U.. - Corte Nacional de Justicia

Anuncio
Et.*~
.L
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA
‘~14
/
.WSALA DE
LO PENAL
RECURSO
31
1
JUICIO N°:
PROCESADQ
AGP~VIADO~
MOTI\/&
1;
y
RESOLUCIÓNN°:
~
~ ~U..
~.....S..
~.&
1
~
~
LUGAR ORIGEÑ:S~L a~L ~.J
FECHAAUTOCABEZA•
O.Í
-
e
FECHA.:RECEPCIÓNo2o~aoI~FEcHA RESOLUCIÓN
H
FECHA DEVOLUCIÓN
~
e
~
aiea
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.
SALA ESPECIALIZADA DE LO PENAL.
PROCESO No. 044-2012 V.R.
LA FISCALÍA CONTRA EL CIUDADANO JOSÉ WILSON POZO TAFUR
JUEZ PONENTE: VICENTE TIBERIO ROBALINO VILLAFUERTE
Quito, 29 de febrero del 2012.- Las 16h40.VISTOS:
1. Antecedentes
El ciudadano José Wilson Pozo Tafur propone recurso de casación contra la
resolución dictada por la Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de
Imbabura, quien acepta el recurso de apelación presentado por el abogado
Christian Espín Garzón, procurador judicial del señor Fulton Salas
Cabascango; y en lo principal, confirma la sentencia de primer nivel
reformándola, en cuanto la pena impuesta por el Tribunal Segundo de
Garantías Penales es privativa de libertad de un mes como autor de delito
contra el medio ambiente, declarándola suspensa; mientras que, la sentencia
de la Corte de apelación ordena que la sanción debe ser cumplida, pues
considera que el artículo 82 del Código Penal no se aplica al caso.
2. COMPETENCIA DE LA SALA.
De acuerdo con los artículos 184.1 de la Constitución de la República del
Ecuador, y 186.1 del Código Orgánico de la Función Judicial, la Sala tiene
competencia para conocer de los recursos de casación por intermedio de los
jueces actuantes.
No se ha impugnado tal competencia ni a los jueces que integran el Tribunal.
3. DEL TRÁMITE.
Se ha seguido el trámite establecido por el Código de Procedimiento Penal en
los artículos 349 y siguientes, convocándose a audiencia de fundamentación
del recurso, diligencia en el que el defensor del procesado manifestó
fundamentalmente:
Que la sentencia impugnada fue dictada luego de una audiencia a la
que ni el procesado ni su defensor concurrieron, no estuvo el
procesado representado por un defensor particular ni por uno
nombrado por el Estado, según el contenido del acta elaborada.
ji.
Que no se ha respetado el derecho a la defensa previsto en el
artículo 76.7.a. de la Constitución, y en el artículo innumerado
agregado después del artículo 5 del Código de Procedimiento Penal.
Ni.
Que la sentencia impugnada carece de motivación.
iv.
Que se ha aplicado erróneamente las reglas sobre las circunstancias
atenuantes y agravantes de la pena.
La Fiscalía replicó que:
No se ha fundamentado ninguna de las causales previstas para la
casación.
Que el simple desacuerdo con las decisiones jurisdiccionales no son
causa de casación.
Ni.
Que lo alegado por la defensa técnica deriva en asuntos que tjenen
que ver con un recurso de nulidad y no de casación.
iv.
Pidió se deseche el recurso por improcedente.
4. CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL DE CASACION
4.1 La casación es un recurso extraordinario que busca dejar sin efecto una
sentencia judicial, “...cuando en la sentencia se hubiere violado la ley,
ya por contravención expresa de su texto, por indebida aplicación, o
por errónea interpretación.
4.2 Las causales de la casaci6n están determinadas en la ley y pueden
resumirse en errores de forma (error in procedendo) y en errores de
fondo (error in iudicando).
4.3Su función principal es lograr la certeza jurídica, fijar la jurisprudencia y
garantizar los derechos de protección, enmendando los agravios
inferidos a las partes.
4.4En su naturaleza jurídica se caracteriza por su tecnicismo.
4.5 La Constitución de la República del Ecuador en sus artículos 1, 11, 44,
45, 75, 76, 77, 81, 82, 167, 175 diseña y desarrolla un Estado
constitucional de derechos y justicia, en que el máximo deber del
Estado es respetar y hacer respetar los derechos humanos, se
garantizan los derechos a tutela efectiva, imparcial y expedita, se
reconocen los derechos de las víctimas, el derecho al debido proceso,
la potestad de administrar justica emana del pueblo quien la ejerce a
través de los órganos de la Función Judicial y otras autoridades
legítimas, y en que el proceso penal es un medio para la realización de
la justicia.
4.6 La Corte Constitucional para el período de transición, ha manifestado
que el derecho a asistir y ser escuchado es expresión del derecho a la
Ce izo
igualdad, que cuerda con el de acceso a la justicia; así en el caso 0022
—2009 CN, en sentencia 024— 10—SCN-CC, publicada en el suplemento
del Registro Oficial 294 de 6 de octubre de 2010, razonó:
Una de las principales garantias del debido proceso es precisamente el derecho a la defensa, entendido
como la oportunidad reconocida a toda persona, en el ámbito de cualquier proceso o actuación judicial o
administrativa, de ser olda, de hacer valer las propias razones y argumentos, de controvertir, contradecir y
objetar las pruebas en contra y de solicitar la práctica y evaluación de las que se estiman favorables, así
como de ejercitar los recursos que la ley otorga.
Su importancia en el contexto de las garantias procesales radica en que con su ejercicio se busca impedir la
arbitrariedad de los agentes estatales y evitar la condena injusta, mediante la búsqueda de la verdad, con la
activa participación o representación de quien puede ser afectado por las decisiones que se adopten sobre la
base de lo actuado.
El ejercicio del derecho a la defensa en materia penal y de contravenciones por pertenecerse a un mismo
género que es la sanción personal y real, comprende dos modalidades: la defensa material y la defensa
técnica. La primera es aquella que le corresponde ejercer directamente al sindicadolO. La segunda es la que
ejerce en nombre de aquél un profesional del derecho. En nuestro sistema procesal penal, el derecho a la
defensa técnica se materializa, o bien con el nombramiento de un abogado escogido por el sindicado,
denominado defensor particular, o bien a través de la asignación de un defensor público proporcionado
directamente por el Estado.
El derecho a la defensa consta de las siguientes partes esenciales:
El derecho del inculpado a la comunicación previa y detallada de la acusación formulada en su contra.
La concesión al inculpado del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa.
El derecho del inculpado a defenderse por sí mismo o a través de un defensor de su elección o nombrado
por el Estado.
No cabe duda, entonces, sobre la intervención del imputado en el proceso. Obviamente, la necesaria
intervención ocurre por razones de inmediatez (articulo 169 CRE), siempre que en estos casos la publicidad y
la contradicción se cumplan, lo que equivale a sostener que en todo caso los sujetos procesales deberán
estar en condiciones de conocer, discutir y contradecir las probanzas buscadas y practicadas sin su
intervención, acudiendo incluso a otros medios de prueba, de ser preciso, antes de que el juez realice su
valoración.
Derecho a la igualdad en el proceso
Entonces es imperativo definir: ¿en qué consiste la igualdad en el proceso? Para ello, la Corte Constitucional,
para el periodo de transición, se remite al caso N.° 0009-2009-EP,11 en el cual se desarrolla esta pregunta, y
cita a la Decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, respecto al articulo 8 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, que en lo principal dice:
‘Derecho a la igualdad en el proceso, el articulo 1.1 de la Convención Americana establece la obligación de
los Estados Parte de respetar los derechos reconocidos en ella y garantizar su libre y pleno ejercicio a toda
persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma,
religión, opiniones políticas o de cualquier otra indole, origen nacional o sodal, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición social.’
El principio de no discriminación es un principio básico y general relativo a todos los derechos fundamentales
y humanos (Art. 11.2 CRE), que informa su goce y ejercicio. En este sentido, la Corte Interamericana ha
tenido oportunidad de señalar:
‘El articulo 1.1 de la Convención, que es una norma de carácter general cuyo contenido se extiende a todas
las disposiciones del tratado, dispone la obligación de los Estados Partes de respetar y garantizar el pleno y
libre ejercicio de los derechos y libertades allí reconocidos «sin discriminación alguna». Es decir,
cualquiera sea el origen o la forma que asuma, todo tratamiento que pueda ser considerado discriminatorio
respecto del ejercicio de cualesquiera de los derechos garantizados en la Convención es per se incompatible
con la misma.’.
En el mismo sentido, el principio de igualdad en los procesos jurisdiccionales, o principio de igualdad de
armas, reconoce el mandato según el cual cada parte del proceso debe poder presentar su caso bajo
condiciones que no representen una posición sustancialmente desventajosa frente a la otra parte. A este
principio se le denomina igualdad de armas (equality of arms). En ese sentido, el derecho al debido proceso
debe interpretarse a la luz de los principios de juicio justo y de igualdad de armas, frente a aquellas
situaciones que desequilibran su actuación en el proceso y que no coinciden estrictamente con los supuestos
establecidos en las cláusulas del debido proceso de la Constitución y los instrumentos internacionales de
Derechos Humanos (supra). A partir de ello, el principio de contradicción e inmediación debe garantizarse, de
tal manera que se permita, en el desarrollo del proceso, tomar medidas para equiparar en el mayor grado que
se pueda. Con ello se proyecta la satisfacción del principio de igualdad de medios o igualdad de armas) cuyo
desarrollo implica una ampliación, tanto de las garantías para preparar una defensa material y técnica
estratégica, como de la carga de sustentar las pruebas y la acusación. Por su parte, la Corte Interamericana
de Derechos Humanos (Cantos vs. Argentina), manifiesta que:
‘[t]oda persona tiene derecho a ser oida, con las debidas garantias y dentro de un plazo razonable, por un
juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la
sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y
obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.’.
Esta disposición de la Convención, en consonancia con la Constitución ecuatoriana, articulo 75 CRE,
consagra el derecho de acceso a la justicia y a que se respeten las garantías mínimas del debido proceso,
articulo 76 CRE, específicamente del derecho a ser a ser oido dentro de un plazo razonable por un juez o
tribunal correspondiente. Del mismo modo, lo contenido en el articulo 76, numeral 7, literal h “presentar de
forma verbal o escrita las razones o argumentos de los que se crea asistida y a replicar los argumentos de las
otras partes [.1”.
4.7 La doctrina enseña que la casación Contemporánea es un recurso
extraordinario para la interdicción de la arbitrariedad tanto en lo que
afecta al control de la observancia de los derechos fundamentales como
para la unificación de la jurisprudencia: Andrea Martínez citada por
César San Martín en “Derecho Procesal Penal” (T. II)
4.8 El principio de motivación de las decisiones previsto en la Constitución
en el artículo 76.7.1) garantiza: “Art. 76.- En todo proceso en el que se
determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el
derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas:
7. El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes
garantías:... 1) Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser
motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las
normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica la
pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho. Los actos
administrativos, resoluciones o fallos que no se encuentren
debidamente motivados se considerarán nulos. Las servidoras o
servidores responsables serán sancionados.”
Con esto la cuestión principal de lo alegado puede contenerse en esta pregunta:
¿Cuál es la validez de una sentencia dictada luego de una audiencia en la que no
asista el procesado ni su abogado defensor (sea particular o público) y de la cual
al resolver se empeora las condiciones del cumplimiento de la pena?.
La respuesta es:
Los principios que se han irrespetado ocasionan la trasgresión del derecho a la
defensa técnica y material del procesado ya que no pudo contradecir los
argumentos de la Fiscalía, tampoco pudo ser escuchado y así el juez
pluripersonal de la apelación forme su criterio y motive su decisión.
Sobre esto la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el
caso García Asto y Ramírez Vs. Perú, en el párrafo 155, estableció: “155. En
relación con el segundo proceso seguido en contra del señor Wilson García Asto,
los representantes señalaron que, al no haberles sido notificada la sentencia de 5
de agosto de 2004 que absolvió a la presunta víctima (supra párr. 97.47), siendo
ésta solamente “leída en acto público” el día de su emisión, el abogado de la
presunta víctima en el ámbito interno no pudo hacer referencia a dicho documento
al momento de presentar sus alegatos orales y escritos ante la Corte Suprema de
Justicia el 7 de febrero de 2005, en relación con el recurso de nulidad interpuesto
por el Ministerio Público contra dicha sentencia absolutoria (supra párrs. 97.49 y
97.50). Esta situación no fue controvertida por el Estado. Al respecto, la Corte
considera que dicha conducta violó el derecho de defensa y el derecho a ser oída,
con las debidas garantías, por un juez o tribunal competente, consagrados en el
artículo 8.1 y 8.2 inciso c de la Convención, en relación con el artículo 1.1. de la
misma.”
Resulta entonces que la decisión tomada por la Corte Provincial de Justicia de
Imbabura no está motivada; y, la sanción a la falta de motivación está prevista en
el estándar constitucional 76.7,1) ya trascrito. POR LO EXPUESTO este Tribunal
declara la nulidad de lo actuado a partir de la audiencia de apelación, a costa de
quienes han incurrido en las violaciones indicadas en este auto. La inasistencia a
la indicada diligencia de quiqn ejercía la defensa técnica del procesado y que
según sus expresiones conq’cía de la convocatoria a la referida audiencia debe
ser determinada y sanciona/la en los términos del Código Orgánico de la Función
Judicial. Ejecutoriado estej auto de inmediato devuélvase el expediente a la
autoridad de)origen.- NOTlJ~lQUESE Y CUMPLASE.
Ju
Certifico.ara Vicuña
RELATOR
Certifico que en esta fecha a las dieciséis horas notifiqué por boleta con el
auto resolutorio que antecede: a SR. FISCAL GENERAL DEL ESTADO, en
la casilla judicial No. 1207; a JOSÉ WILSON POZO TAFUR, en la casilla
judicial No. 3087, de su abogado defensor Dr. Wilson Ganazhapa; a ABG.
CHRISTIAN
ESPÍN
GARZÓN,
Procurador Judicial de
Fulton Salas
Cabascango, en la casilla judicial No. 375.- Quito, 01 de marzo del 2012.
Vicuña
O RELATOR
Razón: En esta fecha con OFC. No. 394-SPCNJ-2012 remito la presente causa
a la SALA DE LO PENAL Y TRANSITO DE LA CORTE PROVINCIAL DE
IMBABURA.- Ibarra.-, en ciento setenta y nueve (179) fojas útiles, cinco CD’s
en los folios 88, 149, 149 vta, y 4, tres cuerpos de las actuaciones de ¡os
Niveles Inferiores, incluida ¡a Ejecutoria de la Sala en tres fojas
abril de 2012.
s
a
-
Quito, 13 de
Descargar