s umario 05 Mecanismos de Producción, Lesiones y Sintomatología del “Síndrome de Latigazo Cervical”. Biomechanics, Injuries and Symptomatology of “Cervical Whiplash Symdrome” A. Vicente Baños 21 Revisión Bibliográfica sobre la Epidemiología y Evolución del Síndrome de Latigazo Cervical Review About Epidemiology and Evolution of the Whiplash Syndrome H. Villarroya Llorach 37 43 Origen de la Cefalea Tensional The Origin of Tension-type Headache R. Romero-Godoy y R .S. Romero-Godoy 49 Lumbalgia y Síndrome de Dolor Miofascial de la Cintura Pélvica Low Back Pain and Pelvic Myofascial Pain Syndrome Úrsula Ocaña Jiménez Normas para la publicación de artículos en Revista de Fisioterapia NOVEDADES Estimados lectores: Les informamos que nuestra revista ya dispone oficialmente de ISSN digital, con referencia: 1989-6360; así como, una página web: http://www.ucam.edu/revistafisio/ desde la que podrán: -Descargarse o consultar cualquier número de nuestra revista que les interese. -Visualizar las bases de datos donde se haya indexada. -Así como pronto estará a vuestra disposición una herramienta electrónica que les posibilitará mandar directamente los trabajos, al igual que saber en todo momento el proceso por el que va pasando. También estamos trabajando en el que pronto será el nuevo logo de nuestra revista. © Fundación Universitaria San Antonio. Diplomatura de Fisioterapia Periodicidad: Semestral (Junio y Diciembre) y 1 suplemento anual ISSN: 1.579-7864 D.L.: MU-1353-2002 Edición realizada para la Universidad Católica San Antonio por Industrias Gráficas LIBECROM, S.A. Reservados todos los derechos. No puede reproducirse, parcial o totalmente, sea cual fuere el medio y el procedimiento incluidas fotocopias, sin permiso previo condedido por escrito por los titulares del copyrighyt. La revista de Fisioterapia no se hace necesariamente partícipe de las opiniones expresadas en la revista. Es posible que alguno de los trabajos aquí publicados haya sufrido modificaciones de estilo o extensión con el fin de homogeneizar el número. Revista de Fisioterapia. EDITOR Universidad Católica de San Antonio COORDINACIÓN EDITORIAL Director Dª. Rosalinda Romero Godoy. Murcia (España). Secretaría Dª. Mª Antonia Murcia González. Murcia (España). CONSEJO DE REDACCIÓN Director D. Fulgencio Buendía López. Murcia (España). D. Juan Antonio Montaño Munuera. Murcia (España). Secretaría D. Pablo Olabe Sánchez. Murcia (España). Dª. Mª Antonia Murcia González. Murcia (España). D. Raúl Pérez Llanes. Murcia (España). Consejeros Dª. Isabel María Sánchez Rey. Murcia (España). D. Diego Albaladejo Monreal. Murcia (España). D. Pablo Tarifa Pérez. Murcia (España). D. Juan Carlos Bonito Gadella. Murcia (España). Dª Carolina Vázquez Villa. Murcia (España). D. Jacobo Martínez Cañadas. Murcia (España). D. Víctor Zamora Conesa. Murcia (España) D. Jaime Espinosa Carrasco. Murcia (España). D. Juan Martínez Fuentes. Murcia (España). D. A. Javier Meroño Gallut. Murcia (España). COMITÉ CIENTÍFICO D. Manuel Albornoz Cabello. Sevilla (España). D. Jesús Rebollo Roldán. Sevilla (España). D. Rafael Aleixandre Benavent. Valencia (España). D. Enrique Francisco Santo Medina. Murcia (España). Dª. Cristina Aramburu de Vega. Valencia (España). D. Juan Dionisio Avilés Hernández. Murcia (España). Internacional D. Francisco Esparza Ros. Murcia (España). D. Leopoldo Busquet. Pau. (Francia). D. Cesar Fernández de las Peñas. Madrid (España). D. León Chaitow Inglaterra. (Gran Bretaña). D. José Luís García Madrid. Murcia (España). D. Antón de Wijer. Utrecht (Holanda). D. Juan Vicente Lozano Guadalajara. Murcia (España). Dª. Michèle Esnault. (Francia). D. Julián Maya Martín. Sevilla (España). D. Robert Gerwing. Bethesda, Maryland (EEUU). D. Andrés Martínez-Almagro Andreo. Murcia (España). D. Gary Heir. New Jersey (EEUU). D. José Luis Martínez Romero. Murcia (España). D. Mariano Rocabado Seaton. Santiago de Chile (Chile). D. Francisco José Moya y Faz. Murcia (España). D. David G. Simonds. Covington (EEUU). E ditorial Algunas Reflexiones desde la Psicología III. En estas pasadas ediciones de Algunas reflexiones desde la Psicología tan solo he querido resaltar la dimensión psicológica de la persona y poder entender así un poco mejor al material con el que el fisioterapeuta realiza su trabajo En esta edición quiero hablar de algo primordial en el modo de enfermar de la persona: estilos de vida, calidad de vida y bienestar psicológico. En primer lugar hay que ver cuál es el sentido de nuestra vida; clarificar y priorizar nuestros objetivos y necesidades en función de un sistema de valores y tener claro nuestros intereses personales, preferencias y motivaciones. Nuestra forma de vivir tiene una gran importancia pues las causas de enfermedad están relacionadas con las pautas de conducta que cada persona mantiene respecto a su salud. De esta forma el estilo de vida hace referencia al modo en que cada sujeto actúa e interacciona consigo misma y el entorno que le rodea y de esta interacción dependerá la calidad de vida así como el nivel de salud, por lo que se puede decir que el sujeto no es responsable absoluto de su salud pero sí de gran importancia el papel que desempeña sobre la misma. Los estilos de vida forman parte de nuestra personalidad y están relacionados con el estado de salud. Estos son: hábitos alimentarios; actividad física; descanso; consumo de tabaco, alcohol u otras sustancias; forma de conducir… los cuales estarían fuertemente condicionados por las condiciones de vida. Otro factor influyente son los hábitos como la alimentación donde se observa que las personas con buenas prácticas alimentarias no suelen ser los que gozan de mayor salud sino que presentan estos hábitos como consecuencia de ciertos problemas de salud. Otro hábito es el descanso y la actividad física. El tipo de vida que se lleva en la actualidad caracterizada por el estrés y el poco descanso así como el incremento del sedentarismo conduce a una pobre calidad de vida en concepto de salud. Un hábito que supone una de las mayores causas de enfermedad es el consumo de tabaco y alcohol. Enfermedades de tipo cancerígeno, pulmonares, cardiovasculares o cerebrovasculares además de problemas fetales durante el embarazo son originadas por el primero. Al mismo tiempo también el consumo de alcohol tiene repercusiones en la salud, tanto de forma diaria como consumo de grandes cantidades en determinados momentos llegando a la ebriedad, siendo en este caso cuando correlaciona de forma grave con otros tipos de accidentes influyendo además en su entorno familiar y social. Respecto a la calidad de vida y bienestar psicológico, podríamos preguntarnos s-obre qué es sentirse bien o vivir bien. Sin duda a lo largo de la historia ha sido uno de los grandes temas sobre el que reflexionar. Son estos términos los que posteriormente dieron lugar a los conceptos más operativos que hoy se proponen como el de bienestar psicológico el de calidad de vida. Podemos decir sin embargo que el interés por el estudio del bienestar ha existido siempre. Los estudios iniciales en esta área estuvieron centrados en aspectos externos como los de las condiciones de vida, nivel de vida y de calidad de vida. En su origen se basaban más en condiciones de vida de índole económicas, hasta que ha ido evolucionando hacia el mundo de la salud. Es un concepto amplio pues además influye el estado psicológico, nivel de independencia, relaciones sociales, así como por su relación con el entorno. El concepto de bienestar psicológico inicialmente, se asociaba el sentirse bien con la apariencia física, la inteligencia o el dinero, pero actualmente, como resultado de diversas investigaciones en el tema, se sabe que el bienestar psicológico no sólo se relaciona con éstas variables sino también con la subjetividad personal. Se podría caracterizar a partir de tres elementos: su carácter subjetivo, que descansa sobre la propia experiencia de la persona; su dimensión global, porque incluye la valoración del sujeto en todas las áreas de su vida; y la apreciación positiva, ya que su naturaleza va más allá de la mera ausencia de factores negativos. Las investigaciones más actuales en este tema proponen seis factores para el bienestar psicológico: Apreciación positiva de sí mismo; capacidad para manejar de forma efectiva el medio y la propia vida; Alta calidad de los vínculos personales; creencia de que la vida tiene propósito y significado; sentimiento de que se va creciendo y desarrollando a lo largo de la vida y por último sentido de autodeterminación. Un desafío para la investigación es examinar las relaciones entre la personalidad y el bienestar subjetivo. Investigaciones diferentes destacan que los individuos más felices y satisfechos sufren menos malestar, tienen apreciaciones personales más calificadas y tienen habilidades para el manejo del entorno físico y social. Así como la salud es el estado natural biológico del organismo, en el área psicológica esa disposición la constituye el bienestar subjetivo. Los rasgos de personalidad que mayor relación presentan con el bienestar psicológico son la extraversión y el neuroticismo. Estos autores expresan que los rasgos de personalidad pueden ser explicados por la Teoría de los Cinco Grandes, es decir, cinco grandes factores: neuroticismo/estabilidad emocional; extraversión/introversión apertura a la experiencia; agradabilidad y responsabilidad. También se ha encontrado una asociación entre la autoestima y el bienestar subjetivo, esta asociación debe ser considerada bidireccional, puesto que la autoestima baja cuando la persona atraviesa situaciones vitales desafortunadas y viceversa. Por otra parte, el bienestar psicológico depende de la congruencia entre las aspiraciones de una persona, la percepción que tiene de sí mismo y de su entorno y la posibilidad de cambiar o realizar acciones positivas en sus circunstancias de vida. Prof. Dr. Francisco J. Moya-Faz. CURSO DE INDUCCIÓN MIOFASCIAL (1er Nivel): TÉCNICAS ESTRUCTURALES Duración: 73 horas lectivas distribuidas en 3 seminarios teórico - prácticos. FECHAS POR DETERMINAR Primer seminario Segundo seminario Tercer seminario (tres días y medio - 29 horas): (dos días y medio – 22 horas): (dos días y medio – 22 horas): Es de orden teórico - práctico Es de orden teórico -práctico. Es de orden teórico- práctico. y resume los conceptos básicos sobre el Síndrome de Trata sobre la aplicación de las técnicas de la Inducción Trata sobre la aplicación de las técnicas de la Inducción la Disfunción Miofascial, evaluación del paciente, bases Miofascial en las restricciones más comunes de la región Miofascial en las restricciones más comunes en la del tratamiento y la aplicación de las técnicas de Inducción cervical y del complejo articular del hombro. extremidades superiores e inferiores. Miofascial en las disfunciones más frecuentes en la región torácica y lumbopelviana. Título: Al finalizar y superar el curso, al alumno se le expedirá un “Diploma Universitario en Inducción Miofascial. 1er Nivel. Técnicas estructurales”. CURSO DE INDUCCIÓN MIOFASCIAL. 2º NIVEL Duración: 73 horas lectivas distribuidas en 3 seminarios teórico - prácticos. FECHAS: 16-19 DICIEMBRE 2010, 8-10 ABRIL 2011 Y 22-24 JULIO 2011. Primer seminario Segundo seminario Tercer seminario (16-19 de Diciembre de 2010) (8-10 de Abril de 2011) (22-24 de Julio de 2011): Es de orden teórico -práctico. Es de orden teórico -práctico. Es de orden teórico- práctico. "Aplicación de los tratamientos globales de la Inducción Miofascial". "Concepto del sistema craneosacro. Aplicación del protocolo craneosacro". "Evaluación y aplicación de los tratamientos globales en las patologías del sistema miof Título: Al finalizar y superar el curso, al alumno se le expedirá un “Diploma Universitario en Inducción Miofascial. 2º Nivel”. INFORMACION GENERAL SOBRE LOS CURSOS Organiza: Información y Matrícula: Departamento de Fisioterapia de la Universidad Católica San Antonio de Murcia. Secretaría de Postgrado y Titulos Propios Lugar de celebración: Universidad Católica San Antonio de Murcia. Campus de los Jerónimos, s/n Guadalupe, Murcia Tlf: 968 27 87 10 e-mail:[email protected] http://www.ucam.edu/postgrado/diploma/ Precio del curso: 1.000 € Profesorado: Andrzej Pilat (Fisioterapeuta y Director de la Escuela de Terapias Miofasciales Tupimek-Madrid), y colaboradores. Coordinación Académica: Jacobo Martínez Cañadas Departamento de Fisioterapia de la UCAM Email: [email protected] UNIVERSIDAD CATÓLICA SAN ANTONIO UCAM PÁGINAS 5 A 20 Mecanismos de Producción, Lesiones y Sintomatología del “Síndrome de Latigazo Cervical”. A. Vicente Baños Diplomado en Fisioterapia. Máster en Osteopatía y Terapia Manual. Correspondencia: Plaza Santa Isabel 3-4º. Tlfno: 650296494. E-mail: [email protected] Recibido: 7-10-09-Aceptado: 20-5-10 Rev fisioter (Guadalupe). 2010; 9(1): 5-20 RESUMEN Las lesiones por latigazo cervical y en particular el desarrollo del dolor crónico y la incapacidad, son un problema clínico y social en aumento. Constituye una patología dolorosa cada vez más frecuente en la vida diaria, y sobre todo en los países industrializados, debido al ritmo vertiginoso que la sociedad impone a nuestra vida y a los deficientes y excesivamente nutridos canales de circulación, que producen un aumento progresivo de la siniestralidad por accidentes de tráfico. Los objetivos fundamentales de esta revisión consisten principalmente en definir las lesiones secundarias que se producen tras el “latigazo cervical” y la sintomatología que éstas llevan consigo. Para la búsqueda bibliográfica se recurrió a bases de datos, revistas electrónicas, páginas Web, así como libros extraídos de varias bibliotecas. Se han seleccionando diferentes autores, importantes en el ámbito del síndrome de latigazo cervical y se han observado diferencias tanto a la hora de explicar las lesiones como los síntomas que definen cada uno, encontrando algunos puntos en común en casi todos los estudios. El denominado síndrome de latigazo cervical (SLC) es una lesión de la columna cervical que acontece generalmente tras la colisión de vehículos a motor, al producirse una forzada extensión o flexión del cuello y una violenta oscilación de la cabeza de delante hacia atrás o de atrás hacia delante unido a movimientos de lateralidad y torsión forzada del cuello. Las lesiones que se pueden producir afectan a estructuras óseas, musculares, nerviosas, vasculares, articulares, ligamentosas, discales, medulares, cerebrales y viscerales; y entre la variedad de síntomas que encontramos están el dolor de cuello, cefalea, síntomas visuales y auditivos, síntomas vegetativos, síntomas psicológicos, parestesias, vértigos, etc.; una gran variedad de lesiones y de síntomas que se pueden dar en los pacientes, pero que no necesariamente aparecerán en todos ellos. PALABRAS CLAVES Latigazo cervical, lesiones, síntomas. ABSTRACT Whiplash injuries and especially the development of the chronic pain and disability are an increasing clinical and social problem. It constitutes a painful pathology increasingly frequent in the daily life, and especially in the industrialized countries, due to the dizzy pace that society imposes to our life and to the deficient and excessively nourished channels of traffic, which produce a progressive increase of the accident rates for traffic accidents. The main objectives of this review mainly consist of defining the secondary injuries that are produced after the whiplash and the symptomatology that these imply. For the bibliographical search, data bank, electronic magazines, web pages, as well as books from several libraries have been used. Different authors, important in the area of the whiplash syndrome, have been selected differences in the injuries and the symptoms that define everyone have been observed, finding some common points in almost every study. The so-called whiplash syndrome is an injury of the cervical column that generally happens after the collision of motor vehicles, on having taken place a forced extension or flexion of the neck and a violent oscillation of the head ahead-backward or backward-ahead joined to lateral movements and forced twist of the neck. The injuries that can be produced, affect to osseous, muscular, nervous, vascular, joining, ligament, discal, marrow, cerebral and visceral structures; and among the variety of symptoms, we find neck pain, migraine, visual and auditory symptoms, vegetative symptoms, psychological symptoms, paresthesias, vertigo, etc.; a great variety of injuries and of symptoms that can be given in the patients, but that not necessarily will appear in all of them KEYWORDS Cervical Whiplash, injuries, symptoms. 5 A. VICENTE BAÑOS LESIONES Y SINTOMATOLOGÍA DEL SÍNDROME DEL LATIGAZO CERVICAL INTRODUCCIÓN Las lesiones por latigazo cervical y en particular el desarrollo del dolor crónico y la incapacidad, son un problema clínico y social en aumento 1. Constituye una patología dolorosa cada vez más frecuente en la vida diaria, y sobre todo en los países industrializados, debido al ritmo vertiginoso que la sociedad impone a nuestra vida y a los deficientes y excesivamente nutridos canales de circulación, que producen un aumento progresivo de la siniestralidad por accidentes de tráfico, constituyendo una de sus consecuencias más Figura. 1 Choque por alcance trasero entre vehículos (7) 6 frecuentes 2,3,4,5 (20% de todos los accidentes automovilísticos)5,6. La definición más actual y aceptada del Síndrome de Latigazo Cervical es la que da la Quèbec Task Force: “cuadro clínico que acontece tras un mecanismo de aceleración-desaceleración de energía transferida al cuello, que puede ser secundario a colisiones entre vehículos a motor, pero también puede ocurrir buceando o en otras circunstancias. La energía transferida puede provocar lesiones óseas o de las partes blandas del cuello, las cuales pueden conducir a una variedad de manifestaciones clínicas (síndrome asociado al latigazo cervical)” 4,8,9,10-17; definición que comparten Tabla 1 Clasificación del Síndrome de Latigazo Cervical. REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 05 - 20 en parte otros autores2,18,19-21. Es generalmente asumido como una condición traumática la cual conlleva un específico mecanismo de lesión22; una entidad clínica polémica a la que le falta una patología identificable que pueda explicar cualquiera de sus síntomas agudos o crónicos, como dolor de cuello y rigidez, dolor de cabeza, trastornos psicológicos y cognitivos, mareos y trastornos en el movimiento de los ojos23; un cuadro clínico que resulta de un traumatismo de la columna cervical pero que también puede resultar de una conmoción cerebral o de la concurrencia de ambos24. Encontramos diferentes clasificaciones del SLC pero con el fin de unificar criterios para valorarlo y clasificarlo, utilizamos la clasificación clínica de la Québec Task Force, propuesta internacionalmente desde 1995, que permite la clasificación en cinco grados de presentación clínica 4,8,12,14,19,21,25,26,27-30 (Tabla 1): Estas lesiones podrían justificar en algunos casos las molestias crónicas que presentan algunos pacientes (más allá de 6 meses de la lesión inicial) y plantean innumerables problemas clínicos y médico-legales13,18,31, ya que la naturaleza subjetiva de los síntomas y su alta prevalencia han provocado controversia sobre la determinación de sus causas y la apropiada compensación financiera 2 .Oficialmente catalogada como una lesión menor, puede arrastrar síntomas y dolores durante mucho tiempo. Algunos de menor categoría, como debilidad en los músculos, dolores de cabeza o vértigos; otros, sin embargo, tienen consideración mayor, como lesiones musculares o neurológicas. Por lo tanto en esta patología se incluyen síntomas y signos de índole cervical y extracervical (neurosensoriales, afectivos, cognitivos y del A. VICENTE BAÑOS LESIONES Y SINTOMATOLOGÍA DEL SÍNDROME DEL LATIGAZO CERVICAL Figura. 2 Choque por alcance trasero entre vehículos (7) Figura. 3 Lesión Québec Tipo IV. Fractura de espinosa de C6 (8). comportamiento). La cefalea será uno de los síntomas más prevalentes, llegando a afectar hasta un 82% de los pacientes que consultan por un latigazo cervical21. El SLC ha sido definido como un mecanismo lesional, una lesión, un dilema social y medicolegal, y un complejo síndrome de dolor crónico. Es un contribuyente frecuente crónico de los desórdenes de los tejidos blandos. Esto no es solo un incremento financiero en las aseguradoras, sino también una importante carga para los pacientes y el cuidado de su salud y bienestar 28,32, así como también un detrimento del movimiento en las actividades de la vida diaria o en la calidad de vida. Sin embargo se considera un padecimiento de poca importancia y sin ninguna trascendencia, debido a que el trastorno no es fatal y usualmente no requiere tratamiento quirúrgico31. OBJETIVOS Los principales objetivos que nos planteamos en esta revisión bibliográfica son los siguientes: - Definir las lesiones secundarias que se producen tras el “latigazo cervical”. - Definir la sintomatología que se refiere como consecuencia de las lesiones que se producen tras el “latigazo cervical”. MATERIAL Y MÉTODO Para la realización del trabajo se han empleado las siguientes bases de datos: - MEDLINE: usada a través del portal Pubmed. Las palabras que se han introducido ha sido usando la función MesH Database para descriptores del tesauro y son: whiplash injuries, latigazo cervical, esguince cervical, sintomatología y symptoms; todos ellos combinados entre sí por idiomas con el operador lógico AND. Base de datos consultada del 6 al 19 de Noviembre del 2006. Se han encontrado 110 artículos, de los cuales 9 estaban completos aunque sólo uno ha sido utilizado en la revisión. - IBECS: usada a través de la Biblioteca Virtual de la Salud (Bvs) del 20 al 26 de Noviembre del 2006. Los descriptores, todos combinados con el operador lógico AND, son los usados en la base de datos Medline. Se han encontrado 13 artículos, de los cuales se han utilizado 8 de ellos. - DOYMA: usando las palabras clave: whiplash y latigazo cervical. Consultada del 10 al 13 de Diciembre del 2006. Se han encontrado 5 y 10 artículos respectivamente usando las palabras clave anteriores, pero sólo ha sido útil uno de ellos para esta revisión. Aunque también se han consultado otras bases de datos como CSIC, LILACS (a través de la Bvs y con los descriptores anteriores en castellano), PeDro o la Cochrane Library, no se ha encontrado información útil para esta revisión (consultadas del 15 al 20 de Diciembre del 2006). Durante el período de tiempo del 10 al 15 de Enero de 2007 se han consultado también revistas electrónicas concernientes a la diplomatura de Fisioterapia desde la página Web de la biblioteca de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM). Realizada una búsqueda en una base de datos perteneciente a los recursos electrónicos de la página Web de la UCAM, llamada EBSCO Host Research Database y usando los descriptores combinados con el operador AND: whiplash, injuries, latigazo cervical, esguince cervical y síndrome cervical postraumático. En la búsqueda en esta base de datos se han incluido otras como Medline o SportDiscus (consultadas del 19 al 23 de Enero de 2007). También se ha usado el buscador de Internet Google (del 1 al 9 de Febrero de 2007), introduciendo en la búsqueda simple palabras como whiplash, latigazo cervical o esguince cervical, sin utilizar ningún tipo de operador lógico. Estas búsquedas nos han llevado a páginas Web oficiales como las de Cesvimap, o la de FITSA (Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad del Automóvil), ésta última sin ser de utilidad para el estudio; y portales especializados como www.whipguard.es y www.ortoinfo.com (especializado en ortopedia). Se ha realizado una búsqueda en abanico, a partir de la bibliografía encontrada en otros trabajos, dándonos como resultado el hallazgo de 26 artículos completos, accesibles y concernientes al tema de estudio. En cuanto a bibliotecas, se han visitado la Hemeroteca y Biblioteca de la UCAM, la Biblioteca Regional de Murcia, y tanto la Biblioteca general como la específica del pabellón de Medicina, del campus universitario de Espinardo de Murcia. En todas las bases de datos y portales han sido excluidos los artículos publicados en distintos idiomas al español e inglés, aceptando únicamente la literatura que versa sobre las lesiones y sintomatología del latigazo cervical. Se han REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 05 - 20 7 A. VICENTE BAÑOS LESIONES Y SINTOMATOLOGÍA DEL SÍNDROME DEL LATIGAZO CERVICAL descartado aquellos artículos relacionados únicamente con el tratamiento de esta lesión, en los que la investigación se haya llevado a cabo en animales o aquellos en los que su contenido no era accesible en su totalidad. 8 RESULTADOS Lesiones que se producen. Antes de comenzar a describir las lesiones tenemos que diferenciar tres términos: - Latigazo cervical (cervical whiplash): mecanismo lesional que ocurre frecuentemente en accidentes de circulación, el que la columna cervical y la cabeza son sometidas a fuerzas indirectas de aceleración y desaceleración en cualquier plano de movimiento. La QTF generaliza a otros tiempos que no necesariamente son un accidente de circulación, aunque proponen éste como causa principal. - Lesión por latigazo cervical (whiplash injury): lesión de uno o más elementos estructurales de la columna cervical provocada por el mecanismo anterior y cuyo principal síntoma es el dolor. - Síndrome de latigazo cervical o síndrome cervical postraumático (whiplash syndrome): síndrome de dolor en la región cervical irradiado o referido a otras regiones con o sin otros síntomas asociados que sigue a las lesiones arriba descritas9. Predomina la idea de que la severidad de las lesiones están en relación con los daños del vehículo, la violencia de la embestida, tal afirmación en ocasiones puede distar mucho de la realidad: la ausencia de daños en el vehículo no significa, ni mucho menos, la ausencia de lesiones en el ocupante. La mayoría de las lesiones por whiplash ocurren a baja velocidad, siendo mínimos los daños en los vehículos33. Existen una serie de factores con gran influencia en las lesiones surgidas por este mecanismo, como son: la velocidad del vehículo, tamaño del mismo, resistencia del chasis, estado del pavimento, cinturón de seguridad, reposacabezas, vehículo parado o en movimiento, posición de los ocupantes, enfermedades congénitas y/o degenerativas y la atención del conductor5. En un impacto por colisión el pasajero ubicado en el asiento del copiloto tiene más riesgo de sufrir lesiones que el conductor, debido a que el conductor puede sostenerse en cierta medida con el volante8. La hiperextensión es la causa principal y más potente del daño, y la severidad de la lesión va a depender del grado de movimiento de la cabeza y cuello respecto al tronco, y de la aceleración; la severidad de las lesiones aumenta aún más cuando la cabeza del pasajero se encuentre rotada o lateralizada (posición muy frecuente)5,6,20. REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 05 - 20 La columna cervical puede lesionarse incluso en choques a poca velocidad: del 75 al 90 % de las lesiones cervicales ocurren a velocidades inferiores a 25 Km/h o algo más altas: una mediana de 40 Km/hora, con el 50 % central entre 30 y 55 Km/hora 16 . Se sabe que impactos de baja velocidad (menos de 14 Km/h) no pueden producir síndromes asociados a latigazo cervical12, sin embargo otros autores describieron la cinemática responsable de la mínima velocidad a la cual se puede producir una lesión a nivel cervical por aceleración y desaceleración forzada, siendo de 6 a 8 Km/h. En los impactos de alta velocidad, la fuerza con la cual el cuerpo del ocupante choca contra el asiento, el cuello sufre una lesión por tracción más que por extensión8. Las lesiones que se pueden producir atendiendo a un mecanismo de extensión, se podrían clasificar en tres grupos: - Lesiones de partes blandas: principalmente se afectan los músculos ventrales (ECM, escaleno, y músculos largos del cuello), pueden incluso aparecer hemorragia intramuscular o edema muscular, pudiendo afectar al simpático cervical. Si el trauma es potente puede dar lugar a un hematoma retrofaríngeo (dificultad para deglutir y afonía). - Lesiones primarias de la columna cervical: aplastamientos discales con distensión ó rotura del ligamento longitudinal anterior y rotura del anillo fibroso anterior. Desinserción del platillo vertebral superior e inferior, dando lugar a hemorragia de los tejidos circundantes y en agujeros de conjunción, con compresión de las raíces y de la arteria vertebral. Subluxación de las articulaciones intervertebrales y rotura del aparato capsuloligamentoso, con compresión de las raíces nerviosas y de las arterias vertebrales. - Lesiones secundarias de la columna vertebral: responsables de la larga duración del proceso. Son las degeneraciones intervertebrales de los discos intervertebrales, de las articulaciones intervertebrales y la formación de osteofitos reactivos localizados en los cuerpos vertebrales y apófisis unciformes. Las lesiones por el mecanismo flexor, son menos frecuentes por menor fuerza y mayor resistencia de las estructuras, rotura del ligamento interespinoso y/o de las apófisis articulares, rotura de las apófisis espinosas, rotura de la parte posterior del anillo fibroso24. Otra forma de clasificar las lesiones es la que propone Rodríguez AL., las cuales variarán según la intensidad del traumatismo: Extensión: 1. Por fuerzas de distracción en estructuras A. VICENTE BAÑOS LESIONES Y SINTOMATOLOGÍA DEL SÍNDROME DEL LATIGAZO CERVICAL anteriores: — Desgarros esofágicos. — Desgarros en el ligamento vertebral común anterior. — Desgarros en la musculatura prevertebral, escalenos y esternocleidomastoideos. — Avulsiones de las inserciones anteriores del disco intervertebral o desgarros en sus fibras anteriores. — Lesión de la apófisis odontoides por compresión del arco anterior del atlas. 2. Por fuerzas compresivas en estructuras posteriores: — Hemartros o fracturas en las articulaciones cigoapofisarias ya que son el primer tope óseo a la extensión. — Fracturas de apófisis espinosas. Flexión: 1. Lesiones en estructuras anteriores: — Desgarros de las fibras anteriores del disco intervertebral a causa de la tensión por la translación anterior de la vértebra. 2. Lesiones en estructuras posteriores: — Lesiones de la musculatura cervical posterior. Desgarro del ligamento transverso con grave compromiso vital o fractura de la apófisis odontoides por compresión de este ligamento en su cara posterior. Según la fase de latigazo cervical en la que nos encontremos, Fernández C y cols. definen las siguientes lesiones: - Durante los primeros 100 ms después del impacto: afectación de las articulaciones interapofisarias. Estas articulaciones se deslizan una sobre otra, lo cual genera una fuerza de compresión localizada. Esta compresión sobre las carillas articulares puede producir desgarros y hemartros sobre las mismas. Hay un componente tanto de compresión como de deslizamiento, esto provoca que la parte posterior de las articulaciones sea más comprimida que la parte anterior de las mismas, generando un mecanismo de pellizco y una distensión de la cápsula articular en la región anterior de los cuerpos vertebrales. - Entre los 100-200 ms después del impacto: afectación de los discos intervertebrales. La columna cervical adopta una curva en forma de “S”. La zona de mayor conflicto articular se encuentra sobre los cuerpos vertebrales de C5-C6, que son las zonas más móviles del raquis cervical. El momento de extensión llega a actuar en los niveles inferiores de la columna cervical, mientras que le momento de flexión actúa en los niveles superiores. Debido a las grandes fuerzas de cizallamiento que acontecen en esta fase del impacto, es en este momento en el cual los discos intervertebrales sufren mayor compresión y riesgo de desgarrarse. Este mecanismo de cizallamiento del disco se ve más acusado por el movimiento de rotación anormal, pero no excesivo, impreso sobre los cuerpos vertebrales. - Fase final (a partir de los 200 ms): afectación del tejido muscular. En esta fase se produce el movimiento de extensión y posterior flexión del cuello más allá de sus límites fisiológicos. Los músculos son reclutados de forma exhaustiva, dando lugar a un reforzamiento de las estructuras articulares, y moderando el desplazamiento angular de la cabeza. Debido al excesivo trabajo de sostén muscular, se han realizado estudios en los que se visualizan desgarros y distensiones musculares mediante examen por ultrasonido y IRM. Los músculos presentaban desgarros parciales o totales, aunque en la mayoría de los casos se evidenciaban en la clínica reacciones de tipo contractura. Además de contracturas y desgarros musculares, el tejido muscular puede cursar con desarrollo del síndrome de dolor miofascial, caracterizado por la presencia de puntos gatillo miofasciales. En cualquier caso, vamos a encontrar una gran variedad de lesiones que pueden aparecer en los pacientes que sufren este mecanismo, lo que no quiere decir que todas vayan a estar todos presentes en un mismo individuo: - Articulaciones interapofisarias: son la víctima más común de los movimientos combinados de flexión, cizallamiento y compresión, especialmente si la cabeza estaba rotada hacia un lado en el momento del impacto. Se pude producir rotura de la cápsula articular, efusión hemática, fisuras, lesiones del cartílago articular16,26,34,35 o incluso la fractura de estas articulaciones26 (Figura 11). Las apófisis articulares inferiores de la vértebra suprayacente se pueden enganchar en el pico anterosuperior de las articulares de la vértebra subyacente; este tipo de luxación con “enganche” de las articulares es muy difícil de reducir y pone en peligro al bulbo y la médula, con riesgo de muerte súbita, de cuadriplejía o paraplejía31. - Lesiones musculares: cuando el cuello se extiende más allá de su punto de resistencia, tiene lugar la rotura de fibras musculares, edema muscular, hematomas, tortícolis, sobre todo a nivel de esternocleidomastoideo, escalenos y largo del cuello. Estas manifestaciones suelen aparecer a las 12-24 horas del accidente5,16,24,35. También podemos encontrar lesiones en la musculatura cervical anterior y músculos paravertebrales. La patología demostrada ha sido la de desgarros parciales o totales y hemorragias y no hay estudios de patología REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 05 - 20 9 ANA GÓMEZ GARCÍA TRATAMIENTO MANUAL POSTCIRUGÍA EN UN CASO CLÍNICO DE TRANSPOSICIÓN MUSCULAR DEL ROMBOIDES Y ANGULAR DE LA ESCÁPULA 10 muscular crónica. La explicación más aceptada es que estas lesiones curarían con una cicatriz no dolorosa26. Sin embargo, Martínez F. y cols aseguran que esta lesión afecta principalmente a las fibras intrahusales aunque las fibras extrahusales son también dañadas cuando la fuerza es excesiva. El edema y la microhemorragia por daño parcial de las fibras musculares condicionan un nódulo fibroso mioaponeurótico (área de gatillo) que se conserva como foco de irritabilidad o espasmo que conlleva a la limitación de la movilidad y probable sintomatología crónica. - Lesiones ligamentosas: se producen fundamentalmente a nivel del ligamento vertebral común anterior (LVCA) ya que está íntimamente unido Figura. 4 IRM sagital que pone de al annulus anterior del disco manifiesto una hernia discal aguda C5-C6 tras un accidente de tráfico (35). intervertebral, indicando que las lesiones ligamentosas estarán frecuentemente asociadas a lesiones del disco 5,16,26,34,35. También pueden aparecer lesiones del ligamento interespinoso16,26,35, del ligamento amarillo y del ligamento vertebral común posterior (LVCP) 16,35 . - Discos intervertebrales: se producen prolapsos anteriores cuando se asocian roturas del LVCA, o posteriores cuando la cabeza retorna hacia delante para alcanzar la hiperflexión5. Las lesiones típicas son avulsiones del disco del plato vertebral y arrancamientos/heridas del annulus fibrosus anterior. También se ha visto la separación del disco de la vértebra o la fractura del plato vertebral. Las lesiones en la parte anterior del disco se producen con más frecuencia en los mecanismos de hiperextensión que en los de hiperflexión 16,26,34,35. Las hernias de disco (Figura 4) se encuentran en el 26% de los casos, aunque hoy en día se diagnostican porcentajes mayores gracias a la IRM4. - Lesiones óseas: poco frecuentes. En ocasiones ocurren fracturas transversales y horizontales de los cuerpos vertebrales e incluso acuñamientos cuando la cabeza está lateralizada 5,16,35. Existen referencias aisladas de fracturas de láminas y pedículos, de las apófisis transversas, de las espinosas y de los cuerpos vertebrales por compresión 26. - Lesiones vasculares: especial mención merecen las arterias vertebrales que discurren por el foramen transverso y que pueden ser anguladas, colapsadas o trombosadas, y excepcionalmente rotas, pudiendo dar origen a un síndrome de Wallemberg. Menos frecuentes son las lesiones de las arterias carótidas. También se han descrito lesiones de la arteria espinal anterior provocadas por este mecanismo5,26 y oclusiones agudas de la arteria cerebelosa posteroinferior24. - Lesiones nerviosas: puede tratarse de lesiones radiculares, medulares y cerebrales. Estas lesiones pueden ser más frecuentes o verse agravadas cuando existen factores coadyuvantes de trastorno congénito o adquirido a nivel cervical (malformaciones congénitas, estenosis del canal Tabla 2 Clasificación de las fracturas de la apófisis odontoides del axis. Figura. 5. Tipos de fracturas de la apófisis odontoides del axis (9). REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 05 - 20 Figura. 6. Fractura de la apófisis odontoides del axis (9). Figura. 7. Fractura Tipo II de la apófisis odontoides (39). A. VICENTE BAÑOS LESIONES Y SINTOMATOLOGÍA DEL SÍNDROME DEL LATIGAZO CERVICAL raquídeo, procesos degenerativos artrósicos…) 5. Las ramas superficiales del plexo cervical, el n. Auricular mayor, el n. Cervical superficial y los supraclaviculares atraviesan la fascia cervical y rodean al ECM, pueden ser elongados con la extensión del cuello, y estas lesiones por tracción se traducen en zonas de hipoestesia y disestesias asociadas a piel seca 24. - Complejo atloaxoideo: las fracturas del atlas o del axis pueden asociarse a lesiones neurológicas graves e incluso a la muerte. Podemos encontrar lesiones ligamentosas (desgarro o estiramiento de los ligamentos alares que puede producir hipermovilidad de la articulación atlas-axis) 34, fracturas del proceso odontoideo, lesiones en otras partes de C2 como en las láminas y en las articulares superiores. Las lesiones del atlas son menos frecuentes 16,26,34,35. En la Tabla 2 y Figura 5 podemos ver la clasificación de las fracturas de la apófisis odontoides del axis9,29. Es más frecuente que el ligamento transverso resista y lo que se produzca sea la fractura de la odontoides, ya que las velocidades del latigazo provocan amplitudes de movimiento importantes en tiempos de entre 40 y 100 ms. En este rango la elasticidad del ligamento podría disminuir, sorprendiendo así su resistencia a la de la base de la apófisis odontoides. Las fracturas Tipo I son poco frecuentes, las Tipo II son las más frecuentes y dadas a la no unión, con lo que pueden necesitar cirugía fijadora (Figuras 6 y 7), y las fracturas Tipo III suelen consolidar bien con tratamiento conservador porque su superficie de fractura es muy extensa9. En ciertas ocasiones estas fracturas pueden pasar inadvertidas si el paciente está inconsciente, intoxicado o si ha tenido alguna lesión craneal asociada. Alrededor del 50% de las fracturas de odontoides se asocia con otras lesiones de tipo contusión cerebral, fractura de mandíbula o fracturas de algún miembro29. - Subluxación-luxación cervical: mecanismo de flexión más rotación, asociación de movimientos que consigue desgarrar el complejo ligamentoso posterior, y hace posible, en principio, que la vértebra superior se deslice sobre la inferior. La rotura del complejo ligamentoso posterior basta para que una carilla se deslice sobre otra y se rompa el disco intervertebral, según la intensidad de la energía cinética aplicada, hasta que se produzca una subluxación o luxación. A la palpación se descubriría la presencia de un escalón interespinoso exagerado, lo que puede significar la presencia de instabilidad ligamentosa posterior. En los demás casos se asocia el déficit neurológico correspondiente al nivel lesional36. El vértice de la columna cervical lordótica es C3 a C4 siendo el nivel donde es recibida la máxima hiperextensión para producir una subluxación posterior8 (Figura 8). - Rectificación de la lordosis cervical: unos reportan que la rectificación de la lordosis cervical en pacientes que han sufrido latigazo cervical sugiere espasmo muscular causado por el dolor posterior a la lesión y que se asocia a mal pronóstico 14, afirmación que se desecha en otro trabajo17; otros dicen que la rectificación de la lordosis sugiere lesión discoligamentaria; sin embargo, la rectificación o la inversión de la curva lordótica cervical ha sido hallada en población normal, sugiriéndose que la curvatura cervical no lordótica y la cifosis angular en los pacientes con lesión aguda del cuello ocasionada por mecanismo de aceleración constituyen variantes anatómicas no patológicas pero estadísticamente menos frecuentes que también se observan en sujetos sanos 14,17. Además, en los sujetos más jóvenes la curvatura cervical tiende a ser menos lordótica17 (Figura 9). Lesiones de la articulación temporomandibular (ATM): se pueden clasificar en intracapsulares (que afectan al cóndilo mandibular, discos articulares y fosa glenoidea; y extracapsulares interesando el sistema musculoligamentoso de la ATM). Las lesiones pueden ocurrir por acción inmediata e indirecta del impacto sobre la ATM (whiplash temporomandibular) en un accidente por colisión posterior, en el que se comunica una presión multidireccional, con la hiperextensión del cuello, que si se acompaña de una apertura excesiva de la boca, ello puede provocar lesión directa en la ATM, cuando se sobrepasan los límites articulares fisiológicos. La elongación de los músculos masticatorios produce reflejamente el cierre brusco de la boca, y junto con la hiperflexión de la cabeza en una segunda fase, si llega a chocar la mandíbula con el pecho puede provocar lesiones articulares y dentales. En estas circunstancias, el complejo articular puede verse dislocado, afectando al menisco y ligamentos, con hemorragia y edema en la cápsula articular (la cual sufre un estiramiento Figura. 8. Fractura de la apófisis espinosa de C6 y subluxación de C6 sobre C7 (35). Figura. 9. En la primera imagen se observa una rectificación de la columna cervical , mientras que en la segunda se pone de manifiesto una inversión de la curva lordótica (20). REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 05 - 20 11 A. VICENTE BAÑOS LESIONES Y SINTOMATOLOGÍA DEL SÍNDROME DEL LATIGAZO CERVICAL excesivo). Un modelo físico antropométrico ha demostrado que en el movimiento rotatorio de la cabeza causa la apertura de la boca y su repercusión en los cóndilos mandibulares. También puede ocurrir por un mecanismo crónico, por efecto sobrevenido a raíz de una lesión cervical por whiplash que, a partir de ese momento, incide en el normal funcionamiento de la ATM, provocándole un daño. La ATM en el preciso momento que se produce el impacto no resulta lesionada. Los acontecimientos sobrevenidos a raíz del accidente es lo que determinará un efecto nocivo sobre el complejo temporomandibular. Situaciones anómalas del cuello, por ejemplo la modificación post-impacto de la lordosis fisiológica, canaliza un efecto patomecánico, continuo y repetitivo que sobrecarga, más allá de los límites fisiológicos tolerables, el complejo biomecánico temporomandibular, determinando lesiones y secuelas en el mismo4,26,35,37. - Lesiones lumbares asociadas: presentan en el 30% de los casos. Se caracterizan por dolor lumbar y en extremidades inferiores, asociándose la posibilidad de la presencia de hernias discales a este nivel. - Lesiones cerebrales: las contusiones cerebrales producirse por la hiperextensión del cuello y acabar originando una mediastinitos con sepsis. El mecanismo de producción estaría en relación bien con una perforación directa por un osteofito, o por el atropamiento de la pared esofágica entre dos cuerpos vertebrales adyacentes durante la fase de flexión aguda de latigazo cervical4,26. - Cadena simpática: bien por lesión directa como consecuencia de la hiperextensión o por afectación secundaria a edemas o hemorragias de los músculos vecinos puede producirse esta lesión. Se traduce clínicamente en alteraciones de la visión, diplopía y nistagmus5. - Parálisis de las cuerdas vocales: producidas por afectación del nervio recurrente laríngeo 16,26,35,38. - Retinopatía traumática: se cree que tiene una etiología vascular, por un aumento de la presión intravascular con rotura de la barrera hematorretiniana39 (Figuras 10, 11 y 12). - Avulsión del occipital: por arrancamiento del ligamento nucal16,26,35, lesión del nervio simpático cervical (Síndrome de Horner completo o parcial) y de la médula espinal sin fracturas5,16,26,35, hematomas prevertebrales comprometiendo las vías aéreas (26). Sintomatología Por un lado Fernández J y cols. distinguen tres cuadros clínicos: 12 Figura. 10. Retinología del ojo derecho que muestra un moteado amarillento paramacular. s e Figura. 11. Angiografía del ojo derecho que muestra un punteado hiperfluorescente correspondiente al moteado paramacular. presentan en el 61% de los casos, caracterizadas por síntomas iniciales de confusión, desorientación temporoespacial, y lentitud de respuesta. Posteriormente puede aparecer cefalea persistente, dificultad de concentración y una gran variedad de síntomas de ansiedad, irritabilidad, insomnio y alteraciones de conducta. Pueden presentarse también alteraciones vasomotoras y vértigo (4). También pueden aparecer hematomas subdurales, el problema es que estas lesiones, habitualmente pequeñas, pueden pasar desapercibidas16,26,35. - Vísceras: distensión de las capas musculares del esófago da lugar a desgarros de las mismas con fenómenos de edema e incluso roturas con hematomas. La tráquea sufre la misma suerte, lo que produce las dificultades en la deglución y del lenguaje. Se puede llegar a producir la perforación del esófago cervical, lesión muy grave que puede REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 05 - 20 Figura. 12. Detalle de las lesiones hiperfluorescentes de la Figura 18. · Síndrome cervical local: caracterizado por dolor y rigidez de cuello. Es una disfunción benigna que se limita a una alteración de la columna cervical sin componente neuropsicológico o sensorial involucrado. · Síndrome cervical descendente: disfunción cervical que cursa como un síndrome cervicobraquial. Aparece una lesión en la columna cervical asociada a radiculopatía. · Síndrome cervical ascendente: disfunción cervical que cursa con alteraciones cocleovestibulares, oculares, cognitivas y psiquiátricas. Es conocido también como síndrome cervicoencefálico10. La sintomatología que definen unos autores 26,35 es: a) Dolor en la región del cuello: la manifestación principal del SLC es el dolor en el cuello. El dolor A. VICENTE BAÑOS LESIONES Y SINTOMATOLOGÍA DEL SÍNDROME DEL LATIGAZO CERVICAL se refiere en la región de la nuca, es sordo y aumenta con los movimientos. Se suele asociar a contractura y limitación de la movilidad. Para algunos autores, la gran restricción de movimiento se relaciona con la gravedad del SLC. El dolor puede irradiar hacia la cabeza, los hombros, las extremidades superiores o la región interescapular. Estos patrones de dolor referido no indican necesariamente la estructura origen del dolor, aunque pueden orientar hacia el nivel segmentario que origina el estímulo nociceptivo 34. b) Cefalea: a continuación del dolor del cuello, es la cefalea en síntoma más frecuente en el SLC, y en algunos casos el principal. Suele ser suboccipital u occipital, con irradiación hacia la región temporal u orbital. El dolor de cabeza sería debido a la concusión, pero no existe ninguna evidencia probada de esta afirmación. Se asume que el origen de la cefalea es cervical. Debemos mencionar otras causas, como la hemorragia intracraneal y las lesiones asociadas, pero parece natural que la mayor parte de las cefaleas crónicas en el SLC sean de origen cervical. En términos anatómicos podrían ser explicados por el hecho de que las ramas aferentes de los tres primeros nervios cervicales terminan en el núcleo del trigémino. Así, dolores trasmitidos por estos nervios cervicales pueden distribuirse por la zona del trigémino y explicar dolores de cabeza suboccipitales en ciertas lesiones de origen cervical. También pueden ser el resultado de lesiones en la articulación atlantoaxoidal lateral34. c) Alteraciones visuales: los pacientes aquejan alteraciones visuales pero casi nunca se han caracterizado. Se adscriben a errores de acomodación visual. La capacidad de acomodación parece estar disminuida. Las explicaciones fisiopatológicas sólo han sido especulativas, e incluyen conceptos como la impactación de la porción media del cerebro en el clivus, la lesión de la arteria vertebral o la lesión del tronco simpático cervical. De las tres, la alteración del tronco simpático cervical, situado delante de la columna cervical, podría producirse en los mecanismos de hiperextensión. Esta lesión se manifestaría con un Horner. La visión borrosa y la dificultad de enfoque o de acomodación pueden ser debidas a una hiperactividad simpática provocada por el dolor cervical. Un posible mecanismo que podría conectar el dolor cervical con la sintomatología ocular sería el reflejo cilio-espinal (un estímulo nociceptivo en la piel de la cara o del cuello provoca la dilatación de la pupila9. d) Vértigo y alteraciones auditivas: presencia de sensaciones de desequilibrio o vértigo, a menudo en asociación con otros síntomas auditivos o vestibulares. Estas alteraciones ocurren en ausencia de disfunción vestibular o neurológica. El mecanismo exacto por el cual ocurre un síndrome vertiginoso después de un SLC sigue siendo controvertido. Se ha indicado que la lesión o irritación de la arteria vertebral podría comprometer el flujo sanguíneo pero este mecanismo produciría alteraciones neurológicas y síntomas relacionados con la isquemia del tallo cerebral o del cerebelo. Otras alteraciones más sutiles pueden resultar de la interferencia con los reflejos posturales que tienen aferentes en los músculos del cuello. La lesión directa del aparato vestibular también se han implicado en el síndrome vertiginoso después de un SLC. En oídos afectados con síntomas auditivos hay un alto grado de pacientes con oclusión por cerumen del oído, lo que puede provocar esos síntomas40. e) Debilidad y falta de fuerza: lo más frecuente son sensaciones de debilidad, pesadez y fatiga de los miembros superiores, sin consistencia del examen clínico. En la mayor parte de los casos se califican de histéricos, si bien la sensación de cansancio en los miembros parece tener una relación neurofisiológica con el dolor. Parece que aquellos pacientes con dolor crónico del cuello por SLC pueden desarrollar una inhibición de los reflejos musculares. Esto afectaría sobre todo a los músculos del cuello y de los brazos. Cualquier esfuerzo para levantar algo requeriría un mayor esfuerzo central, lo que se traduciría en una sensación de debilidad y cansancio precoz. Si además, existe dolor de brazos, la inhibición refleja puede iniciarse también en ellos, aumentando la sensación de pesadez de los mismos. f) Parestesias: sensaciones de hormigueo, picazón y de entumecimiento de las manos, en especial en los dedos del borde cubital de la mano. Si estos síntomas se encuentran asociados a debilidad de grupos musculares, alteraciones de los reflejos y anormalidades en la exploración de la sensibilidad, pueden ser atribuidos a la compresión de las raíces nerviosas bajas. Con mucha mayor frecuencia, estos síntomas son intermitentes y no se asocian a ningún síntoma neurológico. Las parestesias pueden ser debidas a un “síndrome de desfiladero” torácico originado por la compresión de los troncos más inferiores del plexo braquial cuando pasan entre el escaleno anterior y el medio, por encima de la clavícula. El espasmo reflejo de los músculos escalenos, debido al dolor desde otras estructuras del cuello, puede comprimir los troncos inferiores del plexo braquial y provocar una compresión intermitente, y a veces subclínica, del nervio cubital. En muchas ocasiones, todos los estudios son normales o aportan escasa información, por lo que la interpretación de ésta REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 05 - 20 13 A. VICENTE BAÑOS LESIONES Y SINTOMATOLOGÍA DEL SÍNDROME DEL LATIGAZO CERVICAL 14 sintomatología se hace difícil e incluso sospechosa de posible magnificación o simulación por el paciente4. g) Alteraciones de la concentración y de la memoria: no se suelen reconocer alteraciones cognitivas en los pacientes; éstas han sido atribuidas a una neurosis de ansiedad, exageración o simulación. Pero las valoraciones psicométricas en los pacientes con síntomas crónicos después de un SLC han confirmado la presencia de un deterioro cognitivo. Los pacientes que han sufrido un SLC presentan un deterioro de la memoria y de la concentración en comparación con los individuos sanos, en particular en aquellos que viven en una situación de sobrecarga tensional. Lo que no está aclarado es qué déficits cognitivos son debidos al impacto del dolor crónico, la depresión y la ansiedad y cuáles son debidos al efecto de la medicación. h) Alteraciones psicológicas: los pacientes con SLC pueden presentar alteraciones psicológicas a causa del estrés. Los síntomas en un SLC presentan componentes físicos y psíquicos, y la respuesta psicológica se desarrolla con posterioridad al daño físico. La evolución hacia la cronificación del dolor y la respuesta psicológica se establece, en la mayoría de los casos, en los primeros tres meses de la lesión (la mayor capacidad para influir en la historia natural del SLC se produce durante este período). enumera la siguiente Otro autor 24 sintomatología: - DOLOR CERVICAL: es el síntoma más frecuente, que aparece, casi siempre después de un intervalo libre, mal pronóstico si éste es menor de una hora, generalmente entre 6 hasta 72 horas tras el accidente. El dolor aumenta con los movimientos activos y pasivos de la columna cervical, los cuales están limitados y son dolorosos. Se trata de una cérvico-braquialgia que no sigue un patrón de distribución radicular y que puede irradiarse hacia región interescapular, clavículas, tórax y región suboccipital. Muchas veces en la fase aguda la contractura muscular impide el edema apareciendo éste tras el relajamiento nocturno, con el consiguiente empeoramiento de la sintomatología. En los casos de curso sin complicaciones, la sintomatología dolorosa difusa cede a los 8-10 días, al tiempo que mejora lentamente la movilidad. - DISFAGIA: posiblemente debido al edema faríngeo o hematoma retrofaríngeo por elongación esofágica y faríngea. El comienzo temprano constituye un dato de mal pronóstico, la que aparece pasadas varias semanas es debida por lo general a un problema emocional, y es bastante frecuente (10%). REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 05 - 20 - VISION BORROSA: breve e intermitente, si persiste puede ser debida a lesión en las arterias vertebrales, o a afectación del simpático cervical (Horner). - _TINNITUS: su etiopatogenia es desconocida, (lesión temporomandibular, cierre transitorio de arterias vertebrales en el momento de la lesión, o daño directo en el oído interno), generalmente por sí solo carece de significación pronóstica, muy frecuentemente ya existían anteriormente al accidente problemas auditivos. - _VERTIGO: de inicio precoz y severo indica grave lesión: espasmo ó compresión de la arteria vertebral ó trastorno del oído interno. Generalmente lo que existe es la sensación de girar o virar por la imposibilidad de enderezar el cuello por contractura de los músculos que enderezan el cuello, desaparece cuando el cuello recupera su normal movilidad. - SINTOMAS VEGETATIVOS: nauseas, vómitos, mareos, trastornos auditivos, zumbidos de oídos, centelleos, sudoraciones profusas, anomalías pupilares. Generalmente son debidos a una irritación del simpático cervical, del plexo simpático circundante a la arteria vertebral. - SINTOMAS DE LA ARTICULACION TEMPOROMANDIBULAR: la hiperextensión determina la apertura bucal rápida que puede originar lesión en la articulación. Se remite a una descripción de síntomas debidos a perturbaciones del sistema masticatorio, en relación con la articulación aludida. El Síndrome Temporomandibular se caracteriza por cursar con un cortejo sintomático muy variado y amplio, como: dolor, molestias, malestar, espasmo muscular en la zona mandibular y sus proximidades (dolor facial, temporal, retrorbital), así como dolores en la región de la cabeza-cuello, dolor, dificultad, con o sin sensación de ruido, para masticas, tragar, abrir la boca, sensación de congestión en el oído y ruidos en la cabeza. Puede haber una persistencia del dolor local en la articulación, zona del masetero e incluso en algunos de los casos, sensaciones parestésicas prearticulares y alteraciones visuales con cuadros de pseudomareo. El gesto motor de la masticación imprimen movimientos que involucran al cuello, tanto que el maxilar superior participa en los movimientos de apertura; es decir, la cabeza es inclinada ligeramente hacia atrás, por lo que la rectificación de la lordosis cervical interfiere en la dinámica masticatoria, lo que va a acarrear problemas en la masticación y posibles manifestaciones a nivel de la ATM. La falta de tono muscular en la región cervical, provoca inestabilidad en la región, desplazamiento anterior de la cabeza, repercutiendo en el funcionamiento de la ATM. En consecuencia, A. VICENTE BAÑOS LESIONES Y SINTOMATOLOGÍA DEL SÍNDROME DEL LATIGAZO CERVICAL las anomalías, lesiones o secuelas cervicales pueden ser determinantes en la mecánica masticatoria dando lugar a manifestaciones patológicas en la ATM41. SINDROME DE ESTRÉS POSTRAUMATICO: con vivencias continuadas de la situación traumática con angustia y terror, irritabilidad, dificultad de concentración, insomnio. Puede abocar a cuadros ansiosos y depresivos. - SINTOMAS PSICOLOGICOS: en forma de distrés emocional, con ansiedad y fobia a la conducción, hasta la depresión. SINDROME DEL DESFILADERO TORACICO: debido a daño en los músculos escalenos, con edema y fibrosis del tejido circundante que puede comprimir el plexo braquial que pasa a través del triángulo de los escalenos. Dolor en hombros, fatigabilidad, parestesia en cuartos y quintos dedos, edemas en miembros o manos, frialdad y palidez acra. - CEFALEAS: En general diarias, prolongadas que respetan descanso nocturno y persistentes meses después del accidente, de intensidad variable, generalmente a causa de la tensión muscular aunque existe gran variedad de ellas: - Cervicogénica: su origen de causa cervical, con posterior irradiación a la región occipital, parietal, temporal. - Neuralgia occipital de Arnold: neuralgia del nervio occipital mayor, de localización lateralizada, retroauricular o retroorbitaria irradiada al hemicráneo correspondiente. - Tensional. Por disfunción de la articulación temporomandibular. - Migraña postraumática: signo de mal pronóstico, suele aparecer en jaquecosos previos. Se trata habitualmente de una hemicránea opresiva, sorda y continua, localizada a nivel occipital o temporoparietal, que se puede irradiar a la región escapular y/o braquial ipsolateral. Algunos pacientes refieren además crisis de dolor, episódicas, más severas, precipitadas por la movilización de la cabeza, el ejercicio o el estrés emocional. La migraña, con o sin aura también ha sido comunicada como posible variante clínica. La cefalea, la padecen con mayor frecuencia las mujeres jóvenes de entre 20 y 40 años de edad, lo que se ha relacionado con un volumen menor de la masa muscular cervical femenina. Cefalea aguda: la cefalea se inicia en los primeros 7 días después del traumatismo, y puede pasar que haya una resolución de la cefalea en el plazo de 3 meses después del latigazo cervical, o que haya una cefalea persistente, pero todavía no han pasado 3 meses desde el latigazo cervical. Cefalea crónica: se inicia en los primeros 7 días después del traumatismo y persiste más de 3 meses después del traumatismo. Dos teorías que explican esta cefalea crónica son: la compresión del ganglio de la raíz dorsal, estiramiento de cápsulas facetarias o a la lesión de estructuras ligamentosas y osteomusculares; estado de hiperalgesia mecánica a nivel del raquis cervical que podría explicar el desarrollo de algunos síntomas varios meses después del trauma21. - DOLOR LUMBAR: debido a que la pelvis permanece fija por el cinturón de seguridad mientras el tronco se mueve libremente, es de origen miofascial, puede manifestarse en forma de lumbociatalgia, dolor referido por traumatismo abdominal. SINDROME POSTCONTUSIÓN CEREBRAL: 50% con alteraciones leves en el EEG, con un cuadro de ansiedad, irritabilidad, falta de concentración, insomnio, depresión. Puede ocurrir por choque de la cabeza con alguna parte del automóvil, o por contusión del cerebro dentro del cráneo. Puede existir también la posibilidad de la aparición temblor y otros desórdenes del movimiento42 así como puntos gatillo irritativos y dolor miofascial. El dolor a la palpación es, junto al dolor espontáneo, el signo más frecuente y su intensidad y perpetuación se relaciona mucho con la duración del tratamiento. Hay unas localizaciones mas frecuentes de dichos puntos: angular de la escápula, esternocleidomastoideos, supraespinosos, infraespinosos, fibras superiores del trapecio, pectorales, deltoides, redondos y dorsal ancho. Sin embargo, hay razones para dudar de que esta patología sea tan frecuente. Expertos en el dolor miofascial tienen serias dudas sobre la existencia del punto gatillo, rasgo cardinal de los síndromes dolorosos miofasciales. Muchos autores encuentran dolor a la presión de los músculos del cuello en los pacientes con SLC, pero no hay evidencia que presenten puntos gatillo o una diátesis primaria miofascial. Hay indicios claros de que lo que se viene a presentar por algunos pocos autores como puntos gatillo, a nivel de la musculatura cervical se corresponde con exactitud al dolor de las articulaciones interapofisarias26. Uno de los síndromes postraumáticos más paradójicos y que retrasa la curación de los pacientes lo constituye el descrito por Barré-Lieou, que se caracteriza por cefalea occipital, vértigo, ruido de oídos, afonía y ronquera intermitente, fatigabilidad, alteraciones de termorregulación y fenómenos disestésicos en los miembros superiores. Frecuentemente se asocian molestias craneofaciales REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 05 - 20 15 A. VICENTE BAÑOS LESIONES Y SINTOMATOLOGÍA DEL SÍNDROME DEL LATIGAZO CERVICAL 16 en forma de dolor y adormecimiento de extremidades, nauseas, vómitos y eventualmente diarrea. Hay una ausencia del reflejo corneal, cuya causa residiría en una hipertonía del sistema simpático cervical por irritación del troncus simpaticus entre C5 y D1; se produciría un vasoespasmo en todas aquellas arterias dependientes del mismo. Su incidencia está cercana al 20% de los pacientes que han sufrido un esguince cervical. Recientemente han descrito una serie de alteraciones cognitivas en los pacientes que han sufrido lesiones por aceleración del cuello. El primero denominado cervicoencefálico caracterizado por cefalea, cansancio, dificultad de concentración, alteraciones en la acomodación visual y otras alteraciones visuales debidas a la intensidad de la luz, alteraciones en la interpretación de algunas señales acústicas. El segundo, denominado síndrome cervical inferior, caracterizado por dolor cervical y en los miembros superiores además de alteraciones en la interpretación de la información visual. El dolor cervical es generalmente percibido en la nuca, en forma de una sensación profunda y punzante que sufre exacerbaciones con el movimiento. Puede irradiarse a la cabeza, hombros, brazos y a la región interescapular4. La sintomatología referida por el resto de autores consultados es la siguiente: - McClune T y cols.: dolor de cuello, rigidez de cuello, dolor de cabeza, dolor de zona lumbar, dolor de hombros, perturbación visual/mareos, y una hiperexcitación generalizada y sensibilización del sistema nervioso central43. - Pujol A y cols.: cervicalgia, dolor en la zona del músculo trapecio, cefaleas, parestesias en la extremidad superior, rigidez de columna cervical y contractura en los músculos del cuello. - García N y cols.: dolor y rigidez cervical, cefalea, omalgia, vértigo, parestesias, tinnitus, depresión, ansiedad, hiponcondría, neurosis de compensación, trastornos del sueño, síndrome de estrés postraumático. - Juan FJ: cervicalgia (entre el 62 y el 100% de los pacientes), cefalea (97% de los pacientes), síndrome del túnel del carpo, mareos/inestabilidad (casi 50% de los pacientes), parestesias, fibromialgia (15% de los pacientes), disfagia (18%), dolor lumbar (42%) y disfunción de la ATM. - Norris SH y Watt I: dolor de cabeza, disfagia, síntomas visuales y auditivos, dolor en el brazo, parestesias, debilidad o mareos, todo ello añadido al dolor de cuello. - Richter M y cols.: dolor, rigidez, restricción de la movilidad del cuello, vértigo, nauseas, disfagia, REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 05 - 20 perturbaciones visuales y auditivas. - Pobereskin LH: dolor de cabeza, dolor de brazos, dolor de zona lumbar, problemas de concentración, problemas de memoria, mareos. - González S y cols.: cervicalgia, limitación de la movilidad del cuello (rigidez), sensación de chasquido, espasmo o contractura muscular. - Ferrari R y cols.: dolor de cabeza, mayor ansiedad o preocupación, tristeza o depresión que antes del accidente, dificultad de concentración, mareos, visión doble o borrosa, problemas de pensamiento, mayor irritabilidad de lo normal, fatiga y pérdida de energía, molestia en los ojos con las luces brillantes, dolor en el cuello y hombros, debilidad en brazos o piernas, problemas para dormir, menor interés en las cosas, entumecimiento de brazos, cara piernas o tronco, hormigueo y otras extrañas sensaciones, ruidos en la mandíbula cuando mastica o habla, dolor de espalda y de mandíbula 27,28,44,45. - Ortega A: dolor del cuello, la cefalea y la restricción de movimientos de la columna cervical, pero también pueden apreciarse disestesias, debilidad, dolor de espalda, cansancio, disfasia, trastornos visuales y dolor temporomandibular. El dolor de cuello puede clasificarse en varios grados, según su frecuencia y su intensidad. El dolor leve sería una molestia, el dolor moderado afectaría las actividades o el trabajo del individuo y el dolor grave las dificultaría muchísimo46. - Ruiz JL y cols.: este síndrome se caracteriza por la aparición de un conjunto de síntomas muy polimorfos, secundarios a la aplicación de fuerzas inerciales en la cabeza de un sujeto en el curso de un accidente de tráfico. Podemos distinguir un síndrome agudo y uno tardío, cuando pasados seis meses el paciente sigue sintomático a pesar de que la exploración clínica y radiológica sean negativas. Los síntomas que con más frecuencia acompañan a este síndrome son, por orden de frecuencia: dolor cervical aislado o con braquialgia, cefalea occipital, contractura muscular cervical, dolor interescapular, parestesias en extremidades superiores, vértigos, mareos, síntomas auditivos y visuales. Con frecuencia estos síntomas aparecen en los dos primeros días que siguen al traumatismo y para la mayoría de pacientes cursan de forma benigna, sin dejar secuelas, desapareciendo antes de tres meses. Sin embargo, este síndrome genera un porcentaje no despreciable de síntomas residuales en un 10 a un 30% de los pacientes. - Rodríguez AL: dolor en la región cervical que puede irradiarse o referirse a regiones dorsal, craneal o miembros superiores, dolor de cabeza, alteraciones en la capacidad adaptativa del ojo y oculomotoras, vértigos, debilidad muscular en A. VICENTE BAÑOS LESIONES Y SINTOMATOLOGÍA DEL SÍNDROME DEL LATIGAZO CERVICAL miembros superiores, parestesias, alteraciones de la concentración y/o memoria, disfagias, acúfenos, algias de la ATM, limitación de la movilidad y contracturas en la musculatura cervicodorsal. - Cervantes RA y cols.: parestesias y anestesia del dedo anular, meñique y cubital, pudiéndose encontrar también la presencia de disfagia, por edema o hematoma retrofaríngeo; visión borrosa, por cierre temporal de la arteria vertebral (síndrome de Horner); tinnitus, lesión temporomandibular, vértigo, por espasmo de la arteria temporal; y disfonía por lesión vascular o hematoma. - Álvarez BA y cols.: parestesias en manos, dolor de cuello, reducción del rango de movilidad de la columna cervical, dolor de cabeza, dolor de hombro y brazo. En menor proporción: dolor de espalda, vértigo, visión borrosa, fotofobia, fatiga, ansiedad, depresión, irritabilidad, problemas de concentración e insomnio. - Ramos F y cols.: afecciones musculares, presentando limitación de la movilidad, afección de ligamentos con dolor más intenso, con frecuencia el dolor se generaliza alrededor del cuello y propaga a algún punto distante, como el occipucio, la escápula, la extremidad superior. El paciente se queja de la imposibilidad de mantener la cabeza erecta cuando se inclina hacia delante, siendo difícil colocar la cabeza sobre la almohada, ya que la torsión del cuello es causa de tensión dolorosa sobre los ligamentos distendidos y distensión de las cápsulas articulares. Se pueden presentar molestias vagas, como obnubilación, diplopía, vértigo, náuseas y cefalea, siendo causa aparente de contusión de las arterias vertebrales, la disminución del aporte vascular a la médula espinal y el plexo simpático. Disfagia probablemente debida a edema faríngeo o hematoma, tinnitus, puede ser consecuencia de lesión temporomandibular, por el cierre transitorio de las arterias vertebrales al momento de la lesión. - Vázquez C y cols.: dolor y rigidez en la región posterior del cuello a nivel de la nuca y del ángulo súpero-interno de la escápula. Cuando exista dolor radicular podrá asentar en un miembro superior (del lado hacia el cual estaba rotada o lateralizada la cabeza) o en ambos. Cuando existe un compromiso de riego sanguíneo en el territorio vértebra-basilar pueden aparecer estados vertiginosos, zumbidos en los oídos, sensación de borrosidad de la visión, diplopía, etc. La disfagia está presente cuando la lesión afecta al esófago y aparecerá ronquera y disfonía cuando exista afectación traqueal o compromiso de los nervios recurrentes por lesión directa de las estructuras colindantes, cefalea, omalgia, vértigo, parestesias, tinnitus, depresión, ansiedad, hipocondría, neurosis de compensación, trastornos del sueño y síndrome de estrés postraumático. - Martínez F y cols.: aproximadamente el 20% refieren síntomas en la región cervical y de éstos el 25% referirán un dolor crónico de la región. Existen también alteraciones que se pueden manifestar en cualquier grado: sordera, vértigo, tinnitus, dolor de cabeza, pérdida de memoria, disfagia y dolor de la ATM. Los síntomas musculoesqueléticos son disminución o ausencia de los reflejos tendinosos profundos. Los síntomas neurológicos son debilidad y alteración sensitiva. En las lesiones agudas la reducción de movilidad es muy significativa en todos los arcos de movilidad: flexión, extensión, flexión lateral y rotación del cuello. - Robaina FJ: radiculitis cervical que se presenta en el 70% de los casos manifestándose por dolor cervical irradiado a mandíbula, hombros, región anterior del tórax y extremidades superiores en trayectos metaméricos. Pueden existir anormalidades transitorias de los reflejos y/o sensibilidad. Confusión, desorientación temporoespacial y lentitud de respuesta, cefalea persistente, dificultad de concentración, ansiedad, irritabilidad, insomnio y alteraciones de conducta, alteraciones vasomotoras, vértigo, tensión muscular progresiva, dolor lumbar y en extremidades inferiores. En muchas ocasiones, las manifestaciones clínicas persisten en el tiempo constituyendo lo que se denomina como esguince cervical tardío (ECT). Se trata de todo un grupo de síntomas que persisten más de 6 meses después del accidente de tráfico. La sintomatología predominante en esta situación consiste en cefalea persistente, nucalgia y rigidez cervical. Se puede presentar además dolor en las extremidades superiores. Se asocian además síntomas de ansiedad, irritabilidad, depresión y alteraciones del sueño. Clasificación de la severidad de los síntomas: · Grupo A: libre de síntomas. · Grupo B: los síntomas no interfieren en el trabajo ni el ocio del paciente. · Grupo C: los síntomas restringen las actividades de ocio y laborales con o sin uso intermitente de analgésicos, ortesis o fisioterapia. · Grupo D: los síntomas impiden el trabajo, necesita analgesia, ortesis y fisioterapia continuada y requiere consultas médicas repetidas26. Como es de esperar, la mayoría de los autores encuentran una relación directa entre la violencia del impacto y el dolor tras la lesión16. Se piensa en muchas ocasiones que los pacientes son simuladores, que el padecimiento y por tanto los REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 05 - 20 17 A. VICENTE BAÑOS LESIONES Y SINTOMATOLOGÍA DEL SÍNDROME DEL LATIGAZO CERVICAL síntomas son psicógenos, es habitual el drama “sin síntomas” de tensión en el cuello, cuando el paciente refiere continuar con la sintomatología, a pesar de haber agotado todos los recursos terapéuticos. Por tanto, se duda de la existencia de los síntomas posteriores a una lesión por latigazo, argumentándose que dicha sintomatología es menos común que lo que la literatura indica31. 18 DISCUSIÓN En cuanto a las lesiones que se producen, Juan FJ dice que impactos de baja velocidad (menos de 14 Km/h) no pueden producir síndromes asociados a latigazo cervical12, sin embargo otros autores describieron la cinemática responsable de la mínima velocidad a la cual se puede producir una lesión a nivel cervical por aceleración y desaceleración forzada, siendo de 6 a 8 Km/h. La mayoría de los autores definen las lesiones sin clasificarlas de ningún modo, mientras que hay autores que las dividen en función de si se han producido por un mecanismo de flexión o extensión9,24; o en función de las etapas por las que pasa el accidentado en el momento de la colisión47. Casi todos los autores van a hablar de las mismas lesiones con pequeñas diferencias, o patologías que sólo se comentan en algunos estudios como la retinopatía traumática39, parálisis de las cuerdas vocales 16,26,35,38, avulsión del occipital16,26,35, lesión del nervio simpático cervical (Síndrome de Horner completo o parcial) y de la médula espinal sin fracturas 5,16,26,35, hematomas prevertebrales comprometiendo las vías aéreas26 o perforación esofágica4,26. Suso y cols. comentan que no hay estudios de patología muscular crónica, sin embargo Martínez F y cols. si sugieren una sintomatología crónica producida por nódulos fibrosos mioaponeuróticos que se conservan como foco de irritabilidad o espasmo. Unos autores31,48 afirman que en la extensión se pueden producir lesiones del ligamento longitudinal anterior y éste puede producir fracturas del cuerpo vertebral por avulsión; comentario que discute Ramos F y cols. quienes dicen que en un traumatismo por hiperextensión, el ligamento longitudinal anterior es muy potente, y salvo cuando está reblandecido por una enfermedad previa, raras veces se desgarra, en cambio las vértebras son impulsadas por una posición de lordosis extrema, las articulaciones superiores se desplazan en grado extremo hacia abajo y se distienden los ligamentos capsulares. Hablando de la rectificación de la lordosis cervical, Trueba C y cols. sugieren que se produce por un espasmo muscular causado por el dolor REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 05 - 20 posterior a la lesión, afirmación que se desecha en otro trabajo17. En cuanto a la sintomatología si hay diferencias entre autores, no siendo éstas demasiado significativas. Fernández J. habla de tres cuadros clínicos dando solamente detalles superficiales de las manifestaciones clínicas. Mientras la mayoría de los autores hablan de problemas auditivos, un estudio 40 sugiere que en oídos afectados con síntomas auditivos hay un alto grado de pacientes con oclusión por cerumen del oído, lo que puede provocar esos síntomas. No todos los síntomas los describen todos los autores, de esta manera encontramos que el dolor de cuello y la cefalea sí están presentes en prácticamente todos los estudios, la rigidez, los problemas auditivos y visuales, algias de la ATM, el vértigo, el tinnitus, los mareos, las parestesias, las alteraciones de la concentración y de la memoria están una mayoría de los trabajos; y hay otros síntomas que aparecen menos como son el dolor lumbar y de hombros, náuseas, disfagia, sudoraciones profusas, insomnio, ansiedad, depresión, irritabilidad, puntos gatillo, fotofobia o alteraciones de la voz. CONCLUSIÓN El mecanismo de latigazo cervical es muy complejo, ya que entran en acción gran variedad de estructuras no sólo de la columna cervical sino también del resto del cuerpo, y los movimientos que se producen no tienen un gran recorrido. En respuesta al primero de los objetivos planteados en esta revisión vamos a encontrar gran variedad de lesiones, diferenciando lesiones óseas, musculares, nerviosas, vasculares, articulares, ligamentosas, discales, medulares, cerebrales y viscerales. Para contestar segundo objetivo, exponemos la sintomatología que pueden presentar los pacientes que han sufrido las lesiones anteriores a causa de un mecanismo de latigazo cervical, como son: dolor de cuello, dolor de hombros y extremidades superiores, dolor lumbar, cefaleas, alteraciones visuales y auditivas, vértigo, debilidad y falta de fuerza, parestesias, edemas en miembros, alteraciones de la concentración y de la memoria, alteraciones psicológicas, disfagia, tinnitus, síntomas vegetativos (náuseas, vómitos, mareos, sudoraciones profusas), síntomas en la ATM (dolor y ruidos), puntos gatillo, rigidez y falta de movilidad, frialdad y palidez, irritabilidad, trastornos del sueño, ansiedad, fobia a la conducción, fatigabilidad y depresión. Son una gran variedad de lesiones y de síntomas A. VICENTE BAÑOS LESIONES Y SINTOMATOLOGÍA DEL SÍNDROME DEL LATIGAZO CERVICAL que se pueden dar en los pacientes, pero que no necesariamente aparecerán en todos ellos. BIBLIOGRAFÍA 1. McClune T, Burton AK, Waddell G. Whiplash associated disorders: a review of the literature to guide patient information and advice. Emerg Med J. 2002;19:499-506. 2. Cassidy JD, Carroll LJ, Côtè P, Lemstra M, Berglund A, Nygren A. Effect of eliminating compensation for pain and suffering on the outcome of insurance claims for whiplash injury. N Engl J Med. 2000;342(16):1179-1186. 3. García N, Burillo G, Osuna JM, García V. Síndrome de latigazo cervical y pruebas radiológicas. Aten Primaria. 2003;32(7):438-9. 4. Robaina FJ. Esguince cervical. Características generales y aspectos médico-legales. Rev Soc Esp Dolor. 1998;5:214-23. 5. Vázquez C, Joachim GF, De Miguel MT, Saldaña C, Gómez F. Lesiones por latigazo de la columna cervical. En: Fundación Mapfre, editores. Lesiones de la columna cervical y hombro. Madrid: Editorial Mapfre; 1983. p. 217-22. 6. Mealy K, Brennan H, Fenelon GC. Early mobilisation of acute whiplash injuries. Br Med J. 1986;292:656-7. 7. Whipguard.es [homepage on the Internet]. Badalona; c2005-2007 [actualizado 13 Abr 2007; citado 24 Abr 2007]. Disponible en: http://www.whipguard.es/. 8. Ramos F, Gil F, Trueba C. Clasificación y manejo de las lesiones cervicales producidas por mecanismo de aceleracióndesaceleración. Acta Ortopédica Mexicana. 2003;17(5):211-15. 9. Rodríguez AL. Fractura de la apófisis odontoides en un latigazo cervical: a propósito de un caso. Fisioterapia. 2001;23(2):77-88. 10. Garamendi PM, Landa MI. Epidemiología y problemática médico forense del síndrome de latigazo cervical en España. Cuadernos de Medicina Forense. 2003;32:5-18. 11. Fernández J, Fernández C, Palomeque L. Efectividad del tratamiento fisioterápico en las lesiones por aceleracióndeceleración del raquis cervical. Fisioterapia. 2002;24(4):206213. 12. Juan FJ. Síndrome asociado a latigazo cervical. Rev Clin Esp. 2004;204(6):326-30. 13. Pujol A, Puig L, Mansilla J, Idiaquez I. Síndrome del latigazo cervical: factores relevantes en el pronóstico médicolegal. Med Clin. 2003;121(6):209-15. 14. Trueba C, Alcázar D, Villazón JM. Correlación cínica vs radiológica en esguinces cervicales secundarios a colisión automovilística. Acta Ortopédica Mexicana. 2005;19(5):221-4. 15. Garamendi PM, Landa LI. Aproximación al análisis de los parámetros de valoración médico forense en relación con el síndrome de latigazo cervical en Vizcaya. Estudio retrospectivo de los años 1995, 1997, 1999, 2001 y 2002. Cuadernos de Medicina Forense. 2003;32:19-34. 16. Ortega A. Revisión crítica sobre el síndrome del latigazo cervical (I): ¿de veras existe una lesión anatómica?. Cuadernos de Medicina Forense. 2003;34:5-13. 17. Rosas JA, Méndez JV, Flores A, Beltrán R, Buffo I, Bohon JA. Análisis comparativo de la curvatura cervical entre sujetos sanos y pacientes con lesión aguda del cuello ocasionada por mecanismo de aceleración. Acta Ortopédica Mexicana. 2005;19(5):210-20. 18. Beltrán JA, Hernández LH, Urriolagoitia LG, Rodríguez RG, Dufoo M, González A. Distribución de esfuerzos por la acción de cargas de compresión en la vértebra cervical C5, empleando el método del elemento finito. Científica. 2005;9(3):135-142. 19. González S, Chaparro ES, De la Rosa MR, Díaz M, Guzmán JM, Jiménez JA et al. Guía clínica para la rehabilitación del paciente con esguince cervical, en el primer nivel de atención. Rev Med IMSS. 2005;43(1):61-8. 20. Norris SH, Watt I. The prognosis of neck injuries resulting from rear-end vehicle collisions. J Bone Joint Surg. 1983;65(5):608-11. 21. Pascual AM, Salvador A, Láinez JM. La cefalea postraumática. Fisiopatología, aspectos clínicos, diagnósticos y terapéuticos. Neurología. 2005;20(3):133-42. 22. Pobereskin LH. Whiplash following rear end collisions: a prospective cohort study. J Neurol Neurosurg Psychiatry. 2005;76:1146-51. 23. Prushansky T, Dvir Z, Pevzner E, Gordon CR. Electrooculographic measures in patients with chronic whiplash and healthy subjects: a comparative study. J Neurol Neurosurg Psychiatry. 2004;75:1642-44. 24. Ortoinfo.com [homepage on the Internet]. Madrid; c1999-2006 [actualizado 17 Nov 2006; citado 12 Abr 2007]. Disponible en: http://www.ortoinfo.com/. 25. Martínez F, Hernández LA, García JL, Dufoo M, García O, López J et al. Espasmo muscular del cuello en el esguince cervical y su correlación con la severidad de la lesión. Acta Ortopédica Mexicana. 2003;17(4):173-8. 26. Suso S, Mateos G. Síndrome del latigazo cervical (S.L.C.). Terceres Jornades Catalanes D’Actualitcazió en Medicina Forense. 1995 Noviembre 16-18; Barcelona, España. 1995 p. 19-40. 27. Ferrari F, Russell AS, Carroll LJ, Cassidy JD. A reexamination of the whiplash associated disorders (WAD) as a systemic illness. Ann Rheum Dis. 2005;64:1337-1342. 28. Ferrari R. Prevention of chronic pain after whiplash. Emerg Med J. 2002;19:526-30. 29. López MA, Castiella S. ¿Síndrome de latigazo cervical?. Aten Primaria. 2002;30(7):473-4. 30. Stewart MJ, Maher CG, Refshauge KM, Herbert RD, Bogduk N, Nicholas M. Advice or exercise for chronis whiplash disorders? Design of a randomized controlled trial. BMC Musculoskeletal Disorders. 2003;4:18-25. 31. Álvarez BA, Granados E, Reyes AA, Campos P. Valor pronóstico de las lesiones secundarias de esguince cervical diagnosticadas por resonancia magnética. Revista Mexicana de Medicina Física y Rehabilitación. 2002;14(1):20-5. 32. Zenteno B, García A, De la Torre I, Lara E. Utilidad del “collarín blando” en el tratamiento del síndrome cervical postraumático por accidentes de auto (“latigazo”). Acta Ortopédica Mexicana. 2006;20(4):164-8. 33. Rodríguez M. El latigazo cervical y colisiones a baja velocidad. Madrid: Ed. Díaz de Santos; 2003. REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 05 - 20 19 A. VICENTE BAÑOS LESIONES Y SINTOMATOLOGÍA DEL SÍNDROME DEL LATIGAZO CERVICAL 20 34. Caillet R. Lesiones cervicales de hiperextensiónhiperflexión: Síndrome del latigazo. En: Síndromes dolorosos: Incapacidad y dolor de tejidos blandos. México D.F.: Editorial El Manual Moderno; 1997. p. 212-7. 35. Combalia A, Suso S, Segur JM, García S, Alemany FX. Síndrome del latigazo cervical. Medicina Integral. 2001;38(3):95-102. 36. Subirana M, Cuquerella A, Reig R. ¿Síndrome del latigazo cervical con secuelas o error diagnóstico inicial?. Aportación de la radiología simple. A propósito de un caso. Quartes Jornades Catalanes D’Actualitcazió en Medicina Forense. 1997 Noviembre 13-15; Barcelona, España. 1997 p. 449-58. 37. Häggman B, Österlund C, Eriksson PO. Endurance during Chewing in Whiplash-associated Disorders and TMD. J Dent Res. 2004;83(12):946-50. 38. Helliwell M, Robertson JC, Todd GB, Lobb M. Bilateral vocal cord paralysis due to whiplash injury. Br Med J. 1984;288:1876-7. 39. Andonegui J, Prat M. Retinopatía traumática bilateral asociada a latigazo cervical. Arch Soc Esp Oftalmol. 2004;79:185-88. 40. Ferrari R. Auditory symptoms in whiplash patients. Australian Family Physician. 2006;35(5):367-8. 41. Bauer F. Are opening movements restricted to movements performed by the lowerjaw?. Tandlaeaebladet. 1964;9:423. 42. Ellis SJ. Tremor and other movement disorders alter whiplash type injuries. J Neurol Neurosurg Psychiatry. 1997;63:110-2. 43. McClune T, Burton AK, Waddell G. Evaluation of an evidence based patient educational booklet for management of whiplash associated disorders. Emerg Med J. 2003;20:514-7. 44. Ferrari R, Constantoyannis C, Papadakis N. Laypersons’expectation of the sequelae of whiplash injury: a cross-cultural comparative study between Canada and Greece. Med Sci Monit. 2003;9(3):120-4. 45. Ferrari R, Obelieniene D, Russell AS, Darlington P, Gervais R, Green P. Laypersons’expectation of the sequelae of whiplash injury: a cross-cultural comparative study between Canada and Lithuania. Med Sci Monit. 2002;8(11):728-34. 46. Ortega A. Revisión crítica sobre el síndrome del latigazo cervical (II): ¿Cuánto tiempo tardará en curar?. Cuadernos de Medicina Forense. 2003;34:15-27. 47. Fernández C, Fernández J, Palomeque L. Biomecánica del síndrome de latigazo cervical y su analogía osteopática. Fisioterapia. 2004;26(4):211-9. 48. Cervantes RA, Vélez C, Hinojosa M, Díaz E, Chagollán A, Estrada R et al. Correlación clínica y radiológica de lesiones cervicales, en un estudio realizado en la Cruz Roja Mexicana delegación Guadalajara, del mes de diciembre de 1998 a febrero de 1999. 2001;4(3):87-98. REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 05 - 20 PÁGINAS 21 A 36 Revisión Bibliográfica sobre la Epidemiología y Evolución del Síndrome de Latigazo Cervical H. Villarroya Llorach Diplomado en Fisioterapia. Máster en Osteopatía y Terapia Manual. Correspondencia: Hilario Villarroya LLorach C/Conde de Almodóvar 4-5 46003 Valencia E-mail: [email protected] Recibido: 8-10-08-Aceptado: 20-5-10 Rev fisioter (Guadalupe). 2010; 9(1): 21-36 RESUMEN Como las pruebas de imagen son poco apropiadas, el síndrome del latigazo cervical (SLC) ha de diagnosticarse y seguirse mediante la anamnesis y la exploración física del lesionado. La constelación de trastornos puede clasificarse en cinco niveles, indicadores de gravedad, mientras que la frecuencia y la intensidad de la cervicalgia permiten el seguimiento del SLC y establecer el alta clínica. Se propone un cuestionario para recoger los datos más relevantes para el diagnóstico y el pronóstico del enfermo. La previsión de indemnización por los daños permite sospechar que puedan exagerarse las lesiones y muchos artículos refutan la importancia del SLC. Sin embargo, tienen limitaciones metodológicas o científicas apreciables. Según las investigaciones, aproximadamente un 20 % de los afectados estará curado en una semana, el 50 % en un mes, el 70 % en 6 meses y el 80 % en dos años. Uno de cada seis sufrirá incapacidad laboral parcial o completa seis meses después del traumatismo. Aunque distintos datos biológicos, psíquicos, sociales y del accidente seleccionan a los lesionados con mayor riesgo de cronificación, el modelo biológico de lesión propone que esta depende de la capacidad de recuperación del órgano lesionado. Un esguince muscular podrá recuperarse en semanas o pocos meses, pero la lesión de los discos, las articulaciones interapofisarias, las cápsulas articulares, etc. seguramente causarán dolor e incapacidad crónicos. PALABRAS CLAVES Diagnóstico clínico, modelo biológico de lesión, pronóstico, revisión, simulación, síndrome del latigazo cervical. ABSTRACT Since imaging tests are not appropriate, whiplash associated disorders (WAD) need to be diagnosed and followed up using anamnesis and physical examination of the patient. Signs and symptoms of lesion can be grouped into five severity category levels, while monitoring the frequency and intensity of neck pain may establish the moment of recovery from WAD. A questionnaire is proposed to collate the data relevant for diagnosis and prognosis. Several papers dispute the importance of WAD, because compensation for suffering lends to the suspicion of exaggeration of symptoms. However, the methodological or scientific limitations of these papers must be taken into account. Roughly, 20% of patients will be cured within a week, 50% within a month, 70% within 6 months and 80% within 2 years. One in six will have his/her work ca-pacity restricted longer than six months after the accident. Although several biologic, psychiatric, social or accident-related data can identify the patients with a higher risk of persistent WAD, the biologic model of lesion suggests that this depends on the recuperative capacity of the affected neck structure. A muscle sprain can be healed within weeks or months, while lesion in discs, zygapophyseal joints or capsules will, most probably, cause chronic pain and incapacity. KEYWORDS Biological model of lesion, clinical diagnosis, prognosis, review, simulation, whiplash associated disorders 21 H. VILLARROYA LLORACH REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE LA EPIDEMIOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DEL SÍNDROME DE LATIGAZO CERVICAL 22 INTRODUCCIÓN La preocupación por las causas y consecuencias del latigazo cervical, lo que en lengua inglesa se denomina "whiplash", es grande, patologías, por otra parte, muy ligadas a las nuevas formas de vida, que, si alguno insiste, o más bien por mera comodidad discursiva, se pueden incluir en ese grupo de las "enfermedades de la civilización". El binomio formado por la unidad funcional cabeza – cuello es el segmento más móvil de la economía humana en la actividad de conducir un vehículo, con o sin accidente. Es también soporte de la estructura que anima el espíritu. Constituye pues un padecimiento propio de la vida moderna de las sociedades. El "síndrome del latigazo cervical" (SLC) es una de las lesiones con las que los médicos forenses se enfrentan con más frecuencia, pero demasiado a menudo les desorienta y les despierta aprensión, debido a que en ocasiones la evolución del dolor es imprevisible, y la causa es desconocida porque no se ha objetivado ninguna lesión. Los altísimos costes personales y económicos del síndrome del latigazo cervical y su gran incidencia convierten a esta lesión en uno de los campos clave de la tarea del médico forense. Desde la perspectiva internacional, se trabaja en diversos ámbitos, tomando en consideración la observación clínica precedente junto a los datos que proporcionan las nuevas situaciones, colacionando la experiencia e investigación, con el fin lograr mejoras tecnológicas que cristalicen en medidas de protección y seguridad, de prevención pasiva, de atenuación en caso de impacto. El conocimiento de su incidencia en los distintos países es variable, en sus comparaciones regionales, nacionales e internacionales, no tanto en cuanto a su sustantividad real que, insistiendo en ello, es enorme, sino por la falta de una deseable uniformidad en la recopilación de datos, la ausencia de criterios normalizados para establecer una información adecuada, un diagnóstico correcto o el mismo uso apropiado de la terminología. El hecho de que las manifestaciones del SLC, así como su duración, sean tan variadas, unido a la ausencia de alteraciones en las pruebas de imagen, no debe ser la excusa para atribuir a la ligera el síndrome a trastornos psíquicos del paciente o a la simulación con el fin de conseguir una compensación económica. El grupo de trabajo de Québec sobre trastornos asociados, al latigazo cervical lo define como una transferencia de energía al cuello resultado de una aceleración-desaceleración, que puede provenir de un impacto desde atrás o desde un lado, predominantemente por accidentes de vehículos a motor. La energía transferida puede causar lesiones óseas o de los tejidos blandos, las cuales a su vez pueden llevar a una amplia variedad de manifestaciones clínicas. Por lo tanto en este artículo, en primer lugar, propongo un cuestionario para facilitar la evaluación REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 21 - 36 clínica de los lesionados. Seguidamente evalúo los datos de filiación, mecanismo y tipo de accidente, así como los hallazgos clínicos iniciales sobre el síndrome de latigazo cervical. Discuto sobre la importancia de las compensaciones económicas en la evolución y en las secuelas del cuadro. También reviso la evaluación médico forense inicial, así como las exploraciones complementarias. Recojo datos sobre porcentaje de lesionados curados, porcentaje de reincorporados al trabajo y porcentaje de lesionados con secuelas. Evalúo los parámetros de trascendencia en el pronóstico médico-legal y finalizo recogiendo los distintos factores pronósticos que pueden influir en una recuperación tardía. OBJETIVOS Los objetivos del estudio han sido fundamentalmente tres: a) Evaluar los datos de filiación, tipo de accidente, mecanismo de producción de las lesiones, clínica del síndrome y resultado de las exploraciones complementarias. b) Determinar el tiempo medio de duración de las lesiones, los días de incapacidad laboral y las secuelas más frecuentes. c) Investigar los factores que contribuyen al pronóstico médico. Todo ello con la intención de mejorar la calidad de la valoración pericial en este complejo síndrome y disponer de patrones pronósticos que ayuden a sustentar mejor los informes médicos para poder asesorar mejor y proporcionar un mejor servicio a los ciudadanos. MATERIAL Y MÉTODO Se realizó una búsqueda de artículos de revista en las siguientes bases de datos: - Medline a través de Pubmed. - Cochrane Library plus en español. - Pedro (base de datos de Fisioterapia basada en la evidencia). - SpringerLink en español. Se introdujeron los siguientes términos y se combinaron en la búsqueda: whiplash injury, whiplash associated disorders, clinical diagnosis, prognosis, prevalence, randomizad controlled trial. Los límites de búsqueda fueron todos los artículos publicados entre 1990 y 2008. Se analizaron 150 artículos referentes a esta patología. Fueron seleccionados para su análisis los artículos que alcanzaron los siguientes criterios de inclusión: - Si la designación fue mediante forma randomizada en ensayos clínicos aleatorios. - Si eran revisiones bibliográficas. - Si todos los pacientes sufrieron lesiones por aceleración-desceleración (es decir, WAD, Whiplash Asociated Disorders). - Si eran casos clínicos. - Si la publicación fue escrita en inglés. H. VILLARROYA LLORACH REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE LA EPIDEMIOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DEL SÍNDROME DE LATIGAZO CERVICAL Se excluyeron los estudios donde no todos los pacientes presentaban whiplash, en aquellos casos en los que existían otras alteraciones tales como fracturas y/o afectación de otras regiones corporales. RESULTADOS Anamnesis y exploración física Este síndrome tan frecuente y complejo crea inseguridad clínica en aquellos que intentan explicar su mecanismo, establecer un pronóstico, ya que es fácil de diagnosticar, pero difícil de objetivar; la mayoría de las veces las exploraciones complementarias son negativas o inespecíficas y no existe un tratamiento claramente efectivo1-3. Desde el punto de vista médico, nos encontramos con un paciente ya diagnosticado, la mayoría de las veces sin datos objetivos de la lesión, con exploraciones complementarias normales o inespecíficas en numerosas ocasiones y con una evolución muy variable, siendo todavía difícil de explicar el por qué de la evolución crónica en un porcentaje valorable de sujetos4,5. Asimismo, en estos casos crónicos se implican factores psíquicos y también influye sin duda el afán de lucro que puede hacer aumentar la sintomatología clínica6-8. El escaso rendimiento diagnóstico de las pruebas complementarias de imagen obliga a que el diagnóstico y el seguimiento del síndrome del latigazo cervical sean clínicos, usando la anamnesis y la exploración física del enfermo (como siempre, por otro lado). Con el fin de facilitar la recogida de los datos más relevantes para el seguimiento clínico, propongo un cuestionario para la evaluación de los pacientes. Ha sido confeccionado a partir de la propuesta de Lucena et al9. Tiene dos ventajas: permite realizar y registrar la entrevista médica en pocos minutos y facilita la puesta en marcha de investigaciones en colaboración, a menudo imprescindibles para alcanzar un tamaño muestral suficiente. Las manifestaciones del SLC no son inmediatas. En una investigación prospectiva10, el 80 % de los lesionados acudieron a la consulta médica el mismo día de la colisión y el 17,5 % antes de las 48 horas, pero el 2,5 % tardaron más de 48 horas después del choque.Las manifestaciones más comunes son el dolor del cuello, la cefalea y la restricción de movimientos de la columna cervical, pero también pueden apreciarse disestesias, debilidad, dolor de espalda, cansancio, disfasia, trastornos visuales y dolor temporomandibular En la exploración física han de buscarse comportamientos indicativos del dolor del paciente, como los gestos, la fricción de la zona o su protección. Debe anotarse qué movimientos del cuello le causan dolor, cefalea o mareo. La medición de la movilidad del cuello sirve también para valorar la evolución de la lesión y, en caso necesario, para valorar sus secuelas. Las disestesias pueden hacer aconsejables las exploraciones neurológicas específicas. El dolor del cuello puede clasificarse en varios grados, según su frecuencia y su intensidad (Tabla 1)10. El dolor leve sería una molestia, el dolor moderado afectaría las actividades o el trabajo del individuo y el dolor grave las dificultaría muchísimo. Esta clasificación podría usarse también para señalar el alta clínica del afectado. La constelación de trastornos puede clasificarse Tabla 1 Clasificación del dolor del cuello según su frecuencia y su intensidad. en cinco niveles (Tabla 2)10, en una agrupación con valor predictivo, dado que el riesgo de seguir sufriendo un SLC a los seis meses del accidente aumenta con el grado asignado al lesionado. 23 Tabla 2 Niveles de presentación clínica del SLC El número y la intensidad de las distintas quejas suelen mostrar una buena correlación entre ellas: - La intensidad del dolor con la presencia de manifestaciones neurológicas del latigazo cervical11. - Las cefaleas previas con las posteriores al latigazo cervical12, siempre que exista también dolor en el cuello, un signo importante de lesión de la columna cervical. - La cefalea y el dolor en el cuello con la restricción de la movilidad de este13. - Proporcionalmente, la flexión y la extensión son los movimientos más restringidos 14. Midiendo la amplitud de sus movimientos cervicales, al 80% de las personas se las pudo diagnosticar correctamente como afectadas por el SLC crónico o como normales (sensibilidad de la prueba 72%; especificidad, 88%). La capacidad diagnóstica de la exploración se incrementaba al 90% incorporando al algoritmo la edad y el sexo del individuo. - Algunos enfermos, especialmente los afectados crónicos, padecen alteraciones psiquiátricas y REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 21 - 36 H. VILLARROYA LLORACH REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE LA EPIDEMIOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DEL SÍNDROME DE LATIGAZO CERVICAL 24 REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 21 - 36 H. VILLARROYA LLORACH REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE LA EPIDEMIOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DEL SÍNDROME DE LATIGAZO CERVICAL trastornos de relación, incluyendo el negativismo y la litigiosidad. Gargan y Bannister15 propusieron en Bristol una clasificación que encuadraba a los pacientes en cuatro grupos: - Grupo A: Libres de cualquier molestia, considerando que habían tenido una completa recuperación desde el accidente. - Grupo B: Síntomas ligeros presentes que no interfieren con sus actividades laborales o de ocio. - Grupo C: quejas de síntomas importantes que incapacitan para eltrabjo y el ocio y que hacen buscar al paciente alivio mediante el uso frecuente pero intermitente de análgesicos, ortesis y fisioterapia. - Grupo D: Problemas graves que ha ocasionado la pérdida del trabajo, que precisan el uso continuo de ortesis o análgesicos y que ha llevado a consultas médicas repetidas. Datos Generales La edad media (DE) fue de 35,6 (14,3) años, y la distribución por grupos de edad fue la representada en la figura 1. Es de destacar que más de la mitad de los casos se presentaron en sujetos de entre 21 y 40 años. De la muestra de varones y mujeres; algo más del 50% cursaron baja laboral y el resto de pacientes no la precisaron. Habían trabajadores autónomos (27%) y el 70% de ellos cursaron baja laboral. De los casos evaluados, el 13% se encontraban oficialmente en paro y el 10% de los pacientes tenían antecedentes de una enfermedad cervical previa: artrosis cervical conocida; hernia discal; antecedentes de otro esguince cervical, espondilolistesis y artrodesis de la columna cervical. como conductor de moto eran 9%, había un 2% lesionados en accidente de circulación como conductores de bicicleta, y en 2% casos se trataba de un atropello. Por último, cabe añadir que en el 4% el mecanismo de producción fue una agresión y en 1%de los casos fue una caída casual. En cuanto al tipo de accidente en los casos de tráfico, en 54% de los valorados el impacto fue dorsal, en 18% fue frontal, en 18% fue lateral y en 3%de los casos se trataba de un choque en cadena. La distribución por tipo de accidente indicaba que el 89,5% se habían producido en accidentes en los que se hallaban implicados turismos y taxis. En el 5,4% habían sido camiones, en el 4% otros vehículos (bicicletas, motos, etc) y en 1,6% los lesionados eran peatones (Figura 3). En el caso de los turismos, las colisiones habían sido posteriores en el 31%, frontales en el 14,5%, de otros tipos en el 34,3% y sin datos recogidos en el resto. El 87,6% de los lesionados, conductores u ocupantes de un vehículo, llevaban puesto el cinturón de seguridad de triple anclaje en el momento de la colisión. Hallazgos clínicos iniciales Para Radanov16, a los 3 meses permanecerán sintomáticos el 44% de lesionados, a los 6 meses el 31% y a los12 meses el 24%. En la figura 2 se representa el día en que se visitó a los pacientes tras la lesión. Se observa que 98 (82%) fueron visitados el primer día, algunos fueron reconocidos en los días siguientes e incluso dos 25 Figura 2. Día de asistencia médica inicial, tras las lesiones, en 120 casos de síndrome de latigazo cervical. Figura 1. Histograma de frecuencias que representa la distribución por edades en los 120 casos de síndrome de latigazo cervical. Ningún paciente relataba antecedentes de trastorno psicopatológico previo. Mecanismo de producción y tipo de accidente En 47% de los casos se trataba de un accidente de tráfico en que el lesionado era el conductor de un coche y en 35% de los casos era un pasajero. En 18% de los casos no se trataba del choque de un automóvil: los lesionados en accidente de tráfico Tabla 3. Clasificación en grados de esguince cervical, frecuencia y porcentaje. REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 21 - 36 ANA GÓMEZ GARCÍA TRATAMIENTO MANUAL POSTCIRUGÍA EN UN CASO CLÍNICO DE TRANSPOSICIÓN MUSCULAR DEL ROMBOIDES Y ANGULAR DE LA ESCÁPULA fueron visitados el séptimo día. El grado mas habitual (D3) era el más severo (182 casos, 40%) Conforme se incrementa la severidad del esguince, se prolongan los periodos de evolución, excepto el de curación entre los niveles C3 y D1. Tabla 4. Periodos de evolución por grados. 26 Compensaciones Económicas El hecho de que el SLC sea consecuencia de un accidente de tráfico y que esta situación esté protegida por un seguro lleva a mucha gente a la sospecha, más o menos genérica o basada en anécdotas, de que el afectado pueda exagerar o directamente simular sus lesiones, con el fin de obtener mayores compensaciones económicas o laborales. Es una sospecha que enturbia cualquier problema médico protegido por un seguro, como las enfermedades comunes, los accidentes laborales o las enfermedades profesionales. Todos recordamos anécdotas en ese sentido. Así, algunos facultativos, tanto clínicos como forenses, creen que la gravedad del SLC está motivada por la reclamación de indemnizaciones económicas y señalan las publicaciones que concluyen que al restringir el sistema de compensación se reducen las demandas17-21Sin embargo, muchos de los artículos que refutan la existencia o la importancia del SLC tienen limitaciones metodológicas o científicas notables22. Tal vez el artículo más citado sea el de Cassidy et al. en el New England Journal of Medicine19, contestado con varias cartas de los lectores23-26. Una de ellas cita la relación entre cobertura sanitaria y duración de los tratamientos: cuando las aseguradoras estadounidenses rehusaron pagar el ingreso hospitalario puerperal más allá del primer día posparto, los días de estancia hospitalaria y los costos de esos cuidados se redujeron enormemente25. En otro ejemplo, las reclamaciones a las compañías de seguros en algunas provincias de Australia disminuyeron después de introducir en la legislación barreras burocráticas y dificultades y de encarecer las solicitudes de reclamación. Los datos de Canadá merecen una reflexión particular. La incidencia media en el estado de Quebec en la serie 1989 publicada REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 21 - 36 en el monográfico de la QTF en 1995 era de 70 casos de WAD en accidentes de tráfico por cada 100.000 habitantes27. En la misma serie y en el mismo estado, el número de casos de WAD reclamados en relación con el número total de accidentes de tráfico producidos ese año era de un 20%. En el estado de Columbia Británica, sin embargo, esta proporción alcanzaba al 65% y en el pequeño estado de Sasketchawan, con apenas 1 millón de habitantes, esta proporción alcanzaba al 85% de los accidentes de tráfico(700 nuevos casos de WAD por cada 100.000 habitantes y año) (Figura 2). En este último estado, un cambio legislativo en 1995, que negaba la indemnización por daños morales y por dolor reservándola para daños objetivos y gastos médicos, hizo disminuir la incidencia de este trastorno en el sistema público de salud, pero solo en un 28%, colocando la incidencia relativa de WAD tras accidentes de tráfico en valores cercanos a la Columbia Británica o USA, pero alejados de Quebec o de otros países occidentales28. Estas diferencias entre los tres estados de Canadá no son explicables estadísticamente por la diferente composición de su parque móvil ni por la incidencia relativa de accidentes de tráfico entre los tres estados. Ni en el estudio de la serie de 1.989 de la QTF27, ni en la posterior ampliación del estudio por Cassidy et al en el año 2.000 sobre los efectos de los cambios legislativos en el estado de Saskatchewan28, se han podido señalar causas objetivas que justifiquen esta desproporción en la incidencia relativa del WAD entre estados del mismo país. En una investigación prospectiva realizada en donde apenas se conceden Canadá 10, compensaciones económicas judiciales por estas lesiones, de los 380 pacientes que habían sufrido un SLC, consiguieron evaluar a 126 veinticuatro meses después. A pesar de los tratamientos que hubieran seguido, 44 lesionados padecían aún los trastornos del síndrome (los dolores de los grados 3, 4 ó 5 de la Tabla 2). Esta cifra representa casi un 12 % de los que habían sufrido la colisión. En definitiva, pues, no está probado que de no mediar compensaciones económicas desaparecería el SLC. Evaluación médico-forense inicial El tiempo medio hasta acudir a la primera visita médico-forense fue de 124,9 (86,9) días. En esta primera visita el 37,5% pacientes se encontraban asintomáticos. De los restantes 62,5%, 59 presentaban cervicalgia, 24 dolor en el músculo trapecio, 16 cefalea, 16 parestesias y 14 mareos. En cuanto a los signos clínicos, en el 21% de los casos se observaron contractura cervical y limitación de la movilidad cervical. Respecto a las lesiones asociadas, en 58% de los casos el único diagnóstico fue el de esguince cervical y en el 42% de los casos los pacientes presentaban otras lesiones. Así, el 28% tenían policontusiones; el 6%, una contusión en una rodilla; el 5%, un traumatismo craneoencefálico H. VILLARROYA LLORACH REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE LA EPIDEMIOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DEL SÍNDROME DE LATIGAZO CERVICAL leve; el 2%, contusión en un hombro, y en 1% de los casos, una fractura del hueso cóccix. En la tabla 2 se indican los grados de afectación inicial según la CCWAD (la mitad de los pacientes presentaba un grado I; un tercio, un grado II, y la sexta parte, un grado III). Exploraciones complementarias En cuanto al resultado del estudio radiológico inicial, en 72 casos (60%) se apreciaba una rectificación de la columna cervical y en 19 pacientes (16%) se demostró una artrosis cervical. Solamente en tres casos se realizaron radiografías funcionales de la columna cervical y en todos fueron normales. En 30 casos (25%) se realizó una TC o RM de la columna cervical que destacó la presencia de artrosis cervical en 14 casos (47%), protrusión discal en 5 (17%) y hernia discal en un caso (3%). En 10 pacientes la exploración fue normal. Solamente en 7 casos (6%) se practicó un estudio electromiográfico, siendo la exploración normal en dos casos y objetivándose una radiculopatía C3-C4 o C5-C6 en 5 (4%). Parte de sanidad médico-forense El número medio de días invertidos en la curación de las lesiones fue de 71,6 (46,3) y el número medio de días de inhabilitación para las tareas habituales fue de 51,2 (44,7). En cuanto al tratamiento, en un caso fue precisa sólo una primera visita asistencial, en 47 casos (39%) se prescribió el tratamiento habitual y en 72 (60%), tratamiento rehabilitador. La mayoría de afectados por el SLC se recuperan en unas semanas y pueden volver a su trabajo o a sus actividades previas. Sin embargo, a otras el dolor y la incapacidad les duran más de seis meses. Curación Existen múltiples series relativas a los plazos de tiempo necesarios para que un paciente afecto de un WAD en fase aguda pueda considerarse recuperado. No obstante, la mayoría de las series presentan el problema metodológico de base de que no definen que factor clínico de estabilización consideran para su estudio. La mayoría alude términos tan alejados de una perspectiva clínica mensurable como "cierre del siniestro", dado que sus fuentes de muestras de población no derivan del entorno clínico sino del de las indemnizaciones por compañías aseguradoras. Existen algunas series que abordan la evolución de los pacientes afectos de WAD tras accidentes de tráfico desde una perspectiva clínica mensurable, pero en su mayoría o no disponen de muestras de población suficientemente amplias o bien analizan parcialmente los datos clínicos y epidemiológicos implicados. - Porcentaje de lesionados curados en menos de una semana: 22%29. - Mediana de tiempo de curación: 31 días 29 y 32 días30. Ambos trabajos definieron curación como el momento en el que la aseguradora dejaba de pagar la indemnización por incapacidad. - Porcentaje de lesionados con trastornos seis meses después del accidente: 12%30, 27%31, 35%20. Entre el 19 y el 60% refieren dolor e incapacidad33,34. - Porcentaje de lesionados con persistencia de quejas varios años después del accidente: 18%35. Del 4 al 42%31,36,37,38. Podemos apreciar que el porcentaje de curados crece primero deprisa y después mucho más lentamente. Como los datos provienen de fuentes distintas (de las agrupaciones de aseguradoras, de enfermos que acuden a urgencias de un hospital, de enfermos referidos al hospital desde atención primaria, etc.) debemos combinarlos con precaución. Aún así, digamos que aproximadamente un 20% de los afectados por un SLC estará curado en una semana, el 50% en un mes, el 70% en 6 meses y el 80% en dos años. En la serie de Quebec de 1989, sobre una muestra de 3.014 pacientes, se aprecia que "se cierra el siniestro" en un 22,1% en 1 semana, 53% en más de 4 semanas y en un 1,9% en más de un año, con una caso tras 1920 días. En la misma serie, el retorno a la actividad laboral se produce en un 50% en1 mes, 64% en 2 meses, 87% en 6 meses y 97% en 1 año. No obstante, en ningún caso se indica que las decisiones de cerrar el siniestro o de retornar a la actividad laboral hayan sido motivadas por causas clínicas mensurables10. En otros países se aportan datos similares, aunque también sin especificación de parámetros clínicos mensurables. En Grecia (1997) el 91% de casos presentan recuperación en 4 semanas39. En Alemania, en pacientes controlados con fisioterapia la recuperación es en 6 semanas y en 12 semanas en pacientes tratados solo con collarín cervical durante 3 semanas39. En nuestro país, el IML de Aragón comunica en su página web un periodo medio de estabilización clínica de esguinces cervicales valorados en su entorno de trabajo de 97,57 días y un periodo medio de incapacidad laboral de 69,39 días. Estos valores se refieren a valores promedio de los casos correspondientes a los tres grados de esguince manejados por los autores, diversos de los manejados por el QTF, aportando además resultados de valores promedio de puntuaciones por secuelas ajustadas al contenido del baremo anexo a la Ley 30/1995 de accidentes de tráfico estratificados por grados de esguince. Pese a las diferencias de criterio de gradación del trastorno clínico, los tres grados definidos en la serie de Zaragoza son equiparables con los grados 1 al 3 de la QTF. Sin embargo, las bases metodológicas de su revisión no son claras y sus resultados, basados en criterios de estimación del alta médico forense no definidos clínicamente, deben ser considerados con precaución40. Existen pocas series relativas a la evolución clínica del WAD en niños. En la serie clínica de Boyd R et al de 2.002, sobre 105 niños de edades REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 21 - 36 27 H. VILLARROYA LLORACH REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE LA EPIDEMIOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DEL SÍNDROME DE LATIGAZO CERVICAL entre 4 y 16 años que sufrieron accidente de tráfico por colisión en vehículos, se diagnosticó sintomatología de WAD grados 1 y 2 en el 47% (49 casos). La sintomatología se evidenció y precisó asistencia médica en 29 casos en las primeras 24 horas y en los restantes 20 casos en las primeras 48 horas. El tiempo medio de duración de los síntomas fue de 8,8 días con una desviación standard de 10,7 días y unos valores máximos y mínimos de 3 y 70 días. La duración de los síntomas fue claramente mayor en el grupo diagnosticado inicialmente como WAD grado 2 frente al WAD grado 1. Reincorporación al trabajo - Porcentaje de lesionados con incapacidad laboral parcial o completa seis meses después del accidente: El 730, el 941 o el 26%42. - Porcentaje que padecen incapacidad laboral parcial o completa un año después: El 7,8%43. El 32%44. - En un estudio de médicos forenses españoles45, el 45 % de los 145 lesionados estuvieron más de 40 días incapacitados para desempeñar su trabajo o sus tareas habituales (días impeditivos, según el término legal), el 13,8 %, más de 90 días y el 3,4 %, más de 200. No sabemos cuántos días necesitaron los lesionados hasta la sanidad, porque los autores facilitan por separado los días no impeditivos, sin agruparlos con los impeditivos. 28 Estabilidad con secuelas Hemos de buscar investigaciones españolas porque los estudios foráneos no abordan directamente esta cuestión. En el estudio de los médicos forenses citado 45 el 42 % de los 145 lesionados padecían secuelas al final del proceso, lo cual parece un porcentaje muy alto. Una razón puede ser que se les diera la sanidad demasiado pronto, de modo que algunos de los afectados que en otros países se clasifican como SLC crónico, sin rendirse en el esfuerzo terapéutico, sean clasificados como "estables con secuelas" en el sistema de valoración médica de las lesiones por accidente de tráfico. El 41 % de los lesionados con secuelas (25 de 145 lesionados) se incluyeron en el apartado de 'cervicalgia postraumática' de dicho baremo45. En algo más de la mitad de los pacientes (n = 62) quedaron secuelas (en la figura 3 se recogen el tipo y su frecuencia). Finalmente hemos de añadir que en 47 casos sólo se consideró que existía una secuela y en 15, dos secuelas. L. Serres46 recoge un estudio realizado sobre 26.171 esquinces cervicales. El tiempo medio de curación de los lesionados diagnosticados de esguince cervical fue de 81 días, de los que 57 eran impeditivos, con un tiempo medio de hospitalización de 0,09 días por lesionado. El 63% presentaban secuelas, con una media por paciente de 4,53 puntos, que corresponderían a 2,93 puntos si consideramos el total de lesionados con esguince cervical. La indemnización en euros fue de 3.302 por el concepto de incapacidad temporal, y de 1972 por permanente, REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 21 - 36 Tabla 3. Secuelas que presentaban 62 pacientes con síndrome de latigazo cervical. lo que totaliza 5.273 euros. Parámetros de trascendencia en el pronóstico médico-legal 1. Grado de afección clínica (tabla 5). Si se analizan los resultados de la tabla globalmente con un análisis de la varianza, se observa, entre los tres grupos, una gravedad clínica mayor cuanto mayor es la edad (p = 0,034), mayor es la prevalencia del sexo femenino (p = 0,007), mayor es la duración de las lesiones (p < 0,001), mayor es el número medio de días de inhabilitación para el trabajo habitual (p = 0,002), y mayor es el porcentaje de pacientes con secuelas (p = 0,001). El origen más habitual del traumatismo era un accidente de tráfico, con preponderancia por el conductor; la mejor evolución la presentaron las Tabla 5. Valoración del grado de afección clínica (según clasificación clínica de la Whiplash Association Disorders (CCWAD) en relación con la edad, el sexo, los días de curación, los días de baja laboral y el porcentaje de pacientes con secuelas en cada grupo. víctimas de agresiones; la peor evolución fue para los atropellos (periodos de curación) y conductores (periodo de incapacitación). 2. Edad (tabla 7). La distribución por sexos es similar en jóvenes (< 40 años) y en adultos mayores (>= 40 años), pero a mayor edad aumenta claramente el número de días de curación (p < 0,001) y de incapacidad laboral (p = 0,002). Asimismo, existe un aumento muy significativo del porcentaje de pacientes con secuelas en los sujetos a partir de 40 H. VILLARROYA LLORACH REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE LA EPIDEMIOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DEL SÍNDROME DE LATIGAZO CERVICAL Tabla 9. Influencia del sexo en los días de curación, días de incapacitación y días de hospitalización. Tabla 6. Evolución según etiología. mujeres, con significación estadística en cuanto a días de curación y de incapacitación En la figura 4 se representan los días medios de curación según el grado clínico inicial y el sexo. Se observa que, a mayor grado clínico, aumentan los días de curación, siendo las diferencias máximas entre varones y mujeres en pacientes con grado clínico III. 4. Antecedentes de enfermedad cervical previa (tabla 10). Se puede observar que el grupo de 12 pacientes con enfermedad cervical previa, en años de edad (p < 0,001). 3. Sexo (tabla 8). Si se analizan los resultados de Figura 4. Número medio de días de curación según el grado del esguince cervical y el sexo. Tabla 7. Influencia de la edad en el tiempo de curación de las lesiones, días de baja laboral y porcentaje de pacientes con secuelas. esta tabla se observa que en nuestro medio el SLC es más grave en las mujeres que en los varones. Se ve claramente que, con edades medias similares en ambos sexos, la media de días de curación y de días de incapacidad laboral son claramente superiores en el sexo femenino. Existe preponderancia por el sexo femenino (60/40), con una mayor frecuencia en todos los grados. relación con el grupo general, tiene una mayor edad media, su distribución por sexos es similar, pero también tardan más tiempo en curar de dicho síndrome, están más tiempo de baja laboral (p = NS) y todos tienen secuelas. 5. Exploración neurorradiológica cervical alterada (tabla 11). Los pacientes con SLC y RM/TC patológica de la columna cervical tienen una edad Tabla 8. Distribución de Sexos por Grado. Tabla 10. Valoración de los parámetros de interés médico-legal en función de la existencia de antecendentes de enfermedad cervical previa. La distribución por sexos de los lesionados en la serie de Québec fue 1,5/1 entre mujeres/hombres. El 76,3% eran conductores de un vehículo accidentado. Un 6,8% habían tenido un accidente de tráfico previo en el que sufrieron un WAD. La evolución del cuadro fue más lenta en media superior que la media del grupo global de pacientes evaluados, un aumento claro del tiempo empleado en la curación y en el número medio de días de incapacidad laboral. Asimismo, todos los pacientes de este grupo presentaron secuelas. La distribución de la gravedad clínica inicial valorada es de un mayor desplazamiento hacia grados II y REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 21 - 36 29 H. VILLARROYA LLORACH REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE LA EPIDEMIOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DEL SÍNDROME DE LATIGAZO CERVICAL sobre todo III, que implican en este grupo un 50% de los pacientes. 6. Situación laboral (tabla 12). Sólo hay diferencias significativas entre la edad media de ambos grupos de pacientes, la distribución por sexos En resumen, tenemos multitud de datos, algunos de ellos contradictorios, sobre la importancia de distintos factores pronósticos en la recuperación funcional de los enfermos. Pero una revisión sistemática reciente de los estudios prospectivos sobre el asunto49 permite calibrar la importancia de cada factor. Después de aplicar sus criterios de selección a los artículos, los investigadores trabajaron sobre 50 publicaciones, en inglés, francés, holandés o alemán. Sus resultados están resumidos en la Tabla 13. DISCUSIÓN El presente estudio se realizó para obtener Tabla 11. Influencia en los parámetros de interés médico-legal por el hecho de tener una exploración neurorradiológica cervical alterada. es homogénea y no hay diferencias significativas entre los días medios de curación, días de incapacidad o secuelas. Con el objeto de evaluar los efectos independientes de los diversos factores pronósticos, se realizó un análisis de regresión logística Tabla 13. Factores pronósticos 30 Tabla 12. Influencia de la situación laboral en relación con la edad, el sexo, los días medios de curación, días medios de incapacidad laboral y secuelas. utilizando los días de curación (más o menos de 60 días) como variable dependiente y la edad (más o menos de 40 años), el sexo, grado clínico, existencia de enfermedad cervical previa y tener una RM/TC cervical alterada. Los resultados de dicho análisis mostraron que el grado clínico de gravedad del SLC (riesgo relativo [RR]: 2,67; intervalo de confianza [IC] del 95%, 1,45-4,95) y la RM/TC cervical anormal (RR: 6,58; IC del 95%, 1,36-31,95) fueron los dos factores pronósticos relacionados de forma independiente con una curación más prolongada. Recuperaciones Tardías La explicación más simple es que se trata de otra manifestación de la regla biológica de la dispersión de los valores normales: frente a un problema dado, algunas personas se curan rápidamente y otras necesitan mucho tiempo. Sin embargo, sería muy útil conocer los datos que nos permitieran seleccionar a los pacientes con mayor riesgo de trastornos persistentes. Algunos sugieren un trastorno a la vez físico y psíquico47. Otros señalan que el dolor en el cuello es un fenómeno común en la población general, lo que interactuaría con las lesiones traumáticas48. REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 21 - 36 información sobre una serie de parámetros patogénicos, clínicos, radiológicos, periciales y del pronóstico médico-legal en una entidad extraordinariamente frecuente en nuestro medio como es el SLC. De los resultados del estudio destacamos que la edad más prevalente en nuestro medio se sitúa entre los 21 y los 30 años; es decir, se trata de una población muy joven, estando la incidencia por sexo totalmente equilibrada entre varones y mujeres. Estos datos coinciden con los de la bibliografía médica consultada en cuanto a la edad, aunque en relación con el sexo en varios estudios existe un predominio de mujeres27,50,51. En cuanto al mecanismo de producción de las lesiones, como ya es conocido, en más de un 90% de los casos se trata de accidentes de tráfico, la mayoría colisiones de automóviles, aunque no hay que olvidar un porcentaje bajo de agresiones1. La mayoría de los choques son posteriores, como es conocido, pero también hay golpes frontales, impactos laterales e incluso choques en cadena27,2,3 Por lo que respecta a la etiología, en el conjunto del grupo D de los esguinces cervicales, los conductores fueron el grupo más numeroso. El mayor periodo de curación fue para el grupo de lesionados por atropello, y de incapacitación y hospitalización para los conductores; los menores periodos los invirtieron los agredidos; estas H. VILLARROYA LLORACH REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE LA EPIDEMIOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DEL SÍNDROME DE LATIGAZO CERVICAL diferencias estarían en relación con la diferencia de energía del traumatismo. Alonso 52 encuentra diferencias de duración del proceso entre conductores (56,89%), con media de 68 días de curación, y ocupamos (40,26%), en los que la media es de 72 días. En otros casos (atropellos, 2,86%) el tiempo medio sería de 81 días. Al igual que en la casuística de la clínica, hay preponderancia de lesionados conductores sobre el resto, siendo su tiempo medio de curación de 134,42 días y el de los acompañantes de 122,81 días. La madia global es de 141,84 días. Para Serres46 los esguinces cervicales supondrían el 35% de los lesionados en accidente de tráfico. Para Larocca53, de todas las cervicalgias asistidas en urgencias, el 82% eran accidentes de tráfico, y el 54% un alcance. El 30% de los lesionados que consultan por un accidente de tráfico presentan cervicalgia. Para Gargan15, el 88% de todos los accidentes de tráfico son por alcance, y en el 48% de los casos los lesionados llevaban colocado el cinturón de seguridad. Aso y Cobo54 obtienen diferencias en los periodos de evolución de los esguinces cervicales según el origen sea un accidente de tráfico o una agresión, con peor evolución en los tráficos excepto el grado II, en el que tal vez pudiera influir el ánimo de venganza de la víctima contra el agresor. Un aspecto a destacar sería que algo más del 80% de los pacientes fue visitado el mismo día en que se produjeron las lesiones, si bien hubo casos que se visitaron el segundo, tercero e incluso el séptimo día. Esto concuerda con los datos de la bibliografía consultada; así, Dvorák55 encuentra en su serie que el 47% de los pacientes con SLC se visitan en las primeras 12 h, un 64% en las primeras 24 h, un 21% entre el primero y el tercer días tras la lesión y un 7% entre el cuarto y el séptimo. Llama la atención en su estudio que hasta un 6% de los pacientes consultan entre 8 y 30 días después, e incluso en un 1% de los casos al cabo de un mes del accidente. Aunque estos datos concuerdan en general con los de nuestro estudio, creemos que si se aceptan casos más allá de 5-7 días, se pueden crear graves problemas médico-legales en la demostración de la relación causa-efecto entre una denuncia y los síntomas tardíos del sujeto56. El 83% de los pacientes presentaban como síntoma principal la cervicalgia, y el dolor en la región del músculo trapecio, con un 40% de los casos, fue el segundo síntoma de presentación más frecuente. Tenían cefalea el 23% y un 13% de los pacientes tenían inicialmente parestesias en una extremidad superior. Los únicos signos claros que presentaban fueron la presencia de rigidez de la columna cervical en casi un 20% de los casos y la contractura de los músculos del cuello también cerca del 20% de los pacientes. Radiológicamente, el 60% presentaban una rectificación de la columna cervical. Estos datos concuerdan en general con la mayoría de la bibliografía médida consultada57-62 . Un hallazgo interesante es que el tiempo medio de demora entre el día en que se produjeron las lesiones y la primera visita realizada por el médico forense fue de 125 días, y que en la quinta parte de los casos llegó a ser superior a los 6 meses. Creemos que estas cifras no son deseables, ya que dificultan mucho la valoración médico-pericial y, evidentemente, están condicionadas por la posibilidad legal de denunciar hasta 6 meses después de haber sufrido una lesión en accidente de tráfico63 y por una cierta lentitud en la Administración de Justicia. En cuanto al grado clínico del SLC que presentaban los pacientes, los datos son similares a los de algunos estudios hallados en la bibliografía. Así, en los trabajos de Norris et al64 y Burke et al65, como en nuestro estudio, casi la mitad de los pacientes con un SLC se encontraban en el grado I de la CCWAD. En el grado II, tanto en nuestro estudio como en el de Norris et al, se encontraban aproximadamente una tercera parte de los pacientes, aunque Burke et al incluyen más de l a mitad de los casos. En el grado III encontramos casi la quinta parte de los casos, cifra similar también a la serie de Norris et al, pero superior a la del trabajo de Burke et al, quienes sólo tienen un 3% de pacientes64,65. En lo que respecta a las frecuencias: en 55 casos (12%) el esguince fue de grado C (con síntomas que limitaban, pero que se controlaban con terapia habitual). En 402 casos (88%) el grado de esguince fue D (incapacitante). Gargan y Bannister 15 encuentran en su serie que esguinces del grupo A son el 12% del total, del B el 48%, 28% del grupo C y 12% del grupo D. Gargan valora una muestra pequeña (43pacientes) a lo que podemos achacar la diferencia de resultados. En un 30% de los casos se practicó una RM/TC cervical que mostró alteraciones en las dos terceras partes. Ningún paciente presentaba lesión atribuible al traumatismo, a excepción de una hernia discal en uno y 5 casos con protrusión discal, lesión que cuesta atribuir al SLC66. En la mitad de los casos en que se practicó la exploración se encontró una artrosis cervical. Estos datos coinciden en general con los de la bibliografía científica, en el sentido que la RM raramente demuestra lesiones traumáticas agudas, y en cambio es útil para demostrar lesiones previas de gran importancia pronóstica67,68. En cuanto a los parámetros clásicos que constan siempre en un informe de sanidad médico-forense, como son el número de días empleados en la curación de la lesión y el número de días impeditivos, en nuestra serie el primero de ellos (72 días) es algo superior al de otra serie española como la de Aso et al69, cuya media es de 45 días. Lo mismo ocurre con el segundo parámetro, que es de 51 días en nuestra serie, también algo superior a los 29 días de la de Aso et al. En el estudio de Amorós et al70, estos datos son similares a los de nuestra serie. Si comparamos los tiempos medios de curación de nuestro trabajo con los de Aso et al en relación con el grado clínico, observamos discrepancias en pacientes con el grado I (27 frente a 54 días en nuestra serie), pero datos muy similares en los grados II y III (83 días en nuestra serie frente a 78 en REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 21 - 36 31 H. VILLARROYA LLORACH REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE LA EPIDEMIOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DEL SÍNDROME DE LATIGAZO CERVICAL 32 la de Aso et al, y 104 frente a 108 en la otra)69. Los aspectos del tratamiento son similares a los de la bibliografía médica consultada2,3,48. En relación con los pacientes que quedaron con secuelas (52% a los 72 días de media de curación del SLC), nuestros resultados son similares a los de otros estudios publicados4,50,64. Un problema no evaluado en este estudio es el del SLC crónico, que podría afectar entre un 14 y un 42% de los pacientes con SLC y que podría tener un origen orgánico o bien deberse a la influencia de factores psíquicos o del afán de lucro60,61,71. Laborda72 que estudia en AMA 650 esguinces cervicales, aprecia unos tiempos medios de curación entre 20 y 120 días. Para Alonso52, que estudia 1.133 lesionados con esguince cervical, el tiempo de curación oscila entre 79 días los hombres y 59 las mujeres, con tiempo medio de incapacidad de 70 días. El estudio Baón73, que valora 510 pacientes, incluye una gradación del esguince cervical en tres niveles: leve (dolor y contractura), 15 días de incapacidad, moderado (además cefalea, vértigo e irradiación local), 38 días, y grave (además braquialgias), 90 días de incapacidad. El Insalud74, basado en múltiples estudios bibliográficos, propone unos tiempos de incapacidad laboral: los esguinces leves, sin incapacidad, los moderados, hasta 21 días, y los graves de 7 a 28 días. Gargan 55, tras revisar 43 lesionados otorga periodos diferentes según la severidad del esguince: grado A, 0,6 meses; grado B, 0,5 meses; grado C, 1,74 meses; grado D, 3,15 meses. Perez Pineda 75 considera que el tiempo medio de curación del esguince cervical es de 30 días, todos ellos impeditivos, y sin precisar hospitalización. Miralles76 revisa múltiples publicaciones que incluyen la evolución de 1770 lesionados etiquetados de esguince cervical, y llega a la conclusión de que el 46% se recuperan totalmente en un periodo entre 9 12 meses, de los cuales la mayoría lo hace en menos de tres meses. Para Krag77, el 42% de esguinces cervicales mantendrán síntomas a los 12 meses, y el 36% a los 24 meses; entre los que se curan en los primeros 12 meses, el 88% lo harán en las 8 primeras semanas. Para Carol78, que extrae datos de Mutuas Patronales y del Sistema Nacional de Salud para obtener los tiempos estimados de duración de las patologías más frecuentes en el medio asegurador, los periodos estimados de duración del esguince cervical, según intensidad del mismo, serían: leve 15 días, moderado 40 días, grave 90 días. Aso y Cobo54 estudian los tiempos de curación de los esguinces cervicales en 241 lesionados en Zaragoza, siendo la media de 64 días de curación y 52 de incapacidad, y para los más severos de 124 y 96 días. Serres46 obtiene unos tiempos medios de evolución en su serie de esguices cervicales de 81, 57, 0,09 días. Respecto al grado clínico del SLC, creemos que nuestros datos demuestran su importancia y, por lo tanto, la gran utilidad médico-legal de la valoración de la gravedad clínica utilizando la sencilla REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 21 - 36 CCWAD10. Nuestros resultados concuerdan con los de otros autores61,64,69. En cuanto a los periodos de evolución de los esguinces cervicales. Los periodos en la evolución de los esguinces evaluados la media de curación (Clínico Médico Forense) es de 105,57 días, fueron progresivamente mayores según incremento de severidad diagnóstica, excepto el tiempo de curación del grado C3, mayor que el D1, tal vez poruqe los síntomas neurológicos condicionasen en mayor medida la evolución del lesionado en cuanto periodo de curación pero no en cuanto a incapacitación, que lógicamente es mayor en el grado D, etiqueta condicionada por la repercusión laboral del esquince. Los esguinces cervicales prácticamente no precisaron hospitalización. Por otra parte, también hemos confirmado en nuestra serie la trascendencia de la edad en el pronóstico del SLC, dado que en sujetos mayores de 40 años aumenta muy significativamente la media de días de curación, la media de días impeditivos y el porcentaje de pacientes con secuelas. Ello confirma, como ya han mencionado otros autores, que la edad también es un factor relevante en el pronóstico médico-legal 79,80,4,5,60 . Otro dato del máximo interés es la relevancia del sexo; se demuestra claramente que tener el SLC en mujeres implica un número significativo mayor de días de curación y de días impeditivos, en relación con pacientes del sexo masculino. Este resultado concuerda con los estudios de Benoist2 , Hohl et al50 y Aso et al69 , pero no coincide con otros estudios79,4,64,70 . Sexo: los esguinces afectaron en el 40,43% a varones y en un 59,57% a mujeres. La mayoría de esguinces cervicales fue del grado más severo y preponderancia femenina (1,47). En el estudio Alonso 52, el 54% eran mujeres y el 46% eran hombres; las mujeres curaron de media en 79 días y los hombres en 59. Serres 46 presenta en su serie de esguinces cervicales una incidencia del 59% en mujeres y del 41% en varones. Para Krag 77, las mujeres tienen el doble de probabilidades de mantener síntomas a los seis meses del traumatismo, si bien no encuentra diferencias a los dos años. En Zaragoza40 realizan una valoración diferenciada por sexo y grado diagnóstico, en cuanto a duración del proceso y en cuanto a incapacitación, siendo las evoluciones peores en todos los grados para las mujeres. También se ha demostrado que un sujeto con SLC que presenta antecedentes de enfermedad cervical previa conocida generalmente tiene una mayor edad que la media, tarda más tiempo en curar de sus lesiones, necesita más días de baja y en todos los casos quedan secuelas. Otro dato muy relevante es que los pacientes con una RM/TC patológica también tardan más tiempo en curar, están más tiempo de baja y el 100% presenta secuelas, lo cual concuerda con la mayoría de los estudios de la bibliografía7,79,80. Por último, no hemos encontrado diferencias significativas en los parámetros médico- H. VILLARROYA LLORACH REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE LA EPIDEMIOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DEL SÍNDROME DE LATIGAZO CERVICAL legales entre los sujetos que trabajaban por cuenta propia o ajena. Quizá puedan influir el relativo bajo número de pacientes en el estudio que son autónomos, en relación con los no autónomos, y la existencia también de otros grupos como parados o jubilados. Creemos que se necesitan más investigaciones para aclarar este aspecto del SLC. CONCLUSIÓN El escaso rendimiento diagnóstico de las pruebas complementarias de imagen obliga a que el diagnóstico y el seguimiento del síndrome del latigazo cervical sean clínicos, usando la anamnesis y la exploración física del enfermo (como siempre, por otro lado). Con el fin de facilitar la recogida de los datos más relevantes para el seguimiento clínico, propongo un cuestionario para la evaluación de los pacientes. Ha sido confeccionado a partir de la propuesta de Lucena et al9. Tiene dos ventajas: permite realizar y registrar la entrevista médica en pocos minutos y facilita la puesta en marcha de investigaciones en colaboración, a menudo imprescindibles para alcanzar un tamaño muestral suficiente En 47% de los casos se trataba de un accidente de tráfico en que el lesionado era el conductor de un coche y en 35% de los casos era un pasajero. En 18% de los casos no se trataba del choque de un automóvil: los lesionados en accidente de tráfico como conductor de moto eran 9%, había un 2% lesionados en accidente de circulación como conductores de bicicleta, y en 2% casos se trataba de un atropello. Por último, cabe añadir que en el 4% el mecanismo de producción fue una agresión y en 1%de los casos fue una caída casual. Para Radanov16, a los 3 meses permanecerán sintomáticos el 44% de lesionados, a los 6 meses el 31% y a los12 meses el 24%. El grado mas habitual (D3) era el más severo (182 casos, 40%) Conforme se incrementa la severidad del esguince, se prolongan los periodos de evolución, excepto el de curación entre los niveles C3 y D1. El hecho de que el SLC sea consecuencia de un accidente de tráfico y que esta situación esté protegida por un seguro lleva a mucha gente a la sospecha. Así, algunos facultativos, tanto clínicos como forenses, creen que la gravedad del SLC está motivada por la reclamación de indemnizaciones económicas y señalan las publicaciones que concluyen que al restringir el sistema de compensación se reducen las demandas 17-21. Sin embargo, muchos de los artículos que refutan la existencia o la importancia del SLC tienen limitaciones metodológicas o científicas notables22.En definitiva, pues, no está probado que de no mediar compensaciones económicas desaparecería el SLC. El tiempo medio hasta acudir a la primera visita médico-forense fue de 124,9 (86,9) días. En esta primera visita el 37,5% pacientes se encontraban asintomáticos. De los restantes 62,5%, 59 presentaban cervicalgia, 24 dolor en el músculo trapecio, 16 cefalea, 16 parestesias y 14 mareos. En cuanto a los signos clínicos, en el 21% de los casos se observaron contractura cervical y limitación de la movilidad cervical. La mayoría de afectados por el SLC se recuperan en unas semanas y pueden volver a su trabajo o a sus actividades previas. Sin embargo, a otras el dolor y la incapacidad les duran más de seis meses. - Porcentaje de lesionados curados en menos de una semana: 22%29. - Mediana de tiempo de curación: 31 días29 y 32 días30. Ambos trabajos definieron curación como el momento en el que la aseguradora dejaba de pagar la indemnización por incapacidad. - Porcentaje de lesionados con trastornos seis meses después del accidente: 12%30, 27%31, 35%20. Entre el 19 y el 60% refieren dolor e incapacidad33,34. - Porcentaje de lesionados con persistencia de quejas varios años después del accidente: 18%35. Del 4 al 42%31,36,37,38. - Porcentaje de lesionados con incapacidad laboral parcial o completa seis meses después del accidente: El 730, el 941 o el 26%42. - Porcentaje que padecen incapacidad laboral parcial o completa un año después: El 7,8%43. El 32%44. En algo más de la mitad de los pacientes quedaron secuelas (en la figura 3 se recogen el tipo y su frecuencia). En los parámetros de trascendencia médico-legal se llega a las siguientes conclusiones: - Una gravedad clínica mayor cuanto mayor es la edad, mayor es la prevalencia del sexo femenino, mayor es la duración de las lesiones, mayor es el número medio de días de inhabilitación para el trabajo habitual, y mayor es el porcentaje de pacientes con secuelas. - El origen más habitual del traumatismo era un accidente de tráfico, con preponderancia por el conductor; la mejor evolución la presentaron las víctimas de agresiones; la peor evolución fue para los atropellos (periodos de curación) y conductores (periodo de incapacitación). - La distribución por sexos es similar en jóvenes (< 40 años) y en adultos mayores (>= 40 años), pero a mayor edad aumenta claramente el número de días de curación y de incapacidad laboral. Asimismo, existe un aumento muy significativo del porcentaje de pacientes con secuelas en los sujetos a partir de 40 años de edad. - A mayor grado clínico, aumentan los días de curación, siendo las diferencias máximas entre varones y mujeres en pacientes con grado clínico III. - Los pacientes con SLC y RM/TC patológica de la columna cervical tienen una edad media superior que la media del grupo global de pacientes evaluados, un aumento claro del REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 21 - 36 33 H. VILLARROYA LLORACH REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE LA EPIDEMIOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DEL SÍNDROME DE LATIGAZO CERVICAL tiempo empleado en la curación y en el número medio de días de incapacidad laboral. Asimismo, todos los pacientes de este grupo presentaron secuelas. La distribución de la gravedad clínica inicial valorada es de un mayor desplazamiento hacia grados II y sobre todo III, que implican en este grupo un 50% de los pacientes. En resumen, tenemos multitud de datos, algunos de ellos contradictorios, sobre la importancia de distintos factores pronósticos en la recuperación funcional de los enfermos. Como factor adverso importante tenemos el dolor inicial intenso; como factor adverso menos importante están: restricción de la movilidad del cuello, gran número de trastornos, problemas psíquicos previos, nerviosismo, accidente en la autopista, necesidad de la fisioterapia; el resto no serán factores adversos. BIBLIOGRAFÍA 34 1. Aso J, Arredondo JM. Estudio médico-legal del esguince cervical. Libro de Ponencias de la II Reunión de Médicos Asistenciales. Mapfre Mutualidad. Subcentral La Mancha. Simposio sobre Traumatismo Cerrado del Raquis Cervical. Esguince-Latigazo Cervical; 1997, 24 de octubre; Tol 2. Benoist M. Traumatisme «en coup de fouet» («whiplash injury») du rachis cervical. Presse Med 2000;29:196-202. [Medline] 3. Eck JC, Hodges SD, Humphreys SC. Whiplash: a review of a commonly misunderstood injury. Am J Med 2001;110:6516. [Medline] [Artículo] 4. Gargan MF, Bannister GC. Long-term prognosis of softtissue injuries of the neck. J Bone Joint Surg (Br) 1990;72:9013. [Medline] 5. Radanov BP, Sturzenegger M, DiStefano G. Long-term outcome after whiplash injury. A 2-year follow-up considering features of injury mechanism and somatic, radiologic, and psychosocial findings. Medicine (Baltimore) 1995;74: 281-97. [Medline] [Artículo] 6. Radanov BP, DiStefano G, Schnidrig A, Ballinari P. Role of psychosocial stress in recovery from common whiplash. Lancet 1991;338:712-5. [Medline] 7. Radanov BP, Begré S, Sturzenegger M, Augustiny KF. Course of psychological variables in whiplash injury. En: Gunzburg R, Szpalski M, editors. Whiplash injuries: current concepts in prevention, diagnosis, and treatment of the cervical whiplash syndrome. Philadelphia: Lippincott Williams and Wilkins, 1998; 8. Cassidy JD, Carroll LJ, Côté P, Lemstra M, Berglund A, Nygren A. Effect of eliminating compensation for pain and suffering on the outcome of insurance claims for whiplash injury. N Engl J Med 2000;342:1179-86. [Medline] [Artículo] 9. Lucena J, Subirana M, Jiménez A. Protocolo de valoración médico-forense en el síndrome del latigazo cervical. En: Libro de las Segundas jornadas catalanas de actualización en medicina forense. Barcelona, noviembre de 1993. 10. Hartling L, Brison RJ, Ardern C, Pickett W. Prognostic Value of the Quebec Classification of Whiplash-associated Disorders. Spine 2001;26:36-41. 11. Kasch H, Bach FW, Stengaard-Pedersen K, Jensen TS. Development in pain and neurologic complaints after whiplash: A 1-year prospective study. Neurology 2003; 60:743-749. REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 21 - 36 12. Radanov BP, Sturzenegger M, Di Stefano G, Schnidrig A, Aljinovic M. Factors influencing recovery from headache after common whiplash. BMJ 1993;307: 652-655. 13. Kasch H, Stengaard-Pedersen K, Arendt-Nielsen L, Jensen TS. Headache, Neck Pain, and Neck Mobility After Acute Whiplash Injury. Spine 2001;26:1246-1251. 14. Dall'Alba PT, SterlingMM, Treleaven JM, Edwars SL, Jull GA. Cervical Range of Motion Discriminates Between Asymptomatic Persons and Those With Whiplash. Spine 2001;26:2090-2094. 15. Gargan MF, Bannister GC: Long-term prognosis of softlissue injuries of the neck. J Bone Joint Surg 72-B:901-903, 1990. 16. Radanov BP, Di Estefano G, Schnidring a, Sturzenegger M. Common Whiplash; psychosomatic or somatopsychic? J Neurol, Nuerosurg and Psych 1994; vol 57: 486-490. 17. Schrader H, Obelieniene D, Bovim G, Surkiene D, Mickeviciene D, Miseviciene I, Sand T. Natural evolution of late whiplash syndrome outside the medicolegal context. Lancet 1996;347:1207-1211. 18. Obelienne D, Schrader H, Bovim G, et al. Pain after whiplash: A prospective controlled inception cohort study. J Neurol Neurosurg Psychiatry 1999;66:279-283. 19. Cassidy JD, Carroll LJ, Côté P et al. Effect of eliminating compensation for pain and suffering on the outcome of insurance claims for whiplash injury. N Engl J Med 2000; 342:1179-1186. 20. Ferrari R. Editorial: the Many Facets of Whiplash. Spine 2001;26:2063-2064. 21. Ferrari R. Whiplash - review of a commnoly misunderstood injury. Am J Med 2001;162-163 (carta al editor). 22. Freeman MD, Croft AC, Rossignol AM, Weaver DS, Reiser M. A review and methodologic critique of the literature refuting whiplash syndrome. Spine 1999; 24:86-96. 23. Freeman MD, Rossignol AM. Effect of eliminating compensation for pain and suffering on the outcome of insurance claims. N Engl J Med 2000;343: 1118-1119 (carta al editor). 24. Merskey H, Teasell RW. Effect of eliminating compensation for pain and suffering on the outcome of insurance claims. N Engl J Med 2000;343:1119 (carta al editor). 25. Clionsky M. Effect of eliminating compensation for pain and suffering on the outcome of insurance claims. N Engl J Med 2000;343:1119 (carta al editor). 26. Russell RS. Effect of eliminating compensation for pain and suffering on the outcome of insurance claims. N Engl J Med 2000;343:1119-1120 (carta al editor). 27. Spitzer WO, Skovron ML, Salmi LR et al. Scientific monograph of the QTF on whiplash-associated disorders: redefining whiplash and its management. Spine, 1995;20(8S):173 28. Cassidy JD, Carroll LJ, Cote P, Lemstra M et al. Effects of eliminating compensation for pain and suffering on the outcome of insurance claims for whiplash injury. N Engl J Med, 2000;342(16):1179-1186. 29. Harder S, Veilleux M, Suissa S. The effect of sociodemographic and crash-related factors on the prognosis of whiplash. J Clin Epidemiol 1998;51:377-384. 30. Suissa S, Harder S, Veilleux M. The relation between initial symptoms and signs and the prognosis of whiplash. Eur Spine J 2001;10:44-49. 31. Radanov BP, Di Stefano G, Schnidrig A, Sturzenegger M. Psychosocial stress, cognitive performance and disability after common whiplash. J Psychosom Res 1993;37:1-10. H. VILLARROYA LLORACH REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE LA EPIDEMIOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DEL SÍNDROME DE LATIGAZO CERVICAL 32. Hartling L, Pickett W, Brison RJ. Derivation of a clinical decision rule for whiplash associated disorders among individuals involved in rear-end collisions. Accid Anal Prev 2002;34:531-539. 33. Freeman MD, Croft AC, Rossignol AM. "Whiplash associated disorders: redefining whiplash and its management" by the Quebec Task Force. A critical evaluation. Spine 1998;23:1043-1049. 34. Stovner LJ. The nosologic status of the whiplash syndrome: A critical review based on a methodological approach. Spine 1996;21:2735-2746. 35. Radanov BP, Sturzenegger M, Di Stefano G. Long-term outcome after whiplash injury. A 2-year follow-up considering features of injury mechanism and somatic, radiologic, and psychosocial findings. Medicine (Baltimore) 1995;74:281-297. 36. Barnsley L, Lord S, Bogduk N. Clinical review: whiplash injury. Pain 1994;58: 283-307. 37. Carette S. Whiplash injury and chronic neck pain. N Engl J Med 1994;330: 1083-1084. 38. Deans GT, Magalliard K, Rutherford WH. Neck sprain: a major cause of disability following car accidents. Injury 1987; 84:161-164. 39. Ferrari R, Russell AS. Epidemiology of whiplash: an international dilemma. Ann Rheum Dis, 1999;58:1-5. 40. Asso J, Arredondo JM. Standards de curación de esguinces cervicales. página web del IML de Aragón. http://personal.redestb.es/aarmf/stand_cer.htm. 41. Provinciali L, Baroni M. Clinical approach to whiplash injuries: A review. Phys Rehabil Med 1999;11:339-368. 42. Spitzer WO, Skovron ML, Salmi LR et al. Monograph of the Québec Task force on Whiplash-Associated Disorders: Redefining "whiplash" and its management. Spine 1995;20(Suppl):S1-S73. 43. Kasch H, Bach FW, Jensen TS. Handicap after acute whiplash injury: a 1-year prospective study of risk factors. Neurology 2001;56:1637-1643. 44. Sterner Y, Toolanen G, Gerdle B, Hildingsson C. The incidence of whiplash trauma and the effects of different factors on recovery. J Spinal Disord Tech 2003;16:195-199. 45. Smith E, Mayans J, Montañana JV et al. Esguince cervical postraumático. Valoración lesional y terapéutica. Repercusiones médicas y legales. Rev Soc And Traum Ortop 2001;21:189-194. 46. Serres Gutiérrez L. Valoración de los costes asistenciales e indemnizaciones en el latigazo cervical. V Jornadas Mapfre sobre Valoración del daño corporal. Latigazo cervical y perjuicio estético. Fundación Mapfre Medicina 2.002. pp. 103-108. 47. Gargan M, Bannister G, Main C, Hollis S. The behavioural response to whiplash injury. J Bone Joint Surg Br 1997;79:523-526. 48. Guez M, Hildingsson C, Nilsson M, Toolanen G. The prevalence of neck pain: a population-based study from northern Sweden. Acta Orthop Scand 2002;73: 455-459. 49. Scholten-Peeters GG, Verhagen AP, Bekkering GE, van der Windt DA, Barnsley L, Oostendorp RA, Hendriks EJ. Prognostic factors of whiplash-associated disorders: a systematic review of prospective cohort studies. Pain 2003;104:303-322. 50. Hohl M, Hills B. Soft tissue injuries of the neck in automobile accidents. Factors influencing prognosis. J Bone Joint Surg 1974;56A: 1675-82. 51. Maimaris C, Barnes MR, Allen MJ. «Whiplash injuries» of the neck: a retrospective study. Injury 1988;19:393-6. [Medline] 52. Latigazo cervical. Incapacidad temporal e incapacidad para la ocupación o actividad habitual. H.Alonso Taboada. En: Valoración del año corporal. Latigazo cervical y perjuicio estético. Pg. 235-251. Fundación Mapfre Medicina. Madrid. 2002. 53. Larocca H: Cervical sprain síndrome: diagnosis, treatment, and long-term outcome. In Frymoyer JW, Ducker TB, Hadler NM, et al (eds). The Adult Spine: Pinciples and Practice. New York, Raven Press 1051-1062, 1991. 54. Aso Escario J, Cobo Plana Ja. Valoración de las lesiones causadas a las personas en accidente de circulación. Análisis médico forense del Anexo a la Ley 30/1995. Editorial Masson. Barcelona. 1998. 55. Dvorák J. Soft-tissue injuries of the cervical spine (whiplash injuries): classification and diagnosis. En: Gunzburg R, Szpalski M, editors. Whiplash injuries: current concepts in prevention, diagnosis, and treatment of the cervical whiplash Syndrome. Philadelphia: 56. Fiori A, Hernández Cueto C. Nexo de causalidad. En: Hernández Cueto C, editor. Valoración médica del daño corporal. Guía práctica para la exploración y evaluación de lesionados. Barcelona: Masson S.A., 1996; p. 315-28. 57. Gay JR, Abbott KH. Common whiplash injuries of the neck. JAMA 1953;152:1698-704. 58. Gomar F. Traumatología. Valencia: Fundación GarcíaMuñoz, 1980. 59. Hohl M. Soft tissue neck injuries. A review. Chir Orthop 1990;76:15-25. 60. Barnsley L, Lord S, Bogduk N. Clinical review: whiplash injury. Pain 1994;58:283-307. [Medline] [Artículo] 61. Benoist M. Natural evolution and resolution of the cervical whiplash syndrome. En: Gunzburg R, Szpalski M, editors. Whiplash injuries: current concepts in prevention, diagnosis, and treatment of the cervical whiplash syndrome. Philadelphia: Lippincott Williams and W 62. Combalia A, Suso S, Segur JM, García Ramiro S, Alemany FX. Síndrome del latigazo cervical. Med Integral 2001;38:95-102. 63. Código Penal. Madrid: Colex, 2001. 64. Norris SH, Watt I. The prognosis of neck injuries resulting from rear-end vehicle collisions. J Bone Joint Surg 1983;65B:608-11. 65. Burke JP, Orton HP, West J, Strachan IM, Hockey MS, Ferguson DG. Whiplash and its effects on the visual system. Graefes Arch Clin Exp Ophthalmol 1992;230:335-9. [Medline] 66. Boden SD, McCowin PR, Davis DO, Dina TS, Mark AS, Wiesel S. Abnormal magnetic-resonance scans of the cervical spine in asymptomatic subjects. J Bone Joint Surg 1990;72A:1178-84. 67. Borchgrevink G, Smevik O, Haave I, Haraldseth O, Nordby A, Lereim I. MRI of cerebrum and cervical columna within two days after whiplash neck sprain injury. Injury 1997;28:331-5. [Medline] [Artículo] 68. Borchgrevink GE, Smevik O, Nordby A, Rinck PA, Stiles TC, Lereim I. MR imaging and radiography of patientes with cervical hyperextension-flexion injuries after car accidents. Acta Radiol 1995;36:425-8. [Medline] 69. Aso J, Mir MA, Navarro Celma JA, Vizan T, Cobo Plana JA, Calatayud V. Aproximación a la valoración de los traumatismos cervicales menores mediante estudio clínico, análisis del estrés postraumático y resonancia nuclear magnética. REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 21 - 36 35 H. VILLARROYA LLORACH REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE LA EPIDEMIOLOGÍA Y EVOLUCIÓN DEL SÍNDROME DE LATIGAZO CERVICAL Med del Trabajo 1993;2:183-8. 70. Amorós E, Gasque J, Pérez Pérez RM. Estudio de la patología cervical presentada por los lesionados reconocidos en los juzgados de instrucción de Lleida. Libro de Ponencias de las Terceras Jornadas Catalanas de Actualización en Medicina Forense; 1995, 16-18 de noviembre; Barcelona. Barcelona 71. Carette S. Whiplash injury and chronic neck pain. N Engl J Med 1994;330:1083-4. 72. Problemática médico legal del esguince cervical. Eugenio Laborda calvo. Curso de actualización médico forense. CEJAJ. Madrid. 16 a 18 de marzo de 1998. 73. Tiempos de curación en traumatología. Luis Baón Ramñirez. Ibermutua. Madrid. 1996 74. Manual de gestión de la incapacidad temporal. Director Ángel Guirao García. Insalud. 2ª edición. Madrid. 1998. 75. Manual de valoración y baremación del daño corpral. Blanca Perez Pineda y Manuel García Blázquez. Editorial Colmares. 4ª edición (ampliada). Granada. 1995. 76. Valoración del daño corporal en el aparato locomotor. Rodrigo C. Miralles Marrero. Editorial Masson. Barcelona. 2001 77. Krag MH: Cervical spine: trauma. In Frymoyer JW (ed). Orthopaedic Knowledge Update 4. AAOS, Rosemont, Illionois 431-432, 1993. 78. Valoración del daño corporal: Joan Carol i Joval. SAS Consultores, s.l. Barcelona. 2003. 79. `Evans RW. Some observations on whiplash injuries. Neurologic Clinics 1992;10:975-98. [Medline] 80. Suso S, Mateos G. Síndrome del latigazo cervical. Libro de Ponencias de Las Terceras Jornadas Catalanas de Actualización en Medicina Forense; 1995, 16-18 de noviembre; Barcelona: Departament de Justícia. Generalitat de Catalunya. Associació Catalana de Metges Forenses, 199 36 REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 21 - 36 PÁGINAS 37 A 42 Origen de la Cefalea Tensional The Origin of Tension-type Headache R. Romero-Godoy: Diplomada en Fisioterapia. Master en Osteopatia y Terapia Manual. Profesor Colaborador. Departamento de Ciencias de la Salud. Grado en Fisioterapia. Universidad Católica de San Antonio. (Guadalupe) Murcia. S.R. Romero-Godoy: Diplomada en Fisioterapia. Correspondencia: e-mail: [email protected] (R Romero Godoy). Tlfno: 968 27 88 00 (Ext.: 806) Recibido: 30-09-08. Aceptado: 30-09-08 Rev fisioter (Guadalupe). 2010; 9(1): 37-42 RESUMEN Introducción y objetivos: La cefalea es una de las causas de consulta médica más comunes y el síntoma más frecuente consultado en neurología. La prevalencia según estudios estadísticos nacionales es de un 62% en hombres y un 86% en mujeres. De todas las cefaleas la cefalea tensional es la más común, pero la menos estudiada y conocida. Nos hemos propuesto hacer una revisión actual sobre la etiopatogenia en las cefaleas tensionales que nos pueda orientar a futuras investigaciones. Material y método: Se ha realizado una amplia revisión bibliográfica de los últimos quince años en: la Sociedad internacional para las cefaleas, el Grupo de estudios para las cefaleas de la Sociedad Española de Neurología, cursos impartidos y publicados por la Academia Americana de Neurología y los principales manuales sobre cefaleas. Así como las bases de datos y plataformas: MedLine (Pubmed), Bireme y Ebsco Host. El operador lógico utilizado ha sido AND y los límites de consulta han sido del año 1991 al 2006. Resultados y discusión: Analizamos los siguientes aspectos dentro de la cefalea tensional: -Clasificación y concepto -Factores orgánicos -flujo sanguíneo -actividad muscular -hipersensibilidad al dolor pericraneal -parámetros bioquímicos -Factores neurofisiológicos y psicológicos Las cefaleas tensionales no son una única entidad teniendo mecanismos etiopatogenicos diferentes y múltiples, pudiendo interrelacionarse entre ellas además de cambiar evolutivamente, transformarse o coexistir con otros tipos de cefaleas de etiopatogenia diferente. Nos encontramos con una etiología compleja y múltiple donde se interrelacionan factores orgánicos y neurofisiológicos influenciados a su vez por factores externos e internos. Conclusiones: Para un correcto manejo de la cefalea tensional se debe realizar una valoración individualizada y “a la medida” de cada paciente con una convergencia multidisciplinar médica y de otros profesionales como psicólogos o fisioterapeutas. PALABRAS CLAVES Tensional-Type Headache, Physical therapy, medication. ABSTRACT Introduction and objectives: Headache is one of the most common causes in medical consultation and the symptom more frequently consulted in neurology. The prevalence according to national statistical studies is 62% in men and 86% in women. Among all headache, the tensional-type headache is the commonest, but it is the less investigated and known one. We have intended to make a current review on etiopatogeny in tensional-type headaches that can be oriented to future investigations. Material and method: A comprehensive bibliographical review of the last fifteen years has been made with works from: the International Headache Society, the Training group for the headache of the Spanish Society of Neurology, courses distributed and published by the American Academy of Neurology and the main manuals on headache. The following data bases and platforms have also been used: MedLine (Pubmed), Bireme and Ebsco Host. The boolean operator used has been AND and the consultation limits have been from 1991 to 2006. Results and Discussion: We analyzed the following aspects within tensional-type headaches: - Classification and concept - Organic Factors -bood flow -muscular activity -hipersensibility to the pericraneal pain -biochemical parametres - Neurophysiological and psychological factors Tensional-type headaches do not conform a simple entity but present different and multiple etiopatogenic mechanisms, being able to interrelate with each other, in an evolutionary way and to become or to coexist with other types of headache with different etiopatogenic. We found a complex and multiple etiology where organic and Neurofichologics interrelated and are influenced by external and internal factors. Conclusions: To have an accurate view of tensional-type headaches, we should carry out an individualized assessment for each patient with the multidisciplinary convergence of physician and other professionals such as psychologists or physiotherapist. KEYWORDS Tensional-Type Headache, Physical therapy, medication. 37 R. ROMERO GODOY Y S.R. ROMERO GODOY ORIGEN DE LA CEFALEA TENSIONAL 38 INTRODUCCIÓN Se define cefalea, según el diccionario de la lengua española, como dolor que afecta a la cabeza (1). Y según la Sociedad Internacional para el dolor de cabeza (IHS), como algia cráneo facial (2), es decir, dolor referido a estructuras del cráneo y/o cara. La palabra cefalea procede de la unión de las palabras griegas “cefa”, cuyo significado es cabeza y “algos”, que significa dolor (3,4). Según la última revisión de la IHS (2004) las cefaleas se clasifican en dos grandes grupos: cefaleas primarias y cefaleas secundarias. Siendo las primeras todas aquellas que no están asociadas a lesión estructural o enfermedades determinantes, como son la migraña, la cefalea tensional o tipo tensión, la cefalea en racimos y otras cefaleas trigémino-autonómicas, etc; mientras que el segundo grupo comprende todas aquellas asociadas a lesión estructural o enfermedad determinante, tales como: cefaleas secundarias a traumatismo craneal, a trastornos vasculares, a otro tipo de trastorno intracraneal no vascular, a consumo de determinadas sustancias o su supresión, a infección no cefálica, a trastornos metabólicos, a alteraciones del cráneo, cuello, ojos, oídos, nariz, senos, dientes, boca u otras estructuras faciales o craneales, a neuralgias craneales, dolores de troncos nerviosos y por desaferenciación, etc. La cefalea es una de las causas de consulta médica más comunes y el síntoma más frecuentemente consultado en neurología (5-8). La prevalencia según estudios estadísticos nacionales es de un porcentaje de 62 % en la población masculina Tabla 1. Prevalencia de los distintos tipos de cefalea primaria. Rasmussen BK, Olensen J, 1992. REV FISIOTER (GUADALUPE). 20010; 9 (1): 37 - 46 frente a un 86 % en la femenina (Láinez JM, 2004). Confrontados con estudios a nivel mundial resulta ser un porcentaje relativamente alto, siendo éste de un 93% en varones frente a un 99% en las mujeres; de los cuales existía una prevalencia en los varones de un 11% que habían padecido cefalea en los 14 últimos días y un 22% de mujeres (Rasmussen BK, Olensen J, 1992) De todas las cefaleas, la cefalea tensional (CT) es la más común representando el 66% según un estudio exhaustivo realizado en Dinamarca, siendo el único que hasta ahora se ha hecho que abarque todos los tipos de cefaleas, tanto primarias como secundarias (Rasmussen BK, Olensen J, 1992). En la tabla 1 aparecen los resultados de la prevalencia de los distintos tipos de cefaleas primarias. OBJETIVOS El objetivo que nos hemos planteado en nuestro estudio ha sido realizar una revisión actualizada sobre la etiopatogenia en las cefaleas tensionales que nos pueda orientar a futuras investigaciones acerca del tratamiento más adecuado para la misma. MATERIAL Y METODOS Se ha llevado acabo una exhaustiva revisión bibliográfica sobre las cefaleas tensionales, donde se han revisado el concepto y clasificación de las cefaleas de la última revisión de la Sociedad Internacional para las cefaleas (IHS 2004), así como se han consultado todas las publicaciones realizadas por el Grupo de estudios para las cefaleas de la Sociedad Española de Neurología; los cursos impartidos y publicados por la Academia Americana de Neurología (American Academy of Neurology) y los principales Manuales sobre cefaleas (nacionales e internacionales). Todos ellos publicados en los últimos 5 años. También se ha realizado una búsqueda bibliográfica en las bases de datos Medline (PubMed) y Bireme, así como la plataforma Ebsco Host. Los artículos fueron seleccionados teniendo en cuenta como criterio de inclusión, todos aquellos que abordasen la cefalea tensional en todos sus aspectos, descartando así pues, como criterio de exclusión todos aquellos artículos que versarán sobre otro tipo de cefalea, ya fuese primaria o secundaria. Los operadores lógicos que se han utilizado en las búsquedas han sido AND y NOT combinados con las palabras claves: Tension-type headache y physical therapy. Así como de los subtítulos de la palabra clave Tension-type headache: medication, etiology y physiopatology Se ha hecho uso de los límites de selección de búsqueda de los artículos publicados en los últimos 15 años. Así como también se ha realizado consulta en abanico para ampliar información utilizando “single citation” de Medline (PubMed). En las siguientes tablas se muestra de forma resumida el resultado de las búsquedas: R. ROMERO GODOY Y S.R. ROMERO GODOY ORIGEN DE LA CEFALEA TENSIONAL 39 En la plataforma Ebsco Host se buscó inicialmente por la palabra Tension-Type Headache. Al darnos un número elevado de resultados, se acotó la búsqueda mediante las palabras: medication, etiology y physiopatology, combinadas con el operador lógico AND y NOT. La primera combinación se hizo para obtener un valor aproximativo de la cantidad de artículos en los que no hablen de la medicación en pacientes con cefalea tensional. En la segunda combinación encontramos un número escaso de artículos y en la última ninguno. En la base de datos Medline (PubMed) se realizó igual proceder, primero se buscó por la palabra Tension-Type Headache, al salir un número elevado de resultados, se acotó la búsqueda mediante el límite specify date range de 1991 a 2006, obteniendo aun un número elevado de artículos, por lo que se procedió a combinar Tension-Type Headache con el límite specify date range de 1991 a 2006 con las palabra clave: Physical Therapy, mediante el operador lógico AND. Así como también se hizo uso de los subtítulos encontrados en Tension-Type Headache, tales como: etiology, physiopatology, blood y psycology Se descartaron todos aquellos artículos que no nos fueron de interés o no se ajustarán a la información precisada. RESULTADOS Clasificación y concepto La última clasificación realizada por la IHS2, distingue tres tipos de CT: episódica infrecuente, episódica frecuente y crónica, recogiendo también el criterio de probable para las tres variedades, aunque esta última se utiliza más como criterios operativos ante ensayos clínicos y con fines de investigación, para así clasificar todos los casos dudosos11. Todos estos tipos de cefalea tensional mencionados pueden asociarse o no, a hipersensibilidad de la musculatura pericraneal, que será dolorosa a la palpación2,5,6. Se entiende por CT episódica infrecuente a la caracterizada por dolor opresivo, bilateral y de intensidad leve o moderada; no empeora con la actividad física, ni causa náuseas o vómitos, puede haber cierta molestia a la luz o a los ruidos, pero nunca ambas a la vez; dura minutos o hasta días. Son poco frecuentes, como su propio nombre lo indica, ocurriendo desde una vez al mes hasta 12 días al año. La CT frecuente sin embargo, pese a tener las mismas características de base que la anterior, se diferencia de ésta en que su frecuencia de aparición es mucho mayor, siendo de más de 1 día pero menos de 15 días al mes o entre 12 a 180 días al año. La cefalea tensional crónica, además de presentar REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010;9 (1): 37 - 46 R. ROMERO GODOY Y S.R. ROMERO GODOY ORIGEN DE LA CEFALEA TENSIONAL dolor opresivo, bilateral de intensidad leve o moderada, que no empeora con la actividad física puede tener leves náuseas, fotofobia o fonofobia, y al igual que las anteriores dura minutos o hasta días, presentando una frecuencia de aparición de más de 15 días al mes o más de 180 días al año. Para que se cumplan los criterios de diagnóstico el enfermo tiene que haber presentado dichos episodios durante al menos 3 meses2. 40 Mecanismos etiopatogénicos Se ha visto que existen unos mecanismos orgánicos y neurofisiológicos completamente interrelacionados . Dentro de los factores orgánicos: - No se ha apreciado alteración en el flujo sanguíneo cerebral en las CT12-15. - Sí se ha apreciado un aumento de la actividad muscular crónica valorada mediante electromiografía (EMG) en la musculatura pericraneal, apreciándose en un mayor porcentaje en las CT crónicas, con un 35-50%, frente a un 11% en las CT episódicas. Hemos podido ver que la intensidad del dolor no guarda ningún tipo de relación con la contractura muscular. Se aprecia también presencia de contractura en musculatura de los maseteros, pero ésto es similar a la que podemos encontrar en otros pacientes con otros dolores crónicos como las lumbalgias o dorsalgias16-18. - Aunque se ha apreciado hipersensibilidad al dolor pericraneal que se piensa pueda ser por una mayor susceptibilidad al dolor de los receptores nociceptivos, tampoco existe una clara correlación con ello, ya que sólo hay hipersensibilidad a la presión en algunos grupos de pacientes y también podemos encontrar hipersensibilidad al dolor pericraneal en otros pacientes con otras cefaleas, como sucede por ejemplo en las migrañas. No hay ninguna evidencia que verifique la relación entre el grado de susceptibilidad y el de intensidad en las CT 19-23 . - También se han visto alterados determinados parámetros bioquímicos asociados al dolor, sin que podamos establecer específicamente si se encuentran así debido a la cefalea tensional o que éstos provocan CT. Así se ha encontrado niveles de serotonina (5 hidroxitriptamina), tanto elevados como disminuidos a nivel del plasma, sin embargo a nivel serotonina plaquetar y en líquido cefalorraquídeo se encuentra elevado regularmente durante el dolor24-30. La metaencefalina, tanto en plasma como en el líquido cefalorraquídeo, se haya elevada31, 32. La _-endorfina sin embargo se puede encontrar indistintamente tanto elevada como disminuida, a nivel del plasma y del líquido cefalorraquídeo. Sin embargo, la dimorfina si se haya disminuida en el líquido cefalorraquídeo33. Como factores neuropsicológicos se han encontrado: Los estudios neurofisiológicos son completamente normales siendo datos inespecíficos en las CT. No existen alteraciones específicas ni en REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010;9 (1): 37 - 46 el Electroencefalograma (EEG), mapeo cerebral, potenciales evocados, variables de contingencia negativa, etc34,35. - El reflejo inhibitorio temporo-mandibular se encuentra prolongado en su latencia o abolido en las CT crónicas; siendo éste sin embargo, completamente normal en las CT episódicas, migrañas, cefaleas en racimos, cefaleas postpunción lumbar o cefaleas secundarias. Este reflejo se puede apreciar también alterado en las cefaleas por abuso de analgésicos36, 37. - También encontramos asociación frecuente con alteraciones psicopatológicas, lo cual podemos verificar mediante test psicológicos en los que podemos encontrar indicios de ansiedad, estrés, alteraciones de ánimo, síntomas depresivos, trastornos del ritmo psicobiológico (sueño, apetito, etc). Pero no hay una clara conclusión de si son causas determinantes o efectos de la cefalea tensional 38-43. Los tests neuropsicológicos más frecuentemente utilizados en pacientes con cefaleas tensionales para obtener la información que implique un mejor manejo en las CT, son: Diario de cefaleas, Inventario multifásico de personalidad de Minnesota-2 (MMPI-2), Escala de depresión de Hamilton, Inventario de Depresión de Beck (BDI), Escala de ansiedad de Hamilton, McGill Pain Questionarie37, 44-49. En conclusión, existe una gran diversidad de alteraciones, con psicopatogenia diferentes, sin un claro correlato con el tipo de CT, ni tampoco con su intensidad o grado de severidad. - Existe una frecuente asociación al dolor miofascial, principalmente en la musculatura suboccipital y trapecio superior, con un patrón característico de dolor referido, banda palpable y trigger point50-55. Diagnóstico diferencial Para poder llegar a la conclusión que el paciente presenta una cefalea tensional y del tipo del que se trata, se debe realizar un buen diagnóstico diferencial para excluir otras enfermedades con lesión orgánica y para orientar sobre el tipo de cefalea tensional de la que se trata, así como los factores precipitantes o desencadenantes de la misma. Para excluir de otras enfermedades con lesión orgánica se debe hacer tanto un examen general y neurológico, como estudios complementarios donde se realice una analítica sistémica, que incluya incluso estudio hormonal y pruebas de neuroimagen (TAC cerebral y RMN). Para orientar sobre el tipo de cefalea tensional de la que se trata, así como los factores precipitantes o desencadenantes de la misma, se debe realizar: una historia clínica exhaustiva con orientación neuropsicológica y valoración neuropsicológica. DISCUSIÓN Las cefaleas tensionales no son una única entidad y tienen mecanismos etiopatogenicos probablemente R. ROMERO GODOY Y S.R. ROMERO GODOY ORIGEN DE LA CEFALEA TENSIONAL diferentes y múltiples, pudiendo interrelacionarse entre ellas además de cambiar evolutivamente o transformarse. Las CT pueden coexistir con otros tipos de cefaleas de fisiopatogenia diferente, lo que nos complica aún más su clínica. Nos encontramos con una etiología compleja y una hiperactividad muscular. Este mecanismo fisiopatogénico es importante conocerlo porque podemos partir de este esquema (figura 1) para elaborar distintas estrategias que nos permitan elaborar un una planificación bien estructurada del tratamiento más idóneo para cada paciente. Figura 1. Figura1.Olensen J, Schoenen J (eds). Tension-Type Headache: Classification, Mechanisms, and Treatment. New York: Raven. 1993;127-130. múltiple, donde no sólo se interrelacionan los factores orgánicos con los neuropsicológicos sino que además éstos se ven influenciados tanto por factores externos o ambientales como por factores internos o constitucionales. Unos ejemplos ilustrativos en los que podíamos explicar con una mayor claridad todo este suceso sería: Un caso de factor orgánico influenciado por su componente externo lo podríamos ver en aquella persona que durante gran parte del día mantiene una postura inadecuada y esta situación es mantenida en el tiempo. Mientras un caso de factor orgánico influenciado por su componente interno sería una persona con algún problema muscular ya predeterminado genéticamente, como pueda ser alguna desviación o problema en la columna. Otro ejemplo en el que se pueda ver como se ve influenciado el factor neuropsicológico por su componente externo sería aquella persona en la que se haya en un trabajo donde hay muchas tensiones. Sin embargo un factor neuropsicológico influenciado por su componente interno lo encontraríamos en aquellas personas muy susceptibles a cualquier cambio, personas neuróticas que están contínuamente en tensión, reiterativas y obsesivas. Un esquema resumen de la fisiopatología que englobe todos los factores puede ser el que vemos en la figura 1, propuesto por Olensen en 199356, donde podemos observar que los nociceptores del dolor del troncoencéfalo van a ser estimulados tanto desde el punto de vista del sistema nervioso central, por una disfunción del sistema límbico, como desde el sistema nervioso periférico por dos vías: por una hipersensibilidad de los receptores de dolor y/o por CONCLUSIÓN Las cefaleas tensionales no son probablemente una única entidad y tienen mecanismos etiopatogenicos diferentes y múltiples. Las CT pueden coexistir con otros tipos de cefaleas de fisiopatogenia diferente. Para un correcto manejo se debe realizar una valoración individualizada y “a la medida” de cada paciente que nos permita clasificar adecuadamente el tipo de cefalea tensional y las características que presenta, si se inclina más hacia un problema del sistema periférico, central o ambas. BIBLIOGRAFÍA 1. Diccionario de la lengua española. Madrid: Real Academia Española.; 2001. Disponible en: http://www.rae.es/ 2. Headache Classification commité of the Internacional Headache Society. Clasification and diagnostic criteria for headache disorders, cranials neuralgias, and facial pain. Cephalalgia. 2004; 24 (Suppl 1):1-152. 3. Zarranz JJ. Neurología. Hurtado P, Láinz JM, Morales F, Pascual J, Zarranz JJ. Cefaleas y algias craneofaciales. 3th ed. Madrid: Ed Elsevier Science; 2003:155-188. 4. Silberstein SD, Stiles A, Young WB, Rozen TD, Atlas de cefaleas. New York: The Parthenon Publishing Group; 2003. 5. Figuerola M L. Cefaleas primarias. Micheli F. Neurología. Madrid: Ed.Médica Panamericana; 2000.p.131-143. 6. Simon RP, Aminoff MJ, Greenberg DA. Neurología clínica. 4th ed. México, D.F.: Ed. El Manual Moderno ; 2001. p.83-109. 7. Lipton R B, Hamelsky SW, Stewart WT. Epidemiology and Impact of Headache. Silberstein SD, Lipton RB, Dalessio DJ, editors. Wolff´s Headache and other head pain. 6 th ed. New York: Oxford University Press; 2001. p. 97-104. 8. Monzón Monguilod MJ. Epidemiología y repercusión social de las cefaleas. En: MedererHengstl S, dir.XI Curso Nacional de Cefaleas (Pontevedra12-13 de Mayo de 2006) Grupo de estudio de Cefaleas. Sociedad Española de Neurología. Madrid; Ergon; 2006. REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010;9 (1): 37 - 46 41 JUAN ANTONIO PUJANTE GUIRADO SÍNDROME DE LA SALIDA TORÁCICA. CASO CLÍNICO 42 9. Láinez J M. Epidemiología y repercusiones de las cefaleas primarias. Curso de actualización en cefaleas. 2004 Oct 1-2.Oviedo. 10. Rasmussen BK, Olensen J. Syptomatic and nonsymptomatic headache in a general population. Neurology. 1992;42:1225-123. 11. Grupo de Estudio de Cefaleas. Actitud diagnóstica y terapéutica en la cefalea, recomendaciones 2004. Madrid: Ergon; 2004. 12. Langemark M, Jensen K, Olensen J. Temporal muscle blood flow in chronic tension-type headache. Arch Neurol. 1990;47:654. 13. Reinecke M, Konen T, Langohr HD. Autonomic Cerebrovascular Reactivity and Exteroceptive Suppression of Temporalis Muscle Activity in Migraine and Tension-Type Headaches. In F Clifford-Rose (ed), New Advance in Headache Research. London: Smith-Gordon. 1991;115. 14. Wallasch TM. Transcranial Doppler ultrasonic features in episodic and tension-type headache. Cephalalgia. 1992;12:293. 15. Wallasch TM. Transcranial Doppler Ultrasonic Findings in Episodic and Chronic Tension-Type Headache. In Olensen J, Schoenen J (eds), Tension -Type Headache: Clasification, Mechanisms, and Treatment. New York: Raven. 1993;127. 16. Jensen R, Rasmussen BK, Pedersen B, Olensen J. Cephalic Muscle Tenderness and pressure pain threshold in headache. Pain. 1993;52:193. 17. Bovim G. Cervicogenic headache, migraine, and tension-type headache: Pressure pain thresholds measurements. Pain. 1992;51:169. 18. Drummond PD. Scalp tenderness and sensitivity to pain in migraine and tension headache. Headache. 1987;27:45. 19. Göbel H, Weigle L, Kropp P, Soyka D. Pain sensitivity and pain reactivity of pericraneal muscles in migraine and tension-type headache. Cephalalgia. 1992;12:142. 20. Schoenen J, Bottin D, Hardy F, Gérard P. Cephalic and extracephalic pressure pain thresholds in chronic tension-type headache. Pain. 1991;47:145. 21. Sandrini G, Antonaci F, Pucci E, et al. Comparative study with EMG, pressure algometry, and manual palpation in tension-type headache and migraine. Cephalalgia. 1994;14:451. 22. Langermark M, Bach FW, Jensen TS, Olensen J. Decreased nociceptive flexion reflex threshold in chronic tension-type headache. Arch Neurol. 1993;50:1061. 23. Bendtsen L, Jensen R, Olensen J. Decreased pain detection and tolerance thresholds in chronic tension-type headache. Arch Neurol. 1996;53:373. 24. Rolf L H, Wiele G.5-Hydroxytryptaminein platelets of patients withmuscle contraction headache. Headache. 1981;21:10. 25. Shukla R, Shanker K, Nag D, et al. Serotonin in tension headache. J Neurol Neurosurg Psychiatry.1987;50:1682. 26. Jensen R, Hindberg I. Plasma serotonin increase during episodes of tension-type headache. Cephalalgia. 1994; 14:219. 27. Anthony M, Lance JW. Platelet serotoninin patients with chronic tension headache. J Neurol Neurosurg Psychiatry. 1989; 52:182. 28. Castilo J, Martinez F, Leira R, et al. Plasma monoamines in tension-type headache. Headache. 1994; 34:531. 29. D´Andrea G, Hasselmark L, Alecci M, et al. Increased platelet serotonin content and hypersecretionfrom dense granules in vitro in tension-type headache. Cephalalgia. 1993;13:349. 30. Leira R, Castillo J, Martinez F, et al. Platelet-rich plasma serotonin levels in tension-type headache and depression. Cephalalgia. 1993; 13:346. 31. Ferrari MD, Odink J, Frölich M, et al. Methionine-enkephalin in migraine and tension headache: Differences between classic migraine, common migraine, and tension headache, and changes during attacks. Headache. 1990;30:160. 32. Langemark M, Bach FW, Ekman R, Olensen J. Increased CSF levels of met-enkephalin immunoreactivity in patients with chronic tension-type headache [Abstract]. Pain. 1995;63:103. 33. Bach FW, Langemark M, Secher NH, Olensen J. Plasma and cerobrospinal fluid _-endorphin during chronic tension-type headache. Pain.1992;51:163. 34. Schoenen J. Clinical neurophysiology studies in headache: A review of data and pathophysiological hints. Funct Neurol. 1992;7:191. REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010;9 (1): 37 - 46 35. Wallasch TM, Kropp P, Weinschütz T, Köning B. Contingent Negative Variation in Tension-Type Headache. In Olensen J, Schoenen J (eds). Tension-Type Headache: Classification, Mechanisms, and Treatment. New York: Raven. 1993;173. 36. Kosek E, Ekholm J. Modulation of pressure pain thresholds during and folloing isometric contraction. Pain. 1995;61:481. 37. Heras Pérez JA.Analisis de la personalidad y patrón de consumo de analgésicos en la migraña transformada: diferencias entre abusadores y no abusadores.[tesis]: Facultad de Medicina. Universidad de Málaga; 2004. 38. Dalkvist J, Ekbom K, Waldenlind E.Headache and mood: A timeseries analyses of self-ratings. Cephalalgia.1984;4:45. 39. Beghi E, Allais G, Cortelli P, D´Amico D, De Simone R, d´Onofrio F, Genco S, Manzoni GC, Moschiano F, Tonini MC, Torelli P, Quartaroli M, Roncolato M, Salvi S, Bussone G. Headache and anxietydepressive disorder comorbidity: the HADAS study. Neurol Sci. 2007 May; 28(2):S217-9. 40. Solomon s, Newman LC. Episodic Tension_type Headache. Silberstein SD, Lipton RB, Dalessio DJ, editors. Wolff´s Headache and other head pain. 6 th ed. New York: Oxford University Press; 2001. p. 238246. 41. Hatch JP, Schoenfeld LS, Boukros NM, et al. Anger and hostility in tension-type headache.Headache. 1991;31:302. 42. Friedman AP. Characteristics of tension headache : a profile of 1.420 cases. Psychosomatics. 1979; 20:418-422. 43. Francis-Jones NF. Cognitive, behavioural, and emotional responses to stressful events: A study of their relationship to headache severity. Cephalalgia.1989;9:248. 44. Pincus T. La psicología del dolor. French S, Sim J. Fisioterapia: un enfoque psicosocial. Madrid: McGraw-Hill Interamericana; 2004. p. 89-108. 45. Fenollosa Vázquez P. La medida del dolor. Sánchez I, Ferrero A, Aguilar JJ, Climent JM, Conejero JA, Flórez MT et al. Manual SERMEF de Rehabilitación y Medicina Física. Madrid: Ed. Médica Panamericana; 2006:45-48. 46. Kudrow L, Sutkus BJ. MMPI pattern specifity in primary headache disorders. Headache. 1979;19:18. 47. Russell M, Rasmussen BK, Brennum J, Iversen H, Jensen R, Olensen J. Presentation of a new instrument. The diagnostic headache diary. Cephalalgia. 1992; 12:369-374. 48. Mongini F, Deregibus A, Raviola F, Mongini T. Confirmation of the Distinction Between Chronic Migraine and Chronic Tension-Type Headache by the McGill Pain Questionarie. Headache. 2003; 43:867-877. 49. Melach R. The McGill pain questionarie: major properties and scoring methods. Pain. 1975; 1:277-99. 50. Simmons DJ, Day, Goodell H et al. Experimental studies on headache: Muscles of the scalp and neck as source pain. Assoc Res Nerv Men. 1943;23:228-244. 51. Travell JG, Simons DG. Myofascial Pain and Dysfunction: The trigger point manual. Baltimore: William and Wilkins. 1983. 52. Kuchera ML, Mcpartland JM. Puntos Gatillos Miofasciales en la Disfunción Somática. American Osteopathic Association. Fundamentos de Medicina Osteopática. 2nd ed. Buenos Aires: Ed. Médica Panamericana; 2006: p.1110-1126. 53. Alvarez D J, Rockwell PG. Tigger Points: Diagnosis and Management. American Family Physician. 2002 Feb15; 65(4):653-660. 54. Fernández de las Peñas C, Alonso Blanco C, Cuadrado ML, Gerwin RD, Pareja JA. Trigger Points in the Suboccipital Muscles and Forward Head Posture in Tension-Type Headache. Headache. 2006; 46: 454-460. 55. Fernández de las Peñas C, Alonso Blanco C, Cuadrado ML, Pareja JA. Myofascial trigger points in the suboccipital muscles in episodio tension-type headache. Man Ther. 2006 Aug;11(3):225-30. Cited in Pubmed; PMID 16863699. 56. Fernández de las Peñas C, Alonso Blanco C, Cuadrado ML, Gerwin RD, Pareja JA. Myofascial trigger points and their relationship to headache clinical parameters in chronic tension-type headache. Headache. 2006 Sep;46(8):1264-72. Cited in Pubmed; PMID 16942471. PÁGINAS 43 A 48 Lumbalgia y Síndrome de Dolor Miofascial de la Cintura Pélvica Low Back Pain and Pelvic Myofascial Pain Syndrome Úrsula Ocaña Jiménez: Fisioterapeuta colegiada 1046; CLM. Correspondencia: Úrsula Ocaña Jiménez. C/ Melquíades Álvarez, nº 21.13710 Argamasilla de Alba (Ciudad Real). E-mail: [email protected]. Recibido: 03-07-08. Aceptado: 15-5-10 Rev fisioter (Guadalupe). 2010; 9(1): 43-48 RESUMEN Introducción: El objetivo de este estudio es analizar cómo los puntos gatillo miofasciales (PGM) pueden relacionarse con la disfunción músculo-esquelética, y ver la estrecha relación existente entre la aparición de los PGM en la musculatura de la cintura pélvica y la lumbalgia. Material y métodos: Para llevar a cabo este estudio se realiza una búsqueda en las bases de datos Medline, Doyma y en Cochrane Library. También se han consultado varios libros de gran relevancia en este tema. Por último, se han obtenido referencias bibliográficas de la Universidad Católica de San Antonio. Resultados: Los PGM son extraordinariamente comunes y llegan a representar un capítulo doloroso de la vida de casi todo el mundo en uno u otro momento. Desde la primera mitad del siglo XX, hasta las publicaciones más recientes se identifica una estrecha relación entre la lumbalgia y los PGM. Muchos autores están de acuerdo en que la aparición de PGM en el cuadrado lumbar es la causa muscular más frecuente de dolor lumbar. Conclusión: Muchos investigadores muestran la asociación e interacciones entre el dolor muscular y alteraciones musculares causadas por la existencia de PGM. Existe una estrecha relación entre la existencia de PGM en el cuadrado lumbar y la aparición de la lumbalgia. Existen cuatro localizaciones de PGM (dos superficiales y dos profundas) en el músculo cuadrado lumbar que refieren diferentes patrones de dolor referido. PALABRAS CLAVES Lumbalgia y dolor lumbar, síndrome de dolor miofascial, puntos gatillo miofasciales, cuadrado lumbar. ABSTRACT Introduction: the aim of this research is to explore how myofascial trigger points (MTrPs) may relate to musculoskeletal dysfunction, and to see the intimate relation that exit between the appearance of MTrPs in the pelvic´s muscles and low back pain. Material and method: To carry out this study, data bases such as Medline, Doyma and Cochrane Library have been searched. Some very important books relate with this subject have also been consulted. Finally some bibliographic references from La Universidad Católica de San Antonio de Murcia have been taken. Results: MTrPs are common extraordinarily and they get to almost represent a painful chapter of the life of everybody at one or the other moment. From first half of century XX to the most recent publications one close relation between low back pain and MTrPs is identified. Many authors agree in which the appearance of MTrPs in the cuadratus lumborum one is the more frequent muscular cause of lumbar pain. Conclusions: Many investigators show the association and interactions between the muscle pain and muscular alterations caused by the MTrPs existence. One intimate relation between the existence of MTrPs in the quadratus lumborum and the appearance of the low back pain exists. Fourr locations of MTrPs (two superficial and two deep ones) in the quadratus lumborum exist that refer different landlords from referred pain. KEYWORDS Low back pain, myofascial pain syndrome, myofascial trigger points, quadratus lumborum. 43 ÚSULA OCAÑA JIMÉNEZ LUMBALGIA Y SÍNDROME DE DOLOR MIOFASCIAL DE LA CINTURA PÉLVICA 44 INTRODUCCIÓN Hoy en día, prácticamente todos los individuos sufrirán un episodio de lumbalgia en algún momento de la vida (entre un 65 y un 90%) (1). En la actualidad una teoría sólida es la que atribuye la causa del dolor músculo-esquelético a la existencia de puntos gatillo miofasciales (PGM) activos (2,3). El Síndrome de Dolor Miofascial (SDM) se define como un trastorno no inflamatorio que se manifiesta por dolor músculo-esquelético localizado, rigidez y cuya característica primordial es la presencia de puntos gatillo (2), generalmente el dolor muscular se localiza en la cintura escapular o pelviana (2-4). Los PGM son extraordinariamente comunes y llegan a representar un capítulo doloroso de la vida de casi todo el mundo en uno u otro momento (2). Un PGM es un foco hiperirritable, doloroso a la compresión, dentro de una banda tensa de un músculo esquelético que genera un patrón de dolor referido propio de cada PGM (2-8). Cuando el PGM es convenientemente estimulado además del dolor, también es la causa de la limitación funcional, incoordinación motora, torpeza, debilidad del músculo, pero no atrofia (24,7,9,10), fenómenos simpáticos autonómicos: vasoconstricción localizada, sudoración, actividad pilomotora, cambios en el color de la piel, edema local, alteración de la temperatura... (2-4,11). Los PGM pueden afectar a cualquiera de los músculos del cuerpo, y a veces a gran número de ellos, constituyendo una causa importante y compleja de dolor músculo-esquelético (2,5). La evidencia disponible, y la experiencia clínica indican que una gran parte de ese dolor está causada por PGM (5,12). Muchos autores han descrito (2,3) algunos puntos gatillo frecuentes que son responsables de problemas músculo-esqueléticos habituales, como el que representa la lumbalgia. La existencia de PGM en la musculatura lumbar, en concreto en el músculo cuadrado lumbar, nos hace pensar que puede estar muy relacionado con la aparición de la lumbalgia. OBJETIVOS Este trabajo tiene como objetivos principales: - Estudiar la importancia de los PGM como entidad patológica. -Estudiar la asociación de la lumbalgia inespecífica con la existencia de PGM activos en el músculo cuadrado lumbar, entre otros, que expliquen la clínica. - Conocer las localizaciones de los PGM en el cuadrado lumbar y su patrón de dolor referido. MATERIAL Y METODOS Para realizar la búsqueda de revisión bibliográfica y elaborar este trabajo, se ha llevado a cabo una búsqueda en las bases de datos MEDLINE, REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 43 - 48 COCHRANE LIBRARY, DOYMA, así como una búsqueda manual en los libros más relevantes sobre este tema y consulta en la biblioteca de la UCAM. El período de búsqueda se realiza desde Octubre de 2007 hasta Marzo de 2008. El tesauro nos permitió la traducción en inglés de los términos: Lumbalgia y dolor lumbar y síndrome de dolor miofascial. La búsqueda realizada a través de la base de datos Pub Med [Tabla 1]. Se revisaron todos los artículos obtenidos, y fueron incluidos para el estudio aquellos que más se centraban en nuestros objetivos. La búsqueda en la base de datos Cochrane Library Plus (en español) [Tabla 2]. En la base de datos Doyma se realiza la búsqueda en la revista de fisioterapia y en la revista iberoamericana de fisioterapia y kinesiología encontrándose 6 artículos útiles, los cuales se encuentran usando el operador lumbalgia y síndrome de dolor miofascial. Se emplearon 6 artículos en español en la biblioteca de la Universidad Católica de San Antonio de Murcia (UCAM). También se efectuó una búsqueda manual en 4 de los libros más relevantes que existen en la actualidad del dolor y la disfunción miofascial. RESULTADOS Echar una mirada a la tortuosa trayectoria de los PGM a través del siglo pasado muestra cómo nuestro conocimiento actual de los PGM ha evolucionado paso a paso. El artículo fundacional de la Dra. Travell de 1952 sobre la génesis miofascial del dolor introdujo en la literatura inglesa los patrones de dolor referido de los PGM en 32 músculos diferentes. También fue la responsable de muchos otros libros escritos sobre PGM, entre ellos el volumen 1, escrito en el año 1983 (mitad superior del cuerpo), y el volumen 2, de 1992 (mitad inferior del cuerpo) del Manual de los Puntos Gatillo, que describían su diagnostico y su tratamiento correcto (2,5). La literatura clínica internacional indica que numerosos clínicos consideran que los PGM son importantes, pero existe una relativamente importante carencia de estudios de investigación clínica y básica en este campo (5). La literatura médica convencional sobre la lumbalgia (indexada en MEDLINE), se centra fundamentalmente en el componente esquelético, en detrimento del componente muscular (2,3,5). A pesar de la amplia bibliografía especializada, en la que cada vez con más frecuencia, muchos investigadores atribuyen el dolor muscular a alteraciones musculares causadas por la existencia de PGM, hay controversia entre los profesionales médicos para aceptar la disfunción y el dolor miofascial como entidad patológica (9). Investigaciones recientes (3) han mostrado que una de las localizaciones más frecuentes de PGM es el trapecio superior, junto con el cuadrado lumbar. ÚSULA OCAÑA JIMÉNEZ LUMBALGIA Y SÍNDROME DE DOLOR MIOFASCIAL DE LA CINTURA PÉLVICA 45 REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 43 - 48 ÚSULA OCAÑA JIMÉNEZ LUMBALGIA Y SÍNDROME DE DOLOR MIOFASCIAL DE LA CINTURA PÉLVICA Tabla 3. Puntos gatillo frecuentes responsables de la aparición de la lumbalgia. 46 Muchos autores apoyados por estudios previos (2-4,7,9,11,13-15,19,21-23) están de acuerdo en que el cuadrado lumbar es la causa muscular más frecuente de dolor lumbar. Existen cuatro localizaciones en el músculo cuadrado lumbar que comúnmente refieren patrones de dolor unilaterales distintos [Figura 1] (21). Dos localizaciones de PG son superficiales (laterales) y dos son profundas (mediales). Cada una de estas parejas tiene una zona de PG cefálica y una caudal. Los PG superficiales (laterales) refieren dolor más lateral y anteriormente que los profundos. Los PG caudales tienden a referir dolor más distalmente (21). DISCUSIÓN En un artículo publicado por el Dr. Simons (5), se exponía uno de los grandes enigmas de los PGM. En él, refería que los PGM son infraestudiados por los investigadores. Un ejemplo es la notable falta de literatura médica convencional que considere los PGM en los pacientes con lumbalgia, la cual se encuentra estrechamente relacionada con la disfunción músculo-esquelética del medio laboral. En la literatura médica convencional sobre la lumbalgia se encuentra que el componente esquelético prima sobre el componente muscular (2,3,5). Si bien, pueden darse diferentes causas para la aparición de las lumbalgias, la mayoría de ellas serán de tipo inespecífico ya que no se podrá encontrar una causa estructural aparente de las mismas. De ello se desprende la importancia de establecer la posible causa de la lumbalgia, ya que, en ausencia de alteración estructural que la explique, la causa puede residir en una alteración de tipo funcional biomecánico. De hecho, el número de lumbalgias disminuye en la tercera edad, justamente cuando las alteraciones radiológicas y de imagen son más evidentes (1,16-18). Quizás haya mayor relación con la actividad muscular durante la época laboral que con lesiones estructurales (5,7,10). REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 43 - 48 Debido a que los PGM, pese a ser tan enigmáticos, son tan comunes y constituyen tan habitualmente la causa del dolor músculoesquelético, han sido descubiertos y citados innumerables veces por innumerables investigadores (2-15) que los han identificado y que a menudo identificaban una región anatómica particular, como por ejemplo la lumbalgia. Son varios los autores que le dan mucha importancia al papel de la afectación de la musculatura en el seno de la lumbalgia (2,3,7,19,20,21), y más específicamente a la aparición de PGM (2,3,5,7,9,13-15,21-23). Desde la primera mitad del siglo XX, con los estudios de la Dra. Travell, hasta las publicaciones más recientes se identifica una estrecha relación entre la lumbalgia y los PGM (9). En concreto, un estudio de confiabilidad interexaminadores (5) para identificar la prevalencia de los PGM en sujetos con lumbalgia, informó que el 90% de las exploraciones expertas resultaron positivas para la banda tensa palpable. Simons encontró una prevalencia de aparición de PGM de hasta el 97% (20) en el dolor lumbar. En la tabla 3, se describen algunos puntos gatillo frecuentes que son responsables de la aparición de la lumbalgia (2-4,21,23). Varios estudios (2-4,7,9,11,13-15,19,21-23) están de acuerdo en que el cuadrado lumbar es la causa muscular más frecuente de dolor lumbar. En un estudio interesante (7) realizado a pacientes que presentaban lumbalgia, los resultados mostraron que los PGM que más se habían activado junto con los del cuadrado lumbar (el 100% de la muestra sufrió dolor homolateral al cuadrado lumbar afectado), fueron el psoas ilíaco (50%) y el piramidal (50%) homolaterales, y los movimientos más dolorosos en la región lumbar por la activación de PGM en el cuadrado lumbar eran la extensión y la inclinación homolateral (71,4% y 50% respectivamente). Travell refiere al psoas ilíaco como otro de los ÚSULA OCAÑA JIMÉNEZ LUMBALGIA Y SÍNDROME DE DOLOR MIOFASCIAL DE LA CINTURA PÉLVICA Tabla 4. Zonas de dolor referido por los PGM del cuadrado lumbar. músculos más frecuentes que se activan en la lumbalgia (24), no siendo extraña la coexistencia con el cuadrado lumbar. En un estudio reciente (9) realizado con 58 personas con lumbalgia crónica inespecífica, se encontró en todos los pacientes (100%), al menos, un PGM activo, que frecuentemente se situaba en el cuadrado lumbar (98%). Los resultados de un estudio observacional prospectivo (13), mostraban que 20 pacientes que presentaban lumbalgia fueron sometidos a una exploración física exhaustiva incluyendo la búsqueda de PGM en los músculos cuadrado lumbar y piramidal, siendo positiva esta búsqueda para alguno de los 2 músculos en todos los pacientes. En la discusión se podía leer que el músculo más comúnmente afectado en un paciente con historia de lumbalgia o lumbociatalgia, es el cuadrado lumbar. En la tabla 4 se muestran las zonas de dolor referido por los PGM del cuadrado lumbar (3,21,2527). La presión mantenida sobre un PGM suficientemente irritable provoca dolor referido a otra parte del cuerpo. Este dolor acostumbra a producirse en patrones específicos característicos de cada PGM, descritos de manera bastante consistente por varios autores (21,25). Pese a su consistencia, se comprueba clínicamente que los patrones de dolor referido no son universales ni inmutables, y periódicamente se publican variantes de algunos de ellos (6). El músculo cuadrado lumbar tiene cuatro localizaciones de PG, las cuales dos son superficiales (laterales) y dos son profundas (mediales). Los PG de la localización cefálica superficial [localización número 1, Figura 1A] tienden a referir dolor a lo largo de la cresta iliaca y, a veces, al cuadrante inferior del abdomen. El dolor puede extenderse a la cara superoexterna de la ingle. Los PG superficiales más caudales [localización número 2, Figura 1A] pueden referir dolor al trocánter mayor y a la cara externa de la parte superior del muslo (21). El más cefálico de los PG profundos [Figura 1B] Figura 1. Patrones de dolor referido de los puntos gatillo del músculo cuadrado lumbar. REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 43 - 48 47 JUAN ANTONIO PUJANTE GUIRADO SÍNDROME DE LA SALIDA TORÁCICA. CASO CLÍNICO refiere dolor principalmente a la zona de la ASI; bilateralmente, estos PG pueden frecuentemente referir un dolor que se extiende a través de la región sacra superior. Los PG caudales profundos refieren dolor a la parte inferior de las nalgas (21). Se han documentado zonas adicionales de dolor referido por el cuadrado lumbar a la parte anterior del muslo (26) y a testículo y escroto (27). En el estudio realizado por Rodríguez Fernández, Zuil Escobar y López Andrino (7), los resultados sobre el dolor referido muestran que la región glútea es la más frecuente con un 57,1% de referencias. Los resultados de otro estudio (15) llevado a cabo en 105 personas (14 de ellos sanos y 91 con lumbalgia) ponen de manifiesto que el punto más sensible y más frecuentemente encontrado es el que se localiza bajo la 12ª costilla en el borde del cuadrado lumbar y que ese mismo punto se ve principalmente afectado en el lado derecho (53,2%). Además se destaca que los sujetos sanos no suelen reportar ningún dolor en los puntos habitualmente sensibles. 48 CONCLUSIÓN - Muchos investigadores atribuyen el dolor muscular a alteraciones musculares causadas por la existencia de PGM. Hay controversia entre los profesionales médicos para aceptar la disfunción y el dolor miofascial como entidad patológica. - Muchos autores están de acuerdo en que la aparición de PGM en el cuadrado lumbar es la causa muscular más frecuente de dolor lumbar. - Existen cuatro localizaciones de PGM (dos superficiales y dos profundas) en el músculo cuadrado lumbar que comúnmente refieren patrones de dolor unilaterales distintos en varias zonas del cuerpo. BIBLIOGRAFÍA 1. Ocaña Jiménez U. Lumbalgia ocupacional y discapacidad laboral. Rev fisioter (Guadalupe). 2007;6(2):17-26. 2. Simons DG, Travell JG, Simons LS. Dolor y disfunción miofascial. El manual de los puntos gatillo. Volumen 1. Mitad superior del cuerpo. 2.ª ed. Madrid: Ed. Médica Panamericana; 2002. 3. Chaitow L, Sandy F. Cómo conocer, localizar y tratar los puntos gatillo miofasciales. Barcelona: Elsevier España; 2008. 4. Gil E, Martínez GL, Aldaya C, Rodríguez MJ. Síndrome de dolor miofascial de la cintura pélvica. Rev Soc Esp Dolor. 2007;5:358-68. 5. Simons DG. Revisión de los enigmáticos puntos gatillo miofasciales como causa habitual de dolor y disfunción musculoesqueléticos enigmáticos. Fisioterapia. 2005;27(2):103-120. 6. Martínez Cuenca JM, Pecos Martín D. Criterios diagnósticos y características clínicas de los puntos gatillo miofasciales. Fisioterapia. 2005;27(2):65-68. 7. Rodríguez Fernández AL; Zuil Escobar JC; López Andrino J. Tratamiento específico del músculo cuadrado lumbar en la lumbalgia: estudio de 14 casos. Fisioterapia. 2003;25:233-43. 8. Ruiz M, Nadador V, Fernández-Alcantud J, Hernández-Salván J, Riquelme I, Benito G. Dolor de origen muscular: dolor miofascial y fibromialgia. Rev Soc Esp Dolor. 2007;1:36-44. 9. Oliván Blázquez B, Pérez Palomares S, Gaspar Calvo E, Romo Calvo L, Serrano Aparicio B, De la torre Beldarraín ML, et al. Efectividad de la punción seca en los puntos gatillo miofasciales en la lumbalgia REV FISIOTER (GUADALUPE). 2010; 9 (1): 43 - 48 crónica. Fisioterapia. 2007;29(6):270-77. 10. Gerwin RD. Factores que promueven la persistencia de mialgia en el síndrome de dolor miofascial y en la fibromialgia. Fisioterapia. 2005;27(2):76-86. 11. Estévez Rivera EA. Dolor miofascial. MEDUNAB. 2001;12(4):161-5. 12. Torres Cueco R. Dolor miofascial crónico: patofisiología y aproximación terapéutica. Fisioterapia. 2005;27(2):87-95. 13. Castro M, Canovas L, García-Rojo B, Morillas P, MartínezSalgado J, Gómez-Pombo A, et al. Tratamiento del síndrome de dolor miofascial con toxina botulínica tipo A. Rev Soc Esp Dolor. 2006;2:96102. 14. Guirao Cano D, Lillo Quintana MC. Efectividad del tratamiento osteopático en pacientes con lumbalgia mecánica. Osteopatía Científica. 2006;1(1):17-22. 15. Guirao Cano D. Efectividad de las técnicas estructurales y funcionales en lumbalgias mecánicas [Tesis]. Escuela de Osteopatía de Madrid; 2005. Disponible en: http://www.escuelaosteopatiamadrid.com/tesis/didacguirao.htm. 16. Seijas Ruiz-Coello MC, Barquinero Canales C. Lumbalgia. Jano. 2004 Ene;66(1502):28-29. 17. Seguí Díaz M, Gérvas J. El dolor lumbar. Semergen. 2002 Ene 1;28(1):21-41. 18. González Viejo MA, Condón Huerta HJ. Incapacidad por dolor lumbar en España. Medicina clínica. 2000; 114(13):491-92. 19. Simons DG, Travell JG. Myofascial origins of low back pain. 2. Torso Muscles. Postgrad Med. 1983 Feb;73(2):81-92. 20. Simons DG. Clinical and etiological update of myofascial pain from trigger points. J Musculoske Pain. 1996;4:93-121. 21. Simons DG, Travell JG. Dolor y disfunción miofascial. El manual de los puntos gatillo. Volumen 2. Extremidades inferiores. 2.ª ed. Madrid: Ed. Médica Panamericana; 2004. 22. Gerwin RD. Myofascial aspects of low back pain. Neurosurg Clin N Am. 1991. Oct;127(6):691-4. 23. Ricard F. Tratamiento osteopático de las lumbalgias y lumbociáticas por hernias discales. Madrid: Ed. Médica Panamericana; 2003. 24. Simons DG, Travell JG. Myofascial origins of low back pain. 1. Principles of diagnostic and treatment. Postgrad Med. 1983 Feb;73(2):66,68-70,73. 25. Travell J, Rinzler SH. The myofascial genesis of pain. Postgrad Med. 1952;11(5):425-34. 26. Sola AE, Williams RL. Myofascial pain syndromes. Neurology. 1956 ;6 :91-95. 27. Gustein-Good M. Idiopathic myalgia simulating visceral and other diseases. Lancet. 1940;2:326-28. NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS EN REVISTA DE FISIOTERAPIA NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS EN REVISTA DE FISIOTERAPIA Diplomatura de Fisioterapia. Departamento de Ciencias de la Salud Universidad Católica San Antonio de Murcia. Campus Los Jerónimos s/n 30107 Guadalupe. Murcia Tf. 968 278 806 – Fax 968 278 820 E-mail: [email protected] La Revista de Fisioterapia admite la publicación de: trabajos originales, revisiones bibliográficas y cartas al director relativas a la política editorial de la revista o trabajos previamente publicados en ella, siempre que contengan críticas o comentarios objetivos y fundamentados. Los manuscritos deberán estar mecanografiados a doble espacio con letra tipo Times New Roman en cuerpo de 12 puntos en formato DIN A4 con márgenes de 2,5 cm a cada lado, sin encabezados ni pies de página. Las páginas deberán numerarse correlativamente en el extremo inferior derecho. Se recomienda una extensión no superior a los 25 folios. Se entregará una copia en papel y en soporte electrónico (CD-rom). El procesador de texto deberá ser Word Office o similar (OpenOffice). Se identificará perfectamente cada archivo y se entregará únicamente la versión definitiva. Se adjuntará una declaración jurada y firmada por cada uno de los autores en la que se afirme que el trabajo es original y no ha sido publicado en otro medio (ver final del documento). Los trabajos se enviarán a la siguiente dirección a la atención de: Rosalinda Romero Godoy. Diplomatura de Fisioterapia. Departamento de Ciencias de la Salud. Universidad Católica San Antonio de Murcia. Campus Los Jerónimos s/n. 30107 Guadalupe-Murcia (España). Correo electrónico: [email protected] Se informará al autor responsable de la recepción de los trabajos así como de su número de referencia. Cada trabajo será revisado por al menos dos revisores de forma anónima. Los autores serán informados del resultado de cada una de las evaluaciones bien para la aceptación del trabajo, bien para la realización de las modificaciones oportunas. La portada deberá constar del título del trabajo seguido del nombre completo de los autores y la filiación profesional de cada uno de ellos. Se indicará el nombre, dirección postal, teléfono y fax, y dirección electrónica del autor responsable para la correspondencia sobre el manuscrito. Esta será la única página del trabajo donde aparecerán los nombres de los autores. Si la investigación se realizó bajo alguna beca, o financiación del material, medicamentos, etc. se indicará de forma abreviada al final de la portada. En la primera página se hará constar sólo el título del trabajo, en el idioma en el que esté redactado el trabajo y en inglés. Se aconsejan títulos con una extensión entre 10 y 25 palabras. En la segunda página aparecerá el resumen en el idioma en que esté redactado el trabajo. No sobrepasará las 300 palabras y en los trabajos originales deberá estructurarse en: objetivos, material y método, resultados más relevantes y conclusiones principales. Al resumen le seguirán entre 3 y 6 palabras clave. Las palabras clave deben figurar en el Index Medicus aunque si aún no aparecen los términos para conceptos recientes, pueden usarse los habituales. El diccionario terminológico del Index Medicus puede consultarse en español en: o en inglés en: En la tercera página aparecerá el resumen en inglés seguido de las palabras clave también en inglés. La cuarta página comenzará con el apartado de “Introducción”. En la introducción se debe dar contexto a los antecedentes del estudio como la naturaleza y la importancia. En el último párrafo de la introducción se deben reflejar de forma clara y sencilla los objetivos del trabajo. El siguiente apartado del trabajo se corresponderá con “Material y métodos”. Debe contener la información para responder a las preguntas ¿con quién o con qué se ha llevado a cabo el estudio? y ¿cómo se ha realizado ese estudio? La metodología debe estar lo suficientemente clara y 47 NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS EN REVISTA DE FISIOTERAPIA 48 detallada como para que un experto pueda reproducir el trabajo y comprobar las conclusiones a las que se han llegado. Es posible establecer sub-apartados que, en muchos casos, ayudarán a organizar los conceptos y la información que se debe reflejar. En el apartado de “Resultados” se debe responder a la pregunta ¿qué se ha encontrado? Se deben organizar los resultados para una lectura clara, sencilla y ordenada. Se podrá combinar el texto con el uso de tablas y figuras. Si se desea aportar material extra (por ejemplo, los ítems de una encuesta) o detalles técnicos, es aconsejable incluirlos en un anexo para no interrumpir la secuencia del texto. En el apartado de “Discusión” se interpretarán los resultados encontrados y se analizarán en relación con otros trabajos publicados sobre el tema. Es útil empezar la discusión resumiendo brevemente los principales hallazgos para continuar con la explicación de los posibles mecanismos o de los hallazgos, con una comparación contraste de los resultados con los de otros estudios relevantes. Se debe ser autocrítico y aclarar cuáles son las limitaciones del estudio así como las implicaciones para futuras investigaciones y para la práctica clínica En el apartado de “Conclusiones” se debe responder de forma clara e inequívoca a los objetivos planteados en el trabajo. Si se desea colocar un apartado de agradecimientos colocará a continuación de las conclusiones. En este apartado se incluirán todos los colaboradores que no cumplen los criterios de autoría expuestos más arriba. Por ejemplo: quien facilita ayuda técnica, en la redacción, o un director de departamento que sólo proporciona ayuda general. Las ayudas económicas y materiales deberían aparecer en los agradecimientos. Personas o instituciones que han contribuido materialmente al artículo pero cuya colaboración no justifica la autoría, deberían aparecer como “investigadores clínicos” o “investigadores participantes”, y asimismo debería describirse su contribución “asesor científico”, “revisión crítica”, “recogida de datos”, “cuidado de los pacientes”, etc. Puesto que la persona que lee un artículo interpreta que todas las personas que aparecen en los agradecimientos dan su aprobación a los datos y conclusiones, éstas deberán dar su autorización, por escrito, a aparecer en esta sección. Las tablas se incluirán en hojas independientes del texto (cada tabla en una hoja diferente) junto con su título y pie de tabla si lo hubiere. En el texto debe reflejarse el lugar donde debe ir colocada la tabla ente corchetes, por ejemplo: [Tabla 1]. Deberán numerarse correlativamente como Tabla 1, Tabla 2 según el orden de la primera vez que aparecen en el texto. Cada tabla deberá llevar un título. No usar líneas horizontales ni verticales. Cada columna debe ir encabezada por un título breve o abreviado. Los autores deben colocar las explicaciones en notas a pie de tabla, no en el título. Explicar en notas a pie de tabla todas las abreviaturas no habituales. Para las notas a pie de tabla, usar los siguientes símbolos en este orden: * † ‡ § || ¶ ** †† ‡‡. Asegúrese de que en el texto cada tabla tiene su correspondiente cita. Se consideran figuras a las fotografías, dibujos, esquemas, gráficos, todos ellos bajo la misma denominación: figura 1, figura 2 en relación a la primera vez que aparecen en el texto. En el texto debe indicarse la referencia de la figura ente paréntesis, por ejemplo: [Figura 1]. Cada figura debe incluirse en una hoja independiente con su correspondiente título y pie de foto. Las figuras deberían haber sido diseñadas y fotografiadas en calidad profesional o bien presentadas como fotografías digitales. El formato en el que deben presentarse las figuras debe ser en JPG o GIF con la calidad suficiente para poderlas reproducir en papel (se aconseja una resolución mínima de 200 ppp). Las letras, números y símbolos de las figuras deberían ser claros y totalmente uniformes, y tener un tamaño suficiente para que al reducirlas para su publicación sigan siendo legibles. Las figuras deben ser tan claras como sea posible (autoexplicativas). En las leyendas de las figuras no deberían faltar títulos ni explicaciones, pero estas explicaciones no deben figurar en el interior de las ilustraciones. NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS EN REVISTA DE FISIOTERAPIA Si se usan fotografías de personas, o bien los sujetos no deben poder identificarse o bien sus fotografías deben ir acompañadas de la correspondiente autorización escrita para utilizarlas. Siempre que sea posible debería obtenerse el permiso para la publicación. Se aconseja un máximo de 10 tablas y figuras. Usar solamente abreviaturas estándar. Evitar el uso de abreviaturas en el título. La primera vez que se usa una abreviatura debería ir precedida por el término sin abreviar, a menos que sea una unidad de medida estándar. En cuanto al apartado de “Referencias bibliográficas” deben seguirse el estilo de los “Requisitos de Uniformidad para Manuscritos enviados a Revistas Biomédicas: redacción y preparación de la edición de una publicación biomédica” en su revisión de febrero de 2006, disponible en castellano en: y en la versión original en: Las referencias deberían estar numeradas consecutivamente, siguiendo el orden en que se mencionan por vez primera en el texto. Identificar las referencias bibliográficas en el texto mediante números arábigos entre paréntesis. Si hay varias citas correlativas se coloca la primera y la última separadas por un guión. Incorrecto: (1, 2, 3, 5, 10, 11, 12, 13). Correcto: (1-3, 5, 10-13). El punto de finalización del párrafo se colocará siempre después del paréntesis. La referencias bibliográficas deben ser relevantes y actualizadas en la medida de los posible. Un trabajo original experimental no deberá sobrepasar el número de 40. Si el trabajo es una revisión bibliográfica podrá llegar hasta 60. Los títulos de las revistas deben abreviarse conforme al estilo del Index Medicus. Consultar la Lista de revistas indexadas en el Index Medicus, publicado anualmente como número aparte y también en el número de enero del Index Medicus. Asimismo, la lista también se puede obtener en el sitio web de la NLM (). Para consultar las abreviaturas de revistas españolas, puede consultar el catálogo del ( ) Ejemplos para referencias bibliográficas (para casos especiales consultar: o ). 1. Artículo de revista estándar Se mencionan los seis primeros autores. Si hay más, después del sexto se escribe et al. Halpern SD, Ubel PA, Caplan AL. Solid-organ transplantation in HIV-infected patients. N Engl J Med. 2002 25;347(4):284-7. Rose ME, Huerbin MB, Melick J, Marion DW, Palmer AM, Schiding JK, et al. Regulation of interstitial excitatory amino acid concentrations after cortical contusion injury. Brain Res. 2002; 935(12):40-6. Geraud G, Spierings EL, Keywood C. Tolerability and safety of frovatriptan with short- and longterm use for treatment of migraine and in comparison with sumatriptan. Headache. 2002;42 Suppl 2:S93-9. Tor M, Turker H. International approaches to the prescription of long-term oxygen therapy [letter]. Eur Respir J. 2002;20(1):242. (En español [carta]) Lofwall MR, Strain EC, Brooner RK, Kindbom KA, Bigelow GE. Characteristics of older methadone maintenance (MM) patients [abstract]. Drug Alcohol Depend. 2002;66 Suppl 1:S105. (En español [resumen]) 2. Libros y otras Monografías Murray PR, Rosenthal KS, Kobayashi GS, Pfaller MA. Medical microbiology. 4th ed. St. Louis: Mosby; 2002. Gilstrap LC 3rd, Cunningham FG, VanDorsten JP, editors. Operative obstetrics. 2nd ed. New York: McGraw-Hill; 2002. (En español: editores) 3. Capítulo de libro Meltzer PS, Kallioniemi A, Trent JM. Chromosome alterations in human solid tumors. In: Vogelstein B, Kinzler KW, editors. The genetic basis of human cancer. New York: McGraw-Hill; 2002. p. 93-113. (En español: En:) 4. Actas de conferencias, congresos Harnden P, Joffe JK, Jones WG, editors. Germ cell tumours V. Proceedings of the 5th Germ Cell Tumour Conference; 2001 Sep 13-15; Leeds, UK. New York: Springer; 2002. (En español: Actas del/de la) 49 NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS EN REVISTA DE FISIOTERAPIA 50 5. Artículo de periódico Tynan T. Medical improvements lower homicide rate: study sees drop in assault rate. The Washington Post. 2002 Aug 12;Sect. A:2 (col. 4). (En español: 12 Ago 2002; Secc. ) 6. Diccionarios y similares Dorland’s illustrated medical dictionary. 29th ed. Philadelphia: W.B. Saunders; 2000. Filamin; p. 675. 7. Artículo de revista en Internet Abood S. Quality improvement initiative in nursing homes: the ANA acts in an advisory role. Am J Nurs [serial on the Internet]. 2002 Jun [cited 2002 Aug 12];102(6): [about 3 p.]. Available from: http://www.nursingworld.org/AJN/2002/june/Wa watch.htm (En español: [serie en Internet]. [citado 12 Ago 2002]; [aprox. 3 p.]. Disponible en:) 8. Monografía en Internet Foley KM, Gelband H, editors. Improving palliative care for cancer [monograph on the Internet]. Washington: National Academy Press; 2001 [cited 2002 Jul 9]. Available from: http://www.nap.edu/books/0309074029/html/. (En español: [monografía en Internet]. [citado 9 Jul 2002]. Disponible en:) 9. Página principal de un sitio Web Cancer-Pain.org [homepage on the Internet]. New York: Association of Cancer Online Resources, Inc.; c2000-01 [updated 2002 May 16; cited 2002 Jul 9]. Available from: http://www.cancerpain.org/. (En español: [actualizado 16 May 2002; citado 9 Jul 2002]. Disponible en:) 10. Página Web de un sitio Web American Medical Association [homepage on the Internet]. Chicago: The Association; c1995-2002 [updated 2001 Aug 23; cited 2002 Aug 12]. AMA Office of Group Practice Liaison; [about 2 screens]. Available from: h t t p : / / w w w . a m a assn.org/ama/pub/category/1736.html (En español: [actualizado 23 Ago 2001; citado 12 Ago 2002]. [aprox. 2 pantallas]. Disponible en:) UCAM Vol. 9 • (Nº 1) • Junio 2010