República de Colombia Departamento Nacional de Planeación Dirección de Estudios Económicos ARCHIVOS DE ECONOMÍA Pensiones: conceptos y esquemas de financiación César Augusto MERCHAN HERNANDEZ Documento 177 21 de Febrero de 2002 La serie ARCHIVOS DE ECONOMIA es un medio de la Dirección de Estudios Económicos, no es un órgano oficial del Departamento Nacional de Planeación. Sus documentos son de carácter provisional, de responsabilidad exclusiva de sus autores y sus contenidos no comprometen a la institución. Pensiones: conceptos y esquemas de financiación (Versión para discusión) César Augusto MERCHÁN HERNÁNDEZ*♣ 1. INTRODUCCION El presente trabajo pretende brindar herramientas útiles para comprender el funcionamiento de diversos regímenes financieros de los sistemas pensionales existentes en algunos países de Latinoamérica, al igual que sus interrelaciones con variables macroeconómicas. Para llevar a cabo esa tarea, el primer paso es ilustrar tanto la situación que justifica la existencia de un sistema pensional como algunos conceptos importantes a tener en cuenta, lo cual permite establecer prioridades en cuanto a cobertura y fuentes de financiación. A ello se dedica la segunda sección. La tercera sección aborda los diferentes esquemas financieros de un sistema de pensiones entre los cuales se cuenta algunos utilizados en las pensiones de beneficio definido (BD) y el de contribución definida (CD), al igual que describe sus principales ventajas e inconvenientes. En la cuarta sección se discuten algunas implicaciones macroeconómicas de la introducción de las reformas que se han venido adoptando alrededor del mundo, en especial lo relacionado con el financiamiento del pago de pensiones durante los períodos de transición de un sistema de BD a otro de CD. Finalmente se presentan algunas consideraciones generales a manera de conclusión. 2. CONCEPTOS Y PRINCIPIOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL EN PENSIONES La protección social en la vejez es sólo uno de los aspectos que abarca la seguridad social, la cual se ha enmarcado dentro de ciertos principios normativos que fueron acogidos desde sus inicios en Europa. ♣ Asesor Subdirección de Empleo y Seguridad Social del Departamento Nacional de Planeación. 1 2.1 Seguridad social y sus principios La seguridad social se puede definir como el conjunto de normas, acciones e instituciones que tiene una sociedad para proteger a los miembros de su comunidad, garantizándoles condiciones de vida, salud y trabajo para lograr mayor productividad y un mayor grado de bienestar físico y mental (Treviño, 1999, 41). También se puede entender como el compromiso de la sociedad de proteger a la población contra las grandes contingencias sociales. (Tetelboin, 1999, 81). Entre esas contingencias se encuentran incapacidad, vejez, desempleo, muerte, accidentes comunes o de trabajo y enfermedades comunes o por aspectos laborales, etc. Estas definiciones están ligadas a la concepción del informe de Willian Beveridge de comienzos de la década de 19401. Contienen dos de los principios fundamentales de dicho informe: principio de universalidad, al contemplar cobertura total de la población independientemente de si está empleada o no, y principio de integralidad, al proteger contra todos los riesgos. Bajo el enfoque Beveridge, la seguridad social se considera un derecho irrenunciable de toda la población (principio de obligatoriedad), y por eso asume el carácter de una institución de derecho público, establecida por ley y garantizada por el Estado en lo referente al cumplimiento de sus compromisos financieros (Ayala, 1992). De esta forma prevé un financiamiento mediante impuestos para garantizar prestaciones básicas y suficientes, aunque no estén relacionadas con las cotizaciones. También se prevé una distribución progresiva del ingreso establecida a través de los beneficios y requisitos para diversos grupos (principio de solidaridad). Otros dos principios son igualdad, relacionado con la uniformidad de las condiciones de adquisición de derechos y la eliminación de desigualdades injustificadas entre los asegurados, y unidad, el cual se refiere a la unificación bajo un solo ente gestor o coordinador de los diversos programas de seguro social (Ayala, 1992, 19). Debido a la amplitud que concibe el enfoque de Beveridge, el éxito de su aplicación depende en forma crucial de los recursos financieros y administrativos. En buena parte de los países desarrollados su implementación ha sido relativamente exitosa con una cobertura alrededor de 97% entre la población mayor de 65 años (Banco Mundial, 1994, 73), aunque con altos costos fiscales. Para observar en más detalle los rasgos de este informe y sus diferencias con el sistema bismarkiano, consultar Gutiérrez et al. (1996) y Ayala, U. (1996). 1 2 Ante las limitaciones de recursos, la alternativa para la mayor parte de países en América Latina han sido los denominados Seguros Sociales, propios del modelo de seguridad social implementado por Bismarck en Alemania a finales del Siglo XIX, cuyas principales características son: cobertura restringida a la fuerza laboral asalariada, prestaciones relacionadas con las contribuciones y presencia de regímenes técnico-financieros de capitalización para las pensiones. A nivel financiero el modelo de Bismarck resulta más sostenible aunque es menos comprensivo que el de Beveridge. Sin embargo, para el adecuado funcionamiento de cualquiera de los dos esquemas se requiere una actividad productiva que estimule el empleo (Gutiérrez et. al., 1996). En este sentido, el desempeño de todo sistema de seguridad social depende, en gran parte, de resultados de tipo macroeconómico. Pero la causalidad puede ser inversa. Los sistemas de seguridad social producen efectos importantes, ya sean negativos o positivos, sobre la economía. Positivos cuando, por ejemplo, los ahorros generados por el sistema permiten la financiación del sector real, incluida la inversión en infraestructura pública; negativos si las obligaciones de la seguridad social llevan a enormes déficit públicos que desestabilizan la economía. Por tanto, el análisis del sistema pensional debe abordar aspectos tanto internos, propios a su naturaleza y diseño, como de tipo macroeconómico. A continuación se abordan aspectos para la definición de un régimen pensional (monto de la pensión, cobertura y fuentes de financiamiento); en la tercera sección se amplía la discusión hacia los sistemas financieros más utilizados. Los aspectos macroeconómicos se exponen brevemente en la cuarta sección. 2.2 Determinación de la pensión Esta sección presenta algunos elementos importantes para la determinación de un plan de pensiones, en especial para los que ofrecen pensiones de BD, los cuales se tratarán más en detalle en el capítulo 3. Concepto. Lozano (2000, 3) ofrece una aproximación general a la definición de pensión: esquema de rentas o pagos periódicos que una persona se compromete a realizar a otra, a partir del cumplimiento de una condición preestablecida. La causa que genera el pago y su monto, son elementos cruciales en la determinación de la pensión lo mismo que las fuentes de su financiamiento. Hecho generador. Las razones más comunes que provocan el inicio de los pagos de pensión son: vejez (jubilación o retiro), invalidez (por enfermedad general o por causa del trabajo), enfermedad (de riesgo común o por causa del trabajo) y 3 fallecimiento (que puede generar estados de viudez, orfandad o pagos a ascendientes). Para el caso de vejez, el hecho generador es la imposibilidad de originar un flujo de ingresos derivado de la acción del trabajo por efecto de la disminución natural de la capacidad física. La mayoría de las personas ganan menos a medida que envejecen, porque trabajan menos o porque son menos productivas y, por tanto, necesitan una fuente de ingresos segura para sobrevivir. En una pensión de sobrevivencia, el hecho generador sería la pérdida de un flujo de ingresos por efecto del fallecimiento de un afiliado o pensionado quien tiene a cargo el sostenimiento económico de alguna otra persona (esposa, hijos, padres, hermanos, entre otros). Para invalidez la causa sería la imposibilidad de generar un flujo de ingresos derivado de la acción del trabajo por efecto de una disminución de la capacidad física, debida a alguna enfermedad o accidente (fuera o dentro del trabajo), que resulte en un estado de invalidez, por lo general en edad temprana. Si bien esas contingencias o riesgos afectan los flujos de ingresos de las personas, en la mayoría de los casos no son suficientes para generar la obligación del pago de una pensión, ya que muchos sistemas establecen requisitos de afiliación o de contribuciones. Monto de la pensión. El monto de una pensión se establece de acuerdo con su objetivo. En general, el propósito de los planes de pensiones de vejez o de ahorro para el retiro es proporcionar un ingreso suficiente para mantener el nivel de vida de la persona retirada del mercado laboral (Lozano, 2000). Dado que a nivel práctico los salarios son, por un lado, el indicador que más refleja los niveles de bienestar y consumo y, por otro, el ingreso base de cotización (IBC) de los sistemas contributivos, el objeto de las pensiones se ha limitado a reemplazar dichas remuneraciones. Para determinar el nivel de las pensiones, bajo el criterio de reemplazar los salarios, resulta útil la teoría del Ciclo de Vida de Ando y Mogdiliani. Esta postula que las personas desean mantener constante su nivel de consumo durante toda su vida, de tal forma que en épocas de altos ingresos se generen los ahorros suficientes para compensar los períodos de bajos o nulos ingresos2 (gráficos 1 y 3). Su punto decisivo descansa sobre la forma convexa que toma el ingreso real respecto de la trayectoria del consumo permanente (Clavijo, 1998, 17). Si las necesidades de las personas, reflejadas en el nivel de consumo, permanecen constantes, un reemplazo del 100% del último salario sería insuficiente para la En Colombia, la curva salarial según rangos de edad parece ajustarse a la senda descrita por la teoría del Ciclo de Vida (gráfico 3). 2 4 GRÁFICO 1 INGRESO Y CONSUMO SEGÚN LA TEORÍA DEL CICLO DE VIDA Ingreso y consumo 6 5 Ingreso 4 3 2 Consumo A 1 0 10 20 30 Fuente: Clavijo,1998 40 50 Tiempo en años 60 70 GRÁFICO 2 INGRESO Y CONSUMO SIN CONSIDERAR TEORÍA DEL CICLO DE VIDA 6 Ingreso 5 Consumo 4 3 2 1 0 10 20 Etapa Ninez Necesidad Afecto Gasto propio Nulo Fuente: Lozano, 2000 30 Adolescencia Orientación Personales mínimos 40 50 Adulto Joven Maduro Personales, familiares, sociales 60 Vejez Afectiva Fam. mínima GRÁFICO 3 INGRESO SALARIAL NOMINAL PROMEDIO POR EDAD. COLOMBIA, SEPTIEMBRE DE 2000 650,000 Pesos 450,000 250,000 5 0 ,0 0 0 cabecera resto Fuente: Dane, cálculos propios 5 nacional satisfacción de aquellas según el gráfico 1 (punto A). En este caso sería deseable establecer como ingreso base de liquidación (IBL) el promedio de los últimos años o el de toda la vida3. Pero en la realidad la gente consume distintas cantidades de acuerdo con las diversas etapas de la vida caracterizadas por necesidades específicas (BM, 1994, 341). En las primeras etapas de la vida (niñez, adolescencia) las necesidades económicas no son tan importantes para la persona. La etapa adulta es la que representa una carga mayor de gastos (manutención de la familia, desarrollo profesional, educación). En la vejez disminuyen las capacidades para generar ingresos y también las obligaciones con respecto a la familia. Por ello y aunque surgen gastos adicionales en salud, las necesidades económicas en la tercera edad son menores respecto a las etapas precedentes (Lozano, 2000). Si este es el escenario, una tasa de reemplazo del 100% del último sueldo sería más que suficiente para atender las necesidades del jubilado (gráfico 2). También es necesario especificar el verdadero nivel de consumo. Dado que la gente paga impuestos y realiza aportes para distintos fines (seguridad social, vivienda), su consumo se iguala al ingreso neto o disponible, y no al ingreso bruto sobre el cual cotiza. Por ejemplo, si los impuestos y aportes suman un 30% del salario total, una pensión del 100% del salario neto promedio de los años laborados ascendería a una tasa de reemplazo de 70%4 del salario bruto medio de esos años, nivel que estaría relativamente equiparado con el consumo medio de toda su vida. Otros determinantes de la tasa de reemplazo son el tiempo de disfrute de las pensiones y el monto de recursos disponibles. A cualquier edad de jubilación, un aumento en la esperanza de vida requiere de más recursos para financiar un monto de pensión constante, ya que aumenta el período de disfrute de las pensiones. Si no se cuenta con los recursos suficientes y se pretende mantener el equilibrio financiero, se pueden alterar algunas de las variables en juego. Y dado que variables como edad de jubilación, tasa y tiempo de cotización se pueden ajustar Existen tres principales formas para determinar el IBL. a) Promedio de toda la vida: relaciona la pensión con los ingresos totales, suele ser bajo con respecto a la compensación final, normalmente se usa en los esquemas de pensiones de capitalización individual; b) Sueldo final, refleja el último nivel alcanzado, es representativo de la meta ideal de la pensión aunque es muy sensible al costo y se presta a situaciones de sobredeclaración de ingresos; y c) Promedio de los últimos años: reconoce la compensación razonablemente cercana al retiro pero a la vez lo suficientemente alejada como para no afectar el costo. 4 Ese nivel de tasa de reemplazo se refiere al mínimo alcanzado después de cumplir las condiciones básicas (edad, años cotizados), pero puede ser mayor si el afiliado decide cotizar algunos años o semanas adicionales a los requeridos. Esto constituye un incentivo para que los afiliados ahorren durante más tiempo y obtengan así un monto superior de pensión. 3 6 dentro de rangos limitados5, la tasa de reemplazo sería la más susceptible de cambio alguno, a menos que hubiera financiación con otras fuentes diferentes a los aportes (impuestos, por ejemplo). 2.3 Fuentes de financiamiento En los sistemas contributivos, el financiamiento de los pagos de pensiones y su administración suele hacerse a través de cotizaciones sobre el salario de los asegurados, las cuales pueden estar a cargo del afiliado, el empleador, el Estado o alguna combinación entre estos. El Estado puede participar como aportador tripartito, empleador y como garante de última instancia cubriendo los eventuales déficit que se presenten. Otra fuente de financiación son los rendimientos de las reservas, que son fundamentales en cualquier sistema principalmente en los de capitalización plena. Aunque las cotizaciones sobre el salario de los asegurados son quizá la fuente de financiación más conveniente desde las perspectivas social y administrativa, cuando son muy altas desestimulan tanto la generación de empleo por parte de los empresarios como la afiliación de los propios asegurados, especialmente los del sector informal. De hecho, pueden terminar incrementando la informalidad del empleo. En América Latina, por ejemplo, el promedio ponderado de la informalidad pasó de 42% a 46% a principios de los noventa y finales de la misma década, según datos de la CEPAL (gráfico 4). En ese lapso hubo reformas pensionales en varios países (Argentina, 1994; Bolivia, 1997; Colombia, 1994; El Salvador, 1997; México, 1997; Perú 1993; Uruguay, 1995), algunas de las cuales aumentaron las tasas de contribución de los empleadores y asegurados (Bolivia, Colombia, El Salvador, Uruguay). Por otra parte, la participación del Estado ya sea como aportador tripartito o garante final, resulta inequitativa frente a quienes no están protegidos. Los recursos fiscales que financian bien sea las mesadas de los pensionados o las cotizaciones de los afiliados provienen, por lo general, de impuestos pagados por todos los ciudadanos (como el impuesto al valor agregado), incluidos aquellos de bajos recursos que no tienen acceso a la seguridad social. Por tanto, si el Estado no compensa por otros mecanismos a quienes quedan por fuera del sistema, se produce una transferencia neta desde éstos hacia quienes sí están asegurados. Transferencia regresiva desde la perspectiva de una política El tiempo de cotización depende de las condiciones del mercado laboral, la tasa de cotización presentaría una relación negativa con el nivel de empleo (una mayor tasa de cotización puede disminuir el empleo) y el aumento en la edad de jubilación suele tener mucha resistencia política. 5 7 social tendiente a mejorar la distribución del ingreso6. De allí la importancia de tener en cuenta los grupos cubiertos por el sistema y las prioridades en la inversión de los recursos públicos. Con respecto a los ingresos por rendimientos financieros, éstos dependen del comportamiento de las tasas de interés real y de las reservas acumuladas. En cuanto a lo primero, si bien es importante un rendimiento real positivo que no desestimule la inversión ni el empleo, resulta relevante la existencia de un mercado financiero que garantice tasas de interés estables en el largo plazo. La volatilidad de las tasas de interés en el corto plazo crea mayor incertidumbre para quienes administran fondos de pensiones y puede poner en riesgo los recursos de los asegurados, independientemente de si el sistema es público o privado. Por su parte, el nivel de reservas obedece principalmente a la forma como éstas son administradas y acumuladas. De ahí la relevancia que tienen los diferentes sistemas de financiamiento, abordados en el capítulo 3. 2.4 Cobertura Parte del desempeño de un sistema pensional se determina por el porcentaje de la población económicamente activa (PEA) que está afiliada o cotizando; con esta situación se está garantizando que esa población tenga protección ante las contingencias de vejez, invalidez o muerte. Si al grupo de afiliados se suman los pensionados, se obtiene el total de cobertura del sistema. En América Latina, a excepción de Argentina, Chile y Uruguay, la mayor parte de los países reporta una cobertura alrededor de un 40% de la PEA (Arancibia y Ramírez, 1999, 30). Sin embargo, los afiliados que cotizan representan un porcentaje mucho menor (50% de los afiliados en el caso colombiano) y se restringe a los asalariados de sectores modernos de la economía. La baja cobertura se debe principalmente al alto grado de informalidad existente en la región el cual es, a su vez, producto del bajo nivel de ingresos percibido por la mayoría de los trabajadores (gráfico 4). Ante esta circunstancia, ningún sistema garantiza amplias coberturas; no es posible que trabajadores sin protección en el empleo, y por ende, sin certeza de sus ingresos, puedan contribuir a un sistema basado en aportes regulares a partir de una nómina salarial (Uthoff, 1999, 159). Con respecto a América Latina, Saldain afirma “El financiamiento tripartito, erigido en muchos casos en principio de la seguridad social, no necesariamente implica impactos positivos en la distribución del ingreso y, en la región [América Latina], por el contrario, donde predomina una baja cobertura poblacional y una estructura sobre gravámenes sobre el consumo, probablemente implique impactos distributivos regresivos” (Saldain, 23). 6 8 Por tanto, si los regímenes basados en contribuciones garantizan la cobertura a los asalariados del sector formal, estos trabajadores deberían dejar de ser una preocupación para el Estado una vez tengan reglas definidas y un régimen financiero viable. Lo que preocupa en cuanto a este tipo de afiliados es mantener un ambiente macroeconómico que les permita conservar su empleo. Para los trabajadores informales las alternativas son mecanismos que les permitan acceder a los sectores modernos de la economía o sistemas especiales para su ingreso a la seguridad social, como el subsidio a las pensiones o a las cotizaciones. Esa situación exige que los escasos recursos del Estado se dirijan a la atención de los más desfavorecidos (como los informales y personas más pobres) lo cual garantizaría una mayor cobertura. Otra opción para mejorar la cobertura es la universalización de las pensiones de vejez al estilo de los sistemas de algunos países de la OCDE (Holanda, Dinamarca, GRÁFICO 4. INFORMALIDAD EN AMÉRICA LATINA Bolivia Paraguay** Colombia Ecuador Honduras V enezuela Rep. Dominicana Prom. ponderado Brasil M éxico Uruguay Argentina* Costa Rica Chile Panamá 0 10 20 30 Inicios de los noventas 40 50 Finales de los noventas 60 Fuente: Cepal, 2000 Noruega, Canadá, Nueva Zelanda y Australia), donde se provee una pensión uniforme a todas las personas de la tercera edad financiada con impuestos 9 generales, sin necesidad de historias laborales ni de contribuciones para estar incluido en el programa, el único requisito es la edad. Aunque la alternativa de universalización de las pensiones es atractiva en términos de cobertura, genera gastos fiscales excesivos cuando la población envejece, desestimula el ahorro por parte de los beneficiarios y siempre estará sujeta a una sanción social acerca del nivel de la pensión uniforme y de su financiamiento (Uthoff, 1999, 160). Por tanto, los últimos hechos muestran una tendencia a reforzar los mecanismos contributivos cuyo financiamiento se basa en aportes sobre la nómina y, por lo general, se complementa con recursos del presupuesto público. 3. SISTEMAS DE FINANCIAMIENTO PARA LA VEJEZ De acuerdo con ciertos criterios como organización interna, tipo de administradores, acumulación de reservas, participación del Estado y del mercado, los sistemas de protección para la vejez pueden clasificarse en dos grandes conjuntos: informales y formales. Dentro de estos últimos y teniendo en cuenta la naturaleza de las pensiones, se pueden distinguir dos grandes grupos, beneficio definido (BD) y contribución definida (CD), cuya combinación puede dar origen a los denominados sistemas mixto y paralelo. Aunque con ciertas diferencias, todos estos esquemas están presentes en Latinoamérica coexistiendo, incluso, más de uno en un mismo país. 3.1 Informales Dada la información disponible, el análisis se ha centrado en los esquemas formales (BD y CD), sin profundizar en las formas de sobrevivencia de la población de la tercera edad que no tuvo acceso alguno a la seguridad social. Dicha población es bastante significativa en todo el mundo. A nivel mundial, alrededor del 60% de la fuerza laboral y el 70% de los ancianos dependen exclusivamente de los sistemas informales en los cuales el gobierno no interviene en absoluto y el mercado lo hace muy marginalmente. Entre esos sistemas se encuentran el basado en la manutención de ancianos por parte de los hijos y/o con la participación de las comunidades locales, los clubes de ancianos, las redes de parientes, los patronos y otras organizaciones no gubernamentales y religiosas (BM, 1994, 58). La mayor parte de estos opera en África y Asia, caracterizados por la solidaridad y el respeto hacia los miembros de la familia, especialmente los ancianos. 10 3.2 Formales A diferencia de los sistemas informales, los denominados formales se caracterizan por la presencia activa del Estado, la obligatoriedad de las afiliaciones, la existencia de reglas definidas a través de normas emanadas por el Estado y, por lo general, la constitución de sistemas especializados para la administración de los recursos. Estos sistemas se acercan a integrar las tres funciones que, según el BM, debe contener cualquier programa de ayuda a los ancianos: - - Función de ahorro o reemplazo del salario. Facilita instrumentos para que la gente traspase parte del ingreso de sus años de trabajo activo a la vejez. Función de redistribución o de alivio de la pobreza. Proporciona un ingreso básico mínimo que protege a quienes tuvieron un ingreso bajo toda su vida. Función de seguro. Asegura a los ancianos contra los diferentes riesgos a los que son vulnerables, como incapacidad, longevidad e inflación, y contra los riesgos políticos y de bajas habilidades en el manejo de las inversiones. Sin embargo, en la práctica no todas las funciones están presentes en estos sistemas y las que lo están no se han cumplido a cabalidad por causa del diseño de los programas, falla en su monitoreo y aspectos políticos. Los sistemas formales empezaron con la fuerte intervención del Estado garantizando al afiliado una pensión luego de haber cumplido ciertos requisitos. Por ello se les conoce como Sistemas de Beneficio Definido; es decir, se establece por anticipado o el monto de la pensión o la fórmula mediante la cual se determinará su monto, al igual que las condiciones para acceder al beneficio como ingreso base de liquidación, años de servicio en el sistema o tiempo de cotización, tasa de reemplazo (Lozano, 2000). Aparte de los sistemas de BD, se encuentran los de CD en los cuales existe incertidumbre frente al monto de la pensión. Estos han sido incluidos en las reformas realizadas en la década de los noventas en América Latina. El rasgo común de esas reformas ha sido la adopción de un segundo pilar totalmente fondeado, basado en contribuciones a cuentas individuales constituyendo fondos de pensiones invertidos en los mercados financieros y administrados por compañías privadas, con beneficios en función de las contribuciones y sus rendimientos (Schmidt-Hebbel, 1999). La combinación de los sistemas tanto de BD como de CD, ha dado origen a los denominados sistemas mixtos y paralelos, los cuales son de interés para la actual coyuntura de Colombia. A continuación se describen algunos de los sistemas de 11 BD más usuales como reparto puro, reparto de capitales, prima media (escalonada y general), al igual que los de CD, el mixto y el paralelo. 3.2.1 Reparto puro Consiste en establecer un nivel de cotización para financiar sólo los gastos de las pensiones en curso de pago y, por lo tanto, no genera reservas. Su aplicación ha sido limitada normalmente para prestaciones de corto plazo como las definidas para riesgos de trabajo. En este esquema, la prima o cotización se puede expresar como: Pr ima = Pagos del año Masa de salarios Aunque el reparto puro permite un bajo nivel de prima al inicio, es bastante vulnerable a las variables demográficas. Si la población envejece paulatinamente, los pagos en pensiones aumentan haciendo necesario que los ingresos crezcan al mismo ritmo; de lo contrario, se genera un déficit corriente. Para lograr ese equilibrio las cotizaciones deben presentar un aumento continuo, similar al de los pagos de pensiones (gráfico 5). De esta forma, las primeras generaciones podrían ganar al recibir los mismos beneficios que las generaciones posteriores pero con una cuota más baja. No habría necesidad de aumentar la cuota si la población cotizante creciera lo suficiente para amortiguar los pagos de pensiones. Sin embargo, en el contexto actual la tendencia es el paulatino proceso de envejecimiento de la población. 3.2.2 Reparto de capitales La mecánica consiste en contribuir cada año las cantidades correspondientes al capital necesario para cubrir las pensiones de los retirados en ese año. Bajo este sistema se genera una reserva en virtud de que el gasto anual de pensión es menor que su capital constitutivo o valor presente del flujo de la pensión. 12 GRÁFICO 5 SISTEMA DE REPARTO PURO 18 1400 Pagos 1200 Miles de millones 1000 14 800 600 12 In g r e s o s Prim a 10 400 8 200 Prima de cotización % 16 6 0 1 10 20 40 60 80 Tiempo en años 1400 18 1200 16 Miles de millones 1000 14 800 A 600 12 R e s e r v a s + In g r e s o s Prim a 10 400 Pagos 8 200 Prima de cotización % GRÁFICO 6 SISTEMA DE PRIMA MEDIA ESCALONADA 6 0 1 10 20 40 60 80 Tiempo en años GRÁFICO 7 SISTEMA DE PRIMA MEDIA GENERAL 18 1400 R e s e r v a s + In g r e s o s 1200 Miles de millones 14 800 12 600 Prim a 10 400 Pagos 8 200 6 0 1 10 20 40 Tiempo en años 13 60 80 Prima de cotización % 16 1000 Una versión sencilla de la forma como se calcularía la cuota o prima para cotizaciones sería: Pr ima = Capitales del año Masa de salarios Con respecto al de reparto puro, este sistema tiene la ventaja de que la generación de reservas garantiza el pago de la renta pactada a los pensionados. Es decir, los aumentos de la cotización garantizan no el equilibrio entre los ingresos y pagos corrientes, sino el equilibrio a nivel actuarial7. Su representación gráfica sería similar a la de reparto puro pero teniendo en cuenta balances actuariales. 3.2.3 Prima media escalonada8 Bajo este sistema se establece una prima que estará en operación por un período predeterminado, después del cual se establece un nivel de cotización mayor para otro período. En este caso la reserva es mucho menor a la de reparto de capitales lo que, eventualmente, podría considerarse como una ventaja financiera en virtud de la liberación de recursos para otros proyectos que compiten en términos económicos con el proyecto social. El ejemplo hipotético del gráfico 6 muestra cómo cuando la cotización no se ajusta oportunamente, los ingresos empiezan a ser menores a los pagos y que aún después de aumentar la cotización prevalece un desequilibrio actuarial negativo (situación descrita en torno al punto A). ¿Cuál razón justifica esa solidaridad intergeneracional? Es decir ¿por qué las generaciones jóvenes aportan más que las precedentes para recibir beneficios iguales? Se han argumentado al menos dos razones. Por un lado, dado el bajo ingreso corriente de los ancianos y su vulnerable estado físico, tendría sentido usar la ancianidad como criterio para focalizar las transferencias de ingresos. Por otra parte, se podría pensar que las generaciones jóvenes serían beneficiadas por el crecimiento económico, de modo que deben transferir recursos a las generaciones mayores cuyo ingreso vitalicio es menor. 7 El equilibrio actuarial se refiere a obtener los ingresos suficientes, incluidos los rendimientos que éstos generen, para financiar el pasivo pensional. Este último está constituido por la totalidad de las obligaciones pensionales actuales y futuras, a las cuales son acreedores los afiliados y pensionados del sistema en cada momento. 8 En Colombia, este fue el régimen financiero del seguro de Invalidez, Vejez y Muerte, IVM, desde la creación del ISS en 1967 hasta 1993. Contemplaba aumentos quinquenales en la cotización que no se hicieron efectivos, ocasionando un desequilibrio actuarial desde las primeras fases de iniciado el sistema (Echeverry et. al. 2001). 14 Esos argumentos han sido minados por la realidad, especialmente en sistemas maduros. Las primeras generaciones frecuentemente han recibido mucho más de lo que aportaron durante su vida laboral. Las generaciones jóvenes han tenido que afrontar altas cotizaciones, mayor pago de impuestos y bajas tasas de rentabilidad de las reservas, aspectos que han reducido su ingreso vitalicio y sus pensiones. 3.2.4 Prima media general9 El rasgo distintivo de este régimen es la adopción de una tasa de cotización constante durante toda la vigencia del sistema, suficiente para cubrir los gastos corrientes, generar excedentes y constituir reservas con el objeto de afrontar pagos y gastos futuros. Esos excedentes y sus rendimientos son los que permiten mantener fija la cuota. En las primeras etapas, los ingresos y las reservas superan los gastos pero en la medida en que estos últimos crecen por efecto del envejecimiento de la población, se genera un equilibrio actuarial en el largo plazo (gráfico 7). Por otra parte, este régimen evita que las últimas generaciones tengan que aportar más que las primeras y/o que reciban beneficios reducidos. No obstante, los problemas intergeneracionales prevalecen si no existen ajustes. Por ejemplo, con aumentos en la esperanza de vida, las primeras generaciones tendrán un tiempo de disfrute de las pensiones menor al de las generaciones más jóvenes, a pesar de hacer aportes suficientes para más años de pensión o montos mayores. Como medida de ajuste, la edad de jubilación se ajustaría a los cambios en la esperanza de vida, procurando un período fijo de disfrute de la pensión. Ante estos matices de equidad intergeneracional y de equilibrio financiero, aunados al problema de la fase tardía de la transición demográfica en la cual disminuye la proporción afiliados/pensionados, resulta crucial el monitoreo constante al sistema (ya sea de reparto puro, prima escalonada, etc.) y los ajustes oportunos. Como se observa, los regímenes vistos hasta ahora están propensos a desequilibrios financieros por efecto de cambios demográficos y falta de ajustes oportunos. Esos dos riesgos se hicieron efectivos en muchos países latinoamericanos incurriendo en déficit cubiertos con presupuestos del gobierno, con los efectos distributivos adversos descritos en la sección 2.4. Otro factor que ha llevado al mal desempeño de estos sistemas públicos sin permitirle cumplir con sus funciones distributivas y de alivio a la pobreza, ha sido 9 A partir de 1993, este sistema ha sido el régimen del ISS en Colombia. 15 la presión política de ciertos grupos influyentes los cuales mantienen disposiciones favorables en detrimento de los segmentos cuya participación política es nula o escasa. Para intentar solucionar algunos de esos problemas, las reformas pensionales implementadas en varios países de América Latina en las últimas décadas del Siglo XX, han introducido nuevos esquemas tratando de superar algunos de los problemas presentados por los sistemas de BD. A continuación se presentan algunos de ellos. 3.2.5 Contribución definida (Capitalización individual) Bajo este esquema, la legislación determina la cuantía del aporte y no define el monto de las prestaciones o beneficios ni en términos absolutos ni en términos relativos a un salario de referencia. En este caso, el monto de la pensión es incierto porque depende del monto efectivamente acumulado el cual se conoce sólo hasta el momento del retiro. La CD es un sistema de ahorro cuyo único objetivo es financiar una pensión. Por ello ofrece dos ventajas frente a los sistemas públicos de BD. Aísla el riesgo demográfico de envejecimiento de la población, al asignar cuentas a cada beneficiario, y garantiza recursos suficientes para el pago de la pensión. La suficiencia de recursos se obtiene al cumplir con el denominado “principio de equivalencia” el cual establece que al momento del retiro, el valor presente (actuarial) del flujo de pensiones debe ser equivalente al capital constituido o ahorro acumulado. En otros términos, el capital acumulado a la fecha de retiro, K , debe ser igual al producto entre un factor actuarial, Fa , y un monto de pensión, P. K = P.Fa En este caso P es desconocido y su valor depende del capital acumulado y de las variables involucradas en el factor actuarial (esperanza de vida, estado civil, sexo, edad): P = K / Fa En cada momento del sistema sólo se puede otorgar una pensión financiable con el fondo acumulado; si éste es alto se podrá contar con una pensión mayor y viceversa. Por su definición, este sistema no puede garantizar previamente un monto determinado de la pensión, en contraposición a los sistemas de BD donde se 16 compromete una mesada a cambio de aceptar incertidumbre sobre la suficiencia de recursos (Lozano, 2000, 13). Otra característica de los sistemas de capitalización individual es la participación del sector privado en la administración de los fondos de reservas. Estos reducen la probabilidad de fomentar el gasto ineficiente del gobierno; aunque el gobierno pueda obtener préstamos de esos fondos, lo hace de una manera trasparente, como parte de la deuda nacional y pagando tasas de interés de mercado, desestimulando su endeudamiento. Sin embargo, la CD no permite la función de redistribución que pueden dar los sistemas públicos. Para enfrentar este inconveniente algunos países introducen la solidaridad intrageneracional a través de obligar a las personas con mayores ingresos a aportar un porcentaje adicional para financiar a las más pobres. Otra desventaja es su mayor vulnerabilidad a choques financieros de tipo doméstico o internacional, de acuerdo con la diversificación del portafolio. Igualmente, su implementación en contextos con sistemas de BD preexistentes no resuelve el problema de déficit corriente debido al problema financiero generado en el periodo de transición (ver Capítulo 4). Entre los planes de BD y los de CD se puede mencionar una diferencia sustantiva: en los primeros el riesgo inherente al financiamiento o suficiencia de cotizaciones es de la institución que otorgará la pensión, mientras que en los de contribución definida es el trabajador quien absorbe los riesgos de insuficiencia de recursos. No obstante, en algunos países el riesgo del trabajador es compartido con el Estado. Este garantiza una pensión mínima cuando el afiliado haya cumplido una edad avanzada y haya cotizado durante largos períodos sin completar fondos suficientes para financiar cierto monto (por lo general equivalente al salario mínimo legal); en estos casos, el Estado se encarga de aportar los recursos necesarios para financiar dicha pensión, con lo cual también se pueden generar altos déficit públicos. Como rasgos comunes a los regímenes se puede mencionar la vulnerabilidad a las variaciones en las tasas de interés y los cambios en la estructura del mercado laboral, especialmente en lo referente al aumento del empleo informal. 3.2.6 Sistema multipilar o mixto Ante las desventajas que cada sistema ofrece para cumplir con las tres funciones señaladas en la sección 3.2, algunos países han implantado sistemas mixtos en los cuales se combina un pilar público de BD con otro de CD y, en otros casos, un tercer pilar de ahorro voluntario. 17 El BM (1994) propone un pilar público financiado con impuestos y limitado a reducir la pobreza en la vejez. Con ello se evita la presión a favor del gasto excesivo y las transferencias nocivas dentro de una misma generación y entre generaciones, se redistribuye el ingreso a favor de los pobres y se coasegura contra períodos de baja rentabilidad de las inversiones, recesión y del mercado privado. Para el segundo pilar obligatorio recomienda la existencia de cuentas de ahorro individual administradas por el sector privado con regulación del gobierno, vinculando beneficios y costos, cumpliendo así la función de uniformidad del ingreso o ahorro. Esas características impulsan la acumulación de capital, desarrollan el mercado financiero y reducen la presión política a favor de la expansión del pilar público. El tercer pilar se constituye de planes de ahorro voluntario que proveen protección adicional para las personas de altos ingresos que deseen más de lo ofrecido por los otros dos pilares. El diseño de los sistemas mixtos varía de acuerdo con las características, necesidades y posibilidades de cada país (gráfico 8). Por ejemplo, en Argentina existen dos pilares con un aporte total de 27% del salario. Los ingresos para el primer pilar provienen del aporte obligatorio del empleador, del aporte voluntario del trabajador y de impuestos. El segundo pilar se financia con los aportes de los trabajadores que no están en transición. En Uruguay existen tres pilares financiados con aportes de empleadores y trabajadores según tres tramos de salario10 (Vásquez y Rodríguez, 2000, 2). El rasgo común entre los sistemas argentino y uruguayo es la existencia de un aporte total destinado a financiar simultáneamente el pilar público y el pilar de capitalización individual obligatoria (además, en Uruguay se puede financiar el tercer pilar pero sin aporte del patrono). Esa característica se logra gracias a que en esos países el ingreso per cápita es lo suficientemente alto para cubrir los dos pilares. Aún así, las tasas de cotización son las más altas de América Latina: 27% en Argentina y 27.5% en Uruguay, frente a un promedio alrededor del 14%. Lo anterior indica como condición necesaria de los sistemas mixtos, la existencia de un ingreso per cápita alto, con bases de cotización que puedan financiar de forma Para el año 2000, en salarios hasta de US$831, la cotización se destina al primer pilar el cual opera bajo la modalidad de reparto puro y puede financiarse con tributos específicamente afectados. Entre US$831 y US$2.555 los aportes se dirigen al sistema de capitalización individual. Quienes reciban ingresos mensuales superiores a este nivel podrán o no aportar por el excedente a cuentas de capitalización (tercer pilar). 10 18 simultánea el pilar público (beneficio definido) y, al menos, el de ahorro individual obligatorio. 3.2.7 Sistema paralelo o dual11 En este caso los pilares de CD y BD no son complementarios, sino que cada cual compite por su lado para atraer afiliados. En el sistema público se otorga un beneficio definido mientras que en el sistema administrado por el sector privado los beneficios están ligados al desempeño esperado del sistema de capitalización individual. La predominancia de cualquiera de los dos regímenes depende de las condiciones existentes en cada uno de ellos. Si las condiciones en el pilar público son generosas y los beneficios no están estrechamente relacionados con los costos, es muy probable que predomine temporalmente este pilar, siempre y cuando haya libre traslado entre los subsistemas. La coexistencia de los dos regímenes posibilita la competencia entre ellos, estimulando la eficiencia en la utilización de los recursos, mejorando la atención a afiliados y pensionados y brindando mayores rentabilidades en las reservas. Es probable que las personas de altos ingresos prefieran el régimen de capitalización individual por ofrecer la posibilidad de obtener pensiones a edades tempranas, así sus montos no sean tan altos. Con esta situación el sistema público tendería a afiliar sólo a personas de bajos recursos, en detrimento de su equilibrio financiero. Por ello es importante establecer mecanismos para evitar esas fallas. 11 Este sistema rige en la actualidad en Perú y Colombia 19 GRÁFICO 8. OPCIONES DE REFORMA EN AMÉRICA LATINA A. CAPITALIZACIÓN PLENA - CHILE Fuentes de fin a n c iam i e n t o O p c io n e s de beneficios C a p italización individual voluntaria Aportes voluntarios * Aportes 10% d e l e m p le a d o (Patrón no cotiza) * Devolución saldos * Pensión * Pensión > 1.1. Smlv * Pensión mínim a sujeta a - E d a d : 6 0 m u je r 65 hom bre - Cotiz.: 20 años R é g im e n d e C a p italización Individual O b lig a t o r i a * R e n d im ie n to s * E s ta d o p a r a garantía de p e n s ió n m ín im a * Devolución saldos * E x c e d e n t e d e lib r e d i s p o s ic i ó n B. SISTEMA MIXTO DE URUGUAY Fuentes de financiamiento * Aporte voluntario trabajador para salarios > US$2.555 * 27% de US$1.724 (12.5% patrono, 15% trabaj.) (1.724 = 2.555 - 831) * Rendimientos Opciones de beneficios Tercer Pilar: capitalización individual voluntaria Segundo Pilar: capitalización individual obligatoria * Pensión * Devolución de saldos * Pensión según monto acumulado * Devolución de saldos 10 * 27% de US$831 (12.5% patrono, 15% trabaj.) * Rendimientos Pension = 0 . 5 * ( ∑ Wi ) / 10 Primer pila: reparto puro * Siete puntos del IVA 20 * i =1 sujeta a: - Edad: 60 años - Cotización: 30 años * Jubilación edad avanzada GRÁFICO 8. CONTINUACIÓN C. SISTEMA MIXTO DE ARGENTINA Fuentes de financiamiento Opciones de beneficios * Aporte trabajador : 11%, menores de 47 años en 1994 y nuevos Segundo Pilar: capitalización individual obligatoria * Pensión diversas opciones * Excedente libre disposición * Rendimientos * Aporte trabajador en transición: 11%, opcional * Aporte patrono: 16% Primer Pilar: prima media general * Estado: - 20% imp. ganancias - 11% del IVA * Rendimientos D. Fuentes de financiamiento * Aportes SISTEMA DUAL DE COLOMBIA Opciones de beneficios Fuentes de financiamiento 13.5% - Patrono 10.1 - Empleado 3.4 - 1% adicional, empleados altos ingresos para solidaridad intrageneracional Aportes voluntarios Opciones de beneficios Capitaliz. individual voluntaria * Devolución saldos * Pensión 10 * Pension= 0.65 * ( Wi) / 10 ∑ i =1 Régimen de Prima Media General * Aportes 13.5% - Patrono 10.1 - Empleado 3.4 - 1% adicional para solidaridad sujeta a: - Edad: 55 mujer 60 hombre - Cotiz.: 20 años * Rendimientos * Indemnización sustitutiva * Estado para garantía de pensión mínima sujeta a: - Edad: 65hombres 60 mujeres - Cotización: 30 años * Rendimientos * Estado para garantía de pensión mínima * Pensión mínima 21 * Pensión > 1.1. Smlv Régimen de Capitaliz. Individual Obligatoria * Pensión mínima sujeta a - Edad: 55 mujer 60 hombre - Cotiz.: 23 años * Devolución saldos * Excedente de libre disposición 4. ALGUNAS IMPLICACIONES MACROECONÓMICOS DE LAS REFORMAS Uno de los motivos para la introducción del componente de CD en América Latina, fue el desequilibrio financiero de los sistemas de BD. Sin embargo, la CD no garantiza el pago de ese déficit sino que evita mayores déficit en el futuro. De hecho, la introducción de la CD puede generar un mayor déficit corriente por efecto de la transición, entendida como el proceso de cambio de un sistema BD a uno que incluya capitalización individual. El problema clave de cualquier transición es cubrir alguna proporción de la pensión de los viejos y al mismo tiempo provisionar el ahorro para los jóvenes. Con la incorporación de la CD, los aportes de las generaciones jóvenes dejarán de alimentar, así sea parcialmente, el sistema de BD y, por tanto, no habrá cómo pagar a satisfacción las pensiones de las generaciones viejas que están en el régimen de BD. Por tanto, con la introducción de la capitalización individual los jóvenes estarían pagando el doble, sus aportes al régimen de ahorro individual más las pensiones de los viejos afiliados al sistema de BD. En una situación sin reforma los jóvenes sólo aportarían cotizaciones al sistema de BD para financiar las mesadas de los viejos, y esperarían que las generaciones futuras financien sus pensiones (Feldstein, 1997, 10). Pero no necesariamente la generación de trabajadores de la transición debe pagar el costo de ella. Depende de la forma como se financie el déficit del sistema de BD. Al financiarse con emisión de nueva deuda gubernamental, se haría un canje de la antigua deuda implícita de BD por nueva deuda explícita gubernamental. Con ello la reforma ejerce un efecto limitado sobre el ahorro nacional, el capital y la distribución del bienestar intergeneracional entre los jóvenes y los viejos durante la transición (Schmidt-Hebbel, 1995). Al tener en cuenta el principio de la equivalencia ricardiana, algunas de las generaciones futuras deberán asumir el pago de esa deuda a través de impuestos; de todas formas, este dilema también lo enfrentaría cualquier gobierno aún sin reforma, en el momento en que se agoten las reservas del BD. La financiación con impuestos castiga a las generaciones contribuyentes de impuestos durante la transición y beneficia a las generaciones post-transición no gravadas. Según Schmidt-Hebbel (1995), esta alternativa produciría un mayor ahorro y formación de capital en el futuro posibilitando mejores ingresos y niveles salariales. 22 Por otra parte y dada su característica de inversionistas especializados, los administradores de los fondos privados de pensiones pueden lograr mayores rendimientos de los recursos al ofrecer las mejores combinaciones de riesgo y rentabilidad12 (Feldstein, 1997, 3). Sin embargo, el incremento en el acervo de capital puede reducir la rentabilidad de los fondos de pensiones en el mediano plazo; este hecho aunque modera el ritmo de crecimiento del capital en el mediano plazo, puede aumentar la productividad del trabajo y aumentar los salarios de los trabajadores retroalimentando, a través de los aportes obligatorios, el sistema pensional. Bajo este racionamiento surge una de las grandes ventajas potenciales, a nivel teórico, de los fondos privados cual es la de fomentar el desarrollo del mercado de capitales y el ahorro interno, creando un círculo virtuoso para la economía: a mayor ahorro, mayor disponibilidad de recursos para financiar las empresas, lo que aumenta la inversión y el empleo y, por tanto, el crecimiento económico general. El desarrollo del mercado de capitales es necesario para la cristalización del círculo virtuoso. Con ello se estimula que los recursos del régimen de CD se canalicen a financiar sectores diferentes al gobierno, como el sector real. En este sentido, el bajo desarrollo de los mercados de capitales en América Latina puede ser un impedimento del éxito del sistema de CD. De hecho, alrededor de dos terceras partes de los fondos de pensiones están invertidas en títulos del sector público y del sector financiero, restándole financiamiento al sector real. 12 En Chile, por ejemplo, luego de 19 años, la rentabilidad anual del sistema ha sido de 11%. 23 5. A MANERA DE CONCLUSIÓN El presente trabajo ilustró sobre los elementos fundamentales a nivel microeconómico y macroeconómico, que deben tenerse en cuenta en el diseño o ajuste de cualquier sistema pensional. Se puede concluir que las fallas de diseño y/o la falta de ajustes oportunos a nivel financiero ocasionan efectos nocivos en la redistribución del bienestar al interior de una generación o entre varias generaciones. Los esquemas de financiamiento son vulnerables en mayor o menor intensidad a diversos factores macroeconómicos. El nivel y la calidad del empleo al igual que el nivel de los salarios afectan prácticamente por igual a cualquier sistema pensional, bien sea de beneficio definido o de contribución definida. Las fluctuaciones de las tasas de interés influyen de forma notoria en los resultados del sistema de contribución definida y, en menor medida, en los de beneficio definido. Los aspectos demográficos afectan cualquier modalidad de beneficio definido. El desarrollo de un sistema pensional afecta de manera crucial variables macroeconómicas importantes para la estabilidad de cualquier país. Su desempeño afecta el déficit fiscal, la deuda pública, la redistribución del bienestar intra e intergeneracionalmente, la productividad de los factores y el mercado de capitales, entre otros. Los diferentes sistemas pensionales resultantes de las reformas hechas en América Latina han respondido a las características de cada país, en especial a sus niveles de ingreso y su situación fiscal. En este 24 REFERENCIAS Arancibia C, Juan A. y Berenice Ramírez. 1999. “Tendencia y perspectivas del proceso de reforma de la seguridad social en América Latina”. En: La Seguridad Social: Reformas y Retos, ed. Ramírez L, Berenice. Ciudad de México, D.F., pp. 19 55. Ayala, Ulpiano. 1992. “Introducción a la seguridad y a los seguros sociales” en Estructura y Crisis de la Seguridad Social en Colombia. 1946-1992. CID Universidad Nacional. Bogotá, Colombia. pp. 18-19. Banco Mundial. 1994. “Envejecimiento sin crisis”. Washington, D.C. Clavijo, Sergio. 1998. “El nuevo régimen pensional colombiano y sus efectos fiscales: de las joyas de la corona a los faltantes de tesorería”. Documento CEDE No. 98-19. Bogotá. Feldstein, Martín. 1997. “Transition to a fully funded pension system: five economic issues”. Working Paper 6149. National Bureau of Economic Research. Cambridge. Gutiérrez et. al. 1996. “Una aproximación global a los sistemas de seguridad social en América del Norte”, serie Estudios No. 23, CISS, p. 3 - 8 Lozano N, Carlos. 2000. “Características de los sistemas de pensiones”. Mimeo presentado en el seminario “Regímenes de pensiones. Evolución, realidad y perspectivas”. Julio. Ciudad de México, D.F. Saldain, Rodolfo. “Los procesos de reforma de los regímenes pensionales en América Latina”. Schmidt-Hebel, Klaus. 1995. “La reforma pensional colombiana. Efectos fiscales y macroeconómicos”. Asofondos. Schmidt-Hebel, Klaus 1999. Latina America’s Pension Revolution: A Review of Approaches and Experience. Paper prepared for the World Bank’s ABCDE Conference. April. Washington, D.C. Tetelboin H, Carolina. 1999. ¿Alternativas en seguridad social? En: La Seguridad Social: Reformas y Retos, ed. Ramírez L, Berenice. Ciudad de México, D.F., pp. 57 – 84. 25 Treviño, S, Leticia F. 1999. “Sistemas de pensiones en América: conceptualización y reforma”. En: Revista Prospectiva, Ciudad de México, D.F. pp. 41 – 42. Uthoff, Andras. 1999. “La universalización de la seguridad social en pensiones en América Latina: reforma a la seguridad social y mercados de trabajo, ¿cuál debe adaptarse al otro?”. En: Políticas y Servicios Sociales para el Siglo XXI. Ed. Consuelo Uribe Mallarino. Centro Editorial Javeriano, CEJA. Diciembre. Bogotá. pp. 159 – 182. 26 ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 1 La coyuntura económica en Colombia y Venezuela Andrés Langebaek Patricia Delgado Fernando Mesa Parra Octubre 1992 2 La tasa de cambio y el comercio colombo-venezolano Fernando Mesa Parra Andrés Langebaek Noviembre 1992 3 ¿Las mayores exportaciones colombianas de café redujeron el precio externo? Carlos Esteban Posada Andrés Langebaek Noviembre 1992 4 El déficit público: una perspectiva macroeconómica Jorge Enrique Restrepo Juan Pablo Zárate Carlos Esteban Posada Noviembre 1992 5 El costo de uso del capital en Colombia Mauricio Olivera Diciembre 1992 6 Colombia y los flujos de capital privado a América Latina Andrés Langebaek Febrero 1993 7 Infraestructura física. “Clubs de convergencia” y crecimiento económico José Dario Uribe Febrero 1993 8 El costo de uso del capital: una nueva estimación (Revisión) Mauricio Olivera Marzo 1993 9 Dos modelos de transporte de carga por carretera Carlos Esteban Posada Edgar Trujillo Ciro Alvaro Concha Juan Carlos Elorza Marzo 1993 10 La determinación del precio interno del café en un modelo de optimización intertemporal Carlos Felipe Jaramillo Carlos Esteban Posada Edgar Trujillo Abril 1993 11 El encaje óptimo Edgar Trujillo Ciro Carlos Esteban Posada Mayo 1993 12 Crecimiento económico, “Capital humano” y educación: la teoría y el caso colombiano posterior a 1945 Carlos Esteban Posada Junio 1993 13 Estimación del PIB trimestral según los componentes del gasto Rafael Cubillos Junio 1993 Fanny Mercedes Valderrama 14 Diferencial de tasas de interés y flujos de capital en Colombia (1980-1993) Andrés Langebaek 15 Empleo y capital en Colombia: nuevas estimaciones (1950-1992) Adriana Barrios Septiembre 1993 Marta Luz Henao Carlos Esteban Posada Fanny Mercedes Valderrama Diego Mauricio Vásquez Agosto 1993 ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 16 Productividad, crecimiento y ciclos en la economía colombiana (1967-1992) Carlos Esteban Posada Septiembre 1993 17 Crecimiento económico y apertura en Chile y México y perspectivas para Colombia Fernando Mesa Parra Septiembre 1993 18 El papel del capital público en la producción, inversión y el crecimiento económico en Colombia Fabio Sánchez Torres Octubre 1993 19 Tasa de cambio real y tasa de cambio de equilibrio Andrés Langebaek Octubre 1993 20 La evolución económica reciente: dos interpretaciones alternativas Carlos Esteban Posada Noviembre 1993 21 El papel de gasto público y su financiación en la coyuntura actual: algunas implicaciones complementarias Alvaro Zarta Avila Diciembre 1993 22 Inversión extranjera y crecimiento económico Alejandro Gaviria Javier Alberto Gutiérrez Diciembre 1993 23 Inflación y crecimiento en Colombia Alejandro Gaviria Carlos Esteban Posada Febrero 1994 24 Exportaciones y crecimiento en Colombia Fernando Mesa Parra Febrero 1994 25 Experimento con la vieja y la nueva teoría del crecimiento económico (¿porqué crece tan rápido China?) Carlos Esteban Posada Febrero 1994 26 Modelos económicos de criminalidad y la posibilidad de una dinámica prolongada Carlos Esteban Posada Abril 1994 27 Regímenes cambiarios, política macroeconómica y flujos de capital en Colombia Carlos Esteban Posada Abril 1994 28 Comercio intraindustrial: el caso colombiano Carlos Pombo Abril 1994 29 Efectos de una bonanza petrolera a la luz de un modelo de optimización intertemporal Hernando Zuleta Juan Pablo Arango Mayo 1994 30 . Crecimiento económico y productividad en Colombia: una perspectiva de largo plazo (1957-1994) Sergio Clavijo Junio 1994 31 Inflación o desempleo: ¿Acaso hay escogencia en Colombia? Sergio Clavijo Agosto 1994 ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 32 La distribución del ingreso y el sistema financiero Edgar Trujillo Ciro Agosto 1994 33 La trinidad económica imposible en Colombia: estabilidad cambiaria, independencia monetaria y flujos de capital libres Sergio Clavijo Agosto 1994 34 ¿’Déjà vu?: tasa de cambio, deuda externa y esfuerza exportador en Colombia. Sergio Clavijo Mayo 1995 35 La crítica de Lucas y la inversión en Colombia: nueva evidencia Mauricio Cárdenas Mauricio Olivera Septiembre 1995 36 Tasa de Cambio y ajuste del sector externo en Colombia Fernando Mesa Parra Dairo Estrada Septiembre 1995 37 Análisis de la evolución y composición del Sector Público Mauricio Olivera G. Septiembre 1995 Manuel Fernando Castro Q. Fabio Sánchez T. 38 Incidencia distributiva del IVA en un modelo del ciclo de vida Juan Carlos Parra Osorio Fabio José Sánchez T. Octubre 1995 39 Por qué los niños pobres no van a la escuela? (Determinantes de la asistencia escolar en Colombia) Fabio Sánchez Torres Jairo Augusto Núñez M. Noviembre 1995 40 Matriz de Contabilidad Social 1992 Fanny M. Valderrama Javier Alberto Gutiérrez Diciembre 1995 41 Multiplicadores de Contabilidad Derivados de la Matriz de Contabilidad Social Javier Alberto Gutiérrez Fanny M. Valderrama G. Enero 1996 42 El ciclo de referencia de la economía colombiana Martin Maurer María Camila Uribe S. Febrero 1996 43 Impacto de las transferencias intergubernamentales en la distribución interpersonal del ingreso en Colombia Juan Carlos Parra Osorio Marzo 1996 44 Auge y colapso del ahorro empresarial en Colombia 1983-1994 Fabio Sánchez Torres Abril 1996 Guillermo Murcia Guzmán Carlos Oliva Neira 45 Evolución y comportamiento del gasto público en Colombia 1950-1994 Cielo María Numpaque Ligia Rodríguez Cuestas Mayo 1996 46 Los efectos no considerados de la apertura económica en el mercado laboral industrial Fernando Mesa Parra Javier Alberto Gutiérrez Mayo 1996 47 Un modelo de Financiamiento óptimo de un aumento permanente en el gasto público: Una ilustración con el caso colombiano. Alvaro Zarta Avila Junio 1996 ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 48 Estadísticas descriptivas del mercado laboral masculino y femenino en Colombia: 1976 -1995 Rocío Ribero M. Carmen Juliana García B. Agosto 1996 49 Un sistema de indicadores líderes para Colombia Martín Maurer María Camila Uribe Javier Birchenall Agosto 1996 50 Evolución y determinantes de la productividad en Colombia: Un análisis global y sectorial Fabio Sánchez Torres Jorge Iván Rodríguez Jairo Núñez Méndez Agosto 1996 51 Gobernabilidad y Finanzas Públicas en Colombia César A. Caballero R Noviembre 1996 52 Tasas Marginales Efectivas de Tributación en Colombia Mauricio Olivera G. Noviembre 1996 53 Un modelo keynesiano para la economía colombiana Fabio José Sánchez T. Clara Elena Parra Febrero 1997 54 Trimestralización del Producto Interno Bruto por el lado de la oferta. Fanny M. Valderrama Febrero 1997 55 Poder de mercado, economías de escala, complementariedades intersectoriales y crecimiento de la productividad en la industria colombiana. Juán Mauricio Ramírez Marzo 1997 56 Estimación y calibración de sistemas flexibles de gasto. Orlando Gracia Gustavo Hernández Abril 1997 57 Mecanismos de ahorro e Inversión en las Empresas Públicas Colombianas: 1985-1994 Fabio Sánchez Torres Guilllermo Murcia G. Mayo 1997 58 Capital Flows, Savings and investment in Colombia 1990-1996 José Antonio Ocampo G. Camilo Ernesto Tovar M. Mayo 1997 59 Un Modelo de Equilibrio General Computable con Competencia imperfecta para Colombia Juan Pablo Arango Orlando Gracia Gustavo Hernández Juan Mauricio Ramírez Junio 1997 60 El cálculo del PIB Potencial en Colombia Javier A. Birchenall J. Julio 1997 61 Determinantes del Ahorro de los hogares. Explicación de su caída en los noventa. Alberto Castañeda C. Gabriel Piraquive G. Julio 1997 62 Los ingresos laborales de hombres y mujeres en Colombia: 1976-1995 Rocío Ribero Claudia Meza Agosto 1997 ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 63 Determinantes de la participación laboral de hombres y mujeres en Colombia: 1976-1995 Rocío Ribero Claudia Meza Agosto 1997 64 Inversión bajo incertidumbre en la Industria Colombiana: 1985-1995 Javier A. Birchenall Agosto 1997 65 Modelo IS-LM para Colombia. Relaciones de largo plazo y fluctuaciones económicas. Jorge Enrique Restrepo Agosto 1997 66 Correcciones a los Ingresos de las Encuestas de hogares y distribución del Ingreso Urbano en Colombia. Jairo A. Núñez Méndez Jaime A. Jiménez Castro Septiembre 1997 67 Ahorro, Inversión y Transferencias en las Entidades Territoriales Colombianas Fabio Sánchez Torres Mauricio Olivera G. Giovanni Cortés S. Octubre 1997 68 Efectos de la Tasa de cambio real sobre la Inversión industrial en un Modelo de transferencia de precios Fernando Mesa Parra Leyla Marcela Salguero Fabio Sánchez Torres Octubre 1997 69 Convergencia Regional: Una revisión del caso Colombiano. Javier A. Birchenall Guillermo E. Murcia G. Octubre 1997 70 Income distribution, human capital and economic growth in Colombia. Javier A. Birchenall Octubre 1997 71 Evolución y determinantes del Ahorro del Gobierno Central. Fabio Sánchez Torres Ma. Victoria Angulo Noviembre 1997 72 Macroeconomic Perforrmance and Inequality in Colombia: 1976-1996 Raquel Bernal Mauricio Cárdenas Jairo Núñez Méndez Fabio Sánchez Torres Diciembre 1997 73 Liberación comercial y salarios en Colombia: 1976-1994 Donald Robbins Enero 1998 74 Educación y salarios relativos en Colombia: 1976-1995 Determinantes, evolución e implicaciones para la distribución del Ingreso Jairo Núñez Méndez Fabio Sánchez Torres Enero 1998 75 La tasa de interés “óptima” Carlos Esteban Posada Edgar Trujillo Ciro Febrero 1998 76 Los costos económicos de la criminalidad y la violencia en Colombia: 1991-1996 Edgar Trujillo Ciro Martha Elena Badel Marzo 1998 77 Elasticidades Precio y Sustitución para la Industria Colombiana Juán Pablo Arango Orlando Gracia Gustavo Hernández Marzo 1998 ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 78 Flujos Internacionales de Capital en Colombia: Un enfoque de Portafolio Ricardo Rocha García Fernando Mesa Parra Marzo 1998 79 Macroeconomía, ajuste estructural y equidad en Colombia: 1978-1996 José Antonio Ocampo María José Pérez Camilo Ernesto Tovar Francisco Javier Lasso Marzo 1998 80 La Curva de Salarios para Colombia. Una Estimación de las Relaciones entre el Desempleo, la Inflación y los Ingresos Laborales, 1984- 1996. Fabio Sánchez Torres Jairo Núñez Méndez Marzo 1998 81 Participación, Desempleo y Mercados Laborales en Colombia Jaime Tenjo G. Rocio Ribero M. Abril 1998 82 Reformas comerciales, márgenes de beneficio y productividad en la industria colombiana Juán Pablo Arango Orlando Gracia Gustavo Hernández Juán Mauricio Ramírez Abril 1998 83 Capital y Crecimiento Económico en un Modelo Dinámico: Una presentación de la dinámica Transicional para los casos de EEUU y Colombia Alvaro Zarta Avila Mayo 1998. 84 Determinantes de la Inversión en Colombia: Evidencia sobre el capital humano y la violencia. Clara Helena Parra Junio 1998. 85 Mujeres en sus casas: Un recuento de la población Femenina económicamente activa Piedad Urdinola Contreras Junio 1998. 86 Descomposición de la desigualdad del Ingreso laboral Urbano en Colombia: 1976-1997 Fabio Sánchez Torres Jairo Núñez Méndez Junio 1998. 87 El tamaño del Estado Colombiano Indicadores y tendencias 1976-1997 Angela Cordi Galat Junio 1998. 88 Elasticidades de sustitución de las importaciones Para la economía colombiana. Gustavo Hernández Junio 1998. 89 La tasa natural de desempleo en Colombia Martha Luz Henao Norberto Rojas Junio 1998. 90 The role of shocks in the colombian economy Ana María Menéndez Julio 1998. 91 The determinants of Human Capital Accumulation in Donald J. Robbins Colombia, with implications for Trade and Growth Theory Julio 1998. 92 Estimaciones de funciones de demanda de trabajo dinámicas para la economía colombiana, 1980-1996 Alejandro Vivas Benítez Stefano Farné Dagoberto Urbano Julio 1998. 93 Análisis de las relaciones entre violencia y equidad Alfredo Sarmiento Lida Marina Becerra Agosto 1998. ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 94 Evaluación teórica y empírica de las exportaciones no tradicionales en Colombia Fernando Mesa Parra María Isabel Cock Angela Patricia Jiménez Agosto 1998. 95 Valoración económica del empleo doméstico femenino no remunerado, en Colombia, 1978-1993 Piedad Urdinola Contreras Agosto 1998. 96 Eficiencia en el Gasto Público de Educación. María Camila Uribe Agosto 1998. 97 El desempleo en Colombia: tasa natural, desempleo cíclico y estructural y la duración del desempleo. 1976-1998. Jairo Núñez M. Raquel Bernal S. Septiembre 1998. 98 Productividad y retornos sociales del Capital humano: Microfundamentos y evidencia para Colombia. Francisco A. González R. Carolina Guzmán R. Angela L. Pachón G. Noviembre 1998. 99 Reglas monetarias en Colombia y Chile Jorge E. Restrepo L. Enero 1999. 100 Inflation Target Zone: The Case of Colombia 1973-1994 Jorge E. Restrepo L. Febrero 1999. 101 ¿ Es creíble la Política Cambiaria en Colombia? Carolina Hoyos V. Marzo 1999. 102 La Curva de Phillips, la Crítica de Lucas y la persistencia de la inflación en Colombia Javier A.Birchenall Abril 1999. 103 Un modelo macroeconométrico para la economía Colombiana Javier A.Birchenall Juan Daniel Oviedo Abril 1999. 104 Una revisión de la literatura teórica y la experiencia Internacional en regulación Marcela Eslava Mejía Abril 1999. 105 El transporte terrestre de carga en Colombia Documento para el Taller de Regulación. Marcela Eslava Mejía Abril 1999. Eleonora Lozano Rodríguez 106 Notas de Economía Monetaria. (Primera Parte) Juan Carlos Echeverry G. Abril 1999. 107 Ejercicios de Causalidad y Exogeneidad para Ingresos salariales nominales públicos y privados Colombianos (1976-1997). Mauricio Bussolo Orlando Gracia Camilo Zea Mayo 1999. 108 Real Exchange Rate Swings and Export Behavior: Explaining the Robustness of Chilean Exports. Felipe Illanes Mayo 1999. 109 Segregación laboral en las 7 principales ciudades del país. Piedad Urdinola Mayo 1999. 110 Estimaciones trimestrales de la línea de pobreza y sus relaciones con el desempeño macroeconómico Colombiano. (1977-1997) Jairo Núñez Méndez Fabio José Sánchez T. Mayo 1999 111 Costos de la corrupción en Colombia. Marta Elena Badel Mayo 1999 ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 112 Relevancia de la dinámica transicional para el crecimiento de largo plazo: Efectos sobre las tasas de interés real, la productividad marginal y la estructura de la producción para los casos de EEUU y Colombia.. Alvaro Zarta Junio 1999 113 La recesión actual en Colombia: Flujos, Balances y Política anticíclica Juan Carlos Echeverry Junio 1999 114 Monetary Rules in a Small Open Economy Jorge E. Restrepo L. Junio 1999 115 El Balance del Sector Público y la Sostenibilidad Fiscal en Colombia Juan Carlos Echeverry Gabriel Piraquive Natalia Salazar Ma. Victoria Angulo Gustavo Hernández Cielo Ma. Numpaque Israel Fainboim Carlos Jorge Rodriguez Junio 1999 116 Crisis y recuperación de las Finanzas Públicas. Lecciones de América Latina para el caso colombiano. Marcela Eslava Mejía Julio 1999 117 Complementariedades Factoriales y Cambio Técnico en la Industria Colombiana. Gustavo Hernández Juan Mauricio Ramírez Julio 1999 118 ¿Hay un estancamiento en la oferta de crédito? Juan Carlos Echeverry Natalia Salazar Julio 1999 119 Income distribution and macroeconomics in Colombia. Javier A. Birchenall J. Julio 1999. 120 Transporte carretero de carga. Taller de regulación. DNP-UMACRO. Informe final. Juan Carlos Echeverry G. Agosto 1999. Marcela Eslava Mejía Eleonora Lozano Rodriguez 121 ¿ Se cumplen las verdades nacionales a nivel regional? Primera aproximación a la construcción de matrices de contabilidad social regionales en Colombia. Nelly.Angela Cordi Galat Agosto 1999. 122 El capital social en Colombia. La medición nacional con el BARCAS Separata N° 1 de 5 John SUDARSKY Octubre 1999. 123 El capital social en Colombia. La medición nacional con el BARCAS Separata N° 2 de 5 John SUDARSKY Octubre 1999. 124 El capital social en Colombia. La medición nacional con el BARCAS Separata N° 3 de 5 John SUDARSKY Octubre 1999. 125 El capital social en Colombia. La medición nacional con el BARCAS Separata N° 4 de 5 John SUDARSKY Octubre 1999. ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 126 El capital social en Colombia. La medición nacional con el BARCAS Separata N° 5 de 5 John SUDARSKY Octubre 1999. 127 The Liquidity Effect in Colombia Jorge E. Restrepo Noviembre 1999. 128 Upac: Evolución y crisis de un modelo de desarrollo. Juan C Echeverry Orlando Gracia B. Piedad Urdinola Diciembre 1999. 129 Confronting fiscal imbalances via intertemporal Economics, politics and justice: the case of Colombia Juan C Echeverry Verónica Navas-Ospina Diciembre 1999. 130 La tasa de interés en la coyuntura reciente en Colombia. Jorge Enrique Restrepo Edgar Trujillo Ciro Diciembre 1999. 131 Los ciclos económicos en Colombia. Evidencia Empírica (1977-1998) Jorge Enrique Restrepo José Daniel Reyes Peña Enero 2000. 132 Colombia'natural trade partners and its bilateral Trade performance: Evidence from 1960 to 1996 Hernán Eduardo Vallejo Enero 2000. 133 Los derechos constitucionales de prestación y sus Implicaciones económico- políticas. Los casos del derecho a la salud y de los derechos de los reclusos Luis Carlos Sotelo Febrero 2000. 134 La reactivación productiva del sector privado colombiano Luis Alberto Zuleta (Documento elaborado para el BID) Marzo 2000. 135 Geography and Economic Development: A Municipal Approach for Colombia. Fabio José Sánchez T. Jairo Núñez Méndez Marzo 2000. 136 La evaluación de resultados en la modernización del Estado en América Latina. Restricciones y Estrategia para su desarrollo. Eduardo Wiesner Durán Abril 2000. 137 La regulación de precios del transporte de carga por Carretera en Colombia. Marcela Eslava Mejía Abril 2000. 138 El conflicto armado en Colombia. Una aproximación a la teoría de juegos. Yuri Gorbaneff Flavio Jácome Julio 2000. 139 Determinación del consumo básico de agua potable subsidiable en Colombia. Juan Carlos Junca Salas Noviembre 2000. Incidencia fiscal de los incentivos tributarios Juan Ricardo Ortega Noviembre 2000. Gabriel Armando Piraquive Gustavo Adolfo Hernández Carolina Soto Losada Sergio Iván Prada Juan Mauricio Ramirez . 140 ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 141 Exenciones tributarias: Costo fiscal y análisis de incidencia Gustavo A. Hernández Carolina Soto Losada Sergio Iván Prada Juan Mauricio Ramirez Diciembre 2000 142 La contabilidad del crecimiento, las dinámicas transicionales y el largo plazo: Una comparación internacional de 46 países y una presentación de casos de economías tipo: EEUU, Corea del Sur y Colombia. Alvaro Zarta Avila Febrero 2001 143 ¿Nos parecemos al resto del mundo? El Conflicto colombiano en el contexto internacional. Juan Carlos Echeverry G. Natalia Salazar Ferro Verónica Navas Ospina Febrero 2001 144 Inconstitucionalidad del Plan Nacional de Desarrollo: causas, efectos y alternativas. Luis Edmundo Suárez S. Diego Mauricio Avila A. Marzo 2001 145 La afiliación a la salud y los efectos redistributivos de los subsidios a la demanda. Hernando Moreno G. Abril 2001 146 La participación laboral: ¿qué ha pasado y qué podemos esperar? Mauricio Santamaría S. Norberto Rojas Delgadillo Abril 2001 147 Análisis de las importaciones agropecuarias en la década de los Noventa. Gustavo Hernández Juan Ricardo Perilla Mayo 2001 148 Impacto económico del programa de Desarrollo alternativo del Plan Colombia Gustavo A. Hernández Sergio Iván Prada Juan Mauricio Ramírez Mayo 2001 149 Análisis de la presupuestación de la inversión de la Nación. Ulpiano Ayala Oramas Mayo 2001 150 DNPENSION: Un modelo de simulación para estimar el costo fiscal del sistema pensional colombiano. Juan Carlos Parra Osorio Mayo 2001 151 La oferta de combustible de Venezuela en la frontera con Colombia: una aproximación a su cuantificación Hernando Moreno G. Junio 2001 152 Shocks fiscales y términos de intercambio en el caso colombiano. Ómer ÖZAK MUñOZ. Julio 2001 153 Demanda por importaciones en Colombia: Una estimación. Igor Esteban Zuccardi Julio 2001 154 Elementos para mejorar la adaptabilidad del mercado laboral colombiano. Mauricio Santa María S. Norberto Rojas Delgadillo Agosto 2001 155 ¿Qué tan poderosas son las aerolíneas colombianas? Estimación de poder de mercado de las rutas colombianas. Ximena Peña Parga Agosto 2001 ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 156 Elementos para el debate sobre una nueva reforma pensional en Colombia. Juan Carlos Echeverry Andrés Escobar Arango César Merchán Hernández Gabriel Piraquive Galeano Mauricio Santa María S. Septiembre 2001 157 Agregando votos en un sistema altamente desistitucionalizado. Francisco Gutiérrez Sanín Octubre 2001 158 Eficiencia -X en el Sector Bancario Colombiano Carlos Alberto Castro I Noviembre 2001 159 Determinantes de la calidad de la educación en Colombia. Alejandro Gaviria Jorge Hugo Barrientos Noviembre 2001 160 Evaluación de la descentralización municipal. Descentralización y macroeconomía Fabio Sánchez Torres Noviembre 2001 161 Impuestos a las transacciones: Implicaciones sobre el bienestar y el crecimiento. Rodrigo Suescún Noviembre 2001 162 Strategic Trade Policy and Exchange Rate Uncertainty Fernando Mesa Parra Noviembre 2001 163 Evaluación de la descentralización municipal en Colombia. Avances y resultados de la descentralización Política en Colombia Alberto Maldonado C. Noviembre 2001 164 Choques financieros, precios de activos y recesión en Colombia. Alejandro Badel Flórez Noviembre 2001 165 Evaluación de la descentralización municipal en Colombia. ¿Se consolidó la sostenibilidad fiscal de los municipios colombianos durante los años noventa. Juan Gonzalo Zapata Olga Lucía Acosta Adriana González Noviembre 2001 166 Evaluación de la descentralización municipal en Colombia. La descentralización en el Sector de Agua potable y Saneamiento básico. Maria Mercedes Maldonado Noviembre 2001 Gonzalo Vargas Forero 167 Evaluación de la descentralización municipal en Colombia. La relación entre corrupción y proceso de descentralización en Colombia. Edgar González Salas Diciembre 2001 168 Evaluación de la descentralización municipal en Colombia. Estudio general sobre antecedentes, diseño, avances y resultados generales del proceso de descentralización territorial en el Sector Educativo. Carmen Helena Vergara Mary Simpson Diciembre 2001 169 Evaluación de la descentralización municipal en Colombia. Componente de capacidad institucional. Edgar González Salas Diciembre 2001 170 Evaluación de la descentralización municipal en Colombia. Evaluación de la descentralización en Salud en Colombia. Iván Jaramillo Pérez Diciembre 2001 171 External Trade, Skill, Technology and the recent increase of income inequality in Colombia Mauricio Santa María S. Diciembre 2001 ARCHIVOS DE ECONOMIA No Título Autores Fecha 172 Seguimiento y evaluación de la participación de los resguardos indígenas en los ingresos corrientes de la Nación para el período 1998 y 1999. Dirección de Desarrollo Territorial Diciembre 2001 173 Exposición de Motivos de la Reforma de la Ley 60 de 1993. Sector Educación y Sector Salud Dirección de Desarrollo Social Diciembre 2001 174 Transferencias, incentivos y la endogenidad del gasto Eduardo Wiesner Durán Territorial. Seminario internacional sobre Federalismo fiscal - Secretaría de Hacienda de México, CEPAL, ILPES, CAF - Cancún, México. 18-20 de Mayo de 2000 Enero 2002. 175 Cualificación laboral y grado de sindicalización Flavio Jácome Liévano Enero 2002. 176 OFFSETS: Aproximación teórica y experiencia Internacional. Yaneth Gina Tovar Paola Buendía García Alvaro José Chávez G. Febrero 2002. 177 Pensiones: conceptos y esquemas de financiación César Augusto Merchán H. Febrero 2002.