TEMA 11 FUERZAS INTERMOLECULARES Y SÓLIDOS MOLECULARES Sólidos moleculares Se tienen evidencias de que una fuerza de atracción, completamente independiente de las fuerzas normales de valencia, existe en las moléculas. Algunos hechos pueden resumirse de la forma siguiente: a.- Comportamiento no ideal de los gases reales. b.- El efecto Joule-Thomson, que explica la causa por la cual los gases se enfrían cuando sufren una expansión brusca en virtud del trabajo que se realiza en contra de las fuerzas intermoleculares. c.- Los gases inertes, incapaces de formar un enlace químico estable, pueden condensarse y pasar al estado líquido así como al estado sólido, en donde deben existir fuerzas de cohesión. Las fuerzas de Van der Waals son muy débiles en comparación con las fuerzas normales de valencia: la entalpía de sublimación del Cl2(s) es de sólo 21 KJ/mol, mientras que la fuerza del enlace Cl-Cl es de 240 KJ/mol. Las fuerzas de Van der Waals son aditivas y no pueden saturarse, como así sucede con las fuerzas del enlace de valencia. Enlace de hidrógeno El concepto de enlace de hidrógeno fue planteado por Latimer y Rodedush em 1920. Se dice que se forma un enlace de hidrógeno cuando un átomo de hidrógeno ligeramente ácido unido a otro átomo muy electronegativo, como flúor, oxígeno o nitrógeno, se encuentra enlazado con fuerzas electrostáticas débiles por el par electrónico de no enlace de otro átomo. En tal caso el número de coordinación del hidrógeno es de dos. El hidrógeno actúa como un puente entre dos átomos, hacia uno está enlazado de forma covalente, y hacia el otro unido a través de fuerzas electrostáticas, también llamado enlace de hidrógeno. Condiciones necesarias para la formación de un enlace de hidrógeno Se forma un enlace de hidrógeno cuando: 1.- Un átomo de hidrógeno está unido a un átomo electronegativo, como flúor, oxígeno o nitrógeno, de tal forma que, debido a la polarización del par electrónico de enlace, adquiere una carga positiva pequeña; y hacia el otro unido a través de fuerzas electrostáticas, también llamado enlace de hidrógeno. 2.- Un par libre de electrones de no enlace está disponible en uno de los átomos, de tal forma que puede ser donado al átomo positivo de hidrógeno. Se ha encontrado que de todos los átomos electronegativos donadores, sólo el flúor, oxígeno y nitrógeno, originan enlaces de hidrógeno. Otros elementos como el cloro o el azufre, forman enlaces de hidrógeno extremadamente débiles, los cuales aislados no tienen importancia. La interacción electrostática débil que da lugar a la formación del enlace de hidrógeno se representa por líneas punteadas. En esta forma, X-H…Y representa al enlace de hidrógeno entre el átomo de hidrógeno y el átomo Y. Existen dos tipos de enlaces de hidrógeno: (a) el intermolecular, que se presenta cuando el átomo de hidrógeno actúa como puente entre dos moléculas, como sucede en el agua, amoníaco, fluoruro de hidrógeno, el ácido acético, etc.; y (b) el intramolecular, que se presenta cuando el enlace de hidrógeno se forma dentro de la molécula, como sucede en el salicilaldehido, el o-nitrofenol, o el oaminofenol, etc. Naturaleza de las fuerzas de Van der Waals Las atracciones intermoleculares débiles pueden deberse a los siguientes tipos de interacciones: 1.- Atracción electrostática simple, EK. Éstas se deben a las interacciones dipolo-dipolo en moléculas polares, como el agua, cloroformo, la acetona, etc. Estas fuerzas están dadas por la siguiente ecuación, en donde m1 y m2 son los momentos dipolares de las dos moléculas separadas por una distancia r, 0 es la permitividad del vacío. Este efecto es inversamente proporcional a T. EK = - [2 m12 m22] / [3(4p0)2r6kT] Las atracciones dipolo-dipolo, también llamadas fuerzas de Keesom, son muy débiles y se abaten de acuerdo a r6. Estas fuerzas sólo existen en sólidos y en menor importancia en los líquidos. En la fase vapor, la energía térmica a temperatura ambiente es lo suficiente para sobrepasar a las fuerzas de Keesom. 2.- Fuerzas de dipolo inducido, ED Éstas son consecuencia de la polarización de las moléculas neutras por los dipolos del medio circundante y se superponen a las interacciones dipolo-dipolo. ED puede expresarse como: ED = -[2a m12] / [4p0r6] En donde a es la polarizabilidad de la molécula. ED se denomina energía de Debye. Estas fuerzas son extremadamente débiles, su importancia se limita a las soluciones de solutos no polares en disolventes polares. 3.- Fuerzas de London, EL Se producen debido a la existencia de dipolos inducidos temporalmente en un átomo como consecuencia del movimiento electrónico. Se calculan mediante la expresión: EL = -[3I1I2a1a2] / [2(I1 + I2) r6] En donde I1 e I2 son las energías de ionización de las dos moléculas, separadas por una distancia r y que presentan polarizabilidades respectivamente de a1 y a2. La polarización instantánea está presente en todos los compuestos y en todos los átomos y es aditiva. 4.- Fuerzas de repulsión, Er Estas fuerzas provienen de la repulsión núcleo-núcleo. A distancias internucleares muy cortas, los electrones de las capas internas en los átomos que interaccionan pueden traslaparse, lo cual incluye importantes fuerzas de repulsión de Pauli, que pueden describirse como: Er = + k/rn En donde “k” es una constante y “n” una variable que depende del número de electrones presentes. Como consecuencia de estas interacciones, los átomos y las moléculas se unen por fuerzas de Van der Waals, que permanecen a una distancia de equilibrio a la cual las fuerzas de atracción dipolodipolo, dipolo-dipolo inducido y las fuerzas de dispersión de London están equilibradas por las fuerzas de repulsión de Pauli, Er. En consecuencia, cada especie puede tener asignado un radio de Van der Waals, que puede considerarse como la mitad de la distancia de acercamiento máxima de dos átomos. Desafortunadamente, los radios de Van der Waals dependen del medio ambiente de las especies y, en consecuencia, no es una cantidad fija. El término fuerzas de Van der Waals tiene significados diferentes según los diversos autores. Algunos describen con este término sólo las fuerzas de dispersión de London. Otros lo utilizan para describir todas las fuerzas que provocan desviaciones al comportamiento ideal de los gases.