ANTECEDENTES, FORMACIÓN Y RUPTURA DE LA REPUBLICA FEDERA CENTROAMERICANA Y SU RELACON CON LA VICARIA DE SAN SALVADOR Ponencia presentada en el I Encuentro de Historia salvadoreña Por Carlos Loucel Carrera de Historia Universidad Tecnológica de El Salvador En 1493 el Papa Alejandro VI, promulgó su bula Inter cœtera, en ella se encontraba implícito el patronato de la monarquía española, conocido por «patronato real», que le permitía intervenir en las actividades de la Iglesia. Bajo este patronato los reyes españoles determinaban las jurisdicciones territoriales de la Iglesia, presentaba candidatos a todos los oficios eclesiásticos, cobraban el diezmo, reclamaban el derecho de aprobar la publicación de los edictos papales. En 1531, para poder ejercer un mejor control la corona dividió a Centroamérica en cuatro obispados: el de Nicaragua con sede en León, el de Honduras con sede en Trujillo, trasladado posteriormente a Comayagua alrededor de 1570, el de Guatemala con sede en Santiago en 1534 y el de Chiapas con sede en Ciudad Real en 1538. En 1599 se establecio el Obispado de Verapaz que fue suprimido en 1607 pasando a la Diócesis de Guatemala. La provincia de San Salvador fue parte de la Diócesis de Guatemala y la de Costa Rica a la de León. Los obispos nombrados durante la colonia fueron en su mayoría nacidos en España. El bajo clero estaba dominado por los nacidos en la colonia y para mediados del siglo XVII la mayoría de los sacerdotes diocesanos, era de origen criollo, ocurriendo lo mismo con las ordenes religiosas. El clero criollo estaba compuesto por los hijos menores de las familias terratenientes y comerciantes. Los clérigos seculares eran pocos en número y se dedicaba a la administración de las parroquias establecidas en los centros urbanos. Los clérigos regulares se dedicaban a la evangelización de los indios, a los que se les organizaba en «doctrinas», especies de incipientes parroquias. A finales del siglo XVI los franciscanos tuvieron una presencia importante en los alrededores del Lago Atitlán, Chiapas y en las provincias de San Salvador, Honduras y Nicaragua siendo los únicos misioneros en Costa Rica. Los dominicos dominaron en las provincias de Chiapas, Verapaz y el altiplano norte de Guatemala, estando presentes en la provincia de San Salvador. Los mercedarios controlaban el altiplano occidental guatemalteco, y representaban una fuerza importante pero poco numerosa en las provincias de Honduras y Nicaragua. El poder económico de la Iglesia se basaba en fundación de las capellanías, lo mismo ocurría con las monjas que al momento de profesar aportaban una dote. Contaba también con el diezmo, que consistía en la décima parte dela producción agrícola que se cobraba al momento de la cosecha. En Centroamérica se cobraba sólo sobre los «productos de Castilla» como trigo, caña de azúcar, añil y otros, y no sobre los «de la tierra» como el maíz, frijol y otros, por lo que los indígenas estuvieron exentos del pago del diezmo. Para el obispado de Guatemala, este consistía en su mayor ingreso, lo que le permitía su enriquecimiento y la diferenciación con las otras diócesis. El diezmo era para garantizar una fuente de ingresos a los sacerdotes de las parroquias, éste era consumido por los obispos y los cabildos eclesiásticos, por lo que la parte que les correspondía no alcanzaba a llegar al clero parroquial recurriendo éste a otras fuentes de ingreso. Además del diezmo contaba con los ingresos recibidos por las cofradías y hermandades. En cuanto a los clérigos seculares y a los miembros de las ordenes religiosas se encontraban entre los más ricos terratenientes, algunas de las ordenes religiosas como los de la orden de Predicadores y la Compañía de Jesús llegaron a ser de los más grandes terratenientes en el Reyno. A fines del siglo XVIII, cinco de los ocho ingenios de azúcar que existían en el corregimiento del valle de Guatemala pertenecían a las ordenes religiosas de Santo Domingo, San Agustín, La Merced, la Compañía de Jesús y San Jerónimo. El papel que la Iglesia desempeñaba en la vida diaria en las ciudades se limitaba a los aspectos litúrgicos, en el campo consistía en visita a varios pueblos, estos se organizaban alrededor de otro o cabecera donde residía el párroco y que se pasaba el año visitándolos y celebrando misa. En 1808 la invasión francesa a España detuvo el programa de consolidación implementado por los Borbones cuando ya se había incrementado la depresión en Hispanoamérica. La provincia del Salvador, a raíz de las reformas se dividió en los partidos de Santa Ana, San Salvador, San Vicente y San Miguel, con una vicaria en cada uno de ellos, el intendente residía en la capital de San Salvador, en las otras vivían los subdelegados, lo mismo que en Zacatecoluca y Chalatenango. 1 A principios de 1810 se convocó a elecciones para elegir representantes para diputados a las Cortes del Reino de España, nombrándose diputados suplentes para Centroamérica. La Intendencia de San Salvador, eligió al Dr. y presbítero José Ignacio Ávila, llevando instrucciones de solicitar la erección del Obispado así como la fundación de un Seminario provincial, para cuyo sostenimiento bastarían los 40,000 pesos que se recibían en calidad de diezmos. La situación en San Salvador era cada vez mas tensa, los curas de esa ciudad acaudillaron un movimiento en contra del Intendente de la Provincia, don José Maria Peinado, los días 4 y 5 de noviembre, trataron de apoderarse de fusiles y dinero que se encontraba en las cajas reales. A este movimiento se sumaron las poblaciones de Metapán, Zacatecoluca, Usulután y Chalatenango. Durante seis días la ciudad estuvo sin autoridades a y más de un mes sin alcaldes. La justificación para el movimiento la dio la puesta en prisión en Guatemala, del padre Manuel Aguilar por el Arzobispo Casaus al encontrársele correspondencia revolucionaria. La insurrección estalló cuando el pueblo manipulado por los curas se levantó pidiendo la libertad del cura Aguilar. El partido monárquico apoyaba al Intendente don Antonio Gutiérrez de Ulloa y contaba con el cura Barroeta de San Miguel, el cura Molina de San Vicente, que aspiraba al obispado, apoyados además por el cura de Santa Ana. Al partido republicano pertenecían José Matías Delgado, vicario de la provincia por diez años, sus hermanos, sus sobrinos, sus primos hermanos. En el movimiento de 1811, apoyando al partido de Delgado, participaron además el cura Santa Lucia Zacatecoluca y de Santiago Nonualco. En toda la capitanía el movimiento de San Salvador ocasionó que los pueblos se pronunciaran a favor de la monarquía, en el partido de Gracias al oeste de Honduras los indios alentados por las predicas del cura José Maria Jalón encargaron un retrato del rey don Fernando. El ayuntamiento de León, Rivas, Granada, el Intendente de Comayagua y el Obispo Manuel Julián Rodríguez, Tegucigalpa y Ciudad Real de Chiapas, ofrecieron tropas al ayuntamiento de San Miguel para pelear contra San Salvador. Ahuachapán envió tropas que se unieron con las de Sonsonate y Santa Ana reorganizó su batallón. El Capitán General Bustamante a propuesta del Ayuntamiento de Guatemala se nombró una comisión mediadora a fin de evitar la guerra, al 2 tiempo que deponía a Ulloa. La diputación salió de Guatemala el 19 de noviembre. En junio de 1813 la Regencia concedió a la ciudad de San Miguel el Titulo de Muy Noble y Muy Leal Ciudad, a la villa de San Vicente el de Ciudad y al pueblo de Santa Ana Grande el de Villa, a los vicarios de estas por sus acciones en los sucesos de noviembre se les concedió el titulo de Canónigos de la Catedral Metropolitana. El 21 de diciembre de 1813 se descubrió en la Ciudad de Guatemala, un movimiento en contra del gobierno del Brigadier don Bustamante y Guerra quien había sido nombrado Capitán General del Reino el 14 de marzo de 1811. El 25 de diciembre de 1814, tuvieron lugar las elecciones para Ayuntamientos, el resultado electo como alcalde primero don Juan Manuel Rodríguez, alcalde segundo, don Pedro Pablo Castillo, y el resto del mismo don Felipe Herrera, don Manuel José Arce, don Mariano Miranda, don Mariano Zúñiga y don Santiago José Celis, todos pertenecientes al partido de los republicanos. Los alcaldes electos, por pertenecer al partido republicano resultaron indignos de confianza de las autoridades. Por otra parte los nuevos alcaldes trataron de anular la autoridad del Intendente, quien el 23 de enero se reunió con los alcaldes previniéndoles acerca de sus futuras acciones. Al día siguiente se puso en prisión a dos alcaldes lo que causó gran tensión en la ciudad, posteriormente los liberó. La liberación de los alcaldes fue considerada como debilidad de las autoridades. Al día siguiente el movimiento empezó a perder fuerza, además el pueblo no lo había apoyado como lo esperaban los amotinados. El 25 de enero, al fracasar este movimiento, se llevó a la cárcel a los insurgentes, los alcaldes fueron depuestos, designándose en su lugar a monárquicos que se destacaron por su participación en los eventos anteriores y la ley marcial fue decretada. En 1816 debido a su matrimonio, el Rey, en real cedula del 25 de enero de 1817 decretó un indulto general para todos los reos de su imperio. Bustamante y Guerra recibió la real cedula pero se negó a cumplirla por lo que los prisioneros se dirigieron al Rey solicitándole su libertad. En 1820 de acuerdo con lo establecido por la Constitución Española se llevaron a cabo elecciones para elegir a los miembros de los cabildos así como a los Diputados Provinciales. 3 El grupo oligarca guatemalteco se alió con los representantes de la autoridad española y solo cuando las tropas mexicanas pusieron en peligro la estabilidad fue que decidió favorecer la independencia. Esta oligarquía sabia que después de la proclamación del Plan de Iguala en México, y del triunfo del movimiento independentista de la América del Sur, la Capitanía General de Guatemala no podía seguir siendo colonia española, esto convenció a la aristocracia colonial que deba ser ella la que proclamara la independencia si quería seguir ostentando el poder. LA INDEPENDENCIA El 13 de septiembre se recibieron en Guatemala las actas de independencia de Chiapas La sesión se convocó para el próximo 15 de septiembre, presidida por Gabino Gainza. La independencia se proclamó el 15 de septiembre de 1821. Lo único nuevo fue la formación de una Junta Provincial Consultiva compuesta por las antiguas autoridades y los representantes de la aristocracia colonial centroamericana que tenia por objeto asesorar en asuntos de gobierno. El acta del 15 de septiembre incluía una convocatoria para un Congreso General para el 1º de marzo de 1822, este debería ratificar la independencia. Una vez declarada la independencia respecto a España, el grupo guatemalteco liderado por los Aycinena apoyó la anexión al Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide. En las provincias las posiciones se dividieron. El clero contribuyó en forma decisiva para que la anexión se llevara a cabo, poco a poco este tema se fue transformando en un problema religioso: por un lado los partidarios del imperio y por otro los herejes que se oponían a la anexión. El padre Delgado desde Guatemala alentaba a los contrarios a la anexión que intentaron establecer en San Salvador una nueva Junta Consultiva, el movimiento fue dominado por Barriere y los opositores fueron encarcelados, sin embargo estas noticias causaron alarma en Guatemala y el padre Delgado fue enviado con amplios poderes a pacificar la provincia. Uno de sus primeros actos fue el de destituir a Barriere, liberar a los prisioneros e instalar una nueva Junta Provincial. EL IMPERIO A finales de 1821 se decidió apresuradamente la anexión del istmo a México por medio del voto de una minoría de ayuntamientos controlados por la oligarquía. 4 Los grupos de poder centroamericanos se mostraban incapaces de mantener el nuevo orden, con los pronunciamientos de Granada, San José, Tegucigalpa y principalmente la ciudad de San Salvador que seguían siendo partidarias de una independencia absoluta tanto de España como de México. La oligarquía salvadoreña era la mas interesada en eliminar efectivamente el dominio colonial y con el imperio de Iturbide esto no significaba mas que la continuación del mismo. Además existía una tradición anticolonial con la participación activa de las masas así como la participación de caudillos criollos como Arce y Delgado, lo que facilitó la movilización y organización de las masas contra los mexicanos. Por otro lado la junta de gobierno instalada en San Salvador el 11 de enero de 1822 dictó medidas, transformando así el conflicto político en una lucha entre el progreso y la restauración. Arce hizo del movimiento contra los mexicanos una lucha contra la oligarquía guatemalteca. Guatemala envió tropas contra San Salvador, Arce se dispuso a la defensa de la provincia, derrotándolos en Santa Ana, y posteriormente en la hacienda de El Espinal. El 30 de marzo de 1822, la Junta Provincial de San Salvador emitió un decreto en el cual se eregía en obispado la provincia y nombraba como primer obispo a José Matías Delgado, además se encargaba al gobierno para que hiciera la suplicación correspondiente a la Santa Sede. En agosto Filísola, que se había mantenido en contacto con Delgado y con Arce, San Salvador envió a dos delegados a Guatemala, quienes firmaron un acuerdo en el que se establecía una tregua para la convocatoria de un Congreso sin embargo Gainza no reconoció el tratado, logrando que Iturbide ordenara a Filísola atacar San Salvador. La campaña se inició en noviembre. Este decreto de la erección del obispado fue ratificado el 10 de noviembre de 1822, por el Congreso de San Salvador. Filísola atacó San Salvador por el lado de Mejicanos, venciendo la resistencia hizo que San Salvador cayera el21 febrero de 1823. Arce y Delgado tuvieron que escapar. Vencida la resistencia la provincia se anexó al Imperio. El 19 de marzo, Iturbide abdicaba. El 29, Filísola, decidió convocar a un Congreso en Guatemala de acuerdo al acta del 15 de septiembre de 1821. En San Salvador se nombraron como representantes a don José Matías Delgado y don José Antonio Jiménez como diputados propietarios. 5 LA FEDERACION El 24 de junio de 1823 se instaló la Asamblea Nacional Constituyente, para la elección del directorio de esta se eligió para presidente a José Matías Delgado, vicepresidente don Fernando Antonio Dávila y como secretarios don Juan Francisco Sosa, don Mariano Gálvez, don Mariano Córdova y don Simón Vasconcelos. El 1º de julio la Asamblea decretó que las antiguas provincias del Reino de Guatemala eran libres e independientes de la antigua España, México y de cualquier otra potencia y que en adelante se llamarían «Provincias Unidas del Centro de América» y que se dividen los poderes en legislativo, ejecutivo y judicial. El poder ejecutivo comenzó a funcionar el 11 de julio de 1823 y estaba compuesto por el Dr. Pedro Molina, Lic. Antonio Rivera Cabezas y Juan Vicente Villacorta. El 5 de marzo de 1824, se instaló el Congreso Constituyente en San Salvador. Este Congreso, dividió en cuatro departamentos el territorio: San Salvador, Sonsonate, San Vicente y San Miguel y estos a su vez fueron divididos en 20 distritos o partidos. Se eligió también al Jefe y Vice Jefe de Estado, resultando electos don Juan Vicente Villacorta y don Mariano Prado. La Asamblea Constituyente conoció del nombramiento del padre Delgado como obispo de San Salvador, sin embargo señaló que era a la nación a la que le correspondía el derecho de presentación para las dignidades eclesiásticas siempre y cuando lo acordase la silla apostólica, dejándole así la decisión al futuro Congreso Federal. El recién electo Congreso Constituyente del Estado del Salvador, ratificó la elección del padre Delgado en el decreto del 5 de mayo de 1824 y señaló que debía tomar posesión de este inmediatamente, ese mismo día fue ratificado por el ejecutivo y el 6 asumió el cargo en un implícito rompimiento con el arzobispado de Guatemala que se negó rotundamente a reconocer al nuevo obispo. El Congreso Federal declaró nulos los decretos con respecto al nuevo obispado pero este no fue sancionado por el Senado. En San Salvador el antiguo templo parroquial se había convertido en catedral y fue allí que se cantó un Te Deum de acción de gracias por el nuevo obispado. El nuevo Obispo nombró sus curas en varios pueblos y en 6 otros expulsó a sus opositores, algunos de los curas que no lo aprobaban se trasladaron a Guatemala abandonando sus curatos. El 21 de junio de 1824 el Arzobispo Metropolitano emitió un edicto en el que declaraba nulo cuanto se refería a la erección de la nueva diócesis y al nuevo obispo. El gobierno del Estado prohibió la circulación del edicto bajo severas penas además amenazó con la pena de muerte a los que le dieran cumplimiento o causasen algún disturbio popular. Las disposiciones en cuanto al nombramiento de Delgado causaron una amplia discusión en el Congreso Federal así como una división entre los seguidores del Arzobispo Casaus y los de Delgado. Los ánimos llegaron a tal grado que Fray Anselmo Ortiz, el 25 de julio d e1824 pasó por San Salvador a predicar contra el nuevo obispo. Los partidarios de Delgado en la Asamblea de Guatemala formaban la mayoría y esta dio un decreto similar al de San Salvador en el que todas las pastorales, edictos y circulares del Arzobispo quedaban sujetos a censura de parte del gobierno. Por otra parte Delgado protegió a los curas que el Arzobispo había expulsado por sus vicios e inmoralidad. Entre los protegidos por Delgado se encontraba el Dr. Isidro Menéndez, cura de Ahuachapán, perseguido por el Arzobispo Casaus por sus escritos y actos de insubordinación. En 1825, Arce fue elegido Presidente de la Republica Federal de Centro América. Desde el inicio de su presidencia Arce tuvo dificultades para gobernar. El Congreso Federal el 18 de julio de 1825, decretó la erección del obispado en San Salvador, sin embargo ni el Senado ni el Presidente Arce le dieron el debido trámite. La situación del obispado se tronaba cada día más delicada y el 13 de agosto el Papa León XII y su Secretario de Estado el Cardenal della Somaglia lo calificaron Affari straordianrio, en espera de la posición que adoptaría España y las demás monarquías absolutistas, en este asunto, sin que se nombraran varios vicarios apostólicos como era la intención del Papa. La Congregación finalmente se decidió por proceder a la nomina de obispos residentes motu propio. El 6 de septiembre de 1826, el Presidente Arce pretextó una conspiración encabezada por el Jefe de Estado de Guatemala, el liberal, don Juan Barrundia, lo redujo a prisión al mismo tiempo que disolvió el Senado Federal y la Asamblea del Estado de Guatemala. 7 El 13 de octubre de 1826, el pueblo de Quezaltenango azuzado por los frailes se sublevó, asesinando a las autoridades, el estado entonces quedó acéfalo. Arce mientras tanto había convocado a elecciones para la formación de un Congreso Extraordinario a fin de poder restablecer el orden constitucional y cambiar a los jefes de Estado. El 1º de diciembre de 1826, un breve del Papa León XII, señaló que la erección de la sede episcopal era ilegítima y sin valor, por lo que exhortó a enmendarse. La posición de Arce con respecto al obispado de San Salvador, creó cierto alejamiento con respecto a su tío Delgado, la que se profundizó más con la migración de liberales de Guatemala a San Salvador, el 3 de diciembre, Arce publicó el Jubileo del Año Santo, y en el edicto del Arzobispo Casaus se excluía al Salvador de las gracias concedidas. En San Salvador, los emigrados guatemaltecos y los liberales salvadoreños valiéndose de la imprenta de Delgado, atacaron al Presidente Arce y tiempo que abogaban por un fortalecimiento de la Federación. El 20 de marzo de 1827 la Asamblea del Estado del Salvador emitió un decreto por el que el gobierno de San Salvador desconoció la autoridad del Presidente Federal, el ejército salvadoreño decidió derrocar al Presidente Arce, con una división invadieron Guatemala, Arce los derrotó el 23 de marzo en la hacienda Arrazola, los persiguió hasta San Salvador, atacándolos por el lado de Milingo donde fue derrotado por los salvadoreños el 18 de mayo. Se replegó a Santa Ana y posteriormente estableció su cuartel general en Cuajiniquilapa, en espera de refuerzos. El 16 de julio las tropas federales volvieron a invadir el estado del Salvador, estableciendo su Cuartel General en Santa Ana. De allí, Arce le escribió a Delgado, sin embargo el presidente tuvo que regresar a Guatemala dejando en su lugar a cargo de las tropas federales al General Francisco Cáscaras. La respuesta de Delgado dio lugar al decreto emitido por Arce del 5 de diciembre en el que a pedido de este se convocaba a un nuevo Congreso basándose en la población, además señalaba a Santa Ana como lugar de reunión el 1º de marzo de 1828. Temiendo que este decreto fuera anulado por el Jefe de Estado Mariano Prado, Arce recurrió a Juan de Dios Mayorga para que intercediera ante Delgado a fin de poder poner fin a la guerra, sin ningún resultado 8 La Asamblea del Estado del Salvador, decidió aceptar el decreto del 5 de diciembre para que se propusiera un acuerdo de paz el que se realizaría en Jutiapa, sin embargo el Jefe de Estado Prado no envió a sus representantes, por su parte los representantes guatemaltecos traían dentro de sus instrucciones la de la expulsión de los Drs. Delgado y Molina, así como la de los emigrados. Fracasadas las negociaciones de Jutiapa, el 14 de febrero el Presidente Arce delegó sus funciones en el Vicepresidente. El 29, Arzú ocupó Chalchuapa, continuo con su campaña situándose en el pueblo de Mejicanos, de allí marcharon los federales al mando del Coronel Vicente Domínguez, contra San Miguel, el 13 de abril se enfrentaron con los salvadoreños en Quelepa donde fueron derrotados. Esta situación llevó a Delgado a buscar la paz por lo que recurrió al Coronel Manuel Montúfar, quien gozaba de la confianza del gobierno federal y con quien arregló una entrevístale 20 de abril, Arce por su parte había reanudado los contactos con Delgado. Arce a su vez tenia problemas con el Vice Presidente Beltranena, quien se negaba a restituirle el poder por considerarlo contrario a los intereses de la Federación. Beltranena l enterarse de las intenciones de Arce para viajar a San Salvador a petición de Delgado se apresuró a nombrar al Licenciado Manuel Francisco Pavón para que llevara a cabo las negociaciones con el gobierno del Salvador. El 12 de junio Pavón y Delgado firmaron el tratado de paz. En este tratado, el gobierno del Salvador, entre otras cosas reconocía al Gobierno Federal y el decreto del 5 de diciembre, se renovaría el congreso y el senado. El tratado fue repudiado poco después por el gobierno del Salvador al enterarse de la proximidad de las tropas de Morazán, rompiéndose las hostilidades nuevamente el 23 de junio. Arce había sido rechazado por los salvadoreños, logró reagruparse en Guajiniquilapa, desde donde volvió a invadir la provincia, ocupando la ciudad de Santa Ana el 16 de julio. El 28 de septiembre, las tropas salvadoreñas fueron derrotadas por Milla en Sabana Grande, estas habían sido enviadas en ayuda de Herrera. Enterado de esta derrota Morazán organizó unas fuerzas con hondureños, nicaragüenses y el resto de la tropa salvadoreña para conformar un ejército. Con estas fuerzas marchó hacia Tegucigalpa, el 10 de noviembre, el 11 se enfrentaron con las tropas federales al mando de Milla, vencedor de la batalla de «La Trinidad», Morazán, continuó a Tegucigalpa. 9 Una vez ocupada Tegucigalpa, marchó a Comayagua, donde le fue ofrecida la jefatura del Estado, y a don Diego Vigil la Vice jefatura. Inmediatamente partió en socorro del estado del Salvador. San Salvador se encontraba bajo sitio por el General Manuel Arzú desde el 1º de marzo de 1828, se solicitó ayuda a Morazán, quien salió con rumbo a San Miguel. El 5 de julio tuvo lugar la famosa batalla de «Gualcho» en la que derrotó a las fuerzas federales, ocupando después San Miguel. El General Arzú que sitiaba San Salvador salió al encuentro de aquel pero Morazán viendo que sus tropas habían disminuido por el regreso de los hombres a sus hogares, regresó a Nacaome y Arzú retomó San Miguel. El 2 de septiembre de 1828 salieron las tropas de Morazán de Tegucigalpa con el objeto de auxiliar a los sitiados de San Salvador. Arzú evacuó San Miguel replegándose a Usulután, donde se libró batalla de «San Antonio». El 9 de octubre las tropas federales capitularon. Morazán hizo su entrada en San Salvador el 23 de octubre, de donde se dirigió a Ahuachapán, estableciendo allí su cuartel general para la invasión de Guatemala que se llevó a cabo a principio de febrero de 1829 El 5 de febrero se inicio el ataque a la sitiada capital. Después de algunos intentos de mediación de parte del Ministro de los Países Bajos, siguió la batalla de «Guatemala» entrando el ejército sitiador el 13 de abril de 1829. La toma de la capital marcó el fin de las autoridades que estaban en Guatemala desde el golpe de Estado de Arce. El 25 de junio de 1829 el Congreso nombró a don Francisco Barrundia, Presidente Provisional de la Federación. El 10 de julio, el expresidente Arce, el exvicepresidente Beltranena, el exjefe de Estado de Guatemala Mariano de Aycinena, el Arzobispo Casaus y los frailes de Santo Domingo, la Recolección y San Francisco fueron desterrados con destino a Cuba, de esta orden se exceptuaron a los frailes de la Merced y a los hospitalarios de Belén. Los bienes de los expatriados fueron confiscados, saqueados y con la plata recolectada se pagaron los salarios de los soldados. El 11 del mismo mes la Asamblea Legislativa de Guatemala emitió un decreto en el que se suspendían las ordenes religiosas de San Francisco, Santo Domingo, La Merced y la de Propaganda Fide. La Asamblea del Estado de Guatemala, el 28 de julio decretó la extinción de las ordenes religiosas, así mismo decretó que sus propiedades pasaban a ser propiedad del Estado. 10 Los comisionados por el gobierno del Salvador, solicitaron al Gobernador del Arzobispado, la provisión de la vicaria Eclesiástica del Salvador y el nombramiento del Dr. Delgado para ocupar dicho cargo por lo que se le nombró Provisor y Viario General del Estado. El 25 de septiembre, por decreto de la Asamblea del Estado del Salvador, se deroga el decreto del 4 de mayo de 1824, en el que eregia el obispado del Salvador y se nombraba como primer obispo a José Matías Delgado, dejándolo en calidad de Gobernador Eclesiástico. Para su lucha contra los insurrectos, Morazán solicitó ayuda al Salvador. La Asamblea decretó el envió de una división y el cobro de las décimas del montepío de Cosecheros de Añil y el quince por ciento de capellanías, además de la mitad de los réditos de los capitales religiosos. El 1º de marzo la Asamblea Legislativa del Salvador decretó la extinción de las ordenes religiosas y prestar juramento de obediencia al Prelado Eclesiástico, por otra parte las propiedades de las extintas ordenes pasaban a ser posesión del estado. En 1830, terminaba el periodo para el cual fueron electas las autoridades federales en 1826. El Congreso convocó a elecciones el 27 de marzo, presentándose como candidatos José Cecilio del Valle y Francisco Morazán, el escrutinio efectuado en junio dio el triunfo a Morazán que tomó posesión el 16 de septiembre de 1830. El 13 de julio la Asamblea de Guatemala declaró como traidor a la patria al Arzobispo Casaus, al mismo tiempo que se declaró vacante el obispado, en el mismo decreto se ordenaba al Cabildo Eucarístico el nombramiento de Vicario y Gobernador del Arzobispado. El 5 de agosto el Papa Gregorio XVI nombró al Dr. Diego José Batres, Provisor, Vicario Capitular y Gobernador del Arzobispado de Guatemala. El extrañamiento perpetuo de todo territorio de la Republica Federal del Arzobispo Casaus, fue decretado por la Asamblea Federal el 7 de julio, el 11 del mismo mes se declaró que el Patronato Eclesiástico correspondía a la nación y debía ser ejercido por el Presidente, en ese mismo decreto se prohibía la publicación de bulas, rescriptos y toda clase de letras pontificias sin el previo pase del Ejecutivo. Al enterarse del decreto del 11, la Asamblea del Salvador declara este que no debe observarse en el estado por ser contrario a la Constitución Federal. Para 1831, la influencia del padre Delgado era poca o nula, llegando el gobierno a derogar el decreto de la erección del obispado y su nombramiento como obispo de San Salvador. Poco después el gobierno del 11 estado descubrió una conspiración en la capital acusando a Delgado de estar involucrado en ella. El 7 de enero de 1832 el gobierno del Salvador desconoció a las autoridades de la Federación y se proclamó soberano. Al enterarse el Congreso Federal declaró ilegitimas a las autoridades salvadoreñas. Cornejo enterado del movimiento de las tropas federales se posicionó en el pueblo de «Jocoro», el 15 de marzo se dio la batalla donde salió victorioso el General Morazán. Después, Morazán se trasladó a San Miguel, enterándose que Metapán, Sonsonate, Chalatenango y varios pueblos del oriente se habían pronunciado por su causa. Chalchuapa fue tomada el 18 de marzo y Santa Ana fue ocupada el mismo día. De San Miguel se dirigió a San Salvador llegando a Soyapango el 27 de marzo, el 28 inicio su campaña llegando al centro de la ciudad, la que cayó después de varios ataques. Después del Estado del Salvador, Morazán se erigió como jefe provisional. Se convocó después a elecciones de Autoridades Supremas eligiéndose el 3 de abril, como Jefe de Estado a Don Mariano Prado y como Vicejefe a Joaquín San Martín. El 13 de mayo se instaló la Asamblea de Representantes con el Dr. José Matías Delgado como presidente de la misma. El Gobierno de la República Federal a través del Congreso Federal aseguró el 2 de mayo, a todos sus habitantes la libre adoración de Dios de acuerdo a sus conciencias. Prado para poder hacerle frente a los gastos de la administración pública, decreto el 10 de agosto la expropiación de los inmuebles rústicos y urbanos de los conventos de monjas, también decretó el 21 de agosto la contribución directa y para hacerla efectiva se confiscaron los bienes de los contribuyentes, decreto que ocasionó disturbios en la capital el 14 de octubre, teniendo que ser trasladada esta a Cojutepeque. El 24 de octubre hubo nuevos motines en San Salvador. A fin de año, el 12 de noviembre murió José Matías Delgado y el 14 de noviembre San Miguel se sublevó por las mismas razones. Por su parte el vice - jefe de Estado San Martín, apoyaba a los insurrectos lo mismo que Mariano Gálvez, Jefe de Estado de Guatemala. 12