diario democrático. advertencia.

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tlBBBTABBC T &BBBOBOS 1K0XTIDUÁLB3.
íttfrag¡onBÍTewal.~Lil>e)rU(l OOBÍI>UU de la prensa, sin dípásito,
Jitor, ni penalidad especial.—Seguridad individual, garantizada
por el BABEAS CORPDS.—Absoluta inviolabilidad de la correspondencia y del domicilio.—Derecho de reunión y de asociación pacíficas.—Libertad de industria, de trabajo y de tráfico.-Libertad d«
crédito.—Ensefianza libre.—unidad de legislación y de fuero.—
.abolición de la pena de muerte.
CUSANIZACION DEL ESTADO ÉINSTITU0I0NE3 POLÍTICAS.
una Címara.—Elecciones independientes del gobierno.—Milicia
nacional.—Inamovihdad judieial.—Jurado para toda clase de delitos.—Justieia criminal gratuita.—Descentralización administrativo.—Independencia de U Iglesia.—Participación d* las ColoBiat
en la representación naeional.
%KfO%UAÍé AdUimSTSAnTAS T BOON6lfI0AS.
LA DISCUSIÓN
DIARIO DEMOCRÁTICO.
inmediata r< forma de las leyes hipotecarias para la creación á»
Bancos de crédito territorial y agrícola.—Desamortizacien de todo
lo amortizado.—Desestanco do todo lo estancado.—Supresión de los
consumos y del papel sellado.—Contribución única, directa.—
Conversión de toda ¡adeuda del Estado á nna solaclase.—Beforma
liberal de los aranceles, con relación sobre todo, á las clases pebres.—Reducción de los gastos improductivos, y aumento de los
reproductivos, respecto de las obras publicas, que sean de cuenta
del Estado.—Abolición de las quintas y matriculas de mar.—
Ensefianca primaria universal y gratuita.—Estableeimient* d* e»cuelas profesionales.—Reforma de las cárceles, cstineioa d» 1M
presidios y planteamiento del sistema penal penittnoiam.
El prognuaR económico, político y admlolatrativo de la demeoraoia con que eneabeíanioa nuestro perlMloo, faé dennnciado el 8 3 de Knero de 1 8 6 9 , y abmielte el 7 de K a r s o del m l n a o afie.
NaoTamente denaBcládo el 1* de Jallo de 1861, ftié otra rem absnelto el 8 de Asoato del mlaato afio.
MADRID, ün mes, 1% ts.; tres idem, 36, seis idem, 70, un año, 140.—
Se suscribe en Madrid, ea la Administración del periódico, calle del Espíritu Santo, nilm. 18, principal, y en provincias en casa de nuestros correspsnsales v principales librerías de.&paña.
La swericioa «mpezarí «1 i." j If de cada mes.
Año XI.-.-Níim. 3079.
ADVERTENCIA.
Estamos en el mismo caso de
anteayer, y publicamos una hoja.
Resarciremos de estas faltas á
nuestros suscritores oportuna^
mente.
mK¡'^j:issíSie^síS'-B<t'
La Gaceta de ayer publica los siguientes
partes oficíales:
'
«Mansanare» 7 á las dos ,y quince minutos de
la madrugada.—El capitán genei'al Concha al
núnistro de la Guerra y general Zavala:
«En este momento l i ^ ^ n ^ i ^ e n de Andalucía
con un capitán de la guardia civil, quien había
oido en Daimíel que el enemigo estabí en Villarrubia de los Ojos, dos leguas de Daímiel.
Creo cierta la noticia, porque á esta hora el enemigo debía haber intentado entrar en este pun
to, lo (ijp^e conyenia aan^ue^por pocas horas;
pero sin d u ^ ba desistido de su empeño sabiendo lo ocupo. V. E. conocerá el plan que me
pro joago con mi pequeña columna. Será posible que encuentre ijlos enemigos en Daímiel 6
en alguno de los pueblos de la carretera de Oíudad-Beal.»
mo jefes de la sublevación si se hallan reunidos.
Así lo dicen los periódicos de aquella capital,
—Positivamente acompaña al general Prim el
Escoda de que hemos hablado en nuestro número del miércoles, jefe, al parecer, de una escolta
que la componen varios catalanes recién llegados á Madrid, donde estuvieron diseminados
unos días para mayor seguridad.
-Há tiempo que dicho fispoda había tomado
para sí y otros catalanes uhá parte en el cortijo
de San Isidro de Aranjuez, en el cual ha habido
reuniones y cacerías presididas por el general
Prim, que mantenía con todos ellos las mas estrechas relaciones.
En los días inmediatos á la insurrección de
Aranjuez estuvo también el general Prim de caza en dicho cortijo, acompañado allí y en la fonda de Pastor, de Aranjuez , del encargado del
cortijo que tienen los catalanes, también catalán y oficial de la administración patrimonial,
de Escoda y otros.
—Hasta la hora de entrar en prensa nuestra
edición de provincias no se tienen nuevas noticias de los jebeldes que acaudilla Prim.»
Dairmel 7 de enero de 1866 á las once y cincuenta minutos de la mañana.—El capitán ge neral Concha al Excmo. señor ministro de la
Guerra:
«Media hora después de mí salida se presenta
en las eras un pelotón de caballería en número
de 25, que parecía ser el general y oficiales,
mientÁts que toda la fuerza marcha por fuera
del camino; y por saber qué hacían he entrado
JO aquí. Se retiraron, permaneciendo medio
cuarto de hora, y contramarcharon para Villarrubia de los Ojos.»
Uadridejos 7 de enero á las doce y treinta
minutos de la mañana.—El general Zavala al
esctílentísimo señor ministro de la Guerra:
«Acabo de reunir aquí lasjfuerzas de mi mando, detenidas en gran Darte por la dificultad de
desembarcar el ganado dalos trenes en Tembleque. Pero yo y las demás fuerzas nos hallamos
aquí desde el amanecer. En este moméafeo salgo
para VíUarta, donde loa insurrectos han pernoctado y seguido hoy á las nueve de la mañana en
dirección de Manzanares. Forzaré mi marcha
cuanto me sea dable, y procuraré dará V. E. aviso de lo que ocurra. El marqués del Duero, suponiendo que los sublevados a»dirigian á Ciudad-líeal, salid esta mañana en tal dirección;
pero sefi aliaba detenido en Daímiel, donde recibid !a noticia de estar los rebeldes en Villarta,
cuya confirmación esperaba para regresar á
Manzanares. El tránsito de los insurrectos se
marca ppr^todas jart^s. por lgs( exacciones de los
fondos públioos, destrucción de líneas telegráficas, puentes y vías de ^munícacíon, y cuanto
pueda detener un momento á las tropas que los
persiguen.»
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••
11 ¡ a i '
I
I
Dice £a Correspondencia i
«Un estranjero que se dice ingeniero acompaña al general Prim. Este estranjero fué el que
dirigió el corte del puente de Fuentidueñas.»
En Ita Política de anoche encontramos las
siguientes noticias:
«Aunque en Zaragoza no se ha alterado en lo
mas mínimo la tranquilidad pública, á fin de
dar mas garantías de su conservación á las gentes pacíficas, el 5 fué declarado ea estado de sitio aquel distrito mihtar.
Hé aquí el bando del capitán general en que
se hizo esta declaración:
«BANDO.—D. Juaa Zapatero y Navas, t e niente general de los ejércitos nacionales y capitán general del distrito de Aragón.—Las últimas noticias recibidas acerca de los regimientos de caballerí6¡»ublevados en Aranjuez y Ocaña manifiestan hallarse perseguidos por fuerzas
de todas armas del ejército, muy superiores y
leales.
Es de espcjiMr con fundamento que los rebeldes queden destruidos y castígalos con arreglo
á la inflexible ley de la ordenanza. Ea esta capital, segan ee me camuaica por el «eSor gobernador civil, el órdoj público está amenazado,
y, en vista de ello, de acuerdo con la autoridad
de aquel, y en uso de las facultades que me han
sido concedidas por el gobierno de S, M,, vengo
en mandar:
Artículo 1.° Queda declarada en estado de
sitio esta plaza y territorio comprendido en el
mando militar de Aragón.
Art. 2.* Los que bajo cualquier protesto alteren el orden público 6 pretendan oponerse á
las órdenes emanadas del gobierno constituido,
serán juzgados por el consejo de guerra ordinario, con arreglo á la ley de 17 de abril
de 1821, y penados conforme á las prescripciones de la misma, según las circunstancias de
cada caso.
Art. 3.° Las autoridades civiles seguirán en
el libre ejercicio de sus respectivas funciones,
«unque dependiendo siempre do las militares en
lo respectivo al cumplimiento de este bando.
Zaragoza 5 de enero de 1866. —ZAPA.TEBO»
Además de dicho bando del capitán general
se ha fijado en las esquinas otro de la misma au toridad en el que se crdana: Que se presenten á
la autoridad todas las armas blancas y de fuego,
así como utensilios de guerra, por las personas
que las tuvieren sin la competente licencia, á
•cuyo efecto se han designado el parque de artillería y la Casa Lonja; y se disuelvan lasjuntas
y comités, cuyos iadiriduos se considerarán co-
Creemos oportuna la siguiente aclaración de
la ley marcial que leemos en La Epoc'a:
«Son reos de rebelión, según el art. 167 del
Código p^nal, los que se alzan públicamente y
en abierta hostilidad contra el gobierno para
cualquiera de los objetos siguientes:
1 • Destronar al rey ó privarle de su libertad
personal.
2." Variar el orden legítimo de sucesión á la
corona, ó impedir que se encargue del gobierno
del reino aquel á quien corresponda.
3.°-, Deponer el regenteó á la j-egencia del
reíuo) ó privarles de su libertad personal.
4.* • Usar y ejercer por sí, ó despojar al rey,
regente ó regencia del reijao de las prerogativas
que la Oonstitucion la concede, ó coartarles la
libertad en su ejercicio.
5.° Sustraer el reino ó parte de é!, ó algún
cuerpo de tropas de tierra ó mar, de la obediencia al supremo gobierno.
6." Usar j ejtroer por sí, ó despojar álos ministros de la corona de sus facultades constitucionales, ó impedirles ¡ó soartarles su libre
ejercicio.
7.° Impedir la celebración de las elecciones
para diputados á Cortea.en.todo el reino, 6 la
reuriibh legítima de las misinas.
8." Disolverlas Cortes ó impedir la deliberación de alguno de loá Cuerpos colegisladores,
ó arrancarles alguna reaolucion; pues aun cuando no hay igual grado ¿fa e.iaiiaalidad en todos
estos actos, todos ellos atacan la existencia de
los poderes públicos.
- San reos de sedición loa qwvsaialsan públioamente para cualquiera de los objetos siguientes:
1.° Impedir la promulgación ó la ejecución
de las leyes, ó la libre celeoracion de las elecciones populares en alguna junta electoral.
2.° Impedir á cualquiera autoridad el libre
ejercicio de sus funcionas ó el cumplimiento de
sus providencias administrativas ó judiciales.
3.* Ejercer algún acto de odio ó da venganza en la persona de alguna autoridad ó de sus
agentes, ó de alguna clase de ciudadanos, ó en
las pertenencias del Estado ó de alguna corporación pública.
La ley octava del libro XII, tít. XVII de la
Novísima Recopilación, citada en el bando del
capitán geaeral, dispone que todos los reos que
se aprehendan por las partidas de tropa comisionadas en su persecución, se pongan á dispo sicion de los respectivos capitanes y comandantes generales, para que, procediendo militarmente contra ellos, se les juzgue en consejo de
guerra ordinario de oficiales, con asistencia del
asesor que al efecto nombrarán dichos superio res jefes,y con inhibición de todo otro tribunal,
debiendo consultarse á S. M. las sentencias por
la vía reservada de guerra para su real aprobación.»
PROyiIfCIAS. SnseribUndose en la Administración 6 haciendo directamente el pago ea letras 6 sellos por medio de carta dirigida i D. KUÁS
HSSBDIA: tres meses, 30 rs.¡ seis, 70, un año, IM.—Por conducto de corresponsal ó por medio de giró: tres meses, 40; seis idem, 70: un alio, 180.
ESTRANmO T ULTRAMAR. Tres meses. «0; seis. ITO; nn afio, 360.
Martes 9 de Enero de 1866.
tos de alianza que se as:itan entre los g a b i netes de París y Viená. Y esta vez parece han
r.omado tal consistenda que Mr. de Bismark
ha creído neeesarib díir á conocer á A l e m a nia, por medio de un ¡comunicado dirigido á
uno de sus órganos habituales, la itnpresion
que dichos rumores hjín producido sobre el
gobierno prusiano.
Los periódicos franéeses, al hacerse cargo
de estas noticias, las Mrifewyep p!>oo fundamento, porque, dicen,%na alianza supone un
objeto p o s i t i v g j detotmi^ado, para una a c ción coman, y'efitre tddos loa 4'santos que se
agitan en Europa, no h a y una sola cuestión
política que pu ida prbVocar una aliamza entre
Francia y Austria.
. ' L a erección del troéo de Méjico en favor
de un archiduque austríaco, y los sacrificios
que el gobierno de Bonaparte h^ impuesto á
Francia para aquella lastimosa obra, podrán
quizá servir de base á esa alianza.
Pero sabido es que el Austria hó se prestó
á aquella empresa sino visiblemente ibrzada
á ello, y procurando, como suele decirse, l a var sos manos y sacndir toda responsabilidad.
Por lo demás, la alianza en cuestión es á
todas luces ilógica. Francia pretende ser la
aliada natural de Italia, y la cuestión del
Véneto debe ser un obstáculo para toda alian za austro-francesa. Porque Austria no r e nunciará, sino con el cuchillo á la garganta,
á la poseision de la ciudad ducal, cosa que
Francia se ha comprometido mas ó menos
declaradamente á obtener.
Querrá acaso Francia, acercándose á los
Habsburgos, ateraorlaar á Prasia y paralizar sus ambiciones en los ducados? Seria
iuútil, porque M. de Bismark y el rey G u i llermo no se asustan de un paso, de nna t e n deacia ó de una apariencia. Al contrario; c o nocen á fondo la .situación; no olvidan eu sus
cálcalos á Roma, Florencia, ni Venecia; s a ben que Austria co pnode sacar la espada, y
que Francia no hará un casus belli de sos
fechorías á orillas del Elba y del Eider. M. de
BIS nark seguirá su camino; posee el Schlesw i g , y le conservará sin dejar de trabajar en
la adquisición del Holstein.
Por lo mismo, como hombro hábil que es,
M. dü Bi.smatk ha respondido irónicamente á
los rumorL'S de una alianza austro-früncesa.
P.'usia, hn dicho, no podía saber una noticia
mas agradable. Vena cumplido uno de sus
mas araientes deseos, si se estrecharan, las
relaciones entre Francia y Austria. Solo los
qne no tienen conciencia alguna del estado
político de las cosas pueden creer que se proyectara una alianza de tendencias hostiles á
Prosia.
Ese estado político de las cosas, á que a l u de el periódico oficioso de Mr. de Bismark,
no comprende solamente las cuestiones qae
están pendientes á orillas del Báltico y del
Golfo: de Y^mmi
abraza además el g-ran
probldmá plántéáWO y «obsÍÉrtante en E u r o pa; la lucha de la democracia contra el d e recho divino.
Esta lacha es hoy mas ardiente que n u n c a , y en las soluciones qne ss preparan,
Frailóia, aun con el régimen absurdo y opresor que la gobi-rna, tendría que ponerse al
lado de la democracia y contra los poderes
tradicionales. Por lo mismo, mal podría unirse al Austria, cuyo poder domina tantas r a zas diversas, que aspiran hoy á su autonomía con el mismo empeño que en 1848.
«En lo qne se refiere á relaciones internacionales, los hombres de la izquierda no t e nemos repugnancia pronunciada por una n a ción mas qne por otra. Deseamos que el g o bierno italiano se eleve lo bastante en la e s timación da las dos grandes potencias occidentales, para desempeñar entre ellas el uapel de medihíder á qne le creemos predestinado.
,
;»Dentro d^^las fronteras de nuestra patria,
queremos reformas en todos los ramos del
servicio público, la mayor sencillez en la or ganizacion del Estado, la mayor economía
en los gastos, y el mas pronto equilibrio en
el presupuesto.
»Mi opinión, sin embargo, no es que para
restaurar nuei^ra Hacienda sea necesario d e s organizar el ejército, gloria, esperanza y
faerza del p^a; y por mas agradable que sea
desterrar el parasit{8m,o de la administración
de la guerra, creo que una reducción e x a g e rada en el número de los combatientes sería
fatal á la patria.»
M, Mordini no quiera sacrificar la unidad á
la libertad, ni la libertad á la unidad; solo
nna situación pacífica y asegurada podrá p e n sar, dice, en hacer prevalecer la libertad. El
objeto de la política que defiende se reduciría
á organizar nna fuerte mayoría en la Cámara , sin dejar subsistir mas que dos partidos,
haciendo desaparecer las subdivisiones ínter medias.
La reconstitución del gabinete Lamármora,
aunque aplaudida por muchos de los que se
llaman amigos de Italia, dista mucho de ser
la tolncion que necesitaba aquel país. Se han
olvidado demasiado pronto los motivos de la
crisis miüistenal, que no fue' provocada precisamente por los proyectos del ministro S e lla sino que estalló á consecuencia de una
discusioQ de competencia parlamentaria, s e guida in iiediatamente de un discurso a m e nazador del presidente del Consejo.
No son las leyes flnancí-^ras de Sella las
que impedían la formación de una mayoría,
porque, en tal caso, el nuevo ministro S c i a loja cometería un error al presentar de nu vo
los proyectos de su antecesor. En la oposición que se ha iniciado hay una cuestión mas
Dice La
Correspondencia:
hondn, hay la de las aspiraciones de Italia
«La congregación del índice acaba de condeque no estaban representada.^ ni (jn el miuisnar las obras siguientes: Tierra y cielo, por Juan terio disuelto ni en ei reconstituido.
Revnaud (eu fraucés); La confesión pública de un
El geu r.il Lamármora, cuya insistencia
prisionero de lu inquisición romana [ea itaiianu);
en permíiOfíCer á la cabeza dt-l gobierno ha
Orígenes dei mal en la Iglesia católica (ea italiano);
escitado nutd^saprobaoiuu geue.'-ai entre ios
patriotas IIHIIIUMS, es personalmente íistiHitioria del cisma religioso enlre Orieníe y Occimado. Pero ba venido á significar ya an s i s dente, por Picblar {-la aleíaan).»
tema de sr.mision á las voluntades do Lais
Recomendamos á nuestros süscritorea la
Bonaparto, que no puede menos de ofandír á
lectura de estas obras.
la dignidad del pueblo italiano. Hoy mismo,
su pormau ncia en el poder no pueae esplíEl general Concha ha dirigido á sus tropas carse ds otro modo, y una prueb . de ello es
que los periódicos allegados á las Tulierías se
la proclama sigoiente:
han encardado d« justificar esa conducta, con
«Soldados: Dua regimientos de caballería,
U cuul casi viene á demostrarse que Francia
abandonando á sus jefes y seducidos por un ge
ha intervenido directarnenta en la reorganineral tan traidor como cobarde, marchan en pos zación del gabinete de Florencia.
de locas como criminales aventuras, sembrando
Se quiere dar á entender que entro los prola indisciplina y poniendo en conflagración al yectos de Lamármora entraría el de a c o m e país, que solo ve en este acto el despecho de la
ter la guerra contra el Austria, para conquisambición. Pocos somos aquí en número; pero tar á Venecií; pero en esto, como en todo, el
ministro y su soberano ceden ante el veto de
nuestra lealtad basta para si los encontramos h uFrancia,
que por ahora, «» <¡ree oportuna esa
millarlos y derrotarlos, al grito mágico de ¡viva
guerra.
Isabel III»
Díeese que adquiere cada vez mas populaEl día 30 del actual á la una de la tarde se ridad en Italia la idea de un acuerdo entre la
subastarán en el local del consejo de administra- izquierda y el cjníro izquierdo de k Cámara;
ción del Canal de Isabel II, seis sétimas partes
como prueba de ello se cita una carta que el
de la escavacion que falta ejecutar en el terreno diputado Mordini ha dirigido á sus electores
de Palermo.
sobre que ha de fundarse el nuevo depósito para
«El centro izquierdo, dice, deba dejar de
las aguas del Canal de Isabel 11, en el Campo
de Guardias, al precio de 4 rs., 84 cóats., que existir. En todos ios casos punibles, la nece se señala como término medio al metro cúbico sidad pariamentaria exigi'^i que el centro iz quierdo, rech^tzado por W di rccha, se refunda
de escavacion en las ditereates profupdidales,
en la izquierda. La inteligencia y el patrioestraccion y oobcacion de las tierras, y cu as
tismo de loa hombres del centro izquierdo nos
obras están divididas en lotes, que se adjudicagarantizan que sus resoluciones serán c o n rán separadamente y con arregl > al presupu esto formes al bien general del país.»
parcial formado para cada uno de ellos.
Se había acosado á la izquierda de que no
<m
tenia programa; La carta de Mordini no per•lite dudarlo.
Vuelven á circular rumoros sobre proyec{
Algunos periódicos de Berlín se han hecho
eco de un rumor que circulaba entre los p o líticos de aquella capital, y según el cual,
parece que el golíierao prusiano encontraba
en el de San Petersbnrgo ciertas dificultades
que no le permitirían resolver tan rápidamente como quisiera la cuestión del Schleswig-Holstein.
Los diarios austríacos, haciéndose cargo
de esta noticia, la snponen completamente
infundada, asegurando que el gobierno ruso
no tiene, a lo meao« por ahora, la mas levo
intención de mezclarse en los asuntus del
continente europeo, limitándose á conservar
buenas relaciones con las potencias de Europa, y concentrando toda su atención en las
conquistas por el nordeste, que acercan cada
día mas el límite de sus domioios á la China.
En apoyo de esta opinión, y para probar
que la política rusa solo trsíbaja en el sentido citado, se pondera la inacción de la c a n cillería del imperio, la cual ha hecho decir
al príncipe Q-ortchacoff, ministro de Negocios
estraujeros, que «su cargo es una prebenda y
que el emperador podría pasarse sin él.»
No deba deducirse de aquí que el czarismo
haya renunciado á su política tradicional
respecto del occidente de Europa, porque, sin
ir mas lejos, la obra de esterminio que está
llevando á cabo en Polonia bastaría para deamentir aquella opinión.
Ilasc^ Me^oM Qgaod», ae oreo on San P e tersbnrgo que los pueblos de la Europa o c c i dental marchan á grandes pasos hacía su
decadencia y perdición. Los hombres de E a t.ido de Rusia están persuadidos de que al
fin caeremos en una incurable anarquía; p e ro comprenden que hoy seria peligroso e m peñar abíértatnente la, lucha con la civilización de Occídeató.
Se hallan decididos á dejar á los pueblos
de Europa arreglar entre sí sus diferencias,
grandes ó pequeñas, hasta el día en que la
Rusia, trasformada por la abolición de la
servidumbre y por la estension de su poder
de hierro, se sienta bastantj fuerte para h a blar al resto de Europa, con la autoridad i r resistible que puede dar á la ^. utocracia nna
población, cuya cifra, dentro de medio siglo,
pasará de ciento sesenta millones de almas.
En tanto los rusos siguen su tarea en Asía,
donde no tienen que someter sino pueblos
bárbaros que, sujetos al czar, se convertirán
en instrumentos de un gran comercio, y de
los cuales sabrán, en un momento dado, s e r virse contra la Europa liberal, amenazando
en la India á Inglaterra, é imponiéndola de
este modo nna completa neutralidad.
Con motivo de la presencia del cólera en Santander, el alcalde de Valle de Camargo prohibió
bajo las mas rigurosas prevencionesá las personas que se dedican á la industria del lavado de
ropas, que son por lo general aldeanas de los
contornos de dicha capital, que laven la ropa
procedente de la misma. El gobernador de la
líroviacia ha revocado esta disposición, que había sida muy mal recibida por la opinión pública*
La sociedad Económica de Valencia ha recibido una comuaícací'jn eu la que se advierte á
los sericultores valencianos qug_ on Marsella
hay bastantes existencias de semilla de gusa
nos de seda del Japón. No todas las semillas son
de igual calidad, y hay partidas bastante inferiores, por cuya razón se recomienda á los cosecheros sean cautos en la elección, fijándose
para el acierto en las certificaciones que acompañan á los cartones, espedidas por los funcionarios del gobierno francés residentes en el
Japón.
Edición de Madrid.
secciones habían nombrado la eomidim dal m e n saje, de la que era presidente el Sr. Salaverría,
y secretario el Sr. Escosura.
El mismo Sr.. Escosura ocupó la tribuna y
dio lectura del documento redactado por la comisión.
El Sr. Nocedal manifestó qae au3 amigos y él
se asociaban á los deseos espseslM en M men>
saje, pwrque se trataba de condenar ana inanr *
reccion y ellos las condenaron y las condeaaritt
siempre; porque se trataba de robustecer el
principio de autoridad, y dUis estaban ai lado
de este principio; y porque se eapreeaba la adhesión á la reina y á la dinastía, y él se adhería
gustoso para cumplir con lo que no há muchoi
días había jurado.
Para terminar su discurso el Sr. Nocedal recordó al gobierno la necesidad en que se hallaba
de contener á la revolución que venia batallando contra las instituciones que amaba el pueblo
español, dictando al efecto leyes preventivas;
y al gobierno y al Conarreso que tuvieran en
cuenta que la reina no lo^^era selo de los liberales, y que debía tenerse esto en cuenta al redactarse todo documento en que se nombre i la
reina.
El Sr. Orovio, de la comisión, habló para recordar que la insurrección que se combatía no
era demostración contra los ministros, sino con*
tra el orden y las instituciones, poro cuya razones todos ios hombres de orden se agrupaban
en rededor de las instituciones para mantenerlas .y con ellas en el orden.
El señor ministro de la Gobernación declaró
que el gobierno nada tenia que añadir á las pa •
labras de adhesión de los que. habían hablado,
pero sí decir algunas en contestación á las del
Sr. Nocedal para asegurar que el suceso que
todos deploraban no podía hacer cambiar en
nada la política del ministerio, política que s e guiría siendo la que se propuso y viene practicando.
El Congreso aprobó por unanimidad el mensaje, y se dio lectura de los nombres de los señores diputados que formaban la comisión encargada de presentarlo.
El Sr. Figuer da recordó al gobierno la interpelación que anunció en el día anterior.
El señor ministro de la Gobernación aplazó el
contestarla para cuando las circunstancias fuesen mas á propósito.
El Sr. Presidente anunció que cuantos se .lores diputados quisieran unirse á la comisión del
mensaje, podrían hacerlo.
Juraron dos señores diputados.
Sd acordó que mañana se reuniesen las secciones para el nombramiento de las comisiones
permanentes, j sa levantó la sesión, siendo las
cuatro y cuarto.
El mensaje leído esta tarde en el Congreso
dice así:
«Señora:
El Congreso de los diputados, legal, legítimo
y fiel representante del pueblo español, cumple
hoy con un deber sagrado acercándose al trono
constitucional de V. M., no para protestar de su
lealtad, que es notoria, sino para ofrecer su mas
dacidido apoyo al principio de autoridad, con •
calcado por una insensata rebelión militar que
amenaza las mas altas instituciones del Estado.
Ba ia auguAta persona de V. M., en su dinastía j ea las instituoíones que ias consagran se
cifran á un tiempo nuestras glorias tradicionales, nuestra entidad constitucional y nuestro
porvenir de legal progreso y estable prosperidad.
EL Congreso de los diputados, señora, ofrece
á V. M. j á su gobierno, sin escepcioa de personas ni partidos, su resuelta y leal cooperación
eu defensa del trono de V. M., del orden público y de los fueros de la generosa nación que re,presentan.
Dígnese V. M. acoger benévola los votos de
los representantes del pueblo español, y contar
con su sensatez, su patriotismo y tradicional
amor á la monarquía constitucional.»
La Q-aceta publica hoy los (sígaientea despachos telegráficos recibidos en el ministwio
de la Guerra:
ZAUOBÍL, 8 de enero, á las cuatro y cincuenta
minutos de la tarde.—El gobernador militar al
señor ministro de la Guerra:
«Según parte que recibo en este momento, en
el día de ayer se presentaron al jefe de una c o lumna de carabineros que opera en la frontera,
40 individuos de tropa de los sublevados de A l mansa, reeogióndoseles 31 fusiles y una corneta.
Han sido conducidos á la villa de Alcañíces.»
—Puerto LápickV 8 de enero á las nueve y
veinticinco minutos de la noche. El general Zavala al ministro de la Guerra:
«Con noticia de haber pernoctado los sublevados en Urda, he creído conveniente contramarchar desde Villarrubia á este punto, de donde
me será fácil caer sobre cllus ó continuar la per
eecution si siguen eu los montes de Toledo. E l
general Serrano que va mands^ndo la columna
que estaba á las órdenes del capitán general
marqués del Duero, reforzada con dos baterías y
fuerza de ingenieros para operar en la izquierda
del Guadiana, habiendo yo dejado la artillería
para que no dificultase mis movimientos.»
—A consecuencia de una manifestación agresiva que ha tenido lugar en la noche de ayer
en Barcelona, las autoridades han mandado h a cer fuego sobre los grupos, resultando varios
paisanos maertosy heridos, quedando restablecida en el acto la mas completa tranquilidad.
Por tíJda lo ao ñrmade,
Sá. ssc«aTA&<o DB KA asBACcioii, MAAIANO PÜMZ
CONGRESO.
m^MíÁ^
Sesión del dia 8 de enero.
A las dos abrió la sesión el Sr. Ríos Rosas.
TEATRO DE LA OPERA.—Lo Africana.
En virtud de proposición escrita del Sr. P e TEATRO DÜL PRlNUlPlí.—Alas ocho y merier apoyada por el mismo, el Congreso «probó
por unanimidad que se dirigiese á la reina rei- dia.—Ei mejoroícaídí el re¡/.—Baile.—Jíatí usted
á mi marido.
terando los sentimientos de los diputados en su
TEATRO DE VARIEDADES.—A las ocho y
favor.
media.—t^n huésped del otro mundo. — Sofronia.
Prescindióse de los trámites del reglamento
— La abdicación de una reina.
por acuerdo también dal Cougreso, y se suspenTEATRO DE LA ZARZUELA.—A las ocho y
dió la sesión para que se nombrara la comisión
medía: 2 . ' función en que se exhiben loa cuaque había de redactar el measaje.
dros mímico plásticos do Mr. Farríol,
Reunidas las secciones, nombraron para la
TEATRO DE NOVEDADES. —A las ocho y
comisiou de mensaje á ios Sres. Méndez Vi^o,
media.—Jíernorcío el Co/esero.—Baile.
Milian y Caro, Orovio, Esoosura, Herrera, Perier y Salaverría.
SÍ..:i-íiy% itSi¡i?0.«fABl.M: Í). A«t«Blo Cawttiáé, La comisión se reunió en seguida.
A las tres y media continuó la sesión.
MADMD: 1866.
Juraron y tomaron asiento cinco señores diImpreraa da LA BISCUSIO-N, i cargo de Sotero Pold» t
putados.
Calle del Espíritu Sasto, a t o . 18,
I
£1 secretario Sr. Calderón anunció que las
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