Roj: SAP Z 1658/2014

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Roj: SAP Z 1658/2014
Id Cendoj: 50297370032014100351
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Zaragoza
Sección: 3
Nº de Recurso: 173/2014
Nº de Resolución: 182/2014
Procedimiento: APELACION JUICIO DE FALTAS
Ponente: MIGUEL ANGEL LOPEZ LOPEZ DEL HIERRO
Tipo de Resolución: Sentencia
AUD.PROVINCIAL SECCION N. 3
ZARAGOZA
SENTENCIA: 00182/2014
AUD.PROVINCIAL SECCION N. 3 de ZARAGOZA
Domicilio: CALLE GALO PONTE S/N
Telf: 976208376-77-79-81
Fax: 976208383
Modelo: N54550
N.I.G.: 50297 39 2 2014 0310271
ROLLO: APELACION JUICIO DE FALTAS 0000173 /2014
Juzgado procedencia: JDO. INSTRUCCION N. 3 de ZARAGOZA
Procedimiento de origen: JUICIO DE FALTAS 0000104 /2014
RECURRENTE: Obdulio
Procurador/a: MARIA LUISA HUETO SAENZ
Letrado/a: JAVIER RODRIGUEZ DOMINGUEZ
RECURRIDO/A: Procurador/a: Letrado/a:
SENTENCIA Núm.182/14
EN NOMBRE DE S. M. EL REY
En Zaragoza, a dieciocho de septiembre de dos mil catorce.
El Ilmo. Sr. D. Miguel Ángel López y López de Hierro Magistrado de la Sección Tercera de la Audiencia
Provincial, ha visto en grado de apelación el Juicio de Faltas núm. 104 de 2014 procedente del Juzgado de
Instrucción nº Tres de Zaragoza, rollo nº 173 de 2014, seguido por falta contra el orden publico contra Obdulio
defendido por el letrado Sr. Rodríguez Domínguez en cuyo juicio es parte el Ministerio Fiscal.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO. - En los citados autos recayó sentencia con fecha 10 de abril de 2014 cuya parte dispositiva
es del tenor literal siguiente "FALLO : Que debo condenar y condeno a Obdulio como autor responsable
de una falta contra el Orden Público a la pena de un mes de multa con una cuota diaria de seis euros; con
aplicación de la responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago de un día de privación de libertad por
cada dos cuotas diarias de multa no satisfechas, imponiéndole el pago de la mitad de las costas procesales si
las hubiera. Por otro lado debo absolver y absuelvo a Jose María de la falta que se le imputaba declarando
la mitad de las costas de oficio.
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La sentencia apelada contiene la siguiente relación fáctica "HECHOS PROBADOS.- ÚNICO .- Ha
quedado probado y así se declara que en fecha 28 de enero de 2014 Obdulio tenía un perro de raza Rotweiler
-potencialmente peligroso- sin haber suscrito el preceptivo seguro de responsabilidad civil correspondiente.
Hacia las 18:00 horas el Sr. Obdulio dejó su perro a Jose María para que éste lo paseara.". Hechos probados
que como tales se aceptan.
SEGUNDO. - Contra dicha sentencia se interpuso recurso de apelación por la representación procesal
de Obdulio expresando como motivos del recurso los que constan en el escrito presentado y admitido en
ambos efectos se dio traslado a las partes para alegaciones, tras lo cual se remitieron las actuaciones a esta
Audiencia para la resolución del recurso.
HECHOS PROBADOS
Se aceptan los hechos probados de la resolución recurrida.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Se aceptan los fundamentos de la sentencia apelada.
SEGUNDO.- Contra la sentencia dictada por el Juez de Instrucción nº Tres de Zaragoza con fecha 10
de abril de 2014 se alza la representación legal de Obdulio en recurso de apelación argumentando el mismo
en error en la apreciación de las pruebas e infracción de ley por quebrantamiento del Principio de Presunción
de Inocencia.
TERCERO.- Antes de entrar a conocer del fondo del asunto es preciso resolver la petición de admisión
de prueba documental que aporta el apelante adjunta el escrito de recurso.
No cabe la admisión de dicha prueba ni puede ser tenida en cuenta pues, conforme a lo dispuesto en
el núm. 3 del artículo 790 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal , puede pedirse la práctica de diligencia de
prueba, siempre que no hayan podido proponerse en primera instancia, o que propuestas fueren denegadas,
siempre que hubiere formulado en su momento la oportuna reserva; o que admitidas no fueran practicadas
por causas no imputables a la parte que las solicita, siempre que la ausencia de dichas diligencias de prueba
haya originado indefensión.
Por su parte las normas que regulan el procedimiento del juicio de faltas( Artículos 962 y s.s. de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal ) establecen que cada parte acudirá al acto del juicio con la pruebas de que
intenten valerse.
Descendiendo al caso que nos ocupa y tratándose de un juicio de faltas, el apelante debió aportar la
documentación en su momento procesal oportuno, es decir, en el acto del juicio oral y no ahora por resultar
extemporáneo e inadmisible.
CUARTO. - Entrando a conocer del fondo del asunto la pretensión sustentada por la parte recurrente
radica en sustituir la apreciación en conciencia de las pruebas practicadas por el juzgador "a quo" que son
premisa del fallo recurrido, por su propia y necesariamente interesada apreciación de la prueba, lo que no
cabe admitir habida cuenta que las pruebas en el proceso penal están sometidas a la libre apreciación del
tribunal conforme dispone el articulo 741 de la Ley procesal criminal , y el resultado de aquellas es el obtenido
en el ejercicio de una facultad perteneciente a la potestad jurisdiccional que el articulo 117.3 de la Constitución
Española atribuye en exclusividad a jueces y tribunales.
Tanto el Juez de instancia como el de apelación son libres para apreciar las pruebas en conciencia
( STC21 Diciembre de 1983 ) y, si bien es cierto, que el carácter absoluto de la apelación, como nuevo juicio,
que permite la revisión completa pudiendo el tribunal de apelación hacer una nueva valoración de la prueba,
señalar un relato histórico distinto del reseñado en instancia, o rectificar el erróneo criterio jurídico mantenido
por el Juez "a quo", sin embargo, es a este, por razones de inmediación en su percepción, a quien aprovechan
al máximo las pruebas practicadas en el acto del juicio. Por eso, suele afirmarse que la fijación de los hechos
llevada a cabo por la resolución recurrida ha de servir de punto de partida para el órgano de apelación y solo
podrá rectificarse por 1º inexactitud o manifiesto y patente error en la apreciación de la prueba; 2 que el relato
fáctico sea incompleto, incongruente o contradictorio. 3 que sea desvirtuado por nuevos elementos de prueba
practicados en segunda instancia.
Al no haberse dado, en el caso que nos ocupa, ninguna de las circunstancias anteriormente expuestas,
sino que por el contrario el Juez a quo ha valorado de forma correcta la prueba practicada en el acto del juicio
oral con la ventaja innegable que da la inmediación ya que lo visto y oído en el plenario no puede ser visto ni
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oído por esta sala y que la convicción a la que llego a través de esa valoración el Juez a quo ha sido plasmada
en un relato histórico claro y congruente, procede la confirmación del mismo.
En efecto el Juez "a quo" contó con prueba suficiente para llegar a una conclusión de condena para los
apelantes como fue la declaración de los Agentes de la Policía Local nº NUM000 y NUM001 los cuales se
ratificaron en lo manifestado en el atestado policial.
Cabe recordar a este respecto que, según reiterada Jurisprudencia, los miembros de la Policía o de
los distintos Cuerpos de Seguridad, cuando disponen en el acto del juicio oral sobre datos de hecho que
conocen de ciencia propia y han visto o percibido con sus propios ojos, los hace testigos hábiles y su testimonio
constituye prueba de cargo suficiente para enervar la presunción de inocencia.
Estos funcionarios llevan a cabo sus declaraciones de forma imparcial y profesional, en el sentido de
que no existe razón alguna para dudar de su veracidad, cuando realizan sus cometidos profesionales, teniendo
las manifestaciones que prestan un alto poder convictivo, en cuanto no existe elemento subjetivo alguno para
dudar de su veracidad, precisamente en función a la profesionalidad que caracteriza su cometido profesional,
la formación con la que cuentan y la inserción de la policía judicial en un Estado social y democrático de
Derecho, como es el nuestro, todo ello de conformidad con los arts. 104 y 126 de la Constitución española .
Una constante doctrina jurisprudencial del Tribunal supremo, su hermenéutica de los arts. 297.2 º y 717
LECrim . ha venido declarando ( ssTS. 3.6.92 , 29.3.93 , 11.3 , 7.5 , 5.11.94 , 12.5 y 6.11.95 y 26.1.96 ) que las
declaraciones testificales de los Agentes en el juicio oral con garantías de publicidad, oralidad, contradicción
efectiva de las partes e inmediación del Tribunal, puede estimarse prueba de cargo bastante para enervar la
presunción de inocencia ( STS. 12.11.96 ). Esto es lo que cabalmente sucede en el caso que nos ocupa, en el
que la coherencia y firmeza de las declaraciones prestadas por los Agentes de la Policía Local que instruyeron
el Atestado enervan el mencionado principio.
Por otra parte el propio denunciado reconoció en el acto del juicio oral que el perro es de su propiedad
y que no estaba asegurado el día de los hechos.
Pruebas, todas ellas practicadas con estricto cumplimiento de los principios de inmediación, oralidad,
contradicción y publicidad con las ventajas que ello conlleva y con las que esta Sala no cuenta ahora y siendo
los razonamientos del Juez a quo tendentes a justificar su conclusión de reproche totalmente acordes a los
criterios de la lógica y la experiencia y que este Tribunal hace ahora suyos.
Por todo o cual el primer motivo debe ser desestimado.
QUINTO.- En cuanto a la infracción de ley por quebrantamiento del Principio de presunción de Inocencia
tampoco puede prosperar y ello porque El derecho a la presunción de inocencia, consagrado en nuestro
derecho con rango fundamental en el art. 24 CE ., implica que toda persona acusada de un delito debe ser
considerada inocente hasta que se demuestre su culpabilidad con arreglo a la Ley ( art. 11 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos ; art. 6.2 Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las
libertades fundamentales y art. 14.2 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos ). Su alegación en el
proceso penal obliga al Tribunal de Apelación a comprobar que el Tribunal de instancia ha tenido en cuenta
prueba de cargo, de contenido suficientemente incriminatorio, obtenida e incorporada al juicio oral con respeto
a los derechos fundamentales y con arreglo a las normas que regulan su práctica de manera que se pueda
considerar acreditada la realidad de unos hechos concretos, con sus circunstancias agravatorias relevantes
jurídico-penalmente, y la participación o intervención del acusado en los mismos.
También debe el Tribunal verificar que la valoración realizada no se aparte de las reglas de la lógica y
no es, por tanto, irracional o arbitraria. Las posibilidades de realizar es revisión no suponen una autorización
para invadir el campo de la valoración de la prueba, extremo que corresponde al Tribunal de instancia, ante
el cual se practica y que puede por ello realizar un análisis conjunto y completo de toda la practicada. Se
ha dicho en STS. 20/2001 de 28 de marzo que «el derecho a la presunción de inocencia, según la doctrina
de esta Sala, alcanza sólo a la total ausencia de prueba y no a aquellos casos en que en los autos se halla
reflejado un mínimo de actividad probatoria de cargo, razonablemente suficiente y producida en el juicio oral
con las debidas garantías procesales ( ss.TS. 7 de abril de 1992 y 21 de diciembre de 1999 )». Cuando
se trata de prueba testifical, su valoración depende en gran medida de la percepción directa, de forma que
la determinación de la credibilidad que corresponde otorgar a cada testigo es tarea atribuida al Tribunal de
instancia, en virtud de la inmediación, sin que su criterio pueda ser sustituido en apelación, salvo en casos
excepcionales en los que se aporten datos o elementos de hecho no tenidos en cuenta por aquel Tribunal
que puedan poner de relieve una valoración arbitraria. Tiene dicho el Tribunal Supremo en Sentencia 146/99
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que el juicio sobre la prueba producida en juicio oral es solo revisable en apelación en lo que concierne a su
estructura racional, es decir, en lo que respecta en la observación por parte del Tribunal de los hechos, en las
reglas de la lógica, los principios de la experiencia y en conocimientos científicos. Por el contrario son ajenos
al objeto de la apelación aquellos aspectos del juicio que dependen substancialmente de la inmediación, o
sea de la percepción directa de las declaraciones prestadas en presencia del Tribunal de instancia. En este
sentido se ha señalado repetidamente que la cuestión de la credibilidad de los testigos en principio queda
fuera de la posibilidad de revisión en el marco de la apelación ( STS. 22 de septiembre de 1992 , 30 de marzo
de 1993 , 7 de octubre de 2002 )
Por otra parte sólo puede considerarse prueba de signo incriminatorio o de cargo la que reúna las
siguientes condiciones:
a) Que sea obtenida sin vulneración de derechos fundamentales, directa o indirectamente conforme
requiere el art. 11.1 LOPJ .
b) Que se practique en el plenario o juicio oral, o en los supuestos de prueba anticipada o preconstituida,
en la fase de instrucción siempre que sea imposible su reproducción en aquel acto y que se garantice al
ejercicio del derecho de defensa y la posibilidad de contradicción ( s.TC. 76/90 , 138/92 , 303/93 , 102/94 y
34/96 ).
No hubo vacío probatorio sino prueba de cargo válidamente obtenida, legalmente introducida en el
Plenario, que fue suficiente desde las exigencias derivadas del derecho a la presunción de inocencia, y que,
finalmente fue razonada y razonablemente valorada por lo que su decisión no es arbitraria sino acorde a las
máximas de experiencia y reglas de la lógica y del razonamiento humano.
Este Tribunal asume la valoración probatoria que efectúa el Tribunal sentenciador.
SEXTO.- Por todo lo cual procede la desestimación integra del recurso interpuesto por la representación
procesal de Obdulio y la confirmación de la sentencia dictada por el Juzgado de Instrucción nº Tres de esta
Ciudad en cuanto a este recurso se refiere.
Vistos los artículos 795 , 796 , 976 y 977 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y demás de general y
pertinente aplicación.
FALLO
Se desestima el recurso de apelación interpuesto por la representación procesal de Obdulio contra
la sentencia dictada en el Juicio de faltas referenciado con fecha 10 de abril de 2014 la cual se confirma
íntegramente , sin hacer condena en costas del mismo.
Devuélvanse los autos con certificación de lo resuelto al Juzgado de procedencia para su conocimiento
y ejecución.
Así por esta mi sentencia lo pronuncio, mando y firmo.
PUBLICACIÓN.- Leída y publicada fue la anterior sentencia por el M. I. SR. Magistrado que la dictó,
estando celebrando audiencia pública está Audiencia en el mismo día de su fecha. Doy fe.
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