sequía en la amazonia aumenta temores sobre

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SEQUÍA EN LA AMAZONIA AUMENTA TEMORES SOBRE
CALENTAMIENTO GLOBAL
Richard Black
BBC - Londres
Durante la sequía de 2010, el río Amazonas mostró su nivel más
bajo en medio siglo.
La sequía ocurrida el año pasado en la Amazonia plantea una
interrogante: ¿Será posible que la región continúe teniendo
capacidad para absorber grandes cantidades de dióxido de carbono?
Un grupo de investigadores publicó en la revista Science que es
probable que la sequía de 2010 se haya extendido más que la de
2005 –considerada la última de grandes proporciones- y por ende,
pudo haber causado una mayor pérdida de árboles.
Por algún tiempo se pensó que sequías como la de 2005 ocurrían
"una vez cada siglo", pues durante ese período de tiempo la región
amazónica deja de absorber dióxido de carbono para comenzar a
emitirlo.
SELVA AMAZÓNICA
DEFORESTACIÓN
ALCANZA
NIVEL
MÁS
BAJO
DE
Sin embargo, los científicos -de nacionalidad británica y brasileñaconsideran que esta es una prueba más de la vulnerabilidad de la
Amazonia ante el aumento de las temperaturas globales.
También sugieren que el tiempo que le resta a la selva amazónica
para frenar el impacto de las crecientes emisiones de gases de
efecto invernadero cada vez es menos.
COMPLETAMENTE SECOS
Durante la sequía de 2010, el río Amazonas mostró su nivel más
bajo en medio siglo, lo que produjo que varios afluentes terminaran
completamente secos.
De hecho, más de 20 municipios se declararon en estado de
emergencia.
El líder de la investigación, Simon Lewis, de la Universidad de Leeds,
es el científico que obtuvo una disculpa del diario Sunday Times el
año pasado, debido al escándalo denominado "Amazongate".
Lewis cree que "es difícil de detectar patrones con sólo observar dos
sequías. Sin embargo, el hecho de que hayan ocurrido tan seguidas
es preocupante".
En efecto, ambas sequías estuvieron asociadas a aguas cálidas muy
inusuales en el Océano Atlántico, frente a la costa brasileña.
"Si se descubre que fueron provocadas por un aumento de las
concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera,
podríamos tener más años de sequía en el futuro cercano", dijo
Lewis.
"Si eventos como este ocurren con más frecuencia, la selva
amazónica podría dejar de ser un valioso freno para el cambio
climático, para pasar a convertirse en una de las principales fuentes
de gases de efecto invernadero”.
CALENTAMIENTO
La deforestación producida por la sequía provoca que los bosques
emitan CO2, en lugar de absorverlo.
Algunos de los modelos computarizados que proyectan el cambio
climático -en particular, el desarrollado en el Hadley Centre del
Reino Unido- auguran más sequía en toda la región a medida que el
planeta se calienta, además de una disminución de la capacidad de
absorber CO2.
El calentamiento puede provocar, de varias maneras, que los
bosques que absorben gases de efecto invernadero se conviertan en
emisores.
En el Amazonas, el mecanismo es simple: los árboles mueren, se
pudren y ya no pueden absorber el CO2 del aire.
Para esta investigación, los científicos utilizaron datos de la Misión
de Medición de Lluvias Tropicales (TRMM, por sus siglas en inglés),
un satélite estadounidense-japonés que monitorea las lluvias en un
área que se extiende a ambos lados del Ecuador.
Sus observaciones mostraron que mientras la sequía de 2005 cubrió
un área cercana a los dos millones de kilómetros cuadrados, la de
2010 se extendió por una zona de tres millones de kilómetros
cuadrados.
A raíz de la sequía de 2005, los científicos fueron capaces de
estudiar el impacto que tuvo en los árboles y de calcular la relación
entre la ausencia de lluvia y la liberación de carbono.
En un año promedio, el Amazonas absorbe alrededor de 1,5
millones de toneladas de CO2 de la atmósfera.
La sequía de 2005 puede haber liberado -en su momento y años
posteriores- unos cinco millones de toneladas de dióxido de
carbono.
MILLONES DE TONELADAS
El nuevo estudio calcula que la cifra correspondiente a 2010 ronda
los ocho millones de toneladas, un número que es equivalente a las
emisiones anuales de China y Rusia juntos.
Sin embargo, los investigadores reconocen que esta es una primera
estimación.
"Podría ser que muchos de los árboles susceptibles fueron
exterminados en 2005, lo cual reduciría el número de los que
murieron el año pasado", dijo Paulo Brando del Instituto Amazónico
de Investigación Ambiental (IPAM) en Belem, Brasil.
"Por otro lado, la primera sequía podría haber debilitado un gran
número de árboles, aumentando la cifra de los que se perdieron en
2010".
La Universidad de Leeds forma parte de un grupo de investigación
que mantiene cerca de 130 estaciones de tierra en la región
amazónica.
Si los fondos llegan pronto, el equipo viajará durante los próximos
meses para recoger datos de primera mano sobre las muertes de
los árboles.
Esto debería proporcionar una estimación más precisa acerca de
cuánto contribuyó la sequía de 2010 a las emisiones mundiales.
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