Revista Argentina de Bioseguridad

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Revista Argentina de Bioseguridad
Nº 1 Año 1
Una publicación de la Maestría en Bioseguridad
Carrera de Posgrado de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad
Nacional de Rosario – Argentina
Ruta 33 y O. Lagos. CP 2170- CASILDA (Pcia. de Santa Fe) – ARGENTINA
Telefax 0054 - 3464 - 422050
Correo Electrónico
[email protected]
[email protected]
Director: Dr. Juan Carlos Fain Binda
Secretario de Redacción: Flavia María Rondelli
Consultores (Comisión de Referato)
Agüero, Beatriz
Alfieri, Arsenio
Álvarez, Emiliano Timoteo
Ambrosio, Ana
Argote Pellegrino, Esther
de Torres, Ramón
Di Masso, Ricardo
Fernández Luciano, Aramís
Gorla, Nora
Hermida Lucena, Perla
Jarne, Rubén
Micucci, Horacio
Pérez, Andrés
Ramos Lima, Mayra
Rodríguez Dueñas, José
Rondelli, Flavia María
Schammas Juan Manuel
Sutich, Emma
Tarabla, Héctor
Tarrés, María Cristina
Torres Valle, Antonio
1
Sumario
Índice
Editorial
Presentación de la Maestría en Bioseguridad de la FCV de la UNR
Alumnos y sus temas de Tesis
Jornadas Internacionales de Bioseguridad (JIB)
Página
2-6
7
8-14
14-16
17
Autoridades de las JIB
17-18
Programa de las JIB
19-22
Resúmenes de Trabajos presentados en las Mesas Redondas
23-79
Organización de la bioseguridad. Riesgos en las instalaciones y
clasificación de los agentes biológicos
Ambrosio, A.M.
23-24
Bioseguridad en salud pública: aportes desde la medicina
veterinaria
Alfieri, A.
25-26
De la Bioseguridad en el laboratorio a la Seguridad Biológica en la
Bioquímica Clínica: Un cambio estratégico
Jarne, A.R.
27-28
Bioseguridad en laboratorios de investigación médica
Sutich, E.
29-30
Laboratorios de contención biológica NSB-4 OIE para
el trabajo con agentes exóticos
Schammas, J.
31
Bioseguridad en Odontología
Hermida Lucena, P.
32-33
Bioseguridad en los laboratorios veterinarios
Argote Pelegrino, E.J.
34-35
Bioseguridad en laboratorios de Biotecnología y
Sanidad Vegetal
Ramos Lima, M.
36-37
Diseño de seguridad en las Instalaciones
Rodríguez Dueñas, J.
38-39
2
Análisis y evaluación del riesgo biológico
Argote Pelegrino, E.J.
40-41
Gestión y comunicación del riesgo
Rodríguez Dueñas, J.
42-43
Bioseguridad en el manejo de desechos biológicos hospitalarios
Pampaluna, J.G.
44-46
Riesgos por la introducción de organismos genéticamente
modificados y exóticos
Ramos Lima, M.
47-48
Bioseguridad avícola
Antruejo, A.
49-50
Bioseguridad en granjas porcinas
Baldovino, H.
51-52
Enseñanza de Grado para el Trabajo Seguro del Profesional
Veterinario
Álvarez, E.T. Peratta, D.L.
53-54
Trabajo seguro del veterinario rural
Álvarez, E.T. Peratta, D.L.
55-56
Bioseguridad en Zoológicos
Duarte, A.
57-58
Aspectos legales de la bioseguridad en Argentina
y el MERCOSUR
Micucci, H.A.
59
Salvaguardia de la Bioseguridad ante tratados internacionales
Rodríguez Dueñas, J.
60-61
Reglamentaciones internacionales y bioseguridad en el
Comercio vegetal
Fonalleras, L.M.
62-64
Bioseguridad y análisis de riesgo en el contexto del comercio
internacional y la sanidad animal
Duffy, S.
65-68
Evaluación de riesgo y bioseguridad para influenza aviar
en Argentina y fiebre aftosa en España
Pérez, A.M.
Bioseguridad en servicios de enfermería
Samamé Pérez, M.C.
69
70
3
Cuando el riesgo trasciende la institución de salud:
transporte de especímenes de diagnóstico
Micucci, H.A.
Bioseguridad en servicios infectológicos
Ambrosio, A.M.
Patógenos emergentes virales: nuevos riesgos para
la industria alimentaria
Ebner, G.
71
72-73
74
Bioseguridad en la industria frigorífica
Torelli, J.
75-76
El INEVH en su doble función de diagnóstico y
producción de vacunas
Ambrosio, A.M.
77-78
Bioseguridad en la industria: producción de vacunas
Schammas, J.
Trabajos Originales
79
80-102
Repensando la bioseguridad: prever para proveer
Micucci, H.A.
80-84
Integración de la gestión de la calidad, bioseguridad y
medio ambiente en las instalaciones con riesgo biológico
Argote Pelegrino, E.J. Hernández González, A.
85-90
Intervención educativa sobre Bioseguridad en el
Policlínico Universitario “Aracelio Rodríguez Castellón”
del municipio de Cumanayagua, Cienfuegos, Cuba
Ramos, M. Puentes, D.
91-102
Comunicaciones libres
103-150
Percepción pública sobre la liberación, producción y
consumo de soja transgénica en San Carlos Centro,
Santa Fe, Argentina
Broda, R.A. Ramos Lima, M.
103-104
Riesgos laborales de mujeres y niños en el ámbito rural
Molineri, A. Signorini, M.L. Tarabla, H.D.
105-106
Comportamiento del hipoclorito de sodio como desinfectante
del agua en las enfriadoras de pollo
4
Valentini, E. Fain Binda J.C.
107-108
Curso de capacitación higiénico sanitaria en prácticas
de tatuajes, perforaciones y piercing
Wagner, A. Meretta, G. Pezoa, G. Miguez, N. Samamé, M.
109-110
Diseño de una encuesta como herramienta para estimar
la percepción de riesgo frente a la enfermedad de Chagas
Pedrosa, A.
111-112
Estudio sobre el cumplimiento de las Normas de Seguridad
en un Matadero Frigorífico
Fúnez, G.
113-114
Caracterización de acciones que predisponen a riesgo
biológico en un consultorio de una Unidad de
Prácticas Veterinarias
Aruani, P. Grosso, R. Ituarte, L. Fain Binda, J.C.
115-116
Análisis crítico de los criterios microbiológicos utilizados
en el control de Campylobacter jejuni y
Escherichia coli O157:H7 en aves
Valentini, E. Fain Binda, J.C.
117-118
Gestión interna de residuos en el Hospital Roque Sáenz
Peña de Rosario
Pampaluna, J.G.
119
Producción y procesamiento de residuos en una planta
faenadora bovina en la provincia de Mendoza
en el año 2012
Di Nucci, D. Hynes, V.
120-121
Bioseguridad e inocuidad alimentaria en la elaboración
de alimentos
Belá, L.
122-123
Bioseguridad Cuantitativa: riesgo biológico en
procedimientos punzantes
Jarne, A.R. Ferrarotti, N.F.
124-125
Percepción de Riesgo en Alumnos de Tercero a Quinto Año
de la Carrera de Veterinaria de la Universidad
Juan Agustín Maza
Silva, M.F.
126-127
Control de calidad de esterilización en odontología en Rosario
(resultados preliminares)
Algalarrondo, E. Hermida Lucena, P.
128
5
Equipos aplicadores en el uso de plaguicidas en fincas
de Maipú, Mendoza
Hynes, V. Tornello, M. Ferré, D. Saldeña, E. Quero, M.
Muñoz, L. Gorla, N.
129-130
Perfeccionamiento de la Bioseguridad en el Laboratorio
Central de Cuarentena Vegetal de La Habana, Cuba
Gamayo Vale, Y.
131-132
Bioseguridad en las inspecciones bromatológicas de
las barreras sanitarias de la provincia de Mendoza
Albarracín, L.
133-134
Falla en la higiene básica de manos en profesionales
de la Salud
Gomez Ismay, C.N.
135-136
Revisión de la Bioseguridad en las piezas de mano
odontológicas
Grippi, M.E. Elías, P. Grippi, S. Bomprezzi, S. Bomprezzi, G.
137-138
Inactivacion de una cepa de Mycobacterium porcinum
utilizando alcohol 70% y UV
Buey, V.G. Oriani, D.S. Tortone, C.A.
139-140
Control ambiental en la Facultad de Odontología UNR –
estudios preliminares
Pignolo, M. Hermida Lucena, P.
141-142
Seguimiento del control de calidad de esterilización
de los consultorios odontológicos
de la Provincia de Santa Fe desde 1987
Arancegui, N. Hermida Lucena, P.
143-144
Consulta a médicos veterinarios sobre la aplicación de la
bioseguridad durante el ejercicio profesional
Sanmiguel, M.L. Cordoba, O.D. Rondelli, F.M. Gherardi, S.M.
145-146
Percepción del Riesgo Biológico en una Clínica Odontológica
Romera, D.J.
147-148
Monitoreo de zoonosis para determinar acciones de
bioseguridad en el Zoo de Mendoza
Zerpa, C. François, S.
149-150
Instrucciones los autores
151-152
6
Editorial
Esta es una publicación escrita originada en la Facultad de Ciencias
Veterinarias de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina.
Lleva el nombre de Revista de Argentina Bioseguridad; en un
comienzo deseábamos solo nombrarla como “Bioseguridad”, sin apropiarnos
del patronímico ―argentino‖, por una cuestión lisa y llana de sencillez o timidez.
No obstante, el mencionado término nos aleja del riesgo de utilizar un titulado
preexistente, y colisionar con alguna publicación de otro país, dada la
ambigüedad del sustantivo operacional.
Hechas las consultas y no existiendo otra publicación de bioseguridad
argentina, decidimos afrontarlo.
Aclaramos esto, porque no era nuestra intención inicial plasmar en una
publicación un liderazgo en una ciencia, en la cual, nuestro humilde granito de
arena, solo consiste en iniciar a jóvenes en la carrera, con el apoyo de
educadores de prestigio, del país y del extranjero.
La presencia de alumnos de otras latitudes, le dan a la Maestría un
carácter internacional que nos enorgullece y compromete más aún, para
futuras ediciones.
Por consiguiente, nuestra intención, al editar esta revista es proporcionar
una tribuna para especialistas argentinos y extranjeros en temas inherentes a
la Bioseguridad, en cualquiera de sus menciones y en especial servir de
trampolín para trabajos iniciales de nuestros alumnos.
La Revista cuenta con un equipo de consultores reconocidos en
Referato, pertenecientes a la Bioseguridad o en ámbitos importantes de la
cultura, la investigación o la docencia de posgrado. Los mismos podrán
incorporar en futuros números a otros miembros, según necesidad.
La Maestría tuvo un desarrollo desde 2011 a 2013, culminando las
actividades de esta primera edición a fin de 2013 con la realización de las
Jornadas Internacionales de Bioseguridad (Rosario, 16 y 17 de octubre de
2013), con la edición del primer número de esta revista y la actuación de los
primeros tribunales de tesis para egresados de la primera edición de la
Maestría.
Por esta razón, parte del contenido de la revista se referirá a las
Jornadas Internacionales de Bioseguridad.
Las mismas poseen sus propias autoridades (Comisión Organizadora,
Comité Ejecutivo y Comisión de Referato de las comunicaciones científicas.
Algunos de esos nombres coinciden con los de la propia revista).
7
MAESTRÍA EN BIOSEGURIDAD
Carrera de Posgrado Maestría en Bioseguridad de la Facultad de Ciencias
Veterinarias de la Universidad Nacional de Rosario
Modalidad presencial y de tipo estable de 90 créditos: comprende 700
horas obligatorias (540 horas teóricas, 160 horas de trabajos prácticos) y 200
horas de investigación, culminando en una Tesis de Maestría ante tribunales
especializados, donde por lo menos un integrante es externo a la carrera.
Proporciona el título académico de Magíster en Bioseguridad,
especificando la Mención seleccionada.
Posee tres menciones: Salud Humana, Salud Veterinaria y Sanidad Vegetal,
siendo por lo tanto útil para ser cursada por una amplia gama de tenedores de
títulos de grado.
Su estructura comprende los Módulos I y II (10 cursos obligatorios, 2
Seminarios, 2 Talleres); Módulo III (4 cursos obligatorios correspondientes a
cada una de las 3 menciones); Módulo IV (4 cursos optativos - a elegir de 21
asignaturas) y Actividades diversas no lectivas más la Tesis.
Posee un claustro docente de 36 Doctores en Ciencias, 9 Magíster, 2
Graduados Universitarios, con una amplia producción científica de 142
actividades de investigación y 65 de transferencia tecnológica.
Director de la Carrera
Dr. Juan Carlos A. Fain Binda
Coordinador Académico
Dr. Ricardo Di Masso
Comité Académico
Presidente
Dr. Juan Carlos A. Fain Binda (UNR)
Miembros titulares
Dra. Flavia María Rondelli (UNR)
Dra. Emma G. Sutich (UNR)
Dr. Roberto Mera y Sierra (Mendoza)
Dra. Nora Gorla (Mendoza)
Dra. Esther Julia Argote Pelegrino (Cuba)
Dra. Mayra Ramos Lima (Cuba)
Miembros suplentes
Dra. Graciela Nora Arenas (Mendoza)
Dr. Mario Cruz Arias (Cuba)
Dra. Perla S. Hermida Lucena (UNR)
Maestría en Bioseguridad de la República Argentina
En la actualidad, las actividades científicas y tecnológicas necesitan el
aporte de una disciplina científica, la carrera de posgrado Maestría en
Bioseguridad, cuyo objeto de estudio es el riesgo biológico. El rápido desarrollo
8
de las biotecnologías y del control de los riesgos revela la necesidad de crear
un sistema para la formación de los Recursos Humanos.
Reconocida entonces la importancia de la bioseguridad y su incidencia
en prácticas del ámbito social y económico, y de la necesidad de contar con
profesionales de nivel académico que elaboraren y conduzcan investigaciones
en este campo, nos propusimos desarrollar estudios especializados, para lo
cual se hermanaron en un Programa de la Universidad Argentina, Redes III y
Redes IV (PPUA), dos universidades argentinas y una extranjera (Universidad
Nacional de Rosario y Universidad Juan A. Maza, de Mendoza, junto al Instituto
Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas de Cuba InSTEC), para
desarrollar una maestría en esta disciplina.
El objeto de esta Maestría es la gestión de sistemas para la prevención y el
control de riesgo biológico, que afecte a la producción y los servicios en los campos
de tres menciones: Salud Humana, Salud Animal y Sanidad Vegetal.
Se parte de un diseño académico ya probado y acreditado en Cuba
desde 1999, y valorado internacionalmente como ―Maestría única en el mundo‖
por la Reunión de Académicos en Bioseguridad de Ginebra, 2004. Actualmente
está en desarrollo su cuarta edición; sus docentes experimentados conforman,
junto a los nuestros, un cuerpo académico de alto nivel competitivo.
Nuestro plan de estudios está estructurado en módulos obligatorios de
asignaturas generales y específicas de bioseguridad, módulos de asignaturas
específicas correspondientes a las menciones y materias optativas.
El grado de Magíster en Bioseguridad se obtiene con el cursado y
aprobación de dos módulo obligatorios que incluyen catorce asignaturas,
algunas de ellas generales y otras específicas de bioseguridad, un tercer
módulo de cuatro asignaturas específicas correspondiente a una mención y
además, cuatro cursos optativos a elegir de una amplia nómina, como así
también, con la realización de actividades complementarias entre las que se
cuentan asistir a un Congreso o Jornada con Comisión de Referato para la
evaluación de trabajos científicos y presentar allí una comunicación original
sobre temas de Bioseguridad y para dar fin a sus estudios, la presentación y
defensa ante unTribunal de suTesis de Maestría.
La Maestría en Bioseguridad, con un período de duración de tres años,
fue iniciada en la Universidad Nacional de Rosario en 2011 y finalizará en
2013; ha sido aprobada por Resol. CS UNR nº 747/2010 y recibido aprobación
provisoria de su título por la C.O.N.E.A.U: CONEAU proyecto nº 10.817/10.
Dictamen del día 27/12/11 en la sesión nº 346: ―recomienda que se otorgue el
reconocimiento oficial provisorio de su título al proyecto de carrera de Maestría
en Bioseguridad con mención en: Salud Humana, Salud Veterinaria y Sanidad
Vegetal, de la Universidad Nacional de Rosario‖.
Perfil del título
El graduado estará capacitado para:
 Elaborar y conducir proyectos de investigación en los diferentes campos de
la Bioseguridad.
9
 Diseñar y aplicar un sistema de gestión en relación con la Bioseguridad en el
campo de la Mención específica.
 Desarrollar e implementar la Bioseguridad en las instalaciones y en el control
de la liberación de organismos al medio ambiente.
 Efectuar evaluación y el control de riesgos biológicos sobre la base de
conocimientos científicos.
 Generar, adaptar y mejorar procedimientos y tecnologías que optimicen los
logros en la aplicación de la Bioseguridad a la producción y los servicios en
relación con la salud humana y animal y la sanidad vegetal a través de la
investigación.
 Participar en la elaboración de las normas y regulaciones en el campo de la
Bioseguridad.
 Manejar y aprovechar la información especializada mediante la consulta
ordenada y sistemática de las diferentes fuentes de información sobre
bioseguridad.
 Asumir una actitud crítica y reflexiva en la búsqueda y difusión del
conocimiento actualizado dentro del campo de la bioseguridad.
 Colaborar en equipos interdisciplinarios desde una actitud flexible que
atienda la pluralidad y diversidad de ideas.
Requisitos de Ingreso
Graduado universitario con título de Médico, Médico Veterinario,
Veterinario, Ingeniero Agrónomo, Biólogo, Bioquímico, Farmacéutico, Químico,
Ingeniero químico, Licenciado en Microbiología y de otras carreras afines - que
acredite un recorrido curricular y/o académico en el campo de la Bioseguridad-,
egresado de universidades argentinas (nacionales, provinciales o privadas)
legalmente reconocidas, con título de grado equivalente a los otorgados por las
universidades responsables del dictado de la Maestría.
Graduado en universidades extranjeras reconocidas por autoridades
competentes de su país, con título equivalente a los indicados en el inciso
anterior.
Características de la Carrera
 Satisface el fortalecimiento de la identidad cultural, así como contribuye al
desarrollo socioeconómico del país, al garantizar la seguridad de los
trabajadores de las instalaciones con riesgo biológico, y la seguridad de la
biotecnología y del medio ambiente.
 Contribuye al desarrollo de la cultura de bioseguridad mediante la
capacitación de todos los que intervienen en el progreso e implementación
de la actividad, entre los cuales están los directivos, los tomadores de
decisiones, los especialistas territoriales, los especialistas del órgano
regulador y los que cumplen acciones de bioseguridad.
10
 Da respuesta a los tratados internacionales en los cuales Argentina es
Estado Parte, constituyendo una disciplina que da solidez a los criterios de
Seguridad Nacional, por las razones de garantizar el cumplimiento adecuado
de la Convención de Armas Biológicas y Toxínicas, la transparencia a las
actividades biotecnológicas que ejecuta el país y permite participar en el
intercambio de información con el Departamento de Desarme de las
Naciones Unidas y cumplir con lo establecido en la Resolución 1540 de las
Naciones Unidas.
 Posee profesores de gran experiencia y prestigio profesional procedentes de
centros docentes de educación superior y de varias instituciones de
investigación del país y de Cuba, los cuales desarrollan una gran actividad
científica.
 La colaboración interinstitucional y la internacional, facilita multiplicar las
capacidades existentes, permitiendo ampliar la base material del programa y
la capacidad académica del mismo.
 Estimula la actividad investigativa y docente de los maestrantes y del
claustro docente.
 Los trabajos de tesis dan respuesta a las necesidades sociales actuales del
país a nivel local, nacional e internacional
 La producción científica y docente fortalece el trabajo en Bioseguridad.
 Logra impulsar desde el punto de vista cognoscitivo e investigativo una
disciplina cuya introducción en las instalaciones con riesgo biológico
constituye requisito y necesidad para el desarrollo científico a que aspira la
sociedad actual.
Programa de Cursos de la Maestría de Bioseguridad (FCV-UNR)
Edición 2011-2013
Módulo 1 (obligatorio)
Asignaturas
Profesores
Microbiología
Dra. Silvina Francois
Dra. Nora Arenas
Dr. Eduardo Cecarelli
Dra. María I. Colombo)
Dr. Ricardo Di Masso
Dra. María Cristina Tarrés
Dra. Flavia Rondelli
Bioq. Silvina Gherardi
Dr. Antonio Torres Valle
Biología Molecular
Metodología de la Investigación
Gestión de Calidad en Laboratorios de
Análisis
Análisis de Seguridad
11
Módulo 2 (obligatorio)
Bioseguridad de las Instalaciones
Dr. José Rodríguez Dueñas
Taller de Diseño de las Instalaciones
Dr. José Rodríguez Dueñas
Bioseguridad en la liberación de
Organismos al medio ambiente
Taller de OVMs
Dra. Mayra Ramos Lima
Dra. Esther Argote Pelegrino
Dra. Mayra Ramos Lima
Dra. Esther Argote Pelegrino
Primer Seminario de Tesis
Dra. Mayra Ramos Lima
Dra. Esther Argote Pelegrino
Gestión de la Prevención de Riesgos Dra. Beatriz Agüero
Laborales
Aspectos Legales de la Bioseguridad
Dra. Mayra Ramos Lima
Bioq. Horacio Micucci
Desechos Biológicos Peligrosos
Dra. Esther Argote Pelegrino
Ing. Guillermo Barbieri
Segundo Seminario de Tesis
Dra. Esther Argote Pelegrino
Dr. Aramís Fernández Luciano
Módulo 3 (obligatorio)
El alumno debe elegir y cursar cuatro asignaturas de una de las tres menciones
siguientes
Menciones
Salud Humana
Epidemiología
Enfermedades emergentes y reemergentes
bacterianas de importancia clínica humana
Enfermedades emergentes y reemergentes
virales de importancia clínica humana
Bioseguridad en instalaciones biomédicas
Dr. Ernesto Taboada
Dra. Sandra Gerlero
Dr. Rodolfo Notario
Dra. Perla Hermida Lucena
Dra. Emma Sutich
Salud Veterinaria
Epizootiología
Enfermedades emergentes y reemergentes
bacterianas de importancia médica animal
Enfermedades emergentes y reemergentes
virales de importancia médica animal
Bioseguridad en instalaciones veterinarias
Dipl. Arsenio Alfieri
Msc. Ada Seghesso
Dr. Gustavo Zielinski
Dr. Miguel Redondo
Dr. Claudio Pidone
Dra. Esther Argote Pelegrino
Dr. Aramís Fernández Luciano
12
Sanidad Vegetal
Plagas agrícolas y medidas seguras
para su manejo
Ecología, biodiversidad y bioseguridad
Dra. Myrian del Pilar González
Bioseguriudad y cultivos transgénicos
Dr. Guillermo Pratta
Bioseguridad en instalaciones de
seguridad vegetal
Dra. Mayra Ramos Lima
Dra. Nélida Josefina Carnevale
Módulo 4
El alumno debe elegir y cursar cuatro asignaturas optativas, asistir a un
Congreso o Jornada con Comisión de Referato para la evaluación de trabajos
científicos y presentar allí una comunicación sobre temas de Bioseguridad, y
por último, presentar y defender ante unTribunal suTesis de Maestría.
Asignaturas optativas
Análisis de seguridad y riesgo
Dr. Antonio Torres Valle
Evaluación de impacto ambiental
y niveles de aplicación
Ergonomía y condiciones de trabajo
Msc. Mercedes Hermida Lucena
Habilidades para la presentación de
resultados científicos
Manejo de desastres
Dra. María Cristina Tarrés
Métodos de identificación de impacto
ambiental: magnitud y valoración
Vacunas
Msc. Mercedes Hermida Lucena
Transporte de muestras infecciosas y
sustancias infecciosas
Bioseguridad e intercambio de información
Dra. Beatriz Agüero
Dr. Aramís Fernández Luciano
Dra. Mirta Arestegui
Méd Vet. Susana C. Gualtieri
Bioq. Horacio Micucci
Dr. Rodolfo Notario
Riesgos de contaminaciones potenciales
en los productos biológicos
Seguridad Alimentaria
Dra. Emma Sutich
Animales de Experimentación
Msc. Roberto Mera y Sierra
Bioquímica
Dra. M. Fabiana Drincovich
Genética poblacional
Dr. Ricardo Di Masso
Dra. Nora Gorla
Dra Jorgelina Cerrutti
Dr. Hugo García Ovando
Dra. Amelia Racca
Toxicología fundamental
Inmunoquímica
Msc. Ada Seghesso
13
Ingeniería de Proteínas
Dr. Eduardo Ceccarelli
Bioseguridad en la industria avícola
Dra. Alejandra Antruejo
Enfermedades emergentes y
reemergentes
micóticas y parasitarias
Biotecnología vegetal
Dra. Laura Ramos
Dra. Claudia Echenique
Dra. Roxana Zorzoli
Alumnos de la Maestría en Bioseguridad, primera edición 2011-2013 y sus
temas de Tesis
Lázaro ALBARRACÍN - Médico Veterinario. Directora: Dra. Diana ROCCA.
―Introducción de la bioseguridad en las inspecciones bromatológicas en
barreras sanitarias de la provincia de Mendoza‖
Patricia ARUANI - Licenciada en Microbiología. Director: Dr. Juan C. FAIN
BINDA. ―Identificación de riesgos en la Unidad de Prácticas Veterinarias de la
Universidad Juan A. Maza. Análisis de conductas que implican riesgos
biológicos. Sistema de gestión de bioseguridad‖
Liliana BELÁ - Médica Veterinaria. Directora: Msc. Ada SEGHESSO.
―Bioseguridad e inocuidad alimentaria en la elaboración de alimentos de la
Cocina Centralizada Casilda‖
Myriam Graciela BELÁ - Médica Veterinaria. Director: Dr. Juan Tomás
WHEELER. ―Análisis de riesgo biológico del ala quirúrgica para animales
pequeños de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional
de Rosario‖
Anabela BENZONI - Médica Veterinaria. Director: Dr. Héctor TARABLA.
―Bioseguridad. Compromiso u obligación por parte de los alumnos de la carrera
de medicina veterinaria de la Universidad Nacional de Río Cuarto‖
Guido BORDESE - Médico Veterinario.
―Bioseguridad en sistemas productivos intensivos en cerdos, con importancia
en Salud Pública. Enfermedades bacterianas zoonóticas, perjuicios en la res‖
Julián BOVER - Médico Veterinario. Director: Dr. Ricardo DI MASSO.
―Desarrollo de instrumentos para la realización de un mapa de riesgo en la
Facultad de Cs. Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata‖
Rubén Alfredo BRODA - Ing. Agrónomo. Directora: Dra. Mayra RAMOS LIMA.
―Riesgos para la salud humana, los organismos acuáticos e implicancias en la
percepción pública de los tratamientos químicos realizados en el distrito San
Carlos Centro, Dpto. Las Colonias, Pcia. de Santa Fe., República Argentina,
2011‖
14
Valeria BUEY- Médica Veterinaria. Directora: Dra. Delia Susana ORIANI.
―Valoración de dos procesos de inactivación en el laboratorio de micobacterias
ambientales‖
Juan José CRAIA - Odontólogo. Director: Dra. Ing. María José REINA.
―Propuesta curricular en materia de bioseguridad para las carreras de
Ingeniería de la Universidad de Mendoza‖.
David DI NUCCI - Médico Veterinario. Director: Msc. José RODRÍGUEZ
DUEÑAS. ―Implementación de hidrólisis alcalina para procesar los residuos de
la planta faenadora bovina‖
Daniel Omar ELÍAS - Farmacéutico. Director: Dr. Juan C. FAIN BINDA.
―Bioseguridad en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Juan
A. Maza. Enseñanza, Guía Técnica y manejo de Residuos‖
Virginia FAIN BINDA - Médica Veterinaria. Directora: Dra. Flavia RONDELLI.
Codirectora: Méd. Vet. Zulma CANET. ―Tratamiento de Residuos de Planta de
Incubación‖
Gladys FÚNES - Médica Veterinaria. Director: Dr. Antonio TORRES VALLE.
―Matadero de bovinos: identificación de riesgos biológicos y evaluación de su
percepción en los operarios‖
Marcelo GASTALDO - Médico Veterinario. Directora: Dra. Esther ARGOTE
PELEGRINO. ―Riesgos biológicos en médicos veterinarios de práctica rural‖
Manuel Enrique GODOY - Médico Veterinario Director: Dr. Virgilio ROIG.
―Riesgos biológicos en las operaciones de control de plagas urbanas en Godoy
Cruz. Mendoza‖
Cintia GÓMEZ ISMAY - Médica Veterinaria. Directora: Msc. Ing. Agr. Patricia
WINTER. ―Contaminación bacteriana en guantes de examinación previo a su
uso‖
María Elena GRIPPI - Odontóloga. Director: Msc. José RODRÍGUEZ DUEÑAS.
―Bioseguridad en Odontología: Diseño de un método de descontaminación del
instrumental rotatorio utilizando luz ultravioleta‖
Valentina HYNES - Médica Veterinaria. Directora: Dra. Nora GORLA. ―Diseño
de instalaciones, gestión de bioseguridad y cuidado del ambiente del
laboratorio de Genética, Reproducción y Ambiente FCVA-UMAZA‖
Héctor Ricardo LUDUEÑA - Médico Veterinario. Directora: Dra. Lilia
CAVAGLIERI. Codirector Dr. Andrés LIFFOURRENA. ―Bioseguridad en
Laboratorio de Micotoxicología‖
15
Carlos Ernesto MELÉNDEZ ORANTES - Médico Veterinario (Méjico). Director:
Dr. Marcelo SIGNORINI. ―Uso de elementos de protección personal y de
materiales e instrumental cortopunzantes en la práctica veterinaria‖
María Isabel MOSSE - Médica Veterinaria. Director: Dr. Eduardo MARADEI.
―Programa de Bioseguridad para un laboratorio NSB 4 OIE‖
Judit G. PAMPALUNA - Médica. Directora: Dra. María Cristina TARRÉS.
―Accidentes con cortopunzantes biocontaminados y percepción de riesgo en un
hospital público (Rosario, Argentina)‖
Analía PEDROSA - Médica Veterinaria. Director: Msc. Roberto MERA y
SIERRA. ―Análisis de bioseguridad en la técnica de diagnóstico de
Tripanosoma cruzi en el vector y nivel de percepción de riesgos de la
Enfermedad de Chagas en habitantes rurales y urbanos de la provincia de
Mendoza‖
Marcelino Pablo PIGNOLO - Bioquímico. Directora: Dra. Perla HERMIDA
LUCENA. ―Contribución al desarrollo de gestión del riesgo ambiental
(aerobioseguridad) en la Facultad de Odontología de Rosario‖
María Cecilia PORTA - Odontóloga. Director: Dr. Antonio TORRES VALLE.
―Diseño de patrones para encuestas sobre percepción de riesgos biológicos‖
Dolores Julia ROMERA - Odontóloga. Director: Dr. Antonio TORRES VALLE.
―Percepción del riesgo biológico en los trabajadores del equipo de salud de la
Clínica Odontológica OSEP‖
María Fátima SILVA - Médica Veterinaria. Director: Dr. Aramís FERNÁNDEZ
LUCIANO. Codirector: Dr. Antonio TORRES VALLE. ―Análisis de riesgos en el
quirófano veterinario, estrategias para la bioseguridad‖.
Erica VALENTINI - Médica Veterinaria. Director: Dr. Juan C. FAIN BINDA.
―Evaluación de puntos críticos y análisis de riesgo biológico en una planta
faenadora de aves‖
María Nair VIOLA - Médica Veterinaria. Directora: Dra. Alejandra ANTRUEJO.
―Evaluación del uso de polifenoles vegetales como medida de bioseguridad
para el control de moscas en galpones de gallinas ponedoras‖
Corina ZERPA - Médica Veterinaria. Directora: Dra. Silvina FRANÇOIS.
―Monitoreo de zoonosis para determinar acciones de bioseguridad en el Zoo de
Mendoza‖
16
JORNADAS INTERNACIONALES DE BIOSEGURIDAD
ROSARIO , 16 Y 17 DE OCTUBRE DE 2013
Comisión Organizadora
Ambrosio, Ana
Argote Pelegrino, Esther
de Torres, Ramón
Fain Binda, Juan Carlos
Fernández Luciano, Aramís
Hermida Lucena, Perla
Micucci, Horacio
Sutich, Emma
Ramos Lima, Mayra
Rodríguez Dueñas, José
Rondelli, Flavia María
Zielinski, Gustavo
Comisión de referato de las comunicaciones científicas
Agüero, Beatriz
Alfieri, Arsenio
Ambrosio, Ana
Arestegui, Mirta
Argote Pelegrino, Esther
Di Masso, Ricardo
Fain Binda, Juan Carlos
Tarrés, María Cristina
Fernández Luciano, Aramís
François, Silvina
Hermida Lucena, Perla
Ramos Lima, Mayra
Rodríguez Dueñas, José
Rondelli, Flavia María
Sutich, Emma
Torres Valle, Antonio
17
JORNADAS INTERNACIONALES DE BIOSEGURIDAD
ROSARIO, 16 Y 17 DE OCTUBRE DE 2013
Comité Ejecutivo
Alfieri, Arsenio
Arestegui, Mirta
Dapino, Dora
Fain Binda, Virginia
François, Silvina
Gherardi, Silvina María
Ibargoyen, Guillermo
Jrolovich, Fernando
Labria, Hugo
Negro, Perla
Odi, Silvana
Pietronave, Victoria
Rondelli, Flavia María
Sanmiguel, María Luz
18
JORNADAS INTERNACIONALES DE BIOSEGURIDAD
ROSARIO, 16 Y 17 DE OCTUBRE DE 2013
PROGRAMA
16 DE OCTUBRE
08:00-09:00 hs
09:00 hs
Recepción de inscriptos
Palabras de Bienvenida. Rector de la Universidad Prof.
Darío Pascual Maiorana - Decano de la Facultad Méd.
Vet. Gustavo Adolfo Sanmiguel
09:30-12:30 hs
Mesa Redonda: Bioseguridad en las Instalaciones de
laboratorios
Moderadora: Dra. Ana Ambrosio
Organización de la bioseguridad. Riesgos en las
instalaciones y clasificación de los agentes biológicos.
Dra. Ana Ambrosio
Bioseguridad en Salud Pública.
Dr. Arsenio Alfieri
Bioseguridad en laboratorios de Análisis.
Dr. Rubén Jarne
Bioseguridad en laboratorios de investigación médica.
Dra. Emma Sutich
Laboratorios de contención biológica NSB-4 OIE para el
trabajo con agentes exóticos.
Dr. Juan Manuel Schammas
Bioseguridad en Odontología.
Dra. Perla Hermida Lucena
Bioseguridad en laboratorios veterinarios.
Dra. Esther Argote Pelegrino (Cuba)
Bioseguridad en laboratorios de Biotecnología y
Sanidad Vegetal.
Dra. Mayra Ramos Lima (Cuba)
Diseño de seguridad en las Instalaciones.
Msc. José Rodriguez Dueñas (Cuba)
14:00-14:20 hs
14:30-14:50 hs
15:00-15:20 hs
15:30-15:50 hs
Riesgo Biológico
Moderadora: Dra. Flavia María Rondelli
Análisis y evaluación del riesgo biológico.
Dra. Esther Argote Pelegrino (Cuba)
Gestión y comunicación del riesgo biológico.
Msc. José Rodriguez Dueñas (Cuba)
Bioseguridad en el manejo de desechos biológicos
hospitalarios.
Méd. Judit Pampaluna
Riesgos por la introducción de organismos
genéticamente modificados y exóticos.
Dra. Mayra Ramos Lima (Cuba)
19
16:30-16:50 hs
17:00-17:20 hs
17:30-17:50 hs
18:00-18.20 hs
18.30-18.50 hs
Bioseguridad en las Prácticas
Profesionales Veterinarias
Moderadora: Msc. Ada Seghesso
Bioseguridad avícola.
Dra. Alejandra Antruejo
Bioseguridad en granjas porcinas.
Méd. Vet. Horacio Baldovino
Trabajo seguro del veterinario rural.
Méd. Vet. Timoteo Emiliano Álvarez
Enseñanza de grado para el trabajo seguro del
profesional veterinario.
Méd. Vet. Timoteo Emiliano Álvarez
Bioseguridad en Zoológicos.
Méd. Vet. Alberto Duarte
17 DE OCTUBRE
09:30-12:30 hs
Mesa Redonda: Bioseguridad y legalidad nacional e
internacional
Moderadora: Dra. Perla Hermida Lucena
Aspectos legales de la bioseguridad en Argentina y el
MERCOSUR.
Dr. Horacio Micucci
Salvaguardia de la Bioseguridad ante tratados
internacionales.
Msc. José Rodriguez Dueñas (Cuba)
Reglamentaciones internacionales y bioseguridad en el
comercio vegetal.
Ing. Lourdes Fonalleras (Uruguay)
Análisis de riesgo y bioseguridad en el contexto del
comercio internacional y la sanidad animal.
Dr. Sergio Duffy
Aplicaciones prácticas en sanidad animal: evaluación
de riesgo y bioseguridad para influenza aviar en
Argentina y Fiebre aftosa en España.
Dr. Andrés Pérez
13:00-14:00 hs
Comunicaciones científicas en Póster
14:00-14:20 hs
14:30-14:50 hs
15:00-15.20 hs
Bioseguridad en las Prácticas
profesionales médicas
Moderador: Dr. Rodolfo Notario
Bioseguridad en servicios hematológicos.
Méd Esp. Marcela Sgoifo
Bioseguridad en servicios de enfermería.
Lic. María del Carmen Samamé Pérez
Cuando el riesgo trasciende la institución de salud:
transporte de especímenes de diagnóstico.
Dr. Horacio Micucci
20
15.30-15.50 hs
16:00-16.20 hs
16:30-16:50 hs
17:00-17.20 hs
17.30-17.50 hs
Bioseguridad en servicios infectológicos.
Dra. Ana Ambrosio
Bioseguridad en la Industria
Moderador: Dr. Horacio Micucci
Patógenos emergentes virales: nuevos riesgos para la
industria alimentaria
Dr. Guillermo Ebner
Bioseguridad en la industria frigorífica
Dr. Jorge Torelli
El INEVH en su doble función de diagnóstico y
producción de vacunas
Dra. Ana Ambrosio
Bioseguridad en la industria: producción de vacunas.
Dr. Juan Manuel Schammas
21
JORNADAS INTERNACIONALES DE BIOSEGURIDAD
RESÚMENES
REDONDAS
DE
TRABAJOS
PRESENTADOS
EN
LAS
MESAS
Organización de la bioseguridad. Riesgos en las instalaciones y
clasificación de los agentes biológicos
Ambrosio, A.M.
Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas Dr J.I. Maiztegui- ANLIS.
Pergamino, Argentina. [email protected]
Bioseguridad es la aplicación de combinaciones de prácticas y procedimientos
de laboratorio, edificación y equipamiento de seguridad para minimizar el riesgo
biológico inherente a la manipulación de microorganismos real y/o
potencialmente infecciosos. La bioseguridad se fundamenta en la estimación
de bio-riesgo, para cuya minimización se realiza un diseño de bio-contención.
En la estimación de bio-riesgo se ponderan diversos factores inherentes al
agente involucrado, al huesped y a la actividad desarrollada. Personal con
calificación, experiencia, entrenamiento y competencia evaluará la interacción
de los factores mencionadas y asignará un nivel de riesgo biológico a cada
ámbito de trabajo/ tarea.
La clasificación internacional que se viene utilizando se basa en el riesgo
individual y comunitario atribuible a cada agente biológico conocido, para
asignarle uno de los niveles de riesgo denominados I, II, III y IV. La actividad
realizada con cada microorganismo influencia y modifica el riesgo biológico
inherente al agente manipulado. La Norma IRAM 80059 ―Clasificación de
agentes infecciosos por grupo de riesgo para humanos y animales, y su
relación con los niveles de bioseguridad según la actividad desarrollada‖, cuya
primer versión data del año 1997, incorpora y enfatiza la importancia de la
actividad, factor de riesgo que actualmente ha sido también jerarquizado en la
clasificación internacional de riesgo biológico.
Para cada estimación de bio-riesgo se diseña una estrategia de bio-contención,
que involucra la implementación de barreras primarias (buenas prácticas
técnicas, indumentaria y equipo de protección personal) y barreras secundarias
(características edilicias de seguridad). El diseño deberá incluir componentes
transversales como el manejo de la ventilación, de la circulación de materiales
y personal, programas de limpieza, descontaminación y bio-custodia, manejo
de muestras y manejo de residuos, entre otros. Las normas de Bioseguridad
planificadas como resultado del precedente análisis, son normas ad hoc para
cada institución,
deben estar escritas y detalladas en el Manual de
Bioseguridad Institucional, que no repetirá algoritmos diseñados para otras
instituciones. Este Manual debe contener normas generales que describan
conductas de la institución en temas de bioseguridad y normas particulares
para cada laboratorio/actividad. El registro de accidentes e incidentes de todo
tipo ocurridos en la institución y su análisis con propósitos de mejora, es
obligatorio. Debe asegurarse el cumplimiento de las normas de bioseguridad y
cada agente debe notificarse de ellas por escrito al ingresar en los planteles
técnicos de las instituciones. El responsable de la bioseguridad en cada
establecimiento es el Director del mismo, quien puede delegar ciertas
22
obligaciones (no así la responsabilidad) en un Oficial de Seguridad que
ejercerá sus funciones apoyándose en un Comité, en el que deben estar
representados todos los sectores de la organización. Este Comité, que debe
reunirse con regularidad y documentar los temas tratados, entenderá también
en temas edilicios y de instalaciones, ya que éstos pueden propiciar situaciones
de riesgo biológico con o sin agresión al ambiente circundante.
23
Bioseguridad en salud pública: aportes desde la Medicina Veterinaria
Alfieri, A.
Facultad de Ciencias Veterinarias – UNR [email protected]
En 1999, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en una conferencia de
expertos pertenecientes a 18 países industrializados, en vía de desarrollo y en
transición definió a la SPV como: "Las contribuciones al bienestar físico, mental
y social de los seres humanos mediante la comprensión y aplicación de la
ciencia veterinaria". Se entendió que la definición, era más consistente con la
definición de "Salud para todos en el siglo XXI" de la OMS. Recientemente se
ha incorporado un nuevo concepto ―un mundo, una salud‖ que pone de
manifiesto la toma de conciencia colectiva sobre el vínculo que existe entre las
enfermedades animales y la Salud Pública. Desde hace tiempo es sabido que
un 60% de las enfermedades infecciosas humanas son de origen animal
(domésticos y silvestres), al igual que un 75 % de las enfermedades humanas
emergentes y un 80 % de agentes patógenos pueden ser usados por el
bioterrorismo. Es evidente que los flujos permanentes de mercaderías y
personas constituyen otras oportunidades de propagación mundial
generalizada de agentes patógenos, y del mismo modo los cambios climáticos
ofrecen la oportunidad de propagación de otros a través de vectores que
colonizan nuevos territorios.
Desde este enfoque es importante señalar que, el riesgo biológico de origen
animal, forma parte de los riesgos ocupacionales que enfrentan los médicos
veterinarios y otros trabajadores agropecuarios, en el ejercicio de su profesión,
pero además tienen un fuerte impacto en la salud colectiva de las poblaciones
humanas.
Si entendemos a la Bioseguridad como los principios y técnicas aplicadas cuyo
objetivo es evitar la exposición no intencional a patógenos y toxinas o su
liberación accidental, es importante la adopción de prácticas seguras que
eviten accidentes y disminuyan riesgos biológicos, químicos y físicos. La
identificación del riesgo biológico, implica el manejo y la implementación de
prácticas seguras y el uso de equipo de protección personal, que impidan la
entrada de los agentes patógenos al cuerpo, permitiendo la asignación de un
nivel de riesgo y de contención. La Bioseguridad en las Unidades de
Diagnóstico en Salud Animal y en las unidades de producción, adquieren
especial relevancia debido a que en su operación se llevan a cabo una serie de
eventos en los que se deben identificar a los agentes patógenos con riesgo
potencial a la salud humana y a la contaminación ambiental. De igual forma
inciden los procesos técnicos en los que se emplea un número importante de
productos químicos, desechos orgánicos con potencial infectante y
generadores de alteraciones ambientales, manejo de animales portadores o
susceptibles, uso de equipo e instrumental dentro de las áreas de diagnóstico
en los espacios físicos. Todas estas situaciones pueden constituir un riesgo a
la salud de los operarios, la posibilidad de diseminación de los agentes
infecciosos a la comunidad, así como la contaminación del medio ambiente. El
manejo, tratamiento y disposición adecuada de cadáveres y residuos
peligrosos, son medidas elementales que evitan la contaminación, y
constituyen un conjunto de dispositivos y procedimientos, a través de los cuales
los residuos peligrosos son eliminados sin riesgo.
24
El riesgo biológico se define entonces como la probabilidad de existencia de un
daño potencial hacia personas o animales, causado por los siguientes agentes:
virus, bacterias, clamidias, hongos, parásitos, DNA recombinante, plásmidos y
productos celulares. Dichos agentes pueden causar infecciones, alergias,
parasitosis y reacciones tóxicas.
En el campo de la Medicina Veterinaria la exposición al riesgo biológico, es
inherente al contacto directo con animales y sus fluidos (sangre, orina, materia
fecal, placentas, saliva, entre otros). Quienes trabajan en esta labor están
expuestos en diferentes grados, a agentes infecciosos que bajo determinadas
circunstancias pueden alterar su salud. Tales agentes pueden alcanzar el
huésped a través de las siguientes vías: por ingestión, por inhalación, por
contacto directo a través de mucosas o piel, por vía percutánea, ocular,
traumática. Existen varias actividades que representan riesgo biológico en
Medicina Veterinaria, entre ellas se encuentran: la cría, el levante y la
reproducción de especies animales, el sacrificio de los animales para el
consumo humano, la atención de los animales enfermos en hospitales y
zoológicos, las necropsias y los procesos inherentes a los laboratorios de
investigación. Pero además las actividades de la Medicina Veterinaria tienen un
vínculo directo con la población humana a partir de la utilización de los
animales como fuente de proteína para la alimentación, el vínculo afectivo con
las especies de compañía y las inadecuadas relaciones animal-persona,
(agresiones, mordeduras, picaduras). De cualquier forma, la adquisición de una
enfermedad zoonótica es el resultado epidemiológico de la combinación de los
factores del huésped, del ambiente y del agente.
Para determinar el nivel de riesgo que ofrecen las diferentes actividades o
procedimientos, podemos clasificarlos (según los criterios del CDC para el
control de infecciones por patógenos sanguíneos en hospitales) en:
ALTO: Etapa donde existe contacto directo o permanente con sangre u otros
fluidos corporales con potencial capacidad de contaminación.
MEDIO: Etapas cuyo contacto con sangre u otros fluidos corporales no es
permanente.
BAJO: Actividad o etapa que no implican por sí mismas exposición a sangre.
Se hace necesario entonces incorporar un conjunto de normas básicas que
aportes al objetivo de prevenir y/o minimizar el riesgo biológico:
Precauciones básicas
Normas
Objetivo
Uso de elementos de protección Reducir el riesgo de exposición a agentes
individual
(EPI).
(Guantes, patógenos
tapabocas, bata, protector ocular)
Lavado de manos antiséptico
Reduce la flora residente y remueve la
flora transitoria
Manejo apropiado de elementos
Prevenir accidentes de trabajo con
corto-punzantes
exposición a riesgo biológico
Adecuado manejo de residuos
Reducir el riesgo de exposición con
patógenos
agentes patógenos
Limpieza,
desinfección
y - Remover la suciedad visible
esterilización de instrumental, - Disminuir y eliminar la carga microbiana
instalaciones, ropa
-Destruir todas las formas de vida
microbiana
25
De la Bioseguridad en el laboratorio a la Seguridad Biológica en la
Bioquímica Clínica: Un cambio estratégico
Jarne, A.R.
Microbiología Clínica Departamento Bioquímica Clínica, Facultad de Farmacia
y Bioquímica, Universidad de Buenos Aires
El concepto de BIOHAZARD (riesgo biológico) se consolidó desde las áreas
microbiológicas en la década de 1970, el manejo de grandes concentraciones
de agentes biológicos grupo de riesgo 3 y 4 (riesgo individual y poblacional
elevado) en reservorios conocidos, dio lugar a la respuesta conocida como
Bioseguridad basada en la contención física de dichos agentes.
En cambio en las áreas biomédicas, la Bioseguridad, surge como una
respuesta a la presión social y la inseguridad laboral a partir del la irrupción del
VIH/SIDA a mediados de la década de 1980. El problema en estas áreas era y
es la moderada concentración de agentes biológicos en reservorios
desconocidos, fundamentalmente del grupo de riesgo 2 y en mínimo porcentaje
del grupo 3.
El nivel de bioseguridad en áreas microbiológicas queda determinado, en una
vinculación casi lineal, por la clasificación del agente con el cual se está
trabajando, es decir para un agente del grupo de riesgo 4 corresponde un
laboratorio de Contención máxima Nivel 4. En cambio, en áreas biomédicas,
los pacientes o las muestras pueden tener uno o más agentes biológicos de los
cuales desconocemos si están o no presentes, el tipo de agente, su
localización y su concentración por lo tanto el nivel de riesgo queda
determinado por la interacción probabilística que surge de la manera de realizar
el ―procedimiento‖ y no los agentes involucrados.
La actividad de la bioquímica clínica excede los límites de la mesada del
laboratorio, algunos de los procedimientos, como la toma de muestras,
involucran necesariamente el contacto con pacientes internados o
ambulatorios. El trabajo con sujetos determina que el control de variables sea
significativamente menor que en el área microbiológica donde se trabaja con
objetos (salvedad hecha de los lugares donde se trabaja con animales), dicho
de otra manera, una placa de petri permanecerá en reposo mientras que una
fuerza no actué sobre ella, en cambio el brazo de un paciente quizás
permanezca en reposo mientras realizamos una venopunción.
La respuesta operativa del área biomédica inicialmente fue la redacción de
manuales de bioseguridad a distintos niveles, donde se compilaron estándares
y normas basados en el Manual de Bioseguridad para Laboratorios de
Microbiología (MBL 1983,2005), sin embargo, dado que su enfoque estaba
basado en la contención física, no tuvo significativa eficacia en la prevención
del riesgo biológico, todavía hoy encontramos instituciones biomédicas con una
tasa de accidentes biológicos superior a 8 cada 100 trabajadores/año (50% del
total de siniestralidad). En dicho manual no encontraremos referencias respecto
al uso seguro de un auto analizador hematológico ni de la toma de muestras de
sangre por venopunción a pacientes.
Ante estas limitaciones y como una respuesta a las mismas surge a partir del
año 2000 el enfoque por procesos, el cual redefinió a la Seguridad Biológica
(SB) en áreas biomédicas como “la disciplina que analiza aquellos procesos en
los cuales la exposición a los agentes biológicos patógenos puede ocasionar
26
daño; e interviene sobre dichos procesos disminuyendo a un valor mínimo la
probabilidad de ocurrencia de la interacción y del daño”. Este enfoque permite
introducir la unidad de análisis o de observación el ―proceso‖ y las variables
―exposición‖ y ―daño‖ susceptibles de ser evaluadas cualitativa y
cuantitativamente.
En el área biomédica una NORMA es interpretada como la indicación de lo
―QUE‖ hay que hacer o lo ―QUE NO‖ hacer. Una norma clásica es “usar
guantes para la atención de pacientes”, sin embargo dejarla en el estadio de
norma no alcanza para minimizar el riesgo, ello se logra transformándola en un
procedimiento donde se debe Indicar con precisión, como usarlos, porque
usarlos, en qué momento de la atención usarlos, como se descartan, de donde
se obtienen, qué hacer cuando faltan, etc.
La Seguridad Biológica por un lado rechaza la transcripción acrítica de las
normas ya que pueden dar lugar a situaciones paradojales de riesgo. El manual
oportunamente citado señala ―las agujas hipodérmicas no se deben volver a
tapar, cortar ni retirar de las jeringuillas desechables después de utilizarlas”
(pag19); dicha norma aumentaría significativamente el riesgo por punción
durante una extracción de sangre ya obliga a manipular la jeringa con la aguja
puesta y cargar los tubos de muestras de esta manera. Por otro lado, recupera
aquellas normas consistentes con su entorno integrándolas y superándolas
dentro de Procedimientos Operativos de Alta Seguridad (POAS) propios y
definidos desde cada lugar.
Los estimadores cuantitativos basado en el análisis del daño permiten evaluar
la eficacia de los POAS, el registro de accidentes biológicos evalúa el daño
inespecífico ya incluye el daño síquico, por su sesgo de medición solo puede
discriminar el riesgo a nivel de actividades o profesiones en instituciones con
más de 200 trabajadores.
Otro estimador cuantitativo es el programa MABioR 1.1 basado en el método
del BioRIM optimizado (Jarne Ferrarotti 2003) es una matriz multidimensional
de análisis de riesgo que contempla las diversas interacciones continuas y
discontinuas de los agentes biológicos con el operador en un proceso definido.
Es un método de tipo probabilístico basado en la ecuación de W. Fine y la
Norma IRAM 80059, conforma un sistema de referencia relativo de exposición
que permite evaluar los riesgos biológicos asociados a procedimientos tanto en
la fase de diseño como en la ejecución del mismo.
El cambio estratégico planteado por la Seguridad Biológica permite no solo
cuantificar el riesgo biológico sino también el desarrollo de una significativa
disminución real del riesgo biológico en áreas biomédicas.
27
Bioseguridad en laboratorios de investigación médica
Sutich, E.
Prof. Asoc. Cátedra de Bacteriología – Fac. Ciencias Bioquímicas y
Farmacéuticas – Universidad Nacional de Rosario [email protected]
[email protected]
Directora de la Carrera Técnico Superior en Bioseguridad, Higiene y Seguridad
Laboral del Instituto Superior Particular Autorizado N° 4099 ―Sinapsis‖
Las medidas que llevan a instalar una adecuada bioseguridad en los
laboratorios de investigaciones biomédicas resultan de conjugar una serie de
factores. En primer lugar, los agentes biológicos que se clasifican en grupos de
riesgo, en función de ellos analizar el Nivel de Bioseguridad del laboratorio
donde se realizarán las prácticas y a su vez establecer los procedimientos
estándares de operación, las técnicas microbiológicas de laboratorio, los
elementos de protección personal y la infraestructura de las instalaciones, para
asegurar que se cumpla la protección biológica esperada con estos recaudos.
En definitiva debemos considerar las barreras primarias de protección que son
los elementos de protección personal (EPP) y cabinas de seguridad biológica
(CSB). Las barreras secundarias, lo constituyen el diseño de las instalaciones
internas. El diseño estructural de un edificio especializado constituye la barrera
terciaria. Y todo esto se completa con un Manual de Procedimientos, un
Programa de Aseguramiento de la Calidad y la capacitación del personal. Las
barreras primarias y secundarias como se estableció anteriormente protegerán
al personal, comunidad y medio ambiente.
La brucelosis es la infección bacteriana de laboratorio más frecuentemente
informada. Tanto B abortus, B canis, B melitensis como B suis han provocado
enfermedad en personal de laboratorio pero la mayoría de los casos se han
producido en instalaciones de investigación debido a exposición de Brucella
presente en grandes cantidades en los cultivos por contacto directo de la piel o
con especímenes clínicos infecciosos de animales (sangre, descargas
uterinas). Para los estudios de especímenes se recomienda el Nivel de
Bioseguridad 2 (NBS2), para las manipulaciones de cultivos y estudios
experimentales con animales se aconseja prácticas, equipo de contención e
instalaciones de Nivel de Bioseguridad 3 ( NBS3).
Las infecciones por Mycobacterium tuberculosis y M bovis constituyen un
peligro documentado para el personal de laboratorio sobretodo si están
expuestas a aerosoles debido a la susceptibilidad a la baja dosis infecciosa en
humanos: DI50< 10 bacilos y a la alta tasa de aislamiento en esputos y otros
especímenes clínicos sospechosos. Si no se generarán aerosoles se
recomienda NBS 2 y para las actividades que se generan aerosoles usar CSB
II . En caso de manipulación de cultivos se recomiendan prácticas, equipo de
contención e instalaciones del NBS 3.
Resumiremos a continuación los Niveles de Bioseguridad a tener en cuenta
con bacterias frecuentes que intervienen en infecciones de diversa gravedad en
el humano.
En caso de manipulación de materiales y cultivos potencialmente infecciosos
que se sospeche la presencia de alguna de las siguientes bacterias:
Clostridium botulinum, Bacillus anthracis, Legionella pneumophila, Neisseria
meningitidis, Salmonella typhi, Yersinia pestis, Bordetella pertussis, Chlamydia
spp se recomiendan las prácticas básicas, el equipo de contención y las
28
instalaciones del Nivel de Bioseguridad 2 y para las actividades que puedan
generar aerosoles o se utilicen cantidades de producción de organismos se
recomiendan las prácticas y los procedimientos de Nivel de Bioseguridad 3.
En otros microorganismos como Campylobacter, Salmonella spp salvo
Salmonella Typhi, Shigella spp, Vibrio cholerae, V parahaemolyticus,
Helicobacter pylori, Leptospira interrogans, Listeria monocytogenes,
Mycobacterium leprae, para las actividades con cultivos o con materiales
potencialmente infecciosos se recomienda las prácticas básicas, el equipo de
contención y las instalaciones de NBS2 y para las actividades con animales
infectados natural o experimentalmente se sugiere el desarrollo encuadrado
dentro del NBSA- 2 ( Nivel de Bioseguridad Animal 2).
Como prácticas básicas se entiende: restricción de ingreso al laboratorio,
lavarse las manos después de manipular materiales viables, después de
quitarse los guantes y antes de retirarse, no comer ni beber en el laboratorio,
no pipetear con la boca, manipulación segura de elementos cortantes,
minimizar la generación de salpicaduras y aerosoles, descontaminar las
superficies de trabajo al finalizar el día , descartar adecuadamente los residuos,
colocar una señal de advertencia de riesgo biológico al ingreso del laboratorio,
control de inmunización del personal, capacitación adecuada del personal,
denunciar derrames y accidentes que deriven en exposiciones a materiales
infecciosos.
NBS2 - comprende las prácticas básicas, ropa de protección y
descontaminación de materiales y desechos infecciosos. Usar equipos de
protección para contrarrestar aerosoles (CSBII) y centrífuga con tapa de
seguridad y las instalaciones básicas.
NBS3 - comprende las condiciones del Nivel 2, y ropa especial de laboratorio
para protección respiratoria, mucosas oculares y guantes. Específicamente se
deberá tener en cuenta: acceso limitado, laboratorio separado del área de
circulación del edificio, acceso a través de una antesala con dos juegos de
puertas, pisos y techos completamente sellados, movimiento de aire
unidireccional ( únicamente hacia el laboratorio) , aire del laboratorio expelido al
exterior previo paso por filtros HEPA, personal con EPP, manejo del agente
infeccioso en CSB, descontaminación de materiales y desechos , manejo
correcto de aparatos: CSB, centrífuga, estufas, autoclaves de esterilización de
2 puertas . Los elementos de protección personal deben ser: batas especiales
que se aseguran en la espalda mediante cordones, de cuello alto, mangas
largas con puños, barbijo, guantes, cubre zapatos y gorro.
La observancia del adecuado Nivel de Bioseguridad para cada caso, no solo
protege al personal sino también la comunidad donde se localiza el laboratorio
y al medio ambiente evitando escapes accidentales o no intencionales de
agentes biológicos.
Bibliografía
- CDC- NIH-2002.
Bioseguridad en Laboratorios de Microbiología y
Biomedicina – 4th Edición.
- Ministerio de Salud 2009 - Programa Nacional de Control de la Tuberculosis.
Normas Técnicas
- Univ. Nac. Autónoma de México 2007 -Manual de Procedimientos de
Bioseguridad.
29
Laboratorios de contención biológica NSB-4 OIE para el trabajo con
agentes exóticos
Schammas, J.
Los laboratorios NSB-4 OIE ó NSB-3 Agricultura son utilizados para el trabajo
con agentes exóticos, virus o bacterias del área veterinaria que ya sea por su
potencial de dispersión, la patogenia asociada y el ámbito geográfico-cultural
representan el máximo riesgo biológico para animales susceptibles pero
moderado para humanos (ej. Virus de la Fiebre Aftosa, Influenza Aviar, etc.).
En esta presentación se tratarán temas referidos a: requerimientos edilicios de
un laboratorio NSB-4OIE, su división en áreas con presiones diferenciales,
Unidad de Tratamiento de Aire (UTA), tratamiento de efluentes líquidos y
sistemas de descontaminación de efluentes sólidos, eliminación de residuos
biológicos e instrumental, control de acceso de personal y control de
ingreso/egreso/uso de material biológico, procedimientos de transporte de
material, plasticidad de las instalaciones y procedimientos para el trabajo con
diversos agentes exóticos, trabajo en animalarios NSB-4OIE para pequeños y
grandes animales, e interrelación y diferencias con un laboratorio de contención
biológica.
30
Bioseguridad en Odontología
Hermida Lucena, P.
El problema de la bioseguridad en odontología es difícil de solucionar,
considerando que la práctica profesional es de carácter individual, es decir, en
nuestro medio, el Odontólogo trabaja en consultorios particulares alrededor del
70 % en la ciudad de Rosario, y el resto en clínicas odontológicas en las que se
asocian algunos profesionales. Muy pocos lo hacen en sanatorios con
estructura de mayor complejidad.
Si bien existen inspecciones de los Colegios Profesionales con respecto a
algunos aspectos de la práctica odontológica, no está reglamentada la práctica
obligatoria del control de calidad de esterilización por calor seco y/o húmedo ni
tampoco los procedimientos de desinfección del instrumental luego de su uso ni
el de higiene del consultorio. Es importante en este tema remitirnos a una
reciente comunicación de ProMED-mail http://www.promedmail.org/ que es un
programa de la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas
http://www.isid.org/
―Una clínica dental de Tulsa (estado de Oklahoma) y las autoridades sanitarias
notificaron a 7.000 pacientes por el riesgo de haber podido ser contagiados en
sus instalaciones con el VIH o hepatitis en los últimos seis años y les pidieron
que se hagan pruebas, después de comprobar que los instrumentos utilizados
en la clínica no se habían esterilizado correctamente durante años. Asimismo,
aseguraron que el doctor responsable de la clínica dental está cooperando en
las pesquisas. Según la cadena de televisión CBS, el alerta se disparó cuando
uno de los pacientes dio positivo para la infección por el virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH) y hepatitis, pese a no haber estado expuesto
a riesgos. La investigación condujo la fuente del contagio a la clínica del Doctor
Scott Harrington. El Departamento de Salud del estado indicó que la
investigación ha encontrado que en la clínica se produjeron "numerosas y
graves violaciones de la leyes sanitarias y normas de seguridad" en la práctica
dental. Miles de pacientes podrían haber sido contagiados con el VIH o la
hepatitis B y C desde 2007”. Se agrega y se hace nuestro el siguiente
comentario ―Las normas sanitarias se han desarrollado para ser cumplidas
estrictamente, no por gusto se les conoce como 'Precauciones
Universales', lo cual implica su ámbito de aplicación en todos los lugares y en
todas las circunstancias. Cuesta trabajo creer cómo la negligencia puede poner
en riesgo a las personas. Las sanciones que puedan aplicarse no aliviarán la
salud de las personas afectadas, pero habrán de sentar un precedente al
respecto. Los establecimientos de salud tienen la obligación de cumplir las
normas; y las autoridades tienen el deber de hacer cumplir las normas, sin
excepciones ni negociaciones―
Con el objeto de contribuir a solucionar este déficit institucional, en la Cátedra
de Microbiología desde hace alrededor de 25 años estamos trabajando en el
tema tanto en el grado como en post grado tratando de concientizar a los
alumnos y profesionales sobre la necesidad de evitar la infección cruzada,
cuidando la salud del paciente, la de ellos y por ende la de la sociedad.
Ningún sistema es el ideal y para seleccionar el método a usar debemos tener
en cuenta eficiencia y costos, tanto del procedimiento seleccionado como el de
conservación del instrumental en uso.
31
El problema puede enfocarse desde varios aspectos:
1. Higiene del ambiente físico (consultorio)
2. Funcionamiento de equipos usados en desinfección y esterilización
3. Instrumental:
4. Manejo de los residuos
5. Barreras físicas
Las recomendaciones mínimas son:
Realizar en forma periódica el control de calidad de esterilización por calor seco
y/o húmedo por métodos biológicos (Según CDC cada 7 ciclos)
Realizar siempre en cada esterilización el control de calidad con un método
colorimétrico pero no confiar totalmente en los resultados, por la falta de control
de calidad de algunos sistemas que ofrece el mercado.
Seleccionar un compuesto eficiente para realizar la desinfección del
instrumental, es el problema más complejo y el que no tiene una solución de
certeza, ya que no debemos olvidar que el odontólogo trabaja siempre con
sangre y la recomendación de los CDC es: La sangre y otros líquidos de todos
los pacientes deben ser manipulados como si estuvieran contaminados por
microorganismos productores de enfermedad.
Recomendaciones generales:
1. Higiene del ambiente físico (consultorio)
- Al inicio y finalización de la consulta
- En cirugía e implantología normas de un quirófano
2. Funcionamiento de equipos usados en desinfección y esterilización.
- Control de calidad de esterilización por calor seco y/o húmedo cada siete
ciclos según CDC
3. Desinfección de alto nivel del instrumental. Utilizar el autoclave (sin
tiempo de secado) para realizar una desinfección del instrumental sucio
y luego proceder al lavado con un producto que no afecte la
conservación del instrumental.
4. Lavado y enjuague manual o mecánico
5. Preparación y embalaje
6. Esterilización 160ºC 1hora 30minutos o 180 º C 1 hora
7. Manejo de los residuos: Problema aun no resuelto en nuestro medio
8. Barreras físicas: Botas (si fuera necesario en cirugía), gorro, gafas,
barbijo, bata, guantes,
Otro problema es la producción de aerosoles con los equipos de turbina, para
ello y mientras se desarrollen tecnologías que disminuyan ese riesgo la única
posibilidad es el uso de barreras mecánicas: gorro, barbijo, gafas, guantes y
bata y en segundo lugar la higiene del consultorio diaria y entre pacientes.
No debemos olvidar un tema importantísimo: El lavado de manos y el cambio
de guantes y elementos descartables entre paciente y paciente, el uso de
guantes no invalida el lavado de manos entre persona y persona y recordar de
no lavarse las manos con los guantes puestos.
32
Bioseguridad en los laboratorios veterinarios
Argote Pelegrino, E. J.
Consejo Científico Veterinario de Cuba. Sociedad cubana de Microbiología
Veterinaria. [email protected]
El personal que labora en los laboratorios del servicio veterinario esta expuesto
al riesgo biológico, derivado de la manipulación y uso de microorganismos, o
muestras potencialmente infecciosas procedentes de animales de diversas
especies domésticas y silvestres, que pueden estar enfermos o ser portadores
de agentes biológicos inclusive zoonóticos, entre los más importantes:
brucelosis, tuberculosis, leptospirosis,
toxoplasmosis, salmonelosis,
tripanosomiasis y rabia además de otras entidades virales y fúngicas. En el
laboratorio a los trabajadores se les suma el riesgo de arañazos y mordeduras
al manipular los animales investigados o los animales de experimentación y
pueden contaminarse a través de las secreciones, la orina, heces fecales,
residuos de camas entre otros, así como por auto inoculaciones, sino se tienen
en cuenta estos peligros en la organización y el diseño de las instalaciones y
no se aplican las prácticas apropiadas y se emplean equipos de protección
individual y colectiva en correspondencia con los peligros identificadas en cada
laboratorio. En la actualidad se conoce que más del 75 % de las enfermedades
emergentes que afectan al hombre constituyen zoonosis por lo que la OMS 1
solicitó a los gobiernos colaboración para implementar las prácticas de
bioseguridad en los laboratorios. Por otra parte la OIE2 recomendó desarrollar
la gestión de la calidad en los laboratorios veterinarios aplicando la ISO
17025/2005. Estas consideraciones han conducido a elaborar una nueva
concepción del trabajo a nivel de los laboratorios, especialmente los vinculados
a la rama de la Medicina Veterinaria, en la que recomendamos integrar las
prácticas y regulaciones, principios y conductas intrínsecos de la Bioseguridad
con los similares relativos a los sistemas de gestión de la calidad, utilizando
herramientas de ambos para de forma armonizada y coherente establecer
acciones de gestión que constituyan los Sistemas de Gestión Integrados, en
este caso de Calidad-Bioseguridad (SGICB)3. . Esta gestión integrada, de
manera ideal debe iniciarse desde la etapa del proyecto de diseño de un
laboratorio, cuando ello no sea posible debe tomarse en consideración al
realizar acciones de remodelación, aplicando el análisis de riesgo particular
para cada instalación, lo cual permite identificar los peligros asociados a los
procesos a desarrollar en las condiciones específicas de cada laboratorio y
proyectar todas las medidas preventivas y/o correctivas para evitar
contaminaciones del personal o la liberación de agentes biológicos u otros
elementos agresivos al medio ambiente. El SGICB incluye los siguientes
componentes: 1) Establecer la política y objetivos de la Gestión de Calidad y
Bioseguridad basados ellos en la capacidad de impulsar dichas actividades en
la organización; 2) Estructura organizativa como medio para adecuar el
ordenamiento funcional existente a las necesidades del laboratorio; 3) Asignar
responsabilidades individuales como forma para asegurar el compromiso y la
participación de las personas en los diferentes niveles y funciones de la
estructura organizativa; 4) Diseño, medio ambiente físico y espacios
apropiados para hacer las prácticas seguras y minimizar el riesgo 5) Procesos
y conductas que deben regir los sistemas y su funcionamiento; 6)
33
Documentación, flujo de regulaciones, procedimientos y registros 7) Sistemas
de información que garanticen el cumplimiento de los marcos legales
establecidos y que permitan evaluar los resultados y darlos a conocer de
manera oportuna a todos los interesados; 8) Recursos humanos, materiales y
financieros, que constituyen los activos básicos de la organización,
garantizando personal con apropiado entrenamiento y orientación en la calidad
y bioseguridad, así como garantizar las
relaciones con el entorno
(proveedores , clientes, sociedad ), 9)Control de los procesos, evaluando la
calidad y la bioseguridad para asegurar la confiabilidad de los servicios; 10)
Auditorias para evaluar la efectividad de la gestión integrada . Un sistema de
gestión integrado de esta forma, es un valioso instrumento para controlar y
prevenir los riesgos biológicos, garantizar la fiabilidad de los resultados y lograr
la mejora continua de la calidad y el perfeccionamiento constante del sistema
de bioseguridad que respalde los servicios que brindan los laboratorios de
veterinaria, cualquiera que sea su nivel y proyecciones de trabajo. Los sistemas
integrados han demostrado su efectividad, racionalidad y aplicabilidad, lo que
ha posibilitado que se utilicen de forma progresiva en la esfera de la salud
animal y más recientemente en instituciones de salud pública con una
favorable acogida.
Bibliografía
1. OMS-2005 Asamblea Mundial de la Salud Reforzamiento de la bioseguridad
en el laboratorio. WHA 58.29. 58ª Punto 13.9 del orden del día 25 de mayo
de 2005.
2. OIE 2008. Norma de calidad y directrices de la OIE para los laboratorios
veterinarios: enfermedades infecciosas. Segunda edición París, Francia pp
73.
3. Argote E., Hernández A., Verdera, 2010. J. Gestión de la calidad y
bioseguridad en los productos biofarmacéuticos. Consejo Científico
Veterinario Sociedad Cubana de Microbiología Veterinaria de Cuba.
Impresiones MINAG.pp 30.
34
Bioseguridad en laboratorios de Biotecnología y Sanidad Vegetal
Ramos Lima, M.
Facultad de Medio Ambiente. Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias
Aplicadas, La Habana, Cuba. [email protected]
La expansión de plagas de gran poder destructivo ha sido uno de los
problemas estratégicos más importantes, por lo que ha recibido una atención
preferente y ha sido objeto de reuniones, talleres, asistencia técnica, durante
los últimos años. A esto se une que la situación fitosanitaria ha empeorado
notablemente con la aparición de nuevas plagas, la re-emergencia y expansión
de otras, así como con la introducción de algunas de alto poder destructivo,
que hasta el momento no se encontraban registradas; además de la
introducción de artrópodos que son vectores de enfermedades. Durante el
quinquenio pasado quedó científicamente demostrado que el planeta está
sufriendo un profundo cambio climático, que afecta a todos los países, esto ha
provocado grandes pérdidas agrícolas, unido al cambio de comportamiento de
plagas y de sus agentes de control biológico1.
Consecuentemente, ha aumentado la ejecución de proyectos de investigación
dirigidos a la solución de todos estos problemas. Esto ha implicado el
desarrollo de muchas investigaciones basadas en estudios bioecológicos de
las plagas y sus enemigos naturales, de métodos de control y manejo,
utilización
nuevos
bioestimulantes
foliares,
plaguicidas
biológicos,
biofertilizantes, entre otros, con el consiguiente incremento en la manipulación
de agentes biológicos de riesgo en los laboratorios de Sanidad Vegetal o de
Biotecnología.
Este nuevo contexto origina situaciones riesgosas y puede provocar desastres
fitosanitarios, si la Bioseguridad en esas instalaciones no se aplica de forma
adecuada: resultaría inadmisible que a la compleja situación fitosanitaria que ya
existe, se sumaran plagas que no estuvieran debidamente contenidas en esos
laboratorios. Ante esta perspectiva, la Seguridad Biológica esta llamada a jugar
un papel fundamental, de manera tal que el escape de los organismos que se
manipulan en las instalaciones, no constituya un factor de riesgo adicional
para la agricultura. Durante el trabajo diario en los laboratorios de Sanidad
Vegetal y Biotecnología tienen lugar situaciones de potenciales riesgos que
varían según el agente patógeno y los procedimientos utilizados. La
dispersión de organismos que dañan a las plantas hacia el medio ambiente de
forma incontrolada podría
provocar graves problemas fitosanitarios, de
consecuencias impredecibles y por otra parte, la manipulación de agentes de
control biológico como cepas de Bacillus thuringiensis o de hongos de los
géneros Tricoderma sp., Beauveria sp. o Lecanicillum sp. pueden ocasionar
enfermedades profesionales a los trabajadores, si no se manipulan con todas
las medidas de seguridad que requieren2.
La Bioseguridad, si se aplica correctamente, reduce a un nivel aceptable el
riesgo inherente a la manipulación de estos materiales peligrosos. Por tanto,
las prácticas y procedimientos, el equipamiento y el diseño del laboratorio
deben ser partes integrantes fundamentales en el esfuerzo de la Protección
Vegetal y de la salud de los trabajadores en el ejercicio de sus funciones. Las
características especiales del trabajo en estos laboratorios hacen necesarias
la implementación de normas, en este sentido la capacitación es un factor
clave en la eficacia de los programas de Bioseguridad y esta debe ser
35
facilitada a todas las personas que están expuestas a los riesgos del
laboratorio y que manipulen agentes de riesgo que puedan ser liberados al
medio; un programa de Bioseguridad gestionado por profesionales bien
entrenados, con un alto grado de participación por parte de los trabajadores,
puede evitar el escape
de esos organismos al medio, disminuir las
probabilidades de enfermedades laborales e incrementar la satisfacción del
trabajador y de su productividad. Existen además riesgos asociados a la
manipulación de bioplaguicidas: afectación a organismos no blanco,
patogenicidad al hombre y riesgos a la salud humana durante el proceso
productivo, entre otros aspectos, los que también deben ser objeto de análisis
de riesgo y por tanto de la gestión en Bioseguridad. De ahí que, diferentes
medidas de Bioseguridad deban ser consideradas en los distintos niveles de
experimentación: laboratorio, casas verdes, medio confinado, campo
experimental y campo en programa piloto. En todos ellos debe ser el
denominador común la clasificación de los agentes que se manipulen y
consecuentemente la instalación, los requisitos de diseño, prácticas y
procedimientos apropiados, equipos de seguridad biológica, prever la entrada
de artrópodos y otros vectores, identificar los riesgos y su magnitud, estimar la
probabilidad de su ocurrencia, categorizarlos, clasificarlos, identificar y valorar
los potenciales efectos directos e indirectos sobre la salud humana, el
ambiente, la Biodiversidad y considerar su impacto en la productividad
agropecuaria y cuando se requiera, la valoración de los potenciales efectos
socioeconómicos que puedan derivarse3.
Bibliografía
1. FAO, 2010. Desarrollo de capacidades en Bioseguridad experiencias y
perspectivas de la FAO. En: www.desarrollo.capacidades_bios.htm Acceso:
26/ 3/2013
2. Selléz, Martha M. 2012. Bioseguridad en centros de reproducción de
entomopatógenos. Tesis Maestría Bioseguridad. Febrero, 2012, 81p
3. FAO, 2001. La Bioseguridad en los Sectores de la Alimentación y la
Agricultura. Tema 8 Programa Provisional. Comité de Agricultura. 16º
período de sesiones. En:www.FAO-comité_agricultura.htm. Acceso
26/3/2013
36
Diseño de seguridad en las instalaciones con riesgo biológico
Rodríguez Dueñas, J.
Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas (InSTEC), La Habana,
Cuba. [email protected]
La bioseguridad tiene tres etapas de desarrollo, la primera, relacionada con el
surgimiento y desarrollo de la microbiología. Para su estudio e implementación
se identificó como Bioseguridad Clásica ubicándose dentro de la seguridad
laboral como un sector de la seguridad y la salud pública que se ocupa de
proteger la salud de los trabajadores, controlando el entorno laboral para
reducir o eliminar los riesgos, en particular los asociados con la manipulación
de los agentes infecciosos, la solución del diseño de tales instalaciones y el
establecimiento de prácticas apropiadas. Esta etapa de desarrollo se refiere a
la bioseguridad en las instalaciones con riesgo biológico por ser los lugares
donde se manipulan los agentes biológicos en pequeña y gran escala en
niveles de bioseguridad desde I hasta el IV. (1)
La tercera etapa, bioseguridad científica, incluye a las anteriores y requiere
de fundamentos científicos, teóricos y metodológicos para la evaluación y la
gestión del riesgo biológico. En 1975 la Conferencia Internacional sobre ADN
recombinante en Asilomar, California, elaboró las bases para formular
directrices y guías de seguridad, surgiendo el concepto de contención biológica
y el reconocimiento de establecer niveles de contención física y precauciones
de seguridad para los experimentos recombinantes. (2)
Esta presentación se plantea como objetivo identificar los objetivos y principios
de la bioseguridad para su implementación en el diseño, construcción y
explotación de las instalaciones con riesgo biológico.
Para su ejecución se utilizaron los métodos de investigación empírico-analítico,
el histórico lógico y el de investigación documental aplicando la técnica del
estudio comparado.
Las medidas y dispositivos de seguridad con un sostén empírico, a partir de la
propia experiencia acumulada por los trabajadores directamente expuestos,
han evolucionado gradualmente, siendo más efectivos en la medida que se
conocen las propiedades de los agentes biológicos, el comportamiento de los
animales de laboratorio, sus enfermedades y ectoparásitos; así como los
factores y las causas que originan una contaminación. La ausencia, de
fundamentos científicos, de procedimientos regulatorios y de una política
estatal repercutió en la protección de los trabajadores surgiendo enfermedades
por causa de las contaminaciones ocurridas en las instalaciones con riesgo
biológico. (2)
El tema de los riesgos ha adquirido particular importancia al mostrar la opinión
pública mayor preocupación por las nuevas tecnologías y los accidentes
industriales. La palabra riesgo expresa la posibilidad de pérdida de la vida o
daño a las personas y la propiedad. Las actividades con agentes biológicos y
organismos vivos traen aparejados riesgos que se traducen ocasionalmente en
pérdida de vidas humanas, daños a la salud y pérdidas económicas de
consideración sin embargo la percepción del riesgo no responde a la jerarquía
que la actividad requiere. Estos pueden ser aceptados en dependencia de los
beneficios que la actividad reporta, de la importancia comparativa respecto a
otros riesgos de la vida diaria; así como de la percepción que se tenga de los
37
mismos. (3)
El riesgo biológico en las instalaciones surge por los agentes microbianos que
se manipulan y pueden contaminar al personal y al medio laboral, al ser
transmitidos por aerosoles, vectores y animales; al ocurrir accidentes en el uso
de los equipos; por roturas en los sistemas técnicos ingenieros; por malas
condiciones de limpieza y por baja percepción del riesgo. (3)
La ingeniería de seguridad, estudia entre otros: el diseño de los lugares de
trabajo y de los sistemas de seguridad, la incidencia de los riesgos, los
métodos y prácticas de actuación y la formación de los trabajadores
directamente expuestos, sus capacidades y limitaciones y exige un examen en
profundidad de todos los accidentes que se han producido o han estado a
punto de producirse con el fin de encontrar y eliminar combinaciones de
elementos que puedan provocar nuevos riesgos. (3)
Se deben aplicar e instrumentar objetivos y principios básicos que aseguren
confiabilidad en la explotación de las instalaciones donde se manipulen
agentes biológicos. Los principios básicos que se apliquen en la bioseguridad
deben garantizar, acercarse al indicador de la frecuencia de casos de
contaminación establecidos por Phillips para ello se identifican los objetivos
siguientes: El Objetivo General de Seguridad Biológica; el Objetivo de
protección biológica y el Objetivo de la seguridad técnica y los cuatro principios
básicos que se relacionan a continuación: (3)
Los Principios fundamentales de gestión (Cultura de Seguridad,
Responsabilidad de la entidad explotadora y el Control y verificación
reglamentarios); Los Principios de defensa en profundidad (Defensa en
Profundidad, Prevención de accidentes y Mitigación de accidentes); Los
Principios técnicos generales (Prácticas de Ingeniería de eficacia comprobada,
Garantía de Calidad, Factores humanos, Evaluación y Verificación de la
seguridad, Protección contra los agentes biológicos y la experiencia de
explotación e investigación en materia de seguridad) y Los Principios
específicos (Emplazamiento, Diseño, Fabricación y Construcción, Puesta en
Servicio, Explotación, Gestión de accidentes y Preparación para casos de
emergencia) (3)
Se identificaron los principios que deben ser aplicados en el diseño,
construcción y explotación de las instalaciones con riesgo biológico.
Bibliografía
1. Rodríguez, J. 2007. Proyecto de tesis para optar por el grado científico de
Doctor en Ciencias Técnicas. InSTEC. Cuba.
2. Rodríguez, J. Argote, E. Rodríguez, O. 2001. Temas de Seguridad Biológica.
Editora Félix Varela. La Habana. Cuba. 338 páginas. ISBN 959-268-121-5.
3. Rodríguez, J. 2007. Bioseguridad en instalaciones con riesgo biológico.
Tomo I. 142 páginas. Editora MINREX. La Habana. Cuba.
38
Análisis y evaluación del riesgo biológico
Argote Pelegrino, E.J.
Consejo Científico Veterinario de Cuba. Sociedad Cubana de Microbiología
Veterinaria. [email protected]
El análisis de riesgo constituye un proceso ampliamente utilizado para enfrentar
los peligros biológicos de diversas índoles en el campo de las investigaciones
biotecnológicas, en los servicios, en la producción y en la docencia de los
sectores de la salud humana, animal y vegetal.
El análisis de riesgo es el proceso que permite identificar los peligros y
determinar la probabilidad de riesgo, constituyendo la piedra angular para
desarrollar el proceso de decisiones, sobre conocimientos científicos y la
información más actualizada y se utiliza para elaborar una estimación de los
riesgos para la salud y la seguridad e identificar y aplicar medidas adecuadas
para controlar los riesgos y comunicarse con las partes interesadas para
notificarles los riesgos y las medidas aplicadas 1,2.
Entre los objetivos del proceso de Análisis de los riesgos podemos señalar:
a)Identificar y valorar, caso a caso y paso a paso, los posibles efectos
adversos para la salud y el medio ambiente ya sean directos o indirectos,
inmediatos o a largo plazo que puedan producirse durante un proceso en el
cual está involucrada la presencia de agentes biológicos. b) Identificar los
peligros, analizar la probabilidad de su ocurrencia y estimar además sus
consecuencias para tomar las medidas más adecuadas que permitan tomar
decisiones de carácter preventivo, estableciendo un nivel aceptable de
seguridad con un balance adecuado entre los riesgos y los beneficios y C)
Establecer una metodología que permita la evaluación predictiva de los riesgos
a partir de conocimientos históricos existentes.
El análisis de riesgos como un proceso consta de tres componentes:
• Evaluación de riesgos: proceso científico que consiste en los pasos
siguientes: identificación de peligros; caracterización de peligros; evaluación
de exposición; y caracterización de riesgos.
• Gestión de riesgos: proceso que permite ponderar las distintas opciones
normativas, en consulta con todas las partes interesadas y teniendo en cuenta
la evaluación de riesgos y otros factores relacionados con la protección de la
salud, seleccionar las posibles medidas de prevención y control apropiadas.
• Comunicación de riesgos: intercambio interactivo de información y
opiniones a lo largo de todo el proceso de análisis de riesgos, sobre los
peligros y riesgos, los factores relacionados con los riesgos y las percepciones
de los mismos y de los fundamentos de las decisiones relacionadas con la
gestión de riesgos.
La identificación del peligro, constituye una etapa esencial que debe preceder
a la evaluación de riesgo y para evitar las posibles omisiones se cuenta con
una serie de herramientas1 para facilitar la identificación de los peligros.
Una vez terminadas, las evaluaciones del riesgo deben ser consultadas
periódicamente y revisadas cada vez que sea preciso, teniendo presente que el
riesgo 0 no existe, pero regularmente el potencial de error humano esta
presente.
Basados en la guía del CDC3 se proponen 5 pasos esenciales para la
evaluación del riesgo biológico:
39
Paso 1. Identificar los peligros asociados con la manipulación de los agentes
infecciosos o muestras que los puedan contener, siendo de importancia valorar
el nivel de riesgo, la ruta de transmisión y los efectos negativos a la salud de los
trabajadores y al medio ambiente.
Paso 2. Identificar y evaluar los procesos que pueden influir: barreras primarias
y secundarias (prácticas y procedimientos apropiados, equipos y diseño de la
instalación).
Paso 3. Considerar la competencia y experiencia del personal de la instalación.
Paso 4.Establecer prioridad de los peligros identificados con sus medidas de
gestión.
Paso 5 Desarrollar controles y monitoreos para minimizar la exposición .
Bibliografía
1. Argote E; A. Fernández, y O Rodríguez 2011.Actualidades en el Análisis de
riesgo biológico CCV. ISBN-978-959-7190-.Impresión MINAG, 42p Cuba.
2. Sensi, A., Brandenberg, O., Ghosh, K., Sonnino 2011, A. Biosafety resource
book. Module C Risk Analysis ISBN 978-92-5-106718-5 FAO . Rome, , 81
pp.
3. CDC Guidelines for Safe Work Practices in Human and Animal Medical
Diagnostic Laboratories. Recommendations of a CDC-convened, Biosafety
Blue Ribbon Panel. MMWR Supplement / Vol. 61 January 6, 2012.pp182.
40
Gestión y comunicación del riesgo
Rodríguez Dueñas, J.
Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas (InSTEC), La Habana,
Cuba. [email protected]
El principal objetivo de la Seguridad Biológica es evitar que un agente patógeno
infecte a las personas que están en contacto con él, así como evitar su escape
del lugar donde se está manipulando para que no se convierta en un problema
de Salud Pública. Las actividades con agentes biológicos y organismos vivos
traen aparejados riesgos que se traducen ocasionalmente en pérdida de vidas
humanas, daños a la salud y pérdidas económicas de consideración. (1)
La palabra riesgo expresa la posibilidad de pérdida de la vida o daño a las
personas y la propiedad. Las técnicas de evaluación que emergen como
herramientas constituyen valiosos aportes para la gestión de la seguridad en
instalaciones que poseen riesgos potenciales de accidentes con emanación de
productos tóxicos y contaminantes, que pueden afectar significativamente a la
población y al entorno circundante. (1)
Esta presentación se plantea como objetivo comprender el alcance de la
gestión del riesgo y su estrecha vinculación con la comunicación del riesgo
como factor desencadenante de las decisiones que se tomen por la evaluación
del riesgo.
Para su ejecución se utilizaron los métodos de investigación empírico-analítico,
el histórico lógico y el de investigación documental aplicando la técnica del
estudio comparado.
La gestión de la prevención de los riesgos biológicos requiere, como cualquier
sistema de gestión de la prevención, de una evaluación previa de los riesgos.
«si el riesgo no es identificado, no puede ser gestionado» . En el campo de la
prevención de los riesgos biológicos en el trabajo, la evaluación de riesgos
adquiere unas características específicas, dada la necesidad de identificar los
agentes biológicos implicados en un proceso como paso previo a la propia
valoración del riesgo. (1)
La gestión y la comunicación del riesgo forman parte del proceso para el
análisis de riesgo. La gestión es el procedimiento que permite, una vez
caracterizado el riesgo, aplicar las medidas mas adecuadas para reducir al
mínimo los efectos adversos que pudieran presentarse y poder mitigar sus
efectos. Implica la toma de decisiones. Se corresponde con uno de los
objetivos de la bioseguridad y está determinada por la evaluación del riesgo . (1)
Su ejecución debe tener en consideración, entre otros: la severidad de los
efectos adversos a la salud en general y a la sanidad vegetal; los impactos al
medio ambiente, económicos y sociales. Se tiene en cuenta la existencia de
uno o varios órganos reguladores y sus legislaciones y los convenios
internacionales de los cuales el país es Estado Parte.
La comunicación del riesgo es la etapa donde se informa a los usuarios y a los
interesados; así como a la población los resultados de la evaluación del riesgo.
(2)
Transita en primer lugar por el otorgamiento de una autorización a la entidad
que haya presentado la correspondiente solicitud, donde se señalan las
limitaciones que han de tenerse en consideración y se conocen como
condiciones de vigencia. El órgano regulador chequeará periódicamente el
cumplimiento dado a tales limitaciones tomando las medidas pertinentes, entre
las que destacan las multas, las suspensiones y las obligaciones de hacer. (1)
41
Los resultados son comunicados a los decisores de niveles superiores. Por otra
parte la comunicación transita por un proceso de educación y concientización
del público para que participe en la toma de decisiones. Se debe tener en
cuenta la existencia de mecanismos de intercambio de información a los
niveles nacional e internacional para colocar las decisiones tomadas por cada
país, un ejemplo de este procedimiento los es el mecanismo de intercambio de
información del Protocolo de Cartagena (BCH) sobre seguridad de la
biotecnología, donde se colocan, entre otros, las aprobaciones o negaciones
sobre un producto genéticamente modificado; así como los resultados de las
evaluaciones de riesgo, las oportunidades para crear capacidad, etc. (2)
En Cuba la gestión y la comunicación del riesgo recaen en un organismo
regulador, que es el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente y un
órgano que es el Centro Nacional de Seguridad Biológica, encargado de
desarrollar los procesos de análisis para emitir la correspondiente autorización
de bioseguridad. (3)
El proceso de gestión del riesgo y su comunicación son partes inseparables del
análisis de riesgo, reviste un procesamiento muy complejo donde participan
todos los actores desde el solicitante de una propuesta, la emisión de una
autorización transitando por los tomadores de decisiones, los interesados hasta
el público en general.
Bibliografía
1. Rodríguez, J. Argote, E. Rodríguez, O. 2001. Temas de Seguridad Biológica.
Editora Félix Varela. La Habana. Cuba. 338 páginas. ISBN 959-268-121-5.
2. PNUMA. 2000. Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología.
Montreal. 2000.
3. Consejo Estado. 1999. Decreto Ley 190 sobre la seguridad biológica.
República de Cuba. 1999.
42
Bioseguridad en el manejo de desechos biológicos hospitalarios
Pampaluna, J.G.
Hospital Dr. Roque Sáenz Peña. Rosario. Médica Pediatra Neonatóloga
La bioseguridad según la OMS es un sistema de conocimientos, actitudes y
prácticas que promueven la prevención de accidentes laborales en el campo de
laboratorio y práctica médica, o bien como una doctrina del comportamiento
que compromete a todas las personas del ambiente asistencial con el fin de
diseñar estrategias que disminuyan los riesgos(1)(7)(8)(9).
Se basa en tres aspectos fundamentales:
Universalidad: las medidas deben involucrar a todos los pacientes y
trabajadores de la salud, asumiendo que todos los fluidos y secreciones
presentan riesgo biológico.
Uso de barreras: con el fin de evitar la exposición directa con la sangre u otros
fluidos, establece medidas o elementos que se interpongan con el material
contaminado
Medidas de eliminación de material contaminado: comprende el conjunto de
dispositivos y procedimientos que permita la eliminación adecuada de los
mismos con el fin de evitar riesgos.
El medio hospitalario genera diariamente una gran cantidad de residuos de
distinta categoría, los que necesariamente deben ser clasificados para
asegurarse la eliminación correcta de los mismos y así respetar las normas de
bioseguridad. Los residuos de establecimientos de salud (RES) se clasifican
como Residuos sólidos urbanos, no representa un peligro inmediato para la
salud, difícil de reciclar y cuya eliminación se realiza igual que los domiciliarios,
aquellos con riesgo biológico (biocontaminados, infecciosos o patogénicos)
resultado de las practicas realizadas en las distintas etapas de la atención de la
salud y pudieran contener microorganismos patógenos como bacterias, virus,
parásitos, hongos y los residuos especiales o peligrosos: citostáticos,
mercurio, pilas, químicos de laboratorio(2)(3)(4).
La mayoría de los residuos hospitalarios no implican un riesgo mayor que los
residuos sanitarios urbanos, pero el mal manejo de los mismos puede
contaminar aquellos que inicialmente no estaban dentro de la categoría de
infecciosos, es decir que el principal riesgo esta en relación con la
manipulación dentro de los establecimientos. Se debe definir cuales son los
residuos que requieren tratamiento especial para su eliminación, siendo que el
material punzo-cortante es el que conlleva mayor riesgo. El manejo adecuado
permitirá prevenir, disminuir y controlar infecciones tanto en los pacientes como
en el personal, la comunidad y el medio ambiente (3)(6).
Gestionar sobre el manejo de los residuos es una ardua tarea que
necesariamente debe contar con el apoyo de los directivos, el compromiso de
los trabajadores y los medios económicos adecuados.
La separación correcta de los residuos permite minimizar los costos y disminuir
los riesgos de contaminación. La elaboración de normas internas basadas en el
estudio bibliográfico minucioso y la experiencia de otros efectores, a cargo de
una comisión dedicada a la gestión de residuos, permitirá lograr los objetivos
de mejorar el manejo de los mismos con el fin de prevenir accidentes y evitar la
contaminación. Es también importante contar con un programa de seguridad y
salud, con un enfoque integral que incluya controles, buenas practicas de
trabajo, equipos de protección personal y un programa de vigilancia medica,
43
basado en la recolección de datos del estado de salud de los trabajadores
expuestos (6).
Residuos patogénicos:
 Anatomo patológicos y quirúrgicos
 Sangre o derivados, fluidos corporales, residuos
generados en Unidad de diálisis
 Material biológico, cultivos, vacunas y todo material
empleado en sala de microbiología para cultivar y
conservar agentes microbianos
 Punzo-cortantes
 Restos anatómicos de animales de investigación
 Material proveniente de Salas de aislamiento
La capacidad que tienen los residuos de provocar patologías en el personal
depende de varios factores: Presencia del patógeno, concentración del mismo
para tener capacidad infectiva, huésped susceptible y presencia de una puerta
de entrada.
Etapas a someter los RES: generación - separación en origen - disposición acondicionamiento en el área generadora, incluyendo la desactivación, si
corresponde - transporte interno - almacenamiento - disposición final.
Todo material que se incluya en Biocontaminados deberá disponerse en Bolsa
Roja, no menos de 60 micrones de espesor, 60cm por 90 cm, salvo en
quirófano que deberá ser de 45cm por 60 cm, llenarlo en sus 2/3 partes y
colocar precinto de plástico combustible; el material punzo-cortante en
contenedores de paredes impermeables rígidas, que no puedan ser perforadas,
colocados cerca del personal que lo este manipulando, llenándose hasta los
2/3 de su capacidad, taparlo y descartándolo en bolsa roja. Como disposición
final de los residuos patogénicos se realiza tratamiento por autoclavado (3).
Es aconsejable el autoclavado previo al descarte, en caso de cultivos en placa
o tubo, y de vidrios contaminados, estos deberán colocarse en recipiente de
plástico duro para su eliminación.
Pañales, sondas de alimentación, moldes de dentaduras y sachets de suero,
solo se descartaran en bolsa roja si hubieran estado en contacto con sangre o
fluidos. Todo lo proveniente de salas de aislamiento deberá descartarse en
bolsa roja.
La bioseguridad contempla también el uso de Equipos de Protección Personal,
los que constituyen una barrera para la entrada de material infectado tanto del
paciente como del personal de salud. Incluye: barbijos, antiparras, delantales,
guantes, botas y gorros (4).
La bioseguridad en la legislación argentina esta contemplada en la ley Nº
24051 de 1993 de residuos peligrosos y su reglamento, decreto Nº 831 (1993)
Resolución 134 de 1998, aprueba la Guia de eliminación de residuos
patológicos sólidos generados en los establecimientos de salud.
El manejo inadecuado de los desechos hospitalarios está considerado como
uno de los principales factores de riesgo ocupacional, y no sólo es una
problemática inherente a las instalaciones sanitarias, sino que constituyen un
problema de salud pública, ya que a través de ellos se pueden transmitir gran
número de enfermedades.
El Estado tiene una importante tarea en este sentido, fundamentalmente en la
reglamentación
legal,
así
como
en
la
exigencia
y
control.
El personal de salud en general tiene la misión de cumplir las normas de
44
Bioseguridad establecidas sin olvidar la importancia de la participación
ciudadana (6).
Bibliografía
1. Torres Valle, A. Principios básicos de la bioseguridad 2011.
2. Normas generales de clasificación y acondicionamiento de residuos
hospitalarios Comité de gestión interna de residuos Diciembre de 1998.
3. Wagner A. Marinozzi C. Proyecto de implementación del plan de gestión
interna de residuos hospitalarios. 2003.
4. Mondol Pinto S. Manual de Bioseguridad y manejo de Residuos hospitalarios
Clinica de Maternidad R.Calvo, Cartagena, agosto 2009.
5. Rodriguez G. Trindade G. Gestion integral de Residuos Hospitalarios
CENAQUE Uruguay 2010.
6. Gambino Nodarse D. Manejo de desechos hospitalarios desde la óptica de
la bioseguridad. Revisión Bibliográfica. Abril 2012.
7. Barriga Angulo, Gustavo Dr.; Castillo Torres, Noemí Patricia Dra.
SEGURIDAD EN EL LABORATORIO. Rev. Méx. Patol. Clin. 34(1):12-16.
8. Spence, A.A.; Cohen, E.N.; Brown, B.W.; Knill-Jones, R.P.; Himmelberger,
D.U. OCCUPATIONAL HAZARDS FOR OPERATING ROOM. JAMA
1977:238:955-959.
9. Omenn, G.S.; Morris, S.L. OCCUPATIONAL HAZARDS TO HEALTH CARE
WORKERS. American Journal of Industrial Medicine 1984:6(2):129-37.
45
Riesgos por la introducción de organismos genéticamente modificados y
exóticos
Ramos Lima, M.
Facultad de Medio Ambiente. Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias
Aplicadas, La Habana, Cuba. [email protected]
Se denominan especies exóticas a aquellos organismos que habiendo sido
trasladados más allá de sus límites naturales de distribución, son capaces de
establecerse de manera espontánea en los nuevos ambientes donde son
introducidos, causando allí impactos severos sobre la diversidad biológica, la
economía, la salud pública y sobre valores socioculturales. Los organismos
genéticamente modificados, que hoy día son liberados deliberadamente al
medio ambiente, están considerados típicas especies exóticas y de forma
general pueden provocar impactos similares.
Las actuales tendencias de globalización del comercio, del cambio climático y
la acelerada aplicación de los productos de la moderna biotecnología, con
diferentes fines permiten anticipar que la liberación al medio de especies
exóticas y de organismos genéticamente modificados aumente en volumen, en
el futuro cercano. Enfrentar esta situación implica coordinar de manera efectiva
múltiples actores que tienen relación con la introducción, la dispersión y el
control de aquellas especies que representan un riesgo actual o potencial para
el ambiente, la economía y el bienestar de la población1.
La comunidad científica reconoce que tanto la introducción de especies
exóticas como la ingeniería genética pueden contribuir a incrementar y
diversificar la producción y productividad en la agricultura, pueden dar lugar a
mayores rendimientos en tierras marginales, tener impactos positivos en la
silvicultura, la pesca y por tanto, incrementar el nivel de bienes de consumo
para el hombre. No obstante, también se han identificado riesgos potenciales
tanto por la introducción de los productos de la moderna Biotecnología, como
por las especies exóticas. Tales riesgos pueden clasificarse en dos categorías
fundamentales: los efectos en la salud humana, animal y vegetal y, las
consecuencias ambientales2.
La posibilidad de polinización cruzada, por medio de la cual el polen de los
cultivos genéticamente modificados se difunde a cultivos no modificados en
campos cercanos, la resistencia a herbicidas, que podría dar lugar al
desarrollo de malezas más agresivas trastornando el equilibrio del ecosistema,
la resistencia a Bacillus thuringiensis, por ejemplo, en poblaciones de insectos,
los riesgos para especies que no diana, como aves y mariposas por el contacto
con plantas con genes insecticidas, pérdida de la Biodiversidad, riesgos para la
salud, al transferir toxinas de una forma de vida a otra, por la creación de
nuevas toxinas o por la transferencia de compuestos alergénicos de una
especie a otra, que pudieran dar lugar a reacciones alérgicas imprevistas, son
los principales riesgos que se señalan por la liberación de organismos
genéticamente modificados. Mientras que, cuando se introducen especies
exóticas uno de los efectos más peligrosos es que tengan consecuencias
directas sobre la salud humana al ser portadoras de enfermedades, ya sea
directamente de persona a persona, o a través de vectores; en el ámbito
ecológico, pueden alterar la abundancia de las especies e incluso causar la
extinción de las nativas contribuyendo de esta manera a la homogeneización
del paisaje, son responsables de grandes pérdidas económicas debido al daño
46
generado en la producción de las cosechas, a la ganadería y a las pesquerías;
también ocasionan costos elevados derivados del control o la erradicación y
están consideradas como una de las causas principales de la pérdida de la
Biodiversidad 2,3.
Ante este problema, se impone la adopción de medidas de Bioseguridad que
ayuden a mitigar los riesgos potenciales, tanto por la introducción de especies
exóticas, como por la liberación de organismos genéticamente modificados:
realizar análisis de riesgos antes de la liberación e incluir fases de monitoreo
subsecuentes4, basar la introducciones en resultados científicos comprobados
a diferentes escalas, garantizar instalaciones de experimentación a pequeña y
gran escala con todos los requisitos exigidos de Bioseguridad, asegurar marcos
legales e institucionales suficientes para los objetivos propuestos, crear
capacidades para el público y los interesados y asegurar suficiente
financiamiento, pudieran ser las medidas básicas e imprescindibles para iniciar
un proceso de liberación o introducción.
Bibliografía
1. Sequeira, R.A. 2002. Evaluación del impacto de las especies exóticas en el
medio ambiente: Norma suplementaria de las directrices sobre el análisis de
riesgo de plagas de la CIPF. NAPPO Symposium Puerto Vallarta, México,
82p
2. Conferencia Europea sobre Especies exóticas invasoras, 2008. Informe
Final Palacio de Exposiciones y Congresos. Paseo de La Castellana 99.
Madrid l5-16 enero de 2008, 79p
3. Herrera, J.A., Hernández, F., Rodríguez, J.G., Zamudio, C., Lope, L.H.,
Huerta, M., Salinas, R. 2009. El Protocolo de Cartagena y la conservación
del Medio Ambiente en la era de la Biotecnología DELOS: Desarrollo Local
Sostenible
Vol
2
(5)
(junio
2009)
En:
http://www.eumed.net/rev/delos/05/hhrzlhs.htm (acceso: Octubre 16, 2012).
4. Barrios, A., O. Oliveros, C. Sánchez, E. Huerta y F. Acevedo. 2006. El
análisis de riesgo en la liberación de organismos vivos modificados.
CONABIO. Biodiversitas 67:6-11
47
Bioseguridad avícola
Antruejo, A.
Cátedra de Producción Avícola, Facultad de Ciencias Veterinarias. Universidad
Nacional de Rosario. [email protected]
La concepción moderna de la prevención sanitaria avícola, va más allá de
minimizar las probables patologías de las aves. La industria avícola es ante
todo productora de alimentos para consumo humano, por lo que se ha de
contemplar igualmente la seguridad y calidad de los mismos.
Por tal motivo la bioseguridad es un tema inherente a dicha prevención, la cual
no debe considerarse como una serie de medidas de incómodo cumplimiento,
ni una imposición burocrática; sino que deben ser sencillas y posibles de llevar
a la práctica.
Al diseñar un programa de bioseguridad se han de tener en cuenta muchos
factores, a saber: el tipo de aves a proteger, factores de riesgo como el acceso
a la granja, la higiene del agua y el alimento, la eliminación de cadáveres y
otros residuos; el grado de eficacia de las medidas a tomar y su costo. Estos
factores de ninguna manera deben considerarse hechos aislados sino que, por
el contrario, es necesario que haya planificación, asesoramiento técnico,
compromiso, responsabilidad y solidaridad empresarial; porque lo que le ocurra
a una granja tarde o temprano, en mayor o menor medida, repercutirá en el
medio ambiente y en la salud pública.
Para eso, es fundamental la interacción de los profesionales de la salud animal
y de la salud pública, para minimizar los riesgos de zoonosis y además,
implementar programas de concientización y educación en la población con
respecto a medidas preventivas, como la higiene y la limpieza.
Son muchos y muy variables los factores que pueden producir una zoonosis,
entre ellos: la elevada población, lo cual lleva a una mayor concentración de
personas, la demanda de alimentos y producción de animales; así como la
globalización del comercio; el calentamiento climático; la coexistencia de
criaderos de cerdos y aves; la falta de higiene en general, etc.
Considerando dentro de la producción avícola a la bioseguridad como un
conjunto de normas, que buscan garantizar la sanidad de las aves, por ende la
calidad de su carne y huevos; de su cumplimiento dependerá entonces, el
progreso y la eficiencia de la empresa, la estabilidad laboral y algo más
importante aún, la salud de los consumidores. A mayor bioseguridad, menores
serán los costos de producción, pues se reducirán los gastos en drogas y
tratamientos, y disminuirán las mortalidades humanas y animales.
Asimismo, no es fácil definir el concepto de bioseguridad, debido a sus vastos
alcances. Pero no se puede concebir hoy a la producción avícola sin tener en
cuenta las normas específicas de bioseguridad, no solo para el éxito de la
producción como tal, sino también por las implicancias que conlleva, desde la
salud pública y la sustentabilidad del ambiente, hasta las progresivas
exigencias para colocar los productos y subproductos avícolas en el exterior.
Basando a la producción avícola comercial en cuatro pilares que interactúan
entre sí, como la genética, alimentación, sanidad y manejo; se puede decir que
todos están atravesados por la bioseguridad y que debido a la elevada
tecnificación que presenta actualmente la industria avícola a nivel mundial y
nacional, es que se hace necesario cumplir más que nunca con un plan de
bioseguridad en todos los eslabones de esta cadena productiva.
48
Se trate de una pequeña, mediana o gran empresa, es fundamental un
compromiso de trabajo e inversión en medidas de bioseguridad,
salvaguardando los avances alcanzados para así evitar la transmisión de
enfermedades. Comenzando por la capacitación y concientización de todo el
personal involucrado, esto es, desde el último operario al mismo gerente o
propietario de la explotación.
Para ello, es necesaria la presencia y participación activa de los profesionales
implicados en la salud humana y animal; como referentes y guías de los
lineamientos operativos, el asesoramiento y capacitación continua que requiera
el medio.
49
Bioseguridad en granjas porcinas
Baldovino, H.
Cátedra de Producción de Porcinos y Pequeños Rumiantes, Facultad de
Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de Rosario. C&B Consultora en
Producción Porcina. [email protected]
Se pueden considerar algunas definiciones de bioseguridad:
―Bioseguridad son reglas y procedimientos implementados para proteger la
salud de nuestra piara y para evitar la entrada de nuevas enfermedades a la
granja‖.
―La Bioseguridad puede ser definida como los procedimientos, esfuerzos y
programas establecidos para reducir el riesgo de introducción de enfermedades
a las poblaciones porcinas‖.
"Minimizar la exposición a agentes infecciosos y maximizar la resistencia de los
animales".
Para implementar un plan de bioseguridad o trabajar en el diseño de una
explotación, se deben conocer cómo entran las enfermedades a un rebaño.
El 90% de las veces que ingresan enfermedades a una granja lo hacen a
través del ingreso de animales (reproductores, animales para engorde,
ingresos accidentales), el restante 10% es por otras vías: camioneros,
vehículos de transporte, vectores, veterinarios, operarios, botas, ropa,
herramientas, etc. A partir de esto es que se deben tomar las medidas de
bioseguridad, especialmente sobre el ingreso de reproductores, el uso de una
instalación de cuarentena, los análisis clínicos necesarios antes de la
introducción, el conocimiento previo del status sanitario del proveedor de pie de
cría y otras medidas.
Los esfuerzos están orientados a evitar el ingreso de las enfermedades con
mayor impacto económico.
Se deben determinar los puntos críticos de la granja, y en instalaciones a
diseñar se debe considerar la bioseguridad como una parte importante del
proyecto a la hora de decidir el diseño y la ubicación. Las delimitaciones de las
zonas sucias y limpias deben ser claras y con barreras físicas tangibles como
tejido olímpico o barreras vegetales. En cuanto a las reglas, estas deben ser
sencillas de comprender y fáciles de llevar a la práctica, así mismo los
encargados o gerentes deben facilitar el cumplimiento de dichas normas y
predicar con el ejemplo.
Desde el punto de vista del médico veterinario consultor privado se trabaja en
el diseño de la granja y su ubicación teniendo en cuenta los riesgos presentes
en el entorno como basurales o plantas frigoríficas; el manejo y el flujo de
personas y animales; y sobre todo en la educación y capacitación del personal
que debe implementar, controlar y hacer que se cumplan estas normas a diario.
Sobre el diseño se trabaja en los siguientes puntos:
Ubicación: proximidad a otras granjas, mataderos, basurales, rutas de alto
tránsito animal, etc.
Puntos de ingreso de personal y alimento: teniendo una única entrada por sitio
para el personal pasando por el baño filtro. El alimento se debe repartir por un
vehículo con elevador que transita por fuera del cerco perimetral, mientras que
los silos de depósito están del lado interno.
Barreras: cerco perimetral, malla antipájaros, barrera vegetal, otros. Se debe
evitar el ingreso de personas y animales, que no sea por las vías de entradas
50
correctas. El sitio de ingreso de personal de contemplar el cambio de ropa y
calzado.
Cuarentena: ya que la mayoría de las enfermedades ingresan con animales, es
de vital importancia contar con un edificio de cuarentena por fuera del cerco
perimetral y los más alejado posible de la granja. Allí se alojarán los
reproductores de reposición durante al menos 4 semanas para controlar si son
portadores asintomáticos de alguna enfermedad, también en el tiempo que
estos estén allí, se realizan análisis serológicos, PCR, cultivos, etc.
Cargadero, zona de carga, lugar de desinfección de vehículos de transporte: es
importante delimitar esta zona ya que el camión de transporte de animales es
portador de microorganismos, también es aconsejable construir un rodoluvio y
un arca de desinfección. A falta de esto último se puede mojar el vehículo con
una solución desinfectante y dejar en espera 15’ antes de entrar.
Efluentes: se deben evitar los conductos al aire libre que atraen moscas y
roedores.
Deposición de cadáveres: los cadáveres, además de atraer a moscas y
roedores, producir malos olores y ser reservorio de patógenos; atraen animales
y aves carroñeras posibles vectores de enfermedades. La eliminación debe ser
completa por enterramiento, compostaje u otros métodos.
Un pilar muy importante de la bioseguridad es la educación: educar a los
operarios e informarlos de las normas a seguir, de la importancia de las
mismas y de las consecuencias de no cumplirlas. También hay que facilitar
constantemente el cumplimiento de las mismas (agua caliente en las duchas,
toalla y ropa limpia, etc.). Las reglas deben ser de cumplimiento estricto y se
debe sancionar a los que las quiebran.
51
Enseñanza de Grado para el Trabajo Seguro del Profesional Veterinario
Álvarez, E.T. Peratta, D.L.
Universidad Nacional de La Pampa. Facultad de Ciencias Veterinarias.
[email protected]
Luego del Congreso de Veterinaria realizado en 1979 en la Universidad
Nacional de La Plata, Argentina celebrando los 100 años de la enseñanza
veterinaria en nuestro país, se realizó un taller educativo en el cual el Decano
de la Facultad de Veterinaria de Cornell University, Prof. Poppendieck,
informaba que en Estados Unidos, los docentes brindaban información durante
las clases que podrían catalogarse como no vigentes al momento de
exponerlas, pues en el tiempo de preparación de las mismas, nuevos trabajos
científicos saldrían a la luz y los estudiantes que tenían acceso a los mismos,
podrían estar más actualizados que el mismo docente.
Aquella realidad resultaba inaccesible a nosotros y no sabíamos cuantos años
demoraríamos en llegar a la misma situación.
A partir de dicha situación el mencionado docente, ya informaba que el profesor
universitario, más que un ―transmisor‖ de información, debía ser no sólo un
facilitador del acceso a la información sino que también debía enseñar a través
de acciones y actitudes que le sirvieran para insertarse eficaz y eficientemente
en el sistema laboral y ya en el presente en el mundo globalizado del siglo XXI.
Lo que hace más de 30 años parecía una utopía difícil de cumplir finalmente
ha llegado a nuestras universidades. La inmediatez en el flujo de la información
es lo más común, sin embargo existe una necesidad imperiosa de guiar más
firmemente que nunca al estudiante en la búsqueda de información calificada.
Dadas estas circunstancias, es necesario que se plantee un cambio del
paradigma educativo y desarrollar actitudes cognoscitivas y metacognitivas
para que todos seamos conscientes de los conocimientos que poseemos. En el
tema que nos ocupa, la bioseguridad enseñar con el ejemplo es la ley y
viceversa. Una simple búsqueda en Google, sobre manuales de bioseguridad
y encontraremos al día de la fecha más de 453000 referencias. Encabeza esta
búsqueda el manual de la OMS (Organización Mundial de la salud).
Si ajustamos más la búsqueda e iniciamos la misma con Manuales de
Bioseguridad en Facultades de Veterinaria, encontraremos 107000 referencias.
Uno de los primeros que aparece es el Manual de Bioseguridad de la Facultad
de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de La Pampa (U.N.L.Pam) cito
en la ciudad de General Pico, La Pampa. Dicho manual surge aplicando el
método científico. El conocimiento de una parte de la realidad del profesional
veterinario y en particular de cada actividad, permite establecer prioridades
para la práctica cotidiana del trabajo con animales de diferentes envergaduras,
desde los salvajes hasta los microscópicos.
Variados agentes patógenos, enfermedades zoonóticas y enfermedades,
lesiones y accidentes laborales de distinta gravedad ocurren. Algunas
actividades son más peligrosas que otras y ciertamente pocos casos mortales
son de conocimiento general de la población, incluso los del mismo colectivo
social.
La enseñanza en el transcurso de la carrera de Medicina Veterinaria y
Veterinaria, debe necesariamente aplicar los conocimientos adquiridos al
servicio de la salud de toda la población animal, incluida per - se el mismo ser
humano. El futuro veterinario debe desempeñarse en su profesión con
52
prácticas seguras aplicando técnicas correctas y saludables para mejorar el
bienestar y minimizar el riesgo.
Las experiencias revelan que el tema nunca termina siendo prioritario.
Cuestiones sobre la falta de utilización de elementos de protección personal y
la obligatoriedad de hacerlo es una constante desde el año 1990, cuando
comenzamos a dar charlas en diversas cátedras y aún en otras facultades.
Asimismo, cuando realizábamos búsquedas sobre bioseguridad en la
enseñanza veterinaria, solo encontrábamos referencias sobre laboratorios, o
como veíamos en algunas facultades de Estados Unidos o de Europa, se
planteaba hablaba de este tema en el ámbito de trabajo, dentro de las
facultades y en ambientes absolutamente controlados, por lo que hubo que
desarrollar un producto que incluyera normas de trabajo para el trabajo con
animales enfermos de etiología desconocida y en las necropsias realizadas
dentro de los hospitales escuelas o en las salas de anatomía y necropsias,
absolutamente bajo normas de bioseguridad
Debimos adaptar ésta información a nuestra idiosincrasia de trabajo. Muchos
tratamientos se realizan a campo al igual que las necropsias, por lo que la
gestión y la aplicación del conocimiento que docentes y estudiantes realicen es
primordial. Por ello es que se ha implementado en algunas cátedras la
enseñanza del trabajo seguro y la bioseguridad, sin embargo el tema debería
ser un eje transversal en la formación curricular.
Ante esta realidad, a lo largo de estos años, se ha introducido la enseñanza
del trabajo seguro y la bioseguridad en algunas asignaturas, como en
Producción de Bovinos de Carne que se dicta en nuestra facultad y debiera
continuar así, ya que son una realidad más de los contenidos ya establecidos.
Todos y cada uno de los que trabajan enseñando y los que aprenden con los
ejemplos, deberemos acostumbrarnos al uso adecuado de los elementos de
protección personal, en la medida de la responsabilidad que nos cabe y los
derechos que nos obligan y no a la inversa.
Hoy día el panorama ha cambiado. Ejemplo de esto es el congreso que hoy
nos reúne, son todos los programas de las Facultades de Ciencias Veterinarias
en las que la bioseguridad y el cuidado personal en el trabajo transversalmente
integran cada una de las materias, además de tornarse importante en todos los
ámbitos laborales, tal es así que videos formativos sobre trabajo rural que
realizamos en nuestra Facultad en conjunto con el BID y Fusat, han sido
ejemplo a seguir aquí y en el exterior. La formación continua de los
trabajadores docentes, no docentes y estudiantes es una necesidad que no se
solapa con ninguna otra.
La formación, curricular o extracurricular y en un todo de acuerdo a las
exigencias legales que nos atañen como institución, hay que sumarle la
responsabilidad social y moral que tenemos todos los docentes en la formación
de los futuros profesionales, ya que serán ellos los que con sus acciones y
aptitudes favorecerán la calidad de vida de toda la sociedad, urbana y rural,
generarán proyectos de desarrollo regional, nacional o internacional y
colaborarán interdisciplinariamente para el desarrollo social, económico y
cultural del ser humano, a fin de lograr la calidad de vida necesaria para el
desarrollo y el crecimiento de cualquier nación.
53
Trabajo seguro del veterinario rural
Álvarez, E.T. Peratta, D.L.
Universidad Nacional de La Pampa. Facultad de Ciencias Veterinarias.
[email protected]
Los resultados que obtuvimos luego de cinco años de investigación sobre los
riesgos en la actividad profesional del médico veterinario, indicaron que era
notable la diferencia en el uso de los elementos de protección personal entre
aquellos que desarrollaban su actividad en el ámbito rural y los que lo hacían
en los laboratorios. En éste último caso había una mayor concientización
respecto a normas de bioseguridad, salud, higiene y seguridad laboral.
También observamos que los profesionales dedicación a la atención de
pequeños animales usaban elementos de protección, como ser guantes y
guardapolvos, también por una cuestión de imagen ante el dueño del paciente.
En los inicios de la investigación que material educativo existía para la
minimización de riesgos en el trabajo rural, hallamos varias situaciones.
En primer lugar los manuales existentes se basaban en el Manual de
Bioseguridad realizado por el CDC (Centers for Disease Control & Prevention)
y el Manual de Bioseguridad en Laboratorios de la Organización Mundial de la
Salud (OMS), se basaba a su vez en el anterior.
Luego encontramos materiales referidos a trabajo seguro con grandes
animales, en la página del CDC antes mencionada, pero aquí se refería solo a
trabajo en lecherías, en Estados Unidos, donde lógicamente el trabajo es
diferente al que realizan los veterinarios rurales argentinos.
En los manuales mencionados se observa una clasificación de los niveles de
bioseguridad desde la mayor a la menor patogenicidad del agente y del poder
del mismo en difundirse por el medio ambiente, en Nivel 1, Nivel 2, Nivel 3 y
Nivel 4 respectivamente. Se observa que para los niveles 2 y 3, el uso de
elementos de protección es imprescindible y está perfectamente especificado,
tanto en lo referente a guantes, protección ocular, máscaras y ropa de
protección.
Sin embargo dentro de los agentes patógenos se resaltan los riesgos que
implican para la salud de los laboratoristas cuando se exponen a altas
concentraciones en la realización de las antígenos vacunales o a la atenuación
de algunas cepas, como cuando trabajan con bacterias del género Brucella y
específicamente B. abortus; con Bacillus anthracis; con Leptospira spp. entre
otras más. Cuando hacemos referencias a éstos peligros, las enfermedades
zoonóticas, debemos reconocer como Médicos Veterinarios, que en la actividad
rural estas enfermedades están permanentemente en nuestra actividad diaria.
Desde otro punto de vista, existen normas de bioseguridad para el envío de
materiales patológicos a los respectivos laboratorios, que el profesional debe
conocer y aplicar fehacientemente cuando maneja muestras con riesgo
biológico. El trabajo rural del médico veterinario en nuestro país es sumamente
particular debido a las extensiones de nuestros campos y el tamaño de
nuestros rodeos. Solo se podría comparar con el trabajo rural de Uruguay, sur
de Brasil y algo en Australia y Nueva Zelandia.
En lo referente a las necropsias el veterinario las realiza a campo y vemos que
muchas veces no se usan los elementos de protección adecuados, ejemplo de
esto fue en un importante brote de carbunco dado en nuestra provincia, donde
54
5 empleados de campo y 3 veterinarios adquirieron la enfermedad. La difusión
del caso fue importante y favoreció en alguna medida la concientización de los
profesionales y trabajadores rurales.
En países desarrollados las necropsias se realizan en institutos especializados
y en facultades de veterinaria. En Argentina las distancias a recorrer
generalmente son muy grandes y esto puede aumentar otros riesgos
indeseables desde el punto de la salud humana y animal, en el momento de
trasladar animales moribundos de un lugar a otro. Todavía lo ideal es que el
profesional con todas sus normas de bioseguridad, salud y seguridad laboral
vaya al establecimiento y tome muestras si es pertinente.
Ante esta realidad realizamos publicaciones sobre el trabajo del veterinario
rural y el trabajador agropecuario y luego se conformó una comisión de
bioseguridad, la cual realizó el Manual de Bioseguridad para nuestra facultad,
donde se resalta la importancia de la higiene, seguridad y bioseguridad en las
distintas actividades a campo, ya que como hemos mencionado, los
laboratorios ya tenían material suficiente para realizar sus propios manuales.
Desde la promulgación de la ley de seguridad e higiene del trabajo, la ART
Provincia me invita a disertar en diversos lugares del país, difundiendo el tema
del trabajo seguro en el campo, ya sea en exposiciones rurales, reuniones de
productores agropecuarios, colegios agropecuarios, etc.
En el año 2003 con la UART (Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo),
que en aquel entonces agrupaba a cerca de 22 Aseguradoras de Riesgos en el
Trabajo (ART) y el BID (Banco Interamericano de Desarrollo), generamos una
serie de videos que muestran el trabajo a campo, cómo y cuando se deben
usar los elementos de protección personal y también otras actividades seguras
en el manejo de los animales y de las instalaciones ganaderas.
Dictamos en conjunto una serie de seminarios en distintos lugares del país. La
formación estuvo dirigida a profesionales, técnicos y productores agropecuarios
y especialmente hacia los estamentos gerenciales de la empresa agropecuaria,
ya que para la minimización de los riesgos en el trabajo, es necesario la toma
de decisiones pertinentes. Asimismo desarrollamos cursos a distancia, lo que
facilitó la formación de personas más jóvenes como un medio para insertarse
en el sistema laboral y de profesionales que por su actividad no podían asistir a
los seminarios. Dichos cursos fueron desarrollados en forma interdisciplinaria y
los videos eran transmitidos por un canal de televisión y repetidos al menos en
dos momentos del día. Estos materiales tuvieron difusión nacional.
Estos trabajos son un aporte real para la minimización de los riesgos en el
trabajo rural. En los últimos trabajos publicados sobre la temática por el Dr.
Tarabla, todavía sigue siendo el veterinario rural quien tiene mayor incidencia
de enfermedades zoonóticas, quien se enferma de brucelosis en los primeros
cinco a diez años de actividad profesional y no usa los elementos de protección
personal (EPP). El veterinario rural tiene una comunicación directa con la
persona que toma decisiones en la empresa agropecuaria y con el trabajador
rural en consecuencia, es el profesional más apropiado para concienciar sobre
el uso adecuado de los EPP y el trabajo seguro. La formación curricular y
extracurricular lo debe avalar. Luego sólo debe actuar en concordancia.
En particular, agradezco al Dr. Juan Carlos Fain Binda, y el Dr. José Peralta,
por ser los primeros en invitarme a dar charlas a los alumnos en la FCV de
Esperanza y a todos los docentes de Epidemiología y Salud Pública que me
acompañaron durante más de 25 años en esta aventura, casi Quijotesca.
55
Bioseguridad en Zoológicos
Duarte, A. O.
Zoológico de Mendoza, [email protected]
Cuando hablamos de bioseguridad en los zoológicos, lo primero que se nos
viene a la mente son las enfermedades zoonóticas que pueden transmitir los
animales de la colección (sean éstos de la fauna autóctona o exótica) tanto al
personal de la institución, como al público visitante. Ejemplo de estas
enfermedades son: psitacosis, rabia, tuberculosis, fiebre amarilla, etc.
Si bien estas enfermedades son una realidad, la situación es más compleja: no
sólo debemos prestar atención a las enfermedades zoonóticas, sino que
también debemos pensar en todas aquellas enfermedades que están presentes
(o que potencialmente puedan circular) entre los animales domésticos y
silvestres.
La investigación de las enfermedades y la publicación de los resultados en
este área de las ciencias veterinarias son importantes para saber más acerca
de la salud de los animales silvestres, ejemplo de ellas son: dirofilariasis,
dioctofimosis, leptospirosis, parvovirus canino o moquillo que afectan a caninos
y felinos domésticos y animales silvestres como al aguará guazú (Chrysocyon
brachyurus). Otro ejemplo es rabia, moquillo, inmunodeficiencia felina y
leucemia felina que afectan a caninos y felinos domésticos y animales
silvestres como el yaguareté (Panthera onca) quién está en peligro de
extinción.
Hoy más que nunca los zoológicos deben trabajar en la conservación ―in situ‖
de animales silvestres (es decir en su lugar de distribución natural) y continuar
con la conservación ―ex situ‖ (es decir en los zoológicos), donde la salud, el
bienestar animal y obviamente la bioseguridad juegan un rol importante.
Al trabajar ―in situ‖ los zoológicos deben prestar especial atención al ambiente
y su salud, ya que sin querer podemos ser vehículo de enfermedades. Frente a
la situación de cambio climático se están evidenciando enfermedades a las que
llamamos emergentes y reemergentes. Los animales domésticos pueden ser
portadores de enfermedades de origen viral, bacteriano o parasitario que
facilitan la presentación de la patología en animales silvestres. En algunos
casos es necesario un vector, cuya presencia se ve favorecida por el cambio
climático.
En otros casos, los animales silvestres son reservorios de las enfermedades de
los animales domésticos, debiéndoselos considerar a la hora de hablar de
erradicación de enfermedades.
Debemos trabajar desde los zoológicos en la educación, no solo sobre la
conservación de los ecosistemas y de las especies que lo conforman, si no
también sobre la salud, ya que es cada vez más frecuente el uso tanto de la
fauna autóctona y exótica como mascotas o animales de compañía. Vemos
fotos de niños bañándose con tortugas, con pequeños yacarés, con lagartos o
con iguanas, actividades potencialmente peligrosas por la posible transmisión
de enfermedades zoonóticas.
Todos los animales que se movilizan producto de la importación-exportación
deben ser sometidos a cuarentena y controles sanitarios estrictos (incluidas las
certificaciones sanitarias) ya que es factible la introducción de enfermedades
exóticas al país. Los que se mueven en el territorio nacional haciendo tránsito
interjurisdiccional deben llevar su certificación sanitaria y es recomendable una
56
cuarentena. Los animales que son comercializados como mascota deben ser
vendidos con la certificación sanitaria correspondiente (especialmente en el
caso de las aves) y hacer las debidas recomendaciones higiénico-sanitarias
para el correcto manejo de la mascota.
Los zoológicos deben ser instituciones donde se garantice seguridad tanto de
la colección como de las personas. Esto se logra a través de un cerco
perimetral, que aísle a las especies allí alojadas del ingreso de animales
foráneos, como perros y gatos domésticos. Debe controlarse la presencia de
otros animales, como palomas domésticas, roedores e insectos, por su
potencial peligro en la transmisión de enfermedades y daños directos sobre los
animales.
El diseño del zoo debe permitir además la correcta limpieza y desinfección de
todas las instalaciones, cumpliendo con todas las medidas sanitarias. Debe
existir también una correcta higiene de lo que entra y sale del zoo, control de
calidad de agua y alimentos (incluidos los depósitos), una debida disposición
de desechos líquidos y sólidos, y el retiro de residuos patológicos y plantas de
compost.
La seguridad en el diseño de los recintos es de vital importancia para evitar
fugas (escape de animales peligrosos) y permitir el trabajo seguro. La
contención de los animales debe ser una preocupación permanente, existiendo
protocolos de fuga y la conformación de un Equipo de Respuesta a
Emergencias. Las fugas pueden producirse por fallas en la infraestructura,
desastres naturales (como inundaciones, terremotos, huracanes, etc.) o
accidentes y también por fallas humanas (exceso de confianza, tareas
rutinarias, cansancio, apuro en terminar la tarea, etc.). Todo el personal debe
saber de primeros auxilios.
La capacitación del personal debe ser una prioridad, son importantes los cursos
de manejo de fauna silvestre, seguridad y bioseguridad, como también la
concientización del uso de protocolos y los simulacros de emergencia, los
cuales deben ejecutarse periódicamente.
Está demostrado que el visitante puede provocar accidentes, introduciéndose
en los recintos, traspasando barreras o no respetando las señales de
seguridad. Estos factores deben ser tenidos en cuenta y debe existir un
protocolo que de respuesta a estos problemas.
Existen también accidentes laborales u ocupacionales (veterinarios y
cuidadores), como ataques de animales, mordidas, patadas, etc. Debe existir la
provisión de elementos de seguridad laboral, así como la obligatoriedad del fiel
cumplimiento de los protocolos. Los ambientes de trabajo deben ser seguros.
Un especial cuidado debe existir con las drogas que se usan en la contención
química, algunas sumamente peligrosas. Los centros de salud más próximos al
zoológico deben estar notificados del uso de estas drogas (narcóticos,
opioides) al igual que de los trabajos con animales venenosos. Para que estén
preparados para recibir una emergencia, es muy importante que tengamos una
comunicación semestral con los profesionales de la salud humana que
potencialmente nos puedan asistir.
La seguridad es una responsabilidad de todos.
57
Aspectos legales de la bioseguridad en Argentina y el MERCOSUR
Micucci, H.A.
Director del Programa de Bioseguridad, Seguridad en Instituciones de Salud y
Gestión Ambiental (BIOSEGA) de la Fundación Bioquímica Argentina.
Viamonte 1167, 3º piso, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. CP 1053.
[email protected]
Se hace referencia a la legislación Argentina y Mercosur en el ámbito de la
bioseguridad, considerando a las diversas leyes, resoluciones de distintos
niveles (nacionales, provinciales, municipales), de distintas jurisdicciones,
normas (algunas voluntarias como las de IRAM), disposiciones internas de
instituciones, legislación laboral (ley de las ART), etc. También se reflexiona
sobre la incidencia, como legislación concurrente, de normas diversas de
habilitación de establecimientos de salud, de gestión de sus residuos
peligrosos, transporte de especímenes para diagnóstico y productos biológicos
así como de acreditación de la calidad, que cubren distintos aspectos de esta
temática. Se analiza la vinculación de la bioseguridad con las condiciones de
trabajo del operador, los fondos necesarios para elementos de protección,
estructuras edilicias correspondientes y salarios adecuados, capacitación
permanente así como de los efectos negativos de horarios de trabajo
extenuantes. Por último se recalca la necesidad de tener registros de
accidentes e incidentes en la manipulación de material biológico para obtener
mejores estadísticas que permitan un adecuado análisis de riesgo y la
producción consecuente de acciones preventivas.
58
Salvaguardia de la bioseguridad ante tratados internacionales
Rodríguez Dueñas, J.
Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas (InSTEC), La Habana,
Cuba. [email protected]
La situación que se presenta en la actualidad en numerosos frentes del
accionar humano han motivado que organismos de Naciones Unidas hayan
promovido la adopción de instrumentos internacionales con carácter vinculante,
estos imponen a los Estados obligaciones que deben cumplimentarse y para
ello se crean en los planos nacionales estructuras o se aprovechan otras ya
existentes. Se han producidos documentos técnicos, pero estos no son de
obligatorio cumplimiento. Se hace necesario diferenciar unos de otros e
identificar los compromisos que asumen los países, Estado Parte, en función
de la salvaguardia. La bioseguridad se refiere al riesgo biológico y por ello esta
disciplina científica establece las medidas que han de instrumentarse al nivel
nacional para garantizar actividades seguras y presenta 4 líneas de trabajo,
una de ellas es precisamente la salvaguardia.
Esta presentación se plantea como objetivo identificar los compromisos que se
asumen en tratados internacionales sobre bioseguridad o relacionados con ella
y como implementar una salvaguardia efectiva ante ellos.
Para su ejecución se utilizaron los métodos de investigación empírico-analítico,
el histórico lógico y el de investigación documental aplicando la técnica del
estudio comparado.
La salvaguardia se define como: Conjunto de medidas jurídicas y técnicas
destinadas a crear confianza en el respeto a los compromisos contraídos en el
plano internacional sobre seguridad biológica o relacionados con ella de los
cuales, se es Estado Parte. (1) La salvaguardia tiene dos componentes, uno en
el plano interno de cada país y el otro en el externo. El plano interno incluye 4
actividades, estas son: Medidas de Bioseguridad, Sistema de Contabilidad y
Control, Medidas para el Fomento de la Confianza y la Bioprotección
(Biocustodia). En el externo se ejecuta la evaluación de las tendencias sobre
nuevos instrumentos en procesos y las investigaciones que sobre las armas
biológicas y el bioterrorismo se desarrollan en el mundo; se desarrolla también
una evaluación de los adelantos científicos y su repercusión sobre las
actividades con potencial riesgo biológico.
Se identificaron varios tratados internacionales, que contienen disposiciones
sobre bioseguridad o están relacionados con ella. De todos ellos al menos 1 de
ellos reviste importancia vital, por ser un instrumento relacionado con un tipo de
arma de destrucción masiva, en particular la Convención sobre la Prohibición
del Desarrollo, la Producción y el Almacenamiento de Armas Bacteriológicas
(biológicas) y Toxínicas y sobre su Destrucción. Los incumplimientos de los
compromisos contraídos por los Estados Parte se consideran, a sus efectos,
como una violación de esta convención lo que trae aparejado la intervención
del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas pudiendo desencadenarse
infundadas acusaciones por ambigüedades y procesos de verificación
mediante el envío de inspectores al país considerado violador o aplicando
sanciones.
El cumplimiento de este tratado internacional contiene elementos de seguridad
nacional que pueden verse afectados por las inspecciones u otras violaciones
59
de la soberanía, ejemplos mas que suficientes existen en torno a este tema,
pues las agresiones a varios países han ido creciendo, digamos a Iraq acusada
de tener armas de exterminio masivo: Libia por tener armas químicas;
Afganistán por tener armas biológicas. La llamada guerra contra el terrorismo
ha posibilitado que el Consejo de Seguridad adoptara la Resolución 1540 que
impone mas restricciones en este campo y se conocen como bioprotección o
biocustodia.
En este campo se desempeñan grupos internacionales que imponen
restricciones o controles a los equipos y los agentes biológicos patógenos para
humanos, animales y las plantas, uno de ellos es el Grupo Australia que en su
desempeño presentan aspectos discriminatorios si eres acusado terrorista o
estás incluido en la lista de países que patrocinan estas actividades.
Hay que reconocer que otros tratados también imponen obligaciones pero sus
incumplimientos no atentan contra la seguridad nacional. Nos referimos al
Convenio de Diversidad Biológica, al Protocolo de Cartagena sobre Seguridad
de la Biotecnología Moderna, a las restricciones de la IATA sobre el Traslado
de Mercancías Peligrosas, incluyendo las sustancias infecciosas y las muestras
diagnósticas.(2)
Por su parte la bioseguridad, como disciplina, establece las pautas que han de
seguirse en los planos nacionales respecto al uso de los agentes biológicos
con fines que no contradigan a la CABT. El órgano regulador en bioseguridad
es el encargado de organizar las informaciones sobre el cumplimiento dado a
los compromisos contraídos en los tratados internaciones. Asegura el
establecimiento de la contabilidad y control de los agentes biológicos y el
estricto control de sus inventarios. Tiene entre sus funciones la elaboración de
los formularios del fomento de la confianza para participar en el intercambio de
información como medida de transparencia y la de emitir los dictámenes de
salvaguardia. (3)
Como conclusiones podemos resaltar que la salvaguardia, en el campo de las
actividades con riesgo biológico, reviste suma importancia porque es necesario
garantizar transparencia para evitar ambigüedades demostrando siempre con
alta confiabilidad que no se violan lo establecido en los instrumentos
internacionales vigentes.
Bibliografía
1. Cuba, Gaceta Oficial
N0.20/ edición Ordinaria: Resolución 2/2004:
Reglamento para la contabilidad y el control de materiales biológicos,
equipos y tecnología aplicada a estos.
2. Rodríguez, D.J. 2012. Conferencia sobre la salvaguardia en el curso de
bioseguridad impartido en el Ministerio de Comercio Exterior de Cuba.
Febrero del.
3. Rodríguez, J. Argote, E. Rodríguez, O. 2001. Temas de Seguridad
Biológica. Editora Félix Varela. La Habana. Cuba. 338 páginas. ISBN 959268-121-5.
60
Reglamentaciones internacionales y bioseguridad en el comercio vegetal
Fonalleras, M.L.
Espec. Internac. Programa SAIA, IICA-Uruguay
Los servicios fitosanitarios nacionales fueron originalmente creados con el
propósito de atender las principales plagas que afectaban a la productividad
nacional, como la langosta y la mosca de los frutos en nuestro país.
Son conocidos los cambios que, durante las últimas décadas, se dieron en el
contexto internacional e incidieron de manera directa en el comercio de
productos agroalimentarios, incluidas las plantas y productos vegetales. El
incremento de la producción agrícola y del comercio internacional, el
crecimiento de la industria agroalimentaria, el aumento de los viajes y el
turismo, los avances en ciencia y tecnología, los cambios en los patrones de
consumo, y la interrelación creciente de los mercados, modificaron las reglas
de juego en la producción y la comercialización agrícola y de alimentos.
En un mundo en el cual la mejor regla de la bioseguridad era el ―riesgo cero‖,
que imponía limitaciones al intercambio, el nuevo contexto requirió reflexión,
nuevos ámbitos y la reorientación de criterios, normas y prácticas con las
cuales se produce y comercializa. La creación de la Organización Mundial de
Comercio (OMC), y más específicamente la firma del Acuerdo sobre la
Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (AMSF) en 1995, introdujo
principios que brindan razonabilidad técnica y mayor protagonismo a la ciencia
como acuerdo internacional para evitar arbitrariedades. Establece, entre otras
cuestiones, el derecho de los países para adoptar las medidas sanitarias y
fitosanitarias necesarias para proteger la salud y la vida de las personas y
animales o para preservar los vegetales, asegurándose que se encuentren
basadas en principios científicos y que no se mantengan sin testimonios
científicos suficientes. También incide en ámbitos como la Convención
Internacional de Protección Fitosanitaria que debió adecuarse para dar
respuesta a la creciente actividad en el establecimiento de normas
internacionales basadas en ciencia. Las partes contratantes de la CIPF son las
Organizaciones Nacionales de Protección Fitosanitaria – ONPF - de los países,
actualmente son 179.
Algunos de los factores que incidieron en los cambios del contexto
internacional contribuyen, junto a otros como el cambio climático, con un efecto
colateral no buscado como es la aparición de enfermedades y plagas
emergentes y re-emergentes con un significativo impacto en la economía, la
salud pública, la sanidad animal y la protección vegetal. Esta nueva situación
implica desafíos y oportunidades que el sector puede manejar según su
capacidad de adaptación y adopción.
La CIPF es el ámbito en el que la comunidad internacional, a través de las
ONPF, armoniza las normas fitosanitarias que se aplican a la producción y
comercialización de plantas y productos vegetales con el propósito de
minimizar el riesgo de dispersión de plagas.
Las normas fitosanitarias deben estar basadas en ciencia, aunque no siempre
ocurra, y contemplar los principios como armonización, no discriminación,
equivalencia de medidas, regionalización y transparencia. Estas normas se han
incrementado en cantidad pero también se han hecho más complejas. Los
avances tecnológicos y científicos brindan herramientas que contribuyen a la
mitigación del riesgo y también pueden complejizan el escenario, en especial
61
para los países en vías de desarrollo. Esta nueva realidad impone a los países
la necesidad de adecuar sus servicios de control, para dar respuesta a las
nuevas reglas de juego, pasando de sistemas basados en primitivos conceptos
reactivos de inspección de productos, por sistemas que privilegian la filosofía y
los criterios de prevención, están científicamente diseñados y basados en
evaluación de riesgos. Esto implica un cambio en la filosofía y los hábitos de
los sistemas implementados para bioseguridad.
Las normas internacionales para medidas fitosanitarias fundamentales tienen
que ver con análisis de riesgo de plagas, la determinación de la situación de
una plaga en un área, la determinación de áreas libres de plagas, los sistemas
para mitigación del riesgo, vigilancia, certificación, inspección, reglamentación
de importaciones y tratamientos cuarentenarios, entre otras.
Los temas actualmente en desarrollo están referidos a: 1. la certificación
fitosanitaria electrónica; 2. la reducción al mínimo de los movimientos de plagas
mediante contenedores marítimos y; 3. el movimiento internacional de granos.
Estas propuestas implican un enorme desafío para los países
agroexportadores, en especial aquellos en vías de desarrollo.
La certificación fitosanitaria electrónica implica reemplazar el modelo
actualmente utilizado para transmitir información fitosanitaria por medio del
certificado en papel que acompaña a los envíos. El siguiente paso en esta
evolución es la transmisión segura de datos de certificación directamente entre
las ONPF de los países exportador e importador. La CIPF lidera el desarrollo
de protocolos y procedimientos para la transmisión electrónica en el ámbito
internacional. Esta nueva modalidad, como todo desafío, implica ventajas y
problemas a superar. Algunas ventajas estarían en la simplificación y agilidad
de procesos, mejoras en la seguridad y la planificación, maximiza la inversión,
mientras que los principales temas a ser trabajados para su implementación
están relacionados con decisión política (que tiene que ver con inversión),
capacitación, y rediseño de sistemas nacionales, entre otros.
Considerando que la propuesta de norma para reducir al mínimo los
movimientos de plagas mediante contenedores marítimos abarca a los
contenedores que transportan todo tipo de productos, no solamente agrícolas,
se presenta un desafío operativo y de recursos para las ONPF y los actores
privados, además de la necesidad de buscar la razonabilidad técnica.
El desarrollo de la propuesta de norma internacional sobre movimiento
internacional de granos tuvo un inicio complejo debido a que cubría un espectro
de temas tan amplio que excedía notoriamente el ámbito fitosanitario y creaba
complicaciones significativas al comercio. Las ONPF de los países lograron en
la CIPF que se continuara con el trabajo, pero limitando su alcance a las
cuestiones fitosanitarias y otorgándole razonabilidad científica.
Las regulaciones fitosanitarias sobre las plantas y productos vegetales, así
como los que afectan a la inocuidad de alimentos evolucionan hacia la
integración de los conceptos de calidad e inocuidad. Este nuevo paradigma
requiere la demostración objetiva de los atributos de sanidad y calidad de los
agro alimentos, con información actualizada, confiable, documentada y
auditable. Esto requiere un mayor compromiso y participación del sector
productivo (primaria e industria), de quienes comercializan y de los gobiernos
de los países exportadores, para los cuales la demostración de la seguridad de
sus productos debería ser un tema central.
62
Asimismo, resulta necesario que el mercado interno sea atendido considerando
estándares similares a los que impone el mercado externo, terminando con la
existencia del ―doble standard― que ha prevalecido durante muchos años.
Otro aspecto que hace aún más complejo el escenario son las normas surgidas
de entidades privadas que responden, lógicamente, a intereses privados que si
bien en muchos casos pueden argumentarse como legítimos no existe un
sistema de garantías para ello, así como los límites de exigencia pretendidos
en muchos casos exceden cualquier razonabilidad. La falta de fundamentos
científicos y de proporcionalidad entre un problema y la exigencia o
prescripción que se adopta para su control es una situación frecuente en las
normas de carácter privado. Es posible que los intereses que las impulsan,
mayormente de los compradores/importadores, la falta de participación de los
equipos técnicos de los Servicios Oficiales en el proceso de generación, y el
hecho de que los principios científicos no sean una exigencia, hagan posible
que las normas privadas puedan ser utilizadas para incidir en el comercio con
un sentido de dudosa legitimidad.
La armonización de medidas sanitarias y fitosanitarias es la estrategia que
permitirá encontrar el equilibrio necesario entre los objetivos legítimos y la
facilitación del comercio.
Los países con un sector agrícola relevante tienen una importante oportunidad,
con vistas al futuro, pero es indispensable establecer una estrategia de cambio
y fortalecimiento de las instituciones que lo sustentan. El cuidado del patrimonio
productivo y la salud de la población que deriva de la inocuidad de los
alimentos es una responsabilidad ineludible de los Estados.
La inserción definitiva de los países productores en el mercado internacional de
alimentos depende fundamentalmente de la adopción y adaptación de las
modernas tendencias en calidad alimentaria y de sus diseños institucionales.
63
Bioseguridad y análisis de riesgo en el contexto del comercio
internacional y la sanidad animal
Duffy, S. J. Méd.Vet. MSc. PhD. Centro de Estudios Cuantitativos en Sanidad
Animal (CECSA) - Facultad de Ciencias Veterinarias. Universidad Nacional de
Rosario [email protected]
La bioseguridad es un enfoque estratégico e integrado que incluye aspectos
políticos y regulatorios para analizar y gestionar los riesgos relevantes para la
salud pública, la salud animal, la protección vegetal y los riesgos asociados con
el medio ambiente. La inocuidad de los alimentos ha sido abordada tanto desde
la salud pública como desde la sanidad animal. La bioseguridad es un concepto
holístico de importancia para la agricultura y ganadería sostenible y para un
amplio rango de aspectos de la salud pública y protección ambiental. Este
concepto holístico, es en la actualidad, aplicado solo por algunos países entre
los cuales se incluyen Nueva Zelanda, Canadá y Australia. En la mayoría de
los países restantes, la bioseguridad es gestionada por sectores (figura 1),
subsectores y en numerosos casos sin una adecuada coordinación entre ellos.
Figura 1. Principales sectores de gestión de la bioseguridad
El término ―bioseguridad‖ ha sido definido de diferentes maneras dependiendo
entre otras cosas del sector a que se refiera. En el contexto de la sanidad
animal, podría ser definida como ―el resultado de todas las actividades
desarrolladas por una entidad para evitar la introducción y difusión de agentes
patógenos en un área que se desea proteger‖. Cambios registrados en las
últimas décadas han revalorizado fuertemente el concepto y la necesidad de la
bioseguridad (Figura 2).
Figura 2. Principales factores que han potenciado el concepto de bioseguridad
Las medidas de bioseguridad pueden ser aplicadas a niveles individual, predial,
zonal, nacional o global. En el ámbito de la sanidad animal los productores y
64
profesionales privados suelen estar más familiarizados con los planes de
bioseguridad a nivel predio tales como los aplicados en granjas de producción
aviar y porcina. A modo de ejemplos también se pueden mencionar, a nivel
zona, los planes para el control de la garrapata en las zonas infectadas y de
prevención en las zonas libres y a nivel nacional los planes para la erradicación
de la fiebre aftosa o peste porcina clásica. La bioseguridad planteada a nivel
global incluye las acciones y planes implementados para evitar o reducir los
riesgos de introducción de patógenos en los diferentes países. Las principales
vías potenciales de ingreso de patógenos a una población de animales
domésticos de un país libre de uno o más agentes son diversas (Figura 3) y la
importancia relativa de cada una de ellas dependerá entre otros del agente en
cuestión, la situación geográfica del país, la situación epidemiológica de los
países vecinos y las políticas comerciales y sanitarias del país.
Figura 3. Principales vías de introducción de patógenos a un país
Esta presentación se refiere al comercio internacional por lo que de ahora en
más se referirá a la bioseguridad relacionada con este punto exclusivamente.
El comercio internacional se da dentro de un marco ―formal‖ o legal y otro
―informal‖ o ilegal. Debe tenerse presente que solo el comercio legal se ajusta a
los estándares fijados por los organismos regulatorios. Antes de introducirnos
en las medidas de bioseguridad específicamente es conveniente entender
cómo funciona el comercio internacional de animales, productos, subproductos
y derivados de origen animal. La Organización Mundial de Comercio (OMC), es
la sucesora del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio
(GATT) y fue creada en 1995. El objetivo de la OMC es ―la apertura del
comercio en beneficio de todos‖. Esto sería, garantizar que el comercio fuese
65
todo lo equitativo posible y todo lo libre que resulte factible. El GATT (1994)
constituye el principal compendio de normas de la OMC en lo que se refiere al
comercio de mercancías. El comercio internacional de productos pecuarios
constituye un riesgo para la transmisión de patógenos entre países y es por
eso, que existe un acuerdo adicional dentro del marco del GATT conteniendo
reglamentaciones sanitarias y fitosanitarias para productos agrícolas y
alimentos para proteger la vida y la salud de las personas y los animales o para
preservar los vegetales. Este es el llamado Acuerdo sobre la Aplicación de
Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (Acuerdo MSF/SPS Agreement). Este
establece las reglas básicas para la normativa sobre la Inocuidad de los
Alimentos, Salud de los Animales y la Preservación de los Vegetales. Como
consecuencia de estas normas cualquier medida sanitaria aplicada debería ser
compatible con el acuerdo MSF, estar basada en principios científicos, ser
aplicada sobre una base no discriminatoria y no debería ser una restricción
encubierta al comercio. Una medida es considerada como científicamente
justificada cuando está basada en el uso de estándares internacionales o en
una evaluación de riesgo. Excepcionalmente, es aceptada la aplicación de
medidas temporarias cuando no existe evidencia científica suficiente y con la
condición de que, la misma se base en la información disponible, se investigará
para obtener más información y será revisada en un plazo razonable. La OMC
no es un organismo científico por lo que para la elaboración de los estándares
internacionales de carácter científico se apoya en otros organismos
internacionales. Estos son, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)
para la Sanidad Animal y Zoonosis, el Códex Alimentario para la Inocuidad de
los Alimentos y la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (IPPC)
para la protección vegetal. La OIE tiene la finalidad de facilitar el comercio
internacional seguro de animales y productos animales y con ese fin desarrolla
estándares. La relevancia de las normas implementadas por la OIE no está
limitado al hecho de que son reconocidas y avaladas por la OMC, sino también
porque son basadas en el conocimiento científico y han sido adoptadas en
forma democrática por los 178 Miembros que la componen. Los estándares se
encuentran plasmados en cuatro documentos: El Código Sanitario para los
Animales Terrestres, el Código Sanitario para los Animales Acuáticos, el
Manual de las Pruebas de Diagnóstico y de las Vacunas para los Animales
Terrestres y el Manual de Pruebas de Diagnóstico para los Animales Acuáticos.
En los códigos sanitarios existen dos tipos diferentes de estándares, los
llamados ―capítulos horizontales‖ y los ―capítulos específicos por enfermedad‖.
Los capítulos horizontales tratan temas amplios y que pueden ser aplicados a
las enfermedades en general, tales como los relacionados con la prevención y
control de enfermedades, la vigilancia, la calidad de los Servicios Veterinarios y
el análisis de riesgo. Los capítulos específicos por enfermedad describen el
agente, y proveen recomendaciones para que el comercio internacional se
realice de forma segura, sin riesgos de introducción del agente en cuestión.
Estas normas son en su mayoría medidas de bioseguridad. Tradicionalmente,
la OIE ha puesto el énfasis en recomendaciones sobre cómo obtener el estatus
de país libre o zona libre. Aunque este es el objetivo final, la OIE ha estado
buscando un equilibrio entre las recomendaciones de este tipo y las
recomendaciones basadas en riesgo para cada mercancía en particular. Estas
últimas recomendaciones permiten el comercio seguro de mercancías
específicas bajo condiciones bien definidas desde países o zonas donde la
66
infección está presente o no han logrado aún el estatus de libre. La aplicación
del análisis de riesgo incluyendo las medidas de mitigación y las medidas de
bioseguridad son claves para un comercio seguro. El cumplimiento de los
estándares desarrollados por la OIE, por parte de un país exportador, son
considerados como suficientes por la OMC para reducir el riesgo de
transmisión del agente en cuestión hasta un nivel aceptable. Sin embargo, la
OMC acepta que un país importador exija, a otro país, mayores medidas de
bioseguridad o mitigación que las contempladas por los códigos si un análisis
de riesgo específico demostrase que el riesgo de introducción del agente es
mayor al nivel aceptable pese ha haberse aplicado todas las medidas de
mitigación y de bioseguridad contempladas en los estándares. Es decir, el
resultado del análisis de riesgo sería la justificación científica para la restricción
del ingreso de una mercancía o la exigencia de una o más medidas de
mitigación o bioseguridad para su ingreso.
El comercio internacional ilegal de animales y productos de origen animal no
está sujeto a ningún estándar y el riesgo de introducción de patógenos
asociado con dicha actividad es difícil de ser estimado. Si el volumen de
comercio ―informal‖ es pequeño, podría tener un impacto relativamente bajo en
el riesgo global. Por el contario, si el volumen es grande puede representar un
riego considerable a pesar de la efectividad de las medidas de control y marcos
regulatorios establecidos para los canales de comercio ―formales‖. Por lo tanto
se considera conveniente la inclusión de estas vías potenciales de introducción
de patógenos a un país al realizarse un análisis de riesgo de introducción. En
caso contrario, debe tenerse en cuenta que el riesgo estimado podría estar
subestimando el riesgo total.
Durante la exposición se describirá la aplicación de diferentes medidas de
bioseguridad y del uso del análisis de riesgo en el marco del comercio
internacional.
Referencias
1. Bruckner, G. 2011. Managing the risks of disease transmission through
trade: a commodities-based approach? Rev.sci.tech.Off.int.Epiz, 30(1):289296.
2. Dagartz, DA, Garry, FB, Traub-Dagartz, JL. 2002. An introduction to
biosecurity in cattle operations. Vet Clin Food Anim 18:1-5.
3. Hueston, W, Travis, D,van klink, E. 2011. Optimising import risk mitigation:
anticipating the unintended consequences and competing risks of informal
trade. Rev.sci.tech.Off.int.Epiz, 30(1):309-316
4. Sugiura, K. Murray, N. 2011. Risk analysis and its link with standards of the
World Organisation for Animal Health. Rev.sci.tech.Off.int.Epiz, 30(1):281288.
5. Thiermann, A. 2011. International standards in mitigating trade risks.
Rev.sci.tech.Off.int.Epiz, 30(1):273-279.
6. Food and Agriculture Organization of the United Nations-2007. FAO
Biosecurity Toolkit. Rome:FAO.
67
Evaluación de riesgo y bioseguridad para influenza aviar en Argentina y
fiebre aftosa en España
Pérez, A.M.
Investigador independiente CONICET, Director del Centro de Estudios
Cuantitativos en Sanidad Animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la
Universidad Nacional de Rosario y Director del Center for Animal Disease
Modeling and Surveillance, University of California in Davis, EEUU
La Organización Mundial de Salud Animal (OIE) reconoce, en el marco de
acuerdos suscriptos con la Organización Mundial del Comercio, el uso del
análisis de riesgo (AR) como una herramienta legal y científicamente válida
para cuantificar el riesgo impuesto por aquellas enfermedades animales que se
encuentran bajo programas sanitarios oficiales de prevención, control o
erradicación. En el presente trabajo se ilustra la relación que existe entre el AR
y la implementación de planes de prevención del ingreso de enfermedades
exóticas, incluyendo a la bioseguridad como una barrera cuantificable de
acción, utilizando dos ejemplos de reciente desarrollo.
La pandemia de influenza aviar (IA) de declaración obligatoria modificó el
escenario mundial en términos de prevención y control de enfermedades
animales. En este contexto, la Argentina realizó un análisis de riesgo de
introducción de la IA al país que incluyó la participación de numerosos actores
de la cadena avícola y de los responsables del control sanitario, incluyendo
organismos de ciencia, investigación, servicios veterinarios oficiales,
productores y expertos nacionales e internacionales y en consonancia con
reglamentaciones y recomendaciones internacionales.1El análisis sugiere que
la gran responsabilidad inicialmente atribuida a las aves silvestres debe
relativizarse a la luz de mayor importancia, como las limitaciones en la
bioseguridad y el rol del traspatio en la propagación.
La fiebre aftosa (FA) ha sido responsable de algunas de las epidemias más
devastadoras del ganado, incluyendo los brotes que afectaron al Reino Unido
en 2001 y que causaron pérdidas superiores a los 4 mil millones de dólares. En
respuesta a esta situación, España llevó a cabo un programa de evaluación de
riesgo que incluyó a la FA2 y otras enfermedades de interés. El impacto de las
mejoras en bioseguridad fue cuantificado y utilizado para diseñar un programa
de seguros agrarios que actualmente se utiliza en este país.
Los ejemplos mencionados demuestran la utilización práctica del AR para
fomentar el desarrollo de buenas prácticas tendientes a mejorar la
bioseguridad y minimizar el riesgo de introducción de enfermedades exóticas
en regiones libres.
Bibliografia
1. Pérez AM, Marcos A, León E, Duffy S. Evaluación cuantitativa del riesgo de
introducción de la influenza aviar en la República Argentina (1998-2009).
En: Riesgo de introducción de la influenza aviar en la República Argentina:
análisis preliminar. Andrés Perez (Ed.). ISBN: 978-92-9248-276-3. Páginas
75-91. Buenos Aires, Argentina, 2010.
2. Martinez-Lopez B, Pérez AM, De la Torre Reoyo A, Sanchez-Vizcaino JM,
2008. Quantitative risk assessment of foot-and-mouth disease introduction
into Spain via importation of live animals. Preventive Veterinary Medicine
86(1-2):43-56.
68
Bioseguridad en servicios de enfermería
Samamé Pérez, M.C.
Facultad de Ciencias Médicas, Escuela de Enfermería, Hospital Intendente
Carrasco. Universidad Nacional de Rosario. [email protected]
Se define como bioseguridad, al conjunto de principios y prácticas aplicadas
con el fin de minimizar la exposición a riesgos biológicos, para proteger la
salud, del usuario, personal y comunidad.
El riesgo de infecciones asociadas al cuidado de la salud constituyen un
problema grave de Salud Pública en todo el mundo, que afecta entre un 4 y
13% de las personas que necesitan una internación y más frecuente en
unidades de cuidados intensivos.
El profesional de enfermería que cumpliendo su rol en contacto directo y
continuo brindando su cuidado asistencial, es primordial que conozca y utilice
las normas de bioseguridad, asegurando procesos adecuados orientados a
mantener la vida, calidad de la atención y seguridad del paciente.
Nightingale, F (1820-19910) inicia la bioseguridad.. ―el mantenimiento de la
salud por medio de la prevención de las enfermedades mediante el control del
entorno‖.
Objetivos
-Minimizar el riesgo de infección, incidencia-morbilidad y costos.
-Mejorar la adherencia al cumplimiento de normas de bioseguridad.
-Estimular y desarrollar en el personal una actitud y aptitud positiva y
constructiva respecto de la prevención de accidentes y enfermedades
relacionadas con su quehacer.
Principios de bioseguridad
-Universalidad, las medidas incluyen a todos los pacientes, independiente de
conocer o no su serología, ser debe usar precauciones estándares para
prevenir la exposición de la piel y las membranas mucosas, en todas las
situaciones que puedan originar un riesgo de accidente con fluidos con o sin
sangre.
-Uso de elementos de protección personal, comprende usar materiales
adecuados que eviten el contacto directo con sangre u otras secreciones
biológicas ejemplo; guantes, camisolín, barbijo, antiparras
-Eliminación de materiales contaminados, utilización de materiales y
procedimiento adecuados para descartar sin riesgos, uso de dispositivo
irrompible, impermeable y resistente a las perforaciones para materiales corto
punzantes.
Conclusiones
La efectividad
de la bioseguridad esta basado en un comportamiento
preventivo y de compromiso del personar para adherirse y ejecutar las normas.
Las medidas preventivas, tienen gran importancia porque permite minimizar
los riesgos de infecciones nosocomiales.
El profesional de enfermería es responsable de la calidad del cuidado que
brinda al paciente constituye un factor importante de la atención de Salud
Actualmente hay una especialidad de enfermera en Control de Infecciones,
cuyo rol es normatizar, educar al personal y vigilar y reportar las infecciones
nosocomiales.
69
Cuando el riesgo trasciende la institución de salud: transporte de
especímenes de diagnóstico
Micucci, H.A.
Director del Programa de Bioseguridad, Seguridad en Instituciones de Salud y
Gestión Ambiental (BIOSEGA) de la Fundación Bioquímica Argentina.
Viamonte 1167, 3º piso, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. CP 1053.
[email protected]
Se desarrolla el concepto de logística en la gestión de material biológico, con
especial atención en el traslado de especímenes de diagnóstico y de
sustancias infecciosas, entendiendo que éste constituye una de las formas
principales en que el riesgo biológico trasciende las puertas de las instituciones
que gestionan este tipo de materiales. Se considera la legislación de transporte
de estos materiales en su modo aéreo y terrestre. Se hace una somera
descripción del tipo de envase que la normativa exige, las condiciones de
etiquetado, embalaje y documentación necesaria según las sugerencias de la
OMS, Reglamento general para el transporte de mercancías peligrosas por
carretera (MERCOSUR), Resolución 195/97 de la Secretaría de Transporte de
la Nación, así como de la Resolución 145/03 del Ministerio de Salud de la
Nación y las Normas IRAM 80058-1 y 80058-2, esta última en lo referente a
planes de contingencia ante accidentes en el transporte de material biológico
dentro y fuera de los establecimientos de salud. Se promueve la búsqueda de
soluciones científicamente válidas, técnicamente eficaces, económicamente
viables y socialmente aceptables, elementos componentes del concepto de
tecnología apropiada.
70
Bioseguridad en servicios infectológicos
Ambrosio, A.M.
Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas Dr J.I. Maiztegui- ANLIS.
Pergamino, Buenos Aires. [email protected]
La bioseguridad del servicio de infectología es, por definición, parte de la
bioseguridad del sistema que lo contiene, sea éste hospital, clínica, unidad de
diagnóstico u otro. La bioseguridad hospitalaria involucra a la totalidad de las
prestaciones y comienza en el diseño mismo de los edificios, que debe
contemplar la segregación de:
1. ACTIVIDADES. Estas pueden, en general , clasificarse como
 Administración
 Sectores de consulta externa
 Sectores de apoyo al diagnóstico y tratamiento
 Emergencias
 Obstetricia
 Quirófanos
 Terapia intensiva
 Neonatología
 Pediatría
 Unidad de enfermedades infecto contagiosas
 Unidades de hospitalización
 Unidad de Esterilización
 Nutrición
 Lavandería
 Instalaciones sanitarias e hidráulicas
2. FLUJOS DE CIRCULACIÓN. Horizontal (interno y externo) y Vertical.
Los flujos de circulación interna deben favorecer el acceso restringido a
quirófanos, obstetricia, terapia intensiva, neonatología y emergencias
para preservar la limpieza de las áreas, así como a la unidad de
enfermedades infecto-contagiosas para evitar la circulación indeseable
de microorganismos, deben evitar el entrecruzamiento de zonas limpias
y sucias, así como de pacientes hospitalizados, externos y visitas.
Puede haber oportunidad de diseñar las instalaciones o tener que
practicar la segregación de actividades y flujos en antiguas
edificaciones. En todos los casos debe recordarse que ―La mejor planta
física no sustituye a las conductas humanas‖ y es aquí donde la
implementación de la bioseguridad adquiere importancia decisiva,
entendiéndola como una doctrina de comportamiento encaminada a
lograr actitudes y condiciones que disminuyan los riesgos intrahospitalarios a trabajadores y población general. El flujo de
microorganismos en un establecimiento de salud y su entorno puede
esquematizarse como sigue:
71
OPERADOR
Barreras
secundarias
COMUNIDA
D
Barreras
primarias
Barreras secundarias
PACIENTE
Barreras primarias
PACIENTE
La circulación (en doble sentido) de microorganismos entre operadores
de la salud, pacientes y ambiente externo al hospital puede minimizarse
interponiendo barreras efectivas, clasificadas como barreras primarias
(buenas prácticas médicas, indumentaria y equipamiento de protección
personal) y secundarias (diseño edilicio, uso racional de la planta,
manejo adecuado de muestras y residuos). El diseño de estos
componentes de la bioseguridad se encuadra en el programa de
seguridad laboral del establecimiento y responde a la estimación de
riesgo ad hoc para cada sector/tarea, siendo los requerimientos
máximos para las áreas de acceso restringido.
72
Patógenos emergentes virales: nuevos riesgos para la industria
alimentaria
Ebner, G.
Jefe de Auditores, Instituto del Alimento, Municipalidad de Rosario
Tradicionalmente las bacterias han sido consideradas como los principales
agentes de Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETA); pero en los
últimos años el análisis de riesgos, la epidemiología y las técnicas modernas de
análisis han confirmado a los virus como los de mayor prevalencia de ETA.
Dentro de los más importantes se encuentran los calicivirus (Norovirus,
Sapovirus, etc.), Rotavirus y otros que producen principalmente gastroenteritis;
también virus hepatotropos (virus de la hepatitis A y E) y enterovirus
relacionados con síndromes neurológicos.
Las técnicas moleculares de relación clonal demostraron que el hombre no es
el único reservorio sino que también se los encuentra en varios animales –
incluidos los domésticos- y que tienen una alta flexibilidad genética, lo que lleva
a considerarlos como una antropozoonosis; este hecho y su capacidad de
atravesar la barrera de especie lleva, en la evaluación de peligros y riesgos
alimentarios, a considerar como potencial fuente de contaminación a la carne y
sus derivados.
En base a lo anterior: no sólo se deben aplicar medidas preventivas orientadas
a las actitudes higiénicas del manipulador sino a aplicar sistemas de
aseguramiento de inocuidad integrales en toda la cadena de producción
alimentaria.
También hay que evaluar el riesgo según grupos de inmunocompromiso que
pueden llevar a cuadros severos; como el virus de la hepatitis E (HEV) con
altas tasas de mortalidad en embarazadas y/o en niños por falla hepática
fulminante; y considerar las secuelas crónicas asociadas a algunos virus como
ciertos serotipos de enterovirus como cofactores de diabetes.
Otras características a considerar, y que dificultan la implementación de
medidas de control son: acidotolerancia, alta estabilidad ambiental, resistencia
a desinfectantes y procesos de deshidratación, bajas dosis infecciosas, largos
períodos de excreción en afectados convalecientes, no correlación segura con
índices de contaminación fecal y técnicas analíticas de detección complejas y
no normatizadas.
El comercio internacional, los viajes a países exóticos y cambios en los hábitos
y tendencias de consumo contribuyen a que dejen de ser endémicos de ciertos
países y lleven a una diseminación global.
El subregistro en nuestro país, ya sea por un mal diagnóstico clínico o
investigación de brotes de ETA desarticuladas, complican el diagnóstico de
situación para lograr una estimación más precisa del riesgo de exposición
alimentario.
En los últimos años se ha podido demostrar que la lista de virus como peligros
reales y/o potenciales de producir ETA va en aumento y se han incorporado
otros como los arenavirus, virus de la influenza, hantavirus, etc., complicando el
panorama de las zoonosis y a estar alertas para la vigilancia de las mismas y
tomar medidas con sustento científico, y no espasmódicas, para lograr el
derecho a la seguridad alimentaria desde una perspectiva holística.
73
Bioseguridad en la Industria Frigorífica
Torelli, J.
Director, Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
Vicepresidente, Unión de Industrias Cárnicas Argentinas (UNICA).
(Food Business Officer), Mattievich S.A.
Expert Delegate (Rapporteur) of Meat Standards, United Nations Economic
Commission for Europe (UNECE).
Miembro integrante del Comité Asesor, Área Estratégica Tecnología de
Alimentos (AETA) del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
La industria frigorífica es considerada como productora de alimentos y como
tal debe observar los requisitos necesarios para asegurar la salud de los
consumidores.
Por ello encontramos que el termino Bioseguridad en español es muy amplio,
ya que tenemos dos términos en idioma inglés que tienen un significado
completamente diferente, ellos son Biosecurity y Biosafety en definitiva los dos
apuntan por distintos caminos a lo mismo en la producción de alimentos,
ofrecer un alimento sano.
Tomando el primer término "Biosecurity" la industria trabaja desde dos
aspectos
1- el primero es que las plantas son consideradas como un sitio de
concentración de animales y por lo tanto se debe asegurar que de presentarse
alguna enfermedad infectocontagiosa esta no se propague o escape de los
límites de la planta y por lo tanto se mantenga bajo control, esto se sustenta
por varias condiciones que deben ser cumplidas para operar y son controladas
por las autoridades competentes. Allí encontramos
A.- Perímetro de la planta completo y sin soluciones de continuidad.
B.- Mecanismos de lavado y desinfección de los vehículos en los que ingresan
los animales a la planta, acceso que por supuesto debe estar separado de las
vías de salida de producto terminado.
C.- Procedimientos de acción en los corrales de depósito que permitan una fácil
inspección ante-morten por parte de las autoridades competentes, y en el caso
de encontrar animales sospechosos la planta debe contar con facilidades que
permitan realizar una faena sanitaria de emergencia o en el extremo caso, una
sala de necropsia dotada de un sistema de esterilización de los restos. Además
los protocolos de seguridad deben contemplar procedimientos operativos para
lavado y desinfección de los corrales en su totalidad (no solamente donde hubo
animales sospechosos), para lograr esto se necesitan equipos y personal
entrenado.
D.- Facilidades que permitan una inspección post-morten correcta y
procedimientos que aseguren la destrucción de todo el material sospechoso, si
la hubiese, a través de la esterilización en elementos sometidos a altas
temperaturas y presión.
E.- Posteriormente existe normativa que debe ser cumplida y apunta a controlar
la diseminación de algunas enfermedades (especialmente virales), el caso
emblemático es el de la fiebre aftosa que para poder acceder a mercados no
aftósicos, en los que además de procedimientos de control ante y post-morten
por parte de las autoridades competentes se debe, asegurar un descenso del
pH de la carne por debajo de 5.9 y además un deshuesado de los cortes para
mitigar el riesgo. A modo de ejemplo, claramente estas medidas dan resultados
74
positivos comprobados a través de exportación de carne en estas condiciones
a la Unión Europea durante 45 años sin registrar ningún incidente de presencia
de virus de Fiebre Aftosa proveniente de Sudamérica.
2- el segundo aspecto no es menor y es posterior a lo antes nombrado, ha
tomado importancia en los últimos veinte años y es la prevención del Bioterrorismo, recordemos que uno de los objetivos del terrorismo es la de causar
el mayor daño posible a la mayor cantidad de gente posible y la producción de
alimentos es un objetivo muy fácil de acceder.
Para controlar este aspecto la industria organizada ha desarrollado una serie
de procedimientos operativos que apuntan a asegurar que no pueda existir
introducción de tóxicos o patógenos en actos criminales, aquí encontramos sin
entrar en detalles un estricto control del personal que ingresa a planta y
específicamente en las áreas susceptibles (normalmente en los pasos finales
de la cadena de producción) el control de los empleados que trabajan allí es
fundamental, tanto en el producto directamente como en los insumos de
producción. Las visitas o inspecciones obviamente están permitidas pero bajo
un estricto control y observando una serie de protocolos de seguridad.
No podemos evitar asegurar que pueden ocurrir accidentes y que deben ser
controlados, estos ya abandonan el término Biosecurity y están encuadrados
dentro del término Biosafety. Este término es muy importante y apunta a
controlar que todo producto que salga de un establecimiento Frigorífico no lleve
consigo un peligro biológico como L. monocytogenes, Salmonella sp.,
Campylobacter sp. y en la actualidad la descontrolada E. coli en sus
variedades O157 y no O157, todas verotoxigénicas, esta tarea no es simple y
además nunca se va a poder asegurar totalmente, pues está condicionada por
una multiplicidad de factores que generan una multiplicidad de peligros con
riesgos que están directamente relacionados con el tipo de producto que se
genera (listos para consumir, listos para cocinar, hábitos de los consumidores,
etc.). No existe otra forma que la mitigación del riesgo a través de la
implementación de programas de aseguramiento de calidad como son SOP's,
SSOP's, GMP's, HACCP y un poco mas evolucionado cumplir y certificar con
normas ISO 9000, normas BRC, etc. Toda esta batería de controles,
inevitablemente debe tener sustento en:
- Sistemas de trazabilidad de producto, que permitan controlar cada paso
del proceso productivo e incluso establecer rápidamente procedimientos
de recall para evitar mayores daños a la salud pública e inevitablemente
a la marca construida que puede llegar a ser condenada a la
desaparición.
Como se podrá ver claramente no es una tarea fácil, porque estamos en una
industria con mucha manipulación, con personal que tiene muy baja
capacitación y que insume costos muy altos de entrenamiento.
Toda esta batería de intervenciones debe ser acompañada de una firme
decisión empresaria para llevar adelante medidas, que insumen una importante
responsabilidad por parte de los directores de las empresas, quienes tienen
que tener como objetivo primordial la salud de los consumidores.
―LA SALUD PÚBLICA NO ES NEGOCIABLE‖
75
El INEVH en su doble función de diagnóstico y producción de vacunas
Ambrosio, A.M.
Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas Dr J.I. Maiztegui- ANLIS.
Pergamino, Buenos Aires. [email protected]
El INEVH se inició en la década de los `60, en la ciudad de Pergamino,
provincia de Buenos Aires, como un grupo de atención médica en terreno,
generado como primera respuesta de las autoridades de salud ante las
cuantiosas y severas epidemias de fiebre hemorrágica argentina (FHA) de esos
años. Se acababa de reportar que el virus Junín (VJ) era el agente etiológico
de esta enfermedad, y asistir a personas infectadas por un virus cuyo potencial
de diseminación se desconocía, demandaba coraje e ingenio. Las medidas de
bioseguridad, en aquellos momentos ausentes en los libros de texto
obedecieron, al igual que hoy, al sentido común y al instinto de auto-protección.
No obstante, más de 31 casos de infección accidental por VJ
(aproximadamente 17 casos clínicos ,12 subclínicos y dos fallecidos) han sido
registrados entre operadores que manipulaban el virus en diferentes
instituciones argentinas. En 1978 se creo el INEVH como instituto de la orbita
del Ministerio de Salud de la Nación, con la misión de continuar la labor
medico-epidemiológica que ya se venía realizando (mejorándola con la
aplicación de métodos de diagnóstico etiológico más específicos), probar
estrategias terapéuticas e investigar medidas preventivas para la FHA. La
institución se organizó con un fuerte énfasis en todos los enfoques de la
protección de los operadores y el medio ambiente. La primera versión de las
Normas de Bioseguridad del INEVH data de 1979 y en ellas se encuentra
delineada la estimación del riesgo biológico inherente a cada actividad
desarrollada en la institución, la segregación de las mismas, estando las de
mayor riesgo a cargo de personal inmune al VJ. En ese momento se inició el
registro de accidentes laborales (1) y se habían establecido lugares específicos
para
 Atención de los pacientes con diagnóstico presuntivo de FHA
 Internación de pacientes
 Tratamiento con plasma inmune
 Separación de muestras y análisis clínicos
 Áreas para pruebas de diagnóstico que involucraran el uso de VJ
inactivado
 Áreas para pruebas de diagnóstico que involucraran el uso de VJ vivo
 Áreas en las que el VJ se multiplicara en cultivos celulares
 Áreas en las que el VJ se multiplicara en animales de laboratorio
 Único espacio para ingerir alimentos y bebidas
 Área administrativa separada
Desde el comienzo de las actividades existió un programa de limpieza, de
desinfección y de tratamiento de residuos, a los cuales se hará especial
referencia en la presentación. Todas las actividades se desarrollaron en
antiguas edificios y la extrema adherencia a las normas de bioseguridad (2),
resultó en un único caso laboral de FHA leve entre 1978 y 1991, año en que
todo el personal del INEVH se encontraba ya inmunizado con la vacuna Candid
76
#1 (anti-FHA), desarrollada por un convenio internacional entre 1979 y 1990.
Desde 1991 el INEVH aplicó su infraestructura y tecnología al abordaje de
otras patologías, con especial énfasis en las virosis emergentes transmitidas
por roedores y artrópodos (hantavirus, dengue, fiebre amarilla, además de
FHA). A lo largo de su trayectoria, el INEVH ha agregado a su infraestructura
dos edificios de alta seguridad (nivel 3 de biocontención) destinados uno a
estudios virológicos y el otro a la producción de vacuna Candid #1 (anti-FHA),
diluente y productos intermedios. La presentación mostrará cómo la
biocontención ofrecida por esta infraestructura es utilizada con ―el operador‖ o
―el producto‖ como objetivo de las barreras primarias y secundarias de
bioseguridad.
Bibliografía
1. Ambrosio, A.M. Riera, L. Calderón, G. Micucci, H.A. 2001.Procedimientos
de seguridad en el manejo de material biológico. Acta Bioq.Clin. Lat. (Supl
1): 67- 73.
2. Manual de Bioseguridad en el laboratorio. Tercera edición. 2005.
Organización Mundial de la Salud. Ginebra. Suiza.
77
Bioseguridad en la industria: producción de vacunas
Schammas, J.
Los laboratorios de investigación de alta biocontención poseen características
edilicias y requerimientos de bioseguridad que, si bien son los mismos para un
laboratorio de producción de vacunas, este último difiere en la escala de
producción del patógeno y por tanto, en el nivel de riesgo que implica un
posible escape. A su vez, los laboratorios de producción deben cumplir
requerimientos de calidad o de buenas prácticas de manufactura que muchas
veces son difíciles de articular con criterios de bioseguridad.
En esta presentación se tratarán temas referidos a: diferencias entre un
laboratorio de investigación y uno de producción (variabilidad vs cantidad),
división de áreas en un laboratorio de producción, establecimiento de las
cascadas de depresión entre las mismas, criterios para cumplir en simultáneo
normas de bioseguridad y de calidad industrial, diferencias en el nivel de riesgo
biológico al cambiar de escala de trabajo desde investigación a producción, y
se verá, en el ejemplo de la vacuna contra el virus de la Fiebre Aftosa, el
incremento del nivel de riesgo biológico en una prueba de potencia en animales
grandes para el registro y la aprobación de un lote.
78
TRABAJOS ORIGINALES
Repensando la bioseguridad: prever para proveer
Micucci, H.A.
Programa de Bioseguridad, Seguridad en Instituciones de Salud y Gestión
Ambiental (BIOSEGA) de la Fundación Bioquímica Argentina.
Viamonte 1167 – 3º piso. Código Postal 1053. Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. [email protected]
Hace siglos, el filósofo griego Heráclito dijo: ―Quien no espere lo inesperado, no
será capaz de detectarlo‖. Las amenazas de agentes infecciosos de difusión
nacional y mundial, en nuestros días, nos obligan a repensar la bioseguridad,
para saber si se está previendo lo posible y aun lo inesperado para proveer lo
necesario para afrontarlo.
Estamos habituados a considerar a la Bioseguridad en su forma más simple,
que consiste en el análisis del accidente con material biológico para dictar
normas, desarrollar procedimientos o promover el uso de instrumentos que
permitan prevenirlo (1).
La bioseguridad es una disciplina preventiva y constituye una verdadera
epidemiología del accidente ocurrido en el manejo del material mencionado.
Esta concepción permite advertir que el que se accidenta no es un trabajador
de la salud en general, sino que debemos analizar qué tareas realiza, las
condiciones en que trabaja (espacio y tiempo), si dispone o no de material de
protección adecuado, si lo usa o no y los respectivos porqué. Es decir, siempre
se debe considerar todo lo relacionado con quién se accidenta, en que lugar y
en que momento en particular o sea la conocida tríada epidemiológica:
Persona, Lugar, Momento, lo que permitirá descubrir no sólo causas
inmediatas sino también las mediatas que a menudo se soslayan. Aparecerán
así motivos aparentemente alejados del hecho: deficiencias presupuestarias
que no permiten la adquisición de elementos protectores adecuados, excesivas
horas de trabajo con la consiguiente pérdida de atención, falta de planes de
entrenamiento del personal, etc.
Debe resaltarse las relaciones de la bioseguridad con las condiciones de
trabajo adecuadas, inseparables de los fondos necesarios, elementos de
protección suficientes, estructuras edilicias correspondientes, salarios con
horarios de trabajo no extenuantes y capacitación permanente.
Un operador de material biológico que deba trabajar excesivas horas estará
siendo empujado a realizar actos inseguros en su labor que lo conducirán al
accidente. Si su salario es insuficiente, estará obligado a trabajar más horas en
otros empleos, lo que también lo llevará al cansancio y consecuentes actos
inseguros en la manipulación de material de riesgo (2) (3) (4).
Es decir, si se habla seriamente de bioseguridad y existe la voluntad firme y
sincera de desarrollarla, deben considerarse, también, presupuestos
adecuados, ingresos dignos y horarios acordes con una labor de riesgo. Y aquí
aparece una necesaria responsabilidad del Estado en establecer planes
nacionales de bioseguridad que también incluyan estos temas. Debe decirse
que los reiterados ajustes presupuestarios a menudo llevan a restringir fondos
necesarios para los aspectos enunciados.
79
Existen hoy condiciones de trabajo que no deben ser admitidas. El compromiso
de los organismos oficiales de control es inexcusable. Y la responsabilidad del
Estado es mayor cuando se observa que muchas de las violaciones de las
normas de bioseguridad, incluidas las condiciones de trabajo, se producen,
también, en establecimientos de su dependencia.
Ya no basta con discursos sobre el tema. Debe haber hechos.
Algunos de los peligros de los que se habla en nuestros días exigen tomar
medidas ya mismo si no se quiere correr riesgos de los que nos lamentaremos
después. La situación requiere prever los riesgos, y capacidad previa para
detectarlos, con el objeto de proveer lo necesario en el momento oportuno.
Los peligros de la extensión de agentes que ya existen en el territorio como los
de la llegada de exóticos implican tomar medidas que nos aseguren
condiciones de trabajo correspondientes a esas emergencias.
Cabe la pregunta ¿Tenemos formas de labor y estructuras edilicias ajustadas
tanto a las necesidades habituales como a las posibles emergencias?
La respuesta es no.
Una acción correcta ante la presencia de agentes exóticos exige, entre otras
cosas, tener suficientes establecimientos de niveles de bioseguridad 3 y 4. Es
sabido que es escaso su número. Tampoco existe un organismo nacional que
determine las características que deben tener cada uno de ellos y su acción
ante cada contingencia y, más aún, que los supervise de manera continua.
Pero hasta aquí, como dijimos más arriba, nos estamos refiriendo a la forma
más simple de la bioseguridad. La del trabajo con material biológico.
Los peligros de agentes infecciosos de los que se habla en nuestros días, la
extensión de su amenaza y los ominosos pronósticos que se anuncian en
cuanto a su costo en vidas, más allá de los impactos económicos, nos obligan
a pensar en la necesidad de la existencia de dichos establecimientos en un
número adecuado. Esto es, debemos recalcarlo, que existan varios de ellos en
cada una de las distintas provincias que componen la República Argentina y
con planes previos de coordinación entre si y con el resto del sistema. Y eso
esa parte, también, de una concepción federal de país.
Epidemias como las que pueden ocurrir o que han ocurrido exigen, además,
establecimientos asistenciales de características especiales y de distintos
niveles de complejidad organizados en red, en caso contrario, debe decirse con
crudeza, morirán pacientes por deficiencias en el tratamiento y por contagio
intrahospitalario y trabajadores de la salud por el riesgo en su labor cotidiana.
El actual sistema de salud de los argentinos es un mal sistema de curación de
la enfermedad que ni siquiera cumple con ese objetivo limitado. No satisface
las necesidades de los pacientes y tampoco las aspiraciones de los que
trabajan en él. No existe un sistema integrado e integral que, como lo postula la
Organización Mundial de la Salud, se base en la Estrategia de Atención
Primaria, con los distintos niveles de complejidad, para la prevención y curación
de la enfermedad y la promoción de la salud, con una atención próxima a los
lugares de vivienda y trabajo de la población.
No hay, en consecuencia, accesibilidad geográfica, económica y cultural al acto
de salud que debiera ser un derecho inalienable de todo habitante de nuestra
tierra.
La situación es dramática. Un alto porcentaje de nuestra población vive por
debajo del nivel de pobreza. Muchos (demasiados) carecen de cloacas, no
tienen gas natural y viven en calles de tierra o, lo que es peor, cerca de un
80
basural o en tierras que se inundan. Es en este contexto que la mitad de la
población que habita nuestro país sólo puede recurrir al sector público de salud
(deficitario en varios aspectos) muchos de ellos viviendo a más de 3 kilómetros
del centro de atención sanitaria estatal más próximo (5) (6) (7).
Es de imaginar las consecuencias que producirían para la población y para los
trabajadores de la salud, el ingreso de un agente exótico o la difusión de los
que ya tenemos, en estas condiciones.
Las emergencias sanitarias resultado de agentes biológicos reclaman la
existencia de planes de contingencia que sean ensayados y revisados
periódicamente, que formen parte de un plan integral comunitario, coordinados
con todas las estructuras sanitarias y no sanitarias implicadas y aprobado por
la comunidad con formas democráticas de participación activa (8).
El transporte de material biológico es también una cuestión ligada a la
bioseguridad que debe considerarse. Si bien hay normativa legal al respecto,
hay serias deficiencias en su aplicación. Hasta ahora no han trascendido
eventos con gran número de víctimas, pero los peligros mencionados más
arriba obligan a considerar que no se puede seguir como hasta ahora.
Todo indica, entonces, que es preciso realizar un adecuado análisis de riesgo.
En todo plan de seguridad pública ante accidentes hay, primero, hipótesis de
desastres posibles, de la misma manera que en el plano militar hay hipótesis
de conflicto. Estas hipótesis se tejen analizando la probabilidad de que un
hecho se produzca y la gravedad de sus consecuencias.
Eso es, en suma, lo que se llama ―Análisis de Riesgo‖ y vale también para los
riesgos sanitarios y para la bioseguridad necesaria (9).
Una vez que se han analizado los eventos posibles, deben existir tres fases a
planificar:
1. Fase de prevención. Destinada a evitar que el siniestro ocurra.
2. Fase de acción en la emergencia. Destinada a actuar si, a pesar de lo
anterior, el siniestro ocurre, para que las consecuencias sean lo menos graves
posibles. Tiene el objetivo de disminuir el número de víctimas actuando con
rapidez, con un plan previo, y con el personal y los medios técnicos médicos y
no médicos necesarios.
3. Fase paliativa. Destinada a paliar los daños morales y materiales en las
víctimas. Incluye la reconstrucción y la rehabilitación.
Además, en una concepción ampliada de acción frente a emergencias, se
intenta integrar al personal profesional (desde los bomberos hasta el personal
sanitario), con la defensa civil organizada y la acción en el lugar de la
población, que actúa solidaria y ―espontáneamente‖ (pero con un cierto
―entrenamiento previo‖).
Hechos recientes demuestran que hay serias deficiencias al respecto.
Pareciera considerarse a la prevención como un gasto superfluo que se puede
eludir.
De lo dicho surge que no se debe reducir la bioseguridad sólo al trabajo con
material biológico. Una respuesta adecuada a las circunstancias obliga a
ampliar el espectro de acción. Es más: no se resolverán las causas básicas de
accidentes con material biológico si no se extiende la visión de la bioseguridad
y se prevé lo necesario, concibiéndolo no como un gasto sino como una
inversión destinada a evitar males mayores.
Esta ampliación de los objetivos de la bioseguridad, debe incluir la participación
en la vigilancia epidemiológica de la población que permita detectar
81
rápidamente cualquier evento que pueda significar la diseminación de
microorganismos y enfermedades consecuencia de ellos en el interior del
territorio nacional, dentro de las fronteras, entre las diversas regiones. En estos
casos la bioseguridad cumplirá la tarea de diseñar, poner en práctica y evaluar
los resultados de las acciones destinadas a evitar todo riesgo en la
manipulación y traslado de material biológico a lo largo del país. Se
desarrollará así este estrato de bioseguridad intraterritorial que es parte de la
vigilancia epidemiológica de la población humana y animal.
Asimismo, el control de fronteras es una tarea ineludible para una visión
ampliada de la bioseguridad. La posible entrada al país de agentes infecciosos
para humanos, animales y vegetales le da actualidad a esta cuestión.
Nuestras fronteras parecen ser demasiado permeables.
Hace unos años, en virtud de situaciones de política internacional (muchas
veces originadas por intereses de discutible legitimidad aunque de indudable
poder económico, político y militar) se impuso en ámbitos científicos y no
científicos el tema del bioterrorismo. Los expertos en bioseguridad se vieron de
pronto en la necesidad de opinar sobre la materia. Muchos repitieron lo que los
medios de comunicación difundían a veces sin mucho rigor científico o en
complicidad con los intereses mencionados.
Pasados algunos años sabemos que si hay alguien con capacidad científico
tecnológica para producir materiales para bioterrorismo son las grandes
potencias y no los pequeños países donde nunca se encontraron los elementos
químicos y biológicos que se les atribuían. Sin embargo (o tal vez por ello) el
tema de la permeabilidad biológica de nuestras fronteras no debe ser
desechado (10).
Este superior estrato de la bioseguridad, la Bioseguridad de Fronteras, está
constituido, como se ha publicado hace años, por las respuestas legales y
técnicas destinadas a evitar la entrada y salida al y del territorio nacional de
algún factor vinculado a un riesgo biológico determinado, principalmente un
agente causal. Las acciones, ante estas circunstancias, no se basan sólo en la
decisión política que genera una legislación vinculante. Un resultado confiable
requiere también, en forma integrada, disponibilidad de recursos humanos y
técnicos y continuidad en las medidas de control establecidas, así como la
participación activa de toda la población(1) (2) (11).
Y aquí es notoria la relación entre fenómenos sanitarios como los que se tratan
y la defensa nacional de nuestro país.
De todo lo anterior surge que tanto una Política Sanitaria Nacional así como de
Defensa Nacional, no pueden eludir el análisis de un Plan Nacional de
Bioseguridad, que será parte de nuestro proyecto de Nación Independiente.
Pareciera imperioso contar, para contribuir con estas nuevas y viejas
obligaciones de la bioseguridad como disciplina, con un organismo rector
permanente o Comisión Nacional de Bioseguridad, integrada con personal
técnico competente, que planifique, ejecute y controle estos aspectos. Más
aún, la existencia de organismos provinciales y locales interrelacionados y su
vinculación con la comunidad parece una exigencia inexcusable.
Las patologías infecciosas existentes así como la posibilidad de aparición de
otras ponen a la orden del día estos temas.
Son cuestiones referentes a la salud de la población y de los operadores de
material biológico, a la prevención de factores que pueden perjudicar nuestra
82
economía y a la Defensa Nacional, que deben ser enmarcados en un Proyecto
de Argentina Independiente.
Tal vez sea necesario hacer extensivo a la bioseguridad lo que John A. Ryle
dijo alguna vez referido a la cuestión sanitaria: ―Por mucho tiempo hemos
aceptado el viejo refrán que dice que prevenir es mejor que curar...Ojalá que
[las] preguntas diarias cambien de ¿cuál es el tratamiento? a ¿cuáles son las
causas?, y ¿si es evitable, entonces, porqué no ha sido evitada?‖. (12)
Se trata, en suma, de definir una política de bioseguridad nacional que, como
toda política, no debe ser el arte de lo posible, que siempre se queda atrás de
las exigencias, sino la ciencia, para la ubicación de las causas, y el arte, para la
ejecución práctica de las medidas, que tiene por objeto hacer posible lo
necesario.
Bibliografía
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83
Integración de la gestión de la calidad, bioseguridad y medio ambiente en
las instalaciones con riesgo biológico.
Argote Pelegrino, E.J. PhD, Hernández González, A. MSc,
Consejo Científico Veterinario de Cuba. Sociedad Cubana de Microbiología
Veterinaria
RESUMEN
Las instalaciones de salud humana, veterinarias o de sanidad vegetal con
riesgo biológico requieren, para brindar un servicio de excelencia, no solo
implementar sistemas para la gestión de la calidad, sino además que están en
el deber de aplicar medidas preventivas para evitar la contaminación de los
trabajadores, estudiantes y otras personas eventualmente expuestas a dichos
peligros, así como proteger el medio ambiente, por lo que en la actualidad se
impone implementar sistemas integrados de gestión calidad-bioseguridadmedio ambiente, los cuales se complementan y alcanzan una elevada
eficiencia y racionalidad. Teniendo en cuenta el cambio climático que de
manera creciente experimenta nuestro planeta, resulta imprescindible que
nuestras instalaciones, especialmente los servicios de salud, se proyecten no
solo con la perspectiva de mejorar el servicio que tienen encomendado en
situaciones normales, sino que además sean capaces de responder de
manera eficiente ante situaciones de desastres (cada vez más frecuentes y
dañinas). Dada la necesidad de contar con servicios de excelencia prestados
en instalaciones seguras, o sea que garanticen su funcionamiento en casos de
desastres y que al mismo tiempo sean sustentables pues preservan el medio
ambiente, se han desarrollado sistemas de gestión de la calidad, bioseguridad
y medio ambiente integrados y coligados, tomando como base para ello la serie
ISO 9000:2000, la norma lSO 14001:2004 así como el marco regulatorio de
bioseguridad vigente en nuestro país, experiencias que ponemos a la
consideración en el presente trabajo.
SUMMARY
Human health, veterinary and plant installations with biological risks need, in
order to offer excellence services, not only to implement quality services, but
also they´re obliged to practice preventive measures to avoid the contamination
of workers, students and other persons eventually exposed to those risks, and
besides to protect the environment, for that reason, actually it´s necessary to
implement integrated systems of quality management-biosafety-environment,
which work as complementary between them and can reach a high level of
efficiency and rationality. Taking in mind the climatic change that increasingly
affect our planet , it´s indispensable that our institutions, especially those in
charge of health services, project their plans not only on the way to ameliorate
the specific services they offer in normal conditions, but also have to be able to
answer efficiently in disaster conditions (every day more frequent and
dangerous). Considering the need of excellent services from secure
installations, it means those able to assurance normal functioning on disaster
conditions, which at the same time are sustainable from the environment point
of view, it has been developed systems that integrate and solidify quality
management, biosafety and environment management, supported by ISO
9000:2000; ISO 14001:2004 rules and besides the national regulatory biosafety
frame of rules, these experiences are presented in this paper.
84
Palabras claves: calidad, bioseguridad, medio ambiente, sistema de gestión,
integración.
INTRODUCCIÓN
En la actualidad la tendencia es a planificar, mejorar y controlar los procesos de
las organizaciones para brindar productos y servicios de calidad, pero que
sean además seguros para los trabajadores, la comunidad y el medio
ambiente, constituyendo esta integración una necesidad del desarrollo 6.
Un Sistema Integrado de Gestión (SIG) es aquel que unifica todos los
componentes de la organización en un sistema coherente, que permite el
cumplimiento de su misión y objetivos, los cuales deben estar enfocados a la
satisfacción de las necesidades y expectativas de todas las partes interesadas,
tanto clientes externos como internos de la organización. De esta forma, las
personas, las instalaciones, los equipos, las diversas situaciones climatológicas
y la cultura, son parte del sistema, al igual que las políticas y prácticas
documentadas6.
En general los Sistemas Integrados de Gestión más difundidos son los
conformadas por la Normas internacionales NC/ISO 9001:200810, NC/ISO
14001:20047; y NC/ISO 18001:20058.
Por la importancia de integrar estas gestiones y brindar servicios de excelencia
se recomendaron anteriormente algunas pautas para la integración de la
calidad y bioseguridad en las instalaciones con riesgo biológico2, 4 y también en
la industria biofarmacéutica1, 3.
Las Normas ISO de gestión de la calidad9,10 establecen la posibilidad de que
una organización integre su sistema de gestión de la calidad con otros
sistemas de gestión relacionados, por tanto implementar un Sistema Integrado
de Gestión sobre los pilares y principios de la gestión de la calidad y medio
ambiente basados en procesos eficaces y eficientes y cumpliendo con el
marco legal en materia de bioseguridad es posible lograr instalaciones seguras
que brinden servicios de excelencia en situaciones normales como en casos de
desastres.
Tomando en consideración estos antecedentes, la finalidad de este trabajo es
resaltar la importancia de que en las instalaciones con riesgo biológico trabajen
en el diseño de un sistema de gestión integrado de calidad, bioseguridad y
medio ambiente, para lograr servicios de excelencia ya sean éstas de salud
humana, veterinaria o de sanidad vegetal.
MATERIAL Y MÉTODOS
Las normas utilizadas en este diseño de SIG que ponemos a la consideración
en este trabajo, fueron la NC/ISO 14001:20047 y la NC ISO 9001/200810.
Para la gestión de la bioseguridad se empleó el Decreto Ley 190 de Seguridad
biológica5 y sus regulaciones complementarias.
Para ejecutar el diseño para la integración de las gestiones se creó un Grupo
de especialistas con conocimientos en calidad, bioseguridad y medio ambiente,
el cual propuso para el diseñó basarse en las siguientes etapas:
Etapa 1. Preparación que conlleva:
 Realizar una evaluación de riesgo para diagnosticar la situación de la
organización y valorar lo que afecta el desempeño de la misma.
85

Seleccionar el representante de la dirección para los procesos a integrar
y designar un responsable por cada uno de las gestiones a integrar.
Etapa 2. Planificación donde se definen las actividades a realizar, y se
establece el cronograma de trabajo, definiéndose responsabilidades y fechas
de ejecución.
Etapa 3. Comunicación y Formación para informar y comunicar todo lo
concerniente al diseño y la implantación del SÍG a todas las partes
involucradas en la organización.
Etapa 4. Diseño e Implantación que requiere la elaboración de un plan para el
adiestramiento de los directivos y el personal a través de seminarios y talleres.
En esta etapa
se identifican las necesidades y expectativas del cliente
externo e interno. Se establece la política y los objetivos de la organización y se
procede a identificar el nivel de riesgo, los procesos, los recursos humanos y
materiales, los recursos técnicos y financieros y se asignan las
responsabilidades. Además se define la tipología de documentación y se
documentan los procedimientos, especificando sus registros y los métodos
para medir la eficacia en cada proceso. Incluye esta etapa la elaboración de un
plan de inspecciones y auditorias internas y determinar las medidas para
prevenir no conformidades y eliminar sus causas, el seguimiento de las no
conformidades a través de acciones correctivas y preventivas y seguimiento del
proceso de mejora continúa mediante planes de Inspecciones y auditorías
internas periódicas.
Este diseño de sistema de gestión se debe basar además en los 8 principios de
la Gestión expresados en la NC/ISO 9000:2005, que pueden ser utilizados por
la alta dirección con el fin de conducir a la organización hacia una mejora en el
desempeño y los principios de los Sistemas que no son más que la herramienta
de la Gestión, expresados en la NC/ISO 9001:2008, en la tabla No. 1, se
expresan dichos principios.
Tabla No. 1 Principios de la Gestión y los Sistemas
PRINCIPIOS DE LA GESTIÓN
PRINCIPIOS DE LOS SISTEMAS
NC/ISO 9000:2005
NC/ISO 9001:2008
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
1.
2.
3.
4.
5.
6.
Enfoque a cliente
Liderazgo
Participación del persona
Enfoque basado en procesos
Enfoque de Sistema para Gestión
Mejora continua
Toma de decisiones basada en Hechos
Relación mutuamente beneficiosa
con el proveedor
Abarca el ciclo de vida del producto/servicio
La máxima dirección es el líder
Debe estar documentado
Auditado
Revisado y perfeccionado
Cumplir con la eficiencia económica
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Para lograr la eficacia y la eficiencia de los procesos que se ejecutan en una
instalación con riesgo biológico, los procedimientos deben quedar bien
definidos y documentados, en correspondencia con el diseño elaborado, así
como definidas las responsabilidades para su ejecución. Además, el
cumplimiento de las leyes y regulaciones que integran el sistema de gestión se
debe basar en la comunicación a los trabajadores, su capacitación y toma de
86
conciencia sobre la importancia del cumplimiento de las mismas. El control de
los recursos se debe basar en el principio de la prevención, es decir, de la toma
de medidas preventivas que permitan una seguridad razonable respecto a los
riesgos identificados para evitar accidentes, fallos, fraude, así como, las
pérdidas y el despilfarro de los recursos de todo tipo.
Todos estos objetivos pueden lograrse reforzando los controles e inspecciones
dentro del Sistema Integrado de Gestión enfocado a la calidad, como la
satisfacción de todas las partes interesadas, expresada en la NC/ISO 9001 10,
mientras que la NC/ISO 140017 enfoca la gestión de los riesgos ambientales;
siendo las reglamentaciones de Bioseguridad5 las que arrojan informaciones
valiosas que alertan de la necesidad de elaborar prácticas apropiadas en las
instalaciones respecto a los riesgos biológicos existentes ya sean del servicio
diagnóstico, investigación, producción de biológicos, de control e inspección de
alimentos o docentes.
De importancia fundamental es tener en cuenta al programar nuevos
proyectos de construcción de instalaciones, elaborar un diseño que permita en
los laboratorios, clínicas, hospitales y en otros servicios de salud mantener su
objetivo social frente a situaciones de desastres, por el rol que juegan las
mismas en dichas situaciones.
La responsabilidad en el diseño de la instalación es de suma importancia e
incluye desde
la construcción, puesta en servicio,
explotación y el
mantenimiento, siendo de máxima responsabilidad el empleo de estructuras,
componentes, sistemas auxiliares (aire comprimido, vapor, vacío) y
equipamientos seguros y confiables con fines de mantener un servicio eficiente,
aun en casos de desastres4 y además prevenir accidentes y fallas que puedan
afectar la instalación, el personal la comunidad y el medio ambiente, lo que
incluye en el diseño el establecimiento de planes de contingencia previamente
concebidos y periódicamente revisados.
Desde la etapa del proyecto y emplazamiento de la instalación hay que
desarrollar un proceso de análisis de riesgo e identificar los peligros asociados
a los procesos a ejecutar y prever todas las medidas organizativas y acciones a
ejecutar en estas instalaciones con riesgo biológico, por lo que en el Sistema
de Gestión Integrado se deben cumplimentar las siguientes elementos del
sistema: la Política y objetivos, la estructura organizativa, la definición de
responsabilidades, definir los procesos, documentar los procedimientos, definir
el sistema de información, los recursos humanos, materiales y financieros, las
relaciones con los clientes tanto externos como internos, con el entorno, con el
medio ambiente y por supuesto trabajar con la perspectiva de la mejora
continua, o sea cumplimentando los 4 elementos fundamentales del sistema:
estructura organizativa, procesos, documentación y recursos2, 10.
La seguridad de las instalaciones con riesgo biológico requiere de la búsqueda
continua de un nivel de excelencia y su objeto general es brindar un servicio de
calidad, pero con el principio de proteger a los trabajadores, a la comunidad y
el medio ambiente, así como la bioprotección de la propia instalación, pero
para ello
es necesario crear y mantener las instalaciones con altos
requerimientos de seguridad y disponibilidad, inclusive en casos de ocurrencia
de un desastre4.
Una vía para lograr la satisfacción del cliente y el nivel de excelencia es la
integración de las gestiones basadas en un enfoque de procesos 9,10 es decir,
―cada proceso, sin distinción entre los procesos gerenciales, de realización o de
87
soporte, deben satisfacer no sólo especificaciones de calidad sino también de
responsabilidad frente al medio ambiente y la bioseguridad‖. Se debe tener
además bien identificadas las actividades que se desarrollan, los clientes y
partes interesadas y los servicios que reciben, las entradas y sus proveedores,
los recursos y sus fuentes, así como los riesgos, impactos, efectos y la forma
de seguimiento y control.
Otro elemento esencial de la gestión es el control para verificar que los
procedimientos se ejecuten conforme a lo prescripto, y monitorear los errores
detectados y las medidas correctivas aplicadas, lo que permitirá observar si
las prácticas se cumplieron realmente y como proyectarnos en el futuro.
Es importante tener en cuenta que cada elemento del SIG y cada uno de sus
requisitos varía en importancia, de acuerdo con el tipo de actividad y de las
características del servicio que se brinda, ya que el Sistema de Gestión
Integrado debe ser ―un traje a la medida de cada organización3‖.
Para concluir, podemos resaltar la importancia de implementar para las
instalaciones de salud humana. Veterinaria o de sanidad vegetal, un sistema
de gestión integrado de calidad- bioseguridad- medio ambiente, empleando
para ello las etapas descritas, así como los requisitos y los elementos
fundamentales de la serie de Normas ISO 9000 9,10, la norma lSO 14001:20047
y el marco regulatorio de bioseguridad vigente en el país donde se
implemente, por constituir esta integración un valioso instrumento para
controlar y prevenir los riesgos biológicos, contribuir a que la gestión sea
coherente en todas sus dimensiones, así como lograr que las instalaciones de
salud con riesgo biológico presten servicios de excelencia y además que el
sistema les permita lograr la resiliencia ante situaciones de desastres.
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88
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management systems – Fundamentals and vocabulary).
10. NC/ISO 9001:2008. Sistema de Gestión de la Calidad. [ISO 9001:2008
(Traducción certificada), IDT] Quality management systems —
Requirements.
89
Intervención educativa sobre Bioseguridad en el Policlínico Universitario
“Aracelio Rodríguez Castellón” del municipio de Cumanayagua,
Cienfuegos, Cuba
Ramos Lima, M., Puentes, D.
Facultad de Medio Ambiente. Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias
Aplicadas, Plaza de la Revolución 10600, La Habana, Cuba
RESUMEN
Los conocimientos de los principios básicos de Bioseguridad constituyen un
elemento de base fundamental para el desarrollo de prácticas seguras en
instalaciones de salud. Con el objetivo de evaluar este aspecto e implementar
medidas correctivas, se realizó un estudio con la finalidad de diseñar y ejecutar
una estrategia de intervención educativa dirigida a elevar el nivel de
conocimientos de los trabajadores del Policlínico Universitario ―Aracelio
Rodríguez Castellón‖ del municipio de Cumanayagua, en la provincia de
Cienfuegos en materia de Bioseguridad. La investigación se desarrolló en el
período comprendido entre enero y diciembre de 2011. Para la obtención de la
información, se utilizó una encuesta, diseñada para este estudio, la que
permitió medir el nivel de conocimientos al inicio de la investigación y al término
de la misma. Se determinó que había desconocimiento en cuanto a las
infecciones transmitidas en la práctica laboral, las vías de propagación, entre
otros aspectos. Se elaboró un programa de intervención educativa a partir de
las necesidades detectadas. Esta se dividió en dos partes: una general,
impartida a todos los trabajadores y una específica, ejecutada por los propios
participantes en cada área de estudio del policlínico. El programa se
implementó y su evaluación dio como resultado un incremento en el
conocimiento demostrando la validez de los procesos de capacitación
ajustados a las necesidades de la práctica laboral.
Palabras clave: capacitación, Bioseguridad
Teaching action on Biosafety in the University Polyclinic “Aracelio
Rodríguez Castellón” Cumanayagua, Cienfuegos, Cuba
ABSTRACT
The knowledge on Biosafety’s basic principles is an important element for safe
practices in health institutions. In order to evaluate it and to implement right
measures, a study was realized to design and carry out a teaching action
strategy to increase the level of workers’ knowledge on Biosafety in the
polyclinic university ―Aracelio Rodríguez Castellón‖ in Cumanayagua locality,
Cienfuegos, Cuba. The research was developed from January to December,
2011. A survey, just designed to this research, was applied to get the needed
information and it also allowed determining the knowledge level at the beginning
and at the end of the study. The infections transmitted in clinical practices and
the ways of its dissemination were unknown subjects, among other aspects. A
teaching program was prepared from the requirements detected in the survey.
This was divided into two parts: one general part on Biosafety and the second
one, more specific and arranged by the own workers in each department. The
program was implemented, and its evaluation showed an increase in knowledge
90
on Biosafety, showing the value of teaching processes fixed to specific practice
requirements.
Key words: teaching action, Biosafety
INTRODUCCIÓN
Las personas que están expuestas a agentes infecciosos o materiales que los
puedan contener, en instalaciones donde se manipulan agentes biológicos de
riesgo, deben estar conscientes de los peligros potenciales que esto implica, y
deben recibir una sólida formación en el dominio de las prácticas requeridas
para el manejo seguro de esos materiales peligrosos (García, 2003).
Numerosas enfermedades infecciosas emergentes o reemergentes como el
SIDA y la tuberculosis, se encuentran en expansión creciente, algunas en
proporciones epidémicas, con peligro potencial de ser transmitidas al personal
sanitario y otras que se presentan como oportunistas, en pacientes con
enfermedades crónicas, de cuya influencia no escapa el trabajador de la salud,
En Cuba, se han creado nuevas instituciones de atención primaria de salud,
con vistas a enfrentar a nivel de la comunidad, los pacientes con estas
patologías, de manera que los mismos posean una atención emergente y
próxima a los lugares de residencia y de fácil acceso. Un ejemplo de esto es el
Policlínico Universitario ―Aracelio Rodríguez Castellón‖ en el municipio
Cumanayagua, en la provincia de Cienfuegos.
Esta institución, con fines asistenciales y docentes, da atención priorizada a
pacientes que padecen VIH, ya que esta situada muy cerca de la institución
donde estos, ya con determinado estadio de desarrollo de la enfermedad
permanecen. En la misma, como en cualquier otra instalación de salud, se
realizan prácticas con riesgo biológico, con la consecuente generación de
desechos biológicos peligrosos y por tanto constituyen un peligro potencial para
los trabajadores que en ellas laboran, la comunidad donde se encuentran
enclavadas y el medio ambiente, por lo que es imprescindible establecer
programas de Bioseguridad.
Uno de los puntos clave para lograr este objetivo es el dominio sobre
Bioseguridad
que posean los trabajadores; resulta de innegable valor
examinar los conocimientos sobre esta disciplina y si fuera necesario,
establecer medidas correctivas, como elemento de base fundamental para el
establecimiento exitoso de los programas de Bioseguridad.
Teniendo en cuenta todos estos antecedentes, el objetivo del presente trabajo
es implementar una estrategia de intervención educativa sobre Bioseguridad en
los trabajadores de ese policlínico.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio se realizó en el Policlínico Universitario ―Aracelio Rodríguez
Castellón‖, instalación de atención primaria de salud ubicada en el municipio
de Cumanayagua, provincia Cienfuegos, Cuba, durante el periodo
correspondiente a enero a diciembre de 2011.
Se tuvieron en cuenta los siguientes criterios de inclusión y exclusión:
Inclusión.
 Personal de enfermería, médico y paramédico.
 Auxiliares de servicios internos.
 Estar de acuerdo en participar en el estudio.
91
Exclusión.
 No estar de acuerdo en participar en el estudio.
En la investigación participaron 70 trabajadores, del total de 73 que laboran en
el policlínico, estos representan el 96% del universo. Estos pertenecen a los
departamentos de Laboratorio Clínico, Central de Esterilización, Cuerpo de
Guardia y Odontología. Los tres restantes se negaron a participar en el estudio.
La muestra se dividió según la categoría ocupacional, quedando integrada de
la siguiente forma: Profesionales 23 trabajadores, técnicos 35, trabajadores y
otros 12. Además se agruparon según su puesto de trabajo: Laboratorio Clínico
13, Central de Esterilización 9, Cuerpo de Guardia 27 y Odontología 21.
El programa de intervención educativa fue convenientemente presentado y
aprobado en el Consejo Científico de la Dirección Municipal de Salud, teniendo
en cuenta la voluntariedad de las personas para la participación en el mismo
En este sentido, se les explicó el objeto del estudio, para garantizar respuestas
ajustadas a intereses predeterminados, se solicitó su disposición, bajo el
compromiso de uso exclusivo para el contexto de la investigación. Además se
les adecuó un horario factible de forma tal que pudieran asistir periódicamente
al programa de intervención realizado en talleres, dando oportunidad para
pensar y responder las preguntas según su nivel cultural, enfatizando que no
estarían forzados a permanecer en el estudio si no fuese de su agrado.
Para iniciar el estudio se caracterizó al personal, lo que permitió categorizar los
trabajadores por las áreas de trabajo, por sexo, años de experiencia y
profesión, sobre la base de las variables presentadas en el Cuadro 1.
El análisis de los resultados se realizó sobre la base de medidas de
porcentualidad.
Cuadro 1. Variables utilizadas en el estudio y su ponderación
Variable
Definición operacional Escala y valor
Sexo
Distribución por sexo
1- Femenino
2- Masculino
Servicio.
Funciones que
desempeña dentro del
sector salud.
1234-
Laboratorio clínico.
Central de esterilización.
Clínica Estomatológica.
Cuerpo de guardia.
Tiempo que labora
en el departamento
Tiempo que labora en
el departamento
1.
2.
3.
4.
5.
1 -5 años
6- 10 años
11-15 años
16-20 años
Más de 20 años
A modo de diagnóstico, para evaluar los conocimientos sobre Bioseguridad,
se aplicó una encuesta diseñada específicamente para este estudio, la que se
muestra a continuación:
92
Encuesta sobre Bioseguridad
Profesión_____________
Servicio______________
1. ¿Esta sometido a riesgo biológico? Si___ No___. Si su respuesta es
afirmativa marque con una X el que considere:
a) Sangre____ b) Secreciones orgánicas ____ c) Sustancias químicas____
2. ¿Marque con una X cuáles de estas enfermedades pueden ser adquiridas
en la práctica laboral?
VIH _____ Hepatitis B _____ Hepatitis C____
3. Marque con una X cuáles son la vías principales por la que se pueden
enfermedades infecciosas durante la práctica laboral
parenteral____ aérea____ dérmica_____ digestiva____
De las siguientes consideraciones marque con una V las que considere
verdaderas y con una F, las falsas.
____ Las enfermeras, médicos y personal que manipula a pacientes y que
presenten lesiones cutáneas abiertas deben recubrir la lesión con un apósito
oclusivo y utilizar guantes para evitar la exposición directa a la sangre y otros
líquidos corporales.
____ En general, las enfermeras, médicos y personal que manipula a
pacientes infectados por el VIH SIDA no ponen en peligro al paciente por lo
que no es necesario medidas de protección para el paciente.
____ Se deben lavar cuidadosamente las manos y cualquier superficie
después del contacto con sangre o líquidos corporales.
____ No es necesario utilizar guantes para tocar sangre, mucosas, piel,
objetos contaminados, para realizar venipunturas y otros procedimientos al
sistema vascular.
____ No es necesario utilizar delantales impermeables cuando potencialmente
se pueden producir salpicaduras de sangre u otras secreciones contaminadas.
____ El personal con lesiones en la piel o dermatitis exudativas debe
abstenerse de cuidar directamente a pacientes, manipular equipos o
instrumentos que puedan estar contaminados con sangre o líquidos
corporales de los mismos.
4. En cuanto a la manipulación con la ropa sucia. ¿Cuáles de las siguientes
afirmaciones considera correcta?
____ La ropa debe mantenerse en bolsas en el mismo lugar donde ha sido
usada, no deben separarse por tipo de prendas, ni enjuagarse en los locales
donde se atiende al enfermo.
____Cuando se manipule ropa sucia no es necesario ponerse guantes ni
delantales protectores.
5. En cuanto a manipulación de agujas y/otros instrumentos punzo cortantes.
Marque con una X las que considere ciertas.
____ La prevención de lesiones por piquetes con agujas mediante el manejo y
eliminación de estos materiales cortantes y puntiagudos es la mejor forma para
evitar la infección de sangre a sangre.
____ Para evitar posibles pinchazos no se deberá manipular las agujas con la
mano, ni se intentara ponerle la capucha protectora una vez utilizada.
____ Las hojas de bisturí deben quitarse con los dedos no con una pinza.
____ Una vez utilizadas las agujas como objetos punzo cortantes deberán ser
93
depositadas en recipientes rígidos situados lo más cerca posible de donde se
está usando y deberán tratarse como material infectado.
____ Si se rasga un guante o se produce un pinchazo con aguja o cualquier
otro accidente, debe quitarse el guante tan pronto como sea posible,
desinfectar y colocarse uno nuevo.
6. En cuanto a las precauciones con las muestras de sangre para laboratorio.
Marque con una X las que considere Verdadera (V) y Falsa (F)
____ La enfermera no utilizará guantes cuando manipule o trabaje con
muestras de sangre y otros derivados.
____Hay que lavar siempre las manos con agua y jabón inmediatamente
después de haber estado en contacto con las muestras.
____Las muestras deben taparse con tapas de seguridad para evitar que se
viertan durante el transporte, tomando precauciones para impedir la
contaminación del exterior del recipiente.
_____ Si se va a trasladar una muestra a una distancia relativamente larga
deberán introducirse en recipientes irrompibles. En caso de rotura de
recipientes de cristal, los pedazos se desinfectan con solución desinfectante,
luego se recogen con una pinza y envuelven bien en papel de estraza y se
desechan adecuadamente, pero utilizando guantes gruesos.
____ Cualquier salpicadura de sangre proveniente de la muestra deberá
descontaminarse inmediatamente con un desinfectante como el hipoclorito
De la encuesta, los resultados de las preguntas 1, 2 y 3 fueron reflejados
específicamente; además sus resultados
y los correspondientes a las
restantes preguntas, se tomaron como elementos de base fundamentales para
confeccionar el plan de capacitación.
Sobre la base de los resultados obtenidos, se elaboró un programa docente
sobre Bioseguridad, incluyendo como datos a medir las necesidades de
aprendizaje identificadas en la encuesta.
Para propiciar la factibilidad de recibir el programa docente, se organizaron
grupos de trabajos. Las sesiones de trabajo se realizaron por el programa
diseñado y fueron ofrecidas en principio de forma general, aquí se empleó
como herramienta la ejecución de talleres, donde los miembros intercambiaron
opiniones y criterios sobre temas de Bioseguridad. Se conocieron las ideas que
tenían sobre el tema, motivaciones y se establecieron los vínculos entre los
participantes, para ello se contó con diferentes recursos educativos como
videos, diapositivas, transparencias, materiales impresos, entre otros.
Con el objetivo de evaluar el proceso de capacitación, diez meses después de
terminado el proceso de capacitación, se aplicó de nuevo la encuesta utilizada
en la etapa diagnóstica, para evaluar el impacto de las actividades docentes
impartidas, utilizando como criterios para la evaluación el porciento de
preguntas contestadas, considerando como Bien que el 70% de las mismas
fueran respondidas correctamente.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Las características de la muestra se observan en el Cuadro 2: se refleja la
distribución por sexos en las diferentes áreas de trabajo. De forma general
predomina en todos los departamentos el sexo femenino. Estos resultados se
corresponden con los descritos para el sector de la salud en Cuba, donde las
mujeres constituyen la principal fuerza laboral (ONE, 2010).
94
Cuadro 2. Distribución del personal según servicio y sexo.
Servicio
Laboratorio clínico
Cuerpo de guardia
Central de esterilización
Odontología
Total
Femenino
No
%
11
15,7
18
25,7
9
12,8
16
22,8
Masculino
No
%
2
2,8
9
12,8
0
0,0
5
7,1
Otro aspecto a caracterizar fueron los años de experiencia: en el Cuadro 3 se
observa que el 84,6% de los trabajadores del Laboratorio Clínico poseen más
de tres años de experiencia en su puesto de trabajo, mientras que el 85,2% del
personal que labora en Cuerpo de Guardia ha ocupado este puesto por más de
tres años. En la Central de Esterilización el 88,9% de sus trabajadores cuenta
con más de tres años de experiencia en la profesión. Por su parte, el 85,7%
del universo de Odontología cumple igual parámetro.
Cuadro 3. Distribución del personal según años de experiencia
Años de experiencia.
1-2 años.
3-4 años.
5 y más años.
No
%
No
%
No
%
Laboratorio clínico.
2
15,3
3
23,1
8
61,5
Cuerpo de guardia.
4
14,8
6
22,2
17
63,0
Central de esterilización
1
11,1
2
22,2
6
66,7
Odontología.
3
14,3
3
14,3
15
71,4
Total.
10
14,2
14
20,0
46
65,8
Servicio.
A modo de resumen, se encontró en la etapa diagnóstica que el sexo femenino,
predomina, una parte importante de los trabajadores tienen más de tres años
de experiencia laboral, sin embargo hay desconocimiento en cuanto a las
infecciones transmitidas en la práctica laboral y las vías de propagación.
El conocimiento que tienen los individuos encuestados sobre las enfermedades
infecciosas seleccionadas y que pueden ser transmitidas durante la práctica
laboral se muestran en el Cuadro 4. Vale destacar que 100% reconoce el
VIH/SIDA como una de ellas, pero apenas el 40% identifica que la Hepatitis B
también posee esta característica, solo el 28,6% del total de la muestra
identifica la Hepatitis C como una enfermedad susceptible de contraerse debido
a malos procedimientos durante la actividad laboral, aspectos estos últimos
muy negativos ya que la prevalencia de estas enfermedades es muy similar en
la población cubana (ONE, 2010).
95
Cuadro 4. Reconocimiento de enfermedades infecciosas transmitidas en la
práctica laboral
Enfermedades
Población muestreada
Profesionales
Técnicos
Otros
trabajadores.
No
%
No
%
No
%
VIH-SIDA
23
100
35
100
12
Hepatitis B
14
60,7
9
25,7
Hepatitis C
11
47,8
7
20,0
Total
No
%
100
70
100
5
41,7
28
40,0
2
16,7
20
28,6
Es muy probable que estos resultados respondan al hecho de las campañas
desarrolladas en torno al VIH, y que no ha sucedido así con la Hepatitis B y C,
ambas patologías igualmente graves, ya que la recuperación de los pacientes
con Hepatitis B es bastante complejo y en el caso de la C, aún no existe una
terapia totalmente exitosa.
En el caso de la Hepatitis B, el riesgo de infectarse en un accidente laboral a
través de una aguja que tiene sangre contaminada es de aproximadamente el
15%, llegando hasta un 40%. Mientras que el riesgo de infectarse con el virus
de la hepatitis C se estima entre un 7% y un 10%. Sin embargo el riesgo de
infectarse por el virus del SIDA en un accidente laboral a través de una aguja
que tiene sangre contaminada es estimado entre el 0.3 y el 0.4%, decreciendo
hasta el 0.05% en un contacto mucoso con sangre contaminada (Coad, 2006),
lo que implica que la percepción del riesgo es baja con respecto a la
probabilidad de real de infección.
La comprobación del conocimiento sobre las vías mediante las cuales se
pueden adquirir enfermedades infecciosas durante la práctica laboral se
reflejan en el Cuadro 5. La vía parenteral es reconocida por el 95,7% de los
participantes en el estudio, seguida por la vía digestiva que la identifica el
94,3% de la población muestreada, sin embargo, apenas el 72,2% del total de
la muestra objeto de estudio refiere que el medio aéreo constituye una forma
de infección, mientras que la vía dérmica es identificada tan solo por el 58,6%
de ellos.
Cuadro 5. Vías por las que se pueden adquirir enfermedades infecciosas
durante la práctica laboral
.Vías de
Población muestreada
Infección
Profesionales
Técnicos
Otros
Total
trabajadores.
No
%
No
%
No
%
No
%
Parenteral
23
100
33
94,3
11
91,7
67
95,7
Aérea
22
95,6
22
62,8
7
58,3
51
72,8
Dérmica
19
82,6
17
48,6
5
41,7
41
58,6
Digestiva
23
100
31
88,6
12
100
66
94,3
Considerando los elementos antes expuestos, se concibió un Programa
docente educativo de intervención, el cual contó con dos partes fundamentales:
un curso sobre Aspectos Básicos de Bioseguridad y un manual de prácticas y
96
procedimientos específicos, elaborados en cada área, una vez concluido el
curso.
Para la selección de los tópicos se tuvieron en cuenta, primero las
insuficiencias mostradas en el personal del policlínico
en materia de
Bioseguridad y además, los contenidos docente incluidos en los programas
ejecutados por el Curso Virtual de Bioseguridad en la Universidad Virtual de la
Salud (2004) y el que realiza el Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias
Aplicadas InSTEC (2013) ambos en Cuba. Los aspectos básicos de
Bioseguridad fueron comunes para todas las áreas, los tópicos desarrollados
se muestran en el Cuadro 6.
Cuadro 6. Aspectos Básicos de Bioseguridad incluidos en el Programa docente
educativo
I. Bioseguridad. Concepto. Principios. Cultura de la Seguridad.
Clasificación de de los agentes biológicos por niveles de riesgo.
II. Prácticas y procedimientos y equipos de protección de Bioseguridad
P III. La salud y el trabajo: peligro, riesgo y factores de riesgo en el trabajo.
Factores de riesgo físicos. Factores de riesgo químicos. Factores de
riesgo biológicos. Factores de riesgo psico-sociales. . Accidente de
trabajo. Enfermedad profesional Factores que influyen para que un
trabajador contraiga o no una enfermedad profesional. Agentes
etiológicos más frecuentes. Vacunas e inmunizaciones en el medio
laboral.
IV. Análisis del riesgo biológico
V. Emergencias biológicas. Heridas punzantes, cortes y abrasiones.
Ingestión de material potencialmente infeccioso. Salpicaduras con
material potencialmente infeccioso, en cara y ojos. Emisión de
aerosoles potencialmente infecciosos Rotura de recipientes y
derrames de material potencialmente infeccioso (tareas de
descontaminación). Planes de emergencias contra desastres.
Los resultados
la intervención
educativa fueron
muy constructivos
positivos una
VI. Diseño yde
construcción
de la instalación.
Requisitos
devez
aplicadas
ambas
acciones.
En
la
figura
1,
se
muestra
el
conocimiento
sobre
Bioseguridad para instalaciones con riesgo biológico.
Bioseguridad
según
las categorías
ocupacionales,
antes y infeccioso
después de la
VII.
Almacenamiento,
transporte
y envío de material
intervención, de forma general, una vez concluida la capacitación, el 87,1% de
VIII.
Manejo de desechos biológicos peligrosos
los encuestados referían conocer las medidas de Bioseguridad para todas la
IX. Aspectos
legales
la Bioseguridad.
legal nacional en materia
categorías
se observó
un de
incremento
en todosMarco
los aspectos.
de Bioseguridad
[
97
Figura 1. Proporción de los conocimiento sobre Bioseguridad según categoría
ocupacional, antes y después de la intervención
El conocimiento que los encuestados manifestaron sobre las precauciones
universales, en cada servicio o área estudiados, se refieren en la Fig 2. El
departamento que mayor porciento de conocimientos declaró antes de aplicada
la intervención, fue el Laboratorio Clínico con el 30,8%, seguido por Cuerpo de
Guardia y la Central de Esterilización con 22,2%, por último aparece el área de
Odontología con el 19,1%, proporciones particularmente bajas, si se tiene en
cuenta el riesgo biológico presente en cada una de ellas. Luego de aplicada la
intervención todos los departamentos, excepto la central de esterilización,
elevan sus conocimientos por encima del 85%.
Figura 2. Proporción de los conocimientos sobre las precauciones universales
antes y después de la intervención.
En la Figura 3 se muestra el nivel de información sobre las precauciones con
las muestras de sangre tenían los encuestados. Solo los trabajadores de la
central de esterilización sobrepasaban el 40% de dominio de estas
precauciones en el momento del diagnóstico. De forma general, luego de
aplicada la intervención, el 91,4% de la muestra dominó las precauciones con
las muestras de sangre, lo que significa un avance significativo con respecto al
inicio de este estudio.
98
Figura 3. Proporción de los conocimientos sobre las precauciones con las
muestras de sangre, antes y después de la intervención
Con respecto a las precauciones a tener en cuenta durante el manejo de ropa
contaminada, se encontró que antes de ser aplicada la intervención educativa,
solo el 14,3% del personal de Odontología, el 14,8% de cuerpo de guardia, el
15,4% de laboratorio clínico y el 22,2% de la central de esterilización conocían
estas normas, cifra esta que se elevó de forma general a un 90,0% luego de
aplicada la intervención (Figura 4).
Figura 4. Proporción de los conocimientos con la manipulación de ropa
contaminada antes y después de la intervención
El conocimiento de las precauciones en el manejo de agujas y otros objetos
punzo cortantes estaban informadas entre el 30% y 40% de la muestra al inicio
de la investigación. Resulta importante señalar que estas constituyen unas de
las medidas para la prevención de enfermedades infectocontagiosas que
poseen mejor seguimiento en el sector de la salud, sin embargo pero en el
momento del diagnóstico los datos revelaron un pobre dominio del tema. Una
vez implementada la capacitación, los trabajadores de los departamentos de
Odontología y la Central de esterilización alcanzaron un 100% de dominio de
99
estas medidas, seguidos por los de Cuerpo de Guardia el Laboratorio Clínico
que superaron el 90%, como se refleja en la Figura 5.
Figura 6. Precauciones en el manejo de agujas y otros instrumentos punzo
cortantes antes y después de la intervención
Todos estos elementos obtenidos ratifican la validez y los resultados que se
alcanzaron con los procesos de capacitación realizados en el contexto de este
trabajo. En este sentido Diez de Medina (2004) establece que los resultados de
los procesos de capacitación poseen una elevada la eficacia en el desempeño
de los trabajadores, significa la importancia de evaluar los resultados y sugiere
que una lectura general de las evaluaciones arroja que gran parte de los
programas producen un incremento
estadísticamente significativo, del
desempeño y al analizar la relación costo-beneficio, las ventajas sociales
sobrepasan a los costos.
Aedo y Núñez. (2001) exponen que el Estado, como elemento amalgamador e
inclusivo de todos los ciudadanos, es el responsable general de los programas
de capacitación, quedando en sus manos el diseño global y operacional, la
convocatoria y selección de capacitadores, el apoyo técnico y docente, el
monitoreo, el financiamiento y la evaluación de la ejecución. Conciben además
que el desarrollo de estos programas presuponen una fuerte presencia
institucional, en un contexto socioeconómico favorable, con lineamientos
consistentes y orientados al desarrollo de recursos humanos.
En relación con este aspecto, el Estado cubano es un ejemplo, ya que apoya y
da soporte a todas las acciones de superación que se programan. La dirección
del Policlínico Universitario ―Aracelio Rodríguez Castellón‖ del municipio de
Cumanayagua no fue una excepción, por lo que parte de los resultados
obtenidos se deben al respaldo institucional-estatal recibido.
También es importante destacar que una parte importante del éxito de este
trabajo se debió a que el programa confeccionado respondió a las necesidades
reales de mejora de cada uno de los trabajadores en particular y de las áreas
en general. Bajo esta perspectiva, cada individuo recibió la capacitación de
acuerdo a sus necesidades personales y reales de mejora, ya que se asumió
como premisa que la capacitación debe hacerse desde la perspectiva del
individuo dentro de su contexto laboral. Sobre este aspecto, Fay (2006) plantea
que los programas de formación técnica, de forma general, resultan exitosos y
tendrían que continuar, sin embargo, subraya que los éxitos, desde el punto de
vista práctico, son insuficientes, si el programa es visto como una imposición,
100
ya que sus efectos decaen rápidamente con el tiempo y sus beneficios son de
corta vida
El programa de intervención educativa desarrollado y su implementación se
diseñó con el fin de enriquecer a todos los miembros del grupo participante
así como al equipo de trabajo, especialmente en materia de Bioseguridad,
estableciendo la interacción entre los miembros del grupo , lo cual proporcionó
conocimientos, experiencias y alternativas que fueron de gran utilidad en el
desarrollo del mismo.
Conclusiones
Se elaboró un Programa de intervención educativa a partir de las necesidades
detectadas. El programa se implementó y su evaluación dio como resultado un
incremento en el conocimiento de los elementos considerados, demostrando la
validez de los procesos de capacitación ajustados a las necesidades de la
práctica laboral.
Bibliografía
1. Aedo, C.; Nuñez, S. 2001. The impact of training policies in Latin America
and the Caribbean: the case of Programa Joven. Santiago de Chile:
ILADES/Georgetown University,. www.porgramajoven.htm (acceso: 14 de
abril 2012)
2. Coad, N. 2006. Environmental Protection Agency. EPA Guide for Infectious
Waste Management. Office of Solid Waste. EPA/530-SW-86-014,
Washington DC.
3. Curso Virtual de Bioseguridad, 2004. Universidad Virtual de la Salud. En:
http://bvscuba.sld.cu/blog/vhl/fuentes-de-informacion/educacion-a-distancia/
4. Diez. de Medina, R. 2004. Antecedentes evaluatorios de programas de
capacitación para jóvenes. En http//: www.Manual para la evaluación de
impacto en programas de formación para jóvenes. Cap.htm ( acceso, 5 de
Mayo, 2012)
5. García, A. 2003. Aplicación de un sistema de gestión de la bioseguridad en
unidades de salud pública en Guantánamo para la prevención y/o mitigación
del
riesgo
biológico.
Revista
electrónica
http//:www.HombreCienciayTecnología.htm ( acceso, 5 de Mayo, 2012)
6. Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas InSTEC, 2013. Curso
Avanzado de Bioseguridad. En: http://www.instec.cu/postgrado_es.php
7. ONE. Oficina Nacional de Estadísticas 2010. En: www.one.cu (acceso: 11
de Mayo, 2012).
101
Comunicaciones Libres
Percepción pública sobre la liberación, producción y consumo de soja
transgénica en San Carlos Centro, Santa Fe, Argentina
Broda, R.A.
Subsecretaría de Ambiente, Municipalidad de Santa Fe.
[email protected]
El creciente uso de organismos vivos modificados (OVM), sus riesgos,
beneficios y la aplicación de agroquímicos asociados a ellos es materia de
debate en la sociedad a nivel internacional. Avances en la moderna
Biotecnología han suscitado preocupaciones sobre las cuales aún no hay
consenso. El debate sobre la seguridad de los OVM se ha estado moviendo en
el ámbito de sus posibles repercusiones ambientales y, en el caso de
organismos destinados a alimentación, toca el tema de efectos negativos para
la salud de los consumidores. Se plantea que pudiera ocurrir contaminación
genética por polinización cruzada, salto de barreras evolutivas y erosión
genética, entre otros aspectos1. Se hace necesario conocer la percepción
pública, a fin de valorar la conciencia acerca de los OVM en relación con las
normas de Bioseguridad. Para ello, se propone como objetivo del presente
trabajo evaluar la percepción pública sobre liberación, cultivo y consumo de
soja transgénica en San Carlos Centro, Provincia de Santa Fe. El estudio se
realizó durante el período de Diciembre de 2011 a Noviembre de 2012. Se
aplicó el formulario de encuesta diseñada y validada por el Centro de
Intercambio de Información sobre Seguridad de la Biotecnología denominada
―Conciencia pública de cuestiones relativas a la transferencia, manipulación y
uso de los Organismos Vivos Modificados (OVMs) en el contexto del Protocolo
de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología‖, a la que se le añadieron
cuatro interrogantes, relacionadas con la opinión sobre los tratamientos con
plaguicidas en los cultivares de soja transgénica de esa localidad. Estas fueron:
16. ¿Con la introducción de OVMs disminuirán los tratamientos con
plaguicidas? 17. ¿Con la introducción de OVMs aumentarán los tratamientos
con plaguicidas? 18. ¿Conoce Ud. casos de personas intoxicadas por la
manipulación con plaguicidas? 19. ¿Conoce Ud. casos de personas intoxicadas
o con daños genéticos producto de contacto accidental con plaguicidas? La
encuesta fue respondida por 150 personas. Los resultados fueron procesados
a través de estadígrafos de porcentualidad y en aquellos con más de una
respuesta, se aplicó el análisis de proporciones de Wald, con nivel de confianza
de 95% y margen de error de ± 6.9%. Como resultado de las ―Preguntas
generales‖ se definió que las respuestas principalmente son de personas
adultas (mayores de 21 años), del sector gubernamental y privado, con un
nivel de escolaridad primario y secundario y una pequeña proporción
universitaria, lo cual constituyó el punto de partida para el análisis. De las
entrevistas realizadas cabe resaltar lo siguiente: la mayor dificultad observada
es que los encuestados manifiestan que no tienen conocimiento del tema, la
información sobre los riesgos de esta nueva tecnología es aún desconocida
para muchos, este aspecto se refleja e incide de forma importante en las
respuestas; se desconocen los efectos en el ambiente y en la salud de las
personas; se destaca una preocupación en relación a la falta de información
102
técnico-científico, lo que limita la coordinación y discusión de manera amplia
sobre las percepciones existentes de las diferentes implicancias; se detectó
que falta desarrollar capacidades a todo nivel, por el mismo hecho que existe
una carencia en información técnico-científico y de expertos ―neutrales‖ de
dedicación exclusiva al manejo del tema2, y por último, la televisión, la radio e
internet pueden ser medios ideales para este fin, son de amplio y fácil acceso,
en los mismos se podrían crear espacios de participación ciudadana e
intercambio. Hubo consenso en cuanto al incremento de plaguicidas y la
introducción de soja transgénica y señalan que conocen de casos de
intoxicación y daños genéticos producto de la manipulación de estos
agroquímicos. Consecuentemente, las partes responsables deberán comunicar
efectivamente al público la naturaleza de los nuevos tipos y variedades de
cultivos, sobre la unidad de los procesos vitales en todos los organismos y
sobre los riesgos y beneficios de la biotecnología agrícola. El público debe y
tiene que ser convenientemente informado, la información debe ser el resultado
del trabajo de equipos multidisciplinarios, que lleven a una reflexión colectiva,
profunda, sustentada en evidencias científicas y responsabilizada por los
criterios que se emiten, se debe hacer uso efectivo del Principio de
Precaución, descrito en el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la
Biotecnología3 e informar al público todos los elementos considerados en esa
decisión y que a la vez, se contemple el respeto a la opinión ajena y sobre
todo el derecho a elegir. El uso de los medios masivos de difusión puede dar
un gran apoyo en este sentido. El balance económico, ecológico y ambiental de
la relación riesgos – beneficios deberá quedar bien esclarecida. Se propone un
tríptico diseñado para dar respuesta a algunas de las carencias de información
encontradas.
Bibliografía
1. Pengue, W. A. 2005 Transgenic crops in Argentina: the ecological and social
debt. Bulletin of Science, Technology and Society 25: 314-322.
2. Jordan, J.F. 2001 Genetic engineering, the farm crisis and world hunger.
BioScience 52: 523-529.
3. Protocolo de Cartagena sobre Seguridad del Biotecnología, del Convenio de
Diversidad Biológica. 2003. En: www.biodiv.org (acceso:, Marzo 21, 2013) •
103
Riesgos laborales de mujeres y niños en el ámbito rural
Molineri, A.I.1 Signorini, M.L.2 Tarabla, H.D.1,3
1
Facultad de Ciencias Veterinarias (Universidad Nacional del Litoral). Kreder
2805, Esperanza (3080), Santa Fe (Argentina).
2
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas – Investigador
Asistente. Departamento de Epidemiología y Enfermedades Infecciosas,
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Estación Experimental
Agropecuaria Rafaela, Santa Fe (Argentina).
3
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Estación Experimental
Agropecuaria Rafaela. Ruta 34 Km 227, Rafaela (2300), Santa Fe (Argentina).
[email protected]
La proximidad entre el hogar y el lugar de trabajo presente en los campos
expone a los miembros de la familia del trabajador rural a peligros ausentes en
otros hogares1. Además, esta cercanía hace casi inevitable la exposición a
peligros, incluso en niños que no están directamente afectados a la tarea 2. Los
objetivos del estudio fueron: a) identificar posibles factores de riesgo asociados
a accidentes rurales en mujeres, b) describir el conocimiento que tienen las
mismas sobre zoonosis (especies y vías de transmisión), c) describir la
percepción de riesgos que tienen las mujeres sobre el trabajo de campo, d)
describir la percepción de riesgo que tienen las madres acerca de que los niños
realicen tareas rurales, e) estimar la edad de exposición inicial de los niños a
las tareas del campo y f) identificar posibles factores de riesgo asociados a
accidentes rurales en niños. El estudio fue de tipo transversal. Mujeres con
hijos que vivieran en el campo fueron encuestadas (n=24). Estas completaron
un cuestionario estructurado realizado por el autor principal, quien visitó los
domicilios de las encuestadas de forma personal. El cuestionario se dividió en
dos secciones: 1) datos de las mujeres (variables independientes:
características demográficas, accidentes rurales, uso de elementos de
protección personal, percepción de riesgos sobre las tareas del campo y
conocimiento de zoonosis) y 2) datos de los niños (variables independientes:
actividades realizadas en el campo, percepción de riesgo de las madres sobre
los niños realizando tareas en el campo y accidentes hasta los 16 años). Los
accidentes se tomaron en los últimos 12 meses y antes del último año, tanto en
mujeres como en niños. El análisis estadístico incluyó χ2, T de Student,
correlación de Pearson y regresión logística. El 65,6% de las mujeres sufrieron
accidentes en el campo. El accidente más frecuente fue ser pateada por un
animal (últimos 12 meses, 25%, antes del último año, 18,8%). Las trabajadoras
rurales normalmente no utilizaban elementos de protección personal (EPP).
Protección auditiva, guantes y antiparras fueron los menos utilizados. Las
tareas percibidas como de mayor riesgo fueron manejar vehículos en zona
urbana, manipular agroquímicos y manejar en rutas (85,7%, 70% y 66,7%,
respectivamente). No se encontró asociación entre la percepción de riesgos y
el uso de EPP (p>0,2). La mayor parte de las madres (87,5%) pensaban que
era bueno para los niños aprender a realizar las tareas del campo desde
pequeños. Muchas madres dijeron que los niños ayudaban en las tareas del
campo (66,7%). Los niños comenzaron a manejar un tractor a los 9 años
(promedio: 12,23 años). El trabajo con animales fue el que comenzaron a
realizar desde más pequeños (desde los 4 años, promedio: 9,65 años). La
percepción de riesgos de los niños trabajando en el campo estuvieron
104
altamente correlacionadas (r>0.9). El 7% de los niños sufrió un accidente en el
campo. El más frecuente fue atrapamiento por maquinaria (60%). No se
encontraron asociaciones significativas entre las variables independientes y la
variable dependiente accidente de un niño en el campo (p>0,2). No se encontró
una correspondencia entre la percepción que tienen las madres sobre el hecho
de que sus hijos realicen diferentes tareas en el campo con la edad a la que se
les permite realizarlas. Es necesario profundizar en este tema, ampliando el
número de familias encuestadas y replicarlo en otros lugares para poder
conocer la situación real en nuestro país puesto que es muy importante que los
niños estén seguros y sean cuidados de sufrir accidentes totalmente evitables.
Además es importante diagramar actividades para comunicar a los interesados
los riesgos a los que se enfrentan diariamente para así intentar reducir la
exposición.
Palabras clave: accidentes, niños, campo, percepción de riesgos, mujeres.
Bibliografía
1. Reed, DB. Browning, SR. Westneat, SC, Kidd, PS2006, Personal protective
equipment use and safety behaviors among farm adolescents: gender
differences and predictors of work practices. The journal of rural health;22
(4): 314-320.
2. Ferguson Carlson, K. Langner, D. Alexander, BH. Gurney, JG. Gerberich,
SG., Ryan, AD. Renier, CM. Mongin, SJ. 2006.The association between
parents past agricultural injuries and their children´s risk of injury. Analyses
from the Regional Rural study-II. Archives of Pediatrics and Adolescents
Medicine;160: 1137-1142.
105
Comportamiento del hipoclorito de sodio como desinfectante del agua en
las enfriadoras de pollo
Valentini, E1. Fain Binda J.C2.
1
Jefe de Servicio de Inspección Sanitaria del Servicio Nacional de Sanidad y
Calidad Agroalimentaria, en Planta Faenadora Avícola Luján de Cuyo SA, en la
Provincia de Mendoza, Argentina. [email protected]
2
Director Maestría en Bioseguridad, FCV, UNR
El cloro y sus compuestos derivados son generadores de controversia por su
uso como desinfectante entre las distintas naciones a nivel mundial. Los
procesadores de alimentos reconocen los beneficios de la salud pública
mediante la inclusión de cloro en el agua de proceso como un punto de control
crítico en su análisis de riesgo y puntos críticos de control1. El agua de enfriado
de las canales es un punto crítico del procesamiento que determina la calidad
microbiológica del producto final, debido al riesgo biológico por contaminación
cruzada de las canales durante su permanencia1. Representante de la FAO
expresa s de la consulta de expertos sobre el cloro activo donde dice que no
hay pruebas que indiquen que el uso de desinfectantes clorados y las
sustancias alternativas esté asociada a la resistencia a los antimicrobianos de
los agentes terapéuticos2. Se realizó una investigación del comportamiento del
hipoclorito de sodio como desinfectante del agua de enfriado sobre la carga de
microorganismos aerobios mesófilos totales en pollo. Además se profundizó
sobre lo establecido por las distintas normas en lo que refiere a riesgos y
beneficios del uso de Hipoclorito de sodio como desinfectante en la producción
alimenticia y en el procesamiento de alimentos, enunciados por las distintos
Organismos a nivel Mundial. Se hisoparon canales antes (salida del prechiller)
y después (salida del Chiller). Esto se realizó en dos momentos al inicio de la
faena (Momento I) y 4 hs. después (Momento II), una vez por semana durante
5 semanas para acumular un total de 100 muestras y se determinó el Recuento
de microorganismos aerobios mesófilos totales. El método microbiológico que
se aplicó en laboratorio fue, técnica de recuento en placa de microorganismos
aerobios mesófilos basado en Bacteriological Analytical Manual (BAM). Durante
las semanas 1 a 3 entraba en los tanques de pre-enfriado y enfriado a razón
de 2,5 litros de agua por carcasa y durante las semanas 4-5 entraba a razón de
4 litros por carcasa en el tanque de pre-enfriado y 2,5 en el de enfriado. Se
adicionaba hipoclorito de sodio a través de bomba dosificadora graduada para
obtener una concentración de cloro libre que va de 3 ppm a 1,5 ppm en el
tanque de pre enfriado y de 8 ppm a 6 ppm en el tanque de enfriado. Los datos
analizados por medio del método estadístico de test ―t‖ de Student para
muestras independientes; dando por resultado una disminución en la carga
de microorganismos comparando la semana uno a la tres, con la semana
cuatro y cinco los que mostraron una diferencia estadísticamente significativa
tanto para el Momento I como para el Momento II donde (p<0,01 y p<0.001).Se
determinó también la robustez del sistema de enfriado por inmersión al
comparar Momento I y Momento II, los cuales no presentaban diferencias
estadísticamente significativas(p>0,05), no registrándose un incremento en la
carga de microorganismos durante el transcurso de la jornada. (Estos datos
fueron analizados usando test ―t‖ de Student para muestras pareadas). El uso
de cloro en el tanque de enfriamiento pudiera no funcionar como un agente
106
descontaminante actuando directamente sobre la canal contaminada. Sin
embargo existiría un efecto de enjuague realizado por el agua misma y la
adición de cloro a un nivel suficiente para mantener un nivel de cloro residual
libre dentro del agua, previniendo la re-adhesión y la contaminación cruzada1.
Sin embargo el hecho de que la canal de ave sea materia orgánica en su
totalidad, afecta la eficiencia de la desinfección con cloro, dado que parte de
este será inactivado por la presencia de dicha materia orgánica. También su
efectividad será alterada según el pH del agua y la dureza. Estos factores
podrían ser puntos de cuestionamiento en el uso de este químico, el que a
pesar de todo esto en niveles prácticos es efectivo 1. Garantizar la seguridad
sanitaria de los alimentos implica llevar a cabo acciones orientadas hacia los
peligros tradicionales como los agentes químicos y los de naturaleza
microbiana, así como la capacidad de responder a riesgos emergentes, de
cambios en las tecnologías de procesamiento de alimentos3. Se concluye que
el uso de cloro como desinfectante en canales de ave es efectivo de acuerdo a
los estudios llevados a cabo, previno la re – adhesión y contaminación cruzada,
reduciendo efectivamente la carga microbiana de las canales de pollo. Además
considerando que no produce efectos adversos inmediatos en los
consumidores, ni graves en los trabajadores de las plantas faenadoras, se
respalda aún más su uso en la industria alimenticia en el procesamiento de
aves en nuestro país. Finalmente, hay estudios que demostraron similar
efectividad en el uso de agua pura comparada con el uso de agua clorada en la
desinfección de canales, a partir de esto se podría pensar que el tener una
efectividad similar podría reducir el costo de faena al no necesitar un
tratamiento con desinfectante. Sin embargo el desinfectante clorado sigue
siendo uno de los desinfectantes de menor costo, y el eventual uso de otros
desinfectantes no clorados requiere ser estudiado para demostrar su
efectividad real sin poner en riesgo la salud pública.
Bibliografía
1. FAO/WHO. Benefits and Risks of the Use of Chlorine-containing
Disinfectants in Food Production and Food Processing. Geneva,
Switzerland : Printed by the WHO Document Production Services, Geneva,
Switzerland, 2008. pág. 272.
2. FAO/OMS. Programa Conjunto FAO/OMS sobre Normas Alimentarias.
Guinebra, Suisa : s.n., 2010.
3. OIE. Informe de la Décima Reunión del Drupo de Trabajo de la OIE Sobre
Seguridad Sanitaria de los Alimentos derivados de la Producción Animal.
París : s.n., 2010.
107
Curso de capacitación higiénico sanitaria en prácticas de tatuajes,
perforaciones y piercing
Wagner, A. Meretta, G. Pezoa, G. Miguez, N. Samamé M.
Municipalidad de Rosario. Secretaria de Salud Pública. Dirección de
Enfermería [email protected]
El artista tatuador utiliza la piel como lienzo; quienes realizan perforaciones y
piercing hacen una práctica invasiva; en ambos casos se rompe la integridad
de la piel, con alto riesgo de transmisión de enfermedades contagiosas ó
infecciones asociadas a la práctica.
Los artistas no poseen o son insuficientes los conocimientos sobre cuidados en
salud y bioseguridad. Lo que conlleva un alto riesgo de enfermar y enfermarse.
Por ello es necesario brindar herramientas educativas y así contribuir a
eliminar o disminuir riesgos en los centros de trabajo, estimular y desarrollar en
las personas una actitud y aptitud positiva y constructiva respecto de la
prevención de accidentes y enfermedades relacionadas con su quehacer;
realizando prácticas seguras. De esta manera se da un marco regulatorio a la
ordenanza 8028/06 de la Municipalidad.
Propósito: Establecer en el marco regulatorio de la ordenanza 8028/06, la
capacitación de los artistas.
Planificar, elaborar y ejecutar el programa de capacitación para tatuadores y
piercers.
Eliminar o reducir los riesgos en los centros de trabajo. Estimular y desarrollar
en las personas una actitud y aptitud positiva y constructiva respecto de la
prevención de accidentes y enfermedades relacionadas con su quehacer.
Lograr individual y colectivamente un óptimo estado de salud. Valorizar y
reconocer la actividad artística socialmente a través de una práctica segura.
Reducir las posibles complicaciones asociadas a estas prácticas.
Una vez recibida la invitación a participar y aprobado el anteproyecto, se
conformó el grupo de trabajo de Enfermeras en Control de Infecciones de la red
municipal, realizando las siguientes actividades:
Recopilación bibliográfica ( temas: morfología de la piel y mucosas; infecciones
de la piel, enfermedades de transmisión hemática; asepsia y antisepsia;
descontaminación, desinfección y esterilización; higiene de manos; uso de
materiales y herramientas; primeros auxilios; resucitación-cardio pulmonar;
normas sanitarias ; consentimiento informado; higiene y seguridad; residuos
biocontaminados; vacunas). Consulta con expertos, armado de módulos
preparación de clases teóricas, confección del afiche informativo para
exhibición en los locales.
La difusión y convocatoria al curso se hizo a través de la web y medios de
prensa.
La capacitación se desarrolló en seis encuentros de 150 minutos cada uno.
A cada asistente se le brindó el material bibliográfico pertinente.
Para la aprobación del curso se debía contar con el 85% de asistencia con una
autoevaluación final sobre los contenidos desarrollados en los encuentros.
Asistieron 87 tatuadores que se hicieron acreedores de la certificación
correspondiente. Se entregó además un afiche informativo sobre los principios
básicos para una práctica segura (diseñado por este grupo de trabajo) de
exhibición obligatoria en el local, según dicta la ordenanza.
108
Se aprovechó la oportunidad para realizar control de carnet y vacunación a
quienes lo necesitaran.
Se dio cumplimiento a la Ordenanza municipal en cuanto a la capacitación que
deben recibir los tatuadores y piercers. Se educó y concientizó sobre la
importancia de respetar las normas de bioseguridad tanto para los artistas
como para los clientes. A partir de brindar calidad de atención con prácticas
seguras lograr la autovaloración y el reconocimiento social de esta actividad
artística.
109
Diseño de una encuesta como herramienta para estimar la percepción de
riesgo frente a la enfermedad de Chagas
Pedrosa, A.
División Zoonosis, Reservorios y Vectores y Fac. Cienc. Vet. Amb. Universidad
Juan A. Maza. Mendoza. [email protected]
El tema de Percepción de Riesgo (P. R.), es de gran actualidad, el mismo
puede ser aplicado a problemas de mayor especialización, como el riesgo
tecnológico o biológico o a otros, relacionados con el daño social, tales como
accidentes de tránsito o pandemias que afectan a la salud humana, etc. En el
ámbito de la salud, estos estudios permiten realizar acciones de prevención de
riesgos, e idear estrategias que intervengan en las situaciones previas y así,
ayuden a evitar los peligros. La P. R. está matizada por múltiples factores que
van desde las características individuales, naturaleza de los riesgos, papel de
las instituciones encargadas de su gestión, como también los factores
culturales y grupos sociales1. Esos factores o variables constituyen un grupo
de vital importancia para evaluar la P. R.
En la elaboración de las encuestas se aprecia que, al momento de evaluar la P.
R., se consideran solo unas escasas variables objeto de estudio, entre las que
destaca esencialmente, el conocimiento o comprensión del riesgo, sin
embargo, son múltiples las variables que deben considerarse, las cuales tienen
como principal objetivo ―fraccionar‖ el pensamiento en características que
permitan centrar los esfuerzos para adecuar la percepción en aspectos
psicosociales más claros y evidentes.
Algunas variables se comportan de manera directamente proporcional respecto
a la percepción del riesgo asociado, como son el pánico generado, el potencial
catastrófico o el efecto sobre los niños y otras lo hacen en forma inversa, como
son la familiaridad, la controlabilidad y la vinculación laboral 2,3.
Los objetivos de este trabajo son:
 Caracterizar el complejo proceso de percepción de riesgo.
 Valorar la herramienta propuesta de P.R. para la enfermedad de
Chagas.
Para lograrlos se analizaron las variables a incluir en las encuestas de PR y se
ponderó cómo influyen las mismas sobre este fenómeno.
Se diseñó una encuesta de percepción para la enfermedad de Chagas donde
se valoraron tres tipos de respuestas: subestimación (1), estimación adecuada
(2) o sobreestimación (3) del riesgo de enfermarse.
Se realizó el análisis de las encuestas de P R y sus resultados se enlazaron
con las variables consideradas en cada pregunta.
Las actividades realizadas lograron validar que en relación a la enfermedad de
Chagas pueden considerarse variables de P. R. que pertenecen al grupo de
variables relacionadas con el individuo, con las características demográficas y
con la naturaleza del riesgo. En el alcance del estudio no fueron consideradas
preguntas que permitieran una investigación respecto al campo de la gestión
de los riesgos3.
La encuesta consta de 19 consultas agrupadas para investigar los grupos de
variables enunciados. Cada una de las 19 preguntas indaga sobre una sola
variable, salvo una de ellas (9) que tiene dos variables pero de comportamiento
semejante (ambas son de comportamiento directo). De esta forma la encuesta
está estructurada como sigue:
110
VARIABLE INVESTIGADA
COMPRENSIÓN (mide conocimiento)
PÁNICO (mide temor, ansiedad)
CONTROLABILIDAD (si se puede modificar el riesgo)
EFECTO SOBRE NIÑOS ( afecta niños o prenatales)
VÍCTIMAS (identificación con personas afectadas)
INMEDIATEZ DE CONSECUENCIAS (efecto rápido)
REVERSIBILIDAD (si el daño es reversible)
FAMILIARIDAD (experiencia con la situación)
DEMOGRÁFICAS ( sexo, edad, origen)
CANTIDAD
DE PREG.
6
3 (9)
2
2 (9)
1
1
1
1
3
En relación al comportamiento de las variables, tienen comportamiento directo
(aumentan la P.R.) las siguientes: pánico, efecto sobre los niños, identidad de
las víctimas, inmediatez de las consecuencias mientras, las que tienen
comportamiento inverso son: familiaridad, controlabilidad y reversibilidad del
daño. La investigación de las variables demográficas se diseñan en forma
creciente o sea, evolucionan de manera directa por el orden de las respuestas,
de esta forma tienden a mayor P.R.: las mujeres, los de mayor edad y los
habitantes de zonas urbanas 2,3.
De lo propuesto, se puede concluir lo siguiente:
 La encuesta trabajada tiene en cuenta distintas variables, lo que
demuestra que la misma incluye múltiples factores que influyen sobre la
PR, los que van más allá del conocimiento.
 La herramienta tiene múltiples usos, según el objeto de estudio y se
puede adaptar a múltiples enfermedades, según las particularidades de
los peligros que se analizan en cada una, sin embargo, la metodología
del análisis es un factor común a todos los casos. Por ello el método se
puede generalizar.
Bibliografía
1. Chardon A. C. La Percepción del Riesgo y los factores socioculturales de
vulnerabilidad. - [s.l.] : La Red. Red de Estudios Sociales en prevención de
desastres en América Latina, 1997. - 8.
2. OMS Informe sobre la salud en el mundo 2002. Cap.3 Percepción de los
riesgos . - Ginebra, Suiza : OMS, 2002.
3. Torres Valle A. y Carbonell Siam A. Evaluación de Percepción de Riesgo
ocupacional. La Habana. Cuba: Ingeniería Mecánica, 2010. 3 :13:18 - 25,
ISSN
1815-5944,HYPERLINK
"http://www.cujae.edu.cu/ediciones/Revistas/Mecanica/Vol-13/32010/03_2010_03_18_25.pdf"
http://www.cujae.edu.cu/ediciones/Revistas/Mecanica/Vol-13/32010/03_2010_03_18_25.pdf .
Agradecimiento: Al Dr. Antonio Torres Valle por su generosidad en compartir
sus conocimientos y experiencia en este tema.
111
Estudio sobre el cumplimiento de las Normas de Seguridad en un
Matadero Frigorífico
Funez, G.I.
SENASA -Estab. N° Oficial 2539- [email protected]
[email protected]
El trabajo en mataderos frigoríficos implica realizar tareas de alto riesgo físico,
biológico, químico, ergonómico y psíquico, aunque la lista puede ser mayor¹,
por lo que para ellos están previstas normas de seguridad. El objeto del estudio
es realizar un estudio integral de percepción de riesgo (PR), sin embargo, este
fragmento del análisis se dirige a cuantificar el grado de compromiso que tiene
el operario para cumplir con las normas de seguridad, enfatizando en el tema
de la incomodidad para el cumplimiento de dichas normas².
Se está realizando un estudio integral de percepción de riesgo del personal de
planta en un matadero frigorífico. En este fragmento se ha seleccionado como
centro de la investigación el resultado de una pregunta que indaga sobre la
incomodidad del cumplimiento de las normas de seguridad.
El estudio se realiza con el personal de un matadero frigorífico ubicado en la
zona rural de la ciudad de San Rafael, Mendoza, durante el mes de enero de
2013. Se trata de un estudio de Percepción de Riesgo (PR), que se ejecuta
sobre la base de una metodología que combina variables de percepción y
encuestas para su investigación³. Como resultado se obtienen coeficientes que
caracterizan la PR asociada a cada variable, individuo y grupo humano. Otro
resultado importante del método son los estudios comparativos entre grupos
humanos. Para este fragmento de estudio se ha seleccionado una de las 47
preguntas de la encuesta, que indaga sobre incomodidad del cumplimiento de
las normas de seguridad. La pregunta investigada es: ―¿Considera que en
algunos casos le consume tiempo o resulta incómodo el cumplimiento de
normas de seguridad?”. Las respuestas a la pregunta están predefinidas en
tres niveles crecientes de incomodidad. La pregunta fue elegida porque implica
que el encuestado conoce las normas de seguridad, y concretamente debe
responder si le resulta incómodo o no su aplicación. Los resultados en este
fragmento de análisis se procesan por cantidad de respuestas de cada tipo.
La pregunta se aplicó a 41 operarios de la planta frigorífica y las opciones de
respuesta fueron: 1- Faltan normas, con 3 respuestas (7,3%), 2- Nunca, con 7
respuestas (17%) y 3- sí/a veces, con 31 respuestas (76%). Dado los
resultados obtenidos la falla estaría en el hábito o práctica de aplicación de las
normas, no en su conocimiento. Saber esto es importante para las medidas
correctivas. Los resultados de dicha interrogante ilustran claramente la
subestimación del riesgo.
Esta pregunta tributa a las variables: familiaridad, controlabilidad y
voluntariedad³. Las 3 son de comportamiento inverso, es decir que mientras el
encuestado manifiesta tener mayor conciencia del tema, en realidad tiene
menor percepción del riesgo. Por ejemplo, cuanta más familiaridad tiene con la
situación de riesgo (grado de experiencia del sujeto con la situación),
manifiesta menor percepción del mismo, y así sucesivamente, mientras mayor
controlabilidad (conducta efectiva para modificar la situación de riesgo) y
voluntariedad (grado de decisión del sujeto de si se expone o no al riesgo)
significa menor percepción del riesgo.
112
Este fragmento del estudio permite una vista parcial de los resultados finales
que llevan al mejor conocimiento sobre bioseguridad del personal expuesto y
ayudará a adecuar los niveles de seguridad disminuyendo los errores
humanos, principales contribuyentes a los accidentes.
Dado que el 76 %, de los 41 encuestados, contesta positivamente a la pregunta
se estima que la contribución a la subestimación del riesgo por este aspecto
será marcada. Los resultados finalmente tributan al diseño de medidas que
permiten adecuar la capacitación para lograr mejores niveles de Percepción de
Riesgo.
Agradecimientos: Dr. Antonio Torres, Dra. Nora Arenas, personal directivo,
administrativo y de planta del matadero Frigorífico San Rafael S.A.
Bibliografía
1. Mirón Hernandez, A. ―Riesgo Biológico: prevención en mataderos‖. Instituto
Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo. Notas Técnicas de
Prevención
N°901.web:http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/NTP/N
TP/Ficheros/891a925/901w.pdf
2. Armengou Marsans, Ll.M.; López Fernandez, E. ―Percepción del riesgo,
actitudes y conducta segura de los agentes implicados en los accidentes
laborales‖ Revista Gestión Práctica de Riesgos Laborales N° 28. Sección
Artículos 01/06/1006.
3. Dr. Torres Valle, A. ―Principios Básicos de la Bioseguridad. Percepción de
Riesgo Laboral ante Peligros Biológicos‖ Dpto Ingeniería Nuclear, INSTEC,
CUBA. Argentina, 2011.
113
Caracterización de acciones que predisponen a riesgo biológico en un
consultorio de una Unidad de Prácticas Veterinarias
Aruani P1, Grosso R1, Ituarte L3, Fain Binda J1,2
1
Universidad Juan Agustín Maza. 2Universidad Nacional de Rosario
3
Universidad Nacional de Cuyo
Durante el ejercicio de su profesión el médico veterinario tiene una alta
probabilidad de sufrir accidentes o contraer enfermedades. El veterinario está
expuesto a riesgos biológicos por estar en contacto directo con animales en la
consulta, durante cirugías, administración de medicamentos, por la
manipulación de fluidos como sangre, orina, material fecal u otros, cuando
realiza toma de muestras o cuando manipula instrumental o materiales
contaminados.
La mayor parte de accidentes (con cortopunzantes o mordeduras) o infecciones
(dermatomicosis, toxoplasmosis, psitacosis y otras) están producidas por la
falta de uso de elementos de protección personal y el incumplimiento de
medidas de bioseguridad1.
Los objetivos de este trabajo fueron: Caracterizar las acciones que exponen a
riesgos biológicos en un consultorio veterinario. Identificar características
edilicias que favorecen la exposición a riesgos biológicos. Evaluar
conocimientos sobre bioseguridad.
Metodología: se diseñó y aplicó una lista de chequeo 2. Participaron 6 docentes
y 16 alumnos que realizaron sus prácticas clínicas en la unidad de prácticas
veterinarias de la U Maza, durante el primer semestre de 2013.
Resultados: En cuanto al diseño de la instalación se encontró que no existe
definición entre áreas sucias y limpias, no se cuenta con suficientes
lavamanos, las puertas no abren hacia el exterior. Sobre medidas de
Bioseguridad: no existen protocolos para toma de muestras u otros
procedimientos, ni un programa de Bioseguridad, no se conoce la legislación
vigente, no se conocen los procedimientos a seguir en caso de derrames o
rotura de material de vidrio con contenido contaminado. No se recibe
capacitación periódica. En los consultorios: en general no se realiza el lavado
de manos entre paciente y paciente, se ingieren alimentos en el área de
trabajo, no se utilizan sustancias desinfectantes adecuadas. En cuanto al
manejo de residuos y limpieza, los residuales líquidos no son tratados antes de
su disposición, el personal no recibe capacitación especial para manejo de
desechos biológicos, no existen procedimientos escritos para realizar
descontaminación, desinfección y limpieza, no se manejan las soluciones
desinfectantes en forma adecuada (dilución, almacenamiento, fecha de
preparación).
Observando las acciones (no usar EPP, no lavarse las manos, comer en el
consultorio, entre otras) que predisponen a riesgo biológico, se detectó una
inadecuada percepción del riesgo. Esto implica una incorrecta valoración del
peligro que puede convertirse en un importante desencadenante de accidentes
laborales3.
En base a estos resultados se redactó un protocolo para el manejo y transporte
de muestras de origen biológico y se planificó un curso de capacitación sobre
bioseguridad que se repetirá en forma periódica.
Sabemos que las interacciones entre salud humana y animal son importantes,
estas relaciones tienen beneficios pero también de esta relación surgen
114
riesgos. La identificación de factores y acciones que predisponen a riesgo
biológico, es el primer paso para desarrollar un plan integral de Bioseguridad.
Creemos que a través de la aplicación práctica y el ejemplo dentro del ámbito
académico, se formarán profesionales que hayan incorporado las normas de
bioseguridad en su accionar diario. Esto nos permitirá evitar accidentes y
enfermedades inherentes a esta profesión, o minimizar el impacto nocivo que
ellas implican.
Bibliografía
1. Álvarez, E; García Cachau, M; Campi, A et al. 2002. Normas de
Bioseguridad y Seguridad Laboral en Facultades de Ciencias Veterinarias de
Argentina Ciencia Veterinaria. Facultad de Ciencias Veterinarias. U.N.L.Pam.
Argentina.
2. Oliva Mella, P. 2009. Construcción de listas de chequeo en salud. La
Metodología para su Construcción. Unidad ETESA. Ministerio de Salud
Chile.
3. Torres Valle, A., Carbonell Siam, A.T., 2010, Evaluación de Percepción de
Riesgo Ocupacional, Revista Ingeniería Mecánica, Vol. 13, No. 3, pag. 18 25, , ISSN 1815-5944,
http://www.cujae.edu.cu/ediciones/Revistas/Mecanica/Vol-13/32010/03_2010_03_18_25.pdf
115
Análisis crítico de los criterios microbiológicos utilizados en el control de
Campylobacter jejuni y Escherichia coli O157:H7 en aves
Valentini, E1. Fain Binda J.C2.
1
Jefe de Servicio de Inspección Sanitaria del Servicio Nacional de Sanidad y
Calidad Agroalimentaria, en Planta Faenadora Avícola Luján de Cuyo SA, en la
Provincia de Mendoza, Argentina. [email protected]
2
Director Maestría en Bioseguridad, FCV, UNR
Aún en el siglo XXI, las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) siguen
constituyendo uno de los principales desafíos para la Salud Pública; entre éstos
permanecen interrogantes respecto a patógenos emergentes aviares, poco
claros en la normativa vigente de Argentina. Entre las bacterias asociadas a
ETA se incluyen Salmonella spp., Staphylococcus aureus, Bacillus cereus y
Clostridium perfringens (1). En los últimos años se presentaron brotes
ocasionados por patógenos emergentes y reemergentes que pusieron de
manifiesto la fragilidad de los programas de protección de alimentos para
prevenir y controlar las ETA (1). Entre los patógenos bacterianos emergentes se
destacan: Salmonella Enteritidis en huevos, Salmonella Typhimurium fagotipo
104 (DT 104), Escherichia coli O157:H7 en carnes y vegetales, Listeria
monocytogenes en carne y quesos, Campylobacter jejuni y Yersinia
enterocolítica en carne de cerdo y aves (1). Cepas de Escherichia coli
productoras de toxina shiga (STEC) contaminantes de alimentos se asociaron a
casos esporádicos y brotes de diarrea, colitis hemorrágica (CH) y síndrome
urémico hemolítico (SUH) en humanos (1). Se cree que el consumo de carne de
aves de corral poco cocida es una de las fuentes principales de infección con
Campylobacter. En países que adoptaron estrategias específicas para reducir
la prevalencia de Campylobacter en las aves de corral vivas, se ha observado
una reducción similar en los casos humanos (3). La finalidad de este trabajo fue
analizar las distintas normas que incluyen criterios microbiológicos aplicados a
Campylobacter jejuni y Escherichia coli O157:H7 en aves y su implicancia en la
salud pública. Un grupo Técnico2 elaboró un documento, ―Propuesta de
inclusión al Código Alimentario Argentino (CAA) de criterios microbiológicos
para carne picada y alimentos a base de carne picada vacuna, porcina y de
aves no listas para su consumo y para alimentos a base de carne picada
cocidos listos para su consumo (hamburguesas de carne vacuna, porcina y de
aves, salchichas parrilleras, chorizos y alimentos elaborados a base de carne
picada)‖, evaluado por la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) en el
2003(2). Campylobacter spp es causa importante de enfermedades diarreicas
de transmisión alimentaria del ser humano y una de las bacterias más comunes
causantes de gastroenteritis en el mundo entero, aún más que Salmonella spp
(3)
. Por su incidencia, duración y secuelas, la diarrea por Campylobacter tiene
gran importancia socioeconómica (3). En los países en desarrollo, las
infecciones por Campylobacter en menores de dos años son especialmente
frecuentes, y a veces mortales (3). Dado que los criterios microbiológicos
constituyen una de las herramientas de control en temas de la seguridad
alimentaria, se debería usar como medio para comprobar la puesta en marcha
de un sistema eficaz de gestión en seguridad alimentaria. Esta herramienta,
en el caso Escherichia coli O157:H7 en aves, no solo debe ser aplicada en
carne picada sino también partir de control en establecimientos faenadores
116
con criterios microbiológicos claros. Así mismo, Campylobacter jejuni tiene que
estar incluida en los criterios microbiológicos actuales por sus características
de patógeno emergente y por el riesgo que implica en la salud pública.
Se remarca la importancia de reforzar criterios microbiológicos en la seguridad
alimentaria, pero para ello se los debe aplicar en los diferentes momentos del
proceso de elaboración, a fin de que su monitoreo sirva de disparador de
acciones correctivas precoces y tomando en cuenta criterios obligatorios y
complementarios en la búsqueda de microorganismos relevantes en
situaciones particulares (microorganismos indicadores de inocuidad o de
patogenicidad, con planes de muestreo correcto).
Bibliografía
1. Rivas, M., Leotta, G. y Chinen, I. Manual de Procedimientos ―Detección de
STEC O157 en alimentos‖. Buenos Aires : s.n., 2008.
2. ANMAT. Guia de Interpretación de Resultados Microbiológicos de Alimentos.
2012.
3. OMS. OMS Campylobacter. WHO.int. [En línea] Octubre de 2011. [Citado el:
6 de junio de 2013.]
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs255/es/index.html.
117
Gestión interna de residuos en el Hospital Roque Sáenz Peña de Rosario
Pampaluna J.G.
Hospital Dr. Roque Sáenz Peña. Rosario.
Los residuos hospitalarios constituyen un severo problema desde su
generación si no son clasificados y tratados adecuadamente hasta su
disposición final. Por ello, se inició un Proyecto de Trabajo conjunto entre la
Secretaría de Salud Pública, la Secretaría de Servicio Públicos y el Proyecto
Residuos Rosario apoyado por GTZ1 creándose, en el año 2000 y con el apoyo
de la Dirección del Hospital Roque Sáenz Peña, el Comité de Gestión Interna
de Residuos. El mencionado Comité se planteó y desarrolló estrategias para
lograr los siguientes objetivos: disminuir la contaminación ambiental, favorecer
la bioseguridad, disminuir costos e impulsar programas de capacitación y
educación permanente.
En una primera etapa de ―Relevamiento‖, se realizó un diagnóstico de situación
a través de un análisis institucional y organizacional consistente
fundamentalmente en el relevamiento de los servicios médicos, el estudio de
generación y de composición de residuos patogénicos y la realización de un
taller de planificación, lo permitió elaborar un anteproyecto de de normas 2,3,4.
En una segunda etapa de ―Implementación‖, se realizo un Taller de
clasificación de Residuos Hospitalarios y se efectuó la redacción de las Normas
Generales de clasificación y acondicionamiento de tales residuos, validadas por
la Dirección del hospital y aplicadas a partir del mes de octubre de 2004.
Como resultados observables, se logró crear un grupo de gestión horizontal y
participativa, disminuir la producción de residuos de 44.421 Kg/año a 23.610
Kg./año y concientizar que la problemática involucra a todas las disciplinas
dentro del hospital, entre los más destacables.
Puede concluirse que, al reducir en una cifra cercana al 50% la generación de
los residuos, se disminuyeron los costos y la contaminación del ambiente
hospitalario, afianzándose las normas de Bioseguridad. Por otra parte, a pesar
de las dificultades, se generó un espacio de discusión sobre esta temática con
la participación del personal del Hospital, incluidos niveles operativos y de
gestión, lo que enriqueció el abordaje del problema al lograr el compromiso de
todos los actores involucrados.
Bibliografia
1. GTZ SRL. Experiencia internacional al servicio del desarrollo de América
Latina. webs.satlink.com/usuarios/c/ctpe-gtz/gtz.html
2. Informe de la etapa de relevamiento del Hospital R.S.Peña, proyecto de
implementacion del plan de Gestión Interna de Residuos. 1998, Rosario.
3. Zanon U. 1991. Lixo Hospitalar, Risco epidemiológico ou Terrorismo
Sanitario? Secretaria de Medio Ambiente, Pcia de la Republica, Brasil.
4. Manual de Bioseguridad en el Laboratorio. 1994, 2da edición, OMS Ginebra.
118
Producción y procesamiento de residuos en una planta faenadora bovina
en la provincia de Mendoza en el año 2012
Di Nucci D1. Hynes V2.
1
Frigorífico Regional Vildoza SA. 2 GenAR. Umaza. [email protected]
En la República Argentina según el ONCCA 1 (Oficina Nacional de Control
Comercial Agropecuario) en el año 2011 se faenaron a nivel país la cantidad de
4291899 cabezas bovinas, con un promedio mensual de cabezas de 130.502.
El rendimiento de la canal es de 50 a 55%, el porcentaje restante esta
compuesto por cuero, sangre, huesos y vísceras, La mayoría de éstos son
procesados obteniendo subproductos; el resto y los comisos son residuos de
las plantas faenadoras.
La necesidad de eliminación de los residuos en forma rápida y la reducción de
los olores emanados por las mismas son puntos críticos que se plantean en la
actualidad. Muchas plantas faenadoras constituyen una amenaza para la salud,
en particular cuando se encuentran alrededor de áreas pobladas. La
eliminación de los animales enfermos y la posterior destrucción se hace a
menudo en forma inapropiada. En muchos establecimientos de faena el
proceso de los subproductos no es rentable ya sea debido a las pequeñas
cantidades involucradas, los altos costos de procesamiento o el bajo valor del
producto final. En otras ocasiones esto se debe a la falta de equipamiento
para el procesamiento de los subproductos; y la falta de regulaciones en la
descarga de los desechos o la incapacidad de las autoridades para hacer
cumplir las regulaciones2.
Las plantas faenadoras en la República Argentina deben poseer a fin de
eliminar los residuos en su predio, el digestor, donde se realiza el
procesamiento de los comisos por medio de la inyección directa de vapor y con
una temperatura no inferior a los 127ºC y con capacidad mínima de 3 (tres)
metros cúbicos lo que permite el ingreso de un bovino entero al mismo, según
lo estipula el decreto 4238/683.
El objetivo de este trabajo es calcular la producción de residuos sólidos de la
planta faenadora en relación al número de animales faenados en el año 2012.
El establecimiento en estudio es una planta faenadora en la provincia de
Mendoza, que se encuentra habilitada por Senasa. En la misma el descarte de
la canal es procesado; los subproductos obtenidos son cuero salado, harina de
carne y hueso, y los comisos son enviados a digestor el cual posee 2,5 m de
alto, 1,5 m de ancho y el volumen de 5,88 m3 (con capacidad de 800 kg) y
capaz de llegar a una temperatura de 160 grados con 5,5 kg/cm 2 de presión
de vapor, con posterior entierro sanitario. Los desechos líquidos son tratados
por medio de una decantación primaria y luego por el sistema Overland Flow.
El proceso completo del tratamiento en el digestor dura 24 horas, de las cuales
en promedio 8 horas son de esterilización y aproximadamente entre 12 a 14
horas de enfriamiento.
Los operarios en la planta de faena registraron en planillas todos los comisos.
En base a estos datos se calcularon los kg de comiso mensual durante el
periodo 2012 y la media anual.
En el año 2012 en este establecimiento fueron faenados 49.863 animales con
una media mensual de 4.155,25 animales. El total de kilos decomisados en el
119
año 2012 fue de 127.538 y la media mensual de 10.628,17. En esta planta por
cada animal faenado se decomisaron 2,55 kg.
En la actualidad las plantas faenadoras bovinas se encuentran pasando una
realidad que no era pensada hace unos años atrás. La necesidad de la
preservación del medio ambiente, lleva a las plantas faenadoras a realizar
mejorar en las practicas actuales. Una de las más importantes es el
tratamiento de los residuos generados en el proceso de faena tanto los
comisos patogénicos como patológicos, sin la afectación del medio ambiente y
con una reducción del volumen final.
Hasta el momento en nuestro país no hay un registro preciso de los kg de
residuos producidos por las plantas faenadoras, ni datos fehacientes del
número de animales faenados ya que hay un retraso en la actualización de los
registros. Seria de gran utilidad contar con estos para poder calcular el impacto
real de la contaminación por comisos y residuos de las plantas faenadoras.
El método a través del digestor ha sido desde el año 1968 el método de
elección para el tratamiento de los residuos de los mataderos, el mismo implica
grandes costos de mantenimiento, emanación de olores desagradables y en la
práctica el proceso es lento lo que demanda un alto gasto de energía calórica y
personal.
Si bien la industria de los subproductos esta desarrollada en nuestro país,
desafortunadamente al igual que otros países de Latinoamérica el manejo de
otros desechos del proceso de la matanza, no cuentan con los recursos
económicos necesarios para llevar a cabo planes especiales de investigación
tecnológica.
Los residuos de la plantas de faena según la legislación de la Unión Europea
deben ser quemado en incineradores, sin embargo, actualmente la UE a
introducido la Hidrólisis Alcalina como un método alternativo para el
saneamiento residuos de los mataderos. El tratamiento por hidrolisis alcalina se
basa en la reacción de un agente alcalino (hidróxido de sodio o potasio),
sumado a la presión de vapor directo y la temperatura constante necesarios
para la neutralización de los agentes patógenos4. Este método además tiene la
ventaja de realizarse en menor tiempo, con menor gasto energético,
disminuyendo la emanación de olores indeseables y obteniendo un producto
final aprovechable como fertilizante. Esta seria una opción mas eficiente para
implementar en este establecimiento.
Bibliografía
1. Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario serie histórica faena
bovina 1998-2011. Fecha de publicación: 01/09/2011.
2. FAO. Agriculture and Consumer Protection. The environmental impact of the
animal
product
processing
industries.
www.fao.org/wairdocs/lead/x6114e/x6114e03.htm
3. SENASA Decreto Nacional 4238/68. Reglamento de Inspección de
Productos, Subproductos y derivados de origen animal.
4. Krička,T; Voća, N y Jurišić,V. Alkaline hydrolysis as an alternative method for
slaughterhouse waste sanitation. Biblid: 1450-5029 (2008) 12; 1-2; p.15-18.
120
Bioseguridad e inocuidad alimentaria en la elaboración de alimentos
Belá, L.
Cátedra Higiene y Microbiología de los Alimentos – Facultad de Ciencias
Veterinarias. Universidad Nacional de Rosario. [email protected]
La Bioseguridad es un requisito fundamental para conseguir los objetivos
establecidos en el Marco Estratégico de la FAO (Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), mediante la
promoción, el mejoramiento y el fortalecimiento de los marcos normativos
y reglamentarios para la alimentación, la agricultura, la pesca y la
silvicultura. Tiene una importancia directa para la seguridad alimentaria
además de la conservación del medio ambiente y la sostenibilidad de la
agricultura, comprende además los marcos normativos y reglamentarios
(con inclusión de instrumentos y actividades) para actuar ante los riesgos
asociados con la alimentación y la agricultura. La Bioseguridad incluye la
inocuidad de los alimentos, la vida y sanidad de las plantas y de los
animales. Las enfermedades transmitidas por los alimentos son uno de
los problemas más difundidos de Salud Pública1. El acceso a alimentos
inocuos y de buena calidad está estrechamente relacionado con los
factores socioeconómicos que comprenden desde las condiciones de
almacenamiento y elaboración de los alimentos hasta el saneamiento, la
calidad del agua y la infraestructura de control de alimentos. De acuerdo a
información suministrada también por el SI.NA.V.S (Sistema Nacional de
Vigilancia de la Salud) dependiente del Ministerio de Salud de la Nación
durante el período 2002 - 2009, una de las enfermedades con mejor nivel
de notificación, además de la Triquinelosis, es el Síndrome Urémico
Hemolítico. Esta última es una enfermedad típica de la falta de aplicación
de las Buenas Prácticas de Manufactura y de las fallas durante el
consumo. La incidencia no se conoce con certeza, se estima que hasta el
70 % de los 1.500 millones de casos de diarrea, en niños menores de
cinco años de edad, que causan unos 3 millones de muertes, son de
origen alimentario2.
En las escuelas de Argentina, la asistencia alimentaria se concreta a
través de sucesivas transferencias de fondos a las instituciones escolares
en donde autoridades, maestros, cocineras, ecónomas o miembros de la
comunidad educativa, compran los alimentos y elaboran la copa de leche,
refrigerios y el menú diario3.
Las Buenas Prácticas de Manufactura son una herramienta que
contribuye al aseguramiento de la calidad en la producción de alimentos
seguros, saludables e inocuos para el consumo humano. En la Argentina
existen diversos programas de asistencia alimentaria que se articulan
desde distintas instancias gubernamentales (Nacional, provincial y local).
En la mayoría de las cocinas centralizadas, que abastecen a los
comedores escolares, se elaboran grandes volúmenes de alimentos
mezcla donde se involucran una cantidad importante de ingredientes lo
que incrementa las probabilidades que se produzcan fallas en la
manipulación. En concordancia a las nuevas directivas de la FAO se
considera de suma importancia determinar la bioseguridad e inocuidad de
estos alimentos destinados a una gran cantidad de niños. Teniendo en
cuenta estos antecedentes se plantea el siguiente problema científico.
121
¿Las raciones que se preparan en las Cocinas que abastecen comedores
escolares cumplen con las normas de bioseguridad alimentaria? Sobre
esta base, se torna fundamental determinar la calidad microbiológica de
las materias primas y de los alimentos de consumo directo con la finalidad
de corroborar la inocuidad de los mismos. Otro aspecto a considerar lo
constituyen los manipuladores, actores con un rol preponderante en la
inocuidad. Las malas prácticas de manipulación y una información
deficiente actúan facilitando la permanencia de enfermedades
transmitidas por alimentos entre todos los grupos humanos,
especialmente aquellos carentes de recursos y sin posibilidades
inmediatas de un cambio en el saneamiento ambiental. Sobre esta base
se considera fundamental determinar la inocuidad de los alimentos de
consumo directo elaborados y evaluar los conocimientos sobre los
procedimientos higiénicos en la preparación de alimentos que poseen los
actores involucrados en el proceso. La información necesaria puede
recolectarse mediante entrevistas a informantes claves y visitas para la
observación directa de los procesos y las condiciones higiénico-sanitarias.
Para comprobar la inocuidad de los alimentos de consumo directo
elaborados es necesario tomar muestras de las materias primas y los
alimentos elaborados y realizar análisis microbiológicos (recuento en
placa de aerobios mesófilos, coliformes y hongos). Estos datos podrán ser
utilizados como insumo en el diseño de un manual que promueva la
elaboración de alimentos inocuos abarcando todas las etapas de la
elaboración.
Bibliografía
1. www.fao.org Comité de Agricultura. Roma, marzo de 2001. La Bioseguridad
en los sectores de la alimentación y la agricultura.
2. FAO. Estudio alimentación y nutrición 89. ISSN 1014-2916. Manual de la
inspección de los alimentos basado en el riesgo.
3. CESNI. 2003. Programas alimentarios en Argentina.
122
Bioseguridad Cuantitativa: riesgo biológico en procedimientos punzantes
Jarne, A.R. Ferrarotti, N.F.
Cátedra de Microbiología y Parasitología. Carrera Enfermería. Universidad
Nacional de Tres de Febrero. [email protected]
La bioseguridad ha sido hasta el momento una disciplina fundamentalmente
descriptiva y prescriptiva, basada en el análisis cualitativo de situaciones y la
posterior redacción de normas sobre lo que hay que hacer o no hacer. Con la
introducción, en el 2003, del método del BioRIMi fue posible comenzar con la
cuantificación del riesgo biológico asociado a procesos. Dado que la versión
inicial implicaba el uso de cálculos complejos y no permitía discriminar entre
procesos similares se elaboró una versión modificada. En esta nueva versión
se establece la definición de una unidad de referencia de riesgo biológico
(UBR)ii junto al desarrollo de un sistema informático de Gestión de
Bioseguridad MABioR1.1© iii.A partir de estas herramientas es posible realizar la
cuantificación del riesgo de manera sistemática y normatizada.
El presente trabajo tiene como objetivo determinar cuantitativamente el riesgo
biológico asociado a diversos procedimientos punzantes en el área biomédica y
establecer si existen diferencia significativas entre los mismos. A tal efecto se
evaluaron 11 procesos punzantes realizados con agujas, advocats y lancetas,
llevados a cabo por 4 enfermeras de distintos sectores, 1 auxiliar de
enfermería, 1 extraccionista y 1 técnico de laboratorio, en un sanatorio de alta
complejidad de la CABA; cada proceso fue evaluado en una serie de 10
repeticiones.
Se utilizó para el cálculo del riesgo biológico el programa MABioR1.1©, el cual
es una matriz multidimensional de análisis de riesgo que contempla las
diversas interacciones continuas y discontinuas de los agentes biológicos con
el operador en un proceso definido y expresa sus resultados en Unidades de
Bio Riesgo (UBR). Es un método de tipo probabilístico basado en la
modificación de la ecuación de W. Fine y la Norma IRAM 80059, y toma como
sistema de comparación un proceso referencia. Para la realización de los
cálculos estadísticos se uso el Programa Sigma Plot 11.1.
Los resultados del riesgo biológico asociado a procedimientos expresados en
Unidades de Bio Riesgo (UBR) se muestran en la tabla 1. La media del valor de
riesgo biológico para todos estos procedimientos, si se comportaran como una
distribución normal, sería de 19,60 +/-17,86 UBR lo cual implica una gran
dispersión.
Tabla 1 Riesgo Biológico asociado a procedimientos punzantes
OPERADOR
Enfermera infectologia 1
Auxiliar Enfermería 1
Enfermera piso 2
Extraccionista 1
Técnico 2
Enfermera piso 2
Enfermera piso 1
Técnico 2
Enfermera vacunatorio
Enfermera piso 1
Auxiliar Enfermería 1
TIPO DE PROCESO
Extracción para Hemocultivo
Punción capilar
Venoclisis
Extracción sangre arterial
Extracción sangre arterial
Punción capilar
Venoclisis
Extracción de sangre venosa
Aplicación de vacunas
Punción capilar
Punción capilar
SUBPROC.
con agujas
con agujas
con Advocat
con agujas
con agujas
con agujas
con Advocat
con agujas
con agujas
con lancetas
con lancetas
UBR
54
27
25,5
20,25
22,95
20,25
22,95
10,8
1,2
1,05
0,975
-/+ 
9,35
7,64
2,12
5,73
1,91
5,73
1,91
4,68
0,52
0,74
0,11
123
Cuando se analiza la distribución de frecuencias del riesgo se encuentra una
distribución que presenta tres picos, el primer pico reúne tres procedimientos
que poseen un riesgo medio de 1,25 +/- 0,47 UBR, el segundo comprende
siete procedimientos que presentan un riesgo de 20,5 +/- 7,41 UBR y el tercero
(un solo procedimiento) tiene un riesgo de 54,0 +/- 9,35 UBR. Se procedió a
analizar si las diferencias entre estas tres poblaciones eran significativas
considerando como referencia del riesgo medio o moderado al grupo
mayoritario de siete procedimientos. Se aplicó la prueba de Fisher cuyos
resultados demostraron que existen diferencias significativas entre los grupos
con p>0,05
Se reagruparon los procedimientos con independencia del operador y se
encuentra que es posible clasificar a los procedimientos en tres grupos de
riesgo acorde al valor de UBR obtenido. (Tabla 2)
Tabla 2 Distribución de procedimientos por grupo de riesgo
GRUPO DE RIESGO
Alto
Moderado
Bajo
PROCEDIMIENTOS
Extracción para Hemocultivo
Extracción sangre arterial
Extracción de sangre venosa
Venoclisis
Punción capilar con agujas
Punción capilar con lancetas
Aplicación de vacunas
UBR
54,0 +/- 9,35
20,5 +/- 7,41
1,25 +/- 0,47
Los resultados muestran que el riesgo biológico asociado a los procedimientos
punzantes no es homogéneo sino que depende del tipo y de la forma de llevar
a cabo el procedimiento.
Este tipo de estudio permite el monitoreo del riesgo por exposición antes
de que ocurra el accidente o la lesión y además permite desarrollar programas
de bioseguridad específicos basados en la disminución real de los riesgos
asociados a los procedimientos de acuerdo a como se realicen los mismos en
cada institución.
Bibliografía
1
Jarne, A.R. Ferrarotti, N.F. 2003. Bio-Riesgo Intrínseco Mínimo: Un método
para la evaluación del riesgo causado por agentes biológicos. Acta Bioquím.
Clín. Latinoam.; 37 (1):29-37.
1
Jarne, A.R. Ferrarotti, N.F. de Torres, R. 2006. Propuesta de una unidad de
referencia para la exposición frente a agentes biológicos patógenos. I Congreso
Panamericano y V Congreso Argentino Zoonosis. Acta Bioquím. Clín.
Latinoam.; Suplem 3: 192
1
Software libre y gratuito no disponible on line por el momento, solicitarlo sin
cargo a [email protected]
124
Percepción de Riesgo en Alumnos de Tercero a Quinto Año de la Carrera
de Veterinaria de la Universidad Juan Agustín Maza
Silva, M.F.
Universidad Juan Agustín Maza – [email protected]
El ejercicio de la medicina veterinaria reviste peligros ocupacionales
relacionados con agentes físicos, psíquicos, biológicos y químicos. Los
estudiantes se encuentran entre el personal expuesto a peligros, sin embargo,
poco se ha hecho por la enseñanza metódica para su seguridad e higiene
laboral. Por otra parte, la prevención de riesgos laborales es tema vital en el
ámbito quirúrgico, en el quirófano pueden afectarse docentes, alumnos y
personal no docente que actúa en estos servicios. La prevención de riesgos
laborales es un tema vital en el ámbito quirúrgico. Por ello, no debemos
soslayar los riesgos que pueden surgir en el quirófano y que ponen en peligro
la salud y seguridad del personal expuesto.
El análisis de riesgos es un proceso cada vez más ampliamente utilizado para
enfrentar amenazas de diversas índoles en el campo de las investigaciones y
los servicios en las ciencias biomédicas y naturales.2
En el período comprendido de Marzo a Noviembre de 2012, se realizó un
estudio para determinar el nivel de percepción de riesgos biológicos y de
bioseguridad en alumnos de tercero a quinto año de la carrera de Ciencias
Veterinarias y Ambientales que realizan adiestramientos quirúrgicos en la
Unidad Práctica Veterinaria (UPV) de la UMaza. Durante ese ciclo lectivo, se
ejecutaron 63 cirugías, 41 de ellas (3 orquidectomías y 38
ovariohisterectomías) efectuadas por los alumnos (grupo de riesgo) con la
supervisión de los respectivos docentes del área. Para conocer el grado de
percepción de los riesgos biológicos a que estaban expuestos se encuestó a un
total de 60 alumnos, a los cuales se les sometió a dos preguntas seleccionadas
de una encuesta ad hoc más amplia. Las preguntas seleccionadas fueron:
¿Sabe cuáles son los elementos de protección personal? ¿Los utiliza
cotidianamente? Mediante estas preguntas se evaluó de forma primaria el nivel
de percepción de riesgo de los alumnos expuestos, midiendo su valoración
subjetiva, teniendo como variables cualitativas la voluntariedad, el conocimiento
y la controlabilidad1.
Los riesgos existentes en el área del quirófano fueron determinados mediante
estudios observacionales de las principales actividades laborales ejecutadas en
este servicio, así como los materiales que se utilizan y las condiciones
existentes, de igual forma se evaluaron los procedimientos empleados por el
personal docente a cargo de los servicios que se prestan. Se analizaron
además los medios de protección personal que se emplean por el personal del
quirófano y las instrucciones que se ofrecen a los alumnos que participan de
forma rotativa en las prácticas docentes.
Para la evaluación del nivel de percepción del riesgo se utilizó el Código
RISKPERCEP3, obteniéndose como resultado una subestimación del riesgo
entre los encuestados, ya que el 25% de los alumnos respondió que no
conocen los elementos de protección personal (EPP), y el 60% reconoció que
no los usa. Se evidenció en la investigación que es necesario perfeccionar la
información que se transmite a los alumnos, con vistas a prevenir accidentes e
125
infecciones, así como disponer de personal preocupado y bien informado sobre
los peligros inherentes a la actividad que desarrollan.
De lo expuesto, se concluyó que en un centro veterinario es indispensable
disponer de un equipo que evalúe riesgos, controle y garantice el cumplimiento
de las medidas de bioseguridad. Se evidenció además que la bioseguridad y
seguridad laboral deben constituir temas importantes en la docencia y ejercicio
veterinario.
Agradecimiento al Dr. Aramís Fernández Luciano y DrC. Ing. Antonio Torres
Valle, quienes mediante sus extensos conocimientos supieron guiarme y
acompañarme en el desarrollo de esta publicación.
Bibliografía
1. Carbonell, A. T., Torres, A. 2010. Evaluación de Percepción de Riesgo
Ocupacional. Revista de Ingeniería Mecánica. Vol.13, No. 3, pág. 18-25,
ISSN1815-5944.
2. Fernández, A. Argote, E. Rodríguez, O. 2009. Análisis de riesgos: proceso
de amplia aplicación. I Evaluación del riesgo. Reseña. Revista Cubana de
Ciencia Avícola, Volumen 33 No. 1, pp.5 – 10.
3. Torres, A. 2010. Manual de usuario RISKPERCEP. Argentina.
126
Control de calidad de esterilización en odontología en Rosario (resultados
preliminares)
Algalarrondo, E. Hermida Lucena, P.
Cátedra de Microbiología Facultad de Odontología UNR
[email protected]
La complejidad de la práctica odontológica, incluyendo el procesamiento del
instrumental es potencialmente un riesgo para el profesional, los asistentes y el
paciente; generando potenciales afecciones, generalmente involuntarias, que
contribuyen al riego infecto contagioso social. Con el objeto de contribuir a
mejorar el proceso de esterilización del instrumental odontológico enfocando
aspectos de la secuencia, definir los posibles momentos de control de proceso
y establecer la sistematización del mismo, estamos realizando una encuesta y
el control de calidad de esterilización de los hornos en los consultorios
odontológicos de la ciudad de Rosario.
Se realizaron 151 encuestas anónimas de 71 mujeres y 80 varones de entre 25
y 75 años todos profesionales matriculados por el Colegio de Odontólogos 2º
Circunscripción. Se realizaron, hasta la fecha, 85 controles de calidad de
esterilización.
De la encuesta se obtuvieron los siguientes resultados:
El 95% tienen estufas de calor seco y el 5% autoclave, solamente los
profesionales que trabajan con endodoncia y cirugía usan cajas, los que
realizan las otras especialidades no usa paquetes ni cajas.
La descontaminación la realizan en el consultorio. De los encuestados 54
utilizan hipoclorito, 60 glutaraldehído, 1 ácido acético, 18 amonio cuaternario, 4
detergentes enzimáticos, 1 peroxido de hidrógeno, 1 iodopolividona, 1
clorhexidina y 11 no respondieron.
Respecto al uso de control de funcionamiento el 28,50% han controlado con
tiras de control químico, el 33% con controles biológico y el 38,5% no han
controlado su esterilizadora.
De los 151 profesionales encuestados a la fecha han realizado el control
biológico de su horno, con Bacillus atropheus, 85 obteniéndose los siguientes
resultados: 12 positivos y 58 negativos y 15 en proceso de siembra y
evaluación, de los positivos 2 ya han reparado su horno esterilizador y repetido
el control biológico.
Con estos resultados preliminares podemos decir que 1º no hay criterio general
en el uso de descontaminantes de alto poder, 2º a pesar de haber iniciado la
técnica de control de calidad de esterilización en 1987 aún no hemos logrado
llegar a concientizar a los profesionales en la importancia de este
procedimiento.
127
Evaluación de las medidas de bioseguridad en la aplicación de
plaguicidas en fincas de Maipú, Mendoza
Hynes, V1. Tornello, M1. Ferré, D1,2. Saldeña, E1. Quero, M1. Muñoz, L1. Gorla,
N1,2.
1
GenAR-Laboratorio de Genética, Ambiente y Reproducción. FCVA-UMaza.
2
CONICET. valenhynes@ hotmail.com
El uso y manejo de los plaguicidas por parte de los agricultores y aplicadores
es una práctica de bioseguridad en el control de plagas. La producción de
plaguicidas para prevenir y tratar las enfermedades causadas por bacterias,
hongos, parásitos e insectos está en aumento progresivo y por lo tanto su uso
a campo. Esta práctica agrícola debe considerar la comprensión del manejo de
salud y la aplicación de medidas de bioseguridad. Las actividades agrícolas
son de primordial importancia económica en la Provincia de Mendoza, y están
caracterizadas por el uso de plaguicidas. En el presente trabajo se evalúan el
modo de aplicación de los mismos, es decir todo medio técnico, equipo,
instrumento o maquinaria que se emplee para aplicar plaguicidas, y también el
posible impacto ambiental como consecuencia de su uso. La Organización de
las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO) indica que la
Bioseguridad es una aproximación estratégica e integrada que abarca las
políticas y regulaciones, incluyendo instrumentos y actividades que analizan y
manejan riesgos en la seguridad de alimentos, vida y salud animal, vida y salud
vegetal,
incluyendo
los
riesgos
ambientales
asociados
(http://www.fao.org/biosecurity/). En las áreas agrícolas de muchos países se
reconoce que los envases residuales de plaguicidas abandonados en el campo
son considerados residuos peligrosos, y el incremento de su uso, a partir de
una mayor actividad agrícola; ha planteado escenarios en los que es necesario
intervenir de manera eficaz1.
Se realizaron 51 entrevistas a trabajadores de fincas en el departamento de
Maipú. En la guía de entrevista se relevaron las siguientes dimensiones:
aspectos generales del lugar, grado de exposición a plaguicidas, tipos y usos
de plaguicidas, tipo de equipo aplicador, medidas de protección personal,
destino de los envases de plaguicidas por posible contaminación ambiental,
antecedentes de intoxicación por exposición a plaguicidas.
Las actividades frutícolas del departamento de Maipú, determinan que los
equipos de aplicación de plaguicidas sean cargados individualmente o
acarreados por un tractor. La pulverización es lograda a partir de una flecha, de
un equipo turbo ventilador o por goteo a poca distancia del suelo a partir de un
equipo de arrastre, desde el tractor en estos dos últimos casos, y con flecha
también a partir de las mochilas que cargan los operadores (Figuras 1a).
Este modo de aplicación aumenta el riesgo de inhalación y absorción
percutánea de los plaguicidas, especialmente si no se utilizan los elementos de
protección personal recomendados. Los plaguicidas muy o moderadamente
tóxicos entran en el cuerpo a través de la boca, los pulmones, la piel o los ojos.
Tres de los operadores relataron intoxicaciones agudas, debidas a derrames
por mal mantenimiento de la mochila. El mantenimiento y uso apropiado de los
equipos de pulverización conjuntamente con todas las precauciones y medidas
de protección sugeridas para el uso de los plaguicidas corresponden a las
buenas prácticas agrícolas y a las buenas prácticas de bioseguridad, con
128
Figura 1: a- Equipos aplicadores en el uso de plaguicidas en fincas de Maipú, Mendoza. b- Destino final de los
envases.
beneficios para la salud, humana, animal y ambiental3. Según las estadísticas
del Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico del gobierno de
Mendoza, a junio de 2011, las intoxicaciones por plaguicidas son la segunda
causa de consulta médica en esta provincia, el 23% por motivo laboral. Existe
además un riesgo silencioso, que no se advierte en forma aguda, el daño al
material genético en los grupos de trabajadores, como lo evidencian los
recientes estudios realizados en la provincia de Santa Fe 4 y de Córdoba5. En
cuanto al resguardo del ambiente respecto al destino de los envases, solo el
25,35% de los entrevistados relata que le son retirados para programas de
reciclado (Figura 1b), para evitar contaminación ambiental.
Desarrollar programas de prevención de las buenas prácticas de manejo
basadas en las medidas de bioseguridad es una de las mejores herramientas
para minimizar la aparición de plagas y enfermedades por plagas y el uso de
plaguicidas en pos de la sustentabilidad de la agricultura, los alimentos seguros
y
la
protección
del
ambiente,
como
defiende
la
FAO
(http://www.fao.org/biosecurity/).
Se apuesta a mejorar la bioseguridad a través del uso prudente y responsable
de plaguicidas en la producción de alimentos de origen agrícola.
Bibliografía
1. CASAFE. Cámara Argentina de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes.
Gestión
de
envases
vacíos
de
productos
fitosanitarios.
http://www.agrolimpio.com.ar/Manual%20AgroLimpio.pdf
2. Lantieri M.J., Meyer Paz R., Butinof M., Fernández R.A., Stimolo M.I., Díaz
M.P. Exposición a plaguicidas en agroaplicadores terrestres de la provincia
de Córdoba, Argentina: factores condicionantes. Agriscientia XXVI(2): 43-54,
2009.
3. Bogliani, M. 2012. Guía de buenas prácticas para la aplicación terrestre de
fitosanitarios en cultivos extensivos para espacios periurbanos: uso
responsable y eficiente de agroquímicos. Buenos Aires: Ediciones INTA, 39
pp.
4. Simoniello MF, Kleisorge EC, Scagnetti JA, Grigolato RA, Poletta GL,
Carballo MA. 2008. DNA damage in workers occupationally exposed to
pesticide mixtures. J Appl Toxicol, 28: 957-965.
5. Gentile N, MañasF, Bosch B, Peralta L, Gorla NBM, Aiassa D. 2012.
Micronucleus assay as a biomarker of genotoxicology in the occupational
exposure to agrochemical in rural workers. Bulletin of environmental
Contamination and Toxicology. 88: 816-822.
129
Perfeccionamiento de la Bioseguridad en el Laboratorio Central de
Cuarentena Vegetal de La Habana, Cuba
Gamayo Vale, Y.
Dpto de Recepción de Muestras. Laboratorio Central de Cuarentena Vegetal.
La Habana, Cuba [email protected]
El hombre, con su afán de obtener una gran variedad de productos vegetales
con fines alimenticios, medicinales e industriales unido a las facilidades del
comercio mundial ha introducido numerosas especies exóticas y, con ellas, sus
plagas y enfermedades, en muchos de los casos. Los laboratorios de
cuarentena vegetal tienen como función principal realizar el diagnóstico de los
organismos que se presenten en los productos agrícolas
que serán
introducidos a un país. Estos deben disponer del equipamiento necesario para
el diagnóstico para detectar los que no existan en el país, o que representen
una amenaza potencial y tomar las medidas para prohibir la entrada de los
productos que los contengan. Los impactos de las especies exóticas son
fundamentalmente ecológicos y sobre los intereses humanos 1, es por eso que
la pronta detección es decisiva: resulta más fácil y más rentable hacer frente a
las especies que llegan antes que se establezcan, por lo que los laboratorios
de cuarentena vegetal deben constituir verdaderas barreras y poseer sólidos
programas de Bioseguridad. El Laboratorio Central de Cuarentena Vegetal
está catalogado como un laboratorio de Nivel de Bioseguridad II, se encuentra
en proceso de perfeccionamiento con vistas a mejorar su sistema de Seguridad
Biológica: se han adquirido equipos para la protección, se ha sustituido la
marquetería y puertas de madera por pvc, entre otros. No obstante, está
establecido que cada instalación evalúe periódicamente su Programa de
Bioseguridad(2), con la finalidad perfeccionar su sistema para lo cual es
necesario realizar acciones que lo posibiliten. El objetivo del presente trabajo
fue evaluar el Programa de Bioseguridad vigente en el Laboratorio Central de
Cuarentena Vegetal de La Habana Cuba, con vistas a su perfeccionamiento.
Para iniciar el estudio se evaluó la microlocalización actual de la instalación, se
realizó un análisis de riesgo mediante inspecciones de Bioseguridad en las
diferentes áreas de trabajo, se tuvo en cuenta la clasificación de los agentes
biológicos que potencialmente se manipulan y se valoró el flujo de los
procesos, en varios aspectos: identificación de los componentes del sistema,
límites, entradas e interacciones internas. Se encontró, como aspecto positivo,
que la instalación posee un grupo de procedimientos normalizados de
operación que incluyen los elementos descritos en la legislación vigente en
materia de Bioseguridad en Cuba, en cuanto a prácticas y procedimientos y
equipos de protección. El análisis del riesgo biológico dio como resultado la
existencia de una estructura válida en el sistema de Bioseguridad, teniendo en
cuenta las características de la institución; identificación de los componentes
del sistema: se identificaron el componente humano, el físico y el relacionado
con los recursos destinados a la seguridad biológica; límites del sistema: se
identificaron un total de ocho áreas con riesgo biológico de Nivel 3
(Entomología, Acarología, Malezas, Nematología, Virología, Bacteriología,
Micología y Semillas y dos, con nivel de riesgo 2 (Recepción de muestras y
Esterilización), entradas: se dispuso de la documentación (Legislación vigente,
Resoluciones Ministeriales e Institucionales) para su uso por todos los actores
del sistema; interacciones internas: está constituida por las actividades en las
130
áreas con riesgo biológico en las que participan trabajadores expuestos directa
o indirectamente, que permiten la integración de un conjunto de estrategias
dirigidas a la gestión del riesgo biológico, encaminadas a la gestión y
designación de recursos para la solución de problemas del diseño de la
instalación y los equipos de seguridad, así como a la creación de capacidades
institucionales que permitan la formación de profesionales con un alto nivel de
percepción del riesgo biológico.
Se evidenció que el laboratorio esta enclavado en una zona residencial,
altamente poblada, las viviendas poseen jardines y áreas verdes, que pueden
servir como reservorio para cualquier plaga que se escape de la instalación. El
flujo de trabajo no cumple con los requisitos de Bioseguridad, hay cruce de
materiales potencialmente contaminados y no contaminados, las oficinas de los
especialistas están dentro de las áreas de laboratorio, por lo que los informes,
documentos necesarios y bibliografías están en contacto con los aerosoles
que se generan. Según la Resolución 38/20063, éste debe ser un laboratorio
de Nivel de Bioseguridad 3, ya que potencialmente pueden manipularse
agentes exóticos, sin embargo, el diseño de la instalación (edificio construido
con otros fines y modificado a laboratorio) no cumple con esos requisitos. El
análisis de riesgo realizado señala que el diseño de la instalación es un factor
clave que impide que la Bioseguridad pueda aplicarse convenientemente. Se
propone por tanto un nuevo diseño que cumple con el nivel de Bioseguridad 3,
éste permite un flujo adecuado de los materiales subcuarentenados; propone la
construcción de una nueva estructura sobre la base del sistema ―caja en caja‖ y
una nueva microlocalización, hacia una zona no residencial. En la misma se
prevén pasos sanitarios para los trabajadores, en el flujo de materiales y en los
procesos no hay ―cruces de lo limpio con lo sucio‖, se contemplan servicios de
esterilización y de recepción de muestras, mantenimiento para los sistemas
técnico-ingenieros, incinerador ecológico, almacenes, más los servicios
necesarios para la logística general de un laboratorio de este tipo.
Esta propuesta tiene como objetivo permitir la implementación de los requisitos
establecidos en la legislación en materia de Bioseguridad en Cuba, de una
forma orgánica y de mejora continua, y se ha dirigido, además, hacia el
alcance de un adecuado y óptimo desempeño profesional, ambiental y para la
optimizar la implementación de la Bioseguridad en esa instalación.
Bibliografía
1. Conferencia Europea sobre Especies exóticas invasoras, 2008. Informe
Final Palacio de Exposiciones y Congresos. Paseo de La Castellana 99.
Madrid. l5-16 enero de 2008, 79p
2. Laboratory Biosafety Manual. Canadá,
2004 3th ed, 235 pp
En:
http://www.phac-aspc.gc.ca/publicat/lbg-ldmbl-04/pdf/lbg_2004_e.pdf(
acceso Octubre 4, 2012)
3. Cuba. Ministerio de Ciencia y Tecnología del Medio Ambiente. Resolución No. 38
del Decreto Ley 190: Lista oficial de agentes biológicos que afectan al hombre, los
animales y las plantas. —La Habana 2006. —28p.
131
Bioseguridad en las inspecciones bromatologicas de las barreras
sanitarias de la provincia de Mendoza
Albarracín, L.
Laboratorio de Genética, Ambiente y Reproducción, Universidad Juan Agustín
Maza, Guaymallén, Mendoza. [email protected]
Las barreras sanitarias que actualmente operan en los ingresos a la provincia
de Mendoza, si bien se encuentran operando bajo lo prescripto por la normativa
vigente (2,3,4,5), no todas poseen la misma infraestructura edilicia por lo que los
procedimientos aplicados son dispares en cuanto a la calidad del proceso y los
niveles de riesgo que ello implica. Asimismo, hay que tener en cuenta que el
personal designado para realizar las inspecciones no siempre es técnico
específicamente capacitado en esas tareas. El propósito de este estudio fue
evaluar la importancia de las medidas de bioseguridad en las inspecciones
bromatológicas en las barreras sanitarias interprovinciales ya que redundará en
beneficios tanto para el operario como así también en la calidad final del
producto inspeccionado, garantizando sus condiciones higiénico sanitarias. Los
objetivos específicos fueron: Revisar el marco legal vigente, Leyes número
18.284 (Código Alimentario Argentino), 22.375 (Ley Federal de Carnes) y
Decreto Nacional número 4238/68 y Decreto Provincial número 246/94.
Identificar los peligros en los procesos aplicados durante las inspecciones en
las Barreras Sanitarias.
Fueron identificados en la Provincia de Mendoza nueve barreras sanitarias,
distribuidas de la siguiente manera:
A - ZONA NORTE: barrera de SAN JOSE: administrada por ISCAMEN y
barrera de EL PUERTO: administrada por ISCAMEN
B - ZONA ESTE: barrera de DESAGUADERO; delegada en COPROSAMEN
C - ZONA SUR: barreras de LA HORQUETA: administrada por ISCAMEN,
CANALEJAS administrada por ISCAMEN, COCHICO: administrada por
ISCAMEN, SAN RAFAEL: delegadas en COPROSAMEN, ALVEAR: delegadas
en COPROSAMEN
D - BARRERA MOVIL: actúa en el GRAN MENDOZA delegadas en
COPROSAMEN
En cada una de las barreras sanitarias, se realizó un relevamiento de las
instalaciones y del equipamiento utilizado para realizar las inspecciones,
evaluando los procedimientos aplicados en cada caso. Se tuvieron en cuenta
todos los implementos involucrados en los riesgos o los factores que
correspondían tanto los que pudieran surgir para las personas involucradas en
la inspección en sí, como así también a los productos inspeccionados. Se
elaboró una encuesta en base a modificaciones de la realizada por (1) para
evaluar e identificar los factores de riesgo y los riesgos, en los procesos de
inspección (desde el estacionamiento del vehículo que transporta los productos
alimenticios a ser inspeccionados, la apertura de los mismos, revisión e
inspección de la carga, toma de muestras, control de temperatura, higiene,
estiba y documentación correspondiente a la misma). En cuanto a los
procedimientos de inspección propiamente dichos, se tuvo en cuenta la
capacitación del personal, el uso de equipo de protección primaria, uso del
equipo específico de medición, recipiente estéril para la toma de muestras y los
medios de transporte y conservación para la remisión de las muestras al
laboratorio en los casos que sea necesario.
132
Con referencia a las condiciones de trabajo, se tuvo en cuenta que el régimen
laboral son guardias rotativas de 24 horas de trabajo y 48 horas de descanso,
resultó importante contemplar las condiciones laborales, como por ejemplo:
horas de descanso durante la jornada laboral, comodidades en el ámbito
laboral propiamente dicho (oficina, equipamiento, útiles de trabajo, etc.) y el
espacio privado para descanso, refrigerios, higiene personal.
Los ítems considerados en la lista de chequeo (1) fueron principalmente en: *
Edilicio e institucional, * Personal: Ropa de trabajo adecuada. * Procedimiento
de inspección. En cuanto a la normativa aplicada, se realizó la revisión y el
análisis de las normas vigentes al momento de este estudio (2,3,4,5), verificando
que las mencionadas normas sólo tienen en cuenta las condiciones en que
deben ser transportados y conservados los productos alimenticios, teniendo en
cuenta al personal manipulador pero no al procedimiento de inspección en sí
misma.
Los resultados obtenidos fueron: El personal de fábricas y comercios de
alimentación, cualquiera fuese su índole o categoría, a los efectos de su
admisión y permanencia en los mismos, debe estar provisto de Libreta
Sanitaria Nacional Única expedida por la Autoridad Sanitaria competente y con
validez en todo el territorio nacional. En cuanto a la infraestructura, sólo la
Barrera Sanitaria de Desaguadero, cuenta con instalaciones adecuadas para
tal fin (galpón, cámara frigorífica, aparcadero de camiones en espera, oficina
técnica, sistema de comunicación satelital y en línea. Las barreras restantes
tienen proyectado su equipamiento a mediano y corto plazo, por el momento
funcionan en galpones sin la tecnología suficiente.
A partir de dicho relevamiento, surgió que se inspeccionan mensualmente un
promedio de 3000 camiones y 19 millones de kilogramos de productos,
pudiendo discriminarse en productos cárnicos y productos lácteos, los que son
introducidos a la provincia de distintos puntos del país y de todo tipo de
establecimientos(nacionales, internacionales) al ingreso se solicita la
documentación que acredite el origen de los productos y en el caso específico
de los cárnicos el permiso de transito expedido por SENASA.
Los recursos humanos afectados a dichas tereas son 14 médicos veterinarios
y14 paratécnicos. Los médicos veterinarios por formación curricular tienen
conocimientos específicos en la inspección de alimentos y básicos en materia
de bioseguridad. En cuanto al personal de asistencia técnica los conocimientos
en materia de bioseguridad son relativos dependiendo de la formación de
grado. Analizadas estas tres herramientas, se propone a partir de los
resultados obtenidos, generar un manual de procedimientos que unifique
criterios de inspección, a la vez que cree conciencia de la importancia de la
bioseguridad tanto en ambientes laborales como en los operarios, como en los
productos inspeccionados, ya que estos tres factores se encuentran
estrechamente relacionados.
Bibliografía
1. Micucci H. Programa de Bioseguridad en Instituciones de Salud y Gestión
Ambiental, Fundación Bioquímica Argentina
2. Código Alimentario Argentino, Ley Nacional Nro.18.284.
3. Ley Federal de Carnes, Ley Nacional Nro. 22.375.
4. Decreto Nacional Nro. 4238/68 sobre Inspección de productos y
subproductos de origen animal.
5-Decreto Provincial número 246/94, Provincia de Mendoza.
133
Falla en la higiene básica de manos en profesionales de la Salud
Gomez Ismay, C. N.
Pharmapet. [email protected]
En el ejercicio de las variadas profesiones en el ámbito de la Salud se corren
distintos niveles de riesgos según la especialidad que se ejerza. Estos riesgos
son a sabiendas de cada profesional y cada quien toma distintas medidas para
minimizar la ocurrencia de los mismos. Este trabajo intenta demostrar errores
comunes que los distintos profesionales pueden cometer en el procedimiento
del lavado de manos, uso de guantes y desinfectantes para manos, durante el
desarrollo de su actividad específica. Se realizó una investigación de campo
exploratorio, con análisis cualitativo de los datos registrados, a base de una
encuesta estructurada, a facultativos de salud humana y animal efectuada en el
mes de Mayo de 2013 en la ciudad de Mendoza 1. Formaron parte de la
encuesta de tipo telefónica, anónima, 42 profesionales matriculados y en
actividad, cuyas edades variaron entre los 26 y los 77 años, con una edad
promedio de 45 años. El rango de años en el ejercicio de la profesión osciló
entre 1 y 48, con un promedio general de 19 años. La encuesta trató acerca del
uso de guantes, lavado de manos y uso de desinfectantes para manos entre
paciente y paciente. Comúnmente, el fundamento acerca de la importancia de
la higiene de las manos se adquiere durante la formación de grado y/o
posgrado en cada Universidad, esta información también puede encontrarse en
distintas publicaciones y libros que tratan de la eficacia y eficiencia de la
misma. Esta práctica puede bajar la carga microbiana a más del 50% según el
tiempo de lavado, utilización de cepillos y distintos tipos de jabones. La carga
microbiana se puede reducir aún más si se asocia a las consideraciones antes
descriptas el uso de desinfectantes para manos a base de alcohol,
yodopovidona o clorhexidina entre los productos más comunes2. Si bien no en
todas las profesiones se utilizan guantes de forma habitual, en aquellas donde
sí se lo hace, sólo el 47,62% de los profesionales los usa. Esto generalmente
va asociado a si hay excreciones o secreciones provenientes del paciente,
donde sólo el 88,1% se coloca guantes, habiendo otro porcentaje que los utiliza
según si la situación lo demanda imperativamente. Casi el 90% de los
profesionales usa guantes de examinación de látex sin esterilizar, el porcentaje
restante utiliza guantes estériles de forma común, generalmente asociado a
prácticas quirúrgicas. Todos los encuestados en mayor o menor medida
realizaban el lavado de manos entre paciente y paciente (73,81% siempre,
14,2% casi siempre, 11,9% pocas veces), pero el 59,52% de ellos lo hacía con
jabón común y el 73,81% se secaba las manos con papel desechable y el
26,19% restante con toalla. Sólo 33 profesionales tenían lavamanos en el
consultorio, los 8 restantes aclararon que de tenerlo, realizarían la operación de
lavado. Lo llamativo es que uno de estos profesionales dijo que por más que lo
tuviese, lo utilizaría pocas veces. Si bien el 92,86% del total de profesionales
consultados piensa que es necesario lavarse y desinfectarse las manos, solo el
59,52% empleó de forma habitual algún desinfectante para manos, sumado al
procedimiento de lavado. De todo lo expuesto anteriormente, teniendo en
cuenta que no todas las actividades profesionales conllevan el contacto físico
con el paciente o sus secreciones o excreciones, se destaca que un alto
número de profesionales tiene por costumbre utilizar los guantes como barrera.
El lavado de manos debiera ser habitual en la totalidad de ellos, como así
134
también el uso de desinfectante de manos, para obtener una excelente
higiene3. Donde se observan los mayores errores son, el tipo de jabón que
utilizan y el material de secado, y el poco uso de los desinfectantes
secundando el lavado. El uso de jabón antiséptico disminuiría aún más la carga
microbiana, asociado a un cepillado de la mano y de la zona ungular. Pero de
poco serviría un lavado exhaustivo si luego se realiza un secado de manos por
medio de toalla de tela no descartable. El tiempo que lleven la caja de guantes
abierta, el cambio de toallas, el cambio de jabón y la frecuencia del lavado,
pueden aumentar aún más la contaminación, y por ende, las posibles
infecciones tanto para el personal como para los pacientes. Se debería
concientizar a los profesionales sanitarios, que estas pequeñas fallas, pueden
tener un alto impacto, no solo en su propia salud, sino también en la de sus
pacientes, tanto sean ellos bípedos o cuadrúpedos.
Bibliografía
1. Dos Santos Zapparoli, A., Palucci Marziale, M. H., Cruz Robazzi, M. L..,
Práctica segura del uso de guantes en la punción venosa por los trabajadores
de enfermería. Sao Paulo, Brasil. Ciencia y EnfermeríaXII (2): 63-72, 2006
2. Serjan, M. A., Saraceni, L., Higiene de manos. Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón
Sardá 2005; 24 (4)
3. Kennedy, M. E., Best, M., Effectiveness of handwashing agents in eliminating
Staphylococcus aureus from gloved hands. Office of Biosafety, Laboratory
Centre for Disease Control, Health and Welfare Canada, Canada.Journal of
Applied Bacteriology 1992, 73:63-66.
135
Revisión de la Bioseguridad en las piezas de mano odontológicas
Grippi, M.E. Elías, P. Grippi, S. Bomprezzi, S. Bomprezzi, G.
Cátedra de Farmacología y Terapéutica, Facultad de Odontología, UNCuyo
Centro Universitario, Ciudad, Mendoza, Argentina. [email protected]
Las piezas de mano de alta velocidad que son utilizadas con frecuencia en la
práctica diaria estomatológica constituyen un instrumental crítico reutilizable,
requiere de medidas de bioseguridad para el control de la infección reguladas por
protocolos de esterilización y desinfección, que el odontólogo debe conocer y
aplicar en forma estricta. Las técnicas de esterilización y sus procedimientos
previos, son punto de especial atención en el campo de la salud bucal, para evitar
la transmisión de posibles enfermedades infecciosas por patógenos localizados
en la cavidad oral y el tracto respiratorio.
Nuestro objetivo fue revisar el estado actual de la bioseguridad en las piezas de
mano, fundamentado en la existencia de estudios que sugieren que existe un
potencial peligro de infección cruzada en tales instrumentos. El cuidado de estas
piezas de mano debe orientarse al cumplimiento estricto, no solo del lavado y
limpieza en su exterior sino también la obligatoriedad de su esterilización entre
paciente y paciente. Revisamos estudios que se han llevado a cabo en varios
países, especialmente en América del Norte y Europa que tenían el objetivo de
investigar prácticas para el control de la infección y el cumplimiento de las
precauciones universales en la odontología. Entendemos como ―bioseguridad‖ al
término utilizado para referirse a los principios, técnicas y prácticas aplicadas con
el fin de evitar la exposición no intencional del individuo, la sociedad y el medio
ambiente, a patógenos y toxinas, o su liberación accidental. En tal principio se
encuentran enmarcados aspectos esenciales como: universalidad, uso de
barreras y manejos de residuos. Evitar la infección cruzada se ha convertido en
una parte integral de la práctica que los trabajadores de salud dental ya no
cuestionan. El uso de procedimientos para controlar la infección y precauciones
universales, es eficaz en la prevención de la contaminación microbiana y la
contaminación cruzada, y cuenta con el apoyo de centros como, Centers for
Desease Control and Prevention, American Dental Association, Facultades de
Odontología y otros organismos internacionales de salud y de asociaciones
profesionales. Se han consensuado normas técnicas de bioseguridad que regulan
y orientan su accionar. En odontología, se recomiendan métodos apropiados para
la esterilización y desinfección, basadas en guías y normas internacionales, en
que se contemplan los distintos procedimientos para cada método. Es importante
hacer distinciones entre normas, procedimientos y recomendaciones. Las normas
son estándares nacionales que deben cumplirse. Los procedimientos constituyen
una alternativa de acción operacional que puede ser reemplazada localmente por
otra que cumpla con igual objetivo. Las recomendaciones proponen acciones
determinadas para ser evaluadas localmente sobre la conveniencia o no de
ponerlas en práctica. Hay consenso de que el autoclave es el método más
apropiado para esterilizar los instrumentos rotarios de alta velocidad .Pero cuando
su naturaleza de fabricación o sus componentes internos no son factibles de ser
sometidos al calor sin posibles deterioros, este método no es recomendado, en
cuyo caso está indicado que debe recibir como mínimo, desinfección de alto nivel
.El calor seco por altas temperaturas en estufas puede deteriorar componentes e
inutilizar al instrumental rotatorio. La esterilización a bajas temperaturas a través
del gas de óxido de etileno resulta poco recomendado para los ajustes de la
136
práctica privada odontológica. Se observado que las piezas de mano no son
eficazmente esterilizadas con este procedimiento debido a la disminución del flujo
del gas a través de un lumen pequeño y su eficacia para la esterilización interna
de las piezas de mano dentales no ha sido establecida. Otros tipos de
esterilización a bajas temperaturas, como los sistemas de plasma de peróxido de
hidrógeno, tienen poca penetrabilidad en instrumentales biomédicos con lúmenes
estrechos y largos, lo que requiere de sistemas adicionales para incrementar su
alcance y, en odontología, aún no ha sido práctica su utilización. La solución de
glutaraldehído y el ácido paracético requieren de manejo riguroso en su
manipulación para evitar residuos tóxicos luego del procedimiento y además
requiere un tiempo de exposición prolongado. Ambos procedimientos no están
recomendados para las piezas rotatorias, debido a que las mismas no pueden ser
sumergidas en soluciones líquidas de ninguna naturaleza, por posible deterioro de
sus componentes internos. Muchas piezas de mano rotatorias, tienen entre sus
componentes mecánicos materiales susceptibles de ser polimerizados que hace
no recomendable su utilización. Los estudios analizados indican una alta tasa de
error en la aplicación de los procedimientos de esterilización atribuibles al
operador por inadecuada aplicación o desconocimiento de los protocolos,
desconocimiento o falta de capacitación en manejo de métodos y tiempos de
esterilización. Pero más aún por falta de motivación para el control de infección en
el área odontológica. Las publicaciones coinciden en la necesidad de establecer
en las instituciones de salud estomatológica, actualizaciones que orienten al
profesional odontológico a reconocer las problemáticas de infección, como
también ofrecer capacitación continua en bioseguridad con protocolos eficaces
preestablecidos que orienten hacia los correctos procedimientos. La bibliografía
internacional señala la necesidad de implementar medidas de bioseguridad que
contemplen y abarquen todos los métodos posibles para evitar los riesgos
biológicos en los procedimientos. Y éstos deben compatibilizarse con la realidad
social , económica y educacional, con el poder adquirir conductas tendientes
logros óptimos en bioseguridad , o contar con medios económicos para la
obtención de materiales o tecnología apropiadas a los procedimientos que
aseguran la esterilización, contando con personal capacitado para manejo y
mantenimiento de los mismos. Se pudo valorar que la limpieza de los instrumentos
dentales reutilizables no siempre se llevan a cabo utilizando procesos y
procedimientos controlados, lo que aumenta el riesgo de infección cruzada , y que
existen deficiencias en las distintas etapas del proceso, incluyendo la instalación,
puesta en marcha y pruebas periódicas de los esterilizadores, en una mejor
educación y formación en el uso de esterilizadores y en la gestión del proceso en
todos sus niveles, desde el proveedor hasta el usuario. La mejora del acceso a la
asistencia técnica adecuada en la descontaminación también sería un gran
beneficio para la profesión.
Mis agradecimientos a Msc. José Rodríguez Dueñas y Prof. Od. Pablo A. Elías.
Bibliografía
1. Domínguez Yuri A. 2012. Bioseguridad y Salud Ocupacional en laboratorios
biomédicos. Revista Cubana de Salud y Trabajo, 13(3):53-8.
2. CDC.Guidelines for Infection Control in Dental Health-Care Settings.MMWRR
3. 2003 /52 (RR17):1-61.
4. Torres Valle, A. 2011. Principios Básicos de la Bioseguridad. Percepción de
Riesgo Laboral ante Peligros Biológicos. Dpto. Ingeniería Nuclear. INSETEC.
Cuba.
137
Inactivación de una cepa de Mycobacterium porcinum utilizando alcohol
70% y UV
Buey, V. G.1 Tortone, C. A.1 Oriani, D.S.1
1
Cátedra de Microbiología, Facultad de Ciencias Veterinarias Universidad
Nacional de La Pampa.
Es reconocido que todo el personal que trabaja en un laboratorio de
microbiología está expuesto a una serie de riesgos biológicos a partir de las
muestras que se procesen y de los cultivos que se manipulen. Todos las
especies de micobacterias, tuberculosas y no tuberculosas, están clasificadas
en segundo lugar en la escala de resistencia a los desinfectantes luego de las
esporas bacterianas1. Estudios realizados muestran que para la desinfección
de superficies tales como mesadas o campanas de contención, el hipoclorito de
sodio al 1% y el alcohol al 70% con un tiempo de exposición de 25 minutos
son suficientes para inactivarlas2. Se evaluó la resistencia de una cepa de
Mycobacterium porcinum a la inactivación química luego de la exposición al
alcohol al 70% y luz ultravioleta. Se establecieron dos áreas (A y B) de 25 cm2
a cada lado del mechero de bunsen (áreas de 25m 2 delimitado por una plancha
de acero inoxidable). El área A se utilizó como control post tratamiento de
desinfección y el área B para determinar el número inicial de bacterias. En cada
una de las superficies A y B se inocularon 5 gotas de 25 µL de una suspensión
de M. porcinum en concentración equivalente al tubo 1 de Mc Farland. Una vez
que las gotas contaminantes se secaron (campana cerrada con mechero
encendido, temperatura ambiente 21 ºC) se procedió a hisopar el área B para
determinar el número de M. porcinum previo al tratamiento. Sobre el área A se
llevó a cabo el proceso de desinfección que consistió en dos pulverizaciones de
alcohol 70º con un intervalo de 1 hora y exposición simultánea a la luz
ultravioleta (260 nm). Para el muestreo de ambas áreas se utilizaron hisopos
estériles embebidos en solución de NaCl 0,85% estéril. Una vez muestreada la
superficie el hisopo se suspendió en 2 mL de solución de NaCl 0,85%. Se
inocularon 150 µL en tubos pico de flauta con medio Löwenstein Jensen (LJ)
los cuales fueron incubados a 32ºC hasta la visualización de colonias
compatibles con micobacterias, las cuales fueron coloreadas con Ziehl
Neelsen. Se determinó el número de micobacterias viables del inoculo
contaminante como el de las áreas pre (B) y post tratamiento (A) en placas de
agar Müeller Hinton (MH). Se determinó la reducción decimal de la carga
micobacteriana después de aplicar el tratamiento de desinfección 3. Los
resultados preliminares se muestran en la siguiente tabla.
Tabla: Recuento de M. porcinum en inoculo inicial, pre y post tratamiento.
Experiencia
Muestra
Experiencia 1
INÓCULO
B
A
Recuento
Micobacterias
/mL
1,96 x 109
8,8 x 105
ND
Recuperación
en LJ
M. porcinum
M. porcinum
ND
138
Experiencia 2
Experiencia 3
Experiencia 4
INÓCULO
8,56 x 108
M. porcinum
B
4,16 x 105
M. porcinum
A
INÓCULO
ND
1,24 x 109
ND
M. porcinum
B
1,12 x 107
M. porcinum
A
INÓCULO
B
ND
8,6 x 108
4,92 x 106
ND
M. porcinum
M. porcinum
A
ND
ND
ND no desarrolla
Reducción decimal de M. porcinum
Los resultados de las cuatro experiencias nos permiten concluir que el número
de micobacterias se redujo entre 3 y 2 logaritmos con el proceso de secado del
inoculo previo al inicio del tratamiento, mientras que la reducción total del
número ocurrió al aplicar el tratamiento físico químico durante 120 minutos
Demostrándose así la sensibilidad del M. porcinum a la desecación y a la
combinación del alcohol al 70% y la luz UV.
Bibliografía
1. Primm, T.C.; Falkinham, III (2004) Health Impacts of Environmental
Mycobacteria. Clin Microbiol January; 17(1): 98–106.
2. ORIANI D.S.; Sagardoy,M (2006). Susceptibilidad De Mycobacterium
fortuitum, Mycobacterium phlei y Mycobacterium kansasii frente a tres
soluciones germicidas. Revista Investigaciones Veterinarias.Vol. 7, Nº 1: 5562.
3. Prescott, Harley Klein (1996). Microbiology 3th edition WCB.
139
Control ambiental en la Facultad de Odontología UNR – estudios
preliminares
Pignolo, M. Hermida Lucena, P.
Cátedra de Microbiología - Facultad de Odontología UNR
[email protected]
Nos propusimos el siguiente trabajo con la intención de contribuir al desarrollo
de la gestión del riesgo ambiental en la Facultad de Odontología (FOR) de la
UNR a través del control microbiológico del aire, ya que éste observa un riesgo
de naturaleza microbiana, al cual consideramos de suma importancia, dentro
del proceso de aseguramiento de la bioseguridad, el control de aerosoles, los
cuales son frecuentemente generados durante la práctica profesional en
Odontología.
Con el objeto de conocer el grado de aerobiocontaminación ambiental en
distintas áreas de la FOR se realizó una primera etapa de puesta a punto de la
técnica de medición.
Se utilizó como sistema de medición el aerobiocolector Air ideal-bioMerieux
cuyo caudal de aspiración está calibrado en 100 l/min con una velocidad de
impacto menor a 20 m/s.
Se utilizaron placas de Petri con Agar tripteína soja (ATS) y con Agar
glucosado/cloranfenicol (Agl/cl) de 90 mm de diámetro para la detección de
microorganismos viables y hongos viables respectivamente. Las muestras
recolectadas fueron tomadas por triplicado y cultivadas durante 72 horas a
28°C.
Se realizaron las pruebas necesarias con el fin de poner a punto el volumen de
aire que debía ser procesado en cada sector para permitir la lectura dentro de
rangos apropiados. A tal fin se ensayaron los siguientes volúmenes: 1000, 500,
200, 100, 50, 20 y 10 litros de aire, seleccionando los volúmenes apropiados
para cada sector de evaluación, también fueron definidos los puntos de
muestreo de cada área a evaluar. Se consideró que la altura adecuada es de
un metro (altura del sillón odontológico)
El estimativo propuesto del nivel de aceptación en UFC / m3 de aire fue
adaptado a la Facultad de Odontología de Rosario.
Sin Actividad
Zona de Alto Riesgo
Zona de Mediano Riesgo
Bacterias
Hongos
Bacterias
Hongos
3
3
3
UFC/m
UFC/m
UFC/m
UFC/m3
Nivel
de Mayor 500
2
Mayor a 1000 Mayor a 15
acción
Nivel de alerta 100-500
2
300-1000
5-15
Nivel objetivo 10-100
Menor a 2
Menor a 300
Menor a 5
Con actividad
Zona de Alto Riesgo
Bacterias
Hongos
UFC/m3
UFC/m3
de 5000
2
Nivel
acción
Nivel de alerta 1000-5000
Nivel objetivo 100-1000
2
Menor a 2
Zona de Mediano Riesgo
Bacterias
Hongos
UFC/m3
UFC/m3
Mayor
a Mayor a15
10000
3000-10000
5-15
Menor a 3000 Menor a 5
140
Nota: Se recomienda que en actividad, las variaciones para la biota bacteriana pueden
ser tolerables, a diferencia de los de hongos que se sugiere que permanezcan
inalterables.
Las áreas seleccionadas para ser monitoreadas son las siguientes:
 Centro de Atención Odontológica de Pacientes con Patología
Previa.(dos puntos de muestreo)
 Servicio de Sala de Guardia.(cuatro puntos de muestreo)
 Despacho del Decano. (un punto de muestreo)
 Práctica asistencial de Odontopediatría (cuatro puntos de muestreo),
Los resultados en nuestra área testigo, Despacho del Decano, corresponde a
un espacio administrativo donde no se realiza práctica profesional y por ende
no se generan aerosoles producto de la actividad de turbina, jeringa agua-aire y
cavitador, fueron los siguientes:
Condición 1A Condición 1B
Condición 2A Condición 2B
3
3
ATS [UFC/m ] Agl/cl [UFC/m ] ATS [UFC/m3] Agl/cl [UFC/m3]
Día 1 3100
2600
3200
2800
Día 2 2700
2300
3200
2900
Día 3 3400
2600
3900
3000
Día 4 3500
2200
4100
3200
Día 5 3100
2700
3900
3700
ATS: Agar tripteína soja; Agl/cl: Agar glucosado/cloranfenicol
Condición 1A: Posterior a la limpieza del área, sin actividad, sin ventilación.
Condición 1B: Posterior a la limpieza del área, sin actividad, con ventilación.
Condición 2A: Posterior a la limpieza del área, con actividad, sin ventilación.
Condición 2B: Posterior a la limpieza del área, con actividad, con ventilación.
De estos resultados preliminares podemos evaluar que comparando 1A con 2A hay un
aumento de partículas que crecen el ATS (bacterias y hongos) probablemente debido
a la acción del sistema de ventilación, lo mismo ocurre si comparamos la condición 1B
y 2B que evalúan únicamente la contaminación fúngica.
De la cuantificación de los resultados podemos decir que el mayor conflictos está en el
UFC fúngicas que tal vez remitan a una deficiencia en los métodos de limpieza o de
los filtros del aire acondicionado.
141
Seguimiento del control de calidad de esterilización de los
consultorios odontológicos de la Provincia de Santa Fe - 1987/2012
Arancegui N, Hermida Lucena P.
Cátedra de Microbiología y Parasitología. Facultad de Odontología UNR CIC –
UNR
[email protected]
Existen gran cantidad de publicaciones y normas internacionales que coinciden
en los tiempos y temperaturas mínimas para asegurar la esterilización del
material médico-odontológico1. Basados en las mismas y con nuestra propia
experiencia, nos ha llevado a recomendar la realización del proceso en 160ºC
180 minutos o 180ºC 60 minutos. Todas esas revisiones concuerdan en la
necesidad de comprobar a través de estudios biológicos la efectividad del
mismo; desde el año 1987 en la Cátedra de Microbiología y Parasitología de la
Facultad de Odontología de la UNR (FOUNR), desarrollamos una técnica de
control de calidad de esterilización y detección de las posibles fallas en el
proceso con la que se evaluaron, durante 25 años, esterilizadores de la central
de esterilización de FOUNR y de consultorios odontológicos privados. En el
año 2010 los Colegios de Odontólogos de la 1º y 2ª circunscripción de la
Provincia de Santa Fe asumieron el compromiso de centralizar los controles de
esterilización mediante convenios con la FOUNR y nuestra Cátedra.
El objetivo de este trabajo fue optimizar la esterilización en los consultorios
odontológicos en la Provincia de Santa Fe.
Con el fin de asegurar que los hornos esterilizaran a la temperatura y tiempos
recomendados se distribuyeron tiras de control biológico embebidas con
endosporas de Bacillus atrophaeus ATCC 9372 y sellos de validación
colorimétrica de origen comercial con una ficha orientativa y encuesta. Se
estudiaron 1247 hornos esterilizadores.
De los 1247 esterilizadores evaluados hasta la fecha, 1001 esterilizadores
(80,27%) esterilizaron las endosporas de B. atrophaeus correctamente, 54
esterilizadores (4,33%) quemaron el equipo de control superando los 200ºC
con el riesgo de destemplar el instrumental mientras que 192 (15,40%) no
superaron los controles biológicos. Dentro de este último grupo, de 192 hornos,
87 (45,31%) presentaron en la validación colorimétrica valores ≤120ºC, 104
(54,16%) valores entre 140ºC a 160ºC y 1 (0,52%) pasó los 160ºC sin
mantener esa temperatura el tiempo necesario.
Destacamos la actitud positiva de los Colegios de Odontólogos de la Provincia
de Santa Fe de colaborar con la bioseguridad en la práctica odontológica, que
redunda en beneficio de la salud de la población. Corroboramos que la
validación colorimétrica no es fiable para asegurar la calidad de esterilización.
La técnica desarrollada ha demostrado su utilidad para controles masivos por
su alto rendimiento, bajo costo y su alta transferencia al medio. A pesar de los
25 años transcurridos desde el inicio del control de calidad de esterilización no
se ha logrado aún acercarse al ideal del 100% de controles negativos, por lo
que la decisión de nuestros colegios profesionales debería ser imitada en otras
provincias y por parte de las autoridades nacionales o provinciales se deberían
imponer controles obligatorios realizados en laboratorios públicos a los equipos
nuevos, que en muchos casos privilegian el cuidado del instrumental antes que
el de la salud de la población.
142
Bibliografía
1. Rutala WA, en Wenzel RP, Prevention and Control of Noscomial Infections,
2ª Ed. cap. 21. Disinfection, Sterilization and Waste Disposal. Edit. WilliamsWilkins, Baltimore (1993);460-496.
2. Arancegui N, Hermida Lucena P. Bioseguridad en Odontología: Desarrollo
de una metodología útil para el control de calidad de esterilización. Rev
Arg.de Microbiol (1994). 26 (3):146-149.
143
Consulta a medicos veterinarios sobre la aplicación de la bioseguridad
durante el ejercicio profesional
Sanmiguel, M. L.; Cordoba, O. D.; Rondelli, F. M.; Gherardi, S. M.
Facultad de Ciencias Veterinarias. Universidad Nacional de Rosario.
[email protected]
El ejercicio de la Medicina Veterinaria presenta diferentes tipos de riesgos
físicos, químicos, biológicos y psicosociales, entre otros. En el Compendio de
Precauciones Veterinarias para la Prevención de Enfermedades Zoonóticas en
el Personal Veterinario1 se citan precauciones tendientes a minimizar la
transmisión de patógenos zoonóticos. El correcto uso de los elementos de
protección personal, la ejecución de técnicas de trabajo adecuadas y el
ambiente seguro, disminuyen el riesgo de ocurrencia de accidentes laborales y
enfermedades profesionales del médico veterinario. El objetivo de nuestro
trabajo fue conocer el estado de situación en lo que respecta a la aplicación de
la bioseguridad durante la práctica profesional de los médicos veterinarios. Se
realizaron consultas en forma de cuestionario a profesionales que asistieron a
dos reuniones científicas: Jornadas de Divulgación Técnico Científicas 2011 de
la Facultad de Ciencias Veterinarias - UNR y Jornadas Regionales de
Actualización Veterinaria 2011. Los datos relevados fueron: edad, años de
ejercicio de la profesión, actividad laboral, enfermedades profesionales, uso de
los elementos de protección personal (EPP) y aplicación de medidas de
bioseguridad durante la práctica profesional, así como el rango de utilidad y
contribución a la bioseguridad. Se aseguró el anonimato y la confidencialidad
de la información obtenida. Se consultaron a 55 médicos veterinarios, el 61,8%
tenía más de 11 años de ejercicio de la profesión y el 63,6% ejercía la
docencia e investigación compartidas o no con otra actividad profesional. Los
resultados obtenidos fueron: uso de los EPP (92,7% guantes; 14,6% protección
ocular; 20,0% barbijos; 43,6% botas; 94,6% guardapolvos, batas u overol);
aplicación de medidas de bioseguridad (98,2% lavado de manos; 61,8%
cambio de ropa de trabajo; 70,9% uso de descartador de elementos
punzocortantes; 69,1% desinfección y esterilización de instrumentos e
instalaciones; 54,6% tratamiento de residuos patológicos; 18,2%
almacenamiento de productos químicos según su peligrosidad; 29,1% control
de extintores, iluminación, temperatura y ruidos en el ambiente de trabajo). En
cuanto a las enfermedades profesionales, que padecían al momento de la
consulta o que sufrieron con anterioridad: 9,1% brucelosis; 7,3% tiña; 10,9%
sarna y 5,5% afecciones osteoarticulares. Ninguno padeció tuberculosis,
leptospirosis, toxoplasmosis, triquinosis, ántrax, psitacosis, afecciones
periarticulares. Se analizó la frecuencia de empleo de diversas medidas de
seguridad conjuntamente con la percepción que tuvieron los médicos
veterinarios consultados sobre la utilidad de las mismas y contribución a la
bioseguridad. Los resultados se muestran en la Tabla 1. En coincidencia con
otros autores2,3, la brucelosis fue la principal enfermedad zoonótica que afectó
a los veterinarios. Los EPP más utilizados fueron los guantes y guardapolvos, y
han sido considerados en un alto porcentaje (94% y 96% respectivamente)
como elementos útiles y de fácil aplicación o vitales en la práctica veterinaria.
En cambio, el uso de protectores oculares fue escasamente aplicado y
aproximadamente la mitad (53%) de los que no los emplean, tienen la
144
percepción que su utilización es inútil o útil pero difícil de aplicar. El empleo de
botas no es una práctica frecuente, pero entre aquellos que no las usan, un alto
porcentaje (68%) considera que es útil y fácil de aplicar o vital. En lo referente a
la aplicación de medidas de bioseguridad, el lavado de manos fue la práctica
más extendida (98%), mientras que el almacenamiento de productos químicos
según su peligrosidad (18%) y control del ambiente de trabajo (29%) fueron
poco habituales. El uso descartadores para elementos punzocortantes, fue una
medida de aplicación frecuente (71%), y es de destacar que la totalidad de los
que lo emplean, consideran que es una práctica útil y fácil de aplicar o vital. En
cuanto al cambio de ropa de trabajo, más de la mitad (62%) manifestó hacerlo;
sin embargo, entre los que no llevan a cabo esta medida, el 67% considera que
es útil y fácil de aplicar o vital. Similares resultados se obtuvieron en lo
referente a la esterilización del instrumental. El tratamiento de residuos
patológicos se percibió como una medida de útil y de difícil aplicación entre
todos los consultados (44%), posiblemente debido al alto costo que implica la
contratación de un servicio externo. De modo que habría prácticas de
bioseguridad que si bien se perciben como útiles y fáciles de aplicar o vitales
no se ejecutan, probablemente por falta de hábito o inadecuada formación, y
habría otras que se perciben como útiles y difíciles de aplicar o inútiles, quizás
por desconocimiento o falta de conciencia en lo referente a la necesidad de su
aplicación. Ambas falencias podrían mejorarse con una mayor capacitación.
Dado que la mayor proporción de médicos veterinarios consultados ejercen
actividad de docencia e investigación, consideramos relevante concientizar a
los docentes de las instituciones a que sean ejemplo de la aplicación de la
bioseguridad en la práctica profesional, dado que tienen a su cargo estudiantes
de grado que serán futuros profesionales, y/o estudiantes de posgrado.
Tabla 1. Aplicación de medidas de bioseguridad según percepción de su
utilidad y de su contribución a la bioseguridad.
A
No Sí
NR
0
1
I
0
0
B
No Sí
0
1
0
0
2
0
9
0
D
F
V
1
1
C
No
D
Sí No
E
F
Sí
No
Sí
No
Sí
No
G
Sí
H
No
Sí
2
0
1
1
2
0
0
2
0
1
1
0
4
1
7
0
1
0
1
0
0
0
0
0
0
25
3
2
1
4
1
5
2
0
0
14
10
20
11
2
17
16
7
17
7
11
11
17
3
2
0
2 39
34 5
2 4
6
7
16 4
23 5
21 7
18
T
0
4 51
55 47 8 31 24 21 34 17 38 16 39 25 30
A: guantes, B: guardapolvos, C: protectores oculares, D: botas, E: cambio de ropa de trabajo,
F: esterilización del instrumental, G: uso de descartador punzocortante, H: tratamiento de
residuos patogénicos
NR: No responde, I: Inútil, D: Útil pero difícil de aplicar, F: Útil y fácil de aplicar, V: Vital en la
práctica veterinaria; T: Total
Bibliografía
1. Compendio de Precauciones Veterinarias para la Prevención de
Enfermedades Zoonóticas en el Personal Veterinario. J Am. Vet. Med.
Assoc. 2012; 237:1403-1422.
2. Alvarez, E.T. Peratta, D.L. García, Cachau M. Cavagión, L.; Larrieu, E.
Ferrán, A. 2007. Enfermedades y Lesiones Laborales en Médicos
Veterinarios de Argentina. Ciencia Veterinaria. 9 (1): 49-67.
3. Tarabla, H.D. 2009. Riesgos de trabajo en veterinarios del centrooeste de la
provincia de Santa Fe, Argentina. InVet. 11(1): 39-47.
145
Percepción del Riesgo Biológico en una Clínica Odontológica
Romera, D.J.
Mendoza, Obra Social de Empleados Públicos, Clínica Odontológica
[email protected] djromera @hotmail.com
Para la cuantificación de la Percepción del Riesgo Biológico se generó una
encuesta para valorar el conocimiento del riesgo biológico y la percepción del
riesgo al que están expuestos los trabajadores de la Clínica Odontológica. La
población objeto de este estudio a los fines de interés para la investigación se
los agrupó por profesión relacionado al lugar donde desarrollan sus
actividades. Resultando cinco grupos de interés: enfermeros, asistentes
dentales, técnicos en Rx, odontólogos y el último grupo se lo identifico por el
servicio, esterilización. Se aplicó el método de evaluación de percepción de
riesgo ocupacional1 (EPRO) que ha sido informatizado a través del código
RISKPERCEP. También se agruparon las variables, formando grupos: de
carácter individual, demográfico, laboral, de gestión y de naturaleza. Del
universo a encuestar 170 se encuestaron 140.
La profesión Odontológica y la manipulación de agentes biológicos implican
riesgos que son esenciales de conocer y enfrentar de manera adecuada; la
posibilidad de infecciones es frecuente, debido al permanente contacto con los
pacientes y a la generación de aerosoles y desechos patológicos sépticos,
situación que en ocasiones puede afectar también al profesional a la
comunidad y al medio ambiente. Se supone a menudo que los riesgos pueden
verificarse objetivamente, sin embargo muchos sociólogos sostienen que la
medición de los riesgos es por su propia naturaleza mucho más subjetiva que
objetiva. Independientemente de cómo se midan, no se debe dejar de estudiar
la influencia de los factores sociales, psicológicos y políticos que actúan,
sobredimensionando en algunos casos y disminuyendo las percepciones de
riesgos biológicos en otras2. Por consiguiente, es necesario disponer de estos
conocimientos para actuar en consecuencia. Por todo lo anterior, constituye
objeto de nuestra investigación el riesgo subjetivo o percepción de riesgo ante
los peligros biológicos durante las prácticas odontológicas. El problema
científico asociado a esta investigación es que dado el desconocimiento sobre
el riesgo subjetivo del personal ocupacionalmente expuesto, asociado a los
peligros biológicos durante las prácticas odontológicas, no es posible tomar
medidas adecuadas en cuanto a la capacitación de este grupo humano que
garantice su eficaz comportamiento en el enfrentamiento de los riesgos
objetivos. Los peligros asociados a las prácticas Odontológicas en los
trabajadores de la Clínica existen; algunos no son perceptibles por los sentidos
humanos por lo tanto hay diferencias significativas entre la percepción del
riesgo biológico, el conocimiento racional y la aplicabilidad de las medidas de
Bioseguridad1. La aplicación de la encuesta se realizó sobre varios grupos
expuestos a peligros biológicos dentro de la clínica, quedando finalmente
diferenciados los siguientes casos, Odontólogos (82 encuestados), Enfermeros
(20 encuestados), Técnicos Radiólogos (8 encuestados), Asistentes Dentales
(18 encuestados), Técnicos en Esterilización (12 encuestados). El total
relevado fue de 140 personas a las cuales se les aplico un cuestionario de 42
preguntas, fecha de relevamiento 04/06/13 al 11/06/13. El relevamiento de
información fue encomendado a dos encuestadoras instruidas para tal fin, en
146
turnos rotativos, no hubo rechazos ni negaciones para contestar las preguntas.
Los indicadores de cuantificación han sido previstos en forma de valores
promedios que permiten cuantificar índices de percepción por encuestado, por
variable, por grupo de variables y promedio global del grupo encuestado Las
salidas son analíticas y gráficas. Para ello se aplica un ciclo de aplicación de
encuestas, compilación de resultados y evaluación. Todos los grupos laborales
analizados muestran una subestimación respecto a los riesgos laborales que
caracterizan sus puestos. Sin embargo, entre todos los casos analizados
resulta el más preocupante el de los técnicos radiólogos, con el mayor nivel de
subestimación. En este caso, así como en todos los demás, la elevada
dependencia laboral es definitoria en una subestimación del riesgo. También
resulta importante la baja comprensión sobre los riesgos del puesto que
manifiestan todos los grupos. Las variables efectos sobre los niños e historia
pasada de accidentes están apareciendo como importantes en algunos casos
en que existe una tendencia a la sobrestimación, lo que debe ser investigado.
Llama la atención el crecimiento de la variable pánico, en el caso de los
odontólogos. La población investigada es muy amplia y servirá, claramente,
para tomar decisiones en diversas áreas de la capacitación respecto a los
peligros laborales y su percepción por los trabajadores, del mismo modo se
deberá elaborar un plan para seguir investigando sobre los cambios y las
conductas.
Bibliografía
1. Torres Valle, A. ―Principios Básicos de la Bioseguridad. Percepción de Riesgo
Laboral ante Peligros Biológicos‖ Dpto Ingeniería Nuclear, INSTEC, CUBA.
Argentina, 2011
2. Slovic, P. Fischhoff, B. Lichtenstein, S. Facts and fears: understanding perceived
risk. New York: Plenum; 1980.
147
Monitoreo de zoonosis para determinar acciones de bioseguridad en el
Zoo de Mendoza.
Zerpa C1, Francois S2
1
Jardín Zoológico de Mendoza,2Cátedra de Microbiología. Facultad de Ciencias
Veterinarias de Casilda. Universidad Nacional de Rosario
[email protected]
Los animales silvestres pueden constituir una fuente directa de infección para
las personas mediante patógenos que causan enfermedades en los seres
humanos (patógenos zoonóticos). De hecho, los animales silvestres son
portadores de numerosos patógenos que pueden repercutir en la salud
humana. Y así, según un reciente estudio de enfermedades humanas, en los
últimos 60 años, al menos 144 enfermedades humanas derivadas de
patógenos presentes en los animales silvestres se han convertido en serios
problemas de salud pública, y otros patógenos zoonóticos de los animales
silvestres vienen produciendo efectos en la salud humana desde hace mucho
más tiempo1.
En los zoológicos, mantener confinados a un gran número de animales y
exponerse a ellos y sus desechos, así como la probabilidad de transmitirse
enfermedades en uno y otro sentido, da como resultado un ambiente de trabajo
bastante comprometedor.
La emergencia de una enfermedad infecciosa puede verse como un proceso en
el cual se registran dos pasos. En el primer paso el agente causal debe
introducirse en una nueva población huésped y en el segundo el agente debe
diseminarse en esa nueva población. La mayoría de las enfermedades
emergentes parecen ser causadas por agentes presentes en el ambiente a los
cuales se les generó la oportunidad de infectar a nuevas especies
hospedadoras2.
El proceso por el cual los agentes infecciosos se transmiten entre especies y
se diseminan a nuevos grupos poblacionales se denomina tráfico
microbiológico. Muchas actividades aumentan este tráfico microbiológico y
como resultado promueven la emergencia de enfermedades muchas veces con
consecuencias epidémicas3.
El objetivo del presente trabajo fue realizar un monitoreo de ciertas
enfermedades zoonóticas en el zoológico de Mendoza a fin de determinar su
presencia y establecer las medidas de bioseguridad apropiadas, para ello en
primera instancia fueron seleccionadas las enfermedades: leptospirosis,
brucelosis y psitacosis, basándose en la posibilidad de presentación en los
animales y las consecuencias que pudieran dejar al afectar a los trabajadores,
tanto cuidadores como veterinarios que son los que tienen un contacto más
estrecho, así como también, el público general que visita el zoo y que por
desconocimiento trata de establecer un contacto directo con los animales,
violando las pautas establecidas en la cartelería y folletos, ignorando las
consecuencias que esto puede tener sobre su salud.
El muestreo fue realizado desde abril de 2011 a diciembre de 2012. El mismo
fue aleatorio simple, en el cual los animales fueron muestreados durante
maniobras de captura para traslados, rutinas médicas de control o por
enfermedad. Se capturaron 74 animales (63 mamíferos, 11 aves), a los
mamíferos se les extrajo sangre y posteriormente se centrifugó para obtener el
suero, el cual fue congelado a -20ºC hasta su procesamiento. En las aves para
148
hacer las determinaciones de Chlamydia se realizaron hisopados cloacales. La
muestra estuvo constituida por: 6 loros habladores (Amazona aestiva) y 5
palomas (Columba livia) en los cuales se determinó clamidiosis, este análisis
fue realizado en el laboratorio del zoo utilizando la prueba de ELISA Speed
Chlam, los resultados fueron negativos. Para análisis de brucelosis se enviaron
sueros de 20 ovejas 4 cuernos(Ovis aries Jacob) a SENASA en los cuales se
realizó BPA y IDAG (Ag ovis) con resultado negativo, en un laboratorio privado
se analizó el suero de 5 cabras sedosas( Capra hircus) BPA negativo, 1 arruí
(Ammotragus lervia) BPA negativo, 1 león(Panthera leo) R-SAT rápida
negativo, 1 puma (Puma concolor) chequeo para Brucella canis por
inmunodifusión en gel y Brucella abortus BPA negativo, 4 gamos pintados
(Dama dama) BPA negativo, 3 guanacos(Lama guanacoe) BPA negativos, 1
cabra de cuatro cuernos (Ovis aries Jacob) IDAG (Ag ovis) positivo. La
determinación de leptospirosis fue realizada en la cátedra de microbiología de
Casilda en donde se analizaron mediante el test de microaglutinación en tubos:
4 coipos (Myocastor coipus) negativos, 3 leones (Panthera leo) negativos, 12
liebres mara(Dolichotis patagonum) negativos, 1 cría de hipopótamo
(Hippopotamus amphibius) negativo, 1 zorro negro (Vulpes vulpes) negativo, 4
pumas (Puma concolor) negativos, 5 ciervos colorados (Cervus elaphus)
positivo 4 de ellos al serovar Pomona, 1 corzuela parda (Mazama gouazoubira)
negativa, 1 llama (Lama glama) negativa, 1 guanaco (Lama guanacoe)
negativo, 1 zorro gris (Pseudolapex griseus) negativo, 1 oveja somalí (Ovis
aries steatopigas) negativa. A laboratorio privado se envió el suero de 3
guanacos (Lama guanacoe) y 3 zorros grises (Pseudolapex griseus) en los
que mediante microaglutinación con serovares se detectó que eran negativos a
leptospirosis.
En este estudio preliminar se destaca que de los animales muestreados un alto
porcentaje de los ciervos colorados han resultado positivo a leptospirosis, con
respecto a brucelosis solo fue detectado un solo caso de Brucella ovis y no se
detectaron casos de psitacosis. En una primera instancia se sugiere instaurar
medidas de capacitación, manejo ambiental y control sanitario del personal
enfocadas hacia leptospirosis, sin dejar de lado las otras patologías que si bien
no fueron encontradas en esta oportunidad, no se descarta que puedan
presentarse en algún momento. El hallazgo de leptospirosis ha resultado un
gran aporte dado que es una enfermedad no muy tenida en cuenta para el
diagnóstico en Mendoza. Dado que el monitoreo es una herramienta esencial
para rastrear microorganismos se sugiere la instauración de un programa de
monitoreo
Bibliografía:
1. Azpiri G, Maldonado F. 2000 La importancia del estudio de las
enfermedades en la Conservación de la Fauna Silvestre. Vet. Méx 31 (3)
2. FAO. Guía para vigilancia que permita la detección temprana de influenza
aviar de alta patogenicidad en América latina y el Caribe.
3. Morse S. S. 2004. Factors and determinants of disease emergence. Rev.
Sci. Tech. Off. int. Epizoot, 23(2), 443-451.
149
Revista Argentina de Bioseguridad
Instrucciones a los autores
Se editará un número de la Revista por año, cuyo contenido será auditado por
la Comisión de Referato de la Revista, cuyas decisiones son inapelables.
El contenido comprenderá trabajos originales de bioseguridad en temas de
salud humana, salud animal y sanidad vegetal; podrá incluir trabajos
encargados por el Comité a personalidades científicas – en estos casos no es
obligatorio que los autores sigan el detalle completo de ítems en el cuerpo que
se establecen para trabajos originales – y podrá contener contribuciones de
alumnos de la carrera de Posgrado de la Maestría en Bioseguridad.
Podrá contener resúmenes de comunicaciones científicas presentadas a
distintos congresos de bioseguridad.
El idioma utilizado será el español y contendrá un resumen de 250 palabras en
español y abstract/otro en inglés o portugués.
Los trabajos originales estarán compuestos por: título, autores, lugar de trabajo,
resumen, abstract/otro y palabras claves. El cuerpo consistirá en: introducción,
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Puede incluir tablas y gráficos, no incluirá fotografías.
En la bibliografía solo estarán las citas en el texto y serán numeradas
alfabéticamente. Las citas bibliográficas tendrán su numeración en superíndice.
Verificar según estos ejemplos:
Para citar artículos de revistas:
Fernández, A. Argote, E. Rodríguez, O. 2010. Proceso de gestión, elemento
esencial del análisis de riesgos. Rev. Cubana de Ciencia Avícola, 34(2): 35-41.
Cuando se trate de un libro irá: nombre del autor(es) del capítulo o del libro,
año, título completo en idioma original, nº de la edición, editor, lugar de
impresión, página.
OMS-2005. World Health Organization. Deparment of Blodd Safety and Clinical
Technology. The injection safety policy planner. Geneva: WHO.
150
CDC-NIH. 2002. Bioseguridad en Laboratorio de Microbiología y Medicina. 4th
Ed. EUA.
Los nombres científicos correspondientes a los géneros y taxones
infragenéricos se indicarán en cursiva, especificando género con mayúscula y
especie con minúscula. El nombre del género aparecerá completo la primera
vez que se lo mencione pudiendo luego abreviarse por su primera inicial
siempre que ello no lleve a confusión con otros nombres científicos que se
designen. De utilizarse el nombre común, éste deberá escribirse como
sustantivo propio y en la primera mención deberá aclararse entre paréntesis el
nombre científico que le corresponde.
Podrán incluirse tablas, sin demarcación (con líneas, puntos, etc., no incluir
colores). El incumplimiento de las condiciones mencionadas dará lugar a un
dictamen requiriendo la introducción de modificaciones.
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