RESOLUCIÓN DEFENSORIAL No. 008 Sobre la problemática detectada en el reconocimiento de pensiones por el Seguro Social Bogotá, abril 30 de 2001 VISTO El Informe Evaluativo No. 3010-03 de la Dirección Nacional de Atención y Trámite de Quejas, acerca de la Problemática detectada por la misma en la solicitudes ciudadanas de reconocimiento de pensiones presentadas ante el Seguro Social, elaborado con base en las 63 quejas relacionadas con el tema de pensiones, recibidas entre el primero de enero de 2000 y el 31 de octubre del mismo año. CONSIDERANDO Primero: Competencia de la Defensoría del Pueblo • Es competencia de la Defensoría del Pueblo velar por el ejercicio y vigencia de los derechos humanos, de conformidad con el artículo 282 de la Constitución Política. • Le corresponde al Defensor del Pueblo hacer las recomendaciones y observaciones a las autoridades y a los particulares en caso de amenaza o violación a los derechos humanos, de acuerdo con el artículo 9 ordinal tercero de la Ley 24 de 1992. • Es prerrogativa del Defensor del Pueblo apremiar a las organizaciones privadas para que se abstengan de desconocer un derecho, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 9 ordinal quinto de la Ley 24 de 1992. • Le compete al Defensor del Pueblo rendir informes periódicos sobre el resultado de sus investigaciones, denunciando públicamente el desconocimiento de los Derechos Humanos, según lo prescrito en el artículo 9 ordinal 22 de la Ley 24 de 1992. • Es atribución de la Dirección Nacional de Atención y Trámite de Quejas tramitar, de oficio o a petición de cualquier persona, las solicitudes y quejas en forma inmediata, oportuna e informal, y abogar por la solución del objeto de las mismas ante las autoridades y los particulares, de conformidad con el artículo 26, ordinal primero de la Ley 24 de 1992. Segundo: El Derecho a la Seguridad Social El derecho a la seguridad social, previsto en el artículo 48 de la Constitución Política y reglamentado por la Ley 100 de 1.993 o Ley de Seguridad Social, tiene un eminente sentido programático y prestacional en el entendido de que depende para su realización de los recursos materiales necesarios. En efecto, el objetivo del derecho a la seguridad social es proporcionar, en cumplimiento de los principios de eficiencia, universalidad y solidaridad que lo rigen, la cobertura de las contingencias adversas que afectan a las personas y a sus familias, especialmente las que menoscaban su salud y su capacidad económica, como la vejez, la invalidez o la muerte, para así crear las condiciones materiales que aseguren una existencia humana digna, como sustrato básico para la realización de constitucionales. los valores, principios y derechos El derecho a la seguridad social y, por ende, el derecho a la pensión de jubilación, no ostentan, en principio, el carácter de fundamentales, aunque adquieren sin embargo esta condición por conexidad con el derecho a la vida, la digna subsistencia o la igualdad, en el evento en que éstos dependan del reconocimiento y pago de la pensión. De esta forma, para la Corte Constitucional, “en los términos de esta sentencia, es deber de las autoridades de control, y en especial de la Superintendencia Bancaria y de la Superintendencia de Sociedades, según el caso, actuar de inmediato para evitar que las dificultades económicas de las entidades previsionales del sector privado y de las empresas que reconocen y pagan pensiones puedan afectar el derecho de los trabajadores a acumular las semanas y los periodos laborados ante distintos patronos; y que el trabajador pueda exigir al empleador o a la caja, según el caso, el traslado, con base en el cálculo actuarial, de las sumas anteriormente cotizadas, las cuales deberán ser recibidas, salvo justa causa, por la entidad administradora a la cual se afilie, siendo procedente la tutela si se puede ver afectado el mínimo vital, la igualdad o el debido proceso” (negrilla fuera de texto). Según lo ha señalado la Corte Constitucional, el derecho a la pensión de jubilación es un derecho fundamental cuando se predica de las personas de la tercera edad, como es el caso de la mayoría de las personas que solicitan la pensión de jubilación o de vejez, o cuando se trata de los niños, quienes también se ven afectados por esta problemática, en caso de que su subsistencia esté sujeta a la pensión de sobrevivientes, porque dependan económicamente de un pensionado fallecido. El concepto de seguridad social como derecho de contenido social y económico se expresa en el texto de Danilo Turk, Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, para quien los Derechos Civiles y Políticos y los Derechos Sociales, Económicos y Culturales son categorías interdependientes y complementarias, así: “Entender y garantizar el goce de los derechos civiles y políticos implica reconocer y satisfacer los económicos, sociales y culturales, es así como, en estados de pobreza, carencia de salud, de vivienda, de educación o de adecuada nutrición, el ejercicio de los derechos civiles y políticos queda restringido y limitado. El valor fundamental que logra la integralidad de los derechos civiles y políticos con los derechos económicos, sociales y culturales, es la dignidad humana. El titular de los derechos sociales, económicos y culturales sigue siendo la persona, por lo que el concepto de derechos sociales económicos y culturales “como dirigidos al Estado” debe entenderse únicamente como la obligatoriedad del Estado de garantizar tales derechos al igual que los civiles y políticos” . Ahora bien, el reconocimiento y el pago de la pensión supone, necesariamente, la obligación de cotizar al Sistema de Seguridad Social, de esta manera, se asegura, también, la prestación de servicios médico-asistenciales y la efectividad del derecho a la salud, no solamente para el destinatario de la pensión sino también para sus beneficiarios. Su estructura de derecho absolutamente irrenunciable, asegura al titular el suministro de la prestación asistencial o económica que le corresponda, según lo dispuesto por la ley. Es titular de dicho derecho la persona que demuestre, de acuerdo con lo dispuesto por ley, ya sea su contribución solidaria al Sistema de Seguridad Social o, en su defecto, la imposibilidad de hacerlo y su necesidad de ser subsidiado. Dentro de los derechos a prestaciones económicas se encuentra el derecho a la pensión, sea de jubilación, de invalidez o de sobrevivientes. Este derecho, cierto e indiscutible, impone al Estado la obligación de garantizar su pago oportuno y su reajuste periódico. (C.P. artículo 53, inciso tercero). Cumplidos los requisitos establecidos por la ley para que la persona acceda a esta prestación, el Estado debe garantizarle el reconocimiento de su derecho a la pensión, el pago oportuno y el reajuste periódico de la misma. La protección constitucional del derecho al pago oportuno de la pensión encuentra, entre otras, su fundamento en las siguientes consideraciones: la dificultad de las personas de la tercera edad para encontrar un trabajo, compitiendo en condiciones desiguales frente a un mercado laboral de por sí adverso, y el carácter de justa contraprestación en favor de quienes han contribuido con su trabajo a la construcción y desarrollo de la sociedad. De acuerdo con la jurisprudencia constitucional, el pago de las mesadas pensionales debe ser completo y oportuno. El mismo debe regirse por los principios de continuidad y regularidad. Asimismo, cabe señalar que este derecho se encuentra consagrado en el artículo 26 de la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José), así como en el Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en su artículo 2, numerales 1 y 11 y en el artículo 9, en la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, artículo 5, literal e) IV, y en el principio 4 de la Declaración de los Derechos del Niño. Tercero: El Derecho de Petición Según lo dispuesto en el artículo 23 de la Constitución Política, el derecho de petición es la garantía mediante la cual la persona asegura que las solicitudes o peticiones que dirija a las autoridades, en interés particular o en interés general, sean resueltas en forma pronta. Consiste, precisamente, en obtener una respuesta pronta y efectiva a las solicitudes. Es un derecho fundamental que hace parte del grupo de derechos de participación, por medio de los cuales, se busca establecer condiciones de equilibrio entre las personas y el Estado para imponer a éste la responsabilidad de asegurarles a aquéllas, el acceso material, real y efectivo, sin discriminación alguna, a las autoridades. Por su parte, éstas deben, siempre que sean competentes para ello, responder a la persona en forma rápida, analizando juiciosa y profundamente lo solicitado, para así resolver la petición positiva o negativamente. Es necesario que se le proporcione al peticionario la certeza de que su solicitud ha sido atendida en forma pronta y que lo resuelto refleja la posición de la autoridad frente a su solicitud. El derecho de petición aparece consagrado en el Código Contencioso Administrativo, en los artículos 5 a 9. Esta garantía se encuentra estrechamente relacionada con otros derechos de la persona, como el de recibir información veraz e imparcial, el de acceder a documentos públicos, sin más restricciones que las impuestas por la ley general y el de acceder a la administración de justicia. Ante la carencia de reglamentación en cuanto al término para resolver las solicitudes de pensión de los afiliados al Seguro Social, la Corte Constitucional, teniendo en cuenta su deber constitucional de proteger y garantizar el derecho a la igualdad y el derecho de petición de las personas que solicitan el reconocimiento de la pensión al Seguro Social y, además, considerando que los términos previstos en el Código Contencioso Administrativo no resultan razonables, estableció, mediante la sentencia ST-170 de 2000, que el Seguro Social deberá, por analogía, resolver las solicitudes de reconocimiento de la pensión en el término de máximo cuatro meses. De la misma manera, la Corte Constitucional determinó que el Seguro Social deberá informar al solicitante de una pensión, dentro de los quince días siguientes a la presentación de su solicitud, si la documentación aportada por el peticionario está completa o, de lo contrario, el Seguro Social deberá indicarle los documentos que le hacen falta para que la respectiva solicitud pueda ser tramitada en debida forma. En el caso de las pensiones de sustitución o de sobrevivientes, la Corte Constitucional ha insistido en el cumplimiento del término de cuatro meses para la resolución de las solicitudes, en razón de la situación de desamparo e indefensión en la que quedan las personas que dependen económicamente del causante. Finalmente, es importante señalar que el derecho de petición está consagrado en el artículo 23 de la Declaración Americana de los Derechos y los Deberes del Hombre. Cuarto: Acción Defensorial La Dirección Nacional de Atención y Trámite de Quejas recibió, entre el primero de enero y el 31 de octubre del 2000, 63 quejas relacionadas con el tema de pensiones, de las cuales, 35, esto es, el 55% se dirigen contra el Seguro Social y, a la vez, estableció que las mismas son representativas del comportamiento presentado por las quejas que sobre el mismo tema se tramitaron durante el período comprendido entre agosto de 1998 y diciembre de 1999. Mediante gestión defensorial directa de carácter oficioso y por vía telefónica o mediante visitas a las diferentes dependencias del Seguro Social a nivel nacional, la Dirección Nacional de Atención y Trámite de Quejas de la Defensoría del Pueblo pudo verificar el incumplimiento persistente del término para resolver las solicitudes de pensión, la reiterada falta de información cierta y precisa sobre el estado del expediente, las dificultades financieras de los entes territoriales para pagar los bonos pensionales, la ineficiencia administrativa del Seguro Social y la renuencia de sus funcionarios para responder a los requerimientos de la Defensoría del Pueblo. Estos factores pueden resumirse en cuatro aspectos, que constituyen una radiografía de la problemática detectada por la Defensoría en el trámite de las peticiones de reconocimiento de la pensión ante el Seguro Social. Esta situación ha ocasionado la vulneración de algunos derechos de los solicitantes, a saber: el derecho a la seguridad social, el derecho a la salud, el derecho a la pensión, el derecho de petición, el derecho al debido proceso y el derecho a la subsistencia, cuando las condiciones mínimas materiales para llevar una vida digna dependen del reconocimiento y pago de la pensión. A continuación se hace una descripción de los problemas detectados. La demora injustificada en la resolución de la solicitud de reconocimiento de la pensión La ausencia de una norma jurídica que fije el término para resolver las solicitudes de reconocimiento de la pensión en el régimen de prima media con prestación definida, administrado por el Seguro Social, obligó a la Corte Constitucional, mediante sentencia de tutela ST-170 del 24 de febrero del 2000 a solicitar al legislador que procediera a establecerlo de manera general. En la citada Sentencia, la Corte ordenó al Seguro Social que, mientras el legislador hacía el respectivo pronunciamiento, aplicara por analogía el término máximo de cuatro (4) meses, que rige para las sociedades administradoras de fondos de pensiones del régimen de ahorro individual con solidaridad. El Seguro Social en su Manual del Usuario-Pensiones estableció el mismo término para resolver las peticiones. No obstante, éste no se cumplió en ninguno de los casos atendidos por la Defensoría del Pueblo. En algunos eventos el trámite se ha prolongado por más de cuatro años. La demora en el reconocimiento y pago de la pensión ocasiona a los peticionarios graves dificultades económicas, puesto que en la mayor parte de los casos, agotan sus ahorros familiares. En consecuencia, se ven en la necesidad de reingresar al mercado laboral, en condiciones desiguales por su avanzada edad o por causa de la invalidez. Con este incumplimiento por parte del Seguro Social se vulnera el derecho a la seguridad social y al reconocimiento de la pensión de la persona y, por vía consecuencial, se amenaza los derechos fundamentales a la vida y a la salud. La vulneración del Derecho de Petición De las 35 quejas relacionadas con el tema de las solicitudes de pensiones ante el Seguro Social, recibidas a la fecha, en 23, esto es, en el 66% de los casos, los solicitantes invocaron el derecho fundamental de petición, ante las siguientes situaciones: 1. La poca o nula información que han recibido acerca del trámite de las solicitudes. 2. En el evento en que el peticionario recibe algún tipo de información por parte del Seguro Social, ésta es la misma durante meses, a pesar de las nuevas gestiones realizadas por los solicitantes. 3. La amenaza al mínimo vital, porque éste depende del reconocimiento y pago de la pensión o porque en el caso de la sustitución pensional, la familia ha quedado desamparada ante el fallecimiento de la persona que le brindaba el sostén económico. Es necesario destacar que las respuestas verbales y escritas que en diversas oportunidades han suministrado los funcionarios del Seguro Social a los solicitantes de pensiones y a la Defensoría del Pueblo no corresponden a la realidad del estado en que se encuentran los expediente respectivos, porque éstos no han sido revisados cuidadosamente y, por tanto, no se ha orientado en forma correcta a los peticionarios, o porque las decisiones de la Entidad se fundamentan en razones de carácter meramente formal, inadmisibles para la Defensoría. La ineficiencia administrativa Es común en los trámites ante el Seguro Social, la falta de una revisión cuidadosa de la documentación aportada por los solicitantes, por parte de los funcionarios encargados de recibir las solicitudes. Esta deficiencia se traduce en dilaciones, inexactitudes y desconocimiento de derechos, todo ello, en contravía de los principios de eficiencia, celeridad y economía que deben regir la administración pública. Si este procedimiento se cumpliera a cabalidad, el ciudadano podría ser informado, inmediatamente, acerca de los documentos faltantes. Igualmente, se evitaría la solicitud reiterada de documentación que ya ha sido aportada en debida forma. Debe resaltarse que la Corte Constitucional, mediante Sentencia T170 del 24 de febrero de 2000, ordenó al ISS informar al solicitante de una pensión, dentro de los 15 días siguientes a la presentación de la solicitud, si la documentación aportada está completa o no. En este último evento se le debe indicar cuáles son los documentos faltantes. Otro aspecto relacionado con la ineficiencia en el trámite de las solicitudes de pensión ante el Seguro Social es el sistema de información, en especial, el relativo a la historia laboral de los solicitantes, puesto que produce muchas inconsistencias en la elaboración de los listados correspondientes a las semanas cotizadas por cada persona. Al respecto, vale la pena señalar que el ISS cuenta con dos sistemas, el primero maneja la información que incluye los números de afiliación anteriores a 1984; el segundo, abarca aquellos posteriores a ese año. En caso de que el peticionario tenga un número de afiliación anterior a 1984, debe solicitar la cotización del número de semanas en la Seccional del Seguro Social que le corresponda, lo que constituye un trámite demorado y engorroso. El volumen de solicitudes de pensión ante el Seguro Social es muy elevado, su sistema de información es deficiente, pero, además, se observa negligencia, falta de iniciativa, de compromiso y de capacitación por parte de sus funcionarios. Los reportes de semanas cotizadas para pensiones, producidos a través de dos sistemas de información, como ya se anotó, frecuentemente contienen inconsistencias. No obstante, a pesar del reconocimiento de esta deficiencia, se resuelven las solicitudes con base en el error. Y lo que es más grave aún, se expiden, a la ligera, resoluciones para responder rápidamente a sentencias, sin revisar juiciosamente los expedientes y sin resolver de fondo los casos, lo que está produciendo un desgaste de la administración de justicia por las acciones de tutela a que esto da origen. El caso de la solicitud de pensión del señor Tomás Gómez Sánchez es, a este respecto, muy ilustrativo. En efecto, el 19 de agosto de 1998, el señor Gómez radicó su solicitud de pensión ante el Seguro Social de la Seccional Meta, anexando todos los requisitos de ley que acreditan su derecho al reconocimiento y pago de la misma. Los funcionarios responsables en el Seguro Social no revisaron su documentación y a los 7 meses de presentada la solicitud, en abril de 1999, cuando el término para resolverla se había vencido tres meses antes, le enviaron, sin ninguna información adicional sobre el estado de su petición, unos formatos para diligenciar. En julio de 1999, el peticionario acudió a la Personería Municipal de Villavicencio, entidad que solicitó información sobre el expediente a la Coordinación Nacional de Atención al Pensionado del Seguro Social. Un mes después, esto es, el 12 de agosto, todavía sin recibir información, el peticionario Gómez interpuso una acción de Tutela que produjo, a manera de reacción de la Entidad, la promulgación de la Resolución No. 03753 en la que se le negó el reconocimiento y el pago de su pensión. La Coordinación Nacional de Atención al Pensionado adujo para respaldar esta decisión que “...el reporte de semanas cotizadas al ISS por intermedio del Hospital Local de Puerto Gaitán no permite establecer el cumplimiento de las exigencias del artículo 20 de la Ley 100 de 1993”. La Coordinación Nacional de Atención al Pensionado adoptó esta determinación, basada únicamente en el reporte mensual de semanas cotizadas, donde solamente aparece el 25% pagado por el trabajador y no el restante 75%. Este último porcentaje debe aparecer registrado, en forma global para todos los trabajadores afiliados al Seguro Social, en el situado fiscal, porque estos aportes fueron pagados por el Hospital de Puerto Gaitán, puesto que el señor Gómez fue empleado oficial del Sector Salud Territorial. Lo anterior significa que la Coordinación Nacional de Atención al Pensionado desconoció el decreto 1666 de 1994 y que hizo caso omiso de las observaciones que, sobre el particular, le hiciera el señor Gómez, a través de su escrito de presentación del recurso de reposición y en subsidio de apelación en contra de la Resolución No. 03753, arriba citada, en agosto de 1999. Solo hasta diciembre de 1999, esto es, tres meses después de haber sido informada por el señor Gómez acerca de la existencia de esta normatividad especial, la Coordinación Nacional de Atención al Pensionado decidió solicitar al Centro Nacional de Información del Seguro Social, en forma vaga e imprecisa, desglosar del situado fiscal del Hospital de Puerto Gaitán, los aportes correspondientes al peticionario Gómez y aplicarlos a su historia de semanas cotizadas al Sistemas de Pensiones, para poder continuar con el trámite de la solicitud. En otros casos, se detectó que el funcionario encargado de tramitar la solicitud de pensión desconoce aspectos del ordenamiento legal aplicable a cada solicitud, en especial si se trata del Régimen de Transición. Ahora bien, durante el trámite en el Seguro Social, se observa que los expedientes deben pasar por diferentes dependencias de estudio y gestión para llegar a la instancia que decide y resuelve el reconocimiento y pago de la prestación. Entre estas dependencias se encuentra, por ejemplo, la Coordinación Nacional de Bonos Pensionales, encargada a nivel nacional de liquidar, solicitar y revisar el valor, la emisión, el giro y el pago de los bonos pensionales, que deben cancelar al Seguro Social las entidades pagadoras de pensiones. Para desempeñar su labor la entidad requiere, necesariamente, que la documentación enviada por las Oficinas Seccionales esté completa. La Defensoría ha detectado, en este ámbito, que las Seccionales del Seguro Social se toman mucho tiempo para resolver el reconocimiento e inclusión en nómina de pensionados de un peticionario, aunque la entidad emisora ya haya pagado el respectivo bono, luego de la orden emitida por el nivel nacional. Del material observado en las quejas tramitadas por la Dirección Nacional de Atención y Trámite de Quejas, se concluye que las deficiencias descritas no constituyen una excepción en el trámite de las pensiones ante el ISS, ni son, desafortunadamente, casos aislados. Por último, en cuanto a las pensiones de invalidez, el caso más frecuente en esta materia es el error cometido por el funcionario calificador, quien fija la fecha de valoración de la invalidez, sin ninguna otra consideración, para el día del examen médico laboral. Es obvio que la fijación de esta fecha está sujeta a las demoras características de los trámites ante el Seguro Social y se cumple, por tanto, hasta un año después de que el afectado ha dejado de percibir el subsidio económico de 180 días de incapacidad al que tiene derecho, con cargo a la empresa promotora de salud a la que esté afiliado. Lo correcto sería fijar la fecha de valoración de la invalidez de acuerdo con la evolución y la historia natural de la enfermedad que aqueja al peticionario, basándose en su historia clínica y, siempre que sea posible, en su valoración personal, para determinar el momento en el cual su pérdida de capacidad laboral se tornó permanente y definitiva, hasta el punto de hacer imposible el desempeño de las labores del cargo que desempeñaba. Los Bonos Pensionales El incumplimiento del término por parte de las entidades emisoras de los bonos pensionales para hacer el pago del respectivo bono, constituye otro factor que se suma a la demora e ineficiencia del Seguro Social, lo que afecta los derechos de los solicitantes. Ahora bien, tres aspectos resultan esenciales en esta materia, a saber: Cuando la entidad pagadora del bono pensional es un Ente Territorial, la causa de la demora obedece, en la mayoría de los casos, a las dificultades financieras por las que atraviesan los departamentos. De acuerdo con la sentencia C-177/98 de la Corte Constitucional, procede la tutela de los derechos a la igualdad, al debido proceso y al mínimo vital de la persona, si éstos se ven vulnerados por el no pago de un bono pensional. Sin embargo, este recurso pierde su efectividad, si se alega la insolvencia financiera de la entidad conminada. Otro aspecto que demora el pago de los bonos pensionales, es la verificación que debe hacer el Seguro Social del tiempo de servicio y del salario devengado por el trabajador en la entidad empleadora, durante el período en el que haya cotizado a la entidad emisora del bono (es la última entidad a la que el trabajador haya cotizado, antes de vincularse al Seguro Social), y en las instituciones donde el trabajador haya laborado anteriormente y que deban concurrir con la última en el pago del bono pensional. Cuando, por ejemplo, la entidad empleadora con la que se debe verificar la información ha sido liquidada, este procedimiento se dilata, porque generalmente las hojas de vida y los archivos de nómina reposan en bodegas o en depósitos de difícil acceso y mal organizados. Estos inconvenientes, obviamente, escapan al Seguro Social y a la entidad emisora del bono pensional, pero afectan directamente al solicitante, puesto que dilatan el reconocimiento de su pensión. Cabe anotar, sin embargo, que a la persona que solicita pensión ante el Seguro Social se le exige presentar en originales, los certificados de tiempo de servicios y salarios devengados. Este requisito, a juicio de la Defensoría, afecta los principios de razonabilidad y proporcionalidad, porque la misma información será objeto de verificación posterior por parte del Seguro Social. En consecuencia, a los solicitantes se les debería aceptar la presentación de fotocopias simples de esta documentación. Por último, la entidad emisora, recibida la solicitud de pago del bono pensional con los respectivos soportes verificados, responde enviando una liquidación del valor del bono, liquidación que puede no corresponder a la realizada por la Gerencia Nacional de Bonos Pensionales del Seguro Social y que, por tanto, puede ser objetada por ésta. De esta manera, el término de un mes para emitir y pagar los bonos pensionales se prorroga necesariamente en la práctica, cuando hay objeciones a la liquidación del bono. Aunque el pago oportuno de los bonos pensionales que solicita el Seguro Social a las entidades emisoras se ve afectado negativamente por la situación de insolvencia de los entes territoriales, las Seccionales del Seguro Social contribuyen a agravar el problema cuando no revisan juiciosamente los documentos de soporte y no envían a la sede nacional la documentación completa. La experiencia de la Dirección Nacional de Atención y Trámite de Quejas en la atención de las quejas relacionadas con las solicitudes de pensiones ante Seguro Social, ha demostrado que la demora de más de cuatro meses en la resolución de las solicitudes de pensión, la ineficiencia administrativa, la vulneración del Derecho de Petición y las dificultades financieras de las entidades emisoras de los Bonos Pensionales, constituyen los cuatro grandes obstáculos a los que se enfrentan los peticionarios. Esto ha obligado a la Defensoría del Pueblo a intervenir en estos trámites, más allá de los solicitado por los mismos quejosos, para prevenir amenazas a los derechos humanos de los ciudadanos. RESUELVE Con el fin de garantizar el efectivo y oportuno ejercicio del derecho a la seguridad social, a la pensión y a la salud de las personas que solicitan el reconocimiento de la pensión, previniendo, de esta manera, la amenaza al mínimo vital y a la digna subsistencia de las mismas cuando dependen económicamente del pago de esa prestación Primero: CONMINAR al Presidente del Seguro Social para que adelante las acciones necesarias y suficientes, a fin de dar estricto cumplimiento a la sentencia de la Corte Constitucional ST-170 del 24 de febrero de 2000, mediante la cual se ordena resolver las solicitudes de pensión en un término máximo de cuatro meses, a partir de la fecha de su radicación. Para facilitar lo anterior, se sugiere al Presidente del ISS lo siguiente: • diseñar un Plan de Contigencia que le permita ponerse al día en la resolución de las solicitudes de pensión recibidas hasta la fecha. • Unificar el sistema de información de semanas cotizadas y optimizarlo para evitar inconsistencias. • Crear un programa de cómputo ágil y eficiente que permita desglosar las cotizaciones recibidas por situado fiscal. • Capacitar a los funcionarios responsables del trámite de las solicitudes de reconocimiento de pensiones, en las normas que reglamentan el régimen de transición establecido en la Ley 100 de 1993 y en el ordenamiento legal vigente. Segundo: APREMIAR al Vicepresidente de Pensiones del Seguro Social para que se dé estricto cumplimiento a la sentencia de la Corte Constitucional ST-170 del 24 de febrero del 2000, informando a los solicitantes de pensiones dentro de los 15 días siguientes a la presentación de la solicitud, si la documentación allegada está completa o no. En este último evento, relacionar los documentos que hacen falta. Tercero: SOLICITAR a todos los funcionarios del Seguro Social responder los derechos de petición en forma pronta, oportuna y efectiva, de acuerdo con lo dispuesto por la Corte Constitucional. Cuarto: INSTAR a las entidades emisoras de bonos pensionales para que cumplan con el término de un mes, a partir de la fecha en la cual reciban la solicitud, para emitir y pagar el correspondiente bono pensional a la administradora del fondo de pensiones o a la entidad de previsión, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 11 del Decreto 1748 de 1996. Quinto: SOLICITAR a la Superintendencia Bancaria extremar las medidas de inspección, vigilancia y control sobre el Seguro Social y las entidades emisoras y pagadoras de bonos en lo relacionado con el cumplimiento de los términos dispuestos para resolver las solicitudes de pensiones y pagar los bonos pensionales. Sexto: RECOMENDAR al Vicepresidente de Riesgos capacitar a los funcionarios calificación de la pérdida afiliados, en especial en valoración de la misma. Vicepresidente de Pensiones y al Profesionales del Seguro Social, del Área de Medicina Laboral en la de la capacidad laboral de sus lo relacionado con la fecha de Séptimo: REMITIR copia de esta Resolución y del Informe 3010-03 a la Dirección Nacional de Acciones y Recursos Judiciales para que se estudie la posibilidad de interponer las acciones pertinentes. Octavo: ENCARGAR a la Dirección Nacional de Atención y Trámite de Quejas el seguimiento de la presente Resolución. Noveno: TRASLADAR esta Resolución y el Informe 3010-03 a las autoridades concernidas. Décimo: SOLICITAR a la Procuraduría General de la Nación evaluar los hechos expuestos en el Informe 3010-03 y, si es del caso, abrir la correspondiente investigación preliminar, por la posible omisión de funciones en el trámite de las solicitudes de pensión, por parte de los funcionarios encargados de la Coordinación de Atención al Pensionado y del Centro de documentación del Seguro Social. Undécimo: INCLUIR la presente Resolución Defensorial y su seguimiento en el Informe Anual que el Defensor del Pueblo debe presentar al Congreso de la República, previsto en el artículo 282 ordinal séptimo de la Constitución Política. COMUNÍQUESE y CÚMPLASE EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ Defensor del Pueblo