Sesión Solemne de la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales.

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SESIÓN SOLEMNE
DE LA SOCIEDAD
',Y'.
MEDICINA
Y CIENCI.-\S
\ATURALES.
CONTENIOO:
'1.
1.
\~Y()lt:\tF.
T'El. SF.CHEL\I:fO
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IN}i'ORMJ4~
, IJEIDO POR EL DOCTOR PEDRO MhRIA IBAREZ.
SECRETARIO DE lA SOCIEDAD DE MEDICINA Y CIENCIAS NATURALES DE BOGOTA,
~:N TiA 8E8101<SOI,EMNE DEI, 27 DE MAR~ODE 1886,'
I
OUMPLOcon un <leber-imp'uesto por el Reglamento
de .la Sociedad, y hábilmente desempeñado por mis ante~
'(Jesores~al irlformal'Osde los trabajos en que se ha ocupado
la Oorporación en el doble período que hoy termina. La
agitada política del país impidi6que en,1885 se celebrase
como de costumbre sesi6n solemne anual, pero nÚ que la
,Sociedadcontinuase con,perseverancia y energía la labor
iniciadtt en el mes de Enero de 1873, apartada fi~chade
fundación de la Socieda,d;
, Animados de yerdadero ,patriotismo, sin tener en mira
gajes de lucro JíÍ ambiciosa,s aspiraciones, y sin otra re~
~ompeusa que la satisfacci6ndel deber cumplido, os habéis
congregado periódicamente, coadyuvando al sostenimiento
del movimientociehtífico en este foco,de luz.
'
Siento legítimo orgullo por el honor que me dispensasteis al elegirme y reelegirrne Secretario de la Oorpora~
ci6n-pol' eleeción no Tn\lYacertada. En análogo caso al
en que yo llleballo dil'igió p.. ToséOaicedo Rojas á sus
colegas {lela Academia! Oolmnbiana las siguieptes pala~
bras: "Voí:iotros y ~'oharemos cuenta que queda un vacío
en los Anales de la Academia en el presente año; pero
mlte vnest.railldl1.lgen~iaespero que han de excusal'me mi .
buella volnntad y mejores deseos;"
,
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Hace dos aiio~, d 27 de Febrero de 1884, tuvo lugar
la Última se¡;iólI Holenllle, y ('n ella prestó Jlromesa de
cumplir ('011 los deberes (le miembro activo el fiellOr doctor Da,nid B. Corollado, quien pl'esent6 tomo Te¡.;is de
incorporación un trabajo illtitlllado:
.A11ato11lia cl'ínica
6 pUlltO.~ allat6micos
de 1'lferml(~ia pa-ra
1(1,
.Llledicina, y la
Cirugía, que vertió á nuestro idioma del in~lé~, haciendo
importante sClTicio Ú la ]~scllela médica njlCional, la ellal
carecía de 1111texto en cm;teIlano sohrn tan illtel'esantc
matcria.. El ¡.;eiior (loctor Coronado posda, llntes de recibir el Iliplolll a de mit'mbro de nÚmero de la Sociedad, títulos: de (loctor en 1I1eJicin:t y Cirugía de la Univcrf:\idad
naeional, de la Facultad de l\Iedieill:t de París y dd Colegio Ucal de CiJ'lljanoH Je LOlHlres.
Seis meses desplu<;¡,;,ell elllles de Agosto d(~1884, alcanzaron igual hOllor IOH señores doctores Gabriel Durán
Borda y .Josué Gómez, ambos titulados en la. Univenddad
de Frl\neia, y el priillero en la n:lciollal. El señor doctor
Górnez presentó como 'l'csis 1In estudio qne llamó: Método vurath'o de Lí.~ter y SU.~trallsflfrmacio/les,
y el SeflOl'
doctor Durán Borda intituló la. suya: Obserl'UdolH~s .~obre un tl/mor san:01llatoso en ti n ll'Í/10 di! tres a110.~,y la.
acompaiió con la pieza. anatolllo-patológica y con algunas
preparaciol'e¡.; histoI6gicas.}i~stn trab~jo llamó vuestra
aWllci6n por los puntos ue contacto ql~ tiene con las ubl:icrvacionel'l de los seiíorcs tloctoreB Rouley y Nocal'd,
quienes encontraron en un tumor Bt'mejallte Ull'hongo de
forma radiada, denominado antimmlycis, causa de la enfermeuad.
En la (¡Itima sesión ordinaria del mes de (ktubic de
1884, t:llé presentado como candidato el sellOr <lodor Luis
J!'onllegra, quien l'rcsentl, COlllOTcsis tic incorporación un
estudio impreso ('n francés, intitulado: Epiteli{)mas glan,duhl1:es enqll'i.~tadoll del t'do d'~lpalada'r, trahajado ('n ,
París, y que sirvió al autor tic Tesis de gmdo en la Uni"ersidall de Francia. El ¡.;eiíol' doctor' ]i'onnegra ha sido
honnulo con tliplolllal'l Ile diversas asociaciones científicas
resideutel-l ell París.
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Hace más de un año que fué recibido miemhro activo
de la Soeiedad el modesto y distinguido botánico señor
doctor 'iVenceslao' Sandino Groot, autm' de un notable estudio sobre Plantas medicinales de Oolombia, en su mayor parte inédito, y del cual presentó algunas páginas
impresas, como Tesis de incorporación, mereciendo singulares elogios del señor doctor B. Medina, autorizada voz
en la materia.
En Octubre de 1885 fué presentado como candidato
el señor doctor Antonino Gómez Oalvo, titulado en la
Universidad, nacional. Su Tesis de incorporación:
Ob.~er1:acionessobre la ]JÚstTtla maligna, hechas en los Estados de Santander !I Boyacá, fué juzgada como trabajo de
Dotoria importancia.
A fines del año último fué presentado, como T~sis de
incorporación del antiguo y afamado profesor señor doctor
.Juan de Dios OarI'asquilla, un trabajo ilamado: Datos
sobrlla aclimataoi61i de la a'rracaCJu~en E'll'ro]Ja, impreso en Bogotá. Esta completa monografía, digna de ser'
conocida en Europa, según la respetable opinión del señor
doctor Sandino Groot, di(l entrada en la Sociedad al señor
lloctor Oarrasquilla.
:La Sociedad envió diplomas de miembros correspondientes,' por conducto de la Honorable Legaeión de su país,
á los señores doctores Adof\) Murillo .Y Agustín Orrego
Luco, chilenos, y aceptó como tales ~tl distinguido ])ro1'e. sor de Ciencias Naturales de Nantes, Viand de GI'and
Marais, y á nuestroilustrado
colega y comp~ttriota, señor
doctor Ign¡wio Gutiérrez Ponce, residente en París, quieu
se ha distinguido por Sil amor al país y por sus trabajos
literarios y eientíficos.
Son, en la actualidad, eandidatos aceptados, el señor
doctor ,Juan D. Herrera, y el señor Ijrofi~sor de Ciencias
Naturales, D. ,lavierTapia.
La impol'tancia científica de las 'resis que liemos mencionado,;, la notoria eapaéidad de sus autores, tenida en
cuetlta al votar su recepeión y honrados con el título de
miembros de la Corporación, han redundado en bien de
ésta, y los liuevos miembros llenan el vacío-en ella dejado
por los. ansentes, señores doctol'es Pío nengif(), Rafael
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-4Rocha Oastilla, .José Y. Uribe lt.Y Jesús Olaya Lavcrde,
radicados en el extranjero, y reemplazan á los señores
doctores Guillermo León, Manuel Uribe ¿{ngel y al señor
protesor Nicolás Sáenz, ausentes de la capital.
Al regreso de tan ilustrados miembros, la Sociedad, con
tan lucido, numeroso y respetable personal, de seguro seguirá adelante en su paertica laoor, coadyuvando de una
manera más uecisiva ue lo qne á primera vista parece, al
buen nombre y 110nra ue la Patria y al sostenimiento y
progreso de los estudios nacionales de :Medicina'y Ciencias
Naturales .
n
•
El sefior D. Luis M. Merlano, de Sincé, em'ió á la Sociedad muestras de algunos vegetales usados como agentes terapéuticos en ell~stado d~ Bolívar .
.El estudio de las plantas medicinales que creet'l' en el
país tiene la doble importanoia de enriquecer la Terapéutica, modificando la aplicación de medicamentos usados por el einpirisIllo, á veces con sorprendentes resultados, y de el'eal' -nuevos artículos de exportación, de los
cuales tanto necesita el eomel'cio de la U<'pílhlicH.
III
El segundo Illédieo titulado por hL Universidad nacional, el señor doct~)rMarcos lf. Lom, quien falleció no bace mucho tiempo en la ciudad de Zipaquirá; flOmeti6 al
estudio de la Sodedad el último ue sus trabajo.s que llamó:
Cirugía dt! parto,y. Aconsejó en él cicltQ proceder ope•...dtorio para extraPl' la placenta en los c.asos de retención
prolongada, mt~todo que no fué juzga.do ventajoso por
los Reñorcs d()ctol't·~ Bal'l'eto y Buendía, ell~'a respetablc
opinión fll~ apl'Ob:ÚIa por la Societtad.
La Honorable .J uuta general tll' Beueficencia del exg~ta(l() de Cnndinamal'C'll, so!i"it{. (~()nsejo «le la
tinguido
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-5Sociedad sobre un asunto de grande interés local y social:
la traslaci6n del antiguo y espacioso Hospital de San Juan
de Dios á UI1 lugar situado fuera del área de población.
J.lOS sQñores doctores Oastañeda, Ooronado, Gómez (Proto) y Osorio, trabajaron asociados el informe del caso y
acertadamente
lo subdividieron así: 19 Descripción minudosa del a,ctual Hospital (á cargo del señor doctor Oastañeda); 29 Oondiciones topográficas y arquitectónicas
que debiera tener el nuevo Hospital (á cargo del señor
doctor Proto Gómez); 89 Oondiciones higiénicas de los'
Hospitales en genei'al (ácal'go del señor doctor Oaronado);
y 49 Valor del actual edificio del Hospital y rentas que
produce y costo de la construcción del nuevO. y rentas que
produciría (á cargo del señor doctor Osorio). Ilustrada la
Oorporación por el anterior informe, que discutió y aprobó, teniendo presente que el Hospital tiene 19 espaciosas
salas para enfermos con 818 camas y todas las piezas necesarias para el servicio, ~'uera de 88 locales de la parte
baja que se hallan en arrendamiento;
que el local tiene
buenas condieiones higiénicas, y que dado caso que se
construyera UIlO nuevo, con el capital producido por la
venta del que existe, aquél quedaría sin la considerable
renta de los 83 locales arrendados, la Sociedad se manifest6 partidaria del sostenimiento del Hospital de San
.Tuan de Dios.
1m señor doctor Guillermo Muñoz, .de Guateque, envió nna Observación de hehnintiasis del hígado, y la
acompañó de algunos helrnilltos, los cnales estudiados por
el señor doetor Pizarro, fueron clasificados en el gmpo de
los vesiclllosos, que forma el género lIidátide. l~a Sociedad excitó al señor doctor M~lflOZ{t continnar sus importantes investigaciones.
VI
1m señor doeto!' Ignacio o-utiél'rezPonee fué designado por e! Gobierno Nacional para representar á Oolombia
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-0-
en el Uongreso médico que se reuní6 en Copenlwgne en
el mes de Agosto de 1884. I .•a nota eu qne solkitaua el
serlor doctor Gutiérrcz las Iucci$ de la Soeiedad, se extraYió, y en consecuencia la Corporación no plulo coadyuvar,
como lo pedía el representante, á fucilital'le el ueserilpeño
de su honrosa. comisión.
VIl
El señor doctor :Manuel Uribe Ángel, miembro correspondiente, envió una Observa.ción sobre de,~a'rrolloprecoz, tomada por el señor doctor' Marco A. Botel'O en el
EstM:lo de Antioquia, y la acompañó d~ comprobantes oficiales. Ella fué publicada, en atención á Sil importancia,
en la Revista ilfédica.
VIII
U n trabajo
intitulado
Trata'miento
lJa1'usit'Ícidl(, dl~
la lepra, oriJ.,>inaldel sCllor doctor Gabriel J. Castaiieda,
fué presentado á la Sociedad. El autor, de años atl'áil, ha
estudiado con especial atención esta ti'rrible enfermedad,
y en la citada monografía resume el resultado de sus investigaciones.
IX
al estudio de l((.'1 fiebres
presentó el señor doctor
J08ué Gómez un ('xt€lIS0 trabajo, que aun estudian en
comisión 108 seiíore¡,; doctores Corona.do y Plata. Azucl'O.
Con el título
Contribución
del Magdalena.-Obsen'adones,
x
El Instituto Smithsonian, de Washington, rC'spetable
a.sociación científica, la qne ba estrechado l'cladoncs con
la Sociedad, solicitó la el(~cción de veinte nombrcs eolOlnbianos, notables en las ciclIcias físic.'\s, naturales y médicas, con el tín de incluírlos en un Di-rectorio UlIiVlJ'fSal,
formado por el Instituto. Fueron elegidos los seflOl'es :
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-7.Andrés Posada A., Antonio Vargas V., Oarlos Balen,
Carlos Miehelsen, Evaristo García, :U-'rancisco Bayón,
:U-'ranciscokIontoya, .José María l~uendía, Juan de Dios
Oarrasquilla, Iáborio Zerda,Luis l~onnegra, Manuel Ponce de León, Manuel Ul'ibe A.; Nicolás Osorio, Pío Rengifo, Rafael Nieto París, Ratitel Hocha Oastilla, Vicente
de la Hoche, Vicente l~estrepo y Wenceslao Sandino
Groot.
El señor Madrazo, Secretario de la Real Academia de
la Historia, de Madrid, comunieó al señor doctor Liborio
Zenla el nombramiento de miembro correspondiente, con
que dielm Academia le ha llOnrado por sns trabajos históricos, etnológicos y arqueológicos sobre los Muiscas. De
estos trabajos del señor doctor Zerda el Profesor Vilhelrn
Boyé, arqueólogo y miembro de la Sociedad Real de Anticuarios del Norte, en Oopenhague, presentó á dicha 001'poración una Memoria sobre Oundinamal'ca y El .Dorado,
basado sobre los trabajos del señor doctor Zerda. En esta
Memoria de Boyé, traducida á varios idiomas, se hacClí
merecidos elogios al alltor de El .Dorado. De otros sabios
ha recibido también felicitaciones y yoces de aliento, y
entre ellos del l:)rofesor A. Bastian, Vicepresidente de la
Sociedad Btnológica de Berlín.
di
Me complazco en hacer mención de estosjustos honores
tributádos á nno de los miembros fundadores de la Sociedad, que aparte de ellos continÚa consagrado al estudio.
<le las ciencias. naturales y médicas con lucimiento.
XI
I.¡a honorable J·unta central de Sanidad del extinguido
Estado de Oundinamarca consultó á la Sociedad sohre la
conveniencia, de dictar medidas pl'Ofilácticas que evitasen
el· desarrollo de la epidemia de cólera asiático, enfermedad
que desde mediados de 1884 afligió los países del Sur de
]Juropa. Ya, en años anteriores, la Sociedad había estudiado las cuarentenas;
mas, por fortuna, el no haberse
propagado la epidemia á las costas de Amériea, permitió
dar fin á este asunto y trauquilizar los temores fundados
de la .Junta de Sanidad ..
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-8l\fás tarde, :í. mediados de Octuure de 1885, pOI' excitación de la, misma honorable .Junta, estudió la Sociedad
la epidemia de c6lera esporádico, que con notahle intensidad se desarrolló en Bogotá y sus inmediaciones, desde
mediados de Septiembre ,lel mismo año. El intorme que
sobre el cólera nostm,~ tmuajó, con acierto, el señor doctOl' J.Juis Fonnel:,F}'a, discutido
y aprobado poI' la Corporación, fué tI'a..<;¡l)ritoá la honorable .Junta centml de Sanidad, y aoogido en las colurnna..'i <lel pel'i6dico semi-oficial
La Na(}wn, y en, parte l'epI'Oducido cn Las Notic-ias,
XII
El seiíor Presidente de la Junta Directiva del Asilo
de niños desampamdos, doctor Rafhel Pulido, excÍU; á la.
Sociedad á coadyu\'ar á la creación de un Di!lpensario Ó
botica qUé diese medicamentos gratuitamente {~la clase
pobre. I .•a Corporaci6n, como cuerpo colegiado, 110 pudo
prestar apoyo á tan filantr6pica idea, por "el' distinto su
ohjeto y diferentes sus tendencias, pero los miemhros
ofi-ecicron cooperar individu:tlmente á la. realización de la
botic:\ para los pohres. El fallecimiento del señor docror
Pulido impidió que se llevase ;t eaho tan caritativa idea.
XUI
El seÍln)' D. Claudio Vericel, Veterinario, presentó nI
Gobiemo nacional un bien elaborado Iuforme sobre la
mala calidad <le las (~arnes expelldidas (m el mercado de
Bogotá, asunto de interés general, que fué detenidam<:'ote
considerado por la Sociedad. LO!'; sefJores doctores Buendfa
y Osorio, comisionadof'\ para <:'stu<liarel citado JnfoI'lne,
opinaron que las C1lUJ('S dt'scompl1est~I~, de animales Iwci(1m;muertos é inft~ctados de gérmenes contagiosos para el
hombl'e,-como el tubérculo y los el}uinococo!', estos últimos causa de la téllia y kl ladl'el'Ía,-ut.~bíau ser sustraídas
del mercado, como reconoci<lamcnte ~tjudiciales.
Este
Informe, saneiollado por la Sociedad, fiJé trasCJ'ito al Gobierno nacional y al sefior Alcalde de la ciudad, indicando
en él la necesidad imperiosa de crear mataderos públicos,
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-9sujetos rt l{eglamentos dictados por profesores de Higiene, para impedir la venta de cal'lJes descompuestas,previniendo así el origen de las distintas enftmnedades que
nacen de sn uso eonlO alimento.
XIV
La epidemia qtW afligió la ciudad de 'rocaima en los
últimos seis mcse¡; de 1884 y los siete primeros del siguiente alío, llamó la atención de la Corporación. El máximum de mortalidad causado por ella, el cual aleanzó al
25 por 100, tuvo 1ugar en Agosto de 1884. La variedad de
formas, la intensidad, la dnración de la fiebre perniciosa y
el tratamiento empleado para cOlnbatil'la, fueron conocidos de la Sociedad por el interés que el señor doctor OSO""
rio tomó en adquirir datos con el fin de comunieárselos.
xv
I,a corteza de un árbol llamado vulgarmente gmnizo,
de la familia de: las rubiáceas, el cual crece en las mismas
regiones que la quina, fué presentado {t la Sociedad con la
aseveraei6n de que tenía propiedades terapéuticas idénti~as {t las de la simarruba, de la que podía ser rival 6 sueced{tneo. El analisis químico de ella fité encomendado al
seflOr profesor l\1ichelsen, y terminado que ¡;ea, eorresponderá {t los señores profesores de cHniea estudiar las proI)iedades terapénticas que se le atribuyen, y si realmente
las posee, fijar la dosis á que debe administrarse y la
forma farmacéutiea que más fheilite su uso.
XVI
Algunas mazoreas de maíz l1cladcro, reeogidas en las
inmediaeioues de la ciudad de I,a-Mesa, fueron enviadas
á la Sociedad. Nombrado en comisión, para baeer el estudio, el señor doetor Durán B., vióse obligado á iuterruffi-·
pir las experieneias por lutberse acabado el maíz enfermo.
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-10XVII
Un asunto de importancia pam el .CUt'TpOmédico n¡r
cional ocupó la atención de la Socierlad en varia.'! y sucesivas sesiones. Hablo del Reglamt3nto sobre kt.'I Juntas d~
midioos. Traba:jado, como proyecto de Acuerdo, por el
señor doctor Proto GÓrne7., y a.dicionado por los señores
doctorcs José M. Bllendfa, Gllillermo Le6n y Nicolás
Osorio, fllé a.probado y sancionado por la Corporaci6n.
Carecíamos, los médicos, de reglas para formar Juntas que estuviesen de acuerdo con nuestro caráctel' y costumbres, pues las que existían, copiadas de códigos de
otros países, presentaban cou freouencia dificultades é
inconvenientes.
~"íja el "Regla,mento" la conducta qne deben seguir 108
médicos cuando se solicite el COlICI1I'80 de sus conocimientos; se reprimen las indehida¡;¡ exigencia.'! de 10¡;¡enfermos
y sus allegados, que con frecuencia. atectahan el honor del
profesorado; protege á '.08 médicos en sus relaciones, é
impide desavenencias peljudiciales;
es, en realidad, un
lazo de uni6n entre los que ejCl:cell el dificil sacerdociode
la medicina.
XYIll
El señor D. Ramón Cuéllar, profesor de Ciencias n¡r
turales, miembro de la Sociedad g('ológica de Francia y
.de la Academia de minas de Freiberg, obseqlli¡) á los
miembros de ]a Co\'pomei6n con UII folleto intitulado: Estudio sobre la.'1aguas minerales en general, el cual comprende un estudio detallado sobre las aguas tennales de
las vertientes de Sáehica.
XIX
En el mes de Octnhre de] año último comuuicó el
señor doctor Nieolás Osorio á la Sociedad, que con pequeña dosis tIe una planta llamada vulgarmente mata,cucaracha, suministrada por el señor doctor Wenoeslao
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-11-
Sandiuo Groot, rcmitida del Et;tado del OauéH, ba.bí¡j,
hecho cxperimwias en asocio del ¡.¡eílOr doctor IJu¡~ UI'1-.
cOOchea, de )¿~ti propiedades tóxiCalS de ella, y que las cl'eía
de tantn. impurtancia, que la-s Ro:netía al e$tndiode la
Socit>dad.
Es~_plan~
mal clasificada, SO'¡!;Í111 intorme del señur
uoctHf 8andino Ol'uot, hasta que el señor profesor Uentbam
la colooó en las Bia:áuas, que pertenecen,al género Ryani«;
sobl'e el cllal han emltidu los botániCQs opipillnes poco
conformes, probablemente ¡lOr no haber di~puesto, al olasificar la. planta., de ejemplares eompleto$ pala-aprovoobar
todos RUS caracteres, tiene boy, oompl'Obadas como estáu
las propit~dades túxi~\S lIt) h\ eswcie .eliltudiada, verdadero
valor, y el interés de clasificada. acertadamente es ma.yor.
1'res especies de ella se cOllocen en el país. Ensayada
la. influ;ión de hojas de ulla de ellas en perros y pollos, á
pequeña dosis-pol'
ingestión y por el método subcutá·
neo, produjo la muerte rápidamente, siendo de advertir
que los animales que sirvieron para la. experimentación
emn de edades diversas y de tallas diferentes.
!.;os sintomas presentados pOl' 108 animale8 enyeoeuados, son semejantes á lo¡;¡ produddOi!; por la estJicnina:
coutracciones y cpnvlllsioucs violentaH de 10&mlÍ86Ulo6,
sacudidas en la regil)ll del cuello por aeoosos, dificultadpara respirar, trisIDus y ligidez, especiaImentedel
tren
poiKerior, y síntomas semejantes á JOítque present{l,nlo6
envenenados con la. bella<lona,-vómito,
dik.taei6n de la .
-pnpiia ete.
Ln experimentación se repitió en pI'esencia de la Sociedad, y 108 resultados de ella os dieron el conveooimiento de qtle el veneno es, ;Í lo meno:-l, tan activo como 1:.
estricnilla, y, en coulreCuencia, e.st{\ llamado {\ ocupar lugar en la Terapéutica, y quizá {\ ser nna nnem faente de
comercio ':i de riqueza para el' país.
El señor llroíesor D. CaI'los Balen extr<\Ío el alcaloide
de est.'l. planta, ,Y el sefÍOl' doctor Sandiuo Groot experimentó las semillas r, frut.o de ella, adquiriendo la e·ollvlcción de que es t,H1 tóxico cúlOO hy; hl~as.
Me permit.o consignar el ltecho de que el ácido sálioo
que coutienen algunas plantas, como el cl~tlko,dismiuuye la
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-12acdón venenosa. d(~ la planta, estudio hecho por Pi mismo
profesor,
xx
}i}l sefio\' doctor Rafael }i'ranco pidió á la Sociedau que
estudiase la acción terapéutica del té de Bogotá, durante
la epidemia de cólera no,<¡tras, de que antes hemos hablado, Es indudable que la, infusión .de e8ta planta, que ha
dado lllgal"á fj'ecllcntes discusiones, aalma los principales
síntomas de la enfermedad, cuando es benigna, sin duda
por la considerable éantidad de ácido tánico que encien-a,
á la vez que por la acci6n excitant.e
qne tiene, nacida
de los
principios aromáticos que contiene,
XXI
El seño\' D. Manuel Gutiénez, de .Jerez de la ]'rontcm, en }<}spaiia, solicitó tle la Sociedad que, previo ensayo'
y anali8h~ de los vinos qUfl expende la casa de que es socioAgente, se le expidiese certificado de su buem. {~:llidady
pwpiedadeR alimenticias y terapéutic.'l8, con el derecho
de darle publicidad. Oído el infbrme de la comisión-seflo},
doctor B. Medina-favorable
¡Í, los vinos, como ya lo habían sido el de la Academia· méuico-quil'Í1l'giea
.I ('I-ezana
y el del Congreso médico internacional de Sevilla, rcunido
con el fin de estudiar 1m, vinos en 1882, fu(\ trascrito al
solicitante.
XXI[
l~l ¡;efíor Pr()ft~sor Jlichell-;cn present6 una. iutcresante
Memoria :<labre el an{lli.~ís q/límico del Jlan que se con,~ume
ml Bogotá, estudio de alto illterés y nuc\·o entre no~otros.
:g1J (.1 comprueba.
el auLor
que el pan en Bogotá
no tiene
soda, como generalmente se cree, ;-,',cn comwcuencia, qtW
Sil liSO IlO es cansa de la a111~rnia,tan frecuente en la ciudad. AtrílJ\l'y(~ el sabo!' agrio, y á Veees desagradahle del
pan, n ) á la SOlht frawlnlcntalIll'ute agrt'gada allabrical'10, sino al íteido acét.ico (lesHrrollado po)' la mala prepara~
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- l:~__
o
ClOn. Bste Informe, como todos los que tienen relaci6n
(Ion la Higiene pública, tiene alta importancia, y desvane.cerá el temor de que el uso del pan cause enfermedades,
pues que no eoritiene elementos perniciosos á la salud.
XXIII
El señor Secretario de Gobierno de la Hepública, con
fecha 16 de 1!Jnero del año en curso, pidi6 el voto de la
Sociedad sobre las medidas profilácticas que debieran tomarse para evitar la propagaei6n de una epidemia de fiebre tifoidea, desarrollada en aquel mes en el Pall6ptico.
Comisionados para elaborar e1 Informe el señor doctor
Daniel E. Coronado y el que habla, lo presentamos opor':'
tunamente, indicando la neeesidad de tomar medidas para
establecer un verdadero Hospital en aquel J~¡.;tableciTlliento, cons~jo que fué atendido por el señor Secretario de
.Gobierno del Distrito l~edcral.
XXIV
l.Ja.SOeiedad, como todas las asociaoiones eientíiicas
,de carácterpermaJiente,
extendió diplomas {t sus miembros, legalmente autorizados, (pIe les sirviesen de testimonio de honor, y llegado el caso, de comprobante de que
lt eUa pertenecen.
XXV
Desde el mes de Agosto de 1884 se reúne la Soeiedad
·en un local capaz y decente que hace parte del edificio de
Santa Inés, ocupado por las Bscuelas Universitarias de
Medicina y Ciencias naturales. J.Jas salas fueron decentemente adornadas por disposición de los señores doctores
.Tosé Vicente Uribe R, Manuel Laza Gran y LiboI'Ío
Zerda, los dos primeros {t la sazón Secretarios de Estado, en los Despachos de Iustruceión públiea y ~-'omento,
respectivamente, .Yel 'Último, !leetor de las Bseuelas men.donadas, y los tres ,médicos (}p merceida reputaeión.
l¡jll ulla de ('stas salas se ('OIlHcrva.el 1\111seo de A na-
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-14tornfa. patol6giea,
pl'ilIH~I'O
d(· su
Cl(lf;{'
('fl
Colollloia,
al
cuitlatlo del Secretario.
XXVI
Dos concnrsos an:ttolllo-patológlcos
en los per·fodos qne hoy terminan.
abrió fa Sociedad
'El Museo
se enrique-
ció con las siguientes piezas:
1:'- La presentada pOI' 1m; s<:>Í1oresAlfrcdo Garcés y
:Manuel Prados O., acornpafmd:t de nmt observaci{m intitulada:
Cont'ribución al diagnóstico d-ife-rc1l(nal clínico '!/
g,natomo-patológieo entre la·fiebre tifoulea y la- tube-rcuIQsis y entre é,~ta y la. disenteria, basado 1m la.'1lesiones intestina-les (con l1iezas anat6mica.'i) de estas enfe;rmedatk8.
2:'- La presentada por los s(·fiores Alberto Hestrepo y
Manuel Prados O.,-Osteitis-sin
oblServaeióll.
3~ Un fihro-sarcoma th·l maxilar illft-'riol', qlw ahraza
la mitad izquierda
deL lIUCSO, pie7.a pl'(>sentada por lo,..
señores Eloy E. Gom:ález, Marco A. Rotero y Manuel
Prados O.
4~ .Ateceiones
del tubo digestivo,
enferm(>dad
•.le Hoc-
kins, pieza presentada por d ~cñor Manuel Prados O.
5~ El señor Ezeqniel Ahadía. present6 I\na fractura.
oonminut.iva de la hó\'eua y base del cráneo, seguiúa de
muerte rápida POI' compresión.
Reunid:t la comisión de la mesa en 5 del corriente mea
de Marzo, adjudic6 diploma de 1~ clase: al señor :Manuel
Prados O., por las piezas 1~, 2~, 3!- J' 4!l; diploma de 1~
clase al señor Ezequiel Abadfa pOI' la pj(>za 5~, y diplomas de 2~ cla.<ie {t lol'l señores Alfrerlo Gal'cés, Alherto
Re8trepo, Eloy E. González y Marco A. Botel..-) por la
colaboración en la presentllci6n de las pie?.as 1~,.2~ Y :J!-.
Las einco piezas mencionadas se conservan en el MU8eo
de la Sociedad.
XXVII
La. Revista. MéiMc((, órgano de la Sociedad,
('(~da(~tada
en los tl'CS últimos
aílos por {>l¡,;eflllr doctor Niculá ..•Osorio, apareció con rehrularidad hasta el nÍlmero 101, segun-
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-15do de la serie IX, correspondiente al mes de Noviembre de
1884. 11a mala situaciÓn fiscal del Gobierno, que auxiliaba
la publicaeión,impidi6
que apareciese en el año pasado.
Este periódico ha dado cabida en sus columnas, Ú más de
los actos oficiales de la. O\)rporación, Ú observaciones, extractos de trabajos científicos, estudios botánieos, químicos, fitrmaeol6gicos, terapéutieos, pato16gieos, quirúrgicos
é hh:;tóricos. Bs el único periódico científico que ha tenido
larga vida entro nosotros y el único que ha tenido influencia positiva en t~lprogreso de la medieina nacional. Sería
demasiado largo entrar á hacer apreciaciones sobrc los
trahajoR científicos en él publicados; baste decir que en el
índice de autores figuran todos los nombres de los natul'alist~Ú; y médicos de la RepÚblica, con contadas excepciones. En él e¡.;tán compilados los trabajos sobre medicimt nacional, por mil camms distinta de la medicina de
otros países, que tiene}l altura, clima, alimentos, costumbres é industrias difenmtes del nuestro. A más d~ este
valor local, si así puede decÍl'ge, tiene la Revista el interés
de consignar noticias soure los Iluevos métodos operatorios, los agentes terapéllth:os descubiertos ó estudiados
últimamente y sobre las entidades patológicas mal cono~
pidas hasta el presente.
, Bstas condiciones hacen la publicaei6n de la, llevista,
necesaria, y annqne ella, fuera, que no lo es, el Único resultado de los traba¡j0s de ]a, Sociedad, ésta debería estar
satisfecha de la obm emprendida.
Al hablar, al principio de este InfcH'lne, del personal
de la Sociedad, no tnve,por fortuna, que lamentar la pérdida de ninguno de sus miembros; no rne sucede lo mismo al tratar de los colaboradores de la lle"ista Mld'ica.
~rI'es de ellos han fhlleeido en el curso del doble período
que hoy termiila.
El, sefior doetór Po/lro l~ablo OervantlJsj distinguido
médico y aventajado literato, antiguo profesor de clínica
en los Hospitales militares y civiles; profesor en los 00legios de San Bal'tolomé y del Espíritu Santo; Inspector
de la Escuela de Medicina en 186:'5; miembro delOonst'jo
de Medicina del Estado y autor de numerosos trabajos
científicos, literarios é históricos, falleció el 2 de Agosto
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-16-
(le 18S..J-. N lIe\"(~ IlJeS('$ alltes escribió, haciellllo el elogio
fíuwbl'e del seillll' lIodor.T uan de Dios 'l'avera, las siguientes IÍncas.. que lile pel'mito trascribir al terminal' este cortú recuerdo de su autor, quien de 8egUl'Ono pClIs6que
sCl'virían pam honrar 1m propia. memoria: H Y ya lo .bemos dicho otro vez: el mero deseo de buscar una profesión lucrativa, carece del poder bastante para conducir al
hombre á la alta dignidad que representa el médico; @iI
indispensable poseel' especiales condiciones qlw pueden
llamarse de organización, poderosas á levantar al .l.lOmbre
de la esfera común, nada menos que para asemejarlo en
muchos casos á la Providencia."-El
señor doctor Oer-cantes, por su instrucción, talentos y filantropía, es digno de
un puesto en la. ,jerarquía en (jue él mismo colocó al
benemérito doctor Tavera.
En la ciudad de Zipaqnirá murió, algunos mc¡.;es después, el señor doctor .ftfa.rcos M. LOrlt,,va nomhrado en
~.8te Informe. Médico titulado por la Universidad cn
1869, se distinguió por su laboriosidad y asiduidad en colaborar en la R,evi.~ta Médica.
En 1884 murió ~n Colón el seiíOl' doctor Lisantlro
Sa4/vedra, también hijo de la Universidad, autor de diversos trabajos que fueron publicados en la Rev'istct. En
el Museo de la Soeietlad se conservan varias piezas anatomo-patoló~ica~ que presentó á 108concursos. En la ofi:'
cina \le vacunaci(m quc creó la. Honorable .Junta de Sanidad prestó con acnciositlad servicios de importancia.
Debo recordar aquí el lloUlhre dellleñor doctor .LucUtJlo
Laverde, colombiano, médico de la. Fac::ultad de Parls,
fallecido prematuramente
ell aquelh~ ciudad, dOJl(h~ ~
había radicarlo y l'jercfa su profesión con éxit~l.
XXVIII
La :::;ociedad ha redhitlo aJ/.{lllloliIihl'os deutíficol>. La.
obra iutitulada: J.lfemoria ,~ob-,.ela.'I agua" potaJJles de la
oopital dI! .i.'l:Uxico, ('sel'ita por el 8t~ñor (¡netor Pcñafiel, y
la doua.da }lOl'el Ml'flOI'
Spl'retario tle Relacioues Exteriores,
ílriginal del sellO\' doctor Bomé y BOllfil sobre Fie&TC
al1Klrilla;
dispm¡o la Hocietlatl que I';C I'xtmetas('u y pnbli.
(~11"'1I los extmctos.
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-liXXIX
En la sesión ordinaria que tuvo lugar el sábado" de Noviembre de 1885, eligÍl) la Sociedad, en votaci6u secreta,
cumpliendo lo (.li~puest.opor el " Reglamento," 108 siguientes dignata.rios y empleados:
Presidente, señor doctor
LEONOIO BARRETO.
Vicepresidente,
"
AnRAHAM Ar AJUClO.
Secretario,
Tesorero,
Redactor do la
"PFnmo
MARÍAlB..L~z.
"GABmJ<~I~
llevi8ta, .
NICOL,\"
J. OASTAÑED.A.
OSORIo.
Habiéndose excusado el señor doctor Oastañeda de servir el cargo {le Tesorero, fué elegido para. reemplazarlo el
señor doctor G. DURÁN BORDA.
,.
xxx
No terminaré esté largo Informe sin consignar en él,
á nombre de los miembros de la Socie'daa, ulla expresión
de- agt'atleeimiento al señor profesor Micbelscn, por el celo
y c.onsagmci6n con qne ba desempeñado las funciones de
President{l de la Corpomeión y por el interés que ba tomado en la próspera ma.rc]¡a de ella. Los señores dootores úW$tañeda y Barreto son dignos<lel aplauso de la
Sociedad por 108 ser\'icio¡; qne la han prestado como Vicepresidente y Tesorero, respectivamente;
y el señor doctor Osorio por el aciert.o con que ha dcsempeñado la. árdua tare:l de redactar la Revista Afédica, periMico que
honra á sns autores y al país, como que e¡.;resultado de
verdadero y sóliuo adelanto ..
Los dignatarios y empleados d(~la Sociedad que hoy
empiezan {~ejercer sns funciones no t~~ndl'án que bacer
-para merecer el a.gradedmicnto de ella-sino imitar la.
(lOnduchl de los que ho,Y l:e8an d(~ regida, con excepción
de la del qne hahla, pÚI' cuyos esfuerzos se ha sostenido
en tall l)J'iIIallt(~ llie ..
Bogotá, l\farr.o 27 de 1~8().
PBDRO
M. 1B.\.ÑEZ,
Heeretat'ill.
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DISCURSOS
DE LOS PRESIDENTES DE LA SOCIEDAD DE MEDICINA Y CIENCIAS NATURALES
EN LA. SESION SOLEMNE DEI, 27 DE MARZO DE 1886.
SEÑOR:
Al cumplir con el grato deber de posesionaros del puesto
de Presidente de esta importante Sociedad, permitidme
p.acer especial meuci6n de la fraternal benevolencia que
nuestros ilustrados consocios acostumbran dispensar al
jefe para faciUtarle el desempeño de sus delicadas funciones.
Unidos por los estrech<ts vínculos de la ciencia, trabajamos para, ella,en beneficio de la.humanidad, agregando
nuestro contingente :1la obra de las generaciones qu~ nos
han precedido, y preparando el campo á las que nos seguirán; obreros de un día, mi economizamos esfuerzo
alguno :1fin de comple~ar fielmente nuestra tarea; por
eso vos y nuestros consDcios,á la cualidad· de ser entusiastas investigadores, agregáis generosa liberalidad prest:1ndonos mutuo 'S' eficaz apoyo.
En estas, tan favorables condiciones,' seguÍ'o es que
impulsaréis con buen éxito nuestra obra, y que durante
vuestro período presidencial la Sociedad de Medicina y
Ciencias Naturales, atilladamente dirigida .por vuestra
conspicua experiencia, adquirirá valiosos méritos· nuevos
para continuar ocupando, con todo el brillo aeostumbrado,
el distinguido lugar que le pertenece entre las corporaciones sabias.
He dicho.
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-20-
SEÑOlt DOCTOIt:
Las bené\'olas manifestaciones qne acabáis de harerme
por el alto honor que esta Sociedad me ha conferido eligiéndomc su Presidente, sin más mérito de mi parte que mi
constante y entusiasta amor por la ciencia, serán un grato
recuerdo en mi humilde vida. Vuestra~ sabias reflexiones,
con especialidad la del fraternal apoyo que me prestarán
mis honorables consocios, me animan, me inspiran la confianza, que SiDellos no tendría, de que me sería dado llenar
la alta misión qne se me encarga.
Al llegar á la silla que ha Hido ocupada por Sarmiento,
Vargas Reyes y por otros de los más eminentes profesores
del país, no puedo menos que sentinne poseído de viva
l~moci611y de grande respeto por ellos ..
•
Esos hombres de ardiente fe en la ciencia y de perseverancia incontrastable, han sabido conducir esta l'e$petable Corporación, sin que nu¡ca pierda el carácter que
le corresponde por la altura de sus miras y la impol'tancia.
de sus fines. :M:allteniéndola dentro desu propia y exclu8iva órbita, que es la del adelanto de las ciencias médicas,
tisicRs y naturales, lJan obtenido para ella cll'espeto y las
simpatías de lal-!asociaciones semejantes en el extl'aDjero,
y en gcneral la eon¡,;ideración d(' todos los filántropos
del país ..
'ran ft~CUl\(hL
lauor ha sido seeundada por los unánimes y
cntusiastas csflwrzos de los dem{ts Uliembros de la Corporación, quienes inspirados por el amor á la verdad y á la
beneficellcia, que SOl1los resultados finales del estudio de
los conocimicntos (¡tiles á la humanidad, han competido
con singular abnegadóll ell invcstigaciones científicas de
todo g(~[lt'ro,aun ('n medio de las más alarmantes epidemias y en los más Illortífcro¡,; y asoladorcs cHillas. Ellos
jamás estiman (:Illllplida S\I sagrada misi611 sino cuando
al terminar sus consuelos para con el desgl'aeiado, han
podido recoger algunas obscryaciones que hagan surgir
mayor I\1Z en los c:ampos de la cÍeneia.
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-21El valiente esfuerzo y la gloria qne l~ll'cficja. sobrc el
que obtiene por los justos medios resultados positivamente útiles para. la especie humana, son naturales inoontivos para los impulsos grandcs y generosos de la juventud
estudiosa, la cual ha probado con hechos incontestables
quc Higue decidida. t'l ejemplo de sus mal~strOI$ sin que
sean hastantes á detcuerIa en su noble camino los obstáculos Ili los peligros.
Agregan~ á I'sto la recíproca. cooperaci6n que esta Sociedad eTH~llelltra mi las extranjeras, unas veces directalIlcok y (Itras por medio de los socios que á la vez gozan
tiel honor de pertenecer á ésta y á aquélla:;;; y sobre todo,
es parte Ú comunicarle vigor y respetabilidad, la. benévola
.v eficaz consideración que siemprc le ha. tlispensado el
o-obiemo (l nombre de la Patria.
Con ei;L:'ts circunstancias la SociedaJ ba podido coru;ervar8e siempre acti \':.\y diligente al través de las vicisitudes
del país, y fin existencia l)areCI~flcfinitivanwut·c asegurada
para lo porvcuir.
Sel' el primer colaborador en la guarda, y conservaci6n
de tan sagrado tesoro, es, pucs, el deber que me imponéis;
y si la grandeza de él cá& me arredra, los elementos de
que se compone f;on también bart{) poderosos para que
pueda deeir, como lo espero, al entregar este l>uesto á. mi
honorable sucesor, que la 80ciedadha hallado en la. natu·
raleza nuevas fuentes de progreso para las artes, la. ind1l3tría. y el comercio; alcanzado grande.s medios para.a.1ivar
la humanidad doliente, y difundido por extenso conocimientos útiles. Si así fnere, mi satisfac.ción será' completa.
He dicho.
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DISCU1~,SO
PRONUNCIADO };~ J,A SY.SIÓN SOLEMNI<;DE LA SOCIEDAD DE
MEDICINA Y CIENCIAS NATURALES
~xccte,l\l;'>~"'"
;jCi'M
9Defe'j'll)"
EL 27
')f"., l",'"\I
"
m;
MARZO Dl!l 1886.
;J.í,,, .• .i\':¡;]"Gi.,t)o),
.>e.w~
l~lr.t~.·HOillte.~1er1o~e.\'
En este mismo recinto, 30 aflO¡'; há, la bueua. voluntad
de mis compafieros {le estudios me hizo órgano {le su
agradecimiento para. con nuestros maestro8: no pudiendo
declinar este honor, correspondí á él hasta donde lo permitieron mis fuerzas; y los profesores {~ quienes me dirig{
acogieron benévolos, mis palabras. Hoy me haJlo en caso
semejante: designado para dirigida en este acto solemne
á la honorable concurrencia, honor que tampoco he pO(lido declinar, reclamo vuestra indulgencia.
Permitidme empezar mi razonamiento desahogando
la. pem\ con que contemplo, entre los vuestros, un a.sient()
que la muerte ha dejado vacío; el asiento que infaliblemente habría ocupado esta. noche un ilustre huésped de
Bogotá, el Exce]entísimo Sefior
Antonio Soffia, que
jamás, mientras residió en esta ciudad, faltó á acto alguno de aq\}cllos en que había de }ll'omoverse Ó de hacerse
brillar algo que tuvietle que ver con ell'rogl'eso ó el bienestar de este país. 1<":\
se mostró siempre amigo de este
Instituto, y una de las pruebas con que lo acreditó fué la
de habernos puesto en comunicación con la Sociedad de
Medicina de Santiago de Chile.
Ya el señor Secretario, en su luminoso informe, ha
dado noticia de los trabaJos en qne se ha ocupado la Sociedad y de los socios que han sido a.dmitidos, y ha honrado la memoria de los colegas (1\le hemos pcrdido.
n .. r.
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-24La ciencia es tall vasta y los asuntos de que pudiéramos tratar tan variados, que me h¡1 sido difícil fijarrnc en
alguno para llam~r sobré él vuestra atención on este acto.
J-,laman :~Ipresente la de todml nuestros coneiudadanos
las cuestiones de higiene pÚblica, por lo cual, y por el sumo
interés qne cn<;icrralJ, no Le vacilado en escoger llna de
ellas para argumento <lemi discllrso.
Cuanto la hígiclle privada interesa [t, cada particnlar,
interesa la pÚblica :í los pueblos. Los gobiernos no pueden mirar eon illdiferclleía materia tan iU1port:tn1A~.De la
solicitud y cf;llIel'Ocon que se la. mire depende el T1Jant~Ilimiento del \'igor de la l'a¿a, (lUC es uno de los elementos
de prosperidad y pujanza de nna Ilación.
El hombre es ser esmlCialmcnte sociable: cuando, reuniéndose cada 11110 eon otros forma agrupaciones, no hace
sino obedecer á su instinto, satisfilcer una necel:5idad natural; de las asociadones resultan la fuerza, el cambio de
conocimientos, el progrcl:5o, en una palabra, la d viJización.
Mny lejos estoy de participar ue las ideas de " el cantor
del estado salvaje." J-,as agrupaeiones, agregáudose á su
vez una." á otras, forman pueblos; pero tal agregación, no
obstante que es natural, trae consigo peligros de que hay
que cnsefiar :.t los pueblos á precaverse, so pena de "er
(lue lo que debía ser para ellos eondición de vida y de a<lelantamiento venga á ser caus:t de ruina y de lUuerte.
La higiene pública estudi:t todos los problemas de la
existencia en común. Hoy que la ciencia ha derramado
sobre ella luz abundante, incunir1an en grave responsabilidad los gobiernos, los hombres cultos y todos los que,
por cualquier título, tienen deber de velar por la conservación y por el bienestar de 108 pueblos, si no diesen á
aquel ramo de la ciencia y á sus aplicaciones· pr{tctica ..,
toda la importancia que en sí tienen.
Bntre estas aplicaciones escogeré, para discurrir sobre
ella, una en que, en la época presente, nos han forzado la
necesidad y una <10101'081\ experiencia á fijar la. atención:
las alcantarillas.
Cuando se contemplan las fabricas de este género que
nos llan dl'jado los antiguos, el ánimo queda arrebatado
de admíraci6n, pero el corazón se contrista al recordar el
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-25número de vidas 'lue su construcción hubo de costar. Para
la de las inmens.:'\8 cloacas de Babilonia, Gelón sacrificó
numerosos prisioneros del ejército de Amftca.r. HablanOOdela8alcalltaIillas cónstruídas por TarquiDo elAntigtro, se
expresa Amptll'e en est>os términos: "Cerca de 18 siglos
han pasado desde que lllinio hablaha, con asombro de la
alcantarilla de 1'al'quin6, y lo qne á él le admiraba nos
.tdmim ahora á nosotros, y .í otros llenará de igual admiración durante muchos siglos." llossuet, refiriéndose :1
aquellas mismas fábricas, asegura quc Roma no tuvo que
avergonzarse de ellas cuando vino {t ser scúora del mundo.
Pero tantas fncron la..'l víctimas de su construcción, que
con su ~angI'e podrían torIllarse torrentcs que las colmaran.
Hacer obras grandiosas economizando vidas, tle manera
que los artífioef.l puedan contempladas ~a consumadas, es
la má.., gloriosa conquista llc la higiene.
J.108 monumentales
trahajos de los antiguos han hallado émulos en los modernos. Detengamos nuestra consideración en las admirables alcantarillas de París. En el
reinado de Luis XIV uo había sino 3 kilómetros de alcantarilla cubiert-a, y en el aúo pasado de 1885, formaban
una red subterránea de 5;~5 kilómetros, de los cuales 175
son navegables por los barcos-compuertas.
M. Belgrand
calcula que ueutro ue 14 aúos esta rcd alcanzará á 1,000
kilómetros. La red cowctom de 'Asuieres es de mayores
dimensiones que la cloaca máxima de Tarquino el l\.ntiguo: tiene {).kilómetl!GS 154wetros de longitud, 4 metr08
4.0 centímetros de altura y 5 metros 60 centímetros de
ancho, J' está provista de do~ aceras de á 90 centímetros.
Cuando la Asociación científica de }l'rancia en 1869 yisitó
esta. fábrica, M. Belgrand tuvo la satisfacci6n de mostmI'la con una especie de coquetería, según la expresión de
'}f. Mayel'. AIH se admiran el estado de las aceras, la limpieza, la, comodidad, la solidez y la buena disposición de
las reja!;.
Si volvemos la vista á ese gigante que se llama l~ondres, tendremos &mbién mucho que admirar en orden {~
las obras de que estoy tratando.
- Muchos inconvenientes ofrecían sus alcantarilla8, que
al principio habían sido construídas sin unidad de plan;
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-26-
pcro, para. corregir sus defectos, no tardaron en ponerse
en acción la enérgica iniciativa y los potentes capitales
ingleses. Mr. Alfredo l)nrand· Claye, en un estudio muy
reciente describe el estado en qne Londres se hallaba antes de los grandes trabaJos de saneamiento, y de los enérgicos remedios que se han opuesto al mal. "Cada marea
alta, dice, detenía las aguas infectas, y en cada marea b~a
éstas caían al Támesis y formaban ¡In lodo inmundo cuyas pestilentes exhalaciones obligaron una vez á los miembros do las Cámaras á levantar la sesi6n para huír de los
salones de 'Vestminster; y la situación fué haciéndose
cada día peor, pues de todas las casas de la ciudad se an:ojaban las inmundicias directamente á las alcantarillas.
Organizóse un servicio metropolitano de trabajos públicos; á cada orilla del Támesis se hicieron tres grandes
colectores que recogían las aguas de las alcantarillas en
una extensión de 132 kil6metros, saneaban 30,432 hectáreas y trasportaban la corriente de aguas impuras á una
distancia de 30 kilómetros del puerto d~ Londres. Cuando
en el curso de este desagUe faltó el necesario declive en
medio de los pantanos que rodean á Londre8, se establecieron para levantar el agua potentes máquinas de vapor
con la fuerza de 2,380 caballos. De esta mauera se alTOjan diariamente 400,000 metros cúbicos de agua en el
Támesis marítimo, en un sitio en que este río no tiene
menos de 700 metros de ancho y en que va recorriendo
una región despoblada. La obra de saneamiento está terminada y los habitantes de Londres han quedado libres de
las frecuentes y nocivas exhalaciones de sus aguas inmundas. Las impurezas se empujan hasta un punto distante
de todo centro de población, ~ donde vienen á ~ezclarse
con cnorme¡.;masas de agua constantemente agitada por
las mareas.
Aun se pudiera parar )¡L atención en las ciudades de
Nueva-York y l!'iladelfia,cuyas alcantarillas admiran por
su buena construc<'Íón y SUB condiciones higiénicas. Por
desgracia no se puede decir otro tanthde las demás ciudades de nuestra. América, muchas de las cuales, por el
mal estado de SIlS desagUes, pagan un fuerte tributo á, la
muerte.
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-27En Bogotá !ie ha comenzado ya á cOllstl'uír alcantariHas, y hay fabricados algullos kilómetros; sería harto deplOl-able qQe; ya que á gmn COito y batallando con i~teR
diflcultaile8;--Ne est.á dando e6&J*SO, no Sto. diera ~
á
lo que dicta la expel'icnciá. y la ciencia tiene demosttaQo.
Mé permit-o mencionar aquella. ••{le laH comliclonescou
que deben construirse las alcantal'illas que considel'O ad.'lptables entre nosotros.
Los ingenieros no están acordes acerca de la nlJturaleza
de los materiales que deben emplearse cn ellas. MI'. C01'field, que adopta la teoría de las alcantarillas permeablp,S,
prefiere los ladrillos y ac-onseja empleados tIc un espesor
proporeionado á la presión que lleben sufri!'. A pesar de
opinión tan respetable, se han adoptado en muchas par~s los materiales impermeable¡;.En París se ba eeh~
mano á veces de la buena mampostería cnidadosarAut-e
cimentada.
La forma de las alcantarillas ha de ser ovoidea., por sor
la que ofrece menos roce, más solidez y mayor economía
de materiales.
La-aJDPlitnd es de mucha importancia. Una alcantarilla no debe medir menos de 1 metro 50 centímetros de
altura interior y 1 metro de ancho, {l fin de que pueda
recorrerla U1I hombre cuando convenga. limpiarla ó ejecutar algún trabajo para su (,'oD3ervación.
Bien se (~mprende, por lo demás, <¡ue su capacidad
debe gaanlat, proporción oon el caudal de agua qU0~
destinada á recoger. En 108 países int-ertropicalcs, en que
la (',antidad de agua, á camm de la.••lluvias, puede ser excesiya, no lo l'Iel'á ninguna de las precauciones que se
tomen para prevenir los desastres qne pouría ocasionar
una falta de previsión.
El declive de las alcantarilla..,; intluye, eom(J t~S notorio,
sobre la facilidad y rapidez de la cQrril'1Ittl lid agua y de
las materias q\le arra~tra. OOl'fidtl CI'Ct' qUl._\ un desnivel
de 5 á 4 nlilímetros por metro es suficiente en hts alcantarillas de la,-'o! ealles,·~· t> l 1 por ~() al 1 por :m Ni las de las
habit-a-ciones.
J;08 de¡;a.giit,s de lIstas (leben desembocar en la alcantarilla princilJaI ell 1111 puoto elevado, esto es, más cerca
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-28de la hóveda que del tondo, á fin de evitar el reflujo que
podría establecerse con una lluvia copiosa.
La profundidad que lla de t~nel' una alcantarilla varía.
segÚn las condiciones de cada localidad. Las superficiales
son malsanas por lo difícil que es conseguir hacerlas perfectamente impermeables.
Las a.lcantarillas debeu iabricarse según un plan general para. que el enlace de tDdas entre sí no ofrezca dificultade¡.;.
:1fucho se ~I:t discutido sobre las bocas que las alcantarillas pueden llevar; y aun ha habido quien opine que
110 dt~ben hacérseles.
En ciert.'ts poblaciones estas hocas
~e hacen pn cualesquiera puntos de la superficie de las
calles y van provistas de rejas de hierro; este sistema no
evita que ¡;uhan y se mezclen eon el aire las exhalaciones
de lae materias arrastradas por el agua. )<1. Millerat inventó otro sistema que consiste en el uso de una cubeta
de palastro C01lbáscula, que se abre de afuera bacia adentro cuando la llena el agua de la lluvia, y vuelve á tapar
la boca luégo que se vacía. Aun este sistema tiene 'el inconveniente de que la cubeta se llena con facilidad de
tierra, de ,piedras, de hasuras ó de otras materias y deje
de funcioÚar. Para obviarlo se ba propuesto colocar antas
de cada boca un enrejado tupido, para detclIcr los clIcll>oS
s6lidos. Bsto sólo presta utilidad cnando se mantiene la
reja cn constante y esmerada limpieza.
Por regla general, si las alcantarillas están constl'Uídas
con todas las condicione¡.; qne las hacen perfectas,. (,'OillO
las de París,
si la COl'rilénte qne baja pOI' ellas es abundante, no se opone ¡Í, la higiene el lIUO t,cngan bocali ni el
que estas bocas estéll siempre ahiertas, pncfl no habrá
ex}¡alaeioucs que puedan salir por ellax.
El desagUe de las alcantarillas, ('¡.;to es~ la extremidad
interior de ellas, dehe aITeglarse de manera que las aguas
al salir no hallen tropiew y quc por consiguiente no SI>
formen depósitos de las inmullllicia¡.; que sacan de l:t pobl:wión. Este punt.o merece mIlY p:uticnlarmente la aWIld6n (le nucstros ingenicros, pues es fácil discnnlr qué
males se seguirían de que t.ales depósitDs ¡.;ctbrmaran en las
afueras (le l~ogot.á, que v(\ndrían :'t cOT!\'crtirsc' en imnen~r
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-~l;I-
foeos.de infección. En mi concepto, no el' fácil evitarlo,
así por la falta de desnivel del terreno á que van las aguas
que salen de la ciudad, como por no haber una corriente
bastante copiosa con que puedan ir á confundirse dicha·s
aguas. Así, no habría esfuerzo ni precaución que fuera
excesivo para completar las obras que se están llevando á
{jabo en esta ciudad, haciendo no sólo que las aguas y las in-,
mundicias la atraviesen, sino también que se alejen de ella.
No hay que perder de vista que las alcantarillas, por
más que sean un poderoso medio de desinfectar el aire,
pueden venir á trasformarse ellas mismas en focos de infección. Oon efecto, si no se lavan con la frecuencia y el
esmero debidos, las materias inmundas qne están destinanas á contener se van adhiriendo á su fondo y á sns paredes, se corrompen y exhalan por las bocas vapores .stilentes. En tiempos lluviosos nada o poco habrá que 1racer
para mantenerlas en estado de limpieza; pero en tiempo
de sequedad es forzoso lavadas por alguno.de los méto~os
q1.feban solído emplearse. En las que se están fabricando
en Bogotá conviene practicar aberturas y colocar en ellas
compuertas que de tiempo en tiempo detengan el agua y
produzcan, al ser levantadas, corrientes capaces de arrastrar todas las materias que pueden depositar~e.
I;as precauciones que deben tomarse al construír las
alcantarillas tienden Ú evitar el desarrollo de epidemias.
Pettenkofer ha demostrado la propagación de enfermedades infecciosas qne tien.en origen en la inhibición de sustancias pútridas en el suelo de las calles.
<
Las simultáneas excavaciones en varias calles, la remoción de la tierra yel estancamiento de las aguas sucias,
contribuyeron en gran manera á aumentar y tal vez á
producir la. epidemia de colerina que en el arlO pasado afligió {L Bogotá. El autor recientemente citado opina que el
desarrollo del cólera en una población es proporcionado á
la eantidarT de sustancias orgánicas que se ballen depositadas en el subsllelo; y algunos autores consideran la colerina como el mismo cólera morbns en forma, benigna.
Es de la inclllnbencia de los gobiel'l1os atender á todas
las empl'es~.s y ;1 todas las obras de públíea utilidad que son
.superiores á losreeursos y á las fuerzas de los particulares.
80S
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-30Es oblígación\suya promover y .llevar á c~bo todo 10 que
siendo inasequible para éstos, es necesario para el bienestar de los asociados, para desviar decllos las calamidades
que pueden amenazados y para hacedos gozar de comodidades. Entre estas cosas ninguna, después del orden y
la moralidad Pvblica, merece más atenci6n que la pública
higiene, sin la cual el hecho natural y necesario de asociarse los hombres se convierte en causa .de ruina y de
destrucci6n.
Así 10 han comprendido casi todos los gobiernos de
los países cultos, y así se han esmerado en poner en práctica las prescripciones de aquella ciencia para mantener
la salubridad públic~l.
Pero el ser la higiene una ciencia, está demostrandó
quwacci6n
de un gobierno en el sentido de que hablo
de~r
dirigid~t por quien haya hecho estudios competentes, y que, por lo mismo, no hay gobierno que no necesite de algnna corporaci6n científica á quien ocurrir
siempre que se trate de poner en práctica algumt de las
prescripciones de la higiene, prescripciones que no puedeu
jamás aplicarse con acierto si no se estudia á la luz de la
ciencia lo que conviene hacer en cada caso particular.
N o existe entre nosotros ninguna corporaci6u que tenga especialmente aquel desUno; pero existe la, Sociedad
de Medicina y de Ciencias Naturales, en la que hay protesores de todos los ramos que pueden relacionarse con la
higiene y en la que se llacen estuIJios sobre ellos. Ya más
de urja vez ¡la mostrado esta Asociaeión su amor al bien
público y RIlS patri6ticas disposiciones á auxiliará l~tSautoridades en lo que es de su competencia. El Gobierno,
pues, debe conta¡' (~nlo .sucesivo con sn concurso y con su
bUt;ua voluntad, y favorecerá indirecta pero ~fieazmente
al público si Hworece á este Instituto. l~ara dar una prueba práctica de lo que acabo de afirmar, he escogido como
argumento de este discurso un punto qne puede pa,l'ecer
árido en demasía, pero cuyo estudio es indispensable para
el buen éxito de una empresa (la de construír alcantarillas
(m Bogotá) que llama actualmente la ~ltenci6n yen la, que
están ~~atra.ba:jando las autoridades y los pal'ti'eulares.
NICOT.lÁS Ot~rOIUO.
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MEMORIA
SOBRE LA
mSTORIA DEL ESTUDIO DE LA BOTANICA
EN LA
NUEVA
PRESENTADA
GRANADA,
RESI'ETU08A.MENTE A LA SOCIEDAD DE NATL'RA-
LISTAS NEOGRANADINOS,
l'OR FLOlmNTL.','O
VEZGA,
MIElImRO
FUNDADOR DE LA. MISMA.
BOTÁNICA INDÍJENA.
Aun permanece envuelto en la noche del mistorio
el orijen de los primeros habitantes de estas rejiones,
i con 61la época de su advenimiento, apesar de las prolijas
indagaciones que con tal objeto se han hecho por los historiadores de la conquista de nuestra AmÚrica. Si al~una vez
se lograra salir de estas dudas (lo que no es mui uuprobable, teniendo en cuenta el rápidr, engrandecimiento de las
ciencias i elincremeuto inesperado de los deseubrimientos
arqueolójicos en los tiempos que corren) se podría enronces
saber con certidumbre dcsde cuándo llan sido c0ntemplados i esplorados nuestros frondosos oquedales i espesos
bosques; desde cuando la hoja del tabaeo ha deleitado nuestros sentidos i el delicado fruto del eaClLO hit sido saboreado
por los homhres, recibiendo la poética denominacion de
aJ,Únenlo de l08 dio8e8 (theobroma); desde enando, en una
palabra, nuestra rica i hermosa naturaleza equinoxial ha
cautivado el pensamiento humano con la profusion de sus
secretos i de sus dones, desde cuando ha abrazado la imaji-
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-2nacíon con el fulgor dc su majestad i tocado el sentimiento
'Conlos encantos de su infinita belleza.
Pero sea lo que se qwera de ese oríjen i de esa época,
todo hace creer que desde el momento en que el suelo
americano fné hollado por plantas humanas, su vigorosa i
variada vejetacion fllé a la vez admirada i estudiada. oon
cuidado. Por qué? Porque, en efecto, estaba cn el mas
Íntimo e inmediato interes person.al de aquellos primeros
moradores, cualesquiera que fuesen su actividad física e
intelectual, su amor al trabajo, su inclinaeion al plncer, su
an.cion a lo bello i su grado de cultura moral, el aplicarse
al estudio de los seres vejetales, fuera incoherente i caprichoso, fuera mas o m{mos metódico; al conocimiento dc
sus propiedades salutífcras o deletereas; a la averiguacion
de sus cualidades económicas, industriales i agrícolas, i a
la invencion de medios apropiados para estraer los accites,
aromas, resinas, venenos, gomas, bálsamos i demas jugos
o materias peculiares a cada órden o especie vejetal, no
ménos que a la observacion- de los medios i requisitos mas
propios para la pronta jerminacion, desarrollo i fructificacion de las especies notables por la p!-rticularidad dc sus
formas, por lo pintomsco de sus C010l'ldos,o por sus condiciones de nutricion, de medicacion i de industria. Ásí que,
todo lo concerniente a las plantas debió 8er para los indi08
materia predilecta de observacion i de trabajo intelectual,
por la estrecha relacion que tienen con el bienestar, comodidad i progreso de las sociedades.
1si a estas meras conjeturas se agrega el hecho bien
confirmado de que los aboríjencs eran mui adictos a las
plautas i. a las flores, como lo ad virtieron.l?s cronistas de
la conqUIsta, no es de estrañar que la tradiclOn hay'~ encomiado la sabiduría de aquellos pueblos en punto a la vejetacioll que 108 rodeaba. Todavía Be ven en las poblaciones
de indios reducidos a la vida civil, individuos de esta. raza
que bajo el nombre dc yerbatero8 goz8Jl.de crédito como
curanderos entre sus cofrades, i curan en realidad algunos
casos de enfermedad con sustancias vejetales; i esto, no
obstante que los indíjen8s incorporados en la sociedad civilizada parece que lejos de mantener la robustéz intectual
i la fuerza física de sus antiguos padres, caminan volozmente ácia el envilecimiento i aun ácia la cstincion absoluta.
Se sabe ademas que en las tribus salvajcs que pueblan
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-3nuestras inmensas rejiones incultas, lar;personas elejidas
para el desempello de las funciones del gobierno i del culto
de sus respectivas tribus, sobrcsalen por lo eomun en el
conocimiento de los vejetales de las enmarcas que ocupan,
i poseen secretos preciosos sobre las aplicaciones de est08,
principalmente a la curacion o alivio de las dolencias que
mas 108 afectan o a que están lias espuestos. 1 de paso
séame permitido notar, que eRta predileecion cleccionaria
en favor de los indios botánicos prueba cn mi concepto,
aunqllo débilmente, que nuestros ahoríjenes, que segun
Blumenbach constituyen una raza especial (lile (!l llama
?'aza americana, descienden de los antignos cjipcios, cartajine6es i fenicios, pues tambicn en estol:' antiguos puehlos
los gobernantes i sa(~erdoteseran eselusivos sabedores de los
secretos sobre las virtudes de las plantas preciosas, te cuyo:;
efectos asombroso:;,como dice Zea,:;e apropiaron para aturdir la razon."
xx
Ahora bien, investigar cual fuera la estension e impol'tanda de los conoeimientos botánicos que tu vieran los
aboríjencs, seria ciertamente una ubra digna de toda clase
de csfnerzos, por el provecho incalculallle <IUO de ella pudieran reportar las ciencias i las tlrtl~8; pero desgraciadamente los conquistadores, en lugar de ser acusiosos en hacerse amar de aquellos para escudriñar, por medio del cariño,
su índole i sus inclinaciones; para ol¡tener la l'evelacion
espontánea i por tanto completa de sus anales i tradiciones,
i para apoderarse ¡¡inviolencia de SIlS monumentos artísticos i de BUS secretos, parece que mas bien se empeñaron
por sus crueles manejos en correr un vdo tan denso sobre
las antiguedades, modo de ser moral i ¡;ociali civilizaeion
de las sociedades indíjenas, que tal vez no serán bastantes
a penetrarlo, al m6nos en mucho tiempo, ni la mas constante solicitud ni la mas aSldua i perspicaz observaéÍon.
Las crónicas que han llegado hasta nosotros, mni pocas
noticias nos suministran sobre este asunto, i a mas de sor
pocas adolecen de deficiencia i oscuridad. Echasc de ver
por e8to que en 108 primcros años de la cunquista la mayor
parte de los españoles qno arribaban a las'playas de nuestro
pais no eran verdadcroBcolonos,sino aventureros codiciosos,
sin educacion moral ni intolectual, sin intencion de esta-
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-4hlecer su vida i su sangre en estos lugares, sin aspiraciones
nobles i elevadas, sin otro deseo, ni otra mira, ni otro pensamiento que llevar el hacha fatídi('a del exterminIO a
todas las moradas indíjenas, i estender por todas partes el
horror de la desolacion, con el objeto de atesorar cuantiosas
riquezas para volverse a disfrutarlas a su tierra natal.
Los primeros jesuitas que vinieron a scmbrar en el corazon de los sal.ajes la fecunda simiente del cristianismo,
tampoco dejaron indicacion alguna sobre la historia social
i natural de los indíjillas, seguramente porque, sistemáticos
como han sido siempre los micmbros de esta comunion relijiosa, quisieron comenzar por el principio el estudio de
fodo lo relativo a esta raza, para poder contar con mejor i
mas seguro éxito. De aquí el empeño que pusieron en aprender los diferentes idiomas indíjenas. 1110 hai que dudarlo:
Riel rei Carlos IIIno hubiera decretado la breve salida de
estos sacerdotes del territorio sometido a su poder, salida qne
tuvo lugar en 1767, siendo virei del Nuevo Reino de Granada el Teniente jeneral, marques de la Vega de Armijo,
D. Pedro Messía·de la Zerda, los jesuitas habrian legado a
la posteridad la narracion minuciosa i exacta de las leyes,
costumbres, índole i progresos de todo jénero de los pristinos moradores de esta parte del continente. Su consagradon a la lingiiicultura indíjena correspondió mui bien a
SIlS deseos, pues ya sablan espresarsG con facilidad en los
varios dialectos, habian entrado en estrecha comunicacion con 108 indios, i se preparaban para acometer vastas
emprcsas industriales i do comercio i navegacion, de seguro
ll111iconducentes a la pronta i perfecta conver,;ion de esos
salvajes a la vida civilizada, i eficazes para desenvolver la
riq neza i felicidad del pais i para abrir paso a la emigracion.
:MasDios, que dirije la suerte i el destino de las cosas i
de los hombrcs; Dios, qne vela sin cesar por el trinnfo de
su eaU8a,que es la de la verdad i el progreso, habia dispuesto que esta espléndida América fuese con el tiempo
ancho i digno teatro de una nueva i hennosa. evolucion social que debiera tener por inmediato resultado la libertad
de las facultades lllllnanll.i!,la. independencia individual, la.
igualdad de los derechos i la soberanía de los pueblos. Por
Cl-'O, dcspncs de haberla sustraido por largos siglos a la
opresion de la vi~ia rcyedad, ocultándola entre los marca,
lA libró de la vara de los jesuitas, quienes a la larga, au-
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-5mentando sus riquezM, su infiueneia i su poderío, _tal vez¡
habrían conc.luido por extralimitar BU miBion relijiosll. para
enseñorearse enteramente de laR colonias. En verdad es
un becho l'emarcable que el descuhrimiento i colonizacion
del Nuevo Mundo se verificara cuando la humanidad, por
108 adelantos de la civilizaeÍon cristiana, estaha próxima a
empezar una nueva edad histól'iea caracterizada por la fraternidad de todos los hombres, de todos 108 pueblos i do
todas las razas. Parece que la Providencia ha procedido
en esto como un buen padre con Sll.S hijos. El agrieultor
¡;eneillo miéntras ve crecer a sns PC(ltwiiuelos, los éduca en
el trabajo del campo fertj], i lue,2:(1que la.e(lad los ha tornado fuertes, raeionales i lllcsunll]o8, leil asigllll.un pedazo
de terreno para que ejercitando sus miemhros i desplegando su laboriosidaJ., hagan aplicacion de lo que han aprendido de la razon i de la esperieneia, i produzeau buenas
cosechas, acreditando con su amol' a las faenas i su buen
comportamiento, que no desmcrccian el favor que la bonda(l
pat~rnálleB dispensó.
Pero volviendo a nuestro principal objeto, i por poco
qno se reflexione sobre el cstado de los indios en la época
de la conquista, es evidentc, C11 buena sindéJ'csi8, qne los
q,uehabian organizado sociedade::;r('jidas pUl' gohiernos const1tuidos, los (inc de un dia para otro levantaban (:iércitos
de cml.Tentamil i mas hombres, lo::;(lUl) tenian leyes penales i de organizacion i procedimientu judicial, los qne 80Stenian cultos relijiosos provistos de h'mplos, cánonc6, s:werdotes i pontific\ls, los que l'espetahan 1111 derecho de jentes
que abarcaba 108 casos de paz i lle guerra, seguramente llo
miraron con indiferencia el estudio de la naturaleza rica,
multiforme, exhuberante. que lo;,;cimnndaha. Si en tiempo
de los jesuitas, cuando los espltñoll''l habian arraba.do el
territorio muisca, el mas <:'ivilizado i poderoso de los estados indíjenas contonidos dentro de 11)s límites de la actual
Nuova Granada; cuando con SUR atro(,iclades hahian enjimdrado en el alma de los pobres naturales, el espanto, el
dolor i el abatimiento; si on eso tiempo, dip:o, todnvíll hahia mucho (lllé saber i qué admirar,
i qw[·
110
;;Qria cuando
oiwntabf\ en todo S'U albedrío i esplendor la existencia
do esas sociedades?
1hinembargo <leesto, ll11lipoco, casi liada, corno ánts
dije, nos dejaron los dceculJridorcs i primeros colonizadores
Be
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-6~11 pun~Qa
noticias sobre la civilizacion indíjena. Mas bicn
podemos encontrar algunas, 60bre todo 6i se refierún a conocimientos botánicos, en los escritos de los ilustres naturalistas que para gloria de nuestro pais florecieron a fines
del siglo pasado i principios del presente.
xxx
Hé aquí las que me ha sido dado rooojer. Spn pocas,
pero no carecen de intereso Oportuno creo consignar al pié
de cada. una de ellas las reflexIOnes a que naturalmente dan
máIjen, para diseriminar lo que tengan de útil, de verdadero, de verosímil o de falso.
A.-Los sacerdotes de Bochica, deidad que tenia sus
templos en las poblaciones de Sogamoso, Chia i otras, " vivian en estos emplos siempre célibes, guardando abstinencia, durmiendo poco i comiendo ménos, consÍBtiendo su
alimento en la yerba llamada hayo. "
La planta de este nombre debe poseer virtud anafrodisiaca, i tanto por esto cuanto por que debe contener muchos
principios alíbles, seria de desear tambiep su adquisicion.
R-Cúldas, el ilustre Cáldas, siempre infatigable obrero
de la. ciencia, ha dejado la nota sigUlente, consiWlada en
una memoria <{lw sobre el influjo del clima en l088eres
()rga1Lizad,fJ8 pul¡licó en el " Semanario" de 1808: -"
En
1803, dice, recorrí las selvas dilatadas de Mira" Bogotá,
Santiago, Cayapas, &.a por colectar las plantas de est{)8
paises ferazes i ardientes. Me !U;ompafíaba un Indio Noánama, célebre en el arte de curar a los mordidos de serpientes, de que abundan estos lugares. Cuando yo me esestremecía a la vista de alguna i manifestaba mis temores,
el N oánlj,ma me sosegaba i me decia: No temaS, blanco,
yo te curaré si te pica. Procuré de todos modos mereeermc
su amistad, i halagaba BU pasion por la bebida, le hacia
presentes; i cuando creí que poseía su confianza, le pedí
me manifestase sus sc<~retosi sus yerbas. Convino, pero eon
reservas, i siempre ocultándose de los demas compafíer08
de nuestras expediciones botánicas. De repente, 6e desviaba, COjílLun ramo, i a solas me decia.: Esta es buena contra.
Yo observa.ha, fijal¡a cljénero, disenaba i describia la es-:
peeie. Varias veces repitió esta oper!U;ion,i yo conocí muchas contras, usando dollonguaje de mi companero. 1)01'0
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-7lo que me admiro í llamó toda mi atcncion, fué que todas
las plantas que me presentó como eficaces en laIDordediUiI
de las serpientes, eran de un solo jÚnero; todas eran Beskriaa. i Cómo este rústico jamás equivocaba el jénero, este
jénero tan vario i caprichoso? La experiencia, un uso dilatado, una casualidad feliz han ensenado segurameute a
los moradorcs de los paioos en que abundan 138 serpientes
que tal planta es un remedio poderoso. La neecsídad, la
mas imperiosa de todas las leyes, 11abrá obligado a buscar
un 8uccdaneo en caso de faltar la yerba conocida. Las formas, cllHíbito, algunos caracteres mas notables, loa habrán
guiado en la comparacion de las especies; el suceso habrá
correspondido a sus esperanzas, i la ciencia médica de loa
sa.lvajes ha admirado a los filósofos. Un llOmbre que no ha
oído j amas los nombres de Linnco, de fa.milias, de jéneros,
de especies; un hombre que no ha oido otras leeciones que
las de necesidad i el suceso, no vodia ronnir nueV(} o diez
especies blijo de un jónero, qne el llama Contra i los botlt·
nicoa Be8le:ria, ain ~ue tuviese un fondo de conocimientos
i de csperiencias fellZes en la curacíon de los desgraciados
a. quienes habian mordido las 8Crpientes. N o pretendo que se c1'e:\sobre su palabra; pero estos hechos debcn llamar
nuestra atencion i estimularnos a que Jlagamos esperiendas con todas las beslcrias. Por fortuna el jéne1'o está
abundantemente e¡¡pareído en los paises ardientes i templados, i no falta en IOi! fri06. Sí corresponde el sttceso
i qué conquista para la humanidad ! "
Las consid.eraciones del imnortal naturalista i padre de
la patria son tan ~G"811das,
tan justas i tan claras, 5Iueme
parece llamarán sériamente lttstencion de 108 botanicos i
médicos amantes de la deuda idel progreso. Ella&,despues
de afirmar mis precedentes raciocinios sobre lo que debió
ser la botánica indijena cuundo los indios tenían existencia
libre i feliz, comprenden dos plllltos principales, i dan lugar
a las inducciones siguientes: 1." que viviendo aquellos entrelas selvas i los matorrales, i por consiguiente pudiendo
observa~ sin ~nterrup~ion to~oB 108 fenóJl~enosi accidentes
de la veJetaclOn, qU1za eran 1 son aún IllUl naturales en BU
taxonomía, pues todo hace inferir que esta tiene por base
aclamas del hábito esterior de 1aa plantas i de la consideracion de ciertos órganos, la semejanza de cualidades de
aplica.cion, i seria por lo tanto roui importante averiguar
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-8<lu{llcsson sus reglas de c1asificacion, o su metodolojía, para
tenerlas presentes en las controversias i discusiones que
sobre este mismo asunto dividen a los slthios; 2.a que sabiéndose que muchas especies del jénero de las bcslerias
se aplican como remedios poderosos contra la mordedura
de las serpientes, seria una obra útil al público i altamente
meritoria para los qne qui"icran emprendcrla, colectar todos los individuos de este jénero, i hace!; oportunamente ,
esperimentos, por otra parte aprobadas i aun aconsejados
en el presente caso por la sana moral médica, pues que hai
probabilidades de acierto que los justifilluen suficicntemcnte, i ningun daño que temer.
Procediendo de tal numera podriamos llegar lt saber
dos cosas: 1.a m¡{llesson las especics de que habla Cáldas,
i descríbirlas si no lo están; 2.a si es verdad que son eficaces contra la mordedura de las serpientes, i en este caso
cuáles tienen accion lilas pronta i enérjica contra el veneno,
con lo que la materia médica haria una adquisicion de alto
precio. Pudiera ser qne tambien curasen la hidrofobia, i
entónces seria una de las mas estimables ofrendas qne pudicran ponerse en el altar de la civilizacion.
C.-Asegú¡·ase (lue los indios poseian el secreto de
ablandar el oro por medio de sustancias vejetales, i qne se
han hallado obras de este metal en que se notan las arrugas
o pliegues de la },lid de los dedos como sucede cuando se
amolda la cera. 1amLien se dice que Bevalian igualmente
de sustancias ve.ietales para consolidar esas obras despues
que habian reeihído la última mau;).
Como se ve, esto e3 verdaderamente de sorprender. Si
fuera cierto (i no sale de los confines de lo posible), bien
empleados serian todos los sacrificios que se hicieran para
desentCl'rar i revelar al mundo tan bello descubrimiento.
Por lo que a mí toca, me inclino a pensar que, cono·
ciendo los indios los medios ordinarios de hacor cambia}'
de estado físico a los mctales, i habiendo llegado hasta nosotros los instrumentos do que se servian para tal operacion,
así como algunas obras que dan seflales de haber sido fabricadas por estos medios, el descubrimiento referido es
poco digno de crédito, a no ser que por egoismo del que lo
hiciera hubiera caido en el olvido de SlIS sucesores; porque
es claro que al'haber sido conocido por todos, los medios
(;OillUllCS,
d.ispeuuiosos como son de trabajo i de tiempo,
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--9de ninguna manera ha.brían merecido la preferencia de loe
indios. Para ml'jor apoyar estos conceptos, copiaré 10 que
ti. propósito dice el señor Ezequiel UrieoeeLca en su interesante Jlerruy,.ia 80bre las alltiguedade8 neo-granadinas, p{~jina 40: "L08 indijenas de la Nueva Granada, dice, conocían el oro, la plata i el cobre. Sal)ian fundir el metal,
vaciarlo, soldarlo, i tal vez batirlo. D sabun para fundirIo
de ciertos hornillos que, segun Alcedo, se han encontmdo
en las cercaníaB de Guatavita, pero de los CHalesno da dCBcripcioll alguna. Sabemos que 108 peruanos usaLan hornillos
provistos de tuhos de cobre para conducir el aire con que
acrecentaban el fuego, i no es de,dudar que UIla maniobra
semejante acompañase alos de los p,'natavitas; o hien podian
haber mlado estos, como' los antiguos ejipcios, cañas de
madera, cuyo estrellO era guarnecido con una punta o lámina metálica. Los crisolos que usaban los guatavitas no
son conocidos, pero tengo el placer de poder mostrar los
que los armas usaban, los cuales serian puestos en la mitad
de ca.rbones candentes hasta que se derritiese el oro que
contenían, al uso de los ejipcios, quienes muehaiJ yeces no se
8enian de hornilla.8. En alg-Il!lode estos cri801c8aun se 1m
encontrado el oro derretido, lo cual IlO !lOSdeja duda de su
uso. J~osmoldes que 108 peruanos usahan para vaciar sus
obras eran de cierto barro mezclado con yeso, Tenian estos
tambien el arte de cincelar sus obras con tanta perfeccion,
que no se distingue en ellas la menor desigualdad que del
molde resultara. Parece que el modo probable de ejecutar
los guatavit11.ssusoLras era elsiguicllte: en una matriz compnesta de dos partcs, se echaba el metal dcrretido, lo cual
dejaba la superficie de la lámina metálica al enfrian;e sin
pulimento, debido a las burbujas de aire, pero nUlcho lllas
a la superficie áspera que el molde o matriz debia tener a
causa de la imperfeccion con que preparaban el barro de
que so servian i euya tcstura granulosa se imprimia en la
plancha metálica. Que esta era fundida, i no batida, i que
la matriz se componia de dos parles, se d~ja mui bien ver
(aquí llama la atencion a una de las lámina;; quo acompafiall
la .Memoria,) pues en las orillas de esta fil:,'1ll'ahai pedazos
de metal derretido i allí pegado, cuya superficie no nivela
ni con el uno ni con el otro lado de la lámina, está en medio,
i seria,. pues, la p~rte del metal que salió por la rendija
qne de,laron entre SI las dos partes de la matriz al cerrarla,
i que n~ ajustaban bien. "
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-10D.-En lin cuaderno autógrafo del botánico granadino
Francisco Javier Matis se lec la siguieute relacion sobre el
descubrimiento de la mikania gu(tCo, conveniente de conocer por mas de lUl motivo. El benemérito pintor de la Espedicion botánica refiere las cosas con una injenuidad que
despierta ternura e in teres.K ótasc al par que la sencillez del
hombre suno de corazon,el acento de la verdad lisa i llana,
que a la \"ez que redunda en honor del autor, presenta en
los mas claros términos i hasta con candidez los detalles del
hecho. Matis no era hombre literario; no era mas que un
botánico práctico, entusiasta, un botánico del bosque i de
la montaña. Por esto he tenido que correjir en BU escrito,
al intentar trascribirlo, los frecuentes en·ores {)rtográficos
(pIe padece, conservulHlo empero orijinalla coordinacion.
Dice así:
"En la ciudad de Mariquita en el año de 1788 se hiZo
el descubrimiento del guaco por Francisco Javier Matis,
por haber hallado al negro PlO, eeclavo de don José Armero, con una culebra viva en las ma.nos;i haberle pro~untado a dónde la habia cojiao.
-Dijo que a la venida de la hacienda de BU amo.
-¿ A qué te adivino, le dije, las contras de que usas?
-i A que quizá, contestó, sabrá BU merced·~
-bíjele que usaria del bejuco earare ~
-Contestó que sí. ,
-De la necha ~
-Que sí.
-De la fi'uta del bnrro?
-Que sí.
-1 fuera de esas usaría otras 1
-A lo que me contestó: hace poco dcscubrí otra qne
me parece es mejor que las nombradas.
"1 sacando del bolsillo una hoja me la mostró, i refiriéndome cómo hahía sido el descubrimiento dijo: - Que
estando desherbando unas yucas en la hacienda de iU amo,
vino una águila que nombran guaco, i se paró en un árbol:
que estuvo cantando fluacó, guacó, &.a i que luego Be dej{¡
caer entre el bosque; i oyéudole dl.\r alctazos, le causó curiosidad de ir a ver que eran dichos aletazos ; i vió al águila
en accion de cojer la culebra, la cual se le prendió, i en el
instante levantó el vuelo, i BO fuá. El negro la si~ió para.
ver donde iría a caer, i vió que a la ceja del bosque se
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-11sentó) i comió de las hojas del bejuco guaco) i retrocedió
en busca de la culebra) 1 la halló en el mismo sitio, i la. 00jió i se la llev6 a comérsela a otra parte: qne fué el negro
i reconoció de las hojas que l¡abia comido, i reflexionó:
cuando este animal ha COIllldode este bejuco, buena ~ontra
será..- Ya he aplicado, añadió) a seis, el zumo puro bebido
i frotado en las picadas, i ninguno ha muerto.
- Díjele: buen descubrimiento has hecho.
"Comuniquele al senor doctor :Mútis dicha noticia, a
lo que me pregtmtó :
-i U. vió si esa culebra tenia colmillos?
-No, señor; pero era coral, i esas tienen colmillos.
-Díjome:
a otra que U. vea, haga que le muestre los
colmillos .
•, Yo creí que pensaba el doctor Mútis que el negro les
sacaba 108 colmillos, i despucs ya podia jugar con ellas.
Pues si él pensó así, yo tambien .
. " Al cabo de quince días apareció el negro con otra culebra taya.
-Preguntele
dónde la habia cojido.
-En la orilla de la quebrada tal.
-Dígole:
i i esa tendrá colmillos ¡
-Sí, mi amo.
-i Qué harémos para verIe 108 colmillos?
" I.ia tomó con la mano izquierda por cerca de la ca·
beza, i con unas tijeritas cerradas que le metió entre la
boca i las abrió, pude verIe los colmillitos.
"CoIUuniquele al doctor Mútis dicha observacion, i
me dijo:
vió los colmillos ~
-4)1, serior.
los víó ~
--SI, senor.
-Díjome:
vaya U. i traiga.me el negro. Fui en bl18Ca
de (,1, i lo traje.
-Díjole
el doctor Mútis: el señor Matia me ha. dicho
ql1étÚ juegas con las culebras i que cstás curado.
-Sí, mi amo.
-Te atreves a curar al señor Matis?
--Sí, mi amo.
-Yo te avisaré cuándo; no dejes de pasar acá. eiempl'e
que vengas de la hacienda, i traeme de cuantas cosas ha-
-tY.
-tY.
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-12llares p,or esos bosques, sean culebras, cucarroncs u otros
animahllm;, que yo te regalart>.
" Al otro dia fui al campo i bosques, i traje tres matas
chicas de g'uaeo, i las 8cm bré en la huerta..
" Al cabo de cineo meses algo mas, apareeieron los 8cfíores doctor l' galde, canÚnigo, el padre Ahal'cz, jesuita, i el
doctor don Pétlro Fennin de V árgas; i al tiemp~ de comer,
el doctor :MÚti8 lcs rc11riv la noticia del guaeo dic\~.ndoleg:
-Tenl;\o una emprcs.a entre !llaDOSque !Si llego a verificarIa sera cosa que asolllhre a todo el mundo.
-Díjolc
el doctol' V árga:::: señor, una cosa como esa llo.
"e debe d~iar al tiempo, i sí se debe poner por obra.
-Dijo
el doetor 11útis: si (¡uieren mandaré donde don
.J os{~ArlUcl'O por el !legro.
-Sí, señor, uijo el doctor Yárgas .
•• ::Mandó el doctor )Iútis reeado a dicho scí1t)r Armero.
Contestó no estar el negro en la ciudad, que al otro dia
vendria. En efecto, al otro dia apareció como a las tres de
la tarde.
-DijÚlc
el doctor 3Iú'tis: estos señores quieren que IOf"
(mrcs; vc si te atreve:,.
,
--He&pondió quc ;;l.
-Díjole
el docto!' Várgas: vamos a la obra.
--Díjole elllcgro: no, mi amo, ahora no; eso ha de Be!'
pOl' la mañana.
-Bien,
dijo el señor V árgas; preven lo que sea necesado, i ven ac:t por la mañana.
" Llevé el negro a la huerta, i cojimos hartas hojas de
las dicha::; matas qu~ habia sembrado hacia lUas de cinCo.
meses, que estaban mili viciosas; vinimos. a la cocina, machacamos bien las hojas, las envolvimos en un trapo, csprimimos el zumo, i lo gnardamos eT\ un vaso.
" Al ot\'l) dia nos inoculó el zumo quince. Matis fu6 el
pl'ill1ero~ luego el doctor Pedro :Fermin tic V árgm:, i despnes los dC'lllas dependientes de la Botánica.
La inocula<:ion fué en las manos, pechos i piés, tajándome con una
navaja de harba, tres tajos en el cútis, i untarmc el zumo
l'l\l'O, i una cucharada
del zumo puro que tomÓ. Dieziocho
inciciones me hizo, i lo mismo ejecutó con los demas.
-El doctor V árgas le dijo: i i ahora podemos cojer una
~ulebra 1
-Sí, señor.
a
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-13-i 1 ~i nos pica ¡
-No tenga cuidado, mi amo.
-Pues anda i tráenos una.
"Fué el ncgro i nos trajo una taya-('1uiR, como una vara
algo mas de larga; la puso en el í:'uclo.
-El dicho senor Vár~as Ic dijo: fla cojo?
-Sí, mi amo, i no ve Sil mcreed CÓ!110 la ('ojo yo?
"lla alzÓ, i 8C la envoldó en el hrH7.') iUluíerdo, la sobó
por encima, i la culehra no hizo aedon de pictlrlo ; púsola
en el ¡.;nclo.
" 1 Matis le IIlctiÚ ámhns mancs por dehajo i la lm"allt/!;
"ohit) la culebra i le olit. las mallO": pÚso]a en el suelo.
" ~ig'nit') el doeto!' V úrg-,l:> i In alzÚ: hizo la misma acdon de oler las mallOS: pÍ1sola en el Rudo.
" r por mas i por mas quc lcs illstÚ a los demas curados
(l\1e la alzaran, no hubo otro que se atreviera a alzarla.
"Cojíla segunda vez; hizo la misma accian de olermc
las matlOs. -DígolC5 a 106 demas: ¿ vcn ustedes? ¡ i e hÍll
con miedo!
No fué posible ..
" Yo, Mati8, me qned(' pensando:
si la culcbra no pica
a alguno, no qucdo satist'edlO de la cnraeion.
:Me re¡;o]YÍ
n irritarla llU(~iendo l'eflex ion: i, q Il~' ]l\lcde ser? aunque me
pique, a(]ní está 01 curandero
a. <¡\líen le tengo fé. En
efecto, lile agaché i le fui rascand() por encima; algo se
encojia; i ya que lliO acerqull a la cahc;:l\, como a una
cuarta poco mas o ménos, revolvi(¡ con lijereza i se me
prendió, cla vándomc dos colm ¡!lo;; en los dos dedos centrales de la mallO derecha.
En el illl'itántc me apret.é con
la mano izquierda para c:<prilllir el \"(,nel1o. El negro, que
tenia en la boca h~ja maswl.da del die!w guaco, llW' tOIll(~
la mano i chupó donde le mostré me hallia picado, i CSClI1liÓ, i me dijo:
'-N o tenga su me~ccd cuidado .
. "El doctor :MÚtis, quc cstaba aeompanado de los sacerdotes que estahan obsel'\-ando, dijole al neg-ro :
-'l'onllt tu culebra i lIéYatela, i no te vayas de la cindad.
no BOa.que vayamus !Ltener alguna novedad con Matis..
-No,
mi a\JlO, no me ir{\
"Todos se quedaron en espeetaeion (:OIl!O es uatura], i
yo me flú a mi u¡.;iento a Regnir en la pintura.
"El doctor MÚt,Ís Be clltrÚ en 1n, ante-sala i tomó Ull
libro, i de rato en rato me prcgllntaull:
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-14-Querido, i siente usted algo ~
~No, sefior.
-Cuidado;
al punto que usted sienta alguna novedad,
avise usted .•
"Hasta el otro dia me preguntó el doctor Y árgas si
habia scntido alguna novedad.-Díjele
que no.
-Díjole al doctor Mútis: sefior, el arresto de MatÍ8 nos
ha hecho ver la certidumbre de la contra.
-Así es, dijo el doctor Mútis; ese fué mucho arresto
por quedar satisfecho de la contra.
"El doctor Pedro FCl'min de Várgail hizo la descrípcion
de eBte descubrimiento, i lo remitió a esta capital en dicho
año, i aquí la estamparon en el periódico que entónces se
publicaba ..
" Se propagó en MaI'Í(iujta dicho descubrimiento, i futtal el abuso, que se convIdaban 106 muchachos a ir a. buscar culebras a los bosques i quebradas, i soBa yo enoont.rarlos ~or las calles jugando con culebras; hasta que u1\
dia pico una taya a uno de ellos en una vena que le hizo
verter el chorro de sangre, i le pusieron cataplasma de,
hojas de g'uaco machacadas, i le envolvieron un trapo, i
siguieron jugando con ella. Llegaron a la orílla dél 1'i¡.
Gualí, i se les antojó bañarse. 1 en el instante que entrÓ el llicado en el agua, le cauSÓescalofrio con temblor,
i tuvieron los compañeros qne llevado alzado a ¡;U CiI.$3, i
la madre anduvo en carreras para conseguir al negro Pio
para qne 10 curase, 1 hasta 10 administraron, porque se
vió en riesgo de espirar. 1 de aquí tomaron miedo, i se
dejaron de buscar culebras.
"En el año de 1795, en la MeS8~grande, anduve 00'jiendo plantas para la Botánica. Ocurrió llamarme arriba
de Tella para que viese unas mujeres a quienes habia mordido un perro rabioso que bajÓ mordtendo a cnantos enC6ntrahll., racionales i no racionales. Yo las vi, i premedité:
el guaco destruyc el veneno de l~s víboras que es IDa&
pronto en cansar la muerte: a este le hará mas bien. En
efecto, mandé al herbolario que iba conmigo, diciéndole:
-Anda i húscamc por aquí el guaco, i traem~ hartas
hojas. De pronto lo baIló por ahí.
-Digo a las mujeres: machaquen 1)iende estas hojaB i
pónganse en las m~rdeduras con trapos que h\8 contengan.
i por nueve dias toma1'Ím del cocimicnto de estas hojas, un
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-15vaso por la mañana, otro a las once, i Gomaa las cuatro de
la tarde, otro. Esto cura a los envenenados por las culebras;
mejor hará a este veneno. Yo cada quince días paso por
aquí; me avisarán si ocurriere alguna novedad.
"1 seguí en tni espedicion.
"1 despues cada vez que pasaba preguntaba si había alguna novedad.
-Que no.
" Pasados mas de cincuenta dias volví a preguntar.
-Me éontestaron que no habia tenido novedad alguna.
-Díjeles que no tuvieran cuidado, que yo había oido decir que hasta los cuarenta dias solia resultar el mal, i qlle
, ya habian pasado mas de cincuenta.
,
" Comuniqué dicha aplicaciol1.al señor Mútis, i le mandé un tercio de guaco. Al tm'cer dia de haberlo recibido
se le apareció uno de. los señores Rívas, diciéndole:
-Sefíor,i qué hago que los mejores caballos de Chamisera se me están muriendo del mal de rabi!)., i a cuantos
están mordiendo les están pegando dicha enfermedad ~
",Mostróle el señor Mútis mi carta, i dijóle:
-Vea U. la noticia que me ha comunido lflatis; lleve
U. el guaco i deles a beber. Lo hicieron así i se curaron
dichos caballos. Con lo que se rectificó dicha aplícacion.
"1 d~sde esa fecha se ha estado aplicando contra la hidrofobia a los animales i alas racionales.
" En Guatavíta en el año de 1821 el doctor José' de
Várgas i Alzáte me refirió haberse visto desahuciado por
junta de médicos el año de 99, en términos que ya tenia
tratado el entierro; que apareció el doctor Peñuela, cura
de San Benito, quien le aplicó el guaco, ise le contuvim'oJl
los accesos de' sangre. 1don Nicolas Cárdenas al otrodia
a las cinco de la mañana se fué a la Mesa-grande a traer
dicho guaco, porque' aquí no se halló, i volvió a las cinco
de la tarde trayendo dicho ~uac~, i en el acto se lo dieron,
eon lo que cesaron dichos vomitas. 1quedó curado, i hasta
el año de 1848 murió. 1 dicho sujeto Nícolas vive en Hato-vieJO."
Hasta aquí-lo relativo al descubrimiento del guaco.
Dije al principio que mediaba mas de un motivo para
'que ftleraconvenienteconocer
la relacion preinserta, -i es
llegada la ocasion de emitir las razones en que se apoya
este juicio.
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-
1íi -
1.0 Ante todo delle ll(Jtar~e que tal descuhrimiento ha
(~ausado en el mundo iluRtrauo una jcnoral sensacion de
sorpresa i ue placer; SClIl;lWiolljusta, tanto por 8U valor
practico cuanto por las circunstancias que lo acompañaron
i las que lo siguieron a virtud de la prudente desconfianza
de Matis. 1 sincrnhargo, en Europa, i tal vcz tambien aqlú
cn América, ]10 sahcll todos los hombres de ciencia a quiiln
pertenece ClI definitiva el honor de hauer enriquecido la
botánica m{ldica eon la rnikania guaco i 8U8 aplicaciones .
.Aunque la mayor parte de los autores 10 atribuycn conjuntmnente a }iatis, .Múti6 i Zea, hai otros mui respetables
IIue creen que concsponde a ~rÍltis csclusivamcllte.
Entre estos se halla la ma;,;alt!l ngurn científica del siglo:
el baron de llullluoldt. .llé aquí cÓmo se esprcsa sobre
~te punto en €-tI biografía de :Mútis: "El nombre, dice, de
este hotánico eélebl'c se liga talllbieu a nn <lescubrimien1l>
(lue ha llamado mucho la atcueion en América. Se sabia
(lue los indios i los negros que trabajaban en ellavad0 de
oro i de platilla en la provincia del Chocó, poseían lo qne
ellos llamaban el secreto de una planta que era el antídoto
mas poderoso contra la lIHwdedura de las serpientes venenosas. :Mútis llegÓ a descuurir e,;te misterio, i a hacer conoCCl'esta planta: es de la familia de las compne:>tas, íconocida en el pais bajo cl nombre de bPjUCQ de !fUOOO. Lo!>
señores IIumboldt i BOllpland la han :figurado los primeros.
(V. la ?nikania gua,co, en las PlantmmquinOctillleN, tomo
II, páj. 85, p1. 105.) La planta tiene un olor nauseabundo.
que parece afG'Ctarlos Órganos del olfato de las víboras: el
olor del gnaco se mezcla sin duda a la traspiracion cutánea
del homhre. Se cree que cuando uno se ha curado, es decir,
introducido, inoculado, en el si,;tema dérmico el jugo del
guaco, puede conturBe garantizado contra el daflO de 1&
mordedura de las serpientes, dUl'l\.1fteun ticmpll mas ()
1l1énoslargo. Esperiencias. arriesgadas heehas en la (''asa de
Mútis por los señores Zea, V árgas i }Iatis, en las cuales Be
les ha visto manejar impunemente las víboras mas vent;)losas~han sido descl'Ítas en el " Semanario de A~ricl1ltura"
de Madrid, 1798, tomo VI, páj. 397. Como Be ha hallado
el guaco en muchos valle¡; calientes de los Andes, desde el
Perú hasta Cartajena de indias, i en las montañas de Barinas, un gran nlunero de personas deben su eumcion a
este hello descuhrimiento de Mútis. Si 8e conservan en el
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-·li alcohol las hojas i los tallo~ de C!ltu planta, que a menudo
80 ha. confundido C011 la ayupana, e~ de temcr que pierdan
8U.valor.
El guaco !lO se CTH~uentra aÚn cn tndoR los puntoa en que aUIllHIH.11 1M serpiente,,; VCllP11tJsas."
Ahora hicII, esta discrepancia delllue~tra claril.mcute qne
sobl'e tal punto lit Opillioll no cstÚ fijada nninn-salmentc,
que hai Yll.eilacion, que no existe completa ccrtidlllnbré;
i es bueno que toda duda seR (lisipada por clltel'O, Para tal
l.,'Íecto el doclll1lento de Mati~ antel'iol'llH'ntc copiado arroja
toda la luz apetc(·ihlc. Léjos de mí la illtcncioJl de dar mas
<:rédito al dihu.iullt<.' granadino que al ('t·k·1'l'e ,;abio prllsia11o;
empero, viemlo las cosas illlparciallllellt<.', soi (le parecer
que debemos atenemos en la. presente di!'('usioll a las palahraadeI.primero,
Los pensamiento.:; c"presaclos en él trasllnto
IIue so aeaba de n~r; los forlllul\¡ Humb()ldt repasando lo que
!lohre la materia hahia. leido, i recordando
(luizás alguuos
lijel'os informes \'el'bale!lque le diera Mútis; fuentes ámbas
que no pueden ser mas exactas que el (licho Ue Mati6, cuyo
carácter personal ¡re. distinguía
por la lIlas escrupulosa
veracidad. AdmuRs, tic sabe que c;;te de"euhl'illliento tuvo
lugar c\I[uvlo 1bti:; era cmpleado 8nlllllterIlo de la Espedi\:ion botánica, dl~ <¡ue )lúti~ era jefe Hlpel'ior; i no se debe
oh'idlu' que eIl ~·,;ta cbse de cstlllllceill1ielltos existe por lo
regll1al' cicrto ~radu de mallcomuni(llld tanto CIIlos tmbajos
i pellas que imponen, como <.,In las velltajas i fama que.procuran; mancomunidad
q\lc no siempre
es lllas onerosa,
pero que siempre es mas provechosa para el individuo que
en ellos haee eal¡cza.
De Inunera (pie, ya pOI' la.s razonc,; e!'pne;.;tas, i ya teniendo en cOllsideracion,
por uua parte, (P1O Matis debia.
eonocer mucho mejor que Humboldt
los untecedentt'S j
l>onnenores de este descubrimiento,
i por otra, que la relacion de aqnel e"tá ·CÓllSOIlll. con lo que sobre el mismo
asunto ha. creido el púhlico de su pail:l ¡con ]0 que dicen
tlUS contemporáneos
i amig-.os, pal'el~e incuestiollable
qne
tal relacioll e" un doenmeÚto digllo de toda fe.
1 hicn, ¡({Ut· rc::;ulta de este dOCllllWlltO? Quc' Mlttis,
ll.UnqllL' es eil~rtl) (]ue adllUil'ió para la cicncia i la publicidad b mikani(l guaco; aunque es cierto ([ue hizo de esta
planta una prueha. herói(~a en que, por tl'illllto a la Callf'll
de la verdad i del bien jeueral, exp1l8'j su propia vida,
con todo, lIO es acreedor e¡;chu;i\'o a la gforin quc estel:ll-
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-18llazgo deba reportar. ta sagazidad i buen sentido del negro
Pío reclaman en justicia una gran .rarte de los lauros. Por
lo demas, el descubrimiento es indljena en ~n oríjen, ora
se le deba a él, ora a los indios del Chocó.
2. Vamos ahora a examinar el grado de valor que tengan los esperimentos hechos con la mikainia g'U4CQ contra
el veneno de las serpientes. El esperimento resultante del
arrojo de Matis, me atrevo a aseverar que nada prueba,
i diré por qué. Matis tan luego (:omo sintió herida sn
mano por los colmillos de la culebra, se apretó con la otra
mano para esprimir el veneno, i ademas el negro Pio le
chupó la mOl·dedura.,es decir, que hubo aplicacion de dos
de los principales medios que aun en el dia son la última
palabra de la ciencia contra este accidente, a saber: la 5UOcion, la compresion i la cauterízacioll; i está demostrado
f}Ueaplicando inmcdiatamenté los dos primeros ajcntes
terapcuticos, como sucedió en el caso de Mátis, el vÍruB
no produce nin~lln funesto resultado. Por consiguiente, su
arrojo fué inútil, pnes dejó en pié la dificultad que con ól
¡;cpropnso rcsolvcr. N () seria lo mismo si una vez mordido
por la EOI'piente,no hubiera hecho uso de ninguno de ellos.
Mas, los esperimentos subsecuentes a e8te de Matia,
prueban en favor del guaco de un modo concluyente. Tal
ea el hecho de que los muchachos de Mariquita jugaban
mucho con las culebras sin haber sido mordidos por ellas.;
i prueba mas todavía el de que mordido uno de ellos, que
c¡:,tahit sin duda curado, no sufrió otras novedades qne
las provenientes <.lela copiosa hemorrujia consecutiva a
la. ruptura de un vaso importante, a cuyo accidente se
añadió la posterior accion sedati va del agua fria. En efecto,
por una parte aquí no se hizo uso de la sllccion ni de la
eomprcsion, i por otra los sín.tomas desarrollados del\plles
del haí10 fueron, segun parece, los de todas las pérdidas
súbitas de sangre en cantidad considerablc. Afortunadamente el mudlacllO no murió; pero aunque semejante
desgracia hubiera acontecido, no por esto habría dejadCl
de ofreccr un dato de mucha importancia para justificar
la virtud IH'e,"cutiva del guaco contra el vcneno de las
scrpicn teso
3.° Tocante a su aplicacion contra el vÍl:us hidrofóhico, sn
éxito en los casos referidos parece demostrar que tambien
.goza dc virtud en esta enfermedad. Para que BC palpe bien
0
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-19la trascendcncia de cate punto, trascribiró el siguiente
acá,pite de la. Pat(Jlojía interna del afamado profesor M.
GriIsol16;-artículo ráMa: "Contra la rabia. dcclarad a, dice,
ae 111m. empleado una multitud dc remedios; 106 principal~ son : las sangrías bajo todas las formas; la belladona,
61 opio, el musgo, el alcanfor, el castoroo, el arsénico, el
mcrcurio, el nitrato de :plata, las cantáridas, el amoniaco,
el sulfato de quinina, el acido cianhí<.lrico,el cloro &a, todo
2. dósis con frecuencia ODOl"ll1CS;
el galvanismo, i hasta la
mordedura dc la víbora i las iuyceeiones dc agua en las
venas. Esta. enfermedad es tan tenible, tan necesariamente
fatal, que justifica todos los medios que contra ella puedan
emplearse. Esperamos que a fuerza de er.perimcntar (porque en este caso la esperimentacion es un deber para todos
nosotros), ulgun jenio feliz cncontrará algun dia el específico. "
.
A propósito de esto debo recordar, qno en el tomo prímaro de-loa Tpabajos.,eientifieo8 del ilustrado médico granadino doctor Antonio V árgas RÓ;vcs, consta qne él ha
obtenido buenos efectos de la aplieacion de la pasta de Viena
sobre la herida causada por 108 dicntes del animal rabioso,
haciendo ademas tomar al paciente por 111gul108dia8 un
poco de cedron disuelto en alcohol o en aguardiente. L03
hidrófohos tratados P9f este método no han sufrido despues ataques de rabia.,Jo cual es veruaderamente un811ceso
llltll"8.villosoen una enfermedad tan mortífera i tan invulncra.ble hasta el dia.
E.-En otroclladerno tamhien autÓgrafo del mismo botánico Mutis se lee lo si¡z:uiente:
"Un sujeto de vcrdad'me ha roferido·un caso que sucediÓ
el ano de 1824 en csta capital (Bogotá) con un indio tegua,
aquien un médico qui1>o examinar en medicina. Que el
diCho indio le dió unayerbita diciÓnd"ole,qne la oliera i le
dijera qué y~rha ora ~~ué virtud,tenia. Que a poco mt?
de haberla ohdo el medH:o, se salto en sang"l'epor las na.rlees; i viendo que no paraba la ¡mn~re, le Jijo al indio (pIe
con qué se la contenia.. El indio le contestÓ: tú qne eres
médico, detenla. Tuvo el m{'dico qU\~¡mplicarle se la contuviese. Sacó el dicho indio otra yerba i le dió que oliese,
i sele contuvo el flujo. "
Este relato se halla en el manuscrito de:;pu~s de unas
líneas en que el autor describe sorncramcnte el jénel'o de
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-20llúng'os llall1adop<,ziza, Esta ei¡'cunstancia indnce a pewmr
que tal H~7. cn~yÓ dotadas de alguna de las propiedades
hemornijica o hemostcítica las especies de es~ jÚnero. Si así
110fuera, 110podria esplicarse por qué razon Matis il1terca16
tal cuento en un mero apuntamiento
de plantas conocidas
por él. Pero si se tiene en cuenta que Q la idea del f'ér siempre se asocia la de sus atribntos, i si se aplica esta regla de
criterio en la }lrei-iente ocasiol1, nada habrá (}ué estrañar, i
la curiosidad ¡.;cverá estimulada
a eRperimentar todas lag
ciipecies de jJ¿zi.za. Pasmosa es la simple lectura del hecho,
el eual ~icrce ademas grandc atractIVO sobre la facultad
ouser\"lHlora, i nORda a comprender hasta dónde llegaba el
saber bot:ínico dc los indios.
F.-Hace
muclto tiempo Illle los indios se hacen temer
por Ull \'CllCllO "iolcnto que lleva cl nombre de CU1Ylre, con
el cnaluntan
la }lnnDl de sus flechas i causanul1a llluer~
instantcí.nea e inevitable.
El padre Gumilla, a quien se deben las primeras noticias
drcuniitUlwiada5
sobre este veneno, dice que la tribu cave1'1'i~, la Illas inhumana,
hruta i carnicera de cuantas en en
tiempo 5e lllan tcnian en las l'i bcl'as del Orinoco, retenia el
secreto de su orí.ien i fabricacion, logrando una pingiie renta
11l'O\'cnientc dcl conSUJllO Ijue las demas naciones bárharas
hacian de tal sustancia. Esta, segun el mismo pa(lre, no tiene
sabor ni aCI'imonia especial: se pone en la boca i 8e traga
6in ric;;go ni peligro alguno, con tal que ni en las encías ni
en otra parte de la hoca haya herida con sangre, porqne toda
su accion es contra este líquido, en tanto grado que tocar
una gota de sangre, i (:uaj arse la del cuerpo con la velocidad
dc1l'ayo, todo cs nno. 1.:na herida leve, 11I1rasg\lño igual
al que hiciera la punta de un alfiler, acarrea una muerte tan
pl'(mta que el indh'iduo
"apenas pucde decir tres veces
Jesus." El padl'e crce que el efecto del eur'aJ'c es ertft-iar 1'l.
sangre súbitammlte, i pamlizar la cireulacion de este fluido,
por cuya razono dice que 19s indios no tienen el menor csl'.rúpull) en eomerse la caza que hacen con sus flechas en,·enenlld:ls.
"Es de saber, continúa el reverendo misionero, qne toda
la ponzoña del '_'/U'a·re se IIri.iina de una raíz del mismo nomhrc, tan siuglda¡' i única, qne solo es raíz de sí misma, sin
arrojar ,iamas hojas ni retoi1os; i annqne crcce, siempre va
l!scondida, digamoslo así, temcrosa de manifcstltl' su oculta
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-- 21 malignidad;
i para que se escondiese mas le señaló el Autor
de la naturaleza, no la tierra cornun al rosto de las plantas,
8ino-cl cieno podrido i corrupto de aq uellas lagunas que IlO
tienen desague: de manera que sus agua¡; Rolo en caso de
grave nccesidad se beben, por ROl' gruesa;.;, de lIlal color,
peor sabor, i de hedor correspondicllt(~. Entre el cieno corrupto sobre que (leseansun ítquellas agua,; pestíferas, nace
i crece la raíz del curare, pal·to lt.;jítimu de touo aqnel eonjunto de inmunclieias;
¡;aean los indio;.; (,aI.'Ii're8 esta,; raízes,
cuyo culor es pardo, i def;lmc" de lanulas i hcdla,; pedazos
hts machacan i ponen cn ollas gralHlps a t'U('go il'nto: buscan para esta faena la yic.i:l mas inÚtil íkl Plll'hlo, i cnando esta e:lC lliluerta a \'iulcllcias dd Yfl ho dl' las olla::;, como
regularmente acontece, lUl'go snstituyell otm dellllismo calibre ('n su lugar, sin que ('Ilas repugnen este empleo, ni el
vccindario o la parentela lo lle\'e a mal; pum; ellas i ellos
Baben que este C8 el paraucro dc las vioja¡;. ARí cOrilOse va
entibiando el agua, va la pobre anciana amasando su muerte,
miéntras de olh en olla va e;;tl'egando a(plClla raíz machacada para que con mas faeilidad vaya cspelil'ndo su tÓsigo
e¡n el jugo de qne se va tintnrando
elllgua, q!le no pa8a de
tibia, hasta tomar el color de arrope clal'O : entl'1I1eesla maestra esprimc las raíces con tudas a(luellas poe;ls fuerzas ttul'
811 eda(lle
permite, dejando caer el ealdo íhmtro de la olla,
i las arroja. como inútiles: luego añade leña, i empieza de
rccio el cocimiento; i a poeo rato de henil' las ollas, ya atosigada, eae muerta, i entra la segunda, que a veces escapa,
i a veces no.
"Cobra finalmente punto el cocillliento, merma la tercera
parte del caldo, i condensauo ya, grita la des\'entlllada cocinera, i acude al punto el cacique con lo" capitanes i eL
rooto de la jente del puelJlo al eXúllICIl del curan, i a '-el'
si está o nó en su del)ido punto: i aquí ('ntra la mayor
admiracion
de toda c8ta rara maniobra. :Moja el cacique
la punta de una ntra en el curare, i r.lmi:,;mo tiempo lmo
de los n:ocetoncs concurrentes con la pnnta de un hueso
se hace nna herida en la piel11R, mmlo ÍJ brazo, donde le
da gana, i al asomarse la sar:gre por la hoca de la herida,
acerca el cacique la punta de la vara con el Clli'ai'i?, sin tocar
la Ballgrc, }lorque si la tocara i retroeedieru, infic:onara toda
la de las venas, i muriera luego el paciellte: si la sangre
que iba a salir retrocede~ ya esta el ycneIlO en SI1 punto;
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-22si !;'.equeda asomada i no retrocede, le falta J'a poco; pero
si la sang¡'e corre por afuera como naturalmente debe correr, le falta mucho fueg-o: i así le mandan a la triste anciana,
que prosiga en su maniobra, hasta que repetidas despues las
pruebas llc>cesarias, aquella natural antipatía con que la
sangre se retira violentamente de su contrario, les mani~
tiesta que ya el curare subió a su debida i suma actividad .
.................................................................................................
•.
" Yo he tenido muchas veces el curare en mis manos, i
aunque no Boitestigo ocular de la referida maniobra, tengo
su illdiddual noticia por tan seguros conductos que no me
dan lugar a la menor duda o sospecha .
•. •. .. •. ..
•.
.. •. •. .. .. •. .. .. .. •. •. .. •. .. •. .. .. .. ..
•. •.
•.
•.
•.
•. •.
•. •. •. .. •. .. .. .. •. .. .. .. .. .. •. •. •. •.
"Ni es ménos digna de sabcrse la duracion de estc yeneno; esto cs, la obBtinacion con quc mantiene toda su actividad i vigor hasta que se acaba de gastar todo, en medio
de tene¡lo los indios sin resguardo alguno, sin tapar las oIlitas en que lo compran, sin evaporarse, ni perder un punto
de su mortal eficacia. Esto es mucho; pero en fin, como.
allí está junto i conden¡;ado, no es de admirar que se mantenga toda su actividad. Lo singular i digno de reparo es,
que una vez untadas las puntas de las flechas con mui corta
cantidad, tal que apénas llegará a un adarme lo que recibe
cada punta, en aquella corta cantidad mantiene i guarda su
fuerza largos alios, tantos cuantoo gasta el dueno de la aljaba o carcax en gast..".rlas. De mOdo que hasta ahora no
se ha espCl'imentado <ltlepor lnrgos anos que aquella corta
untura haya estado Rinresguardo algimo en la punta de la
flecha, haya jamas sido menor la fuerza del maligno curare.
¡'ola una cosa reparé en varios viajes de aquellas selvas, i
era que al sacar los indios las flechas de la aljaba, o par&
matar monos o jabalíes, o para los rebatos repentinos, lo
mismo era tener la flecha envenenada en sus manos que revolver la punta del veneno, i metérsela en la boca. })reQ11ntéles la causa, movido de mi continua i natural curiosi~ad,
i me respondieron siempre: que con el, calor de la boca i U.
humedad de la saliva, se aseguraba m(UJel tiro, (J//.tiva'lid()
la actividad del curare. "
Estos párrafos servirán de punto de partida en~l exátnen
de todo lo concerniente al curare, asI como han servido a
todos los viajeros europeos que han venido a estudiar nuestra
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-23-
naturaleza, i que han regresado a su pala con los cooocimientos bastantes
sobre la.p1"ocedencia iprepal'&cionde
es-
te veneno.
Re de advertir que los primeros historiadores de los
indios tuvieron la debilidad 1I10ral de acojcr como incontesr
tables alg-unas relaciones fantástica;;, enn tal q uc fucsen
ma.ra.v.illosas, a :fin de eseitar la admil'aciL'll de los pueblo['.
europeos; i cuando, sometidas estas rL,laeítlllCS a la prueba
de.laobservacion razonada, se vió que lmhian sido desmentidas en el todo o en parte, elllpezo a ¡'HIl:iil' en los ánimo8
gensatos cierta desconfianza por las 1loticills qnc do estos
paisesllevaball
a ultramar los viajeros llll<mimos en el mUIldo cientílico. Esta descunfiallza prudujo su efecto: los sabios
emprend iel"OIl traspasar los mares para hacer nuevas inql1isicionea, i mereed a su cclo la verdad ha lucido libre de nubes.
Sin duda Hna de las eosasquc mas impresion hicieroll en
Europa, fllé la existcnqia de este veUCllO tan sumamente
aetivQ{cn medio de pueblos tan ostremadamente
i~norall~-; no es estraño, pues, que tambil1l1 .haya sido de las que
mas han cautivado la solicitud de los viajeros, resultando
de aquí (lile Ia relacion del padre Gumilla ha sido rectificada ffil todo lo sustancial. Despues se han estudiado las
propkdades físieas i químicas del curare, iSIl aedon sobre
la CCOIlOlltÍa animal; se han descubierto modos de tratar el
envenena1lliento por esta sustancia, i se han hcchoooperiencias para sabor qué servicios puede prestar Ida medicina. Lasluce8 quo han podido adquiriJ'8o sobre todos estos
puntos se ltallunl'eunidas
en lln opúsculo pllbli~lidoen-fraDcee; enlH55, por ol señor Almro Reinoso; ol~-&dema8
de oontene¡· las indagaciones
de otros sabios, espnestai
OOD:
mótodo i claridad, cncierra tambicncsperienciaspropias
del autor, tan precim;as por el talento con que lAS na--verificado, como por la importancia de sus consecuencias. De
cOOBiguiente-,para ilnstrar el presente })unto, nohai, que
hacercftsi otra COS¡t qnc trasladar las ideas ~ él reunidaS.
I-IóaqDÍ epilogadas todas la!:!euestiones que lacieneia se
]1S. propnesto rei'olvcrsobre
esta matoria :
a--¿ E" o lw. sido COlllllIl a las naciones indíjenas de.toda
la Amériell.
el \1;;0 del curare ~
Segun los mas competentes escritores sobre 108 salvajes
nol'te-a.merioallos, éstos jamas han acostumbnKio eitvencnarSlli!lllaetas. Bosc c& el único que dice lo coJitlário, agreJU.IO D8
lSIW.
3
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-24gando que la ascIepíadea, llamada por Walter 'V'incetoxíeon
~nocarpo8, i por 1Iíchaux gonolobu8 mac)'opf¿yllu8t pasa. en
el pais por la planta de quc los salvajes se servian en otro
tiempo para empom:ofiar sus flcchas. Por lo dernas, fuera de
los feroces insulares llamados caribes, que empleaban el jugo
del manzanillo, apellidado por Cardan manzana de la muerte, solamente las trihus de la Amériea del Sur han usado i
usan hoi dia, para la caza no mas, de saetas envenenadas.
0-1 Todas las hordas sur-americanas llaccn uso delcurare? En otros términoR: é E~ idéntica la naturaleza de los
venenos de todas las tribus?
Espericncius, observaeiollcs i análisis químicos hechos
cuidadosamente, han demostrado que todos ellos contienen
un mismo principio activo i que no se diferencian por ningun carácter físico ni por ninguna accion especial sobre la
economía animal. J~n corroboracion de esta idcntiJad puede
<,itarse la analojía ortolÓjiea que guardan los vocablos con
que lo han denominado las diversas hordas: se le llama
curare, worara, l1rali, wurali, wourari, woorari, W()l1'aru,
UJouralí, urari, 011ra'l'Y,voord/ra. l,a ciencia ha preferido
darle el primer nombre, que es el mismo con que 10 designan nuestros salvajes.
c-i Es exacto que, como lo dice el padre Gumilla, elcurare procede dc una planta acuática, i es cierto el modo dc
preparacion que él espone 1
.
La Condamine, Antonio de mlQa, Charles W aterton~
Humboldt i Richard Schomburgk convienen todos en que •.
el princiYJio tÍJxico del curare proviene del jugo de una
liana, al cual añadcll algunas tribus otras sustancias vejetales o animales, ya para condensar el vcneno, ya para au·
mentar su actividad.
"Este veneno, dice Ulloa, no es otra cosa que el :jugo
de una liana o bojuco, de cuatro dedos de ancho, plano de
ámbos lados, dc color morellllzco, que crece en los lugares
húmedos i pantanosos. J.os indios 10 partcn en pedazos que
machacan un poco i ponen dm;pues a hervir. tuego que
retiran del fuego la vasija, el licor forma por el resfriamiento una especie de jelatina, con la que frotan la punta de
sus flechas. Antes de scrvirsc de ellas las humedecen con
saliva."
Waterton dice que una vid nombrada. wourali es la base
principal del vcoono ; a esta vid 8e reunen segun él : una raíz
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-25mu~amarga, i d~s espe~icsde plantas bl!lbosasque~ontienen
un Jugo verde 1 glutInoso: dos espeme8de hornngllS; una
mUl grnesa i negra) i tan vcnenosa qnc RU picaollra causa
fiebre; i otra pequeíia i roja que 8e anida bajo las hojas de
un arhusto: una cierta cantidad de pimienta de Caycna, i
los colmillos molidos de ciertas serpientes, dcspnes de algu-n
tiempo de haber sido estl'llidos. Este Último ingrediente
c&recc ue ohjcto, pues e¡;,tá probado (pIe la picadura hecha
por un diente de culebra, pasados algunos dias de separado
del animal, nn ocasiona nin~un accidente; lo que confirman
las cspcricncias hcchas pOI'los HcfíoresJ~ollssingault i Pelouz~, por las cuales han demostrado que el cnrare no tiene
veneno de vivora. Ademas, IIurnboldt ha dicho: "Es absolntamente fabo que se mezclen al ClIl'are,sangre, veneno
de' víbora i otros ingredicntes."
Débese a este gl'lmde hombre h pintoresca i animada
descripeion siguiente del modo de preparar el curare;
" Ouando llegamos a la.Esmeralda, dice, la mayor parte de
108 indios volvian de una escursion que habian hecho al
Est.e, ma.'l allá del rio Padamo, para reeojer fu'/)ias o frutos
de bertholletia i l:t liana (pIe da el eurare. Tal regreso cm
celebrado por Ulmfiesta q\le se llama cn la Illision la fiesta
d8la8,jUVW8, semejante a nuestras fiestas de las siegas i de
las vendimias. Las mujeres habian preparado grande ac~
pío de ]icores fermentados; por espado de dos dias no hubo
un indio qM no estuviera. embriagado. En 108 pueblos que
tienen mucho aprecio por los frutos de las palmeras i de
algunos otros árboles útiles a la alimcntaeion del hombre,
la. época de la recoleccion de estos frutos es 8el1alada.por
reg~ijos públicos. El tiempo se divide segunlas fiestas,
que se suceden de una manera invariable. N osotrostuvimos
la/fortuna de dar con un indio mimos borracho que liIJ8
compañeros, i qUl':se ocupaha en preparar el veneno curare
con planta.srecien rccojidas. Este indio era el químico ,de
la.tribu. Encontramos en su casa grnndes calderas de arcilla, hechas para la cQecionde los jugos vejetales; vasijas
m~n05profundas, de¡;tinada8, por su ancha. superficie, ala
evaporacion; hoja,"s de~plátano rolladas en forma de cucurucho, para filtrar-líqUIdos mas o mÓnoscargados de sustancias estoposas. Remaba en csta cabaña, trasformada en
un ·laboratorio químico, el mayor órden i cImas grande aseo.
. "El indio que debia instruimos es conocido en la mision
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-26eon elnom hre de amo del c'lt}'(l}'e,. tenia cse aire Foplado í
ese tono dc pedantería que cn otro tiemp(; se les jmplltab1~
a los boticarios en :Europa. " Yo sé, decia, que los blancos
tienen el secreto de fahricar jaLon i esa pólvora negra que
tiene el dcfedo dc hacer ruido i ahuyenhrr lós animales 61
se les. erra el tiro. El curare, que nosotros preparamos de
pa~re a .hijo, 08 sup,eríor a todo 1(; <I!leustedefl sahe!1 hacer
alla abaJO (mas alla de los mares ). J"o sacamos del Jugo de
una yerba, i mata pasito, sin que se sepa de dónde parte
el golpe."
.
" Esta operacion química a que daba tanta importancia
el amo del Cllrare, nos pareciÚ mui sencilla. 8e da a la liana que sirve en la Esmcralda para la p¡'eparaeion del veneno, el miSIIlOnomhre que lleva en las florestas de Javita:
es el Óf;jUCO de Jnauacure quc se halla en auulld:ulCia a-l
oriente de la mision, sobre la máIjen izquierda del Orinoco,
mas allá del rio Amaguaea, en los terrenos montuosos i
~raníticos de GURyana i de Yumariqnin. N o obstante que
los haces de b~ilIeo qlIe vimos ,en la CatlB del indio estaban
enteramente desprovistos de hojas, no nos quedó la menor
duda de r¡ue pro\'cnian de la misma planta de la finnilia de
las stryehneas (mui parecidlt al rOllhamon de AlIblet) que
habiamos examinado en la selva de Pimichin. Se emplea
indiferentemente el 1IuwaCU'i'e fresco o desecado despnes demuchas semanas. Elj Ilgo de la lisna recientemente eojida
no se ticne como venen080 ; tal vez no obra de una manera
sensihle sino cuando cstá fuertemente concentrado. La
corteza i una parte de la albura son las que encierran esro
terrible veneno. Se raspan con 1m cllchillo las ramas de
11UJ¡vacure de 4: a {)líneas de diámetro; la corteza separada
es machacada i redneida a filamentos IIlui delgados BObre
una piedra demoler harina de yuca (manioc). Como el jugo
venenoso es amarillo, toda esta. masa hc/).r:osatoma el mllr
mo color. Se coloca luego ell un embudo de 9 pulgadas de
alto i 4-pulgadas de abertura. De todos los utensilio8 del
laboratorio, -el embuno era el que ·mas nos ponderaha el
amo del curarc. Repetidas veces nos preguntaba si por
allá abaJo, es decir, en Europa, habiamos visto .lamas alguna cosa eomparablc a su emhudo. Era éste una hoja d~
banano enroscada sohre sí misma en forma de cono i <:010cada en otro cucurucho mas fuerte de hojas de palmera.
Todo este aparato era sostenido por nna armazon lijera
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.-- 27 ,'le peciolos de palma. Se comienza por hacer en frio una
infusion, derramando
ag-ua sobre la materia
estoposa.,
,jue es la corteza molida de 1/Ullmcil/'e. U no. agua amá.rilla.
filtra, durante muchas horas, gota a gota, a traves del em-
\>udo de hojas. Esta agna filtrada es elli(~or venenoso; pero
noadquicre fuerza sino concentrímdola pOI' cvaporacioD, a-la
JllanCra de las molasas, en un gran v:\so de arcilla. El indio
nos invitaba de tiempo en tiempo a, prohar el liquido;
segun el gusto mas o 111('110S amargo, se juzga si la concen·
tracio11 pOI' el fuego ha sido suficiente . .King"un peligro se
corre en esta operadon, pues el cural'e no es dclctÚreo
sino cuando se pOJ}€ en contacto iJlllledi.t\to con la ¡;allgrc.
Tampoco son nocivos los vapores qlle se dc¡.;prcnden de la
caldera, por mas quc hayan dicho lo contral'io 108 misioneros del Ol'inoeo. Fontana, en SllS uellas l"~pcriCJwias sobre
d veneno de los tÚ'U7n(L8 del río de las Amazonas, ha probado hacell1ucllO tiempo que los "a}>or{'8 que esparce este
veneno cuando se le proyecta so1>I'c carbones candentes
~~en
respirarse .sin telnor, i quc 08 falso1 como lo ha
n.nllndado:M. de La Conuamine, (lIle las indias condenadas
a muerte, hayan perdido 1a vida p<ll'Iv:; vapores del vcneno
.de 108 tir:uma8.
"El jugo mas concentrado del1JUl7YtcllJ'{' 110 es bast.'tnte
~peso para adhcril'se a las flecha;.;.;'>;o es, pues, sino para.
<lar cuerpo al veneno, qne se YÍcrte en la infusion concentl-a.rlll. <ltro jugo vejetal estremamente glutinoso i 6acOOOde
un árbol de anchas hojas, nombrado k¡/'(l('ay«ero. Oreyiendo
este árbol a una distan(,ia mui gral1de de la Esmeralda, i
08tando por entúnces tan desnudo de flores i de frut(ls como
el bejuco de 1iW'VfWUre, no nos fué posible determinarlo
botánicam en te .
." En el momento en qu~ el jugo glutinoso del árbol
kl,raMguero se derrama en ellwOl" venenoso bi€n concentrado i mantenido en ebullicion, éste se ennegrece i se.
coagula en una llIaBa .de consistencia de brea o de jarabe
espeso. EsUl. masa es el curare Jd cmncrcio. Cuando se
oye deci r a 10:< iudios qU(~el kiraeaf/IIl'i'(¡ es tan nec.esa.rio·
CIJ la t'abricacÍlln dd ven.cno como el bejuco 1iw/vaottre, se
puedo caer en error, suponiendo qno el primero· contiene
t.ambien algun principio deletl'reo, cuando IIO sirve (como
sucederia con el algarrobo i cualquiera otra sustancia go-
IllOsa) sino para dar mas cnerpo al jugo concentrado del
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-28CUl'are. El camlio de color qne esperimenta la mezda ~
debido a la descoI11posieion de un hidrm'o de carhono, El
hidrójeno arde, i el carbono qneda en libertad. Se vende
el curare en frutos de crcscentia."
Hasta aquí la descripcion de HumboldL
Mas tarde Schomburgk encontró floreada la liana de que
habla aquel naturalista, sobre las orillas del Pomcroon i del
-&1"ur11, en Gnayana; i asignándole su verdadero lugar en la
ciencia,ladcscribió
bajo el nombre de8tl'yohnoa torcifera. (DE
CANDOLLE. PrOdr01n1t8 sY8te11U¡tis natu1'ali8 ngni ,¿·egetalM.
Pars nona. Parisiis, 1845, p. 16-ENDLICHER.
fi)ncl¡iridion
botani{}um, emhiben.qcl(h~.~eset o/'dines planta1'u7n, &e. V iennre, 1841, p. 2fJl-1Je.~(;i"':pC1:on del doctor KWTZSCH en el .
folleto Reclu:l'l:hcs S/lí' le CU1'IlTt, 1855, p. 4.)
AsistiÓ talllhien a. la preparadon
del vcneno; i es de notar la cOlwordnncia que hai cntre lo que dicc haber visto i
10 que reparÚ llumboldt.
SCf?un Schomhurgk,
se toman
ramas ticrnas de strydmo8 tO;&lj'ertt de 2 a 3 piés de largo,
se les monda la corteza i la albura, i se lcs mezcla con otrlts
cortezas en las proporciunes siguientes:
Planta mari (slryelmos loxiferfl ............••....••
2 Iihras.
Yakki (slrydlllOs sehomhnr¡.(kii) .........•...•....
t de lib.
Arimaru (slryehnos co¡;ens) ......•...•...........
t id.
Tarircn¡,( ('!) ..••••.••..•.•••••••••••••
t id.
"'okarino (?) ..•..••.•••..•..•......••••••
t onza.
TararcInn ('r) .•••.•••.•.•..•.••.••••••••••••.•••
·1 id.
MUl'aInll (?). Una cantidad mui corta de escamas del bulbo de cs~a planta.
],[anuca (una xantltoJo:yJea).
oo
••••••••
oo
••••
El indio f¡lhricante agregÓ ademas cierto número de
plantas que emp1eÚ en cantidad indeterminada,
i cuyos
nombres botánicos no ha tlado ScllOIIIburgk.
Puso despues a co(:er en agua las sustancias qne Be
habian pesado, dmallte cuarenta i ocho horas. La decoccion fué filtrada por medio de un embudo lleno de yerba
mui fina, i derramada
cn vasijas pequerías de tierra que
se pusieron al sol para cvaporarla.
Pasadas
tres horas
do ovaporacion,
se afíadió el jugo mucilajinoso
de las
escamas de 1l1nramn, ya lllencioliado, que tlíó en el instante al 1í(luido una consistencia jelatinosa.
El indio
derramÓ ent{mccs este estrado
en ~filabazas, i en cada
una de ellas puso cuatro pedazitos de palo de m:mllca.
Despucs de esta adieion, esruso el cstracto a la evaporacíon al sol hasta la consistencia del jugo de regaliz; luego
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-29cubrió las calabazas con hojas Je palmera. A los tres dias
concluyó la operac10n~ Tal ea, en pocas líneas, la prepara.
racion que vió S<:hornburgk •
Ahora bien, cotejados los tmbajos de todos estos viajoros con la relacion del padr~ Humilla i qué queda en pié
de todo lo que dice? Bien })OCO, pues la mayor parte de
BUS aseveraciones han ido a tierra:
resulta que no son los
indios caverre8 los únicos que fabrican el curare, puesto
que tambien las hordas del Amazonas i de los demaspa.rajes de la América del Sur saben prepararlo; qne no
es una. raíz fétida i desnuda de hojas i flores la que lo suminiiltra; que el pretendido suplicio de las yiejas CHfalso,
visto que IIumholdt lo niega, rotundamente,
que Ullos. i
Schom·burgk
no lo mencionan, i que 1Vaterton no solamente no hace memoria de él, sino que asc~ura que durante la prcparaeion del curare no es permitido a las mujeres C&8adas ni a las j6\'enes solteras ·estar presentes, de
miedo que el labahou, o espíritu malo, les haga daño; i
finalme~te, que tampoco es cicrto lo de la prueba del veneno hecha por el cacique i los capitanes de su naCÍon.
He dado mas importancia a 10H datos de 11umholdt, porque,
aparte de otros moti\"os, este viajero ilustre los obtuvo en
lOB mismos sitios 'l\1e 8ujirieron las notiÓas del padre
Humilla.
He oido decir que desde tiempos remotos so ha. creido
que los indios del Chocó envenenan sus fleehas con las es·
c~ncias
de la parte dorsal de la piel de cierta rana. Lo que
acaba. de verse parece tener fuerza para refutar tal especie.
ti - J Cuáles son las propiedades físicas i qní micas del curare ~ :íh curare se presenta hajo la forma de un estra.eto
sólido, negro, de un Il8pecto resinoso; pul vcrizado,es de
unoolor
moreno amalillento;
su sabor eH escesivamente
amargo, pero nada acre ni pieante.
Er éter sulfúrico apénas tiene una débil acoion sobre
olcllrare;
solamente le quita un poeo de materia grasa.
El alcohol obra mncho mas activamente; la tintura alcohólica es de nn hellorojo, i mui amarga. El cura.r~ se rehlandece en el agtla i a{:aba por disolyersc en gran part.e;
la soluciuu acuosa tiCllB un color rojo ¡mbido i mucho
amargor; ell1'ojece lijcr.amente el papel azul de tornasol;
el amoniaco, la potasa í 108 earbonatos de las mismas bases
no.la precipitan, como taJ.Ilpoco losoxa1atol:l alcalino8; pero sí
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-30la precipitan en abundancia la tintura de nuez de agalla, el
ácido gálico i los galatos; el precipitado, quc es de un
blanco amarillento, se disuelve enteramente en el' alcohol
i en los ácidos.
Ademas de la CltNJIí'Ína, que constituye eu prin(,.jpio
activo, el curare contiene: llna ¡mstancia grasa, goma, una
materia colorante roja, rcsina i una. sustancia vqjeto-animal.
El curare calcinado deja cenizas compuestas de sílice, alumina i magnesia ..
El procedimiento que han empleado los señorc8 Boussingault i Roulin para cstracr el principio acti vo del curare es
el siguiente. Dcspncs de haber tratado l'epetidas veces el curare en polvo por el alcohol hirviendo, la tintura alcohólica
La sido evaporada; i tratado el residuo por el agna, ha
dejado indisuelta una corta cantidad de una resina morena.
La 801ucion acuosa descolorada por el earbon animal, ha
sido precipitada por la infusion de nuez de agalla: el precipitado, en forma de bellos copos, de un blanco amarillento,
encierra indudahlemente todo el principio ama¡'go, pues el
licor queda casi sin sabor; despues ¡;eintrodujo ell'reclpitado
~ien lavado en un matraz con un poco de agna,se calentó hasta el hervor, i luego 8e le agregó ácido oxálico en cristales :
la disolucioll del galato se verificó inmediatamente. El licor
ácido fuÓ tratado por la magnesia í filtrado: cm cntónccs
alcalino; evaporado, ha dado un residuo que se ha di&l1elto
casi enteramente en el alcohol; la disolu~ion alcohólica ha.
¡;ido concentrad!} i sometida a la evaporacion espontánea.
El principio amargo así obtenido tiene una consistencia de
jarabe, i para desecarlo es preciso pOllerlo bajo una campana, cerca de un vaso con ácido sulfúrico concentrado, por
cuyo medio tOllla una consistencia córnea.
Pelletier i Pétroz preparan la curarina por otro proc&dimiento. Tratan el estracto alcohólico del curare por el
éter para desembarazarlo de la grasa i de la resina, disuelven el rcsiduoen el agna, precipitan los cuerpos estraños
por el subacetato de plomo, i sustraen el esceso de sal de
plomo por el hidrójello sulfurado. En seguida mezclan el
liquido con earbon animal para descolorarlo, lo filtran, lo
evaporan, afl'(~jan el ácido acético agregando al líquido
ácido sulfúrico estcndido en alcohol absoluto, espe}en el
alcohol por la eyaporacion, precipitan el áeido sulfúrico
por el hIdrato de barita i separan el oseC80de C8tCúltimo
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-31por el ácido carbÓnico; CIl fin, concentran cllicor al ba.fiomaría, i desccan la cm'arina bajo la caml)ana de la máqíili1a
neumá.tica.
.
Pero cunlqlliera que sea el procedimiento
qne se siga
para obtener-la curarlna, ésta se prcl'cnta. siempre hajo la.
fonna de UIla masa r;Ólida, tmslúcid!l. i film tra.spal'cnte, en
capas delgadas, de un color amarillo pálido: atrae fuertemente la humedad del aire; Cii mui ióoluhle cn el SgtlS i en
el aleohol, insoluble en cl étcr i en la e~ellcia de trementina. Su disolucion tiene un subol' esec:;ivamentc-amargo,
enrojece el papel dc cúrc\1ma, i restable(~l' el color azul al
papel de tornasol enrojccido por Ull {u·ido. La solueion
acuosa nentraliza lo" ácido,,; las sale::; <¡!le f()rma. con los
ácidos s\llfílrico, elorhídrico i ae{~tico SOl! toda::; mui Holublc8.
i es impo,;ible ohtcllcrlas crbtalizadas. (:llHlItlu ¡;c somete
la. curarina a la aecion del calor, se carboniza esparciendo
espeso!! vapores qne, 8i se les respira, pl'OdU<:Cll nna scnllacion de amargor mui desagradable: de~pues tle la combustionqueda
un residuo apéna;:; apreciable, qne nada tiene
de alcalino. T.a cUl'arina tratada por P\ ácido nítrico concentrado, adquiere un color l'ojo de sangre, 1 el áei/lo sulfÚrico tambicn eonel~ntl'ltdo, le cOllluniC'a un ucHo tinte (].(,
laca carmir,ada.
La nuez de agalla precipita la 8olucioll aCllosa, i el precipitado 08 soluble en el aleollOl; igualmente la precipitan
10$J>iclor\lros de pll\.tino i de mercurio. Finalmente, seguJl
el doctor Heintz, la curarina contiene nítl'ÚjcllO.
e-iQu(~ accíon t'jcrec el cnml'e 8ouJ'e la economía animal ~
Antes de estudiar 108 efecto~ que Jl1'oduce una YCZ a.bsorbido, parece lójico csponel' las cOlldieiom;s (lue exije 8'1
introdu/wion en el torrente rirculatol'i<).
1.° Condi(}iolle.~ de alJsol'do-1't, El curare. a diferencia de
108 demas venenos i virus, n() es ahi'OI'hido ;;ino cuando 8e
pone directamcnte en contacto con la sangre, o cuando 6C
introduce en 106 pulmones, El padre Glllllilla ha Rido tal
vez el primer viajero que ha insistido detenidamente
sohre
la propiedad que pre6enta el curare de no ser absorbido
cuando ;:;e introduce en el tubo dije¡;tivo, en tanto q-lte lo
es cuando se pone en una herida, por llIlIi peqnel'la. qne ,-<'!lta
sea, I,a Condamine tambien ha hecho mcncion de la como
pleto. in/)cuidad do1 curare siempre que no se ponga en
contacto con la sangre: asegura que rOl' largo tiempo se
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-32alimentó csclusivamente con carne de animales mucrto~
con flechas envenenadas, i que muchas veces durante la
masticacion sacó de su boca la punta del dardo. Posteriormente a e8tos dos viajeros, Humboldt ha confirmado SUB
relaciones. Segun él, en las vegas del Orinoco no se come,
por lo eomun, gallina que no haya muerto por la picadura
de una f1e~ha envencnada, i los misioneros pretendian que
no tenia buen gusto la carne de los animales, si no seempleaba este medio de n'latal'los. El padre Zea"que acompañaba a H.umboldt en su viaje, enfermo de fiehre intermitente, todas las mafíanas mandaba desde su hamaca que le
llevaran con la gallina destinada para su comida, una flecha
envenenada para matal'la; o]Jcracion que, por la importancia <pIe le daha, no queria confiar a nadie, apesar de su
habitual estado de debilidad. K lle¡;tro conso<:Íoseñor HiIlcstrosa i yo hemos comido tambien gallina muerta con
curare. IIumboldt i Bonpland tragaron con frccuencia i sin
el menor inconveniente, pequei'las porciones de curare,&!
llue siempre le hallaron ut ~uBto amargo rrmi agradulJle.
Asimismo, i con igual Úxito, el seí'lor B incstrosa i yo
heTIlOBprobado el curare ..
11 na vez demostrado q\lCel curare no es absorbido por las
das dijesti nls, restaba esplicar este hec1lO.Lo!';Sres. Pclouze
i Bcrnard pensaran que tal vez este veneno era mudifieado,
dijerido por los jugos ~ástricos, de tal manera qne perdia
todas sus propíedadeH deletéreus. Con el objcto de yerifical' esta sllposicion echaron curare cn jugo gástrico de perro a Hna temperat\ll'a de 38° a 40° cent'Íf(Tados,por espacio
de cnayenta i ocho hOl:as,pa~ad~s las cuales picaron algunos ammales con este .Jugo gastnco saturado de curare: los
animales murieron como de Ol"dinario. Repetida i variada
de diversos modos l.(.staesperiencia, ora fuera del animal,
ora en el animal vivo: despues (le h!berle hecho tragar
enral'e a un perro, ab¡'iéndole luego una fístula en el estómago, i sacándole el jugo gástl'ico, llan reconocido que
('ste siempre tenia todas las propiedades mortales de nna
disolncion de enrÚc. l?ractieacla uná operaeion semejante
con los otros l1r¡uiclosintestinales, la saliva, la bílis, el jugo
luncreático, se oht,uvo el mismo resultado. De mancra qnc,
éjoí\ de verifil~:u'se la hipÓtesis, los heehos demostraron,
qne ninguno de estORtluidos dest.ruia, por Sil contacto cOll
el curare, las propiedades tóxicas de esta sustancia.
l
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-33Persistiendo los mJemos señores en ave¡'igual' la cansa~
han lleg:tdo a concluir que, por un privil~jio particular, la
membrana mncosa del estómago i del intestino no se deja
atravesar por el principio tÍlxico del curare, apesar de la
601ubilidad de éste, La siguiente cspericncia lo hace evidente: si se toma fresca, la membrana mll('~¡;;a~ástriea de
un animal (perro o con~jo) rocien mnelto, i se adapta a un
endosmÓmetro,
dc modo que la ,mpedIcic 1lI11eosa mil' ••
á.cia afuera; i si en seguida f;C hunde el cnuosmÚmetro, conteniendo aguR azncarada,
en una disoludon
acuosa de
curare, se ,"erÚ r¡ue al cabo dc dos o tl'l'S horas la endósmo¡;i8 se ha vcrificado:
habrá subido el nivel en el tubo endosmométrieo, i no obstantl', cllí(l'tido en (',J contenido no
ofrecerá la mellor traza de veneno, eOlllo pnede comproba.r8e inoculándolo a los animales, Bi H' prolol\ga el tiempo
de la eí"pet'iencia, podrá tener lugllr la endfnwlOsis del ve·
neno; pero se notará a la '-ez
qlW.
la memhrana
se ha
i qne el moco así como el e'piteliulll han sufrido alteraeion, i han permitido por c~ta cin'llllstancia la
imbihicion o la enuósmosis del principio lwti\"() dd cnrare,
Tan cil,rto'e¡; ('sto~ (ple si en lugar de f'lo)l1ear para esta
csperieneia nna IIlcm bl'ana sana i f!'C~('Il, se hllee uso de
una ya alterada, la endósIllosis del lí(1\lid •• tÚxieo se cumple inmediatamcnte.
Eñ el animal \'ivo tamllien se puede'
hacer patente esta misma l)J'opicdad de la memlmma lJIUcosa intestinal. Todo ebto condl1('c l\ la demo8tracion de
que entre sustancias perfeetamente
soluhles en apariencia
i depuestas en la superficie de la Ul(WOSa gHstl'O-intestinal,
las hai que pueden permanecer
en ('DlItaeto eOIl ~sta sin
ser absorbidas, i de consiguiente "in mallife"tar su accion
sobre el organismo. En este caso ¡,:e cuenta precisamente
moditicado,
el principio acti "0 del curare.
Los St'&:, Pdouze i Bernard han e&perimentado sncesivamentesoore las membranas mucosa!';de la v~iiga, de las
fosas nasales, de los ~jos; manifesttllluoSll ell ellas- COIl<;tantemen te la misma ealidad de resi;:;tenein. a la ahsorcion del
principio del ('mare. Un perro ha l'C'tcnido en.-la vejiga
una in}'eeeioll de ciSte vcneno, por ('~pa('i() dc. seis a o<JlO
horas, sin (PW el animal haya sentido ningun a(:cidentc;
la orina qne cspelió despues, tenia todas las propiedadc;.i
tóxicas del curare.
Sábesc en el dia que para. que una parte del organismo
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-34l:iirva para la int.roduccion de sustancias venenosas en la
economía, es menester que esté en relacion con las otras
partes por medio de vasos, i que la absorcion no se. hace
cuando solament.e e.~táunida por medio de nervios; no es
por lo tanto de admirar que el curare no hayaproduc~o
ningun cam,bio en la economía animal aplicado sobre los
nervios, intactos, o cortados, o simplemente heridos, con t.al
que ha~'aIl sido previamente aislados de los músculos i demas parte!:>cercanas. La absorcion se efectúa, aun despues
de la seeeioll de los nervios, Hiel miembro se comunica por
vasos con el resto de la economía.
El curare aplicado directamente sobre la piel intacta, no
es absorbido. Los senores Munter i Virchow han mantenido
humedecida, dUJ'fUltcllIedia hora, con una disolueion de curare, la pata tra,era de una ralla, i pasado este tiempo el animal no ofreció ninguna senal de sufi·jmiento. Ya Hancroff
habia probado que la aplicacion sobre lapiel de una solucion
acnosa de estc \'cneno no pmduce accion sensible,aun cuando
se evapore i sc seque en el punto en que se h~ya depuesto.
Tampoco es absorbido por la membrana de las branI]uias, lo ~lue prue~a qn~ .0¡;ta no es ,endosmóticll. 1)ara el
(;urare. (; n pcscadlto VI \'lO cuatro dlas en un kIlogramo
de agua con sci" dceígramos de curare, al cabo de los cua.les se le sacÓ, se le l.izo una pequeña lastimadura, i vuelto
ll. echar en la disolucion, IlIlU'ió a los ocho minutos. Para
que pueda lograrsc esta esperiencia, es indiBpensable que
el pez 110 tenga la mas lijcra herida, :Muchas .cces llucede
'lile las hcridas Bontan diminutas, que solamente 8e apercibe uno de ellas cnando el animal ha sido 6uUleljido en el
líquido Ycnenoso.
SerruIl los sPÍiores Pelonze i Bcrnard, int.roduciendo con
todas las precauciones neccsarias alguJl8S gotas de la meneionada disollleion en las vias aéreas, !le "e sobrevenir la'
mucrte con la misma mpidez que si se hubiera picado al
animal hajo la piel. Esplican esta cBcepeion a las propiedades de las otms membranas mucosas, por la funcion cspecial que debe llenar la mUCOBapnlmonar. Estando, en
cfecto, destinada al paso del ail'c, par:i cumplir 10B fenó··
menos de la respiracion, posee una testura especial i se halla desprovista del moco protector que lubrifica las otras
bupeJ'ficies que comunican con el esterior; esplicacion que
se aviene con las observaciones ya hechas por M. Magcndie
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••
-
35 -
80brc la estructura i propiedades de la membrana
múcosa
bronquial.
Fontana i 108 hábiles espcrimcntadores lÍntes nombrl\doi', han estndiado tamhien los efectos de una. disolucioJl
acuosa de cnrare inycctada en las vcnas. Segun ellos, la
OOCiOIl
tóxica del curarc cs instnnuinca cnando se le inveota
direetamcntc cn los vasos sangllíneoB. V na solucioIl ~cuosa débil de estc veneno inoculada en la vena yugular de lo!!
perros i 108 conejos, ha determinado ¡;icmpre una mllene
súbita, de tal jénero que los animales no han lanzado un
6010 grito, ni manifestado nin~lIIlll lLjitaciol1convulsiva.
El org.anismo es como fulminado, i todos 108 caractérell
de la vida de;;apal'ccen ('on la vdo(~idad del relámpago.
Introducido el curare bajo la piel será tanto mas prontamente absorbido cuallto mas rico en va..<;os
sea. el punto en
que se p~nga.2.° Ej,Wt,(j8 def,veneno. Cuando el cnraropenetm
en
cantidad insuficicnte pal'!\.producir la. muerte, no hace si.
no paralizar al animal durante algun tiempo, paaado el
cual se rcstablece fát-.ilmcnte. lIumboldt refiere que un
carpintero,de una estr(\nrdinaria fuerza muscular Cuvo la
imprudC11ciade frotar el curare entre Ims dedos d(lspues do
ha.bcr8e herido lijcJ\amcntc, i cay() a tierra atacado do un
vértigo (PlOle duró Cerca de medía hora.
Oitando el curare es mui aeti vo i se pone bastante cantidad en una herida~ el animal mnere sin arr~jar un grito,
~in convulsiones, sin la menor lllllCl'tra de sufrimiento. V criticada la espcrioncia en un perro, tan luego como el veneno comienza a ser absorbido, sc ]e ve sentarse con cierta.
dejadez, como si estuviese fatigado () porezoso; en seguida
i6 tiende de largo a,largo, cesa la respiraciou, J'ierde toda
sensíbilidad i acaba enteramente tranquHo. Pero M se
pone en peqneña porcion o se retarda -su ab8oreion por un
oáustico incapaz de prevenirla completamente, ~ntónee&
la muerte se presenta de diversa mAnera; el animal esperimenta eonvn Isiones, i Bi 80 ha empleado alguri· có.u¡;tioo,
se ve, por decirlo Rsi', la Ularcha del veneno en la econoniÍa,
pues las convnlsiones se manifiestan con regularidad. Uná
gallina a ]a enal inoculé una pequeñísima cantidad de veneno en el ala dereeha, tardó en morir cuarenta i cinco minutos, habiondo esperimcntado }'epetidas convulsiones quo
of\oecian cierto grado de equidistancia cntre al.
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-36Se ha tratado de averiguar cómo obra el curare sobre
la ocoDomía animal, i porqué el curare es un veneno: hé
aquí lo que ;;obre esto se sabe.
El urari de 108 11UlC'1I8i8 preparado en presencia de Richard Schornhurgk sirviÍl, cinco años despues de ¡;u prepacion, a bs senores Vil'chow i Munterpara hacer espericncias,
de las cuales han concluido:
Que el curare no es un veneno tetánico; al contrario,
produce la parálisis, es decir, l:t ccsacion del movimiento
en los músculos voluntarios, miéntras que 'los músculos de
la vida o¡·gániea, el intestino, el cor9Zon, continúan moviéndose lmstante tiempo despucs de la muerte;
Que de"dú el principio de su accion, produce aturdimiento i e"tllpefaccion, es decir, la cesacion de las fLmciones del cerebro;
Finalmentc, que la muerte no es un resultado directo
del enyenenamiento, sinó la consecuencia de la cesaaion de los movimientos respiratorios; i es por esto que,
si se procura la respiracionartificial
hasta que la aceion
del veneno sobre el cm'ehro haya cesado, se pueden restablecer completamente las funciones de la vida.
Segun las ef1periencias<lelos senores Pelollze i Bernad, el
curare anonada completamente las propiedades del Ristemll.
nervioso. Se sabe que en los animales que mueren de repente, 108 Ilcnios conservan algun tiempo la facultad de
reobrar bajo la influencia de los escitantes mecánicos, ñ¡¡ieOi>o químicos: si se escita un nervio de movimient'), sobrevienen convulsiones en loÚnúsculos a los cuales se fija;
si se pellizca la piel, se ven esos movimientos especiales
que se 111m determinado con el calificativo de rejf,pj08. Ahora bien, despucs de la muerte por el curare, ninguna de
estas propiedades persiste en elanímai, aun caliente; los
nerdos se encuentran tan inertes como en un animal frío i
muerto largo tiempo antes. "Este hecho de la destl1lccion
completa de las propiedades del sistema nervioso, agrega
el selior ·Reinoso, es mui importante, no solamente por las
consecuencias teóricas que de él se derivan, sino tarnhicn
por las aplicaciones que puede tener en la práctica médica,
porque el.uso de esta s\U;taneia permitirá al médico disminuir a su grado la escitacion nerviosa."
No quiero prescindir de hacer una indicacion. i No parece
que una de las aplicaciones que pudiera tener este dcscubri-
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-- 37 miento scria ocasionar una anestesia mas eficaz en las opera·
ej.o~es quirúrjicas que la orijinada por el éter, por el clorofQrmoi por el reciente medio de dirijir la vision úcia un objeto
brillante cqlocado a 'pequeña distancia de 108 ojos? É:stá
perfL't:ta!nente dHmofltra~o que el cl~rare eauslt ceea?ion de
lal) funCIOnes cerebrales 1 anonadaClOll
de lU8 propIedades
del si~teIlm l\elTioso; i se sabc ademas (iue la intensidad
de esto;; efectos c;;th en razon direda de la cantidad de veneno absorbido, pues que si una dÚ¡;ig a produjo nn vértigo
de'media hora en el carpintero de que habla lIumboltlt,
eS de presumir (lne una d(¡sis 2a produeir.i un \'érti~o de Ulla
hora, tal vez con suspension de la aceion iuspimtoria que requiera la aplicadoll de la rcspiraeion artiticial, i así ¡mcesivamente. Pues hien, yo creo qne ::le¡'ia con veniente emmyar,
mediante una sél'Íe de esperimento::l bien hecholl, la reso·
lucion de los siguientes problemas:
~dada la prop0fL'ion de
curariua, se puedo saber con antolaeil I!l i de nn modo l'recioo
el eti-'Cto qne ha de causar cierta d{H;js de c1ll'are? ¿ todas las
itliQsincrasias sienten el 11lismo grado d~ efecto con una dósis
i~al del vcneno? i, se pereibe el dolor en la a~estesia produClda por el curarc, como CIl la de los l~jentes hafta hoi USfLUOS~
Suponiendo, lo que es probable, q \le be o]¡tenga¡ina solucion
~tisfactori::t, la mcdicina qllirú¡:jiea habrá dado un paso
inmcuiSo. Por de contado que estos esperimentos
doben
hacc¡·se en al[ ue110s animales qne por el desarrollo de 8~
organismo Be acerquen mas al homhre, i do acuerdo con
los preQeptos de la eien{~i:l. Si yo llllhiera podido proporcionarme uIIa huclIa porcion de (~lll'are, tendria el plllcer
de esponer aqui el result ado .
. :Es probable que en el (;Tl\'cnenamiento por el curare
se encuentrcn
en la sangre los lllismos cara.eWrcs que en
la·asfixia, i queja mayor parte do lo,; {¡rganos se hallen
~urjitados
de ella. Ademas, la accion de este veneno
IlObre la economía demncstra mejor qne cualquier otro
medio, que en la asfixia el corazon 8igue por 1l.1gun tiempo
latiendo i lanzando al organismo sangre neg-ra, sangre que
no ha esperirnentado
lllodificaciull al~una' pulmonl1l" por
no encontrar oxíjcno al atravesar este a})arll.to. La insensi.
bilidad completa que acompafía al euveuenamiento podría
esplicarse por la propiedad estupefaciente. de la ~e
ne-
gra; pero la asfixia en este caso no es pr~ueida por la
alteracion
de la sangre
solamente,
&ino que es primitiva-
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-38-
mentc determinada por la cesacion de la acoian lIcl'viosa.
porque l¡abiéndose visto por las espel'icllcias de respiradon artitieial, de qne TIlasadelante se hablará, que la sangro
puede ser modificada pOI' el aire, i~ql1e el animal puede
restablecer,;e cuando el contacto con estc fl.uido es suncKmtcrnente pl'olon~ado, si la asfixia proviniera de la falta
de sangre oxijenada, es claro q1Ícal aplicarsc la re6pi1'adon artificial reviviria inmediatamente la aceion nerviosa,
Entl'c los etectos patentizados en el envenemunicnto
por el ellrare; que, como se ha dicho, anonada las propiedades del tiistcma nervioso, llno de los mas importantes
es la preseneia del azúcar en las orinas, señalado 1)01'.M.
Bernard; efecto qne tal vez puede oponerse como el mejor
llrgulIlento a la tCOJ'íaque pretende esplical' tal presencia
por una e1'citacion neniosa.
f-¿El curare es venCllOSOpara todos los animales 1-Segun
las esperienciaR i hu; relaciones de todos los -fisiolojistas i
viajeros que han cscrito sobre el curar~, ninguIl animal
puede contarse al abrigo do su accíon; pero sí varia' la
cantidad de vencno nccesaria para dar la muerte, segun la.
talla del animal i su e:ipccie. En jeneral se puede decir
IIUClos anirnaleR muercn relativamente tanto mas pronto
cuanto qne su respiraeion es mas activa, porque eSÍll eondicion entrafía un movimiento vital mayor, i por c()nsiguiente la absorcion !iCefe<:túa con mas rapidez. Así, los primeros
Cll perecer son los paj áros, en seguida los mamiferos, i luego los reptiles.
SinemLal'~o, Fontana pretcnde haber herido muchas
vivoras COIltlecllas envencnadas con curare, de las cuales
ninguna muriÓ; i no vacihL en asegurar que el veneno
americano es cnteramente inocente para los animales de
sangre fria, como lo es el veneno dc la vÍvora; por lo que,
agrega, estORdos venenos tienen grandísima analojía, bien
que uno sea de oríjen animal, i el otro un simple jugo vejetal. "Quel'iendo con vencerme, dice el señor Reino&o,de 8i
esta asercion dc Fontana era cierta, introduje curare en una
pequeña herida hecha en el vientre de nna víbora, i, contra
mis csperan7.ll.s,el animal ha muerto. Así, el cnrare envenena las víboras, por lo que sí se distingue del veneno de
estos rcptiles, (illCno cs un venl,"l1O
para ellos. N o se puede
espliclLr el erro!' de Fontana sino admitiendo la mala calidad del veneno do que dispouia."
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- 3~)g-~Cómo d9be tratarse el envenenamiento }101" (~lenral"e ?
Esta cnestion envuelve dos }nlntos: ¿ CÓmo debe prevenirse
°
la absorcioll del veneno? ~CÓmo deben detener:ie
destrurrsus efectos una vez absorbido~
1.0 Tratamiento pl'eventÚ·o. Separar o l\iglar del resto
tIel organismo la parte envencnada, ampntálldola, echando
mano de ligaduras o aplicando ventosa,.; im}Jcdir o retardar la absol'cion del cnrare, valiéndose de cánstieos; contenerIo en una comhiuacion, de manera <J1W se haga inofensivo o ineapa7. de ser ahsorbido:
tales hllnlos nwdios a. que
puede rcelllTirse ~ara pr,evcn!I' el {~II\·el\(~lIallli('nto.
-IJ& l1rnplltacJOn tU\) aplll·ada con :illCeSOpo)' los españoles en tiempo de la conquista de lIucstro cuntinente.
Alonzo de Ojcda parece que fué el prinlCJ'() q L1e aconsejó
cauterizar con el fuego la herida, o cortal' ell el acto el pedazo de carne infestada, La Condamille tarnhien ha con sí·
deradola amputaeion de la parte herida, hecha en el in8tant~,
-como uno de los medios mas seguros pam prevenir el envenenamiento.
Fontana ha hecho cspericTleias sohre este
mismo ohjeto," i ha puesto en claro lo;; ¡mellos rcsultados
que se obtienen cortando las partes heridas, <:llando sc !el"
puede separal' sin 1)cligl'0 de IIlUCI'tc í ¡¡flte~ que la absoI'>
don del curare tenga lúO'ar.
-A favor de 1a.<líga~lra puede Cil'CUllSeribirse la accion
del veneno, Debe praeticarse Ósta de manera q ne la parte
herida quede aislada del resto del organismo. Tan luego
como se desata la ligadura, el veneno es ahHOrbido, i el
animal muere; de forma (pIe, la ligadura preserva al ani~
mal solamente 1)01' el tiempo qne perrnalJCZC~Laplicadfi.
Waterton
inoculó el v.eneno en la píe1'lla de un jumento,
deapues de haher colocado un vendaje en el punto elejido
para 111.operacion;
el animal sigui.) "i,'iendo como ,de 01". o.inario, sin manifestar novedad alguna; ller<), quitado el
vendaje al cabo de una hora, la mnerte lo f'ol'prendió diez
min.utos despues. El señor Heinoso ha heehu tarnhicn la
esperiencia:
practicada nna 1igadul'a sobre ellll\lslo de un
con~jil1o, introdujo no lIIilígrallloB de C\ll':lrc por debajo de
la ligadura.; por (~i\pacio de tl'CS horas el animal no espcrimcntó efecto alguno. Dcsatí) ent(mees la ligadura, i ocho
minutos despucs el veneno comenzÓ a ol)l'ar; el animal
murió pagados cuatro minutos, es deeir, a los doce minutos
de haber separado la-ligadura.
DeJada ésta dos horas no
1lC
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-40mas, se presentaron los mioilllOS fen(¡men(l~. Estas espericn
cías concuerdatl con las de Brodic i de Fontana 60bre los
efectos de las ligaduras.
- Watcrton
ha acol1f;ejado colocar, si es posible, 11lHt
ligadura mui a}lretada al rededor de la parte hcrida, i (tendir imnec1in.tamcnte al cuchillo de amputacion.
Pero en
lup;ar de ocurrir a la ampntacion, dice el e.eDor ReilIO¡¡'O qne
se podria emplear con suceso la li~aclura unida a los cáu¡;ti.c08, csco.iiendo entre tostos el ororno.
-Este t:'agflz csperimentauor
ha estudiado detenidnmente los eredo!; de 1<18 YelltO¡;¡aS, llep;ando a determinar
las condiciones en '111e se les debe emplear. 10 mismo que
Sil lllodo de acciono "Hesultll de Iluestras esperiencia:l, dicc,
que las \"('ntosa •. aplil'adns {¡)lte:; que se efl'ctÚe h ahsorcioil
del veneno, si 8C IO~l'a (l'w ('onseryell el v3do perftletanwnte i sin interrupcion,
impiden 'completamente
la absorcion
tlel-curare en tanto que permanezcan aplicadas;
pero todo
es quitarlas, i el cm"enCnfintÍPI1to
se prochweo Nada parece
mas f:ieil, a primern, vista, <luC cstudiar la accion de las
ventosas, pues qne se trata simplemente
de apli(~arlai\;
sincnrhargo,
este ]J1111tO nos 11ft pre¡;entado uific-u1tades, :l
eausa de la r{¡pidf1. ahsoreion del curare. El H,neno indijena es ahso1'hi~lo (~on tanbt prontitud, que el corto int6nalo
que, separa líl inyeeeion i la aplicaeion de la V\mtoSf\ llastf\.
})ara dejar entrar en la economía 111 dÚsiil de veneno call1l.Z
de CaU"lll' 1" lIIUertll del unimal. Despue,; de algunQs tanteos ]¡CIllO;'; Ih'g'IHlo a preciHar las (~ondi('ion('s de la esperienciíl, por 10 dcmas bastante fáeilefl cle reuuir. lIemos inyectadu bajo la piel de un COTll'ji110 1 et'lltíp:nllllO de curan'
diluido en 6 déeiJllos de centímetro cubú de ~l!!,'lIa, i hemos
aplicado illme(liatl\mente
l111lt ventosa.
Miéiltras qlle (.¡
vado snbsi"te sin interrnlwion,
el animal no espCl'imeDtl~
efeeto alguno, cualquiera que seRIa duraeíon de la esperiencia; pero tlm pronto como se quita In velltosfl, el (~urare ('8
ahsoJ'hido i prodll{Oc lo,; IIlif.:ll1oi> efecl'os que en las condicione;; ordinarias. 1,a cJ()sis de ~lIl'are que H:! habia inyectado
en esta t'Spl'l'il~n('ia (1 ccntígramo)
mató a los eon~jillos en
tres J1]inllto,.; en 1m: C'ircullstaneias ordinarias. Otra manera
ma:; deg-ante de lIncc!' la esperienC'ia es la siguiente: H)
irltl'odl\(·\l en nna hpl'idl\ !lCC'ha en el flaneo de 1111con~im(),
un pcda7.0 de cunH'C del pl'SO de 511l1ilígl'amos, i se aplica
inmuiatmuente
la n'ntosa: el animal continu~rÚ hien entró.'
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-4-1-
ta.ntoquo ella esté obrando; perp al quitarla, se h~rá la..
absorcion del veneno, i morirá en breve."
- El calor ha sido empleado siempre con suceso, deslie
el tiempo de la conquista de Am{~rica. Esbt cautcrizacion
puede vcriticarse sea con carbones en ignicion, sca con un
hierro enrojecido; i faltando estos ajentes, 3C podria apelar tambien al medio violento, pero seguro, de introducir
pólvora en la herida i prenderle fuego.
Se ha presentado .la cuestion de saber si \lna sllstancia
cáustica. pucde reemplazar al calor. El señor Heinoso piensa
que hu.i algunas que pueden cmplearec el1 H~Z del fuego, i
aun producir mas seguros resultado;<. Eu efecto, el calor
destruye los tejidos, i solamente descoml'(H1Cel vcneno si
alcanza a obrar sobro éste. Muchos e:í,usticos alteran profundamente los ~jidos i el veneno. Demas de esto, uu
líquido que se cstiende por todas las parteH i que penetra
fá.eih!lente en una herida, prcBenta la ventaja de producir
una cauteriza.cion mas completa, i de ponersc en permanente contacto con el veneno, cuya huella sigue.
-Los señorcs Brainard i Greene han acoIlsqjado el uso
aimultánco de las vcntosas i del iodo, (lile obra. como un
cáustico. En CBtecaso las veutosas apl>l1:lShacen el oticio
de una ligadura, previniendo la absol'ciulI del curare de
manera de permitir en seguida obra!' con lo::;eáusticos sobre
la parte herida. Despues de quitada la ventosa, el animal
debe sn salud solamente al cáustico, porque, como se ha
visto, la ventosa únicamente obra miéntras permanece
aplicada; el cáustico, al contrario, es nn ajente radical, de
l}()useeUenCia9estables. No obiltante lo dicho, no se pueden
negar las ventajas "'de las ventosas sobre la ligadilru, en
cuan~ impid~ la absorcion del veneno i permiten obrar
con 108 cáusticos sobre el tejido que sc ha separado, por
decirloasí, del resto del organisIllo. La ventosa no tan BOlo
Buspende la absorcion jcneral a virtud de la cesacion <.lela
circulaeion, sino que impide adema8 la irnhibicion local
que tiene lugar en los casos en qne se pradiea la ligadura.
lié aquí, en resúmen, las espcriencias de los scñorCi>
Brainard í Groolle. La solucioll iodada quc hall empleado
ha sido hecha por medio del ioduro do potasio, en la;; siguientes proporciones:
Iodo ....•.........
Ioduro de potasio
Agua destilada
GramOH.
0.50
1:5lJ
2·1
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- 4-2 El objeto de estas esperiencias fué saher los efectos causados por el iodo acompanado de la ventosa, i por el iodo
!!Olo.
Iodo i ventosa. Despues de haber rasado uno de los
flancos de un conejillo, han inyectado bajo la piel 2 centíO'ramosi medio'uc curare di¡lUeltosen 60 gotas de agua.
Ynmediatamentc han inyectado la misma cantidad de 8olucion de iodo i aplicado ventosas, i el animal no ha manifestado efecto alguno.
Iodo 80lo. Inyectadas bajo la piel de un pichon 4: gotas
de una solucion de curare <¡ueestaba hecha,con 2 centígramas i medio de vencno i 60 gotas de agua, e inyectadM
despuc;; 20 gotas de la solucion iodada, tampoco se manifestó efecto al~uno. Las dÚsis de curare empleadas en estas
(los esperiClle1HSproducen la muerte en las condiciones
ordinarias.
Variadas i multiplicadas estas esperiencias, inyectando
el iodo ántes o despues del curare, o al mismo tiempo, los
Benores 13rainard i Groone han sacado las conclusiones
siguientes:
Que la solucion de iodo i ioduro de potasio es, a ciertos
límites, un antídoto perfecto contra ~l curare; mezclada 1\
este veneno, igualmente disuelto, destru~'e sus efectos yenenOBOS ;
La solucion iodada, inyectada inmediatamente despucs
de la solucion de curare, neutraliza completamente sus
efectos, siempre que se tenga cuidado de aplicar una ventosa a fin de detener la circulacion hasta que el iodo ha)""a
obrado sohre el veneno. N o se produce supuracion ni phdida de sustancia. por la gangrena;
~
En fin, que la solucion iodada. aplicada Bobre la superfi.
cie de una l1Crida profunda de los músculos, en la cual 8e
ha introducido el curare, previene los efectos del veneno.
El sefíor Heinoso ha hecho seis esperiencias para averiguar el modo de accion del iodo, de las cuales ha deducido,
que el iodo no destruye el curare, pero que sí lo altera. Do
ellas resulta tambien que el iodo es mas eficaz disuelto en
el alcohol, qne lo es disnelto en el agua a favor del ioduro
de potasio. Inyectada bajo la piel de un concjillo, una
mezcla compl\esta de O; il'060 de curare, O,l!'4 de iodo, i
alcohol, el animal no esperimentó efecto alguno de intoxicacion.
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-43-
El ácido nitrieo tambien previene el envenenamiento,
ohrando como cáustico que altera un poco el curare. Mez·
cladas estas dos sustancias, e inyectadas por }'ontana bajo
la. piel de un conejillo, no no tÚ efecto alguno; como tampoco despucs de haber inyectado el ycneno solo, i, pasados
cuarenta segundos, hallor lavado la herida, primero con
ácido nítrico i luego con agua.
La potasa posee las mismas propiedades del ácido nítri·
co, con la diferencia de que su aceion alterantc es mucho
ménos euél:iica. Sillemhargo, do;; espel-icllcias hechas por
el señor Reinoso le han probado <Iue ['ctarda la absorcion
del curare, i emplca<la cOJlvenicntemente la hace tan lenta
que el envenenamiento no tiene lugar,
-Et cloro i el broma son Cáll~ticos que dcstrnyen el
curare completamente.
El doro es etieaz al estado naciente i al estado de libertad. He aquí las esperiellcias <ld scíior Reinoso qne lo demuestran:
Cloro naciente, El señor Reinoso ha mezclado hlpoclorito de soda con O, g>' O(lO de curare, agJ'e~lLn<loalgunas gotas dc ácido clorhídrico; lneg~' puso en lu.mczda
un poco de carhonato de ~(Jda,i eOI1('lu,\"ó
por derramar en
ella hiposlIltito dc soda; el licor dablL una rcaecion lllea1i·
na, e inyectado bajo la piel de un concjillo, no determinÓ
llinglln accidente.
Cloro lióre. 0,1(1'06000 curare han sido triturados COI}
agua de cloro; en seguida se ha agregado a la mezcla
un poco <lecarhonato <lesoda i algunas gota¡; de hipomltito
de soda. La mezcla prcsentaha una reaecion alealina, e
inyecta<la bajo lu. piel do nn coucjillo, no determinó tampoco ningull accidente. Sinembargo, algqnas veces perecen los animales al cabo de un tiempo mas o ménos larrro,
a consecuencia do la herida.
e .
La sal marina que se forma en estas reacciones no impide la absoreion del cura¡'c. O,"' OHO de curare, mez(~lados con una disolueion saturarla de dornro de sodio,
fueron inyectados bajo la piel de nn couejillo, quc muri6
al cabo de siete minutos,
El hrolllo, ademas de destruir completamente el enrare, como el cloro, ofrece sobre Óste la ventaja de ser de
conscrvacion i uso mas fáeiles, Las siguientes espericneias
del senor l{einoso hacen palpablcs SIlSbuenos efectos.
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-44Se trituraron
O,g'060 de curare con '7 centígramos
de agua, i se a~"regaron 1 O gota:'! de bromo. En el instante
la mezcla tomó un aspecto particular,
que auunciaba la
existencia de una reacciono Luego se afiadíó carbonato de
soda i se derramaron
algunas gotas de hiposulfito de soda.
La mezcla [resentó una reaccion alcalína, i fuó inyeetada
bajo la pic de un conejillo. Durante ochohoras el animal
no dió muestras de sufrimiento;
pero al cabo de veinticuatro horas cayÓ en el colapsus completo que caracteriza.
el envenenamicnto
por el bromuro de sodio, i pereció trein.
ta horas dcspues de la inyecciono En este caso la muerte
fué causada por el bromuro de sodio, i no por el curare.
El scfior Heillolw repitió mu(:ha>; veces esta esperionda, ob.
teniendo siempre cllIlismo resultado.
Para COll,encerse hien dc la parte que en él debía atribuirse al ororIluro de sodio, hizo las dos esperieneias que
siguen:
1 gramo de bramura de sodio disuelto en agua, e inyectado bajo la piel de un com;jillo, determinó, al cabo de
veinticuatro horas, Ulla muerto acompañada de los mismos
caracteres que los de la anterior csperiencia; caracteres que
son enteramente diferentes de lo>; que presenta el em-en&
namiento por el curare. En éste los animales pierden el
movimiento al cumplirse la alJsorcion, en tanto que el uromuro de sodio los escita de tal suerte qus se les ve ajitarse,
i se conoce que sienten fuertes dolores.
Despues de haber mezclado el bromo al curare, i cuan.
do se hubo efectuado la reaccíon, se puso la mezela al bañomaría, hasta la eompleta evaporaeion del bromo cscedente.
Luc¡:¿o se agregaron al2:unas gotas de carbonato de soda i
de hlpoSlIlfitú de soda. Inyectado despucs el licor, no determinó nillgnn e.ecidentc. En esta csperiencia, come se ve,
se procurÓ evitar laf'ormacion del bromuro de soclio, i solo
se dejÚ la cantidad de broma necesaria para la descomposieion del curare.
Aparte de la prueba que ofrece esta última esperiencia
en favor de la a(~cioll del bromo, hé aquí otra, verificada
por el mismo selior, (Inc puede eonsidérarse del todo decisí va. :Medio gramo de ('uraro, dÚsis suficiente para matar
lIl1H:hos peITos, fuÓ tratado por el bramo: la mezcla, deseml)arazada de este último por medio del carbonato i del hiposulfih. de Borla. fué inyectada bajo la piel de un perro,
que no í>ufri{,ni el mas lijero efecto.
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-45-
Todavía es mas perentoria esta esperiencia. Para obtener casi las mismas condiciones en que se encuentra. un
animal hcrido por una flecha, el señor ReinoBo introdujo,
en una pequeña herida hecha sohre la picrna de un pelTO,
1 decík}'amo de curare diluido en agua. Al cabo de treinta
scgnnd'os aproximativamente, cauterizÓ la herida con bromo. El animal uo se envenenó, ni sufrió otra novedad que
las consecuencias de la eauterizacion.
Estas espcricncias demucstran (lue la accion del bromo
sobre el principio activo del curare, e8 ;;in duda descomponente. En efecto, cn In;; sustitueionC8 regulares del cloro~
del bl'omo i del iodo al hidrújeno de los ('ompuestos orgánicos, los c11erposresultantes poseen el mismo volúrncn, la
forma, el color, la capacidad de "aturacion~ el mismo ]Joder rotatorio, sin cambiu de las ]Jropiedades químicas fundalllentalcil; adernas, como lo ha probado Laurent respecto
de la estrÍcnina dorada, la c¡;pceic resultante de la sustituclon obra sobre la. economía animal, a ;~ual dÓ¡;is,de la
misma manera que el alcalóide normal. Ahora bien, la Clll'arina pierde su potencia venenosa despues de ponerse en
contacto con el cloro i el hromo; demndo que no esperimenta una simple sustitucion del hic!t'ójcno, sino una verdadera descomposicioll.
El seDor ReinoBo es de concepto que pudiera empIcarse
el bromo, probablemente con ventaja, pero al ménos eOIl
tanto éxito como cualquier otro medio, para cauterizar todas las heridas envenenadas. Aunque cs un cáustico mni
activo, se pueden poner a raya su;.;efectos; i por otra parte, es probable que destruya los demas yenCn08 como lo
hace con el Cllral'e. "Esperamos, agrega, hacer esperiencias sobre perros mordidos llor otros perro;.; rabiosos, COIllO
tambien sobrc el veneno de la víh(¡r!1 i demas BcrpicntL'S
venenosas. "
Para poner a raya los efectos del bramo, bastará lavar
la herida con una mezcla de carllollato i de hiposulfito de
soda, merced a la cual el bramo pasa al estado de brornnro
de 80din. De esta suerte se puede invijilal' la accion delllromo, i hacerla desapareccr en el mumento en (PlC ¡;e('I'OC <pie
ha obrado suficiente i convenientemente.
Por lo dcmas, el bramo pncilto sobre la piel, sea la que
se quiera su cantidad, solo ohra localmente, es decir, que a
la YCZ que cauteriza, sc opone a Sll propia absorcion. "He
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-46inyeetado, dice el soñor Reinoso, bajo la piel de diversos
perros, hasta 8 gramos de bromo, i no he obtenido mas que
efectos locales lIlas o ménos intensos." Conviene, no obstante, ser prudente en su empleo, porque goza de una poderosa acti vidad.
-Algunas
sustancias cáusticas retardan la absorcion
del curare, sin alte¡·ar el veneno. Fontana vió que hiriendo
la piel de un conejillo, i aplicando algunas. gotas de veneno disuelto en ácido súlfurico, el animal seguia viviendo
sin dar señales de sufrimiento. El señor ReinoBo ha hecho
muchas esperiellcias sobre el empleo de este ácido, las cuales le han probado: que empleado en diferentes proporciones, puede impedir durante algun tiempo, o prevenir enteramente la muerte del animal, segun el retardo con que se
efcctúe la absorcion, retardo que depende del grado de cauterizacion; i que la accion del ácido súlfurico es simplemcnte
cáustica.
" Para esplicar, dice el sujeto últimamente nombrado,
la salud del animal cuando se haee uso de cáusticos que no
alteran el enrare, es menester admitir la interrupcion de la
ahsorcion normal a virtud de la alteracion de los tejidos.
Merced a esta interrupcion, una grandísima proporcion do
curare sc encuentra cn ill1I)Osihilidad de penetrar de una
vez en la economía, i cn consecuencia ésta puede eliminar
las pequeñas cantidades ahsorbidas a proporcion que las
va rccibiendo, de tal suerte que el veneno no se acumula
jamas en cantidad suficiente para determinar la muerte del
animal.
"Tal vez pudiera sostenerse victoriosamente que la absorcion es del todo nula, i que ni aun la mas pequefla porcion de veneno penetra en la economía, cuando la cauterizacion ha sido perfecta."
El agua de cal i el amoniaco retardan mui poco la abBordan del curare.
~Se ha Cl·cido que el tabaco es un escelente remedio
prevcnti \'0. Los españoles, segun }lonardes, lo adquirieron
de los indios; i agrega que como el rci de Espafia quisiese
eon vencerse de su eficaeia por sus propios ojos, un diA.hizo
que se inoelllara eurare a un perro, i se le pusieran en la
11 CJ'ida, poco despues, hojas machacadas de tabaco: "el
pcrro se curó con grande admiracion de todos."
Desde luego ocurre la duda de si el tabaco ha obrado
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-- -lj -
en este caso como simple cáustico. "Tal Y8Z, llice el sellor
Reilloso, la nicotina absorhída haya ~jer('i(lo una accion
propiamente 8alndahle, lo que es de ("¡"el't'Se rccordando 8n::;
CfectOH conYlllsin¡:> i tetánicOfl :'Olll'C la ('conomía allÍlnal."
-Algulla:,;
sale.q, sin
tambien la absoreiOll
S(')'
ycrdnlkros
('Úllsticos,
retardan
del <>nhlrc. Tal(·s son el hrollluro
i
ioduro dc sodiu, pCl'i) sohre todo d bnmlllro i jodw'o de
potasio; sicJJdo digno ¡lp nutar lj 11\; el iodnro de potasio,
de UlI gl'l1lHO para al"riba, ('llul(p¡it:nl Ij lIe sea la cantidad
(lue se emplee (2, a, +, () :) ~mm()si, produce tasi el mi"ml)
efecto ('(lJJreladoll a HIla lllisma d':)sis dI' tllntre. Las do:,
primeras sale;< rdal'(lan mui poco la a]¡soreillJ]; las ÚltilllflS
algo Illll;;, Hin pa"ar' de yeilltidos milllltos.
-Por
lo cinc toca a contener el curare en una eom hi
Ilaeion insolnble, incapaz de ser ub,u!'oida, es un punto tun
importflllte
como poco despejado. Solo Be puede decir que,
"egun el doctor 'Hcintz, la Clll'al'Ína es pl'eeipitada por ("1
biclol'lll'o de mel'curio; que lIIonlll'des refiere que los espr.fioles acostumbraban mirar las Itel'ídas con suhlimado. 00teniendo huen éxito; que Odedo lo acon"~ia tambien Ínml
(·UI'll.1' las heridas hccha;¡; pOI' flecha,; ell \'ellclladas
con jugo
de manzanilla, i ell fin, lpie se~lllt 0sto la introduccion
del
biclorUl'o dl~ mercHrio en HIla herida que (:clI1tenga curare,
acaso pueda ser proveelwsa. Entre tanto, dehe esperarse
(lno, gradas a la esporimentacion, \'cr<ladero pedernal de
la intelijencia iD\'cstigadora, se enCl1entre alguna eal !Tl(,tálica que c.'3té dotada dI.' la propiedad enunciada.
2." Tratamif1do
de la /ntoJ:¡'e((cio!l. Ha,,;ta el día no i-'l~
conoce ningnll medio sati;;factorio quc sea de facil i jencral
aplicacion, ·para combatir i poner a raya los efectos 'del cn!'are una \'Cz absorbido.
~e ha aconsejado
la l'cspiracioll
artificial, la estricninn, i últimmncntc se ha ensayado por
el señor Heinoso la aceion de la electricidad, Una esperi.
mentacion seria ha pne,;to en completo descrédito la sal
marina i el azÚcar, preconizados por crt'dulos viajeros .
. -Pal'cee (lne 13l'odieha sido cllll'imcro que ha ensayado
la rcspiracioll :tt,tifieial. Hé aq ni sn csperiencia:
introdujo
UIl poco de \Vol'ara en una herida J¡cdm en un gato tiern'o,
flue a vuelta de pocos minutos fné afectado i cayó en l1li
estado de atmdimiento i de semisem,ibilidad, en él qne
permaneció cinco cuartos de hora., al cabo de los cuales se
renovÓ la aplicadon del n'neno. Cllatrominutos despnes de
5
/'-'iO!'T'J
I1R
11'",0,
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-
48 \-
~"ta repetieíon, la respiracion ces6 entcramcnte, i el animal
parecia estar muerto; pero el corazon daha aÚn 104 pulsaciones por minuto. Se le colocó cn nna temperatnra
de 85°
termómetro de.Fahrcnheit,
i sus pulmones fueron iniiado8
a.rtificialmentc, casi cnatro veces por íninuto; la accion del
corazon continuó regularmente.
La respiraeion artificial fué
detenida 1m momentú, i ¡;cvió qne la:> pupilas se dilataban o
se contraian cnando se disminuia o se aumentaba la luz; la
saliva manaba de su hoca; algunas lágrimas aparecieron
bajo sns párpados; pero q lIed6 insensible i sin movirniento.
Pasado,; sesenta i cHatro minutos, espel'imelitó lijeras contracciones inyoluntarias de los músculos i manifestó una apariencia de esfuerzus para respi¡'ar; estos movimientos continuaron, haciéndose luego lllU"freeuente,;. 1Tna 110m despues,
dió por primera oeasioll signos de sensibilidad cuando era
escitado, i respiró c,;pontúncamento
veintillos veces eIl uu
minuto. Habiendo sido deseontinuada
la respiracion artificia.l, estuvo cuarenta minlltosen un profundo sueíio ; luego
~.lJ dcspertó
de repente, se paró i se puso a caminar. Al día
siguiente se mostró un poco indispuesto;
pcro poco a poco
se restableciÓ, i acau(, }lor l'ecohrnr su plena. ¡:,alnd.
1Vaterton ¡'cticl'e talllhien otl'll, espcricncia seguida de feliz suceso. cna. burra l'ccibiÚ el vt:ollcno en la e¡:,palda, i
murió aparentemente
en diez minutos. Se le hizo cntónees
una incision en la traquearteria,
por cuyo condlleto se le
iniló con un fuelle el flpal'ato pulmonar durante dos horas:
la existencia sn~pendilh
yolvió; la hurra levantó la cabeza i miró a su rededo\'; pel'P hauiclldo sido intcrru~pid8.
la introduccioll del aire, vo1\'i6 a caer en una II1uertoaparente. Prontamente
se recomenzó la respiracioll artifiCIal,
i se continuó rcgularmente
por espacio de doi' horas mas.
La hurra so levantó luego, i camino sin dar scí1aH de ajitaeion ni dolor. La herida se CIll"Ó sin dificultad;
empero,
8U cOllstitucion
sufrió Ulla altenwion tan profunda que PQr
largo tiempo 8e dudó de su restablecimiento,
pues 6e enflaqueció i e8tuvo enferma por mas de un año, hasta que al
llegar la primavera empezó a componerse,
i ácia mediados del estío estaba gorda i juguetona.
"El lector sensible, agrega V{aterton, se complacerá.
bastante al saber que el conde Percy, compadccido de S\lS
de8g~cia8, la envió de Lóndres a 'Valton-Hall,
cerca de
Wakefield. Alli la pollina lleva el nombre de wouraUa.
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- -!9 W ouralia será puesta al, abrigo de la.s escarchas del llviernG, i cuando venga el estío, se nutrirá en los mal; bellos
-pastos, no se le maltrará de nillgull modo, i acabará RUS
días en paz."
-Podo
que toca a la estricnina, Virchow ha hecho lllU(lhaa csperiencias con el objeto de saber si el cnrare i la es, tricnina se paralizan mútuamcntc, o llle;jor diellO, si puedcn
.ser el contraveneno uno de otra. E"tURiuvcstif,'1wiones 110
le han dado resultados bien couclu.)"cntes, ponpw ninglUw
de los dos venenos obral>a con bastante eIleJjía.. Sinembar·
go, un perro envenenado i enterltlllcllte pamlizado, se reí:'tablcciÓ, gracias al t.ratamicnto por la cstricnilla, i continw')
viviendo sin la menor.pertlll'bacion.
" Estas espel'ÍCIlcias,dice el selior H.einoso, merecen ¡.;cr
continuadas, i yo estoi seguro de <pw se llegaria a resultados análogos a los que se han obtenido cmp1eando conjuntamente la cstricnina i el éter. El seDar LOJJgetha dCIllOl'trado que e16ter inhalado sus~nde con mucha rapidez,
si no todos, al ménos algunos de los efectos debidos al poder
reflejo. Adomas, ha, encontrado un hecho L'StremameJJÍt'
curioso, i es que se alcanza a minorar o a neutmlizar, en lOH
animales sometidos a la esperiencia, 101; peligrosos efeCTO::'
detétcr "obre el poder re:flldl)de la mÓdula, por el empleo
de la estricnilla, i 108 de la cstricnina i de lQSopiáceos VOl"
el éter."
-Cuanto a la electricidad, hé a(llÚlo que dice el n:U:i'llUI
juicioso escritor: " Yo no hc hecho sino lUla cspcriencia., i
no he podido sacar desde luego consecuencia alguna. lIabili.
introducido en una heridahecha en un conejo una pequefiu
cantidad de curare, i el animal hahia caido insensible al
cabo de seis minutos. EntÓJJces, sin perder tiempo, intru·
je en el ano uno de los eonductorcs dclaparnto BretúIl, j
el otto en la boca; haciendo obrar el instrumento, el ~mimal fué restablecido al cabo de tres cuartos de hora.
" Yo no dudo que poniendo a contribueion los conocimientos que cn el dia so poseen sobre el modo de aplicar la
electricidad en los casos de asfixia, se llegue a precisar lw
condiciones de la aplicacioll del mismo ajente en el CUB(, d~
envenenamiento por el curare. Pero este resultado no pllede ser interesante sino como esperiencia científica: Cl"C(j
qr¡.e carece de valor en la. pi'óetica de la medicina, porqUE'
en un.desierto-no se puede diSponer de un aparato eléctrico_';
i
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-
;jl}-
/¡-¿ Se puede probar In pre¡;encia del curare en nn cneI-
po en ycnenado pUl' esta sustancia? En otras palabras: ¿ Se
puede sabel' cuándo la mncrte ha "ido causada por el curare (
;¡ Es un estudio, dice el sel10r Reinoso, que estll totlayia
por hacerse. :Xo conocemos mcdios químicos propios para
dcscubrir el curare, i es lln punto de la historia de este
veneno (lue aguarda, para sel' aclarado, las investigacionef'.
a (rIC el s(~l1orPelouze deLe someterlo."
En el pcriÓ(]ico titnla(lo Gazette l,ebdomadaÚ'() de ud,ler:ine et de ehir'Ui'(jie, nÚmcro 12, Parif'., 1857, he leido, a
propósito de nllas esperiellcias del sel101'Pélikan sobre la!:'
propiedades fisiulÓjicas i toxicolÓjicas del curarc, lo siguiente: "La prescllei:~ del c'urare puede· SC1' fÚeilmente deseuhicrta pUl' las reacciones de la cnrarina, Esta:; reaccioue,.
son casi las mismas <¡nc para la estricnina, pero son lila",
(~onstantes en a<plel nlcalúidc. El ácido sulfúrico con él
eromato <.lepotasa, o con el ferrocianuro de potfisio, o (,(lH
d pCl'óxido <le plomo p·ulga, da coloracion~s rÚjll.B111ni
hellu5\."
,¡-; Cu~\le&son los nsos del cnrare, i (ln~ ap1icacione:puede ten el' cn la mc<.licina?
Como atras he dicho, i como todos 10 saben, el curare
L',", empleado actualmente pOI' los Qalvajes de nuestra América para onyenomU' las 111~chasuestinooaB a la caZll, :N<.
hai constanl:Ía dc qne los indios usen de esta mi6ma dase
tIc saetas en sus gnerras; es ,-erdad que hieren con :t\ocha¡"
pero so creo joneralmentc en <]ue son flechas no cm-enenadas, Parécerne (PlChai motivo para admirar este 8in~nlar contl'asto: qne cnundo entro los paises lIlas civilizados
i cristianos, i por los lIlUScmincntes publieistas, RC ha di:::cutido la cuestion de saber si eS permitido a los beli.ierulites cn gnerra internacional, hacer uso del veneno, ya saturando éon él las agnas de los pozos i fuente;;, ya untando
las lanzas i demas instrulllentos cortantes i punzantes, inclinándose todos a pensar quc si hien lo primero JlO debe admitirse, lo segundo, es deéÍr, el empleo de armas enhcrboladas, es tolerable; es digno de reparo, digo, que a tiempo
'PlC esto se l(iensa i se acepta entro los puel>los cristianos,
los bárbaros Jcntiles cOllsideran bárbaro e inhumano el dar
I-r:ucrtea sus enemigos por medio del vellcno, a pesar de que
(hsponen de uno tan efi<:azcomo es el curare, cuya acclOU
eS instántanea, i que ademas de no causar ni largas agonías.
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--
,'J
ni gri\udes heridl\5', tampo('1) prollucc intensos dolores ni
aji~íones
}¡orrihlt.~5.
Entre las :flc{;has usadas para la caza, unas contienen
una eanlid~1 de Y{mcno sufieipnt~
para matar prontftmente a.l animal. i ot¡'flS son untadas de Clll'are JI1ui d<!bil,
Q destewplad;¡.
Es con este curare destemplado
que 6(:
h,aee la caza de micos pequeftos cnando 110 s\~trata de matar106 sino de aturdidos
solam\Jnte para podcr cojerloB "i\'os.
De la misma manem los indios se sirYi..m de curare lIú
mui a.ctivo para destrnir las ~t\'cs rapaces. En otra époea
los sah-aj{lS méllos corrilo;.; Folian salír a las altas sahanas
de Doyad i Cnndinamarea,
í COmprOlJletl'l'S(' ('on los hacendadofl, mediante 11na módiea. l'etriliHeioll, a llniquilar lu..."!
aves de presa (iue hacian dafío ell 1'1lS dche::,a". El procedimiento de caccl'Ía era bien r::enciJIo. Colocahan el cadáver
de una bestia inútil o U{luna res flaca en las inmedi!l.Ciones
de un hos(lue, o de una easnchitu, ('11 donde ¡;c ocultahan
cui4a.dosamente los cazadores, ohscr\'ímdn mucha quietud
i guardando un profundo silencio. A poca:; llOras las H,\-es
cmper.ILball .a acudir; i cuando (;r::tn.bttll l,íen clwal'nizadll:';,
el indi,) comenzaba a lanz:¡,r SllS Ji(~(']I:¡S agudísimas empapadas de Cllrnr{). El ave lId'ida se lc\'untaha sin alarmar a
sus compañeras, ¡;c iLa R. otro Pllllt,1, i allí r::c le veia vacilar
i\obre sus patas, entrar en convllbiollcs, i espirar; las demas
se~uian saciando COIl alegria su yoraciJad, para sufrir luego
por turno la misma suerte. Dtl estB moJo lllataban cuanta!?
quer'Íl1u sin eSftWl'ZOS i sin peligro. Tal procedimientu
era
esllccíalmente aplicado a la caem'ía de condores, -que, ¡;egull
Calda", ticnen sentidos csqni.sito~, i }lor esto b mas perlllC*
fla imprudencia
fmstraba el fin.
Segnn Uumboldt, los indios miran el curare como nn
esoelente estomu<:::tL
Richard Sehombmgk
10 cmplotl la-rgo tiempo contrf\
una fiebre intensa, 6in ohtener b. c\II'acion, pero tambieu
Fin espenmcntar
efectos dafíosos. Una hcri<la que crda
Labé¡'scle formado en UllO de los labios o en la lellRua, 10
determinó a snspcnder inmediatamente
(~1emploo de este
pretendido fchrifngo.
Segun el ilustre cirnjano ingles sefíor Benjamin Urodic,
,--~nlS11ilS12, cuando por primcrl1 \-ez se hadA.1l csperiendas en In~lf\tcrl'a. para \'01' si se podi:t voh-er a la ,ida a
}',5 ellvencnado>, con curare, e18cí'lDl" Sewell, uno de los n.sis-
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~!MOQ/lCION
rentes H las espl~rieneias, apcrci bido de la l'daj aeion muscular
(lne caracteriza el en venenamiento, espresó la idea de que el
cmare podria dar buen éxito eu el tratamiento de las convull:1ionestet:ínic,as. El sefíor BrocHe agrega que la esperiencia
tuvo lugar, pero que !lO supo el resultado de ella. El señor
Reinoéo dice (llW el veterinario. Sewell empleó con Bueesa
el curare en dus cahallos atacados de tétano.
El primero (Iue ha aplicado el curare al hombre tetánieo es 'IUizÍt el señol' \T ella, m{iUico de Turin, en 1859. Eu
dieiembre de ] Si)() habia· emprendido
con BUS amigos lo!'
prufesores Ercolani i T(¡Jnmasí una lar~a serie de esperien·
eias que eunltlllicÚ a la Sociedad de clCIIclas biolójicfls de
Tllrin. L,)s re:"ultadns de esta,,; csperieneias fueron: verifiear 11\ aeCi\Hl 1bi,)!{.ji<:a antagónista qne, &obre el sistema
nervioso, existe' entre el curare i la c¡.,tl'ienina; i, obrando
con l"as prceallcioncs
necesarias,
neutralizar
los efecto •.
tt}xico¡,; de hs dm; l'wstancías una por otra ..
" Esto SUpllC>,;to, dice el¡,;cfior Vella, habiendo obsel"Vad¡) JIlllclw:,; caso" de tétano en el hospital militar france •.
tle Tmin ( domle yo era médico de los heridos de la prime1'H (livi::;ioll ), i cn los C\1l\1eS el omplco de los opiáceos,
del
(~tel', &.", &.\ ]¡al.i:l thteasí-l.do, me vino la idea de hacer
sobré el hombro la aplicaeion de mis e&pcricncias de 1856 .
•• LOR primeros
ensayos fueron hechos en dos indíyidltIJS atacado;; de tétmw, el uno cuatro i. el otro cinco días
ánte;:, a consec\1encia de heridas por golpes de fuego. Se
t'IH'Ulltrahall ell nn estado de scrni~asfixhl i en condiciones
entCl'alllellte deSe3perlHlas. AUIl en esta circunstancia
la
1l1'1i<:fiCioll del emarc tué sobrevcnida de Ulla ~lma i una
l'elajaeio!l 1Il11,;clllm' (1110 alh-iÓ mucho a los enfermos.
~inernbal'gn,
no pndicl'O!l salvarse. En el tercer caso el
l'e,;n1tado (h~ mis tcntatln\S
fuá completo, i el enfermo se
t~Ill'<'\entcramcnte."
Il(~ fl(Plí la obs0rn~cion, seg'un la trae la. Oazette Aebd()'i)t(uluií'¡) de mAdecine id chirlO~qie, número 36, 1859:
.. El f:lciente era nn sarjento del .:n. de línea, IlllIDsdo .Alexis T]¡oma8,
O
treinta i c;nco aíic¡¡.; de euad. herido el 4 de jnnio, en la baialla de Magenta,
pc>r tu! ¡,'Úlpe d') bab en el (lié deredlO, que había producido una fractura
incomplet:\ del primer metatur,;iuno, con lacellleiou do los telldones i de
l:l~
partes CCl'I.'uua.<.
El enfermo entró al hospital el 10 de junio.
El 13 se hizo l~ estraedon do la bala.
EIIG esperimentó un poco de rijitlez en el cuello.
1':1l~ se h~luha atacado do un téll\llo je¡¡eral bien Cílracterizado.
ti\'
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-53A. las doce del día me decidí a la aplícacion dd cnmrc Bubre la herida.
La dósis fué, al principio, de 10 cent(gramo, por 49 gramos de agua;
pero, aumentándola
sucesivamente, la elcvé hnsta nn grarno por 80 gramos
do ugua.
Pasad,)s tros cuartos do hora, i todavia mdor dCBpl1es de una media hora
mas, eualltlO la cantidad dc curare era mas fuerto, cada apE,'aeion era seguida
<.leuna diminueion en la I'ijicluz tot,iuica. i en s('guicla lh, \lna relajacion musCUUll' tan completa qnc el enfermo powa inlllediatalllerrtc bcbcr, tonlar al~ur,
alimonto, o('inar, sentarse en su cama, &.'
" Cuando cesaba la Rccion del enrarc, la pierna derecha (Ul herida) era
siempre la primera en ei;pcrimelltar las sacu,lidas tetánicas (¡ue, al principio.
reaparecíall con toda BU violencia, En los tres prirnl'l'os dill~ dc este tratamiento c,traordinarío,
la absorcioll por la herida 1Jtl'ltl1ha para producir In
relajacioll muscular i la el11mll jenc('al do que acabo -le ha]'lar, Despues de
csu .• épOC:i !\¡é rnCUl'''[cr [louer en la piema un primer "l'ji~atorio, i ropctir1o
el octavo din., n tin de tencr uIIa arw!w super!it')í' nbsorl,cutl'.
Dtlrante cuatro ,has las cura('iollcS fueron r('lll)\'adas cnda [res horas. CIl
¿,)~uida cada einco }¡o""~, hasta el ,\uodécirno di". en que la" reul1je a tres i
aun a dos V()Cc~eIl las \'cilltiel1.1trn homs.
~ot.<; ,¡ue la heri,h. del pili i las ¡,eridas de ),," \'eji¡;atol'ios no Bufrllm llada
de la apEeaciou del ('urare; al cOllll'ario, BUeié'<ltriz;¡"ion marchó con muehll
preste7.a.
El curlU"c, qno cn los primeros ocho dias ha]'i" tenido [lor efecto constante alejar los accesos, disminuyendo progresimml'nte
su inten~ictad, acabó por
hacerlos desaparecer enteramente;
i ellO
d,' jnlio (·1 cllf('l'mo dejaba pOI' la
primera '·OY. su lecho, siu e"perimentar l1illj!unn "'lClldida ÍlullY\ll"i,·u.
El 1G salió 1'01' capacio de' \lua hora, i el ~;j ,kjó d hospital, rqp'c3nlllÍo
11~'rancia completameute ourado,"
Comunicada esta obcn'ucion a la ,\.<::tdClllia dc ciencía,;
de l>aris, se suscitó sobro ella nIla diH:llsion illtercsante, en
la sesion del 9 de itgosto de 1859, en b cU,ll tornaron parte
los señores V c1peau, Bemard, ~elTcs, Cloqnet, Rayo1' i
J obort. A escepcion del profesor 'Velpc[tll, los cleTlH1S aco.lieron con mas (/ ménos ('lItnsíaslllo el !tedIO relatado por
01 señor Yella. El profl'~'H' Johel'~ dijo: que este hecho
h~~laba tan alto, (ine nud~ sCl'i~ domai'ia?o ,de cuanto sc
hlCleSe rara aeonscJ3.l'lo, e mducu' a los cll'u,Ianos a haccr
uso de el en las circunstancias
gru n's i difíciles. :El sel1o1'
Velpeau, al'contra1'io, munifestÚ: (pie 1'111 contestar su íntcres, creia del)cl' hacer notar (PIC ue!>ia J:;cracojido ('011
reserva .
•, El CUI'are, agregó, es nn ajcnte tan acti \'0, nn venCllo
tan pcligl'Oso, que ántes de aceptado Cllmo l'l:meJio, importa haber demostrado bien sn cfieaci,t. Es verdad que por su
parte el tétano es tam bien hastan tc temible, i tan rcfractario
a las medicaeioncs conocidas, que en n.lgull3. manera todo es
permitido, tratándose de esta eufermedad. Empero, errado
andaría el que la considerase como ab:>olntamcntc mortal,
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-54:aun en caso do ser el tútano agudo i tl'aumático, Así, mn"'lOS enfermos se han curado con el opio, el éter, el musgo,
el aloanfor, el agua r¡:¡a, el cloroformo; lo que no ohsta para.
que casi siempre tenga \lna fatal terminaeion, aun cuando
se le trate por estos diverf;os medÍ05. Yo he tenido en la
Caridad tres casos de tétano, tambien en el curso de los
:1.ITos
de 1857 i 1858. Dos de mis enfermos han sllcumbido~
i el tercero se ha curado como cl del hospital de Turin. 1
este enfermo, qne era una jÓvCll que yo había operado de
un enorme tumor al cuello, lIO fué tl'atado de otro modo
(pIe los otros dos, i (lue muchísimos otros <lue anteriormente he perdido.
;;Estos pocos casos de curacion espontánea í cscepcional
,~f)1llos (pIe han venido poniendo en boga 10ill1umerosos
lllc<liol'¡hasta hoi preconizados sucesivamente GOlll0medios eficaces <Ieltétano; i apesar de todo"b enfermedad no
deja de ser, como siempre, casi constantemente mortal.
;; En terapéutica, sohro todo, un solo hecho no permite
jamas concluir; i como yo lJO YCO aquí mas que UIlO,i eomer
\'6te solo hecho me parece l'otleado de varias cansas de
el'l'Or,digo (ple, "in rechazarlo, i ántes de dar sn esplicacion
i de ;;aear de (~lconsccucncia alguna, es prudente cs})erar
,.;\1 coufirlllacion."
Pocos dias habian tl'aSélll'l'ido, cuando se presentó un
(~asode tétano en el hospital de la Caridad. Se empleÓ el
(:U1'are8in rcsultado, He aquí la.observll.cion (Gazette lu:bdolitarlaire de ¡n¿decine et chiI'Uí'gie, número 38, 1859):
"José Beledlle. de 30 ai'ío~ ,le edad. carretero, hahitante ellla clllle Saint.\ndré-deH-Arts,
número ]5, l\~i,lo en Erg-llie (Saboya) elltró el 7 de setiem¡,r0 de IB5!) al hospital de la Cnridad, sala S,únte-Vierge,
número 53, sen'i"in del seiior Velppan.
El día 6 <le setiembre, conduciendo 5n enrrnaje, este hombro ft,,~derribado
por el timon, qne lo hirió violentamente en I,¡ rejian escapular derooha; en Sil
'~'lida el bram ,lcrecho sostuvo lodo el pesn dol cuerpo .
.u di •• siguiente el enfermo fiJé CQnclllci<loal hospital, i hé aqní lo quc
"o"n\(; <lel exiÍmen hecho cn 1" viHita dol 8 por la mañana.
!Tomhre \'i¡roroHo, temperamento sangllÍne0, eonslitucion rohusta, buena
,,,lurí habitu:\1. Bn el miemhro superior derecho existe una \umefaccion con,¡,lcmb!\) de la !llano. do la mnfieca i de torlo el antcbrn7.o: esto último está
"isihlementc (kforllle: la piel estn roja, c'lllimoMda; en algllllo;r punc{)s de la
"ara postcrior del carpo la epidérmi" est<, levantada. Vn exámen mas l'rofun,in permite (\¡>scuhrir unn fract:llm simplo del eúbito, situad" R !:Icentímetros
'(i' In eHtremiclad inlul'Íor de ('stc hucso.
r,n. rcjion eseapnlnr deree·ha est~ hinchadn, i al nivel de la espina del
(IlnOplalo exi~te llnR herida eOlltusa, irrc~nlal·. de 2 i~centímetros de esten~i(lTJ.
ron el frJlldo de la cual se ve una porc;on de la piel mortitic.'lda: el dolor es
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55
iUlIi
vi.·o
eu este ¡HlutO,
se e:<lÍl'ude a la rL~ioll ¿uilar (lt;recha i lÍc-;;! ju.-
lados del pecho.
El estado jeneral eR satisfllClorio: llalla d.1 fi(,bre, la h:llgua está bUéna,
Catnpl:lsmas luudnniz:ldaR Hu\;rl' la. p:=.:palda: el nntC'lll'f.lZO ('~ lH1L'~tu ~n_
hre eojiue.;; loeioues re8ol11tiva~.
EL ~ pur la Hl¡l.Uana el <.10101'es sicmpr(' l:n1i y¡n¡ ('Tl la ('~paldl\ i (-[1 f-i
lauo c1ereeho dé! t6rax, El mi~mo tratallliL'lllO.
A las:) de la tanle el cnférmú ~o quvja dt' ~10 Lnbcr podido ('()nl(,f fin.:
con díli<.'llltac!; espel'imeuta (,alumIJI'cs, rijiul:z C!I la~ W:\lltlíbllfas i 11,_,101'('5
é'!i
la, rejiollcs frolltal i pariela!.
_-\.la~ 8 de la noche ('1 enferwo eS atw'adu lit, UH \'i.)h:I't.O tri:;;mo-.Tt;i .....
T1c
gOUlOSOeou g:otu~ de eloroformo,
.
EllO
por la maiiana
han ap:ll'\'rido
tÚ'.k:::. h;.; f> Ín!l1mn.;; del tÚflr:{\:
Ja.
cahezn ••,t:i. fllertcnlCnte inclinada :íeia atra,,: ::1 nji"u autcl'ior dd e'll'llo
(\:-irc.Íteusa:
log estcrno-ma5toídeo'i
h[tcPTl l1na :--;dida. ¡'ojJ>.:id,'ralilc:
t¡du~ h;~
mlÍ~tll()K llel e!H~l1o r·stiln doloroso:.:. solJI'I~ tcld<) 10",:.:di: la r('jion posterior:
c;;~.(:
dolor se csticudc Úcia lo,,, lt)mo~; impf)~il)¡b!:ld i;l' t!ol,bl' d l'iH:llu i la l'cjivl:
IIQrsal: la l,oca e~d.-entreabierta.
ii\S H1:llHlibulil:3
(·,)tl!rilidas: la d('[!it~('iz)n
.~ imposihle j la r('spirneiou difí¡'il: ¡ln~io:-:a, i'Q[\'!';1ltl y'Hk (li,;frngTl1útk-n: d
pulso varía de no a 100 pUl8aciofi(,'~; la caru {',~l.ll'uhiert-a di:' ~1Hlol'l~:;;;"
.:\ ¡Ilt~rntlo:>; irn~gt11flres i ba~tallto l:1l'f(O,::(,ll,t1Íl'rmo grita, i todo:i 8td
lnÚsculos entran en una violenta ('olltracejoll.
¡"::-::n;:.:
:H'(~;::-::'(J:-;
estalleUl al~li~:;·:~
voces con solo tocar al enfermo ..
,Por ausencia tld scílor Yclp0nll, el 6('1101' ~fUll('·ojllzg'u el mso fl¡\·"r¡:¡'i,'
al empleo del curar.:, recienteml'lltc
pre('olliz:1'·¡o para t.·gt:l terriblo nf(:c-<-lurl
por el ::;.euorVella: en su euml1Ui(':H'iul1 al Iu.;.;ti!dtn: i fC'l?lama elcullcur5'oJ,'l
~fior Yulpiull1 medie·o dc ll)s h()~pi(:tL}~. il. ."¡t!i:'ij h:\n ill~(,j¡nc!'pcrto en p! ('1);pleo do e::ita bl1statwia tóxic·;). !-:11:"i ill\'(,~tig'a('¡(¡],t.':=-; l!.'''¡ol('J.i¡(.'~!:-;,
1
lL.í,ecso coa uu:), lancota
de'
Ullft illCi:-:ioll
l
(":lltil:](,rr:)
i rnl'dio
media cld [m\zo iZ<jllif>rdo; i a In, 2 hora:; .¡:. !i¡,nut",; (le la tank,
la. hcmorr;ljin,
C-Ht;ícasi e0lltcnida!
~t.'
(lc'jan
("I'~]' 1'1l la
en L1 ¡,ti:':).:
<'Ullllik>\'"
~lf'l'¡d¡l Jo:-; g'ota~ <10 ll!::l
ae\10~n
di.~ CUral"C: que l'llCi01'1';1 lIlt·dh, ~!lilí~Tnmo de c~t:l ;:';'1I:"~.
lnnt'ia por ~otn.
:\. las 2 i :j0 nlinntos ue la tnnlc se i~ltroduc(':1 do;.<nnc\":v; .~ot:t,. di' «1
mi.sma ,;olllcion, sin niu;:'lln resultado,
"1 las 3 se haeo una 1I11cvaht'fi,la dI' 1 I'c'lllÍme'lro ¡medio I'n la rejion ":.ter~gl1porior del ttlr;¡x, a 3 etJntílll('rro~ ck·i;ajo d',~ ia d:\\'Í('l1:a izquk·rda.
A las:3 i 15 minutos se itJtrodl1('o rn (':.;la.lllk\';¡ lwrida nna gota. dp- \:;;;1.
~)ll1ciOll
soluciol.l
ti'JO cDntieuú
medio
cClld.L:'WlilO
d(· ('urare
PI.I1'g;')t.l.
_
A las;l i 25 minutos sc dl'j" ('''''1' ell la lJ"rida d~1 bruzo una gafa (h> ;:1
nueva i'olucion .
.A la:::.H i :12 ulinutos so iutroduce nna l'1:11~\";l(tota de la mÍ:'lm1. 801nc-iOl,
l'll J>\herida torácicn ...
N"ingull r¿slIItauo: tle~uo ,,1 l'rindpio ,.Id tr"llluic-t1to se ha ('XGrn;n[\(w
(~oncuidado el pl1l~o (le ;') en :; 111íI1Ht()~: 10:0-;ElIlit(·:-; (>~tt'C'mfl!-j llnn ~i<lo de
;;2 n 40 pulsGcioncR por miuuto.
"\. laR 3 i 40 rnillnlos ;.c iutr(Hlllee en la l:crid,\ >id brazo U:1J.(rán¡;io ,"'_
l"nrar~,puro que I~('~;'-2 C'-cntígramos i nH~ll¡{J, ,
'
,
N lllguna mC:JOl'l.l; los aecc't),;:' S(' lUll'l'I1! al ('(H").tr,'lt'!o. In:1S fr¡:(~t1('nt('~;,
A la.~ ~i 20 ¡ninntos acce~(J lllni \'ioI01It'"
,A las 41 ú5 minutos so intrnd!we \lB ~r¡i!t\il() dI..' 1,¡Of.: <:l'Ilt:!t!':1mo:-; j },¡,,,
(le curnrc puro Gn b honda torc¡r~¡':n.
'.
'.
•1 las ñ i 12 minutos, con laj"l'iliga de illYl'edoll "n1Jcntánea sc inyet:t:(n,
en el t·ejido celular de la rejion ~\lrra-cl>\<¡ieular del'c('hn, ~íne() !'(,tas fÍ •• ¡al:l
801uciQn <le C!lrnl'e~ conteniondo O,:::-r 20 t.l0 curare P(J!' g'l'nmf) de flg'_lf!"
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-56.\. las 5 i 53 rninulDs, inyec<:ion, por el mismo proeeuimiento, de cinco
Iluevas gotas uc la última solucion, en el tejiuo colular de la rejion supra-cla"
vieular iZ(IUierua.·
,
)Tada uo mejoría; desde el principio del tratamiento no se ha podido con"
seguir ninguna remision <:n las convulsiones tetánicas do los músculos del
cuello; al contrario, el opistótonos es mas i mas pronunciado, i ataca la rejion
lumbar; los accesos son lIlaR i maR frecuentes.
A 'laR 8 so iUj'e<:tan cn el tejido celular de la rejion supra-clavieular
izo
ljuierda, ] 2 gotas do la última solucion.
El estado del enfermo es llIa" i mn, grave; los accesos se suceden sin in.
terrupeion; la intelijenein, hasta entónces intacta, comienza a turbarso;
cada
cuarto de hora sobrevienen aceCHOSIllui \'iolentos, i es nocesario sujotar al enfermo para impedir <¡uc se precipite fuera de su lecho; la respiracion es mas i
mas ansiosa.
'
Eu lill. a la~ 10 i J5 llIintltoH de ht no<:he el enfermo muere.
En reH'úllIell, deH!le InR 2 i .[;; min~ltoR do la tarde, hastu lns 8 do la noche,
ed decir, en ciu<:o horas ll1éuos IlIl <:uario. se han adlllillistrado al en/ormo, sea
pn solu<:ion, sea en Sil e~ta'¡o físico nalllr:t1, 27 centí~rantos do ourllre; pero
n·) debé creerHe <¡ue toda C,1a <:antidad ha sido absorbida: g'J pueden valuar
la;; pérdidas en 7 eentígrnmos 1'01' lo llIén()s. :\sí, en suma, el enfermo ha absorlJido cerca de 20 eentí~ramos de curare, siu que se haya podido notar nin.~l1na mejoría.
El 11 a las 7 de la mañana, se hace la autopsía: el cerebro está perfecta.
mente sano; b necropsia no ha sido completa, porque el cadáver fué reclamado i saeado del :lnliteatro a lo mejor del tiempo.
La herida de la rejion escaplllnr dere<:lta comunica con una fractura múltiple dél OInoplatv; la fosa sub-espiuo",\ est,[ dividida en tres fragmentos: las
costillas están intactas."
El señor Vulpiun dico (lue 01 curaro empleado on este
caso era mui acti \"0, de tal ¡;uerto <1ue dos centígramos disueltos en 3 o 4 gotas de agua eran suficientes para matar
UIl pel'ro en 4 horas i media. Agrega que el insuceso del
anterior tratamiento no es un motivo para proscrihir toda
IlUe\'a tentativa del mi;:;\110
jénero; que los espcl'imentadore" que quieran ensayar el eUnlre debcn ponerse en las
mismas condiciones del sefíor Vella; que h aplicacion del
cural'e sobre la herida eau¡;ante del tétano tiene tal vez una
influencia mlli gmnde en los resultados, aplicarion que no
se hizo en el caso últimamente referido; que el valor de
este nlleyo l\}ente terap{~lIticono puede j nzgarse definitivamente ¡;ino cuando los ensayos se hayan multiplicado; i on
fin, ("!ucen adelante solamente una investigacion empírica
prlJducirá algnnos re~lllta<los proycchos08 a la terapéutica,
peN <¡ueno :;e puede prever si es al tratamiento del tétano
" al de eual(lllier otra enfermedad. que estos resultados podZ'lÍn aplicarse ..
Para tCl'minar este punto diré que el señor }'ollin eolllunic/¡ a la Sociedad de cirujía <le Paris, en la sesion del
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-57-
9 de noviembre de 1859, una obscl',acion de tétano tratado sin suceso por el curare. Esta obsGrvacion ha 8idocali·
ficada de preciosa, tantu por la naturaleza aguda 1 hicll
marcada del tétano, cuanto por(luGla aplieacion del curare
se hizo con todaB 1M condiciollc:; apetd~ibles.
G.-Se sabe que los indios primiti V <1'; nu acostumbraban
vestirse. SCf,"1lTI el padre Gumilla, tampOéo se vestían los
salvajes del Orinoco: e11 slI tiempo, los hombrcs se ponian
en larejion pudenda un pedazo de lienzo que l1amabulI
unos [!uayuco, otros f/lttl/'Pumaj las nllljcl'es, 1111013 delantaliHos matizados con cuentas de y¡clrio, i otrn8 se cuhrian C0n
un pedazo de hebras de l'l-u1"icln "a ll1odo de una li bm de
cánamo sue1to." Actualmente lIl11(;hw,; tribus conservan l~.
misma desnudez.
Lo rcstante del cuel'po lo adornahan los indio;; Ovil pilltaras i jel'oglífieos, mas o mimos estm,agantes, mas o méll(i~
modificados, i dibujados con nn esmero {l1'0J?orcional a li1.
mayor o menor solemnitlad
de lns eircnustancJas.
Estas pin-
turas se las haeiau conjugos vcjctalcs carg-lldos de priJl(:iph,~
resin0808 O gomosos,
prupio;; para
pn'Sel'\'1l1'
la accíon de los meteuro:;, i sobre todo,
(;011
la piel contra
ira la picwl nra
de los inseeto;; veneno!>!),;.
Los colores mas vÍ\'OS i prOIlIlIlCi}t(los eran mas de ,;\1
agrado, i por esto el roju cra el que llamaba de prcfcrclli'ia
au atcncion. Les gustaba hacerlo contrastar con un color
sombrío. Se lo proporcionaban cstl'llycndo
la parte pulposa. 9.ue cubre los (!Tan~¡.;(lellfdwt~: o bija (bi;¡:a ol'é~lallil,L.) ;
o bIen, preparando biqílmna dl/ca, 1lallwdn e/uca por los
indios, i descl'iht i figurada por 11umboldt i Bonplan<1 (Y.
Planf,a3 mquin-octiale8, t. 1, p. 107).
"1-os naturales, dicen estos sabios, saean de sus hoja:;,
por la maeeracion en el agua i al baño-maría, una materia
cuyo color es casi semejante
al del
OCI'C
calcinado,
(1
de
lll,l
rojo de ladrillo." Segun nuestro compatriota sofio!'Triana.
se recojen las hojas cnando comienzan a enrojecerse, o
cuando hall adquirido lllla completa madurez, i se les _deja
secar. En seg'nida se pOllcn en ulla ('it'rta clllltidad de ag'lia,
i se les somete a un fuerte calur, o al llltfio-muría, si e" posible. Luego que el agua se ha apoderado de la materia
colorante,· se le agregan alg\lllos pellazos de eortezade
arrayan, nJ)mbre "$Iuedesignll. divel'f\a¡.; plantas de los .iénc-
ros m/Y1yyia i e~tgenia. El arraya'll hace
(kpOllCI'
la féculf\
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-:"¡,'lj'Gja, (lile se decanta i se hace secar al sol, parn fabricar
Ja,; llUlas o masas de diferente magnitud que se encuentran
en el (·omercio. Preparada
así la dica, se conserva ll1ui
hien, i se trasporta fácilmente en frascos tapados o en ca.ias (le hierro hlunco (V. TmANA, ¡Vote su/' la chica.
París, 18;)8, p. 3 ).
La cll1.:c(¿ dilllicla en agua sirve a la tribu de los carioe.~
para cl1I'ojecerse toda la cabeza; los saliba8 se ell hren con
('!la to(lo el cuerpo; ]02< (itmna.c{)8 1'e ]a ponen en la cara, i
se hacen manchas azuladas en el pecho i los brazos con el
t'ruto_ del f(e!dpa ame¡'icana: "El emple~ de la olrica" ~icc
d sellOI' 'lnan:t, en las antiguas pohlacIOnes de Amel'lca,
·!el¡iC¡ser mni .ienoral e inveterado, porque los restos de es:'il,~ !,oJ¡laciones di,;persadas,
<r nc hal}itan las sel vas yírjcnes
donde han pudido resistí¡' con suceso al yngo español, todavía hacen uso dc cste colorante, como sus predecesoresJ
llO obstante que csos ro"t05 se mantienen separados, i qU{l
jamas lla hahido comnnieaeion entre ellos. Los cunas i no<Ínam.rl8 del lado del Pacífíeo, i los ,jíramenaR i apíayes de
las riberas del .Meta. hacen ignalmente 11S0de ella. apesar
de ('star separado,; po!' la eordilJera de los .Andes, J,a plan.
til como qnc ha sido entro ollas nn objeto de cultura
espe(:ia1. Lo (l~le p.areee ]ll:Ol.lf\l·lo,es, que est~ ,diseminada por
tl)do el pa¡s (1\ neva hrallada),
1 esta facI]ulad de acomodarse a todos los tenclln;; i de aclimatarse en las mas opuest.as c0ndieioncs de vejetacion, creemos que no se encuentra
"ino en a(luellas plantas por largo tiempo somtJtidas a la
cultura. La frecllencia de la cllicr¿ en estas rc;iioncs, así como In. de otras plantas que los indios emplean hahitualmente, es on Jluestl'O coneepto el indicio cierto de la existencia
de una antip:na ]}oblacion indíjena destruida despues de
la cOll(plista,"
.Los indios Rometidos alréjimen
civil, aunque !la haeen
.\!a nso de la cllim para pintarse
el cnerpo, la cmplean sinmnbargo pnm tefíir dife¡'clltcs manllfacturas
qne fahrican
('<Jllcafías i fibras y(~jetales, a las cuales saben dar matices
yariados, cOlllb lo,; eedazus i cestas de Pandi i Cundai, las
]¡:nnae~s de Casanarc i d<'l Magdalena,
las mochilas de
ti'lliC, &." Elllplean la dt'coceion de las hojas, en la cmll
slllllel:icll los objeto:') durante el tiempo nccesari" para obtener la intensidad de color que quieren. darles. Al prinl:ipio el color es bello i bastllnte subido, pero luego plCrde
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;j9 -
alO'o de e8tas étlalidadcs, como sucede :t Jl1IH;l..tU8 colun',; de
0l1jen vejeta!. Lu:; indios de Pasto i Till13.u:1 cyit.an ~:;tlt
pérdid~ éombimmdo In chica con re~illl~. E:;te (;Oll1plIe~t(!
lo aphcan soore todo 3.1 urnato d(l oh,leto:-; de madera:
ll'd de Ull color rojo subido, i resi:;te t:\1Ito a la aeeioll de 1\1~
ácidos como a la del aire ¡ del tielllpo.
El s(;]1or }larck, cÓmml ingl{~¡; l:n anos pa»ado8, ap1i(·¡'
la cMw a la pintura, e hizo conocer e:-;ta sn"taIll'ia en 1,{)]!dres; pero, hedHts alguna:; espericIl<:ias en el algodon, la
laml, la seda, el éáñalno, \.\:-.",se ahallllonÚ su empleo, P(ll'
falta de mediu:,; de fijar el (~()l(jr. t"i alguna vez i;() llega :¡
zanjar este inC'oI1Hlnientc, la ckir:a :"cl'á uno de J1\le~tro"
Ilias importantl'" producto,; e01llcl'eialL'",
El seí1ór TriallH es de CUllcepto lj lIe el o!J:;t(wu!o CllCOllt1"<\do en esta" l.,;periencías proviene de In insolnbílidad
11!
la ckicrt en el :lgua, en el alcobol, ]a" soluciones alca1ina~
i otros vehículo:> de las materias colurantcs. ,; Esta ms.olllbilidlld, dice, que la d~jlt ("JI suspcnsion en el1íqnido i qlll'
impide la reaccioIl en virtwl de la cnalla materia coloranh'
penetra las fihras, depende de la manera de prepararla. Es
probaole que lit adicion de cortcza do (lí'j'({yan en ellirpl1do rojizo, haga proeipitar, C01\ la materia colorante, la park
resinosn. de la planta,
prod ueiendo a:=;íun eUUlpucsto imu1uble. Esta idei1. se apoya en el hecho \le (lHe los indio:; 01,tienen tinturas bl1.stante buenas i durablcs, por el emplei'
directo de las hojas en lugar del estrado comercia1. RUCll(;
seria lmecr ensayos con la h(~ja de la ph\1lta, operanrlu ('0IllO los indíjenas
lo hacen COIl buen exito, l~lIallTlellte
:-l'
podria, si~uiBndo la idea que sujiel'c la misma. pl'cparal':Íoll.
empapar las telas u fihras que se qniel'an teñir, en nna (kúoccion de corteza de arraya7l, (mtes dc ¡;ometerlas l1. h
iní!uencilL del líqnido preparado con las hoja.." de ('l¡lea,
maceradas o en dccoecíon. Pudiera scr que el agua de coro
teza de arrayan hicicse p¡'ccipital' en el tejíuV' mi¡;;mQ la
materia colorante roja, i que de esta IIlllnera ~e (rhtu\'il'~l'
la fijeza de color que se desea."
La fécula de cM('(~ empleada en la pintura al óleo, da Ull
eulo!' hastante bello qne ya perdicndo su intensidad con el
tiempo . .Apesar de e¡;to, scgun el sen~H' Tril1llll., al$Uno8 ('(1lIocedorcs atribuyen
a la c/i ¡ea el hcllo colorido d.e los ropajes que se adn;iru en los cuadros de V ásqllez.
" I.Ja ddctT, dice el mismo escritor. tiene algunas propio-
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-60.lades medicinales de que se podria sacar provccho. Se le
emplea, eOl11ootras especies de la misma familia, en los
casos de algunas afecciones sifilíticas, i esto proviene quizá
de la cualidad astrinjente que estas plantas poseen. La fécula diluida en agua se usa como diaforético en el Orinoco,
como lo testifica el señor Bonpland. El señor Manuel Qmjano, médico de Bogotá, me ha asegurado haber curado con
la cJ¿ica algunas pústulas de la sutura de los labios, de oríjcn venéreo segull él. Nos inclinamos a creer que la capa
de chicrt que cubre a manera de ornamento el cuerpo dcsnudo del indio, espnesto a todas las intemperies de un clima, ora ardiente, ora húmedo, ora tempestuoso, í que obra
por sus propiedades a la vez cmolientes i astrinjentes, contribuye a conservar a la piel el gl'ado de suavidad, de elasticidad i de frescor que le cs necesaria. Si e::;toes así, la
fécula de cMclt debe ser mui útil en muchas ci.l'cunstancias
para las enfermedades de la piel." .
H.-La palmera llamada kunthia nwntana (V. Planta
rEquill{)ctiales, t. II, p. 120) ha sido estimada por los indios
de Barbacoas como nn remedio mas a,ctivo que el jugo del
famoso guaco contra la mordednra de las serpientes venenosas. Se lc llama calla de la 1Jíóol'a, o ca¡w, de San Pabw_
El primero de estos nomores le viene de SllSpropiedades
medicinales; el segundo recuerda el lugar donde vejeta cou
mas aoundan(',ia. "La·c6bña de, la 'lYÍoora,. dicen Ilumboldt
i Bonpland, ofrece el primer ejemplo de una propiedad
antivenellosa descubierta en una palmera."
Esta palmera tiene 7 a 8 centímetros de altura, i su estructura ::;nparece a la de la éafía de azúcar. Contiene un
jugo a,bundante i de un sabor lijeramente azucarado; jugo
IIue consern1 el tronco, aun hecho pedazos, durante algunos
me¡.;cs.El enfermo masca 108 paquetes de fibras leñosas i
tra~a eljug'o, a,la vez que se aplica soore la herida el tejido fibroso humedecido con saliva.
" Uno se pregunta, a,ñaden los autores supramcncionados,
qué casualidad puede haber conducido a los hombres a un
descubrimiento tan importante, i se asombra de la sagacidad de los indíj<mas qllcJ1an adivinado que el tallo leñoso,
casi insípido, de una pcqneila palmera, encierra un poderOBOantIdoto."
l.-Los indios del Orinoco conocían el CofJ08 outY1'acea,
con cuyas hojas cubrían todas sus cabañas, i la bignonia
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-61;;¡.pellidadajacal'anda
obtusifolia, cuya lWlllcl'U blanca, dulce i flexible empleaban CIl sus piraguas, i les scrvia para
hacer SU8 cunaletos o remos.
x"V
Tales son los datos nU\8 notahlcs <1uehe podido adquiri,'
sobre la botánica indíjcna. Distante cstoi (le creer que sean
los únicos quc haya, pues apesar del deplorahle abandono
con que se han mirado las alltigii.edadcs i cOlloeimicnto8 de
los aboríjenes, no tengo la persuadon
de hahl'r pasado revista a tO(las las indagacioIlcs heehas i C'ontiadas a la im·
prontu por JlUciStros antepasados.
TUIllpoco be me oculta
que esta partc (k mi Memoria po(]ria l':itCIll]CI':il'lllucho mas,
haciendo Ull inventario ddcniJo de las plantas oleráceas de
los indíjenas, algunas de las cnales form:t11 l!Oi el principal
sustento de la poblacion ci ,'ilizada qne ocupa el tcrritorio
donde aquello;; moraban a tiempu de la COllt¡llista; C011l0
talIlhien enumerando
algunos de los n~ctal('s empleado:;:
por ellos en la tintura, ell la cOl1strucciol\ de sus embarcaciones i dc SUiShogares i ea la manuf:wtlll'n de ;;lISutensilios
domé"ticos. Empero, me Jt(. propllcsto apl'nn¡:; tocm' aquello",
puntos de fin hi"toria natllrall1ll~llO'; (~Ol]()('idU:i('ntre llOSOtras, mas averiguados por la eiclll:Í:t i mas tl'a;;cclldcntalt~:;,
a fin l1e escitar el celo cicntífico de ll1H~;;tTOS
compatriotas
en f'aYOl'de los conocimientos botánicos de lOí; indios, puc~
la ci \,i1izaeÍon debe aprcF11l'al'iJe a Siwar de la oscuridad de
los desiertos, a cualquiera costa, los tesoros intelectuales que
aun quedan de nna raza en otro tiempo feliz, desgra(·iada
hoi i condenarla a desaparecer,
tal HZ no mni tarde, de
la superficie de nuestro lllnncta.
Sc concibe sin c1i:ficutad que habiendo pasado la,.pl"ímitiY:R poblacion indíjena por calamitosa¡; viciFitudes) hasta
tener que refuj iar~e en las florestas l¡¡¡.lJía.¡;:par:l premuniJ'S€'
contra.:lapersecuslOn
de los colonos, los mdlofl han C;;~)Crimenta.do una degradacioll profunda qne tanto ha debIdu
desVirtuar su parte orgánica como eelipsar sn ser espiritual.
Al tiempo de la conquista formaban sociedadeiS regularmente organizadas;
hoi son hordas errantes por las soledades
de nuestras densas selva¡.;. En esta transicion, todo ha declinado : su fuerza, su intelijencia i sus sentimientos. 1apesal' de esta exinanicionde
todas sus facultades,sou dueños de
conocimientos
preciosos que si entraran cn el dominio de
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-G2llé.::itracicw:ia la l'llriquccl'rian p¡·ofusamclltc. La materia
médica, sohrc todo, haria adquisicioncs
de mucha importancia; i cscasado e;; decir' (111(' la materia médica cs la rama
lilas interesante
de la eicncia 11llll1anll, puesto <lile pemar
l~lrlos mcdios de prolongal' lo,; dias del hombre sobre la
tierra cs pensar cn e1lllasjigantcsco
paso de la ci,-ilizaciun.
Es pel'lllitido sospeelwr <ll1C tal YCZlos indios reducidos
a la vida ci vil, han Yenido rcYelaJl(lo a los colonos cspaíiolcs
sns secretos tcrapéuticos
mas comunes i trivialcil, i que es
de a<lu~ que IJl'()Yiene prol>al>lemcnte la multitud de medicamentos n;ietales que forman hoi la materia m{ldica de
!luestl'O pueblo pobre p ignol'alltc. Como quiera q ne esto
.:;(;',},10 cierto cs (l1lC exi::itell lílllchas plantas, principalíllentE'
herbúceas i Sal'lllentosas, (]HC ticnen ad<luirida grande reputacion IIIcdiciual entre la jellte de los campos, i la cicncia debe pedirlcs cuenta de esa I'epntaeion, por medio <le:m:ilisis <luímicos i de e:;perimentos formales que den n. eol\O(:er si es verdad quc gozan de virtúd curativa, o si su
erédito dcpende de la preocnpacion no mas. Los médicosdel pais, en su mayoria, no se han fijado hasta ahora sobre
l'..':ito;al contrario, lum dL'sdciiado los remedios populare~,
¡ aun 110 ha sido mI'O (lile ~e mofen de los curanderos indíjellas,. sin fl(Jyertir que casi todas las aplieaeiones Íú'rapéuricas de lo;,:ajelltes lIatul'ale,.; han sido empíricas en sn prinL"¡pio, i que mucho;; de los remedios de mas poderosa aétiyidad de (P1Cal prC6ellte se gloria la ciencia, han sido ántes
!','medios elllpÍricos de llIlcst!'.) pueblo, acojidos con entllsiaslllo i ]lI'c<~onizado:;des1'llCS 1'01'la sabiduría de ultramar.
I hien, "i la mayor 1'arte de los pocos adelantos que ha
hL-Chola materia lll('dica en los {dtirnos siglos los debe a
h ~\..mÓ¡'ien, apesar' de que la vcjctadon multímoda de los
.\.ndes pel'llulIlcec ell su mp,ior porcion inesplorada e inesplotada, ¿ 110 es justo creer q ne Dios parece reservar a la
América el honor de lenmta¡' la ¡;iencia de la salud i dé
la vida a lln alto punto de poder i de verdad? I el interes
llIaterial, el estíu11llo de la gloria, el sentimiento patri6tico, la dignidad de nue¡.;tra sangre, el amor a la humanidad,
t,)(los los' rC;;('l'tes <plC 111llC'-enel espíritu i el COraZtlll ¿ no
6L?I',tnsufieicutes para impulsamos a cooperar a la obra del
]>ro "'reso
uni vcr¡.;al con todos 108recursos que la naturaleza
Il();; la distribuido ~
;J
1
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-- 63 -
J,A. ESPEDlCION
BOTÁNICA.
1
Despues de afanarme en buscar las borradas huellas de
los botanieos indíjenas, sin poder encontrar lIl11S que Hno
que otro rastro de su inncg-able sabel', entro con placer en
un campo mas vasto i fecuÚdo, a la maner¡~ qne el herbú';zadlll' entusiasta colocado sobre 1:1 eillll~ de una altura
~stéril coronada solamente por algunos pálidos matices de
verdor, aballClona rcgocijndo la emincncia. al divisar al pié
de ella ulla csplanada frondosa, florida i llena de lozanía.
Bello 1)8 el camino qlW nos resta recorrer. El gohierno
espanol hizu mucho por las ciencias naturales en 108 últi·
mas anos de Sll mando, tanto cn sus pusesiones del lado sIl{,
como dcllado acá delmlte, si hien 08 incuestionable
qne
con esto no hacia mas que obedecer al espÍ1'itu del tiempo,
pue.s .lamas se .ha culti~:ado !~ hotánica, en El~ropa con n~lls
paslOn que a ¡mcs del s¡gl¡, X V 111. "1< lures 1 plantas, (hce
CéRar CantÚ, (Lne se crian hujo paralelos mui lejanos, i con
G8peeiulidad cn la Australia,
cmi(lueeian nuestras sehas i
llucstros jardill06; i la llegada de un nuevo arbusto o de
llna tior se festejaba tanto como en otra época la de los
galeones cargados de oro mejicano."
Frutos de esa pasion por las plantas fucron las J~¡;pedidones botánie:l,s creadas por ltt eOl'te de Madrid, en d Pe¡"Ú, Méjico, Nneva Granada
i Filipinas; establecimientos
'lue aunquc teuian por ob,juto ieneral el estudio de todos los
ramos de la naturaleza física, debian contracrse en particular a l!i coleccioll, dibujo, taxonomía, usos, fitonilIlia i
fitografía de In, vejetacion de sus respectivos territorios.
La.
,le la Nueva (frailada, cuya historia me propongo referir,
trabajÓ con magnífico éxito hasta el ailo de 1810, en que
l.)(:mrricron los acontecimimltos que nos separaron de la tntula del gohiel'l1o c,spano!. Las tempeiitades que desató 1n.
magna revolncion de la. independencia,
no solo suspendieron sns operaciones, SillO que incluJeron en la universal
dev1l8tacion del pai8 ca&i tr;.d08 los frutos de la dilatada labor emprcndida
hastaaquelentónces
con el :fin de formar
la historia natural de esta rejion; mas, apCBar de los dcsass••••••••••D. b';(',
f)
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-64tres q\lc de;:;trnycron muchos trabajos, de las peripecias
.que hicieron nmlograr otros i de hLS violencias que nos
privaron del conocimiento_de muchos hechos preciosos
'1 de mnclws ideas útiles sepultadas en jérmen
con 10B
cerebros do los mas ilustres mártires de la independencia, el corazon se enorgullece al narrar las glorias de la
cienc!u en nuestra patria, i el espu'itn goza do una alegria
~meJanto a la del que, condenado a contemplar largo tiempo las sombras de la oscuridad, percibe al fin con libertad
las dclieias do la luz.
lI.
La historia imparcial tenclr{¡que decir sicmpre, cn honn¡ del gobierno español i delbuen carácter de los granadinos, que el tiempu trascurrido desde el segundo terdo del
siglo pasado hasta el dia de IIuestra ernaocipaeion política,
forma una época gloriosa pam el estudio de las {'iencÍas
útiles en ll\leBtro pais. En honra del gobierno espafíol,
porque fué en csto lapso de tiempo que permitió los estudios serios i prádicos, i ausilió con mano fuerte las cmpresas científicas; cuando (mtes, al contrario, habia puesto
todos sus conatos en mantener al pueblo sumido en la mas
ciega ignorancia, oprimido i embaucado en las mas groseras preocupaciones. En honra de 108 granadino,>,porque
no obstante el desprecio que por ellos manifestaba el gobierno colonial; no obstante la tenebrosa i letal influencia de la Inquisieion, eterna vergiicnza de la historia
de España; 110 obstante las prohibiciones comerciales e
induBtriales i todas las trabas i dificultades que la ferrea·
tiranía habia cstablecido para embarazar el Ylwlode la
intelijencia americana, la Colonia pobre, subyugada, duramente esclavizada, brotó, tan pronto como las cadenas
de la servidumbre se destemplaron u~ poco, hombres admirables que asombraron al mundo con sus luccb i sus
virtudes relevantes.
Un virei que ya he tenido ocasion de mencionar, el seUor
MessÍa de la Zerda, hombre de integ}"idad i de eonsagracion al trabajo, nombrado por Cárlosill i fosesionado del
mando el 24: de febrero de 1761, fué el que a mismo tiempo
que marcó el principio de esta época feliz para las cienCIas
natura.les,echo tambien lOBfundamentosdenuestra independencia nacional. Antes que las gra.ndeucvolucioncB aparez-
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-
ti!> -
~anen forma depronnnci~lllientos
i de hatall:u:;, existen cn la
ca.beza de los hombres de jonio en forma de ideas, así eOD\I)
en un imperceptible grano de p<,len se contiencn en forma
de rudimentos
todos los materiales orgánicos de un árbol
corpulento.
Ademas, Dios ha e¡:¡talilecido en SUR ohras un
encadcnamiento
de cansas i efecto" tan inflexihle, tan rigoroso, \1\le nada pueden contra él todas la" fncrza.s del hombre. Mucha" veces se ponen los medios que se ('roon huenO!;
para llegar a un tin determinado, i re;;l1ha qne se va a parar
al fin upucsto, tal '-ez al t{~rmillo (le <¡ue (1ueriamos alejarnos nUlS i mas. Por otra parte... 1\JlU idea, una verdae! envnehc en sí mislIla una fllerza de jel"lllillacion infinitamente
mas po(lerosa (pie la volulltad llUlllana;-por eso no es raro
que las revoluciones sean oura de 110mores (1ne no han pensado cn ello, como no lo es que traspaHen cllímitc que 6U¡.:
caudillos han querido asigllarles de Hntemano.
El sefior }'fessÍi\ de la Zerda trajo de España, en compañía ~llya, un hombre de intelijcllcia i de coraZOll, cuya
grande alma I'cuo~llba (k cioncia j de amor a la .América.
Así fnÚ que el virei, tal vez sin nperei1yil·se de las eonsceueneias !)ue hahria de produeir la perm:men<:Ía de IDI
Babio cn medio de un pueblo ignorante, aídado, de8potizado, pero poseido de ener:jía i fuerza illtelcctnallat~nte,
pnso e,)Jl es() solo la hase de la rejeneracion moral i social de
la X ueva Granada. Ese gran !Sahio 01':\ el doctor José Celestino Mútis.
tiI
N aeido en la ciudad de Cádiz el 6 de octu hro de 1732,
hizo allí
BUS
estudios de gramática latina, matemáticas, fi-
losofía i parte de teolojía. Una inclinacion precoz a la 8(1ledad i a los libros habia augurado ya los rápidos progreso!;
que hizo en estos ramos, concluidos los cuales vistió la beca del real Colújio de San Fel'llando de aqoolla misma ciudad, con el fin de estudiar anatomía, cirnjía i medicina
practica; hab'iendo pasado despues a la ciudad de Sevilla.
a completar sus conodmientos
i recibir los grados correspondientes.
Trasladado a Madrid en 1757, rcjentó allí la clase de
anatomía cn ealidad de profesor suplente. Tres aí'íos permaneció en la capital de España, mostrando siempre mas
gusto por las escUl'Biones botánicag- que por la visita de los -
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-66hospitales; i fllé entÓnces qne tuvo la fortuna de hacerse
conocer del célebre naturalista de Upsala, quicn deseaba
poseer en BUS hcrbarios las planta;; de la. pL'Ilínsnla.
I"a corte en cste tiempo emprendía mandar algunos
jóvenes de gran talento i apHcaeion al estudio, a Paris, Lóndres, Leyden i Bolouía, para que se perfeccionaran en las
ciencias naturales. Lno de los cscojidos era Mútis. j Qué
consideraciones, qué distinciones no le hubieran tributado
los hombres ilustrados en el demnso de ese viaje! ¡Qué no
hubiera alH·endido con esa disposicion superior i ese amor
dicidido por las ciencias qne lo l~levaban tan arriba del nivel comUll de la IlUmalli<ladt j Qué serie continua de agradables impresiones, de muelles recreos, de honestos goces
científicos i soeiales no se le esperaba!
'
Pero' ocurri¡l a la sazon el nombramiento del señor
Mcssía de la Zerda para virei del N ue\"o Reino de Granada;
i como este caballero era un personaje eminente de la nobleza i de la milicia cB}luñola,gran cruz de la órden de San
Juan, necesitaba un médico de instruccion a quien confiar
su salud en el dilatado viaje que iba a tener. "])cspucs de
lal'~as meditaciones i consultas, recayó la eleccion sobro
el,lóven Mútis. Por una parte se le presentaba UIla carrera
brillante i ~loriosa; por la otra una serie de trabajos, un
)aisoscuro 1 colonial. :Muchos días balanceó en medio de
a incertidumbre, i muchas semanas pasaron ántes de resolverse. El silcncio, la paz, los bosques de la América tuvieron mas atractivos sobre Sil corazon que la gundeza i
la pompa de las cortes de EUI'opa. lJn plan atrevido i sabio 6C presenta a sus ojos. I,as selvas de la América, la
¡;oberbia vejetadoIl de los trÓpicos i del ecuador, la oscuridad i la ignoralwia de las ricas producciones del N IWYO
Continente, le resolvieron a recorrer i a examinar esta preciosa poreion de la monarquía. Aquel mundo, se deda,
dsitado rápidamente por Fellillée, Plumier, Loeiling i otros
poco,; botunicos, yace hasta hoi desconocido: sus riquczas
son inmensas. I Qué call1l?otan vasto para inundar de conocimientos a la Europa, 1 para coronarme de gloria!
"En 1760 desembarcó en Cal'tajena de Indias, año para siempre memorable en los fastos de nuestros conocimientos, i año en q ne comenzaron a rayar 1ll.Sciencias útiles sobre nuestro horizonte. Apénas pisó las costas de
la N lleva Granada, comenzó a colectar sus amadll.S plan-
l
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-67tas i a dCf\cribirla!l. (Hizo larga. man8i~)n en Cartl\jen~
Turbaeo i Il(lnda).
" Establecido
en Bogotá (alío de 17Gl), se eonsagró con
(le la vejetadoll
de la
cima de 108 Andes, i al consuelo de lo,,;ellfcrmos. Entónces
estableció correspondencia con m ndlO.:i sabios de la Europa;
t->ntónces remitia colecciones i di~ci1os qne le merecieron
los elojios mas li;:onjeros ; entDnees se In asociÓ a la Academirt de Estockolmo i a otras soeiedades {le aquella parte
toda!> f>US fUeI'Y.ll.s al r('eonocimiento
(jel mundo.
"Deseoso
de difundir sns ('ono('imicntos,
tomó ti. su
cargo la ensei1anza de las matemáticas en el COI(diO mayor
de N nestra Senora del R()~mrio, de (fiJe oUtll vo real aprobaeion (tomÓ poscsion (le la d.tedm d día 13 de marzo de
17(;1). En aquella épo<:a ;:0 comenzÓ a \lir cn c1Ueino que
la tierra jiralm sobre su eje i al rcdedor del sol, i que se
debia poner cn el número· de los planetas.
i Ouánt-(;to) dis-
gustos le
CO¡;¡tó
persuadimos esta
YOrfhd
eaIMal en
11\ l\S-
trono mía. ! A pesar de la obstinaciml de Iluo~tr()s padre~,
se formaron muchos jÚvcncs, i s\' difnndiel"Oll los conocimientos astl'()nÚmicos." (Y. Semanario de lit jVucva (;1VJr
nada, artículo nccro](,jieú).
El haron de IIumholdt hahlnndo sohre elite incidente(je
la.v!da. d.c MÚtis, dico: .• , Xo s}n }1H\lIietud vieron 10$ do1111111Ca1106 (lUO lasl¿erf;Jw8 de CO]JtJ'nu'o, ya profesadas por
Bou,puer, Hollin i La Condamine cn Quito, penetraban en
la N ueva Granada;
pewel "irei pl'Otcjia :1 :Mútis contra
los reliji(}sos, qne (pierÍ:m 'lile la tier·ra p{mnaneciem inmóvil. Par lo denll\B, poco a poco fueron acostumbrándose a
lo qlic ellos apellidaban
aún las k¡pó~
de lfJ, nue'!.'tJ
jiIo8qfia ..
,j
IY
Las líneas necrolóji(~as anteriormente copiadas, línea..~
tienl.a8, trazadas entre jcmidos i lágrimas, dlctadas por la
admiroeion
i el dolor imnediatament<l de;:;pues del faUooílltiento
de :Múti~, contiulCn BU "ida en compendio hasta
1772. En este aíJo dejÓ de mandar su protector el vireí
Zerda., qne hahia. gobcmado con acierto i buenos deeeo8,
í sostenido su dignida.d con entereza, dejando el BoHo el 31
de noviembrc de 17'72 para regresar a la península. Zerda
invitó a Mútis a que se "ti} viera con él, in~rponÍcnd() la ano
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-68tigua amistad que lo,; unia, reeord:mdole las grándezas de
la metrópoli, e;;citándole los afectos do la patria i de la familia, ponderándole
los halagoR de la civilizacion i aguijoneando su ambicion con los favon.'S que le prodig-aria el
gobierno en atencÍoll a su fama i talento; pero Mútis se
nogÓ i -resolvió vidr i morir aquí. "¡Tanto
amaba a la
América, a su;; selvas i a su profunda tranquilidad!
"
En el mismo afío en que Zerda partió para.Espana,
i a
108 cuarenta
de edad, Mútis, unido ya L'Strechamcnte al
Autor de la creaeion por la contemplacion de sus maravillas i por su despreJlClimicnto de la::; pasiones que ajitan al
COll1un de nuestro lin¡~ie, quiso cm;anehar Hlas su amor i su
adoracion a Dio,., i rceihi{¡ las sagradas Órdenes del sacerdacio católico. Desde cnt{¡necs sns <lias se dl~li7.aron maniOameute por diez alios, dividiendo ¡;IlRhoras entro el altar
i la oracion por una parte, i la natllmleza i los pobrcs doliClltes por otra. Era ¡;ucl'rdotc de la ciencia i de la humanidad paciente, pero <{neria tambien tener el 8acerdocio
espiritual;
i una vez conseguido, lo desempenÓ con tanta
pureza i exactitud como había llenado los otros. :El In'c8bitcrado y íno a l:;er el complemento de BUS uRpiraciones; i "1
tardó en. adoptado fu{~por<pw, como hombre inmaculado i
temeroso de j)ios, no queria (;&po]\erlo a que la voz clcl deber
fuese ahogada por los tumultos dc la fogosa jun:mtud.
Pero no se crea (Ino el altar disminuyó su fervor por
la:; ciencias; lé.ios de c~o, parcce que lo avivÓ mas i mas.
L06 oficios odesiÚstico6 eran solamente el recreo de su existencia; todos los dias deda misa, por lo regular en las jglesias de ~al1ta CJam i Santa Jc¡·trúdis;
el breviario era sn
arpa: cuando el tedio corroia 811 corazoIl, o ¡;US micmbroB
estaban can¡;udo;; del trabajo, leia himnos relijiosos; lma
que otJ·a \'ez administraha
el sacro viático al agonizante,
ponia el Ílleo al nífío o al ne(¡fito, o santificaba onll sn abi;()lllcioll la conciencia del pecador arrepentido.
Mas en
cmmto a sus horas vcrdaderamente
activas, todas las pasaba en el Colcj ia, en 108bosques i montañ!\s, en su bufete,
úl! su oficina de farmacia, o el! la cahecera de los enfermos.
Durante c;;os diez anos hizo dos eseursiOnl'R lejanas.
Una al Norte de la Hepúlllica, en que especialmcnte se
dedicó a reconocer la v~jetacion de la antigua provincia
de Pamplona.
"1<'u6 en la :Montuosa, dice Ilumboldt, que
eOlllenzo BU gran :Flora de la JS'lleya Granada." La otra. 1&
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-69hizo por etterritorio
de la cstinguida provincia de :Mari9.uita, cuyos ricos bosques ejercieron siempre mncho atractIVO en su intelijencia.
Asimismo fné en eBUt {~poca.de su
vida que descubrió i clasificó varias especies de cinchana;
en 1772 reconoció las primeras.
v
En 17S3 tomÓ la's riendas del gobierno el arzobispo don
AntDnlo Oaballero i GÓngora. Virei intelijcnte, activo e
interesado en el adelanto de los pnchlml <~()ntc[¡idos en su
jurisdieeion, solicitÓ de la corte española qne enviam dOl:!
mineralojistas háhiles para fomcntar ellahúrét) do las minas del pais, favoreció 111. rednccion de ó;ahajes i la colonizacion, i i'1)l'mÓb~.io Sil respoll8abilidad la Espedicion botáni.
ea, de 1a cual nombró diloector al sahio :}Iútiso El arzobispovirei puso en conocimiento de la corte de :Madrid este pro:recto, i la corte lo aprobó como consta de la siguiente
"REAL
('Í;;n'CLA.
" El Rei--Por
cuanto conviene a mi servici0, i bicn a
mis vasallos, el exámen i conocinlÍento mdÚdieo dc las
pr(ldll("(;ioncs llaturalcl:l de mis Jomilliob de .1\.mériea, no
8010 IHlra promovcr
108 progreso::; de las ciencias físicas,
sino t:unbien para desterrar las dudas i alteraciones que
hai en la llwdieina, tintura i otras artes importantes, i para
alimentar el comercio, j que se f(uornell herbario;; i eolec<:Íones de productos naturales, describielldo í delineando las
plantas <lue se encuentren en aquellas mis fértiles provincias para enriqueeer mi gabineto de hi,;toria natural ijardin
hotánico de la corte, i remitiendo a"España semillas i raíces vivas de las plantas i árboles mas Útiles, seílaladamente
de las (pIe se empleen o merezcan emplearsc en la medicina i cn la construeeion naval, para <¡ue :;e connaturalicen
en los \-arios climas conducentes
de c::ta península, !:lin
omitir las ohscrvaciones jeográtieas i a¡;trouÓmicas que se
puedan hacer de paso en adelantamiento
de estas ciencias;
he reliucHo, couformándome
con lo que me ha propuesto
mi virei-arzobispo de Santafé,que
a (tiemplo de l~ cspcdidon botánica qne de mi superior órdense está haciendo en
la Amórica meridional (esta espedicion comprendia todo el
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-70I'ireinuto del Perú), se ejecute otra con igual objeto ipara
mismos importantes fines en mis dominioBde la Alll~rica
septentrional poruotánicos i dibujantes españoles, a 9uiene¡;
i a cada uno Bele¡; despachará separadamente Sil cedula o
nombramiento. 1 hallándome informado de la 60bresaliente
instruccion en la botánica, historia natural, física i matemática, que cúnClll'ren en don José Celestino :M:útis,igualmente que de Sil acreditado amor i fidelidad a mi real per,;<ma,de su buena conducta i ardiente celo por los l'rogrcílOB
de las ciencias que, sin estipendio alguno, ha enseñado i
promovido a sus espensas durante su dilatada residencia
en aqnellas partes por medio de variaB obras que tiene es.critas i ha ofrecido a mi 60berana disposicion i de 101:; deseuhrimientos que 1m hecho de plantas útiles, sCiíaladamentc
del con8iderabílisimo de los árboles de la <plina en los
montes inmediatos a la"capital del Nuevo "l{eino de Granada, he venido en nombrarle por mi primer botánico i
astrÓnomo de la esprcsada espedicioD por la América septentrional que se confía a su direccion, bajo las órdenes del
arzobispo virei i de las condicioncs siguientes:
1.~ Se le entregará por una vez la gmtifieacion de 2,000
doblolles para ucsempefiarse i costear la conclusion i perfeceion de última llIano que ha de dar a sns manuscrit08
para dirij:r!os a mi \'Ía rcservada de Indias ántes de emprender la espedicion ;
2. Durante ésta, i hasta nueva órden, gozará el sueldo
de 2,000 pesos, mÓnc<]ade Indias, en cada un año;
;P De cuenta de mi re:;tlhadenda se le proveerá de los
libros e instrumentos botánicos i astronómicos que ha pedido i pidiere para el desempeño de sn comision ;
4. En lo demas se arreglará a las instruccioncs que
he mandado forme con Sll acuerdo el arzobi&po-virci para
-que se logren por fruto de las observaciones de esta espedicion el adelantamiento de la botánica, historia natur~
jcografía i astronomía, i jeneralmente todos los objetos i
fines importantes qne abraza el plan propncsto por el
mÍbmo don José Celestina Mútis en sus representaciones..
" Por tanto, mando a mi arZobis~virei gobernador i
capitan jencral del K uevo Reino de Granada, a los rejenws de mis audiencias, oficinas reales' i demas tribunales de
aquel reino, hayan i tengan al espresado don .Tosé Cc11i)&-tino Mútis por mi primar botánico i astrónomo de la citada
108
R
R
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--ilcspedicion, guardándole i ha<:iéndolc guardar las honras i
preeminencias que le corre:<pondan para el buen éxito de
ella, satisfaeiénd,Jle los oficios realcs (le las ('~ia8 de Santatc
la gratificacion de 2,000 doblones por una yez. i 2,OOUpesos
«:n cada un año, o con la corre8pondicntc
Órden de mi al'cobispo-virei i en virtud
ésta lo,.; (le cuales(luiel'a otras
cajas de aquel vireillato, i eOIl relenwionc;:; de media. annata, que en virtud de esta cédnla i l·(~t'iho del interesadú
s0l.ltsará en cuenta lo que ¡;e satisfa~a, qHe aHí es mi n.lnnta , i que de la presente se tome i:azoIl en la Contadnría
jcneral del Consejo de Indias.
" Dada en San Lorenzo el Ucal, a 1.0 de lIovicrnlrr<.'
de 1783 .
ue
•(y"
EL
nn.
,; Jf¡8,; dt! Galuez."
Con la c{~dula anterior vinieron de España, pura :Mútil',
bajo la cubierta del virci Caballel'o i (iÓng-ora, un diplol11?
de miembro corresponsal dd ,Tardin botánico de Madrid~ i
una carta que le diríjía el Rabio dirpdol' de este estttlleeimiento, don Casimiro GÚI\lI'Z de Ol'teg-a, mani!'e:;tándnlc (~ll
los mas espl'csivos términus su aprecio i admiracioTl, así
como el jÚbilo que le causaba la l'l'l'e(~ion de la Espcdicion.
"En el lltWYO establecilllicnt(.,
le deeia, del rea.l J al'dj)l
botánico de Madrid se ha considerado como satisfacdon
propia de cada individuo de la junta In, <Iue en todos nosotros haprodncido
la noticia <le la Espedieion por la .AmGrica ¡;,etentrional. 1 así por manifestar s:¡ gratitud a su E¡¡celencia (el virci-arzobj¡;pu), j el apl'ce10 que hace de usted,
como por la utilidad qne 8e propone rccojcr, para el mismo
Jardin, de tan Útil empresa, La resuelt(. despachar a 118ted
el título de socio correspondiente,
(lile con esta misma fecha
dirijo ll. mallO del escelelltí¡;¡imo señor ministro de Indias
para que p,ueda usted l'ccibirlc pOI' las del befior virei, co·
mo una debil prueba de la estimucion ([lle profesamos a sn
mérito." :Mútis se llenÓ de contento al vor fundada la Eir
pedicion, prot(jida por la corte, :ljll'ohada por los sabios i
alentada por el virci; igualmcnte (¡HC al enterarse de los
testimonios de afecto que le en \'ÍabflIl los lladrcs de la ciencia. Escribiendo al doct.ul' Eloi Y·alenzne a 80bre estas cusas, con fecha 31 de diciembre de 1783, le decía; "A no
ser tan larga, le copiaria la carta. de Ortega, para no retar-
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-72darle tanto este gusto, en que considero a usted tan interesado como a mí mismo."
YI
Por los términos en que está redactada esta real cédula.
se viene en cuenta <le(lue, para el establecimiento de la
Espcdicion hotánica, mediaron representaciones i propuestas hechas por Mútis al arzohispo-virei, i ann directamento
a la corte de la metrÓpoli. Tal vcz pondria a la vista. del
••.irei sus particulares lucnbracioncs científicas; tal vez
tendría con M confcrelll~ias verbales en las cuales, movido
por el amor a las cieneÍas, le demostraria eOIlpersuasiva
elocncncia la U1jente llceesitlad i las grandes ventajas de
la Espedieion. A esto afíadiria razones de bulto: le pretientaria las colecciones de plantas, de animales i de minerales rccojidas por él; lc mostraria. esqueletoR, i cortezas,
i fmtos de la" especies vejetales mas preciosas, descubiertas i descrita" por {~l,í quizá tambien le ensei1aria algunas
láminas botánicas dfbnjadas por su propia mano.
Adema:; (le estos motivos, el arzohíspo-virei i la corte
<10España dehieron sentir la ínf1neTlcia de otros UUIJmas
poderosos, I,a Espc(licion ol'gaIJizada en el Purú producía
buon éxito, lraciemlo conocer ]a" prcciosidades natumles de
a~uella estensa Colonia; haciendo remi"iones a Espafía, para
sn :w1imataeion, de las especies n~.ietales señaladas por su
utilidad o S1lhclleza, e hinchando de satisfaccioll i de or~ullo
a la real corte (ple se contemplaha sefiora de tantas l'lqu~
zas j de tantos done,; natmales. Por otra parte, lIlútis babia
descnhicl'to ya i heellO eOIloccr n,!gnIJas cinchonas de loa
hos(ples cercanos a Bogotá, i hallia dicho, para qne se oyera
lÓ,i(-,s, qne la robusta i pilluwcsca vejctacion del K nevo
. Reino de Granada cm superior a ]a de las otras r~iíoncs
amcricanas. Entímces él arzohispo-virci, absulutamente
cunfiado cula apro])acion del gal¡inete español, cuyo respeto i estim:wion habia sahido captarse por sus servicíos
paeifieadore:; en ]a inmortal insurreccion socorrana de 1781,
no debió yacilar en deel'etar por sí mismo la EspeJicion.
VII
Como se ve en la cétlula, esta Espedieion tenia por objeto, no solo la coleccion, descl'ipcion, clasificacíon, nomen-
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-73clatura i dilmjo de las plantas, sino tambicn de 108 pro.."
ductos de los otros dos rcinos, animal i mineral, i adernas
. hacer obscrvaeiones astronómieus i jeográficas.
Por consiguiente, tal multiplicidad
de fines grandiosos requeria
por una parte muchas intelijeneias eulti,adas
a propÓsito,
laboriosas i aficionadas al estudio, i por otra, fuertes erogaciones pecuniarias en pago de sueldos, en eonstrnccion
de edificios, cn compra de instrumentos i ap(l.rato8 científicos, en viátieo de viajes, en trasporte de eolcc<:i(>lles, &c,
&c, pues a<plÍ no hahia observatorio astron6mico, ni habia
instrulIlcntos adecuado,.., par:, escudriñar los ciclos, ni habia
jardin hot:ínico, ni gabincte, ni co!e<:eiOl\es particulares, ni
tampoco habia mu::;eos ~<, mineralo.iia i zo(,lojía, ni locales
apropiados a estos ohjetns, l'al'a esta empresa, pue::" no
ISO cOlltalm con otros elcJ]lentos <pie la ilu;,;trada i fil'me voluntad de:'llÚtis,
la pl'oll~ceion .lel gohicrno, i las cajas
realeó' abicl'tas. 1\Iútis i dineJ'o; liÓ atPlí el principio, la
hase de la Espedieion botánica.
V llT.
Ann(]lw la real c('(1111ano lIcgt, a Bogotá hasta el alío
de 1T~.J, sil~elllba,rg~, ~:LK,;pedicion cOJl1cnzÚ ¡~ o!)l'a: desde
<Iue la creo el nrm Cnlmllcro en l11ar7.0de 1 it\¡); I desde
este momento todo vari,', en la vida de :Mútis, El Ilutlll'fdista aislado, de tranquilo ]¡ IImor, <¡ne csploraha ;:010 i <'nnndo
era Sil voluntad la vejetacion de los distritos aledafws a la
<:apital, <¡ue estudiaba solo lo;,;m:rravillosO}; fen6menu::; (h· la
creaeioll, <plCtrah:~jaha solo, i tOllo lo hacia a Sil albcdl'í!l, ~('
"i() de repente colocado en Ilna CSCC'1HI
espneiosa, roueada ¡Jp
innumerahle::; afanes i difieultades, de los <¡ue IlO lHldiel'a
tl'íullfnr un alma ]lOCO templada, N oIIlbrado jete de Ull
complicado estalilecimicnt<) científico, qlle ahrazaha ell su"
esclll'siones i SIlS val'in." tareas toda la illlllellSa estension
dd vircinato (en a<Jlld ellt(>Il(~CScomprendia
no solo el
territorio <}Iw l!Oí se llama .N ue\":1 Granada, Bino tUlIlhicIl
el que forma actualmente la Hq,Úbliea de! E<:nador), tenia
que rpglulI\cntm' e! Úrdell ce(\n{¡Ini(~o del <~sta!de<'ill\iL'llto;
tenia (lile !l\I,;ear personuS)lOlll'adas i aficionadas a la cip!wia
para dades los emple()S,\~llsefl,indoles
prill1cl'o¡;u oiicio i
SllS deheres, sin duda gratuitamentc;
tenia <pIe dirijil' por
sí mismo con la pluma en la manO' las descripciones ¡1<\
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-74,dasificaeion científica, i con el pincel el dibujo de las
plantas i de los dcmas objetos; tenia que trazlU' los planos
de los edificios que se necesitaha levantar, i vijilar Sil const.ruccioIl; tenia que ser arquitecto, astrónomo, jeógrafo,
hot.ánico: médico, piutor, disector, preparador; ('Jl una palabra, tenia que ser director i subalterno, maestro i operario, i estar en todos los detalles i en todas partes, ensefíando,
contestando las interrogaeione¡;, resolviendo las objecioll.Cs
¡dando instrncciones para todo.
Pero ot.ra dificultad aun mas pesada i mui peligrosa se
le presentaba; tenia que arrostrar la estolidez i rebatir las
ll!'l!OCupaeionesq ne se oponian a la, realizacion de la empresa. La simple cnnneiacion de las verdades cientíUCRS
era mal reeibida por todas las clases sociales, que bl~io el
ll..-)peetode la instruecion no se distinguian cn nada; todas
Ul'allvulgo, igualmente ignorantes i superstieiosas, pues la
pal'te noble, en su mayoría, no sabia mas que haeer árbolC!!
jcnealójicos i rec:itar oraciones rclijiosas; i así, creyéndose
Cl)n derecho a juzgar todas las doctrinas, las teorías i los
hechos eientífieos, miraba de 1'eojo todo lo que pn~nalm
(;O!l su ignorancia, tachando de heréticos i pCl:jndiciales los
adelantos intelectuales, i tiznando por de contado con las
miiillla3 notas a los individuos que Be dedicaban a promover el progTeso <lela Colonia. Felizmente la Espedicion
era patrocinaua por 11narzobispo ilustrado, i autorizada i
cDstcadll.pM el gobierno cÍ\'il; empero, ni aun esto era
hastante a destruir las sospechas i voeinglel'Ías del fr,natismo encrespado. ¡Siempre lílSgl'll.l\deshombres son mártires
de 8U grandeza! j Siempre las ideas lluevas tienen qne bordlj;ll'escollos peligl'osOS!¡Siempre 108 intereses del presente,
1101' ilejítilllos que sean, tienen devotos aferrados, enemigos
f()rmidables de todo progreso!
IX
Si a tantos embarazos Mútis no hubiese podido oponer
mas qne sus solas fuerzas, difícilmente hubiera podido veneerlos; pero afortunadamente cont.aba ya con un eaope!"ador dilijente e ilustrado, tan templado como él en el
sagrado fuego de la ciencia i de la virtud. Era el doctor
Valenzuela, su primer discípulo.
Eloi Valenzuela nació en la ciudad de Jiron, Estado
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-75de Santander, por los Míos de 175G. A los doce aiios de
odad comenzó a estudiar gramática latina, i a los quince
entró a cursar filosofía en el' C()lejio del Rosario de Bogotá..
Luego sc cOllsagró al e8tudio de la tcolojía i cánones, terminado el cual obtuvo pOI' oposicion la CÍltOO1'8
de filosofía
un el mismo eolejio. FUll entónces qne empezó a recibir
lecciones de :Mútis sobre matemática¡; e historia natural;
lecciones (1ne a sn turllo aproyceharon laB alnmnoR di:
Valcnzucla, Cultivada S1\ intelijencia tanto como cntún
CC8 era duhlc, pensÓ en rceibir 'las saH'radas Órdenes, i las
recihi\¡ de manos del arzobispo Cahallero i Góngora, de
quien fué por algun tiempo familiar i secretario. Ansten.
en el cnmplimicnto de ¡;m;dehere"" ohediente a b voz de S11
conciencia, constante en sus proyectos, dotado de buenas
dispo8iciones intelectuales, delicado de sentidos para g07..ar
de los cncantos de la naturaleza pero fuerte para sobrellevar las fatigas de la herborizaéÍon, nadie habia mas a propÓsito que Valenzueln, para secundar a .Mú.tis en su magna,
fv'mprcsa; i como entendia hien el latín i habia aprendido a,
fondo las verdades que hasta S1\S días se sabian sohre llnatomía, fisiolojía, organografía i elasiiieac-ion vejetal, pocliflde8empeñar sati"faetoriamcnte las funciones de subjefe de la
Esp(,dieion. Así fué que tan luego como el virci-Hl'zobil'-po
la creÓ,:Mútis comprometiÓ a Valeuwela para quc fuese tm
compañero en los trabajos de organizacion i en las tareas
científicas de este establecimiento ..
Era talla homojeneidad de índole de esto;:; dos salJio¡;;
habia tal concordurwia en sus iuclinaciones i sus pcmmmientos, que jnntos videron algunos anos en frecuente
contacto de razon, ocupados en \lna misma cla<;cde (lI11:haccres, tratando grandes cuestione,.; cn que pudiera resentirse el amor propio, sin ofenderse jamas, consenanda
lÚempre la mejor armonia, i profesándose mútuamcnte el
JUas tierno afecto. "Descansa mi corazon cuando hahlo
con usted-Quisiera no soltar la pluma de la mano cuando
estoi eseribierl<lo a usted: "tales eran las frases con que
Mútis tcr:ninulHt casi todas las cartas (llW cscribia a su colega; cartas de a cuatro pájinas llenas de pormenores propios de una estrecha amistad, mezclados con lar~os conceptoe sobre puntos eontrovertibles de la ciencia delas plantas.
Por Sil parte, la;; que Valenzuela dirijia a Mútis bien interesantes serian cuando éste le decia en 1783: "Cada carta
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-76de usted es para. mí tan apreciable como lo eran las mías
para el gran Linneo, C]uien~i hoi viviera celebraría no ménos la sabia correspondencia de usted/' Mútis respetó altamente las virtudes de Valen¡mela, i no dejÓ de tributar
honor a su talento: lo llamaba S1t cstíJnadísimo compañero
i am1:go.
Tal era el hombre destinado para ser el primer colaborador de Mútis.
x
lcna "ez hecho cargo lfútis de la direccion de la Espe(lidon " j qnÚ campo tan glorioso i tan vasto se presento a
Sil c('lo infatigahle! dice el mismo artículo necrolÓjico de
1'.'( Ó'wuzl1a/ /o. Heanilllado con las liberalidades del SoberallO,}Jroyectóel grande i soherhio edificio de la Floi'a de
Bogotá, obra inmensa, para cuya ejccucion no alcanza la
vida de un hombre solo. Comenzó por elejir un centro
oportullo para sus operaciones científicas. Mariquita le pareció que reunia todas las proporciones que buscaba. En
efecto, sitnada esta ciudad al pié de 108 Andes de Quindío,
en un valle fecundo i en las cercanías del Magdalena, le
presentaba los vejctales de todas las temperaturas i de todos
los lliveles. Aquí formó los pintores, aquí colectó innumerahles plantas, aquí se hizo una parte de las grandiosas
láminás que no 80 pueden ycr sin admiracion, i que los SlIrbios de Enropa han comparado a las del célebre Smith;
aquí escrihió, i aquí desempeñó tantas comiHioncsdel gobierno, i tantos otros ohjetos. Son mlli estrecho8, a~rega
El 8ellu¡,nal'io, los límites de este papel para decir lo que
este satio infatigable ejeclltó en los siete años de su residencia en Mariquita."
lIé aquí una de las comisiones del gobierno que desempeíió Mútis. No bastando a las demandas del comercio i
del consumo el mercurio qne se beneficiaba únicam~mte en
lluancavélica del Perú i en las minas de .Almaden en Espafía, el virei C.aballero se vió urjido a frocurar el descubrimiento de tan positiva riqueza en e suelo sujeto a sU
mando. Esta causa.unida al deseo que abrigaba de presentar al rei de España la realizacion de hechos importantes
durante BU administracion, lo impulsó a comisionar a Mútis
para que reconociese los terrenos metalífcros con el- fin do
ver si se logr.a.batan feliz hallazgo. 1 en efecto, Mútís rev
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-77conoció variaslocalidadcs, i tUYOla sutisfaccion de presentar al virei algunas mucstras de ¡;ulfuro de níercurio reeojida,; en las montañas de Quindío, i principalmente en nna
quebrada que se llamó" del V crlllcllon." Las muestras fueron remitidas a la corte, i resultaron de eseelente calidad.
Conjctúru¡;e que no se p;'oyectó su lau(m'~oporque la¡; mucstra;! se encontraron en tenenos de aluviull, sin hanar las
vetas madres.
Otro hecho no mél)os importante i honroso para }IÚtis
es el siguielltc.-IÁa teniLle enferllledad de la viruela, nativa de la Etiopia, que pa,¡ó a Espafta (~()nlas incursioJ\cs de
los árahes i que, scgun dicen, nos la condujo a América un
Boldado dc la cspedieion de PÚnfilo de Kanáez, haeia 110n'orosos estrago¡; cn el Xueyo TIl'Íno por los años de 1782.
EntÚnee¡; el gran Mútis, animado t:uu bien por las eseitaciones del .irei-arzobispo, propuso varios metodos curativo8
(no he podido yer ninguno) que inf'nlldi() en la pollacion
hasta donde le fué posible, i sc aplieÓ C01l todas sus fuerzas
a. la curacíon de los enfermos i a ('ontener los progresos de
la epidcmia. No lll{~nosdilijente ~c manifestÚ cuando el
mismo virei int'entó atajar la propagacion de la lepra elefunciaca (l'w sordamente minaba la p()ll!uciun. Exalllinando :Mútis el oríjen de e¡;ta a¡;oladora d1llencia, i las probabilidades de euracion, propuso al vireí, para que éste lo
hiciese a la corte de Espai1a, que se avcriguase cuál era el
aceite de palma que usaban para sus uncióneslos naturales
de Africa, i con las que se pre¡;cr\aban de esta lepra. Situados aquellos i cstos paises ha,io ig'ual latitud, era casi
seguro que las aplicaciones medicinales de allá debian
surtir el mismo saludable efecto aquí,
XI
Habiendo renunciado Caballero i Góngora sus dos empleos de arzobispo i virei, movido por el deseo de volver a
su suelo nativo 1 tal vcz alucinado con la esperanza de ser
bien colocado en la corte, consignú el mando de virei en
manos de su sucesor Francisco Sil i LÚmus, jefe de eseua·
dra, con fecha 8 de enero de 17H9. Caballero fué promovido al obispado de Córdova, despues de haber fomentado
con noble empefio el bien del vueinato, que durante sn
administracion dió nn gran paso en la via del progreso.
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-78La in;:;tl'llccjoll de la juvúlltud m~iorÓ mucho, pues hizomontar cátedras de matcm:íticas en los Colejios del Rosario
í San Bartolomé, e introdujo textos modernos en las clases
ya existentes.
"Tomó interes, dice nuestro historiador
Plaza, cn colectar fondos para dotar mejor a los profesores
i crear otras cátedras, procllrándose
nn fondo de ciento
tI'einta mil pesos. Supel'ior a las preocupaciones
de su
tiempo, trabajÓ con ardol' en arrancar el monopolio llniyer-¡;itario II los regulares dc Santo Domingo i fundar un In&tituto científico público, que se redimiese de la tutela ign~
nmte i el1coj ida de 1111 convento i }.Jlldiese servir de verdal1em fanal, mejorando los estudios i secnlarizando los ramos
de elll3eñaIlZa, entre los eUlllcs contaba como de premiosa
llljcneill los de J¡ot:illica, química i metalu~iia, pues j':l
e8taha bien mareada la !'i<1l1ezade la colonia cn Sil agric;11tura i en sus metales," l1ustracion pública, industria, beneticeneia, colonizacion, mi"iones, hacienda, gobierno eclesiástico, en todos estos asuntos puso su mano reformadora,
si 110 siempre con entero acierto, al ménos con buenas miras
i e~píI'Ítu prugresista, J es dc presumir que MÚtis, su amigo
i cOllse,icro, le inspirara los mejores proyectos i estimulara
la enCl:iía de Sil carlÍctcl' para acometcrlos.
Eu 10 quc parece (jlle Caballero desplegó mas celo fuÚ
en el rflmo (le minas. Las de oro i plata de Pamplona
i
~lari1uita que yaeian abandolladas,
6in qne sus predeceson~s 1111¡iesenpodido l){lllerlas en csplotal:Íoll, recibieron
Iluevo i1llpnbo, gra(~ias a los e5fuerzos del arzohispo-virei.
Los viaje" qne hizo 1\IÚtis a esas provincias tuvieron por
objeto prineipal examinar el estadu de la~ millas, i, calculll,ndo los eastus q \le scria preciso hacer para yol ver a espIotadas comparados eon los rendimientos que podrian reportar, ver si em posible S\l elaboracioll. Por indicaciones de
~IÚtis se ell1pl'l~ncliÍJde nue\'o el beneficio de esas minas, i
se hizo venir a la X um'a Granada al hábilmineralojista
.José D'Eluyar,
hermano del famoso Fausto D'Eluyar,
director de las minas de Mlljico. Aquel reconoció los antiguos venero:>' arjentíf'eros 1 auríferos, como tambien la
;íliua de esmeraldas de .Muzo, i enseñó métodos metalúrji(lOSqne hasta cntÓnccs eran ignorados aquí, superiores Q
los conocidos por su economía 1 presteza.
Para Mútis i V nlcnzuela debió ser mas¡;ensible que para
ningun otro iudividuo de la Colonia el inmenso vacío que
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-79dejaba el a.rzobispo-virei,
pues ámbos habian sido estimados con predileccion
por él. Por otra. pltrte, como era el
padro de la E¡¡pedicion -botánic.a, i le habia impartido una
proteccion i asistencia sefialadas, ést~ debiÓ resentirsc de
la. falta de aquel amparo poderoso. \' el'dad es que los demas vireyes tuvieron 108 mayores miramientus
i consideraciones por e"tc establecimiento;
pero Cl' una lei de órden
universal qne el qne crea, inventa ti prodnce algo, tenga
eon10 que ha creado, invcntado o producido, nna l'claciolJ
moral semcjante a la relaciull metafísiea que Dios ha puesto
entre la eausa i el efeeto. Ese mismo amor ¡:mulime que nolS
profesan nuestros padres, arqu(~tiJlo de la;:;relacione¡; del
sentimiento
motul, se re\-e!:t tambicn, annque en gradoli
infinitamente menore", en todas la:::produeeíones humanas.
El arzobisp(j-virci
es uno de lus gohernantes espailoles
mas acreedores a la gratitud de la ciencia en npest-ro país,
XII.
Al partir Caballero para Espafia la Espedicion contaba ya
i;eis año.., de "ida i habia l(¡~rado rCl1!JÍr los meuios pr(:cisos
para la lonnacioJl de la },'!(})'a nt(J-f/l'anarlinll, 01)1'8. eon la
cual f;(J prometia Mútis sorprender al mundo cientifico, así
por el acopio de conocimientos nuc\'os que debia contener
como por su correcto estilo i la elegancia de SU8 tipos i
dibujos,
_ Singular fuó el esmero que desplegó Mútisen cUanto al
dibujo de las planta¡;, i mnchos estorbOS huho de l'cm-ovcr
para hacerse a buenos artistas. Cuando llegó a Bogotá l10
habia en esta ciudad mas hombre qne supiera algo de pinturaque don JoaquinGllti6rrez,
diseípulo <.lelmaestro Ban·
Jera, fllle se cree ha.b.ía recibido al¡hma ensefianza de los
contemporáneos del divino Vásqucz. L~pintura, que tanto
floreció en nuestro país en tiempo de este inmorta.l artista,
habia dccaido hasta tal punto que ya no se yeian a mediados del siglo }Jasado sino pintorreadores de puertas i
balcollc:s: los grandes pintores del siglú XVII habian desaparecido sin trasmitir a BUS discípulus ninguna de las
dote::; .le su injellio, de tal suortc que parecía no ser este el
país donde pucos años ánteshabian nacido í vivído, para
gloria i adelanto del arte, 100 Figueroa i V:íS(luez.
De los discípulos de Gnti6rrez, don Pab1() Antonio
~"~a~DEl~60.
7
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-80-
GarcÍa fué el que, segun parece, manif'e¡;tó mc¡jor dispo·
sicion artística i aficion al pincel; como Guti{·rrez tuviese poco que ensenarlc, bien pronto lo sobrepujÓ. Luego
que Mútis conoció a Garcia trató de proteje~lo, desenvólviendo su talento i refinando su gusto; i algunos años ántes de la Espedicion 10llevÓ a Muzo, donde empezó a enBayarlo en el dibujo de plantas, insectos i reptiles. García
retratÓ al óleo varias especies de vejctalcs i animales, i
de estos retratos formó 1I1útis lIIla colecciou que vió Humboldt i calificó de prcciosa. Jóven eutónces, pues habia
nacido en 1744, bogotaIlO, hijo de padres distinguidos, de
espíritu activo, de amable fisonomía, e inclinado desde su
vrimera infancia al dibujo, la escultura i la arquitectura,
Garcia se gralljeó sin esfuerzo la benevoleilda de M.út4s,i al
establecerse la Espedicion tomó un puesto en ella. El gobierno colonial habia decretado que, el director tuviese 1Ul
segundo iun de:1ineador: el segundo fué Valenzuela, como
se ha vísto ; tocó a García ser el delineador.
Quiso 1I1útis,por indicacion de Linneo, que los objeto!!
naturales se pintaran segun su tmnafio natural i al miniado,
en lugar de hacer cuadros al aceite, como anteriormente se
hahia ,criticado. Gareía no sabia miníar, i era el único dibujante que tenia la Espcdicion. ?, Qué hacer? Ocurrió Mútis a su hiblioteca, i hallando un librito en frances que daba
reglas sobre esta clase de pintura, se las tradujo a García,
quien las retuvo i meditó bien, i a pocos días presentó en
miniatura el zarcillcjo, cluetoga¡,Jt'l'a oanescens, que fué la
primera planta pintada eIl la Espedicíon.
Pero como eran innumerables losjéneros i especies que
se dcscubrían cada dia, i como este' modo de pintar al mi·
niado era sumamente tardío i dispendioso, García solo no
bastaba para dar evasion a los trabajos gráficos, i se conoció qne eran necesarios muchos dibujantes para poder delinear las especies mas notables. Habitaba cntóncos en
Cartajena el pintor Pablo Caballero, oriundo de aquella
ciudad i justamentc afamado en su profesion. Mútis le escribió invitándolo para que tomase a BU cargo una plaza
en la Espedicion, i Cal>allero no vaciló en dejar su ciudad
natal, para trasladarse a Mariquita. Allí permaneció apénas
quince dias, pues impuesto de las funciones qne le tQcam
desempellar, i considerando qne el trabajo no correspondía
al mérito de su pincel i que el sueldo era mlli exiguo, se
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-81denegó l\ servir i regrcsÍl a Cartajena. Entónces Mútis
encargÍl a Espafia un buen pintor, i dospues do largos meses
de e8pera llegó un peruano llamado Seollstian :Méndez que
habia sido en la penínsulít moledm' I.le colores del eélebre
pintor :Mens. j\,{Íltis,convenciJ.o en ln'eYe de su ineptitud,
le ofreciÓ coste:wle el via.ie de vuelta, per\) M(·nuez resolvió
radicarse cn Bogotá., donde se ca:".'!,yiviÓ pobre i murib en
la ma;; lastirno"a miseria.
De dia en dia se ]¡aeia mayor In falta de brazos en la.
8eccion de pintura. V alil'llllo,,~ de la intercesion del arzohispo-virei, solicitÓ Múti", de Quito, algunos dihlljantes,
auu<pw no fueran J.el todo ]¡Úbile~: i en el entretanto animÓ
a unos jóvenes neo-granadinos para 'Pie se aplicaran al arte
en la misma c:u,:\ de la E,,;pedieion en Mariquita, c08telÍndolos de bs fimtlos con que el gobierno mantenia el establecimiento. El único de estos jó,enes que uesarrolló talento
i lle~Ó a.ser él mas sobresaliente pintor de la Esvedicion,
fué .J:<rancis~Javier Matis. Nacido en Guáduas, Estado de
Cundinamarca, en octuhre de 1774, salió ue su pais a los
diez i ocho años para fijarse en Hogot(t, donde encontrÓ
protee:tores que fayorecicl'fln sus llohles aspiraciones artísticas; i enumlo eut!'() cn ];L Especlieion (~stabaprovisto de
regularcs eonocimientos i de alguna prá.etiea en el uiuujo.
Allí tliÚllesue el primer dia eOllstantcs pruebas de sujcnio
i de su la1}ol'iosidad; i corno las cualidades de laintelijencia
seduécn tanto a las grandes almas, Mútis no tardÓ en dispensarle un cariño paternal. Persuadído dc que Matis no
era un hombre cumnll, le enseñÓ principios (le botánica i
le confiÓ su ejemplar (~e Linnco para que estudiasc. Pocos
meses le bastaron a Matis pura hacerse hot:ínico : felizmente
se uni':' al talento, al gusto, a la aplicaeion, el gran recurso
del ~iel'cicio continuado i bien dil'iji(10.
Garcia quiso separarse de la Espedicion a los cuatro
·ai'íos, por amor a su clima natal i un tanto rendido por el
trabajo; pero :.3Iútis lo interesó para que no abandonara
su cargo hasta que no se hallara una persona competente
para reemplazado.
XlII
El año de 1786, condecorado ya )f{¡tis con los honores
literarios de corresponsal del J ardia botánico de Madrid,
sooio de la real Academia. médica de aquella corte, de la.
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-82real Academia de deudas de Est~kolmo i de la Sociedad
Vascongada, se le pmpuoo restituirse a Madrid para obtener una "cátedra de medicina; pero así como no habia vacilado en sacrificar la esperanza de visitar las mas célebres
Lnivcrsidades de Europa a las ventajas de una escursion
a las rejione:; sur-americanas, tampoco tardó en resolverse
a continuar sus servicios científicos en la Nueva Granada;
i resignado a concluir aquí sus dias, renunció abiertamente
la propncsta. Siguió esplorando la vejetacion de los Andes
de Quindío i de las rioeras del alto :Magdalena i SIlS rios
tributarios, hasta 1700, en <[uedl:jó de residir en :Mari(luita
i se trasladó a BogútÚ. El temperamento de aquella localidad, unido a las tard18 literarias, comenzaron 11 arruinar
811 preciosa salud; pero al trasladarse a la capital no tuvo
tanto en mira restablecerse, cuanto reconocer i diseñar la
vejetacion elevada. Comenzó a colectar otra vez las plantas
de las altas planicies i montañas, i se dedicÓa dar la última
mano a los trabajos iniciados en Mariquita, trabajos inmensos, para cuya conclusion no bastó el resto de sus arros, i
en los cuales Valenzuela tenia acaso ~amqjor parte. Aquí
perfeccionó su obra favorita, la Historia de los árboles de
(Juhw, i empezó utras de !la menor importancia. La Espedicion se reglamentó m~jor, i rodeada de recnrso~ Í comodidades que no habia podido proporcionarsc en :Mariquita,
pudo funcionar con mas desahogo i celeridad. "Para esté
establecimiento, dice llumboldt, se destin[¡ un vasto edificio de la capital, c¡uecontenía los herharios, la escuela de
dibujo i la biblioteca, una de las mas bellas i ricas que jamas se hayan consab:rrado,en parte alguna de Europa, a un
solo ramo de historia natural."
XIV
Un año ántes de su venida de :Mariquita (e131 de jnlío de 1789), habia tomado posesion del cargo de \;irei el
conde don José de Ezpeleta, mariscal de campo. por haber
sido promovido al vireinato del Perú el señor Jil i Lémus.
Seguramente no se pllede mostrar cn la larga lista de los
vireyes uno que igualara a Ezpeleta en cualidades de hombre de estado. La administracion de este conde participó
de su carácter personal; su gobierno fuá ilustrado, vigoroso, benéfico; llevó a cabo muchas mejoras materiales,
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-83sin descuidar el fomento del buen gusto litl~rario, la educacion, el progreso de las-ciencias i la aclimatacion de las
costumbres cultas. "Persuadido de que los papeles públicos i la imprenta son el vehículo de las luces, hIZO venir de
la Habana a don Manuel del Socorro Rodriguez, hombre
de buena litertura i tie cscelentes costumhrcs, a (!uien puso
de bibliotecario, i le oncargó la rcdaeeion de mi papel sema- .
nal titulado Pe')'wdico de 8anMfé de Bo(/otd (aDo de 1791,
enero 1.0) Est\.l fué el primer papel periÓdico que desde la
conquista se publicara en 1\ UCYll. Granada. Fllrt gran parte
?e empleaba en ar~íeulos sobre literatura e historia natur!l,
lllsertándo6e tamlncn algunos estrados d(~ gacetas cspanolas. SirviÓ mucho para inspirar a lajllHlltnd
granadina el
gusto pOI' la literatnra i lmcnos estlldio~, n lo (¡ue tamhieu
conrihuyÚ su rcdaetúl' Socorro, qne ;se cUlllplaeia en dar
lecciones i cn formar a los j.'¡venes SU8 amigos. En aquel
per,iód,ico se publicaron algulllls descuhrimientos
del doctor
Mútia 60bre las quinas oficina1es o aplieahles a la mcdicina;
las ciencias, la humanidad redbieron e1 beneficio de conocer mejol' este. especifico m:mtl'fllíu; fiehres." (V. REBTREPO,
Histona de la rcvolneion de la HepÚLlicCl de Colombia,
1858, tomo 1,° l)ájina 37.)
xv
Pasados ocho años de constantes fatigas iensayos, pro'te
de los cuales se emplcó en allanar tropiezo •., en formar ofi-
ciales aptos e idóneos, en regularizar lo,; oficios, en fundro.'
un órden de op eraci 011es, en cOT!¡;eguirin!3tl'lllnentos i materiales, en acumular los elelllentos indi~pen¡;able8 para el
cumplido desem!wl1o de la Bspcdicioll, las faenas de ésta ¡;e
hicieron mas llevaderas. Ya no pesaba sol)ro los hombros
incansables de MÚtis toda 1ft cargft ahrmnndora dcl.principio; pues 8i cnt[mecs lIO bal¡ift tenido lllas ausiHarea que el
doct.or Valenzuela i Garda. ahora contaba con dibujantes
hábiles qne desempeñaran los trabajos gráficos, i herbolarios adicl'trado8 en la anatomía de 1m;flores i en el modo de
disecar las plantas ..
El dodor YaleIlzuc1a se retirÓ de la Espedicion a los 33
anos de edad, a causa dc,haber sido nombrado por el virci
Ezpeleta preceptor de sus hijos, a cuya educacion estuvo
consagrado dos años. Luego obtuvo el curato de Bucara-
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-84manga, donde fijÓsu residencia definitivamente. Su Íntima
conexion con 1;lútis, su la¡'ga i asidua participacion en las
tareas de aquel establecimiento, su carácter activo i laborioso i BU claro talento le procuraron un caudal inmenso
de conocimientos i una prof'llIlda versacioll cnla ciencia de
las plantas, que fné en adcll1ntc BU ciencia favorita.
El delineador Gl1rcía tambien se retirÓ a los r;cis anos
de fUlldadlt la Espedicion, i en BU lug-ar quedó don Salvador
Rizo, de Oartajena, Estado de Bolívar, mUl háhil en el dibujo, honrado, mui activo i bastante illtelijente.
Francisco Antonio Zea, lino de 108 pcrsollt~jes mas célebres quc ha dado la ~ neva Granada, fué el sucesor de Valenzucla. Saci\lo en 1;[edellin, Estado de Antioquia, porlos
aíios de 177tJ, i enviado aliado de su tio Félix Hcstrepo,
que era profesor de filosofía en el Seminario de Popayan,
aprovechÓ sus lecciones, despues de haber estudiado el
idioma de IIorueio i Cicero!\, los autores antiguos i 10B principios do retórica. Aprendió tambien el griego i algunas
lenguas vivas, quo le facilitaron la lectura de buenos libros,
i Se dedicÓ luego a las cienéÍas de Newton i Descartes. El1
1785, concluid';}s sus tres Clll'SOS
de filosofía, 8ignió los de
tcolojía, en los que empleó algun ticmpo, contrayendo siempre su atencion <.lepreferencia a la literatura, la física i la historia natlll·al. En el Seminario hizo amistad ('OB SU condiscípulo el doctor Camilo de Tórres, amistad estrecha que
jamas se desmintió.
"En 171:)8, dice nuestro historiador Plaza, pasó Zea a
Bogotá para ser en el Cul~íio de San Barto1ome un sobresaliente prof'ewr. Hus ol'aciolles académicas en la apertmR
de la ensefíanza, su lIeféuilo inserto en el peribdico que
entÓnces se redactaba en la capital i su gusto en las buenas
letras que difundia, jencralizando el idiOlTll1.
frances aun en
el bello sexo, que apénas se cultivabl, todo manifiesta el
caudal de luces que poseía Zea, i su anhelo por espureir la
~s!rucci()n ~n sn pa~l'i::. A la fiI.(~sofíade Goudin, a .la
}ur¡sprlldencHt de \' JI1W1 a la teoloJI!l.de Gonet se sucedre'ron l1Ile\-OSi lUll1ino:wsmétodos de ensefíallz!l.,i Zea fué de
los prin¡el'os <11",e
pre1l1dinroll la anrora de un dia radiante
para la N Ile\'a
Granada."
]~a enscfíam;a que tuvo a
SI1
cargo en San 13artololl1éfué la de latinidad. Conocía perfcct:nnente este idioma, i los estudiantes le veían tOllos los
días pasearse por los claustros recitando ycrsos de ViIjilio,
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-85Ovidio i Horacio, o suyos propios, i SOll1'iéndose de complacencia al acabar de pronunciar
el último vocablo latlno.
DeB<luidaba la compostura esterior de su persona, la limpieza. de sus miembros, el arreglo de sus ¡;aoellos, porque
-le parecia que. quitar a los estudios 111~UllOS minutos era
hacer una gran pérdida. Como Valenzllela, a la yez que
daba lecciones, las reeibia de MÚtis, tambien sobre matemáticas e historia natural;
i se 1m didlO (¡ue fué el mas
notable de sus discípulos por Sil talento, su alma natoniana i
su ardiente"amor a la verdad.
Era, pucs, el hombre mas
calculado para reemplazar a Valcnzllela en la EHpcdicion.
XVI
lié aquí el personal
i sueldos de los empleos de este
estableeÍmiento,
sq,Cfun'el E~ta.do jr:1!(md de todo el Virc,¿nato de Santafé /f'e BO(fot(í, publicado en 1704 por don
J oaquin Duran i Diaz, capitan del batallon ausiliar de la
misma (~iu dad:
Director, José Celestino 1f útis.
Agregado para la parto científica, :Fmncisco A. Zea.
Oficial de plnma, Francisco J avior Za\"al'ain.
Pintor 1.0 Salvador Rizo (mayordomo
de la casa).
2.° Antonio COl-tOZ.
3.° Vicente Sánchez.
4.° Antonio Barrionuevo.
5. o Nicolas Cortez.
~.o
Erancisco Javier Corte7. .
• 1." .Frandsco Vi1Iarroel.
8.° Francisco Jl1Yicr :DIati::;.
9.° :Manuel Roales.
10. Mariano Hinojosa.
11. Manuel Martíncz.
12. Manuel J"osé Jirouza.
13. :Félix Tello.
14. José Joaquín Pérez.
SL'ELDOS:
8 2,000
])irector
.
A~rcgado
.
(~)ficial de pluma
...
Pintores segun su trabajo
500
500
2,000
Total
$ 5,000
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-86El primer pintor i mayordomo de la Espedi<:ion tenia
efectivos sei:;cientos pesos de los dos mil, i los demas como
sigue: el segundo, dos pesos diarios; tercero, cuarto, quinto, sesto i sétimo, a doce reales diarios; octavo, noveno,
d~cimo, undécimo i duodécimo, ocho reales; el décimotercio, seis reales; el uécimo-cuarto, cua.tro.
Segun la Guía defora8t.erox del Nuevo Reino de Granada, publicada en 1793 por el mismo capitan Duran j
Diaz, ademas de los empleados ántes nombrados habia los
siguientes:
en la parte científica, fuera del agregado principal Zca, i en clase ue meritorios, José de M útis i Sinforoso Mútis sobrinos del direetor, i Juan J3autista Aguiar;
i un empleado especial para la formacion de herbarios
icustodia
de colecciones,
que era don José Antonio
Candamo.
A escepcion de Hizo i Matis, los demas dihujantes eran
ecuatorianos.
1,a Espedicion
tuvo otros pintores neogranadinos
cnsefiados lior García: Francisco Dáyila que
aibujó los planos del puente del Comun, Camilo Quezada,
i Pedro Almanza.
Trasladada de :Mariquita a Bogotá, se estableció en ella
una escuela de dibujo, de la cual crajefe el sefior Rizo. Esta
escuela alcanzó a contar treinta i dos alumnos que iban al
local a las cuatro de la mafiana, oían misa en f(¡rmacion a
las cinco, se desuYllnCLuan i comenzaban
su oficio a las
seis. Nada gastauan de S11 propia cuenta: allí se lea daba
alimentos, papel, colorc8, lápices, pinceles i todo lo necesario para aprender el arte.
XVII
En 1794 dejó Zea el lllgar que ocupaba en la Espedicion.
Las ideas de libertad, de independencia, de gobierno propio,
habian encendido ya el corazon de 108mas precIaras granadinos. El asomhroso alzamiento socorrano dc 1781, léjos de caer
en el olvido, habia 8ido guardado con carifio en la memoria
de los colonos distinguidos, como una leccion elocuente de
lo que puede la voluntad
unísona de un pueblo contra el
poder opresor. Por otra parte, el inespcrado desenlace que
tuvo aquel imponente grito de libertad, desenlace que ofreció un hOTI'oroso ejemplo de lo poco escrupuloso que era el
gobierno espafiol en materia de infi.dencias, habia desper-
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-87tado en la sociedad colonial un Údio jeneral contra los
mandatarios;
i sclladll.8 ya con sal1~re socorrana las ideas,
habian adquirido el prestijio májieo, el ascendiente omnipotente que siempre les dan la pcrsecucioll i clrnartirio.
Zea, ilustrado como XarÍílo el1 el moyimicnto europeo.
dueño de buenos libros modernos que estudiaha sin cesar;
dotado de csquiz:;ito sentimiento i de talellto ti losf>fico, habia
formado su fe política i social en los ueeretos de la Asamblea Constituyente fran(~esa que pl'oclam{, los Derechos del
Hombre, i el! los autores <]ue prepararon
eOIl su~ escritos
aquella gran rcyolucion. 1,a fe (h· la;; almas enÓljicas es
viva como el fue~o del ('ido. rn:t \CZ per,;\Iadillo Zea de la
boJlt1Rd de aquellos pl'incipios, los alll':lz(, (~on ardol', i
cmpezÚ a consagrar1es reposo, intdijclleia,
aetividaJ,
ilustraciOll, ju\'entlld i touo cuanto Dios le hallia dado. Se le
juzgÚ eOlllo sedieioso, a consecuencia <.le la traduceion
i
publicacion de los Derechos del Hombre, en la cual hizo
cabeza :K ar:iño, i tambicn por eroerlo eomplicado en 1ft
rooacc:iol1 de algunos pHsquincR rcyolucionarios que aparecieron entónees en Bogotá; i en dicil'mhl'e de 1795 fué
rcmitido preso a EspaDa cn llllioll d(~ Xal'iño:i otro;.; trece
ciu{ladanos (pie, lOegnl1las causa:; (k E'it :l(lo, resnltaron 1'esponsah1c¡.;.AhelTo.fado en el fnerte de Cádiz, permancciÓ
en ac[ne1b Jll'ision dos aDOR.
D¡¡¡'antc los cinco que GcsempcnÓ el destino de agregado
principal en la Espediciún i cwíntn no emiquecióde
luces
su entendimiento privil~iiado!
Si entró siendo literato distinguido, hombre talentoso i has! ante n ntrido (le \'eruad, salió sabio de primer (lrden, yeteralw en la botlÍn iea i prúctico
en el análi:>is i la Ob8el'\"I1Cio11,Únicas armas con (1110el
espíritu investigador
puede abrirse paso en los oscuros
campos ue Ir. invencion .. , El :Ministro Godo)', dice Plaza,
descubl'ieu(lo en Zea dotes inteleetuales
nada ColIlunes, lo
hizo }l0Ber e'\ libertad i lo envi{) a Francia conllna li1ision
cient1fica i el ;-neIdo de seis mil francos anualcs. DespUú8
de una reBidellcia de tres años cn Pari¡; volvió a :MadriJ, i
en lugar uel permlso (lllU wlicitall:lpara
volver a la América ohtuvo la }Jlaza ue Director adjullto, i maR lluelallte la
de primer Director del Gabinete 1Iot:i.nico de la corte, en
1804-. Zea siguió descmpeñando e~tus destinos i mcreclendo
entre tanto los nombramientos
honoríficos de miernhro de
la. Sociedad médica de emulacion, de la Filomática, de la
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-88de Farmacia, de la de los Observadores del Hombre, de la
de Oiencias, de Artes i alllena literatura de Paris,"
En 1805 fué nombrado catedrático de botánica de la
Universidad de ~Iadrid, i el dia 17 de abril, cn que tomó
posesion de la cátedra, pronunció un discurso sobre el mérito i utilidad de esta ciencia, que, por la esactitud de sus
apreciaciones i la rectitud de sus conceptos, mereció los
honores de la impl'esioll por cuenta del gobierno. Los modernos botánicos espMioles hacen de Ól g-randes elojios: i
lo miran como una jJroduccion destinada
triunfar de los
desdenes del tiempo.
Dejaremos al ag¡'eg-ado de la Espedicion, al humilde
colono alllerieano, al l'rOi;() de CÚdiz, proscrito por sUs
ideas de independencia i liLel·tad patria, colocado en :Madrid eOlllODirecto!' Jd primer establecimiento de ciencias
naturales i corno profesor de la primera Universidaq del
poclero8o reino espai1ol, para volver a hablar de su maestro Mútis.
'
a
XVIII.
El 2 de enero de 1797 ccsÚ en el gobierno el conde
Ezpeleta, dc;:;pues de llabor administrado- el vireinuto siete
años. La Espedicion llevaba trece de existencia, la corte
de Espafía redanlllha sus trabajos con instancia por COllducto del virei, j sinembargo Ezpeleta no hacia ell cumplimiento de estas escituciones sino trasmitir1as al sefíor Mutis
para que se impusiera de ellas. En la relacion que dejó a
JlU Sllcesor tiobre el estado en qne quedaban los asuntos del
gobierno, fecha 1." de diciembre de 1796, dijo: "Para
descubl'ir i dar a conoce¡"científicamente los espllcíficosque,
para alivio de la humanidad, ha prodigado en este reino
ht naturaleza, se diguÚ ~" JIrI. destinar a este vireinato una
Espedicion botánic¡t cuyo director es don José Celestino
Mútis" sujeto mui respetable por sus vastos eonocimientos,
por Sil celo del bien pÚhlico, por sn aplícaeion a estos útiles
trabajos i por su virtud, Este digIlOeclesiástico habia fijado
su residencia i In.de sn Espcdicíon en la eiudad de Mariquita, i habiendo estim,lllo conveniente trasladarse a esta
capital lo ha verificfHlohace euatro afíos mediante los ansílío;:;que al intento le faeilit{·, Con este motivo he tenido el
gusto de reconocer parte del fruto de sus tareas en muchos
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-89i bellísimos dibujos de considerable poreion de plantas de
estas rejiones, lo que me hace creer mui adelantada su obra,
por cuya conclusion insta repetidas veces la corte; pero la
delicadeza i la misma prolijidad
de su autor la detienen
sin duda, a pesar de la espectaeion del mini:;tel'io i del pÚhlico, i considerando
yo que las ohras Ilel cntendimiento
no pueden ni deben precipitarse me he cerrillo a dar noticia
a don JOS(~ Cclestino Mútis de las realos (Jl'dene;; del asunto,
i a franqucarlc
cuantos ausilios me ha pedido pura el desempeño de su comision,"
Gran,lc fné el apoyo quc prestÚ Ezpddu a la Especlicion: contriuuyÓ con todos los rc('uJ's()S que estaban a sn
a.lcance mlmillistrati ~'o para el llwjor lOg'ro de su" filH..'S,i
Mútis recihiÚ de su autoridull los tratallli¡mtoi\ mas honorables, El ilustre sa]lio le dedicó, ell pl'llcoa ue su agradecimiento i como 1111 testimonio del alto eoneepto que le
merecia el virei, un nuevo jéucro de phmtas de la gran
familia Ile las sinantéreas, descubierto i descrito por él bajo
el nombre de e.zpcldia, aumcntado des)Jncs pOI' UUIlluoJdt
i Bonpland con otras dos especies, e::pddia a¡y¡cntea, e,zpeletia COI'Írnoosa.
XIX
.Ezpdeta tuvo un sucesor digno dc él. El vireillato, que
habia saboreado los beneficios de un gobierno algo liueral
durante s '.1mando, nada tuvo que estraíiar bajo la administracion de don Pedro Mcndilllleta,
tenicnte .icneral del
ejército espafiol, slIjcto que reunia 1m; prendas del homhre
polític.¡ a las dclmilitar denouado i a las del cortesano mas
cumplido. Todas las empresas lawluhlcs acometidas por
sus antecesores, las continuÓ COIIel mismo interes <l11esi
hubiesen sido inieiadas por ('1. Ilnstl'fHlo, la educacion de
la juventud i el adelanto de las CiClWi:h;fueron ohjctos especialmente atendidos en Sil tiempo. CreÚ Hila cátedra de
medicina en el C()l~iil) del Rosario (le HClgutÚ, unjo la inspeccion del doctor :J\Iigl1c1Isla, tI HC la ,..inÍó ~rÍLtis; f'ué esta
la primera vez q ¡le se enseñÚ forl1wlmentc en 'la Nueva Granada b eiencia de Hipócrates
i de Srdellharn, l~a Espediciol1 recibiÚ tamhien de su autoridad la proteccion i los
ausilíos quc nccesitó, hasta que al despuntar el siglo prcwn.te, se ahrieron para ella nuevos horizontes.
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-90-
xx
Dos Babios vifl:ieroseuropeos, Alejandro baron de Humboldt i Amadeo BOIlpland, que venian a recorrer el continente americano, cargados de una coleccion considerable de
instrumentos de fí¡;ica i astronomía, desembarcaron en Cartajolla el 28 de marzo de 180l.
IInmboldt, nacido en Prusia en 1769, habia heredado vastas propiedades i destinado SllS rentas al cultivo de las ciencias. A los yeintiun afios comenzó sus viajes Eor Europ_a,·ia
los veintisiete había visitado ya la Alemania, Polonia, Francia, Suiza, una parte dQInglaterra, Italia, nun~rÍa i España.
Restituido a ,I\\ris en 1J84, pensó en visitar el Oriente con
fines científicos, i aun se puso,en camino, permaneciendo en
:Marsella dos meses; pero los acontecimientos que en aquel
tiempo ¡;ecumplian en Ejipto i Persia hacian mui peligrosa
la nawgacioll del Mediterráneo, i por esto no se embarcó.
Cansada su pacieneia, pensó en volverse a España, con la
esperanza de encontrar medios de pasar pronto a Berbería;
mas, do repente abandonó este proyecto porque Bepresentó
a sus ojos ulla perspectiva mas grande.
Despues de residir algunos meses en :Madrid, obtuvo de
esta corte el permiso de visitar sus colonias del N llevo
:My.ndo. Al instante llamó de Paris a 'su amigo Bonpland,
dotado de eonocimientos profundos en la botánica i la zoolojíu, i sin pérdida de tiempo se embarcaron en la Coruña,
i dcspnes de haber tocado en las islas Canarias, en donde
escala¡·un el pico de 'reides para v:isitar su cráter, continuaron S11 viaje i arribaron por el mes de julio de 1800 a Cumaná. El resto del ano lo emplearon en recorrer la COl>ta
de Paria, las misiones de los chaimas, laE¡provincias de Cumaná i Barcelona i la Guayana espanola. Luego se internaron en los valles de Aragua, donde pudieron admirar la
pompa de la '·e.iet~'l.ciontropical. DespncB atravesaron los
Llanos de Barcelona, ese inmenso territorio, esa larga BUcesion de desiertos estériles que en una estension <fe 200
millas no presentan llll arroyo, ni una .floresta, ni yerba ver(le; muchos días echaron en c5ta travesía sin ver lID arbusto, ni una cabaña, i sOfortallJo un calor de 4:3, 30 a 4:6, 10
centígrados. De San 1<ernando, situado en las. orillas del
Apure, entraron en el Orinoco por 108 7° latitud norte, i na-
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-91vegando sus anchas aguas llegaron a la conflnencia del
Guaviare, de donde salieron 11. 1ag misioncs de Santa. De
aquí pasaron por tierra a las fuentes del famoso Rioncgro,
i siguiendo las corrientes de este rio llegaron al fuerte de
San Cárlos. De este punto regresaron al Orinoco por el Ca·
siquiari, i de aquí a la mision de la Esmeralda, donde vieron
preparar el curare; querian tocar en las cabeceras del Orinaco, pero no. se.10 permitieron la~ tribus de indios que encontraron, prmclpa1mente los gU((lC08, hombres de tez clara,
estatura pequeña i sanguinarias inelillaeiones. Bajaron ,lucero el Ormoco con lilla navegacion pcnosa, sufriendo taIta
~e provisiones i continuos torrcntes de lluvia; i yjÓndos('
obligados a buscar abrigo i alimento en las selvas, JlO hallaron mas que nubes <le inseetos venellO~08 i UJI mísero
sustento salvaje. Escapados de tantos peligros i privaciones, volvieron a Cumaná, atravesando las llanuras de la
m.Ísion de los caribes,
En esta ciudad descansaron algunos dias; i cuando
hubieron recuperado sus fuerzas, mui debilitadas C11 esta
escursion, se fueron para Cuba, corriendo frecllentes azares en la navegacíon: cn aquella isla permanecieron tl'e~
meses. Allí pcnsÚ IllllIlholdt en pasar a V cracruz, atravesar a .lléjico, llegar a Acaplllco, embarcarse para :Filipinas, i dirijirse de aquí a Constantinopla, deseando encontrarse con el capitllll frances BuwlÍn quc proyectaba
hacer un viaje al rededor del mundo. Una f~a noticia
qne sobre la salida de este eapitall l'eeihieron eifCuba, lo•.
obligó a mudar de ruta; i para evitar cualquier fracal;{I,
enviaron directamente a Europa las (:o]ecciones i manuÍ'cnto;; que habían formado en Sil escursioll por las rejiones
d~l Orínoco.
J~aruta que tomaron fué la c1eCartajena; i en marzo de
1801 fletaron un buque i se hieieron a la vela, pel'IllItlleciendo algun tiempo ell el mar por falta de vientos favorables. IJegados a Cartajena, proyectaron dirijirse a PQ.namÚ, i traspol'tal'sú a Guayaquil o Lima, donde,. tiadOi5
en la noticia recibida en Cuba, aguardaban encontrar al
caIJitan Baudin; pero ademas de qne la estacion estaha
mui avanzada, dcseaban conocer a Mútis, cuyo nombre
era yu célebre en Europa, ver SIlS colecciones, examinar
sus trabajos, i esplorar ellos tambien la natural~á andina.
Despues dl! seis dias de maneion en Cartajena, dondt;
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-92Hu¡nbol<lt hizo obsern1.eioncs astronómicas,
empezaron
los dos sabios SIlS escursiones botánicas, mincralÚjicas
i
zooló.iieas, por los bosquC'A'lde Turhaco. 1.uego subieron el
.Magdalena, llegaron a Honda cargados de colecciones i
observaciones,
i <le aquí se trasplantaron
a Bogotá por
entre florestas de rnelástomas i cinchonas. 35 dias gastaron cn esto viaj e.
XXI
Menuinucta
recibió a los viajeros con benevolencia, i
presentado;; a :Mútis fueron tratados por él con la mas culta
urbanidad. Colocados los tres sabios a igual altura en grandeza de seutimientos i en e1evacioll de espíritu, bien pronto
la amistad enlaz(, sus corazones en nombre de la ciencia i
por la gracia del jonio. Mútis les abriÓ las puertas de la
Espedicion i les mostró llanamente sus herbarios, sus colecciones zoolÓjicas i mineralójicas, sus instrumentos,
sus manuscritos i sus dihujos.
" Hacíanse, dice lIumboldt, 108 dibujos de la Flora de
Bogotá en papcl gralld--aigle, i se escojian al efecto las
ramas lilas cargadas de flores. La análisis o anatomía de las
partes de la fnwtificacion se ponia al pié de la lámina. Por
lo jeneral se representaha caJa planta en trcs o <:uatl'o hojas grandes, en color i en Ilegl'O a la vez. Parte de los colo'res p-rocedian de materias colorantes indíjenas, deseonocidas
cn Europa. J amas se ha hecho coleccion alguna de dibujos
Illas lujosa, i aun podria dccirse que ni en mas grande escala. :MÚtis hahía tomado por modelos las obras de botánica mas admir:1.<las en su tiempo, las de Jacquin, de L'Hel'itier i del abate Cavanilles. El aspecto de la v~jctacion i
la fisonomía de las plantas se copiahan con la mayor fidelidad; los botánicos modernos que estudian las afinidades
de los V(detalcs segun la insercion i la adherencia de los
(¡rganos florales, acaso habrian deseado UIla amllisis mas
detallada <le los frutos i granos. Cuando los 6eñores IIumboldt i Bonpland residieron en Bogotá en el afío de 1801,
i gozaron de la noble hospitalidad acMútis, éste apreciaba
en 2,000 el número de los dibuj06 ya temlínad08, entre los
cuales se admirahan cuarenta i tres especies de pasifioras j
ciento yeinte de or<plídeas."
1_os viajeros se fijaron particularmente
en las láminas
trabajadas por Rizo i Matis.
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-93Queriendo e.llos reconocer la vejetacion de los alrededores
de Bogotá, :Mútis encarg() a Matis para (J11e 108 guiase, i
éste les señaló todas las especies pOI' sus nombres bot{micos, desempeñando
su cOlllisioll con la habilidad
de un
herborizf1.dor csperto. Ijuego visitaron las minas de Mariquita, de SI1Utn1H\ i de Zipu(1l1i¡'á, el pucnte natural (le Incononzo i la, cH"cada de TC'Jucndarnn. Cuatr() mescs permanecieron en Bogotá esplol'ando los llosqucs de las eercallía8,
examinando
1:1.;;rocas, luwielldo ohsl'l'vlH:iones astronÚmicas, ñsicas i jcúg-níficas, i formando colc(~ciOlWSde ]08 tres
reinos.
ilustrados en todas las dencius naturales, adornados de
vastos conocimientos en todas las lllatel'ins (lel sllhm', dotados de las lIlas grandes facnltadn; mentaJe", acabados de
salir de en medio de la dvilizacion
europea, lIumboldt i
Bonplalld est.imularon e ilm\traron la in'tc1i.icnc1a de Mútis
con SUEl luminosas conversaciones i. ¡:llS dil"cusiones científicas. Cuarenta afios hacia que Múti8 hal)ia dejado la Europa, i aunque los libros i los periódico:, lo imponían de
108 adelantos de las cienda" i de la marcha de las sociedades ultramarinas, la palahm hahla(}a es sicmp¡'c lUas insinuante, mas espl'eé va, lilas lat:t \l'lC In palabra escrita.
Pero 1)01'est.a mi¡.;rna 11erm:mencia en Am{·rica, c0l1sagrada
instante 1'01' instante al estndio de ¡:,nsvejdales, de sus animales, de su corteza tl'rrea, (le sus fenómenos físicos, :Mútis
ora la encal'nacion de la eicncia natural
de los Andes; i
agregando a esta eondicion su imtn1<'cion variada j profunda, i sn esmerada educaeion, rennia en si mismo todos
los títulos i medios para fe('nndizar, c\\mo maestro consumado, el ya hien eultivado talento de los ilnstrcl) viajeros.
:Mas aún: la Espedicion botánica, rica de lihros i de materiales científicos, a~10l11el'ados en diez i Biete afios de perenne lahor ; dcsempeííada i servida por un cuerpo numeroso
de homhres iutelijentes
i acuciosos, eada uno de ellos
profesor en su oficio; foco de las lucc:;, de las invenciones
i de los dcscu brimientos útiles de todo el vireinato; plantel
grandioso de la ciencia, EÍn igual en (~steni en el vieio
mundo, por el teatro de sus trabajos, por 108 recursos de
subsistencia con qne contalJa, por la inmejorable calidad
de 6U8 empleados, atesoraba inmensas obscrvaciones i ele-
. mentos nuevos dc historia natural, mucho mas que suficientes para dar pábulo a la sed. de secretos cOBillolójicos i
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-94al criterio filosófico i escelso de hombres como IInmboldt
i Bonplanu.
Al yísítarla estos sabios, hallaron recopilada
en sus estantes la natul':tleza de las rejiones equinoxiales de
.América, coordinada,
esc~iída, clasiñcada e interpretada
por Mútis, Valenzl1ela, Zca i los demas aiscípulos del pri, mero. Se puede decir que, aunque los dajerlls hubieran
pcrmaneeido
dopo anos en América, no habrian podido
ohtencr tantos datos a(~erea de la corteza física de estas re·
.i iones, eOlllo los q ne hallaron acumulados en la casa de la
Espedicion. Segnramente no se hacen cargo de esta circunstancia los que, mar\1yillándose del éxito de e;;to viaje me·
morable, dicen que parece increible.
XXII
En setiembre de 1801 salieron para Quito, llevando en
sucorazon las mas dulces memorias, i en su cabeza unagran
"urna de ideas adquiridas Gn Bogotá. Al atravesar los Andes de Quindio tnvieron que caminar trece dias por entre
el fango, sin hallar camino traficado, hasta que tocaron en
Cartn~o .. Anduvieron el valle del Canca f.:ntodas direcciones, i luegu se dirijictoll a Popayan,
de dOllde escribir,
Humboldt a :Mútis, con feeha 10 de noviembre, lo siguiente:
" La situacion de Popayan es deliciosa. lIna campiíía
risueña i variada, bella ycjetacion, clima templado, el trueno mas m~~iestuoso qne jamas se ha oido, las producciones
de los trÚpicos al frcnte de las cimas ncyadas de los Andes
i de hocas que yomitan humo i lLguas sulfurosas: esta mezda de 10 grande i de lo bello, estos contrastes tan variadOE',
que la mano del Todopoderoso ha sabido colocar en la mas
perfceta armonía, llenan el alma de las mas grandes ~ interesantes ímájenes. I~os habitantes de esta ciudad ticnen
Ulla cultura lll;who mayor de ]0 I¡Ue p'U(1iera esperarse, pero
mueho menor de 10 que ellos se lmaJinan. Aquí todos rece·
tan por(lllC han leido a Tissot ; todos saben química i física
porque han visto el .E8pectáculo de la Naturalez(t. Por 10
demas, es mui dÚbil el alJlor a las eiencias de que tanto se
lisonjean estos hahitantes.
Ninguno ha querido acompaiiarnos en nuestras cscnrsiones difíciles, ni nos ha preguntado el nombre de una planta ni de TIna piedra. Ninguno
lHt examinado
las maravillas
que tiene al rededor de 6í,
tales como las hocas del volcan, 8U altura, rm 6ituacion,
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-95~len 'que esta reprension puede h~ersc a toda la A.mériea.
A. pesar de esto, me satisface mucho ver aquí buenas disposiciones, una efervescenoia intelectual que no era cono.eida en ] 760, desoo de poseer libros i de conocer los nombres de los hOlnbres célebres, una conversacion que rueda
sobre objetos mas interesantesfluc elnacimicnto de cali~
.dad ... _Todo .esto forma,un hucn aguero ; pero terno mucho
que no pasen de aquí, si no fC muda cnterarneute el plan
.de educacion, si no 8e les haee entender que no se puede
aprendec todo en dos dias, i <pHlvale lllas saher poeo como
se sepa. h;en. N ucstro espíritu es como el agnn., cine pierde
de profundidad a medida que se estiende por el terreno.
Por lo demas, la física, las ciencias que faltan a todos lOIi
amerieano8, no pueden cehar raices profundas sino en una
jen~ra<:ioll robusta i en~tjioca. i Qilé se puede esperar de
unos jóvenes rodeados i tlervidos de esclavos, que temen los
ra.yos del 601 i las gotas del rocío, que huyen del trabajo,
que cuentan siempre /Con el dia de mañana., i a <lulenes
.aterra la mas-lijera incomodidad 1 Estos jÓvenes no pueden
dar sino una raza afeminada e incapaz de los sacrific:os que
piden las ciencia.s i la sooi(ll.lad."
En esta misma carta hal¡la.ba IIumboldt a },fÚtis, en
términos escepdonales, del doctor .Fran<:Íseo ,f O¡;{, de Oáldas, que .entónces residía en aquella ciudad, donde había
visto la primera lnz, entregado con t()da. su alma al estudio
práctico de 108 fenómenos. ñsicos i celestes, a la observaOiOR de los vejetales i a trabajos jeográficos. Grande i mui
grata fué la sorpresa de 108 viajeros al dar con aquel hombre dota.do de singulares dones intelectuales; i como llevasen ca.rtas de recomendaekm de Mútis, afectuoao ami~o de
CliMas, les a.brió fraternalmente su coruon i ros trató oon
la mas cordial franqueza. Esta.ba a.lSS{l.Zonen el verdor
de su edad: nacido (Jn 1771, acababa de cumplir treinta
atlas, que habia empleado en el estudio de lállletl'a8 elási.
cas, de 111. filosofía, {le las matemáticas, de las cioodoo naturales i de la jurisprudencia.
u Hizo (dice su ilustrado discípulo el Sr. Lino de Pombo,
én la preciosa ;J[c1iI<Yr1:a ld.¡¡thrica, llena de interesantes por~eno~, .(ple, ~~bre la v!?~, carácter; trabaj06.r:i~ntí:fic08i
literanos 1 serV1CIos:patnoticos de Caldas, p-nbheo en " La
Siest&," bello periódICO de Bogotá, dado :a ·}m en~852)1
hizo.sll8 primeros estudioS de latinidad i ñloBoña en el
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-96Colejio Seminario de la ciudad de Popayan;
i uno de
(:atedr:í.ticos, el doctor Félix Restrepo, hombre de
instruccion i talento, advirtiendo en él aficion i dis~8ieiollC8
admirables para el estudio de las matemátlcas.
lL!\1pO cstimularlo
i dirijirlo de tal modo llue, no BOloaprendio Cáldas en pOCOil dias los diminutos prineipios matemáticos contenidos en los escasos i anticuados< libros que en
~ttclla época se encontraban
en el pais, como Euclides,
Woltio i el padrc Tosca, ~illo que por 108 esfuerzos de su
jellio i de su perseverancia, dejó pronto mui atras sus
'textos de leccion i a 1mrcspetahl~ maestro. Tan granae era
01 eutusiasmo del jÚven estudiante por la ciencia de sus
simpatías, que se trasnochaba de ordillRl'i(, cultivándola, i
solía la aurora sorprcu(lerle olvidado de sí sobre sus prohlemas. Advertidos sus padres de Cl;ai) frecuente::; djilias,
He las prohibiel'On, i aun lo privaba de luz su madre a la
hora regular de acostarse, para que durmiera;
pero él dáhasc al'bitl'ioB para eludir Sil tierna vijílancia, tinjiéndose
dormido, i tarde de la noche se procuraba 'vela encendida
para continuar BUS tareas.
- "Cone1nidos (Inc fueron 1101' Cáldas los cursos reglamentarios de íilosofía, enviáronlc al Coll'jio mayor del H08ario
de Bogotá, en donde obtuvo la heca el 21 de octubre de
1188 ; i solo por complacer a su familia siguiÓ los estu<liof'de jurisprudencia,
sin perjuicio de los únicos de snagrado,
pues dedicaba gran parte del tiempo a las cien(ihti físicas i
matemáti(Jas, i con particnlaridad
ti. la astronomía.
Coronó
¡;1i c,'tncra,
corllo ha solido decil'6e, alcanzando
los grad~
de, bachiller, l~cellC~ad? i doctor en ?crech?, .pero flÍendo
aponas un medIano.l unsta: su vocaclOn deClclida era otra.;
i 8U solitarios t\iel'cieios privado.s,adivinando
como Paseal
lo que 110 hallaha cn los libros, O descubriéndolo por investigaciones Berías, se habia formado ya regular matemático,
i astrÓnomo teórico."
El señor Pombo Jto nos dice si MÚtis fué o no maestro
de Cáldas. Ni teng-o yo a la vista doculUcnto algtmo fehaciente en qne poder fund~l" \In concepto aseverativo a
e8tc respecto; pero -¡;i se tiene' presente que cuando hubo
venido Cáldas a Bogot», Be estableció en e¡,¡ta capitt\lla
Espedicion \'¡ot¡lJlioo, de rcgr-ea6 'de :Mariquita ;' i sí no Be
olvida ~jl:een a<plel tieI~.po~joo.tabll. Múti.slma c~tcdra~c
ma.tematlCas en el COICJ10 dol RqsanQ, de que Caldas era
SUB
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-97será lícito conjeturar por lo m<Ínos que este B8.bio,
entónces ávido de conocimientos llllltemátie08 i f'ísicOs,;e
alumno,
fuclinado l\ la contemplacion de la naturaleza, 110 tan solo
aprovechara
las lecciones qnc pl'Of'ci\ullll 1vI(¡tis en el Colejía, sino q ne, ademas, le suplicara el f¡l Val' de admitido
en 8U g¡Lhinetc pl\rticnla-r i en los tratH~ios tic la Espedieion:
allí para recibir lec~doncs de jcografía, astronomía e historia natural;
aquí para hacerse perito en las tl ise·ecíones,
desro-illciorie8, clasificacioncs idiseños. No se cOlldhe cómo
OOdas, que pul' su vehemente aficioll al saher i pOI' su
carácter per¡:;cWCl"alltc, no perdollalHl medio de Ruquirir
luces i de proporcionari\e l'l'(,un;os para hacer adelallk)B en.
los ramos de su pl'ellilcccÍoll, descllidam l'cculTir al eficaz
apoyo de un sallio tan ver~ado en dIos, tan competente
para tlirijir sn instl"llCcion i su talentu eon}(. el Renor Mútis.
"Por el año de 1793, continúa el señt)!" Pomuo,re~resÓ a. Popa.yau, i forza.do por cil'cnnstancia¡;; domémea.¡¡,
Iinbo de dedicarse acspeeulaciones
raten-L¡; mercantiles en
el:territorio de Timnná i la Plata, qne le salierollUlal i qtH~
pudo' abandonar al fin, resuelto a consagrarse a SUR ocnpadones favoritas; a rcdncir a la práctica ~1;S conoeimientos
jeomét¡'ieos i astrollÍ>lnicoi\, aunque dt'~l'ru\"i¡;to de 108 medios indi8pellsables, i esease" sobre todo, d(~recursos pecu.
niarios. Hizo, en eonsccneJl(~ia,eIl
17!Jfi, \lB ll1WVO vIaje a
la capi.tal para buscaralhl11l1os libros, Illll}'ores luces i al-
gunos instrumentos;
i 110 habiendo encontrado éstos,
'\Tiendo, como él mismo refiere, que era necesario snplir con
la obstinaeion cuanto le falta ha, iC()1\centrar",c dentro de eí
propio, determinÓ empezar fabricímdolos,
en 01 6ilenéio i
en Taoscuridad de Popayan, cn el COI·;u:on de los Alldct=),
toInando por guía lasO?H;ei'M~~8
{(8frollÓmica8 del célebre marino espaiíol Don Jotju Juall;
por artífices Rusiliares, a U11 carpintero, un herrero i un platero; i púrrnat,e·
J'ÍaleS, Q(1I1eUos de IIue le fuesc' dado disponer."
FJ!l la ya cit.ada Jlli11fw'ria l'(8tárica, puede verse el modo
<;omo aqncl sáhio fahrieÚ a cimas pena,.; algunos instrumentos, i 01 trabajo l¡ne le costÚ conseguir otros, para-fija!' la
posicion jeogrÚfiea de su eilldad natal, i con los caaleti
calcnló Y<lrias otras hltitude~ i lOlljitudcsquc,
rcctificadardespues ("Ull lUni huenos instl"l1rnentos europeos, resultaron
(}i~repar llllli poco,
.
_~f·~tl~<; desu segnndo viaje allogotá, agregKel auto.r,'¡
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-98durantesTl c''Ortal'esideneia aquí,yahabia trah~iado haBtante
con el barómetro, i publicado algunas de susouservaciones
barométricas en el periódico titulado "CÚ'l'reo CurÍoEO;'~
de manera que a la edad de veintil:lciilaños ~'Staba en la
plena posesion de todas las dotes intelectuales, natmales i
adquirida~ i lloeiollcspr:icticas necesarias para acometer,
con feliz éxito, la alta empresa que meditaha de la carta
jeueral del antiguo vireinato, para servir útilmente a la
astronomía como centinelll. i esplorador del hemisferio sustral celeste en la vecindad del ecuador, i para ser el fllDdador de la buena ensefíallza de las eiencias exactas en el
pais de au nacimientt>."
XXIII
A la llegada de IIumholdt i Bonplaml a Popayan ya
Cáldas habia reunido un herbario con¡~iderable que contenia las plantas de las feraces comarcas del Callea, i había
hecho observacioneB sobre la jeografia de las plantas no
ménos importantes que las observaeiones 8stronómicas i
fisic88 de que se ha hecho referencia. Todas estas observacione,s paB:U'OI~
a la car~era de los ilu?tres "iajeros. Ademas, Caldas habla descubIerto ya que las nwntafia8 se pueden medÚ' cO"n el terrnóme"bro, C01nO 8e hace con el barómetro ;
descubrimiento que formuló en el siguiente problema ~
.Dado el caJ.,(tl' del agua h'irviendo en un lugar, hallar la
elev{k,-ion correlativa del mercurio 1m el barómetro, i la
altura del lugar 80&1'e el nivel del mar.
"Los pormenores de este descubrimiento importante,
dice el señor Pombo, debido orijinariamente al contra.
tiempo de la rotura de un termómetro inglés por la estromidad superior del tubo estaban ya consignados en nna
memoria de Cáldas, firmada en Quito en abril do 1802,
i que dió a luz un amigo suyo el año de 1819 en Burdeos~
con illllllmerables errores tipogr'.ilicos. Veamos lo que de
ella aparece.
" Forzado a rehabilitar su termómetro roto observa que,
despues de fijados con rigorosa exactitud 108 términos ordi·
narIOSinferior i saperior de la nueva escala termométriea.
a saber, el de la cOlljelacion i el del a~ua en ebullicion, i
de trazada ll\ escala, di vidiendo el espacIOintermedio en 80
partes ignales, rcsultaban los grados demasiado pequeña¡;;
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-99en comparacion con los primitivos, e indicada con incre"
mento notable la temperatura de Popayan. Reconoce desde
luego que hai error : advierte mas tarde no poder élderivarse del término de la conjelacion, igualmente fria en
todas las latitudes i alturas segun sus propios esperimentos;
acordes con la doctrina corriente, i que provenia por tanto
de estar deprimido el término superior de la escala ; deduce de aquí que. el calor del agua hirviendo no era e~
Popayan el mismo que en Lóndres, que calor igual debia
Buponerpresionigual atmosférica; lee, medita, ensaya·correcciones sobre bases hipotéticas inferidas de alguna frase
vaga de un libro viejo, i se persuade al fin de que era necesario buscar el grado de calor del agua en aquella loca.
lidad, de un modo directo.
" Oon qué viveza de colorido, con cuánta animacion i
entusiasmo prOfesionalpinta su elegante pluma las dudas
que le asaltari, las cuestiones que en su mente se encadenan, las soluciones que vislumbra, su firme propósito de
perseguirlas por voluntad i por deber, i hasta la simple
8ucesion de los. hechos!
"De un esfuerzo en otro, de raciocinio en ('aciocinio,
viene Oáldas a parar con inefable gozo a esta serie de con"
secuencias.-" El calor del agua hirviend,¡¡)es ;propor{lional
" a la presionatmosférica: la presion atmosferica es pro" PQrcional a la altura sobre el nivel del mar: la presion
" atmosférica sigue la misma lei que las elevaciones del
" barómetro, o, hablando con propiedad, el barómetro no
" nos enseña otra Msa que la presionatmosférica: -luego
"el cedor. del agua 1W8indioa la pre8ion atmo8.férioa del
" m,i8momodo que el barómetro,. luego puede aarn08 laa
"el'evaoion.e8.d.e l08 Z,ugare88in neoe8idad delbarómetro,i
" oon t{J;Uta, 8eguridad como él.", Pero modesto siempre i
desconfiado de sus alcances, nuevas reflexiones rebajan a
sus ojos el mérito de ·la dMuccion final, considerándola
demasiadoobvia"i Sl.) rehusa a consentir enla idea de que
ella no hubh~se9Currido ya, de tiempoatras, a algun Babia
europeo. Oons\lltando,sinembargo, la Fí8ioa e8perimental
de Sigaud de la Fond, 10 mas moderno que encuentra, nada
h~lla parecido a sllteorÍa: i aun jnzga'~odavía imposible
Que a tan grande8 hombre8 Be h~tbie8en'ocultado tale8 pequeñeoe8.· "Qué dudas 1esclama ,: qué suerte tan .triste la
-' denn americano I Despues de'lUuchostrabajos, si llega
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- 100 " a. encontrar alguna cosa nueva, lo mas que puede decir
"eS,1W e8t¿ en m,i8 libro8. l Podní alg,m pueblo de la
"tierra llegara ser 6abio sin nna acelerada comunieacion
" con la culta Europa? ¡Qué tinieblas las que Il08 cercan I
" Pero ya dudamos, ya comenzamos a trabajar, ya dceea" mos, i esto es haber llegado a la mitad do la carrera.!'
"Un buen termÓmetro de DoIlond, cerrado en Lóndres,
qne afortunadamente consiguió Cáldas. en que halló exactalilente el término del hielo, i que usÚ con todas las pre.cauciones del eaSOdespues de haberlo marcado con lQ,escala de Heaurnur i habcrle adaptado un nonio quo daba
décimos de gmdo, vino a confirmar BU principio fundamental sobre el calor del agua hirviendo; el cual resultÓ
ser de 75",65 en POl)ayan, a 22 pulgadas 11.2 líneas de
a1tur¡¡. ua,rométriea. A esta observacion ag¡'egÓ otras muclll\S, hechas en puntos de diferente nivel con presencia
del termómetro i del barÓmetro, no solo a las inmediaciones
de Popayan sino taml>ien en la Illui accidentada vía de
tránsito de Popayan a Quito, con oeasion de un viaJe a
aquella ciudad cmprendido por asuntos particulare8 en
1801, i todas aparecieron ratificando la conjeturada PTOporcionalidl.l.d.
>
.,
t
•••••••••••••••••••.•••••••••••••••••••••••••••••••
. "Aguardaha
Cáldas con impaciencia la llegl1iJa del
baron de Ilnml>oldta Popayan para sujetar a su juicio la
teoría que, con tanto esmero, había creado i :perfeccionado,
i saher al fin si era nueva. El ilustre vi~lero solo pudo
citarle otra teoría imperfecta i precaria, indicada por Sucio, de que ya {~Illahia tenido conocimiento por la obra de
monsieur Si~aud, hasada en la ¡;;impleobservacion termométrica de la temperatum.
"r. CÓmo es posible, dice
"nuestro malanmtllrado compatriota, l}ueel temple de la
" atmósfera n~rialldo hasta el.infinito en un misIllo nivel,
"en quo inflnp:m el lugar, la reflexion, un viento, una
"nube, la hora, pueda servÍr con fijeza para determinar la
" eIevacion? A Ull cuando se supongan dos observadores
" qne do convenio observen al mismo momcnto, cuántas
"eaus;as locales, i lJal'tim¡]ares a cada estaéion, alterarán
" el licor del termÓmctro! j Qué raro, (1ué difícil hallar
" un dia perfectamentc soreno! i solo esta cirennstancia,
"qué limitado hace el método de IIoherden i de Sucio!
" Por el contrario el del agua.hirvicndo presenta toda la
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-
101 -
"oomodidad, torb la precision que se pueden apetecer.
"Que sea el tiempo serono, nublado, frio, caloroso, con
"Tiento; (IUO el observador esté a euhierto o espucstoi el
,. agna hirviendo indicará siempre en el termÓmetro un
"calor proporcional a la prpsion,"
"EntrÓ, pue,'" Cáldas en ])08e8ion de SlI de¡;;cubrimiento:
i apcsar de la noticia que de (·1 tUYO 1I nmbolJt, apesar del
llU'go tkmpo tl"asc'lll'l'ido,
todavía !lO >le le COlluce cn Enropa, segun parC(~I~, i mui !Joco ell llucstro propio pais,
cÍrennstauc1ada, impresa I'TI Hurdeos en lSHl,
en cAAtellano, i pOI' un orijinal (lue habi¡t mntilado (·1Yol'az
(,onU'jen de Illlestras costas, saliÓ, tomo ya :-;('dijo, plagada
de errores, i, adema,.;, no ha tenidu eíl'<..nlacioll: será conveniente
l'cimJ>l'illlirla,
csptll'ga<1~t de bUS gran:;; defectos
SllmefllOl'ia
cOn amor e intclijencia, no m(;nos en lwnm del grato nomhre dé su autor que para utilidad COTllllll.
" Indi"pensable, aunq'le lwnoso, es ]¡aecr aqui notar qne
el baron de Hnmholdt no COl'icspondiÚ de la manera qlle
6l'&de esperarBe a la. confianza i noble fnmqnez!\ de Cáldas,
on lo relativo a Sil descubrimiento
del priJl<'ipio innlriable
do variahilidad
dd ('alor del agua en t~ll1t1lieioll; ¡lO obstante haberlondmitido
COlllO orijiJlal dcspnci' de ('eder t'¡
campo en la objeei()Tl que pTf>lHlSO (h ']1/1< el mlm' (/;;1agua
¿lariaha Il h~ mi8ma pre~~¿onluu,ta IUI (1/'((((0. ¡;egnn lo
afirma CÚldas en su :Memoria, i TIa ohstante hall(:'!'8e apro\'eehado de él en el Cllr80 ¡;nh¡;t~cnt'lIte de su» ('sp]orHcioIles
cientÍfica¡;. En lsoa dir:ijió aqucl sabio (](,sde (';'uayatluil
1\1 domo!' .TOS(l Ce!<1¡;tiIlo:MÚtis el 1'1'iJl\1'1' hf>i'f[lll'jo
de su
Ouddro fi,.,iw d.~ las l'~jilH¿eN l'f~uatoJ'ia!i',~: cste hOl';(l'l('jo
fué pllbli(~adopor C,Udas en " El ScmaJlario~l de 1809, fielmente. traducido del l'e:>pcetivo Jl1RI\Il!icl'ito, i nada se hablaba en (,1de oh¡.;el'vaeiones del' señor Baron ni de persona
a~~na. sobre el calor d~~lag~ul,:Mas tarde el Ouadr<> reci~
hlQnotahle eusan<:he 1 pultmento (le mano de 1'oU autor, 1
así ensaJlcltado i perfeccionado Be le eneUl'lltra; ;Tlsorto, en
español, ('1m la <~ol'l'cspolldiente advl'l'li'neia. en la reimpre:;ion del S"lllltnflrio J¡edw. <111 l'al'i" en 1S4-!Jpor el señor
Acosta:
allí ltai \lna secdon (·t>H d l'lltmbezHmiélJto"Grado
de (':tlor cid a~ua hirviente u diversM alturas,"
IJn que se lee lo <]lit' ,,¡,,'ue :
"El grado d0 c<'\lo1' que adquieren los líquidos ál1tes
., de-hervir, depende del peso de 111. atmÓsfera; i como este
BANCO DE A !U\
BIB',IOTeC/\.
LU¡::'·~1.
,.
A.'"
A
''-''-'
T-'-~;cION
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Luis••.•
Ángel
Arango del Banco de la República,Colombia
- 102 " peso varía como las alturas sobre el nivel del mar, cada
" a.ltura tiene su término o punto de ebullicion eorres~n¡: diente ....
(Sigue una tabla). En el curso de mis VIajes
" hice muchas esperiencias sobre el hervor del agua en las
" cimas de los Andes: me propongo publicarlas, i con ellaa
" otras ejecutadas por MI'. Cáldas, natural de Popayan,
físico distinguido, que se ha consagrado con un ardor sin
" ejemplo a la astronomía i a muchos ramos de la historia
¡¡ natural.
... &3."
¡¡ Ni una sola palabra
acerca del descubridor de ese
principio en América, por sus propios i aislados esfuerzos!"
¡(
XXIV
Poco tiempo permanecieron Humboldt i Bon:rland en
Popayan; empero, merced a los estensos conoCImientos
que, sobre aquella localidad, habia adquil'ido Cáldas, esta
corta estancia bastÓ para sus miras científicas.
De Popayan se dirijieron a Quito, reconociendo al paso
la naturaleza de Pasto i de los valles que median entre el
Guáitara i aquella ciuda.d. AsociÓseles Cáldas, que desde
mucho tiempo lÍntes habia pensado hacer' un viaje 3 la
presidencia de Quito, con el fin de esplorar la vejetaeion i
levantar la carta corogl'áfica de aquel pailS; i como conocia
bastante las comarcas de Pasto, su compañía no tan solo
fué grata, sino de grande utilidad para los sabios estran
jeros.
"Mucho estimó el Baron sus talentos, admirado de ver
un astrónomo por su propío esfuerzo; i corno el verdadero
sabio es como el sol que brilla mas miéntras mas comunica
!lU luz, no'dudó
aquel viajero adelantar los conocimientos
de su nuevo amigo, obteniendo en cambio sus observaciones
i la cooperacion a 6U6 trahajos. Felizmente para tan b~ena
compañía, ella caminaba sobre los pasos de Bonguer 1 La
Condamine, aquellos sabios que habían venido ántes a
Quito a verificar la idea del gran N ewton sobre la figura
de la tierra. N uestros viajeros confirmaron la exactItud
de muchos de sus cálculos, reformaron otros, hicieron nucvos adelantos, subieron a las altaa cimas del Pichincha,
Chimborazo &.', terriblcs maravillas de la Creacion, con
el valor que infunde la ciencia, sin temer el yelo escesivo,
ni las lavas de estos volcanes. De allí bajaron a las vaata.
o
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- 103 selvas que adornan 108 valles del Ecuador, lugares encant&dospara el amigo de la naturaleza, en donde la vejeta.
cion es tan activa i siempre lisonjea sns ojos la corpulencia
i el verdor de los árboles. Cáldas tnvo la pena de ver embarcar en Guavaquil a sus compafieroBi amigos: quedó
solo continuando sus tareas, colectando i determinando
plantas nueva8~ levantando cartas jcográficas i haciendo
observacioncs de astronoUlía." (LA BAGATE:LA, .J[emoria
biográfica de la NUe'¿'(t Granada, 1852, número 3.
llumboldt i Bonpland recorrieron las rejiones que baña
el caudaloso Amazonas, permanccieron luego en Lima algunos meses, se dirijieron lllas tarde lÍcia :3I{~ji('odonde
hicieron larga residencia, dcspues se encaminaroll ácia 108
Estados lJnídos, i de aquí regresaron ti Enropa. No seguimos detenidamente sus huellas por a<JllCllospaises, porque
eso saldda·de los límites que 1108 hemos trazado.
Grandes rios, montafias colosales, voleanCil,eata.rata8~
selvas seculares, veneros de preciosos metales, todo lo vioroni examinaron con el cuidado que les permitia la rapidez de sn viaje. Miéntrss que Humbúldt interrogaba 108
ciclos, golpeaba las rocas, media la altura de las cadenas
.andinas, determinaba la posicion jeográn('(\ de los lu~res
i bu,scaha las causas i leyes de los fenÓmenost'í8icos, .!:Sonpland enriquecia el catálogo botánico uniyersal con nuevas
especies, i aumentaba la fannÍa del mundo con animal{'$
desconocidos. N o méno8 que todos los ramos de la cosmolojía, hicieron con<J.,uistasde alta importancia la antropografia, la etnograha, lalin~iiistica i la economía política.
En efecto, Ilumboldt hizo inmensas observaciollCi sobre
la constitucion fisiolÓjicade los aboríjenes, sobre la. orgnnizacion social de las diversas tribus, sobre BUS costumbres,
sus dialectos, su modo de vivir; sobre el .1(.nerode administracion que habia planteado en sus colonias el gobierno
espaí'lol,sobre el número i calidad de la poblacion hispanoamerieana, sobre las fuerzas productivas que esta poblacion
podía de1o;cllvolveri sobre el gran continjcnte de valores
con que }lodia contribuir al eomercio; ob.,ervaeiones utilísimas que han sorddo i servirán para illl"trar poderos;\mente grandes cuestiones socialcs, políticas i relijiosas.
Por espacio de cinco aíios respiraron el ui¡'c embalsamado de las vírjenes rcjioues americanas: cuatro aflos do
estudios constantes, proseguidos sin descanso; cnatro años
U
)
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-
104 -
uc continno movimiento, dé inccsante actividad orgánico. e
intelectual,
durante los cnales pasearon el continente de
tillO a otro cstrcmo,
dcteni{mdose tan solo en las ciudade8
mas populosas a fin de arrccrlar colecciones, escudriñar· la
índole de los gobiernos i de los hombres, fijar los descubri·
mientos i da.r forma literaria a los resultados mas trascendentales de sus afanosas perquisiciones
científicas.
Vida
errante i atareada;
vida árdua, llena. de flLtigaR, de inmi.l,
llentes peligros, de amargos trances. Sinembargo, por con,;ecneneilL de este movimiento tan sucesivo conio dilijonte,
impulsado por el anJlClo de la verdad i alentado por
él deleite de la imajinlLcion, hallaban a cada paso en.
cantos supremo;; en las infinitas vistas, siempre val'iadas,
siempre espllmdidas, qne oí't'ccen los cielos i la tierra de
AmÚriea .•. Dedicado, dicc lIumboldt,
desde mi primera
.i u ventud al estudio de 'la naturaleza, sensible a la belleza.
agreste de un s11elo erizado de montañas i cubierto de antiguos bosques, he hallado en este viaje goces que me han
<:ompeIlsado de las privaciones consiguiente8 a una vida;
Ia.boriosa i casi siempre ajitada."
xxv
"Fruto
del viaje dc Cáldas de Popayan a Quito en el
año de 1801, diee el señor .Pomho, fué una Jremor¿l1, sobre
la niuelac¡on de la.~planta..~ qlle Se miltÚJan en la1JéCÚulad
del EunadOl', qnc fúl'mÚ i remitió en HW2 al señor l\fúl1Í8)
a quien la dedicaba. Ese trabajo qne contenia important.es
obsen"acioncs aplicables a diyel',;os eulti\"os, i (~Ollc;;peci&lidad al del trigo. era ensayo de otro mas Útil i grandioso
rpw meditab:t, i para el cual continuó recojiendo l~lateri!l.les
}>or largo tiempo: el de la Jeoflrafía de la8 plr(uta8 del
"ire/nato de Srtl/,t(,;f'é ,/: 81(. carta botJ.ni{'a con perfiles de las
varias ram ificacio/lcs de los Andes en la cstension de llUeve
;.;rados de lat.itud. qnc diescn a conoce!' la altura en que
vejeta cada plantn, el (~lima de qne necesita para vivir, i
el que m~jor convicne a su desarrollo."
1.Hti8 le escribiÓ en 1~O.2, de Bogotá, partieipándúle
que lo habia agreglL<lu a la Espedicion botÚllica, i hacién.
dole saher que :'la }ll'illcipnJ encargo era colcetar las plantas
de la pl"e~idctlcia de Quito, espocialmente
laH quinas; le·
vantar la carta corogl'áíica;
hacer observaciones
astro1l6-
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- 105 micas, bal'Ométricas i termométricas;
furmar la estadística
de aquella SOCCiOIl del vireinato,
i delicribir los US05 i costumbres de la poblacion.
Cálda:; H(:eptÓ; i en julio de
1802, despnes de lwuer observado en l"¿uito el í'o1sticio de
este mes, empezó sus escursioneí3 por lo:' cOJTejilllientos de
11)arrl\. i Otan-llo, (:011 cuya carta regre::;Ú a aquella ciudad.
donde se ocupÓ cn fijar su latitud. "plJl' illlstallcias, agrega el señor Pornl,o, del presidente Baron tie CaroIldclet, i por reeolllcndacioll de J\lútis.
se compl'lJll\ctiÚ a esplorar el territol'iu por clOllllc se }Jn>tendia ¡tbril' un Huevo camillo (le Ihal'Ta Ú('ia la embocadura dd río Santiago en el llltU' Pacítieo. ll:ulIado camilH.
de Malbucho.
Pendró, en efecto, en [HIncHo;; h08qllcs enrnaraflauos, solitarius i malsano:" i descIlljJe[IÚ :;n comision
cumplida i slitísfadoriam~Dtc on julio i agosto de 1803.
lcvantando el plano topogrMieo con millllcioso trazado del
curso de 10:-; ríos, i con detenninacion
::tl"tronÚmiea i harométricll de todos lo::;puntos importantes.
Hizo llumer-osa..<;
heroorizaciollcs, cortó el perfil del tenClll) dcsue la níeVl~
perpetna. hasta 01 oCl'ano, estableciÓ la altura dd mercurio
i 01 grado de calor del agna b irvÍelldo al ni "el del mar; i
nI cabo de jmlcdhlc;; pell:uidades, !Se retiri> ('nf'ermo de calcnturas 11'10 10 mantuvieron
1'01' 1I111(:hos mc::;e::;oIl estado
yalctutiilllwio."·
Durnntc $U convalecencia
en Qnito, prc}Jaró Cáldas
nueV06 medios para una la.rp:a c¡;cuY8ion :will. el Sur de esta
ciudad: la eual prineipió ellO de .1n110de lt1-04-. Recorrió
los éorrejimientúb
de Ltl.t8.ctlllga, 1I aIllIIlJ.to. Uiobamba i
Ala.uw, la goherllaeion de (\tenca i el correjímiento
de
Loja hllsta los confines del Perú ; i el % dc diCiembre del
mi81110año e&tnvo de regreso en Quito, ('on cinco especice
de quinas i gran llÚmer-o·dc otrM planta¡;.; lUultitud de
observaciones
astl'onómicas, l)(U'orn{'t ,·iea:-: lllctcorolÓjicas i
sohre el calor del agna; medida¡,¡ i dibujos do los restos de
varios palacios, fortalezas i caminos de los antignos Incas,
i 11U& lápida de m:Í.rlllol blanco de la8 colocadas por La
Condamine con inscripciones relatiyas a la medicion:del
meridiano terrostre, la cualllabia scn"jJo por largos años
de puente cn una aeequia,i
quitada de allí iba ascr-per-
forada. para col'lC~\fb de re.li1hen otra H(:cquia.
Pasados tres mesee., deatinados'a
dijerir tordenar
los
mt.~s
que:-ltahia cQlootado, émproudió marcha. pa~
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- 106 Bogotá (28 de marzo de 1805). En el tránsito recojió diversas especies de quina i muchas plantas de diferentes familias que halló en las demarcaciones
de Pasto, Popayan,
Cali, la Plata, Timaná, ~ eiva i toda la hoya del alto Mag-dalena; i ellO de diciembre se,presentó en Bogotá con nn
acopio distribuido en diez i seis cargas, que contenian, segun la relacion oficial del mismo Cáldas, nn herbario rcg.
petable de cinco a seis mil esqueletoR, dotl volúmenes de
descripciones, muchos diseños de las plantas mas notables~
semillas, cortezas de las útiles, algunos minerales, el material necesario para formar la carta jeográfica de la mitad
del vireinato, la carta botánica i la zoogrática, los perfile~
de los Ándes en mas de nueve grados, la altura jcométrielL
de las montañas mas célebres, mas de mil i quinientas alturas de diferentes pueblos i montañas deducidas barométricamente, un número prodijioso de obselTacioDes meteorolójicas, otro de observaciones 8stronómicas i magnéticas,
i algunos animales i aves; con mas, una coleccion de eptir
pas o impresiones de las plantas vivas sobre el papel, idos
volúmenes descriptivos
de usos, costumbres,
poblacion,
agricultura, industria, tintes, recursos de todo jénero, literatura, vicios, enfermedades endémicas &,a en el país recorrido.
Tal fué el fruto de Sil viaje de Popayan al Ecuador.
Cuatro años de duras fatigas le bastaron para reunir, en
homenaje a la ciencia, todas las preciosidades i todas lu.
pa.rticularidades
notables de una de las mas bellas zonas
del continente. Mútis lo recibió COn la lIlas afectuosa. cordialidad, i admiró su actividad científica, comparable
solamente a sí misma. El ardoroso sabio payancs superó en
mucho sus esperanzas: habia triplicado el tiempo bajo 8UB
manos impacientes e incansables.
XXVI
Desde que Mútis se estableció en Bogotá, uno de sus
mas ardientes deseos fué la ereccion de un observatorio
astronómico ~n esta ciudad; pero no pudo realizarlo durante 108 últimos años del siglo pasado, porque las dernM
atenciones de la Espedicion no se lo permitieron. En 1800,
desahogado
ya de muchas, en razon de la pericia que habian adquirido 108 empleados ensefiados i reJimentad08 por
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- 107 él, pensó en comenzar la ccnstruecion del ohservat.orio
que exíJtc hoí, i habló CQU tal objeto al vil'ci: un _110~1)*
no podía m6nos de prestar Slt eft_~Ji
!ll'l?y,0. para una obra !an land~ble i ben6fica a .las cieDcia~¿
coinoMéummieta
MutIS nÓ tuvo ncce¡:lldad de lllstar mucho a fin de qUé el
tesoro del vii'cinato le pasara las Sllllla~ que rcqucria.líL
empresa. Dado el pusoprineipaI,
solicitÓ al al'(l'litecto DoIlliu~o Petrez, pa~lre eaI?uchino, para (pie f<",l'lllUSelos planos 1 tomase a SI1 1Il1llcchato (;¡trgo la ~Jecnelon de la ohra,
;;ujiriÚlHl()le 1.fútis la ideA. .ieneral dd edificio i l'cseryándose la lOuperior dircccion de los tmllajo;;. Empcz~rollse
estos el:!t de mayo de 1802, i >ie"i:!lIil:l'OIl sill (ldclleioIl,
merce •.l,a la lleti\~idad i zdo dd mayordomo de la Espedicion f'(~l1ol' Hiz •.•. 'l'erlllillÓse la obra el 20 de agosto d~
1.803, eOllsist\mte en 1I1llt torr(~ oet(lgouH U(\ 4: metros 2~
celltíllletros de hldo i 18 metrus W eelltÍmetrus de altura,
coronada por una n:r.utea i divida cu tres cuerpos, de los
cuales d mediano tiene un cielo }¡cmi¡;t'Órico perforad u para
dar paso :~un rayo de luz que eae sobre la meridiana trazada en el pavimento;
la escalera sulJ(~ en cspiml por otra
torre c\wctrang-1I1ar adherida a 11lla de las caras ¡lc la princi:pal, de ~3,~5 metros de e~ey¡\eio~l, conteniendo cnl,a cstr(!nlHlad superIOr un pe1lueno gablllet •.~ •.le ohscrvaclOn cubierto por bÚveda CUIlranura de 1Iorte a SUl·. EnClIlmtranse
reunidas en este primer terllplo el'ijidu a Urania en ti
nuevo eontinBnt<? como dice Cáldas. las dos condiciones dlJ
la buena arquite~tura:
belleza i 8olitiez. COlTlol~!\6tronoJiiía
estaba incluida en el plan científico de la Espedicion, el go.
biemo espafiol, a solicitud de )Iútis, manlló algunos instrumentos para el observatoriu,
este sabio proporcionó algunos, i otros fueron donados por el señor Jus{~Ignaeio Pombo,
de Cartajena; por manera que a fines de 18051a Especticion
tenia un buen ohservatorio prodsto de 101> instnunentos
i
libros necesarios para emprendc¡' (;011 fruto una serie de
ohservacioncs a¡.;tron(llnicas.
Llegado qUQ hubo Cáldati a Rogot;¡, Mutis le }úzo entrega del ohservatol'io, i Cáldas lo estrenó cmpezando por
trazar la lIlCl'idiallH i lIIuntar los in:itrlllllentos, que aun
pel'rnaneciuTl Cll(;¡~juna(los. Ayudado por un sirviente de
clara compronsion,
a quien enseñÓ algunos rudimentos de
a8tronomÍa,. priucipió Uáldas, dice el benor rombo,
"una
serie metódica de ubsérvaciones ll.atronóllIicas que compren.
1
DIC':IDf~JlK
D1:
1%0.
9
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- 108 día las alturas diarias meridianas del sol, las de las estrella.s.
las 110chos despejadas, los eclipses de luna i de sol, las
inmersiones i emersiones de los satélites de JÚpiter, las
ocultaciones dé astros por los planetas, i demas fenómenoS
celestes notables; i series de ob8ervaciones diarias, a tres
horas diferentes con el barómetro, el termómetro i cllligrómetro: adernas de tt'ahajos especiales sohre las refracciones
astronómicas alllivcl i latitud del observatorio;
de la reviaion, coordinacion i complemcntacioll de sus apnntamientos
anteriores;
de algunas operaciones jcorn{·tricas hechas en
los alrededores de la ciudad, COIllO la qlle tuvo por objeto
medir la altura del ceno nevado de Tolima ; i ;.:illperjuicio
de sus c¡uchacercs ell su calidad de agregado a la Espedicion hotanica."
" La época mas dichosa de la vida de CÚldas, agrega el
mencionado hiÓgrafo, fueron los años en <J.uegozÓ de la
plena i pacífica posesion del observatorio.
Digno sacerdote
ae la divinidad tutelar de aquel santuario elegante, consagrado fervorosamente
a su. culto, pasaba allí la mayor
pllirte del día con su" libros, con SUB instrumentos,
o con la.
pluma. en la mano, en las diversas tareas científicas a qnc
se habia dedicado; }lrrsaba allí tambien parte de la noche
si el estado del ciclo era favorable pa.ra la~ obsclTaciones
astronómieas;
i allí le amanecia tras de pocos mtos de inquieto suono en su catre de camino, cuando así lo demandaha la. (~ircunstancía grltve de' algull notable fenómeno
celeste. en pariente inmediato i dos o tres amigos íntimos,
incapaces de abusar de su confianza, i algull jovencito que
recibía de élleecioncs de matemáticas, eran las Únicas personas a quienes franqueaba
sin disgnsto la entrada de
aquella su habitu3;1 residen<:Ía, en que el es}>írit\~ de órden
todo lo regulaba 1 el menor acto de perturbuclOn era nn
crímen."
en
XXVII
.A la vez quc se formalizó la acoeion astl'onómica i jcográfica de la Espedicion con habersc encargado Cáldas do
8US operaciones,
logró lIútis tambien cstablecer en regla lit
de z9olojía,poniéndola
a cargo del inmortal naturalista
J01:ie Tadeo Lozano.
Nacido en Bogotá el 30 de enero de 1771 ; condecorado
a. los diez años de edad con la becá.' del Colcjia del Rosario,
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-
109 -
't\ortde cstlldió latinidad, filoBofia, matemáticas,
ciencias
naturá:les i medieina,
sobrcsaliendo
en esta fucultadhuta
el punto de rcjentar la cátedra de su rnll.(~stro, doctor Isla,
éaaildo {'ste no podia hacerlo; trasp0l'tlldodespuee
a Espa1'l.1I.,
cuyas Universidades
fl'ecuclltó con aprovechamiento
i cuyos mu¡:;eos i bibliotceas visitó con ánimo úbi;el'vador;
dedicado luego allí mismo 11la l'~lrrCra de las armas i enrolll.do en
la. ~uardia de corp8, en cuyo cuerpo hizo la campaña del Rosellon ¡laja las {¡nlute~ del Conde de la Union, alcanzando
el grado de eupitan e ilw-'1J'[lIIdose en el arte de la guerra;
restituido en 17Ui :1 Sil chIllad nati ni, lH)r eausa de su mala
salud; ]'('cibido con aplauso por :;u,; paisanos, i honrado
inmediatllmcnte
por el Cabildo de la capital eou el destino
de alcaltle ordinario, que ejerció con dig'nidnd ; jóvcn, de
fácil <':d!tlpJ'(~llsi(Jn. de raza)} desJlI:jada. de pl'ollta intuicioll,
Lozano hahia podillo adquirir, ademas de la práctica en
los usos del \Hnndo culto, adcmas de ese criterio fino i segurQ
que da ]¡\ rcsid<.~ncia fructuosa en los grandes centros de la
ciVilizacion í del poder, donde el contacto con los llOmbrcs
eminentes i las eo;;as pal'ticn1are:,; I'Palza las iueas, ensancha
el espíritu i enseña a manr:iar los sutile" I'(,snrtes del coraZOll
humano;
habia podido adcl'liJ'il' una euncacion
superior,
ilustraeioll esp~lciosa, estcnsos i eompletos eonocimientoa en
ciencias naturales, juicio grave i aquella sublilllacion del
pensamiento qne impulsa al hombre en 1'01:; de l'ejíones ignotas de verdad. Vástago de ulla f}unilia distinguida pOI'
la antigiiedad de sn l\iecutoria, por Sil riqueza i sus rehldones con los pcrsonajes de la corte, Lozano 11ahia encontrado en España lJl'illantc
acojidll;
pe1'() ni las comodidndes, ni los sedudores placeres de1\fadl'id, ui las atencione:;
-aristocráticas aletargaron SllS facultades cspil'itmlles:
empleó el tie/npo útilmente en pelfeeeional'
sus primeros eatudios i en hacer otros sohre la diplomacia, la cstuofstica i
las diversas formas de gohierno de Europa.
Hegrcsado a
Bogotá, acreci{¡ Sil ya cuantiosa fOl'tnna con la dvte de su
esposa, hija de su hermano .T oi5é l\IarÍa, marqucs cle San
.fOlje; ¡fuI' cntÓllecs ¡pie, abstraido de 1us afanes comunes
de la vida, i retil'ado a sus posesiones rurales, se cqnsa'!Tó a
cultivar todos los ramos de la historia natural, pc;'l) ~spe.
cialmcnte 1ft ciencia de Euffon i Cnvier, en medio de una
biblioteca selecta i rodeado de una naturaleza abundante
en'vejetales i animales de todas clases, i particnlá.rmente en
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- 110 reptiles e insectos. En 1801, T.ozano se lIniÓ al doctor Luí;s
Azuola para publicar
"El Correo Curioso," periódico d~
lieratura, artes i cicncias, q \lC cesÓ en el mismo ano, i en el
cual ins~rtó Cáldas algnuall observaciones
barométrica&.
E¡,;tc fué el seglllldo pCl~lólEco dado a luz en la Colonia.
Al recibir elllomhramicnto
de miemhro dle h Espedicion hotánica. cncal'l!ado de su parte zoolÚj iel\, no vaciló
en contestar a Múti:s :satisfactori:llllent{~; i desde este momento redoblÓ Sil estndiÚ i 1I1nltil)lieó sus· c:s<m¡'&io·nese
indagacioncs eon el /in de fOl'lllar la P;umiít ewu¡illama?''lUlwa, o sc¡\ la cole<:ei(JlI, dihujo, descl'ipdon i clasificacioll.
costUlnlH'c~,
dl'.racioll i pl'opie(1ades de 11):; animales d~'l
vil'einato.
XXYIII
Con la entmdn de Lozano a la }:sJ>cJieion se ('l}lnplct(,
el pen;onal de este ilH;titnto, i se dió cima a Sil phn eient~
neu. EstablllcillA en un local grande i c{¡modo; <:011 obseryatodo astronómico provisto de libros i de bllelws tcodolitos, cron{Jlllctl"08, tele:;copios, oetantes, grafúmctl'os, acromútico;;, anteojos IIlClwre:s i dumas instrumentos neccsarios ~
(;011 e;,;celente bihlioteca,
regula¡" jal'din lJOt:íníl.'o, no pocos
in8tl'nmentos de fí",¡ea i algllno~ apamto::l (Plími(,o::l; eon
bastante,; dibujantes,
algunos de ellos superlatiYament~
peritos, que disponian de papel, colores, pinceles i dema!!
utensilio8 l'L'\}\leridos, tOtlo de superior l.'alidad i en harta
cantidad;
con la acti\·idad e intelijenda
de Rizo, ~{ati8 i
los jó,·enes ~[útis sobrinos del dircet'll'; i eon el jenio í
el vasto saber de C:íldas i Lozano, la Espe<1icion no solamonte correspondia ya (le sobm al espíritu de la roal cédula
q!le le dió existeneia legal, sil10 que aun traslimitaba
111"
idea iencral que de ella se lutbia fOI:iado )[Útis en 1783.
La Flora, neog)'anadiltfl, empezada veinticinco años ántcs.
era ya \lna obra volmllino:sa <1'10rej istrab¡L gran parte de la
vejehcion de los Estados de Cundinamarca,
Bo)'aeá" SantaIlder i el Cauca no 1II{'110S que de la vecina Hepública del
Ecuador;
habia una blwnfl. coleccion de minerales hecha
por :Mútis, D'Elllyar i Cáldas; los dibujos de plantas i animales ascendian ~'a a mas de 2,000 láminas de una admirable ejecucion; el herbario era mui rico i la coleccion
zoolójicacontaba
preciosos esqueletos; finalmente, poseianso
mllc1iaB observaciones barométricas, tcrmométricas
i utro-
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-- 111 -
? innumerahles datos je~~rltfiC08, cstadlstJe05 1 s()bre la mdole, costnml11'CS, rchJlOIi,
dialectos i materia médica. de los indiol'i del vireiIl1\to.
IIé aquí cÓmo, por efecto de la incontrastable
perseverancia de Mútis, de la no intcl'\'\lll1pida {~oop('raeion del
gohierno i de las buenas disposiciones de l(IS g'¡'anlltlinoti
para. h\s eieneias, se lle"Ó por fin :1 cf~'dt) d lIIagno proyecto dc la E"pedicion.
La Europa salJia admirt) al pri·
mel'O, aplan<liÓ al ¡.;egulldo i ad<¡uil'¡() llna idea ventajo8a
<lel vigor espiritual de'! puúblo T\c0¡2:rall:tdillO. Linneo prodam"J .la glorilt de :Múti", di(Oielldo I}\\C ,,\\ nombre serift
recordado
en todo;; lo;; ti cm pus. i p"jHkrall<lo SllS altos
mcreeimicntos
ell la (·¡(,!H·ja. El (,l·\t-bre naturali;taespaí1ol
CavRnil1cs le d(,.licÓ SU" ohras, i 1.; aclallll) sapi{.'ntísinw
val'un, digno de ;.;el' saludaducoJl1o
l'1 prírwipe de los bOÍlí.nicos americanos, i de su' colo(:ado ell tl'C' los prímerOl; de
Elll'OjJa: In lwnorml1 IWj¡il'nti'~!5iill i 'I'i ri JI ídi8, qui j1l'N:
rnerito 7,ofa)t-i"IJI'llIn
'in Amé/'iriJ fJi'¿rt(;ll)-~ 8f1lutatw', Jebd-
nomicl\5, m~d~da8 jeodésieas,
({'_te
etiam inte~' p,.¡maf '8
l
E'il)'()'p'("~ (,O/Oé<l7'i.
:XXIX
~{Cl\(]inlleta
habia t.eI'lI¡jn~!tl(i i:'ll pcríodo el 17 <le 8(L
tiemhre de Is0;3, í regl'l'''aJú a E~paila d",jamlo profundll.s
simpatí.Ls cn el yireiuíl.to, por el ¡nleres qnc tomÓ en 811
bienandanza,
por el acierto de Sil;:;l)J'ol'ide]H)ias gubel'llativa.s :Í por Sil ear;wter personal tall s¡¡:tl-e COIl1U'hidalgo.
La Espedicion,
lo" llomures
de ('~tlldio::i, la daFe alta de la
sociedad, el pucl>lo, todos :,inticI'()JlllIl:lnillletnente
el hondo
vacío qne dejalm lllplCI ealw.llero oh::;eq¡¡io,;o, ilustrado :Í
tan celo::io de 5tl deher CHillO de i:'1l (!en'dll). Sllccdióle el
tenlcnt(' jenerf\l AntA)nio Amar i Bnrl)()!I, hOlllhl'e de"tituido de tOllo Illt,rit,o, i~nOl'aIlte (m lo,; asunto>; administratiVO", i sin talento
ni'aetil'idad
para la polítiea lli para la
milicia; em¡wl'O, .i usto e:; d('('il' q IW ll('atando .-in apatía la¡;
oÓrdclw¡,; <.leSil )'ci ell lo relati~'o :l h E"lwdieioll, t'avoreci\;
.sus de:iiguil)"; a ('oll!l\I\tamiellto (le ~\1
Útis.
xxx
Consideremos ahora la illfluencia de :MÚtis i de la Espedi(,ion cn la cultura intelectual de la sociedad colonial; ¡para
aprecíarla oel.>iduUlcntc, tomCTllOS COIllÚ pnnto de partida
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- 112 el sistema de educacioll <pIe se observah:,1, a la yenída de
l'quel sahio, en los poc<),;Colqjios que había. en el vireinato.
"Se gastaban cuatro años, dice nuestro historiador Plaza,
p3.l'a empk>ar a la juventud. en 108 principios de latilli!lad,
rooargándoles la memoria con reglas aprendidas en el mismo idioma i sin la suficiente esplicacion de ellas, .ni .lOí?
ejercicios prácticosqne son mas poderoso's que las mism~
I'Cglas.Esta clave conf'U:iai enredada les servia de base para
¡ldquírir el conocimiento de una prosodia superficial. Sí se
hacia la traducciou de algUlws poetas latinos, esta era estrictamente literal í aj u,;ta<1a.a la leccion del profL':>O)',
descuidando de esta manera el conocimiento de las belleuls de
esos autores i perdiendo la oportunidad de acompañar las
nociones hist(¡ricas, mitolt,jicas i literarias f[11ede paso se
podian inculcar para alumbrar mas el espíritu de los alum1l0S, l..
a medida de alg'llnos yerso" latinos sin conoceroc la
literatlll~a poética, cOI;lpletaba el curso de latinidad ..
" En el estudio de la filosofía se impendi:Ul tres años, i
bajo este enunciado se consWI'raha el primero a la cnsctianza de la IÚj¡ca i en la ClIlJ el preceptor' discurria, pOI'
medio de las nniversales, las categorías, los cntes i ot,'os
disparates de esta la:'~l,; i a~uzaha el injenio de sn;; discípulos con la fOl'tnaciUlIde silojismos e;,('ol:ísticos figurados
en las fnises májieas de B(~,.bal'a, Celarem, Dar;, Ff;río,
Baraliptrm, palabras <piepor sí Bolas emhot.an la inte1ijencia mas clara, El seg-nndo año se dedicaba ~ la metafísica,
estndio qne acababa de oscurecer la poca luz que el talento
pudiera con8el'Val'; í el último año escola,' se tt'ascurria
aprendiendo la física, i:'in instrnlllentos, sIn Oll8c\'\'acionea
pl'áctica8 i sin conocer los adelantos qne ellta ciencia hahia
hecho. Las lecciones de estas matCl'ias se da.ban en alta
~'oz, dictando el profesor i escribiendo los alumnoí;.
"Tel'tninada e;,ta jerga escolástica en que se eonferÍa
un grado de suficiencia con el titulo caido cn ridículo de
bachiller, los ¡;alones de facultad maJor recibian a esta
juventud que corría desalada en busca de una (t'lÍmcra.
El derecho canónico, el civil que era el estudio de las leyes
¡'omanas i la teol().iía oran las ciencias que coro'lahan la
carrera literaria de un jÓven: pocos eran los <lile se con·
';A.g,"abana los estudios médicos establecidos hacia pOC08
A.l.1os,Murillo, Gonzálcz i otros escritores rancio:! eran l~
lÚmbl'ol'as en el derecho eclesiástico; Vinio i Kecslo.8 textpa
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- 113 eivik>s, i de peor jaez 108 de las ciencias teolójicas. Un
ex;.men 60bre un P\lDtO cOJ;locidode a.ntemano en es~
materias i la aprobacion consiguiente recababa.n y~. ~
derecho al lallreando para c.ubrlr80 eon el bonete .del doctorado. Si la profosion era la del foro, habia que sufrir l~
nuevo cxlÍmen en la Audiencia, cuyos ,otos eran accesibl~
a106 emI?ei1os, a la humillacion i al rango que se ocupaba
en la SOClCdad."
. Tal era la. instruccion que recibian los jóvenes en áquel
tiempo, gastando cOn escaso fruto sus mas floridos anós,
commmiendo su memoria en estÓriles ejercicios i agotando
su in.ienio en banales dispntas.
Vino .l\{útisell1761, i habiendo notado el atraso de los
Colejíos, formú la resolucioll de dcsterrar de ellos la enseñanza peripatética i reemplazarla coIl las matemáticas ek-lI\cntales, la jeografía, la física, la mdafísica i la lújica,
segun 108 principlOs i los adeLantos modernos de estas ciencias, en las cuales era mui versado. Tarnhien los Colejios
i Universidades de Europa habian esperimcntado una reforma semejante. Para llevar a ef'eeto este proyecto vistió
la beca del Culejio del Rosario; i hemos visto que en 1762,
,m ano despues de su llegada, tomÚ a :m car~o la CDSefia.nza de las matemáticas cn este Colejio. j Cuanta no ftlé
la sorprcsa dc la sociedad santafercña cuando vió que, ~n
vez de vanas argucias, se estudiahan en la clasc de Mútls
la aritmética, la jeometría, la cOS11lograt'íll.
i la física! TronarO;lllos convcntos, declamar.on los canónigos ilos antiguoe.
~ofistas contra las ciencias ex-actas, al)Q5trofándúlas con .~
sarcástico nomhre de nUt!vafil{)80fia, cllYos teoremas i teorías calificaron de hi pótc"is ; pero )[útis, seguro del poder de
la .vcrdad i apoya¡lo e1~la proteccíon de los vireyes M~íf
de la Zel'da, Manuel Guirior ~Manuel Antonio Fló,rez, llevb
adelante el estandarte de la reforma sin cuida~ de talei
vocifcraeioncs
.
Diez i sicte años despues, a la par que él enzcñaba \8
nueva filosofía en el Rosario, concurria a I;J~ casa todás
4s noches un jóven colejial de San Bartolorné, a qui~
habia hccho nOlllorar catedrático uc filosofía de este ColejiQ.
el cual iha a recibir cada nQ<:hede boca de Mútis la leccion
9,ue debia .esplicaral ;sig~lÍe",te~a a .';IIS d!sdpu19s. E.~ie
Joven,
l~o
naCido en
M\1d:e11I.!1
.e:u.1./60, 1 f:)nVl~Q..O .~
Uogoij,
<lue hubo ~~J1dlllrdoell~tln con .un sll.cerdQte tio 811YO,
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-
114 -
se habia captado el afecto <le M útis por su talcnto i aplieacion, por su modestia i su precoz sensatez. Adcmas, habia traido cartas de recomendacion
dc su ciudad nativa
para Mútis, lo que no dejÓ de contribuir
al cariño espe·
cial q uc estc sabio le manifest6 siemprc. Ese jóvcn <;atedrático cra el doctor FÓlix Restrcpo, destinado a u ser ma~
tarde un patriota puro i ardiente, un bienhechor de la humanidad i un majistrado ejemplar, despucs de haber sido
Uno de los padres de la ciencia en su pais. ){útis le enseñó
cuanto sabia de IIlatclllátic!l.s, i le comunicÓ tumbien gran
parte de SIlS conocimientos
en ciencias naturale",
Tre~
años pennaneciÚ Rcstrepo aprendiendo i enseflando u la
\·oz la Il\lCnl. filosofía. Tel'lninado el curso, i coronada sn
carrel'll. de :tbogado, ¡;e diri.i iÓ a Popayan con el fin de rejentar la cáteura de filosofía ud Seminario; lIamábanlo con
instaneÍa los vecinos notaules de aquella ciudad, i lo animaba tambien d "irei FIÓI·ez. Allí se eonsagró del todo al
estudio i a la educacioIl. Un discípulo suyo llenÓ su puesto
en el Colejio de San Rartolom(~.
De Ctita mancra la rcforllla iniciada por :Mútis pcnetró
en los· tres Cole.iios, ílllieos cn que se daba instruecion en
todo el "N"IICYO Heino, Valenzucla tomÓ a esta sazon la cátL'dra de filosofía del Rosario, i :Mútis quedÓ cn JiuCl-tad
hasla 1783, en lIue se emprendiÓ la Espedicion quC', hrin"dando ceoo a todas las aspiraciones científicas, coneenlró
en su scno el talcnto en todas sus manifestaciones,
i fué la
que mas cont~ribuyó ~ despcrta~ l.a razon, iufundir.:l ~eseo
del pl'Ogl'eso ¡·eltuuJelpar el esp1l'ltu del funesto senorlO de
las preocupaciones i de los errores.
H.estrepo formó cn el Seminario de Popayan escelentc8
diseíplllos.
Entre los muchos que allí aprendieron
rudimentos de matemáticas,
cien'cias físicas e historia natural
bajo Sil dircccion, sohrcsalieron,
adcmas de Zea i C:íldas,
Oamilo 'l'Órres, Mignel Porn bo i Antonio Ulloa, Trasportados a Bo~otá, todos tres se. dedicaron al ejercido de la~
le,)"c:;,pero sin abandonar jamas el estudio dc la naturaleza:
Tórres fué el qnc ménos cllltivÓ las ciencias natmalcs, por
Ber mas aficionado a la literatura gl'ie~a i latina, la historia,
la elocuencia i el foro; Pomho i U lIoa adelantaron
RUS
conocimientos en la Espedicion i bajo el rectorado de Mútis, qne les profesó particular amistad.
En Bogotá se impregnaron
de la nueva filosoÍlll. i reci-
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-115 bieron luz de )fútis, :Manuel Rodrígncz Toríce¡¡, José Fertiá.ndez Madrid, FI'l1tos Joaquin GntiÓrrez .•Tos6 María Gutiérrez, Custodio García. Royim, .fn;:tl Gl'egorio G-ntiérrez •
•José :María Halazar, Emig-dio Jknitez i otrus ciudadanos
qne de~pue6 sin'icron a 8U pais i IlIHl'ier(ln por la libertad .
•Toa.quin CamacllO, nativo de Tllllja, Estallo de Boyacá,
iiló80fu del pcripato on su principio, pero convertido a la
refOrJIH1 fil{)sútica por su tmto frc<'nentc con )IÚtis; vicerector luc9;o cn el Colcjio del Rosario, dOllde cnseñó las
l.eyes espai101as i las matemátk·as.
('()Il el !Dl'jor método;
dcspncs lllajistl'ado
de Pall1p!olla. por gnwia del gohierno
~ololljal. en atmwion n "lIS ~r!llJlll)::i ltWl'S i a ,,\1 acelHlraoa
morrdidatl;
ahog-ado eSpl'l't;¡, nntlll'alnlí'ntc .in'sto i lImigo
de lo huello; "allio lllliH'r"al, 11L'l!'¡ (le yirtlllles. sc distinguía cn l'stc circulo de hOlllhrcs iJIIstnulos, porque" mllaba
con pasilln el e:;tudio de la nfitnraJpza, pOH'yendo \ln jenio
obscl'vlHlor capaz de c1c\,¡u'le nI rall,!,ro lll' innmtor
si se 1111hiera empefíarlo en sedo. i llen¡])H l:')lTespnnn.cneia familiar
con el célebr,c ~fl1tis i con el (~,irectoJ' del ramo de zoolojía
en las mat.erHIS de sn en<':tJ'(r('.
])i,;tín~niasc
tamhicn
)fal'ía Caha] qne. lll),;pnc~
de llal,er estudiado cn el Culcjio del ¡{,¡sal·in 1Il' Bogo\:t la
filosofía planteada por MÚtis, J¡izo ,-¡aje a Paris ('011 el fin
deap¡'cndcI' química, i n~sidi(, seis alíos ell ¡1(jllella metrÓpoli de la cieneia dedicado ea,,¡ e"du:3inllllclltc a los labora.torios. Perfeccionado
en el an:ílisi" tjllilll:CO, en los e8pcrimentos i en la manípulacioll,
,-ol,'i(¡ il. Sil patria rieo de
conocimiellto,;, i dcscoso de propagarloi' ('litro sus cOIleinda-
.í;W(·
dan os.
Casi todos estos v:noncs, oriundos de clin'rsos punto:;
de la Colonia, pero reunidos en la capital, formarou nna
soeic(1:td literaria, donde l'asnhan los mas hellos Jias de 811
vid:, ('ultival\(l() las hll1l1anidad('s i las eiellcias lHtturalcs i
m~jvrando Sll espíritu i su C<l!';IZOll (~Oll illtel'e~antes
lecturas, All11<JIW lll'salm sohl'e ellos la f'omhría i mOIlstruosa
mf!IlO de la 11l<Juisieion
que, 110 ol'stal1tll resi<1ir el! Cartajenn, abareaha p(ln ;;us !,!;:ll'l'astoda la ('n!llllio.; a¡11l(jue ]1\
prensa cm diminuta
i cstaha bajo el pn<ll'1' lle la maf\ tirlÍnien ecnsnra; alllll)UC era prohillida
l:t importaeiol]
da
libros estran.icros, sinemba.r~o ., el 01'0 del país, mfiB poderoso qlle la Inquisieion
de Cartajena,
haeill. venir da
Francia los mejores libros, i con mnehos otros qnc se mi:
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- 116 eontl'aban en la biblioteca de los sabios jesuitas i en libre·
rías particulares, no faltaba pábulo al buen gusto, n~ ~ lí'
aplicacion. La envidia, perseguidora del mérito, no :pe~donó a esta juventud que con sarcasmo se llamaba EWSantafé Compañía d<3 los sabios; pero la conducta irreprensible i la dulzura i fuerza de carácter de sus ind~viduos, hizo al fin callar la maledicencia."
Tenemo~, pues, que el año de 1806 la Colonia poseiaun
ra.millete de hombres eseojidos por su talento, por su er~dicion copiosa en todos los mmos de la cicncia, por BU
lenguaje culto, por sus costumbres ajustadas pero dulces,
por su dignidad firme pero modesta, por su noule independencia i por la delicadeza de Sil sentimiento. I.iteraturas
griega, latina, espaí1ola, inglesa Í fmncesa, }>oesía,matemáticas puras, jcografía, fisica, astronomía, filosofía, derecho
público, medicina, lcyes patrias, química, ciencias naturales, todos los ramos del saber tenían sn culto entre estos
hombres esclarecidos. Así como la chispa se convierte
pronto en llama vi va cuando cae sO'bre buenos combulltl1>le5,la luz derl'llmada por :Mútis i la Espedicion no tardó
en producir en ~staHalmas inflamables esa fiebre de ciencia, ese ardor por 100 dcscnhrilllientos qne 108 earacterizabao Tan sabios pOI' su inteli.icncia como por su entusiasmo,
8U am lJicion cra buscar la verdad i su pasion consagrar1e
8U vida en holocausto.
Con todo, no se crea qne el espíritu rejenerador liabia
vivificado a estos hombres solamente: ellos era.n los mas
culminantes de aquella época, eran la flor, el tipo. de l~
Ilociedad; pero todos los que habian merecido una coloca(~on en la Espedicíon, o habian pisado las aulaH de los tres
Oolcjios que entónces esparcían la instruccion; .todos 1,08
que habian oido csplicar a Mútis, o a sus discípulos, 108
principil)5 de la ciencia, participaban mas o ménos del
entusiasmo científico i de las miras de este s(~hio. Su palabra habia pnrificado tocIos los pCllsarnientol' de las eser.ecencias con que se les habia alimentado; los resplandores
de la verdad habían iluminado todas las almas. Como una
lárnpal"a atest.ada de luces suspendich\ en medio de la noche
en el ámbito de un gran templo, Mútis, abricndo sns labios
i estcndiendo sus brazos en la cima de los Andes, había
disipado las densas tinieblas en q\le estaba sllmerjida la
Colonia. Revelósc el espíritu de la verp.ad en la fogo~
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]17 -
lengua. de Mútis, i la Colonia. se volvió activa, i adquirió el
rigor intelectual de una gran nacÍon. Porque no se trataba
cntónees de aprender meramente lo que se hallaua en 108
libros europeos:
csto era poco pasto para tanto ardor;
aqnellos hombres pretendían
adelantar las ciencias, rivali2<a.ra los afamados sabios de allende los mares, i ofrecer
ala contcmplacion i a la adrniracion de las viejas naciones
dilatados horizolltes de nueva ciencia. El jenia de Mútis,
plantado cn el feraz suelo
Am(~rica i jerminado
con
asomhrosa rapidez, so habia llIultiplieado en muchos jellioR, como un maeiso grano de rico cande:ll sembrado i
rcproducido en el mt.;ior mantillo.
Así, la sociedad eolonial, que parecia muerta cuando vjno Mútis, ,)stentaba vida briosa el año de lSOl>: por todas
partes He manifestaba
una ajitacion saludable, que tenia
por objeto las cieneius, el comercio i las artes; era la ajita·
cíon del talento í de la actividad en toda su juventud.
Sin desconocer la influencia que tu vieran las trascendentale¡¡ reformas llevadas a cabo en los cuarenta i tres años
anteriores por los vireyes Messía de la Zerda, :Manuel Guirior, lIanncl Antollio FIÍlrez, Cahallel"O, .J il i L('llIus, Ezpoleta i iI[endinneta,
qnicne:<, 11IlO;;('on mas, otros con
mónos tiuo, rceursos i uecisioll, pero todo;; eon buena voluntad ácia la Colonia, obedecieron
a nna sola tendenéÍa
bienhechora:
promover su progreso, desterrando poco a
poco do la administraciou
i de la iglesia 108 abusos mal!
perniciosos, corrijiendo algunas corrupte1as, fomelltanclo las
Cmpre8a8 materiales i traspurtando
de Europa algo de imprentas, litemtura,
artes, teatro i denms flores de la civili·
zarion; sin dejar de apreciar la parte (lno tn deran en esta
ajitacion los libros, periódicos i demas producciones literarlas emanadas de la revolucion íilosóiica que conmovía a
las naciones trasmarinas
en aqnellorl tiempos, pues que,
apesar de la escrn pulosidad o(,n q nc el gohierno esparíol
trató de impedí¡' qnc el cont:~iio re\·olneionario
llegara a
las costas arnericalllls, fIJÓ indieaz toda medida, í hemos
visto q ne 'ya en 1795 circulaba el! Hogot:í una traduccion
de los Dorecho:'1 del Homhre;
sin olvidar estas causas, ha.i
que cOIlyenir en qne )lútis primero, i despues la Espedicion botánica, fueron 108 principalcs ajentes de este movi·
miento progresista, q ne hacia contraste con la indo1enciIA
delirio virei Borbon.
ue
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118 XXXI
De esta ajitacion una de las manifestacioncs
dc mas ent.idad fué la publicacion del periódico titulado EL SEMA~ARIO, quc, reuniendo i cxhibiendo todas las produccioncs
dentíficas i litcrarias de aquel haz de fecundas intclijencias,
derramó las luces 1)01' todas las poblacioncs dc la Colonia
i escitó en el pueb o el gusto por las publicaciones
periódicas i por la civilizacion.
Cáldas fué el principal promovedor de esta empresa;
i, entendiéndosc con los mas ilus·
trados de sus condiscípulos í compañeros en la Espedicion
rc¡;pccto a la colauoracioIl que dehian prestarle, se con "titllYÓ ell dil'cetor de ella. (T na }lu hlicacion hecha bajo 108
auspicios de CÚlda¡;, en pliegos semanales al principio, i
luego en fOl"lna de memorias, alimentada
en su mayor
p:\I"te con sus propias lucuhraeiones,
daha garantías de
utilidad, novedad, hello estilo, variedad i estahilidad,
a
tiempo (tue no existia en 'toda la estension del ,ireinato
otro pcriudico que el REDACTORA:mmIcANo, publicado en
Bogot:í por el hihliotecario -yranuel del Socorro Rodrígucz,
el cual era diminuto, no contenia lllas (JlIO Iloticias i versos
i no salia mas que tres veces al mes. ASÍ, desue el 3 de
enero de 180B, en <¡ue cÍrculó el primcr númcro, se vió
~1IC el objeto de EL SI<:){A:\ARIO
era tan cstenso como bcncfico: la jeograf'ía, la estadística i cl comercio del vireinato,
la hotáni(~a, la zoolojía, la astronomía, la física; la literatura, la medicína, todo lo Útil: todo lo bello, todo 10 vCl'(ladero, todo lo importante para la ciencia, la inte1ijoncia, la
irnajinacion i la vida; todo esto espllcsto i esplieado en
acendrado lengllaj,·, dehia llenar las p:ijinas de esta p1lblieaeion. Por consÍguiente,
todos los hombl'es de crudicion
i dc talento debian contribuir,
cada IlllO en su ramo favorito, c()n S1I parte de trabajos cicntÍficos o literarios; i al
efecto los in\'Ító Cáldas dcsde el principio, con las mas
QblÍg-antcs palabms, con palahras que pal'(Wiall un mandato
de hi, patria reclalllanuo dc sus hijos dístin!!uídos el primer
trib1lto dc hama i glol'ia. Los agricultores,
los C\ll"íl.8,lo!
hacendados i los come¡'ciantes tam bien debian concurrir con
flU cuota de conocimientos
prácticos para la grande obra de
describi¡' el vireiuato ~ajo todos sus aspectos naturales i
;;ocialcs, i difundir las bucnas ideas en)a masa del pueblo.
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-
119 Cuál fnera. el éxito de esta J?ublictlcion, puede verse
en la edicioll formada por el patrlOta historiador Joaquín
Acosta (Paris, 1849), la cl1al contiene los escritos mas sus-tanciales (¡no se dieron a luz en aquel periódico,
El primer año se alimentó casi cselusi vamentc con producciones de Cáldas: insertÓ Sil .Estado dI! la jeo[fi'aj¡a del
'Jir(;inato con rehvíon a la I'con,(jmí(~ '/: al cOl!wi'cio, su
MfYflWrí{t
del iJlfll~jo del ditn(/ sO/Ji'e 108 sO',~'" orYl1nizado",
del ObSf!/'1,ato('io a8t/'OlIómi('(J de Bogutá,
sus Ob8e¡'/)(t!;ionM
mef,:o/'oliijl('1t8
lted,l1s 1']/ <t<¡atlm'is7n'('
(~ño, 8U 0118eJ'lJa{,'I>m del ¡>clijPf wta[ de lUlIa <id \) de mayb
delS08, i lItro;:; c"él'ito;; (le: Illl'tlOr sigllifieacion ; hHlo;:; (~llm'
muestran la va;:;ta et'llllieioll, la fuerza dd talellto i la buena literatura que a<!Ol'll:thall a su auto!'. Las produccione!'o
de los c(\labomd()l'e,~ i'¡tet'OIl: umt Jlelf¡,{)i'Í<~ 8ubi'e l!ls 8eí'piente.~,i plan de (Jbli(,:~'vaciune,~ l~(lra ac1<1;I'(1I' la ,ltí8t()~¿a
naft¿ral de las que Itabztan en d al' 1'0 J? fllW di; (rrctnadl1,.
por Lozano, en la cual resalta el jenio del ilustre zoÓlogo i
se echa de ver qnehabia
rennido ya muchas investigaciones sobre los animalc:l. del I"ÍI'cinato, i p~U·tiCHlat'lnente t;o·
bre los rcptiles; una A"util'ia del1lllÍi¿I'¡'o
de pi'l'SOna8 vacunad.as en Bo!!otti d"gt!¡!ln(1!'zrI (I,! 1 SO;"; ¡w8flt' mayo de 1 SOl:l,
dU
Desci'ipuion
Á~
éon un bí'I'1:, , "'1jiu del dÁ'IJ('Uól'idof' de /(t CIWUIH¿ J(duardo
Jennt31', por el doetor ~IíglldPomho, eseritu notable por
la vehemencia científica i patriótica (1'le respíra; i un (/,1'tícu,lo neerol<iiico del señ(})' J1lútis, cayo autor se ignora,
nUn(lllC
se conjetnra
(iUC pel'tencec
(\,(\i.ltlas,
XXXII
:MiÍtis dcjÓ de exiiltir el dia 2 de &Cticmbre de lS08 ; i
el tono profundamente
sentido de este artícnlo necl'oJó.iico,
semejante al triste murmnllo
del viento en los árboles i h~
tumbas de 108 cementeriu;;, deja n'!' cuán amarga 8Olcdad,
cuán hondo pesar Cá1l8UI\Hl SIIS agonías en todo el vircinato.
Al tocar la 1ll1l0l'tc con "1I yerbt llIano el COl'azon de Mútis,
todo;; sus di8(;ípulos i amigo;;, ,,~ decir, todos los hOlllbres de posic:oll i de valel' de la C'lJuIlia, :;intieron el hielo
de la tumba cn SlIS alma,;, :MÚ,i,: \;ra el coraZQl1 (le esta·
sociedad: a Sil rededor se agrnpaban,
para unil'se, ampararse i fortificarse, todas las fu-erzll,S del cSpíritJl, inteli.jcnda,
jenio, actividad i voluntad; i como habia.despertado,
Une-
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- 120 trado i puesto en l\iercicio todas estas fuerzas; como habia
fa.vorecido toda idea útil, alentado todo pensamiento fecundo e impulsado toda noble virtud; como cuarenta. i ocho
años q.ue habia vi vida en el Nuevo Reino los había eml.pIeado en hacer bien a la Colonia, el dolor de su muerte
no era ese fugaz dolor que deja un gnerrero al exhalar 8U
último aliento en medio de nn pueblo a quien ha deslumbrado eon sus hazañas, sino la orfandad que deja un padre,
un redentor, un bienhechor .ienerosa que consagra cmmto
es i <manto tiene a la dieha de una sociedad incipiente, a
quien le da luz, poder i rospetabilidad.
Estatura elevada; contincnte grave; modales fáciles,
desembarazados i altamente corteses; rostro noble, circunspecto, imponente, de forma oblonga; frente espaciosa·
i 1'uljcnte; mirada penetrante i concentrada; párpados
superiores abultados, como los de todo hombre serio en
sus meditaciones, en sus juicios, en sus palabras i sns resoluciones: tal era la apariencia jeneral de su respetable fisonomía. Cuando esplicaba 108 principios i los corolarios de
la ciencia, sns facciones, de ordinario tacibundas i recojidae,
se espandian con el calor del cntusiásmo i se ,bañahan de
una dlllee espresioD de aleoTía, como cambia de aspecto
la nebulosa montafia al reflejar los primeros rayos del sol
levante: sus labios destilaban entónces un leng-uajc flúido,
claro i apropiado. I<'ucra de estas ocasiones, hablaba poco;
sus respuestas como sus preglUltas eran concisas, i no !le
permitia lIsar de chanzas, ni dichos salados: hubiérase
creido, segun su sobriedad en chistes i gracejos, que no
corria por sns venas una ;;ola gota de sangre eastellena.
~u carácter retraido i parcílocllo le daba un aire misterioso
(Jue, si bien infundia veneracion i le impedia gastar el
tiempo en conversaciones frívolas, alejaba de su l)ersona
todo trato íntimo, teda franqueza, i le privaba de os consuelos que procnra la confianza: el corazon necesita tanto
desahogar SUB penas, eomo vaeiar su sangrc. Hombre aus-tero, 811splaceres se reducían a sus aspiraciones; i tan
eximío por su conciencia como por su jenio, sns aspiraeionea
eran a la \"ez inoccntes, grandes i santas: mereeer la memoria de los hombres por sus servicios a la ciencia, i la
memoria de Dios por su 1'éi su acrisolada virtud. Ni la
codicia, ni el poder, ni las dignidades tentaron jamas su
a.mbicion. Su mayor afan fné siempre servir al progreso
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- 121 humano, ofreciéndose como un dechado de prendas d~
moralidad, i ofrendando a la causa de la verdad 8US c~iida'des intelectuales. Tal er'3, el hombre que fundó las cienclQS en la Nueva Granada.
" Su muerte, dice el artículo necrolójico ántc8 cita-do,
tué preciosa a 108 ojos del Scflor. Descansando sobre el
te6timonio de su conciencia i 80bre sctenta i siete ailos de
virtud, vió llcgltr 611 :fin con tmnquilidad.
Sus Últimos dias
se emplearon
en organizar sns eosas temporales i en dar
lecciones de virtud a Sil familia. Himnos, o1'f\CiOnCf; llenas
decRridad i de nncíon fUCI'OIl sus Última;; acciones."
Ahorlt bien: i, qu{~le deben a MÚti" Ins ciencias? I-Inmbo1dt lo dice en poca;; palabras. "Largo tiempo ántc8 de
que en Europa se tuviese eono<'Ímicnto de la;,; obras que
preparaha :Mútis (las 0111'a:,; de la Espcdicion), ya su tlomhre
Be habia hecho célebre, mereeu R las eomunicaciones
de
este sabio con Linllco. :NfllChosjéncro:i (a18tollia, 'Mllt!a, barnaaesia, e8callon'ia, manettia, af1'na, l1rat!tys, liWi'Oxyl~lm,
bifaría, telipogon, brafeYUli', gomozia i tantos otros publicados en el Suplemento de Linllco) son deuidos a la sagacidad del botánieo (le Santafl'.
Hablando del j{'nero l1Wr
tUria, Linnco ag-reg"a: lVoJlil'n hmillldale tjaod 1I1111118 wtCM
unquam dclebit. ::\f Mis es quien ha hecho conoe(~r, el primero, los vcrd~HI('ros caraetl'res dd i{'T1cl'o cindlUl1a. Como
este tmktjo ha venido a ser mní imp'Ol'tallte, nunos a referir
lo qne ántes de csbt {~puea se s~dlia sobre las (luínas del
Nuevo }lnndo.
La Condnmine i .To;;é de J ussieu habían
examinado en 17:1~ lns :.írl)01\'s qlll' en las florestas de J,oja
dan la corteza fd))"ífllga. El pl'inlerO publicÓ la descripdon i el dibujo de la quina del PcrÚ, cn las )femol'ias de
la Academia. Esta ~specíl~es la q~w han hecho eOll.occr lo!;
señores Humbo1dt 1 Bonpland haJo el nombre dc clnr:horul
tX(n:Jarninea, la cllal han con.flllFlido los 1otánicos lar~
tlCmpo con muchas otras haJo el Jlo11l1Jre vago de Ctnclwn.a tdfiaínllt?:8. 1.•3. di/duma ('(¡Julaminat· (llamada tambien ca8cmilla/iila de Loja, de Cajamuna i de Uritusinga),
es la especie lilas rara, mas pl'ccio;;a, i Yel'o~ímjlmentc la
mas antigua conucida i cmpleada. Jamas se han cspol'tado
de éSta especie, por Guayaquil, puerto del mar del Sur,
mas de 100 quintalei:! de co,rtezas por año. J.a esportacion
de la. América entera. <etii::4.ñerentcs espeCies de quina) es
aI'ÚllUtncntc de 14,000 quirit't\lcs.
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- 122 "Lillnco había f01'llmdo en 1742 su .Iencro tJinclwnal
nombre que debia recordar el de 1Ul "irei del Perú. No
habia podido fundar cste jéllct'O sino segun la dcscl'ipcioIl
ilÚpCl-f'eeta de La Condamille.
En 1758 un Intendente de
la :Moncda dc Bogotá (Don MiO'ucl de SUlltistévan) Vi8itó
las selvas de Loja i delicubl'ió 10s árholeil de quina (entre
Quito i Popayan), en muchos puntos, sobre todo cerca del
pueblo de Gllunacn" i del ,;itio de lo,; Corráles.
HecojiÚ
muestras de GÍndwJ!(t i se lu.s presentÓ a ~lútis. Es segun
estas mnestras que se ha lleGlw la primera descI'ipcion
exaeta del jénc,·o . .MÚti" se apresurÓ a cI¡¿'ial' a Linaeo la
flor i el fruto de la (inina UlllaI'ilIa (etndlOna ~o)'d'¡¡olia):
}Jet'O el gran lJaturali::;ta de Fpsala,
}lubliealJáo las obser·
vaciúlles de },IÚtis (S)",;t, nat. 12ma edie. fol. 16+), confunJió b (plÍna amul'ilIa con la que había descl'ito La Condaminc. Hasta ost¡~ él'(lca la Europa !lO recilJia la corteza
febrít'uga {le la quina sino por los pucrtos del lllal' del Sur.
No so conocia todavía al norte del paralelo 2° i t de latitud
horeal el <Í.l'bolque da esta produccion preciosa.
"En 1772 :l\Iútis reeono(~i{¡ la q uillft a seis leguas de
Salltuié {le Bvgot<i CIl el mvnte de Tena. Este importante
Jescuurillliento
fu(~ seguido hien 11l'0l1tv(1773) de otro del
mismo yejetal en el c:uuillo de Honda a Villeta i a ll~ mesa
de Chinga. lIomos entrado en algunos detalles sourc estos
objcto.;, }lOl'<jucll~ quili<~ de la ~ ueva Granada c;;portada
po~' Cartajcua de Indias, i cOllsiguicntemcnte
por un pUel·to
aproximado a EUl'Opa, 11;1. cjcrcido la mas lICn(·!ica illt!ucncia
Bobrc la indllst.l'ia col(lllial i sobre la diminlleioll de los precios de las cortezas fehdfugas en el mel'eado del Antig'llo
?lIundo. UIl habitante de Panamú, don ScLat;tian JosÚ López Uuíz, que confiesa {.lmisulO cn sn8 Informos alrei no
habel' conouidll las (luinas de Hvnda sino el año de 1774,
ha pasado durante llluellO tiempo ¡lOr el verdadcro descubridor de las cascal·ilJas de Santaf(~, 1 a este título ha gozado
de una pcnsion de 10,000 francos, hasta que en 1775 el virei
Góngo~'a demostró a la corte la prioridad de los derechos
de }.fútis.
"POI' la misma {'poca (1776) don Franeisco Henjífo
cneontr6 la (luina cn el hemisferio austral, sobre los Andes
pOI'mUJos de GU8:nm:o. En el ~ia ~e le conoce en todo el
largo de las cordIlleras, entre /00 1 1,500 toesas de altura,
sobre !lna esten:sion de mas de 600 leguas, desde la paz i
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- 124 veces en veinticllatro horas bajo la zona tórrida, con tal
regularidad, al nivel del mar como en las mas elevadas
planicieS, que con cerca de un cuarto de hora de difercu,cia
casi puede saberse la ~ora que es por 11uola inspecc,ionaJ,e:
la columna. de ,mercuriO.. Parece que,ellta observacion curiosa que tanto haacupa~o a los físic~, i cuyo, descubrí.
miento atribuye La.Condamine ( V~e al Ecuador, p. 50)
equivocadamente a Godin, habia 8ido hecha en Slll'inam
en 1712 (Diario literari? de La Haya pa.ra elaBo de 1772,
p. 234). tI ~re BoudlCf (1742) se habla ocupad.o 4c e)la
en Chaudemagor; Godin (1737) en Quito; Thibault de
Chanvalon (1751) en la Martinica.; La.manon (1786) enel
mar del Sur ..
Mútis asegura haber encontrado que la luna-cjerce upa
influenci~ I:lensil?lesou¡;e d pcríodo i lacstensioll de las
variaciones h~arias (CÁLDAs, 8ernanario del.Nuevo Reino
de Grq,naiút, tomo I,p. 55 i 361, número 3)..
"El homl;>i:Él.
que, durante cuarenta i ocho años de t,rar
bajos en eINti~vpMundo, desplegó tan il.l¡o1l1brosaaeti'·i-dad, estabad'ota.do por la natllf~ez8 de lamas feliz COllStitueion física:" Su eonversacion era tan variada .como los
objetos de ¡;;UB estudÍos. Si algunas veces hablaba con calor,
le gustaba. tl\ll1bie,n practicar el arte de escuchar, a que
~a.nta importlitlCia daba Fontenelle, i queJan rara vcia en
sn tieníp~)" A,Utlqu~-li.1N,9cup'ado. de una Ci13nci~ q:lC ~lI.ce
necesa.no el estudIO ;tn$8 mlDUClOSO
de la org!tnl~ac1on.
Mútis jathas peJ?d,a de -vista 10,8 grandes problemas de la
rlSica del nÚmdo.:' Habia reco.rrido.1as co.rdilleras con el
bllorómetrQe~J~ mano.; habia determinado. la. temperatura.
media dé est¡¡.sRlanicies ,que forman como. islotes en medh~
del OcéaDO'aéreO; i admirado. del a&p.eCtode la .vej~tacion,
que v:aril'a.'p'r?porcioJLq~,~ se desciende a _lpsvalles, o. qu~
se sube a. lw¡ f<lI~a.s_heh~d~de los Andes, tod¡¡.s l~ CUestiones que se co.nexioD8.n,_
can lo. jeografia <k las p\anta,s
le~tei~8abau.viYamente',.i,así
trató d~conoc,er 10.8 limite!>
mas tÚnéno(próx,llltQ~"eIl~r~ l08_~n~1~ ~ enc1Íent.ran_con:fi~adaS, en la. pendiente <ll'l las wontat1as, las dlferentes
ef!peCi~dp ~i~cp.pna... :Este gu8~ por las, ciep~iasfí8i~,
esta eun.Qsidad'.llctiva.que. se <,liríjé"~inquirir la esplica.ciond~-lOSlenéiÍne~W,a
,de J~,QrgantzaciQn,i de lll"meteorolojía,
~aht~n¡~~;~~ éltpdQ, ,1'fÍ'v~g9t~~ ~~,~~~o lllomento
~{}. ~~ .Vfq.~'f N,iWa., P,5'rw~,,';m.eJorla. snp('X-lO,fldad<iesu .ta~
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~nto~e
el entnsia.sillo con que rccibia la noticia. de un
.le8oabrimicnto importante. No habia visto laboratorios
químicos desde 1760;i ¡;inembargo, la lectul'a asídna. d~
18i8()brasde Lavoisier, de Gu)oton-Morveaui de Fourcroy,
le habían snjeridocoÍ1ocimientos mui }?ree1B08 sobre el
estado de la química moderna. Mútis aCI/.Jiacon bonda.d a
los jóvenes que mostraban disjJosicion para el estudio, i les
suministra.ba libros e illstrurÍtcntos: a BUS espensas hizo
viajara muchos de ellos.
"Despue8 de habcl' hahlado de BU liheralidad i de 108
sacrificios que hacia por las cieneias, es inútil ponderar su
desintereso GozÓdurante mucho tiempo de la confianza de
108 vircye>;,que ejercían un poder casi ilimitado en aquellos
paises ipero .lamas se valiÓ de su crÓdito sino para 13m'
útil a las ciencias, lll\,l'íl. hacer conocer el mérito que gusta
dc permanecer ocn to, i para defender eon valor la cansa
del infortunio. N o ambiciolJaba otro suceso que hacer
triunfar la verdad i la justicia. Llenó COllcelo austero, si
Pllede decirse así, los deberes que le imponía el estado que
habia abrazado; pero su piedad no buscaba el vano bnUo
del renombre: era dulee corno lo es siempre que se encuentra unida a la sensibilidad del corazon j a la elevacioJl
del carlÍ.cter."
Tal es el .iuicio del grande I-Iumboldt sohre el "ilustre
patriarca de 108 botánicos, D. Jooo Celestino Mútis," coro\)
le llama en una célebre obra que le dedicó.
El 8010 descubrimiento de las quinas en la Nueva Granada bastaria- para hacer caro a llUe8trahistoria el nomhm
de Mútis, pncs esta produc(·ion ha reportado al pa.i$ -un
incalculable aumento d~ riqueza i consideraciones internacionales; pero el hecho de haber determinado botá.nirnr
mente las diversas especies de quina, i comprobado i distinguido tiUS virtudes medicinales de una manera evidente,
encarece BU memoria a la ~ratitud de la humanidad entera.
Debemos recordar qne euamlo Mútis empezó a consagrar
su ateneiona tlstos objetos, reinaban, entre los profesores
de medicina. i 108 gobiernos curopeos, una confusion i una
incertidumbre tales, acerca de los caractéres i propiedade¡;
deJa-quina, que este poderoso febrífugo e6tuvoa pique de
ser-dSSOOha.do
por los mas eminentes médioos, como &erhave, La Mettrie, Hamazzini i otros, los cuales esperimen.•
~.
diarianiente en su práctica. resultados contradict01'Í9ll
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-
126 -
igualdad de casos, viniendo a ser ya superiores en número
108 males II los bienes.
Las polémicas sobre la bondad terapéutica de la quina interesaron a todos los médicos, i se dieron a luz las mas opuestas opiniones. Sus mas declarados de-fensorcs, como MOl'ton, no la empleaban sino con los mayores escrúpulos, i casi siempre con desconfianza; i aun estos mismos se preguntaban
por qué laqllina, que en los primeros afios de su aplicacioll produjo tan asomhrosos 1'esul-'
tados, habia llegn.do a SC!' UIl remedio temible aun en manos
de lo;; mas prudentes práeticoí!.
En tal situacion, :MÚtis, qlJo habia estudiado la terapéutica de la quilla en medio de esta baraunda de opiniones
rlive¡;jentes producidas
por los resultados
hoterojéneos;
Mútis, que pa¡,tieipaba de todas las preocupaciones, temores
i de:oconnanzas que ajitaullll a los profesores enropeos, se
propuso aprovechar su mansion en América aclarando las
dudas. Aquí desplegó, por tanto, grande empeño en resolver estos puntos:
.Estando averiguado qi1e las caacarillas tienen admiraole
\'irtud febrífuga; estando averiguado, adcmas, que al principio de su aplicaeinIl produjeron los m~jorcs resultados i
no se tuvo qne lamentar ningunmal
éxito, t de qué depen.
nen, pues, lo,.; males qllc aealTea al pro¡,;cnte la admmistracÍon de esta sustaneia f i Dependerán
estos males de
:llglillos accidentcs naturales inevitables,
o de aocidcntes
(lue pueden correjirse fácilmente?
No habiendo cambiado
la nataralez,a de las enfermedades en que se notaron sus
huenos efectos, ¿ no parece mas racional creer que lo que
hoi 8e llama "quina oficinal" no rellne las mismas éondic
ciones de la ca.w;al'ill(¿ que en los primeros tiempos llevaba
el mismo nombre I
, Persuadidos los médicos. europeos, desde 1638, en que
~mpezó a usarse la quina en EUrO])R, de que no habio.
tnlUl que una especie de quina, resolvían estas cuestiones
diciendo, que la única corteza oficinal era la de Laja,
i que las quinaa de las demas localidades
carecian de
v-i1'tud, a cansa de ~as circnnstancia8
de clima, latitud,
altura del suelo i otral~; i en consecuencia la quina de Loj.a
fué @;olicitad~ con esclusion de las demas. Pero pronto las
c·ortczalS-Uevadaa de L~ia empeza.ron a burlar las ilusioncs
dé los pr~ctioos, i entónce$ so bU8cóla espHc~ion de 'e:'tos
~on~enlOntc&en la ma.durey;de'las eáseans'l eusu ve~.~
011
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- 127 ~~
dijosc que los canntiUos () corter.as tiernas, es tivci-l',liu; (l~
las ramas., eran las eficaces, mién tras que los eorteZon~: ()
cortezas de tronco, no tenian potencia medicinal; ise dij~
tambienque los canntillo;; frescos eran lllas a.ctivos que lo~
antiguamente cstraidos.
MÚtis demostró,
dcspncB de
1I1\1(:hos
trahajos
i observa-
ciones: 1.0 que ¡labia divcrsas cspecie~ de (1l1ina, 1MHllle
distinguió botánicamente;
2." (ple de estas especies habia
cnatro oficinales, aunque pn din~rs() grado, i tenienrl{)C!Úlli.
una algnnas propiedade;:; lÚedi(;ina!cs l'ceuliares; 3.° (_PW
los cortczones eran lllucllO mas <dif'H<:CS qlll~lo,.; canutillo,,:
4.° que las cortezas eran nllljol'PS " !lll'dirb 'JIlC fuesen lllilfl
viejas; 5." que las circunstancias de <:lima, latitud jcogrúfica, altlua del suelo i delllas, lo mi",mo que las yariedades
botánicas, elllludu modifi<-ahan las cualidades terapéuticllS
de cada especie; 6.° en fin, que los malo!'.(lhsCrva(lo8 en
Emopa provenian de la i¡"'>'llorancia de estos hechos, cÓmo
tamhien del poco cuidado con que se hacia la e8traccion i
comercio de quina, i del mal modo de admini¡;tral' el rcmedio. Hizo notar, en efedo, que J08 obn ..l'os i ('''peenJadores confundian en b cstraccioll i l'll los eHt}>áqnes, no
solamente
cortcr.as
de 1:;,; '-arias c8pc<:1e,;. de quina, sin.!
eortczas de torlas (iuillas eon cortczas d,~ ('tl'Oí; árholes parecidos por 811 hálJito esterior, pero lWl'tcllC(·ientes a otros
jéncros; i reveló el modu i el tiempo UI que debia propina.l'8e la. quina para que TIa fuera vana su aplicaeioH-, ni
Aurticra malos resultados, impugnando a lit vez' algunas
pl'ácticaB pcrnieiosas introdneidas por Rydcnhllll1 i otros
maestros a este rcspceto. PI'oe!am(" pues, la' 1'trimitívli
pr:íctiea llevada a Romn porlo~ jesuílas TEis!rmcros del
Perú, de dar la <luina en la apil'exia i de no nc!ministr!wJa
en toda su sustancia, ni on porcione,; cXRjerndas, Ilpoyalldo
Sll¡; idens en su propia e»periencia Hl<'·t1ica, i flllldando
/in"
razone,; en la olJBcrvfieion do 108 hcdlOS.
A la '.-erda.d, cansa udmiracÍoJl dlmen sentido, el e8pí~
ritu la.horim;o, humanitario i paciente, i la impertnrbflhJc..
constancia con qne :MÚt1B pros'Í:-'''lli(l, po!" larg"os :tilOS, sus
invC8tigaeioncs
]lOtánicas 1 ml·dica:; s(!I>1'o la 11uillU, merec(l
a las cuales este romedio IwrÚico afiunzó definitivamente
sn crédito, i huyeron para siempre las eontrovcrnias<}1H'
se habían levafltadoen- pro i en contra. de su encfiela.Al
publicar algunllSQe cstas importi\ntes inve5tigaeioneB en
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- 128 él Pape:! periódico de Santafé de BfJ90úi (número 91,
1793) decía:
" Habiendo llegado la oca5ion de anticipar mis particulares descubrimientos sohre nuestrll5 quinas empeí'íado por
la real órden de 12 de mayo de 1788, manifestaré los conocimientos adquiridos cn !ni lar~a mansioll de esta parte de
América, en que la f'llertc me JHl proporcionado C(}lliObotánico descubrir estos {u:bolcs, donde 5e ignoraba BU existencia; distinguir su:; lt;iítimas especies i variedades de
otros inmediatos jéneros tmnbien nuevos; i, como médico,
separar las especies oticillalcs de las otras mén08 virtuosas,
aunque lejítimas del jéncro; examinar las virtudes eminentes de las primeras, i familial'izarme con. el uso prodijioso de todas las especies de fll\ina, cuando a}Jén3s se hallaba el remedio en la¡; boticas (por el horror quc le tenian
jeneralmente médicos i pacicntes) cn algllJll\S pequefiaf,
porciones traidas dc la provincia de Loja.
"En correspondencia de mis )'ectaB-intenciones i since-!'ísimos descos por el bien de la humanidad, debo prometermc de la jenerosidad de los sabios profesores, que llevarán a bien se les descubra el oríjen principal i algunas de
las muchas cansas que han iníiuido en 1m; errores inculpahlemente cometidos por la ciega aplicacion de es-ta (,'()rtcza
en el ejcrcicio p,'áctico de la medicina 1)01' siglo i medio_
Todos los facultativos imparciales habrán advertido la
insuficiencia de los conocimientos anteriores por el bechc.
mismo de no haberse podido concordar sus dictámenes en
tan dilatados años: SOI»,:ldo tiempo para Ilue haya sufrido
la humanidad mas de 10 qne dehiÓ }Jrometen;c desde la feliz época de tan herÚico descubrimiento, repitiéndose: inclllpablemcnte 1m; CITOrCB
flne perpetúan 108 dicterios contra este segundo árbol de la vida, al paso que han retardado los elojios debidos a su mejor aplicacioll.
" Ignorada .hasta la presente época la diversidad de
Diete especies realmente distintas que con sus respectiva¡,l,
variedades militan bajo el jénel"o de quina; ignorado el
número de cuatro especk"B l~jítimamente ofieillales, en las
cuales residen yil'tudes eminentes de su propia esfera,i el
dc tres especies de mcnor ctiéacia en el uso vulgar a que
se destinan las ondnules: igTlOl'adosabsolutamente estol;
esencialísimos i prévios conocimientos, a nadie podia ocu·
rrírsele el pensamicuto de investigar la diitincion de vírtu-
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-129 des en cada'éspéCie~Era mul naihf~1~;~IÍ;~l'G9ri~eptQ;~l'1'ádo
de .ser,úni~a lj~ espeqie. oficÍnal;: 8~R?16r;eti.,~~lla~Jl~.:y1rtu4
l1h1versallunilorme con su éfie~cl,ár~~pec't1v¡acgQtra todas
hs enfermedades. en:'que se.ord'6nael J,~ll,1ed~~.I,I.$r
,atribuía
Éliempresl~~ayor()IPenOl· acti'vH1!}d~'X~~<:í;iída:d
de l,+.corteza, sin;liaJH.)r~epodido descu,brír,' eitqV:~cpns~~~ia esta.
bondad; per9. c~eyen40se:firW,~m~nt,e:.quejiiilt,;~t'~nlaqúi~
ná, con. talqu;e fuese Zam~, 8eMc~a, debla.aI?1w~~s(l.QqJ1tta las. c,al~h:turasirit~rri1itentes~ ga~g~(lJ1l},S~
sU~~lta~ii:me$i
todo el ca.ta,l%~deenlermed,ades cronwas; 9l~(lnqr refi~ren
los autores ..
'. '
'
,
Despues 4e este trasunto no seráp<,>r deiuas)rascril>ir
tambien (¡l ctn;lbso prospec'to d~h)~noipb~~s.i wppiedade~
de las' quii1a:s oticinales,' forrD,a~Oi'púqr~¿1~9,;15or,:M*~is
(P~el per;i6aiM~1Íúiliero .11l~octúbT~'ge1.1~3}~en el cual
S~ hallanc,o,~~eIidiados sus eSl)~r~ffieW~'osj'pbs~;t"aciories:
i '
CINCHONA
Hoja
oval.
t'l
01,
¡¡: , :A':wromú,tieo;
'~:eal&6.miCll, '
~,A.I¡tjp¡r.é9tiqa,
!2l d, Antldoto,
¡..'
Nervina, ¡
Febrífugl\.
,
A. au.steró.'
:A.pWÍ'().A;
acerbo.
Astrinj~nte,"
ACiplll'llda".rahouosa,
Antiséptica,
()lltártica,
:aíptica,
. Policres'ta,Ecfráctica;
Profiláctica, "
,,' Muscular.
llumara!.'
Visceral.
Indirectamente febrífllgas.
¡xXXIII
Lavísperad~,sn mue~teairliiÓ:Mñ~is' ál vireiBorbon
tiha r'epréSéh~acion .~sPQriiéndofe'llu''i()luntad ,acerca del
modo !:lomo idebiafarreglarse la corlthiÚll.CíM<lcl la Espedi-
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-:- ¡a,o_:-
ci°H ,de~p,ue~",g~,s,ul'f~U?FiWi~I;l:~?:~
j:~e~OI~lendando.
o
~1 g<f;
N,ElI'l1 t!)._~j9~~lC!pn.q~(~J;'pl~n,'llfp.}\ab¡a Ideado hacl~ lllU-
~4o:tiqm*,~.,P.~~'~W;t~q_~a.cioil
J áa~lanto
de
las cienci9.Q
~~1~i~9~~;#~::Ni~}'~\~~~{;~~:'};i(~~1~
';'J~}:r¿ri~e~~~
~P..,1~R'6~~t?i'Ff,m~~
,Nl}hq~cá ,rúbTi~~,
t~mt~:
I
q0p:.IO· tltID~
l?~.e;¡.~c9.n.fR1.et~r,s~Nl~~n<:1O 4~ .,l??pcrvatorlO con lopm;.
tr~YW~\~9¡;
1~,lm~O¡;l1e -<a\!-q,;auny~r~c!~. ~~ _cuanto a !i,L. EsP~d.}C~(;m"
L~lt-?es~o e;I~3;q1I~ ~~qP;?t,noSmf~1'?SO~U.?8 se
~tp.¡>le~6e,
,~~ elll:a~? q~ PBta~I?p.~\11l?'J~onb!!~la,~,~Cald~
encargado de! ae astrononna 1 que Lozano slgl¡Iese en el
<{? ~oolQjí~. +\flll,el iP~~n!~an?i9¡¡? b,!!obia.ocupa,do toda. su
~·~rti.,j.,!
-~o~. aíi~ ,~~¡~~
fl'e¡U,Pl.!3escaso~ par~.lo-8 ~r~udes _
l,~J,t;:tyoqU~E~.F..oV:1;9j
¡Gl¡ 6en¡p9-,.?s. nada .para 10 mnmto. Al
P?w?rIlPI~.~ptl~, n~~s ,'\l,\l,e;.
d~.J_a~l~tcrmlpa~a su obra; pU0~
~l~Ji.cm'?l).Q;lo~I,gahl\~ ~,~Jl~rra otrv S?utlllllento. que ~l a~¡~r
de 1a verdad, este sentImlcnto tema tal tenslOll en MutIS
que- nihrcadncidm:hte-mtirmtembl"o1';ni
la cel'cll.n-a-'pers.
.pectiva de la eternidad, P¡¡d~C)'qll,rel aj arlo : cuando el cora~
;>:011latia en retirada,eI
atine. avanzaba ácia el porvcnin
ipo-r- sobre-hta-bascnr:r-dc-fa; 1lI uerle, --'TÍ"Ctore-ando'ill" ciencia
~ l>r1ndantlo laurelús ilI lus jenúraciones vonideras. Como
lus..gl¡¡d ifldOl"esl~l1Hm{)s] {lue al.entrcg':U:¡¡c a.la mu.crte.sa1
lu<lfihull al César, M4*, hm:cúleo lidiador de la verdad;
~~'!~1ba...
~r~c,~~a l:epr~~~l~~ci0!t,
unb~llo ~.majeotuoso salll-
~)~-m-
a a ClCn0)a.
:
No tcstÚ pcrs9na1if.¡ep.tcj pe.r.q,~pnfirió poder legal para.
uO
hacer el
.!:~t~~~:¡~.át
~a:to~do~l?,
_señor Rizo, ~_ue~oza}~~
Este mantuvq
lás instrucciones verbales que
(Te"toda su confianza (1.<> 11e JulIo ac 1808).
~n el mas secreto dcpósit~
le. AAJ,jiaJ~Mú-t-i-s,.~Q..~
17Ge no.v.iembre del mismq
flño en ,Cjgc ptorgó ~Ue5tamQnt.o, en el cual declara qUd
~fútia.-ha-bía dispu<lSto,j1.o:gueluegoque
SUB cuentas con e~
.gobieri1o'o¡,tiJ.vjeseh'fé'r~ddas;
.~e hicief'c inventario cstrai
¡-udilliu,l ~~ ~~llibr~~~'~;'!{¡UP5e~~parw.'e rodo lo q~e tr,~tar!\
ne botamcalBcJe
cntregfti\e en dOnaClOIt a su sobrino Sl11f~
r.os~f.illl}Jrc que éEt.c.f;P. p.np.argara de la continuaillou.de la
Flo}'a ?:NJf!l'anad~na,.qUy8?llp&ftas,e todo 10 rcIativ? a astrollOlllla 1 se dcstmara, pbrlfiV'eMarlO, al observatorlo, paraqu. ~,d~..qstq$libl~t\l,viE:~~
opl.íg~.,cjon...de reli.PQnde.r. en
ctliJ.lqúlcr, ~H;JPi}peJ ~l1fi~rg~¡lPA~~steostablecjn:u~to j qll~
to<1os-;1!:>s\i13rp~ 'p'in4R~~ ~~wu)~~en~lftfC,
~o.&~9dB9:
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.....,]31.-
l\a.S~osde,Dogotá, j que cll'ffito Upllllibl'ef~8. aí1 ~grc.gan,~)~!\;,ibliotec,ap~blica proyectada; 2,° ql;l.e unos'c~~
'.iAA~;d~.HProsi un l~bQratorio. completo. que, .e(l1l dine~~
~N.Í1ti~l hahia cornpraJo. en París D. Francisco Antonio.
!~"j
soh¡¡Jlaba en Cádiz a~a sazan, se hicieran traer a
ll(ig9tá i.8C destinara.u, lps l¡hros a la hih1iotúea, i 106 apa-
~tosquímicQS i sustancias al laboratorio proyectado.; 3.° fi·
~4n~nte, qu,e 6Íuo se lleruj¡~ ¡¡l.cabo. lladatle lo que Mútil;
.ha.WtJ indic~ocn
Sil repre,;cmtadon
al virei, toda,; las cosas
ántes no.mbradas sc vcp.dieruu, i su yalor ¡;e repa.rtiera outre
sus cinco. sobrinas ,Tasé, Sillt'orOi"). Faeuudo, Mieada i Doll1ingo. ~lútis, mejorando. a Sillt'",,,,,o en una 8ei'h~ parte.
Ademas dcdal'a Hizo: 1." ([110 todo:; 10..; empleados de la E¡;ped,ic,ion estahan illdcn,miL:ad.os dl.J SllS tralmjo,;, i que MÚtiF
}¡¡¡,bia cedido u Ú¡var de Dufía Fl'unei"ea Lec una ca¡;a en
Ma:UJuit8; por los.scl'vieioi; qnc ,allí hahi:.t prestado a.la EflPedl{:lOIl,l nfavor de l)oila },~l,\r1a AntUJEn J\fontera 1 Ihu7,;
,~J~rcna de una (luinta en aquella llli8111H> pollladoD, tamllif:R CIl rcwuner.acion ~o bCl'vicio~ a la. E"pedieioll, pero
~br.(\, todo por el ~~ero que habia d(~8plegfld(l en cultinr
lUlQS canc,losque
habia plantado ::\f Ú 1i" en 1l1l "olar dd !!()
biepw, los cuale~ \'lH;arg;clm Cbt\' "ahi¡¡ll! ('llidauo <.k uidm
~ñ\ll'a:
i ~."
(11ll~];lÚtis era hijo lejítilllu de D . .Tulían,Mútí¡¡
i Ae Vaña Cheguria :Bocio, de Cá,1ir., i (1',c habilL mandach¡
qnc nnclladro
d,'llL Santí"illHl Tl'illid:h1 i Ulll'etratu 811)"0 ¡,;e
Cl~tl'cgarau ,~n dona.cioJl al monasterio dp Santa lucs, i otro
~etra.to, tambien suyo, al de.1a Enr;cfianZlt, E8tosw1l1os
t~.l'l'Únos de las principales d{lIlbllbs del te¡;t¡¡,mclltu, que
\1Challli~junto con el j)otl¡!r, en d nichho (le L'Notaría ;;,'
d~.Bugotá, protocolo de i1l6trUllll'lltos ll\¡b¡¡eos de 1808~
fvlias 3l~ i siguientes, ()¡ .1,no tiC \'~, c:,tc testamento (S etltii
t.oq.p U~lll ref~ren<:Ía coudieional a la r~Jre¡:el1ta~iolldil'ijida
por-lítÍ~~.al dJ'ci; do 1llilllCra (llw al'ser :wcptl¡,do;el phw
'lue él }~hia-l)ropllest(), las dOlla(~iulle¡¡ de librOBi lalH..I1'n.,tOl:WScrian efediyaii, i :,i no, paSal'illll ;11 cúmulo de su;;
bl®ite, a l() <pw es igual~ a la p!'úpíednd de sus parientd; .
. fallecido MÚti¡;, el ,¡reí l1umb!'.:) a bU bcel'otal'io, don
J()J';é RaJDOJl de Lciva, juez
comi~¡(jlladu
para Jo,,> Wi¡wtos
{$!#~, J,i;¡;pedicion, :JrÚti,~c:,pir6 11lar; tn~,.; <le la lllafJlilm, l'()q~do ,a.c su s(¡hdnoSiufUl'Q!lO, de C~ldas i de m~(),i estor;
~D;lanQciel'on,\Jnpi6
en JaG~~·~,lp,.~ped.ici<.))l
haijta las
sA~~n
qU{l
Rizo ~izo ol,ltrcgadi}J~lla\'Qs8¡l:~eñor
I.civa,.
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- 132 Bajo esas llaves se encontraban algunos bienes de Múti15i.
casi todos los de la Espedicion: encontrábanse allí muchQtl,
manuscritos sobre las plantas, sobre la meteorolojía i sobre
minas, un herbario de 20,000 plantas, mas de5,OOO-láD'ñnas de especies v~jetales lleogranadinas, un semmero, Ub'a
coleccion de maderas, otra de conchas, otra de minerales,
otra de pieles, i una série de cuadros al óleo que representaban los animales mas notables de la Colonia al natural i
con sus propios colores. Este era el sudor de la Espedicion
acumulado durante yeinticinco ailos.
- -'
El gobierno atendió la voluntad de lI{¡tis respecto del
al'reglo de la Espedicion; i ·en consecuencia se hIzo cargo
de la continuacion dc la FloJ'a su sobrino Sinforoso, Cáldas
de las obscrnwiones astronómicas, i Lozano de la Ji'awnia.
El encargado de la parte botánica asumió las funciones de
}fútis; pero es de saber que no era hombre propio para
reemplazarlo, pues c~areciade su vasta i profunda instrucdon, dc su prudencia, de Sil iniciativa, de su abllegacion,
de su celo cicntífico i de su actividad i constancia ineontmstables. Esta desacertada eleccion de sucesor solamente
pudo hacerla llf{¡tis por amor consanguíneo, i deseoso de
prorogar en su sobrino ellllstre de su apellido. La Espedieioll so dividió en tl"es departamentos aislados, porque
D. Sínt'oroso no tenia la autoridad del talcnto, ni el prestijio de la edad i de las virtudes relevantcs, ni el fuego
del entusiasmo, que tan necesarios eran para hacer de jefe
i constituirse en centro de accíon i de unidad; i no obstante obrar como director por ministerio del gobierno, 8\1podel" debia sel"efímcro, como sucede siempre que la natv.raleza 110 contribuye a apoyar con sus dones los poderes
que la leí confiel·e al hombre. Cáldas era el llamado, por
sus singulares cualidades personales, a llenar el puesto de
1Ilútis; i tenia derecho a esperarlo así, en razon de- SU8
80r,"ici06a la Espedicion, cu)'o herbario lo dcbia gran parte
de SllSmas preciosas plantas, i en cuyos manuscritos se
hallaban muchos trabajados por él, acaso los mas importantes; i habíéndole dejado comprender Mútis, en conversaciones pri vadas, que seria su digno sucesor, esta circunstancia dehiÚ haccr doblemente amargo el desengaño do
Cáldns al cereiorarse de q11C S11 csperanza habia sido vanh.
Este <1e~eTJgaí1o
dió lugar a una represcntacion que dirijió,
('011 fecha 30 de diciembre, pocos días despucs de la d:fun-
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133 -
cion de :MÚti8,al juez comisionado para 10aasnnt06 de la
Eapedicion, en que:despuesde relatar 8U8 viajes a la :preside1'icia de Quito, mmescur9iones por el territorio de la 00_Wnia., sus nnmerosas inyet'>tigl\<'.Íones
ñ~icas i astronómicas,
tiua tro.bajos botánicos i lOi:lmateriales cíentiíioo8 que había
traido 8 la Espedieion ; dcs:pnes de hacer manifiesta en los.
términos mas vehementes, 1 a veces 111) tanto duros, la in·
justicia que con él habi:~ cometido 1t[útis, desmintiendo las
promesas que, le había hecho, i poniendo el fruto de sus
afanes en manos del nuevo director, que ni gozaba de ba&tante aptitud científica, ni podia tomar mucho interes en
hacer llue la ciencia aprovechara a(!llcl frllto, concluye Cáldas pidiendo que se le entrc~ncn sns trabajos botánicos de
Quito para organizarlo8 i pUDlicarlus, i que 8e le presten 108
ausilios neccsa.rios para el efecto, es decir, papel, colores,
unos pocos pintores dc la Espedicion i el libreu60 de la.
biblioteca botánica; i ofrecicndo al mismo tiempo continuar los trabajos del observatorio astronómico con nn moderado pero regular 8ueldo para. su subaistencia.
Esta representacioll ha oscitado, desde que el sefior
Acosta la inBertó en su edicion ae El. SEM.A...l\{ARIO, la sensibilidad de algunos homhres eminente" que justamente veneran la memoria de Mútis, entre quiencs se cuentan lo!!
Beñores Boucharuat i Ddondre, que,. en BUlucida Quinolojírl (París, 1854:), hablando de eBte mismo documento,
dicen: "Mútis no ha tenido por detractor, despu<.'8'de BU
muerte, sino a Oáldas, ~Il discípulo, con el objeto de obtener del vircinato la entrega de los manuscritos de este
sabio, una colocacion i dinero !"' Tal concepto, emitido por
autorcs de tanto peso, i repetido tal yez por otr08 lll~joh~
garantía qe aquellos nombres respctables, rebaja sin razOIJ
la fama del ilustre Cáldas, sinemuargo de no ser culpablCi1
por ello 10B beneméritos sabios franceses, pues que, no pudiendo CBtl\l'bien informadm; de las drcllnstancias ~rsonales de aquel, de SUB méritos, de BUB servidos a la Eepedicion i del estado en que quedaron él i 8\18 trabajos uespues del fallecimiento de Mút.i¡;, fácil es que hayan sido
mdlwidos a errOl·involllntarjo por f»lla de datos positi,os.
1\ o; Cáldas no nceesitabll. de colocaeion ni a.maba el
dUlero: todos 8118 compatriota.s 8:lhcmOB que (¿ontaba bastantes medios de sostener su \"ida, i bastanW8 modos de
ilUstrar su nombre, con ent.era independencia del poder
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- 134 l>úhlico. Con su jcnio i su ·aplicllcion superiores, con sus
propios rccursos pecnniarios i los de sus parientes i 8.lUigos,
era dueño de cultivar, i cultivó con ..igual suceso, ánteé de
fundarscla
Espodicion, todos los ramos· del ¡;aber. Jam~
se prop~so·hácerfortuna
con IiJIU3 trabaj08científieos,
,ni
'lj,bl'igÚel pensamiento de especular mediante su amor a la
ciencia: sus miras, elevadas como su talento, se cifraban
en scrvir ala· civilizacion universal i al bienestar de su
patria, Bin mn8premio
que el aplauso de los sabios i la
estima de sus conciuda.dmlOs.
Fllé solalllcnte cuando He le agotaron sus prdf¡ios recurS03 pecuniarios
que, entregado del .todo al observatorio
astronÓmico, se atreviÓ a pedir un moderado sueldo para
I'U Sil bsistencia
i para mantcncrel
decoro de este plantel.
Eu GlHUlto a los manUi:;critos, tÚ hubicse solicitado todos los
de la E;;pedicion, la historia de]Jiera aplaudido,
porquo,
¡,;eg!lll dice clnpoderaclo
e Íntimo amigo de Mútis, señor
Hizo, Jasdescripciones
de la Flora que dejó este sabio eran
i\1(,<)Jllph:t~Ul,i,tan solo un verdadero profesor, guiándosc
lH.r ellas, podia cOllduirlas i ponl..:rms cn'órden;
i cs.innoun hll' q!lo en la Colonia no hahía un ·hombre mas illtelijCllte ([\le Cáldas en ciencia~ natnrales, ni de mas talento i
consagracioll al trHha.io, ni mas patriota, ni mas desintero¡.;ado, ni mas amigo ~lel illcramento de las cicncias, ni 'mas
eonocedor (Lulas'la~ul1a¡; i defectos que habia en los traba.ios de la E;;IH:ldicion. Binembargo,· la verdad es que na
reelamó sino lo que le pertenecia.
".Tengo, decía, nn dere(;l1o indisJlutable sobre tudos mis trabajos, porque ellos
¡,;ohan ~jeclltado en la mayor parte a mis espensas." "Yo
tongo un dúrechoindisputable
sobrc ellos; me.han cOJtadQ
mi dinero, mil fatigagi
mi salud: so16 )'0 he..visto vivas
la,; p1:ant:.l.sde mi herba¡'io, solo yo poseo la clave i solo yo
pnedo poner en (mlen. mistrahajos."
¿. Puede tacharse
('ste celo de Cáldas por 811" colecciones i sus manuscrito:;?
; lIai Cll esto algo que merczea reprohacion '1 :
La distinciOll de ,las di \'crBf\s lluillas del vireinato habia.
lJ~I'ecido, entre sus ocnpacioTll's botánicas, llna atencion
preferente,
Hahia \'jsto vivas en SllS lugares nativ.os, olr¡;Pl'\·ad~}~eo~eetado, ,00"<1 ue.i~do i, descrito t~da8 las ,cspecies
del tOl'f1.toj'W del Ecuadoj' 1 varllls de la :Nueva hranada,
i hahía resllclto algunas dudas de trascendencia.. q.ue abrigahan los botÁniC(~ ltOc><:a. de aquel.punto.
En efccto, Ze~
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- 135 P)l' una pa.rte, i los jefes de la Espedicioll del Perú.'})or
oÚ'$i,diliCl.ltian oon calor la cuestion de.ea~1" edas qnintg
de I.oja pertenecian a la. misma. cspeciode(;inoh07l4
lfM~
elfoUa que 5e hahia d\lSCuhiertocn el Nuevo Reino, ao'bre
la oual Humboldt habia emitido distintos pareceres, i
:M:útisn.o habia podido deci¡'nada con scguridad, J-,aspolémicas habían oscurecido mas el punto, eu hll,rarde aclal'al'1a, cuando (Jú'lda ••, rec:()rriendo todaS las locftlidadc8 el)
que v~ictl1.ncsh\s plantas i recojiendo es<'rnpulosHi\ observaciones, disipÓ las iucer! idnmbre~. Hablandll del re,m hado de BUS escursionc8 en lo;; departamentos del Ecuador.
dice: "En cstós lugares formé los dis<~iio;¡('ti colore:; de
todas las quinas
<]uo'produce
Loja.
Aflnlln~
det~Cl'illí me-
.nnda ~ escrupulo.samente, aflui formó el bello herbário d.('
ellas, 1 la COlCCClOll eompleta de las corteza8, CUYOB ~aco~
como t&mbien los diseños i esqueletoi' exi5ten en la bfhlil)teCla de MÚtis, i qne pOI' olvido no soinventlu-i~n·otl.'·
"No teng~ la meDor duda que sin mis trahajo~ la QWii/{Jltojía de Xúti8 contendría mil dudas i ile-habria l'OOIlCido
a ménos de la mitad, ApC'sar de sn pre~encion i de los de~
rcchos de la sangre para (:')11 su sohl'iJj(), ha mandado (jU(~
se puhli(lue este tratado Cl~ Ilornhre de MÚti", (le Cálda¡; i
del sobrino, j Tan sefính!dos enlll mis fiel'vicios en ~stc
pnnto !"
Doloroso es encontrar en esa reprcscntacion algimos tOl1-
coptos que ofenden la memoria del sahioMúti&¡ Amar,
gural3 hai qile el hombre debe devorar en sílencio,potMIi"
s-i:d-eracioll a los nohles sCIltihlientos de t'CS}ieto j-g;'Mitlld.
Pero si recordamos qnc Cáldas hahitl, invertido .¡;i.lsm~Í'<
plácidos años en colectar materiales parala-Espooieion,
esponiendo 3U vida, sacrificando toda ob'a ambición a la (W'
servir a las cienciaai empleando su fortuna en <isiosÍlnpt·oboa trabajos;
si rccordamoB que, segnn mi} dispo8iciones
póstumas de :M:útis, lo¡; afanes de Oá](Tawdebiah qoodnr sin
recompensa alguna, iaun podía. soapcchal'se que fueraíl
perdidos para la el vilizacion, por CllloCO ~'lidadoi la pliCa:
a.ptitud do D. Sinforo8o; &i recordanios que Oá.ldas'había
visto fallida BU esperanza, prometida por Mútíll\ 'de Slic.
derle en lf1, Espedieion, i que se el'eia demasiado depiilfiid~~
no sin fundamento; con quedar. sÍl"Vimo- ~i()'ta::deJ1e1!dellcia d&l~BÓbriDbf si. r~QtnOtl
qurc <:JíadaSh.bil1e~
Uldo·.:alt<Ji ~e~mo&e~
-la: ~dtcri~'i
~lKi M' ··Mi
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136 -
última voluntad de Mútis no ¡.;ehacIa caso ni cuenta. de
ellos; i si recordamos, por último, que Cáldas era un hombre de tanto jenio í de tan elevado carácter que no podia
resignarse a la injusticia ni a la humillacion, el ánimo seinclma a mÍl'sr ll.quella relacion de sus -servicios <lientíficos,'
no como un parto de vanidad personal, mui ajeno dele.
índole modesta de Cáldas, sino como un desahogo desu..
dignidad i su-conciencilt, como una defensa de su nombre
i de su gloria angustiados en presencia del desconocimiento
de Mútis. Por otra parte, la historia no está obligada e.
favorecer mentirosamente a los hombres emincntes, atribu.yÓndoles dones i aciertos que la naturaleza les ha negado.
Reconocer i bendecir 10 que han hecho por el bien jeneral
i por la verdad; reconocer i censurar los desa(merdos i las
injusticias que han cometido, he aquí su deber sagrado.
Si Mútis no tuvo bastante cuidado ni bastante ól'den en
la formacion de la Flo-ra, como es cierto; si fuó injusto e
infidente con Cáldas por hacer gracia a su sobrino, como
tambien es cierto, la historia inexorable la.menta lo primero
e imprueba lo segundo.
XXXIV
No fué sin sufrir sinsabores qne Hizo desempcñó el poder para testar que le habia conferido Múti8, pues la familia de éste, recelosa de la confianza 9,ue su tio habia depositado en el mayordomo de la E8pedlCion, no tuvo reparo
en divulgar desdorosas sospechas contra el testador comisario. Estas habladurías DO tuvicron eco al principio, porque todos los hombres sensatos estaban convencidos de su
falsedad, ya en razon de la notoria i nunca desmentida prohidad de Hizo, ya tamhien porque eran jeneralmente conocidos los hechos sobre que versaban. Así, la pérfida maledieencia. tuvo que acallarse algun tanto ante la buena
opinion de que disfrutaba Hizo i ante la luz de la verdad
que todds percibían.
Hechos los inventarias de los manuscritos i objetos de
la Espedicion, con asistencia del secretario del vlreinato,
de comisionados especiales i de los emplea.dos de ella, todo
pasó a poder del nuevo director; i fenccidas las cuentas de.
Mútis con el gobierno, Rizo entregó a dOD Sinforoso 10&
libros botánicQIilque le había dejado Múti8, i Cáldauecibiá
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- 137 ll.la vez, como encargado del observatorio, los libros dé
astronomía donados a éste.
Terminado el traspasoi nuevo arreglodelaEspedicion,
i concluidos los queh.aceres dela mottuoriade :Mú.tis,aque,..
llaprosigu~ósu!>. trabajos, aunque no ya .conla regularidad
i entusiasmo que ántes, sino con ~perezo$a lentitud, como
una máquina que' carece de suficiente fuerza motriz. Ning'/lu empleado a?andon~ supuesto, ap~sa!' de l,a poca voluntad <¡ueleteman al dll'ector: el patrIOtIsmo I el amor a
la..cienCia ahogaron en sus almas los arranques de la mala
pa¡¡ion.
Tambien continuó la. publicacion de EL SEMANARIO,
bajo 1a~ireccion de Cá!d~s. Desde ~l'~ de,~8:~sto de 180~,
Un mes ll>ntesdelfalleCImIento de MutIS, dll'lJ1oaquel sabIO
a,..la illlstraci\iln de la Colonilj. una nuevai fogosa cscitadon
PHa. qu,e contribuyera a. enriqueccr,con trabaj os útiles, i
orijinales, el segundo año de este periódico. Durante el
prime;r,ohabia notado. que la, empresa carecia de órden i
unidad,) que corría peli¡:¡;rode degradarse el periódico,
convirtiélldose en unap9.blicacion de estériles futilidades.
Aqvirtió por tanto que él era el solo encargado de recibir,
ordenar i correjir las producciones, qlledandoa su cuidado
tambien ,e~ejir la~ que hllbieran Clepublicarse. "Las circunsta,nciasen .qnenos hallamo~, dec~a" piden que. dirijamos ,nuestrasmir¡¡,s áda aqlll.~llo:;>objetosde primera necesidad 4ntes de pel1sar en los del lujo. Un pueblo que no
ti.enectl¡minos,miyaagricultura,
industria, comerci0, casi
agoni¡.;an';iioómopuedeocup,ar~e
en, proyectos brillantes"
i las, 1):1aS
vec,esimajinarios?' El. cultivo de una planta, un
ca~inQ; c(¡J:l1odoi pronto, el plano ~e un departamento, la
latlt,uq. Ua¡,t~n¡.peraturade :lmIugar, el reconocimiento de
un río, &:.a,;~~a,son asuntos mas importantes que todas,
aquellas cuestiollesruido$as en, que pueden lucir el jenio,
l~. eru,d,iy~op;il:¡¡.,e~q(meAcia
..,'.Despues¡ de haberi1;upreso i
p~blicadq,,¡::tl~c;l;+qs,ceo¡ten~tE!~i
~eipájinassobre e~tos objet()s
brillantes,.i,no, Qlle4lJ.J:l1ol3t¡¡,n
pobres i tan miserable,s cOmo
állte¡¡,? QI},e q~,r9S,
I1jit{¡\lI¡
Gonca10r, eforíj¡;;n de l()~pueblqs
d.el:Nl~Y:\f{}:qQ:p.~~)1l'\rtte,<.1ue,
198: an~icuf;\,rips,seAe.sy~len pOI'
Slil:9.<il;J¡
Q1;uén~;1YfJ:lt6,
,1atbl'-nj:ula,nosotroE\,mn~cuerdos,in~
q¡¡.g;ileUJ,q$ll¡\S
:<;~:';l~¡¡'s
,de.los:cQ~OSque nos,,~fliJen, i estimu.,
lelU()~~ •.)1nestros'p¡t¡9fe~~re~,,,,.
q'lle .pu~quen .•elI:eme4~o ,d~¡
l\\p.ferp?-e~ad\tel¡TIR~c.
;pen~os ~.•;cono,cernuestraspro-,
i'
e,~~.
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- ] 38 ';tncia~~ calculemos su cstcllsion, sus tierras de labor, sus'
selva&, SUB pastos i sns peñascos. Describamos
SllS plano
tas i sus 'minerales ; distingamos las producciones útiltltl de
la~ que no lo son hasta el dia; compl1remos lo q\1e tcnéini:ie:
con lo que nos falta; perfeccionemos aguellosob.ietos,
i;lm-.
gamos e~fneI'zos para ndqníl'ir estos; apreCiemos los proauetos de nuestra agricultura i dé nuestra industria; médi"
ternos detenidamente
nnestrltS costaé,nllú,Stros pucÍ'tO$, 106.
ríos lHw~g'1.hJes que atraviesan esta ihmónsá Colonia, ~
dlreceion de nuc5tras montañas, la temperatura"la
étetá~
don sobre el océano, las ventajas, lo\> obstácnlosquc c~d~
dé}l!1.rtamento ticnc pUl'a hacer !m coniercio con sus \'cduos o ~or~los dOIl1::ls pllchlo~; ?alcn~emos eO~1 la mayor 'fr~~
nllenCla 1 con toda la exactrtud posIble el numero de habl;'
tantos de cada pl'odneia j de cadá pueblo; -éBtudielhos'1á,
eonstitÚcion física, .el cUl'áctel:, lás virtudes, lósv~ios; lM
ocupacioncs del hombre que habitit ba.iode cl11nasbi.hdi~
ferentc:; i aun opuestos; la cdnca/don física Í moral qti6'Se>
da actualmente,
i la que mas co~ve'nga. á dada punt'o;lii5
enfermcdadeg lIlUg frecuentes, htg epidemias, las tahrft~rle~
crolÓjic'as i cuanto puede mejorar i }lacer feliz al h()iribf~.
Si nlgnnos papeles remitidos al eiicargado no sa1íe~en a luz
en EL SE)L\NAlHO, SIlS autores 110 deberán formar queja alguna. porque deben ~mpoller que hai motivos poderosos
par!'. sU:primirlo!l, Si 110' llctHin el ,plan de EL SI~ANARlO,
Bi !lO
respetan las leyes, el culto, el gobierno;
si en'lugal'
de enseñamos aJgnrHt cosa del Reino se divierten en b'agíttelas de ínjl'nio, clltÚnces (Plcdul'án sepnltados sus escritoi'
ch el olvido. EL SE)iAXARIO es un papd ¡¡ério, i está COtlsll:g1'ado a mcmorias sÓlidl1.s:-;obrc 105 pllntóB qne. tnáSh'os'
lritercsalL Todo asunto frívolo l1otione Iúgal' en $tl plán; 'Í'
no lo estrafíarán los espíritus li.ierosque' solo leen por di:;
ycrtir algunos momentos de tedio."
.' . '
Los hombres de luces correSpdildieron :clebidmnen,t~ id
patriótico llamamiento de Cálda~,i EL S:sSUitW:ofité, 'eh
su segundo año, tan Incido í tan interesa:rtté como 1<>dweaha BU director. Etnpezó con li:U' c5btito del doet,oi<'Elof V l\~
Ienzl\eli sobre una grama útil para prados artñi'éiále~, ób-servaciones sobro la cana de azúearconocida ;C9Ín~1hombie de otaiti,' una descripción deelh\.;i esperitr'tel1tos'$\>bTo'
el!'modo de conservar las oorh~"¡lo~. htievo~i ~frtltóé-~
trahajo
altan'llmte
notable
por 1m'Ó1'ijiírMidi\d;~f>
~Ii'
piP
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- 139 feccion científica i por las reflexiones económico-botánica¡
que contiene. Siguió una. descripeion de la. antigua provincia de Autioquia,
llena. de conocimientos
preciosos, détallada. i clara, "sustancial
i juiciosa.," como la u.pcllida Cáldas, formada por el doctor José Manuel 1{e¡;trepo, ilustn·
i VCllcr'1.ule patl"iota qne aun existe, c!(':'PllC:- de haber ser·
vido a la. delicia eomlJ hábil observnd'H, j a 1:'1,patria comv
hombre de Estado; despues (k haber narrado, como testig(I
i como actor, los t;lwesos de la ~]()J'io::;aColoml,ia; dCBpnc~
de haber mCl'C<lidu del illl!wrt;d llulIl huId t particularc:,
{Jo1l8ideracimlOs de amistad i la ded ical uria (h~ un j~ncr('
de plantas de la familia de la,:; (JI'(juí(ka,; qlle lleva el
nombre (~e r~tr('pia,. despnes de ludH'l' .:ido l1<1nradoJlOl'
¡¡liS conclllrludun,)s con Iv::; mas llUllomhl()::\
empleos;
C<ipues de haher contrilmido
al progl'Ci>l) del pa.i~, fomentandL'
la. agricultura i descmpeñando con intdjjcndn i zelo el del'tino de dil'pctQr de la. Moneda. de Ihgut:i; cn suma, dei'puos de h_aber consagrado ~u nombl'e en la cicncia i 011 la
historia, pOl' sus tl'abajos literarios i políticos, 8U talento j
";IlS SC1Tieios a la independcmeia.
L!I(~go ~,J.I-;eron iillcesivamente la desc!'ij!(~iull del cnmto de Prado, po!' Sll ihu;trado
<.lura doctol'.Tosé1Ianuel
C.impo;;; la(k hantigull. pr(lvincil!.de Pamplona, por 01 sal,io doctor.1 onquin O¡¡Ulacho; hi
JeOflJ'(ft'Ú! de ta,~ jíltmta8 de Humboldt, tJ';tdncida {l0r Lozano i alwtadll. p(lr Cá.lda.s, IJllblica.don que le g'l'an,leó al direetor álgunll.8 tor-pesimrecti vas de parte de los t'anáticol:l; In
descripcion de Bogotá isus a.lrededores pOI' el Plut&rco gl'f¡Dadino, doctor .Iosé :Maria ~alazfl.l'; uua (¡da a la uoclIe, de]
dulce vate Madl"id; vados estados de Cl)lfH~l'cio, do poblacion i de hiJl'Olojía; descripciones de plantas nuevas, noticias i observaciones divcr¡,;as sohre u1.ljd,QS pllJ'ticulares
i
Il.SUlltc"qimportantc>;, entre las cualcs SObl'l'¡,¡alcllnadel CUl'fi
de la 1fatallza, doctor Juan Agustin de la Parra i Cano, a
quiaIl<:olma de mcrecidos elojios el dil'ector, Esta observa
!lioo vcrsa Bl}bre el Ulal modo de culti-'f¡n' el trigo en la. Nnevfl
Granada, i ahunda. eIl interes por 811(~xactitud, su pl'ooision
i f!U utilidad. CCtldas eerl'{¡ el ano dl~ EL H¡';~fANARIOpublicando un epílogo de las produceiollc;; (!l¡e ClJ (,1 se ha.bian
insertado;
epílogo que d<::ia traslueil' la sati¡;i'accion i l~
plenitud de ~ozo con 9.uc lo escribió BU autor, a causa d.e
4':d~pl'O~~abi&ll
coa
.
&8:
8-ido,rea.lízadoa,i sUB_eseitMione8
~lld.·
-
.
11
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- 140 Es C083 quc llama la atencion laelcvacíon de carácter, el espíritu evanjélico i la vasta. ilu~tracion de cierto ••
eclesiásticos de aquella época, que comprendían entre 19&
debcr€'!f de su ministerio la m~ore. material de &U8 parroquias i la cultura intelectual de BUB feligreses, al mismo tiempo que 8e empeiíaban en el aumento de la civiliza.cÍon jeneral, por el incremento de las ciencias i de
las arte&: ilustres sacerdotes, cuya memoria jamas se borrará de los corazones patriotas i agradecidos. En aquel
entónce8 los clérigos i los seglarcs ilustrado! ofrecian un
bello ejemplo de armonía cordial e intelectual, porque recibian iustruccion en comun, pisaban las mi91nas aulas.
oian unas mismas lecciones, cre<..'Íani Beeducaban juntOll í
8egun una 801aregla, i llevaban a la vida 80Cial C\3O~ lazo>;
estrechos que se contraen en la cornunídad escolástica. Adornas, los clérigos estudiaban la ciencia fÍsk-a, í los seglarefl
eran doctos en la ciencia teolójica, lo que' no dejaba de
contribuir a afianzar lll8 afeccionea Í fundar el mútuo respeto entre aquellos hombres.
XXXV
. El virci Amar i Borbon accedió a 10 que pedía Cálda¡;
en la reyresentacion de 9ue &El ha hecho memoria, asignán~
oole mi pesos de dotaC1on anual como· adjunto a la Espcdicion i encargado del observatorio, i mandando que el mayordomo de la Eapcdicion le sumÍ1lÍ8trase papel, colores i
oemll8 útiles necesaríos para el deeempeno de 108 trabajoó
botánicos i astronómicos que <¡uedaban a su cargo. Cáldas
debia informar cada cuatro mesca al gobierno 80bre el estado.de estos trab~jos j i en nno de estos ínfarmes, fechado
a 1.°de julio de 180~, participaba estar ocupado con preferencia en tres obras:
l.a "Coleccíon de observaciones astronómicll8 hechas
en el vireinato de Santafé de Bogotá desde 1797 huta
1805, con todas las que Be han verificado en el real observatorio astronómico de esta capital desde 1806 para adelante; "
2," "Cínchograña, o jeograña de los árboles de la. quina, formada sobre las observaciones i medidaa hechas des<le 1800 ha8ta
;"
3." "Fitografía, o jeografia de la8 plantas del Ecuador
f~omparadllll con las producciones T8jetalea de todu Iu
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- 141 ~onas i del globo entero, formada sohrc mcdidas i observaciones hechas en la. vecindad del Ecuador desde lSOl)
hasta. •...
"
Estas tres obras comprendian la esposieiou de todos lOR
grandes fenómeuos físicos, altura sohre clmar, temperatura., meteoros i demas, llonsiJ.erados bajo el punto de vista
de su influencia sobre la vejetacioll; la carta botánica del
vireinato (Nueva Granada. i Ecuador), con diez i ocho ~randes láminlls de IIJall()8i perfilc8 de los Andes ecuatorIales,
tratando separadamente las plantas medicinales, las plantas útilc8 para la subsistencia i las artes, i las de aplicacion
desconocida; la rei\olucion dd problcma de saber, dadO-llll
lugar de los Andes ecuatorialcs, si hui (fuinas on sus bosques, cuáles especies 80 producen, qué especie prosperará
m~ior pUl' el cultivo i qué lugares serán mas adecnados
para este cultivo; la jeografía i topografía del país; su
carta perfeccionada i completada, i una Memoria especial
anexa., relativa a la lonjitud de Quito.
Ademas de esto, Cálda.s redactó una :Memoria 8Qbr~las
refracciones astronómicas al nivel i latitud delobservatorio, que dedicó i remitiÚ en 1.0 de no\"Ícmbre al virei,jtmto
eon uu jénero de planta.s que llamÚ atn(Jí'ia, sin que Be
haya. podido saber a qué familia pertenecía, ni qué planta!';
lo farmaban.
En Cotomismo año fué nombrado catedrático de matemáticas elementales en el Colejio del Rosa.rio de Bogotá,
a cuya clase dedicaba una hora diaria. El acto de ~on
t'uénotable, porque, siendo costuwbre que 10B profesores
inauguraran sus funciones pronunciando un discurso 80bre
la ciencia que ibau a euseñar, i habiendo tenido l~ra
la
vez la inauguracion de Cáldas con la de un sujeto respetable que se encargaba de una clase de jurlliprlldenci~ éate
pronnnció un pequeño discurso i Cáldas no dijo mas que
estas palabras: "~oñore6: el ángulo al centro el! duplo del .
ángulo a la periferia." Tal concision revela bien eloAr4etcr
conereto i profu.ndamente práctico de este singular sabio.
XXXVI
Hemos llegado ya al memorable año de nuestra independencia.
·.Lo8 hombres iluminado¡; por Yútis i la. Es~~QJ1
no
'p~n
soportar por ml'8 tiempo el pesado .Yt1gO de la~o'
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- 142 narquía espaí101a, i durante el mes de julio de 1810 la ma·
yor p:u·te de los pueblos de la Nueva Granada se insurreedonaron contm el pouor tiránico del vimi i dedararon 8U
deseo de independencia,
cHtillJulado8 por las in8inllacionca
de aquellos inlllortales patriotas, que por medio de su correspondencia
privada i de sus círculos amigables hablan
hecflO claras i manitieHtas al pueblo las injusticias i las ve.jaeiones cometida;; contra la Colonia, i demostrado el derecho, la neccsid~<J, la ll~iellcia que había de romper las cadenas que la unciau a la madl'c patria. El pueblo cambió en
})OCOSdias BUBuerte: a la oPl'osion se opuso la libertad; ul
'.,,"Obiernoteneuroso del palacio real se sucediÓ el p;obierno de
ia plaza pública, aun(iue con las inconsecuencias,
los 81'1'0hatos, laH pl'o\'idcncias
ineol\su(tas, las vacilaciones i lU8
quimeras que debian surjir de la inc::;pericllcia i de la repentinll transicioll,
Todos lus hombres distinguidos de la Colonia tomaron
p!\!'te activa en el movimiento de emancipacion;
de este
número fucron Cúldas, Lozano, Mútis, Rizo i Valel17;lIda.
Así, los botá¡.icos, los zoólogos, los astrónomos, los je{'grafoa abandonaron ol teatt.,o Úe [a naturaleza, donde todo L-'l'
,,!\encÍosa magnificeneia, (londo todu es hello i gl'and¡o~o,
par:'!. pasar al teatro social, donde todo es ajitacion i contradi(,,~ion, i dOllde al la(lo de lo suhlime se halh siempre
la l'nilld:td i la miseria humana.
Comprendiendo
bien la
,;olelllnidad del acontecimiento,
se in vistieron del \"alor i
de las virtudes eseepcionales que exijialllas circunstancia¡;,
i eel19.ron a un lado sus rnicl'O"copios i sus anteoj(,s para cmpuilar el baston delmajistra1lo
o el arma del soldado eívi
<:0, A ntes so hahian o(;llpado en estudiar
lo (jue rodea al
hombre;
ahora el hombre i la soeiedad debian absorber
todo su pensamiento.
Por de pronta era necesario encarrilar la re\'ol ucion, so,:tener la sociedad sobre d qui<;io de la justicia miéntras podía dársele alguna orgunizacion, mantener el entusiasmo dt:
los pueblo;; cn favor de Sil propia redenewll, preparar medios de asegurar la inJcpmldencia
eontm las prctensioIlt'-l>
rcconquistadoras
de la ('(·¡'C cf-paflola i dn" sol.wion a la
multitud de cuestioneR se('¡¡'Id arias que sU':rcn siempl'ede la;;.
nuevas eondieiones que ~i.cJ.l'I'ean 10;; camb' i :, "ocia10s: e1':<.
mene3ter convertir a lo.:; vasallos en cindatl'Hlos, iluBtrán·
dolos acerca de sus derechos i de sus doberes, infundiéndc
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-- 1,1-3les valor cont.ra los temorcs, confi:mza en su propia C011ciencia) amor pOI' la libert.ad, obediencia a la patria, dispo¡;icion para sacri1ic:u'Jo todo por ella i resolrwion pa.ra DO
volver ll. la ant.igua dominac:on;
en una palahra, era menester hacer Ulla llacion indcl'endiente i Jibre, fneite i enér.iica, de un:. Oolonia c"cdll.va, tímida, p ••bre i d(·hil. Para
llenar estos objetos se levantaron
nI principio tl'ibunas, sc
formaron reuniones particulares, se convocaron juntas UlUllicipo.les i se estableciÓ un }l\~riÍldico ti tlll:Hlo DIARIO pOLíTICO, que saJia tr0> veces cada semana, i era redadadó
por
Camacho i Cáldas. El JH'irnor de estilo, Ja Ú¡erza de raZOIl
i la sencillez de los escrito,; (:HC salieron cn el ]lURIO soJamente pueden compararse ·<.:onlo (111(')ll'Odll<.:enlos grand~-s}~lento,; pol!tieos cn las ,!l:teiol,JeoiIlladll~'as, Valenzucl:l
dU'IJlO la esplo"lOn (le la Opllll\ln lI1duv~ndll~l-lte en la antI¡;ua provilwia de Palllplonlt,
LozaIlo apoyÍ> con 811 grande
influcncia el /Sacudimicnto de la e:1pital, i MÚtis i Hizo tambicn ayudal'on C011todas SllS potencias a cLrrocar el podf'1'
ú8panol. De esta manera los naturalista:; empleados en la
Espedicion apal'ecieron de !lll mOIlH'1lto a otro hom brcE'
tic Estado, escritores políti(·o~ i oradoru;, must; olJ,1 ; en su!'
discursos, en SlISescritos i CIl Sil" CUt1('('ptos, UIla e;ocuellda, UIla ,;cnsatez i \lIl tino <pIe parceiaIl profesionales.
Re v i(, <1\lt'Cáldas i Lozalll) se ]JU"iUl'OIllI1editalHl!ldoa i
Hobrecojidos en las primeras hol'as de la re\'olllcion, como
los navegantes qne, cllando la tempestad cÓllIiell7.8.a ajitm'
d mar, deseonfiun dc poder llegar a ver otra vez en eahm.
laB olas. No se escapaba a Sil intclijelleia penetrante
la
8ignificacicn de esto::; movimientos,
ni podían dejar de temer los tlZ:ll'eS, las continjeneias, los cfl.]JI'¡ehos de la SHert!!.
'luC hahriau de, eSperil!lcIltl:l'" Por otra Illu·te" ahandonar
;;ua caros estudIOS, su ES¡x."cl1clOn,Sil observatol'¡o, sus q;.wridos bosquos, sus instrumentos
de obscl'vacion, SlIS lill1'<)F
i sus espcriment08;
pcn~ar en (ple los tmbajo" ,elllpezad)~
a eapeulO:J.8de tantas fatigas tal ve;,: be perdenan para .'fl
fJÍencia; rúllulleial' el camino seguro de la gloria cienLífÍl°¡¡'
para. entral' cn otro, a cuyo lÚnJlillo se entreveia mojO!' la
muerte quc b libertad, 110 era por eiel'to cosa que pudicl'r.
dejar de apesadumbrar
profundamente
a espíritu" de aquel
temple. Sinemuargo, esta pesadumhre estaba !Hui 1{;jo8d.'
la irresolucion i de la flaqueza. de ánimo.
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-
144 -
XXXVII
Hallar una organizacion política adaptable a las condiciones del pais, fué el primer problema que emanó de la
revolucion; i como aquellos hombres tcnian odio al despotismo, que los habia baldonado, empobrecido i humillado.
escluyeron desde el principio toda idea monárquica de la
solucion de ese problema. Fundar un gobierno republicall('
en una Colonia estahlecida i dominada siempre por la r, .redad de Espai1a, era empresa de arriesgada i difícil ejceucion ; pero ellos no hicieron alto en 108 peligros ni en lo>;
inconvenientes, i prefirieron esponerlo todo, hasta la misma independencia, ántes qne imitar ninguna organizacion
cnropea.
Desde el 20 de julio se habia aoordado por la junta revolucionaria de Bogotá invitar a las provincias en que estaba dividido el vireinato para la reunion de un Coogrest.
que constituyera un gobierno jeneral, sobre las bases de
libertad e independencia respectiva de ellas, ligadas únicamente por un sistema federativo; gobierno qne debia residir en Bogotá para velar por la segl}ridad de toda la .Nueva Granada. Intertanto que se reuma el Congreso la Junta
creó un gobierno ejecutivo interino compuesto de seis secciones, i cada seccion desempeñada por varios ciudadanos.
habiéndose nombrado entre los de la de policía i gobierno
a Sinforoso Mútis; i con fecha 2H dejulio dil'Íjióesta junta
una circular a las provincias convocando a sus diputado>;
para (J'lC, subrogándose en lugar de la junta interina de
Bogota, convocara una nueva asamblea jeneral que organizara definitivamente el poder público: cada provincia
debía elejir un diputado, i la eloocion debia hacerse segun
las reglas que ellas quisieran imponerse.
Establecido así un gobierno provisional, gracias a las illsinuaciones de Camacho i Camilo Tórres, i restablecido el
público sosiego, la Espedicion siguió funcionando durante
el año de 1b11; i tambien siguió publicándose EL SEMA:'<ARIO, en forma de Memorias, habiéndose dado a luz en
este año un nuevo jénero de plantas llamado valenztU3Ua.
por haber sido dedicado al doctor Valenzuela.
Se publicaron varias Memorias a cual mas interl~sante, cuyos autores fueron Cáldas, Madrid, Cama.clH.
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- 145 i I..ozano, sobre la importancia del cultivo de la cochinilla. que produce la Nueva Granada, i la de trasplantar o.
ella la canela., clavo, nuez moscada i demas especería del
Asia; sobre las eausas i enracion del bocio; sobre la importanda. de connsturalízar en la Nueva. Granada. la VÚ"Uñu, del Perú i Chile, i sobre nn nuevo instrumento para
medir la. degradacion de los eolores: muchos artículos sobre meteorolojía, sobre a.stronomía i sobre la. jcografia del
vireinato; una. relacion de los trabaj08 hechos para fijar la
lo~itud de Quito; un a.rtículo sobrc aritmétlca política,
tomado del almanaque de Gotha, i otro relati vo al uso del
alcornoque americano para cnrar las enfermedades del hí~atlo i del pulmon: un estraeto de la rclacioJl de los viajee
del baron de IIumboldt, tomado de EL ESPAÑOL de Lóndres
i anotado tambien por Cáldas, i otros eS(~rit<)6de intereso
Cáldas anunció entónees <J.ueihan a publicarse euatro
:Memorias pÓstumas del doctor Pedro Fermin de Várgas,
llatural del Socorro, sobre la agricultura, comercio, minas
i poblacion de la Nueva Granwa; pero su familia prefiriÓ
retenerlas, para hacer de ellas i de otros manuscritos del
doctor Vár~as una. edicion completa, que no llegó a reali.
zarse. El pa.triotislllo debiera hacer (~ualqnjera cfasc de esfuerzos par: •.llevar a
esta dilijencía: ganaría. la historia, ganarian las ciencias, i se salvaria det olvido elnom1>re <.le al!uel sabio.
" La. pnblieacion de EL SEHANABIO, dice el precitado
señor Pombo, hará época. en la historia de la Nueva Granada: í aq ucl periódico en q ne, ademas de propaga.rse c<r
nocimiento¡,; útiles i doctrinas eivilizad01'as, f.O estimulaba at
patriotismo i al injenío por medios diversos, uno de ell06
los premios pecuniari08, ha.bria honrado las imprentas de
cualquier nacíon culta, i .será título imperecedero de gloria
cívica í científica para su redactor."
A propósito de premios pecuniarios debe notarse que
con fecha 8 de abril de 1809 ofreció el señor José Braximo,
vecino de Pa.namá, la cantidad de ochenta. pesos a.l que mejor acertara a eserihir con di~nidad i elc~ancia la historia
de la vida. de Mútu, de su eal'i-era de estudios, de sus descuhrimientos i de las obrae útiles que trabajara. Es probable
'lue, a~\1ijoneados por este premio i movido!; del sentimiento de dolor que produjo la muerte de este egrejio varon,
IOllildiaeípulo.s i amigos ensayaran a competencia escribir
caoo
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-146 ¡;u elojio biográfico; i no es de Cl'cer que tan mala ha'ya sido
la suerte <lue todos C;:iWS ensayos ¡¡;e hayan perdidu para
lliempre, Los anticn:trios tal \ ez podrian develar alguno a
fuerza dc indagaciones;
con lo cnalla historia de las ciencias en nne~t.ro pais recibiria mucha luz, i la gloria. de
}fútis se tomaria ma3 reftlljellte,
XXXVTIr
A ~jemplo de la junta de Bogotá se formaron juntas
revolucionarias
en las oern:H; provincias. La de Ho~otá habia querido constit.l1il'sc en centro de los movimientos popnlare~ i políticos, considerándose
con ba¡;tante derecho
para eUo, por estar en la capit.íl, i por contar en su scno la
mayo:' parte de los hombl'es eunspicum; del pais; pero bien
pronto la Je Cartajena empczÚ a disputarle esta primacía:
no qn!30 aceptar la invitacÍo!l de aquella, por suponerIe
propÓsitos centl'alistas, i espidió un manifiesto con fecha
19 dc setiembre en qne cscitaba a las provincias a efecto
de qne nombraran diputados para un Congreso que se reuniria en 1fedellin con el fin dl~sancionar el sistema federativo, El resul tado de esta eontradicciOIl fué ql1e se introdujo la disct)l'cJia entl'e las diversas .iuntas, que el Congreso
no se reuniÓ li! eu Hogohí ni en Medellin, i (1110 cada provincia asumió toda su soberanía cuanJo mas neeesidad tenian de federarse. POI' fin el 240 de diciembre, lt iuvita<:ioll
ne la junta de Bogotá, se reunió en la misma eilldad un
8imnlael'O de Congreso compuesto d¡; los diputados de sci¡;;
provincias, cuyos 'presidcnte i secretario fueron los señorcf\
-~anuel Bernardo Alnl.rez i Antonio Nal'ifio, La idea fedcrativa habia cOI1<]uistach casi toda la opinion, i tenia por
apóstoles a los hOlllbl'es mas prominentes;
pcro habia UD
partido ecnlnlista,
encabezado por N í\riño, que no cesaba.
de hacerle oposieion, aunquc cstaba en minoría, El Congreso, influcnciado por N al'ifio, quiso ejercer el mando supremo i central izar la admini,;trRcion, i la.i unta de BogotlÍ
le negó la obediencia; aquel trató de anonadarJa. ella se
sostuvo porque disponia de la fuerza armada, i el Congreso
quedó des:li ¡'ado, Carnacho í Tórrcs contrarrestaron
las mi·
ras ccntralistas de cste Congreso, i a los dos meses se -disolvió, desPl'eciado i olvidndo de todos,
Al cabo, en 1811, la junta de Antioquia, en vista de la
urjencia de un Congreso jenera.l, invitó a la. de Cartajena.
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- 147 para que enviara SllS diputados a Bogotá: esta convino·;
pero tal Cong.rcf:o no Re reunió porque al 1legar los diputados, la junta de la capitallw,J¡ia
dietado la,; proviJenciaa
(',ollvenicntes para dar no la provincia la (;ategorí:-t de naciOT!,
a..causa de quP las demas ya hl}bian (¡i,,;pul'sto de sí mismas.
Hizo que los padres de familia llombral'llll reprcscntante!>,
108 convoc6, se rcunicron l> ljO el nomhr" du Clj!~jí() CO'lUJtituye¡¡f.(J i cspidiel'On una eonstitud'Jn
llotable por 8Uf. -prinCipios lihcntlc;; i su oportunidad,
"Esta fl1é, diec el sci'hl\' Restrcpo, unl\ (le la8 asamblea"
populares de la jI\' uc\'a Granada, de (~t-ta('p\wa en quo 1mb."
reunidas mas luce:> i en qllP ]¡J'iliarol\ t:d('lit(l;; di~tjngllidos:
:tllí eslaban los ahogado>:' I;amilo 'IYIl'l'CS, FrÚto,; i ;)osl'
Gregorio Gllt.iÓrrez, J osÓ ::\Iaría Ca,.;tillo i f~:lda, .Miguel
Pombo, don ;rolje 'radco Ll)zí\.llo i otro" patriotas ilustra,
dos. Lo;mllo t'IIÓ lloUlbrado Prcsidente
del Colejio, i brillÚ
por la faeilidad de su csprcsioIl, la et-ac·.itu<l i abundancia
de BUS ideas. Don F¡'úto,:; GuiiÓrrl'1. i don ('amilo TÓrrcs
tambicn se bideron célebres; el primcro por la fluidez i
elegancia, i el sCg'undo por la fll(~r7.a,cncr,Í ía i cOl1ci"ioll <le
sus discursos, Lozano llllbia rcdactado cll'l'\lycet.n de eonstituein:l, que tomÓ en parte de las dd X,)rll.'·,\.ml'riea, i en
,)tra d,) la Ú'ancc"'lL (Jue estableci\¡ el Directorio. Estos prin,~ipios, nn p,wo hetero.i(~lle(l5, I'('('ihicroll l/ljclIios.amente
toda la unidad posihle, i fucron nrolIlodados a la l'ituadon
politica, a los' nsos, a las costullll/l't ..,,., i a la estension <le!
pais qlle ihan a constitui!', Se l() di,') n. esta pl'o\'illeia el
nomhl'C de L':(1U10 de CitlulinaJil(JJ'¡;(( 'lile :wt.igllament.t:'
llevaba.
,. Las sc;;iollcs públi(~a8 del Colejio (;ollstituyentp. de
GulJtlinamarcn,
a las qne Mistia Ult (;')llellrH) lllllneroso, el
<lecoro i l't';l:lllaridad q ne hu!lo en ellns, el entu;.;iaslllv, en
tin, que eseitÓ en 108 ánimos el lllWVll (mIen de eosas; todo
contribuyÓ en gran mallera a difundir los eOllocimientos
fiel derecho polít;co en la N u(;\"a Granada, i a intl'odudr
algun al'l'eglo en los gobiernos lll'()\°ilwialcs. Don JOJ:je Ta(ko Lozano fllé ch~jido Presid(~nte del Poder Ejecutivo, i
don .José :María. Domíllguez, Yi(:eprl'sidentco
1\P':'lH4' se
pllblieaba la constitueillll
de CllJldinalWUO('a el [, de ahril
(1811), cuando vino a aumentar d rcgoeijo la llotieia de lá
prÍInera victoria que cOllsigllieron lal:i l1¡'IWlS republicanas."
Este triunfo fuá el obtenido en Palacé por las fuerzas
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- 148 del patriota Antonio Baraya sobre las del realista Miguel
Tacon, gobernador de Popayan.
Lozano ejerciÓ el poder ejecutivo de Cundinamarca
hasta el 19 de setiembre de 1811, en que por intrigas del
partido centralista presentó, su renuncia. Narifio, promovedor de estas intrigas indecorosas, fué su 8ucesor. Lozano
¡;e retiró a su hogar, satisfecho de haber llenado honradamcnte sus funciones. No hizo esfuerzo alguno por conseryar un poder quc no habia solicitado. Durante su administracion llrobó su modestia, manifestó tanta sobriedad en'
el uso de mando qne SIlS enemigos le achacaron debilidad,
i dió el primer ~jemplo de la moderacion i de la sencillez
de costumbres que debe observar un gobernante democrático. Scmcjante conducta no podia agradar a la poblacioll
hogotana de aquel tiempo, habituada a ver el rejio boato i
la incontinencia de autoridad de los vireyes; i por esto Lo7.ano, tan popular al principio, dejó el poder sin disgusto
del ve(;inda¡'io.
" Habia sido llamado, dice el poeta Salazar, de su retiro
filo¡;óficopara presidir el Colejio constituyente, mas por el
rcspeto debido a su earÚctcr, que por la ventajosa idea que
pudiera formarse de sus conocimientos en materia de go·
hierno. )fo habia sido un profesor de leyes ni un diplomático ; pero futl grande la sorpresa cuando se le oyó discllrrÍl·
sohre estos !l.f:mnt08con el mayor acierto; i convencia de
cuanto proponia, con una elocuencia natural, graciosa i
ahundante. Su principal talento era hablar en público en
el tono mas persuasivo, i divertir, sin pretenderlo, en la
('onversaeion familiar. Se le cedia el primer lugar en cual(luier círculo, sin humillacion del amor propio?'
A propÓsito de e8to cuélltase que, previendo el porvenir de revucltas políticas que habia de aflijir a su patria. i
las atrocidades que habian de cometer los españoles recon·
<}uist:tdores, cuando sus amigos le preguntaban qué suerte
corrcria. el pais - « No hai que afanarse, les contestaba en
tono jocoso; de aquí a dos mil años esto será" gran cosa;
entretanto, vendr{>nlos espaiioles i acabarán eOIl]lOsotros."
Libre de empleo púhlieu, volviÓ Lozano a dedicar una
parte de Sil tiempo al estudio de los animales, a\ln~e sin
desemharazo de ánimo, ya por las ajitacioncs entre :Nariño
('()ll10 jefe del pal'tido eClltl'alista, compuesto de cIlemigo8
de la independencia, i la grande opinion federalista; ya
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149 -
por la resistencia que oponian los realistas a los patriotas
en el Cauea; ya por el temor de caer otra. vez bajo la coyunda espaflola.
XXXIX
En cuanto a Cáldas, terminada la puhlieacion del DIAmo pOLÍTICO, que duró de cnatro a cinco meses, volvió a su
observatorio i a sus ocupaciones científicas ordinarins, hasta que Nariño, como presidente de Cundiuamarca,
lo comprometió a admitir el nombramiento
de cal'itan de injenieros cosm('grafos, en cuyo cuerpo figurahan ,1.08(' María Gutiérrez i Luciano D'Elhl1yar. Cálda" tuvo entÓnecs que dc,
diearse a la cieneia de la gucrra, en la IJ ue ¡LO tardó en hacer positivos progresos; i'en marzo de 1:"\1.2 reciLiú órden
de marchar con 1II1l\ espediciol1 al mando del hrigadier Antonio Baraya qne N ariño enviÚ a las provincias del Norte.
cuyo objeto simulado era anexarlas al :Estado de Cundinamarca, i cuyo pretesto ostensible era afrontar la in vasioll
de Cúcnta por tropas españolas. Cáldas, federalista sincero,
casado recientemente
i descoso de montar i roncr en \liil.
una imprenta que acahaba de llegado (k lo;; Estados Cní, dos, obedeció con disgusto, porque no :-0 le o(:ultaban Ir.,;
miras secretas dc :I\ arii10 ; i se propuso sacar pl'ovedlO eicntifico del viaje, llevando consigo al efecto instrl1luento8
de observacioll.
Comenzó a escribir, segun SllS apuntamientos diarios, una série de cartas, de las cuales remitiÓ
la primera uesde Tnnja con fecha 2S de marzo; pero ha,
biÓndosc pronunciado en Sogamoso la division en que iha
enrolado (25 de mayo), en contm del gohiC1'1Iode Cundina
marca, i a favor de la federacÍol1, repre;;cntadl1 en un Congreso que a la sazon cstaba reunido cn Tllllja, cesaron la"
cartas, que segun la intcn(,"Íon de Ccíldas del,ian fOl'mar mi
opÚsculo qne llevaria por título:
"Viaje alllorte de San
tafé de Bogot:í."
• ¡¡ Este pronunciamiento,
dico el sei10]' PtHnlHl, produj(.
cn definitivaporrcimltadounagllel'l'aci\,jl,
favorable a ¡'o>:
t'cderalistas cn sn principio, pero que pOI'culpa suya tel·miní.
con la denota
i dispcrsion de ;;n>; tropa>; en lo;; a¡'\Ieras <1<,
B0lJ,0tá el día 9 de enero de 181:~, C:íhla" firmó el aeta
de lSogamoso; acompafió gustoso nI ejército del CongreHI,
qnc a órdene;¡ de los ,icncrales Baraya i .Joaquin Ricaul'tl'
hizo la campaña. de Cundi.namarca;
votÓ nogativamentt.:
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- 150 tm consejo de ¡:!;nerra cuando se trató de ocnpar la capital
a viva fuerza, despreciando sus rendidas propueatas de (!apitlllaci\-m; 1 despues de la derrota pudu escaparse con direcoion a Ibagué, pasar luc!?o a Cartago, i salir de allí el
9 de mayo por SnpÍa para Antíoquia,
de donde le ¡¡amanan con ínstancia.
/( He aq nÍ algnnos fragmentos
de una carta su,Ya del r,
de mayo escrita de Cartagu a 1In amigo de Bogota:
"Ya no sn¡ injeniero, ya Ha soí oncíal de la Unían, ya
~oi \In simpl~l F. J. de C~ldas, i nada mas: en este correo
'( dirijo la renuncia. i con cuatro renglones he adquirido
le mis verdlll~el"Os imjJmscriptibles,
que son mi paz, mi li/( hertad, mi; matem:iríeas i mi quietud .....
Despues qne
((Baraya tu \'0 el arrojo' de atacar tcmeral'iarncnte
a Santafé. contra mi voto espreso i contra el de los mejores
oficiales de la tI l' iun, yo no puedo vi vil' en ese snelo' que.( rido, poro manchado con h\ sangre inocente de tantas
{(víctimas sacrifieadas a la obstiu:Lcion i a la ig'lIoraneia.
f< Bcnilito
f'ea Dios: mis votos fueron pacíficos: no dobo
« ninguna de las muertes ~ieclltadas el dia 9 en Suntafé ....
11 Ya el ob¡;el'\'at,río
se acaul> para mí, í deseo que caiga en
((sm\ UIana>: pam \1 lle c;;eapen los ilJstnllllcntOg de su ruina. , .. Haga L1sted este servicio a la poste¡'idad, i aplíti quese sériamentc
a la ciencia de Cassini, Keplcl', Copér11 nico i l\iewton
: continúe lo que he cOlllenza(Jo, i sostC¡iga
( pOI' e8fllcrzos jen('J'osos i repetidos
c1lronor de ese estable11 cimiento,
que hace mas para la gloria de Sil patria (J\10
.( esos ejércitos, esos plumajes, esas bandas, esos escudo!;
11 insells:ltos,
nec:os, vanos i pueriles" .....
«(
e(
e(
l(
XL
CálJas hahía sido nomhrado por el Conweso de Tunja
~or()nel de injenieros, i con este empleo fllÓ·acojido por el
~obíemo dd' Estado de Antioquia,
que (;;ercia don J nan
del Corral. FuÓ (,olllisionado allí para fortificar la frontera del E¿tado, alllCnll.ZaUo pOI' Juan Sámano, que acaoaba de apodcmr8c de \lna parte del Estado del Canea;
comision <lllC desempei1Ú en unían del patl'iota Libol'ia
lIejía, construyendo
fuertes en los pasos del rio Cauca i
levantando la carta militar ue la línea, qucdando perfect.amcllte asegurado el Estado. Luego emprendiÓ, invitado
por el gobierno, la faul'icacion de armas j ruunicioneB, la
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- 151 fundacion de una Academia de injcnieros militares í el
estahlecimiento
de Ulla casa de umoncdacion;
i a fuerZit
de empeño i de estudio, consiguió fundir imantar
consí""
dcrable número de cafiones i obn~es de campaña con lo¡.;
nombrcs de los guerreros IlW'> distinguidos de V cnezuela Í
Nueva Granada, arreglar nlla nitrería, montar nn moliÍw
de J?Ólvora i m(~(pli~~s de arr.lOned:wion, i fUlldir i taladrar
fustles. Corral rnllrlO a m(~dtados de l~H, despues de haherlo nombrado director dI' fáhl'ieas l Ílljeniero .icneral del
Estado, i de lmlwrlc eOllfcl'ido el Clil pIco ef'ceíi \'() de coronel con el slleldo de 2,400 l)cso~.
V camas algullo;; detalks que Ja el sefior J'ombo 80bru
estos trabaj os de Cáldas i soLre hl apcrt ura de la Academia dp injenier.)s;
"En 7 de fchrero ,le 1;;15, ¡;egnn aviso ofi(~iul de Cá.ldas al gobierno de Antio(juia, de 'f('('I¡:l 6 de marzo, qncí.i{.
cQ!'riente un molino de "p0lvora cn otl'O edificio nuevo inlnediato a la nitrcría. U na rueda hidr{mliC'a do 78 pulgadas de radio, de madera trabada por un método ol'ijinal,
sin clavazon ni herrllje alg1tLO, mo\"ia (;uatro pilollC¡; de a
eienlihms de peso, que daban ha4a;;¡¡ golpes pOI' minutu
en 1m; ret;peet.ivo3 morte1'()~: lo,; f¡:]](\1l3 l\[' e3t08 eran pieza;;
separada~, (lile (L~ii(;?nsaban sobre tortas cll~ (':lucho: la rm~da podia ser detmlida instantlÍne:illll'llt,>,
por el esfuerzo dé
un dedo. Cáldas di6 model'ada~ dillll'lbione" '" la máquina,
eon la idea de que eran preferible" eljii o trcs pequeños mo"
linos a llllO gr:l.llde.
"}{ueha,; dificultado,; :in le Pl"C';dll¡'I"OIJ, por falta dt:
libros (1110 le ~in:e3cn de guia, pa1"a la fu]](licion i taladw
do fusiles; pero IOg'rÚven('l~rlas (( o¡,~tinado en sn empresa"
f( armado
de paciencia,
i ~qHllta(lo ]Ila,.; <le do(~e me,¡es ('!l'
1( tre los carbones
i ullincr: de la IIlftI'3tr::lIlZa
de Ri()ne~r(J.
((preguntando
:.l.la naturaleza,
i aITiulelÍn<lolc Ims sccrotoo
((a fucrza de ohservaciollc" i (le espcrimwias." Estas frase;¡
aon de una eomuniC'lwion
suya de t' de A ,!:osto de 1815 al
gobernado!' del Estado, en (lile inff)rIlIal'll qne podian ya
taladrarse diariamellte
dOA cnñulll':; de fusil, i a la cual
acompañaba
por via de H1l1cstra cuatro fusiles c0mpletoH
de los de la fáhrie;t acaha(la d(' e;;tahl('c(~r.
"},as lOlÍ1lllinas de lJ.mouedheioll estuvicroll cODclllidll&
poco despues; de manera qne en octubre creó el gobierno
Janeral de las Provincias-Unidas,
al cual se habia resenado
BANC"':, D~
\
8IBliQ"
:)
-;.. ¡
C,"\TALCí.j:\,-
1.\,
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- 152 nste ramo, la casa dc moneda de Medellin) dcsignando las
clases i dotaciones de SIlSempleados. Varias de esas máquinas que no llegaron a servir allá, fueron traidas despnes
a la casa de moneda de Bogotá, i resultaron perfectas p~ra
sus res,rectivos servicios...
" No existia ya el dictador Corral cuando se abrió en
Medellin por Oálda..<;,
en octubre de 1814, el primer CU1'80
de estudios de la Academia de injenieros, con un estenso
discul'so inaugural en que, dando brevemente idea del total plan oe ensa/lanza, se dilataba bastante, especificando,
definiendo i recomendando a SIlSjóvenes alumnos las cuaEdades propias de un bueu militar repuhlicano. Allí, en el
lenguaje de un tierno padre i de un filósofo, citando con
frecuencia a Fenelon i presentando por mooelos a varios
~Ilerreros de la Grecia, de Roma i de la Francia moderna,
l(:lS habla del honor verdadero i falso, terminando por condenar el desafío i el suicidio; de la gloria militar en su lejítima acepcion; del valor, de la fidelidad a la patria, de la
obediencia i subordinacion) del sufrimiento, del celo i viji.
lancia en el cumplimiento de sus deberes: les recomienda
el amor i bu(m tratamiento al soldado: i les encarece el
desinteres, la modestia, la fru~alidad, huir del juego i de
la incontinencia, i ser tan reli.1iososcomo patriotas. I en
cuanto a las materias en jeneral del estudio, indica ~ue serian distribuidas en seis tratados, adema8 de los prehminares de aritmética, jcometría, trigonometría, áljebra hasta
el 2.° grado, i el conocimiento de la parábola; a saber: 1.0
arquitectura militar i fortificacion; 2.° artillería; 3.° arquitectura hidráulica; 4.° jeografía militar; 5.° tádica enjcneral, j 6.° arquitectura civil."
XLI
Organizado el pais segun el l!istema federativo, i restablecida la regularidad social que habia sido tan radicalmente alterada a virtud del sacudimiento de independencia i de las diverjencias intestinas, el gobierno jeneral pensó
en fomentar el progreso de las cienclas i de la instruccion,
en continuar i perfeccionar los trabajos de la El!pedicion i
de Cáldas, interrumpidos desde 1811, i en difundir el ~rte
de la. guerra i preparar recursos para defender la independencia. Al efecto rnvit6 a Cáldas, en 1815, para que S8 viniese de Antioquia Q la capital, i despue8 de repetidae ina-
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- 153 t.andas consiguió que hiciera el viaje con su familia . .Ademas publicó en el "Argos de la :N ueva Granada.," del 3
de diciembre d!~mismo afio, la sil~uiente iWIJitamon oJici<il;
"El magmfico Atlaa de la .N neva Granada, en que el
benemérito Cáldas consagraba a S\1 patria el precioso fruto
de sus trabajos je()~ráficOB,i daba oca~ion a los pintores de
la Espedicioll botanica de acreditar la perí~ccion a que
ha.n llegado en 8\1 arte, fué interrumpido desgraciadamente
bien apesar de su autor. Pero el gobierno jellcl'al habicndo
visto con satisfaccion los primeros pliego,;, i pcrsuadídose
de la importancia i del mérito de la ohra, tUYO a hien Ji,,·
poner su continuacion, a que desde Ille~() se prestaron lllui
gustosos el coronel de injelliero8 Cáldas i el ciuuadallo ~i[\1'01'080 :Mútis, bajo de cuya inspeccion han de trabajar l.)"
artiBtas de la Espedicion botánica.
"Inl'truido ahora el P¡·esidente ue las Provinciaa-{Jni·
das del estado de este proyecto, i de que sin perjuicio el
coronel Cáldas trabaja al mismo tiempo en pnnto menor
\lna carta. de la Nueva Granada que pueda servir a la mayor brevedad para las operaciones militare:;, ha tenido a
bien mandar qne se manifieste al esprc8ado Cáldas el apre·
cio con que se ha informado de sus trabajus; i que por medio de los gobiernos de las Provincial' i de los papeles pÚhlicos sc invite a los intelijentes i (mriosos a que comuni·
quen a este injcniero las noticias jeográficas i las cartas
impresaa o manuscritos (lue pose~'eren, en illtelijencia que
el porte será franco en las Administrnciones d.e correos,
{JOnformea la órdcn que se les da, i que cn lo;! llli2mo6 términos se devol verán dicha8 cartas o papele13intactos. Santafé, noviembre 25 de 1815- V ALENZUELA, Secretario de
Estado i Relaciones Esteriores."
Ni aun enmedio de los afanes de la independencia de·
jaron de cultivar las cienciaa los hombres educados bajo la.
inspiracion de Múti8. En laa campanas militares, en laa
asambleas políticas, en las altaa majlstraturas, en todas partes i en todas situaciones pensaban en ellas. Inflamados por'
el amor de la verdad, i nrmemen te convencidos de que ciencia es poder, do que las nacioncB tienen deber de contribuir
al adelanto de la civilizll.cion 80 pena de ser reputadll8 eomo
bárbaras, de que miéntras mas débil es un pueblo en fuerza.
f18ica.ID8.8 nooeeidad tiene de hacerse ~etar
i considerar
. por su eafuel'B9lJ1i~riOB ia.rti&tiOO8, íde que una nacionali-
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- 154dad pcquciin. en pobhwion i esc~a de capitales no puede hacer nada por la" ciencias si la~ abandona a la sola accion individual;
conveneidot\ de estas verdadet\, sostuvieronl<*>
t'.Btablecimientos científicos fundados en la época del virei·
nato, estimularon
los talentos, i emprendieron
nuevaB
obras intl~leet'll1tl(':; exijidas por las ciJ"(~unstanei:ls. Si Cl!
aqnel tiempo Sl~ hllh¡c/':llcvlllltado
una voz aconsejando 1:1
indiferencia .dd gohiel'llo 1 Jl materia de in¡;;tTuccion i pr(¡grcso <.lelas ciencias, se habria oido con lástima, como ~t·
oycn las loct1l'lls de un demente.
XLTI
W7.0, homl!re de ellé~jica fibra i de instintos noble¡;,
t~lmLien se cnl'Oló Pillos aeontccimientos
de la independencia, Aunqne al prineipio solo consagrÓ a esta emllm su eofU7.0n, por 110 almndDnar
~IIS tareas (:icntífieas, q¡¡e IlO dudaha dejaria]) It fill patria lilas gloria qne la!> di;;encione,;
po!íti(:as i los fratricida" campos de sungre, cn1812 resolviÓ
cntl'eg-arle Sil brazo, SIl pensamiento i :;11 vida. Cuando viÚ
que las arlllu;.; (';.;paf¡ol:l::, di;.;pntaban t.l'1Iellllénte al pucblv
alllel'icallO su dl'l'cdlO de independencia, creyÓ qnc la indiferen<:Ía em iuir{llidlld, i ([ne ahorrar la ..•.ida en aquello:,
dias era tmi<:iol\ar la p:\tl'ia. l'!la pcrseentiou injnf;ta quc,
11iw;tigaeiollcs dn ¡;llS Ilwlqnericntes i de los cll\-idiosos dt,
h connan7.lt (lIle le habia merceido a :Mútis, le dec-]aró Narifío, COll.!O Prc¡:¡idente de Cnndinamarca,
e,;calando i allaaando ¡;1I <:asa bajo prete;;to de buscar lo~ Itlannscritos
de
la. E"pcditiOll
qne decian hahÓrselos l'ohndJ Rizo, fU0 motivo VH'a rjlW H]ll'csnO':ll'¿t su l'<ltriÚt.ie:L det('!'llIillacioll,
hu·
. .-el}(J() (le Ih)g'ot¡i, donde SIlS enemigos
gmtllitos lo teniau
Hgol.;:~do de <101m', i dil'ijiÓuoose
alas p;'o\'illcia~ del N ort{·,
<londe ésperahft halla.¡' reposo llloral i ocasioll para tomal'
pal'te :¡ :tiv:t en b de:'cllfia del pais ..
P:'(~paráhase, en IHV~, Hila espedieion militar nI mall(lt\
del gl'a'l BolíY<1r para libertar a V cnezupla del dominio espaiiol, i lUzo fentÓ plaza de oficial en este ejél'l'ito. En
V CneZllCI;,. partieípÓ en!' resi~nacion de !ns lJenalidades i
riesg ••;; áe la campaña, 1 ",npcfiÓ con valor sn vida. en lo~
vario:> Clillllmtes glorioso~ ¡"lirios con las fuerzas realista",
hastlt que el dc;;'\stl'C de la l)nerta obligó al ~iél'eito independizmtc a cmprelHler
U1Ht retirada, aefccto de conscgn,i"
dcmcntos de gucl'l'a i de reparar laspérdidae sufriat\i.
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-
1,)') -
Rizo fné comisiunado entÓnce¡; para eO!1ducir un pliego dirijido al Congreso reuuido en Tunja, solieitalldo ausllios bélicos; i en el mes de ¡;etiembl'c de 181+ llegv a esta eiudad,
reanimando al paso el patrioti::;mo de las p{,blací(¡!1r¡; del
trÚnsito eOIl patÓtieo;; relatos d'l las a !)I'!llín:H:iollCS
cometiJas por 11Mr(,(~oll<¡ui"'tadol'e,.; ('n el tl'rritorío
\'cllezolan(l,
i e(ln l'efkxil)ll(~" sl,tll'e las ealnlllidad('~
'¡He H";¡.iíl'ia!l a los
ptwbloil si llO se lill{'i:'lll lH'olil..,,.; i l·¡¡('a("'.~ e"fUerZi)8 panL
rehacer d ejl'l't:itu li¡H'l'iad,,!'.
Llll~;!'O detrnlJin(¡
pasar a.
BogvtlÍ. a "v/' n "'1 faltliiir"
1'1'1'IIIWl' SI", atms('s de Yc:,tnal'ío i (~l!ral's\' las Y!C(.'eras,
ai"·¡",ltda.s ('l;J¡ las l,rintc:Ollcs
i
de::;tellljllallí~as
dI'
!i¡
'.'altljl;lIi::.
Cuando ll\(:íor-al")j'('ah:¡
1:: lnl!l(!l!¡:¡d::d dOllll'sticu, se
..
'1 al 1 pan~ not!·ti l'l'esento, el! s\I '1ii'i-,:::ll' (~1 ,'''Cl'd::Il)I)
11e '1¡lll.'lll\
enl'lt\ de ill'l.lPlI (k ¡,,< ('Olllí::;í"';lldos dI..' la Esp(·di(;¡OIl botániea, UlI plcítt, que k hal1iHll Ilr<lido dllrllllte 'sn nlliic!wia, so·
hre aSllnto,; d(~la E"pedi('ioIi ¡ d(~ In tf'st;Uiltntaría de Múti.s:
l~izo puso la ("'('PJlCiOll legal de ser t:ilpítH!l aetíyo de la
{Tnioll Iwogranadina,
i alegÓ 110 ten('l' tiempo ni permiso
pam eOlltestar
enjuicio
('¡,'íl, pues 1'010 se l,~ babía COllce(¡ido UWt curta [iccneia 11'1111'01':\1. E!Jt{¡l!('c::, pj lllnjj:=,trado
judieial <lIw d,~l)í:\ (~,)JlOC('J' I~ll d JlI'~~,,-'('i,,:]l' I'idiú HIJa imt!')l(;(:í',lll
.i1ll'Hda r;••hre ,'arios lJtlJltu.~ ('(lllcl;J'llielltcs H la te.:;tamentaría,
i Hizo la di¡', sin tardan/.n. (~reYl.'lldo quc con
(:;:;toe,-itaría (¡ll(~se le siguif'rnn prt>purcionalltlo
molestia;;
i (lile ,,0 le cstorbarA. 8U regreso a Ve¡¡('zuda. Pcro no fué
ai;í, puc:; a pO('Oi:í tlia8 f'C k orJen¡') ¡¡Traigu en Bogotá, i él
o.hede,ei,'¡, [lllllllUC íJJIl1~di;¡tnment(: l'<'d:unÓ ant~: lus comiswnal¡O"
ConlTa
,.;elnl:Jml1.: pl'O\')'~I'IWla
<¡He lrnstrabn
el
()J¡jeU. de su eOlili"ion Ill::itar;
1tIl\::'
vll lugar
de ser oido,
se,le impuso, n. lc)" enton'" días el,' !!alwr [¡(:ello 811 reclamo,
arre~fo Cll un enartel, ('('11 centillf'la
{Ji: ,'í"fa i absolutamente privad\! de c()mulliea(~ioll.
11astft pasa(los diez j nue·
ve día:' 110 ';11]1" el motí\'l¡ legal (k tal arre8to,
como no
snpo tal1lpo('o que sus ellemígo,; lIabinll heellO correr en el
pÚbli('í) esp0(·il~s caluUlniosas
(lue lo ,;i!J(!i('al.)un de habcI'8c
rolla.!o los rnann03critos du la Esp(,d¡l·io!l i treinta mil re<-,osel! dillel'O de propiedad (k !\IÚt ¡,.;.
ZallCrido así por la l'xucrabll' maledíeellcia, estl'echad()
por el furor de sns enemigos, perseguido injustamente
por
la autoridad,
conturbada. su inoel'lI0Ía, despedazado su
nomln'c, escribiÓ enl.J de 110\-ielllbl'e de 1814 nna larga
~¡ "" .•
le;"
'12
DS
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- 156 carta al hrigadier José Ramon de I.eiva, qne acababa de
llegar a Bogotá de una campaña, en la cual, precedida una
sucinta llurraeion de los hechos que habian tenido lugar
desde el fallecimiento de Mútis, con relucion a la Espedi\.lÍonbotánica i a la mortuoria de aquel naturalista, hLochos
que habia preseneia(lo el brigadier como juez eornisionado
para los asuntos de la Espedicion, le suplica Rizo por COIlclnsion que mire por su honor, que lo proteja contra sus
injustos enemigos, para poder marcharse pronto a morir
gustoso en los (·ampos de batalla en que se debatía la suerte del pais. "Han aguardado, le decia, a que medipn sei8
años de tiempo para desacl'(~ditar el hOllor de un patriota
que no desiste en la defensa da la América, prefiriendo
esta a su propia vida! Ya !lOhago caso de veinte i seis
años de servicios, ni de la renta que gozaba. Ya todo se
ha perdido! Don ~inforoso goza de una gran comodidad;
yo 10 trabajé, i él es el que lo disfruta. l Pero Jlorqué me
persiguen?" 1 así como esta~ son todas las frases de la carta: gritos de una conciencia pura lacerada por la mentira;
ayos de una alma digna ultrajada por la infarnia.
Casi todos los otros pintores de la EspedieioIl prestaron
tambien su continjente de servicios a la cansa de la independencia, clistingui{mdose entl'e ellos Matis por el entusiasmo ue su patriotismo, hasta el punto de elll'olarse como
simple soldado en un batallon llamado "Patriotas," elt·
donde fllé aseenclido mas tarde al empleo de teniente guarda-mayor, cuyas funciones, que exijian suma hombría de
hien, uesempcuó a placer de sus superiores.
XLIlI
Cuando empezaban a surtir sus cfectos las providencias
tomadas por el gobierno .loneral en 1815, para continuar
los trabajos de la Espedicion i cornenZal' nuevas operaciolles científicas bajo la direecion de Oáldas, ocurrió la invasion del territorio ncogranadino por tropas cspañolas, al
mando de :M:orillo, Enrile, I.Jatorre i Calzada, que habian
disciplinado su ferocidad en las matanzas i el saqueo de
las poblaciones venezolanas. Los dos primeros entraron
por Cal'tajena, i los otros por los valles de Oúcuta.
Esta cspedicion, que inspirada por las doctrinas cristianas, hubiera podido hacer volver a los puebloi3, sin mucho~
esfuerzos, a la. obediencia del gobierno español, no traía
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- 1;;7 mas programa de pacificacion que el hierro i el fuego: Sli
línea de -conducta era esterminar a los patriotas, suprimir'
todas las cabe7.as literarias, talar el pais, e illll!l)llcr el dominio 1'e:11 por el lilas horroroso terror, prescindiendo de
todo principio de (,ivilizaeioll, de todo selltilllit'lIt() humanú,
de toda idea politiea. La prlleha de (¡ue Iv;; IllIcblos c:;taban dispuestos a someterse de uuevo yolnntarimnellte
a la
autoridad de Espafla cs, que Latot'l'e, el mas político i el
ménos cruel de estos jefes, llnhiendo espeflido Il1l indulto
en Cipa<¡uirá, poco;; dias :intes de <1irijirse a Bogotá, indulto qne (:oll1prelldia a todos los empleados qlle hubieran
coopernuo de cna]lplÍer modo al gritl) de independencia.
eonsigniÚ entrar a ('sta eilH1ad, "in resiskn('ia i í:'in oposicion ninguna, el ti de mayo de 1SH; : i <.;omo d ieHe }11'endaf'.
de cumplí¡' las ofertas que hal¡ia heeho, fué ae0.liJo con
cariño ]Jul' la poh1aeíolJ, (pie desde lnego se preparó a re~ihir C01\ allJOl'ow a 108 (h~lIIas caudiJJOi; c:"pedicionarios,
creyendo q no la benignidad
de Latorro procedia de un
plan humanitario
impuesto a la cspediei'jll por la eorto :
las gnerras i las querellas ('h·ile", (jlle ha1.iall dividido el
país durante lo,.; l~ille() aft"s (PW
JJ(~val)all de independencia, hahi:m fatiga(1o i desc;;perado n los lllll'hloH, i c"tos
dese:tllan ya \·(ilH~r a la vida de paz (PIC Jwbian disfrutado
Ílntes deU'lO, aUlHllle tu deran q ne soportal' los incon V('.
nientes del gohierno de los vil'cye", Mas, al acercarse a
"p
Bogotá Morillo, sabedor de la benignidad que habia mostrado Ll1.torrc, le escribir) dcl camino dándoJe Be,eras Órdencs vara qnc aprehendiera i pusiera 011 ;;cglll'ídau a 108 patriotas, i especialmcnte a los mas ('(lmp¡'omdidos, a quicnes
denominaba cal.11:oillaR: Latorre lt~ hiw prcsente que su
palabra estaba solemnemente comprometida
a nombre del
rei de EspaDa; }¡lorillo vermálleeiÚ inexurable, I,atorre
tuvo que ooedecer, i el 2~ de mayo de 1S11;,por la noche,
este brigadier sorpl'endi() en fiU¡:; eas:t6 a muchos indepen-
dientes que dormian c.ontiados en las promcsas que les
habia hecho. Alármase la poblaeion al punto, todos los
demas patriotas vcn ;J,uc su libcrtad i su vida están en inminente peligro, i mientras que unos, lo,; mas prudentes,
tratan de ponerse en vía de sah-acion, otros permanecen
en la. ciudad, fiados en un débil resto de esperanza de clemencia.
j Infundada i funesta esperanza! El 26 de mayo por la
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- llíS noche entran a BogotÚ I\Iorillo i Enrile, reprenden hruscawente a Laton'e i Calzada pOl'que habian admitido obsequios de los moradores de la ciudad, los castigan mandando
al primero a los Llanos de San Martin i al otro a los valles
de CÚcllta a hace¡' penosas campaiías, declaran nulo i de
Ilillglln valol' el indulto cspcdido pOl'LatolTl', se cntregan
a oir infallJe,., delaeiones i a' re.iistrar lo,.; archivos del gohiel'llo jCllel'al i dcl pal'ticlll;u' del Estado de (~ul}(linalllarcn
enlmsca de duculll\'nto,; I'C\'olll<:ionario:,;, i lnc![o haeinan el!
las cÍtl'celc,.; de Bo:!ol;í, en el conHmto de la (;'J'(lcn Tcrecm
(le San Fl'all\:i"co ¡ l~n el CO!l;Í in <Id [{osal'in, ('ditieio,; todos
!lIlIi
capa\''';;, a tudo;; lo;; Cill(bdanos patriotas de :BogotÚ
(tllC pndiel'un apl'ísiol!HI", llechos 1'00., por el delito de amar
a Sil I~at!'i:¡, ]"")1' el de telle!' t:l1\'lltO, pOl' (·1 de "'el' literato;;,
al)ogado;; " IlIl'dicos, po!' el dl' tenel' dig'Hid:HI, por el de
i',ulJ!'cs:tlil' eu virtild, O po!' el ~k POSCC¡'l'il:\llti<l;;a~ riquezas,
pues a(plCllo~ ,icnerales no se proponian
utl':t <:{'s<\(l'w apa;far toda luz, destl'llir toJo iut!ujo sohre el pueblo, cstirpar
t<jda, fnerza social, COI\ el objeto, decian, de <lile llO qucdase
persona alguna ql\e dirijipso otra revolilcioll, ni mcdio de
¡¡aceda. Sellle.i;\Ilte ('ruel torpeza fuÓ la <]ue salvtl la ind(,pende!ll'Ía,
ll\les ellal'\k(:ÍI:> el patrÍutislI10
al mas alto grado,
('ondensÚ los sentimientos, f1nilut. las \'ohmtades j lC\,¡\IltÚ a
la mayor pOtel\Cilt la PU.i¡lIIZ:1 popular.
1 para <¡ue lUHb faltase al ]¡OlTOI' de esta grande Lecatonfonia <le tlH1a b Hor de Ull IJlleblo, los c;;pedieionarios
al1adiel'Oll ala crnel(1ad el (';;(::trllio do las ['Úrmulas jndieialcs ereadas por In <,i\-ilizaciulI
para sal\':u' la inoecmcia
calnullliada
i da¡' reditilc1 a ]a justicia.
Asi, aunque de
antcmano habiall de:'li~'nad<l las víctimas i dispuesto irrcmisilJlelllente el sae!'itieio, inHmta!'oll un tribunal militar
llamado (fO/181:jopO'/¡ía¡¡ode
de r¡uer1'({, formado do unO!"
]>0<:.05 oficiales ignorantes
de 1a~ le.ves i encmigo,.; eapitalc,:
de los amcricanos, cnyo objeto cm declara¡'la muerte a los
(:ondenu(los en ¡;ee!'eto por Morillo i Emite, sin permitirlc:,lcvantal' prueha alguna, ni nomhrar defcnsor, ni dejar (llW
"liS familias hieie,;cn nada
por ellos. Inventaron
otro tribunal militar 1bmado COIl,\'{jo deJHl)'1ficacio7l, cuyo destÍIw
era indulta!', hajo }>(maspoco ménos tcnihlcs que la mncrtp,
a los pa.triotas (¡ue, segnll 1ft \'oluntad de los do;; jefes del
ejército, no debían snfl'Ír el último suplicio. 1 pOI' fin, crearon
l(~Jltn«~ de seouestros para qne dejara CIl la miseria l\ la8
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U)flinocentes
familias
<le los patriota~,
cuyus l,ienes fuerOli
eonfiseados
eou el mayor rigor. Esta~ Ire~ jU!ltas de cauÍ¡mIes dehían,
pn('~, reparti r,;e la ml1('rk,
la I'cr;,;c('!leinn, el
destierru
i la cspropiaeio!l
de los patriotas,
i el csp:l!ll(l, In
de\-astacioIl
i el lelTor del pais.
XLIV
Al aproxilllfu'SC a Hogul;í las tropa~ de LntolTP, lo l'ril!"ipal (lp la fnerza arlllaela l,alri(,ti":l
qlll·llahia
en esta tindad emigró úe,ia 10:-\Llanos de, Sa!l \L:rti'l,
e!l e'¡¡ya l)(']"ceneion mand,') (k~pll(''; ::\lol'illo n al¡ilCl .id':: i lo,; miCIlIl)]'o'';
del gohiel'lw
.i'>lll:l':11. al~u¡:us
illilí!:::'!''' í ;:''1'<111
J¡Úlnel'O (le
las l'Cl':-,O!laS llla,..; '·()lllPI'(}IlJ(~tida:.: :'t' dil'iiil>l'oll :·t<.:ia :Xpl,·a j
Popayall.
'
"
"C:dda;.:,
(l1('l' l,l ~('!1or l'"mb",
1'ti,', 11110)de los Cjuc emif!'I':1¡'O!l al 'sur. Clln Illlli pocas C"PC!":l]lZ:l'; de' ;.:aIYfH·jull, ¡<i"IIdo un:l (le l'IIa,~ la d,; aleanzar
a Cill]¡:u'('al';;(, en el pnerto
de la l::ll(,Il:l\"entlll':l
¡;obre el IJl:ll' Pat'iíi('(', qllc sc i'rnstr(J
para todu~. P0l'ayan
estalla libre tudavía:
!,ero la aeeÍu!l
reflida i dcsgmeia(ht
de b ('lI('hilla del T:tI1l]¡O, del ~!) lIt'
junio (1 ~lnl,!,"~" aqlll'lIa
(,iudad :1 '¡i"l,,,"¡('i,,u
del YeIH:e'(lar S:iJII:UIU, C;ilda,;. ~\1 íU!jlllo :uu:;'.::u i C;"¡III'al[('¡'{) Cllu:I,
i otro;. p:tTl'i,,::~,~. H' ol:111tai'Ol! ellt(,!wC',; LII la li<l('icllda d¡'
P:ti"I':I,ul.1;(. dio: leguas (li,1 :llIt(:, i allí i'tWI"JIl ;,ol'pl'elldidoi'
i arrc,;t:1dos
pOI' pj jefe p:t1 iallo Silll'lll :\f IIflllz. Personas
(1iversa", todas \"OI'<1e('s, )'efiel'ell qUl' al (',¡]HJ¡ll:il' d misHlo
)[ul1oz los pn'~'-,s a PopaY:lII,
se (111,'<1'"lIll 1;1l\:O :ttras COl!
CálJas,
de (,\IYll SIl(')'1:(' e;;taba C()!l\!':1.¡!(·(·id" i 1'01' qlliell le
jllten:~:d)all
los l'lllJil'fiOS (J¡. Sll t'allliii:!. i 1,.' (ij'¡'el'i,') salvar!o
haeil'lldolo
¡!H~:lr a (Jllito, ,.;¡ <1011<1(',~\I1'eJ'¡llt]¡a i se <listin~lIia 1)('1' SIIS ]>l'in(,ipius de 111l111:1.lIida,l D. Toril¡io
~f"111tc':,~
pel'o el .icllero.'iV ('Úlda:" 110 ]¡ahi('lldo o!.>tcllidll ig-llal t'a\'or
para ;';11"""JlIpaflC'I'OS de illfortunio.
L, 1'l,111l,,(I,i a los poeus
dias se le trajo COIl ello!; a l:t capita1.
.J IIzU'Úron le snmal'iamonte (;Il ('OIlsejo do g'ueIT:I ktt'ie'lld<.' ('¡panel de su deren:'01' Braulio:\I;'¡ina,
'ufi(~ial del lwtall<ln del 'Llltlho, i fl1l'
eondenado
a Jlllll'J·te. Tanl,) de pala],],:I, ('(JII ~l'l'('llidHd ¡
('Jlten'zl,
ante' CH' 1l'ihlllla! (]e 1'llm !")I'JII:l, e(lllj() pOI' escrito
en ulla e:u'la dirijida
alje'JI"l'al
::\l'Il'illll, ('Úlda;; hiw l'reIScntc eu:illto
ill1]JOl'tallll al servi(,in dl' la 1!:\(,iOlI qne ;;(' 1<.'
eonserva~e
la "ida, U\lI1(~lle fucse telllporalmente,
i aunqne
fuese elIccl'l'udo en UIl caHtillo i eOIl nlla cadena al pié, para
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- 160 terminar el arreglo de los trabajos de la Espec1icion botánica de que {~l¡;olo tcnia la e1aye, i para completar la coordinll.cion de sus trabajos jeúgráficos i astronÚlIlicos, haciendo sobre todo esto súplicas i proposiciones específica!!. Al:;unos de los yocales del consej o fueron conmovidos hasta
verter lágrimas, por el tono i la sinceridad de sus palabras; pero 8U cOlllision no él'a dictar una sentencia, sino
mllnplir una Ónlen superior:
díjose tambien que el san:suinario .Múl'illo se inelÍnaba a perdonarle,
i q ne su sogundo en el mando, el jeneral de marina Enrile, lo desviÓ de selllej un te idl~ao"
Este furo!" hienillo de Elll'ilc es tallto mas cstraño i criminal a los ojos de la historia, cuanto qne este soldado era
americano,
natural dl~ I:t Habana, pariente del ,irei Ezpelota, que tan gratos recllCrdos dejÓ en el vireinato, i
ademas se decía amigo de las ciencias exactas i se jactaba
de conoccrlas.
Aun c1esplles de estar Cáldus preso en Popayan, Móntes
hizo esfuerzos desde (~lIito para librarlo de la saña paeifieadora de ~Iurillo i EnriJeo En efecto, la señora Juana
S:inchez, que aun \'ÍYl:, reciLiÚ la sllma de cuatro mil pe,:;osql1l~a<l1lel l'<~l'soll:1,ieespai10l le en\'jÓ para comprar la
guardia que cu:,todÍaha a CÚlda:;;, i una in:'tl'uceion del camino que debia llevar <le Popayan a Quito; ella misma puso
CIl conocimiento del iJIlstre prC>iOeste proyecto, tlieiéndole
<ille 'ylL la guardia cstahn comprada,
i p1"oponiéndolc que
iialíem de la prision vestido con un hábito de fraile, que
:;eria cOllllucidu a Quito pOI' guias mui espertos, cn escclentes bagajes )Ocullldado:" hien i¡;;i,;tiJo i bien ¡.:cgllro; i cuando sus f:l\"OreCeUlll'es !lO d udahan <[ue aco,bria con placer
est.as indicacio!lc,;, se denegó a la fuga manifestando que
de no salvarse .iunto <;Ollsus amigos, i especialmente con
su companero 1) lloa, preferia el cadalso.
El ;W de octllLl'c de ISW, dos hanquillos elavados en
la plaza dc San Francisco de Bogotá, anunciaban que aquel
dia iban a ser inmoladas dos víctimas. A la hora de la
cjecucion, el batalloll del Tumbo se apostó ell uno de los
lados de la plaza: las \"Íctimas salieron del Colejio del Rosario, i desfilaron en Sil presencia, seguidas de una escolta
de soldados. Dos sacerdotes las acompafíaban,
orando a
DioB por la salvacioll de aquellas dos almas catÓlicas. Llegadas al lugar del suplicio, cada una de las víctimas ocupb
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-
Hil -
un banouillo: los soldados de la cseolta hicieron el oficio
de los v~]'(lugoB, i hI. detonacion de sus descargas no tard6
en avisar a la poblacion consternada que los crueles c8pañoles tenían aquel día t:unbíun su tiest.a de sangre, como
las habian t~mido en los anteriore.:i. Pocos días despucl>
apal'ccíú en Ull impreso del gohicrno p:witieador lo Biguiente: ¡¡ En :W de oetubrc - doetor FraIH.;i,,(~o Cáldas, injeniero
fué }laJ.eueral <ld cJ·l~n.:ito l'eheldu, i l'eneral d(~ brigada·"."
sado por las armas por la cHpalJa. i confisl:a¡]os sus hJenes.'
¡Su cOlI1vafíero de su pl i(:io era r lIoa! Este sacrificio
de (]{Lldas por su amígo ClIu;t es I\1U:;Ul)ll~gado aún que el
del jiruLdillo Fonfn:~de por Sil :unig-o Unco". Alln(!uc Fonfr¿~Jc cr:l casado, !lO tenía bi.ius; C:ilda6 t;lInhiull er¡¡, easa(lo, amaba tíemamente a Sll esposa, i (k.iaLa dos huÓrfanas
sin otro amparo que las bgTi1Wls de ~ll Hwdre: ademas,
Fonf'rl·dn cm cnfílulo de D¡¡cos, mj{.lltras (¡\le entre Cáldas
i rllo:t 11011alJÍa íntimas rclaeiollcs (J¡. parentEsco. fIeeho
es este de tan grande i elocucnte signíticacion, que 'por sí
solo díee lIlas en favor del eurácter afedwJso i lJIag-nanimo
dc C:íldas q ne cuanto plldiem idears<:. Sus modales ;;na ve:::,
su trato afable i fnmco, Sil cUl)ycrs:lcic'll :l1lWI¡;)., d(:hian l'lcr
atríhub).s consign icutc;; a seluej ante del i('ad cz:t (k sen tim ientos i a t:mto yí!!:Ol' de (:Ol':lZUll. }[are]'l' al ea(1:tlsv con el andar dcs,:mlltu'¡;zado, lento í \:ontelllplati YO'llle le ]labia dado
la nat.malcza.
Em de reglllar L'statllr:1, colo]' lI1orcno, cuello cortu, pe]o lacio i nogro, rostro redolldo, frente espaciosa i ojoilllegro;; algo lIH'!aucÓlicos. Su eOlllplexioIl robusta ,;c tlcmaerÓ 11n tamo con bs priya(:iullcS
i los tOI'meutofi del calabozo. ); o dejó a Sil esposa i a SllS hijos otra
herC1j(:la que su numbre illlstre, 11lll'Oe iIllllorta1. Sus hÚbitos de telllplanza i frugalidad no le pt:dian co¡;tosas comodidades lli cuantiosas rentas: iill mcsa era parca, i su
tr3:je llIodesto, aseado i sín afectaeion.
"y estia por lo regular, dice el sdlo!" Pomh(\. nna levita (le pañO OHcuro que
abrochal!:1 i desahrochal¡a sin ccsal' eall1hiando de solapa,
de maucra qne dllmban mlli poeo los lJOt01J(~S; i no dejaba
de la mano 1Ill lJastoncito flexible. lli (le la hoca un pedacito de t.abaco 1illo torcido."'
. Ulloa era b~en díguo de smJ\cjantc actl dI.' tlbncgaClOn del gran Caldas. Hablando Salazar aecrea de UlJoa
i del doctor Miguel rombo, dice: "Pocos jÚvenes logra-
.
ron en nuestro país mas señalada ed ueacion - debieron al
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- 1G2 fiahío Re~trcp() lo;; cO!locimientos
mutcmÚtieos,
j una :ti [0~ofía propiamcnte (lieha- al pl'OfllnOO '1\'JlTes sÚlidas nociones de j urii\IJI'\l(;cn<,i:~ ei y il -- al doctOl' Tonorio, antiguo
profes()l' de eánones, e"tensa eruuicion de esta facultaJ,-i a
la amistad partiell!a¡· de: los sdíores },fÚt,}s i CÚldas luces
de cicncias nat\lJ'ulc;;." llal,íase familiarizado UUoa can la
ilustro antigiiedad griega i romana, era illdilludo lllas bellas letras i a las helías art(,,,, tanto qllC se hahia heeho
nota.r como huen pilltor i c:,cclente eseritor, tCllia un carácter dulce i cnll1pl:wicllle, eran firmcs sus convicciones
lihcrale;;, i su illtl're;:lmtc fisonomía no re:;piJ'aha si!lO afcctv
i sClltilllielltOi\
ddi<,adns. Estos tlosjín'cnc;; patriota~, }>0111JJO i Flloa,
a;;í eOllll, 1<,:,¡¡¡¡:,tn>s 'rol'Íees i Cal)al, <[ue tamI¡ion perccieron ell el :'lIJ>liein, se lli<·iCl'(¡1l dign(,::; ue 1In
recuerdo eSJ)('(;iill 1'1I (>,'tn 11Ístol'ia, porqno amaron las ciellcias naturales
i ('Olil'cmrol1 al ('o¡}(willlionto de llucstra
herll10sa zona h'l'J'ittJl'ial. Si la Espedicion illlbicl':t al<,aTlzado lllejOl"<~Sdl',~tillos, en S\lS plÍjinas ]¡ahl'ian aparecidl)
con honor estos nom hn's yonerandos.
XLV
Lozano fue; el primer miemhro de la Espcdieion (1\le
('ayf> en mnnos de los rc(;ollq \li;;tac1ore~. ne~(k ,m renullcia
dc la ]Il'osidcn('ia <lol Estado de Cuudinmnarea, halJia dejado
dc tomar palte ¡ldinl. el\ los negocios públicos; i sobmente
dejÓ bUS gratos JaI'O;;, pnra ofl'ccel' sus servicios en ol)seq uio
de la cOlleiliacioll, <;\lalldo se ngl'ial'On las fmwstas diferencias bu:;eitadas entro el el'loul'e ~ i1.l'ii1o, como jdc de Cunc1inamarca, i el COI\g'I'eS(' fcr1era I renniuo 011T\lnja. Terminadas esta;; difercneias cn 181+. voh·iÓ a Sll vivir sos(lgado i
estudioso, Jlaciclldo J¡ien a ÚHlos, i especialmente a 'los cspai10les i criollos enemigos dc la indcpelldeneia,
a <¡llicnos
favorecía cOlltra el odio i la persecncion de los patriotas,
apesar de qne él era 1lI10 de lo:' hombres lilas ('omprometidos en ar¡lldla eall:'a. Pero babil~lldo sido noml>rndo diputado de in. prO\'iná~ del ChocÚ al Último Cougre::;o jencraL
reunido en 1~1,\ llO vHeilÚ Sll lJatriotisIllO
en aceptar el
pne;;to, i propu:,o planes de economía Ilmi hien eaJenlados,
j pre30111<', i "citu\'()
<,IJl1 una
eloenmwia lllll nervio admirables varios pro rectos polítieos i militares <]lle, ¡;;egnn el
sentir de un gran" escrito!' contcIIlPOl:áneo.
habrian hCC!H)
al país mucho bien si ántes se hubieran adopta<lo, pcro er14
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-ll;:~-
ya tarde para c1I1jll'cnderlos.
:lamlts (;l'('.'() <]lIe b lllaldall
tIe 108 rc(;oll<juisla<lores
llegara hasta d pllllto (le haccr
eamicería
jeneral
('oa todo,.; l\\s amigos de la llldependen-
a ]u <¡\le se ag-reg<\ (}tI\'
eil1;
e<)1l\l~1 i;¡ eOIl
fre(~lIen(;ia
el
los d811\;1'\ hOllll)l'l':' t;m 1mcllo;; i tall
raciouak,.: eOlllO (,1; i COlllu ll\) l¡a],ia ]H'r]>t'tl'adu
<leE(u
a1gnn0, ni ('1';1 I'Pi'¡wllsabk de nillg!llla j'¡¡lla ]>\\u1]11(',110
podia ill1ajill1ll':'c qlle Sl',le llltrajara. i lllll>:l:o ln(~llOSque
se le cnrllknara a lll\ll'l'te. EIl tal ("I,lnnallz:" i ]l(1 Jllldi(~lld<)
tigural'H~ (lUlO le \'llI'rall hO::ilill'::i los 1'l';11i":;:::i :l (1\l1('1\(,'; ]:abia
proteji<l ••, 110 IJ¡¡isu huir de !';ugofÚ ;tI a('\'I(':11'::i\~ la" tr('pm;
espai101Hi'. (¡Il\' lH'l'Il!U lo al'rbaru]J
; ]11 1,,>i(;1'(1l1 ('Jl el C.)I('jiu ,dd HlJ~;ll'itl .
•, El :',,{,i,,, ....i,,i(·) l'li('O::i (lias, '¡i(;l' ('J Y:I (,itadu j"wia :-;al1l;ml'~
a la p~'l'dida de ~alll:\f(" ll:liJít,])(jo
~il:1) l:j\ "I:t~(d(t la illíClla
:)Olltell('\a IlL: lllllerte
prolluJ\('iada
(,Olitl'a d i ('Oiltl'a Jo,; sc-
<'ITor
\ll'
fi\lpOIlC¡'
n.
¡iOI'lOS Cl'isant() YHI(·lIZIWIH,~Ii!!ll\.'II'
.•!,dl",
.)1,:,(: C;)'('1.!:()]'ÍI)
~I")'ell", EllliQ'dj,-, Í::Cllí(l'Z i Fr;lll(,iscu ,¡'a\'Íl.'r
Garcia }:\'ia, ('1 di;! li d(o'jlllio, a ]():' dus llW"('~ U'11l1¡]\:t(¡;:.
de la (,1l1mda de las tl'(JJla~ cSl'afi,,Jallnju (.] lJ):\lldo <.id
(-j-utÍ\',J'i'CZ
eorOJl('] Latol']'!'
propia
todu:=-
('!I
~~;1l1\:::"'. hll··
e1(·ln{~lH·ia~j~:l1',i\~1\d.;
1d."; {.lli~~ {~ilJ:í
!'ili:!'yt:l'\>íl
L'-:<;¡L'.J yic\iJll:\
~ilIIlq;;>·.
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Lt'~·il~~ ¡l:t,cllu
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I!I:',," ;':':ll::tl'do;:,
lit;],.·
i aun ]ll;l::i vl(~gallll'- de 1¡¡¡11\.'! íilll1]>lI, :-;U tai:ln1c
airosu, ];¡ iígllra o\'atad:] tIl' :,ll (,:11';1, ;--11 lJaI'!.:lfilla
i tllpidn,
:;IlS oj(Js ehispeantc;:,
la "al de sus ()('llrn'iwi:\~, b variedad
(lc 511I·Ilu\'crs;\(·i'lll. la ¡'l'"i'illldi,JalÍ i ltlli"l'r~,:i]idad !.le :;lb
('onlJeí1l1ielll'-'~,
la ;:.'r,wi;l <1,' SlIS JlI:t1Il'I':t;;, I"do ('olltl'ilJl[i;i
en l-l a haee!'1,) i¡¡tCI'I·":tllk. illll:tdll i 1'~·'II('ra(¡". La Ill'lle\'o'
lcncia dumillall:l. tO\kiS 1,,- "elltilllil'll,",i b" iaeas ¡le L';,t(~
ilustre sahiu. I)l~ ella Pl'o(·(,dia SII]'(I(':l aptitud para gol)(;l'nar uIJa ::iOl'il'llad 1'11]'('y"]¡ll:i()ll:
¡<:'aUll (·s('dl'li((~ pil(AI)
para los til'1l11'0;; d(~ ]¡()llallz:1, Jll'l'() ('ar"I'Ía (k elJc¡jía para
los de tempestllosa
ajital'i,,¡l. 'j'"J(':do (~,. "kl'I'Y:!\:ic)ll, talento políti('o, taleilto militar, ("kl:l"
"l'nl"l'i", tale:; eran
•\,,'
Cll]to~
~n8 [l(~lllt:td('s
'~1\~lno~
""j)l't'salil'li("s,
d j('e 01
Sl~j-lt .1'
~(d;I%:i.¡·& "J la.'
I;l
l,~u'! l:tl'ic
(luen-(~ulo los lJlaJlllS(~l'ilu:-: de ('~¡l' L",;;t:))'\" tlj,~er\"(ldol'~
(1\10 ;;.(~ha l¡edlO la ~uelTa a 1¡15 l'iI'Jl(·j:ls, Creyéllllolas
11:tY:l
1d,l'
(;¡¡!-
pahle" dellllll~V()
(ll,(j(~l1 (k cosa;;: I,('ro i'i alglin aIlH\J1t(~(le
ellas los ha ;;ltlvado del ¡'llrOl' de esto:; ¡'árlll'-l'O~, los aIlligo;>
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-
1134:-
de Plinio i Bllffoll encontrarún allí muchas obscrvaciones
útiles. Yo espero (ple no hayan corrido la misma suerte
sus escritos políticos multiplicados
en la imprenta por todas partes, varios dis(~ursos públicos i algunos periódicos,
(~omo EL A:\'TEO,10 m: LAIWA VISTA, &c. :Muchos ~jemplares
habrún cuiJo en manos de la Inquisíciol1; pero otros sin
duda han alclllJzado hasta países estranjeros, o permanecerún ocultoil en cllugllr donde se formai'oll."
XLVI
Rízo, quo por lwcesidad do vindicarile de las falsas imputacioncs (lne le hahian filljado sns enemigos, habia permaneeido en Bogotá desde Sil venida de V cnozuela, no
pudo C8(:apar dc la pesquisa pacifieadul'a.
Aprehendido
i
encerrado, como SllS COllljJaiícros
CAldas i Lozano, en el
Colejio del ]losario, f'¡¡{~ eonducído de allí al patíbulo, el
12 de octubre delmislIlo
infallsto año (le 1811/. El valor
quc hahía mostrado (m las batallas venczolanas,
no le
a.hando1\(') en la llOl'a del suplicio. Sus bienes fueron eonfiscados, i S\l esposa e ltijos q uCllaron en la miscria. Era
alto, ::;anguíne(" (le (:0101' ll\(ll'(~llO, cabello ncgro í crespo,
ojos pC(}UelioS, negros i mni Vi\'0S; no podía vérí:iele sin
sentir estilllucioll
pOI' oill lWl'¡':()lla, i "in (:0111prender que
aqnel c\lerpo l~oIltelJia \lll espíritu 1'1'OIJto a todo movimiento í h:íbil para todo tralmjo. La ciencia ha homado su
noml)j'(~ cOlloiag¡'¡illdule Illl jénCl'() de plantas llamado l'Ízoa.
Sinfol'l)so :Mútis fué captumdo tambicn, i condenado al
presídio de Ollloa. en la AI\l('rica centml, a donde fué
cowll1cido por la via fragosa de lhagué al Chocó, cn uníon
de los seiiures J OSl~ SaellZ San t amaría i Luis Ed nardo
AznollL; cm pero, al llegar al htlllO de Panamá, el vireí
:Montalvo, que re¡;idia cn Cartajcna, dió órden para que los
llevasen a coite puerto, i estando allí se acojicron a un indnlto que pn]¡licÓ el yil'ei en alJllellos dias,
Igual '~,la de (Fl}da\ Loz~uo i ~~izo fl~~la ime~te ~e Camacho, 10rres, r l'utos 1 Jo¡.;c l\funa Gutlerrez, G-al'Cla Royim i ea"i toda esa eOllstelaeíoll de homhres eminentes dc'i1ul'l'olladus :.t illlJH1lso de las reformas escolares introducidas
pOI,l\1Útis. Los ([l1e pudieroll sah-arse de la segllr homicida
fueron lililí }locos, gracias al destierro YOlllutario en Guaya!la i la ií:ib de .1amaica, i a la cmigracioIl a 1m; Llanos de
San ~Ial'till i de Cusallurc. :'M:llrieroll arcabueeados por la
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- 165 cspalda, o ahorcados, ciento ...-cinte i cineo ciudnua.nos de
10Bmas esclarecidos por su saber i su virtu(l, i sus bi~mes
fueron confiscados sin esccpcion. Gran nÚme.ro de estos
mártires habian cultivado, como ya se ha visto, las ciencias natnrale~, i empleado no pocos desvelos en selTicio de
la Espedici, In botánica. La cielll'ia agradeeida llV dclw olvidar sus servicios.
XI.VIl
Ahora. bien, en la órden jcneral dl'l t~.it··!'eito,(pIe 1forillo hizo promulga!' el ~+ dt' jUllio de 1::I11i, se Ice lo
siguiente:
, « De árden del E"welentísinw
sefíol' .lt'lIcr:d clliere, se
avi:3a a los seflOres oficiales i dClIla!; illdi\"id¡ws del ;y'rcito,
que mafíal1:t se empic:m la allIlullctla de los I.,ienes seeuestrados en la easa de la BotÚnit'a, pam el ([ue guste eoncurrir a comprar algunos efectos, (pIe scr:tll prct\.~!'idos cn su
precio-(\¡¡:DOYA.»
. V endillos así los libro:3, instl'lllllcntos ()pt icus, utcn¡.;,ilios
de pintura i otros enseres de la ESI)('<Iil'i'lIl. (1i,;pllsieron
Morilla i Enrile trasladar a:\Tnd!'id hs ]¡Cl'lJalio;;. pinturas
i dcscripciolll'i:l de la flora i la fa 1111
i:i"gl':lll:ldill:,S: i habiéndose dirij ido a E:.;pana EllI'ik ell ll<)\"j('1l1hrl' dl~ 1 ~16. se
lle\'() todo,- (·,.;to,.;oh.ietos, con 1ll:1:'; algullos lllapas ¡escritos
de Cáldas. lln IWl'IlloSO grano de platillO (·"tl'nido de las
millas de );{)\'itn i lllla. rica cu,;todia ]'c!'tmll'eiellte a las
monj as de Santa C!ara de l)HIIl plona .. :\ o se i'ahy si todo
cs!e a\"í? d(~)Jl'el'iosida,(lcs 1.1C()~'I'il!la(linasfUI' entregado al
rel de ESI'Hna; pcro ;;1 esta :HI~/'lgW\tlo 'Ine 10 íuenlll la,.:
coleccione" i manuscritos de la Espcdiciolí.
¿ I qlll' ha heelw el gohierIl\) e,.;pailol (IOll los tmhajos
de los :MÚlis. de Vnlcnzuela, d(\ Zea, (le CÚldai', de Lozano,
de Hizo, de :Matis i delllas mielllbros de la Espcdicion '(
En un ,;:l1on del J ardin l>ot:ínieo de ~ladrid. sobre CUYO
dintel se V(, esta inseripcioll:
"¡{eal Espcdi<-ion botánica
del N nevo Heino," se enCllelltran 110i ul vidadas las trp5
mil lámina,; de plantas andinas. cnyo m('rit"o no tic·nc igual,
dibujadas por lUzo, 1{ati;; i l'I)Jl1paflcro,;. la tcr('cra parte
en colores i las otras en negro. El Be[ío!' Ezequid Uricocchea, que vi:3itú este salon ansioso de hallar los lIlanuscri·
tos de aquellos malogrados sahio", i qne me ha suministrado
estos datos, agrega: "Tambicn encontl'flllluS llWlS trc:,; rea,
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-
166 -
]cs "lI'd\~IlCS dirijidas
a MÚtis, unas dos cartas
de Linncr, i
de '\Vildcnow,
dit:~ i seis man~jos do plantas, muchas
tclarai1as i vcinte í einco oajoncs cerrado>"
i Quíl~n llO creería
quo entr(> ollos c6tahan las preeiosidaues
qne ll\lsdhamos
1
Nadie sabia lo (pie contenían,
í COl! ll1\H:ba dijicllltarl
se
nos 1'aou]t(, )lara ahrirlos.
j Porleneeian
al viaje de dOIl J·UJ·.io Juan i don Alltonio
de Hlloa cn cll'orÚ,
llcdlo alI(lJ'a
cicn a1ios! X\,cosit:íbamos
un g'ollH' selllejanll~ para acallar
con !Ille.sl ra-; eSjll'J'Hll7.aS i 11onÚ' como per(l ¡<lr,s todos los
trahajos
de CÚ!das i do SlIS compaiimo>,."
(Yéase
EL }.{oSAllO, n úmc!'<) r., lS(i(), ]'iog'rafín (le )[at is).
j .lmpl'rdollahk
es e!l 1111gohicl'Ilo ei,'jlizallo
;:f'lIlcj:mte
d\:sl~llido ~ Tr(~illh :U-IO;;de sahias i lllultipli(::ulns
ill'\cstiga('iones sohrc la l!aturalc~a
uc los Andes, \"aliall aL:un:l (:osa!
Q.1I0 me H'a pCl'lllitido
C\'(wal' la;: ;:onltJl'as d(~ 1"os ilustrl's
]lOllIllres <¡IIO ]as l!e\"al'(Jj) n caho, pam sllpljear,
en 1l01nl/l'C
dI; Sil p:lo['ia, al ;!u!,i(;1'Jlu o;:panol, Ylleh-a sus u.ius ;:;ulm~ ('se
salul1, i sa]"o de h, nad" aquellos restos de arall i de sudor
por la>, ('i(,lleias!
1>e este modo pudria
tnlllhil'1l
reparan-\'
ell al,,'u d delito (le lC's:H~i\'ilizaci(ln
eOllll~tido, en IlOml)r(~
,1e :l<;~ldg'u],iel'lli>, ]l'Jl' "Jf,)rillo i EllI'ile, al saeritieal'
f'\ C:'\l~
<I¡¡;:;, Lozanu
i Hizo.
X LVITT
Se jlu()(le eOlll]lutm' el (:0,;10 total de h ES}ll'c]jcion 1'0t:'tnica eu ~, :2()(),(IIHi. Este (~tllnl'llto, IlIl1i I('.i0;; dIO ser oxa.i(~l'ad ••, es pUl' el cuntl':trio l':lstante
ddil'Íelllc.
Para l'l'olmr1o
¡Insta. l'('(:'JI'(lnl' 'jUU ell 17:ll, qlll: IlO llabia Ill:lS 'lIlC In:;;
1~IllI'Jcadus sup,,¡'iures
i (~Hturee pintores,
se ill\'cltiall
l'n
slleldu,; sulalllcll1e
8 '-¡,(¡(lO allllales; d(,spllcs de este auo
hllho lila;: nÚIlll;!'O de pintorés
i fuel'oll Illl'.iOl' r('lIl11néradus
en ]ll'op(J]'(::ion a sus adelall tos j peru, c]esl'¡'\'(~i:lI1do estus
alllIJo.~n¡u;:, i e:tl(:lll:Uldo solamente
en;:; ii,U!)!} (d ~asto anual
de sil\:ldos de estos (,1111>le<1(lo,;(11l trl·illt<t afíus 'lar¡!os qn(~
JurtJ la ES1,(~C]i,·iull, resulta
1111 pl'uc]uetu
de 81:,U,(I()I) .
.\n:lrte
de e,sl",,, eII11Jle:1l1os, dehe tOlllfll'SO ('n cuenta
(,1
su~:¡d" (JIlO ,~allarUll C:íldns i Lozano,
qw' 110 l'ndo ha.iar
el1 1,,,1,, el til'!I1JIO de Sil'; lll'stillos
de :;:.J (;,(11)1.1. :-\i a estas
"llm:l" St' :l!!'l'l'~all:
1." la ill \'ertida el! la (·oll.olTlleeion dd
O]¡SÚI'V,lt'JI'¡;);' :!." lo gastado
ell la psellela
(le dilllljo qlle
dil'ijia ltizo:
::." la (:olllpra de íllstnllllelllus
:lstl'oll(Jlllieus,
ll1e;J('.oteres (le pil!tnm,
aparatos
físicos i químicos,
,-\:c; 4."
I
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- 167 los gastos suusitlial'ios
de la Espcdic.:ion: por ejemplo, en
escursioncs lejanas, en trasporte de eoleed')lIes, en aclimatacion de plantas
estranjera8,
l\:c.:.
&c.:, s('
verÚ <pie ciertamente
es defeetnoso, por defieienk, :1I1ncl (:':J1l1)lllto.Los gastos se
hacian de las rentas dd vil'einato, ('1>1\mt-\odo i poil muchn
economía;
los elllpleado,,; ap(~lIas gallalJHIl para 8n mallllteTleio!l, i !lO lo:, retellia (~Il (" tr:¡]wjo (.) i'ltel'(~S del 1\1(')'0,
sino el ;'Illto d(~ la c.:icnc.:;a. El ~rm; \\ 1'1\:" ,,(~~()"tenh (~a:;i
de, Sil pito de. altill', (~ ill\'l:rtia im'- "¡ieldo (·n ;-:':':Lti~(~ar o pl'<!nll<ir n, lus pllltO~l'"
<]Ile 1ll1l"traiJall
!ll:h
:,p!W:l<:lllIl
(1
1II:t'"
talento, l'!l pagar la Imenil "(Jl'l·c.;"['>IJI:.]'·lIcia de ,";11" ajentcs
científicos
en lo,,: ]n!~ ]'(~" l'~1 i"~1Il0:; tI,·1 I':t''', i l'lt ('StilllllliU'
a los YI\'l'Il(:S para qlle ;;t; d"di(:ar:l1\ al !""¡lldio o a la illlitacion de la natlll'nleza.
?\[w'}¡a pal'l(: .11' J:¡., 111l'1I])ra('iolles
lumitlO."lh
de (':lI:la;; Ill! ha!.H.'i:m tenid,). (·¡·(·.<:to, ¡;i para, "ni'>
erogaelolks
pl'el'I":\s 110 h t~ I ;Jel'a ('OJl t:\ltl?
1~()Jl las. d~ldIV~I~
(le sus IIlHS re"petable" iltlllg'('S, entl'L' 'lUIL':1I'Sse dl~tJllgUlO
.J osé I~ll:\eio Pomho, La R\1l\Ht de peso'" ¡\I\' pr·I'(·íLia I.ozallo
apÚnas le bastaha p:wa l'ell1ll 11era¡' a lo~ !'("In!';; qu!' le
eLllectallan anilllalcs, El llll'jor r('tl'il'lli,!() Cilé I~iw, p,)rqne
tamhicli L'l':\ el (l\\(~ mas tr;dm.i:dm;
I'.'\'O ,\1 ],í'iTihnrion no
cm tallta 'lill' I'lldi(-",() a]í':\llz;ll'k
a la \'1';: )::1':1--i\'ir i l':lra
ahorra¡': Yt:l'dad (~,;<lUl' fUt> l)(J~l',~di)!'d,· UII JI1i'dí;¡110haber,
pero ll" l\l ;\llquíl'i,') en la E"petlit'iull, .,jl(tl '''111 j:H cspecnlacíolw" lllel't'antiles
(1110 ]¡:l(~ia pnr rUl'!';!, :1 1'at,,,, perdido,;.
1)e lo:,; (lema;; pilltIJ!'L)" tarnll()('o sitlil) IlÍllg'1lllo' d"l'llbrc
evn
el :mo]l\" fin!' allí ,'-l' le,; l'a~:¡l):\.
,-\1 !'Il_·dítal' ('Jl t:luto dc~illkr('''.tailt~ :l1l!(l'~:':(ei(Jn, ta.nt()
anhelo (k Ilo\'cdade" eil'lltíij,·:t.:, t;\11:;\ ;¡¡,Ii,·:\("¡nl\:\ la eomtemplaejoll
de l:11l<,Ltnrakz:l, t:\lJta ll('j'~l"'l'I':ll!l'ia i tanto
espíritu de }Jrop'eso de parte du ]1\ ¡':"lwd;c.:1ll1\' :'t: cllenentra clara la razoll de SlI p/'ol/ijioso
(,\;!O i del Ill(Jr que le
trihutaron los bumbres de j<"nio de !-:, él"WII. l:no se pre~utlta il\\-olulltariamcllte
el\~íl sería \'1 L',;tadlJ de la botánica
i de los demas ramos de la ]¡ istoria Jl:lt1lJ'H 1 en In N lleva
Granada, si los tl'ahajos mala\'(mtllJ'f!d"s
{le los ".IÚtis, Valellzllela, Zca, CÚldas i Lozano bnlJi('r:\1l t<"lí(ln lllejor 8uerte; <}11(' ;H]d:lIltos no hahl'ian Ill~('ho (,SI a" (,i"!I(:ias,
el plan
pÚstnrrw de :\[Útis 111l]¡icra ,;ido rcalizado;
a qll(~ gradó de
pcrfeccitlll habl'iHIl llegado los estndio,.: i hs luecs sohre la
física (h·1 g-loho, si no hn!)iuran i'ido cvrtadas en flor la~
cabezas privilejiadas de ll\test¡'úS independientcs;
i nnal-
si
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- 168 mente, cuán fácil seria hoi en nuestra patria adquirir conocimientos
v:tatos i completos sobre la historia natural
universal, i sobre la corteza física de la l'ejion quc habitamos, si la fatalidad no se hubiera cebado cn aquellos
homures. CIl a<pwllos trabajos i en aquellos magníficos pro.yec;tos. FrofetlL de esta fatalidad, el inmortal Humboldt
decia a principios del siglo: "Debemos
temer que jamas
sea publicada la gran Flora de la Nueva Granada,"
Miéntrns vivió el gran "MÚt.ispudo haberse publicado
parte de Jas descripciolles;
pero él era domasiado adicto 8.
los establecimientos
<pIe habia fundado, i amaba demasiado
un país q uc huuia llegado a ser su scgundn patria, para
qucrer volvcr a Espafia, i fie lisonjeaua con la idea de podcr establecer una imprenta en la casa de h Espedicion, i
enseña¡' fi gmlJar a los miSlllOSjóvcnes q!le hauia enseñado
a pintar con tanto suceso. Si España no hnuiera hecho la
guerra de reconquista, hoi podria admirar el Inundo sabio
aquella ohra colosal, pues el ilustrado gobierno de la Union
granadina de 1815 no se hauria parado en gastos para hacer llevar a caho su Pllulieaeioll. Sucediendo lo que sucedió
con los manuscritos i la;:; colecciones, alln habrian podido
aproyccharse,
si Cáldas hu1iera sobrevivido
a las catástrofes de la gucrra, pues es seguro que llUhria seguido los
pasos de Enrile, i se habria presentado en )Iauriu, i habria
logrado reeahar, para la eiellcia, la poses ion de aquellas
preciosidades.
:Mucho ántes de presentarse
la guerra en
nnestras costas, ,ya Oáldas pensaua hacer un viaje a Europa
con el fin de hacer all:i algunas observaciones
astronómicas, ponerse hien al eOlTiciÚe del movimiento
científico i
entrar en rulaeioll eon las g'l'aTldes il ustraeÍones de aquel
continente, i tenia resuelto yerificarJo en 1B20.
i Todos tres, C:lldas, Lozano i Hizo, dejaron de existir
a los cnarenta i cinco años de edad! Aun no habian alcanzado sus facultades la plen itud de su desarrollo, aun no
habian hecho mas <Iue ~je]'(:itarlas, como ejercita clniño
sus miemhros para J'obustecerlos, cuando el hado que persigue las empresas grandiosas i los earaeteres eminentes de
la familia hispÚnica, vino a echar por tierra, como inrnatUJ'a
mies derrihada por fiero aquiJon, todo aquel conjunto de
personas i de cosas, que tan bella cosecha de utilidad i de
~loria prometian a 1luestra patria. Pero, Apesar de tantas
desgracias, como tuvieron grande voluntad de servir a la
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-
1 ú9 ciencia i le sir\'iel'on con [t(·ierto i constancia, sus nomhrc&
han quedado gralJudo8 en la hi¡;tol'ia del progreso humano
i vi vcn cn la memoria de lu,; hOn!l)l"l's sahios. 1~()mOun homenaje al talento laborioso i fuerte, pero infortunado,
Uti
rayo de csa gloria so proyecta solJl'l' TIlw:;tl'O país, j i es el
único quo ro;;plamlece con lwstante hrillo Cl! lIuestros anales eíeuilico;; ~
XLIX
Los ilustrcs Ilatiu'alistas que fueron yidimflS de la rahia
del poder esp:lfwl SOIladmirables ullte la jlu,;tcridad que los
recuerda. no ;;0[0 {~OlnOSllbio,.;.i'ino ('lllllO b'-llnln'es do virtud
<:Ívica. ¡CUÚll ('ierto es qlH~ ];L eielleia es la l)as(~ TIlas firme
de la sana moral! l-te;;pcta rl'll las custulIlllJ":s razonaLlcs de
BUtiempo, uarH[o ejemplo dt: severidad ell Sil obscrnmcia;
levantaron
Sil voz cOlltra los hÚl¡ito,; empírieos lllle llna
usanza illvcterada lwbiu sunciolladu, dando ¡crcion del valor con (tue dehl;ll ::;(¡8tenerse 8iempre las cOllviccionce. dL~tadas por la razoll ; i fueron dechado de la;.: mas grandes
de las virtudcs sueiulcs, el :llllor a b llllllHlIli\bd i el patriotismo. Animado,; de estos st~lltirniclltos, dl'splep:aron un tcson
suprcmo en glorifi(·:\r a f'ul':lÍs c:on 811takllto: i una YCZ (ll1('
conocieron sus lkrcl·ltus Il:\tlll'ales i l'0líril'os, procuraron
haeerlos ¡;fcetiros, hasta l't'l'ller la vida hen')icamcnte cnla
dcmanda.
Al qncrer f'llnda]' una patria libre i digna, C11
C11YOseno pndie"en tener \'ahida lu;; lLOlIll,J'csdesllcl;edados
i las familias l'\'l'l';egllidas de toda8 las razas i dc todos los
pueblo;; ; qu{~ S(¡!cIlIIlC f'l'olL';;ta lanzaron eontm el miscrable egoísmo de ea;;t<l que 1,)s habia tenido "ujctos a un aislamiento de csda\"()s ~ ¡c11:'tn elocucnte PI'Of'c,;iOIlde 1ilantropía universal publicaroll ante la faz del nmnc1o, entónces
todavía mui SllhY11g[\(lopor las prcLJeuplll;ioncs esclusivi,,·
tas i las malas sll.iestiones de la avari{;ia!
.
Es raro que las sociedades tengan la fclicidad de ser
servidas, ell tiempo;; de innon\.ciones e;;,trcpitosas, por hombres de tan sobrcsalientc m{·ri to intelm~tllal, i 80bre todo tan
honrados, como los qne lncieron (,ll lo:; azar080S dias de
nuestra emalwipacion polítics.. Y o de~e\lhro mi cabeza, oh
pa.dres de la patria, para rendir mi homcnaje de reverencia
a la inte~ridad de vuestra eonciencia: i a la delicadeza dc
vuestro honor. Sí; vuestros hijos i vuestroB nietos sahen
que, bajo palabra de honor dada. a los jefcs de las guardías
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- líO ~lno el1:3to(1iahan nlcstl'aS pOi:>tl'imeras :,Igollías, podíais salir
de la 1,risiull, i '¡ne a ella vohíaí,; e,;crupl~losamente
despue,.;
de aearjei:~l' a vucstras
t~sposas i a v.ues~ros hijos; saben que
hasta la Y1Spem del e,ldalso CllIllp]¡stels nl<'stras
promesa,;
reli.iiosamelltc,
í saben que nllllca vacilástei¡.;
entre la vil
intidelleia
i la panll'usa
llluel't<~ l Las .ieneraeiones
libres
<]ue de \"Il<'stl'a pl'l'('i,,:-,a sangre !tan !l!'uta(lu, estlln satísfeella." de :-'1Iilllll;wlIlada
1'l'u.iclliL'. Esas lIl:lIwhas
<]11e afeau
algunas
ycees a lus gl'undes l\Ulllhl'es de la ltlllllallidad,
lW
empall:lI1, no, vuestra
ItlL'll101'ia: de en Ilwdio de los eSCOIlJ¡,ros q\W :¡m"nt()!ll', la fltl'la ret'('lH\nistad"ra,
Y1l1'stras SOIIll,ras ;-;c lCV:l1lt:lll cnhicstas,
i la Jlistol'ia las contempla
ro"
dellllas de lltz i de pllreza l
1\ () tipllcn, cicrt:\ 1I1t'ntt', J",; anah,s de 1I11estra ulagna
rr?\'olnei!)ll
t'",,,.; epÍs'I(liu;; dd \'i(,iu, (~apa d(~ ei(~110 (llle a
yeee,;; t~nYllehe la illl:í,jen de los hOllll)l'cS d('."(·ol1ante~, COlllu
cnYl1eh-e en la Jlatul':~le!.a las IIUU¡ hl'illantl:s
pit'dl'<ls - esos
C'pisodios o lle a "crgiiclIzan
!:l. p]ll1n:l e infectan la n:llTaeion.
~ o ticne '~Cllalida~IL''' eOlllo la,; de Miml'eau
i Danton,
no
tiene IO(~lII':ls sallguinal'Ífls
(,(HilO las de Marat i Canic!',
ni
lit'llC c~as ('OlT\11¡ci()Il(~'; d(~ la inteli.ien(:ia,
esa lepm del alma, t',(l!1 (llle ('~('alldalizaI'Oll
a »ic>s i allll\llldo
los sacerdote.:; de 1n nada en el Último :-::iglo. Tal H'Z ll:llmí. quien
pueda
l'l'pl'c)t~h:ll' a los padres de la l'at¡'ía
d Lahor ;,:id•.,
llIas cstl'iet:Wlt.'llte
jI16t'-'s (pie .\l'Ístides
i lllas se\'cl'<.lS que
('atl'll:
pcro .i:l1l1flS podrá
el11'o::itrársclcs
ni la c"dieia de
('l'll';P, ni la :lIllllicioJl de Catililln,
Ili la cl'llf'ldall dc aqnel
,Alt';Íawlro ¡-ir:tno de h"re", Jli¡I,s'lInfl. de esas pasionc:i
il('¡'amI a s, llingullo ..le esus i'C'ntilllicnlos destrl1<5tores (pIe sue,
len elltl'vlliz:\l'SI? i COlltllllclil' la so¡;iedad.
L
i De!lditus scais, o]¡ llatlll'ali,~tHi(, lwírtirf'¡; del saLer, dd
pfltri'ltislllO
i de la iilantl'Opía
~ Talento
i scntimiento,
cielleia i \·irtl1d,
la;; du,; ,;ublill1c¡,; hellezas
i las dos sublimes
fllerz:ls del c,;piritn,
todu lo reunisteis
feliwwnte.
Algulla~
de esa" huella:; espll'l1dcntes
que dejíu;tei:-;, han sido di¡">"11amente ;;eg'llida;;; tan ;lulo mlH, ln mas cara para HJSotros, la
llUella de Yllcstm (~ieneia pn~dileeta,
pCl'lllaneCe
aún casi
solitaria.
¡ Perded enidac1o, sillcmbargo,
fIue \'uestro reino
~e acer<5a l
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-171~
LA BOTÁNICA DESDE 1810 HASTA 1859.
I
Esparcidos por el terror i ocultos en lugarcs donde DO
pudicse pcnctrar la sana de Morillo i Sámano, permane'" .
cieron 108 restos dc la EspedicioIl bofánica durante los últimos años de la lucha sangricnta por la independcncia.
Estos restos Be reducian a Valenzneltl, enra de Bucaramanga, qne por escrúpulos de su deber sacerdotal fué el
que méuos tratÓ de escapar de la persccncioll, Matis i sus
compañeros pintores, lea i los señores :Mútis, sobre todo
Sinforoso, ardiente patriota dejado con vida tal vez por
consideraeiOIla su sangre. El sudo ncogranadino era ya
un ~ran desierto: la guerra, loa patíbulos i el destierro no
hablan dejado en su ancha superficie casi ningun hombre
notable por el talento i las armas. De los pocos habitantes que tcnia en 1810 la Nueva. Granada, habían perecido
mas de 2,500 hasta 1818; i estos eran la :flordel espíritu,
del valor i del patriotismo.
II
Dejamos a Zea. en Madrid en 1805, en cuya. cindad
permaneció, despues de haberse casado, hasta 1807, desem~
peliando con admirable habilidad SllS ~mrleos cíéiltffiOOIl,
redactando el MERCURIO DE EBP4~A 1 e SF..MANAmO DE
.AGRICULTURA, importantes publicaciones tenidas entónees
i hoi mismo como de las mas notable¡¡ de la lengua eapanola, i escribiendo tambien algunas }'femorias sobre las
quinaa de la Nueva Granada. iuna bellísimadescripcion
de la ca;;cada de Tequendama.
"En la época de la revolucion de Aranjuez, dice su
biógrafo Plaza, fué nombrado por el nuevo gobierno miem"
bro de la Junta reunida en Bayona, en 1808; luego se le.
confirió la direccion de t'rDa parte del Ministerio de lo. I~
terior, i mas adelante la Prefectura de Málaga, cuyo des~
tino conservó hasta la retirada del ejército frances, ácía
fines de 1812. Afiliado en el bando de los afrancesados se,
tuvo que trasladar a Inglaterra, en donde permaneció h~
ta 1814, de donde IlSli6para reUnirse con el Jeneral':BoHvar, ácia. el cual lo llamaban sus simpatías amerioanRs."
13
.•••
1lI. P' 1811.
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- 172 Al pisar los franceses la frontera de España, proporcionaban a la América una coyuntura m:ui favorable, que ella
supo aprovechar, para romper las cadenas coloniales. Oualquiera que fuera el l-xito de su invasion en el suelo ibérico,
los resultados dI' esta invasion para los americanos siempre
serian bnenos; porque, triunfantes, habría independencia.
americana incmellta,
por lo ménos dependellcia digna j
justa; i dcsal{~jados,siempre la Amérieareportaria la ,·enta.ia de poder disponer de tiempo para armarse i prepararse a
sostener su voluntad. Jj..demas, los franceses llevaban en las
puntas de sus bayonetas el programa.dplos pueblofl, cuando en España reinahan sin op05icion a.lguna el absolutismo
i la Inquisicion. ¿ CÓmo, pues, no había de ser Zea de los
afrancesados? Por otra parte, buenas disposiciones veria
él en el nuevo gobierno para protejer los intereses americanos, cuand'o so hizo uno de sus lJlas decididos partidarios
i de sus mas intelijentes servidores.
Despues de haber hecho una corta 1Uansion en Jalllaica
i vist.o que no podia pasar a NuevaG~~nada por estar subyugado este país por ::\forillo, Zea llegó A.:V enczucla, donde a la Sll.zon hacia prodijios de táetica i de valor militar
el gran Bolívar, i fllé nombrado CIlel acto Intendente jeneral del admirable e.iército independiente. ta reyolucioIl
necesitaba. de Hila cabeza tan biel~ lkgani~da e ilustrada
comO la dé Zea: ell.\j(1rcito adquiriÓ 1m tono que no habia
tenido,Bolí ,al' empezÚ a dirijir la 'PlJJí,tic.a.
i la guerra con
mas cordura i Ul¡tStino, i la causa deja imlependenciacomenzó a tomar mayor consistencia. Era que hasta entónces solo había luchado con 108 cspaíloJes en Venezuela. el ,
.ienio guerrero, al cual acahaba. gea~iar~ el jenio político;
i desde ese mOq1cntograndes i pron~, resultados debian
sellar la gloria de la revoluciono .
1)
III
J~as ciudades i prO\·íncías que ]$)lJ;mlUl independientes
habian rqdimido de la esclavitud cSrp#ñóla,no tenían aún
fuero' civil ni majistrados formalcs; .Bolívar i sus lugartenientes ejercian a un tiempo en esas comarcas un mando
ilimitado i arbitrario, i esto podia ceder a. la larga en perjuicio de la misma independencia. Zea conferenció con el
libertador sobre tales inconvcnient~ i peligros, i de estas
conferencias sUl:iió la creacion,. cle l,m);Ooniejo de Estado,
I
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~Ol\
- 173 residencia en la ciudad de .Angostura, dJvidido en tres
.departamentos
administrativos,
hahiendo sido nombrado
Zaa pn~:;idt'nte del de Hlldenda
i i'í egocios de Estado.
Mas tarde, cuando las falanjes esplliiola~ habian d(Úadolihl'c g\"lln pllrtn del territorio venezulano. Zea llyudÚ a fo\lIOntar]¡i reunion de un Congreso llue diera a V cnozuela
llIla forma pulitica definida, i eilllcntara la cnmneipa.eion i
d crédito de a([ud pueblo; i este Con)!rc~o lllPHlOl'3.ble Sl.~
instaló en Ang();.;tul'a, en t'ehrcr'o de .lSlfl, nomhrÓ a Zca
para !in 1'I"csidcll!(', aprobó todas las l':·,,\·idl~l\('in¡.; militares
i políticas dictadas por J~olí"ar, organiz/I el [Joder llúl/lico
i clijió para prcsidente del Poder E.iceuliH/ a Bolínu' j
para \'iecprcsidellte
a Z~a. En poco 1ll('Il(lS <le 11n ano que
Juraron las sesiones de este Congreso, las eHlllpaílas fueroll
mas pnmtil.s, mas gloriosas i fecundas, i la camm. de la independencia
se tornó mas grata a 108 puehlos, mas imponcnte a los enclIligoR, i ma'" simpátiea i respetahle a las nadones. Lejislan(lo en las cálidas riberas del bajo Orinoco,
h~io 1ft SOlllbra de selvas secula.r:s,. en medio. de sangre i
{¡samentas, amenazado por nn e.lerclto de reahstas cruelBs e
implacables, i ¡,odeado por otro ejército eJe patr'iotas, altivo,
aguerrido, ~W\,:,t\llllbrado ya a las via:; de hcellO, cse COllOTeso, sinemlJargo, tuvo tnnto decoro, tanto acierto, tanta
~utoridad, que ilO dej1'>ni una débil señal de infamia, ni
un desatino, ni una lmella de debilidad. Compuest0 de
hombres prominentes, los raudales de elocllcncia que manaron <le allí, se estendieron' por todo cl ámbito americano,
pasa.rún -los mares i fueron a enc.antar las vi~ias civilizaciones.· La palabra de Zea sobresalIa en medio de aqnel cuerpo de, oradores, como sobresale. el Chimborazo en medio de
las a.lturAS andinas.. Despuesue
resonar en las olas del
gran rio i en el follaje de los altos montes, aqnellos ooos Be
trasmitian a los ángulos del mundo por las prensas del Co-
RREODEL ORlNOC.o, periódico qne dirijia el mismo Zea, i que
scrm
de órgano oficial al Congreso i a In. administracion.
IV
iPrincipió el Congreso por organizar
la. República de
V.enezucla i. acabó por crear ~ Colombia. I:Saneionóse
la
le1 i:iobre UllIOll de Venezucla 1 Nueva Granada e117 de
diciembre de 1819, por unanimidad de votos,Critre los cua¡.es debemos notar, fuera del de Zea, el del sentimental
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-174 pIleta í ,:;aMo escrÍtor Salazar, hijo de Antí0'JuÍa, .]nc tantas ocasioncs 11e nomhrado en este escrito, i <pie escapado
.le las gaITas de JforilIo se habia .refujiado CIlGuayana, í
Illego había sido elejido miem bro del Contrre;;.o, llabiendo
escrito durante las sesiones i publicado en EL COlnmoD.EL
ORINOCO
vurias poesías l)utrióticas llenas de fuego i de 811h1imc inspiraciun, i im :Mcmoria biográfica tle la Kueva
Granada, de la cual hemos bebido mucha iw;trllccion sobre varios de los hombres q HC figuran en esta. Despues
de haber firmado 10& diputados la lei, Zea que presidia el
Oongreso, se puso ell pié i dijo en alta voz: " La República
de Colombia (jueoa constituida. ¡Viva la Repú.blica de
Colombia! " Aquel mismo día se hicieron las elecciones
de altos majistrad08; BolíVéll·fué nombrado presidente, i
Zea vicepresidente. Con su elocucncia templada i arrebatadora, Zea CSpllSO al Congreso, que aunque euatro veec¡;
hahia renunciado la vicepresidencia de la Hepúblíca de
Venozuela, p'Ol'que las circunstancias requerian mas bien
un poder mIlitar que un poder civil, sinembargo, creyendo
que ahora podia ser útil a la patria, aceptaba la segun.da
dignidad de Colombia, "cuyos pueblos, deda, especialmente la Nueva Granada, mi país nativo, han mirado siempre con l)enevolencia mis esfuerzos por BU libertad. Yo
manifesté desde nifío este deseo, desde niño padecí por
él, por él he vuelto a América, por él vivo i por él moriré! Acepto con agradeciendo la vicepresidencia, que
desempeñaré miéntras crea que puedo ser útil, í que' re~
nuneiaré cllando piense que no lo lIOi. La acepto con el
objeto de cooperar a la ejecucíon de 108 grandes planes que.
el Congreso tiene meditados en favor no solo de Colombia
sino de toda América, í de contribuir a consolidar la :reunion dichosa qne acaba de establecerse. Este no es ma&
que el primer }lllSO de una carrera inmen8a."
Grande fue el empel10 de Zea por la fundacion de Co.
lombia, tal vez mas grande tIue el de Bolívar: cabeza el
uno, í brazo el otro, de la gran República, Colombia debia
anunciarse al IDundo con esplendoro8a maje.tad.
Cerró sus sesioJles el Conpreso en enero de 1820, i al
ponerRe en rC('-eíJO,
Zca termino el ejercicio de la presidencia de esta corporaeion, escribiendo un razonado, enéJjico
i mlli bello IDl\niflesto a los pueblos colombiaJ¡oi, en que
les habla de las ventajalil i de- la necesidad de con8~&r
la nueva nacionalidad.
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-
175 -
Pero Colombia debia hacerse reconocer en la familia de
las naciones, i debia fortalecerse con todo jénero de rcenr~(JSrara sostener su reeiellte independencia
i libertad, Nu
liRIlla en todo Colombia un hombre mas propio i hábil que
el vicepresid(>nte para desempeflar estas dos grandes misiones, En consecuencia Bo\í "al' le cf'-pide las credenciales,
el vicepresidente
se pone en camino, llehra a Iimdres, a
~fn.drid, a Paris, donde nada le ('uje de novedad, ni oiellcia.s, ni horuhrcs, ni lenguas, ni eostumlll'cs, hace COllO(.:(~ra Clllol\l lli:L por mcdio de lihrtj" i artielllos de periÚ<lico escritos con RU plnlUa cle oro, 1:;0 dirijo oficiahnente a
las cortes i a los ministros, (~;;rC('OIlO<:idoi ('oIlsi(Jprado por
las prineipales
potencias COlllo a,kme diplomático de nn
plleh](J (iue l!ti conquistado
su imlepcndclJeia a fllcrza de
herois!llo i de Yirtnd, lleva en t,'illnf'J ]>Ol'todas pal·t(~;; el
nombre de Colombia, al'ranea a lo;; pocta;; cánticos, i salutaciones a los filÚsofoB, en loor de Colombia, hasta qne, minada su salud por los trabajos i las contrarias grl\.ltde.'i cllladot!es de su vida, el primer "i(~epre:;iden te de Cololll ¡da
muere en la aldea de Bath, cerca de I~únJre", elju(;\"(:s:!í.;
de novicrnbre de 1822.
v
Con Zea murió la última esperanza (pIe pudiera haberse t<~lIido sobre readqui¡'ir la" (;oleeciones i lllanll~CI'ito8
de la Espedicion, o sobre hacer <¡ lIe la ciencia apro\-eehara
esos matl:ri:dcs tan preciosos, En dedo, como ,ya se ha.
visto, él h:thia sido el ;:e~nndo cOJr\paflcl'o del gran 7\hítis,
i pm' la Írldole de sns fllnciollcs como tal, Hna hncn<t parte
de los 1l1:1I¡11~(~rit(l8
debían proceder de su pluma; dl~ mancra 1) lIe, illtert'sado por SlI propia gloria i la de sn patria,
tal n~z hahria. podido n~eabar, (~()T\ Sil infllljo (le ministro
diplt)rnát:i(~o, la ent¡'ega o el apron!chamiento
de los trabajo,; i Illatel'i:dl!.s de la Espedit'ion i de C¡í/das, Aparte
(le CRto, el nwjor catedrático de cosllIolojía, i sobre todo de
bot:tllica, ll:ira Colomhia, h uhier'a I:;ido e~te ~:1.hioulli verBal,
:\I1J¡ cn enmpal"aeio!l con el ~1'!l.1Iillútis, (~OllC:Uda,; i non
Valenzuela, poJ'(llle nadie teIli(\ mas luces qlle l>l, Ili llW8
persnasi va i sed udora elocuencia,
¡ T l) Ut· fecundo en retlultados tl'l\seenclentales hubie¡'a sido el <¡ue el gnm Zea,
cuyas lecciones no dejahan qn6 ellvidiar (mando Sil voz resOllaha en la lJ ni verdad i el Real J ardin botánico de Ma-
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- 1'76 drid, hubiese enaltecido eon cUas el nombre de Colombín.
i restablecido en BU país, de rica naturaleza, cse gusto i e~l'
entusiasmo por ella, apagados cruelmente ),lor la clIchiIla
l)a<:Íficadora !
Durante su ajitada pcrmanencia en Venc;.;mJa. ya en
los campamclltos entendicndo en la ecollomía del cjácito i
suministl'3.nuo Sil CO\lS~jopara los planes lllilitares, )'a en
Angostura. dirijiendo los tmlmjos It;iis1ati\'os, edllllldo los
t'ull<1¡tmclltos de ulla fllerte l1a<~ionalidad i estahleciendo
su fisonomía política, no era posible que Zea dedicase
largo;; ratl/S a las cscursiones botÚnicas, apesar de 11al1ar"e
rodeado de una n~ietacion qne com'ida a esplorurla . .A lo
ltUU; mitigaría
las fatip:~ de la política i los contratiempos
de la gllcrm con alg-lIl1as familiarcs cOli\"(~rbaci(,ncs sohn~
10& fCllórncllos de la fisiolojía ye,ieta], soln'e la armónica
distribucion ue la:>IJlulltas cn la superficie del globo () sobre la proteccioll (PH) las socicdades europea,; prestan a los
j.ardincs, gabilldes i eulcceiolles naturalcs, como illdi~pellsaules para el pl'Ogreiio UC estas ciencias. Entúll{:cs IOnrostro un poco incglllar, Sil hora de fonna oratoria, sn nariz
cn]'\'a i larga, Sll f¡'cnte am:ha i SllS ojos PC(jltCi1os, vivos,
briil:\1\t~~s i"\'elad<Js por 110ndas órh~tHs, espl'csHl'iall 1a dulce serellidad ¡¡ne cOlllnllican sielllprt~ a las fUl'ciclICS las re-creaciolle;; físicas.
A \'cces se turbaria ('sta serenidad, reco!'(hw(lo. u{'(¡mpalIado de su p;,l,i~1I10 SabzaJ', lo;; lloml,re;; d~ MÍLtis, C:iluas. Lozano, CUlll;\l·l10, I'omho, Cahal, To1'Íees, UJlon, ter
dos e';oS allligos i (;oDlpafieFlJS suyos asesinad,,:, eu ]08 ca,lalsos espaflOles, i dC;;~ll\(lgand(J ínnbos sn "orazoll en rios
de tlorcs i de lúgrimas. La contemplacioll de los lugarcs de
sus estudios:i. (le ::,usmas gratas L"span5iones .i"vcnilm;, ahora
regados con S:lIlg're <¡ lIcrida. ue;:;ollldos i oprjlll ¡dliS l11tjO la
dura l)]anta de I();; l'etoIlfjlli"tadol'es,
les arrancaria ti~l'Ilof.
lamento;; i vchemente& illl]ll'Ccacione&. Lít pl-l'dida de tantos tralmjo8 científico;; (;Omo los que cayeron bajo la manfi)
devastad'ora
de Enrile, b orfanda<.l i la mi;;(;ria de tanta,;
familias ilustl'~s mutiladas i confis(·adas; lue,!.!;o la libertad
qne acababa de eon(jllistal' el suelo g¡'anadino, debida a
los triullfos admirahles de GáJllcsa, Bomm i ]3onw{¡; despnes h, idea de elH'UlllilIUl';;e, Zea para Enropa' i 8alazflr
l>ara el Nortc-AmÚriea,
ámbos (~Olligual objeto,.teniendo
ambos que rumncim' all'etol'llo de la patria, a la vista dt:
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---'177108 pal,jenOOS i de los amigos, de, sus paaeos infan~iles, de
planteles escolares, de su cielo, de su ho~r lCl~ BUS
montelJ nativos, todoe¡;to, ora alternado, or~ 81mu~tane~,
SUB
les traería ~mcesivamellte, o a la YCZ,dolor 1 alegna, ammacioll i desfallecimiento,
(,.jegas resoluciones i vacilaciones angll¡;tiosas ..
j 1 COlll0 los huesos de Zea, en Albion, reposan tambien
en cstralljcra tierra, en el cementerio del radre Lachaise,
108 del milinente Salazar!
VI
Mnerto Zea, quedaron
Mútis, Yalcnzuela i Matis.
MÚtiti fll(~ elejido diJ,utado al COllgreso renuido en Cúcuta en 1821, que ratificÓ la ercflcÍoll de Colombia heclm
pUl' el de A Jl~()stnra; a;.i~tiÓ a las ;'C~iOI1l'Sde"de el primero
ha¡;ta el Últilllo dia, pnso sn nomlm~ al piÚ de 1a COIlstitncion eoloml,i:ma espedida por aqnel Congreso, i luego se
dirijiÓ a B(wotÍ1, donde faUeeió el 24 de agú¡;to de 1822.
Patri(,tft vell(~mente i conStánte desde HIles del siglo pasado hasta el dia de Sil muerte, llHIH,:lt traIlbijió con la dominaeion e:;panola, ni dt:i<'l fíl,;;tro algullo (h·:-;doroso para su
menlOl'iH Cll 811larga calTt'ra de inquietudcs
i sufl'illliellto~
po\' la lilH,'rtad'e ínJepCl1lIellcia de su patJ'ja, Entre 108 poeo;; jl'l!t'r();; bot:lnicos
publicados )lO\' la Espedicioll ántes
de 1:1¡tucrra de 1816, se encuentra el C01ul1.lf:(fi"ia consagra-
do a vi por el gran Cáldas con estas palabras: !Ioa gen-u,~
D. Sinpl101'mn --,-JHd1"8
et COnfmeYI'(l, qui ()in·cliOna1'-umIIí8toril/m I't JIÓnoqrapltÚlfll perfecít, aV8o!¡'it, el .F'l.-oram Bo!/ot'-:7i,sl"li¿ a,~8idIlO ZaO(YN d ,stl/dio paí'r!t.
T.as pl'eviciones
fatales ue Cáldas acerca de la poca llU bilidad i poca dilijencia de don Sinfol'oso, habían sido d<:l todo desmentidas
por lo;; rpsultados. Conociendo seguramcnte
la injusticia
que habia comdido sn tio al sohreponerlo a Cálda¡;:,don
~inforoso
lwhia
pnesto
los medios
de hacerse
digno
de
&(luclla elcedon. Por otra parte su carácter apacible, su
fisonomía noble i Sil fina educacion dehieron &!anjear1e a
la larga las simpatías de :5l1BadjIlIltoB Cáldas i Lozano.
Valcnzlwla, 'ya anciUllo i achacoso, no por eso dejÓ de
ser llA.sta el tin (le BUSdias un eul'l1 ejurnplar, ni abandonó
jamas el cultivo de la ciencia de las phntas. Sus funciones como párroco tenían una cstensiún vastÍsima, pues
comprendían
el dogma, la moral iel progreso intelectual i
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- 178 material de sus feligrcses. Persuadido de que una industria, un camino, un nuevo método de cultivo, un constante
buen ejemplo, contribuyen Ulucho mas a la moralidad del
pueblo q\le los mas elocucntes discursos i las mal> razonadas insinuaciones, estableció cn su cnrato la manufactura
de tejidos de algodon i el cultivo de esta sementera i del
trigo, hizo montar un buen molino harinero a las orillas del
rio Suratá, fomentó la apertura de vias de comunicacion,
i no dió lugar a que su conducta fuese motejada por nadie.
La huerta de su casa en Bucal'amanga era un pcqnefio jardin botánico bencficiado por sus propias manos, dondc reunia algunas veces a los principa.les vecinos para darIes lecciones prácticas de cultIvo i aclimatacion vejetal. Siempre
a.migo del adelanto de las luccs, tué uno de los nombres
que mas contribuycron al establecimicnto de los estudios
médicos en la Nucva Granada, ofrecicndo de su peculio
premios pecuniarios a los estudiantes que sobresalieran en
ellos, i redactó la constitucion del Colejio de :Mompos, habiendo sido nombrado rcctor i catedrático del mismo 00lejio, empleos que no desempeñó porque su }lrelado no
quiso otorgarlc licencia. Despues
llaber llevado una
vida de virtud i de estudio, tuvo un fin tanto mas horroroso cuanto mas inesperado: unos hombres de apellido Breton, entraron por la huerta de su casa a prima noche, lo
sorprendieron CII su cuarto de estudio sentado en una hamaca, le dieron dos puñaladas mortales, i al dia siguiente,
31 de octubre de 1833, cspiró, a los setenta i ocho ai'ioscuatro
meses i cuatro días de edad. Valenzuela conoció a todos
los ascsinos, cntre quicncs iba nn ahijado suyo, pero no quiso rcvelar sus nombres; la justicia los dcscubriÓ despues, i
les impartió su castigo. j Caprichosa crueldad del destino!
Aquella cabeza encanccida, aqncIlaestatura alta i patrial'cal, aquella fisollomia severa, grave, rodeada de esc resplandor celestial que despiden la buena conciencia i la.:;
meditaciones relijiosas, aquella persona venerablc, tanto
que el Libcrtador ]30lívar no llegó u haularlc jamas sin
quitarse el sombrero, no parccía estar,espucsta a los golpe¡:.
alcvosos del pufial asesino. Tanto patriotismo, tanto espíritu tanto amor a Dios i a los hombres, debian prometerle
una' muerte natural i tranquila.
Aun vivia l\fatis cuando murió Valenzuela; i g-ra.cill.s
a la vida de Matis, eomomas adelante se verá, no CllYÓ en
ae
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-
1i9 -
a.b80luto 01vido en la Nueva Granada la ciencia que en 1810
era CanlUIl i familiar entre los hombres distinguidos del pRÍs.
El órden de los hechos me impone la necesidad de interrurnpir e8tc asunto para hablar de la espedicion científica de los s~ñores Mariano Edulmlo de Rivero, .Juan Bautista Boussingault, doctor H.oulin, .Justino María Goudot i
ames .Bourdon.
.r
"VII
Al partir para Europa el sahio Zea, recibiÓ entre las
instruc<lÍones que le diÓ el Liberta(!o!' Holíyar, la de Úwilitar en aquel contilrente llls medills de IH,.)\llo,Cl' ell Colombia la instrllc<:Íon públiea, i prilJ(~ipalItlcllte ]elSCiell(~iali
naturales, entre las (:\lales debia mCl'eeel' ulla atellcion especial el fainO de mineralo.iia. Ap('llas acalladu de establecCl'se ell Paris, Zea contmtó a los sahios mencionados, (iUC con cscepcion de Hivero, orilllldo dell'erú,
todos
eran franceses, Rh'ero, sinelllhargo, hahia hecho SllS estlldios en aquella capital, i en union de! Hr. BOllssin~nult ,,"e
habian (listill~uído como al n IIl1l0Sd(~la Eí'Cllela ]{pal de
minas de Francia.
El doetor ROlllill el'il Ya 1111 Ill~dico ¡
un natura.lista notable, i los sd'iorcs (;'Jllll¿t j Hourdoll H'
habian ;:;efíalado 1'01' Sll aplieaeiuJl en el Museo (k Historia
natural de París,
El sofior Hivero se cOlllprometi(" en 1.0 de mnyo de
1822, a consegui¡' en Europa utla eoleeeion wínera]Ój iea,
una biblioteca de deucias n,ttllrall'í'\, nTla coleeeion de instrumentos
físicol'i i astronólIlieos i lIil Iahoratorio, i a presentar todos esto" objetos al g'ohi('!'lIo de Colomhia; n, COII·
tribuir a la fonnac:ÍolI de un-- Museo cl(~ lli"toria natural,
cuyo plau presentaria
{·l mismo al gohiel'llo, dando a h
vez clIantas indicaciones pudiesen facilitar su lllas prollta
i completa rcalizacioll;
a p('l'lIlall(-'C(~rlln afio ell no~ot;'t,
atendiendo a la flllldaeion i al'rcg'lo de una Eseue1a lIaeioJla! dl~ millas en esta ciuda(!, que dehia el¡lIfol'lllflrSe en
t~do lo posibl~ a la de P:~!'i,;; j a Yllcar;:ul'i'e de l~l l>in"(~:
clOn de las IIllllas colombianas,
;:11I l'l'I'r.!,mur (~Rtllerzo III
tmbajo ltlgllll" para dar a (·~te illll"'l't:Lllte ramo ('1 Ill:\~
fuerte illlPlllso, a en}'o efed!) el J>J'(',;idclltc de la HepÚblica debía eOllferirle el título i fa(:\¡Jr;ull~s ('orrespondíentes, Al cumplimiento
de estas estiplllaeioncs, clIIpefió m
repntad<Jll cientifica entre los sahios de Europa, hajo d
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- 180 concepto de <!lle el gobierno colombiano le prestase toda la
proteccioll IIcecsaria para q ne no fuc\'an dc"lncit1os "liS trabajos en tan grande i glol'iosa empresa, El gobierno por
!:inpal'te dehia costea¡' al senor Rivera sn ,"iflje a Colomhia, i de aquí al pncrto del Callao; i dnr:lnte;,n residencia
ell este 1mb debia pagade UII sueldo allual de 4,()OO pesos
fuerte,; desdo el día de su cmbarque ell la costa europea, i
en caso dl~ retardarse {·stc, desde el 1." (le i LIlid dcl mismo
ano de 1S:2:2. AdellJas, debia cOllcederle ~l gol,iel'llo una
gl'lltilicaeioll de 3,000 francos por el tmlHljo (le formar las
colect:iunes i de prOel11'ar los elementos 1'J'ccisos para el
buell l~xit() de la espedicioll, i darle tambicn 1111alojamiento c0ll1!'e!('lIte a su empleo, Desplegó el s(~TIor l~i\'ero tal
eSlllCl'" i tal illteres ell <lne se llevltSe al callO esta espedi(~iOIl,1] lIe Zc·;¡ lo l'cco!llendÚ lI111i partie¡:lal'lllcnte
al go1iel'lIt) CUIOlllbiallo, amen de <j ne él gozaha de ulla aeeptuciVil 110elllllll11 en Europa como hombre de eil'!wia,
El seiI'.J!' Bous~ingalllt se compromotiÍl, en 28 de mayo
dell1li~lIlO MliJ, a desclllj>enal' por cuatro afíos H!la cátedra
J~ IIlilll:l'aloj[;l o de (lllÍmiea en la Escuela de millas; a
cjC]'("'{', ]¡:ljl) las <')l'dene~ del Sem'otal'io de 10 lllterior,
las
flllWiuill'S d(~ injellicl'O de millas cnando este ClICl'pOse estaltlccic'l'¿l; a :w"ili:H' al senur TIÍ\'cro para k flJl'lnacioll
del gabilll'll' IlliIleral'\iieo. i a estar a SllS Ílrd('llI'S illllwdiata,.: (~1I(ud\) lu (;ollee¡'!liI'Ilte a la ensefíaIlza i al ~('I'\"i(;io de
la E:,ellt']:l. Ell c;1I111Jioél golJierIlo del,ja evstearle el viaje
de \'\'llÍda Í vuelta, pagarl~-lllCul:j[lUllllellte un slwldo anu~d
de 1,-1:1)1) jW;')S fncl'tes de\-Cllgados desde el día de su ClrIl¡are·J. dark (~Ild edifi(,io (le la Escnela Illl alojallliento de(,elll e, i l'sped irlc ti tll lo de }!l'Ofesor tan lllego (;ulllO llegara
a CO!.>ill J,ia,
El d"dul' Uoulill se (;ompl'oll1etiú a dl'Sellll)efJ~u' la eát.edra dI' jjsjolo.;Í;t i de anat.omía eomparada l'l! el proyectado. }[u::,en de l1i"roria llatllral: a cOlltriuuir flcti\-alllente
a la ¡i;r¡llac;ulI del :JfllSCO,110solo en lo relaii\'o a Sil ramo,
sino en todo~ los dellllls; í a prestar SIlSsen'ici<)ií en la ell,.;ci1auza d\~l",; ",lrios ralllOS científicos (}IlCk eran eonocidos, ¡;iC'111[ll'll (lile el gubienlO 1;0 lo exijiese i lo relll1lTleraSe,
EII I'dl'iIJli(,ÍOl! de (~sta~ ol,]ígaciones el g'obiemo debía pagarIo l11eJislifdll1l'lIte dnrante los seis primeros ní'í(,s UlI sueldo fl-1I11:d
de 1,·±oO pesos fllertes, dade alojamiento decente
l'll el e~tal,lc(;jlll¡ento, eostcurle el viaje de vcniJa abonán-
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- 181 dole el "ucldo de su empleo desde el (lia de SlI embarco, i
Vasadó aquel nÚmero de años, propol'cíollal'Je dístincionet:'
i ventajas
PCl'SOJ]ale8 en'atcncion
a lo~ méritos (Jll(~ hubiese
contraído i 8e1'\'ieios que hubiera pl'(~st8.00, eOliserynÚdo al
mismo tiempo el sueldo i emolumento.; d(· Sll cÚtedra .
.El "dwl' Goudot, mni peritocl1
l'r(~l';l.rnl' i fUl'lnar culecciOlJ¡''; 7.oulÚjicas, se compl'onlt'tit):
a J,t·rmaJll.~cer seis
años v!¡ CololIl bia ejerciendo
este r:lIllU, l'(:l'O de:=;tillado
sobrctndo a la ietiolojín., sin dejar (le tl'nb,¡jar ell h~s demas
partes ¡lu la, 7.oulojía; i tnmoien a ayudar al sefior Rivcro
,en b t'ol'J11aeioll del Museo i estar a la;; (ll·el ('llCS i1~rnediatas
(le \~l: (klli~ndo
recibir del gobicl'llo :-;1I(1 lws(lS ¡"tlCl'tCS ch·
suel(lo Hl\ual, l'a~ados
por meses, Jcsdv el dia (k "il a!Tibo
a lIl1 pne!'!o colombiano, i \lB alojamil'lltu
dvcul1e t~n el esta ble(:i
El
111¡ell ti),
c¡ue "iyc e11 D¡,ignt:í, ¡ :l quicn he tellielo e) !.:'1I::,1·ode tratar, tnn bnen (:(Ikcciolli;.:ta
i preparador C(lIno nondl)t, se obligÓ a pcnlllll1eeu' <llllií s¡'i~af¡os,
de¡;tin:1do particularmente
a la Clllulllll]ojía,
sin d,jar dI'
trabnj:ll' ell lns otros ramo;; para la Ú'l'lI;a(·ioll Jd 'Museo;
ganando
pe)]' est()s ser\'i(:i(,s
t:OO llC':'()'; f'l¡cr\\,S :l!Jllales, los
'costo;.: d,_' :'¡¡ ,-i:¡ie de "Cllida j "¡¡(o¡';). i ¡!!i a;"jallliclltl>
decent('.
'
.
Tal 1'tl(' el pen':(l1lal i tale:=; las (:011(1;(',,>1:(';': de !:t c51,edicion (':ell!inl:a (·ren.da i cll\'iada a (\'!('l1,1,i" !>ej1" d iIllllortal ZI;:l,
:
El. ('\)11~'l'\'SO
eol()mhinIlo
de' 1132;-; u!,id;¡"I_ C(·ll feell:l 28
de julio,
lIn de('reto ll.])J·()l>ando
esta;.: (:(ll\t l"ta~. i estfll¡le(.iendo ell Ho!!otá 1111 Mnseo dI; histori:: ¡¡al lira! i \lna E,,¡clld!!
~"~ll\)r BOllrdon,
de
n1ill~rb,
mnell(l e:npdiu
cnlos C/\l\ticnen
El (,Ólchre cstndista
Friíj¡\'i~(:LJSulo tOllJ@
en la sanci()n de (',;te c1eérd(),
casi literallT1l'llte bs id,~as t¡tlL~
('II,\"US
l'!
artí-
e:opre;,Ú
en 1111 intill'lllC (pie presclltÓ
ul Sen:ul'l, e1l 1:¡¡ion du los i't~nadorc" .JLmnel .JosÓ Hurtado j Jer(Jl\imo T(>Irc~. La::; di~posi(,ioll('" sustnn<:iales
del dcu'do
son J:-¡", ~;g'¡¡¡nTlt(''": el
'Museli t(,lldl"Ía c:itedrRs de lllillera!ojía i .1(·,,1.. .1;:\, de química jellf'ral i aplieada
a l!ls arte", de ¡"¡~'''<JI¡(::t, de matenuitit·a,;, de' fbiea, de astronomía, de agTi\"1I1 t 11l'n, (h, zoolojía. de :l!wtolllía ('umpal'ada,
d(~ entoI\H,!u.ii¡¡. dt, (:oneld!i()lojía i d •..dilllljO: la Escuela la" telldria de lllaklu¡ítiea~
simples i aplicadas
ft las máquinas,
de fL,j('a, de I!!illemlo-
jía ijeulujín, de esplotaeioll,
de químÍ<:n allalltiea i llIetl\-
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- 182 lútjlca, de jeometría descri/,)tiva i de dibujo: 8e cobral'jan
para rentas <le estos estah ecimientos, un peso por cada
marco de oro reducido a la lei de 22 quilates, i un real por
(~ada marco de plata reducido a 11 dineros de lei, que se
introdujeran
en las Casas de moneda de la República para
9n Rmonoda.cion: los profesores de la Escnela tendrian
ohligacion de ensayar graeiosamente
cloro i la plata qne
les preselltaran los particula¡'es, i darian una boleta firmada
en q 110 constase la lei del metal presen tado: ám bos establecimientos esta¡'ian bajo la. inmediata inspeccion del gohienlO, por medio del Secretario de lo Intcrior, i bajo un
reglamento económico formado por el Ejecutivo; i por fin,
las asignaciones hechas a los profesores contratados 110 estal'ian sujctas a ninglln descuento.
Los sujetos indicados cllmplieron
apénas en parte
SIIS obligaciones,
pues ni ellos tomaron mncho cmpeflo
en lIevarlas a cabo, ni el Ejccutivo
colombiano acti,'Ó la
realizacion de la Esenela i el Museo, porqne la contribucion decretada para el sostenimiento
de estos establecimientos !la pudo plantearse, í porque como la. guerra de
independencia
no se habia terminado,
el Tesoro no alcanzaba sinu Jiitl"a los gastos del ej{~rcito i del gIJbici'IlO. Así,
el señol" J1ivero se encaminó a poco tiempo para el Perú,
el señor BOll"singault se compl"(llnetió a diri.iir las minas
de plata de Santa Ana, Itlego se fué para Quito i mas tarde
regrcsÚ a Europa, aSl como- el doctor Roulin ; Goudot permitneeÍó en el país i JHlce poco mas de catorce año:; muriÓ
en Honda. i el señor Bourdon se estableció en Bogotá. L<Js
señores Riv()!'o i Boussingault hieiel"OIl ulla e8(~ursion aJas
,"iheras de! }[eta, le"anta~~m mapas de aquellas localidades
¡ examina!'on el paÍa en sus aspedos físico, .ie()lf~iico i millemlÓjico. Puedell \"erse los frutos científicos de eMos ilustres sahios ClI la (Joll'ccion de JIemorias del 8cfíor Hi vero,
~1I los Anales de química ifisica
i en los Viaj('.Ycimt~fi(~oó'
<J 108 Anrle8 ecuatorr:alr'8
del sefíor BOllssingault, traducidos
al castellano por el Jencral Acosta, i tambien en los artículos del IJi('r;Íonm'i() di! h¿~t(}rianatural, donde tamlJicn se
hallan algullos del doetor Ronlin i de Gondot. En Bogotá
,lejal' )1l lInMu~eo }'cgularrnente provisto de objetos natnrales del país i lllui b-icn ordenado, que prouto descuidó el
gobierno, i }l()1'lo mislIIo se perdió totalmente.
I
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-
183 -
YIII
Como venia diciendo, :Matis entró en relacíon de amí¡;tad, por los ai'los ue 1820 - 21, con un sacerdote mui dado
al estudio de 111 natnraleza, oriundo de Tuluá, Estado de!
Cauca, donde naeiÓ el 25 de agosto de 1776, i de donda
pa.0 a Bo~otá a la edad de diez i llueve allos, cn cuyos Colejios hizo'estudios de latinidad, retórica, filosofía, derecho
civil i tcolojía, uespues de los cuales recibió g-radol!académicos i se t~'a8Iadó a Popayan, cuyo oLispo le connrió el
presbiterado. Este sacerdote j] nstrc era el Dr. ,1uan :María
Céspedes. Se habia aficionado a'la hotániea a los treinta
afios de ;;\1 "ida, leyendo un (~jemplar del "':;,l/stlwma Plantal'um de Linneo, que halló en una po__
ada. Patriota de
coraZOll, habia senido con decísion a la cansa de la indcpcndClH'ia. pero sin haber podido nunca entrar en relacio!les con loto>naturalistas de la Espcdicion botánica, apesar
de habcI'lo deseado vivamente: tan solo tuvo una entre\"Ísta Iijera con Oáldas en AntiQquia. Pasadas las borrasca&
de la gnerra, i sabiendo que ann existi:. },f atis, hizo conocimiento con (~l,i le snplicó qne le cOlllunieasc SIlS luc-cs
botánica>!, no lo q ne e8tn \'0 presto }[atis, PUCii el venerable
pintor amaba las plantas con toda esa pasion qne habia
sabido im,pirarle el gran Mútis, i le placia la idea de tener
un campanero tan entusia&ta como él en la contemplacion
de la naturaleza.
Con esta singular aplicacion, Céspedes aprovechó en
poco ticmpo los conocimientos de Matis, i el año de 1825
fueron comisionados ámbos, en union del sefíor Rivero,
por el gobierno colombiano, para hacer nna csploracion
de los monumentos indios del antigno pueblo de San
Agustin, en la comprension de Timaná, i para. examinar
las plantas de aquella comarcl!.; esploracion qlle dió )l0r
rcsultado, una coleccion de las plantas mas notables, 1 la
copia i mensura de los diversos monumentos de piedra rcpresentando ídolos, mesas de sacrificios i varios animales,
como tigres, micos, &c, gue existen en aquella localidad, i
que han sido descritos 1 dibujados hace poco tiemp() por
la Comision corográfica.
El doctor Céspedes siguió ejercitándo8e en la herborizacion, en la anatomía i en la el88ifi~acion vejetaI, con una
constancia admirable: colliagraba a 108cstudios botánicos
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- lS-i (~\1antos ratos le de.iaba libres su uestino eclesiástico, i hada largas i penOHas cscul'sioncs con bastante fl'cclíencia.
La mas notable de estas ?scursione,¡ fué la q ne Yel'iJicó en
ls:n a las nlOntafía¡.; dd Opon, Estado de Santandel'. Partió de la eiudad del SOCUITO el 21 de ag-osto, acompafíado
de veinticuatro hombres armauos, i llevando pl'o\'isiones
para bastantes dias. En aquellas selvas permancció como
mes i lIledi.) con el seITor .IosÓ María Ortiz, n'cino de Zapatoca mlli conocedor de la handa de lUontal1as incnltas
que a la. l'ibel'a orielltal del Magdalena se comprende entre
d Ca\'HI'e i l'l Sogamoso. Luego dejó la soledad, despues
de haue¡' vi\'ir]o fratemalmente
eonlas tribus salvajes que
la recorre'·]). Hablando de estos aborí.ienes, decia: " A pénas habr{¡ en la espl~(,ie humana porcion tan paeífica como
esta." Sacó una. familia de seis indios, una coleecion de
plantas, i algunas precio\'idades minerales i animaleo.
El dodor Céspedes determinó dos jéneros huU.nicos qne
llamó bolivaí'l:a. i 8antanderia,
en honor de los .Jeneralcs
Bolívar i Santander, i cstableció una nueva familia (lllC denominó 1no8que¡'iacecÚ, dedicada al :finado Arzobispo Manuel José Mo;;q llCl'a; pel'0 110 se ha verificado aún la cxactitud de estos trabajos, i por consiguiente ni lo;; .iéncl'os ni
la familia h.an ¡.;ido reconocidos en los catálogos bot.ánicos,
Tambien sc tmsmitieron
los conocimientos de ){atis al
doctor Manuel :M. Qlli.iano, médico de Popayan, patriota
decidido i lcj islador cololll biano, que hizo algnnas pu blica.
ciones uotállico-médicas
en el Eco DE l'EQ(;¡';~DA)[A, periódico publicado en 1829, i en EL CONSTITL'CIONAL DE CuNDL."AMARCA, puhlicado
en 1833. Así mismo se aprovechó
de ellos el malogrado J eneral injeoiero J oaquin Acosta,
historiador de la. colonia, escelente químico, jeógrafo i joologo que deRpncs de haber servido a su patria como guerrero eientítict), como profesor i como estadista, pereció de
una fiebre en 1852.
IX
No solamen te Céspedes, Quijano i Acosta aprovecharon
las luces de 1htis ; tam bien procurÓ adquirir1as, i las adlJID-rió a fuer"ia de constancia i de paciencia, el Dr. Fl'anClSCo.
Bayon. Hi.io de un abogado intelijente, pero huérfano a los
tres años de vida, i pobre, i sin hermanos, i sin protectores,
el Dr. Bayon, hoi de edad de cuarenta i tres años, médico i
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- 1% botánico disting-uido, residente en Bogotá, su país nativo,
presenta un ejcmplo de lo que pneden la inclínaeion al saher i. la perscH~ran('ia en bu;;('ar 10;; medio" de aleanzarlo,
enluelw. COll lo;; oh"tácnl08 <¡\le opone la. ao\'er;:idad i <]ue
lIlnltiplil~a eun t'l'cclleneia la mala org:mizHdon
de la <:11"0J1an~ao Empezó :t :dicionarse a la ]wtÚllica, a;<i"tiu!Hlo por
mera emoi"sillad n nn:t clase (lllC dal!tl1fatis,
pur (:umi¡;;ion
dd gohiel'l1o cO].>111hiano, ('11 el Colcjio de San Bartolonll.'·
de Bogc.t(¡, (lel CIl:l] cm. alumno l'éll;;iollfldoo En lS30 1'e
\.oariÚ di, cated.l':itieo. ' pues en lllgar. d() continuar M !ttis, entrÓ a da¡- lcceiu!lc;; el doctor CÓsI1L,dc!', i el <lodor lhyv!l
asistió tallJJ¡icll a ellas. Esta;: (los emCf¡:1l1;r.a8 dnl'uron mui
poco ti(,tI1 po, Por'l:le cnt{)}1(Oc,:el glluiernn,
por la cxigui(\n,d de Sil;: r\,('1I10"0,, I'(·ntístico:" no i"Ollll'lltaba (~on tesoH mas
l)stU(iio;; qne loi' de ciencia;; po]íti(';!s, úniclls rcputadus
CllIrJO de a1>;;o]nta nece.sidad para cOllSolidar en este pní¡;;
\as institnciol1l:s rep\lblican~s i garantizar
llt perpetuidad
la ind(~pcndcncía;
pero el doctor Rayon no abundonÚ
por esto el estudio de las plantas, i siglliÓ d c.ielllplo de
::\Iatis i (X'spedes, (,')llcurriendo eOll el]!);; a escUI';iiones ff.('iles i hnn:s
por 1,:, alrededores de Hugot:i i ]os puelllos
(le la.g imncdial,l(l]¡('''o
Muertu el aOdOl' Céspedes (:Z1 de enero de 1848 en
(-i-nusca), pUl" rcs1l1 tíLS de haherlo tallado u 11ya.lo atra vc\'()sado en UIl (;Hminc, del depnrtamclItl) de \' Ók¡;, C!luna
cscnr.sion . (Plé hi:w, en 1845, a la quehrada de la Corcohada, no le <1\llldÚ a "Matis lilas compHi1ero de amor a h\R
plantas qne el doctor Hayon; i aunque agohiado pOI' sus
much~ afios, 110 se esclIsaba ::;inembargo de salir a paseOR
botá.nicos por la>; sabanas i montafias que circundan
a Bogotá, cuando al efecto 10 invitaba su nuevo discípulo, quien
muchas veces se cargaba a S11S espaldas al senecto dibnjanteo-en las subidas de difícil acceso o en los pasos incóIllodos del sendero, por tal de que le mOf\trara Ulla orquídea., un helecho, U1Hl hromclia: cualquier planta que, vista
ántes, deseaba COl1oecr cienttficamenteo
00n 'estas 'leeeioneg practicas el doctor Hayon tenia ya
ulla magnífiea base de estudios lllteriore;;:; i :t8í, no tardó
en pedir:a Europa lmenoslibros elementales i de clasíficacion, que al fin le llegaron. Matis no tenia noticia de otras
obras que de las de Ljnneó, i sus conochníentoB, .aunque
preeioso8'l}or ser prácticos, tenían el inconveniente
de
ue
re-
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- 186 posar en los errores del si~tema Jinneano. El qne le hizo
conocer la;; cla,;ificacioncs razolJuhles de Jnssiell, i los adelantos debidos a este slluio, a Hichard, n, De Candolle, a
Miruel, a Dntl'Oclwt i otm;; ilustres botánicos, adelantos
referentes a la anatomía, fisiol(~jía, patolojía i deseripcion
de las plantas, fnll el doctor Hayan; i a él i.al doctor CésI,edes Be debió tambielJ el que las obras elementales de Richard i J n¡:8ieu cm peza8eu a c8tar en mallOS de la juventud
dedicada a la medicina.
El DI'. Bayon ha si(lo el primer catedrático
neogranadino quc ha cllscñado en el país la filosofía de la botánica.
)1no110 ántes de fallecer :Mutis (5 de noviembre de 1851 en
Bogohi), el doctor Bayoll habill rejentado \'a¡·jas "0';08 cátedras de botánica, en los Colqjius de San Dartolomé i del
Rosario, a los jóvenes
emprelJdian la eal'fera mÓdica,
para la cual requerían
os reglamentos
uni\'el'sitarios,
las
leyes i los decretos públicos, alguna instruccion
en esta
ciencia. Los deheres del profesorado fueron un mui poderoso estímulo para hacerlo avanzar en conocimientos, i así,
cuando falleció el anciano :Matis, ya no le hacían falta sus
espliclll~iOlws ..
__
:Matis vivió pobre i murió rodeado de miseria: gracias
a una pequeiía pension que L' asignó el Oongreso, bajo la
administracioIl
I.ópez, un año ántcs de Sil defuneion, no
tUYO qne apelar a la misericordia
pública para sostenerse
en BUS últimos dias. Con BU mnerte perdio el país el último resto de la E8pedicion botánica, resto vcnerable i glorioso que mereció de los ilustres viajeros Humboldt i BOnpland la dedicatoria de un nuevo jénero de malvaceas que
lleva su nombre, mati.yia. Su cuerpo de regular tamano,
se había encorvado bastante con el peso de·la edad; pero
siempre Sil fisonomía revelaba bienel alma noble, anjelical, llena de virtud i de dulznra que aun le daba animaciQIl.
1ue
X
Al bajar a la tumba Matis, un discípulo del doctor
Bayon, que tambien habia otdo algunas esplicacionea de
aquel anciano, empezaba a escitar las miradas de su patria,
l>or BU decidida cOllsagracion al estudio de las plantaa.
Este jóven, hijo de Bogotá, hoi residente en Europa, donde
trabaja sin fatigarse por hacer conocida cntre 108 sabios
europeos i en el mundo culto parte de la flora. neogranadina,
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~ 187 es el doctor JO,Sé Triana. Como miembro de la ComieioD
corográfica, estimulado por la administra.cion López, recorriÓ con cl sahio J cneral Codazzi gran porcion del territorio de la República, i colectÓ un herbario mni considerable, del cual he visto 38 volúmenes conteniendo
3,950 especies, clasificadas jenéricamente segun el método
del profesor Endlieher, agregando sus nombres vulgares,
la altura barométrica i sus aplicaciones populares. Entre
los jéneros danaca, Ql'01nU8,dichrornena, dW8corea, sy8irinokllnb, antJ¿lti'i'um, maclura, bro88Únmn i otros de las
artocarpeas, margiricarpu8, i varÍos jéneros de las papillonacea¡.;,melastomaccas, urticaccas i chenopodeas, hal mnchas plantas acreditadas en la masa de los pueblos por sus
virtudes mcdicinales o SllS aplicaciones económicas. Ya he
dicho en otm parte de esta ~lemoria que es en esta. te~
péntica de nnc;;tro pueblo americano que ha encontrado
sus m~iOl'es progresos en los últimos 6iglos la ciencia do
los medicameutos, i por cousiguiente es inútil recomendar
la importancia de esas observaciones curiosas del 6cflor
Triana. De las gramíneas, hai 5-1 especies no detorminadas jenéricamcnte, i 8 de las rubiaceas; bien se sabc cuán
útiles son estas familia:;, i por lu mismo es de suponerse
que cntre las especies ignoradas haya algun8.Bno méno8
preciosa;,; que las ya conocidas. En el rel'iódico titulado
"Neogl'alladi!~o Jl (1850-1852) publicó e senor Triana una.
serie de artículos sohre plantaB útiles de la Nucya Gra·
nada, tan bien escritos como cuajados de importantes observaciones. Es de esperarse que no paso mucho tiempo sin
que ten~amos el gusto de ver la obra hotánica de costosas i
de laboriosÍsimas proporciones que está preparando para publicar en Europa. Esta obra, fruto de largos i penosos trabajos, en que 110 :;010 ha invertido sus mejores años, sino que
le ha costado la alteracion de su salud, será una gran base
de progrcso i un gran título de gloria para su patria.
Xl
Tres sabios estran.icros, los señores J. Linden, Eujenio
Rampon i IIermann Karsten, el primero Director hoi del
J ardin zoolÓjico de Bruselas i viajero por este país en 1842184:3, el segundo médico distinguido que vivió en nuestro
sucIo bastantes afl05, i despues de casarse fué a establecerse
en PRl'is, donde ~de actualmente, i el tercero miembro_
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-. 188 .-de la Unin:rsidad de Berlin, que estuvo aquí el! 1856-155r.
e hizo CF;Cllrsionesi determinacioncs
botánicas en asocio del
!\efior Trialla, hall contrihuido lllni eficazmellÍ(: a haeer co~
nacer las M(luezaS natnn¡}e,; de Tluestro país, i lllCreCe11nna
mencion particular en estas pájilla¡;;, sollrc todo el doct.or
Hampon, cuyo Tlombre es i debe ser e:lrísimo para lús neog-ranadinos, yU(;S dllrallte Sil larga permanencia ell X neva
Granada dio jigantesco
imJllIlso a los est.ndius médico::; i
de historia natmaJ, arre~lÚ el g-abillctc mincra!Ú.iieo i nlOStró el mayor interes por la dit'usioll de las eil'll('ias naturales entrelajU\·elltlld
estudiosa. Tampoco dehelllos olvidar
los scrvicios dpl señor Lew~" químico qne cllsef¡Ó esta ciencia en el Colejio del ltosario, i. mucho ménns al Jeneral
Codazzi, infatigable .ieÓgmfu i ar(jlleÓlogo qne muriÓ ('11
nuestras playas atl:'l11tiea,; euando llevaba y'" lllui avanzado el trabajo de levantar la Cl\rta. de la ~ ueya Gnmnda.
Es digno de recordarse tamhien el sefíor Schlim, viajero
distinguido, que esplorÓ hnce poco tiempo los uosqucs de
Ocaña con mui buen éxito.
El señor Ancízar, ilustrado compatriota qne acompafió
alsefíor Codazzi en ellevantamiel1to
de las c:lrtas corográncas del ¡ntel'ior neogranadino;
el sefior Bcnedicto Domíllguez, compañero de Cáldas i de Cabal, astrÓuolllo de :t<jueTIa época, qne aun existe, i qne ann (:ultivu (~()I\ entusin~rno
esta ciencia; el señor J en aro Balderrama (lllC se lllt aplicado tambien con suceso a las ciencia" naturales, de lo cual
hac1ado pruebaí'\ arreglandocl
Único gabinete zoolójico que
hai en Bogotá i publicando algullos buenos artículos dc viaje a las ri.beras del :Meta; los Dres. :M. 1\1. ¿aldÚa i Pastor
Ospina, quc han manifestado sielllpre'particlllar
zelo por la
esploracion de nuestro;; tesoros yejctales, animales i mincrales; el doctor Antonio Y Úrgas RÚye""quc ha ensefiado
con fruto la ciencia de I.uyoisier i Berzelins durante algunos años, i quc ha sido nn fuerte apoyo para la jUH'Dtud
médica; el scfíor Lindig, cosmólogo m·ui recomendable,
qne
ha hecho bcllísimas colecciones de todos los reinos naturales, i 80bre todo de la criptogamia
i entomolojía
de los
alrededores de Bogotá -- todos estos sujetos son acreedores
s la gratitud. de l.as ciencias naturales ..
U n estadIsta Ilustre, el J en eral T. C. do }fosqucJ'a, bOl"
Gobernador del Estado del Cauca, ha hecho simpático 6U
lIombre entre IOI!sabioh tamo por su a.plicacion al estudio
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--
lR9 --
de nuestra naturaleza, cuanto por el apuyo vigoroBo que he.
prestado a la radiel!.eion de la;; eionr'ias 1l<ttnrales en nuestr.o
país, ell:mdo ha ('.ien~ido al¡:nna vartu. del poder público,
Como l'rc:,idente de la N l1V\"ft Granada 11845 -lS4-S) diÓ
taij fllcrk impulso a este uhjeto, qlle Vi; .k entóllces
que
data \'(~rdad(?r[llllente
el reJlfleimicJI io <le la::; ciencias nl1tnraje;.; (~lltre JlO>i(t\ro~. Aden!as, ba J¡ceho j pnhlicado útiles
i largas "h~ernl(;iorw;; mctí'()l'oIÓjiea;;,
i C"lT\O
miembro de
la Socillda<ljuo,rrátiea
de X nen~ Y ot·k ('::;eribiÓ una mni
611;Jtallciosa J\[etlloria
soh¡'c la jeogmfia
lH~ogmlladiIllt,
que
~olltielll~ ha,;tant".., notieia;; f'obre animales
j plautas
de uso
(;wlllil[lli(~o. inullf'trial
i medicinal.
XII
Po.;o:; días ~llltes del aiÍl' de ] S;') 7, fUPI'OIl in,itauoB
a un
Cerhlll\Cll (Ir) lHJt:Lllic:1 ell d Colejit) de ~al1 BartolomÓ,
lag
}locos ¡I(.mbr,',; illtelijc¡¡te,;
cn e"la ciellcia que habia en
Bogot:í. Lo,; altulIllUs Slblelltallll'~
,'rall ~l·i::;, eutre quienes
HC contaha
d q lle
bto
pS('I'ilH.~:
el
(':Ii
,~dr:'tti(~()
l'm
el doctor
E,;lo"
.¡"VI'!ll''': Iml,i:m (~lll':-'ado ]¡r.tÚlIir:a por cspacio
de do:; aflu,; e:,(:a';t.,':, dUl':11JIl: ]0;; ('ll:tle:" p:tra f:n:ilitar el esBay()!!.
tudio i !¡at:('rlo
ciacioll
llla,; pl"U\"~('busu, ]l:lLian
eúll el JlUlllorC d(~Cáldas,
formado
una aso-
COllll1.llt]O en 8n seno tamo
bien a los doetores BaY(lll i Lihol'iu Zerda. C1,;ociacion que
tenia f'U l'cgl:-Unl'lllt.>, sus cÚllliRione,; ecoJl(Hniea,; ieielltificaB.
uia~ lle herh(¡riza(~ioll,
SIlS ;;C,;iOllt~,; ,;olelllJ1e,;,
sus setiio!lOS (I\'dillal'ius para discll,;iones te()}'icas, i tambiCll
sus noBllf:
ehe¡.; de i¡¡occnte:; J'tlgOCi.iospal'8. divertir <,1trabajo, Esta
sociedad de e:-,tudi:llltes "ig'uiÚ af'í !tl/'uJada l1a¡:;t~L mediados
(le .innio de UtiU, en CJue el ]JI'I,t'I)SOr d(~ mineralojía
i
ljnÍl1liea
dd ('ulejio del J{osal'iu~ <lodor E, Urieoechea.
mi estimado lllal'stl'o i amigo, qUt'l'ientlo
ellsayal' a los estudiantes t'1I la,; eselll"siolll';; .ieol'-'ií(~as i lIlillcralÓjicas,
escítÚ al eatt·(!l·:íti(~() de bot:lIli('a, ;'¡odor .B:l~-un. 'para. que,
;'CIl!)j.]a-; l:l~ dos ('l:\s('~, :-")l¡¡eie.'(· I;::~t ('~i'¡¡:'3ion \'ariada i
lll't'\"('[w:,a
1"" ),-,:; J1,lilt'O;; de: ~c._r"¡¡·;'·l'l'at\', ¡¡lt:llllontaíi::
a t'ny~.1 1»11', d q"¡¡"lOa
_B:l.~l)tÚ. Fu':' de ¡>~a. C':::·eur~iOll (Jue,
Jlul' la dil¡jclIt.·
:;¡i¡!iaLi','_l tI,·J ';o(lÍul' I"l'í.~u~,('lt(':i, ll;wiÚ h
-S(j('i\~dad de;\ .t!Hj'aJi¡:;t:<~ a ([Hi"ll tlil~() el !tonor de preselJtal' ,.'.sta ::\lclllOl"ia, 'lile Lahia cltlp('zaclu:~ meditar con el fin
.Ir: presental'la a la antia:na Socil'lh.-l Cí:ldll.s,
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- 190 Quiera Vios que 01 espectáculo de lo pasado, imperf'ectam9nte descrito en estas hojas, aliente a la Sociedad en el
camino del progreso, i que sea como un faro que evite 108
desalientos 1 los estravÍos !
Me he detenido en las fazes política, social i moral de
los naturalistas de la Espedicion, tanto como en su faz científica, porque el objeto principal de esta Memoria es estimular a los qne quieran dedicarse en nuestra patria a las
ciencias naturales, a ser tan eminentes como sus antepasados, cuya universalidad i profundidad de conocimientos i
cuyo carácter moral ]08 asemeja.n tanto a. Aristóteles, a
Cnvier, a Humboldt, a Arago.
j Quiera Dios que esa perspectiva gloriosa despierte la
noble emulacion del vasto saber i de las relevantes virtudes r
j
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~\DVEHT.ENCIAS .
.
J.
.
En la pájina 4.·, ren~lon 10, ántes de la palabra indíJ'ena8 se omitió en In
imprenta poner el adjetivo primitivos. Debe, pues, leerse primitit·os indíjttws.
Hago esta correccion porque es sustancial.
2.1\
Dije en la pá.jiua 141 que el jénero amaria determinado por Cáldas no Sl!
!labia e. llué familia pertencl'Ía ni qllé plantas lo formaban; despue~ he baIlado una cvleccio!l completa del SDIAXARIO de 1810, i he visto allí la descripcion de lIn jéllero publicado por la Espedicion con el mismo nombre de
amana, dedicado ul Vlrei AllIar i Borbon. Luego he consultado con cuidado
la obra del profesor Eudlicher, i taml:>ien se encllcntm cn ella descrite, aun
que bajo el nombre de bnuhiní{l, familia de las papillonaceas.
:i.e.
El ilustrn zoólogo Lozano tiene lIn jéncro de!\Crito por Sinforoso Mútis,
que lleva elllombrc de lozanía, fhmilia. de las vochysiace3s, entre los publicados por la Espedicion en el S~;MANARlO. el cnal se halla dC5crito tambieD enla obra de Endlicher; pero es diWla de saberse la dedicatoria, que dice así:
Genus dic'ltum D. Georgio 7'hadao Lozano, Americano naturl% scrutatore,
et flOstrre Expeditionis SOCUJ,
q?ÚFaunre Cundinamarquensis priman Centuria)))
íconibus ''Plendidissim¡:, propriis expensis optime absoluit. i Ctinll1Jl in luam publi<:am prodirtt, el Zoologiam N. R. Gmnatensis íllcereptam .1utor compkret f
4."
Así mismo hai tres j';ner0s en la misma obra que llevan el nombre de caldasia. De ellos el que dellicó el ilustre Mútia (José Celestino) a ClÍlt:lae, lleva
tambien el dc helosís, familia de las balanopborcas. i aunque la descripcion
dillereen algo de la que hizo aquel sabio, i que corre en EL SElo1A~ARlO, sinembargo. no copio mas que la dedicatoria, que dice:
Hoc genus 'in memlfriam Franeisci Josephi d~ CtÍldas, I)ui plantas Cinclumas,
pnuertim, et observa/iones astl'OlltnnUM. geode3íeas. bonnnetricas in regúmibus
Andium a¡quatoríalibus coU.egít, atullit. el Flora7ll Bogo/ensem grneribus spcciesbu.,que multis rJila¡;it.
5.·
El ilustre Cáldas dedicó un jénero de plantas a SU jeneroso protector José
Ignacio Pombo, bajo el nombre de pombea. Este jénero, así como el valenzU/llia i el Cbn81Jegria, se encucntran como ann DO descritos en la obra del profesor Endlicher.
Las dcscripciones las he hallado en la )'3 citada coleccion del
SEJo[ANARtO,
i con el fin de que sean conocidas, he resuelto insertarlas aquí.
Al publicar cstos jéneros ¡los caldaGia, amaria i lozania, Cáldas espu80 en
dos artículos los motivos que tenía la Espedicion para hacerlo; i como catea
artículos contienen ideas interesantes, he creido conveniente que las descripciones vayan precedidas de un estracto de ellos.
Hablando de la Espellicion, uespues de la muerte del gran Mútis, dice
(fltbrero de 1810):
.•• D. Sinforoso Mútis, sobrino i diacípulo del di~tor
de la Espedicion de
Bogotá, quedó encargado de la parte botá.nica i de todo lo ciontífico al) esas
obru. Se le dieron. por adjuntes i IlOI.boradorea a D. Jorjo T~
Loulio i •
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Hl:! --Ei uujetu }J,·inl.'jl;~Jl UiI!:" l.,\l~uiu t·~ urgatJ¡;.~~r l(l~ l1ii.'HU~,'~·if.o~
z.w:óiicos
u~
j,llltís i COlllpletar la p,\I¡¡;a l'undi",,'nnr'lJ)l·."ll
,lo <]lle h('r,los l'uÍllírndo
\lU"~
¡,nt1estra~.
El mio (':; la a~t.f(H1<1rrIÍ{'¡. <:} vh.sern.Jtvril)l
;;1 (r¡..r¡l~j¡z::(:i(·I1 ¡:e 11)5 ma·
n\1;.tcr¡~o9 melco!'<)lójicoH.
de cstp ~abi(), i del b?r}¡:lI'io, de.;.;!..'rip(';Cl!"J(':' i di~('iiú~
que bll'!l C!l la pruvincia
(~e (Jníto d('~,l.~ 1802 j!::~ia UW,J. ]). ~:tjr:lfkr
Hizq
qw·.j/) CI)(';¡r~¡Hlt) de COl11P:C'I:llo la~ ~rrtl;díl!:-:a~ i ~(.I,",·rL::n .. l;¡fliiti:l:--' de i:L:'¡ qll¡~
nas i de la Fiura:
JcimiJlas que llu :-t' },l\;(·dctl Ver ~~Il fHhllir:w;{.'l:. i ('[1 qUe ~f;>
tllu¡liíicsta.
ID (!U6 puede
el jt:nio nm(>r:e:u:.o L:1~()b c:;n'ct:ÍOi.l de 11ll L(,llibrl'
lf1í.
CO!110
~lÚtis
.•
D. ~i:lforoso
~1~ti~ 1:a (~(;rl'c~p('JIld¡do a j.'l~ intelH';O}:e;.:. de ~':tl di~no tio i n
hlB e~penl\;z:ts
di.:l gobil'r1W,
.Al':dla tk ('Ol1lpl(:t:lr (.j tr;¡LI(kJ (j¡-. ;(l~ ¡illinns:
ha
fUfm;H.lo 111lil }J\'('tilcivll en IjtW da \lun iJf~a \.'1:\1':.\uc la oIJI':l. dd e¡.;t<~do en q\Jo
la dejó el uiflllit.O dil'edor.
1a:-: :weiulH::--de f.:He i 1;J~ :dtpl'<l(\i~)n('~ qUé ha- hec}¡o.
bigltu d r{'ntado LO("di('o-}¡j~t{')J'iel) ¡.le las qllilla~. i tCl'Illilla
('(I!l k.., dl'::;criI;('ioIIOS l.,ot;iuk'H:-3 d~~ tuua!) la:-- ('!kpceics i de lodHS 1;1<::.ynrivdad(:ti
l..pie> produc('
el
dú ~~lIltaf{;. .Aql1Í :::B ill(>orpvrarol1 b::- qw.' ~l'('(ji (:11J,oj<l, Cllene;),
\')n.:illal
lJuito i Pop:\yall.
A llura :-:r' ocupa ('Il la grande
ohra de la Flura (h J?(i~r·(ltÚ. 1.1.,::'; ))llmerOSO~
il1diridw':-;
qlll'
la (,()}lIp()nVll~ UIl herllario
illm('l::-;n.
111:lfI1l~('t'¡U';":
,·olllmj}J(·:-;o_~
i dC80f'd(>nados,
la J:¡Jta dI...'10:-; {¡ltilll(l;o1. t~scrito:-:' d~~ l{)~ Lllt:lllir'p:--: del PPrJ'1. li'J
llumboldt i de los (',:-:critol'l's T/.'ci(·lJtcs. son o~ros l~lllto;-; ll\):-:Ll{'ulps qt\f: UV1Y"l
retardar
(.':';lfl (Jura dÚsic:.:a ¡ deseadu de tO(]\lS lo~ ~abio:-:.
1'í:r{l 1",)lI~ider:1tilhl
que la~ dil:lcíon(>? han ~idu tlJ[Je~tH~ a la Flol'<l do Hq,r()l:l. qlH~ .Tarquín. la
l"lora
del PerÚ. la de :'¡ejieo,
See. Haenk,
Ilumboldr,
·1"'1l "rrebatndo
Ill¡a
parte de sus r:llllc1':1~: que su!=) mas bellos dpsclllJ('iIl~i('ntw"; bc,."J¡o,S PU ~P()l':l!i
¡Hui :1rH.erj(}rc~a las (.'~etlr~iolJ(o~ de <\lltléllos! l'tlcdnn hoi en (,trns lIlnu~)~~l1IU·
ellas
\-e~~('s c:-itrp{JPiH!o,S}H,1' la rljer(>za ¡ por la 1'1'eeípiL:\~i{)u
ell' f-::tlS1'IlbJil\'ldore·;.:, ha l'\'t'ldo (,1 L'1¡(';¡rg'Hdu lie ];¡ ,'arte cielititit';l, con :)(,llt'l'dn llP :;;u~ ('(llauoradClrcs.
llHt~ llada
e~ lll:t:-, intd'l':-'alitt' Iple h p!'í\llt:l l¡l\l,li(':\ciolJ
de lo:.: jl:~
nerus f]ue di.'\.l\'l1 COIlstlUl1r td ¡"l¡;pt.' }¡'r)(j(tlnc-q·,.,· !'n:JliJ·'IiJI)/S •• ' ~r' trata de n~c~
gurar lo~ jélll..!l'oS q\lt ..~ (: ,Il inde('llJ:l' ('(ll\starwi¡l hallÓ (.} iiIlSU'ó: ~1.Úti;-:., se t 1';11n,
<le qw ..\ lus c:-;.rranj('ro¡.:¡ terminen
su!-; e{J~)qui~ta:=; sob"e la Flora 0:0 BOg'orár f...:Ollqulsta:.; qlJe di:';11lilJilycn la gloria (le la naeÍoll i la de )1\íti:-:.
AcordaudorHJs que ;.Vonu.:n !Jc>.ne(il:UJi~ tdpoté aon Jte('e.~·,~·I.O·¡'(J si~/lti¡¡<:an,s, arbitral'ium ideo d'li'i polesl. qlle el illlstro Liuneo n·tllvo los nOlllLJre~ de los prolllOVeu.Ol'es de la eiellcia~ i qlle rC'lijiosame!Jte
consen'ú
1<>s d0 l,,~ bot:illícoo
ilustres
i J:.\¡orio~o:;. 1,('!Uos creídu qlle rodelllu~
iUlllOrlalizal'
l(l~ Ilomorcs
de
los proteetol'('s
de la Flor¡\ ,le BOg'ot", i de I(¡~'1"t: ¡"!ll :iYlldado a reeojcr SIlS
luateria:lcs.
~J:w)n~n1:Jtlsat'emo~, j:llllU:-; (,oll~agr:\rr'HlO~
lIing'tilla plauta
por in~
tf?'l'PS ¡ pOf .1dllJ..1cinTl.
X IW:--tI'HS 1Jlall():-) 110 Cl'llir:l.tl jalll:t:5 lilll¡·(·ks a 1:'1 e~lhrzi.\
del pO(kro:=:;o sin llJúri~0: }aun·les que solo pel'teIlf:-(\t:ll al patril\1a i al ~:dJiCr,
Esta r~vdacion
,.~ g'l':lta a los sabios
emopeo",
i la bot,'";'''''
la lT\euídna.
la economla.
la:; arte>;, el go!Jieroo,
la patria.
val¡ a recojer
los frllto~ de t;Ultos gasto~, de Wntos
desvelos,
de tantos
"¡'ljes i de tan lar¡:a espera.
Ya
llegó ellllomento
en <¡ue lc>s ell"ídiosOH ue la ¡;loria de .\fÚtis ('alleu : ya ne·
harán esta pre¡rullta
l. qué ha pu\¡lic~dl)
1¡útis'{
Ahora vcr;," que nna f('rall'k
obra exije afio~. !1luuit.1cion. P\;!so. i mauurarso
lentamente
cu c:l silelldo
del
gahinete,
Xo eo(,' el ln,:r¡to en f,mllar l'loras, no en hailar",
al otro laú" del
ocÓallo: cst~í. (lB í~)!'nl:1l'laghi0lt. f>n liO innnd;tr el n1UndD bot;~lllCO con jt~Ll rOH
fill;:,:O~.e(!,.livo(~'ld"s, :lj¡>lI(l~.f'Il nu tOldar tr(>~ e.":'UHHbrc . ; l''::l,l1idCl:;por llUO, i
:-.aC.'1rdo ~ll t:unilia. n:lt-llral a \lIla J!ramn. para ('olol..'arh t':J Ia:j Jl101Hll1ltl':1~.:1
Ll.l('ll'O
hal)1;\1)(lo d,' J) .f{l~~; lOT,;';t,j{l I'omhn di{'t': .. Este )¡o!l11Jre Bill~.?::!lar
con un~tjdll~ros¡dad
,:::i'n(-:it'~}li'1D. "d~rr~l1ll(, a Illanos lk~ll::l~
t.'l diuero i ~llS' Jib:, r:\~ida~L'.> iJ:1l":l qtie ;ro rcc:)rrie~e l:t par~c rncridinnal
d(,1 vircirl:lto"
.:\po.rnr ,una
clCllcia Q,la~ 1\0 I'() r>rQf(~¡.;a. h8<JC1' ¡ras!.os Ú(' cc.lt1sid01':\ciotl
sin esperanza
de rul)
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Hl:l
r:'.ornpct¡:-;n, vcrífic;rlos
dI..: la:..• dOlH::l1!:l, por
in ~ttti{l} pvr la
es raro. d¡~.:lrJ1().s ~w'>(jr. ,'.\I¡l'.1 i-J.Jt!\~ n(.'~t:tr(¡;;.. Ya lo J~e-dicho, i
GUIJ\'it:llt:
n~pctirln~ tPW J:!)l'\):"~. ¡n:"'~rilWI'!lto_:":.
dj¡¡,-'ro~ ~O(lO C'U,Jlito POUlil t'~pi.?-rn~
\lB hijo
d\..' nI} p:ulrl' j\-'I¡(:ro"u~ rCCII!i
el..: ,..:!¡ zn:lno.
llC'sp',H.'s de: ('í:lto ¿ nD :-lpra.
jn~:iI q: .~.la plallta ]IJa.": h;:l~u de n~¡ CfJh.'{;{~iunli ...,yc el nowbrc de 1,(JJtlot:.ft? ¡, X()
t~.'\ UIla dIJíi:::¡cioll
::-:n¡...:ratla t:~ n\('f~~l:Willll(,IJtO'! ¿:\o tiene 1111intl'rc~ g-r{1nci(: la
patria r.'n honrar 1:\ "¡nlld j cu ::!rII"/rtalizHr n lU!1 eluUadau<J8 1:n;lIenH~rit()8'¡l
~.~.o es L~ l)~·ilI.:íT:i o\J1,:· 1.c¡on de \In ('sl'ritor
}H·\.'~;.;nUll" h . .:; <1('{'iODl'::'
jl..·IJerO~a~
1 LlI~n:1:': !IV Juntar.":".
l)i.'1 ,llil'!(,)L' Y;;';\:'lIi1kJa:
•. E~ll.' cdn~() t·{'k::-i¡i7':~':('0.(:~h,,' \'irtulJso
(, Hl\~trn\lf)
patriot:), fu',: (-1 pri1l~r,!, Ú;,'-'.('l,HIlo dd C'f,::('l.ire ~[lí.ti~;, ¡ aY\\lk) a pDllcr los flll;,dn~
¡'ú1' (.:i prrJC-fl.'~;t)
pusll·ridad.
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iDcnt(Js ·11~la
le ohliF':" :t
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1::¡Litillitp:i
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i f..~q~:n ..'t·oI1l1H?1l~.n
:~,¡;g-rJl;í:-in
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1 f1j¡llJltH'.4a
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compla(-'D
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í 1n uot.:.i.niea."
{¡ido las lecc:íoll(..'H
(¡'~:,p::t's de lwllt"r I'i.:currid() 1<1:-'('¡'r\?nllía~ o.e la C'apiwl! \~jsit()
CUnHJ 1,ll\~;i¡Jj('l> l:ts !'J"fl\'itleins dd S',~"¡)rro, ~l(jl:1pll:-:~ CarUtj('n[\: í pusÚ a yef lo
qlle p!'íld::('CH
l()~ \)CI~qllt'':; de la isla do Cub::!, .1\ I arríLo de (:~(as C()~tíl':i ~llfhÚ
un TlH\lfr:"jio el) <1lll' ~al\':J1l(l() la vida perdió la c(..•
lect'i(>ll dc phmtas qne b~hia
verificadu,
En Cuba \'u!dÓ a f(Jrr¡¡;~r su llerl)nrio de las pl:tnras que l)Toduce
C~a isl;1. f' ¡lizo I'l'Il¡j~¡(\t\(·~ lHll1H~n'."':i~5 U0 l'~qlld(,t(;s
i :;olUiJIns :1.1célebre- CavaJiill('~. C('ltlO llin.;\·'II1' dd Ht·:¡J J~IJ'd>i, De> Clll!tl rl'gf(!-:.¡'J en lSO¡;. i towú a- BU
dt,j ('t::I,I..trc ){líti¡.:.. p:l1:a tbrll's la últ.inla lJwno,
1
\'ar,;.!D In...; 1
l." d:::d:lrll
.'-0, (':1 l'·.~i
rk J:¡ i.:::(:t¡¡H~·¡(Jn 'j\\O lwgtJ de ~Il'; t;lfl:n3. d·:· ~t1.:3 t:.l.lentof:. de
~ll ,':¡)': :';,-;'
;llll;¡\'!¡' i d(' ;~\l amisl<..ll:, he (p.tcrido hOIlrJ.r
su Hombre con el }5·
llC-rfl qtH~ 'tlinra pllh\i(.',ww::,;,·l
De LOZd'¡(); '. Vi p"i)!i('o cono,'(' bien las lucei!, los trub~jos
literarios do
esto luni!::'" de las ('it'l¡l_·ias,ll
I[c a~i'\í las de ..;eripl'ioDCS (Jfr('(.':d:.~:
df!
;':,11¡iiJ:::lrl~ ti,),
i:-;
I!l()ECU
PEXTAXDRIA,
L\lCXZt:EUA.
(;enu8
lWL'1J8 ud Flora; }J":JfJteTtsis Prodromum
perlillen,~.
Mas.
CAL. Pcrillll1d~w¡ mnnophylluffi,
5-partitull1;
lnciníis pntenti3simia,
liDe/lri-
bU8 ae\\li~.
Con. P"t:¡\c\ '" uvatn,
a('11(:1. patelitis~imn, laeiniiR cnlycis duplo longiora et
cjtl~ ¡¡"le¡ insertO!; alterna. Xl.'ctarillm receptnCtlIac'elltll, pent.agolJum,
colorat'llIl.
~TA~1. Fila"!tli!'! [,, lll.'ctnrio inserta, coróllil·minora;
aidJ¡r;rce didimre.
!-'"minn.
in lJW<Cll]Oflor".., ,e,l subt\lH "illnón,. C'l persistells.-COR.
Gt in
mnsc!1:(¡ jJora •.-I'IST.
GC)'men rotllnullm,
par\"lllll,
bisulc·"ltnlll. Slyli 2.
viilo~i,,¡'cvoll\ti. Stil~lmata obtns:¡.-PERlC. Nux bncCllta, oblonga, glabra,
quadriltlctllarí8. terrasl'erma (Sill{oroeo M.útis).
Species uniea. ~""rbor. Folla ovata; integerrima, alterna, apice acumínata.
impAri f,inulIts. VIOTNlt~rmin31!.'~ eorirnbo-·ra"PlOo~i. in Me", pl'duncnli •.
<'AL.
Fl
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-- 194- -et pedicellis villo3is, colorn~í~, bracteatis; bracteis ver\icillatill, linearibull,
colorotis.
Observatio 1: .!.liqunnao invenillntllr racemi hermaphroditi.
Observatio 2: SempeT 2 vol 3 sel"i,,:! abortiva ut in caryocar.
Habitat in temperatis hlljllS N. R. Grauatensis.
Genus dieatum D. D. Eloi Valenzuela, qui primu9 discipulus D. Josepbi
C. Mútis, in erectiono Expeditionis
BlJLanicre fuitconsors et eolaboralor.
ICOSAXDRA.
MOXOGYNIA..
COXSlJEGRIA.
Peri<Lnthium monophylulIl. coriacellffi. 2-gonnm, turbinatum, limbo ,fido. plano, patente, .1aeiniis laneeolatis, intus ¡;labris, cxtus tornentosis i
persistens.
STA}!:.Filamel1tn filiformill (12-14) fauci ealyeis inserto, et limbo breviora:
antherre subrotundre, biloculares, villosre. p<>linealbo.
PISTo Germen oblongnffi: styl!J.3 aliformis busi VillOSllS,stnrninnm longitudine:
stigma pcuisiliforrne.
PERIC. Cnpsula unilocularis, oblonga, villosa, calyce involuta.
SEllES. Unicum, oblongum. (Francisco José de Caldas).
Spedcs 2. Frutices: Folia alterna, allt impari pinnata: Flores racomosi, terminales.
Observatio 1. Calyx in una anglllis echinatis, in alterna muticis.
Observatio 2. Stamina in \lna 20-24, in altera 14-16, et ad lcosandram potius quam ad Dodeeandram adnUlDeramus.
Roe gen\ls D. Sinphoroso Mútis eL Consnegra, qui Cinchonarum Histo·
riam et Monographiam perfccit, absolvit, et Floram Bogotensem assiduo la·
boro llt studio parat.
PEXTA.NDRIA
MONOGYNIA.
C¿L.
PO.lrBEA..
novum a.d CoUer,tionemQuitense:m atli=,
et Florre Bo!Joten"U!genel'ibu-,
a.dnu~randl.lm.
C.\L. Perianthium monophyllum, snperum, 5-fidum i laciniis ovatis, acutia i
GenUU8
persistens.
Coa. Petala 5, obtusa, calyee longiora, decidua.
SU3l. Filamento, 5. sllbulata, erecta: antherre oblongo, biloculares.
PIST. Germen inferum: st¡¡lus cilindricus, staminibus paulo longior: stigm4
capitatum, dl.:pressum.
P¡';RIC. Capsllla hemisf:.erica, calyce coronata, bilocularis, 2-valvis.
SEXo Numerosa, minima, oblong-a, dÍ8sepimento afixa.
Species una: Frute:r.
Folía lanceolata, integerrima, alterna, glabra, apro:rimata: flores ra08lUia
simplicibus, terminalibus, nutantibus.
ROe GENUS
1,. ~um
JOSEPHO IGNACIO PODO.
allli>Ñ
tt gratitudinis 8ignum,
FranciM;w
J08ephu.s de Cálda.!
C01l$ecTcwit.
6."
Dije en la pá.jina 114 que no habia mas Colejios en el Nuevo Reino que
108 de San Bartolomé i del Rosario en Bogotá, i el Seminario de PopaYlln.
Debo agregar que tambien había Seminari08 en Cartajena, Quito ¡Panamá.
105 comalearecil)il.'TOUi¡u<llme<nte rllflJrmRS dehida~ :11!<ffin ~{lítí.•
\.
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