.
Sinónimos:
Cualidad, mérito, utilidad, interés, atractivo,
importancia,
estimación, beneficio, provecho
Ejemplos:
Valores religiosos:
Fe, esperanza, santidad, bienaventuranza, caridad, compasión, sacrificio,
castidad, piedad.
Morales:
Justicia, templanza, fortaleza, libertad, prudencia, sinceridad, fidelidad,
bondad, honradez, benevolencia, desprendimiento, fidelidad, humildad, generosidad,
gratitud, honestidad, lealtad, integridad, pudor, gratitud, magnanimidad.
Afectivos:
Amor, placer, amistad, felicidad
Estéticos:
Belleza, armonía, alegría, sensibilidad, elegancia, gracia.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Intelectuales:
Ciencia, artes, conocimiento, sabiduría, actitud, .autodominio, serenidad,
audacia
Técnicos:
Estudio,
organización,
trabajo,
creatividad,
orden,
pro
actividad,
autodisciplina, .
Vitales:
Agilidad, fuerza, vigor, salud, deporte, placer, ejercicio, sobriedad,
autoestima,
Sociales:
Amabilidad, honestidad, servicio, solidaridad, patriotismo, paz, tolerancia,
comprensión, transparencia, sobriedad, fama, prestigio, servicio, responsabilidad,
respeto, puntualidad, pluralismo, patriotismo, participación, liderazgo, obediencia,
legalidad, laboriosidad, dialogo, corresponsabilidad, convivencia, conciliación, bien
común, comunicación, decencia, flexibilidad,
Económicos:
Bienes, dinero, riqueza, poder.
Definición de Virtud:
HÁBITO
SELECTIVO Y VOLUNTARIO DEL SER HUMANO, QUE SE
ADQUIERE CON EL EJERCICIO, LA PRÁCTICA Y LA REPETICIÓN DE LOS VALORES.
EL
VALOR SE CONVIERTE EN VIRTUD, CUANDO EL SER HUMANO LO
ADOPTA Y LO HACE SUYO, COMO UNA FORMA Y PARTE DE SU VIDA.
Sinónimos:
Uso, práctica, rutina, costumbre, tradición, usanza, manía, moda,
automatismo, rito, modo.
Ejemplos:
La justicia es un valor, el justo, tiene la virtud.
La sinceridad es un valor, quien nunca miente, tiene la virtud.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La generosidad es un valor, quien da, tiene la virtud.
El amor es un valor, quien ama, tiene la virtud.
La amistad es un valor, quien tiene amigos, tiene la virtud. Etc.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
1.4.- Clasificación de los valores.
Habiendo llegado a una propuesta que nos indica que los
valores se convierten en virtudes mediante su ejercicio y adopción en la
conducta del ser humano, nos referiremos sólo a los valores como
principal elemento de estudio de este trabajo.
Existen muchas clasificaciones de los valores, según diversos
tratadistas y estudiosos de la materia. Encontrando, entre otros, a los
que los dividen en:
Sociales, individuales, objetivos, subjetivos, relativos, vitales,
hedónicos, económicos, estéticos, religiosos, científicos, morales,
artísticos, éticos etc..
Aunque son complejos y de varias clases, todos los valores
coinciden en que tienen como fin último mejorar la calidad de nuestra
vida.
18
Una de las clasificaciones, los ubica de la siguiente manera:
Valores biológicos. Traen como consecuencia la salud, y se cultivan
mediante la educación física e higiénica.
Valores sensibles. Conducen al placer, la alegría, el esparcimiento.
Valores económicos. Proporcionan todo lo que nos es útil; son valores de
uso y de cambio.
Valores estéticos. Nos muestran la belleza en todas sus formas.
Valores intelectuales. Nos hacen apreciar la verdad y el conocimiento.
Valores religiosos. Nos permiten alcanzar la dimensión de lo sagrado.
18
http://www.morellajimenez.com.do/valores1.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Valores morales. Su práctica nos acerca a la bondad, la justicia, la
libertad, la honestidad, la tolerancia, la responsabilidad, la solidaridad, el
agradecimiento, la lealtad, la amistad y la paz, entre otros.
De la anterior tabla, los más importantes son, sin duda, los valores
morales, ya que estos les dan sentido y mérito a los demás. De poco sirve tener muy
buena salud, ser muy creyente o muy inteligente o vivir rodeado de comodidades y
objetos bellos, si no se es justo, bueno, tolerante u honesto, si se es una mala
persona, un elemento dañino para la sociedad, con quien la convivencia es muy
difícil. La falta de valores morales en los seres humanos es un asunto lamentable y
triste precisamente por eso, porque los hace menos humanos.
Los valores morales son los que orientan nuestra conducta, en base a
ellos, decidimos cómo actuar ante las diferentes situaciones que nos plantea la vida.
Se relacionan principalmente con los efectos que tiene lo que hacemos en las otras
personas, en la sociedad, en la empresa o en nuestro ambiente en general. De esta
manera, si deseamos vivir en paz y ser felices, debemos construir entre todos una
escala de valores que facilite nuestro crecimiento individual para que, a través de él,
aportemos lo mejor de nosotros a una comunidad que también tendrá mucho para
darnos. Son, pues, tan humanos los valores, tan necesarios, tan deseables, que lo
más natural es que queramos vivirlos, hacerlos nuestros, defenderlos cuando estén
en peligro o inculcarlos en donde no existan. En este punto es donde intervienen la
moral y la ética.
Sin embargo, y a mi juicio, la división o clasificación que ha sido
la más socorrida y propuesta por los viejos filósofos y la axiología, es la
que los clasifica en valores éticos (primarios o de origen) y valores
estéticos, dentro de los cuales se comprenden todos los demás valores
(secundarios o derivados) y que utilizaremos como guía en este trabajo.
Así mismo, existen ciertas propuestas de clasificaciones de
valores que incluyen algunos conceptos que, a mi juicio, no son
propiamente valores o virtudes, sino simples conductas personales,
sociales o de convivencia, o en el mejor de los casos, valores
secundarios o derivados, como los buenos hábitos, la puntualidad, la
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
cortesía, la amabilidad, los modales al comer, al hablar, reglas de
urbanismo, etc.
1.4.1.- Clasificación axiológica tradicional
Antes de clasificar a los valores axiológicamente, sería oportuno
señalar algunas definiciones que resultan útiles y oportunas:
Axiología19 (< griego άξιοσ ['valioso'] + λόγοσ ['tratado']) término empleado
por primera vez por urban —valuation: its nature and laws, 1906— para designar la
rama de la filosofía que estudia la naturaleza de los valores y juicios valorativos.
La axiología se divide a su vez en dos grandes ramas:
La ética: en cuanto teoría de los valores morales o de lo bueno.
La ética20 (griego, ήθοσ : 'lugar donde se habita'. Latín, mos : 'costumbre').
Es la rama de la filosofía que estudia los fundamentos de lo que se considera bueno,
debido o moralmente correcto. También puede definirse como el saber acerca de
una adecuada gestión de la libertad, pues tiene la diferencia entre el bien y el mal
basado en los valores universales.
La estética21: en cuanto teoría de los valores artísticos o de lo bello.
La estética rama de la filosofía cuyo objeto de estudio son los
fundamentos del arte o la naturaleza de lo bello. Se constituye como disciplina
filosófica independiente de la metafísica, la lógica o la ética desde la publicación, en
1750, de la aesthetica, obra de Alexander Gottlieb Baumgarten. Sin embargo, en la
antigüedad —especialmente con Platón, Aristóteles y Plotino—, la estética se
hallaba amalgamada con la lógica y a la ética, es decir, lo bello, lo bueno y lo
verdadero formaban una unidad. De este modo, se pretendía alcanzar la esencia de
lo bello; pero siempre identificándolo con lo bueno, teniendo en cuenta los valores
morales. Y en la edad media hay intentos de estudiar la estética como separada de
otros estudios filosóficos.
A lo largo del siglo XIX, ha habido dos concepciones generales de la
estética: una subjetiva y otra objetiva. La primera no reconoce lo bello como un valor
objetivo, sino que es algo relativo al sujeto. La segunda, en cambio, es la que surge
con Kant y que predomina en al ámbito del romanticismo alemán.
19
20
21
http://es.wikipedia.org/wiki/Axiolog%C3%ADa
http://es.wikipedia.org/wiki/Axiolog%C3%ADa
http://es.wikipedia.org/wiki/Est%C3%A9tica_%28filosof%C3%ADa%29
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Para Kant, entonces, el arte va a implicar una contemplación
desinteresada o complacencia sin una finalidad útil o moral. Siguiendo esta idea,
Schopenhauer sostendrá que:
Para ser capaz de producir verdaderas obras de arte es condición
indispensable, que la inteligencia se emancipe del dominio de la voluntad y sus
intenciones con absoluta libertad en su trabajo. (el mundo como voluntad y
representación)
El fundamento de esta afirmación reside en que, para Schopenhauer, la
obra de arte no es, sino el objeto visto sub specie aeternitatis, esto es, la idea
platónica plasmada en forma de obra artística.
Para Hegel, de igual modo, la obra de arte no es sino la manifestación
sensible de la idea.
En la actualidad, y a lo largo de los últimos años, se han enfrentado
diversas tendencias estéticas, tanto objetivistas, como subjetivistas, relativistas o
absolutistas, destacando especialmente el formalismo y el intuicionismo.
Definidos los conceptos, la axiología divide a los valores en dos
grandes grupos:
1.4.1.1.- Valores morales
Moral (< latín mos = griego ήθοσ costumbre) conjunto de costumbres,
creencias, valores y normas de un individuo o grupo social determinado que ofician
de guía para el obrar, vale decir, que orientan acerca del bien o del mal —o bien,
correcto o incorrecto— de una acción.
Estos valores son los siguientes:
Fe
Esperanza
Caridad
Justicia
Fortaleza
Templanza
Prudencia
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Los tres primeros también se conocen como valores o virtudes
teologales o religiosos (que no serán objeto de estudio en este trabajo),
y los cuatro restantes, como valores o virtudes cardinales pues de estas
se derivan todas las demás.
De estos cuatro valores cardinales que podríamos clasificar
también como primarios, se desprenden otros valores morales que
algunos autores y filósofos, han clasificado de acuerdo a su importancia
o a su materia.
Valor cardinal: justicia
22
La justicia, es el conjunto de reglas y normas que establecen un marco
adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando,
prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e
instituciones.
Este conjunto de reglas tiene un fundamento cultural y en la mayoría de
sociedades modernas un fundamento formal:
El fundamento cultural se basa en un consenso amplio en los individuos
de una sociedad sobre lo bueno y lo malo, y otros aspectos prácticos de cómo
deben organizarse las relaciones entre personas. Se supone que en toda sociedad
humana, la mayoría de sus miembros tienen una concepción de lo justo y se
considera una virtud social el actuar de acuerdo con esa concepción.
El fundamento formal es el codificado formalmente en varias disposiciones
escritas, que son aplicadas por jueces y personas especialmente designadas, que
tratan de ser imparciales con respecto a los miembros e instituciones de la sociedad
y los conflictos que aparezcan en sus relaciones.
La justicia no es el dar o repartir cosas a la humanidad, sino el saber
decidir a quien le pertenece esa cosa por derecho. La justicia es ética, equidad y
honradez. Es la voluntad constante de dar a cada uno lo que es suyo. Es aquel
sentimiento de rectitud que gobierna la conducta y hace acatar debidamente todo los
derechos de los demás. Hans Kelsen la define así:
22
http://es.wikipedia.org/wiki/Justicia
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
"La justicia es para mí aquello cuya protección puede florecer la ciencia, y
junto con la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la justicia de la libertad, la justicia
de la paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia."
Otro nivel de análisis es entender la justicia como valor y fin del derecho
(más que como virtud subjetiva), al que podemos conceptuar juntamente con
Norberto Bobbio como: "aquel conjunto de valores, bienes o intereses para cuya
protección o incremento, los hombres recurren a esa técnica de convivencia a la que
llamamos derecho". Ahora bien en cuanto el "ideal de justicia" o sea, ese conjunto
de condiciones protegidas por el derecho se puede considerar, desde una
perspectiva absoluta iusnaturalista dentro de lo cual todo derecho es justo y si no es
justo es derecho. Pero desde una perspectiva iuspositivista, el derecho es condición
de la justicia y a la vez ésta, es una medida de valoración del derecho, por lo que
podemos decir que un derecho positivo determinado es justo o es injusto de acuerdo
a un ideal de justicia subjetiva.
El Digesto, uno de los componentes de la obra de recopilación del derecho
romano realizada por Justiniano (el corpus iuris civilis), comienza así (d.1.1.1):
(...) Ius a iustitia (...) Ius est ars boni et aequi - El derecho es justicia, el
derecho es el arte de lo bueno y lo equitativo.
Todas las virtudes están comprendidas en la justicia. En definitiva, la
verdadera justicia es el arte de dar lo justo o hacer dar lo justo a un individuo,
basándose en los principios del arte del derecho, sin tener ningún tipo de
discriminación o preferencia hacia ninguna persona. Ya que todas las personas
deben ser tratadas sin ninguna discriminación o preferencia, ya que así se estaría
dando una justicia falsa, y no sería "dar a cada uno lo suyo", sino "dar a él lo que le
toque", dependiendo de su clase social o raza.
La justicia se representa por una mujer vendada en los ojos, con una
balanza en una mano y una espada en la otra.
Teorías acerca de la justicia.
Entre otras muchas teorías sobre la justicia, destacamos la de los
filósofos:
Platón: la justicia aristocrática como armonía social. Propone que los
puestos de mando lo lleven los mejores de la sociedad, es decir, los más sabios.
Aristóteles: la justicia como igualdad proporcional: dar a cada uno lo que
es suyo, o lo que le corresponde. Dice que lo que le corresponde a cada ciudadano,
tiene que estar en proporción con su rango social y sus méritos personales.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Santo Tomás de Aquino: la ley natural. Dice que los ciudadanos han de
tener los derechos naturales, que son los que el Ser Supremo les da. Estos
derechos son más tarde llamados los derechos humanos.
Para los utilitaristas, las instituciones públicas se componen de una forma
justa cuando consiguen maximizar la utilidad (en el sentido de felicidad) agregada.
Según esta teoría, lo justo es lo que beneficia al mayor número de personas a la
vez.
Los valores morales consecuentes de la justicia, son:
compromiso, derechos humanos, bien
común, verdad, conciliación,
equidad fidelidad, gratitud, honestidad, igualdad, lealtad pluralismo, paz,
armonía, sinceridad, libertad, honradez, rectitud.
Valor cardinal: fortaleza
23
La fortaleza, en la filosofía griega, se entiende como fuerza de ánimo
frente a las adversidades de la vida, como desprecio del peligro. La virtud de la
fortaleza, consiste en tener el valor y la constancia para perseverar en una obra
buena hasta el final, no importando los obstáculos o soportando una mala situación
con paciencia e inteligencia hasta el final sin derrumbarse. También incluye el valor
en situaciones de peligro y la capacidad de tomar riesgos prudentes. Según la
doctrina de Santo Tomás, la virtud de la fortaleza se encuentra en el hombre que
está dispuesto a afrontar los peligros y dispuesto a soportar las adversidades por
una causa justa, por la verdad, la justicia, etcétera. La virtud de la fortaleza requiere
siempre una cierta superación de la debilidad humana y, sobre todo, del miedo.
Porque el hombre, por naturaleza, teme espontáneamente el peligro, los disgustos y
sufrimientos. Tenemos necesidad de fortaleza para ser hombres. En efecto, hombre
verdaderamente prudente es sólo el que posee la virtud de la fortaleza; del mismo
modo que hombre verdaderamente justo es sólo el que tiene la virtud de la fortaleza.
Asegura, en las dificultades, la firmeza y la constancia en la práctica del bien.
La virtud de la fortaleza (15 de noviembre de 1978) recordando a Juan
Pablo I, el Papa Juan Pablo I, hablando desde el balcón de la Basílica de San Pedro
al día siguiente de su elección, recordó, entre otras cosas, que en el Cónclave del
día 26 de agosto, cuando se veía ya claro que iba a ser elegido él precisamente, los
cardenales que estaban a su lado le susurraron al oído: "¡ánimo!" probablemente
23
http://es.wikipedia.org/wiki/fortaleza
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
esta palabra la necesitaba en aquel momento y se le quedó grabada en el corazón,
puesto que la recordó en seguida al día siguiente.........la fortaleza. A esta virtud
concreta nos referimos cuando queremos exhortar a alguien a tener valor, como lo
hizo el cardenal que se encontraba cerca de Juan Pablo I en el Cónclave al decirle:
"¡animo!" hombres y mujeres fuertes ¿A quién tenemos nosotros por hombre fuerte,
hombre valiente? De ordinario esta palabra evoca al soldado que defiende la patria
exponiendo al peligro su incolumidad y hasta la vida en tiempo de guerra. Pero, a la
vez, nos damos cuenta de que también en tiempo de paz necesitamos fortaleza. Y
por ello sentimos estima grande de las personas que se distinguen por lo que se
llama "coraje cívico". Un testimonio de fortaleza nos lo ofrece quien expone la propia
vida por salvar a alguno que está a punto de ahogarse (entrega), o también el
hombre que presta ayuda en las calamidades naturales: incendios, inundaciones,
etc. Ciertamente se distinguía por esta virtud San Carlos, mi patrono, que durante la
peste de Milán seguía ejerciendo el ministerio pastora entre los habitantes de dicha
ciudad. Pero pensamos con admiración asimismo en los hombres que escalan las
cimas del Everest o en los astronautas, por ejemplo en los que pusieron el pie en la
luna por vez primera. Como se deduce de todo esto, las manifestaciones de la virtud
de la fortaleza son abundantes. Algunas son muy conocidas y gozan de cierta fama.
Otras son más ignoradas, aunque a menudo exigen mayor virtud aún. Como ya
hemos dicho al comenzar, la fortaleza es, en efecto, una virtud, una virtud cardinal.
Permitidme que atraiga vuestra atención hacia ejemplos poco conocidos en general ,
pero que atestiguan en sí mismos una virtud grande, a veces incluso heroica.
Pienso, por ejemplo, en una mujer, madre de familia ya numerosa, a la que muchos
"aconsejan" que elimine la vida nueva concebida en su seno y se someta a una
"operación" para interrumpir la maternidad; y ella responde con firmeza: "¡no!".
Ciertamente que cae en la cuenta de toda la dificultad que este "no" comporta:
dificultad para ella, para su marido, para toda la familia; y, sin embargo, responde:
"no". La nueva vida humana concebida en ella es un valor demasiado grande,
demasiado "sacro", para que pueda ceder ante semejantes presiones. Otro ejemplo:
un hombre al que se promete la libertad y hasta una buena carrera a condición de
que reniegue de sus principios o apruebe algo contra su honradez hacia los demás.
Y también éste contesta "no", incluso a pesar de las amenazas de una parte y los
halagos de otra ¡he aquí un hombre valiente ! Muchas, muchísimas son las
manifestaciones de fortaleza, heroica con frecuencia, de las que no se escribe en los
periódicos o de las que poco se sabe. Sólo la conciencia humana las conoce..
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Superar la debilidad humana y el miedo, deseo rendir homenaje a todos estos
valientes desconocidos. ¡A todos los que tienen el valor de decir "no" o "sí" cuando
ello resulta costoso! A los hombres que dan un testimonio singular de dignidad
humana y humanidad profunda. Justamente por el hecho de que son desconocidos
merecen un homenaje y reconocimiento especial. Según la doctrina de Santo
Tomás, la virtud de la fortaleza se encuentra en el hombre: - que está dispuesto a
aggredi perirula, a afrontar los peligros; - que está dispuesto a sustinere mala, o sea,
a soportar las adversidades por una causa justa, por la verdad, por la justicia,
etcétera. La virtud de la fortaleza requiere siempre una cierta superación de la
debilidad humana y, sobre todo, del miedo. Porque el hombre, por naturaleza, teme
espontáneamente el peligro, los disgustos y sufrimientos. Por eso hay que buscar
hombres valientes no sólo en los campos de batalla, sino también en las salas de los
hospitales o en el lecho del dolor. Hombres tales podían encontrarse a menudo en
los campos de concentración y en los lugares de deportación. Eran auténticos
héroes. El miedo quita a veces el coraje cívico a los hombres que viven en un clima
de amenaza, opresión o persecución. Así, pues, tienen valentía especial los
hombres que son capaces de traspasar la llamada barrera del miedo, a fin de dar
testimonio de la verdad y la justicia para llegar a tal fortaleza, el hombre debe
"superar" en cierta manera los propios límites y "superarse" a sí mismo, corriendo el
"riesgo" de encontrarse en situación ignota, el riesgo de ser mal visto, el riesgo de
exponerse a consecuencias desagradables, injurias, degradaciones, pérdidas
materiales y tal vez hasta la prisión o las persecuciones. Para alcanzar tal fortaleza,
el hombre debe estar sostenido por un gran amor a la verdad y al bien a que se
entrega. La virtud de la fortaleza camina al mismo paso que la capacidad de
sacrificarse. Esta virtud tenía ya perfil bien definido entre los antiguos. Con Cristo ha
adquirido un perfil evangélico, cristiano. El evangelio va dirigido a los hombres
débiles, pobres, mansos y humildes, operadores de paz, misericordiosos: y al mismo
tiempo contiene en sí un llamamiento constante a la fortaleza. Con frecuencia repite:
"no tengáis miedo" (mt 15,27). Enseña al hombre que es necesario saber "dar la
vida" (jn 15,13) por una causa justa, por la verdad, por la justicia. El ejemplo de San
Estanislao de Kostka, deseo referirme también aquí a otro ejemplo que nos viene de
hace 400 años, pero que sigue siempre vivo y actual. Se trata de la figura de San
Estanislao de Kostka, patrono de la juventud, cuya tumba se encuentra en la iglesia
de San Andrés al quirinale de Roma. En efecto, aquí terminó su vida, a los dieciocho
años de edad, este Santo de natural muy sensible y frágil, y que, sin embargo, fue
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
bien valiente. A él, que procedía de familia noble, la fortaleza lo llevó a elegir ser
pobre, siguiendo el ejemplo de Cristo, y a ponerse exclusivamente a su servicio. A
pesar de que su decisión encontró fuerte oposición en su ambiente, con gran amor y
gran firmeza a la vez consiguió realizar su propósito condensado en el lema ad
maiora natas sum. "He nacido para cosas más grandes". Llegó al noviciado de los
jesuitas haciendo a pie el camino de Viena a Roma, huyendo de quienes le seguían
y querían, por la fuerza, disuadir a aquel "obstinado" joven de sus intentos. Sé que
en el mes de noviembre muchos jóvenes de toda Roma, sobre todo estudiantes,
alumnos y novicios, visitan la tumba de San Estanislao en la iglesia de San Andrés.
Yo me uno a ellos porque también nuestra generación tiene necesidad de hombres
que sepan repetir con santa "obstinación": ad maiora natas sum. ¡tenemos
necesidad de hombres fuertes! Tenemos necesidad de fortaleza para ser hombres.
En efecto, hombre verdaderamente prudente es sólo el que posee la virtud de la
fortaleza; del mismo modo que hombre verdaderamente justo es sólo el que tiene la
virtud de la fortaleza. Pidamos este don del Espíritu Santo que se llama "don de
fortaleza". Cuando al hombre le faltan las fuerzas para "superarse" a sí mismo, con
miras a valores superiores como la verdad, la justicia, la vocación, la fidelidad
conyugal, es necesario que este "don de lo alto" haga de cada uno de nosotros un
hombre fuerte y que en el momento oportuno nos diga "en lo íntimo": ¡ánimo!
24
Según S. Tomás, define la fortaleza, diciendo que es: considerata
periculorum susceptio, et malorum perpessio: o puede decirse que es: virtus
rectificans irascibilem circa audacias et timores; pues este excelente valor, al paso
que modera la audacia temeraria, destierra el temor y tristeza en los peligros. Y así
sus actos principales son aggredi, et substinere. Entre ellos éste es el principal, y por
eso el martirio es el acto principalísimo de la fortaleza. Su objeto formal son los
temores, y audacias en cuanto regulados por la razón. El material son las mismas
pasiones del honor y audacia. Los actos externos acometer y sufrir, según
convenga, o huir los peligros graves, cuando es conveniente, son objeto material
secundario. Tiene sus partes integrales, y sus vicios opuestos.
Los valores morales consecuentes de la fortaleza son: entrega,
valentía, responsabilidad, desprendimiento, disciplina, laboriosidad,
obediencia,
paciencia,
patriotismo,
perseverancia,
participación,
sacrificio, puntualidad, solidaridad, dignidad, eficiencia, excelencia.
24
http://filosofia.org/mor/cms/cms1127.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Valor cardinal: templanza
25
Templanza: [ser sobrio] administración ó control de tus pasiones ó
deseos físicos y mentales para tu bien y el de los demás, ejemplos; sexo, alimentos,
exceso de trabajo entre otros.[frutos del espíritu]
26
Moderación en el comer y en el beber.
La templanza conduce a evitar toda clase de exceso, el abuso de la
comida, del alcohol, del tabaco y de las medicinas. Quienes en estado de
embriaguez, o por afición inmoderada de velocidad, ponen en peligro la seguridad
de los demás y la suya propia en las carreteras, en el mar o en el aire, se hacen
gravemente culpables
27
Vivir la templanza significa entre otras cosas, ser dueño de sí mismo, del
propio actuar.
¿Qué es la templanza?
La templanza es la virtud (valor) que modera y ordena la atracción de los
placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio
de la voluntad sobre los instintos.
La templanza implica diferentes virtudes como son: la castidad, la
sobriedad, la humildad y la mansedumbre.
¿Cuál es nuestra meta?
Conseguir una virtud que nos será muy útil a lo largo de nuestra vida, ya
que vivir la templanza nos ayudará a dominar nuestros impulsos, pasiones, y
apetitos a través de la voluntad. Conocernos mejor a nosotros mismos y de esta
manera aprender a utilizar adecuadamente cada aspecto, sentimiento y deseo de
nuestro cuerpo.
Autodeterminación.
¿Porqué nos interesa fomentar el valor de la templanza?
1. Porque las personas templadas son mas libres, y por lo tanto más
felices.
2. Porque la falta de templanza genera vicios.
3. Porque se llega a ser feliz y se alcanzan metas insospechadas, cuando
uno mismo es dueño de sus actos.
25
26
27
http://es.wikipedia.org/wiki/Templanza
http://www.corazones.org/diccionario/templanza.htm
http://es.catholic.net/abogadoscatolicos/683/2082/articulo.php?id=18883
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
4. Porque la templanza se apoya en la humildad, la sobriedad,
mansedumbre y la castidad.
5. Porque somos seres racionales que debemos ordenar nuestras
pasiones hacia nuestro fin para ser realmente felices.
6. Porque toda actitud iracunda y descompuesta es claro indicio de que,
en lugar de dominar la situación, somos su víctima.
Vivir la templanza significa:
1. Esforzarse diariamente por ser mejor.
2. No ceder ante los gustos, deseos o caprichos.
3. Estar alegre al saber que puedo dominarme y ser mejor.
4. Ser dueño de sí mismo, del propio actuar.
5. Congruente con lo que pienso, digo y hago.
6. No justificarse ni dar falsos pretextos.
7. Conocer las propias debilidades y evitar caer en circunstancias que
pongan en peligro mi voluntad.
8. Es vencerse al deseo del placer y la comodidad por amor y con
inteligencia.
9. La persona moderada orienta y ordena hacia el bien sus apetitos
sensibles, no se deja arrastrar por sus pasiones.
¿Qué facilita la vivencia de este valor?
1. La humildad que nos ayuda a reconocer nuestras propias insuficiencias
y cualidades y aprovecharlas sin llamar la atención.
2. La sobriedad que nos ayuda a distinguir entre lo que es razonable y lo
que es inmoderado y nos ayuda a utilizar adecuadamente nuestros sentidos,
esfuerzos, dinero, etc. De acuerdo a criterios rectos y verdaderos.
3. La castidad que nos ayuda a reconocer el valor de la intimidad y a
respetarnos a nosotros mismos y a los demás.
4. La mansedumbre que nos ayuda a vencer la ira y a soportar molestias
con serenidad.
5. El conocimiento de nuestras propias debilidades.
6. La formación de una conciencia recta y delicada.
7. El avance de la capacidad moral que ayuda a distinguir entre lo
realmente necesario y los caprichos.
8. El diálogo en familia que nos ayude a comprender mejor la forma en
que se debe actuar ante las diferentes situaciones.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
9. El conocimiento de los propios dones y capacidades.
10. El hacer sacrificios por los demás.
11. Carácter reflexivo que nos invite a pensar antes de dejarnos llevar por
emociones deseos o pasiones.
¿Qué dificulta la vivencia de esta virtud?
1. La sociedad materialista y utilitaria que nos lleva a conseguir todo lo que
deseamos.
2. El egoísmo.
3. El permisivismo que nos deja actuar pasando sobre los derechos de los
demás.
4. El deseo de comodidad que nos lleva a buscar una vida fácil y sin
compromiso.
5. Falta de conocimiento de las propias debilidades.
6. No contar con la virtud de la fortaleza. Fuerza de voluntad.
7. Egoísmo que lleva a querer tener y hacer de todo, sin pensar que eso
no es lo mejor para la propia naturaleza.
9. El desorden que me impide distinguir entre lo realmente necesario y lo
superficial y evita que ordenemos rectamente las pasiones a la voluntad.
10. Clima de nerviosismo que lleva a desahogar la tensión a través del
exceso en ciertos aspectos.
11. Conciencia laxa, permisiva, o mal formada
De la templanza 28
P. ¿Qué es templanza? R. : virtus quae moderatur concupiscibilem in
delectationibus sensibilibus praecipue gustus, et tactus. Su objeto formal es todo lo
concupiscible, en cuanto puede ordenarse por la razón. El material es el mismo
concupiscible considerado secundum se, o in esse rei. Se opone a esta virtud por
exceso la destemplanza, mediante la cual excediéndose el hombre en lo que
prescribe la razón, abusa de los deleites corporales.
La templanza29
¿Has escuchado el anuncio que dice: ―nada con exceso, todo con
medida"?
28
29
http://filosofia.org/mor/cms/cms1128a.htm
http://www.laverdadcatolica.org/F32.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Estas palabras deberían hacernos reflexionar en muy diferentes aspectos
de nuestras vidas. Cuántas veces se nos pasa la mano en muchas cosas.
En estos renglones te queremos platicar sobre la virtud de la templanza.
¿Qué es la templanza?
La templanza es la virtud que regula en el hombre, la búsqueda del placer
y el uso de los bienes creados. Trataremos de explicarte qué significa esto: en la
naturaleza existen muchas cosas (bienes) para que los utilice el ser humano para su
bien. Por ejemplo las plantas para que el hombre pueda comer, sacar medicinas y
otros productos; los animales para que le ayuden al hombre en su trabajo y le den
alimento; el agua para calmar su sed ...
Sin embargo, el uso y disfrute de los bienes y la atracción al placer debe
hacerse con medida, no con exceso. La templanza es lo que te ayuda a ser medido,
equilibrado.
Templanza en el comer.
El hombre tiene necesidad de comer para poder vivir, crecer, tener
energía. Para ello contamos con el sentido del gusto, por el cual podemos saborear
la comida, sin embargo, debes ser moderado en el comer: evitar comer y comer y
comer sin medida, tratar de comer sencillo, sin abusar de la comida.
Puedes dar un valor grande a este acto tan sencillo como es el de comer.
Templanza en el beber .
El hombre ha hecho algunas bebidas como el pulque, el mezcal, la
cerveza, el ron, el tequila, el vino... Que tienen alcohol. Estas bebidas saben bien; el
problema es que cuando las tomas en exceso, la persona no tiene control sobre si
mismo y puede pensar, decir y hacer cosas peligrosas, malas, que lo hieran a él o a
los demás.
¡Cuántos ridículos, cuántos accidentes, cuantos hijos golpeados y familias
destruidas, cuántas tonterías dichas y hechas!; y todo por el exceso en las bebidas
alcohólicas, que lleva a la pérdida total de los sentidos.
Templanza en el descanso
Está bien descansar, dormir lo necesario y lo conveniente, como es
natural, para que nuestro cuerpo se relaje y tome fuerzas; pero está mal el ser un
―flojo‖ que no hace nada, que se la pasa descansando
¡Cuántas cosas buenas puede hacer una persona para ocuparse! Cultivar
la tierra, tener un trabajo, aprender a leer, visitar a un enfermo.
Templanza en el gastar.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La templanza nos enseña también que debemos ser medidos en lo que
gastamos, debemos ser ordenados y no gastar más de lo que realmente debemos.
Templanza en el sexo.
La naturaleza creó al hombre y a la mujer e ideó como debían de
reproducirse.
El acto sexual es bueno, sin embargo, hay ciertas reglas para éste :
Por reglas sociales y religiosas, el acto sexual, solamente debe realizarse
dentro del matrimonio, es decir, sólo dos personas debidamente unidas en
matrimonio, debieran tener relaciones sexuales, vivir juntos, demostrarse su apoyo y
formar una familia.
El acto sexual, no debe realizarse sólo para satisfacer egoístamente las
pasiones. Siempre se debe tomar en cuenta los deseos de la pareja y sobre todo la
responsabilidad que implica engendrar una nueva vida.
Los valores morales consecuentes de la templanza son:
autodominio, autodeterminación, sobriedad, pudor, castidad, humildad,
mansedumbre, voluntad.
Valor cardinal: prudencia.
30
La prudencia es la virtud31 (valor) que permite discernir con moderación,
sensatez y buen juicio, en toda circunstancia, respecto del verdadero bien, eligiendo
medios rectos para realizar los actos que sean necesarios concretar.
Santo Tomás se refería a la prudencia como la regla recta de la acción. El
hombre prudente decide y ordena su conducta según este juicio, aplicando los
principios morales a cada caso y superando las dudas que puedan surgir respecto
del bien que se debe hacer y el mal que se debe evitar. Es por lo tanto la prudencia,
la virtud (valor) por excelencia que guía directamente el juicio que efectúa la
conciencia.
La prudencia no se debe confundir con timidez, temor, falta de decisión o
de carácter, sino que debe ser la virtud (valor) que conduce a las demás virtudes
(valores), indicando las reglas que están en juego.
30
31
http://www.fach.cl/quienes/imagenes/pruden.pdf#search=%22PRUDENCIA%22
En esta referencia de Santo Tomas, las Virtudes deben entenderse como Valores, de acuerdo con la aclaracion
del capitulo 1.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
No se puede dejar de mencionar que esta virtud se encuentra considerada
dentro de las ―tres p‖ de las operaciones de inteligencia: paciencia, perseverancia y
prudencia.
Esta virtud (valor) obliga a no perder de vista el por qué de la acción que
se está realizando. Al no estar presente la prudencia, la virtud puede terminar siendo
un fin. Lo anterior se puede entender de mejor forma, al ejemplificarla con la
sinceridad: al ser sincero sin prudencia, se puede llegar a un desenfreno verbal que
dañe a terceras personas y presente como un desubicado al emisor.
Al respecto, es conveniente recordar que las virtudes pueden generar dos
tipos de vicios: uno que es abiertamente contrario a la virtud y otro que tiene la
apariencia de virtud, pero que es un exceso de ella. Ejemplificando lo anterior,
podemos apreciar que respecto al trabajo, lo contrario es la pereza y el exceso es el
trabajar sin límites o ser trabajólico.
La prudencia invita al que la cultiva, a discernir en toda circunstancia sobre
el verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizar determinados actos. El
hombre prudente medita sus pasos, requiere información, analiza y llega a
conclusiones que le permiten superar las dudas que le pudieran surgir respecto del
mal que se debe evitar y el bien que se debe hacer.
En la vida militar, la prudencia adquiere gran importancia para la toma de
decisiones, donde el comandante prudente no decide apresuradamente, sino por el
contrario se hace asesorar en forma multidisciplinaria, efectúa un detallado trabajo
de apreciación, estructura y analiza escenarios, para posteriormente tomar una
decisión con la menor incertidumbre. En ese aspecto, es de suma importancia
considerar los precedentes conocidos, los cuales entregan una experiencia anterior
y permiten aprender de los errores cometidos. No por nada se dice que la prudencia
es la memoria de lo pasado, con el juicio de lo presente.
También la virtud de la prudencia adquiere gran importancia en las
instituciones armadas respecto al manejo de información sensible. Se debe ser
reservado, no comentar materias del servicio fuera de las unidades militares, pero
sobretodo no ser apasionado respecto de los comentarios que se efectúan de los
camaradas de armas.
Respecto a los superiores, es importante mencionar el artículo 5° del
reglamento de disciplina para las FF. AA., que menciona que todo inferior que hable
mal de un superior comete falta grave y si tuviere quejas de él, las hará presente a
quienes corresponda y por ningún motivo dará mal ejemplo con murmuraciones.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Existen algunos vicios que son grandes enemigos de la prudencia y estos
son: la precipitación que da origen a la indiscreción, actuando sólo por pasión y
capricho.
La desconsideración, que es por la cual se puede llegar a juzgar una
situación y seguidamente a actuar, sin tomar en cuenta las circunstancias que
rodean cada caso y cada persona.
32
Según S. Agustín, la prudencia es: cognitio rerum appetendarum, et
fugiendarum. Su objeto formal no es asignar su fin a las virtudes morales, sino lo que
conduce para él, esto es; cómo y por qué medios tocará el hombre el de la razón. Y
así el objeto formal de la prudencia es aquella honestidad peculiar que se halla en
dictar, que es lo que se haya de practicar, atendidas todas las circunstancias
ocurrentes, para que hic et nunc, sea recta la operación. Su objeto material
trasciende por la materia de todas las virtudes; pues a todas las encamina la
prudencia, para que consigan su fin, y toquen el medium rationis. No puede hallarse
esta virtud vere et simpliciter tal, en el pecador; porque el que está en pecado mortal,
tiene el ánimo desordenado. Puede sí darse en él la prudencia adquirida acerca de
algunos negocios particulares.
La prudencia se divide en monástica, que mira al propio bien; en política, o
gobernatriz que atiende al bien común. Esta se subdivide en regnativa, civil,
económica, y militar. La regnativa, que también se llama legislativa, atiende al bien y
gobierno de todo el reino. La civil se ordena al cuidado de la ciudad. La económica
se ordena al bien y gobierno de la casa o familia. Y la militar a instruir a los soldados,
para que puedan triunfar de los enemigos. Tiene, además, la prudencia sus partes
integrales y potenciales, cuya narración omitimos por excusar tanta prolijidad.
Los vicios que se oponen a la prudencia por defecto le son opuestos la
imprudencia positiva, cuando uno aconseja, juzga, o manda algo contra las reglas
que la prudencia prescribe. La precipitación, inconsideración, inconstancia, y
negligencia también se oponen por defecto a esta virtud. Por exceso se le oponen la
prudencia carnal, de la cual dice S. Pablo ad rom. 8, que es muerte, prudentia carnis
mors est. Se le oponen también del mismo modo la astucia disimulada, la solicitud
nimia acerca de las cosas temporales; el dolo o engaño.
33
La prudencia es definida por Aristóteles como un ―hábito práctico
verdadero acompañado de razón, con relación a los bienes humanos‖. Lo propio del
prudente será deliberar, juzgar e imperar bien acerca de los medios conducentes al
32
33
http://filosofia.org/mor/cms/cms1126.htm
http://www.salvador.edu.ar/ua1-4-tpmontej1.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
bien general de la vida humana. Por esta razón, por ser uno de los ejes de nuestra
vida moral, la prudencia es una virtud o valor cardinal o primario.
Este valor es del tipo intelectual porque nos permite conocer algo, la
prudencia supone el conocimiento objetivo de la realidad para luego deducir de ella
la medida del obrar (dimensión cognoscitiva de la prudencia). Es decir, ―en el acto de
prudencia el deber viene determinado por el ser‖, y, como solo podemos deliberar
acerca de lo futuro y contingente, la prudencia reside en el intelecto práctico, ―cuyo
objeto son las cosas particulares y contingentes que pueden ser (...) De una manera
o de otra‖.
Pero la prudencia va más allá. Como el acto principal de la razón práctica
es preceptuar, de aquí se desprende que el acto principal de la prudencia será
aplicar lo consultado y juzgado a la obra (dimensión imperativa de la prudencia). Por
esta razón, la prudencia también está enumerada entre las virtudes o valores
morales ya que hace bueno al que obra; es decir, no solo perfecciona el intelecto,
sino, junto con este, al hombre en su totalidad.
Así llegamos a una cuestión fundamental que no podemos dejar pasar por
alto: la relación entre la prudencia y la virtud moral el hombre, gracias a la sentencia
de la sindéresis, conoce el fin general de su vida, su bien. Luego, a la voluntad
corresponde a firmar ese bien como el fin de toda acción particular, lo que equivale a
ser un hombre bueno, o sea, justo, fuerte y templado. Y, a la prudencia, corresponde
realizar concretamente, conforme al aquí y ahora, la justicia, la fortaleza y la
templanza. Por esta razón, se dice que ―la virtud propone el fin recto y la prudencia
los medios conducentes‖.
Finalmente, diremos que Aristóteles distingue tres especies de prudencia:
a) Individual, que se ocupa de los medios conducentes al bien personal del hombre;
b) Económica, se ordena al bien común de la familia; c) Política, ―cuando se refiere
al régimen de la ciudad‖.
Los actos de la prudencia son: deliberación, juicio e imperio.
La
34
eubulia, la
35
sinesis y la
36
gnomes son partes potenciales de la
prudencia.
34
La eubulia. Según la etimología de la palabra, eubulia proviene de ―eu‖(bueno) y ―bole‖(consejo), por lo tanto puede ser
traducida al español como buen consejo. Antes de continuar, debemos aclarar que la palabra consejo no tiene la misma
acepción ahora que en la antigüedad. Hoy nosotros entendemos el consejo como el ―parecer u opinión dados para que se haga
o se deje de hacer algo‖, pero, antiguamente, por consejo se entendía el ―mejor medio, camino o modo de conseguir alguna
cosa‖. Este último será el significado con el cual la palabra consejo será empleada en el presente trabajo. Aristóteles define a la
eubulia como ―una especie de la rectitud en la deliberación‖. Por tal razón, será necesario, para comprender esta definición,
indagar que es la rectitud y que es la deliberación.
35
Podemos definir a la sinesis como ―una virtud que juzga bien de todas las cosas que se hacen según las reglas comunes‖.
Esta es una definición que merece una aclaración que también nos servirá para comprender la naturaleza de la virtud.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La primera cuestión que se nos plantea es establecer porqué estas tres
virtudes son las partes potenciales de la prudencia. Para esto comenzaremos
señalando que ―el sentido de la virtud de la prudencia es que el conocimiento
objetivo de la realidad se torne medida del obrar‖. Para que este conocimiento se
―transforme‖ en imperio prudente hay que pasar por tres grados que, a su vez,
constituyen los actos de la prudencia: deliberación, juicio e imperio. De estos el acto
principal de la prudencia es el imperio ya que ésta reside en la razón práctica, cuyo
fin es preceptuar.
Hemos definido las partes potenciales de una virtud como virtudes
esencialmente distintas de una virtud principal a la que están ordenadas y que
participan en algo de su perfección, pero no de toda porque se quedan a medio
camino de realizar el acto propio de la virtud principal. En este sentido, es obvio que
la eubulia es parte potencial de la prudencia porque ―el aconsejar se ordena a
mandar‖ y que la sinesis y la gnomes también lo son porque ―el imperio (...) Toma su
medida del conocimiento, al que sigue y se subordina‖, también es claro que,
aunque aconsejar y juzgar se ordenan a mandar, las virtudes de dichos actos son
distintas entre sí porque los actos se diferencian por su objeto.
Santo Tomás agrega que las partes potenciales ―se ordenan a algunos
actos secundarios‖ de una virtud. El acto principal de la prudencia es el imperio,
siendo, entonces, sus actos secundarios la deliberación y el juicio. Luego, dado que
la eubulia, la sinesis y la gnomes son las virtudes de dichos actos, es claro que estas
son partes potenciales de la prudencia.
De esta manera, tenemos bien claro que estas virtudes no deben ser
confundidas con partes integrales de la prudencia, ya que estas son las que
concurren al acto perfecto de la virtud y no a los secundarios. Tampoco debemos
confundirlas con partes subjetivas, que son las especies de la prudencia, porque
estas especies son ―prudencias‖,
mientras que las partes potenciales, como
señalamos, no participan de toda la plenitud de la virtud principal.
Por otro lado, para establecer las relaciones entre la prudencia y sus tres
partes potenciales (deliberación, juicio e imperio), consideraremos los tres actos de
la misma.
Ante todo, se nos dice que es una virtud que juzga bien. A causa de esto, debemos concluir que, como dice Santo Tomás, ―la
sinesis importa un juicio recto‖. Ahora bien, un juicio no es nada más que una opinión o parecer; y un juicio es recto cuando es
honesto, o sea, verdadero. Podemos preguntarnos ahora cual es el criterio de verdad, no es más que aprehender ―una cosa tal
cual como es en sí‖. A esto se reduce el significado de recto juicio o de juzgar bien
36
Podemos definirla ―como una virtud que juzga bien según principios más elevados que las reglas comunes acerca de
aquellas cosas que a veces conviene apartarse de la ley común‖
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Ante todo, vamos a aclarar que la primera condición para que un hombre
sea prudente es que conozca el fin de su vida ya que la prudencia sólo apunta a los
medios conducentes a tal fin. Este es conocido por el hombre gracias a la sentencia
de la sindéresis
Deliberación. Lo primero que hace el prudente es deliberar, o sea indagar
acerca de los medios conducentes al fin en orden a cual es el más fácil, el mejor, el
más directo.
Este acto es el objeto de la eubulia y ella tiene la misión, como toda virtud,
de hacerlo bueno. Es así que la eubulia es la rectitud de la deliberación. Esta virtud
perfecciona este acto de la prudencia de tres formas:
Mira a la bondad general del acto, de modo tal que la eubulia no se da si
nuestro fin es malo. Esto es así porque ―el buen consejo es aquella rectitud de la
deliberación que es capaz de alcanzar cierto bien‖.
Orienta la deliberación de modo tal que sólo consideremos medios buenos
ya que ―el consejo no es bueno si (...) Emplea medios malos para un buen fin‖
Finalmente, la eubulia determina nuestra deliberación de modo tal que
esta no saltee ningún grado ni se demore excesivamente porque una ―rectitud se
refiere tanto al fin como al modo y al tiempo‖.
De este modo queda demostrado que la eubulia es una parte potencial de
la prudencia porque perfecciona un acto secundario de la misma, como la
deliberación, y porque influye en su acto principal, el imperio, de modo tal que el
prudente solo tendrá en cuenta buenos medios para alcanzar el fin general de su
vida gracias a la eubulia.
Siendo la relación entre la eubulia y la prudencia tan estrecha, como se
ve, no es de extrañar que se las haya considerado como una misma virtud. Esta
creencia se apoya en el hecho de que la eubulia y la prudencia tienen el mismo fin y
que el mismo Aristóteles sostiene que ―la obra más propia del prudente es deliberar
bien‖.
Una vez más, es Santo Tomás quien nos trae la solución: las virtudes se
diferencian por sus actos y por la razón de bondad de los mismos. La eubulia se
ordena a la bondad del consejo, mientras que la prudencia lo hace con respecto a la
bondad del imperio. Luego, la prudencia y la eubulia son virtudes distintas.
Juicio. La deliberación no puede prolongarse indefinidamente, por lo cual
también es propio del prudente fijar la inteligencia en un juicio eligiendo un medio
con exclusión de los demás. Para elegir el medio correcto, el hombre debe
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
considerar todos los aspectos de la situación concreta en la que se encuentra
porque el sentido de la prudencia es que ―la verdad de las cosas reales se
manifieste como regla de la acción‖. La situación en la cual el juicio debe realizarse
puede ser ordinaria o extraordinaria.
Si la situación concreta en la que el hombre se encuentra es una situación
ordinaria en la cual la acción pueda regirse por las reglas corrientes, este acto de la
prudencia es perfeccionado por la sinesis. Esto se debe a que ―la sinesis juzga bien
de todo lo que se hace según las reglas comunes‖.
Ahora, si la situación concreta en la que el hombre se encuentra es
extraordinaria tal que hace inaplicable las reglas comunes del obrar, será necesario
el auxilio de una virtud juzgadora de mayor importancia: la gnomes, ―porque es
menester juzgar de estas cosas con arreglo a algunos principios más elevados‖. De
esta forma, el hombre deja de lado las leyes comunes y juzga de acuerdo a leyes
más generales. Nuevamente el obrar tomará su medida de la realidad porque la
gnomes ―es una correcta consideración que discierne lo equitativo‖, es decir, lo justo.
De todo lo dicho es muy fácil deducir porque la sinesis y la gnomes son
partes potenciales de la prudencia: ambas perfeccionan un acto secundario de la
misma: el juicio; una, cuando éste debe desarrollarse en situaciones comunes, y la
otra, cuando se debe juzgar en situaciones imprevistas. Además, la elección del
medio verdadero es una condición del recto imperio.
Imperio. Finalmente, llegamos al acto principal de la prudencia. Aquí no
nos detendremos tanto porque nuestra materia son las partes potenciales de la
prudencia, o sea, las virtudes de sus actos secundarios. Simplemente diremos que
el imperio consiste en que ―este saber de la realidad (...) Inmediatamente se
consume en acción‖.
Para redondear este punto daremos un ejemplo de un acto integral de
prudencia en el cual veremos la cotidiana aplicación práctica que tienen estos
principios.
Caso concreto. Veo un mendigo pidiendo limosna en la calle.
Fin de la acción. Ayudarlo porque para alcanzar el fin de mi vida, debo
ayudar a mi prójimo.
Deliberación. Gracias a la eubulia no pienso en robar o en sacarle el pan
de la boca a mi familia para ayudar al mendigo, porque estos son malos medios;
sino que evalúo si es mejor darle dinero o un poco de comida. Gracias a la misma
virtud, la deliberación no se demora más de lo necesario.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Juicio. Aquí debemos distinguir si la situación en la que nos movemos es
ordinaria o extraordinaria.
A) Situación ordinaria: gracias al auxilio de la sinesis, evalúo la situación y
opino que lo mejor es darle un trozo de pan, porque la plata puede ser gastada en
cosas inconvenientes.
B) Situación extraordinaria: si aparece una persona y me comenta que
ese no es un mendigo sino un loco millonario que se escapó de la casa, me auxiliará
otra virtud: la gnomes. Gracias a ella dejo de lado los principios comunes y evalúo la
situación para discernir lo justo. Creo que lo mejor será devolver el loco a su familia.
Imperio. Traduzco en actos lo que hasta ese momento había estado
pensando. Aquí la virtud por excelencia, gracias a la cual llevo a la práctica el
resultado de mi examen de la realidad, es la prudencia.
Ordenación de estas virtudes entre sí.
Mostraremos aquí el encadenamiento que existe entre estas virtudes y sus
causas.
La deliberación se ordena al juicio, y el juicio se ordena al imperio. Esto es
claro porque por medio de
la deliberación ponemos los medios, por el juicio
elegimos uno de ellos y por el imperio se lleva lo elegido a la práctica. Aristóteles
nos confirma esto: ―el principio de la acción es la elección; y el de la elección, es el
apetito y el raciocinio con vista a un fin‖. Santo Tomás lo ratifica: ―preceptuar (...)
Consiste en aplicar lo consultado y juzgado a las obras‖. Como vemos, estos actos,
además de estar ordenados entre sí, están esencialmente ordenados al imperio,
acto principal.
Así como estos actos están ordenados entre sí, también las virtudes de
dichos actos se ordenan entre sí. Esto se explica fácilmente.
Hemos dicho que las partes potenciales son virtudes imperfectas ya que
se quedan a medio camino de alcanzar el acto principal; en este caso, el recto
imperio, el acto propio de la prudencia. Pero, también entre las partes potenciales
hallamos diversos grados de perfección porque ―el juicio es más perfecto que el
consejo‖ ya que se halla más próximo al imperio; y el juicio sobre lo extraordinario es
más perfecto que el juicio sobre lo corriente, porque se hace según reglas
superiores.
La ordenación entre estas virtudes se explica fácilmente por el principio de
que ―lo imperfecto se ordena a lo perfecto‖, así como los seres creados se ordenan
al Ser Supremo. Así la eubulia se ordena a las virtudes del buen juicio, sinesis y
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
gnomes, y estás a la principal, la prudencia. Y, así también se comprende porque el
conjunto de las partes potenciales, un todo formado por virtudes imperfectas, se
ordena a la prudencia, sin la cual ni siquiera serían virtudes.
Por último, nos resta aclarar que siendo estas virtudes esencialmente
distintas pueden darse por separado, pero no siempre. Esto se puede explicar así:
se puede poseer una perfección menor sin poseer una mayor, más no se puede
poseer una perfección mayor si no se han podido alcanzar perfecciones menores.
Así, yo puedo saber contar hasta 10 sin saber contar hasta 100, pero no puedo
saber contar hasta 100 si antes no he aprendido a contar hasta 10.
Algo parecido ocurre con las partes potenciales de la prudencia. De esta
forma se puede tener buen consejo sin ser un buen juzgador, se puede ser un buen
juzgador sobre lo corriente sin ser un buen juzgador sobre lo extraordinario, y se
puede ser un buen juzgador pero no imperar rectamente, es decir, aplicar lo juzgado
y consultado. Pero este proceso no puede darse a la inversa: no se puede mandar
bien si antes ser un buen juzgador, no se puede juzgar bien acerca de
lo
extraordinario si antes no se juzga bien acerca de lo corriente, y, en fin, no se puede
juzgar bien de ninguna manera si antes no se es un buen consejero.
Para concluir, diremos que debido a esta estrecha relación que hay entre
la prudencia y sus partes potenciales, resulta que los vicios de estas últimas también
son vicios de la primera porque afectan algunos de sus actos secundarios que, como
vimos, están ordenados al principal. Así, la precipitación y la inconsideración, vicios
que consisten en un ―no‖ hacia el protocolo de las virtudes de la eubulia, la sinesis y
la gnomes, integran la ―imprudencia‖, según el cual la razón obra de un modo
contrario a la prudencia. Por ejemplo: ―si la recta razón de la prudencia obra
aconsejando, el imprudente desprecia el consejo. Y, de la misma manera, la astucia,
que consiste en un ―falso sí‖ a las partes potenciales de la prudencia, es tratada por
Santo Tomás como una falsa prudencia, es decir, como un vicio opuesto a la misma
según la semejanza.
Los valores morales consecuentes de la prudencia son: actitud,
amabilidad
convivencia,
comprensión,
corresponsabilidad,
consideración,
respeto,
dialogo,
responsabilidad,
compasión,
sencillez,
sensibilidad, pro-actividad, pulcritud, rectitud, serenidad, servicio,
sinceridad,
sociabilidad,
superación,
tolerancia,
objetividad,
paz,
Valores en la educación
humildad,
integridad,
Nicolás Vázquez Alonso
concordancia,
flexibilidad,
generosidad,
magnanimidad.
1.4.1.2.- Valores estéticos.
Si bien es cierto, este tipo de valores no son de los que
pudieran interesarnos profundamente en este trabajo, vale la pena hacer
mención ligera de ellos y algunos conceptos filosóficos y doctrinarios al
respecto.
37
La axiología, o tratado de los valores, incorpora dentro de su campo de
estudio los valores estéticos, los cuales sirven para calificar desde un punto de vista
estrictamente personal las distintas manifestaciones artísticas que en el devenir
histórico de la humanidad se han venido expresando.
Para la calificación que se aplique a las manifestaciones artísticas, como
bello-feo, grandioso-mediocre, etc., cuando es espontánea no pasa por el tamiz de
la razón sino de la emoción; lo cual implica que no se asigne ningún criterio
valorativo, ya que ello entraña un conocimiento, una reflexión, una comparación y
una elección de determinada manifestación artística; simplemente la reacción
espontánea del individuo o de un conglomerado muestra la aprobación o rechazo en
atención a su grado de sensibilidad y/o educación artística, la cuales no son
producto de la casualidad sino de la preparación esmerada de padres y/o maestros.
A mayor exposición de un individuo a tales manifestaciones, éste conocerá,
comprenderá y se familiarizará con tales manifestaciones y formarán un gusto y
preferencia por aquellas que le fueron reforzadas en su contexto social.
Es por ello que no cualquier individuo se interesa por la música clásica, la
pintura, la escultura, arquitectura, teatro, literatura, etc., ya que en gran medida no
cuenta con conocimientos previos en la materia y lo que llama más su atención son
las manifestaciones artísticas, populares y comerciales.
Los valores estéticos aplicados racionalmente se relacionan con una
actividad de eruditos; los valores estéticos aplicados espontáneamente son
expresiones del grado de sensibilidad de un individuo o colectividad. Es por ello que
en gustos se rompen géneros y que los valores estéticos no sean aplicados con un
37
http://www.conservatorianos.com.mx/web/conservatorianos%206%20para%20web/orozco6.pdf#search=%22valores%20esteticos%22
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
criterio objetivo sino subjetivo, el cual depende del grado de sensibilidad y cultura
que dependen exclusivamente del individuo que lo expresa.
38
La estética es la ciencia del arte y la belleza. Más formalmente se la ha
definido también como "ciencia que trata de la belleza y de la teoría fundamental y
filosófica del arte".
La palabra deriva de las voces griegas aistesis (sentimiento), e ica
(relativo a).
Desde 1752 en que Baumgarten usó la palabra estética, se la designó
como: "ciencia de lo bello, misma a la que se agrega un estudio de la esencia del
arte, de las relaciones del éste con la belleza y los demás valores". Algunos autores
han pretendido sustituirla por otra denominación: catología, que atendiendo a su
etimología significa ciencia de lo bello. Kant la toma en un sentido más bien
etimológico, para él la estética significó la teoría de la percepción, teoría de la
facultad para tener percepciones, o bien teoría de la sensibilidad como facultad para
tener percepciones; sin embargo, es común entender la estética como la teoría del
arte y la belleza.
La estética es una disciplina joven; es la ciencia que estudia e investiga el
origen sistemático del sentimiento puro y su manifestación, que es el arte, según
asienta Kant en su "crítica del juicio". Se puede decir que es la ciencia cuyo objeto
primordial es la reflexión sobre los problemas del arte.
Si la estética es la reflexión filosófica sobre el arte, uno de sus problemas
será el valor que se contiene en su forma de manifestación cultural, y aunque varias
ciencias puedan ocuparse de la obra de arte, sólo la estética analiza filosóficamente
los valores que en ella están contenidos.
39
Valores estéticos
Desde que los filósofos empezaron a ocuparse de la estética, surgió el
problema, bastante arduo por cierto, de definir los valores estéticos; puesto que la
estética tiende a crear un valor, es preciso definir su o sus valores. Este punto es
esencial y de gran trascendencia para la filosofía del arte; sin embargo, el intento de
encontrar una definición que llene los requisitos de tal, es casi una de sus
imposibilidades.
Para Ramos, "mientras que los valores en el arte se dan con plena evidencia a la
intuición del artista o del contemplador, no sucede lo mismo cuando se trata de
aprehenderlos racionalmente para determinar su esencia conceptual. Los valores
38
39
http://es.wikipedia.org/wiki/Est%C3%A9tica
http://www.webabierta.com/wordpress/?p=1007
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
estéticos muestran que su cualidad sensible es ilógica e irracional, quedan fuera de
toda lógica y de toda razón".
El primer intento, fracasado, fue de Platón, quien al tratar de llevar la idea
de la belleza como valor estético hacia el mundo inteligible, se encontró con que su
sentido concreto se evaporó convirtiéndose en idea, una idea completamente vacía.
El valor belleza, fundamental en el arte, no es valor formal, sino un valor
de contenido concreto, lo que es patente sólo con pensar que se da tal calificativo a
un poema, una melodía o un cuadro, en realidad se trata de cosas diferentes aun
cuando se les aplique el mismo adjetivo; lo que en estas cualidades aparece como
esencial es precisamente lo que en cada caso las individualiza, no con rasgos
comunes, de ahí la dificultad de definir la belleza y los demás valores estéticos.
Bajo el nombre de belleza ha dado el hombre en comprender toda la gama
de valores estéticos, lo sublime, lo gracioso, lo trágico; enseguida, cierto valor
estético concreto, como cuando se hace referencia a la belleza de la figura humana
manifestada en pintura y escultura, por ejemplo.
Entonces, ¿Cómo encontrar una unidad del valor estético?
Parece que no hay otro camino para entender, no definir, los valores
estéticos, que a partir de las reacciones emocionales que corresponden a los
mismos valores.
Estas reacciones son individuales, subjetivas, pero están relacionadas con
el objeto que nos parezca bello (o feo, trágico, gracioso, etc.). Los diferentes valores
expresados en el arte corresponden entonces a intereses espirituales de un orden
peculiar que encuentran su manifestación adecuada en la expresión artística;
empero en la obra de arte no sólo se dan valores estéticos, se dan valores de muy
diversa índole, de los que no se puede hacer abstracción al contemplar o juzgar la
obra; así, hay expresiones artísticas cuya finalidad es moral, religiosa, política y aun
de propaganda comercial que llevan en sí valores que no son puramente estéticos y
no por eso puede disminuirse su valor estético.
Entonces en la obra de arte existen, además de los valores estéticos,
valores extraestéticos. Raymond Stites considera que en la obra de arte existen
valores formales, valores de asociación y valores utilitarios.
Valores formales.
Los valores formales son los valores estéticos y son propios de la obra de
arte (recuérdese que el arte no sólo expresa lo bello); estos valores hablan a la
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
sensibilidad del hombre, son los que provocan en el contemplador la emoción
estética, ya que tienden a despertar la sensibilidad humana y a producir experiencias
estéticas, haciendo caso omiso de cualquier otro tipo de mensaje.
Valores de asociación.
Los valores de asociación, que son como los utilitarios extraestéticos,
constituyen el aspecto ideático del arte, pueden expresar los mitos, ideales o sueños
de cada raza, pero no como los valores estéticos; tienen la peculiaridad de transmitir
a través de la obra pensamientos, opiniones e ideas ajenos a los valores estéticos,
así como estimular emociones que puedan ser consideradas de valor social.
Valores utilitarios.
Los valores utilitarios constituyen el aspecto práctico de la obra; los de
asociación, precisamente por asociación de ideas, buscan la afloración de ideas no
estéticas; los utilitarios se dirigen a la inteligencia práctica, incluso a la
comercialización de la obra.
La paradoja del arte consiste en el hecho de que la obra de arte reúne las
dos modalidades más contradictorias de la vida: pensamiento y sentimiento,
abarcando sus valores; los valores estéticos, formales, resultan de conflicto y final
conjunción de estos elementos en el alma del artista, irreductibles generalmente,
sólo reconciliables en el arte.
No es posible, al contemplar la obra de arte, disociar estos valores y
atender solamente a los valores formales, puesto que en toda obra de arte aun en
mínima parte existen valores de asociación y utilitarios; así las más elevadas
manifestaciones de arte serán aquellas en que los valores de asociación y utilitarios
representen el papel más pequeño.
En realidad los valores estéticos son una constelación de valores que se
conjugan en la obra de arte como una unidad indisoluble y que produce en el
espectador una impresión emotiva, unitaria también.
Los valores estéticos son, entre otros muchos, los siguientes:
Arte
Cultura
Belleza
Elegancia
Gracia
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Alegría
Simetría
Equilibrio
Orden
Poesía
Artesanía
Danza
Música
Arquitectura
Pintura
Escultura
Teatro
Literatura
De estos solo nos referiremos a los tres valores estéticos que
considero mas significativos:
Arte, belleza y cultura.
El concepto de arte es una idea moderna y occidental, lo que es
universal es la dimensión estética.
40
Arte (del lat. Ars, artis, y este calco del gr. Τέχνη).
1.- Amb. Virtud, disposición y habilidad para hacer algo.
2.- Amb. Manifestación de la actividad humana mediante la cual se
expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con
recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
3.- Amb. Conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer bien algo.
4.- Amb. Maña, astucia.
5.- Amb. Disposición personal de alguien. Buen, mal arte
Arte41 es la aplicación de la habilidad y del gusto a la producción de una
obra según principios estéticos. El concepto de arte va asociado al concepto de obra
40
41
http://www.rae.es/
http://es.wikipedia.org/wiki/Arte
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
de arte, que no es otra cosa que el producto o mensaje considerado primariamente
en función de su forma o estructura sensible (estética).
El arte es el acto o la facultad mediante la cual el hombre imita o expresa y
crea copiando o fantaseando, aquello que es material o inmaterial, haciendo uso de
la materia, la imagen, el sonido, la expresión corporal, etc., o simplemente, incitando
la imaginación de los demás.
Un arte es una expresión de la actividad humana mediante la cual se
manifiesta una visión personal sobre lo real o imaginado.
El término arte procede del latín ars. En la antigüedad se consideró el arte
como la pericia y habilidad en la producción de algo. Es hasta finales del siglo XV,
durante el renacimiento italiano, cuando por primera vez se hace la distinción entre
el artesano y el artista (artesanía y bellas artes) y, equivalentemente, entre artesano
(productor de obras múltiples), y artista (productor de obras únicas). Es también en
este período, cuando se crea un lenguaje articulado para referirse al exterior y no a
la representación formal, quedando clasificadas las artes liberales (las actuales
bellas artes) en tres oficios: escultores, pintores y arquitectos.
A finales del siglo XVIII, y sobre todo, a mediados del XIX (primera
industrialización), es cuando aparece una verdadera oposición entre el producto
artístico (trabajo global con carácter exclusivo) y el industrial (trabajo parcelado y
producido en serie). En este período se dio un notable incremento de las colecciones
privadas, se crearon las primeras academias de arte (sin acceso para las mujeres
hasta principios del siglo XX [1]), surgió la idea de patrimonio, con la aparición de los
primeros museos, y de los 'especialistas' como críticos, galeristas y coleccionistas.
Es a partir de 1920 cuando por primera vez se hace distinción entre las "bellas artes"
y las "artes nobles".
42
Belleza. (de bello).
1. F. Propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros
deleite espiritual. Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras literarias y
artísticas
2. F. Mujer notable por su hermosura.
43
La belleza, a pesar del interés común casi universal que provoca, nos
resulta difícil de comprender. Intentar buscar una definición de este concepto no es
tarea fácil, ya que el concepto sería algo que podríamos sacar en común de todas
42
43
http://www.rae.es/
http://es.wikipedia.org/wiki/Belleza
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
las cosas que consideramos bellas. La belleza, se puede considerar como un
aspecto de algo, sin definición, tendríamos que analizar, lo que nos pare bello, pero
a otros, no.
Esto último resultaría imposible, ya que a la hora de hacerlo habría tantas
opiniones como gente opinando. Muchos autores consideran que la belleza es lo
que resulta agradable a los sentidos y que por consiguiente causa placer, pero no
todo lo que nos causa placer tiene por qué ser bello.
Otro problema que presenta definir la belleza, es que se puede enfocar
como las cualidades que nos resultan agradables y que saltan a la vista de cualquier
cosa contemplada, o como la emoción que ese algo despierta en nosotros. La
primera apreciación es más objetiva, ya que las cualidades normalmente saltan a la
vista, pero las emociones que nos pueden provocar, es algo más íntimo y personal,
y por lo tanto más subjetivo.
Habiéndose planteado las dificultades, podríamos decir que bello es lo que
promueve en nosotros una experiencia estética, aceptándolo como una posible
definición.
Historia.
La belleza ha sido objeto de culto desde que surgió el homo sapiens. Por
aquel entonces ya empezaban a decorar sus cuevas, creaban pequeños artilugios
que simplemente les servían para decorar y no tenían otro fin útil.
Platón de Atenas habla de la belleza en su diálogo Hipias Mayor. Para el
sofista Hipias, la belleza es el nombre común a las cosas bellas. Para Platón, las
cosas bellas son bellas a causa de la idea de la belleza.
En la antigüedad clásica ya se encuentran datos más concluyentes acerca
de la belleza, como estudios y reflexiones. Por aquel entonces la belleza constituía
una cualidad que hacía que algo nos pareciese bello.
A esta cualidad se le llamó armonía. También aparecieron los primeros
cánones de belleza que indicaban cuáles tenían que ser las proporciones idóneas
para que un cuerpo se viese bello. En general, la belleza se percibía desde un punto
de vista objetivo.
Esta percepción de la belleza se siguió manteniendo en la edad media.
Como consecuencia del auge del cristianismo de esa época, la belleza dependía de
la intervención del ser supremo. De modo que, si se consideraba bello algo, es
porque había sido una creación divina.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La belleza material era externa, física o sensible. Esta cualidad se
marchita con el tiempo. La belleza espiritual no se marchita con el tiempo, sino que
permanecía en nuestro interior. Son cualidades como la bondad, el amor, la
simpatía, etc.
Con el paso del tiempo, llegó otra nueva etapa en la historia en el trayecto
de la belleza. Estamos hablando del renacimiento. Muchos autores están de acuerdo
en que el concepto de belleza volvió a ser el de la antigüedad clásica, porque se
empezaron a tomar valores de aquella época que se habían perdido en la edad
media. Uno de estos valores fue la concepción más naturalista de la belleza, que
sirvió de inspiración a los artistas de la época.
De nuevo se vuelve a tomar frente a la belleza, tal y como sucedió en la
antigüedad clásica y en la edad media.
En la modernidad desaparece esta visión objetiva de la belleza y se
empieza a subjetivizar. En el siglo XVIII ya se percibe la belleza de algo, no por
cómo es el objeto en sí, sino por lo que éste despierta en nosotros. Esta concepción
la tenían muy clara los empiristas e ilustrados de la época.
Clases de belleza.
En la primera clasificación podemos encontrarnos dos clases de belleza,
la que provocan los objetos naturales, o belleza natural y la que nos suscitan las
creaciones artificiales, o belleza artística.
A lo largo de la historia, la relación entre ambos tipos de belleza ha sido
irregular, porque la belleza artística ha pasado de tener una relación de dependencia
con la belleza natural, a independizarse de ella, a medida que avanzaba el curso de
la historia.
Kant distingue dos tipos de belleza:
Belleza libre: es la que percibimos sin que sepamos nada del objeto
contemplado. Es una belleza pura, no se tiene ningún tipo de idea que nos haga
cuestionar su belleza.
Belleza adherente: es la que depende del concepto que tengamos acerca
del objeto al cual analicemos.
44
Cultura. (del lat. Cultūra).
1.- F. Cultivo.
44
http://www.rae.es/
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
2.- F. Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su
juicio crítico.
3.- F. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de
desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo
45
La cultura es todas las formas de vida y expresiones de una sociedad
determinada. Como tal incluye costumbres, practicas, códigos, normas y reglas de la
manera de ser, vestirse, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de
creencias. Desde otro punto de vista podríamos decir que la cultura, es toda la
información y habilidades que posee el ser humano que resultan útiles para su vida
cotidiana.
El concepto de cultura es fundamental para las disciplinas que se
encargan del estudio de la sociedad, en especial para la antropología y la sociología.
Los orígenes del término se encuentran en una metáfora entre la práctica
de alguna actividad (por ejemplo, el cultivo de la tierra, que es la agricultura) con el
cultivo del espíritu humano, de las facultades intelectuales del individuo. En esta
acepción se conserva aún en el lenguaje cotidiano, cuando se identifica cultura con
erudición. De esta suerte, una persona "culta" es aquella que posee grandes
conocimientos en las más variadas regiones del conocimiento.
La UNESCO, en 1982, declaró:
...‖que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo.
Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos
y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos
opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se
reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones,
busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden‖. —
(UNESCO, 1982: declaración de México)
46
¿Qué es la cultura?
El uso de la palabra cultura fue variando a lo largo de los siglos. En el latín
hablado en roma significaba inicialmente "cultivo de la tierra", y luego, por extensión
metafóricamente, "cultivo de las especies humanas". Alternaba con civilización, que
también deriva del latín1 y se usaba como opuesto a salvajismo, barbarie o al menos
rusticidad2. Civilizado era el hombre educado.
45
46
http://es.wikipedia.org/wiki/CULTURA
http://www.monografias.com/trabajos13/quentend/quentend.shtml#CONTEMP
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Desde el siglo XVIII, el romanticismo impuso una diferencia entre
civilización y cultura. El primer término se reservaba para nombrar el desarrollo
económico y tecnológico, lo material; el segundo para referirse a lo "espiritual", es
decir, el "cultivo" de las facultades intelectuales. En el uso de la palabra "cultura"
cabía, entonces, todo lo que tuviera que ver con la filosofía, la ciencia, el arte, la
religión, etc. Además, se entendía la cualidad de "culto" no tanto como un rasgo
social sino como individual. Por eso podía hablarse de, por ejemplo, un hombre
"culto" o "inculto" según hubiera desarrollado sus condiciones intelectuales y
artísticas. Esto, es hoy muy frecuente.
Las nuevas corrientes teóricas de sociología3 y la antropología4
contemporáneas redefinieron este término, contradiciendo la conceptualización
romántica. Se entiende cultura en un sentido social. Cuando se dice "cultura china",
se está haciendo uso muy distinto de aquel, se refiere a los diversos aspectos de la
vida en esas sociedades. En general, hoy se piensa a la cultura como el conjunto
total de los actos humanos en una comunidad dada, ya sean éstos prácticas
económicas, artísticas, científicas o cualesquiera otras. Toda práctica humana que
supere la naturaleza biológica es una práctica cultural.
Este sentido de la palabra cultura implica una concepción mucho más
respetuosa de los seres humanos. Primero, impide la discriminación entre "hombres
cultos" y "hombres incultos" que el término podía tener desde el romanticismo; se
hablará de diferencias culturales, en todo caso. Segundo, también evita la
discriminación de pueblos que, como los nativos de América, fueron vistos por los
europeos como "salvajes" por el sólo hecho de tener "cultura" distinta.
Resumiendo, este uso actual del término cultura designa, como se dijo
arriba, el conjunto total de las prácticas humanas, de modo que incluye las prácticas:
económicas, políticas, científicas, jurídicas. Religiosas, discursivas, comunicativas,
sociales en general. Algunos autores prefieren restringirse el uso de la palabra
cultura a los significados y valores que los hombres de una sociedad atribuyen a sus
prácticas.
Hay que señalar que cuando se estudian los hechos sociales, por ejemplo
la economía o el arte, se toman esos aspectos en forma parcial auque en la realidad
están estrechamente relacionados. Esto ocurre por la imposibilidad del pensamiento
humano abarcarlo en su compleja red de interrelaciones. No está de más insistir en
que no hay práctica social que esté desvinculada de las restantes, formando un todo
complejo y heterogéneo de recíprocas influencias. Así, no puede explicarse
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
cabalmente la historia del arte, para continuar con el mismo ejemplo, si no se hace
referencia a la historia económica, a la política, a las costumbres, la moral, las
creencias, etc., de la época.
Esta es la razón por la cual cuando se estudia la cultura se prefiere el
sentido segundo de los mencionados párrafos arriba, el de los significados y valores
que los hombres atribuyen a su praxis 5.
En las ciencias sociales, el sentido de la palabra cultura es más amplio la
cultura abarca el conjunto de las producciones materiales (objetos) y no materiales
de una sociedad (significados, regularidades, normativas creencias y valores)
Empleos de la palabra cultura.
Se puede decir que en la vida cotidiana se utiliza algunas nociones de
cultura, a las que se las pueden considerar como prejuicios que la sociedad posee.
Estos son:
Un estado desarrollado de la mente. (Utilizamos este significado para decir
que una persona sabe mucho o que conoce de arte o que se relaciona con alguna
de estas actividades). (Resultado)
Los procesos por los cuales se alcanza ese desarrollo o estado, ("los
intereses culturales"; "las actividades culturales") (camino; proceso).
Los productos a través de los cuales se alcanza dicho desarrollo
(básicamente, los considerados productos culturales, como los cuadros las obras
musicales y las obras literarias).(medios que ayudan al camino).
Crítica a estas posturas.
La primera y la segunda postura tienen una visión ideológica, los hombres
y mujeres nos relacionamos a través de poder que producimos y hacemos circular.
Es una visión que nos plantea que el trabajo intelectual, es más importante
que el manual.
La clase media reproduce la ideología de estos dos puntos.
La clase alta da la ideología y la clase baja la contra cultura.
En el último punto hay que tener en cuenta que la sociedad industrial, la
actual, produce en masa y consume en masa.
Ampliación conceptual de la palabra cultura.
Con el aporte de la antropología, la cultura debe incluir: bienes materiales,
bienes simbólicos (ideas), instituciones (canales por donde circula el poder: escuela,
familia, gobierno), costumbres(reunirse para cenar entre gente amiga o familiares),
hábitos , leyes y poder (ya que este también es parte de la cultura).
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Entonces podemos decir que toda sociedad tiene cultura y toda cultura es
puesta en práctica por las personas que se interrelacionan.
Toda cultura se manifiesta en una sociedad. A lo cual cabe decir que
sociedad es igual a la cultura. Son la misma cara de una moneda.
La cultura no es algo que se tiene (como generalmente se dice), sino que
es una producción colectiva y esa producción es un universo de significados, ese
universo de significados está en constante modificación.
La cultura no puede ser vista como algo apropiable. Es una producción
colectiva de un universo de significados que son trasmitidos a través de las
generaciones.
Aspectos individuales de la cultura.
La cultura no sólo tiene un aspecto social, también tiene un aspecto
individual. Sobre la base de esos aprendizajes de la socialización, las personas
vamos diferenciando, nuestro gustos, nuestro valores relativos, nuestra forma de ver
la vida y nuestra propia escala de valores, aunque este último cambia con el tiempo
y la sociedad .
Es el proceso mediante el cual una persona llega a ser individuo .
Es el proceso que nos permite acumular y transformar todo aquello que
tomamos en el aspecto social, es decir tamizamos lo que aprendemos. De esta
manera nos vamos transformando en seres diferentes de los demás. Ésta también
es un aspecto fundamental de la cultura, gracias a ésta ella cambia.
La historia de la palabra cultura, definiciones:
Herencia biológica: se sostuvo que la diferencia entre las sociedades se
debía a la existencia de distintas razas .
Particularismo: a fines del siglo XVIIi surgió en Alemania otra concepción
de cultura.
El filosofó romántico alemán Herder, dijo que cada pueblo tiene una propia
cultura, por que en ella se expresa un aspecto de la humanidad. Está concepción
llamada particularista por que supone que cada cultura es particular e irrepetible.
Comienza a hablar de culturas y no de cultura.
Universalismo: propia del iluminismo, que entiende que existe una única
cultura humana.
Producción de bienes materiales: la antropología comenzó a incluir dentro
del campo de la cultura, a la organización del trabajo, los modos de alimentación, los
usos de vestimenta.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Producción de bienes simbólicos:
"...el pensamiento simbólico y la conducta simbólica se hallan entre los
rasgos más característicos de la vida humana y que todo el progreso de la cultura se
basa en estas condiciones.."
Diferentes nociones de la cultura.
"La cultura o civilización, en sentido etnográfico amplio, es aquel todo
complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las
costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en
cuanto miembro de la sociedad."
Edward Tylor.
"La cultura incluye todas las manifestaciones de los hábitos sociales de
una comunidad, las reacciones del individuo en la medida en que se ven afectadas
por las costumbres del grupo en que vive, y los productos de las actividades
humanas en la medida que se vean determinadas por dichas costumbres"
Franz Boas (1930)
"Esta herencia social es el concepto clave de la antropología cultural, la
otra rama del estudio comparativo del hombre. Normalmente se le denomina cultura
en la moderna antropología y en las ciencias sociales. (...) La cultura incluyo los
artefactos, bienes, procedimientos técnicos, ideas, hábitos y valores heredados. La
organización social no puede comprenderse verdaderamente excepto como una
parte de la cultura".
B. Malinoswki (1931)
"La cultura es una sociedad consiste en todo aquello que conoce o cree
con el fin de operar de una manera aceptable sobre sus miembros. La cultura no es
un fenómeno material: no consiste en cosas, gente, conductas o emociones. Es más
bien una organización de todo eso. Es la forma de las cosas que la gente tiene, es
su mente, sus modelos de percibirlas, de relacionarlas o de interpretarlas."
W. H. Goodenough (1957)
"La cultura se comprende mejor no como complejos de esquemas
concretos de conducta, costumbres, usanzas, tradiciones, conjuntos de hábitos,
planes, recetas, fórmulas, reglas, instrucciones (lo que los ingenieros de
computación llaman ‗programas‘) que gobiernan la conducta"
Clifford Geertz (1966)
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
"La cultura alude al cuerpo de tradiciones sociales adquiridas que
aparecen de forma rudimentaria entre los mamíferos, especialmente entre los
primates. Cuando los antropólogos hablan de una cultura humana normalmente se
refieren al estilo de vida total, socialmente adquirido, de un grupo de personas, que
incluye los modos pautados y recurrentes de pensar, sentir y actuar".
M. Harris (1981)
"Cultura se refiere a los valores que comparten los miembros de un grupo
dado, a las normas que pactan y a los bienes materiales que producen. Los valores
son ideales abstractos, mientras que las normas son principios definidos o reglas
que las personas deben cumplir".
2.- Una “escala” de Valores.
Algunos estudiosos del tema, han sugerido que los valores
humanos son aquellos bienes universales que pertenecen a nuestra
naturaleza como personas y que, en cierto sentido, nos humanizan,
porque mejoran nuestra condición de personas y perfeccionan nuestra
naturaleza humana.
La libertad nos capacita para ennoblecer nuestra existencia,
pero también nos pone en peligro de empobrecerla. Las demás criaturas
no acceden a esta disyuntiva. Un gato siempre se comportará como un
felino y no será culpado o alabado por ello. Nosotros, en cambio, si
prestamos oídos a nuestros instintos e inclinaciones más bajas,
podemos actuar como bestias, y de este modo, deshumanizarnos.
Boecio, el filósofo y cortesano del siglo V, escribió: el hombre sobresale
del resto de la creación en la medida en que él mismo reconoce su
propia naturaleza, y cuando lo olvida, se hunde más abajo que las
bestias. Para otros seres vivientes, ignorar lo que son es natural; para el
hombre es un defecto.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Si no descubrimos lo que somos, tampoco descubriremos qué
valores nos convienen. Cuanto mejor percibamos nuestra naturaleza,
tanto más fácilmente percibiremos los valores que le pertenecen.
Entre los valores existe una jerarquía, una escala. No todos son
iguales. Algunos son más importantes que otros porque son más
trascendentes, porque nos elevan más como personas y corresponden a
nuestras facultades superiores.
Es cierto que algunos tratadistas47 defienden la postura de que
es riesgoso tratar de hacer una escala general de valores, ya que para
una sociedad o idiosincrasia, un valor puede ser mas importante que el
otro y viceversa para otra sociedad, sin embargo considero, que hay
valores mucho más trascendentes que otros en la vida del ser humano,
independientemente de su criterio, idiosincrasia, cultura, etc.
Coincido en que es importante hacer un grupo de valores
importantes y un grupo de valores secundarios (no derivados) y de todos
estos, emanen los buenos hábitos, las buenas costumbres y las normas
o reglas de conducta.
El hecho de que un joven le ceda el asiento a una señora en un
camión, o que no haga ruido al comer, o que no escupa en la calle, o
que no grite al pedir las cosas y lo haga con amabilidad y cortesía, no es
un valor, pero si es una buena conducta, son buenos hábitos, derivados
todos, indiscutiblemente, de un valor, ―el respeto‖
Podemos clasificar los valores humanos en cuatro categorías:
1) valores religiosos, 2) valores morales, 3) valores humanos
inframorales y 4) valores biológicos.
48
1) Los valores biológicos o sensitivos no son específicamente humanos,
pues los compartimos con otros seres vivos. Entre ellos están la salud, el placer, la
belleza física y las cualidades atléticas. Desafortunadamente, muchos ponen
demasiado énfasis en este nivel. No es raro escuchar frases como ésta: mientras
47
48
Shmill Vidal.. Disciplina inteligente
http://www.masalto.com/oque/template_oquedestacado.phtml?consecutivo=5537&subsecc=3&cat=11&subcat=31&subj=47
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
tenga salud, todo lo demás no importa. Según esto, uno lo pasaría mejor siendo un
saludable jefe de la mafia que un enfermizo hombre de bien. No eres más persona
porque seas sano o bien parecido. Eso no aumenta tu valor.
2) Los valores humanos inframorales son específicamente humanos.
Tienen que ver con el desarrollo de nuestra naturaleza, de nuestros talentos y
cualidades. Pero todavía no son tan importantes como los valores morales. Entre
éstos están los intereses intelectuales, musicales, artísticos, sociales y estéticos.
Estos valores nos ennoblecen y desarrollan nuestro potencial humano.
3) Los valores morales o éticos son superiores a los ya mencionados. Esto
se debe a que tienen que ver con el uso de nuestra libertad, ese don inapreciable y
sublime que nos permite ser constructores de nuestro propio destino. Estos son los
valores humanos por excelencia, pues determinan nuestro valor como personas.
Incluyen, entre otros, la honestidad, la bondad, la justicia, la autenticidad, la
solidaridad, la sinceridad y la misericordia. Cada valor apoya y sostiene a los demás;
juntos forman esa sólida estructura que constituye la personalidad de un hombre
maduro.
4) Hay todavía un cuarto nivel de valores, el más elevado, que corona y
completa los valores del tercer nivel, y que nos permite incluso ir más allá de nuestra
naturaleza. Son los valores religiosos. Éstos tienen que ver con nuestra relación
personal con el Ser Supremo.
El mundo de hoy pasa por alto un hecho muy sencillo: la persona humana
es religiosa. Aunque seguramente será difícil encontrar esta afirmación en un texto
de sociología, no ha habido en la historia una sola sociedad que no haya sido
religiosa. Preguntar por la existencia del Ser Supremo es algo que está íntimamente
unido al por qué de la existencia humana. Buscamos de forma natural la
trascendencia, porque es lo que da sentido y significado a nuestra vida sobre la
tierra. Si el hombre cultiva los valores religiosos con tanta tenacidad, es porque ellos
corresponden a la verdad más profunda de su ser.
Ciertas cosas son buenas para nosotros porque nos ayudan a alcanzar
nuestro fin u objetivo. Si acertamos a descubrir a dónde vamos como hombres, cuál
es nuestro objetivo, podremos entonces saber qué es bueno para nosotros en ese
sentido.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
En este tema, los estudiosos de la materia, aun no han podido
ponerse de acuerdo ¿Qué valores son principales o más importantes
que otros?
Se ha comentado que los valores deben jerarquizarse de
acuerdo a la clasificación filosófica que los divide en teologales (fe,
esperanza y caridad) y en cardinales (justicia, prudencia, fortaleza y
templanza).
Sin embargo, considero que el valor mas importante que hay,
es la vida, pues sin ella ningún otro valor sirve y todos los valores que
hemos creado y que pudiéramos imaginar, tendrán sin excepción
alguna, la misma finalidad: ―El Bienestar y Felicidad del ser humano‖.
De acuerdo a este razonamiento, y algunas referencias ya
citadas, me atrevería a proponer una breve escala de valores que
considero adecuada:
2.1.- Valores vitales:
2.1.1.- La vida.
La vida es el valor sobre el que descansan y se fundamentan
los valores restantes a los que les da origen.
La vida, cualquier vida humana es un bien para todos, porque
cada persona es el novum por antonomasia, lo definitivamente original y
único que hay en el mundo.
Cualquier valor necesita de la vida para hacerse realidad. Si no
hay vida todo valor carece de sentido.
49
Vida
(Del lat. Vita).
49
http://www.wordreference.com/es/en/frames.asp?es=VIDA
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
1.-F. Fuerza o actividad interna sustancial, mediante la que obra el ser que
la posee.
2. F. Estado de actividad de los seres orgánicos.
3. F. Unión del alma y del cuerpo.
4. F. Espacio de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o
un vegetal hasta su muerte.
5. F. Duración de las cosas.
6. F. Modo de vivir en lo tocante a la fortuna o desgracia de una persona,
o a las comodidades o incomodidades con que vive.
7. F. Modo de vivir en orden a la profesión, empleo, oficio u ocupación.
8. F. Alimento necesario para vivir o mantener la existencia.
9. F. Conducta o método de vivir con relación a las acciones de los seres
racionales.
10. F. Ser humano.
11. F. Relación o historia de las acciones notables ejecutadas por una
persona durante su vida.
12. F. Estado del alma después de la muerte.
2.1.2.- La dignidad.
La dignidad es un valor fundamental del ser humano que se
basa en la libertad, la justicia y la paz.
Por su misma naturaleza, por la misma fuerza de pertenecer a
la especie humana, por su particular potencial genético, todo ser
humano es en sí mismo digno y merecedor de respeto.
Los conceptos de persona y dignidad van inseparablemente
unidos. La dignidad aparece como el predicado esencial de la persona:
la dignidad pertenece a todo ser humano, y ésta no le viene por su
pertenencia a una clase social, étnica, color, raza, libertad o esclavitud,
o por el lugar más o menos alto que ocupa en la pirámide del poder
político, económico o social, sino por ser quien es: persona. La persona,
entonces, es y se realiza.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
50
Kant nos legó un discurso imprescindible para entender la dignidad. Ese
discurso replica a dos tendencias constitutivas de la sociedad moderna. Por una
parte, la creciente mercantilización del mundo, incluida la vida humana, el que nada
quede a resguardo del alcance del dinero; por otra, la inclinación de los hombres a
permanecer en la minoría de edad, tutorizados por diversos poderes, a dejarse
dominar, esclavizar, envilecer, en fin, lo que él llama "ánimo servil".
Frente a esas tendencias, Kant defiende que, al margen del reino de "las
cosas que tienen precio", tenemos que pensar el de las que "poseen una dignidad".
Dignidad sería lo que caracteriza a aquello que se eleva por encima de todo precio,
cuyo valor no es relativo, sino absoluto; lo que no puede servir de medio para ningún
fin externo a sí mismo. Según Kant, sólo los hombres, y sólo precisamente en la
medida de que sean sujetos racionales libres, poseen dignidad.
Un aspecto interesante de su doctrina es que nos muestra la dignidad, no
como un estado, sino como una situación y en ese sentido, como una tarea, un reto,
una conquista siempre amenazada. El mero formar parte de la especie humana no
nos da título alguno para ella. Las figuras del esclavo, del súbdito, de la fuerza de
trabajo capitalizada, son figuras humanas, claro, pero, en cuanto sometidos a un
poder externo, los individuos han sido convertidos en indignos, reducidos a cosas, a
meros medios. Sólo la libertad dignifica. En virtud de la libertad -en el sentido radical
de la autodeterminación, la absoluta independencia respecto a cualquier tipo de
coacción que se nos imponga desde fuera- nos hacemos dignos de la dignidad.
Por otra parte, Kant nos enseña que la dignidad tenemos que pensarla
como un deber hacia nosotros mismos. La auto conservación de la especie y la vida
colectiva impone a los individuos -todos tenemos la experiencia- una serie de
deberes hacia los otros, más o menos apremiantes, soportables o gravosos. El
valorarse a sí mismo como seres libres sería "el deber del hombre respecto a sí
mismo". Nos debemos, pues, a nosotros mismos la dignidad; y permanecer
sometidos a un estado de humillación debe verse, no sólo como un atentado contra
nuestra libertad ejercido desde fuera, sino como una vulneración auto culpable del
deber de autodeterminarnos. Kant sabía que emanciparse es una tarea costosa y
que, como constatamos hoy por doquier, la sujeción a poderes ajenos puede llegar a
resultar incluso confortable. La dignidad nunca es un regalo, sino una tarea: eso es
lo que significa que debamos considerarla como un deber.
50
http://www.noincineraciontenerife.com/noticias/921.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
De ese deber general de autodeterminarse se derivarían una serie de
máximas para la acción. Kant indica expresamente en primer lugar las dos
siguientes: "no te conviertas en esclavo de otros hombres; no te dejes pisotear tus
derechos".
Dignidad
(Del lat. Dignĭtas, -ātis).
1. F. Cualidad de digno.
2. F. Excelencia, realce.
3. F. Gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse.
4. F. Cargo o empleo honorífico y de autoridad.
5. F. En las catedrales y colegiatas, prebenda que corresponde a un oficio
honorífico y preeminente, como el deanato, el arcedianato, etc.
6. F. Persona que posee una de estas prebendas. U. T. C. M.
7. F. Prebenda del arzobispo u obispo. Las rentas de la dignidad.
8. F. En las órdenes militares de caballería, cargo de maestre, trece,
comendador mayor, clavero, etc.
2.1.3.- La libertad.
La libertad es la posibilidad que tenemos de decidir, por
nosotros mismos cómo actuar en las diferentes situaciones que se nos
presentan en la vida. El que es libre elige entre determinadas opciones,
la o las que le parecen mejores o más convenientes, tanto para su
bienestar como para el de los demás o el de la sociedad en general. Las
personas libres piensan muy bien lo que van a hacer antes de decidirse
a actuar de una u otra manera, pues saben que la libertad no es
sinónimo de hacer "lo que se nos dé la gana" y que la mayoría de
nuestros actos tienen consecuencias buenas o malas según el grado de
responsabilidad con el que actuemos.
En todos los idiomas, libertad es, tal vez, la palabra más
hermosa y la más querida por todos los hombres.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Ella vive en nuestro corazón y en todas las decisiones que
tomamos, desde la más pequeña hasta la más importante.
Por eso, por ser la facultad más preciosa del hombre, tal vez
sea la que mayor responsabilidad nos exige.
Somos responsables de ejercer nuestra propia libertad. Desde
que somos niños, nos vamos ejercitando en ella, cuando pensamos y
actuamos, hasta que somos adultos y gozamos plenamente de todos
nuestros derechos, gracias a los cuales la libertad es posible.
51
La palabra libertad designa la facultad del hombre que le permite decidir
llevar a cabo una determinada obra o no llevarla a cabo. En otras palabras, lo que
permite al hombre decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también
responsable de sus actos. En caso que no se cumpla lo último mencionado se
estaría hablando de libertinaje, que es algo que ciertas personas suelen confundir
con la libertad.
La capacidad del ser humano de realmente decidir su destino. El libre
albedrío es un concepto que ha sido discutido durante toda la historia de la
humanidad, especialmente en contextos filosóficos y religiosos.
Suele tomar su pleno sentido en oposición a conceptos tales como:
esclavitud, sujeción y opresión, entre otros.
Libertad, capacidad de autodeterminación de la voluntad, que permite a
los seres humanos actuar como deseen. En este sentido, suele ser denominada
libertad individual. El término se vincula a de la soberanía de un país en su vertiente
de ―libertad nacional‖. Aunque desde estas perspectivas tradicionales la libertad
puede ser civil o política, el concepto moderno incluye un conjunto general de
derechos individuales, como la igualdad de oportunidades o el derecho a la
educación.
52
La libertad necesita de los valores. Ella sola me ofrece únicamente la
posibilidad de actuar, mientras que los valores me dan la razón o motivo para actuar.
Si soy totalmente libre, pero carezco de valores, ¿Qué haré? Mi libertad no me lo
dirá. Simplemente me responderá: puedes hacer cualquier cosa. Mis valores son los
que me moverán, los que me dirán: has esto. Esto es bueno; es correcto; es
51
52
http://es.wikipedia.org/wiki/Libertad
http://www.masalto.com/oque/template_oquearticulo.phtml?consecutivo=5728&subsecc=3&cat=11&subcat=32&subj=48&pais=
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
importante. Los valores son los que atraen mi voluntad; la libertad permite que mi
voluntad se mueva hacia esos valores. Mi voluntad desea y, porque es libre, es
capaz de ir en busca de sus deseos.
53
Libertad.
(Del lat. Libertas, -ātis).
1. F. Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de
otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.
2. F. Estado o condición de quien no es esclavo.
3. F. Estado de quien no está preso.
4. F. Falta de sujeción y subordinación. A los jóvenes los pierde la libertad.
5. F. Facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas de hacer y
decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres.
6. F. Prerrogativa, privilegio, licencia. U. M. En pl.
7. F. Condición de las personas no obligadas por su estado al
cumplimiento de ciertos deberes.
8. F. Contravención desenfrenada de las leyes y buenas costumbres.
9. F. Licencia u osada familiaridad. Me tomo la libertad de escribir esta
carta. Eso es tomarse demasiada libertad. En pl., u. En sent. peyor.
10. F. Facultad de profesar cualquier religión sin ser inquietado por la
autoridad pública.
11.- F. Derecho de practicar públicamente los actos de la religión que cada
uno profesa.
12.- F. Facultad de imprimir cuanto se quiera, sin previa censura, con
sujeción a las leyes.
13.- F. Dominio o señorío del ánimo sobre las pasiones.
15.- F. Derecho de manifestar, defender y propagar las opiniones propias.
2.1.4.- La justicia.
La justicia consiste en conocer, respetar y hacer valer los
derechos de las personas. Honrar a los que han sido buenos con
nosotros, dar el debido salario a un trabajador, reconocer los méritos de
un buen estudiante o un abnegado colaborador son, entre otros, actos
53
http://www.wordreference.com/es/en/frames.asp?es
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
de justicia, porque dan a cada cual lo que merece y lo necesita para
desarrollarse plenamente y vivir con dignidad. Así como ser justos
implica reconocer, aplaudir y fomentar las buenas acciones y las buenas
causas, también implica condenar todos aquellos comportamientos que
hacen daño a los individuos o a la sociedad y velar por que los
responsables sean debidamente castigados por las autoridades
correspondientes.
Es el conjunto de reglas y normas que establecen un marco
adecuado
para
las
relaciones
entre
personas
e
instituciones,
autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la
interacción de individuos e instituciones.
54
Justicia
(Del lat. Iustitĭa).
1. F. Una de las cuatro virtudes cardinales, que inclina a dar a cada uno lo
que le corresponde o pertenece.
2. F. Derecho, razón, equidad.
3. F. Conjunto de todas las virtudes, por el que es bueno quien las tiene.
4. F. Aquello que debe hacerse según derecho o razón. Pido justicia.
5. F. Pena o castigo público.
6. F. Poder judicial.
2.1.5.- La paz
Este valor es algo difícil de definir como tal, las definiciones
tradicionales y de los diccionarios reconocidos, básicamente la definen
como la ausencia de guerra o tranquilidad, sin embargo me gusta mucho
el concepto de cultura de la paz, que señala la declaración y programa
de acción sobre una cultura de paz de la Asamblea General de las
Naciones Unidas, y que nos aclara el concepto de paz, a saber:
54
http://www.wordreference.com/es/en/frames.asp?es
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
55
Una cultura de paz es un conjunto de valores, actitudes, tradiciones,
comportamientos y estilos de vida basados en:
A) El respeto a la vida, el fin de la violencia y la promoción y la práctica de
la no violencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación;
B) El respeto pleno de los principios de soberanía, integridad territorial e
independencia política de los estados y de no injerencia en los asuntos que son
esencialmente jurisdicción interna de los estados, de conformidad con la carta de las
naciones unidas y el derecho internacional;
C) El respeto pleno y la promoción de todos los derechos humanos y las
libertades fundamentales;
D) El compromiso con el arreglo pacífico de los conflictos;
E) Los esfuerzos para satisfacer las necesidades de desarrollo y
protección del medio ambiente de las generaciones presente y futuras;
F) El respeto y la promoción del derecho al desarrollo;
G) El respeto y el fomento de la igualdad de derechos y oportunidades de
mujeres y hombres;
H) El respeto y el fomento del derecho de todas las personas a la libertad
de expresión, opinión e información;
I) La adhesión a los principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia,
solidaridad, cooperación, pluralismo, diversidad cultural, diálogo y entendimiento a
todos los niveles de la sociedad y entre las naciones;
Y animados por un entorno nacional e internacional que favorezca a la
paz.
56
La paz es el fruto de la sana convivencia entre los seres humanos.
Para hacerla posible es necesario un ordenamiento social justo, en el que
todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades de desarrollarse como
personas y les sean respetados sus derechos fundamentales. Los que practican la
paz saben que ésta no es simplemente la ausencia de conflictos, pues los hombres
siempre han sido y serán conflictivos, sino la capacidad de manejar dichos conflictos
y superarlos por medio de métodos no violentos como la protesta pacífica, el diálogo
y la negociación.
Muchas veces habrás oído hablar de la paz: hay hombres que claman por
la paz, hay naciones que quieren la paz.
55
56
http://www.fund-culturadepaz.org/spa/espanol.htm
http://www.ug.edu.ec/facultades/filosofia/ValoresHumanos/webpages/marco.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Pero, ¿Qué es y cómo se encuentra? Esa palabra corta sirve para dar
nombre a algo muy importante y difícil de conseguir. La historia del hombre parece
más una historia de las guerras que una historia de la paz.¿Por qué? Si las guerras
son tan terribles, si sólo traen dolor, muerte, separación familiar...y, en cambio, la
paz es el triunfo de la vida. Es un estado de justicia y solidaridad, donde se hace
todo lo posible por construir un mundo mejor.
57
Paz.
(Del lat. Pax, pacis).
1. F. Situación y relación mutua de quienes no están en guerra.
2. F. Pública tranquilidad y quietud de los estados, en contraposición a la
guerra o a la turbulencia.
3. F. Tratado o convenio que se concuerda entre los gobernantes para
poner fin a una guerra. U. T. En pl. Con el mismo significado que en sing.
4. F. Sosiego y buena correspondencia de unas personas con otras,
especialmente en las familias, en contraposición a las disensiones, riñas y pleitos.
5. F. Reconciliación, vuelta a la amistad o a la concordia. U. M. En pl.
6. F. Virtud que pone en el ánimo tranquilidad y sosiego, opuestos a la
turbación y las pasiones.
7. F. Genio pacífico, sosegado y apacible.
2.2-Valores religiosos
Los valores religiosos, coronan y completan los valores
fundamentales y los secundarios, y que nos permite incluso ir más allá
de nuestra naturaleza. Son los valores religiosos. Éstos tienen que ver
con nuestra relación personal con el Ser Supremo.
El mundo de hoy pasa por alto un hecho muy sencillo: la
persona humana es religiosa. Aunque seguramente será difícil encontrar
esta afirmación en un texto de sociología, no ha habido en la historia,
una sola sociedad que no haya sido religiosa. Preguntar por la
existencia del Ser Supremo es algo que está íntimamente unido al
porqué de la existencia humana. Buscamos de forma natural la
trascendencia, porque es lo que da sentido y significado a nuestra vida
57
http://www.wordreference.com/es/en/frames.asp?es=paz
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
sobre la tierra. Si el hombre cultiva los valores religiosos con tanta
tenacidad, es porque ellos corresponden a la verdad más profunda de
su ser.
Los valores religiosos tienen como objetivo al ser supremo y la
santidad y son:
2.2.1.- Fe
2.2.2.- Esperanza
2.2.3.- Caridad
2.3.- Valores primarios o morales
Los valores morales tienen como objetivo la bondad y la
felicidad. Los valores morales o éticos son superiores a los inframorales
o secundarios. Esto se debe a que tienen que ver con el uso de nuestra
libertad, ese don inapreciable y sublime que nos permite ser
constructores de nuestro propio destino. Estos son los valores humanos
por excelencia, pues determinan nuestro valor como personas. Incluyen,
entre otros, la honestidad, la bondad, la autenticidad, la solidaridad, la
sinceridad y la misericordia. Cada valor apoya y sostiene a los demás;
juntos forman esa sólida estructura que constituye la personalidad de un
hombre maduro.
58
Su práctica nos acerca a la bondad, la justicia, la libertad, la honestidad,
la tolerancia, la responsabilidad, la solidaridad, el agradecimiento, la lealtad, la
amistad y la paz, entre otros.
De la anterior tabla, los más importantes son, sin duda, los valores
morales, ya que estos les dan sentido y mérito a los demás. De poco sirve tener muy
buena salud, ser muy creyente o muy inteligente o vivir rodeado de comodidades y
objetos bellos, si no se es justo, bueno, tolerante u honesto, si se es una mala
persona, un elemento dañino para la sociedad, con quien la convivencia es muy
difícil. La falta de valores morales en los seres humanos es un asunto lamentable y
triste precisamente por eso, porque los hace menos humanos.
58
http://www.gestiopolis.com/canales/emprendedora/articulos/52/valcultorg.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Los valores morales son los que orientan nuestra conducta, en base a
ellos decidimos cómo actuar ante las diferentes situaciones que nos plantea la vida.
Se relacionan principalmente con los efectos que tiene lo que hacemos en
las otras personas, en la sociedad, en la empresa o en nuestro ambiente en general.
De esta manera, si deseamos vivir en paz y ser felices, debemos construir entre
todos una escala de valores que facilite nuestro crecimiento individual para que, a
través de él, aportemos lo mejor de nosotros a una comunidad que también tendrá
mucho para darnos. Son, pues, tan humanos los valores, tan necesarios, tan
deseables, que lo más natural es que queramos vivirlos, hacerlos nuestros,
defenderlos cuando estén en peligro o inculcarlos en donde no existan. En este
punto es donde intervienen la moral y la ética.
Los significados de las palabras moral (del latín mores, costumbres) y
ética (del griego ethos, morada, lugar donde se vive) son muy parecidos en la
práctica. Ambas expresiones se refieren a ese tipo de actitudes y comportamientos
que hacen de nosotros mejores personas, más humanas. Si bien la moral describe
los comportamientos que nos conducen hacia lo bueno y deseable, y la ética es la
ciencia filosófica que reflexiona sobre dichos comportamientos, tanto una como otra
nos impulsan a vivir de acuerdo con una elevada escala de valores morales.
Existe un sinnúmero de conceptos, que podríamos clasificar como valores,
algunos otros, podrían resultar valores muy similares o sinónimos, como humildadsencillez, equidad-igualdad, tolerancia-flexibilidad etc. , sin embargo considero que
incluir el mayor numero posible en esta tabla, no resulta de más y podría sernos útil.
Los valores primarios o morales, son:
Prudencia
Templanza
Fortaleza
El bien
Honestidad
Honradez
Lealtad
Bondad
Gratitud
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Generosidad
Compasión
Humildad
Perdón
Sencillez
Integridad
Pulcritud
Rectitud
Respeto
Paciencia
Serenidad
Comprensión
Equidad
Igualdad
Pluralismo
Conciliación
Tolerancia
Flexibilidad
Solidaridad
Obediencia
Fidelidad
Magnanimidad
Sinceridad
Decencia
Amabilidad
Sensibilidad
Objetividad
Excelencia
Orden
Trabajo
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Perseverancia
Laboriosidad
Disciplina
Responsabilidad
Corresponsabilidad
Audacia
Compromiso
Participación
Puntualidad
Autodisciplina
Autodominio
Sobriedad
Pudor
Autoestima
Proactividad
Optimismo
Convivencia
Concordia
Sociabilidad
Derechos humanos
Bien común
Patriotismo
Comunicación
Transparencia
2.4.- Valores secundarios o inframorales.
Los valores inframorales tienen que ver con el desarrollo de
nuestra naturaleza, de nuestros talentos y cualidades, nos ennoblecen y
desarrollan nuestro potencial humano, pero no son tan importantes
como los valores morales.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
2.4.1.- Valores intelectuales
Tienen como objetivo la verdad y la sabiduría.
2.4.2.- Valores afectivos.
Tienen como objetivo el amor, alegría, agrado, afecto y placer.
(Familia, amigos, maestros).
2.4.3.- Valores biológicos o físicos
Tienen como objetivo la salud y el bienestar físico. (Deporte,
alimentación, ecología, nutrición)
2.4.4.- Valores económicos.
Tienen por objeto los bienes, riqueza y confort.
3.- Algunos antivalores o vicios.
Así como hay una escala de valores morales, también la hay de
valores
inmorales
o
antivalores.
La
injusticia,
la
soberbia,
la
deshonestidad, la imprudencia, la intransigencia, la intolerancia, la
enemistad, la ingratitud, la falta de bondad, la traición, la falta de
respeto, la indiferencia, el egoísmo, la debilidad, la esclavitud, la pereza,
la violencia, la irresponsabilidad, la falta de solidaridad, la deslealtad, la
inconsistencia, la avaricia, son ejemplos de estos antivalores que rigen
la conducta de las personas inmorales.
Una persona inmoral es aquella que se coloca frente a la tabla
de valores en actitud negativa, para rechazarlos o violarlos. Es lo que
llamamos una "persona sin escrúpulos", fría, calculadora, insensible al
entorno social que la rodea. El camino de los antivalores es a todas
luces equivocado; porque no sólo nos deshumaniza y nos degrada, sino
que nos hace merecedores del desprecio, la desconfianza y el rechazo
por parte de nuestros semejantes, cuando no del castigo por parte de la
sociedad.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Aunque la idea de este trabajo, es hacer una propuesta
propositiva en todo momento, veo necesario incluir un tema que no lo
es, pero que nos ayudara a conceptualizar y entender mas fácilmente
los valores que nos ocupan, una lista de antivalores o vicios.
3.1.- Injusticia.
59
La injusticia tiene lugar cuando se desconocen o no son respetados los
derechos fundamentales de las personas. Una persona es injusta con otra, por
ejemplo, cuando es desagradecida, le niega un reconocimiento al que tiene derecho,
cuando le paga un salario inferior al que se merece o la abandona a su suerte luego
de beneficiarse de ella durante años enteros. La injusticia no sólo se manifiesta en el
plano individual, sino también en el social.
Un sistema social es injusto cuando la riqueza está mal repartida y sólo
unos pocos pueden disfrutar de ella, en tanto que el resto de la población pasa
grandes trabajos para vivir dignamente o sobrevive en la miseria; cuando el gobierno
se olvida de los ciudadanos más trabajadores o los más pobres y no los protege
debidamente de la voracidad de los que sólo persiguen explotarlos; o cuando su
aparato judicial es ineficiente y permite que se cometa toda clase de atropellos
contra personas inocentes.
Obstáculos para la justicia...
- La arbitrariedad con que suelen obrar quienes tienen el poder.
- La impunidad que premia a los pícaros, a los ladrones, a quienes
traicionan la confianza pública y a quienes anteponen su propio beneficio al
cumplimiento de la ley.
- La ausencia de autoridades legítimas que tengan la fortaleza necesaria
para garantizar que cada quien tenga acceso a lo que le corresponde.
3.2.- Soberbia.
La soberbia es típica de las personas que no piensan más que en sí
mismas y se creen mejores o superiores a otras.
Esta adoración a la propia excelencia no les permite ver ni apreciar las
virtudes ajenas y las lleva a comportarse de forma altanera y arrogante con los
demás. Por otro lado y, lejos de lo que en general se piensa, la soberbia muchas
veces es síntoma de debilidad o de inseguridad. Algunas personas adoptan
59
http://www.ug.edu.ec/facultades/filosofia/ValoresHumanos/webpages/marco.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
actitudes soberbias para esconder su falta de conocimiento o su incapacidad para
enfrentar ciertas situaciones. Es así como levantan una barrera para evitar que los
demás vayan más allá y descubran sus puntos débiles.
No hay que asociar la soberbia con la grandeza, ya que los soberbios no
conocen el respeto, la tolerancia, la bondad ni ninguna otra virtud que no esté
asociada con el engrandecimiento de su propio ego.
Obstáculos para la humildad...
- La actitud de algunas personas de las clases altas y emergentes, ―que
miran por debajo del hombro‖ a los que consideran inferiores porque tienen menos
dinero y, en consecuencia, menos posibilidades de estar a la moda, vivir en barrios
de estratos altos o estudiar en reconocidos colegios y universidades.
- La pose de ciertos intelectuales que, lejos de compartir sus
conocimientos, los acumulan con el único fin de ―inflar‖ su ego, bajo el supuesto
equivocado de que esto los eleva por encima de los demás y los convierte en seres
indispensables para el desarrollo de la humanidad.
3.3.- Deshonestidad.
Cuando alguien miente, roba, engaña o hace trampa, su espíritu entra en
conflicto, la paz interior desaparece y esto es algo que los demás perciben porque
no es fácil de ocultar.
Las personas deshonestas se pueden reconocer fácilmente porque
engañan a los otros para conseguir de manera abusiva un beneficio. Es muy
probable que alguien logre engañar la primera vez, pero al ser descubierto será
evitado por sus semejantes o tratado con precaución y desconfianza.
Obstáculos para la honestidad...
- La impunidad, que demuestra que se pueden violar las leyes y traicionar
los compromisos sin que ocurra nada.
- El éxito de los ―vivos‖ y los mentirosos, que hacen parecer ingenuas a las
personas honradas y responsables, pues trabajan más y consiguen menos que
aquellas que viven de la trampa.
- La falta de estímulos y reconocimiento a quienes cumplen con su deber y
defienden sus principios y convicciones a pesar de las dificultades que esto les
puede acarrear.
3.4.- Falta de respeto.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La falta de respeto es propia de las personas desconsideradas y egoístas,
insensibles en alto grado al entorno social.
Es tal su indiferencia o ignorancia con respecto a quienes viven a su
alrededor, que se pasan por alto las más elementales normas de convivencia, como
si nos las conocieran –lo cual resulta ser cierto en muchos casos-, o lo que es peor,
conociéndolas y haciendo alarde de que les tienen sin cuidado. Quienes así obran
causan un daño considerable a la sociedad y a los individuos en particular, pues
pisotean su dignidad y su derecho a ser tenidos en cuenta y respetados. Este
comportamiento es típico de los gobernantes y funcionarios corruptos o despóticos,
de los padres o madres tiránicos, de los hijos insolentes o desagradecidos, de los
maestros autoritarios o arbitrarios, de los vándalos que destruyen por placer los
bienes de la comunidad y en general de todos aquellos que desconocen el valor de
las personas y de las cosas.
Obstáculos para el respeto...
- El maltrato y los abusos de todo tipo a que siguen siendo sometidos
todavía hoy en día muchos niños y niñas por parte de los adultos, ya sean padres,
familiares o quienes los tienen a su cargo, que hace de estos menores futuros
abusadores de sus propios hijos, pues ese fue el ejemplo de vida que recibieron.
- La ausencia de principios de muchos hombres y mujeres del mundo de la
política y los negocios, que los lleva a pasar por encima de lo que sea con el fin de
lograr sus objetivos económicos o de poder.
3.5.- Intolerancia.
Las personas intolerantes, caracterizadas por querer imponer su voluntad
a toda costa, ignoran por completo a los demás y reaccionan con agresividad y
violencia frente a quienes se les oponen. Este modo de ser es el causante de la
mayoría de las guerras que han sembrado la muerte y la destrucción en países y
continentes enteros. Las guerras religiosas que enfrentaron a católicos protestantes
a finales de la edad media en Europa, el exterminio de los judíos por parte de los
nazis durante la segunda guerra mundial y más recientemente el de los croatas por
parte de los serbios en la antigua Yugoslavia, son algunos de los muchos ejemplos
de los crímenes a que puede llevar la intolerancia religiosa, étnica o política.
La intolerancia se manifiesta en la discriminación a la que unos seres
humanos someten a otros por considerarlos distintos, inferiores o como una
amenaza contra el orden establecido.
Obstáculos para la tolerancia...
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
- Las verdades absolutas, que no permiten ver que el conocimiento
humano siempre se renueva, que las costumbres cambian y las modas son
pasajeras.
- La incapacidad de comprender que existen miles de formas de vivir, de
expresarse, de actuar y de ser.
3.6.- Imprudencia.
La imprudencia es la incapacidad de prever las consecuencias que
nuestras palabras o nuestros actos pueden tener en el mundo que nos rodea.
Somos imprudentes cuando hablamos sin pensar o sin conocer, y también cuando
no sabemos refrenar nuestra lengua y revelamos los secretos que nos confían.
La indiscreción, la falta de tacto, son un típico producto de la imprudencia
en el trato humano, y suelen herir u ofender innecesariamente a las personas
afectadas.
La imprudencia es igualmente la principal causa de la mayoría de los
accidentes que tienen lugar en las calles y carreteras y en el mundo del trabajo en
general. Trágico ejemplo de lo anterior son los conductores que no respetan las
señales de tránsito o los trabajadores que realizan labores peligrosas en malas
condiciones de seguridad, por sólo citar dos casos. Una persona imprudente puede
ocasionar la muerte de otra u otras sin quererlo y convertirse en criminal a pesar
suyo. A tal punto llega el daño que la imprudencia puede causar.
Obstáculos para la prudencia...
- La cultura de la indiscreción y del chisme, que nos llega a prestar
atención y a dar por ciertos los rumores que circulan acerca de las personas, sin
preocuparnos de averiguar sin son ciertos o no.
El mal ejemplo de muchos ciudadanos, que desafían públicamente las
reglas de la convivencia y consideran sus más peligrosas imprudencias como
travesuras sin importancia
3.7.- Enemistad.
La enemistad se presenta cuando una persona siente odio o aversión por
otra. En muchos casos es producto de la incomprensión y los prejuicios. Cuando es
así, el odio, la arrogancia y la soberbia nos vuelven incapaces de luchar limpiamente
y en sana rivalidad. El que se busca enemigos por su intolerancia personal, rara vez
consigue algo distinto a su propia destrucción y la de todo cuanto lo rodea.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Prueba de los estragos que causa esa clase de enemistad son las
incontables
e
inauditas
tragedias
que
provocan
las
guerras.
Cualquiera que sea su causa, la enemistad deshumaniza al que la siente y llena su
vida de tristeza.
Obstáculos para la amistad...
- Quienes se guían por la arrogancia, el desprecio a los demás, la
competencia desleal y la intolerancia suelen no solamente perder a sus amigos, si
alguna vez los tuvieron, sino amenazar cada minuto de su vida con una nube de
enemigos.
- El afán de sobresalir a cualquier precio hace que muchas personas se
vayan quedando solas y con frecuencia rodeadas de otras que solo les desean lo
peor.
3.8.- Ingratitud.
La ingratitud es índice de soberbia y egoísmo, cuando no de mala fe. El
ingrato se caracteriza porque ignora o pretende ignorar el bien que le hacen los
demás. Está tan acostumbrado a obtener siempre lo mejor para sí, que no le es
nada fácil reconocer los méritos ajenos. Los favores que recibe, lejos de inspirarle
agradecimiento, le inspiran el rencor.
La ingratitud puede provenir también de una especie de descuido, de
mediocridad espiritual. En este caso, aunque no hay mala fe, no deja de ser triste
porque produce desconsuelo en aquellos que se esmeran por hacernos el bien sin
obtener nunca la más mínima voz de aliento, ni el más ínfimo signo de
reconocimiento por parte nuestra.
Obstáculos para la gratitud...
- La vanidad, que impide a muchos reconocer el aporte de los demás en
sus propios logros.
- La costumbre de encontrarle defectos a todo, que lleva a desconocer,
por detalles sin importancia, lo valioso de un esfuerzo o los méritos de un trabajo
bien hecho.
- La envidia y el resentimiento, que hacen tomar como ofensa las
bondades recibidas de los otros.
- La falta de humildad y de grandeza, que hacen ver el agradecimiento
como una muestra de debilidad.
3.9.- Falta de bondad.
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La falta de bondad es consecuencia del egoísmo, la mezquindad y la
ausencia de grandeza humana. El que no es bueno es incapaz de sentir compasión
y ve a los demás como rivales o enemigos, a los que sería una imprudencia ayudar y
de los que hay que cuidarse en extremo. Se siente más seguro cultivando la
desconfianza, el rencor y el odio que la simpatía o la amistad y prefiere anular o
destruir a sus semejantes que conocerlos o dialogar con ellos, a menos que pueda
sacar algo para su propio provecho. La falta de bondad nos deshumaniza y nos
convierte en personas indeseables e insensibles, con las que la vida en comunidad
se torna difícil e incluso peligrosa.
Obstáculos para la bondad...
- El desconocimiento casi absoluto de los valores humanos por parte de
quienes practican el crimen en todas sus formas, como un medio de conseguir lo
que quieren.
- El culto al autoritarismo y la dureza de corazón como manifestaciones de
poder y fortaleza.
- La idea de que ser buenos es sinónimo de ser bobos.
3.10.- Debilidad.
La debilidad es, por lo general, resultado de la falta de fe en nosotros
mismos y en nuestras capacidades como seres humanos.
Las personas que llamamos débiles son aquellas que demuestran tener
un pobre concepto de sí mismas y no se cuidan ni se cultivan como deberían
hacerlo. Prefieren quejarse de su supuesta mala suerte cuando las cosas no le salen
como quieren y se desaniman con increíble facilidad a la primera dificultad. Es muy
arriesgado encargarle un trabajo o confiarle una tarea delicada a alguien que no
sabe defenderse ni controlar sus impulsos. Y aunque es verdad que todos los seres
humanos somos débiles y frágiles en algún sentido, es precisamente nuestro deber
no dejarnos llevar por nuestras debilidades, sobre todo por aquellas que nos hacen
mal o afectan nuestra salud mental o física. Los vicios en general (el abuso del
alcohol, las drogas, etc.), son claras muestras del escapismo del hombre
contemporáneo, de su debilidad para enfrentarse a la realidad y asumir sus
compromisos frente a la sociedad.
Obstáculos para la fortaleza…
- La cultura del facilismo y del placer, que hace de sus seguidores
personas que sienten horror por cualquier clase de sacrificio, a pesar de que viven
permanentemente insatisfechas e infelices.
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- Las estrategias que utiliza la sociedad de consumo para obligar a la
gente a comprar cosas que no necesita, apelando a sus debilidades y a su
incapacidad de resistirse a determinadas tentaciones.
- El mal ejemplo que dan muchos gobernantes y políticos con su doble
moral y sus prácticas corruptas, que debilitan las instituciones del estado y
desaniman a los ciudadanos a luchar por su país.
3.11.- Esclavitud.
La esclavitud se da cuando no somos dueños de nuestros actos, ni
decidimos por nosotros mismos acerca de lo que queremos o es mejor para
nosotros. El esclavo actúa porque se lo mandan, sin cuestionar las órdenes que
recibe, así lo que le manden vaya contra sus principios o perjudique a sus
compañeros o a la sociedad. En nuestro tiempo la esclavitud (aunque no tenga ese
nombre), se presenta cuando una persona renuncia a ser ella misma y permite que
otros decidan por ella o la manejen a su antojo.
Así podemos ser esclavos de otras personas, de una institución o de un
régimen político, también podemos serlo de un vicio, una mala costumbre o un
capricho. Todo aquello que nos tiraniza y contra lo cual no oponemos resistencia nos
convierte irremediablemente en esclavos.
Obstáculos para la libertad…
- El miedo: nadie puede actuar libremente cuando está sometido a un
permanente temor a ser castigado o censurado.
- La ignorancia: la falta de educación y de conocimientos hace que
muchas personas acepten a ciegas todos los valores y doctrinas que otros quieren
imponerles.
- El conformismo: los que se conforman con lo que son, con lo que saben
y con lo que tienen, difícilmente se aventurarán a ir más allá de lo que ya conocen;
en consecuencia, es improbable que experimenten la emoción y el valor de ser
libres.
3.12.- Pereza.
La pereza es causa y consecuencia al mismo tiempo de la inactividad, la
negligencia y la apatía. Las personas perezosas se caracterizan por su falta de
interés por todo, lo cual es a su vez síntoma del poco valor que le dan a la vida. Ello
se aprecia en que siempre están aburridas o indispuestas, y prefieren consumirse en
el tedio que hacer el más mínimo esfuerzo por salir de ese permanente estado de
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letargo en que pasan las horas, sin que nada logre conmoverlas. Los perezosos no
descansan, porque no se puede descansar de no hacer nada. Una persona así es
por lo general un desastre en el trabajo, pues descuida sus tareas o las hace de
mala gana, como si le fastidiaran. De ahí que fracase en sus estudios o no dure
mucho en los empleos que consiguen y desperdicie una tras otra las oportunidades
que le ofrece la vida de salir adelante.
Obstáculos para el trabajo...
- El exceso de entretenimiento vacío e improductivo que ofrece la
televisión comercial, que impide a multitud de jóvenes y adultos ocupar su tiempo
libre en actividades más formativas que les permitan superarse desde el punto de
vista intelectual y humano.
- La falta de compromiso social de muchos empresarios, que no vacilan en
condenar al desempleo y al ocio obligatorio a sus empleados, con tal de no ver
disminuir sus índices de rentabilidad.
- La falta de incentivos para el empleo, los bajos salarios y la
deshumanización de los ambientes laborales, que convierten el trabajo en un
permanente motivo de frustración para los trabajadores.
3.13.- Violencia.
La violencia es el uso de la fuerza para resolver los conflictos.
En la mayoría de los casos aparece como resultado de la intolerancia y el
desconocimiento entre personas de ideas, razas, clases sociales, culturas o
religiones diferentes. Incapaces de escuchar o aceptar opiniones o puntos de vista
distintos de los suyos, los violentos se niegan a toda forma de diálogo o
entendimiento y tratan de imponerse a como dé lugar, no importa si para ello tienen
que amenazar, maltratar, aterrorizar e incluso asesinar a los que se les oponen.
Los frutos de la violencia, desde los tiempos más antiguos, no han sido
otros que el odio, la destrucción y más violencia es el que más nos deshumaniza,
llegando a convertirnos en ocasiones en verdaderos monstruos.
Obstáculos para la paz…
- La intransigencia, el fanatismo y la arrogancia de ciertos grupos
armados, que pretenden imponerle por la fuerza sus ideas, su estilo de vida y sus
creencias al resto de la población.
- Los atropellos, las injusticias, los crímenes y los horrores de todo tipo
que se cometen contra los civiles indefensos por parte de quienes participan en las
guerras.
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- El tráfico de armas, el narcotráfico y demás negocios sucios que
financian las guerras, así como la indiferencia absoluta hacia el género humano de
quienes manejan dichos negocios.
3.15.- Irresponsabilidad.
La irresponsabilidad se produce cuando no tenemos conciencia de la
importancia de las cosas que hacemos, ni de las consecuencias que puede tener el
no hacerlas. Las personas irresponsables trabajan o estudian con evidente descuido
y rara vez terminan lo que empiezan, o lo terminan de cualquier manera. Pueden
incumplir sistemáticamente con sus deberes o sencillamente abandonarlos en el
momento menos pensado, sin ofrecer ninguna explicación. Las consecuencias de la
irresponsabilidad son por lo general lamentables, cuando no catastróficas.
Ejemplos de ello, son los padres o madres de familia que incumplen sus deberes
para con sus hijos, los conductores que provocan accidentes mortales por no
observar las normas de tránsito, los servidores públicos que derrochan el dinero del
estado y en general de todas aquellas personas de cuyos actos dependen la
seguridad, la estabilidad o el futuro de otras y obran con imprudencia o negligencia
extremas.
Obstáculos para la responsabilidad...
- La ambición que lleva a muchos funcionarios a aceptar cargos para los
que no están capacitados, movidos por su deseo de conseguir prestigio, poder y
dinero.
- La costumbre de algunos profesionales, ejecutivos y políticos de
prometer lo que no están en capacidad de cumplir, con el único fin de conseguir un
contrato, complacer a un cliente, realizar una venta o ganar votos.
- El hábito de esconderse a la hora de responder por los compromisos
adquiridos.
3.15.- Falta de solidaridad.
La falta de solidaridad denota indiferencia y egoísmo hacia el prójimo. El
que se niega a colaborar de manera entusiasta y desinteresada con quienes lo
rodean en el logro de un objetivo común, renuncia a la posibilidad de unirse a algo
más grande y más fuerte que él mismo, en donde puede encontrar seguridad y
apoyo pues cuenta con el respaldo de sus compañeros, lo mismo que ellos con el
suyo. El individualismo exagerado conduce a la insensibilidad, a la ausencia de
grandeza humana, y resta méritos y alegría a cualquier logro por grande que sea,
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pues no hay con quién compartirlo. Otro tanto les sucede a quienes, contando con
los medios para ayudar a sus semejantes (mediante oportunidades de trabajo, por
ejemplo), no se conmueven en absoluto por sus penalidades ni hacen nada para
aliviarlas. Estas personas nunca serán admiradas ni queridas con sinceridad, ni sus
posesiones y dinero tendrán valor humano alguno.
Obstáculo para la solidaridad.
- El afán de destacarse pisoteando a los demás, con el convencimiento de
que el mundo está hecho de ganadores y perdedores.
- La inclinación a creer que todo lo que nos afecta de manera directa y
personal no es de nuestra incumbencia.
3.16.- Deslealtad.
La deslealtad está asociada a la falta de compromiso, reconocimiento y
respeto hacia las personas o instituciones que lo merecen. Los que son desleales no
ponen freno alguno a sus apetitos o ambiciones, y no vacilan en romper sus
promesas o traicionar a sus amigos o parejas a la primera oportunidad con tal de
conseguir lo que se proponen. Un funcionario desleal cede con facilidad al soborno y
se presta a toda clase de manejos y engaños a cambio de dinero, poder o
privilegios. En la vida de todos los días, la deslealtad se manifiesta cuando un
amigo, un compañero, un colega o compatriota abandona o le niega el apoyo al otro
en un momento difícil o ante una causa justa.
Todo aquello que lleva a traicionar la confianza recibida, romper las reglas
de juego o incumplir la palabra dada puede considerarse deslealtad y es altamente
reprobable.
Obstáculos para la lealtad…
- La falta de convicciones e ideales, que hace que las personas se dejen
guiar por los impulsos más inmediatos y estén siempre dispuestas a irse con quien
mejor les parezca.
- La idea de que el trabajo es un mal necesario que se realiza por
obligación, como un castigo, con el único fin de obtener una remuneración, lo cual
lleva a muchos trabajadores a ponerle precio a su lealtad para con sus empleadores.
- La cultura de la infidelidad, que hace que hombres y mujeres sientan
horror del compromiso y rompan permanentemente sus promesas amorosas.
3.17.- Inconstancia.
Valores en la educación
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La inconstancia está asociada a la falta de claridad de metas y a la
incapacidad de terminar las cosas que se empiezan.
Las personas inconstantes no asumen con la debida seriedad sus
compromisos y suelen abandonar a mitad de camino o recién comenzadas las
actividades que emprenden. Su fuerza de voluntad es escasa, y se dejan llevar con
facilidad por sus estados de ánimo. Las dudas, las vacilaciones, los titubeos, los
aplazamientos son característicos de su manera de trabajar y en la mayoría de los
casos echan a perder sus esfuerzos. Para culminar debidamente un trabajo es
necesario hacer acopio de paciencia, constancia y determinación, de las cuales
carecen las personas inconstantes, quienes rara vez sienten la profunda satisfacción
de la labor cumplida y terminan perdiéndose en la frustración o la mediocridad.
Obstáculos para la perseverancia...
- Los engañosos modelos de éxito y de trabajo que ofrecen algunos
triunfadores precoces, que hacen creer a los jóvenes que hay formas fáciles,
placenteras y rápidas de ganar dinero, como parecen demostrarlo sus ídolos a
través de los medios de comunicación.
- Las figuras públicas que buscan explotar su belleza física para conseguir
fama y dinero rápidamente, olvidándose de los valores que se inculcan a través del
esfuerzo, la disciplina y el trabajo.
3.18.- Avaricia.
La avaricia es una señal de que se tiene una visión estrecha y mezquina
del mundo y un escaso desarrollo social y humano.
El afán de acumular riquezas y guardarlas, característicos de los avaros,
es el triste resultado de una mentalidad egoísta, cruel y a la larga estúpida, que
obliga a quien la practica a vivir de manera miserable con tal de no gastar su dinero,
ni mucho menos compartir con otras personas. Los avaros viven y mueren por lo
general rodeados de gente que solo está interesada en su dinero y que no pierde
oportunidad de averiguar cuánto tienen y dónde lo esconden, con la ilusión de poder
algún día apoderarse de él. La avaricia, sin embargo, no está solamente en aquellos
que acumulan dinero y objetos de valor, privándose de lo que más quieren,
alejándose de la gente para no poner en riesgo su despreciable fortuna, sino
también en aquellos que usan su saber y su afecto solo para sus mezquinos
intereses personales.
Obstáculos para la generosidad.
Valores en la educación
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- La mentalidad de algunos padres de familia, que llevan una cuidadosa
contabilidad del dinero y el tiempo que dedican a sus hijos para pasarles la cuenta
cuando sean adultos.
- La desigualdad entre los pocos poseedores de la riqueza disponible en el
mundo y la enorme mayoría que tiene que pasar grandes trabajos para sobrevivir, a
la vez que tiene que vender o regalar su trabajo para seguir enriqueciendo a quienes
ya se han apropiado de casi todo, sin que estos últimos ni siquiera se inmuten.
4.-
Tabla
de
sinónimos
y
antónimos.
Como una simple referencia rápida, se pone a su disposición
una tabla de sinónimos y antónimos de los principales valores.
Valor
Concordante
Antivalor
Contento, regocijo, satisfacción, júbilo, gozo,
agrado, gusto, regodeo, delicia, dicha,
felicidad, hilaridad, risa, primavera,
Alegría
jovialidad, exultación, broma, humor, chiste,
entusiasmo, exaltación, delirio, alborozo,
optimismo, animación, alacridad, euforia,
Tristeza, pesimismo, nostalgia,
desdicha, insatisfacción,
aburrimiento, fastidio,
desagrado, disgusto.
godeo, aleluya, desenfado.
Cariño, afecto, pasión, apego, ternura,
adhesión, amistad, simpatía, cordialidad,
devoción, afición, sentimiento, atracción,
Amor
intimidad, voluntad, éxtasis, derretimiento,
aprecio, estima, inclinación, tendencia,
Odio, antipatía, desprecio,
desamor, indiferencia, aversión.
querer, dilección, querencia, predilección,
adoración, idolatría.
Piedad, misericordia, caridad, ternura,
clemencia, indulgencia, humano, compasión,
corazón, celo, sensibilidad, tolerancia,
Bondad
benevolencia, benignidad, dulzura, suavidad,
Maldad, perversidad.
apacibilidad, mansedumbre, docilidad,
generosidad, altruismo, filantropía,
magnanimidad, desinterés, desprendimiento,
abnegación, sacrificio, renuncia.
Bienestar, prosperidad, comodidad, salud,
Felicidad
tranquilidad, placidez, seguridad,
despreocupación, auge, ventura, suerte,
fortuna, riqueza, chiripa, desahogo,.
Justicia
Ecuanimidad, imparcialidad, equidad,
Dolor, tristeza, desgracia,
desventura, infelicidad, fracaso,
desencanto.
Injusticia, parcialidad, sinrazón,
Valores en la educación
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entereza, firmeza, rectitud, probidad,
inmoralidad, arbitrariedad,
moralidad, honradez, pundonor, razón,
iniquidad, aprovecho, capricho,
justificación, derecho, ley.
coacción, abuso, irregularidad.
Disposición, mandato, precepto, ley,
ordenanza, resolución, dictamen, regla,
Orden
Tumulto, alteración,
norma, decreto, bando, edicto, prescripción,
perturbación, agitación,
aviso, mandamiento, advertencia, consigna,
alargada, revolución, enjambre.
bula, contraorden, prescrito.
Rebelión, desobediencia,
desacato, indisciplina,
Obediencia
Sumisión, acatamiento, subordinación,
insubordinación,
sujeción, dependencia, cumplimiento.
disconformidad, independencia,
subversión, intolerancia,
incumplimiento.
Absolución, indulto, amnistía, condonación,
Perdón
gracia, generosidad, indulgencia, clemencia,
compasión, misericordia, benignidad.
Represalia, venganza, condena,
castigo.
Hipocresía, simulación, ficción,
Sinceridad
Franqueza, naturalidad, confianza, claridad,
doblez, fingimiento,
espontaneidad, sencillez, familiaridad,
insinceridad, artificio, astucia,
cordialidad, llaneza, lisura, efusión,
conchas, diplomacia,
expansión, candor, candidez, inocencia,
eufemismo, malicia, recámara,
ingenuidad, lealtad, honradez, honestidad,
socarronería, sorne, tinté,
rectitud, nobleza, limpieza, pureza, seriedad,
trastienda, cautela, disfraz,
verdad, realidad, veracidad.
esbozo, pretexto, velo, pantalla,
falsedad, deslealtad, mentira.
Adeudo, débito, compromiso, saldo,
encargo, responsabilidad. Producir, laborar,
Trabajo
bregar, trajinar, fabricar, obrar, labrar,
Vaguear, holgar, holgazanear.
cultivar, aplicarse, esforzarse, ocuparse,
atarearse
Cortesía, gentileza, atención, urbanidad,
Amabilidad
delicadeza, deferencia, distinción, gracia,
Descortesía, desatención,
favor, afabilidad, agrado, amenidad,
frialdad, antipatía, grosería,
benevolencia, urbanidad, simpatía,
rudeza.
complacencia, amenidad,
Hermosura, beldad, preciosidad, lindeza,
Belleza
perfección, primor, lindura, divinidad,
gallardía, apostura, morbidez.
Fealdad, deformidad,
antiestética.
Adeudo, débito, saldo, encargo,
Compromiso
responsabilidad, trabajo, obligación, deber,
Desacuerdo.
convenio, acuerdo, pacto, contrato
Armonía, conformidad, acuerdo, avenencia,
arreglo, paz, simpatía, amistad, cordialidad,
Concordia
conciliación, convenio, concierto, ajuste,
Desavenencia, desarreglo,
inteligencia, alianza, tratado, unión,
discordia, desunión, guerra.
consenso, compañerismo, reciprocidad,
fraternidad, unión, hermandad, camaradería.
Avenencia, acuerdo, armonía, trato,
Convivencia
concordia, relación, coexistencia,
cohabitación, tolerancia, relación,
entendimiento.
Incompatibilidad, desacuerdo,
diferencia, intolerancia,
incomprensión, antipatía.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Método, orden, regla, norma, pauta,
Disciplina
conducta, asignatura, especialidad, ciencia,
Indisciplina, desobediencia,
educación, instrucción, rigor, sumisión,
rebelión, desorden.
obediencia.
Perfecto, adecuado, apropiado, conforme,
conveniente, ajustado, bueno,
Bien
proporcionado, oportuno, justo, acertado,
Mal, perjuicio, carencia, poco,
favor, ayuda, socorro, apoyo, asistencia,
inútil.
amparo, protección, donación, regalo, don,
beneficio, provecho, .
Justicia, ecuanimidad, imparcialidad,
entereza, equilibrio, legalidad, legitimidad,
Equidad
Injusticia, parcialidad,
igualdad, paridad, rectitud, integridad,
inmoralidad, ilegalidad,
honestidad, honradez, conciencia,
desigualdad, desequilibrio,
moralidad, probidad, severidad, objetividad,
blandura.
moderación.
Fuerte, fortín, fortificación, posición, baluarte,
reducto, recinto, muralla, defensa, alcázar,
Fortaleza
mota, almodóvar, castillo, castro, cota,
atalaya, torre, ciudadela, capitolio, presidio,
Flaqueza, debilidad,
inconsistencia, abatimiento.
vigor, energía, vitalidad, brío.
Esplendidez, largueza, munificencia, rumbo,
Generosidad
magnificencia, lucimiento, grandeza,
derroche, abundancia, desprendimiento.
Tacañería, cicatería.
Gratitud agradecimiento, reconocimiento,
Gratitud
correspondencia, obligación, devolución,
ofrenda.
Deslealtad, cicatería.
Honradez, integridad, rectitud, dignidad,
bondad, conciencia, austeridad, justicia,
Honestidad
desinterés, desprendimiento, decencia,
castidad, pudor, recato, honra, virtud,
Deshonestidad.
vergüenza, moderación, honor, compostura,
modestia.
Honestidad, integridad, rectitud, sinceridad,
Honradez
decencia, lealtad, moralidad, desinterés,
Deslealtad, corrupción.
conciencia, honorabilidad, dignidad.
Modestia, docilidad, recogimiento, recato,
paciencia, moderación, timidez, vergüenza,
Humildad
suavidad, humillación, sencillez, llaneza,
acatamiento, sumisión, obediencia ,
Soberbia, vanidad, rebeldía
pobreza, bajeza, ruindad, envilecimiento,
indigencia, desamparo.
Parecido, simetría, coincidencia, semejanza,
conformidad, identidad, paridad,
Igualdad
hermanamiento, afinidad, homogeneidad,
Desigualdad, desuniformidad.
empate ,equidad, justicia, ecuanimidad,
imparcialidad
Honradez, probidad, rectitud, moralidad,
Integridad
decencia, lealtad virginidad, castidad,
Corrupción, deshonestidad,
pureza, inocencia , totalidad, plenitud,
parcialidad.
generalidad, entereza.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Trabajo, aplicación, diligencia, actividad,
Laboriosidad
afán, celo, esfuerzo, dinamismo, dedicación,
Holgazanería, pasividad.
tenacidad, tesón.
Voluntad, albedrío, autodeterminación,
Libertad
independencia, autonomía, liberación,
excarcelación, emancipación.
Magnanimidad
Generosidad, altruismo, magnificencia,
liberalidad, nobleza.
Predestinación, esclavitud,
prisión, dependencia.
Ruindad.
Ilusión, aliento, euforia, alborozo, alegría,
Optimismo
jovialidad, humor, entusiasmo, ánimo,
Pesimismo, tristeza.
esperanza.
Serenidad, resignación, conformidad,
Paciencia
temple, aguante, estoicismo, mansedumbre,
perseverancia, sosiego, tolerancia,
Desasosiego, intranquilidad.
tranquilidad, calma, entereza, flema.
Colaboración, condominio, consorcio,
Participación
copropiedad, implicación, intervención,
aviso, noticia, nota, despacho, tarjeta,
invitación, comunicación.
Patriotismo
Lealtad, pundonor, fidelidad, civilidad,
Paz
reposo, concordia, conciliación, acuerdo,
nacionalismo.
Tranquilidad, sosiego, armonía, calma,
amistad, quietud, unión.
Perseverancia
Tenacidad, constancia, empeño, firmeza,
Puntualidad
Exactitud, precisión, rigurosidad, formalidad,
insistencia, tesón.
regularidad, diligencia.
Inhibición, insolidaridad,
desvinculación, silencio,
incomunicación.
Xenofilia.
Enemistad, guerra,
intranquilidad.
Inconstancia, dejadez.
Inexactitud, informalidad.
Derechura, horizontalidad, verticalidad ,
Rectitud
justicia, integridad, imparcialidad,
ecuanimidad, equidad, honestidad,
Deshonestidad, injusticia.
honradez, probidad.
Compromiso, obligación, deber, cometido,
Responsabilidad
tarea, carga, competencia, incumbencia
,madurez, sensatez, juicio, seriedad.
Compañerismo, confraternidad, hermandad,
Amistad
camaradería, lealtad, simpatía, cariño,
Enemistad, rivalidad,
apego, aprecio, amor, devoción, inclinación,
antagonismo.
parcialidad.
Piedad, lástima, misericordia, caridad,
Compasión
clemencia, ternura, conmiseración,
altruismo, solidaridad, humanidad,
Crueldad, insensibilidad.
compunción, condolencia.
Avenencia, acuerdo, conformidad, convenio,
Conciliación
compromiso, reconciliación, arreglo,
Desavenencia.
armonía, concordia.
Honestidad, pudor, pureza, castidad, recato,
Decencia
moralidad, integridad, virtud, ética,
Deshonestidad, desvergüenza.
vergüenza .
Honra, honorabilidad, pundonor, estimación,
Dignidad
autoestima, orgullo, amor propio, decencia,
decoro, seriedad, gravedad, nobleza,
Deshonra, indignidad, vileza.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
grandeza, excelencia, realce, figuración.
Excelencia
Alteza, eminencia, excelentísimo, ilustrísimo,
Pudor
Decoro, recato, miramiento, vergüenza,
Pulcritud
Cuidado, esmero, minuciosidad, delicadeza,
Respeto
Acatar, obedecer, honrar, admirar,
Sencillez
franqueza, campechanía, sinceridad,
grandiosidad, magnificencia, sublimidad.
honestidad.
escrupulosidad, aseo, limpieza.
considerar, reverenciar, ponderar.
Inferioridad.
Impudicia, desvergüenza.
Suciedad.
Insultar, maltratar, despreciar.
Facilidad, simplicidad, naturalidad,
Dificultad, altanería.
inocencia, ingenuidad, humildad, afabilidad,
espontaneidad.
Tranquilidad, sosiego, calma, aplomo,
Serenidad
moderación, entereza, valor, flema,
imperturbabilidad, estoicismo, firmeza,
Excitación, apasionamiento.
silencio, quietud, placidez.
Frugalidad, moderación, austeridad, mesura,
comedimiento, contención, parsimonia,
Sobriedad
parquedad, circunspección, concisión,
serenidad, sencillez, prudencia, seriedad,
formalidad, abstinencia.
Sociabilidad
Trato, cortesía, educación, cordialidad,
Templanza
Moderación, parquedad, prudencia, mesura,
simpatía.
sobriedad, austeridad, continencia.
Desenfreno, lujuria.
Osadía, atrevimiento, intrepidez, temeridad,
valor, valentía, arrojo, coraje, arrestos, brío,
Audacia
aplomo, resolución, decisión, determinación,
empuje, energía, bizarría, denuedo,
imprudencia, irreflexión, despreocupación,
Cobardía, timidez, indecisión,
apocamiento, prudencia,
seriedad.
ligereza.
Entendimiento, intelección, aprehensión,
penetración, percepción, interpretación,
Comprensión
discernimiento, tolerancia, benevolencia,
Cerrazón.
conformidad, transigencia,
condescendencia, bondad, indulgencia.
Comunicado, mensaje, oficio, nota, misiva,
Comunicación
escrito, telegrama, circular, aviso, saluda,
notificación, correspondencia, trato, relación,
Incomunicación, aislamiento.
intercambio, conexión.
Fidelidad
Lealtad, nobleza, confianza, franqueza,
honestidad.
Deslealtad, infidelidad.
Ductilidad, elasticidad, maleabilidad,
Flexibilidad
cimbreo, plasticidad, tolerancia,
Dureza, intransigencia, tozudez,
contemporización, amoldamiento,
consistencia.
acomodación.
Modestia, docilidad, recogimiento, recato,
paciencia, moderación, timidez, vergüenza,
Humildad
suavidad, humillación, sencillez, llaneza,
acatamiento, sumisión, obediencia, pobreza,
bajeza, ruindad, envilecimiento, indigencia,
Soberbia, vanidad, rebeldía.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
desamparo.
Fidelidad, nobleza, franqueza, amistad,
Lealtad
adhesión, cumplimiento, devoción,
Deslealtad, traición.
honradez, observancia.
Imparcialidad, neutralidad,
Objetividad
Favoritismo, injusticia,
desapasionamiento, ecuanimidad,
subjetividad.
honestidad, honradez.
Ilusión, aliento, euforia, alborozo, alegría,
Optimismo
jovialidad, humor, entusiasmo, ánimo,
Pesimismo, tristeza.
esperanza.
Cordura, sensatez, cautela, moderación,
Prudencia
Antónimos: imprudencia,
juicio, circunspección, tacto, comedimiento,
temeridad.
ponderación, reflexión, seriedad, madurez.
Facilidad, simplicidad, naturalidad,
Sencillez
franqueza, campechanía, sinceridad,
Dificultad, altanería.
inocencia, ingenuidad, humildad, afabilidad,
espontaneidad.
Impresionabilidad, sentimiento, afectividad,
ternura, piedad, delicadeza, emotividad,
Sensibilidad
sensiblería, sentimentalismo, susceptibilidad,
Impasibilidad, dureza, crueldad.
perceptibilidad, receptibilidad, excitabilidad,
hiperestesia..
Participación, apoyo, compañerismo,
Solidaridad
camaradería, fraternidad, adhesión,
Insolidaridad, repulsa.
respaldo, unión, fidelidad, ayuda, defensa,
favor.
Transigencia, condescendencia, respeto,
Tolerancia
comprensión, flexibilidad, paciencia,
Transparencia
Translucidez, diafanidad, lucidez,
Intolerancia, inflexibilidad.
conformidad.
luminosidad, claridad, limpidez, nitidez.
De los siguientes valores, no encontramos sinónimos ni
antónimos:
Autodisciplina,
Autodominio,
Autoestima,
Derechos
humanos, Bien común, Pluralismo, Corresponsabilidad, Proactividad.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Capítulo segundo
5.- ¿Educación, formación, instrucción
o simple preparación académica?
Habiendo analizado algunos planes oficiales de estudio de
algunos estados de la republica, nos percatamos que en ninguno de
ellos, aparecen materias especificas que traten por lo menos los valores
básicos o fundamentales por los que debe regirse el ser humano y
comentábamos con antelación, que lamentablemente esa carencia de
valores y de educación, podrían ser una de las principales causas de la
corrupción en México y en los demás países que la sufren en gran
medida.
Esto nos generó nuevos cuestionamientos:
¿Acaso la educación no implica forzosamente la enseñanza de
valores?
¿Si la ―educación‖ no incluye estos conceptos, será entonces
una verdadera educación o simplemente estaríamos en presencia de
instrucción o preparación académica?
¿De que nos sirve un joven egresado del bachillerato, que
domina dos idiomas, que conoce la historia y geografía de un país, o
que maneja con precisión la tabla periódica y realiza cálculos
matemáticos y físicos con gran facilidad, si desconoce lo que es la
honradez, la ética, la justicia, la prudencia, la tolerancia, etc.?
Para aclararlo, se hace entonces necesario definir qué es la
educación y algunos otros conceptos relacionados, así como definir qué
es la instrucción o la preparación académica.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
60
Educación (del lat. Educatĭo, -ōnis).
1. F. Acción y efecto de educar.
2. F. Crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes.
3. F. Instrucción por medio de la acción docente.
4. F. Cortesía, urbanidad.
61
La educación (del latín educare, "guiar", y educere, "extraer") puede
definirse como:
El proceso bidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos,
valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través
de la palabra, está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.
El proceso de inculcación y concienciación cultural, moral y conductual.
Así, a través de la educación las nuevas generaciones asimilan y aprenden los
conocimientos, normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo de
generaciones anteriores, creando además otros nuevos.
Proceso de socialización de los individuos de una sociedad.
También se llama educación al resultado de este proceso, que se
materializa en la serie de habilidades, conocimientos, actitudes y valores adquiridos,
produciendo cambios de carácter social, intelectual, emocional, etc. En la persona
que, dependiendo del grado de concienciación, será para toda su vida o por un
periodo determinado, pasando a formar parte del recuerdo en el último de los casos.
La instrucción hace referencia a los conocimientos que se pueden adquirir
por cualquier medio y sobre cualquier tipo de materias. Una persona se puede
instruir sin la necesidad de un maestro. Por ejemplo, la lectura o las conversaciones
mantenidas nos instruyen aunque puedan o no educarnos. Por el contrario, la
educación se sirve de preceptos, ejercicios y ejemplos con los que desarrollar las
facultades intelectuales, culturales, físicas y morales de las personas. Acción y
efecto de educar, formar, instruir.
Una vez concretados los conceptos, las diferencias son
evidentes. La educación requiere plazos más largos y difíciles de
precisar que los de la mera instrucción, que supone la acumulación de
conocimientos. La educación abarca toda la personalidad del individuo.
60
61
http://www.rae.es
http://es.wikipedia.org/wiki/Educaci%C3%B3n
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Para no caer en la mera instrucción, la educación tiene que
superar los obstáculos que suponen tener un tiempo asignado a cada
materia, los plazos que marcan las planificaciones y la cantidad y
heterogeneidad de alumnos y alumnas que se dan en los centros
educativos actuales. El objetivo debe ser el desarrollo de todas las
capacidades humanas teniendo en cuenta la individualidad de la que
somos portadores cada uno de nosotros. Haciéndonos dueños de
nuestras ideas y conductas y por lo tanto de nuestra vida.
Esfuerzo, hábito y método han sido, durante siglos, las claves
para entender que es menester haber aprendido mucho para llegar a
saber un poco (Montesquieu). Partiendo de estas premisas, grandes
pensadores como Locke tenían claro que, para educar, no debe
ocuparse todo el tiempo en dar lecturas y dictar magistralmente al
alumno aquello que debe observar y respetar. Escucharlo a su debido
tiempo y acostumbrarlo a razonar sobre lo que se propone le darán
mayor aprecio por el estudio y la instrucción.
Si educar es el camino que nos otorga libertad, la instrucción se
convierte en el aprendizaje de los conocimientos que necesitamos para
cumplir una función social. Esto sí que lo hemos comprendido en
nuestro tiempo.
Parece que la educación, hoy, se orienta prioritariamente al
estudio de contenidos que el alumno debe aprender para luego
demostrar, por medio de un examen, lo que sabe, aunque sea
memorísticamente.
Sin
embargo,
las
políticas
sobre
educación
orientadas por evaluaciones estandarizadas, afirman que el teach to the
test, es decir, enseñar para ser examinado, es un gran fracaso
educativo.
62
Educación:
62
http://www.instituto127.com.ar/Documentacion/Papeleria/DefsobreEducacion.doc
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Etimología: tomado del latín educatĭo.
Definición: acción y efecto de estudiar.
Crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes.
Instrucción por medio de la acción docente.
Educar:
Etimología: tomado del latín ēdŭcāre (emparentado con dūcěre que quiere
decir conducir, educere sacar afuera, criar).
Definición: dirigir, encaminar, adoctrinar.
Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o
del joven por medio por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.
Desarrollar las fuerzas físicas por medio del ejercicio, haciéndolas más
aptas para su fin.
Perfeccionar, afinar los sentidos.
Enseñar los buenos usos de urbanidad y cortesía.
Instrucción:
Etimología: tomado del latín instrucĭo.
Definición: acción de instruir o instruirse.
Caudal de conocimientos adquiridos.
Curso que sigue un proceso o expediente que se está formando o
instruyendo.
Conjunto de reglas o advertencias para algún fin.
La que se da en establecimientos sostenidos por el estado, y comprende
la primera y segunda enseñanza, las facultades, las profesiones y las carreras
especiales.
Instruir:
Etimología: tomado del latín instruěre.
Definición: enseñar, adoctrinar.
Comunicar sistemáticamente ideas, conocimientos o doctrinas.
Dar a conocer a uno el estado de una cosa, informarle de ella, o
comunicarle avisos o reglas de conducta.
Pedagogo:
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Etimología: tomado del latín paedagōgus, ayo, preceptor, acompañante de
niños.
Tomado del griego paidagōgós, compuesto de pâis, paidós, niño y ágō, yo
conduzco.
Tomado del italiano pedante (1535), maestro de escuela, pedante es
deformación cometida en Italia con el cultismo pedagogo, por identificación popular
jocosa con la voz vulgar italiana preexistente pedante soldado de a pie, peatón,
aludiendo al hecho de que el acompañante de niños es peatón constante.
Otros compuestos del griego pâis: pediatría, con iatrós, médico; pediatra.
Pederasta.
Alumno, na:
Etimología: tomado del latín alumnus, persona criada por otra. Viene de un
antiguo participio, alĕre que significa alimentar.
Definición: persona criada o educada desde su niñez por alguno, respecto
de este.
Cualquier discípulo, respecto de su maestro, de la materia que está
aprendiendo o de la escuela, colegio o universidad donde estudia.
Colegio:
Etimología: tomado del latín collegĭum, de colligěre, reunir.
Definición: comunidad de personas que vive en una casa destinada a la
enseñanza de ciencias, artes u oficios, bajo el gobierno de ciertos superiores y
reglas.
Casa o convento de regulares destinado para estudios.
Establecimiento de enseñanza para niños o jóvenes de uno u otro sexo.
Comunidad de jóvenes dedicados a las ciencias, que vivían dentro de una
misma casa, sujetos a un rector.
Escuela:
Etimología: tomado del latín schŏla que significa lección, escuela, y éste
del griego skholë que significa ocio, tiempo libre, estudio, escuela.
Derivados escolar, escolaridad, escolástico.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Definición: establecimiento público donde se da a los niños la instrucción
primaria.
Establecimiento público donde se da cualquier tipo de instrucción.
Enseñanza que se da o que se adquiere.
Conjunto de profesores y alumnos de una misma enseñanza.
Método, estilo o gusto peculiar de cada maestro para enseñar.
Doctrina, principios y sistema de un autor.
Conjunto de discípulos, seguidores o imitadores de una persona o de su
doctrina, arte, etc.
Lo que en algún modo alecciona o da ejemplo y experiencia.
Sitio donde estaban los estudios generales.
Aquella en donde se hacen los estudios y la práctica necesarios para
obtener el título de maestro de primera enseñanza.
Enseñar:
Etimología: tomado del latín insignāre que significa señalar.
Definición: instruir, doctrinar, amaestrar con reglas o preceptos.
Dar advertencia, ejemplo o escarmiento que sirve de experiencia y guía
para obrar en lo sucesivo.
Indicar, dar señas de una cosa.
Mostrar o exponer una cosa, para que sea vista y apreciada.
Dejar aparecer, dejar ver una cosa involuntariamente.
Acostumbrarse, habituarse a una cosa.
Enseñanza:
Definición: acción y efecto de enseñar.
Sistema y método de dar instrucción.
Ejemplo, acción o suceso que sirve de experiencia, enseñando o
advirtiendo cómo se debe obrar en casos análogos.
Conjunto de conocimientos, principios, ideas, etc. Que se enseñan a otro.
Aprendiz:
Definición: persona que aprende algún arte u oficio.
Persona que, a efectos laborales, se halla en el primer grado de profesión
manual, antes de pasar a oficial.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Aprendizaje:
Definición: acción y efecto de aprender algún arte, oficio u otra cosa.
La educación. 63
Etimología y definición.
La palabra ―educación‖, como todos sabemos, tiene en su raíz el vocablo
latino ―ducere‖, que significa ―conducir‖, ―llevar adelante‖. ―educere‖ quiere decir,
exactamente, ―sacar fuera‖.
―Educación‖, ―educir‖, significaría algo así como ayudar a que alguien
saque algo que tiene dentro de sí, enseñarle, acompañar su proceso, poner las
condiciones para que logre hacerlo. No significa hacerlo por el otro, sino guiar el
proceso que culmina en el desarrollo, por parte de la otra persona, de sus
potencialidades.
El concepto así entendido está íntimamente relacionado con la teoría del
acto y la potencia. El educando logra poner en acto lo que tenía en potencia. Estará
más perfectamente educado cuanto más desarrolle sus potencialidades. También
está vinculado con la ―mayéutica socrática‖, esa idea de ayudar al discípulo a ―dar a
luz‖ el conocimiento.
La educación hace referencia al estar un paso adelante y tender una mano
al otro para que, a su vez, también avance. Esa mano tendida no son sólo los
conocimientos, sino también la transmisión de experiencias, de fortaleza, de
ejemplos.
¿Quiénes educan?
La educación es un proceso que no tiene por qué darse únicamente en la
escuela. Se dice que también ―la vida educa‖, la familia, las amistades.
Es un proceso íntimamente vinculado a la comunicación, ya que la
educación se potencia en cuanto se establece un vínculo de comunicación con
alguien: con un maestro, con un familiar, con una realidad. La educación concreta se
da al contacto con realidades que trascienden la del propio individuo que es
educado.
Sin embargo, en la imaginación popular, pareciera que poco a poco se va
colocando la misión de educar sólo en las escuelas y en los establecimientos
formales.
63
http://www2.uca.edu.ar/esp/sec-pec/esp/docs-jovenes/docentes/educacion-encuentro-comunion.pdf#search=%221.2.%20%C2%BFQUI%C3%89NES%20EDUCAN%3F%22
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Es éste un primer reduccionismo, que tiende a desligar responsabilidades
y que es fuente de gran cantidad de errores y perjuicios. Al ignorarse la función de
los demás miembros de la sociedad en la educación de las personas, se genera una
fragmentación en la que la escuela se queda con la totalidad de la educación formal,
en tanto que la familia se encarga de la contención de los hijos; los medios de
comunicación se ocupan de divertir, distender e informar; las amistades de
acompañar y compartir; y así con los demás miembros de la sociedad.
Vemos en esta simplificación que a la escuela le es asignada en soledad
la parte que requiere más ―esfuerzo‖, la que parece una ―carga‖ y la que tiene menos
―incentivos‖ para los jóvenes. Al mismo tiempo debilita la posición de la familia, que
es por excelencia el lugar en que se educa; bastardea el sentido de la verdadera
amistad y deja el camino abierto para que los medios de comunicación se
descomprometan impunemente con la educación. Salvando, entonces, la idea de
que en una sociedad la función educativa está compartida por todos, vamos a
analizar el tema específico de la educación en la escuela.
La cultura.
Hemos dicho que la educación consiste principalmente en transmisión de
algo. Al profundizar en esta idea, es obligado aquí hablar de la cultura.
Muchas definiciones se han dado del término ―cultura‖. En general se
refieren a todo aquello con lo cual el hombre expresa, en forma simbólica o directa,
sus reacciones ante las situaciones existenciales ―que afrontan todos los seres
humanos en todos los tiempos: cómo se hace frente a la muerte, la naturaleza de la
tragedia y el carácter del heroísmo, la definición de la lealtad y de la obligación, la
redención del alma, el sentido del amor y del sacrificio, la comprensión de la piedad,
la tensión entre la naturaleza animal y humana, los reclamos del instinto y los
frenos‖. Cultura es, entonces, la elaboración que los hombres de una época
determinada hacen frente a realidades dadas que no dependen en última instancia
de él. Elaboración que se expresa en construcciones artísticas, científicas,
filosóficas, políticas, económicas y sociales de todo tipo.
Nos podríamos preguntar, por ejemplo, ¿Qué postura adopta nuestra
cultura frente a la naturaleza material creada, frente a la propia esencia del hombre,
frente a la existencia de límites a su accionar, frente al misterio de su propia
dignidad, frente a la existencia objetiva de la verdad y del bien, frente a la irrupción
interpeladora de dios en su historia, frente al dolor? Surgirían así múltiples e
interesantísimos rasgos que no es el momento de considerar aquí, pero que nos
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
darían pautas para un diagnóstico profundo de la cultura que estamos viviendo o
que estamos forjando en gran medida.
Esbozando un diagnóstico cultural
Se han hecho ya muchos y muy ricos diagnósticos de la cultura
contemporánea.
Quisiera, sin embargo, poner en común ciertas características generales
del momento actual que, sin ser negativas o positivas en sí, encierran para los
hombres peligros y esperanzas al mismo tiempo.
Un mundo de contrastes. El primer dato que quisiera remarcar es la
característica de profunda contradicción que presenta el mundo a quien se detenga
a analizarlo. El género humano nunca ha disfrutado de tantas riquezas, capacidades
y poder económico, y sin embargo, una gran parte de los habitantes del mundo
todavía padecen hambre y miseria, y hombres innumerables sufren la total falta de
instrucción.
Nunca como hoy han tenido los hombres un sentido tan vivo de la libertad,
mientras surgen a la vez nuevas servidumbres psicológicas y sociales. Mientras el
mundo siente vivísimamente su unidad y la dependencia mutua de todos en una
necesaria solidaridad, por la oposición de las fuerzas está sometido a gravísimas
tensiones; así los violentos conflictos políticos, sociales, económicos, raciales e
ideológicos todavía persisten, y no falta el peligro de la guerra que puede destruir
radicalmente todo.
Crece el intercambio de ideas, pero al mismo tiempo las palabras con las
cuales se expresan los conceptos más importantes revisten sentidos harto diferentes
en las diversas ideologías. Y, en fin, se busca asiduamente un más perfecto orden
temporal, sin que progrese igualmente el espíritu‖4. En estrecha relación conviven
hoy el bien con el mal, la verdad y el error, la fortaleza y la debilidad. Separar los
términos es una tarea muy ardua y dificultosa hoy para los hombres. Más cuando
también están involucrados las preferencias y sentimientos subjetivos.
El bombardeo de los estímulos. Hoy el hombre no tiene que salir a buscar
arduamente las cosas, sino que las cosas van hacia el hombre, se le ofrecen. Y me
refiero a todo tipo de ofrecimientos: desde el credo religioso hasta la carrera; desde
una golosina hasta un programa de tv. La publicidad y los medios hacen que exista
la posibilidad de tener al alcance de la mano lo que se elige y de no reconocer
límites al ancho campo de la opción libre. Asimismo, esto acompaña a una cierta
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
mentalidad del confort y la superficialidad, combinación muy difícil de contrarrestar
hoy.
No sólo se ensancha el campo abierto a la elección del hombre, sino que,
por otro lado, éste sufre el bombardeo de todos los estímulos que intentan captarlo
muchas veces con fines de mercado o no del todo honestos. Este bombardeo puede
llegar a ser tan nocivo que anule la capacidad misma de elección que dice favorecer.
Así, y volviendo a caer en el estilo paradojal utilizado en gaudium et spes, nunca
antes hubo tantas posibilidades de elegir libremente, pero tampoco nunca antes el
hombre había sufrido tanto la atrofia de las facultades que conforman su libertad (la
inteligencia y la voluntad).
La mediatización de la realidad. Es una característica típica de nuestra
época. Consiste en la falta el contacto de la persona con la realidad sobre la que o
con la cual tiene que actuar, formar proyectos, encarar la vida. La realidad se conoce
a través de los medios de comunicación, las personas se conocen a través de una
máscara que las convenciones aconsejan ponerse; las computadoras, los mails y el
chat reemplazan la voz y el contacto entre las personas, la tarjeta de crédito al pago
inmediato, los geriátricos y hospitales mediatizan el contacto con el dolor.
En un contexto así, el hombre no confía en lo que le dicen los medios, el
marketing, el mail. Le cuesta llegar a las personas concretas que tiene delante y lo
invade el escepticismo frente a la verdad y, a la larga, la angustia y el aislamiento.
La globalización. En palabras de thomas friedman, ―la globalización
involucra la inexorable integración de los mercados, naciones y tecnologías en un
grado nunca visto antes, de una manera que permite que individuos, corporaciones y
naciones se comuniquen con mayor rapidez, a mayor distancia, con mayor
profundidad y menos costo que nunca antes, y de una manera que produce también
una poderosa reacción de parte de los que son tratados brutalmente o se han
quedado atrás en el nuevo sistema‖. Afirma también friedman que ―el sistema de la
globalización (...) No es estático, sino un permanente proceso orgánico‖.
La globalización es una prueba más de la vocación del hombre a vivir en
comunión con los otros hombres. Es un vínculo que se abre potencialmente a todo el
género humano.
―La globalización en sí misma no es el problema. Más bien las dificultades
surgen de la falta de mecanismos efectivos para darle una dirección adecuada. La
globalización necesita ser enmarcada en un contexto más amplio de un programa
económico y político que busca el auténtico progreso del género humano‖. La
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
elaboración de estos mecanismos concretos para una adecuada regulación de la
globalización implica grandes dificultades, que encontrarán resistencia en algunos
sectores. ―sin embargo, es esencial progresar en esta dirección, con todos los
esfuerzos posibles‖.
La masificación y el anonimato. Dice un autor contemporáneo, refiriéndose
a la posmodernidad, que ésta es ―productora de no lugares (...). Un mundo donde se
nace en la clínica y donde se muere en el hospital, donde se multiplican, en
modalidades lujosas o inhumanas, los puntos de tránsito y las ocupaciones
provisionales (las cadenas de hoteles y las habitaciones ocupadas ilegalmente, los
clubes de vacaciones, los campos de refugiados, las barracas miserables destinadas
a desaparecer o a degradarse progresivamente), donde se desarrolla una apretada
red de medios de transporte que son también espacios habitados, donde el habitué
de los supermercados, de los distribuidores automáticos y de las tarjetas de crédito
renueva con los gestos del comercio ‗de oficio mudo‘, un mundo así (...) Propone (...)
Un objeto nuevo (...). Los no lugares son la medida de la época, medida
cuantificable y que se podría tomar adicionando (...) Los aeropuertos y las
estaciones ferroviarias, las estaciones aeroespaciales, las grandes cadenas
hoteleras, los parques de recreo, los supermercados, la madeja compleja, en fin, de
las redes de cables o sin hilos que movilizan el espacio extraterrestre a los fines de
una comunicación tan extraña que a menudo no pone en contacto al individuo más
que con otra imagen de sí mismo (...)
Con esto se alude a una característica especial de la cultura actual, que
está muy relacionada con la globalización: el progresivo debilitamiento de los
vínculos que unen a las comunidades más cercanas al hombre, para agrandar el
horizonte hacia una universalización que muchas veces corre el riesgo de ser
―despersonalizante‖. El mismo autor citado en el párrafo anterior reconoce que ―el
retorno al lugar es el recurso de aquel que frecuenta los no lugares (y que sueña,
por ejemplo, con una residencia secundaria arraigada en las profundidades del
terruño)‖. Esta actitud regresiva, si bien se comprende a la luz de los vertiginosos
cambios culturales, no es el ideal para el hombre que tiene que lidiar con ellos para
que den plenitud a las personas.
Educación y cultura.
A través de la educación se da la comunicación de la cultura. De
generación en generación, se transmite la visión que cada época tiene de los
grandes problemas humanos. La función cultural de la educación es, así, enorme.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Al mismo tiempo, en la educación se procede a la verificación y contraste
de esta misma cultura. Las nuevas generaciones, en ese diálogo que implica el
proceso educativo, van ―verificando‖ si la manera de ver el mundo de sus
progenitores responde a los cambios objetivos que sin cesar van teniendo lugar. En
mi opinión, hoy constatamos que estamos ante una brecha cada vez más grande
entre estos dos términos, no sabiéndose dar muchas veces las respuestas
adecuadas a los desafíos, interrogantes y contradicciones que genera la realidad
actual, en un cada vez más acelerado y vertiginoso proceso de cambio.
En este punto se precisan pensadores profundos que vuelvan a elaborar
esa síntesis de pensamiento que constituye la respuesta adecuada a estas
cuestiones, a la vez que constituyen impulso y marco para nuevos desarrollos
culturales.
La educación también aporta su contribución al enriquecimiento cultural.
En ese encuentro entre alumno y maestro, en ese intercambio y verificación del
conocimiento hechos con pasión, inteligencia y amor, surge siempre la chispa de
nuevos entendimientos, nuevos desarrollos y horizontes, que ensanchan sin cesar el
mundo de la cultura.
En qué consiste ―educar‖ hoy
La problemática educativa es muy amplia, y es urgente la necesidad de no
desconocer este hecho. Reducir la educación a algunos de sus aspectos es
profundamente negativo para encarar el tema.
Cuando hablamos de educación, entonces, nos estamos refiriendo
simultáneamente a: los contenidos de la educación: muchas veces enfocamos
solamente el tema de los contenidos, es decir, qué se enseña, cuáles son los
conocimientos que los alumnos deben terminar sabiendo. Sostengo que éste es uno
de los principales aspectos, pero no el único. Desde luego que constatamos que los
contenidos impartidos, o al menos, efectivamente aprendidos, son cada vez
menores, menos exigentes, menos exactos.
Se culpa al alumno que no se esfuerza, al docente que no se dedica, a los
programas que son anticuados o no responden al interés general… la cuestión es
que pareciera imposible que un egresado del colegio sea una persona ‗culta‘, en el
sentido tradicional del término. Y en el ingreso a la universidad, este problema salta
a la vista lastimosamente.
Éste es el primer aspecto que nos llama la atención: no tenemos éxito en
la transmisión concreta de conocimientos. Y creo que deberíamos preguntarnos
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
¿Por qué?. Desde luego que éste es un importantísimo indicador objetivo a la hora
de diagnosticar en nuestra realidad educativa.
La cosmovisión desde la que se imparte esta educación: un problema no
menor es la manera de ver e interpretar el mundo. Al hablar de educación, también
me refiero a la cosmovisión a la que esta educación responde. Y con esto abordo un
tema que retomaré más adelante y que es el siguiente: ¿debe la educación ser ―lo
más neutra posible‖? ¿o debe más bien estar guiada por una cosmovisión
determinada? ¿no atentaría esto contra un sano pluralismo?
Me parece que resulta imposible que la educación sea ―con una
cosmovisión neutra‖, es decir, que no tenga ninguna jerarquía de valores según los
cuales ordene la transmisión y el aporte cultural que debe llevar a cabo. No sólo
opino que es imposible, sino también inconveniente. No creo que se pueda enseñar
―cualquier cosa‖, ―de cualquier manera‖.
Pero sí soy de la opinión de que la cosmovisión debe tener en el centro,
honestamente, a la persona humana, indagando permanentemente cómo servirla
mejor, desde una postura que reconozca su realidad más profunda y no se deje
engañar por argumentaciones baratas y superficiales que intenten desalojarla de ese
centro que debe ocupar.
Creo también que en esta búsqueda es posible lograr el consenso y el tan
ansiado objetivo de caminar juntos todos los hombres. Todos buscan esto, lo que
ocurre es que hoy hemos perdido la habilidad para desenmascarar falsas
intenciones, así como la firmeza para denunciar errores y la caridad para saber
acompañarnos entre todos sin consentirnos. El resultado de esto es una profunda
confusión de ideas y opiniones, en la cual todas reclaman el mismo peso y validez, y
en donde la unidad es la que termina sufriendo las consecuencias.
Desde la iglesia nosotros proponemos una cosmovisión, basada en las
enseñanzas del hijo del ser supremo hecho hombre. La ponemos en la mesa del
diálogo y la ofrecemos para iluminar las realidades de todos, creyentes o no
creyentes. Es nuestro aporte y es sumamente valioso. No ponerla en común sería,
en el fondo, un acto de egoísmo.
La metodología de enseñanza. Se ha dicho también que el problema de la
educación es un problema de métodos. No se sabe cómo captar la atención y el
interés de los más jóvenes. Se trataría, entonces, de buscar la mejor manera de
interesar a los educandos, a fin de lograr transmitir los conocimientos necesarios. Y
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
en tren de resolver este punto, se echa mano a cuanto método llamativo circule por
allí. Muchas veces con escasos o nulos resultados.
El tema del ―ambiente escolar‖ y la convivencia. El factor ―humano‖. No
podemos desconocer en una cantidad cada vez mayor de alumnos la existencia de
situaciones familiares y económicas complejas y a veces con aspectos trágicos.
Cuando el alumno llega al aula para ―educarse‖, frecuentemente ya ha recibido ―otra‖
educación: la de la vida que, impiadosa y cruel, le ha impartido sus más duras
lecciones sin esperar ningún tipo de maduración ni capacidad de comprensión.
El proceso educativo de este niño no puede medirse por las generales de
la ley.
Muchas de las dificultades de aprendizaje tienen su oscura raíz en una
situación conflictiva anterior a la escuela. Y los bloqueos a causa de estos
problemas pueden ser muy grandes.
En esta instancia es muy plausible que la escuela termine haciendo de
ámbito de contención, en el caso de que el alumno no encuentre espacios en su
propia familia.
Casos que, por otra parte, son cada vez más frecuentes.
Esta función que, subsidiariamente, desempeña la escuela, es muy
importante hoy en día. El problema que aquí se presenta es que no existe el
supuesto necesario para comenzar una educación formal, es decir, una previa
situación estable. De modo que el proceso educativo comienza a retrasarse.
La verificación de lo enseñado: según Luigi Giussani, ―para responder de
modo adecuado a las exigencias educativas de la adolescencia no basta proponer
con claridad un significado de las cosas, ni basta que tenga una real autoridad quien
lo propone. Es necesario suscitar en el adolescente un compromiso personal con su
propio origen; es necesario que ponga a prueba y verifique la oferta recibida por
tradición (…). Hoy la educación es deficiente a causa de una orientación racionalista
que olvida la importancia del compromiso existencial como condición para obtener
una genuina experiencia de lo verdadero y, por tanto, para alcanzar convicción‖
La cosmovisión y los conocimientos transmitidos a través de una
adecuada metodología, deben poder ser verificables por el alumno en la realidad
cultural que está viviendo. Es más, creo que la escuela debería generar los ámbitos
en que estos conocimientos se verifiquen.
Este es el punto central a tratar si queremos abordar el tema de la
conexión de lo enseñado con la realidad.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La ―crisis de la educación‖.
Hoy se dice que la educación está en crisis. Comparto esa idea y me
parece importante abrir el debate para encontrar respuestas a todos los aspectos de
la misma: la crisis de los contenidos de la educación, la metodología, la contención
y, sobre todas ellas, la crisis en la cosmovisión que trasciende en terreno meramente
educativo.
Digo esto porque estamos asistiendo a una crisis de la razón, hija de la
decepción y el cansancio que generó la falta de cumplimiento de las promesas de la
modernidad. Es lógico que esa situación haya afectado a la actividad racional por
excelencia, que es la que debe darse en las aulas, educadoras del intelecto.
Asistimos también a una crisis de la voluntad, apática e indecisa frente a
tantos bombardeos y cambios vertiginosos. La tarea de modelar la inteligencia y del
carácter, que no se hace sin un trabajo tenaz y constante, sufre también las
consecuencias de esta situación.
Vemos asimismo una exacerbación de los sentimientos, cuando el marco
proporcionado por la inteligencia y la voluntad se encuentra dañado. Es lógico,
siendo así, que los resultados de los esfuerzos de la educación no estén a la altura
de los que obtiene el mensaje fácil y sensible de los medios de comunicación.
Seamos realistas y convengamos en que el panorama no se presenta muy
claro. Pero en este realismo y buen diagnóstico están las claves para ser capaces
de poner los medios adecuados para revertir algunos aspectos de lo que se ha dado
en llamar ―la crisis de la educación‖.
Educación ―para‖.
La educación tiene un objetivo más allá de sí misma.
El objetivo de la educación.
Hemos dicho, entonces, que la educación debería tener un sentido, un
objeto final. Yo no estudio por el simple hecho de estudiar, excepto que tenga una
vocación muy especulativa, pero aún así, no estudio todo lo que existe, bajo todos
los aspectos posibles, porque eso es imposible.
El objetivo constante de la educación es la transmisión apropiada de la
verdad y la formación para la vida en sociedad. Por ―apropiada‖ entiendo el hecho de
que debe ser expresada y comunicada bajo las formas y parámetros que confieren a
quienes la adquieren capacidad para entrar en diálogo con los demás y para realizar
aportes efectivos a esa misma cultura.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
El objetivo que no varía es la transmisión de la verdad. Lo que sí varía son
los aspectos y modalidades en que esa verdad se presenta.
Quizás aquí esté la causa de los problemas que tiene hoy el método
educativo: en la dificultad de vincular las formas de impartir la enseñanza con la
verdad de fondo que se intenta transmitir. Quizás, también, no estemos demasiado
seguros sobre la verdad que queremos enseñar, ni sobre para qué educamos.
Si todo esto no está seguro en la mente y el corazón del educador, su
tarea se dispersa en multitud de pequeños objetivos que, más que educar,
confunden y desprestigian su actividad, la ―envejecen‖.
El tema de los valores.
Caemos así en el tema de los valores. Se trata de saber cuáles son hoy
los valores imperantes que se pretende que la educación haga presentes.
Seguimos aquí el interesante capítulo del libro ―La tragedia educativa‖; de
Guillermo Jaim Etcheverry, titulado ―¿Hacia dónde parece orientarse la educación?‖
El actual rector de la Universidad de Buenos Aires, reconoce en la
educación argentina algunas prioridades muy concretas, que él llama de la siguiente
manera: la educación ―útil‖, es decir, aquella que privilegia lo que sirve para el
trabajo, frente a lo que considera ―ocioso saber perimido‖. ―Pocos buscan aprender
para tener la experiencia irrepetible y esencialmente humana de entender, de intuir
la inteligibilidad del mundo. La preocupación central de nuestra sociedad es que lo
que aprenden los jóvenes les ‗sirva‘. Y pronto. Pero lo que ‗sirve‘ está, cada vez
más, relacionado con la vida profesional, con el beneficio económico‖.
La utilidad se transforma, así, en objetivo prioritario de la educación.
La educación ―espectáculo‖: la televisión, la escuela ―divertida‖. Se refiere
a los estímulos que recibe permanentemente la educación para adaptar sus
actividades a la lógica que impone el entretenimiento. ―no es casual (…) que al
referirse a las actividades escolares, tanto padres como hijos recurran a calificativos
que están estrechamente vinculados con el entretenimiento. Así, es frecuente
escucharlos afirmar que la escuela es ‗aburrida‘. Que temas aburridos terminan por
aburrir a los chicos en las aulas. Es el comentario que cabría esperar cuando se
juzga un programa de televisión o un festival de rock. Es que la expectativa es
similar: para los padres y para los niños actuales, asistir a la escuela es ir a
divertirse. Creen que la escuela les brinda una oportunidad más de ser entretenidos.
Lo grave es que esta lógica del espectáculo está orientando muchos intentos
contemporáneos de reformar la educación‖. Sigue Jaim Etcheverry afirmando que se
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
ha ido perdiendo la noción de que ―aprender es un trabajo, una tarea nada sencilla
que demanda sacrificios. Que aprender supone que cada persona emprenda un
esfuerzo individual destinado a modificarse a sí misma, por lo general con ayuda de
otros‖.
Aquí la educación se guía, entonces, por los criterios de la diversión y el
entretenimiento.
La educación ―moderna‖: se refiere fundamentalmente al hincapié puesto
en la educación tecnológica y en la computación en las escuelas. ―casi
unánimemente, los argentinos pensamos que la crisis de nuestra educación resulta
del atraso tecnológico y que, una vez que cada aula tenga su computadora, el
problema habrá quedado resuelto. Confiamos ciegamente en que la tecnología
solucionará todo, hasta la escasez del tiempo que se dedica a la escuela. Parecería
haberse perdido el sentido de la proporción, pues, si bien la tecnología puede
contribuir con herramientas interesantes al aprendizaje, el motor central del aula
sigue siendo un buen maestro, encargado de dar testimonio del valor humano del
conocer‖.
¿Es posible proponer valores diferentes hoy? ¿Cuáles deberían ser esos
valores?
Sostenemos que, más allá de todo, la educación está algo ―desorientada‖
en su propuesta de valores a los más jóvenes. Vamos a intentar sugerir con fuerza,
en la última parte, que la ―comunión‖ es el ideal que debe regir hoy en nuestros
ámbitos educativos.
De la lectura de las transcripciones y referencias que
anteceden, podríamos inferir: que la educación incluye varios
elementos cognoscitivos: habilidades, conciencia, valores, costumbres y
formas de actuar, así como concienciación cultural, moral y conductual,
normas de conducta, modos de ser y formas de ver el mundo y la
instrucción, simplemente es el cúmulo de conocimientos adquiridos,
esto es, la educación es el género y la instrucción es la especie,
quedando ésta incluida en aquella, pero no aquella en ésta.
De lo anterior me gustaría concluir este tema, señalando que, a
mi juicio, la educación implica necesariamente, la transmisión,
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
ejemplificación y enseñanza de valores, además de los otros elementos
cognoscitivos, como el caudal de conocimiento científico, histórico,
biológico, geográfico, matemático, químico, etc. que es propio de la
instrucción, que simplemente enseña, pero no educa.
Así las cosas, si en nuestro sistema educativo mexicano o
instituciones oficiales, los planes de estudio no contemplan, entre los
demás
elementos
cognoscitivos
ya
citados,
los
valores
como
asignaturas especificas, no debiera considerarse a la educación pública,
como educación, sino como instrucción pública, ni llamarse secretarías
de educación pública, sino de instrucción pública.
Este es un simple concepto de definición, pero considero
oportuno el comentario porque hemos confirmado que hay una gran
diferencia entre educación e instrucción.
Los países con menor índice de corrupción son países bien
educados.
Los países con mayores índices de corrupción son países sin
educación, pueden tener mucha instrucción, pero no educación.
Y reitero la comparación hecha al principio de este capitulo:
Un joven salido de un sistema de instrucción pública o privada,
donde sólo recibió eso: instrucción, de muy buena calidad pero al fin y
al cabo sólo instrucción, podría ser un exitoso terrorista, defraudador
cibernético, criminal, corruptor, extorsionador, inventor de armas o
sustancias mortales, etc.
Un joven egresado de un sistema de educación pública o
privada (con las características ya citadas) probablemente no tenga la
misma instrucción académica de excelencia que el otro, pero su actuar
en la sociedad, será la de un hombre de bien, un hombre justo, moral,
ético, fuerte y prudente y les aseguro que sus resultados serán de mayor
provecho y beneficio social, que aquel otro joven que era todo un
―genio‖.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
En lo personal, quisiera que mis hijos fueran bien educados y
bien instruidos, lo que les daría las herramientas ideales para su éxito y
su aportación útil a la sociedad, pero si tuviera que elegir entre un hijo
instruido o un hijo educado, sin instrucción, preferiría lo primero.
De ser así, creo que las instituciones de enseñanza que no
impartan, transmitan, ejemplifiquen o contagien los valores humanos de
manera muy precisa y definida en sus planes de estudio, debieran
considerarse simplemente como instituciones de instrucción pública, no
de educación pública.
64
Muchas veces encontramos niños en nuestro alrededor que por sus
malos o buenos modales y por la forma como interactúan con los adultos, impactan
por su mala o buena educación.
¿Pero cuándo es un niño bien educado? Aunque la buena o mala
educación depende en gran parte de los parámetros culturales de una comunidad,
hay ciertos comportamientos típicos que definen si un niño es educado o si por el
contrario es malcriado e ignora a las mínimas reglas de cortesía.
Un niño educado será un adulto respetuoso, tolerante y preparado para
convivir con los demás. Es erróneo pensar que la educación es la preparación
académica e intelectual de una persona. Más allá de esto, es la forma acertada de
comportarnos en sociedad y de interactuar con personas de todas las edades, razas
y estratos sociales. Por ello, la buena educación no tiene nada que ver con la
posición social o el nivel económico.
Las personas educadas no esperan nada a cambio, pues les nace desde
su interior el ser amables; adoptan los buenos modales como algo suyo y los
interiorizan actuando naturalmente. Una persona educada no lo es por sus modales
refinados, o por saber qué cubierto utilizar en una mesa. Una persona educada debe
serlo en todo momento y con todo el mundo. Con los empleados, con sus vecinos,
con sus amigos.
¿Cómo fomentar la buena educación?
El primer paso es dar buen ejemplo en casa. Los niños antes de la edad
escolar aprenden lo que ven de sus padres y de las personas que están a su
alrededor. Si la persona que cuida a su hijo pequeño no es bien educada, preste
64
http://lafamilia.info/index.php?destino=/valoresenlafamilia/valoresparatodos.php?
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
mucha atención pues el pequeño comenzará a copiar comportamientos y actitudes
de la persona con quien pasa tanto tiempo.
Cuando los niños empiezan a decir sus primeras palabras, hay que
enseñarles el por favor y el gracias. Luego, cuando comienzan a tener una buena
coordinación de movimientos es hora de enseñarles a utilizar los cubiertos de forma
correcta, a beber del vaso, a utilizar la servilleta... Es también hora de enseñarle a
respetar la propiedad ajena y a no arrebatar juguetes de sus amigos o hermanos.
A los 3 o 4 años, empieza una nueva etapa en su vida: la vida social. Si ha
sido exitoso en la educación de los primeros años, verá los resultados pues podrá
llevarlo de compras, de visita a otra casa y el niño pondrá en práctica todas las
enseñanzas recibidas.
¿Es su hijo bien educado/a?
Al observar el comportamiento en sociedad de sus hijos, debe reforzar los
detalles que determinan la buena educación. No deje que sus hijos sean acreedores
de la frase: ―¡Qué niño tan maleducado!‖. Estos son algunos de los comportamientos
que se deben corregir si observa que son omitidos por los pequeños:
Siempre responde a un saludo o a una despedida mirando a los ojos a su
interlocutor.
Cuando se le ofrece algo, responde con una sonrisa: sí por favor o no
gracias.
Come discretamente utilizando apropiadamente los cubiertos y la servilleta
y sin hacer escándalo cuando la comida no es de su agrado. Da las gracias al
acabar de comer y se disculpa si abandona la mesa antes del resto de los
comensales.
Al final de una visita se despide cordialmente de la dueña de casa y da las
gracias.
No dice groserías ni frases de mal gusto.
No interrumpe a las personas mientras ellas hablan.
Sabe compartir y respeta el gusto de los demás niños.
Al tropezarse con otra persona sabe pedir excusas. No empuja y respeta
las filas.
Cuando anda por la calle o utiliza el transporte público no hace cosas tales
como: dar patadas a las papeleras o a las señales, pintar en las paredes, escupir en
el suelo, subir los pies a los bancos.
Respeta las señales cívicas y actúa como un buen ciudadano.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Capítulo tercero
6.- Necesidad de una reforma
Constitucional.
En México, la educación es competencia de la federación quien
aprueba los programas de estudio pero también permite a los estados y
a los particulares, brindar este servicio, siempre y cuando se ajusten a
las leyes y ordenamientos respectivos.
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos:
Artículo 3°.- todo individuo tiene derecho a recibir educación. El estado federación, estados, distrito federal y municipios-, impartirá educación preescolar,
primaria y secundaria. La educación preescolar, primaria y la secundaria conforman la
educación básica obligatoria.
La educación que imparta el estado tenderá a desarrollar
armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a
la patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la
justicia.............c) contribuirá a la mejor convivencia humana, tanto por los elementos que
aporte a fin de robustecer en el educando, junto con el aprecio para la dignidad de la
persona y la integridad de la familia, la convicción del interés general de la sociedad,
cuanto por el cuidado que ponga en sustentar los ideales de fraternidad e igualdad de
derechos de todos los hombres, evitando los privilegios de razas, de religión, de grupos,
de sexos o de individuos;.............iii. Para dar pleno cumplimiento a lo dispuesto en el
segundo párrafo y en la fracción ii, el ejecutivo federal determinará los planes y
programas de estudio de la educación preescolar, primaria, secundaria y normal para
toda la república. Para tales efectos, el ejecutivo federal considerará la opinión de los
gobiernos de las entidades federativas y del distrito federal, así como de los diversos
sectores sociales involucrados en la educación, en los términos que la ley señale.....iv.
Toda la educación que el estado imparta será gratuita;...............vi. Los particulares
podrán impartir educación en todos sus tipos y modalidades. En los términos que
establezca la ley, el estado otorgará y retirará el reconocimiento de validez oficial a los
estudios que se realicen en planteles particulares. En el caso de la educación preescolar,
primaria, secundaria y normal, los particulares deberán: a) impartir la educación con
apego a los mismos fines y criterios que establecen el segundo párrafo y la fracción ii, así
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
como cumplir los planes y programas a que se refiere la fracción iii, y b) obtener
previamente, en cada caso, la autorización expresa del poder público, en los términos
que establezca la ley;.
Viii. El congreso de la unión, con el fin de unificar y coordinar la educación en
toda la república, expedirá las leyes necesarias, destinadas a distribuir la función social
educativa entre la federación, los estados y los municipios, a fijar las aportaciones
económicas correspondientes a ese servicio público y a señalar las sanciones aplicables
a los funcionarios que no cumplan o no hagan cumplir las disposiciones relativas, lo
mismo que a todos aquellos que las infrinjan.
Ley General de Educación:
Artículo 12.- corresponden de manera exclusiva a la autoridad educativa
federal las atribuciones siguientes:
I.- determinar para toda la república los planes y programas de estudio para
la educación preescolar, la primaria, la secundaria, la normal y demás para la formación
de maestros de educación básica, a cuyo efecto se considerará la opinión de las
autoridades educativas locales y de los diversos sectores sociales involucrados en la
educación en los términos del artículo 48; ii.- establecer el calendario escolar aplicable en
toda la república para cada ciclo lectivo de la educación preescolar, la primaria, la
secundaria, la normal y demás para la formación de maestros de educación básica; iii.elaborar y mantener actualizados los libros de texto gratuitos, mediante procedimientos
que permitan la participación de los diversos sectores sociales involucrados en la
educación; iv.- autorizar el uso de libros de texto para la educación preescolar, la primaria
y la secundaria; v.- fijar lineamientos generales para el uso de material educativo para la
educación preescolar, primaria y la secundaria;..........xi.- realizar la planeación y la
programación globales del sistema educativo nacional, evaluar a éste y fijar los
lineamientos generales de la evaluación que las autoridades educativas locales deban
realizar;........
Constitución Política del Estado de Puebla
Articulo 118.- es obligación del estado impartir y fomentar la educación
pública en todos sus grados, de acuerdo a las circunstancias del erario y de conformidad
con las necesidades de los habitantes. La educación primaria y secundaria son
obligatorias.
La educación que imparta el estado será gratuita y se sujetará estrictamente
a lo dispuesto por el artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y sus leyes reglamentarias.
Ley General de Educación:
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Artículo 12.- corresponden de manera exclusiva a la autoridad educativa
federal las atribuciones siguientes:
I.- determinar para toda la república los planes y programas de estudio para
la educación preescolar, la primaria, la secundaria, la normal y demás para la formación
de maestros de educación básica, a cuyo efecto se considerará la opinión de las
autoridades educativas locales y de los diversos sectores sociales involucrados en la
educación en los términos del artículo 48; ii.- establecer el calendario escolar aplicable en
toda la república para cada ciclo lectivo de la educación preescolar, la primaria, la
secundaria, la normal y demás para la formación de maestros de educación básica; iii.elaborar y mantener actualizados los libros de texto gratuitos, mediante procedimientos
que permitan la participación de los diversos sectores sociales involucrados en la
educación; iv.- autorizar el uso de libros de texto para la educación preescolar, la primaria
y la secundaria; v.- fijar lineamientos generales para el uso de material educativo para la
educación preescolar, primaria y la secundaria;..........xi.- realizar la planeación y la
programación globales del sistema educativo nacional, evaluar a éste y fijar los
lineamientos generales de la evaluación que las autoridades educativas locales deban
realizar;........
Constitución Política del Estado de Puebla
Articulo 118.- es obligación del estado impartir y fomentar la educación
pública en todos sus grados, de acuerdo a las circunstancias del erario y de conformidad
con las necesidades de los habitantes. La educación primaria y secundaria son
obligatorias.
La educación que imparta el estado será gratuita y se sujetará estrictamente
a lo dispuesto por el artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y sus leyes reglamentarias.
Ley de Educación del Estado de Puebla
Artículo 2.- la educación es proceso permanente para adquirir, transmitir y
acrecentar la cultura, que contribuya al desarrollo integral del individuo y a la
transformación de la sociedad, y es factor determinante para la adquisición de
conocimientos, el desarrollo armónico de todas sus capacidades y para formar al
hombre y a la mujer de manera que tenga sentido de solidaridad social.
Artículo 8.- la educación que impartan el estado, los municipios, sus
Organismos descentralizados y los particulares con autorización o con
reconocimiento de validez oficial de estudios tendrán, además de los fines establecidos
en el artículo 3o de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; los
siguientes:
I.- contribuir al desarrollo integral del ser humano promoviendo sus valores
para que ejerza plenamente sus capacidades dentro del marco de una convivencia social
armónica, estimulando su iniciativa y un alto sentido de responsabilidad; ii.- promover el
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
ejercicio de los valores que propicien la democracia, la justicia, la observancia de las
leyes, la igualdad entre los individuos y la equidad entre géneros así como inculcar el
reconocimiento y respeto a los derechos humanos, y a los hombres y mujeres que han
influido en las diferentes etapas de la historia............iv.- crear una cultura de
conocimiento y de respeto al orden jurídico que permita su observancia y la
capacidad para exigir su cumplimiento y participar en su mejoramiento; ..................vi.fomentar sentimientos de solidaridad social, de apoyo a los grupos marginados, de
valoración y respeto de los pueblos indígenas, a fin de contribuir a crear una sociedad
más justa e integrada........ Y el aprecio por los valores culturales de las
etnias;...........viii.- promover la vigencia de valores para acrecentar el acervo cultural
nacional y estatal, expresado en tradiciones, hábitos, costumbres, el conocimiento y
divulgación de la labor de hombres y mujeres poblanos en su contribución social, y el
respeto a las instituciones nacionales y a los símbolos patrios, el aprecio por la historia,
así como la conciencia de nacionalidad y soberanía; ix.- impulsar una formación cívica
que contribuya a la práctica de la democracia como una forma de gobierno y sistema de
vida, en donde todos participen en la toma de decisiones, tanto para el desarrollo político,
económico y social del estado, como para el mejoramiento de la sociedad; x.- crear
conciencia de que la educación es el instrumento fundamental que asegura el desarrollo
y crecimiento socioeconómico de los mexicanos;.............. Xiii.- crear, sin menoscabo de
la libertad y el respeto absoluto a la dignidad humana, conciencia sobre la preservación
de la salud, la sexualidad en cada etapa de la vida, la integración y planeación familiar, la
paternidad responsable, los perjuicios que causan las sustancias tóxicas, así como el
rechazo a las adicciones y conductas delictivas o violentas; xiv.- promover una
educación de amplia cobertura y de calidad para la vida orientada a personas con
necesidades de educación especial que permita su adecuado desarrollo intelectual y
afectivo, así como su integración social y laboral, a través de los mecanismos jurídicos
correspondientes; xv.- impulsar la educación y creación artísticas y propiciar la
adquisición, el enriquecimiento y la difusión de los bienes y valores de la cultura
universal, en especial de aquellos que constituyen el patrimonio cultural de la nación y del
estado; xvi.- fomentar la importancia del trabajo productivo, del ahorro y de la inversión
de recursos que requiere el estado para lograr un desarrollo socioeconómico
sostenible;...............xviii.- impulsar la educación física, la recreación y la práctica del
deporte para lograr el reconocimiento de las habilidades corporales y su importancia en el
desarrollo integral del individuo; xix.- promover una cultura de protección civil fomentando
acciones encaminadas al desarrollo de actitudes preventivas y solidarias; xx.- fortalecer
la conciencia tanto en el individuo como en la sociedad, de que cada persona es
responsable de su propia educación, considerando los derechos y deberes que esto
conlleva;................”
Leyendo estas disposiciones, me percaté que, aun con una muy
buena Ley Estatal de Educación, que aborda la necesidad de crear,
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
promover y fomentar los valores, no señala en forma contundente
ninguna instrucción precisa de cómo impregnar en la educación esa
calidad y mucho menos si ésta debe incluir valores dentro de los planes
y programas de estudio.
Analizando el plan y programas de estudio de educación básica
(primaria) aprobados por la secretaria federal de educación pública, por
cierto desde el año 1993, encontré que en la introducción y en la
presentación del plan, sin citar ninguno especifico, se mencionan los
valores como objetivo de la educación, a saber:
“............formación de los niños con aprecio y la practica de valores en la vida
personal
y
la
convivencia
social...........asegurar
que
los
niños......se
formen
éticamente........ En educación cívica, los contenidos se refieren a las responsabilidades
cívicas y los principios de la convivencia social.........”
Sin embargo, al analizar los programas de materias específicas
del nivel primaria, que es la etapa formativa de los educandos, sólo en
una materia se hacia referencia muy vagamente, a los valores,
concretamente en la ―educación cívica‖, a saber:
“.........primer grado:
todos los niños y niñas tienen los mismos
derechos...........la colaboración y ayuda mutua entre los miembros de la familia.
Distribución de tareas y responsabilidades........derecho a ser respetado y deber de
respetar a los compañeros y maestros.
Segundo grado:....fomentar un ambiente de
respeto afecto, colaboración y ayuda mutua..........valores que se promueven en la
familia: unidad, solidaridad...........tercer grado:.....cuarto grado.....quinto grado: la
convivencia social...la importancia de las reglas........la función de las leyes.......garantizar
la convivencia y la paz social........sexto grado:.......la libertad, el respeto a los derechos
humanos y la tolerancia como fundamentos de la convivencia social....... Derechos de
igualdad......derechos de libertad.....derechos de seguridad........”
Al ver que en ninguna parte de este plan y programas de
educación básica (primaria) se hacia referencia a ningún valor
especifico, entendí que aquí estaba el problema.
Efectivamente los planes y programas federales, así como la
Ley Estatal, sugieren que la educación debe ser de calidad y basarse en
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
―algunos‖ valores que en ellos mismos se refieren, insisto, muy
vagamente;
pero entonces ¿Porqué no se estaba cumpliendo con
ello?, o sea, ¿Porqué no se incluían estos valores en forma expresa o
de alguna forma clara en los planes y programas?
Como consecuencia, surgió una posibilidad concreta:
¿Porque no incluir o en su caso reforzar en nuestra educación,
no solo la promoción y el fomento, sino ir mas allá, e incorporar en los
planes y programas de estudio, como materias especificas, esos valores
universales que, a mi juicio, si no son los únicos, por lo menos son los
elementos más importantes para poder lograr nuestro objetivo, erradicar
la corrupción?
Educar con un alto contenido de valores, para lograr niños y
jóvenes virtuosos, que lleguen a la madurez e ingresen a la sociedad
productiva, como hombres convencidos de que la corrupción, la trampa,
las actividades irregulares y en fin, la cultura de la ilegalidad y del menor
esfuerzo, no es el medio idóneo para lograr el bienestar común, el
progreso, la competitividad, la riqueza.....la esperanza,
en pocas
palabras, la felicidad que todo ser humano busca durante su estancia en
este mundo.
Por todo ello y plenamente convencido de que si existe una
posibilidad real de erradicar las practicas irregulares, y toda vez que las
virtudes sólo se pueden alcanzar si se trabaja en la educación de los
niños, que como esponjas, absorben de manera increíble todo lo que
ven dentro y fuera de la familia, en la televisión, en la calle, pero sobre
todo en la escuela, considero necesario incluir de manera urgente y
obligatoria, en los programas de educación de todos los niveles,
materias tendientes a exaltar los valores bajo los cuales, debe regirse el
ser humano y que poco a poco se han ido perdiendo sin que hagamos
nada al respecto.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La fiscalia anticorrupción en franca búsqueda de soluciones de
fondo para combatir la corrupción, presentó a la consideración del
Honorable Congreso del Estado a finales del año 2005, una propuesta
en la que se sugirió analizar la posibilidad de adicionar un pequeño
párrafo al Artículo 118 de la Constitución del Estado (ya trascrito), que
obligue al Estado expresamente, a formar a los alumnos para que su
vida se oriente por los valores fundamentales del ser humano,
fomentando en ellos la adopción de las virtudes correspondientes, a
través de materias especificas en los programas de estudio de los
niveles preescolar, primaria y secundaria.
El día 15 de diciembre del mismo año, y como consecuencia a
nuestra petición, se presentó en sesión ordinaria la iniciativa con
proyecto de decreto que adiciona un párrafo al Artículo 118 de la
Constitución del Estado, quedando sólo pendiente, el dictamen y
aprobación de la iniciativa, que aparentaría ser una reforma de tres
renglones muy pequeña, pero podría ser, tal vez, y el futuro nos los dirá,
una de las reformas más importantes de nuestros tiempos.
La propuesta para la nueva redacción del articulo, fue la
siguiente:
“art. 118.- es obligación del estado impartir y fomentar la educación publica en todos sus
grados, de acuerdo a las circunstancias del erario y de conformidad con las necesidades de los
habitantes. La educación primaria y secundaria son obligatorias.
La educación que se imparta en el Estado de Puebla,
formará a los alumnos para que su vida se oriente por los
principios y valores fundamentales del ser humano, fomentando en
ellos, la cultura de la legalidad y de la paz,
será gratuita y se sujetara
estrictamente a lo dispuesto por el articulo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y sus leyes reglamentarias.”
Educando a los niños con la intención de que hagan suyos los
valores y se conviertan en jóvenes y ciudadanos virtuosos, seguramente
lograremos combatir y erradicar la corrupción y la cultura del menor
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
esfuerzo, y no sólo ello, sino todas las actividades irregulares que tanto
dañan a la sociedad.
La educación en valores es, sin duda alguna, el elemento más
importante que define la diferencia entre las sociedades avanzadas y las
que no lo son, las sociedades con un mejor nivel de vida y las que no lo
tienen, las sociedades justas y las injustas, las sociedades corruptas y
las no corruptas.
Los recursos materiales, la extensión territorial, la viabilidad
agropecuaria, los litorales, las costas, los yacimientos, la infraestructura,
etc., no nos servirán de mucho si no hay una educación en valores que
nos permita aprovecharlos eficazmente en beneficio de la sociedad.
Es muy cierto, esta medida no es inmediata, sus resultados
podrían verse en una o dos generaciones, pero no importa, si algunos o
muchos de nosotros ya no estamos presentes para verlo, muchos de los
nuestros sí estarán para disfrutarlo.....sólo habrá que perseverar y tener
paciencia.
La verdadera educación de los hombres,
Empieza varias generaciones atrás.
Manero
De lograrse esta simple, pero fundamental reforma a nuestra
Constitución, y de incluir ya
----¡pero ya¡----- en los programas de
estudio, valores como materias especificas, seguramente se marcará el
inicio de una nueva época para los Poblanos y los Mexicanos, de una
nueva generación de gente no solo preparada académicamente, sino
bien educada, de una generación que repudie la corrupción, el soborno,
la injusticia, la desigualdad, el abuso, la trampa y la mentira, en
resumen, que repudie la ilegalidad y adopte la cultura de los valores.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Capítulo cuarto
7.- Propuesta para la inclusión de
valores y virtudes en los planes
académicos.
Al reformarse la constitución local, como estamos seguros
sucederá en cualquier momento, y se incluya en ella la obligación de
incorporar a los programas académicos de preescolar, primaria y
secundaria, los valores humanos como materias especificas, será
necesario elaborar un plan de inclusión que obedezca, principalmente a
las capacidades y edades de los educandos para asimilar y entender los
valores y lograr el mayor aprovechamiento y el mejor resultado posible.
Hemos sostenido que las virtudes son el hábito de repetir y
hacer nuestros los valores, por lo que es indispensable, que, una vez
incluidos como materias específicas en los programas académicos, ese
hábito o costumbre de los educandos de hacer suyos los valores, se
logre mediando evidentemente la exigencia de hacerlo y con técnicas de
aprendizaje adecuadas a las edades y características de los niños y
jóvenes educandos.
Si bien es cierto los estudiosos de la materia, no se han podido
poner de acuerdo en cual o cuales valores son prioritarios o más
importantes, o cual o cuales son más complejos o sencillos, y de
acuerdo a este criterio tener una clasificación que nos pudiera ayudar a
incluirlos adecuadamente en los planes de estudio, también es cierto
que la simple lógica nos puede ayudar en este reto.
Es necesario ubicar a los valores de acuerdo a su complejidad y
de acuerdo a las posibilidades de aprendizaje de los educandos, para
Valores en la educación
acomodarlos
en
los
Nicolás Vázquez Alonso
ciclos
escolares
desde
preescolar,
hasta
bachillerato.
David Isaacs, un estudioso y autor de la materia 65, nos hace
una sugerencia que me parece interesante para nuestras necesidades y
de la cual podríamos partir o utilizar como guía, al señalar la siguiente
tabla de valores y edades:
Antes de los 7 años:
Obediencia
Sinceridad
Orden
Antes de los 12 años:
Fortaleza
Perseverancia
Laboriosidad
Paciencia
Responsabilidad
Justicia
Generosidad
Antes de los 15 años:
Pudor
Sobriedad
Sencillez
Sociabilidad
Amistad
Respeto
Patriotismo
65
La Educación de las Virtudes Humanas. Ed. Minos. 7ª reimpresión 1999 ESPAÑA
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Antes de los 18 años:
Prudencia
Flexibilidad
Comprensión
Lealtad
Audacia
Humildad
Optimismo
Partiendo de la anterior clasificación, me gustaría sugerir una
más amplia, que abarque o incluya un mayor numero de valores y que
podría acomodarse de la siguiente forma:
Preescolar:
Justicia
Obediencia
Sinceridad
Orden
Perdón
Bondad
Trabajo
Amor
Alegría
Felicidad
Familia
Paz
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Primaria:
Fortaleza
Perseverancia
Laboriosidad
Paciencia
Responsabilidad
Generosidad
Autodisciplina
Gratitud
Libertad
Humildad
Amabilidad
Autoestima
Autodominio
Integridad
Honestidad
Honradez
Compromiso
Concordia
Convivencia
Derechos humanos
Disciplina
El bien
Equidad
Igualdad
Belleza
Magnanimidad
Optimismo
Participación
Patriotismo
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Puntualidad
Rectitud
Secundaria:
Templanza
Pudor
Sobriedad
Sociabilidad
Amistad
Respeto
Bien común
Compasión
Conciliación
Decencia
Dignidad
Excelencia
Pluralismo
Pulcritud
Serenidad
Bachillerato:
Prudencia
Flexibilidad
Comprensión
Lealtad
Audacia
Humildad
Optimismo
Solidaridad
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Tolerancia
Comunicación
Corresponsabilidad
Fidelidad
Objetividad
Proactividad
Sencillez
Sensibilidad
Transparencia
Evidentemente esta propuesta podría estar sujeta a mejoras y
ampliaciones dependiendo las necesidades de las zonas, comunidades,
origen étnico, nivel socioeconómico etc., de los educandos.
Una vez ubicados los valores para su acomodamiento
cronológico dentro de las etapas educativas, es necesario proponer una
metodología básica para su enseñanza y mejor aprovechamiento y que
de igual forma, debe ser adecuada a las edades de los educandos,
aunque en este caso, mi propuesta sería sólo de dos etapas o grupos
cronológicos, la etapa preescolar y la de primaria, secundaria y
bachillerato.
7.1.-
Algunos
procedimientos
para
la
enseñanza de los valores.
Sin prejuicio de los diferentes sistemas educativos, técnicos y
pedagógicos que existen para la enseñanza de materias escolares,
proponemos que los educadores incluyan y utilicen el sistema de
investigación de definiciones y conceptos, cuentos, fábulas, frases
célebres, refranes, conceptos, dichos, dibujos animados, personajes,
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
ejemplos, tareas, consignas y/o cualquier otro medio que consideren
didáctico o adecuado para lograr la asimilación del valor.
Un esquema que me ha parecido muy interesante y que
algunas escuelas privadas lo han aplicado ya desde hace varios años,
consiste en lo siguiente:
66
7.1.1.- Objetivos:
Que el niño comprenda y asimile claramente qué es el valor
que se pretende enseñar.
Que el niño conozca sus efectos, tanto en su persona, en la de
los demás y en la sociedad en general.
Que el niño actúe de acuerdo con el valor enseñado y lo
convierta en una virtud a base de su constante práctica y repetición.
7.1.2.- Actividades: (1 valor por mes).
Primera semana:
Dar una idea general del valor.
Buscar en diversos diccionarios y libros, el concepto o definición
del valor.
Realizar debates y comentarios críticas, respecto el significado
y la definición del valor.
Adoptar una frase representativa del valor que se enseña. Esta
frase se deberá colocar en pizarrón o carteles y leer diariamente, para
su mejor aprehensión y se deberá cambiar por otra del mismo valor,
cada semana (4 al mes).
Segunda y tercera semana:
Poner ejemplos utilizando cuentos, fábulas, frases célebres,
refranes, dichos, dibujos animados, personajes, tareas, consignas,
prácticas etc.
66
Instituto México A.C .Desarrollo de Competencias en el aula, para lograr un arendizaje sgnificativo en el area de formación
humana.
Valores en la educación
Efectuar
reflexiones
Nicolás Vázquez Alonso
sobre
el
valor
del
mes,
sacando
conclusiones, resultados, propuestas, puntos importantes.
Efectuar discusiones guiadas en lo individual y en grupos.
Efectuar un mapa conceptual de las opiniones vertidas.
Cuarta semana:
Efectuar propuestas y conclusiones de las discusiones y
opiniones.
Formalizar con los
niños
el
compromiso
de mantener
permanentemente prácticas que apliquen el valor del mes, para
convertirlo en un hábito y como consecuencia en una virtud que se
adhiera a la vida y al actuar del niño.
Repasar el valor del mes anterior.
7.1.3.- Metodología.
7.1.3.1.- Deducción
67
El razonamiento deductivo fue descrito por primera vez por filósofos de
la antigua Grecia, en especial Aristóteles.
Opuestamente al razonamiento inductivo en el cual se formulan leyes a
partir de hechos observados, el razonamiento deductivo infiere esos mismos hechos
basándose en la ley general.
Un ejemplo:
Todos los hombres son libres.
Aristóteles es un hombre.
Por lo tanto se infiere que Aristóteles es libre.
A diferencia de la inducción, en la deducción la conclusión está implícita
en las premisas. Es decir que la conclusión no es nueva, se sigue necesariamente
de las premisas. Si un razonamiento deductivo es válido y las premisas son
verdaderas, la conclusión sólo puede ser verdadera. En la inducción, la conclusión
es nueva, no se sigue deductivamente de las premisas y no es necesariamente
verdadera.
68
Deducción.- (del latín «deductio»: acción de conducir [«ducere»] a partir
de [«de»]). Demostración o inferencia de una aseveración (consecuencia) partiendo
67
68
http://es.wikipedia.org/wiki/Deducci%C3%B3n
http://www.filosofia.org/enc/ros/dedu.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
de una o de otras varias aseveraciones (premisas) y aplicando leyes de la lógica que
poseen un carácter fidedigno. La inferencia deductiva constituye una cadena de
enunciados cada uno de los cuales es una premisa o conclusión que se sigue
directamente, según las leyes de la lógica de enunciados dados ya en dicha cadena.
En el caso de la inferencia deductiva, las conclusiones se hallan contenidas ya en
las premisas en forma oculta y han de ser extraídas de las últimas aplicando los
métodos del análisis lógico. El estudio de los problemas de la lógica matemática en
los siglos XIX-XX, ha permitido precisar los conceptos vinculados a la deducción y
demostrado cuán unilateral resulta entenderla como una inferencia de lo general a lo
particular. El concepto actual de deducción constituye una generalización que
rebasa en mucho la idea aristotélica de inferencia silogística (de lo general a lo
particular). En el amplio sentido de la palabra, se entiende por deducción toda
inferencia en general.
7.1.3.2.- Análisis.
69
Distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer
sus principios o elementos.
Examen que se hace de una obra, de un escrito o de cualquier realidad
susceptible de estudio intelectual.
El humano tiene dos modos de procesamiento de información, paralelos y
interactúan entre sí. Ambos modos progresan durante la adolescencia:
-el primer tipo es el pensamiento hipotético-deductivo, lógico-formal,
descrito por Piaget. Se llama procesamiento analítico. El pensamiento analítico
requiere un determinado nivel de madurez intelectual, capacidad cerebral,
motivación y práctica.
-el segundo tipo de procesamiento de la información comienza con una
creencia o una idea y rápida y acríticamente desarrolla ideas de apoyo como si las
creencias originales fueran hechos. Esto se denomina pensamiento intuitivo por el
cual se descubren y se aplican las ideas, en lugar de formular hipótesis y analizarlas.
Es rápido y poderoso.
Actuales investigaciones revelan que el cerebro tiene por lo menos dos
caminos, que recibe diversos nombres: consciente e inconsciente, explícito e
implícito, fáctico y creativo, intelectual y emocional y otros más. Estos se desarrollan
de manera independiente.
7.1.3.3.- Inducción.
69
http://www.rae.es/
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
70
En lógica, se designa como inducción a un tipo de razonamiento que va
de lo particular a lo general (concepción clásica) o bien a un tipo de razonamiento en
donde se obtienen conclusiones tan sólo probables (concepción más moderna). La
inducción matemática es un caso especial, donde se va de lo particular a lo general
y, no obstante, se obtiene una conclusión necesaria. Típicamente, el razonamiento
inductivo se contrapone al razonamiento deductivo, que va de lo general a lo
particular y sus conclusiones son necesarias
7.1.3.4.- Método experimental.
71
El método experimental consta de cuatro fases:
A) La observación de hechos, consiste en seleccionar hechos e intentar
explicarlos y comprenderlos a través de la observación. B) La creación de hipótesis:
son las suposiciones razonadas obtenidas a partir de los datos observados. Las
explicaciones de los hechos no se encuentran a la vista; es necesario imaginarlas,
suponerlas, antes de descubrirlas. C) La explicación de sistemas matemáticos, a la
hipótesis obtenida se le aplicaba un planteamiento para poder dar más sentido a la
hipótesis obtenida. Había dos tipos de comprobación de sistemas matemáticos:
compara que los hechos observados quedan explicados por las hipótesis, al
introducir en la comparación conclusiones lógicas. Ver si se han encontrado nuevos
hechos y ver si se pueden adaptar a las hipótesis para dar sentido a los
razonamientos. D) La experimentación: al contrastar las consecuencias de las
hipótesis con lo que ocurre en la realidad se pueden plantear tres posibilidades: la
experimentación confirma la hipótesis: los hechos obtenidos se dan en la realidad
por lo tanto se verifican las hipótesis (porque los hechos salen de las hipótesis) la
experimentación refuta esos hechos: los hechos no tienen sentido respecto a la
realidad por lo tanto se anulan las hipótesis. Las consecuencias de las hipótesis no
pueden obtenerse directamente ni indirectamente, por carecer de medios técnicos.
Como podemos ver, este método refleja una gran similitud con
el método científico, pero no es igual, el método experimental es parte
integrante del método científico, como se comenta en la siguiente
referencia:
7.1.3.4.1.- Método científico
70
71
http://es.wikipedia.org/wiki/Inducci%C3%B3n
http://html.rincondelvago.com/fases-del-metodo-experimental.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
72
Algunas definiciones del método científico:
Para Mario Tamayo y Tamayo, el método científico es un procedimiento
para descubrir las condiciones en las que se presentan sucesos específicos,
caracterizado generalmente por ser tentativo, verificable, de razonamiento riguroso y
observación empírica.
Pardinas, citado por Tamayo y Tamayo, dice que método de trabajo
científico es la sucesión de pasos que debemos dar para descubrir nuevos
conocimientos o, en otras palabras, para comprobar o no, hipótesis que impliquen o
predican conductas o fenómenos desconocidos hasta el momentos.
Citando a Eli de Gortari, Santiago Zorrilla Arena dice que "el método es el
procedimiento planeado que se sigue en la actividad científica para descubrir las
formas de existencia de los procesos, distinguir las fases de su desarrollo,
desentrañar sus enlaces internos y externos, esclarecer sus interacciones con otros
procesos, generalizar y profundizar los conocimientos adquiridos de ese modo,
demostrarlos luego con el rigor racional y conseguir después su comprobación en el
experimento o técnica de su aplicación".
Jorge Witker, habla del método jurídico como cualquier técnica de
aproximación al fenómeno jurídico en su realidad histórica, humana y social, además
de la técnica de interpretación de derecho.
Mario Bunge dice que el método científico es un rasgo característico de la
ciencia, tanto de la pura como de la aplicada: donde no hay método científico no hay
ciencia.
Para Santiago Zorrilla Arena el método "es la clave para llegar a la verdad,
ya que se levanta sobre la base de la problemática de la relación entre nuestros
pensamientos y los objetos". Aclara que el método científico sigue el camino de la
duda sistemática y aprovecha el análisis, la síntesis, la deducción y la inducción, lo
que quiere decir que contiene las operaciones lógicas en general.
Zorrilla Arena agrega que el método científico opera con conceptos,
hipótesis, definiciones, variables e indicadores que son sus elementos básicos que
proporcionan los recursos e instrumentos intelectuales con los que se ha de trabajar
para conseguir el sistema teórico de la ciencia.
José Luis López Cano, citado por Zorrilla Arena (Introducción a la
Metodología...), advierte cinco reglas para dirigir una investigación (considerando
que no debe ser tomadas como una "receta"):
72
http://www.monografias.com/trabajos10/cuasi/cuasi.shtml#ex
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Planear el problema con exactitud.
Definir y fundamentar las conjeturas.
Contrastar estrictamente la hipótesis.
No tomar como absolutamente verdadera una hipótesis confirmada: debe
tomarse como parcialmente verdadera.
Intentar incorporar en leyes los conocimientos más amplios los resultados
obtenidos.
Consideraciones generales del método científico y el derecho.
Santiago Zorrilla Arena advierte que en el caso de las ciencias sociales, y
aquí este autor incluiría al derecho, la investigación inicia con la observación y luego
se plantea la hipótesis; dentro de las ciencias sociales, destaca, se plantean
dificultades muy especiales cuando se quiere aplicar los métodos existentes como
producto de la complejidad y naturaleza de los datos estudiados, la limitada
posibilidad de experimentar y controlar con prueba claras y la ambigüedad de probar
una teoría social por sus resultados.
Diferente opinión es la de Héctor Fix-Zamudio, quien establece en la obra
consultada para este trabajo y descrito en la bibliografía que no existe una tajante
diferencia en el procedimiento que siguen los investigadores de las ciencias
naturales y de las calificadas como culturales (que, en este caso, es donde el autor
en cita ubica al derecho). En todo caso, destaca Fix-Zamudio, la distinción radica en
la manera de obtener los datos particulares que son mucho más evidentes y
comprobables en la naturaleza que en los productos del espíritu.
Norberto Bobbio, citado por Jorge Witker, dice que el derecho, como
ciencia social que programa y coordina comportamientos o conductas individuales y
sociales pueden investigarse desde dos perspectivas epistemológicas que son, a
saber:
Como un sistema de normas dado, que bloquea el tiempo y que es
necesario conservar y reproducir, perspectiva que bajo el formalismo jurídico tiene
su más nítida expresión.
Como un conjunto dinámico de prescripciones que se adecuan y cambian
con las relaciones sociales y que exige al investigador un esfuerzo interdisciplinario
para captar el "dándose aquí y ahora" en una institución o regla del derecho.
Perspectivas del método y el derecho
Héctor Fix-Zamudio, encuentra cuatro perspectivas del método aplicado al
campo jurídico:
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Concepción filosófica del método jurídico, centrándose fundamentalmente
en los caminos lógicos por los cuales se alcanza el conocimiento y se le interpreta
debidamente.
Concepción metodológica del derecho, entendiéndola como una disciplina
que se ocupa por estudiar las técnicas científicas más adecuadas para penetrar y
comprender el amplísimo y multiforme campo del derecho; en este sentido es como
pueden resolverse una serie de procedimientos técnicos que, en su conjunto, han
sido calificados como técnica jurídica.
Concepción histórico-crítica, que parte de la idea de que toda doctrina o
teoría puede ser considerado como un método.
Concepción estricta, utilizando al método para comprender el conjunto de
instrumentos prácticos que pueden utilizarse para realizar correctamente un estudio
científico sobre la materia jurídica.
Elementos del método científico
Citados por Tamayo y Tamayo, Goode y Hatt presentan como elementos
fundamentales del método científico los siguientes:
El concepto, construcción lógica creada a partir de impresiones de los
sentidos o de percepciones y experiencias.
La hipótesis, proposición que puede ser puesta a prueba para determinar
su validez. Son características de la hipótesis:
Deben tener referente empírico: ninguna hipótesis utilizable debe llevar a
juicios morales.
Deben ser conceptualmente claras: los conceptos debe estar claramente
definidos, si es posible operacionalmente.
Tienen que ser específicas: todas las operaciones y predicciones deben
estar bien expresadas, en una forma específica y no general.
Deben estar relacionadas con las técnicas disponibles: el teórico debe
conocer cuáles son las técnicas disponibles para someter su hipótesis a prueba.
Etapas del método científico
Tamayo y Tamayo comenta que en el proceso del pensar reflexivo se dan
cinco etapas para resolver el problema, a saber:
Percepción de una dificultad. El individuo encuentra algún problema que le
preocupa, se halla sin los medios para llegar al fin deseado, con dificultad para
determinar el carácter de un objeto o no puede explicar un acontecimiento
inesperado.
Valores en la educación
Identificación
Nicolás Vázquez Alonso
y
definición
de
la
dificultad.
El
individuo
efectúa
observaciones que le permiten definir su dificultad con mayor precisión
Soluciones propuestas para el problema: la hipótesis. A partir del estudio
de los hechos, el individuo formula conjeturas acerca de las posibles soluciones del
problema.
Deducción de las consecuencias de las soluciones propuestas. El
individuo llega a la conclusión de que si cada hipótesis es verdadera le seguirán
ciertas consecuencias.
Verificación de la hipótesis mediante la acción. El individuo pone a prueba
cada una de las hipótesis, buscando hechos observables que permitan confirmar si
las consecuencias que deberían seguir se producen o no.
Características del método científico
De acuerdo con Ander Egg, citado por Tamayo y Tamayo, las
características del método científico son:
Es fáctico, en cuanto se ciñe a los hechos, es decir, tiene una referencia
empírica.
Trasciende los hechos, es decir "exprimen" la realidad para ir más allá de
las apariencias.
Verificación empírica, pues se vale de esta para formular respuestas a los
problemas planteados y para apoyar sus propias afirmaciones.
Autocorrectivo, va rechazando o ajustando las propias conclusiones.
Progresivo, al no tener conclusiones infalibles o finales está abierto a
nuevos aportes y a la utilización de un nuevo procedimiento o técnica.
Formulación de tipo general, la cosa en particular o el hecho en singular
interesan en la medida en que es un miembro de una clase o caso de una ley.
Objetivo, evita distorsiones.
Mario Bunge reconoce dos características de la ciencia:
Falibilidad, en tanto puede perfeccionarse mediante la estimación de los
resultados a los que llega por medio del análisis directo.
No es autosuficiente, no puede operar en el vacío de los conocimientos
sino que requiere algún conocimiento previo que pueda luego reajustarse y
elaborarse.
Inducción y deducción como método científico.
La inducción y la deducción, dice Zorrilla Arenas, son operaciones lógicas
de la metodología que también nos auxilian para llegar al conocimiento científico
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
encontrando el caso de que ambas, la inducción y la deducción, son métodos
correlativos por su íntima conexión.
En términos generales, deducción es ir de lo general a lo particular y la
inducción es ir de los casos particulares a la generalización.
En principio, señala Zorrilla Arenas, la inducción tiene la gran ventaja de
impulsar al sujeto investigador a ponerse en contacto directo con las cosas. En el
caso de la deducción, continúa el autor en cita, el papel del investigador es doble:
primero debe encontrar principios desconocidos a partir de otros conocidos y,
segundo, debe descubrir consecuencias desconocidas de principios conocidos.
La inducción puede aplicarse cuando estudiamos un conjunto de objetos
relativamente pequeño porque podemos estudiarlos todos y cada uno de ellos.
Además, para aplicar este método, es necesario que el conocimiento comience
teniendo contacto directo con las cosas objeto del estudio.
El método inductivo presupone el problema de las relaciones objetosujeto, realidad-concepto. Su punto de partida es la diferenciación entre realidad y
concepto.
Experimentación como método científico.
El método experimental, advierte zorrilla arenas, ha sido considerado por
muchos investigadores como infalible queriéndosele dar visos de universalidad.
Este método, el experimental, fue utilizado por vez primera por Galileo
Galilei, quien lo estructuró enlazando una serie de procesos tales como la
observación, la hipótesis y el experimento.
Mario
Bunge
aclara
que
el
método
experimental
no
envuelve
necesariamente experimentos en el sentido estricto del término pues puede
aplicarse fuera de un laboratorio.
7.1.3.5.- Lenguaje simbólico intuitivo.
La utilización de imágenes, juegos, fotografías, signos o
cualquier otro símbolo, han ayudado a generar aprendizaje y
conocimiento en los menores, sobre todo en las primeras etapas de su
vida.
El surgimiento del pensamiento en imágenes, denominado por
algunos autores simbólico, intuitivo o representativo, es aquel en el cual
las relaciones esenciales de la realidad se expresan mediante una
imagen, que significa no solo una representación sino también la
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
sustitución de las relaciones entre los objetos, se organiza de manera
más nítida con el apoyo del lenguaje, que va a permitir esquematizar de
manera más eficiente las relaciones presentes y manifiestas – que se
realizan mediante el proceso de la percepción – y las no presentes,
ocultas y esenciales, que se viabilizan mediante la acción del
pensamiento.
73
El pensamiento intuitivo es intermediario entre la imagen y el concepto,
pero el pensamiento simbólico es todavía de un nivel muy inferior al de los
esquemas intuitivos puesto que, en vez de imaginar directamente los ejemplos
representativos, los asimila además a significantes visuales cualesquiera cuya
significación escapa a la comprensión del sujeto.
74
A partir del segundo año de vida el juego del niño se va transformando
gradualmente. Hasta entonces lo que más le ha interesado es manipular los objetos,
sentirlos, moverlos, explorarlos. El niño mayor empieza a darle un significado
simbólico e intuitivo a su juego y esto ocurre en paralelo a la toma de conciencia de
su propio ―yo‖ y a su creciente dominio del lenguaje. Aparecen los primeros indicios
de creatividad, lo cual va a la par con el aumento del dominio de las habilidades
expresivas.
7.1.3.6.- Dinámica de grupos.
La dinámica de grupos es una disciplina que analiza y estudia la
formación, el desarrollo, los problemas, las leyes, fuerzas y relaciones
de interdependencia que ocurren dentro de un grupo.
Me gusta la siguiente definición:
75
Dinámica de grupo se puede definir como las actitudes y sentimientos
que presentan los componentes de un grupo ante la presentación de un problema o
actividad al que deben dar solución.
La dinámica de grupos es un conjunto de conocimientos teóricos y de
herramientas en forma de técnicas grupales que permiten conocer al grupo, la forma
de manejarlo, aumentar su productividad y de afianzar las relaciones internas y
aumentar la satisfacción de los que componen el grupo.
73
74
75
http://www.terra.es/personal2/r.lafita/cap3pag3.htm
http://www.risolidaria.org.pe/docs/ficheros/200512090008_62_0.doc
http://www.definicion.org/dinamica-de-grupo
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Es la forma o medio de como se predisponen los alumnos para aumentar
su motivación estado de animo, con la finalidad de obtener el máximo rendimiento
en el proceso de la enseñanza aprendizaje.
La dinámica de grupos es un conjunto de conocimientos teóricos y de
herramientas en forma de técnicas grupales que permiten conocer al grupo, la forma
de manejarlo, aumentar su productividad y de afianzar las relaciones internas y
aumentar la satisfacción de los que componen el grupo.
El grupo debe lanzar toda las ideas que se le ocurran en relación al tema
expuesto, (dinámica de debate) en este caso deben aportar ideas sobre lo que creen
que es una dinámica de grupo. A partir de las diversas opiniones se podrá llegar,
mediante común acuerdo, a una definición concreta.
Existen cientos de documentos 76 que contienen dinámicas de grupos para
todo nivel, ocasión y características de los niños, sin embargo aquí solo
mencionaremos el concepto general de una dinámica de grupo.
Las técnicas de grupo son
maneras,
procedimientos o
medios
sistematizados de organizar y desarrollar la actividad de grupo sobre la base de
conocimientos suministrados por la teoría de la dinámica de grupos.
Esto es, se denominan técnicas grupales a los medios, métodos
empleados en situaciones de grupo para lograr la acción de este, en un determinado
momento.
Es muy divertido escoger algunos de los ejemplos de conducta de
cualquier valor, y usarlos para hacer un ejercicio de juego de roles. Los niños
pueden actuarlas ellos mismos o usar títeres que actúen primero formas de
conducta sin valores y luego de conducta con valores y que el mismo grupo analice
cada actuación.
7.1.3.7.- Investigación.
Que los niños busquen artículos de periódicos y revistas o
incluso experiencias familiares, que describan situaciones en las que se
muestren valores, o en su defecto, antivalores o vicios, de individuos,
grupos o gobiernos, para discutir esas situaciones. ¿De qué forma se
demuestra un valor o la falta de él?
76
http://www.pjcweb.org/Biblioteca/Dinamicas/Dinamicas_juegos.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Una buena práctica puede ser que el grupo escriba una carta
dirigida a la gente involucrada, haciéndoles ver su concepto del valor
que no se ha respetado o aplicado y una posible solución o corrección.
Que los alumnos investiguen sobre las actividades de servicio a
la comunidad que se llevan a cabo en su ciudad, en las que los niños de
su edad puedan intervenir; que escojan una actividad y se involucren en
ella.
Mediante una lluvia de ideas, se puede producir una lista con
los niños de la clase de lo que sí y lo que no es valor, pidiéndoles que
den ejemplos concretos de cada conducta que identifiquen.
Es muy útil que los educandos lean una historia, vean una
película o un programa de televisión y escriban ¿cómo los personajes se
trataron uno al otro? ¿De qué forma fueron o no virtuosos? ¿Qué efecto
tuvo su comportamiento con los demás? Y dar algunos ejemplos
específicos.
7.1.4.- Recursos didácticos.
El maestro puede auxiliarse de los recursos que mas le agraden
y considere de mayor utilidad, sin embargo aquí se proponen algunos
que pudieran resultar útiles:
7.1.4.1.- Papelógrafos (rotafolios)
77
Un papelógrafo consiste en una tabla a la que se le coloca papel como
de 0,50 m. Por 1 m y se monta sobre un tripié.
Una gran ventaja del papelógrafo es que en muchos casos se puede
preparar antes de una sesión y mostrar de uno en uno, según se necesite. Otra
ventaja es que pueden ―colgarse‖ o pegarse con cinta a una pared los papeles para
mostrarlos en toda una sesión e inclusive durante todo un taller.
Los papelógrafos sirven ―como un tablero para el grupo‖. El instructor
puede registrar la información
77
que aportan los miembros para documentar las
http://www.idi.no/espanol/propuesta/propuesta40.asp
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
decisiones o resaltar información clave. En este sentido, son ―propiedad‖ del grupo y
son muy útiles para el aprendizaje efectivo y la retención.
Los papelógrafos pueden usarse para mostrar la relación entre los datos.
Una pared podría llenarse completamente con gráficos, organizados para demostrar
relaciones. Un cuadro organizacional se puede mostrar con cada función que se
describe en una hoja separada del papelógrafo.
Usar acetatos o papelógrafo (o mejor los dos) es un asunto de estilo
personal.
Los papelógrafos capacitan al instructor para moverse libremente
alrededor del salón para estimular al aprendizaje y liderar la discusión. Los acetatos
exigen que el instructor permanezca cerca del proyector, sin poder atender al grupo
en el mismo grado. Sin embargo, los acetatos pueden proporcionar un aspecto más
profesional y se pueden usar frecuentemente.
Aquí hay un resumen de las ventajas y desventajas del papelógrafo:
Ventajas:
Limpio.
El material se puede guardar.
No hay demoras en preparación.
Artísticos – permiten uso de diferentes colores.
Baratos.
Solo requiere habilidades modestas.
Puede prepararse anticipadamente o durante la sesión.
Permite espontaneidad.
Desventajas:
Muy pequeño para usarlo en grupos grandes.
El material se deteriora pronto con el uso.
Algunas veces presentan problemas los trípodes.
Necesita muy buena escritura.
El papelógrafo es la ayuda visual mínima absoluta requerida en cualquier
situación del salón en donde sea. Con un papelógrafo, el presentador
visualizar y resaltar puntos claves y capturar
puede
la información que aportan los
participantes. Aún si se usa mal, el papelógrafo ayudará en la presentación.
Aquí hay algunos consejos para usar bien los papelógrafos.
Escriba en letras de molde de 5 a 8 cm de tamaño.
No escriba más de10 líneas de información (menos es mejor) en un papel.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Use solamente palabras o puntos claves.
Si
tiene
una
página
de
material
complejo,
prepare
el
papel
anticipadamente usando un lápiz suave. Usted podrá ver lo que escribió pero su
grupo no. Luego, simplemente use su marcador sobre el lápiz.
De la misma forma, si no está seguro de la ortografía de ciertas palabras,
escríbalas en lápiz en la hoja del papelógrafo. Puede escribir hasta su plan de
conferencia, en lápiz, en una página para referencia.
Practique la colocación y paso de hojas. No es siempre fácil y puede
distraer si en el proceso a usted se le cae el papelógrafo o si rompe las hojas
accidentalmente.
Aprenda a escribir en forma clara pero rápidamente. Colóquese a un lado
y use todo su brazo al escribir en el papelógrafo.
Use más de un papelógrafo si combina presentación de información con
aportes de los participantes. Debe evitar estar buscando una hoja vacía para
escribir. Como opción, deje una o dos hojas en blanco mezcladas con sus gráficos
preparados para que pueda escribir el aporte de los participantes.
Puede cortar los errores de las hojas usando una cuchilla o cubriéndolos
con cinta adhesiva.
Si es posible use marcadores de colores y de punta ancha. El color
alegrará cualquier presentación. Los marcadores de punta angosta dejan la letra
muy pequeña para leerla.
Use los colores estratégicamente, los puntos principales en un solo color,
y los subpuntos con otro, o un color para cada concepto diferente.
Cuando no está escribiendo, coloque el marcador en la mesa para que no
se convierta en un señalador que distrae.
Invite a los participantes a usar el papelógrafo mientras hay discusiones,
para que usted esté libre para atender al grupo.
Estos son algunos consejos para el uso efectivo de ayudas visuales. A
usted se le mostrarán otras técnicas en sus sesiones de práctica para darle a sus
ayudas visuales vida y energía.
7.1.4.2.- Tarjetas de evaluación personal
Cuando a un educando se le da la libertad de evaluarse a sí
mismo, y ha sido bien educado en valores, tales como sinceridad,
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
justicia, rectitud, honestidad, etc., surge un sentido de responsabilidad
que prácticamente le impide evaluarse incorrectamente, es simple
consecuencia de los valores adquiridos y esto dará al alumno y al
maestro, una transparencia de los resultados obtenidos en la enseñanza
de los valores, así como el aprovechamiento del educando.
Este recurso, no debe sustituir las evaluaciones que el maestro
deberá realizar a los alumnos, aunque seguramente van a ser
coincidentes.
7.1.4.3.- Cartas compromiso.
Es sumamente importante, que los alumnos se comprometan
con ellos mismos, con sus compañeros, con sus maestros y con toda la
sociedad, a practicar permanentemente todos los valores enseñados en
el seno familiar y en la escuela, así se hace necesario y muy útil,
elaborar documentos (cartas) en que se formalicen dichos compromisos,
documentos suscritos por cada alumno y de preferencia, redactados por
ellos mismos. Así el educando sabrá que ha firmado un documento en
que se obliga a cumplir una obligación: ―La de practicar habitualmente
todos los valores aprehendidos y convertirse en un niño-joven virtuoso‖
Estos compromisos podrían complementarse y reforzarse, con
promesas, juramentos o protestas públicas.
2.4.4.- Manual de cuentos, fábulas, historias, frases celebres,
parábolas.
Este documento es muy importante, pues su constante lectura,
permite al educando relacionar los cuentos, fábulas, frases etc., con los
valores
enseñados
y
facilita
su
comprensión,
memorización,
ejemplificación y aplicación o ejercicio.
Al ser tan extenso este material, lo trasladaremos a un capítulo
posterior. (Capitulo quinto. Inciso 15)
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
8.- Antes de entrar a la escuela.
Es importante recordar, que en los primeros años de vida de los
educandos, antes de ingresar a la escuela, es en el seno familiar donde
se deben inculcar, promover, ejemplificar y transmitir el mayor número
posible de valores, ya que de una eficaz y adecuada educación familiar,
previa a la educación escolar, dependerá el mejor aprovechamiento,
entendimiento, conocimiento, aprendizaje y eficiencia, de los valores que
se enseñen en la escuela y lograr el éxito de los educandos en estos
temas.
No debemos esperar ni suponer que es solo en la escuela
donde se encargaran de educar a los menores, la familia es la principal
obligada y responsable de esta tarea inicial, que será la que deje una
huella imborrable en la memoria, en el carácter, temperamento y en la
personalidad de nuestros niños y aunque en la familia no se cuente con
sistemas metodológicos y pedagógicos de enseñanza y educación en
valores, la formación de los padres y su educación en valores, hará muy
fácil esta tarea.
Considero interesante referir aquí una tabla de los perfiles de
los niños78, antes de entrar a la escuela, y que seguramente resultará
muy útil:
Características del niño de 2 años
79
Su pensamiento es preoperatorio, requiere toda clase de experiencias
sensorio motrices: está ansioso por oler, tocar, llevarse a la boca, observar los
objetos del mundo circundante. En lo que refiere a la expresión oral, posee un rico
lenguaje aún "deforme". Puede relatar sencillos sucesos y utilizar frecuentemente el
pronombre "yo". Mediante el juego, el niño reproduce la vida cotidiana y esta
imitación no requiere la presencia del modelo. El niño de 2 años se encuentra en la
etapa del juego paralelo y solitario, es decir, juega al lado de otro compañero pero lo
78
79
http://www.csm.edu.aR/
http://www.csm.edu.ar/kperfil.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
ignora. Sus intentos de integración están conectados más con la agresividad que
con el deseo de compartir. Desde el punto de vista madurativo, aún no camina
erecto. Todavía se echa hacia delante al correr. Le gusta correr, empujar y tirar. La
actitud de golpear, palmear, burlar, morder y tironear es característica en los niños
de esta edad, no sólo en relación a materiales, sino también como forma de
comunicarse con sus pares. Prefiere los juguetes de acción, como trenes,
automóviles, teléfonos y muñecas. En cuanto a la evolución del dibujo, se encuentra
en la etapa del garabateo, la cual se divide en dos etapas: en primer lugar la
producción de trazos por la simple actitud motora, sin intención figurativa y, en
segundo lugar, la aparición de elementos representativos dados principalmente por
la verbalización consecuencia de la entrada en la función semiótica.
8.1.- Características del niño de 3 años
A los tres años los niños adquieren cierta facilidad en el dominio de la
motricidad gruesa, en tanto que encuentran dificultades para lograr una coordinación
más delicada. El niño ya ha adquirido bastante equilibrio, puede correr con
seguridad y saltar de punta con los pies juntos. Está en condiciones de subir y bajar
escaleras, deslizarse por rampas o pedalear, controlando todos sus movimientos.
Puede sostenerse en un pie e intentar saltos, subir escaleras alternando un pie o
saltar un escalón de 15 a 18cm sin ayuda. Juega con construcciones, levanta torres
y goza destruyendo la obra construida. La expresión gráfica aún es pura acción, sus
garabatos son longitudinales y luego transversales, representan descargas de sus
emociones. Más adelante, da nombre a lo que realiza. En el área verbal ha
incorporado un vocabulario de unas novecientas palabras, lo que le permite
estructurar oraciones simples. Comienza una segunda etapa de interrogación: no
pregunta ya por los nombres sino por el porqué de las cosas. Su pensamiento ha
llegado a estructurar las categorías fundamentales de la inteligencia a nivel sensomotor: objeto permanente, espacio práctico, causalidad y tiempo. Su pensamiento es
egocéntrico, animista y artificialista.
8.2.- Características del niño de 4 años
El niño de 4 años está en el estado del pensamiento pre-lógico y dentro de
él en el pensamiento intuitivo. Distante aún del razonamiento lógico y de la
operación, ha sobrepasado el pensamiento simbólico y la ilusión perspectiva para
llegar a una construcción intelectual incompleta, llamado pensamiento intuitivo,
donde el juicio es regulado por las intenciones. Su ubicación temporal es muy
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
diferente aún, vive más que nada el presente. Su vocabulario se afirma y él lo
ejercita ampliamente, pero no siempre sus palabras tienen la misma significación
que para el adulto. Busca compañeros y puede jugar en pequeños grupos,
alternando con momentos de juego solitario. Esta es la edad de las imitaciones y de
las preguntas, los ¿Por qué? Que darán paso a los ¿Cómo? Ya no es el juego
paralelo el más buscado, le agrada el contacto social más duradero y juega en
pequeños grupos de dos o tres, compartiendo sus juguetes. Su espíritu
independiente lo lleva a tomar sus propias decisiones y desechar ayuda del adulto,
se le puede ofrecer oportunidades para elegir actividades. Su necesidad de
desarrollar los músculos lo lleva a una actividad intensa. Corre, salta, escala, se
balancea. Ante situaciones peligrosas demuestra demasiada inmadurez por lo que
debe advertírsele el cuidado contra accidentes. Su necesidad e interés por la
experiencia diaria pueden orientarse hacia las colecciones, observaciones y
pequeñas experiencias científicas. Dibuja, modela, pinta y cuenta lo que ha hecho.
Algunas de sus producciones ya son reconocibles, especialmente la figura humana,
aunque todavía incompleta.
8.3.- Características del niño de 5 años
Le gusta realizar pruebas motrices mas complejas. Son ágiles en sus
movimientos, su andar es seguro y su actitud postural espontánea. Comienzan a
definir su lateralidad, pueden abotonar su ropa y lograr un afianzamiento suficiente
de su derecha-izquierda y de los movimientos cruzados. Dibujan y pintan con un
objetivo definido. Su noción de tiempo va cambiando, siendo capaces de fusionar los
distintos momentos de un proceso en secuencias temporales cada vez mas largas.
Son mas realistas, menos espontáneos y fantásticos que a los cuatro años. Su
atención es más duradera, aunque necesitan pasar de una actividad a otra con
relativa frecuencia. En sus trabajos y actividades individuales sienten mas interés
por el producto final que por su realización sintiéndose orgullosos de lo realizado. El
proceso lingüístico es asombroso. Experimentan placer por los juegos verbales, el
aprendizaje de palabras nuevas y de su significado. Su sociabilidad es mayor,
juegan con otros y requieren de sus pares para compartir juegos y actividades.
Existen
infinidad
de
programas80
y
libros
de
autores
reconocidos81 en este tema, que orientan a los padres de familia, a
80
http://www.educacionyvalores.org/ http://www.educasites.net/educacion_en_valores.htm
http://www.educacionenvalores.org/ http://educacion.jalisco.gob.mx/consulta/educar/04/4santoyo.html
http://www.sep.gob.mx/wb2/sep/sep_4945_educacion_en_valores
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
educar adecuadamente a los niños antes de entrar a la escuela,
fomentando en ellos, los valores y no sólo antes de entrar a la escuela,
sino durante toda la vida del sujeto, pasando por la adolescencia,
juventud y adultez.
No hay que olvidar que la virtud, es la constante repetición de
valores y no importa si el niño aun no va a la escuela o va en tercer año
o incluso en bachillerato, la educación en la familia, el ejemplo y los
valores que se le inculquen permanentemente, lo ayudarán, junto con el
esfuerzo y aportación a ello que realice la escuela, a ser un hombre de
bien, un hombre de éxito, un hombre decente.
9.- Preescolar
Es muy importante comentar que si bien es cierto se ha
propuesto una lista cronológica de valores, estos pueden ser utilizados,
combinados, reforzados, o simplemente recordados en cualquiera de las
etapas educativas, pues nunca quedará de más o sobrará insistir en
cada uno o en todos los valores, cualquiera que sea.
En lo personal considero que tratándose de menores de siete
años, equivalente al nivel preescolar, los valores no debieran nombrarse
como tales, esto es, como valores, sino utilizar conceptos mucho más
accesibles a un educando de esa edad, como podría ser el término
Tesoro, que a mi es el que mas me agrada.
Tesoro de la justicia.
Tesoro de la obediencia (disciplina).
81
Por citar solo algunos: Jorge Yarce. Valor Para Vivir Los Valores Ed. Norma 2005
Marilu Martinelli Conversando sobre educación en valores humanos Ed. Longseller 2003
Araceli Delgado F. Formación valoral a nivel universitario Ed. Univ. Iberoamericana 2001
Manuel S Saavedra Cómo entender a los adolescentes para educarlos mejor Ed. Pax 2004
Eduardo López Azpitarte Hacia un nuevo rostro de la moral cristiana Ed. Univ. Ibero 2000
Cormac Burke Felicidad y entrega en el matrimonio Ediciones Rialp 1990
José Bernardo Carrasco Hacia una enseñanza eficaz Ediciones Rialp 1997
Víctor García Hoz: Enseñanza de las c. sociales en E. Secundaria Ed. Rialph 1996
La educación en el nivel primario Ed. Rialph 1996
Educación personalizada Ed. Rialph 1992
Educación infantil personalizada Ed. Rialph 1996
Rogelio Medina Rubio La educación personalizada en la familia Ed. Rialph 1996
Antonio Bernal Guerrero Enseñanzas sociales en la educación intermedia Ed. Rialph 1996
Susan Pick Formación cívica y ética Editorial Limusa 1999
Por citar algunos
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Tesoro de la verdad (sinceridad).
Tesoro del orden (fortaleza).
Tesoro de la vida (d. Humanos, dignidad).
Tesoro de la familia (padres y hermanos).
Tesoro de los amigos (amistad).
Tesoro de los maestros (escuela).
Tesoro de la ciudad.
Tesoro de la salud (templanza).
Tesoro de la alegría.
Tesoro de la paz (prudencia).
Tesoro de la bondad (prudencia perdón).
Tesoro del trabajo (laboriosidad).
Tesoro del amor.
9.1.- Justicia.
La justicia, que además de ser un valor cardinal o primario, es
muy importante que sea transmitido a los pequeños desde que tienen
uso de razón, pues la justicia genera un sinnúmero de beneficios
afectivos, familiares, sociales, económicos, culturales etc.
Es el conjunto de reglas y normas que establecen un marco
adecuado
para
las
relaciones
entre
personas
e
instituciones,
autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la
interacción de individuos e instituciones.
82
La justicia no es el dar o repartir cosas a la humanidad, sino el saber
decidir a quien le pertenece esa cosa por derecho. La justicia es ética, equidad y
honradez. Es la voluntad constante de dar a cada uno lo que es suyo. Es aquel
sentimiento de rectitud que gobierna la conducta y hace acatar debidamente todo los
derechos de los demás.
Todos los valores están comprendidos en la justicia. En definitiva, la
verdadera justicia es el arte de dar lo justo o hacer dar lo justo a un individuo,
basándose en los principios del arte del derecho, sin tener ningún tipo de
82
http://es.wikipedia.org/wiki/Justicia
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
discriminación o preferencia hacia ninguna persona. Ya que todas las personas
deben ser tratadas sin ninguna discriminación o preferencia, ya que así se estaría
dando una justicia falsa, y no sería "dar a cada uno lo suyo", sino "dar a él lo que le
toque", dependiendo de su clase social o raza.
La justicia, según Aristóteles, consiste en dar a cada uno lo que es debido.
Hay dos clases de justicia: la justicia distributiva, que consiste en distribuir las
ventajas y desventajas que corresponden a cada miembro de una sociedad, según
su mérito. La justicia conmutativa, que restaura la igualdad perdida, dañada o
violada. A través de una retribución o reparación regulada por un contrato.
83
"La justicia, según Kelsen, es aquello bajo cuya protección puede
florecer la ciencia, y junto con la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la justicia de la
libertad, la justicia de la paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia".
9.2.- Obediencia.
La obediencia se ha incluido en este grupo de valores iniciales,
debido a que los niños de estas edades, aun no
cuentan con gran
capacidad cognoscitiva, apenas tienen uso de razón y obedecer debe
convertirse en una actividad cotidiana, en la casa y en la escuela.
El menor debe aprender a obedecer a quien tiene la autoridad
siempre y cuando no se vaya en contra de la justicia y hacerlo, de
preferencia, por convencimiento, aunque habrá ocasiones en que
tendrán que hacerlo por miedo o por que no les quede otra alternativa.
9.3.- Verdad.
La sinceridad también es muy adecuada a estas edades, ya
que los menores deben acostumbrarse a decir siempre la verdad, ya
que de ello depende un gran numero de decisiones que tomarán los
padres y los maestros en su educación y que deben estar fundadas en
situaciones ciertas, para poder ser de utilidad.
84
Sinceridad: se trata de la capacidad de expresar, sin las interferencias
del miedo, deseos y expectativas no manifestados, todo aquello que brota de la
83
84
http://www.ilustrados.com/publicaciones/EpyAkpkpAAFYdoobIP.php
http://www.proyectopv.org/1-verdad/herramientasuniversales.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
naturaleza real del individuo. Es la vía de acceso a la inocencia y una de las claves
de la libertad.
9.4.- Orden.
El orden, aunque hay quienes consideran que no es un valor,
sino un habito, de todos modos propicia muchos beneficios para los
menores, pues es muy fácil adquirirlo en estas edades y difícil hacerlo
después y su consecuencia es palpable de inmediato, orden con los
juguetes y en los juegos, en la comida, la ropa, los útiles escolares; un
niño ordenado, será un hombre con mayores posibilidades de destacar,
menos riesgo de cometer errores, de perder documentos, citas,
compromisos, negocios etc.
9.5.- Vida.
El derecho humano primordial y sin el cual la humanidad se
degrada a la etapa animal y salvaje del homo sapiens, la ley del más
fuerte, la ley de la selva......derecho que le genera al educando, el deseo
de vivir, de respetar y defender la vida, la propia y la de los demás, y
que directa o indirectamente se relaciona con la paz, la concordia, la
tolerancia, la solidaridad, la generosidad, la salud, la dignidad, etc.
9.6.- Familia.
La célula básica de la sociedad, respetar la familia, promover la
familia, pertenecer a la familia, amar a la familia, son valores
elementales que propician una convivencia social en su primera etapa;
un educando que entienda y respete a la familia, entenderá y respetara
posteriormente y sin dificultad, a la sociedad y sus reglas de
convivencia.
La familia debe entenderse como padres, hermanos, abuelos,
tíos, primos etc.
9.7.- Amistad.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Es un tesoro invaluable, pues contar con amigos con quien
compartir los logros, las derrotas, las alegrías y las penas, es un
privilegio de pocos y nos ayuda a disfrutar lo bueno y a diluir lo malo,
¿De qué nos serviría la riqueza, sin nadie con quien compartirla y
disfrutarla?, o ¿No tener algún amigo a quien pedirle un consejo, unas
palabras de aliento, consuelo o incluso una llamada de atención cuando
algo no lo estamos haciendo bien?
La amistad, el amor, el afecto, que aunque no son exactamente
lo
mismo,
sí
contienen
una
característica
común:
la
entrega
desinteresada de la otra persona en donde se busca su bien,
simplemente por ser ella o él, un amigo.
La amistad es una de las más nobles y desinteresadas formas
de afecto que una persona puede sentir por otra. Los que son amigos se
quieren y se aceptan sin condiciones, tal como son, sin que esto quiera
decir que son cómplices o que se encubran mutuamente sus fallas.
Incapaces de engañarse unos a otros, suelen ser extremadamente
sinceros y decirse las cosas tal como las ven o las sienten.
La amistad es un sentimiento y una forma de relacionarnos con
algunas personas que hace a la vida más agradable. Una alegría que
compartimos con un amigo se vuelve más grande; y una pena, cuando
la compartimos con alguien en quién creemos que es nuestro amigo, se
diluye o hace menos pesada.
Asegurémonos de que el afecto que sentimos por las personas
que elegimos como amigos, es sincero y no está marcado por el interés
de conseguir un beneficio de tipo económico, social, laboral, académico,
etc.
Hablémosles con franqueza, tratemos de hacerles ver sus
errores o engaños, advirtámosles sobre las cosas que nos les
convienen, todo con gran honradez y sin forzarlos a hacernos caso.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Acordémonos siempre de ellos, sin importar la distancia que los
separa de nosotros o el tiempo transcurrido desde la última vez que los
vimos.
9.8.- Escuela.
Nuestra segunda casa, aunque hay quien dice que la escuela
es la primera casa y no podría argumentar nada en contrario, es donde
nos educamos y nos instruimos, esto es, recibimos los elementos y las
herramientas para sobrevivir, sobresalir, ser exitosos y lograr lo que el
ser humano siempre anhela, ―la felicidad‖.
En la escuela nos educan: valores, principios, virtudes, modales
etc.
Y en la escuela nos instruyen o capacitan: historia, geografía,
química, matemáticas, biología, física, español, inglés, etc.
Los alumnos deben reconocer y agradecer la labor de la
escuela y evidentemente son los maestros quienes logran el objetivo de
la escuela, los maestros son entonces, como nuestros segundos padres.
9.9.- Ciudad.
Al igual que la escuela, es como nuestra casa grande, en ella
nacemos, crecemos, vivimos, trabajamos, estudiamos, comemos,
circulamos, nos divertimos, jugamos, conocemos a nuestra pareja y a
nuestros amigos, tenemos hijos, envejecemos, vemos a los nietos y
finalmente fallecemos.
Nuestra ciudad es un gran tesoro pues si es una ciudad de
oportunidades, con oferta de empleos y empleos bien pagados, con
trabajadores bien capacitados e instruidos, pero sobre todo, bien
educados, con empleadores generosos y justos, si contamos con una
ciudad segura, sin corrupción, sin abusos de autoridad, en fin, una
ciudad que nos motive y nos propicie esa felicidad que todos buscamos,
será una ciudad ideal, una ciudad envidiable, donde alcancemos
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
nuestras metas mas rápido y vivamos tranquilos, en paz y sin
preocupaciones.
Un educando, cualquiera, quisiera encontrar una ciudad así y
vivir en ella, y como consecuencia, procurará poner todo lo que este a
su alcance, especialmente sus valores, para lograrla.
9.10.- Salud.
¿Quién no quisiera ser saludable y vivir muchos años con
buena calidad de vida?
Un niño bien educado, conocerá este valor y sabrá que la salud
es una cualidad muy valiosa, una de las más valiosas en el ser humano
y sabrá que en gran parte, la salud dependerá de muchas decisiones
que tome durante su vida, incluso desde su infancia.
Fumar,
tomar
bebidas
embriagantes,
no
dormir
adecuadamente, comer alimentos chatarra, no hacer ejercicio etc., serán
situaciones que un niño bien educado conocerá sin mayor problema y
sabrá, sin lugar a duda, qué decisión tomar para mantener, mejorar y
propiciar su salud y la de los demás.
9.11.- Alegría.
Aunque aparentaría ser un valor no tan importante, es
prácticamente la finalidad del ser humano, equivalente a la felicidad.
Si un ser humano esta triste, su estado de ánimo no es
adecuado para trabajar, para tomar decisiones, para enseñar, para
pensar, está distraído y comete errores que le pueden costar muy caro.
La alegría le permite ver los problemas con entusiasmo y optimismo y le
dan una ventaja sobre los demás que no lo están.
La alegría, incluso, propicia una mejor salud, mejores
decisiones y mejores resultados.
La
alegría
es
resultado
de
muchas
condiciones
que
lamentablemente no siempre se dan, pero en eso estriba el valor, en
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
saber buscar solución a los problemas, ocupándose en lugar de
preocupándose.
Una persona alegre es bienvenida en todas partes, se le facilita
hacer amistades, conseguir empleo o trabajo, adaptarse a los grupos
sociales, normalmente tienden a ser líderes y sus probabilidades de
éxito se incrementan.
85
Alegría: se trata de la capacidad de percibir la vida desde la perspectiva
del privilegio y la celebración. Esta virtud posee una de las más fuertes capacidades
de transformación, tanto propia como del entorno, y es el vehículo indispensable
donde se manifiesta la inocencia. Es una herramienta utilísima frente a la
importancia personal. Una de sus referencias es el sentido del humor.
9.12.- Paz.
Generalmente definida como la ausencia de guerra disturbios o
agitación, o bien el estado de quietud y tranquilidad, es un elemento
indispensable para que el ser humano pueda vivir en armonía ya sea
entre él y los demás individuos, así como la sociedad o la nación en que
vive con las demás sociedades o naciones.
La paz genera confianza, tranquilidad y con ello mejores
condiciones de desarrollo para el hombre, mejores posibilidades de éxito
y al fin y al cabo, mejores posibilidades de felicidad.
En el ámbito personal, la paz designa un estado interior, exento
de cólera, odio y más generalmente de sentimientos negativos. Es, por
lo tanto, deseada para sí mismo e igualmente para los demás, hasta el
punto de convertirse en un saludo (la paz esté contigo) o una meta de la
vida e incluso un deseo para después de la muerte (descanse en paz).
Es una búsqueda permanente del hombre, un ideal, un gran valor.
85
http://www.proyectopv.org/1-verdad/herramientasuniversales.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Martin Luther King Jr., escribió en su carta de Birmingham
escrita en la prisión que, "la verdadera paz no es simplemente la
ausencia de tensión: es la presencia de justicia."
Incluso existen en la actualidad movimientos internacionales,
ong‘s, e instituciones,86 que luchan por fomentar la cultura de la paz, y
esto, sólo se puede hacer con eficiencia, en la educación, como un
valor.
9.13.- Bondad.
La disposición permanente a hacer el bien, de manera amable,
generosa y firme. Las personas bondadosas sienten un gran respeto por
sus semejantes y se preocupan por su bienestar. Si alguien no esta en
buena situación y necesita ayuda, el bondadoso no duda en ofrecérsela,
y lo hace sin ofender, amorosamente y poniendo un gran interés en ello.
Ser bueno, no quiere decir ser blando, sumiso, ingenuo o sin
carácter, como a veces se cree. Al contrario, los buenos se distinguen
por su fuerte personalidad, la cual se traduce en inagotables dosis de
energía y optimismo, y se refleja en su cálida sonrisa y los sentimientos
de confianza, cariño y respeto que infunden a su alrededor. El ser
bondadoso tampoco equivale a ser débil, condescendiente con la
injusticia, o indiferente ante lo que esta bien o esta mal en las actitudes y
palabras de quienes nos rodean, por el contrario, sigue siendo enérgico
y exigente, sin dejar de ser comprensivo y amable.
87
Mantengamos una actitud amable, abierta y generosa a los demás.
Abriguemos compasión hacia las personas que sufren.
Mostrémonos siempre dispuestos ayudar al que lo necesite.
88
La bondad perfecciona a la persona porque sabe dar y darse sin temor a
verse defraudado, transmitiendo aliento y entusiasmo a quienes lo rodean.
86
http://www.fund-culturadepaz.org/spa/espanol.htm http://www.fuhem.es/portal/areas/paz/
http://www.ideaspaz.org/new_site/index.php http://www.juspax-es.org/
87
http://www.ug.edu.ec/facultades/filosofia/ValoresHumanos/webpages/marco.htm
88
http://www.educa.aragob.es/aplicadi/valores/vahu42b.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
En ocasiones el concepto de bondad es confundido con el de debilidad. A
nadie le gusta ser "el buenito" de la oficina, de quien todo el mundo se aprovecha.
Bondad es exactamente lo contrario, es la fortaleza que tiene quien sabe controlar
su carácter, sus pasiones y sus arranques para convertirlos en mansedumbre.
La bondad es una inclinación natural a hacer el bien, con una profunda
comprensión de las personas y sus necesidades, siempre paciente y con ánimo
equilibrado. Este valor, por consiguiente, desarrolla en cada persona la disposición
para agradar y complacer en justa medida a todas las personas y en todo momento.
La bondad implica la gratitud y reconocimiento de los demás.
La bondad no se detiene a buscar las causas, sino a comprender las
circunstancias que han puesto a la persona en la situación actual, sin esperar
explicaciones ni justificación y en procurar el encontrar los medios para que no
ocurra nuevamente. La bondad tiene tendencia a ver lo bueno de los demás, no por
haberlo comprobado, sino porque evita enjuiciar las actitudes de los demás bajo su
punto de vista, además de ser capaz de "sentir" de alguna manera lo que otros
sienten, haciéndose solidario al ofrecer soluciones.
La bondad es un valor que puede incluir otros valores no menos
importantes, como ayuda, sensibilidad, generosidad, prudencia, perdón, etc.
El bondadoso jamás responde con insultos y desprecio ante quienes así lo
tratan, por el dominio que tiene sobre su persona, procura comportarse
educadamente a pesar del ambiente adverso.
La bondad va más allá que un simple ofrecimiento de cosas materiales en
condiciones precarias, para fomentar este valor en la vida podemos considerar que
debemos:
Sonreír siempre.
Evitar ser pesimistas: ver lo bueno y positivo de las personas y
circunstancias
Tratar a los demás como quisiéramos que nos trataran: con amabilidad,
educación y respeto.
Corresponder a la confianza y buena fe que se deposita en nosotros.
Ante la necesidad de llamar fuertemente la atención (a los hijos, un
subalterno, etc.), hacer a un lado el disgusto, la molestia y el deseo de hacer sentir
mal al interesado: buscar con nuestra actitud su mejora y aprendizaje.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Visitar a nuestros amigos: especialmente a los que están enfermos, los
que sufren un fracaso económico o aquellos que se ven afectados en sus relaciones
familiares.
Procurar
dar
ayuda
a
los
menesterosos,
sea
con
trabajo
o
económicamente.
Servir desinteresadamente.
El valor de la bondad perfecciona a la persona que lo posee porque sus
palabras están cargadas de aliento y entusiasmo, facilitando la comunicación
amable y sencilla; sabe dar y darse sin temor a verse defraudado; y sobre todo, tiene
la capacidad de comprender y ayudar a los demás olvidándose de sí mismo.
La bondad es sinónimo de bien.
9.15.- Trabajo
Implica hacer con cuidado y esmero las tareas, labores y
deberes que son propios de nuestras circunstancias. El estudiante va a
la escuela, el ama de casa se preocupa por los miles de detalles que
implican que un hogar sea acogedor, los profesionistas dirigen su
actividad a los servicios que prestan. Pero laboriosidad no significa
únicamente "cumplir" nuestro trabajo. También implica el ayudar a
quienes nos rodean en el trabajo, la escuela, e incluso durante nuestro
tiempo de descanso; los padres velan por el bienestar de toda la familia
y el cuidado material de sus bienes; los hijos además del estudio deben
proporcionar ayuda en los quehaceres domésticos.
Trabajar es solo el primer paso, hacerlo bien y con cuidado en
los pequeños detalles es cuando se convierte en un valor. Es la voluntad
para empezar y terminar algo bien hecho, completo, en el tiempo
previsto y con entusiasmo.
89
Trabajo: se define como la capacidad de producir frutos útiles para el
desarrollo y evolución de la vida. Si va acompañado de una economía de energía y
recursos, y se adorna con el anonimato, puede generar un efecto de auto creación y
89
http://www.proyectopv.org/1-verdad/herramientasuniversales.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
autorregulación susceptible de eliminar, durante el proceso, lo superfluo e inútil por
un lado y, por otro, mostrarse eficaz para cualquier función, objetivo o medio.
9.15.- Amor.
El amor es un conjunto de sentimientos positivos que ligan
afectivamente una persona a otra, o bien a las cosas, ideas, etc
90
El amor es considerado como un conjunto de comportamientos y
actitudes, incondicionales y desinteresadas, que se manifiestan entre seres capaces
de desarrollar inteligencia emocional o emocionalidad. El amor no sólo está
circunscrito al género humano sino también a todos aquellos seres que puedan
desarrollar nexos emocionales con otros, por ejemplo, delfines, perros, caballos, etc.
Tabla de contenidos [ocultar]
1 Amor humano
2 Tipos de amor
3 Perspectivas sobre el amor
3.1 Perspectiva biológica
3.2 Perspectiva psicológica
3.3 Perspectiva histórica y cultural
4 Reseña mitológica sobre el amor: el mito del andrógino
5 Véase también
6 Enlaces externos
Amor humano
En el ser humano, el amor es un sentimiento real, consistente y profundo
que intensifica las relaciones interpersonales entre un sujeto y otro que, partiendo de
su propia insuficiencia, desea el encuentro y unión con otro ser que le haga sentirse
más completo o complementado en su existencia. El amor comienza con el
sentimiento de atracción y admiración de un sujeto hacia otro, que puede ser o no
ser correspondido.
Por otra parte, el que ama, desea y anhela el bien y la felicidad del ser
amado. El dar sin recibir a cambio, el sacrificar y anteponer las necesidades del ser
amado por sobre las propias sin que uno lo considere como sacrificio sino como
90
http://es.wikipedia.org/wiki/Amor
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
oportunidad para prodigar el sentimiento, suele ser considerado amor "verdadero" o
"sano".
Para Erich Fromm el amor es un arte[1] y, como tal, una acción voluntaria
que se emprende y se aprende, no una pasión que se impone contra la voluntad de
quien lo vive. El amor es, así, decisión, elección y actitud.
El amor es un estado mental orgánico que crece o decrece dependiendo
de como se retroalimente ese sentimiento en la relación de los que componen el
núcleo amoroso. La retroalimentación depende de factores tales como el
comportamiento de la persona amada, sus atributos involuntarios o por las
necesidades particulares de la persona que ama (deseo sexual, necesidad de
compañía, voluntad inconsciente de ascensión social, aspiración constante de
completitud, etc.).
Tipos de amor
Agnolo Bronzino, Alegoría de Venus y Cupido, hacia 1540-1545. Londres,
The National Gallery. El amor representado por los dos dioses acompañados por los
"celos" (centro-izquierda), el "engaño" (centro-derecha), la "necedad" (arriba a la
izquierda) y el "tiempo" (arriba a la derecha).Por otro lado, en las relaciones del
hombre con su medio, el amor puede significar una o más de una de las
manifestaciones siguientes del amor, todas ellas relacionadas en mayor o menor
grado. Por ejemplo:
Amor fraternal entre familiares: nace de un sentimiento profundo de
gratitud y reconocimiento a la familia. Amor de un padre a un hijo, etc.
Amor fraternal hacia los amigos: nace de la necesidad del hombre de
socializar.
Amor romántico: nace en la expectativa de que un ser humano cercano
colme a uno de satisfacción y felicidad existencial. Este sentimiento idealiza en cierto
grado a la persona objeto de dicha expectativa, definida en la psiquis.
Amor sexual (deseo).
Amor al prójimo: nace del uso de la facultad de la mente de empatizar y
tolerar.
Amor a los animales: nace en la necesidad de sentirse protector de los
animales.
Amor hacia algo abstracto o inanimado: una idea, una meta, a la patria
(patriotismo) o al lugar de nacimiento, al honor y a la independencia (integridad).
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Amor a los principios: depende de la aplicación de una norma o regla que
es "amada". Por ejemplo, el amor al principio de ayudar al débil, a la norma de no
hacer contra otros lo que no queremos que ellos nos hagan, etcétera.
Amor hacia un dios o una deidad (devoción): Suele nacer en la educación
recibida desde la infancia. Considera a Dios como la fuente de todo amor y se basa
en la Fe. En la mayoría de los casos, se considera que tras la muerte Dios premiaría
de alguna forma a las personas que la correspondiente religión considera virtuosas.
Amor personal.
Amor platónico.
Amor Universal: el que todas las personas pueden llegar a sentir por el
medio natural y que los grandes místicos experimentan como Nirvana.
Lo que parece unir todos estos tipos de amor es el deseo conciente o
inconciente hacia alguien o algo o la realización de sus objetivos.
Algunos idiomas, como el griego antiguo, distinguen entre los diferentes
sentidos del amor mejor que el español. Por ejemplo, en griego antiguo existen las
palabras filia, eros, agape y storge, las cuales significan amor entre amigos, amor
romántico o sexual, amor incondicional y amor afectivo o familiar respectivamente.
Sin embargo, tanto en griego como en muchos otros idiomas, históricamente ha
resultado muy difícil separar los significados de estas palabras totalmente, por lo que
es posible encontrar la palabra agape (amor incondicional) siendo utilizada con el
mismo significado que eros (amor sexual o romántico). Sin embargo, algunas
terminologías vulgares en español como por ejemplo filito, originado de 'filia, genera
jerarquías de seriedad o duración de la pareja.
Perspectivas sobre el amor
Perspectiva biológica
Amor maternal (cuadro de William-Adolphe Bouguereau, 1869).El
concepto de amor no es una noción técnica en biología sino un concepto del
lenguaje ordinario que es polisémico (tiene muchos significados), por lo cual resulta
difícil explicarla en términos biológicos. Sin embargo, desde el punto de vista de la
biología, lo que a veces se llama amor parece ser un medio para la supervivencia de
los individuos y de la especie. Si la supervivencia es el fin biológico más importante,
es lógico que la especie humana le confiera al amor un sentido muy elevado y
trascendente (lo cual contribuye a la supervivencia).
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Sin embargo, en la mayoría de las especies animales parecen existir
expresiones de lo que se llama "amor" que no están directamente relacionadas con
la supervivencia. Las relaciones sexuales con individuos del mismo género
(equivalentes a la homosexualidad en el ser humano) y las relaciones sexuales por
placer, por ejemplo, no son exclusivas de la especie humana; comportamientos
altruistas son observados desde individuos de una especie hacia los de otras
especies (las relaciones milenarias entre el ser humano y el perro son un ejemplo).
Algunos biólogos tratan de explicar dichos comportamientos en términos de
cooperación para la supervivencia o de conductas excepcionales poco significativas.
A partir de los años 1990 psiquiatras, antropólogos y biólogos (como Donatella
Marazziti o Helen Fisher) han encontrado correlaciones importantes entre los niveles
de hormonas como la serotonina, la dopamina y la oxitocina y los estados amorosos
(atracción sexual, enamoramiento y amor estable).
Perspectiva psicológica
Tras las investigaciones efectuadas acerca del amor, Robert J. Sternberg
propuso 3 componentes:
La intimidad, entendida como aquellos sentimientos dentro de una relación
que promueven el acercamiento, el vínculo y la conexión.
La pasión, como estado de intenso deseo de unión con el otro, como
expresión de deseos y necesidades.
La decisión o compromiso, la decisión de amar a otra persona y el
compromiso por mantener ese amor.
Estos tres componentes se pueden relacionar entre sí formando diferentes
formas de amor: intimidad + pasión, pasión + compromiso, intimidad + compromiso,
etc.
Por su parte, analizando la preeminencia de una u otra de estas distintas
prioridades que motivan los vínculos amorosos, algunos autores como John Lee
proponen una serie de arquetipos amatorios.
Perspectiva histórica y cultural
Amor fraterno (figurillas prehispánicas de barro, 250-900 d. C.). Pueblos
indígenas del Centro de Veracruz. Museo de Antropología de Xalapa, México).Si
bien el amor está fundado en capacidades y necesidades biológicas como el placer
sexual y el instinto de reproducción, tiene también una historia cultural. A veces se
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
atribuye su invención a alguna tradición particular (a los sufis, a los trovadores[2], al
cristianismo, al movimiento romántico, etcétera), pero los vestigios arqueológicos de
todas las civilizaciones confirman la existencia de afecto hacia los familiares, la
pareja, los niños, los coterráneos, entre otros, por lo cual las interpretaciones que
postulan que el amor en general es una construcción cultural específica no parecen
fundadas.
Desde el punto de vista cultural, el amor sexual se ha manifestado
históricamente hacia las personas del sexo opuesto como hacia aquellas del mismo
sexo. Para los griegos y durante el Renacimiento, los ideales de belleza eran
encarnados en particular por la mujer y por los adolescentes de sexo masculino. En
algunos idiomas, la palabra "amor" no existe.
Reseña mitológica sobre el amor: el mito del andrógino
En la mitología griega, eran tres los sexos: lo masculino era en un principio
descendiente del sol; lo femenino, de la tierra; y lo que participaba de ambos, de la
luna. Y precisamente, como la luna, eran circulares ellos mismos y su manera de
avanzar. Eran, pues, terribles por su fuerza y su vigor y tenían gran arrogancia,
hasta el punto de que atentaron contra los dioses. Entonces Zeus y los demás
dioses deliberaron y se encontraban ante un dilema, ya que ni podían matarlos ni
hacer desaparecer su raza, fulminándolos con el rayo como a los gigantes - porque
entonces desaparecerían los honores y sacrificios que los hombres les tributaban -,
ni permitir que siguieran siendo altaneros.
Tras mucho pensarlo, al fin Zeus tuvo una idea y dijo: "Me parece que
tengo una estratagema para que continúe habiendo hombres y dejen de ser
insolentes, al hacerse más débiles. Ahora mismo, en efecto -continuó- voy a
cortarlos en dos a cada uno, y así serán al mismo tiempo más débiles y más útiles
para nosotros, al haber aumentado su número. Así pues, una vez que la naturaleza
de este ser quedó cortada en dos, cada parte echaba de menos a su mitad, y se
reunía con ella, se rodeaban con sus brazos, se abrazaban la una a la otra,
anhelando ser una sola por naturaleza. Desde hace tanto tiempo, pues, el amor de
unos a otros es innato en los hombres y aglutinador de la antigua naturaleza, y trata
de hacer un solo individuo de dos. Así pues, cuando se tropiezan con aquella
verdadera mitad de sí mismos, sienten un maravilloso impacto de amistad, de
afinidad y de amor, de manera que no están dispuestos a separarse.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
91
Para todos es claro, o debería serlo, que el amor es un valor
fundamental para la familia. La familia es la escuela del amor, donde primero
aprendemos a amar de pequeños; y de este aprendizaje primario del amor muchas
veces depende si más adelante en nuestra vida, nuestro amor es completo, íntegro,
y enriquecedor. Si no hay amor en la familia, ¿En donde lo habrá?.
Por eso resulta extraño que el amor, al menos en algunos estudios sobre
los valores, no ocupe el primer lugar en los valores familiares. Más todavía, cuando
he trabajado sobre los valores de la familia en grupos focales, con frecuencia el
amor no está entre las primeras menciones y se olvida jerarquizarlo hasta que algún
miembro del grupo dice: "oigan, se nos está olvidando el amor".
Además, que hay una gran confusión en cuanto a qué cosa es el amor. En
algunos grupos, sobre todo de jóvenes, se usa la palabra como un sinónimo de
relaciones sexuales. Claro, el ideal es que las relaciones sexuales sean por amor
(aunque muchas veces el amor no tenga nada que ver), pero indudablemente el
amor va mucho más allá. "el sexo sin amor", decía una joven conocida mía, "entra
en la categoría del ejercicio". ¡Qué triste!
En la edad media, los estudiosos distinguían varias facetas del amor.
Hablaban de la atracción sexual. Hablaban del ágape, o la amistad, afecto y cariño
entre amigos y también de la caridad, el nivel más elevado y sobrenatural del amor,
una de las virtudes teologales.
La atracción sexual, por supuesto, es un importante componente del amor
entre los esposos y es, en sí misma, un bien que promueve la unidad y la
comunicación entre los cónyuges. También entre los esposos es muy importante la
amistad, el cariño, el afecto; ambos son el mejor amigo del otro, en quien depositan
toda la confianza y el respeto por cada uno. Y, por supuesto, cuando hablamos del
matrimonio cristiano, es fundamental la caridad, el amor al Ser Supremo sobre todas
las cosas y al prójimo como a uno mismo. ¿Y quién más prójimo o próximo que el
cónyuge? El amor entre padres e hijos y con la familia extendida, también debería
incluir la amistad, cariño, afecto y sobre todo la caridad.
Tal vez, a estas alturas, muchos lectores estarán pensando: "eso es muy
idealista; muchas familias a veces no logran más que sobrellevarse o tal vez
soportarse, pero ahí no hay amor como este señor lo describe".
Que cierto, y que triste. ¿Será que tienen razón los que ponen el amor en
el cuarto lugar entre la jerarquía de los valores familiares? ¿Será que el amor cuenta
91
http://www.churchforum.org/Info/Familia/amor_valor_familia.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
menos que el bienestar material? ¿Será cierto que la tendencia es a que el amor sea
cada vez menos importante en la familia mexicana? ¿Será que nos hemos vuelto tan
escépticos que no creemos siquiera en la posibilidad de un amor amplio, rico y
enriquecedor, que nos eleve y nos haga mejores? Y si no lo creemos posible,
¿Cómo lo valoraremos?
Este escepticismo sobre el amor en la familia, que muchos prefieren
llamar realismo, es una verdadera plaga. Sin amor, ¿Qué mantiene unida a la
familia? ¿Será el bienestar o la solidaridad motivos suficientemente fuertes para que
la familia se mantenga unida? Más importante: ¿Serán lo suficientemente fuertes
para dar felicidad a sus miembros?
¿O será, me pregunto, que las familias que se aman profundamente no
hacen mucho ruido, y no se notan, mientras que las familias que son infelices por
falta de amor, son mucho más visibles y nos llaman más la atención?. No tengo la
respuesta y no sé si sea importante tenerla. Lo importante en mi opinión es hacernos
conscientes de lo importante que es este valor y le demos un lugar más importante
en la jerarquía de nuestros valores. Sí se puede hacer mucho por las familias, pero
nada será más importante que decidirnos a vivir este valor en nuestra circunstancia
personal y concreta. Decidirnos a amar a nuestra familia profundamente es la acción
más efectiva que podemos hacer, no solo a favor de nuestra familia, sino también en
favor de otras familias. No hay testimonio más importante que el del amor. Cuando
los paganos veían a los cristianos, decían: "miren como se aman". Y querían ser así,
se convertían. ¿Cuántas familias se decidirían a amarse profundamente si vieran a
su alrededor a familias que se aman?
92
Se ha dicho que el amor es la inclinación del alma hacia un objeto o
persona. No podríamos hablar del alma si no se sabe con certeza que el alma
existe, así que tendremos que asemejar el alma con algo que sí sabemos con
certeza. Científicamente, la mente se ubica en nuestro cerebro, así que si tenemos
una afirmación exacta sería bueno analizar la mente y como el amor influye en ella.
Nuestra
mente
esta
dividida
en
varias
partes
psicológicas:
el
razonamiento, nuestra personalidad, la memoria y los sentimientos. Digamos que
con el razonamiento podemos realizar operaciones matemáticas (y mucho más) y la
memoria guarda siempre los números (y mucho más). Nuestra personalidad define
los gustos que tenemos y a su vez los sentimientos que tomamos frente a
92
http://www.monografias.com/trabajos16/filosofia-del-amor/filosofia-del-amor.shtml#quees
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
determinados gustos. Cada gusto que se guarda en nuestra memoria y es
procesado por nuestra personalidad despierta un sentimiento.
Todo esto esta fijado gracias a la estructura de nuestro cerebro y con el
paso del tiempo van cambiando. Nosotros no podemos elegir una razón lógica por la
cual nos gustan las cosas. No podemos decir porque nos gusta bailar, mirar una
película, leer, etc. Nosotros cuando vemos a una mujer y decimos "ella me gusta" no
tenemos ni la más pálida idea de porque me gusta, pero cuando se trata de
afirmaciones del porque "me gusta", lo único que podemos decir es "la estructura de
mi cerebro reacciona frente a situaciones de una determinada manera". Nietzsche
afirma que lo que recibimos son señales que son interpretadas por nuestro cerebro.
La combinación de dichas señales producen un sentimiento o una reacción en
nuestro razonamiento o en la personalidad, y es ahí que sale el amor.
Basándonos en que lo anterior es cierto, cuando estamos frente a una
determinada situación podemos separar los elementos que la componen. Por
ejemplo si vemos una película y decimos que nos encantó, será por la actuación, la
dirección, producción, efectos visuales y sonoros, la historia, el guión, es decir que si
nos gusta todo ello entonces podríamos decir que "yo amo a esa película" o "me
encanta esa película". Preferimos decir amor a ideas o personas, en algunos casos
"amo a mi guitarra", "amo a mi computadora", etc. Por lo general se dice en ideas a
"amo a la ciencia", "por amor al arte", "por amor a la vida". Entonces el amor sucede
cuando un determinado objeto es presenciado y proseado, por nuestra personalidad
y son separadas sus propiedades. Cada propiedad despierta un sentimiento y la
combinación de dichos sentimientos producen al amor. Se puede decir que la
combinación de las propiedades, que forman al objeto, es lo que despierta al amor.
Ahora si el punto 1 de este análisis no es cierto de todas maneras
estaríamos llegando a que el amor es generado por un objeto que tiene
determinadas propiedades, y sus combinaciones despiertan al amor, casi la misma
definición que la anterior por mas que las concepciones sean diferentes, pero se
basan en lo mismo.
Una de las concepciones que quiero citar sobre el amor es la descubierta
por Friedrich Nietzsche. El creía que el amor se llegaba cuando se intenta abarcar el
bien con su totalidad hacia algo y no se consigue, "un desbordamiento hacia algo
ilimitado" decía el filósofo alemán. Entonces de esas propiedades que hablamos, las
del objeto que nos atrae, no podemos, por más que hagamos el esfuerzo, tratar de
abarcar nuestro bien en su totalidad. Además, Nietzsche dice que cuando amamos
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
juntamos todas las mejores propiedades de las cosas mas maravillosas y perfectas
que consideramos en el mundo, y como estas son similares con el objeto es
considerado como esa cosa maravillosa, ese algo perfecto.
Estas afirmaciones llegan a la conclusión de que los sentimientos nos
engañan, y siempre lo han hecho y voy a demostrárselos mas adelante. Y
demostraré también que gracias al razonamiento se ha llegado a los progresos
científicos y por ello también el hombre ha progresado. Y progresaremos en una
filosofía de amor real, un amor perfecto.
10.- Primaria.
A diferencia del nivel preescolar, a partir de la primaria sugiero
que se definan y asignen a los valores el nombre que estrictamente les
corresponde, así como su origen gramatical, definición93 y un concepto
general del mismo.
10.1.- Fortaleza.
Definición:
94
(Del prov. Fortalessa).
F. Fuerza y vigor.
F. En la doctrina cristiana, virtud cardinal que consiste en vencer el temor
y huir de la temeridad.
F. Defensa natural que tiene un lugar o puesto por su misma situación.
F. Recinto fortificado, como un castillo, una ciudadela, etc.
Una de las cuatro virtudes cardinales, que consiste en vencer el
temor y huir de la temeridad. Natural defensa que tiene un lugar o
puesto por su misma situación.
La fortaleza es la capacidad que nos permite mantenernos
fieles a nuestras convicciones y hacerles frente con firmeza y energía, a
las diferentes situaciones con que nos encontramos en la vida. Los que
son fuertes no se dejan tentar por las cosas que no les conviene o no
93
94
Todas las definiciones fueron obtenidas del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española
http://www.rae.es/
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
son buenas para ellos o para otros, así se les presenten bajo la forma
más atractiva y seductora.
Gracias a la fortaleza aprendemos también a resistir la
adversidad, las enfermedades y el dolor en sus distintas formas y a
luchar contra ellos sin amargura, poniendo todo de nuestra parte,
seguros de que vamos a salir adelante
Concepto básico:
95
Fortaleza es vencer los obstáculos con la ayuda de la inteligencia y la
voluntad, ser capaces de derrotar los miedos que nos impiden dar a nuestra vida su
verdadero sentido.
Si tenemos fortaleza podemos conseguir lo que nos proponemos por difícil
que esto sea, nos da tranquilidad frente a las situaciones o presiones que nos
inquietan, es necesaria para que la voluntad sea firme. Cuando tenemos una
voluntad fuerte es más fácil decir ―no‖ a todo aquello que puede influir negativamente
en nuestra persona, y somos capaces de reflexionar para superar cualquier conflicto
en la vida.
Todos podemos superar dificultades o adversidades, lo que se debe hacer
es sumar pequeños esfuerzos para que puedan llegar a ser grandes y exitosos en
todos los proyectos de vida que tengan. Cada persona puede ser capaz de
superarse para trabajar y mejorar sin que sea egoísta. Podemos decir que el valor
de la fortaleza es indispensable en el desarrollo humano, para resistir las influencias
de aquellas personas que quieren dañar nuestra integridad o de aquellas que nos
presionan a realizar algo que no queremos hacer, contraponiéndose a los valores
que nos enseñan en casa o en la escuela.
Con la fortaleza podemos elegir actividades que nos ayuden a nuestra
superación personal; así, seremos coherentes en el pensar y en el hacer y
tendremos la firme voluntad de elegir lo bueno y desechar lo malo.
Si pensamos en las actividades diarias, veremos que se necesita resistir
algunas molestias, y al hacerlo, sabemos con claridad que al final va a resultar que
era necesario vencerlas por nuestro propio bien. Todos los esfuerzos deben estar
apoyados por nuestros padres y maestros para formar hábitos; un ejemplo es
cuando queremos ver la televisión y no hemos terminado la tarea, entonces
debemos resistir un poco la tentación de dejar un trabajo medio hecho y pensar que
95
http://www.nl.gob.mx/?P=s_valores_fortaleza
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
lo podemos terminar bien por iniciativa propia, entonces estaremos desarrollando
este valor.
Lo podemos lograr si...
Hacemos un esfuerzo para resistir las tentaciones.
Emprendemos acciones de mejora personal.
Aceptamos opiniones de personas que nos quieren y desean lo mejor para
nosotros.
Somos congruentes con lo que decimos y pensamos.
Hacemos un esfuerzo por superar las dificultades.
Todo lo que vale exige esfuerzo, disciplina, dedicación. Decídase a
emprender ese camino cada día.
La paciencia todo lo alcanza. Cambie la impaciencia por la perseverancia
en el empeño. El tiempo es necesario para alcanzar cualquier objetivo.
Practicar la paciencia es una manera de fortalecer la voluntad: paciencia
para escuchar a los inoportunos, para controlar los impulsos, para no contestar mal,
etc.
Establezca un horario para su vida y ajústese a él con flexibilidad, pero
con exigencia. No lo cambie por cualquier excusa.
Lo que hay que hacer, se hace: ¡Ahora! Sin aplazarlo. Si algo le supone
esfuerzo, esa es una buena razón para hacerlo. Ahí radica la clave de la superación
personal.
Hable claro, aunque pase un mal rato. Pero hágalo como le gustaría que
lo hicieran con usted.
¡Atrévase! Corra riesgos, sin dejar de ser prudente. No se asuste por el
miedo a fracasar o por las dificultades que encontrará. Sea audaz.
Ejercite la voluntad cuidando los detalles pequeños: organizar el escritorio,
recoger un papel del piso, sonreír a alguien, contestar bien el teléfono, cumplir con
un plazo, etc.
Otra manera de fortalecer la voluntad es perseverar en lo que se
comienza: una dieta, un plan de ejercicios, la lectura de un libro, etc.
El autodominio es importante, de lo contrario se es prisionero de uno
mismo.
96
La fortaleza es la cualidad de lo que es fuerte. Si la virtud es el término
medio entre dos extremos viciosos, entonces la fortaleza está entre el temor (el
96
http://www.4buenasnoticias.com/valores/fortaleza.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
medio excesivo que no nos deja actuar) y la temeridad (que nos empuja a hacer
cosas sin pensar en las consecuencias).
David Isaacs, en ―La Educación de las Virtudes Humanas‖, dice, citando a
J. A. Galera, que ―La fortaleza es la gran virtud: la virtud de los enamorados; la virtud
de los convencidos; la virtud de aquellos que por un ideal que vale la pena son
capaces de arrastrar los mayores riesgos; la virtud del caballero andante que por
amor a su dama se expone a aventuras sin cuento; la virtud, en fin, del que sin
desconocer lo que vale su vida –cada día es irrepetible— la entregaría
gustosamente, si fuera preciso, en aras de un bien más alto‖.
La fortaleza nos empuja a hacer lo que tenemos que hacer, aunque
cueste, aunque tenga sus riesgos. Nos ayuda a superar las dificultades que la
realidad o nuestra imaginación interponen en nuestras decisiones. No se trata de
negar las dificultades, sino de decir ―a pesar de las dificultades, vamos a hacerlo‖.
Pero la fortaleza está también reñida con la imprudencia y la temeridad. Si el riesgo
es realmente grande y los costes son tan altos que sería un locura hacer lo que
tengamos planeado, hemos de ser fuertes y quedarnos sin hacer lo que deseamos,
aunque sea muy apetecible.
La fortaleza no está frecuentemente en hacer grandes cosas. Los días
están llenos de muchas cosas pequeñas. Las grandes hazañas de la humanidad
están hechas de miles de cosas pequeñas, realizadas con paciencia.
La fortaleza consiste en ser fuerte con los fuertes, pero ser débil con los
débiles. Solemos comportarnos al revés: nos mostramos débiles con el que se hace
el fuerte, pero nos hacemos fuertes con los que tenemos por debajo. La persona que
vive la fortaleza sabe dominarse, y comportarse con cada uno como se merece.
La fortaleza es una virtud cristiana, unida a la fe. El creyente encuentra en
el Ser Supremo la verdadera fuerza de la vida: ―mi fuerza y mi poder es el señor‖ (ex
15,2). Pero como todas las virtudes, la fortaleza se aprende, en esa escuela
paciente de ir formando día a día nuestro carácter.
10.2.- Perseverancia.
Definición:
Perseverancia.
(Del lat. Perseverantĭa).
1. F. Acción y efecto de perseverar.
2. F. Constancia en la virtud y en mantener la gracia hasta la muerte.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Concepto básico:
La perseverancia es el aliento o la fuerza interior que nos
permite llevar a buen término las cosas que emprendemos. Los que son
perseverantes tienen una alta motivación y un profundo sentido de
compromiso que les impide abandonar las tareas que comienzan, y los
anima a trabajar hasta el final. Para ser perseverante es una gran ayuda
ser también disciplinados y decididos. La perseverancia es una cualidad
común de las personas de carácter sólido, muchas de ellas líderes en su
campo de acción, que lejos de amilanarse frente a las dificultades o a la
adversidad, se engrandecen y redoblan sus esfuerzos, con gran
determinación, para conseguir los objetivos que se han fijado.
Ejercitemos diariamente nuestra fuerza de voluntad luchando
contra la pereza, la negligencia y el descuido.
Formemos en los niños y niñas una gran disciplina para que
puedan persistir en sus deseos, fortaleza de carácter para que no se
derrumben frente a los obstáculos y una buena dosis de claridad que les
permita comprender que en un mundo donde la competencia es tan
grande sólo tienen éxito quienes más se preparan y más persistencia
tienen.
97
Perseverancia es alcanzar lo propuesto y buscar soluciones a las
dificultades que puedan surgir
La perseverancia es un esfuerzo continuo. Es un valor fundamental en la
vida para obtener un resultado concreto; siempre es gratificante iniciar un proyecto,
existe una gran ilusión, sueños y esperanzas. Ese proyecto puede ser, iniciar un
nuevo ciclo escolar donde comenzarán resistencias y problemas. En esta nueva
experiencia conoceremos personas que no nos agradan, o las exigencias podrán ser
agotadoras; entonces necesitamos tener la perseverancia bien asimilada para no ser
derrotados y tener la satisfacción de haber luchado por llevar a cabo las actividades
necesarias para alcanzar lo que nos propusimos.
Con la perseverancia se obtiene la fortaleza y esto nos permite no
dejarnos llevar por lo fácil y lo cómodo. Cuando hablamos de este valor, valdría la
97
http://www.nl.gob.mx/?P=s_valores_perseverancia
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
pena tomar un papel y ver nuestros propósitos para revisar si los estamos
cumpliendo. Por otro lado, a veces no conocemos realmente a fondo nuestras
capacidades para poder establecer objetivos que realmente podamos alcanzar.
Cualquier meta que emprendamos, debe de estar acompañada de los
medios que vamos a utilizar para conseguirla y pensar qué nos hace falta para
alcanzarla.
Estas
herramientas
son
nuestras
habilidades,
posibilidades
y
conocimientos y pensar cómo aplicarlas. La perseverancia requiere sentido común y
pensar que tal vez no lo logremos de inmediato; sin embargo es importante volverlo
a intentar, porque la perseverancia brinda estabilidad, confianza y es un signo de
que estamos madurando o tomando conciencia de nuestra responsabilidad ante las
cosas. Necesitamos estar preparados para enfrentar los retos que el mundo actual
presente, con un compromiso pleno y decidido para cumplir con nuestra vocación
con entrega y espíritu de servicio.
Lo podemos lograr si...
Somos constantes en nuestras actividades y prevemos los obstáculos.
Tenemos firmeza en las dificultades y somos constantes en la búsqueda
del bien.
Enfrentamos los retos sin miedo, con un compromiso pleno y decidido
para cumplir con nuestra vocación, sea lo que sea.
Aprendemos a valernos por nosotros mismos y trabajamos con empeño
para alcanzar nuestras metas.
Estamos conscientes que nadie puede responder por nosotros.
Transformamos nuestros sueños, les damos vida y luchamos para
convertirlos en realidad
La perseverancia comienza con un conocimiento realista de uno mismo:
fortalezas y debilidades.
No hay calidad personal sin esfuerzo. Por eso debemos vencer los
obstáculos.
La perseverancia es una señal de seguridad.
No debemos confundir la perseverancia con la rutina.
El valor de la perseverancia se refiere a la superación de los obstáculos.
El principal problema de la perseverancia es que no somos constantes en
nuestras acciones.
Debemos ser fuertes para emprender metas y poder cumplirlas.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Debemos hacer lo posible por ser constantes diciendo lo que se piensa y
pensando lo que se dice, y mantenernos firmes en ello.
Lo más importante en esta vida no es darnos cuenta de que tenemos
problemas, sino cómo hacer para superarlos.
Cuando tus acciones sean constantes en su duración, mejores serán los
resultados.
10.3.- Laboriosidad (trabajo).
Definición:
Laboriosidad.
(De laborioso).
F. Cualidad de laborioso (trabajador)
Concepto básico:
Llamamos trabajo al esfuerzo que hacemos para conseguir algo
por nosotros mismos o con la ayuda de los demás. Gracias al trabajo
podemos hacer realidad algo que teníamos en mente, arreglar algo que
no funcionaba, corregir algo que estaba mal o crear algo que antes no
existía.
Son muchas las cosas que podemos lograr por medio del
trabajo. Se trata de una fuerza con un gran poder de transformación,
que ha llevado a la humildad a los más altos niveles de desarrollo y
civilización.
Procuremos ver en nuestro trabajo algo más que la actividad
con lo que nos ganamos la vida.
Recordemos que no hay trabajos indignos. La dignidad o
indignidad de un trabajo depende de nuestra actitud hacia él.
98
"Constante
actividad
productiva
y
dinamismo,
buscando
el
aprovechamiento del tiempo para estar disponible para realizar cualquier actividad."
Una persona con estos valores tiene como características hacer con
cuidado y esmero las tareas, labores y deberes, tiene especial dedicación para
realizar cualquier actividad o trabajo con la mayor perfección posible y concluirlas en
el tiempo previsto, hacer cosas que beneficien a los demás en su persona o sus
98
http://www.monografias.com/trabajos16/valores-significado/valores-significado.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
bienes, organizar el tiempo para mantener un equilibrio entre el descanso y la
actividad, evitando el ocio y la pereza, etc.
Al mantenernos en constante actividad, adquirimos una mayor capacidad
de esfuerzo, nos hacemos más responsables y llevamos una vida con orden;
conscientes que la laboriosidad no es un valor para lucirse en un escaparate, sino un
medio para ser más productivos, eficientes y participativos en todo lugar.
99
Considerado una maldición bíblica, el trabajo ha tenido mala prensa. Ya
Los Beattles cantaban: ―it‘s been a hard day‘s night, and i been working like a dog‖
(―ha sido la noche de un día duro, he estado trabajando como un perro‖). Sobre la
puerta de ese infierno que fue el campo de exterminio de Auschwitz,
los nazis
colocaron el letrero ―arbeit macht frei‖ (―el trabajo hace libres‖). Trabajar se asociaba
con animales, pero no con seres humanos.
Juan Pablo II escribió en 1981 en su encíclica ―laborem exercens‖ (―el
trabajo humano‖): ―el trabajo es un bien del hombre, porque mediante el trabajo el
hombre no sólo transforma la naturaleza adaptándola a las propias necesidades,
sino que se realiza a sí mismo como hombre, es más, en un cierto sentido ‗se hace
más hombre‘‖. Ciertamente, las bestias no ―trabajan‖; a lo sumo, empujan de un
carro y aprovechamos su fuerza física. Sólo el ser humano ―trabaja‖, porque en cada
cosa que hace, aunque sea la más insignificante, deja algo de su ingenio, de su
esfuerzo, y de su propia humanidad. El hombre ―humaniza‖ el mundo mediante su
trabajo. No trabajamos para ―ganar dinero‖, sino para realizarnos como seres
humanos.
El trabajo humano es la primera forma de ser solidarios, y contribuir al
bienestar de la sociedad. Le devolvemos a la comunidad humana lo que ella ha
invertido en nosotros en educación y bienestar.
No hay trabajos sin importancia. En una cátedra universitaria, en una
concejalía, en un taller, en una escuela, en un camión de limpieza, en la casa... Lo
que le da al trabajo su valor no es el ―sueldo‖ o el ―relumbrón social‖ que tiene, sino
el ser humano que trabaja y deja en él su propia vida. Por eso el trabajo humano no
tiene ―precio‖, porque la persona humana no tiene ―precio‖.
La laboriosidad es la virtud del que se empeña en un trabajo bien hecho.
Exige constancia, imaginación, paciencia. A veces hay que trabajar mucho, a veces
años y décadas, antes de ver el ―fruto del trabajo‖. Una sociedad sana y una nación
grande están hechas de hombres y mujeres que viven la laboriosidad.
99
http://www.4buenasnoticias.com/valores/laboriosidad.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
10.4.- Paciencia.
Definición:
Paciencia
(Del lat. Patientĭa).
1. F. Capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse.
2. F. Capacidad para hacer cosas pesadas o minuciosas.
3. F. Facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho.
4. F. Lentitud para hacer algo.
5. F. Tolerancia o consentimiento en mengua del honor.
Concepto básico:
100
La paciencia es la que lleva a cualquier ser humano a poder soportar
cualquier contratiempo y dificultad. De acuerdo con la tradición filosófica; "es la
constancia valerosa que se opone al mal, y a pesar de lo que sufra el hombre no se
deja dominar por él". Así, puede decirse que el paciente va haciéndose fuerte poco a
poco, mientras que el fuerte sabe ser siempre paciente.
La paciencia es el valor que hace a las personas tolerar, comprender,
padecer y soportar los contratiempos y las adversidades con fortaleza, sin
lamentarse; moderando sus palabras y su conducta para actuar de manera acorde a
cada situación.
Es una virtud que nos ayuda a soportar tranquilamente nuestras
tribulaciones y preservar la serenidad en medio de los sufrimientos de la vida. La
paciencia suaviza las penas y evita el enojo y las quejas excesivas. La paciencia es
guardiana de todas las virtudes, pues hay obstáculos en cualquier obra buena, y
solo pueden vencerse por la paciencia.
La paciencia es valor y ciencia que da sentido y coherencia a los actos
humanos y hace posible que actuemos con sentido común y reflexión. La paciencia
es la virtud de los verdaderamente fuertes y creadores, hermanada con la reflexión y
la calma, es la cualidad más relevante en esas personas singulares cuya sola
presencia transmite oleadas de tranquilidad, fuerza, serenidad, paz y sosiego.
100
http://es.wikipedia.org/wiki/Paciencia
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
101
Las tareas largas y difíciles piden paciencia. Que no es ―esperar
sentado y aguantar lo que venga‖, sino trabajar con constancia y con empeño, sin
desesperar porque no se vean resultados inmediatos. Exige ilusión, confianza en lo
que uno lleva entre manos, y una fortaleza especial.
Las cosas grandes, las que valen de verdad la pena, están cimentadas
en la paciencia. Un gran descubrimiento científico exige muchos días de trabajo
constante, ensayando y equivocándose, a veces empezando desde el principio,
durante años y años. Construir una gran amistad, un matrimonio firme, exige
empeño, capacidad de recomenzar, alimentar la relación día a día. Terminar unos
estudios, conseguir un trabajo o una oposición, exigen, más que una especial
inteligencia, paciencia para no abandonar.
102
Paciencia: es la virtud de valorar y comprender el factor correcto del
tiempo y su capacidad de actuar de un modo preciso sobre las personas y las
situaciones. Se alcanza a través de una observación desapasionada de los
acontecimientos y está íntimamente relacionadas con el respeto. Permite conocer el
momento exacto para cada acción y lograr que ésta sea altamente eficaz.
10.5.- Responsabilidad.
Definición:
103
Responsabilidad.
1. F. Cualidad de responsable
2. F. Deuda, obligación de reparar y satisfacer, por sí o por otra persona, a
consecuencia de un delito, de una culpa o de otra causa legal
3. F. Cargo u obligación moral que resulta para alguien del posible yerro
en cosa o asunto determinado
4. F. Der. Capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para
reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente
Concepto básico:
La
responsabilidad
es
la
conciencia
acerca
de
las
consecuencias que tiene todo lo que hacemos y dejamos de hacer sobre
nosotros mismos o sobre los demás. En el campo del estudio o del
trabajo, por ejemplo, el que es responsable lleva a cabo sus tareas con
101
102
103
http://www.4buenasnoticias.com/valores/paciencia.html
http://www.proyectopv.org/1-verdad/herramientasuniversales.html
http://www.rae.es/
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
diligencia, seriedad y prudencia porque sabe que las cosas deben
hacerse bien desde el principio hasta el final y que solo así se saca
verdadera enseñanza y provecho de ellas. Un trabajo bien hecho y
entregado a tiempo es sinónimo de responsabilidad. La responsabilidad
garantiza el cumplimiento de los compromisos adquiridos y genera
confianza y tranquilidad entre las personas.
Por el hecho de vivir en sociedad, crecemos y nos
desarrollamos sobre la base de objetivos comunes, como la convivencia
y el bienestar.
Las libertades de que gozamos van acompañadas de los
deberes que, desde niños, vamos asumiendo. Cuando somos
responsables logramos algo muy preciado: la confianza en nosotros
mismos y la que nos otorgan los demás.
Reflexionemos seriamente antes de tomar cualquier decisión
que pueda afectar nuestra propia vida o la de otros.
Asumamos las consecuencias de nuestros actos.
Respondamos por lo que hacemos, tanto si está bien hecho
como si no.
Reconozcamos los errores que cometemos y mostrémonos
dispuestos a repararlos.
Una persona responsable cumple con el deber que se le asignó
y permanece fiel al objetivo.
Las responsabilidades se llevan a cabo con integridad y con
sentido del propósito.
104
La responsabilidad (o la irresponsabilidad) es fácil de detectar en la vida
diaria, especialmente en su faceta negativa: la vemos en el plomero que no hizo
correctamente su trabajo, en el carpintero que no llegó a pintar las puertas en el día
que se había comprometido, en el joven que tiene bajas calificaciones, en el
arquitecto que no ha cumplido con el plan de construcción para un nuevo proyecto, y
104
http://www.monografias.com/trabajos13/valores/valores.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
en casos más graves en un funcionario público que no ha hecho lo que prometió o
que utiliza los recursos públicos para sus propios intereses.
Sin embargo plantearse qué es la responsabilidad no es algo tan sencillo.
Un elemento indispensable dentro de la responsabilidad es el cumplir un deber. La
responsabilidad es una obligación, ya sea moral o incluso legal de cumplir con lo que
se ha comprometido.
La responsabilidad tiene un efecto directo en otro concepto fundamental:
la confianza. Confiamos en aquellas personas que son responsables. Ponemos
nuestra fe y lealtad en aquellos que de manera estable cumplen lo que han
prometido.
La responsabilidad es un signo de madurez, pues el cumplir una
obligación de cualquier tipo no es generalmente algo agradable, pues implica
esfuerzo. En el caso del plomero, tiene que tomarse la molestia de hacer bien su
trabajo. El carpintero tiene que dejar de hacer aquella ocupación o gusto para ir a la
casa de alguien a terminar un encargo laboral. La responsabilidad puede parecer
una carga, y el no cumplir con lo prometido origina consecuencias.
¿Porqué es un valor la responsabilidad? Porque gracias a ella, podemos
convivir pacíficamente en sociedad, ya sea en el plano familiar, amistoso, profesional
o personal.
Cuando alguien cae en la irresponsabilidad, fácilmente podemos dejar de
confiar en la persona. En el plano personal, aquel marido que durante una
convención decide pasarse un rato con una mujer que recién conoció y la esposa se
entera, la confianza quedará deshecha, porque el esposo no tuvo la capacidad de
cumplir su promesa de fidelidad. Y es que es fácil caer en la tentación del capricho y
del bienestar inmediato. El esposo puede preferir el gozo inmediato de una
conquista, y olvidarse de que a largo plazo, su matrimonio es más importante.
El origen de la irresponsabilidad se da en la falta de prioridades
correctamente ordenadas. Por ejemplo, el carpintero no fue a pintar la puerta porque
llegó su "compadre" y decidieron tomarse unas cervezas en lugar de ir a cumplir el
compromiso de pintar una puerta. El carpintero tiene mal ordenadas sus prioridades,
pues tomarse una cerveza es algo sin importancia que bien puede esperar, pero
este hombre (y tal vez su familia), depende de su trabajo.
La responsabilidad debe ser algo estable. Todos podemos tolerar la
irresponsabilidad de alguien ocasionalmente. Todos podemos caer fácilmente
alguna
vez
en
la
irresponsabilidad.
Empero,
no
todos
toleraremos
la
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
irresponsabilidad de alguien durante mucho tiempo. La confianza en una persona en
cualquier tipo de relación (laboral, familiar o amistosa) es fundamental, pues es una
correspondencia de deberes. Es decir, yo cumplo porque la otra persona cumple.
El costo de la irresponsabilidad es muy alto. Para el carpintero significa
perder el trabajo, para el marido que quiso pasarse un buen rato puede ser la
separación definitiva de su esposa, para el gobernante que usó mal los recursos
públicos puede ser la cárcel.
La responsabilidad es un valor, porque gracias a ella podemos convivir en
sociedad de una manera pacífica y equitativa. La responsabilidad en su nivel más
elemental es cumplir con lo que se ha comprometido, o la ley hará que se cumpla.
Pero hay una responsabilidad mucho más sutil (y difícil de vivir), que es la del plano
moral.
Si le prestamos a un amigo un libro y no lo devuelve, o si una persona nos
deja plantada esperándole, entonces perdemos la fe y la confianza en ella. La
pérdida de la confianza termina con las relaciones de cualquier tipo: el chico que a
pesar de sus múltiples promesas sigue obteniendo malas notas en la escuela, el
marido que ha prometido no volver a emborracharse, el novio que sigue
coqueteando con otras chicas o el amigo que suele dejarnos plantados. Todas esta
conductas terminarán, tarde o temprano y dependiendo de nuestra propia tolerancia
hacia la irresponsabilidad, con la relación.
Ser responsable es asumir las consecuencias de nuestra acciones y
decisiones. Ser responsable también es tratar de que todos nuestros actos sean
realizados de acuerdo con una noción de justicia y de cumplimiento del deber en
todos los sentidos.
Los valores son los cimientos de nuestra convivencia social y personal. La
responsabilidad es un valor, porque de ella depende la estabilidad de nuestras
relaciones. La responsabilidad vale, porque es difícil de alcanzar.
¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra responsabilidad?
El primer paso es percatarnos de que todo cuanto hagamos, todo
compromiso, tiene una consecuencia que depende de nosotros mismos. Nosotros
somos quienes decidimos.
El segundo paso es lograr de manera estable, habitual, que nuestros actos
correspondan a nuestras promesas. Si prometemos "hacer lo correcto" y no lo
hacemos, entonces no hay responsabilidad
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
El tercer paso es educar a quienes están a nuestro alrededor para que
sean responsables. La actitud más sencilla es dejar pasar las cosas: olvidarse del
carpintero y conseguir otro, hacer yo mismo el trabajo de plomería, despedir al
empleado, romper la relación afectiva. Pero este camino fácil tiene su propio nivel de
responsabilidad, porque entonces nosotros mismos estamos siendo irresponsables
al tomar el camino más ligero. ¿Qué bien le hemos hecho al carpintero al
despedirlo? ¿Realmente romper con la relación era la mejor solución? Incluso podría
parecer que es "lo justo" y que estamos haciendo "lo correcto". Sin embargo, hacer
eso es caer en la irresponsabilidad de no cumplir nuestro deber y ser iguales al
carpintero, al gobernante que hizo mal las cosas o al marido infiel. ¿Y cuál es ese
deber? La responsabilidad de corregir.
El camino más difícil, pero que a la larga es el mejor, es el educar al
irresponsable. ¿No vino el carpintero? Entonces, a ir por él y hacer lo que sea
necesario para asegurarnos de que cumplirá el trabajo. ¿Y el plomero? Hacer que
repare sin costo el desperfecto que no arregló desde la primera vez. ¿Y con la
pareja infiel? Hacerle ver la importancia de lo que ha hecho, y todo lo que depende
de la relación. ¿Y con el gobernante que no hizo lo que debía? Utilizar los medios de
protesta que confiera la ley para que esa persona responda por sus actos.
Vivir la responsabilidad no es algo cómodo, como tampoco lo es el corregir
a un irresponsable. Sin embargo, nuestro deber es asegurarnos de que todos
podemos convivir armónicamente y hacer lo que esté a nuestro alcance para
lograrlo.
¿Qué no es fácil? Si todos hiciéramos un pequeño esfuerzo en vivir y
corregir la responsabilidad, nuestra sociedad, nuestros países y nuestro mundo
serían diferentes.
105
Responsabilidad es cumplir con el deber de asumir las consecuencias
de nuestros actos.
Ser responsable también es tratar de que todos nuestros actos sean
realizados de acuerdo con una noción de justicia y de cumplimiento del deber en
todos los sentidos.
Los valores son la base de nuestra convivencia social y personal. La
responsabilidad es un valor, porque de ella depende la estabilidad de las relaciones
personales. La responsabilidad es valiosa, porque es difícil de alcanzar.
105
http://www.nl.gob.mx/?P=s_valores_responsabilidad
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
El primer paso para poseer la responsabilidad es percatarnos de que todo
lo que hagamos, todo compromiso, tiene una consecuencia, depende de nosotros
mismos, porque nosotros somos quienes decidimos.
El segundo paso es lograr de manera estable, que nuestros actos
correspondan a nuestras promesas; si prometemos ―hacer lo correcto‖ y no lo
hacemos, entonces no tenemos responsabilidad.
El tercer paso es educar la responsabilidad e ir corrigiendo lo que no
hacemos bien y volver a empezar.
Sin embargo, estar conscientes de qué es la responsabilidad no es algo
sencillo, debemos de revisar cada uno de nuestros actos para ver si cumplimos con
nuestros deberes o tareas día a día. La responsabilidad es la obligación de cumplir
con lo que se ha comprometido.
La responsabilidad tiene un efecto directo con otro valor fundamental: la
confianza, porque confiamos en aquellas personas que son responsables. Ponemos
nuestra confianza y lealtad en aquellos que de manera comprometida cumplen con
lo que han prometido.
La responsabilidad es un signo de madurez, pues el cumplir una
obligación de cualquier tipo no es generalmente agradable, pues implica esfuerzo.
¿Porqué es un valor la responsabilidad? Porque gracias ella podemos
convivir pacíficamente en la familia, escuela y sociedad. La responsabilidad empieza
contigo mismo, con lo que haces, con lo que crees, con lo que piensas, con los
compromisos y metas que nos marcamos; cumplir o no con éstos nos permite
aprender que hay cosas y situaciones que sólo dependen de nosotros.
Si actuamos responsablemente, somos capaces de invertir el tiempo libre
en actividades que fortalecen nuestro cuerpo y nos ayudan a gozar de buena salud,
como es el practicar algún deporte o algunas actividades artísticas como la música,
dibujo, canto, etc.
La persona responsable responde por sus actos. Por eso piensa antes de
actuar y mide sus consecuencias.
Es responsable quien asume en forma cabal todos sus deberes y ejercita
todos sus derechos.
―Lo que hay qué hacer se hace‖ –afirma José María Escrivá, en camino,―sin vacilar, sin miramientos‖, responsabilidad es cumplir con el deber.
Excusarse, justificarse, buscar pretextos o eludir compromisos, son faltas
de responsabilidad.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Ser responsable implica tener iniciativa. No es simplemente hacer lo que
debo, sino emplear toda la inteligencia para hacerlo de la mejor manera.
Valorar las cosas importantes, ser conscientes de las repercusiones de los
actos y huir de la frivolidad, son manifestaciones de responsabilidad.
Las consecuencias de los actos hay que asumirlas siempre, aunque la
acción sea involuntaria.
Cuando voluntaria o involuntariamente hemos causado un mal a alguien,
se debe resarcir el daño, sobre todo si el daño es contra la fama o el honor de
alguien.
Otros valores relacionados con la responsabilidad: la prudencia al decidir y
la justicia para dar a cada uno lo que le corresponde.
¿A quién hay que responder de nuestros actos? A nosotros mismos, a la
familia, a la escuela y a la sociedad.
106
"La responsabilidad es una obligación, ya sea moral o incluso legal de
cumplir con lo que se ha comprometido."
La responsabilidad (o la irresponsabilidad ) es fácil de detectar en la vida
diaria, especialmente en su faceta negativa: la vemos en el plomero que no hizo
correctamente su trabajo, en el joven que tiene bajas calificaciones, y en casos más
graves en un funcionario público que no ha hecho lo que prometió.
Un elemento indispensable dentro de la responsabilidad es el cumplir un
deber. La responsabilidad tiene un efecto directo en otro concepto fundamental: la
confianza. Ponemos nuestra fe y lealtad en aquellos que de manera estable cumplen
lo que han prometido.
La responsabilidad es un signo de madurez, pues el cumplir una
obligación de cualquier tipo no es generalmente algo agradable, pues implica
esfuerzo. La responsabilidad puede parecer una carga, y el no cumplir con lo
prometido origina consecuencias. ¿por qué es un valor la responsabilidad? Porque
gracias a ella, podemos convivir pacíficamente en sociedad, ya sea en el plano
familiar, amistoso, profesional o personal. La responsabilidad en su nivel más
elemental es cumplir con lo que se ha comprometido .
Cuando alguien cae en la irresponsabilidad, fácilmente podemos dejar de
confiar en la persona. El origen de la irresponsabilidad se da en la falta de
prioridades correctamente ordenadas.
106
http://www.monografias.com/trabajos16/valores-significado/valores-significado.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La responsabilidad debe ser algo estable. Todos podemos tolerar la
irresponsabilidad de alguien ocasionalmente, empero no todos toleraremos la
irresponsabilidad de alguien durante mucho tiempo.
Ser responsable es asumir las consecuencias de nuestra acciones y
decisiones. Ser responsable también es tratar de que todos nuestros actos sean
realizados de acuerdo con una noción de justicia y de cumplimiento del deber en
todos los sentidos.
Los valores son los cimientos de nuestra convivencia social y personal. La
responsabilidad es un valor, porque de ella depende la estabilidad de nuestras
relaciones.
La
responsabilidad
vale,
porque
es
difícil
de
alcanzar.
Vivir la responsabilidad no es algo cómodo, como tampoco lo es el corregir a un
irresponsable. Sin embargo, nuestro deber es asegurarnos de que todos podemos
convivir armónicamente y hacer lo que esté a nuestro alcance para lograrlo.
Si todos hiciéramos un pequeño esfuerzo en vivir y corregir la responsabilidad,
nuestra sociedad, nuestros países y nuestro mundo serían diferentes. Si es difícil,
pero vale la pena.
107
Responsabilidad: se trata de la toma de conciencia respeto a asumir,
sin mérito ni culpas, el resultado de nuestras acciones sin involucrar en ellas a los
demás. Es una de las vías de acceso a la libertad.
10.6.- Generosidad.
Definición:
Generosidad.
(Del lat. Generosĭtas, -ātis).
1. F. Inclinación o propensión del ánimo a anteponer el decoro a la utilidad
y al interés.
2. F. Largueza, liberalidad.
3. F. P. Us. Valor y esfuerzo en las empresas arduas.
4. F. P. Us. Nobleza heredada de los mayores.
La generosidad es una de las más claras manifestaciones de
nobleza de espíritu y grandeza de corazón que pueda dar una persona.
Los que son generosos son ricos, pero no en dinero y cosas materiales,
sino en la capacidad de ofrecer a otros lo más preciado de sí mismos.
107
http://www.proyectopv.org/1-verdad/herramientasuniversales.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Es generoso quien perdona las grandes ofensas, quien puede
sacrificar su comodidad y sus privilegios en aras de conseguir lo mejor
para los demás.
Aprendamos a regalar aquello que tenemos en abundancia:
alegría, por ejemplo.
Hay personas que solo pueden dar alegría, ya que es lo que
más tienen. Pero en la medida en que otros reciben este regalo,
pareciera que la alegría se multiplica.
108
Generosidad es servir con auténtico desprendimiento sin esperar nada
a cambio, buscando el bien de los demás.
Ser generoso es ser grande, enriquece a la persona que la practica,
porque nada te hará más humano que el que puedas desprenderte de ti mismo para
compartir con los demás.
Cuando tienes esta cualidad, tus sentimientos los das a quienes te rodean,
estando al pendiente de sus palabras, expresiones y acciones; te das sin esperar
nada cambio.
Si eres generoso te olvidas del egoísmo, no esperas a que alguien te diga
―te necesito‖, te muestras con entusiasmo y te entregas desde el principio hasta el
fin, piensas en lo maravilloso que es poder ayudar y agradeces la oportunidad de
servir.
Si alguien está decaído, triste o enfermo, tu generosidad te permite ofrecer
un trato amable, de respeto y compartir tu tiempo libre con el que más lo necesita,
sin esperar nada a cambio.
Una persona generosa lucha por mantener la unidad y la felicidad con las
personas con las que convive, se da la oportunidad de ayudar a su comunidad ya
sea reforestando, cuidando su entorno o sirviendo con entusiasmo a los demás.
Si buscas servir y hacer sentir bien a todos, eres digno de recibir lo mejor
y estás reforzando este valor de la generosidad con esas buenas acciones que
realizas; piensa que siempre puedes hacer algo más por las personas que están
cerca de ti.
Agradece por todo lo que tienes y recibes, dedica tiempo a quien lo
necesita, desarrolla tu capacidad de dar y de descubrir ese espíritu de servicio que
posees a favor de los demás.
108
http://www.nl.gob.mx/?P=s_valores_generosidad
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Sabías que...... Una persona generosa es digna de reconocimiento si hace
pequeñas acciones como:
Compartir el tiempo con quien más lo necesita.
Cooperar con sus vecinos con una actitud positiva.
Ser agradecido y hacerlo saber.
Apreciar los buenos actos de los demás.
Actuar a favor de otras personas desinteresadamente, sin que nos cueste
esfuerzo.
Ser generoso supone utilizar la voluntad para hacer el bien.
Decidir libremente el dar cosas, tiempo, el perdonar, el escuchar, el
saludar, el recibir, etc.
Valorar lo que se tiene y dar de acuerdo con la necesidad de las personas.
Tener disponibilidad cuando alguien necesite ser escuchado, sin esperar
conseguir algo a cambio.
Esforzarte por hacer la vida agradable a los demás, saludando a alguien
con quien no tienes amistad.
Servir a los demás con el deseo y la seguridad de querer hacerlo.
Crear un ambiente de participación y de servicio en la familia.
La generosidad es fundamental para que la persona llegue a tener
plenitud en su vida.
109
Generosidad: es la capacidad de percibir la abundancia desde la
perspectiva de la alegría y el abandono. Su fuente es la inocencia y desde ella se
alcanza la comprensión de lo suficiente, lo necesario y lo superfluo, así como
también el sentido del orden oculto de creación y sus procesos de flujo.
10.7.- Autodisciplina
(Ver disciplina)
La disciplina y la autodisciplina, podría confundirse, y aunque
sus características esenciales son las mismas, su origen es el que las
diferencia.
Debe distinguirse la disciplina de la autodisciplina, en que esta
se impone por una propia y profunda convicción, de motu proprio110
mientras que aquella es impuesta, es decir, imposición a la fuerza.
109
110
http://www.proyectopv.org/1-verdad/herramientasuniversales.html
Voluntariamente; de propia, libre y espontánea voluntad
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
En la disciplina, uno manda y el otro obedece; en la
autodisciplina uno mismo es quien se manda y se obedece, si valiera la
ejemplificación.
10.8.- Gratitud
(Magnanimidad)
Definición:
111
Gratitud.
(Del lat. Gratitūdo).
1. F. Sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos
ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera.
Magnanimidad
(del lat. Magnanimĭtas, -ātis).
1. F. Grandeza y elevación de ánimo
Concepto básico:
El agradecimiento surge cuando una persona se siente en
deuda con otra porque le ha procurado algún bien, le ha prestado un
servicio o le ha hecho algún regalo. La persona agradecida se alegra por
los
bienes
recibidos,
los
reconocen
y
están
dispuestas
a
corresponderles. No se trata de devolver favor con favor ni regalo con
regalo, sino de sentir y expresar admiración y gratitud por las cualidades
humanas de quienes nos honran con sus dones.
Cada uno tiene mucho que agradecer, y cuidar lo recibido es
una forma de hacer evidente nuestro reconocimiento. Entre los bienes
que más agradece el hombre se encuentra la vida, la salud, la amistad,
la lealtad y la enseñanza de sus antecesores.
La gratitud y el reconocimiento son los mejores regalos que
puede recibir una persona en cualquier época y lugar del mundo.
Admitamos que necesitamos a los demás.
Reconozcamos las obras de los otros.
111
http://www.rae.es/
Valores en la educación
Incluyamos
Nicolás Vázquez Alonso
en
nuestro
lenguaje
expresiones
de
agradecimiento.
Aceptemos que muchas de las cosas buenas que tenemos se
deben a lo que otras personas nos han dado: amor, protección,
cuidados, talento, sabiduría.
―Gracias‖ es una palabra maravillosa.
112
Es la virtud por la cual una persona reconoce, interior y exteriormente,
los regalos recibidos y trata de corresponder en algo por lo que recibió.
Esencialmente, la gratitud consiste de una disposición interior, un corazón
agradecido, pero cuando es genuino trata, de alguna forma, de expresarse en
palabras y en obras. Consecuentemente, incluye tres elementos: reconocimiento de
que un regalo ha sido recibido; apreciación expresado en agradecimiento; y en
cuanto sea posible, regresar de alguna manera lo que se le ha dado de forma
gratuita sin ninguna obligación de parte del dador.
113
Un proverbio dice: ―la memoria del mal tiene larga huella; la memoria
del bien muy pronto pasa‖. Y es que tenemos tendencia a guardar buena cuenta de
los agravios recibidos. ¡Y lo mismo nos ocurre con los beneficios que les prestamos
a los demás y el inmenso trabajo que nos ha costado realizarlos! No hay que
enseñarle a un niño a decir ―no‖. Es la primera palabra que aprenden. Sin embargo,
cuesta mucho enseñarles a decir ―gracias‖. Por instinto, tendemos a poner nuestras
manos para recibir, como si tuviéramos derecho y decir ―más, más‖. El cuerpo no
nos pide ser agradecidos, sino ser exigentes. Sólo la educación hace nacer en
nosotros la gratitud.
El español medio tiende a ser algo brusco, y no le da las gracias ni a su
padre. Por eso nos llama la atención cuando los latinoamericanos que conviven
entre nosotros como inmigrantes saben pedir las cosas ―por favor‖, y responden
siempre con un ―gracias‖. ¿Se trata de algo más que palabras? ¿Es una actitud ante
la vida? Dice Jacques Chevrot: ―decid ‗gracias‘ al menor servicio prestado por quien
sea; mas, pronunciad esta palabra sin afectación, como si cambiaseis una simple
mirada. Por sí sola, esta palabrita recompensa todos los trabajos; repara la frase
acaso un poco dura que se os ha escapado anteriormente; equivale a una sonrisa y,
a veces, la provoca; hace feliz al que la pronuncia y a aquel a quien va dirigida‖.
―Es de bien nacidos ser agradecidos‖. No está mal terminar el día
repasando en nuestro interior todo lo bueno que durante el día hemos recibido de los
112
113
http://www.corazones.org/diccionario/gratitud.htm
http://www.4buenasnoticias.com/valores/gratitud.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
demás. Especialmente, merece la pena repasar lo que hemos recibido de la gente
que convive con nosotros y, sobre todo, de nuestra familia.
Magnanimidad.
114
"El valor que nos hace dar más allá de lo que se considera normal, para
ser cada día mejores sin temor a la adversidad o a los inconvenientes."
La magnanimidad es una disposición hacia dar más allá de lo que se
considera normal, de entregarse hasta las últimas consecuencias, de emprender sin
miedo, de avanzar pese a cualquier adversidad.
La magnanimidad se caracteriza por la búsqueda de su perfección como
ser humano y la entrega total de su persona para servir a los demás
desinteresadamente. Para el magnánimo no existen tareas de ínfima categoría o el
temor a cuidar lo que podría denominarse "buena imagen", actúa con la convicción
de cumplir con un compromiso y un deber personal: ayuda a quien goza de menor
simpatía en un grupo; saluda con cortesía, cede el paso, o sirve en la mesa al
empleado y al amigo por igual, etc.
La magnanimidad es un excelente medio para robustecer nuestra
comprensión, el espíritu de servicio, la generosidad, el perdón y el optimismo. Todas
nuestras acciones se ennoblecen cuando están al servicio de los demás: el consejo,
la ayuda, la compañía y hasta el mismo trabajo, son los medios ordinarios que
tenemos al alcance para hacer de nuestras labores y aspiraciones algo grande, algo
fuera de lo común, algo que pocos están decididos a hacer.
10.9.- Libertad.
Definición:
Libertad.
(Del lat. Libertas, -ātis).
1. F. Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de
otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.
2. F. Estado o condición de quien no es esclavo.
3. F. Estado de quien no está preso.
4. F. Falta de sujeción y subordinación. A los jóvenes los pierde la libertad.
5. F. Facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas de hacer y
decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres.
114
http://www.monografias.com/trabajos16/valores-significado/valores-significado.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
6. F. Prerrogativa, privilegio, licencia. U. M. En pl.
7. F. Condición de las personas no obligadas por su estado al
cumplimiento de ciertos deberes
8. F. Contravención desenfrenada de las leyes y buenas costumbres
Concepto básico:
La libertad es la posibilidad que tenemos de decidir por
nosotros mismos, cómo actuar en las diferentes situaciones que se nos
presentan en la vida. El que es libre elige, entre determinadas opciones,
la o las que le parecen mejores o más convenientes, tanto para su
bienestar como para el de los demás o el de la sociedad en general. Las
personas libres piensan muy bien lo que van a hacer antes de decidirse
a actuar de una u otra manera, pues saben que la libertad no es
sinónimo de hacer " lo que se nos dé la gana", y que la mayoría de
nuestros actos tienen consecuencias buenas o malas según el grado de
responsabilidad con el que actuemos.
En todos los tiempos y en todos los idiomas, Libertad es, tal
vez, la palabra más hermosa y la más querida por todos los hombres.
Ella vive en nuestro corazón y en todas las decisiones que
tomamos, desde la más pequeña hasta la más importante.
Por eso, por ser la facultad más preciosa del hombre, tal vez
sea la que mayor responsabilidad nos exige.
Somos responsables de ejercer nuestra propia libertad. Desde
que somos niños nos vamos ejercitando en ella, cuando pensamos y
actuamos, hasta que somos adultos y gozamos plenamente de todos
nuestros derechos, gracias a los cuales la libertad es posible.
Participemos activamente, mediante el voto (si se trata de elegir
gobernantes) o la expresión de nuestras ideas en la toma de decisiones
que afecten nuestra vida personal, familiar o social.
Defendamos nuestra privacidad.
No aceptemos presiones de nadie para hacer algo que no
queremos o con lo que no estamos de acuerdo.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Forjémonos una personalidad propia mediante el cultivo de la
honradez, la sinceridad, la reflexión y la independencia de criterio.
115
La palabra libertad designa la facultad del hombre que le permite decidir
llevar a cabo una determinada obra o no llevarla a cabo. En otras palabras, lo que
permite al hombre decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también
responsable de sus actos. En caso que no se cumpla lo último mencionado se
estaría hablando de libertinaje que es algo que ciertas personas suelen confundir
con la libertad.
La capacidad del ser humano de realmente decidir su destino. El libre
albedrío es un concepto que ha sido discutido durante toda la historia de la
humanidad, especialmente en contextos filosóficos y religiosos.
Suele tomar su pleno sentido en oposición a conceptos tales como:
esclavitud, sujeción y opresión, entre otros.
Libertad, capacidad de autodeterminación de la voluntad, que permite a
los seres humanos actuar como deseen. En este sentido, suele ser denominada
libertad individual. El término se vincula a de la soberanía de un país en su vertiente
de ‗libertad nacional‘. Aunque desde estas perspectivas tradicionales la libertad
puede ser civil o política, el concepto moderno incluye un conjunto general de
derechos individuales, como la igualdad de oportunidades o el derecho a la
educación.
Libertad de derecho, la que es expresada en las leyes. Problema: lo que
las leyes expresan no son libertades, sino los limites de las mismas. Libertad
individual es independencia y responsabilidad ante la propia conciencia. Derecho es
limite legal tanto a la independencia como a la responsabilidad frente a la propia
conciencia. Ejemplo: la legislación de un país no permite más libertad individual que
la que sea respetuosa con dicha legislación, ergo, si no se permite la trasgresión, no
se permite la libertad. En conclusión: el derecho no garantiza la libertad, sino un
marco de convivencia mínimo: un amigo suplica a otro amigo que le ayude a morir
por medio de la eutanasia, si el amigo está dispuesto a ayudarlo, y si la legislación
tiene penada la eutanasia, esto es un claro ejemplo de como el derecho es un limite,
mas que un garante de la libertad.
Libertad de derecho es una perífrasis que le hace violencia a la libertad
individual, promocionando un lenguaje institucionalizado que le lava la cara
sospechosamente al derecho. El derecho es esencialmente un limite de la libertad:
115
http://es.wikipedia.org/wiki/Libertad
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Hobbes, Maquiavelo, Maurice Joly, Tucidides, Montesquieu, Sofistas, Bakunin,
Hitler, constitución española articulo 17-1.
Libertad de derecho es una clara contradicción en sus términos, ya que es
evidente que el derecho no tiene mayor garantía que el que le otorga la fuerza; todos
los gobiernos que establecen leyes lo hacen bajo la garantía de las fuerzas de
seguridad del estado, es decir, de cuerpos policiales y militares encargados de
sostener la vigencia de las leyes por medio de la coacción y la represión de toda
tentativa adversa a la ley. A pesar de que todos los gobiernos buscan un discurso
veraz con el que dar legitimidad a las leyes establecidas por ellos, es obvio que en
último término no tienen más legitimidad que la de la fuerza y el consentimiento de
aquellos que no tienen fuerza suficiente para cambiar lo establecido.
En conclusión: libertad de derecho no es sino un eufemismo y una forma
políticamente correcta para designar las prebendas que el poder otorga a sus
súbditos sin albergar otra intención que la de adocenarlos en beneficio del statu quo.
Por libertad individual, libertades individuales o incluso libertades civiles se
pueden entender al menos dos cosas:
Los llamados derechos individuales, específicamente los de primera
generación.
El principio político, social y económico de soberanía del individuo.
La primera definición se enmarca más dentro del liberalismo político, y
postula la libertad dentro de los marcos legales; la segunda promueve la misma
libertad individual llevada a ámbitos más amplios pasando por encima del marco
legal, aunque también aprovechando las que se encuentran dentro de la legalidad,
está relacionada con el anarquismo.
La libertad de culto es una libertad que refiere a la opción de cada ser
humano de elegir libremente su religión y poder ejercerla públicamente, sin ser
víctima de opresión, discriminación o intento de cambiar su creencia. En las
democracias modernas generalmente el estado garantiza la libertad religiosa a todos
sus ciudadanos, pero en la práctica la elección del credo está dado generalmente
por costumbre familiares y sociales, asociándose frecuentemente ciertas sociedades
a ciertas religiones. Además las situaciones de discriminación religiosa siguen
siendo muy frecuentes en distintas partes del mundo, registrándose casos de
intolerancia, preferencia de una religión por sobre otras y persecución a ciertos
credos.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La libertad de prensa es la existencia en un estado de la garantía de que
los ciudadanos tienen el derecho de organizarse para la edición de medios de
comunicación cuyos contenidos no están controlados por los poderes de ese estado.
En los EE. UU. Éste derecho está garantizado por la primera enmienda de
la constitución estadounidense.
No todos los países tienen garantizada, ya sea por una carta de derechos
o su constitución, la libertad de la prensa: es el caso, por ejemplo, de Australia.
116
Libertad: siendo la libertad uno de los más altos logros, ésta sólo puede
enfrentarse desde la perspectiva de la aspiración más sincera. A partir de este
punto, sus códigos de acceso están marcados por la eliminación de la importancia
personal, el desapego y la certeza de la no permanencia de todo lo existente. En lo
que se refiere a los aspectos más inmediatos, las creencias representan para el ser
humano las primeras y más fuertes cadenas, siendo precisamente las de índole
espiritual las más poderosas; por eso, sólo se puede acceder a la libertad desde la
más absoluta sinceridad con uno mismo.
10.10.- Humildad.
Definición:
117
Humildad.
(Del lat. Humilĭtas, -ātis).
1. F. Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y
debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento.
2. F. Bajeza de nacimiento o de otra cualquier especie.
3. F. Sumisión, rendimiento.
Concepto básico:
La humildad es la conciencia que tenemos acerca de lo que
somos, de nuestras fortalezas y debilidades como seres humanos, y que
nos impide por lo tanto creernos superiores a los demás. Los que son
humildes no se sobreestiman ni maltratan a los menos favorecidos
desde el punto de vista social, físico, intelectual, económico o de
educación. Las personas humildes, saben más que nadie, que esto se
debe a las desigualdades de nuestras sociedades y que la suerte de
116
117
http://www.proyectopv.org/1-verdad/herramientasuniversales.html
http://www.rae.es/
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
haber nacido en un hogar con más oportunidades que otros, no les da
derecho a creerse superiores ni mejores que aquellos que no tuvieron
dicha fortuna.
No permitamos que ―se nos suban los humos‖ cuando
obtengamos algún triunfo, premio o distinción en nuestro estudio o
nuestro trabajo. La inmensa satisfacción que ello representa es el
premio en sí mismo, y no da para que nos creamos superiores al resto
de los demás.
118
Humildad es reconocer nuestras debilidades, cualidades y capacidades
y aprovecharlas para obrar en bien de los demás, sin decirlo
El valor de la humildad ayuda a las personas a contener la necesidad de
decir o hacer gala de sus virtudes a los demás. Una personas que vive la humildad
hace el esfuerzo de escuchar y de aceptar a todos. Cuando más aceptamos, más se
obtendrá el cariño y reconocimiento, porque una palabra dicha con humildad tiene el
significado de mil palabras agradables.
Humildad es aceptar las cualidades con las que nacemos o desarrollamos,
desde el cuerpo hasta las posesiones más preciadas. Por tanto, debemos utilizar
estos recursos de forma valiente y benevolente. Ser humilde es dejar hacer y dejar
ser, si aprendemos a eliminar la arrogancia, reconocemos las capacidades físicas,
intelectuales y emocionales de los demás. Por tanto, el signo de la grandeza es la
humildad. La humildad permite a la persona ser digna de confianza, flexible y
adaptable. En la medida en que somos humildes, adquirimos grandeza en el
corazón de los demás.
El éxito en el servicio a los demás proviene de la humildad; cuanto más
humildes, mayores logros obtendremos. No puede haber beneficio para el mundo sin
la humildad. Una persona humilde puede adaptarse a todos los ambientes, por
negativos que éstos sean; nunca dirán ―no era mi intención decirlo‖, según la actitud,
las palabras reflejarán eso, entonces debemos cuidar nuestras palabras para no
lastimar sin desearlo. Cuando expresemos una opinión debemos hacerlo con el
corazón y mente abierta para aceptar las particularidades, la fortaleza y la
sensibilidad de uno mismo y de los demás.
118
http://www.nl.gob.mx/?P=s_valores_humildad
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Para ser humildes, necesitamos ser realistas, conocernos a nosotros
mismos tal como somos. Únicamente así podremos aprovechar todo lo que
poseemos para obrar el bien. Siempre encontramos cosas en nuestra propia
persona que no nos gustan, capacidades que no estamos aprovechando o
cualidades que no estamos desarrollando. Lo importante es aceptar la situación e
intentar luchar por superarse día a día.
Elimina la soberbia, cultiva el espíritu positivo hacia los demás.
No permitir que tus actitudes o palabras ofendan a otros.
Estar en armonía es el mejor regalo; sonríe y mira a todos con cariño.
Cuida tu lenguaje. No hables para criticar, ni siquiera con el fin de agradar.
Haz de la humildad una clave de tu vida y el resultado será una buena
autoestima.
Reconoce la realidad y esfuérzate por ser mejor.
Elige a tus amistades por tus afinidades.
Resalta los aspectos positivos en los demás, minimiza sus debilidades.
No te sientas superior a nadie.
Aprecia otras virtudes para fortalecer la humildad: la modestia, la
sobriedad, la mesura, etc.
119
La palabra humildad significa modestia o sumisión y deriva del latín
humilitas o, como dice Santo Tomás, de humus: la tierra debajo nuestro. Aplicada a
personas y cosas designa aquello despreciable, innoble o de condición pobre; en
lenguaje corriente, algo de poco valor. Así decimos que un hombre es de origen
humilde o que una casa es una vivienda humilde. Restringido a personas, se
entiende humildad en el sentido de aflicciones o padecimientos que pueden ser
causados por agentes externos, como cuando un hombre humilla a otro
provocándole pena o sufrimiento. Es en este sentido que los demás pueden
infligirnos humillaciones y someternos a ellas. Humildad, en un sentido más elevado
y ético, es aquello por lo que un hombre tiene una modesta apreciación de su propio
valor y se somete a otros por sí mismo. Conforme a este significado ningún hombre
puede humillar a otro sino sólo a sí mismo y a esto último sólo puede lograrlo
adecuadamente mediante la ayuda de la gracia divina. Tratamos aquí a la humildad
en este sentido, en el de la virtud de la humildad.
119
http://www.enciclopediacatolica.com/h/humildad.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
120
Del sustantivo humilitas, humilitatis derivó nuestra palabra humildad,
pasando antes por humiltat y humildat. Si el adjetivo lo hubiésemos formado a partir
del adjetivo latino húmilis, nos habría dado "húmil", del mismo modo que de frágilis
(frangíbilis = rompible) hemos ido a frágil, de fácilis (facíbilis = que se puede hacer) a
fácil, y de útilis (utíbilis =usable) a útil. El adjetivo húmilis es anterior al sustantivo
humílitas. Parece evidente que procede de humus (detectable en el neologismo
humus y en inhumar y exhumar), que significa tierra; debería tener también alguna
relación con humedad, pero es difícil establecerla). Parece asimismo por su
desinencia, que húmilis ha de significar algo así como que se puede reducir a tierra,
a humus, que está muy cerca de la altura del barro. Ese es en efecto el significado
primario en latín: turris húmilis et parva es una torre baja y pequeña (una tautología);
húmiles habitare casas, habitar chozas bajas de techo; húmilis córpore hómines,
hombres de baja estatura, humildes de cuerpo; húmilis volat, vuela humilde (a ras de
tierra); ea quae sunt humiliora, neque se tollere a terra altius possunt, las que son
más humildes (que crecen más a ras de tierra, de poca altura; se refiere a las
plantas) tampoco pueden elevarse más del suelo. A partir de estos significados
puramente físicos, se desarrollan los específicos referidos al hombre o a su entorno,
que implican en todos los casos un juicio de valor negativo, hasta llegar a usarse
como insulto: la húmilis casa es efectivamente una chabola baja de techo; pero se
entiende también que de bajo nivel social, de baja categoría. Húmilis mentis o
húmilis ánimi era la persona de poca inteligencia o de poco valor; húmiles et
sórdidae curae son cuidados "humildes" y sórdidos (obsérvese la expresa relación
de sinonimia entre ambos); quae omnia apud nos partim infamia, partim humilia
atque ab honestate remota ponuntur: todas estas cosas nosotros las ponemos parte
entre las infames, y parte entre las humildes y faltas de dignidad (el trío del que
forma parte el adjetivo humilde, nos ilustra sobre el significado que se le quiere dar).
Cuando pasamos a la humílitas, la cosa está aún más clara: si no se
especifica se refiere a la humildad (bajeza) de nacimiento (humílitas géneris):
humilitatem alicuius despícere, despreciar el origen humilde de alguien; obicere
humilitatem alicui, echarle a alguien en cara la oscuridad de su linaje; huic humilitati
mors anteponenda, hay que preferir la muerte a esta humillación. Estamos en efecto
más cerca de la humillación que de la humildad, porque para un romano ser humilde
era una humillación. Es evidente que el cristianismo despojó a este término de su
carga despectiva (que luego ha recuperado); que lo positivó, al igual que los demás
120
http://www.elalmanaque.com/religion/lex-relig/humildad.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
caracteres de la esclavitud y de la desgracia humana; que incluso creó la forma
reflexiva humiliari (humillarse), totalmente impensable en la mentalidad romana,
convirtiendo la condición humilde en cualidad para un cristiano; la aceptación de esa
condición (que éste fue el nuevo significado que asignó el cristianismo a la palabra
humílitas = humildad), en virtud; y el estar dispuesto, por solidaridad con los
humildes, a colocarse junto a ellos, en un rango más abajo del que a uno
objetivamente le corresponde (humillarse), en una de las más excelsas virtudes
cristianas. He ahí uno de los puntales de la subversión de valores operada por el
cristianismo.
121
"Una
personalidad
sencilla
a
veces
puede
pasar
inicialmente
desapercibida, pero su fortaleza interior y su encanto es mucho más profundo y
perdurable."
Probablemente no hay nada más chocante que la personalidad de quienes
se vanaglorian constantemente de sus propios logros, cualidades y posibilidades.
Son aquellos que muestran sofisticada ropa de diseñador, varios automóviles
exóticos, una conversación plagada de términos rimbombantes derivada de su
profunda cultura, una altivez propia de la dignidad de una familia importante.
La personalidad sencilla en cambio es única, recia, sin adornos ni
artificios, no le hace falta mostrar y poner en un escaparate sus posesiones y
cualidades porque son evidentes y naturales. La sencillez nos enseña a saber
quienes somos y lo que podemos.
La persona humana esta dotada de inteligencia, cualidades y habilidades.
El progreso interno, donde nosotros crecemos es en verdad lo importante.
Con frecuencia se desvirtúa la imagen de las personas sencillas,
haciéndolos sinónimo de timidez e ingenuidad, pobreza y la suciedad. La sencillez
no es pobreza, es tener lo que se necesita pero sin caprichos superficiales. La
sencillez no es suciedad, la pulcritud no está reñida con la humildad del corazón.
Una persona sencilla utiliza con mesura la palabra, evitando acaparar las
conversaciones para convertirse en el centro de atención; del mismo modo su
lenguaje es apropiado, sin recurrir en el uso de palabras cultas o rimbombantes,
para formar una imagen erudita y de vasto conocimiento; en una conversación,
nunca aprovechará el momento para "dar una cátedra" sobre el tema; evita hablar en
todo momento de sus logros, aciertos y reconocimientos alcanzas. Lo más digno, es
omitir toda manifestación ostentosa de nuestra inteligencia, habilidades y bienes
121
http://www.monografias.com/trabajos16/valores-significado/valores-significado.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
materiales. La persona sencilla no se exalta ni menosprecia, aprecia a las personas
por lo que son, lo cual permite un diálogo amable y una amistad sincera.
La manifestación más clara de la sencillez se encuentra en el aspecto
exterior de la persona ya que viste con decoro, sin llegar a ser estrafalario y sin
dejarse seducir por la exageración caprichosa de la moda;
Los modales distan mucho de ser artificiosos y estudiados especialmente
para cada situación concreta, desde la forma de saludar, utilizar los cubiertos, etc.
Es cierto que todos debemos luchar por superarnos, tener una forma de
vida más digna, superarnos profesionalmente, pero siempre con sencillez.
El valor de la sencillez nos ayuda a superar el deseo desmedido por
sobresalir, sentirnos distinguidos y admirados sólo por la apariencia externa. Nuestro
interior, nuestro corazón es lo que verdaderamente cuenta. Una persona sencilla
gana más corazones.
122
Humildad: virtud por la cual se puede alcanzar el anonimato a partir de
un proceso de dilución en la vida e identificación con la totalidad. Se acompaña
habitualmente con el servicio y se identifica con la ausencia de importancia personal.
Se alcanza sustrayendo lentamente al ego su protagonismo.
10.11.- Amabilidad.
Definición:
Amabilidad.
(Del lat. Amabilĭtas, -ātis).
1. F. Cualidad de amable.
2. F. Acción amable.
Concepto básico:
123
Una de las virtudes mejor valorada por todas las personas es las
Amabilidad. Una persona puede ser educada, bien vestida, pero si además es
agradable y amable, entonces es una persona encantadora. Una persona amable,
por norma general, es una persona con buenos modales.
Hay un frase, de Alfred Capus, que nos indica de forma perfecta que es la
amabilidad: " una persona amable es aquella que escucha con una sonrisa lo que ya
sabe, de labios de alguien que no lo sabe". La amabilidad nos ayuda a causar buena
impresión a los demás, aún a costa de hacer algún pequeño sacrificio.
122
123
http://www.proyectopv.org/1-verdad/herramientasuniversales.html
http://www.todito.com/paginas/contenido/fc03222005/nt14769.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Aunque el término "amabílitas" proviene del latín con un significado de
amado, de ser amado o preferido, para nosotros hemos tomado el significado más
actual y moderno que tiene que ver con las normas de conducta más que con los
sentimientos.
El término amabilidad. Engloba muchos conceptos: atención por los
demás, respeto, consideración ... En si misma encierra muchos de los aspectos
fundamentales de una persona bien educada.
"Aunque pudiera hacerme temible, preferiría hacerme amable" dijo Michel
Eyquem de la Montaigne. Y es que una persona amable es querida y respetada. La
amabilidad es un profundo sentimiento que solamente se manifiesta en ciertas
actitudes. La amabilidad se manifiesta en cualquier momento; debe surgir de manera
espontánea. La amabilidad no se fuerza, pues perdería su naturalidad dejando de
ser amabilidad para convertirse en algo fingido, parecido a la amabilidad sin serlo.
La amabilidad es generosidad y hay que derrocharla. Hay que ser
amables con todo el mundo, no solo con las personas que conocemos. La
amabilidad abre puertas, une culturas y ayuda a una convivencia mejor . Una
persona amable es aquella que nos ayuda, por ejemplo, a cambiar una rueda
pinchada de nuestro automóvil, que nos deja llamar por teléfono desde su casa si lo
necesitamos, que nos deja una herramienta, etc. Por todas partes estamos rodeados
de gente amable. Sigamos pasando ese "testigo" y contagiando la amabilidad.
Solamente una cosa más, no abuse de ella. No sea empalagoso, llevando su
amabilidad al límite de lo exagerado, siendo demasiado "atento".
10.12.- Autoestima.
(Estima propia)
Definición:
Estima.
(Ee estimar).
F. Consideración y aprecio que se hace de alguien o algo por su calidad y
circunstancias.
Concepto básico:
124
La autoestima es el valor que ponemos en nosotros mismos. Ésta se
encuentra formada por la percepción que tenemos de nosotros mismos y la
retroalimentación que hemos recibido de forma directa o indirecta desde pequeños
124
http://www.inteligenciaemocional.com.mx/articulo4.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
con nuestros padres, hermanos, maestros, compañeros y todas las personas con
que hemos interactuado hasta la actualidad.
La autoestima no es estática se asemeja a un termómetro que puede subir
o bajar de un instante a otro de acuerdo a los acontecimientos que vivimos
diariamente y el valor que le demos a éstos para valorar o devaluar a nuestro ego.
Cuantas veces nos hemos levantado y visto al espejo y nosotros mismos nos
sorprendemos de lo bien que nos reflejamos y otros días no queremos dar crédito a
ese adefesio que vemos enfrene a nosotros. Claro está que hay personas que su
autoestima no varia mucho a través de su vida y otros tiene altibajos muy fuertes
como los maniacos-depresivos.
Una persona con autoestima alta se muestra segura de si misma, puede
expresar opiniones en las que él o ella crean firmemente, pueden tomar decisiones
firmes a pesar de la incertidumbre y las presiones. En cambio las personas con
autoestima baja son inseguras, temen tomar decisiones y expresar su punto de
vista.
Las personas con una autoestima más sólida y que generalmente está a la
alza son aquellas que conocen sus puntos fuertes y débiles, y que se aceptan así
como son, qué están abiertas a la crítica positiva y negativa sobre ellas, así como
que son capaces de mostrar sentido del humor sobre sí mismas.
La autoestima alta impacta en forma positiva sobre la salud física y
psicológica y por el contrario una autoestima baja afecta en forma negativa sobre las
mismas. Una parte natural de los seres humanos es sentirnos que somos
agradables, capaces y valiosos para los demás y cuando esto no lo sentimos
nuestra autoestima se ve afectada.
125
No basta tener seguridad en nuestras capacidades, el valor de la
autoestima esta fundamentado en un profundo conocimiento de nosotros mismos
Hoy en día se habla de la autoestima como una herramienta para generar
seguridad en sí mismo, evitando así, sentirnos menospreciados y reafirmarnos como
personas capaces de alcanzar metas ambiciosas. Pero existe el riesgo de cerrar los
ojos a la realidad de nuestra persona, convirtiéndonos en seres soberbios que
piensan únicamente en sobresalir por encima de los demás.
Nuestra vida transcurre entre logros y fracasos, y la autoestima es el valor
que nos hace tener plena seguridad en nuestras capacidades, además, da la
125
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/Autoestima.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
fortaleza necesaria para superar los momentos difíciles de nuestra vida, evitando
caer en el pesimismo y el desánimo.
Para que la autoestima sea realmente un valor, debemos tener un
fundamento sólido sobre el cual queremos edificarla. Si solamente pensamos en ella
como un producto del éxito, la posición profesional, una elevada capacidad
intelectual o la aceptación social, reducimos todo a un actuar soberbio y con fines
meramente protagonistas.
Aunque todo lo anterior aporta y contribuye, este valor se sustenta en la
sencillez con que apreciamos nuestras capacidades, sin considerarnos mejores o
peores que los demás. Recordemos que una persona vale por lo que es, y no por lo
que aparenta ser.
Es conveniente señalar que este valor se construye y edifica en nuestro
interior, pues existe la tendencia a pensar que el nivel de autoestima únicamente
depende del actuar de las personas y de la forma como se presentan los
acontecimientos y las circunstancias, surgiendo una evidente confusión entre lo que
es la autoestima y nuestros sentimientos.
Una persona puede sentirse mal porque en un determinado momento no
pudo concretar un negocio, tener éxito en un proyecto, ingresar a un nivel superior
de estudios o llevar a buen fin sus relaciones personales. La autoestima nos ayuda a
superar ese estado de frustración y desánimo porque nuestra persona no ha
cambiado interiormente, conservamos todo lo que somos, en todo caso, adquirimos
una nueva experiencia y conocimiento para poner más empeño, tener más cuidado y
ser más previsores en lo sucesivo.
Cuando tenemos la conciencia del deber cumplido, el esfuerzo empleado
y nuestra rectitud de intención para hacer o realizar algo, adquirimos esa seguridad
que brinda la autoestima porque sencillamente las cosas no dependían de nosotros
en su totalidad... Simplemente no estaba en nuestras manos la solución.
Debemos estar atentos con nuestras aspiraciones y planes. Casi siempre
jugamos con la imaginación y nos visualizamos como triunfadores, dueños de la
admiración general y el control absoluto de las circunstancias: sea la competencia
escolar, la junta de planeación en la oficina, la reunión de amigos o el evento social
que todos esperan. Algunas veces las cosas resultarán como soñamos, pero la
mayoría de las veces todo tiene un fin totalmente opuesto, por eso es conveniente
"tener los pies en la tierra" para no sufrir desilusiones provocadas por nosotros
mismos y que indudablemente nos afectarán.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Si la autoestima debe estar bien fundamentada en una visión realista y
objetiva de nuestra persona, es necesario alcanzar la plena aceptación de nuestros
defectos y limitaciones, con el sobrio reconocimiento de nuestras aptitudes y
destrezas.
Este equilibrio interior basado en el conocimiento propio, se logra si
procuramos rectificar nuestras intenciones haciendo a un lado el afán de ser
particularmente especiales, buscando solamente el desarrollo del valor de la
autoestima.
Reflexionemos un poco en algunas ideas que nos ayudarán a ubicarnos y
conocernos mejor:
- Evita ser susceptible, no tienes que tomar seriamente todas las críticas
hacia tu persona, primero analiza la verdad que encierran, si de ahí tomas una
enseñanza haz lo que sea necesario para mejorar, si no es así olvídalo, no vale la
pena menospreciarse por un comentario que seguramente es de mala fe.
En sentido opuesto existe el riesgo de considerarse un ser superior,
incomprendido y poco apreciado en su persona, lo cual de ningún modo es un
valor... Es defecto.
- Procura no sentirte culpable y responsable de los fracasos colectivos,
toma sólo lo que a ti te corresponde, tu esfuerzo y dedicación hablarán por ti. No
olvides proporcionar tu ayuda y consejo para que mejoren las personas, lo cual es
muy gratificante.
- Todo aquello que te propongas lograr, debe estar precedido por un
análisis profundo de las posibilidades, reconociendo si está en tus manos alcanzarlo.
Evita soñar demasiado.
- Pierde el temor a preguntar y a pedir ayuda, ya que son los medios más
importantes de aprendizaje. Causa más pena la persona que prefiere quedarse en la
ignorancia, que quien muestra deseos de saber y aprender.
- Si tienes gusto por algo (deporte, pasatiempo, habilidades manuales,
etc.), infórmate, estudia y practica para realizarlo lo mejor posible. Si descubres que
te falta habilidad, no lo abandones porque es tu pasatiempo; es muy distinto a dejar
las cosas por falta de perseverancia. Todos tenemos una habilidad (nadar, tocar
guitarra, pintar, escribir novelas, etc.) Y debemos buscar la manera de
perfeccionarnos en la misma.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
- Si te comparas con otras personas, enfoca sus cualidades para aprender
de ellas y cultivar tu persona; en cuanto a los defectos, primero observa si no los
tienes y después piensa como los ayudarías a superarlos, y díselos.
La autoestima aparenta ser un valor muy personalista, sin embargo, todo
aquello que nos perfecciona como seres humanos, tarde o temprano se pone al
servicio de los demás; una vez que hemos recorrido el camino, es más sencillo
conducir a otros por una vía más ligera hacia esa mejora personal a la que todos
aspiramos.
La autoestima implica confianza y seguridad en uno mismo, más que puro
egoísmo.
La autoestima se consolida y crece cuando estamos bien con nosotros
mismos, cosa que nos exige ser verdaderas personas.
10.13.- Autodominio
Definición:
Dominio.
(Del lat. Dominĭum).
1. M. Poder que alguien tiene de usar y disponer de lo suyo.
2. M. Poder o ascendiente que se ejerce sobre otra u otras personas.
Concepto básico:
126
Se define como el formar un carácter capaz de dominar la comodidad y
los impulsos propios de su forma de ser para hacer la vida más amable a los demás.
Es el valor que nos ayuda a controlar los impulsos de nuestro carácter y la
tendencia a la comodidad mediante la voluntad. Nos estimula a afrontar con
serenidad los contratiempos y a tener paciencia y comprensión en las relaciones
personales.
El autodominio debe comprenderse como una actitud que nos impulsa a
cambiar positivamente nuestra personalidad. Cuando no existe esa fuerza interior,
se realizan acciones poco adecuadas, generalmente como resultado de un estado
de ánimo; la armonía que debe existir en toda convivencia se rompe; quedamos
expuestos a caer en excesos de toda índole y entramos en un estado de comodidad
que nos impide concretar propósitos. Cada día que buscamos ejercer ese señorío
sobre nosotros mismos, automáticamente nuestro carácter comienza a madurar por
la serenidad y paciencia que imprime este valor, la voluntad nos libera del desánimo,
126
http://www.leonismoargentino.com.ar/INST136.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
controlamos nuestros gustos y vivimos mejor la sobriedad, en pocas palabras,
entramos en un proceso de superación constante. Algunas personas han opinado
que la fuente para lograr el autodominio proviene de la aplicación de algunas
técnicas para relajarse, y aunque efectivamente pueden ayudar, no debemos perder
de vista que los valores se forman a través del ejercicio diario, con el esfuerzo por
descubrir en nuestra personalidad aquellos rasgos poco favorables.
Las costumbres y hábitos determinan en mucho la falta de autodominio.
Debemos comenzar por analizar cuales de ellas nos condicionan e
impiden vivir este valor.
El autodominio nos ayuda a reconocer los distintos aspectos de nuestra
personalidad y nuestra forma de reaccionar ante determinadas circunstancias.
Debemos cambiar nuestras disposiciones en sentido positivo: "en lugar de
molestarme por la lentitud de "x" empleado -cuyo ritmo de trabajo es así-, ahora no
sólo evitaré el disgusto y llamada de atención, procuraré darle un buen consejo que
le ayude a mejorar". Lo mismo aplica para los hijos, el cónyuge y hasta con algunos
amigos. Este cambio no es sencillo, requiere atención y esfuerzo para anticipar
nuestras reacciones, lo cual significa remar contracorriente para corregir este mal
hábito.
Otras de las costumbres más arraigadas se encuentran en el terreno de
los gustos y comodidades personales, en apariencia es poco significativo privarse de
una golosina a media mañana, quedarse en cama más de lo debido, terminar de
trabajar antes de la hora de salida, o buscar como perder el tiempo para llegar más
tarde a casa y evadir alguna ocupación, pero cada una de estas cosas pequeñas
constituye una excelente oportunidad para practicar el autodominio. Quien tiene la
capacidad de privarse de un gusto, también tendrá la fortaleza para soportar
situaciones desagradables.
Para algunas personas, la falta de este valor se manifiesta por el deseo de
convertirse en el centro de atención en todo lugar, acaparar las conversaciones,
presumir de sus logros, compararse continuamente con los demás.
El autodominio también ayuda a ser más sencillos, hombres y mujeres de
acción y no de palabras inútiles. En familia este valor es indispensable para la sana
convivencia, pues implica aprender a tolerar y pasar por alto las pequeñas fricciones
cotidianas, no se trata de desentenderse, sino de dar ejemplo de serenidad,
comprensión y cariño, principalmente cuando se tiene la responsabilidad de educar
a los hijos.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
También nos ayuda a estar pendientes de las necesidades de los demás y
prestarles servicios, pues la comodidad nos hace esperar ser atendidos, mientras
que el autodominio nos impulsa a ser más participativos en los quehaceres
cotidianos.
En el contexto de las relaciones personales, el autodominio nos impulsa a
ser discretos y maduros para evitar la murmuración, la crítica y la difamación de los
demás por cualquier situación que es incompatible con nuestra forma de pensar.
La práctica del autodominio también nos induce a perfeccionar nuestros
hábitos de trabajo, aprovechar más el tiempo, tener más cuidado en lo que
hacemos, "dar el extra" cuando se necesite. En el campo escolar y profesional
siempre es necesario el perfeccionamiento, que sólo se alcanza con esfuerzo,
alejando la pereza y la mentalidad conformista.
Para iniciar y desarrollar el autodominio, considera como importante:
Aprende a escuchar. De lo contrario, se convierte en la muestra más clara
de la falta de autodominio.
Procura no distinguirte por comer abundantemente, decir disparates, vestir
de forma estrafalaria, mostrar poca educación o malos modales.
Evita el deseo de enterarte de lo que no te incumbe, hacer comentarios
imprudentes y dar consejos no solicitados, eso es ser entrometido.
Cuida especialmente tus relaciones personales, evita suponer las palabras
y actitudes que los demás tienen y que "motivan" tu enojo. Lo más importante es que
tu cambies de actitud, que hasta ahora también es predecible.
Dedica unos minutos cada día para reflexionar y elaborar una pequeña
lista sobre las situaciones cotidianas que normalmente te disgustan, provocan
pereza, caes en excesos y aquellas en las que evades tus responsabilidades.
No te preocupes si en un principio son pocas, más adelante seguirás
descubriendo otras no menos importantes.
De la lista obtenida, selecciona dos de todas ellas (puedes elegir entre las
interrupciones en el trabajo, comprar los víveres para el hogar, desvelarte con
frecuencia, dedicar el tiempo necesario al estudio, por ejemplo), reflexiona sobre la
actitud correcta que debes adoptar y llévalas a la práctica por una o dos semanas,
después de ese período elige otras y así sucesivamente.
La persona que aprende a controlarse interiormente tiene el privilegio de
vivir una alegría auténtica, pues jamás se deja llevar por los disgustos y
contratiempos; además, tiene la tranquilidad del deber cumplido, pues por el control
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
que tiene sobre la comodidad, es capaz de cumplir con sus deberes oportunamente.
Consecuentemente, todo esto le ayuda a tener excelentes relaciones personales,
por la cordialidad y delicadeza que mantiene en su trato.
127
"Formar un carácter capaz de dominar los impulsos propios de su forma
de ser para hacer la vida más amable a los demás."
Este valor nos ayuda a controlar los impulsos de nuestro carácter y nos
estimula a afrontar con serenidad los contratiempos y a tener paciencia y
comprensión en las relaciones personales.
El autodominio debe comprenderse como una actitud que nos impulsa a
cambiar positivamente nuestra personalidad. Cada día que buscamos ejercer ese
señorío sobre nosotros mismos, automáticamente nuestro carácter comienza a
madurar por la serenidad y paciencia que imprime este valor.
128
El maestro Sócrates exigía a sus alumnos una única virtud: la
―enkrateia‖, o ―autodominio‖, el ―ser dueños de uno mismo‖. El ―autodominio‖ es el
valor que nos ayuda a superar los vaivenes de los estados de ánimo, o nuestros
gustos del momento, y a que nuestra vida tenga una orientación. Es el luchar por
llegar ―más alto, más rápido, más fuerte‖.
No es bueno hacer siempre ―lo que me da la gana‖, porque en realidad no
estamos haciendo ―lo que queremos‖ verdaderamente, sino ―lo que la gana me da‖,
que es distinto. Para hacer ―lo que quiero hacer‖ hace falta vencer a la ―gana‖, y
tener dominio sobre uno mismo. La falta de autodominio nos hace creernos el
ombligo del mundo, acaparar las conversaciones, presumir de los logros,
compararse con los demás, despreciar todo lo que no viene de uno mismo.
Buscar el dominio sobre uno mismo da serenidad al carácter, libera a la
voluntad del desánimo; con él controlamos nuestros gustos y vivimos mejor la
sobriedad. Una persona dueña de sí misma es de trato fácil y sencillo, porque no
guarda ―sorpresas‖ desagradables: sabes en cada momento cómo es. El
autodominio es necesario para convivir con los demás, tolerar sus defectos y no caer
en la crítica amarga ante todo; nos hace aprender a escuchar, estar pendientes de
los demás, y olvidarse de uno mismo. Es imprescindible en un educador, que
necesita cantidades industriales de paciencia cuando ―lo llevan los demonios‖ por
una fechoría de los alumnos. Es fundamental en las personas que tienen algún
cargo público o alguna responsabilidad en la sociedad, o son referentes donde los
demás se miran para construir sus vidas.
127
128
http://www.monografias.com/trabajos16/valores-significado/valores-significado.shtml
http://www.4buenasnoticias.com/valores/autodominio.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
―Hacer esto es superior a mis fuerzas‖. No es verdad. Hay virtudes que
nos pueden costar más o menos vivirlas, pero están a nuestro alcance. Como en
todo, quien consigue las metas que se propone en la vida, y también el
―autodominio‖, es el que no se cansa, el que sigue hasta el final. El autodominio pide
un ejercicio diario, teniendo en cuenta que nunca llegaremos a conseguirlo del todo,
y que, como todo lo humano, podemos tener retrocesos. Implica un conocimiento
profundo de uno mismo (el famoso ―conócete a ti mismo‖, del Oráculo de Delfos), y
también humildad para reconocer los propios defectos.
10.15.-Integridad.
Definición:
Integridad.
(Del lat. Integrĭtas, -ātis).
1. F. Cualidad de íntegro.
2. F. Pureza de las vírgenes.
Íntegro, gra
(Del lat. Intĕger, -gra).
1. Adj. Que no carece de ninguna de sus partes.
2. Adj. Dicho de una persona: recta, proba, intachable.
Concepto básico:
129
La integridad supone una adhesión firme a un código de valores éticos.
Significa ser sólido, completo, y honesto en el trabajo que hacemos. Podemos ver
integridad en la forma en que tratamos con nuestros clientes, en que tratamos a
nuestros colegas, y en la forma en que tomamos decisiones día tras día.
130
El tema de este artículo es el concepto de la integridad, una calidad del
carácter de la que hablamos a menudo pero que no vemos tan frecuentemente en la
vida de los funcionarios públicos o aun en la vida de las personas con las que
vivimos y trabajamos.
La palabra integridad viene de la misma raíz latina que entero, y sugiere la
totalidad de la persona. Así como hablaríamos de un número entero, también
podemos hablar de una persona entera, no dividida. Una persona de integridad vive
correctamente, no está dividida, ni es una persona diferente en circunstancias
diferentes. Una persona de integridad es la misma persona en privado que lo que es
en público.
129
130
http://www.mercerhr.cl/joiningmercer/value.jhtml/dynamic/idContent/1140385;jsessionid
http://www.ministeriosprobe.org/docs/integridad.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
En el sermón del monte, Jesús habló de los que eran "de limpio corazón"
(Mateo 5:8), lo que sugiere una actitud clara de seguimiento de los mandatos del ser
supremo. La integridad, por lo tanto, no solo implica una actitud clara, sino una
pureza moral también.
La Biblia está llena de referencias a la integridad, el carácter y la pureza
moral. Considere solo unas pocas referencias del antiguo testamentos a la
integridad. En 1 Reyes 9:4, el Ser Supremo instruye a Salomón que ande "en
integridad de corazón y en equidad", como hizo su padre. David dice, en 1 crónicas
29:17: "yo sé, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada". Y en
salmos 78:70-72 leemos que David "los apacentó conforme a la integridad de su
corazón, los pastoreó con la pericia de sus manos".
El libro de proverbios tiene muchos versículos que hablan de la integridad.
Proverbios 10:9 dice que: "el que camina en integridad anda confiado; mas el que
pervierte sus caminos será quebrantado". Una persona de integridad tendrá una
buena reputación y no tendrá temor de ser expuesta o descubierta. La integridad
brinda un camino seguro a través de la vida.
Proverbios 11:3 dice: "la integridad de los rectos los encaminará; pero
destruirá a los pecadores la perversidad de ellos". Proverbios es un libro de
sabiduría. El hombre o la mujer sabios vivirán una vida de integridad, que es parte
de la sabiduría. Quienes siguen la corrupción o la mentira serán destruidos por las
decisiones y acciones de su vida.
Todos estos versículos sugieren un sentido de deber y un reconocimiento
de que debemos tener un nivel de discernimiento de la voluntad del ser supremo en
nuestra vida. Eso ciertamente requerirá que las personas de integridad sean
estudiantes de la palabra y que busquen diligentemente aplicar la palabra del señor
a su vida. El libro de Santiago nos exhorta a ser "hacedores de la palabra, y no tan
solamente oidores, engañándonos a nosotros mismos" (Santiago 1:22). Esa es mi
meta en este artículo, al hablar de la integridad.
Corrupción.
Al examinar la integridad, quisiera hablar de su opuesto: la corrupción.
Decimos ser una nación que exige integridad, pero ¿Realmente lo hacemos?
Decimos que queremos que los políticos sean honestos, pero en realidad no
esperamos que lo sean, tal vez porque a menudo no somos nosotros tan honestos
como deberíamos serlo. Decimos que somos una nación de leyes, pero a menudo
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
quebrantamos esas mismas leyes -como el límite de velocidad o cruzando la calle
imprudentemente- y tratamos de justificar nuestras acciones.
Podemos encontrar una ilustración poderosa en el libro the day america
told the truth (el día que Estados Unidos dijo la verdad) , de James Patterson y Peter
Kim, usando una técnica de encuesta que garantizaba la privacidad y el anonimato
de los encuestados, pudieron documentar lo que los estadounidenses realmente
creen y hacen. Los resultados fueron asombrosos.
Primero, encontraron que no existía ninguna autoridad moral en estados
unidos. "los estadounidenses están haciendo sus propios códigos morales. Solo el
13 por ciento de nosotros creemos en la totalidad de los diez mandamientos.
Cuarenta por ciento de nosotros creemos en cinco de los diez mandamientos.
Escogemos en qué leyes creemos. No hay absolutamente ningún consenso moral
en este país, como existía en la década de 1950, cuando todas nuestras
instituciones infundían más respeto".
Segundo, encontraron que los estadounidenses no son honestos. "la
mentira ha llegado a ser una parte integral de la cultura estadounidense, un rasgo de
la personalidad estadounidense. Mentimos, y ni pensamos en ello. Mentimos sin
ningún motivo". Los autores estiman que el 91 por ciento de nosotros mentimos
regularmente.
Tercero, el matrimonio y la familia ya no son instituciones sagradas. "si
bien seguimos casándonos, hemos perdido confianza en la institución del
matrimonio. Una tercera parte de los hombres y mujeres casados nos confesaron
que han tenido al menos una aventura. El treinta por ciento ni siquiera están seguros
de que aún aman a su cónyuge".
Cuarto, encontraron que la "ética protestante [de trabajo] ha desaparecido
hace mucho tiempo del lugar de trabajo del estadounidense de hoy. Los
trabajadores de todo estados unidos admiten francamente que pasan más del 20 por
ciento (7 horas a la semana) de su tiempo en el trabajo holgazaneando
completamente. Eso representa una semana de cuatro días a lo largo de la nación".
10.15.- Honestidad.
Definición:
Honestidad.
(Del lat. Honestĭtas, -ātis).
1. F. Cualidad de honesto.
Valores en la educación
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Honesto, ta.
(Del lat. Honestus).
1. Adj. Decente o decoroso recatado, pudoroso, razonable, justo, probo,
recto, honrado
Concepto básico:
Honestidad
significa
que
no
hay
contradicciones
ni
discrepancias entre los pensamientos, palabras o acciones.
Honestidad es la conciencia clara ―ante mí y ante los demás‖.
Honestidad es el reconocimiento de lo que está bien y es apropiado para
nuestro propio papel, conducta y relaciones. Con honestidad, no hay
hipocresía ni artificialidad que creen confusión y desconfianza en las
mentes y en las vidas de los demás. La honestidad conduce a una vida
de integridad, porque nuestro interior y exterior son reflejo el uno del
otro.
131
Honestidad es hablar de lo que se piensa y hacer lo que se ha dicho.
No hay contradicciones ni discrepancias entre los pensamientos, palabras o
acciones. Esta integración proporciona claridad y ejemplo a los demás. Ser
interiormente de una forma y exteriormente de otra, crea barreras y puede causar
daño, porque nunca podremos estar cerca de los demás ni los demás querrán estar
cerca nuestro. Algunos piensan: ―soy honesto, pero nadie me comprende‖. Esto no
es ser honesto. La honestidad es tan claramente perceptible como un diamante sin
defectos que nunca puede permanecer escondido. Su valor es visible en cada
acción que realizamos.
Ser honesto con el verdadero ser y con el propósito de una tarea gana la
confianza de los demás e inspira fe en ellos.
Honestidad significa nunca hacer mal uso de lo que se nos confió.
Cuando un ser humano es honesto se comporta de manera transparente
con sus semejantes, es decir no oculta nada, y esto le da tranquilidad. Quien es
honesto no toma nada ajeno, ni espiritual, ni material: es una persona honrada.
Cuando se está entre personas honestas cualquier proyecto humano se
puede realizar y la confianza colectiva se transforma en una fuerza de gran valor.
Ser honesto exige coraje para decir siempre la verdad y obrar en forma recta y clara.
131
http://www.livingvalues.net/espanol/
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
132
La honestidad es aquella cualidad humana por la que la persona se
determina a elegir actuar siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia
(dando a cada quien lo que le corresponde, incluida ella misma).
Ser honesto es ser real, acorde con la evidencia que presenta el mundo y
sus diversos fenómenos y elementos; es ser genuino, auténtico, objetivo. La
honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demás, que, como nosotros,
"son como son" y no existe razón alguna para esconderlo. Esta actitud siembra
confianza en uno mismo y en aquellos quienes están en contacto con la persona
honesta.
La honestidad no consiste sólo en franqueza (capacidad de decir la
verdad) sino en asumir que la verdad es sólo una y que no depende de personas o
consensos sino de lo que el mundo real nos presenta como innegable e
imprescindible de reconocer.
Lo que no es la honestidad:
- No es la simple honradez que lleva a la persona a respetar la distribución
de los bienes materiales. La honradez es sólo una consecuencia particular de ser
honestos y justos.
- No es el mero reconocimiento de las emociones "así me siento" o "es lo
que verdaderamente siento". Ser honesto, además implica el análisis de qué tan
reales (verdaderos) son nuestros sentimientos y decidirnos a ordenarlos buscando el
bien de los demás y el propio.
- No es la desordenada apertura de la propia intimidad en aras de "no
esconder quien realmente somos", implicará la verdadera sinceridad, con las
personas adecuadas y en los momentos correctos.
- No es la actitud cínica e impúdica por la que se habla de cualquier cosa
con cualquiera… la franqueza tiene como prioridad el reconocimiento de la verdad y
no el desorden.
Hay que tomar la honestidad en serio, estar conscientes de cómo nos
afecta cualquier falta de honestidad por pequeña que sea… hay que reconocer que
es una condición fundamental para las relaciones humanas, para la amistad y la
auténtica vida comunitaria. Ser deshonesto es ser falso, injusto, impostado, ficticio.
La deshonestidad no respeta a la persona en sí misma y busca la sombra, el
encubrimiento: es una disposición a vivir en la oscuridad. La honestidad, en cambio,
132
http://www.monografias.com/trabajos13/valores/valores.shtml
Valores en la educación
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tiñe la vida de confianza, sinceridad y apertura, y expresa la disposición de vivir a la
luz, la luz de la verdad.
133
Honestidad es armonizar las palabras con los hechos, es tener
identidad y coherencia para estar orgulloso de sí mismo.
―La persona honesta es grata y estimada, es hermosa en su carácter y
quien es honesto es bondadoso, amable, correcto, admite que está equivocado,
cuando lo está; sus sentimientos son transparentes, su buena autoestima la motiva a
ser mejor, no aparenta lo que no es, lo que proyecta a los demás es real‖.
La honestidad es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y lo
que se hace, conducta que se observa hacia los demás y se exige a cada quien lo
que es debido.
Para ser honesto es importante ser sincero con uno mismo, fiel a la
promesa hecha con las personas con quienes convivimos o tratamos. Ser honesto
es tener un comportamiento adecuado, correcto, justo y desinteresado.
Si podemos hacer un listado de las cualidades que nos gustaría ver o
mejor aún poseer, seguramente diremos que la honestidad garantiza confianza,
seguridad, responsabilidad, confidencia, lealtad y en una palabra, integridad.
Si eres honesto tendrás el reconocimiento de los demás, porque el interior
y el exterior son el reflejo el uno del otro. No existen contradicciones entre los
pensamientos, palabras o acciones. Ésta integración te proporciona claridad y
ejemplo a los demás; ser interiormente de una forma y exteriormente de otra,
ocasiona daño y conflictos, porque no se puede estar cerca de los demás ni los
demás querrán estar cerca de una persona que no es confiable o digna de
confianza. El valor de la honestidad es visible en cada acción que se realiza.
Cuando existe honestidad y limpieza en lo que se hace, hay cercanía y
cariño; sin estos principios la sociedad no puede funcionar, esto significa nunca
hacer un mal uso de lo que se nos confía, por ejemplo, usar los recursos de manera
adecuada para las necesidades básicas, pues los recursos bien utilizados crean
bienestar y se multiplican.
La persona comprometida con el desarrollo y el progreso mantiene una
actitud honesta como un principio para construir un mundo de paz, sin desperdicios
y con más esplendor.
Sabías que podemos vivirla si...
Somos personas de palabra la decimos y la cumplimos.
133
http://www.nl.gob.mx/?P=s_valores_honestidad
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Actuamos con rectitud de acuerdo con nuestros valores.
Usamos bien nuestro tiempo en beneficio propio.
Decimos siempre la verdad como una forma de respeto a los demás y a
nosotros mismos.
La persona íntegra vive lo que predica y habla lo que piensa.
La honestidad consiste en decir toda la verdad a quien corresponde, de
modo oportuno y en el lugar correspondiente. Decir la verdad no implica ser
irrespetuoso con nadie.
La persona íntegra, además, es auténtica. Hay coherencia entre lo que
hace y lo que debe hacer, de acuerdo a sus principios. Vive auténticamente como un
ser humano.
La persona que miente (por engaño, exageración, precipitación al hablar,
etc.) Se hace un daño a sí misma. La mentira es auto-destructora; siempre se paga.
Mentir para dañar a alguien voluntariamente es una injusticia.
Ser justo es dar a cada uno lo suyo, lo que le corresponde; derechos,
reconocimiento y gratitud.
La falta de integridad se quiere justificar diciendo que todos actúan así, o
que es la única forma de salir adelante, es necesario vivir según los principios,
aunque esto suponga ir ―contra corriente‖.
Ser honesto es ser transparente; es necesario desprenderse de las
máscaras que el ser humano se pone para defenderse, para ocultar sus
inseguridades o miedos. El recelo, la agresividad, las apariencias, son algunas de
estas máscaras.
Una falta de honestidad, de veracidad, es aparentar una imagen que no
corresponde con la realidad. Por ejemplo, aparentar virtudes que no se tienen.
Preocuparse excesivamente por ―el qué dirán‖, aparte de mostrar
inseguridad en uno mismo, es una falta de sencillez. También lo es justificarse o
excusarse.
134
"Es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta
que se observa hacia el prójimo, que junto a la justicia, exige en dar a cada quien lo
que le es debido."
Con toda seguridad, una de las cualidades que más buscamos y exigimos
de las personas es la honestidad. Este valor es indispensable para que las
134
http://www.monografias.com/trabajos16/valores-significado/valores-significado.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
relaciones humanas se desenvuelvan en un ambiente de confianza y armonía, pues
garantiza respaldo, seguridad y credibilidad en las personas.
No debemos olvidar que los valores deben primero vivirse personalmente,
antes de exigir que los demás cumplan con nuestras expectativas.
Una persona honesta se puede reconocer por ser siempre sincero en su
comportamiento, palabras y afectos; cumplir con sus compromisos y obligaciones al
pie de la letra, sin trampas, engaños o retrasos voluntarios; evitar la murmuración y
la crítica que afectan negativamente a la personalidad de los demás; guardar
discreción y seriedad ante las confidencias personales y secretos profesionales y
tener especial cuidado en el manejo de los bienes económicos y materiales.
10.16.- Honradez
Definición:
Honradez.
(De honrado).
1. F. Rectitud de ánimo, integridad en el obrar. Respeto por las normas
que se consideran adecuadas.
Honrado, da.
(Del part. De honrar; lat. Honorātus).
1. Adj. Que procede con honradez.
2. Adj. Ejecutado honrosamente.
Concepto básico:
La honradez es a veces confundida con la honestidad, sin
embargo no son lo mismo, aunque son muy parecidas, junto con otros
valores como la decencia, la integridad, la rectitud, incluso hay quienes
consideran a la honradez, como una especie de la honestidad. Esta es
simplemente la rectitud de animo, integridad en el obrar, mientras que la
honestidad, no es solo la decencia o pudor, sino, la justicia, la probidad,
la rectitud en el ánimo.
Este valor tiene que ver no solamente con el uso adecuado y
escrupuloso de los recursos materiales y económicos, sino también con
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
la actuación individual, general y permanente principalmente de quienes
dirigen las instituciones y a su cargo recursos ajenos.
La honradez tiene que ser concebida como una relación
coherente entre lo que se dice y lo que se hace, entre lo que se promete
y lo que se cumple.
Debe ser resultado de nuestro propio esfuerzo, no apropiarse o
valerse de logros ajenos, actuar siempre con principios éticos.
No mentir, no inculpar a los demás, no robar, no engañar etc.
Permite comprender y vivir la vida desde la perspectiva de que
jamás se debe perseguir conscientemente un beneficio propio que
signifique un detrimento o perjuicio para nadie.
Nunca usaré mi cargo público para ganancia personal, ni
aceptaré prestación o compensación de ninguna persona u organización
que me pueda llevar a actuar con falta de ética en mis responsabilidades
y obligaciones
135
Honradez: permite comprender y vivir la vida desde la perspectiva de
que jamás se debe perseguir conscientemente un beneficio propio que signifique
detrimento o perjuicio de nadie. El discernimiento, la responsabilidad y el respeto
son sus compañeros.
10.17.- Compromiso.
Definición:
Compromiso.
(Del lat. Compromissum).
1. M. Obligación contraída.
2. M. Palabra dada.
3. M. Dificultad, embarazo, empeño.
Concepto básico:
135
http://www.proyectopv.org/1-verdad/herramientasuniversales.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
136
"Comprometerse va más allá de cumplir con una obligación, es poner
en juego nuestras capacidades para sacar adelante todo aquello que se nos ha
confiado."
Una persona comprometida es aquella que cumple con sus obligaciones
haciendo un poco más de lo esperado al grado de sorprendernos, porque vive,
piensa y sueña con sacar adelante a su familia, su trabajo, su estudio y todo aquello
en lo que ha empeñado su palabra.
El hecho de aceptar formalmente un compromiso, hace suponer que se
conocen todos los aspectos, alcances y obligaciones que conlleva. Casi siempre, la
falta de compromiso se debe a descuidos un tanto voluntarios, pero principalmente a
la pereza, la comodidad y al egoísmo.
No basta con cumplir con lo previsto, lo estipulado, lo obvio... Todo
compromiso tiene muchas implicaciones, pensemos un instante en aquellos que son
los mas importantes que tenemos:
Como padres de familia: no basta proporcionar los medios materiales, los
hijos necesitan que los padres les dediquen parte de su tiempo para jugar, conversar
y enseñar.
Como hijos: además de la sinceridad, la obediencia, la ayuda en el hogar y
el esfuerzo en los estudios, los padres también necesitan cuidados, detalles de
cariño y pequeños servicios, los cuales no piden y sin embargo, estarían muy
agradecidos de recibirlos.
Como amigos: ¿Nuestras amistades son "utilitarias"?, es decir, si sólo
recordamos a los amigos cuando algo se nos ofrece. La amistad se cultiva.
Como ciudadanos: evitar la indiferencia, no podemos quejarnos de la
situación actual del país sin hacer algo para cambiarlo.
La persona comprometida es generosa, busca como dar más afecto,
cariño, esfuerzo, bienestar... En otras palabras: va más allá de lo que supone en
principio el deber contraído. Es feliz con lo que hace hasta el punto de no ver el
compromiso como una carga, sino como el medio ideal para perfeccionar su persona
a través del servicio a los demás.
10.18.- Concordia.
Definición:
Concordia.
136
http://www.monografias.com/trabajos16/valores-significado/valores-significado.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
(Del lat. Concordĭa).
1. F. Conformidad, unión.
2. F. Ajuste o convenio entre personas que contienden o litigan.
3. F. Instrumento jurídico, autorizado en debida forma, en el
cual se contiene lo tratado y convenido entre las partes.
10.19.- Convivencia.
Concepto básico:
Entendemos por convivencia la interrelación entre los diferentes
miembros de una sociedad, de una comunidad, de un grupo o de
establecimiento educacional, que tiene incidencia significativa en el
desarrollo ético, socio-afectivo e intelectual de las personas.
Concepto básico:
137
Convivencia es de hecho la transcripción española del latín conviventia,
neutro plural del participio presente del verbo convívere, una sustantivación que
nunca emplearon los romanos, y que significaría "todo aquello que convive". Se trata
por tanto de un neologismo culto que nunca hubiesen formado ellos porque se
hubiese podido interpretar en cualquiera de los dos sentidos que tiene el verbo
convívere y se hubiese prestado por tanto a toda clase de equívocos. En efecto, se
echa de ver en esta palabra, que en Roma eran de religión única; aunque justo es
decirlo, tan sincrética que agregaba sin mayor esfuerzo a su panteón (pan qewn /
pan zeón =de todos los dioses) a los dioses vencidos, con sus ritos y misterios. Es
que entre los castigos que infligían a los vencidos, no estaba el de quemarles
totalmente las raíces. Algún misterio ha de haber en esta práctica, puesto que no fue
exclusiva de los romanos.
Digo esto porque en latín están en paralelo el convidar y el convivir, tanto
que comparten origen y significado. El verbo convivo, convívere, convixi, convictum
está formado del prefijo de compañía cum, que significa "con", más el verbo vívere,
que significa "vivir". Hasta aquí nada nuevo. Pero es que este mismo verbo se utiliza
con igual legitimidad para expresar la acción de convivir, como la de comer
juntamente o de acompañar a alguien en la mesa. Eso en la forma activa; pero es
que el mismísimo verbo se adapta a la primera conjugación: convivo, convivare,
preferentemente conjugado en voz deponente (equivalente a la voz media griega y a
137
http://www.elalmanaque.com/lexico/convivencia.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
nuestros pronominales): convivor, convivaris, convivatus sum, convivari, con el
significado de dar o aceptar una comida, banquetear; y conviva, del mismo origen,
es el convidado.
Es decir que para los romanos el comer juntos formaba parte del vivir
juntos, formaba parte de la convivencia (bien pensado, no sólo para los romanos,
sino para cualquiera; ¿qué clase de convivencia sería esa en la que ni siquiera se
coincide para comer?); o dicho en terminología religiosa, en la convivencia estaba
implicada la comunión en su sentido estricto, es decir la participación en los mismos
ritos y sacrificios, que en su mayoría (sobre todo los festivos) eran de comunión y se
compartía por tanto en ellos la carne de las víctimas ofrecidas. Obviamente
comulgan en un mismo rito, en una misma mesa sagrada, los que comulgan en una
misma fe. La convivencia de estos tales es la más fácil y llevadera. Es asimismo la
más primitiva, porque se necesita una cierta madurez colectiva para poder digerir sin
empacharse otras comuniones y otras confesiones distintas de la propia. Bien
diagnostica Nietzsche en su obra "Más allá del bien y del mal", que Alemania era
una nación demasiado inmadura como para ser capaz de digerir la presencia de un
pueblo tan hecho como el judío; que era capaz de convivir, pero no de comulgar con
ellos; y pronostica que si no era capaz de superar ese temor irracional a los judíos,
nacido de su inmadurez, las consecuencias serían sumamente graves. Y se cumplió
la ominosa profecía.
El concepto latino de convivencia implica comulgar con el anfitrión, comer
del mismo plato. El concepto democrático de convivencia se conforma con menos.
138
Siete consejos para lograr una sana convivencia:
APRENDER A NO AGREDIR AL CONGENERE
Base de todo modelo de convivencia social.
El hombre es una de las pocas especies que ataca y destruye a sus
congéneres. Por eso el ser humano debe aprender y debe ser enseñado a no
agredir ni psicológica ni físicamente a los otros miembros de su especie. La
agresividad es natural en el hombre. Pero el hombre puede y debe aprender a
convertir la fuerza de la agresividad en fuerza para el amor, y no para la muerte.
APRENDER A COMUNICARSE
Base de la autoafirmación personal y grupal
Cuando yo me comunico, espero que el otro me reconozca. Y cuando el
otro se comunica conmigo, espera igualmente que yo lo reconozca. Ese
138
http://www.gestiopolis.com/canales2/rrhh/1/sieteap.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
reconocimiento es la autoafirmación. El medio básico de la autoafirmación es el
diálogo. La Convivencia Social requiere aprender a dialogar, porque es a través del
diálogo que aprendemos a expresarnos, a comprendernos, aclararnos, coincidir,
discrepar y comprometernos. Así permitimos que todas las personas o grupos
puedan expresar sus mensajes en igualdad de condiciones creando mejores
condiciones para la convivencia.
Sociedad que aprende a dialogar aprende a convivir
APRENDER A INTERACTUAR
Base de los modelos de relación social.
Todos somos extraños hasta que aprendemos a interactuar. Aprender a
interactuar supone aprendizajes:
a) Aprender a acercarse al otro, siguiendo las reglas de saludo y cortesía.
b) Aprender a comunicarse con los otros reconociendo los sentimientos y
los mensajes de los otros, y logrando que reconozcan los míos.
c) Aprender a estar con los otros aceptando que ellos están conmigo en el
mundo, buscando y deseando ser felices, y aprendiendo también a ponerse de
acuerdo y a disentir sin romper la convivencia.
d) Aprender a vivir la intimidad, aprendiendo a cortejar y amar.
e) Pero sobre todo aprendiendo a percibirme y a percibir a los otros como
personas que evolucionamos y cambiamos en nuestras relaciones pero guiados
siempre por los Derechos Humanos.
APRENDER A DECIDIR EN GRUPO
Base de la política y de la economía.
Aprender a convivir supone aprender a sobrevivir y a proyectarse, estos
tres propósitos fundamentales del Hombre no son posibles si no se aprende a
concertar, con los otros, los intereses y los futuros.
La concertación es la condición de la decisión en grupo. La concertación
es la selección de un interés compartido que al ubicarlo fuera de cada uno de
nosotros, hacemos que nos oriente y nos obligue a todos los que lo seleccionamos.
Para que una concertación genere obligación y sirva de orientación para el
comportamiento, se requiere de la participación directa o indirecta de todos a los que
va a comprometer.
La concertación de toda una sociedad, la llamamos constitución. Y toda
buena concertación (como toda buena constitución) establece las reglas para
cambiar o modificar la concertación.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
El grado de convivencia de una sociedad depende de su capacidad de
concertar intereses de una forma participada a todo nivel: familiar, gremial, regional.
Nacional e internacional.
PRENDER A CUIDARSE
Base de los modelos de salud y seguridad social
La salud es un bien personal y colectivo que se construye y se desarrolla a
base de comportamiento. Aprender a cuidar el ―bien estar‖ físico y psicológico de sí
mismo y de los otros es una forma de expresar el amor a la vida.
Aprender a cuidarse, significa también aprender a crear y a cuidar las
condiciones de vida de todos (vivienda, alimentación, trabajo, recreación) como
factor de convivencia. Si el otro no tiene condiciones de vida adecuadas, la
convivencia no es posible porque antes de convivencia está la supervivencia.
Aprender a cuidarse supones igualmente aprender a proteger la salud
propia y de todos como un bien social, y aprender a tener una percepción positiva
del cuerpo. Sin una cultura de cuidado del cuerpo y de las condiciones de vida no es
posible el desarrollo adecuado del sistema de salud y de seguridad social.
APRENDER A CUIDAR EL ENTORNO
Fundamento de la supervivencia
Aprender a convivir socialmente es ante todo aprender a estar en el
mundo, cuidando del lugar donde estamos todos: la Biosfera.
La convivencia social es posible si aceptamos que somos parte de la
naturaleza y del universo, pero que en ningún momento somos superiores a ellos.
No somos ―los amos de la naturaleza‖.
La convivencia social implica también aprender que para nosotros no es
posible sobrevivir si el planeta muere, y el planeta Tierra no puede sobrevivir como
―nuestra casa‖ sin nuestro cuidado.
APRENDER A VALORAR EL SABER CULTURAL Y ACADÉMICO
Base de la evolución social y cultural.
El Saber Social (el Académico y el Cultural) definido como el conjunto de
conocimientos, prácticas, destrezas, procedimientos, valores, ritos y sentidos, que
una sociedad juzga válidos para sobrevivir, convivir y proyectarse, es importante
para la convivencia social, porque es ahí dentro de la cultura y saber Académico que
le toca vivir, donde el ser humano se modela y evoluciona.
El ser humano no evoluciona biológicamente, sino que evoluciona a
medida que su cultura evoluciona. Por eso el conocimiento y contacto con los
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
mejores saberes Culturales y Académicos de cada sociedad produce hombres más
racionales, más vinculados a la historia y la vida cotidiana de la sociedad y por lo
tanto más capaces de comprender los beneficios y posibilidad de la convivencia
social.
10.20.- Derechos humanos.
Definición:
139
Los derechos humanos son aquellas libertades y derechos básicos que,
de acuerdo con diversas filosofías o fundamentaciones, toda persona posee por el
mero hecho de su condición humana para la garantía de una vida digna;
independientemente de cual sea el Derecho positivo vigente y de factores
particulares como su estatus, etnia o nacionalidad. Desde un punto de vista más
relacional, se han definido como las condiciones que permiten crear una relación
integrada entre la persona y la sociedad, que permita a los individuos ser personas,
identificándose consigo mismos y con los otros.
Estos derechos, habitualmente, se definen como inherentes a la persona,
irrevocables e inalienables, lo que implica que no pueden transmitirse, enajenarse o
renunciar a ellos: nadie, por ejemplo, puede venderse como esclavo. Por definición,
este concepto de derechos humanos es universal e igualitario, e incompatible con
los sistemas basados en la superioridad de una casta, raza, pueblo, grupo o clase
social determinado. No obstante, toda decisión sobre qué derechos son humanos
implica asumir una posición respecto qué es Derecho e implícita o explícitamente
sobre qué es lo humano. Muchas violaciones o limitaciones de derechos humanos
se derivan de concepciones restrictivas y excluyentes de Humanidad.
Concepto básico:
140
Los derechos humanos, normalmente, se dividen en dos categorías:
derechos positivos y derechos negativos. Los derechos negativos pueden ser
expresados como un derecho positivo, pero no viceversa. Por ejemplo, el derecho
de un recién nacido a tener padres que lo cuiden, asumiendo que es un derecho
humano, sólo puede ser expresado positivamente. Otra clasificación ampliamente
extendida es la que ordena los derechos humanos en tres o más generaciones.
Legalmente, los derechos humanos se definen en el Derecho interno de
numerosos Estados y en tratados internacionales. Para muchos, además, la doctrina
de los derechos humanos se extiende más allá del Derecho y conforma una base
139
140
http://es.wikipedia.org/wiki/Derechos_humanos
http://es.wikipedia.org/wiki/Derechos_h
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
ética y moral que debe fundamentar la regulación del orden geopolítico
contemporáneo. Pero la validez, contenido e incluso la existencia de los derechos
humanos son objeto de un permanente debate en el ámbito de la filosofía y las
ciencias políticas. Según qué tipo de concepción se tenga sobre el Derecho, como
iusnaturalista, iusracionalista, iuspositivista, vinculada al realismo jurídico o al
dualismo jurídico, entre otros, la categoría conceptual de derechos humanos puede
considerarse divina, observable en la naturaleza, asequible a través de la razón,
determinada por los contextos en las muchas maneras que es posible entender la
Historia, una síntesis de ideas de éstas u otras posiciones ideológicas y filosóficas o
un mero concepto inexistente y sin validez.
Origen cultural Existe un importante debate sobre el origen cultural de los
derechos humanos. Generalmente se considera que tienen su raíz en la cultura
occidental moderna, pero existen al menos dos posturas principales más. Algunos
afirman que todas las culturas poseen visiones de dignidad que se plasman en
forma de derechos humanos, y hacen referencia a proclamaciones como la Carta de
Mandén, de 1222, declaración fundacional del Imperio de Malí. No obstante, ni en
japonés ni en sánscrito clásico, por ejemplo, existió el término derecho hasta que se
produjeron contactos con la cultura occidental, ya que estas culturas han puesto
tradicionalmente el acento en los deberes. Existen también quienes consideran que
Occidente no ha creado la idea ni el concepto de derechos humanos, aunque sí una
manera concreta de sistematizarlos, una discusión progresiva y el proyecto de una
filosofía de los derechos humanos.
Las teorías que defienden el universalismo de los derechos humanos se
suelen contraponer al relativismo cultural, que afirma la validez de todos los
sistemas culturales y la imposibilidad de cualquier valoración absoluta desde un
marco externo, que en este caso serían los derechos humanos universales. Entre
estas dos posturas extremas se sitúa una gama de posiciones intermedias. Muchas
declaraciones de derechos humanos emitidas por organizaciones internacionales
regionales ponen un acento mayor o menor en el aspecto cultural y dan más
importancia a determinados derechos de acuerdo con su trayectoria histórica. La
Organización para la Unidad Africana proclamó en 1981 la Carta Africana de
Derechos Humanos y de los Pueblos, que recogía principios de la Declaración
Universal de 1948 y añadía otros que tradicionalmente se habían negado en África,
como el derecho de libre determinación o el deber de los Estados de eliminar todas
las formas de explotación económica extranjera. Más tarde, los Estados africanos
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
que acordaron la Declaración de Túnez, el 6 de noviembre de 1992, afirmaron que
no puede prescribirse un modelo determinado a nivel universal, ya que no pueden
desatenderse las realidades históricas y culturales de cada nación y las tradiciones,
normas y valores de cada pueblo. En una línea similar se pronuncian la Declaración
de Bangkok, emitida por países asiáticos el 23 de abril de 1993, y de El Cairo,
firmada por la Organización de la Conferencia Islámica el 5 de agosto de 1990.
También la visión occidental-capitalista de los derechos humanos,
centrada en los derechos civiles y políticos, se opuso a menudo durante la Guerra
Fría, destacablemente en el seno de Naciones Unidas, a la del bloque socialista, que
privilegiaba los derechos económicos, sociales y culturales y la satisfación de las
necesidades elementales.
Evolución histórica [editar]Muchos filósofos e historiadores del Derecho
consideran que no puede hablarse de derechos humanos hasta la modernidad en
Occidente. Hasta entonces, las normas de la comunidad, concebidas en relación con
el orden cósmico, no dejaban espacio para el ser humano como sujeto singular,
concebiéndose el derecho primariamente como el orden objetivo de la sociedad. La
sociedad estamental tiene su centro en grupos como la familia, el linaje o las
corporaciones profesionales o laborales, lo que implica que no se conciben
facultades propias del ser humano en cuanto que tal. Por el contrario, se entiende
que toda facultad atribuible al individuo deriva de un doble status: el del sujeto en el
seno de la familia y el de ésta en la sociedad. Fuera del status no hay derechos.
La existencia de los derechos subjetivos, tal y como se piensan en la
actualidad, será objeto de debate durante los siglos XVI, XVII y XVIII, lo que es
relevante porque habitualmente se dice que los derechos humanos son producto de
la afirmación progresiva de la individualidad y que, de acuerdo con ello, la idea de
derechos del hombre apareció por primera vez durante la lucha burguesa contra el
sistema del Antiguo Régimen. Siendo ésta la consideración más extendida, otros
autores consideran que los derechos humanos son una constante en la Historia y
hunden sus raíces en el mundo clásico; también que su origen se encuentra en la
afirmación del cristianismo de la dignidad moral del hombre en tanto que persona.
Antecedentes remotos
Del Cilindro de Ciro se ha dicho que es la primera declaración de derechos
humanos. Uno de los documentos más antiguos que se han vinculado con los
derechos humanos es el Cilindro de Ciro, que contiene una declaración del rey persa
Ciro el Grande tras su conquista de Babilonia en 539 adC. Fue descubierto en 1879
Valores en la educación
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y la ONU lo tradujo en 1971 a todos sus idiomas oficiales. Puede enmarcarse en una
tradición mesopotámica centrada en la figura del rey justo, cuyo primer ejemplo
conocido es el rey Urukagina, de Lagash, que reinó durante el siglo XXIV adC, y
donde cabe destacar también Hammurabi de Babilonia y su famoso Código, que
data del siglo XVIII adC. No obstante, el Cilindro de Ciro presenta características
novedosas, especialmente en lo relativo a la religión. Ha sido valorado positivamente
por su sentido humanista e incluso se lo ha descrito como la primera declaración de
derechos humanos. Numerosos historiadores, no obstante, consideran que el
término es ajeno a ese contexto histórico.
Documentos muy posteriores, como la Carta Magna inglesa, de 1215, y la
mandinga Carta de Mandén, de 1222, se han asociado también a los derechos
humanos. En contra de esta idea, José Ramón Narváez Hernández afirma que la
Carta Magna no puede considerarse una declaración de derechos humanos, ya que
en esta época existen derechos pero sólo entre iguales, y no con carácter universal:
no se predica la igualdad formal de todos los seres humanos. Lo mismo sucedía en
el Imperio de Malí, cuya constitución oral, la Kouroukan Fouga, refleja cómo la
población se estructuraba según su tribu de origen. Estas consideraciones son
extrapolables a documentos como la Goldone Bulle de Andreas II en Hungría en
1222; la Confirmatio fororum et libertartum de 1283 y el Privilegio de la Unión de
1287,
de
Aragón
ambos;
las
Bayerische
Freiheitsbriefe
und
Landesfreiheitserklärungen desde 1311 o la Joyeuse Entrée de Brabante de 1356.
En todos estos casos, los derechos y libertades reconocidos pertenecen al ámbito
de los pactos entre el monarca y los estamentos del reino: no se trata, en suma, de
derechos humanos; sino de derechos corporativos o privilegios.
Conformación del concepto El primer uso constatado de la expresión
"derechos del hombre" (iura hominum) se produjo en un texto de Volmerus escrito en
1537 y titulado Historia diplomática rerum ataviarum; mientras que la idea del
derecho subjetivo, básica para concebir los derechos humanos, se desarrolla a lo
largo de la Edad Moderna. Así, entre sus antecedentes más cercanos es posible
destacar la enunciación de derechos naturales por parte de la Escuela de
Salamanca, en la España del siglo XVI. Sus miembros aludieron tanto a derechos
relativos al cuerpo (derecho a la vida, a la propiedad) como al espíritu (derecho a la
libertad de pensamiento, a la dignidad). En la colonización castellana de América, se
suele afirmar, se aplicaron medidas en las que están presentes los gérmenes de la
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idea de derechos humanos. No obstante, algunos critican que, en la práctica, estas
medidas fueron formuladas para lograr objetivos de colonización.
Durante la Revolución inglesa, la burguesía consiguio satisfacer sus
exigencias de tener alguna clase de seguridad contra los abusos de la corona y
limitó el poder de los reyes sobre sus súbditos. Habiendo proclamado la Ley de
Habeas corpus en 1679, en 1689 el Parlamento impuso a Guillermo III de Inglaterra
en la Bill of Rights una serie de principios sobre los cuales los monarcas no podían
legislar o decidir. Se cerró así el paso a la restauración de la monarquía absoluta,
que se basaba en la pretensión de la corona inglesa de que su derecho era de
designio divino. El origen divino de la monarquía ya había sido criticado por
Francisco Suárez, de la Escuela de Salamanca, en su obra Defensio Fidei
Catholicae adversus Anglicanae sectae errores de 1613.
Durante los siglos XVII y XVIII, diversos filósofos europeos desarrollaron el
concepto de derechos naturales. De entre ellos cabe destacar a John Locke: aunque
él afirmó que, siendo los seres humanos creaciones de Dios, los derechos naturales
se derivaban de la divinidad, sus ideas fueron muy importantes para el desarrollo de
la noción moderna de derechos. Los derechos naturales, para Locke, no dependían
de la ciudadanía ni las leyes de un Estado, ni estaban necesariamente limitadas a un
grupo étnico, cultural o religioso en particular. La teoría del contrato social, de
acuerdo con sus tres principales formuladores, el ya citado Locke, Thomas Hobbes y
Jean-Jacques Rousseau, se basa en que los derechos del individuo son naturales y
que, en el estado de naturaleza, todos los hombres son titulares de todos los
derechos. Estas nociones se plasmaron en las declaraciones de derechos de finales
del siglo XVIII.
La causa directa del nacimiento de los derechos humanos, desde una
perspectiva sociológica, ha sido también un importante objeto de debate. Por una
parte, Georg Jellinek ha defendido que los derechos humanos estaban directamente
dirigidos a permitir el ejercicio de la libertad religiosa; por otra, Karl Marx afirmó que
se deben a la pretensión de la burguesía de garantizar el derecho de propiedad. Max
Weber, en su obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo, afirma que existe
una conexión entre la ética individualista en que se basaron los derechos humanos y
el surgimiento del capitalismo moderno.
Positivación de los derechos humanos
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, adoptada por la
Asamblea Nacional francesa el 26 de agosto de 1789.Las distintas culminaciones de
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
la Revolución Americana y la Revolución Francesa, hitos fundamentales del efectivo
paso a la Edad Contemporánea, representan el fin o el principio, según se quiera
ver, del complejo proceso de reconocimiento o creación de los derechos humanos.
Si las revoluciones son el revulsivo que da lugar a la gestación de los derechos
humanos, las diversas actas de nacimiento lo constituyen las declaraciones de
derechos de las colonias americanas y la francesa Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano.
Vale destacar que la consideración moderna de los derechos humanos
precisamente radica en el hecho de que los diferentes revolucionarios[cita
requerida], según sus diversas cosmovisiones, por un lado, entendían que había un
conjunto de derechos eternos e inmutables, pero por el otro, a pesar de que tales
derechos eran evidentes, también decidieron plasmarlos en documentos jurídicos.
La primera declaración de derechos del hombre de la época moderna es
la Declaración de Derechos de Virginia, escrita por George Mason y proclamada por
la Convención de Virginia el 12 de junio de 1776. En gran medida influyó a Thomas
Jefferson para la declaración de derechos humanos que se contiene en la
Declaración de Independencia de los Estados Unidos, de 4 de julio de 1776, a las
otras colonias de América del Norte y a la Asamblea Nacional francesa en su
declaración de 1789.
La noción de derechos humanos no experimentó grandes cambios a lo
largo del siglo siguiente hasta que, a raíz de las luchas obreras, surgieron nuevos
derechos que pretendían dar solución a determinados problemas sociales a través
de la intervención del Estado. En este proceso son importantes la Revolución Rusa o
la Revolución Mexicana.
Desde el nacimiento de la Organización de las Naciones Unidas en 1945,
el concepto de derechos humanos se ha universalizado, alcanzando una gran
importancia en la cultura jurídica internacional. El 10 de diciembre de 1948 la
Declaración Universal de los Derechos Humanos fue adoptada y proclamada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), como
respuesta a los horrores de la Segunda Guerra Mundial y como intento de sentar las
bases del nuevo orden internacional que surgía tras el armisticio. Posteriormente se
han aprobado numerosos tratados internacionales sobre la materia, entre los que
destacan los Pactos Internacionales de Derechos Humanos de 1966, y se han
creado numerosos dispositivos para su promoción y garantía.
Derechos humanos y derechos constitucionales.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Es importante diferenciar y no confundir los derechos humanos con los
derechos constitucionales. Aunque generalmente los derechos fundamentales se
suelen recoger dentro de los derechos constitucionales, no siempre coinciden. Para
determinar qué derechos son "constitucionales" basta con recurrir al catálogo de
derechos reconocidos por las constituciones políticas de los Estados; no obstante,
para establecer qué derechos son "humanos", primero es necesario asumir una
posición respecto qué es Derecho e implícita o explícitamente sobre qué es lo
"Humano", una vez hecho esto, es necesario ubicarse en algún punto del debate
contemporáneo[cita requerida] de las teorías sobre los derechos humanos, estos:
¿son un conjunto específico de derechos (a la vida, al sufragio, etc.)? o ¿son un tipo
de derechos desarrollo de otros conceptos (libertad, dignidad, seguridad, etc.)?
Además, los derechos constitucionales pueden abarcar más de lo que se
entiende que son derechos humanos. La constitución de un país, por ejemplo, puede
otorgar derechos a sus ciudadanos que no abarquen a los no nacionales (por
ejemplo, el derecho al voto. En ese caso se trataría de derechos constitucionales
que se reconocen al ciudadano, pero no podrían ser derechos humanos si no se
reconoce a todas las personas sean de la condición que sean.
Clasificación generacional de los derechos humanos
Aunque
la
mayoría
de
las
doctrinas jurídicas distinguen varias
generaciones de derechos humanos, existen múltiples y diferentes clasificaciones.
Todas suelen coincidir al describir la primera generación, pero posteriormente se
ramifican y complejizan. Además, existen al menos dos concepciones de esta visión
generacional. Para una de ellas, son expresión de una racionalidad que se realiza
progresivamente en el tiempo; para otras, cada generación de derechos humanos es
expresión de una racionalidad diferente y puede entrar en conflicto con las demás.
Por otra parte, existen posiciones que evitan pronunciarse acerca categorías de
derechos humanos y más bien tienden a enfocarlos como un sistema unitario.
Cada nueva generación, que se clasifica cronológicamente en relación con
las anteriores, ha sido objeto de críticas. Si ya los derechos de la primera generación
fueros criticados, también sucedió con los derechos de la segunda durante el siglo
XX, aunque en la actualidad la casi totalidad de los juristas los aceptan. Hoy en día
es objeto de debate la existencia de una tercera generación de derechos humanos.
Normalmente se incluyen en ella derechos heterogéneos como el derecho a la paz,
a la calidad de vida o las garantías frente a la manipulación genética, configurándose
así como un marco que recoge las reivindicaciones sociales más recientes. Pero
Valores en la educación
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desde el punto de vista jurídico se critica la indeterminación de esta categoría y su
difícil garantía. No obstante estas objeciones, existen teorías que hablan de cuatro e
incluso cinco generaciones de derechos humanos.
Tres generaciones de derechos humanos
La división de los derechos humanos en tres generaciones fue realizada
por primera vez por Karel Vasak en 1979. Cada una se asocia a uno de los grandes
valores proclamados en la Revolución Francesa: libertad, igualdad, fraternidad.
141
Con la " Declaración Universal de los Derechos Humanos", emitida por
la Organización de la Naciones Unidas en 1948, se hacen claros y evidentes los
derechos inherentes de todos los seres humanos de la Tierra. Este valioso y único
instrumento describe, señala, enumera y hace constar los preceptos de igualdad
necesarios e indispensables para la paz y prosperidad de la sociedad mundial.
La "Declaración Universal de los Derechos Humanos" fue concebida
cuando el mundo despertaba y empezaba a tomar en cuenta las atrocidades
cometidas de 1939 a 1945, durante la Segunda Guerra Mundial, con un costo de
millones de vidas. Después de 50 años, en un mundo moviéndose rápidamente
hacia la Globalización, los Derechos Humanos siguen siendo violados en la mayoría
de las naciones del mundo, incluso en las naciones ratificadoras del acuerdo.
Los valores, conceptos y contenidos de "La Declaración Universal de los
Derechos Humanos" son generalmente desconocidos por la sociedad. Esta
Declaración es parte del área de estudios de pocas instituciones educativas de las
naciones de este pequeño Planeta Tierra. Nadie puede reclamar lo que no sabe que
tiene o posee. Gran parte de la población que cuenta con conocimientos sobre sus
derechos carece, sin embargo, de un concepto objetivo de cómo hacerlos cumplir o
de cómo obtener el apoyo de alguna estructura que le garantice el respeto y
cumplimiento de los mismos.
El desconocimiento por parte de la población civil de la Declaración
conducen a gobiernos y sociedades al abuso y violación de sus derechos. Este
ultraje conduce a la destrucción material y espiritual del ser humano y la sociedad en
general. Esto ha causado esclavitud, miseria y en casos como el holocausto, llega
hasta el extremo de causar la muerte de millones de vidas. El resultado final es la
terrible y sangrienta guerra entre pueblos y naciones.
El concepto "Derechos Humanos", que deriva de "Derechos del Hombre"
surge del seno de la Organización de las Naciones Unidas, en 1948. Sin embargo,
141
http://sincronia.cucsh.udg.mx/derechos.htm
Valores en la educación
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estos derechos han sido y siguen siendo los protagonistas principales en el drama
de la historia de la humanidad. La violación de estos derechos es la causa de la gran
mayoría de los conflictos en la historia de la civilización. La lucha por los derechos
de las personas es tan antigua como la historia de la humanidad. La mayoría de las
religiones del mundo basan en cierta forma sus enseñanzas en el concepto y la
práctica de los Derechos Humanos.
Otros instrumentos han sido escritos y proclamados con un contenido
conceptual paralelo, como es el caso de la Revolución Francesa (1789), que se
fundamentó en la igualdad del ser humano y sus derechos; la Declaración de
Independencia Norteaméricana y la Declaración de Independencia de Haití (1801),
que fue la primera nación negra independiente del mundo.
La abolición de la esclavitud ha sido un ejemplo clásico de la lucha por
"Los Derechos Humanos". Entonces, por qué es tan importante, diferente y
significante la " Carta de los Derechos Humanos" de 1948?
Su importancia se debe a que es un instrumento de protección para la
humanidad y un patrón de conceptos y comportamiento a seguir, tanto al nivel
individual como global. También, a que no es un instrumento sectario, sino una
declaración y afirmación de carácter global, quizás universal. Su importancia e
impacto es que fue firmada y ratificada por representantes de los gobiernos de todo
el planeta.
La "Declaración Universal de los Derechos Humanos" es el único
documento en la historia de la humanidad que fue ratificado por más de 35 estados y
gobiernos. Con la aprobación, el 16 de diciembre de 1966, a unanimidad, en la
Asamblea General de la Naciones Unidas, de los tres instrumentos y arbitrios que
son parte de la "Declaración Universal de los Derechos Humanos", toma el paso
más significante de protección y respeto a favor del ser humano en la historia de la
civilización.
La "Declaración de los Derechos Humanos" y sus órganos es el único
mecánismo global en existencia que protege los derechos inalienables del ser
humano. Lo más importante es que, además, es el único mecanismo que tiene
facultades jurídicas con poder de ejecución.
En países que se encuentran en un proceso de desarrollo democrático y
rápido crecimiento económico, como la República Dominicana, es de gran
importancia el concientizar a la población civil en general sobre Derechos Humanos.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Tomemos en cuenta que la ignorancia de los pueblos es el combustible que impulsa
a las dictaduras y mantiene a las sociedades oprimidas.
En Latinoamérica se necesita, sin lugar a duda, emprender una campaña
en el ámbito nacional y dirigida a la sociedad civil, para concientizar a la población,
en un lenguaje simple y entendible, sobre lo que son los Derechos Humanos,
deberes y responsabilidades de esta sociedad. Emprendiendo esta labor
garantizaremos el desarrollo y el proceso de democratización en la República
Dominicana, al igual que en otros países del Tercer Mundo.
142
En primer término, se presenta la problemática del concepto, que es
utilizado con imprecisión, ya que podría parecer sinónimo de otros como derechos
naturales, derechos innatos, derechos subjetivos públicos, garantías individuales,
principios generales del derecho o derechos fundamentales, de lo que deriva el uso
incorrecto del término en el léxico técnico-jurídico, además de la asignación
multívoca de la noción, un problema complejo que aborda partiendo de su
naturaleza jurídica.
Al respecto, el autor señala que no se trata de una cuestión simplemente
terminológica, sino de cubrir exigencias de operatividad teórica y de aplicación
jurídica práctica, en la que interfiere la supuesta sinonímia ente el concepto y las
figuras jurídicas afines que dificultan la aplicabilidad de esa expresión.
Siendo las palabras instrumentos, se construyen juegos del lenguaje, en el
sentido wittgensteniano, entendidos éstos como un sistema de signos que se
introducen
en conexión con las
actividades humanas,
mismas
que son
condicionadas por reglas y convenciones.
Por tanto, sólo es posible acceder al significado de las palabras,
comprendiendo su utilidad real de la praxis humana, por lo que la misma
ambigüedad del término "derechos", que es en sí multidimensional, contribuye a la
complejidad que se nos presenta.
En un esbozo de la noción de derechos humanos, Álvarez Ledesma
aborda esta concepción multidimensional, señalando que una noción provisional
podría funcionar eficientemente en la mayoría de los casos en que tendría que aludir
a aquellas exigencias éticas que se adscriben a toda persona humana, sustentadas
en su evolución histórica y los parámetros de justicia y legitimidad política resultante.
Tratándose de un fenómeno de orden jurídico político nacional e
internacional, el autor señala el peligro de reducir el concepto sólo a su dimensión
142
http://www.monografias.com/trabajos20/concepto-derechos-humanos/concepto-derechos-humanos.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
jurídica o a la política, lo que significaría, en su caso, ignorar la realidad de hecho
que condiciona su existencia.
En este sentido, la aplicación los derechos humanos, como la de cualquier
otro instrumento, dependería de su buena o mala utilización, por lo que no basta su
consagración en legal a nivel internacional o al interior de los estados, sino que es
menester la voluntad polìtica de gobiernos democráticos comprometidos con los
fines de la sociedad a la que deben servir, lo que implica una postura ética de
aceptación universal.
Establecida, pues, la noción provisional de los derechos humanos, el autor
se remite a su origen, sobre el que afirma que se da a la luz de una posición
filosófica en el contexto inglés, francés y estadounidense de los siglos XVII y XVIII,
en los que la expresión aludía a la idea de derechos innatos compartidos por los
seres humanos en función de una dignidad intrínseca que halla su fuente en la
naturaleza humana.
Este planteamiento se desarrolla en un ámbito filosófico – político,
validándose, en su momento el discurso iusnaturalista y transpolándose a la
dimensión jurídica mediante el estatuto técnico instrumental, provocando un
tratamiento conceptual inadecuado, que hasta hoy, ha repercutido en la viabilidad
del discurso filosófico de los derechos humanos.
El origen iusnaturalista de su noción axiológica, ha hecho de la expresión
un término aún más complejo, ya que su tránsito de la noción filosófica a la jurídica,
tuvo que pasar, necesariamente a su concreción política, es decir, la materialización
de los preceptos en normas jurídicas, tras las que encontramos la idea de un
contrato social entre individuos iguales, y por tanto, libres que para ello, y en el
ejercicio de sus libertades, hacen uso de la razón y asumen voluntariamente su
consentimiento a los compromisos éticos, promesas, valores y principios en función
de su autonomía moral.
La noción iusfilosófica acuñada por Hobbes y retomada por John Locke,
es expuesta por el autor por la razón de que se desplaza en la dimensión de las
exigencias éticas de lo que significa la persona humana que establece el paradigma
o criterio de legitimidad del poder político en su modelo de pacto social, contrario a la
monarquía absoluta y su correspondiente forma de legitimación.
La percepción política de Locke se concentra en cuestionar la monarquía
absoluta, proponiendo su modelo alternativo de legitimidad, la de la monarquía
constitucional con división de los poderes, legislativo, ejecutivo y federativo, de los
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
que se desprende el objetivo del contrato social, que tiene por objeto la condición de
legitimidad de los derechos naturales.
Una aportación no menos importante de Locke, es la de la salvaguarda de
los bienes, que en el discurso de Locke se refieren a la vida, la libertad y la
propiedad, con lo que hacer el bien toma el significado de la adopción de cierta clase
de comportamiento moral, que implica un desprendimiento para beneficiar a los
demás.
Lo anterior no significa que quede en desuso la acepción de la palabra en
su carácter patrimonial, ni la del bien jurídico tutelado, sino que apunta a la
ambigüedad e inconsistencia para referirse a las exigencias éticas que están detrás
de la idea de derechos naturales, bienes o privilegios.
Con tales antecedentes surge el Contrato Social de Rousseau, que tiende
el puente a las Declaraciones políticas con las que se publicita y universaliza la idea
de derechos humanos en el siglo XVIII, convirtiendo la idea en un concepto popular
que da como resultado una evolución teórica que persiste en parte hasta nuestros
días.
En cuanto a la noción axiológica del concepto de derechos humanos, ésta
encuentra su origen en la idea de derechos naturales, que alude a exigencias, valore
o atributos morales relativos a un nuevo ideal de persona.
Por tanto, la fundamentación de los derechos humanos tiene que ser
hecha desde la ética y con esa perspectiva, constituirse, tanto en el criterio de
justicia del derecho positivo, como en el de legitimidad del poder público, bajo la
concepción de que el ser humano es libre y dotado de dignidad, así como de una
voluntad propia que lo hace responsable de sus actos.
El concepto de persona humana heredado por el jusnaturalismo, que lo
dota de la libertad y la igualdad, entre otros atributos que son calificados de
derechos - mismos que poseen el estatuto de llamados a la conciencia moral de las
personas que predican valores y comportan a los seres humanos por su mera
condición como tales - ha propiciado que la fuerza del Estado sea encaminada a la
protección de los derechos naturales, mediante el derecho, por lo que el llamado
derecho natural transitó, con las aportaciones de estos pensadores a un derecho
positivo.
Como corolario a lo anterior, el autor señala que las Declaraciones
políticas de derechos humanos son la prueba del tránsito histórico abordado, para
posteriormente analizar cómo el concepto fue trasladado de su dimensión teórico –
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
filosófica a la dimensión política, en lo que tiene un lugar decisivo la Declaración
francesa de 1789. Del análisis que hace de dicha Declaración, en el que señala las
posteriores intervenciones de Jellinek y Boutmy, entre otros, Alvarez Ledesma
enfatiza los rasgos que a partir de entonces habrán de caracterizar a los derechos
del hombre, a saber, su naturaleza de universales, absolutos, inalienables y eternos.
A partir de este punto, cabe aclarar que la expresión de los derechos
humanos se traduce en sus sentidos ético y jurídico, por lo que el autor insiste en
subrayar el doble carácter de la noción de derechos humanos, ya que en el empleo
de esta expresión en cuanto valores, principios éticos o paradigmas, se alude
precisamente a lo que pareciera tan técnico y contradictorio, pero resulta
fundamental: "derechos" en un sentido, por supuesto, mas apegado a valores o
principios, que al jurídico.
En cuanto a la precisión terminológica y a su estatuto técnico instrumental,
se plantea la interrogante sobre el tipo de derechos que son los derechos humanos,
para lo que Álvarez Ledesma reflexiona sobre las diferentes fases por las que la
noción ha transitado desde los derechos naturales e innatos, los llamados derechos
individuales – considerados como punto de partida de los derechos del ciudadano -,
ylos derechos subjetivo – para los que cabe advertir la diferencia de la autorización
por la norma jurídica al sujeto y la correlativa restricción de conducta a los demás en
relación a su derecho -, en el ámbito jurídico – normativo, en el que se encuentra
una práctica jurídica dada.
En lo que a los derechos de la personalidad se refiere, el lector es guiado
a la obra de Ernesto Gutiérrez y González, exponiendo que en ciertos aspectos
éstos podrían coincidir con parte de la idea de los derechos humanos, sin embargo,
éstos son en relación a ciertos bienes de carácter moral o afectivo pero vistos desde
el ángulo del derecho civil.
Lo mismo sucede con las garantías individuales del gobernado, que
indebidamente son identificadas con los derechos humanos, ya que mientras
"garantía" surge como la regla de carácter positivo, obligatorio y vinculante impuesta
a la autoridad o al legislador, en una relación de supra a subordinación, que dan pie
al juicio de amparo los derechos humanos representan valores primigenios para la
convivencia humana.
Los principios generales de derecho, por su parte, se constituyen por las
sentencias o aforismos que funcionan como fuente formal en los distintos sistemas
jurídicos, derivándose de su lógica interna.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Son resultantes, por tanto, de las inferencias o deducciones jurídicas que
se obtienen por la aplicación, interpretación y análisis del derecho realizado por los
jueces, legisladores o doctrinarios, con un carácter instrumental. Cabe señalar que lo
anteriormente señalado, no contradice al hecho de que los derechos humanos
hayan sido introducidos o ubicados en el estándar valorativo de los sistemas
jurídicos actuales como principios generales.
Los derechos morales, también son confundidos, por su fundamentación
ética, con los derechos naturales, paralelismo aparente que se resuelve con la
consideración que de los primeros no implican necesariamente la posesión de
"derechos jurídicos", que resultaría en una contradicción gramática, ya que solo
pueden corresponder a obligaciones morales.
Con respecto a los derechos fundamentales, son de derecho positivo,
garantizadas por las instituciones jurídicas, invocables ante los tribunales, mientras
los humanos son derecho natural, es decir, eternos y universales, válidos en
cualquier parte del mundo.
En conclusión, se presenta el concepto dualista de los derechos
fundamentales, que son concebidos en dos dimensiones: la primera, en el
presupuesto de que poseen los derechos fundamentales del hombre como valores o
paradigmas; la segunda, en su faceta jurídica, y de este modo es que surge la
necesidad de establecer una verdadera teoría jurídica de los derechos humanos,
perfilándose como la reflexión que se haga de las normas que contienen sus
valores.
143
Los Derechos Humanos responden a las necesidades de las personas,
grupos y sociedades y garantizarlos promueve el ejercicio de la dignidad.
El
concepto
de
Derechos
Humanos
es
integral,
ya
que
son
interdependientes, es decir que no hay un derecho más importante que otro, lo que
implica que la violación a uno solo de ellos, repercute en múltiples violaciones,
además que la realización de un derecho posibilita la realización de otros.
El concepto derechos humanos es universal e incluyente, ya que son
necesarios para todas y cada una de las personas, tanto en lo individual como en lo
colectivo, en el marco de la situación histórica, temporal y cultural que rodea la
convivencia de las personas.
143
http://www.centroprodh.org.mx/infobasicadh/principal.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Por lo tanto, el modo de realización de los derechos humanos depende de
la situación social, política y cultural de los grupos humanos que los ejercen,
defienden y reivindican.
Reconocemos, pues que la universalidad de los derechos humanos está
dada en tanto los seres humanos somos distintos, es decir, nadie tiene que
renunciar a su identidad, forma de ser o de pensar para poder ejercer sus derechos.
Además esta noción de derechos humanos se ofrece como discurso para
la acción social, ya que su fuente es popular, alimentada por distintos sectores de la
sociedad (mujeres, indígenas, ecologistas, trabajadores, etc.) que reivindica la
integralidad, la interdependencia, la colectividad y la equidad.
Los Derechos Humanos son:
· Históricos. Están vinculados profundamente con la realidad histórica,
política y social.
· Inalienables. No es posible cambiar de titular a un derecho, por lo tanto
tampoco es imposible enajenarlos.
· Imprescriptibles. Tienen un carácter permanente, por lo que no pueden
desaparecer o dejar de ser reconocidos por el mero transcurso del tiempo.
· Universales. Son de todas las personas, sin distinción cual ninguna.
· Indivisibles. Todos son importantes, ninguno puede separarse de otro.
· Interdependientes. Todos los derechos humanos están articulados.
· Dinámicos. Se encuentran en un proceso de constante evolución, son
cambiantes.
· Son progresivos. Su tendencia es al avance, de ninguna manera a la
regresión o cancelación, tanto en lo que corresponde al contenido protegido como a
la eficacia y procedimiento para su cumplimiento.
¿Qué son los Derechos Humanos?.
Son todo lo que necesitamos para vivir dignamente, es decir, todo lo que
las personas y colectivos requieren para desarrollarse plenamente, como una buena
alimentación, educación, salud, empleo, un medio ambiente sano, respeto a la
integridad física y psicológica, libertad de expresión, de religión, de tránsito y
muchas cosas más. Representan además, instrumentos que promueven el respeto a
la dignidad humana, a través de la exigencia de la satisfacción de dichas
necesidades.
¿Dónde se encuentran los Derechos Humanos?.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Estos Derechos deben ser reconocidos y garantizados por el Estado, por
ello es que muchos se encuentran consagrados en normas jurídicas nacionales,
como la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (son las llamadas
Garantías Individuales) y las leyes que derivan de ella.
Además, existen muchos documentos internacionales (conocidos como
instrumentos internacionales) que obligan a los gobiernos a respetar, garantizar,
proteger y promover los derechos humanos de todos las personas y colectivos.
Algunos de los más importantes son: la Declaración Universal de Derechos
Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto
Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales y la Convención
Americana de Derechos Humanos.
Nuestro país, ha firmado estos y muchos otros tratados y convenios
internacionales, que de acuerdo con el artículo 133 constitucional son ley interna en
México, por lo tanto, el gobierno está obligado a cumplir todo lo que ha firmado.
¿Por qué hablar de Derechos Humanos?
Los Derechos Humanos responden a las necesidades de las personas,
grupos y sociedades y garantizarlos promueve el ejercicio de la dignidad.
El
concepto
de
Derechos
Humanos
es
integral,
ya
que
son
interdependientes, es decir que no hay un derecho más importante que otro, lo que
implica que la violación a uno solo de ellos, repercute en múltiples violaciones,
además que la realización de un derecho posibilita la realización de otros.
El concepto derechos humanos es universal e incluyente, ya que son
necesarios para todas y cada una de las personas, tanto en lo individual como en lo
colectivo, en el marco de la situación histórica, temporal y cultural que rodea la
convivencia de las personas.
Por lo tanto, el modo de realización de los derechos humanos depende de
la situación social, política y cultural de los grupos humanos que los ejercen,
defienden y reivindican.
Reconocemos, pues que la universalidad de los derechos humanos está
dada en tanto los seres humanos somos distintos, es decir, nadie tiene que
renunciar a su identidad, forma de ser o de pensar para poder ejercer sus derechos.
Además esta noción de derechos humanos se ofrece como discurso para
la acción social, ya que su fuente es popular, alimentada por distintos sectores de la
sociedad (mujeres, indígenas, ecologistas, trabajadores, etc.) que reivindica la
integralidad, la interdependencia, la colectividad y la equidad.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Los Derechos Humanos son:
· Históricos. Están vinculados profundamente con la realidad histórica,
política y social.
· Inalienables. No es posible cambiar de titular a un derecho, por lo tanto
tampoco es imposible enajenarlos.
· Imprescriptibles. Tienen un carácter permanente, por lo que no pueden
desaparecer o dejar de ser reconocidos por el mero transcurso del tiempo.
· Universales. Son de todas las personas, sin distinción cual ninguna.
· Indivisibles. Todos son importantes, ninguno puede separarse de otro.
· Interdependientes. Todos los derechos humanos están articulados.
· Dinámicos. Se encuentran en un proceso de constante evolución, son
cambiantes.
· Son progresivos. Su tendencia es al avance, de ninguna manera a la
regresión o cancelación, tanto en lo que corresponde al contenido protegido como a
la eficacia y procedimiento para su cumplimiento.
¿Qué son los DESCA?.
Son las siglas de los denominados Derechos Económicos, Sociales,
Culturales y Ambientales, que en términos de la teoría tradicional aparecen en la
segunda generación de los Derechos Humanos, aunque desde un perspectiva más
amplia podemos decir que forman parte indispensable para la realización de una
vida digna. Destacan los Derechos a la Educación, Vivienda, Salud, Alimentación,
Trabajo, Medio Ambiente Sano, No Discriminación, etc.
Además, por diversas razones, entre las que sobresalen la falta de
desarrollo de contenidos así como la ausencia de mecanismos eficaces para su
exigibilidad y justiciabilidad, se han considerado erróneamente cuasi Derechos.
¿Cuál es relación entre la Falta Administrativa, el Delito y la Violación a
Derechos Humanos?.
Aunque los tres conceptos están mutuamente relacionados, es necesario
plantear algunas características básicas, que permitan diferenciarles.
¿Qué es una Falta Administrativa?.
Es una conducta que altera el orden público, ciertas reglas de convivencia
o ciertas costumbres de un lugar. Sin embargo, una falta administrativa no daña de
manera grave la propiedad, la salud o la integridad de las personas.
¿Qué es un delito?.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Es una conducta que daña de manera grave la propiedad, las posesiones
o la integridad de las personas o de una comunidad (incluso, en algunos casos, de la
Nación entera). Aunque hay delitos más graves que otros, en todos ellos hay un
daño.
Los delitos se describen en el Código Penal (ya sea en el Federal o en los
que existen para cada uno de los Estados). Son responsables de un delito la
persona, o personas, que lo comete, los autores intelectuales (la gente que lo
planea). Se castigan con multa y/o privación de la libertad, la cual no puede pasar de
50 años, en términos generales, y de 70 años en los casos del delito de secuestro
con homicidio.
¿Qué es una Violación de los Derechos Humanos?.
Hablamos de violación a los derechos humanos cuando los funcionarios,
servidores públicos o autoridades abusan del poder que tienen, vulnerando o
negando los derechos de las personas o, incluso, cuando amenazan con negarlos,
no respetarlos o no hacerlos respetar.
Si el Estado no respeta y garantiza los derechos humanos, si no sanciona
a los responsables de violarlos se convierte en:
Estado violador de derechos humanos.
Cómplice de los servidores públicos violadores de los derechos humanos.
Atenta de manera grave contra la humanidad.
Debe ser denunciado a la comunidad internacional. Corresponde a todos,
autoridades y ciudadanos cuidar que los derechos humanos sean respetados,
promovidos y difundidos en la sociedad y en cada familia, comunidad, etc.
¿Quiénes son las víctimas de una Violación a Derechos Humanos?.
Son las personas directamente afectadas en un hecho.
¿Qué es la cultura de respeto a los Derechos Humanos?.
La definición de Derechos Humanos propuesta, propone y supone una
cultura de respeto a los derechos humanos en la que dicho goce, ejercicio y
exigencia reclama tanto al Estado sobretodo en lo que se refiere a justicia, entendida
como la posibilidad de goce y ejercicio equitativo de todos los derechos humanos.
Esta noción de cultura implica el trabajo arduo y participativo de la
sociedad en general, buscando el respeto para la dignidad de todas las personas,
promoviendo un mundo más habitable y armonioso.
¿Cuáles son las obligaciones del Estado en materia de Derechos
Humanos?.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Respetar:
- El Estado no puede interferir en el disfrute de los Derechos Humanos.
- El Estado no puede fomentar que otros interfieran en el disfrute de los
Derechos Humanos.
- El Estado debe buscar la satisfacción de los Derechos Humanos de las
personas individuales o colectivas tomando en cuenta su identidad (cultural, social,
sexual, de género, etc.), así como sus necesidades y deseos.
Proteger:
- El Estado debe prevenir que los derechos de la población sean violados
o restringidos por la acción de terceros (por ejemplo empresarios, trasnacionales,
caciques, etc.).
Asegurar un mínimo esencial para el disfrute de los Derechos
Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA):
- El Estado debe asegurar la satisfacción de los niveles esenciales de
cada uno de los derechos, aún en periodos de limitaciones graves de recursos.
Promover:
- El Estado debe elaborar y poner en acción políticas públicas de corto,
mediano y largo plazo encaminadas a garantizar el respeto, la protección y el
aseguramiento del goce de los Derechos Humanos.
Establecer y cumplir con los objetivos que demuestren progreso:
- El Estado debe demostrar que no sólo está garantizando un mínimo, sino
que está caminando hacia el cumplimiento de metas más ambiciosas en cuanto los
Derechos Humanos.
Adoptar medidas inmediatas:
- En un plazo razonablemente breve, a partir del momento mismo de
ratificación de los pactos, los Estados deben adoptar medidas consistentes, en actos
concretos y deliberados, orientadas lo más claramente posible hacia la satisfacción
de la totalidad de los Derechos Humanos.
Satisfacer:
- El Estado debe satisfacer de manera plena el disfrute de los Derechos
Humanos.
- El Estado debe adoptar todas las medidas necesarias para garantizar, a
todas las personas y colectivos que se encuentren bajo su jurisdicción, la
oportunidad de satisfacer adecuadamente las necesidades reconocidas en los
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
instrumentos de Derechos Humanos, que no puedan alcanzarse mediante el
esfuerzo personal.
Sancionar los delitos cometidos por servidoras/es públicos o personas.
No discriminación:
- El Estado debe adoptar medidas especiales -incluyendo medidas
legislativas y políticas diferenciales- para las mujeres y en resguardo de grupos en
situación de vulnerabilidad, así como de sectores históricamente desprotegidos.
- El Estado debe evitar hacer políticas, leyes, programas o acciones que
discriminen cualquier grupo o colectivo.
¿Qué es la Discriminación?.
Es toda distinción, exclusión o restricción en cualquier ámbito y a cualquier
persona, grupo o entidad colectiva, que basada en el origen étnico o nacional, el
género, la edad, las capacidades diferentes, la condición social o económica, las
condiciones de salud, el embarazo y la función reproductiva, la lengua, la religión,
las opiniones, la orientación sexual, el estado civil, la filiación o militancia política y/o
ideológica, o cualquier otra, tenga por objetivo o resultado impedir, anular o
menoscabar el reconocimiento o el ejercicio de los derechos humanos en
condiciones de igualdad.
Se considera también discriminación el antisemitismo, la xenofobia, la
homofobia, el racismo y el sexismo, así como cualquier expresión –verbal, escrita o
gráfica- que tenga como fin incitar al odio, menospreciar, estigmatizar o estereotipar.
¿Dónde se refleja la Discriminación?.
La discriminación así entendida atraviesa las esferas social, cultural,
política y económica de las sociedades. Se refleja en la vida cotidiana, en el
lenguaje, en los medios de comunicación, en las acciones u omisiones de los
gobiernos, en las relaciones sociales concretas que entablamos con nuestros
vecinos, los adultos mayores, nuestros niños y niñas, las personas que viven con
VIH/SIDA, los homosexuales y las lesbianas, las mujeres, los/as indígenas, los/as
extranjeros, los/as migrantes, los/as que profesan una religión diferente de la
nuestra, los/as que tienen limitaciones físicas, los/as que nada tienen.
10.21.- Disciplina.
Definición:
Disciplina.
(Del lat. Disciplīna).
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
1. F. Doctrina, instrucción de una persona, especialmente en lo
moral.
2. F. Arte, facultad o ciencia.
3. F. Especialmente en la milicia y en los estados eclesiásticos
secular y regular, observancia de las leyes y ordenamientos de la
profesión o instituto.
4. F. Instrumento, hecho ordinariamente de cáñamo, con varios
ramales, cuyos extremos o canelones son más gruesos, y que sirve para
azotar. U. M. En pl.
5 F. Acción y efecto de disciplinar.
Concepto básico:
144
Disciplina es estar a tiempo, cumplir con nuestras obligaciones en el
momento adecuado.
El valor de la disciplina se adquiere dotando a nuestra persona de
carácter, orden y eficacia para estar en condiciones de realizar las actividades que
nos piden y poder desempeñarlas lo mejor que se pueda y ser merecedor de
confianza.
Una persona disciplinada habla por sí misma, se deduce lo responsable
que es para organizar su tiempo, actividades y está al pendiente de cumplir con lo
encomendado. Su palabra es sinónimo de garantía y credibilidad ante los demás.
La disciplina es un entrenamiento que corrige, moldea, da fortaleza y
perfecciona su misión es formarte buenos hábitos y establecer una serie de reglas
personales que te comprometan contigo mismo para alcanzar un ideal, esto sin duda
es una de las tareas mas importantes de tu vida.
La persona que posee el valor de la disciplina es aquella que cumple con
sus obligaciones, haciendo un poco más de los esperado, al grado de sacar
adelante su trabajo y todo aquello en lo que ha empeñado su palabra.
Es muy significativa la forma en que aprecia el horario y el orden. No se
olvida de mantener un ambiente agradable y armónico donde se encuentra. Es feliz
con lo que hace, no ve el compromiso como una carga, no se molesta cuando le
piden algo, piensa que es el medio para perfeccionar a otros a través del servicio a
los demás.
144
http://www.nl.gob.mx/?P=s_valores_disciplina
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Cuando eres disciplinado en tus acciones cotidianas, con tu familia, en la
escuela y en la comunidad, no hace falta que te vigilen y controlen, porque tú mismo
estás al pendiente de cumplir lo que te corresponde.
Con la disciplina desarrollas la capacidad de ejercer control de tus deseos,
carácter, emociones, lenguaje y actitudes; todo esto te ayudará a conseguir las
metas que te has trazado, convencido de lo que quieres y resuelto a que nada ni
nadie te moverá de tu idea.
El dominio de nosotros mismos no ocurre automáticamente, necesitamos
que nos guíen nuestros padres y maestros para que apoyen el proceso y así poder
lograr consolidar el valor de la disciplina. La familia transmite el valor con el ejemplo,
para que así sea mas fácil adquirirlo.
Lo podemos lograr si...
Aprendemos a reconocer los apoyos que tenemos y los aprovechamos de
tal manera que nos ayuden a llegar a la meta.
Descubrimos que este valor nos ofrece la oportunidad de participar
cívicamente.
Nos preocupamos por leer, ejercitarnos y alimentarnos adecuadamente.
Pensamos que con paciencia y disciplina podemos aprender muchas
cosas y llegar muy lejos.
Somos realistas y nos esforzamos por desarrollar más nuestras
habilidades y destrezas
Trate de hace todo bien, desde el principio hasta el final, cuidando los
detalles.
Planee con tiempo cada una de las actividades; así se evitarán las
improvisaciones.
Ponga atención y concentración: requiere esfuerzo pero vale la pena por
la calidad obtenida.
No se acelere; serenidad, calma, pero sin pausa.
Revise las cosas dos veces. Tenga una actitud permanente de auto
evaluación de sí mismo y de todo lo que hace. No se conforme, vuelva a intentarlo.
Cuidando las cosas pequeñas, la calidad se convierte en excelencia: cada
vez poco mejor.
Tenga ojos para ver lo que otros no ven: detalles que pueden ser
mejorados. Detecte los problemas cuando son pequeños y soluciónelos en ese
momento.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Una persona sana es aquella que mantiene un equilibrio en los aspectos
físico, mental, emocional y social.
Son muchas alternativas que tenemos para desarrollar la disciplina, como
las actividades al aire libre, los deportes, juegos de mesa, culturales y las bellas
artes.
Disciplina en nuestro ser, mas calidad en nuestras actividades, da igual a
excelencia.
145
La disciplina la capacidad de actuar ordenada y perseverantemente
para conseguir un bien. Exige un orden y unos lineamientos para poder lograr más
rápidamente los objetivos deseados, soportando las molestias que esto ocasiona. La
principal necesidad para adquirir este valor es la autoexigencia; es decir, la
capacidad de pedirnos a nosotros mismos un esfuerzo "extra" para ir haciendo las
cosas de la mejor manera. El que se sabe exigir a sí mismo se hace comprensivo
con los demás y aprende a trabajar y a darle sentido a todo lo que hace. La
disciplina es indispensable para que optemos con persistencia por el mejor de los
caminos; es decir, por el que nos va dictando una conciencia bien formada que sabe
reconocer los deberes propios y se pone en marcha para actuar.
Este valor es fundamental y básico para poder desarrollar muchas otras
virtudes, sin la disciplina es prácticamente imposible tener fortaleza y templanza ante
las adversidades que se presentan día a día.
Siempre debemos estar concientes del objetivo que queremos lograr y
proponernos alcanzarlo; eso, es eficacia. Ser eficaz es la capacidad de producir
resultados; no solamente se debe dar en las áreas en que producimos cosas, sino
también debemos dar resultados como alumnos, padres, hijos, hermanos y como
ciudadanos. Todo esto se ve reflejado cuando entregamos una tarea o un trabajo o
cuando alguien espera algo más de nosotros; es decir, un determinado resultado. Lo
que tenemos que dar es ese resultado y no podemos quedarnos en el esfuerzo ni en
las buenas intenciones. Eso, es ser eficaz.
La disciplina es el valor de la armonía, por que todo guarda su lugar y su
proporción. Los seres humanos debemos tender a nuestra propia armonía de ser,
pensando, y actuando siempre en relación a un buen fin. Para conquistar este valor
hay que empezar por aprovechar nuestra necesidad de orden en las casas y para
ello hay que tenerles un lugar a cada cosa y mantenérselo por medio de la disciplina,
145
http://www.monografias.com/trabajos14/disciplina/disciplina.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
poner siempre allí esas cosas. También hay que practicar el orden en el hablar, en el
vestir y en nuestras pertenencias.
"Quien hace lo que quiere, no hace lo que debe".
10.21.- El bien.
Definición:
Bien.
(Del lat. Bene, bien).
1. M. Aquello que en sí mismo tiene el complemento de la perfección en
su propio género, o lo que es objeto de la voluntad, la cual ni se mueve ni puede
moverse sino por el bien, sea verdadero o aprehendido falsamente como tal.
2. M. Utilidad, beneficio. El bien de la patria.
3. M. Patrimonio, hacienda, caudal. U. M. En pl.
4. M. Fil. En la teoría de los valores, la realidad que posee un valor
positivo y por ello es estimable.
Concepto básico:
146
La ética, por definición, busca el bien. Y el bien se logra cuando se
conoce y se respeta la verdad. ¿Qué hace bueno el diagnóstico de un médico?
¿Qué hace buenas la decisión de un árbitro y la sentencia de un juez? Sólo esto: la
verdad. Por consiguiente, obrar bien es obrar conforme a la verdad, conforme a lo
que son las cosas. Pero ese conocimiento no tiene nada de fácil. De hecho, aunque
todos aspiramos a vivir bien, la palabra "bien" no significa lo mismo para todos. Por
eso debemos volver a preguntarnos qué es lo que hace que las cosas, las acciones
y la vida sean buenas. Las respuestas son múltiples. Desde los tiempos de la Grecia
clásica se ha dicho que el bien es el placer, y el placer la ausencia de dolor físico y
de perturbación anímica. Pero también los griegos reconocieron que las cosas no
son tan sencillas: muchas acciones y conductas profundamente buenas no están
libres de dolores ni de sorpresas y desasosiegos. Piénsese, por ejemplo, en el
esfuerzo de superar con buenas calificaciones un curso escolar, en la paciente tarea
de educar a los hijos, en el trabajador que se gana la vida en el barco o la mina, y en
tantos otros trabajos. ¿Acaso las llamas son un placer para el bombero? ¿Es malo
su trabajo por no ser placentero?
El bien se puede definir como lo que conviene a una cosa, lo que la
perfecciona, con independencia del placer o dolor que pueda ocasionar. Como es
146
http://www.ecojoven.com/cuatro/04/relativismo.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
lógico, no todo lo que perfecciona a uno perfecciona a otros (el ejercicio físico sienta
bien a las personas sanas, no a las enfermas), pero esto no significa que el bien sea
subjetivo: la conveniencia del deporte o del reposo, en cada caso, no depende de lo
que piensen o deseen esas personas. De igual manera, la necesidad del aire que
respiramos o del agua que bebemos no es un capricho, es una verdad
independiente de nuestra opinión subjetiva. Asimismo, valoramos objetivos como la
paz o la justicia han de ser valiosos para todos, aunque un loco pueda negarlos.
Aceptamos en teoría la universalidad de ciertos bienes. Al mismo tiempo,
contra esa aceptación unánime se alza con frecuencia el relativismo: culturas que
tienen o han tenido por buenos los sacrificios humanos, la esclavitud, la poligamia,
etc. El relativismo -tratado también en el capítulo 9- representa la persiste objeción a
la pretensión de buscar racionalmente el contenido objetivo, no subjetivo, de la
palabra "bueno".
147
El bien es el valor otorgado a una acción de un individuo, es una
inclinación natural a fomentar lo deseable, motivado por una comprensión del
entorno y de las personas con un profundo ejercicio de la empatía. Un conjunto de
buenas acciones (acciones bien ejecutadas) propugnan lo bueno.
Al contrario que verdad y belleza, el bien es tautológico, es lo deseable.
Algunos sistemas propugnan la verdad, otros la belleza, pero propugnar el bien es
tautológico, porque el bien es lo que se propugna, lo deseable. Aunque todos
aspiramos a vivir bien, la palabra "bien" no significa lo mismo para todos.
Por sí sólo, el bien carece de valor, requiere del mal para ser apreciado,
completamente opuestos, pero depende el uno del otro. Para catalogar a una
persona como buena, ésta ha de ser capaz de hacer el bien a las personas que le
rodean, o en otras palabras, capaz de observar en ella misma sus preferencias y
trabajar para que los demás lo tengan.
Desde los tiempos de la Grecia clásica se ha dicho que el bien es el
placer, y el placer la ausencia de dolor físico y de perturbación anímica. Pero
también los griegos reconocieron que las cosas no son tan sencillas: muchas
acciones y conductas profundamente buenas no están libres de dolores ni de
sorpresas y desasosiegos. así pues el bien se puede definir como el resultado de
una decisión placentera o dolorosa que mejora o perfecciona una cosa o persona.
147
http://es.wikipedia.org/wiki/Bien_%28Filosof%C3%ADa%29
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
148
Objeto o fenómeno que satisface determinada necesidad humana,
responde a los intereses o anhelos de las personas, posee, en general, un sentido
positivo para la sociedad, para una clase, para el individuo. Si un objeto dado es un
bien, posee un valor positivo para el hombre. Lo contrapuesto al bien es el mal, o
sea, todo cuanto posee un sentido social negativo. Se distinguen bienes materiales y
espirituales. El bien material satisface necesidades materiales del ser humano –de
alimentación, vestido, vivienda. También quedan circunscritos en la esfera de los
bienes materiales los medios de producción: máquinas, edificios, materiales.
Pertenecen a los bienes espirituales los conocimientos, los resultados de la cultura
espiritual de la humanidad, la bondad moral comprendida en los actos de las
personas. El bien supremo es el hombre mismo, creador de todos los valores
materiales y espirituales. Muchos bienes tienen un carácter de clase. Lo que es un
bien para los explotadores puede ser un mal para los explotados. En este hecho se
revela con claridad la contradicción de los interesen de clase.
10.22.- Equidad.
Definición:
Equidad.
(Del lat. Aequĭtas, -ātis).
1. F. Igualdad de ánimo.
2. F. Bondadosa templanza habitual. Propensión a dejarse guiar, o a fallar,
por el sentimiento del deber o de la conciencia, más bien que por las prescripciones
rigurosas de la justicia o por el texto terminante de la ley.
3. F. Justicia natural, por oposición a la letra de la ley positiva.
4. F. Moderación en el precio de las cosas, o en las condiciones de los
contratos.
5. F. Disposición del ánimo que mueve a dar a cada uno lo que merece.
Concepto básico:
149
Equidad e igualdad son dos principios estrechamente relacionados,
pero distintos. La equidad introduce un principio ético o de justicia en la igualdad. En
definitiva, la equidad nos obliga a plantearnos los objetivos que debemos conseguir
para avanzar hacia una sociedad más justa. Una sociedad que aplique la igualdad
de manera absoluta será una sociedad injusta, ya que no tiene en cuenta las
148
149
http://www.filosofia.org/enc/ros/bien.htm
http://www.bantaba.ehu.es/obs/ocont/eq/
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
diferencias existentes entre personas y grupos. Y, al mismo tiempo, una sociedad
donde las personas no se reconocen como iguales, tampoco podrá ser justa.
150
La equidad (del latín aequitas, de aequus, igual), es un principio general
del derecho, aunque el código civil español lo mencione en un apartado distinto en
su articulado. El art. 3.2 C. C. ("la equidad habrá de ponderarse en la aplicación de
las normas, si bien las resoluciones de los tribunales sólo podrán descansar de
manera exclusiva en ella cuando la ley expresamente lo permita"), constituye uno de
los postulados básicos de tales principios generales del derecho y nos indica que
está íntimamente ligada a la justicia, no pudiendo entenderse sin ella. Tanto es así
que Aristóteles consideraba lo equitativo y lo justo como una misma cosa; pero para
él, aún siendo ambos buenos, la diferencia existente entre ellos es que lo equitativo
es mejor aun.
De tal forma citando el real diccionario de la lengua española, la equidad
es contemplada como la "bondadosa templanza habitual; propensión a dejarse guiar,
o a fallar, por el sentimiento del deber o de la conciencia, más bien que por las
prescripciones rigurosas de la justicia o por el texto terminante de la ley"; a su vez se
define como "justicia natural por oposición a la letra de la ley positiva". Por lo tanto
dentro de la definición de éste principio encontramos referencias a lo justo, a la
justicia. Sin embargo justicia y equidad son conceptos distintos.
La justicia es universal, pero no siempre puede tener en cuenta los casos
concretos en su aplicación, tomando como referencia la ley como medida de la
justicia, la equidad estaría ahí, para corregir la omisión o el error producido o la
aplicación rigorista de la misma. Con lo la equidad también es lo justo, y ambas,
equidad y justicia, no son incompatibles sino que se complementan.
2. Propiedad por la que la prosperidad económica se distribuye
equitativamente entre los miembros de la sociedad.
3. (Del lat. Aéquitas, atis.) F. Ecuanimidad. Propensión a juzgar con
imparcialidad y de acuerdo con la razón. Moderación en los contratos o en el precio
de las cosas.
10.23.- Igualdad.
Definición:
Igualdad.
(Del lat. Aequalĭtas, -ātis).
150
http://es.wikipedia.org/wiki/Equidad
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
1. F. Conformidad de algo con otra cosa en naturaleza, forma, calidad o
cantidad.
2. F. Correspondencia y proporción que resulta de muchas partes que
uniformemente componen un todo.
3. F. Principio que reconoce a todos los ciudadanos capacidad para los
mismos derechos.
Concepto básico:
151
La igualdad social es una situación social según el cual las personas
tienen el mismo nivel social en algún aspecto.
Existen diferentes formas de igualdad, dependiendo de las personas y de
la situación social particular. Por ejemplo, la igualdad entre personas de diferente
sexo, igualdad entre personas de distintas razas, igualdad entre personas
discriminadas o de distintos países con respecto a las oportunidades de empleo o la
igualdad de diferentes razas respecto a derechos de tránsito, de uso de transportes
públicos o de acceso a la educación.
La lucha por los derechos sociales fue bandera del movimiento por los
derechos civiles en estados unidos durante los años 1960.
Actualmente, la igualdad social en algunos aspectos ha ganado terreno en
occidente -especialmente primer mundo- debido a las múltiples luchas por la libertad
en amplias áreas, aunque de forma aún bastante limitada a pesar de las apariencias;
pero en la mayor parte de los países del mundo continúan muchos tipos de
desigualdades sociales de gran magnitud.
Desde el liberalismo se critica el concepto "igualdad social", que se
considera como inalcanzable en la práctica. Los liberales argumentan que, teniendo
las personas distintas habilidades y motivaciones, siendo de hecho desiguales, la
única forma de conseguir la igualdad económica es expropiando a los más ricos y
repartiendo su riqueza entre los más pobres. Esta expropiación supone una nueva
desigualdad, ya que en este caso se está privando de poder político y de derechos
personales a una parte de la población.
152
El término
igualdad
procede del
latín ―aequalitas‖
y significa
conformidad de una cosa con otra en naturaleza, forma, calidad o cantidad. Cuando
se dice que la igualdad es conformidad debe establecer cuales son los elementos
entre los que se contempla, porque la igualdad es la identidad de una cosa, persona
151
152
http://es.wikipedia.org/wiki/Igualdad_social
http://www.ilustrados.com/publicaciones/EplkyApVVAaWgYLiXh.php
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
o comportamiento en relación con otra. Por eso se dice que este concepto es
avalorativo, porque sólo consta una realidad, sin emitir ningún juicio de valor sobre
ella.
Pero en sí es una relación – comparación que seda al menos entre dos
personas, objetos o situaciones. Este concepto es el resultado de un juicio que recae
sobre una pluralidad de elementos, los cuales se denominan ―términos de
comparación‖. Es concepto relacional y no cualitativo.
Las características se distinguen a la cosa, al individuo, no es dada
exactamente por la realidad, sino determinada por el sujeto que relaciona y
encontradas de acuerdo al punto de vista desde el cual lleva a cabo el juicio de
igualdad. A partir de la libertad del individuo para determinar el punto de referencia o
punto de comparación, se puede explicar el juicio de igualdad y descartar cualquier
arbitrariedad en el concepto.
Por lo cual resulta muy difícil establecer un único significado para el
término igualdad, tanto en lo que su contenido como a su contenido como a su
protección se refiere.
Si mismo se debe tener en cuenta la desigualdad que existe y debe ser
admitida, e ignorarla es absurdo ya que los hombres no son iguales porque ni han
nacido iguales ni se han desarrollado de igual manera, en cuanto a sus
características físicas se refiere; ya que cada ser humano tiene un rostro, forma,
tamaño, color de ojos o de piel, salud, distintos pero esto no afecta de algún modo la
dignidad humana que se atribuye por la condición de persona. Por eso se tiende
hacia la igualdad teniendo cuenta las diferencias que hay entre las personas las
cuales deben ser superadas y corregidas en lo que impida la dignidad de la vida de
todos los seres humanos. Teniendo en cuenta lo anterior se puede establecer que la
igualdad es un valor y reconocido como superior y fundamental, por lo cual cualquier
ser humano debe luchar por la efectividad de este.
En el plano jurídico la igualdad esta definida como el principio que
reconoce a todos los ciudadanos la capacidad de los mismos derechos; mientras
como derecho se entiende como imparcialidad, esto se refiere desde el punto de
vista del poder legislativo como creador de normas.
10.24.- Belleza.
Definición:
Belleza.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
(De bello).
1. F. Propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros
deleite espiritual. Esta propiedad existe en la naturaleza y en las obras literarias y
artísticas.
2. F. Mujer notable por su hermosura.
3. F. La que se produce de modo cabal y conforme a los principios
estéticos, por imitación de la naturaleza o por intuición del espíritu.
4. F. Principalmente entre los estéticos platónicos, prototipo, modelo o
ejemplar de belleza, que sirve de norma al artista en sus creaciones.
Concepto básico:
153
La belleza es el origen entre el orden y el caos, que tanto orden y que
tanto caos hacen falta para lograr ese equilibrio es lo que hace que todos tengamos
una idea distinta de la belleza.
La belleza a pesar del interés común casi universal que provoca, nos
resulta difícil de comprender. Intentar buscar una definición de este concepto no es
tarea fácil, ya que el concepto sería algo que podríamos sacar en común de todas
las cosas que consideramos bellas. La belleza, se puede considerar como un
aspecto de algo, sin definición, tendríamos que analizar, lo que nos parece bello,
pero a otros, no.
Esto último resultaría imposible, ya que a la hora de hacerlo habría tantas
opiniones como gente opinando. Muchos autores consideran que la belleza es lo
que resulta agradable a los sentidos y que por consiguiente causa placer, pero no
todo lo que nos causa placer tiene por qué ser bello.
Otro problema que presenta definir la belleza es que se puede enfocar
como las cualidades que nos resultan agradables y que saltan a la vista de cualquier
cosa contemplada, o como la emoción que ese algo despierta en nosotros. La
primera apreciación es más objetiva, ya que las cualidades normalmente saltan a la
vista, pero las emociones que nos pueden provocar, es algo más íntimo y personal,
y por lo tanto más subjetivo.
Habiéndose planteado las dificultades, podríamos decir que bello es lo que
promueve en nosotros una experiencia estética, aceptándolo como una posible
definición.
153
http://es.wikipedia.org/wiki/Belleza
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La belleza ha sido objeto de culto desde que surgió el homo sapiens. Por
aquel entonces ya empezaban a decorar sus cuevas, creaban pequeños artilugios
que simplemente les servían para decorar y no tenían otro fin útil.
Platón de Atenas habla de la belleza en su diálogo hipias mayor. Para el
sofista Hipias la belleza es el nombre común a las cosas bellas. Para Platón las
cosas bellas son bellas a causa de la idea de la belleza.
En la antigüedad clásica ya se encuentran datos más concluyentes acerca
de la belleza, como estudios y reflexiones. Por aquel entonces la belleza constituía
una cualidad que hacía que algo nos pareciese bello.
A esta cualidad se le llamó armonía. También aparecieron los primeros
cánones de belleza que indicaban cuáles tenían que ser las proporciones idóneas
para que un cuerpo se viese bello. En general, la belleza se percibía desde un punto
de vista objetivo.
Esta percepción de la belleza se siguió manteniendo en la edad media.
Como consecuencia del auge del cristianismo de esa época, la belleza dependía de
la intervención del ser supremo. De modo que, si se consideraba bello algo, es
porque había sido una creación divina.
La belleza material era externa, física o sensible. Esta cualidad se
marchita con el tiempo. La belleza espiritual no se marchita con el tiempo, sino que
permanecía en nuestro interior. Son cualidades como la bondad, el amor, la
simpatía, etc.
Con el paso del tiempo llegó otra nueva etapa en la historia en el trayecto
de la belleza. Estamos hablando del renacimiento. Muchos autores están de acuerdo
en que el concepto de belleza volvió a ser el de la antigüedad clásica, porque se
empezaron a tomar valores de aquella época que se habían perdido en la edad
media. Uno de estos valores fue la concepción más naturalista de la belleza, que
sirvió de inspiración a los artistas de la época.
De nuevo se vuelve a tomar frente a la belleza, tal y como sucedió en la
antigüedad clásica y en la edad media.
En la modernidad desaparece esta visión objetiva de la belleza y se
empieza a hacer subjetivo. En el siglo XVIII ya se percibe la belleza de algo no por
cómo es el objeto en sí, sino por lo que éste despierta en nosotros. Esta concepción
la tenían muy clara los empiristas e ilustrados de la época.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
En la primera clasificación podemos encontrarnos dos clases de belleza,
la que provocan los objetos naturales, o belleza natural y la que nos suscitan las
creaciones artificiales, o belleza artística.
A lo largo de la historia, la relación entre ambos tipos de belleza ha sido
irregular, porque la belleza artística ha pasado de tener una relación de dependencia
con la belleza natural, a independizarse de ella, a medida que avanzaba el curso de
la historia.
Kant distingue dos tipos de belleza:
Belleza libre: es la que percibimos sin que sepamos nada del objeto
contemplado. Es una belleza pura, no se tiene ningún tipo de idea que nos haga
cuestionar su belleza.
Belleza adherente: es la que depende del concepto que tengamos acerca
del objeto al cual analicemos.
154
En la buena filosofía estudiamos que todo ser, por el hecho de existir,
tiene cuatro propiedades insitas: unidad, verdad, bondad y belleza.
Definición y tipos de belleza
El vocablo belleza deriva del término latino ―bellus‖, bonito (que a su vez,
procede de bonus, bueno). Desde antiguo se destacó la dificultad que entraña dar
una definición de este concepto. Platón se propuso en su diálogo ―hipias major‖
determinar qué es la belleza en sí misma: aquello que hace bellas a las cosas que
se nos manifiestan como tales.
Se han dado muchas definiciones: bello es lo que visto (y no sólo lo
conocido), agrada (Santo Tomás). La belleza es el esplendor del orden (San
Agustín). Es el esplendor de todas las propiedades del ser reunidos: unidad, verdad
y bondad (Jacques Maritain). Belleza es luminosidad. Belleza es armonía. Belleza es
orden.
La belleza es la hermosura interior que se refleja hacia fuera. No sólo está
el gozo de la vista que contempla la belleza exterior y se recrea en sus líneas. La
capacidad para descubrir la otra, la interior, indica una facultad más elevada, la de
de ser exploradores de la intimidad ajena, lo que a la larga va a ser una valiosa
adquisición o valor.
Hay tres tipos de belleza. Con un ejemplo te quedarán más claras: Era el
mes de mayo. Soplaba aún un viento fresco, pero la primavera había llegado; así lo
proclamaban las plantas, los árboles, el perfume de las flores y el gorjeo alegre de
154
http://es.catholic.net/escritoresactuales/776/791/articulo.php?id=25727
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
los pájaros. Entré en una inmensa catedral gótica, con sus rosetones maravillosos,
con sus arcos de medio punto. De repente suena el órgano el Mesías de Hendel y
sus potentes armonías se difunden por las anchas y altas naves. Quedé extasiado.
En las naves laterales colgaban pinturas de Rafael y Miguel Ángel, que me
trasportaban con su encanto. En esto, a diez metros delante de mí una madre tenía
entre sus brazos a su hijo, a quien cada diez segundos le daba un profundo beso en
la carita. Me acerco al altar. Comenzó la misa. Ya las primeras bancas estaban
ocupadas. Me quedé en un costado de pie. Al rato llegó una pobre anciana, apoyada
en un bastón. No había asiento. En esto un señor de unos cuarenta años se levanta
y cede su asiento a la ancianita. Escucho atento el sermón del sacerdote y todo era
claro, estructurado y brillante. Termina la misa y salgo a la calle. Todo olía a
primavera. Y todavía rondaba en mi mente una pregunta: ¿Qué es la belleza? Pero
hoy me sentí enriquecido.
Ahora ya podemos definir los tipos de belleza.
A) La belleza natural: es la belleza que se encuentra en las cosas de la
naturaleza. Un paisaje, el vuelo de un pájaro, unas cataratas, unas montañas, el
mar, unas nubes, etc. Su fuerza radica en entrar por los ojos, en ser rotundo a la
hora de mostrarse. Esta belleza natural es fuente de agrado y complacencia para los
sentidos exteriores. Va de fuera para adentro. Me enriquece. Me ennoblece.
B) La belleza artística, es decir, la plasmada en el arte: es la belleza de un
hermoso cuadro, un edificio, una escultura, una pintura, un discurso. El renacimiento
se encargó de transmitirnos un nuevo estilo de belleza basado en la armonía y el
orden, canon que cambiará en los siglos XVII (barroco) y XVIII (ilustración y
neoclasicismo). Esta belleza artística quedará reflejada en las artes plásticas
(arquitectura, escultura y pintura) y en las artes del movimiento (música, coreografía
y poesía). También es una belleza que va de fuera para adentro. Nos exalta. Nos
enriquece y ennoblece.
C) La belleza moral o interior: es el orden, el equilibrio, la bondad interior
de la persona. Es el conjunto de unidad, verdad, bondad, espiritualidad en armonía,
orden, proporción...que cada uno de nosotros tiene en su interior. Es la armonía
entre las acciones del hombre y el ideal de su vida (ideal que decide su vocación y
su misión en la misma). Es la coherencia entre la conducta del hombre y la meta o
ideal que persigue. Albert Einstein dijo: ―la belleza reside en el corazón de quien la
contempla‖. Esta es la belleza en la que nos detendremos. Es la belleza que uno
tiene dentro como fuente para saciar la sed propia y la de los demás. Llega a ser
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
fuente de alegría constante, de gozo consolador, de encanto arrebatador. Genera
amor y alegría renovada en quien la contempla y se beneficia de ella, en el trato con
esa persona. Esta belleza interior se exterioriza en resplandores de bondad,
veracidad, honestidad, coherencia, simplicidad, encanto, armonía, equilibrio. Por
eso, una persona será bella interiormente en la medida en que viva y se alimenta de
las otras cualidades del ser: unidad, verdad, bondad.
¿Cómo llegar a descubrir nuestra belleza interior?
En la medida en que somos capaces de olvidarnos de nosotros mismos
para interesarnos por los demás y sentimos la necesidad interior, acuciante, aunque
serena, de contribuir con nuestra vía y nuestras obras a hacer de este mundo un
lugar mejor, más hermoso y gratificante para todos...en la medida en que dejemos
de inquietarnos por las necesidades más bajas de supervivencia y de seguridad que
se cubren de forma automática y nos elevemos sobre lo material, perecedero y
terrenal, para entrar en el área inconmensurable, llena de luz y de esperanza del
espíritu...en esa medida comenzaremos a apreciar en nuestro interior que tenemos
verdad, bondad, espiritualidad y belleza, y las sentimos y vivimos con plenitud en lo
más profundo de las estructuras que conforman nuestra mismidad.
Por tanto, esta belleza interior está en ti y es la unión de verdad, bondad,
espiritualidad. Es un valor que se auto genera en todo aquel que sepa sentirla,
vivirla, sintonizarla y crearla en su derredor. Hay que descubrirla, pues está en ti.
Que no te pase que mueras sediento de sed, teniendo a tu lado esta fuente
inagotable. Así lo expresaba León Bloy: ―hay una fuente al pie de todos aquellos que
mueren de sed‖.
Pero además, esta belleza interior se ha alimentado de esa belleza natural
y artística y es un valor universal que se da en todos y que funde en abrazo
espiritual y entusiasma por igual al filósofo, al poeta, al campesino y al científico. Es
el caso del místico San Juan de la Cruz, o de San Francisco de Asís, que
encuentran al Ser Supremo (el porqué de su existencia) en la candidez y belleza de
los seres sencillos de la creación, o el caso de sabios como Einstein, anonadado y
perplejo ante la maravillosa armonía que descubre en el universo, o el caso de un
sencillo labrador como san isidro, que siente interiormente el pálpito de la belleza de
los campos arados, de la lluvia, del sol y de la escarcha, y contemplándola se siente
transportado en espíritu hacia su creador. Gustavo Adolfo Bécquer diría: ―el
espectáculo de lo bello, en cualquier forma que se presente, levanta la mente a
nobles aspiraciones‖. Por lo tanto, esta belleza interior se dará en quienes tengan los
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
ojos limpios y el corazón desalojado de preocupaciones y saben abrirse a la belleza
que encuentran a su alrededor, esparcida en la creación.
Esta belleza sentida en el interior como armonía que sintoniza con todo lo
creado nos permite descubrir, además, un mundo trascendente que el hombre no es
capaz de expresar en términos racionales y que los místicos y poetas se esfuerzan
en hacerlo con imágenes poéticas, figuras retóricas, etc.
Pero, ¿Porqué hay unos ciegos que no ven esta belleza interior? ¿Porqué
otros son capaces de verla en lo más nimio? No hay camino para descubrir la
belleza, sino que la belleza está precisamente en hacer el camino hacia el interior
del espíritu. La mayoría de los humanos dejan la vida, pasan por la tierra poniendo
su empeño en cubrir las necesidades primarias de alimento, pertenencia, aprecio y
autoestima, y en su horizonte de miras apenas si han ido poco más allá de
capacitarse para ejercer una profesión u oficio, conseguir un nivel socioeconómico
aceptable y atesorar propiedades y riquezas con un doble fin: asegurarse unos años
de vejez libres de preocupaciones económicas y dejar en herencia a los hijos la
seguridad de un patrimonio que alivie las dificultades que la vida pueda depararles.
Después, esperar que la muerte llegue lo más tarde posible, y estar orgullosos de
haber hecho algo en la vida.
Hasta aquí, todo perfecto, y es digna de elogio la conducta de quienes así
programan y realizan la propia existencia. Sin embargo, aquellos, demasiado pocos,
por desgracia, que amplían sus miradas hacia el horizonte sin límites de la plena
realización de ser, adquieren la inapreciable virtud de convertir en bellos,
maravillosos, deseables y dignos de disfrute hasta los momentos más prosaicos y
simples de la propia existencia: una merienda en familia, un día de lluvia, el retraso
del tren o del subte, el nacimiento de un nuevo hijo.
Los semblantes de estas personas son serenos, calmados, animosos
firmes, pero orlados de ternura y de paz. En sus rostros reflejan la alegría, porque
han hecho motivo de su existencia el disfrute del encanto y de la belleza que late a
raudales en cada rincón de la naturaleza. Gustavo Flaubert dijo: ―si mirásemos
siempre al cielo, acabaríamos por tener alas‖. Hay que mirar un poco más allá de
nuestras necesidades primarias, si queremos descubrir la alas de la belleza, percibir
el perfume de la belleza, calentarnos con el resplandor de la belleza y saborear el
gusto de la belleza.
Debe ser muy alentador y estimulante para los hombres saber que en
cada uno de nosotros permanece la disponibilidad anímica y la predisposición a
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
descubrir la armonía, el orden, el equilibrio y la belleza en todas las cosas de la
creación, y que esa sintonía y hermandad con el universo no es algo que se nos da,
sino una riqueza insondable que permanece dentro de nosotros mismos y que sólo
hemos de ocuparnos de sentirla, vivirla y disfrutarla.
¿Cómo acrecentar y preservar esta belleza interior?
Necesitamos:
Ánimo equilibrado, mente serena y calma psicofísica. Lo contrario a ánimo
perturbado,
depresivo
y
exaltado,
angustiado,
violento,
ansioso,
apático,
atormentado, esquizofrénico, paranoico, egoísta, vanidoso, orgulloso, pasional,
sentimental, inestable, incoherente y mentiroso. Todo esto nos hace perder la
belleza interior.
Cada día, antes de iniciar nuestra jornada, mientras nos vestimos y
aseamos, debemos poner en orden nuestras ideas, afectos, sentimientos y
propósitos, y barrera de nuestro corazón y de nuestra mente posibles residuos de
pensamientos y sentimientos negativos de rencores, envidias, venganzas,
resentimientos, antipatías y discordias, para dar paso a la armonía equilibradora y
saludable del espíritu sereno, que viene acompañada de generosidad, optimismo,
comprensión, perdón, actitud mental esperanzada, positiva y de servicio a los demás
y predisposición a dejarse invadir por la incomparable belleza de las cosas más
pequeñas, cotidianas y aparentemente insignificantes y triviales.
En vano se pretende restablecer el equilibrio perdido y llenar los vacíos del
espíritu con honores, posesiones, fama y atesoramiento de bienes materiales,
porque la verdadera felicidad es consecuencia de esa armonía interna y
equilibradora en cuanto síntesis de bondad, verdad, espiritualidad y belleza, la
belleza que es disfrute y gozo en lo cotidiano, vivido y sentido con plenitud del ser.
Albert Einstein dijo: ―los ideales que han iluminado mi camino, y una y otra
vez me han infundido valor para enfrentarme a la vida con ánimo, han sido la
bondad, la belleza y la verdad‖.
Y Rousseau: ―si quitaseis de nuestros corazones el amor a la bello, nos
quitaríais el encanto de vivir‖.
Y Maurois: ―cuando las cosas no van bien, nada como cerrar los ojos y
evocar intensamente una cosa bella‖. Una persona amada, una canción, una poesía,
un recuerdo hermoso, una vivencia pasada..
10.25.- Magnanimidad.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Definición:
Magnanimidad.
(Del lat. Magnanimĭtas, -ātis).
F. Grandeza y elevación de ánimo.
Concepto básico:
155
El valor que nos hace dar más allá de lo que se considera normal, para
ser cada día mejores sin temor a la adversidad o a los inconvenientes.
El valor de la magnanimidad es poco conocido, poco entendido y su
definición formal tampoco nos lleva demasiado lejos. Todas las definiciones nos
hablan de ―ánimo grande‖ o ―espíritu grande‖. Nos quedan mas claros los conceptos
contrarios
de la
magnanimidad:
mezquindad,
tacañería,
pusilanimidad.
La
magnanimidad es una disposición hacia dar más allá de lo que se considera normal,
de entregarse hasta las últimas consecuencias, de emprender sin miedo, de avanzar
pese a cualquier adversidad. El ánimo grande, la magnanimidad, es el valor que
convierte a un simple ser humano en un héroe.
No debemos confundir una grandeza de ánimo con una motivación
extraordinaria
e
impulsiva
para
realizar
algo,
los
valores
se
practican
independientemente del buen humor y entusiasmo con que recibimos el día y de la
simpatía que tengamos por las personas.
En el momento que vivimos estamos propensos a conformarnos con lo
que somos: calculadores y egoístas, orientando nuestros esfuerzos a la adquisición
de bienes materiales y a la búsqueda de riqueza... Para lograr esto último no hace
falta magnanimidad porque la ambición es suficiente. Un ánimo grande se
caracteriza por la búsqueda de su perfección como ser humano y la entrega total de
su persona para servir a los demás desinteresadamente.
Un ánimo grande aleja de sí toda envidia y resentimiento; supera el temor
a ser criticado por hacer algo que considera bueno; tiene la capacidad de afrontar
grandes retos con paciencia y perseverancia, y sobre todo, la alegría y los buenos
modales son rasgos característicos de su personalidad.
¡Qué grandeza de espíritu tiene quien sabe perdonar sinceramente!, sin
detenerse a considerar la naturaleza de la ofensa o el mal recibido, comprende y
olvida para vivir en armonía con sus semejantes, sabe que al liberarse de esta
pesada carga enseña a los demás a vivir el perdón y está en condiciones de lograr
la propia paz interior.
155
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/magnanimidad.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Para el magnánimo no existen tareas de ínfima categoría o el temor a
cuidar lo que podría denominarse ―buena imagen‖, actúa con la convicción de
cumplir con un compromiso y un deber personal: ayuda a quien goza de menor
simpatía en un grupo; saluda con cortesía, cede el paso, o sirve en la mesa al
empleado y al amigo por igual; se presta para mover muebles o bultos; asiste con
regularidad a sus prácticas religiosas aunque en el medio en que se desenvuelve no
sea bien visto.
Toda empresa es un gran reto y las hay de todos tipos, pero las de
naturaleza humana son las primeras que deben interesarnos para sacar adelante:
los hijos son la empresa para los padres, los alumnos al maestro, los empleados y
trabajadores al director de la compañía, el cónyuge, el amigo... ¿Acaso no tenemos
deseos de verlos prosperar y ser mejores? El verdadero triunfo de la magnanimidad
está en ver por el bienestar de los demás sin medirlos por el beneficio material que
puedan retribuir.
Muchas veces pretendemos que las personas mejoren por sí mismas, nos
concentramos tanto en sus defectos de carácter, fallas, errores y los convertimos en
pretexto para dejar de ayudarlos, nos falta empeño para corregirlos, enseñarles y
hacerles entender lo que haga falta para que salgan de esa situación que tanto les
afecta. Si son muchos los inconvenientes que vemos en quienes nos rodea, es
mucho lo que tenemos que trabajar personalmente en la magnanimidad, para
comprender mejor, para servir más...sería absurdo pensar que este valor excluye
otras realidades de nuestra vida, que también son empresas y retos a alcanzar,
como perfeccionar y acrecentar nuestros conocimientos, aspirar a un mejor puesto
laboral y alcanzar una posición económica desahogada. ¿Es que estas aspiraciones
van en contra de la magnanimidad? Por supuesto que no, se desvirtúan por la
intención con que se realizan. Todo aquello a lo que aspiramos, dinero,
conocimientos, posición, influencia, deben tener como finalidad un servicio para el
prójimo.
Es muy difícil entender el servicio si pensamos únicamente en un beneficio
inmediato y personal, lo correcto es enfocar nuestro esfuerzo para traspasar las
fronteras del egoísmo: si tengo más conocimientos puedo servir mejor a la empresa
o a mi país, porque mejoraré sustancialmente mi trabajo y seré más productivo; al
obtener un mejor puesto, estoy en condiciones de llevar a la empresa a un mejor
nivel y ofrecer superiores condiciones de empleo; al ganar más, puedo ahorrar,
invertir, asegurar el patrimonio familiar y la educación de los hijos.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Consideremos que para lograr una grandeza de ánimo es necesario:
- Cada día y a lo largo del mismo pregúntate: ¿Para qué hago esto?
¿Quiénes se benefician? ¿Puedo hacerlo mejor?
- Has el propósito de prestar al menos un servicio diariamente en casa,
escuela, oficina o a los amigos. No olvides en tu lista: hacer lo que más te disgusta o
incomoda y a quien menos te simpatiza.
- Hoy mismo decídete a olvidar tus resentimientos, envidias y juicios
negativos respecto a los demás.
- Comienza hoy a mejorar tus modales y ten más cortesía con todos por
igual.
- Aprende a soportar las contrariedades con serenidad y a dominar la
tristeza que pudiera generarse: comentarios negativos hacia tu persona, sean ciertos
o no; el contratiempo profesional o escolar; el negocio que no se realizó...la
magnanimidad es un excelente medio para robustecer nuestra comprensión, el
espíritu de servicio, la generosidad, el perdón y el optimismo. Todas nuestras
acciones se ennoblecen cuando están al servicio de los demás: el consejo, la ayuda,
la compañía y hasta el mismo trabajo, son los medios ordinarios que tenemos al
alcance para hacer de nuestras labores y aspiraciones algo grande, algo fuera de lo
común, algo que pocos están decididos a hacer.
10.26.- Optimismo.
Definición:
Optimismo.
(De óptimo).
1. M. Propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable.
2. M. Doctrina filosófica que atribuye al universo la mayor perfección
posible.
Concepto básico:
156
El término "optimismo" surge del latín "optimum": "lo mejor". El término
fue usado por primera vez para referirse a la doctrina sostenida por el filósofo
alemán Gottfried Wilhelm Leibniz en su obra ensayos de teodicea sobre la bondad
del Ser Supremo, la libertad del hombre y el origen del mal (Ámsterdam, 1710),
según la cual el mundo en el que vivimos es el mejor de los mundos posibles.
156
http://es.wikipedia.org/wiki/Optimismo
Valores en la educación
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Comúnmente se cree que Voltaire fue el primero en usar la palabra en
1759, como subtítulo a su cuento filosófico [[cándido]] (en el que se burla en casi
cada página de la idea de Leibniz). Ciertamente Voltaire fue el primer personaje
famoso que usó aquella palabra en el siglo xviii y quizá también el que la popularizó;
no fue, sin embargo, su inventor. El término "optimismo" aparece por primera vez, en
francés (―optimisme‖), en una reseña de la teodicea publicada en el magazín de los
jesuitas franceses Journal de Trévoux (no. 37), en 1737. En ese mismo año, el
filósofo y matemático suizo Jean-Pierre de Crousaz repitió la palabra en un examen
crítico del ensayo sobre el hombre de Alexander pope. Aquellos primeros usos,
como el posterior de Voltaire, fueron burlones. En 1752, el Dictionnaire Universel de
Trévoux aprueba el término; diez años después, la academia francesa lo incluye por
primera vez en su Dictionnaire. El término es usado por primera vez en inglés
("optimism") en 1743 por el británico William Warburton, en una respuesta al examen
de crousaz arriba mencionado. Por su parte, los primeros en usar el término en
alemán ("optimismus") fueron g. Ephraim Lessing y Moses Mendelssohn, en su
escrito pope: ¡un metafísico! De 1755.
Por lo demás, la noción de optimismo se opone al concepto filosófico de
pesimismo
157
Forjar un modo de ser entusiasta, dinámico, emprendedor y con los pies
sobre la tierra, son algunas de las cualidades que distinguen a la persona optimista.
El optimismo es el valor que nos ayuda a enfrentar las dificultades con
buen ánimo y perseverancia , descubriendo lo positivo que tienen las personas y las
circunstancias, confiando en nuestras capacidades y posibilidades junto con la
ayuda que podemos recibir.
La principal diferencia que existe entre una actitud optimista y su
contraparte –el pesimismo- radica en el enfoque con que se aprecian las cosas:
empeñarnos en descubrir inconvenientes y dificultades nos provoca apatía y
desánimo. El optimismo supone hacer ese mismo esfuerzo para encontrar
soluciones, ventajas y posibilidades; la diferencia es mínima, pero tan significativa
que nos invita a cambiar de una vez por todas nuestra actitud.
Alcanzar el éxito no siempre es la consecuencia lógica del optimismo, por
mucho esfuerzo, empeño y sacrificio que pongamos, algunas veces las cosas no
resultan como deseábamos. El optimismo es una actitud permanente de
―recomenzar‖, de volver al análisis y al estudio de las situaciones para comprender
157
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/Optimismo.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
mejor la naturaleza de las fallas, errores y contratiempos, sólo así estaremos en
condiciones de superarnos y de lograr nuestras metas. Si las cosas no fallaran o
nunca nos equivocáramos, no haría falta ser optimistas.
Normalmente la frustración se produce por un fracaso, lo cual supone un
pesimismo posterior para actuar en situaciones similares. La realidad es que la
mayoría de nuestro tropiezos se dan por falta de cuidado y reflexión. ¿Para qué sirve
entonces la experiencia? Para aprender, rectificar y ser más previsores en lo futuro.
El optimista sabe buscar ayuda como una alternativa para mejorar o
alcanzar los objetivos que se ha propuesto, es una actitud sencilla y sensata que en
nada demerita el esfuerzo personal o la iniciativa. Sería muy soberbio de nuestra
parte, pensar que poseemos el conocimiento y los recursos necesarios para salir
triunfantes en toda circunstancia.
Cualquiera que ha sido campeón en alguna disciplina, llegó a colocarse en
la cima por su esfuerzo, perseverancia y sacrificio, pero pocas veces, o mejor dicho
nunca, se hace alusión a su optimismo, a esa entrega apasionada por alcanzar su
fin, conservando la confianza en sí mismo y en las personas que colaboraron para
su realización. El optimismo refuerza y alienta a la perseverancia, el optimista no es
ingenuo ni se deja llevar por ideas prometedoras, procura pensar y considerar
detenidamente todas las posibilidades antes de tomar decisiones. Si una persona
desea iniciar un negocio propio sin el capital suficiente, sin conocer a fondo el ramo
o con una vaga idea de la administración requerida, por muy optimista que sea
seguramente fracasará en su empeño, ya que carece de las herramientas y
fundamentos esenciales para lograrlo.
En otras circunstancias nos engañamos e inventamos una falsa realidad
para hacernos la vida más fácil y cómoda. Basta mencionar al estudiante que se
prepara poco y mal antes de sus evaluaciones, esperando obtener la calificación
mínima y necesaria para ―salir del paso‖, sin darse cuenta que su falso optimismo lo
llevará –tarde o temprano- al fracaso.
Se podría pensar que el optimismo nada tiene que ver con el resto de las
personas, sin embargo, este valor nos hace tener una mejor disposición hacia los
demás: cuando conocemos a alguien esperamos una actitud positiva y abierta; en el
trabajo, una personalidad emprendedora; en la escuela, profesores y alumnos
dedicados. Si nuestras expectativas no se cumplen, lo mejor es pensar que las
personas pueden cambiar, aprender y adaptarse con nuestra ayuda. El optimista
reconoce el momento adecuado para dar aliento, para motivar, para servir.
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En la amistad y en la búsqueda de pareja también es necesario ser
optimista. Algunas personas se encierran en sí mismos después de los fracasos y
las desilusiones, como si ya no existiera alguien más en quien confiar. El optimismo
supone reconocer que cada persona tiene algo bueno, con sus cualidades y
aptitudes, pero también sus defectos, los cuales debemos aceptar y buscar la
manera de ayudarles a superarlos.
El paso hacia una actitud optimista requiere de una disposición más
entusiasta y positiva, es tanto como darle la vuelta a una moneda y ver todo con una
apariencia distinta:
- Analiza las cosas a partir de los puntos buenos y positivos, seguramente
con esto se solucionarán muchos de los inconvenientes. Curiosamente, no siempre
funciona igual a la inversa.
- Has el esfuerzo por dar sugerencias y soluciones, en vez de hacer
críticas o pronunciar quejas.
- Procura descubrir las cualidades y capacidades de los demás,
reconociendo el esfuerzo, el interés y la dedicación. Esto es lo más justo y honesto.
- Aprende a ser sencillo y pide ayuda, generalmente otras personas
encuentran la solución más rápido.
- No hagas alarde de seguridad en ti mismo tomando decisiones a la
ligera, considera todo antes de actuar pues las cosas no se solucionan por sí
mismas. De lo contrario es imprudencia, no optimismo.
No es más optimista el que menos ha fracasado, sino quien ha sabido
encontrar en la adversidad un estímulo para superarse, fortaleciendo su voluntad y
empeño; en los errores y equivocaciones una experiencia positiva de aprendizaje.
Todo requiere esfuerzo y el optimismo es la alegre manifestación del mismo, de esta
forma, las dificultades y contrariedades dejan de ser una carga, convirtiéndonos en
personas productivas y emprendedoras
20.27.- Participación.
Definición:
Participación.
(Del lat. Participatĭo, -ōnis).
1. F. Acción y efecto de participar.
2. F. Aviso, parte o noticia que se da a alguien.
Participar.
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(Del lat. Participāre).
1. Intr. Dicho de una persona: tomar parte en algo.
2. Intr. Recibir una parte de algo.
3. Intr. Compartir, tener las mismas opiniones, ideas, etc., que otra
persona. Participa de sus pareceres.
Concepto básico:
158
Todos los que se preocupan del tema, cualquiera sea su punto de vista,
estiman la participación como algo bueno y, en consecuencia, deseable. Pero, en
general, las bondades de la participación se consideran tan evidentes que cualquier
intento de fundamentar parece irrelevante.
Situar la participación dentro de un determinado horizonte de valores no
sólo ayuda a definir su sentido, sino que también permite caracterizar las relaciones
sociales capaces de manifestar ese sentido. De allí nuestra opción de situar la
participación dentro del horizonte de valores de la tradición democrática.
Cabe una doble lectura de ese horizonte. En primer lugar, corresponde
detenerse en los grandes principios que configuran el ideal democrático. En segundo
lugar, conviene una lectura más sociológica de dichos ideales, planteándose las
condiciones sociales que exigen esos principios para manifestarse y no quedar
vacíos de sustancia.
Cuando Locke formula que todos los hombres nacen igualmente libres
está comulgando con Hannah Arendt que afirma que los hombres están marcados
por la libertad, por la asombrosa capacidad de iniciar siempre algo nuevo, único,
irrepetible. Entre ambos autores median más de 300 años, pero ambos afirman la
libertad. Desde entonces y hasta el presente, la democracia ha consagrado el valor
de la libertad al extremo de asumirlo como algo propio de la naturaleza humana.
Inicialmente la libertad se definió como la facultad y el derecho de cada
cual a determinar su vida a voluntad, sin más límite que el respeto a la vida, a la
libertad y a los frutos de la actividad ajena. Pero la democracia sabe ahora que para
realizar lo que se quiere no basta la voluntad, que para ello se requiere contar con
los recursos y medios adecuados. Dada la desigualdad con que se distribuyen estos
recursos, la libertad ha dejado de ser un absoluto y es ahora una cuestión de
grados. La democracia se contenta con maximizar la libertad, es decir, con ampliar
cada vez más los grados de autonomía de las personas. Para ello, junto con
mantener los principios de los derechos humanos, del estado como garante de esos
158
http://www.sociedadcivil.cl/accion/portada/info.asp?Ob=3&Id=207
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derechos y de la autoridad electa y representativa, la democracia ha agregado los
valores del pluralismo y de la igualdad de oportunidades.
La democracia ya no sostiene que los hombres nacen igualmente
poderosos y que basta ceder ese poder a un estado representativo y constituirlo en
garante de los derechos de las personas para desterrar definitivamente el poder
entre los hombres. Todo orden social, incluso el democrático, oscila entre la
concentración del poder y su difusión en la sociedad, entre la imposición y un mayor
grado de libertad. De allí que la democracia no pretenda ya superar el poder y se
contente con minimizarlo. Como no puede esfumarlo intentará difundirlo, cosa que
nadie sea lo bastante poderoso como para imponer su voluntad a los demás. La
democracia abandona así la imagen del pueblo soberano y la reemplaza por la del
ciudadano.
Toda persona adulta es ciudadana por derecho propio. Su calidad de tal
no es más que el reconocimiento de la dignidad del ser humano, único ser capaz de
realizarse él mismo con una intensidad y una extensión siempre mayores; único ser
capaz de pensar, de sentir y de actuar en consecuencia. El estado debe reconocer y
garantizar la calidad de ciudadanos de sus miembros. Pero la ciudadanía más que
un estado es un proyecto. Las personas deben asumir su capacidad de ser libres y
actuar los derechos que les confiere su libertad. Deben moverse según sus ideales e
intereses y a sabiendas que en ese movimiento encontrarán a algunos con los que
podrán identificarse y a otros con los que tendrán que competir. El estado raya la
cancha reconociendo y garantizando la ciudadanía de todos, pero el juego político
de la libertad deben jugarlo los ciudadanos. De ellos depende que el poder se
concentre o tienda a difundirse socialmente. De ellos depende que el orden social
sea más o menos impuesto o acordado. Es la medida en que los ciudadanos
manifiesten activamente sus opiniones e intereses, se asocien y organicen con
aquellos con quienes se identifican y deliberen y negocien con aquellos que oponen
resistencia, la misma medida en que se realizarán socialmente los ideales libertarios.
El orden democrático apunta a un proceso cuya dinámica fluye de la voluntad de los
ciudadanos para manifestarse, asociarse, organizarse, entrar en conflicto, deliberar,
negociar, acordar.
Es en este contexto donde la participación cobra sentido y aparece como
algo bueno y deseable, es decir, donde se constituye como un valor. De permanecer
pasiva y aislada, la persona arriesga que su ser libertario se esfume como el humo
por los aires y que su calidad de ciudadano se convierta en un rótulo vacío. Aquel
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que asume sus posibilidades de libertad debe, por el contrario, no sólo actuar sino
que también interactuar. Debe buscar y urdir la amistad con quienes comparten
algunos de sus proyectos de vida. Esta interacción lo estimulará a precisar lo que
quiere y a convencerse de que ello es posible; lo ayudará a intercambiar recursos e
información y a discernir una estrategia colectiva sobre qué hacer para lograr lo
deseado. Debe también enfrentar la indiferencia o la oposición y resistencia de
quienes caminan movidos por ideales e intereses distintos a los suyos. Debe intentar
entonces convencer, deliberar e, incluso, entrar en conflicto hasta negociar y acordar
la solución del mismo. Si participar es interactuar, más o menos organizadamente,
con quienes comparten ideales e intereses de vida para colaborar y enfrentar juntos
eventuales resistencias, ha de concluirse que participar es el verbo que debe
conjugar el ciudadano. He aquí el valor de la participación. Si la democracia la
estima como buena y deseable es en cuanto la percibe como la encarnación del
ciudadano, del sujeto que asume activamente su derecho a la libertad y que
contribuye a la construcción de un orden social hecho más de acuerdos y menos de
imposiciones.
Las ciencias sociales, muestran, sin embargo, que el poder no es un mero
asunto de voluntades y que para imponerse a otros se requiere contar con los
recursos y medios que permitan hacerlo. Baste enumerar los más importantes: el
control económico, el control militar, el control del aparato estatal, el control de los
medios de comunicación social, el control de la creación científica y de su
conversión tecnológica, el control de una determinada tradición ético-religiosa
valorada socialmente. Estos medios o recursos de poder no sólo se distribuyen
desigualmente, sino que en sociedades como la nuestra están fuertemente
concentrados. ¿Qué queda para aquellos que no están vinculados a los grandes
grupos económicos ni pertenecen a las fuerzas armadas ni son autoridades del
estado ni propietarios de los medios de comunicación ni pertenecen a la jerarquía
eclesiástica? De la lista de recursos de poder faltó nombrar uno, a saber, la voluntad
y capacidad de las personas afines para vincularse, asociarse, organizarse y
manifestarse colectivamente.
En otras palabras, la participación ciudadana. He aquí el más universal, el
más accesible de todos los medios de poder, acaso el único de que pueden disponer
aquellos que están socialmente excluidos de los demás recursos políticos. He aquí
un nuevo motivo para valorar la participación. Ella es el instrumento político al que
pueden echar mano las personas comunes y corrientes. En consecuencia, ella
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resulta determinante en la construcción de un cierto equilibrio de poder entre
quienes poseen poco o nada de otros medios y aquellos que controlan la riqueza,
las armas, los medios de comunicación, el conocimiento.
La autoridad democrática debe ser representativa y, por consiguiente,
electa. Que la autoridad sea electa es condición necesaria, pero no suficiente para
su
representatividad.
La
autoridad
representativa
requiere
de
ciudadanos
conscientes y responsables de sus derechos, capaces de reclamarlos y de apelar a
la autoridad en el caso en que hayan sido vulnerados. Necesita igualmente de
ciudadanos con presencia social, capaces de manifestar colectivamente sus ideales
e intereses y de deliberar y negociar decisiones que articulen su voluntad con la de
otros. Sin este interlocutor la autoridad mal podrá actuar la naturaleza representativa
que le imputa el deber ser democrático. Difícil, sino imposible, será que la autoridad
defienda los derechos de gente que no los reclama; igualmente improbable será que
ella articule en sus decisiones los ideales e intereses de gente que no se manifiesta.
Pero hay más. La participación ciudadana se constituye en el contrapeso
que evita que la balanza se incline peligrosamente del lado de aquellos que
controlan los demás medios de poder. ¿Qué puede hacer la autoridad
democráticamente intencionada por lograr un mayor equilibrio en el caso de una
participación ciudadana precaria y débil? Sin participación ciudadana la autoridad
democrática queda en mal pie para actuar de árbitro de la competencia social, vale
decir, para articular en sus decisiones la diversidad que caracteriza al conjunto de la
sociedad. A falta de participación la autoridad, por democrática que sea, arriesga
acabar articulando la voluntad sólo de aquellos que por su control de los llamados
poderes fácticos están socialmente presentes y cuya voz no requiere de mayores
preámbulos para hacerse oír fuerte. He aquí un nuevo fundamento para valorar la
participación. Ella es buena y deseable por cuanto permite que la autoridad elegida
democráticamente actúe como tal, representando en sus decisiones colectivas la
variedad que anima distintamente al conjunto social.
Los ideales democráticos suponen un ser humano capaz de devenir sujeto
de su propia vida y de construirse a sí mismo. Las facultades de la vida consciente le
permiten pensar, sentir y actuar un sentido de vida. Va así constituyendo sus
motivos para vivir, motivos que intenta proyectar, con más o menos voluntad, con
más o menos recursos, con más o menos probabilidades de éxito, en su actuar en el
mundo. Todo esto es sinónimo de la libertad humana. Y la libertad es más que un
asunto político, apuntando también al desarrollo del potencial humano. La
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democracia percibe que tras el ciudadano hay un sujeto que ha de construirse del
modo más autónomamente posible. La libertad no basta ya predicarla al ciudadano,
sino que cabe predicarla a la persona como sujeto de su propia vida y en toda la
extensión y complejidad con que esta puede manifestarse. He aquí otra dimensión
del valor de la participación. La participación es buena y deseable puesto que
estimula los procesos a través de los cuales las personas se constituyen, afirman y
evolucionan como sujetos de su propia vida, vale decir, como seres humanos libres.
159
Todos los ciudadanos tienen en la actualidad el derecho a participar de
las decisiones que se toman en el país. Desde los comienzos de nuestra historia
existió una lucha para lograr esta participación y poco a poco, y con grandes
esfuerzos, a través de décadas de reclamos populares se fueron obteniendo logros
que hoy nos resultan fundamentales y sin los cuales no concebiríamos la vida en
sociedad. Primero fue conseguir el derecho al sufragio, luego incluir a la mujer que
había quedado injustamente excluida. Hoy día los ciudadanos participan a través de
los partidos políticos y de organizaciones civiles de todas las decisiones y actos de
gobierno. De esta manera opinan, participan, proponen y difunden sus ideas. No
obstante, esta libertad de participación y opinión se ha visto interrumpida en nuestro
país durante décadas por todos los gobiernos de facto que se adueñaron del poder.
Durante esos gobiernos no sólo se prohibieron los partidos políticos sino que todos
los actos ciudadanos y todas las libertades estuvieron censuradas (libertad de
expresión, de opinión, etcétera). Hoy la participación es un derecho indiscutible que
los ciudadanos pueden ejercer desde muchos ámbitos: no sólo a través del voto sino
también desde, por ejemplo, las organizaciones no gubernamentales, las vecinales
barriales, la escuela, el club social, etcétera. Ejerciendo este derecho se pone en
funcionamiento el sistema democrático que representa las voluntades de todos los
ciudadanos.
20.28.- Patriotismo.
Definición:
Patriotismo.
1. M. Amor a la patria.
2. M. Sentimiento y conducta propios del patriota.
Concepto básico:
159
http://www.lacapital.com.ar/2005/05/08/cartas/noticia_193651.shtml
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160
Patriotismo es estar orgulloso de la tierra que nos vio nacer, de sus
costumbres y tradiciones. Ser patriota es, contribuir al progreso de nuevo león y de
México
Patriotismo es el valor que nos da el respeto y amor que debemos a la
patria y una forma de manifestarlo es a través de nuestro trabajo honesto y la
contribución personal al bienestar común.
El patriotismo se manifiesta por los valores que transmitimos como
ciudadanos conscientes: trabajo, conducta, modales, respeto a las normas y
costumbres. Por lo tanto, la persona necesita reconocer lo que su patria le ha dado y
lo que le da para poder actuar justamente con ella.
El sentimiento patriótico se forma desde la niñez que poco a poco va
extendiéndose, primero amando a nuestro municipio, estado y nación. Pero este
sentido de unidad tiene que abrirse también en el conocimiento de otros aspectos
que es el de la preocupación por el bien común, sobre todo con aquellos que más lo
necesitan. El tener un espíritu solidario con aquellas personas con carencias o
situaciones de conflicto es un ejemplo de solidaridad, como han sido las muestras de
ayuda que hemos vivido a raíz de los desastres naturales, como el tsunami, donde
demostramos que los regiomontanos somos personas altruistas y podemos ver con
el corazón la realidad de los demás.
En la escuela nos enseñan que así como en la familia tenemos un apellido
que nos distingue de los demás, dentro de los países que componen el mundo, el
nuestro tiene también un nombre propio que es México, con características que lo
identifican, como son nuestros símbolos patrios: el escudo, la bandera y el himno
nacional, así como nuestras costumbres, ideas, tradiciones, comidas, bailables y
formas de hablar. Todo esto compone la cultura de un pueblo, es decir la forma de
ser, lo que identifica a los mexicanos. Conservar las tradiciones y costumbres de
nuestro país, nos permitirá conocer y comprender su historia.
Los valores que se pueden vivir a nivel patria pueden asociarse a todos
aquellos que desean el bien común: solidaridad, igualdad, colaboración, etc., donde
se requiere el trabajo bien hecho, corresponsable, para conseguir una sociedad
justa, con paz, y el respeto por la misma tierra.
Ser patriota no es simplemente decir soy mexicano. Desde pequeños
podemos adquirir conductas y hábitos para ser un buen mexicano. El participar en
las actividades cívicas de la escuela, nos ayudará a fomentar este valor.
160
http://www.nl.gob.mx/?P=s_valores_patriotismo
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Lo podemos lograr si...
Me esfuerzo por conocer la historia, costumbres y tradiciones de mi estado
y país.
Promuevo acciones a favor de aquellos que nos necesitan.
Nos solidarizamos por las causas justas, defendiendo los derechos
humanos.
Diálogo sobre la importancia de respetar y amar a nuestros símbolos
patrios.
Ejercer nuestra libertad con amor servicial.
Luchar por erradicar el racismo, la ignorancia y las injusticias de cualquier
tipo.
Tomar el control de nuestra vida personal, familiar y social para ser fieles a
nuestros valores y convicciones.
Valorar el ser por encima del tener.
Descubrir la importancia de vivir en un país pacifista como el nuestro.
Promover la justicia, colaboración, solidaridad y el amor a los demás.
Aprovechar las ocasiones de la vida cotidiana para ejercer la aceptación y
valoración de la diversidad.
Cumplir y hacer cumplir el respeto como norma de convivencia.
Cuidar y mejorar nuestros ambientes familiar, escolar y comunitario.
Fomentar nuestras tradiciones regionales y nacionales como muestra de
amor a la patria.
161
Patriotismo (de patriota > del francés patriote > del latín patriota > del
griego patriotes, patris + otes, perteneciente a la tierra del padre), pensamiento que
vincula a un ser humano con su patria. Es el sentimiento que tiene un ser humano
por la tierra natal o adoptiva a la que se siente ligado por vínculos valóricos,
culturales, históricos y afectivos. Es el equivalente colectivo al orgullo que siente una
persona por pertenecer a una familia o cofradía.
El patriotismo difiere del nacionalismo en cuanto a que no necesita de una
forma de gobierno para manifestarse, razón por la que el sentimiento patrio se hace
presente antes de la existencia de ordenamientos o regímenes jurídicos, políticos,
económicos y administrativos de un territorio y perdura si éstos llegasen a
desaparecer. Esta permanencia en el tiempo e independencia de cualquier forma de
poder, hacen del patriotismo un valor superior para los habitantes de un territorio, al
161
http://es.wikipedia.org/wiki/Patriotismo
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cual apelan cuando existen crisis internas de ingobernabilidad o de ocupación
territorial por parte de otra nación.
Ejercer y preservar la soberanía y unidad territorial, honrar a los héroes y
próceres, cuidar y seguir las normas de valor que aseguran el bienestar común a los
individuos del territorio, son vistos universalmente como valores patrios.
Las acciones llamadas patrióticas son acciones que sirven para mostrar el
amor que tiene uno hacia su país. Para algunos, el ejemplo más claro es el de morir
en el campo de batalla. Para otros existen otros ejemplos menos extremos, como
desplegar la bandera nacional, cantar el himno o defender o apoyar al país al que
pertenece uno por otros medios.
En países, como Alemania, Chile, Estados Unidos, Francia, Portugal, el
Reino Unido o Rusia, el patriotismo es visto por muchos como un valor importante,
por ejemplo, en los colegios de estados unidos, es costumbre que los niños reciten
cada día el juramento de lealtad a su bandera, de igual manera en Chile los colegios
forman a sus alumnos para recitar el himno nacional de Chile. En España, el 83,5%
de los españoles se consideran orgullosos o muy orgullos de serlo, según la
encuesta cis de diciembre de 2005.
En muchas partes de Europa, no obstante, mostrar banderas u otros
símbolos considerados patrióticos está mal visto por algunas personas que lo
consideran jingoista, poco culto e incluso racista.
Las personas que cae en la mitomanía en pro de defender el patriotismo
se les denominan chovinistas.
Existen ideologías inversas al patriotismo, con diferentes nombres. Puede
consultarse mundialismo.
162
El valor que nos hace vivir plenamente nuestro compromiso como
ciudadanos y fomentar el respeto que debemos a nuestra nación.
En varias ocasiones nos damos tiempo para reflexionar sobre el camino
por el que va nuestra vida: trabajo, familia y amigos son la constante necesaria e
indispensable para medirnos; pero rara vez o nunca, pensamos en nuestro actuar
como ciudadanos, en lo que significa haber nacido en un país y la responsabilidad
que se desprende de este hecho.
Patriotismo es el valor que procura cultivar el respeto y amor que debemos
a la patria, mediante nuestro trabajo honesto y la contribución personal al bienestar
común.
162
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/patriotismo.htm
Valores en la educación
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Tal vez para muchos, el ser patriota consiste en el orgullo de haber nacido
en un país rico en recursos o de gran tradición cultural; para otros significa portar los
colores nacionales en un evento deportivo o en el viaje al extranjero; algunos más
sólo sienten pertenecer a su país en la fecha de una celebración nacional y sólo
como pretexto para organizar una fiesta con sus amigos... Cabe cuestionarnos si el
verdadero patriotismo se vive o es un sentimiento ocasional y por tanto pasajero.
La conciencia parece despertarse cuando aparecen los desastres, las
guerras y otros sucesos extraordinarios resaltando el patriotismo y la solidaridad,
pero el todo pasa y volvemos al ritmo de vida habitual. No es posible esperar la
aparición de calamidades para darnos cuenta de nuestra capacidad de entrega y
trabajo gustoso por los demás.
¿Pero cómo lograr ser patriota en un país que sólo tiene problemas de
toda índole? Son muchos los argumentos que podemos enunciar para absolvernos
de esta responsabilidad: economía, seguridad, desarrollo, conflictos internos,
decadencia cultural, falta de valores... Pero debemos asumir que el desarrollo y
construcción de un país se logra con el esfuerzo y trabajo personal, sumado al de
todos los compatriotas.
En lo cotidiano las personas tienden a compararse con otras naciones ―en
las que se vive mejor‖, y tal vez deberíamos comenzar por adquirir las cualidades
que admiramos y elogiamos en los habitantes de otras latitudes y colaborar
positivamente al enriquecimiento de nuestra cultura, reconociendo que la patria nos
ha proporcionado las condiciones indispensables para lograr nuestro desarrollo
intelectual, social, moral y económico.
Debemos tener cuidado de no caer en el nacionalismo que propone un
sentimiento de exclusividad y superioridad; no importa cual sea la cualidad más
destacada del país, contribuir productivamente, cultivar los valores cívicos, respetar
y amar a la patria es un bien que garantiza la seguridad y estabilidad de vida que las
personas necesitan para desarrollarse. Cuando los valores cívicos están bien
cimentados, nace la preocupación por ayudar a los demás, no sólo a nivel
comunitario, sino como una extensión que traspasa las fronteras.
El patriotismo se manifiesta por los valores que transmitimos como
ciudadanos conscientes: trabajo, conducta, modales, respeto a las normas y
costumbres, pero podemos suponer que de poco sirve tener una actitud recta
cuando se transige con la trampa, el abuso y la pereza. El verdadero patriota puede
quejarse de su nación observando su errores y deficiencias, pero al mismo tiempo
Valores en la educación
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busca y propone los medios para poder solventarlos, pues no es correcto contemplar
como el país se hunde cada día más sin que hagamos algo al respecto.
El problema de enseñar los valores cívicos en la escuela, es que fuera del
aula los estudiantes no cuentan con el ejemplo y respaldo debido por parte de los
adultos, entrando en un ciclo de indiferencia y rechazo hacía los símbolos patrios y
todos los actos de la misma índole. ¿Es esta la forma de enseñar a los jóvenes el
amor a la patria?
La manera de comenzar a vivir y transmitir a los demás la importancia de
vivir este valor, no se logra necesariamente con grandes campañas, todas son muy
buenas e indispensables, pero se necesita del trabajo y esfuerzo diario de cada uno
de nosotros. ¿Cómo adquirir esa conciencia de unidad y pertenencia?
- Realiza tu trabajo con dedicación y esmero, es lo más justo y necesario
para ser productivos.
- Preocúpate por el cuidado del medio ambiente; pagar tus impuestos, si te
corresponde; acude a las urnas cuando sean elecciones para cargos públicos.
- No menosprecies todo aquello que tu país te facilita: escuela,
comunidad, servicios, costumbres... Si no eres capaz de respetar tu entorno, jamás
se despertará en ti el amor a la patria.
- Participa en actividades de servicio comunitario atendiendo enfermos,
ancianos, niños discapacitados... Que es una forma de colaborar al desarrollo social.
- Visita museos, asiste o participa en la promoción de actividades
culturales que tengan como finalidad el dar a conocer los valores, costumbres y
tradiciones nacionales.
- Procura conocer la historia, pues nos descubre el esfuerzo por construir
una nación, el verdadero sentido de las tradiciones y los hechos que han
conformado la situación actual. De esta forma estamos en condiciones de descubrir
la raíz de los males, comprenderlos y tomar decisiones para corregirlos y prevenir en
la medida posible su repetición.
¿Cumples con todo esto y más? Excelente, pero no olvides que además
de vivirlo personalmente y con tu familia, debemos mostrar y enseñar a la gente a
realizarlo con ilusión, demostrando que somos capaces de vivir en paz y de ser
felices construyendo el país que nos pertenece.
20.29.- Puntualidad.
Definición:
Valores en la educación
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Puntualidad.
1. F. Cuidado y diligencia en llegar a un lugar o partir de él a la hora
convenida. Su falta de puntualidad exaspera. El tren salió con puntualidad.
2. F. Cuidado y diligencia en hacer las cosas a su debido tiempo. Tarea
realizada con gran puntualidad.
3. F. Certidumbre y conveniencia precisa de las cosas, para el fin a que se
destinan.
Concepto básico
163
El valor que se construye por el esfuerzo de estar a tiempo en el lugar
adecuado.
El valor de la puntualidad es la disciplina de estar a tiempo para cumplir
nuestras obligaciones: una cita del trabajo, una reunión de amigos, un compromiso
de la oficina, un trabajo pendiente por entregar.
El valor de la puntualidad es necesario para dotar a nuestra personalidad
de carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en plenitud estamos en
condiciones de realizar más actividades, desempeñar mejor nuestro trabajo, ser
merecedores de confianza.
La falta de puntualidad habla por sí misma, de ahí se deduce con facilidad
la escasa o nula organización de nuestro tiempo, de planeación en nuestras
actividades, y por supuesto de una agenda, pero, ¿qué hay detrás de todo esto?
Muchas veces la impuntualidad nace del interés que despierta en nosotros
una actividad, por ejemplo, es más atractivo para un joven charlar con los amigos
que llegar a tiempo a las clases; para otros es preferible hacer una larga sobremesa
y retrasar la llegada a la oficina. El resultado de vivir de acuerdo a nuestros gustos,
es la pérdida de formalidad en nuestro actuar y poco a poco se reafirma el vicio de
llegar tarde.
En este mismo sentido podríamos añadir la importancia que tiene para
nosotros un evento, si tenemos una entrevista para solicitar empleo, la reunión para
cerrar un negocio o la cita con el director del centro de estudios, hacemos hasta lo
imposible para estar a tiempo; pero si es el amigo de siempre, la reunión donde
estarán personas que no frecuentamos y conocemos poco, o la persona –según
nosotros- representa poca importancia, hacemos lo posible por no estar a tiempo,
¿Qué más da...?
163
http://www.monografias.com/trabajos13/valores/valores.shtml
Valores en la educación
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Para ser puntual primeramente debemos ser conscientes que toda
persona, evento, reunión, actividad o cita tiene un grado particular de importancia.
Nuestra palabra debería ser el sinónimo de garantía para contar con nuestra
presencia en el momento preciso y necesario.
Otro factor que obstaculiza la vivencia de este valor, y es poco visible, se
da precisamente en nuestro interior: imaginamos, recordamos, recreamos y
supuestamente pensamos cosas diversas a la hora del baño, mientras descansamos
un poco en el sofá, cuando pasamos al supermercado a comprar "sólo lo que hace
falta", en el pequeño receso que nos damos en la oficina o entre clases... Pero en
realidad el tiempo pasa tan de prisa, que cuando "despertamos" y por equivocación
observamos la hora, es poco lo que se puede hacer para remediar el descuido.
Un aspecto importante de la puntualidad, es concentrarse en la actividad
que estamos realizando, procurando mantener nuestra atención para no divagar y
aprovechar mejor el tiempo. Para corregir esto, es de gran utilidad programar la
alarma de nuestro reloj o computadora (ordenador), pedirle a un familiar o
compañero que nos recuerde la hora (algunas veces para no ser molesto y
dependiente), etc., porque es necesario poner un remedio inmediato, de otra forma,
imposible.
Lo más grave de todo esto, es encontrar a personas que sienten
"distinguirse" por su impuntualidad, llegar tarde es una forma de llamar la atención,
¿Falta de seguridad y de carácter? Por otra parte algunos lo han dicho: "si quieren,
que me esperen", "para qué llegar a tiempo, si...", "no pasa nada...", "es lo mismo
siempre". Estas y otras actitudes son el reflejo del poco respeto, ya no digamos
aprecio, que sentimos por las personas, su tiempo y sus actividades
Para la persona impuntual los pretextos y justificaciones están agotados,
nadie cree en ellos, ¿No es tiempo de hacer algo para cambiar esta actitud? Por el
contrario, cada vez que alguien se retrasa de forma extraordinaria, llama la atención
y es sujeto de toda credibilidad por su responsabilidad constancia y sinceridad, pues
seguramente algún contratiempo importante ocurrió.
Podemos pensar que el hacerse de una agenda y solicitar ayuda, basta
para corregir nuestra situación y por supuesto que nos facilita un poco la vida, pero
además de encontrar las causa que provocan nuestra impuntualidad (los ya
mencionados: interés, importancia, distracción), se necesita voluntad para cortar a
tiempo nuestras actividades, desde el descanso y el trabajo, hasta la reunión de
Valores en la educación
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amigos, lo cual supone un esfuerzo extra -sacrificio si se quiere llamar-, de otra
manera poco a poco nos alejamos del objetivo.
La cuestión no es decir "quiero ser puntual desde mañana", lo cual sería
retrasar una vez más algo, es hoy, en este momento y poniendo los medios que
hagan falta para lograrlo: agenda, recordatorios, alarmas...
Para crecer y hacer más firme este valor en tu vida, puedes iniciar con
estas sugerencias:
- Examínate y descubre las causas de tu impuntualidad: pereza, desorden,
irresponsabilidad, olvido, etc.
- Establece un medio adecuado para solucionar la causa principal de tu
problema (recordando que se necesita voluntad y sacrificio): reducir distracciones y
descansos a lo largo del día; levantarse más temprano para terminar tu arreglo
personal con oportunidad; colocar el despertador más lejos...
- Aunque sea algo tedioso, elabora por escrito tu horario y plan de
actividades del día siguiente. Si tienes muchas cosas que atender y te sirve poco,
hazlo para los siguientes siete días. En lo sucesivo será más fácil incluir otros
eventos y podrás calcular mejor tus posibilidades de cumplir con todo. Recuerda que
con voluntad y sacrificio, lograrás tu propósito.
- Implementa un sistema de "alarmas" que te ayuden a tener noción del
tiempo (no necesariamente sonoras) y cámbialas con regularidad para que no te
acostumbres: usa el reloj en la otra mano; pide acompañar al compañero que entra y
sale a tiempo; utiliza notas adheribles...
- Establece de manera correcta tus prioridades y dales el lugar adecuado,
muy especialmente si tienes que hacer algo importante aunque no te guste.
Vivir el valor de la puntualidad es una forma de hacerle a los demás la vida
más agradable, mejora nuestro orden y nos convierte en personas digna de
confianza.
10.30.- Rectitud.
Definición:
Rectitud.
(Del lat. Rectitūdo).
1. F. Derechura o distancia más breve entre dos puntos o términos.
2. F. Cualidad de recto (ǁ que no se inclina ni hace curvas o ángulos).
3. F. Cualidad de recto (ǁ justo).
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
4. F. Recta razón o conocimiento práctico de lo que debemos hacer o
decir.
5. F. Exactitud o justificación en las operaciones.
Concepto básico:
164
Cuando la nota roja se ha trasladado a las primeras planas en los
periódicos, a las portadas en las revistas y en las principales de los medios
electrónicos es debido a las constantes noticias negativas generadas por los actores
de la política nacional, estatales y municipales. Pareciera que a la sociedad lo único
que le importaría sería la honorabilidad y la honestidad de los políticos, sobre todo
de aquellos en quienes descansan en buena medida las grandes decisiones que
para bien o para mal afectan socialmente; de allí la preocupación por la forma de
vida y las conductas públicas y privadas de los servidores públicos, especialmente
de aquellos que tienen bajo su responsabilidad lo relativo a los fondos públicos: su
recaudación, administración y gasto. Sin descuidar desde luego a todo el amplio
espectro de la administración pública, desde el más modesto de los empleados
hasta el más encumbrado de los funcionarios; tomemos como ejemplo el más
socorrido de los casos de corrupción, según la «vox populi»: el de los agentes y
oficiales de tránsito, quienes han cambiado de denominación en su dependencia, de
jefes en sus áreas, de uniformes, de salarios y de ubicación. Y lo único que deberían
haberles cambiado y es lo único que ha permanecido intocable, es su conducta; no
debemos generalizar, es cierto, porque seríamos injustos, pero de que los hay, los
hay; y claro, por unos que cada día son más pierden todos. A los integrantes de la
«policía» de tránsito, como a la casi totalidad de las policías del país no se les
respeta, se les teme por sus abusos y sus excesos que son el pan de cada día:
díganlo si no el absurdo de andar armados los encargados de la vialidad, como si los
conductores «infractores administrativos en potencia» fueran virtuales delincuentes;
su ubicación al acecho de los infractores, en lugar de comportarse como un cuerpo
preventivo, escondidos en las laterales con las torretas apagadas o en las curvas
para que los conductores no adviertan su presencia hasta que materialmente y
frente a ellos incurren en un exceso de velocidad, que pudo evitarse con un
preventivo de un oficial y no llegar invariablemente al castigo, como acontece en los
cruceros más demandados por los oficiales por su alta rentabilidad, como son los
accesos carreteros, el periférico, la calzada Lázaro Cárdenas, avenida Patria, las
grandes avenidas etcétera. Y qué decir de los aduaneros que junto con la federal de
164
http://www.ochocolumnas1.net/2003/abril/01/NUEVAS_SECCIONES/cuerpo_A/opinion/opinion.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
caminos forman el comité de ―malvenida‖ a nuestros modestos paisanos, que con un
gran esfuerzo regresan a sus lugares de origen cargando algunas pertenencias
personales y enseres domésticos usados, que ni con mucho constituirían el menaje
de casa autorizado por la ley; y, sin embargo, son acosados, amedrentados,
chantajeados y en muchos de los casos vejados y extorsionados. Y si alguien lo
duda, vaya al aeropuerto y disipe sus dudas; obsérvelos desde la carretera a
Chapala, la calzada de acceso a la terminal aérea y en el interior de ésta. Y ya no
digamos del resto de los cuerpos policíacos, especialmente los estatales y
municipales que vejan y maltratan a los jóvenes por el sólo hecho de serlo,
abusando de su estado de indefensión. Es por eso que a la sociedad le interesa
básicamente el honor y la honradez de los personajes del servicio público, para que
ya no se repitan los casos de los dólares de don Cornelio, del boato y despilfarro
innecesario de los Coll, de las frivolidades al estilo del alcalde panista de Tultitlán o
del diputado Macedonio, del interminable Teatro de la Ciudad, de los arcos del
«dispendio», de la construcción y destrucción de las ciclovías, de «las maquinitas»,
de las cuentas públicas al «contentillo» del pan gobierno, de los súper sueldos de la
burocracia dorada al modelo del gobernador panista de Querétaro, de los 2 chalecos
antibalas o de los fondos sospechosos de los «amigos de fox», de la impunidad
horrorosa del amigo incómodo Korrodi.
¿Qué es realmente la honorabilidad? Es un sinónimo de dignidad, de
honradez, de probidad; que genera buena reputación, fama y prestigio sociales que
redundan en respeto, admiración y estima por las personas poseedoras de esta
virtud, que constituye una cualidad moral que impulsa al hombre al más severo
cumplimiento de sus deberes con los demás y consigo mismo.
Hoy más que nunca, más que honorabilidad, honestidad, honor, honradez,
la sociedad clama por la rectitud de las personas; entendiendo la rectitud como la
identificación de las personas con los verdaderos valores, con los verdaderos
principios, con la sana razón que obliga al buen juicio para ser recto y justo,
haciendo sólo lo que debemos hacer y decir. La rectitud es el criterio o la medida
racional de las cosas, es el principio para juzgarlas. Platón decía: «la rectitud del
nombre es la que nos muestra la cosa tal como es»; y Aristóteles con su expresión
«recta razón» identifica a la sabiduría; para los estoicos la rectitud era: «la
conveniencia o el bien mismo, que consiste en lograr el acuerdo con la naturaleza».
Porque el acuerdo con la naturaleza es el criterio de toda valoración y la rectitud es
sólo este criterio.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Aboguemos entonces para que cada día haya más personas rectas; que
la rectitud impere socialmente, de manera muy especial domine en las conductas
públicas y privadas de los políticos; y en general sea la divisa de todos los liderazgos
que impactan a la sociedad: religiosos, empresariales, educativos, artísticos,
culturales, deportivos, juveniles, periodísticos y financieros.
165
La práctica de la rectitud debe ser por la rectitud en si misma, no para
obtener felicidad, como muchos piensan.
Aquellos que piensan que la rectitud ayuda a vivir confortablemente,
demuestran ignorancia. Aquellos que buscan el confort por medio de la rectitud,
están eligiendo la vida personal por sobre la rectitud. Para ellos, la rectitud es
secundaria, mientras que el confort personal es fundamental.
Los que fueron realmente rectos, vivieron para la rectitud, y para ellos el
confort personal fue accesorio a la rectitud. Tal rectitud abre las puertas de los
templos de la sabiduría. Tal rectitud es la puerta de entrada que nos conduce a los
maestros de sabiduría.
11.- Secundaria.
11.1.- Templanza.
Definición:
Templanza.
(Del lat. Temperantĭa).
1. F. Moderación, sobriedad y continencia.
2. F. Benignidad del aire o clima de un país.
3. F. Pint. Armonía y buena disposición de los colores.
4. F. Rel. Una de las cuatro virtudes cardinales, que consiste en moderar
los apetitos y el uso excesivo de los sentidos, sujetándolos a la razón.
5. F. Ant. Temple (ǁ punto de dureza o elasticidad).
Concepto básico:
La templanza es la virtud que modera y ordena la atracción de
los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados.
Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos.
165
http://www.worldteachertrust.org/pdf/Vaisakh_Scorpio04_s.pdf
Valores en la educación
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La templanza implica diferentes virtudes como son: la castidad,
la sobriedad, la humildad y la mansedumbre.
166
Templanza, para ser dueño de tus actos.
Esta virtud les ayudará toda su vida para dominar sus impulsos y pasiones
a través de su voluntad.
¿Qué es la templanza?
¿Cuál es nuestra meta?
Nuestra meta es ayudar a nuestros hijos a conseguir una virtud que les
será muy útil a lo largo de su vida, ya que vivir la templanza les ayudara a dominar
sus impulsos, pasiones, y apetitos a través de su voluntad.
También debemos lograr que se conozcan mejor a si mismos y de esta
manera aprendan a utilizar adecuadamente cada aspecto, sentimiento y deseo de su
cuerpo.
Que se autodeterminen libremente hacia su fin ultimo, que es el Ser
Supremo.
¿Por qué nos interesa fomentar la virtud de la templanza?
Porque las personas templadas son mas libres, y por lo tanto más felices.
Porque la falta de templanza genera vicios entre los cuales se distinguen
los pecados capitales.
Porque se llega a ser feliz y se alcanzan metas insospechadas, cuando
uno mismo es dueño de sus actos.
Porque la templanza se apoya en la humildad, la sobriedad, mansedumbre
y la castidad.
Porque somos seres racionales que debemos ordenar nuestras pasiones
hacia nuestro fin para ser realmente felices.
Porque toda actitud iracunda y descompuesta es claro indicio de que, en
lugar de dominar la situación, somos su víctima.
Vivir la templanza significa:
Esforzarse diariamente por ser mejor.
No ceder ante los gustos, deseos o caprichos.
Estar alegre al saber que puedo dominarme y ser mejor.
Ser dueño de sí mismo, del propio actuar.
Congruente con lo que pienso, digo y hago.
No justificarse ni dar falsos pretextos.
166
http://es.catholic.net/familiayvida/154/203/articulo.php?id=2750
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Conocer las propias debilidades y evitar caer en circunstancias que
pongan en peligro mi voluntad.
Es vencerse al deseo del placer y la comodidad por amor y con
inteligencia.
La persona moderada orienta y ordena hacia el bien sus apetitos
sensibles, no se deja arrastrar por sus pasiones.
¿Qué facilita la vivencia de esta virtud?
La humildad que le ayuda a reconocer sus propias insuficiencias y
cualidades y aprovecharlas sin llamar la atención.
La sobriedad que le ayuda a distinguir entre lo que es razonable y lo que
es inmoderado y le ayuda a utilizar adecuadamente sus sentidos, sus esfuerzos, su
dinero, etc. De acuerdo a criterios rectos y verdaderos.
La castidad que le ayuda a reconocer el valor de su intimidad y a
respetarse a si mismo y a los demás.
La mansedumbre que le ayuda a vencer la ira y a soportar molestias con
serenidad.
El conocimiento de las propias debilidades.
La formación de una conciencia recta y delicada.
El avance de la capacidad moral que ayuda a distinguir entre lo realmente
necesario y los caprichos.
El diálogo en familia que le ayude a comprender mejor la forma en que se
debe actuar ante las diferentes situaciones.
El conocimiento de los propios dones y capacidades.
El hacer sacrificios y mortificaciones por los demás.
Carácter reflexivo que le invita a pensar antes de dejarse llevar pos sus
emociones deseos o pasiones.
¿Qué dificulta la vivencia de esta virtud?
La sociedad materialista y utilitaria que nos lleva a conseguir todo lo que
deseamos.
El egoísmo.
El permisivismo que nos deja actuar pasando sobre los derechos de los
demás.
El deseo de comodidad que nos lleva a buscar una vida fácil y sin
compromiso.
Falta de conocimiento de las propias debilidades.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
No encontrar la felicidad como fin ultimo de nuestra vida.
No contar con la virtud de la fortaleza. Fuerza de voluntad.
Egoísmo que lleva a querer tener y hacer de todo, sin pensar que eso no
es lo mejor para la propia naturaleza.
El desorden que me impide distinguir entre lo realmente necesario y lo
superficial y evita que ordenemos rectamente las pasiones a la voluntad.
Clima de nerviosismo que lleva a desahogar la tensión a través del exceso
en ciertos aspectos.
Conciencia laxa, permisiva, o mal formada.
¿Cómo promover la virtud de la templanza en casa?
Ayudarlos a reconocer sus sentimientos y a reflexionar en las razones por
las cuales se siente así.
No sobre protegerlos, no darles todo lo que piden, ni consentirlos en
exceso. Consentirlos de más.
Que ofrezcan pequeñas mortificaciones o sacrificios por el bien de alguno
de la familia o por un amigo.
Establecer horarios para comer, dormir, etc. Y respetarlos, si no se
cumplen imponer un castigo que implique sacrificio o renuncia.
Ayudarles a dar las gracias por todo lo que tienen y a aprovechar sus
cualidades para ser mejores cada día.
No
permitir
justificaciones
o
pretextos
al
incumplir
con
sus
responsabilidades.
Evitar el exceso de comodidades en la casa.
Enseñarles a expresarse correctamente de los demás y a moderar su
vocabulario. No permitir malas palabras o frases insultivas o burlonas hacia los
demás.
Enseñarles a vestirse adecuadamente, respetándose a si mismos y a los
demás. Enseñarles el significado de la verdadera elegancia.
Enseñarles desde pequeños a moderarse en la comida y en la bebida, no
permitirles excesos.
167
Cuando hablamos de las virtudes -no sólo de estas cardinales, sino de
todas o de cualquiera de las virtudes-, debemos tener siempre ante los ojos al
hombre real, al hombre concreto. La virtud no es algo abstracto, distanciado de la
167
http://www.aciprensa.com/catequesis/vircardinales.htmhttp://www.conferenciaepiscopal.es/documentos/magisterio%20Juan%20Pablo%20II/otros%20documentos/virtu
des.htm#Ser%20moderados%20o%20sobrios
Valores en la educación
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vida, sino que, por el contrario, tiene "raíces" profundas en la vida misma, brota de
ella y la configura. La virtud incide en la vida del hombre, en sus acciones y en su
comportamiento. De lo que se deduce que, en todas estas reflexiones nuestras, no
hablamos tanto de la virtud cuanto del hombre que vive y actúa "virtuosamente";
hablamos del hombre prudente, justo, valiente, y por fin, hoy precisamente,
hablamos del hombre "moderado" (o también "sobrio").
Añadamos en seguida que todos estos atributos o, más bien, actitudes del
hombre, provienen de cada una de las virtudes cardinales y están relacionadas
mutuamente. Por tanto, no se puede ser hombre verdaderamente prudente, ni
auténticamente justo, ni realmente fuerte, si no se posee asimismo la virtud de la
templanza. Se puede decir que esta virtud condiciona indirectamente a todas las
otras virtudes; pero se debe decir también que todas las otras virtudes son
indispensables para que el hombre pueda ser "moderado" (o "sobrio").
El mismo término «templanza» parece referirse en cierto modo a lo que
está "fuera del hombre". En efecto, decimos que es moderado el que no abusa de la
comida, de la bebida o de los placeres; el que no toma bebidas alcohólicas
inmoderadamente, no enajena la propia conciencia por el uso de estupefacientes,
etc. Pero esta referencia a elementos externos al hombre tiene la base dentro del
hombre. Es como si en cada uno de nosotros existiera un "yo superior" y un "yo
inferior". En nuestro "yo inferior" viene expresado nuestro "cuerpo" y todo lo que le
pertenece: necesidades, deseos y pasiones, sobre todo las de naturaleza sensual.
La virtud de la templanza garantiza a cada hombre el dominio del "yo superior" sobre
el "yo inferior".
¿Supone acaso dicha virtud humillación de nuestro cuerpo? ¿O quizá va
en menoscabo del mismo? Al contrario, este dominio da mayor valor al cuerpo. La
virtud de la templanza hace que el cuerpo y nuestros sentidos encuentren el puesto
exacto que les corresponde en nuestro ser humano. El hombre moderado es el que
es dueño de sí. Aquel en el que las pasiones no predominan sobre la razón, la
voluntad e incluso el "corazón". ¡El hombre que sabe dominarse a sí mismo! Si esto
es así, nos damos cuenta fácilmente del valor tan fundamental y radical que tiene la
virtud de la templanza. Esta resulta nada menos que indispensable para que el
hombre "sea" plenamente hombre. Basta ver a alguien que ha llegado a ser "víctima"
de las pasiones que lo arrastran, renunciando por sí mismo al uso de la razón
(como, por ejemplo, un alcoholizado, un drogado), y comprobamos claramente que
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
"ser hombre" quiere decir respetar la propia dignidad y, por ello y además de otras
cosas, dejarse guiar por la virtud de la templanza.
A esta virtud se la llama también «sobriedad». ¡Es verdaderamente
acertado que sea así! Pues, en efecto, para poder dominar las propias pasiones: la
concupiscencia de la carne, las explosiones de la sensualidad (por ejemplo, en las
relaciones con el otro sexo), etc., no debemos ir más allá del límite justo en relación
con nosotros mismos y nuestro "yo inferior". Si no respetamos este justo límite, no
seremos capaces de dominarnos. Esto no quiere decir que el hombre virtuoso,
sobrio, no pueda ser "espontáneo", ni pueda gozar, ni pueda llorar, ni pueda
expresar los propios sentimientos; es decir, no significa que deba hacerse
insensible, "indiferente", como si fuera de hielo o de piedra. ¡No! ¡De ninguna
manera! Es suficiente mirar a Jesús para convencerse de ello. Jamás se ha
identificado la moral cristiana con la estoica al contrario, considerando toda la
riqueza de afectos y emotividad de que todos los hombres están dotados -si bien de
modo distinto: de un modo el hombre y de otro la mujer, a causa de la propia
sensibilidad-, hay que reconocer que el hombre no puede alcanzar esta
espontaneidad madura si no es a través de un dominio sobre sí mismo y una
"vigilancia" particular sobre todo su comportamiento. En esto consiste, por tanto, la
virtud de la "templanza", de la "sobriedad".
168
(Del latín temperare: mezclar en proporciones correctas; calificar).
En el presente escrito la templanza es considerada como una de las
cuatro virtudes cardinales. Puede ser definida como el hábito recto que permite que
el hombre pueda dominar sus apetitos naturales de placeres de los sentidos de
acuerdo a la norma prescrita por la razón. En cierto sentido, la templanza puede ser
considerada como una característica de todas las virtudes morales, pues la
moderación que ella trae aparejada es central para cada una de ellas. También
Santo Tomás (ii-ii:151:2) la considera una virtud especial. En otras palabras,
hablamos de la virtud que gobierna la concupiscencia; que controla el deseo de los
placeres y deleites que con más fuerza atraen el corazón humano. Estos se pueden
catalogar en tres tipos: los que están asociados con la preservación de la persona
individual, los que se relacionan con la perpetuación de la especie humana, y los
que se vinculan con el bienestar y el confort de la vida humana. En este aspecto, la
templanza tiene otras virtudes subordinadas: la abstinencia, la castidad y la
modestia. La abstinencia prescribe el control que debe ser empleado al comer y
168
http://www.enciclopediacatolica.com/t/templanza.htm
Valores en la educación
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beber. Obviamente, la medida de tal auto control no es ni constante ni invariable.
Varía de acuerdo a las personas y a los diferentes fines que se persigan. La dieta de
un anacoreta no puede ser la misma que la de un campesino o un obrero. La
abstinencia es la virtud opuesta a los vicios de glotonería y embriaguez. El desorden
de tales vicios consiste en que la comida y la bebida son consumidos de tal manera
que causan perjuicio a la salud corporal. De ahí que se pueda afirmar que la
glotonería y la embriaguez son intrínsecamente malos. Lo cual, sin embargo, no
significa que siempre constituyan pecados graves. La glotonería, por ejemplo,
raramente llega a ser un pecado grave. La embriaguez sí lo es cuando alcanza un
grado tal que imposibilita, al menos temporalmente, el recto uso de la razón. La
castidad, como parte de la templanza, regula las satisfacciones sensuales
conectadas con la perpetuación de la especie. El vicio contrario es la lujuria. Estos
placeres actúan con una vehemencia muy grande sobre la naturaleza humana, y la
función de la castidad es imponer sobre ellos la fuerza de la razón. Ella será el
criterio que decidirá si esos placeres deberán ser totalmente declinados en favor de
una vocación superior, o si deberán ser avalados exclusivamente en referencia a los
propósitos del matrimonio. La castidad no es fanatismo, ni mucho menos falta de
sensibilidad. Es simplemente la obediencia a un mandato de templanza en un área
donde tal poder de estabilización es agudamente necesitado.
La virtud de la modestia, regulada por la templanza, tiene como función el
tener bajo la rienda de la razón las pasiones humanas menos violentas. Ella se
acompaña de la humildad para que le sirva ordenando el interior del hombre. Al
permear de verdad sus juicios, e incrementar el conocimiento de sí mismo, protege
al hombre de la malicia radical del orgullo. Es contraria a la pusilanimidad, que nace
de percepciones inferiores y de una voluntad malvada. En lo tocante al gobierno del
exterior del hombre, la modestia intenta que éste se conforme con las exigencias de
la decencia y el decoro (honestas). De esa manera toda la apariencia exterior, la
conducta y el estilo de vida caen bajo su jurisdicción. Cosas como la vestimenta, la
forma de hablar y la forma de vida deben estar encuadrados en sus normas.
Obviamente, esto nunca podrá ser reglamentado por medio de normas inflexibles y
elementales. Las costumbres tendrán siempre algo que decir al respecto, pero ellas
también deberán ser normadas por la modestia. Santo Tomás enumera otras
virtudes subordinadas a la templanza en cuanto que ellas implican moderación en el
manejo de alguna pasión. Debe tenerse en cuenta, empero, que en su sentido
primario la templanza tiene que ver con aquello que es difícil para el hombre, no en
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
cuanto que éste es un ser racional, sino en cuanto que es animal (también sobre
este punto se recomienda referirse a los documentos sugeridos más arriba. N.t.).
Las tareas más arduas para la carne y la sangre son precisamente el dominio de sí
mismo en el uso de bebidas, comidas y los placeres sexuales que acompañan a la
propagación de la especie. Es por ello que la abstinencia y la castidad deben ser
reconocidas como las fases principales y ordinarias de esta virtud. Todo lo dicho
hasta aquí recibe mayor sustento si aceptamos que el dominio de sí mismo exigido
por la templanza se mide no únicamente por la norma de la razón, sino también por
las leyes religiosas. Es llamada virtud cardinal porque la moderación requerida por
cada hábito recto encuentra un desafío especialmente elevado en la práctica de la
templanza. Las satisfacciones sobre las que debe gobernar son a la vez totalmente
naturales y necesarias en el orden presente de la existencia humana. A pesar de
ello, no es la mayor de las virtudes morales. Ese lugar lo ocupa la prudencia.
Enseguida vienen la justicia, la fortaleza, y por último la templanza.
11.2.- Sobriedad.
Definición:
Sobriedad.
(Del lat. Sobriĕtas, -ātis).
F. Cualidad de sobrio.
Sobrio, bria
(Del lat. Sobrĭus).
1. Adj. Templado, moderado.
2. Adj. Que carece de adornos superfluos.
3. Adj. Dicho de una persona: que no está borracha.
Concepto básico:
169
Es el valor que nos enseña a administrar nuestro tiempo y recursos,
moderando nuestros gustos y caprichos para construir una verdadera personalidad
Qué difícil es hablar de sobriedad en una época caracterizada por la
búsqueda del placer y del afán desmedido por acumular bienes de todo género;
parece ser que lo único necesario es cuidar las apariencias y satisfacer nuestros
deseos. La sobriedad no solo tiene que ver con estar sobrio y el manejo del alcohol.
Este valor afecta otras realidades más importantes de nuestra vida.
169
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/Sobriedad.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
El valor de la sobriedad nos ayuda a darle a las cosas su justo valor y a
manejar adecuadamente nuestros apetitos, estableciendo en todo momento un
límite entre lo razonable y lo inmoderado.
¿Has pensado cómo influye el ambiente en tu persona? Aunque no
podemos culpar del todo a la publicidad, es ella quien transmite una idea falsa de
felicidad: en toda reunión de amigos debe haber determinada bebida para estar
alegres; al comprar cierto tipo de auto adquieres presencia y personalidad; si vistes
con determinada marca de ropa demuestras actualidad; ser conocedor de
restaurantes y platillos exóticos, te hace hombre de mundo; al utilizar cremas,
pastillas y tratamientos para cuidar tu figura, te dará belleza... Y así, todo un
conjunto de elementos que caracterizan a una sociedad consumista preocupada por
la apariencia de la persona.
El problema no es la comercialización de los productos, sino la forma en
que nos vemos afectados. Por tanto, damos por cierto que la felicidad está en todo
aquello que cultiva nuestra vanidad y nos da satisfacciones, entonces, no es extraño
que estemos bajo el influjo de agentes externos.
El "tener más", "lo más novedoso" o lo "mas caro" se convierte en la base
de nuestra seguridad personal, caemos en el despilfarro con tal de alimentar nuestra
soberbia y vanidad por el deseo de sobresalir, de estar a la moda y de aparentar una
mejor posición económica; sin reflexionar compramos varios pares de zapatos (ropa,
accesorios, etc.) Por estar a un precio rebajado, cambiamos de auto con relativa
frecuencia para competir con el vecino o los compañeros de trabajo, adquirimos
cuanto adorno y aparato electrodoméstico aparece en el mercado para mostrar lujo
en el hogar.
En este sentido, debemos reconocer que somos caprichosos y orientamos
nuestros esfuerzos a conseguir las cosas sin importar el precio, y algunas veces
postergando lo indispensable. Se ha visto a personas que prefieren comprarse un
"buen reloj" y no pagar la colegiatura de sus hijos. Los padres viven la sobriedad
cada vez que se privan de un gusto personal pensando en otras cosas necesarias
para los hijos o la familia en conjunto.
La sobriedad nos ayuda a saber comprar sólo lo verdaderamente
necesario, indispensable y de utilidad; por el contrario, aprendemos a obtener el
máximo uso y provecho de todo lo que tenemos, sin dejar las cosas prácticamente
nuevas y sin utilizar.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Para la sobriedad hace falta autodominio, es muy claro si se ilustra con el
exceso en la comida y la bebida por la imagen y efectos que produce, sin embargo,
esta falta de control se manifiesta en el excesivo descanso y la distribución de
nuestro tiempo: no es correcto permanecer todo el domingo recostado viendo la tv;
nuestro tiempo debe pasar en equilibrio, entre la diversión, la obligación y la
actividad, con una buena administración podemos trabajar sin presiones, tener
momentos de esparcimiento y desarrollar aficiones.
También debemos ser sobrios en nuestra forma de hablar, de
comportarnos y de vestir: existen personas que dicen todo cuanto les viene a la
mente, muchas veces sin comunicar nada y sólo por el gusto de sentirse
escuchados; otros exageran en las bromas, las palabras altisonantes y los
aspavientos; también es chocante vestir estrafalariamente, lleno de accesorios y
adornos que podrán ser de moda pero hacen perder elegancia.
Podemos pensar que al darnos nuestros pequeños lujos no hacemos mal
a nadie; la verdad es que cada vez que cedemos a nuestros caprichos, nos
hacemos dependientes de las cosas, de nuestros apetitos y de la comodidad.
Caemos en un malestar por no haber conseguido aquella superficialidad que tanto
deseábamos, y cada vez más somos incapaces de hacer grandes esfuerzos.
Cuando no ponemos límites, llegamos a una insatisfacción "por sistema"
en la que siempre queremos más. De ahí surgen los vicios, la dependencia de las
drogas, el deseo de placer sexual, la infidelidad...para vivir este valor no hace falta
pensar en grandes cosas y privaciones, una vez más la respuesta esta en cuidar los
pequeños detalles:
- Antes de comprar algo reflexiona sobre el motivo de la adquisición: si es
necesidad, un simple lujo o un verdadero capricho. Si es el caso, no inventes
necesidades, se valiente y reconoce que no vale la pena el gasto.
- Usa las cosas y no las cambies simplemente porque en el mercado hay
una más novedosa, o porque todos tus amigos la compraron. En esta competencia
sin fin tu bolsillo es el más afectado.
- Reconoce tu verdadera situación económica y vive de acuerdo a tus
posibilidades. Cuando te decidas a hacerlo, aprenderás que las personas te aceptan
por lo que eres.
- Habla sólo lo necesario. Transmite pensamientos más que palabras.
- Viste de forma elegante y decorosa, la moda también puede cumplir con
este requisito.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
- evita el deseo de ser el centro de atención y aprende a divertirte: el
alcohol, las bromas de mal gusto, las palabras altisonantes y los desmanes,
manifiestan inseguridad y falta de autodominio.
- Has el propósito de moderar tus gustos y apetitos: compra menos
golosinas; come un poco menos de aquello que más te gusta; establece una hora
para dormir y dejar de ver la tv; utiliza una agenda para programar tus actividades;
aprende que la diversión también tiene un tiempo límite; modera tu descanso y
procura una actividad...la sobriedad no es negación ni privación. Es poner a tu
voluntad y a tu persona por encima de las cosas, los gustos y los caprichos,
dominándolos para no vivir bajo su dependencia. Es muy natural que al estar
condicionados por nuestros impulsos, nos cueste trabajo dejarlos, pero nunca es
tarde para comenzar, con pequeños esfuerzos, fortalecemos nuestra voluntad y
desarrollamos este valor necesario para aprender a administrar nuestro tiempo y
nuestros recursos, además de construir una verdadera personalidad
170
"Es el valor que nos enseña a administrar nuestro tiempo y recursos,
moderando nuestros gustos y caprichos para construir una verdadera personalidad."
El valor de la sobriedad nos ayuda a darle a las cosas su justo valor y a
manejar adecuadamente nuestros apetitos, estableciendo en todo momento un
límite entre lo razonable y lo inmoderado.
Para la sobriedad hace falta autodominio. Debemos ser sobrios en nuestra
forma de hablar, de comportarnos y de vestir.
La sobriedad no es negación ni privación. Es poner a tu voluntad y a tu
persona por encima de las cosas, los gustos y los caprichos, dominándolos para no
vivir bajo su dependencia. Es muy natural que al estar condicionados por nuestros
impulsos, nos cueste trabajo dejarlos, pero nunca es tarde para comenzar, con
pequeños esfuerzos, fortalecemos nuestra voluntad y desarrollamos este valor
necesario para aprender a administrar nuestro tiempo y nuestros recursos, además
de construir una verdadera personalidad.
171
Sobriedad: virtud por la cual una persona empieza a darse cuenta de
cuáles son sus necesidades reales y que van, por tanto, alineadas a su bienestar y
desarrolla, y cuáles son imaginarias y producto de los deseos inagotables que nacen
de las carencias del ego y son por tanto perjudiciales. Desde la sobriedad, se
alcanza la maestría en el manejo adecuado de los recursos, evitando tanto los
excesos como las carencias.
170
171
http://www.monografias.com/trabajos16/valores-significado/valores-significado.shtml
http://www.proyectopv.org/1-verdad/herramientasuniversales.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
11.3.- Pudor.
Definición:
Pudor.
(Del lat. Pudor, -ōris).
1. M. Honestidad, modestia, recato.
Concepto básico:
172
El pudor es un mecanismo instintivo, propio de la castidad, que protege
con la vergüenza la intimidad sexual. Evita todo tipo de excesos y peligros morales
en materia sexual.
-Es un muro protector de la pureza que ayuda a evitar excesos y peligros
morales de todo tipo en materia sexual. Aunque el pudor es instintivo, también es
necesario aprender ya desde pequeños para que se sepa apreciar y guiar
correctamente.
-El pudor protege la propia intimidad. No es casto el que trata de ignorar lo
sexual sino el que comprende su propósito en los designios del Ser Supremo. El
pudor es propio de la persona humana. Los animales no tienen pudor. Por eso
hacen en público sus funciones más íntimas.
"Las formas que reviste el pudor varían de una cultura a otra. Sin
embargo, en todas partes constituye la intuición de una dignidad espiritual propia al
hombre. Nace con el despertar de la conciencia personal. Educar en el pudor a
niños y adolescentes es despertar en ellos el respeto de la persona humana"
-El pudor no indica miedo irracional a exponer el cuerpo. Supone más bien
respeto a lo más personal del hombre.
El pudor se expresa en: la casa, el vestido y el lenguaje.
La casa es un lugar íntimo. Hay tiempos para compartir con otros, pero
también hay tiempos para que la familia este reunida a solas para compartir desde el
corazón con la confianza que no es propia tener con todo el mundo.
El vestido. Se cubren las partes más íntimas, que no se comparten con
cualquiera. Quien ama respeta y busca que se respete la intimidad. De ahí el celo
que muestra el marido o el novio por la decencia en el vestir de su esposa o de su
novia. -pudor no es miedo al cuerpo desnudo, sino respeto a su gran dignidad. Da
libertad para no ser dominado por la lujuria y protege también al prójimo. -protegerse
de la mirada intrusa. Salvaguarda el sexo del uso posesivo de los demás. No
172
http://www.corazones.org/diccionario/pudor.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
permite ser reducido a un objeto. Palpar algo es, en cierta medida, un acto de
posesión. Ver es como tocar a distancia. Ofrecer a la mirada ajena las partes íntimas
del cuerpo supone dejarse poseer en lo que tiene uno de más íntimo. Toda
exhibición sugiere un acto de entrega. Hacerlo en público se asemeja a la
prostitución.
El lenguaje. El pudor no permite expresarse para hacer «de dominio
público» sus estados afectivos ni sus debilidades ante la tentación. Evita aquellos
aspectos de vulgaridad, chabacanería y desorden que acompañan a ciertas
expresiones sexuales.
11.4.- Sencillez.
Definición:
Sencillez.
1. F. Cualidad de sencillo.
Concepto básico:
173
Cuida de que su comportamiento habitual en el hablar, en el vestir, en el
actuar esté en concordancia con sus intenciones íntimas, de tal modo que los demás
puedan conocerle claramente, tal como es‖.
La virtud de la sencillez es una manifestación de la actitud auténtica de la
persona.
Requiere claridad, inteligencia y rectitud de la voluntad.
La persona no es sencilla (o) cuando hay una complicación y doblez en
sus pensamientos y en sus deseos.
Cuando la persona manifiesta doblez en los pensamientos y en los
deseos, es decir que quiere una cosa y dice otra, se cae en vicios como: la ironía, la
pedantería o la hipocresía. También se puede caer en el exceso de sencillez, esta
es la ingenuidad.
Lo que busca la sencillez es una claridad y transparencia de la persona,
en su actitud frente a los demás.
Esta virtud cuida la concordancia entre el actuar y las intenciones de la
persona, es opuesta a la doblez, que esta es la persona que tiene algo en el corazón
y exterioriza otra cosa distinta.
Este valor esta íntimamente relacionado con la sinceridad y la humildad.
La educación de la sencillez en los niños:
173
http://www.ebvg.edu.mx/cuajimalpa/val_ene.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La mayoría de los niños tienen la gracia de saber actuar con naturalidad y
con ello provocan una reacción abierta y sencilla por parte de los demás.
Dicen lo que piensan y lo que sienten naturalmente.
Como educadores en nuestra obligación orientarlos y guiarlos, los
momentos y los temas oportunos en que manifestarse.
Poco a poco hay que irles enseñando a ―regular‖ y ―moderar‖ su
espontaneidad y conseguir un comportamiento aceptable y correcto, por ejemplo:
hay que educarlos, a no interrumpir cuando uno esta hablando, a comer con
modelos correctos, etc.
De esta forma se les va enseñando a los niños pequeños a irse
sensibilizando a los valores, a abrirse a lo bueno, lo verdadero y lo bello.
Para tener la virtud de la sencillez, se necesita utilizar el intelecto y la
voluntad rectamente.
174
Sencillez: virtud por la cual una persona empieza a comprender el
lenguaje oculto de la vida y se da cuenta de que cuanto más complejo es el ego,
más sofisticadas son las creencias, y cuanto más fuerte es la demanda de
experiencias y deseos, más apartada se encuentra la realidad. La sencillez es la vía
más rápida para alcanzar el abandono.
11.5.- Sociabilidad.
Definición:
Sociabilidad.
F. Cualidad de sociable.
Sociable.
(Del lat. Sociabĭlis).
1. Adj. Naturalmente inclinado al trato y relación con las personas o que
gusta de ello.
Concepto básico:
175
Este valor es el camino para mejorar la capacidad de comunicación y de
adaptación en los ambientes más diversos.
Es natural sentirnos atraídos por personas que en las circunstancias y
momentos más variados, nos cautivan por su amabilidad y su facilidad de
conversación, casi inmediatamente reconocemos un natural interés por nuestra
174
175
http://www.proyectopv.org/1-verdad/herramientasuniversales.html
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/sociabilidad.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
persona, trabajo, familia, pasatiempos y actividades, sin otro fin que conocer a la
persona y establecer una relación más cordial.
Cuando nos interesamos en establecer un verdadero diálogo para conocer
más acerca de las personas, nos damos cuenta que poco a poco el interés se hace
mutuo y de esta forma damos un gran paso en las relaciones sociales.
La sociabilidad es el valor que nos impulsa a buscar y cultivar las
relaciones con las personas compaginando los mutuos intereses e ideas para
encaminarlos hacia un fin común, independientemente de las circunstancias
personales que a cada uno rodean.
Al tener contacto con personas diferentes, tenemos la posibilidad de
aprender de su experiencia y obtener otra perspectiva de la vida para mejorar
nuestra persona, para más adelante poder contribuir a su desarrollo personal y así
comenzar una espiral sin fin en la cual todos nos vemos beneficiados.
El lograr una verdadera amistad no necesariamente es el resultado de la
sociabilidad, pues depende de otras disposiciones, este valor es un medio que
facilita el acercamiento y la comunicación con las personas.
En las relaciones profesionales o laborales, por ejemplo, debe existir un
interés porque las personas desempeñen mejor su trabajo; para lograr este objetivo,
hace falta conocer su entorno familiar y las circunstancias en las que viven, así como
su forma de ser, sus reacciones y las motivaciones por las cuales se rigen, con estos
elementos a la mano estamos en condiciones de contribuir en el desarrollo
individual, profesional y de conjunto en el lugar de trabajo.
Otro caso que puede citarse es en el ámbito escolar, donde los profesores
que demuestran interés por cada uno de sus alumnos pueden convertirse en los
mejores guías positivos para la vida, pues los impulsan no sólo a mejorar como
alumnos, sino a contribuir en la mejora del grupo y a participar en actividades de
beneficio común para su centro educativo y la sociedad entera.
En cualquiera de los casos (oficina, escuela, lugar de residencia o grupo
de acción social), toda relación o proyecto se alcanza a través del conocimiento
individual y colectivo de las personas, uniendo las aspiraciones y objetivos propios
con los de los demás. Por tanto, este valor no se basa en la simpatía o en la afinidad
emocional, que se pueden dar y también cuentan, sino en el auténtico interés por el
beneficio de todas las personas, mejorando el entendimiento, la ayuda mutua y el
trabajo en equipo.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La sociabilidad es un canal de comunicación que puede sentar las bases
para tener nuevos amigos, elegir a la persona adecuada para formar una nueva
familia o comenzar una nueva empresa, en base al intercambio de gustos, aficiones
e intereses que se comparten y dan como resultado una relación más trascendente.
En términos generales, existen algunas actitudes que dificultan la vivencia
de este valor y debemos sortearlas para lograr su desarrollo y vivencia cotidiana:
- Evitar dejarnos llevar por la primera impresión que nos provoca el
encuentro con las personas (el semblante, la expresión o el vestido), pues de forma
casi automática abrimos o cerramos nuestra comunicación por una simple
apreciación.
- Respetar y aceptar verdaderamente la forma de ser de los demás. Esto
se traduce en catalogar a las personas (serio, tímido, aburrido, poco competente,
etc.) Según como se comporten en determinado ambiente, los excluimos y
desplazamos de nuestro círculo sin conocerlos lo más mínimo y posiblemente
formando una opinión equivocada respecto a su persona. Quien comete este error
es porque no ha comprendido que las personas no son ni se comportan según su
gusto.
- Cuidar que nuestro lenguaje sea sencillo y natural. A nadie le agrada
encontrar a una persona que se empeña obstinadamente en hablar de su profesión
y empleando el vocabulario propio de su actividad sin motivo alguno; es de mal
gusto utilizar palabras y expresiones poco usuales y sacadas del diccionario para
incluirse en cualquier momento; ni qué decir del lenguaje vulgar y grosero...
- Procurar ser respetuoso en todo momento. La excesiva familiaridad en el
trato con personas que acabamos de conocer o con quienes hemos tenido poco
contacto puede entorpecer una prometedora relación; el hecho de que sea alguien
amigo o conocido de nuestros íntimos, no garantiza que comparta las bromas, las
ideas, el sentir y el trato que tiene entre sí el grupo.
- Ser discretos y no tratar de conocer los pormenores e intimidades de las
personas, sobre todo cuando no existe un mínimo de relación o confianza.
- Reconocer que todo tiene su momento y lugar. Hay quienes conocen a
un médico y casi inmediatamente procuran obtener un punto de vista profesional a
un mal que se padece, como una especie de consulta particular, lo cual es molesto e
incómodo para el profesional, sobre todo si es en una reunión social y quien lo
solicita es alguien con quien en ese momento ha coincidido.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Podemos creer que estamos mejor viviendo aislados, centrados en
nuestra propia vida, sin depender de nadie y sin causar molestias. La realidad es
que esto puede ser una manifestación de egoísmo y soberbia, pues todas las
personas tienen algo bueno que aportar a nuestra vida.
Quienes se han esforzado por vivir e inculcar en su persona el valor de la
sociabilidad, han encontrado una fuente inagotable de alegría, un camino para lograr
verdaderas amistades, el mejorar su comunicación y capacidad de adaptación en los
ambientes más diversos, pero sobre todo, una mejor forma de vida a lado de sus
semejantes
176
La sociabilidad es el valor que nos impulsa a buscar y cultivar las
relaciones con las personas compaginando los mutuos intereses e ideas para
encaminarlos hacia un fin común, independientemente de las circunstancias
personales que a cada uno rodean.
La sociabilidad es un canal de comunicación que puede sentar las bases
para tener nuevos amigos, elegir a la persona adecuada para formar una nueva
familia o comenzar una nueva empresa, en base al intercambio de gustos, aficiones
e intereses que se comparten y dan como resultado una relación más trascendente.
11.6.- Amistad.
Definición:
Amistad.
(Del lat. *amicĭtas, -ātis, por amicitĭa, amistad).
1. F. Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona,
que nace y se fortalece con el trato.
2. F. Amancebamiento.
3. F. Merced, favor.
4. F. Afinidad, conexión entre cosas.
5. F. Ant. Pacto amistoso entre dos o más personas.
6. F. Ant. Deseo o gana de algo.
7. F. Pl. Personas con las que se tiene amistad.
Concepto básico:
176
http://www.monografias.com/trabajos16/valores-significado/valores-significado.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
177
Amistad es un sentimiento compartido con otra persona, donde se
busca el bien común, una palabra de consuelo, una sonrisa franca o un abrazo
sincero.
Debemos considerar la verdadera amistad cuando existe una unión
desinteresada, cordial, abierta, en la que hay un interés mutuo por los problemas,
éxitos o sufrimientos del amigo; se debe cultivar con pequeños detalles de gratitud
por todo lo que se recibe de ella.
La amistad comienza por la simpatía y el agrado que se siente al
encontrarse personas que tienen cosas en común con nosotros. Te empiezan a
interesar las cosas del amigo y tú encuentras con gusto que a él también le
interesan las tuyas. Es muy agradable saber que cuentas con alguien que te quiere y
te comprende y que comparte muchos de tus gustos y de tus ideas.
Sin embargo, no se limita con esto la verdadera amistad; tiene ciertas
características y exigencias. El amor en la amistad se convierte en amor
incondicional, cuando buscas el bien de tu amigo, cuando respetas sus ideas,
cuando lo aceptas tal y como es, cuando lo ayudas a crecer y superarse; si quieres
una verdadera amistad, sin prisas, busca el conocimiento de la otra persona, resalta
sus virtudes, minimiza sus defectos, y con mucho amor hazle reconocer sus errores.
Sabías que... Una buena amistad tiene tres cualidades básicas: que sea
buena, fiel y accesible.
Buena.- un verdadero amigo te induce siempre a hacer algo bueno, que
no dañe tu cuerpo, es con quien te diviertes sanamente, compartes lo que sabes y lo
que tienes. Por lo tanto, un amigo verdadero nos invita únicamente a realizar buenos
actos o hacer cosas de las que no nos arrepentiremos, donde no se lastime a los
demás.
Fiel.- porque al amigo se le puede confiar todo, con la certeza de que su
consejo será el indicado, su apoyo es incondicional; no sólo está a tu lado cuando
las cosas van bien, aún cuando hemos fallado tenemos su comprensión. Con él
podemos llorar, reír, cantar, divertirnos, hablar o callar. En una palabra, podemos ser
nosotros mismos; posiblemente no nos apruebe ni aplauda nuestra conducta, pero
nos respeta y acepta, jamás le cuenta a nadie lo que le hemos confiado. En eso se
basa la confianza de que se puede hablar libre y sinceramente de todo lo que nos
pasa.
177
http://www.nl.gob.mx/?P=s_valores_amistad
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Accesible.- para que haya una verdadera amistad, necesitamos tener una
buena comunicación, sentirla cerca aunque se encuentre lejos. Saber que está
disponible y que si les necesitamos, se le puede ir a buscar. Si las circunstancias
nos separan, nos hacemos presentes a través de una carta, una llamada, etc.,
porque una amistad es como una plantita, que debemos cuidar, regarla y estar al
pendiente para que pueda florecer. Si nos olvidamos de ella y no la regamos,
cuando la volvamos a ver, estará débil para volver a florecer. Si a un amigo lo vemos
muy de vez en cuando, será difícil tenerle confianza como para descubrirnos ante él
como somos.
No es fácil ser o encontrar amigos verdaderos; sin embargo, tener un buen
amigo es el mejor tesoro que podemos tener en la vida.
Es fácil querer tener un amigo, es más difícil serlo.
No te preocupes de recibir sino de dar.
No temas disgustar a tu amigo. Enséñale que el amigo verdadero es el
que está dispuesto a disgustarnos cien veces con tal de sernos útil una sola vez.
El primer deber de un amigo: motivarlo para que sepa que creemos en él.
Ábrete sinceramente. Tienes que ser como el río, que alimenta las tierras
y nunca niega sus aguas.
La confianza es el vestíbulo de la amistad.
No aceptes al amigo que no te contradice, pues lo hará pensando que sólo
quiere tu bien, aunque en ocasiones piense diferente a ti.
No te dejes llevar del corazón ni de la prisa al elegir a tus amigos.
La humildad entre amigos gana el corazón de ambos.
Aprende a amar con el corazón para así disculpar.
178
Dice un libro de la Biblia no muy conocido, el sirácida o eclesiástico, que
―el amigo fiel es seguro refugio, el que lo encuentra, ha encontrado un tesoro‖ (sir
6,15) . Y es verdad. El amigo es como ―mi doble‖, el refugio, el aliento y el
compañero fiel de la vida.
Una vida sin amigos es una vida vacía. Dicen que uno tiene los amigos
que se merece. En parte sí y en parte no, pero qué duda cabe de que sólo tiene
amigos quien es capaz de mantener una amistad. Los niños no tienen dificultades en
jugar y pelearse (qué se le va a hacer, es su forma particular de hacer amigos) con
el primer niño que se les presenta en el parque. Pero conforme crecemos en la vida
caemos en la cuenta de que mantener una amistad lleva su tiempo y su esfuerzo.
178
http://www.4buenasnoticias.com/valores/amistad.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La amistad no se programa ni se planifica. Surge casi por accidente. Pero
hay un momento en el que pide que la alimentemos, si no, termina por morir. Exige
el trato, el crecimiento en confianza, la aceptación del amigo tal como es. Los que
son amigos quieren estar juntos. En la vida ajetreada que muchos llevamos, es
importante dedicar tiempo a los amigos, que no es tiempo perdido. Una amistad
profunda cultivada con cuidado durante años y años produce muchas satisfacciones.
Como las buenas fuentes de la sierra de Alcaraz, te da la misma agua fresca de
siempre cuando la encuentras después de mucho tiempo.
La amistad a menudo debe pasar por la prueba. Puede surgir la tentación
de la desconfianza o la traición por un malentendido o un error. Cuando se supera y,
si es necesario, se pide perdón y se acepta, la amistad se fortalece. No hay amistad
sin perdón, como no existe tampoco el matrimonio sin perdón.
Romper una amistad es romper el corazón. Hace daño. Por eso, nunca
hay que romper una amistad fuerte. En todo caso, si no hay más remedio, ir como
―destejiendo‖ poco a poco, sin desgarrones, con cuidado de no hacer daño.
179
Una elevada vinculación con otros que nos lleva a compartir vivencias,
conocimientos y pertenencias. Los amigos se potencian mutuamente y enriquecen
sus vidas; los amigos aprenden a confiar en los otros. Con el amigo descubrimos la
propia identidad y la propia diversidad.
Pero la amistad no es una relación interesada o uno amiguismo dentro de
una red de conveniencias; es una sintonía, una confianza, una afinidad
interpersonal, sin ningún tipo de utilización del otro.
180
La amistad (del latín amicus; amigo, que posiblemente se derivó de
amore; amar. Aunque se dice también que amigo proviene del griego a; sin y ego;
yo, entonces amigo significaría "sin mi yo", con lo cual se considera a un amigo
como al otro yo) es una relación afectiva entre dos personas.
La amistad es una de las más comunes relaciones interpersonales que la
mayoría de los seres humanos tienen en la vida.
El caso más común de amistad donde interviene un animal es entre el
hombre y el perro, a éste último se le conoce como el mejor amigo del hombre.
La amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de
importancia y trascendencia. La amistad nace cuando los sujetos de la amistad se
relacionan entre sí y encuentran en sus seres algo en común.
179
180
http://www.xtec.es/~lvallmaj/passeig/va12ami2.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Amistad
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que
tardan años en hacerlo. Hay amistades que duran unas horas y otras que duran toda
la vida. Hay amigos que se ven una sola vez en la vida y hay otros que lo hacen por
muchas décadas.
En toda amistad existe agrado por compartir una o más actividades, ideas,
gustos, recuerdos o la vida misma.
En toda amistad entre personas se encuentran además:
Confianza, es decir que se facilita el hablar y el actuar como naturalmente
se piensa y se es, minimizando los frenos sociales que normalmente se tienen.
Interés por el amigo: se interesa por el bienestar del otro, es decir, de sus
problemas y logros. Por esto procura reunirse, comunicarse o convivir con él.
Comprensión: aceptación de las características de un individuo, sus
valores, sus ideas, sus verdades, sus mentiras, sus miedos, sus aciertos.
En las amistades duraderas o llamadas amistades de verdad encontramos
además que:
Un amigo siente como propios los más intensos sentimientos de éste,
sean positivos o negativos.
Un amigo se siente inclinado a apoyarlo cuando lo necesita.
Un amigo nunca olvida al otro.
Un verdadero amigo jamás te apoya en todo, solo da su punto de vista,
para que veas de dos formas diferentes, el trata de corregirte en lo que estés
equivocado.
Puede existir amistad entre animales cuando gustan de dormir juntos;
entre un animal y un hombre que viven en la misma casa y se hacen mutua
compañía; entre dos o más niños que gustan de charlar de un mismo tema en la
escuela; entre adolescentes que se identifican en sus ideas y valores; entre jóvenes
que gustan de un mismo deporte o entre adultos que gustan de debatir temas
ideológicos; entre un hombre y una mujer que viven juntos; entre un niño y un adulto
que se interesan por aprender.
Lo contrario de una amistad es una enemistad. También pueden existir los
llamados "mal amigos" que ocultan aspectos de su vida o no se muestran como
realmente son.
En la actualidad hay muchas formas de entender la amistad, tantas como
personas ya que todos tenemos una percepción diferente sobre los requisitos
necesarios para que este fenómeno se lleve a cabo.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La amistad es comparable con la confianza, si no hay confianza no hay
una verdadera amistad, que se podría romper en cualquier momento. Si una amistad
es de verdad es muy difícil de romper. Si dos personas se enfadan y por orgullo no
se hablan nunca mas, seguramente una de ellas no le importa la otra. Si te pide
perdón alguien que haya sido tu amigo y hayas pasado buenos momentos con ella
lo mejor es perdonarle. Si no te interesa no lo hagas pero ten en cuenta que, ha esa
persona le haces daño. Si alguien abusa sobre ti no la consideres amigo por que esa
persona lo hará por interés.
11.7.- Respeto.
Definición:
Respeto.
(Del lat. Respectus, atención, consideración).
1. M. Veneración, acatamiento que se hace a alguien.
2. M. Miramiento, consideración, deferencia.
3. M. Pl. Manifestaciones de acatamiento que se hacen por cortesía.
Concepto básico:
El respeto es la base fundamental para la convivencia sana y
pacífica entre los miembros de una sociedad. Para practicarlo es preciso
tener una clara noción de los derechos fundamentales de cada persona,
entre los que se destaca el derecho a la vida, además de otros tan
importantes como el derecho a disfrutar de la libertad, disponer de la
pertenencias o proteger la intimidad, por solo citar algunos entre los
muchos derechos sin las cuales es imposible vivir con orgullo y dignidad.
El respeto abarca todas las esferas de la vida, empezando por
el que nos debemos a nosotros mismos y a todos nuestros semejantes,
hasta el que le debemos al medio ambiente, a los seres vivos y a la
naturaleza en general, sin olvidar el respeto a las leyes, a las normas
sociales, a la memoria de los antepasados y a la patria en que nacemos.
Tratemos a los demás con la misma consideración con que nos
gustaría ser tratados.
Valoremos y protejamos todo aquello que nos produzca
admiración.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
181
Respeto es reconocer, apreciar y valorar a mi persona, así como a los
demás, y a mi entorno. Es establecer hasta dónde llegan mis posibilidades de hacer
o no hacer, como base de toda convivencia en sociedad.
El respeto es reconocer en sí y en los demás sus derechos y virtudes con
dignidad, dándoles a cada quién su valor. Esta igualdad exige un trato atento y
respetuoso hacia todos. El respeto se convierte en una condición de equidad y
justicia, donde la convivencia pacífica se logra sólo si consideramos que este valor
es una condición para vivir en paz con las personas que nos rodean.
Se debe cultivar el respeto para construir, nunca para destruir; buscar
hacer el bien es la antesala del amor sincero. Debes quererte cuidando tu cuerpo, no
realizar acciones que puedan representar un daño para ti; es aquí donde tu
integridad tiene que ser lo más valioso y con esto estarás demostrándote el respeto
hacia tu persona, para así poder gozar de tu bienestar físico y mental.
Otro aspecto que involucra el respeto es el de proteger la vida de nuestro
planeta, y una forma de demostrarlo es cuidando la limpieza del agua, aire y suelo,
plantar árboles para que la tierra se quede entre las raíces y no se las lleven ni el
agua ni el viento, usar solo el agua que necesitemos, defender la vida de las selvas
y los bosques; recuerda que el hombre, las plantas y los animales compartimos el
mismo planeta.
Este sentido de honor y de valor puede extenderse a la naturaleza. La
falta de respeto y trabajar en contra de la naturaleza ocasiona un desequilibrio
ecológico y desastres naturales; entonces extendamos el respeto hacia los recursos
naturales, para que la humanidad pueda vivir con seguridad y abundancia.
Así, la vida del hombre está basada en las relaciones que establece con la
naturaleza y cómo hace uso de ella para mejorar su calidad de vida.
Sabías que...una persona respetuosa es aquella que:
Reconoce y promueve los derechos de los demás sin distinción de edad,
sexo ni clases.
Utiliza la empatía para comprender y aceptar a todos.
Se respeta a sí mismo y por ello no acepta lo que le puede dañar física,
mental y espiritualmente.
Acepta y cumple las leyes y normas que establece nuestra sociedad.
Agradece a otras personas lo que hacen por ella.
181
http://www.nl.gob.mx/?P=s_valores_respeto
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Respetar a una persona es tratarla como se merece, de acuerdo a su
dignidad de ser humano (todos somos iguales en este sentido), y a la posición que
ocupa en una colectividad.
Vivir los buenos modales y las normas de educación son señales claras de
respeto a los demás.
El respeto implica no apropiarse de ideas ajenas, lo cual sería un robo;
también reconocer los méritos de los demás, sin apropiarse del éxito ajeno, lo cual
es otra injusticia.
El respeto implica valorar a cada persona, su reputación y sus
pertenencias.
Cuando no se puede hablar bien de una persona es mejor callar. Evite
juzgarla, si no tiene obligación de ello.
La murmuración destruye el ambiente del trabajo, pues daña las
relaciones interpersonales. No inicie ni propague chismes bajo ninguna excusa.
El respeto es también tolerancia, es decir no atropellar a otras personas y
valorar las diferencias. Pero hable claro de sus ideas.
La cortesía, la amabilidad, el agradecimiento, la puntualidad, las caras
amables... Son actos que demuestran respeto.
Separar los hechos de las personas está en la raíz del auténtico respeto:
la conducta inapropiada se debe corregir; en cambio a las personas se les
comprende.
Valentía para expresar y defender las ideas propias: respeto y
consideración de las ideas ajenas. El equilibrio entre estas dos posturas es señal de
madurez.
182
"Hablar de respeto es hablar de los demás. Es establecer hasta donde
llegan mis posibilidades de hacer o no hacer, y dónde comienzan las posibilidades
de los demás. El respeto es la base de toda convivencia en sociedad."
El respeto también es una forma de reconocimiento, de aprecio y de
valoración de las cualidades de los demás, ya sea por su conocimiento, experiencia
o valor como personas.
Aquí viene, entonces, también el concepto de pluralidad, es decir, de las
diferencias de ideas y posturas respecto de algún tema, o de la vida misma. La
pluralidad enriquece en la medida en la que hay más elementos para formar una
cultura. La pluralidad cultural nos permite adoptar costumbres y tradiciones de otros
182
http://www.monografias.com/trabajos16/valores-significado/valores-significado.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
pueblos, y hacerlos nuestros. Sin embargo cuando la pluralidad entra en el terreno
de las convicciones políticas, sociales y religiosas las cosas se ponen difíciles.
183
Respeto: se trata de la virtud de comprender que toda vía de acceso a
lo que es noble y puro, requiere un estado interior que debe emular aquello a lo que
aspira. Sirve asimismo para alcanzar la comprensión de la unión indisoluble entre
ética y estética.
184
El respeto es una de las bases sobre la cual se sustenta la ética y la
moral en cualquier campo y en cualquier época. Tratar de explicar que es respeto,
es por demás difícil, pero podemos ver donde se encuentra.
El respeto es aceptar y comprender tal y como son los demás, aceptar y
comprender su forma de pensar aunque no sea igual que la nuestra, aunque según
nosotros esta equivocado, pero quien puede asegurarlo por que para nosotros; esta
bien los que están de acuerdo con nosotros, sino lo están; creemos que ellos están
mal, en su forma de pensar, pero quien asegura que nosotros somos los portadores
de la verdad, hay que aprender a respetar y aceptar la forma de ser y pensar de los
demás.
Pero no solo a las personas se les debe el respeto más profundo sino todo
aquello que nos rodea, a las plantas y animales, a la pequeña hormiga y la gran
ballena, a los ríos, lagos y mares. Todo como parte de la creación se lo merece.
Es aceptar y comprender al humilde y al engreído, al pobre y al rico, al
sabio y al ignorante, es por pequeña o grande que sea, física, moral o
intelectualmente situarla en el mismo lugar de comprensión y comprender su forma
de ser pues se comprende que ese ser humano se merece toda tu atención, no
importando su condición.
Si ahora hizo mal o esta mal, respétala y trata de enseñarle el camino
recto, nunca queriendo imponerlo, solo enséñale el camino e invítalo a recorrerlo,
pero siempre, respetando su decisión de recorrerlo o no.
Por que esto, cada quien es un alma libre y tú al igual que lo hace el cielo
debes de darle libre albedrío a esa alma, en el camino de la evolución debe recorrer
su propio camino, mira que grande es el Ser Supremo como quiera que lo concibas,
deja que actúes a tu completa libertad te respeta como lo más sagrado ,ah pero eso
si antes de actuar paras bien o para mal te dice las consecuencias de tus actos y de
ti es toda la libertad de actuar a tu propia decisión sabiendo de antemano las
183
184
http://www.proyectopv.org/1-verdad/herramientasuniversales.html
http://www.ctv.es/USERS/seip/guada8.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
consecuencias de tus actos, por eso no es propio reclamar al cielo por que nos
castiga cuando obramos mal, analícelo.
Pero. ¡Qué pobre alma es aquella que no puede respetar, al los animales
y a las plantas, a los ríos y lagos, al más humilde de los hombres, al pequeño que
camina delante de él, a la mujer con la que comparte su vida, a aquellas con las que
se relaciona, al hombre que lo cree menos por tener incapacidades físicas, al
basurero que por sucio y humilde que sea su trabajo, sin él su vida sería un
basurero, al engreído por que gracias a él al conocerlo puedes evitar ser como él,
al colérico, por que puedes comprender la importancia de saberse controlar, al feo
por que te ayuda a comprender que la belleza se encuentra en el alma, al ignorante
por que sabes que es el comienzo de la sabiduría!.
Pero a veces se pierde el respeto a alguien ya sea por que lastimó a
alguien de cualquier forma o por varias razones, casi se es inevitable, pero a lo que
concierne este comentario, es sólo para mencionar que cuando algo así pasa, se
debe mantener ese respeto hasta donde sea prudente conservarlo si se tiene que
actuar de una forma por demás imperiosa para resolver ese asunto aunque sea,
algo reprochable ante los demás, hágalo, si en verdad intento, varios medios y no
logro esa armonía, haga lo que tenga que hacer, que en nada es reprochable pues
se tiene el derecho de tratar de convivir en paz y si no hay otra opción, el cielo sabrá
perdonar. Espero este comentario no sea mal interpretado pues es muy susceptible
de entenderse mal, pero espero me entienda.
El respeto, debe ser nuestra relación con los demás, sería una agradable
forma de conducirse por la vida, pero aunque lo parezca, respetar a los demás es
relativamente difícil. Por la forma en que se nos ha educado a relacionarnos con los
demás, que a veces tritura esta virtud desde sus comienzos, pero trate de cultivar en
su corazón el respeto, poco a poco, aliméntelo con el ejercicio constante de la
misma, y vera lo bien que se sentirá consigo mismo, a veces tambaleara, y pensara
que no lo logra, pero manténgase firme, y al final el cielo sabrá recompensar su
esfuerzo, hay tanto en la palabra de respeto y en su ejercicio, que preferiría lo
meditara usted mismo y saque sus propias conclusiones, pues ellas se merecen
toda su atención.
185
El respeto es el reconocimiento del valor inherente y los derechos
innatos de los individuos y de la sociedad. Éstos deben ser reconocidos como el
185
http://es.wikipedia.org/wiki/Respeto
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
foco central para lograr que las personas se comprometan con un propósito más
elevado en la vida.
Sin embargo, el respeto no es solo hacia las leyes o la actuación de las
personas. También tiene que ver con la autoridad como sucede con los hijos y sus
padres o los alumnos con sus maestros. El respeto también es una forma de
reconocimiento, de aprecio y de valoración de las cualidades de los demás, ya sea
por su conocimiento, experiencia o valor como personas.
11.8.- Bien común.
Definición:
Bien.
(Del lat. Bene, bien).
1. M. Aquello que en sí mismo tiene el complemento de la perfección en
su propio género, o lo que es objeto de la voluntad, la cual ni se mueve ni puede
moverse sino por el bien, sea verdadero o aprehendido falsamente como tal.
2. M. Utilidad, beneficio. El bien de la patria.
3. M. Patrimonio, hacienda, caudal. U. M. En pl.
4. M. Fil. En la teoría de los valores, la realidad que posee un valor
positivo y por ello es estimable.
Concepto básico:
186
Bien común es el conjunto de condiciones de la vida social que hacen
posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más
fácil de la propia perfección. No consiste en la simple suma de los bienes
particulares de cada sujeto del cuerpo social. Siendo de todos y de cada uno es y
permanece común, porque es indivisible y porque sólo juntos es posible alcanzarlo,
acrecentarlo y custodiarlo, también en vistas del futuro. Afecta a la vida de todos.
Exige la prudencia por parte de cada uno, y más aun por la de aquellos que ejercen
la autoridad.
Historia del concepto bien común.
Este concepto es presentado por Santo Tomás de Aquino en la Summa
teológica, expresando respecto a la esencia de la ley que ésta "no es más que una
prescripción de la razón, en orden al bien común, promulgada por aquel que tiene el
cuidado de la comunidad", afirmando que el bien común es también fin común. De la
misma forma expone "constituyéndose la ley ante todo por orden al bien común,
186
http://es.wikipedia.org/wiki/Bien_com%C3%BAn
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
cualquier otro precepto sobre un objeto particular no tiene razón de ley sino en
cuanto se ordena al bien común. Por tanto, toda ley se ordena al bien común",
correspondiéndole, bien a la comunidad, o bien a la autoridad velar por él.
Este concepto ha sido incorporado en las constituciones y legislaciones de
numerosos países. En cuanto a la doctrina social de la iglesia, se ha presentado
desde la ―Rerum Novarum‖ y profundizado en cada una de las encíclicas que le
siguieron.
Considérese al respecto, algunas menciones en la ]Rerum Novarum:
A través de estas cosas queda al alcance de los gobernantes beneficiar a
los demás órdenes sociales y aliviar grandemente la situación de los proletarios, y
esto en virtud del mejor derecho y sin la más leve sospecha de injerencia, ya que el
estado debe velar por el bien común como propia misión suya. Y cuanto mayor fuere
la abundancia de medios procedentes de esta general providencia, tanto menor será
la necesidad de probar caminos nuevos para el bienestar de los obreros.
Más, aunque todos los ciudadanos, sin excepción alguna, deban contribuir
necesariamente a la totalidad del bien común, del cual deriva una parte no pequeña
a los individuos, no todos, sin embargo, pueden aportar lo mismo ni en igual
cantidad. Cualesquiera que sean las vicisitudes en las distintas formas de gobierno,
siempre existirá en el estado de los ciudadanos aquella diferencia sin la cual no
puede existir ni concebirse sociedad alguna. Es necesario en absoluto que haya
quienes se dediquen a las funciones de gobierno, quienes legislen, quienes juzguen
y, finalmente, quienes con su dictamen y autoridad administren los asuntos civiles y
militares. Aportaciones de tales hombres que nadie dejará de ver que son principales
y que ellos deben ser considerados como superiores en toda sociedad por el hecho
de que contribuyen al bien común más de cerca y con más altas razones. Los que
ejercen algún oficio, por el contrario, no aprovechan a la sociedad en el mismo grado
y con las mismas funciones que aquellos, mas también ellos concurren al bien
común de modo notable, aunque menos directamente. Y, teniendo que ser el bien
común de naturaleza tal que los hombres, consiguiéndolo, se hagan mejores, debe
colocarse principalmente en la virtud. De todos modos, para la buena constitución de
una nación es necesaria también la abundancia de los bienes del cuerpo y externos,
«cuyo uso es necesario para que se actualice el acto de virtud». Y para la obtención
de estos bienes es sumamente eficaz y necesario el trabajo de los proletarios, ya
ejerzan sus habilidades y destreza en el cultivo del campo, ya en los talleres e
industrias. Más aún: llega a tanto la eficacia y poder de los mismos en este orden de
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
cosas, que es verdad incuestionable que la riqueza nacional proviene no de otra
cosa que del trabajo de los obreros. La equidad exige, por consiguiente, que las
autoridades públicas prodiguen sus cuidados al proletario para que éste reciba algo
de lo que aporta al bien común, como la casa, el vestido y el poder sobrellevar la
vida con mayor facilidad. De donde se desprende que se habrán de fomentar todas
aquellas cosas que de cualquier modo resulten favorables para los obreros. Cuidado
que dista mucho de perjudicar a nadie, antes bien aprovechará a todos, ya que
interesa mucho al estado que no vivan en la miseria aquellos de quienes proveen
unos bienes tan necesarios.
Este concepto ha evolucionado desde un enfoque más centrado en el
progreso material a una mirada dirigida a la "plena realización" o desarrollo del ser
humano. Una contribución importante al respecto fue el aporte del filósofo Jacques
Maritain en su obra "Persona y bien común" de 1949.
Características:
Implica:
El conjunto de condiciones de la vida social: estructuras, libertad, orden,
seguridad, educación, empleo, salud (perfeccionamiento físico y espiritual), justicia,
familia, vivienda, religión (el hombre tiene una dimensión sobrenatural que es
preciso desarrollar); asociaciones y cada uno de sus miembros: integrantes de la
sociedad agrupados o individualmente; el logro de su propia perfección: plenitud de
las potencias.
El bien común es uno de los conceptos claves de la filosofía política de
Jacques Maritain. Para este filósofo católico el fin de la sociedad política es
perseguir el bien común. Pero este bien común no es la mera suma de los bienes
particulares, pues, como Aristóteles nos enseña, "incluso en el orden matemático
seis es algo más que tres más tres". Es decir que el número seis tiene vigencia
propia e independiente de los sumandos, e incluso puede ser resultado de otros
diferentes. Y a su vez puede combinarse con entidad propia en la serie de los
números en cifras de valor absoluto y relativo ad infinitum.
Repite con Santo Tomás que "cada persona individual es, con respecto a
toda la comunidad, lo que la parte con respecto al todo". Esto diferencia el modo de
pertenencia a la sociedad estatal de cualquier otra de fines específicos. El hombre
se compromete por completo en esta sociedad civil, su vida, sus bienes, su honor.
No así en un sindicato, un club o una academia.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Pero ese compromiso, aunque total, no ocurre en virtud de cuanto hay en
la persona y cuanto le pertenece. "formo parte del estado – dice Maritain – en razón
de ciertas relaciones con cosas de la vida común que afectan a todo mi ser, pero en
razón de otras relaciones (que también afectan a todo mi ser), con cosas más
importantes que la vida en común hay en mí bienes y valores que no existen por el
estado ni para el estado y que están fuera del estado".
Por su carácter de bonum el bien común no puede ser una resultante del
simple querer individual, el pecado rousseaniano de desencajar la voluntad de su
propia naturaleza. La mayoría ni la unanimidad pueden cambiar la idiosincrasia de la
bondad. La democracia no es simple aritmética. Los valores humanos no obedecen
a criterios estadísticos. La calidad no es procreación de la cantidad.
Por su carácter de común este bien abarca tanto a la sociedad como a la
persona. Es pues común "al todo y a las partes, digo a las partes como si fueren
todos, porque la noción misma de persona, significa totalidad". En otras palabras, en
tanto se es "individuo" se es parte de la sociedad y en cuanto se es "persona ", es
decir, algo más que simple fragmento de materia, se participa de lo social en cuanto
se permite al hombre la realización plena de sus más altas funciones en este
sentido, "per se". No es el ser humano simple elemento sirviente del estado. Este
personalismo de Maritain es asiento básico para condenar toda forma de
totalitarismo que siempre pretende absorber hasta las funciones más espirituales del
ciudadano. Y al mismo tiempo implica un rechazo de la tesis individualista liberal que
considera al hombre como simple átomo social.
Aunque resulta obvio no está de más insistir, y es el propio Maritain quien
lo expresa, que el individuo y la persona no son dos seres distintos:
"No existe en mí una realidad que se llama individuo y otra que se dice
persona, sino que es un mismo ser, el cual, en un sentido es individuo y en otro es
persona. Todo yo soy individuo en razón de lo que poseo por la materia, y todo
entero, persona, por lo que me viene del espíritu".
Según Maritain, el bien común implica tres elementos fundamentales:
1) redistribución, ayuda al desarrollo personal; 2) autoridad, es su
fundamento; y 3) moralidad intrínseca.
Es decir, que la función del bien común obliga a compartir los bienes
sociales para beneficio de la persona, para su perfección. De ahí que todo bien
comunitario revierte sobre las personas, se redistribuye la participación común.
Maritain en frase feliz trató de resumir o de empatar el doble aspecto de su doctrina:
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
personalismo comunitario. La autoridad ha de imponerse solo tanto cuanto sea
necesario a estos propósitos comunitarios. Y no se puede justificar el maquiavelismo
para explicar la acción estatal. Una ley injusta no es ley.
Elementos esenciales que lo constituyen
Respeto a la persona en cuanto tal. En nombre del bien común, las
autoridades están obligadas a respetar los derechos fundamentales e inalienables
de la persona humana. La sociedad debe permitir a cada uno de sus miembros
realizar su vocación. En particular, el bien común reside en las condiciones de
ejercicio de las libertades naturales que son indispensables para el desarrollo de la
vocación humana: ―derecho a actuar de acuerdo con la recta norma de su
conciencia, a la protección de la vida privada y a la justa libertad, también en materia
religiosa‖; bienestar social y desarrollo del grupo mismo. El desarrollo es el resumen
de todos los deberes sociales. Ciertamente corresponde a la autoridad decidir, en
nombre del bien común, entre los diversos intereses particulares; pero debe facilitar
a cada uno lo que necesita para llevar una vida verdaderamente humana: alimento,
vestido, salud, trabajo, educación y cultura, información adecuada, derecho a fundar
una familia, etc.; implica ―paz‖, es decir, estabilidad y seguridad de un orden justo.
Supone, por tanto, que la autoridad garantiza por medios honestos, la seguridad de
la sociedad y la de sus miembros. El bien común fundamenta el derecho a la
legítima defensa individual y colectiva.
En definitiva son cuatro los elementos que constituyen el bien común: 1.las condiciones sociales de paz, justicia y libertad; 2.- un conjunto de bienes
materiales, educativos, religiosos; 3.- equidad en el reparto de esos bienes; y 4.- una
adecuada organización social.
Características del bien común:
Es objetivo.
Es uno de los principios que rigen la vida social que es preciso tener
siempre presente. Es también uno de los conceptos más desgastados y ambiguos,
pues se lo confunde con bienestar, o calidad de vida -visión ampliada del bienestar-.
Pero estos conceptos centran el fin de la sociedad en el individuo autónomo y nada
tienen que ver con el concepto de bien común.
Deriva de la naturaleza humana
El concepto de bien común ―está íntimamente ligado a la naturaleza
humana. Por ello no se puede mantener su total integridad más que en el supuesto
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
de que, atendiendo a la íntima naturaleza y efectividad del mismo, se tenga siempre
en cuenta el concepto de la persona humana‖.
No es la suma de los bienes individuales, tampoco la sociedad es la mera
suma de los individuos. La sociedad es necesaria para que la persona se realice
como tal, y debe presentar una serie de condiciones que hagan posible el desarrollo
simultáneo de la persona y de ella misma, hacia la perfección que se dará histórica y
culturalmente. No hablamos aquí de unas condiciones mínimas de desarrollo, ni de
algo necesariamente material (aunque lo material forma parte de la ―integridad‖ del
desarrollo humano). Hablamos de condiciones de posibilidad.
Redunda en provecho de todos.
―El bien común está siempre orientado hacia el progreso de las personas:
‗el orden social y su progreso deben subordinarse al bien de las personas y no al
contrario‘. Este orden tiene por base la verdad, se edifica en la justicia, es vivificado
por el amor‖.
En cuanto a la subordinación a las exigencias del bien común, las
personas ―deben proceder necesariamente sin quebranto alguno del orden moral y
del derecho establecido, procurando armonizar sus derechos y sus intereses con los
derechos y los intereses de las demás categorías económicas profesionales, y
subordinar los unos y los otros a las exigencias del bien común‖, ―aunque en grados
diversos, según las categorías, méritos y condiciones de cada ciudadano. Por este
motivo, los gobernantes han de orientar sus esfuerzos a que el bien común redunde
en provecho de todos, sin preferencia alguna por persona o grupo social
determinado. No se puede permitir en modo alguno que la autoridad civil sirva al
interés de unos pocos, porque está constituida para el bien común de todos. Sin
embargo, razones de justicia y de equidad pueden exigir, a veces, que los hombres
de gobierno tengan especial cuidado de los ciudadanos más débiles, que pueden
hallarse en condiciones de inferioridad, para defender sus propios derechos y
asegurar sus legítimos intereses‖. ―todo grupo social debe tener en cuenta las
necesidades y las legítimas aspiraciones de los demás grupos‖.
―La persona se ordena al bien común, porque la sociedad, a su vez, está
ordenada a la persona y a su bien, estando ambas subordinadas al bien supremo.‖
La sociedad se ordena a la persona, ―en consecuencia, el bien de la
persona está por encima (es la razón de ser) del bien común. Pero el hombre, como
individuo, se ordena al bien común: el bien común está por encima del bien
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
individual. El bien de la persona no se alcanza sino en su trascenderse en la
búsqueda del bien común‖.
Sencillamente, no pueden oponerse bien común y bien de la persona: la
persona que se cierra en su individualidad frustra su propio bien, a la par que frustra
la posibilidad de la consecución del bien de los demás.
―El bien común de un grupo social es pues el fin común por el cual los
integrantes de una sociedad se han constituido y relacionado en ella. Ese bien
común tiene como característica distintiva el hecho de que por su propia naturaleza
es esencialmente participable y comunicable a los integrantes del grupo social‖.
Abarca a todo el hombre
―Abarca a todo el hombre, es decir, tanto a las exigencias del cuerpo como
a las del espíritu. De lo cual se sigue que los gobernantes deben procurar dicho bien
por las vías adecuadas y escalonadamente, de tal forma que, respetando el recto
orden de los valores, ofrezcan al ciudadano la prosperidad material y al mismo
tiempo los bienes del espíritu‖. ―abarca todo un conjunto de condiciones sociales que
permitan a los ciudadanos el desarrollo expedito y pleno de su propia perfección‖.
El hombre, por tener un cuerpo y un alma inmortal, no puede satisfacer
sus necesidades de un modo absoluto ni conseguir en esta vida mortal su perfecta
felicidad. Esta es la razón por la cual el bien común debe procurarse por tales vías y
con tales medios, que no sólo no pongan obstáculos a la salvación eterna del
hombre, sino que, por el contrario, le ayuden a conseguirla.
Obliga al estado
―La razón de ser de cuantos gobiernan radica por completo en el bien
común. De donde se deduce claramente que todo gobernante debe buscarlo,
respetando la naturaleza del propio bien común y ajustando al mismo tiempo sus
normas jurídicas a la situación real de las circunstancias‖.
Siendo superior al interés privado, es inseparable del bien de la persona
humana, comprometiendo a los poderes públicos a reconocer, respetar, acomodar,
tutelar y promover los derechos humanos y a hacer más fácil el cumplimiento de las
respectivas obligaciones. Por consiguiente, la realización del bien común puede
considerarse la razón misma de ser de los poderes públicos, los que están obligados
a llevarlo a cabo en provecho de todos los ciudadanos y de todo hombre considerado en su dimensión terrena-temporal y trascendente- respetando una justa
jerarquía de valores, y los postulados de las circunstancias históricas.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
―Si toda comunidad humana posee un bien común que la configura en
cuanto tal, la realización más completa de este bien común se verifica en la
comunidad política. Corresponde al estado defender y promover el bien común de la
sociedad civil, de los ciudadanos y de las instituciones intermedias‖.
Ha de ser considerado como un valor de servicio y de organización de la
vida social, del nuevo orden de la convivencia humana. Pero no sólo el estado debe
aportar las condiciones, es tarea de todos.
Caben dos extremos:
El estado ―providencia‖ que se encarga de todo, peca por exceso. Se
busca el perfeccionamiento del hombre, pero éste ha de poner de su parte. Si el
estado impone las condiciones coarta la libertad individual.
El estado liberal en el que cada uno se ocupa de sí mismo, peca por
defecto.
Obliga al ciudadano:
―Todos los individuos y grupos intermedios tienen el deber de prestar su
colaboración personal al bien común. De donde se sigue la conclusión fundamental
de que todos ellos han de acomodar sus intereses a las necesidades de los demás,
y deben enderezar sus prestaciones en bienes o servicios al fin que los gobernantes
han establecido, según normas de justicia y respetando los procedimientos y límites
fijados por el gobierno‖.
Actualmente al no afrontarse con frecuencia los problemas sociales
―según criterios de justicia y moralidad‖, sino de acuerdo con criterios económicos e
ideológicos, ―se está perdiendo en la sociedad la capacidad de decidir según el bien
común; y esto está provocando, en el individuo, una creciente incapacidad para
encuadrar los intereses particulares en una visión coherente del bien común‖
187
Es la búsqueda y acción permanente de trascender del bien personal al
bien de los demás en la construcción de la paz.
Uno de los compromisos fundamentales de la universidad es formar a sus
estudiantes en la realización del bien común, pues el conocimiento y la formación
adquirida no tendrían sentido si los egresados de la universidad no satisfacen las
necesidades de la sociedad. El ejercicio del bien común va aunado al bien personal.
11.9.- Compasión.
Definición:
187
http://www.uvmnet.edu/uvm_hoy/valores.asp
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Compasión.
(Del lat. Compassĭo, -ōnis).
1. F. Sentimiento de conmiseración y lástima que se tiene hacia quienes
sufren penalidades o desgracias.
Concepto básico:
188
La compasión se enfoca en descubrir a las personas, sus necesidades
y padecimientos, con una actitud permanente de servicio.
Parece ser que la compasión sólo puede tenerse en algunos momentos de
nuestra vida, con aquellos que han caído en desgracia y los desvalidos. La
capacidad de conmovernos ante las circunstancias que afectan a los demás se
pierde día a día, recuperar esa sensibilidad requiere acciones urgentes para lograr
una mejor calidad de vida en nuestra sociedad.
Compadecerse es una forma de compartir y participar de los tropiezos
materiales, personales y espirituales que aquejan a los demás, con el interés y la
decisión de emprender acciones que les faciliten y ayuden a superar las condiciones
adversas.
Diariamente ocurren todo género de desgracias: las fuerzas naturales, la
violencia entre los hombres y los accidentes. En casos tan lamentables la compasión
nos mueve a realizar campañas, colectas o prestar servicios para apoyar en las
labores de ayuda humanitaria.
Ante todo, debe quedar claro que tener compasión y sentir lástima no es lo
mismo. Contemplamos la desgracia muchas veces como algo sin remedio y
sentimos escalofrío al pensar que sería de nosotros en esa situación, sin hacer
nada, a lo mucho pronunciamos unas cuantas palabras para aparentar condolencia.
Por otra parte, pasa el tiempo y vemos con asombro la indeferencia que
poco a poco envuelve a los seres humanos, los contratiempos ajenos parecen
distantes, y mientras no seamos los afectados todo parece marchar bien. Este
desinterés por los demás se solidifica y nos hace indolentes, egoístas y centrados en
nuestro propio bienestar sin embargo, son las personas que nos rodean quienes
necesitan de esa compasión que comprende, se identifica y se transforma en actitud
de servicio. Podemos descubrir este valor en diversos momentos y circunstancias de
la vida, tal vez pequeños, pero cada uno contribuye a elevar de forma significativa
nuestra calidad humana:
188
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/Compasion.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
- Quien visita al amigo o familiar que ha sufrido un accidente o padece una
grave enfermedad, más que lamentar su estado, está pendiente de su recuperación,
en sus visitas regulares procura llevar alegría y tener momentos agradables.
- La reacción comprensiva de un padre o madre de familia ante las faltas
de los hijos, por inmadurez, descuido o una travesura deliberada, reprenden, animan
y confían en la promesa de ser la última vez que ocurra...
- En la escuela el profesor que consciente de la edad y las circunstancias
particulares, corrige sin enojo pero con firmeza la indisciplina de sus alumnos, o
pone todos los recursos al alcance para sacar adelante a ese joven con dificultades
en el estudio.
- Los jóvenes que participan en actividades de asistencia social en
comunidades marginadas, asisten con la ilusión de enseñar doctrina a los niños,
festejan y animan a todos en el juego de balompié, conviven sin reparar en lo
descuidado de su aspecto y sus modales...
- Toda persona en la oficina que roba tiempo a sus ocupaciones para
explicar, enseñar y hacer entender a sus compañeros las particularidades de su
labor, conocedor de su necesidad de trabajo y de la importancia del trabajo en
conjunto.
Con el valor de la compasión se reafirman y perfeccionan otros valores:
generosidad y servicio por poner a disposición de los demás el tiempo y recursos
personales; sencillez porque no se hace distinción entre las personas por su
condición; solidaridad por tomar en sus manos los problemas ajenos haciéndolos
propios; comprensión porque al ponerse en el lugar de otros, descubrimos el valor
de la ayuda desinteresada.
Aunque la compasión nace en el interior como una profunda convicción de
procurar el bien de nuestros semejantes, debemos crear conciencia y encaminar
nuestros esfuerzos a cultivar este valor tan lleno de oportunidades para nuestra
mejora personal:
- Evita criticar y juzgar las faltas y errores ajenos. Procura comprender que
muchas veces las circunstancias, la falta de formación o de experiencia hacen que
las personas actúen equivocadamente. En consecuencia, no permitas que los
demás "se las arreglen como puedan" y haz lo necesario para ayudarles.
- Observa quienes a tu alrededor padecen una necesidad o sufren
contratiempos, determina cómo puedes ayudar y ejecuta tus propósitos.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
- Centra tu atención en las personas, en sus necesidades y carencias, sin
discriminarlas por su posición o el grado de efecto que les tengas.
- Rechaza la tentación de hacer notar tu participación o esperar cualquier
forma de retribución, lo cual sería soberbia e interés.
- Visita centros para la atención de enfermos, ancianos o discapacitados
con el firme propósito de llevar medicamentos, alegría, conversación, y de vez en
cuando una golosina. Aprenderás que la compasión te llevará a ser útil de verdad.
Es tan enriquecedora la compasión porque va más allá de los
acontecimientos y las circunstancias, se enfoca en descubrir a las personas, sus
necesidades y padecimientos, con una actitud permanente de servicio, ayuda y
asistencia, haciendo a un lado el inútil sentimiento de lástima, la indolencia y el
egoísmo.
11.10.- Conciliación.
Definición:
Conciliación.
(Del lat. Conciliatĭo, -ōnis).
1. F. Acción y efecto de conciliar.
2. F. Conveniencia o semejanza de una cosa con otra.
3. F. Favor o protección que alguien se granjea
4. F. Der. Acuerdo de los litigantes para evitar un pleito o desistir del ya
iniciado.
Concepto básico:
La conciliación es un mecanismo de solución de controversias a
través del cual, dos o más personas, tratan de lograr por sí mismas la
solución de sus diferencias con la ayuda de un tercero neutral y
calificado.
189
Concepto e historia de la conciliación
CONCEPTO Y NATURALEZA JURÍDICA.
Etimológicamente el vocablo "conciliación" proviene del latín "conciliatio",
que significa "composición de ánimos en diferencia" .
189
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=297398
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Existen diversas definiciones jurídicas de conciliación, que dependen
lógicamente de la corriente doctrinaria a la que se adhiera su autor; entre otras
podemos citar las siguientes:
En primer lugar: "Es un procedimiento no jurisdiccional, aunque
intervengan en el, por razones de conveniencia, un Juez del orden civil o del orden
laboral, por el que se intenta que las partes entre las que existe discrepancia o
disceptación lleguen a una avenencia o convenio evitador del proceso, que, en otro
caso, sería objetivamente necesario".
Una sentencia de la Corte Constitucional colombiana nos da una definición
interesante: "... se ha entendido por la doctrina la conciliación como un medio no
judicial de resolución de conflictos mediante el cual las partes entre quienes existe
una diferencia susceptible de transacción, con la presencia activa de un tercero
conciliador, objetivo e imparcial, cuya función esencial consiste en impulsar las
fórmulas de solución planteadas por las partes o por él mismo, buscan la forma de
encontrar solución y superar el conflicto de intereses existente".
Por último, "Proceso de cognición especial por razones jurídico
procesales, por el que se tiende a eliminar el nacimiento de un proceso principal o
ulterior, también de cognición, mediante el intento de una avenencia o arreglo
pacífico entre las partes".
Es evidente que la finalidad de la figura en estudio es resolver, mediante el
acuerdo de las partes, un conflicto ya existente, pudiendo ser positivo su efecto
(logro del acuerdo y evitación del proceso o la sentencia, según el caso), o negativo
(no obtención del acuerdo).
Dentro de las tres grandes clasificaciones de figuras resolutoras de litigios,
que explicó con gran claridad el maestro español Alcalá-Zamora y Castillo, ¿dentro
de cual podemos enmarcar a la conciliación?. De entrada, y sin que requiera mayor
explicación, excluimos la autotutela, ya que no se trata de una decisión tomada por
una de las partes prescindiendo de la voluntad de la otra para terminar el conflicto.
¿Encuadra dentro de la heterocomposición? Jaime Guasp así lo
considera. Si recordamos su definición, ya citada, para el la conciliación es un
"proceso de cognición especial", considera que la auténtica autocomposición se
presenta cuando las partes, con exclusión de cualquier otra persona, resuelven el
conflicto, y que en la heterocomposición se resuelve por la intervención de un
tercero, ya que si "... interviene de manera provocada –cuando es llamado por las
partes- estamos ante la heterccomposición ..."; y aclara: "Pero el hecho de que no se
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
pida tanto una resolución concreta como una intermediación entre los litigantes, lo
que deja un poco en la sombra la figura de la decisión en esta clase de procesos, no
permite desconocer que aquí hay una verdadera reclamación entre las partes y ante
el Juez, lo que no tiene por que no merecer el nombre de satisfacción procesal".
Desde el punto de vista de la función que realiza el encargado de la
conciliación (juez o conciliador), podemos decir que el juez "Im-pone la solución" y el
conciliador "Pro-pone una o más soluciones". Otra crítica a la postura de Guasp
consiste en que "...la autocomposición no implica por si la no intervención de un
tercero; por obra de las partes, no por obra de dichos terceros, los cuales, en el
mejor de los casos, se limitan a proponer una solución, es decir, no están supra
partes, sino inter partes".
No nos confundamos, la conciliación siempre busca un acuerdo
autocompositivo, un arreglo pacífico que evite el proceso en que se resuelva el
fondo del asunto, ".. representa la paz, posee carácter negocial y tiene por objeto la
composición amigable de un conflicto, en tanto que –el proceso- (...) significa la
guerra y persigue la realización de la tutela jurídica y la aplicación de sanciones".
Podemos señalar que la conciliación es un procedimiento para llegar a la
autocomposición.
Sobre la naturaleza jurídica de la figura en estudio existen diversas
opiniones doctrinarias:
1.- Niceto Alcalá-Zamora y Castillo:
Para el maestro hispano, la conciliación pertenece a la jurisdicción
voluntaria, dentro de los que llama "procesos preventivos". Al estudiar los procesos
preliminares, encuadra a la conciliación dentro de los procesos preliminares
originarios, específicamente en los preventivos, al referirse a la conciliación
preprocesal. Se pregunta si los proceso preliminares son fases, procedimientos o
procesos auténticos, respondiéndose así: "...si el procedimiento preliminar de tipo
preparatorio, preventivo o cautelar va efectivamente seguido del proceso del fondo,
sería en rigor una mera fase accesoria del mismo (...), mientras que si esa sucesión
no se produce, habrá que contemplarle como un proceso autónomo, con
independencia del resultado positivo o negativo que alcance...".
Entonces, si no tiene secuela, la conciliación será un auténtico proceso; si
no, una mera fase del mismo. A nuestro parecer sólo será un acto del proceso
(preferimos acto a fase) si se da dentro del mismo, como en el caso de la
conciliación en el despacho saneador o en la audiencia preliminar; ya que si se
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Nicolás Vázquez Alonso
presenta antes no será acto del proceso, por que se desenvuelve antes de su
nacimiento, incluso, busca evitarlo.
El autor en consulta ha señalado como presupuesto de la actividad
procesal preliminar, ya sea que se trata de una fase o de un proceso preventivo,
"...la satisfacción de un propósito autocompositivo, que, de fracasar, se reduce a la
observancia de una mera condición de procedibilidad en cuanto al ulterior proceso
de fondo...". en otra de sus obras , ha señalado también que el litigio es el
presupuesto no sólo del proceso, sino también de la autotutela y de la
autocomposición.
2.- Osvlado Alfredo Gozaíni:
En concepto de este autor sudamericano, la conciliación no puede ser un
proceso evitador o eliminador de otro (como estima Guasp), "Si el avenimiento se
formula como un proceso natural e independiente sería ilógico considerar que obra
como tal, ya que la decisión de acudir a un juez para solucionar una diferencia de
intereses supone el fracaso anterior de negociaciones tendientes a evitar justamente
el litigio (...). Sería tanto como decir que la conciliación es un proceso que tiende a
eliminar el proceso ulterior, circunstancia que destaca la dificultad para entenderla
como un proceso independiente".
Para Gozaíni la figura estudiada es un acto procesal, "...si la conciliación
se interpreta como un acto procesal puede colegirse una finalidad clara y precisa,
alcanzar un acuerdo voluntario en la diferencia de pretensiones sin necesidad de
agotar una instancia judicial que, generalmente, es larga y fatigosa y no responde al
espíritu inquieto del hombre ansioso por lograr el reconocimiento del derecho...". al
ocuparse de la conciliación facultativa previa al proceso, dice "... tampoco perdería
su condición como acto del proceso porque si las partes están en condiciones de
transigir los intereses y resuelven hacerlo ante un juez (...), esa intervención da (sic)
sentido, utilidad y eficacia, al mismo acto de avenimiento (...), si la composición se
alcanza en una audiencia –conciliación intraprocesal- sin hesitación alguna se
obtiene idéntica conclusión".
Como ya señalamos, si la conciliación se presenta dentro del proceso, se
sin duda un acto procesal, pero si se da con anterioridad, no puede ser así, entonces
es un proceso o un procedimiento, pero no un simple acto, por razones que más
adelante estudiaremos.
3.- Dante Barrios de Ángelis:
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Al ocuparse de la división de los proceso en cuanto al tiempo los clasifica
en: paralelos; precedentes; preliminares; previos y prejudiciales. Dentro de los
previos es donde encuadra a nuestro objeto de estudio.
"Son procesos previos los que constituyen un presupuesto procesal
relativo a un proceso ulterior (...). Se diferencian de los preliminares (...), por que no
consisten en una mera preparación, fundada en razones de conveniencia, sino en la
necesidad de que un proceso preceda a otro. Por otra parte, no se incorporan, como
los procesos preliminares, a la unidad posterior, ni, en consecuencia, constituyen un
todo con ella (...). Finalmente, se diferencian de los prejudiciales (...), por que la
decisión que en ellos se pronuncia no prejuzga respecto de un contenido propio del
objeto principal del proceso ulterior".
Sin embargo, nuestro autor señala que la clasificación hecha se refiere al
caso de que la conciliación sea requerida como un presupuesto de admisibilidad de
la demanda posterior, "El supuesto de admisibilidad no consiste en la conciliación
misma sino en la citación a la conciliación y la constancia de su inutilidad". No
obstante, se refiere aquí al caso de la tentativa fallida, ya que cuando se obtiene un
resultado positivo la considera como un proceso autónomo
Nos es particularmente útil la clasificación de Barrios de Ángelis en cuanto
a la diferencia entre la conciliación y los proceso preliminares, ya que como veremos
páginas adelante, cuando el intento conciliatorio se tiene por obligatorio, en el
proceso posterior se exige tan solo una constancia autorizada del mismo, no se
incorpora todo el expediente.
4.- Juan Montero Aroca:
Se ocupa de negar la adscripción de la figura estudiada al proceso, "En la
conciliación falta, aparte de otros, el elemento más importante definidor del proceso:
la decisión del Juez que satisface coactivamente la pretensión..."; colocando a la
conciliación dentro de la jurisdicción voluntaria.
Por nuestra parte creemos necesario señalar que la conciliación puede
dividirse, en relación con el proceso, de la siguiente manera:
Preprocesal.
Extraprocesal.
Intraprocesal.
Esta diferenciación es importante, por que en el último caso se trata de un
auténtico acto del proceso. Pero tratándose de las dos primeras clasificaciones,
cabe dividirlas en dos vertientes:
Valores en la educación
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1.- Obligatoria.
2.- Voluntaria.
Tendiendo la preprocesal a la obligatoriedad y a ser conducida por jueces;
y la extraprocesal a la voluntariedad, además que suele confundirse en teoría y
práctica con la mediación.
En España, desde 1812 a 1984, la conciliación previa era obligatoria,
como sucede en otros países y propugna el Código Procesal Civil Modelo para
Iberoamérica; por lo que en tal caso, señalarle carácter de jurisdicción voluntaria no
sería apropiado. Incluso en nuestro Estado fue necesario, en una etapa histórica,
acudir a la conciliación previa a la presentación de la demanda.
No creemos que para buscar el encuadre de la conciliación preprocesal
deba estudiarse tan solo el derecho positivo; por nuestra parte consideramos que se
trata, a diferencia de la intraprocesal, de un procedimiento, mientras que esta última
es un acto procesal.
Tampoco creemos que se trate (hablando de la preprocesal) de un
proceso, por que evidentemente el elemento más importante de éste, que es la
posibilidad de una decisión judicial que se ocupe del fondo del asunto, no es posible.
Si el conciliador realiza un análisis jurídico de las propuestas previo el otorgamiento
del valor de cosa juzgada al cuerdo, no resuelve el fondo del litigio ya que, aunque
existente, se soluciona por un acuerdo entre las partes (que puede consistir en un
allanamiento, transacción o desistimiento; incluso en un compromiso arbitral), que el
solamente homologa.
Aún en el caso de las propuestas formuladas por el conciliador, no juzga
en realidad el fondo del conflicto. No se ocupa de otorgar la razón a una parte en
contra de la otra, sino en buscar un acuerdo lo más justo posible y lícito; ya que la
conciliación es particularmente importante en aquellos conflictos en que las partes
van a continuar con algún tipo de relación (como en los familiares, universitarios, de
arrendamiento, comerciales, etc.), el conciliador debe ver hacia adelante, buscando
en la medida de lo posible evitar los rencores que vicien los futuros tratos entre ellas.
Si la función del agente encargado del intento de avenimiento no es juzgar
acerca de quién tiene la razón y otorgársela, debe en cambio ocuparse de la
regularidad jurídica de las propuestas. Entonces, no nos encontramos ante el
proceso, sino frente a un procedimiento que, en su caso, puede o no realizarse en
sede jurisdiccional, situación que no le otorga per se la calidad de proceso.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Creemos que el procedimiento conciliatorio tiene parecido no sólo con la
homologación de sentencia extranjera y el laudo, sino también con el procedimiento
de consignación, donde no existe decisión judicial de fondo.
Proponemos la siguiente definición de conciliación:
Es el acto (intraprocesal), o procedimiento (extra y preprocesal), mediante
el cual las partes de un litigio se proponen mutuamente fórmulas de solución; que
son reguladas por un tercero imparcial, objetivo y con conocimientos jurídicos, que
busca también de forma activa con sus propuestas el arreglo entre aquellas, y cuya
finalidad es obtener un acuerdo ejecutable que extinga el proceso (intraprocesal) o lo
evite (pre y extraprocesal); pudiendo ser facultativo u obligatorio su carácter.
DIFERENCIAS ENTRE CONCILIACIÓN, MEDIACIÓN Y ARBITRAJE
Es común confundir o subsumir en una las figuras diversas de
conciliación, mediación y, aveces, arbitraje; por tanto es necesario delimitar el
espacio de cada una de dichas instituciones.
Diferencias entre conciliación y mediación:
Hay que reconocer que en esta parte del trabajo nos guiamos por las
ideas del Maestro Dante Barrios de Ángelis, ya que señala en forma clara y
contundente las diferencias entre las dos figuras en mención.
Para el autor referido, tanto el conciliador como el mediador son terceros
que intervienen en la resolución de litigios, no con la finalidad de imponer su
decisión, sino de coadyuvar a solucionarlos mediante la comunicación entre las
partes y la proposición de fórmulas autocompositivas.
"El mediador es un tercero que intenta comunicar a las partes entre sí, por
propia iniciativa o por la de las partes o la de otro tercero; en caso de lograr la
comunicación, propone medios de solución aceptables para las partes y puede, en
consecuencia, lograr el acuerdo de éstas sobre el punto de discrepancia". Cuando
se refiere al conciliador señala que pueden entenderse de dos formas: una como
sinónimo de mediador; otra, como una institución que reúne las siguientes
características:
1.- Es un órgano público determinado por la ley para tal efecto.
2.- Su intervención no dependen del acuerdo de las partes para que se
acepte.
3,.- Controla la regularidad jurídica de las propuestas, esto es, que se
ajusten no sólo a las posibilidades de las partes, sino también a derecho.
Valores en la educación
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Las opiniones anteriores no son aceptadas por la generalidad de los
autores; como ejemplo podemos señalar que, para Niceto Alcalá-Zamora y Castillo,
"... el mediador es un tercero, no siempre rigurosamente imparcial, que presenta
afinidades con el conciliador, por un lado, y con el árbitro –sobre todo con el irritual o
libre- por otro. Con el primero, coincide en el afán o propósito de avenir a las partes
o, en todo caso, de zanjar sus diferencias en vía extraprocesal, y con el segundo, en
ser, como regla, designado por ellas...".
Guillermo Floris Margadant, aunque no de forma muy clara, establece
como distinción el que "... un conciliador dirige la discusión entre las partes, pero en
caso de que éstas no se pongan de acuerdo, presentará una posible solución
conciliatoria (algo que un mediador nunca podrá hacer)".
El jurista panameño Jorge Fabregá señala, por su parte, "La mediación es
el procedimiento no adversarial en el que un tercero neutral y que no tiene poder
sobre las partes, ayuda a éstas a que en forma cooperativa encuentren el punto de
armonía en el conflicto. El mediador induce a las partes a identificar los puntos de la
controversia, a acomodar sus intereses a los de la contraria, a explorar fórmulas de
arreglo que trascienden el nivel de la disputa, a tener el conflicto una visión
productiva para ambas (...) La principal diferencia consiste en que en la mediación
existe una intervención más acentuada de parte del tercero, quien, como hemos
dicho , presenta fórmulas propias de solución"; desde su punto de vista las
diferencias entre ambas figuras tienden a desaparecer. Al hablar del derecho
panameño, señala que existe mediación en materia laboral (llevada a cabo por un
funcionario "conciliador" del Ministerio del Trabajo y Bienestar Social) y familiar (de la
que se encarga un "Orientador y Conciliador de Familia"), aunque recuerda que la
Corte Suprema de Justicia ha señalado que no es necesario acudir a la medición en
materia familiar como etapa previa al proceso, por lo que se reitera su voluntariedad.
En las mismas materias existe también conciliación, a cargo de Jueces, una vez
iniciado el proceso.
Este mismo autor señala la existencia de "conciliación" en sede de la
Cámara de Comercio de Panamá. Ajustándonos a los datos descritos con
anterioridad, en realidad se trata de una mediación, ya que es realizada por un
particular y no tiene efectos de cosa juzgada.
Para Fernando Flores García, el mediador es un simple particular,
designado por las partes; considera que si el acuerdo se logra en base a la
propuesta del mismo, entonces se trata de una heterocomposición; si se debe el
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arreglo a una transacción, se trata de una autocomposición bilateral, si a un
allanamiento o desistimiento, se conforma una autocomposición unilateral.
Las similitudes entre ambas figuras son evidentes:
i.- La intención de que se obtenga un arreglo sin que nazca el proceso (al
menos, esta coincidencia opera entre la mediación y la conciliación preventiva).
ii.- La facultad de llegar al arreglo corresponde a los participantes, ya que
el tercero interviniente no puede imponerlo.
iii.- La casi total ausencia de formalidades, la preponderancia de la
oralidad y la inmediatez.
iv.- Su resultado autocompositivo.
Frente a las semejanzas, es necesario señalar claramente las diferencias:
i.- La mediación es facultativa para las partes, la conciliación puede serlo o
ser obligatoria.
ii.- La mediación es extraprocesal, la conciliación puede ser procesal o no.
iii.- El resultado de la mediación es un simple acuerdo entre las partes, el
resultado de la conciliación puede ser un convenio, allanamiento o desistimiento que
se homologa a una sentencia judicial.
iv.- El mediador no es, necesariamente, un perito en derecho, mientras
que el conciliador si debe serlo, o, al menos, tener conocimientos mayores que el
normal de las personas.
v.- El mediador no regula necesariamente la juridicidad de las propuestas,
en tanto que el conciliador analiza y controla la licitud de las proposiciones.
Es importante comentar algunos de los puntos más importantes de la
anterior lista. El hecho de que el resultado positivo de la conciliación se homologue a
una sentencia judicial es importante, entre otras cosas, por que su ejecución se
llevará a cabo en la misma forma que la sentencias (vía de apremio o juicio
ejecutivo); en cambio, en el caso del resultado positivo de la mediación, no se puede
ocurrir a tal expediente, y si existe un incumplimiento debe ser reclamado en la
forma de un proceso ordinario o sumario, según el caso. Esta situación se conecta
necesariamente con otros dos puntos; si el conciliador es un experto en derecho, o
cuenta la menos (como en el caso de las Juntas Federales y Locales de
Conciliación) con conocimientos jurídicos superiores a la media, es por que debe
regular la juridicidad de las propuestas, no sólo de las propias, sino también e
imprescindiblemente de las producidas por las partes, ya que el arreglo final tendrá
fuerza ejecutiva por si.
Valores en la educación
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Obviamente, en el caso de la mediación prestada por oficinas públicas,
nos encontramos con algunos matices importantes, por ejemplo, el que los
mediadores deben de evitar cualquier acuerdo contrario a normas obligatorias o la
renuncia a derechos indisponibles.
Aunque no es el tema del presente trabajo, ponemos a discusión la
siguiente concepto de mediación:
Procedimiento en el cual dos partes de un conflicto se reúnen con un
tercero, ajeno e imparcial, que facilita la comunicación entre aquellas para que
puedan delimitar el conflicto y encontrar su solución. El tercero no hace propuestas
de arreglo.
Existen algunas figuras no muy bien definidas por la legislación: en el caso
de la "Ley de Educación del Estado de Querétaro", su artículo 51 fracción VI
establece que cuando en una escuela exista desacuerdo entre la asamblea de
padres de familia y la administración en cuanto al monto del incremento de cuotas,
"... la Secretaría de Educación convocará a las partes para procurar avenirlas". No
previene la Ley en cita la posibilidad de una exigencia coactiva inmediata en caso de
incumplimiento, ni se habla tampoco de homologación judicial; incluso se dejan a
salvo los derechos para su posterior reclamación en sede judicial. Sin embargo,
aunque es de presumirse, no sabemos si el intento de arreglo se dará en una
audiencia con ambas partes, o en encuentros separados; o si la conducirá un
Licenciado en Derecho o al menos un aceptable conocedor del mismo. Tampoco
sabemos si es obligatorio el intento o la asistencia de las partes, lo que es
importante para determinar si es o no un requisito para la admisión de la demanda.
Diferencias entre conciliación y arbitraje.
En este caso, las diferencias son más fáciles de señalar; ciertamente
ambas son formas resolutoras de litigios, y en ambas interviene un tercer que no es
Juez; sin embargo, señalar las diferencias es importante.
En principio queda claro que el conciliador no "decide", lo que si hace el
árbitro; en segundo lugar, el arbitraje resuelve el fondo del asunto, condenando o
absolviendo; mientras que la conciliación puede no conducir a nada. Para mayor
claridad, recurramos a las ideas del Maestro Montero Aroca:
La conciliación es una forma persuasiva de solucionar los litigios. El
arbitraje es un forma coactiva.
En la conciliación la composición del litigio es obra de las partes, aunque
la actividad por la que ésta se obtiene se desarrolle ante un tercero. En el arbitraje la
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composición es obra de un tercero, que impone su solución a las partes. el
conciliador se encuentra inter partes, mientras que el árbitro esta supra partes.
El arbitraje es un medio de sustitución del proceso. La conciliación es un
medio de evitarlo que, si no logra su objetivo, lo precede (aunque no siempre ni
necesariamente).
El arbitraje logra siempre solucionar el conflicto de intereses. El acto de
conciliación tiende a solucionar el conflicto pudiendo conseguirlo.
Parece evitada la posible confusión. Sin embargo, al hablar de "amigable
composición", ésta aumenta, por que indistintamente se utiliza como sinónimo de
conciliación o de arbitraje, y para otros autores forma, incluso, un tercer género.
La legislación positiva aumenta la confusión; como ejemplo, la Ley que
crea la Comisión Nacional de Arbitraje Médico faculta a la misma a "... intervenir en
amigable composición para conciliar conflictos (...). Fungir como árbitro y pronunciar
los laudos que correspondan cuando las partes se sometan expresamente al
arbitraje".
Nos ocuparemos más adelante del caso de la Comisión Nacional de
Arbitraje, pero baste por el momento señalar que la actividad a que se refiere el
precepto transcrito como "amigable composición" no es sino la búsqueda de la
conciliación entre las partes.
De forma contraria, la "Ley de Asistencia y Prevención de la Violencia
Intrafamiliar del Distrito Federal" establece. "Las partes en un conflicto intrafamiliar
podrán resolver sus diferencias mediante los procedimientos: I. De conciliación; y II.
De amigable composición o arbitraje". La contradicción es evidente.
La contraparte estatal de la última Ley mencionada, denominada "Ley
Estatal para Prevenir y Sancionar la Violencia Intrafamiliar", señala que las partes
pueden acudir a los procedimientos de conciliación o de amigable composición, que
utiliza como sinónimo de arbitraje.
¿Cómo resolver el problema?, ¿acudiendo a los doctrinarios?. Algunos
autores identifican la amigable composición con el arbitraje, en particular, con el
llamado de "equidad" o "conciencia"; otros la utilizan como sustituto del vocablo
conciliación, así que la doctrina no nos ayuda mucho.
Nuestra posición particular es que la amigable composición encuadra
tanto a la conciliación como a su hermana (mediación); esto por que en ambas
figuras se busca que las partes del litigio colaboren en encontrar y aceptar una
solución (no sólo que presenten hechos y pruebas y se sometan a la decisión final,
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como en el arbitraje y el proceso); ciertamente los árbitros pueden buscar que el
laudo sea factor de pacificación entre las partes, pero en última instancia su
resolución vincula a las partes sin importar su parecer. En el caso de la conciliación
y de la mediación el tercero debe tomar siempre en cuenta la actitud y opinión de las
partes, por que a fin de cuentas no es su parecer el que prevalece por si, sino por la
aceptación de las partes.
La frase "amigable composición" hace referencia expresa a un acuerdo
pacificador, que es el resultado positivo del intento de avenimiento; y no a una
resolución exterior y vinculativa, como es el laudo arbitral
11.11.- Decencia.
Definición:
Decencia.
(Del lat. Decentĭa).
1. F. Aseo, compostura y adorno correspondiente a cada persona o cosa.
2. F. Recato, honestidad, modestia.
3. F. Dignidad en los actos y en las palabras, conforme al estado o calidad
de las personas.
Concepto básico:
190
Decencia el valor de la dignidad
El valor que nos recuerda la importancia de vivir y comportarse
dignamente en todo momento y lugar. Decente es la mujer que gusta que la traten
con respeto y como a una dama, porque se trata con respeto a ella misma.
Posiblemente uno de los valores que habla más de una persona es la
decencia, para vivirla se necesita educación, compostura, buena presencia, respeto
por si mismo y por los demás, pero es muy notable la delicadeza que guarda
respecto a la sexualidad humana y todo lo que de ella se deriva.
La decencia es el valor que nos hace conscientes de la propia dignidad
humana, por él se guardan los sentidos, la imaginación y el propio cuerpo, de
exponerlos a la morbosidad y al uso promiscuo e indebido de la sexualidad.
Cuando una persona deja de vivir este valor, su personalidad sufre una
transformación poco agradable: muchas de sus conversaciones hacen referencia al
tema sexual; continuamente busca algo que estimule su imaginación y sentidos
(revistas, películas, internet, etc.); la mirada se vuelve inquieta, buscando enfocarse
190
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/Decencia.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
en personas físicamente atractivas; asiste a espectáculos y lugares donde la
sexualidad humana es sólo una forma de tener placer...
Una vez que se entra en este sucio círculo todo cambia de dimensión, en
vez de considerar como importantes los aspectos más humanos de las persona
(inteligencia, cualidades, sentimientos), ahora es la presencia y atracción física lo
que cuenta por el placer que pueda obtenerse, debido a que los afectos ya no
importan.
Faltar a la decencia hace que las relaciones con personas del sexo
opuesto sean inestables y poco duraderas, fundamentadas en la búsqueda de
placer, con una evidente falta de compromiso y obligaciones. Por eso no debe
sorprendernos el aumento de infidelidades y divorcios; jóvenes que cambian de
pareja con mucha facilidad, madres solteras, orfandad, abortos...
Lamentablemente, parece ser que en determinadas empresas el poseer
un buen físico y poca calidad moral son los requisitos para obtener un empleo,
debido a ello, muchas son las mujeres que pierden ―estupendas‖ oportunidades de
trabajo, por vivir la decencia, por no permitir que se abuse de su condición.
¿Políticas empresariales? Seguramente son las personas al frente de los recursos
humanos, quienes abusando de su posición pretenden aprovecharse de la
necesidad que los demás tienen. Así es, una sola persona es capaz de destruir la
imagen de una empresa.
Al vivir este valor se garantiza la unión y estabilidad familiar, los hijos
pueden contar con la presencia y ayuda de ambos padres; los jóvenes descubren
que la verdadera realización personal no se alcanza con la satisfacción de los
placeres, sino a través de el desarrollo profesional, el trabajo y la formación
intelectual; y socialmente las personas no tendrían que preocuparse de la calidad
moral de los ambientes que le rodean.
En medio de un ambiente que parece rechazar las buenas costumbres y
se empeña en cerrar los oídos a toda norma moral, emerge la personalidad de quien
vive el valor de la decencia: una forma de vestir discreta, con buen gusto, elegante si
lo amerita la ocasión; sus conversaciones no tienen como tema principal el sexo; en
su compañía no existe la incomodidad de encontrar miradas obscenas; su amistad e
interés son genuinos, sin intenciones ocultas y poco correctas.
Esta personalidad en ningún momento se asusta ante la sexualidad
humana, se puede afirmar que la conoce y entiende con mucho más perfección que
el común de las personas. Conocedor de su propia naturaleza, evita los
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
espectáculos, imágenes, conversaciones y compañías que puedan despertar su
sensualidad. No es su propósito fingir que no tiene esas inclinaciones, les da su
lugar, su importancia; ha decidido que lo más valioso del hombre se alcanza a través
del entendimiento, el autodominio, el trabajo y la sana convivencia con sus
semejantes.
La persona decente hace valer la integridad de su comportamiento, cuida
de que no existan interpretaciones equivocadas sobre su conducta: evita trasnochar
sin necesidad; se informa con anterioridad sobre los espectáculos y lugares a los
que desea asistir y no conoce; aunque trata a todo las personas con respeto y
cortesía, evita las compañías cuya conducta es incompatible con su formación.
Para vivir mejor el valor de la decencia, puedes considerar como
importante:
- A toda costa debes evitar el ocio y la soledad. En estas circunstancias, la
sensualidad se despierta fácilmente.
- Manifiesta respeto por los demás. Cuida que tu mirada no ofenda o
incomode a las personas del sexo opuesto. Evita que tus conversaciones y bromas
hagan alusiones a la sexualidad.
- Ten especial cuidado con tu forma de vestir. Los atuendos demasiado
cortos o ligeros, efectivamente hacen que te conviertas en centro de atención, pero
no te hace lucir con formalidad, además, puedes llevarte una sorpresa al descubrir
las intenciones que despiertas en los demás.
- No vivas con ingenuidad pensando que tu educación y principios bastan
para vivir decentemente. Evita las ocasiones y los medios que pongan en peligor tu
integridad: revistas, espectáculos, películas e incluso compañías.
- Al cuidar tu mirada formas un carácter recio: evita observar con
insistencia a las personas, esto siempre demuestra intenciones poco honestas.
- No basta ser decente, es necesario actuar como tal: sin cometer falta
alguna, se pone en entredicho la honorabilidad de una jovencita que llega a su casa
en la madrugada, sobre todo si salió con el novio y en automóvil; lo mismo ocurre
con la mujer casada que viste con prendas demasiado cortas; quien adquiere
revistas con publicidad demasiado sugestiva, aunque el contenido haya sido el
propósito...
La persona que se preocupa por vivir el valor de la decencia en los
detalles más mínimos, paralelamente despierta confianza en los demás por la
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
integridad de su conducta; sus relaciones son estables porque se basan en el
respeto y el interés auténtico que tiene por colaborar con los demás.
Tal vez por eso la decencia es motivo de burla, porque no es un valor para
tímidos y cobardes que se dejan llevar por lo que la comodidad y el placer dictan, es
un valor que templa el carácter. Lo fortifica y ennoblece.
191
La decencia nos recuerda la importancia de vivir y comportarse
dignamente en todo lugar.
Posiblemente uno de los valores que habla más de una persona es la
decencia; para vivirla se necesita educación, compostura, buena presencia y respeto
por los demás, pero es muy notable la delicadeza que guarda respecto a la
sexualidad humana y todo lo que de ella se deriva.
A decencia nos hace conscientes de la propia dignidad humana, por él se
guardan los sentidos, la imaginación y el propio cuerpo, de exponerlos a la
morbosidad y al uso indebido de la sexualidad.
Cuando una persona deja de vivir este valor, su personalidad sufre una
transformación poco agradable: muchas de sus conversaciones hacen referencia al
tema sexual; continuamente busca algo que estimule su imaginación y sentidos
(revistas, películas, internet, etc.); la mirada se vuelve inquieta, buscando enfocarse
en personas físicamente atractivas; asiste a espectáculos y lugares donde la
sexualidad humana es sólo una forma de tener placer...
Una vez que se entra en este círculo todo cambia de dimensión, de
considerar como importantes los aspectos más humanos de las persona
(inteligencia, cualidades, sentimientos), ahora es la presencia y atracción física lo
que cuenta por el placer que pueda obtenerse, debido a que los afectos ya no
importan.
Faltar a la decencia hace que las relaciones con personas del sexo
opuesto sean inestables y poco duraderas, fundamentadas en la búsqueda de
placer, con una evidente falta de compromiso y obligaciones. Por eso no debe
sorprendernos el aumento de infidelidades y divorcios; jóvenes que cambian de
pareja con mucha facilidad, madres solteras, orfandad, abortos...
Lamentablemente, parece ser que en determinadas empresas el poseer
un buen físico y poca calidad moral son los requisitos para obtener un empleo,
debido a ello, muchas son las mujeres que pierden "estupendas" oportunidades de
trabajo, por vivir la decencia, por no permitir que se abuse de su condición.
191
http://www.leonismoargentino.com.ar/INST173.htm
Valores en la educación
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¿políticas empresariales? Seguramente son las personas al frente de los recursos
humanos, quienes abusando de su posición pretenden aprovecharse de la
necesidad que los demás tienen.
Así es, una sola persona es capaz de destruir la imagen de una empresa.
Al vivir este valor se garantiza la unión y estabilidad familiar, los hijos
pueden contar con la presencia y ayuda de ambos padres; los jóvenes descubren
que la verdadera realización personal no se alcanza con la satisfacción de los
placeres, sino a través de el desarrollo profesional, el trabajo y la formación
intelectual; y socialmente las personas no tendrían que preocuparse de la calidad
moral de los ambientes que le rodean.
En medio de un ambiente que parece rechazar las buenas costumbres y
se empeña en cerrar los oídos a toda norma moral, emerge la personalidad de quien
vive el valor de la decencia: una forma de vestir discreta, con buen gusto, elegante si
lo amerita la ocasión; sus conversaciones no tienen como tema principal el sexo; en
su compañía no existe la incomodidad de encontrar miradas obscenas; su amistad e
interés son genuinos, sin intenciones ocultas y poco correctas.
Esta personalidad en ningún momento se asusta ante la sexualidad
humana, se puede afirmar que la conoce y entiende con mucho más perfección que
el común de las personas. Conocedor de su propia naturaleza, evita los
espectáculos, imágenes, conversaciones y compañías que puedan despertar su
sensualidad. No es su propósito fingir que no tiene esas inclinaciones, les da su
lugar, su importancia; ha decidido que lo más valioso del hombre se alcanza a través
del entendimiento, el autodominio, el trabajo y la sana convivencia con sus
semejantes.
La persona decente hace valer la integridad de su comportamiento, cuida
de que no existan interpretaciones equivocadas sobre su conducta: evita trasnochar
sin necesidad; se informa con anterioridad sobre los espectáculos y lugares a los
que desea asistir y no conoce; aunque trata a todo las personas con respeto y
cortesía, evita las compañías cuya conducta es incompatible con su formación.
Para vivir mejor el valor de la decencia, puedes considerar como
importante:
A toda costa debes evitar el ocio y la soledad. En estas circunstancias, la
sensualidad se despierta fácilmente.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Manifiesta respeto por los demás. Cuida que tu mirada no ofenda o
incomode a las personas del sexo opuesto. Evita que tus conversaciones y bromas
hagan alusiones a la sexualidad.
Ten especial cuidado con tu forma de vestir. Los atuendos demasiado
cortos o ligeros, efectivamente hacen que te conviertas en centro de atención, pero
no te hace lucir con formalidad, además, puedes llevarte una sorpresa al descubrir
las intenciones que despiertas en los demás.
No vivas con ingenuidad pensando que tu educación y principios bastan
para vivir decentemente.
Evita las ocasiones y los medios que pongan en peligro tu integridad:
revistas, espectáculos, películas e incluso compañías.
Al cuidar tu mirada formas un carácter recio: evita observar con insistencia
a las personas, esto siempre demuestra intenciones poco honestas.
No basta ser decente, es necesario actuar como tal: sin cometer falta
alguna, se pone en entredicho la honorabilidad de una jovencita que llega a su casa
en la madrugada, sobre todo si salió con el novio y en automóvil; lo mismo ocurre
con la mujer casada que viste con prendas demasiado cortas;
quien adquiere
revistas con publicidad demasiado sugestiva, aunque el contenido haya sido el
propósito...
La persona que se preocupa por vivir el valor de la decencia en los
detalles más mínimos, paralelamente despierta confianza en los demás por la
integridad de su conducta; sus relaciones son estables porque se basan en el
respeto y el interés auténtico que tiene por colaborar con los demás.
Tal vez por eso la decencia es motivo de burla, porque no es un valor para
tímidos y cobardes que se dejan llevar por lo que la comodidad y el placer dictan, es
un valor que templa el carácter. Lo fortifica y ennoblece.
192
La decencia es el valor que nos hace conscientes de la propia dignidad
humana, por él se guardan los sentidos, la imaginación y el propio cuerpo, de
exponerlos a la morbosidad y al uso indebido de la sexualidad.
Posiblemente uno de los valores que habla más de una persona es la
decencia, para vivirla se necesita educación, compostura, buena presencia y respeto
por los demás, pero es muy notable la delicadeza que guarda respecto a la
sexualidad humana y todo lo que de ella se deriva.
11.12.- Dignidad.
192
http://valoreshumanos.tripod.com/decencia.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Definición:
Dignidad.
(Del lat. Dignĭtas, -ātis).
1. F. Cualidad de digno.
2. F. Excelencia, realce.
3. F. Gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse.
4. F. Cargo o empleo honorífico y de autoridad.
Concepto básico:
193
La dignidad humana, un valor fundamental.
En la filosofía moderna y en la ética actual se propaga una subjetivización
de los valores y del bien.
Desde David Hume, existe una corriente de pensamiento que se expresa
en la idea de que no es posible derivar ningún tipo de deber a partir del ser de las
cosas. El paso siguiente nos lleva a concluir que por valores entendemos nuestras
impresiones, reacciones y juicios, con lo cual convertimos el deber en un fruto de
nuestra voluntad o de nuestras decisiones.
En el positivismo jurídico tipo Kelsen el derecho es el resultado de la
voluntad de las autoridades del estado, que son las que determinan aquello que es
legalmente correcto - y legítimo - y lo que no lo es.
En ética, el positivismo y el empirismo afirman que bueno y malo son
decisiones meramente irracionales o puro objeto de impresiones o reacciones, o
sea, del campo emocional. Tanto en el positivismo como en el empirismo existe aún,
es verdad, la idea de valores, pero sólo como una idea subjetiva o como objeto de
consenso. El acuerdo por ejemplo de un grupo o de un pueblo crea los valores.
En realidad esto conduce a un relativismo total. Así por ejemplo, el grupo
podría acordar que los judíos no son seres humanos o que no poseen dignidad, y
que por tanto se los puede asesinar sin miedo a castigo alguno. Para esta teoría no
existe ningún fundamento que se base en la naturaleza de las cosas y cualquier
punto de vista puede además variar de una a otra época. No existe ninguna barrera
segura de valores frente a la arbitrariedad del estado y el ejercicio de la violencia.
Sin embargo, el propio conocimiento y la apertura natural a los demás nos
permite reconocer en ellos y en nosotros el poder de la inteligencia y la grandeza de
la libertad. Con su inteligencia, el hombre es capaz de trascenderse y de trascender
el mundo en que vive y del que forma parte, es capaz de contemplarse a sí mismo y
193
http://www.aceb.org/v_pp.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
de contemplar el mundo como objetos. Por otro lado, el corazón humano posee
deseos insaciables de amor y de felicidad que le llevan a volcarse - con mayor o
menor acierto- en personas y empresas. Todo ello es algo innato que forma parte de
su mismo ser y siempre le acompaña, aunque a veces se halle escondido por la
enfermedad o la inconsciencia.
En resumen: ala vez que forma parte del mundo, el hombre lo trasciende y
muestra una singular capacidad - por su inteligencia y por su libertad - de dominarlo.
Y se siente impulsado a la acción con esta finalidad. Podemos aceptar por tanto que
el valor del ser humano es de un orden superior con respecto al de los demás seres
del cosmos. Y a ese valor lo denominamos "dignidad humana".
La dignidad propia del hombre es un valor singular que fácilmente puede
reconocerse. Lo podemos descubrir en nosotros o podemos verlo en los demás.
Pero ni podemos otorgarlo ni está en nuestra mano retirárselo a alguien. Es algo que
nos viene dado. Es anterior a nuestra voluntad y reclama de nosotros una actitud
proporcionada, adecuada: reconocerlo y aceptarlo como un valor supremo (actitud
de respeto) o bien ignorarlo o rechazarlo.
Este valor singular que es la dignidad humana se nos presenta como una
llamada al respeto incondicionado y absoluto. Un respeto que, como se ha dicho,
debe extenderse a todos los que lo poseen: a todos los seres humanos. Por eso
mismo, aún en el caso de que toda la sociedad decidiera por consenso dejar de
respetar la dignidad humana, ésta seguiría siendo una realidad presente en cada
ciudadano. Aún cuando algunos fueran relegados a un trato indigno, perseguidos,
encerrados en campos de concentración o eliminados, este desprecio no cambiaria
en nada su valor inconmensurable en tanto que seres humanos.
Por su misma naturaleza, por la misma fuerza de pertenecer a la especie
humana, por su particular potencial genético - que la enfermedad sólo es capaz de
esconder pero que resurgirá de nuevo si el individuo recibe la terapéutica oportuna -,
todo ser humano es en sí mismo digno y merecedor de respeto.
Principios derivados de la dignidad humana.
La primera actitud que sugiere la consideración de la dignidad de todo ser
humano es la de respeto y rechazo de toda manipulación: frente a él no podemos
comportarnos como nos conducimos ante un objeto, como si se tratara de una
"cosa", como un medio para lograr nuestros fines personales.
Principio de respeto.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
«En toda acción e intención, en todo fin y en todo medio, trata siempre a
cada uno - a ti mismo y a los demás- con el respeto que le corresponde por su
dignidad y valor como persona».
Todo ser humano tiene dignidad y valor inherentes, solo por su condición
básica de ser humano. El valor de los seres humanos difiere del que poseen los
objetos que usamos. Las cosas tienen un valor de intercambio. Son reemplazables.
Los seres humanos, en cambio, tienen valor ilimitado puesto que, como sujetos
dotados de identidad y capaces de elegir, son únicos e irreemplazables.
El respeto al que se refiere este principio no es la misma cosa que se
significa cuando uno dice ―ciertamente yo respeto a esta persona‖, o ―tienes que
hacerte merecedor de mi respeto‖. Estas son formas especiales de respeto,
similares a la admiración. El principio de respeto supone un respeto general que se
debe a todas las personas.
Dado que los seres humanos son libres, en el sentido de que son capaces
de efectuar elecciones, deben ser tratados como fines, y no únicamente como meros
medios. En otras palabras: los hombre no deben ser utilizados y tratados como
objetos. Las cosas pueden manipularse y usarse, pero la capacidad de elegir propia
de un ser humano debe ser respetada.
Un criterio fácil que puede usarse para determinar si uno está tratando a
alguien con respeto consiste en considerar si la acción que va a realizar es
reversible. Es decir: ¿Querrías que alguien te hiciera a ti la misma cosa que tu vas a
hacer a otro? Esta es la idea fundamental contenida en la regla de oro: «trata a los
otros tal como querrías que ellos te trataran a ti». Pero no es ésta una idea exclusiva
de los cristianos. Más de un siglo antes del nacimiento de cristo, un pagano pidió al
Rabí Hillel que explicara la ley de moisés entera mientras se sostenía sobre un solo
pié. Hillel resumió todo el cuerpo de la ley judía levantando un pié y diciendo: «no
hagas a los demás lo que odiarías que ellos hicieran contigo».
Otros principios:
El respeto es un concepto rico en contenido. Contiene la esencia de lo que
se refiere a la vida moral. Sin embargo, la idea es tan amplia que en ocasiones es
difícil saber cómo puede aplicarse a un caso particular. Por eso, resulta de ayuda
derivar del principio de respeto otros principios menos básicos.
Vale la pena hacer notar que, en ética aplicada, cuanto más concreto es el
caso, más puntos muestra en los que puede originarse controversia. En esta área, la
mayor dificultad reside en aplicar un principio abstracto a las particularidades de un
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
caso dado. En consecuencia, convendrá disponer de formulaciones más específicas
del principio general de respeto. Entre estos principios están los de no malevolencia
y de benevolencia, y el principio de doble efecto.
Principios de no-malevolencia y de benevolencia:
«En todas y en cada una de tus acciones, evita dañar a los otros y procura
siempre el bienestar de los demás».
Principio de doble efecto:
«Busca primero el efecto beneficioso. Dando por supuesto que tanto en tu
actuación como en tu intención tratas a la gente con respeto, asegúrate de que no
son previsibles efectos secundarios malos desproporcionados respecto al bien que
se sigue del efecto principal».
El principio de respeto no se aplica sólo a los otros, sino también a uno
mismo. Así, para un profesional, por ejemplo, respetarse a uno mismo significa obrar
con integridad.
Principio de integridad:
«Compórtate en todo momento con la honestidad de un auténtico
profesional, tomando todas tus decisiones con el respeto que te debes a ti mismo,
de tal modo que te hagas así merecedor de vivir con plenitud tu profesión».
Ser profesional no es únicamente ejercer una profesión sino que implica
realizarlo con profesionalidad, es decir, con conocimiento profundo del arte, con
absoluta lealtad a las normas deontológicas y buscando el servicio a las personas y
a la sociedad por encima de los intereses egoístas.
Otros principios básicos a tener presentes son los de justicia y utilidad.
Principio de justicia
«Trata a los otros tal como les corresponde como seres humanos; sé
justo, tratando a la gente de forma igual. Es decir, tratando a cada uno de forma
similar en circunstancias similares».
La idea principal del principio de justicia es la de tratar a la gente de forma
apropiada. Esto puede expresarse de diversas maneras ya que la justicia tiene
diversos aspectos. Estos aspectos incluyen la justicia substantiva, distributiva,
conmutativa, procesal y retributiva.
Principio de utilidad:
«Dando por supuesto que tanto en tu actuación como en tu intención
tratas a la gente con respeto, elige siempre aquella actuación que produzca el mayor
beneficio para el mayor número de personas».
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
El principio de utilidad pone énfasis en las consecuencias de la acción. Sin
embargo, supone que has actuado con respeto a las personas. Si tienes que elegir
entre dos acciones moralmente permisibles, elige aquella que tiene mejor resultado
para más gente.
194
1. Concepto de dignidad humana.
La preocupación por la dignidad de la persona humana es hoy universal:
las declaraciones de los derechos humanos la reconocen, y tratan de protegerla e
implantar el respeto que merece a lo largo y ancho del mundo. Los errores que
pueda haber en la formulación de esos derechos no invalidan la aspiración
fundamental que contienen: el reconocimiento de una verdad palmaria, la de que
todo ser humano es digno por sí mismo, y debe ser reconocido como tal. El
ordenamiento jurídico y la organización económica, política y social deben garantizar
ese reconocimiento.
Cuanto más fijamos la mirada en la singular dignidad de la persona, más
descubrimos el carácter irrepetible, incomunicable y subsistente de ese ser personal,
un ser con nombre propio, dueño de una intimidad que sólo él conoce, capaz de
crear, soñar y vivir una vida propia, un ser dotado del bien precioso de la libertad, de
inteligencia, de capacidad de amar, de reír, de perdonar, de soñar y de crear una
infinidad sorprendente de ciencias, artes, técnicas, símbolos y narraciones.
Por eso, dignidad, en general y en el caso del hombre, es una palabra que
significa valor intrínseco, no dependiente de factores externos. Algo es digno cuando
es valioso de por sí, y no sólo ni principalmente por su utilidad para esto o para lo
otro. Esa utilidad es algo que se le añade a lo que ya es. Lo digno, porque tiene
valor, debe ser siempre respetado y bien tratado. En el caso del hombre su dignidad
reside en el hecho de que es, no un qué, sino un quién, un ser único, insustituible,
dotado de intimidad, de inteligencia, voluntad, libertad, capacidad de amar y de
abrirse a los demás.
La persona es un absoluto, en el sentido de algo único, irreductible a
cualquier otra cosa. Mi yo no es intercambiable con nadie. Este carácter único de
cada persona alude a esa profundidad creadora que es el núcleo de cada intimidad:
es un "pequeño" absoluto. La palabra yo apunta a ese núcleo de carácter irrepetible:
yo soy yo, y nadie más es la persona que yo soy. Nadie puede usurpar mi
personalidad.
2. El fundamento último de la dignidad humana.
194
http://www.muertedigna.org/textos/euta51.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La persona tiene un cierto carácter absoluto respecto de sus iguales e
inferiores. Pues bien, para que este carácter absoluto no se convierta en una mera
opinión subjetiva, es preciso afirmar que el hecho de que dos personas se
reconozcan mutuamente como absolutas y respetables en sí mismas sólo puede
suceder si hay una instancia superior que las reconozca a ambas como tales: un
absoluto del cual dependemos ambos de algún modo.
No hay ningún motivo suficientemente serio para respetar a los demás si
no se reconoce que, respetando a los demás, respeto a aquel que me hace a mí
respetable frente a ellos. Si sólo estamos dos iguales, frente a frente, y nada más,
quizá puedo decidir no respetar al otro, si me siento más fuerte que él. Es ésta una
tentación demasiado frecuente para el hombre como para no tenerla en cuenta. Si,
en cambio, reconozco en el otro la obra de aquel que me hace a mí respetable,
entonces ya no tengo derecho a maltratarle y a negarle mi reconocimiento, porque
maltrataría al que me ha hecho también a mí: me estaría portando injustamente con
alguien con quien estoy en profunda deuda. En resumen: la persona es un absoluto
relativo, pero el absoluto relativo sólo lo es en tanto depende de un absoluto radical,
que está por encima y respecto del cual todos dependemos. Por aquí podemos
plantear una justificación ética y antropológica de una de las tendencias humanas
más importantes: el reconocimiento del ser supremo, la religión.
Si la dignidad de cada ser humano nace del ser peculiarísimo e irrepetible
que somos cada uno, el fundamento de la dignidad de la persona está dentro de ella
misma, y no fuera. Por eso tiene valor intrínseco. Esto nos plantea una pregunta
inquietante: ¿Cuál es el origen de la persona? ¿De dónde "sale"? Lo más evidente
es esto: toda persona humana es hija de otra. Ser hijo no es un accidente, sino algo
que pertenece a la condición misma del ser personal. Ser hijo significa ser
engendrado, proceder de otro ser personal. Y todo ser humano es hijo de otro. Pero
si nos remontamos hacia arriba en la cadena de las generaciones, surge la pregunta
por el origen, no sólo de cada ser personal en particular, sino de todos en general.
La única explicación satisfactoria de verdad a la pregunta por el origen de
la persona es decir que es fruto de una elección deliberada: aquella según la cual el
absoluto decide que existan los seres humanos.
Cada persona humana no puede ser un accidente, surgido al azar: el amor
de una madre por su hijo es una semejanza del amor con el cual el creador ha
creado a cada persona. En ambos casos se trata de un amor que quiere a esa
persona, y no a otra. Ser hijo significa precisamente eso: ser querido por ser uno la
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
persona que es, independientemente de si es guapo o feo, listo o torpe, alto o bajo.
Un hijo es querido, no porque traiga al hogar una cuenta corriente, o un abrigo de
pieles: es querido por ser él, y porque es precisamente él. El hogar es el primer
lugar, y a veces el único, donde el ser humano es querido por sí mismo,
independientemente de los defectos y limitaciones que pueda tener su cuerpo, su
inteligencia o su carácter. Por eso, ese amor por la persona concreta del hijo que se
da en el hogar es una cierta imagen del amor con que el ser supremo nos quiere a
cada uno.
Todo esto quiere decir que para fundamentar adecuadamente algo tan
serio como la dignidad humana, en último término hay que aceptar que la persona
tiene un origen trascendente, más allá de la genética y de la materia: esto es lo que
asegura de verdad su carácter incondicionado. En caso contrario, se puede incurrir
en una postura materialista o, sencillamente, eludir el problema. Entonces empiezan
a surgir problemas.
3. Inconvenientes de otras explicaciones de la dignidad humana.
En efecto, cuando no se acepta este valor de la persona en sí misma, se
abre la puerta que conduce a dejar de respetarla. Por ejemplo: si se dice que un ser
humano sólo es persona cuando se comporta como tal (cuando estudia
matemáticas, cuando acaba la carrera, cuando vota, cuando es capaz de hablar, de
comunicarse con los demás y ser consciente de sí mismo y de su libertad, en suma,
cuando ejerce sus capacidades), entonces todos los seres humanos que no se
comportan como tales, porque están dormidos o inconscientes o porque son no
nacidos o discapacitados, no serían personas, lo cual significa que son seres
humanos de segunda clase, y por tanto gente que vive vidas imperfectas que en
algunos casos puede compensar no prolongar.
Todos los seres humanos son personas por el mero hecho de ser seres
humanos, puesto que estos últimos son siempre personas. La distinción entre ser
humano y persona es falaz y resbaladiza hacia justificaciones que atentan contra la
dignidad de toda persona humana. Pretender que hay un momento en el cual el
embrión "se convierte" en persona es mantener una distinción sumamente arbitraria
y que no tiene una justificación verdadera. El embrión es un ser humano en potencia
y una persona "que está en camino", y ambas cosas vienen a ser lo mismo.
Desde aquí se pueden entender los reparos morales a la manipulación
genética, a la eutanasia y al aborto. La base de esos reparos es la dignidad humana
de la que aquí se está hablando.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
El materialismo, tanto teórico como práctico, es un punto de vista que sitúa
el origen de la persona en el proceso orgánico de la vida, y por tanto para un
materialista no hay diferencia apreciable entre un hombre y una rata: la única
diferencia verdadera es que uno y otro se comportan de distinta manera. Pero para
poder comprobar esto último hay que esperar a que crezcan: mientras el hombre y la
rata no son seres desarrollados todavía no se comportan como los individuos
adultos de cada una de esas especies. El materialismo deprime la dignidad de la
persona humana individual, y considera que esa idea es una cuestión cultural, una
pauta de valor que los individuos de la especie humana han encontrado
recientemente. El materialismo constituye hoy la postura más generalizada, y al
mismo tiempo más elaborada, desde la cual se devalúa, no sólo la dignidad de la
persona humana, sino el sentido del dolor y del sufrimiento, el fenómeno de la
muerte y la posibilidad de un más allá de ella, el comportamiento amoroso
desinteresado, capaz de sacrificio, hacia los demás, y en definitiva la respuesta a las
grandes preguntas acerca del sentido de la vida.
Otra explicación poco satisfactoria de la dignidad humana, que muchas
veces acompaña a la postura materialista, es decir que consiste sólo en una
convención social o cultural: no tenemos más fundamento para reconocer que todo
hombre es digno que el estado de opinión contemporáneo acerca del asunto. En
épocas anteriores este estado de opinión no existía, y había esclavos, bárbaros,
mujeres sometidas a los varones, maltrato a los niños, etc. Según este modo de
pensar, el respeto que el valor intrínseco e inviolable de la persona merece no pasa
de ser una convención, una opinión mayoritaria que algún día cambiará.
Semejante postura es muy de temer y muy poco defendible, porque viene
a decirnos que la dignidad del hombre no se basa y consiste en el valor intrínseco de
la persona humana, sino en algo tan extrínseco y mudable como la opinión cultural.
Si esto fuera así, estamos en manos de esa opinión mudable, y el día que se haga
general la opinión de que las personas bajitas no pueden tener calidad de vida y es
preferible eliminarlas, ese día todos los bajitos o africanos, o enfermos terminales,
etc., deben salir huyendo del país si quieren salvarse. La dignidad de la persona
humana existe, es real y objetiva, independiente y previamente a que sea
reconocida por la opinión pública, los gobernantes y el ordenamiento jurídico. Es
más, precisamente porque es algo objetivo y previo, la opinión pública, los
gobernantes y el ordenamiento jurídico deben respetar ese valor inviolable.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La dignidad humana no es un asunto que dependa de la opinión que se
tenga de ella, porque hay mucha gente a la cual esa dignidad no le importa nada, y
no por ello se puede uno avenir a las pretensiones de esa gente, por ejemplo acerca
de que los bajitos no pueden tener calidad de vida.
11.13.- Excelencia.
Definición:
Definición:
Excelencia.
(Del lat. Excellentĭa).
1. F. Superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y
estimación algo.
2. F. Tratamiento de respeto y cortesía que se da a algunas personas por
su dignidad o empleo.
Concepto básico:
Es
el
―toque‖
en
valores
humanos
que
distingue
un
comportamiento ―normal‖ o ―bueno‖.
11.14.- Pluralismo.
Definición:
Pluralismo.
1. M. Sistema por el cual se acepta o reconoce la pluralidad de doctrinas o
posiciones
Concepto básico:
195
En teología, a veces se conoce como pluralismo a la posición de que
todas las religiones son caminos útiles para llegar a la salvación. En general los
movimientos orientalistas expandidos en occidente mantienen esta posición (como
los partidarios de Sai Baba o los miembros del movimiento Hare Krishna, aunque
estos últimos son pluralistas débiles, es decir, afirman que su propia versión de la
religión es un camino más rápido o efectivo). Opuestas al pluralismo se encuentran
muchas denominaciones cristianas, especialmente la mayor de ellas, la iglesia
católica, que afirma que si bien paganos, tanto como monoteístas no cristianos y
cristianos no católicos, pueden ser salvos, la comunión con el Vaticano es una
condición de garantía necesaria para que sea plena la seguridad de conseguir la
195
http://es.wikipedia.org/wiki/Pluralismo
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
salvación. Grupos escindidos del catolicismo, como los sedevacantistas, la acusan
precisamente de estar haciendo concesiones al pluralismo a través del ecumenismo
decidido por el concilio Vaticano II.
196
El pluralismo, ¿Valor o defecto?
Vivimos en un mundo pluralista. Vestimos de modos diferentes y
comemos según los gustos de cada uno. Discutimos acaloradamente de política o
de fútbol, de cine o de economía, porque no todos pensamos lo mismo. La pregunta
que podemos hacernos es esta: ¿Es lícito todo pluralismo? ¿O hay pluralismos
aceptables y otros inaceptables?
El pluralismo es un dato característico de la vida humana. Siempre se han
encontrado y se encontrarán distintos puntos de vista, opiniones opuestas, banderas
diferentes. En la familia, mientras mamá propone comer temprano, papá dice que es
mejor comer más tarde, y cada uno de los niños tiene una opinión diferente. Luego,
lo que se haga al final, es otro cantar... En el trabajo, hay quienes nunca están de
acuerdo con el jefe, quienes siempre se someten como mansos corderos, y quienes,
sin oponerse ni decir nada, hacen luego lo que quieren. Si miramos a la política, es
panorama se hace sumamente complejo.
Uno puede preguntar si el pluralismo sea un valor o un defecto. En las
matemáticas, por ejemplo, hay muy poco pluralismo. Dos y dos son cuatro, y casi
nadie discute esto. Por eso se habla de las matemáticas como ―ciencia exacta‖. En
medicina, las discusiones y diferencias entre los médicos son más notables. Ante mi
dolor de cabeza, un médico me dice que es algo sin importancia y me recomienda
algunas aspirinas; otro se preocupa y me cita para hacer un encefalograma al día
siguiente; otro no sabe qué pensar y prefiere esperar algunos días para ver cómo
evoluciona la situación. Este ―pluralismo‖, sin embargo, nos deja inquietos: nos
gustaría que los tres médicos estuviesen de acuerdo, que hubiesen acertado en lo
que se refiere a nuestra enfermedad. Es decir, nos gustaría que fuese evidente la
verdad, de forma que no hubiese espacio a un ―pluralismo‖ que nace de la
incapacidad de comprender algo tan sencillo (o tan complejo) como el síntoma de un
paciente...
El ejemplo de la medicina nos ayuda a comprender una causa del
pluralismo: el que no siempre llegamos a la verdad de las cosas. Pero ésta no es la
única causa. Pensemos, por ejemplo, en un médico que quiera practicar un cierto
tipo de operación, y que ―invente‖ enfermedades en sus pacientes para poder probar
196
http://es.catholic.net/temacontrovertido/330/1749/articulo.php?id=9655
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
sobre ellos... Algo parecido pasa en el mundo del periodismo: un mismo discurso de
un político es presentado no sólo bajo distintos puntos de vista (cada quien ha visto
al orador desde un lugar diferente), sino que a veces queda tan manipulado que se
le ha hecho decir lo contrario de lo que dijo. Esto ocurre cuando el periodista tiene
un interés concreto en sacar un artículo de un modo y no de otro.
Hay más causas del pluralismo. Pensemos, por ejemplo, en los divertidos
y simpáticos errores que se producen cuando se transmite un mensaje a otros. La
frase ―el presidente de corea ha comprado un avión de guerra a los estados unidos‖
puede convertirse, después de pasar por diversos oídos no atentos, en esta otra: ―el
señor presidente aterrizó en estados unidos para hablar de la guerra de corea‖. Lo
peor del caso es que quizá el que recibió por último el mensaje está tan convencido
de la verdad de lo que dice que, si le intentamos corregir, nos acusará de
―dogmáticos‖ y de atentar contra el derecho a la libertad de pensamiento y de
expresión...
Desde luego, querer suprimir los errores y las imprecisiones con un golpe
de tinta es algo así como querer vacunar, una por una, todas las abejas de una
colmena... La oscuridad de muchos temas, los malentendidos más o menos
simpáticos, y algunas manipulaciones y engaños realmente malévolos, llevan a los
hombres a vivir en un pluralismo casi inevitable. Hay que decir ―casi‖ porque, ante la
evidencia de los hechos, es ―posible‖ llegar a poner de acuerdo a un grupo pluralista
de discutidores. Es ―posible‖, aunque no ―seguro‖, porque siempre queda la libertad
de quien no quiera reconocer ni siquiera lo que es evidente. En este caso, habrá que
respetar a quien no es capaz de ver la realidad. Pero no le permitiremos que use
alguno de sus errores (culpable o no) para perjudicar a ningún ser humano,
simplemente porque opine que él tiene el ―derecho‖ de hacerlo cuando le plazca.
El fundamento de las leyes y el derecho de un pueblo civilizado no es,
simplemente, el pluralismo, sino la búsqueda de los principios verdaderos que llevan
a una buena regulación de la vida social. Una ley que sólo quiera contentar todas las
opiniones que existan y puedan existir es, simplemente, una no ley: no puede
mandar nada, pues en esa sociedad podrían vivir (o destruirse mutuamente) racistas
como Hitler y mafiosos como al Capone. El pluralismo llevado a su máxima
radicalización no es capaz de legitimar el respeto a nadie. La verdadera ley, en
cambio, busca lo que sea justo, aunque no agrade a todos, aunque tenga que
perseguir a ladrones y a criminales, a racistas y a violadores.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
El pluralismo democrático tiene validez sólo para aquellas elecciones y
modos de vivir que no dañen la dignidad de ningún hombre o mujer. Esto implica
aceptar como no discutible, no sometido al ―pluralismo‖, esa dignidad. Algunos
podrán rechazarla y pretenderán asesinar, abortar o mutilar a otros. Pero aquí, por
encima del pluralismo, hay que defender la verdad ética, esa que no cambia aunque
cambien las opiniones y las proclamas políticas, los gobiernos y los sindicatos.
Conviene no olvidar que cada hombre vale porque es hombre. Un
pluralismo sobre este punto sólo es señal de debilidad y de fracaso, de incapacidad
intelectual o de mala voluntad. La defensa del hombre, de cada hombre, de todo el
hombre, será la señal segura de que un pueblo vive con valores y principios que
valen en cuanto verdaderamente justos. Sólo una visión ética correcta (por lo tanto,
indiscutible, incluso desde el punto de vista legal) puede garantizar el respeto de
todos. También de quien se equivoque en las mil discusiones de todos los días, y
que vale, como hombre digno, a pesar de un error.
El error es capaz de asesinar o dañar a muchos. La verdad es capaz de
reconocer el valor humano incluso de un asesino. El pluralismo puro no puede ser,
por lo tanto, la base de ninguna democracia. Una democracia será realmente
―democrática‖ si se basa en aquellas verdades que fundan y permiten proteger la
dignidad de cada ser humano. Unas verdades que nadie debería poner en discusión
11.15 Pulcritud.
Definición:
Pulcritud.
(Del lat. Pulchritūdo).
1. F. Cualidad de pulcro.
Pulcro, cra.
(Del lat. Pulcher, pulchra).
1. Adj. Aseado, esmerado, bello, bien parecido.
2. Adj. Delicado, esmerado en la conducta y el habla.
Concepto básico:
197
"El valor de la pulcritud es la práctica habitual de la limpieza, la higiene y
el orden en nuestras personas, nuestros espacios y nuestras cosas."
197
http://www.monografias.com/trabajos16/valores-significado/valores-significado.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
El vivir el valor de la pulcritud nos abre las puertas, nos permite ser más
ordenados y brinda en quienes nos rodean una sensación de bienestar, pero sobre
todo, de buen ejemplo.
198
Pulcritud el valor de la pulcritud es la práctica habitual de la limpieza, la
higiene y el orden en nuestras personas, nuestros espacios y nuestras cosas.
Todos los días, dejamos ver a los demás parte de nuestra personalidad y
costumbres a través de nuestro arreglo personal, el esmero para trabajar, el cuidado
al utilizar las cosas y en general, por la limpieza que procuramos mantener en
nuestra vivienda y lugar de trabajo.
En algunos momentos de nuestra vida nos preocupamos por dejar una
buena impresión en las personas: elegimos con cuidado nuestro atuendo, peinamos
nuestro cabello al detalle, acomodamos el interior de nuestro portafolios... Y esto lo
hacemos cuando vamos a solicitar un empleo, asistir a una reunión de negocios, o
cualquier otro acontecimiento que consideramos importante para nuestra vida.
Desafortunadamente muchas veces esa primera impresión positiva dura
poco tiempo, pasan los días y comienza a notarse cierto descuido en nuestra forma
de vestir, en nuestros cajones, nuestras pertenencias... ¿Por qué sucede esto?
Sencillamente porque no estamos acostumbrados a vivir con orden y someternos –al
menos personalmente- a una disciplina que nos obligue a cambiar nuestros hábitos.
Efectivamente, orden, disciplina, perseverancia y congruencia, son valores
que se complementan con el ejercicio de la pulcritud, porque dejamos de presentar
una personalidad ficticia y de apariencias, para convertirlo en un modo de vida que
demuestra educación, cultura y buenos modales.
Posiblemente lo primero que pasa por nuestra mente acerca de este valor
es el arreglo personal: ropa limpia y sin arrugas, el afeitarse, la selección del
maquillaje y zapatos bien lustrados, en una palabra: perfectamente aseados. Y todos
son elementos tan obvios que parece redundante hablar de ellos. Lo cierto es que a
nadie le gusta presentarse sucio y descuidado en público.
También las extravagancias en nuestra presentación personal denotan
poca seriedad y carácter; aquí no es cuestión de edad sino de madurez para darse
cuenta que el buen vestir es una costumbre de siempre.
Bueno sería que sólo tuviéramos que preocuparnos de nuestro atuendo,
pero por nuestras actividades utilizamos cosas y ocupamos determinados lugares,
198
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/pulcritud.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
¿Cómo lucen? Dicen que para conocer como es una persona basta con revisar sus
cajones... Y es muy cierto.
La pulcritud debe procurarse en la oficina, el orden de las cosas, sacudir el
polvo del escritorio y los objetos, periódicamente hacer una limpia de nuestro
cajones, evitar comer en nuestra área de trabajo, acomodar libros y archivero; es
cierto, son muchas cosas, pero cada pedazo de papel fuera de su lugar habla de
nuestros hábitos. Ese mismo cuidado se refleja en los documentos que elaboramos
y entregamos, el contenido puede ser extraordinario, pero una pequeña mancha o
una pésima distribución restan mérito a nuestro trabajo.
Comúnmente pensamos que todo pasa desapercibido y con una
―arregladita‖ podemos cubrir nuestro desorden habitual, pero no es así. Existe
diferencia entre una casa cuyo aseo es cotidiano y otra donde se hace cada vez que
hay visita, tal vez el polvo en los marcos de los cuadros o debajo de los adornos...
Pero no hace falta penetrar en la intimidad de cualquier hogar para darse cuenta. Lo
cierto, es que se nota.
En esta misma línea puede encontrarse nuestro automóvil, como es de
uso personal y normalmente nadie nos acompaña –además de nuestra familia-,
muchas veces es un verdadero basurero, no sólo por lo que hay tirado, sino por el
olor. ¡qué pena llevar a otra persona! Por eso es importante formarnos buenos
hábitos, para no estar ofreciendo disculpas y sufrir penas innecesarias.
Todo lo que pasa por nuestras manos denota el cuidado que tenemos en
su uso, agenda, apuntes, bolsillos y hasta las uñas. ¿Parece exageración vivir este
valor? De ninguna manera, en las relaciones humanas nuestra personalidad tiene un
sello distintivo, lo deseable es que sea positivo, sinónimo de limpieza, buena
presencia y cuidado de las cosas.
Para vivir con mayor atención el valor de la pulcritud puedes considerar
como importante:
- De tu aspecto personal: para los varones el afeitarse debidamente o
recortarse barba y bigote diariamente; para las damas, la selección y cantidad de
maquillaje; para todos, el corte de cabello, peinarse debidamente y evitar el exceso
en el uso del fijador, las uñas recortadas y limpias, así como la higiene bucal.
- Si tu piel o ropa se mancha con algún líquido (tinta, grasa, pintura,
polvo), procura lavarte inmediatamente y eliminar todo residuo, pues no siempre se
piensa que es consecuencia de una actividad en concreto. Si es necesario, cámbiate
de ropa.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
- Cuida que tus prendas no tengan arrugas al salir de casa, evita los
pequeñas manchas de comida, polvo, pelusa, falta de botones y el lustre para el
calzado. Revisa los bolsillos de tu ropa antes de su lavado, este pequeño detalle te
evitará disgustos y prendas desechadas a destiempo.
- Procura comer en el lugar adecuado, (nunca en la oficina, habitación de
dormir o el auto).
Limpia periódicamente tus efectos personales y equipo que utilices en
casa y lugar de trabajo; coloca todo su lugar y en correcta distribución. No olvides el
uso de pequeños cestos bolsas para basura. Todo esto te ayudará, por
consiguiente, a ser más ordenado.
- Asegúrate que tienes un lugar para cada cosa, y que cada cosa esté en
su lugar, tanto en tu habitación como en tu oficina.
- Has una lista de los detalles que tienes que mejorar, dedica especial
atención a dos de ellos por semana hasta que consigas formarte el hábito. Con este
ejercicio lograrás ser más observador y detectarás a tiempo otros puntos de mejora.
Toda persona que se esmera en su presentación personal, el cuidado de
sus cosas y lugares donde usualmente asiste así como las cosas que
ordinariamente usa, crea un ambiente con la armonía que da el orden y la limpieza,
provocando una respuesta positiva en quienes le rodean.
El vivir el valor de la pulcritud nos abre las puertas, nos permite ser más
ordenados y brinda en quienes nos rodean una sensación de bienestar, pero sobre
todo, de buen ejemplo.
11.15.- Serenidad.
Definición:
Serenidad.
(Del lat. Serenĭtas, -ātis).
1. F. Cualidad de sereno.
2. f. Tranquilidad, calma, apacibilidad:
Concepto básico:
199
Serenidad
Este valor nos enseña a conservar la calma en medio de nuestras
ocupaciones y problemas, mostrándonos cordiales y amables con los demás.
199
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/Serenidad.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
¡Hoy en día tenemos tantos problemas y asuntos que resolver! Y a veces
parece como si nadie se diera cuenta de todo lo que tenemos que resolver al mismo
tiempo: trabajar, estudiar, encargarnos del hogar, ajustar nuestro presupuesto y
seguir cumpliendo con nuestras responsabilidades, parece imposible que en medio
de tantas preocupaciones y contratiempos, podamos conservar la serenidad para
resolver todo sin caer en la desesperación ni afectar a los demás con nuestra
impaciencia.
El valor de la serenidad nos hace mantener un estado de ánimo apacible y
sosegado aún en las circunstancias más adversas, esto es, sin exaltarse o
deprimirse, encontrando soluciones a través de una reflexión detenida y cuidadosa,
sin engrandecer o minimizar los problemas.
Cuando las dificultades nos aquejan fácilmente podemos caer en la
desesperación, sentirnos tristes, irritables, desganados y muchas veces en un
callejón sin salida. A simple vista el valor de la serenidad podría dejarse sólo para
las personas que tienen pocos problemas, en realidad todos los tenemos, la
diferencia radica en la manera de afrontarlos.
Con el fin de conocer mejor la importancia de la serenidad, primero
debemos hacer conciencia de algunas realidades que nos impiden lograr desarrollar
este valor con eficacia:
- No podemos abandonar nuestras ocupaciones habituales y escaparnos a
algún lugar lejano para meditar con tranquilidad; dejarnos arrastrar por la tristeza;
trabajar con menos intensidad, o esperar a que alguien tome nuestro problema en
sus manos y lo resuelva.
- Toda dificultad ve más difícil y más grave que las anteriores (máxime si
en el momento se agrega a otras que ya tenemos).
- Nos empeñamos en encontrar la solución casi de manera simultánea al
surgimiento del problema, algunas veces se da, pero no siempre. Por lo general toda
situación requiere un consejo o un análisis profundo y detenido.
- En estado de tensión, por nuestra mente pasamos y repasamos las
mismas palabras, las mismas opciones y los mismos pensamientos sin llegar a nada
y aumentando nuestra ansiedad, perdiendo tiempo, energía y buen humor.
La serenidad no se da con el simple deseo, si así fuera, no tendríamos
tiempo de sentirnos intranquilos o desesperados. Usualmente reaccionamos y
actuamos por impulsos, privando a nuestra inteligencia de la oportunidad de conocer
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
y dilucidar todas las aristas del problema. Revisemos cuatro ideas básicas para
generar serenidad en nuestro interior:
- Evitar ―encerrarse‖ en sí mismo: encontramos mejores soluciones cuando
buscamos el apoyo y el consejo de aquellas personas que gozan de nuestra
confianza (los padres, un buen amigo, algún director espiritual, un profesor, etc.) ,
porque sabemos de antemano que su opinión estará siempre de acuerdo a la razón,
la verdad y la justicia.
- Concentrarse en una labor o actividad: parece contradictorio pensar en
mantener la atención rodeados de tanta tensión y preocupación, pero es posible salir
de ese estado encaminando nuestros esfuerzos a realizar nuestras labores con la
mayor perfección posible. Lo que necesitamos es liberar nuestra mente, salir del
círculo vicioso y estar en condiciones de analizar las cosas con calma. No existe
mejor distracción que el propio trabajo y la actividad productiva.
- Gozar de la alegría ajena: normalmente las personas que nos rodean se
percatan de nuestro estado de ánimo. ¿Por qué volvernos chocantes y agresivos?
Los hijos, el cónyuge, los compañeros de trabajo no tienen la culpa, tampoco son
indolentes a nuestro sentir, simplemente intentan hacernos pasar un momento
agradable, no debemos alejarnos, ni rechazar estas pequeñas luces que iluminan
nuestro día. Escucha las anécdotas, sonríe, ayuda a tus hijos a hacer la tarea...
¡Aprovéchalos!
- Cuidarnos físicamente: parece elemental y obvia esta observación, pero
hay personas que se sienten afectadas de tal modo que dejan de comer y dormir por
sus preocupaciones. Todos sabemos que las personas se vuelven más irritables
ante la falta de alimento y descanso, por lo tanto, este descuido merma nuestra
capacidad de análisis y decisión.
Seguramente todos hemos tenido la experiencia de ―distraernos del
problema‖ sin darnos cuenta; cuando volvemos a ser conscientes del mismo, nos
sentimos liberados de la ansiedad y el pesimismo, es entonces cuando podemos
pensar y decidir.
La serenidad hace a la persona más dueña de sus emociones,
adquiriendo fortaleza no sólo para dominarse, sino para soportar y afrontar la
adversidad sin afectar el trato y las relaciones con sus semejantes.
200
El valor de la serenidad nos hace mantener un estado de ánimo
apacible y sosegado aún en las circunstancias más adversas, esto es, sin exaltarse,
200
http://www.leonismoargentino.com.ar/INST305.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
deprimido ó enojado, encontrando soluciones viables a través de una reflexión
profunda detenida y cuidadosa, sin engrandecer ó minimizar los problemas.
Cuando las dificultades nos aquejan de forma continua, fácilmente
podemos caer en la desesperación,
sentirnos tristes,
abatidos,
irritables,
desganados y muchas veces en un callejón sin salida.
A simple vista, el valor real de la serenidad podría dejarse sólo para las
personas que tienen pocos problemas, en realidad todos los tenemos, y luchamos
continuamente para combatirlos la diferencia real radica en la manera de afrontarlos.
Con el fin primordial de conocer la gran importancia de la serenidad,
primero debemos hacer conciencia de algunas realidades que nos impiden lograr
desarrollar este valor con eficacia, y estos son algunos de ellos:
No podemos abandonar nuestras ocupaciones habituales y escaparnos a
algún lugar lejano para meditar en forma profunda y con tranquilidad; dejarnos
arrastrar por la tristeza, trabajar con menos intensidad, ó esperar pacientemente que
alguien tome nuestro problemas en sus manos y lo resuelva.
- Toda dificultad se ve más difícil y más grave que las anteriores. (máxime
si en el momento se agrega a otras que ya tenemos).
- Nos empeñamos en encontrar la solución ideal, casi de manera
simultánea al surgimiento del problema, algunas veces se da, pero no siempre. Por
lo general, toda situación anómala requiere de un consejo ó de un análisis profundo
y detenido.
- En estado de tensión por nuestra mente pasamos y repasamos las
mismas palabras ya dichas, las mismas opciones y los mismos pensamientos sin
llegar
a
nada
en
realidad
y
aumentando
nuestra
ansiedad,
perdiendo
lamentablemente el tiempo, energía y buen humor.
La serenidad no se da con el simple deseo, si así fuera, no tendríamos
tiempo
de
sentirnos
intranquilos,
malhumorados,
tristes,
desalentados
ó
desesperados.
Usualmente reaccionamos y actuamos por impulso, y no por convicción,
privando a nuestra inteligencia de la gran oportunidad de conocer y dilucidar todas
las aristas del problema en mención.
Revisemos detenidamente cuatro ideas básicas y sencillas para generar
serenidad en nuestro interior, y son las siguientes:
A.. Evitar "encerrarse en sí mismo: encontramos mejores soluciones
cuando buscamos el apoyo y el consejo sano de aquellas personas que gozan de
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
nuestra confianza ( los padres, un buen amigo, algún director espiritual, un profesor,
etc. ), porque sabemos de antemano que su opinión estará siempre de acuerdo a la
razón, la verdad y la justicia.
B.. Concentrarse en una labor ó actividad: parece contradictorio pensar en
mantener la atención rodeados de tanta tensión y preocupación, pero es posible salir
de ese estado encaminando nuestros esfuerzos a realizar nuestras labores con la
mayor perfección posible. No existe mejor distracción que el propio trabajo y la
actividad productiva.
C.. Gozar de la alegría ajena: normalmente las personas que nos rodean
se percatan de nuestro estado de ánimo. ¿Porqué volvernos chocantes y agresivos
con todo el mundo? Los hijos, el cónyuge, los amigos, los compañeros de trabajo no
tienen la culpa de nuestros problemas, tampoco son indolentes a nuestro sentir,
simplemente intentan hacernos pasar un rato agradable, no debemos alejarnos, ni
rechazar estas pequeñas atenciones y luces que iluminan nuestro día. Escucha con
atención las anécdotas, sonríe siempre y ayuda a tus hijos a hacer la
tarea...¡Aprovéchalos!
D.. Cuidarnos físicamente: parece elemental y obvia está observación
detallada, pero hay personas que se sienten afectadas de tal modo, que dejan de
comer y dormir por sus preocupaciones. Todos sabemos que las personas se
vuelven más irritables ante la falta de alimento y descanso, por lo tanto, este
descuido merma notablemente nuestra capacidad de análisis y decisión en buscar
una solución factible al problema en mención.
Seguramente todos hemos tenido la grata experiencia de "distraernos del
problema" sin darnos cuenta; cuando volvemos a ser conscientes del mismo, nos
sentimos liberados en forma total de la ansiedad y el pesimismo, es entonces
cuando podemos realmente pensar y decidir.
La serenidad hace a la persona más dueña de sus emociones,
adquiriendo fortaleza no sólo para dominarse, sino para soportar y afrontar con
valentía la adversidad sin afectar el trato hacia las demás personas y las relaciones
con sus semejantes, quienes se esfuerzan diariamente en mantenernos alegres y
confiados.
201
Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el
problema de mi vida todo de una vez
201
http://www.mercaba.org/ARTICULOS/S/serenidad.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto, cortés en mis
maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie sino a mí
mismo
Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la
felicidad, no sólo en el otro mundo, sino también en este
Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que todas las
circunstancias se adapten a mis deseos
Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura,
recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena
lectura es necesaria para la vida del alma
Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie
Sólo por hoy haré por lo menos una sola cosa que no deseo hacer, y si me
sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere
Sólo por hoy me haré un programa detallado. quizá no lo cumpliré
cabalmente, pero lo redactaré y me guardaré de dos calamidades: La prisa y la
indecisión
Sólo por hoy creeré aunque las circunstancias demuestren lo contrario,
que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie más existiera en el
mundo
Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de
gozar de lo que es bello y creer en la bondad.
12.- Bachillerato.
12.1.- Prudencia.
Definición:
Prudencia.
(Del lat. Prudentĭa).
1. F. Templanza, cautela, moderación.
2. F. Sensatez, buen juicio.
3. F. Rel. Una de las cuatro virtudes cardinales, que consiste en discernir y
distinguir lo que es bueno o malo, para seguirlo o huir de ello.
Concepto básico:
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
202
Adelantarse a las circunstancias, tomar mejores decisiones, conservar
la compostura y el trato amable en todo momento, forjan una personalidad decidida,
emprendedora y comprensiva.
La prudencia, en estricto sentido, es una virtud. Sin embargo queremos
analizarla a la luz de los valores y la trataremos en su forma operativa, es decir,
como el valor que nos ayuda a actuar con mayor conciencia frente a las situaciones
ordinarias de la vida.
La prudencia es tan discreta que pasa inadvertida ante nuestros ojos. Nos
admiramos de las personas que normalmente toman decisiones acertadas, dando la
impresión de jamás equivocarse; sacan adelante y con éxito todo lo que se
proponen; conservan la calma aún en las situaciones más difíciles; percibimos su
comprensión hacia todas las personas y jamás ofenden o pierden la compostura. Así
es la prudencia, decidida, activa, emprendedora y comprensiva. ¿Quién puede
rehusarse a vivirla y hacerla parte de su personalidad?
La prudencia es el valor que nos ayuda o reflexionar y a considerar los
efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado
un actuar correcto en cualquier circunstancia.
Primeramente, debemos eliminar de una vez por todas la equivocada
imagen que algunas personas tienen de la prudencia como modo de ser: una
personalidad gris, insegura y temerosa en su actuar, tímida en sus palabras,
introvertida, excesivamente cautelosa y haciendo todo lo posible por no tener
problemas... No es raro que una imagen tan poco atractiva provoque el rechazo y
hasta la burla de quienes así la entienden.
El valor de la prudencia no se forja a través de una apariencia, sino por la
manera en que nos conducimos ordinariamente. Posiblemente lo que más nos
cuesta trabajo es reflexionar y conservar la calma en toda circunstancia; la gran
mayoría de nuestros desaciertos en la toma de decisiones, en el trato con las
personas o formar opinión, se deriva de la precipitación, la emoción, el mal humor,
una percepción equivocada de la realidad o la falta de una completa y adecuada
información.
La falta de prudencia siempre tendrá consecuencias en todos los niveles,
personal y colectivo, según sea el caso: como quienes se adhieren a cualquier
actividad por el simple hecho de que "todos" estarán ahí, sin conocer los motivos
verdaderos y las consecuencias que pueda traer; el asistir a lugares poco
202
http://www.educa.aragob.es/aplicadi/valores/vahu44a.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
recomendables, creyendo que estamos a salvo; participar en actividades o deportes
de alto riesgo sin tener la preparación necesaria, conducir siempre con exceso de
velocidad...
Es importante tomar en cuenta que todas nuestras acciones estén
encaminadas a salvaguardar la integridad de los demás en primera instancia, como
símbolo del respeto que debemos a todos los seres humanos.
La verdadera lucha y esfuerzo no está en circunstancias un tanto
extraordinarias y fuera de lo común: decimos cosas que lastiman a los demás por el
simple hecho de habernos levantado de mal humor, de tener preocupaciones y
exceso de trabajo; porque nos falta capacidad para comprender los errores de los
demás o nos empeñamos en hacer la vida imposible a todos aquellos que de alguna
manera nos son antipáticos o los vemos como rivales profesionalmente hablando.
Si nos diéramos un momento para pensar, esforzándonos por apreciar las
cosas en su justa medida, veríamos que en muchas ocasiones no existía la
necesidad de reprender tan fuertemente al subalterno, al alumno o al hijo; discutir
acaloradamente por un desacuerdo en el trabajo o en casa; evitar conflictos por
comentarios de terceros. Parece ser que tenemos un afán por hacer los problemas
más grandes, actuamos y decimos cosas de las que generalmente nos
arrepentimos.
En otro sentido, debemos ser sinceros y reconocer que cuando algo no
nos gusta o nos incomoda, enarbolamos la bandera de la prudencia para cubrir
nuestra pereza, dando un sin fin de razones e inventando obstáculos para evitar
comprometernos en alguna actividad e incluso en una relación. ¡Qué fácil es ser
egoísta aparentando ser prudente! Que no es otra cosa sino el temor a actuar, a
decidir, a comprometerse.
Tal vez nunca se nos ha ocurrido pensar que al trabajar con intensidad y
aprovechando el tiempo, cumplir con nuestras obligaciones y compromisos, tratar a
los demás amablemente y preocuparnos por su bienestar, es una clara
manifestación de la prudencia. Toda omisión a nuestros deberes, así como la
inconstancia para cumplirlos, denotan la falta de conciencia que tenemos sobre el
papel que desempeñamos en todo lugar y que nadie puede hacer por nosotros.
Por prudencia tenemos obligación de manejar adecuadamente nuestro
presupuesto, cuidar las cosas para que estén siempre en buenas condiciones y
funcionales, conservar un buen estado de salud física, mental y espiritual.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La experiencia es, sin lugar a dudas, un factor importante para actuar y
tomar mejores decisiones, nos hace mantenernos alerta de lo que ocurre a nuestro
alrededor haciéndonos más observadores y críticos, lo que permite adelantarnos a
las circunstancias y prever en todos sus pormenores el éxito o fracaso de cualquier
acción o proyecto.
El ser prudente no significa tener la certeza de no equivocarse, por el
contrario, la persona prudente muchas veces ha errado, pero ha tenido la habilidad
de reconocer sus fallos y limitaciones aprendiendo de ellos. Sabe rectificar, pedir
perdón y solicitar consejo.
El valor de la prudencia nos hace tener un trato justo y lleno de
generosidad hacia los demás, edifica una personalidad recia, segura, perseverante,
capaz de comprometerse en todo y con todos, generando confianza y estabilidad en
quienes le rodean, seguros de tener a un guía que los conduce por un camino
seguro.
La prudencia, virtud para la acción.
203
El prudente es especialmente importante en períodos de incertidumbre
La prudencia, que no la cobardía, que muchos pretenden disfrazar de
prudencia, es virtud necesaria para la política se la suele desprestigiar calificándola
de freno y límite. Pero, en realidad, la prudencia es una virtud que nos impulsa a
medir las consecuencias de nuestras acciones, es decir, a meditar antes de obrar o
de tomar una decisión. Junto con la justicia, la fortaleza y la templanza, la prudencia
integra el grupo de virtudes denominadas cardinales, porque son el fundamento y
origen de las demás.
Lo contrario de la prudencia es la imprudencia, la temeridad, la
inconstancia, la imprevisión. Además, es posible fallar en la recta aplicación de la
prudencia, por precipitación, que consiste en decidir que una cosa es buena sin
contar con la información necesaria; por vacilación, que es la falta de prontitud en
decidirse en lo que parece obligatorio o en lo que es obvio; y por negligencia, que
consiste en no decidirse a realizar lo que uno está obligado a hacer. ¿Qué más
práctico, por lo tanto, que la prudencia?
Aristóteles y Santo Tomás de Aquino clamaban que la prudencia no sólo
trata de lo universal, sino que debe conocer también lo singular. Un lema mil veces
repetido afirma: teoría sin práctica, utopía; práctica sin teoría, rutina. El prudente
tiene algo de explorador: a diferencia de los melindrosos y apocados, busca explotar
203
http://es.catholic.net/familiayvida/154/203/articulo.php?id=4659
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
nuevas oportunidades; más que actuar adecuadamente, pretende hacer las cosas
adecuadas. Después de la fase de comprensión intelectual, en la que no faltará
nunca la solicitud de consejo a los más experimentados, se suceden otras: la
deliberación y el juicio o decisión. Y tras ellas, aparece una etapa que afecta de
manera más directa a la voluntad: el imperio.
En cierto sentido, la prudencia ayuda a conocer el futuro a través del
presente y/o del pasado, lo que se lleva a cabo en buena medida por deducción;
pero no sería completa virtud si se limitase a una mera contemplación inactiva. Vale
la pena detenerse en la deliberación, saboreándola. Cuántas veces entran ganas de
repetir a personas apasionadas e insuficientemente reflexivas: ¡Lo urgente, ahora,
es esperar! Luego, la acción deliberada será ejecutada sin dilaciones.
El prudente es especialmente importante en períodos de incertidumbre,
como los actuales, porque puede ver lejos, buscando soluciones en medio de ese
sucederse imparable de incertidumbres tan propio de cualquier navegación en el
agitado mar de las relaciones humanas. Ciertamente no puede faltar la petición de
asesoramiento para mejor acertar. Con estratagemas se hace la guerra, y la victoria
está en la muchedumbre de los consejos, se escribió hace más de dos milenios.
Como el gobierno versa sobre lo que puede ser de otra manera -lo inamovible no es
objeto de deliberación, sino más bien de sumisión- las personas implicadas
procurarán basar su autoridad no tanto en la jerarquía formal, como en el
conocimiento y en la competencia sobre la materia específica. Activa virtud, doña
prudencia.
Una de las cuatros virtudes cardinales, que consiste en discernir y
distinguir lo que es bueno o malo, para seguir o huir de ello. Templanza, cautela,
moderación, sensatez, buen juicio.
La prudencia es la virtud que nos impide comportarnos de manera ciega e
irreflexiva en las múltiples situaciones que debemos sortear en la vida. Una persona
prudente se caracteriza por su cautela al actuar, la cual es resultado del alto valor
que le da a su propia vida, a la de los demás y en general a todas las cosas que vale
la pena proteger.
Es así como nunca se atrevería a poner en riesgo su bienestar o el de sus
seres queridos, lo mismo que su salud, su seguridad o su estabilidad.
Las personas prudentes se reconocen también porque saben cuándo
hablar y cuándo callar, y cuándo actuar o abstenerse de actuar. Tal sentido de la
moderación y el equilibrio es uno de los legados más valiosos que heredamos de los
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
filósofos antiguos, para quienes la prudencia era la más auténtica expresión de la
sabiduría natural de la vida.
Evitemos tomar al pie de la letra todo lo que leemos o lo que oímos.
Tratemos siempre de pensar antes de actuar.
Seamos discretos. Tomemos como regla el no hablar más de la cuenta en
ninguna circunstancia.
12.2.- Flexibilidad.
Definición:
Flexibilidad.
(Del lat. Flexibilĭtas, -ātis).
1. F. Cualidad de flexible.
Flexible.
(Del lat. Flexibĭlis).
1. Adj. Que tiene disposición para doblarse fácilmente.
2. Adj. Que en un enfrentamiento se pliega con facilidad a la opinión, a la
voluntad o a la actitud de otro o de otros. Carácter, persona flexible.
3. Adj. Que no se sujeta a normas estrictas, a dogmas o a trabas.
Ideología, legislación flexible.
4. Adj. Susceptible de cambios o variaciones según las circunstancias o
necesidades. Horario, programa flexible.
Concepto básico:
204
La flexibilidad.
Flexibilidad: adapta su comportamiento con agilidad a las circunstancias
de cada persona o situación, sin abandonar por ello los criterios de actuación
personal.
La degeneración de esta virtud es, la adaptabilidad, cuando una persona
se adapta se esta olvidando de si mismo y nadie puede amar a otro si no se ama a
si mismo antes. Además la adaptabilidad es sólo un disfraz que después se cobra
muy caro.
La flexibilidad es una virtud que está bien considerada en la sociedad de
hoy, pero, principalmente porque se la entiende como un ―dejarse llevar‖, como una
invitación a probarlo todo. Así entendida, la flexibilidad no tiene sentido.
204
http://www.google.com.mx/search?q=flexibilidad+virtud&hl=es
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La espontaneidad, con la que se confunde la flexibilidad, no es un fin. En
todo caso, es una condición conveniente para conseguir el desarrollo de otras
virtudes, especialmente la sinceridad. Para que la espontaneidad sirva de algo, tiene
que ser gobernada por la voluntad en relación con el entendimiento.
Por tanto, la última parte de nuestra descripción recobra especial
importancia. Me refiero a las palabras ―sin abandonar, por ello, los criterios de
actuación personal‖.
Para ser flexible, hace falta tener criterios y saber reflexionar para
relacionar la actividad cotidiana con ellos.
De este modo, podemos destacar dos caminos para comportarse con
flexibilidad de acuerdo con la naturaleza de la situación.
En caso de que los elementos de la situación sean opinables: la
flexibilidad se refiere a la disposición y capacidad de la persona de considerar como
provisional su punto de vista, y por tanto llegar a matizar o cambiar esta opinión.
En segundo lugar, me refiero al modo de actuar en las relaciones con los
demás, o en el modo de trabajar, en caso de que los elementos de la situación no
sean opinables.
Un requisito previo para desarrollar la virtud de la flexibilidad es el de
saber cuáles son los criterios permanentes que rigen en la propia vida y cuáles son
los aspectos de la vida opinables, provisionales.
La flexibilidad, como todas las virtudes, tiene sentido cuando va dirigida
intencionalmente a la búsqueda de la verdad y del bien.
Ser flexible no significa en ningún caso dejarse llevar, sino todo lo
contrario. Quiere decir aprender a decir sí y a decir no en el momento oportuno. Y,
por lo demás, estar abierto al proceso de mejora que existe en la multitud de
ocasiones que van surgiendo en nuestro día a día.
205
Es la capacidad de alternar entre distintos criterios de actuación que
pueden ser necesarios para responder a las demandas cambiantes de una tarea o
situación.
La flexibilidad es la capacidad de adaptarse rápidamente a las
circunstancias, los tiempos y las personas, rectificando oportunamente nuestras
actitudes y puntos de vista para lograr una mejor convivencia y entendimiento con
los demás.
205
http://es.wikipedia.org/wiki/Flexibilidad
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
En ocasiones se ha entendido a la flexibilidad como un ―ceder‖ siempre
para evitar conflictos, ser flexibles no significa dejarse llevar y ser condescendientes
con todo y con todos. El aprender a escuchar y a observar con atención todo lo que
ocurre a nuestro alrededor, constituye el punto de partida para tomar lo mejor de
cada circunstancia y hacer a un lado todo aquello que objetivamente no es
conveniente.
12.3.-Comprensión.
Definición:
Comprensión.
(De comprehensión).
1. F. Acción de comprender.
2. F. Facultad, capacidad o perspicacia para entender y penetrar las
cosas.
3. F. Actitud comprensiva o tolerante.
4. F. Fil. Conjunto de cualidades que integran una idea.
Concepto básico:
206
Comprensión.
Cuando alguien se siente comprendido entra en un estado de alivio, de
tranquilidad y de paz interior. ¿Qué hacer para vivir este valor en los pequeños
detalles de la vida cotidiana?
¡Quiero que me comprendas! Cuántas veces hemos tenido la necesidad
de encontrar a alguien que escuche y comparta nuestros sentimientos e ideas en un
momento determinado. Cuando nos sentimos comprendidos entramos en un estado
de alivio, de tranquilidad y de paz interior. Pero, ¿Somos capaces comprender a los
demás? ¿De procurar dar algo más que un simple: ―si te comprendo‖?
La comprensión es la actitud tolerante para encontrar como justificados y
naturales los actos o sentimientos de otro. Es en este momento nos percatamos que
la comprensión va más allá de ―entender‖ los motivos y circunstancias que rodean a
un hecho, es decir, no basta con saber que pasa, es necesario dar algo más de
nosotros mismos.
Podemos ―saber― que un empleado nuestro comete errores con cierta
frecuencia, ―justificamos‖ este hecho debido a una falta de conocimiento, lo cual
determina sus fallas como involuntarias y observamos la necesidad urgente e
206
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/Comprension.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
inmediata de brindar la capacitación correspondiente. El justificar se convierte en
una disculpa, en una atenuante que nos hace ubicar el problema en su justa medida,
por lo tanto, la comprensión nos lleva a proponer, sugerir o establecer los medios
que ayuden a los demás a superar el estado por el que actualmente pasan.
El ser tolerantes no significa ser condescendientes con lo sucedido y
hacer como si nada hubiera pasado, la tolerancia debe traducirse como la confianza
que tenemos en los demás para que superen sus obstáculos. El padre de familia
que retira todo su apoyo a los hijos hasta que mejoren sus calificaciones, condiciona
su comprensión a resultados, y no al propósito, al esfuerzo y al empeño que se
pongan para lograr el objetivo.
Ver con ―naturalidad‖ los actos y sentimientos de los demás, es la
conciencia de nuestra fragilidad, la convicción de saber que podemos caer en la
misma situación, de cometer los mismos errores y de dejarnos llevar por el arrebato
de los sentimientos.
La mayoría de las veces los sentimientos juegan un papel importante y
debemos ser cuidadosos. Una persona exaltada, triste o francamente molesta esta
sujeta a la emoción momentánea, lo cual reduce su capacidad de reflexión, con la
posibilidad latente de hacer o decir cosas que realmente no piensa ni siente. Cada
vez que alguien pide comprensión, a través de palabras o actitudes, busca en
nosotros un consejo, una solución o una idea que lo haga recuperar la tranquilidad y
ver con más claridad la solución a su problema.
El comprender no debe confundirse con un ―sentirse igual‖ que los demás,
esto puede suceder con las personas a quien les tenemos cierta estima, pero, ¿Qué
pasaría con quienes no tenemos un lazo afectivo? Es necesario enfatizar que la
comprensión, es y debe ser, un producto de la razón, de pensar en los demás, ― de
ponerse en los zapatos del otro‖, sin hacer diferencias entre las personas. Si alguna
vez nos hemos visto incomprendidos, recordaremos el rechazo experimentado y
como nos sentimos defraudados por la persona que no supo corresponder a nuestra
confianza.
Existen un sinnúmero de oportunidades para vivir el valor de la
comprensión. En las situaciones cotidianas tenemos a tendencia a reaccionar con
impulsos, por ejemplo: cuando no esta lista la camisa que pensábamos usar; si
llegamos a casa y aún no han terminado de preparar la comida; una vez más los
hijos han dejado sus juguetes esparcidos por toda la casa; los compañeros de clase
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
que no terminaron a tiempo su parte del trabajo en equipo; el informe para la oficina
que tuvo errores y se retrasó; etc.
Si deseamos hacer nuestra comprensión de manera consciente, debemos
pensar un momento si hacemos lo necesario para:
- Aprender a escuchar y hacer lo posible para no dejarnos llevar por el
primer impulso (enojo, tristeza, desesperación, etc.)
- No hacer juicios prematuros, primero se deben conocer todos los
aspectos que afectan a la situación, hay que preguntar. No basta decir que una
persona es poco apta para un trabajo.
- Distinguir si es una situación voluntaria, producto de los sentimientos o
de un descuido. En cualquier caso siempre habrá una forma de prevenir futuros
desaciertos.
- Preguntarnos que haríamos y como reaccionaríamos nosotros al vernos
afectados por la misma situación.
- Buscar las posibilidades y opciones de solución. Es la parte más activa
de la comprensión, pues no nos limitamos a escuchar y conocer que sucede.
- Dar nuestro consejo, proponer una estrategia o facilitar los medios
necesarios que den una alternativa al alcance de la persona.
La comprensión no es algo para ejercitar en situaciones extremas, se vive
día a día en cada momento de nuestra vida, con todas las personas, en los detalles
más pequeños y en apariencia insignificantes.
¡Qué importante es la comprensión! Podemos afirmar que es un acto lleno
de generosidad porque con ella aprendemos a disculpar, a tener confianza en los
demás, y por lo tanto, ser una persona de estima, a quien se puede recurrir en
cualquier circunstancia.
12.4.- Lealtad.
Definición:
Lealtad.
(De leal).
1. F. Cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del
honor y hombría de bien.
2. F. Amor o gratitud que muestran al hombre algunos animales, como el
perro y el caballo.
3. F. P. Us. Legalidad, verdad, realidad.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Concepto básico:
La lealtad tiene que ver con el sentimiento de apego, fidelidad y
respeto que nos inspiran las personas a las que queremos o las ideas
con las que nos identificamos. Los que son leales poseen un alto sentido
del compromiso y ello les permite ser constantes en sus afectos y
cumplidores de su palabra. Hay muchas cosas que inspiran lealtad y la
merecen. Los seres queridos, los amigos sinceros, la pareja amorosa
con la que se comparte la vida, la institución en la que se estudia o
trabaja y la patria a la que se pertenece, se cuentan entre las más
importantes.
Respetemos y correspondamos a las personas que nos quieren
y son buenas con nosotras.
No abandonemos a nuestros amigos en los momentos difíciles,
ni nos dejemos tentar por quienes nos invitan a traicionarlos a cambio de
dinero, poder u oferta parecida.
Seamos fieles a nosotros mismos y a nuestras ideas.
207
Lealtad es fidelidad al compromiso de defender lo que creemos y en
quienes creemos, en los buenos y en los malos momentos.
La lealtad es un valor que debemos desarrollar en nuestro interior y tener
conciencia de lo que hacemos y decimos. Es un corresponder, una obligación que
se tiene con los demás. Es un compromiso de defender lo que creemos; y en
quienes creemos, si no cumplimos como es debido, nos quedamos solos. Cuando
somos leales, logramos llevar la amistad y cualquier otra relación a algo serio y
profundo. Todos podemos tener un amigo de verdad, pero debemos estar
conscientes que esto implica un compromiso, porque es estar en las buenas y en las
malas.
En la escuela es cumplir no sólo por obligación, sino porque tenemos un
compromiso con la institución en donde estudiamos y con la familia misma.
La lealtad es una llave que nos permite tener un auténtico éxito cuando
nos relacionamos, que es difícil de obtener. Es muy común aquella persona que al
saber que puede obtener algo de nosotros se nos acerque, y cuando dejamos de
207
http://www.nl.gob.mx/?P=s_valores_lealtad
Valores en la educación
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serle útiles nos abandone, y lo que acaba ocurriendo es que esas personas no son
dignas de confianza.
La lealtad es esencial, los conocidos se hacen amigos a través de la
lealtad mutua. Es nuestro deber ser leales a aquellos que dependen de nosotros:
familia, amigos y compañeros; la lealtad es amor bondadoso en acción. Es potenciar
la energía que viene hacia nuestro cuerpo al cuidar nuestras actitudes y
pensamientos.
La lealtad en este sentido, está relacionada estrechamente con la
perseverancia, la responsabilidad, el lealtad, la prudencia, etc. Pero la lealtad es el
valor que ayuda a la persona a actuar con congruencia respecto a la palabra dada o
se trata simplemente de tomar conciencia para que, sin necesidad de haber dado la
palabra, surja la necesidad de asimilarla libremente. La lealtad no tiene sentido si
estos valores no son permanentes. El deber de la persona es ser leal respecto a sí
misma, para poder actuar del mismo modo con cada persona o con las instituciones
con las que está colaborando o estudiando.
La lealtad es básica para que el mundo que estamos construyendo sea
mejor; un ejemplo de lealtad puede ser hacia la patria y una manera de manifestarla
es cuando cuidamos los patrimonios históricos; esto se concreta a los monumentos,
a las reservas naturales, pues en muchas ocasiones no estamos conscientes de
nuestro compromiso y responsabilidad para cuidarlos o mantenerlos en buen estado
y hacemos mal uso de ellos. Entonces es importante concientizarnos para asumir
una actitud leal y de lealtad, que contribuyan a preservar nuestro patrimonio nacional
Sabías que lo podemos lograr si...
Hacemos lo necesario para ayudar a la familia, al amigo o a la institución a
la que pertenecemos.
Nos esforzamos por ayudarles a otras personas a mejorar. Se trata de ser
sinceros y generosos con ellos.
Nos interesamos por los problemas del país y realiza acciones ciudadanas
a favor de mi comunidad.
Apreciamos lo nuestro: cultura, identidad, valores e ideales.
Realizamos acciones a favor de nuestra familia conscientes de que en la
familia encontraremos el amor que no se encuentra en ninguna otra parte.
La persona leal, lo es con la familia, los amigos, las instituciones y nuestra
patria.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Hablar mal de alguien que no está presente es una falta de lealtad a esa
persona.
Tener sentido de pertenencia, cuidar nuestros monumentos y reservas
naturales.
El compromiso con nuestros superiores debe ser total.
La palabra dada es sagrada: ser fiel a ella.
Pertenecer a un grupo es identificarse con su cultura organizacional,
alinear sus principios.
Compromiso significa lealtad y es para todos. La unión hace la fuerza.
Propiciar un buen ambiente de trabajo es una manifestación de lealtad.
Hablar en forma directa y clara, hazlo como les gustaría como le hicieran
contigo.
Se deben buscar y conocer las virtudes permanentes de las personas con
las que convivimos.
208
―Leal‖ viene de la palabra latina ―legalis‖, o sea, ―lo que es conforme a la
ley‖. La persona leal es la persona ―de ley‖, un ser que asume el deber de cumplir lo
prometido y mantener las ―reglas de juego‖ que libremente ha querido asumir.
Este deber asumido y convertido en norma de vida, en ―voz interior‖, es
una fuente inmensa de libertad. La persona leal no obedece a algo que esté fuera de
él, sino a su propia interioridad, a lo mejor de sí mismo, al ideal de su vida. Se pega
completamente a lo que ha prometido, no por terquedad, sino porque para él tiene
un gran valor. Lo valioso, como el buen paño, resiste el paso del tiempo.
Ser fiel no quiere decir ―estar encadenado‖, ―aguantar‖ o ―dejarse
dominar‖. El afán de dominio, la sumisión, no son posibles en las relaciones sanas
entre personas.
No es fiel la persona que va ―mariposeando‖ por la vida, haciendo en cada
momento sólo lo que le apetece, sin pararse a pensar si eso tiene valor o no. ―hacer
lo que me da la gana‖ en cada instante es una forma muy pobre de espontaneidad,
que no tiene nada que ver con la libertad verdadera.
Ser infiel a otros, no cumplir la palabra dada, es ser infiel a uno mismo, no
tener raíces ni firmeza, no tener personalidad.
La persona leal es igual siempre, a pesar del cambio del tiempo. La lealtad
crea confianza, da seguridad, alimenta un clima cálido propio de las relaciones
humanas. Está en la base de las largas amistades que nos acompañan toda la vida.
208
http://www.4buenasnoticias.com/valores/lealtad.html
Valores en la educación
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209
Lealtad es, el respeto a mis convicciones, es la más sublime expresión
de nuestro ser, es cuando se lucha sin tregua alguna por ser congruente con el
propio existir.
Lealtad es, mantenerse de pie en la tormenta, con nuestras creencias a la
muerte desafiar y ante la seducción de la riqueza a nuestros ideales jamás abdicar.
Lealtad es la actitud de entregar la vida por un ideal que nos exige, sin
reclamos ni recompensas, sin limitación alguna nuestro esfuerzo entregar, sino por
la propia convicción poder en paz morir.
Lealtad es ser quien tienes que ser aun sin testigos, e incluso en la
oscuridad cuando nada te obliga más que el respeto por ti mismo, fiel contigo
puedes vivir.
Lealtad es luchar en la mitad de la tormenta hombro con hombro junto al
ser que se ama, y acariciarle suavemente en el amanecer y sin reclamo alguno
entregarle lo mejor de mi ser.
Lealtad es aceptación de lo que tú eres, es renunciar al interés personal y
sin restricción alguna atreverse día a día a dar la vida por ser parte de ti.
Lealtad es acompañar a quien se ama en sus dudas y en sus aciertos, es
tener contigo un diálogo en silencio y escucharte cuando tú mismo no te puedes
comprender; es perdonarte aun cuando no logre del todo entenderte y es, a pesar de
creer tener la razón, simplemente aceptar tu sentir.
Lealtad es comprometer mi vida por realizar un imposible y con
autorespeto vivir; lealtad es el camino a la grandeza de aquellos que se atrevieron a
ser fieles a la misión que dios les encomendó cumplir.
12.5.- Audacia.
Definición:
Audacia.
(Del lat. Audacĭa).
1. F. Osadía, atrevimiento.
Concepto básico:
210
La audacia
Audacia: emprende y realiza acciones que parecen poco prudentes,
convencido, a partir de la consideración serena de la realidad con sus posibilidades
y con sus riesgos, de que puede alcanzar un bien.
209
210
http://www.cornejoonline.com/metaforas_pergaminos/lealtad.htm
http://www.proyectopv.org/1-verdad/audacia.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La mala utilización de dicha virtud es la osadía, por la cual realiza
acciones poco prudentes pero no a partir de la realidad y ni mucho menos son para
conseguir un bien, sólo para alimentar un egoísmo.
Por tanto, la audacia debe ser moderada por la razón. Entonces se
convierte en la hermana menor de la fortaleza.
La acción rápida que conlleva la audacia es recomendable después de la
reflexión previa, que es un acto de la conciencia.
La verdadera virtud de la audacia no es la imprudencia, ni osadía
irreflexiva, ni simple atrevimiento. La audacia es fortaleza, virtud imprescindible para
la vida del alma.
La lucha denodada dará a tu espíritu fortaleza, el andar con esfuerzo
continuado hará de ti un héroe, camina siempre con la debida audacia acompañada
del necesario discernimiento.
12.6.- Optimismo.
Definición:
Optimismo.
(De óptimo).
1. M. Propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable.
2. M. Doctrina filosófica que atribuye al universo la mayor perfección
posible.
Concepto básico:
211
Optimismo
Forjar un modo de ser entusiasta, dinámico, emprendedor y con los pies
sobre la tierra, son algunas de las cualidades que distinguen a la persona optimista.
El optimismo es el valor que nos ayuda a enfrentar las dificultades con
buen ánimo y perseverancia , descubriendo lo positivo que tienen las personas y las
circunstancias, confiando en nuestras capacidades y posibilidades junto con la
ayuda que podemos recibir.
La principal diferencia que existe entre una actitud optimista y su
contraparte –el pesimismo- radica en el enfoque con que se aprecian las cosas:
empeñarnos en descubrir inconvenientes y dificultades nos provoca apatía y
desánimo. El optimismo supone hacer ese mismo esfuerzo para encontrar
211
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/Optimismo.htm
Valores en la educación
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soluciones, ventajas y posibilidades; la diferencia es mínima, pero tan significativa
que nos invita a cambiar de una vez por todas nuestra actitud.
Alcanzar el éxito no siempre es la consecuencia lógica del optimismo, por
mucho esfuerzo, empeño y sacrificio que pongamos, algunas veces las cosas no
resultan como deseábamos. El optimismo es una actitud permanente de
―recomenzar‖, de volver al análisis y al estudio de las situaciones para comprender
mejor la naturaleza de las fallas, errores y contratiempos, sólo así estaremos en
condiciones de superarnos y de lograr nuestras metas. Si las cosas no fallaran o
nunca nos equivocáramos, no haría falta ser optimistas.
Normalmente la frustración se produce por un fracaso, lo cual supone un
pesimismo posterior para actuar en situaciones similares. La realidad es que la
mayoría de nuestro tropiezos se dan por falta de cuidado y reflexión. ¿para qué sirve
entonces la experiencia? Para aprender, rectificar y ser más previsores en lo futuro.
El optimista sabe buscar ayuda como una alternativa para mejorar o
alcanzar los objetivos que se ha propuesto, es una actitud sencilla y sensata que en
nada demerita el esfuerzo personal o la iniciativa. Sería muy soberbio de nuestra
parte, pensar que poseemos el conocimiento y los recursos necesarios para salir
triunfantes en toda circunstancia.
Cualquiera que ha sido campeón en alguna disciplina, llegó a colocarse en
la cima por su esfuerzo, perseverancia y sacrificio, pero pocas veces, o mejor dicho
nunca, se hace alusión a su optimismo, a esa entrega apasionada por alcanzar su
fin, conservando la confianza en sí mismo y en las personas que colaboraron para
su realización. El optimismo refuerza y alienta a la perseverancia
El optimista no es ingenuo ni se deja llevar por ideas prometedoras,
procura pensar y considerar detenidamente todas las posibilidades antes de tomar
decisiones. Si una persona desea iniciar un negocio propio sin el capital suficiente,
sin conocer a fondo el ramo o con una vaga idea de la administración requerida, por
muy optimista que sea seguramente fracasará en su empeño, ya que carece de las
herramientas y fundamentos esenciales para lograrlo.
En otras circunstancias nos engañamos e inventamos una falsa realidad
para hacernos la vida más fácil y cómoda. Basta mencionar al estudiante que se
prepara poco y mal antes de sus evaluaciones, esperando obtener la calificación
mínima y necesaria para ―salir del paso‖, sin darse cuenta que su falso optimismo lo
llevará –tarde o temprano- al fracaso.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Se podría pensar que el optimismo nada tiene que ver con el resto de las
personas, sin embargo, este valor nos hace tener una mejor disposición hacia los
demás: cuando conocemos a alguien esperamos una actitud positiva y abierta; en el
trabajo, una personalidad emprendedora; en la escuela, profesores y alumnos
dedicados. Si nuestras expectativas no se cumplen, lo mejor es pensar que las
personas pueden cambiar, aprender y adaptarse con nuestra ayuda. El optimista
reconoce el momento adecuado para dar aliento, para motivar, para servir.
En la amistad y en la búsqueda de pareja también es necesario ser
optimista. Algunas personas se encierran en sí mismos después de los fracasos y
las desilusiones, como si ya no existiera alguien más en quien confiar. El optimismo
supone reconocer que cada persona tiene algo bueno, con sus cualidades y
aptitudes, pero también sus defectos, los cuales debemos aceptar y buscar la
manera de ayudarles a superarlos.
El paso hacia una actitud optimista requiere de una disposición más
entusiasta y positiva, es tanto como darle la vuelta a una moneda y ver todo con una
apariencia distinta:
- Analiza las cosas a partir de los puntos buenos y positivos, seguramente
con esto se solucionarán muchos de los inconvenientes. Curiosamente, no siempre
funciona igual a la inversa.
- Has el esfuerzo por dar sugerencias y soluciones, en vez de hacer
críticas o pronunciar quejas.
- Procura descubrir las cualidades y capacidades de los demás,
reconociendo el esfuerzo, el interés y la dedicación. Esto es lo más justo y honesto.
- Aprende a ser sencillo y pide ayuda, generalmente otras personas
encuentran la solución más rápido.
- No hagas alarde de seguridad en ti mismo tomando decisiones a la
ligera, considera todo antes de actuar pues las cosas no se solucionan por sí
mismas. De lo contrario es imprudencia, no optimismo.
No es más optimista el que menos ha fracasado, sino quien ha sabido
encontrar en la adversidad un estímulo para superarse, fortaleciendo su voluntad y
empeño; en los errores y equivocaciones una experiencia positiva de aprendizaje.
Todo requiere esfuerzo y el optimismo es la alegre manifestación del mismo, de esta
forma, las dificultades y contrariedades dejan de ser una carga, convirtiéndonos en
personas productivas y emprendedoras.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
212
En el transcurso de la historia de la humanidad, los diferentes pueblos y
culturas han engendrado hombres que de diversas maneras sobresalieron por
encima de sus contemporáneos. Muchos de sus nombres aparecen en los
diccionarios enciclopédicos o en obras literarias, porque todos hicieron algo que los
hizo trascender y pasar a la posteridad como triunfadores. Hablo de profetas,
científicos, artistas, inventores, deportistas, políticos, estadistas, líderes...
Estos personajes, admirados a través de los tiempos, no sólo alimentaron
un sueño, sino que estuvieron convencidos de poder realizarlo y decidieron no
desmayar en el empeño. Se sabe que una fuerza superior les empujaba cuando
ascendieron por las cuestas escarpadas de la vida y cual luz divina, les iluminaba los
caminos más oscuros: el optimismo.
Uno de los secretos de los triunfadores es, sin dudas, cultivar el
optimismo. Cuando lo han incorporado definitivamente a su manera de actuar,
siempre han estado cargados de ánimo, con buena disposición y marcados por una
firmeza a toda prueba.
Mas, ¿Qué es, justamente, este término tan repetido y necesitado por
todos? Se trata de un sistema filosófico que atribuye al universo la mayor perfección
posible como obra de un ser infinitamente perfecto. También se entiende como la
propensión a ver y juzgar las cosas bajo el aspecto más favorable, acoger siempre la
arista positiva de la realidad y cultivar la certeza de que es posible alcanzar los
objetivos, sin espacio para el desánimo.
No se adquiere el optimismo como un botín de guerra, quitándoselo a
otros después de cierta contienda; no es posible mediante el estudio al leer una
vasta enciclopedia, como si fuese cultura y conocimientos; tampoco puede salirse a
buscar como se busca y se encuentra cualquier mercancía o cogerlo como a la fruta
de un árbol; nunca un ladrón ha podido robarlo, por muy hábil que haya sido. Sólo
crece en el interior de cada quien. Hay que cultivarlo en el terreno fecundo del alma
humana y su fruto depende, exclusivamente, de la voluntad.
El optimismo implica una fuerza superior en el hombre, le da la seguridad
de que puede, de que es posible cualquier empeño por difícil que sea. Cuando
actuamos con optimismo es menos probable que alguien nos frene o que algo nos
amilane, porque, pese a los escollos, no renunciamos al fin propuesto y, en
consecuencia, lo obtenemos.
212
http://www.sitio-de-exito.com/articulos/201_249/218.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Las personas impregnadas en esa cualidad tienen más posibilidades de
éxito, porque el éxito comienza con la voluntad, con la seguridad en sí mismo. Esta
confianza en lo propio no consiste en pensar que somos más, sabemos más o
estamos por encima de todos, sino en creer que podemos llegar a ser tanto como se
desee. Si usted considera que está vencido, ya lo está, pues la predisposición a
fallar lo hace vulnerable psicológica y físicamente. En cambio, si cree que puede, si
se siente seguro de que puede, podrá.
Es cierto que cualquiera pierde una batalla, pero el optimista nunca la
pierde antes de echarla. Incluso, cuando ocurre lo peor, piensa que es mejor perder
una vez que seguir perdiendo; entonces intenta, ante todo, prepararse para la
próxima ocasión, en la que tratará de recuperar lo perdido o alcanzar lo propuesto.
En el extremo contrario están los pesimistas, a quienes cualquier objetivo,
aunque sencillo, les resulta inalcanzable. Ellos mismos lo convierten en inalcanzable
desde el instante en que se sienten incapaces de lograrlo. Al ver el día oscuro, no
proceden ni hacen el esfuerzo, sin imaginar que el triunfo puede estar a la vuelta de
la esquina, pero no vendrá nunca a nosotros, se impone ir en pos de él.
Dos hombres intentan escalar la cumbre de una elevación. Ambos llevan
sogas, garfios, piolets y alimentos energéticos. Están, aparentemente, en igualdad
de condiciones. ¿A cuál podemos apostar como posible ganador? A quien, además
de los avíos, lleva consigo la certeza de que llegará a la cima: al optimista. Porque
su estado anímico le otorga una predisposición favorable que lo pone en ventaja.
La persona optimista es más propensa a insistir hasta abrazar el fin
anhelado.
La vida no nos debe nada, todo lo que el hombre recibe de ella lo ha de
conquistar. Para ello debemos contar con nuestras propias fuerzas, sean físicas o
espirituales, y si aparece un golpe de suerte, acogerlo como a un amable
colaborador. Mas, el que pretenda mucho y aspira a salir vencedor, ha de empezar
por fortalecerse, teniendo como premisa que la fuerza propia es la única arma que
jamás le fallará. Esa fuerza bien puede ser el optimismo.
No pocas veces los infortunios conspiran contra el ánimo y llegan hasta
lograr que perdamos las esperanzas. Para crecer ante el abatimiento, es importante
considerar que nadie tiene un problema que no haya sido antes de otro y resuelto
por otro. Hay que partir siempre de la idea de que lo resolveremos, no importa si en
ese momento desconocemos cómo o cuándo. Lo importante es estar convencido de
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
que existe una salida y la encontraremos. Reflexione, si algún problema carece de
solución, deja de serlo.
Quienes disponen de una voluntad emprendedora suelen encontrar en
otros, que hicieron realidad sus propósitos, una verdadera inspiración y alimentan
así el optimismo. Esto es: "si ellos pudieron, yo también". Pero, el que lo hizo
primero necesitó de una firmeza mayor que le permitió asegurar: " aunque nadie lo
ha logrado, yo lo haré". Esta disposición estuvo cargada de optimismo,
evidentemente.
La perseverancia, una gran aliada.
El que persevera triunfa, reza un conocido proverbio. A pesar de repetirse
desde tiempos inmemoriales y resultar manida, en la actualidad, la sabia afirmación
mantiene el valor de la primera vez. No sólo se ha hecho realidad en infinidad de
ocasiones, sino que cada día aparecen nuevos ejemplos de su irrefutable verdad. El
optimismo va de la mano con la perseverancia, tal es así que jamás se desalienta el
que está convencido de que ha de dar en el blanco, aunque para ello precise de
varios intentos.
Las victorias no las obtiene siempre quien más las merece sino el que las
sabe buscar con más insistencia.
La persona optimista es más propensa a insistir hasta abrazar el fin
anhelado. ¿Sabe alguien cuántos sueños hubo el hombre de alcanzar, sólo después
de una perseverancia sostenida? Muchos, porque muchas son las cosas en la vida,
que desafían constantemente nuestras capacidades y deseos y además de
obligarnos a repetir la acción, exigen un esfuerzo mayor cada vez. Aquel que sepa
que lo difícil es sólo difícil y no imposible, está más propenso a llevarse el éxito.
Miremos al mundo de frente y digámosle: "tengo derecho a todo lo que
deseo, deseo lo que puedo y quiero conseguir". Las victorias no las recibe siempre
quien más las merece, sino el que las sabe buscar con más insistencia. A propósito,
dice un poema: muchos fracasos suelen acontecer, aun pudiendo vencer de haber
perseverado.
Claro, ante todo, debemos ser objetivos y no alimentar meras ilusiones. Es
desaconsejable trazarse metas que estén demasiado lejos de las posibilidades
reales de cada cual. Es preferible ir consiguiendo pequeñas victorias en los objetivos
que nos proponemos y con el tiempo, aumentar las aspiraciones, paso a paso, con
serenidad y juicio. El secreto estriba en no rendirse, aunque el paso sea lento.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
En infinidad de ejemplos, la diferencia entre un triunfador y un perdedor
radica en que el primero se levantó una vez más que el segundo y lo hizo por creer
que su aspiración aún podía convertirse en un hecho.
Hay dos grandes verdades, la primera: el hombre se derrumba muy
fácilmente; la segunda: precisa de muy poco para enderezarse y proseguir, basta la
voluntad y el deseo. La garantía está en dar la espalda a la sombra y volver el rostro
a la luz, siempre a la luz. He aquí la premisa del optimismo.
213
El optimismo es uno de los tópicos que mayor interés ha despertado
entre los investigadores de la psicología positiva. Puede definirse como una
característica disposicional de personalidad que media entre los acontecimientos
externos y la interpretación personal de los mismos. Es la tendencia a esperar que el
futuro depare resultados favorables. El optimismo es el valor que nos ayuda a
enfrentar las dificultades con buen ánimo y perseverancia , descubriendo lo positivo
que tienen las personas y las circunstancias, confiando en nuestras capacidades y
posibilidades junto con la ayuda que podemos recibir.
La principal diferencia que existe entre una actitud optimista y su
contraparte –el pesimismo- radica en el enfoque con que se aprecian las cosas:
empeñarnos en descubrir inconvenientes y dificultades nos provoca apatía y
desánimo. El optimismo supone hacer ese mismo esfuerzo para encontrar
soluciones, ventajas y posibilidades.
En general, parece que las personas más optimistas tienden a tener mejor
humor, a ser más perseverantes y exitosos e, incluso, a tener mejor estado de salud
física. De hecho, uno de los resultados más consistentes en la literatura científica es
que aquellas personas que poseen altos niveles de optimismo y esperanza (ambos
tienen que ver con la expectativa de resultados positivos en el futuro y con la
creencia en la propia capacidad de alcanzar metas), tienden a salir fortalecidos y a
encontrar beneficio en situaciones traumáticas y estresantes.
12.6.- Solidaridad.
Definición:
Solidaridad.
(De solidario).
1. F. Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros.
2. F. Der. Modo de derecho u obligación in sólidum.
213
http://www.psicologia-positiva.com/optimismo.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Solidario, ria.
(De sólido).
1. Adj. Adherido o asociado a la causa, empresa u opinión de alguien.
2. Adj. Der. Se dice de las obligaciones contraídas in sólidum y de las
personas que las contraen.
Concepto básico:
Cuando dos o más personas se unen y colaboran mutuamente
para conseguir un fin común, hablamos de solidaridad. La solidaridad es
un valor de gran trascendencia para el género humano, pues gracias a
ella no sólo ha alcanzado los más altos grados de civilización y
desarrollo tecnológico a lo largo de su historia , sino que ha logrado
sobrevivir y salir adelante luego de los más terribles desastres(guerras,
pestes, incendios, terremotos, inundaciones, etc.) Es tan grande el
poder de la solidaridad, que cuando la ponemos en práctica nos
hacemos inmensamente fuertes y podemos asumir sin temor los más
grandes desafíos, al tiempo que resistimos con firmeza los embates de
la adversidad. La solidaridad, cuando persigue una causa noble y justa
(porque los hombres también se pueden unir para hacer daño), cambia
el mundo, lo hace mejor, más habitable y más digno.
Una persona sola tiene más dificultades para enfrentar la vida
que dos o tres que se ayudan entre sí.
Aprendiendo
a
compartir,
ayudándose
mutuamente,
los
hombres superan obstáculos y resuelven problemas.
Las personas solidarias están siempre dispuestas a tender la
mano a quienes lo necesiten.
Es maravilloso oír: "yo te presto si te falta algo"; te ayudo si me
necesitas"; comparto tus penas...".
Porque la solidaridad es todo eso, es lo contrario del egoísmo.
El egoísta sólo piensa en sí mismo.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Reflexionemos sobre la situación de todos aquellos menos
favorecidos que nosotros y no cerremos los ojos frente a sus problemas
y necesidades.
Si hay una causa en la que creemos y sabemos que podemos
colaborar, no vacilemos en hacerlo.
214
Determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común;
Es decir, por el bien de todos y cada uno, ya que todos somos
verdaderamente responsables de todos.
La solidaridad es uno de los principios básicos de la concepción cristiana
de la organización social y política, y constituye el fin y el motivo primario del valor
de la organización social. Su importancia es radical para el buen desarrollo de una
doctrina social sana, y es de singular interés para el estudio del hombre en sociedad
y de la sociedad misma.
Junto con los de autoridad, personalidad, subsidiaridad y bien común, la
solidaridad es uno de los principios de la filosofía social. Se entiende por regla
general que, sin estos cinco principios, la sociedad no funciona bien ni se encamina
hacia su verdadero fin.
Presentamos aquí el principio de solidaridad.
Origen del término.
La palabra solidaridad proviene del sustantivo latín soliditas, que expresa
la realidad homogénea de algo físicamente entero, unido, compacto, cuyas partes
integrantes son de igual naturaleza.
La teología cristiana adoptó por primera vez el término solidaritas, aplicado
a la comunidad de todos los hombres, iguales todos por ser hermanos, y vinculados
estrechamente en sociedad. Entendemos, por tanto, que el concepto de solidaridad,
para la teología, está estrechamente vinculado con el de fraternidad de todos los
hombres; una fraternidad que les impulsa buscar el bien de todas las personas, por
el hecho mismo de que todos son iguales en dignidad, gracias a la realidad de la
filiación divina.
En la ciencia del derecho, se habla de que algo o alguien es solidario, sólo
entendiendo a éste dentro de «un conjunto jurídicamente homogéneo de personas o
bienes que integran un todo unitario, en el que resultan iguales las partes desde el
214
http://www.monografias.com/trabajos11/solidd/solidd.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
punto de vista de la consideración civil o penal». Dentro de una persona jurídica, se
entiende que sus socios son solidarios cuando todos son individualmente
responsables por la totalidad de las obligaciones. Para el derecho, la solidaridad
implica una relación de responsabilidad compartida, de obligación conjunta.
La doctrina social de la iglesia entiende por solidaridad «la homogeneidad
e igualdad radicales de todos los hombres y de todos los pueblos, en todos los
tiempos y espacios; hombres y pueblos, que constituyen una unidad total o familiar,
que no admite en su nivel genérico diferencias sobrevenidas antinaturales, y que
obliga moral y gravemente a todos y cada uno a la práctica de una cohesión social,
firme, creadora de convivencia. Cohesión que será servicio mutuo, tanto en sentido
activo como en sentido pasivo» . Podemos entender a la solidaridad como sinónimo
de igualdad, fraternidad, ayuda mutua; y tenerla por muy cercana a los conceptos de
«responsabilidad, generosidad, desprendimiento, cooperación, participación» .
En nuestros días, la palabra solidaridad ha recuperado popularidad y es
muy común escucharla en todas las esferas sociales. Es una palabra
indudablemente positiva, que revela un interés casi universal por el bien del prójimo.
Podríamos imputar el resurgimiento casi global del sentir solidario, a la
conciencia cada vez más generalizada de una realidad internacional conjunta, de un
destino universal, de una unión más cercana entre todas las personas y todos los
países, dentro del fenómeno mundial de la globalización. Esta realidad ha sido casi
tan criticada como aplaudida en todas sus manifestaciones. Buena o mala, la
globalización es una realidad actual, verdadera y tangible.
Creemos que una de las consecuencias favorables que nos ha ganado la
globalización es, precisamente, una visión más conjunta del mundo entero; un
sentido de solidaridad mayor entre los hombres. De pronto, los niños en Ruanda no
se sienten tan lejanos; los cañones de guerra en el medio oriente también aturden
nuestros oídos; el terremoto en Japón sacude nuestra respiración.
Desgraciadamente, esta conciencia de solidaridad universal suele
reducirse a una buena intención, una aberración lejana y sentimental hacia las
injusticias sociales, hacia la pobreza o el hambre. Y este sentimiento que arroja
nuestras esperanzas hacia un país lejano, tal vez arranque de nosotros la capacidad
de observar las necesidades de los seres humanos que lloran a nuestro lado todos
los días.
Es por esto que la solidaridad debe ser desarrollada y promovida en todos
sus ámbitos y en cada una de sus escalas. La solidaridad debe mirar tanto por el
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prójimo más cercano como por el hermano más distante, puesto que todos
formamos parte de la misma realidad de la naturaleza humana en la tierra.
La solidaridad es una palabra de unión. Es la señal inequívoca de que
todos los hombres, de cualquier condición, se dan cuenta de que no están solos, y
de que no pueden vivir solos, porque el hombre, como es, social por naturaleza, no
puede prescindir de sus iguales; no puede alejarse de las personas e intentar
desarrollar sus capacidades de manera independiente.
La solidaridad, por tanto, se desprende de la naturaleza misma de la
persona humana. El hombre, social por naturaleza, debe de llegar a ser, razonada
su sociabilidad, solidario por esa misma naturaleza. "la palabra solidaridad reúne y
expresa nuestras esperanzas plenas de inquietud, sirve de estímulo a la fortaleza y
el pensamiento, es símbolo de unión para hombres que hasta ayer estaban alejados
entre sí". Es la solidaridad el modo natural en que se refleja la sociabilidad: ¿Para
qué somos sociales si no es para compartir las cargas, para ayudarnos, para crecer
juntos? Como ya veremos, la solidaridad es algo justo y natural; no es tarea de
santos, de virtuosos, de ascetas, de monjes, de políticos; es tarea de hombres.
Es también muy claro en el estudio de la solidaridad que este concepto no
pertenece exclusivamente a la doctrina cristiana. La solidaridad, como hemos dicho,
es una necesidad universal, connatural a todos los hombres. Aún antes del
cristianismo; aún en contra de él.
¿Qué significa ser solidarios? Significa compartir la carga de los demás.
Ningún hombre es una isla. Estamos unidos, incluso cuando no somos conscientes
de esa unidad. Nos une el paisaje, nos unen la carne y la sangre, nos unen el
trabajo y la lengua que hablamos. Sin embargo, no siempre nos damos cuenta de
esos vínculos. Cuando nace la solidaridad se despierta la conciencia, y aparecen
entonces el lenguaje y la palabra. En ese instante sale a la luz todo lo que antes
estaba escondido. Lo que nos une se hace visible para todos. Y entonces el hombre
carga sus espaldas con el peso del otro. La solidaridad habla, llama, grita, afronta el
sacrificio. Entonces la carga del prójimo se hace a menudo más grande que la
nuestra.
Sólo aquél que no sepa observar la natural sociabilidad del hombre podrá
negar, equivocadamente, la necesidad natural de la solidaridad.
Nosotros consideramos que el concepto de solidaridad perpetuado en la
doctrina social de la iglesia católica es el más cierto y, también, el más completo y
con alcances más trascendentes que cualquier otro concepto de solidaridad
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propuesto hasta el día de hoy, pues contempla tanto la real dignidad de la persona
individual como su necesidad natural de vivir en sociedad y de participar en ella
tanto activa como pasivamente, en el proceso diario y natural de dar y de recibir
dentro de la civilización.
Fundamentos.
La verdadera solidaridad, aquella que está llamada a impulsar los
verdaderos vientos de cambio que favorezcan el desarrollo de los individuos y las
naciones, está fundada principalmente en la igualdad radical que une a todos los
hombres. Esta igualdad es una derivación directa e innegable de la verdadera
dignidad del ser humano, que pertenece a la realidad intrínseca de la persona, sin
importar su raza, edad, sexo, credo, nacionalidad o partido.
Juan Pablo II lo expresa claramente. El ejercicio de la solidaridad dentro
de cada sociedad es válido sólo cuando sus miembros se reconocen unos a otros
como personas. Aquí el término persona aparece para llamar nuestra atención hacia
un aspecto que es esencial dentro de un estudio bien encausado de la solidaridad.
La solidaridad en el sentido que nosotros la entendemos existe sólo entre personas.
Se ha querido aplicar algunas veces la palabra solidaridad a la relación
que puede existir, por ejemplo, entre un ser humano y un animal o, aún más
ampliamente, entre un ser humano y su entorno ecológico. Nosotros no podemos
concebir una solidaridad verdadera entre un humano y un animal, sino acaso una
relación de mutua necesidad o de interdependencia; la misma que encontramos en
el hombre que cuida la naturaleza; pero no podemos llamar a eso, de ninguna
manera, solidaridad.
La solidaridad, esencialmente, debe ser dirigida al ser humano. La
persona humana es principio y fin de la solidaridad. El acto solidario debe ser hecho
en beneficio de una persona, ya sea directa o indirectamente. De esta manera,
puedo verdaderamente ayudar a otras personas si favorezco el cuidado de un
ecosistema, para que otros puedan disfrutar ordenadamente de sus beneficios. El
ser humano puede servirse de todos los bienes naturales, de manera ordenada,
para su beneficio. Desde este punto de vista, la naturaleza no puede ser para la
solidaridad un fin, sino un medio. A fin de cuentas, el ser humano es quien debe
recibir el bien, ya sea de manera directa o indirecta.
La solidaridad nace del ser humano y se dirige hacia el ser humano.
Siempre ha sido una exigencia de convivencia entre los hombres. Pero no hay que
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confundir tampoco a la solidaridad con la caridad pura, o con la liberalidad. La
solidaridad es, en sentido estricto, una relación de justicia: ¿Porqué solidaridad? (…)
Solidaridad, porque es lo justo, porque todos vivimos en una sociedad; porque todos
necesitamos de todos, porque estamos juntos en este barco de la civilización;
porque somos seres humanos, iguales en dignidad y derechos. La solidaridad es
justa porque los bienes de la tierra están destinados al bien común, al bien de todos
y cada uno de los hombres y los que, dada su buena fortuna, tienen más, están
obligados a aportar más en favor de otras persona y de la sociedad en general.
La solidaridad, pues, es justa y por lo tanto, moralmente obligatoria en
todos los casos, aparte de aquellos en que la ley la contempla y la hace
jurídicamente obligatoria.
Quede sentado, pues, que en principio, la solidaridad es una relación entre
seres humanos, derivada de la justicia, fundamentada en la igualdad, en la cual uno
de ellos toma por propias las cargas de el otro y se responsabiliza junto con éste de
dichas cargas.
Posteriormente el cristianismo vino a completar este concepto. Amarás a
tu prójimo como a ti mismo, dicen los evangelios, para añadir a las relaciones de
justicia estricta, un nuevo elemento: la caridad. Para el cristiano, la solidaridad no se
reduce a dar lo justo, lo mínimo exigible, ni a dar lo que me sobra, sino que el
concepto de amar al prójimo va más allá. A la pregunta ¿Porqué solidaridad? El
cristiano deberá responder: por que es lo justo y porque amo al hombre. Para el
cristiano, la justicia no es medida plena de la solidaridad, sino solo su exigencia
mínima. La solidaridad, justa de por sí, se hace plena y se enriquece con las
nociones de amor, caridad y entrega.
Así, el cristianismo hace más completo el concepto de solidaridad, y lo
convierte en una ferviente entrega personal al bien del prójimo, porque el buen
cristiano sabe que está en la tierra para servir y no para ser servido.
Establezcamos, pues, el concepto final de solidaridad, y sobre el cual
vamos a tratar en los siguientes puntos:
La solidaridad es una relación entre seres humanos, derivada de la
justicia, fundamentada en la igualdad, enriquecida por la caridad, en la cual uno de
ellos toma por propias las cargas de el otro y se responsabiliza junto con éste de
dichas cargas.
Y dicha relación, entendida únicamente en el entorno del ser humano,
puede
llevarse
a
cabo
en
tres
niveles
distintos,
según
se
relacionen,
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respectivamente, un hombre con otro, un hombre con su sociedad o una sociedad
con otra.
Solidaridad entre individuos.
Se entiende que la práctica de la solidaridad requiere, necesariamente, de
más de un individuo. Dos seres humanos podrían ser solidarios si vivieran solos en
una isla desierta, tanto como una persona que vive en una comunidad inmensa
puede ser solidaria al colaborar con la buena alimentación de los niños de un país
que está a kilómetros de distancia. Desde luego, la forma más simple, pura y
cercana de la solidaridad la encontramos entre seres humanos próximos, en una
relación personal de dos individuos.
Para buscar una solidaridad con alcance social, que tenga repercusión
tangible en la comunidad, no podemos dejar de lado la solidaridad personal entre
individuos que se saben iguales. Sería mentira decir que nos preocupamos por la
sociedad o por los necesitados en general, si cuando se nos presenta la ocasión de
ayudar a una sola persona necesitada, no adoptamos una verdadera actitud
solidaria. El empeño por la solidaridad social adquiere valor y fuerza en una actitud
de solidaridad personal.
La solidaridad, ya lo hemos dicho, se enriquece y alcanza su plenitud
cuando se le adhiere la virtud de la caridad, cuando se realiza por amor, cuando se
convierte en entrega. Nadie ama más que el que da la vida por sus hermanos. El
verdadero amor al prójimo, la verdadera caridad y entrega, se manifiestan en eso: en
dar la propia vida. No sólo bienes materiales, sino la vida entera. Desde este punto
de vista, uno de los mayores ejemplo de solidaridad y entrega en nuestros tiempos
tal vez lo encontremos en la Madre Teresa de Calcuta, quien no conoció límite
alguno para esa entrega personal a los necesitados.
La solidaridad (…) se practica sin distinción de credo, sexo, raza,
nacionalidad o afiliación política. La finalidad sólo puede ser el ser humano
necesitado. Comprendemos que para que haya solidaridad se requieren dos
personas: una necesitada y otra solidaria. Pero el solo dar, o ayudar, no es lo más
difícil. La parte difícil comienza cuando se nos presenta el dilema de ayudar sin
recibir nada a cambio; de ayudar aunque nadie se entere, ni aún la persona a la que
ayudamos. Esto es: ser solidarios por una verdadera convicción de igualdad y de
justicia. Es difícil ser caritativos, solidarios, entregados, y ser, al mismo tiempo,
totalmente desinteresados.
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Lo que debe empujar a un hombre a ser verdaderamente solidario no es,
en ningún momento, el hecho de que con eso se vaya a conseguir algún beneficio
personal, sino la verdad de que esa otra persona es precisamente eso: persona. La
convicción de igualdad y la virtud de la caridad son las que deben impulsar un acto
solidario.
Y, si la solidaridad no es impulsada por la convicción y la virtud, ¿Qué
sucede? Cuando a un acto materialmente solidario le falta alguno de estos dos
elementos, está viciado y no puede llamársele formalmente solidaridad. Aquél que
da una billete de cincuenta pesos a un pordiosero, materialmente hace algo bueno:
el pordiosero podrá comer o comprarse unos zapatos; pero si este acto lo hace para
que otras personas lo vean, para aparentar caridad, para ganar unos cuantos votos,
entonces ese acto, que es materialmente bueno y solidario, se convierte no sólo en
un acto deplorablemente infructuoso, sino además en un acto definitivamente
egoísta, que lejos de engrandecer a la persona, la empobrece.
Queda claro entonces que, para que un acto pueda ser considerado
verdaderamente solidario, necesita de estos elementos: 1) que sea materialmente
solidario; 2) que se funde en la convicción de igualdad; 3) que sea hecho por
caridad, por amor al prójimo y 4) que sea realizado con rectitud de conciencia.
La solidaridad debe ser en todas las personas una constante. Ser una
realidad diaria. Así como dentro del matrimonio la solidaridad entre los cónyuges se
realiza y perfecciona todos los días en todos los detalles de la vida cotidiana, así la
disposición de solidaridad con otras personas debe ser parte inamovible de nuestros
actos diarios. Debe convertirse en hábito, en virtud, en modus vivendi. La solidaridad
no es una serie de actos aislados encaminados a ayudar al prójimo. La solidaridad
es una actitud personal, una disposición constante y perpetua de tomar
responsabilidad por las necesidades ajenas.
La solidaridad, en este sentido, implica en gran medida el olvido de sí
mismo y de las propias necesidades, para empujar al espíritu humano a realizarse
en la entrega a los demás.
Desafortunadamente, las corrientes ideológicas modernas, aunque han
conseguido ya, en teoría, la igualdad de todos los seres humanos, no han favorecido
del todo la solidaridad. Reina en la mente de las personas la idea casi inamovible de
que la solución a los problemas de la sociedad está en el liberalismo absoluto: en
dejar hacer y dejar pasar. En otras palabras, es mucho más fácil para cualquier
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persona cerrar los ojos a las necesidades sociales y trabajar exclusivamente para el
bien propio, sin más obligación que no quebrantar la ley.
Esta es una concepción de la justicia que es casi universal hoy en día. La
justicia, para las personas, es sólo entendida en sentido negativo, esto es: la justicia
es una exigencia de no hacer mal a los demás –no robar, no matar, no explotar,
etc.–. Por lo tanto, puede parecer al que así lo entienda que el hacer algo positivo –
dar algo a alguien, ayudar, colaborar, trabajar para los demás– está más allá de la
justicia y que es, en todo caso, una acción magnánima, generosa y plausible. Esta
es una idea decididamente inaceptable.
La justicia exige a todos los hombres el dar a cada quien lo que por
derecho le corresponde. Ese dar a las personas lo que les corresponde según su
dignidad de seres humanos es parte de la justicia, y no es una acción caritativa
verdadera sino hasta que sobrepasa a la exigencia llana de la justicia.
Pero esto no se logra, en definitiva, sino hasta que todos tenemos la plena
convicción de que todos los hombres somos iguales, que los bienes están
destinados realmente a todos, y que todos somos verdaderamente responsables de
todos.
La solidaridad entre individuos es la primera y la más importante, puesto
que en ella se fundan los otros dos tipos. Todos los tipos de solidaridad nacen de la
misma convicción de igualdad de todos los hombres.
Solidaridad en sociedad.
La primacía de la solidaridad entre individuos no resta importancia a la real
necesidad de impulsar la solidaridad de escala social. Los problemas socioeconómicos sólo pueden ser resueltos con ayuda de todas las formas de solidaridad:
solidaridad de los pobres entre sí, de los ricos y los pobres, de los trabajadores entre
sí, de los empresarios y de los empleados, solidaridad entre las naciones y entre los
pueblos. La solidaridad a gran escala está íntimamente ligada con aquélla entre
individuos, y en ella funda su verdadero valor.
Aún más: la solidaridad entre personas individuales, entre seres humanos
iguales, de uno a uno, debe tender necesariamente a la solidaridad de escala social.
La verdadera solidaridad encuentra su mayor solaz en el crecimiento de su campo
de influencia. Con esto, podemos afirmar que la solidaridad es una virtud que, si no
se desarrolla, se pierde. Para la solidaridad, hay sólo dos opciones: crecer o morir.
Pero este crecimiento en el campo de influencia de la solidaridad entraña
un serio peligro, pues también puede suceder que, al ampliar los alcances de una
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tendencia solidaria, se pierda la intensidad de esta disposición; se difumine su
fuerza; se borre poco a poco su verdadera efectividad, para convertirse en un
malestar personal por los males de la sociedad; una verborrea lastimosa por las
injusticias; una lágrima estéril; una hipócrita tristeza que no empuja a la acción, sino
a la lástima inútil y soberbia.
Es importante, según hemos señalado, no confundir la solidaridad con «un
sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas. Al
contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común;
es decir, por el bien de todos y cada uno, ya que todos somos verdaderamente
responsables de todos». El hombre es un ser social por naturaleza, y su desarrollo
está estrechamente vinculado con el desarrollo de toda la sociedad. En cierta
medida, ayudar a la sociedad es ayudarse a uno mismo, puesto que el bien común
es precisamente eso: común. El bien de todos es también mío.
La solidaridad social consiste en colaborar de manera desinteresada con
el bien común. Hay actos de solidaridad que son específicamente obligatorios.
Incluso existen actos en contra de la solidaridad que pueden ser castigados.
Entendemos, por ejemplo, que el cumplir las leyes es un acto solidario, porque
sabemos que cumpliéndolas favorecemos el orden social, la observancia de dichas
leyes y, por lo tanto, el bien común. En este caso, la falta contra la solidaridad es
motivo de castigo, y este castigo se lleva a cabo porque se considera que el
cumplimiento de la ley es de interés general y a todos aprovecha.
Aún en el caso de la ley – de la solidaridad obligatoria–, es importante
observar en el acto solidario la rectitud de la conciencia. La conciencia virtuosa y la
genuina buena intención son quienes deben dirigir nuestros actos solidarios.
Obedecer el mandato de detenerse cuando el semáforo está en rojo es, ciertamente,
un acto solidario, cuando lo hacemos por la convicción plena de que con ello
favorecemos el bien de la sociedad. Si lo hacemos por miedo al castigo, ese mismo
acto pierde su realidad solidaria para convertirse en una obediencia artificial, pueril y
temerosa. La ley, así contemplada, se torna frágil y quebradiza bajo el peso del
interés personal y momentáneo de la utilidad.
El cumplir las leyes debe ser una disposición permanente, porque todos
somos parte de la sociedad, y a todos nos interesa que esas leyes se cumplan para
favorecer el bien común. Lo mismo podemos afirmar, por ejemplo, del pago de los
impuestos justos, del cumplimiento las leyes penales, administrativas, etc.
Cumpliendo la ley aportamos nuestra actitud y voluntad para el desarrollo de la
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sociedad entera, que finalmente ha de convertirse en bien de todos y cada uno de
los que la conformamos. Todos somos verdaderamente responsables de todos.
La convicción de solidaridad, en este sentido, debe tender a terminar con
el quebrantamiento sistemático de las leyes en nuestro país. Si ignoro el rojo del
semáforo, si arreglo las cosas con dinero, si vendo cigarros a menores, si hago una
pequeña trampilla… ¿A quién afecto? … A todos, porque alteras el orden justo de la
sociedad, porque rompes la armonía, porque debilitas las leyes, porque destruyes la
legalidad, porque todos somos parte de esta sociedad; y dentro de ella estás tú
mismo. Entonces, el interés egoísta inmediato se vuelve en contra nuestra para
desintegrar la unidad solidaria de nuestro pueblo y embargarnos en un desesperante
círculo vicioso que genera inseguridad jurídica, miedo, indiferencia… y que no nos
empuja a otra cosa que al resquebrajamiento de los principios jurídico-políticos de
seguridad y certeza jurídicas, orden y paz.
Pero, como se infiere de lo ya expuesto, la solidaridad deseable no se
limita a lo legalmente exigible, a lo estrictamente justo, sino que invita a una
conciencia más profunda de entrega al bien común, a un esfuerzo de mejora
verdadera de las condiciones que favorezcan el desarrollo de todos los individuos.
La solidaridad resuena como una necesidad urgente y realmente alcanzable para
todos los que, a fin de cuentas, hemos recibido un sinfín de bienes de la sociedad y
por lo tanto, tenemos obligación moral de devolver, a lo menos, lo que está dentro
de nuestras posibilidades.
Puesto que todos somos, en más de un sentido, sujetos pasivos de la
solidaridad (hemos recibido bienes de forma gratuita, nos aprovechamos del
desarrollo, de la tecnología, de las leyes mismas), la relación correlativa de justicia
impulsa nuestra acción hacia una devolución proporcional por todos los bienes
recibidos. ¿Es un hombre capaz de pagar todo lo que le ha sido dado? –difícilmente.
De lo que sí es capaz es de entregarse con franca devoción a la búsqueda del bien
de su sociedad.
La solidaridad hacia la sociedad ha sido puesta de relieve en repetidas
ocasiones por la iglesia católica. Con respecto de la solidaridad, pío xii señala sus
elementos, claros y objetivos; no se anda por las ramas al señalar actos específicos
que implican solidaridad humana.
«Nos invitamos a construir la sociedad sobre la base de esta solidaridad y
no sobre sistemas vanos e inestables. Dicha solidaridad requiere que desaparezcan
las desproporciones estridentes e irritantes en el tenor de la vida de los diversos
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grupos de un mismo pueblo. Para este urgente cometido, a la presión externa se
habrá de preferir la acción eficaz de la conciencia, que sabrá imponer límites al
despilfarro y al lujo e inducirá igualmente a los menos habientes a pensar ante todo
en lo necesario y lo útil, ahorrando el resto si lo hay».
El sentido de el párrafo anterior se dirige a dos elementos principales: el
primero, como una crítica frontal al despilfarro y el lujo, que entorpecen y obstruyen
la solidaridad verdadera. El segundo, como una afirmación medular acerca de los
actos solidarios: una persona realmente solidaria, como ya hemos señalado, debe
de actuar conforme a la conciencia, antes que ser estimulada por leyes externas o
presión social.
La realidad de las diferencias en el modo de vida entre unas personas y
otras nos obliga a hacer hincapié en este asunto. Es claro que hay personas que
tienen más y hay otras que tienen menos bienes materiales. ¿Eso les obliga
necesariamente a aportar más en bien de la sociedad? La respuesta es clara, e
ineludible: sí. Ellos, los que tienen más riquezas materiales, están obligados por su
propia condición a colaborar más con la sociedad. Es cierto que los que tienen más
dinero deben pagar, en principio, más impuestos, pero ésta es sólo la medida justa,
lo mínimo exigible y, como hemos visto, eso no debe ser el límite de la solidaridad,
sino únicamente el comienzo.
«La verdadera solidaridad requiere que trabajemos por eliminar las raíces
de la miseria humana, tanto propias como ajenas, incluso si esto requiere algún
sacrificio por nuestra parte o haya que dar de nuestras necesidades y no sólo de 'lo
que nos sobra'. La solidaridad también significa compartir los bienes materiales con
otros, especialmente con los pobres de este mundo, hacia los que deberíamos tener
un amor preferencial».
Hay aún más formas de manifestar la solidaridad. Por ejemplo: la
ecología. Este tema hoy nos parece obligado porque ha adoptado una radical
importancia en los últimos años. ¿La conciencia ecológica es una conciencia
solidaria?
Ya hemos dejado muy claro que no puede existir la solidaridad sino entre
personas. Es por eso que hace falta diferenciar los fines que puede tener una
conciencia ecológica. Cuando una persona de decide a cuidar los recursos naturales
porque los considera valiosos en sí mismos no nos encontramos con una actitud
solidaria. Sin embargo, cuando sabemos que podemos favorecer al ser humano a
través del cuidado los ecosistemas, sembrando árboles, desarrollando agricultura
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sana, promoviendo la protección de los animales en peligro de extinción y
defendiendo la pureza de los ríos, entre otros ejemplos, entonces la disposición de
cuidar el entorno se transforma y enriquece para apoyar a la persona humana y,
ciertamente, la ecología puede ser una importante actitud dentro de la solidaridad
humana.
Hemos visto ya la diferencia: cuidar a la naturaleza para la naturaleza, o
cuidar a la naturaleza para el hombre. Esto aunque parece obvio, no lo ha sido tanto
en la vida práctica, porque ¿Acaso no se gastan millones de dólares en salvar, por
ejemplo, ballenas en el ártico, mientras que centenas de miles de niños padecen
desnutrición en los cinco continentes? Viene de esto a resultar que, para no pocas
personas, son más importantes cien ballenas que cien mil niños y, llevado al
extremo, creen que vale la pena poner en riesgo miles de vidas humanas por cuidar
otras tantas vidas animales, cuando la realidad es que una sola vida humana es de
incomparable valor con respecto de todos los animales de todo el planeta.
Hemos desarrollado el ejemplo de la ecología para poder manifestar la
idea siguiente: hay muchas y muy variadas formas de ser solidario. En todos los
casos, el ser humano debe ser el fin de la acción; de otro modo, no existe la
solidaridad y esa acción se disuelve en la nada, pierde su valor. Y para la solidaridad
existen distintos medios. La ecología, la economía, la educación, la nutrición, la
comprensión… dicho de otro modo: hay tantas formas de actuar solidariamente
como problemas humanos existen, porque en cada uno de esos problemas el
espíritu humano puede entregarse a sí mismo para colaborar y tomar por propias las
cargas del otro. De cualquier manera, estas acciones deben de tener siempre por fin
material a la persona humana.
Antes de cerrar este apartado, nos es imperativo hacer notar un punto
relevante: en general, cuando hablamos de solidaridad, nos viene a la mente, de
forma casi automática, la idea de ayuda económica –ayudar a los pobres, dar dinero
a los necesitados, etc…– o, cuando menos ayuda material –dar comida, dar casa,
etc…–. Estas ideas, aunque sí forman parte de la solidaridad, no lo hacen de forma
completa.
Decir que la solidaridad es, en esencia, ayuda material, sería el
equivalente a afirmar que todos los problemas se resuelven de esa manera; que el
hombre sólo tiene necesidades materiales; que el ser humano se compone sólo de
materia, y eso es totalmente equívoco, aunque así se nos ha hecho ver en el
desarrollo de los ideales del más puro liberalismo económico. El ser humano tiene
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realmente necesidades que no son materiales, como aquellas afectivas, espirituales,
morales o sociales.
Para estas necesidades, que pueden plantear problemas para distintas
personas, también debe existir una actitud solidaria que favorezca el desarrollo de
los hombres en estos campos. Por ejemplo: es posible, si yo no puedo dar dinero
para la educación, que dé una parte de mi tiempo para educar a niños de escasos
recursos; o que acerque a más gente a la oración –católica si soy católico, budista,
musulmana o protestante, si profeso otras religiones–; o que favorezca la integración
social de una comunidad marginada, y todo sin desembolsar un solo centavo. La
solidaridad, pues, no se reduce a ayuda material, ni a un romántico sentimiento de
tristeza hipócrita por los males de los demás, sino que se traduce en ayuda
verdadera para los problemas de todos los hombres, dignos y, por lo tanto, iguales.
Como podemos observar, la solidaridad social tiene distintos matices. La
realidad es que todos estamos obligados a ella, ya sea por ley positiva o natural,
porque todos formamos parte de la sociedad y todos nos beneficiamos de ella. Lo
menos que debemos hacer es colaborar en justicia para alcanzar el bien común. ¿Y
lo más? El límite de la solidaridad es la medida de la vida humana, porque estamos
llamados a dar todo –incluso la vida–, y guardar para nosotros no más que lo
indispensable. Lo demás es lujo que acrecienta la distancia de unos hombres con
otros y obstaculiza el desarrollo de la sociedad en la medida que merma la
capacidad humana de compartir, de cooperar y de pertenecer realmente a una
sociedad de hombres iguales.
Solidaridad entre naciones.
Tenemos que afirmar, antes que cualquier otra cosa, lo siguiente: no es
conveniente observar la solidaridad entre pueblos distintos sin tener clara la
dimensión humana que esto conlleva: las naciones no son entes subsistentes en sí
mismos, sino que subsisten en los seres humanos que los conforman. Por eso, no
hay que ignorar lo que realmente sucede. Cuando una nación es solidaria con otra
nación, realmente los individuos que pertenecen a una nación están siendo
solidarios con las personas que viven en otra nación.
Las naciones no son capaces de la solidaridad, sino a través de los
individuos que las conforman. La solidaridad no es susceptible de perder su
dimensión humana, aún cuando esté siendo llevada a cabo más allá de la propia
sociedad.
Valores en la educación
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Entendido esto, podemos proseguir. La solidaridad en el ámbito
internacional sólo es comprensible cuando se tienen por verdaderamente iguales en
derechos todas las naciones, independientemente de su influencia económica o
cultural dentro de un mundo que se inclina a favorecer la tan nombrada
globalización.
Podemos decir, con respecto de la realidad internacional, que la obligación
de solidaridad es tan imperativa entre naciones como lo es entre individuos, dado
que el campo de influencia de una solidaridad entre pueblos es mucho mayor, y las
diferencias, sobre todo económicas, impiden la búsqueda libre del bien común en las
naciones llamadas del tercer mundo, que están en vías de desarrollo. «en el ámbito
de las relaciones entre los pueblos, la solidaridad exige (…) que disminuyan las
terribles diferencias entre los países en el tenor de vida». De esta manera la
solidaridad, fundamentada en la igualdad radical de las naciones, ha de inclinarse en
una lucha constante por lograr también la igualdad en condiciones sociales y
económicas, para hacer desaparecer la subordinación material de unos países ante
otros: que la igualdad entre naciones no sea sólo substancial, sino también material.
Para llevar a cabo la solidaridad entre las naciones, hace falta visualizar
un hecho que en algunas ocasiones es difícil de aceptar: el bien de cada sociedad
es el bien de todas las sociedades, así como el bien de una persona en sociedad es
el bien de todos sus habitantes. Podemos observar al planeta entero como una
verdadera sociedad de sociedades, en donde todos, realmente, somos responsables
de todos. En una actitud de solidaridad no sólo se beneficia aquél que recibe la
ayuda, sino también aquél que la da, además de toda la sociedad de sociedades.
Entendido esto, comprendemos que, de ninguna manera, la solidaridad
entre naciones se opone a los sentimientos positivos de patriotismo y de cuidado de
la nación propia. Las naciones también deben de aprender a desprenderse de sus
bienes materiales en favor de otros, y no sólo de lo que les sobra, sino de aquello
que les ha costado trabajo, porque sólo entonces podrán comprender la dimensión
universal de la solidaridad, aún entre naciones que no guardan algún vínculo
especial de amistad o compromiso.
«Juzgamos necesaria aquí una advertencia: (…) el amor a la propia patria,
que con razón debe ser fomentado, no debe impedir, no debe ser obstáculo al
precepto cristiano de la caridad universal, precepto que coloca igualmente a todos
los demás y su personal prosperidad en la luz pacificadora del amor»
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
El tema de la solidaridad universal en la historia próxima tiene lo mismo
capítulos gloriosos que recuerdos deplorables. Podemos citar un buen ejemplo,
cercano a todos nosotros. En 1985, ocurrió en la ciudad de México un fuerte
terremoto, con consecuencias materiales terribles. En aquella ocasión, México
recibió ayuda solidaria de diversas naciones en el mundo entero: dinero, comida,
ropa, cobertores y hasta gente que se apuntó para las arduas tareas de rescate.
Podemos observar en ello una muestra de verdadera fraternidad universal, en donde
todas las naciones toman conciencia y responsabilidad por las necesidades de otros.
Pero no siempre es así. En el año 2000, por razón del jubileo universal, el
Papa Juan Pablo II, solicitó a diversos países del primer mundo la condonación de
las deudas a los países en vías de desarrollo, la mayoría de los cuales se
encuentran en África. En esta ocasión, las naciones desoyeron la llamada a una
verdadera solidaridad. La esperanza de las naciones pobres ante ese llamado se
apagó dolorosamente ante la egoísta negativa de los países desarrollados.
Podemos afirmar con esto que todavía, a pesar de la supuesta globalización y de la
supuesta hermandad de todos los pueblos, la solidaridad plena es aún difícil de
alcanzar. Y ésta será, desde luego, prácticamente inalcanzable mientras que en los
individuos no exista esa disposición constante a apoyar el bien común.
No hay que caer en el error de pensar que esto es un problema nuevo.
Juan XXII ya lo había hecho notar anteriormente. Las solidaridad entre las naciones
no es una urgencia reciente, sino una verdad de siempre.
«En una única y sola familia, impone a las naciones que disfrutan de
abundantes riquezas económicas la obligación de no permanecer indiferentes ante
los países cuyos miembros, oprimidos por innumerables dificultades interiores se
ven extenuados por la miseria. El problema tal vez mayor de nuestros días es el que
atañe a las relaciones que deben darse entre las naciones económicamente
desarrolladas y los países que están en vías de desarrollo económico: las primeras,
gozan de una vida cómoda los segundos, en cambio, padecen durísima escasez. La
solidaridad social que hoy día agrupa a todos los hombres y el hambre y no
disfrutan, como es debido, de los derechos fundamentales del hombre. Esta
obligación se ve aumentada por el hecho de que, dada la interdependencia
progresiva que actualmente sienten los pueblos, no es ya posible que reine entre
ellos una paz duradera y fecunda, si las diferencias económicas y sociales entre
ellos resulta excesiva».
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Estas palabras, que fueron escritas hace más de cuarenta años, nos
parecen hoy más necesarias que nunca. La brecha económica que divide a los
países desarrollados con aquellos en vías de desarrollo es hoy más grande y más
infranqueable que nunca, pues la velocidad de desarrollo que permiten el mercado
mundial y la tecnología a los países con alto grado de bienestar económico, los
separa cada vez más de la realidad que viven los países con dificultades
económicas.
Esta situación se agrava actualmente con los problemas que se han
suscitado en los años. Enfrentamientos bélicos, guerras culturales, enconos
religiosos. Problemas que no hacen sino remarcar las diferencias que obstaculizan
una actitud solidaria de alcance universal, porque en vez de favorecer la unión por la
igualdad substancial, provocan el distanciamiento y el odio por diferencias
accidentales. «mientras el mundo siente con tanta viveza su propia unidad y la
mutua
interdependencia
en
ineludible
solidaridad
se
ve,
sin
embargo,
gravísimamente dividido por la presencia de fuerzas contrapuestas». Estas fuerzas
son de distinta índole. Las hay políticas, religiosas, económicas, culturales e incluso
étnicas.
La solución a estos problemas parece clara: «hay que apostar por el ideal
de la solidaridad frente al caduco ideal del dominio», por que sabemos que el bien
de todos nos favorece a todos. Hay que apostar por el bien común.
La creciente interacción entre las naciones y la cada vez más abismal
separación cultural y económica entre los países no parecen ser sino los polos
opuestos de una realidad global que se define por sus contradicciones: un mundo
cada vez más cercano, pero cada vez más dividido; que trata de olvidar los
conflictos raciales para imbuirse en la indiferencia entre culturas.
Lejos de lamentarnos, horrorizarnos o indignarnos de forma hipócrita por
estas realidades tan disímiles, nos ocupa la urgente necesidad de hacerles frente.
En el ámbito internacional, sobre todo los gobernantes deben de estar abiertos a una
realidad hoy innegable: el verdadero desarrollo de una nación no puede llevarse a
cabo sin el desarrollo paralelo de todas las demás, porque la interacción y la
interdependencia –económica, comercial, cultural– entre países es cada vez más
acusada y hoy, más que siempre, los países del orbe son definitivamente necesarios
entre sí. La sociedad de sociedades es una realidad, y todos somos verdaderamente
responsables de todos.
Conclusiones.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Visto todo lo anterior, no nos queda más que reafirmar algunas ideas
clave, que nos demuestran el protagonismo real que debe tener la solidaridad en el
ámbito de las relaciones humanas en todas sus dimensiones.
Hemos observado la importancia de la solidaridad para el buen desarrollo
de las personas en sociedad. Hemos repetido hasta el cansancio los efectos
positivos que deben de derivarse de una correcta disposición para la solidaridad
universal. Pero nos hace falta hacer el acotamiento en este estudio sobre las
consecuencias que, a contrario sensu, se desprenden de la falta de solidaridad entre
los hombres.
«La culpa de la estreches actual... Deriva de la falta de solidaridad de los
hombres y de los pueblos entre sí». El supuesto bienestar que logran los hombres
cuando, a fuerza de derribar a los otros, de utilizarlos como simples escalones para
subir al éxito, de olvidarlos en la desdicha, de ignorarlos en la pobreza, de sumirlos
en la ignorancia, es sólo una desdichada farsa de poder y comodidad que tiene
sumida a la sociedad en un estancamiento fétido de intereses personales que ha
relegado al olvido la confianza entre los hombres. El desarrollo momentáneo que
consiguen los países cuando explotan a otros, o dejan de ayudarles, o propician su
subdesarrollo, o se enfrentan en guerra y vencen, es sólo un espejismo efímero de
bienestar material, pervertido de egoísmo y deshumanización.
¿Acaso no es obvio al ojo observador que la falta de solidaridad no
conduce a otra cosa que al aletargamiento de la civilización y la falta de desarrollo
conjunto de todos los hombres? La falta de solidaridad no sólo afecta a los
necesitados, o a los países en desarrollo, o a los ignorantes. La falta de solidaridad
se revierte en contra nuestra, y nos afecta tan directamente como a los más
necesitados. Ser solidarios con los demás, podemos decir, es ser solidarios con
nosotros mismos, pero de una manera genuina, legítima. Preocuparnos por nosotros
y por los nuestros es lícito, pero no a costa de los demás, sino de la mano de los
demás, colaborando con el desarrollo de todos.
Primero en la familia, luego en la comunidad; más tarde en la sociedad o
más allá de nuestras fronteras. El desarrollo de todos es también mi desarrollo; el
bien de todos es también mío.
La solidaridad debe ser verdadera, tangible, cierta. Debe ser activa,
perseverante, constante. «No es posible confundirla con un vago sentimiento de
malestar ante la desgracia de los demás. (…) la solidaridad, en el compromiso del
hombre y de la mujer, es un servicio a aquellos cuyas vidas y destinos están ligados
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
estrechamente entre sí». La solidaridad es entrega y, por tanto, diametralmente
opuesta al deseo egoísta, que impide el verdadero desarrollo.
Por eso hemos dicho: la solidaridad es unión, mientras que el egoísmo es
aislamiento. La solidaridad favorece el desarrollo; el egoísmo, la pobreza. La
solidaridad aprovecha los bienes, los distribuye, los comparte, los multiplica; el
egoísmo, los corrompe, los hace estériles, los pervierte para hacer de los bienes
plataformas de podredumbre, de riquezas desbordantes de inutilidad y vergüenza.
Para la solidaridad, homo homini amicus, homo homini frater; para el egoísmo, homo
homini lupus.
Esa solidaridad; esa disposición permanente de colaborar con el bien
común; la misma que une, hermana y desarrolla a los hombres, no es algo extraño a
nosotros, ni es un ideal inalcanzable, no. La solidaridad es parte de nosotros, está
en la naturaleza misma del ser humano y se relaciona directamente con su también
naturalísima tendencia social.
Es este sentido, podemos decir que las tendencias humanas que se
oponen a la solidaridad son no sólo negativas, sino también antinaturales; son
señales patológicas en una persona que no reconoce la dignidad de la persona
humana ni se ha dado cuenta, ciego de avaricia, de que todos somos
verdaderamente responsables de todos. Así como la solidaridad nos humaniza; la
falta de ella nos pervierte, nos aleja, nos hace negar nuestra propia naturaleza.
Oponerse a la solidaridad es oponerse a la naturaleza social del hombre, y
equivale a afirmar que uno es autosuficiente, que no necesita de otros, que los otros
no le merecen, que no le debe nada a nadie. No escuchar el llamado a la solidaridad
es una acción que desvirtúa al ser humano para convertirlo en un ser solitario,
egoísta; fuera de la realidad; lejano de los otros hombres, duro de corazón: profuso
para exigir, pobre para ofrecer. Querer olvidar la solidaridad y observar con los
brazos cruzados las necesidades de los que nos rodean es un síntoma de un
profundo egoísmo, una irreparable ceguera o una asombrosa ingratitud.
El ser humano es un ser social: necesita de otros y los otros necesitan de
él. Con esto, ¿Quién puede negar la necesidad inmediata de la solidaridad
verdadera en todos los hombres? Ya sean jurídicos, ya sean filosóficos, ya sean
morales los argumentos que se esgriman a favor de ella, cualquier hombre que
acepte a la justicia como la constante y perpetua disposición de dar a cada quien lo
que por derecho le corresponde sabrá, por lo mismo, observar en la solidaridad una
verdadera exigencia de la justicia misma y un llamado urgente de caridad universal.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
215
Solidaridad
Un valor que nos ayuda a ser una mejor sociedad y que no solamente
debe vivirse en casos de desastre y emergencia.
Pensamos en la solidaridad como una actitud que debemos asumir en
emergencias y desastres, sin embargo, la solidaridad es una característica de la
sociabilidad que inclina al hombre a sentirse unido a sus semejantes y a la
cooperación con ellos.
Podemos manifestar esta unión y cooperación, cada vez que procuramos
el bienestar de los demás, participando en iniciativas que nos impulsen a servirles,
como puede ser la visita a los enfermos en un hospital, haciendo colectas de ropa y
alimentos para los más necesitados, en un grupo que imparta educación en
comunidades marginadas, colaborando en campañas de cuidado y limpieza de
calles y áreas recreativas de la comunidad, en los momentos que auxiliamos a
quienes son víctimas de alguna catástrofe, es decir, prestando nuestros servicios en
la creación de mejores condiciones de vida.
No podemos reducir el concepto de solidaridad a un simple servicio
extraordinario; el término "servicio", puede hacernos perder de vista otros aspectos
de la solidaridad:
· En la empresa los dueños deben procurar pagar un salario justo a sus
trabajadores, de tal manera que les alcance para cubrir las necesidades primordiales
de su familia; también los trabajadores en la oficina, el taller, el hospital, deben
preocuparse por ayudar a sus colegas a desempeñar mejor su labor, con consejos,
orientaciones o simplemente enseñarlos a hacer aquello que más se les dificulta.
· En el trabajo personal: poniendo alegría y empeño por hacerlo lo más
perfectamente posible, pues garantiza el progreso de la empresa y por consiguiente
el propio.
· Los educadores actualizando continuamente sus conocimientos, al
mismo tiempo que las técnicas de enseñanza, para garantizar un mejor aprendizaje
y aprovechamiento de los alumnos, además de ver en cada educando a una
persona en desarrollo y formación.
· En el hogar: dando un trato justo a los empleados que conviven
diariamente con nosotros y nos ayudan a tener una vida más agradable.
· El respetar las normas de vialidad al ir conduciendo, para garantizar la
seguridad de los peatones y automovilistas.
215
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/solidaridad.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La solidaridad es la ayuda mutua que debe existir entre las personas, no
porque se les conozca o sean nuestros amigos, simplemente porque todos tenemos
el deber de ayudar al prójimo y el derecho a recibir la ayuda de nuestros semejantes.
Qué agradable es el momento en que un desconocido se ofrece a
ayudarnos a cambiar el neumático averiado o levanta los objetos que han caído de
nuestras manos, son pequeños detalles de solidaridad: servir a los demás
desinteresadamente, por el simple hecho de ser personas, porque han descubierto
la fraternidad....
Debemos descubrir y comprender que en cada lugar de trabajo y de
convivencia, las personas tienen algo interesante que aportar y que enseñarnos; si
aprendemos a interesarnos por el bienestar de las personas estamos en condiciones
de ayudarles y prestarles un mejor servicio.
Si queremos que algo mejore - el servicio de limpieza de las calles o la
educación que reciben los hijos en la escuela, por ejemplo -, debemos decidirnos a
tomar el problema en nuestras manos, tal vez el vecino tiene la misma inquietud, y
sólo le hacia falta con quien empezar a trabajar, con sus medios y los nuestros... No
esperemos que las cosas cambien por sí mismas.
Generalmente el bien común va planteando nuevas necesidades,
consecuentemente la labor no termina, pero se crea un ciclo en el cual se va
haciendo cada vez más efectiva la ayuda y participación de todos. En resumidas
cuentas, para vivir la solidaridad se requiere pensar en los demás como si fuera otro
yo, pues no vivimos aislados y nuestros conciudadanos esperan que alguien se
preocupe por el bienestar y seguridad de todos, tal vez de alguien como nosotros,
como líderes emprendedores.
12.7.- Tolerancia.
Definición:
Tolerancia.
(Del lat. Tolerantĭa).
1. F. Acción y efecto de tolerar.
2. F. Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son
diferentes o contrarias a las propias.
3. F. Reconocimiento de inmunidad política para quienes profesan
religiones distintas de la admitida oficialmente.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
4. F. Diferencia consentida entre la ley o peso teórico y el que tienen las
monedas.
5. F. Margen o diferencia que se consiente en la calidad o cantidad de las
cosas o de las obras contratadas.
6. F. Máxima diferencia que se tolera o admite entre el valor nominal y el
valor real o efectivo en las características físicas y químicas de un material, pieza o
producto.
~ De cultos.1. F. Derecho reconocido por la ley para celebrar
privadamente actos de culto que no son los de la religión del estado.
Concepto básico:
La tolerancia es la expresión más clara del respeto por los
demás, y como tal es un valor fundamental para la convivencia pacífica
entre las personas. Tiene que ver con el reconocimiento de los otros
como seres humanos, con derecho de ser aceptados en su
individualidad y su diferencia. El que es tolerante sabe que si alguien es
de una raza distinta de la suya o proviene de otro país, otra cultura, otra
clase social, o piensa distinto de él no por ello es rival o enemigo.
Cuando se presentan conflictos, las personas tolerantes no
acuden a la violencia para solucionarlos, porque saben que la violencia
engendra más violencia. Prefieren dialogar con sus oponentes y buscar
puntos de acuerdo. Sin embargo, debemos ser tolerantes pero pasivos.
Hay situaciones frente a las cuales nuestro deber, lejos de quedarnos
callados, es protestar con energía.
Pongámonos en el lugar de los otros para tratar de entender
sus problemas y su manera de actuar.
Escuchemos sin interrumpir y demos a los demás la
oportunidad de expresarse.
Veamos en la diversidad de razas y culturas una señal de la
riqueza y amplitud del mundo, en lugar de motivos de confianza.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
216
La tolerancia, del latín tolerare (sostener, soportar), es una noción que
define el grado de aceptación frente a un elemento contrario a una regla moral, civil
o física. Más generalmente, define la capacidad de un individuo de aceptar una cosa
con la que no está de acuerdo. Y por extensión moderna, la actitud de un individuo
frente a lo que es diferente de sus valores.
Georges Clémenceau, a quien un oponente político pedía un poco más de
tolerancia, contestó: "¿Tolerancia? Hay casas para ello!" (esta palabra se atribuye
sobre todo a Claudel).
La noción de tolerancia se aplica a numerosos dominios:
La tolerancia social: actitud de una persona o de un grupo social ante lo
que es diferente de sus valores morales o sus normas.
La tolerancia civil: distancia entre las leyes y sus aplicaciones y la
impunidad.
La tolerancia según Locke: "dejar de combatir aquello que no se puede
cambiar".
La tolerancia religiosa: actitud ante las confesiones de fe diferentes.
La tolerancia técnica: margen de error aceptable, o capacidad de
resistencia a una agresión.
Tolerancia.
217
" Hablar de tolerancia es hablar del respeto a la diferencia de ideas y
posturas respecto de algún tema, o de la vida misma."
El pluralismo, la diversidad y la tolerancia son valores irrenunciables, que
asumen la forma de un ideal al que aspirar, a partir del hecho evidente de que
somos distintos, y hemos de respetarnos como somos, con opiniones, estilos de vida
y valores diferentes.
Debemos aprender a convivir con gentes de distintas culturas, tradiciones
y religiones, esto nos ha enseñado que esa pluralidad no es una pérdida, sino todo
lo contrario, una ganancia. Debemos aprender a respetar y a convivir con quienes no
piensan como nosotros, es decir, debemos propiciar la sensibilidad hacia la dignidad
de la persona y su libertad. Esa sensibilidad ha aumentado mucho gracias a la
mejora de la educación y a la progresiva desaparición de la miseria económica,
jurídica, política y moral.
El respeto al pluralismo y a la diversidad forma parte esencial de toda
verdadera cultura, por tener profundas raíces en la misma racionalidad humana.
216
217
http://es.wikipedia.org/wiki/Tolerancia
http://www.monografias.com/trabajos16/valores-significado/valores-significado.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Así es como llegamos al concepto de intolerancia. Fácilmente, ante
alguien que no piensa, no actúa, no vive o no cree como nosotros podemos adoptar
una actitud agresiva. Esta actitud, cuando es tomada en contra de nuestras ideas se
percibe como un atropello a uno de nuestros valores fundamentales: la libertad. La
intolerancia puede ser tan opresiva, que haga prácticamente imposible la
convivencia humana.
218
No me gusta la palabra ―tolerancia‖, pero no encuentro ninguna mejor.
El amor nos enseña a tener por la fe religiosa de los demás el mismo respeto que
tenemos por la nuestra. La tolerancia no es indiferencia por la propia fe, sino amor
más puro e inteligente por esta fe. Está claro que la tolerancia no es confusión entre
el bien y el mal, entre lo justo y lo injusto.
Palabras sacrosantas, éstas de Gandhi (1869-1948), el gran maestro de la
no-violencia. Palabras necesarias en nuestros días, señalados más bien por el
fanatismo y la intolerancia. Él decía que ―la tolerancia nos da un poder de
penetración espiritual que está tan lejos del fanatismo como el polo norte lo está del
polo sur‖. Es verdad que él tenía razón cuando se declaraba insatisfecho por el uso
de esta palabra, porque implica una pizca de altanería y de superioridad hacia el
―tolerado‖. No es extraño que el cristianismo prefiera la palabra ―amor‖.
Sin embargo, la tolerancia es ya un gran paso, sobre todo cuando educa
en el conocimiento y en el respeto del otro, del que es distinto, del extraño. Este
comportamiento no debe ser indiferencia, confusión o sincretismo vano y vago. Es
conciencia de la diferencia, pero también de la posibilidad – a través de un diálogo
recíproco – de alcanzar una convivencia, una armonía, una solidaridad. No es
solamente no hacer mal al otro, sino también ayudarlo a superar las dificultad de ser
extraño para sentirse acogido y respetado, echando fuera miedos y reacciones
guerreras. Decía Gandhi: ―la no-violencia es la ley de los hombres, la violencia es la
ley de los brutos‖
219
Tolerancia: se refiere a la comprensión de percibirse y percibir al resto
de las criaturas como un producto de la evolución y, por ello, sometido a un proceso
aún imperfecto. Esta visión da una correcta medida tanto de capacidades como de
actitudes, y sitúa el nivel de exigencias sobre nosotros mismos y sobre los demás en
una perspectiva más justa y lejos de las expectativas fantásticas con las que
habitualmente funcionamos.
218
219
http://www.4buenasnoticias.com/valores/tolerancia.html
http://www.proyectopv.org/1-verdad/herramientasuniversales.html
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
220
La tolerancia. Respeta la paz
La tolerancia es la capacidad de conceder la misma importancia a la forma
de ser, de pensar y de vivir de los demás que a nuestra propia manera de ser, de
pensar y de vivir.
Si comprendemos que nuestras creencias y costumbres no son ni mejores
ni peores que las de otras personas, sino simplemente distintas, estaremos
respetando a los demás.
No es preciso compartir una opinión para ser capaz de considerarla tan
válida como cualquier otra. Lo que hace falta es tratar de ponerse en el lugar de los
demás.
Desde cada perspectiva, las cosas se perciben de una manera distinta.
Por eso, analizar en grupo una situación, escuchando la opinión de cada miembro
del mismo, nos permite valorarla mejor.
Compartir las diferencias nos enriquece. Algunas veces, a lo largo de la
historia se pueden ver ejemplos de personas cuyas formas de actuar nacen
precisamente de la falta de respeto hacia los demás. Dejar pasar actitudes
desconsideradas e injustas es una manera indirecta de no respetar a quien las sufre.
Por eso, ser tolerante es también definirse, dar un paso al frente, hacer una opción
por la justicia y la paz.
12.8.- Comunicación.
Definición:
Comunicación.
(Del lat. Communicatĭo, -ōnis).
1. F. Acción y efecto de comunicar o comunicarse.
2. F. Trato, correspondencia entre dos o más personas.
3. F. Transmisión de señales mediante un código común al emisor y al
receptor.
4. F. Unión que se establece entre ciertas cosas, tales como mares,
pueblos, casas o habitaciones, mediante pasos, crujías, escaleras, vías, canales,
cables y otros recursos.
5. F. Cada uno de estos medios de unión entre dichas cosas.
6. F. Papel escrito en que se comunica algo oficialmente.
220
http://es.geocities.com/educaenvalores/paz/tutoria/toler.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
7. F. Escrito sobre un tema determinado que el autor presenta a un
congreso o reunión de especialistas para su conocimiento y discusión.
8. F. Ret. Figura que consiste en consultar la persona que habla el parecer
de aquella o aquellas a quienes se dirige, amigas o contrarias, manifestándose
convencida de que no puede ser distinto del suyo propio.
9. F. Pl. Correos, telégrafos, teléfonos, etc.
Concepto básico:
221
La comunicación es un fenómeno inherente a la relación grupal de los
seres vivos por medio del cual éstos obtienen información acerca de su entorno y de
otros entornos. La comunicación es de suma importancia para la supervivencia de
cada especie, pues la información que ésta extrae de su medio ambiente y su
facultad de transmitir mensajes serán claves para su desarrollo y para interpretar el
mundo.
Etimológicamente, la palabra comunicación deriva del latín "comunicare",
que puede traducirse como "compartir algo con alguien".se considera una categoría
polisémica en tanto su utilización no es exclusiva de una ciencia social en particular ,
teniendo connotaciones propia de la ciencia social de que se trate.
222
"Una buena comunicación puede hacer la diferencia entre una vida feliz
o una vida llena de problemas."
La comunicación es indispensable para procurar y mantener las buenas
relaciones en todos los ámbitos de nuestra vida, particularmente en la familia, el
trabajo y con las personas más cercanas a nosotros.
El valor de la comunicación nos ayuda a intercambiar de forma efectiva
pensamientos, ideas y sentimientos con las personas que nos rodean, en un
ambiente de cordialidad y buscando el enriquecimiento personal de ambas partes.
La
buena comunicación
tiene
algunas
características
que
todos
conocemos: escuchar con atención, no acaparar la palabra, evitar interrumpir, utilizar
un lenguaje propio y moderado, lo cual demuestra educación y trato delicado hacia
las personas. Pero este valor tiene elementos fundamentales e indispensables para
lograr una verdadera comunicación como son: el interés por la persona; saber
preguntar, el punto es no quedarnos con la duda; aprender a ceder, sinceridad ante
todo, expresar lo que pensamos, sobre todo si sabemos que es lo correcto, etc.
221
222
http://es.wikipedia.org/wiki/Comunicaci%C3%B3n
http://www.monografias.com/trabajos16/valores-significado/valores-significado.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Corresponsabilidad
(responsabilidad)
Definición:
Corresponsable.
1. Adj. Que comparte la responsabilidad con otro u otros
Fidelidad.
Definición:
Fidelidad.
(Del lat. Fidelĭtas, -ātis).
1. F. Lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona
2. F. Puntualidad, exactitud en la ejecución de algo
Concepto básico:
223
Fidelidad
Vivir la fidelidad se traduce en la alegría de compartir con alguien la propia
vida, procurando la felicidad y la mejora personal de la pareja
La fidelidad es un valor fundamental. Ya hemos escrito antes del valor de
la lealtad que se aplica muy directamente con amigos, amistades, familiares y
compañeros de trabajo. Sin embargo la fidelidad como valor se aplica más
directamente a las relaciones de pareja entre novios y entre esposos, y hoy hemos
querido profundizar en este tema, porque no es necesario sufrir la infidelidad de la
pareja para entender que este es un valor fundamental
Una de la peores consecuencias de la falta de fidelidad o lealtad se puede
ver en el rostro de los que luego se arrepienten y ya nada pueden hacer. Los rostros
de los infieles y de los engañados llevan una marca de amargura muy difícil de
borrar. Por eso para evitar vivir una vida llena de vergüenza y amargura lo mejor es
vivir en completa integridad. El engaño a otros inevitablemente nos va a rebotar y a
la larga los perdedores seremos nosotros mismos
Alcanzar el verdadero y único amor es la aspiración más noble del
hombre, sin embargo, el egoísmo y el placer se han convertido en dos gigantes que
impiden tener una relación sana, estable y de beneficio para las personas. Hacer
conciencia y robustecer el valor de la fidelidad, es una necesidad que nos apremia
223
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/fidelidad.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
en beneficio de nosotros mismos, la familia y la sociedad entera. La desconfianza en
la pareja tiende a ser uno de los factores más comunes de hoy día, principalmente
por una falta de adhesión a unos sanos ideales que valoren la relación de pareja
como uno conducente a una felicidad normal con sus altos y bajos pero estable.
La fidelidad es el íntimo compromiso que asumimos de cultivar, proteger y
enriquecer la relación con otra persona y a ella misma, por respeto a su dignidad e
integridad, lo cual garantiza una relación estable en un ambiente de seguridad y
confianza que favorece al desarrollo integral y armónico de las personas.
Por extraño que pueda parecer, la fidelidad es anterior a la relación
misma; debemos conocer y descubrir realmente lo que buscamos y estamos
dispuestos a dar en una relación. La rectitud de intención nos ayudará a superar el
egoísmo y hacer a un lado los intereses poco correctos.
Así, una relación está destinada al fracaso por desvirtuar el propósito de la
misma: esto sucede con quien busca un joven apuesto o una chica hermosa para
satisfacer la propia vanidad o la búsqueda de placer; peor aún si se pretende a
través de esa relación, alcanzar una mejor posición social y un interés económico.
Poco futuro tiene esa pareja cuando alguna de las partes no ha entendido que debe
haber disposición para compartir, comprender y colaborar al perfeccionamiento
personal del otro.
Podemos afirmar que el egoísmo es el mayor peligro para cualquier
relación. Aunque no siempre aparece a primera vista, podemos observar que
algunas personas se dejan llevar por todo lo que es novedoso: ropa, autos,
aparatos...; con el consecuente cumplimiento de sus caprichos, buscando el placer
en la comida, la bebida, el sexo y la diversión.
Estas personas están en constante peligro de faltar a la fidelidad en
cualquier momento, porque su vida está orientada a la novedad, al cambio y a la
búsqueda de nuevas experiencias y satisfacciones. Ser fiel cuesta trabajo porque no
existe la disposición a dar y a darse. ¿Cómo esperar que una relación no sea
aburrida al poco tiempo? ¿Cómo pretender que se eviten nuevas experiencias?
Vencer al egoísmo, al placer y a la comodidad con una conducta sobria, garantiza
nuestro crecimiento personal y por ende, el de cualquier relación.
La fidelidad no es exclusiva del matrimonio, es indispensable en el
noviazgo porque no hay otra forma de aprender a cultivar una relación y hacer que
prospere. No está mal que los jóvenes conozcan a distintas personas antes de
decidir con quien sacar adelante su proyecto de vida, pero debe hacerse bien, sin
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
engaños, procurando conocer realmente a la persona, dando lo mejor de sí mismos,
teniendo rectitud de intención en sus intereses, eso es noble, correcto y sobre todo,
leal.
También debemos ser cautelosos en nuestros afectos y tratar con
delicadeza y respeto a las personas del sexo opuesto, máxime si ya tenemos otra
relación o un compromiso con alguna persona en particular. Una cosa es la cortesía
y el trato amable, otra muy diferente los halagos, las excesivas atenciones y la
comunicación de sentimientos e inquietudes personales; estos intercambios hacen
crecer un afecto que va más allá de la amistad y de la convivencia profesional
porque se involucra a la persona en nuestra vida, en nuestra intimidad y siempre
tendrá la misma consecuencia: faltar a la fidelidad. Por eso, es necesario ser muy
cuidadosos con nuestro trato en la oficina, la escuela, con los familiares y en todos
los lugares que frecuentamos.
La fidelidad no es atadura, por el contrario, es la libre expresión de
nuestras aspiraciones, nos colma de alegría e ilumina cotidianamente a las
personas. Una buena relación posee una serie de características que la hacen
especial y favorecen a la vivencia de la fidelidad, pero deben cuidarse para que no
sean el producto de la emoción inicial:
- Existe el interés por estar al lado de la persona, se procuran detalles de
cariño y momentos agradables.
- Constantemente se hace un esfuerzo por congeniar y limar las
asperezas, procurando que las discusiones sean mínimas para lograr la paz y la
concordia lo más pronto posible.
- Se da poca importancia a las fallas y errores de la pareja, hacemos todo
lo posible por ayudar a que las supere con comprensión y cariño.
- Somos cada vez más felices en la medida que se "avanza" en el
conocimiento de la persona y en la forma en la que corresponde a nuestra ayuda.
- Compartimos alegrías, tristezas, triunfos, fracasos, planes... Todo.
- Por el respeto que merece nuestra pareja, cuidamos el trato con
personas del sexo opuesto, con naturalidad, cortesía y delicadeza; que a final de
cuentas, es el respeto que tenemos por nosotros mismos.
La fidelidad no es sólo la emoción y el gusto de estar con la pareja, es la
lucha por olvidarnos de pensar únicamente en nuestro beneficio; es encontrar en los
defectos y cualidades de ambos la oportunidad de ser mejores y así llevar una vida
feliz.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Sin lugar a dudas, cuando somos fieles podemos decir que nuestra
persona se perfecciona por la unión de dos voluntades orientadas a un fin común: la
felicidad del otro. Cuando este interés es auténtico, la fidelidad es una consecuencia
lógica, gratificante y enriquecedora.
Vivir la fidelidad se traduce en la alegría de compartir con alguien la propia
vida, procurando la felicidad y la mejora personal de la pareja, generando estabilidad
y confianza perdurables, teniendo como resultado el amor verdadero.
224
Se habla muchas veces del valor de la fidelidad. No siempre se
comprende bien por qué es algo importante, por qué vale tanto.
Conviene recordar que los valores pueden dividirse en dos grupos: unos
son aquellos valores que son buscados y queridos por sí mismos, no por algo
distinto de ellos. Son de este grupo, por ejemplo, la amistad, el amor, la alegría
profunda y sincera, la eternidad.
Otros
valores,
en
cambio,
sólo
son
medios
o
instrumentos
o
consecuencias de valores más importantes. En este segundo grupo se encuentran el
dinero, la salud, la fuerza, muchas clases de trabajo, etcétera.
¿Dónde se coloca la fidelidad? ¿En qué grupo podemos situarla? La
fidelidad no es un valor que se mire a sí misma, que se quiera porque sí, sin más: es
un valor instrumental.
Se es fiel a un amigo, a la esposa o esposo, a la empresa donde uno
trabaja, a la patria, a la humanidad.
La fidelidad acompaña a muchos valores que definen al hombre en su
núcleo central, para el bien o para el mal.
Porque también hay personas que son ―fieles‖ a su jefe criminal, al
chantajista que pide negocios deshonestos, a la cita puntual para vender droga o
para gastar el dinero de la familia en unas cuantas cervezas de más.
En estos casos la ―fidelidad‖ queda deformada, dramáticamente, hacia
vicios y males que son capaces de dañar a los demás y de destruirnos, poco a poco,
a nosotros mismos.
Así que existen dos fidelidades. O, mejor, una fidelidad auténtica, al
servicio del bien y una caricatura de la fidelidad, siempre manchada por la mentira,
la avaricia, el robo o el crimen.
¿Y
cómo
se
construye
la
fidelidad
auténtica?
sencillamente, de la fuerza del amor que reina en el propio corazón.
224
http://www.familia.cl/Matrimonio/esposos/fidelidad/fidelidad.htm
Todo
depende,
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Si uno ama de verdad a su familia, a sus amigos, a sus compañeros de
trabajo, sabrá ser fiel a sus compromisos. No quiere ser fiel porque sí.
Quiere ser fiel para dar una respuesta de amor a aquellos a los que debe
algo, a los que quiere ayudar, a los que aprecia y venera en lo más profundo de su
corazón.
Conforme más débil es el amor, menor es la fidelidad. Las traiciones
matrimoniales responden de un modo bastante exacto a esta ecuación.
Por eso hay que evitar el error de querer ser fieles a toda costa, incluso
sometiendo el amor como un medio para lograr la fidelidad. No se ama para ser
fieles: se es fiel para amar más y mejor.
El amor construye la fidelidad para incrementar el amor. Podríamos decir
que la fidelidad es sólo un momento de paso del amor hacia el amor.
Cuando llega la prueba, cuando se asoma otro hombre u otra mujer,
cuando uno se cansa de sus hijos pequeños o de sus padres ancianos, es entonces
cuando el pequeño amor que tengamos nos ayuda a decir no a la deslealtad y sí a la
fidelidad.
Superada la prueba, el amor puede crecer, hacerse luminoso, limpio,
radiante, capaz de suscitar envidia en quienes observan las vidas de tantos hombres
y mujeres que no ceden a la tentación de una trampa, porque en su corazón hay
algo mucho más grande y más fuerte que la búsqueda de un placer provisional y
despreciable.
La verdadera fidelidad está en crisis porque quizá hemos dejado de vivir a
fondo el amor. Notamos el síntoma de una enfermedad profunda, que nos hiere un
poco a todos, que nos carcome, debilita y empobrece.
Parece que ser fieles es cosa de tontos o de débiles. Parece que ser
constantes en los valores verdaderos es señal de fracaso y de falta de realismo.
Mientras unos siguen viviendo ―felices‖ con sus trucos, sus engaños y sus
placeres de ocasión; otros, los que son fieles, los que aman, dejan una huella que no
nos puede dejar indiferentes.
Seguirla es el deseo que nace en quienes quieren ser felices de verdad,
en los que buscan amar en serio, romper con la mediocridad y el oportunismo, vivir
aquí, en esta tierra, con los ojos puestos en el cielo, donde el amor brilla con tal
fuerza que no hay lugar para ser infieles. ¿Es posible traer un poco de ese cielo a
nuestra tierra hambrienta de amor y de fidelidad?.
12.10.- Objetividad.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Definición:
Objetividad.
1. F. Cualidad de objetivo.
Objetivo, va.
1. Adj. Perteneciente o relativo al objeto en sí mismo, con independencia
de la propia manera de pensar o de sentir.
2. Adj. Desinteresado, desapasionado.
3. Adj. Fil. Que existe realmente, fuera del sujeto que lo conoce.
Concepto básico:
225
La objetividad.
La objetividad es el valor de ver el mundo como es y no como queremos
que sea.
La objetividad es el valor de ver el mundo como es y no como queremos
que sea.
Los seres humanos somos una compleja mezcla de sentimientos,
raciocinio, experiencia y aprendizaje. Todos estos elementos pueden brindar a una
persona una percepción de la realidad que puede estar equivocada.
Cuando una persona no es objetiva, se centra en las circunstancias y no
en los problemas. Observa las cosas superficiales, pero no el fondo. Probablemente
todos conocemos a alguien que comete un error al no juzgar correctamente la
realidad: la persona desilusionada porque había idealizado a su pareja, el muchacho
que reprobó el examen porque pensó que sería más fácil de lo que esperaba, el
trabajador que no juzga correctamente las circunstancias y pone en peligro a los
demás, las personas que discuten porque uno de ellos se aferra a su propia visión.
Ser objetivo es un reto importante, porque exige de nosotros ver los
problemas y las situaciones con un enfoque que equilibre adecuadamente emoción y
razonamiento. Esto por supuesto es complicado cuando las conclusiones se basan
más en los sentimientos. Por ello el valor de la objetividad es tan importante, porque
nos permite dar su justo peso a los acontecimientos y obrar de una forma coherente.
Una de las formas más eficientes de vivir el valor de la objetividad es
viendo los problemas y las situaciones desde todos los puntos de vista. En este
proceso el escuchar la opinión de gente madura y desinteresada nos permite
observar las cosas con menos apasionamiento y con mayor objetividad. En
ocasiones estamos tan inmersos en los problemas que no logramos ver la solución,
225
http://es.catholic.net/educadorescatolicos/757/2157/articulo.php?id=21268
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
por obvia que parezca. En otras ocasiones nos aferramos a nuestro orgullo o a un
juicio equivocado por no contar con toda la información necesaria.
La objetividad nos permite tomar decisiones más eficientes, mejora
nuestras relaciones humanas, tiene un impacto positivo en la familia. La objetividad
nos permite ser más justos con quienes nos rodean y siempre nos abre las puertas.
La lucha por ser objetivos implica el ceder un poco ese ―yo‖ que a veces
nos pesa tanto. En ocasiones no es orgullo, ni soberbia, sino que simplemente
tenemos una tendencia natural a creer que tenemos la razón. Si evaluamos siempre
que existe la posibilidad de estar equivocados, nos permite ser más certeros y
apreciar todo con mayor objetividad.
Para vivir este valor siempre es conveniente:
- No permitir que las circunstancias o personas nublen el hecho central
que estamos tratando de resolver.
- Escuchar atentamente, pedir consejo y considerarlo seriamente.
- No apasionarse. Los sentimientos son fundamentales para el ser
humano, pero no son el único factor para evaluar un problema o situación.
- Centrarse en los hechos, no en las personas. Es fácil perder objetividad
cuando decimos ―es que siempre haces lo mismo, eres igual que tu papá‖. Es mejor
atender a qué ocurrió y que razones y consecuencias se desprenden del hecho, sin
calificar a la persona.
- No precipitarse en los juicios. Quien es objetivo razona, observa,
escucha y concluye en base a información.
Si no se realiza este proceso los juicios son apresurados, no se vio todo lo
que había en juego y tal vez no se sabe todo lo necesario para entender lo que
realmente sucede.
Una persona objetiva siempre es apreciada porque genera a su alrededor
un sentido real de paz y de justicia. El valor de la objetividad, además de ahorrarnos
muchos dolores de cabeza, puede hacernos mejores personas
226
La objetividad del valor.
El valor se puede referir como todo objeto en cuanto qué guarda
relaciones de adecuación con otro objeto. Esto significa que cualquier objeto puede
ser valioso, todo depende de su armonía con otras cosas. Dicha armonía o
integración no depende de que el sujeto la capte o no; el sujeto no crea esa
armonía, sino que se da mucho antes de que el sujeto la descubra y la observe. Esa
226
http://www.monografias.com/trabajos6/etic/etic2.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
es la base de la objetividad de los valores. Además, un valor tiende siempre hacia
dos polos,, dado que la adecuación o armonía entre dos cosas puede tener, incluso
grados o gamas entre los dos polos que suelen considerarse, esta es la base de la
bipolaridad. Además los valores poseen otra característica, son preferibles, es decir,
muestran un cierto atractivo a las facultades humanas. Los valore también son
trascendentes, es decir, los objetivos valiosos no agotan el concepto o esencia del
valor que entrañan, esta es la diferencia entre valor y bien. Una última característica
de los valores es que son jerarquizables , es decir, todos ellos, guardan entre sí un
cierto orden en relación con las preferencias y características del ser humano.
Decir que los valores son objetivos equivale a decir que éstos existen en la
realidad independientemente de que éstos sean conocidos o no. En cambio afirmar
la subjetividad de un valor quiere decir que los valores son creados por el sujeto.
Esta objetividad y subjetividad son mutuamente excluyentes sino que normalmente
se complementa ya que puede ser que mientras existe una relación de adecuación
entre dos cosas (la objetividad del valor), en este caso la persona y el objeto, es
también posible que esta persona añada por su cuenta (subjetividad) un elemento
preferible al mismo objeto. Normalmente a esa parte subjetiva del valor se le conoce
como valorización, que muchas veces es confundida con el valor. El valor es
objetivo, ya que se da independiente del conocimiento que se tenga o no de él, en
cambio la valorización es subjetiva ya que depende de las personas que juzgan; aún
así para que una valorización sea valiosa, debe tener un poco de objetividad, es
decir, necesita basarse efectivamente en los hechos reales que se están juzgando y
no ser un producto de conductas viciosas o circunstancias desfavorables del que
juzga.
12.11.- Proactividad.
Definición:
Activo, va.
(Del lat. Actīvus).
1. Adj. Que obra o tiene virtud de obrar.
2. Adj. Diligente y eficaz.
3. Adj. Que obra prontamente, o produce sin dilación su efecto.
Concepto básico:
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
227
Para muchos la incertidumbre se apodera de ellos al intentar competir
en el mercado laboral. Es importante tener claro, que para triunfar en este mundo de
retos y competencias, hay que tener iniciativa, y no permitir que otros piensen y
actúen por nosotros.
Los especialistas de la conducta: psicólogos y psiquiatras recomiendan
cambios de actitud si realmente deseamos encaminar nuestros pasos hacia el logro
de las metas propuestas y sobre todo abrir camino al pensamiento positivo y a la
acción.
Si observamos, con ánimo de lograr acertividad en nuestras acciones,
veremos que si una empresa u organización pública o privada formula una solicitud
de personal calificado, realmente lo que realmente está esperando es conseguir
personal lleno iniciativas, que cuente con ideas nuevas. Que sepa llevarlas a la
práctica y que esté muy claro en que su objetivo primordial es el éxito.
Muchos expertos en selección de personal y en ingeniería industrial
opinan que han cambiado mucho las concepciones de lo que son las necesidades
del mercado. Si observamos con minuciosidad las importancias que privaban hace
años, nos daremos cuenta, que una de ellas era la lealtad del empleado, sin
embargo, en la actualidad, cada día las empresas están en la búsqueda de
individuos con capacidad para adaptarse a lo inesperado y que no permitan que la
incertidumbre frene su iniciativa.
Resumiendo, diríamos que son cualidades factibles de resumir con un
término, cada vez más usado: proactividad.
Aquí nos permitimos preguntarle, esperando una respuesta honesta de su
parte:
¿Sabe usted qué es ser proactivo?
Un especialista Stephen Covey, autor de "Los 7 hábitos de la gente
altamente efectiva", define la proactividad, diciendo de ella que es la llave liberadora
de la esclavitud. Llave que permite ejecutar libremente nuestra conducta.
Como podemos comprender, este concepto está referido al desarrollo
consciente de proyectos creativos y audaces para la generación de mejores
oportunidades. Un especialista de la conducta, en esta serie de entrevistas
realizadas para abordar con propiedad el tema, nos dijo que ser proactivo es tener
un sueño y no desmayar hasta realizar todo lo necesario para convertirlo en
realidad.
227
http://www.mujeresdeltercermilenio.hpg.ig.com.br/proactivo.htm
Valores en la educación
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No dormirse jamás, y hacer cada cosa necesaria, sin aplazar nada.
Nunca seríamos capaces de aseverar que la generación de proactividad
es asunto fácil. No es así, sin embargo, lo que sí es cierto, es que hay una serie de
reglas y hasta de "truquitos" que permiten buenos resultados, y sobre todo
resultados rápidos...
Hay que estar muy claro, en que sólo una actitud firme hacía las
posibilidades de cambio nos permitirán que surjan nuevas ideas. Esa misma actitud
lleva a las personas a llenarse de entusiasmo y a soñar grandes proyectos y
grandes logros. Es eso tan, pero tan positivo, que si lo ponemos en práctica, de
inmediato veremos desencadenarse un ciclo dinámico de elementos, donde
encontraremos espontáneamente: decisión, valor, metas, actitud y evaluación
positiva de fortalezas y debilidades personales, capacidad asertiva, y sobre todo,
una gran constancia y anticipación y hasta premonición para juzgar escenarios.
Si piensas y actúas, las acciones no se harán esperar.
Observemos cómo se generan dinámicas interesantes de búsqueda de
soluciones, en los grupos de trabajo. Observemos también la discusión de
posibilidades, los apoyos interdepartamentales y la coincidencia bonita de muchos
para llevar a buen término el plan trazado. Es aquí donde podremos ver con más
claridad como el proactivo influye y hace dinámico al grupo entorno.
El proactivo se arriesga, se lanza con seguridad a la búsqueda de
soluciones; es capaz de construir caminos, y de ser necesario, actúa y decide en la
incertidumbre, no permitiendo jamás que esta incertidumbre le paralice o le retarde.
Observemos y nos daremos cuenta, que esta actitud y estas características de la
conducta, son propias de una persona proactiva.
Otro rasgo de los proactivos es la de ser asertivos. Ellos logran concentrar
sus mejores recursos para ser usados en las mejores oportunidades. Esa seguridad
en si mismos les lleva a lograr lo que se proponen y permite transformar escollos y
barreras en oportunidades. Desafían a través de la creatividad, y muchas veces
cambian lo convencional y no se conforman, desarrollando una maravillosa
capacidad visionaria para anticiparse a los problemas y plantear alternativas.
¿Hasta cuándo lo dices...? ¡Hazlo!
Si te identificas con la conducta proactiva, verás que no basta con
proponer ideas, ni escribir cuartillas y cuartillas de propuestas, borronear hojas de
papel y lanzar al viento palabras, no da triunfo........ Debes generar acciones, eso es
lo importante. Hay que moverse del campo de la imaginación y los sueños, a
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
terrenos operativos y de acción. Es ésta la única manera de destacar en una
organización. Sólo sacándole el mejor provecho a cada propuesta, el éxito estará del
lado nuestro...
Hoy, observamos igualmente que la dinámica de grupos de trabajo, cada
vez más supera el modelo reactivo, ese que nos lleva a esperar que otro -y no
nosotros mismos- resolviera los problemas. Al cambiar modelos ya superados, nos
topamos con que el éxito o el fracaso de una empresa no está en los demás, está
en cada uno, incluidos nosotros... Los miembros de una organización, deben tomar
decisiones y
dirigir energías hacia una meta, no descuidando analizar factores
dinámicos y aceptar y tratar de capitalizar los errores, trabajar con entusiasmo y
sobre todo preservar la confianza en si mismos y la autoestima.
Los mercados marcan el paso y el ritmo... Bailemos su música.
Hagamos que nuestras organizaciones de trabajo logren mantener una
armoniosa actitud con todos sus procesos internos, es la única manera de
mantenerse ejecutando los pasos de los rápidos cambios en los mercados.
Y lo óptimo, lo deseable será que anticipemos los posibles escenarios
donde actuar previendo soluciones viables a los problemas y barreras que se
presenten. Si aprendemos a actuar así, tendremos grandes ventajas con respecto a
los competidores con los cuales nos enfrentaremos.
En este siglo XXI, en su primer año, cada día encontramos más
compañías consultoras y organizaciones que se especializan en cursos, talleres,
seminarios y entrenamientos acertividad en los distintos rangos de la comunicación.
Con ellos podemos lograr ayudas, e insertarlas en los programas empresariales e ir
transformando los antagonismos en energía creadora.
Con esto, igualmente se logra desarrollar una buena capacidad para
entender el valor de la diversidad. Si te actualizas y cambias, si pasas de reactivo a
proactivo, comenzarás a aprovechar tus capacidades, con ellas generarás ayudas
propias, que te harán progresar, dinamizar y estar absolutamente preparado frente a
los rápidos, repentinos y cambiantes dictámenes del mercado.
Se pone a su disposición un pequeño cuestionario, con el cual medir el
nivel de proactividad que cada uno posee
¿Aceptas lo inesperado? ¿Tienes una disposición constante para
enfrentar los retos?
¿Destilas e irradias un entusiasmo que te permite llegar de lo bueno a lo
excepcional?
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
¿Actúas con seguridad y determinación para lograr sus propósitos?
¿Te anticipas a las necesidades que tu actividad laboral te presenta?
¿Te sientes que eres o puedes ser un líder positivo para tu equipo o
grupo?
¿Te motiva buscar o crear nuevos y mejores escenarios?
¿Te planteas opciones?
¿Piensas con frescura y sin miedo, como lo haría un principiante abierto a
lo que va surgiendo y descubriendo?
¿Planificas con objetividad y honestidad la manera de cambiar tus
proyectos en caso de que los hechos no concuerden con lo programado?
¿Te adelantas y tienes siempre un plan de contingencia?
¿Te concentras y logras definir y conocer tus fortalezas, y no únicamente
tus debilidades?
¿Logras concentrar todas tus energías en aquello que debe suceder,
fijándote metas positivas y visualizando con éxito el futuro de tus actos?
¿Eres capaz de recordar tus pasados triunfos cuando la incertidumbre te
atormenta?
¿Eres capaz de no abandonar fácilmente un asunto, y cuando éste se
complica insistes realizando acciones para superar los obstáculos?
¿En momentos de crisis eres capaz de actuar rápida y decididamente, y
no esperar a ver si la situación se resuelve por sí sola?
228
Se denomina proactividad la actividad destinada a estudiar y poner en
marcha planes destinados a anticiparse a las necesidades futuras, sometiendo
constantemente a estos planes a un análisis crítico riguroso, de modo que permitan
abortar cuanto antes aquellas acciones emprendidas que se demuestren que no
llevan a ninguna parte.
Antes de iniciar el diseño de un producto, sea un automóvil o un plato
preparado, es necesario conocer que es lo que demanda el cliente potencial, es el
objetivo de los estudios de mercado, buscar apetencias insatisfechas en el mundo
actual, por ejemplo, que no hay vehículos diseñados para personas de dos metros
de altura o que falta comida preparada adecuada a los calores del verano.
La proactividad va un paso más allá y busca descubrir necesidades que
van a aparecer en un futuro, en nuestro caso por ejemplo, como será el coche que
228
http://www.laflecha.net/articulos/ciencia/proactividad/
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
necesite un africano dentro de diez años, o que necesidades aparecerán en el
mercado de la tercera edad en lo referente a comida preparada.
Objetivos de la proactividad.
Esta técnicas de prospección del futuro se basan en el método de
racionalismo crítico propuesto por el científico Karl R. Popper y tiene los siguientes
objetivos:
Generar ideas.- desarrollar la capacidad de generar ideas y conocimientos
nuevos, creativos, que permitan mantenernos competitivos en un mundo cambiante,
al anticipar acciones que aprovechen las oportunidades, o que atenúen las
consecuencias, de los cambios que van a ocurrirán en el futuro.
Buscar oportunidades.- explorar lo desconocido en busca de nuevas
oportunidades, en un proceso de continua reformulación de ideas, en el que los
participantes se enriquecen con la superación de los errores que se detectan.
Elucubrar sobre nuevos asuntos de interés, propugnar el inicio y desarrollo de
nuevos emprendimientos.
Ideas en equipo.- generar creatividad y crítica. El buen funcionamiento del
equipo y la confianza mutua es fundamental, la jerarquía se utiliza solo para marcar
el funcionamiento del equipo, pero en las sesiones de trabajo, actúa como un
participante más, como un igual. Se parte del convencimiento que se entra en un
nuevo mundo donde nadie tiene experiencia ni conocimiento previo, y los
participantes, de el jefe máximo, al empleado de menor categoría, tienen la misma
probabilidad de tropezar con un hallazgo valioso, o de detectar un riesgo inadvertido
por los demás.
Practicar un respetuoso diálogo entre iguales, con aceptación sincera de
la crítica, que solo supone consolidar un punto en el que sustentar el avance
posterior, es fundamental. Si el superior impone su criterio o los inferiores aceptan
sin crítica la opinión del jefe, el resultado final será de menor valía, pues de nada
servirá la participación de los subordinados.
Partir de hipótesis audaces.- fomentar hipótesis audaces de partida,
aunque estén débilmente cimentadas, su posterior sometimiento a una profunda y
eficaz autocrítica, l y las prácticas de pruebas de error, (falsación), tendrá como
consecuencia una continua redefinición de las hipótesis iniciales. Es imprescindible
establecer un eficaz sistema de comunicación entre los participantes, tanto los
internos, como consultores externos,.que permita la participación y análisis de todos
el grupo en los debates de crítica de las hipótesis.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
229
Muchas personas están constantemente esperando que suceda algo o
que alguien se haga cargo de ellas. Otras, en cambio, toman la iniciativa,
emprenden la acción y hacen que las cosas sucedan. ¿Con qué modelo te sientes
más identificada? Las personas que toman sus propias decisiones y no se supeditan
a agentes o condicionamientos externos son aquellas que han desarrollado el hábito
de la proactividad.
¿Qué es la proactividad?
La proactividad no significa sólo tomar la iniciativa, sino asumir la
responsabilidad de hacer que las cosas sucedan; decidir en cada momento lo que
queremos hacer y cómo lo vamos a hacer.
En el hombre en busca de sentido, Vicktor Frankl, psiquiatra judío, define
la proactividad como "la libertad de elegir nuestra actitud frente a las circunstancias
de nuestra propia vida". A pesar de las torturas que vivió en los campos de
concentración nazi donde estuvo confinado, nadie pudo arrebatarle su libertad
interior: el decidir de qué modo le afectaría lo que le estaba pasando.
En los siete hábitos para la gente altamente efectiva Steven Covey
considera que la esencia de la persona proactiva es la capacidad para subordinar
los impulsos a los valores. Para ello compara la actitud de las personas proactivas y
las personas reactivas:
Las personas reactivas:
Se ven afectadas por las circunstancias, las condiciones, el ambiente
social... Sólo se sienten bien si su entorno está bien.
Centran sus esfuerzos en el círculo de preocupación: en los defectos de
otras personas, en los problemas del medio y en circunstancias sobre las que no
tienen ningún control. No tienen la libertad de elegir sus propias acciones.
Las personas proactivas:
Se mueven por valores cuidadosamente meditados y seleccionados:
pueden pasar muchas cosas a su alrededor pero son dueñas de cómo quieren
reaccionar ante esos estímulos.
Centran sus esfuerzos en el círculo de influencia: se dedican a aquellas
cosas con respecto a las cuales pueden hacer algo. Su energía es positiva, con lo
cual amplían su círculo de influencia.
¿Qué no es la proactividad?
229
http://www.laflecha.net/canales/empresas/articulos/que_es_proactividad/
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La proactividad no tiene nada que ver con el activismo o la hiperactividad.
Ser proactivo no significa actuar de prisa, de forma caótica y desorganizada,
dejándose llevar por los impulsos del momento.
Las personas que tienen el hábito de la proactividad no son agresivas,
arrogantes o insensibles, como defienden algunos tópicos, sino todo lo contrario: se
mueven por valores, saben lo que necesitan y actúan en consecuencia
¿Cómo actúa la mujer proactiva?
La mujer proactiva es aquella que toma el liderazgo de su propia vida,
genera acciones y elige sus propias respuestas a situaciones y circunstancias
particulares. Sus principales cualidades son la tenacidad y la determinación.
El hombre proactivo:
Conoce sus fortalezas y sus debilidades.
Gestiona positivamente sus emociones y su actitud.
Manifiesta sus opiniones de forma asertiva.
Confía en sí misma y le gusta asumir retos.
Toma la iniciativa y emprende la acción.
Actúa con decisión y determinación para alcanzar sus metas.
Afronta positivamente el cambio y la incertidumbre.
Transforma los problemas en oportunidades.
Es perseverante; no abandona a la primera de cambio.
Está dispuesta a cambiar el rumbo de la acción hasta alcanzar los
resultados que desea.
Asume sus fracasos y los considera como oportunidades de aprendizaje.
Genera nuevas ideas y estrategias para resolver los problemas y las
dificultades.
Es inconformista, desafía lo convencional y anticipa futuros escenarios.
12.12.- Sensibilidad.
Definición:
Sensibilidad.
(Del lat. Sensibilĭtas, -ātis).
1. F. Facultad de sentir, propia de los seres animados.
2. F. Propensión natural del hombre a dejarse llevar de los afectos de
compasión, humanidad y ternura.
3. F. Cualidad de las cosas sensibles.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
4. F. Grado o medida de la eficacia de ciertos aparatos científicos, ópticos,
etc.
5. F. Capacidad de respuesta a muy pequeñas excitaciones, estímulos o
causas.
Concepto básico:
230
Sensibilidad.
Es el valor que nos hace despertar hacia la realidad, descubriendo todo
aquello que afecta en mayor o menor grado al desarrollo personal, familiar y social.
Antes de hablar de sensibilidad hay que distinguirla de la ―sensiblería‖ que
casi siempre es sinónimo de cursilería, superficialidad o debilidad. En realidad el
valor de la sensibilidad es la capacidad que tenemos los seres humanos para
percibir y comprender el estado de ánimo, el modo de ser y de actuar de las
personas, así como la naturaleza de las circunstancias y los ambientes, para actuar
correctamente en beneficio de los demás.
Para comprender la importancia de este valor, necesitamos recordar que
en distintos momentos de nuestra vida hemos buscado afecto, comprensión y
cuidados, sin encontrar a ese alguien que muestre interés por nuestras necesidades
y particulares circunstancias. ¿Qué podríamos hacer si viviéramos aislados? La
sensibilidad nos permite descubrir en los demás a ese ―otro yo‖ que piensa, siente y
requiere de nuestra ayuda.
No pensemos en esa sensibilidad emocional que se manifiesta
exageradamente con risas o llanto y tal vez ―sintiendo‖ pena o disgusto por todo. Ser
sensible va más allá de un estado de ánimo, es permanecer alerta de todo lo que
ocurre a nuestro alrededor. ¿Acaso ser sensible es signo de debilidad? No es blando
el padre de familia que se preocupa por la educación y formación que reciben sus
hijos; el empresario que vela por el bienestar y seguridad de sus empleados; quien
escucha, conforta y alienta a un amigo en los buenos y malos momentos. La
sensibilidad es interés, preocupación, colaboración y entrega generosa hacia los
demás.
La realidad es que las personas prefieren aparentar ser duras o
insensibles, para no comprometerse e involucrarse en cosas que califican como
fuera de su competencia. Todas las penas y padecimientos de los demás resultan
incómodos y molestos, pensando que cada quien tiene ya suficiente con sus propios
230
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/Sensibilidad.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
problemas como para preocuparse de los ajenos. La indiferencia es el peor enemigo
de la sensibilidad.
Lo peor de todo es mostrar esa misma indiferencia en familia, algunos
padres nunca se enteran de los conocimientos que reciben sus hijos; de los
ambientes que frecuentan; las costumbres y hábitos que adquieren con los amigos;
de los programas que ven en la televisión; del uso que hacen del dinero; de la
información que reciben respecto a la familia, la moda, la religión, la política... Todas
ellas son realidades que afectan a los adultos por igual.
¿Es que todo está bien? No se puede esperar que las nuevas
generaciones construyan ese futuro mejor que tanto se espera, si nos da lo mismo
todo y no estamos ahí para dar criterio, para formar hábitos y hacer valer las buenas
costumbres.
Puede parecer extraño, pero en cierta forma somos insensibles con
nosotros mismos, pues generalmente no advertimos el rumbo que le estamos dando
a nuestra vida: pensamos poco en cambiar nuestros hábitos para bien; casi nunca
hacemos propósitos de mejora personal o profesional; fácilmente nos dejamos llevar
por el ambiente de los amigos o del trabajo sin poner objeción alguna; trabajamos
sin orden y desmedidamente; dedicamos mucho tiempo a la diversión personal.
Dejarse llevar por lo más fácil y cómodo es la muestra más clara de insensibilidad
hacia todo lo que afecta nuestra vida.
Reaccionar frente ante las críticas, la murmuración y el desprestigio de las
personas, es una forma de salir de ese estado de pasividad e indiferencia para crear
una mejor calidad de vida y de convivencia entre los seres humanos.
Muchas veces nos limitamos a conocer el nombre de las personas, incluso
compañeros de trabajo o estudio, criticamos y enjuiciamos sin conocer lo que ocurre
a su alrededor: el motivo de sus preocupaciones y el bajo rendimiento que en
momentos tiene, si su familia pasa por una difícil etapa económica o alguien tiene
graves problemas de salud. Todo sería más fácil si tuviéramos un interés verdadero
por las personas y su bienestar.
En todas partes se habla de los problemas sociales, corrupción,
inseguridad, vicios, etc. Y es algo tan cotidiano que ya forma parte de nuestra vida,
dejamos que sean otros quienes piensen, tomen decisiones y actúen para
solucionarnos hasta que nos vemos afectados. La sensibilidad nos hace ser más
previsores y participativos, pues no es correcto contemplar el mal creyendo que
somos inmunes.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Podemos afirmar que la sensibilidad nos hace despertar hacia la realidad,
descubriendo todo aquello que afecta en mayor o menor grado al desarrollo
personal, familiar y social. Con sentido común y un criterio bien formado, podemos
hacer frente a todo tipo de inconvenientes, con la seguridad de hacer el bien
poniendo todas nuestras capacidades al servicio de los demás.
231
Sensibilidad.
Es el valor que nos hace despertar hacia la realidad, descubriendo todo
aquello que afecta en mayor o menor grado al desarrollo personal, familiar y social.
Antes de hablar de sensibilidad hay que distinguirla de la ―sensiblería‖
que casi siempre es sinónimo de cursilería, superficialidad o debilidad. En realidad el
valor de la sensibilidad es la capacidad que tenemos los seres humanos para
percibir y comprender el estado de ánimo, el modo de ser y de actuar de las
personas, así como la naturaleza de las circunstancias y los ambientes, para actuar
correctamente en beneficio de los demás.
Para comprender la importancia de este valor, necesitamos recordar que
en distintos momentos de nuestra vida hemos buscado afecto, comprensión y
cuidados, sin encontrar a ese alguien que muestre interés por nuestras necesidades
y particulares circunstancias. ¿Qué podríamos hacer si viviéramos aislados? La
sensibilidad nos permite descubrir en los demás a ese ―otro yo‖ que piensa, siente y
requiere de nuestra ayuda.
No pensemos en esa sensibilidad emocional que se manifiesta
exageradamente con risas o llanto y tal vez ―sintiendo‖ pena o disgusto por todo. Ser
sensible va más allá de un estado de ánimo, es permanecer alerta de todo lo que
ocurre a nuestro alrededor. ¿Acaso ser sensible es signo de debilidad? No es blando
el padre de familia que se preocupa por la educación y formación que reciben sus
hijos; el empresario que vela por el bienestar y seguridad de sus empleados; quien
escucha, conforta y alienta a un amigo en los buenos y malos momentos. La
sensibilidad es interés, preocupación, colaboración y entrega generosa hacia los
demás.
La realidad es que las personas prefieren aparentar ser duras o
insensibles, para no comprometerse e involucrarse en cosas que califican como
fuera de su competencia. Todas las penas y padecimientos de los demás resultan
incómodos y molestos, pensando que cada quien tiene ya suficiente con sus propios
231
http://www.educa.aragob.es/aplicadi/valores/vahu41a.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
problemas como para preocuparse de los ajenos. La indiferencia es el peor enemigo
de la sensibilidad.
Lo peor de todo es mostrar esa misma indiferencia en familia, algunos
padres nunca se enteran de los conocimientos que reciben sus hijos; de los
ambientes que frecuentan; las costumbres y hábitos que adquieren con los amigos;
de los programas que ven en la televisión; del uso que hacen del dinero; de la
información que reciben respecto a la familia, la moda, la religión, la política... Todas
ellas son realidades que afectan a los adultos por igual.
¿Es que todo está bien? No se puede esperar que las nuevas
generaciones construyan ese futuro mejor que tanto se espera, si nos da lo mismo
todo y no estamos ahí para dar criterio, para formar hábitos y hacer valer las buenas
costumbres.
Puede parecer extraño, pero en cierta forma somos insensibles con
nosotros mismos, pues generalmente no advertimos el rumbo que le estamos dando
a nuestra vida: pensamos poco en cambiar nuestros hábitos para bien; casi nunca
hacemos propósitos de mejora personal o profesional; fácilmente nos dejamos llevar
por el ambiente de los amigos o del trabajo sin poner objeción alguna; trabajamos
sin orden y desmedidamente; dedicamos mucho tiempo a la diversión personal.
Dejarse llevar por lo más fácil y cómodo es la muestra más clara de insensibilidad
hacia todo lo que afecta nuestra vida.
Reaccionar frente ante las críticas, la murmuración y el desprestigio de
las personas, es una forma de salir de ese estado de pasividad e indiferencia para
crear una mejor calidad de vida y de convivencia entre los seres humanos.
Muchas veces nos limitamos a conocer el nombre de las personas,
incluso compañeros de trabajo o estudio, criticamos y enjuiciamos sin conocer lo que
ocurre a su alrededor: el motivo de sus preocupaciones y el bajo rendimiento que en
momentos tiene, si su familia pasa por una difícil etapa económica o alguien tiene
graves problemas de salud. Todo sería más fácil si tuviéramos un interés verdadero
por las personas y su bienestar.
En todas partes se habla de los problemas sociales, corrupción,
inseguridad, vicios, etc. Y es algo tan cotidiano que ya forma parte de nuestra vida,
dejamos que sean otros quienes piensen, tomen decisiones y actúen para
solucionarnos hasta que nos vemos afectados. La sensibilidad nos hace ser más
previsores y participativos, pues no es correcto contemplar el mal creyendo que
somos inmunes.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Podemos afirmar que la sensibilidad nos hace despertar hacia la
realidad, descubriendo todo aquello que afecta en mayor o menor grado al desarrollo
personal, familiar y social. Con sentido común y un criterio bien formado, podemos
hacer frente a todo tipo de inconvenientes, con la seguridad de hacer el bien
poniendo todas nuestras capacidades al servicio de los demás.
12.13.- Transparencia.
Definición:
Transparencia.
1. F. Cualidad de transparente.
2. F. Lámina transparente que contiene dibujos o textos y a la que se
pueden añadir datos durante su proyección.
3. F. Cinem. Proyección sobre una pantalla transparente de imágenes
móviles filmadas con antelación, que sirve de fondo a una acción real.
Concepto básico:
Garantizar el acceso a la información gubernamental, sin más
límite que el que imponga el interés público y los derechos de privacidad
de los particulares, establecidos en la ley, así como el uso y la aplicación
transparente
de
los
recursos públicos, fomentando
su manejo
responsable.
12.14.- Empatía.
Definición:
Empatía.
1. F. Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo
de otro.
Concepto básico:
232
El valor de la empatía nos ayuda a recuperar el interés por las personas
que nos rodean y a consolidar la relación que con cada una de ellas tenemos.
Cada vez que nos acercamos a las personas esperamos atención y
comprensión, dando por hecho que seremos tratados con delicadeza y respeto.
Pero, ¿Cuántas veces procuramos tratar a los demás de la misma forma?
232
http://www.proyectosalonhogar.com/Diversos_Temas/Empatia.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Debemos reconocer que en medio de nuestras prisas y preocupaciones
nos volvemos egoístas y olvidamos que los demás también tienen algo importante
que comunicarnos. El valor de la empatía nos ayuda a recuperar el interés por las
personas que nos rodean y a consolidar la relación que con cada una de ellas
tenemos.
La empatía es el esfuerzo que realizamos para reconocer y comprender
los sentimientos y actitudes de las personas, así como las circunstancias que los
afectan en un momento determinado.
Es muy común escuchar que la empatía es la tendencia o actitud que
tenemos para ponernos en el lugar de los demás e identificarnos plenamente con
sus sentimientos. Sin embargo, esto tiene el riesgo de dejar a la empatía en un nivel
meramente emocional: "si siento lo mismo que el otro, entonces hay verdadera
empatía".
La realidad es que la empatía no es el producto del buen humor con que
despertamos, como tampoco del afecto que nos une a las personas. Si esta
combinación fuera común, siempre estaríamos disponibles para escuchar a los
demás y dejaríamos momentáneamente nuestras ocupaciones, pensamientos y
preocupaciones para atender a quienes nos rodean.
Desgraciadamente las circunstancias pocas veces son tan favorables, por
eso la empatía es un valor que se vive habitualmente, totalmente independiente de
nuestro estado de ánimo y disposición interior.
La empatía se facilita en la medida que conocemos a las personas, la
relación frecuente nos facilita descubrir los motivos de enojo, alegría o desánimo de
nuestros allegados y su consecuente modo de actuar. Esto se manifiesta claramente
entre padres e hijos, en las parejas y con los amigos donde la relación es muy
estrecha, quienes parecen haber adquirido el "poder de adivinar" que sucede antes
de haber escuchado una palabra, teniendo siempre a la mano la respuesta y el
consejo adecuados para la ocasión.
Aún así, este valor debe superar ciertos obstáculos: el cansancio, el mal
humor, el dolor de cabeza y las preocupaciones propias del trabajo y el estudio. En
casa se nota cuando los padres prestan poca atención a los "pequeños" problemas o
alegrías de sus hijos, con su actitud -y muchas veces sin querer- procuran evadir
esa molestia e inoportunidad para encerrarse en sí mismos; en la pareja cuando
alguno da monosílabos, gestos o sonidos guturales como respuesta; cuando
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
tenemos tantos problemas, y lo que menos deseamos es escuchar lo bien o lo mal
que les sucede a los demás.
El problema es dejarnos llevar por nuestro estado de ánimo y obstinarnos
en permanecer en nuestro mundo, damos a todo lo que ocupa nuestra mente la
máxima importancia, comportándonos indiferentes y poco amables; queremos ser
entendidos sin antes intentar comprender a los demás. Por tanto, la empatía implica
generosidad y genuina comprensión: para olvidarnos de nosotros mismos y hacer el
esfuerzo por considerar los asuntos y sentimientos que los demás quieren
participarnos.
Este esfuerzo es mayor cuando ante nosotros está el empleado, el
alumno, el vecino, la empleada doméstica o el vecino, pues sin darnos cuenta,
podemos limitar nuestra atención e interés, o peor aún, menospreciarlos por
considerarlos en una posición inferior. Debemos ser enérgicos y afirmar que la
empatía como valor -y al igual que todos los valores- no hace diferencias entre
personas, es una actitud propia de la personalidad, siempre abierta y dispuesta a las
necesidades de los demás.
La empatía nos da un sin fin de posibilidades, primero hacia nuestros
semejantes, quienes buscan con quien compartir y confiar sus problemas, alegrías,
triunfos y fracasos, ser escuchados y comprendidos. De esta forma tenemos la
inmejorable oportunidad de procurar el bienestar, desarrollo y perfeccionamiento de
las personas, lo cual manifiesta el profundo respeto que les debemos.
Para nosotros, la empatía nos permite conocer y comprender mejor a las
personas, a través del trato cotidiano, estamos en condiciones de mejorar en familia,
obteniendo una mayor colaboración y entendimiento entre todos; con la pareja la
relación es cada vez más estable y alegre; con los amigos garantiza una amistad
duradera; con los conocidos abre la posibilidad a nuevas amistades; en la empresa
ayuda a conseguir una mayor productividad al interesarnos por los empleados y
compañeros; en la escuela se obtiene un mejor rendimiento por la relación que se
tiene con los alumnos y entre ellos mismos.
El valor de la empatía desarrolla en nosotros la capacidad de motivar y
encauzar positivamente a las personas; enseñar a tener ese interés por los demás y
vivirlo habitualmente, es la mejor forma de transmitir empatía e identificarnos
plenamente con los demás, cambiando radicalmente el entorno social en el que
vivimos.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Vivir el valor de la empatía es algo sencillo si nos detenemos a pensar un
poco en los demás y en consecuencia, aprenderemos a actuar favorablemente en
todas las circunstancias. Por eso, debemos estar pendientes y cuidar los pequeños
detalles que reafirmarán este valor en nuestra persona:
- Procura sonreír siempre, esto genera un ambiente de confianza y
cordialidad. La serenidad que se manifiesta desarma hasta el más exaltado.
- Primeramente considera como importantes los asuntos de los demás y
después los propios. Después de haber escuchado, la persona que se ha acercado
a ti seguramente tendrá la capacidad de entender tu situación y estado de ánimo,
por lo cual estará dispuesta ayudarte.
- No hagas un juicio prematuro de las personas porque te hace cambiar tu
disposición interior (no pienses: "ya llegó este molesto", "otra vez con lo mismo", "no
me deja en paz", "otra interrupción") si alguien se acerca a ti, es porque necesita con
quien hablar... No los defraudes.
- Si no tienes tiempo o es un mal momento, exprésalo con cortesía y
delicadeza -que también es empatía- y las personas se sentirán igualmente
atendidas. Importante: no dejes pasar mucho tiempo para charlar con la persona.
- Evita demostrar prisa, aburrimiento, cansancio, dar respuestas tajantes u
distraerte en otras cosas; además de ser una falta de respeto, logras autodominio y
demuestras interés por las personas. Aprende a escuchar.
- No olvides infundir ánimo con palabras, una palmada en el hombro o un
gesto amable, sobre todo si la persona tiene problemas.
Podemos concluir que la empatía es un valor indispensable en todos los
aspectos de nuestra vida, sin él, sería muy difícil enriquecer las relaciones
interpersonales; quien se preocupa por vivir este valor, cultiva simultáneamente
entre otros: confianza, amistad, comprensión, generosidad, respeto y comunicación.
El ritmo de vida actual nos brinda pocas oportunidades de servir a los
demás, de conocerlos y de tratarlos como es debido, la empatía se convierte en esa
pieza fundamental que nos enriquece y nos identifica mejor como seres humanos.
233
El valor de la empatía nos ayuda a recuperar el interés por las personas
que nos rodean y a consolidar la relación que con cada una de ellas tenemos.
Cada vez que nos acercamos a las personas esperamos atención y
comprensión, dando por hecho que seremos tratados con delicadeza y respeto.
Pero, ¿Cuántas veces procuramos tratar a los demás de la misma forma?
233
http://www.educa.aragob.es/aplicadi/valores/vahu60a.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Debemos reconocer que en medio de nuestras prisas y preocupaciones
nos volvemos egoístas y olvidamos que los demás también tienen algo importante
que comunicarnos. El valor de la empatía nos ayuda a recuperar el interés por las
personas que nos rodean y a consolidar la relación que con cada una de ellas
tenemos.
La empatía es el esfuerzo que realizamos para reconocer y comprender
los sentimientos y actitudes de las personas, así como las circunstancias que los
afectan en un momento determinado.
Es muy común escuchar que la empatía es la tendencia o actitud que
tenemos para ponernos en el lugar de los demás e identificarnos plenamente con
sus sentimientos. Sin embargo, esto tiene el riesgo de dejar a la empatía en un nivel
meramente emocional: "si siento lo mismo que el otro, entonces hay verdadera
empatía".
La realidad es que la empatía no es el producto del buen humor con que
despertamos, como tampoco del afecto que nos une a las personas. Si esta
combinación fuera común, siempre estaríamos disponibles para escuchar a los
demás y dejaríamos momentáneamente nuestras ocupaciones, pensamientos y
preocupaciones para atender a quienes nos rodean.
Desgraciadamente las circunstancias pocas veces son tan favorables, por
eso la empatía es un valor que se vive habitualmente, totalmente independiente de
nuestro estado de ánimo y disposición interior.
La empatía se facilita en la medida que conocemos a las personas, la
relación frecuente nos facilita descubrir los motivos de enojo, alegría o desánimo de
nuestros allegados y su consecuente modo de actuar. Esto se manifiesta claramente
entre padres e hijos, en las parejas y con los amigos donde la relación es muy
estrecha, quienes parecen haber adquirido el "poder de adivinar" que sucede antes
de haber escuchado una palabra, teniendo siempre a la mano la respuesta y el
consejo adecuados para la ocasión.
Aún así, este valor debe superar ciertos obstáculos: el cansancio, el mal
humor, el dolor de cabeza y las preocupaciones propias del trabajo y el estudio. En
casa se nota cuando los padres prestan poca atención a los "pequeños" problemas o
alegrías de sus hijos, con su actitud -y muchas veces sin querer- procuran evadir
esa molestia e inoportunidad para encerrarse en sí mismos; en la pareja cuando
alguno da monosílabos, gestos o sonidos guturales como respuesta; cuando
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
tenemos tantos problemas, y lo que menos deseamos es escuchar lo bien o lo mal
que les sucede a los demás.
El problema es dejarnos llevar por nuestro estado de ánimo y obstinarnos
en permanecer en nuestro mundo, damos a todo lo que ocupa nuestra mente la
máxima importancia, comportándonos indiferentes y poco amables; queremos ser
entendidos sin antes intentar comprender a los demás. Por tanto, la empatía implica
generosidad y genuina comprensión: para olvidarnos de nosotros mismos y hacer el
esfuerzo por considerar los asuntos y sentimientos que los demás quieren
participarnos.
Este esfuerzo es mayor cuando ante nosotros está el empleado, el
alumno, el vecino, la empleada doméstica o el vecino, pues sin darnos cuenta,
podemos limitar nuestra atención e interés, o peor aún, menospreciarlos por
considerarlos en una posición inferior. Debemos ser enérgicos y afirmar que la
empatía como valor -y al igual que todos los valores- no hace diferencias entre
personas, es una actitud propia de la personalidad, siempre abierta y dispuesta a las
necesidades de los demás.
La empatía nos da un sin fin de posibilidades, primero hacia nuestros
semejantes, quienes buscan con quien compartir y confiar sus problemas, alegrías,
triunfos y fracasos, ser escuchados y comprendidos. De esta forma tenemos la
inmejorable oportunidad de procurar el bienestar, desarrollo y perfeccionamiento de
las personas, lo cual manifiesta el profundo respeto que les debemos.
Para nosotros, la empatía nos permite conocer y comprender mejor a las
personas, a través del trato cotidiano, estamos en condiciones de mejorar en familia,
obteniendo una mayor colaboración y entendimiento entre todos; con la pareja la
relación es cada vez más estable y alegre; con los amigos garantiza una amistad
duradera; con los conocidos abre la posibilidad a nuevas amistades; en la empresa
ayuda a conseguir una mayor productividad al interesarnos por los empleados y
compañeros; en la escuela se obtiene un mejor rendimiento por la relación que se
tiene con los alumnos y entre ellos mismos.
El valor de la empatía desarrolla en nosotros la capacidad de motivar y
encauzar positivamente a las personas; enseñar a tener ese interés por los demás y
vivirlo habitualmente, es la mejor forma de transmitir empatía e identificarnos
plenamente con los demás, cambiando radicalmente el entorno social en el que
vivimos.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Vivir el valor de la empatía es algo sencillo si nos detenemos a pensar un
poco en los demás y en consecuencia, aprenderemos a actuar favorablemente en
todas las circunstancias. Por eso, debemos estar pendientes y cuidar los pequeños
detalles que reafirmarán este valor en nuestra persona:
- Procura sonreír siempre, esto genera un ambiente de confianza y
cordialidad. La serenidad que se manifiesta desarma hasta el más exaltado.
- Primeramente considera como importantes los asuntos de los demás y
después los propios. Después de haber escuchado, la persona que se ha acercado
a ti seguramente tendrá la capacidad de entender tu situación y estado de ánimo,
por lo cual estará dispuesta ayudarte.
- No hagas un juicio prematuro de las personas porque te hace cambiar tu
disposición interior (no pienses: "ya llegó este molesto", "otra vez con lo mismo", "no
me deja en paz", "otra interrupción") si alguien se acerca a ti, es porque necesita con
quien hablar... No los defraudes.
- si no tienes tiempo o es un mal momento, exprésalo con cortesía y
delicadeza -que también es empatía- y las personas se sentirán igualmente
atendidas. Importante: no dejes pasar mucho tiempo para charlar con la persona.
- evita demostrar prisa, aburrimiento, cansancio, dar respuestas tajantes u
distraerte en otras cosas; además de ser una falta de respeto, logras autodominio y
demuestras interés por las personas. Aprende a escuchar.
- no olvides infundir ánimo con palabras, una palmada en el hombro o un
gesto amable, sobre todo si la persona tiene problemas.
Podemos concluir que la empatía es un valor indispensable en todos los
aspectos de nuestra vida, sin él, sería muy difícil enriquecer las relaciones
interpersonales; quien se preocupa por vivir este valor, cultiva simultáneamente
entre otros: confianza, amistad, comprensión, generosidad, respeto y comunicación.
El ritmo de vida actual nos brinda pocas oportunidades de servir a los
demás, de conocerlos y de tratarlos como es debido, la empatía se convierte en esa
pieza fundamental que nos enriquece y nos identifica mejor como seres humanos.
234
La ―empatía‖ no es otra cosa sino ―la habilidad que posee un individuo
de inferir los pensamientos y sentimientos de otros, lo que genera sentimientos de
simpatía, comprensión y ternura‖.
Muchas disciplinas las han considerado un fenómeno muy importante y
relevante entre ellas la psicología que le asigna, un rol de mediador cultural, para
234
http://www.wikilearning.com/el_valor_de_la_empatia-wkccp-15325-1.htm
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
evaluar la conducta social. Ha sido un tema de interés tanto para la psicología clínica
como educacional, social y de la personalidad.
Algunos doctrinarios la definen como la habilidad cognitiva, que es
inherente a un individuo, de tomar la perspectiva del otro o de entender algunas de
sus estructuras de mundo, sin adoptar necesariamente esta misma perspectiva, es
como colocarse en los zapatos del otro y aunque no pienses igual que ellos conocer
o entender lo que ellos sienten a sabiendas de que cada individuo posee un guión
propio. Para otros la empatía es empírica, ya que es como una experiencia adquirida
a partir de las emociones de los demás a través de las perspectivas tomadas de
éstos y de la simpatía, definida como un componente emocional de la empatía.
En resumen podemos decir que no es otra cosa sino la habilidad para
estar consciente de, reconocer, comprender y apreciar los sentimientos de los
demás". En otras palabras, el ser empático es el ser capaces de "leer"
emocionalmente a las personas.
La empatía se enlaza con otras habilidades o capacidades de
comportamiento importantes dentro de las cuales se incluye: calidad de interrelación,
desarrollo moral, agresividad y altruismo. También incluye un respuesta emocional
orientada hacia otra persona de acuerdo con la percepción y valoración del bienestar
de ésta y una gama de sentimientos empáticos como ya hemos dicho anteriormente
simpatía compasión y ternura.
Los estudiosos de la materia han establecido que puede existir una
empatía que abarque respuestas con pautas afectivas y cognitivas. Trayendo esto
como consecuencia dos distinciones : ―empatía cognitiva‖, constituye una
comprensión del estado interno de otra persona, y ―empatía emocional‖ (o afectiva),
que involucra una reacción emocional por parte del individuo que observa las
experiencias de otros y se coloca en el lugar del mismo.
A los efectos de una mejor comprensión del concepto dado anteriormente
es necesario distinguir entre capacidad y tendencia empática.
Una capacidad, es propia de cada individuo que posee la habilidad de
conectarse con actividades mentales, puede adoptar la perspectiva de los demás o
atender a sus propios estados internos. Se han establecido teorías que se refieren
al desarrollo de la empatía de los niños, estableciendo que virtualmente desde el
nacimiento el infante es capaz de experimentar un estado de aflicción personal en
respuesta a la aflicción de otros, incluso la de su madre cuando se encuentran en el
vientre. Sin embargo las habilidades cognitivas del niño se desarrollan con la edad,
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
así como también los sentimientos de simpatía y la toma de roles, pero a la vez
disminuyen la capacidad de aflicción personal. En fin a medida que vamos creciendo
perdemos esa habilidad que poseemos de forma innata de colocarnos en el lugar de
otros.
Las funciones de la empatía van desde la motivación, ya que amplifica o
intensifica la motivación a aliviar la necesidad de otra persona. Hasta la información
acerca del grado en el cual uno valora al bienestar de las otras personas y desea
aliviar su necesidad.
Existe una relación entre el ―ser‖ y la ―empatía‖ ya que las personas están
predispuestas a empatizar con aquellos que consideran similares o con objetivos
parecidos a los de ellos, que encuentran dicha similitud como resultado de su
interacción, entender esta relación nos puede llevar a entender a que se debe el
aumento de empatía en determinadas situaciones en comparación con otras , como
por ejemplo : aumenta cuando la persona experimenta angustia; motivando que se
preste ya sea una ayuda egoísta o ayuda dirigida a reducir la propia angustia y
afecto empático ayuda altruista o ayuda dirigida a reducir la angustia de los demás .
La angustia personal aumenta si uno de los sujetos que intervienen en el proceso
empático posee auto- discrepancia (estados afectivos negativos), sin embargo, el
afecto empático sólo aumenta sí el sujeto comparte la vulnerabilidad emocional de la
otra persona. Cuando uno de los sujetos ha experimentado la angustia de la otra, se
produce empatía y conductas altruistas ya que se revive esa angustia. La relación
entre auto- estados compartidos y los efectos emocionales de la empatía podría
llevarnos a entender la motivación interpersonal.
Las personas que orientan su atención en entender los sentimientos de los
demás y que se comprometen afectivamente con ellos, experimentan un mayor
interés empático y ofrecen más ayuda que aquellos que se centran en los procesos
de pensamiento. Lo más probable es que una persona que experimenta empatía por
otra, reacciona en forma altruista sin embargo, no siempre ocurre de esta manera.
Podría esto deberse a que existen factores situacionales como la presencia de
terceros, situaciones ambiguas, etc; que van a promover o inhibir la conducta
altruista. La relación más alta entre empatía y altruismo se da cuando existe una
relación entre personas y una de ellas necesita ayuda.
Dentro de la empatía podemos observar que muchas veces puede ser que
experimentemos ese sentimiento de entender a los demás pero que se nos
presenten otras circunstancias que pueden llevarnos a que a pesar de tener el
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
sentimiento empático, actuemos por motivos egoístas ya que observamos el costo
de la ayuda y en este caso nos encontramos ante un conflicto de intereses entre el
bienestar propio y el de los demás, por lo tanto dentro de nuestra sociedad aún
cuando las personas experimentan este sentimiento no se comportan como tal,
debido a esa lucha de intereses que se presentan. Ya que el alto costo de la ayuda
desvió la atención en considerar a los demás.
La empatía debe presentarse en las parejas, donde cada miembro trata de
inferir con precisión pensamientos y sentimientos del otro. Desde luego esta
inferencia guarda una relación proporcional al tipo de relación de las parejas, es
necesario que se basen en sinceridad, habilidad de comunicación y funcionamiento
total de estas cuando las parejas resuelven conflictos de forma directa y abierta, se
logra un mejor diagnóstico de la situación y se tiende a desarrollar más comprensión
de sentimientos y pensamientos en sus discusiones.
La relación entre empatía y calidad de relaciones son mayormente
positivas, si los asuntos confrontados son más triviales, menos conflictivos y menos
amenazadores para la relación; y la relación podría ser negativa si el contenido de la
confrontación es más importante, más conflictivo y más amenazador.
Además se plantea que el conocimiento personal acerca del otro aumenta
la empatía, por lo que se daría más en amigos que en desconocidos. El atractivo
físico también sería un factor importante de considerar.
La empatía es una respuesta afectiva - cognitiva en virtud de que se activa
por el estado de necesidad de otra persona y su intensidad se relaciona con la
rapidez e intensidad de la ayuda subsiguiente, la que también depende de la
información acerca de los pensamientos, sentimientos del otro y cuánto valoramos el
bienestar de éstos. La empatía es importante ya que repercute en gran parte en el
repertorio de conductas sociales, tales como relación de pareja, amistad, agresión,
conductas altruistas, actitud hacia los desconocidos.
La empatía en su mayoría es motivada por un deseo altruista de aliviar el
estado de necesidad en que se encuentra una persona y no sólo tal como lo han
establecido algunos especialistas el deseo egoísta de mejorar nuestro propio estado
de tristeza o angustia que pudiera provocar el percibir a alguien en necesidad.
Tendemos más a empatizar con amigos que con extraños porque existe
un mayor intercambio de información con los primeros y también debido a la
información previa almacenada que se tiene de estos. Esto permitiría inferir con
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
mayor rapidez y precisión pensamientos y sentimientos del otro haciendo más fácil
interpretar las situaciones en las cuales debemos ser empáticos.
Se considera que la misma es una habilidad de carácter subjetivo, ya que
es dependiente del individuo que la manifieste dadas las características de la
percepción como fenómeno cognitivo implica no sólo la adquisición de información
inmediata del ambiente, sino que juega un papel importante la información obtenida
a través de vivencias previas y la relación que se establece entre ambas.
13.- Guía práctica para vivir los valores.
235
Con 5 sencillos pasos, integra los valores a tu vida y vívelos cada día.
Hablar de los valores es una cosa, pero vivirlos es otra historia.
¿Realmente es tan difícil? La respuesta es no. Requiere cierto esfuerzo,
concentración y perseverancia, pero no es tan difícil. Con algunos pasos simples
podrás lograr que tu vida, tus acciones y la sociedad tengan como columna vertebral
a los valores.
13.1. Conocer su importancia.
¿Suena elemental? Pues no lo es. El primer paso para vivir los valores es
la conciencia de lo importantes que son. Una sociedad basada en individuos con
valores es la llave para una convivencia más sana. Las leyes civiles no son
suficientes. En ellas se establece solo lo elemental para asegurar una convivencia
medianamente decente, sin embargo no es suficiente con solo "cumplir la ley". Los
valores van mucho más allá de cumplir el reglamento de tránsito, van a la raíz de las
cosas. Por ejemplo, el reglamento dice que no puedes pasar una luz roja en el
semáforo (bastante elemental para no matarse), sin embargo no dice que en un
atasco de tráfico el cederle el paso a una persona es algo amable, que hace que
todos estemos más contentos y que incluso puede ahorrarnos un percance.
Lo mismo ocurre en otros ámbitos de la vida. La ley establece una pena
por el homicidio, pero no nos dice que tratar con deferencia y educación a los demás
nos ayuda a convivir aún mejor.
235
http://www.monografias.com/trabajos14/los-valores/los-valores2.shtml
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Para vivir los valores, lo primero es estar conciente de que son vitales, y
que son lo que puede cambiar verdaderamente a una persona, una familia o una
nación.
13.2. Analizar mi conjunto de valores.
Una vez que se ha aceptado la importancia de vivir los valores, hay que
analizar claramente qué valores son la base de tu vida. Aquí podríamos establecer
dos clases: los que ya tienes, y los que quieres construir. Para saber cuáles son los
valores, en valores para ser mejores hay información sobre cada uno de los valores,
y continuamente estamos investigando y publicando más material, así que lo primero
que puedes hacer es darle un vistazo a todas las secciones de valores.
Por otra parte, también debes hacer un esfuerzo y meditar detenidamente
en
cuáles
son
aquellos
principios,
normas
y comportamientos
que
son
fundamentales para ser mejor, para vivir mejor. ¿Cuáles te enseñaron en casa?
¿Cuáles has ido aprendiendo con la vida? ¿Cuáles sabes que existen, pero no los
vives mucho? ¿Cuáles son los que te gustaría tener? ¿Necesitas investigar más
sobre ellos?
La idea aquí es que te sientes en un lugar tranquilo, y en una hoja de
papel. Escribe la fecha y traza dos línea vertical dividiendo la página para crear tres
columnas. (Puedes ver un ejemplo de lo que vamos a hacer aquí). En el lado
izquierdo, en la primera columna, vas a escribir una lista con los valores más
importantes para ti, sin importar el orden o si los vives actualmente, simplemente
escribe aquellos principios que consideras fundamentales.
Cuando hayas terminado, en la columna del centro vas a hacer una lista
con los valores que aprendiste desde niño en casa, los que has aprendido con la
vida y los que has aprendido últimamente pero que no sueles vivirlos.
Una vez terminado, pasa a la columna de la derecha, y dibuja un triángulo
y escribe en cada vértice: mis fortalezas, mis debilidades, lo que quiero ser. Vas a
hacer tres listas, donde vas a escribir aquellos valores que ya existen en ti, que te
definen como una persona especial y que vives continuamente. En "mis debilidades"
vas a escribir aquellos defectos que tú conoces, y que te impiden vivir mejor los
valores. Por último, escribe aquellos valores que desearías vivir en "lo que quiero
ser".
Esta hoja debes guardarla, es muy importante porque es la base de tu
trabajo y de los siguientes pasos de esta guía.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
13. 3. El "plan maestro".
Ahora que ya conoces tu valores, tus debilidades y lo que quieres llegar a
ser, llega el momento de usar una agenda. Cualquiera puede ser útil (una de
escritorio, de bolsillo, electrónica -una palm es ideal para esto). En otra hoja, vas a
establecer tres bases de tiempo: anual, mensual y por día. En la base de tiempo
anual escribirás lo que esperas lograr en un año. Los valores concretos que quieres
alcanzar (incluye los que ya vives y los que quieres vivir). De esta lista, vas a
dividirla en una base de tiempo mensual, concentrando un mes para cada actividad.
En la base de tiempo por día establecerás una lista de "lo que vivo y debo reforzar" y
otra de "lo que me falta".
En tu agenda, establece una meta concreta diaria (pequeña, pero
significativa) de los valores que vas a reforzar y los que quieres vivir. Una meta
concreta diaria puede ser "hablarle por teléfono a Juan", para fortalecer el valor de la
amistad (tal vez tienes meses sin acordarte de alguna persona), o puedes establecer
"ayudar a alguien pobre" para fortalecer o crear la generosidad. Hazlo para el primer
mes (es decir, el mes en el que estás).
Cada mes, debes revisar tu "plan maestro", establecer los valores con su
actividad diaria y hacer una reflexión sobre los resultados.
Si por cualquier motivo no te fue muy bien en un mes determinado, no te
preocupes, vuelve a ponerlo en tu plan diario y analiza por qué no pudiste cumplirlo.
Reflexiona en las razones que te lo impidieron (falta de tiempo, falta de constancia,
olvido, etc.) Y establece medios para que esto no ocurra de nuevo. Aquí lo que es
importante es que estés avanzando, aunque sea a pequeños pasos.
13.4. El examen diario.
Si realmente quieres vivir los valores, durante una parte del día (puede ser
en la tarde o noche -si es en la noche, asegúrate de no estar demasiado cansado-)
date 10 minutos para reflexionar. Debes pensar en cómo te ha ido en el día, si estás
cumpliendo tu meta (o metas) diarias, qué te falta por hacer y qué has hecho. Este
examen es vital, si no lo haces, todo el sistema para vivir los valores va a irse
perdiendo hasta que te olvides de él. El examen te permite dos cosas: analizar de
manera realista y rápida cómo están resultándote las cosas, y propósitos concretos
para hacer algo y vivir tus valores.
13.5. Mantenimiento.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Mes con mes, revisa tus valores, revisa lo que has aprendido, piensa
cómo te ha ido en tus exámenes diarios. ¿Mejoras? ¿Empeoras? ¿Ha habido un
gran avance? Lo fundamental en este sistema es la constancia. Si ahora mismo
haces tu plan maestro y estableces tus prioridades pero no las vives, no haces el
examen y no sigues tus propósitos concretos, entonces en quince días te habrás
olvidado de todo.
Si realmente quieres vivir los valores, debes hacerte el propósito. Esta
guía está hecha de tal manera que te permite analizar y plantear metas de manera
ordenada, y pequeñas acciones para lograrlas. Es mejor hacer una acción pequeña
todos los días, que grandes acciones muy de vez en cuando.
Tu guía es algo personal, sin embargo no dudes en compartirla con otros
amigos, y especialmente que alguien de confianza te ayude a establecer qué valores
te vendrían bien, porque a veces uno pierde la perspectiva de sí mismo o hay
defectos que uno simplemente no ve.
14.- Decálogo de algunos valores.
14.1.- Preescolar.
14.1.1.- Justicia.
Un acto de justicia permite cerrar el capítulo; un acto de venganza escribe
un capítulo nuevo.
Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria.
La justicia no consiste en dar a todos por igual, sino a cada uno lo que se
merece..
La justicia no es más que una mercancía pública, y el caballero que
preside el tribunal ratifica las transacciones.
Donde no hay justicia es peligroso tener razón.
Los hombres en general juzgan de lo pasado según su verdadera justicia,
y de lo presente según sus intereses.
La justicia es reina y señora de todas las virtudes.
La justicia se defiende con la razón y no con las armas. No se pierde nada
con la paz y puede perderse todo con la guerra.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Administra la justicia con ecuanimidad y rectitud, y, si es necesario, con
rigor y ejemplaridad.
Si los ciudadanos practicasen entre sí la amistad, no tendrían necesidad
de la justicia.
14.1.2.- Obediencia.
Obedece a los que enseñan.
Haz de la obediencia una costumbre.
Obedece aunque el asunto sea poco importante.
Hacer la voluntad de otro es imprescindible para relacionarse.
Quien nunca cede en sus gustos es un tirano que no sabe convivir.
La obediencia mejora al hombre, le facilita la vida en sociedad y frena el
orgullo.
La obediencia se relaciona con el amor en cuanto que contribuye al bien
común y amar es desear el bien a alguien.
Se puede obedecer por miedo, pero la obediencia mejor se dirige a
obtener un bien y así va unida al amor.
La decisión de obedecer es prueba de libertad inteligente.
La obediencia a dios es prueba de sensatez y camino seguro de felicidad;
aunque a veces los deseos divinos no coinciden con nuestros gustos.
14.1.3.- Sinceridad.
Es un valor que debemos vivir para tener amigos, para ser dignos de
confianza.
Decir la verdad es una parte de la sinceridad, pero también ―actuar‖
conforme a la verdad, es requisito indispensable.
La persona sincera dice la verdad siempre, en todo momento, aunque le
cueste, sin temor al qué dirán.
Para ser sinceros es necesario tacto, esto significa tener cuidado en decir
las cosas a las personas cuando pueden incomodarlas sin que esto sea un pretexto
para encubrir la verdad.
Cultiva la sinceridad a toda prueba en tus relaciones, manteniendo
firmemente la fidelidad a la palabra dada.
Se sincero con dios, contigo mismo y con los demás.
Comprométete a defender la verdad mediante el testimonio de vida.
No te valgas de la mentira para que los demás piensen algo bueno de ti.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Reconoce sincera y humildemente cuando te hayas equivocado sin tratar
de justificarte o culpar a otros.
Llama a las cosas por su nombre, reconociendo lo bueno como bueno, y
lo malo como malo, sin tratar de adaptarlo a lo que te conviene ni aceptar que todo
es relativo cuando sabemos que existen verdades objetivas e imperecederas.
14.1.4.- Orden.
Que en nuestra casa, cada cosa tenga su lugar, cada negocio su tiempo.
Establece el orden, el hábito se encargará de mantenerlo.
Con orden y tiempo se encuentra el secreto de hacerlo todo y de hacerlo
bien.
Orden es la primera ley del cielo.
El orden es el más hermoso ornamento de una casa.
Respeta la vida humana y ordena tu vida.
Respeta la integridad de las personas y la dignidad humana.
Respeta la propiedad ajena.
Entiende que las órdenes se orientan a proteger al pueblo.
Sin orden no hay obediencia ni paz.
14.1.5.- Perdón.
La necesidad de ser perdonados y el que nos hayan perdonado mucho,
incrementa tanto el que estemos dispuestos a perdonar, cómo la comprensión hacia
el perdón.
La venganza nos iguala al agresor, pero el perdón nos eleva por encima
de él.
Perdonar y amar son lo mismo. Sólo quien mucho ama, está capacitado
para perdonarlo todo.
Perdonar a un enemigo tiene mérito, perdonar a un amigo nos hace
sublimes.
Cuando uno no se perdona nada a sí mismo, eleva las posibilidades de
que todo le sea perdonado. Y esto lo decía Confucio que era un gran sabio, y lo
decía más o menos con estas palabras.
Perdonar es humano, olvidar es absurdo. Quién olvida su pasado y las
afrentas, está condenado a pasar de nuevo por ello.
Siempre está más predispuesto a perdonar el ofendido que el responsable
de las ofensas.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Las personas inteligentes y sabias pueden llegar a perdonar. Por lo
contrario, las necias, ni siquiera se enteran de cuando ofenden.
Perdonarse entre ―hermanos‖ es señal de generosidad, nobleza, amor e
inteligencia. Perdonarse entre ―primos‖ es señal de estupidez.
Mucho perdona, quien mucho ama. El perdón es el paso previo y
necesario para toda reconciliación.
14.1.6.- Bondad.
Trata a la gente con amabilidad y generosidad.
Ayuda a la gente que lo necesite.
Sé sensible a los sentimientos de la gente.
Nunca seas cruel o hiriente.
Piensa como tus acciones afectan a los demás.
Recuerda, nos convertimos en gente bondadosa, cuando hacemos cosas
buenas.
Al hacer el bien a alguien, procura no hacer daño en otro.
Demuestra poderío, con tu bondad.
Busca siempre hacer el bien sin esperar que te lo agradezcan.
14.1.7.- Trabajo.
Si aceptas un trabajo pon siempre el alma en él, no lo ejecutes pensando
en la retribución, sino en el éxito.
Procura perfeccionarte para hacerlo cada vez mejor; si algún error
cometes en tu encargo, no busques excusas, sin un remedio.
Todo trabajo tiene una dificultad, como todo problema una solución;
procura experimentar la satisfacción de un trabajo perfecto.
No esperes la vigilancia para trabajar, se trabaja más tranquilo sin
vigilancia no desciendas al nivel de las bestias que necesitan la vara o del látigo
para trabajar.
Los ascensos en el trabajo no se obtienen por suerte o por obra y gracia
de la divina providencia; los ascensos se conceden a quien más lo merece y menos
lo solicita.
Las empresas son organizaciones mercantiles y no instituciones de
beneficencia; hazte acreedor a una recompensa, no a una dádiva.
No critiques ni calumnies la labor de tus superiores, procura imitarlos, que
es la mejor forma de llegar a su altura.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Si alguien pretende envenenar tu conciencia con prédicas perversas,
repúdialo, nunca obtendrá más beneficios y prebendas que te hubieras las que
ganado con tu propio esfuerzo.
Tu perseverancia y tu lealtad formarán en tus jefes, hacia ti el sentimiento
de justicia y gracia; tu apatía o tu pereza merecerán sólo la justicia y gracias.
Graba en tu mente estos pensamientos y haz de ellos un objetivo, una
meta un ideal, el tiempo te demostrará lo acertado que fuiste al obedecerlas.
14.1.8.- Amor.
Desconfía de amores prematuros. Hay edades en que el amor brota como
un sarampión, como una fiebre. Es estupendo, es magnífico empezar a sentir el
amor. Pero atención, amigo o amiga, no aceleres la marcha; no tengas prisa; no
quemes etapas en tu vida.
La razón a de guiar siempre a tu corazón. El amor es algo muy profundo e
importante. No puede consistir simplemente en un flechazo pasajero. Eso podrá ser
el arranque, pero la razón debe asesorar al corazón. No ama solamente el
sentimiento, sino toda la persona. El amor que va contra la razón es capricho y
locura. Ese amor se enfriará enseguida.
No apagues ni aceleres el amor temprano. El corazón tienen sus propios
caminos. Nunca se debe estrujar el corazón. El ascua del amor no hay que pisarla:
te quemará. Ni soplar sobre ella: se consumirá antes. El amor, si es auténtico, crece
con el tiempo. Quizás el amor que hoy te obsesiona será mañana sólo un recuerdo.
No juegues al amor: el corazón se envicia. El amor, tomado como un
juego, estropea el corazón. Por jugar tontamente con el amor, hay personas que se
hicieron incapaces de amar, de verdad, para toda la vida.
No confundas amor con egoísmo. El verdadero amor solo piensa en la
persona amada, en su bien, en sus gustos. Por el contrario, en muchos besos solo
hay un robo egoísta. El egoísmo usa de las personas como si fueran cosas, las
esclaviza, a sus caprichos y a sus gustos. El egoísmo es lo más opuesto al amor.
El amor da energías, no las gasta. Si tu amor te hace perder el tiempo, si
te esclaviza y aplatana, no es amor. El amor es fecundo y creador, hace brotar
energías. El amor da alegría, entusiasmo, impulso. No es que el amor haga todas
las cosas fáciles, sino que te hace capaz e superar las más grandes dificultades e
incluso la separación física entre ti y la persona a quien amas.
Busca más los valores internos que las apariencias. Recuerda que la
persona no es solo cuerpo, también es espíritu. Hay bellezas interiores, riquezas
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
profundas, que superan siempre a los valores de la anatomía corporal. El rostro es
siempre bello cuando es reflejo de un alma noble. A las personas se las mide por lo
que son, por lo que llevan dentro.
El amor te exige entrega y sacrificio. El amor es darse, entregarse. El
amor es el único que esclaviza sin envilecer; porque el amor, si es auténtico, brota
de dentro y lo entrega todo, menos la conciencia.
Hazte digno del amor. Si el amor es entrega mutua, ¿tu que vas a dar? El
amor te pedirá hacerte digno de ser amado. Prepara tu corazón y todo tu ser para
este encuentro importante entre personas.
¿Qué es amar? Amar no es mirarse mutuamente a los ojos, sino mirar
juntos en la misma dirección.
14.1.9.- Alegría.
Capaces de experimentar indignación ética ante realidades de injusticia,
para ―filosofar con el corazón‖ y ―para cargar con la realidad, enfrentarla y hacernos
cargo de ella‖ y para ―planificar la generosidad, el ímpetu y el entusiasmo‖.
Capaces de ser movidos por la realidad de injusticia a ponernos en acción:
capaces de analizar la situación, de comprender las causas de las injusticias y de
poner en marcha dinamismos de cambio.
Capaces de comprometernos con los pobres, con lazos de solidaridad: ―la
amistad con los pobres nos hace amigos del rey eterno‖.
Capaces de enraizarnos en la fe: fe que es nuestro nombre y nuestro
fundamento, que nos da nuevos ojos para ver la realidad con los ojos de dios, que
trasciende las ideologías al servicio del hombre concreto, que nos pone al lado de
los perdedores de la historia para recorrer con ellos nuevos éxodos y alimentarnos
de su renovada esperanza.
En búsqueda constante de alternativas para dar las mejores respuestas,
en actitud crítica y constructiva, insatisfechos con lo que hacemos, en constante
búsqueda y renovación de estrategias.
Capaces de combinar un sano realismo con la audacia, con visión de
futuro, conscientes de la desproporción entre los medios y los fines, realizando
milagros.
Capaces de orientar la acción según el sentido del ―magis‖ ignaciano: fe y
alegría es fruto de la espiritualidad de los ejercicios espirituales de San Ignacio y
busca el bien mayor (donde ―más fructificará con los medios‖), el bien más universal
(―el bien cuanto más universal más divino‖), el bien de los más necesitados (―la parte
Valores en la educación
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de ella que tiene más necesidad‖) y, en resumen, buscando siempre el ―mayor
servicio y bien universal‖.
Libres, ―hombres y mujeres para los demás‖, con la libertad y gozo de
hijos de dios, libremente comprometidos: su raíz es la fe y la espiritualidad; su signo,
la alegría, profunda y convocadora.
Con una opción por la educación popular, como concreción de su misión,
como compromiso ético, político y pedagógico, con un proyecto humanizador de
sociedad y de país, en solidaridad y justicia, con una pedagogía del diálogo y de
negociación cultural.
Con capacidad de convocatoria, catalizadores de voluntades, corazones
grandes capaces de soñar al estilo de fe y alegría, es decir, realizando sus sueños.
14.1.10.- Felicidad.
No hay fórmulas milagrosas ni varitas mágicas. Para ser feliz hay que
pensar, sentir y actuar de acuerdo a los valores que cada uno considera
primordiales. Unos preferirán la ética, otros la religión o el amor. Lo esencial es no
dar el brazo a torcer.
No cambies. No hace falta tratar de transformarse en la persona que
nunca se ha sido. Lo más acertado es observarse detenidamente a uno mismo y,
con ayuda de lápiz y papel, separar las razones que añaden y restan felicidad. Al
reflexionar, igual resulta que el novio de la niña o la hipoteca tampoco son motivo
auténtico de desilusión.
Serenidad ante todo. No hay que dejarse desbordar por un revés, aunque
parezca que se hunde el mundo. Debe afrontarlo con la mayor serenidad del mundo.
No es cuestión de cerrarse a las emociones que provocan los conflictos pero sí de
mantenerlas bajo control. Un buen ejercicio consiste en rememorar aquel suceso
que hace tres años nos pareció tan catastrófico y que hoy es parte del anecdotario
personal. El lama Zompa Rimpoché es de los que creen que los problemas se
pueden transformar en felicidad.
Ojo con los puntos ciegos. El teórico Daniel Goleman no ha podido buscar
un calificativo más acertado para definir esas mentiras que cada persona se cuenta
a sí misma para obviar todos aquellos sucesos que pueden desmontar toda una
estructura vital. Entre las parejas, en la vida cotidiana, y hasta en las altas esferas
políticas, los puntos ciegos existen como un trueque del subconsciente. A veces,
correr un tupido velo demasiadas veces al día puede desembocar en patologías. Las
mentiras vitales, como las definía Ibsen, hay que administrarlas con cuentagotas.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Vivir el presente. Parece obvio, pero hay quien se pasea por la vida como
un zombi. Unos anhelan ese momento en que se sentían de verdad felices y
radiantes. Tan enfrascados están en aquello que ya no existe que se vuelven
incapaces de saborear el día a día. No es que ahora su vida sea más aburrida, es
que ellos se han negado a disfrutarla. La misma ineptitud para abrazar la felicidad
aqueja a los que fantasean con que el futuro les proveerá de todo lo que desean.
Introducir novedades por pequeñas que sean siempre son bien recibidas.
"La imaginación y el espíritu contienen posibilidades ilimitadas para hacer la vida
más interesante y agradable", explica Serafín Ruiz, autor de "El arte de ser feliz". Un
baño nocturno en el mar, una tarde para uno solo, una pequeña escapada al campo
o la ciudad, una cena especial, enseñar a los críos los juegos de la infancia... Sólo
hay que pensar un poco para sorprender a los demás. Incluso a uno mismo.
Permitir las emociones es lo que aconseja Elena Gismera, psicóloga
social. El dolor, la ira, la tristeza, la soledad o el desánimo son emociones que
forman parte de la vida diaria. Cuando se glorifica la infelicidad y uno se recrea en
ella, puede parecer que existe una confabulación global contra uno mismo. Hay que
encajar el dolor y permitir que fluya para poder ser felices. Sentirlo, para
desprenderse de él.
Amor es un sentimiento que asegura la felicidad cuando es auténtico. No
hay estado que genere tanta efervescencia y complicidad. Claro que en muchas
ocasiones se interpretan como amor los celos enfermizos, el egoísmo y la necesidad
patológica de poseer a la otra persona. Esos amores posesivos y destructivos lo
mejor es desterrarlos para siempre. Quien bien te quiere no tiene por qué hacerte
llorar.
Acción. No es cuestión de calzarse las deportivas y el chándal e ir
haciendo "footing" de un lado para otro, pero la actividad es básica para sentirse
bien. Levantarse por la mañana y no tener nada más que hacer que sentarse frente
al televisor es bastante desalentador para lograr la felicidad. Aunque se esté en
paro, siempre es posible asistir a cursos del INEM, aprovechar para poner en
práctica eso que siempre soñó realizar o colaborar con alguna asociación de
voluntariado. Además de sentirse útil, se crean nuevas amistades.
Optimismo. Formar un ―tándem‖ con la frustración es lo más adecuado
para minar la salud y las relaciones con los demás. Ya desde niños hay que saber
aceptar que las cosas no siempre son como uno desea. Los adultos que se
revuelven, amargan y programan venganza cuando ascienden a otro compañero en
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
el trabajo o cuando su pareja no les dedica todo el tiempo del mundo, merecerían
llevar chupete en lugar de credencial de identidad.
Naturalidad. Fuera corsés y falsas poses. No hay que avergonzarse de
uno mismo, que para algo está la autoestima. Hay que estar de acuerdo con las
propias convicciones. La felicidad precisa de frescura y "de cierto equilibrio. No es
cuestión ni de inflar el globo artificialmente ni de pincharlo hasta que se reduzca a la
nada. Es preciso responsabilizarse de nuestra vida y hacerlo sin artificios", apunta
Elena Gismero, psicólogo social.
14.2.- Primaria.
14.2.1.- Fortaleza.
Todo lo que vale exige esfuerzo, disciplina, dedicación. Decídase a
emprender ese camino cada día.
La paciencia todo lo alcanza. Cambie la impaciencia por la perseverancia
en el empeño. El tiempo es necesario para alcanzar cualquier objetivo.
Practicar la paciencia es una manera de fortalecer la voluntad: paciencia
para escuchar a los inoportunos, para controlar los impulsos, para no contestar mal,
etc.
Establezca un horario para su vida y ajústese a él con flexibilidad, pero
con exigencia. No lo cambie por cualquier excusa.
Lo que hay que hacer, se hace: ¡Ahora! Sin aplazarlo. Si algo le supone
esfuerzo, esa es una buena razón para hacerlo. Ahí radica la clave de la superación
personal.
Hable claro, aunque pase un mal rato. Pero hágalo como le gustaría que
lo hicieran con usted.
¡Atrévase! Corra riesgos, sin dejar de ser prudente. No se asuste por el
miedo a fracasar o por las dificultades que encontrará. Sea audaz.
Ejercite la voluntad cuidando los detalles pequeños: organizar el escritorio,
recoger un papel del piso, sonreír a alguien, contestar bien el teléfono, cumplir con
un plazo, etc.
Otra manera de fortalecer la voluntad es perseverar en lo que se
comienza: una dieta, un plan de ejercicios, la lectura de un libro, etc.
El autodominio es importante, de lo contrario se es prisionero de uno
mismo.
Valores en la educación
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14.2.2.- Perseverancia.
La perseverancia comienza con un conocimiento realista de uno mismo:
fortalezas y debilidades.
No hay calidad personal sin esfuerzo. Por eso debemos vencer los
obstáculos.
La perseverancia es una señal de seguridad.
No debemos confundir la perseverancia con la rutina.
El valor de la perseverancia se refiere a la superación de los obstáculos.
El principal problema de la perseverancia es que no somos constantes en
nuestras acciones.
Debemos ser fuertes para emprender metas y poder cumplirlas.
Debemos hacer lo posible por ser constantes diciendo lo que se piensa y
pensando lo que se dice, y mantenernos firmes en ello.
Lo más importante en esta vida no es darnos cuenta de que tenemos
problemas, sino cómo hacer para superarlos.
Cuando tus acciones sean constantes en su duración, mejores serán los
resultados.
14.2.3.- Laboriosidad.
Laboriosa es la persona que ama el trabajo y trata de hacerlo bien.
La laboriosidad lleva consigo el afán de aprovechar el tiempo, de
concentrarse en el trabajo y de no abandonar actividades a medio hacer.
Haga el trabajo con entusiasmo, de buena gana, con empeño, aunque
esté cansado y le suponga esfuerzo.
Un enemigo de la laboriosidad es el afán de moverse mucho,
confundiendo este valor con el activismo. Piense en las hormigas o en las abejas.
Huya de la precipitación.
Una manera de perder el tiempo es hacer muchas cosas, dispersas, y no
acabar ninguna de ellas. Otra forma de perder el tiempo es hacer las cosas mal,
pues hay que repetirlas.
Un enemigo grande de la laboriosidad es la falta de diligencia; es decir
aplazar las cosas, llevar un ritmo cansino, no tener iniciativas
Respete el tiempo de los demás: sea puntual. No interrumpa el trabajo de
otros. Prepare las reuniones. Estudie los asuntos antes de hablar con otra persona.
Así su tiempo y el de los demás será más productivo.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Laboriosidad es hacer en cada momento lo que se debe hacer; no lo más
urgente ni lo que más le gusta. Primero lo primero.
Cuando esté cansado haga una actividad que le exija menos esfuerzo;
cambie de ocupación. Distribuya los distintos trabajos a lo largo del día y la semana
según el nivel de dificultad y su capacidad productiva.
El trabajo cuando se hace por valores y con valores desarrolla la
personalidad del ser humano, proporciona prestigio profesional, incrementa las
propias capacidades, sirve para sacar adelante la familia y contribuye al bienestar
social. El trabajo es una bendición del Ser Supremo.
14.2.4.- Paciencia.
El secreto de la naturaleza es la paciencia, adóptalo.
Cuando inicies una empresa, no la eches a perder con la prisa
Ten presente que un dulce silencio, es el mejor remedio para la
impaciencia
Toma a la paciencia como el pan de cada día; en particular para ti mismo,
porque nadie se nos hace tan pesado como nosotros mismos.
Quien tiene paciencia, obtendrá lo que desea.
La paciencia es la más heroica de las virtudes, precisamente porque
carece de toda apariencia de heroísmo.
La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces.
Ten paciencia con todas las cosas, pero sobre todo contigo mismo.
Cuando fuiste martillo no tuviste clemencia, ahora que eres yunque, ten
paciencia.
Busca siempre la paciencia dentro de ti y la encontrarás.
14.2.6.- Responsabilidad.
La persona responsable responde por sus actos. Por eso piensa antes de
actuar y mide sus consecuencias.
Es responsable quien asume a cabalidad todos sus deberes y ejercita
todos sus derechos.
―Lo que hay que hacer se hace‖, -afirma José María Escrivá, en camino, ―
sin vacilar, sin miramientos‖ responsabilidad es cumplir con el deber.
Excusarse, justificarse, buscar pretextos o eludir compromisos, son faltas
de responsabilidad.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Ser responsable implica tener iniciativa. No es simplemente hacer lo que
debo, sino emplear todas la inteligencia para hacerlo de la mejor manera.
Valorar las cosas importantes, ser concientes de las repercusiones de los
actos y huir de la frivolidad, son manifestaciones de responsabilidad.
Las consecuencias de los actos hay que asumirlas siempre, aunque la
acción sea involuntaria.
Cuando voluntaria o involuntariamente hemos causado un mal a alguien,
se debe resarcir el daño. Sobre todo si el daño es contra la fama o el honor de
alguien.
Otros valores relacionados con la responsabilidad: la prudencia al decidir y
la justicia para dar a cada uno lo que le corresponde.
¿A quien hay que responder de nuestros actos? A nosotros mismos, a la
familia, a la empresa, a la sociedad y al Ser Supremo.
14.2.7.- Generosidad.
Apreciar los buenos actos de los demás.
Actuar a favor de otras personas desinteresadamente, sin que nos cueste
esfuerzo.
Ser generoso supone utilizar la voluntad para hacer el bien.
Decidir libremente el dar cosas, tiempo, el perdonar, el escuchar, el
saludar, el recibir, etc.
Valorar lo que se tiene y dar de acuerdo con la necesidad de las personas.
Tener disponibilidad cuando alguien necesite ser escuchado, sin esperar
conseguir algo a cambio.
Esforzarte por hacer la vida agradable a los demás, saludando a alguien
con quien no tienes amistad.
Servir a los demás con el deseo y la seguridad de querer hacerlo.
Crear un ambiente de participación y de servicio en la familia.
La generosidad es fundamental para que la persona llegue a tener
plenitud en su vida.
14.2.8.- Paz.
Mira a todos con respeto y benevolencia.
No hables mal contra nadie, no condenes a ninguna persona, a ningún
grupo, a ningún pueblo, a ninguna institución.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Perdona las injurias presentes y pasadas, líbrate de las garras del odio,
guarda la libertad de tu corazón para amar, para convivir, para comenzar una vida
nueva cada día.
Desea sinceramente la paz con todos, la colaboración, la convivencia, el
gozo de la fraternidad y del servicio.
Trata de simplificar los problemas en vez de agrandarlos; no acumules las
sombras, busca en todos resquicios de luz y los caminos de la esperanza.
Ten valor de negarte a colaborar con cualquier proyecto violento, apártate
de los que enseñan y practican el odio, la venganza, el amedrentar y la violencia.
Crea en torno a ti sentimientos y actitudes de paz, de concordia, de
convivencia, de misericordia y de consuelo.
Apoya a los que trabajan sinceramente por la paz, en la verdad, en la
libertad y en la justicia.
Dedica algún tiempo a trabajar tú también por la paz, con serenidad,
esperanza y generosidad.
Pide a dios que te dé el espíritu de la sabiduría, de la bondad, de la
fortaleza y de la generosidad para ser instrumento de su bondad y de su amor en un
mundo renovado, donde todos podemos vivir en la verdad, el amor, la libertad y la
fraternidad.
14.2.9.- Autodisciplina.
No malgaste su tiempo. Concéntrese en su trabajo y no realice el de
personas subalternas.
Trabaje con planes. Priorice y anote los problemas. Atienda uno a la vez y
llévelo hasta el final.
Separe tiempo para pensar y para las actividades que se repiten.
Descubra las dificultades permanentes. Haga un plan de solución
sistemática de ellas.
Delegue. Tipifique la solución de los problemas que se repiten.
Sea breve y puntual. Aprenda a expresar sus ideas de forma concisa y
precisa.
Aplique técnicas de control selectivo y por excepción.
Aplique técnicas de conducción de reuniones y despacho.
Aproveche el tiempo que aparece ―al menudo‖.
Estudie las técnicas de toma de decisiones y aplíquelas en su trabajo.
Autodisciplina de Gandhi.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Decir la verdad (satyagraha).
Practicar la no violencia (ahimsa).
Practicar la castidad (brahamacharya).
Comer frugalmente y lo indispensable.
No poseer lo superfluo; sólo lo necesario.
Ganarse la vida con el trabajo.
Servir al prójimo (swadeshi).
Todos los hombres son iguales.
Todos los niños son iguales.
No temer a nada ni a nadie.
14.2.10.- Gratitud.
Da gracias en todo.
La gratitud debe tomar la expresiones adecuada.
La gratitud para con dios, no debe ser menos que adoración y
consagración de la vida entera a su amor y su servicio.
Todo cristiano debe tomar tiempo para alabar a aquel que nos ha dado
amparo durante pruebas, luchas, batallas y victorias.
Nuestra sociedad sería muy diferente si todos viviéramos agradecidos con
dios y con nuestro prójimo.
La persona que recibe nuestra gratitud sentirá que sus esfuerzos han sido
apreciados.
Demuestra que se estás en reciproca voluntad de ayudar –de acuerdo a
nuestras posibilidades- a aquel que nos dio algo.
Camina por la vida contando tus agradecimientos y contemplando los
atardeceres y las estrellas... Nuestra actitud ante la vida cambia.
Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que
constante y paciente la sostiene en la sombra.
De gente bien nacida es ser agradecida.
14.2.11.- Libertad.
La libertad es incompatible con el amor. Un amante es siempre un
esclavo.
La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los
hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la
vida. (El Quijote de la Mancha)r
La libertad de la fantasía no es ninguna huida a la irrealidad; es creación y
osadía.
La libertad supone responsabilidad. Por eso la mayor parte de los
hombres la temen tanto.
Un hombre libre es aquel que, teniendo fuerza y talento para hacer una
cosa, no encuentra trabas a su voluntad.
Quien en nombre de la libertad renuncia a ser el que tiene que ser, ya se
ha matado en vida: es un suicida en pie. Su existencia consistirá en una perpetua
fuga de la única realidad que podía ser.
La libertad no hace felices a los hombres, los hace sencillamente
hombres.
No busquemos solemnes definiciones de la libertad. Ella es sólo esto:
responsabilidad.
La libertad es aquella facultad que aumenta la utilidad de todas las demás
facultades.
Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense
como yo.
14.2.12.- Humildad.
Elimina la soberbia, cultiva el espíritu positivo hacia los demás.
No permitir que tus actitudes o palabras ofendan a otros.
Estar en armonía es el mejor regalo; sonríe y mira a todos con cariño.
Cuida tu lenguaje. No hables para criticar, ni siquiera con el fin de agradar.
Haz de la humildad una clave de tu vida y el resultado será una buena
autoestima.
Reconoce la realidad y esfuérzate por ser mejor.
Elige a tus amistades por tus afinidades.
Resalta los aspectos positivos en los demás, minimiza sus debilidades.
No te sientas superior a nadie.
Aprecia otras virtudes para fortalecer la humildad: la modestia, la
sobriedad, la mesura, etc.
14.2.13.- Amabilidad.
Recibe al visitante con calidez y amabilidad.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Trátalo como te gustaría que te tratasen a ti.
Ofrécele un servicio amigable y ágil.
Interésate por aprender cada día más.
No prometas lo que no puedas cumplir.
Tu mejor cara será siempre una sonrisa.
Trata de reconocer y respetar los derechos y los méritos de los demás, y
de aceptar sus formas de pensar, aunque sean distintas de las tuyas.
Trata a los demás con el mismo respeto y cariño con el que te gustaría
que te tratasen a ti.
Procura ser complaciente con los que te rodean cuando te piden un favor
o solicitan tu ayuda.
Utiliza palabras como gracias, perdón, por favor, que te facilitarán y harán
más agradable tu relación con los demás.
Intenta ver en cada persona lo mejor de ella. Seguro que lo encontrarás y
te sorprenderá.
Acostúmbrate a expresar tus mejores sentimientos, no los reprimas. Trata
a los demás con toda la naturalidad, la alegría y el afecto que espontáneamente
salgan de ti.
Acostúmbrate a sonreír. Muéstrate solidario, optimista y colaborador con
las personas con las que convives.
Piensa que, si todos tratamos de dar lo mejor de nosotros mismos, todos
seremos mucho más felices.
Trata de analizarte y observa si, cuando eres amable o afectuoso con los
demás, te sientes más a gusto contigo mismo.
Comprueba cuántas horas al día estás de buen humor. Si son muchas,
alégrate porque estás construyendo un mundo más amable.
14.2.15.- Autoestima.
Ten confianza en ti mismo.
Piensa en lo importante que eres para las demás personas.
Realiza tus elecciones y acciones con responsabilidad y sin temor.
Decide el modo como utilizas tu tiempo, ponle límites a quienes no
respetan esto.
Aplícate a tu trabajo con responsabilidad pero, si algo no va bien, no es
porque seas un fracaso sino que todavía tienes que aprender más.
Ten confianza en poder resolver, lo mejor posible cualquier situación.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Aprende a comunicar tus sentimientos y respeta los de otros.
Eres una persona valiosa, capaz, creativa y estas abierta para cambiar
todos los aspectos de tu vida.
Hazte responsable del modo cómo tratas a los demás y evita repetir lo que
te hizo sufrir.
Cambia tus opiniones sin temor si te das cuenta que no eran correctas.
14.2.15.- Autodominio.
El autodominio debe comprenderse como una actitud que nos impulsa a
cambiar positivamente nuestra personalidad.
Las costumbres y hábitos determinan en mucho la falta de autodominio.
Debemos comenzar por analizar cuales de ellas nos condicionan e
impiden vivir este valor.
Aprende a escuchar. De lo contrario, se convierte en la muestra más clara
de la falta de autodominio.
Procura no distinguirte por comer abundantemente, decir disparates, vestir
de forma estrafalaria, mostrar poca educación o malos modales.
Evita el deseo de enterarte de lo que no te incumbe, hacer comentarios
imprudentes y dar consejos no solicitados, eso es ser entrometido.
Dedica unos minutos cada día para reflexionar y elaborar una pequeña
lista sobre las situaciones cotidianas que normalmente te disgustan, provocan
pereza, caes en excesos y aquellas en las que evades tus responsabilidades.
No te preocupes si en un principio son pocas, más adelante seguirás
descubriendo otras no menos importantes.
En el contexto de las relaciones personales, el autodominio nos impulsa a
ser discretos y maduros para evitar la murmuración, la crítica y la difamación de los
demás por cualquier situación que es incompatible con nuestra forma de pensar
La práctica del autodominio también nos induce a perfeccionar nuestros
hábitos de trabajo.
El autodominio también ayuda a ser más sencillos, hombres y mujeres de
acción y no de palabras inútiles.
14.2.16.- Integridad.
Una persona de integridad vive correctamente, no está dividida, ni es una
persona diferente en circunstancias diferentes.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Una persona de integridad es la misma persona en privado que lo que es
en público.
La integridad, no solo implica una actitud clara, sino una pureza moral
también.
Una persona de integridad tendrá una buena reputación y no tendrá temor
de ser expuesta o descubierta.
La integridad brinda un camino seguro a través de la vida.
La integridad no se mide por grados, o la tienes, o no la tienes.
Asegúrate que la palabra integridad está esculpida en la piedra angular de
tu vida.
Una persona con integridad no divide su lealtad, ni finge ser de otra
manera.
La persona con integridad tiene un solo corazón, también una sola mente,
una sola perspectiva que mantiene a su vida yendo en la dirección correcta.
El ser humano por el hecho de ser tal tiene derecho a mantener y
conservar su integridad física, psíquica y moral.
14.2.17.- Honestidad.
La persona íntegra vive lo que predica y habla lo que piensa.
La sinceridad consiste en decir toda la verdad, a quien corresponde, de
modo oportuno y en el lugar correspondiente. Decir la verdad no implica irrespetar a
nadie.
La persona íntegra, además, es auténtica. Hay coherencia entre lo que
hace y lo que debe hacer, de acuerdo a sus principios. Vive auténticamente como un
ser humano.
La persona que miente (por engaño, exageración, precipitación al hablar,
etc.) Se hace un daño a sí misma. La mentira es auto-destructora; siempre se paga.
Mentir para dañar a alguien; robar al pobre; hacer fracasar a alguien
voluntariamente, son injusticias ―gordas‖.
Ser justo es dar a cada uno lo suyo, lo que le corresponde: salario,
derechos, reconocimiento, gratitud.
La falta de integridad se quiere justificar diciendo que todos actúan así; o
que es la única forma de salir adelante. Es necesario vivir según los principios,
aunque esto suponga ir ―contra corriente‖.
Ser honesto es ser transparente; es necesario desprenderse de las
máscaras que el ser humano se pone para defenderse, para ocultar sus
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
inseguridades o miedos. El recelo, la agresividad, las apariencias son algunas de
estas máscaras.
Una falta de sinceridad, de veracidad, es aparentar una imagen que no
corresponde con la realidad. Por ejemplo, aparentar virtudes que no se tienen.
Preocuparse excesivamente por ―el qué dirán‖, aparte de mostrar
inseguridad en uno mismo, es una falta de sencillez. También lo es justificarse o
excusarse.
14.2.18.- Honradez.
Pide a los amigos cosas honradas; y sólo cosas honradas hacer por ellos.
El honrado es grato y estimado incluso si es derrotado.
La honradez es siempre digna de elogio, aún cuando no reporte utilidad, ni
recompensa, ni provecho.
Se modesto en tu juventud para ser honrado en la vejez.
Di la verdad aun sabiendo que te pesará, es la mejor prueba de honradez.
Haz lo que consideres honesto, sin esperar ningún elogio.
Me temo que debemos hacer honesto el mundo antes de poder decir
honestamente a nuestros hijos que la honestidad es la mejor política.
No apropiarse o valerse de logros ajenos.
Actúa siempre con principios éticos.
Educa con honradez, cantos más alumnos honrados haya más
funcionarios y dirigentes de la sociedad lo serán.
14.2.19.- Compromiso.
Haz de tener claro, en cada momento, con quién te comprometes y a qué
Debes distinguir niveles generales de compromiso: ―me pagan, trabajo‖;
―me gustan mis compañeros y mi trabajo, y lo hago lo mejor que puedo‖; ―me parece
un proyecto estimulante y quiero formar parte de él‖.
Moldea tu esfuerzo cotidiano.
El compromiso con los resultados constituye un elemento clave para la
mejora del rendimiento, la competitividad y la prosperidad.
Comparte los objetivos comunes y subordina los intereses propios a los
colectivos.
Adopta una actitud de colaboración con los demás, compartiendo tareas y
conocimientos.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Recuerda que el compromiso representa cualquier tipo de acuerdo en el
cual las partes asumen unas obligaciones, en lo que podría interpretase como un
contrato no escrito.
No eludas el compromiso ya que eludes la realidad.
Ten presente que perder el miedo al compromiso es el único modo de
evitar que sea la indecisión quien acabe por comprometernos.
No rechaces el compromiso pues si lo haces, abres paso a una
espontaneidad aleatoria, gracias a la cual el hombre es lo que le da la gana, es
decir, lo que se le ocurre, es decir, una ocurrencia imprevisible.
14.20.- Convivencia.
Trata a los demás como quieres que te traten a ti.
Intenta estar siempre dispuesto a sonreír.
Procura ser gentil y agradable al hablar.
Trata de escuchar atentamente.
Procura no discutir, sencillamente opinar.
Cuida la puntualidad, sin reprochar a otros.
Intenta ser jovial, voluntarioso, dinámico.
Guarda para ti tus propias dificultades. En todo caso, confíate a los
amigos.
Promete sólo cuando creas que puedes cumplir.
Pide siempre ―por favor‖ y no olvides de decir ―gracias‖.
Ama a tu prójimo tal como es, con sus virtudes y sus defectos. Tu misión
no es criticarlo ni despreciarlo, sino ser una ayuda y un ejemplo.
No tomes a mal sus ofensas ni sus ingratitudes. Él es como es y tú
también tienes tus defectos. Enséñale, con tu comprensión y tu tolerancia, que hay
otra manera de ir por la vida. Pero no lo intentes hacer, devolviéndole mal por mal.
No funciona.
Respétalo no pensando ni diciendo de él nada negativo. Seguro que tiene
una virtud o algo que te gusta o que admiras. Destaca y comenta eso y no te
obceques en lo negativo, porque con ello sólo pondrás de manifiesto tu lado malo.
Que también lo tienes.
Hónralo. En algún aspecto, seguro que te aventaja. Procura, pues, imitar
eso. Y, entretanto piensa que, en ese aspecto, es tu maestro.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
No mates las oportunidades de ayudar. Cada oportunidad de ayudar no
aprovechada la habrás perdido para siempre. Y sólo el aprovecharlas te hará
realmente feliz.
No hagas mal uso de tu energía física, emocional ni mental para perjudicar
a nadie, ni derrochándola. La energía es algo de lo que no eres dueño, sino
administrador. Y, si haces mal uso de ella, la perderás. Y haces mal uso de ella si
explotas a tu prójimo, o lo calumnias, o lo desprecias, o lo insultas, o lo engañas, o le
niegas tu auxilio cuando lo necesita.
No prives a tu prójimo de sus éxitos, sus oportunidades o sus alegrías.
Haz tuyos sus problemas e interésate por sus cosas. A todos nos gusta que nos
quieran y nos respeten, no sólo a ti. Tenlo en cuenta y actúa en consecuencia.
Alaba sus virtudes, tanto si está presente como si no. Si le alabas lo
bueno, harás que le aumente y que te crezca a ti. Y si lo alabas en su ausencia
demostrarás tu gran calidad moral. Criticar a un ausente está al alcance de
cualquiera. Alabarlo, no.
No envidies sus triunfos. Alégrate de ellos como si fuesen tuyos. Lo mismo
que el aire limpio lo respiramos todos, los éxitos y los triunfos de cualquiera, de un
modo misterioso, nos benefician a todos si sabemos alegrarnos. Pero nos hacen
desgraciados si los envidiamos.
Está siempre alegre y alegra a los demás. La vida es tal como tú la
quieras ver. Ella está ahí y cada uno la ve de una manera. Esfuérzate por ver todo lo
que de hermoso y de positivo hay en ella. Y colabora con tu estado de ánimo para
que esa hermosura resplandezca a tu alrededor. Te asombrarás de los resultados
que produce sonreír a la vida.
14.2.21.- Derechos humanos.
Contribuye a la paz social respetando los derechos humanos.
Respeta la vida humana.
Respeta la integridad de las personas y la dignidad humana.
Respeta la propiedad ajena.
Entiende que las órdenes se orientan a proteger al pueblo.
No cometas abuso sexual.
No tortures a tus semejantes.
Todo detenido tiene derecho a juicio oral.
Las violaciones a los derechos humanos no quedan impunes.
Eres guardián de la democracia y respetuoso de los derechos humanos.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
14.2.22.- Disciplina.
Trate de hace todo bien, desde el principio hasta el final, cuidando los
detalles.
Planee con tiempo cada una de las actividades; así se evitarán las
improvisaciones.
Ponga atención y concentración: requiere esfuerzo pero vale la pena por
la calidad obtenida.
No se acelere; serenidad, calma, pero sin pausa.
Revise las cosas dos veces. Tenga una actitud permanente de auto
evaluación de sí mismo y de todo lo que hace. No se conforme, vuelva a intentarlo.
Cuidando las cosas pequeñas, la calidad se convierte en excelencia: cada
vez poco mejor.
Tenga ojos para ver lo que otros no ven: detalles que pueden ser
mejorados. Detecte los problemas cuando son pequeños y soluciónelos en ese
momento.
Una persona sana es aquella que mantiene un equilibrio en los aspectos
físico, mental, emocional y social.
Son muchas alternativas que tenemos para desarrollar la disciplina, como
las actividades al aire libre, los deportes, juegos de mesa, culturales y las bellas
artes.
Disciplina en nuestro ser, mas calidad en nuestras actividades, da igual a
excelencia.
14.2.23.- Bien.
La ética, por definición, busca el bien.
El bien se logra cuando se conoce y se respeta la verdad.
Obrar bien es obrar conforme a la verdad, conforme a lo que son las
cosas.
No es gran virtud la que se tiene por esperanza o temor; la virtud de más
valor es hacer el bien sólo porque es el bien.
Hacer el bien a nuestros amigos y enemigos, porque así conservarás los
unos y te será posible atraer a los otros.
Has bien a tus amigos para ganarte mejor su aprecio; hazlo también a tus
enemigos para que al fin los conviertas en amigos.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
El bien de la humanidad debe consistir en que cada uno goce el máximo
de la felicidad que pueda sin disminuir la felicidad de los demás.
Haz el bien a los que te aborrecen y ora por los que te persiguen y
calumnian. Pues si haces el bien a los que bien te hacen, ¿Qué mérito es el tuyo?
Buscar bien de nuestros semejantes ayuda a encontrar el nuestro.
Debes olvidar el bien que hagas a otro y sólo recordar el que recibas.
14.2.24.- Equidad.
Plantea objetivos que debes conseguir para avanzar hacia una sociedad
más justa.
Incorpora, con mayor vigor, la dimensión diversidad.
No podemos educar a todos de la misma manera.
Es esencial construir una sociedad equitativa y democrática, con valores
más firmes y solidarios, en paz y en justicia.
Recuerda que las mujeres y hombres, tienen mismos derechos y mismas
oportunidades.
En lo posible, elimina el hambre infantil.
Se responsable en tu paternidad.
Identifica las diferencias de origen que existen entre hombres y mujeres.
Orienta tus acciones, dando el mismo valor tanto a tus compañeros como
a compañeras.
Reconoce la equidad de la condición humana como base para la
homologación de derechos, posibilidades y oportunidades.
14.2.25.- Belleza.
La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y
adorarla.
La belleza que atrae rara vez coincide con la belleza que enamora.
Aunque le arranques los pétalos, no quitarás su belleza a la flor.
El amor conserva la belleza y la cara de las mujeres se nutre de caricias.
Por muy poderosa que se vea el arma de la belleza, desgraciada la mujer
que sólo a este recurso debe el triunfo alcanzado sobre un hombre.
La belleza es una carta de recomendación que nos gana de antemano los
corazones.
No le quites a tu corazón el amor por lo bello, ya que le quitarías el amor
por vivir.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La irregularidad, es decir, lo inesperado, la sorpresa o el estupor son
elementos esenciales y característicos de la belleza.
Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla.
Cuida tu imagen, ya que refleja tu alegría de vivir y además harás sentir
bien a los que te rodean.
14.2.26.- Magnanimidad.
Busca tu perfección como ser humano y la entrega total de tu persona
para servir a los demás desinteresadamente.
Un ánimo grande aleja de sí toda envidia y resentimiento.
Supera el temor a ser criticado por hacer algo que consideras bueno.
Ten la capacidad de afrontar grandes retos con paciencia y perseverancia.
Para el magnánimo no existen tareas de ínfima categoría.
Actúa con la convicción de cumplir con un compromiso y un deber
personal.
Ayuda a quien goza de menor simpatía en un grupo.
Saluda con cortesía, cede el paso, o sirve en la mesa al empleado y al
amigo por igual.
Enfoca el esfuerzo para traspasar las fronteras del egoísmo.
Recuerda siempre que si tienes más conocimientos puedes servir mejor a
la empresa o a tu país, porque mejorarás sustancialmente tu trabajo y serás más
productivo.
14.2.27.- Optimismo.
Los optimistas se aman, procuran un alto nivel de autoestima, se valoran y
aprovechan lo mejor posible sus talentos personales innatos.
Los optimistas aceptan a los demás como son y no malgastan energías
queriendo cambiarlos, solo influyen en ellos con paciencia y tolerancia.
Los optimistas son espirituales, cultivan una excelente relación con dios y
tienen en su fe una viva fuente de luz y de esperanza.
Los optimistas disfrutan del "aquí" y el "ahora", no viajan al pasado con el
sentimiento de culpa ni el rencor, ni al futuro con angustia.
Disfrutan con buen humor y con amor.
Los optimistas ven oportunidades en las dificultades, cuenta con la lección
que nos ofrecen los errores y tienen habilidad para aprender de los fracasos.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Los optimistas son entusiastas, dan la vida por sus sueños y están
convencidos de que la confianza y el compromiso personal obran milagros.
Los optimistas son íntegros y de principios sólidos, por eso disfrutan de
paz interior y la irradian y comparten, aun en medio de problemas y crisis.
Los optimistas no se desgastan en la critica destructiva y ven la envidia
como un veneno. No son espectadores de las crisis sino protagonistas del cambio.
Los optimistas cuidan sus relaciones interpersonales con esmero, saben
trabajar en equipo y son animosos sembradores de fe, esperanza y alegrías.
Los optimistas también tienen épocas difíciles, pero no se rinden ni se
dejan aplastar por su peso, ya que saben que aun la noche mas oscura tiene un
claro amanecer y que por encima de las nubes mas densas sigue brillando el sol;
que todo túnel, por mas largo y oscuro que sea siempre tendrá otra salida y que todo
río siempre tiene dos orillas.
14.2.28.- Participación.
Ser participativo implica tener iniciativa. No es simplemente hacer lo que
debo, sino emplear todas la inteligencia para hacerlo de la mejor manera.
La participación es una virtud que todo ser humano debe desarrollar por si
mismo.
Participación es hacer lo que nos corresponde de la mejor manera, siendo
el beneficio colectivo.
La participación es la actitud de una persona inteligente.
El valor de una persona se mira en su actitud. Se participativo en tu trato
a las personas.
Participación
significa solidaridad para con todos: colaboración, ayuda
mutua… la unión hace la fuerza. Hoy por ti, mañana por mí.
No existe participación sin iniciativa: busca en todo momento la forma
mejor de hacer las cosas.
Es bueno pedir ayuda cuando la necesitamos. No conviene suponer que
se darán cuenta. Ni dejarse llevar por el orgullo del que piensa que solo saldrá
adelante.
Cuando en un grupo humano se sustituye competir por cooperar, se
produce la unión y el logro de los objetivos.
Ningún ser humano puede sernos indiferente. Siempre existirá alguna
forma de manifestar nuestra solidaridad.
14.2.29.- Patriotismo.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Ejercer nuestra libertad con amor servicial.
Luchar por erradicar el racismo, la ignorancia y las injusticias de cualquier
tipo.
Tomar el control de nuestra vida personal, familiar y social para ser fieles a
nuestros valores y convicciones.
Valorar el ser por encima del tener.
Descubrir la importancia de vivir en un país pacifista como el nuestro.
Promover la justicia, colaboración, solidaridad y el amor a los demás.
Aprovechar las ocasiones de la vida cotidiana para ejercer la aceptación y
valoración de la diversidad.
Cumplir y hacer cumplir el respeto como norma de convivencia.
Cuidar y mejorar nuestros ambientes familiar, escolar y comunitario.
Fomentar nuestras tradiciones regionales y nacionales como muestra de
amor a la patria.
14.2.30.- Puntualidad.
Procura ser siempre muy puntual.
La informalidad en atender una cita es un claro acto de deshonestidad.
Recuerda que igual puedes robar el dinero de una persona si robas su
tiempo.
La puntualidad es una actitud que se adquiere desde los primeros años de
vida mediante la formación de hábitos en la familia.
Llegar a tiempo es un signo de buena educación.
Hay que tener consideración hacia el prójimo, así demostramos que nos
interesa y que no queremos que pierda el tiempo por nuestra culpa.
Si por alguna emergencia tenemos que llegar con veinte minutos de
retraso a un acto social o a una cita, debemos telefonear para explicar nuestra
tardanza, dando siempre el motivo del retraso.
Siempre que nos invitan a cualquier tipo de fiesta o evento, debemos
considerar seriamente el tema de la puntualidad.
También debes tener en cuenta, que tampoco es bueno llegar con
demasiada antelación.
Si usted fuera el invitado de honor, por supuesto que debe planificar, con
un amplio margen de tiempo para solventar cualquier imprevisto, su partida para
llegar un poco antes que el resto de los invitados. Sería imperdonable que llegasen
los invitados antes que usted.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
14.2.31.- Rectitud.
Manejar y tratar correctamente todos los recursos humanos de una
compañía es necesario para obtener de ellos entrega y compromiso.
Actuar siempre con rectitud y bajo normas tanto ética como moralmente
aceptadas, son pasos que debemos acatar siempre y buscar que en la empresa
donde laboremos también se sigan al pie de la letra para el desarrollo de la mejor de
las conductas.
La rectitud debe abarcar el pensamiento y la acción de la persona y
trascender a su vida interior y exterior, a sus asuntos individuales y comunes.
Debes enfocar tu atención y esfuerzo; tu mente debe estar absolutamente
clara y racional; la fuerza de tus pensamientos necesita ser enfocada y fuerte, con
un aire de supremacía y de destrucción a todo el mal en el cosmos.
Rodéate de testimonios edificantes, de personas ejemplares, coherentes,
generosas.
Recuerda que el que camina en integridad anda confiado.
Debes respetar todas las reglas saludables y fundamentar sinceramente tu
vida en el amor de dios y el amor al prójimo por amor al Ser Supremo.
Debes ser buen ciudadano dando apoyo a las instituciones benéficas y a
las organizaciones comerciales.
Debes ser constante e inconmovible en cualquier circunstancia.
Huye de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz.
14.3.- Secundaria.
14.3.1.- Templanza.
La primera víctima de la destemplanza es la propia libertad.
No se puede poseer mayor gobierno, ni menor, que el de uno mismo.
Un hombre desenfrenado no puede inspirar afecto; es insociable y cierra
la puerta a la amistad.
Cuanto más se tiene, más se desea, y en vez de llenar, abrimos un vacío.
El que se domina a sí mismo, irradia de todo su ser tal ascendiente, que
sin esfuerzo disipa las dudas de quienes están a su alrededor.
La vida se vuelve una fiesta cuando sabes disfrutar de las cosas normales
de cada día.
El pobre carece de muchas cosas; pero el avaro, carece de todo.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Somos gente extraña. Nos pasamos la vida haciendo cosas que
detestamos con objeto de ganar dinero para comprarnos cosas que no necesitamos
e impresionar a personas que no nos caen bien.
14.3.2.- Pudor.
El pudor es un sólido que sólo se disuelve en alcohol o en dinero.
No conviene hablar del pudor como de una virtud. Se parece más bien a
una emoción que a una disposición adquirida. Se define, pues, como un miedo de
dar de sí una mala opinión.
El pudor tiene la desventaja de que habitúa a mentir.
El pudor es una virtud relativa, según se tengan veinte, treinta o cuarenta y
cinco años
Nadie prueba la profundidad del río con ambos pies.
Hay gentes que hablan justo un momento antes de haber pensado.
El que sabe hablar con pudor, sabe también cuándo ser prudente.
No hay cosa más difícil, bien mirado, que conocer un necio si es callado.
Si pregunto por qué debo comportarme pudorosamente, ya estoy
formulando una pregunta inmoral.
Si no se respeta lo sagrado, no se tiene nada en que fijar la conducta.
14.3.3.- Sobriedad.
La sobriedad y continencia son virtudes domésticas que conservan las
facultades del individuo y aseguran la paz de las familias.
Recomendar sobriedad al pobre es grotesco e insultante. Es como decir
que coma poco, al que se muere de hambre.
La vista del borracho es la mejor lección de sobriedad.
Vive sobrio y serás rico como un rey.
La sobriedad y continencia son virtudes domésticas que conservan las
facultades del individuo y aseguran la paz de las familias.
La sencillez siempre es agradable y la sobriedad atrae.
Una persona sobria es aquella que al saber exigirse a sí misma en la vida
cotidiana, no se inventa falsos problemas ni necesidades artificiosas.
En el comportamiento social, lo mismo que en la conducta, la sobriedad y
la sencillez deben llenarlo todo.
La inmadurez se supera, la ignorancia se cura con la educación y la
embriaguez con sobriedad.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La sobriedad en poesía indica pobreza y la sencillez grandeza.
14.3.1.- Sencillez.
El primer mandamiento de la sencillez es el diálogo. Cualquier silencio
prolongado se vuelve orgulloso o bien estúpido.
El segundo mandamiento de la sencillez es la risa. Purga la risa a la
mente.
A pie, a pie conviene ir. En todo. En los paseos, en los oficios, en el amor,
en el estudio.
Entre dos explicaciones, elige la más clara. Entre dos formas, la más
elemental. Entre dos palabras, la más breve.
Nada de robinsonear. No estamos en una isla desierta, sino en una ciudad
—dentro de otra ciudad, que es la cultura —dentro de otra, a su vez, que es la
historia.
Te apoyarás en tus prejuicios, como en el primer peldaño de una escalera.
Acaso más tarde descanses en ellos, como en un alto belvedere.
No seas miserable. Pero, no seas tampoco demasiado rico. Y que tu
trabajo sea púdico. Sudar una fatiga en público significa siempre un acto de cinismo.
Ne quid nimis. La exquisita sobriedad en todo.
El noveno mandamiento de la sencillez ordena no abusar de la llamada
"vida interior".
Has por llegar a viejo, candidato a la sencillez. La sencillez acabada exige
tiempo, para estar de vuelta de muchas complicaciones.
14.3.5.- Sociabilidad.
Nuestra sociedad es masculina, y hasta que no entre en ella la mujer no
será humana.
No hablaríamos tanto en sociedad si nos diéramos cuenta del poco caso
que hacen los demás de lo que decimos.
La sociedad es en todos los sitios una conspiración contra la personalidad
de cada uno de sus miembros.
El instinto social de los hombres no se basa en el amor a la sociedad, sino
en el miedo a la soledad.
La naturaleza ha hecho al hombre feliz y bueno, pero la sociedad lo
deprava y lo hace miserable.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Las sociedades no mueren de la cúspide a la base, sino de la base a la
cúspide.
Las sociedades deben juzgarse por su capacidad para hacer que la gente
sea feliz.
No puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando la mayor parte de
sus miembros son pobres y desdichados.
Los hombres vulgares han inventado la vida en sociedad porque les es
más fácil soportar a los demás que soportarse a sí mismos.
Toda actividad humana transcurre dentro de la sociedad, sin que pueda
nadie sustraerse a su influjo.
14.3.6.- Amistad.
Igualdad: es el fundamento de la relación de amistad.
Libertad: o respeto, que es lo mismo, la amistad supone un encuentro
entre dos personas diferentes.
Reciprocidad: al contrario que en el amor, no hay amistad sin
correspondencia.
Desinterés: para que la amistad tenga razón de ser.
Discreción: no se debe abrumar al amigo con confidencias que no pueda
digerir.
Justicia: no alabarle en exceso, ni valorarle por debajo de sus
expectativas.
Complicidad: por algo el amigo es el compañero de aventuras.
Defenderle: no por él, que quizás no llegue a saberlo, sino por uno mismo.
No aburrirle: un amigo es una oreja dispuesta, una mano tendida, un
hombro sobre el que llorar.
Dejarle vivir el mayor secreto y regalo de la vida es cuando se encuentran
dos personas semejantes. La ama mi mismo, lo que más esperamos de un amigo es
que comparta la imagen que tenemos de nosotros mismos.
14.3.7.- Respeto.
Respetar a una persona es tratarla como se merece, de acuerdo a su
dignidad de ser humano (todos somos iguales en este sentido), y a la posición que
ocupa en una colectividad.
Vivir los buenos modales, y las normas de educación son señales claras
de respeto a los demás.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
El respeto implica no apropiarse de ideas ajenas, lo cual sería un robo;
también reconocer los méritos de los demás, sin apropiarse del éxito ajeno, lo cual
es otra injusticia.
El respeto implica valorar a cada persona, su fama, su tiempo y sus
pertenencias.
Cuando no se puede hablar bien de una persona es mejor callar. Evite
juzgarla, si no tiene obligación de ello.
La murmuración destruye el ambiente de trabajo, pues daña las relaciones
interpersonales. No inicie ni propague chismes bajo ninguna excusa.
El respeto es también tolerancia. Es decir no atropellar a otras personas y
valorar las diferencias. Pero hable claro de sus ideas.
La cortesía, la amabilidad, el agradecimiento, la puntualidad, las caras
amables… son formas de mostrar respeto.
Separar los hechos de las personas está en la raíz del auténtico respeto:
la conducta inapropiada se debe corregir; en cambio a las personas se les
comprende.
Valentía para expresar y defender las ideas propias. Respeto y
consideración por las ideas ajenas. El equilibrio entre estas dos posturas es señal de
madurez.
14.3.8.- Patriotismo.
Ejercer nuestra libertad con amor servicial.
Luchar por erradicar el racismo, la ignorancia y las injusticias de cualquier
tipo.
Tomar el control de nuestra vida personal, familiar y social para ser fieles a
nuestros valores y convicciones.
Valorar el ser por encima del tener.
Descubrir la importancia de vivir en un país pacifista como el nuestro.
Promover la justicia, colaboración, solidaridad y el amor a los demás.
Aprovechar las ocasiones de la vida cotidiana para ejercer la aceptación y
valoración de la diversidad.
Cumplir y hacer cumplir el respeto como norma de convivencia.
Cuidar y mejorar nuestros ambientes familiar, escolar y comunitario.
Fomentar nuestras tradiciones regionales y nacionales como muestra de
amor a la patria.
14.3.9.- Compasión.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
A veces, lavándonos las manos, nos ensuciamos la conciencia.
La buena conciencia sirve de buena almohada.
Quienes viven en armonía con su conciencia muestran siempre un
semblante atractivo.
Mi conciencia tiene para mi más peso que la opinión de todo el mundo.
Ni el hombre masa ni la masa de hombres intoleran la compasión.
Una persona puede sentirse sola, aún cuando mucha gente la quiera.
Quiéreme cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo
necesite.
Quien no perdona nunca, no ha vivido jamás.
Siempre hay algo ridículo en las emociones de las personas que ha
dejado uno de amar.
De nada sirve al hombre lamentarse de los tiempos en que vive. Lo único
bueno que puede hacer es intentar mejorarlos
14.3.10.- Decencia.
Cuanto más nos inclina la naturaleza a los placeres, tanto más propensos
somos la licencia que a la decencia.
Esforcémonos en vivir con decencia y dejemos a los murmuradores que
digan lo que les plazca.
La buena apariencia es sinónimo de decencia.
La decencia es una buena opinión adquirida por virtudes y méritos
La decencia es la virtud que nos hace cumplir con nuestros deberes hacia
el prójimo.
Adquiere decencia, y buen comportamiento.
La decencia es el valor que nos hace conscientes de la propia dignidad
humana.
Vive con decencia.
Tanto más propensos somos a la licencia que a la decencia.
La decencia resplandece en las desgracias.
14.3.11.- Excelencia.
La excelencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te
sucede.
Una experiencia nunca es un fracaso, pues siempre viene a demostrar
algo.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Demuestra tu excelencia.
Aprendemos de la excelencia que los hombres nunca aprenden nada de la
experiencia.
Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás
disgustos.
Para ser exitoso no necesitas hacer cosas extraordinarias, solo has cosas
ordinarias extraordinariamente bien.
Triunfar no significa llegar a la cima es llegar hasta donde sientas que vale
la pena llegar .
Que nunca está de mas repetirlo, nunca está de mas repetirlo, nunca está
de mas repetirlo.
La disciplina es la parte más importante de la excelencia.
Tu éxito en la vida depende de tu excelencia con que hagas las cosas.
14.3.12.- Pluralismo.
La ideología tolerante asume una verdad importante que no es patrimonio
suyo: el pluralismo, la diversidad y la tolerancia son valores irrenunciables.
El respeto al pluralismo y la diversidad, hoy extendida incluso a las
especies biológicas, responde a una realidad indudable y fundamental .
El respeto al pluralismo y a la diversidad, por tanto, forma parte esencial
de la cultura europea, y aún de toda verdadera cultura.
Es evidente que hay que ser tolerante con el pluralismo y la diversidad que
existen en nuestra sociedad, entre otras cosas porque debemos respeto a su
autenticidad. Pero no se puede imponer una tolerancia entendida de esa manera,
porque eso es adoptar.
El proceso cultural de los tres últimos siglos nos ha enseñado que esa
pluralidad no es una pérdida, sino todo lo contrario, una ganancia.
Hemos aprendido a respetar y a convivir con quienes no piensan como
nosotros.
El pluralismo, la diversidad y la tolerancia son valores irrenunciables, que
asumen la forma de un ideal al que aspirar.
Hemos de respetarnos como somos, distintos, con opiniones, estilos de
vida y valores diferentes.
La autoridad civil no pasa de ser un simple árbitro, que organiza los
intereses de individuos que eligen libremente lo que quieren.
Mi libertad termina donde empieza la de los demás.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
14.3.13.- Pulcritud.
La decencia y la pulcritud en la conducta son el único lujo que el hombre
no necesita comprar con dinero.
A los puros todas las cosas les parecen puras.
El valor de la pulcritud es la práctica habitual de la limpieza, la higiene y el
orden en nuestras personas, nuestros espacios y nuestras cosas.
La pulcritud debe procurarse en nuestra vida cotidiana.
El vivir el valor de la pulcritud nos abre las puertas, nos permite ser más
ordenados y brinda en quienes nos rodean una sensación de bienestar, pero sobre
todo, de buen ejemplo.
La pulcritud empieza por la cabeza.
El valor de la pulcritud es la practica habitual de la limpieza.
Conduce todas tus actividades diarias con honestidad, respeto, rectitud
pero sobre todo con pulcritud.
Para crear un entorno agradable se entusiasta y aporta con dedicación tu
pulcritud.
Toda persona que se esmera en su presentación personal, el cuidado de
sus cosas demuestra pulcritud.
14.3.15.- Serenidad.
Serenidad es calma interior, sosiego, estabilidad de ánimo, dominio de
uno mismo. La serenidad proporciona una fuerte energía vital.
La serenidad no es apatía, impasibilidad o dejadez.
La persona serena huye del activismo, es decir del afán de hacer mucho,
pero sin dirección y sentido. Tampoco se deja llevar por la precipitación y los
impulsos. Actúa después de pensar.
La serenidad va de la mano de la ponderación y de la objetividad. No hace
tragedia de pequeños sucesos negativos. No dramatiza. Mira los sucesos con
realismo, con ánimo positivo.
La persona serena conserva la calma sin desesperarse ni desanimarse.
Enfrenta los problemas uno a uno, estudiando a fondo cada asunto y tomando
alguna decisión. Después actúa con prontitud; de esa forma van desapareciendo los
problemas.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Conviene dominar los sentimientos, lo cual supone encauzarlos y
expresarlos debidamente. Cuando no es así, perdemos el control de las decisiones y
de las acciones.
La ira y el rencor desestabilizan el corazón y producen amargura. Si no se
corta a tiempo aparecerá el odio, pasión que daña al ser humano.
―Dame señor la dicha y yo me encargaré de ser ecuánime‖, decía Tagore.
Alegría interior, serenidad y ecuanimidad suelen ir unidas.
Serenidad para reprender. Serenidad al tomar decisiones complejas.
Serenidad ante la injusticia. Serenidad, especialmente, en momentos difíciles.
En últimas, la serenidad proviene de confiar en dios, que nunca abandona
a quien confía en él.
14.4.- Bachillerato.
14.4.1.- Prudencia.
Nadie prueba la profundidad del río con ambos pies.
No hables mal del puente hasta haber cruzado el río.
El hombre cauto jamás deplora el mal presente; emplea el presente en
prevenir las aflicciones futuras.
Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez.
Mezcla a tu prudencia un grano de locura.
No des la felicidad de muchos años por el riesgo de una hora.
Sé prudente. Lo mejor en todo es escoger la ocasión.
La prudencia es el más excelso de todos los bienes.
La prudencia es la virtud que permite abrir la puerta para la realización de
las otras virtudes.
La prudencia es la virtud que hace prever, evitar los errores y los peligros.
14.4.2.- Comprensión.
Comprender es entender una idea o una situación, captar el significado de
algo. Para comprender algo o a alguien hay que ponerse en su lugar.
La comprensión supone escuchar con animo de entender. Escuchar es
asimilar el mensaje de una persona., no sólo oír sus palabras. Si la escucha es
empática, se capta además el estado de ánimo del que habla.
Comprender no necesariamente significa aceptar. Entiendo a una
persona, pero puedo no aceptar su conducta. Las ideas y la conducta se pueden
juzgar y rechazar. A las personas, no.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Cuando existe comprensión es más fácil disculpar, ser compasivo, amable
y vivir la tolerancia.
Ser comprensivo tampoco es ser indiferente: significa respetar a las
personas aunque piensen distinto que uno. Y discrepar de las ideas, con razones,
sin atacar a nadie.
Hay personas que sólo ven lo negativo, sin considerar que cualquier
suceso o persona poseen una cantidad enorme de aspectos positivos.
Exigente con uno mismo y comprensivo con los demás. Lo contrario
dificulta las relaciones interpersonales.
La persona poco comprensiva con los demás no suele conocerse bien. No
es cociente de sus propios errores. El conocimiento de las propias limitaciones,
ayuda a comprender a los demás.
Debe existir un esfuerzo real por escuchar y comprender a todos. Y esta
tarea debe ir acompañada de otra no menos necesaria: hacerse entender por todos.
Escuchar con empatía y hablar con asertividad: he aquí la clave de una
buena relación interpersonal.
14.4.3.- Lealtad.
La persona leal, lo es con la empresa, con la familia y con la sociedad.
Hablar mal de alguien que no está presente es una falta de lealtad a esa
persona.
Pertenencia es tener la ―camiseta puesta‖, lo cual significa trabajar como si
la empresa fuera de uno.
El compromiso con la organización debe ser total. Sin embargo, no se
pueden transgredir los principios, por buscar el beneficio de la empresa o de algún
compañero.
La palabra dada es sagrada: sea fiel a ella.
Pertenecer a una empresa es identificarse con su cultura organizacional:
alinear los propios valores con los valores corporativos.
El compromiso y la lealtad son de doble vía: de las personas hacia la
organización y de ésta hacia la gente. Usted haga su parte.
Compromiso significa solidaridad para con todos: colaboración, ayuda
mutua… la unión hace la fuerza. Hoy por ti, mañana por mí.
El empeño por conservar el buen ambiente es una manifestación de
pertenencia. Por eso declárele la guerra al chisme.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Al corregir, cuando sea necesario, hágalo como le gustaría que lo hicieran
con usted. Hable de forma directa y clara, pero con delicadeza.
14.4.4.- Audacia.
El tacto en la audacia es saber hasta dónde se puede ir demasiado lejos.
Con audacia se puede intentar todo, mas no conseguirlo todo.
Pon un gramo de audacia en todo lo que hagas.
Hay momentos en que la audacia es prudencia.
Audacia no hay nada más poderoso que una idea a la que ha llegado su
momento.
Si de verdad vale la pena hacer algo, vale la pena hacerlo a toda costa.
Nunca sabe un hombre de lo que es capaz hasta que lo intenta.
Las personas que intentan hacer algo y fracasan están definitivamente
mejor que los que tratan de no hacer nada y lo consiguen.
Quien no arriesga nada, arriesga aún más.
Las cosas no son difíciles de hacer, lo que es difícil es ponerse en
situación de hacerlas.
14.4.5.- Humildad.
El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad.
Yo juro que vale más ser de baja condición y codearse alegremente con
gentes humildes, que no encontrarse muy encumbrado, con una resplandeciente
pesadumbre y llevar una dorada tristeza.
La humildad de los hipócritas es el más grande y el más altanero de los
orgullos.
Uno debe ser tan humilde como el polvo para poder descubrir la verdad.
La verdadera humildad consiste en estar satisfecho.
Cuando no hay humildad, las personas se degradan.
Quiero vivir y morir en el ejército de los humildes, uniendo mis oraciones a
las suyas, con la santa libertad del obediente.
La verdadera medida de la grandeza de un hombre es cómo trata a quien
no puede beneficiarlo en nada.
Debemos ser humildes para lograr que la gente nos admiren.
Hay que ser humildes para aceptar tus propios errores.
14.4.6.- Solidaridad.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
Solidaridad es sentirse una sola cosa con los demás: ―todos para uno y
uno para todos‖.
Sentir la solidaridad llena el corazón de seguridad, estímulo y paz.
El interés por la gente debe ser genuino, sus intereses ocultos que puedan
enturbiar la ayuda prestada.
La solidaridad implica comprensión, disponibilidad, colaboración. Lleva
consigo involucrarse y compartir .
Las manifestaciones verbales de solidaridad son importantes, pues todos
necesitamos sentir el apoyo moral. Además se necesitan acciones concretas de
ayuda.
Ningún ser humano puede sernos indiferente. Siempre existirá alguna
forma de manifestar nuestra solidaridad.
A veces es más fácil prestar nuestra ayuda a gente lejana a nosotros, que
a esas otras con las que se convive a diario.
El egoísmo es pagado por los demás con frialdad, lejanía y aislamiento.
Se recoge lo que se siembra.
Es bueno pedir ayuda cuando la necesitamos. No conviene suponer que
se darán cuenta. Ni dejarse llevar por el orgullo del que piensa que solo saldrá
adelante.
Cuando en un grupo humano se sustituye competir por cooperar, se
produce la unión y el logro de los objetivos.
14.4.7.- Tolerancia.
Ser tolerante es ser paciente, comprensivo, respetuoso y transigente con
todos y cada uno de los seres humanos.
Conviene distinguir entre persona y conducta. A la persona se le valora y
se le comprende. De las ideas se puede y se debe discrepar.
La persona tolerante posee un nivel elevado de comunicación efectiva: no
se escuda en la tolerancia para no manifestar o defender los principios, tampoco
avasalla o impone a nadie sus ideas.
La tolerancia no es un simple acuerdo de no agresión, sino que promueve
el entendimiento de las personas e instituciones. Lleva a la unidad.
El conformismo o la indiferencia ante el mal uso de las normas y valores
no es tolerancia, pues este valor bien entendido debe incluir la ayuda mutua para
buscar y encontrar lo mejor para las personas.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La tolerancia valora y respeta las diferencias como factores que producen
hermandad y sinergizan las relaciones.
Nadie posee toda la verdad, puesto que la verdad es inalcanzable para el
ser humano.
Tolerar no debe llevar al relativismo y subjetivismo. No puede constituirse
en baluarte de la apatía intelectual ni quitarle fuerza a la búsqueda de la verdad.
Las minorías y los débiles necesitan del apoyo de todos. La verdadera
democracia hace valer el voto de la mayoría, pero sin descuidar o atacar a los
grupos o personas más necesitadas.
La tolerancia no está reñida con el ejercicio de la autoridad. La ley hay que
cumplirla y hacerla cumplir.
14.4.8.- Comunicación.
El ser humano es un ser relacional, una persona que necesita a los demás
para realizarse. Él solo no llega a la plenitud. Por eso la comunicabilidad es esencial
en él.
La comunicación es de doble vía. Implica el arte de escuchar y el arte de
hablar. Así aparece el diálogo.
No de por supuesto que le han entendido. Asegúrese. Tampoco intente
adivinar el pensamiento de la otra persona. Pregunte.
No hay peor sordo que quien no quiere oír ‖cuando existe interés por la
otra persona se capta el verdadero mensaje.
Se necesita ser asertivo en el hablar. Decir lo que se piensa, sin miedo a
herir al otro y sin cobardías. Con entereza pero sin ofender.
La comunicación tiene como vehículo, además de las palabras, los gestos,
la mirada, el tono de voz. El cuerpo habla.
El mensaje debe ser claro y directo. Sin adornos innecesarios, ni
pedantería. Sencillez y claridad son cualidades que todos añoramos en los demás y
que los demás esperan de nosotros.
Saber preguntar es un arte que conviene aprender. Después, escuchar
para aprender.
Cuando alguien le hable otórguele toda la atención. El cuerpo y la mente
deben estar con esa persona. No haga dos cosas al tiempo.
No exija que los demás le escuchen: gánese la atención. No exija que los
demás le comprendan: hágase entender.
14.4.9.- Fidelidad.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La fidelidad de muchos hombres se basa en la pereza, la fidelidad de
muchas mujeres en la costumbre.
La fidelidad en el matrimonio es artificial para el hombre, y natural en la
mujer.
La fidelidad es la confianza erigida en norma.
Los objetos son los amigos que ni el tiempo, ni la belleza, ni la fidelidad
consiguen alterar.
Cuando se está enamorada, la fidelidad es fácil.
Lo pequeño es pequeño, pero ser fiel en lo pequeño, es cosa grande.
La fidelidad es un valor que se da en los diferentes tipos de relación,
sea con las amistades o familiares.
En la fidelidad a las cosas pequeñas consiste la perfección.
La fidelidad es el esfuerzo de un alma noble.
La fidelidad es el camino mas corto entre dos corazones.
14.4.10.- Proactividad.
Adquiera el hábito de observarse a usted mismo como se mira a otra
persona: así será más objetivo en el auto-juicio.
Usted es el responsable de su propia vida: no deje que sean los demás, o
los sentimientos, o las circunstancias, quienes determinen su conducta: elija y
decida qué hacer a pesar de aquellos factores.
Los resultados de ahora no lo deben desanimar: siga adelante en la
decisión tomada, si piensa que es la mejor.
No haga algo por costumbre, porque es la moda, o porque le gusta:
piense, elija y actúe según sus principios.
Cuando se proponga un objetivo, cúmplalo. Cuando se comprometa con
alguien o con algo, hágalo.
Después de tomar una decisión, es necesario asumir las consecuencias
de esa elección. Lo contrario es una irresponsabilidad.
No existe responsabilidad sin iniciativa: busque en todo momento la forma
mejor de hacer las cosas. No sea un mero ejecutor de instrucciones.
Quejarse, lamentarse, achacar culpas a otros, son formas de perpetuar los
problemas. Procure usted ser mejor en eso que critica y así estará ayudando a los
demás.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
La opinión de los demás sobre usted –críticas, alabanzas, chismes, etc.no deben perturbarlo: haga las cosas bien, según sus principios, sin importarle ―el
qué dirán‖.
Todos somos responsables del éxito de la organización. No piense que un
tema no le corresponde, porque nadie se lo ha asignado: sea solidario con aquel que
le corresponde hacerlo.
14.4.11.- Sensibilidad.
Cuando no podemos encontrar sensibilidad dentro de nosotros mismos es
inútil buscarla en otra parte.
Examina tu propio corazón; lo que te duele de los demás en ti mismo
puede estar.
Cuando un hombre está irritado, sus razones le abandonan.
Si eres sensible en un momento de ira, escaparás a cien días de tristeza.
Hay hombres que parecen tener solo una idea y es una lástima que sea
equivocada.
Todo hombre ama quien es justo la pide para todos y quien es injusto
solamente para sí.
Nada perturba tanto la vida humana como la ignorancia del bien y el mal.
El verdadero sensible es aquel que propone alternativas para salir avante
Hay gentes que hablan un momento antes de haber pensado.
Lo importante y difícil de una tarea no es encontrar la respuesta correcta,
sino descubrir la pregunta correcta.
14.4.12.- Transparencia.
1) Conoce tus derechos.
2) Respeta las reglas.
3) Predica con el ejemplo.
4) Identifica los actos de corrupción.
5) ¡Ya no más mordidas!
6) Papeles en regla.
7) Planear para prevenir.
8) Denuncia la corrupción.
9) Participa en el mejoramiento de tu comunidad.
10) No pierdas la convicción.
Valores en la educación
Nicolás Vázquez Alonso
1. La publicidad es un don y un bien, y, como todos los dones y todos los
bienes es, asimismo, un servicio. Es, en efecto, un instrumento, un medio, al servicio
del progreso, de la libertad, de la solidaridad y de la plena intercomunicación.
2. La publicidad es un medio. No es un fin en sí misma. De ahí que el fin
tampoco justifica en este caso ni el medio ni los medios. En la publicidad no debe
existir el todo vale. Esta praxis sería una desviación ética.
3. La publicidad tiene su propio género literario, sus propias técnicas y
códigos. Se ha de respetar y fomentar la creatividad publicitaria. Pero sus límites
son, como en toda realidad y acción humanas, los que marcan la ley natural, las
mismas leyes positivas legisladas al respecto y los principios éticos.
4. La publicidad debe conocer, respetar y basarse en una correcta y
adecuada antropología, q
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