290-P-12 CÁMARA DE LA CUARTA SECCIÓN DEL CENTRO

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290-P-12
CÁMARA DE LA CUARTA SECCIÓN DEL CENTRO, SANTA TECLA, a las once horas
del día dieciséis de noviembre de dos mil doce.
Vistos en apelación de la SENTENCIA DEFINITIVA CONDENATORIA pronunciada
unipersonalmente por uno de los Jueces del TRIBUNAL DE SENTENCIA DE ESTA
CIUDAD, a las ocho horas y treinta minutos del día diecinueve de julio del año en curso, en el
PROCESO PENAL instruido en contra del imputado JOSE SAUL P, […]; procesado por el
delito de HURTO AGRAVADO tipificado y sancionado en el Art. 207 en relación con el Art.
208 No. 2, ambos del Código Penal, en perjuicio patrimonial del señor JUAN JOSE BP, […].
HECHO OCURRIDO: Entre los días nueve y diez de agosto de dos mil once, en […]
ADMISION DEL RECURSO
Habiéndose cumplido con las formalidades legales para la interposición del recurso de
apelación, de conformidad a lo dispuesto por los Arts. 452, 453, 468, 469, 470, 473 y 475 Pr.Pn.,
encontrándose en tiempo y forma, ADMÍTASE EL RECURSO DE APELACIÓN interpuesto
por los Licenciados JOSE GERARDO HERNANDEZ RIVERA y JOSE ERNESTO
MARROQUIN CASTANEDA, en su calidad de defensores particulares del imputado JOSE
SAUL PEREZ y de la SENTENCIA DEFINITIVA CONDENATORIA pronunciada en su
contra.
De conformidad a lo dispuesto por el Art. 472 No. 2) y 473 Pr.Pn., ADMITASE LA
PRUEBA ofrecida por la Licenciada RAQUEL ELIZABETH VASQUEZ VENTURA, en su
calidad de Agente Auxiliar del Fiscal General de la República, consistente en Hoja de Cadena de
Custodia de las evidencias analizadas por el Perito Dactiloscópico, con la cual se prueba la
existencia de la misma, como los nombres de las personas que tuvieron contacto con la evidencia;
y, certificación extendida por el Jefe de la División de la Policía Técnica y Científica de la
Policía Nacional Civil, de la hoja de cadena de custodia interna que lleva dicha división, con la
que se prueba la identidad nominal de las personas del laboratorio que tuvieron contacto con la
evidencia
analizada;
SE
OMITE
CONSIDERARSE INNECESARIA.
SEÑALAR
AUDIENCIA
PÚBLICA,
POR
Han intervenido en la primera instancia, la Licenciada RAQUEL ELIZABETH
VASQUEZ VENTURA, en su calidad de Agente Auxiliar del Fiscal General de la República
debidamente acreditada en el proceso; como defensor
público el Licenciado RUBEN
ACEVEDO y como defensores particulares los Licenciados JULIO CESAR HERNANDEZ
MEJIA, ROMEO EDGARDO IGLESIAS ROSALES, ZULMA LISSET ALVARADO
ALVARADO,
JOSE
GERARDO
HERNANDEZ
RIVERA
y
JOSE
ERNESTO
MARROQUIN CASTANEDA, siendo mayores de edad, Abogados de la República y del
domicilio de San Salvador, excepto el último de los nominados, que es de este domicilio.
En esta instancia no ha intervenido ninguna de las partes procesales, pues no obstante se
ofreció prueba documental por la representación fiscal, se omitió señalar audiencia, por
considerarse innecesaria.
VISTOS LOS AUTOS; Y,
CONSIDERANDO:
I)
El FALLO de la sentencia impugnada es del tenor literal siguiente:
"”””
CONDENASE al imputado JOSE SAUL PEREZ, de las generales primeramente mencionadas,
a cumplir la pena de SEIS AÑOS DE PRISION por el delito de HURTO AGRAVADO,
previsto y sancionado en el Art. 207 en relación con el Art. 208 No. 2 ambos del Código Penal
en perjuicio patrimonial del señor JUAN JOSE BP. CONDENASE EN ABSTRACTO al
imputado JOSE SAUL P, de conformidad a lo dispuesto en el Art. 399 Inc. 3º del Código
Procesal Penal, para que la liquidación de la responsabilidad civil de la cuantía exacta se ejecute
en los juzgados con competencia civil. Condénasele a la pérdida de los derechos de ciudadano,
incapacidad para obtener toda clase de cargos y empleos públicos por el mismo tiempo de la
pena principal. De conformidad al principio constitucional de la garantía de la Administración de
Justicia el suscrito Juez ABSUELVE totalmente al imputado del pago de costas procesales de
esta instancia. Para los efectos del Art. 44 de la Ley Penitenciaria, se hace Constar, que el
imputado JOSE SAUL P, por este delito fue privado de su libertad mediante orden
administrativa de captura, girada por la Fiscal del caso, a las dieciséis horas y treinta
minutos del día veintinueve de Agosto de dos mil once y fue puesto en libertad a las catorce
horas del día siete de marzo de dos mil doce, al finalizar la Audiencia Preliminar al haberle
impuesto medidas sustitutivas a la detención provisional; en el desarrollo de la Vista
Pública, al SUSPENDERSE la Vista Pública de conformidad a lo dispuesto en el Art. 375
No. 3 Pr.Pn., por la incomparecencia del testigo FAUSTINO DE JESUS SC, a las doce
horas del día doce de Junio de dos mil doce, en base a lo dispuesto en el Art. 368 Inc. 2º
Pr.Pn., se le decretó la detención provisional para el único efecto de que estuviera presente
en la finalización de la Audiencia y al finalizar la misma, y al darse a conocer el Fallo en
forma oral de esa sentencia a las doce horas y treinta y cinco minutos del día catorce de
Junio de dos mil doce, se le decretó formalmente la detención provisional, en vista del fallo
de culpabilidad emitido y desde ese momento continuó en la detención que se le había
decretado nuevamente a partir de las doce horas del día doce de Junio de dos mil doce.
Notifíquese la presente sentencia en forma personal a los imputados y a las partes por
medio de la entrega de la copia íntegra de ésta sentencia, al efecto señálese el día en el cual
deberá realizarse esa diligencia, debido a la carga laboral asignada, la cantidad de prueba a
valorar y al contar con solo equipo para imprimir las sentencias y todas las resoluciones le fue
difícil concluir, imprimir y reproducir esta sentencia, por esa razón al suscrito Juez, le fue
imposible cumplir en la fecha señalada; elabórese el acta respectiva.””””””””””””””””””
II)
Inconformes con la sentencia condenatoria pronunciada, los Licenciados JOSE
GERARDO HERNANDEZ y JOSE ERNESTO MARROQUIN CASTANEDA, en su calidad de
defensores particulares del imputado JOSE SAUL P, interpusieron el correspondiente recurso
de apelación, haciéndolo a tenor literal de la siguiente manera: “””””””
I.
OPORTUNIDAD PARA RECURRIR. Que con fundamento en lo dispuesto por los Arts. 136,
168, 174, 175, 176, 177, 394, 452, 453, 468, 469, 470, 471, 473 y 475 del Código Procesal Penal,
interpongo
RECURSO
DE
APELACION,
contra
la
SENTENCIA
DEFINITIVA
CONDENATORIA dictada por ese Tribunal de Sentencia, a las ocho horas y treinta minutos del
día diecinueve de julio del presente año, para y ante el conocimiento de la Honorable Cámara de
la Cuarta Sección del Centro con sede en esta ciudad.-
Evidentemente
la
SENTENCIA
IMPUGNADA por esta vía causa un GRAVE PERJUICIO a nuestro representado JOSE SAUL
P, pues con la recurrida se le ha coartado su derecho a la libertad ambulatoria que
constitucionalmente tiene derecho, aunque lo ha sido después de habérsele oído en juicio.
Por lo tanto, mediante el presente RECURSO pretendo que la Honorable Cámara que
conocerá la alzada enmiende el error cometido a mi juicio por el Juez de Sentencia,
REVOCANDO la apelda tanto en la CONDENA por la responsabilidad penal como por la
responsabilidad civil que en abstracto se declaró y se dicte la ABSOLUCION.
II).IMPUGNABILIDAD DE LA SENTENCIA.
Para que una resolución o sentencia
sea impugnable, deben de concurrir ciertos presupuestos exigidos por el legislador.
La
presente resolución de la cual se invoca la alzada de apelación constituye una SENTENCIA
DEFINIVIA, debido a que ha sido la manera normal de terminal o ponerle fin al procesa penal.Es el caso, que de acuerdo a lo señalado en el Art. 452 CPP., la sui generis facultad
recurrente que las partes tienen para oponerse ante decisión o providencia judicial, se encuentra
supeditada al cumplimiento de requisitos básicos (tanto para su admisibilidad, como para estimar
su procedencia), que se sustentan en ciertos Principios que rigen para los Recursos en general,
como son:
i.- El Principio de Taxatividad de los Medios de Impugnación, cuyo significado se
inserta en el Inciso Primero de dicha disposición legal.
ii.- El Principio Dispositivo,
que se encuentra en el Inciso Segundo del mencionado Artículo. iii.-
El
Principio
de
Personalidad de los Medios Impugnativos, que es consecuencia del anterior Principio, y se da en
tanto que la alzada interpuesta por una de las partes alcanza en sus efectos sólo a aquel que la
invoca, con la excepción del Art. 456 CPP.. iv.-
El Principio del Interés de la Medida del
Recurso, Art. 452 In Fine CPP., determinado por el aforismo procesal del Tantum Devullutum
Quantum Apellatum, que no es otra cosa más que el presupuesto subjetivo que establece un
límite al Tribunal que conocerá del Recurso invocado.
Consecuencia de la anterior reflexión
técnica se desprende, el supuesto formal de que, para la válida impugnación de una providencia
judicial, el recurrente debe estar asistido por la Impugnabilidad Subjetiva (facultad de recurrir,
en lo que respecta a las personas a quienes se reconoce esta facultad, de acuerdo al Art. 452 Incs.
2º
y Final CPP.), y por la Impugnabilidad Objetiva (consistente en determinar qué
resoluciones judiciales pueden ser recurribles y a través de qué medios, Art. 452 Inc. 1º Y
468 CPP.)
Enunciado lo anterior, Honorables Magistrados, la Sentencia Definitiva contra la
cual se interpone el presente, es recurrible vía la Alzada de Apelación de acuerdo a lo regulado en
el Art. 468 CPP., regula que “El recurso de apelación procederá contra las sentencias definitivas
dictadas en primera instancia””, de ahí que la Sentencia definitiva es recurrible vía alzada de
apelación, y bajo esa óptica estoy asistido de la Impugnabilidad Subjetiva, tanto en materia
civil como en la responsabilidad penal.
La impugnación que se presenta es de conformidad a
los Arts. 193 No. 2 Constitución, en relación con el Artículo 452 del Código Procesal Penal,
pues reúne los requisitos de Impugnabilidad subjetiva, en virtud que la Sentencia Condenatoria
en la Responsabilidad Penal y Civil emitida por el Tribunal de Sentencia, ha causado un daño o
agravio al legítimo ejercicio de defensa tanto en material penal como civil, porque en caso de
quedar firme dicha resolución se consumaría una arbitrariedad al emitir un fallo basado en una
errónea valoración de la prueba en material penal y un fallo condenatorio en materia civil basado
en un acto al margen legal emitido por el a quo, cuando por quien tenía el deber de la carga
probatoria, la cual en el presente caso recaía en el ente Fiscal, nunca se ofertó, admitió y desfiló
prueba sobre esa pretensión, no obstante haberse ejercitado la acción civil y sometida a discusión
en el plenario, que de no enmendarse el error cometido por el sentenciador, se estaría
inobservando preceptos legales fijados por el legislador para la legal oferta, admisión,
reproducción y consecuente valoración de prueba. IIIFORMA:
CONDICIONES DE TIEMPO Y
El presente recurso se interpone por escrito debidamente fundamentado ante el
Honorable Juez de Sentencia, por ser la autoridad que pronuncio la que se recurre, con expresión
concreta y separada de cada motivo de la Apelación con sus respectivos fundamentos, así como
las resoluciones pretendidas. En lo que respecta a las condiciones de tiempo, manifiesto que nos
encontramos en el plazo de los diez días hábiles que señala el Artículo 473 CPP., ya que la
sentencia nos fue notificada en la forma prevista por la ley a nuestro defendido, el día
veinticuatro de agosto del presente año, por lo que aplicando la regla general que regula el
Artículo 167 de Código Procesal Penal, los términos empiezan a correr desde el día siguiente a
aquél en que se efectuó la notificación, por lo que aplicando dicha regla para el cómputo que
regula el Art. 168 del Código Procesal Penal, no deben incluirse los días sábados y domingos o
días de descanso semanal e inhábiles; y es por ello que nos encontramos en condiciones de
tiempo y forma.
ALZADA.
IV.- MARCO FACTICO Y FUNDAMENTO QUE HABILITA LA
PRIMER MOTIVO.
El primer motivo que alegamos es la errónea
aplicación de preceptos legales, específicamente los artículos 144 y 176 del Código Procesal
Penal que genera el vicio regulado en el artículo 400 número 5 del referido cuerpo de ley,
específicamente por la inobservancia de las reglas esenciales de la Sana Crítica con respecto a las
pruebas incorporadas en la Vista Pública, las que a nuestro criterio no eran capaces de construir la
culpabilidad de nuestro defendido JOSE SAUL P respecto al delito de HURTO AGRAVADO en
perjuicio patrimonial del señor JUAN JOSE BP, quebrantando así las reglas de la lógica,
específicamente la de razón suficiente, en virtud de que los hechos que se consideraron como
probados no fueron capaces de construir el estadio de culpabilidad para que se declarara la
ruptura de la presunción de inocencia. FORMA EN QUE FUE VIOLADO EL PRINCIPIO DE
LA SANA CRÍTICA. El a quo al realizar su valoración probatoria en la sentencia impugnada
dijo: “FUNDAMENTACION INTELECTIVA Y HECHOS PROBADOS. Se ha juzgado al
señor JOSE SAUL P, quien ha sido acusado por el delito de HURTO AGRAVADO, de acuerdo a
lo dispuesto en el Art. 207 en relación con el Art. 216 Número 2, ambos del Código Penal, en
perjuicio patrimonial del señor JUAN JOSE BP.
Los hechos sucedieron entre los días nueve y
diez de Agosto del año dos mil once, en la residencia […]. Al análisis de fondo de todas las
pruebas ofertadas en primer lugar es determinar que Fiscalía, no ha podido probar exactamente
qué día sucede el hecho; no acreditó de cuando a cuando estuvo fuera de la residencia la víctima
JUAN JOSE BP (SIC), no dijo cuándo se fue si dijo cuando regresó al país y regresó cuando ya
había sucedido la sustracción: pero no dijo desde cuando había partido, pero hemos de concluir
que dentro de esta ausencia que no se determino de cuando a cuando solamente el momento final
de cuando regresa es que sucede este hecho efectivamente es un delito de Hurto. Así se dio por
acreditado el delito, con la prueba presentada puesto que se ha establecido que se sustrajo bienes
propiedad de la víctima y de la esposa de él, tal como ha quedado acreditado es lógico que por la
naturaleza de los objetos sustraídos son objetos de valor pues va imbíbito el ánimo de lucro y se
han sustraído de quien las tenía en su poder la víctima y su esposa las tenían en su poder en ese
cuarto de seguridad en su dormitorio. Únicamente hemos contado con la declaración como
víctima del señor Juan José BP en lo que a él respecta en bienes de su propiedad la agravante
establecida en el numeral dos del Art. 208 Pn., de que utilice la llave que sea verdadera, pero que
se establezca que esta haya sido sustraída, el término sustraída hallada o retenida; en este caso en
particular del testimonio de la víctima se establece principalmente que esa llave la resguardaban
en un joyero que se encontraba en el dormitorio en la segunda planta de la residencia y que ahí
estaba el joyero y de que la puerta principal de este dormitorio no quedaba con llave quedaba
abierta, se acredita quienes eran las personas autorizadas para andar en la segunda planta, para
subir y quienes tendrían que realizar sus labores en la parte de bajo. Excluyéndose de este caso
en particular la señora Zoila Marina B viuda de L, puesto que se acreditó que no se encontraba en
ese lugar el día nueve de agosto de dos mil once, cuando ella llegó ya se había cometido el hecho;
ella llega el día que se está descubriendo esta sustracción, porque había acompañado a la víctima;
entonces ahí está el verbo sustraer se sustrajo de donde se encontraba y se llevó para ser utilizada
y abrir la puerta tal como ha quedado fijada en el álbum fotográfico de la escena del delito
exactamente en la fotografía que se encuentra a fs. 95. Que esta escena del delito es trabajada por
investigadores que son los que llegan junto con el equipo de inspecciones técnicos oculares que
están constituidos por un fotógrafo, un recolector y un planimetrista para los que conocemos la
función que cada uno desempeña
sabemos que el recolector es el que fija y recolecta las
evidencias el planimetrista es el que hace el dibujo y el fotógrafo es el que anda tomando las
fotografías y otros son los que están levantando el acto y eso por lo que afirma la Defensa de que
ha habido mal manejo en cuanto al procesamiento de la escena en la que todas estas personas
participan en el procesamiento de la escena que todos están obligados a ir tomando nota de cómo
es que se va desarrollando este procesamiento de la escena; sucede que aquí encontramos algo
grave que realiza el agente JESUS SALVADOR GARCIA GARCIA, que es el que estaba
levantando el acta de fs. 9 a 10 y específicamente en la parte final del frente del folio diez,
comete un error grave y este es un error que deberá Fiscalía en su momento investigarlo porque
no se sabe la razón porque él hace constar algo diferente a lo que se va plasmando en el material
que se va recolectando al momento de procesar la escena; porque esto es que los tiene
confundidos a las partes en sus alegatos de cierre. Lo que dice el investigador en el acta los tiene
confundidos y es el punto álgido que han estado para controvertir como fue la colecta y
levantamiento y procesamiento de la evidencia que se encontró, específicamente los fragmentos
de huellas papilares; esto aunado a que fiscalía; de una forma no diligente prescinde de la hoja de
cadena de custodia, cuando aquí lo lógico era presentarla pero todos sabemos de que la cadena de
custodia en el proceso oral no necesariamente se va probar por el documento; ya que la misma
puede acreditarse por el perito, por el técnico por los testigos y de esa forma es como quedó
acreditada por el técnico FELICIANO NEFTALI RAMIREZ ERAZO y por el Recolector
SANTOS CARLOS AGUILAR JOAQUIN, en los cuales es lógico que el técnico Feliciano
Neftalí Ramírez Erazo, como no está en la escena donde se colectan esas evidencias, él va a partir
de lo que va describiendo el técnico recolector y este técnico no ha cometido ningún error al
momento de ir describiendo el lugar de donde es colectado cada fragmento de huella papilar; el
error lo comete el investigador JESUS SALVADOR GARCIA GARCIA, que redacta esa acta de
fs. 9 a 10, lo cual lógicamente coincide con lo declarado por él en la Audiencia, pero no guarda
congruencia con lo establecido por el recolector, ni lo que se ha hecho constar en las hojas donde
se fijaron las evidencias recolectadas, las cuales se agregaron a fs. 392; por eso es que por el
grave error que contiene no puede ser valorada porque da otra versión de cómo fueron colectadas
esas evidencias; lo que permite concluir que no hay confusión en el manejo de las evidencias,
porque tenemos físicamente lo que se puso en manos del perito que hace la pericia Dactiloscópica
que fue colectada por el recolector en la escena del delito; así tenemos en las hojas donde se
fijaron las evidencias recolectadas, las cuales se agregaron de fs. 392 y ahí no están confundidas
como lo afirma la Defensa cada una está señalada y está indicado el lugar de donde provienen así
hay una de un joyero, hay otras que son de dos joyeros que están en el dormitorio y hay otras de
dos joyeros que están ubicados en el closet de la residencia. El suscrito juez ignora porque razón
el investigador GARCIA GARCIA, que levantó el acta no hace la separación, es decir ir
indicando separadamente como se van recolectando las evidencias, porque en la forma descrita
en el acta de fs. 9 a 10, se quiere llevar a un error judicial, al apreciar la prueba y así lo ha
analizado la Defensa de que esto como él dice así es santa palabra y así sucedió; no en el
procesamiento de la escena por eso dije la función que realiza cada quien, cada quien responde
por lo que está haciendo en este caso en particular el acta levantada y agregada de fs. 9 a 10,
carece de valor probatorio, porque es contradictoria con la prueba que fue presentada tal como
está determinada en las hojas de levantamiento de la evidencia las cuales obviamente se ha
resguardado su cadena de custodia; el perito dijo ahí está mi firma esas fueron las que me fueron
entregadas a mí que fueron entregadas por el colector y en estas específicamente se determina el
folio 392, contiene un folio de papel de oficio blanco bond que indica las que fueron levantadas
de un joyero y de dos joyeros ubicados en el dormitorio segundo nivel luego al reverso se
encuentra; otra página de papel bond en la cual tenemos dos joyeros ubicados en el interior del
closet en la residencia ocho es que andaban examinando todo se anda colectando evidencia en
este caso huellas; se examinan todos los lugares posibles y el técnico recolector está obligado a
dejar constancia de los lugares donde colecta las evidencias y el que está levantado el acta está
obligado a hacer constar eso que va diciendo de donde las va recolectando pero extrañamente
aquí viene el agente JESUS SALVADOR GARCIA GARCIA a decir que no le dijo el colector
de los lugares donde las recolecta y entonces porque tiene estas inscripciones la evidencia
colectada y es la que ha analizado el perito RAMIREZ ERAZO, entonces lógicamente esto hace
que pierda valor lo que declara el testigo Jesús Salvador García García y el acta de inspección de
fs. 9 a 10, que levanta él por no guardar congruencia con la realidad que se desprende del análisis
del material que fue colectado es así como el perito viene y llega a emitir un dictamen en su
pericia Dactiloscópica una vez son sometidos a conocimiento esas evidencias recolectadas y así
tenemos de fs. 122 a 123 la pericia el técnico es claro en determinar y esto al confrontarlo con el
material que son las hojas donde se fijaron las evidencias recolectadas las cuales se agregaron de
fs. 392; las cuales se tuvieron a la vista porque, Fiscalía tardíamente en forma no adecuada la
introduce; la Defensa reconoce, que no interpuso ninguna objeción sobre ese punto por ello en
base al Art. 375 inciso último Pr.Pn., fueron incorporados pero con la observación de que la
pericia y ese material es un solo cuerpo, no se sabe porque andaba separada pero el perito dice
que tiene a la vista la evidencia número 1/1 consistente en tres hojas de papel bond de tamaño
carta aquí tenemos una, dos y tres no hay ningún equívoco conteniendo fragmentos de huellas
papilares recolectados de la siguiente superficie de dos joyeros ubicados en el dormitorio del
segundo nivel; de un vidrio de la puerta principal del dormitorio del primer nivel interno y de los
joyeros ubicados en el closet de la residencial número ocho; según se describe en cada una de las
hojas de papel bond donde viene adheridos los fragmentos ahí está claro no hay ningún problema.
Que estaba alterando esta versión, como lo afirmaba el agente Jesús Salvador
García García, luego dice que tuvo a la vista las ocho hojas de papel bond tamaño carta
conteniendo las impresiones digitales y palmares tomadas en el lugar del hecho los señores José
Saúl P, Daniel Antonio G, Ana Arely ZA, Ricardo Armando HR, Josefa Cipriano A, José Abel
MD, Zoila Marina B viuda de L; se hace la incógnita que porque son siete personas y porque son
ocho hojas las que tuvo el perito y no se lo pudieron preguntar pero al analizar la evidencia se
puede concluir de que a una persona le han tomado las muestras en dos hojas sus impresiones en
una las dactilares y en otra las palmares y no es cierto que en la puerta del dormitorio se haya
encontrado una huella palmar no es palmar el técnico no dice que sea palmar y entonces viene el
a realizar el estudio de los fragmentos objeto de análisis es decir ha tenido los tres fragmentos de
huella que unen los puntos característicos; porque de todo ese material que se encontró quiero
decir si nos pusiésemos a contar están señalados tres fragmentos de huellas en la puerta aquí
están señalados, uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete que corresponde a los joyeros y aquí están
señalados uno, dos, tres, cuatro que son los fragmentos que fueron encontrados en dos joyeros en
el interior de closet lo que está determinando el perito es de que de todo ese material que le llevan
de toda esa cantidad de huellas que levantó el recolector solo tres de ellas son las que permitieron
llegar a establecer una identidad y esto porque para analizar en la prueba digital es necesario que
los puntos característicos mínimamente sean diez es decir que si son menos, de diez no puede el
perito emitir opinión con respecto a identidad aunque la huella pueda ser de la misma persona
pero como le falta un punto entonces el técnico no puede porque la norma internacional ya
determina cuantos son los puntos que deben valorarse para arribar a una identidad persona y esto
porque el mismo técnico lo dijo esto es prácticamente como el ADN es decir una huella genética,
con una huella digital individualiza concretamente a una persona, sin lugar a dudas y por lo tanto
es una prueba directa de identificación entonces dice que eso comparan con las impresiones
digitales descritas que se les han tomado a cada una de las personas y un fragmento se ingresó al
sistema es el buro como el banco de huellas; pero de todas las personas como en nuestro común
decir están fichadas en la policía y les han tomado huellas entonces por eso es lógico que esa
huella no fue identificada porque la persona a quien pertenece no está fichada en la policía y pude
ser y es lógico concluir que esta pertenece a una persona que no fue analizada así de sencillo sin
andar presumiendo de quien podría ser si no que lo que arroja la pericia es de que el dueño de esa
huella no proporcionó muestras de comparación, por lo tanto pertenece a una persona no
analizada en el caso. El perito Ramírez Erazo llega a emitir su resultado y dice los tres
fragmentos de huellas digitales aptos para establecer esa identidad personal se compararon con
las impresiones digitales descritas anteriormente como material de descarte estos es las huellas
que les tomaron a cada una de las personas que se encontraban en esa residencia esto es el
material de descarte y estableciéndose que de estos tres fragmentos dos se identificaron de la
siguiente forma uno coincide con el dígito medio izquierdo, es decir de la mano izquierda y el
segundo coincide con el dígito índice derecho es decir de la mano derecha del señor JOSE SAUL
P, entonces tenemos estos dos dedos son los que han proporcionado las huellas que están ahí que
estaban en ese joyero es decir el joyero fue manipulado por las dos manos del acusado y no solo
por una y el fragmento no identificado en esta comparación se ingresó a la base de datos del
sistema automatizado de identificación de hullas digitales AFIS con número de transacción
ES008L1108130001 y no pudo ser identificado entonces el perito concluye categóricamente que
dos de los fragmentos identificados fueron revelados y recolectados de la superficie de dos
joyeros en el interior del segundo nivel y estos corresponden a las manos derecha e izquierda del
señor JOSE SAUL L, sobre este punto es que Fiscalía ya en su alegato de replica viene y
reconoce que no cuenta con prueba directa sino que hay que trabajar esto a la luz de la prueba
indiciaria que no hay como ella lo afirmaba un testigo que diga yo lo vi, en él acusado JOSE
SAUL P, tomo la llave y el abrió y sustrajo los relojes y las joyas propiedad de la víctima; es
decir que no puede afirmarse eso pero si hay que construir elementos indiciarios con los que
contamos en primer lugar tenemos que hubo un hecho cuando se ejecutó no ha quedado
establecido; que si se sustrajeron relojes y unas joyas de ese cuarto de seguridad; que la llave se
encontraba en un joyero del cual fue sustraída para luego ir a accionar el llavín correspondiente al
cuarto de seguridad al abrir y entra adentro y como son joyas al interior de ese cuarto de
seguridad, es lógico que algunas estaban en joyeros es por eso que ahí quedaron huellas también
que no permitieron arribar a una individualización o identificación esa es otra cosa; pero no se va
a negar que nos existieron pero si hay adentro pero son joyeros porque hay joyas que estaban ahí;
entonces si son cuatro joyeros que se pueden deducir de las pericias, porque así están
determinados el gran error es del investigador que andaba levantando esa acta se ignora porque
razón o motivo hace una exposición genérica no lo describe como lo está describiendo el colector
cuando va levantando las huellas; porque aquél ni siquiera menciona que adentro había joyeros y
se atrevió a decir que el errado era el colector pero el colector no tiene ningún error porque si el
colector hubiera incurrido en un error la pericia tuviera error también porque el perito
Dactiloscopista que examina las evidencias en el laboratorio examina la evidencia que le lleva en
la forma que se la llevan es decir que se la entregan mal colectada, mal colectada la analiza y el
no es el responsable del resultado: pero en el juicio el investigador, que nos quería inducir a un
error en la apreciación de cómo fue colectada la evidencia manejada, en la forma como lo
expresó el testigo Jesús Salvador GG. Entonces solo contamos con indicios y tenemos el indicio
primero probado la sustracción de los relojes y las joyas, que constituyen el delito de HURTO;
tenemos el siguiente indicio de que en esa residencia estaban esas siete personas, solo seis de
ellas se encontraban cuando posiblemente sucede el hecho ya que la señora Zoila Marina B viuda
de L, no estaba que se ha acreditado que llegaron otros señores a trabajar como fue el señor
FAUSTINO DE JESUS SC, pero tampoco el dijo que día estuvo el solo dijo que ese día el no
estaba, pero huellas de él no han aparecido entonces es esa habitación, en ese dormitorio luego
del closet hay un cuarto de seguridad donde estaban resguardados esos bienes en un depósito
estaban las llaves que si sabia el acusado José Saúl P, que ahí estaban las llaves o no eso no se ha
establecido, lo que si se ha establecido es de que él trabajaba en esa residencia, que esas llaves
fueron sustraídas del lugar de donde estaban y luego utilizadas para abrir y producto de apertura
esa puerta se sustraen y las huellas de acusado quedaron latentes en el lugar de donde estaban
resguardadas las llaves; además el acusado JOSE SAUL P, era el único empleado de la casa que
se retiraba a eso de las cinco o seis de la tarde todos los días y de nuevo entraba a su labor entre
las siete y ocho de la mañana del día siguiente; que el acusado no tenía autorización para subir en
ese lugar de la residencia aunque él diga en su derecho a última palabra en lo cual no está sujeto a
valoración que lo dejaban cuidando pero todo lo que él dice en derecho a última palabra no está
sujeto a valoración porque no es una declaración entonces. De lo anterior concluyo de que hay un
Hurto, hay una evidencia física que él estuvo ahí y que de ahí se sustrajo las llaves para abrir el
cuarto de seguridad, del cual se sustrajeron los relojes y las joyas propiedad de la víctima JUAN
JOSE BP y de su esposa ANNA CRISTINA V DE B, en conclusión el acusado JOSE SAUL P
entró a ese lugar y salió de ese lugar y esto porque, porque como lo reitero él no se ha probado
que tuviera autorización para subir a la segunda planta de la residencia de la víctima; lo cual se ha
establecido con la prueba testimonial que deviene de los testigos JOSE ABEL MD, RICARDO
ARMANDO HR, DANIEL ANTONIO G, ANA ARELY ZA, ZOILA MARINA B VIUDA DE
L, y además con las declaraciones de todos ellos se estableció que se dieron cuenta de la
sustracción hasta el día diez de Agosto de dos mil once, cuando se percataron de que la puerta del
cuarto de seguridad se encontraba abierta y las llaves todavía se encontraban puestas en la chapa
de la puerta, tal como se aprecia en la fotografía de fs. 95; y ante ese descubrimiento y por la
razón de que la víctima JUAN JOSE BP y su grupo familiar no se encontraban en el país a
excepción de la testigo ZOILA MARINA B VIUDA DE L, quien les había acompañado; pero se
presentó el día diez de Agosto de dos mil once a dicha residencia; es que deciden hablarle al
hermano de la victima el testigo JOSE ERNESTO ROMERO BP, y este se hace presente a la
residencia y es él quien decide dar cuenta a la Policía para que se haga la inspección en el lugar
de los hechos; es decir se ha probado que se encontraban en esa residencia laborando, que cuando
subieron que fue el descubrimiento lo primero que se dijo fue que nadie tocara nada, es el
acusado quien en base a su derecho de última palabra que viene a decir que todos tocaron
entonces, el no dijo que el todo los joyeros, sino que dijo que todos tocaron y que anduvieron
buscando pero solo él lo dice y lo dice en un momento en el cual ya no se puede valorar lo que él
diga porque está fuera ya del debate ya estábamos en derecho a última palabra pero los testigos
restante de la residencia afirman de que si se dijo que se fuera a ver pero que no tocaran nada y
por eso no se tocó nada.
Es así como se presenta el equipo policial integrado por el
investigador JESUS SALVADOR GARCIA GARCIA,
recolector SANTOS CARLOS
AGUILAR JOAQUIN, planimetrista RUBEN AUDI ORTEZ CORTEZ y fotógrafo DAVID
WILFREDO TORRES JIMENEZ, todos declararon en el juicio pero el JESUS SALVADOR
GARCIA GARCIA, no le merece fe al suscrito Juez, por las razones antes indicadas, ni el
contenido del acta de inspección de fs. 9 a 10, porque fue alterado por el testigo GARCIA
GARCIA, los otros agentes que participaron, han acreditado con sus testimonios como se trabajó
la escena del delito en la inspección y cada uno de ellos ha dado cuenta de la labor que realizó y
es así como se ha dado por establecido que de dos de los tres fragmentos de huellas uno coincide
con el dígito medio izquierdo y el segundo coincide con el digito índice derecho del imputado
JOSE SAUL Py fueron encontradas en los joyeros del dormitorio de la víctima y en uno de ellos
se encontraban las llaves que abrían la chapa del cuarto de seguridad donde se resguardaban los
relojes y joyas hurtadas, propiedad de la víctima JUAN JOSE BP.
Se ha presentado unas
bitácoras de teléfonos pero el problema que tenemos con estas bitácoras es de que se dice que hay
comunicación con el acusado y un hijo de la señora JOSEFA CIPRIANO A; pero el problema es
de que nadie ha probado quien es el hijo, y el suscrito Juez, no determinó quien es el hijo lo saben
las partes, pero en el proceso no lo han probado, lo que eso fue lo que analizó el analista y al
respecto expresó y estableció: que el número de teléfono […]que está a nombre del acusado
JOSE SAUL P entre el período del 20 de julio al 15 de agosto de 2011, hay una información
relevante en cuanto ocho llamadas salientes al teléfono […]y tres entrantes de ese número y ese
número está a nombre de NELSON DE JESUS S, pero no se sabe quién es esta persona y hay
tres llamadas entrantes del número de teléfono […], del cual no se registra el propietario y una
llamada entrante del teléfono […], el cual está registrado a nombre del señor JOSE ABEL MD,
de esta información relevante se tiene de que cercano a los días seis, siete y ocho de agosto hay
tres llamadas salientes y dos entrantes a ese teléfono la primera es el día seis de agosto de dos
mil once saliente a las trece y treinta y seis termina a las trece y treinta y seis termina a las trece y
treinta y siete son veinticinco segundos la base que activó esta llamada está haciéndose de allá de
San Salvador por la Plaza Hula Hula la siguiente es el mismo día seis de agosto esta es entrante
del teléfono […]el que llama es […]a las trece cuarenta y un treinta y seis segundo y termina a las
trece cuarenta y dos ocho es decir una duración de veinticinco segundos y se activó en el Hula
Hula con radio base de salida de donde salió en el mercado central es decir del mercado central al
Hula Hula en la Ciudad de San Salvador; luego la otra es del mismo seis de agosto es otra
saliente del […] al […] de las veinte horas veintidós minutos cuarenta y un segundo a las veinte
horas veinticuatro minutos treinta y dos segundos a las veinte horas veinticuatro minutos treinta y
dos segundos un total de noventa y nueve y esto se da desde el Hotel Gran Plaza antes Princess
ahí es la base que activa y es la base que recibe luego tenemos otra entrante del día siete de
agosto del […]a las once dieciocho treinta y siete y a las once veinte cero uno setenta y tres
segundos de duración esta se da de la base trece de Ahuachapán en Ahuachapán luego tenemos
otra saliente del día ocho de agosto de dos mil once sale del teléfono del acusado al […] a las
siete veintidós once termina a las siete veintidós cincuenta y ocho veintiséis segundos en la zona
de la base campestre. Las Bitácoras de los números de teléfono […], con las cuales se prueba las
llamadas entrantes y salientes de dichos números, así como el titular de la línea, de fs. 298 a 303,
304 a 307, 308, 309, 310, 311, 314 a 316, 317 a 318, 319 a 320 y 322; son las que utilizó el perito
MARIO ERNESTO GUARDADO RODRIGUEZ, para realizar el análisis de la Bitácoras de fs.
253 a 270.
Estas son las que están individualizadas pero con esto no podemos decir como se
dice que el hijo de esta persona la señora JOSEFA CIPRIANO A, porque no se ha probado que
es hijo de ella por la forma como se ha acreditado de que en esa fecha la persona que estaba con
autoridad para acceder a ese lugar donde se dio el hecho que era la señora Cipriano A, quien no
compareció a declarar y que después la víctima Juan José BP, acreditó en su declaración que fue
despedida por pérdida de confianza en este caso y por otros; era lógico que Fiscalía tenía que
investigarla, pero como lo ha investigo (sic) y el suscrito Juez no puede hacer nada la Defensa
debió pedir que se le procesara a ella también porque es lógico, que aquí lo que tenemos es de
que hay un franco cuadro de una coautoría en estos hechos porque tanto la señora Cipriano, como
dijo la señora Marina B, sabía lo que había en esa casa la señora Marina B, dijo que sabía dónde
estaban las llaves, entonces si el imputado no sabía alguien se lo dijo; pero que él fue a manipular
ese joyero donde estaban y fueron sustraídas y se utilizaron para abrir la puerta del cuarto de
seguridad donde se resguardaban los relojes y las joyas propiedad de la víctima. Con la factura
emitida por la joyería la Joya, de fs. 252; se probó: Que el señor Juan José BP adquirió en Joyería
La Joya, S.A. de C.V., un reloj de la marca Rolex Modelo de 1996 con referencia 16520 que
corresponde a la siguiente descripción: Reloj ROLEX DAYTONA, Cronógrafo automático,
carátula blanca, caja de acero inoxidable y bisel taquimétrico en acero brazalete tipo Oyster en
acero inoxidable broche del brazalete con seguro Flip-lock en acero, por el valor de $ 6,000.
Con el Despliegue de Documento Único de Identidad del señor JOSE SAUL P, de fs. 67;
se probó la identidad del acusado. Croquis de ubicación del inmueble donde se llevó a cabo el
delito de HURTO AGRAVADO de fs. 11 y el Fotográfico, elaborado por el técnico DAVID
WILFREDO TORRES JIMENEZ, de fs. 84 a 97; se probó la ubicación geográfica de la
residencia, sus dimensiones, así como también las evidencias que fueron fijadas al momento de la
inspección, en forma diferente a como se hace constar en el acta de inspección de fs. 3 a 10; así
como también como fueron encontradas las llaves en la chapa de la puerta de seguridad. El
testigo JUAN ANTONIO AG; no aportó mayores elementos a valorar, por cuanto solamente
estableció, que trabaja como Seguridad Privado, trabaja en […]sucedieron los hechos en la Casa
Número […], el propietario es don Juan José B, su trabajo es de seguridad perimetral afuera, el
día nueve de agosto, no notó nada fuera de lo común, hay una caseta que se verifica el ingreso de
personas, por lo general solo se mantiene uno de los vigilantes, cuando ingresa un vehículo se
anota la placa y unos datos de las personas, no se identificaban a las personas que trabajaban en la
residencia, si entran en vehículo, solo se identifica el vehículo, el día nueve de agosto del año
recién pasado trabajó en la noche afuera, no notó nada inusual en esa casa, la residencia solo tiene
una entrada principal, al señor Saúl P solo lo veía entrar por cierto ni el nombre le conocía, no lo
ví entrar el día ocho, nueve ni diez de agosto, no se encontraba en la caseta esos días siempre
andaba caminando por la colonia; no conocía al señor Saúl P, lo veía que entraba y se metía ahí, o
sea ahí laboraba, el día nueve y diez no lo vio entrar con alguna persona extraña. El testigo
FAUSTINO DE JESUS SC; estableció que ha trabajado para la familia BP, tiene como dieciocho
años de conocer a esa familia ahí con los dos trabajó don Juan José B y don Ernesto B, no
recuerda cuando le realizó un trabajo al señor BP pero trabajó el dos mil once, como en agosto, la
fecha no la recordó, estuvo trabajando para él como unas tres semanas en la cocina y en una parte
de arriba como que fue el cuarto de baño, le abrió la puerta don José A, no observó que andaba
con el maestro porque él es ayudante, su maestro se llama Luis R, ambos estuvieron trabajando.
Con respecto a la prueba que se presentó para la responsabilidad civil, tenemos la Declaración
Jurada del señor JUAN JOSE BP, en la cual se detallan las joyas que fueron hurtadas, así como el
valor de cada una de ellas, de fs. 77 a 78; al respecto ha habido una confusión porque en primer
lugar se ha dicho que no estaban las facturas y que por lo tanto no se da el delito de HURTO.
El tipo penal no requiere la existencia de facturas, para que se tengan por establecidos los
elementos del delito; para ello se requiere que se dé una sustracción de bienes que son ajenos y
que éstos tengan un valor mayor de doscientos colones, es decir que haya un valúo en su aso que
determine ese valor; aquí es donde tenemos el problema y es por la falta de todas las facturas para
establecer el monto de responsabilidad civil. Fiscalía trae la declaración jurada rendida ante un
notario en donde la víctima da el valor de cada uno de los bienes sustraídos, esta de fs. 77 a 78, se
otorgó en la ciudad de San Salvador, a las diecinueve horas del día diecisiete de agosto de dos mil
once, ante el notario Alvaro Manuel Tobar Rodríguez y aquí viene el problema principal que
reconoce Fiscalía, cuando le cuestiona la Defensa que porque la victima daba el valor de cada
uno de los bienes sustraídos porque él no era un perito Fiscalía lo reconoce que no es un perito,
pero expresa que el valor del mercado lo dice, que por eso sabía el problema es de que prueba
tiene que ser concluyente no contradecirse entre si el señor BP, respecto a un punto que están
analizados ahí en esa declaración jurada, al proceder en el interrogatorio a dar los precios con
respecto a uno de los objetos sustraídos que se ha presentado prueba para establecer su valor, dijo
que todos los valores él decía era un aproximado de tanto y así dijo con respecto al reloj Rolex
Daytona de aproximadamente de ocho mil dólares, esto se repite en esta declaración jurada
cuando dice un reloj marca Rolex modelo Daytona cronógrafo carátula blanca todo de acero con
un valor de ocho mil dólares de los Estados Unidos de América; Fiscalía ha presentado una
factura de ese reloj y en la misma hacen constar que el señor Juan José BP adquirió en joyería la
Joya, S.A. DE C.V., un reloj marca Rolex modelo 1996 con referencia 16520 que corresponde a
la siguiente descripción: Reloj ROLEX DAYTONA, Cronógrafo automático, carátula blanca,
caja de acero inoxidable y bisel taquimétrico en acero brazalete tipo Oyster en acero inoxidable
broche del brazalete con seguro Flip-lock en acero, vendido por el valor de $ 6,000 dólares; es
decir aquí tenemos las incongruencias en los valores de la empresa en la joyería que vende el
reloj dice que vale $ 6,000 dólares y la víctima dice que valía ocho mil dólares, por lo tanto hay
incongruencia para darle valor a lo que dice la declaración jurada, lo que afirmó en su declaración
la víctima y el valor que se hace constar en la nota de la Joyería que vendió el reloj.
Esto
es
porque en la declaración jurada se dan valores concretos, en la audiencia dijo que era un
aproximado de tanto los valores y la constancia viene a decir que no es el valor que dice la
víctima, ni la declaración jurada; entonces aquí encontramos que Fiscalía no fue diligente en este
caso en particular para establecer la responsabilidad civil y la única prueba respecto a uno de los
relojes hurtados que ha sido presentada a fs. 252, sirve para establecer que uno de los relojes
supera la cantidad de doscientos colones, para que estemos frente al delito de Hurto porque si son
$ 6,000 dólares supera los doscientos colones que dice el tipo penal por ello para esto si nos sirve
esta factura; pero para poder concluir y determinar la responsabilidad civil eran necesarias las
facturas o en su defecto de acuerdo a la teoría de objetos realizar un valúo por peritos idóneos
para ellos consultar en los mercados como se hace en este
tipo de pericias agregar la
documentación y el perito emitir dictamen para dar un valor y ese
valor ni no iba ser
cuestionado; es decir lo que aquí faltó es un valúo de objetos no disponibles y por eso de que
respecto a la responsabilidad civil en ese sentido será el pronunciamiento.
Por lo tanto los
elementos analizados constituyen los elementos indiciarios que permitieron al suscrito Juez
arribar a la conclusión de que el acusado JOSE SAUL P, efectivamente días precedentes al día
diez de agosto de dos mil once, en la residencia número ocho ubicada en […], en razón de que se
desempeñaba como jardinero de esa casa, estuvo en esta habitación buscó las llaves en el joyero
en que se encontraban, las tomó y luego abrió la puerta de seguridad y sustrajo los relojes y las
joyas propiedad de la victima JUAN JOSE BP y de la señora ANNA CRISTINA V DE B y como
él se retiraba por las tardes de la casa y como no eran objeto de registro por parte de la seguridad
perimetral de la casa, fácilmente las sacó de esa residencia. Se cometió el delito de Hurto
Agravado, de acuerdo a lo establecido en los Arts. 207 y 208 No. 2 ambos Pn., porque para
cometerse se sustrajo una llave que se encontraba al interior de un joyero y con esas se accionó la
puerta de una caja como cuarto de seguridad en donde se guardaban las joyas y de ahí fueron
sustraídas y que la persona que la prueba científica ubica que estuvo en ese lugar es el acusado
JOSE SAUL P. Se ha probado que el acusado JOSE SAUL P, era conocido de la víctima
asimismo y gozaba de su confianza. En ese sentido la prueba ha sido suficiente para dar por
quebrantada en legal forma la presunción de inocencia que operaba a favor del acusado JOSE
SAUL P, por el delito que se ha calificado definitivamente como HURTO AGRAVADO, Arts.
207 en relación con el 208 No. 2 ambos del Código Penal en perjuicio patrimonial del señor
JUAN JOSE BP.”Como podrá advertir la Honorable Cámara a la que nos referiremos en adelante
como Ad quem, el Juzgador al analizar uno a uno los elementos de prueba, reconoce en primer
lugar de manera expresa que la acusación no ha podido demostrar el momento de la sustracción
de los objetos, cuando refiere: “ … Al análisis de fondo de todas las pruebas ofertada en primer
lugar es determinar que Fiscalía, no ha podido probar exactamente qué día sucede el hecho; no
acreditó de cuando a cuando estuvo fuera de la residencia la víctima JUAN JOSE BP, no dijo
cuándo se fue si dijo cuando regresó al país y regresó cuando ya había sucedido la sustracción;
pero no dijo desde cuando había él partido…” faltando con dicho análisis cumplir con lo
requerido por la ley sustantiva, específicamente con el inciso primero del artículo 12 Pn., en el
que se requiere la determinación del tiempo en el que el hecho punible tuvo lugar, generándose
con ello DUDA NEGATIVA, por lo tanto aplicando las reglas de la lógica, un hecho punible no
se puede inferir de que probablemente aconteció en cierto período, si no que por el contrario debe
establecerse cuando el mismo tuvo lugar, ello para efectos de que el justiciable tenga la
oportunidad de rebatirlo o defenderse, más sin embargo al existir duda de cuando sucedió, no se
le puede acreditar participación a nuestro defendido. Según las reglas de la lógica, también hay
que tener en cuenta los elementos que componen el tipo penal y, lo de establecer el tiempo en que
sucede es de mucha importancia, del porqué, según la acusación fiscal, el hecho sucede entre los
días nueve o diez de agosto de dos mil once, es decir que los objetos hurtados fueron
probablemente sustraídos entre esos días según la acusación fiscal, pero también pudo acontecer
en otras fechas, ya que no obstante el juzgador ha expresado en su valoración de que no se pudo
establecer el tiempo en que la víctima estuvo ausente es decir desde cuando salió de viaje y
cuando regresó, ya que le fue preguntado, pero sí se acreditó por medio de los testigos que ellos
estuvieron fuera del país un aproximado de dos meses, de ahí que nuestra aseveración de que el
hurto pudo haber tenido lugar en fechas distintas a las contenidas en el marco activo de la
acusación; siempre según la acusación la circunstancia cualificante, se da por la sustracción de
las llaves con las que se abría la puerta de seguridad, ahora bien, cabe preguntarse si con la
prueba vertida en el juicio se logró construir de manera lógica e inequívoca de cuándo fue
sustraída esa llave, la respuesta también es terminante en el sentido de que se responde
NEGATIVAMENTE, ya que lo único que pudo acreditarse es que en uno de los joyeros que
estaban en el interior del dormitorio de la víctima denominado cuarto principal, al momento de la
inspección ocular practicada por un equipo del Laboratorio de la División de Policía Técnica y
Científica de la Policía Nacional Civil, específicamente por el recolector de evidencias Técnico
SANTOS CARLOS AGUILAR JOAQUIN, se encontraron fragmentos de huellas papilares, las
que luego de ser analizadas por el perito FELICIANO NEFTALI RAMIREZ ERAZO y ser
comparadas con las huellas dactilares de nuestro defendido JOSE SAUL P y las de la otras
personas que se encontraban en el interior de la casa de habitación donde sucedieron los hechos,
se determinó que correspondían a las del señor JOSE SAUL P, pero no se pudo determinar
cuándo probablemente fueron dejadas, lo cual no es prueba suficiente para construir la
culpabilidad de una persona, pues los mismos deben estar relacionados con otros indicios
unívocos no anfibológicos. Además el aquo trasgredió las reglas de la lógica cuando en su
valoración de la prueba expresó: “…De lo anterior concluyo de que hay un Hurto, hay una
evidencia física que él estuvo ahí y que de ahí se sustrajo las llaves para abrir el cuarto de
seguridad, del cual se sustrajeron los relojes y las joyas propiedad de la victima JUAN JOSE BP
y de su esposa ANNA CRISTINA V DE B, en conclusión el acusado JOSE SAUL P, entró a ese
lugar y salió de ese lugar y esto porque, porque como lo reitero él no se ha probado que él
tuviera autorización para subir a la segunda planta de la residencia de la víctima; lo cual se ha
establecido con la prueba testimonial que deviene de los testigos JOSE ABEL MD, RICARDO
ARMANDO HR, DANIEL ANTONIO G, ANA ARELY ZA, ZOILA MARINA B VIUDA DE
L, y además con las declaraciones de todos ellos se estableció que se dieron cuenta de la
sustracción hasta el día diez de agosto de dos mil once, cuando se percataron de que la puerta del
cuarto de seguridad se encontraba abierta y las llaves todavía se encontraban puestas en la chapa
de la puerta ...”, la forma en que la trasgredió fue al aseverar que se establecieron hechos sin
contar con material probatorio que los hubieran acreditado, primero, en el sentido de que nuestro
defendido estuvo en el lugar donde estaban guardados los objetos hurtados, segundo, que él
sustrajo las llaves para abrirlo y sustraer las joyas propiedad de las víctimas, y tercero, que él
entró a dicho lugar porque no pudo probar de que estaba autorizado para poder ingresar al
referido lugar, circunstancias que constituyen una mera elucubración del juzgador, no obstante
tener vedado inferir hechos que no le constan porque no se los probaron, mas sin embargo de una
manera aventurada y genérica expresa, que tales aseveraciones devienen de la prueba testimonial
aportada por los señores JOSE ABEL MD, RICARDO ARMANDO HR, DANIEL ANTONIO
G, ANA ARELY ZA, ZOILA MARINA B VIUDA DE L, cuando éstos nada dijeron respecto a
que observaron al señor JOSE SAUL P en primer lugar extraer o portar las llaves de la habitación
de seguridad, en segundo lugar sustraer los objetos reportados hurtados, y tercero, haberlo
observador subir a la habitación donde éstos se encontraban, sino que por el contrario, lejos de
establecerlas y así construir la culpabilidad los indicios presentados estaban encaminados a
demostrar lo contrario, esto si partimos de lo que informó uno a uno los testigos invocados por el
Juzgador y aplicando las reglas de la sana crítica, específicamente el de la lógica, comenzando
por JOSE ABEL MD, quien en lo concerniente al caso dijo que se dio cuenta de los hechos el día
miércoles por medio de la señora Arely, que conoce al procesado desde los cinco años que tenía
de trabajar en ese lugar, el señor se iba todos los días no se quedaba a dormir, ese diez no se
quedó a dormir, no observó al señor Saúl P en la casa, en el transcurso del día nueve el señor Saúl
P llegó a trabajar, que siempre llega como a las ocho de la mañana y salió como a las seis y
media de la tarde del día martes, que ese día se quedarían a dormir en la casa el testigo, don
Ricardo, Arely y la niña Fita, el día nueve él subió a limpiar los vidrios solo, subió al cuarto de
ellos al dormitorio del Licenciado a limpiar los vidrios (lugar de donde se hurtaron las joyas) esa
puerta la dejan sin llave la puerta de la habitación aunque ellos anden de viaje la puerta se
mantiene abierta, los trabajos de limpieza los hace él solo, sube el día martes nueve de agosto de
dos mil once, el día diez ya no subió, cuando descubren los hechos lo hicieron antes de subir; el
testigo RICARDO HR, dijo en lo pertinente que el día de los hechos fue el diez de agosto de dos
mil once, se enteró por medio de Fita que era la cocinera, y Arely que era la que hacía limpieza,
ellas dos le preguntaron si había subido a abrir alguna puerta de la segunda planta, eran como las
ocho y treinta de la mañana, que los dueños de la casa tenía de estar fuera un aproximado de dos
meses, que Marina es la encargada de la limpieza de la segunda planta, que luego de recibir
instrucciones corroboraron y observaron que la puerta de los desvestideros estaban bien abiertas y
observaron que la caja donde supuestamente estaban las llaves estaba abierta, las llaves de la
puerta del vestidor la que observó que estaba abierta, se abría con esas llaves, al volver a
corroborar observó que las gavetas y todo había un desorden ahí en el cuarto y sí ingresó con
Marina donde estaban los objetos sustraídos, observó que las cajas donde estaban las joyas
estaban abiertas, Marina le manifestó que ahí habían joyas, Fita y Marina sabían de la existencia
de ese cuarto, Fita era la que cocinaba, porque cuando Marina no estaba ella era la que cocinaba y
hacía limpieza en esa zona, ella no continúa trabajando, que el día de los hechos fue el día diez,
ese día se dieron cuenta de los hurto, se imagina que fue ese día, el señor Saúl P ingresaba a las
ocho y se retiró a las seis de la tarde, el señor el día nueve y diez se retiró de la casa no se quedó a
dormir, hacía sus labres en la zona del jardín, no observó que el señor subió a la habitación de los
señores, antes de los hechos no sabía nadie donde estaban esas laves (sic), nadie le comentó
nunca sobre esas llaves, no vio al señor Saúl P portar laves (sic) de esa vivienda; el testigo
DANIEL ANTONIO G, no aporta hechos de relevancia, pues el día nueve de agosto de dos mil
once, expresa que estuvo libre y que no llegó a trabajar, y que el día diez al recibir la noticia no le
permitieron ingresar; la testigo ANA ARELY ZA, que subió al cuarto temprano en la mañana a
guardar una ropa pero no se percató de nada, no sabe que se llevaron de ese cuarto, no tenía
conocimiento de ese cuarto, no lo había visto, ni que existían esas llaves, solo sabían Marina y
Fita, estaba autorizada solo que los señores le pidieran que tenía que hacer algo arriba, si no
estaban los patrones la que subía solo era la niña Fita, si no estaba Fita subía ella, el día de los
hechos fue el día diez, fue a dejar una ropa a la habitación principal de los señores, no vio que
estuviera abierto, solo entró dejó una camisa en una cama sofá y volvió a salir, no se dio cuenta
de nada, que se queda a dormir en esa casa, el señor Saúl Pérez se iba todos los días salía a las
cinco a cinco y media y entraba a laborar a las ocho, el día del descubrimiento él se presentó a
laborar normalmente, trabajó todo el día, ese día no vió que el señor Saúl Pérez subiera, el día
nueve tampoco observó al señor Saúl Pérez tener algunas llaves; y la testigo ZOILA MARINA B
VIUDA DE L, dijo que el hurto sucedió el día nueve de agosto, más sin embargo refiere que se
enteró el día diez de agosto porque ese día regresó porque andaba de viaje con los señores, que
ese día se presentó a trabajar como a eso de las ocho de la mañana, que ella es la encargada de
hacer la limpieza arriba, que tiene acceso a todas las habitaciones, cuando no se encuentra se
hacía cargo la señora Fita cuyo nombre integro es JOSEFA CIPRIANO A, en su ausencia solo la
señora Fita tenía acceso y cuando ella no estaba entraba Ana Arely Zelada Ardón, cuando andaba
de viaje con los patrones la encargada era Fita, me di cuenta que se habían hurtado los objetos
porque llegó a la casa, desayune, estaba desayunando y le dije a Fita que había hablado doña
Ana, para decirle que preparara los uniformes de los niños porque al siguiente día tenían clases,
subí acompañada con ella porque como no había estado le tenía que entregar, entonces ella le dijo
que ya había hecho limpieza antes, se dirigieron al cuarto, que las cosas personales de ellos
estaban en el closet, aparte de eso hay una puerta de seguridad, a veces los patrones olvidaban
algo y le pedían a ella que fuera a traerles lo que olvidaban y le pedían que abriera, la llave está
en una cajita sobre el gavetero, solo Fita sabía de esas llaves, cuando llegó se asustó, entonces le
dijo pero Fita me dijiste que estaba cerrada la puerta, entonces esa puerta alguien tuvo que abrirla
hay que preguntar quien abrió, fue a preguntar y salió al pasamano a llamar a Aracely y luego
avisaron a los demás, no supo si alguno de los empleados había abierto esa puerta.
Con
lo
anterior y según las reglas de la lógica, se pretendía establecer primero, el día que sucedieron los
hechos, esto no fue posible acreditarse y así lo reconoce expresamente el a quo, pues lo único que
se pudo probar es que todos los ocupantes tuvieron conocimiento de que se habían sustraído las
joyas o se las habían hurtado el día diez de agosto de dos mil once; segundo, pretendió probarse,
que nuestro representado el día nueve de agosto de dos mil once, sustrajo de una joyero, las llaves
con las cuales abriría la puerta del cuarto de seguridad donde se encontraban los joyeros que
contenía las prendas hurtadas, sin embargo lo que se probó, es que el único que tuvo acceso a esa
habitación el día nueve de agosto, fue el testigo JOSE ABEL MD al momento en que subió él
sólo a hacer limpieza en los vidrios de los cuartos, y es este mismo testigo quien acredita de que
nuestro defendido no subió a las habitaciones de la segunda planta; también pretendió probarse
que nuestro defendido tenía conocimiento previamente de la existe del cuarto de seguridad y que
las llaves para abrirlo estaban en un joyero, mas sin embargo, lo que se probó principalmente por
la testigo ZOILA MARINA B VIUDA DE L, que es la persona de confianza de las víctimas, es
que las únicas personas que tenían conocimiento de la existencia del cuarto de seguridad y de las
llaves para abrirlo, eran ella, Fita y Arely, y que las demás personas ignoraban la existencia del
mismo; también pretendió probarse que los hechos sucedieron entre horas de la noche del día
nueve y la madrugada del día diez de agosto de dos mil once, pero lo que se probó por medio de
los testigos JOSE ABEL MD, RICARDO ARMANDO HR, DANIEL ANTONIO G, ANA
ARELY ZA, ZOILA MARINA B
VIUDA DE L, es que nuestro defendido entraba a laborar a
las ocho de la mañana y se retiraba a mas tardar a las seis y media de la tarde y que nunca se
quedaba a dormir en ese lugar y que su función era la de jardinero. Por lo tanto, lo que se acreditó
indiciariamente por medio de estos testigos, es que nuestro defendido no pudo haber sustraído las
prendas hurtadas a las víctimas, con lo que aseveramos que el a quo aplicó a la inversa las reglas
de la lógica y lejos de quebrantar la presunción de inocencia lo declaró culpable.
Por lo que
pedimos al ad quem que se enmiende el error cometido por el a quo, REVOCANDO LA
SENTENCIA CONDENATORIA y se dice la ABSOLUCION por ser lo que a derecho
corresponde. SEGUNDO MOTIVO.
El segundo motivo que invocamos es la errónea
aplicación de lo prescrito en el artículo 173 del Código Procesal Penal. FORMA EN QUE HA
SIDO ERRONEAMENTE APLICADO. El a quo en la sentencia recurrida refiere: “…sucede
que aquí encontramos algo grave que realiza el agente JESUS SALVADOR GARCIA GARCIA,
que es el que estaba levantando el acta de fs. 9 a 10 y específicamente en la parte final del frente
del folio diez, comete un error grave y este es un error que deberá Fiscalía en su momento
investigarlo porque no se sabe la razón porqué él hace constar algo diferente a lo que se va
plasmando en el material que se va colectando al momento de procesar la escena…” “… Lo que
dice el investigador en el acta los tiene confundidos y es el punto álgido que han estado para
controvertir como fue la colecta y levantamiento y procesamiento de la evidencia que se
encontró, específicamente los fragmentos de huellas papilares; estos aunado a que fiscalía; de una
forma no diligente prescinde de esa hoja de cadena de custodia…”; “…El suscrito juez ignora
porque razón el investigador GARCIA GARCIA, que levantó el acta no hace la separación, es
decir ir indicando separadamente como se van recolectando las evidencias, porque en la forma
descrita en el acta de fs. 9 a 10, se quiere llevar a un error judicial, al apreciar la prueba y así lo
ha analizado la Defensa de que esto como él dice es santa palabra y así sucedió; no en el
procesamiento de la escena por eso dije la función que realiza cada quien, cada quien responde
por lo que está haciendo en este caso en particular el acta levantada y agregada de fs. 9 a 10,
carece de valor probatorio, porque es contradictoria con la prueba que fue presentada tal como
está determinada en las hojas de levantamiento de la evidencia las cuales obviamente se ha
resguardado su cadena de custodia; el perito dijo ahí está mi firma esas fueron las que me fueron
entregadas a mí que fueron entregadas por el colector y en estas específicamente el folio 392,
contiene un folio de papel de oficio blanco bond que indica las que fueron levantadas de un
joyero y de dos joyeros ubicados en el dormitorio segundo nivel luego al reverso se encuentra;
otra página de papel bond en la cual tenemos dos joyeros ubicados en el interior del closet en la
residencia ocho es que andaban examinando todo se anda colectando evidencia en este caso
huellas; se examinan todos los lugares posibles y el técnico recolector está obligado a dejar
constancia de los lugares donde colecta las evidencias y el que está levantando el acta está
obligado hacer constar eso que va diciendo de donde las va colectando pero extrañamente aquí
viene el agente JESUS SALVADOR GARCIA GARCIA a decir que no le dijo el colector de los
lugares donde las recolecta y entonces porque tiene estas inscripciones la evidencia colectada y es
la que ha analizado el perito RAMIREZ ERAZO, entonces lógicamente esto hace que pierda
valor lo que declara el testigo Jesús Salvador García García y el acta de inspección de fs. 9 a 10,
que levanta él por no guardar congruencia con la realidad que se desprende del análisis del
material que fue colectado es así como el perito viene y llega a emitir un dictamen en su pericia
Dactiloscópica una vez son sometidos a conocimiento esas evidencias colectadas y así tenemos
de fs. 122 a 123 la pericia el técnico es claro en determinar y esto al confrontarlo con el material
que son las hojas donde se fijaron las evidencias recolectadas, las cuales se agregaron a fs. 392;
las cuales se tuvieron a la vista porque, Fiscalía tardíamente en forma no adecuada la
introduce;…” y de lo cual concluye “…Es así como se presenta el equipo policial integrado por
el investigador JESUS SALVADOR GARCIA GARCIA, recolector SANTOS CARLOS
AGUILAR JOAQUIN, planimetrista RUBEN AUDI ORTEZ CORTEZ y fotógrafo DAVID
WILFREDO TORRES JIMENEZ, todos declararon en el juicio pero JESUS SALVADOR
GARCIA GARCIA, no le merece fe al suscrito Juez, por las razones antes indicadas, ni el
contenido del acta de inspección de fs. 9 a 10, porque fue alterado por el testigo GARCIA
GARCIA….” De lo anterior, si al juzgador no le mereció fe lo declarado por el testigo JESUS
SALVADOR GARCIA GARCIA, quien en su calidad de Agente Investigador encargado del
caso practicó la Inspección en el lugar de los hechos y por ello descarta su testimonio, así como el
contenido del acta de Inspección de fs. 9-10, porque fue alterada la verdad por el referido testigo
al plasmar hechos que según su análisis no son verdaderos, más sin embargo entra a valorar los
otros elementos de prueba que se recolectaron durante el acto de la inspección, tales como la
recolección de huellas dactilares y el álbum fotográfico, así como el testimonio del recolector
SANTOS CARLOS AGUILAR JOAQUIN, del planimetrista RUBEN AUDI ORTEZ CORTEZ
y del fotógrafo DAVID WILFREDO TORRES JIMENEZ, olvidando el a quo que el resultado de
la inspección es un todo, ya que así lo prescribe el artículo 180 del Código Procesal Penal: “La
policía comprobará, mediante la inspección de lugares, personas o cosas, los rastros y otros
efectos materiales que por la propia naturaleza del hecho delictivo hayan dejado señales o
pruebas materiales de su perpetración. También se constituirá en el lugar en que hubiere ocurrido
el hecho, consignando en el acta el lugar, la descripción detallada de rastros, huellas, el estado de
las cosas y demás efectos materiales que el hecho hubiere dejado y, cuando fuere posible,
recolectará y conservará los objetos y documentos útiles a la investigación, dejando constancia de
ello en el acta… Si en el acto de la investigación estuviere presente el fiscal asignado al caso,
tomará a su cargo la dirección de la inspección… El acta será firmada por todos los
intervinientes.”; entonces si dicha disposición legal prescribe la forma en que se van a probar el
lugar de los hechos, las cosas encontradas, los rastros y otros efectos materiales como prueba
material de la perpetración; y que además sirve para detallar los rastros, huellas, el estado de las
cosas y demás objetos materiales dejados, y que en estos casos se recolectarán y conservarán; por
lo que al desechar el testimonio de quien realizó la inspección y el documento mismo, el a quo
tácitamente estaba restando credibilidad y objetividad a la demás prueba recolectada como
producto de la inspección, constituyéndose entonces como PRUEBA ILICITA, pues para que la
misma hubiera tenido valor había que estarse a lo prescrito en el inciso segundo del precepto
erróneamente aplicado que reza : “… No tendrán valor los elementos de prueba obtenidos en
virtud de una información originada en un procedimiento o medio ilícito. Sin perjuicio de lo
dispuesto en el presente inciso, los elementos de prueba serán admitidos cuando hayan sido
obtenidos de buena fe, por hallazgo inevitable o por la existencia de una fuente independiente, y
deberán ser valorados conforme a las reglas de la sana crítica, cuando corresponda…”; por
consiguiente descartándose la raíz del procedimiento el tronco y sus ramas deben correr con la
misma suerte, es decir se aplica el aforismo “LO ACCESORIO SIGUE LA SUERTE DE LO
PRINCIPAL”. También el aquo, erróneamente aplica el artículo 175, cuando para construir la
culpabilidad de nuestro defendido lo hace basado en el resultado de la experticia dactiloscópica o
lafoscópica, pus la recolección de huellas como material de comparación de nuestro defendido, si
se tenía una sospecha razonable de su participación en el hecho investigado, el recolector
SANTOS CARLOS AGUILAR JOAQUIN, tenía el deber legal de hacerle saber el motivo de la
diligencia y que tenía derecho de abstenerse de proporcional sus huellas, pues las mismas podrían
ser utilizadas en su contra en caso de que resultare afirmativa la comparación; y que tenía el
derecho a que un abogado estuviera presente, pues dentro de las facultades coercitivas que tenían
al momento de la inspección, no se encuentra el conminar a alguien a que realice un acto en
contra de su voluntad, ya que la recolección de huellas dactilares conforme al artículo 200 CPP
constituyó una
Intervención Corporal, la cual únicamente podría haberse realizado con
autorización judicial, mas sin embargo el a quo no consideró que esa prueba fue recabada de una
manera ilícita en contravención expresa de la ley, por lo que su resultado no podía ser utilizado
en contra de nuestro defendido según la regla de garantía prescrita en el artículo 14 CPP.
Por lo anterior, estimamos que se aplicó erróneamente lo preceptuado en el artículo 175
CPP al entrar a valorar prueba ilícita según se ha dejado demostrado, pues el límite de valoración
probatoria lo determina el artículo que refiere que los
jueces valoraran en su conjunto aplicando las reglas de la sana crítica las prueba lícitas, es
decir le queda vedado valorar las obtenidas de manera ilícita, tal como los dos casos expuestos.
AGRAVIO EN MATERIA DE RESPONSABILIDAD CIVIL. Sobre este punto Honorables
Magistrados, nuestro defendido JOSE SAUL P fue declarado responsable civilmente de forma
abstracta, la cual devino al haber sido declarado responsable penalmente, pero si ésta devino por
la errónea aplicación de los preceptos desarrollados en los dos motivos alegados, hacemos eco de
ello para que de igual forma se acceda a REVOCAR LA CONDENA EN RESPONSABILIDAD
CIVIL. SOLUCION PROPUESTA
Que la Honorable Cámara, REVOQUE por no estar
arreglada conforme a derecho la Sentencia recurrida, y DECLAREN UN FALLO
ABSOLUTORIO. PETITORIO: Por tanto, en virtud de las razones expuestas y disposiciones
legales citadas, con fundamento en el Artículo 471 del Código Procesal Penal, con todo respecto
SOLICITAMOS:
AL HONORABLE JUEZ DE SENTENCIA:
a) Tener por interpuesto
el PRESENTE RECURSO DE APELACION contra LA SENTENCIA CONDENATORIA
pronunciada contra el señor JOSE SAUL P por el delito que en definitiva se calificó como
HURTO CALIFICADO en perjuicio patrimonial del señor JUAN JOS BP.
b) Emplace a las
otras partes para que contesten el presente recurso y una vez vencido el plazo, se eleven las
actuaciones a la Cámara de la Cuarta Sección del Centro. c) Remitir a la Cámara de la Cuarta
Sección del Centro, las actuaciones judiciales y la grabación videográfica de la audiencia de
Juicio para demostrar los motivos de forma alegados en la presente alzada, tal como lo ordena el
Art. 386 CP.- A LOS HONORABLES MAGISTRADOS DE LA CAMARA DE LA
CUARTA SECCION DEL CENTRO, CON TODO RESPETO LE PEDIMOS:
a.-
Nos
admitan el presente Recurso de Apelación contra la Sentencia alegada, b.- Una vez analizada su
procedencia, de conformidad al Artículo 475 CPP., proceda a considerar las argumentaciones
objeto de la presente alzada y PROCEDAIS a REVOCAR EL FALLO DE CONDENA en lo que
respecta a la RESPONSABILIDAD PENAL Y CIVIL y se PRONUNCIE LA SENTENCIA
ABSOLUTORIA que a derecho corresponde, por no haber elemento probatorio alguno ofertado y
desfilado que permita una nueva valoración de prueba. c.- Darle el trámite legal al presente
Recurso de Apelación de conformidad a los Arts. 471, 473, 475 del Código Procesal Penal.
La Licenciada RAQUEL ELIZABETH VASQUEZ VENTURA, en su calidad de
agente auxiliar del Fiscal General de la República, contestó el recurso de apelación interpuesto
por la defensa, literalmente de la siguiente manera: “””” I)
Al analizar los argumentos
esgrimidos en el medio impugnativo, no se evidencia ningún elemento que demuestre – ni
siguiera indiciariamente – que el Juez A quo haya interpretado o aplicado erróneamente las
argumentaciones o disposiciones legales que motivaron la Sentencia Condenatoria, por el
contrario los razonamientos que se esbozan literalmente en el libelo interpuesto únicamente
constituyen una trascripción literal de la misma, siendo hasta la parte final que los letrados
vagamente hacen sus conjeturas contrarias respecto a lo sostenido por el Juez A quo, puntos en
los cuales la representación fiscal basará la presente misiva. El primer argumento sostenido por
la Defensa que representa al condenado, gira en torno a que según ellos, no se ha logrado probar
exactamente el día en que sucedieron los hechos, por lo que no se puede determinar el tiempo en
el que el hecho punible tuvo lugar; ante tal afirmación se tiene que por el principio de
congruencia que debe de existir entre acusación y sentencia se ha sostenido que los hechos
tuvieron lugar entre el día nueve y diez de agosto de dos mil once, desconociendo la hora exacta
en la cual se llevó a cabo la sustracción e la llave que abría el cuarto de seguridad y
posteriormente de los objetos, data que fue confirmada y ratificada por la prueba testimonial,
documental y pericial que fue incorporada en el desarrollo del acto procesal de la vista pública,
por lo que no existe ningún tipo de duda respecto al tiempo en que tuvo lugar el hecho atribuido
al incoado. ------------------------------ II) En cuanto al segundo punto a tratar en el presente
documento, se tiene que los profesionales del derecho en una forma atrevida literalmente
consignan lo siguiente: “(..) primero, en el sentido de que nuestro defendido estuvo en el lugar de
donde estaban guardados los objetos hurtados, segundo que él sustrajo las llaves para abrirlo y
sustraer las joyas propiedad de la víctima, y tercero que él entró a dicho lugar porque no pudo
probar que estaba autorizado para poder ingresar al referido lugar, circunstancias que constituyen
una mera elucubración del juzgador, no obstante tener vedado inferior hechos que no le constan
porque no se los probaron, sin embargo de una manera aventurada y genérica expresa, que tales
aseveraciones devienen de la prueba testimonial aportada por los señores José Abel MD, Ricardo
Armando HR, Daniel Antonio G, Ana Arely ZA, Zoila Marina B viuda de L, cuando éstos nada
dijeron respecto a que observaron al señor José Saúl Pérez, en primer lugar extraer o portar las
llaves de la habitación de seguridad, en segundo lugar sustraer los objetos reportados hurtados, y
tercero, haber observado subir a la habitación donde éstos se encontraban (…). Ante lo
anteriormente citado, es viable recordarles a los letrados del derecho, de que tal y como se ha
sostenido por el ente acusador desde el requerimiento presentado ante el juez de paz competente,
el vértie del presente caso es la prueba indiciaria, la cual es sustentada por los siguientes indicios
que fueron acreditados en el desarrollo de la audiencia de vista pública: -------------------------------- a) Dentro del cuarto principal de la vivienda del señor BP, se encontraba sobre un gavetero un
joyero que resguardaba en su interior las llaves de acceso de la puerta del cuarto de seguridad,
siendo que en dicho cuarto se encontraban los objetos de valor y joyas de colección, entre ellas
estaban las que fueron hurtadas. --------------------------------- b) A parte de la familia B la única
persona que estaba autorizada para ingresar al cuarto principal y al cuarto de seguridad en el que
estaban resguardadas las joyas, era la señora ZOILA MARINA B VIUDA DE L, y en su
ausencia era la señora JOSEFA CIPRIANO A. ------------------------------------ c) el día diez de
agosto del presente año, la señora B viuda de L regresó a laborar a la vivienda del señor BP, y
junto a la señora Cipriano A se dieron cuenta que la puerta del cuarto seguro en el que se
resguardaban las joyas estaba abierta, advirtiendo que había sido aperturada con las propias llaves
ya que éstas aún estaban introducidas en su cerradura, esto último es confirmado con el acta de
inspección ocular y álbum fotográfico, así mismo fue ratificada con la prueba testimonial al ver
las fotografías. ---------------------------- d) Según fue acreditado por los elementos probatorios
durante el juicio oral y público se establece que del joyero del que fueron sustraídas las llaves que
abrían la puerta del cuarto de seguridad, se recolectaron huellas papilares, las cuales fueron
comparadas con las huellas de todos los empleados que laboran dentro de la vivienda. ----------------- c) con el resultado del análisis dsctiloscópico que se realizó con los fragmentos de huella
recolectados del joyero que resguardaban las llaves que abrían el cuarto de seguridad coinciden
con el dígito medio izquierdo y con el dígito índice derecho de JOSÉ SAÚL P. ------------------- d)
Con las declaraciones de los señores Juan José Borja P, Daniel Antonio G, Ana Arely Zelada A,
Ricardo Armando HR y Zoila Marina B viuda de L, se tiene que el señor José Saúl P no estaba
autorizado para ingresar al cuarto principal de donde se sustrajeron las llaves de la puerta del
cuarto de seguridad, por lo que no existe ninguna justificación de que sus huellas hayan sido
encontradas en el joyero que guardaban las llaves que fueron utilizadas para llevar a cabo la
sustracción de las joyas, máxime cuando todos han sido contestes en establecer que el imputado
no pidió autorización para el ingreso. No se puede soslayar mencionar que la defensa en un
apartado de su escrito impugnativo aduce literalmente lo siguiente: “(...) lo que se probó es que el
único que tuvo acceso a esa habilitación el día nueve de agosto, fue el testigo JOSÉ ABEL MD al
momento en que subió solo a hacer limpieza en los vidrios de los cuartos, y es este mismo testigo
quien acredita de que nuestro defendido no subió a las habitaciones de la segunda planta (...)”,
Con la anterior tesis sostenida por la defensa se tiene que viene a robustecer la hipótesis fiscal y
los hechos por los cuales fue condenado su representado, ya que llama la atención que las huellas
del señor José Abel MD no fueron encontradas en el lugar de los hechos sino únicamente las de
su defendido, lo que confirma que José Abel únicamente se dedicó a llevar a cabo sus labores de
limpieza, no a andar sustrayendo objetos que no le pertenecían, así mismo los profesionales
defensores le dan credibilidad a lo expuesto por el testigo MD asegurando que acredita que su
defendido no subió a las habitaciones de la segunda planta, esto último es obvio en virtud de que
como reitero, en el presente caso no se cuenta con prueba directa, por lo que el imputado José
Saúl P ingresó a sustraer las llaves cuando nadie lo observaba, quedando como única evidencia
los fragmentos de huellas recolectadas del joyero que se encontraba en el interior del dormitorio y
que resguardaba la llave que abría el cuarto de seguridad. --------------------------------- Siguiendo
ese mismo orden de ideas, se tiene que ante la carencia de testigos presénciales del hurto, han de
analizarse y valorarse en su conjunto los indicios antes acotados; advirtiéndose que la prueba
indiciaria, se extiende en doctrina como un hecho o circunstancia del cual se pueda mediante una
operación lógica, inferior la existencia de otro. Es así que la naturaleza del indicio es producto
del fruto lógico de una relación con una determinada norma de experiencia, a través de un
procedimiento silogístico, donde el hecho indicado se toma como premisa menor y la referencia
basada en la experiencia funciona como premisa mayor; por consiguiente la conclusión surge de
la relación entre ambas, por lo que otorga fuerza probatoria al indicio. Para que la prueba de
indicios pueda desvirtuar la presunción de inocencia, su eficacia probatoria depende: 1) Que el
hecho esté plenamente demostrado en el proceso mediante prueba directa; lo cual en el presente
caso ha ocurrido, pues se ha logrado establecer mediante el acta de entrevista del señor Juan José
BP, así como con la declaración jurada del mismo (en la cual detalla las joyas que le fueron
sustraidas), que en efecto el señor BP fue víctima del delito de hurto, pues al realizar un
inventario de las joyas que se encontraban resguardados en el cuarto de seguridad se han
acreditado las faltantes, 2) Que el hecho constitutivo del indicio sea digno de crédito; al analizar
el acta de inspección ocular del inmueble, álbum fotográfico y el resultado del análisis
dactiloscópico, se logra acreditar que del joyero en donde se encontraba la llave que abría el
cuarto de seguridad se tomaron unos fragmentos de huellas papilares, los cuales al ser
comparados con las huellas de los empleados que laboran dentro de la vivienda de la víctima
correspondían al señor JOSÉ SAÚL P, quien se desempeña como jardinero. Es así que el
levantamiento de huellas así como el resultado del análisis dactiloscópico está plenamente
acreditado, 3) que exista un nexo causal del indicio con el hecho presunto; al analizar
integralmente los actos investigativos recolectados hasta este momento, se tiene que el imputado
por la calidad que ostenta de Jardinero de la vivienda permite deducir “un plus de actuación”,
pues a pesar de existir una relación de convivencia entre el autor y la víctima ésta no justifica o
legitima el acceso a la llave del cuarto de seguridad siendo, por ello, cualquier apoderamiento de
esa índole se convierte en una sustracción, la cual según el resultado del análisis dactiloscópico es
atribuida al imputado José Saúl P, pues sus huellas fueron halladas en el joyero del cual se
sustrajeron, mismas que posteriormente fueron utilizadas para abrir el cuarto de seguridad y
hurtar las joyas, lo cual es acreditado, pues éstas se encontraron introducidas en la puerta de
acceso. Con los anteriores indicios es posible construir un plexo probatorio suficientemente fuerte
para comprobar la participación directa del imputado en hecho delictivo que se le atribuye. ----------------------------- Por lo antes acotado, se tiene que los defensores cometen el yerro de sostener
que la convicción a la cual arriba el juzgador luego de haberse incorporado la prueba documental,
testimonial y pericial en el juicio oral y público, es puramente una “elucubración del juzgador”,
cuando los profesionales tendrían que conocer que la prueba indiciaria es suficiente para destruir
la presunción de inocencia que enviste al imputado, siempre y cuando logre el convencimiento
del Juez, mediante un razonamiento lógico que parte de los hechos conocidos para esclarecer os
hechos desconocidos. En ese sentido, se tiene que el Tribunal Constitucional Español, así como
la Audiencia Provincial de Bilbao, en el Procedimiento Abreviado, seguidos con el número
144/03 sostiene que: “(...) La prueba de indicios es hábil para enervar el derecho fundamental a la
presunción de inocencia, y así ha sido reiteradamente declarado por la jurisprudencia y la
doctrina constitucional como eficacísima fórmula de pasar a la seguridad judicial del presupuesto
de una sanción. Si no se admitiera que la conclusión judicial, a través de los que se han llamado
presunciones “ad hominem”, según la cual cuando son ciertos unos indicios, han de serlo también
los hechos a que apuntan, al socaire de la inferencia racional, consistente y verosímil en el
raciocinio judicial, no sólo los presupuestos que se sustraerían a la actuación del Derecho Penal
por los tribunales serían un número intolerable, sino que cuando no hay debate acerca de la
acción, sino del ánimo del agente, sería inviable tener por probados los elementos subjetivos del
tipo. Omo resalta la reciente STS de 14 de junio 2002, hay incluso construcciones dogmáticas
que niegan una mayor inseguridad de la prueba indiciaria, correctamente empleada, pues la
acreditación del hecho-consecuencia resulta de la racionalización del engarce existente entre el
indicio y el mecanismo presuntivo, y supone una mayor seguridad frente a otras pruebas directas,
como la testifical, en la que la base la proporciona la credibilidad del testigo. Ahora bien, es
verdad que el empleo de la prueba indiciaria, precisamente por carecer de una disciplina de
garantía que es exigible a la prueba directa, requiere una condiciones específicas para que pueda
set tenida como actividad probatoria. Para la corrección del método, desde el punto de vista
formal, la sentencia ha de expresar con claridad cuáles son los hechos-base o indicios que se
estiman plenamente acreditados, y que sirven de fundamento a la deducción o inferencia, y ha de
explicitar el razonamiento a través del cual, partiendo de los indicios, se hallaba en la convicción
sobre que el hecho punible existió y sobre la identidad del agente. Es ello, en realidad, la
exigencia de toda valoración probatoria de razonabilidad (cfr. : ar. 717 LECri), y la legitimación
constitucional de la soberanía valorativa judicial (arts. 24 y 120.3 CE) (...)” . ---------------------------- En ese mismo sentido, se cuenta con lo consignado en la Sentencia STC 31/1981, STC
189/1998, entre otras, en las que se sostiene lo siguiente: “(...) Los criterios para distinguir entre
pruebas indiciarias capaces de desvirtuar la presunción de inocencia y las simples sospechas se
apoyan en que: a) la prueba indiciaria ha de partir de hechos plenamente probados; b) Los hechos
constitutivos de delito deben deducirse de estos indicios (hechos completamente probados), a
través de un proceso mental razonado y acorde con las reglas del criterio humano, explicitado en
la sentencia condenatoria (...)” . --------------------------- Es así Honorable Magistrado, que en el
presente caso al analizar los indicios antes enunciados se logra establecer que el Juez A quo tuvo
por acreditados lo sostenido por el Ministerio Público Fiscal, en virtud de que el analista
Feliciano Neftalí Ramírez Erazo, Perito Dactiloscopista, concluye en su peritaje lo siguiente: “Se
determina categóricamente que los dos fragmentos identificados, fueron revelados y recolectados
de la superficie de dos joyeros ubicados en el dormitorio del segundo nivel, y estos corresponden
al Sr. JOSÉ SAÚL P, y de la comparación automatizada que se le realizó al fragmento ingresado
al referido sistema no se obtuvo un resultado positivo ya que no se identificó, quedando dicho
fragmento para posteriores comparaciones.” Siendo de esa forma que al contar con el análisis
dactiloscópico -el cual es por entero fiable, ya que su especial relevancia de cara a la
identificación del delincuente descansa en tres características: las huellas digitales son perennes a
lo largo de la vida humana, desde el embrión hasta la descomposición de los tejidos trasla muerte;
son inmutables, en cuanto no se alteran ni fisiológica ni patológicamente; y son diversiformes, es
decir, no existen dos dibujos iguales. Estos tres caracteres constituyen el dogma fundamental de
la dactiloscopia y permitieron establecer que “todo es mudable en la vida menos el esquema
digital; todo es reproducible en los congéneres, menos el dibujo papilar”-, siendo así que con tal
nexo se puede concluir que los fragmentos de huellas que se recolectaron del joyero que
resguardaba la llave que abría el cuarto de seguridad pertenecen al imputado José Saúl P, y no
existe ningún margen de error, lo cual el Juez A quo tomó como base para poder concluir con una
sentencia condenatoria en contra del incoado. Siendo de esa forma que los indicios se vienen a
robustecer y a confirmar de tal forma que permiten construir un plexo probatorio que destruyó la
presunción de inocencia que revestía al procesado, lo cual como fue sostenido anteriormente ha
quedado plasmado en la sentencia documento. ---------------------- No se puede dejar de
mencionar Honorable Autoridad que el Perito Feliciano Neftalí Ramírez Erazo, tanto en su
deposición como en el peritaje establece literalmente que: las evidencias que él tuvo a la vista y
que fueron analizadas tenían una leyenda en la que se indicaba del lugar donde fueron
recolectadas cada una de las mismas, ya que en cada hoja de papel bond, donde iban adheridos
los fragmentos, iba descrito el lugar de su obtención. Por lo antes sostenido es imposible que
existiera en el intelecto del perito una confusión del lugar de obtención de las evidencias que
habían sido recolectadas, tal y como a preguntas de la Representación Fiscal declaró en el
desarrollo del juicio oral, estableciendo sin dudar que él sabía que las huellas pertenecientes al
imputado habían sido obtenidas o recolectadas del joyero que resguardaba la llave que abría el
cuarto de seguridad, mismas que fueron utilizadas para llevar a cabo el hurto. Así mismo, se tiene
que tanto en la sentencia documento y lo trascrito en el medio impugnativo se ha establecido que
Fiscalía de una forma no diligente prescindió de la hoja de cadena de custodia d ellas evidencias
embaladas que fueron introducidas mediante la deposición del perito, sin embargo ía incidental se
prescindió de ella en virtud de que los fragmentos de huella debidamente embalados iban a ser
incorporados para confirmar el análisis pericial en el debate, por lo que fueron introducidos por el
perito, y como bien lo establece el Juzgador A quo, la cadena de custodia no solo puede ser
escrita, sino verbal, lo cual ha quedado establecido con el técnico recolector, el fotógrafo y el
perito, sin embargo al presente libelo se anexan tanto la cadena de custodia material con la cual
se establecen las personas externas al Laboratorio de la Policía que han tenido contacto con las
mismas, así mismo se anexa la certificación d ella cadena de custodia interna que lleva el
Departamento de la Policía Técnica y Científica de la Policía Nacional Civil, con la cual se
establecen las personas que han tenido contacto con las mismas al interior de la División de la
Policía Técnica y Científica de la Policía Nacional Civil. --------------------------- La Defensa
intenta poner en duda lo concluido por el perito dactiloscópico en su informe, sin embargo es de
recordarles a los profesionales del derecho que ellos no poseen los grados académicos para poder
ni siquiera especular sobre la correcta realización del mismo, pues en su recurso escueta y
genéricamente intentan atacar el desarrollo del mismo aduciendo confusamente -con argumentos
frágiles y endebles- que el resultado no debe merecer fe; no obstante ello el análisis pericial fue
elaborado por un experto en la materia, quien rindió su testimonio y fue objeto de preguntas por
parte de la Licenciada Alvarado Alvarado que en aquel momento defendía al procesado, no
logrando hacerlo caer en contradicción en aquel momento. ------------------------------------ III.
Como tercer punto, se tiene que los letrados impetrantes de una forma vaga sostienen que debido
a que el Juez A quo literalmente consignó en la sentencia que: “(...) El suscrito Juez ignora
porque razón el investigador García García que levantó el acta no hace la separación, es decir ir
indicando separadamente como se van recolectando las evidencias porque en la forma descrita en
el acta de fs. 9 a 10, se requiere llevar a un error judicial al apreciar la prueba (…), por eso dije la
función que realiza cada quien, cada quien (sic) responde por lo que está haciendo en este caso en
particular el acta levantada y agregada de fs. 9 a 10, carece de valor probatorio, porque es
contradictorio con la prueba que fue presentada tal y como está determinado en las hojas de
levantamiento de la evidencia las cuales obviamente se ha resguardado su cadena de custodia; el
perito dijo ahí está mi firma y son las que me han entregado a mí que me fueron entregadas por el
colector y en estas específicamente se determina el fs. 392 contiene un folio de papel de oficio
blanco bond que indica las que fueron levantadas (…). Es así como se presenta el equipo policial
integrado por el investigador Jesús Salvador García García, recolector Santos Carlos Aguilar
Joaquín, planimetrista Rubén Audy Ortéz Cortéz y fotógrafo David Wilfredo Torres Jiménez,
todos declararon en el juicio pero Jesús Salvador García García, no le merece fe al suscrito Juez
por la razones antes indicadas, ni el contenido del acta de inspección de fs. 9 a 10, porque fue
alterado por el testigo García García”, debería de excluirse por ser prueba ilícita. De lo anterior,
la defensa en forma errónea intenta acreditar que de lo expresado por el Juez al restarle
credibilidad al acta de inspección y al agente que la elaboró, se convierte en una PRUEBA
ILÍCITA, desconociendo la suscrita fiscal el génesis de tal afirmación, pues en el caso que nos
ocupa se tiene que en el juicio oral el recolector, el fotógrafo y el planimetrista establecieron la
forma en que se llevó a cabo la obtención de cada uno de los fragmentos de huellas, así mismo
fue confirmado con el álbum fotográfico que ilustra los lugares de los cuales se obtuvieron las
evidencias, lo cual viene a ser robustecido y corroborado con las evidencias embaladas que
fueron puestas a disposición del perito dactiloscópico, lo cual obviamente guarda congruencia
con el material de evidencia descrito en dicho informe pericial ya que detalladamente se
establecen los lugares específicos de su obtención. Por lo tanto podemos aseverar que los
postulantes hacen una confusión entre prueba ilícita con la prueba que no le merece fe al
juzgador, sin embargo por la premura del caso y por no contar con el tiempo suficiente omitiré
hacer una breve alusión a lo que se refiere el término de prueba ilícita y lo que se refiere a una
prueba que no merece fe al Juez, por lo tanto nuevamente los letrados hacen una errónea
interpretación de lo regulado en el artículo 180 CPP. , ya que en el caso que nos ocupa,
acertadamente el juzgador le resta credibilidad al agente García García por haber cometido un
yerro en la elaboración del acta de inspección, ya que no se consignó la información que el
técnico recolector había dado en aquella oportunidad en cuanto al detalle de los lugares en que se
encontraban los fragmentos de huella. Así mismo es de recordar que en el juicio
oral el
recolector estableció que sólo podía dar fe del lugar en el cual había levantado las evidencias, y
que el fotógtrafo lo fijaba, desconociendo el motivo por el cual el investigador no lo consignó
detalladamente en el acta de inspección. Dicha información fue confirmada por el recolector pues
al tener el álbum fotográfico en sus manos espontáneamente señaló el lugar y los joyeros de los
cuales obtuvo las evidencias. ------------------------ IV) Como último punto a debatir se tiene que
los letrados que suscriben el libelo impugnante pretenden hacer creer que la recolección de
huellas dactilares -a la que fue sometido su defendido para servir como material de descarte- es
una INTERVENCIÓN CORPORAL, por lo tanto debía de aplicarse lo que establece el Art. 200
CPP., por lo que únicamente podía ser realizada con autorización judicial. Ante la errada
invocación del precepto legal antes enunciado, la suscrita fiscal considera atinado hacer alusión a
lo sostenido por la Magistrada del Juzgado de Instrución num. 35 de Madrid, España Gemma
Gallego Sánchez en cuanto a dicho tópico: “(...) Ahora bien, el ar. 363 párrafo 2° LECrim. EDL
1882/1 no se limita a colmar la laguna legal, entendida como expresa previsión normativa, sino
que además establece los requisitos que justifican la injerencia en los derechos fundamentales a la
integridad corporal (ar. 15 CE EDL 1978/3879) y a la intimidad (ar. 18 CE EDL 1978/3879),
recogiendo la jurisprudencia que, en orden a la validez de estas diligencias, han elaborado el
Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo. En este sentido, cabe recordar que, dentro de las
diligencias practicables en el curso de un proceso penal como actos de investigación o medidas
de prueba recayentes sobre el cuerpo del imputado o de terceros, resulta posible distinguir dos
clases, según el derecho fundamental predominante afectado al acordar su práctica y en su
realización: ---------------------------a) En una primera clase de actuaciones, las denominadas
inspecciones y registros corporales, que consisten en cualquier género de reconocimiento del
cuerpo humano, bien sea para la determinación del imputado (diligencias de reconocimiento en
rueda, exámenes dactiloscópicos o antropomórficos, etc.) o de circunstancias relativas a la
comisión del hecho punible (electrocardiogramas, exámenes ginecológicos, etc.) o para el
descubrimiento del objeto del delito (inspecciones anales o aginales, etc.), en principio no resulta
afectado el derecho a la integridad física, al no producirse, por lo general, lesión o menoscabo del
cuerpo, pero si puede verse afectado el derecho fundamental a la intimidad corporal (ar. 18.1 CE
EDL 1978/3879) si recaen sobre partes íntimas del cuerpo, como fue el caso examinado en la
STC 37/1989 EDJ 1989/1607 (exámen ginecológico), o inciden en la privacidad. ------------------------- b) Por contra, en la segunda clase de actuaciones, esto es, las consistentes en la extracción
del cuerpo de determinados elementos extrenos o internos para ser sometidos a informe pericial
(análisis de sangre, orina, pelos, uñas, biopsias, etc.) o en su exposición a radiaciones (rayos X,
T.A.C., resonancias magnéticas, etc.), con objeto también de averiguar determinadas
circunstancias relativas a la comisión del hecho punible o a la participación en él del imputado, el
derecho que se verá por regla general afectado es el derecho a la integridad física (ar. CE EDL
1978/3879), en tanto implican una lesión o menoscabo del cuerpo, siquiera sea de su apariencia
externa. Y atendiendo al grado de sacrificio que impongan de este derecho, las intervenciones
corporales podrán ser calificadas como leves o graves: leves, cuando, a la vista de todas las
circunstancias concurrentes, no sean, objetivamente consideradas, susceptibles de poner en
peligro el derecho a la salud ni de ocasionar sufrimientos a la persona afectada, como por lo
general ocurrirá en el caso de la extracción de elementos externos del cuerpo (como el pelo o
uñas) o incluso de algunos internos (como los análisis de sangre), y graves, en caso contrario (por
ejemplo, las punciones lumbares, extracción de líquido cefalorraquídeo, etc.) . ------------------------------ El argumento empleado por la jurisprudencia para apreciar la licitud de las citadas
medidas en el marco de un proceso penal radica en la existencia o no del consentimiento de la
persona afectada (...)”. ------------------------------------------ Así mismo, en armonía con lo
planteado por la Magistrada antes citada, se tiene que el Tribunal Constitucional (España) puso
de relieve la necesidad de dotar de cobertura legal a cualquier tipo de intervención corporal,
especialmente en la STC 207/1996 (RTC 1996/207), siendo ponente Gimeno Sendra (caso
conocido como “El pelo”). En esta sentencia se establece: ----------------------La clasificación de
las distintas intervenciones corporales. ------------ Los requisitos para que sean acordes con la
Constitución. ----------------- Los criterios para determinar cuando una intervención corporal
afecta o lesiona algún derecho fundamental. ---------------------- Distingue la sentencia entre dos
clases de intervenciones que afectan al cuerpo humano, según el derecho fundamental
predominante que pueda verse afectado por su práctica: ---------------------------- 1. Las
inspecciones corporales. ----------- Consisten en cualquier género de reconocimiento del cuerpo
humano, con las finalidades de: ------------------------ La determinación del imputado (diligencias
de reconocimiento en rueda, exámenes dactiloscópicos o antropomórficos, etc.) . -------------------------La determinación de circunstancias relativas a la comisión del hecho punible
(electrocardiogramas, exámenes ginecológicos, etc.) ------------------- El descubrimiento del
objeto del delito (inspecciones anales o vaginales, etc.) . ------------------ En este tipo de
inspecciones no resulta afectado el derecho a la integridad física, ya que por lo general no se
produce lesión o menoscabo del cuerpo. Sin embargo, sí puede verse afectado el derecho
fundamental a la intimidad corporal si recaen sobre partes íntimas del cuerpo o inciden en la
privacidad. ------------------------ 2. Las intervenciones corporales. ------------------ En éstas se
lleva a cabo: ------------------------ La extracción del cuerpo humano de determinados elementos
externos o internos para ser sometidos a análisis pericial (análisis de sangre, orina, pelos, uñas
biposias, etc.), o la exposición del cuerpo humano a radiaciones (rayos X, TAC, resonancias
magnéticas, etc.) con el objeto también de averiguar determinadas circunstancias relativas a la
comisión del hecho punible o
a la participación en él del imputado. --------------- En las
intervenciones corporales, se ve por regla general afectado el derecho a la integridad física (ar. 15
CE), en tanto implican una lesión o menoscabo del cuerpo aunque sea de su apariencia externa.
En función del grado de sacrificio que impongan de este derecho, las intervenciones corporales
pueden calificarse como leves o graves. ----------------------------------- Leves: cuando no sean
objetivamente susceptible de poner en peligro el derecho a la salud ni de ocasionar sufrimientos a
la persona afectada. Así ocurre en el caso de la obtención de elementos externos del cuerpo (pelo
o uñas) o incluso de algunos internos (análisis de sangre). ----------------------Graves: cuando sean
objetivamente susceptibles de poner en peligro el derecho a la salud ni de ocasionar sufrimientos
(como las punciones lumbares o la extracción de líquido cefalorraquídeo). ------------------Tomando en cuenta la jurisprudencia Española, paso a expresar Tribunal de Alzada, que nuestro
legislador procesal penal, en el Art. 199 confirma lo sostenido por los ponentes antes enunciados,
pues ha hecho la clasificación de las Inspecciones Corporales y de las Intervenciones Corporales
(Art. 200). Por lo que con fundamente (sic) en lo expuesto en el Art. 199 CPP., vigente faculta al
fiscal realizar sin orden judicial la inspección de una persona cuando advierta que sobre su cuerpo
existen elementos o indicios de prueba. Aunado a ello Honorable Autoridad, se tienen que el
imputado no se opuso a la obtención de dichas huellas, ya que iban a ser utilizadas como material
de descarte. Como conclusión se sostiene que la obtención de las huellas dactilares del imputado
es una INSPECCION CORPORAL, que se requiere autorización judicial, caso contrario sería lo
regulado en el Art. 200 que regula la intervención corporal, en la cual se extraen del cuerpo del
imputado muestras de fluidos, o practicar radiografías o tomografías, etc., lo cual obviamente no
sucedió en el presente caso. ---------------------V) Con fundamento en lo antes expuesto Honorable
Tribunal de Alzada, y ante la solicitud de los recurrentes de tenerles por admitido el recurso de
apelación y que sea revocado el fallo condenatorio y consecuentemente declare la absolución
para su representado, es necesario acotar que en virtud del Principio Lógico de Razón Suficiente,
el cual instituye que “Todo juicio, para ser realmente verdadero, necesita de una razón suficiente,
que justifique lo que afirma o niega con pretensión de verdad”, se exige que el argumento con el
que se proyecta el medio impugnativo en análisis, esté constituido por inferencias razonables
deducidas de las circunstancias del caso concreto en el que tiene su génesis la respectiva
disconformidad y de igual manera requiere que exista adecuación entre lo peticionado y lo
probado en el juicio oral y público, así como con lo regulado por las disposiciones legales
erróneamente invocadas -como fundamento del libelo presentado-, pretendiendo que tales
afirmaciones conformen una línea argumentativa idónea y conexa con la solicitud de absolución
para su patrocinado, no obstante ello resultan frágiles y hasta ininteligibles los razonamientos que
se consignan dentro del escrito de apelación nuestro que los mismos pese a invocar instituciones
y figuras procesales doctrinariamente, no convergen como cimiento o corolario de las
afirmaciones que realizan y mucho menos se orientan a probar su inobservancia o su falta de
aplicación sino que por el contrario, constituyen afirmaciones aisladas, sin relación alguna con lo
alegado. -------------------------- VI) Ofrecimiento de prueba de conformidad al Art. 472 numeral 2
CPP, Hoja de Cadena de Custodia de las evidencias analizadas por el perito dactiloscópico. Con
la cual pruebo la existencia de la misma, así como los nombres de las personas que tuvieron
contacto con dicha evidencia, la oferto en el presente libelo en virtud de que la sentencia
documento establece que el Ministerio Público Fiscal prescindió de ella, sin embargo se tuvo por
acreditada por la deposición de los testigos, no obstante ello Honorable Autoridad considero que
al incorporarla documentalmente vendrá a confirmar lo expuesto con la prueba testifical. ---------------------Así mismo ofrezco la certificación extendida por el Jefe de la División de la Policía
Técnica y Científica de la Policía Nacional Civil, de la Hoja de Cadena de Custodia interna que
lleva dicha división, con la pruebo (sic) la identidad nominal de las personas del laboratorio que
tuvieron contacto con la evidencia analizada, la cual dio como resultado la identificación del
imputado en la escena del hecho. ---------------------------------- No omito manifestarle que adjunto
a la presente dicha prueba documental. --------------Por lo antes expuesto, le PIDO: ----------------A) Admitirme el presente escrito. ------------------------B) Se me tenga por contestado el Recurso
de Apelación. ----------------C) Se continúe con el trámite de Ley. -------------------- A la Cámara
de lo Penal de la Cuarta Sección del Centro, le PIDO: -----------------------A) Me admita la prueba
ofertada en el romano IV del presente libelo. -------------------B) Se incorpore dicha prueba
documental al expediente judicial. --------------------------------C) Confirme la resolución emitida
por la Juez A quo, en la cual se declara culpable al imputado José Saúl Pérez.””””””””
III)
La Cámara ha examinado el expediente remitido, la sentencia definitiva
condenatoria impugnada, el recurso de apelación interpuesto por la defensa particular y el
escrito que contiene la contestación del emplazamiento realizado a la representación fiscal,
considerando pertinente realizar las siguientes consideraciones:
A)
Para efectos ilustrativos, se tiene que los hechos investigados ocurrieron entre el
día nueve y diez de agosto de dos mil once, en el interior de la residencia número ocho, ubicada
[…], de donde fueron sustraídas joyas y relojes propiedad de la víctima JUAN JOSE BP, las
cuales se encontraban dentro de un cuarto de seguridad, ubicado en el interior de un dormitorio
del segundo nivel de la casa de habitación antes mencionada, que al abrir la puerta de seguridad
se utilizaron las llaves verdaderas, las cuales fueron sustraídas de un joyero que estaba sobre un
gavetero en el cuarto de habitación antes mencionado, donde eran guardadas por la víctima.
B)
El recurso de apelación interpuesto por la defensa particular, básicamente se
fundamenta, en la errónea aplicación de preceptos legales, específicamente los Arts. 144 y 176
del Código Procesal Penal, que genera el vicio regulado en el Art. 400 número 5 del referido
cuerpo legal, específicamente por inobservancia a las reglas de la Sana Crítica con respecto a las
pruebas incorporadas en la Vista Pública y errónea aplicación de lo prescrito en el artículo 173
del Código Procesal Penal, que se refiere a la legalidad de la prueba; porque a criterio de la
defensa, las pruebas incorporadas en la vista pública, no son capaces de construir la culpabilidad
de JOSE SAUL P respecto del delito de HURTO AGRAVADO en perjuicio patrimonial de
JUAN JOSE BP, quebrantando así las reglas de la lógica, específicamente la razón suficiente, en
virtud de que los hechos que se consideraron como probados no fueron capaces de construir el
estadio de culpabilidad para que se declarara la ruptura de la presunción de inocencia.
Todo ello por no haberse podido demostrar el momento de la sustracción de los objetos, ni
el tiempo en el que el hecho punible tuvo lugar; así como también, porque si el juzgador no le
mereció fe a lo declarado por el testigo JESUS SALVADOR GARCIA GARCIA, que es el
agente investigador encargado de la inspección y al documento mismo de la inspección,
tácitamente estaba restando credibilidad y objetividad a la demás prueba recolectada como
producto de la inspección, constituyéndose como prueba ilícita; y, porque el Aquo aplicó
erróneamente el Art. 175 Pr.Pn., ya que al construir la culpabilidad del procesado, se baso en el
resultado de la experticia dactiloscópica o lafoscópica, pero si se tenía sospecha razonable de su
participación en el hecho investigado, se le debió haber informado el motivo de la diligencia,
pues tenía derecho de abstenerse de proporcionar sus huellas y a que un abogado estuviera
presente, ya que podían ser utilizadas en su contra, constituyendo la recolección de huellas
dactilares una intervención corporal conforme al Art. 200 Pr.Pn., la cual únicamente podía
realizarse con autorización judicial.
C)
Luego de examinar el proceso remitido y los vicios de la sentencia cuestionados
por los recurrentes, la Cámara determina, que en el caso de autos es procedente emitir una
sentencia de absolución a favor del procesado JOSE SAUL P, por el delito de HURTO
AGRAVADO en perjuicio patrimonial del señor JUAN JOSE BP, en atención a las
consideraciones que a continuación se realizarán:
-
En primer lugar, es pertinente acotar,
que para emitir una sentencia de
culpabilidad, o sea de condena, se debe tener la certeza jurídica de que el imputado procesado es
culpable, con lo cual se rompe la presunción de inocencia; lo que implica, la obligatoriedad de
probar la culpabilidad o responsabilidad en el ilícito penal del sujeto procesado, asegurándole su
derecho a defenderse; la culpabilidad comprende, la adquisición de un grado de certeza sobre la
realización del hecho imputado, de tal manera, que solo la prueba plena es válida para
establecerla; la falta de certeza, es decir, la duda, equivale a la inocencia, resultando preferible la
absolución de un culpable que la condena de un inocente; el imputado no tiene que demostrar su
inocencia, ni nadie puede ser tratado como culpable, pues goza de la misma situación jurídica de
inocencia.
La presunción de inocencia, es una garantía constitucional que se encuentra regulada en el
Art. 12 de la Constitución de la República, la cual ampara a los imputados procesados, cuya
responsabilidad debe probar el acusador, para fundar la condena.
-
En segundo lugar se tiene, que frente a la absoluta libertad del juzgador para
apreciar y valorar las pruebas y frente a la restricción valorativa de la prueba legalmente
recolectada, es que surge el sistema intermedio y más extendido de la sana crítica, que deja al
juez formar libremente su convicción, pero obligándole a establecer los fundamentos de la
misma; según lo expresa Couture, el juicio de valor en la sana crítica ha de apoyarse en
proposiciones lógicas correctas y fundarse en observaciones de experiencia confirmadas por la
realidad.
-
Que en opinión de recurrentes, en el caso de autos, se ha vulnerado las normas de
la sana crítica al momento de ser valorados los elementos de prueba recolectados; al respecto es
de señalar, que si bien es cierto, no se comparte el fallo de condena decretado por el funcionario
judicial en su sentencia, por las razones que posteriormente serán apuntadas, en opinión de los
Suscritos Magistrados, las reglas de la
sana crítica no han sido vulneradas por el Juez
sentenciador, ya que los elementos de prueba incorporados en el proceso fueron valorados y
analizados por el Aquo, a su criterio, de la forma adecuada.
-
Ahora bien, para efectos de resolver el motivo de agravio ya referido, es oportuno
acotar, que de conformidad a lo regulado en el Art. 174 del Código Procesal Penal, las pruebas
tienen por finalidad llevar al conocimiento del juez o tribunal, los hechos y circunstancias objeto
del juicio, específicamente lo relativo a la responsabilidad penal y civil derivada de los mismos;
y, si bien es cierto, el análisis crítico de los elementos de prueba, permiten que el Juzgador goce
de libertad respecto del valor que definitivamente otorga a éstos, dicha libertad no es absoluta,
sino que se encuentra sujeta a los límites que impone la sana crítica, es decir, que su ponderación
supone el respeto a las reglas del correcto entendimiento humano, conformadas por las reglas de
la lógica, psicología y las máximas de la experiencia común.
-
En relación a todo lo antes apuntado, es oportuno retomar un apartado del
contenido de la sentencia impugnada, en cuanto se consigna, en la parte relativa a la
FUNDAMENTACION INTELECTIVA Y HECHOS PROBADOS, entre otros, lo que
literalmente dice: “””””“ Entonces solo contamos con indicios y tenemos el indicio primero
probado la sustracción de los relojes y las joyas, que constituyen el delito de HURTO; tenemos
el siguiente indicio de que en esta residencia estaban esas siete personas, solo seis de ellas se
encontraban cuando posiblemente sucede el hecho ya que la señora Zoila Marina B viuda de L,
no estaba que se ha acreditado que llegaron otros señores a trabajar como fue el señor
FAUSTINO DE JESUS SC, pero tampoco el dijo que día estuvo el solo dijo que ese día no
estaba, pero huellas de él no han aparecido entonces en esa habitación, en ese dormitorio luego
del closet hay un cuarto de seguridad donde estaban resguardados esos bienes en un depósito
estaban las llaves que si sabía el acusado José Saúl P, que ahí estaban las llaves o no eso no se ha
establecido, lo que sí se ha establecido es que él trabajaba en esa residencia, que esas llaves
fueron sustraídas del lugar donde estaban y luego utilizadas para abrir y producto de apertura esa
puerta se sustraen y las huellas del acusado quedaron latentes en el lugar donde estaban
resguardadas las llaves; además el acusado JOSE SAUL P, era el único empleado de la casa que
se retiraba a eso de las cinco o seis de la tarde todos los días y de nuevo entraba a su labor entre
las siete y ocho de la mañana del día siguiente; que el acusado no tenía autorización para subir en
ese lugar de la residencia aunque él diga en su derecho a última palabra en lo cual no está sujeto a
valoración que lo dejaron cuidando pero todo lo que él dice en derecho a última palabra no está
sujeto a valoración porque no es una declaración entonces. De lo anterior concluyo de que hay un
Hurto, hay una evidencia física que él estuvo ahí y que de ahí se sustrajo las llaves para abrir el
cuarto de seguridad del cual se sustrajeron los relojes y las joyas propiedad de la víctima JUAN
JOSE BP y de su esposa la señora ANNA CRISTINA V DE B, en conclusión el acusado JOSE
SAUL P, entró a ese lugar y salió de ese lugar y esto porque, porque como lo reitero él no se ha
probado que el tuviera autorización para subir a la segunda planta de la residencia de la víctima,
lo cual se ha establecido con la prueba testimonial que deviene de los señores JOSE ABEL MD,
RICARDO ARMANDO HR, DANIEL ANTONIO G, ANA ARELY ZA, ZOILA MARINA
B VIUDA DE L,… Por lo tanto los elementos analizados constituyen los elementos indiciarios
que permitieron al suscrito Juez arribar a la conclusión de que el acusado JOSE SAUL P,
efectivamente días precedentes al día diez de agosto de dos mil once, en la residencia número
ocho ubicada en […],… en razón de que se desempeñaba como jardinero de esa casa estuvo en
esa habitación buscó las llaves en el joyero en que se encontraban, las tomó y luego abrió la
puerta de seguridad y sustrajo los relojes y las joyas propiedad de la víctima JUAN JOSE BP y de
su esposa ANNA CRISTINA V DE B y como él se retiraba por las tardes de la casa y como no
eran objeto de registro por parte de la seguridad perimetral de la casa, fácilmente las sacó de esa
residencia.””””””(Los subrayados son de esta Cámara.)
-
Se ha transcrito unos párrafos de la sentencia apelada, con la finalidad de poner de
manifiesto, que tal y como lo ha expresado el Juez Aquo en su sentencia, en el caso de autos y
respecto a la participación delincuencial del procesado, únicamente se cuenta con indicios, es
decir con prueba indiciaria, pues no se tiene prueba que de manera directa permita establecer la
participación del procesado JOSE SAUL P en la sustracción de las joyas y relojes, ya que
solamente se tiene las declaraciones de la víctima del delito JUAN JOSE BP y de sus empleados
JOSE ABEL MD, RICARDO ARMANDO HR, DANIEL ANTONIO G, ANA ARELY ZA y
ZOILA MARINA B VIUDA DE L, siendo los empleados los que se encontraban presentes en el
momento que se descubrió el hecho ilícito investigado, es decir, el momento preciso en el cual se
enteran de la sustracción de las joyas y relojes propiedad de la víctima, las cuales estaban en unos
joyeros que se encontraban en un cuarto de seguridad, ubicado en el interior de la habitación de la
víctima del delito, en el segundo nivel de la residencia; pero resulta que, los empleados de la
residencia, al declarar durante la vista pública, entre otros, solamente relataron los hechos
relativos al descubrimiento de la sustracción, pero no narran algún hecho o evidencia en el cual se
pueda involucrar al imputado procesado en dicha sustracción; y, se desprende de la declaración
rendida por la víctima del delito JUAN JOSE BP, que las labores del señor JOSÉ SAÚL P eran
estrictamente en el jardín, que nunca estuvo autorizado para entrar al dormitorio y no tenía
acceso a las llaves, así como también, que normalmente a cargo de la residencia se quedaba
MARINA, pero que en este caso no estaba en el país porque los acompañaba en el viaje, es así
que la persona encargada era JOSEFINA y que son las únicas personas que tenían que saber de
ese cuarto de seguridad; y, de la declaración de la testigo ZOILA MARINA B VIUDA DE L, se
desprende, que su labor es como niñera, es la encargada de hacer la limpieza arriba, tiene acceso
a todas las habitaciones, cuando ella no está se hacía cargo la señora JOSEFA CIPRIANO A y
que solamente ellas dos tenían conocimiento de las llaves que estaban en la cajita que estaba
sobre el gavetero, las que servían para abrir el cuarto de seguridad.
-
Es de agregar, que en el caso de autos, la única prueba incriminatoria para el
imputado JOSE SAUL P, es el resultado de ANALISIS DACTILOSCOPICO agregado a fs. 122,
suscrito por el perito FELICIANO NEFTALÍ RAMÍREZ ERAZO, Perito en Dactiloscopia de la
División Policía Técnica y Científica de la Policía Nacional Civil e incorporado legalmente
durante la vista pública, registrándose en unos apartados del mismo, que se tuvo a la vista, la
evidencia No. 1/1, consistente en tres hojas de papel bond tamaño carta conteniendo fragmentos
de huellas papilares, revelados y recolectados de las siguientes superficies: de dos joyeros
ubicados en el dormitorio del segundo nivel, de un vidrio de la puerta principal del
dormitorio del primer nivel interno, y de dos joyeros ubicados en el interior del closet de la
residencia No. 8, según se describe en cada una de las hojas de papel bond, donde vienen
adheridos los fragmentos, y como material de comparación o descarte se tuvo a la vista, ocho
hojas de papel bond tamaño carta conteniendo impresiones digitales y palmares tomadas en el
lugar del hecho a los señores José Saúl P, Daniel Antonio G, Ana Arely ZA, Ricardo Armando
HR, Josefa Cipriano A, José Abel MD y Zoila Marina B Viuda de L; constando en la conclusión
del peritaje lo siguiente: “Se determina Categóricamente que los dos fragmentos
identificados, fueron revelados y recolectados de la superficie de dos joyeros ubicados en el
dormitorio del segundo nivel, y estos corresponden al Sr. José Saúl P, y de la comparación
automatizada que se le realizó al fragmento ingresado al referido sistema no se obtuvo un
resultado positivo ya que éste no se identificó, quedando dicho fragmento pendiente para
posteriores comparaciones.///; peritaje que se encuentra robustecido con las declaraciones
rendidas en sede judicial y durante la vista pública, por el referido perito RAMIREZ ERAZO y el
por testigo SANTOS CARLOS AJ, Agente recolector de la Policía Nacional Civil, siendo la
persona que recolectó las huellas dactilares en el interior de la residencia de la víctima del delito.
--
Que no obstante la prueba incriminatoria recolectada en contra del imputado JOSE
SAUL P, anteriormente referida y relacionada, en opinión de los Suscrito Magistrados, aquélla
resulta insuficiente para probar con certeza la culpabilidad o responsabilidad del imputado en el
ilícito penal investigado, que es la que se necesita para emitir una sentencia de condena, ya que
ciertamente, tal y como se apunta por el Juez Aquo en su sentencia, los restantes elementos
probatorios incorporados durante la vista pública y analizados por aquél funcionario judicial,
constituyen únicamente elementos indiciarios, por lo que, si bien es cierto, es científica la prueba
que involucra al imputado en el delito investigado, resulta que, la misma no nos lleva a la certeza
jurídica que la sustracción de las joyas y relojes haya sido realizada por dicho imputado, pues
debe tenerse en cuenta, que en la escena del delito fueron encontradas las huellas dactilares de
una tercera persona no identificada y, tomando en cuenta que en la casa de habitación de la
víctima del delito, laboran y laboran al momento de los hechos, bastantes empleados, es una
situación que permite pensar, que en los hechos investigados estuvieron involucradas más
personas, independientemente que de los restantes empleados no se haya recolectado huellas
dactilares en la escena del delito,
siendo aquéllos empleados JOSE ABEL MD, RICARDO
ARMANDO HR, DANIEL ANTONIO G, ANA ARELY ZA, ZOILA MARINA B VIUDA DE
L, JOSEFA CIPRIANO A y el ahora imputado JOSE SAUL P, aunque es de aclarar que la
testigo B viuda de L, llegó a la residencia el día que se descubrió el ilícito, pues andaba de viaje
juntamente con la víctima del delito y su grupo familiar.
En el caso de autos SE CONCLUYE Y DETERMINA, que con certeza no se ha
probado la participación del imputado JOSE SAUL P, en atención a que, si el procesado
desempeñaba el cargo de JARDINERO en aquélla residencia de donde fueron sustraídas las joyas
y relojes y en razón de su ocupación NO TENÍA AUTORIZACION PARA INGRESAR A LA
VIVIENDA DONDE OCURRIÓ EL ILÍCITO Y TAMPOCO TENÍA CONOCIMIENTO
DONDE SE ENCONTRABAN LAS LLAVES CON LAS CUALES SE ABRÍA EL CUARTO
DE SEGURIDAD, que es donde estaban las joyas y relojes, según se desprende de las
declaraciones rendidas durante la vista pública por la víctima del delito y por empleados de
aquélla residencia ya antes nominados, a excepción de la señora JOSEFA CIPRIANO A, pues
ella no compareció a dicha vista pública, resulta evidente entonces, como antes se anotó, que ha
existido la participación de otra u otras personas en la ejecución del ilícito penal que ahora se
investiga, pues en la escena del delito fueron encontradas huellas dactilares que no fueron
identificadas, es decir que no corresponden al imputado P, huellas que fueron recolectadas del
vidrio de la puerta principal del dormitorio del primer nivel interno y las huellas recolectadas de
los dos joyeros ubicados en el interior del closet de la residencia No. 8, es decir,
específicamente donde se encontraban las joyas y relojes hurtados; por lo tanto, no se tiene
la certeza que la sustracción la haya realizado el imputado procesado, pues las HUELLAS
DACTILARES DE ÉL fueron encontradas en el joyero donde estaban las llaves para ingresar al
cuarto de seguridad, pero las huellas dactilares del imputado procesado NO fueron
encontradas en los joyeros donde estaban las joyas y relojes, que estaban en el interior del
cuarto seguro, sino que aquéllas huellas corresponden a una tercera persona, situación que
permite pensar, como antes también se dijo, que existe otra u otras personas que participaron o
que ejecutaron materialmente la sustracción, por lo que, al no tenerse la seguridad o certeza de
que el imputado realizó la sustracción referida, EN CASO DE DUDA, DEBE
RESOLVERSE LO MAS FAVORABLE PARA EL IMPUTADO.
-
En otros orden de ideas, es oportuno señalar, que la prueba indiciaria se entiende
en doctrina "como un hecho o circunstancia del cual se puede mediante una operación lógica,
inferir la existencia de otro"- José Cafferata Nores "La Prueba en el Proceso Penal". La
naturaleza probatoria del indicio, es producto del fruto lógico de una relación con una
determinada norma de la experiencia, a través de un procedimiento silogístico, donde el hecho
indicado se toma como premisa menor y la referencia basada en la experiencia, funciona como
premisa mayor; por consiguiente, la conclusión surge de la relación entre ambas, lo que le otorga
fuerza probatoria al indicio.
Para que la prueba de indicios pueda desvirtuar la presunción de inocencia, su
eficacia probatoria depende de: Que el hecho constitutivo del indicio sea digno de crédito; que el
hecho esté plenamente demostrado en el proceso, mediante prueba directa; y que, el tribunal
explique en la sentencia el nexo causal del indicio con el hecho presunto, mediante un proceso
mental razonado con el uso de una serie de máximas de la experiencia, por el cual llega a la
conclusión inmediata.
En el caso de autos se advierte, que en la sentencia impugnada, concurre la
valoración de los indicios, pruebas o circunstancias recopilados, las cuales han sido debidamente
razonados por el Juez sentenciador; además, existen inferencias lógicas, donde se ha valorado de
manera sistemática y congruente el significado de los indicios en relación con el hecho a probar;
pero no obstante ello, en opinión particular de los Suscritos Magistrados, todo aquél bagaje de
prueba y elementos indiciarios recolectados, son insuficientes para llegar a la certeza jurídica de
que imputado JOSE SAUL P, ha participado en la sustracción de las joyas y relojes propiedad de
la víctima del delito, por lo que, como antes se apunto, es más convenientes que un culpable
salga liberado de responsabilidad, a que un inocente esté detenido.
.
-
En virtud de todo lo anterior, la Cámara se pronunciará revocando en todas y
cada una de sus partes la sentencia condenatoria venida en apelación, es decir, en el orden
penal y civil, ya que al emitirse un fallo de absolución en el orden penal, por existir duda
sobre la responsabilidad del imputado en la ejecución del delito, lo más conveniente es,
absolver también en el orden civil; en consecuencia, deberá ABSOLVERSE de la
responsabilidad penal y civil al imputado JOSE SAUL P, por el delito de HURTO
AGRAVADO en perjuicio patrimonial de JUAN JOSE BP, debiendo hacerse efectiva
inmediatamente su libertad, tomando como base lo dispuesto en el Art. 398 Pr.Pn.
III)
En otro orden de ideas y teniendo en cuenta la sentencia definitiva a decretar en el
presente caso, la cual ha sido enfocada en la valoración de la prueba conforme a las normas de la
sana crítica, resulta innecesario entrar a valorar los restantes puntos de apelación planteados por
los recurrentes.
POR TANTO: Con fundamento en las consideraciones realizadas, disposiciones legales
citadas y artículos 473 y 475 del Código Procesal Penal, ESTA CAMARA EN NOMBRE DE
LA REPUBLICA DE EL SALVADOR,
FALLA: a)
REVOCASE LA SENTENCIA
DEFINITIVA CONDENATORIA pronunciada por el Tribunal de Sentencia de esta ciudad y
venida en apelación, por medio de la cual se CONDENA al imputado JOSE SAUL P, a cumplir
la pena de SEIS AÑOS DE PRISION por el delito de HURTO AGRAVADO en perjuicio
patrimonial del señor JUAN JOSE BP; b) ABSUELVESE DE LA RESPONSABILIDAD
PENAL Y CIVIL al imputado JOSE SAUL P, por el delito de HURTO AGRAVADO en
perjuicio patrimonial de JUAN JOSE BP; en consecuencia hágase efectiva la libertad del
imputado JOSE SAUL P; y, c)
Con certificación de ley, vuelvan los autos al Juzgado de
origen, para los efectos legales consiguientes. NOTIFIQUESE.
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