DIETAS EN VERANO: PERDER PESO PERO NO SALUD Llega el

DIETAS EN VERANO: PERDER PESO PERO NO SALUD
Llega el verano y empezamos a preocuparnos por esos kilos de más, nos embarcamos en dietas difíciles de
cumplir por mucho tiempo, que nos obligan a pasar hambre y lo que es peor, pueden llevar a déficit de
nutrientes y en definitiva empeoran nuestra salud. Hay que perder peso pero no salud.
La salud pública enfrenta una paradoja: mucha gente que no lo necesita está procurando perder peso, pero la
mayoría de quienes sí lo necesitan no tienen éxito en su tratamiento.
El objetivo final es lograr que la persona incorpore nuevos hábitos alimentarios y de actividad física regular,
que sean posibles de mantener en el tiempo.
¿Qué ha pasado con cientos de dietas y otros tantos fracasos? Es evidente que la “dieta de hambre”,
desequilibrada, llena de prohibiciones, no es el camino para resolver el tratamiento del sobrepeso y la
obesidad.
El problema del sobrepeso y la obesidad es complejo, pero podemos aprovechar el verano para afrontarlo,
que es una época del año muy favorable, en la que disponemos de una mayor variedad de frutas y vegetales,
no necesitamos comidas muy elaboradas y calientes, y las frutas y vegetales pueden ser parte principal de
nuestra alimentación en preparaciones frescas y atractivas.
Comer en la playa puede ser muy saludable si elegimos ensaladas, yogures, frutas frescas, licuados de frutas y
hasta un sándwich con pollo o carne que nos dará más saciedad que usar fiambres.
Es fundamental tomar abundantes líquidos, como el infaltable mate en la playa, sin dejar de lado el agua
fresca. Evitar las bebidas azucaradas, ya que si tenemos sed podremos tomar cantidades muy grandes y con
ello incorporar muchas calorías de azucares no saludables.
No es recomendable pasar todo un día de playa sin comer nada, ya que al regresar a casa tendremos tanto
hambre que la elección y cantidad de los alimentos puede no ser la más adecuada. Es aconsejable planear
nuestra alimentación durante un día de playa, para evitar que elecciones apuradas o el no poder elegir, nos
lleven a seleccionar alimentos innecesariamente calóricos. Si seguimos una alimentación saludable y en
cantidades moderadas podremos darnos de vez en cuando el gusto de un rico helado.
No hay mejor escenario para una caminata que la orilla del mar, también tenemos los más variados deportes
para practicar al aire libre. La caminata aeróbica es lo más recomendable para el verano. El clima y los días
más largos hacen que sea una buena elección; además es fácil de realizar, tolerable en cualquier condición de
entrenamiento, es segura y baja en lesiones, es económica y se puede adaptar a los horarios fácilmente.
Además es importante tener en cuenta lo siguiente:
La alimentación debe ser variada.
Distribuir los alimentos en 4 comidas diarias.
Disminuir las grasa saturadas (de origen animal).
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Consumir lácteos descremados diariamente.
Alimentos de muchos colores para incluir todos los micronutrientes y vitaminas.
Alimentación equilibrada, incluir más vegetales y frutas que carnes, harinas y cereales.
Informarse sobre los alimentos que consume. Leer las etiquetas.
Hay que comer rico, placentero pero poco.
Ser físicamente activo: al menos 30 minutos de actividad física 5 veces por semana.
“Comer sano y moverse son las claves para vivir mejor”.
Dra. Cecilia Pedernera
MP 92.423
Nutrición Clínica
Especialista Clínica Médica
Servicio de Nutrición Clínica Colón
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