EL po DEr DE sEr mujEr

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Ellas tienen más dificultades que los hombres
para obtener los medios que les permitirían
mejorar sus condiciones de vida, menos
posibilidades de procurarse una educación y
es frecuente que no estén legitimadas ni para
poseer ni para heredar tierras. No es raro que
se les reconozcan menos derechos jurídicos
que a los hombres y, a menudo, se les
concede escasa participación, o ninguna,
en las decisiones que afectan a su vida.
a la di
población
rural
ViaDar
Paolo
Dono, 44
pobre la oportunidad
00142
Roma,
Italia
de
salir de
la pobreza
Tel. +39 06 5459 2386
Fax +39 06 5459 7386
www.ifad.org
Fotografía: ©IFAD/Ricardo Gaitán
isbn: 978-958-44-7481-0
Octubre 2010
Estas páginas son una muestra de
los avances de las asociaciones de campesinas
y campesinos pobres que con el apoyo
organizativo, financiero y técnico del Fondo
Internacional de Desarrollo Agrícola (Fida)
y de los gobiernos locales trabajan
para producir y vender más alimentos,
cuidar el ambiente en el que viven,
aumentar sus ingresos y determinar
la orientación de sus vidas.
El poder
de ser mujer
Las mujeres campesinas de América Latina
y el Caribe realizan buena parte de las labores
agrícolas y pecuarias, y dedican mucho tiempo
a las labores domésticas, con lo que su jornada
de trabajo es mucho más larga.
La equidad de género a través
de los proyectos financiados por el Fondo
Internacional de Desarrollo Agrícola
en América Latina y el Caribe
Dar a la población rural
pobre la oportunidad
de salir de la pobreza
EL PODER DE SER MUJER
La equidad de género
a través de los proyectos financiados
por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola
en América Latina y el Caribe
Dar a la población rural
pobre la oportunidad
de salir de la pobreza
AVANZANDO
POR UN SENDERO FIRME
Las mujeres campesinas de América Latina y el Caribe realizan
buena parte de las labores agrícolas y pecuarias, y dedican mucho
tiempo a buscar agua, a recoger leña, a preparar comidas y a cuidar
de los hijos y de los familiares enfermos, con lo que su jornada de
trabajo es mucho más larga que la de los hombres. Quedan como
únicas protectoras de los demás cuando los maridos emigran a
la ciudad en busca de trabajo, se ven arrastrados a un conflicto o
mueren.
CONTENIDO
4
Avanzando a través de los proyectos
financiados por el FIDA en América
Latina y el Caribe
DIAGNÓSTICO
¡ Introducción
¡ Cómo
estamos
¡ El enfoque de género visto desde
los proyectos
¡ El enfoque de género en los instrumentos que dirigen la práctica organizacional
¡ Recomendaciones
ESTUDIOS DE CASO
16 Guatemala. La señora Marina
Domínguez, LIDERESA
de la comunidad xinca
18 El Salvador. FAMILIAS DEMOSTRADORAS.
PROTAGONISTAS EN UN PROYECTO
DE CUENCAS
20 Chile. Ya tenemos tierra, ¿y ahora qué?
Empoderamiento y género
en la búsqueda de respuestas por
parte de las comunidades mapuches
22 Guatemala. De cardamomeros
individuales a asociados
24 Ecuador. La asociación Sumak Kawsay.
EMPODERAMIENTO Y PARTICIPACIÓN
DE GÉNERO desde la construcción
social local
26Venezuela. FICHA TÉCNICA.
UN CONSEJO COMUNAL: MARACAY
2
Ellas tienen más dificultades que los hombres para obtener los
medios que les permitirían mejorar sus condiciones de vida, menos
posibilidades de procurarse una educación y es frecuente que no
estén legitimadas ni para poseer ni para heredar tierras; no es fácil
que accedan a créditos, mercados ni tecnología. No es raro que
se les reconozcan menos derechos jurídicos que a los hombres y,
a menudo, se les concede escasa participación, o ninguna, en las
decisiones que afectan a su vida.
28Honduras. EN GUANAJULQUE,
UNA CAJA COMUNITARIA DE AHORRO
que se convirtió en modelo
30 Ecuador. LECCIONES APRENDIDAS.
UN PROYECTO FORESTAL COMUNAL
con enfoque de género
32 México. COMPONENTE DE EQUIDAD
DE GÉNERO EN EL PROGRAMA
NACIONAL DE MICROCUENCAS
Las páginas siguientes son una muestra de los avances de las
asociaciones de campesinas y campesinos pobres que con el apoyo
organizativo, financiero y técnico del Fondo Internacional de
Desarrollo Agrícola (Fida) y de los gobiernos locales trabajan para
producir y vender más alimentos, cuidar el ambiente en el que viven,
aumentar sus ingresos y determinar la orientación de sus vidas.
34Haití. PROYECTO INTENSIFICACIÓN
DE CULTIVOS ALIMENTARIOS. Fase II
36 Panamá. CASO DEL Proyecto
de Desarrollo Rural Sostenible.
POLICULTIVO DE PECES DE QUEBRADA TULA
38México. Una microempresa
de artesanías tarahumaras.
SEMATE GOCHIMERABA, BONITO SUEÑO
Desde distintos énfasis veremos procesos de participación y
empoderamiento de mujeres diversas, en condiciones distintas, que
han logrado provechosos resultados en varias direcciones como el
acceso a la educación, equidad en los salarios, niveles de nutrición,
salud, autonomía, respeto y reconocimiento a su trabajo y a su
capacidad de tomar decisiones. Ellas han aprendido a aprovechar la
tecnología, a manejar el crédito, a asumir la propiedad de la tierra y a
administrar los proyectos.
40 El Salvador. HISTORIA DE 31 MUJERES
QUE SE ORGANIZARON para desarrollar
un proyecto de ovejas pelibuey
42 Paraguay. EL DIAGNÓSTICO RURAL
PARTICIPATIVO. Catorce mujeres
productoras agropecuarias analizan
su realidad
44 Uruguay. TELEFOOD: GRAN CAMPAÑA
MEDIÁTICA de sensibilización y fondos
46 Ecuador. CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS
DE CONOCIMIENTO. VISIBILIZACIÓN
DEL TRABAJO DE LAS MUJERES
en comunidades de mucha migración
©IFAD/ Ricardo Gaitán
3
Las mujeres han ido ganando espacios y mejorando la percepción
que tienen sobre sí mismas, entendiéndose y siendo entendidas por
el otro género, por sus familias y sus comunidades como gestoras de
desarrollo. Es cierto que aún hay camino por hacer en cuanto a la
apertura de oportunidades, pero empieza a verse una ruta firme.
3
DIAGNÓSTICO
©IFAD/Pablo Coral Vega
©IFAD/Pablo Coral Vega
� INTRODUCCIÓN
Este documento es resultado de un trabajo especial comisionado por la División
América Latina y el Caribe (LAC) del FIDA para identificar los progresos alcanzados por los proyectos y beneficiarios, e identificar retos y brechas. El estudio
y sus recomendaciones reflejan el compromiso del FIDA y de la División LAC
para apoyar la participación equitativa de hombres y mujeres en el sector rural de
América, no solo en los proyectos cofinanciados por el FIDA sino en el desarrollo
de sus países y del sector rural en particular.
Queremos agradecer el trabajo de la consultora Guadalupe Torres, quien desarrolló la base de este documento entre agosto y diciembre de 2009, y recolectó
información secundaria y de primera mano en contacto directo con funcionarios
de aquellos ministerios bajo cuya dirección se implementan los proyectos cofinanciados por el FIDA. Queremos agradecer también a los beneficiarios y las
beneficiarias de los programas, quienes con la autenticidad y espontaneidad que
caracteriza a nuestra gente en la región ofrecieron sus testimonios y opiniones.
Esperamos que las experiencias recogidas en esta publicación sirvan para enriquecer y consolidar los avances logrados y ayuden a trazar pautas para continuar
recorriendo el resto del largo camino hacia la igualdad de género que queda pendiente en esta parte del planeta.
� ¿Cómo estamos?
En la región, el 90% o más de los proyectos financiados por el FIDA tienen una estrategia de género; el 63% ha incorporado el enfoque de género en todas las fases
del proyecto; la mayoría ha realizado procesos de capacitación y sensibilización
hacia los equipos técnicos; el 77% de los proyectos cuenta con un/a responsable
de género. Un 30% impulsa acciones afirmativas, mientras que otro 40% declara
que está en proceso de formularlas. Hace falta que la mitad de los proyectos realice mediciones de equidad de género.
En cuanto a los beneficiarios y beneficiarias, el informe de diagnóstico destaca los
siguientes logros y avances como producto de la acción del proyecto:
organizaciones de mujeres y de grupos mixtos en proyectos productivos; de
hombres y mujeres en fondos de inversión, y con reconocimiento de más salarios iguales para hombres y mujeres por la misma labor.
Cambios de mentalidad en las organizaciones sociales: la junta directiva
nombra y contrata a mujeres y/u hombres para ocupar puestos clave en la
administración. Por ejemplo, en el Programa de Reconstrucción y Modernización Rural (Premoder) de El Salvador, el cargo de gerente local es asumido
de manera equitativa por hombres y mujeres.1
En el ámbito de la gestión social y de la política pública ha aumentado el nú-
mero de mujeres en la toma de decisiones y, a la vez, ha mejorado la calidad
de la participación.
Se ha facilitado el acceso a documentos de titulación conjunta de la tierra (re-
forma agraria) en nombre de la pareja o de la jefatura de familia; los proyectos Dom Helder Câmara (PDHC) en Brasil y Mejorando la Competitividad
de la Economía Rural en el Departamento de Yoro (Promecom) en Honduras
son ejemplos de este importante avance.
En el Proyecto de Manejo de Recursos Naturales (Promarena) de Bolivia,
hombres y mujeres usuarios han desarrollado sus capacidades de interactuar
con instituciones financieras, a través de la apertura y el manejo de cuentas
bancarias, solicitud de extractos, retiros de dinero y depósitos, mediante la
ejecución de los componentes del proyecto.
En el Proyecto de Desarrollo Sierra Sur de Perú son notables los avances, al
fortalecerse el capital tanto humano como social. Por otro lado, las unidades
productivas familiares con apoyo del proyecto disponen de nuevos activos con
los cuales cambia su expectativa productiva en el corto plazo. Una acción afirmativa para las mujeres es la bonificación que recibe su cuenta de ahorro al
momento de la apertura. De esta manera se fomenta la disciplina del ahorro.
� El enfoque de género
visto desde los proyectos
Cambios de conducta en hombres y mujeres, propiciando espacios de par-
Mediante la exploración de 2009 fue posible hacer visibles elementos importantes sobre la apreciación del enfoque de equidad de género (EEG), su transversalidad y la idea de empoderamiento rural (ER) en los proyectos.
Mejor distribución del trabajo doméstico, incidiendo en el cambio de roles
Diferentes percepciones sobre el enfoque
y transversalidad de la equidad de género
ticipación, especialmente de las mujeres, en el ámbito de los proyectos productivos.
dentro las unidades familiares. Mayor incorporación de la mujer a la vida productiva, desarrollo local, cultural y social de la comunidad, derivada de la adquisición de conocimientos en los temas de capacitación y gracias a las becas.
4
Mayor inserción de mujeres como productoras en procesos económicos; de
En más de la mitad de los proyectos estudiados (16 de 30), el enfoque de equidad
de género (EEG) incorpora las relaciones sociales, los espacios de poder y la asig-
Mayor protagonismo de las mujeres, quienes inciden en las organizaciones
sociales como socias activas y en cargos de junta directiva con voz y voto.
1
La lista de proyectos puede verse en la pág. 15 de este documento.
5
nación de los roles productivo, reproductivo y de gestión comunitaria de hombres
y mujeres que interactúan en un contexto y que buscan corregir las asimetrías
que afectan negativamente la superación personal, el fortalecimiento familiar y
el desarrollo comunitario. Se trata en México del Proyecto de Desarrollo Sustentable para las Comunidades Rurales e Indígenas del Noroeste Semiárido (Prodesnos) (MX-674); en Haití del Proyecto de Intensificación de las Culturas, Fase
II (PIVC-II), en Guatemala de FIDA Occidente y FIDA Oriente, en El Salvador
del Proyecto de Desarrollo Rural en la Región Central (Prodap II), en Nicaragua
del Fondo de Asistencia Técnica (FAT), en Venezuela del Proyecto de Desarrollo
Rural Sostenible para las Zonas Semiáridas de los Estados Falcón y Lara Segunda Fase II (Prosalafa II) y del Proyecto de Desarrollo de Cadenas Agroproductivas en la Región de Barlovento, en Ecuador del Proyecto de Desarrollo Corredor
Central (PDCC), en Bolivia del Proyecto de Manejo de Recursos Naturales (Promarena), en Brasil del Proyecto Gente de Valor, en Perú del Proyecto Sierra Sur,
en Uruguay del Proyecto Uruguay Rural (PUR), en Paraguay de Paraguay Rural,
y en Argentina del Proyecto de Desarrollo Rural de la Patagonia (Proderpa) y del
Programa de Desarrollo Rural del Noroeste Argentino (Prodernoa).
ganizaciones de mujeres rurales, grupos de jóvenes, etc.– para vincularlas en posiciones de poder y toma de decisiones.
NO 37%
El Proyecto de Desarrollo Rural Sostenible para las Zonas Semiáridas de los Estados Falcón y Lara Segunda Fase II (Prosalafa II) de Venezuela, Oriente Guatemala y Occidente Guatemala enfocan esfuerzos en desarrollar capacidades para
la toma de decisiones de las organizaciones sociales comunitarias e impulsan su
vinculación con los gobiernos locales para lo que se valen de instancias como el
Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) y el Consejo Municipal de Desarrollo (Comude) en Guatemala. Los proyectos también promueven el fortalecimiento de las relaciones de la población rural y los gobiernos municipales y estatales
en la descentralización.
SÍ 63%
Proyectos
con presupuesto
para implementar
el enfoque de
equidad de género
Otros proyectos perciben el empoderamiento rural en términos de propiciar espacios de participación, autogestión y toma de decisiones para que hombres y
mujeres estén informados. Solamente el Programa de Finanzas Rurales de Belice, que se hallaba en su etapa inicial, no había definido el empoderamiento rural.
Veinte de los treinta proyectos (67%) buscan asegurar la participación de mujeres y hombres en todos los servicios, en un intento por disminuir la inequidad en
el acceso a recursos y beneficios, y utilizan indicadores verificables.
� El enfoque de género en los instrumentos
que dirigen la práctica organizacional
El enfoque de equidad de género (EEG) es un eje transversal en todos sus componentes y acciones para el Proyecto de Desarrollo Rural para las Regiones Huleras
de México (MX-534); el salvadoreño Programa de Reconstrucción y Modernización Rural (Premoder), el guatemalteco Programa de Desarrollo Rural de las
Verapaces (Prodever), los hondureños Programa Nacional de Desarrollo Local
(Pronadel) y Mejorando la Competitividad de la Economía Rural (Promecom), el
panameño Proyecto de Desarrollo Rural Sostenible de las Comunidades NgäbeBuglé y Corregimientos Pobres Aledaños; los haitianos Pequeños Perímetros de
Riego (PPI-II) y el Programa de Apoyo a Iniciativas Productivas en Zonas Rurales (PAIP), el colombiano Programa Oportunidades Rurales y el brasileño Dom
Helder Câmara (PDHC).
Línea presupuestaria para la operatividad de la estrategia de género
Evidencias sustanciales del interés en incorporar el empoderamiento y la equidad en los proyectos son la existencia de fondos y la producción de documentos
rectores que orientan las decisiones y las acciones en ese sentido o la incorporación de las orientaciones pertinentes en las estrategias preexistentes.
Diecinueve de los treinta proyectos diagnosticados (53%) cuentan con partida
presupuestaria. Aún quedan sin ella los tres proyectos de México, los dos de Argentina, Ngäbe-Buglé de Panamá, PAIP de Haití, FAT de Nicaragua, Barlovento
de Venezuela, Promarena de Bolivia y PUR de Uruguay. En el caso de los que sí
tienen línea presupuestaria para género, según los documentos consultados, no
definen recursos suficientes para financiar actividades para la promoción, sensibilización y capacitación en género y/o resaltan los bajos recursos para atender
los aspectos productivos y el fortalecimiento de las organizaciones. En el caso
Prodever incorpora la pertinencia cultural, como el respeto a la cosmovisión
maya en las distintas acciones. Algunos proyectos mantienen sesgos que reducen
la equidad de género a acciones específicas para mujeres. El Programa de Finanzas Rurales de Belice, que está en su etapa inicial y no cuenta con especialista en
género, no definió el EEG ni respondió sobre la transversalidad.
Dos elementos predominantes en la percepción del empoderamiento
En Brasil, el PDHC y Gente de Valor, y en El Salvador, el Programa de Desarrollo
Rural de la Región Oriental (Prodemoro) buscan el fortalecimiento de organizaciones sociales y políticas de mujeres –asociaciones, sindicatos, cooperativas,
comités de gestión, consejos consultivos, sindicatos de trabajadores rurales, or-
©IFAD/James Heer
6
©IFAD/Pablo Coral Vega
Los proyectos han concebido el empoderamiento en términos del fortalecimiento
de las capacidades de hombres y mujeres, privilegiando las cuestiones prácticas
sobre las estratégicas del desarrollo rural y local, con temas como la asociatividad, la gestión institucional, la incidencia en la generación de políticas públicas, y
la promoción e impulso de ciudadanos/as como sujetos de derecho. Por otra parte, han impulsado el protagonismo de líderes, lideresas y directivos/as de las organizaciones rurales en el proceso de mejoramiento de su situación y condición
de vida. Lo han hecho a través de capacitación en desarrollo personal, proyectos
sociales, producción y comercialización, con la expectativa de que una vez terminado el proyecto sigan conduciendo acciones orientadas al combate a la pobreza.
7
específico de Premoder de El Salvador, el Ministerio de Agricultura no autorizó
recursos para la implementación de acciones afirmativas.
Existencia de una estrategia de género
Veintinueve de los treinta proyectos consultados (96%) contaban en 2009 con
una estrategia de género con diferencias, que podemos atribuir a la naturaleza de
los proyectos y a la percepción del enfoque de equidad de género que se tiene en
el entorno socioeconómico donde están llamados a influenciar cambios. Un buen
número de esas estrategias apunta a la inclusión de la perspectiva de género en los
componentes del proyecto; a la aplicación de acciones de discriminación positiva;
a la inclusión y uso de indicadores, enfocando la atención tanto en beneficiarios y
beneficiarias como en el equipo técnico; y a la divulgación de los avances obtenidos. En varios proyectos tomaron en cuenta a los jóvenes como parte del proceso
de empoderamiento de hombres y mujeres. Como debilidad, hasta el momento,
los datos indican que no existen estrategias específicas de género en los contextos
de los diversos grupos étnicos nativos y de población afrodescendiente.
La estrategia de género en los instrumentos del plan operativo anual
Equipo no
sensibilizado
17%
En proceso
13%
70%
Equipo
sensibilizado
Proyectos
que sensibilizan
al equipo técnico
sobre temas
relacionados con
equidad de género
Restan por cubrir las plazas de género del PAIP y PPI-II de Haití, Prodesec de
Nicaragua, Programa de Finanzas Rurales de Belice y Barlovento de Venezuela.
La contratación del/a especialista de género ha respondido a diferentes pautas:
mientras algunos proyectos sólo lo hacen por los primeros dos años, otros lo
hacen hasta en la fase final de ejecución. Algunos utilizan a un/a consultor/a en
temas de género para dar seguimiento a la aplicación del enfoque en acciones específicas del proyecto o para llevar a cabo capacitaciones sobre género y manejo
del poder. En el proyecto de Oportunidades Rurales, la persona de seguimiento
y evaluación es a la vez la responsable de género, hecho que contradice las recomendaciones del Profagep.
Por otra parte, los datos mostraron que en 2009 sólo uno de los 30 proyectos (3%)
era conducido por una mujer (3%): el proyecto FAT de Nicaragua.
Contratación de especialistas
o encargados/as de género en proyectos
Encargada/o de género Número de proyectos
De los 28 proyectos que respondieron a este punto, solamente Promecom no vincula las consideraciones de género con el plan operativo anual (POA) del proyecto. En otras palabras, más del 90% sí lo hacen, y en algunos casos presentan
además asignación presupuestaria para actividades específicas.
El informe de diagnóstico revela que existe confusión entre los proyectos sobre
la medición de equidad de género, pues consideran que sólo se trata de cálculos
estadísticos para reorientar esfuerzos a partir de ellos. Queda, entonces, el reto
de explicar que se trata de un ejercicio más amplio que incluye conocer los obstáculos relacionados con el manejo del poder entre hombres, mujeres y ambos para
participar activa y creativamente en los procesos de desarrollo en las organizaciones sociales.
De los treinta proyectos participantes, la mitad no ha realizado mediciones de
equidad de género, aunque admiten la importancia de hacerlo. Quince proyectos
consideran como medición, la realización de un estudio de línea base y estudios
RIMS (Results and impact management system del FIDA). Prosalafa II en Venezuela, Premoder y Prodap II en El Salvador y Prodever en Guatemala han aplicado la metodología cerrando brecha (CB) para medir el grado de desigualdad
en el interior de organizaciones rurales. FAT de Nicaragua cuenta con estudios
que muestran avances en la participación e integración de género, pero no han
identificado brechas.
Solamente dos proyectos de los 30 (7%) no tienen aún registros desagregados por
género sobre participación en el proyecto: uno en su fase inicial, pero que lo va a
hacer (Promecom) y otro en su fase final (Huleras o MX-534).
8
©IFAD/Ricardo Gaitán
Las personas que impulsan el empoderamiento y la equidad
Tanto los lineamientos de la División Técnica del FIDA como los documentos ex
ante de los proyectos y las recomendaciones vertidas por el Programa de Fortalecimiento en Aspectos de Género a los Proyectos (Profagep) señalan la necesidad
de contratar a una persona para la incorporación del enfoque de género en todas
las etapas de los proyectos.
Los datos indican que tres cuartos, o 23 de los 30 proyectos, cuentan con un
encargado de género, de los cuales 19 cargos (82%) son ocupados por mujeres.
Femenino
19
63,3
Masculino
4
13,3
No tiene
6
20,0
Otro
1
3,3
30
100,0
TOTAL
Aplicación de mediciones de equidad de género en los proyectos
%
El equipo técnico como destinatario
de la sensibilización sobre equidad de género
Las acciones para el empoderamiento y la equidad de género consideradas en los
POA de los proyectos suponen dos tipos de destinatarios: el equipo técnico de los
proyectos y los beneficiarios y beneficiarias.
En el momento de la consulta, 21 proyectos (70%) habían sensibilizado a su equipo técnico sobre temas relacionados con igualdad de género; cuatro (13%) estaban en pleno proceso de hacerlo; cinco (17%) no habían sensibilizado al personal
técnico del proyecto; de ellos, cuatro (13%) lo tenían planeado pero aún no lo habían iniciado.
La metodología utilizada para sensibilizar variaba entre los proyectos,2 incluyendo diplomados, intercambios, talleres, cine-foros y capacitaciones específicas sobre conceptos básicos (género, masculinidad, cultura, etc.), la aplicación
del enfoque, la metodología cerrando brecha, el diagnóstico rural participativo
(DRP) e indicadores apropiados a una perspectiva de género.
Acciones de empoderamiento y equidad de género
centradas en beneficiarios y beneficiarias
El FIDA reconoce que para que el desarrollo sea eficaz, los hombres y las mujeres
rurales deben estar igualmente empoderados, de modo que cuenten con las habilidades, los recursos y la confianza necesarios para poder superar desde y por
ellos mismos la pobreza. También entiende que la distribución desigual del poder
favorece los fines y propósitos de unos pocos y fomenta la exclusión de otros. Reconoce que es un asunto complejo; sabe que en su componente económico exis2
Premoder, PDDC, Ngäbe-Buglé, Prodernoa, Prodesno, Oriente Guatemala, Occidente Guatemala,
PUR, Proyecto MX626, PICV-II, Prodever, PDHC, Prosalafa II, Promarena, Sierra Sur, Prodap II,
FAT, Paraguay Rural y Barlovento.
9
ten restricciones para las mujeres, por ejemplo, en cuanto al acceso y propiedad
de la tierra, y a sus posibilidades de alcanzar fuentes de financiamiento, sea por
donaciones, subsidios o créditos, o en cuanto al acceso a la infraestructura productiva y de servicios que responda a necesidades prácticas y estratégicas.
En proceso
10%
NO 27%
SÍ 63%
Participación equitativa en la toma de decisiones
Un elemento clave en el empoderamiento es la toma de decisiones. Al consultar
sobre las acciones que promueven para la participación equitativa de mujeres y
hombres en la toma de decisiones, encontramos que de los treinta proyectos, diecinueve (63%) implementan este tipo de acciones; tres (10%) están en proceso de
hacerlo y ocho (27%) no lo hacen.
Proyectos
que implementan
acciones para la
toma de decisiones
Los proyectos que están trabajando en esa dirección han emprendido algunas acciones:
En el hogar: Redistribución de las tareas, involucrando a los esposos. Esto
libera tiempo a las mujeres y les permite participar en procesos organizativos
y de toma de decisión.
En el equipo técnico: Lineamientos claros para promover la participación de
hombres y mujeres desde la planificación hasta la ejecución y evaluación de
las actividades.
Talleres de formación de liderazgo, dirigidos a mujeres, hombres o a ambos.
Desarrollo de capacidades para la toma de decisiones equitativa en procesos
de compra de servicios y manejo de fondos de inversión y asistencia técnica.
Promoción tanto de hombres como de mujeres en los cargos directivos y de
toma de decisiones.
Incremento de la participación de la mujer en la toma de decisiones y fortale-
cimiento de su liderazgo en los comités comunitarios.
Cuotas de participación de mujeres en las organizaciones sociales.
Fortalecimiento de la participación de jóvenes en la ejecución de planes de
negocios.
Participación de las mujeres como productoras y comercializadoras en las
juntas de comercio de trabajadores rurales.
Escasamente
En proceso
3%
Fortalecimiento de organizaciones de la sociedad civil, especialmente de
mujeres, y apoyo para la obtención de su personería jurídica.
37%
Sí 30%
No 30%
Proyectos
que implementan
acciones AFIRMATIVAS
No
responden No saben
3,3% 6,6%
Fase
inicial
16,6%
43,3%
30%
Fomentan Realizan
Proyectos
que implementan
acciones de
beneficio equitativo
La acción afirmativa
Los proyectos apoyados por el FIDA suelen utilizar el término ‘acción afirmativa’ para referirse a la posibilidad de hacer algo o al resultado de hacer algo, con el
objetivo de favorecer a las personas (en muchos casos a las mujeres) y grupos en
desventaja.
Un 30% de los proyectos implementa acciones afirmativas para disminuir brechas de oportunidades entre hombres y mujeres, un 37% lo hace escasamente,
un 30% no ejecuta este tipo de acciones y, finalmente, un 3% manifiesta estar en
proceso de hacerlo. En los que aplican acciones afirmativas, principalmente se
trata del establecimiento de cuotas para promover la participación de mujeres en
diferentes organizaciones o actividades del proyecto.
Entre otras acciones afirmativas que los proyectos orientan a grupos más vulnerables están: capacitaciones en autoestima y liderazgo, empoderamiento organizacional, alfabetización, sensibilización en género, salud visual (reducir
discapacidad y posibilitar alfabetización), intercambio de experiencias, becas, talleres de masculinidad para hombres, talleres para jóvenes con el fin de motivarlos a participar en las organizaciones,3 y acceso a seguros de vida en pareja. Para la
realización de las actividades se tiene especial cuidado en hacer convocatorias claramente dirigidas a mujeres, y en manejar horarios flexibles para ambos géneros.
Énfasis en el beneficio equitativo
La propuesta de acciones de beneficio equitativo para hombres y mujeres es parte del esfuerzo en los proyectos FIDA. Trece proyectos (43,3%) diagnosticados
identificaron acciones en ese sentido; nueve (30%) afirmaron que fomentan la
igualdad de oportunidades de los bienes y servicios de los proyectos en actividades agrícolas y no agrícolas generadoras de ingresos, tanto para hombres como
para mujeres; cinco (16,6%) informaron que se encuentran en su fase inicial y que
aún no han establecido cómo se beneficiarían equitativamente hombres y mujeres ligados a los proyectos. En dos casos (6,6%) no tenían claro cómo hacerlo, y un
proyecto (3,3%) no respondió a la pregunta.
Las acciones hacia el beneficio equitativo identificadas incluyen las siguientes:
uso del diagnóstico rural participativo (DRP) para conocer las demandas y los
intereses de las mujeres, de los hombres y de ambos; capacitaciones técnicas; intercambios mixtos; talleres de planificación integral, tomando en cuenta las necesidades de las mujeres; cuotas para el acceso a becas y microproyectos; apoyo
del acceso de hombres y mujeres a las estructuras legales y organizativas para la
toma de decisiones; programa de ahorros exclusivo para mujeres rurales pobres;
participación en pasantías y rutas de aprendizaje; construcción de cisternas para
agua de consumo del hogar; y consideración permanente de horarios y calendarios flexibles en la realización de las actividades del proyecto.
10
©IFAD/Giuseppe Bizzarri
Utilización de lenguaje y material incluyente
El lenguaje y el material utilizados son incluyentes en todos los casos, aunque tres
de treinta proyectos reconocen no haber logrado motivar al respecto al personal
técnico: PDCC del Ecuador, Ngäbe-Buglé de Panamá y Gente de Valor de Brasil.
3
Con este tipo de actividad, los proyectos tratan de estimular la participación de mujeres
jóvenes para que en el futuro cercano formen parte de los espacios de toma de decisiones.
11
A través de la supervisión y el apoyo a la implementación de los proyectos,
Los proyectos consultados que trabajan con grupos indígenas (étnicos o nativos)
manifestaron que existen barreras en la comunicación en sus lenguas, ya que no
todo el cuerpo técnico habla los idiomas locales. Esto puede constituir un obstáculo real para la participación de las mujeres indígenas, pues, a menudo, los hombres de la comunidad, quienes se desenvuelven mejor en español o portugués,
toman el liderazgo.
impulsar una colaboración activa entre funcionarios públicos, proyectos y
comunidades involucradas.
En cada proyecto promover acciones para corregir la asignación de los recur-
sos en los POA por género.
Sugerir a cada proyecto la planificación de capacitación para mujeres y hom-
bres beneficiarios, y proveerles de instrumentos de planificación participativa en función de la equidad.
� Recomendaciones
Formular una política institucional del FIDA para promover contratación de
A tres tipos de destinatarios se dirigen las recomendaciones de estas páginas: a la
División del FIDA en América Latina y el Caribe, a los proyectos, y a las mujeres
y a los hombres beneficiarios.
personal en los proyectos, estableciendo criterios de equidad de género.
Realizar estudios específicos de género para población indígena y afrodes-
cendiente por país o región, con el fin de conocer mejor las dinámicas comunitarias, sociales y económicas de estos sectores.
A la División de América Latina y el Caribe del FIDA
Socializar información existente sobre la aplicación del enfoque de equi-
A los proyectos
dad de género en los programas y proyectos apoyados y cofinanciados por
el FIDA. Esto puede incluir material elaborado durante el programa Progénero (elaboración de línea base y construcción de indicadores sensibles en
género, metodología cerrando brecha, etc.), el Sourcebook on Gender in Agriculture (género en agricultura) e información relacionada con la aplicación
de métodos, técnicas y herramientas participativas para el empoderamiento
de mujeres y hombres.
Contratar personal sensible y con experiencia en el tema de género para in-
tegrar los equipos técnicos.
Asegurar que los equipos de facilitación o acompañamiento a la población
nativa (indígena) dominen las lenguas nativas o el idioma local.
Incluir indicadores de progreso y resultado de género, con apoyo del/la espe-
cialista y la unidad de seguimiento y evaluación de los proyectos.
Como parte del empoderamiento económico de las mujeres, dotarlas de re-
Para los proyectos PAIP y PPI-II, Programa de Oportunidades, Prodemoro,
cursos y hacer alianzas estratégicas institucionales que incrementen su acceso a la tierra, el crédito, la infraestructura productiva y los servicios públicos
locales.
Proderpa y Programa de Finanzas Rurales de Belice, implementar acciones
de promoción de género, formular una estrategia operativa coherente con el
entorno, e incluir en el POA las respectivas actividades con su presupuesto.
Potenciar en los proyectos el acompañamiento por parte del grupo de exper-
Diseñar y ejecutar un plan de capacitación sistemática y progresiva en gé-
tos en género del FIDA para impulsar una agenda estratégica que acerque a
las autoridades públicas y municipales a las organizaciones sociales.
nero para el personal técnico, y para los hombres y las mujeres que forman
parte de la población beneficiaria de los proyectos FIDA.
Hacer seguimiento a los proyectos con debilidades en la aplicación del en-
Realizar intercambios de experiencias relacionadas con el género y el em-
poderamiento rural a nivel de técnicos y población beneficiaria del mismo
proyecto o con proyectos homólogos.
©IFAD/Pablo Coral Vega
12
©IFAD/Nancy McGirr
foque de equidad de género evidenciadas por el diagnóstico, atendiendo su
entorno de ejecución.
13
Retomar y continuar el tema de alianzas estratégicas con diferentes institu-
ciones para la implementación de acciones que permitan incidir en la disminución de brechas de inequidad entre mujeres y hombres. Por ejemplo,
programas de alfabetización, formación vocacional, salud reproductiva, violencia intrafamiliar, tenencia de la tierra, entre otros.
A las mujeres y los hombres beneficiarios
En las organizaciones sociales, recomendar la aplicación de instrumentos
de planificación participativa e incentivar a los hombres para que apoyen y
faciliten la integración de las mujeres en instancias enfocadas en el desarrollo social, la producción y la comercialización.
Implementar obras que incidan en el alivio de la carga doméstica de la mu-
jer para que liberen su tiempo y puedan participar en los procesos del proyecto.
País
Nombre del proyecto
Argentina
Programa de Desarrollo Rural del Noroeste Argentino
Sigla / Acrónimo /
Abreviatura
Prodernoa
Proyecto de Desarrollo Rural de la Patagonia
Proderpa
Belice
Programa de Finanzas Rurales de Belice
(Belize Rural Finance Programme)
BRFP*
Bolivia
Proyecto de Manejo de Recursos Naturales en el Chaco
y Valles Altos
Promarena
Brasil
Dom Hélder Câmara
PDHC
Proyecto Gente de Valor
Gente de Valor
Colombia
Programa para el Desarrollo de las Oportunidades de Inversión Oportunidades Rurales*
y Capitalización de los Activos de las Microempresas Rurales
Ecuador
Proyecto de Desarrollo Corredor Central
El Salvador Programa de Reconstrucción y Modernización Rural
Desarrollar y seguir trabajando en acciones de discriminación positiva, so-
bre todo en aquellas dirigidas a amortiguar los efectos de los fenómenos
sociales más amplios. Algunos ejemplos de acciones de discriminación positiva podrían ser combatir el analfabetismo, aliviar el trabajo doméstico de
las mujeres (uso de guarderías transitorias, proyectos de agua, estufas mejoradas, entre otras), disminuir la barrera lingüística e idiomática, gestionar
y conseguir documentos de identificación para las mujeres, buscar recursos
financieros adicionales, y apoyar otras iniciativas para levantar la autoestima de hombres y mujeres, procurando que aprendan a leer, escribir, hablar
en público y mejorar su capacidad de expresión y comunicación.
Guatemala
Haití
Capacitar a las mujeres y a los hombres de las organizaciones sociales sobre
Premoder
Programa de Desarrollo Rural de la Región Oriental
Prodemoro
Proyecto de Desarrollo Rural en la Región Central
Prodap II
Programa Nacional de Desarrollo Rural, FIDARegiones Central, Nororiente y Suroriente
Oriente-Guatemala
Programa Nacional de Desarrollo Rural, FIDA Occidente.
Primera Fase
Occidente-Guatemala
Programa de Desarrollo Rural de las Verapaces
Prodever
Proyecto de Intensificación de Cultivos Alimentarios, Fase II
PICV-II
Pequeños Perímetros de Riego
(Développement de la petite irrigation)
PPI-II
Programa de Apoyo a Iniciativas Productivas en Zonas Rurales PAIP
(Programme d’Appui aux Initiatives Productives en Millieu Rural)
instrumentos de planificación y sobre cómo ejercer un eficiente seguimiento a los servicios técnicos y administrativos de su organización.
Honduras
Programa Nacional de Desarrollo Local
Pronadel
Mejorando la Competitividad de la Economía Rural
en el Departamento de Yoro
Promecom
Proyecto de Desarrollo Sustentable para las Comunidades
Rurales e Indígenas del Noroeste Semiárido
Prodesnos
(MX-674)
Proyecto de Fortalecimiento al Programa Nacional
de Microcuencas
Microcuencas
(MX-626)
Proyecto de Desarrollo Rural para las Regiones Huleras
de México
Huleras
(MX-534)
Fondo de Asistencia Técnica
FAT
Programa de Desarrollo Económico
de la Región Seca de Nicaragua
Prodesec
Panamá
Proyecto de Desarrollo Rural Sostenible de las Comunidades
Ngäbe-Buglé y Corregimientos Pobres Aledaños
Ngäbe-Buglé
Paraguay
Paraguay Rural Empoderamiento de las Organizaciones
de los Pobres Rurales y Armonización de Inversiones
Paraguay Rural
Perú
Proyecto Sierra Sur – Fortalecimiento de los Mercados,
Diversificación de los Ingresos y Mejoramiento
de las Condiciones de Vida en la Sierra Sur del Perú
Sierra Sur
URUGUAY
Proyecto Uruguay Rural
PUR
Venezuela
Proyecto de Desarrollo Rural Sostenible para las Zonas
Semiáridas de los Estados Falcón y Lara Segunda Fase
Prosalafa II
Proyecto de Desarrollo de Cadenas Agroproductivas
en la Región de Barlovento
Barlovento
México
©IFAD/Franco Mattioli
Nicaragua
14
PDCC
* Abreviaturas no oficiales definidas para ese documento.
15
La señora Marina Domínguez
LIDERESA
de la comunidad xinca
Organización comunitaria Ambude
La comunidad de Las Brisas,
Yupiltepeque (Jutiapa), se asienta en una zona
montañosa de topografía irregular y suelos
erosionados, con extensiones significativas de
fincas cafetaleras, producción de ganado lechero y
agricultura de subsistencia. Allí viven 200 familias con
escasa organización comunitaria, mujeres dedicadas
a los oficios domésticos sin ningún incentivo para salir
adelante y hombres asalariados que trabajan en las
fincas vecinas.
Adaptación del texto de Lucila Guerra / Programa de Desarrollo Rural
La señora Marina, originaria de Las Brisas, se ha
convertido en una protagonista de desarrollo de
su comunidad. A través de ella es posible visibilizar las posibilidades de protagonismo de otras
mujeres. Buena parte de su desarrollo ha ocurrido valiéndose del Programa de Desarrollo Rural
(ProRural). Ella misma gestó la creación de la
Asociación de Mujeres Buscando un Desarrollo
(Ambude), organización comunitaria formada
por una treintena de vecinas, de la que ocupó la
presidencia.
las autoridades municipales poco estimulan la
participación de la población, al no fortalecer las
estructuras de organización comunitaria (consejos de desarrollo comunitario y consejos municipales de desarrollo).
El programa está previsto para contribuir al mejoramiento de los ingresos y de las condiciones de
vida de las familias rurales, en particular de las
mujeres. Apoya y refuerza el papel de éstas como
agentes productivas con valores y actitudes incluyentes e igualitarias entre hombres y mujeres, eliminando los estereotipos sexistas y fomentando
imágenes positivas de las campesinas e indígenas.
� Intervención
En la localidad imperan grandes paradigmas de
cultura machista, donde las mujeres no opinan
por temor a su pareja, ni participan en actividades
para fortalecer las organizaciones y los procesos
comunitarios.
Las personas pueden convertirse en protagonistas comunitarias con apoyo de las organizacio-
� Caracterización general
de las relaciones de poder
La señora Marina Domínguez se desenvuelve en
un área de la cultura xinca, uno de los 23 pueblos
indígenas que existen en Guatemala. Se trata
de una región muy empobrecida, con población
analfabeta y sin fuentes de trabajo. Padecen severos problemas alimentarios: en niños menores de
5 años, la desnutrición es crónica. Los suelos están erosionados, la agricultura es de subsistencia
y hay extensiones considerables de fincas de café
con bajo índice de desarrollo humano.
nes. Ordenación territorial y descentralización,
empresas rurales y comercialización, y servicios
rurales han sido tres componentes del Programa
ProRural. Se han contemplado estrategias de inclusión, de equidad de género (se incorpora en todos los componentes) y de empoderamiento. Hay
una unidad de gestión que cuenta con equipos de
género, planificación, seguimiento y evaluación, y
oficinas administrativas.
� Avances logrados
La señora Marina Domínguez empezó a trabajar para su comunidad desde 1999, manifestando
desde entonces su gran interés por el desarrollo
personal y comunitario, y manteniendo una visión a mediano plazo de abrir brechas para las
mujeres jóvenes de su comunidad, su municipio
y su departamento.
Ella buscaba cómo capacitarse en los temas relacionados con los derechos humanos y la autoestima, los derechos de las mujeres y otros, y fue
seleccionada por la comunidad para participar en
las capacitaciones ofrecidas por el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM).
©IFAD/Gregory Benchwick
16
La organización comunitaria es débil en la zona
y en el municipio. Las instituciones dan poca
importancia a la planificación participativa del
desarrollo, que es llevada a cabo por las mismas
autoridades de forma cortoplacista. Igualmente,
Jutiapa
Yupiltepeque
Comunidad de Las Brisas
Ciudad de Guatemala
Jutiapa
Desde ese mismo año fue lideresa principal en la
gestión del proyecto de salud reproductiva para
las mujeres. Entonces participó en capacitaciones médicas impartidas por técnicos del Ministerio de Salud Pública. Supo que los índices de
muerte materno-infantil eran alarmantes y tomó
parte en acciones de salud, tales como educación
sexual para hombres y mujeres jóvenes en edad
reproductiva, llevadas a cabo en la comunidad de
Las Brisas.
En este caso, la idea es dar a conocer la situación
de las comunidades del área, donde hay mujeres
que han abierto brechas y propiciado cambios
significativos para las nuevas generaciones.
GUATEMALA
En el año 2000, doña Marina participó, en el marco del Foro de la Mujer en la capital, en una capacitación sobre fortalecimiento como indígena
xinca, a través de la cual conoció las riquezas de la
cultura y las costumbres de Guatemala.
En 2002 se integró al Ministerio de Salud Pública, donde aprendió a desempeñarse en el cargo
de técnica en el Centro Nutricional del Centro de
Salud del municipio de Yupiltepeque, Jutiapa.
Sigue preparándose, reconociendo y haciendo
conocer que ella requería mayor conocimiento
para formarse y poder formar a otras y a otros. En
2004, con sus propios recursos económicos, hizo
un curso de corte y confección impartido por el
Instituto de Tecnología y Producción (Intecap).
Entonces, llegó el tiempo de Ambude, que se gestó en 2005 cuando doña Marina explicó a las
señoras la importancia de la organización comunitaria, la participación y la gestión. Ellas querían beneficios en crédito, bienes y servicios de
desarrollo productivo, etc. Las socias aportaron
su cuota para el pago de papelería, transporte y
personería jurídica. En junio se constituyeron
en asociación y en 2006 lograron un proyecto de
revalorización de la artesanía de jarcia. Participaron en ferias cantonales y municipales, dando
a conocer los productos de la Asociación para
generar ingresos. En 2007, la Asociación logró
un proyecto de minirriego con el Ministerio de
Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA),
que les ha permitido la siembra de hortalizas y
un vivero de café y ha generado ingresos para las
familias de la comunidad de Las Brisas.
En el año 2008, a partir de la consecución de
cinco computadores montó un proyecto para
los jóvenes, con el objetivo de que éstos tengan
mejores oportunidades de trabajo a través de
la capacitación, única forma de cotizarse en el
mercado laboral.
A través de sus gestiones y con el apoyo del Programa de Desarrollo Rural (ProRural), la señora Marina Domínguez ha logrado capacitaciones
en campos tan diversos como la producción de
hortalizas, el bordado de listones y la confección
de bolsas hechas a mano, cuyos productos venden en el municipio o en las ferias municipales
trimestrales de Yupiltepeque.
17
FAMILIAS DEMOSTRADORAS
La metodología de familias
PROTAGONISTAS
EN UN PROYECTO DE CUENCAS
demostradoras y familias irradiadas es trabajada por
el proyecto “Apoyo a la rehabilitación productiva y el
manejo sostenible de microcuencas en municipios
de Ahuachapán a consecuencias de la tormenta Stan
y la erupción del volcán Ilamatepec”, en adelante
“Proyecto Ahuachapán”, aplicado en Ahuachapán,
Tacuba, San Pedro Puxtla, San Francisco Menéndez y
Jujutla, municipios todos de extrema pobreza.
Ahuachapán
EL SALVADOR
Ahuachapán, Tacuba,
San Pedro Puxtla,
San Francisco Menéndez y Jujutla
Adaptación del texto de
Margarita Ledezma y Norys Ramírez/ Centa - FAO - Aecid GCP/ELS/008/SPA
� Situación de entrada
Las condiciones en las que se implementó la metodología corresponden a un cuadro de minifundio (una hectárea en promedio), áreas controladas
mínimamente por mujeres (17,4%) e ingresos obtenidos por el cultivo y la venta de granos básicos
y productos de otros renglones en pequeñas cantidades, además de oficios y remesas. Es evidente
una brecha de género en cuanto a la tenencia de
la tierra, lo que también se pone de manifiesto en
el acceso a la capacitación, la asistencia técnica y
el crédito. El promedio de miembros por familia
es 6,9. La organización para la producción y la
comercialización es incipiente. El analfabetismo
adulto es de 4% en hombres y 11% en mujeres. En
la distribución de las tareas, la mayor carga recae
sobre las mujeres y en las decisiones hay predominio masculino. El acceso a crédito es minoritario para ellas (33%). Existe un muy bajo acceso de
mujeres a cargos directivos (10%) en las organizaciones que prevalecen, en este caso la Asociación de Desarrollo Comunal (Adesco).
� Descripción
de la metodología
18
Ante la práctica tradicional de atender al hombre
productor representante de un hogar, se planteó la participación activa en pareja y en familia
como mecanismo de involucramiento con mayor
equidad.
Se trataba de fomentar entre la población de la microcuenca un tipo de relación de apoyo, mediante
la cual el hombre, la mujer, la pareja, los hijos y
las hijas de un hogar tomaran protagonismo en la
comunidad para aprender, experimentar y adoptar tecnologías en la finca, así como para implementar buenas prácticas en el hogar, las cuales, a
su vez, compartieran con otras familias cercanas
a su finca mediante procesos de enseñanza. Estas
últimas son las familias irradiadas (FI) y las primeras son las familias demostradoras (FD). Los
requisitos, perfil y compromisos para ser familia
demostradora fueron elaborados y validados con
la población usuaria, lo que legitimaba su papel.
La metodología está diseñada para que en cada
una de las 12 microcuencas se conforme un promedio de 12 FD. Cada FD atiende un promedio de
12 FI.
En cada momento del proceso de intervención se
ha progresado de contar con grupos mixtos a contar con grupos de parejas. Desde la promoción del
proyecto hasta la sistematización se ha insistido
en la presencia y opinión tanto femenina como
juvenil.
Los pasos determinantes han sido la selección y
conformación de familias demostradoras, la formulación de su propio plan de finca y hogar, la
planificación por cada microcuenca, la estructuración en comités gestores y el rescate de lecciones aprendidas en la sistematización.
En el desarrollo de su papel, las FD convocan, visitan y orientan a las FI a su cargo, apoyan la canalización de incentivos y brindan seguimiento a
los trabajos realizados.
El proceso de desarrollo se ha concretado al
contar con un mecanismo de incentivos que ha
permitido la coinversión proyecto FD-FI para
implementar los planes de finca-hogar.
Hay que destacar que ha sido de importancia
estratégica que las mujeres opinen, propongan
y decidan en los procesos de planificación y en
tatus asignado a las mujeres en relación con
el de los hombres. Apoyo a negocios rurales.
Establecimiento del comité de gestores con
participación de mujeres y hombres. Comunicación responsable y respetuosa.
la conformación de los comités gestores. En las
instancias de gestión en las microcuencas debe
avanzarse hacia el fortalecimiento de los liderazgos todavía minoritarios de las mujeres.
La proactividad del equipo técnico del Centa y la
experiencia del equipo asesor de la FAO han jugado un rol relevante en la metodología.
� Cambios/avances logrados
La capacitación ha sido esencial. Se elaboró un
plan de capacitación para las FD en seis módulos
con las temáticas de edificación personal, género,
autoestima, prevención de la violencia intrafamiliar, seguridad alimentaria, gestión de agua, manejo de recursos y calidad de vida.
Mediante la metodología de las familias demostradoras se ha pasado de la figura de atención del
hombre productor a la del protagonismo de la
pareja y del grupo familiar. Involucrar a la mujer
facilita que otras mujeres se identifiquen con ella,
lo que abre espacios de confianza, brinda mayor
fluidez comunicacional y provoca acercamiento
de las mujeres irradiadas con los nuevos conocimientos.
� Tres estrategias principales
Mejorando la equidad de género: Integración
Los cambios han sido favorables en la comunicación familiar, en las relaciones de pareja, en la distribución del trabajo hogareño, en el aprendizaje,
en la pérdida de la vergüenza, en la revaloración
de la labor (FD) y en los ingresos familiares.
de mujeres en todas las etapas del proceso del
proyecto. Participación de hombres y mujeres en la sensibilización en contenidos de
género, calidad de vida, manejo sostenible de
los recursos naturales y seguridad alimentaria y nutricional.
La percepción y práctica del control desde el
hombre se está superando. En cuanto ellos se van
sensibilizando como efecto de los talleres con familias demostradoras (FD), se avanza en la idea y
práctica de la corresponsabilidad de cada miembro del grupo familiar para organizar y efectuar
las tareas domésticas.
Mejorando la condición de hombres y mu-
jeres: Mejora del ambiente hogareño. Alivio
de la carga doméstica. Procesos de sensibilización para la redistribución del trabajo productivo.
Mejorando la posición de mujeres y jóvenes:
Se ha logrado llegar a mayor cantidad de población masculina y femenina, punto de gran interés
por parte de las autoridades del Centa y el MAG,
pues sugiere otra posibilidad de irradiación para
la transferencia de tecnología.
Reubicación/reconocimiento social del es-
� Lección destacada
©IFAD/Pablo Coral Vega
Se trata de compartir la metodología de familias
demostradoras en el proyecto Ahuachapán, iniciado en el departamento salvadoreño del mismo
nombre y ejecutado por el Centro Nacional de
Tecnología Agropecuaria y Forestal (Centa)/Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) con la
asesoría técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
(FAO) y el financiamiento de la Agencia Española
de Cooperación para el Desarrollo (Aecid).
SAN SALVADOR
Han sido varias las lecciones aprendidas, pero
queremos destacar una: para aplicar la perspectiva de género es necesario estrechar los espacios
productivo y doméstico desde el manejo técnico
realizado por los equipos técnicos.
19
Ya tenemos tierra, ¿y ahora qué?
Empoderamiento y género
en la búsqueda de respuestas
por parte de las comunidades mapuches
La población mapuche está
constituida por 602.000 indígenas, equivalentes al
87% de la población originaria de Chile. Es un sector
en el que la pobreza y la indigencia son mayores
comparadas con las de los no indígenas.
Este caso se refiere a la región de La Araucanía, al sur
de Chile, y abarca las comunas de Lautaro, Victoria,
Lumaco, Los Sauces y Traiguén.
CHILE
Región de la Araucanía
Comunas de Lautaro, Victoria,
Lumaco, Los Sauces y Traiguén
Adaptación del texto de Marisol Reumay, Juan Anjari, Vera Boerger y Margarita Flores / FAO
SANTIAGO
Este caso hace referencia a los aprendizajes sobre el manejo de las relaciones de poder, desde
un enfoque de género y de empoderamiento rural con pertinencia cultural en dos experiencias
de comunidades mapuches reasentadas en predios restituidos por el Estado: el “Apoyo al Plan
de Desarrollo Predial” y el “Diagnóstico y levantamiento de planes estratégicos en comunidades
del Fondo de Tierras y Aguas”.
Estas experiencias nacen mediante acuerdo entre
la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena
(Conadi) y FAO (2004) para desarrollar y validar
una metodología multidisciplinaria de trabajo, a
través de la cual las comunidades indígenas que
han recibido tierras del Fondo de Tierra (Conadi)
puedan potenciar sus recursos económicos y desarrollar sus organizaciones. Buscan, asimismo,
propiciar mecanismos de resolución de conflictos internos y articular territorialmente a las comunidades entre sí y con otros actores locales.
La mayoría de estas comunidades proviene de
complejos conflictos de tierras resueltos a través
de la adquisición de terrenos que han incluido
demandas desde la Confederación Nacional Mapuche (1966), intentos de usurpación del gobierno militar (1979) y la activación de la ley indígena
que crea a Conadi y al Fondo de Tierras (1993).
� Caracterización general
de las relaciones de poder
20
En la cultura mapuche, el fundamento organizacional es la comunidad, basada en familias con
un origen ancestral común. Primeramente, como
organización familiar (familia extensa), se constituye el lof (comunidad). Luego, en un espacio
mayor, el rewe (conjunto de varios lof ) y, en un tercer nivel, el ayllarewe (conjunto de nueve rewe).
Finalmente, está el fütalmapu (gran territorio).
La estructura de parentesco es el principio organizacional en lo sociopolítico territorial, esto es,
grupos de familias patrilineales conformadas por
la descendencia de un antepasado común, emparentados consanguíneamente por línea paterna.
Las relaciones de poder se dan intracomunitariamente entre familias y están fundamentadas en
las definiciones básicas del uso y la distribución
del suelo. Intercomunitariamente se dan dentro
de un mismo territorio, principalmente por el
desarrollo de liderazgos y la conducción del proceso de definición de necesidades, y en el empoderamiento territorial y político.
Estudios revelan que ser mujer mapuche, habitante de las zonas rurales de La Araucanía, aparece como la situación de mayor superposición
de inequidades, sumada a la discriminación etnocultural y a la pobreza, lo que configura una situación grave de desigualdad y marginación.
Modelos de asistencia y gestión con enfoque
territorial.
Incorporación de la visión indígena en los
procesos: el az-mapu y las dimensiones tierra-hombre-naturaleza.
Enfoque de género.
� Cambios/avances logrados
Considerando la pertinencia cultural, fueron
fortalecidas la igualdad y el liderazgo intracomunitario independiente del género.
Hubo reconocimiento, desde la cultura, a la
participación de personajes trascendentales
ancestrales en la cultura de los mapuches: el
lonko, jefe administrador, vela por el orden y
el bienestar, y la machi, autoridad religiosa,
es consejera y protectora.
El municipio es el ente ejecutor local de la inversión gubernamental y existe una relación de poder entre las instituciones, cada una en su ámbito,
y con una escasa o nula articulación entre ellas.
Hubo reconocimiento de la identificación
Se espera que las comunidades asuman el proceso de desarrollo como protagonistas y que esto
fortalezca sus organizaciones y su capacidad de
autogestión. Hay situaciones especiales: el proyecto “Apoyo al Plan de Desarrollo Predial”, en
Lautaro y Victoria, se implementa en comunidades mapuches de origen diverso, inicialmente
no articuladas entre sí por una instancia organizativa territorial. En cambio, el proyecto “Diagnóstico y levantamiento de planes estratégicos
en comunidades del Fondo de Tierras” se ejecuta
con comunidades homogéneas que se reconocen
en la identidad nagche y que cuentan con una
instancia organizativa que las aglutina: la Asociación Ñankuchew.
Las personas objeto de la acción se van forta-
clara de roles en lo laboral asociados a lo
masculino y lo femenino y considerados de
igual importancia en esta cultura.
leciendo como gestores de su autodesarrollo.
Las organizaciones, a través de sus lideraz-
gos, asumen un mayor control sobre las decisiones políticas de apoyo al desarrollo de las
bases: como en las organizaciones territoriales de Pehuenco y del territorio Nagche.
Hay más capacidad de la institucionalidad
local de asumir como propio el desafío de
contribuir a la política de desarrollo indígena, haciéndose parte de la gestión de las propuestas de las comunidades en los proyectos.
Los planes de gestión comunitaria o territo-
rial (PGCT) se constituyeron en herramientas y oportunidades para los organismos
públicos en sus planes de inversión.
� Principales criterios
de intervención
� Lecciones aprendidas
Participación construyendo capacidades de
El proceso de reasentamiento de las comu-
autogestión.
nidades mapuche debe revisarse desde una
perspectiva territorial, participativa y con pertinencia cultural.
Considerar la pertinencia cultural
Araucanía
facilitó la participación en el diseño
de los planes de desarrollo integrales y en la aplicación de la metodología con equidad de género.
Asumir los equipos técnicos de
apoyo como facilitadores interculturales reconocidos por las partes en
diálogo y traducir las demandas y posibilidades de inversión y sus implicancias, requisitos y factibilidades posibilita
un acercamiento comunidades - instituciones. Ellos ayudan “a ordenar las ideas” sobre
una base de confianza.
Los actores de la institucionalidad públi-
ca convergen en estos procesos: el municipio como cara del Estado más cercana a las
organizaciones de base, en tanto gobierno
local, actor político comprometido con el
desarrollo, que generalmente puede definir
prioridades y urgencias de inversión y cuenta
con equipos profesionales y otros recursos;
los organismos públicos cumplen dos roles:
inversionistas en la implementación de los
PGCT y dadores de respuesta a las demandas
de la ciudadanía; y el gobierno regional, trazador de los lineamientos de desarrollo territorial, resguardador de los derechos de las
comunidades y readecuador de las políticas
públicas.
Es necesario involucrar a todos los actores
desde el principio y en toda la experiencia de
desarrollo local-regional en un proceso de
reasentamiento que no finaliza con la compra
del predio. Hay que adecuar los instrumentos
y programas gubernamentales en materia de
asuntos indígenas. El sector privado es visto
con perspectiva de integración productiva
como agente de inversión.
21
Por el desarrollo integral en Chiax Balamté
Chiax Balamté
se encuentra a 320 kilómetros de la capital, a 115
kilómetros de la cabecera departamental de Alta
Verapaz y a 17 kilómetros de la cabecera municipal
de Santa María de Cahabón, en Guatemala. Está
conformada por 250 familias indígenas que hablan
el idioma maya q’eqchi’ y son católicas. Solo tienen
escuela primaria. Los jóvenes egresados del nivel
primario emigran a otros lugares para seguir sus
estudios.
De cardamomeros
individuales a asociados
Adaptación del texto de
Carlos Yat, Mariela Candelaria Molina Macz y Drindis Maricelda Tox Ac / Prodever
Se podría pensar que si en maya Chiax Balamté
significa “lugar donde abunda el ax y el balamté”,
sus pobladores serían productores de baalam, que
es un árbol familiar del cacao, o harían algo con el
ax, que es otra planta, pero no. Esta es la historia
de unos productores que en un momento dado
fueron cardamomeros individuales y llegaron a
formar una Asociación de Desarrollo Integral.
� Historia de la Asociación
Eran los años 1979 y 1980. La comunidad había
sido afectada por la guerra interna que sufrió el
país durante más de 36 años y en la que perdieron
cultivos y animales domésticos. Ellos, que habían
vivido en su parcela, tuvieron que lotificar un espacio para habitar y fuera de éste tener sus áreas de
producción. Se vieron obligados a reorganizarse.
Durante el conflicto armado apareció un cultivo
desconocido en la región: el cardamomo. Unos
años después, la mayoría de la gente había empezado a sembrarlo y cosecharlo. Entre 1990 y 1998
ya se estaba convirtiendo en cultivo principal de
la comunidad, pero los intermediarios eran los
beneficiados, pagando poco y ganando mucho.
Entre 1999 y 2001 ya era el cultivo principal y
como no se solucionaba “la comercialización”,
se aliaron con una organización de la cabecera
municipal y formaron su comité pero aún no
superaban el problema. Entonces se formó un
nuevo grupo que exploró el apoyo de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.
Y se encontraron con el Programa de Desarrollo Rural de las Verapaces (Prodever) en 2001.
Comunitario de Desarrollo no concordaba con el
nivel organizacional adquirido, así que se convirtieron asociación. Prodever apoyó lo concerniente a organización y legalización de la asociación,
capacitando para que fuera autosostenible.
Entonces emergió la organización reconocida
legalmente como Asociación de Desarrollo Integral Chiax Balamte (Adichba) y empezó a tomar
fuerza. A raíz de todo este proceso de consolidación consiguieron mercado para su producto,
siembran, cosechan, secan y comercializan el
cardamomo, generando ganancias. Ha mejorado
la economía familiar de sus integrantes. Un buen
número de miembros que abandonaron la organización se reintegraron, llegando la actual membresía a 36 hombres y 36 mujeres.
Al año siguiente, 59 hombres y 59 mujeres formaron el Comité Comunitario de Desarrollo, lo
legalizaron, y Prodever realizó un breve diagnóstico. En 2003 iniciaron un primer proyecto, el de
“Educación Ambiental”, y luego el de “Apoyo al
Pequeño Cardamomero de la Zona Norte”. La
capacitación era un pilar de la intervención.
Pasaba el tiempo y los miembros empezaron a
desanimarse al ver el verdadero sentido del nuevo
plan de trabajo. Muchos se retiraron del grupo argumentando que eran más las capacitaciones que
la práctica, mientras que su intención era mejorar
el precio del producto principal. 18 hombres y 18
mujeres se mantenían vinculados en las acciones
que Prodever iba implementando con la esperanza de conseguir el mercado y mejorar el precio del
cardamomo.
� Logros
La organización fue obteniendo bienes e imagen.
La socia Dominga Tec manifiesta:
Desde que Prodever empezó a darnos asistencia,
la imagen de nuestra organización mejoró grandemente. Fuimos beneficiados con un beneficio
de cardamomo, con dos piletas. Equipo de trabajo
teníamos, pero, lo que no teníamos era capital de
trabajo. No teníamos una fuente de financiamiento por lo que decidimos que cada socio aportara
dos quintales de cardamomo en cereza para iniciar nuestra administración y al final del ciclo pagáramos ese producto entregado en consignación.
Así lo hicimos y así comenzamos.
Llegaron entonces los proyectos “Legalización
de organizaciones comunitarias” y “Diversificación agrícola”, que evidenciaron que ser Comité
22
©IFAD/ Gregory Benchwick
En 2006 equiparon un botiquín comunitario, que
era importante pues el acceso a la comunidad era
difícil, y pudieron prestar los primeros auxilios a
niños y a mujeres en situación de parto. Compraron un molino de Nixtamal para facilitar el trabajo a las mujeres y adquirieron una motosierra.
En el año 2008 compraron un camión de tres toneladas para transportar productos y comercializarlos en la cabecera departamental.
En 2009 decidieron prestar otro tipo de servicio
del que todos se han favorecido: pequeños présta-
GUATEMALA
Alta Verapaz
Santa María de Cahabón
Chiax Balamté
Alta Verapaz
Ciudad de Guatemala
mos internos desde 200 hasta 15 mil quetzales sin
mucho requisito.
Manuel Mucú afirma: “Todos los socios estamos muy contentos, vemos los resultados y los
beneficios de estar organizados y trabajando en
equipo”. Los comunitarios se dan cuenta de que
esta asociación se ha superado. Otros vecinos
quieren asociarse.
� Evolución
de las relaciones de poder
En la comunidad ha sido el hombre quien trabaja fuera del hogar, quien tiene derecho a la ración
de comida más grande y completa, quien decide
cuáles acciones deben llevarse a cabo en el hogar y en la comunidad. Cuando Prodever inició
sus acciones, dio mayor énfasis a actividades que
conducen a mejorar la calidad de vida de la mujer rural y a disminuir la pobreza. Una de estas
estrategias es la creación de núcleos de desarrollo endógeno (NDE).
Los hombres productores de cardamomo dentro
de los NDE fueron tomando en cuenta a las mujeres a la hora de priorizar, solicitar y recibir los
beneficios que venían de diferentes entidades, y
de realizar en conjunto tareas de la producción y
dentro del hogar, así como en la organización de
festividades comunitarias.
A través de talleres de sensibilización, la mujer
pasa a ser valorada en el comité y su opinión es
tomada en cuenta, haciéndole ver que su participación es fundamental. Ahora, la mujer juega un
papel importante en la asociación, participa en
las capacitaciones y en la asistencia técnica.
El presidente de Adichba, Ricardo Chún, plantea
otro descubrimiento:
Lo que aprendemos en los talleres y/o capacitaciones, a veces que a los hombres se les olvida,
pero, a la mujer no es tan fácil que se le olvide.
Entonces, entendemos que la mujer es complementariedad, porque eso nos lleva a la búsqueda
de la igualdad.
23
La asociación Sumak Kawsay
EMPODERAMIENTO
Y PARTICIPACIÓN DE GÉNERO
desde la construcción social local
La Asociación está compuesta
por 200 miembros (24 familias) pertenecientes al
pueblo kichwa. Sus cerca de 62 mil habitantes ocupan
una extensión de 29.800 km2 de la región amazónica.
Viven de los recursos que la selva les provee: la caza
y la pesca, que se complementan con la chacra.
Los sistemas de producción de la región son de tipo
familiar y no rebasan los límites de la economía de
subsistencia.
ECUADOR
Pastaza
Parroquia Teniente Hugo Ortiz
Comunidad San Pablo
de Alishungo
QUITO
Pastaza
Adaptación del texto de Ana Lucía García Sánchez / Proyecto de Desarrollo del Corredor Central
� Contexto
� Empoderamiento
y participación de género
Desde hace seis años, cuando se inició con ocho
familias, la Asociación ha emprendido algunas
iniciativas de desarrollo y, recientemente, ya con
24 familias (la esposa, el esposo y los hijos que van
creciendo son socios y todos tienen los mismos
derechos y obligaciones) se vinculó al Proyecto
de Desarrollo del Corredor Central (PDCC). Con
el apoyo de instituciones y gobiernos locales adquirió y trabaja colectivamente un terreno de dos
hectáreas.
En la Asociación, la mujer es respetada, tiene
igualdad de derechos y oportunidades, y ocupa cargos de responsabilidad, lo que fortalece la
autoestima, la autoconfianza y ha mejorado sus
niveles de participación y empoderamiento. Aunque esta actitud no es generalizada, el proceso se
ha iniciado y se ven cambios en el liderazgo y en la
construcción de una visión política, de un rumbo
para la organización y un destino para las familias, ya que se empiezan a generar oportunidades
de trabajo. En 2007, la Asociación inició su proceso de legalización y logró cumplir con todos los
requisitos que las organizaciones públicas exigen
para la entrega de recursos y apoyo.
Una de las iniciativas productivas más importantes es la creación del Paradero de Comida Típica
Uchu Manka. Con aportes del PDCC, de la Asociación y del municipio, 18 familias se capacitaron
en gastronomía y atención al cliente, construyeron una cabaña típica, y pusieron en marcha el
negocio rural y el plan de promoción y ventas que
involucra otros productos de la zona.
Sumak Kawsay se ha convertido en un referente
respecto de cómo, desde el espacio local y desde
la construcción de capacidades de liderazgo de
hombres y mujeres, se pueden emprender iniciativas en los ámbitos del desarrollo rural.
Participación de género y generacional
En este contexto, las mujeres han desarrollado un
liderazgo con identidad y han construido relaciones de equidad tanto en su acceso a los recursos
como en la toma de decisiones. En la acción comunitaria, hombres y mujeres realizan trabajos
diferenciados y complementarios. La Asociación
también propicia la participación de jóvenes y niños, y promueve acciones que ayudan a mantener
vivas la cultura y las costumbres.
Producción
En las mingas, los hombres realizan el trabajo que
requiere mayor esfuerzo físico, mientras que las
mujeres limpian el suelo y siembran papa china y
hortalizas, experiencia que replicada en la familia
garantizaría la seguridad alimentaria. El enfoque
de la producción es agroecológico.
De manera rotativa, un día a la semana, los miembros de la organización ayudan a las socias y socios en actividades tales como preparación del
suelo, siembra, labores culturales de la chacra,
construcción, etc.
24
©IFAD/Giuseppe Bizzarri
El banco comunitario
Este sistema de ahorro y microcrédito ayuda a las
familias a disponer de recursos para la agricultura o para pequeños negocios. El manejo de las
microfinanzas ha permitido cimentar los valores
de honradez, respeto, puntualidad, solidaridad y
confianza.
Gestión institucional
Para facilitar el desarrollo y la obtención de recursos para proyectos productivos, de manejo ambiental, capacitación, microfinanzas rurales, etc.,
la Asociación, a través de comisiones, ha aprendido a relacionarse y a negociar con instituciones y
gobiernos locales.
Ámbito cultural
La Asociación no trabaja específicamente sobre
temas culturales, pero los jóvenes han conformado grupos de danza y otras expresiones. Algunas
familias usan tecnologías ancestrales y materiales de la selva para la elaboración de utensilios.
Probablemente es en la alimentación en donde se
conserva mejor la tradición.
� LECCIONES APRENDIDAS
Están relacionadas con la conciencia colectiva
de los valores culturales, la consolidación de la
organización, el manejo sostenible de los recursos, la producción amigable con el ambiente, el
impulso y desarrollo de iniciativas productivas
comunitarias y familiares, la estrategia financiera
autogestionaria, la cooperación y ayuda mutua, la
vinculación de la juventud al ámbito productivo y
organizativo.
El proceso de empoderamiento se evidencia en la
integración de actores internos y externos para
consolidar una propuesta de desarrollo local, liderada por los miembros de la Asociación.
Aunque en el espacio comunitario las relaciones
de poder, las oportunidades de acceso a los recursos productivos, de capacitación y de otro orden
ocurren en condiciones más equitativas, no pasa
lo mismo en el espacio familiar, ya que las mujeres continúan trabajando más horas al día.
Los cambios requieren procesos
El PDCC cofinancia pequeñas iniciativas (no más
de US$2.500), de manera que la Asociación tuvo
que realizar un aporte significativo en dinero, en
mano de obra y en especie. Así, los avances más
importantes radican en una visión política del desarrollo y en la construcción de procesos distintos
en lo social, económico, político y ambiental.
El desarrollo sostenible no sólo requiere
la generación de ingresos o recursos
productivos
El acceso a recursos que fortalezcan los ámbitos
productivos es fundamental, pero no garantiza la
construcción de relaciones más equitativas y de
empoderamiento del desarrollo rural. La aplicación de metodologías y análisis transversales en
la gestión ambiental, las relaciones de género, la
interculturalidad, y la práctica política y social
son las que permiten la construcción de capacidades para orientar cambios en las estructuras de
poder y en la distribución de recursos.
Aprendizajes
La participación y el cofinanciamiento del PDCC
han sido mínimos y han demandado un gran esfuerzo por parte de la Asociación, pero su capacidad de gestión, su motivación y la suma de
presupuestos permitió crear y echar a andar el
proyecto. Para concluir con la instalación y equipamiento del local, la Asociación está formulando un nuevo proyecto. Al respecto es necesario
que el PDCC y otras iniciativas financieras se flexibilicen y tengan un enfoque más integral; que
los proyectos se vinculen con la institucionalidad
local y sean diseñados con la participación de los
actores involucrados, a fin de elevar la conciencia
social y la apropiación del proyecto en sus diferentes ejes.
Los procesos de desarrollo y de cambio son lentos, de allí que sólo una intervención anclada en
las organizaciones y en la institucionalidad local,
y una efectiva participación en el proceso de toma
de decisiones permitirá un proceso de desarrollo
sostenible, equitativo e incluyente.
25
FICHA TÉCNICA
MARACAY
UN CONSEJO COMUNAL:
MARACAY
Adaptación del texto original de Angelica María Marval /
Proyecto de Desarrollo Rural Sostenible para las Zonas Semiáridas de los Estados Falcón y Lara, Fase II
� Origen
Hace tres años se creó esta asociación cooperativa
cuyo servicio principal para la comunidad es administrar, previa autorización de la asamblea de
ciudadanos y ciudadanas, los recursos financieros y no financieros para el desarrollo de Maracay
que provienen de entes públicos o privados.
� Misión
Ejercer directamente la gestión de las políticas
públicas y los proyectos orientados a responder
por las necesidades y aspiraciones de las comunidades en la construcción de una sociedad con
equidad y justicia social. Lo hace propiciando la
participación de los ciudadanos y ciudadanas del
caserío.
� Visión
Lograr el desarrollo de Maracay a través de la formulación y ejecución de proyectos y actividades
destinadas a propiciar el progreso del caserío y
la mejora de la calidad de vida de sus habitantes,
promoviendo la participación, la organización y
la educación entre sus pobladores(as).
� Pilares espirituales
La corresponsabilidad, la cooperación, la solidaridad, la transparencia, la honestidad, la eficiencia,
la responsabilidad social, el control social, la equidad, la justicia y la igualdad. Estos valores, empezando por la junta directiva, siempre han de estar
presentes para realizar una gestión digna y eficaz.
� Estructura
26
El Consejo Comunal está formado por una junta directiva compuesta por cuatro mujeres y un
hombre que manifiestan tener un alto grado organización; un órgano ejecutivo integrado por seis
mujeres y dos hombres; un comité de contraloría
conformado por cuatro mujeres y un hombre; y
un comité de administración integrado por tres
hombres y dos mujeres. La otra instancia es la
Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas de la Comunidad de Maracay (La 060111 R), que autoriza
las acciones de las anteriores.
� Instrumento de acción
para el desarrollo
Las palabras de Deyanira Freitez, presidenta del
Consejo Comunal de Maracay, describen este
instrumento y su sentido:
Contamos con un plan estratégico del caserío que
levantamos con Prosalafa II y esto nos ha permitido a todos en la comunidad saber y conocer lo
que necesitamos y cómo lo podemos lograr… Tenemos una visión de futuro encaminada.
� Toma de decisiones
Ella misma aclara cómo deciden:
Es importante decidir con la mayoría, planteamos
las situaciones y los planes en un gran consenso, y
se eligen las decisiones de los proyectos, planes y
eventos con la decisión de la mayoría de las personas que asisten a las asambleas comunitarias.
Una población de 262 personas, 61 familias con 36
viviendas, habita el caserío, que no cuenta con servicios
de transporte, ni de salud, ni de aseo urbano, ni de aguas
servidas. Los patios adyacentes a las viviendas son usados
para botar la basura y para la disposición de excretas.
Las actividades productivas están representadas por la
agricultura: tomates, cilantro, pimentón, ají dulce, cebollas
y auyama. También trabajan en la cría de ganado caprino y
ovino, la extracción de lajas y la producción de tejas.
adquisición de productos de línea blanca (neveras, lavadoras y cocina); construcción de bloquera
(120 millones); construcción de vías de penetración al caserío, con muros de contención y ocho
cunetas; construcción del mercado de alimentos
básicos y convenio de reabastecimiento semanal; construcción de vialidades al preescolar, al
dispensario, al mercal y a la comunidad. Actualmente gestionan con instituciones públicas y privadas, más y nuevos proyectos, capacitaciones y
actividades.
� Estrategias de intervención
desde Prosalafa
Prosalafa II es el Proyecto de Desarrollo Rural
Sostenible para las Zonas Semiáridas de los Estados Falcón y Lara, Fase II. Enfoca sus esfuerzos en
desarrollar capacidades para la toma de decisiones de las organizaciones sociales comunitarias e
impulsa su vinculación con los gobiernos locales
para lo que se valen de instancias como el Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode). Cuenta
con una estrategia de género. En su intervención
en Maracay se destacan los siguientes aspectos:
Fortalecimiento de capacidades en cada uno
de los socios y las socias de la organización.
Orientación en la ejecución de sus proyectos
� Eficacia
Se considera una organización exitosa porque a
sus tres años de conformada ha logrado ejecutar
y consolidar proyectos muy importantes dentro
de la comunidad, que han sido de impacto social y
productivo para todos y todas sus habitantes, y se
han cumplido en los tiempos establecidos.
Sus logros incluyen: tanque de agua de 6.000 litros (30 millones de bolívares); construcción del
Ambulatorio de Maracay; crédito del Fondo de
Desarrollo Microfinanciero (Fondemi) otorgado
al Consejo Comunal para pequeñas mancomunaciones de cinco y seis personas (150 millones);
comunitarios a través de diagnósticos rurales
participativos (DRP) y planes estratégicos
con enfoque de género.
Creación de guarderías móviles para garanti-
zar la participación de las mujeres.
Énfasis en programas de capacitación y forta-
lecimiento para las organizaciones comunales locales (temas de autoestima, desarrollo
personal y sobre la ventaja de desarrollar
proyectos de vida propios) con el fin de crear
y consolidar las capacidades y habilidades de
la población masculina y femenina y de sus
líderes para lograr una planificación sostenible del desarrollo rural.
CARACAS
Lara
VENEZUELA
Estado Lara, Microcuenca Baragua
Municipio Jiménez
Parroquia Tintorero
Entrega de créditos de fondos no reembol-
sables: un fondo de responsabilidad compartida para otorgar apoyo financiero a
iniciativas de desarrollo social, asistencia
técnica, capacitación y asesorías en producción y servicios agrícolas y no agrícolas para
proyectos productivos específicos, identificados a partir de los DRP con enfoques de
género.
Incorporación de las mujeres en las activida-
des de asistencia técnica, comercialización
e inversión productiva y su participación en
las organizaciones económicas de productores y en sus dirigencias.
Sensibilización en género: charlas y videos
sobre la carga de trabajo doméstico de las mujeres, buscando una mayor colaboración masculina en las responsabilidades del hogar.
Realización de intercambios de experiencias
y giras con las organizaciones de las diferentes microcuencas para reconocer el trabajo
de ellos mismos (se invita a parejas).
� Cambios hacia
la equidad de género
y el empoderamiento rural
El nivel de acciones ha permitido evidenciar la
capacidad de gestión social que tiene la organización, especialmente las mujeres que conforman
el Consejo Comunal de Maracay, quienes representan mayoritariamente una junta directiva que
en menos de tres años ha logrado gestionar y consolidar diferentes proyectos para su comunidad.
Podríamos destacar que las relaciones de poder
en esta organización se dibujan muy interactivas
y las decisiones se toman buscando un acuerdo
ventajoso y necesario entre las partes, donde todas y todos, en asamblea comunitaria, manejan
las negociaciones de lo que deben decir.
27
EN GUANAJULQUE
La Caja de Ahorro y Crédito
UNA CAJA COMUNITARIA
DE AHORRO
que se convirtió en modelo
de la comunidad de Guanajulque fue fundada
con 120 personas, más del 50% hombres.
La comunidad cuenta con 726 habitantes de origen
lenca, dedicados al cultivo de granos básicos,
levante de ganado mayor y menor, y en menor
escala al manejo tradicional de la caña de azúcar
para la producción de dulce de panela y venta en
comunidades vecinas y en las cabeceras municipal
y departamental.
Lempira
Adaptación del texto de Carlos Vásquez / Consultora Hondureña para el Desarrollo Integral Sostenible
HONDURAS
Departamento de Lempira
Municipio de San Marcos Caiquin
Comunidad de Guanajulque
En solo dos años, la Caja Rural de Ahorro y
Crédito (CRAC) Guanajulque se volvió modelo económico y organizativo, por lo que hay que
resaltar cómo ha sido su funcionamiento. Intervinieron en su desarrollo, además de la comunidad, el Programa Nacional de Desarrollo Local
(Pronadel), adscrito a la Secretaría de Agricultura de Honduras y su mecanismo financiero, el
Fondo de Desarrollo Rural (FDR) y la Consultora Hondureña para el Desarrollo Integral Sostenible (Cohdisa).
organizaron a la mayoría de la población en una
Cooperativa de Ahorro y Crédito, conocida como
Guanajulque, con 120 asociados. La organización fue capacitada como Caja Rural de Ahorro
y Crédito (CRAC), aunque en ese momento no
contaba con ningún apoyo económico y para su
ingreso no exigían ninguna cuota de inscripción.
Al principio, sus normas eran de palabra, a partir
del deseo de estar organizados. No contaban con
instrumentos normativos ni reglamentarios escritos. Sin reconocimiento legal, no había apoyo
de las autoridades municipales.
� Cambios y avances
logrados
La Caja se ha vinculado en aspectos de género.
Ahora, coordina la mayor parte de la oficina de la
mujer del municipio de San Marcos Caiquin.
Actualmente, todos los socios y las socias de la
Caja Rural manifiestan que tienen asegurado su
financiamiento de una manera oportuna para
ser invertido en sus cultivos y ya no tienen que ir
a otros prestamistas.
Como resultado del proceso de consolidación
de la Caja, se ha incrementado la autoestima y el
sentido de pertenencia en sus asociados.
� Situación de entrada
El año 2007 fue clave: la Cooperativa tomó la
iniciativa de representación de la comunidad
ante Programa Nacional de Desarrollo Local y en
mayo se transformó en caja de ahorro y crédito,
recibiendo un apoyo financiero a través del FDR
por un monto total Lps. 611.220 para impulsar
proyectos productivos.
Dado el incremento de los recursos financieros,
la CRAC Guanajulque proyecta la venta de servicios mediante una tienda de insumos.
La población rural pobre del departamento de
Lempira, y específicamente la de Guanajulque,
tenía dificultades para acceder al financiamiento de proyectos productivos. Había fondos en la
banca privada, pero esta no confiaba en los campesinos por falta de la garantía sólida que les
exigían, y el banco más cercano estaba a 43 km.
La alternativa era comprometerse a pagar altos
intereses a los prestamistas lugareños.
Al principio, las mujeres estaban limitadas. Los
maridos no las dejaban participar en capacitaciones, sobre todo si tenían que dormir en otra
comunidad, ni les permitían ocupar cargos de
importancia en las instancias de decisión. En el
camino, las cosas fueron cambiando.
� Desarrollo de la Caja
La historia muestra una estrategia de género que
inició con la invitación de Cohdisa a toda la población adulta de la comunidad para participar de
la organización. Se dio la participación de las mujeres y jóvenes, a quienes se les brindó un tratamiento de acuerdo con sus propias necesidades.
©Marta Rojas
En el año de 2006, dada la necesidad de contar
con una organización que les permitiera gestionar ante las instituciones públicas y privadas de
la zona, los técnicos contratados por Pronadel
28
TEGUCIGALPA
Como parte de una estrategia de empoderamiento, las mujeres iban siendo preparadas para
asumir cargos importantes en las instancias de
decisión. La asistencia técnica y capacitación de
Cohdisa en aspectos organizativos, administrativo-financieros y productivos fue dando como
resultado la reestructuración de las juntas directivas con mayor participación de las mujeres;
empezaban a ser manejados adecuadamente registros y controles, tanto organizativos como administrativos.
La población de Guanajulque tiene sus reservas
de granos básicos y se ha convertido en el granero del municipio de San Marcos Caiquin.
Si bien al principio a las mujeres (especialmente
a las solas) se les ponían obstáculos para otorgarles créditos, actualmente, dada su responsabilidad, gozan de los mismos privilegios que los
hombres. Hoy todos los socios y las socias cuentan con las mismas posibilidades de acceder a los
beneficios de la organización.
A pesar de que trabajaron en el levantamiento
del diagnóstico y en la elaboración del plan de
desarrollo comunitario, y sin considerar que
ellas tienen un mayor grado de escolaridad con
respecto a los hombres, a las mujeres no se les
daba mayor participación. Ahora, el poder de las
mujeres ha crecido dentro de la organización.
Las estadísticas muestran que ha ido aumentando la proporción de mujeres asociadas, y ellas
ocupan los principales cargos: junta directiva,
comité de crédito y junta de vigilancia. Las mujeres aseguran que ellas tienen la suficiente capacidad y las actitudes para ocupar los espacios
de toma de decisiones de manera efectiva. Ellos
lo reconocen: Según Mateo Benítez,
la Caja se ha fortalecido porque las mujeres son
más responsables que los hombres para cumplir
con sus obligaciones, sobre todo económicas, y
cuando ellas dirigen la organización, también
son más exigentes con los demás socios.
� Lecciones aprendidas
La buena capacidad de gestión de la CRAC de
Guanajulque ha sido importante elemento
para convertirse en un instrumento del desarrollo.
La capacitación, la asistencia técnica y el
acompañamiento son vitales para mejorar el
funcionamiento de la CRAC.
Las organizaciones que surgen de las propias
comunidades permiten y facilitan la participación de las mujeres en un tiempo relativamente corto.
Una estrategia de conformación de cajas ru-
rales de ahorro y crédito debe contemplar
como eje transversal el enfoque de género. Es
necesario capacitar a las mujeres en aspectos
de equidad de género para que desarrollen
sus habilidades organizativas, sociales, económicas y políticas.
Para el éxito y la sostenibilidad de las cajas
rurales y para recuperar el capital, es necesario que los rubros que se financien sean productivos.
La convicción y la importancia del desarrollo
comunitario ha permitido la buena operatividad de la CRAC Guanajulque.
El buen uso de los instrumentos administra-
tivos implementados ha permitido la transparencia en el manejo de los recursos económicos y el incremento del capital semilla.
La migración ha afectado la membresía:
la cooperativa inició con 120 socios, ahora
cuenta con 69.
29
LECCIONES APRENDIDAS
Adaptación del texto de Susana Albán Bedón / FAO DFC
dos periodos durante 1993-2003 en las provincias
andinas ecuatorianas de Imbabura, Pichincha, Bolívar,
Chimborazo, Azuay, Cañar y Loja. A cargo de la FAO y el
Ministerio del Ambiente del Ecuador, con financiamiento
de la Embajada Real de los Países Bajos, el proyecto
concentró a 47 organizaciones que interactuaban en siete
redes locales, donde intervinieron 467 comunidades de
base, que aglutinaron a 13.670 familias (DFC 2003) y a
aproximadamente a 68.350 personas.
Presentamos las lecciones aprendidas de un proyecto exitoso realizado en Sudamérica y centrado
en los recursos naturales.
participación. Estamos hablando de reuniones,
talleres, intercambio de experiencias, giras, festividades y eventos diversos.
UN PROYECTO
FORESTAL COMUNAL
con enfoque de género
En el Proyecto Desarrollo Forestal Comunal
(DFC) se aplicó el enfoque de género y el empoderamiento de mujeres y hombres durante los 10
años de ejecución. El análisis de género con énfasis en la conservación y el manejo de los recursos naturales, desde su concepción, privilegió un
enfoque basado en la gente y de manera particular en el desarrollo de capacidades, destrezas, habilidades y conocimiento de hombres y mujeres
campesinas.
En este caso, género diferencia la relación que
mujeres y hombres establecen con los recursos
naturales tangibles e intangibles; revela las implicaciones de las distintas formas de propiedad de
los territorios colectivos e individuales; visibiliza las prácticas culturales, económicas, políticas
y socioambientales de hombres y mujeres, sobre
la base del conocimiento, el uso, el acceso, el control, el reparto de beneficios y las oportunidades
que ofrecen los recursos naturales de los diferentes ecosistemas rurales.
� El enfoque de género
en el territorio
La incorporación del enfoque de género es un proceso a largo plazo y los resultados de su aplicación
también. En el equipo técnico se trata de conocer
el proyecto, iniciar y construir relaciones entre
colegas basadas en el respeto. Hay que explorar
las dinámicas en las comunidades andinas.
Para construir equidad de género hay que abrir
oportunidades a quienes están en condición de
desigualdad. Hay que saber quiénes tienen y en
dónde están las desigualdades de género para
realizar acciones positivas que les permitan alcanzar mejores niveles.
Campesinas y campesinos esperaban con alegría
la llegada de la técnica o del técnico para comentarle los resultados de sus experimentos, investigaciones y problemas de su hogar, y para pedirle
consejo. Pero algo más salía de eso. Al integrar
conocimiento, experiencia vivida y sensibilidad
se posibilitan cambios de actitud en las personas.
Los profesionales del DFC en su compartir diario
fueron impulsores y motivadores de muchos cambios en los comportamientos de las familias campesinas, a través del constante reconocimiento y
valoración de sus saberes y experiencias.
La adquisición de conocimientos produce confianza. La buena capacitación formal o informal
y otras formas de aprendizaje contribuyen al logro de mayor seguridad y confianza de hombres y
mujeres, pero hay otros beneficios: la formación
de las mujeres les ha dado la posibilidad de acceder a pequeños créditos para mejorar su predio
y de participar en otras actividades que complementan su economía.
Mingas, asambleas, reuniones, festividades, entre
otras actividades, son parte de la vida de las familias y posibilitan una mayor participación, por lo
que es importante seguirlos potenciando.
Épocas apropiadas, horarios, fechas tope, duraciones han de ser negociados con los campesinos
y sobre todo con las campesinas, si queremos su
El aprendizaje en un campo genera nuevas posibilidades en otros. Las actividades productivas de
las mujeres, al desarrollar capacidades, producen
mayor seguridad en ese campo y además les permiten aprender a enfrentar y resolver nuevas dificultades con responsabilidad y compromiso en
la gerencia, el liderazgo y en la toma de decisiones
de campos diversos. Eso es empoderamiento.
©IFAD/Horst Wagner
Los nuevos roles que realizan las mujeres campesinas les ha llevado a establecer nuevas formas
asociativas vinculadas a consolidar los nuevos liderazgos femeninos, que se han gestado a partir
de su involucramiento en actividades de conservación y transformación de recursos naturales,
como las microempresas rurales.
30
Imbabura
El Proyecto Desarrollo
Forestal Comunal fue ejecutado en
� Enfoque de género
en los actores de apoyo
La capacitación en género dentro del equipo técnico es procesual y no puntual. Los procesos de
QUITO
Pichincha
Bolívar
Chimborazo
ECUADOR
Imbabura, Pichincha, Bolívar,
Chimborazo, Azuay, Cañar
y Loja
Cañar
Azuay
Loja
capacitación y formación en los temas técnicos
son factores de éxito en el desarrollo de las actividades técnicas y metodológicas. No sucedió así
con el enfoque de género por lo puntual, por considerar que sus contenidos estaban implícitos y
porque la responsabilidad de su incorporación
descansaba en una sola persona y no en todo el
grupo. El acompañamiento ha de ser continuo
por parte de personas con experiencia y conocimientos y, sobre todo, con sensibilidad y constancia para lograr cambios de actitud.
La aplicación de metodologías participativas no
garantiza la incorporación de género. Lo que la
facilita es la voluntad política de querer promover
equidad por parte de directivos, personal de campo de los proyectos e instituciones, y los actores
y las actoras del proceso. Las metodologías participativas no aseguran la incorporación de género
cuando las formas de interpretación y aplicación
responden únicamente a intereses institucionales o particulares.
El enfoque de género como imposición crea conflictos y resistencias. Es importante considerar la
capacitación como un proceso continuo y las formas en las que se incorpora el enfoque de género
a los diferentes procesos institucionales, porque
estos constituyen la clave para apropiarse del
tema. Quienes vayan a asesorar han de conocer la
realidad local y establecer una estrategia que articule la teoría y la aplicación. El problema aparece
cuando se dice lo que hay que hacer, pero no se
orienta cómo hacerlo.
Ser mujeres no implica necesariamente ser especialistas en género. La especialización no viene
dada por la naturaleza de ser mujeres. Se requiere formación académica, sensibilidad, actitud de
cambio, conocimiento, experiencia para trabajar
con diversidad de hombres y de mujeres pertenecientes a distintas condiciones socioculturales y
étnicas, habilidad para trabajar con equipos multidisciplinarios y tener la experiencia para orientar en la aplicación del enfoque de género.
31
COMPONENTE DE EQUIDAD DE GÉNERO
EN EL PROGRAMA NACIONAL
DE MICROCUENCAS
Adaptación del texto de Rodolfo Martínez Luna / PROGRAMA NACIONAL DE MICROCUENCAS
� Avanzando una definición
La equidad de género (EG) es un enfoque metodológico y un acervo de bases conceptuales y
prácticas que permiten avanzar hacia una revaloración del papel histórico y social de los grupos
mencionados y su participación en condiciones
de equidad, con lo que se progresará en el trato
justo a estos grupos que demandan atención de la
sociedad. EG es también un componente del Programa Nacional de Microcuencas (PNM), que
busca apoyar en primera instancia a las mujeres,
a niños y niñas y a personas de la tercera edad de
las microcuencas, donde se avanza en el proceso
del desarrollo integral.
Existen razones fundamentales por las cuales se
plantea el desarrollo del enfoque de género en el
PNM:
Una es de índole metodológica, derivada del
enfoque de desarrollo integral que sustenta y
promueve el PNM y que requiere considerar
todas las variables y sectores relacionados
con la vida de una comunidad. Ello incluye a
mujeres, a niños y niñas y a la población de
la tercera edad. Más aún, se propone que en
este esfuerzo se contemplen también las relaciones con su familia.
Otra razón, operativa y de contexto, reconoce
el incremento de la participación de grupos
de mujeres en las acciones comunitarias generadas en el manejo de microcuencas, con el
desarrollo de los planes rectores de producción y conservación.
para conseguir la coordinación y acompañamiento de aquéllos respecto a género.
condiciones para que las mujeres y los grupos
vulnerables puedan insertarse en el proceso
de desarrollo con mayor equidad.
Talleres de sensibilización en equidad de gé-
nero impartidos por los institutos estatales de
las mujeres para el personal de las gerencias.
� Objetivos
Lograr condiciones de participación equitativas
entre hombres, mujeres, niños y personas de la
tercera edad en las microcuencas atendidas por
el Programa Nacional de Microcuencas.
Integración de un programa de cada geren-
Diseñar y apoyar proyectos y acciones, con base
en la EG, dirigidos a estos sectores de la población
de las microcuencas, orientados a la integración
de proyectos rentables y sostenibles.
nico operativo de las microcuencas (uno por
cada dos microcuencas).
cia, con cobertura estatal, para la atención de
la equidad de género.
Taller de sensibilización para el personal téc-
Talleres de capacitación para el personal téc-
nico operativo de las microcuencas, principalmente sobre diagnósticos participativos
con enfoque de género, identificación de necesidades de capacitación de los grupos de
mujeres y de otros grupos vulnerables en las
microcuencas y gestión de proyectos productivos con enfoque de género.
Desarrollar la equidad de género con un enfoque
integral e incluyente, buscando el trabajo coordinado de todos los habitantes de las microcuencas
(hombres, mujeres, niños, niñas, adolescentes, jóvenes y habitantes de la tercera edad).
Definición de microcuencas piloto a nivel es-
� el desarrollo
del enfoque de género
en las gerencias estatales
tatal para el desarrollo de la equidad de género, de acuerdo con las metas estatales.
Desarrollo de procesos de sensibilización en
El Programa Nacional de Microcuencas del Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco) opera a
través de sus gerencias estatales, en las que han
decidido desarrollar el siguiente procedimiento:
materia de equidad de género para la población de las microcuencas.
Complemento de los diagnósticos de las mi-
crocuencas piloto, incorporando los aspectos
de género para identificar la problemática y
las potencialidades de la situación actual de
las mujeres en esas microcuencas.
Gestión con los institutos estatales de las mu-
jeres, por parte de cada una de las gerencias,
Identificación de procesos y condiciones que
Adicionalmente, es importante recordar que
la equidad de género como componente del
PNM está enmarcada en la misión y objetivos del PNM y es atendida con la seriedad
que merece.
©Marta Rojas
32
CIUDAD DE MÉXICO
nal. Identificación de los grupos de mujeres
y grupos vulnerables que requieren apoyos y
capacitación.
Organización y apoyo a los grupos identifi-
cados bajo el concepto de equidad de género
que participan en proyectos en las microcuencas.
� Metas
Se definieron metas en torno a nueve aspectos
que se consideraron estratégicos para lograr el
objetivo de desarrollar de manera transversal la
equidad de género. Estos son:
Para 1996 se definieron 155 microcuencas
piloto a nivel nacional (15% del total de las
microcuencas que se manejaron en ese año
en el PNM).
Cada gerencia estatal del Firco suscribiría un
convenio o acuerdo con el instituto estatal de
las mujeres en cada estado.
Cada gerencia estatal debe elaborar un pro-
grama de trabajo.
Eventos de sensibilización para personal
del Firco y técnicos operativos de las microcuencas.
Eventos de capacitación al personal técnico
operativo (uno por estado), concertados con
los institutos estatales de las mujeres.
Sensibilización a nivel de microcuenca.
permitan incluir el enfoque de género en el
proceso de desarrollo de los planes rectores,
con el fin de reforzar el proceso de desarrollo
integral de las microcuencas.
Capacitación en microcuencas en los temas
Programación de acciones específicas ten-
género con el fin de iniciar la incorporación
de la equidad de género en la metodología
para la elaboración de los planes rectores de
producción y conservación (PRPC).
dientes a la atención de la problemática detectada, relacionada con la equidad de género.
Por otra parte, mantener una base participa-
tiva y en el marco de la coordinación interinstitucional, que caracterizan al PNM, facilita
el avance del proceso que permitirá crear las
México
En 2004 comenzó la atención
a la equidad de género (EG) en el Programa Nacional
de Microcuencas con la definición de un proyecto
para el desarrollo conceptual y transversal de la EG.
Actualmente se trabaja en coordinación con el Instituto
Nacional de las Mujeres, así como con los institutos
estatales de mujeres en 29 de los 32 estados de la
república. Se desarrollan procesos de capacitación al
personal técnico del Programa, se incorpora la EG a
la metodología de elaboración de los PRPC y se han
generado casi 400 proyectos con enfoque de género.
Gestión del desarrollo de estas acciones en
el marco de la coordinación interinstitucio-
que defina el correspondiente instituto estatal de las mujeres.
Diagnósticos participativos con enfoque de
Proyectos con equidad de género.
33
PROYECTO
El proyecto abarca seis municipios
INTENSIFICACIÓN
DE CULTIVOS ALIMENTARIOS
Adaptación del texto de Marie Flore Monval Bourgoin/
Fase II
situados en la mitad meridional del departamento del Centro,
que limita al Este con la República Dominicana. Habitan
allí 45.000 familias agrícolas, un 90% de las cuales tiene
fincas de menos de 4 hectáreas, el mínimo necesario para la
subsistencia de una unidad familiar en agricultura tradicional.
La población rural pobre se estima en 40.000 familias
campesinas, un 30% encabezadas por mujeres.
El grupo objetivo está formado por 33.000 familias
(195.000 personas).
HAITÍ
Seis municipios
Departamento del Centro
Centro
PUERTO PRÍNCIPE
Ministerio de Agricultura, Recursos Naturales y Desarrollo Rural/FIDA
El proyecto contribuye a reducir la pobreza mediante el aumento de los ingresos en forma sostenible, gracias a la intensificación de la producción,
al mejoramiento de las condiciones de vida y al
aumento de la participación de las familias rurales en el desarrollo local.
� Estrategias principales de
intervención del proyecto
Entusiasmo y voluntad de las mujeres por go-
La implementación de la estrategia permitió lograr resultados cualitativos y cuantitativos relativos a cambios progresivos en cuanto a equidad y
autonomización rural. Podemos resumirlos:
Emergencia de más líderes femeninos en
De los 15.537 beneficiarios directos en 413
El fondo productivo a partir del cual se financian los planes de desarrollo y proyectos prioritarios de inversión comunitaria es el principal
instrumento operacional del proyecto, al cual se
agregan el fortalecimiento de capacidades y los
servicios financieros.
de la mayoría de los hombres miembros de
OB socias, quienes reconocen la situación de
exclusión de la mujer y la necesidad de su mayor participación en las capacitaciones, etc.
Aumento de la representación de las mujeres
en las sesiones de capacitación y en el proceso
de preparación y de gestión de los programas
de desarrollo comunitario (PDC)/proyectos
basados en iniciativas comunitarias (PIC),
incluyendo su participación en el taller de
validación del enfoque (del 15% en 2002 al
30%-45% actualmente).
tadores de servicio, equipo de proyecto).
Fortalecimiento de capacidades y mecanis-
mos de participación, en particular de las
mujeres.
Motivación y esfuerzos de las mujeres para
Foto ©IFAD/James Heer
Investigación-acción.
mujeres en comités directivos va del 30% al
45%.
Más del 60% de los 5.570 clientes de los ser-
Aumento del nivel de conciencia de género
Capacitación continua (beneficiarios, pres-
En 330 OB socias, la tasa de participación de
El 13% de las organizaciones de base (OB)
capacitación (sobre todo en gestión, estructuración organizativa, y técnicas de gestión y
contabilidad) son mujeres.
del enfoque de género.
puestos de poder en las OB.
Alfabetización de más de 3.000 miembros de
El 40% de las participantes en sesiones de
Información-sensibilización y promoción
zar de sus derechos jurídicos y políticos (cada
vez más mujeres ocupan puestos democráticamente elegidos a nivel local).
microproyectos y en las capacitaciones relacionadas, 7.262 son mujeres (46,70%).
socias del proyecto se clasifican como organizaciones de mujeres.
Gracias a su proceso de diálogo permanente, el
instrumento genera el involucramiento de los
actores locales en cada fase de realización de las
actividades (definición, ejecución, evaluación).
Sin embargo, con el fin de tomar en cuenta diferentes obstáculos para una participación equitativa de hombres y mujeres, ha sido articulada una
estrategia específica de intervención, siguiendo
cuatro ejes. En función de cada eje, se definieron
medidas de acompañamiento para cada fase del
proyecto:
34
� Cambios principales hacia
la equidad de género
y el empoderamiento rural
tomar responsabilidades y participar en el
proceso de desarrollo local. Por ejemplo, el
crecimiento de la proporción de mujeres en
los puntos focales comunitarios es significativa: del 8% en 2003-2004, al 31% en 20042005, 32% en 2005-2006; 50% en 2007-2008
y 9 sobre 26 en 2008-2009, es decir un total
de 82 mujeres de los 224 puntos focales capacitadas y reclutadas por concurrencia.
OB, de los cuales el 70% son mujeres.
vicios financieros son mujeres.
El 20% de los miembros de los consejos con-
sultativos a nivel de comunes son mujeres.
� factores que han
favorecido el logro
de estos resultados
Definición y aplicación de una estrategia cla-
ra en términos de género.
Implementación de una campaña de infor-
mación-sensibilización continua para hombres y mujeres en el tema del enfoque de
género y sus ventajas, y condiciones de financiamiento.
participar en otras actividades además de las
comerciales.
Fijación de una cuota de participación míni-
ma evolutiva.
Contexto sociopolítico e internacional, en
particular en apoyo claro por parte de consultores del FIDA en este sentido.
� Lecciones aprendidas
Los proyectos financiados representan un espacio de aprendizaje privilegiado para el fortalecimiento de capacidades de hombres y mujeres en
cuanto a la toma de responsabilidad en el proceso
de desarrollo local.
Es importante que los mecanismos de participación basados en el principio de equidad de género
e instrumentos sean definidos desde el inicio.
Uno de los primeros pasos para un proyecto en
el contexto haitiano es la puesta en marcha de un
programa de alfabetización.
Además de disponibilidad de instrumentos de
trabajo, es importante que el equilibrio hombremujer se respete en la constitución del equipo y
la selección de técnicos de ejecución. La apropiación del enfoque participativo y de género toma
tiempo.
Definición e implementación de mecanismos
El PICV-II ha creado una dinámica que cambiará
mentalidades en cuanto a participación de hombres y mujeres en la gestión de bienes y decisiones en la zona del proyecto.
Implementación de un programa de capaci-
La durabilidad de los resultados depende de la
definición clara del periodo de consolidación y
salida del proyecto desde el inicio.
que tomen en cuenta las mismas posibilidades de participación y los factores limitantes
para cada sexo.
tación técnica y organizacional para mujeres
y hombres miembros de las OB.
Capacitación continua del personal de acom-
pañamiento de los beneficiarios en términos
de género y de preparación de instrumentos
específicos para un enfoque transversal.
El arranque atrasado de actividades de fi-
nanzas rurales ha obligado a las mujeres a
Las ideas y estrategias del PICV-II tienen que ser
adecuadas conforme al estado del país para tomar
medidas de acompañamiento. En 2004, las organizaciones femeninas representaban el 21% del
total de organizaciones rurales en el Bajo Plateau
Central (120 de un total de 550).
35
CASO DEL Proyecto de Desarrollo Rural Sostenible
POLICULTIVO DE PECES
DE QUEBRADA TULA
es una condición necesaria para garantizar la
disponibilidad de nutrientes y combatir el alto índice
de desnutrición prevalente en la población indígena
de la comarca Ngäbe-Buglé de Panamá. Como
respuesta a esta necesidad, el Proyecto NgäbeBuglé, con financiamiento de FIDA, desarrolló con
gran aceptación y en coordinación con la población
indígena un programa de policultivo de peces en
estanques en sus áreas de intervención.
Adaptación del texto de CIRINA GONZÁLEZ PÉREZ / PROYECTO Ngäbe-Buglé
El policultivo de peces en estanques es un sistema
de producción acuícola que busca:
to solo aportó fortalecimiento y asistencia
técnica.
Crear nuevas capacidades en la población
El componente del Fondo de Inversión Rural
objetivo.
Garantizar una fuente de abastecimiento de
proteína a la comunidad.
Asegurar el abastecimiento de pescado du-
rante todo el año.
Mejorar los ingresos de los productores me-
diante la comercialización de peces.
Disminuir la presión sobre los recursos acuá-
ticos en el ambiente natural.
Diversificar las actividades generadoras de
ingresos en el campo.
� Principales estrategias de
intervención del proyecto
Mejora en la capacidad en el manejo del re-
curso natural.
Formación y capacitación en el manejo del
cultivo de peces en estanque.
Participación integral de todos y todas en la
planificación, organización y ejecución de
las actividades, desarrollando la capacidad
de hacer frente a obstáculos, crearse metas y
superarlas.
Fortalecieron la capacidad para hacer gestio-
nes: hacer transacciones bancarias, ir solas a
comprar materiales y exigir las facturas.
Planifican solos la cosecha y venta del pes-
cado, y cuentan con un fondo ahorrado de
B/600 dólares. Con él piensan adquirir más
semillas de pescado para continuar con la reproducción y ayudar a sus miembros.
Están satisfechos por las visitas de produc-
� Empoderamiento
La organización ya había iniciado sus traba-
jos antes de la llegada del proyecto, por cuan-
vidades económicas generadoras de ingresos.
Integración de los hombres en las labores del
hogar como apoyo a sus esposas, facilitándoles
la participación en las jornadas de trabajo.
Están convencidas de que lo que vale en una
organización no es la cantidad de mujeres
que participan sino lo involucradas que se
mantengan en la toma de decisiones, aportando ideas para generar ingreso.
Una organización con visión empresarial que
trabajo de los estanques sino que se han proyectado a otras actividades de artesanías, panadería y venta de comidas en la comunidad
cuando hay eventos de capacitación, lo cual
también genera ingresos a las familias.
Los mecanismos de coordinación, comunica-
ción, seguimiento y acompañamiento con las
instituciones de apoyo son permanentes.
La organización
Asistencia técnica y seguimiento.
Potencial identificado de diversificar sus acti-
Las señoras del grupo no solo participan en el
Un fuerte énfasis en el desarrollo humano y
Financiamiento.
pación y liderazgo de las mujeres, y las mujeres se sienten igual de importantes frente
a la actividad que desarrollan ellos. Ellas han
elevado su autoestima.
El interés y la disposición de la organización
� hacia la equidad de género
y el empoderamiento rural
social para incrementar el empoderamiento
de los participantes.
Los hombres valoran y reconocen la partici-
tores de otras comunidades a los estanques y
las réplicas en otras comunidades.
Énfasis en la participación de las mujeres
como parte de la estrategia de género del
Proyecto Ngäbe-Buglé.
36
(Fonrural) del Proyecto Ngäbe-Buglé prestó
apoyo técnico sobre cómo llevar las cuentas y
presentar los informes para justificar correctamente los desembolsos.
Es una organización fortalecida con confian-
za, cooperación y coordinación entre hombres y mujeres.
A pesar de que la mayoría de los socios son
varones, la organización es liderada por una
presidenta y la secretaria.
Las mujeres participan activamente en los
trabajos de construcción y manejo de estanques al igual que los hombres.
CIUDAD DE PANAMÁ
La seguridad alimentaria
están facilitando el empoderamiento.
desarrolla actividades que generen ingresos
tanto a hombres como a mujeres.
Se mejoró el acceso a los recursos, permitién-
doles realizar otras actividades adicionales
que les generan ingresos.
La comunidad
Como grupo mixto, las mujeres se han gana-
do el espacio y reconocimiento como líderes
dentro de la comunidad.
Ngäbe-Buglé
PANAMÁ
Región Ñokribo, distrito de Kankintu,
corregimiento de Guaribiaria,
comarca Ngäbe-Buglé, comunidad Quebrada Tula.
Ejercen el rol de facilitadores y actores de su
propio desarrollo.
Rol de los actores de apoyo
La coordinación y comunicación con las ins-
tituciones de apoyo son permanentes.
La organización participa activamente en la
elaboración de los planes operativos anuales
a nivel del dominio de intervención.
Facilita la participación de la organización en
eventos de capacitación, concursos y la asistencia técnica a través de convenios.
Mayor aceptación de las mujeres
para trabajar en grupo
La asistencia técnica les facilitó el aprendi-
zaje y la formación en el aprovechamiento de
los recursos del área.
Riesgos o factores que impiden cambios
Cambios inesperados del clima en la zona.
Interrupción en el acompañamiento de los
técnicos del Sistema Comarcal de Asistencia
Técnica (Sicat), contratados temporalmente.
Alza en el precio del combustible para trans-
portarse a centros más cercanos para la compra de materiales e insumos.
Legalización jurídica de la organización.
Desarrollo de capacidades
� Lecciones aprendidas
Las mujeres y los hombres miembros de la
Las mujeres se consideran importantes por-
organización se sienten calificados para capacitar a otras organizaciones de este tipo
interesadas en la producción de peces en estanques.
Las mujeres tienen una visión empresarial y
conocimientos en contabilidad básica.
Capacidad de realizar trámites comerciales y
bancarios.
que se les reconoce el trabajo que tradicionalmente hacían, igual que los hombres.
A pesar de ser un grupo mixto, las mujeres
se han ganado el espacio y son reconocidas
como lideresas.
El acompañamiento temporal del Sicat faci-
lita el empoderamiento de las organizaciones.
37
Una microempresa de artesanías tarahumaras
SEMATE GOCHIMERABA,
BONITO SUEÑO
La localidad de Porochi,
a una altura de 1.808 msnm, con un clima
semihúmedo cálido, está situada en el
municipio de Urique, estado de Chihuahua.
Más del 50% de su población es indígena,
con una alta y muy alta marginación.
MÉXICO
Chihuahua
Estado de Chihuahua,
municipio de Urique,
Porochi
CIUDAD DE MÉXICO
Adaptación del texto de Marisol Violeta Sánchez Avendaño/
Proyecto de Desarrollo Sustentable para las Comunidades Rurales e Indígenas del Noroeste Semiárido
La región tarahumara es de difícil acceso, por lo
que la comercialización de productos artesanales se dificulta. De acuerdo con este escenario,
las mujeres identificaron la necesidad de facilitar
espacios para la comercialización de artesanías a
precios justos con la finalidad de contribuir a la
economía familiar.
� Principales estrategias de
intervención del proyecto
Equidad de género
La estrategia de equidad de género ha sido incorporada de forma gradual. Las mujeres han identificado los roles que juegan tanto hombres como
mujeres y los objetivos, necesidades y aspiraciones particulares. Les dan importancia y reconocimiento a las responsabilidades y al punto de
vista de las mujeres. Frecuentemente, durante la
planeación de proyectos se les daba menor prioridad a las actividades que realizan las mujeres.
Otra estrategia fue la de establecer vínculos con
los resultados clave esperados con el proyecto;
se hizo un estudio sobre cómo las mujeres y los
hombres de Porochi podrían llegar a comercializar sus productos conjuntamente y a percibir
un mayor ingreso que si los tuvieran que vender
individualmente; se identificaron los objetivos
tanto de vida como del proyecto. Poder compartir esta estrategia ha servido para tener mejores
relaciones de género.
� Porochi
La localidad de Porochi tiene 26 habitantes, de los
cuales su mayoría son mujeres, ya que los hombres tienen que emigrar a los centros de población
más grandes en busca de mejores oportunidades.
Antes del proyecto, no existía organización alguna. La población que se incorpora al proyecto a la
fecha cuenta con un alto nivel de organización. A
partir de esta iniciativa se están integrando más
comunidades.
� Caracterización
de las relaciones de poder
Uno de los factores clave en el proyecto es el empoderamiento de las mujeres a través de capacitación constante y beneficios a nivel comunitario.
El proyecto ha conferido poder a hombres y mujeres a través de la red de artesanas, que han encontrado un espacio para compartir experiencias
y colaborar conjuntamente hacia un mismo objetivo. Las mujeres y los hombres han reaccionado
de varias maneras a esos cambios en las relaciones de poder:
Empoderamiento
El empoderamiento en el proyecto se ha dado a
través de que las mujeres están asumiendo ser actoras de sus propias vidas.
Cooperando en la toma de decisiones sobre
las acciones del proyecto para el acopio y
venta de artesanía.
ción y las opciones disponibles.
Repartiendo las tareas domésticas.
38
Foto ©IFAD/Pablo Coral Vega
Compartiendo información sobre la selec-
La estrategia de intervención se ha desarrollado
mediante reuniones de capacitación, de sensibilización y de identificación de los recursos con los
que cuenta. Esto ha dado paso a que las mujeres
se integren a un proceso donde ellas mismas toman decisiones en beneficio del proyecto y de su
calidad de vida con la posibilidad de actuar basadas en la conciencia, sobre sus intereses y en el
reconocimiento de sus propias capacidades.
� Lecciones aprendidas
Las mujeres y hombres de Porochi son agentes de
cambio, de intereses y motivaciones; por eso ellos
proponen y gestionan sus iniciativas para interactuar con otras personas, de manera individual y a
nivel grupal. Este proceso dinámico se evidencia
específicamente en las formas en que participan,
en el ambiente de confianza en que se desenvuelven, en las mismas intervenciones y en las necesidades que satisfacen.
Se aprendió que hombres y mujeres tienen distintas habilidades y capacidades y que el involucramiento en capacitaciones formales e informales
es fundamental para desarrollar nuevos conocimientos y aplicar técnicas en conjunto.
A nivel personal se han autofortalecido, tienen
el control de sus relaciones con los demás, se vislumbra poder propio, autoconfianza y decisión
propia.
La integración del enfoque de equidad de género y empoderamiento es un proceso que se va
aprendiendo a partir del reconocimiento de los
roles de hombres y mujeres, cómo estos son complementarios, y que pueden dirigir sus esfuerzos
hacia un mismo objetivo en beneficio individual
y comunitario.
Las mujeres tienen las mismas capacidades,
aunque en ocasiones no han sido formadas las
habilidades desde edades tempranas, pero con
dedicación, mujeres y hombres son capaces de
desarrollar cualquier actividad en beneficio del
proyecto.
Las lecciones aprendidas en materia del rol de los
actores de apoyo son:
� Cambios logrados
Que las comunidades están ávidas de apoyo y
Hoy por hoy, las mujeres discuten en reuniones
los beneficios e inconvenientes de tomar decisiones dentro del grupo.
Que los grupos organizados tienen potencial
Los hombres han aceptado que las mujeres sean
autónomas; sin embargo, la toma de decisiones
de las mujeres siempre va encaminada a obtener
beneficios para el proyecto y para el hogar, antes
de forma individual.
Como expresión del empoderamiento se puede
mencionar que cada integrante del proyecto identificó de manera personal sus potencialidades, sus
habilidades, cómo se integra a la vida comunitaria
y cómo las actividades le dan valor agregado a su
vida en beneficio personal y comunitario.
Las costumbres arraigadas donde el hombre
siempre tiene que tomar las decisiones son un
factor que dificulta el empoderamiento.
seguimiento puntual.
para la gestión a nivel comunitario.
Que los proyectos se están fortaleciendo me-
diante estrategias de capacitación locales.
En materia de sostenibilidad de los cambios se
aprendió:
Que cuando emana de las propias comunida-
des, la apropiación del proyecto se da de forma secuencial y potencial.
Que el involucramiento y la participación de
los beneficiarios es la base fundamental para
que un proyecto sea exitoso, independientemente de su dimensión.
39
ademur
MUJERES EMPRENDEDORAS
HISTORIA DE 31 MUJERES
QUE SE ORGANIZARON
para desarrollar un proyecto de ovejas pelibuey
Desde 1999 iniciaron un proceso de organización
con el propósito de lograr la equidad de género y
gestionar financiamiento de proyectos productivos, a
fin de mejorar la calidad de vida de su grupo familiar.
El proyecto “Producción y comercialización de pie de
cría y carne de oveja pelibuey” fue aprobado en 2006
e inició en 2007, bajo la responsabilidad de la Agencia
de Extensión del Centa Nueva Guadalupe,
que les brinda asistencia técnica y capacitación.
SAN SALVADOR
El Salvador
Departamento de San Miguel,
municipio de Chinameca,
cantón Las Marías
Adaptación del texto de Amanda del Carmen Bautista de Bautista / CENTA/FAO
El mayor problema que enfrentan las mujeres
del Cantón Las Marías, municipio de Chinameca,
departamento de San Miguel, ha sido la falta de
empleo permanente, al que solo acceden temporalmente durante la época de recolección del café.
La economía familiar ha sido de subsistencia.
Género del Centa, apoyó al grupo de mujeres en
la gestión de recursos para el fortalecimiento de
capacidades técnicas y personales y les dio soporte técnico para el manejo del hato. El Centa interactuó con otras instituciones que colaboraron en
el proceso de fortalecimiento del grupo.
de cría, alimentación ovina, sanidad animal, ensilaje, henificación, elaboración de concentrado,
preparación de carne y uso de la máquina cortadora de carne. También aprovecharon la asistencia técnica que llegaba para dar seguimiento a las
capacitaciones.
Ante dicha problemática, en 1999 las mujeres de
Las Marías decidieron reunirse para iniciar un
proceso de organización en búsqueda de soluciones. Estaban poniendo la semilla de la Asociación
Comunal para el Desarrollo de la Mujer (Ademur),
que obtuvo su personería el 8 de marzo de 2000,
con 84 socias. Hoy su organización es reconocida
a nivel nacional, ya que han gestionado proyectos
de agua potable y proyectos productivos, y están
vinculadas con otras organizaciones; una socia
es concejala de la municipalidad de Chinameca y
forman parte del Comité Nacional de Incidencia
(CNI), constituido por 13 organizaciones a nivel
nacional.
Ademur enfrentó problemas de mortalidad en el
hato de ovinos en diciembre del año 2005, por lo
que gestionó el apoyo técnico ante la Agencia de
Extensión de Nueva Guadalupe. Esta coordinó
con la Dirección General de Sanidad Animal y
Vegetal de la Región Oriental la realización de un
diagnóstico que reveló deficiencia en el manejo
por la falta de recursos económicos.
El grupo adquirió experiencia y ha realizado un
buen manejo y aplicación de los conocimientos
técnicos recibidos. Entre ellos, las buenas prácticas de limpieza y desinfección en las instalaciones del hato, sala de destace y bodega, plan
profiláctico, elaboración de calostro artificial,
muestreo de enfermedades ovinas, producción y
conservación de forrajes (maíz, gandul y sorgo),
implementación de registros técnicos y económicos, castración para engorde, preparación y manejo higiénico de la carne.
A partir de entonces empezó a organizarse el grupo, que, con apoyo del Centa, formuló el perfil
que dos delegadas entregaron a la FAO. Al representante de la FAO le interesó el proyecto, realizó
una visita para verificar la información, y en diciembre 2006 la propuesta fue aprobada con un
financiamiento de US$15.000 como proyecto de
emergencia.
Vamos a centrar la historia en el desarrollo de una
de las iniciativas de la organización: un proyecto
de ovejas pelibuey.
40
Foto ©IFAD/Pablo Coral Vega
El Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria
y Forestal (Centa), en el marco de la Política Nacional de la Mujer, la Política Sectorial del Ministerio de Agricultura y Ganadería y la Política de
El Centa inició la ejecución en enero de 2007,
haciendo un plan de trabajo con la participación
del grupo. El técnico responsable del proyecto
diseñó la construcción para la ampliación de las
galeras, la construcción de la sala de destace y
la bodega. Las productoras nivelaron el terreno
para la construcción, alternando su tiempo entre las actividades reproductivas del hogar y el
trabajo de campo que les implicaba el proyecto.
Estuvieron prestas a recibir capacitaciones sobre
asociatividad, autoestima, género, administración empresarial, comercialización, habilidades
para la vida, registros técnicos de producción y
comercialización, establecimiento de pastos y
siembra de leguminosas, mejoramiento del pie
principal y único proveedor; el aporte económico
de la mujer al grupo familiar ha hecho cambiar de
actitud al hombre.
Como la Asociación Comunal para el Desarrollo
de la Mujer es una organización con su personería
jurídica, puede gestionar asistencia técnica, capacitación, insumos agrícolas para cultivos y pastos
ante el Centa, y financiamiento ante organismos
cooperantes.
También ejecuta proyectos productivos y de infraestructura; administra proyectos de agua potable,
de los que se benefician 250 familias; proporciona créditos de módulos de ovejas a familias que lo
solicitan no solamente dentro de la comunidad
sino también de cantones vecinos.
El trabajo organizativo de la Asociación ha permitido generar beneficios económicos y sociales
a las familias de la comunidad, como asistencia
técnica, créditos, insumos, facilidad de guardería
para las mujeres que trabajan y no tienen quién
cuide de sus hijos/as, espacio de participación de
hombres y mujeres, y recreación deportiva (equipos de fútbol de hombres y mujeres).
Valoraron su aprendizaje, demostrando así el
mismo interés que traían desde el inicio del proyecto, y el personal técnico del Centa utilizó bien
la metodología aprender haciendo.
Ahora, ellas aplican las buenas prácticas aprendidas en el hato colectivo y también en el hato
individual que empezaron a manejar las familias
mediante un crédito en especie en el segundo año
del proyecto.
Hace unos años, las mujeres no eran tomadas en
cuenta y eran poco reconocidas en el municipio;
actualmente han avanzado con presencia en el liderazgo en las diferentes instancias de decisión.
� Caracterización
de las relaciones de poder
Las cosas en la comunidad han mejorado. Las
mujeres han ganado un espacio a partir de la decisión de organizarse para cambiar su situación
económica, aunque saben bien que no ha sido fácil alcanzar esta posición pues por un buen tiempo tuvieron que soportar la discriminación.
Ahora, el hombre y la mujer tienen acceso a los recursos y a la toma de decisiones en diversas áreas;
así, el hombre es el responsable de trabajar y decidir en el área agrícola; la mujer administra los ingresos provenientes del área pecuaria. El hombre
reconoce que cada día se vuelve más difícil ser el
Foto ©IFAD/Pablo Coral Vega
El Centa propuso la formulación de un perfil de
proyecto al grupo de mujeres para presentarlo a
la FAO, y a ellas les gustó la idea. Adelantaron un
sondeo participativo con un grupo de 35 personas, de las cuales 31 estuvieron interesadas.
San Miguel
41
EL DIAGNÓSTICO RURAL PARTICIPATIVO
UNA MANERA EFECTIVA
DE REVELAR LA SITUACIÓN
Catorce mujeres productoras agropecuarias analizan su realidad
POBLACIÓN OBJETIVO
Más del 90% de los pobres rurales que conforman
este grupo pertenecen a familias campesinas; el resto
son asalariados rurales, grupos indígenas y mujeres
cabezas de hogar con escasas oportunidades de
empleo y difícil acceso a la tierra.
Son 19.000 las familias beneficiarias, equivalentes a
120.000 habitantes pobres organizados,
55 organizaciones consolidadas, 110 organizaciones
en transición y 200 grupos incipientes.
Adaptación del texto de Regina Guex / Asesora de Género y Organización del Proyecto
Que hay un deseo de mejorar los ingresos lo
Un comité de 14 mujeres productoras re-conocen
su situación a través del Diagnóstico Rural Participativo (DRP), en una experiencia integrada en
el Proyecto Empoderamiento de las Organizaciones de los Pobres Rurales y Armonización de
Inversiones (Paraguay Rural), ejecutado por el
Ministerio de Agricultura y Ganadería - Dirección Nacional de Administración y Coordinación
de Proyectos (MAG/Dincap), cuyo objetivo es
asegurar a los pobres rurales de la Región Oriental de Paraguay (cinco departamentos) y a sus
organizaciones fortalecidas, el acceso a los recursos productivos y a los servicios disponibles en el
área del proyecto e incorporarlos a los procesos
nacionales de desarrollo socioeconómico. DRP es
una estrategia del proyecto.
que, ante la escasez de fuentes en el campo,
lleva a los hombres y a las personas jóvenes a
emigrar, perjudicando la unidad familiar.
� Intervención en síntesis
Equidad de género
El enfoque de equidad de género fue aplicado con
el sentido de analizar entre varones y mujeres el
modo de ser varón o ser mujer, dónde, cuándo y
cómo se aprende a serlo, y cómo se asignan en forma diferenciada, a varones y a mujeres, responsabilidades sociales, comportamientos, valores,
temores, roles, expectativas, afectándoles en su
desarrollo sicológico, emocional y físico.
� Caracterización general
de las relaciones de poder
Empoderamiento
El Proyecto Paraguay Rural, en su afán de promover el protagonismo de las organizaciones
campesinas en el proceso de mejoramiento de
su situación y condición de vida, prioriza el autodiagnóstico comunitario como punto de partida
de su intervención. El DRP asegura visibilizar de
manera participativa tanto los problemas como
las potencialidades, proyectando las posibles soluciones, dentro de un plan de fortalecimiento de
la organización acompañada, para posteriormente construir de manera participativa una idea de
negocio que culmine en el diseño del plan de negocio. De esta forma, la organización parte de su
propia perspectiva y el proyecto puede canalizar
su apoyo técnico-financiero, posibilitando acciones que responden a las demandas planteadas por
la empresa asociativa en planes de fortalecimiento organizativo y de negocio.
EL DRP ha revelado varios aspectos:
Que las mujeres ejecutan más trabajo que los
hombres y tienen más diversidad de quehaceres, con una rutina que incluye levantarse a
las 5 de la mañana, alimentar a animales menores, ordeñar a las vacas y estar todo el día
atareadas en casa, mientras los hombres sólo
tienen dos o tres quehaceres durante el día.
Que el hombre toma las decisiones y la mujer
42
©IFAD/Giuseppe Bizzarri
avala, salvo cuando existen intereses familiares en juego, como en la toma de créditos de
instituciones financieras, ella interviene más,
procurando garantizar el pago del crédito.
� Herramientas de DRP
aplicadas
El trabajo de DRP fue llevado a cabo mediante
seis reuniones con las personas asociadas. La me-
todología que se implementó fue la de reuniones
participativas donde cada cual daba su opinión;
colectivamente se hizo el resumen de los problemas presentados en la Asociación. El DRP desarrollado por el comité aplicó cinco categorías de
herramientas, a saber:
Análisis de la comunidad: mapa de la comu-
nidad, calendario histórico y análisis de tendencias.
Análisis de género: reloj de actividades hom-
bre y mujer.
Análisis de producción y comercialización:
mapa de finca, calendario de actividades, flujograma de comercialización, diagnóstico de
cada finca, ficha de finca y calendario de producción.
Análisis de problemas y alternativas de solu-
ción: problemas de cada finca.
Análisis de organización: matriz FODA, flujo
económico, mapa de migración, relaciones
interinstitucionales, ficha de organización y
árbol de problemas.
Otras herramientas: formulario de califica-
ción de la organización (FCO), formulario de
registro de familias beneficiarias.
� Cambios/avances
logrados
El proceso DRP promovió un trabajo interno autónomo de las organizaciones, procurando un significativo avance del proceso de empoderamiento
de los participantes, pobres rurales organizados.
Al construir la demanda, el Comité Santa Elena
y sus integrantes analizaron la realidad en que se
encontraban; reconocieron problemas presentes;
tomaron conciencia sobre ello y se propusieron
encararlos considerando sus potencialidades y
diseñando para el efecto medidas pertinentes
para producir el cambio deseado. Ello incluyó
reconocer recursos existentes en la comunidad,
PARAGUAY
Caaguazú,
municipio de la Pastora,
Comité Santa Elena
ASUNCIÓN
caaguazú
en la organización y en los hogares/fincas de los
miembros.
� Lecciones APRENDIDAS
Tiene la ventaja de ser un mecanismo ágil, en
el que los participantes realizan gran parte
del trabajo (mapa, calendario, etc.), que apela
a lo visual y respeta la cultura local.
Entre la gran cantidad de herramientas que
incluye el DRP, con la comunidad se acuerda
previamente cuáles aplicar, privilegiando las
que pueden facilitar el análisis y proveer las
informaciones necesarias para la comunidad
y el grupo de apoyo.
DRP facilita el desarrollo de capacidades tan-
to de hombres como de mujeres, de adultos
y de niños. Hay igualdad en la motivación y
oportunidad de contribuir con información y
propuestas, y valora por igual los aportes que
van apareciendo.
Los conflictos son manejados de manera po-
sitiva y más igualitaria, contemplando la reasignación de roles entre los participantes.
Fue definido como apropiado contar con dos
representantes rurales en cada equipo, uno
tendiente a facilitar y otro con roles secretariales, ambos voluntarios, aunque con la
posibilidad de cubrir sus gastos. El rol facilitador fue asentándose como fundamental y
ello implicó concretarse en las tareas del proyecto; ser un canal permanente entre organización y proyecto; facilitar la comprensión
del proyecto en la organización y comunidad;
y asumir condiciones y plazos del DRP. Debía quedar claro que las grandes decisiones
corresponden a los órganos de conducción
de la organización y no a los representantes
rurales. Al proyecto atañe verificar las responsabilidades y atribuciones, y puede haber revocaciones y nuevas designaciones por
planteo de la organización o del proyecto.
43
TELEFOOD:
En un área de 176.220 km2, Uruguay alberga a
GRAN CAMPAÑA MEDIÁTICA
de sensibilización y fondos
Adaptación del texto de Vivian Salta /FAO/Programa Telefood
3 millones y medio de habitantes, la mitad en la capital. No hay
minorías étnicas de origen autóctono. Ha sido el único país de
América Latina y de renta media alta seleccionado para ser parte
del grupo “Unidos en la Acción”, cuyo objetivo es asegurar más
rápidas y efectivas operaciones de desarrollo, y acelerar el progreso
para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). De los
10 proyectos aprobados que se están ejecutando, la FAO asume
tres componentes o subproyectos: “Inventario Forestal Nacional”,
“Observatorio Nacional de Seguridad Alimentaria” y “Desarrollo de
capacidades locales en áreas desfavorecidas en el Noreste del país”.
Uruguay
MONTEVIDEO
Uruguay se caracteriza por ser un país cuya oferta de alimentos supera largamente la demanda
doméstica, razón por la cual no califica para ser
destinatario del Programa de Seguridad Alimentaria (PESA), pero a la vez existen segmentos de
la población urbana y rural en donde se han agudizado los problemas de pobreza e inseguridad
alimentaria.
� Intervención de Telefood
No todo proyecto puede recibir aportes de Telefood. Se trata de pequeños proyectos de desarrollo enmarcados dentro de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio (ODM). Además de ayudar directamente a las comunidades aquejadas
por inseguridad alimentaria, también ayudan a
las personas a incrementar sus ingresos, a trabajar en forma productiva y cultivar o comprar los
alimentos que necesitan para llevar una vida más
sana, cooperando de esta manera a incrementar
sus oportunidades.
El país arrastra un problema social y demográfico
de riesgo para su futuro: bajas tasas de natalidad,
concentrando su reproducción en las capas más
pobres de la sociedad, y una importante “inequidad intergeneracional”, ya que los niños pertenecen mayoritariamente a hogares pobres. Si bien
la pobreza se caracteriza por su concentración
territorial, especialmente en la periferia de las
grandes ciudades, la proporción de hogares con
carencias es mayor en los departamentos del
Norte, con menor población total y mayor importancia relativa que las áreas rurales, tasas altas de
desnutrición, retraso de crecimiento y menores
oportunidades educativas. Los precios en alza de
los productos primarios en los últimos años y los
cambios en los hábitos culturales han generado
bolsones importantes de poblaciones con problemas de seguridad alimentaria que agravan la
situación de la población infantil, limitan el desarrollo rural con enfoque territorial y requieren
intervenciones.
Los proyectos Telefood se basan en algunos principios rectores:
©IFAD/Giuseppe Bizzarri
44
tamente suministros y materiales.
Atienden necesidades específicas, son soste-
nibles, respetan el medio ambiente y están
formulados para seguir produciendo beneficios sin recibir ayuda adicional.
Están ligados a otros proyectos de desarrollo
para garantizar su sostenibilidad y el acceso a
supervisión técnica.
Los países miembros de la FAO presentan los
proyectos, cuya aprobación está a cargo de expertos técnicos de esta organización. El costo
máximo de los proyectos es de US$10.000.
Las categorías de los proyectos son: agrícolas
(cultivo de cereales, raíces, tubérculos, hortalizas y frutas), pecuarios (conejos, cabras,
cerdos) y pesqueros (piscicultura en pequeña
escala o para mejorar la pesca artesanal).
� Efecto en las mujeres
y la niñez
Las mujeres producen la mayor parte de los alimentos en las zonas rurales de los países en desarrollo, donde viven la mayoría de las personas que
padecen hambre en el mundo. En Uruguay desde
el año 2000 se vienen ejecutando los proyectos de
desarrollo con fondos Telefood de manera muy
exitosa. A la fecha se tienen un total de 67 proyectos (ejecutados y en ejecución) por un monto
total de US$302.068. De estos 67 proyectos, 30%
están dirigidos a las mujeres, básicamente para
apoyar el establecimiento de plantas procesadoras de alimentos; 23% están dirigidos a niños/as y
jóvenes a través de huertos escolares; 24% huertas familiares; 17% producción de animales de
granja y apicultura y 5% pesca artesanal.
Cuando los proyectos financiados por Telefood se
dirigen a las mujeres, se asegura un incremento
en la producción y elaboración de alimentos y se
garantiza una mayor seguridad alimentaria para
las familias, así como la posibilidad de brindar a
sus hijos una mejor educación y mejores oportunidades (salud, educación, trabajo e ingresos).
� ¿Qué es Telefood?
Telefood es una gran campaña que funciona a través de los medios de comunicación, con participación de celebridades del mundo del espectáculo,
del deporte y la música, para provocar la sensibilización de toda la sociedad con el objetivo de crear
conciencia sobre la problemática del hambre y
recaudar fondos para financiar pequeños proyectos de desarrollo que ayudan a las familias pobres
a producir más alimentos y a generar excedentes
que les permitan mejorar sus ingresos y por ende
su calidad de vida.
Son en pequeña escala y proporcionan direc-
Los proyectos dirigidos a huertos escolares enseñan a los jóvenes a producir alimentos, al mismo
tiempo que les proporcionan productos nutritivos para su consumo, pues el hambre y la malnutrición inhiben el crecimiento y reducen la
capacidad de aprendizaje de los niños. En muchas
ocasiones, los huertos escolares proporcionan
almuerzos escolares nutritivos y fomentan a su
vez la asistencia a clases e incrementan el rendimiento escolar. Además de proporcionar alimentos para consumo de los niños, los huertos sirven
para enseñar agricultura, nutrición y economía.
45
CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE CONOCIMIENTO
VISIBILIZACIÓN
DEL TRABAJO DE LAS MUJERES
en comunidades de mucha migración
Adaptación del texto de Marisol Rodríguez Pérez / FAO TCP/ECU2902
La población involucrada está conformada por
500 pequeños productores/as de 500 familias y
unidades productivas de cinco comunidades mestizas e indígenas de la provincia de Tungurahua,
al borde de un volcán en erupción del mismo
nombre y en el cantón Santiago de Píllaro: Censo Poaló (parroquia San José de Poaló), Centro
de la parroquia Emilio Terán, Huapante Chico y
Chaupicruz (parroquia San Andrés), Chagrapanba (parroquia Urbina).
� Caracterización general
de las relaciones de poder
Se trata de una zona con altos índices de migración, especialmente de hombres, lo que recarga a
las mujeres con el trabajo que antes hacían ellos;
incursionan en el comercio, trabajo que requiere
mucho tiempo y dedicación, y es mal remunerado, afectando negativamente su autocuidado, las
relaciones con hijos e hijas, y el cuidado de los niños, que han debido dejarse a cargo de otras personas.
� Visibilización
del trabajo de las mujeres
en comunidades
de mucha migración
� La intervención
El proyecto se orientó a la investigación aplicada y
participativa, capacitación, comunicación, publicación de un manual metodológico, preparación
de un módulo, socialización y formación. Desarrolló, validó, difundió y socializó una propuesta
metodológica para caracterizar los sistemas de
producción/reproducción agrícola con una visión de zona agroecológica, grupo social, género
y generación.
El proyecto “Fortalecimiento de los sistemas de
Conocimiento e Información para el Desarrollo Rural” (CP/ECU2902) fue financiado por la
FAO-Ecuador y se ejecutó entre julio de 2003
y abril de 2004 (nueve meses). El proyecto se
propuso desarrollar una metodología que permitiera ampliar la producción y productividad de
alimentos y promover el acceso a los beneficios
por parte de las mujeres rurales. Tomó en cuenta
la experiencia del Centro Integral de Promoción
de la Mujer (cantón Píllaro, Ecuador), con la colaboración del Sistema de Investigación de la Problemática Agraria del Ecuador (Sipae), parte del
consocio Camaren (sistema de capacitación en el
manejo de los recursos naturales renovables).
Las acciones de empoderamiento de las mujeres
empezaron con la visibilización de sus problemas
y los de los niños, y siguieron con la reflexión comunitaria para desnaturalizar los problemas. Sin
embargo, podría decirse que los beneficiarios directos fueron profesionales y técnicos que accedieron a la capacitación y de forma mediata las
comunidades rurales de la sierra ecuatoriana.
46
©IFAD/Giuseppe Bizzarri
� Cambios/avances
logrados en el proyecto
El logro principal fue la visibilización del trabajo
de las mujeres y de su sobrecarga, para las mujeres mismas y otros sectores como los extensionistas agrícolas, funcionarios públicos y miembros
de universidades, lo que posiblemente aporta a su
sensibilización. Aunque limitado, hubo un nivel
de sensibilización de los técnicos agrícolas hacia
Las comunidades se asientan
en el cantón Santiago de Píllaro, que alberga a 34.925
habitantes, de los cuales 16.522 son hombres y 18.407
son mujeres.
La mayoría vive en condiciones de pobreza; el
analfabetismo afecta al 14,9% de la población total.
Apenas el 51% accede a la primaria completa.
La tasa de mortalidad infantil es de 19,9% y la de
desnutrición crónica de niños y niñas de 1 a 5 años
del 52,7%, pese a que la zona es una importante
productora de alimentos.
QUITO
Tungurahua
ECUADOR
Provincia de Tungurahua,
Cantón Santiago de Píllaro: Censo Poaló,
Centro de la parroquia Emilio Terán,
Huapante Chico y Chaupicruz, Chagrapanba.
la problemática de género de la población implicada en el proyecto. También deriva de la experiencia la posibilidad a nivel local y nacional de
generar mecanismos de visibilización del aporte
de las mujeres en el ámbito productivo, con la metodología que fue validada.
El proyecto contribuyó a incrementar la poca
información que existía, y aún existe, sobre las
zonas rurales en un país “en desarrollo” como el
Ecuador, por lo que los resultados del proyecto
posibilitan que las autoridades de los gobiernos
seccionales y del gobierno central estén al tanto
de sus condiciones. Por otro lado, por la modalidad del proyecto, no se logró incidir en el mejoramiento del acceso a los recursos dentro de las
comunidades.
Contar con una metodología para analizar los sistemas productivos con enfoque de género, socializarla en diferentes niveles como organizaciones
públicas, privadas e incorporarla en los currículos
de por lo menos tres universidades ecuatorianas
fue un avance, pues la información es una de las
bases del desarrollo y es fundamental a la hora de
tomar decisiones.
� Lecciones aprendidas
Los esfuerzos iban encaminados a fortalecer los
sistemas de conocimiento e información para el
desarrollo rural a través del planteamiento y socialización de una metodología para analizar los
sistemas productivos con enfoque de género y caracterizar los sistemas productivos. Sin embargo,
la intervención vio limitado el empoderamiento
por varias razones:
Al inicio, el énfasis de los resultados del pro-
yecto no contemplaba intervenciones en las
comunidades más que para obtener datos,
sensibilizar en alguna medida sobre los aportes de la perspectiva de género y entregar los
resultados de la investigación.
La concepción unicista, no interdisciplina-
ria del proyecto, en el que primó un énfasis
agronómico, redujo la apreciación desde lo
social.
Al no contar con la intervención y partici-
pación activa de las comunidades desde la
misma formulación del proyecto, hubo varias
dificultades para la ejecución; por ejemplo,
dos comunidades tuvieron desinterés sostenido en el proyecto y las mujeres estaban tan
cargadas de trabajo, que no tenían tiempo
para reuniones ni actividades diferentes a las
de aportar el sustento a su hogar. Dichas dificultades terminaron retrasando el proyecto
por dos meses.
Los espacios de análisis y reflexión de la rea-
lidad son muy valiosos para las organizaciones o grupos, al dotarlos de una visión más
amplia y colectiva de la realidad. Ello les permite poner en tela de juicio lo que antes era
visto como una situación “natural” y pasar de
la conciencia a acciones de cambio.
Es fundamental que todo el personal del pro-
yecto haya tenido una formación de género
previa que le permita entender la compleja
realidad en que viven las poblaciones rurales
y fundamentalmente las mujeres.
Los proyectos deben entenderse como una
cadena de esfuerzos: un proyecto debe hacer sus contribuciones sobre la base de otro
previo para lograr ir más allá y consolidar los
avances de los anteriores, al mismo tiempo
que sirve para no arrancar de cero.
En América Latina, los proyectos deben tener
un enfoque intercultural, y no sólo incluir una
variable como la de etnia para atender toda la
diversidad cultural de los pueblos indígenas,
afrodescendientes y mestizos, porque no sólo
se trata de saber que existen estos pueblos
sino que hay que darles un tratamiento diferente, dada su diversidad para ver el mundo,
intervenir en la realidad, tratar los recursos
y sentir.
47
Este documento fue elaborado sobre la base de: Torres de Trejo, Guadalupe. Diagnóstico sobre equidad
de género y empoderamiento en los proyectos Fida en América Latina y el Caribe.
San Salvador, diciembre de 2009.
Los estudios de caso fueron adaptados de informes más extensos elaborados por trabajadores
de campo en cada uno de los proyectos.
Las opiniones expresadas en este documento son las de los autores y no reflejan forzosamente
las opiniones del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). Las denominaciones empleadas
en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no suponen
de parte del FIDA juicio alguno sobre la condición jurídica de países, territorios, ciudades o zonas,
o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. Se han utilizado las
denominaciones “países desarrollados” y “países en desarrollo” por resultar convenientes desde
el punto de vista estadístico sin que ello represente necesariamente juicio alguno sobre la etapa
alcanzada por una zona o país determinados en el proceso de desarrollo.
ISBN: 978-958-44-7481-0
© IFAD, Octubre 2010
FIDA: Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, del Sistema de Naciones Unidas
Equipo organizador: Por FIDA: Josefina Stubbs, Enrique Murguía, Anna Pietikanen, Annina Lubbock.
Por FAO: Ilaria Sisto/ Por Codersa: Timoteo López, Ingrid Schreuel, Guadalupe Torres.
Colaboradores: Greg Benchwick, Maija Peltola y Josefina Stubbs.
Contacto: Greg Benchwick/[email protected]/Especialista en Comunicaciones Regionales
Preparación editorial y diagramación: Marta Rojas/ Edición y adaptación de textos: Luis Felipe Ulloa/
Corrección: Emma Ariza/ Grafismo: Daniel Hincapié/ Impresión: Ediciones Antropos, Bogotá, Colombia.
Esta publicación ha sido impresa en papel Bond Cappuccino de 75 gr/m2, 100% reciclado.
� SIGLAS, ACRÓNIMOS Y ABREVIATURAS
AECID Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo.
ADEMUR Asociación Comunal para el Desarrollo de la Mujer.
ADICHBA Asociación de Desarrollo Integral Chiax Balamté.
ADESCO Asociación de Desarrollo Comunal.
CENTA Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal.
CIMUF Centro Integral de Promoción de la Mujer y la Familia.
COCODE Consejo Comunitario de Desarrollo.
CONADI Corporación Nacional de Desarrollo Indígena.
CONAFOR Comisión Nacional Forestal.
COMUDE Consejo Municipal de Desarrollo.
CODERSA Consultores para el Desarrollo Rural Sostenible S.A., Guatemala.
DFC Desarrollo Forestal Comunal.
DRP Diagnóstico Rural Participativo.
EEG Enfoque de Equidad de Género.
FAO Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
FD Familias demostradoras.
FI Familias irradiadas.
FIDA Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola.
FONDAEL Fondo de Desarrollo Agrícola del Estado Lara.
FONDEMI Fondo de Desarrollo Microfinanciero.
INIAP Instituto de Investigaciones Agropecuarias.
MAG Ministerio de Agricultura y Ganadería.
MARNDR Ministerio de Agricultura, Recursos Naturales y Desarrollo Rural.
MIDES Ministerio de Desarrollo Social.
ONG Organización no Gubernamental.
PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
PICV-II Proyecto de Intensificación de las Culturas, Fase II.
PAP Programa de Apoyo Predial.
POA Plan Operativo Anual.
PNDR Programa Nacional de Desarrollo Rural.
PUR Proyecto Uruguay Rural.
PROFAGEP Programa de Fortalecimiento en Aspectos de Género a los Proyectos.
PROGENERO Programa para el Fortalecimiento de Aspectos de Género
en América Latina y el Caribe.
PROMSA Programa de Modernización Agropecuaria.
PREMODER Programa de Reconstrucción y Modernización Rural.
PRODESNOS Proyecto de Desarrollo Sustentable
para las Comunidades Rurales e Indígenas del Noroeste Semiárido.
PRODERNOA Programa de Desarrollo Rural del Noroeste Argentino.
PRODEVER Programa de Desarrollo Rural de las Verapaces.
PDCC Proyecto de Desarrollo Corredor Central.
PROSALAFA II Proyecto de Desarrollo Rural Sostenible para las Zonas Semiáridas
de los Estados Falcón y Lara Segunda Fase II.
Ellas tienen más dificultades que los hombres
para obtener los medios que les permitirían
mejorar sus condiciones de vida, menos
posibilidades de procurarse una educación y
es frecuente que no estén legitimadas ni para
poseer ni para heredar tierras. No es raro que
se les reconozcan menos derechos jurídicos
que a los hombres y, a menudo, se les
concede escasa participación, o ninguna,
en las decisiones que afectan a su vida.
a la di
población
rural
ViaDar
Paolo
Dono, 44
pobre la oportunidad
00142
Roma,
Italia
de
salir de
la pobreza
Tel. +39 06 5459 2386
Fax +39 06 5459 7386
www.ifad.org
Fotografía: ©IFAD/Ricardo Gaitán
isbn: 978-958-44-7481-0
Octubre 2010
Estas páginas son una muestra de
los avances de las asociaciones de campesinas
y campesinos pobres que con el apoyo
organizativo, financiero y técnico del Fondo
Internacional de Desarrollo Agrícola (Fida)
y de los gobiernos locales trabajan
para producir y vender más alimentos,
cuidar el ambiente en el que viven,
aumentar sus ingresos y determinar
la orientación de sus vidas.
El poder
de ser mujer
Las mujeres campesinas de América Latina
y el Caribe realizan buena parte de las labores
agrícolas y pecuarias, y dedican mucho tiempo
a las labores domésticas, con lo que su jornada
de trabajo es mucho más larga.
La equidad de género a través
de los proyectos financiados por el Fondo
Internacional de Desarrollo Agrícola
en América Latina y el Caribe
Dar a la población rural
pobre la oportunidad
de salir de la pobreza
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