PAREJAS DE HECHO Y PENSIÓN DE VIUDEDAD Por Sentencia, de fecha 30 de junio de 2015, dictada por la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, todas aquellas parejas de hecho que estén registradas pueden percibir la pensión de viudedad de su cónyuge aunque no lleven el tiempo de dos años que hasta ahora exigía la Seguridad Social. Los Magistrados de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo han respaldado la sentencia de sus colegas del Tribunal Superior de Justicia de declarando Madrid inconstitucional y nulo el párrafo 5.º del artículo 174.3 de la Ley General de la Seguridad Social por vulnerar la Constitución. Esta sentencia afectará a centenares de personas que se encuentren en esta situación, su importancia radica en que no es necesaria la inscripción como pareja de hecho con antelación mínima de dos años para poder percibir la pensión de viudedad. Se van a poder englobar en este asunto a todas aquellas parejas de hecho, que estando inscritas en el Registro de Parejas de Hecho, deseen solicitar la correspondiente pensión de viudedad independientemente del tiempo que lleven inscritas. La propia Sentencia del Tribunal Supremo lo aclara diciendo que una cosa es la existencia de un período previo al fallecimiento del causante como acontece en esta sentencia, y otra la inscripción o documentación misma de parejas de hecho. En resumen esta Sentencia va a beneficiar a todas aquellas parejas de hecho que estén inscritas en cualquier registro de toda España destinado a los efectos, independientemente del tiempo que lleven inscritos. Otra cuestión importante es que dicha Sentencia tiene carácter retroactivo por lo que todas aquellas personas que se encuentren en una situación similar y a las que se les haya negado la pensión de viudedad, cumpliendo los requisitos establecidos en la Sentencia del Tribunal Supremo y del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, podrán volver a plantear la demanda de solicitud de la pensión de viudedad. Más información en: Sentencia, de fecha 28 de mayo de 2014, dictada por la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid Sentencia, de fecha 30 de junio de 2015, dictada por la Sala de lo Social del Tribunal Supremo CONDENADA POR DENUNCIAR «FALSOS» ABUSOS SEXUALES A MENORES Lamentablemente las denuncias por «falsos» abusos sexuales a menores cuando se litiga por la custodia de los hijos ya son un clásico que no sorprende a nadie, lo sorprendente es que la falsa denunciante acabe condenada. En el caso que hoy comentamos el Juzgado de lo Penal n.º 3 de Santander ha condenado a una mujer por presentar una denuncia falsa contra su ex pareja, a quien acusaba de abusar sexualmente de los dos hijos que ambos tienen en común. Según relata la sentencia que ahora condena a la mujer, ésta «a sabiendas de su falsedad y con absoluto desprecio a la verdad» denunció que sus hijos le habían relatado que su padre veía películas pornográficas delante de ellos. Además, denunció que el hombre había realizado tocamientos en los genitales de la niña, de once años de edad, y también de su hermano, de nueve años. La mujer solicitaba además en la denuncia que le fuera suspendida la guarda y custodia que judicialmente había sido otorgada al padre de los niños años atrás. Por tales hechos, la mujer ha sido condenada como autora penalmente responsable de un delito de denuncia falsa previsto y penado en el artículo 456.1.1.º del Código Penal a la pena de seis meses de prisión –que le han sido sustituidos por 180 días de trabajos en beneficio de la comunidad– y una multa de 1.080 €. Además la condenada, que reconoció los hechos y se conformó con la condena, deberá indemnizar al padre de sus hijos con 500 € en concepto de daños morales. A la vista de la pena impuesta, solo cabe concluir que este «fenómeno» de las denuncias por falsos abusos a los hijos, lejos de ir a menos seguirá en auge, ya que lo que se puede conseguir con ellas es mucho –entre otras cosas una custodia– y los riesgos que se corren escasos. Considero que la pena a imponer en estos casos es que a quien ponga una denuncia de esta naturaleza se le quite automáticamente la custodia de sus hijos y no se le vuelva a dar en la vida, quien somete a un hijo a un procedimiento de esta naturaleza, con todo lo que ello conlleva –periciales psicológicas, exploraciones forenses, etc– no merece tener la custodia de un menor. Más información en: Sentencia, de fecha 5 de marzo de 2015, dictada por el Juzgado de lo Penal n.º 3 de Santander EL IMPAGO DE LA HIPOTECA, EN CASO DE DIVORCIO, NO DA LUGAR A RESPONSABILIDADES PENALES Son muchas las personas –mayoritariamente hombres– que como consecuencia de su divorcio tienen que hacer frente al pago mensual de una pensión de alimentos y, cuando menos, al pago del 50 % de la hipoteca de la que, hasta el momento del divorcio, fue vivienda familiar. Sin embargo, en muchas ocasiones, se da la circunstancia de que el obligado al pago de tales cargas, se puede encontrar en la situación de no poder hacer frente al pago de las mismas. El impago de la pensión de alimentos puede dar lugar a responsabilidades penales de conformidad con lo previsto en el artículo 227.2.º del Código Penal, pero ¿el impago de la hipoteca puede dar lugar a responsabilidades penales? la respuesta, a la vista de la Sentencia que hoy comentamos, es NO –salvo en los casos en que al obligado al pago de la hipoteca solo se le impone la obligación de pagar el préstamo hipotecario y no pensión de alimentos-. En relación con la pregunta planteada la Sentencia, de fecha 10 de julio de 2015, dictada por la Sección 1.ª de la Ilma. Audiencia Provincial de Guadalajara, señala que «No se está, pues, sancionando el impago de una deuda, de una simple obligación civil. Aplicando la anterior doctrina jurisprudencial al presente caso se obtiene por esta Sala la no comisión por el acusado del delito de abandono de familia, en su modalidad de impago de pensiones o prestaciones alimenticias en cuanto al pago de los plazos del préstamo hipotecario. Deberemos partir del carácter ganancial del préstamo hipotecario, al que se comprometen a hacer frente ambos cónyuges por mitad, y que al hoy condenado se le imponen aparte otras obligaciones alimenticias a favor de sus hijos, cuyo incumplimiento sí que justifican la pena impuesta. Ambos cónyuges tienen obligación frente a la entidad prestataria y tales incumplimientos en el caso de autos puede entenderse que se incluya dentro del tipo delictivo y por tanto ningún pronunciamiento sobre el pago de dicho préstamo puede hacerse en sede de la sentencia condenatoria dictada. De lo expuesto se deriva que la medida adoptada con respecto al pago de los vencimientos del crédito hipotecario es una medida que trasciende al espíritu inherente al delito de abandono de familia (ya sea en su tipo genérico del art. 266, ya sea al específico del art. 227 CP (LA LEY 3996/1995). Es decir, la resolución judicial que impone al acusado el pago de las amortizaciones del crédito hipotecario no tiene las connotaciones de deberes asistenciales de sustento, su incumplimiento por parte del obligado judicialmente al pago no genera el nacimiento del delito previsto en el art. 227 CP (LA LEY 3996/1995) sino que produce efectos en la ulterior liquidación de la sociedad de gananciales al ser el obligado al pago del mencionado crédito que grava la vivienda conyugal de régimen ganancial, no cada uno de los cónyuges, sino la propia sociedad de gananciales. En los supuestos en que han condenado por el delito mencionado cuando no se pagan por el acusado los plazos de préstamo hipotecario, son casos en los que al marido sólo se le impone dicha obligación económica y por tanto la misma sí se puede entender dentro de las prestaciones necesarias para el sustento. No es el caso de autos, en el que al apelante se le impone la obligación alimenticia favor de sus hijos, y de manera independiente se les impone a ambos cónyuges la obligación de seguir pagando los plazos del préstamo hipotecario. En este sentido debemos dar lugar al recurso y concluir que el acusado no incurre en este delito por no abonar a la denunciante el pago del préstamo hipotecario, bien entendido que su obligación subsiste con respecto a la mencionada entidad crediticia.» Por lo tanto, en caso de estar obligado por resolución judicial Sentencia o Auto- a pagar pensión de alimentos e hipoteca, si no se dispone de medios suficientes para atender el pago de ambas obligaciones, el consejo es pagar siempre la pensión de alimentos. No pagar la hipoteca tendrá consecuencias civiles, pero no penales; mientras que no pagar la pensión de alimentos puede dar lugar a una condena por la comisión de un delito de abandono de familia previsto y penado en el artículo 227 del Código Penal. Más información en: Sentencia, de fecha 10 de julio de 2015, Dictada por la Sección 1.ª de la Ilma. Audiencia Provincial de Guadalajara LAS MENORES NECESITAN EL CONSENTIMIENTO PATERNO PARA INTERRUMPIR SU EMBARAZO En el día de ayer –23 de septiembre de 2015-, entró en vigor la Ley Orgánica 11/2015, de 21 de septiembre, para reforzar la protección de las menores y mujeres con capacidad modificada judicialmente en la interrupción voluntaria del embarazo –publicada en el Boletín Oficial del Estado de fecha 22 de septiembre de 2015-. Dicha Ley en su artículo Segundo modifica el artículo de la 9.5 Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica, que queda redactado de la siguiente manera: «5. La práctica de ensayos clínicos y la práctica de técnicas de reproducción humana asistida se rigen por lo establecido con carácter general sobre la mayoría de edad y por las disposiciones especiales de aplicación. Para la interrupción voluntaria del embarazo de menores de edad o personas con capacidad modificada judicialmente será preciso, además de su manifestación de voluntad, el consentimiento expreso de sus representantes legales. En este caso, los conflictos que surjan en cuanto a la prestación del consentimiento por parte de los representantes legales, se resolverán de conformidad con lo dispuesto en el Código Civil.» Esta Ley Orgánica suprime la posibilidad de que las menores de edad puedan prestar el consentimiento por sí solas, sin informar siquiera a sus progenitores. De este modo, para la interrupción voluntaria del embarazo de las menores de edad será preciso, además de la manifestación de su voluntad, el consentimiento expreso de los titulares de la patria potestad. Consideraciones legales a parte, creo que es una reforma acertada, ya que no me parece razonable que en este país una menor pudiera abortar a espaldas de sus padres y, lo que es más grave, con la «complicidad» de las autoridades sanitarias, y que todo ello fuera legal. Si una menor, para decisiones menos trascendentales necesita la autorización de sus padres, e incluso, autorización judicial –ej.: para vender un inmueble-, para una decisión que va a marcar su vida, como es la de abortar, mucho más. Personalmente pienso que menores permitiéndoles que sin que sus padres tuvieran 16 o 17 años, es eso, una no se estaba protegiendo a las con 16 o 17 años pudieran abortar conocimiento de ello; una chica de chica, no diré que sea una niña, pero desde luego no es una mujer con la madurez suficiente como para tomar una decisión de ese calado. Si se quiere proteger a las menores, considero más adecuado invertir en educación y prevención. Más información en: Ley Orgánica, 11/2015, de 21 de septiembre, para reforzar la protección de las menores y mujeres con capacidad modificada judicialmente en la interrupción voluntaria del embarazo