La Responsabilidad civil médica - Cybertesis UNMSM

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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA
UNIDAD DE POSTGRADO
La Responsabilidad civil médica:
El caso de las infecciones intrahospitalarias
TESIS
para optar el grado académico de Magíster en Derecho con Mención en
Derecho Civil y Comercial
AUTOR
Henry Oleff Carhuatocto Sandoval
Lima – Perú
2010
ÍNDICE
Introducción
5
Capítulo I: Cuestiones Metodológicas
1.1. Título
11
1.2. Planteamiento del problema
11
1.2.1. Descripción de la problemática vinculada al objeto de la investigación
1. 2.2. Sistematización del problema
13
1.3. Justificación e importancia del trabajo
13
1. 4. Objetivo de la investigación
13
1. 5. Marco Referencial
13
1. 6. Formulación de la hipótesis de investigación
14
1. 7. Metodología del estudio:
14
1. 7.1.-Métodos
14
1. 7.2.-técnicas de recolección de información
15
Capítulo II: Responsabilidad Civil Médica
2.1. Elementos constitutivos de la responsabilidad civil
16
2. 1.1.- La ilicitud
22
2. 1.2.- El daño antijurídico
22
2. 1.3.- El nexo causal
28
2. 1.4. El factor de atribución
36
2.1.5. La responsabilidad civil de los centros médicos y hospitales por
actividad riesgosa
51
2.1.6.- La responsabilidad civil de los profesionales
60
2.1.7. El consentimiento libre e informado como derecho del paciente
63
2.1.8. Los deberes de los profesionales médicos
68
2.1.9. Presupuesto de la responsabilidad del profesional médica
70
2.2. La responsabilidad civil médica
71
2.2.1.- El tratamiento de la responsabilidad civil médica en el
derecho comparado
73
2.2.2.- Conceptos básicos sobre responsabilidad médica
87
2
2.2.2.1. Acto médico
87
2.2.2.2. La naturaleza contractual de la responsabilidad civil médica
94
2.2.3. La imputación objetiva en la responsabilidad civil médica
98
2.2.4. Carga de la prueba
100
2.2.5. Cuantificación de la indemnización
112
2.2.6. Hacia la racionalización del resarcimiento de las víctimas
de daños médicos
121
Capítulo III: La Responsabilidad Civil Médica en el Perú
121
3.1. La responsabilidad médica en la legislación peruana
122
3.2. La infracción de normas técnicas de medicina
143
3.3. La responsabilidad médica en normas específicas
145
3.4. Respecto a la responsabilidad del Estado por negligencia médica
159
3.5. Respecto al seguro médico obligatorio
173
Capítulo IV: La Responsabilidad Médica por Infecciones
Intrahospitalarias (IIH)
175
4.1. Las infecciones intrahospitalarias
176
4.1.1.La legislación latinoamericana sobre infecciones intrahospitalarias
185
4.2. Infecciones nosocomiales, intrahospitalarias o asociadas al cuidado de
la salud (iih)
200
4.3. Clasificación de las infecciones nosocomiales
209
4.4. Medidas para la prevención y control de infecciones intrahospitalarias 220
4.4.1. Prevención de infecciones del tracto urinario asociada a uso inadecuado
de catéter urinario
222
4.4.2. Prevención de neumonía nosocomial asociada a ventilación mecánica
223
4.4.3. Prevención de infecciones en sitio quirúrgico o infecciones de
herida operatoria
225
4.4.4 Prevención de infecciones del torrente sanguíneo
227
Capítulo V: Situación actual del sistema de prevención y control
de infecciones intrahospitalarias en el Perú
3
256
5.1. Infraestructura hospitalaria del Perú
257
5.2. Situación epidemiológica de las iih en hospitales del MINSA
270
5.2.1.Organización del Sistema de Prevención y Control de
Infecciones Intrahospitalarias
281
Capítulo VI: Constatación de la hipótesis: Situación de la regulación
de la responsabilidad civil por infecciones intrahospitalarias (Perú) 297
6.1. Responsabilidad de la organización hospitalaria en la prevención y
control de infecciones intrahospitalarias
299
6.2. La responsabilidad de la organización hospitalaria y los estándares de
calidad en el sector salud
316
Conclusiones
363
Recomendaciones
365
Proyecto de ley
366
Bibliografía
369
4
INTRODUCCIÓN
La medicina eficaz, manifiesta Jean Hamburger, es también una medicina
peligrosa; no elimina el peligro y la amenaza de un daño, sino que, por el
contrario, lo introduce en el acto mismo del cuidado médico. El acto médico está
destinada a cuidar, pero puede por sí mismo matar o lesionar. Uno podía sufrir en
otra época, por ejemplo, de dolor de cabeza, pudiendo ser este insoportable, pero
uno no corría el riesgo de una parálisis de los miembros por el hecho de un acto
de investigación médica destinado a determinar el origen del mal. Siempre existirá
una proporción no fácilmente mensurable de siniestralidad que es inherente al
actual desarrollo del ejercicio de la medicina, merced a los adelantos tecnológicos
y científicos que, si bien están destinados a mejorar el estado del paciente, al
mismo tiempo lo han convertido en más vulnerable. 1
Las políticas públicas para minimizar los daños y fallos médicos en el ámbito del
sistema de salud público y privada, pasan por la implementación de una
estructura hospitalaria idónea, la acreditación correspondiente; la implementación
de regulación sanitaria de prevención y sancionadora de errores médicos, que se
puede traducir en responsabilidad disciplinaria y penal; y desde luego la creación
de un sistemas de compensación o indemnización de daños sea a través de
fondos de reparación, seguros médicos, responsabilidad civil objetiva en casos
especiales, y en última instancia seguridad social. Ciertamente, aunque se
reconozca las limitaciones propias de la responsabilidad civil, nadie discute el
valor de su función de prevención y control de riesgos.
La responsabilidad civil médica históricamente ha partido de la culpa como factor
de atribución preponderante, y que pretendía no sólo reparar los daños
ocasionados al paciente sino sobre todo y ante todo desincentivar conductas
negligentes de los galenos. Empero, la probanza de la culpa del médico era una
tarea sumamente difícil para los pacientes y sus familiares, y la jurisprudencia
frente a ello empezó a dar soluciones creativas, en pro de la víctima, que
1
WOOLCOTT OYAGUE Olenka, Salud, daños e indemnización. A propósito del seguro médico
obligatorio, cit., p 133.
5
terminaron por objetivizar la culpa a través de presunciones (―las cosas hablan por
si mismas‖) este es el caso de daños médicos producidos por transfusiones
sanguíneas, infecciones intrahospitalarias, defectos en los materiales médicos o
utensilios olvidados en el interior del cuerpo del paciente (gazas, tijeras
quirúrgicos y otros). En estos supuestos la culpa ya no es el fundamento para la
atribución de responsabilidad: la imputación se produce por el simple hecho de
haberse causado un daño al ejercerse una actividad riesgosa o utilizar un bien
riesgoso como sostiene correctamente Woolcott.
Nuestra intensión no es desconocer la importancia de la responsabilidad subjetiva
en los daños médicos, que cumple un rol gravitante en la desincentivación de
conductas de los médicos, promoción de la diligencia
y la elevación de los
estándares de calidad del establecimientos sanitarios, sino evidenciar que en
determinados casos la responsabilidad objetiva (por equidad) es fundamental
para la reparación de los daños a las víctimas, más allá, del tema del alea
terapéutica o riesgos propios de la actividad médica (siniestralidad). Hace mucho
tiempo la literatura médica bajo distintos nombres como la iatrogenia o el evento
adverso a reconocido que existen casos que eran posible evitar pero debido a
ineficiencias del sistema hospitalario no se pudieron evitar, este es el caso de
determinados etiologías de errores en cirugías, medicación e infecciones
nosocomiales. La responsabilidad objetiva así supera la visión individual del
galeno negligente, y empieza a determinar responsabilidad de la organización
hospitalaria por la actividad médica, ancestralmente riesgosa a pesar de sus fines
altruistas, terapéuticos y curativos. De esta manera la culpa y la diligencia, dejan
paso a la seguridad del paciente, sin que se llegue abandonar la referidas
categorías a las que se puede acudir como argumentos secundarios pero no
fundamentales bajo teorías como la ―culpa virtual‖, la ―cosa habla por si misma‖ o
la obligación de seguridad del paciente.
Recordemos que los hospitales desde sus orígenes estuvieron asociados a
infecciones y epidemias, siendo sus instalaciones centro de diseminación de
enfermedades tales como el tifus, cólera, viruela, fiebres tifoideas e infecciones
puerperales. No es hasta cuando Ignaz Semmelweis (1818-1865) demuestra el
6
valor de la higiene de las manos podía evitar enfermedades puerperales, para
reducir notablemente la mortalidad materna provocada por infecciones cruzadas
es que se toma conciencia de ello. En ese sentido, la infección hospitalaria se
puede definir como la condición localizada o sistémica que resulta de una
reacción adversa a la presencia de un agente infeccioso o su toxina, el cual no
estaba presente o incubando al momento de la admisión al hospital. Las
infecciones
intrahospitalarias
pueden
ser
del
sitio
quirúrgico,
urinarias,
respiratorias, sitio de inserción de un catéter vascular, transfusiones, entre otras.
La responsabilidad por infecciones intrahospitalarias también conocidas como
infecciones asociadas a la prestación de salud, tiene en el Perú una deficiente
regulación sobre responsabilidad civil, a lo que se suma la falta de transparencia
del sistema de salud para difundir sus tasas anuales de infecciones hospitalarias.
Empero, los pacientes en el Perú, en el último quinquenio han tomado conciencia
de sus derechos y han efectuado denuncias públicas e interpuesto acciones
legales por haber contraído una infección hospitalaria evidenciándose en la
mayoría de casos la inobservancia de las normas de bioseguridad estándar de los
nosocomios, que dicho sea de paso hasta la fecha no se encuentran acreditados
con estándares de calidad óptimos.
Nuestra tesis en ese sentido, se abocara a la responsabilidad civil por infecciones
asociadas a la atención de salud (infecciones intrahospitalarias) partiendo de la
premisa que el factor de atribución que genera la obligación de indemnizar a los
afectados es el quebrantamiento de normas de bioseguridad y la obligación de
seguridad del paciente. Sostenemos que la inobservancia del mencionado deber
de cuidado trae como consecuencia el aumento de infecciones intrahospitalarias
en centros médicos públicos, especialmente de pacientes altamente vulnerables
como neonatos, ancianos, diabéticos, tuberculosos, etc. Las infecciones a las que
han quedado expuestos generan enfermedades crónicas como la hepatitis B, VIH,
TBC MDR o bacterias multiresistentes que vienen causando una alta morbilidad
/mortalidad, pérdida de calidad de vida, sufrimiento del paciente y la familia, así
como el aumento de costos en atención médica (días cama y medicina)
especialmente para los familiares del paciente. Ciertamente existirán casos en los
7
cuales el nivel actual de la ciencia médica, no hallan podido evitar el contagio,
situación en la cual se debería contemplar la equidad como factor de atribución
para efectos de no desamparar a la víctima sobre todo en casos de contagios de
enfermedades graves como VIH o la Hepatitis C. Ahora bien, ni por asomo
pensamos que la responsabilidad civil es el único mecanismo mediante el cual el
derecho pueda dar respuesta a todos los daños generados por la practica médica
pues como sostienen en sus estudios Woolcott, Seijas Rengifo y Varsi existen
otros mecanismos no sólo en el ámbito civil sino el derecho administrativo y penal.
Esta investigación parte de un cuestionamiento histórico que el derecho civil se ha
hecho conforme avanza la ciencia y la tecnología así como los riesgos sociales,
referido ha la capacidad de dar respuesta que tiene la responsabilidad civil por
culpa, a todos los supuestos de daños que se producen en la vida social.
Justamente, la circunstancias especiales que rodean la transmisión de
enfermedades en un centro asistencial y los contagios de enfermedades en
transfusiones de sangre, han dado lugar a que por razón de equidad y justicia, la
jurisprudencia nacional y extranjera, halla reconocido una responsabilidad civil
objetiva en estos casos, bajo distintos argumentos, sea por una presunción de
culpa por la gravedad del daño a la salud o por la obligación de garantía y
seguridad del paciente.
Salvo honrosas excepciones, los trabajos de investigación a nivel nacional son
escasos, de ahí nace nuestro entusiasmo por abordar esta temática, y del
indiscutible interés social por reparar vía una acción judicial civil los daños
ocasionados por infecciones nosocomiales, y de paso consolidar en este campo
el factor de atribución de responsabilidad sobre los que se basará la pretensión
indemnizatoria. Nos queda claro, que existen causas estructurales en la
generación de estos daños como son: la infraestructura hospitalaria deficiente,
personal
médico
deficientemente
capacitado,
escaso
presupuesto
para
implementar normas de bioseguridad, alta demanda de servicios médicos, entre
otras. Empero, nos centraremos específicamente en el ámbito jurídico que puede
contribuir en última instancia a la seguridad del paciente como un mecanismo
reparador para enfrentar la problemática post infecciones intrahospitalarias.
8
Dejamos constancia que las medidas preventivas pre evento adverso son las más
importantes, y demandan un esfuerzo multidisciplinario que no es objeto central
de esta investigación aunque brevemente nos pronunciemos sobre el mismo para
poner contexto la regulación de la infección nosocomial.
Los objetivos de la presente investigación son básicamente:
a) Perfeccionar
legislativamente
la
responsabilidad
civil
por
infecciones
intrahospitalarias al paciente.
b) Establecer como factor de atribución de este tipo de responsabilidad civil la
inobservancia de normas de bioseguridad y obligación de seguridad del
paciente.
La hipótesis de la que parte esta tesis es “la responsabilidad civil por
infecciones intrahospitalaria no se encuentra regulada.” En búsqueda de
corroborar nuestra hipótesis, hemos estructurado esta tesis, en cinco capítulos:
El capítulo I: Cuestiones metodológicas.
El capítulo II: La responsabilidad civil médica.
El capítulo III: La responsabilidad civil médica en el Perú.
El capítulo IV: La responsabilidad por infecciones intrahospitalarias.
El capítulo V: La situación del sistema de prevención y control de infecciones
intrahospitalarias en el Perú.
El capítulo VI: Situación de la regulación de la responsabilidad civil
por
infecciones intrahospitalarias en el Perú
Este trabajo tiene la intención de contribuir al perfeccionamiento de la
responsabilidad
civil
médica,
específicamente
en
los
casos
infecciones
intrahospitalarias, en los cuales actualmente los pacientes afectados vienen
asumiendo injustamente los costos originados por estos eventos adversos, esto
es, se viene externalizando estos daños. La ruta legal utilizada para reclamar
daños por responsabilidad médica será la responsabilidad civil del hospital por
tener el dominio de la empresa médica, y la responsabilidad por incumplimiento
de protocolos y normas técnicas de la medicina respecto del personal médico
dependiente. Dejamos constancia del camino no seguido: la responsabilidad civil
9
del Estado (MINSA) por incumplimiento de la supervisión de los servicios
sanitarios y asegurarse de la calidad de la prestación médica, argumento utilizado
normalmente para reclamar indemnizaciones por afectación a la salud en el fuero
internacional.
10
CAPÍTULO I
CUESTIONES METODOLÓGICAS
1.1. TÍTULO:
“LA RESPONSABILIDAD CIVIL MÉDICA EN EL PERÚ”
-EL CASO DE LAS INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS-
1.2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:
1.2.1. DESCRIPCIÓN DE LA PROBLEMÁTICA VINCULADA AL OBJETO DE
LA INVESTIGACIÓN:
La imputación sostenida en la culpa profesional constituye la base de la
imputación que ha contemplado el legislador peruano en la Ley General de Salud
de 1997. Esta norma debe ser concordada para su aplicación con el régimen de
responsabilidad contractual del Código Civil. Sin embargo, de algunas sentencias
judiciales se desprende que el razonamiento de imputación subjetiva de la
responsabilidad
se
orienta
por
el
régimen
de
responsabilidad
civil
extracontractual, donde el artículo 1969 del Código Civil ha introducido en nuestro
sistema – favoreciendo la tarea probatoria de la víctima del daño- una inversión
de la carga de la prueba de la culpa, haciendo que el demandado por
responsabilidad civil deba probar su ausencia de culpa, ya que esta se presume
de la producción del resultado dañoso y su relación con el acto que lo produjo.
Aún en los casos de infección por transfusión de sangre continúa en pie el criterio
de imputación subjetivo con respecto al establecimiento de salud donde se realizó
la transfusión. 2
Woolcott, sostiene que las condiciones en que los médicos realizan el servicio de
salud en el país son sumamente limitadas y altamente peligrosas para la práctica
médica, y claro bajo estas circunstancias las posibilidades de incurrir en un error
médico se multiplican, sin perjuicio de la negligencia en la que los galenos
resulten involucrados fatalmente. Y agrega: ¿son los médicos, individualmente
considerados, responsables de las deficiencias que presenta el sistema peruano
de salud (…)? ¿O es acaso también el sistema, en su conjunto, responsable de
2
Ibidem. p.136.
11
las infinitas posibilidades de producción de daños a los pacientes usuarios del
servicio profesional? Woolcott, cree que la respuesta en este ultimo caso no
puede ser sino afirmativa. Así, la responsabilidad civil se constituye solo como
una de las posibles respuestas que puede ofrecer el derecho frente a los daños
médicos, considerando que los daños médicos no solo encuentran su causa en
una negligencia médica, sino que pueden hallarla diluida en las condiciones de la
estructura sanitaria o en el riesgo que comporta la practica del galeno. 3
Si muchos de los daños producidos en la actividad médica tienen por causa una
que, más que atribuirse al compartimiento individual del profesional, se sustenta
en una serie de factores que concurren en la estructura de salud para no
favorecer una adecuada prestación del servicio, entonces el problema de los
daños que así se generan no puede ser examinado solo desde la óptica individual
de la actuación de médico, sino desde una perspectiva de sistema como la que ha
dado lugar a la noción de los llamados ―eventos adversos‖. Así es que surge en la
doctrina la noción de ―accidente médico‖ para comprender todos los supuestos de
daño que se producen en ocasión de la actividad médica.4 Justamente, es esta la
premisa de la responsabilidad médica objetiva, seguro médico, la indemnización
automática y el fondo indemnizatorio para las víctimas de responsabilidad médica.
La responsabilidad por infecciones intrahospitalarias constituye uno de las
principales preocupaciones de salud pública debido a que son daños a la salud
que afectan con severidad a las personas inmunodeprimidas o convalecientes
derivando en ocasiones en consecuencias mortales. En los últimos cuatro años se
han registraron 16 mil infecciones intrahospitalarias según cifras oficiales del
Ministerio de Salud (MINSA) que no sólo afecta a los pacientes sino al personal
médico y a la familia del paciente, y en último grado a la comunidad que puede
ser expuesta a bacterias nosocomiales multiresistentes, pudiendo generar
epidemias y potenciales pandemias frente a las cuales el sistema epidemiológico
mundial puede tener serias dificultades para controlarlas como sucedió con el
SARS o la TBC MDR. Los medios de comunicación han evidenciado los casos de
3
4
Ibidem. p.137.
Ibidem. p.138.
12
la neudomona aeruginosa por los devastadores efectos que causan en corto
tiempo y causa de muerte de neonatos en el Hospital del Niño (2004) y la vida de
la modelo brasileña Mariana Bridi (2008). En ese sentido, nuestra tesis abordara
la responsabilidad civil por infecciones asociados a la atención de salud
(infecciones intrahospitalarias) derivados de la obligación de seguridad del
paciente. Ahora bien en los casos
1.2.2. SISTEMATIZACIÓN DEL PROBLEMA
a) ¿La responsabilidad civil por infecciones intrahospitalarias se encuentra
adecuadamente regulada por la legislación peruana?
b) ¿Se requiere establecer responsabilidad civil médica objetiva para el caso de
las infecciones nosocomiales?
1.3. JUSTIFICACIÓN E IMPORTANCIA DEL TRABAJO:
En ausencia de trabajos jurídicos en el ámbito nacional que analicen la
problemática de las infecciones intrahospitalarias se encuentra la justificación de
la presente tesis que tiene por objeto perfeccionar la legislación sobre la
responsabilidad civil de las infecciones asociadas a la atención de salud, lo cual
no solo consolidaría un mecanismo reparador e indemnizatorio a favor de la
víctima sino se convertirá, para la sociedad, en un mecanismo preventivo y
disuasivo de daños médicos que tenderá a la elevar los estándares de calidad de
los servicios de salud a partir del cumplimiento de las normas técnicas de
bioseguridad y salud ocupacional.
1.4. OBJETIVO DE LA INVESTIGACIÓN
Los objetivos de la presente investigación son básicamente:
 Perfeccionar legislativamente la responsabilidad civil por infecciones
intrahospitalarias al paciente.
 Establecer como factor de atribución objetivo de responsabilidad civil la
inobservancia de normas de bioseguridad.
13
1.5. MARCO REFERENCIAL
La presente investigación se ha desarrollado teniendo como referentes teóricos
las categorías jurídicas propias de la teoría general de la responsabilidad civil,
vista no solo como la clásica institución que le permite a la víctima ser
indemnizada por el daño que ha sufrido sino también desde su función preventiva
y compensatoria. Empero también se recurrirá a conceptos de responsabilidad
civil en general, derecho de obligaciones, derecho administrativo y derecho
constitucional para abordar con propiedad la problemática de la responsabilidad
civil por infecciones intrahospitalarias.
1.6. FORMULACIÓN DE LA HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN
HIPÓTESIS PRINCIPAL
La hipótesis de la presente tesis es que “la responsabilidad civil por
infecciones intrahospitalarias no se encuentra adecuadamente regulada.” y
su variable por tanto será de constatación.
VARIABLE DE CONSTATACIÓN:
X1:
La
regulación
sobre
responsabilidad
civil
por
infecciones
intrahospitalarias
Los indicadores de la variable serán aquellas normas que regulen la
responsabilidad civil médica y las infecciones intrahospitalarias.
Indicadores
X1 Constitución Política del Perú
X2 Código Civil Peruano
X3 Normas del Sector Salud en general
1.7. METODOLOGÍA DEL ESTUDIO:
TIPO DE INVESTIGACIÓN
La presente investigación es no experimental y recurre para constatar su hipótesis
principal al método analítico, exegético y dogmático
1.7.1.-Métodos: En cuanto a los métodos de Investigación, escogimos los
siguientes:
14
Exegético-Hermenéutico: Para determinar el sentido y alcance de las
normas jurídicas para su correcta aplicación.
Dogmático: Interpretación y aplicación del Derecho vigente. El método
dogmático, no sólo determina el ámbito a investigar, sino que suministra
un criterio, que tiene por objeto integrar el material positivo que opera en
los conceptos jurídicos, para fijar después los principios generales
mediante el análisis y la síntesis.
Lógico jurídico: Método de investigación para entender al Derecho, que
obtiene su principal fuente del conocimiento en la razón y no de la
experiencia; el empleo de un lenguaje simbólico del Derecho, permite
también formar un paradigma en el conocimiento jurídico, que infiere en
resultados.
1.7.2.-Técnicas de Recolección de Información:
Recopilación documental: A fin de recabarse la información contenida en
diversos documentos, ya sean bibliográficos, hemerográficos, así como los
existentes en Internet.
15
CAPÍTULO II
RESPONSABILIDAD CIVIL MÉDICA
La responsabilidad civil es la institución mediante la cual una persona obtiene
una reparación, compensación o indemnización por un daño o perjuicio que ha
sufrido y que socialmente es considerado inaceptable.5 Se trata de principalmente
de reparar el daño ocurrido tanto en la esfera patrimonial como extrapatrimonial
6
y de manera secundaria prevenir un daño similar en el futuro. Empero, la función
principal de la responsabilidad civil es procurar el restablecimiento del bien
jurídico afectado a su estado primigenio o lo más cercano a dicho estado. Sin
embargo, cuando ello no es posible esta institución acude a medios de
compensación que den al titular del bien jurídico afectado la posibilidad de
compensar su pérdida con otro bien similar o con una indemnización económica.
Apuntalemos que una de las finalidades menos exploradas de la responsabilidad
civil es su función preventiva, que tiene por objeto evitar el acaecimiento de un
daño sobre un bien jurídico valioso, un ejemplo emblemático es la responsabilidad
civil por daño ambiental que permite la adopción de medidas para evitar que se
consume un daño ambiental o que el mismo se manifieste. En ese sentido, la
tutela preventiva irá ganando terreno a la función meramente resarcitoria de la
responsabilidad civil7 sin descuidar su rol sancionador o desincentivador tan
relevante en el ámbito de la responsabilidad civil por culpa.
La responsabilidad civil como institución ha sido un reflejo del sentir social de
cada época, de ahí, que la responsabilidad civil subjetiva haya tenido un reinado
absoluto en el siglo XIX, pues los códigos civiles liberales de la época, partían de
la premisa de que los hombres son iguales y libres, y solamente los actos
voluntarios y queridos por el hombre podían acarrear obligaciones legales. En ese
contexto, no existía responsabilidad sin culpa. En los albores del siglo XX, los
5
6
7
Cfr, WOOLCOTT OYAGUE Olenka, Salud, daños e indemnización. A propósito del seguro médico
obligatorio, Fondo Editorial de la Universidad de Lima, Lima, 2008, p. 15.
Cfr, FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos, ―Exposición de Motivos y Comentarios al Libro Primero del
Código Civil Peruano Derecho de las Personas‖, en Código Civil Exposición de Motivos, T. IV,
Comp. Delia Revoredo de D., Industria Avanzada, Lima, 1985, p. 88.
Cfr, Alpa, Guido y Bessone, Mario, citados por LEÓN HILARIO, Leysser, La Responsabilidad Civil.
Líneas fundamentales y nuevas perspectivas, cit., p. 384.
16
accidentes de trabajo, la creciente actividad industrial, y el aumento de los riesgos
sociales, replantearon los factores de atribución de la responsabilidad civil, y
empezó, un lento proceso de aceptación de la responsabilidad civil sin culpa u
objetiva.
Ahora bien, este nuevo escenario, provoco que se superara la concepción de la
responsabilidad social como sanción civil o la mera reprochabilidad social de una
conducta, y la puso hizo jugar un papel importante en la circulación de la riqueza
ocasionada por daños,8 ya que obligaba a una persona a cargar con el daño y
otros casos hacía una difusión social del daño a través de seguros privados, y la
seguridad social. En principio, la regla de que el derecho debe emplear el criterio
de la culpa para los casos de prevenciones bilaterales, y la responsabilidad
objetiva sólo en los casos de prevención unilateral,9 parece atendible, sin embargo
no faltan las excepciones, resultado de la aplicación del criterio de equidad y
solidarístico que hacen más realista esta regla.
En este escenario, las funciones de la responsabilidad civil se pueden resumir
de la siguiente forma:10
La función restitutiva o reparadora, que involucra el retorno o reparación del
bien jurídico afectado al status quo anterior al daño; normalmente es un pago in
natura, esto es la restitución del bien dañado en su integridad o lo más cercano
a ello, por ejemplo si se ocasiona la pérdida de un vehículo, la reparación sería
la entrega de un vehículo de las mismas o similares características con la
aceptación del acreedor o víctima. En el ámbito de daños médicos la función
restauradora de la responsabilidad civil implicaría reponer las piezas pérdidas
de una o dos arcadas por colocación de un injerto óseo e implantes dentales,
en un caso de pérdida de hueso (reabsorción ósea) por mal tratamiento
ortodóntico (situación médicamente irreversible). Valgan verdades cuando no
es posible restituir la perdida, la reparación permitirá a la víctima conseguir
8
Cfr, Franzoni, Massimo. La evolución de la responsabilidad civil a través de sus
funciones.En:Alpa, Guido y otros. Estudios de Responsabilidad Civil. Ara. Lima- Perú.
2001.p.200.
9
Monateri, Pier Giuseppe. Hipotesis de la responsabilidad civil en nuestro tiempo.En:Alpa, Guido
y otros.Ibidem.p.127.
10
Cfr, ALPA, Guido, Responsabilità civile e danno. Lineamenti e questioni, Il Mulino, Bologna, 1991,
pp. 53-54, ahora en español en Responsabilidad civil y daño. Lineamientos y cuestiones,
traducción de Juan Espinoza Espinoza, Gaceta Jurídica, Lima, 2001, p. 69.
17
utilidades equivalentes a las perdidas a causa del acontecimiento dañoso11
bajo la denominado concepto de ―indemnización‖.
La denominada reparación in natura del daño no patrimonial se diferencia,
sobre todo, de las tutelas dirigidas a prevenir, o hacer cesar, la violación del
derecho. Lo que intenta, es reaccionar de la forma más adecuada (y distinta del
pago de una suma de dinero) frente al hecho dañoso, garantizando a la víctima
una situación ―equivalente‖, en la medida de lo posible, a la que preexistía a la
lesión.12 Salvi, remata bien, cuando sostiene que en la actualidad, la
multiplicidad de las figuras del daño va de la mano con una multiplicidad de
modelos reparadores, entre los cuales se cuenta, aunque ya no con hegemonía
del pasado, el resarcimiento fundado en la equivalencia monetaria. 13
La función indemnizatoria, en los casos que no se pueda restituir el bien, o
efectuarse un pago in natura o especie,
como en el caso del daño a la
integridad física de la persona y el daño moral, se puede establecer una
asignación económica que simbólicamente represente el valor del daño sufrido,
por ejemplo la perdida de una pierna por negligencia médica o la afectación del
derecho al honor por un medio de comunicación. Un ejemplo en concreto en el
ámbito de la medicina, sería por la reabsorción ósea por ortodoncia mal
ejecutada, le correspondería al paciente una indemnización porque se ha
interrumpido por negligencia un tratamiento ortóntico ordinario, haciendo que el
paciente tenga no solo una pérdida sustantiva de su salud bucal casi
irreversible, haciéndolo pasar por complejas cirugías, sin que pueda recuperar
en un 100% su salud bucal original. La indemnización también acepta un parte
de la doctrina cumple una función aflictivo consoladora o mitigadora en el caso
del daño a la persona.
Rodotà, nos recuerda que ―en realidad, existen intereses de naturaleza
propietaria para los cuales continúa operando la noción de daño como
diferencia patrimonial negativa, y resarcible, por lo tanto, con la técnica de la
compensación pecuniaria. Tambien hay intereses que no tienen naturaleza
propietaria, para los cuales aún es posible recurrir al esquema del daño
11
Salvi, Cesare. El daño. En: Alpa, Guido y otros. Ibidem. p. 304.
Salvi, Cesare. Ibidem. p. 314.
13
Salvi, Cesare. Ibidem. p. 316.
12
18
individualizado (daño a la persona por ejemplo), y sigue siendo practicable la
técnica de la monetización, en el plano resarcitorio. Existen, finalmente,
intereses colectivos, que no tienen como base a la propiedad, para los cuales
se configura un ―daño social‖, respecto del cual la técnica de la compensación
pecuniaria podría resultar insuficiente, de manera tal que ella podría ser
complementada o substituida por técnicas reparadoras en un sentido más
amplio.‖ 14
La función compensatoria, que implica la asignación económica o in natura
que recibe la víctima por el tiempo en que no pudo gozar del bien jurídico
dañado. Ejemplo: en el mismo caso de la reabsorción ósea por ortodoncia le
correspondería al paciente una asignación económica por el costo de
oportunidad que perdió toda la etapa de recuperación de la lesión.
La función preventiva, implica la tutela preventiva para efectos de resguardar
un bien jurídico amenazado por un daño, esto es la responsabilidad civil, puede
evitar la consumación de un daño en proceso, mediante una medida cautelar, y
a la vez disuadir a otros futuros agentes que realicen esta conducta. Ahora
bien, la función de prevención también persigue implícitamente descubrir al
sujeto que presuntamente está en mejor posición para reducir la probabilidad
de que acontezcan sucesos dañosos, sobre la base del análisis económico de
la asignación de los recursos a través del mercado, de manera tal que se
produzca una repartición o distribución óptima interna de los riesgos
(―internalización‖).15 De ahí, que Calabresi, planteará la idea de que la
responsabilidad civil debe estar orientada a minimizar los costos sociales de los
accidentes, es decir, a minimizar la suma de los costos de prevención, el daño
y los costos de transacción.16 Por tal razón, un agente racional sujeto al criterio
de la culpa adoptará, las medidas suficientes para satisfacer el estándar legal,
14
Rodotà, Stefano. Modelos y Funciones de la Responsabilidad Civil. En: Revista Thémis No 50.
Lima – Perú. 2005.p. 205.
15
Cfr, Fernández Cruz, Gastón. Las transformaciones funcionales en la responsabilidad civil. En:
Alpa, Guido. Estudio sobre la responsabilidad civil. Ara. Lima- Perú. 2001. p.261
16
Citado por Monateri, Pier Giuseppe. Ob.cit. p.109
19
a fin de evitar responsabilidad17 entre las cuales se encuentra el deber de
información al consumidor o usuario. En el caso planteado con anterioridad de
la reabsorción ósea al paciente puede pedir a la clínica que su tratamiento de
restauración sea asignado a otro especialista u médico, y adicionalmente exigir
que el hospital, que le causó la lesión, exponga en un lugar visible las
estadísticas de los casos de negligencia médica odontológica.
Vistas las reglas de la responsabilidad civil como instrumento de prevención
general de los sucesos dañosos, enseña el análisis económico del derecho que
uno de los criterios básicos que debe conducir a adoptar reglas de
responsabilidad objetiva o reglas de responsabilidad subjetiva, radica en el
análisis de las capacidades de prevención de los sujetos. Así, el que está en
mejor posición de prever e impedir los daños, debe adoptar las medidas
idóneas destinadas a evitarlos y, de no hacerlo, deberá responder. El criterio de
la culpa, en los casos de prevención bilateral; la responsabilidad objetiva, en
casos de prevención unilateral, en donde no hay nada que la víctima pueda
hacer para reducir el riesgo.18 Aunque, ciertamente la justicia es algo más que
economía como asevera Posner.
La función sancionadora, implica que la responsabilidad civil no solo tiene por
función primigenia y más importante la reparación y mitigación del daño, sino
que también tiene una función disuasiva, especialmente en el ámbito de la
responsabilidad por culpa, donde la indemnización económica no sólo
considera el daño efectivamente causado, sino meritua la conducta ilícita, y la
rechaza, aumentando la indemnización, según la conducta sea negligente o
dolosa, para ello el juez tendrá en cuenta el ahorro obtenido al no
implementarse las medidas de prevención correspondiente.
19
Otra forma de
reconocer esta función es cuando se observa la indemnización por equidad que
establecen los
jueces cuando no se tiene certeza del monto exacto de la
17
Ibidem. p.117
Fernández Cruz, Gastón. Ibidem. p.272
19
“Dado un preciso estandar de diliegncia, los dañadores que inviertan en prevención un monto
superior , no son responsables por los accidentes que se produjeran (no incurren en culpa).
Viceversa los dañadores que invierten en prevención un monto menor, deben resarcir a la
víctimas de los accidentes.” Pier Giuseppe Monateri. Ob. cit.p. 116.
18
20
reparación pero se quiere dejar claro la sociedad no quiere que se repitan estas
conductas negligentes o dolosas. Recordemos a propósito de ello que una
visión económica de la responsabilidad civil observa en ella un instrumento de
distribución de costos20 y desincentivador de conductas rechazadas por la
sociedad, y que en buena cuenta para corregir externalidades injustas.21
El daño moral es identificado con las sensaciones aflictivas experimentadas por
la víctima, a consecuencia de la lesión de bienes de particular valor afectivo o
personal: el honor, la salud, la vida de una persona querida.22 En el Perú,
mediante la indemnización del daño moral, el juez puede estar valorizando no
solamente el sufrimiento o afligimiento ocasionado a la víctima, sino el sentir de
la sociedad, como una forma de reprocharle socialmente al agente su conducta
negligente mediante el incremento de la indemnización a favor de la víctima. 23
Recordemos que una conducta que genera la obligación de reparar tiene más
posibilidades de ser evitada debido a motivaciones éticas o sociales si, por
ejemplo, se la sindica como conducta ilícita o reprochable de manera pública; sea
a través de un reportaje o la difusión de su record de sanciones en el portal de la
entidad supervisora de la actividad, lo que seguramente tendrá un efecto adverso
en la conducta de los consumidores o usuarios más informados.
Esta multiplicidad de funciones de la responsabilidad civil, no es ajena a las
criticas, como los sostiene Salvi: ―sancionar, prevenir, restaurar, hacer justicia,
vengar, diluir el calculo de los daños, repartir las pérdidas y los riesgos, asignar
recursos de modo más eficiente, controlar actividades productivas y los servicios
públicos, garantizar el óptimo funcionamiento del mercado y el valor primario de la
persona; constituyen tareas demasiado numerosas y contradictorias. La idea de la
reparación de la víctima del daño permanece, así sumergida en una
sobreabundancia ―esquizofrénica‖ de fines y de objetivos, que impide vincular el
boom de la responsabilidad civil, con una motivación unitaria y, por ende, con
20
Calabresi, Guido citado por ESPINOZA ESPINOZA, Juan, Derecho de la Responsabilidad Civil, 2ª
ed., cit., p. 39.
21
Cfr, Ponzanelli, Giulio, citado por LEÓN HILARIO, Leysser, La Responsabilidad Civil. Líneas
fundamentales y nuevas perspectivas, cit., p. 386.
22
Bonilini citado por Salvi, Cesare. El daño. En: Alpa, Guido. Ibidem. p. 292.
23
Cfr, Fernández Cruz, Gastón. Ibidem. p.259
21
principios operativos unitarios‖. 24 No obstante ello, lo normal, es que el juicio de
responsabilidad no sólo apunte a resarcir, sino también a sancionar o a prevenir
ilícitos. 25
2.1. ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL
2.1.1. La Ilicitud.-
Se define como una violación o quebrantamiento de un mandato o prohibición
establecido por el ordenamiento jurídico a través de un pacto contractual,26
normas imperativas o de orden público, el derecho consuetudinario o las buenas
costumbres. El elemento de ilicitud como presupuesto de la responsabilidad civil
se puede observar en el artículo 1321º del Código Civil cuando se regulan
relaciones contractuales y en los artículos 1969º y 1970º del mismo cuerpo
normativo cuando se refiere a la responsabilidad civil extracontractual. Ejemplo de
ello es el caso expuesto de negligencia ortodóntica que causa reabsorción ósea
(irreversible).
2.1.2. El daño antijurídico
―El daño consiste en una valoración en términos económicos de la situación,
nueva y desfavorable, propiciada por el evento; situación que impone al
damnificado decidir si sobrelleva el estado de hecho (y mantiene viva su
necesidad), o si actúa para erradicarlo (mediante alternativas satisfactorias). En la
hipótesis de destrucción de un bien material, por ejemplo, el damnificado se ve
forzado a decidir si las cosas quedan tal como están, o si compra otro objeto que
se adapte equivalentemente a sus exigencias.‖ 27
El daño entendido como menoscabo a un bien jurídicamente tutelado, el cual
se va a manifestar en una afectación negativa a la esfera personal y/o patrimonial
24
Citado por Franzoni, Massino. En: Alpa, Guido. Ibidem. p.212-213.
Ibidem.
26
Cfr, TABOADA CÓRDOVA, Lizardo, Elementos de la Responsabilidad Civil. Comentarios a las
normas dedicadas por el Código Civil peruano a la responsabilidad civil extracontractual y
contractual. 2ª ed., Grijley, 2003, p. 32.
27
LEON HILARIO, LEYSSER. El daño existencial .¿Una idea valiosa o sólo un grito de la moda italiana
en el campo de la responsabilidad civil?. En Revista Ius et Veritas. Año XI. No 22. Lima- Perú.
2001.p 37.
25
22
de una persona como consecuencia de una conducta antijurídica28, esto es, que
contraviene una norma jurídica formal, norma técnica o consuetudinaria. Es
injusto el daño que presenta la doble características de ser non iure (esto es,
proveniente de un hecho que no constituye ejercicio de un derecho) y contra ius
(es decir, lesivo de una situación jurídica garantizada por el ordenamiento).
29
En
ocasiones un daño antijurídico puede generar un enriquecimiento injusto debido a
que el agente dañante está obviando los mecanismos de prevención de daños
que genera su actividad, haciendo que cargue con las consecuencias de estos
daños injustos la víctima del mismo, de ahí que el Código Civil Italiano señale en
su artículo 2041º lo siguiente: ―El que, sin mediar justa causa, se ha enriquecido
en perjuicio de otra persona, está obligado, en los límites del enriquecimiento, a
indemnizar a esta última de la correlativa disminución patrimonial‖. Se pude
clasificar al daño de la siguiente manera: 30
Daño patrimonial.- se puede definir como aquel daño que menoscaba el
patrimonio de una persona, evitando su acrecentamiento o disminuyéndolo
dramáticamente. El daño patrimonial nos ofrece por ello dos especies nacidas
del momento en que se producirán las consecuencias del daño, así tenemos
que existirá un a) daño emergente, respecto a la disminución concreta,
evidente e inmediata que sufre la víctima en su patrimonio debido al daño por
ejemplo en el caso de la reabsorción ósea ocasionada por negligencia del
ortodoncista aparejara también que se pierda el costo de inversión que el
paciente realizo durante todo el tiempo que duro el tratamiento ortodóntico ( 3 o
4 años) antes de acaecido el daño médico, siendo esto un daño patrimonial
emergente, y b) el costo de la pérdida de oportunidad que se manifiesta en
la pérdida a futuro de una oportunidad de acrecentar su patrimonio debido a
que el daño le trunca dicha ―chance‖ llamada también ―lucro cesante.‖ El caso
de negligencia médica pueda acarrear la pérdida de oportunidades laborales
debido a que la víctima tiene que invertir tiempo en su recuperación.
28
DE CUPIS, Adriano, Teoría General de la Responsabilidad Civil, traducción realizada por Ángel
Martínez Carrión, 2ª ed. italiana, Bosch, Barcelona, 1970, pp. 84-108.
29
SAVI, CESARE. El daño. En: Alpa, Guido y otros. Ibidem. p. 301.
30
ESPINOZA ESPINOZA, Juan, Derecho de la Responsabilidad Civil, 2ª ed., cit., p. 178.
23
Si bien el principio rector de la responsabilidad civil es la reparación in natura,
esto es la entrega de una cosa similar a la dañada, o en la reparación de la
cosa dañada, ello no siempre es posible, y solo cuando ello ocurre, el
ordenamiento admite el pago de una suma de dinero como compensación.
Algunos consideran que el admitir dicha posibilidad, es evidenciar un rezago de
venganza pues la suma de dinero cumpliría también una función punitiva
cuando supera el valor del daño efectivamente ocasionado. Al respeto
recordemos que nuestro ordenamiento jurídico penal admite la posibilidad de
una pensión alimenticia para los deudos de la víctima de homicidio, esto es una
renta mensual, cuestión desconocida en nuestro ordenamiento civil, que se ha
inclinado por una única suma bruta por el daño ocasionado. Morales Godo,
apunta bien, cuando sostiene que la renta mensual seria la forma más
adecuada para determinados daños, especialmente, cuando la persona ha
quedado incapacitada para el trabajo debido al daño. 31
Trazegnies nos ilustra al respecto: ―El artículo 2957 del Código Civil Italiano
prevé la posibilidad de que el juez establezca la indemnización bajo la forma de
pago de una renta por el responsable cuando sus hechos han causado un daño
personal de carácter permanente. El Código Alemán en su artículo 843 da
preferencia en este caso a la renta sobre el pago de un capital indemnizatorio,
facultando este último sólo cuando existe una razón importante. El Código
Suizo de las obligaciones no hace obligatoria la renta como forma de
indemnización sino que la contempla como una posibilidad dentro del poder
discrecional del Juez. En estos casos, las legislaciones facultan también al juez
para obligar al deudor a constituir garantías sólidas que cautelen el pago de la
renta en el futuro.‖ 32
Daño no patrimonial.- se define como aquel daño que lesiona directamente a
la persona33 como tal, no ha sus bienes sino sus derechos fundamentales, esto
31
Cfr, Morales Godo, Juan. Naturaleza del daño moral, ¿punitiva o resarcitoria? En: (a cura de)
Juan Espinoza. Responsabilidad Civil II. Rodhas. Lima- Perú. 2006, p. 192.
32
Trazegnies, Fernando de. Responsabilidad Civil Extracontractual. Fondo Editorial de la PUCP.
T. II. Lima- Perú. 1998, p. 63
33
FERNÁNDEZ SESSAREGO, César, afirma que ―el daño a la persona, tal como ha sido definido por
un sector de la doctrina contemporánea, y recogido parcialmente por la actual jurisprudencia,
24
es la afectación espiritual o psisomática34, de ahí que se le denomine ―daño
subjetivo‖, ejemplos típicos de este daño se produce cuando se afecta la
integridad física o psicológica comprometiendo su integridad física, bienestar
mental, o derechos fundamentales (intimidad, honor, etc). Bien sostiene,
Morales Godo que debemos proteger a la persona en su dimensión
psicosomática pues resultaría incongruente pensar en que podemos proteger
su patrimonio y no sus derechos fundamentales, cuando estos son afectados y
provocan afligimiento. En palabras de Giorgi, se debe reparar por un asno que
me roban, pero no si me roba mi honor, mi tranquilidad, mi libertad, es una
fuerza impresionantemente incontrastable.35 En este ámbito se ubican los
daños médicos que generan un perjuicio en la integridad física del paciente,
esto es deterioran su salud, este es el caso cometido por un ortodoncista que
ocasiona la pérdida de piezas, lo que trae sufrimiento al paciente, e incluso
pude perder oportunidades de trabajo por ello, por ejemplo: en el caso de
actrices o modelos cuya imagen es principal capital de su profesión.
La doctrina italiana también ha considerado el denominado daño existencial
entre los que se incluye: la lesión de la esfera sexual del cónyuge, la lesión de
la salud o la muerte de uno de los cónyuges, la muerte de un pariente, las
implicancias existenciales del luto, el nacimiento de un hijo no deseado (cuando
por negligencia médica, no se hubiera logrado interrumpir un embarazo), la
muerte de un animal doméstico objeto de afecto, la lesión del honor, de la
identidad personal, de la privacidad, los daños derivados de una detención
injustificada, el daño psicológico, los casos de los menores víctimas de maltrato
o abuso sexual, la toxicodependencia, los perjuicios generados por la usura, las
inmisiones, las vacaciones arruinadas, el enrolamiento militar, las catástrofes
significa el agravio o la lesión a un derecho, un bien o un interés de la persona en cuanto tal.
Afecta y compromete a la persona en todo cuanto en ella carece de connotación económicopatrimonial‖. ―El daño a la persona en el Código Civil de 1984‖, en Libro Homenaje a José León
Barandiarán, Cultural Cuzco, Lima, 1985, p. 214.
34
Cfr, FERNÁNDEZ SESSAREGO, César, Derecho de las personas. Exposición de motivos y
comentarios al Libro Primero del Código Civil Peruano, Studium Editores, Lima, 1986, p. 67.
35
Morales Godo, Juan. Ibidem. p. 196.
25
naturales, etc. 36 La pérdida de la chance procreadora se dice que es un típico
caso de daño existencial que se puede concretar, a decir de la doctrina italiana,
en la experiencia de la pérdida de un niño que reviste una gravedad tal de
atormentar a la mujer por el resto de su vida.37 Empero, la utilidad del daño
existencial esta en cuestión en la actualidad, en la medida que el daño a la
persona parece subsumirlo por completo.
El daño moral tradicionalmente ha sido considerado como el dolor o
afligimiento que sufre el perjudicado como consecuencia del daño. Empero, la
constitucionalización de varias parcelas del derecho civil, dio lugar a la
protección de derechos de la personalidad, entendidos como derechos
fundamentales, así la vida, la salud, el honor y la integridad física exigirían
tutela no sólo en el ámbito penal, constitucional, administrativo sino civil a
través de la responsabilidad civil. Desde luego, si entendemos que
el ser
humano es un ente psico-biológico, el daño a la persona adquiere una doble
dimensión como daño moral y daño biológico e incluso psicobiológico. La
proliferación de distintas categorías de daño, ha suscitado una profunda
discusión, pues en teoría más categorías, implica una mayor compensación,
algo ciertamente, incierto. Lo que si es claro, es que la proliferación de
categorías están creando cada vez mayor confusión y caos, no sólo doctrinal
sino en la jurisprudencia, afectando la debida motivación de las sentencias
sobre todo en la cuantificación de los montos de las reparaciones. En auxilio,
de este caos, el factor de equidad ha sido la válvula de escape, aunque no
asegure siempre una debida indemnización.
El daño moral en principio no tiene repercusiones en el ámbito patrimonial, y se
traduce en el miedo, la vergüenza, la pena física o moral, pero en la medida
que se agudiza y lleva a la depresión puede tener impacto en las actividades
económicas de la persona piénsese en el profesional que su tristeza por la
pérdida de la esposa, lo indispone para continuar laborando. Ahora bien el
36
LEÓN HILARIO, LEYSSER. El daño existencial .¿Una idea valiosa o sólo un grito de la moda italiana
en el campo de la responsabilidad civil?. En Revista Ius et Veritas. Año XI. No 22. Lima- Perú.
2001.p 43.
37
LEÓN HILARIO, LEYSSER. Ibidem.p 44.
26
daño moral, no sólo pueden acompañar la afectación de derechos
personalísimos propios o de terceros, sino de la vulneración de derechos
patrimoniales, imagine la pérdida de su vivienda de una persona ocasionado
por un incendio, seguramente sentirá afligimiento por su pérdida.38 A la inversa
la afectación de la integridad biológica o psíquica por un daño injusto puede
verse reflejado en la disminución futura del patrimonio de la víctima, piénsese
en el deportista que pierde una pierna o la actriz que es desfigurada o al
cantante que se lesiona su honor debido a lo cual pierde contratos de
auspiciadores.
La compensación del daño a la persona, incluyendo el daño moral, es una
tarea harto difícil, y compleja, y dependerá del contexto social en que se
produzca y las calidades personales del afectado. En estos casos ya no se
puede hablar de una reparación, sino de una compensación o mitigación de los
daños mediante una suma monetaria (satisfacción pecuniaria). A nivel nacional
el principal crítico a esta postura es Trazegnies que sostiene “que lo espiritual
no es compensable con dinero, porque si ello fuese así, aún cuando sólo sea
para producir una satisfacción, significa que el daño ya no es tan espiritual.‖ 39
Al contrario, Fernández Sessarego sostiene que ―entregando a la víctima una
determinada cantidad de dinero que le permita, de acuerdo a su sensibilidad y
a las circunstancias, encontrar ese tipo de satisfacción que puedan, según el
caso, mitigar, amenguar o hacer olvidar en algo el daño sufrido.‖
40
Ciertamente, la experiencia comparada nos ha mostrado que las prestaciones
monetarias no son la única forma de resarcir un daño a la persona, pues estas
pueden ir acompañadas con otras prestaciones de desagravio, o incluso estas
últimas ser la única obligación naciente del daño. Pensemos en un museo a la
memoria de las víctimas de una guerra civil o un genocidio, siendo secundaria
la prestación económica a favor de los familiares.
38
Cfr, Morales Godo, Juan. Ibidem. p. 191.
Trazegnies, Fernando de. Ibidem. p. 110-111
40
Fernández Sessarego, Carlos. Nuevas tendencias en el Derecho de las Personas. Universidad
de Lima. Lima- Perú. 1990. p. 301
39
27
Recordemos que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha
sostenido que es una característica del daño moral el que “no tienen carácter
económico o patrimonial y no pueden ser tasados, por ende, en términos
monetarios (…) Es una característica común a las distintas expresiones de
daño moral el que, no siendo posible asignárseles un preciso equivalente
monetario, sólo puedan para los fines de la reparación integral a las víctimas,
ser objeto de compensación, y ello de dos maneras. En primer lugar, mediante
el pago de una suma dineraria o la entrega de bienes o servicios apreciables
en dinero, que el Tribunal determine en aplicación razonable del arbitrio judicial
y en términos de equidad. Y en segundo lugar, mediante la realización de actos
u obras de alcance o repercusión públicos, que tengan efectos como la
recuperación de la memoria de las víctimas, el restablecimiento de su dignidad,
la consolación de sus deudos o la transmisión de un mensaje de reprobación
oficial a las violaciones de los derechos humanos de que se trata y de
compromiso con los esfuerzos tendientes a que no vuelva a ocurrir.” 41
Ciertamente, el dinero que reciben las víctimas de un daño a la persona puede
atenuar las consecuencias del daño, invirtiéndolo en satisfacer algún deseo no
cubierto en su vida, o que le generen renta para aliviar la situación económica
perturbada, especialmente cuando ha debido cambiar su forma de vida como
consecuencia del daño sufrido. El dinero así se constituye en un instrumento
para brindar ciertas satisfacciones a los afectados por el daño,
42
sin dejar de
lado su función disuasiva de conductas en casos en que se comprometen
derechos colectivos o difusos. Desde luego para determinar la cuantía
indemnizatoria se deberá merituar la magnitud del daño, analizar la
intencionalidad del agente, y la condición socio económica de victima y
victimario.
2.1.3. El nexo causal
El nexo causal es la relación de correspondencia que existe entre el daño
ocasionado y la acción u omisión del sujeto al que se le imputa responsabilidad.
41
Sentencia de 26 de mayo de 2001, En el caso de los ―Niños de la Calle‖ (Caso Villagrán Morales
y otros vs. Guatemala).
42
Morales Godo, Juan. Ibidem. p. 199.
28
En buena cuenta es una relación naturalista de causa efecto, que hace
―imputable‖ del daño causado a una persona que con su conducta activa o pasiva
lo provoco.43 No será posible dudar de la existencia de la relación de causalidad
en los casos donde el daño no puede derivar más que de una mala praxis ejemplo
la extirpación equivocada de una pieza dentaria, la amputación de un miembro
sano por error, o en aquellos casos en los que se halla verificado que las
consecuencias nocivas proceden del olvido de material quirurgico en el interior del
paciente, la aplicación erronea de un medicamento a un paciente o la utilización
de material sin higiene adecuada, son casos evidentes de funcionamiento
deficiente del servicios sanitario.
Así, en España se observa la STS del 22 febrero 1991 (RJ 1991, 1587,
España) donde el actor se somete a un tratamiento de endodoncia, y durante la
intervención sanitaria se le rompe al facultativo la lima utilizada, quedando un
trozo de la misma en el interior del canino, y donde finalmente debido a ello pierde
la pieza. La sentencia determina que la intervención sanitaria es, sin duda, causa
material del daño. Omitiendo mentalmente dicha intervención médica no se habría
roto la lima y, por tanto no se habría dado el resultado. La referida sentencia
considera probado que dicha rotura no pudo tener otra causa que la utilización de
una lima deteriorada o en mal estado de conservación por uso reiterado de la
misma (fatiga de los materiales) o un defectuoso manejo o incorrecta utilización
de ella por parte del facultativo o, por último, una insuficiente anestesia en el
paciente, que no le impidio experimentar dolor en el tratamiento. Asimismo, el
juzgador entiende como un deber profesional el cerciorarse preventivamente del
buen estado de conservación del instrumental que utiliza y el hacer uso adecuado
y correcto del mismo, con buena técnica, según las reglas de la lex artis y lo
mismo ha de decirse para el supuesto de que la causa de la rotura hubiere sido
un golpe del paciente, al sentir dolor, dio en el brazo al facultativo, pues dentro de
la previsibilidad exigible a un odontologo se encuentra el evitar dicho riesgo,
43
Cfr, Alterini, atilio anibal. la responsabilidad civil. abeledo-perrot. buenos aires. 1992. p. 16-17
29
mediante anastesia adecuada y suficiente, que en el presente supuesto no se
utiulizaría, de donde se desprende que la conducta es notoriamente culposo.44
Otra sentencia Española, STS 15 noviembre 2000 (RJ 2000, 8987), cuyo caso
era una lesión sufrida por el paciente en un dedo, se le introdujo en vía venosa un
catéter, que posteriormente se rompió, trasladándose el extracto hasta el
ventrículo derecho. El trozo del catéter quedó alojado en la arteria pulmonar
principal y en la arteria pulmonar segmentaria, lo que requirió el sometimiento del
paciente a una complicada intervención quirúrgica para la extracción del
segmento. Las lesiones tardaron en curar 246 días, y como secuela al paciente le
quedo una cicatriz en la parte anterior del tórax. Por esta razón se condena
solamente al fabricante del catéter al pago de la indemnización a favor del
paciente, exonerándose de responsabilidad al nosocomio. Aunque a nuestro
criterio debió ser condenado también el nosocomio pues era responsable de la
prestación de salud, un error que la tendencia jurisprudencial española
corregiría.45
Recordemos, la STS 22 noviembre 1999 (RJ 1999,8618), en el que la paciente
demanda a un médico, al INSALUD, a la empresa fabricante del producto (Abbott
Laboratories S.A.) y una Compañía Aseguradora una indemnización de 100
millones de pesetas por los daños sufridos por la paciente, después de someterse
a un parto normal. El problema sobrevino porque, al día siguiente, cuatro
centímetros de un catéter que fue utilizado en el parto quedaron dentro del cuerpo
de aquélla. El trozo del catéter se localizó en el pulmón derecho; pero ni en el
hospital de Albacete ni en el hospital ―1º de octubre‖ consideraron oportuno
extraer el trozo de catéter. La paciente sufre una serie de dolores y trastornos; y el
informe clínico señala: en el momento actual no está indicada la intervención
quirúrgica y que la anticoagulación mantenida tampoco aporta ningún beneficio,
se decide retirar la anticoagulación y dar de alta hospitalaria a la enferma
controlándola ambulatoriamente y si en un momento dado presentara
complicaciones por la intolerancia del cuerpo extraño, plantear nuevamente la
44
Cfr, Diaz- Regañon García- Alcala, Calixto. Responsabilidad objetiva y nexo causal en el ámbito
sanitário.Editorial Comares. Granada- España.2006.p.31-2
45
Ibidem.p.34-5
30
cirugía de resección pulmonar segmentaria. Y como diagnóstico concluye:
embolismo pulmonar por punta de catéter; y asimismo, termina: tratamiento
conservador con controles periódicos. Finalmente, el Tribunal Supremo estima el
recurso de casación interpuesto, y condena únicamente al INSALUD, basándose
en responsabilidad por riesgo y culpa in vigilando o in eligendo, a satisfacer a la
demandante la cantidad de 30 millones de pesetas y se absuelve al médico pues
no consta que su actuación fuera causante del daño. 46
A diferencia de la STS 17 abril 1998 (RJ 1998, 2055), en donde con el fin de
extraer cerumen del oído de la actora, se produce la rotura de jeringa utilizada;
por lo que aquélla reclama al médico y al Servicio Vasco de Salud una
indemnización por los daños sufridos de 19.375.000 ptas. El resultado de ello es
que se condena a la entidad sanitaria a 10.875.000 ptas, exonerando de
responsabilidad al médico. El Servicio Vasco de Salud recurre a casación, en
donde el Tribunal Supremo Español, estima el recurso. Es bien seguro que, de
haber demandado a la empresa fabricante del producto, ésta hubiera sido
condenada en base a la regla que obliga a buscar responsabilidad en que tiene el
deber de control y supervisión de los productos que distribuye en el mercado,
pues el defecto de la jeringa no era detectable por el personal médico antes de su
uso, y además no resulta lógico que el hospital monte un servicio de control de
calidad de todos y cada uno de los instrumentos que le suministran los fabricantes
para el desarrollo de la actividad médica.
47
Sostenemos que este perverso
razonamiento en perjuicio de la víctima es incorrecto, pues el paciente ha pagado
por un servicio médico idóneo con todas las seguridades del caso, y si el
instrumental del que se vale el centro asistencial es defectuoso, es el hospital
responsable de elegirlo el que debe responder, en forma solidaria con el
fabricante, y si como en el caso analizado no se emplazó el fabricante, el hospital
asumirá la indemnización con cargo a repetir contra el fabricante. Ello en razón a
que la rotura del instrumental utilizado en la asistencia sanitaria (catéter, jeringa)
hace las veces de hilo conductor, desde el punto de vista de la causalidad
material, entre la intervención sanitaria y el daño, haciéndole objetivamente
46
Ibidem.p.38-9
Ibidem.p.40-1
47
31
imputable
el
perjuicio
al
servicio
sanitario,
independientemente
de
la
responsabilidad del fabricante. 48
Existen casos en los que cabe hablar de nexo causal entre la intervención
sanitaria y el daño infringido al paciente, este es el caso de la STS 4 noviembre
1992 (RJ 1992, 9199), donde un menor fallece en el curso de una operación de
osteocondritis, al parecer como consecuencia de unas anomalías relacionadas
con el sistema de anestesia. La sentencia dice que bien a la existencia de una
enfermedad cardiaca previa, no detectada en los estudios preoperatorios
realizados en el ambulatorio de la Seguridad Social, y en el propio Centro en que
fue intervenido, bien en una disminución del aporte de oxígeno, no apreciado
inmediatamente por fallo de la sirena de alarma o de algún otro mecanismo de la
instalación existente en el quirófano, o bien, finalmente, porque en el curso de la
artroscopia que se realizaba se produjo una embolia gaseosa, circunstancias que
revelan que en la asistencia dispensada al menor por parte de Insalud y del
Hospital ―Monte Naranco‖ no fue completa la diligencia, siendo el conjunto de
posibles deficiencias asistenciales el originador del daño.
Los jueces
españoles recurriendo a estas presunciones como causas posibles del
fallecimiento, prescindiendo de la culpa de los involucrados, e incluso parece
obvio que si entre las hipótesis causales posibles hubiera alguna no imputable a
los demandados, el planteamiento de la relación causal sería: la intervención
quirúrgica es mejor causa, desde la aplicación de la condicio sine qua non. 49
Una sentencia española interesante en el ámbito del nexo causal del daño
médico es la STS, 3º, 10 febrero 1998 (RJ 1998, 1452). Después de treinta y una
semana de embarazo, una madre da a luz un niño prematuro, con un peso de
1,70 kg. por lo que se requirió tratamiento en la incubadora, donde le fue
suministrado oxígeno
durante los días que fue preciso. Posteriormente se
demostró el que niño desarrolló una enfermedad ocular (fibroplasia retrolental),
que produjo una ceguera al menor. Los padres del menor demandan a la
administración sanitaria, pretensión desestimada en todas las instancias. Y la
48
Cfr, Ibidem.p.43
Cfr, Ibidem.p.48-9
49
32
pregunta es ¿hay inexistencia de nexo causal material o, por el contrario, es un
problema de imputación objetiva?
50
En nuestro concepto, si la enfermedad era
posible de prevenir o disminuir los riesgos de adquirirla adoptando determinadas
medidas debe responder el centro asistencial, en caso contrario nos encontramos
ante un caso de alea terapéutica e inexistencia del nexo causal material.
Claramente, el déficit probatorio se encuentra en la etiología de la enfermedad, y
la posibilidad de prevenir la misma, en otras palabras se observa dos riesgos
contrapuestos presentes, el riesgo de que la enfermedad se halle conectada
causalmente al suministro de oxígeno y, por otro, el riesgo inherente al estado de
salud del niño. En el presente caso la inmadurez del niño no era tal que sea un
factor decisivo en el acaecimiento de la enfermedad, por lo que la presunción
debió ser a favor de los demandantes si el centro asistencial no probó que
implemento las medidas preventivas del caso para evitar la infección nosocomial.
Otra sentencia española en la que se evidencia el déficit probatorio en cuanto a
la certeza del origen de la insuficiencia respiratoria que origina la muerte de un
menor, después de la asistencia sanitaria prestada como consecuencia de un
cierto malestar es la STS 5 febrero 2001 (RJ 2001, 541). Se da la circunstancia de
que el niño no es atendido por la pediatra titular, sino por una licenciada en
medicina no especialista en Pediatría. El diagnóstico es de un simple catarro o
resfrió común, con la prescripción de unos supositorios balsámicos. Según el
Tribunal no es posible un diagnóstico diferencial entre un resfriado común y una
neumonía bacteriana, vírica o aspirativa que, al parecer, es lo que en realidad
ocurrió. 51 Ante esta situación el nexo causal solo se mantendrá si se prueba que
existe la posibilidad de diferenciar claramente ambas enfermedades con la
diligencia del caso, o de lo contrario tomar las medidas de precaución del caso
para evitar un error en el diagnostico en el paciente, de haberse observado dicha
diligencia, no habrá nexo causal entre el daño y el acto médico. En otras palabras,
si se demuestra que si se hubiera actuado una conducta diligente omitida existirá
responsabilidad del médico.
50
Cfr, Ibidem.p.52-3
Cfr, Ibidem.p.57-8
51
33
Otro ejemplo jurisprudencial español donde se evidencia la importancia de
identificar el nexo causal, es la STS 22 mayo 1998 (RJ 1998, 3991), donde el
paciente fallece a causa de un shock séptico, tras ser intervenido quirúrgicamente
después de que le fuera diagnosticado la existencia de un flemón dentario. El
Tribunal así condena a la entidad demandada al pago de cuarenta millones de
pesetas a favor de los herederos del fallecido. Parece que el Tribunal Supremo
basa la condena en una omisión: la demora en la realización de las analíticas y
pruebas radiológicas que con carácter urgente requería el caso, ello debido a qye
no hubo explicaciones a las omisiones que se detectaron en las primeras horas
de ingreso que eran claves para atajar la infección, incluso por medio de una
intervención quirúrgica inmediata. Tales circunstancias expresan como mínimo
una falta de coordinación en los servicios del centro hospitalario y una inicial
valoración de la gravedad del padecimiento, poco acorde con la realidad
subyacente que exigía una rápida intervención. No demostrada, de otra parte la
inevitabilidad del resultado, ni facilitado medios convincentes de prueba,
acreditativos del empleo de toda diligencia exigible en un caso de esas
características. A fin de cuentas se castiga la no intervención oportuna o la no
elección de la conducta alternativa que el caso ameritaba conforme a Derecho. 52
La STS 18 diciembre 2002 (RJ 2003,47) constituye otro supuesto de omisión,
en esta ocasión, la paciente sufre una dolencia cardiaca, por lo que es sometida a
una revisión. En dicha revisión se detecta un tumor maligno, que posteriormente
es extirpado. Mientras se espera el resultado de la biopsia, la paciente presentó
una intensa bradicardia, que ocasionó a realizar maniobra de reanimación,
consistente en masaje cardíaco, oxigenoterapia con oxígeno al 100%,
consiguiendo la recuperación del paciente después de 10-15 minutos. Superada
la complicación se practicó la mastectomía derecha, la que fue completada sin
problemas. Precisemos que un ecocardiógrafo hubiera detectado la existencia de
cardiopatías morfológicas como congénicas. A veinte horas de la operación
seguía en coma profundo, catorce días después, es trasladada al Hospital Río
Hortega de Valladoid para valoración; vuelve al Hospital Virgen de la Concha con
diagnostico de estado vegetativo. Los actores demandan a una de las doctoras, a
52
Cfr, Ibidem.p.63-5
34
la compañía aseguradora y al INSALUD, y en segunda instancia se condena
únicamente al INSALUD a satisfacer a la paciente la pensión vitalicia solicitada y
a indemnizar a los familiares (marido e hijas).
53
La STS 8 mayo 2003, condenó a la empresa aseguradora y al médico que
intervino en varias ocasiones a un joven, que sufrió una caída esquiando
fracturándose la rodilla. Empero, al paciente le quedan las secuelas siguientes:
limitación de la movilidad de la rodilla derecha, atrofia muscular y osteocondritis
del condito interno, es decir, una clara cojera irreversible. El Tribunal falla
condenando solidariamente a los demandados debido a que hubo una actuación
médica en un dilatado período de tiempo, con repetidas intervenciones
quirúrgicas, con un proceso largo y doloroso, y un resultado irreversible: una
cojera en persona joven que no tenia origen en las condiciones del paciente, ni en
causas de fuerza mayor pues ni siquiera fueron situaciones eximentes alegadas
por los demandados. 54
En el ámbito de la responsabilidad civil por daños médicos en ocasiones se
desconoce el profesional médico que generó el daño por ejemplo en las
infecciones intrahospitalarias, aunque el daño a la salud del paciente está
probado e incluso en ocasiones no solo trae una pérdida de calidad de vida sino
el fallecimiento del mismo este es el caso de las mencionadas infecciones que se
producen por deficiencias en la infraestructura del hospital o por inobservancia de
medidas de bioseguridad. Nos queda claro en estos casos el centro médico
deberá asumir el costo de estos daños médicos. Sin embargo, es posible la
ruptura del nexo causal debido al caso fortuito, fuerza mayor o el hecho
determinante de un tercero, o el propio hecho de la víctima.
La fuerza mayor y caso fortuito, tienen en común ser eventos extraordinarios,
imprevisibles e irresistibles diferenciándose únicamente en que en el primer caso
su fuente proviene de la naturaleza y en el segundo de una persona ajena a la
relación médico paciente. Ejemplos de caso fortuito es el daño acaecido debido a
53
Cfr, Ibidem.p.67-9
Cfr, Ibidem.p.71
54
35
un movimiento sísmico justo en el momento de una operación al corazón, razón
por la cual el trazo del bisturí termina siendo muy profundo y ocasione la muerte
del paciente. Un caso de fuerza mayor es el que tiene lugar cuando un médico
cirujano en plena labor operatoria debido a una huelga médica que produce un
apagón en el hospital no puede acabar la operación de suma urgencia razón por
la cual fallece el mismo. El propio hecho de la víctima es el caso del paciente que
no sigue las indicaciones prescritas por el médico y debido a lo cual tiene
complicaciones médicas que agravan su salud, supuesto en el cual no existe
responsabilidad del médico. Ejemplo un paciente operado de una hernia y se le
prescribe descanso médico y reposo absoluto, no cargar peso, estar alejado de la
cocina y tomar sus antibióticos a las horas prescritas, incumple con estas
indicaciones médicas lo que ocasiona la apertura de los puntos y una infección de
la herida, lo que deteriora su salud.
2.1.4. El factor de atribución.Los factores de atribución se pueden definir como las causales por las cuales el
ordenamiento jurídico hace responder a una persona por un daño causado sea
directa o indirectamente55 pudiendo clasificarse en objetivos (garantía, riesgo
creado, abuso del derecho y la equidad) y subjetivos (la culpa, leve grave o
inexcusable y el dolo).
Definimos a la diligencia como el empleo adecuado de las energías y de los
medios útiles para la realización de un fin determinado. El esfuerzo que es
identificable con la diligencia puede exigir la aplicación de facultades volitivas, el
recurso a instrumentos materiales idóneos, la observancia de principios técnicos y
de preceptos jurídicos. 56
La culpa como factor de responsabilidad tiene un indiscutible sentido moral,
pues la conducta humana debe juzgarse según el querer del individuo y en
función de pautas valorativas de tipo ético. Sin duda que tienden a lograr la
perfección del hombre, contribuyendo por ello mismo a organizar y mantener un
55
Cfr, ESPINOZA ESPINOZA, Juan, Derecho de Responsabilidad Civil, 2ª ed., cit. p. 89.
Bianca, Massimo. La negligencia en el derecho civil italiano. En: Alpa, Guido y otros.
Ibidem.p.346.
56
36
orden social impregnado de justicia como reflexiona Bustamante Alsina.57 Y
agrega
acertadamente
que
la
responsabilidad
civil
debe
asentarse
primordialmente en la culpa, y ella constituye el principio general de todo el
sistema imputativo, 58 salvo circunstancias especiales en las que se complementa
con la responsabilidad objetiva y la solidaridad social. Digamos sobre este último
supuesto, que la ilicitud no esta en el acto, que resulta ajeno a toda conducta
consciente (riesgo de la cosa, garantía del principal, acto involuntario), sino que la
ilicitud se halla aquí potencialmente y se manifiesta en el hecho de no indemnizar
el daño causado,
59
lo que se evita apelando a la solidaridad social para hacer
recaer en el agente dueño de la fuente de peligro, el peso de la reparación.
La autonomía negocial y la culpa no representan otra cosa que el elemento
fisiológico y el elemento patológico, respectivamente, de la acción voluntaria del
sujeto de derecho, es decir, del propietario, desde una óptica decimonónica.
60
Esta postura para muchos autores respondió al contexto histórico en el que nace,
donde la culpa como criterio de selección de los daños resarcibles cumplió una
finalidad de distribución de costos, a favor de la floreciente clase industrial. Y
aunque el propósito originario de la responsabilidad civil es castigar la acción
culpable con el resarcimiento (en especie o monetario), lo cierto es que en la era
industrial, donde muchos daños son anónimos o inevitables, los daños quedaron
en la víctima del mismo, lo que permitió acumular capital más fácilmente a los
empresarios, como se aprecia en el tratamiento inicial de los accidentes de
trabajo. En palabras, de Franzoni: ―la lógica liberal de dejar el daño donde recaía
comportaba una suerte de inmunidad para la burguesía empresarial en ascenso,
la cual tuvo como consecuencia directa la facilitación de la acumulación de
capital, con perjuicio de las víctimas, aun cuando no mediara culpa. (…) Así,
además de ineficiente, este sistema se presentaba falto de equidad.‖ 61
57
BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, Teoría General de la Responsabilidad Civil, 9ª ed., Abelardo-Perrot,
Buenos Aires, 1997, p. 326.
58
IBIDEM. p. 327.
59
BUSTAMANTE ALSINA, Jorge. Ibidem. p. 381.
60
FRANZONI, MASSIMO. Ibidem. p. 202.
61
FRANZONI, MASSIMO. Ibidem. p. 204.
37
En el caso de la responsabilidad por daños médicos el factor de atribución más
utilizado es el subjetivo, en ese contexto la presencia del dolo, esto es la intención
de causar un daño mediante un acto médico es encaminado habitualmente a la
vía penal como un delito de lesiones leves, graves u homicidio, empero si no se
constituye como parte civil en el proceso penal, el afectado o la familia puede
reclamar la indemnización por daños en un proceso civil independiente. Por otra
parte, la culpa se puede definir como el apartamiento de la conducta estándar o
razonable de un profesional médico, que aunque no desea la producción del
daño, no se comporta diligente para evitar dicho acontecimiento.62 En ese sentido,
se deberá tener en cuenta la probabilidad de ocurrencia de un daño médico si no
toma una precaución, la magnitud y el costo de la adopción de una medida de
precaución necesaria para evitar el daño médico.
La esencia de la culpa como un juicio de valor que el ordenamiento jurídico
emite cerca del agente (concepción normativa de la culpa). Con el juicio
reprobatorio se recrimina al agente que no se ha conducido conforme a derecho,
sino preferido obrar contra derecho a pesar de que hubiera podido conducirse
lícitamente y pronunciarse en favor del derecho. La culpa presupone, pues, un
acto contrario al derecho, que es achacado personalmente al agente, porque
descansa sobre una motivación de éste conculcadora del deber. Culpa es, por
tanto, la condición de un acto antijurídico que da pie a un reproche personal. 63
Bien sostiene Bustamante Alzina que la culpa se caracteriza así por: a) la
ausencia de intensión dolosa (maléfica); b) omisión de la conducta debida,
positiva o negativa, para prever y evitar el daño a otro. La ausencia de intensión
maléfica separa a la culpa del dolo y ubica el acto en un ámbito de
responsabilidad más benigno que el dolo. La omisión de la conducta debida
consiste en no hacer lo que debió hacerse, como en ejecutar lo que debió ser
62
La expresión ―el hombre en el Ómnibus Clapham‖ es empleado por la jurisprudencia inglesa para
anticipar que un individuo se encuentra en probabilidad de prever el correcto estándar de
cuidado. La expresión se origina en el nombre de Clapham, que designa un respetable distrito de
trabajadores ubicado al sur de Londres.
63
Enneccerus, Ludwig y otros. Tratado de Derecho Civil. Tomo I. II Parte.Bosh. Barcelona,
España. 1981. p. 902
38
motivo de abstinencia, para impedir un resultado dañoso. Este aspecto de la culpa
nos muestra los elementos positivos que integran el concepto:64
a) Valoración de conducta.- La culpa exige inexcusablemente una valoración del
comportamiento humano, y allí donde pueda hacerse un juicio de reproche
puede existir una culpa. Así, la reprobación de la ley se refiere a la mala o débil
voluntad de la persona que ha causado un evento dañoso. La culpa entonces
consiste en un defecto de la voluntad que impide la diligencia necesaria en las
relaciones humanas y por eso hace que se opere de forma imprudente (culpa)
o que se omitan las cautelas que se tenían que adoptar.
65
Sin embargo, la
negligencia es imputable como culpa a la persona sólo cuando las capacidades
físicas y psíquicas del sujeto hubieran podido permitirle comprender y realizar
el comportamiento debido.
66
Esto daría lugar a la culpa en concreto, y la
aparición en última instancia de la culpa en abstracto, y las presunciones de
culpa, que no serian parte del camino de la culpa psicológica y la
imputabilidad del agente a la previsibilidad del hecho lesivo basada en la
probabilidad que ocurra el hecho, si no se implementan las medidas necesarias
para evitarlo, y que alumbraría a la postre a la responsabilidad civil objetiva.
b) Juicio de reproche.- La valoración debe versar sobre la diligencia y la
prudencia en el actuar. La diligencia consiste en prever lo que era previsible y
en adoptar las providencias necesarias para evitar el daño. La prudencia
consiste en actuar con cautela cuando el daño se ha previsto. El juicio de
reproche determina la negligencia o la imprudencia de la conducta, o sea la
existencia de culpa. Las sanciones represivas pecuniarias y reparadoras que
brindan la reparación civil, tienen obviamente ese tinte ejemplificador y
compensatorio que tanto caracteriza a la responsabilidad por culpa y que lo
hace tan cercano por esa arista con la responsabilidad penal.
64
BUSTAMANTE ALSINA, Jorge. Ibidem. p. 338.
CORSARO, LUIGI. Culpa y responsabilidad: la evolución del sistema italiano. En: Alpa, Guido y
otros. Ibidem. p. 147
66
IBIDEM. p. 148
65
39
La doctrina italiana predominante considera la función principal de la
responsabilidad civil fundada en la culpa es mediar en un conflicto entre
propietarios era típica del siglo XIX. Hoy, sin embargo su función preeminente es
la de mediar en un conflicto entre propietarios empresarios y no propietarios (en
cuanto no empresarios). Esto implica que la responsabilidad por hecho ilícito se
transforme, necesariamente, en un instrumento de control social de actividades
productivas.67
La culpa se ha transformado en un juicio sobre un comportamiento, es decir, en la
afirmación de que un comportamiento es contrario a un modelo ideal,
correspondiente al de un hombre cuidadoso en evitar la realización de eventos
que puedan lesionar los intereses ajenos protegidos por ley. 68 En ese sentido, la
culpa del médico es el cumplimiento de la obligación consistente en la omisión de
aquellas diligencias que exigiere la naturaleza de determinada prestación médica,
y de acuerdo a las circunstancias del paciente, del estado de la ciencia médica,
tiempo e infraestructura hospitalaria.
La culpa puede presentarse en dos
versiones: como negligencia y como imprudencia. En la negligencia hay de parte
del sujeto una omisión de cierta actividad que habría evitado el resultado dañoso.
En la imprudencia en cambio, el sujeto obra precipitadamente o sin prever
íntegramente las consecuencias en las que podía desembocar su acción, de por
sí irreflexiva.69 En breve, la culpa es la omisión de la diligencia debida, sea por
que el sujeto hizo menos de los que debió (negligencia), fuera porque se atrevió a
hacer más de lo debido (imprudencia).
70
Así, es negligente la omisión de la
diligencia exigible en el tráfico, mediante cuya aplicación podría haberse evitado
un resultado que no ha sido querido, la realización no querida del supuesto de
hecho legal.
71
A todo ello, la teoría de la imputación objetiva, agrega dos
categorías que complementan la culpa, el incremento del riesgo permitido y la
infracción del deber de cuidado.
67
FRANZONI, MASSINI. IBIDEM. p. 220
CORSANO, LUIGI. IBIDEM. p. 148
69
Alterini, Atilio Anibal. Responsabilidad Civil. Abeledo Perrot. Buenos Aires, Argentina. 1992. p.94.
70
Ibidem. p.95.
71
Enneccerus, Ludwig y otros. Ibidem. p.887.
68
40
La conducta negligente también ha sido clasificada por la doctrina en dos
principales formas: 72
a) Cuando conociendo la posibilidad de que una conducta tenga un resultado
contrario a derecho, el agente acalla, esta preocupación, descuidando la
previsión exigible en el tráfico, con la esperanza de que no se producirá el
resultado en las circunstancias presentes (negligencia consciente);
b) Cuando no se conoce la posibilidad del resultado contrario a derecho, pero, de
haberse observado la diligencia exigible en el tráfico, se habría conocido y se
hubiera tenido que evitar la infracción del derecho (negligencia inconsciente).
La culpa como inicialmente único factor de imputación de responsabilidad, tuvo
que para sobrevivir recurrir a las presunciones absolutas de culpa, cuyas
principales formas son: a) la culpa in eligendo para justificar la responsabilidad por
hecho ajeno del patrono en la responsabilidad vicaria; de una culpa in vigilando
para justificar la responsabilidad por el hecho ajeno del responsable incapaz; y de
una culpa in custodiando, para justificar la responsabilidad por el daño ocasionado
por animales, entre otros supuestos de responsabilidad indirecta.
73
Esta es la
razón, por la que Trimarchi, asevera que las presunciones absolutas de culpa son
una evidente ficción. ―¿Qué cosa es –escribía Josserand- una culpa presunta sin
posibilidad de prueba contraria, sino una abstracción, un artificio del cual se sirve
el legislador para hacer nacer una obligación? Cuando se dice a un individuo: ―te
declaro obligado porque supongo que has cometido una culpa, y no permito
demostrar que no la has cometido, ello construye en realidad una relación jurídica
totalmente nueva (…).‖74 Las presunciones de culpa no son sino la antesala de la
llegada de otros factores de atribución, de carácter objetivo, tales como el riesgo,
la garantía, la equidad, o el abuso del derecho, camino que algunos prefieren
llamar de la culpa ética a la culpa social.
72
Ibidem. p.888.
FERNÁNDEZ CRUZ, GASTÓN. LAS TRANSFORMACIONES FUNCIONALES DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL. En:
Alpa, Guido y otros. Ibidem. p. 241-2.
74
CITADO POR FERNÁNDEZ CRUZ, GASTÓN. Ibidem. p. 242.
73
41
La culpa social exige que no se cuenten las cualidades de los sujetos, ni los
valores o intereses particulares de éstos, sino al contrario, se exige una
abstracción de los valores, acorde con las funciones del intercambio. De esta
manera se deja de tener como inspiración el pecado (culpa ética), y se atiende a
la idea del mercado y sus necesidades. Ello se traduce en presencia de actos y/o
hechos que signifiquen incumplimiento de deberes y/o violaciones de derechos,
apartamiento de los patrones de conducta estándares del hombre promedio o
razonable, y la necesidad de imponer al responsable el mero ―costo económico‖
de dichos comportamientos, buscándose con ello reproducir los mecanismos de
mercado alterados, esto es corregir los fallos ocasionados por daños injustos. 75
Ahora es bueno recordar que ―la reparación del daño, no es más vista como la
consecuencia de reglas con finalidades esencialmente preventivas y represivas
en función de conductas dañosas opuestas a los parámetros de tolerabilidad
social, sino como función primaria del instituto, que encuentra si acaso un límite, y
no su fundamento, en la consideración del hecho del responsable. El principio
liberal es derrumbado: no se pregunta ya si hay una buena razón para que el
autor de un daño deba responder, sino más bien, por qué podría ser negado el
derecho de la víctima al resarcimiento.‖ 76
El principio de la reparación integral, en donde la industrialización ha alcanzado
ya un grado aceptable de desarrollo tecnológico, permite hacer realidad, con el
carácter de principio general y no ya como excepción, la afirmación premonitoria
de Ripert ―de la responsabilidad a la reparación‖. Áreas tradicionalmente
aceptadas como de dominio de culpa, como por ejemplo, las de prestaciones
profesionales, pasan a ser de dominio en parte de la responsabilidad objetiva,
incluyendo aquéllas de tipo médica-quirúrgicas, allí donde el progreso alcanzado
por la ciencia y la técnica permitan afirmar que no más las víctimas de daños
deban subvencionar el desarrollo tecnológico.77 Empero, anota Fernández Cruz,
siempre la culpa, cumplirá un rol en cualquier sociedad contemporánea dentro de
75
CFR, FERNÁNDEZ CRUZ, GASTÓN. Ibidem. p. 246.
SALVI CITADO POR FERNÁNDEZ CRUZ, GASTÓN. Ibidem. p. 249.
77
FRANZONI CITADO POR FERNÁNDEZ CRUZ, GASTÓN. Ibidem
76
42
la cual se aplique un sistema de responsabilidad civil: el incentivar el desarrollo
técnico científico, en aquellas áreas aún no dominadas por el hombre. 78
La negligencia médica en última instancia esta constituida por una serie de
conductas que se apartan del actuar de un ―médico razonablemente diligente‖ que
vulnera la seguridad de los pacientes,
79
y da lugar a una conducta iatrogénica
negativa o si se prefiere a un evento adverso en perjuicio del paciente. En ese
sentido, Woolcott de manera brillante describe los dos espacios en donde se
puede analizar los daños médicos, desde la perspectiva de la seguridad del
paciente, donde se incluye accidentes o errores médicos junto con actos de
negligencia bajo el concepto de evento adverso; y por otra parte el concepto de
negligencia médica, usado normalmente en procesos disciplinarios, procesos
penales y reclamaciones de indemnizaciones.
80
El gran aporte de la primera
posición es demostrar que una parte de los daños médicos son atribuibles a la
estructura de salud como sucede con las infecciones nosocomiales, los contagios
por transfusiones de sangre, los daños derivados de la utilización de ciertos
aparatos o instrumentos, 81 y no por un acto médico negligente. Empero, queda
claro que por solidaridad social incluso estos daños no culpables deben ser
reparados tal y como lo viene haciendo la jurisprudencia nacional y extranjera,
principalmente bajo la teoría de la garantía y seguridad del paciente.
La previsibilidad – dentro del ámbito de la responsabilidad contractual- tiene tres
flancos donde mostrar su efectividad: el primero sería el que fundamenta el juicio
de responsabilidad; con lo que habría que distinguir, en esta sede, si la
responsabilidad
de
la
que
se
trata
es
objetiva
o
subjetiva.
La
previsibilidad/imprevisibilidad actuaría en ambos supuestos: imprevisible es lo qie
excede del ámbito del deudor, en cuyo caso hablariamos de la previsibilidad
determinante de la imputación de la responsabilidad por culpa (criterio de
imputación de la responsabilidad), o por el contrario, la asignación del riesgo
derivará de la norma que prevé el sistema de responsabilidad objetiva para el
78
FERNÁNDEZ CRUZ, GASTÓN. Ibidem. p. 253.
WOOLCOTT OYAGUE, Olenka, Salud, daños e indemnización. A propósito del seguro médico
obligatorio, cit., p. 15.
80
Ibidem.p. 22
81
Cfr, Ibidem.
79
43
supuesto en concreto. Un segundo flanco es el propio al deudor de buena fe en
orden a delimitar los daños de los tiene que responder previsiblemente si es que
incumpliera. Y un tercer flanco sería la previsibilidad aplicada al sujeto en
concreto, esto es analizar la conducta que habría desarrollado un observador
objetivo que disponga de los conocimientos de un hombre inteligente del
correspondiente sector del tráfico objeto de la prestación, o el comportamiento
que habría tenido un hombre prudente a la hora de juzgar la adecuación de su
conducta, aunque la teoria probabilistica es otra opción apoyada por la doctrina,
que en ámbito médico no ha sido tarea sencilla aplicarla. 82
Retomando la responsabilidad por culpa del médico se puede identificar como
elementos característicos de la misma los siguientes: a) Un comportamiento
propio, activo o pasivo; b) que dicho comportamiento viole el deber de atención y
cuidado propios de la profesión médica; c) que ese obrar antijurídici sea imputable
subjetivamente al médico, a título de culpa, dolo o malicia; d) que del obrar
antijurídico e imputable al médico se siga, para el paciente, un daño; e) que ese
daño sufrido por el paciente guarde relación de causalidad adecuada con el hecho
del médico; f) Sin perjuicio de las hipótesis de responsabilidad objetiva, sea con
base en la obligación de seguridad o garantía del empleo de cosas riesgosas o de
la exteriorización por el médico de conductas peligrosas. 83
La cuestión de la apreciación de la culpa puede sintetizarse en dos posiciones
aparentemente opuestas: a) Según una de ellas debe tomarse en consideración
para apreciar la culpa un criterio abstracto u objetivo, o se que el módulo de
comparación está dado por la previsibilidad general de un tipo abstracto (el buen
padre de familia, el hombre de diligencia común, la diligencia exigible en el tráfico
comercial, etc); b) Según la otra, el criterio es concreto o subjetivo, o sea que la
culpa se aprecia en relación al sujeto mismo sin comparación alguna con ningún
tipo abstracto, atendiéndose sólo a sus condiciones personales y demás
82
Cfr, Diaz- Regañon García- Alcala, Calixto. Responsabilidad objetiva y nexo causal en el ámbito
sanitário.Editorial Comares. Granada- España.2006.p.24-26
83
Mosset Iturraspe, Jorge. Responsabilidad de los profesionales. Rubinzal Culzoni. Santa FeArgentina. 2001.p.252-3.
44
circunstancias de tiempo y lugar.
84
Lo cierto, es que en los hechos cuando
ambas posturas se complementan dan mejores resultados al caso concreto.
Basta con que el resultado haya sido previsto (a) como posible o hubiese
tenido que ser previsto, (b) ahora bien, la probabilidad de que se produzca ese
resultado no ha de ser tan pequeña que no hubiera hecho abstenerse del acto a
los hombres que obran con consciencia de su deber. Al enjuiciar esta cuestión se
ha de considerar, además de la extensión de la probabilidad y de un modo muy
especial, el valor ético y económico del acto que se trate y el valor del bien con
ese acto se pone en peligro, en el caso de los médicos la salud y dignidad de los
pacientes. 85
La diligencia exigible debe en primer lugar medirse según lo que podría y
debería esperarse, según la índole de la actividad, en este caso médica, de un
médico competente de acuerdo al estado actual de las ciencias médicas y la
situación en concreta en que se realizo el acto médico. Una operación quirúrgica,
realizada inmediatamente en el propio lugar del accidente sobre un herido al que
es imposible transportar, y con medios insuficientes, no puede ser juzgada con los
mismos criterios que una operación realizada en un hospital. En consonancia con
ello se debe tener en cuenta la especial situación del lugar, la necesidad de tomar
una determinación rápida, la repentina aparición de una situación extraordinaria,
circunstancias de guerra o situaciones de especial peligrosidad. 86
84
BUSTAMANTE ALSINA, Jorge. Ibidem. p. 340-1.
Ibidem.
86
Ibidem. p. 891.
85
45
Desde el ámbito de los servicios médico podemos sostener que todo
profesional médico que no ejecuta sus obligaciones sea con intención de
incumplirlas directamente (dolo) o por culpa inexcusable o culpa leve, es
responsable por los daños que causen dichas conductas antijurídicas y culpables,
y por ende del pago de una indemnización a favor del paciente. 87 En ese contexto
podemos encontrar los siguientes supuestos:88
Omisión de prestación de servicios médicos, en la cual el profesional
médico omite realizar una asistencia médica en el momento oportuno, siendo
las razones más comunes un diagnóstico deficiente sobre emergencia médica
o la escasez de recursos del paciente, siendo subtipos de este supuesto:
a.1) Imposibilidad sobreviniente, el profesional médico no ha realizado el
acto médico necesario para resguardar la integridad física del paciente, por
disposición del centro médico o por iniciativa propia, razón por la cual la
salud del paciente se agrava, incluso en ocasiones de manera irreversible,
siendo por ello imposible que la prestación del centro médico o el
profesional médico pueda ejecutarse luego de acaecido el daño, razón por
la cual sobreviene una imposibilidad de la ejecución de la prestación.
a.2) Retardo, el centro médico o profesional médico según sea el caso, no ha
brindado el servicio médico de manera oportuna, sin embargo los
resultados de la prestación médica son todavía necesarios para mejorar la
salud del paciente, existiendo la posibilidad de evitar un daño médico por
tratamiento tardío, si se ejecuta un acto médico de urgencia. De producirse
un daño a la salud del paciente por haber ejecutado tardíamente el acto
médico estos daños son indemnizables plenamente.
a.3) Incumplimiento del servicio médico, el centro médico o el profesional
médico estando obligado contractualmente ha realizar un acto médico no lo
ha realizado oportunamente, pese a los requerimientos del paciente, y
87
88
Cfr, Artículo 1321º del Código Civil
Cfr, ESPINOZA ESPINOZA, Juan, Derecho de la Responsabilidad Civil, 2ª ed., cit., p. 32.
46
siendo la prestación aún posible de ejecutar, el paciente, si tiene los
medios económicos, puede optar porque el mismo lo ejecute un tercero,
exigiendo posteriormente que estos costos y los daños y perjuicios
generados sean asumidos por el centro médico o profesional médico que
tenía la obligación contractual de ejecutarlos. 89
POTESTAD SANCIONADORA DEL COLEGIO MÉDICO DEL PERÚ
Es potestad del Colegio Médico del Perú, previo un debido procedimiento Ético Disciplinario, imponer sanción a
cualquiera de sus miembros que, en el ejercicio de la profesión o en el desempeño de cargos directivos o
encomendados por sus organismos, faltara a las disposiciones del Estatuto, Reglamento, Código de Ética y
Deontología, demás reglamentos, o a los acuerdos y resoluciones emanados por el Consejo Nacional o El
Consejo Regional según corresponda.
FALTAS DE ÉTICA DEL MÉDICO
Es falta de ética del médico hacer comercio de productos diagnósticos o terapéuticos o de materiales médicos,
dentro de la institución donde labora, en su consultorio o fuera de él, por venta directa o por relación con el
fabricante o el vendedor de dichos productos, salvo circunstancias especiales en beneficio del paciente.
Son contrarios a la ética y al decoro de la medicina, el charlatanismo en materia médica, cualquiera sea su forma.
El médico está obligado a oponerse a ello por todos los medios a su disposición, así como a la preparación, venta
y uso de medicamentos llamados secretos, que no tienen respaldo científico, debiendo denunciarlos al Consejo
Regional correspondiente.
El médico debe ejercer y fomentar la medicina en forma científica. No podrá incurrir en actos de curanderismo,
cualquiera sea su forma, inclusive de las que presumen ser científicas.
Comete falta ética el médico tratante que, voluntariamente, hace mal uso de las condiciones pactadas en las
pólizas, planes o programas de prestaciones de salud de su paciente con la finalidad de beneficiarse o de
beneficiarlo indebidamente.
Comete falta contra la ética aquel médico que, sin el consentimiento expreso del médico tratante, interfiera en el
acto médico de éste.
Todo médico que ejerce en una institución pública o privada, debe actuar de acuerdo con los principios inherentes
a la medicina y a su ejercicio, así como velar por el respeto de los mismos y actuar en el mayor interés del
paciente. Es deber del médico, sea cual fuere el cargo, función o responsabilidad que tenga en su actividad
profesional o institucional, comunicar al Consejo Regional correspondiente los hechos que afecten los principios
antes indicados o los derechos de los pacientes.
Comete falta contra la ética profesional, el médico que, con propósito de lucro o sin él, propicia o ejecuta tráfico o
comercio de material genético, partes de células, células, tejidos u órganos de origen humano, sin perjuicio de las
responsabilidades civil y penal que puedan corresponderle.
Comete falta contra la ética el médico que, trabajando por cuenta de una institución de salud pública o privada,
induzca por cualquier medio a pacientes atendidos por él en dichas instituciones a acudir a su consulta privada o a
una institución diferente, con el propósito de atenderlos.
Es falta contra la ética fraccionar el acto médico con el fin de aparentar una reducción en el monto de los
honorarios, así como percibir comisiones por recomendar o derivar pacientes a otros médicos o a instituciones de
salud.
DE LA PRESCRIPCIÓN MÉDICA
El médico debe ser especialmente cuidadoso al prescribir medicamentos que puedan tener efectos tóxicos o
peligrosos para la vida o la salud de las personas. Es falta contra la ética propiciar cualquier forma de
dependencia a drogas, así como proporcionar o prescribir estupefacientes, psicotrópicos u otras drogas de uso
89
Cfr, ARTÍCULO 1150 DEL CÓDIGO CIVIL
47
médico, a personas adictas con propósitos ajenos a la terapéutica.
El médico debe informarse permanentemente sobre la farmacología de los medicamentos que prescribe a sus
pacientes y, en caso de medicamentos o drogas nuevas, no suficientemente experimentadas o que tuvieran
efectos adversos graves, deberá obtener el consentimiento informado del paciente. Es deber del médico informar
al paciente sobre las características y posibles efectos del medicamento que prescribe.
ACTOS CONTRA LA HUMANIDAD
Comete falta ética el médico que, haciendo uso de sus conocimientos, habilidades o destrezas profesionales,
participa o coopera, directa o indirectamente, en actos de tortura, genocidio o desaparición forzada de personas.
Fuente: Artículos 13°-25° y 32°-39° del Código de Ética y Deontología del Colegio Médica del Perú
a.3.1. Prestación defectuosa del servicio médico, en la que el centro médico
o profesional médico ha realizado el acto médico para cumplir con la
prestación médica requerida; sin embargo este no se ajusta a la calidad del
servicio pactado entre el médico y el paciente, por ejemplo: una
intervención odontológica o una cirugía plástica, o peor aun, dicho acto
médico no cumple la finalidad de mejorar la salud del paciente ni su calidad
de vida conforme lo convenido. En este ámbito encontramos los siguientes
supuestos: 90
Cumplimiento defectuoso del servicio médico, esto es cuando se ofrece
un servicio con determinada calidad y condiciones, y la prestación ejecutada
es de una calidad inferior por ejemplo: se utiliza en una curación
odontológica materiales de una calidad inferior lo que ocasiona no solo un
posterior malestar en el paciente sino incluso un daño médico, o se produce
un resultado diferente al prometido al paciente al haberse por usado por
ejemplo: ivocron (material más barato) en lugar de porcelana para realizar
una prótesis fija de una pieza dentaria, no obstante lo pactado con el
paciente, siendo ello no solo menos estético sino menos duradero. Otro caso
puede ser la realización de un tratamiento para el acné con laser que
ocasiona quemaduras de segundo grado en el paciente y no el resultado
deseado por la paciente.
Cumplimiento parcial del servicio médico, este supuesto se presenta
cuando el acto médico no se ha culminado por completo habiéndose
pactado la entrega total de una prestación médica dentro plazo. Ejemplo: a
90
Cfr, ARTÍCULO 1151 DEL CÓDIGO CIVIL
48
nivel de servicios médicos odontológicos en donde se puede cancelar
completamente un servicio de ortodoncia o curaciones, el cirujano dentista
solo cumple con una parte del acto médico prometido, siendo en muchas
ocasiones este cumplimiento parcial el que ocasiona daños a la salud del
paciente y otros perjuicios de orden psicológico o emocional.
a.3.2. Cumplimiento tardío del servicio médico, es aquella situación en el que
se ejecuta el servicio médico de manera tardía o ejecutado fuera de los
plazos recomendados generando un perjuicio al paciente. Este es el caso
del incumplimiento de la atención debida en caso de emergencia, o el caso
de la instalación de una prótesis parcial o removible anterior luego de un
mes del plazo establecido, cuya ausencia provoca una enorme
incomodidad emocional al paciente, e incluso ser el inicio de una depresión
al haber estado indispuesto emocionalmente para continuar sus actividades
diarias.
En el ámbito de la responsabilidad civil médico del galeno, la culpa será el
factor de atribución preponderante, pues cumple un rol desincentivador de
conductas negligentes y como incentivo para promover estándares de calidad en
los servicios médicos. En otras palabras, es la forma como la sociedad
desaprueba conductas negligentes de los profesionales médicos, y que puede
tener su correlato en el ámbito administrativo, en casos muy graves en el fuero
penal. De ahí, que los seguros médicos directos, sea del galeno o el paciente, no
sustituyan a la responsabilidad civil de este rol de desaprobación social, sobre
todo ante la ausencia de procedimientos disciplinarios eficientes.
La responsabilidad civil por daños médicos parte de ordinario de un
presupuesto contractual. En este ámbito el médico que causa un daño médico
con la intensión de hacerlo (dolo) o por negligencia responde por los perjuicios
ocasionados. Sin embargo, el propio centro médico debe responder en estos
casos en razón a que realiza una actividad riesgosa de cuyos daños es
responsable, piénsese en las víctimas de infecciones intrahospitalarias por no
haber implementado las medidas de bioseguridad adecuadas. También están los
49
casos de los daños ocasionados por los incapaces a cargo de un centro médico
quien no tomo las medidas pertinentes para evitar los mismos. Empero, el
supuesto más común aplicado a la responsabilidad por daños médicos es el de la
solidaridad en el pago de la indemnización por daños médicos entre el profesional
médico y el centro médico en base al apotema de la responsabilidad del principal
por los actos del dependiente. Recordemos que en el caso de una responsabilidad
por daños médicos por incumplimiento de un contrato, el factor de imputación
suele ser también la culpa, negligencia y ocasionalmente el dolo.
Bien dice el juez Vocos ―difícilmente puede concebirse un supuesto en que sea
mayor el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, que en
el caso de los médicos. En sus manos queda no sólo la salud, sino incluso, en
determinadas circunstancias, la vida misma de sus pacientes. Y cuando está en
juego la vida de un hombre, la menor imprudencia, el descuido o la negligencia
más leves, adquieren una dimensión especial que les confiere una singular
gravedad. No hay cabida para culpas pequeñas. El recto ejercicio de la medicina
es incompatible con actitudes superficiales.‖ 91
Así por ejemplo se entiende que
en el ejercicio de técnicas en estado de experimentación el médico debe solicitar
previamente al paciente su consentimiento e informar de los riesgos del mismo, o
en el caso daños médicos ocasionados por el empleo de cosas y materiales
médicos la responsabilidad es objetiva, teniendo en cuenta la obligación tácita de
seguridad con el paciente. En la orbita contractual el profesional médico responde
en calidad de deudor por los daños ocasionados mediante el empleo de cosas,
ella existirá cuando el daño provenga del riesgo o vicio de la cosa. Finalmente, no
olvidemos que el médico no se exime de responsabilidad cuando receta un
medicamento de nocividad conocida o cognoscible y asume el riesgo de
prescribirlo, sin las precauciones del caso (exámenes previos o consentimiento).92
91
Mosset Iturraspe, Jorge. Responsabilidad civil del médico. Astrea. Buenos Aires- Argentina.
1985.p.201.
92
Cfr, Mosset Iturraspe, Jorge. Responsabilidad de los profesionales. Rubinzal Culzoni. Santa FeArgentina. 2001.p.160-1.
50
2.1.5. La responsabilidad civil objetiva de los centros de asistencia médica
Señala, Lalou, que el problema del fundamento de la responsabilidad civil sólo
se replantea al final del siglo XIX, por que hasta 1890 no existía discusión real en
punto a que no exista responsabilidad sin culpa. El autor citado otorga una
importancia especial a la primera ley francesa de accidentes de trabajo, cuya
fecha es de 9 de abril de 1898, producto seguramente de las incipientes luchas
sindicales a consecuencia del incremento de los accidentes en la industria y en la
minería y de la elemental idea de justicia que su producción suscitaba. La lógica
de esta ley era que el empresario es responsable de pleno derecho,
independientemente de toda culpa por su parte, de los accidentes acaecidos con
motivo del trabajo a sus obreros y empleados. La víctima sólo tiene que probar el
accidente. Únicamente pierde sus derechos, cuando el accidentes es resultado de
su culpa intencional; cuando exista culpa inexcusable, simplemente se reduce la
indemnización debida en la forma de una pensión; por el contrario, cuando el
accidente se debe a la culpa inexcusable del patrono, o de quienes lo sustituyan
en la dirección, se podía aumentar la indemnización.
93
La llamada doctrina del
riesgo se formula estableciendo que toda actividad que crea para los demás un
riesgo especial, hace al autor de tal actividad responsable del daño que dentro de
ese marco de riesgo se puede causar, sin que haya que buscar si ha existido o
no culpa por su parte. Se justifica con una elemental idea de justicia: si con su
actividad una persona se procura un beneficio es justo que repare los daños que
causa. 94
Empero, hubo un periodo de transito previo al reconocimiento de la
responsabilidad civil objetiva, plasmada en el concepto de la culpa objetivamente
entendida y que, no era otra cosa, que la causa adecuada del evento lesivo. Esta
postura, explica las denominadas presunciones de culpa, que por sí mismas no
tendrían justificación si se refirieran a un estado subjetivo o psicológico del
agente. En cambio, producido un evento vinculado con una determinada
actividad, resulta coherente y razonable imputar dicho evento a la falta de
adopción de una medida de protección y seguridad; resulta razonable, pensar que
93
94
Diez- Picazo, Luis. Derecho de Daños. Civitas. Madrid- España. 1999. p.108
Ibidem.
51
el modelo teórico de comportamiento no ha sido respetado. Las presunciones de
culpa, así, son en suma presunciones de causalidad, porque en estos casos, se
presume que el llamado responsable ha causado el hecho. 95
Esta posición explicada, además, el concepto de riesgo, en el sentido de que el
riesgo se presenta como conexión de un evento con una actividad o con un acto;
pero al mismo tiempo, como una elección de la ley misma, para hacer
responsable a la persona que actúa, sobre la base de la probabilidad estadística
de que el evento lesivo se haya producido como consecuencia de aquella
actividad. El evento riesgoso es aquel que, por procede materialmente de una
determinada actividad, resulta imputado causalmente a una persona. La razón de
la imputación radica en la presunción de que dicha persona ha realizado un
comportamiento que no se corresponde con lo esperado. Si este último hubiese
sido cumplido, se habría evitado la producción del evento asociado con la
actividad desarrollada. 96
Con todo, la responsabilidad civil objetiva permite la supervivencia de un
mecanismo de reparación de daños mediante un sistema de reparto y de
socialización de los riesgos en la sociedad (el empresario incluye en el producto
final estos costes potenciales), sin suprimir el sistema de responsabilidad por
culpa. Recordemos que con frecuencia las medidas idóneas para evitar todo
riesgo son demasiado costosas y el Derecho no considera que haya culpa por
falta de adopción de las mismas, si su falta deja subsistir una probabilidad muy
remota de daño, teniendo en cuenta la utilidad social de la actividad en cuestión,
este es el caso de la actividad aeronáutica. 97 Quizás una causa no deseada de
este sistema de responsabilidad objetiva es que en ocasiones el empresario no
realice las pruebas de calidad adecuadas para la producción de un producto
optimo, desplazando al mercado el costo del ―control de calidad‖, este es el caso
recientemente de las cámaras web de HP que no funcionaban adecuadamente
con personas de color, o la de productos médicos defectuosos cuyo costo de
95
Corzaro, Luigi. Culpa y responsabilidad civil: la evolución del sistema italiano. En: León, Leysser.
Ibidem. p. 184
96
Ibidem
97
Cfr, Diez- Picazo, Luis. Ibidem. p.113
52
recupero es más alto que el de las potenciales demandas que se pueden generar
por los daños que ocasione. Empero, es en estas circunstancias en que los
procedimientos sancionadores aplicables a la actividad económica y la
responsabilidad penal en determinados casos, deben poner coto a estas
circunstancias no deseadas.
Así, la responsabilidad por riesgo se asocia históricamente a los accidentes de
trabajo o de actividades empresariales que entrañan riegos a terceros, propios de
la actividad económica o industrial, que de suyo son perfectamente lícitas. Tales
daños, cuando son inevitables, es decir consecuencias de aquellas actividades
permitidas aunque riesgosas que no pueden ser eliminadas por más que se
observe la debida diligencia (por ejemplo tráfico de carretera, ferrocarril o aéreo,
actividades mineras, industriales, etc), no pueden incluirse en la categoría de
antijuridicidad, son el riesgo permitido de una actividad permitida. Esta nueva
realidad obliga a la doctrina a construir la idea de que aquel que ocasiona un
riesgo para la vida social, por desarrollar una actividad conforme a derecho pero
que implica peligros típicos, debe responder también de estos peligros (principio
de responsabilidad por riesgo). En especial que nadie debe explotar una industria
a riesgo de otro, pues su responsabilidad por riesgo es sólo una parte del coste
de explotación de su industria. 98 Así, el empresario de un ferrocarril responde por
las muertes o lesiones corporales causadas en ejercicio del servicio, el titular de
una empresa eléctrica responde por los daños a personas o cosas provocados
con ocasión del servicio eléctrico, el empresario minero responde por el daño
ambiental ocasionado, el propietario de un vehículo terrestre, marítimo o aéreo lo
propio, etc.
Las condiciones necesarias para que la responsabilidad objetiva sea un
instrumento necesario para minimizar el costo social de los accidentes son tres: a)
la tecnología para la prevención más eficiente recae de manera significativa en el
agente, que quiere decir que una de las partes (el dañador potencial) esta en
mejor condición o capacidad tecnológica para reducir la ocurrencia o la gravedad
de los accidentes previstos, en el caso de las infecciones nosocomiales y eventos
98
Enneccerus, Ludwig y otros. Tratado de Derecho Civil. Tomo I. II Parte.Bosh. Barcelona, España.
1981. p. 928-9
53
adversos en general es evidente que el centro asistencial potencialmente cuenta
con la organización y recursos para prevenirlos o al menos minimizarlos; b) el
resarcimiento de la víctima tiene que ser ―perfecto‖, esto es que la indemnización
sea idónea para permitir disuadir conductas dañosas; c) debe ser claro, ex ante,
quienes son el dañador y la víctima potenciales, evidentemente si sólo una de las
partes puede adoptar las prevenciones, es necesario saber cual es como sería el
caso del empleador en trabajos de alto riesgo. 99
En el caso específico de una negligencia médica de un profesional médico,
entrañara la responsabilidad solidaria de este último frente a la víctima, y lo propio
ocurrirá si un menor de edad o enfermo mental puesto a su cargo ocasiona daños
a una persona.
100
La responsabilidad civil por hecho de las cosas animadas e
inanimadas como los gérmenes de un laboratorio también es un supuesto de
responsabilidad civil por propagación de enfermedades cuando medie culpa, dolo
o una obligación de garantía o seguridad al paciente, esto es había forma de
evitar el contagio. Así por ejemplo, una infraestructura hospitalaria vetusta o
ruinosa puede ocasionar la propagación de enfermedades a los familiares o
pacientes caso en el cual el hospital deberá responder por estos perjuicios
cuando era posible evitarlos con las medidas de prevención correspondientes.
Asimismo, el centro hospitalario también responde por los casos en que algún
animal del laboratorio escape y sea vector de una enfermedad, diseminándola. Su
responsabilidad también alcanza los cultivos de bacterias que realiza y si estas
por inobservancia de procedimientos de bioseguridad ocasionan infecciones
noscomiales independientemente que pueda repetir contra el personal médico
involucrado.
Compartimos con un sector de la doctrina el reconocimiento de la existencia de
una obligación de seguridad del paciente, a cargo de la entidad asistencial, que se
obligo a dar atención al paciente, sea vía contractual o por imperio de la ley, y que
99
Cfr, Monateri, Pier Giuseppe. Ibidem. p.125-7
Téngase en cuenta el artículo 1975º.-―La persona sujeta a incapacidad de ejercicio queda
obligado por el daño que ocasione, siempre que haya actuado con discernimiento. El
representante legal de la persona incapacitada es solidariamente responsable‖, y el artículo
1976º.- “No hay responsabilidad por el daño causado por persona incapaz que haya actuado sin
discernimiento, en cuyo caso responde su representante legal”.
100
54
por tanto cuando el médico causa un daño por mala práctica, origina
responsabilidad directa. Esto en buena cuenta es un tipo de responsabilidad
objetiva, a cargo de la entidad, sanatorio u hospital, con base en que al lucrar con
la prestación de servicios médicos y asistenciales, se hace razonable que cargue
con las consecuencias de la culpa de los profesionales, máxime cuando entonces
la reparación de los daños posiblemente sería más segura para quien los sufre. 101
Así, el centro hospitalario, deudor de la prestación asistencial no puede
exonerarse alegando culpa o dolo del dependiente (auxiliar, sustituto o ayudante),
puesto que quien debía la prestación era este y no los terceros de los que se vale
para concretarla. 102
La responsabilidad civil del centro asistencial, esta claro será de carácter
contractual, en tanto que a la responsabilidad civil del auxiliar o tercero del que se
vale para ejecutar la prestación médica, será una responsabilidad contractual
accesoria, pues a entrado en contacto con el paciente en virtud de un contrato
que lo hace parte de la organización hospitalaria, aunque con responsabilidades
diferenciadas.
103
De esta manera, se podrá acumular en un solo juicio las
pretensiones contra ambos demandados y obligados solidariamente por la
totalidad del resarcimiento solicitado.
104
La responsabilidad del principal por los
daños que ocasiona el dependiente alcanza los actos realizados en ejercicio de la
función encomendada, aún cuando ella fuera ejercida de manera irregular o
abusivamente, esto es responde civilmente el hospital tanto en el caso de un error
en la sala quirúrgicas como por la violación sexual de una paciente por parte de
uno de sus empleados, este último supuesto es lo que la doctrina denomina un
daño con ocasión de sus funciones.
En ese sentido, se prescinde de la
naturaleza licita o ilícita de los actos de los dependientes, sean en ejercicio o con
101
Mosset Iturraspe, Jorge. Responsabilidad civil del médico. Astrea. Buenos Aires- Argentina.
1985.p.114
102
Cfr, Ibidem p.115
103
Mosset Iturraspe manifiesta que ―la responsabilidad del auxiliar, es el de una responsabilidad
contractual accesoria; incurre en ella, no cualquier tercero, pero sí la persona elegida por el
deudor para el cumplimiento; persona que entra en contacto con el acreedor y realiza, con su
conformidad, el comportamiento encaminado a ese fin.‖ En: Responsabilidad civil del médico.
Astrea. Buenos Aires- Argentina. 1985.p.117
104
Ibidem.
55
ocasión de sus funciones, se hace responder al centro asistencial en forma
solidaria con el médico causante del daño.
Finalmente, partiendo del principio según el cual el deudor que emplea para
cumplir con su deber para con el acreedor una incubadora de su propiedad- en el
caso de un sanatorio- o un tipo de anestesia o instalaciones en deficiente estado
de esterilización o un bisturí en malas condiciones, no puede liberarse probando
su no culpa; debe, a esos fines, demostrar el caso fortuito, el hecho extraño, y ello
es imposible cuando se trata de cosas de su propiedad, que emplea para cumplir,
pero que tienen en su estructura o en su estado de conservación o de higiene el
germen o el origen del daño. El vicio o riesgo de la cosa no es, por tanto, un
hecho extraño, sino un hecho propio, del cual hay que responder. Esa
responsabilidad en los casos mencionados alcanzan a la institución, propietaria o
guardiana de las cosas. En cuanto al médico, es cierto que el médico usa las
cosas como medios, pero no siendo no el dueño ni el guardián de ellas, es ajeno
a sus vicios y sus riesgos. Para él, que no tiene ni el poder jurídico ni el poder de
hecho, tales eventos son imprevisibles, no puede prevenirlos ni evitarlos105 salvo
casos excepcionales donde sea evidente el deterioro o contaminación de los
equipos y sin que medie causa de justificación sean utilizados.
Merece la pena recordar que acertadamente la jurisprudencia francesa fue
quien empezó (1936) ha reconocer la obligación de seguridad como incluida
tácitamente con carácter general y accesoria en ciertos contratos para preservar a
las personas,106 contra los daños que podía originarse en la ejecución del
contrato, especialmente en los casos de relaciones médico, paciente y los
sanatorios o clínicas. Lo que implica no solamente que el tratamiento médico este
libre de errores u omisiones sino además que el material y medicinas sea idóneo
para el restablecimiento de la salud del paciente. En caso de responsabilidad por
productos médicos defectuosos queda claro que los fabricantes y proveedores,
podrán ser demandados e incluso denunciados civilmente por el centro asistencial
o lo médicos según corresponda.
105
Ibidem.p.158-9
BUSTAMANTE ALSINA, Jorge. Ibidem. p. 392.
106
56
57
Finalmente, acordémonos que el médico no puede ser obligado a ejercer el acto
médico si las condiciones de infraestructura, equipo o insumos no garantizan una
practica médica ética e idónea, salvo en los casos de situaciones extrema
necesidad o emergencia conforme lo establece el artículo 6 del Reglamento de la
Ley del Trabajo Médico, Decreto Supremo No 024-2001-SA, es letra muerta, y en
la practica en nuestros hospitales se trabaja con lo que se tiene en la mano, en
procura del bien común, incluso la aparición de casos de médicos que ante la
necesidad utilizan herramientas de herramientas para realizar actos médicos ha
sido elogiada por un Ministro de Salud en el Perú (2008).107 Eventualmente, en
casos de daños médicos ocasionados por deficiencias en infraestructura, equipo o
insumos como el descrito será el centro asistencial (MINSA) al tener el deber de
velar por la idoneidad de estos materiales, es el que deberá asumir el pago de la
reparación civil, quedando exento de responsabilidad civil el médico, si se trataba
de un caso de emergencia o extrema necesidad.
Otro defecto de nuestro sistema de salud nacional es que en el ámbito de la
donación de sangre, se rige sobre la base de la reposición y no en la donación
107
Garrido Lecca y el "Doctor Taladro" - Sobre el uso de herramientas de ferretería en
intervenciones quirúrgicas. En: http://blog.pucp.edu.pe/item/27203/catid/3458
58
voluntaria y sistemática, que ofrece mayor seguridad, al permitir hacer
seguimiento a los donantes, a diferencia de la donación efectuada por una
persona de quien no se conoce más que lo que declara y se examina al momento
de la donación propiamente dicha, aumentando el riesgo de transmisión de
infecciones como la ocurrida en la Maternidad de Lima en el 2004 en el que cinco
recién nacidos fueron contagiados de VIH vía transfusión sanguínea. 108 Woolcott,
manifiesta que este caso la responsabilidad por culpa se encuentra muy diluida
entre el personal médico involucrado en el proceso de transfusión, siendo muy
difícil aplicar la responsabilidad por culpa para reparar a la víctima, por lo que se
debe recurrir, a la responsabilidad objetiva del establecimiento de salud en que se
practicó la transfusión. 109
Concordamos con Woolcott que el deber de seguridad del establecimiento de
salud concierne a la organización, instrumental, alimentación, sistematización
logística y turnos de asistencia y vigilancia de aquel. Ello significa que si el
establecimiento de salud falta a esos deberes incurre en incumplimiento
contractual y responderá directamente por los daños causados.
110
Ciertamente,
aunque el espíritu de solidaridad social procese este supuesto de manera
categórica como uno de responsabilidad objetiva sobre la base del quehacer
profesional médico como una actividad riesgosa o uso de bienes riesgosos,
cuyos daños son necesarios difuminar en la sociedad, el asunto en la doctrina no
es pacífico y ha suscitado incluso la reforma del sistema de salud francés para
implementar dicha postura.
La aceptación de una obligación de seguridad con respecto al paciente es lo que
realmente ha consolidado la imputación objetiva de la responsabilidad médica
tanto en el ámbito del medico como individuo como del hospital como
organización, específicamente para casos que suelen asociarse a daños
accidentales asociados a la prestación de salud como las infecciones
nosocomiales. Así las cosas, puede ocurrir que el paciente solamente le bastaría
108
Diario ―El Comercio‖ del 11.12.04, p.a11.
CFR, WOOLCOTT OYAGUE, Olenka, Salud, daños e indemnización. A propósito del seguro médico
obligatorio, cit., p. 84.
110
CFR, IBIDEM.
109
59
probar el incumplimiento y el daño, sin necesidad de probar la culpa del personal
médico o la causa siga desconocida, para hacer responsable directamente al
centro asistencial.
2.1.6. La responsabilidad civil de los profesionales médicos y la
responsabilidad indirecta o por hecho ajena
La idea de una verdadera responsabilidad por hecho ajeno es una idea
antiquísima. En efecto, armoniza con una organización muy sólida de las
agrupaciones sociales. El grupo, el clan, la tribu, la familia, por absorber la
individualidad de sus miembros, resultaba en su generalidad, al menos por los
delitos penales cometidos por uno de ellos, responsable solidario de las
obligaciones patrimoniales derivadas del mismo.
111
Así, el orden que liga a los
hombres en sociedad obliga, no sólo a no perjudicar a otro con nuestras acciones,
sino también a vigilar sobre las personas que dependen de nosotros; a ser cautos
en la elección de aquellos de quienes queremos servirnos, a fin de que no lleguen
a ser causa de daño a los demás. Nadie dudo nunca de esta verdad, por que no
es difícil comprender que la falta de vigilancia o mala elección son verdaderas
culpas y constituyen otras tantas omisiones en el cumplimiento de nuestros
deberes; de modo que, si bien la responsabilidad que de ello se desprende se
llama, en el lenguaje jurídico aceptado responsabilidad de hecho no propio,
igualmente es, según el rigor de los principios una verdadera responsabilidad del
hecho propio por culpa in eligendo, o por culpa in vigilando como bien sostenía
Giorgi, a inicios del siglo XX. 112
Dependiente es quien ha sido puesto por otro, para la ejecución de un acto,
bajo las órdenes e instrucciones de la persona por cuya cuenta obra aquél. En
ese sentido, la responsabilidad no sólo deriva de actos o hechos propios, sino
también se da en los hechos dañosos causados por personas que están bajo su
dependencia, también ha sido entendida como una responsabilidad indirecta
111
Mazeaud- Tunc. Tratado Teórico y Practico de la responsabilidad civil delictual y contractual.
Tomo I. Vol. II Ediciones Jurídicas Europa América, Buenos Aires Argentina. 1962. p. 466-7
112
Giorgi, Jorge. Teoría de las Obligaciones en el derecho moderno. Vol. V. Hijos de Reus. Madrid.
1911. p. 372.
60
objetiva por garantía, pero obviando el argumento según el cual el principal
responde por elegir mal o por no vigilar cuando debería hacerlo. Así los
seguidores de la teoría del riesgo manifiestan que la responsabilidad civil por el
dependiente no surge de la culpa sino por el beneficio que obtiene el principal con
la actividad del dependiente (riesgo-provecho), o simplemente por haber
introducido en la sociedad la posibilidad que el dependiente cause un daño
(riesgo-creado). Por otra parte, la tesis de la garantía postula que el daño causado
por el dependiente, obliga por su resarcimiento al principal por ser el dueño de la
organización empresarial y ser un deber de garantía impuesto por la ley, y que no
admite excusa.
113
Sea a través de la visión de la teoría subjetiva o las teorías
objetivas, en el fondo es una responsabilidad propia del principal, especialmente
por que la organización de la actividad esta a su cargo y los fallos en su
funcionamiento le son imputables, mas allá, de la acción de repetición que tenga
contra su dependiente.
En el ámbito de los servicios sanitarios, el hospital, clínica u obra social o
de caridad, asume la responsabilidad por los daños médicos que puedan generar
sus dependientes, esto es los médicos, auxiliares y técnicos de los que se vale
para ejecutar la prestación asociada a la atención de la salud de los pacientes, lo
que se deriva primigeniamente del artículo 1325 del Código Civil.
La
responsabilidad civil de los profesionales114 médicos podemos aseverar se deriva
del incumplimiento de deberes funcionales de su profesión, lo que ocasiona a la
postre el daño en el paciente por ejemplo el incumplimiento normas de
bioseguridad
al
reutilizar
materiales
descartables
o
sin
esterilizarlos
adecuadamente lo que se puedan reutilizar. Empero debemos reconocer que este
profesional liberal, en muchas ocasionado esta subordinado a una empresa
médica (centro médico).
113
Cfr, Montalvo, Ana. La responsabilidad por hecho ajeno. En: López Cabana, Roberto.
Responsabilidad civil objetiva. Abeledo Perrot. Buenos Aires Argentina. 1995. p. 141-5
114
El profesional es aquel, que mediante su profesión o hábito realiza una actividad que significa
su fuente de ingresos, sobre la definición de profesión liberal, explica, es aquella que implica el
ejercicio de una de las carreras estudiadas en centros universitarios o altas escuelas superiores,
generalmente la actividad y el trabajo que realizan es intelectual, sin excluir algunas operaciones
manuales que realizan los profesionales como, arquitecto e ingenieros. Guillermo Cabanellas,
citado por OSTERLING PARODI, Felipe / CASTILLO FREYRE, Mario, ―La responsabilidad de los
profesionales‖, en Foro Jurídico, Revista de los estudiantes de la Facultad de Derecho PUCP,
cit., p. 53.
61
Recordemos que el dependiente médico cuenta con dos condiciones mínimas que
lo caracterizan: a) la subordinación, respecto a la centro hospitalario que le da
instrucciones para la realización de las tareas de atención a los pacientes dentro
de determinados estándares de calidad, b) la designación de la persona para
cierta área médica o acto médico, hecho que puede estar expresada de manera
formal, mediante un documento, o de manera tácita cuando es médico que se
encuentra en el área o el consultorio. Los requisitos para que juegue la
responsabilidad por el dependiente son: a) que el hecho ilícito sea imputable al
dependiente; b) que exista una relación de dependencia entre el principal y el
sujeto que ha cometido el hecho dañoso; c) que haya actuado el dependiente en
el desempeño o con ocasión de sus funciones encomendadas existiendo una
relación entre la función conferida por el principal y el daño causado por su
subordinado. 115
El profesional médico es considerado actualmente como un prestador de
servicios116 y por ende en caso se configurara un incumplimiento en seguridad del
paciente, el usuario tiene como derecho exigir indemnización por daños médicos.
Elementos constitutivos de la responsabilidad médica lo constituyen: a) la
obligación preexistente del médico, b) la falta médica, c) daño ocasionado, d)
determinismo causal entre el acto médico y el daño ocasionado, e)
imputabilidad.117 Se consideran formas de culpa médica: a) la impericia o falta
total parcial de pericia, entendiendo a esta como la sabiduría, conocimientos
técnicos, experiencia y habilidad en el ejercicio de la medicina; lo que puede llevar
a errores de diagnostico o el tratamiento; b) imprudencia, o ligereza en el acto
médico, sin observar la precauciones del caso; c) negligencia, sinónimo de
descuido y omisión de un deber médico, este el caso del olvido de retirar
instrumentos o gasas en intervenciones quirúrgicas, la alergia medicamentosa por
negligencia o el abandono del paciente, teniendo la obligación de atenderlo o la
115
Montalvo, Ana. La responsabilidad por hecho ajeno. En: López Cabana, Roberto.
Responsabilidad civil objetiva. Abeledo Perrot. Buenos Aires Argentina. 1995. p. 146
116
Cfr. ESPINOZA ESPINOZA, Juan, ―La responsabilidad civil y administrativa de los profesionales‖, en
Diálogo con la Jurisprudencia, Nº 30, Lima, 2001, p. 62.
117
Yugano- López Bolado y otros. Responsabilidad profesional de los médicos. Editorial
Universidad. Buenos Aires- Argentina. 1986. p. 135-139.
62
omisión de información veraz sobre los riesgos del tratamiento médico al
paciente.
2.1.7. El consentimiento libre e informado como derecho del paciente
El derecho al consentimiento libre e informado es uno de los derechos del
paciente más importante, y sin embargo, jurisprudencialmente es el más
vulnerado, las razones iniciales fueron: a) el paternalismo médico; según el cual
los médicos consideraban que un paciente era incompetente si rechazaba un
tratamiento que para ellos era eficaz; b) esta circunstancia hace que se obvie su
consentimiento o se llegue al mismo con engaños o información parcial. Este es el
caso Slater vs. Baker and Stapleton, en la cual los médicos demandados
desoyeron la protesta del paciente volviendo a fracturar la pierna y pusieron un
aparato experimental para alargarla y enderezarla, ante lo cual el Tribunal
estableció que resulta razonable que al paciente se le diga lo que va a hacer, para
que se arme de valor y se haga cargo de la situación de modo que pueda soportar
la operación.
118
Otro caso interesante, es Mohr Vs. Williams en este caso se
condenó al médico por agresión, al no haber obtenido previamente el
consentimiento del paciente para intervenirla. Según los hechos, la paciente Ana
Mohr otorgó el consentimiento sólo para ser operada de su oído derecho, y sin
embargo el médico lo opero el izquierdo, argumentando que era el que más
necesitaba ser operado, empero la operación fue un fracaso, y esta fue la causa
del reclamo de la paciente. En este caso el Tribunal norteamericano manifestó
que el principal derecho de un ciudadano es el derecho sobre si mismo; y este
derecho prohíbe necesariamente a los médicos, violar sin autorización la
integridad corporal de sus pacientes sin su consentimiento. 119 Otro caso celebre,
Rolater vs. Strain en el cual una paciente había dado su consentimiento para
que se le practique una operación con la finalidad de que le drenaran una
infección de un pie. Pero, también había indicado al médico que no le quitara
ningún hueso. A pesar de la disposición expresa que dio la paciente, el médico le
quitó el hueso de un dedo. El tribunal sostuvo que la operación no se efectuó en
los términos del consentimiento otorgado, pero principalmente afirmó, que el
consentimiento otorgado, pero principalmente afirmó, que el consentimiento
118
Seijas Renjifo, Teresa de Jesús. Derecho Médico I. Grafica Horizonte. Lima- Perú. 2001. p. 152
Ibidem p. 153
119
63
otorgado por el paciente es el que prima y es el que está por encima del criterio
profesional.120 Más recientemente, en el caso Salgo vs. Leland Stanford Jr.
University Borad of Trustees en el cual Martin Salgo sufrió parálisis permanente
como consecuencia de una aortografía translumbar. Denunció a su médico por
haberle prevenido del riesgo de parálisis, ante lo cual el Tribunal señalo que debió
haberse informado exhaustivamente al paciente sobre todos los riesgos,
alternativas y pronósticos que su intervención ofrece.
Los tribunales norteamericanos han consagrado el principio de la completa
autodeterminación de las personas. Por consiguiente, cada ser humano es el
dueño de su cuerpo y puede prohibir expresamente la realización de operaciones
quirúrgicas o cualquier otro tratamiento que pueda comprometer su integridad
física. 121 De ahí, que en el caso Cobbs vs. Grant cuando la defensa alegó que
los problemas surgidos eran una cadena de sucesos pocos probables e
inherentes a la operación. El tribunal si bien aceptó en parte ese argumento,
señaló que el médico se los debía haber revelado al paciente, ya que a una
persona razonable le podrían haber hecho cambiar de opinión. Una vez más se
estableció que debe entregarse información suficiente al paciente para que este
como persona razonable tomara una decisión. 122
EL CONSENTIMIENTO LIBRE E INFORMADO
LEY GENERAL DE SALUD:
El paciente tiene derecho a que se le comunique todo lo necesario para que pueda dar su consentimiento informado,
previa a la aplicación de cualquier procedimiento o tratamiento, así como negarse a éste.
El médico tratante, así como el cirujano dentista y la obstetriz están obligados a informar al paciente sobre el
diagnóstico, pronóstico, tratamiento y manejo de su problema de salud, así como sobre los riesgos y consecuencias de
los mismos. Para aplicar tratamientos especiales, realizar pruebas riesgosas o practicar intervenciones que puedan
afectar psíquica o físicamente al paciente, el médico está obligado a obtener por escrito su consentimiento informado.
CÓDIGO DE ÉTICA DEL COLEGIO MÉDICO:
El paciente tiene derecho a que se le comunique todo lo necesario para que pueda dar su consentimiento informado,
antes de la aplicación de cualquier procedimiento o tratamiento.
ASOCIACIÓN AMERICANA DE HOSPITALES
El paciente tiene derecho a que su médico le comunique todo lo necesario para que pueda dar su consentimiento
informado previamente a la aplicación de cualquier procedimiento o tratamiento.
DECLARACIÓN DE LISBOA
El paciente tiene derecho a ser adecuadamente informado sobre el tratamiento, el paciente tiene derecho a aceptarlo o
rechazarlo.
120
Ibidem p. 154
Ibidem p.156
122
Ibidem p.158
121
64
LA INFORMACIÓN BRINDADA AL PACIENTE DEBE SER ADECUADA
LEY GENERAL DE SALUD:
El paciente debe brindar información veraz, oportuna y completa sobre las características del servicio, las condiciones
económicas de la prestación y demás términos y condiciones del servicio. La información debe ser completa y continuada
sobre su proceso, incluyendo el diagnóstico, pronóstico y alternativas de tratamiento, así como sobre los riesgos,
contraindicaciones, precauciones y advertencias de los medicamentos que se le prescriban y administren.
CÓDIGO DE ÉTICA DEL COLEGIO MÉDICO:
El paciente debe tener toda la información disponible, relacionada con su diagnóstico, terapéutica y pronóstico, en
términos razonablemente comprensibles para él. Aceptar o rechazar un procedimiento o tratamiento después de haber
sido adecuadamente informado, o revocar su decisión.
ASOCIACIÓN AMERICANA DE HOSPITALES
El paciente tiene derecho a obtener de su médico toda la información disponible relacionada con su diagnóstico,
tratamiento y pronóstico en términos razonablemente comprensibles para él. Cuando médicamente no sea aconsejable
comunicar esos datos al paciente, habrá de suministrarse dicha información a una persona adecuada que lo represente.
El paciente tiene el derecho a saber el nombre completo del médico responsable de coordinar su atención.
EL CONSENTIMIENTO INFORMADO ES RETRACTABLE
LEY GENERAL DE SALUD:
El paciente tiene derecho a que se le comunique todo lo necesario para que pueda dar su consentimiento informado,
previo a la aplicación de cualquier procedimiento o tratamiento, así como negarse a éste
Fuente: Maylle Antaurco, Lincoln. Compendio de Negligencia Médica. Teoría y Práctica. Lima-Perú. 2005
Anotemos que un reciente estudio titulado ―la realidad del consentimiento
informado en la práctica médica peruana‖ (Revilla-Fuentes, 2007) revela que
intrínsecamente, los médicos aún no asimilan que la relación que deben alimentar
con el paciente sea horizontal, igualitaria, sustentada en la mutua consideración,
respeto a los derechos del paciente y a su estado de persona. Y los médicos
investigadores añaden: “aún somos reacios al cambio. No somos plenamente
conscientes de los beneficios que obtendremos con la mejora de la calidad de
atención (una atención más humana) y una adecuada ejecución del proceso del
consentimiento informado. Ya no necesitaríamos defendernos de los procesos
judiciales porque no habría nada oscuro, todo sería transparente. Y esto viene
arraigado en nuestra formación y en nuestra idealización de la medicina.” Y
rematan diciendo: “Extrinsecamente, el sistema educacional universitario aún no
está debidamente provisto para la adecuada enseñanza de la ética médica. Si
bien muchas universidades imparten cursos de deontología médica, éste sólo
refiere a una vertiente de comportamiento ético muy apegado al antiguo
paternalismo. Deberían inculcar la importancia del respeto a las personas, a la
autonomía individual, a la justicia y construir, peldaño tras peldaño, el camino de
la realización de un adecuado y verdadero consentimiento informado. En
conclusión, la educación universitaria debería enriquecernos no sólo de
65
conocimientos científicos, sino de conocimientos humanitarios, buscando entrenar
a los futuros médicos en las habilidades necesarias para entablar una buena
comunicación con los pacientes y crear una relación empática basada en el
diálogo. (…) El proceso de consentimiento informado debe ser genuinamente
implementado por deber, en defensa de la justicia (el paciente tiene derecho a
saber una verdad que le pertenece) y de la autonomía de cada paciente, que son
la razón de nuestro servicio. No permitamos que nosotros seamos supremos al
paciente. Eso es ir contra la vocación de servicio que es, en verdad, la
medicina.”123
Otra investigación titulada ―Evaluación de la calidad de los consentimientos
informados de los servicios de los hospitales de nivel III-IV de Lima y
Callao” (Malaga, 2007)
124
revela que en el Perú no existe uniformidad en el
formato usado para el Consentimiento Médico Informado (CMI). En este estudio
se encontró que la mayoría de los formatos no cumplen con los requisitos
mínimos necesarios para brindar una información completa al paciente lo que
constituye una falta de respeto hacia los derechos de los/as pacientes. Esta
evaluación demostró que ninguno de los formatos de CMI analizados cumple con
todos los requisitos. Sólo el 14% cumplen con más del 75% de los requisitos. Sólo
los requisitos que corresponden a información que identifica al paciente o a la
persona que autoriza el procedimiento estuvieron consignados de manera
completa en más del 75% de los formatos. El nombre del procedimiento
específico a realizarse se registra en el 82% de los formatos, sin embargo la
descripción de este no se incluye en el 61%. Esto indica que en la mayoría de los
casos el paciente conoce el nombre del procedimiento a realizarse pero
desconoce sus especificaciones, sus ventajas y desventajas, así como las
alternativas de tratamiento que posee. El 43% de los formatos de CMI no incluía
el nombre del médico tratante o no especificaba si era este quien iba a realizar la
intervención, y el 54% no incluía la firma y sello del médico solicitante del
123
Revilla Lazarte, Diana E y Fuentes Delgado, Duilio J. La realidad del consentimiento
informado en la práctica médica peruana. Acta méd. peruana, sep./dic. 2007, vol.24,
no.3, p.223-228. ISSN 1728-5917.
124
Malaga Rodríguez, Germán, Tupayachi Ortiz, Gabriela, Guevara Guevara, Tania et al.
Evaluación de la calidad de los consentimientos informados de los servicios de los
hospitales de nivel III-IV de Lima y Callao. Rev Med Hered, jul.-set. 2007, vol.18, no.3,
p.136-142. ISSN 1018-130X.
66
consentimiento. Esto demuestra que el paciente muchas veces no conoce al
médico que realizará la intervención y la mayoría de las veces no es el
médico tratante quien solicita el consentimiento.
Asimismo, el estudio mostro que solo presentaron autorización para transfusión
de sangre, el 43% de los formatos; para la toma de tejidos con fines diagnósticos,
el 29%; y para la realización de procedimientos adicionales, el 67%. Estas son
diferentes situaciones que pueden presentarse durante el procedimiento. Estas
son opcionales y su rechazo por motivos culturales o religiosos no debería
invalidar la aceptación del procedimiento principal; debido a esto, deberían ser
consideradas por separado de este. Ninguno de los formatos evaluados consideró
este punto. Por otra parte, el 71% de los formatos no acreditaban que las dudas
del paciente habían sido aclaradas y el 61% no declaraban que la decisión fue
tomada de forma autónoma. Ello significa que la mayoría de los CMI no
garantizan el principio de autonomía, ni la toma de las decisiones en forma libre y
completamente informada.
El estudio también mostro sobre el procedimiento quirúrgico a realizarse, el 29%
de los formatos del MINSA que estos no incluían el nombre del mismo mientras
que éste sí estaba presente en todos los de EsSALUD y de las FFAA. Los
beneficios, riesgos, alternativas de tratamiento y riesgos sin el procedimiento no
estuvieron considerados en ninguno de los formatos de las FFAA, pero sí en la
mayor parte de los del MINSA y en aproximadamente la mitad de los de
EsSALUD. Lo cual indica que, en general, la parte medular del CMI no es
cumplida en ninguna de las instituciones mencionadas. Asimismo, más del 75%
de los formatos del MINSA carecía de la acreditación de que las dudas de los
pacientes habían sido resueltas y que la decisión fue tomada de forma autónoma,
en contraste con menos del 45% de los de EsSALUD. Además, el 41% de los
formatos del MINSA no acreditaba que el paciente había entendido, mientras que
esto sí estaba considerado en todos los formatos de las FFAA y de EsSALUD.
El estudio concluye señalando que los formatos de CMI evaluados pertenecientes
a los servicios de los hospitales de nivel III–IV de Lima y Callao son de calidad
deficiente por no presentar garantía de que el paciente haya sido completamente
67
informado, ni que se ha respetado su autonomía a la hora de firmar el
consentimiento. Los formatos de CMI del MINSA fueron los más deficientes y los
que presentaron mayor variabilidad de calidad de los formatos entre los diferentes
servicios y hospitales. Las principales diferencias de éstos con los de las FFAA y
EsSALUD se encontraron en el nombre del paciente y del procedimiento, así
como en la falta de acreditación de autonomía y completo entendimiento en la
toma de decisión.
Ambos estudios evidencian que nuestro sistema de salud no viene velando por el
efectivo cumplimiento del derecho a la consentimiento, libre e informado, y que a
la postre ello puede ser causa de daños a la salud, integridad y vida de los
pacientes, además de vulnerar su derecho a la libertad sobre el tratamiento que
seguirá para restaurar su salud o paliar una dolencia.
2.1.8. Los deberes de los profesionales médicos
Es verdad que el médico no tiene el deber de sanar o curar al paciente.
Empero, también es verdad que no tiene el derecho de lesionar, incapacitar,
descerebrar o matar al enfermo, dice Mosset Iturraspe.
125
En ese sentido, los
profesionales médicos deben en su actuar respetar el estándar de atención
médica, lo que implica una adecuada prescripción de medicación, diligentes
diagnósticos, pertinentes operaciones quirúrgicas y la implementación de normas
de bioseguridad estándar126. En los profesionales médicos además se deberá
considerar su especialización, siendo una infracción flagrante y grave del deber
de cuidado la practica de tratamientos médicos por parte de médicos sin la
especialidad correspondiente obtenida. Asimismo, al especialista le corresponde,
una mayor expectativa de resultados positivos- una mayor y más completa
información, detallada, precisa, transparente y oportuna127. El servicio médico
125
Mosset Iturraspe, Jorge. Responsabilidad civil del médico. Astrea. Buenos Aires- Argentina.
1985.p.158-9
126
La celebración del contrato de servicios profesionales engendra “derechos y deberes” para el
profesional: el primero de todos “cumplir con el servicio prometido”, deber genérico, a la vez
principal o básico para cuya satisfacción nacen derechos de los que el profesional es titular.‖
MOSSET ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad de los profesionales, cit., p. 120.
127
Véase ESCOBAR ROZAS, Freddy / MORALES HERVÍAS, Rómulo (directores), Negocio jurídico y
responsabilidad civil. Estudios en memoria del Profesor Lizardo Taboada Córdova, Grijley, 2004,
pp. 698-699.
68
debe prestarse en el tiempo debido. El retraso profesional médico puede traer
consecuencias nefastas en la salud del paciente.
La buena fe del profesional médico se refleja al momento de obtener el
consentimiento del paciente o su familia para realizar un tratamiento médico,
teniendo en cuenta la asimetría de información que implícitamente existe entre el
médico y el paciente/familia. Así por ejemplo al momento de solicitar el
consentimiento deberá informarles a los interesados no sólo el diagnóstico y
necesidad de la operación sino de los riesgos de la misma y la experiencia del
personal médico en estas intervenciones. Recordemos que en general se
configurara responsabilidad del profesional médico cuando se niega a prestar el
servicio médico injustificadamente o lo realiza defectuosa, parcial o tardíamente.
iatrogénico, ca, (del griego
Iatrós, médico; ´geno e ´ico)
El primum
hipocrático
non
nocere
IATROGENIA Y NEGLIGENCIA MÉDICA
"toda alteración del estado del paciente producida por el médico". En esta
definición se incluye tanto los efectos positivos como los negativos del actuar de
los médicos.
La medicina tradicionalmente se rige por los principios de beneficencia, que
consiste en la búsqueda del bien para el paciente y la no maleficencia, que
consiste en evitar cualquier forma de daño o lesión."
Tipos de Iatrogenia
Según Pérez Tamayo la iatrogenia se puede clasificar en dos tipos: positiva y
negativa. En la iatrogenia positiva las alteraciones producidas en el estado del
paciente son inocuas. En la iatrogenia negativa el estado del paciente sufre algún
daño por la acción médica. La iatrogenia negativa puede ser necesaria o
innecesaria.
En la iatrogenia negativa necesaria el médico tiene pleno conocimiento del
riesgo de daño, es un riesgo esperado, previsto, que no produce sorpresa y el
médico lo reconoce como un riesgo propio de sus acciones a favor del paciente.
En su decisión se ha ponderado el cociente beneficio/daño, es decir, el riesgo
de producir un daño para alcanzar un resultado conve-niente para el paciente.
En la iatrogenia negativa innecesaria, (comúnmente llamada "iatrogenia" a
secas), la acción médica ha producido un daño que no tenía porque ocurrir, es
consecuencia de ignorancia y es éticamente inadmisible.
Negligencia
En la negligencia hay incumplimiento de elementales principios o normas de la
profesión, esto es que sabiendo lo que se debe hacer no se hace o a la inversa
que sabiendo lo que no se debe hacer, se hace.
Formas de negligencia o
mala práctica profesional
La mala praxis o mala práctica es el daño ocasionado por el médico debido a
ignorancia, impericia o negligencia.
Impericia: es la falta total o parcial de conocimientos técnicos, experiencia o
habilidad. Existe ineptitud para el correcto desempeño de la profesión.
Imprudencia: es la omisión del cuidado o diligencia exigible a un profesional. El
que comete imprudencia no mide ni precave las posibles consecuencias de su
acción y se expone irreflexivamente a causar un daño. Es realizar un acto con
ligereza sin tomar las debidas precauciones. Por ejemplo, indicar una inyección
de penicilina (imprudencia) sin haber realizado previamente la prueba de
sensibilidad (negligencia) (10). Es la conducta contraria a lo que el buen sentido
aconseja. Es actuar sin cordura ni discernimiento. Es proceder con
apresuramiento innecesario sin detenerse a pensar en las consecuencias que
69
resultarán de su acción u omisión. Es ir o llegar más allá de donde se debió.
Legalmente para que haya imprudencia profesional la acción tiene que haber
producido un daño o peor aún la muerte del paciente. En los casos de mala
práctica la ley calificará si el daño es "socialmente tolerable", simplemente
reprochable o se trata de actos que tienen que ver con el derecho penal para lo
cual tendrá en cuenta la naturaleza de la lesión, que puede ser culposa, dolosa o
preterintencional. Se excluye de respon-sabilidad profesional a los casos de
"resultado desgraciado" cuando se han cuidado correctamente las circunstancias
y condiciones especiales que intervinieron en un evento particular.
Todo acto quirúrgico aún el más elemental constituye una agresión, si a ello se
agregan la anestesia y las drogas utilizadas en el pre y post-operatorio se dan las
condiciones potenciales para provocarla. En cirugía la iatrogenia puede obedecer
a
las
siguientes
causas
(13):
-Porque no se ha establecido el diagnóstico ni el pronóstico.
-Por errores de técnica, generalmente por falta de planea- ción prequirúrgica.
-Por
insuficiente
evaluación
clínica
preoperatoria.
-Descuido
y
mala
vigilancia
del
postoperatorio.
-Intervenciones innecesarias, justificadas a medias o sim- plemente no
justificadas.
-El cirujano no estaba capacitado para efectuar determinada intervención.
Iatrogenia quirúrgica
Iatrogenia
infectología
Iatrogenia
medicamentosa
en
Las infecciones nosocomiales constituyen una verdadera iatroepidemia. En los
Estados Unidos la tasa pro-medio es de 7%, de 35 millones pacientes que se
hospitalizan cada año, 2,5 millones desarrollan una infección durante su estancia
hospitalaria. En México las infecciones nosocomiales representaron en 1990 el
37% de la mortalidad general ocupando el cuarto lugar entre todas las causas de
muerte. Dos terceras partes de las infecciones que se desarrollan en los
pacientes hospitalizados están comprendidas entre las cuatro siguientes:
infecciones de las vías urinarias, las infecciones de la herida quirúrgica, las
neumonías y las bacteriemias, estrechamente relacionadas con procedimientos
invasivos. En este grupo se incluye el uso indiscriminado de antibióticos
responsable del rápido incremento de las cepas resistentes
Los medicamentos son potencialmente tóxicos, sus efectos secundarios han
aumentado con su eficacia y la difusión de su empleo. En la población adulta de
los Estados Unidos y el Reino Unido, cada 24 a 36 horas el 50% a 80% de la
población adulta ingiere un producto químico por prescripción médica (12).
La iatrogenia medicamentosa se puede producir por las siguientes causas:
-Por defectos posológicos.
-Por toxicidad primaria de la droga que produce efectos colaterales.
-Por sus propiedades teratogénicas.
-Por crear dependencia.
-Por producir daño anatómico, funcional o metabólico
-Por provocar hipersensibilidad.
Los tratamientos medicamentosos inadecuados casi siempre resultan por
desconocimiento de la farmacología y toxicología básica de los medicamentos
prescritos y por la influencia que sobre el médico ejercen los laboratorios farmacéuticos.
Fuente: Pedro Albújar. Iatrogenia. En: Revista Diagnostico. Volumen 43. Número 5. Octubre- Diciembre
2004. http://www.fihu-diagnostico.org.pe/revista/numeros/2004/oct-dic04/229-232.html#pie
2.1.9. Presupuesto de la responsabilidad del profesional médico
El primer presupuesto de esta responsabilidad es la acción, conducta u obrar,
activo u omisivo, del profesional médico que ocasiona un daño intolerable
asociado a la prestación de un servicio a la salud. Se advierte que el
consentimiento del paciente para realizar un tratamiento médico no exonera al
médico de actuar diligentemente ni de observar las normas de bioseguridad
70
adecuadas al caso en particular. En ese orden de ideas, los contratos de servicios
médicos no pueden contener cláusulas exonerativas de responsabilidad por
ejemplo aquellas que califiquen un determinado hecho como caso fortuito cuando
evidentemente es prevenible con la diligencia ordinaria como serían las
infecciones intrahospitalarias o se busque convalidar una cláusula predispuesta
que transforma el actuar propio como ajeno para liberarse de responsabilidad.
Consideramos nulas las cláusulas que limitan el monto de indemnizaciones en
casos de daños a la salud puesto que el establecimiento de la salud de una
persona es una operación que en abstracto no se puede realizar sino que se debe
merituar según la gravedad de cada caso.
2.2. LA RESPONSABILIDAD CIVIL MÉDICA
La responsabilidad civil derivada de daños médicos es una institución de
reciente data que se hace más fuerte conforme aparecen medicamentos más
eficaces, tecnología más avanzada y ramas especializadas de la medicina,
observándose así una evolución desde la irresponsabilidad de los daños médicos
a la responsabilidad por negligencia o culpa del médico hasta llegar a la
responsabilidad objetiva de los hospitales. Adicionalmente, se observa un
incremento de las demandas por daños médicos en el mundo, cuyas principales
causas pueden ser: a) el valor actual que se da a la vida humana y a la salud,
producto de los avances de los derechos fundamentales de la persona y los
estándares médicos vigentes, y esta distante los días en que los seres humanos
―vivían guerreando‖ y en los cuales el hombre común era ―carne de cañón,‖ y sólo
tenía el derecho a sobrevivir; b) la protección del consumidor; c) el derecho al
consentimiento libre e informado; d) los movimientos civiles de protección al
paciente y promoción de la salud. 128
Los servicios médicos en países en vías de desarrollo son de carácter
eminentemente estatal, lo cual ha generado que los principales casos de daños
médicos se presenten a nivel de hospitales estatales, siendo los daños médicos
vinculados cirugías estéticas los casos más conocidos en el ámbito de clínicas
128
Cfr, Mosset Iturraspe, Jorge. Responsabilidad de los profesionales. Rubinzal Culzoni. Santa FeArgentina. 2001.p.265-271
71
médicas particulares. Cabe anotar que la proletarización del profesional médico129
debido a la alta demanda de personal de hospitales estatales y privados de gran
envergadura ha dado lugar a la consolidación de la responsabilidad civil directa de
los centros asistenciales.
La masificación de los servicios médicos si bien en términos generales significó
un aumento de bienestar en la población local y un abaratamiento del costo del
servicio de salud, no es menos cierto que esta etapa denominada de la
“macromedicina”, ha generado una mayor incidencia de casos de daños médicos
debido a que la demanda de servicios médicos ha desbordado la oferta de
infraestructura estatal instalada y personal médico disponible, aumentando el
riesgo de producirse daños médicos derivados de la negligencia o imprudencia
especialmente en el ámbito del control de infecciones nosocomiales.
Si bien en la actualidad existen instrumentos que posibilitan la indemnización
por daños médicos, debido a la estandarización de los actos médicos, al
reconocimiento de obligaciones médicas de resultado y otras de medios y al
constante desarrollo de la medicina forense muy útil para determinar las
verdaderas causas de muerte de una víctima de daños médicos estos avances no
se han reflejado en una regulación por responsabilidad civil médica específica.
El profesional médico asume responsabilidad legal por los efectos de sus actos
médicos, respondiendo por el riesgo creado, bajo el principio hipocrático ―primero
no hacer daño al paciente‖. Todo tratamiento médico supone un ―riesgo creado
permitido”, esta conducta es lícita en tanto se halla basado en una medicina de
evidencia y no empírica, esto es un diagnóstico diligente y confiable.
Evidentemente la profesión médica desde sus orígenes generó riesgos
socialmente aceptados, especialmente en la etapa de vacunación, diagnóstico y
tratamiento de enfermedades. Empero, el profesional médico solo responderá por
un daño cuando halla inobservado las normas técnicas vigentes en la medicina.
129
Cfr,
18.
LORENZETTI,
Ricardo Luis, Responsabilidad civil de los médicos, Grijley, Lima, 2005, cit., p.
72
La responsabilidad civil médica se define como la institución por la cual los
profesionales médicos y los centros hospitalarios responden por los daños
ocasionados al paciente al haber incumplido reglas de la medicina en el momento
de ejecutar la prestación de salud, sea por el hecho de dependientes, falta de
infraestructura, mantenimiento y limpieza de los equipos e instalaciones.
2.2.1. El tratamiento de la responsabilidad civil médica en el derecho
comparado
En Inglaterra, la responsabilidad del médico nació en torno al área de
neonatología y dio lugar a tres instituciones Wrongful conception, Wrongful birth y
Wrongful life. La primera de las mencionadas se circunscribe a casos de fallas del
dispositivo de anticoncepción debido a los cuales se concibe un hijo ―no
planificado‖, evidentemente si el tratamiento garantizaba evitar los embarazos
incluso al 99% y se produce la concepción por fallas del dispositivo
defectuosamente colocado, existirá una responsabilidad de parte del profesional
médico que prescribió el tratamiento o ejecuto la intervención quirúrgica.130 El
Wrongful birth son casos de responsabilidad médica por falta de información a los
padres sobre defectos del niño, de tal magnitud que justifican un aborto
terapéutico como sería el supuesto de anencefalia, en los cuales el niño carece
130
Información extraída de: http://www.indret.com/pdf/056_es.pdf
73
de cerebro, y no tiene objeto hacer privar a los padres de adoptar una decisión
informada de continuar o no con el embarazo131. El Wrongful life implica el error
médico al haber dado un consejo inadecuado ante el posible nacimiento de la
criatura, ello porque la criatura ha sufrido un terrible padecimiento por la
enfermedad que padece y hubiera sido evitada sino hubieran permitido su
nacimiento. Nuestra postura es pro vida del niño no nacido y en este último
supuesto discrepamos que se trate de un error médico con la doctrina inglesa sino
del ejercicio del derecho a la vida.
En Francia, la jurisprudencia abordó la responsabilidad médica casuísticamente
siendo célebres los casos de Donfront de 1825132 y el del doctor Thouret Novoy
de 1823133. En el primer caso, el doctor Helie fue llamado para atender un parto,
al examinar a la parturienta, comprobó la presentación de un hombro con la mano
derecho en el trayecto vaginal, decidiendo amputar ese brazo, con el fin de
facilitar la expulsión del feto, pero luego observó que esta situación se repetía con
el otro brazo (el izquierdo), más tarde se produce el parto de manera espontánea
y el niño nace con vida y logra sobrevivir, y los padres denuncian al doctor Helie.
El Tribunal solicitó la opinión de la Academia de Medicina, la cual manifestó que:
el médico no era responsable sino cuando produce un daño intencional, con
premeditación e intenciones criminales, mas el Tribunal, no aceptó esta opinión y
concluyó en la responsabilidad del médico, condenándole al pago de una
indemnización en forma de renta vitalicia al haber actuado sin prudencia y de
manera precipitada e increíble, siendo el doctor Helie culpable de una falta grave.
El segundo caso se trata de un juicio contra el doctor Thouret Noroy, que
resolvió practicarle a un enfermo una sangría en el pliegue del codo, pero la
incisión alcanzó la arteria saliendo la sangre con violencia y abundancia, el
médico lo asistió, poniéndole un vendaje y luego se retiró, debido a los dolores
que sentía el paciente se llamo a otro doctor, quien asistió, pero sin comprender lo
que ocurría, lo dolores acrecentaron y se presento una gangrena, esto produjo
131
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique, Derecho médico peruano. Doctrina, legislación & Jurisprudencia,
cit., p. 129.
132
SEIJAS RENGIFO, Teresa de Jesús, Derecho Médico I. Aspectos legales del ejercicio médico y su
responsabilidad profesional, cit., p. 259.
133
Loc. cit.
74
que otro médico procediera a amputar. El Tribunal de Evreus condenó al doctor
Thouret Noroy al pago de una indemnización por impericia, negligencia grave y
falta grosera.
La sentencia más representativa en Francia fue el fallo "Mercier"134 (1936) en la
cual se estableció que la responsabilidad médica era básicamente contractual y el
médico se obligaba a colocar en pro de su paciente cuidados atentos y acordes
con los datos adquiridos de la ciencia. En los últimos tiempos han aparecido en
este país teorías sobre la materia que pueden resumirse en las siguientes
afirmaciones: 135
a) en los supuestos en que debido a la actuación del médico responsable de
imposible curación el proceso patológico o no se logre siquiera la supervivencia
del enfermo la reparación total, es decir, de todo el daño que estas situaciones
comportan como si el enfermo hubiese perdido la vida;
b) la teoría de la falta virtual no exige la prueba de que la falta fue cometida por
el médico. Se presume que ha tenido lugar siempre que no se logre la curación y
eso supone la inversión de los términos inicialmente aceptados, en el sentido que
se exige una obligación de resultados más que una obligación de medios,
aproximándose a la responsabilidad objetiva.
Un supuesto muy bien regulado por Francia versa sobre la responsabilidad del
sanatorio en caso de suicidio de los enfermos mentales que están bajo su
cuidado, un asunto relevante en un país donde en el suicidio constituye la
segunda causa de muerte después de los accidentes de transito. Así, ya en 1935,
la Corte de Paris, condenó a una clínica psiquiátrica por no haber tomado las
precauciones suficientes para impedir el suicidio de un enfermo internado en ella.
134
Citando a WOOLCOTT OYAGUE, Salud, daños e indemnizaciones. A propósito del seguro médico
obligatorio, cit. p. 32, se señala que la sentencia Mercier calificó la prestación médica en los
siguientes términos: (…) ―el verdadero contrato que se forma entre el médico y su cliente
comporta para el práctico el compromiso, si bien evidentemente no de curar al enfermo, al
menos de no prodigarle cualquier cuidado, sino el cuidado consciente, atento y salvo
circunstancias excepcionales, conforme el estado de conocimiento de los científicos‖ (…)
135
Concepción Rodríguez, José Luis. Derecho de Daños. Bosch. Barcelona- España.1997.p. 227
75
Más adelante, en 1952, un fallo condenatorio a propósito de un ahorcamiento de
un enfermo hospitalizados en una clínica, basándose para ello en la obligación
que ésta tenía para garantizar la seguridad necesaria al enfermo.136 En el fondo,
lo que se reprocha, es el hecho de dejar sin vigilancia a un enfermo sometido a
tratamiento que se suicida por una crisis de ansiedad, siendo en estos supuestos
el médico responsable solidariamente con la clínica a indemnizar el daño causado
como consecuencia de su conducta omisiva. En el terreno de la jurisdicción
contenciosa-administrativa el Consejo de Estado francés se enfrentó en 1959 a un
supuesto en el que se debatía la responsabilidad dimanante de un suicidio
ocurrido en un establecimiento público de salud cometido por un enfermo
internado en el mismo mediante la ingesta masiva de barbitúricos abandonados
por una enfermera que se ausento momentáneamente de la habitación, afirmando
que los hechos enjuiciados constituían una falta grave que comportaba la
responsabilidad de la administración pública. 137
La admisión formal de la responsabilidad objetiva, se daría mediante la reforma
de salud francesa, dada por Ley 303 del 2002, que consagraría como regla
general la imputación por culpa del médico, y de manera residual, la
responsabilidad
objetiva,
para
casos
específicos
como
las
infecciones
intrahospitalarias, transfusiones sanguíneas o materiales médicos defectuosos.138
El sistema de indemnización de daños médicos en Francia así queda establecido
bajo las siguientes características: 139
a) Crea un régimen de indemnización de accidentes médicos. La primera y más
importante característica de la reforma del 2002 consiste en la creación de un
régimen de indemnización autónomo y colectivo para accidentes médicos más
graves y que opera por intermedio de un organismo público. Es autónomo
porque la indemnización no depende en lo absoluto de una investigación de
responsabilidad, y es colectivo en la medida en que aquella proviene de un
fondo alimentado por todos los ciudadanos. Por tanto, la indemnización de los
136
Ibidem
Ibidem.p.228
138
Cfr.Ibidem., p. 89.
139
Ibidem., p. 103-105.
137
76
daños producidos sin culpa se efectuará, al menos con respecto a los daños
más graves, por un organismo que administra los fondos y se alimenta del
seguro de enfermedad.
La
ley ha considerado tres tipos de riesgos: los accidentes médicos, las
afecciones iatrogénicos y las infecciones en nosocomios, dejándose a la
jurisprudencia el desarrollo conceptual de estas instituciones. Así, Francia
cuenta con un sistema dual de regímenes de indemnización: a) uno para los
daños que son relevantes para la responsabilidad civil médica; b) otro para los
daños derivados de un alea terapéutica, en cuyo caso se indemnizarán a título
de solidaridad nacional.
b) Instaura un procedimiento para la instrucción de las demandas que llegan a la
comisión. Esta característica consiste en atribuir a un organismo administrativo
– una comisión regional- y no a una jurisdicción la tarea de decidir si la
indemnización debe provenir del sistema de responsabilidad civil por culpa, o
de la solidaridad nacional o fondo colectivo, mediante un procedimiento de
investigación de las demandas correspondientes. De esta manera, la víctima
debe dirigirse a la comisión denominada ―Comisión regional de conciliación y
de indemnización‖, que está encargada de investigar las demandas de
indemnización, con el auxilio de peritos médicos, la que luego emite una
opinión jurídica sobre la procedencia de esta. Eventualmente, puede cumplir el
rol de conciliar.
c) Instituye un procedimiento de solución amigable, consiste en la creación y
regulación de un procedimiento de solución amigable. A todas estas
características, se suma la presunción de contaminación, en beneficio de las
víctimas infectadas por el virus de hepatitis C. La intención del legislador ha
sido sumamente clara evitar a toda costa ―un proceso de judicialización a la
americana.‖
77
Destaquemos que el legislador francés ha establecidos determinadas
excepciones al principio general por responsabilidad por culpa: 140
a) Con respecto a los productos de la salud acogiendo la posición de la Ley sobre
responsabilidad por productos defectuosos que instaura un régimen de
responsabilidad objetiva de su productor o proveedor aplicable a los casos de
la sangre y sus derivados contaminados.
b) Con relación a las infecciones nosocomiales
c) Con respecto a la investigación biomédica y al contagio de Sida por transfusión,
incluso en la investigación haya sido censurada o no, se ofrece un beneficio
directo a la persona que sujeto de la experimentación, y en el caso de las
personas contaminadas con Sida a consecuencia de una transfusión
sanguínea, solicitar una indemnización al fondo indemnizatorio de los
transfundidos y hemofílicos. El sistema es abiertamente de indemnización
colectiva.
La reforma francesa también ha establecido la obligación de contratar un
seguro de responsabilidad civil. Así es como se ha extendido la obligación de
asegurarse que hasta entonces existía con respecto a los promotores de
investigaciones biomédicas y los centros de transfusión sanguínea. El campo de
aplicación de la obligación de contratar seguro comprende a los profesionales de
la salud que ejercen independientemente, los establecimientos de salud, servicios
de salud y toda persona jurídica que no sea el Estado, que ejerza actividades de
prevención, diagnostico o cuidados, así como los promotores, explotadores y
distribuidores de productos de salud. La ley prevé la posibilidad de estipular topes
indemnizatorios, fijados por el Consejo de Estado aunque solo concierne a los
profesionales liberales. Para el caso de los establecimientos de salud, se ha
preferido dejar limites indemnizatorios sean negociados libremente, teniendo en
cuenta las particularidades de cada establecimiento. 141
En Suecia, se apuesta por el seguro médico garantizando un resarcimiento casi
del total, automático, implica entonces un alejamiento del régimen de la
140
Ibidem. p. 106.
Ibidem. p. 108.
141
78
responsabilidad civil. Este sistema, basado en seguridad social es estatal y brinda
la posibilidad a las víctimas de daños médicos, de ser indemnizados de manera
directa por un fondo especial, sostenido por una tasa anual y que inicialmente
solo cubrió determinados tipos de daños médicos tales como lesiones
determinadas por un tratamiento sanitario directo, lesiones provocadas por
diagnóstico incorrecto, lesiones accidentales y lesiones determinadas por
infracciones.142
La característica del régimen sueco es la de separar completamente el tema
del resarcimiento del daño que corresponde al paciente, del referido a la prueba
de culpa del médico, pues son distintos y pueden atenderse por vías diferentes,
así, la responsabilidad subjetiva del médico no tiene que vincularse a la
indemnización de la víctima del daño. Este salto radical hacia un sistema de
seguridad social propio de los países nórdicos se entiende a partir de tres ideas
fundamentales: 143
a) Su derecho parte de la premisa de que los costos de transacción generados
por un proceso de responsabilidad civil son muy elevados, desde que las reglas
de responsabilidad se aplican individualmente,
b) Con respecto al rol de prevención, el modelo sueco enfatiza que la
indemnización tiene por fin la reparación de la víctima, correspondiendo la
prevención a otras medidas de índole penal y administrativa,
c) Este sistema de seguridad social destaca por haber abolido la responsabilidad
del dependiente, el cual solo responde si ha obrado con dolo, en tanto que en el
caso de negligencia del dependiente, será el establecimiento de salud el que se
haga cargo de la indemnización.
En Italia, se acoge la responsabilidad estrictamente contractual no solo del
establecimiento de salud, sino también del médico que presta sus servicios bajo
una relación de dependencia o en el ejercicio libre de su profesión al amparo sea
de la teoría del contrato hecho o contacto social, y la teoría de la fuente legal,
evitando crear dos regímenes distintos para los sujetos involucrados en una
relación centro sanitario-médico-paciente. En el caso de los profesionales
142
Ibidem. p. 125
Ibidem. p. 126-7
143
79
médicos se aplica el artículo 2236º del Código Civil Italiano de 1942, que limita la
responsabilidad del profesional liberal al dolo o culpa inexcusable144 cuestión que
la jurisprudencia relativizaría como causa eximente de responsabilidad.
La jurisprudencia italiana en materia de daño médico, observa Woolcott, busca
revalorizar la calidad y seguridad del paciente, y diferenciado entre una prestación
de ordinaria o compleja ejecución lo que ha dado lugar a una modificación de la
carga de la prueba en las partes. Tratándose de una prestación de fácil ejecución
(obligación de resultado), que requiere de una preparación promedio y en la que
el riesgo de empeoramiento del estado del paciente es casi inexistente, el fracaso
de la intervención médica permite inferir la falta de diligencia del médico, con la
consecuencia de exonerar al paciente de la prueba de la defectuosa ejecución de
la prestación, quien debe probar solamente el carácter simple de la prestación
médica y la relación de causalidad entre el daño y la conducta del profesional. La
introducción de mecanismos de presunción de la culpa médica representa para la
práctica jurisprudencial una aplicación del principio res ipsa loquitur.
La jurisprudencia italiana ha individualizado verdaderos deberes de resultado
en casos de prótesis dentales, cirugía estética y reconstructiva, análisis clínicos,
intervenciones quirúrgicas de esterilización, y modificaciones de caracteres
sexuales, entre otros. En todos ellos, alega Woolcott, existe un interés en la
consecución de cierto resultado, no en la simple actividad diligente del médico y,
menos aún, en simplemente a no sufrir un daño. 145.
La doctrina italiana promueve la conveniencia de un sistema de seguridad
social que garantice por un lado la indemnización del paciente y por otro lado que
144
Según afirma PARADISO, Máximo, La responsabilità medica: del torto al contrato, Riv. Dir. Civ., I,
2001, citado por WOOLCOTT OYAGUE Olenka, Salud, daños e indemnización. A propósito del
seguro médico obligatorio, cit., p 32. Esto marca el segundo momento de la evolución italiana,
cuando la jurisprudencia nota la severidad de la solución planteada con respecto al médico al
aplicársele el régimen extracontractual. (…)
El artículo 1176º del Código Civil italiano dispone que: ―En el incumplimiento de la obligación el
deudor debe actuar con la diligencia del buen padre de familia (…) En el cumplimiento de las
obligaciones inherentes al ejercicio de una actividad profesional, la diligenciase debe valorar en
relación con la naturaleza de la actividad desarrollada‖.
145
WOOLCOTT OYAGUE Olenka, Salud, daños e indemnización. A propósito del seguro médico
obligatorio, cit., p 58.
80
promueva la diligencia profesional teniendo como reglas generales, las que se
aplican en materia de riesgos laborales, creándose un fondo de garantía a cargo
del Estado que vendría a cubrir la reparación del daño en el paciente, para lo cual
se proponen comisiones especiales que constaten la causalidad así como una
valoración sucesiva de la conducta del médico.
En el caso de la experiencia alemana opta por el esquema contractual solo
para hipótesis donde el régimen del ilícito extracontractual no permita tutelar a la
victima del daño médico, como es el caso del artículo 831 del BGB que señala
que quien recurre a los auxiliares se sustrae de la reparación del dalo que estos
han provocado, si prueba que obró sin culpa en su selección y vigilancia. Esta es
una solución distinta a la contemplada para similar supuestos en el régimen
contractual, parágrafo 278 BGB, que no admite prueba liberatoria. 146
En Bélgica, la doctrina de los tribunales admite que no pesa sobre el paciente
la carga de demostrar cual fue la persona que cometió el error profesional que
debe responder del daño, solamente le bastará con acreditar que estuvo sometido
a tratamiento médico en el lugar en el se le aplicó el mismo y el daño sufrido por
la administración de una terapia inadecuada o errónea para que los jueces
cuenten con la base de los hechos suficiente para declarar la existencia del daño
palpable y determinar sobre quienes recae la responsabilidad. 147 También existe
un sistema conocido como ―pacto de todo dentro‖ y se refiere al hospital que se
compromete a suministrar la totalidad de servicios necesarios para el tratamiento
del paciente y no sólo los de carácter secundarios, auxiliar o instrumental, sino
también los puramente sanitarios, de tal modo que no existe relación jurídica
alguna entre el enfermo y el cirujano, el anestesista o los enfermeros, sino una
relación directa con el hospital que es quien resultará en su caso obligado a
responder de las consecuencias dañosas que pueden derivarse de dicha
relación.148
146
Ibidem., p 54.
Concepción Rodríguez, José Luis. Derecho de Daños. Bosch. Barcelona- España.1997.p. 229
148
Ibidem., p 230
147
81
En España, se acentúa la importancia sobre los derechos de los pacientes,
especialmente para la obtención de su consentimiento libre e informado, y puedan
escoger conscientemente la situación más favorable para su salud. La
jurisprudencia española, considera como temas importantes, los supuestos de
anticoncepciones fallidas, estas son: (1) Operaciones de esterilización
(vasectomías o ligaduras de trompas) negligentemente practicadas o
practicadas de modo correcto, pero en las que se omite la oportuna información
relativa a sus consecuencias; (2) Colocación negligente de un mecanismo
anticonceptivo intrauterino (DIU), o puesta en circulación o comercialización de
un mecanismo anticonceptivo ineficaz, que no impiden el embarazo. El Código
Penal Español contempla expresamente en su artículo 142º la responsabilidad
penal del profesional que de manera imprudente causa la muerte a una persona
sancionándolo con cuatro años de pena privativa de la libertad y hasta seis años
de inhabilitación. En tanto que si el profesional causare lesiones de manera
imprudente la pena será de hasta tres años y hasta 4 años de inhabilitación.
En Estados Unidos, la responsabilidad civil médica es llamada ―medical
malpractice law”, forma parte del ―derecho de torts”. La medical malpractice,
constituye la octava causa de muerte en los Estados Unidos, incluso por encima
de enfermedades como el sida, el cáncer o los accidentes laborales. No extraña
que los prestadores de servicios de salud, en especial los médicos, ordenen
exámenes y procedimientos innecesarios con el único fin de disminuir el riesgo
médico-legal, denominado esto como ―medicina defensiva‖. El panorama actual
en Estados Unidos, es de una crisis, la cual está relacionada con la disponibilidad
y la oferta de seguros, por ejemplo, la salida del mercado de seguros de grandes
compañías, como ha ocurrido, puede traer consigo el retiro de las otras empresas,
incluso hay Estados donde solo aceptan asegurar a aquellos médicos que no han
tenido ningún juicio por mala práctica, pero aun así, los profesionales de la salud
necesitan del seguro, la solución de las asegurados fue incrementar las primas
para estos médicos enjuiciados por mala práctica. EE.UU desde fines del siglo
pasado promueve una cultura de seguridad del paciente, así como de
82
reforzamiento de programas de aprendizaje y especialización de los profesionales
de la salud. 149
En Japón, se pone una especial atención en la responsabilidad civil por falta de
consentimiento del paciente, este es el caso de un paciente de 55 años de edad
que es sometido a un chequeo murió a consecuencia de un shock anafiláctico
después de tomar una sustancia opaca para una colecistografía, empero en otro
chequeo anterior había manifestado reacciones adversas al mismo. El juez
condenó al médico y lo hizo por no haber hecho todo lo necesario para no
averiguar los datos precisos que le permitieran acometer con éxito la intervención.
Igualmente, porque estimó que no debió delegar en la enfermera la función de
investigación por cuanto el cuestionario debió formularlo él personalmente ya que,
no es cualitativamente igual el interrogatorio de una enfermera que el que puede
realizar el médico, aunque cuantitativamente sean iguales. Y ello porque el
médico además debe tener presente que la cooperación del paciente no suele ser
completa, unas veces por ignorancia y otras por despreocupación. El facultativo
debe explicar al enfermo el significado de las preguntas que le formula en
términos que le sean comprensibles y también las razones por las que necesita
información detallada sobre ciertos particulares a fin de despertar el interés del
enfermo y conseguir su colaboración. 150
En Cuba, la responsabilidad profesional del médico implica formas de conducta
del profesional médico que se apartan de los protocolos médicos recogidos por
leyes, reglamentos,
151
costumbres y principios éticos morales.
152
Los principios
de la ética médica153, se expresan en la mayor responsabilidad moral de todo
médico de conocer, cumplir y hacer cumplir los principios de la ética médica en
relación con el paciente y sus familiares, con el resto del equipo de salud y demás
trabajadores, con sus educandos y como parte de la sociedad. Entre los principios
de Ética Médica más resaltantes tenemos: a) dedicar esfuerzos a la prevención,
recuperación, rehabilitación y promoción de la salud humana; b) evitar que se
149
Woolcott, Olenka. Ibidem. p.130-1.
Concepción Rodríguez, José Luis. Ibidem.p. 232.
151
Ministerio de Salud Pública. Decreto Ley 113. La Habana: MINSAP; 1989.
152
MINSA, Principios de la Ética Médica, Editora Política, La Habana, 1983
153
www.sld.cu/galerias/doc/sitios/infodir/10_principios_de_la_etica_medica.doc.
150
83
produzcan daños a personas sanas o enfermas en los trabajos de investigación;
c) propiciar una adecuada relación personal con el paciente, que le inspire un
estado anímico de seguridad; explicarle a su estado de salud y las causas de su
enfermedad, con el tacto y prudencia necesarios, e informarle, oportunamente, las
medidas preventivas, de diagnóstico, de tratamiento y de rehabilitación que debe
adoptar, o a las que ha de ser sometido; d) cuidar de no incurrir en el error médico
que resulta de una equivocación, aunque no exista mala fe, ni elementos de
negligencia, despreocupación o ignorancia. Se debe evitar a toda costa que el
trabajo médico se afecte por el apresuramiento innecesario, la superficialidad o la
rutina; e) los errores médicos deben ser conocidos y analizados en las reuniones
estrictamente médicas, con la libertad y profundidad necesarias, que permitan
derivar de estas las experiencias que impidan su repetición; f) el médico, la
enfermera y todo el personal técnico, deben poseer la valentía necesaria para
reconocer sus errores y eliminarlos; g) Mantener una actitud crítica y autocrítica
sobre los asuntos referidos a la relación con los pacientes, al diagnóstico,
asistencia, tratamiento y rehabilitación de estos, cuidar que las opiniones y
criterios se basen en el más profundo análisis científico posible. Por otra parte, el
inciso b del artículo 3 del Decreto Ley 113, señala que existe responsabilidad del
profesional médico cuando este actúa ―con negligencia o indolencia manifiesta en
el cumplimiento de sus contenidos y órdenes de trabajo, con alteración grave de
los servicios de salud al producir lesiones graves irreversibles o la muerte de
pacientes". El Código Civil cubano señala en su artículo 86º que la indemnización
del perjuicio comprende prestación en dinero, gastos de curación, por el tiempo
que el paciente dejó de trabajar, así como otros gastos en que incurrió él o su
familia para su curación o rehabilitación. El Código Penal cubano en su artículo
9.1. establece que el delito por imprudencia adquiere la connotación de culposo y
por tanto, comprende la negligencia, la impericia, la inobservancia de
reglamentos, la superficialidad, etc. La imprudencia del médico implica que este
haya tenido la posibilidad de prever la acción u omisión socialmente peligrosa.
En Colombia, la tendencia mayoritaria de la jurisprudencia en responsabilidad
civil médica se sigue fundamentando en la culpa probada, lo que a su vez ha sido
complementado por la inversión de la carga probatoria ante la dificultad para el
84
paciente de hacerlo dado su desconocimiento de la medicina. El Consejo de
Estado Colombiano ha planteado que los riesgos especialmente los graves que
no sean advertidos al paciente deben ser asumidos por el profesional o la
institución hospitalaria, trasladándose la carga de la prueba sobre el debido
consentimiento al médico.
En Brasil, el Código Civil154 dispone de manera expresa la figura de la
responsabilidad de los médicos, cirujanos, farmacéuticos, parteras y dentistas,
dentro los actos ilícitos. Brasil cuenta con un seguro de responsabilidad civil
médica que aproximadamente un 8% de los profesionales médicos lo han
contratado. Sin embargo, la falta de reclamos, pocos juicios y la oferta limitada de
seguros hace que el desarrollo de Brasil respecto a la póliza de seguro sea aún
limitado.
En Argentina, la responsabilidad médica parte del consentimiento, libre e
informado del paciente, lo que va de la mano con una adecuada elaboración de la
historia clínica.
155
La doctrina argentina ha resaltado las causales eximentes de
responsabilidad tales como la falta de culpa, la interrupción del nexo causal, el
hecho propio de la víctima, 156 el caso fortuito157 y el hecho de un tercero.
En Chile, el contrato de prestaciones médicas liberales sigue siendo la base
fundamental del régimen de obligaciones del profesional sanitario considerándose
los daños derivados del mismo, propios de la responsabilidad civil contractual. La
doctrina chilena como presupuestos de la responsabilidad civil médica los
154
El Código Civil de Brasil se aprobó mediante la Ley Nº 10.406 con fecha 10 de enero de 2002,
entrando en vigor desde 11 de enero de 2003
155
CFR, VÁSQUEZ FERREYRA, Roberto, ―El consentimiento informado en la práctica médica‖, en
Revista Jurídica del Perú, Año LIII, Nº 44, 2003, p. 24-25.
156
El artículo 1111º del Código Civil argentino hace referencia a la ―falta‖ de la víctima, término que
resulta ambiguo, ya que no guarda correspondencia con otros textos y que ha dado lugar a
interpretaciones diversas, asimilándolo a la culpa o al hecho. Ello generó que un amplio sector
de la doctrina argentina se inclinara por la tesis de la culpa. Sin embargo, contra esta posición
hubo una reacción indicando que esta eximente no se relaciona con la culpa, sino con la autoría,
ya sea culposa o no, o incluso involuntaria, la conducta de la víctima es la que produce el daño,
teniendo como resultado final que dicho daño no sea atribuido al médico.
157
Las características del caso fortuito son: a) La imprevisibilidad, o sea un hecho o evento
imprevisto, ajeno a la voluntad del obligado, que sale de lo normal, un acontecimiento
extraordinario, y que no es imputable; b) La inevitabilidad, es decir, la imposibilidad de evitarlo,
que viene a ser la condición esencial.
85
siguientes requisitos concurrentes: a) que sea efectuado por un médico; b) la
conducta se halla realizado con infracción de reglas y protocolos médicos; c)
daños en el paciente asociados a la prestación médica ajenos al curso natural del
mal por el que venia siendo tratado; d) relación de causalidad, esto es que el daño
se haya producido por conducta ilícita del médico158. En Chile se acude también al
principio del principal responde por los hechos del dependiente para
responsabilizar de los daños médicos al hospital involucrado teniendo como base
legal los artículos 2320º y 2322º del Código Civil. Las indemnizaciones son de
carácter reparatoria y compensatoria: a) el daño emergente o material, en este
rubro quedan incluidos los honorario médicos, gastos de farmacia, de curación,
aparatos ortopédicos y, en general todos los gastos realizados con el fin de
restablecer la salud del afectado, incluida su rehabilitación; b) el lucro cesante que
se refiere a las remuneraciones o ganancias que normal y racionalmente se
habrían logrado de no mediar el hecho dañoso en general; y c) el daño moral
(sufrimiento de las víctimas), y la perturbación que sufrieron los agraviados en su
vida normal. Según cifras del Colegio Médico Chileno, en 1995 existían sólo tres
denuncias mensuales por negligencia médica, mientras que en el año 2002 esta
cifra llegó a 58. Por su parte, se estima que los hospitales del sector público
tienen juicios por un monto total de 13 mil millones de pesos por indemnizaciones
solicitadas por pacientes (52% de las demandas por negligencia médica). Las
principales especialidades afectadas son ginecología (20%) y cirugía general
(12%). Cerca del 30% de los casos de negligencia médica estarían vinculados a
la mala administración de la anestesia. Asimismo, el artículo 491º del Código
Penal Chileno señala que: “El médico, cirujano, farmacéutico, flebotomiano o
matrona que causare mal a las personas por negligencia culpable en el
desempeño de su profesión, incurrirá en las penas del artículo 490º”. Este país
promueve el seguro médico y que la Asociación de aseguradores prevé una
nueva póliza de responsabilidad médica ante la Superintendencia de Valores y
Seguros, que incluía la cobertura del daño moral a los pacientes, como otro punto
a indemnizar en las reclamaciones.
158
En: http://www.bcn.cl/bibliodigital/pbcn/estudios/estudios_pdf_estudios/nro277.pdf
86
2.2. 2. CONCEPTOS BÁSICOS SOBRE RESPONSABILIDAD MÉDICA
2.2.2.1.
Acto Médico
Un acto médico se caracteriza fundamentalmente por salvaguardar la salud
física y mental de un paciente, y procurando siempre la mejor calidad de vida
posible. Ejemplos de actos médicos comunes son la expedición de recetas,
certificados e informes directamente relacionados con la atención de pacientes, la
ejecución de intervenciones quirúrgicas, la prescripción o experimentación de
drogas, medicamentos o cualquier producto, sustancia o agente destinado al
diagnóstico, prevención o tratamiento de enfermedades. La característica del acto
médico es que este es realizado por un profesional médico observando los
protocolos y reglas de la medicina.
159
Los actos médicos a su vez se clasifican
en:
Acto médico eficaz: Aquel que ha cumplido con la finalidad de recuperar
la salud del paciente o mejorarla lo más posible. Ejemplo: se extirpa
exitosamente un tumor o el tratamiento eficiente de un mal crónico como la
diabetes.
INFORMACIÓN SOBRE LOS RIESGOS EN EL PROCEDIMIENTO MÉDICO
En términos generales se admiten hasta tres grados de riesgo del acto médico:
Grado mínimo: cuando se trata de procedimientos no invasivos ni dolorosos como son por ejemplo practicas el
examen físico y la toma de muestras emitidas espontáneamente.
Grado bajo: Cuando se trata de procedimiento invasivos pero potencialmente inocuos y poco dolorosos, entre
ellas, la toma de muestras con aguja, las curaciones, las suturas, reducciones de fracturas cerradas, etc.
Grado elevado: Los procedimientos invasivos, muy dolorosos y potencialmente serios, como las intervenciones
quirúrgicas sean ellas de carácter diagnóstico y/o terapéutico.
El médico no puede evadir su responsabilidad de informar sobre los riesgos previsibles, menos llevado por motivos
egoístas y ambiciosos con la finalidad de que el paciente no se vaya y con él el lucro visualizado. Los riesgos
previsibles injustificables son aquellos que se presentan cuando se ha producido la pérdida del deber objetivo de
cuidado y que generan responsabilidad moral, ética, administrativa, civil, penal, etc. Cuando se produce daño se genera
la responsabilidad civil y penal. Cuando no se produce daño puede ser susceptible de una sanción
Fuente: Maylle Antaurco, Lincoln. Compendio de Negligencia Médica. Teoría y Práctica. Lima-Perú. 2005
CONTENIDO DEL DOCUMENTO DE CONSENTIMIENTO INFORMADO
El acto médico debe estar sustentado en una historia clínica veraz y suficiente que contenga las prácticas y
procedimientos aplicados al paciente para resolver el problema de salud diagnosticado. Para ser valedero el
consentimiento informado deberá haber sido emitido dentro de las siguientes circunstancias, considerando los
siguientes temas:
159
Cfr, VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique, Derecho médico peruano. Doctrina, legislación &
Jurisprudencia, 2ª ed., Grijley, Lima, 2006, p. 56.
87
Términos razonablemente comprensibles para el paciente
Veraz y suficiente: motivo del acto médico.
Completa y continuada
Condiciones del servicio
Diagnóstico de la enfermedad
Pronóstico de la enfermedad
Forma de tratamiento y medios a utilizarse
Si el acto médico propuesto es oportuno, necesario, impostergable o urgente
Objeto de la intervención y beneficios del tratamiento
Descripción del procedimiento
Alternativas de tratamiento
Pronóstico del tratamiento
Riesgos o peligrosidad de la intervención y consecuencias de los mismos
Consecuencias que sobrevendrían de no llevarse a cabo
Efectos secundarios y perjuicios del tratamiento
Precauciones
Contraindicaciones
Costos del tratamiento
Fuente: Maylle Antaurco, Lincoln. Compendio de Negligencia Médica. Teoría y Práctica. Lima-Perú.2005
PROTOCOLO DE TRATAMIENTO Y CONSENTIMIENTO DEL PACIENTE

Los criterios de diagnóstico y evaluación

Diagnóstico diferencial

Diagnóstico diferencial histológico

Criterios de elección del tratamiento quirúrgico

Complicaciones de la cirugía abierta: Intraoperatorias, del post operatorio inmediato, y las tardías.

Exámenes preoperatorios de obligado cumplimiento.

Depósito de una unidad de sangre

Evaluación pre anestésica

El consentimiento informado adecuado

Evaluación de servicio social

Programación de sala de operaciones

Relación de instrumental para la técnica de adenomectomía suprapúbica.

Informe detallado de la técnica operatoria

Informe del anestesiólogo

Ordenes médicas y variaciones diarias promedio

Protocolo de atención de enfermería

Atención en el post operatorio

Costos de la atención para el paciente
Fuente: Maylle Antaurco, Lincoln. Compendio de Negligencia Médica. Teoría y Práctica. Lima-Perú. 2005
Acto médico dañino: Es el acto médico que no ha sido desarrollada
observando los protocolos y reglas de la medicina generando perjuicio a la
salud física o mental del paciente. Este es el caso del tratamiento
equivocado a un paciente. También aquí se encuentra la omisión o tardía
asistencia médica. Ejemplo de ello es la mujer que quedó en estado
88
vegetal tras someterse a una liposucción sin haber recibido sus familiares
una explicación coherente de dicho hecho. 160 Otro caso es el sucedido en
el Hospital Regional de Ayacucho donde Blanca Arone Martínez ingresa
sufriendo un fuerte dolor de estómago y pese a que la paciente era alérgica
a un analgésico (metamizol) se le aplicó, lo que le produjo un shock severo.
La complicación ha generado que Blanca pierda la movilidad de las piernas
y quede postrada en una cama por el resto de su vida. Esta es la razón por
la que el Segundo Juzgado Especializado en lo Civil los responsabilizó por
la mala praxis a los médicos y los obligó a que paguen 221 mil soles a la
humilde madre por dejarla paralítica. 161
Acto médico ilegal.- Es el acto médico que tiene por objeto realizar ilícitos
penales o es usado como pretexto para vulnerar derechos fundamentales
como la libertad, la educación, la propiedad, etc. del paciente. Este es el
caso de un tratamiento médico psiquiátrico mediante el cual se retiene a un
paciente en el nosocomio más días de los necesarios con el fin de cobrar
unos días o semanas más de tratamiento médico. En este supuesto
también encontramos la realización de operaciones innecesarias al
paciente para efectos de cobrarle por dicho servicio médico innecesario.
Otros ejemplos son los abortos sin consentimiento del paciente por encargo
de un tercero, mutilaciones o laceraciones innecesarias (torturas),
eutanasia, genocidio, esterilizaciones forzadas, violación sexual con
ocasión del tratamiento médico, tráfico de órganos, clonación de seres
humanos, experimentos inhumanos, trata de personas y prostitución
(certificaciones de virginidad), trafico de estupefacientes en el cuerpo
humano, expedición de certificados médicos fraudulentos, pericias médicas
fraudulentas, certificados de nacimiento o defunción fraguados, apoyo
médico a terroristas, etc. Ejemplos de actos médicos ilegales son los del
médico brasileño acusado de haber abusado de 56 pacientes162 o en el
160
Una mujer quedó en estado vegetal tras someterse a una liposucción. http://proyectosaludidlads.blogspot.com/2009/12/una-mujer-quedo-en-estado-vegetal-tras.html
161
Negligencia médica: madre ayacuchana recibirá 221 mil soles por quedar paralítica. En:
http://proyectosalud-idlads.blogspot.com/2009/12/negligencia-medica-madre-ayacuchana.html
162
Médico brasileño acusado de haber abusado de 56 pacientes fue liberado. En:
http://proyectosalud-idlads.blogspot.com/2009/12/medico-brasileno-acusado-de-haber.html.
89
Perú del reciente trafico de órganos en que estaban implicados
presuntamente médicos del Seguro Social. 163
La responsabilidad civil médica es aquella que se genera en ejecución de un
acto médico realizado por profesionales de la medicina incumpliendo las reglas de
esta profesión o con ocasión de su ejercicio profesional abusan de sus facultades
para cometer conductas ilícitas ocasionando no solo un daño a la vida y salud del
paciente sino en otros derechos fundamentales. Un procedimiento médico que ha
inobservado reglas de la medicina puede traer graves complicaciones como
males crónicos, pérdida de miembros, órganos, lesiones graves e incluso la
muerte, generando responsabilidad administrativa, civil y penal que solo es
posible de salvar con causas de justificación debidamente probadas.
La Dirección General de Epidemiología (DGE) del Ministerio de Salud del Perú,
señala sobre la incidencia de infecciones intrahospitalarias (IIH) en los servicios
de
neonatología,
cuidados
intensivos
de
adultos,
medicina,
cirugía
y
ginecoobstetricia que de 120 establecimientos de salud a nivel nacional del Minsa,
se han notificado 15 mil 757 IIH entre enero de 2004 a marzo de 2008. De estas,
cuatro mil 630 (29.3%) fueron endometritis puerperales (después de dar a luz),
cuatro mil 476 (28.4%) fueron infecciones de herida operatoria, dos mil 878
(18.2%) fueron infecciones al torrente sanguíneo, dos mil 248 (14.2%) fueron
infecciones del tracto urinario y mil 525 (9,6%) fueron neumonías IIH. Asimismo,
del total de IIH notificados ocho mil 418 (53.4%) proceden de los servicios de
ginecoobstetricia, dos mil 959 (18.7%) de los servicios de neonatología, mil 907
(12.1%) de las unidades de UCI adultos, mil 358 (8.6%) de los servicios de cirugía
y mil 115 (7%) de los servicios de medicina de adultos. La mencionada entidad ha
establecido que en el 2007 hubo una incidencia de 33,2 neumonías IH por cada
mil días con ventilador mecánico. En el ámbito penal estos casos dan lugar a
procesos penales por lesiones graves y homicidio culposo, que de manera
excepcional han recibido penas privativas de la libertad.
163
Identifican
a
mafia
de
trasplantes
clandestinos.
idlads.blogspot.com/2009/12/identifican-mafia-de-trasplantes.html
90
En:
http://proyectosalud-
Los Comités de Ética, Deontología y Medidas Disciplinarias de los Colegio de
profesionales médicos deberían estar atentos para instaurar oportunamente
procedimientos disciplinarios para sancionar a profesionales médicos que
inobserven las normas de su profesión.
DENUNCIAS POR INFRACCIONES AL CÓDIGO DE ÉTICA MÉDICA
La denuncia será presentada ante el Comité de Vigilancia Ética y Deontológica del Consejo Regional a
cuya jurisdicción pertenece el supuesto infractor. Dentro del plazo de (5) cinco días, el Comité de Vigilancia
Ética y Deontológica, correrá traslado a él o los denunciados del contenido de la denuncia; quien en un
plazo no mayor a (5) cinco días absolverá el mismo. Dentro de los quince (15) días siguientes el Comité de
Vigilancia Ética y Deontológica se pronunciara por la procedencia o improcedencia de abrir procedimiento
ético disciplinario, debiendo recomendar en su caso, el efectuar la denuncia penal que corresponda. Dicho
pronunciamiento será remitido al Consejo Regional o al Consejo Nacional en su caso; a fin de que, previa
evaluación emita la resolución correspondiente que dispone abrir el procedimiento ético disciplinario o en
su defecto aquella que declara no ha lugar la denuncia presentada.
Es responsabilidad de los Consejos Regionales y del Consejo Nacional en su caso, denunciar ante la
autoridad judicial competente, aquellas faltas que tuvieran extrema gravedad o características de delito
común. Las denuncias formuladas directamente por los Consejos Regionales deberán ser comunicadas de
inmediato al Consejo Nacional.
Las sanciones se encuentran previstas en el Código de Ética y Deontología. Las resoluciones de los
Consejos Regionales que impongan sanción de suspensión del ejercicio profesional, deberán ser elevadas
al Consejo Nacional dentro de los cinco días de notificada y siempre que no hayan sido impugnadas; a fin
que se proceda a su ratificación automática y entren en vigor.
Las sanciones de suspensión y de expulsión serán comunicadas al Consejo Nacional, a fin que éste
proceda a notificar a las autoridades pertinentes para lograr el cumplimiento efectivo de dichas sanciones.
Cualquier sanción impuesta podrá ser hecha pública, incluso aquella denominada llamada de atención
privada, la misma que será efectivizada por el Presidente o Decano del Consejo Regional en sesión de
Consejo y constará en el acta pertinente. Las otras sanciones, podrán hacerse públicas, publicando una
nota en el diario de mayor circulación del País; así como en una vitrina específica del Consejo Regional de
su Jurisdicción y del Consejo Nacional, y además en la página web del Colegio Médico del Perú.
DEL REGISTRO ÚNICO DE PROCEDIMIENTOS DISCIPLINARIOS Y SANCIONES ÉTICAS
En el Registro Único de Procedimientos Disciplinarios y Sanciones Éticas, se registran todos los
procedimientos disciplinarios iniciados en los diferentes Consejos Regionales; así como las sanciones o
absoluciones recaídas en cada uno de ellos.
El registro necesariamente contendrá los datos del denunciante, si lo hubiere, la fecha de inicio del
procedimiento, las infracciones materia del procedimiento, el nombre completo y número de colegiatura de
los profesionales objeto del mismo; así como la sanción o absolución y la rehabilitación en su caso.
Igualmente se consignará como anexo, una copia de la denuncia, y cuando se tenga conocimiento, los
datos del expediente judicial en el cual se diluciden los hechos materia del procedimiento.
Fuente: Artículos 130°- 148 del Reglamento del Colegio Médico Peruano. Res.N°4484-CN-2004
91
Así por ejemplo el Colegio Odontológico del Perú esta facultado para sancionar
disciplinariamente a sus colegiados que hayan incurrido en las siguientes
infracciones164.
1. Infracción a las normas contenidas en el Código de Ética Profesional.
2. Conducta negligente en el cumplimiento del ejercicio de la profesión
odontológica.
3. En general, en todos los casos que de la actuación profesional pueda derivar
un daño moral o material para la profesión odontológica o a la comunidad.
Lamentablemente este colegio médico como otros no ha implementado a la
fecha el Registro Nacional de Procesos Disciplinarios y Registro de Sanciones
que daría publicidad a las sanciones y daría a conocer el nombre de los
infractores. Un caso de responsabilidad de un odontólogo es el supuesto en que
causa una parálisis facial hecho que podría ser sancionado por su colegio
profesional al margen de las acciones legales civiles y penales que se deriven del
mismo.
Ahora bien la inobservancia de las reglas de la profesión médica no solo puede
traer afectaciones a los derechos a la vida, la salud y la integridad física sino
además al bienestar psicológico. La omisión de brindar la asistencia médica
oportuna es uno de los casos de responsabilidad médica más comunes, como se
observa en el caso de Meza García (STC N.° 2945-2003-AA/TC) donde se
evidencia que hubo una grave negligencia médica de los médicos a cargo de la
paciente y el hospital, al tardarse en aplicarle el tratamiento médico debido, el que
luego casi ocho años por mandato del TC se ordeno, aunque demasiado tarde
pues al poco tiempo el litigante falleció.
Las características del acto médico son:165 a) Profesionalidad; b) asistencia
médica idónea, en ambos casos siguiendo los cánones de la medicina, protocolos
y normas técnicas médicas. Para el ejercicio de actividades profesionales propias
de la medicina se requiere contar con el título profesional, cumplir con los
164
ARTÍCULO 174° DEL DECRETO SUPREMO N° 014-2008-SA
Cfr, VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique, Derecho médico peruano. Doctrina, legislación &
Jurisprudencia, cit., p. 56.
165
92
requisitos de la colegiación, especialización, licenciamientos y en el caso de
médicos especialista, estar debidamente inscritos en el Registro Nacional de
Especialistas del Colegio Médico del Perú166.
Los presupuestos para que exista responsabilidad civil del médica son: a)
antijuricidad; b) obligación incumplida, sea convencional o legal,167 (asistencia
médica). La infracción del deber médico de brindar asistencia médica de calidad
puede ser por torpeza, imprudencia, falta de atención, la negligencia o la
inobservancia de las reglas del arte y la técnica de curar (“lex artis”), la que será
determinada por el peritaje168 médico legal. Como consecuencia de la infracción
del deber funcional del profesional médico, se produce un daño a la salud del
paciente, ya sea somático, psíquico o moral, así como los familiares, si es que ha
provocado su fallecimiento o incapacidad. En ese contexto, los perjuicios
ocasionados pueden ser pecuniarios, por gastos médicos resultantes de haberse
alargado la enfermedad o de haber tenido que recurrir a consultas externas.169
El daño para ser imputable al profesional médico y/o centro asistencial se debe
establecer la relación causal entre el acto médico y el resultado dañoso. En ese
orden, la responsabilidad médica tiene una relación directamente proporcional a la
previsibilidad del hecho, a mayor previsibilidad mayor responsabilidad y a menor
previsibilidad menor responsabilidad.
166
La Ley Nº 23536, modificada por Ley Nº 27583, Ley que establece las normas generales que
regula el trabajo y la carrera de los profesionales de la salud, incluye las siguientes líneas de
carrera: médico cirujano, cirujano dentista, químico farmacéutico, obstetriz, enfermero, médico
Veterinario, biólogo, psicólogo, nutricionista, ingeniero sanitario, asistenta social y tecnólogo
médico En ese sentido, el término empleado en la Ley General de Salud para quienes ejercen la
labor médica es ―profesionales de la salud‖, siendo el médico el sujeto materia de estudio de la
investigación.
167
Al respecto, La Ley Nº 23536, Ley General de Salud, dispone en el artículo 3º que ―Toda
persona tiene derecho a recibir, en cualquier establecimiento de salud, atención médico- quirúrgica
de emergencia cuando la necesite y mientras subsista el estado de grave riesgo para su vida o su
salud‖. El Reglamento establece los criterios para la calificación de la situación de emergencia, las
condiciones de reembolso de gastos y las responsabilidades de los conductores de los
establecimientos.
168
Una peritación médico legal acerca de la existencia de la gravedad de la falta médica parte del
hecho de que la práctica de la medicina se compone de dos elementos: el arte y la ciencia, pero
una y otra derivan de la experiencia y de los dones naturales del médico, entre los cuales, la
inteligencia ocupa un lugar destacado. Ambos elementos: arte y ciencia van unidos al saber, es
decir, a los conocimientos acumulados en el curso de una vida dedicada al estudio.
169
Cfr. Ibidem, p. 138.
93
Dentro de las variantes de culpa médica, la legislación comparada establece
que existe de responsabilidad, penal, civil, administrativa y moral las siguientes170:
a) Impericia: la impericia como la carencia de pericia (sabiduría, práctica,
experiencia y habilidad en una ciencia o arte). En ese sentido, podríamos
establecer que es la falta total o parcial de conocimientos técnicos,
experiencia o habilidad mínimos o básicos necesarios para el correcto
ejercicio de una profesión médica y no estar actualizado.
b) Imprudencia: se define como el acto realizado
sin las debidas
precauciones, contrario a lo que el sentido común aconseja, emprender
actos inusitados, hacer más de lo debido o actuar sin cautela cordura o
moderación. Este es el caso del médico que pudiendo usar una técnica
médica probada, utiliza una técnica experimental y no comprobada en su
eficacia.
c) Negligencia: es el "descuido, omisión o falta de aplicación. Viene a ser el
descuido, omisión, falta de aplicación o diligencia en la ejecución de un acto
médico, hacer menos, dejar hacer o hacer lo que no se debe, no guardar la
precaución necesaria por el acto que se realiza o simplemente inobservar las
reglas de la medicina de manera flagrante.
2.2.2.2.
La naturaleza contractual de la responsabilidad civil médica
La calificación de contrato médico-paciente derivada de imposición legal o por
convención es la posición más seguida en el derecho comparado y la doctrina
nacional, empero la discusión sobre el tipo de contrato (locación de servicios,
locación de obra, contrato de trabajo, mandato, contrato a favor de tercero o
contrato complejo sui generis o multiforme) aún se mantiene vigente. Nosotros
abrazamos la teoría del contrato complejo de asistencia médica, que da lugar a
una relación contractual tripartita, que vincula al centro asistencial, el médico y el
paciente. Ahora bien es cierto que la relación contractual principal originaria es
bipartita entre el paciente y el centro asistencial, y que el paciente normalmente
170
Tapia Rodríguez, Mauricio. Responsabilidad Civil Médica: Riesgo Terapéutico, Perjuicio de
Nacer y Otros Problemas Actuales. Rev. derecho (Valdivia), dic. 2003, vol.15, p.75-111. ISSN
0718-0950. http://blog.pucp.edu.pe/item/25670.
94
no elige al médico que lo va atender en el hospital, el profesional es parte de un
servicio y el enfermo obviamente no ejerce control sobre él. De ahí que se afirme
que la relación con el médico-paciente en estos casos sea una relación
contractual accesoria. Ahora bien, el objeto principal de este contrato sea la
atención médica que deba brindar el centro asistencial, a través de sus
dependientes o terceros, con la obligación tácita de seguridad del paciente. 171 En
ese sentido, se entiende que el sanatorio, hospital o clínica (fija o móvil) asumen
responsabilidad por los daños ocasionados al paciente por sus dependientes o
terceros que contratan para brindar atención médica.
Como bien apunta Mosset, el médico no se obliga, normalmente, a llegar a un
final feliz, a que se recupere la salud, supere la dolencia que le aflige, sea clínica
o quirúrgicamente, pero si se obliga a cumplir los deberes que incumben a todo
profesional de la medicina. Claro, caso distinto son determinados actos médicos,
como la cirugía estética, de no urgencia, destinada a embellecer a la persona del
paciente, con una estilización o reconstrucción de su nariz, boca, orejas, aumento
de pechos o una lipoescultura donde efectivamente se reclama el resultado
prometido al final del acto médico. 172
Todo ello hace que cobre relieve la distinción entre obligaciones de medios y
resultados tan defendida por un sector de la doctrina. En la obligación de
resultado el deudor asume el compromiso de conseguir un objetivo o efecto
determinado: entregar la cosa vendida, pagar el precio en la locación, restituir la
cosa a su dueño en el depósito, construir el edificio, etc. En la de medios, el
deudor no asegura la consecución del resultado esperado por el acreedor, sino
sólo se obliga a poner de su parte el empleo de los medios conducentes a ello; la
prestación debida consiste en la realización de una actividad que normalmente
conduce al objetivo apetecido por el acreedor, si bien tal resultado es extrínseco a
la obligación y no integra su objeto, se menciona como ejemplos los casos del
médico, el abogado, el del administrador, etc. Empero, no se puede negar que
171
Cfr, Mosset Iturraspe, Jorge. Responsabilidad de los profesionales. Rubinzal Culzoni. Santa FeArgentina. 2001.p.294-7
172
Cfr, Mosset Iturraspe, Jorge. Ibidem.p.311
95
toda obligación implica un resultado a obtener y medios apropiados para
procurarlos. En buena cuenta, también en la obligación de medios, se promete un
cierto resultado, que no es la curación del paciente, o resultado final o mediato,
sino la atención dirigida a ese objetivo, o sea un resultado más próximo o
inmediato. 173
En ese sentido, el médico está obligado a colocar en su actividad todos los
medios apropiados para lograr la curación, de ahí que se hable de una implícita
obligación de garantía y seguridad a favor del paciente.
Ello tiene enorme
importancia para fines de la prueba pues en esa instancia tendrá que el médico
demostrar su prudencia y diligencia puesto que en caso de incumplimiento se
presume en principio culpa del deudor. Y claro el médico, como bien manifiesta
Mosset, podrá demostrar, frente a la frustración del fin inmediatamente
perseguido, que ello ocurrió por interferencia de factores imprevisibles e
imponderables, por la remanida fatalidad, por aspectos subyacentes en la salud
del enfermo que no conoció ni pudo conocer obrando con diligencia y cuidado. En
una palabra, que su empresa, la curación del paciente, chocó con imprevistos que
no pudo ni anticipar, ni resistir. 174
Nos queda claro que es indudable la obligación del médico de perseguir un
resultado, el bien del paciente o su mejoría, aunque sea en ocasiones remoto y
otros casos un hecho científicamente posible, en otra palabras se hace lo
humanamente posible para restablecer la salud o paliar los síntomas de una
dolencia del paciente. En el logro de ese resultado el médico debe emplear todos
los medios pertinentes y que ponga a su alcance el establecimiento de salud.
Precisemos que esos medios son la ciencia médica, en su situación actual,
disponible; unida a la máxima diligencia posible en orden al bien prometido; a una
prudencia extrema, como se espera de un profesional médico, y una experiencia
suficiente para realizar el acto médico prometido. 175
173
Cfr, Mosset Iturraspe, Jorge.Ibidem.p.311-13
Mosset Iturraspe, Jorge.Ibidem.p.314-15
175
Cfr, Mosset Iturraspe, Jorge.Ibidem.p.316
174
96
Esta relación contractual da derecho a los pacientes a exigir la reserva de la
información relacionada con el acto médico y su historia clínica, con las
excepciones que la ley establece; a no ser sometido, sin su consentimiento, a
exploración, tratamiento o exhibición con fines docentes; a no ser objeto de
experimentación para la aplicación de medicamentos o tratamientos sin ser
debidamente informada sobre la condición experimental de éstos, de los riesgos
que corre y sin que medie previamente su consentimiento escrito o el de la
persona llamada legalmente a darlo, si correspondiere, o si estuviere impedida de
hacerlo; a no ser discriminado en razón de cualquier enfermedad o padecimiento
que le afectare; a que se le brinde información veraz, oportuna y completa sobre
las características del servicio, las condiciones económicas de la prestación y
demás términos y condiciones del servicio; a que se le dé en términos
comprensibles información completa y continuada sobre su proceso, incluyendo el
diagnóstico, pronóstico y alternativas de tratamiento, así como sobre los riesgos,
contraindicaciones, precauciones y advertencias de las medicamentos que se le
prescriban y administren; a que se le comunique todo lo necesario para que
pueda dar su consentimiento informado, previo a la aplicación de cualquier
procedimiento o tratamiento, así como negarse a éste; a que se le entregue el
informe de alta al finalizar su estancia en el establecimiento de salud y, si lo
solicita, copia de la epicrisis y de su historia clínica. 176
La relación médico paciente es por naturaleza una relación contractual,
consensual no exige el cumplimiento de una formalidad específica, y se
manifiesta en la prestación de salud brindada así como en las obligaciones
asociadas a los profesionales e instituciones médicas. Esta relación contractual
incluso en aquellos casos en los que el paciente carece de capacidad para
manifestar su voluntad, y llega al área de emergencia de un hospital, aquí el
ordenamiento jurídico presupone el consentimiento del paciente para mejorar su
salud, lo estabilice y a la postre incluso le salve la vida, por cierto deberes
intrínsecos a la profesión médica.
176
ARTÍCULO 15 DE LA LEY GENERAL DE SALUD, LEY 26842
97
La responsabilidad médica puede originarse en la ejecución tardía, parcial o
defectuosa de una prestación médica o de la inejecución de la prestación médica.
Ello suele ser consecuencia del incumplimiento de los protocolos médicos,
normas de bioseguridad o el código de ética profesional, así por ejemplo “el
médico anestesista debe responder por las consecuencias del acto profesional en
el cual la impericia esta por encima del riesgo permitido aparece como un insólito
proceder”177. El contrato de asistencia médica tiene por objeto brindar una
prestación asociada a la salud que busque la prevención, restauración,
rehabilitación y recuperación del paciente. Acaecido el daño ―lo más importante es
reparar el daño”178, opinión que actualmente es compartida por diversos
autores179.
2.2.3. La imputación objetiva en la responsabilidad civil médica
La teoría de la imputación objetiva, desarrollada en el área penal por Jakobs y
Roxin, tiene una profunda raigambre civil (la teoría del riesgo), por lo que dos de
sus conceptos más célebres, el riesgo permitido y el principio de confianza
pueden ser utilizados para imputar responsabilidad médica.180 Un ejemplo, el
profesional médico por inobservar lo protocolos establecidos para reanimar a un
paciente le rompe dos costillas, una de las cuales le perfora el pulmón y le
provoca la muerte. El profesional médico y el hospital, responderán por el daño
ocasionado, pues incrementaron el riesgo socialmente permitido. El aumento del
riesgo permitido en el área médica significará el apartamiento de los protocolos
médicos, y por ende no cumplir con el estándar del servicio médico, lo cual
genera un riesgo no permitido por lo sociedad y que en pacientes
inmunocomprometidos puede ocasionar su fallecimiento.181 Roxin manifiesta ―que
dicha conducta haya creado un peligro para el bien jurídico no cubierto por un
riesgo permitido (jurídicamente desvalorado) el mismo que ha realizado un daño
177
Exp. Nº 694-86. Vid. Pioner de Jurisprudencia 2003-2004, mayo 2004, año 1, Nº 11, publicación
de Diálogo con la jurisprudencia, Lima, Gaceta Jurídica, 2004, p. 22.
178
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique, Derecho médico peruano. Doctrina, legislación & Jurisprudencia,
cit., p. 122.
179
WOOLCOTT OYAGUE Olenka, Salud, daños e indemnización. A propósito del seguro médico
obligatorio, cit., p. 334 y ESPINOZA ESPINOZA, Juan, Derecho de Responsabilidad Civil, cit., pp.
514-515.
180
GÜNTHER, Jakobs, La imputación objetiva en el Derecho Penal – traducción de Cancio Meliá –
Grijley, Madrid, 1998 p. 27.
181
Cfr, CANCIÓ MELIA, Manuel, Líneas básicas de la teoría de la imputación objetiva, Ediciones
Jurídicas Cuyo, México, 2001, pp. 55-58.
98
(resultado concreto)‖182. Para ilustrar el tema, pongámoslo el caso de la madre
que da a luz en las instalaciones del baño de emergencia pues los profesionales
médicos omitieron atenderla oportunamente, pese a la insistencia de la misma
paciente, aquí se aumento el riesgo permitido, y en consecuencia, si el neonato o
la madre sufrieron un daño a su salud, el mismo es imputable al profesional
médico y al hospital.
El principio de confianza puede ser aplicado pues todos los pacientes esperan
una prestación del servicio de salud observando los protocolos médicos y las
normas estándares de calidad de la asistencia médica. Nadie espera que se le
intente salvar la vida inobservando estas reglas pues el riesgo de aumentar el
daño al paciente será superior a conseguir disminuirlo. Jakobs183 por eso entiende
bajo este principio que
todas las personas confían racionalmente que sus
semejantes se comporten de acuerdo a las normas sociales y técnicas, y es
justamente ello el soporte factico de la sociedad y el orden público. En síntesis, la
sociedad
entiende que cada uno de nosotros va ser lo más profesional y
responsable posible en sus labores y sobre esa base permite la actuación entre
individuos y consigue la paz social en el tráfico jurídico. Este principio, extendido
al ámbito de organizaciones sociales o trabajos en equipo como los realizados en
un hospital supone que la asistente, la enfermera, la jefa enfermera, el
anestesiólogo, el médico y el comité de infecciones intrahospitalarias y
bioseguridad están haciendo su trabajo de manera idónea.
El deber de cuidado implica el cumplimiento de deberes y obligaciones que la
sociedad asigna a sus miembros y cuyo quebrantamiento genera responsabilidad.
En el ámbito de la medicina ello entrañaría la observancia de los protocolos
médicos y las normas de bioseguridad mediante los cuales se evitan riesgos
innecesarios al paciente y se resguarda adecuadamente su salud. Los deberes
que tiene una persona como consecuencia de su profesión aparejaran mayor
responsabilidad piénsese en el caso de los salvavidas, los médicos, policías,
182
ROXIN, Claus, Derecho Penal: parte general, T. I, Traducción de la 2ª edición alemana y notas
por Diego Manuel Luzón Peña, Manuel Díaz y García, Javier de Vicente Remesal, Civitas,
Madrid, 1997, pp.342- 365.
183
Günther, Jakobs, La imputación objetiva en el Derecho Penal – traducción de Cancio Meliá –
cit., pp. 28 -29.
99
militares, serenos o guardaparques. De ahí la importancia de la imputación a título
de imprudencia en ámbitos en los que se ostenta una posición de garante con
respecto a un peligro.184
2.2.4. Carga de la prueba en la responsabilidad médica
Una de las ventajas que ofrece la responsabilidad civil médica respecto a la
responsabilidad penal médica se puede observar en instancia probatoria pues
mientras la primera no requiere necesariamente ―individualizar a la persona
natural‖ que cometió la negligencia médica, en la segunda señala este hecho
como requisito sine qua non para determinar responsabilidades. Así, en instancia
civil se puede condenar al centro asistencial por un daño médico ocurrido en la
ejecución de la prestación médica, sin que se halla determinado la persona
natural que exactamente causo el daño al paciente, este es el supuesto por
ejemplo de las infecciones nosocomiales y las transfusiones de sangre, asociadas
a la responsabilidad civil objetiva en el derecho comparado.
El criterio tradicional que reza que la carga pesa sobre la víctima del daño,
recogido por el Código Francés de 1804, y paso a la mayoría del Códigos de
Europa y Latinoamérica, era una consecuencia del pensamiento liberal, que hacia
ver en igualdad de condiciones a todos los ciudadanos, olvidando las brechas
existentes entre clases pudientes y las extremadamente vulnerables.
En ese
contexto, quien invoca un daño debe probarlo, y con ello debe acreditar la
existencia del factor de atribución y la relación causal correspondiente. Tarea
harto complicada para las víctimas y que las sumía en
tortuosos y costosos
procesos judiciales, no diseñados para personas de escasos recursos que no
puedan costear el pago de peritos y de la maquinaria necesaria para probar los
daños que se les ha causado. De nada sirve una construcción jurídica que
reconoce a la víctima de una relación contractual un derecho a la indemnización,
si a la hora de regular el tema de la carga de la prueba, quién y cómo debe
demostrar los extremos exigibles, coloca a una de las partes, y mucho más si es
184
FEIJOO SÁNCHEZ, Bernardo José, Imputación Objetiva en el Derecho Penal, Instituto Peruano
de Ciencias Penales, cit., p. 229
100
la ―parte débil‖, en una situación de ―imposibilidad probatoria‖, de prueba
imposible o diabólica. 185
La doctrina desmarcándose del pensamiento decimonónico dominante bien
entrado el siglo XX, postulo más bien una igualdad material, que vería su reflejo
en el argumento según el cual ―debe probar aquel que esta en mejor condición de
producir la prueba‖ (de ausencia de culpa), o le resulta más sencillo probar su
diligencia. Mosset bien señala que el caso de la responsabilidad médica, por lo
ocurrido en el quirófano, es elocuente; el paciente, en estado de inconsciencia, no
puede probar la mala praxis que lo condujo al agravamiento de su dolencia; pero
la demostración de la no culpa o de lo fortuito es relativamente sencilla para el
cirujano interviniente. Lo que
es para uno ―el secreto del quirófano‖, para la
contraria es o puede ser una ―evidencia científica.‖ 186
Acompañaron a la flexibilización de la teoría de ―quien alega prueba‖, el famoso
apotema romano ―res ipsa loquitur‖, esto es debe cargar con la prueba de
descargo aquel a quien los hechos o circunstancias acusan, el principio es
recogido en Francia a través de la ―culpa virtual‖, en España como prueba prime
facie y en Italia como regla in quo plerumque accedit. 187 En el fondo se presume
la culpa por que normalmente el hecho dañoso es consecuencia de una
negligencia evidente, caso de las gazas o el bisturí en el interior del paciente, de
ahí que se produzca una inversión de la carga probatoria, y se deba probar la
ausencia de culpa o debida diligencia.
Es difícil sostener la eficacia, de la regla de la experiencia, según la cual debe
probar quien invoca un hecho contrario al normal, pues corre de por medio cierta
subjetividad salvo en circunstancias en que medie una investigación científica
caso en el cual será esta la prueba y no la experiencia per se. De todas, maneras,
es un argumento que ayuda a quien esta en peor condición de probar y al que en
no pocas ocasiones ha recurrido la judicatura de varios países junto con los
argumentos de la probabilidad y sucedáneos de pruebas como los indicios. Al
respecto, el destacado jurista Espinoza Espinoza, manifiesta que si bien la carga
185
Cfr, Mosset Iturraspe, Jorge. Responsabilidad de los profesionales. Rubinzal Culzoni. Santa FeArgentina. 2001.p.174.
186
Ibidem.p.177.
187
Cfr, Ibidem
101
probatoria siempre le corresponde al paciente, tarea complicada que puede ser
aliviada mediante la causalidad probabilística.188.
La doctrina predominante en casos de daños médicos, daños ambientales y
daños a los consumidores en los últimos años, ha sido la res ipsa loquitur,
también conocida como ―los hechos hablan por si mismos‖ que más que una
presunción de culpa, constituye en la practica una inversión de la carga de la
prueba, a la que válidamente en los daños derivados del incumplimiento de un
contrato puede sumarse la presunción de la culpa leve. No debemos olvidar, sin
embargo, que asistimos al ocaso de las teorías sobre la carga de la prueba, ya
que los esfuerzos del jurista no se deben centrar en la distribución de la carga de
la prueba, sino en los deberes del juez para adquirir el conocimiento de los
hechos controvertidos, sin que interese, en tal sentido, lo que las partes hagan o
dejen de hacer como asevera Arazi.
189
Esto implica que pesa sobre el juez la
obligación de buscar la verdad material y socializar el proceso, en beneficio de la
parte más débil y en búsqueda de una solución coherente con los principios
básicos de justicia y equidad.
2.2.5. Cuantificación de la indemnización
El resarcimiento comprende tanto los daños objetivos (referidos al patrimonio);
daño emergente y lucro cesante y daños subjetivos (referidos al ser humano)
daño a la persona y daño moral.190 En ese sentido, la indemnización en casos de
responsabilidad civil médica, comprenderá el resarcimiento de los daños
patrimoniales, en el que encontraremos el daño emergente, esto es los gastos
incurridos por la víctima o su familia ni bien ocurrido el daño médico, tales como
medicinas, exámenes y costos de internamiento, a ello se agregan los costos del
tratamiento permanente o de rehabilitación que necesita el paciente, y en los
casos que la víctima sea incapaz de valerse por si misma, los costos del tercero
(enfermera) que lo cuidara. Aquí también se puede contabilizar, el lucro cesante
188
ESPINOZA ESPINOZA, Juan, Derecho de la Responsabilidad Civil, Gaceta Jurídica, 4ª ed., 2006,
pp. 640-660.
189
Citado por Mosset Iturraspe, Jorge. Ibidem.p.183.
190
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique, Derecho médico peruano. Doctrina, legislación &
Jurisprudencia, cit., p. 126.
102
ocasionado en la víctima y su familia, esto es quien es víctima de un evento
adverso, iatrogenia negativa o negligencia médica, debido a su estado de salud
podría perder ingresos provenientes de su actividad profesional o empresarial, y
no sólo él sino la familia que al invertir tiempo y recursos seguramente también
pudo haber perdido oportunidades económicas de incrementar su patrimonio.
Varsi sostiene que los jueces a menudo resuelven el otorgamiento de
reparaciones de daños médicos, ciñéndose a los siguientes parámetros: a)
antecedentes de la víctima (sociales, culturales y económicos), gravedad de las
lesiones producidas, coyuntura del daño por parte del médico, y nivel del centro
de salud, entre otros.
191
Una forma objetiva de determinar estas pérdidas es
proporcionar las facturas de los gastos incurridos y medios probatorios que
prueben la existencia de contratos vigentes o potenciales, y en caso de ausencia
de estos últimos es posible tener como referencia la remuneración mínima vital
para obtener el monto por este concepto. En caso de incapacidad relativa,
absoluta o muerte del paciente, nos queda claro que para la indemnización por el
lucro cesante se deberá considerar la salud del paciente en concreto, su viabilidad
de vida en caso no se hubiera presentado el evento adverso, la esperanza de vida
en el país, edad de jubilación ordinaria y los ingresos mensuales de la víctima.
Recordemos que según el INEI, el Perú se aproximar a una esperanza de vida
al
nacer
de 69 años, aunque persisten
grandes
diferencias
entre las
respectivas EVN de los departamentos. Por otra parte, no es extraño, por ello que
en algunos países europeos, como Francia, se halla concedido una pensión
vitalicia a los deudos o la víctima de la iatrogenia.
PERU: ESPERANZAS DE VIDA AL NACER DE AMBOS SEXOS SEGUN DEPARTAMENTOS,
1995-2015
DEPARTAMENTOS
1995-2000
2000-2005
2005-2010
2010-2015
PERU
68.3
69.8
71.2
72.5
COSTA
Callao
Ica
La Libertad
Lambayeque
Lima
Moquegua
Piura
Tacna
78.0
73.0
71.7
70.7
76.8
72.5
66.5
72.8
78.8
74.2
73.0
72.1
77.7
73.6
68.1
74.0
191
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique, Ibidem, p. 127.
103
79.5
75.2
74.1
73.3
78.4
74.7
69.6
75.0
79.9
76.1
75.2
74.4
79.0
75.7
71.1
75.9
Tumbes
70.0
71.4
72.7
SIERRA
Ancash
68.6
70.1
71.5
Apurimac
61.8
63.7
65.7
Arequipa
71.9
73.1
74.3
Ayacucho
61.9
63.8
65.7
Cajamarca
67.3
68.9
70.4
Cusco
60.2
62.3
64.3
Huancavelica
56.8
59.1
61.4
Huánuco
65.1
66.9
68.5
Junín
67.2
68.7
70.2
Pasco
66.5
68.2
69.7
Puno
60.6
62.7
64.7
SELVA
Amazonas
66.0
67.7
69.3
Loreto
64.9
66.6
68.3
Madre de Dios
67.2
68.8
70.3
San Martín
68.8
70.3
71.7
Ucayali
65.6
67.3
68.9
Fuente: INEI (http://www.inei.gob.pe/biblioineipub/bancopub/Est/Lib0005/cap-59.htm)
73.9
72.8
67.5
75.3
67.6
71.8
66.3
63.6
70.1
71.7
71.2
66.6
70.8
69.9
71.7
72.9
70.4
La experiencia francesa puede replicarse en el Perú, tomando como referencia el
artículo 314º del Código Procesal Penal, vigente en varias regiones del país,
según el cual los afectados con los delitos de homicidio o lesiones graves como
pueden tipificarse determinados conductas negligentes de médicos que generan
daños en sus pacientes, siendo la propia víctima o sus familiares los beneficiarios
con una pensión de alimentos por la pérdida del ser querido que podía ser el
principal sostén de la familia, o la pérdida de la facultad de ganarse el sustento
por si mismo.
Fuente: Código Procesal Penal, Decreto Legislativo No 957
También la responsabilidad extrapatrimonial debe ser indemnizada, si difícil de
hacerlo, y férreamente resistida por un sector de la doctrina nacional y extranjera,
lo cierto es que su consagración legislativa, hace obligatorio que los jueces la
otorguen, si lo solicita la parte, una indemnización por daño a la persona y daño
moral. La pérdida de un ser querido es un de los acontecimientos más
104
estresantes de la vida y puede producir una crisis emocional importante. Tras la
muerte de alguien que amas, experimentas una etapa dolor que recibe el nombre
de duelo. Algunas emociones que una persona puede sentir son las siguientes:
confusión, chock, tristeza, rabia, humillación, desesperación, culpa, entre otras. La
psicología recuerda que asimilar completamente el impacto de una pérdida
importante requiere su tiempo. Nunca se deja de echar de menos a esa persona,
pero el dolor disminuye con el tiempo y permite que continúes con tu vida. El
duelo es el proceso natural que atraviesas hasta aceptar una pérdida importante
una persona. Puede incluir las tradiciones religiosas que honran a los muertos o
reuniones con los amigos y la familia para compartir la pérdida. El duelo es algo
personal y puede durar meses o años. Es conocido por todos que la aflicción o
dolor que sientes es la expresión exterior de tu pérdida. Este dolor puede
expresarse física, emocional, y psicológicamente. Por ejemplo, llorar es una
expresión física, mientras que la depresión es una expresión psicológica.
192
El
duelo no es una enfermedad en sí mismo, aunque puede convertirse en una si no
se le hace un seguimiento adecuado, los especialistas los han clasificado en
duelos
complicados,
crónicos,
congelados,
exagerados,
reprimidos,
enmascarados, psicóticos, etc. 193
Recordemos que no es raro, que por lo abrupta (y evitable de la muerte) algunos
familiares de la víctima de iatrogenia, tales como el conyugue, los padres o hijos,
ingresen a cuadros severos de depresión, que a su vez los incapacite de trabajar
adecuadamente, e incluso los lleve a intentos de suicidios e incluso a veces su
consumación. Estos daños ocasionados a la familia del paciente también deben
ser considerados, y merituados dentro del concepto de daño moral. No son raros
los
casos
en
que
familiares
hipertensos,
cardiacos,
terminales
o
maniacodepresivos de la víctima de iatrogenia empeoren sus estados de salud
debido a la iatrogenia del familiar querido. Desde luego, será más difícil probar el
nexo causal, al ser un evento multicausal, pero el reproche social por vulnerar la
armonía y salud familiar deberá expresarse en términos generales en la
192
Afrontar la muerte de un ser querido En: Cepvi.com Web de psicología y medicina.
http://www.cepvi.com/articulos/duelo.shtml
193
Navarro Serer, Mariano (2006). «La muerte y el duelo como experiencia vital: acompañando el
proceso de morir.» Información psicológica. n.º 88. ISSN 0214-347 X - D.L. V-841-1983. pág. 17
105
indemnización por daño moral, que nada impide tome criterios objetivos como por
ejemplo los gastos por terapia psicológica de la familia o en la asunción de los
gastos tradicionales de los duelos de una familia con raíces provincianas, que
toman varios días e implican gastos, que ordinariamente no se incluyen en los
costos de un sepelio, el pago vitalicio de la misa del mes y el suministro de flores
a la mausoleo en determinados días determinados, estos últimos costos, bastante
bajos en general pero en el colectivo de un gran valor social pues implica una
forma representativa de respeto y consideración a la familia.
Así en la Casación Nº 458-2005-Lima (El Peruano, 1 de agosto de 2006) se
señala que ―si fluye de los medios probatorios acompañados al proceso,
particularmente de la historia clínica de la paciente, que esta padeció sufrimientos
y angustias durante su internamiento en la clínica demandada, con reiterados
episodios nauseosos, sin poder dormir bien y con intensos dolores que minaron
su autoestima, calmándose solo en presencia de sus familiares, quienes le
brindaron su apoyo en todo momento; estos daños atañen a su esfera subjetiva y
deben ser cuantificados conforme a la facultad que otorga el artículo 1322 del
Código Civil, según el cual si el resarcimiento del daño no pudiera ser probado en
su monto preciso, deberá fijarlo el juez con valoración equitativa.‖
CUANTIFICACIÓN DEL DAÑO MORAL SEGÚN LA CORTE SUPREMA
En contra de lo sostenido ―no es válido evocar, a fin de considerarlos resarcibles,
derechos completamente imaginarios como el derecho a la calidad de vida, al
estado de bienestar, a la serenidad; en definitiva: el derecho a ser felices" (Corte
106
di Cassazione, sentencia de las Sezioni Unite n. 26972/08) es respetable pero
objetable. Sostenemos que la indemnización por daño moral cumple una función
social muy importante, y representativamente es un tributo simbólico al
sufrimiento padecido por la víctima y los familiares. Cierto, es que su
cuantificación aún es un problema, el dolor humano siempre encuentra forma de
materializarse en la realidad, igual el resarcimiento material por muy difícil que
parezca debe mitigar ese dolor teniendo en cuenta la condición social, usos y
costumbres, y el nivel de reprochabilidad social de la conducta. Se debe estudiar
así cada caso en concreto, sin que pueda crearse una formula aplicable a cada
situación, aunque si establecer tablas o parámetros indemnizatorios para que sea
posible tener una predictibilidad sobre esta cuestión, y sin que sea una escusa
válida, tener en cuenta la condición económica del agente, para omitir un
pronunciamiento justo y coherente al respecto. Y es que en el fondo el daño moral
es la oportunidad en que la sociedad expresa la reprochabilidad de una conducta
mediante una suma dineraria o una reparación in natura, como lo demuestran los
Museo de la Memoria, que nos recuerda a las víctimas de la violencia en el país.
Para entender el valor de indemnizar el daño moral, imagine la pérdida por
negligencia médica o deficiencia hospitalarias de un hijo, esposo o padre,
ciertamente insustituible, siendo socialmente muy reprochable, sería absurdo que
sólo le paguen los gastos en que incurrió durante el tratamiento, gastos de sepelio
y lucro cesante, en casos en los cuales este último es casi inexistente, piénsese
en el caso del jubilado o el recién nacido, casos límites, pero lamentablemente
muy frecuentes en nuestros hospitales. ¿Si es un pensionista a lo mucho al
agente dañador le corresponderá dar un tanto por ciento faltante para una
pensión completa para los hijos y la viuda de ser el caso? ¿Si es un recién nacido
infectado con VIH, se puede hablar ya de lucro cesante o daños patrimoniales?
De al menos de él no, pero si de los padres aunque si estos son desempleados la
cosa se complica. Aquí es donde se demuestra la ineficiencia de sólo considerar
los daños patrimoniales, pues aún cubriéndose el daño emergente presente y
futuro, este puede ser mínimo, y en absoluto compensar el estado de bienestar
previo que tenía la víctima.
107
Piénsese en vivir para siempre con un bastón, con medicamentos con efectos
secundarios, sin una pierna u ojo, o estar condenado a visitar el seguro social
semanalmente para el control de la secuela o enfermedad que le dejo la
iatrogenia. Ciertamente, ese padecimiento y pérdida de la calidad de vida debe
ser compensado e indemnizado a través de una reparación civil, que de alguna
manera contribuya a mejorar las condiciones de vida que si se pueden mejorar.
En mi concepto, es una especie de compensación, y mitigación indirecta de esa
pérdida irreparable, a través de la mejoría de otras áreas de su vida, como
recreación, habitación, alimentación o educación. El asunto, no es solo descubrir
el valor inestimable del daño moral, y por tanto repararlo, pues ello es tanto como
decir que la salud mental de los peruanos cuando es lesionada o esta enferma no
puede ser tratada e incluso curada. En ese sentido, el daño moral cumple una
doble función: a) primero, destierra la idea de que solo pagando los daños
patrimoniales se ha reparado a la víctima, esto es ponerlo en lo más cercano a su
situación patrimonial en el momento que acaeció el daño. El ser humano es más
que las cosas que posee o la profesión que ejerce, es un ser complejo que
despliega vínculos afectivos personales, familiares y socio culturales que se
deben respetar, b) segundo, el daño moral encarna el verdadero reproche social a
la conducta que ocasiono el daño, especialmente en responsabilidad por culpa, e
incluso en responsabilidad por riesgo, en que se puede considerar como una
especie de culpa social asumida solidariamente, c) tercero, el afligimiento por la
pérdida de un ser querido, un miembro del cuerpo o la adquisición de una
discapacidad permanente, puede ser atenuada elevando la calidad de vida de la
víctima o su familia, sea compensando in natura o monetariamente, las
limitaciones provocadas por el daño a la víctima o la familia. De ahí, que sea
posible que la indemnización no solo sea dada en contante y sonante, sino en el
compromiso
de
otorgar
determinadas
prestaciones
que
mejoran
considerablemente el bienestar de la víctima o sus familiares o limpien su honra o
imagen. Seguramente, por ello los franceses establecían como parte de la
reparación una pensión vitalicia, y no son raros los casos, en que
extrajudicialmente, se pactan indemnizaciones monetarias acompañadas de otras
prestaciones in natura por los daños causados, como por ejemplo pago de
educación a la víctima para su reconversión laboral, proporcionándoles trabajo
108
estable a la víctima o sus hijos, educación a su prole, casa habitación a los
deudos, o incluso haciendo homenajes o monumentos, piénsese en las víctimas
del terrorismo. En estricto, muchos de estas prestaciones no se vinculan a daños
patrimoniales, sobre todo en los casos en que la víctima no tenía los recursos
suficientes para brindarse este tipo de prestaciones para si o para su familia sino
que devienen del espíritu solidario de la sociedad a través del agente del daño.
Recordemos el caso de Carmen Guevara Salazar Vs. Instituto Especializado
Materno Perinatal /MINSA (Exp. 1405-2009), indemnización por responsabilidad
civil extracontractual, en el que se ordena el pago de 800 mil nuevos soles a favor
de la demandante, y su menor hijo infectado en su nacimiento mediante una
transfusión de sangre con VIH. MINSA sostiene en su recurso de apelación que
no cabe sostener lucro cesante de un niño recién nacido, pues no cuenta con
trabajo, y su madre no acredito tampoco el lucro cesante que le ocasiona el
evento dañoso, pues aunque afirma que debido a que ahora debe cuidar a su hijo,
viéndose imposibilitada de trabajar como lavandera, no acredita dicha condición
con pruebas documentarias. Adicionalmente, se agrega que debido a que existe
un seguro social integral gratuito para todo aquel que padece SIDA, en virtud a la
Ley No 28243, es imposible que la madre del menor tenga daño emergente
alguno, pues todo el tratamiento médico es cubierto por el Estado. Asimismo, el
MINSA encuentra responsabilidad en la madre del contagio, debido a que no se
realizo las pruebas pre natales correspondientes que hubieran revelado un parto
difícil y además no había ningún familiar cercano en el momento en que se
necesito hacer la transfusión, y estando en peligro la vida del menor se procedió
al mencionado acto médico. Y dice más el MINSA: ―Si la actora no es la persona
que fue trasfundida con la sangre contaminada del donante, ni padece la
enfermedad del SIDA, resulta carente de motivación que se le conceda una
indemnización que no le corresponde.‖ El juzgador manifiesta que no obstante
manifestar la demandada que ha tomado la diligencia debida en el momento de
obtener la sangre donada contaminada de VIH, esta afirmación no esta acreditada
con documentación o medios probatorios idóneos como el formato del
cuestionario aplicado al donatario ni mucho menos los resultados de las pruebas
reactivas aplicadas a la sangre donada contaminada.
109
Extracto de la Sentencia de Segunda Instancia sobre el caso de Carmen Guevara Salazar Vs. Instituto
Especializado Materno Perinatal /MINSA (Exp. 1405-2009)
Extracto de la Sentencia de Segunda Instancia sobre el caso de Carmen Guevara Salazar Vs. Instituto
Especializado Materno Perinatal /MINSA (Exp. 1405-2009)
110
Extracto de la Sentencia de Segunda Instancia sobre el caso de Carmen Guevara Salazar Vs. Instituto
Especializado Materno Perinatal /MINSA (Exp. 1405-2009)
En este punto no podemos dejar de mencionar que los jueces han prescindido
de los conceptos de proyecto de vida o daño existencial para justificar
tácitamente la indemnización a través del daño moral. Así, ante la imposibilidad
de poder probar con certeza el monto del daño sufrido por el menor contagiado
de VIH y su madre, el juzgador apela a la responsabilidad civil en su función
compensatoria (no reparadora), pues una cosa es vivir sin VIH y otra sin esta
enfermedad, independientemente que aún no se ingrese a la fase terminal de la
misma. De ahí que los 800 mil nuevos soles que se fijan en primera instancia y
se ratifican en segunda, sólo encuentran sustento en el factor de atribución de
equidad
con
el
cual
tácitamente
se
esta
cumpliendo
una
finalidad
compensandora, sancionadora y disuasiva de estas conductas negligentes a la
usanza de los daños punitivos del ordenamiento norteamericano.
A inicios del 2010, dos médicos del Hospital Alberto Sabogal del Callao
amputaron por error al señor Jorge Villanueva Morales, paciente con diabetes de
86 años la pierna sana y no aquella que estaba gangrenada debido a una fuerte
infección causada por una úlcera. Efectuada la denuncia por los familiares de la
víctima la Defensoría del Pueblo, luego de una rápida pero exhaustiva
investigación llegó a la conclusión de que existen evidencias que acreditarían un
errado procedimiento quirúrgico por parte de los cirujanos, pidió no sólo ―un
rápido y efectivo procedimiento administrativo sancionador que determine la
111
responsabilidad de las personas involucradas en dicho acto médico‖ sino que ―el
paciente afectado reciba una compensación económica inmediata, porque,
debido a su avanzada edad, no sería justo que espere años por un proceso en el
Poder Judicial que se resuelva a su favor.‖ Añade la Defensoría del Pueblo que
no sólo se debe otorgar una compensación económica inmediata al paciente
afectado, sino también una atención médica integral, atención psicológica, tanto
al paciente como a su familia; y, ayuda personal diaria para el cuidado del
paciente.
194
Y justamente, las prestaciones que generarían la responsabilidad
médica, no sólo implican un tema económico sino prestaciones in natura como el
tratamiento médico, medicinas, ayuda psicológica y todo aquello que dé calidad
de vida al paciente. He aquí, otro caso donde la fundamentación de la
compensación económica residirá en criterios de equidad y como mecanismo de
disuasión mediante la cual la sociedad no sólo reprueba el daño sino compensa
simbólicamente el sufrimiento humano, imposible de equipar con algo material.
Mirando el futuro, lo ideal es que nuestro sistema de reparaciones de daños
médicos, avance hacia mecanismos más justos y equitativos, y escape no sólo
de la arbitrariedad que genera indemnizaciones diminutas o demasiada
elevadas, a través de la implementación de un fondo de reparación civil de las
víctimas de daños médicos, con topes indemnizatorios, mecanismos alternativos
de solución de controversias, seguros voluntarios para médicos o pacientes, y tal
vez, en un futuro no muy lejano poner en marcha instrumentos de seguridad
social similares a los del Seguro Complementario de Trabajo de Riesgo195, a
favor de la víctima, estableciendo beneficios sociales tasados que tendrán en
cuenta la gravedad del daño médico.
194
Indemnización inmediata para anciano que se quedó sin piernas en hospital Sabogal. En:
Proyecto Salud de IDLADS: http://proyectosalud-idlads.blogspot.com/2010/01/indemnizacioninmediata-para-anciano.html
y
Blog
de
la
Defensoría
del
Pueblo:
http://puma.defensoria.gob.pe/blog/?p=581
195
Las normas técnicas del seguro complementario de trabajo de riesgo, Decreto Supremo n°
003-98-SA, establece cobertura de invalidez y sepelio por trabajo de riesgo protegerá
obligatoriamente al asegurado o sus beneficiarios contra los riesgos de invalidez o muerte
producida como consecuencia de accidente de trabajo o enfermedad profesional; otorgando las
siguientes prestaciones mínimas: a) pensión de sobrevivencia; b) pensiones de invalidez; c)
gastos de sepelio.
112
2.6. Hacia la racionalización del resarcimiento de las víctimas de daños
médicos
Actualmente, existe la necesidad de tratar de racionalizar las indemnizaciones
por daños médicos, para evitar la subcapitalización (bastante común) y la
sobrecapitalización de un daño (cosa poco frecuente en el Perú). Ello se podría
lograr mediante la aplicación de baremos y tablas que aseguren una uniformidad
de base en el resarcimiento, dejando a salvo, al mismo tiempo, un eventual
margen de apreciación según la equidad en consideración a las particularidades
de los daños y/o del caso concreto. 196 El principio de igualdad obliga a que se
practique una evaluación objetiva y un resarcimiento uniforme de los daños, y
esto es una aspiración de la sociedad en general. En ese sentido, la ciencia
médica puede ofrecer las bases para una evaluación objetiva mediante la
elaboración de un baremo capaz de ponderar las lesiones a la integridad y/o
psíquica. 197
En Europa el resarcimiento del daño a la persona es indiferente de los ingresos,
así como del patrimonio de la víctima como se puede apreciar de la Resolución
75/7 del 15 de marzo de 1975 según el cual ―los dolores físicos y los
sufrimientos psíquicos son indemnizados en atención a su intensidad y duración.
El cálculo de la indemnización debe efectuarse sin considerar la situación
patrimonial de la víctima.‖ 198 Los daños médicos son susceptibles de evaluación
o, al menos, de constatación médica. Debería corresponder, por ende, a una
lesión a la integridad física y/o psíquica objetivamente verificable. El
resarcimiento de las lesiones personales cumple una función esencialmente
compensatoria, pero también una función satisfactivo-punitiva cuando existen
indicios de dolo o culpa en el agente que ocasiono el daño.
La idea predominante es al uso de un baremo médico-legal que cuantifique en
porcentajes las lesiones a la integridad física y/o psíquica, y de esta manera se
permita asignar un valor en dinero al porcentaje de menoscabo de la integridad
196
Busnelli, Francesco Donato. Propuestas Europeas de racionalización del resarcimiento.
Responsabilidad Civil II. Rodhas. Lima- Perú. 2006. p. 227.
197
Ibidem. p. 229
Ibidem. p. 230
198
113
física y/o psíquica en consideración a la edad de la persona y a la importancia
del porcentaje. A su vez, el daño en análisis puede ser valorado en relación a
criterios de apreciación según la equidad para cumplir las exigencias de
personalización.199 En los casos de fallecimiento de la víctima, esta claro que los
legitimados para interponer la acción de daños serán el cónyuge, los padres,
hijos, novio o el conviviente, no sólo por el daño ocasionado a su pariente o
pareja sino por el afligimiento que provoca a ellos mismos.
La liquidación del daño a la salud (o daño psicobiológico) debe ser efectuada
teniendo presente dos criterios: a) el de uniformidad; b) el de personalización del
daño. Así el criterio de uniformidad impone una homogeneidad en el tratamiento
resarcitorio frente a lesiones similares, y tiene su base constitucional, en el
derecho fundamental a la igualdad formal, y la dignidad del hombre, que exige
tal resultado: el derecho a la propia plena integridad psico-física es reconocida
por todos, prescindiendo de las condiciones sociales, económicas, etc., de cada
uno. Una liquidación resarcitoria del daño de manera fuertemente desigual entre
dos sujetos, frente a patologías al contrario idénticas, contrastaría igualmente
con el principio de dignidad de la persona humana: esto impone un límite de
tutela mínima del individuo, en sus derechos fundamentales, como es la salud.
El segundo criterio de cuantificación es el de personalización del daño, y se
aplica una vez uniformizada una cuantía estándar por daño a la salud, o límite
mínimo de tutela. En esta circunstancia el juez esta obligado a considerar las
peculariedades de cada caso concreto; éstas pueden exigir una variación en
incremento de la medida resarcitoria determinada en base al criterio de
homogeneidad.200 Esta es la razón por la que en Italia, los tribunales elaboran
tablas para garantizar una uniformidad del resarcimiento por medio del
denominado cálculo por punto de invalidez, por ejemplo, el Tribunal de Milán
atribuye a 1 punto de invalidez el valor de 984.85 euros, a 2 puntos el valor de
2091.95 euros, a 3 puntos de valor de 3322.51 euros, etc. La tabla se elabora
conforme a las enseñanzas de la ciencia médico-legal, según la cual la gravedad
199
Ibidem. p. 232
200
Gnani, Alessandro. Cuantificación del daño no patrimonial por parte del juez italiano. En:
Responsabilidad Civil II. Rodhas. Lima- Perú. 2006.p. 240
114
de las consecuencias lesivas aumenta en medida mayor al aumento numérico
del punto de invalidez.
El importe obtenido según la tabla es corregido en razón de la edad del sujeto al
tiempo en que sufrió la lesión. La corrección del cálculo en base al factor edad
es necesaria, en cuanto el daño biológico varía en medida proporcional al lapso
temporal durante el cual el sujeto es obligado a convivir con la lesión a la salud:
tanto más largo es tal lapso, tanto mayor será el daño. Así, el perjuicio resulta
mayor para un niño, obligado a convivir con la propia invalidez psico-fisíca por
todo el tiempo de presumible duración de vida futura. La relevancia de la edad
es traducida en la práctica a través del coeficiente multiplicador por edad (CDE)
que el sujeto tenía al tiempo del evento lesivo: en particular, el importe obtenido
por el juez multiplicando el número de puntos por el valor del punto, es después
ulteriormente multiplicado por dicho coeficiente. Este es igual a 1 para el caso de
persona lesionada con un año de vida – esto significa que el juez resarce el
importe derivado de la multiplicación entre el número de puntos y el valor del
punto, sin ninguna disminución – y decrece al aumentar la edad del sujeto. El
cálculo final de la invalidez responde por consiguiente a la siguiente formula: NP
x VP x CDE. Se puede poner el ejemplo de un sujeto que, a sus 21 años, reporta
una invalidez de 8 puntos. Según el Tribunal de Milan, se tendrá un importe de
11.518,05 euros, derivada del siguiente cálculo: 8 (número de los puntos) x
1599.73 euros (valor del punto) x 0.900 (coeficiente desmultiplicador por la
edad).201
Definitivamente, el daño moral no es posible aplicar una tabla de valoraciones
del dolor, aunque la psiquiatría viene intentando medir el dolor o aflicción del ser
humano de manera similar a la forma como los médicos miden la incapacidad
física estas investigaciones aún no logran consenso. Empero, para la fijación del
daño moral se tiene cuenta la intencionalidad del agente, gravedad de las
lesiones, la relación de afecto, parentesco, trabajo, etc., entre el dañante y el
dañado, las condiciones personales de la víctima (niño, mujer, padre de familia,
etc.), entre otras. Un criterio difundido para indemnizar un daño moral es
201
Ibidem p. 242
115
relacionarlo a un porcentaje del daño biológico sufrido por la víctima, lo cual no
siempre es acertado puesto que son daños con naturalezas y dimensiones
diferentes, y no necesariamente interdependientes, pudiendo existir por ejemplo
daño moral en ausencia de daño físico. De ahí, que se prefiera en estos casos
una valoración equitativa, por ejemplo teniendo en cuenta la intensidad del
vínculo familiar (máximo entre padres e hijo o entre esposos; menor entre
hermanos); la edad del hijo y de los padres; la viudez o no del padre (mayor es
el daño moral de un padre viudo del cónyuge, que pierde también al hijo; menor
para un padre todavía casado: el primero ya no tiene familia.
202
Ciertamente,
aunque cierto sector de la doctrina postula que para el caso del daño a la
persona, que no involucre daños biológicos, se cree una tabla resarcitoria
dividida por derechos fundamentales lesionados para indemnizar,
203
esta
posición no ha prosperado y se acude a la valoración por equidad que hace el
juez caso a caso.
Lamentablemente, nuestro país recién ha iniciado el lento camino a la
predictibilidad del resarcimiento del daño a la persona, y el diagnóstico al 2005
realizado por un destacado investigador de derecho de daños, Juan Espinoza
Espinoza, arrojo una preocupante realidad, una absoluta falta de previsibilidad
en daños similares, por ejemplo, en materia laboral, las indemnizaciones oscilan
entre S/ 8, 000.00 y S/. 30,000.00, por neumoconiosis. En el ámbito civil se
aprecia que un juez valoriza la pérdida del ojo derecho de una conductora de
una combi en S/. 20, 000.00 y unas quemaduras entre las piernas de un ama de
casa S/. 25.000.00. O por qué los jueces penales cuantifican idénticos daños en
proporciones diversas: la vida de una persona que murió asfixiada en una
discoteca en S/. 200,000.00 y la de una modelo muerta en un quirófano en S/.
50,000.00. El triste corolario de esta breve exploración, concluye Espinoza, es
que la cuantificación judicial de daños en el Perú, es impredecible.204
202
Cfr, Ibidem p. 247
Cfr, Ibidem p. 248
204
Espinoza Espinoza, Juan. Hacia una predictibilidad del resarcimiento del daño a La persona.
En: Responsabilidad Civil II. Rodhas. Lima- Perú. 2006.p. 262
203
116
Las causas que contribuyen a dicha situación son las siguientes: 205
a) Los operadores jurídicos no respetamos la normatividad en lo que a
individualización de daños se refiere,
b) No hay uniformidad en calificar el daño por pérdida de pariente,
c) No hay uniformidad en cuantificar los daños físicos o psíquicos de las
personas.
Tengamos presente que siendo los casos médicos normalmente primero
encaminados a la vía penal (homicidio culposo o lesiones culposas), pueda ser
que el juez penal fije una suma inferior a la deseada por la víctima del daño
205
Ibidem.p. 265
117
médico o sus deudos, en este caso, la tendencia jurisprudencial es permitir que
se reclame en vía civil lo que se alega que falta indemnizar, debido a que en
muchos casos no solamente las reparaciones civiles son exiguas sino que el
beneficiario no se constituyó en parte civil, sino además porque el Fiscal206 así
como el juez por imperio de la ley, deben pronunciarse en su dictamen y
sentencia obligatoriamente sobre la reparación civil, incluso en ausencia de
parte civil.
La propuesta de Espinoza Espinoza para tender a la unificación de las
reparaciones por daños a la persona es la siguiente: 207
a) Los abogados deben individualizar sus pretensiones en las demandas y los
jueces deben hacer lo propio en sus sentencias. Recomienda se empleen
formularios para ambos casos, en los cuales hayan espacios a llenar respecto
del daño emergente, lucro cesante, daño moral y daño a la persona.
b) Para cuantificar los daños físicos o psíquicos se debería establecer una base
mínima. El valor vida del monto predominante en nuestro Poder Judicial,
puede ser lo establecido por el SOAT, al que se le agregaría un monto
discrecional del juez que estaría en función de la edad, ocupación y demás
características personales del dañado sin un tope máximo. Este valor de vida
se debe aplicar sin distinción, tanto para el caso de las personas naturales
como de los concebidos aún no nacidos, ya que al ser sujetos de derecho
privilegiados, lo son para aquello que les favorece. Lo que se quiere evitar es
que
por
daños
sustancialmente
idénticos,
se
generen
reparaciones
desiguales.
c) Sugiere elaborar tablas o baremos y sobre los mismos, que se fije el criterio
equitativo del juez, pero, si se establecen límites, éste dejará de ser tal.
Así, en ausencia de tablas de daños jurisprudencialmente elaboradas, y la
absoluta imprevisibilidad de nuestras cortes, un referente interesante para tomar
en cuenta es el Seguro Obligatorio de Accidentes de Transito, Decreto Supremo
206
Artículo 1º de La Ley Orgánica del Ministerio Público, así como el artículo 285º del Código de
Procedimiento Penales.
207
Espinoza Espinoza, Juan. Hacia una predictibilidad del resarcimiento del daño a La persona.
En: Responsabilidad Civil II. Rodhas. Lima- Perú. 2006. p. 277-278
118
No 049-2000-MTC, el SOAT, no sólo beneficia al asegurado y a los ocupantes de
un vehículo, sino también a los peatones que pudieran verse afectados por un
accidente de tránsito, en atención a su esencia netamente social. Cubre a todas
las personas que resulten víctimas de un accidente de tránsito, sin importar la
causa del accidente, no tiene límite el número de personas que pueden ser
afectadas, no se necesita pronunciamiento de autoridad alguna para atender a
las víctimas, y el pago de las respectivas indemnizaciones se hace sin ninguna
investigación respecto a la responsabilidad en el accidente.
Seguro Obligatorio de Accidentes de Transito
o
(Decreto Supremo N 049-2000-MTC)
Cubre los siguientes riesgos por cada persona, ocupante o tercero no ocupante de un vehículo automotor asegurado:
Muerte c/u Cuatro (4) UIT S/. 14,200
Invalidez permanente c/u hasta Cuatro (4) UIT S/. 14,200 (100%)
Incapacidad temporal c/u hasta Una (1) UIT S/. 3,550
Gastos Médicos c/u hasta Cinco (5) UIT S/. 17,750
Gastos de sepelio c/u hasta Una (1) UIT S/. 3,550
(*) La UIT – Unidad Impositiva Tributaria - es equivalente a S/. 3,550
TABLA DE INDEMNIZACIONES POR INVALIDEZ PERMANENTE
Invalidez Permanente Total
Estado absoluto e incurable de alienación mental que no permitiera a la víctima realizar ningún
trabajo u ocupación por el resto de su vida.
100%
Fractura incurable de la columna vertebral que determine la invalidez Total y Permanente
100%
Pérdida completa de los dos brazos o de ambas manos
100%
Pérdida total de ojos
100%
Pérdida completa de las dos piernas o de ambos pies
100%
Pérdida completa de un brazo y de una pierna o de una mano y de una pierna
100%
Pérdida completa de una mano y de un pie o de un brazo y de un pie
100%
Invalidez Permanente Parcial
Cabeza
Sordera total e incurable de los dos oidos
50%
Pérdida total de un ojo o reducción de la mitad de la visión binocular normal
40%
Sordera total e incurable de un oido
15%
Ablación de la mandíbula inferior
50%
Miembros superiores
Derecho Izquierdo
Pérdida de un brazo (arriba del codo)
75%
60%
Pérdida de un antebrazo (hasta el codo)
70%
55%
Pérdida de una mano (a la altura de la muñeca)
60%
50%
Fractura no consolidada de una mano (seudoartrosis total)
45%
36%
Anquilosis del hombro en posición no funcional
30%
24%
Anquilosis del codo en posición no funcional
25%
20%
Anquilosis del codo en posición funcional
20%
16%
Anquilosis de la muñeca en posición no funcional
20%
16%
Anquilosis de la muñeca en posición funcional
15%
12%
119
Pérdida del dedo pulgar de la mano
20%
18%
Pérdida del dedo índice
16%
14%
Pérdida del dedo medio
12%
10%
Pérdida del dedo anular
10%
8%
Pérdida del dedo meñique
6%
4%
Miembros inferiores
Pérdida de la pierna (por encima de la rodilla)
60%
Pérdida de una pierna (por debajo de la rodilla)
50%
Pérdida de un pie
35%
Fractura no consolidada de un muslo (seudoartrosis total)
35%
Fractura no consolidada de una rótula (seudoartrosis total)
30%
Fractura no consolidada de un pie (seudoartrosis total)
20%
Anquilosis de la cadera en posición no funcional
40%
Anquilosis de la cadera en posición funcional
20%
Anquilosis de la rodilla en posición no funcional
30%
Anquilosis de la rodilla en posición funcional
15%
Anquilosis del empeine (garganta del pie) en posición no funcional
15%
Esta referencia, sirve como criterio del cual pueden partir los jueces, para
efectos de uniformizar criterios de indemnización, puesto que no se debería dar
por muerte menos de lo que de ordinario otorga el SOAT. Ahora bien una forma
de contribuir a uniformizar la cuantificación del daño, sería estadísticas de los
juzgados del país sobre casos de responsabilidad civil, para efectos de que
tomen conciencia de sus resoluciones.
120
CAPÍTULO III
LA RESPONSABILIDAD CIVIL MÉDICA EN EL PERÚ
Los daños médicos pueden derivar de una negligencia médica, deficiencias de
infraestructura sanitaria, deficiencias en administración hospitalaria e incluso de
errores o accidentes médicos, y del grado de siniestralidad propio de esta
actividad, dan como resultado que estos riesgos solamente se puedan controlar
con la medidas de prevención, procedimientos disciplinarios y vigilancia de tasas
referidas a eventos adversos, iatrogenia negativa o quejas de casos de
negligencia médica, en el ámbito de los programas de seguridad del paciente y
calidad de servicios de los hospitales. De ahí, que la responsabilidad civil médica,
puede clasificarse en dos grandes tendencias, la responsabilidad civil subjetiva,
que se basa en la culpa o el incumplimiento negligente de guías o protocolos
médicos, útil para determinar responsabilidades en los médicos, y la otra gran
corriente, la responsabilidad objetiva médica, aplicable a las organizaciones
hospitalarias, en casos de infecciones intrahospitalarias, transfusiones y
experimentos médicos. Ciertamente, el futuro de la reparación de daños médicos
no es patrimonio exclusivo de la responsabilidad civil, sino un ámbito compartido
con los seguros de responsabilidad civil, seguro del paciente, seguro del médico,
los fondos colectivos de reparación de daños médicos y en última instancia la
seguridad social como se puede observar en los países Europeos. En el Perú, en
estricto prima la responsabilidad civil médica subjetiva, y en menor grado la
responsabilidad civil médica objetiva, pero subordinada a la primera como se
observa en la Ley General de Salud y nuestro Código Civil.
Recordemos que la dogmática jurídica evolucionó desde la sola imputación
culposa hasta la objetivización a través de un paso intermedio que fue la
presunción de la culpa. 208 Los casos más característicos de responsabilidad civil
objetiva se encuentran en la legislación aeronáutica, de navegación, de
accidentes de trabajo, de trabajo agrario, de accidentes en el deporte, reparación
de daños ambientales, y más recientemente de determinados casos de
208
Lorenzetti, Ricardo Lorenzo. La Responsabilidad Civil Médica. Editorial Grijley. Lima – Perú.
2005. p. 263
121
responsabilidad civil médica, habiendo en todos estos casos responsabilidad
objetiva cuando el agente solo se puede eximir de su obligación de reparar
probando la fractura del nexo causal, esto es alegando el caso fortuito o la fuerza
mayor como causante del daño. 209
Cierto es que la regla general en la responsabilidad civil, es la imputación
subjetiva, en virtud a la cual se reprocha una conducta considerada negativa,
siendo la responsabilidad objetiva, prevista solamente para casos en los cuales
por solidaridad social la sociedad estima que al haber en conjunto permitido un
riesgo, por los beneficios que le genera, cuando acaece un daño por esta
actividad económica, le otorga al afectado el beneficio de sólo probar el nexo
causal, y no la culpa o el dolo para hacer responder al agente. Empero, en el
fondo en el caso de la responsabilidad civil médica objetiva, se oculta una
presunción tacita de culpa como su origen como lo deduce Lorenzeti, al clasificar
los supuestos más comunes de estas en Argentina: a) el riesgo o vicio de la cosa,
b) la promesa de resultado; c) los productos defectuosos; d) la actuación de
grupos de riesgo; y d) la responsabilidad por los desechos hospitalarios
peligrosos. 210
3.1. LA RESPONSABILIDAD MÉDICA EN LA LEGISLACIÓN PERUANA
Dentro del espíritu del individualismo napoleónico, el Código de 1852 limita la
responsabilidad exclusivamente a los daños causados por dolo o culpa, véase
sino su artículo 2210, que prescribe: ―el que sin culpa alguna causa un daño, no
esta obligado a la reparación‖. La concepción de este código es que todo daño
tiene un agente provocador, una mano escondida que arrojó la piedra; siempre
hay un delincuente oculto tras la cortina de los hechos, de ahí que se hable de
cuasi delitos todavía. Sin embargo, desde fines del siglo XIX comienza a
observarse casos en los que la teoría de la culpa resultaba incomoda y, a pesar
de su aparente moralidad y justicia, producía efectos inequitativos.211 Por ejemplo,
¿Como exigir que los parientes de las víctimas de un accidente de ferroviario o
naviero prueben la culpa del conductor o el capitán respectivamente?
209
Cfr, Lorenzetti, Ricardo Lorenzo. Ibidem. p. 265
Cfr, Ibidem. p. 266
211
De Trazegnies Granda, Fernando. La responsabilidad extracontractual en la historia del derecho
peruano. En: Revista Thémis No 50. Lima- Perú. p. 210
210
122
Para aliviar esta situación, sostiene Fernando de Trazegnies, se crearon las
presunciones iuris et de iure de responsabilidad, que en el fondo es una forma
intelectual de engañar a quienes quieren ser engañados. La ley dice que es así y
no importa saber si fue así o no en la práctica porque la ley ha definido la
situación incontrovertible. Así, agrega el citado autor, la presunción iure et de iure
no es sino una forma vergonzante de salirse de la teoría de la culpa,
encubriéndose con doctos latines todo lo que se quiere decir es que el causante
paga en forma irremediable, sea o no culpable moralmente. Esta presunción
incuestionable no es sino una mascarada en la que la responsabilidad objetiva
concurre al baile de disfrazada vergonzosamente de culpa. 212
La culpa decía Olaechea, en los albores del siglo XX, ―es de suyo insuficiente
para resolver una multitud de cuestiones que la vida moderna suscita.‖
213
De
Trazegnies, manifiesta que este notable jurista se refiere específicamente a la
responsabilidad por riesgo, dando como ejemplos: la responsabilidad ferroviaria,
la de los conductores de vehículos, la derivada de los riesgos de la aviación, la del
Estado por los errores judiciales y la de las empresas por los daños que causen
sus dependientes. Otros miembros de la Comisión Reformadora del Código Civil,
como es el caso de Juan José Calle, comparten esa idea del riesgo creado y
sostienen, que la idea del riesgo ya estaba presente en el Código Civil de 1852,
en el artículo 2110, inc.3: ―El que quiere aprovecharse de un hecho, no puede
dejar de someterse a sus consecuencias.‖ 214
El nuevo Código Civil de 1936, incorpora discretamente la responsabilidad
objetiva a través del artículo 1136: ―cualquiera que por sus hechos, descuido o
imprudencia, cause un daño a otro esta obligado a indemnizarlo.‖ En realidad,
éste era exactamente el mismo tenor del artículo 2191 del Código Civil de 1852,
por lo que no había ningún cambio en principio. Sin embargo, el Código de 1936,
ya no incluye el artículo 2210 del Código Civil anterior que dice: ―El que sin culpa
alguna causa daño, no está obligado a la reparación.‖ En esta forma, habiéndose
suprimido esa concordancia, los juristas de los años cuarenta interpretan que el
artículo 1136 del nuevo Código contiene tres supuestos independientes; el
212
De Trazegnies Granda, Fernando. Ibidem. p. 211
Calle, Juan José. ―Código Civil (con notas sobre el proyecto de Código Civil que se encuentra
redactando la Comisión Reformadora nombrada en 1922)‖. Lima: Imprenta Gil. 1928.p. 702
214
De Trazegnies Granda, Fernando. Ibidem. p. 212
213
123
descuido, la imprudencia, pero también los simples hechos. 215 Pese a esta tímida
aceptación del Código, la jurisprudencia asumió en su mayor parte una posición
objetivista, ordenando frecuentemente el pago de una indemnización cuando el
accidente
aceptadas.
se
216
había
producido
en
circunstancias
riesgosas
socialmente
Si la sociedad toda se beneficia de un riesgo creado, luego la
sociedad debe ver la manera de difuminar el daño en la sociedad y hacerse cargo
del mismo, en salvaguarda de los individuos afectados.
La regulación sobre responsabilidad civil por daños médicos es una institución
recién contemplada en el siglo XX, con el Código Civil de 1936, en su artículo
1168º, inciso 4, según el cual a los tres años, prescribía la acción contra médicos,
cirujanos, dentistas y boticarios. Posteriormente, el Código de Sanidad de 1969,
Decreto Ley 17505, estableció que la salud es el principal componente del
bienestar y constituye elemento indispensable en el desarrollo de los hombres y el
progreso de los pueblos. El Código en su artículo IX del Título Preliminar
estableció que todo acto u omisión intencional que altere o amenace el estado de
la salud constituye delito y añadió, en su artículo 17°, que con la concepción nace
el derecho a la vida y a la salud. Ello significaría que estaban sancionados los
casos de negligencia médica en perjuicio del feto o el que esta por nacer.
COMPARACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL PROFESIONAL DEL CÓDIGO CIVIL PERUANO 1984
CON RELACIÓN A OTROS CÓDIGOS CIVILES QUE FUERON SUS ANTECEDENTES
Código Civil Peruano de 1852
Código Civil Peruano de 1936
Art. 2191°. Cualquiera que por
Art. 1320°.- Queda sujeto a la
Art.
sus
indemnización
y
servicios implica la solución de asuntos
el
profesionales o de problemas técnicos
hechos,
descuido ó
de
aquél
daños
que
1762°.-
Si
la
prestación
de
imprudencia cause un perjuicio á
perjuicios
otro, está obligado á subsanarlo.
cumplimiento
sus
de especial dificultad, el prestador de
Art. 2200°. Si el daño causado
obligaciones incurre en dolo,
servicios no responde por los daños y
consistiese en la muerte de una
culpa o morosidad, y el que de
perjuicios, sino en caso de dolo o culpa
persona, el responsable debe
cualquier modo contraviniere a
inexcusable.
costear el funeral, y pagar una
ellas.
cantidad en compensación de
Art. 1321°.- La responsabilidad
de
215
De Trazegnies Granda, Fernando. Ibidem. p. 212
Cfr, Ibidem
216
124
en
Código Civil Peruano de 1984
Art. 1969°.- Aquel que por dolo o culpa
los alimentos de las personas
procedente del dolo y de la
causa un daño a otro está obligado a
que hubiesen quedado en la
culpa inexcusable es exigible en
indemnizarlo. El descargo por falta de
orfandad.
todas
dolo o culpa corresponde a su autor.
Art. 2201°. En caso de heridas
renuncia de la acción es nula.
se debe la curación, además de
Art. 1136°.- Cualquiera que por
Art. 1981°.- Aquel que tenga a otro
indemnizar
sus
o
bajo sus órdenes responde por el daño
causados.
imprudencia, cause un daño a
causado por éste último, si ese daño se
Art. 2207°. El término para
otro,
realizó en el ejercicio del cargo o en
intentar estas acciones es de
indemnizarlo.
cumplimiento del servicio respectivo. El
tres años.
Art. 1144°.- Todo el que tenga a
autor directo y el autor indirecto están
otro bajo sus órdenes, responde
sujetos a responsabilidad solidaria.
por
los
daños
las
obligaciones.
hechos,
está
descuido
obligado
La
a
por el daño que éste irrogue.
Art. 1148°.- Al fijar el juez la
indemnización, puede tomar en
consideración el daño moral
irrogado a la víctima.
El Código Civil de 1936 la tendencia para responsabiliza a los profesionales,
incluyendo los médicos, bajo el factores subjetivos (el dolo o culpa inexcusable).
La idea es justamente reprochar al galeno su falta de diligencia y desincentivar
estas conductas reñidas con la profesionalidad de la medicina y en resguardo del
derecho fundamental a la vida y la salud. Empero, aún no se reconocía
responsabilidad en los nosocomios como organizaciones creadoras de riesgos.
Sin embargo, se resalta la extensión del plazo de tres años para casos de
negligencia médica por un plazo de diez años al considerarse que la relación
contractual entre el paciente-médico-clínica se inicia con la atención médica, este
es el reconocimiento de la responsabilidad contractual de los daños médicos,
impuesto por ley, y se descarta ya, de plano la relación extracontractual cuyo
plazo era sólo de dos años.
El Código Civil de 1984, con la presunción de culpa consagrada en su artículo
1969, en su origen, fue saludado por la opinio iuris nacional, pues compartía la
actitud objetivista de la jurisprudencia peruana,217 al exigir que el demandado,
presunto agente, pruebe la ausencia de culpa, esto es su comportamiento
diligente. Chabas afirma que esta presunción general, muy favorable a los
217
De Trazegnies parafraseado por Fernández Cruz, Gastón. De la culpa ética a la responsabilidad
subjetiva: ¿el mito de Sísifo?, (Panorama del concepto y del rol de la culpa en el derecho
continental y en el Código Civil Peruano).Ibidem. p. 260
125
perjudicados, resulta demasiado severa para los autores simplemente materiales
de daños a los que se aplica, 218 lo cual no compartimos.
Por otra parte, el Código de 1984, ya no contempla como su antecesor de
manera
expresa
la
responsabilidad
por
daños
médicos,
sin
embargo,
contemplaban normas generales aplicables a la responsabilidad civil por
negligencia médica tales como:
a) El artículo 1325º del Código Civil establece que el deudor que para ejecutar la
obligación se vale de terceros, responde de los hechos dolosos o culposos de
estos, salvo pacto en contrario. De esta forma, las clínicas, obras sociales
beneficas y hospitales cuando se valen de médicos para ejecutar sus
prestaciones asumen responsabilidad solidaria por los daños que estos pueden
causar con ocasión de la atención médica.
b) El Artículo 1762° establece que si la prestación de servicios implica la solución
de asuntos profesionales o de problemas técnicos de especial dificultad, el
prestador de servicios no responde por los daños y perjuicios, sino en caso de
dolo o culpa inexcusable. La medicina es un ámbito donde no cabe culpas
leves o pequeñas, pues están en juego bienes jurídicos supremos, como la
integridad física, la salud y la propia vida, por lo que este artículo sólo es
aplicable a casos de tratamientos experimentales o experimentos médicos,
más no a la practica común médica. En otras palabras, si la prestación
profesional es aquella de las que pueden calificarse de normales en el ejercicio
de la actividad profesional, inevitablemente el profesional se hayan sometido a
las reglas generales.219. Al respecto, Planiol y Ripert, manifiestan que la
diligencia exigible a los sujetos en materia contractual no tiene por qué ser
menor que la exigible en materia extracontractual y si bien aquélla puede ser
variable en atención a la naturaleza de las relaciones, la condición de las
218
Chabas, François. Comentarios de las disposiciones del código civil peruano relativas a la
responsabilidad civil. Comparación con el derecho francés. En: ―Diez años del Código Civil
peruano. Balances y perspectivas. Tomo II. Lima- Perú. p. 372.
219
GUTIÉRREZ CAMACHO, Walter, ―Paciente o consumidor: el contrato de servicio médico y la
responsabilidad del médico‖, en Diálogo con la Jurisprudencia, Año 6, Nº 22, Gaceta Jurídica,
Lima, 2000, p. 67.
126
personas u otras causas, ello se da por igual en sede contractual como
extracontractual. 220
Ahora bien, en sendos casos, queda claro que estamos en supuestos de
responsabilidad por culpa, lo cual resulta un problema, en supuestos en que no se
llegue a probar la negligencia del médico y exista más una responsabilidad de tipo
organizacional como defectos en la infraestructura, material o equipo sanitario, o
deficientes políticas para la prevención de propagación de infecciones. Olenka
Woolcott221, por ello acertadamente manifiesta que se necesita abandonar
criterios subjetivos y objetivar esta responsabilidad en determinados casos,
teniendo en cuenta el riesgo de esta actividad como un factor de atribución valido
de ser alegado en los casos de infecciones contraídas en establecimientos de
salud. El maestro Fernández Sessarego222 manifiesta que el consentimiento esta
ligado a los derechos fundamentales, el derecho a la salud y el derecho a la
intimidad, por ello el médico no puede actuar sin tener el consentimiento del
paciente, pues ello vulneraria su libertad personal. Castillo Freyre y Orteling
Parodi admiten que determinados profesionales deben asumir ciertas pautas y
cuidados especiales en el ejercicio de su profesión para efectos de evitar daños a
sus clientes este es el caso de los médicos. 223 El recordado Taboada Córdova, se
sitúa en el supuesto de daños en la fecundación asistida, señalando que si fuera
el caso, se configuraría una responsabilidad contractual, por parte del médico, del
personal especializado así como del centro asistencial. 224
Magistralmente Seijas Rengifo, no duda de la existencia de la responsabilidad
del médico tanto en la sede civil como penal, debido a los bienes (vida y salud)
protegidos y cuya afectación deberán tomar en cuenta la previsibilidad y la
220
Planiol y Ripert citado por Fernández Cruz, Gastón. De la culpa ética a la responsabilidad
subjetiva: ¿el mito de Sísifo?, (Panorama del concepto y del rol de la culpa en el derecho
continental y en el Código Civil Peruano).En: Themis No 50. Lima- Perú. 2005. p. 257
221
Véase WOOLCOTT OYAGUE, Olenka, Salud, daños e indemnización. A propósito del seguro
médico obligatorio. cit., pp. 13-14.
222
Véase ESCOBAR ROZAS, Freddy / MORALES HERVÍAS, Rómulo (directores), ―Negocio jurídico y
responsabilidad civil. Estudios en memoria del Profesor Lizardo Taboada Córdova‖, Grijley, 2004,
pp. 698 y ss.
223
Véase OSTERLING PARODI, Felipe / CASTILLO FREYRE, Mario, ―Responsabilidad Civil por
transmisión de enfermedades: sida y responsabilidad, en: www.castillofreyre.com.
224
Cfr. TABOADA CÓRDOVA, Lizardo, ―Elementos de la Responsabilidad Civil, cit., pp. 124-139.
127
diligencia debida del profesional médico y centro médico. 225 Más recientemente,
León Hilario, al referirse a responsabilidad civil médica, alude al concepto de
daños reflejos, y la necesidad de reconducir la responsabilidad civil médica hacia
una óptica contractualista, 226 con lo cual nosotros concordamos.
Fernández Cruz, sostiene, que a partir de los escritos de Calabresi, los
conceptos de ―culpa‖ y ―riesgos‖, aun bajos las cláusulas generales normativas
contenidas en los artículos 1969 y 1970 del Código Civil, deben ser redefinidos de
la siguiente forma: a) culpa, significará carencia de medidas de prevención, dentro
de sacrificios económicos razonables exigibles a los sujetos, en un marco en
donde los deberes de cuidado este a cargo de las dos partes; b) riesgo o
peligrosidad, significará carencia de adopción de medidas de prevención por un
sujeto que es el único que puede dominar o evitar los peligros creados. 227
La Ley General de Salud, Ley Nº 26842, de 1997, aborda de manera frontal el
tema en su artículo 48º según el cual “el establecimiento de salud o servicio
médico de apoyo es solidariamente responsable por los daños y perjuicios
que se ocasionan al paciente, derivados del ejercicio negligente, imprudente
o imperito de las actividades de los profesionales, técnicos o auxiliares que
se desempeñan en éste con relación de dependencia. Es exclusivamente
responsable por los daños y perjuicios que se ocasionan al paciente por no
haber dispuesto o brindado los medios que hubieren evitado que ellos se
produjeran, siempre que la disposición de dichos medios sea exigible
atendiendo a la naturaleza del servicio que se ofrece”.
La norma se basa específicamente en el primer supuesto se basa en la
responsabilidad civil subjetiva y condiciona la solidaridad del establecimiento
médico a que exista culpa de parte del personal médico. Empero, en el segundo
225
Cfr. SEIJAS RENGIFO, Teresa de Jesús, Derecho Médico I. Aspectos legales del ejercicio médico
y su responsabilidad profesional, cit., pp. 15, 18, 19 y ss.
226
Cfr. LEÓN HILARIO, Leysser, Daños por mala praxis médica. ¿Es civilmente responsable el
director del centro de salud?, en www.foroacademico.com.pe
227
Fernández Cruz, Gastón. De la culpa ética a la responsabilidad subjetiva: ¿el mito de Sísifo?,
(Panorama del concepto y del rol de la culpa en el derecho continental y en el Código Civil
Peruano).Ibidem. p. 270
128
supuesto se refiere a los daños y perjuicios que se ocasiona al paciente por no
haber dispuesto o brindado los medios que hubieren evitado que ellos se
produjeran, esto es infraestructura adecuada, material idóneo y equipo médico en
general optimo, para el tratamiento del paciente. Aquí la responsabilidad es
directamente del centro asistencial, quedando exonerado el galeno de
responsabilidad. Lamentablemente, no se contemplan de manera expresa
supuestos de
responsabilidad de la organización hospitalaria, tales como
protocolos médicos desactualizados, ausencia de normas de bioseguridad o
supervisión del cumplimiento de las normas técnicas médicas referidas a la
seguridad del paciente, sin embargo, vía interpretación del segundo párrafo se
puede alcanzar dichos eventos adversos.
En el caso de los centros médicos estatales o del seguro social, la falta de
personal capacitado y especializado puede ser causante de eventos adversos,
por ejemplo se estima que unos 800 casos de cardiopatías congénitas malformaciones del corazón presentes desde el nacimiento- no son atendidos
oportunamente, debido a la falta de recursos y personal entrenado, según reveló
en el 2009 el jefe del Departamento de Cardiopediatría del Instituto Nacional del
Corazón (Incor) de Essalud, Manuel Adrianzén y quien aseveró “por más esfuerzo
que hagamos no podemos atenderlos a todos, puesto que la lista de espera viene
creciendo de manera geométrica”, “La situación de los menores de edad es
dramática. Al año en el Incor solo se intervienen 200 casos por cirugía y otros 100
por cardiología intervencionista; y este esfuerzo no es suficiente. Queda claro que
tenemos que incrementar en tres o cuatro veces nuestra capacidad para atender
la actual demanda”. Se estima que anualmente deberían ser atendidos entre
1.000 y 1.200 niños solo en Essalud. Es decir, quedan a la deriva unos 800
pequeños, lo cual explicaría el porqué la lista de espera crece de manera
incontrolable. Esta situación es todavía más difícil en el Ministerio de Salud, que
triplica estos números. 228 Nos queda claro que los pacientes del Seguro Social y
los beneficiarios del sistema de salud público, vía el Seguro Integral de Salud, al
haber contratado el servicio médico, pueden reclamar por los daños médicos que
228
El Comercio. Unos 800 casos de cardiopatías congénitas no son atendidos. En:
http://proyectosalud-idlads.blogspot.com/2009/10/unos-800-casos-de-cardiopatias.html
129
produzca la tardía atención, empero el factor de atribución no será la culpa o falta
de diligencias de los médicos sino el incumplimiento contractual de la
organización hospitalaria en donde se presume la culpa.
Piénsese en el caso de la intervención quirúrgica en un ambiente hospitalario
inadecuado, debido a lo cual el paciente adquiere una infección intrahospitalarias.
En este supuesto, los profesionales médicos hicieron su trabajo de manera óptima
y con lo que disponían, no encontrándose si quiera dolo o culpa inexcusable, sino
a lo mucho una culpa leve al no advertir al paciente las condiciones en que lo
operarían. Admitimos que este caso es correcto relevar a los profesionales
médicos de la obligación de indemnizar sin embargo existe una responsabilidad
objetiva del hospital pues tenía la responsabilidad de brindar instalaciones
idóneas para el acto médico. Otros casos son los daños médicos en el cual el
personal del laboratorio no se percata que uno de sus practicantes ha
contaminado accidentalmente las muestras, y los resultados debido a ello arrojan
una enfermedad que no tienen los pacientes, los cuales son tratados por esas
enfermedades y ocasiona en algunos de ellos graves complicaciones. En estos
casos importara poco quien cometió el error sino lo más importante será que se
repare a las víctimas de estos daños y ello se lograra de manera más eficiente si
se imputa responsabilidad objetiva al centro asistencial.
Existirán casos como hemos adelantado en que se presume la culpa del
profesional médico y son aquellos supuestos que entrañan una obligación de
resultado que incumple el profesional médico sea por que lo realizo tardíamente o
defectuosamente, hecho que acarreo un daño no esperado en el paciente y el
deterioro de su salud. Este tipo de supuestos pueden llegar a considerarse de
responsabilidad civil objetiva, incluso con estudios médicos se puede llegar a listar
una serie de casos específicos donde resulta evidente que si no se obtiene el
resultado esperado existe un daño médico indemnizable tal es el caso de una
cirugía plástica o una intervención odontológica. Recordemos que el paciente no
solo tiene derecho a recibir tratamiento inmediato sino una reparación por los
daños causados en el establecimiento de salud o servicios médicos de apoyo, de
130
conformidad con el artículo 1º de la Ley Nº 29414, Ley que establece los derechos
de las personas usuarias de los servicios de salud.
El tantas veces esgrimido artículo 1762° del Código Civil que a la letra dice “si
la prestación de servicios implica la solución de asuntos profesionales o de
problemas técnicos de especial dificultad, el prestador de servicios no
responde por los daños y perjuicios, sino en caso de dolo o culpa
inexcusable” debe tomarse con pinzas puesto que en el ámbito médico sólo será
valido en situaciones excepcionales como experimentos médicos, tratamientos
médicos experimentales o en estado de necesidad extremo previo consentimiento
del paciente, y no en casos en que la experiencia médica estadísticamente arroja
que son asuntos técnicos ordinarios y no de especial dificulta para el médico
especialista. Este es el caso de la Casación No 5357-2007-Lima, en el que se
comprobó que existió un ejercicio negligente de la actividad profesional del
cirujanó estético demanda Miriam Felicidad Solis Gónzales, toda vez que no
contaba con los instrumentos, medios técnicos o auxiliares necesarios para
atender la emergencia que se presentó, lo que implica que es responsable por los
daños ocasionados a la paciente (muerte) por culpa inexcusable al no haber
brindado o dispuesto los medios que hubieran posibilitado superar la contingencia
producida. 229
El enfoque de responsabilidad civil subjetiva se ha extendido al ámbito
administrativo como se aprecia del Decreto Legislativo Nº 1045230, Ley
Complementaria del Sistema de Protección al Consumidor, el cual hace referencia
a los servicios médicos en establecimientos de salud, disponiendo en su artículo
22º que: “El establecimiento de salud es responsable solidario por las
infracciones a la Ley de Protección al Consumidor generadas por el
ejercicio negligente, imprudente o imperito de las actividades de los
profesionales, de los técnicos o de los auxiliares que se desempeñan en el
referido establecimiento”. Hubiera sido más certero, señalar que los
establecimientos de salud son responsables por todos los daños médicos que se
229
Fundamento tercero de la Casación No 5357-2007-Lima.
Publicado en el Diario ―El Peruano‖, el 26 de junio del 2008.
230
131
ocasionan en sus instalaciones incluyendo claro los derivados de la negligencia
de su personal y las deficiencias de sus infraestructuras o políticas hospitalarias.
Ciertamente, al ser el servicio médico inidóneo y causar daño en el consumidor
(paciente), será el centro asistencial el que responda por la reparación de estos
perjuicios.
Los establecimientos de salud, en tanto deudores del servicio sanitario, pueden
resultar responsables no solo por los hechos atribuibles al personal de ese
servicio, sino también al mal funcionamiento del sistema y a la insuficiencia
organizativa, en tanto garantizan al cliente – paciente- por los riesgos que acarrea
todo mal funcionamiento de la estructura organizativa o del sistema en sí
mismo.231 El deber de seguridad consistente en la obligación de evitar que
ocurran daños al paciente, explica la responsabilidad contractual por el hecho de
las cosas o de los dependientes.
232
Ahora bien, los criterios subjetivos pueden
complementar muy bien estos supuestos, este es el caso de una paciente de 28
años que contrae el virus del VIH como consecuencia de un acto médica en
Argentina, y donde el Tribunal señala: ―esta debidamente acreditado que el
órgano directivo del hospital y el comité de virología de éste ocultaron
deliberadamente información imprescindible a fin de alertar al equipo quirúrgico,
constituyendo tal actitud una falta imputable a título de culpa.‖ 233
Bien sostiene Seijas Rengifo que la responsabilidad civil médica encuentra su
sustento en la obligación de todo médico de responder por los daños ocasionados
por las infracciones voluntarias o involuntarias, previsibles y evitables, cometidas
en el ejercicio de su profesión234 y agreguemos quebrantando las normas técnicas
y protocolos vigentes. La responsabilidad médica deriva de una infracción a las
reglas médicas las cuales tienen por causas la existencia de dolo, culpa o
inobservancia de debido cuidado. Pero, casos en los cuales el catéter o el bisturí
defectuoso es el que ocasiona el daño, no pueden ser asimilados más que a una
231
WOOLCOTT OYAGUE, Olenka, Salud, daños e indemnización. A propósito del seguro médico
obligatorio. cit., p. 65
232
Lorenzetti, Ricardo Lorenzo. Ibidem. p. 271
233
Ibidem. p. 303
234
Cfr. SEIJAS RENGIFO, Teresa de Jesús, Derecho Médico I. Aspectos legales del ejercicio médico
y su responsabilidad profesional, cit., p. 53.
132
responsabilidad objetiva por producto defectuoso. Al respecto resulta ilustrativo la
descripción sobre responsabilidad civil objetiva que realiza el artículo 1913 del
Código Civil Mexicano para el distrito federal: ―cuando una persona hace uso de
mecanismos, instrumentos, aparatos o substancias peligrosas por sí mismos, por
la velocidad que desarrollen, por su naturaleza explosiva o inflamable, por la
energía de la corriente eléctrica que conduzcan o por otras causas análogas (…)‖
es responsable.
En este contexto, la doctrina del res ipsa loquitur o ―la cosa habla por si misma‖
es utilizada para aquellos casos en los cuales no se puede probar cuál fue el
hecho generador del daño, pero debido a las circunstancias en las cuales el
mismo ha ocurrido, se puede inferir que el mismo ha sido producto de la
negligencia o acción de determinado individuo. De alguna manera, el principio es
un paso previo a la responsabilidad objetiva, sólo que en lugar de animarse a
señalar que el causante es siempre el responsable, mantiene el concreto de
culpa, pero idea un mecanismo para resumir, ante ciertos hechos, que la culpa de
una persona fue la causa del accidente. En breve: el concepto central es que
quien está en control de una actividad está en mejor aptitud que quien no la
controla para saber qué es lo que pasó.
235
La doctrina del res ipsa loquitur
permite que el demandado tenga un incentivo para que hable sobre lo que
realmente pasó, y no se quedé de brazos cruzados señalando que no existen
pruebas en su contra, mediante las cuales se pueda probar su negligencia,
cargando sobre los hombros de la víctima el peso de la prueba imposible. 236
La doctrina del res ipsa loquitur sólo debe ser aplicada cuando el hecho
generador del daño no pudo haberse producido sin algún tipo de negligencia por
parte del demandado. Así, para que esta doctrina se aplique es necesario que
a)el accidente sea de aquel tipo de los que ordinariamente no ocurren ante la
ausencia de negligencia de alguien; b) debe haber sido causado por un agente o
235
Bullard, Alfredo. Cuando las cosas hablan: El res ipsa loquitur y la carga de la prueba en la
responsabilidad civil. En: Revista Thémis No 50. Lima- Perú. 2005. p.219
236
Bullard, Alfredo. Ibidem. p.221
133
instrumento bajo el control exclusivo del demandado; y c) otras posibles causas
han sido suficientes eliminadas por la evidencia. 237
La doctrina nacional entiende que existen supuestos en los que debe entenderse,
sobre la base de los principios de colaboración y solidaridad probatoria, que debe
establecerse una carga dinámica de la prueba, dinamismo que justamente sirve
de base al res ipsa loquitur. Ello porque puede ser excesivo exigir al acreedor que
presente prueba fehaciente de que el deudor no cumplió con su obligación,
cuando la actividad objeto de la misma está por completo bajo el control del
potencial obligado.238 En el caso del res ipsa loquitur ello sólo ocurre en acciones
que no podrían haber ocurrido en ausencia de culpa y siempre que el agente
tenga control de la actividad.239 Ahora bien, la carga de la prueba debe recaer
sobre la parte que tiene mejores condiciones de suministrarla y el deber de
producir las pruebas que estén en su poder o que deberían estarlo.240 Incentivos
para promover la actividad probatoria en el Código Civil Peruano son: a) en el
ámbito de inejecución de obligaciones se presume la culpa leve; y b) en el ámbito
de responsabilidad civil extracontractual, existe la obligación del demandante de
probar la culpa del agente adicionalmente al daño y a la relación causal, y del
demandado de probar la ausencia de la culpa en el daño. 241
Normalmente, la responsabilidad civil objetiva ―sólo rige para las actividades
anormalmente peligrosas (adnormally dangerous activities); y por peligro anormal
se entiende que no exista posibilidad de eliminar el riesgo a pesar del ejercicio de
diligencia o cuidado razonables‖: 242 la actividad peligrosa es una actividad que no
esta prohibida y que genera beneficios a la sociedad, entre las cuales un sector de
la doctrina considera a la actividad médica. De Trazegnies lo grafica de la
siguiente forma: ―Usted quiere llevar a cabo algunas de esas actividades. Muy
237
Bullard, Alfredo. Ibidem. p.223
Bullard, Alfredo. Ibidem. p.228
239
Bullard, Alfredo. Ibidem. p.229
240
Bullard, Alfredo. Ibidem. p.230
241
Fernández Cruz, Gastón. De la culpa ética a la responsabilidad subjetiva: ¿el mito de Sísifo?,
(Panorama del concepto y del rol de la culpa en el derecho continental y en el Código Civil
Peruano).En: Themis No 50. Lima- Perú. 2005. p. 257
242
Cfr, De Trazegnies, Fernando. La responsabilidad extracontractual. Tomo I. Fondo Editorial
PUCP. Lima- Perú. 1988. p. 158
238
134
bien hágalo. Pero esa actividad tendrá que pagar los daños que cause.‖
243
Sin
embargo, en el Perú, sostiene De Trazegnies que nuestro legislador no ha
restringido la responsabilidad objetiva a sólo los casos ―ultrapeligrosos‖ sino
amplia el concepto de riesgo, más allá de las actividades excepcionalmente
peligrosas sino a todas las que sean riesgosas de cualquier manera. Hablar no
sólo de ―riesgo o de peligro‖ (por separado) sino de ―riesgo o peligro‖
(conjuntamente) equivale a decir ―todo lo que en cualquier forma engendra
peligro.‖ 244
Con estas premisas, postulamos la construcción de un sistema de
responsabilidad civil objetiva en el ámbito de daños médicos, que complemente al
de la responsabilidad subjetiva, y que permita en determinados supuestos pre
establecidos por ley, indemnizar a una víctima por un daño médico, con
prescindencia de la probanza de la falta de diligencia o negligencia del personal
profesional, sino solamente probar que el daño ocurrió en el ámbito de las
instalaciones o infraestructura (fijas y móviles) del centro médico, este el caso de
las infecciones hospitalarias, siendo en todo caso el descubrimiento de la
negligencia o culpa un factor relevante para la determinación del monto de la
indemnización y no como factor de atribución. Empero, la determinación de dolo o
culpa mantendrá su importancia en el ámbito de procedimientos disciplinarios o
procesos penales por negligencia médica. En el ámbito civil los daños médicos,
en casos en que el origen del daño reside en la propia organización hospitalaria,
no interesara quien fue la persona física que materialmente lo ocasiono, sino si se
produjo en las instalaciones del centro médico por deficientes condiciones de la
infraestructura del centro de salud, inobservancia de normas de bioseguridad, o
deficiencias en la implementación de políticas de atención médica a los pacientes.
Es necesario complementar el sistema de responsabilidad civil subjetiva por
daños médicos e ingresar a regular supuestos de responsabilidad civil objetiva
teniendo en cuenta los riesgos propios de la actividad médica.
243
Ibidem.
Ibidem. p. 159
244
135
Si tenemos en cuenta que la actividad médica, ya constituye una actividad
empresarial bastante exitosa, podemos aplicar la concepción de la empresa como
fuente de riesgos y como canal privilegiado para la difusión social del peso
económico a través del sistema de precios y el seguro, que ha llevado a la
construcción de la responsabilidad objetiva denominada responsabilidad de
empresa. Dos características de la empresa hacen riesgosa su actividad. De un
lado, el hecho de reunir a una cierta cantidad de gente, a la que, por otra parte, es
imposible controlar en todo momento y en cada uno de sus actos. De otro lado, la
utilización de máquina y técnicas de producción que suponen riesgo (bienes y
actividades riesgosos o peligrosos). 245
Recordemos nos dice De Trazegnies que la empresa ―en razón de su carácter
de actividad organizada y de su papel protagonista en el mercado, la empresa es
la que mejor está en aptitud de diluir dentro del todo social las consecuencias
económicas del riesgo que crea, a través de los precios y del seguro: la incidencia
de los riesgos es calculable (como se calculan las malas deudas) y puede ser
incorporada al costo de producción; los riesgos son asegurables; y las primas del
seguro son un costo tributariamente deducibles y comercialmente incorporable
también al precio de los bienes o servicios que son resultado de la actividad
productiva.‖ 246 En ese sentido, toda empresa y todo producto deben soportar
sus propios costos, sin trasladarlos al público por mecanismos externos al
mercado por ejemplo la empresa constructora responde objetivamente por los
daños que cause con un transeúnte; la empresa que se encuentra abriendo una
carretera responde objetivamente por los daños a las propiedades vecinas por el
uso de explosivos para atravesar un cerro: la empresa industrial cuyo caldero ha
explotado responde objetivamente por los daños causados a las personas y las
propiedades vecinas; la empresa agrícola responde objetivamente por los daños
que causen a terceros la aplicación de insecticidas en su campo; etc.
247
Deducimos, entonces que determinadas infecciones nosocomiales o eventos
245
Ibidem. p. 167
De Trazegnies, Fernando citando a Guido Calabresi. The Cost of Accidents. A Legal and
Economic Analysis. Yale Univesity Press. New Haven y London. 1970. p. 50-54
247
De Trazegnies, Fernando. Ibidem. p 162-3
246
136
adversos derivados de defectos en la fabricación de material médico pueden ser
consideradas como dentro de la responsabilidad civil objetiva.
La calificación de riesgo de la actividad es un juicio que se debe realizar ex
ante, en abstracto y objetivamente, para discernir la previsibilidad del riesgo que
genera una actividad como se observa en los casos de la actividad eléctrica,
minera, de construcción o ferreviaria. Empero, la otra formula de determinar de
llegar a la responsabilidad objetiva es ex post esto es que luego de ocurrido los
hechos determinar si la actividad presuntamente dañante incremento la
posibilidad de que acaeciera el daño, sino acaso fue la principal causa de su
ocurrencia, sin importar la intención del sujeto que desplego la conducta.
Así, la responsabilidad civil médica objetiva puede basarse en el aumento del
riesgo permitido que es justamente lo que ocasiona los daños asociados a la
prestación médica en el paciente. Probemos nuestra premisa en los principales
errores médicos de Chile:248 a) Intervenciones quirúrgicas con resultados
adversos no esperados; b) empeoramientos de las patologías de base o partida
del paciente y no asociado a la enfermedad inicial; c) prescripción inadecuada de
medicamentos; d)no obtención del resultado prometido en cirugía estética
voluntaria, embarazo no deseado tras ligadura de trompas o vasectomía, pérdida
de visión tras intervención oftalmológica, deficientes resultados estético como
consecuencia de operaciones mamarias, liposucciones, implante de cabello,
rinoplastias, odontología, etc. e)errores de diagnóstico que produzcan daños; f)
infecciones adquiridas en el medio hospitalario (Streptococus pyogenes, S.
Epidermis,
E.
Coli,
Pseudomonas,
Sthaphilococus
o
Legionellla)
por
inobservancia de normas de bioseguridad en agujas, sondas, catéteres y demás
material hospitalario o quirúrgico deficientemente esterilizado o contaminado; g)
Errores ginecológicos u obstétricos en el seguimiento del embarazo y/o el parto,
no detección de malformaciones visibles en pruebas ecográficas, daños en el feto
por negligencia en el transcurso del parto o daños en el feto por prescripción de
medicamentos a la madre; h) por inobservancia de los Protocolos y Guías
248
http://www.negligenciasmedicas.cl/pag_herrores_medicos.htm
137
médicas; i) daños ocurridos como consecuencia del funcionamiento interno del
propio hospital: caídas de camillas o de sillas de ruedas, mala práctica de las
funciones de enfermería, etc.; j) error en la interpretación de los resultados de las
pruebas diagnósticas; k)daños producidos por el propio material quirúrgico: como
quemaduras producidas por bisturí eléctrico o incluso electrocuciones; l)daños
producidos por la radiación excesiva del paciente; ll)olvido de material médico
dentro del cuerpo del paciente; m) fallecimiento por no prestarse la asistencia
sanitaria de urgencia oportuna al paciente. En todos los casos se aumento el
riesgo permitido en perjuicio del paciente, más allá, independientemente de la
negligencia en mayor o menor grado que pudo existir, y corresponde indemnizar
al paciente.
Sostenemos que la responsabilidad civil por aumento de riesgo permitido
existirá si se genera una situación riesgosa innecesaria, y por tanto se deberá
responder por los daños ocasionados, independientemente de la intencionalidad
del agente dañante o de que haya obtenido un beneficio efectivo.249 Ahora bien en
el caso de los hospitales estatales o clínicas particulares que prestan sus
servicios sin contar con las instalaciones apropiadas para brindar servicios de
salud ni invertir en su mejoramiento, están creando un riesgo no permitido
socialmente por el que deberán responder por haber tenido el dominio de la
organización.250 Por cierto, no hay duda que cuando los profesionales médicos
por negligencia, impericia o imprudencia, generan un daño en el paciente, que es
ajeno al curso natural de la enfermedad y apartándose de las normas médicas,
responderán por dicho daño, siendo los factores del dolo o la culpa elementos
validos para graduar la indemnización, en tanto el centro asistencial responderá
de manera solidaria por la responsabilidad civil por dependiente o directa por
deficiencias en su servicios médicos. Este fue el caso de una paciente (36 años)
que debido a la mala aplicación de la anestesia, sufrió una mielitis transversa y
perdió la sensibilidad de los miembros inferiores, generando ello incontinencia
total de sus necesidades fisiológicas, así como quedando imposibilitada de tener
249
El artículo 1970º del Código Civil peruano establece que “Aquel que mediante un bien riesgoso
o peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa, causa un daño a otro, está
obligado a repararlo.”
250
LORENZETTI, Ricardo Luis, Responsabilidad por Daños y accidentes de trabajo, Abeledo Perrot,
Buenos Aires, 1994, p. 68.
138
relaciones sexuales de por vida. Ante ello interpuso una demanda en contra del
médico, la anestesista y al hospital. El Sexto Juzgado Especializado en lo Civil de
Lima falló responsabilizando solidariamente al centro médico y a la anestesista.
Pensamos que determinados daños médicos pueden ser asimilados bajo el
concepto de responsabilidad civil objetiva siendo innecesario examinar la
culpabilidad del autor, bastando acreditar el daño asociado a la prestación médica
que es socialmente inaceptable tal es el caso de una infección intrahospitalaria o
una cirugía plástica que desfigura al paciente. Postulamos el abandono del factor
de atribución subjetivo en determinados casos y la asunción del factor de
atribución de garantía o seguridad del paciente o en última instancia por el riesgo
creado socialmente inaceptable. Recordemos que el progreso de la ciencia
médica ha tenido un efecto fundamental en extender la vida de los seres humanos
a un promedio de esperanza de vida, en antaño impensable, pero también ha
incrementado los riesgos, especialmente debido a la tecnología invasiva, para
transmitir gérmenes residentes en nosocomios hacia las personas con fatales
desenlaces, y el peligro que se extiendan a la comunidad sepas multiresistentes
de los mismos, pienses en el caso de la TBC Multiresistente. Bien sostiene
Woolcott, que esta realidad ―impone reconocer que, así como el acto médico está
destinado a mejorar la salud del paciente, al mismo tiempo puede matar o
lesionar‖. 251
Ciertamente, la actividad médica tienen per se un alea terapéutica, o
probabilidad, aunque sea mínima, que se produzca complicaciones, de ahí que el
médico no pueda asegurar 100% un resultado, sino su proximidad al mismo.
Empero esta ―alea‖ no es sinónimo de riesgo injustificado al paciente por
deficiencias en el tratamiento o infraestructura nosocomial, que pueden hacer la
diferencia, en intervenciones altamente complejas y delicadas. Ahora bien, si el
paciente se aparta de las prescripciones o instrucciones médicas o los daños
251
Cfr. WOOLCOTT OYAGUE, Olenka, Salud, daños e indemnización. A propósito del seguro médico
obligatorio, cit., p. 40.
139
propios del devenir de la enfermedad que padece el paciente, relevan de
responsabilidad al médico y la estructura sanitaria. 252
Ha resultado clave en la prevención de daños médicos el movimiento ―Medicina
Basada en Evidencias‖-MBE que tuvo su origen oficial en 1992 y es definida como
"el uso concienzudo y juicioso de la mejor evidencia disponible derivada de la
investigación clínica en el manejo de los pacientes individuales" Abarcando su
practica 5 etapas: a) Formulación clara de un problema clínico, b) Revisión de la
literatura para hallar los artículos más relevantes, c) Evaluar críticamente la
evidencia identificada, d) Aplicación de los hallazgos en la práctica clínica y e)
Evaluación de los resultados. Empero, en el Perú, las principales barreras
percibidas por los médicos para la aplicación de la MBE han sido la falta de
difusión de la MBE y la inadecuada logística (infraestructura, servicio de Internet,
etc). Se debe reconocer que muchos médicos no tienen un adecuado concepto de
la MBE, sin embargo, poseen una actitud favorable hacia esta, siendo la principal
barrera identificada para su incorporación la deficiente promoción de esta por la
administración.253 En ese sentido, no deja de ser lógico que en estas
circunstancias la organización hospitalaria asuma responsabilidad objetiva por
determinados daños ocasionados al paciente, puesto que fueron las deficiencias
en la administración los que incrementaran el riesgo de que se produzca este
evento adverso.
Ahora bien, las transgresiones médico éticas también pueden incrementar el
número de casos de daños médicos, un reciente estudio revela que el 38% de las
quejas fueron "por transgresiones en relación directa con pacientes", un 28% "por
transgresiones a reglamentos o códigos de salud", un 14% "por agresión verbal o
252
Cfr. DIAZ- REGAÑON GARCIA- ALCALA , CALIXTO.Ibidem. p. 90-1
Cfr. CANELO AYBAR, Carlos Gilberto, ALARCON SANTOS, AMAO RUIZ, Elvis Junior et
al. Conocimientos, actitudes y prácticas de la medicina basada en
evidencias en médicos asistentes y residentes en dos hospitales de LimaPerú. Rev Med Hered. [online]. abr./jun. 2007, vol.18, no.2 [citado 02 Enero
2010],
p.76-84.
Disponible
en
la
World
Wide
Web:
<http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1018130X2007000200004&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1018-130X.
253
140
física entre médicos", 11% "por transgresiones en el ámbito penal" y 9% "por
falsificación de certificado médico u otro documento".254
TRANSGRESIONES ÉTICO MÉDICAS FRECUENTES Y MUY FRECUENTES
EN LIMA Y PROVINCIAS (NÚMERO DE ELECCIONES: 3051)
Fuente: VELIZ MARQUEZ, José. Validación de un cuestionario de transgresiones ético-médicas. Rev Med
Hered. [online]. oct./dic 2006, vol.17, no.4
Recordemos que se entiende por seguridad del paciente su protección frente a
daños innecesarios o posibles asociados con la atención sanitaria y la obligación
254
Cfr. VELIZ MARQUEZ, José. Validación de un cuestionario de transgresiones éticomédicas. Rev Med Hered. [online]. oct./dic 2006, vol.17, no.4 [citado 02 Enero 2010],
p.212-219.
Disponible
en
la
World
Wide
Web:
<http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1018130X2006000400005&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1018-130X.
141
de seguridad se considera una obligación de resultado, y se refiere al deber
médico de proteger al paciente de daños accidentales, provocados sin culpa en el
curso de un acto médico siendo típicos ejemplos de ello las normas de prevención
para evitar infecciones nosocomiales o intervenciones quirúrgicas erradas. Estos
daños son indemnizables fundamentalmente por carecer de relación con el curso
natural de la enfermedad o el estado anterior del paciente.
Los sistemas de responsabilidad objetiva, es decir, en los que se indemniza sin
considerar si ha habido o no culpa y donde tampoco interesa identificar al
causante del daño; por ende, aquí no cabe hablar de un nivel de prevención sobre
la base del otorgamiento de una indemnización,
255
sino sobre la base de la
solidaridad social y la equidad se socializan y reparar estos daños asumidos como
parte del desarrollo industrial o tecnológicos. Empero, ello no impide que de
encontrarse negligencia en el hecho, se utilice también argumentos de
responsabilidad por culpa, para reprochar dicha conducta con mayor dureza, y
reflejando dicho juicio de valor con el incremento de la indemnización
correspondiente. En ese sentido, no estamos desconociendo el valor de los
elementos
subjetivos
en
la
responsabilidad
médica,
sino
solamente
complementándolos con supuestos que pueden adaptarse a la responsabilidad
civil objetiva para efectos de aliviar a la víctima de la prueba de la culpa o dolo del
personal médico, y se dedique únicamente a probar que el daño estaba asociado
a la prestación de salud y que el mismo es socialmente inaceptable según los
estándares médicos vigentes. En casos de supuestos difíciles, excepcionales o
dudosos el principio de equidad es fundamental256. De Trazegnies establece que
“no se debe entender que fijar indemnizaciones equitativas, no consiste en
determinar quanta mínimos o reducidos, sino el de fijar indemnizaciones justas
que no generen un sacrificio económico para el agente dañado”257.
255
Cfr. WOOLCOTT OYAGUE, Olenka, Salud, daños e indemnización. A propósito del seguro médico
obligatorio, cit., p. 35.
256
COSSIO, La Teoría Egológica del Derecho y el concepto jurídico de libertad, citado por ESPINOZA
ESPINOZA, Juan, La responsabilidad civil, 2ª ed., cit., p.128.
257
DE TRAZEGNIES GRANDA, Fernando, La responsabilidad extracontractual, T. I, cit., 418.
142
3.2. La infracción de normas técnicas de medicina
La responsabilidad médica se genera de ordinario cuando se inobservan
normas técnicas de la medicina cuyo objeto es evitar daños innecesarias al
paciente y prevenir riesgos de complicaciones médicas. En el fuero civil lo
importante es demostrar la inobservancia de normas de “lex artis” siendo a causa
usualmente de negligencia, elemento de relieve sustantivo en el ámbito penal.
Existirá la presunción de vulneración de protocolos médicos cuando el paciente
sea afectado por un daño no asociado con el curso natural de la enfermedad o
complicaciones propias del tratamiento médico.
La medicina de la evidencia está abriéndose paso frente a la medicina empírica
causante de errores médicos por equivocación en el diagnóstico, medicamento o
tratamiento. Los errores médicos no se justifican ni siquiera en casos de atención
por servicio de emergencia donde el personal esta entrenado para cumplir el
protocolo médico pese al alto nivel estrés y presión bajo el cual trabajan. Empero,
si el paciente asegurado fallece o se perjudica su salud por demora en la atención
ante la falta de personal, equipos deficientes o escases de medicinas la
responsabilidad de ello recaerá en el sistema de seguridad y eventualmente en el
hospital.258 Woolcott Oyague señala que: “En las áreas de emergencia, en
situaciones normales se atienden diariamente alrededor de 250 a 300 pacientes.
Cuando hay imprevistos o la demanda es masiva, algunas veces se superan o
duplican esas cifras. A las subáreas de medicina y de cirugía les corresponde,
generalmente, casi el 33% de esas atenciones, lo cual involucra la intervención de
un médico de atención de emergencia, un asistente de emergencia y alrededor de
3 a 5 médicos residentes. Es decir, más o menos en 24 horas se debe contar con
alrededor de 10 médicos para atender a cerca de 100 pacientes259”. Las
condiciones en que se desarrollan los actos médicos en el área de emergencia
pueden facilitar la producción de daños a los pacientes asociados a la atención
médica dados los recursos reducidos con los que se brindan las prestaciones
médicas en los hospitales públicos.260 Lamentablemente, los recursos que el Perú
258
Cfr. WOOLCOTT OYAGUE, Olenka, Salud, daños e indemnización. A propósito del seguro médico
obligatorio, cit., p. 74.
259
Ibidem, p. 239.
260
De acuerdo a lo previsto en el Artículo 3º de la Ley General de Salud, “Toda persona tiene
derecho a recibir, en cualquier establecimiento de salud, atención médico- quirúrgica de
emergencia cuando la necesite y mientras subsista el estado de grave riesgo para su vida o su
143
destino para el sector Salud son escasos en el año 2008 solo fue el 5% del
presupuesto nacional261.
La atribución de responsabilidad por el riesgo terapéutico puede definirse
como un daño causado a la integridad física o psíquica del paciente con ocasión
de la ejecución de una prestación médica (una operación, un tratamiento, etc).
Ejemplos de riesgos terapéuticos sus las infecciones intrahospitalarias o algunas
afecciones iatrogénicas que provocan daños al paciente. Estadísticamente estos
riesgos terapéuticos son previsibles.
Una de las discusiones más relevantes en la responsabilidad médica es sobre
la naturaleza de la prestación médica, esto si es una obligación de resultados o
medios. Al respecto, la Comisión de Protección al Consumidor262 manifestó: ―debe
recordarse (…) la prestación de aquellos servicios médicos que involucran una
obligación de medios con aquellos que involucran una obligación de resultados.
Así, la expectativa que tenga el consumidor del servicio brindado, dependerá
fundamentalmente del tipo de obligación al que se encuentra sujeto el profesional
médico, aplicándose esta de la siguiente forma:
Servicio médico sujeto a una obligación de medios: En este caso, un
consumidor razonable tendrá la expectativa que durante su prestación no se
le asegurará un resultado, pues este no resulta previsible; sin embargo, sí
esperará que el servicio sea brindado con la diligencia debida y con la mayor
dedicación, utilizando todos los medios requeridos para garantizar el fin
deseado.
salud. El Reglamento establece los criterios para la calificación de la situación de emergencia,
las condiciones de reembolso de gastos y las responsabilidades de los conductores de los
establecimientos”. Asimismo, Concordante con ello, el artículo. 39 de la misma ley, prescribe lo
siguiente:―Los establecimientos de salud sin excepción están obligados a prestar atención
médico quirúrgica de emergencia a quien la necesite y mientras subsista el estado de grave
riesgo para su vida y salud. Estos establecimientos de salud, después de atendida la
emergencia, tienen derecho a que se les reembolse el monto de los gastos en que hayan
incurrido, de acuerdo a la evaluación del caso que realice el Servicio Social respectivo, en la
forma que señale el Reglamento. Las personas indigentes debidamente calificadas están
exoneradas de todo pago‖
261
En vista de ello y de la necesidad de recursos en los establecimientos de salud, se dicto el
Decreto
de
Urgencia
Nº
036-2008,
véase
en:
http://www.mef.gob.pe/NORLEGAL/decretos_urgencia/2008/DU036_2008.pdf
262
Mediante Resolución Final No. 401-2003-CPC, de fecha 09 de abril de 2003.
144
Servicio médico sujeto a una obligación de resultados: En este caso, un
consumidor razonable espera que al solicitar dichos servicios se le asegure
un resultado, el cual no solamente es previsible, sino que constituye el fin
práctico por el cual se han contratado dichos servicios. Es así que un
consumidor razonable considerará cumplida la obligación, cuando se haya
logrado el resultado prometido por el médico o la persona encargada. En
este supuesto, el parámetro de la debida diligencia es irrelevante a efectos
de la atribución o no de la responsabilidad objetiva del proveedor, pero será
tenido en cuenta para graduar la sanción.”
Existirá en consecuencias casos en los cuales los profesionales médicos se
comprometen a realizar una determinada prestación cumpliendo los protocolos y
normas técnicas de la medicina sin garantizar el resultado final. Situación distinta
aquella en la que el cirujano se compromete a lograr una cara similar a una artista
o una silueta esbelta que cubran las expectativas del paciente, en la cual, su
actuación está dirigida a un resultado y la diligencia del cirujano deberá ser
acorde con lo prometido.
3.3. La responsabilidad médica en normas específicas
La Ley General de Salud, Ley Nº 26842, desarrolla un régimen sobre los
derechos, deberes y responsabilidades en el tema de la salud, poniendo énfasis
en la imputación del daño profesional, técnico o auxiliar de salud por el ejercicio
negligente, imprudente e imperito, lo que corresponde a la noción amplia de culpa
profesional263. El no seguir los protocolos y normas técnicas medidas es un
supuesto evidente de culpa inexcusable del galeno, y cuando el médico presta
sus servicios dentro de una estructura sanitaria se configura responsabilidad civil
contractual del establecimiento asistencial, que asume responsabilidad por los
hechos dolosos o culposos de los terceros que se vale para cumplir la prestación,
es decir, los médicos y el personal especializado,264 de conformidad con el
artículo 1325º del Código Civil. En ese contexto, no deja de sorprender que la
263
El artículo 36 de la Ley Nº 26842, Ley General de salud establece que ―Los profesionales,
técnicos y auxiliares a que se refiere este Capítulo, son responsables por los daños y perjuicios
que ocasionen al paciente por el ejercicio negligente, imprudente e imperito de sus actividades‖.
264
TABOADA CÓRDOVA, Lizardo, ―La responsabilidad civil por aplicación defectuosa de las técnicas
de reproducción humana asistida‖, en Revista Jurídica del Perú, Año XLVII, Nº 13, Trujillo, 1997,
p. 88.
145
judicatura recurra a normas de responsabilidad civil extracontractual para llegar a
idénticos resultados, este es el caso del Sexto Juzgado Civil de Lima265, hizo
responsable de una indemnización a una clínica cuya técnica en enfermería
colocó inadecuadamente una bolsa de agua caliente a una paciente,
provocándole quemaduras en ambas piernas. Posteriormente, la Primera Sala
Civil de la Corte Superior de Lima, con sentencia del 28.06.96, confirmó esta
decisión. Los magistrados acuden también para fijar una indemnización a la
responsabilidad civil extracontractual este es el caso del Primer Juzgado Civil de
Piura: ―En virtud del numeral 1981º del Código civil, aquél que tenga a otro bajo
sus órdenes responde por el daño causado por este último, si ese daño se realizó
en el ejercicio del cargo o en cumplimiento del servicio respectivo; en el caso (…)
el autor directo y el autor indirecto están sujetos a responsabilidad solidaria,
advirtiéndose que los médicos codemandados son trabajadores de IPSS, se
encuentran bajo sus órdenes y realizaron la intervención quirúrgica en el ejercicio
de su cargo, por lo que el IPSS debe responder por el daño causado por los
médicos; en consecuencia los doctores Juvenal Sócola Rojas y Luis Franco
Moreno, así como el IPSS son responsables solidariamente por el daño
ocasionado al demandante, conforme lo establece el numeral 1983 del mismo
texto normativo‖. 266
Cada médico cuando elige su profesión piensa en velar por la salud del paciente y
en honrar con creces el juramento hipocrático de “primun non nocere” esto es
primero no dañar innecesariamente al paciente con el tratamiento médico. No hay
obligación de indemnizar cuando el daño fue consecuencia de caso fortuito,
fuerza mayor, hecho determinante de tercero, imprudencia o responsabilidad de
quien padece el daño. Una vez producido el daño el accionante sólo deberá
probar el incumplimiento obligacional del médico o la institución; lo que equivale a
decir que se presupone la culpa y el deudor sólo podría exonerarse aduciendo
causa extraña que no le es imputable. Los medios de prueba se pueden dividir en
testimoniales, documentales y periciales. En ese sentido, el Vigésimo octavo
265
Resolución Nº 11, del 21/12/95.
Resolución Nº 49, del 27/06/00.
266
146
Juzgado Civil267, ordenó el pago solidario de S/. 80,000.00 a favor de un paciente
perjudicado bajo los siguientes argumentos: ―Antes de la operación, corresponde
como deber esencial del médico realizar los distintos exámenes que prevé la
ciencia médica para obtener un diagnóstico de los males que aquejan al paciente
para adoptar el tratamiento adecuado. En el presente caso, el médico tratante y el
asistente omitieron este deber, ya que no consta en la historia clínica (…) los
exámenes necesarios para diagnosticar el granuloma, la tumuración rectal, la
fibrocis, el debilitamiento de tejidos o la fístula. (…)Según el tratado "Campbell'
s Urology cuyas copias corren de fs. 1642 a fs. 1657 las fístulas
enterovesicales no son desconocidas, se presentan en una de cada 3000
intervenciones quirúrgicas y son detectables clínicamente, tanto radiológica como
endoscópicamente; a pesar de que ninguno de los exámenes por si solo es
exacto, una combinación de procedimientos permite el diagnóstico de las fístulas
enterovesicales, su origen, así como su causa subyacente en la mayoría de los
casos. (…). Conforme al escrito de contestación de la demanda de fs. 37, los
demandados Oscar Gavilano y Luis Lavander manifiestan que tenían
conocimiento de las anteriores operaciones del paciente quien padecía de
prostatítis crónica y que mediante los exámenes auxiliares co mprobaron el
estado del crecimiento de la próstata y la obstrucción urinaria,
lo que
significa que no realizaron ningún otro examen para diagnosticar la fístula.
Por lo tanto, está demostrado que el médico tratante y el médico asistente
actuaron de manera culpable e inexcusable, es decir, sin la debida prudencia,
en el diagnóstico de la enfermedad, ya que de haber actuado conforme a
las reglas ordinarias y esenciales de la ciencia médica, no hubiera ocurrido los
daños irrogados al demandante‖ La Primera Sala Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima, con fecha 29 de abril de 2004, reformó la sentencia de primera
instancia, extendiendo la responsabilidad solidaria a la clínica; pero reduciendo el
monto a S/. 59,320.00 (de los cuales S/. 19, 320.00 son por daño emergente y S/.
40,000.00 por daño moral)268. L a
Clínica
no
repara
en
que
la
responsabilidad de los establecimientos de salud emerge automáticamente en
tanto el médico que produzca el daño pertenezca al Plantel de la Institución,
267
Mediante Resolución Nº 149, del 25 de julio de 2003.
Se establece que la solidaridad de uno de los galenos (en función de su participación en el
daño) sólo será hasta S/. 50,000.00.
268
147
aunque no se pueda afirmar que se produzca estrictamente un desempeño
de sus funciones en relación de dependencia, sustentándose su
responsabilidad en “la obligación de seguridad o garantía” a cargo de
las Instituciones de Salud, que se encuadra con lo dispuesto en el Art.
1325º del Código Civil, que contempla la responsabilidad en obligaciones
de tercero, disponiendo que el deudor –en este caso la Clínica- que para
ejecutar la obligación se vale de terceros –los médicos-, responde de los
hechos dolosos o culposos de éstos, salvo pacto en contrario .
Sobre el pago solidario que hace la organización hospitalaria tenernos: a) la
Casación Nº 549-2005 Lima, publicada el 4 de julio de 2006, la Sala Civil
Permanente de la Corte de Suprema de Justicia decidió no casar una sentencia
que ordenó pagar al médico Oscar Gavilano Gutiérrez, solidariamente con la
Clínica Ricardo Palma, la suma de S/. 59,320, conformada por S/. 19,320 por
daño emergente y S/. 40,000 por daño moral, y que el médico codemandado Luis
Lavander Villazán pague solo hasta la suma de S/. 5,000. La Casación Nº 485-05
Lima, publicada el 1 de agosto de 2006, la Sala Civil Transitoria de la Corte
Suprema de Justicia decidió casar una sentencia que dispuso solamente
indemnizar el daño emergente y el lucro cesante, sin considerar el daño moral
ocasionado. En consecuencia, ordenó que la Clínica San Lucas pague a la
demandante como indemnización la suma de S/. 70,000, compuesta por S/.
40,000 por daño emergente, S/. 20,000 por lucro cesante y S/. 10,000 por daño
moral.
La Ley General de Salud establece el régimen de infracciones y sanciones que se
impongan a las personas naturales y jurídicas que desarrollan el ejercicio de la
medicina, contraviniendo los dispositivos legales. En tal sentido, el artículo 134º
de la mencionada Ley dispone que ―sin perjuicio de las acciones civiles o penales
a que hubiere lugar, las infracciones a las disposiciones contenidas en la presente
ley y su reglamento, serán pasibles a una o más de las siguientes saniones
administrativas:
amonestación,
multa,
cierre
temporal
o
clausura
del
establecimiento. Las sanciones de clausura y cierre temporal de establecimientos,
así como de suspensión, debe ser publicada, a costa del infractor, por la
148
Autoridad de Salud en la forma que establece el reglamento. Asimismo, el artículo
135º de la citada ley, menciona que hechos debe tomar en cuenta la Autoridad de
Salud al imponer una sanción, como son las siguientes: los daños que se hayan
producido o puedan producirse en la salud de las personas; la gravedad de la
infracción;
y,
la
condición
de
reincidencia
o
reiterancia
del
infractor.
Lamentablemente el MINSA nunca ha hecho uso de estas facultades y a la fecha
(2009) no existe ningún hospital sancionados y menos acreditado con los
estándares de calidad de salud.
Ciertamente, el temor a incurrir en responsabilidad médica, no debe privar de
espacio a los tratamientos alternativos y a las técnicas en vías de
experimentación siempre y cuando se informe adecuadamente al paciente, o al
familiar que lo tiene a su cargo, de los potenciales riesgos que involucra la técnica
alternativa o en vías de experimentación que el médico va a aplicar, debe
aceptarse la decisión del médico de adoptar decisiones de esta naturaleza.
Incluso, en algunos casos se debe respetar la decisión discrecional del médico de
adoptar una técnica alternativa, o una práctica que no es la tradicional o que
conlleva riesgos, por ejemplo, en una situación de emergencia o una intervención
quirúrgica en que corre riesgo la salud o la vida del paciente, si a su buen criterio
es lo más adecuado para el paciente. Ante tales circunstancias no tendría sentido
pedir al médico que deje al paciente, vaya a buscar un formato y se lo haga firmar
a los parientes del paciente, advirtiéndoles de todos los riesgos que la práctica
conlleva. El médico debe sentirse suficientemente seguro de poder actuar según
su criterio profesional ante tales circunstancias extremas. 269
El artículo 8 de la Ley de Protección al Consumidor, Decreto Supremo Nº 0062009-PCM, señala que los proveedores son responsables por la calidad e
idoneidad de los productos y servicios que ofrecen. En este sentido, dicha
disposición establece como principio que los proveedores proporcionan una
garantía implícita, esto es, se obligan a responder por el bien o servicio ofrecido
en caso éste no resultara idóneo para satisfacer las expectativas que
normalmente tendría un consumidor razonable, salvo que de los términos del
269
Rivera Serrano, Alfonso. Responsabilidad civil de los médicos y establecimientos de salud.
Diálogo con la Jurisprudencia. Vol. 12 N° 95 / Agosto. Gaceta Jurídica. Lima- Perú. 2006
149
contrato o de lo señalado expresamente por el proveedor se desprendiera algo
distinto. Adicionalmente, debe tenerse en cuenta lo dispuesto en el artículo 9º de
la Ley de Protección al Consumidor, según el cual "los productos y servicios
puestos a disposición del consumidor no deben conllevar riesgo injustificado o no
advertido para la salud o seguridad de los consumidores o sus bienes. En tal
sentido, tanto la Clínica como el médico deben ser considerados proveedores y,
por tanto sujetos bajo el ámbito de aplicación de la Ley de Protección al
Consumidor, de modo que ambos podrían tener responsabilidad administrativa
ante un eventual daño. Así, basta que una persona se dedique habitualmente a la
prestación de servicios como profesional liberal para que sea sujeto pasivo de
esta Ley, no siendo necesario que lo haga en un lugar abierto al público, ni bajo
forma asociada. Incluso en el caso donde el consumidor no se vinculó
voluntariamente al profesional médico, piénsese en una emergencia o un
accidente de transito, debido a que no eligió directamente a este profesional o al
hospital, ello no quiere decir que dicho profesional médico u hospital hubiese
perdido la condición del proveedor que le otorga la ley, sino todo lo contrario
responderá por los daños que pudiera causar la atención médica. 270 El paciente
tiene derecho ha exigir una atención dentro de los parámetros de calidad de
servicio médico idóneo y no sólo del médico sino del establecimiento sanitario al
cual recurra para recibir atención, el que actúa organizada y empresarialmente en
el campo de los servicios médicos. Traigamos a colación el primer caso sobre
responsabilidad médica que abordo el INDECOPI (1998) en el que hubo un error
en la digitación de los resultados de los análisis de una paciente ocasiono que se
agravara el mal de la misma. La Comisión de Protección al Consumidor sancionó
a la clínica con una multa de 15 UIT, declaró improcedente la denuncia contra el
médico tratante que había medicado basado en los resultados erróneamente
digitados.
271
La Comisión estimó que la clínica había cometido graves errores
materiales en el tratamiento de la paciente. La clínica, asimismo, resultaba
responsable por la conducta de las personas que laboraban en su laboratorio,
quienes consignaron información errónea en los resultados de los análisis de
orina. Para la Comisión resultaba responsable la clínica por la conducta del
270
271
Cfr, Expediente N° 0423-1996-CPC. RESOLUCIÓN N° 0170-1998/TDC-INDECOPI
Cfr, Resolución N° 0170-1988/TDC-INDECOPI
150
profesional del área de radiología, quien emitió un informe donde rechazó la
existencia de una afección pulmonar, todo lo cual indujo al médico tratante fue
inducido a un diagnóstico errado.
En el 2010, el INDECOPI sancionó a la Clínica San Borja por no tomar las
previsiones necesarias antes y durante la operación a un paciente, quien quedó
en estado de coma vegetativo. El afectado, un hombre de edad avanzada con
antecedentes de diabetes e hipertensión arterial, ingresó a la clínica luego de
sufrir una caída en su casa y fracturarse la cadera. El peritaje médico determinó
que la clínica no realizó un estudio de riesgo anestesiológico previo al paciente.
Asimismo, adelantó de manera injustificada la operación, sin respetar la
recomendación de los especialistas en endocrinología y anestesiología, que
consistía en postergar la cirugía entre 48 y 72 horas, para tratar la infección
urinaria del paciente. De otro lado, se determinó que dicha institución médica no
realizó un adecuado monitoreo durante la intervención, ni administró al paciente
la dosis correcta de anestesia. Finalmente, se demostró que el deterioro en el
estado de salud del paciente había sido causado por el servicio no idóneo
prestado por la clínica. Por ello, la Sala de Defensa de la Competencia Nº 2,
última instancia administrativa del INDECOPI, resolvió confirmar la multa
impuesta por la Comisión de Protección al Consumidor a la Clínica San Borja, de
60 Unidades Impositivas Tributarias. Como medida correctiva, le ordenó devolver
a los denunciantes los pagos relacionados con la intervención quirúrgica y que
asuma los costos médicos de la recuperación de su familiar, hasta su total
recuperación. 272
En el Perú, las quejas por negligencia médica, difieren en las diferentes
instituciones del Estado, así por ejemplo las estadísticas de la Defensoría del
Pueblo del 2006 al 2009 referidas a casos negligencia médica atendidos por esta
institución se pueden resumir en el siguiente cuadro:
272
http://www.indecopi.gob.pe/0/modulos/NOT/NOT_DetallarNoticia.aspx?PFL=0&NOT=171
151
CASOS DE NEGLIGENCIA MÉDICA A NIVEL NACIONAL (2006-2009)
Atendidos por la Defensoría del Pueblo
Año
Casos
2006
149
2007
190
2008
314
2009
151 (hasta julio)
Fuente: Adjuntía de la Defensora del Pueblo para la Administración Estatal
Por su parte, el INDECOPI ha atendido denuncias por cumplimiento defectuoso,
tardío o no idóneo de servicios médicos ha registrado increíblemente sólo 205
denuncias en el periodo del 2005 hasta marzo del 2009, de las cuales 52 fueron
declaradas fundadas, 21 llegaron a un acuerdo conciliatorio y 1 llego a un acuerdo
extra procesal. Sin duda, lo más sorprendente es que desde el 2005 hasta el
2009, no se halla iniciado una acción de control a los hospitales del MINSA y
EsSalud por la producción de eventos adversos, infecciones nosocomiales o
casos de negligencia médica, 273 sea para determinar el nivel de control de estos
hechos, responsabilidades en el personal encargado de hacer esta vigilancia así
como acciones correctivas para el mejoramiento de la salud pública. Estas
estadísticas
muestran
que
la
sociedad
civil
no
esta
haciendo
valer
adecuadamente sus derechos como paciente, puesto que si ya son marcadas las
diferencias entre la Defensoría del Pueblo (804)
274
e INDECOPI (205) en un
mismo periodo (2006-2009) contrastan aún más con las cifras de denuncias
efectuadas en el Ministerio Público encontraremos cifras notoriamente más altas
(1478 casos).
Fuente: INDECOPI, Lima. Marzo 2009.
273
274
Oficio No 00888-2009-CG/SGE emitido por la Secretaria General de la Contraloría General de
la República
Oficio No 072-2009-DP/AAE emitido por la Adjuntía de la Defensora del Pueblo para la
Administración Estatal
152
Así tenemos que el Instituto de Medicina Legal en el 2005 realizo 307 pericias por
supuesta responsabilidad médica, en el 2006 fueron 324, en el 2007 fueron 353 y
en el 2008 fueron 494, lo que evidencia que los pacientes están tomando mayor
conciencia de sus derechos y que tienden a canalizar sus reclamos por la vía
penal, en la mayoría de casos bajo el armazón legal de una denuncia por lesiones
leves, graves u homicidio culposo. Los casos más flagrantes de responsabilidad
médica en los últimos años han sido el contagio de VIH y Hepatitis B en
transfusiones de sangre que de ninguna manera puede ser exonerado por el
consentimiento informado del paciente, casos en los cuales se obviaron
las
pruebas pretransfusionales. ―Una transfusión de sangre es un procedimiento
médico que implica una intervención consentida en la integridad física del
paciente, sustentada en la intervención de su salud. De ahí que toda persona
debe ser informada sobre las consecuencias y posibles riesgos que pueda
acarrear dicho acto médico. Es en base a tal conocimiento que el paciente podrá
aceptarlos y asumirlos, en la medida que estos sean razonables y que
correspondan a los riesgos propios de la transfusión. Una transfusión de sangre
es una actividad riesgosa, por lo que el daño ocasionado como consecuencia de
la misma implicará la responsabilidad objetiva de quien la realizó‖. 275
DELITOS CONTRA LA VIDA, EL CUERPO Y LA SALUD
HOMICIDIO CULPOSO
El que, por culpa, ocasiona la muerte de una persona, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años
o con prestación de servicio comunitarios de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas. La pena será no mayor de cuatro
años si el delito resulta de la inobservancia de reglas de profesión, de ocupación o industria y cuando sean varias las
víctimas del mismo hecho, la pena será no mayor de seis años.
LESIONES CULPOSAS
El que, por culpa causa a otro un daño en el cuerpo o en la salud, será reprimido por acción privada, con pena privativa
de libertad no mayor de un año, o con sesenta a ciento veinte días multa. La acción penal se promoverá de oficio y la
pena será privativa de libertad no menor de uno ni mayor de dos años y de sesenta a ciento veinte días multa si la lesión
es grave.
La pena será no mayor de tres años si el delito resulta de la inobservancia de reglas de profesión, de ocupación o
industria y cuando sean varias las víctimas del mismo hecho, la pena será no mayor de cuatro años.
LESIONES GRAVES
El que cause a otro grave daño en el cuerpo o en la salud, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres
ni mayor de ocho años. Se consideran lesiones graves:
1. Los que ponen en peligro inminente la vida de la víctima.
2. Los que mutilan un miembro u órgano principal del cuerpo o lo hacen impropio para su
función, causan a una
persona incapacidad para el trabajo, invalidez o anomalía psíquica permanente o la desfiguración de manera grave
y permanente.
3.Las que infieren cualquier daño a la integridad corporal o a la salud física o mental de una persona que requiera
treinta o más días de asistencia o descanso, según
prescripción facultativa.
Cuando la víctima muere a consecuencia de la lesión y si el agente pudo prever este resultado, la pena será no menor de
cinco ni mayor de diez años
LESION LEVE
El que causa a otro un daño en el cuerpo o en la salud que requiera más de diez días de asistencia o descanso, según
prescripción facultativa, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años y sesenta a ciento cincuenta
275
Zúñiga Luey, Manuel Abelardo: ―¿Quién responde por las transfusiones de sangre infectada
con VIH-SIDA? En: Legal Express. Nº 47. Año 1. Publicación mensual de Gaceta Jurídica.
Noviembre de 2004. Pág. 17.
153
días multa.
Cuando la víctima muere a consecuencia de la lesión y el agente pudo prever el resultado, la pena será no menor de tres
ni mayor de seis años.
Cuando el agente produzca un resultado grave que no quiso causar, ni pudo prever, la pena será disminuida
prudencialmente hasta la que corresponda a la lesión que quiso inferir.
EXPOSICIÓN A PELIGRO O ABANDONO DE PERSONA EN PELIGRO
El que expone a peligro de muerte o de grave e inminente daño a la salud o abandona en iguales circunstancias a un
menor de edad o a una persona incapaz de valerse por si misma que estén legalmente bajo su protección o que se hallen
de hecho bajo su cuidado, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años.
El que omite prestar socorro a una persona que ha herido o incapacitado, poniendo en peligro su vida o su salud, será
reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años.
El que expone a peligro la vida o la salud de una persona colocada bajo su autoridad, dependencia, tutela, curatela o
vigilancia, sea privándola de alimentos o cuidados indispensables, sea sometiéndola a trabajos excesivos o inadecuados
o abusando de los medios de corrección o disciplina, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni
mayor de cuatro años.
Fuente: Artículos 111-129 del Código Penal Peruano
HOMICIDIO CULPOSO POR NEGLIGENCIA MÉDICA –
¿BASTA CON ESTABLECER LA SIMPLE CONEXIÓN CAUSAL?
EXP. N° 6095-97
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA
Procesado
:
Eugenio Nicolás Del Águila Silva.
Agraviado
:
Juan Domingo Agüero Sedano.
Asunto
:
Delito contra la vida, el cuerpo y la salud – Homicidio culposo.
Fecha
:
7 de enero de 1998.
Lo esencial del tipo de los delitos culposos no es la simple causación de un resultado, sino la forma en que se
realiza la acción; o sea, para saber quién debe responder del resultado producido, no basta con establecer la
simple conexión causal, sino que es preciso –además– saber quién actuaba diligentemente y quién no.
En el presente caso, hay responsabilidad por el delito de homicidio culposo pues si bien es cierto el deceso del
agraviado se produjo luego de tres semanas de la intervención quirúrgica, no es menos cierto que fue la
inobservancia por el procesado de las reglas generales de la profesión de medicina lo que motivó dicho deceso.
Fuente: Gaceta Jurídica
HOMICIDIOS CULPOSOS VINCULADOS A CASOS DE NEGLIGENCIA MÉDICA (1998-2008)
EXP.: 19-98
EXP.: 595-98
EXP.: 563-98
EXP.: 790-00
EXP.: 2001-0023
EXP.: 577-01
EXP.: 798-99
EXP.: 545-2002
EXP.: 2002-0350
EXP.: 1617-2000
EXP.: 2003-0555
EXP.: 2001-0070
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE AREA DE SALUD PIURA
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE AREA DE SALUD PIURA
HOSPITAL DE EMERGENCIAS PEDIATRICAS
HOMICIDO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE AL HOSPITAL SAN BARTOLOME
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE MINSA
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE MINSA
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE INSTITUTO MATERNO PERINATAL
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE EL HOSPITAL NACIONAL DOS DE MAYO
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE HOSPITAL DANIEL ALCIDES CARRION
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE UTES TARMA
HOMICIDIO CULPOSO Y LESIONES
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE HOSP DANIEL A. CARRION DEL CALLAO
PENAL
: C.V.C.S. - HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE MINSA
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE HOSPITAL DE APOYO DE APLAO
HOMICIDIO CULPOSO
154
EXP.: 927-03
EXP.: 2004-0341
EXP.: 2006-1586
EXP.:2006-1355
EXP.: 481-2006
EXP.: 2006-259
EXP.: 2007-0090
EXP.: 182-07
EXP.: 726-07
EXP.: 726-07
EXP.: 447-08
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE HOSPITAL DE HUACHO HUAURA OYON
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE HOSPITAL SANTA GEMA
PENAL
: C.V.C.S. - HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE HOSPITAL HONORIO DELGADO
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE HOSPITAL AMAZONICO DE YARINACOCHA
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE INSTITUTO MATERNO PERINATAL
PENAL
: C.V.C.S. - HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE HOSPITAL OLAVEGOYA
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE HOSPITAL DE BAGUA
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE MINSA
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE HOSPITAL NACIONAL ARZOBISPO LOAYZA
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE HOSPITAL NACIONAL ARZOBISPO LOAYZA
HOMICIDIO CULPOSO
TERCERO CIVILMENTE RESPONSABLE MINSA
HOMICIDIO CULPOSO
Fuente: Elaboración propia basado en información de la Procuraduría del Ministerio de Salud. Marzo 2009.
Lamentablemente, debemos dejar constancia que no obstante la evidencia del
aumento de la responsabilidad médica en los últimos años, solamente el periodo
del 2006 al 2008 el Ministerio de Salud ha pagado por dicho concepto dos
reparaciones, una de las cuales fue el tristemente celebre caso de la Sra. Judith
Rosana Rivera Díaz que fue contagiada de VIH en un nosocomio del Estado, y
que al hacerse público el hecho, el Presidente de la República, autorizó la
celebración de una Transacción Extrajudicial por el daño ocasionado ascendente
a la suma de S/. 300,000.00 nuevos soles, en tanto que los otros dos
beneficiarios, fueron los señores Oswaldo Sánchez Salgado y Haydee Palmara
Armador Pazos, como pago por una indemnización por responsabilidad médica
padres de una menor Janet Sánchez Amador con muerte cerebral (2001),
recibieron la suma de S./ 57, 533.50 nuevos soles.
Un excelente examen jurisprudencial de los últimos años, analiza 19 casos de
negligencia médica, Woolcott, de las cuales 14, se entablan contra médicos y
establecimientos de salud, y 5 solo contra establecimiento de salud. Además
observa una tendencia a involucrar en el proceso de responsabilidad al médico
que realizó al acto y, como responsable indirecto, al establecimiento donde lo
ejecutó. Esta preferencia de la víctima de los daños puede deberse a una razón
económica, la cual, en teoría, garantiza el pago del resarcimiento que será
determinado por juez.
Asimismo, el porcentaje de sentencias que declaran
155
infundada (11) la pretensión de reparación de daños supera al de las que la
declaran fundada (08). Los fundamentos de la mayoría de estas sentencias basan
su negativa en la falta de prueba de los extremos de la pretensión, esperando que
sea la víctima quien realice un esfuerzo denodado, costoso y generalmente
infructuoso para acreditar los hechos ocurridos cuando era sometido al acto
médico y estaba, por lo general, en estado de inconciencia. 276
Los principales fundamentos de las resoluciones, para favorecer a la víctima
son:277
El daño que se alega ha sido acreditado en el proceso
El daño se ha producido por un incorrecto o negligente actuar médico y no por
otras causas.
La lex artis médica, según el caso concreto, imponía al médico un actuar
distinto del empleado en la solución del problema del paciente.
Si el médico no hubiera actuado de manera incorrecta, el daño no se hubiera
producido.
Entre el médico y el centro asistencial, según el caso, existe una relación
contractual de la que se desprenden derechos y obligaciones para ambas
partes.
Los principales fundamentos de las sentencias para no favorecer a la víctima
son:278
El daño que se alega no ha sido acreditado en el proceso
El daño se ha producido por circunstancias o razones que no están en la
capacidad del médico evitarlas: condiciones del paciente, hecho de un tercero.
El actuar del médico fue correcto y conforme a la lex artis médica
El daño ocurrió a pesar de ese actuar correcto, por lo que no cabe
responsabilizar al galeno.
No basta probar la culpa médica: para que el profesional responda, la culpa
debe ser de carácter inexcusable, de conformidad con el artículo 1762 del
Código Civil.
276
Woolcott, Olenka. Ibidem. p. 248-50
Woolcott, Olenka. Ibidem. p. 251
278
Woolcott, Olenka. Ibidem. p. 252
277
156
Woolcott, subraya que el criterio de imputación favorito a la culpa como
fundamento de atribución de responsabilidad. No obstante, una sentencia revela
que el demandante invocación el riesgo como criterio de imputación pero los
magistrados consideran que la responsabilidad se constituye por negligencia
médica. Con respecto, a los centros asistenciales, se invoca la responsabilidad
contractual indirecta o refleja, a fin de imputársela por los hechos dolosos o
culposos de terceros de conformidad con lo regulado por el artículo 1325 del
Código Civil, pues se entiende que asumen una obligación tácita de seguridad en
virtud de la cual garantizan a los pacientes por los cuidados médicos, siendo
obligados solidarios, con el galeno, para indemnizar al demandante, en
concordancia con lo establecido en el artículo 1183º del Código Civil. En ese
sentido, la responsabilidad asistencial es objetiva pero condicionada a que se
pruebe el dolo o la culpa del médico.
279
Sorprende que existan tan poca
jurisprudencia nacional, lo que revela que posiblemente, las víctimas de daños
médicos no vienen reclamando su derecho a reparación, posiblemente por
desconocimiento, y principalmente por lo difícil que es hacerse cargo de los
costos del proceso judicial que como hemos corroborado no asegura nada.
Así, sostenemos que el Estado Peruano no esta reparando adecuadamente a las
víctimas de daños médicos, y la evidencia es que como veremos más adelante
las estadísticas oficiales del propio Instituto de Medicina Legal arrojan cifras
muchísimo
más
altas
de
responsabilidad
médica.
En
ese
sentido,
el
fortalecimiento de la responsabilidad civil médica como institución así como la
difusión de información al paciente serian mecanismos de controles preventivos y
disuasivos para efectos de que el sistema de salud mejore sus estándares de
calidad de servicios médicos.
Lamentablemente, la situación actual no hace atractiva la prevención de daños
médicos puesto como se evidencia en las estadísticas de INDECOPI y la
Defensoría del Pueblo, se esta externalizando los costos de los daños médicos ,
esto es vienen siendo asumidos por las víctimas y sus familiares. De esta manera,
al sistema de salud no esta soportando el costo de las deficiencias del sistema de
salud, y si bien los visibiliza a través de estadísticas de eventos adversos, el
279
Cfr, Woolcott, Olenka. Ibidem. p. 253-4
157
hecho que su repercusión patrimonial sea insignificante, hace que le resulte más
conveniente litigar judicialmente con los pacientes perjudicados, sobre la base
empírica que evidencia que solo unos pocos de estos litigantes conseguirán una
indemnización, en tanto el resto carente de recursos o cansado de largos juicios
abandonaran los procesos judiciales.
Sostenemos que el diseño actual de la responsabilidad civil médica y la terquedad
de concebirla bajo la responsabilidad subjetiva así como la invisibilización del
carácter altamente riesgoso de la actividad médica reconocida desde los orígenes
de la medicina es justamente una de las raíces del problema. El estableciendo de
la responsabilidad objetiva por daños médicos, coadyuvar a corregir este grave
fallo de nuestro sistema de salud que lo esta llevando a condenar a las víctimas
de daños médicos al desamparo como lo demuestran la inexistencia de
mecanismos de protección o cobertura para estos pacientes, y por el contrario
son obligados a litigar por una indemnización, que la mayoría de veces no solo
llega tarde sino que es ínfima y en el peor de los casos no llegue nunca. En
palabras del maestro Espinoza Espinoza “Un hecho que no puede dejar de
denunciarse es la escandalosa lentitud con la cual se llevó este proceso (CAS. Nº
549-2005): el daño se produjo el 13/07/93, la demanda (por responsabilidad
médica) se interpuso el 07/04/94 y la casación es de fecha 14/11/05 ¡Han pasado
más de diez años! Ello debido principalmente a la desidia del juez en calificar los
escritos que se presentan, así como de evaluar las pruebas ofrecidas por quien
no está en la mejor posición para obtenerlas, dada su particular situación de
asimetría frente a los demandados, actitud que es totalmente indiferente al drama
que vive, en este caso, el demandante: ni una mente como la de Kafka pudo
haber imaginado esto…” 280
Aunque no es materia de esta investigación la responsabilidad médica en el
ámbito penal dejamos constancia que la Resolución de la Gerencia General del
Ministerio
Público
No
213-95-MP-FN-GG
establece
el
procedimiento
administrativo para realizar las pericias por responsabilidad médica (punto 4.3.4)
así como que la Resolución Administrativa del Titular del Pliego del Ministerio
Público
No 523-97-SE-TP-CEMP
aprueba
280
el
protocolo
de
estudio
de
Espinoza Espinoza, Juan, ―La responsabilidad objetiva de la estructura sanitaria‖ en Diálogo
con la jurisprudencia, Nº 95, Agosto, Gaceta Jurídica, Lima, 2006, p.29
158
responsabilidad médica. Consideramos que las víctimas carente de recursos para
sufragar los gastos de las pericias médicas que pruebe una responsabilidad
médica debería vía auxilio judicial brindárseles la asistencia médico legal
correspondiente a través del Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público.
La prestación de servicios médicos es una actividad riesgosa generadora de
daños a la persona si se incumplen las reglas y protocolos médicos o normas
técnicas de bioseguridad. Conviene advertir que algunos empresarios del sector
médico fragmentan el patrimonio de la empresa médica en varias personas
jurídicas las cuales conforman un grupo de personas jurídicas vinculadas para
desarrollar servicios médicos. La intensión es que si se incurre en un daño
asociado a la prestación médica el patrimonio para hacer cobro de la
indemnización al paciente afectado sea encuentre reducido. En la realidad el
grupo de personas jurídicas vinculadas conforman una unidad empresarial
perfectamente articulada que en forma conjunta prestan los servicios médicos.
Empero, se sabe de casos en los cuales los principales bienes de las personas
jurídicas (bienes inmuebles, ambulancias y equipos médicos) pertenecen a los
socios de las mismas o personas vinculadas a ellos, arrendados estratégicamente
con la intensión de evitar que sean afectados por potenciales demandas por
responsabilidad civil médica o multas de autoridades administrativas por
infracciones en la actividad médica o infracciones tributarias. Estos bienes
debieron ser aportes pero son arrendados o dados en comodato por los socios
para efectos de evitar se acrecenté la garantía de los acreedores de la empresa.
En ese sentido, el empresario oculto, tras vestidores que orquesta este fraude y
controla a las personas jurídicas, responsable de esta fragmentación maliciosa,
debe responder por los daños ocasionados en razón de haber creado esta
situación de vulnerabilidad patrimonial de la empresa. Independientemente de la
responsabilidad patrimonial del resto de las personas jurídicas vinculadas que se
benefician de la actividad empresarial que realiza el grupo empresarial.
3.4. Respecto a la responsabilidad del Estado por negligencia médica
La ruta legal utilizada para reclamar daños por responsabilidad médica en el
ámbito interno es la responsabilidad civil del hospital por tener el dominio de la
159
empresa médica, y la responsabilidad por incumplimiento de protocolos y normas
técnicas
de
la
medicina.
Empero,
la
responsabilidad
del
Estado
por
incumplimiento de la supervisión de los servicios sanitarios y asegurarse de la
calidad de la prestación médica, es el argumento utilizado para reclamar
indemnizaciones por afectación a la salud en el fuero internacional. Los casos
más celebres al respecto son:
a) El día 13 de febrero 1987 la Señorita Laura Susana Albán Cornejo, de 20 años,
ingresó al Hospital Metropolitano, situado en Quito-Ecuador, debido ha un cuadro
de clínico de meningitis bacteriana. El 17 de diciembre de 1987, durante la noche
la señorita sufrió un fuerte dolor. El médico residente le prescribió una inyección
de diez miligramos de morfina. El 18 de diciembre de ese mismo año, la señorita
Alban murió, presuntamente por el suministro del medicamento aplicado.
Posteriormente sus padres, Carmen Cornejo de Albán y Bismarck Albán Sánchez,
acudieron ante el Juzgado Octavo de la Corte de lo Civil de Pichincha para
obtener el expediente médico de su hija, y ante el Tribunal de Honor del Colegio
Médico de Pichincha. Después los padres presentaron una denuncia penal ante
las autoridades estatales, en consecuencia los médicos fueron investigados por
negligencia médica. La demanda de la Comisión hace referencia a que el Estado
no ha asegurado el acceso efectivo a las garantías y protección judiciales de los
padres, quienes en su interés por establecer el homicidio de su hija, años han
buscado la justicia y la sanción de los responsables mediante el recabo de
indicios respecto de la muerte de aquélla. La Comisión señalo en la demanda que
en el ordenamiento interno y en la práctica del Ecuador no existen normas o
mecanismos adecuados que permitan promover la persecución penal cuando se
afectan bienes jurídicos y su vulneración requiere el ejercicio de la acción pública.
Los representantes de las presuntas víctimas solicitaron al Tribunal que declare
que el Estado violó los derechos a la Vida, a la Integridad Personal, Garantías
Judiciales y Protección Judicial de la Convención Americana, en perjuicio. El 15
de noviembre de 2006 el Estado contestó la demanda indicando que no había
violado el artículo 4 (Derecho a la Vida), ni los artículos 8 (Garantías Judiciales) y
25 (Protección Judicial), todos de la Convención Americana.
160
La Corte considera que la falta de respuesta judicial para establecer la muerte la
Laura Albán afecto la integridad personal de sus padres, Carmen Cornejo de
Albán y Bismark Albán Sánchez, lo que hace responsable al Estado por la
violación del derecho consagrado en el artículo 5.1 de la Convención Americana,
en relación con el artículo 1.1 de la misma, en perjuicio de la referidas personas.
Asimismo observo que el derecho a conocer el expediente médico se encuentra
subsumido en el derecho de la víctima o de sus familiares a obtener del Estado el
esclarecimiento de los hechos violatorios y la definición de las responsabilidades
correspondiente. También valora la adopción de medidas dirigidas a supervisar y
fiscalizar la prestación del servicio de salud y avanzar en la garantía de los
derechos a la vida, integridad personal y salud a las personas que se encuentran
bajo tratamiento médico; en ese sentido la Corte toma nota de la decisión del
Estado en el sentido de revisar la legislación penal acerca de la mala praxis
médica e incorporar en ella las precisiones necesarias para adecuar el régimen de
la materia en forma que favorezca la debida realización de la justicia en este
ámbito. La Corte decide por unanimidad que el Estado violó los derechos a las
garantías judiciales y a la protección judicial consagrados en los artículos 8.1 y
25.1, el derecho a la integridad personal (artículo 5.1), en relación con los 4, 5.1 y
1.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Las reparaciones
dictadas por la corte fueron: a) publicar la sentencia y transmitirla utilizando los
medios de comunicación adecuados; b) llevar a cabo, una amplia difusión de los
derechos de los pacientes, utilizando los medios de comunicación adecuados y
tomando en cuenta la legislación nacional e internacional; c) realizar un programa
de formación y capacitación a los operadores de justicia y profesionales de la
salud sobre la normativa que el Ecuador ha implementado relativa a los derechos
de los pacientes, y a la sanción por su incumplimiento; d) efectuar el pago por
concepto de daño inmaterial y costas y gastos dentro del plazo de un año. 281
b) El 3 de octubre de 2002 la Comisión otorgó medidas cautelares a favor de 52
personas, incluyendo a dos menores de edad, portadoras del VIH/SIDA. Los
beneficiarios alegaron en muchos de los casos haber acudido a los sistemas de
281
El Tribunal Constitucional. Caso: Albán Cornejo y otros
http://gaceta.tc.gob.pe/cidh-caso.shtml?x=2229
http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_171_esp.pdf
161
vs.
Ecuador.
En:
y
salud pública del Estado Boliviano sin haber obtenido asistencia para la
realización de los exámenes necesarios con el fin de determinar el avance de la
enfermedad o recibir el tratamiento antirretroviral requerido para hacer posible su
supervivencia.282
c) El 2 de octubre de 2002 la Comisión otorgó medidas cautelares a favor de una
persona infectada con VIH SIDA. Según surge de la solicitud, el 15 de agosto
de 2002 el beneficiario, quien vive solo y no recibe rentas de ningún tipo, quedó
desempleado y por lo tanto desvinculado del Seguro Social. En vista de que el
Estado colombiano ofrece acceso al tratamiento de la enfermedad a través del
Seguro Social, el beneficiario quedó automáticamente desafiliado del programa de
VIH SIDA al cual se encontraba vinculado desde noviembre de 1994 y que le
proporcionaba tratamiento sobre la base de antirretrovirales AZT 3TCIDV.
Conforme indican los estándares de la Organización Panamericana de la Salud, la
suspensión de este tratamiento para una persona infectada con VIH SIDA es
fatal. La Comisión solicitó al Estado Colombiano restablecer el suministro de
tratamiento al beneficiario.
En respuesta el Estado adoptó las medidas
necesarias para incluir al beneficiario en un programa ad hoc de acceso al
tratamiento antiretroviral. 283
d) El 9 de julio de 2002 la Comisión otorgó medidas cautelares en favor de seis
ciudadanos ecuatorianos portadores del virus HIV/SIDA. Los peticionarios
sostuvieron, inter alia, que los organismos sanitarios del Estado no les
proporcionaron pruebas clínicas básicas para determinar el curso de su
enfermedad y el tratamiento adecuado. La Comisión solicitó que el Estado de
Ecuador proporcionara a los beneficiarios el examen y el tratamiento médico
indispensables para su supervivencia.
Los peticionarios presentaron una
segunda, una tercera y una cuarta solicitud, con lo cual hacia el 12 de agosto de
2002 el total de personas amparadas por las medidas cautelares. El 26 de agosto
de 2002 el Estado señaló que los seis portadores originales del VIH/SIDA estaban
recibiendo asistencia médica y que el Ministerio de Salud había adquirido
Medidas Cautelares otorgadas por la
http://www.cidh.oas.org/medidas/2002.sp.htm
283
Ibidem
282
162
CIDH
durante
el
año
2002
En:
medicamentos para prevenir la transmisión materno-infantil para 100 mujeres y
para asistir a aproximadamente 120 personas con VIH.
Ulteriormente los
peticionarios presentaron una quinta y una sexta solicitudes adicionales, con lo
cual el número total de personas afectadas al 23 de septiembre de 2002 llegó a
153. También en esos casos se solicitaron medidas cautelares. El 15 de octubre
de 2002, la Comisión celebró una audiencia sobre este asunto a solicitud del
Estado. Los peticionarios informan a la Comisión que aproximadamente 18
portadores de VIH/SIDA han fallecido. 284
e) Mediante nota del 16 de agosto de 2002, la Comisión solicitó al Estado
guatemalteco la adopción de medidas cautelares a favor de 11 portadores del
VIH/SIDA. Los peticionarios alegan la situación de inminente peligro en que se
encuentran las vidas de estas personas por no tener acceso a los medicamentos
antirretrovirales necesarios para tratar la grave enfermedad que padecen. La
Comisión solicitó al Gobierno de Guatemala suministrar el tratamiento y los
medicamentos antirretrovirales indispensables para su supervivencia, así como
los exámenes médicos que permitan evaluar de manera regular su estado de
salud. El 14 de noviembre de 2002 los peticionarios informaron a la Comisión
sobre el fallecimiento de uno de los beneficiarios de las medidas. En nota del 23
de noviembre de 2002 el Gobierno informó que la solicitud de medidas fue
informada al Ministro de Salud Pública y Asistencia Social a efecto de resguardar
la vida de los beneficiados por las medidas; que la Directora Ejecutiva de la
Fundación Contra el SIDA informó que el 30 de octubre de 2002 se hizo la
selección de las empresas farmacéuticas a quienes se les comprará, con fondos
públicos, los medicamentos antirretrovirales Efavirenz, Zidovudina y Lamivudina,
que servirán para brindarle tratamiento a 80 adultos y 80 niños; que el 19 de
noviembre de 2002 el Gobierno solicitó a los Directores del Hospital San Juan de
Dios y Hospital Rooselvet especial atención en la administración del tratamiento y
evaluación médica a los beneficiarios, cuyas clínicas de consulta externa están
brindando el tratamiento integral para personas que viven con VIH/SIDA, a las
Medidas Cautelares otorgadas por la
http://www.cidh.oas.org/medidas/2002.sp.htm
284
163
CIDH
durante
el
año
2002
En:
cuales los beneficiarios de las medidas pueden asistir para ser evaluados y recibir
el tratamiento que les permita tener una mejor calidad de vida. 285
f) El 16 de agosto de 2002 la Comisión otorgó medidas cautelares en favor de
cuatro personas portadoras del virus VIH-SIDA.
Los beneficiarios se
encuentran identificados en el expediente pero, a su solicitud, su identidad se
mantiene en reserva en la presente reseña. Los peticionarios alegan que los
beneficiarios recurrieron a Centros de Salud u Hospitales que no les
proporcionaron el tratamiento con la medicación requerida para hacer frente a la
enfermedad. Como consecuencia, el sistema inmunológico de estas personas se
encuentra en estado crítico y no tendrían acceso a exámenes clínicos que les
permitan monitorear el avance de la enfermedad. El 2 de septiembre de 2002 la
Comisión amplió las medidas cautelares en favor de cuatro personas más y el 21
de septiembre recibió una nueva solicitud de ampliación. En diciembre de 2002
los peticionarios señalaron que el Estado de Honduras aun no estaba
suministrando el tratamiento requerido y que cuatro de los beneficiarios habían
fallecido.
g) El 29 de julio de 2002 la Comisión otorgó medidas cautelares a favor de ocho
personas portadoras del virus VIH/SIDA. Los beneficiarios se encuentran
identificados en el expediente pero, a su solicitud, su identidad se mantiene en
reserva en la presente reseña. Los peticionarios alegan que los beneficiarios
recurrieron a Centros de Salud u Hospitales del Estado donde no se les
proporcionó el tratamiento y la medicación requerida para hacer frente a la
enfermedad. Señalan que como consecuencia, el sistema inmunológico de estas
ocho personas se encuentra en estado crítico, con bajo nivel de CD4 y que no
tienen acceso a exámenes clínicos que les permitan monitorear el avance de la
enfermedad. El 18 de septiembre de 2002, la Comisión reiteró al Estado su
solicitud de medidas cautelares y la amplió a ocho personas más. El Estado de
Nicaragua informó a la Comisión que se reunió en tres ocasiones con los
beneficiarios con el fin de tratar la solicitud de medidas cautelares. Sin embargo,
Medidas Cautelares otorgadas por la
http://www.cidh.oas.org/medidas/2002.sp.htm
285
164
CIDH
durante
el
año
2002
En:
señaló que no contaban con los medicamentos requeridos para el tratamiento y
que se encontraba en gestiones con el Banco Interamericano de Desarrollo, la
Organización Panamericana de la Salud y el Fondo Mundial, para la compra de
antirretrovirales. Dos de los ocho beneficiarios han fallecido. 286
h) El 14 de agosto de 2002 la Comisión otorgó medidas cautelares a favor de diez
personas
portadoras
del
VIH/SIDA.
Los
beneficiarios
se
encuentran
identificados en el expediente pero, a su solicitud, su identidad se mantiene en
reserva en la presente reseña. Los peticionarios alegan que los beneficiarios
recurrieron a Centros de Salud u Hospitales de República Dominicana que no
les proporcionaron el tratamiento con la medicación requerida para hacer frente a
la enfermedad. Como consecuencia, el sistema inmunológico de estas diez
personas se encuentra en estado crítico, con bajo nivel de CD4 y que no tienen
acceso a exámenes clínicos que les permitan monitorear el avance de la
enfermedad. El 3 de septiembre de 2002 el Estado indicó que dentro del plazo de
cuatro meses, ofrecería la atención integral a los beneficiarios y suministraría
medicamentos a los pacientes seleccionados que cumplan los criterios
establecidos por la Comisión Nacional de Medicamentos Antirretrovirales y según
la disponibilidad de los recursos asignados para el año 2002. El 16 y 26 de
septiembre de 2002 la CIDH amplió las medidas cautelares a favor otras
personas, a solicitud de los peticionarios, cobijando a 119 personas afectadas con
HIV/SIDA. A pesar de lo expresado por el Estado, los peticionarios han informado
a la Comisión que por el momento no han recibido medicamentos antirretrovirales.
i) La Corte Europea de Derechos Humanos declaró que el gobierno del Reino
Unido tenía que continuar proveyendo tratamiento y servicios de salud al
peticionario. El peticionario era ciudadano de St. Kitts quien intentó a entrar al
Reino Unido sin éxito llevando drogas. El gobierno le negó la entrada al país y lo
encarceló. Durante su encarcelamiento, descubrió que era portador del VIH y el
gobierno comenzó a proveerlo de tratamiento antiretroviral y servicios de salud.
Después de su encarcelamiento, el gobierno intentó deportarlo a St. Kitts, pero la
Medidas Cautelares otorgadas por la
http://www.cidh.oas.org/medidas/2002.sp.htm
286
165
CIDH
durante
el
año
2002
En:
Corte enunció que su deportación a un país sería una violación de artículo 3 de la
Convención de Derechos Humanos (Prohibición de la tortura: nadie podrá ser
sometido a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes). La Corte
subrayó que el peticionario tenía SIDA avanzado y St. Kitts no puede garantizar
proveer tratamiento adecuado para su enfermedad, apresurando su muerte y
sufriendo. 287
j) El 23 de septiembre de 2002 la CIDH otorgó medidas cautelares a favor de
quince personas portadores del virus VIH/SIDA con niveles de CD4 inferiores
a los 300 por mm3 en la sangre, cuyo sistema inmunológico se encuentra
comprometido al punto de ponen en peligro sus vidas. Los beneficiarios se
encuentran identificados en el expediente pero, a su solicitud, su identidad se
mantiene en reserva en la presente reseña. Los beneficiarios alegaron haber
acudido a los sistemas de salud pública del Estado sin haber obtenido asistencia
para la realización de los exámenes necesarios con el fin de determinar el avance
de la enfermedad o recibir el tratamiento antirretroviral necesario para hacer
posible su supervivencia. La Comisión solicitó al Estado Peruano que por
intermedio de las autoridades competentes se adoptaran las medidas necesarias
para establecer el avance de la enfermedad y el tratamiento necesario conforme a
los estándares internacionales establecidos por la Organización Panamericana de
la Salud. En su respuesta el Estado indicó que no obstante la magnitud del
problema, no contaba con una política destinada a proporcionar acceso universal
al tratamiento antirretroviral para los portadores de HIV/SIDA. Señaló, inter alia,
que a partir de septiembre de 2002 se había implementado un programa especial
para atender a niños infectados con el virus con una meta estimada de 150
pacientes bajo tratamiento, así como programas de capacitación para funcionarios
del sector de salud encargados de la atención de enfermos adultos.
k) La señora María Mamérita Mestanza Chávez fue sometida a un procedimiento
quirúrgico
de
esterilización,
que
finalmente
ocasionó
su
muerte.
Las
organizaciones peticionarias denunciaron que se violaron los derechos a la vida, a
287
D
vs.
United
Kingdom
(1997)
http://www.cejil.org/carpetas.cfm?id=23&show=j
166
24
E.H.R.R.
423
En:
la integridad personal y a la igualdad ante la ley, vulnerando los artículos 4, 5, 1 y
24 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, los artículos 3, 4, 7, 8
y 9 de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará), los artículos 3 y 10 del
Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en
Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y los artículos 12 y 14
(2) de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer. Con fecha 14 de julio de 1999, la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos transmitió al Estado peruano las partes pertinentes de la
denuncia y solicitó información. Con fecha 3 de octubre de 2000 la CIDH aprobó
el Informe Nº 66/00 de admisibilidad y continuó con el análisis de fondo de la
cuestión, referida a presuntas violaciones a la Convención Americana y a la
Convención de Belém do Pará. Con fecha 2 de marzo de 2001 durante el 110°
periodo ordinario de sesiones de la CIDH se convino en un Acuerdo Previo de
Solución Amistosa. En ese contexto, el Estado Peruano se compromete a realizar
exhaustiva investigación de los hechos y aplicar las sanciones legales contra toda
persona que se determine como participante de los hechos, sea como autor
intelectual, material, mediato u otra condición, aún en el caso de que se trate de
funcionarios o servidores públicos, sean civiles o militares. En tal sentido, el
Estado peruano se compromete a realizar las investigaciones administrativas y
penales por los atentados contra la libertad personal, la vida, el cuerpo y la salud
y, en su caso, a sancionar a: a) los responsables de los actos de vulneración del
derecho al libre consentimiento de la señora María Mamérita Mestanza Chávez,
para que se sometiera a la ligadura de trompas; b) el personal de salud que hizo
caso omiso de la demanda de atención urgente de la señora Mestanza luego de
la intervención quirúrgica; c) los responsables de la muerte de la Sra. María
Mamérita Mestanza Chávez; d) los médicos que entregaron dinero al cónyuge de
la señora fallecida a fin de encubrir las circunstancias del deceso; f) la Comisión
Investigadora, nombrada por la Sub Región IV de Cajamarca del Ministerio de
Salud que cuestionablemente, que concluyó con la ausencia de responsabilidad
del personal de salud que atendió a la señora Mestanza. Sin perjuicio de las
sanciones administrativas y penales, el Estado peruano se compromete a poner
en conocimiento del Colegio Profesional respectivo las faltas contra la ética que
167
se hayan cometido, a efectos de que conforme a su estatuto se proceda a
sancionar al personal médico involucrado con los hechos referidos. Asimismo, el
Estado Peruano se comprometió a realizar las investigaciones administrativas y
penales por la actuación de los representantes del Ministerio Público y del Poder
Judicial que omitieron desarrollar los actos tendientes a esclarecer los hechos
denunciados por el viudo de la señora Mamérita Mestanza. También reconoció
como únicos beneficiarios de cualquier indemnización a las personas de Jacinto
Salazar Suárez, esposo de María Mamérita Mestanza Chávez y a los hijos de la
misma: Pascuala Salazar Mestanza, Maribel Salazar Mestanza, Alindor Salazar
Mestanza, Napoleón Salazar Mestanza, Amancio Salazar Mestanza, Delia
Salazar Mestanza y Almanzor Salazar Mestanza. El Estado Peruano otorgó una
indemnización a favor de los beneficiarios por única vez de diez mil dólares de los
Estados Unidos de América (US $10, 000.00 y 00/100) para cada uno de ellos,
por concepto de reparación del daño moral, lo cual hace un total de ochenta
mil dólares de los Estados Unidos de América (US $80,000.00 y 00/100).
Respecto a los menores de edad, el Estado, depositará la suma correspondiente
en fondo de fideicomiso en las condiciones más favorables según la práctica
bancaria. Las gestiones se realizarán conjuntamente con los representantes
legales de la familia Salazar Mestanza. El daño ocasionado como consecuencia
directa del evento dañoso (daño emergente) está constituido por los gastos en
que incurrió la familia como consecuencia directa de los hechos. Estos gastos
fueron los realizados para tramitar y hacer el seguimiento de la denuncia penal
ante el Ministerio Público por homicidio culposo en agravio de María Mamérita
Mestanza, así como el monto por concepto de gastos de velorio y entierro de la
señora Mestanza. La suma por dicho concepto asciende a dos mil dólares de
Estados Unidos de América (US $ 2,000.00 y 00/100), la cual deberá ser abonada
por el Estado peruano a los beneficiarios.
El Acuerdo de Solución Amistosa no incluye el derecho a reclamar la
indemnización que tienen los beneficiarios contra todos los responsables de la
violación de los derechos humanos de la señora María Mamérita Mestanza, de
conformidad con el Artículo 92º del Código Penal Peruano, según determine la
autoridad judicial competente, y que el Estado Peruano reconoce como derecho.
Se precisa que este Acuerdo deja sin efecto alguno cualquier reclamo de los
168
beneficiarios hacia el Estado Peruano como responsable solidario y/o tercero
civilmente responsable o bajo cualquier otra denominación.
El Estado Peruano se compromete a otorgar a los beneficiarios, por única vez, la
suma de siete mil dólares de los Estados Unidos de América (US $ 7,000.00 y
00/100), por concepto del tratamiento de rehabilitación psicológica, que requieren
los beneficiarios como consecuencia del fallecimiento de la señora María
Mamérita Mestanza Chávez. Dicho monto será entregado en fideicomiso a una
institución, pública o privada, la cual se constituirá en fideicomisaria, con el objeto
de administrar los recursos destinados a brindar la atención psicológica que
requieren los beneficiarios. La institución será elegida de común acuerdo entre el
Estado y los representantes de la familia Salazar Mestanza, con el apoyo de la
Cooordinadora Nacional de Derechos Humanos, DEMUS, APRODEH y el
Arzobispo de Cajamarca. Los gastos relacionados con la constitución legal del
fideicomiso serán asumidos por el Estado peruano.
El Estado peruano se compromete además a brindar al esposo e hijos de María
Mamérita Mestanza Chávez, un seguro permanente de salud a través del
Ministerio de Salud o de la entidad competente. El seguro de salud para el
cónyuge supérstite será permanente, y el de sus hijos, mientras no cuenten con
un seguro de salud público y/o privado. Asimismo se compromete a brindar a los
hijos de la víctima educación gratuita en el nivel primario y secundario, en
colegios estatales. Tratándose de educación superior, los hijos de la víctima
recibirán educación gratuita en los Centros de Estudios Superiores estatales,
siempre y cuando reúnan los requisitos de admisión a dichos centros educativos y
para estudiar una sola carrera. El Estado peruano se compromete adicionalmente
a entregar el monto de veinte mil dólares de estados Unidos de América (US $
20,000.00 y 00/100) al señor Jacinto Salazar Suárez para adquirir un terreno o
una casa en nombre de sus hijos habidos con la señora María Mamérita
Mestanza.
El Estado peruano se compromete a realizar las modificaciones legislativas y de
políticas públicas sobre los temas de Salud Reproductiva y Planificación Familiar,
eliminando de su contenido cualquier enfoque discriminatorio y respetando la
autonomía de las mujeres. Asimismo, se compromete a adoptar e implementar las
recomendaciones formuladas por la Defensoría del Pueblo respecto a políticas
169
públicas sobre Salud Reproductiva y Planificación Familiar, entre ellas las
siguientes:
a. Medidas de sanción a los responsables de violaciones y reparación a las
víctimas:
1. Revisar judicialmente todos los procesos penales sobre violaciones de los
derechos humanos cometidas en la ejecución del Programa Nacional de
Salud Reproductiva y Planificación Familiar, para que se individualice y se
sancione debidamente a los responsables, imponiéndoles, además, el pago
de la reparación civil que corresponda, lo cual alcanza también al Estado, en
tanto se determine alguna responsabilidad suya en los hechos materia de los
procesos penales.
2. Revisar los procesos administrativos, relacionados con el numeral anterior,
iniciados por las víctimas y/o familiares, que se encuentran en trámite o
hayan concluido respecto de denuncias por violaciones de derechos
humanos.
b. Medidas de monitoreo y de garantía de respeto de los derechos humanos
de los y las usuarias de los servicios de salud:
1. Adoptar medidas drásticas contra los responsables de la deficiente
evaluación pre-operatoria de mujeres que se someten a una intervención de
anticoncepción quirúrgica, conducta en que incurren profesionales de la
salud de algunos centros de salud del país.
2. Llevar a cabo, permanentemente, cursos de capacitación calificada, para el
personal de salud, en derechos reproductivos, violencia contra la mujer,
violencia familiar, derechos humanos y equidad de género, en coordinación
con organizaciones de la sociedad civil especializadas en éstos temas.
3. Adoptar las medidas administrativas necesarias para que las formalidades
establecidas para el estricto respeto del derecho al consentimiento
informado sean acatadas cabalmente por el personal de salud.
4. Garantizar que los centros donde se realizan intervenciones quirúrgicas de
esterilización tengan las condiciones adecuadas y exigidas por las normas
del Programa de Planificación Familiar.
5. Adoptar medidas estrictas dirigidas a que el plazo de reflexión obligatorio,
fijados en 72 horas, sea, sin excepción, celosamente cautelado.
170
6. Adoptar medidas drásticas contra los responsables de esterilizaciones
forzadas no consentidas.
7. Implementar mecanismo o canales para la recepción y trámite célere y
eficiente de denuncias de violación de derechos humanos en los
establecimientos de salud, con el fin de prevenir o reparar los daños
producidos. 288
Consideramos importante traer a colación lo ocurrido en agosto del 2004, fecha
en la cual siete recién nacidos y una mujer adulta recibieron una transfusión de
sangre contaminada con el virus de Inmunodeficiencia Humana, VIH-Sida, en el
Instituto Materno Perinatal, ex Maternidad de Lima. Posteriormente, después de
tres años de ocurrida esta tragedia y con tres de los bebés infectados fallecidos,
el 27 Juzgado Provincial Penal absolvió a los médicos Víctor Bazul Nicho, director
de la Maternidad cuando sucedieron los hechos, así como a Julia Hinojosa Pérez,
William Salvador Yamaguchi, Carlos Velásquez Vásquez y María Elena Mendoza
Tapia, acusados por el delito contra la vida, el cuerpo y la salud. Fueron liberados
de todos los cargos por falta de pruebas fehacientes que demostraran que la vida
de los pacientes fue expuesta. Solo se encontró responsabilidad penal en cuatro
personas, técnicos y enfermeras, que conformaban el Banco de Sangre del centro
de salud, por haber incumplido los procedimientos adecuados al evaluar al
donante y el análisis de su sangre. Empero en el proceso civil que inicio la madre
de uno de los menores infectados, la señora Carmen Guevara, tras cuatro años
de proceso, el Décimo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, dicto sentencia
definitiva, en abril del 2009, concediendo una reparación de 800 mil soles por
daños ocasionados al menor. En las conclusiones de la sentencia se determina
que la responsabilidad del Materno Perinatal radica en no haber solicitado una
autorización para la transfusión a Carmen Guevara, no haber cumplido los
procedimientos establecidos por el Ministerio de Salud para la donación
sanguínea y no haber estado frente a una transfusión de emergencia. 289
288
Acuerdo de solución amistosa. Caso Nº 12.191 CIDH. María Mamérica Mestanza Chávez.
En:http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/fichas/ficha.php?entidad=Textos&id=65&opcion=docu
mento
289
Ver nota completa en: http://proyectosalud-idlads.blogspot.com/
171
El incumplimiento de los niveles aceptables de pureza, eficacia y seguridad son
un presupuesto elemental de un servicio médico idóneo, ello se ha visto reflejado
en jurisprudencia española, ejemplo de ello es la SAP Toledo 27 enero 2003 (JUR
2003, 45651) donde la clínica demandada es condenada a indemnizar a la
demandante con la cantidad de 87.134.54 euros, por el fallecimiento del marido
de aquélla como consecuencia de haber omitido las precauciones y controles que
habrían impedido una infección hospitalaria.
290
Otra sentencia interesante es la
STS 4 febrero 1999 (RJ 1999, 748) la demandante da a luz una niña con graves
malformaciones tres ecografías, sin que se advirtiera la existencia de anomalía
osea alguna. Los padres de la niña solicitan una indemnización de 200 millones
de pesetas a la ginecóloga, al INSALUD y al Ministerio de Sanidad y Consumo.
En primera instancia, el juzgado condena únicamente a INSALUD a indemnizar
75 millones de pesetas. La AP estima el recurso del INSALUD y le absuelve,
basándose en la diligencia del comportamiento de la doctora demandada.
291
Y
es que la responsabilidad objetiva en el campo de la sanidad no implica una
utópica garantía de curación, sino simplemente una garantía de indemnización
cuando, sin que medie fuerza mayor ni culpa de la víctima, no se alcancen los
resultados normalmente previsibles y exigibles, de acuerdo con la praxis médica
existente. 292
Analicemos el caso del paciente que le fue amputada su pierna debido a una
infección nosocomial después de una intervención quirúrgica cuyo resultado no
era algo normal o razonablemente previsible según la experiencia científica, en el
acto médico que se le practico. En ese sentido, cuando la anormalidad coincida
por la experiencia médica con una actuación deficiente, y ese defecto equivalga a
un comportamiento negligente puede objetivizarse la culpa, o mejor aún
considerar este supuesto como idóneo para la aplicación de responsabilidad civil
objetiva. Este fue el razonamiento de la STS 2 diciembre 1996 que aplica la
presunción de culpa partiendo de una presunción de culpa cuyo indicio principal
viene dado por las consecuencias dañosas desproporcionadas respecto de lo que
290
DÍAZ- REGAÑON GARCÍA- ALCALA, CALIXTO. IBIDEM. P. 97-9
IBIDEM. P. 99-100
292
Bercovitz citado en: IBIDEM. P. 108-9
291
172
suele derivarse del tratamiento suministrado al paciente. 293 Este seria el caso de
infecciones contraídas o reactivadas en el propio medio hospitalario, o a
consecuencia de transfusiones de sangre, de fallos en determinados dispositivos
de implante o en el instrumental quirúrgico de una intervención o, en fin, de daños
desproporcionados en relación con el escaso riesgo atribuible en principio a una
determinada intervención. 294
3.5. Respecto al seguro médico obligatorio
El principio solidarístico de la responsabilidad civil desde su perspectiva sistémica,
justifica –como excepción- el sacrificio de uno o más individuos en aras del
bienestar social: a veces y, sólo cuando es indispensable, el sacrificio de uno
(víctima) puede llegar a significar el beneficio de todos, evitando con ello la
multiplicación de daños y la generación de nuevas víctimas en el futuro sostiene
Fernández Cruz.295 Empero, de darse esa hipótesis la víctima debería ser
indemnizada a través de un sistema de seguros privados o de seguridad social,
en la medida que el fin supremo de la sociedad es la persona humana, tanto
como individuo como colectividad.
El seguro constituye un mecanismo de difusión de riesgo, pues hace que se
propague el costo asegurador de ese riesgo entre todos los posibles usuarios y
destinados del servicio y los frutos de determinada actividad económica – fuente
de efectos potencialmente dañoso- a través de la imposición del aumento del
precio final del producto; en el caso que nos interesa: el precio del servicio
médico. 296
Si bien la presente investigación no abordara la problemática de los seguros
médicos dejamos constancia que las razones por las que no tuvieron acogidas los
proyectos de ley al respecto fueron rechazadas porque encarecerían los costos
de los servicios médicos y sobre todo por no dar solución integral a los daños
médicos. Destacamos al Proyecto Ley Nº 1819/2007-PE referido a la creación del
Seguro Obligatorio de Responsabilidad Civil de los profesionales de salud y de los
técnicos y auxiliares asistenciales de la salud, no es una especie de seguro en
293
Ibidem. p. 114
Ibidem. p. 115-6
295
Fernández Cruz, Gastón. Las transformaciones funcionales en la responsabilidad civil. Ibidem.
p. 256
296
Woolcott Oyague, Olenka, Ibidem. p. 121.
294
173
caso de daños médicos automático sino un seguro que respalda al médico en
caso pierda un juicio por negligencia médica. Se advierte que en los países donde
existe el seguro obligatorio, la imposición de éste se ha sustentado en
evaluaciones de los niveles de solvencia del gremio médico local para afrontar las
primas respectivas (caso de Francia) y además de ser voluntario en la mayoría de
países (caso EE.UU). Ahora, la viabilidad de un seguro médico obligatorio es
complicada debido a las limitaciones del actual mercado de seguros. Es evidente
que una medida de aseguramiento obligatorio significaría un alza en el costo de
los servicios de atención médica, con la inmediata afectación de las posibilidades
de acceso de la salud de las poblaciones más vulnerables.
Recordemos que los seguros por responsabilidad civil médica, favorecen al
paciente o familiares con un monto determinado, por dicho concepto, una vez
culminado el proceso judicial correspondiente, que puede llegar a durar de 5 a 10
años en el Perú, empero si la obligación de indemnizar fuera por un monto mayor
el exceso tendría que ser asumido por el responsable directo del daño médico.
Este mecanismo, pese a todo ayuda afrontar el problema de los daños médicos,
acompañado de otros mecanismos como el seguro médico directo de los
hospitales, seguro médico del paciente, la responsabilidad médica objetiva de
determinados supuestos y fondos colectivos de reparación de daños médicos.
No podemos dejar de admitir que la responsabilidad civil por daños médicos, tiene
el serio problema de dar algunas víctimas montos muy por encima de lo adecuado
a su caso particular, mientras que otras víctimas reciben montos inferiores al
requerido para compensar sus daños,
297
ese es justamente una de las razones
por las que un sector de la doctrina apoya la constitución de seguros y fondos
colectivos donde al existir topes indemnizatorios, las indemnizaciones quizás no
serán más justas, pero si previsibles y no arbitrarias como viene ocurriendo
actualmente. Recordemos que los fondos de reparación, prescinden de la culpa
del médico, y responden a un sistema de responsabilidad objetiva, que tiene
como premisa una deficiencia de la estructura sanitaria que presto el servicio
médico y la seguridad del paciente.
297
Woolcott Oyague, Olenka, Ibidem. p.171.
174
CAPITULO IV
LA RESPONSABILIDAD MÉDICA
POR INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS (IIH)
Los expertos manifiestan que la mayoría de daños médicos derivan del sistema
de salud, lleno de deficiencias, en los cuales los profesionales de la salud prestan
sus servicios, y no estrictamente de la incompetencia profesional o descuido de
un médico en particular. La perspectiva de la seguridad del paciente considera
fundamental la revelación de la información y el reporte sobre los errores y, en
general, todos los eventos adversos que se produzcan en el ejercicio médico:
―transparencia‖ es una palabra clave para el movimiento de defensa de los
intereses de los pacientes. Si se trata de aprender de los errores, primero hay que
identificarlos; pero, para eso es necesario crear un ambiente idóneo que permita
una visión amplia con respecto a las equivocaciones. Así, los hospitales y
médicos debieran ser honestos con los pacientes acerca de los errores en que se
incurran e informar en los denominados ―reportes‖ sobre la ocurrencia de un
―evento adverso‖, para que todos los médicos puedan enterarse de lo acontecido
e igual los encargados de legislar; todo ello con el fin de aplicar métodos de
prevención en
la forma más abierta posible, en el sentido de facilitar la
participación de todos los involucrados.
298
Los errores médicos en última
instancia son en sí mismos un valioso hecho para el aprendizaje a fin de evitar su
ocurrencia en el futuro, de ahí la importancia
de registrarlos en archivos y
sistematizarlos mediante una metodología uniforme.
Lamentablemente, los estudios demuestran que debido al temor de litigios
judiciales por mala praxis existe una negativa del sector médico de poner en
práctica una transparencia real de información sobre los errores médicos, lo que
se traduce actualmente, en la escasa información -reporte- sobre los ―eventos
adversos‖ como las infecciones intrahospitalarias, y la falta de comunicación con
los pacientes acerca de los errores que se cometen en su tratamiento.
299
Sin
embargo, el sector que aboga por el sistema de los reportes sobre los errores
298
Woolcott Oyague, Olenka, Ibidem. p. 146-7.
Cfr, Ibidem. p. 148.
299
175
médicos confían en que la honestidad y transparencia llevaran a reducir el riesgo
de la mala práctica médica. Ellos señalan que es justamente esa mala relación
del médico, al ocultar información, la que los hace blanco de demandas judiciales,
pues lo que requieren los pacientes es claridad, sinceridad, de parte del actuar
médico. 300
4.1. LAS INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS
El origen de las infecciones nosocomiales u hospitalarias, o más exactamente
intrahospitalarias (IIH), aparece con el nacimiento mismo de los hospitales en el
año 325 de nuestra era, no es un fenómeno nuevo sino una problemática
constante en el tiempo asociada a la atención médica. 301 Bien sostiene Bennett,
“la primera causa de IIH es el propio hospital,‖ que involuntariamente han sido
caldo de cultivo de toda clase de gérmenes provenientes de sus pacientes y el
mejor escenario de las infecciones cruzadas (paciente-médico-paciente). De esta
forma en el génesis mismo de los hospitales, las epidemias existentes como el
tifus, cólera, viruela, fiebres tifoidea y puerperal, fueron introducidas y propagadas
en los hospitales por los propios profesionales médicos,302 debido al
desconocimiento de la importancia de la higiene en estos medios. No fue hasta
que Sir John Pringle (1740-1780), postuló la teoría del contagio animado como
responsable de las infecciones nosocomiales en que se evidencio dicha realidad.
Posteriormente, James Simpson, fallecido en 1870, realizó el primer estudio
ecológico sobre las IIH, donde aportó una prueba concluyente al respecto,
demostró la relación directa que existía entre las cifras de mortalidad por
gangrena e infección, con el tamaño del hospital y su masificación. 303
En 1843, Oliver Wendell Holmes, postuló que las infecciones puerperales eran
propagadas físicamente a las mujeres parturientas por los médicos, a partir de los
materiales infectados en las autopsias que practicaban o de las mujeres
300
Cfr, Ibidem. p. 170.
Rodríguez D. El laboratorio de microbiología en las infecciones intrahospitalarias. En:Llop A,
Valdés M, Zuazo J. Microbiología y Parasitología Médicas. La Habana: ECIMED; 2001. p. 63141.
302
Cfr, Nodarse Hernández, Rafael. Visión actualizada de las infecciones intrahospitalarias. Rev
Cubana
Med
Milit
2002;31(3):201-8
En:
http://www.bvs.sld.cu/revistas/mil/vol31_3_02/mil08302.htm#cargo; Cfr. Bennett JV. Infecciones
hospitalarias. La Habana: Ed. Científico-Técnica; 1982:5-10.
303
Cfr, Ibidem
301
176
infectadas que atendían; y como una medida para impedirlo dictó reglas de
higiene en torno al parto. Empero, en 1861, es Ignacio Felipe Semmelweis quien
hace los más trascendentales hallazgos sobre el origen nosocomial de la fiebre
puerperal, los cuales demostraron que las mujeres cuyo parto era atendido por
médicos, resultaban infectadas 4 veces más a menudo que las que eran
atendidas en su casa por parteras, excepto en París, donde estas efectuaban sus
propias autopsias. Semmelweis dedujo inteligentemente la constante del
problema (la falta de higiene) y consiguió una notable reducción en la mortalidad
materna a través de un apropiado lavado de manos por parte del personal
asistencial, pilar fundamental en que se asienta hoy en día la prevención de la IIH.
Joseph Lister estableció en 1885 el uso del ácido carbólico, o sea, el ácido fénico
o fenol, para realizar la aerolización de los quirófanos, lo que se considera el
origen propiamente dicho de la asepsia, además de ser quien introdujo los
principios de la antisepsia en cirugía. Estas medidas son consecuencias de su
pensamiento en torno a la sepsis hospitalaria, que puede sintetizarse en su frase:
“Hay que ver con el ojo de la mente los fermentos sépticos”. 304
Si los primeros hospitales conocieron las grandes infecciones epidémicas,
todas causadas por gérmenes comunitarios y que provenían del desconocimiento
completo de las medidas de higiene, las infecciones actuales están más
agazapadas y escondidas tras la masa de infecciones de carácter endémico
ocasionadas el 90 % de ellas por gérmenes banales. Al carácter actual que han
tomado las infecciones nosocomiales ha contribuido el aumento del número de
servicios médicos y la complejidad de estos, la mayor utilización de las unidades
de cuidados intensivos, la aplicación de agentes antimicrobianos cada vez más
potentes, así como el uso extensivo de fármacos inmunosupresores. 305
Las IIH afectan a todas las instituciones hospitalarias y resultan una de las
principales causas de morbilidad y mortalidad, así como un pesado gravamen a
los costos de salud. Las complicaciones infecciosas entrañan sobrecostos ligados
a la prolongación de la estadía hospitalaria; están asociadas también con los
304
305
Cfr, Ibidem.
Cfr, Ibidem.
177
antibióticos costosos, las reintervenciones quirúrgicas, sin contar con los costos
sociales dados por pérdidas de salarios, de producción, etc. Los estimados,
basados en datos de prevalencia indican que aproximadamente el 5 % de los
pacientes ingresados en los hospitales contraen una infección que cualquiera que
sea su naturaleza, multiplica por 2 la carga de cuidados de enfermería, por 3 el
costo de los medicamentos y por 7 los exámenes a realizar. En países como
Francia el gasto promedio por enfermo es de 1 800 a 3 600 dólares en
sobreestadías que van de 7 a 15 días. En el conjunto de países desarrollados el
total de los gastos ascienden entre 5 y 10 mil millones de dólares. Más importante
aún son los costos en vidas humanas cobradas por las infecciones nosocomiales.
Si se estima que la infección es la causa de muerte en 1 a 3 % de los pacientes
ingresados, se tendrán cifras alarmantes como las reportadas en Estados Unidos
de 25 a 100 mil muertes anuales. 306
Las IIH son un indicador que mide la calidad de los servicios prestados.
Actualmente la eficiencia de un hospital no solo se mide por los índices de
mortalidad y aprovechamiento del recurso cama, sino también se toma en cuenta
el índice de infecciones hospitalarias. No se considera eficiente un hospital que
tiene una alta incidencia de infecciones adquiridas durante la estadía de los
pacientes en él, ya que como lo sostuvo la celebre Florence Nightingale, en 1910,
fundadora de la escuela moderna de enfermería, “lo primero que no debe hacer
un hospital es enfermar”. 307
El concepto de IIH ha ido cambiando clásicamente se incluía bajo este término
a aquella infección que aparecía 48 horas después del ingreso, durante la estadía
hospitalaria y hasta 72 horas después del alta y cuya fuente fuera atribuible al
hospital. En 1994 el Centro para el Control de las Enfermedades (CDC), de
Atlanta, redefinió el concepto de IIH, que es el vigente y que la define como sigue:
“Toda infección que no esté presente o incubándose en el momento del
ingreso en el hospital, que se manifieste clínicamente, o sea descubierta por
la observación directa durante la cirugía, endoscopia y otros procederes o
306
307
Cfr, Ibidem.
Cfr, Ibidem.
178
pruebas diagnósticas, o que sea basada en el criterio clínico. Se incluyen
aquellas que por su período de incubación se manifiestan posteriormente al
alta del paciente y se relacionen con los procederes o actividad hospitalaria,
y las relacionadas con los servicios ambulatorios.” 308
Las IIH tienen un origen multifactorial, que viene dado por los 3 componentes
que forman la cadena de la infección, a saber: los agentes infecciosos, el
huésped y el medio ambiente, interactuando entre ellos.
En los agentes infecciosos hay que tener en cuenta su origen (bacterias, virus,
hongos o parásitos), sus atributos para producir enfermedad (virulencia,
toxigenicidad), la estabilidad de su estructura antigénica, así como su capacidad
de resistencia múltiple a los agentes antimicrobianos. En el caso de las bacterias,
esta última propiedad se pone más de manifiesto por la presencia de una serie de
elementos genéticos de origen tanto cromosomal, tal es el caso de los
transposones y los integrones, como extracromosomal, o sea los plásmidos, que
las hacen adquirir resistencia a los antibióticos. Los plásmidos se han convertido
en la punta de lanza de los microorganismos en su lucha por evadir los efectos de
308
Cfr, Ibidem.
179
los antimicrobianos. Esos elementos codifican una cantidad importante de
enzimas que inactivan a uno o varios de estos agentes, y crean verdaderos
problemas a la hora de tratar infecciones causadas por bacterias que las
portan.309
El segundo elemento de la cadena es el huésped, en el que desempeñan una
función importante sus mecanismos de resistencia. La mayoría de las infecciones
en el hospital se producen en cierto grupo de pacientes con características
individuales como la edad (el 60 % de los casos está entre 50 y 90 a),
malnutrición,
traumatismos,
enfermedades
crónicas,
tratamientos
con
inmunosupresores y antimicrobianos, así como que están sometidos a procederes
invasivos diagnósticos o terapéuticos, que los hacen más susceptibles de adquirir
infecciones durante su estancia en el hospital. 310
El tercer y último elemento de la cadena sería el medio ambiente tanto animado
como inanimado, que está constituido por el propio entorno hospitalario, los
equipos e instrumental para el diagnóstico y tratamiento, los materiales de cura y
las soluciones desinfectantes, etc., y sobre todo el personal asistencial. 311
De la interacción de estos tres factores van a surgir las infecciones
hospitalarias y en la medida en que participen estos así será su incidencia y su
comportamiento. Las IIH son un problema complejo donde intervienen además
cuestiones financieras, de personal, organizativas y estructurales. 312
La década de los 50 se conoce como ―la era de los estafilococos‖, ya que el
Staphyococcus aureus que había sido susceptible a la penicilina de manera
uniforme, gradualmente comenzó a desarrollar resistencia mediada por
betalactamasas,
especialmente
el
fagotipo
80-81.
Este
germen
puede
considerarse como paradigma del ―patógeno de hospital‖. Su surgimiento
coincidió con el uso cada vez más generalizado de antibióticos de amplio
309
Cfr, Ibidem.
Cfr, Ibidem.
311
Cfr, Ibidem.
312
Cfr, Ibidem.
310
180
espectro. A comienzos de la década de los 60, la pandemia de estafilococos
comenzó a disminuir relacionada con la introducción de nuevos antibióticos
resistentes a betalactamasas que fueron eficaces contra el estafilococo. 313
El conocimiento del
problema mediante estudios aislados se inicia más
recientemente en la década de los 50 del siglo XX, con los estudios de focos de
infección en hospitales, por investigadores de Inglaterra, Escocia y del CDC.
Posteriormente,
en los años 60, se llevan a cabo estudios más sistemáticos y
organizados, y ya en la década de los 70 surgen en muchas partes del mundo
programas de vigilancia y control de las infecciones intrahospitalarias. 314
En 1970 y 1975 existió un incremento de los bacilos gramnegativos; las
enterobacteria y Pseudomonas aeruginosa dominaron la escena de las IIH. Estas
cepas, resistentes a varios antimicrobianos, eran propagadas por medio de las
manos contaminadas del personal. 315
La década de los 80 vio surgir varios patógenos nuevos como el
Staphylococcus
aureus
resistente
a
meticillin
(SARM),
Staphyloccocus
epidermidis de resistencia múltiple, enterococos resistentes a vancomicina y otras
especies de Pseudomonas multirresistentes, así como Candida albicans y
citomegalovirus. Hay una diferencia importante entre el estafilococo fagotipo 8081 y el SARM en cuanto a su transmisión; mientras que el 80-81 era portado por
el personal asintomático del hospital en sus fosas nasales. El SARM se transmite
pasivamente de un paciente a otro por medio de las manos del personal.
Staphylococcus epidermidis de resistencia múltiple es un ejemplo del antiguo
adagio que dice que “los saprofitos de ayer son los patógenos de hoy;”
actualmente es conocido como causa de infección relacionada con catéteres,
prótesis vasculares, heridas quirúrgicas y bacteriemias. Aunque ninguna de estas
especies de estafilococos resistentes parece ser más virulenta que aquellas
sensibles, el hecho de la multirresistencia comporta un gasto importante de
313
Cfr, Ibidem.
Rodríguez D. El laboratorio de microbiología en las infecciones intrahospitalarias. En:Llop A,
Valdés M, Zuazo J. Microbiología y Parasitología Médicas. La Habana: ECIMED; 2001. p. 63141.
315
Cfr, Ibidem.
314
181
medicamentos. Los enterococos aumentaron su presencia en los hospitales a
mediados de los 80; como son resistentes a las cefalosporinas, se cree que el
aumento se debió al enorme uso que en este período se hizo de nuevos
antibióticos que pertenecen a este grupo. Recientemente y en relación con el gran
número de pacientes inmunodeprimidos que la epidemia de VIH/SIDA ha
aportado a los hospitales, han surgido otros nuevos patógenos, inócuos antes,
como Aspergillus, corinebacterias (Corynebacterium jeikeum, Rodococcus equi),
etc. 316
La inmensa mayoría de las IIH son producidas por gérmenes ―banales‖
endógenos presentes en la flora normal de los enfermos, no patógenos en sus
medios habituales y transmitidos generalmente por el personal. Las bacterias
nosocomiales se distinguen de aquellas comunitarias por su resistencia frente a
los antibióticos. El medio hospitalario es muy propicio a la difusión de resistencias,
ya que un tercio de los pacientes reciben antibioticoterapia y este hecho tiene
como consecuencia la selección de bacterias resistentes a los antimicro-bianos
usados. Otra fuente importante de infecciones proviene de los llamados gérmenes
―oportunistas‖, como Pseudomonas y Acinetobacter, que colonizan los sistemas
de agua de los hospitales, al igual que hongos vinculados al medio ambiente. Las
infecciones virales oportunistas (citomegalovirus, virus sincitial respiratorio,
herpesvirus) también están presentes, sobre todo en recién nacidos e
inmunodeprimidos, así como en transplantados a partir de un donante
aparentemente sano. Igual papel desempeñan algunos parásitos, entre los que
hay
que
citar
a
Pneumocystis
carinii
(hongo),
Toxoplasma
gondii
y
Cryptosporidium. 317
Como ya se ha planteado, la mayoría de las IIH son endémicas y se propagan
continuamente. A diferencia de los brotes epidémicos, en que las medidas a
adoptar deben ser tomadas con rapidez, en las infecciones endémicas se requiere
de una concertación de medidas de diversos grados de complejidad para
enfrentarlas que, en general, precisan de tiempo, organización y recursos. Dichas
316
317
Cfr, Ibidem.
Cfr, Ibidem.
182
medidas se enmarcan dentro del programa de lucha contra esas infecciones, que
constituyen la estrategia más útil para lograr su prevención y control, y que son
llevadas a cabo a través de una estructura, el comité de prevención y control de
las IIH, que aúna a toda la capacidad científica del hospital en función de esta
labor. 318
Durante muchos años las IIH han sido consideradas como un hecho
fundamentalmente de manejo clínico y cuidado hospitalario y sólo recientemente
han sido reconocidas como problema general de salud pública. Como resultado,
la comunidad internacional y la OMS han tratado el problema solamente en forma
limitada y fragmentada. Eventos recientes, particularmente las lecciones
aprendidas durante la epidemia del SARS, y la TBC extremadamente resistente,
que tuvo un componente nosocomial mayor, demostraron que resulta urgente
ubicar las IIH al frente de los controles infecciosos. De acuerdo con estas
premisas, la Oficina Regional Europea de la OMS, en colaboración con la Oficina
de Asuntos Sociosanitarios Internacionales de la región del Véneto y el
Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Verona, han
organizado consultas internacionales para determinar la realidad de las IIH en
Europa Central y del Este. Recordemos que como parte del esfuerzo del
Parlamento Europeo para establecer redes de vigilancia epidemiológica y de
control de enfermedades transmisibles en la Unión Europea, se establecieron tres
sistemas de vigilancia directa o indirectamente relacionados con las IIH: Hospital
in Europe Link for Infection Control through Surveillance (HELICS), European
Antimicrobial Resistance Surveillance Scheme (EARSS) y European Surveillance
on Antimicrobial Consumption (ESAC). 319
La red HELICS, dirigida a la vigilancia de las IIH involucra actualmente 31
países europeos e incrementa regularmente la cobertura. Su principal actividad es
la vigilancia de las infecciones adquiridas en el ámbito quirúrgico y en las
unidades de cuidados intensivos de acuerdo con protocolos estandarizados, que
318
Cfr, Ibidem.
Pittet D, Allegranzi B, Sax H y colaboradores. Consideraciones sobre una Estrategia Europea
de la OMS acerca de las Infecciones Intrahospitalarias, Vigilancia y Control. En:
http://www.bago.com/BagoArg/Biblio/infectoweb354.htm
319
183
incluyen definiciones consensuadas de los casos y métodos para el ajuste de los
riesgos, bases de datos específicas para la recolección de los valores y
elementos estadísticos para el análisis y el informe de los datos libremente
disponibles para los países y hospitales participantes. A su vez, el EARSS incluye
sistemas de vigilancia de 31 países y, al relacionar redes nacionales, se orienta a
mantener la vigilancia adecuada y los sistemas de información que proporcionen
datos comparables y validados acerca de la prevalencia y diseminación de las
bacterias más invasivas con resistencia antimicrobiana relevante clínica y
epidemiológicamente. El objetivo del EARSS no es producir datos preliminares ni
clasificar los países en un cuadro de jerarquías, sino proporcionar un ámbito para
el intercambio de experiencias que estimule la implementación de redes
nacionales. 320
El ESAC incluye 33 países participantes y apunta a desarrollar un sistema de
recolección de datos para elaborar bases nacionales confiables y estandarizadas
acerca del volumen de consumo de antibióticos tanto en el ámbito hospitalario
como ambulatorio. Su objetivo es clarificar variaciones en ese consumo y hacer
posible la comparación del uso regional de los antibióticos en relación con los
patrones de resistencia antibiótica. Además, la European Society of Clinical
Microbiology and Infectious Dieseases (ESCMID) creó varios grupos de estudio
con actividades asociadas directa o indirectamente con las IIH y, recientemente,
los EE.UU. lanzaron el proyecto de investigación HARMONY, con el objetivo
principal de promover estrecha y productiva colaboración con la ESCMID. 321
La formación del European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC),
proporcionará una importante oportunidad para incrementar la colaboración en el
campo de las enfermedades transmisibles en Europa. Debido a que la
identificación, determinación y comunicación de las amenazas presentes y
emergentes para la salud humana de las enfermedades transmisibles y el
entrenamiento se encuentran entre las principales tareas del centro. Desde su
posición supranacional de influencia, la OMS debería también considerar la
320
321
Ibidem
Ibidem
184
prevención y el control como una prioridad dentro de las recomendaciones
internacionales de salud y debería aconsejar que los países reaccionen con
acciones legislativas. Un cantidad inaceptablemente grande de países continúan
expuestos a las IIH, mientras exploran tratamientos para enfermedades muy
distintas, lo que lleva a un aumento evitable de la mortalidad, mayor duración de
la hospitalización y costos excesivos. 322
4.1.1.
LA
LEGISLACIÓN
LATINOAMERICANA
SOBRE
INFECCIONES
INTRAHOSPITALARIAS
Las infecciones hospitalarias, intrahospitalarias o nosocomiales adquiridas en
el marco de una internación constituyen un importante problema de salud pública
especialmente en Latinoamérica, tanto para los pacientes, como para sus familias
y la comunidad porque resultan en un pesado gravamen en los costos de salud.
Además de la carga económica para el sistema de salud, el tema adquiere
importancia desde otros enfoques. En primer lugar, las infecciones hospitalarias
son un indicador de la calidad de los servicios prestados. Actualmente, la
eficiencia de una institución de salud se mide no solo por los índices de
mortalidad y el aprovechamiento del recurso cama sino, también, por el índice de
infecciones
hospitalarias.
Constituye
pues
un
componente
esencial
del
fortalecimiento de la seguridad de los pacientes. A partir de las normas generales
de salud que establecen los sistemas de vigilancia sanitaria y de calidad de los
servicios de salud, o de las normas específicas para la prevención y el control de
infecciones hospitalarias, el ordenamiento jurídico establece y torna obligatorios
los sistema de vigilancia de las infecciones hospitalarias por medio de leyes,
decretos, resoluciones ministeriales y otras normas. Numerosos aspectos
fundamentales de la vigilancia y el control de las infecciones hospitalarias tienen
también contenido normativo; por ejemplo, la limpieza e higiene de las
instituciones de salud, la esterilización, la bioseguridad y el manejo de residuos
sanitarios.323 La Organización Panamericana de la Salud señala expresamente
que “desde la perspectiva de la responsabilidad civil, los establecimientos, según
el caso, son responsables por las consecuencias nocivas de las infecciones
322
Ibidem
Documento Técnico. HDM/CD/A/500-07. Infecciones Hospitalarias. Legislación en América
Latina. USAID/ Organización Panamericana de Salud - OMS. 2007.
323
185
intrahospitalarias para los pacientes o visitantes. Desde el punto de vista de la
responsabilidad profesional, las instituciones de salud deben garantizar un
ambiente seguro de trabajo e indemnizar a los empleados por accidentes de
trabajo o enfermedades profesionales. La entidad de salud está obligada a prestar
asistencia médica en el ámbito de la responsabilidad civil por daños, y esta
obligación lleva implícita la obligación de proporcionar seguridad de carácter
general y accesoria. A su vez, la obligación de proveer seguridad supone que
la institución de salud debe evitar que los pacientes sufran daños a raíz de
la propia internación.”324
La infección intrahospitalaria (IIH) es una causa de morbilidad y mortalidad
importante en los hospitales de América Latina. La OPS calculo, con base en el
estudio de ocho nosocomios de cinco países de la región, los costos anuales por
concepto de día cama atribuibles a esa infección que fueron de US$ 123.3751 y $
1.741.872 en Argentina; $ 40.500, $ 51.678 y $ 147.600 en Ecuador; $ 1.090.255
en Guatemala; $ 443.300 en Paraguay, y $ 607.200 en Uruguay. Estas cifras
representan entre 10% y 35% del costo total de operación de las unidades de
cuidados intensivos en los nosocomios estudiados. Al costo mencionado, se debe
agregar el costo de oportunidad, es decir, los recursos empleados en mantener
las camas de UCI con pacientes con IIH en lugar de emplear esos recursos para
otros fines. A los anteriores, hay que agregar los recursos estimados que se
atribuyen al costo social de la IIH. Este costo social consiste en: i) la pérdida anual
del ingreso para los hogares de los pacientes o los familiares que los cuidaron,
dejaron de percibir durante el tiempo de su enfermedad: $ 353,722 para los ocho
nosocomios estudiados; y ii) el costo de oportunidad de la sociedad por la pérdida
de producción anual de la economía, debido a los días en que los pacientes con
IIH o sus familiares dejan de producir: $723,002 para los ocho hospitales. Esta
información, combinada con la provista por la vigilancia epidemiológica de la
infección nosocomial en las unidades de cuidados intensivos, es un elemento
324
Ibidem
186
importante para fortalecer y defender las actividades de prevención y control de
las IIH. 325
En Argentina, la vigilancia de las infecciones hospitalarias se lleva a cabo
mediante el Programa Nacional de Vigilancia de Infecciones Hospitalarias,
Sistema VIHDA, y mediante el Sistema de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de
Salud de la Nación, Programa VIGI-A. El Proyecto de Vigilancia de la Salud y
Control de Enfermedades (VIGI+A) tiene por fin obtener la información necesaria
para la toma de decisiones sobre la estructura y el funcionamiento de los
servicios, daños y riesgos para los distintos grupos y áreas de la población.
Asimismo, la Resolución Ministerial No 355 de 1999 del Ministerio de Salud de la
Nación que contiene disposiciones sobre medidas para la prevención de las
infecciones relacionadas con catéteres vasculares, medidas para la prevención de
la neumonía intrahospitalaria, medidas para la prevención de la infección del
tracto urinario en el paciente con catéter vesical, normas de procedimiento para la
higiene hospitalaria, normas de procedimiento de lavado de manos, normas de
procedimiento sobre residuos patogénicos y normas de precaución de
aislamiento. Dichas normas se incorporan a su vez a una instancia superior y más
amplia conformada por el Programa Nacional de Garantía de Calidad de la
Atención Médica, creado por la Resolución No 432 de 1992 y refrendada por el
Decreto No 1.424 de 1997. Este programa tiene como objetivos normalizar las
actividades vinculadas con las actividades sanitarias para asegurar la calidad de
los servicios y de las prestaciones que se brindan a la población, y proponer las
medidas necesarias para garantizar la calidad de los mismos en cumplimiento de
la función del Estado de asegurar la calidad de los servicios de salud para toda la
población.
El Programa Nacional de Garantía de Calidad de la Atención Médica, al que se
incorporan las Normas de Prevención y Control de la Infección Hospitalaria, es de
aplicación obligatoria en todos los establecimientos nacionales de salud y del
Sistema Nacional del Seguro de Salud, el Sistema Nacional de Obras Sociales, el
325
Schmunis, Gabriel A. y otros. Costo de la infección nosocomial en unidades de cuidados
intensivos de cinco países de América Latina: llamada de atención para el personal de salud.
Rev Panam Infectol 2008;10 (4 Supl 1):S70-77.
187
Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, los
establecimientos incorporados al Registro Nacional de Hospitales Públicos de
Autogestión, así como en los establecimientos dependientes de las distintas
jurisdicciones provinciales. En esta línea, toda las normas argentinas referidas a
la organización y funcionamiento de servicios específicos de salud (como los
servicios de pediatría, patología o maternidad) o las referidas al diagnóstico y
tratamiento de enfermedades (como el VIH/SIDA o la atención del parto normal en
maternidades, entre otras), contienen disposiciones que enfatizan la prevención
de las infecciones hospitalarias.
En el ámbito laboral y las infecciones nosocomiales, la Argentina cuenta con una
de las disposiciones más antiguas en materia de accidentes de trabajo. Se trata
de la Ley No. 9.688 de 1914, que establece que el empleador es responsable por
la salud de los trabajadores siendo por lo tanto el encargado de proveer
condiciones de trabajo seguras y sanas, protegiendo la salud de los que trabajan
bajo sus órdenes. La Ley No 19.587 de 1972 actualmente vigente, obliga al
empleador, sin discriminar entre público o privado, a crear servicios de medicina
del trabajo y de higiene y seguridad a fin de proteger la salud de los trabajadores.
La actual Ley de Riesgos del Trabajo No 24.557 de 1996, permite que el
empleador contrate un seguro con una administradora de riesgos de trabajo
(ART) o se auto asegure para cubrir los eventuales infortunios que pudieran
originarse en el trabajo. Sin embargo, para ello debe cumplir con la legislación en
materia de higiene y seguridad (Ley No 19.587). 326
En Bolivia, la vigilancia de las infecciones hospitalarias se realiza por conducto del
Subsistema de Vigilancia Epidemiológica en los hospitales y mediante la
formación de comités de coordinación de la vigilancia epidemiológica hospitalaria,
de carácter multidisciplinario, según la Resolución Ministerial No 181 del 14 de
abril de 2003. Los comités de coordinación son la instancia técnica y operativa
que depende directamente de los directores del hospital a través de las
direcciones y coordinan sus actividades con otras dependencias del hospital. La
326
Documento Técnico. HDM/CD/A/500-07. Infecciones Hospitalarias. Legislación en América
Latina. USAID/ Organización Panamericana de Salud - OMS. 2007.
188
vigilancia y control de las infecciones hospitalarias es competencia del Ministerio
de Salud y Deportes, a través de la Dirección de Prevención y Control de
Enfermedades y el Sistema Nacional de Información en Salud (SNIS). 327
En Brasil, la estructura de las actividades de vigilancia de las infecciones
hospitalarias se basa en la Ley Federal No 6.431 de 1998 dispone que todos los
hospitales del país están obligados a constituir la Comisión de Control de
Infecciones Hospitalarias. Dicha comisión debe elaborar a su vez un programa de
control de infecciones hospitalarias compuesto por el conjunto mínimo de
acciones necesarias para reducir al máximo posible la incidencia y gravedad de
este tipo de infecciones. El sistema se complementa con la Portaria MS No
2.616/98, que reglamenta las acciones de control de las infecciones hospitalarias
en el país y organiza un programa de control de infecciones hospitalarias, y la
Resolución RDC No 48 del 2 de junio 2000, que establece un sistema de
inspecciones sanitarias para evaluar las acciones de control de las infecciones
hospitalarias. Además de las normas generales, hay normas específicas que
regulan el funcionamiento de los servicios de salud e incluyen elementos para la
vigilancia y el control de las infecciones hospitalarias. Por ejemplo, la Resolución
RDC No 220, del 21 de septiembre de 2004 aprueba el Reglamento Técnico sobre
el Funcionamiento de los Servicios de Terapia Antineoplásica. La autoridad en
materia de prevención y control de las infecciones hospitalarias en el Brasil,
ANVISA tiene a su cargo dictar las normas generales para el control de las
infecciones en los servicios de salud. Conforme con la Portaría No 385 del 4 de
junio de 2003, la Gerencia de Investigación y Prevención de Infecciones y
Eventos Adversos (GIPEA) es la entidad con competencia en la materia. 328
Además de las normas laborales generales, la Norma Reglamentaria (NR) de
Seguridad y Salud en el Trabajo en Establecimientos de Atención de la Salud se
refiere específicamente al tema de los accidentes laborales y profesionales. Esta
norma define los diversos riesgos y establece la necesidad de que se adopten las
medidas preventivas respectivas; crea el Programa de Control Médico y Salud
327
328
Ibidem
Ibidem
189
Ocupacional; establece que el empleador debe brindar capacitación al trabajador
antes de que inicie sus actividades y que esta debe ser continua, y contiene
también una disposición relativa a quienes cumples funciones de lavandería y
limpieza. En relación con los mecanismos de reparación de la seguridad social, el
Ministerio de Salud elabora un listado de dolencias que considera enfermedades
ocupacionales. Una vez confirmada la enfermedad ocupacional, se equipara a la
situación de accidente de trabajo conforme con el artículo 20 de la Ley No 8.213
de 1991. A partir de allí, el personal asegurado cuenta con una serie de beneficios
de reparación, incluyendo una pensión. 329
En Chile, cuentan con el Programa de Control de las Infecciones Intrahospitalarias
del Ministerio de Salud que tiene entre sus objetivos detectar en forma precoz
brotes epidémicos de infecciones hospitalarias, aportar información para
establecer medidas de prevención y control, aportar información para las
investigaciones epidemiológicas, evaluar el efecto de las acciones de prevención
y control realizadas, y brindar información de referencia para la comparación entre
hospitales. El sistema se basa en un conjunto de normas entre los que destaca el
Manual de prevención y control de las infecciones intrahospitalarias y normas del
Programa Nacional, las Normas de Acreditación de Hospitales y Estándares de
Evaluación del Programa de Control de las Infecciones Intrahospitalarias, la
Circular 4C del 9 de mayo de 2001 sobre Vigilancia, Prevención y Control de
Infecciones Intrahospitalarias por Enterococos Resistentes a Vancomicina y la
Circular No 77 del 13 de octubre de 1989 sobre las Recomendaciones para el
Manejo Epidemiológico de Infecciones Intrahospitalarias por Acinetobacter
calcoaceticus subsp. antitratus, entre otras. Es conocida en la región la labor del
Programa de Evaluación de la Calidad de la Atención Hospitalaria y el Manual de
estándares para la acreditación de los servicios de salud establece los estándares
de evaluación de los hospitales que establece la normativa de evaluación de los
hospitales cuyo uno de sus estándares de evaluación se refiere específicamente a
las infecciones intrahospitalarias y dispone que los establecimientos de salud
deben llevar a cabo permanentemente actividades efectivas de prevención y
control de las mismas. El objetivo de este estándar es evaluar si el hospital está
329
Ibidem
190
en condiciones de prevenir y controlar las infecciones hospitalarias y puede
documentar el efecto en la reducción de tasas de las mismas. El cumplimiento y
aprobación de este estándar supone que el hospital cuenta con una organización
local para el control de infecciones hospitalarias, con tiempo asignado y funciones
definidas. La autoridad de aplicación en materia de vigilancia y control de
infecciones hospitalarias es la Unidad de Infecciones Intrahospitalarias del
Departamento de Calidad en Salud de la Subsecretaría de Redes Asistenciales
del Ministerio de Salud de Chile. 330
En Colombia, el Decreto No 3.518, promulgado el 9 de octubre de 2006, crea y
reglamenta el Sistema de Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA) para proveer en
forma sistemática y oportuna información sobre la dinámica de las situaciones que
afectan o pueden afectar la salud de la población. Conforme con el decreto
mencionado, los departamentos, distritos y municipios crearán comités de
vigilancia en salud pública en sus respectivas jurisdicciones. El artículo 38
establece que los siguientes comités actuarán como comités de vigilancia en
salud pública: Comité de Vigilancia Epidemiológica (COVE), Comité de
Infecciones Intrahospitalarias, Comité de Estadísticas Vitales, Comité de
Vigilancia Epidemiológica Comunitaria (COVECOM) y otros comités afines que se
hubieran conformado para estos efectos. 331
El Manual de conductas básicas de bioseguridad. Manejo integral, establece que
en los lugares de trabajo deben establecerse planes para hacer frente a las
situaciones en las que el trabajador de la salud se lesione o entre en contacto con
sangre en el ejercicio de sus funciones. Define como accidente laboral con riesgo
de infección por el VIH y otros patógenos el que se presenta cuando un trabajador
de la salud sufre un trauma corto punzante (con aguja, bisturí, vidrio, etc.) o tiene
expuestas sus mucosas o su piel no intacta a líquidos orgánicos de precaución
universal. 332
330
Ibidem
Ibidem
332
Ibidem
331
191
El Decreto No 1.295 de junio de 1994, establece la organización y administración
del sistema de riesgos profesionales. A su vez, el Decreto No 1.530 del 26 de
agosto de 1996, reglamenta parcialmente la Ley No 100 de 1993 y el Decreto Ley
No 1.295 de 1994, y define el concepto de centro de trabajo para efectos del
Decreto No. 1.295 de 1994. Legisla, entre otras cuestiones, sobre accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales, así como también sobre entidades
administradoras de riesgos profesionales y empresas de servicios temporales. 333
En Costa Rica, el Ministerio de Salud tiene competencia en materia de control de
enfermedades transmisibles. Así, la Ley General de Salud en su artículo 76
dispone que los directores y administradores de los establecimientos de atención
médica velarán por el estricto cumplimiento de las medidas y órdenes destinadas
a impedir la difusión de enfermedades trasmisibles dentro del establecimiento y
entre la comunidad. El artículo 77 establece que todos los establecimientos de
atención médica, similares y afines podrán ser intervenidos o clausurados, según
la gravedad del caso, por la autoridad de salud competente cuando se observare
un incremento en la tasa de infecciones que a su juicio pudiere constituir un
peligro para la salud de los pacientes, la de su personal o la de terceros. 334
La Ley Orgánica del Ministerio de Salud No 5.395 prescribe en su artículo 147 que
cada persona deberá cumplir con las disposiciones y prácticas destinadas a
prevenir la aparición y propagación de enfermedades transmisibles. El Decreto
Ejecutivo No 14.496-SPPS del 29 de abril de 1983 dispone que las infecciones
intrahospitalarias son enfermedades de denuncia obligatoria. El Manual de
orientación en la aplicación de estándares para la atención de salud establece en
su Estándar No 25 que se apliquen medidas de prevención y control de
infecciones intrahospitalarias para el cuidado del paciente. El Estándar No. 26
dispone que el Departamento de Enfermería comparte el liderazgo de las
actividades de vigilancia para el control de infecciones intrahospitalarias y el
Estándar No. 27 que el ambiente se debe mantener libre de riesgos de infección y
que se permita la práctica de medidas de control de las infecciones
333
334
Ibidem
Ibidem
192
intrahospitalarias. La Ley No 8.239 de 2002, que en su artículo 5 crea la Auditoria
General de Servicios de Salud, prescribe que los usuarios deben tener derecho a
recibir atención en un ambiente limpio, seguro y cómodo para asegurar que se
cumplan las disposiciones de la ley y se promueva la mejora continua de la
prestación de los servicios de salud. También cuentan con disposiciones
específicas que exigen la conformación de comités de vigilancia y control de las
infecciones hospitalarias en las normas de habilitación de establecimientos
específicos de salud. A título de ejemplo, el Decreto Ejecutivo No. 30.694-S de
2002, Manual de normas para la habilitación de establecimientos que brindan
atención en medicina y cirugía general y/o por especialidades médicas y
quirúrgicas con internamiento con más de 20 camas, dispone que este tipo de
establecimientos debe contar con un comité interdisciplinario de vigilancia y
control de infecciones hospitalarias encargado de formular directrices en la
materia. Asimismo, debe contar con protocolos escritos de vigilancia y control,
que deben ser conocidos por todo el personal del hospital. Establece también el
personal mínimo con que debe contar el comité y otras disposiciones pertinentes.
Medidas similares se encuentran en otras normas. La Caja Costarricense de
Seguro Social, tiene un sistema integral del control de las infecciones
hospitalarias. Las Normas institucionales para la prevención y control de
infecciones intrahospitalarias establecen lo relacionado con el funcionamiento e
integración
de
los
comités
de
prevención
y
control
de
infecciones
intrahospitalarias en los centros de salud. Dispone que el comité de infecciones
intrahospitalarias sea un órgano asesor de la dirección médica y que se encargue
de recomendar políticas para la prevención y el control de las infecciones dentro
del hospital. Define las normas para la clasificación de las infecciones
nosocomiales y para el lavado de manos, asepsia, sistema de aislamiento,
normas para las salas de operaciones, terapia respiratoria y uso de sondas, entre
otras. Establece también normas para situaciones específicas en los servicios de
odontología, neonatología, hemodiálisis y tuberculosis, entre otros. 335
En Cuba cuentan con un sistema definido de vigilancia y control de las infecciones
intrahospitalarias dirigido por el Programa de Prevención y Control de la Infección
335
Ibidem
193
Intrahospitalaria. El programa se basa en un sistema de
indicadores
operacionales y epidemiológicos que sirven como referencia para medir
resultados. A nivel de cada hospital, le corresponde al Director de la Unidad
adecuar el programa nacional a su realidad específica, diagnosticar la situación
local identificando los factores de riesgo y garantizar la función de asesoría del
Comité. En el documento Programa de Prevención y Control de la Infección
Intrahospitalaria también se señalan las funciones de los comités de prevención y
control de la infección hospitalaria. Entre los integrantes del comité, el
microbiólogo, junto con el epidemiólogo y la enfermera vigilante epidemiológica,
desempeña una función vital para el funcionamiento adecuado del mismo. Las
tareas asignadas al laboratorio de microbiología relacionadas con la vigilancia,
prevención y control de las infecciones intrahospitalarias están definidas en tres
situaciones de gran importancia dentro del programa: estudio del paciente
infectado,
estudio
intrahospitalarias.
del
ambiente
Además,
el
y
estudio
laboratorio
del
participa
brote
en
de
la
infecciones
selección
y
recomendaciones de uso de las soluciones desinfectantes, así como en la
evaluación y normas de bioseguridad. Es importante también considerar las
disposiciones contendidas en el Manual de acreditación de instituciones
hospitalarias del MINSAP. El manual consta de 45 estándares que regulan la
actividad hospitalaria en relación con la gestión, la atención directa, la atención
indirecta o de apoyo, el trabajo técnico, la docencia, la actividad administrativa y
los servicios. La epidemiología se ubica en el marco de los estándares de gestión.
En este sentido, el estándar dispone que los establecimientos de nivel 1 deben
contar con un comité, o al menos un especialista nombrado, encargado de
controlar la actividad para cumplir con normas institucionales establecidas que se
apliquen a la prevención de infecciones hospitalarias. Los establecimientos de
nivel 2 deben tener un comité de prevención y control de infecciones hospitalarias.
El comité, presidido por un médico especialista, debe llevar actas de reuniones y
cumplir con las recomendaciones. El manual de acreditación dispone también que
haya un registro de infecciones hospitalarias y que se verifique el cumplimiento de
medidas de higiene. Los establecimientos de nivel 3 deben contar con un
departamento de epidemiología hospitalaria, dirigido por un epidemiólogo, y un
programa institucional para la revisión y control de las infecciones hospitalarias,
194
con base en el programa nacional y en el diagnóstico de la situación
epidemiológica. Debe contar también con un sistema de vigilancia epidemiológica
de instituciones hospitalarias y del ambiente. 336
El documento Actualización del Programa de Prevención y Control de la Infección
Intrahospitalaria dispone en el punto 5.13 indicaciones para el control de la salud
ocupacional y establece que el personal de la unidad hospitalaria debe someterse
a exámenes médicos. Incluye también un plan de vacunación preventiva y
prescribe que el Comité deberá tener una estrategia de educación y comunicación
para influir en la conducta del personal de salud en cuanto a la prevención de
riesgos. 337
En Ecuador, el Ministerio de Salud Pública inició un nuevo programa nacional que
se organiza por medio de un sistema de comités de vigilancia de las infecciones
nosocomiales, con base en las Normas de Prevención y Control de las
Infecciones Nosocomiales. El Ministerio de Salud Pública aprueba en el año 2006,
16 normas técnicas para prevenir infecciones nosocomiales tales como: vigilancia
epidemiológica de las infecciones hospitalarias; ambiente hospitalario y
saneamiento; limpieza de las áreas hospitalarias; medidas de higiene y
bioseguridad para limpieza y manejo de desechos hospitalarios; técnica de
limpieza y descontaminación de áreas; lavado de manos; uso de aguantes;
ingreso de pacientes; control de visitas a pacientes; visita de pacientes a servicios
especiales de hospitalización; ingreso de personal de salud en las áreas de riesgo
alto; procesamiento de la ropa de uso hospitalario; transporte y recolección de
ropa, y manejo de desechos hospitalarios.Conforme con el 88 de la Ley Orgánica
de Salud No. 2006-67 la autoridad sanitaria nacional (Ministerio de Salud Pública)
regulará y vigilará que los servicios de salud públicos y privados apliquen las
normas de prevención y control de las infecciones nosocomiales. 338
En el Salvador existen comités de infecciones nosocomiales en los hospitales de
mayor importancia. Empero, no existe norma jurídica que regule la creación de
336
Ibidem
Ibidem
338
Ibidem
337
195
dichos comités o que disponga acciones coordinadas para prevenir y controlar las
infecciones hospitalarias más allá de la Guía de medidas universales de
bioseguridad elaborada por el Programa Nacional de ITS-VIH-SIDA del Ministerio
de Salud Publica y Asistencia Social en el año 2003. 339
En Guatemala el sistema de vigilancia epidemiológica de las infecciones
hospitalarias está definido en las Normas Nacionales de Prevención y Control de
Infecciones Nosocomiales y por conducto de los comités de infecciones
nosocomiales. 340
En México cuenta con una norma general que establece un sistema de vigilancia
de las infecciones hospitalarias en el ámbito del Sistema Nacional de Salud
(Norma Oficial Mexicana-026-SSA2-1998). Dicha norma es de observancia
obligatoria en todas las instituciones que prestan servicios médicos a través de los
hospitales de los sectores público, social y privado del Sistema Nacional de Salud.
El nivel estatal se encarga de coordinar las actividades de vigilancia
epidemiológica de las infecciones nosocomiales por conducto de los comités
estatales de vigilancia epidemiológica. A su vez, la NOM-026-SSA2-1998 ha sido
actualizada debido a la problemática registrada en algunos hospitales de la Red
Hospitalaria de Vigilancia Epidemiológica y a la amenaza del síndrome
respiratorio agudo severo. Con este fin, se emitió la Norma Oficial Mexicana de
Emergencia NOM-EM-000-SSA2-2003 para la vigilancia epidemiológica, la
prevención y el control de las infecciones nosocomiales. Adicionalmente, la NOM
197-SSA2-1994
establece
los
requisitos
mínimos
de
infraestructura
y
equipamiento de hospitales y consultorios de atención médica especializada; de
esta manera, favorece las tareas de prevención de infecciones hospitalarias. 341
En el ámbito hospitalario, la organización y la estructura para la vigilancia de las
infecciones nosocomiales se compone de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica
Hospitalaria (UVEH) y el Comité para la Detección y Control de las Infecciones
Nosocomiales (CODECIN). La UVEH es la instancia técnico administrativa que
339
Ibidem
Ibidem
341
Ibidem
340
196
lleva a cabo las actividades de vigilancia epidemiológica, incluso las referidas a
las infecciones nosocomiales; debe estar conformada por un epidemiólogo, un
infectólogo, uno o más enfermeros en salud pública, uno o más enfermeros
generales, uno o más técnicos especializados en informática y otros profesionales
afines, de acuerdo con las necesidades específicas, estructura y organización del
hospital. Es responsabilidad de la UVEH concentrar, integrar, validar, analizar y
difundir la información epidemiológica sobre las infecciones nosocomiales a los
servicios del hospital y al CODECIN. 342
En Nicaragua cuentan con una norma que organiza y regula la vigilancia y control
de las infecciones hospitalarias en el ámbito nacional. El sistema de vigilancia se
origina a partir de la Ley General de Salud y su Reglamento y, principalmente,
mediante la Norma Técnica de Vigilancia Epidemiológica en Hospitales que
establece en forma detallada un sistema de vigilancia epidemiológica de
infecciones intrahospitalarias. El artículoº 106 del Reglamento de la Ley General
de Salud, Decreto No 001 de 2003, establece que los hospitales deben contar con
comités de evaluación de la calidad, responsables de establecer programas de
mejoramiento continuo basados en el proceso de evaluación de la atención
médica. Según el artículo 112, el Comité de Evaluación de la Calidad tendrá como
estructuras de apoyo operativo a varios subcomités, entre ellos el de infecciones
intrahospitalarias. Este subcomité tiene como funciones organizar, dirigir y
controlar el programa de prevención y control de infecciones intrahospitalarias;
determinar la magnitud de las infecciones intrahospitalarias y establecer las
recomendaciones necesarias para su mejor control; prevenir y promover la
difusión
de
las
experiencias
de
estudios
epidemiológicos;
controlar
el
cumplimiento de los requisitos necesarios para garantizar las condiciones
sanitarias del hospital; y promover programas de salud y educación para el
personal, los usuarios y sus acompañantes a fin de prevenir las infecciones
cruzadas. La Norma Técnica de Vigilancia Epidemiológica describe las
actividades encaminadas a establecer la vigilancia epidemiológica de infecciones
intrahospitalarias en el ámbito nacional y establece que debe haber un equipo
multidisciplinario responsable de la vigilancia epidemiológica de infecciones
342
Ibidem
197
intrahospitalarias.
El
reglamento
de
los
subcomités
de
infecciones
intrahospitalarias del Ministerio de Salud establece que el subcomité es el grupo
técnico y multidisciplinario encargado de evitar o reducir la incidencia de
infecciones intrahospitalarias a través de la vigilancia epidemiológica permanente,
medidas de prevención y control oportunas, y educación sanitaria continua
destinada a los diferentes actores que actúan conjuntamente en el quehacer
hospitalario. 343
En Panamá, cuentan con un sistema de vigilancia de infecciones hospitalarias a
cargo del Departamento de Vigilancia de Factores Protectores y de Riesgo para la
Salud y Enfermedad (DVFPRSE) del Ministerio de Salud. El sistema está
formulado en las Normas para la Prevención y Control de las Infecciones
Nosocomiales del Ministerio de Salud. El Decreto Ejecutivo No. 268 de 2001
considera que las infecciones nosocomiales constituyen un problema de salud de
notificación obligatoria. 344
En Paraguay existen comités de infecciones intrahospitalarias en algunos centros
de salud aunque sin base legal específica. El Decreto No. 19.966/98, artículo 24,
crea el Sistema Nacional de Salud y se establece lo referente a la participación
social, la descentralización sanitaria y la autogestión local. Entre las comisiones
se menciona, a título de ejemplo, la Comisión de Control de Infecciones
Intrahospitalarias, la Auditoria Médica y la Comisión de Docencia. 345
En la República Dominicana, el Decreto No. 351-99, Reglamento General de
Hospitales, dispone en forma parcial un sistema de vigilancia epidemiológica de
las infecciones intrahospitalarias, complementado por las disposiciones del
Decreto No. 249-06 que aprueba el Reglamento del Sistema de Información
General de Salud. La ley General de Salud también prescribe en su artículo 68
que los dueños, directores o encargados de establecimientos de salud o de
atención médica y otros lugares donde permanezcan o transiten grupos humanos
deberán evitar la propagación de enfermedades transmisibles dentro de su
343
Ibidem
Ibidem
345
Ibidem
344
198
establecimiento o hacia la comunidad, y serán responsables de que el
establecimiento cuente con los elementos necesarios para evitar tal contagio y de
que el personal de su dependencia realice las prácticas profilácticas oportuna y
adecuadamente. Cada hospital debe determinar con cuáles y cuántos organismos
internos de asesoramiento cuenta; entre ellos se menciona a un comité de
infecciones intrahospitalarias y uno de bioética. Establece también que cada
hospital deberá conformar con carácter obligatorio la Comisión de Garantía de
Calidad, la Subcomisión de Historias Clínicas, la Subcomisión de Infecciones
Intrahospitalarias, la Subcomisión de Farmacia y la Subcomisión de Mortalidad.
También se establece que cada hospital debe contar con un sistema de
información y registro de pacientes que incluya, entre otros, el registro de las
infecciones intrahospitalarias según el servicio. Establece que las tasa de
infecciones intrahospitalarias son indicadores obligatorios para la gestión
hospitalaria. Entre los subsistemas específicos del Sistema Nacional de Vigilancia
Epidemiológica (SINAVE), al que pertenece el Sistema de Vigilancia y Control de
Infecciones Hospitalarias se encuentra la observación activa, sistemática y
continua de infecciones entre los pacientes hospitalizados. 346
En Uruguay cuenta con un conjunto de normas específicas que regulan lo relativo
a la prevención y control de las infecciones hospitalarias. La vigilancia sanitaria de
las infecciones hospitalarias se estructura a partir de los comités de prevención y
control de infecciones hospitalarias. Los mismos deben elaborar programas y
normas y, en forma periódica (semestral), informes escritos para ser presentados
ante la Comisión Nacional Asesora de Prevención de las Infecciones Hospitalarias
del Ministerio de Salud Pública. El Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica
de las Infecciones Hospitalarias comenzó a conformarse con el Decreto No.
436/97 que disponen que las instituciones de asistencia médica pública y privada
deben tener un comité de prevención y control de infecciones hospitalarias y llevar
a cabo la vigilancia epidemiológica en las mismas. Asimismo, crea las bases para
futuras auditorias de estos comités y para la redacción de estándares de
acreditación de servicios de salud en ésta área de competencia. El sistema está
definido en el Manual del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica de las
346
Ibidem
199
Infecciones Hospitalarias, elaborado por el Ministerio de Salud Pública, que
dispone en detalle la constitución y funcionamiento de los comités de prevención y
control de infecciones hospitalarias. Entre las normas que regulan la materia,
cabe mencionar el Decreto No. 436/97 que detalla la Reglamentación de los
Comités de Prevención y Control de Infecciones Hospitalarias. Contiene cuatro
anexos referidos a organización, concepto y criterio para el diagnóstico de las
infecciones hospitalarias, clasificación de las heridas quirúrgicas y vigilancia
epidemiológica. 347
En Venezuela contiene una serie de normas específicas relacionadas con la
habilitación y funcionamiento de los servicios de salud que contienen, en alguna
medida, normas relacionadas con el tema de la vigilancia y control de las
infecciones hospitalarias. Entre ellas, el Decreto Presidencial que establece las
Normas sobre Clasificación de Establecimientos de Atención Médica del
Subsector Público, Resolución No. 822-98 del 27 de noviembre de 1998 y el
Reglamento de Clínicas de Hospitalización, Hospitales, Casas de Salud,
Sanatorios, Enfermerías y Similares. 348
4.2. INFECCIONES NOSOCOMIALES, INTRAHOSPITALARIAS O ASOCIADAS
AL CUIDADO DE LA SALUD (IIH)
Las infecciones intrahospitalarias, nosocomiales o asociadas al cuidado de la
salud son aquellas no presentes o incubándose en el paciente al momento de
ingresar al hospital y se contraen en la mayoría de casos como consecuencia de
la inobservancia de normas de bioseguridad o protocolos de atención médica o
deficiencias en la infraestructura hospitalaria. Las infecciones intrahospitalarias
(IIH), también son definidas como aquellas causadas por gérmenes hospitalarios,
adquiridas por los pacientes después de las primeras 48 horas de ser
hospitalizados y que pueden iniciar sus manifestaciones clínicas hasta 30 días
después del alta hospitalaria,
349
con o sin confirmación bacteriológica. La
347
Ibidem
Ibidem
349
Martínez J, Licea J, Jimenez R, Grimes R. HIV/AIDS practice patterns, knowledge, and
educational needs among Hispanic clinicians in Texas, USA, and Nuevo León, México. Pan Am J
348
200
infección no está presente ni incubándose al momento del ingreso del paciente al
hospital; en el caso de implantes protésicos, las IIH del implante pudieron ocurrir
hasta un año después del alta hospitalaria.
350
La OMS entiende que una
infección contraída en el hospital por un paciente internado por una razón distinta
de esa infección. Una infección que se presenta en un paciente internado en un
hospital o en otro establecimiento de atención de salud en quien la infección no se
había manifestado ni estaba en período de incubación en el momento del
internado. Comprende las infecciones contraídas en el hospital, pero manifiestas
después del alta hospitalaria y también las infecciones ocupacionales del personal
del establecimiento. 351
La atención de los pacientes se dispensa en establecimientos que comprenden
desde dispensarios muy bien equipados y hospitales universitarios con tecnología
avanzada hasta unidades de atención primaria únicamente con servicios básicos
y hospitales móviles itinerantes. A pesar del progreso alcanzado en la atención
hospitalaria y de salud pública, siguen manifestándose infecciones en pacientes
hospitalizados, que también pueden afectar al personal de los hospitales. Muchos
factores propician la infección en los pacientes hospitalizados: la reducción de la
inmunidad de los pacientes; la mayor variedad de procedimientos médicos y
técnicas invasivas, que crean posibles vías de infección; y la transmisión de
bacterias farmacorresistentes en poblaciones hacinadas en los hospitales, donde
las
prácticas
transmisión.
deficientes
de
control
de
infecciones
pueden
facilitar
la
352
Public health 1998; 4 (1): 14-9; Ministerio de Salud. Instructivo: estudio de prevalencia de
infecciones intrahospitalarias. Lima: OGE/MINSA; 2000; Rossello J.. Prevalencia de las
infecciones nosocomiales en España. Análisis evolutivo de los años 1990, 1991 y 1992. Madrid:
Edit. Interamericana; 1993; Ruiz G. Vigilancia de las infecciones nosocomiales en un hospital de
tercer nivel. Salud Pública Mex 1986; 28: 581-2.; Pittet D, Allegranzi B, Sax H y colaboradores.
Consideraciones sobre una Estrategia Europea de la OMS acerca de las Infecciones
Intrahospitalarias,
Vigilancia
y
Control.
En:
http://www.bago.com/BagoArg/Biblio/infectoweb354.htm
350
Arévalo, Heriberto y otros. Aplicación de un programa de control de infecciones
intrahospitalarias en establecimientos de salud de la Región San Martin, Perú. Rev Peru Med
Exp
Salud
Publica
2003;
20
(2).
p.
84.
En:
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bVrevistas/Medicina_Experimental/v20_n2/enPDF/a05.pdf
351
Organización Mundial de la Salud (OMS). Prevención de las infecciones nosocomiales. Guía
Práctica. 2a edición. p. 1. En: http://www10.gencat.cat/catsalut/vincat/ca/docs/OMS.pdf
352
Ibidem
201
Las infecciones nosocomiales ocurren en todo el mundo y afectan a los países
desarrollados y a los carentes de recursos. Las infecciones contraídas en los
establecimientos de atención de salud están entre las principales causas de
defunción y de aumento de la morbilidad en pacientes hospitalizados. Son una
pesada carga para el paciente y para el sistema de salud pública. Una encuesta
de prevalencia realizada bajo los auspicios de la OMS en 55 hospitales de 14
países representativos de 4 Regiones de la OMS (a saber, Europa, el
Mediterráneo Oriental, el Asia Sudoriental y el Pacífico Occidental) mostró que un
promedio de 8,7% de los pacientes hospitalizados presentaba infecciones
nosocomiales. En un momento dado, más de 1,4 millones de personas alrededor
del mundo sufren complicaciones por infecciones contraídas en el hospital. La
máxima frecuencia de infecciones nosocomiales fue notificada por hospitales de
las Regiones del Mediterráneo Oriental y de Asia Sudoriental (11,8 y 10,0%,
respectivamente), con una prevalencia de 7,7 y de 9,0%, respectivamente, en las
Regiones de Europa y del Pacífico Occidental. 353
Las infecciones nosocomiales más frecuentes son las de heridas quirúrgicas, las
vías urinarias y las vías respiratorias inferiores. En el estudio de la OMS y en otros
se ha demostrado también que la máxima prevalencia de infecciones
nosocomiales ocurre en unidades de cuidados intensivos y en pabellones
quirúrgicos y ortopédicos de atención de enfermedades agudas. Las tasas de
prevalencia de infección son mayores en pacientes con mayor vulnerabilidad por
causa de edad avanzada, enfermedad subyacente o quimioterapia. 354
La OMS sostiene que las infecciones nosocomiales agravan la discapacidad
funcional y la tensión emocional del paciente y, en algunos casos, pueden
ocasionar trastornos discapacitantes que reducen la calidad de la vida. Son una
de las principales causas de defunción. Los costos económicos son enormes. Una
estadía prolongada de los pacientes infectados es el mayor factor contribuyente al
costo.
Una estadía prolongada aumenta no solo los costos directos para los
pacientes o los pagadores, sino también los indirectos por causa del trabajo
perdido. El mayor uso de medicamentos, la necesidad de aislamiento y el uso de
353
Ibidem
Ibidem
354
202
más estudios de laboratorio y otros con fines de diagnóstico también elevan los
costos. Las infecciones nosocomiales agravan el desequilibrio existente entre la
asignación de recursos para atención primaria y secundaria al desviar escasos
fondos hacia el tratamiento de afecciones potencialmente prevenibles. 355 En ese
sentido, los efectos de las infecciones nosocomiales se caracterizan por: 356
a) incremento de la morbilidad;
b) incremento de la mortalidad;
c) incremento de costos al paciente y al seguro social;
d) incremento de la estadía hospitalaria;
e) incremento en pérdidas laborales;
f) daño psicológico.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) los costos
asociados con las infecciones intrahospitalarias (IIH) estarían conformados por: a)
días de estancia desde el ingreso del paciente y hasta su egreso, atribuibles a la
IIH; b) reintervenciones atribuibles a la IIH; c) administración de antimicrobianos
para tratar la IIH, en unidades de presentación farmacológica traducido a dosis
diarias; d) cultivos para confirmar la IIH. A ello se debe sumar otra serie de
exámenes médicos o de medicinas requeridas para el tratamiento de la IIH. Se
debe considerar también los costos que propone la OPS no incluyen la atención
directa por parte de personal especializado, como pueden ser médicos,
especialistas, anestesiólogos, cirujanos; ni los inherentes a la utilización de ciertos
servicios como respiradores y similares. Existen otra serie de costos como los
costos que para la familia del paciente representa una hospitalización y no son
derivados directamente de su enfermedad (transporte, ausentismo escolar y
laboral de los familiares que visitan al paciente).
No debemos perder de vista que el mal uso de antibióticos es una de las causas
de que las infecciones intrahospitalarias haciendo por ello no solo que sean mas
costosas de tratar sino encareciendo los costos de la investigación, como quiera
que la resistencia a los antibióticos que se genera por el mal uso de los mismos
355
Ibidem
Cuéllar Ponce de León, Luis. Infecciones nosocomiales. En: Revista Médica Diagnostico Vol.
48(1) Enero-Marzo 2009. Fundación Instituto Hipólito Unanue. Lima Perú. 2009. p.13
356
203
reduce la vigencia que deberían tener y genera la necesidad de realizar
investigaciones adicionales para descubrir nuevos antibióticos. Este fenómeno
ocasiona también costos adicionales, puesto que se tiene que asumir nuevos
costos para investigación y desarrollo. En América Latina ya comienzan a
aparecer estudios con la metodología propuesta por OPS/OMS que muestran
sobrecostos discriminando sus causas, los debidos a mal uso de antibióticos no
solamente fueron los más importantes sino que aumentan varias veces el valor de
la atención, por ejemplo de dos patologías muy frecuentes como son la infección
urinaria (ITU) y la neumonía nosocomial (NN).
Cuéllar Ponce sostiene por ello que “con los avances en el cuidado de la salud de
los pacientes, las infecciones nosocomiales afectan a más personas (muchas de
ellas inmunocomprometidas) y son producidas por nuevos microorganismos u
microorganismos comunes que han desarrollado multi/panresistencia a los
antimicrobianos.”
357
Recientemente, el Centros de Control de Enfermedades
(CDC) de Atlanta reportó que sólo en EE.UU. más de 80 000 pacientes mueren
anualmente debido a una infección intrahospitalaria (IIH). Estas IIH originan
además un prolongado tiempo de hospitalización, produciendo una carga
económica de unos 5000 millones de dólares al año. Un tercio de estas muertes y
una fracción aún mayor de los gastos, podrían evitarse con programas de control
de infecciones y con el cumplimiento de normas preventivas. 358 En nuestro país,
a pesar que aún los estudios son escasos, la magnitud del problema es
perceptible. 359
Las tasas más altas de infecciones nosocomiales ocurren en las Unidades de
Cuidados Intensivos (UCI). La incidencia es el 10-15% de las admisiones. La
neumonía asociada al ventilador es la infección más frecuente (10-15%),
siguiéndoles la infección del torrente sanguíneo, la infección del tracto urinario
asociada mayormente a catéter urinario y la infección de sitio quirúrgico. Los
357
Ibidem
Cfr, Wenzel R. Prevención y tratamiento de Infecciones adquiridas en el Hospital. En:
Wyngaarden y Smith, Tratado de Medicina Interna. 18va ed. Madrid: Edit. Interamericana. 2000
359
Arévalo, Heriberto y otros. Aplicación de un programa de control de infecciones
intrahospitalarias en establecimientos de salud de la Región San Martin, Perú. Rev Peru Med
Exp
Salud
Publica
2003;
20
(2).
p.
84.
En:
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bVrevistas/Medicina_Experimental/v20_n2/enPDF/a05.pdf
358
204
costos en UCI son tres veces mayor que la infección adquirida en la comunidad
(extrahospitalarias). La mortalidad atribuible varía de 0-35%. La prevalencia de
uso de antimicrobianos es mayor que en las salas de medicina u otras
especialidades. Finalmente se reportan un mayor número de superinfecciones y
de resistencia antimicrobiana. 360
El National Nosocomial Infections Surveillance (NNIS) System evaluó durante el
periodo 1986-2003, las UCIs en los EUA, buscando infecciones nosocomiales
Gram Negativos aerobios; se obtuvieron más de 410 mil aislamientos, y se probo
que las infecciones por estos gérmenes tuvieron un incremento importante tanto
en infecciones del torrente sanguíneo como las infecciones de sitio quirúrgico,
muchas de ellas de cepas multiresistentes.
361
El uso prolongado de antibióticos
es el principal factor en las emergencias de la resistencia antimicrobiana y las
UCIs donde se hace gran uso de los antimicrobianos son las principales
generadoras de cepas bacterianas y micóticas multiresistentes/panresistentes. 362
Los agentes infecciosos más frecuentemente asociados a las infecciones
nosocomiales son las bacterias y los hongos. Los virus y parásitos se presentan
esporádicamente. Las infecciones bacterianas se caracterizan por ser las más
frecuentes, diversas y multiresistentes. Los bacilos Gram negativos aerobios
constituyen la principal causa de infección, los cocos grampositivos le siguen en
frecuencia. Entre los hongos, las levaduras tipo cándida albicans y no albicans
son las que lideran, hongos filamentosos ocurren especialmente en huéspedes
seleccionados (diabétiocos, oncólogicos y transplantados). 363
Las enfermedades infecciosas tienen tres factores epidemiológicos básicos: la
fuente de infección, el mecanismo de transmisión y la receptividad del individuo.
Infección Nosocomial (IN). Factores de riesgo y cadena epidemiológica
360
Nodarse R. Visión actualizada de las infecciones intrahospitalarias. Rev. Cubana Med. Milit
2002;3 (3); 201-208. En: http://www.bvs.sld.cu/revistas/mil/vol31_3_02/mil08302.htm
361
Cuéllar Ponce de León, Luis. Infecciones nosocomiales. En: Revista Médica Diagnostico Vol.
48(1) Enero-Marzo 2009. Fundación Instituto Hipólito Unanue. Lima Perú. 2009. p.13
362
Ibidem
363
Ibidem. p.15
205
La fuente de infección intrahospitalarias, se sabe son los enfermos y el personal
portador
(médicos,
enfermeras,
personal
hospitalario),
en
cuanto
están
colonizados por gérmenes habitualmente saprófitos en manos, en piel, en el
intestino, en las mucosas; por microorganismos que van saliendo al exterior y que
van creando un microclima de microorganismos en el hospital, donde por otro
lado, adquieren una resistencia a los antibióticos. Se añaden ciertos reservorios
de gérmenes en cualquier aparato o equipo que tenga humedad, como los
humectadores, circuitos de agua, los aires acondicionados, las columnas de agua
de refrigeración o sistemas de agua caliente, los respiradores, sondas, redones,
etc. Todos son lugares donde se anidan microorganismos que no son patógenos,
que son microorganismos del medio ambiente, pero que pueden encontrar la
oportunidad de penetrar en el enfermo, de colonizarlo, y dar lugar a la infección
nosocomial. 364
Un segundo grupo de factores de riesgo lo constituyen los mecanismos de
transmisión y, entre ellos las manos, siguen siendo la principal forma de la
transmisión; pero hay que tener en cuenta los microorganismos que tenemos en
las manos son los contaminados accidentalmente, pueden ser microorganismos
364
Viñes, José Javier. Responsabilidad por contagio al paciente: desde el profesional y desde el
medio. Una visión asistencial. Conferencia pronunciada en el VIII Congreso Nacional de la
Asociación de Juristas de la Salud. Santiago de Compostela, 12 de noviembre de 1999. En:
http://www.cfnavarra.es/salud/anales/textos/vol23/suple2/suple2.html
206
patógenos, que al lavarnos con agua los eliminamos; pero tenemos además en
nuestras manos, una flora habitual de gérmenes son saprófitos, una función de
basureros, limpiándonos la escamación de la piel; pero esos microorganismos, en
ciertas circunstancias, pueden convertirse en oportunistas, produciendo una
infección. El aire es otro de los elementos de transmisión. El hospital es un medio
cerrado, donde se generan corrientes de convección. Así por ejemplo si el aire
acondicionado no está filtrado al 99% para partículas menores de cinco micras,
pueden propagarse gérmenes como la TBC en las áreas de alto riesgo del
hospital, como quirófanos, Unidades de Cuidados Intensivos, salas de prematuros
o inmunodeprimidos. Todo elemento, instrumento, equipos médicos puede tener
gérmenes. 365
La mayor singularidad de la infección hospitalaria es la vulnerabilidad del enfermo
que puede tener muchas puertas de entrada abiertas a un microclima hospitalario
hostil: puede tener una traqueotomía, varias venoclisis, varias intubaciones y
catéteres. Los factores intrínsecos están decididos por la edad, la diabetes, las
neoplasias, las cirrosis u otras patologías añadidas; estados del enfermo que
disminuyen la resistencia, por su enfermedad o por tratamientos agresivos e
inmunodepresores y, por tanto, que aumentan la vulnerabilidad. Uno de ellos, de
gran preocupación en la presentación de las infecciones, es la edad. Cada vez, la
edad de las personas intervenidas es más avanzada. Del año 1990 a 1997, el
promedio de edad de los enfermos en los hospitales ha aumentado en cinco años
y medio. Eso supone que todas las técnicas, por muy agresivas que sean, se
hacen en personas cada vez de mayor edad y, por tanto, con mayor riesgo, mayor
receptividad. Por otro lado, hay factores extrínsecos. Todo aquello que por
intervención médica (iatrogenia) está alterando la piel, o las defensas del
individuo: los sondajes, el cateterismo, la respiración asistida, las diálisis, las
transfusiones,etc. 366
Como consecuencia de todo ello, se produce una maraña de entrecruzamientos
de elementos: del aire, de las manos, de las técnicas, de las intervenciones
potencialmente contaminadas. Es por ello que la infección nosocomial ha recibido
365
Ibidem
366
Ibidem
207
también la denominación de "infección cruzada", ya que se produce una especie
de entrecruzamiento e intercambios entre los enfermos, las visitas, el personal
sanitario, los fómites en el microclima contaminado reducido y cerrado del
hospital. Hay una serie de elementos que facilitan o que impiden que todo ese
proceso se desencadene inducidos por "factores epidemiológicos secundarios",
que son factores facilitadores, entre los cuales hay elementos en los que se
reconocen las responsabilidades de los medios organizativos hospitalarios. Uno
de ellos es la inadecuada antibioterapia, es decir, la administración de antibióticos
no controlada, hace que los microorganismos de los hospitales se hagan
resistentes a los antibióticos. Por tanto, una antibioterapia inadecuada en un
hospital, es un factor que va a condicionar luego la agresividad del germen. Los
inadecuados hábitos higiénicos del personal; no todo el mundo es suficientemente
higiénico en el medio hospitalario. La disponibilidad o no de recursos para la
asepsia y antisepsia que cuestan dinero. 367
Los diseños arquitectónicos obsoletos de los hospitales, a veces, son un lugar en
que el desenvolvimiento del personal va ha acelerar la infección cruzada, así
como la insuficiencia de material de equipos y de espacios. Si se quiere disponer
de material estéril, se requiere tres veces más de equipamiento circulando, ya que
la dotación de una intervención puede estar en esterilización, puede estar en
reserva y puede estar utilizándose en los quirófanos. El exceso de días de
estancia preoperatoria, por un retraso en las pruebas diagnósticas, da más
oportunidad a la colonización de microorganismos, aumentando el riesgo de
infección. 368
La ausencia de guías clínicas consensuadas es otro de los elementos
fundamentales que contribuye a la infecciones intrahospitalarias.
La falta de
apoyo al Comité de Infecciones en los hospitales, la ausencia de una política de
antibióticos, contribuye a la falta de control y a la difusión de las enfermedades
dentro del hospital; También la escasa formación higiénica del personal sanitario;
los fallos en la disciplina de quirófanos. Es decir, el resultado de una infección
intrahospitalaria es un proceso muy complejo, donde intervienen muchos
367
368
Ibidem
Ibidem
208
elementos, no simplemente el acto último o causa próxima al introducir una
maniobra contaminante que produce una infección hospitalaria, sino que hay
concausas alrededor de ellas que son las que adquieren verdadera causalidad y
son responsables del resultado final. 369
4.3. CLASIFICACION DE LAS INFECCIONES NOSOCOMIALES
Las infecciones nosocomiales podemos clasificarlas según su frecuencia de la
siguiente manera: 370
a) Infecciones del tracto urinario asociada a uso inadecuado de catéter
urinario.- La infección del tracto urinario (ITU) es la primera causa de infección
nosocomial y constituye aproximadamente el 40% del total de infecciones
hospitalarias. Más del 80% de las ITUs nosocomiales están asociados al uso de
catéter uretral (C.U).Las ITUs nosocomiales prolongan la estancia hospitalaria,
aumentan el costo, y los pacientes que la adquieren tienen una probabilidad tres
veces mayor de morir durante su hospitalización. Además, esta infección
nosocomial no sólo puede ocurrir esporádicamente, sino que puede constituir
epidemias de pequeñas o grandes proporciones y ocasionadas frecuentemente
por patógenos multirresistentes. Existe evidencia que aproximadamente entre 15
a 25% de los pacientes en hospitales generales son sometidos a cateterización en
algún momento de su hospitalización. Se ha reportado que una considerable
proporción de estos pacientes no reúnen condiciones que justifiquen el uso de
Cateteres Urinarios, siendo sometidos a un riesgo innecesario de asumir por sus
complicaciones. 371
Es una infección que se presenta a raíz del uso de sondas o catéteres para
drenar la orina del cuerpo. La presencia de un catéter dentro de las vías urinarias
incrementa la probabilidad de una infección del tracto urinario y puede también
hacer más difícil el tratamiento de la infección. Si se deja un catéter urinario
colocado durante largos períodos de tiempo, inevitablemente permitirá el
crecimiento de bacterias y se puede presentar una infección dañina si el número
369
Cfr, Ibidem
Cuéllar Ponce de León, Luis. Infecciones nosocomiales. En: Revista Médica Diagnostico Vol.
48(1) Enero-Marzo 2009. Fundación Instituto Hipólito Unanue. Lima Perú. 2009. p.14
371
Bramon Chumpitaz, Jorge Enrique; Pinedo Ramírez, Yvett (2004). Uso injustificado de catéter
uretral en el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati.. Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
Lima, Perú [en línea]: http://www.cybertesis.edu.pe/sisbib/2004/pinedo_ry/html/index-frames.html
370
209
de bacterias se hace grande o si crecen bacterias de patologías específicas en el
tracto urinario. Las complicaciones más frecuentes debido a esta infección son
Infección de las vías urinarias crónica o recurrente, infección del riñón y
pielonefritis.
372
Esta es la infección nosocomial más común; 80% de las
infecciones son ocasionadas por el uso de una sonda vesical permanente. Las
infecciones
urinarias
causan
menos
morbilidad
que
otras
infecciones
nosocomiales pero, a veces, pueden ocasionar bacteriemia y la muerte. 373
b) Neumonía nosocomial asociado a ventilación mecánica.- La ventilación
artificial mecánica invasiva, que requiere intubación endotraqueal, produce un
incremento notorio de la frecuencia de infecciones intrahospitalarias. La neumonía
en los pacientes con soporte respiratorio artificial está influida además por el uso
de dispositivos externos que alteran las barreras de defensa naturales y facilitan
la transmisión cruzada de los agentes patógenos. Muchas de estas infecciones
son producidas por microorganismos multirresistentes, que forman parte del
ecosistema propio de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), o que son
resultado del uso indiscriminado de antibióticos de amplio espectro. 374
La OMS manifiesta que la neumonía nosocomial ocurre en diferentes grupos de
pacientes. Los más importantes son los pacientes conectados a respiradores en
unidades de cuidados intensivos, donde la tasa de incidencia de neumonía es de
3% por día. Hay una alta tasa de letalidad por neumonía relacionada con el uso
de respirador, aunque es difícil determinar el riesgo atribuible porque la
comorbilidad de los pacientes es tan elevada. Los microorganismos colonizan el
estómago, las vías respiratorias superiores y los bronquios y causan infección de
los pulmones (neumonía): con frecuencia son endógenos (aparato digestivo o
nariz y garganta), pero pueden ser exógenos, a menudo provenientes del equipo
respiratorio contaminado. Además de la neumonía relacionada con el uso de
respirador, los pacientes con convulsiones o disminución del conocimiento están
372
Saint S. Biofilms and catheter-associated urinary tract infections. Infect Dis Clin North Am
. 2003; 17(2): 411-32; Walsh PC. Campbell's Urology. 8th ed. St. Louis, Mo: WB Saunders;
2002:1863. Terra/Adam. Infección del tracto urinario asociada al uso de catéteres. En:
http://www.terra.com/salud/articulo/html/sal12861.htm
373
Organización Mundial de la Salud (OMS). Prevención de las infecciones nosocomiales. Guía
Práctica. 2a edición. p. 5. En: http://www10.gencat.cat/catsalut/vincat/ca/docs/OMS.pdf
374
Soneira Pérez, Jorge y otros. Neumonía nosocomial asociada a la ventilación mecánica. Revista
Electrónica
de
PortalesMedicos.com.
En:
http://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/968/1/Neumonia-nosocomial-asociada-ala-ventilacion-mecanica.html
210
expuestos al riesgo de infección nosocomial, aun sin intubación. La bronquiolitis
vírica (causada por el virus sincitial respiratorio (VSR)) es común en los
pabellones pediátricos y la influenza y puede ocurrir influenza y neumonía
bacteriana secundaria en instituciones geriátricas. En pacientes con un alto grado
de inmunodeficiencia, puede ocurrir neumonía por Legionella spp. y por
Aspergillus. En los países con una elevada prevalencia de tuberculosis,
particularmente causada por cepas polifarmacorresistentes, la transmisión en los
establecimientos de atención de salud puede ser un problema importante. 375 Se
ha establecido que la medida de control más importante para evitar las
infecciones nosocomiales debido a catéter uretral es limitar su uso a situaciones
estrictamente necesarias y retirarlos en el menor tiempo posible, cuando ya no
sean necesarios, de esta manera se acorta al máximo la duración de la
cateterización y se reduce el riesgo de infección. 376 Un considerable número de
pacientes son sometidos a cateterización uretral injustificada, y el hecho de que el
monitoreo de diuresis innecesario fuera la principal causa de indicación al
momento de admisión en emergencia refleja que los médicos desconocen
indicaciones precisas de monitoreo de diuresis, cabe mencionar que en un 4% el
móvil fue toma de muestra, no retirando luego de realizar la prueba.
377
Los datos
de seguimiento corroboran que los médicos que reciben a los pacientes en los
servicios de hospitalización no reparan en la presencia de catéter, los mismos que
pueden permanecer muchos días con un catéter uretral innecesario, encontrando
que la mayor proporción de días catéter correspondió más a hombres que a
mujeres. Una investigación en el año 2004 demuestro que el personal de salud
del principal hospital nacional no estaban comprometidos con el control de
infecciones nosocomiales y por tanto no tenían una actitud de vigilancia activa,
traduciendo el poco trabajo de esta área por parte del comité de control de
infecciones de la institución. 378
375
Organización Mundial de la Salud (OMS). Prevención de las infecciones nosocomiales. Guía
Práctica. 2a edición. p. 5. En: http://www10.gencat.cat/catsalut/vincat/ca/docs/OMS.pdf
376
Bramon Chumpitaz, Jorge Enrique; Pinedo Ramírez, Yvett (2004). Uso injustificado de catéter
uretral en el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati.. Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
Lima, Perú [en línea]: http://www.cybertesis.edu.pe/sisbib/2004/pinedo_ry/html/index-frames.html
377
Bramon Chumpitaz, Jorge Enrique. Ibidem.
378
Bramon Chumpitaz, Jorge Enrique. Ibidem.
211
c) Infecciones en sitio quirúrgico o infecciones de herida operatoria.- Las
infecciones del sitio de una intervención quirúrgica también son frecuentes: la
incidencia varía de 0,5 a 15% según el tipo de operación y el estado subyacente
del paciente. Representan un problema grave que limita los beneficios potenciales
de las intervenciones quirúrgicas. Tienen un enorme efecto en los costos de
hospitalización y en la duración de la estadía postoperatoria (entre 3 y 20 días
más). 379 La infección quirúrgica es una complicación devastadora desde el punto
de vista biológico y económico. Puede causar seria incapacidad y muerte,
además de los elevados costos para el paciente, la familia y las instituciones de
salud. Evitar la infección del sitio operatorio ha sido preocupación permanente del
personal de salud. Una tasa baja de infección es uno de los principales
parámetros universalmente aceptados para medir la calidad de un servicio
quirúrgico. 380 Se subclasifican en tres categorías: incisión superficial (piel y tejido
celular subcutáneo), incisión profunda (fascia, musculo y hueso) y cavidades
orgánicas. Según la literatura médica los gérmenes más reportados son los
enterococos, y se destacan la E. Coli, Proteus sp, y St. aureus,3,4 aunque se
informa habitualmente una amplia variedad en pacientes quirúrgicos. 381 La OMS
señala que esta infección suele contraerse durante la propia operación, ya sea en
forma exógena (es decir, del aire, el equipo médico, los cirujanos y otro personal
médico), endógena (de la flora de la piel o del sitio de la operación) o, en raras
ocasiones, de la sangre empleada en la intervención quirúrgica. Los
microorganismos infecciosos son variables, según el tipo y el sitio de la
intervención quirúrgica, y los antimicrobianos que recibe el paciente. El principal
factor de riesgo es el grado de contaminación durante el procedimiento (limpio,
limpio-contaminado, contaminado, sucio) que, en gran medida, depende de la
duración de la operación y del estado general del paciente. Otros factores
comprenden la calidad de la técnica quirúrgica, la presencia de cuerpos extraños,
379
Organización Mundial de la Salud (OMS). Prevención de las infecciones nosocomiales. Guía
Práctica. 2a edición. p. 5. En: http://www10.gencat.cat/catsalut/vincat/ca/docs/OMS.pdf
380
Domínguez A.M., Md1; Vanegas S.2 y otros. Programa de seguimiento de la infección de la
herida
quirúrgica
y
el
sitio
operatorio.
Revista
de
Cirugía.
En:
http://www.encolombia.com/medicina/cirugia/cirugia16101-programa.htm
381
Alemán Mondeja, Linet y otro. ETIOLOGÍA DE LA INFECCIÓN DEL SITIO QUIRÚRGICO EN
PACIENTES EGRESADOS DEL HOSPITA CLINICOQUIRÚRGICO DOCENTE ―JOAQUÍN
ALBARRÁN‖ ENERO A MARZO DEL 2000. Rev Cubana Cir 2001;40(4):291-6. En:
http://bvs.sld.cu/revistas/cir/vol40_4_01/cir09401.pdf
212
incluso tubos de drenaje, la virulencia de los microorganismos, la infección
concomitante en otros sitios, la práctica de afeitar al paciente antes de la
operación y la experiencia del equipo quirúrgico. 382
d) Infecciones del torrente sanguíneo asociados o no a catéteres
intravasculares (venoso o arteriales).- Las infecciones del torrente sanguíneo
(bacteremias, septicemias) nosocomiales tienen gran cantidad de factores de
riesgo conocidos, siendo los principales el uso de catéteres venosos, la
inmunosupresión severa y las edades extremas de la vida. El riesgo de ITS
asociado a catéteres depende del tipo de catéter, la duración de su uso y
aspectos relacionados con la técnica aséptica en su instalación y manipulación.
La vigilancia se concentra en pacientes con catéteres venosos centrales (CVC),
catéteres umbilicales (CU), uso de nutrición parenteral total (NPT), catéteres para
hemodiálisis y pacientes inmunodeprimidos.
e) Infecciones obstétricas (endometritis puerperal).- En las infecciones
nosocomiales, los mayores problemas se presentan en los servicios de ginecoobstetricia, donde los pacientes son tratados frecuentemente con múltiples
antibióticos de amplio espectro, aún cuando no existe una infección claramente
demostrada. Entre los factores de riesgo para infección de endometritis e
infección de herida operatoria tenemos: malnutrición, pobre higiene en
trabajadores de salud, deficiente tratamiento antibiótico, enfermedades de fondo
(ejemplo: diabetes, anemia, ITU), etc. Se considera la endometritis e infección de
herida operatoria una infección intrahospitalaria que se adquiere en un
establecimiento asistencial ya sea resultado de una circunstancia común o por
características propias de la institución hospitalaria; se presenta clínicamente
durante la internación o posteriormente a su egreso. 383
La infección puerperal se define como la aparición en el puerperio de una
infección del aparato genital femenino que se acompaña de morbilidad febril
382
Organización Mundial de la Salud (OMS). Prevención de las infecciones nosocomiales. Guía
Práctica. 2a edición. p. 5. En: http://www10.gencat.cat/catsalut/vincat/ca/docs/OMS.pdf
383
Villanueva Lazo, Fernando José (2003). Factores de riesgo asociados a endometritis e infección
de herida operatoria post cesárea en el Hospital Nacional Docente Madre Niño San Bartolomé
enero 2001- mayo 2002.. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú [en línea]:
http://www.cybertesis.edu.pe/sisbib/2003/villanueva_lf/html/index-frames.html
213
aparición de una temperatura superior a 38º, después de 24 horas del parto,
durante al menos dos veces, no separadas entre sí más de 24 horas Puede ir
acompañada de taquicardia, sudoración y oliguria. Los lugares más frecuentes
donde se produce la infección son: el útero, dando endometritis puerperal, la
herida de la episiotomía y la herida de la laparotomía (en cesáreas).Actualmente
el principal factor de riesgo se vincula a las operaciones obstétricas como la
cesárea. Los riesgos aumentan si la intervención se realiza de urgencia, además
están los riesgos de la anestesia general. Otras intervenciones como el fórceps
(asociado a desgarros del canal genital), incrementan el riesgo de infección. 384
Villanueva Lazo manifiesta que el seguimiento de los pacientes luego de su
egreso hospitalario puede modificar notablemente los niveles estadísticos de
infección intrahospitalarios en un estudio en un grupo de pacientes egresados de
un establecimiento asistencial luego de hernioplastías reveló que 48% de las
infecciones de la herida operatoria se evidenciaron luego del abandono del
hospital. Estos elementos llevan a considerar como de relevancia cuestionable las
informaciones sobre infecciones de endometritis e infección de herida operatoria
que se origina en el establecimiento en donde existe un verdadero interés por
analizar y afrontar el problema. En el Perú, pocos estudios epidemiológicos y de
susceptibilidad bacteriana se han realizado al respecto. En el estado actual de la
técnica quirúrgica, es prácticamente inadmisible aceptar algún caso de infección
sobre agregada post-operatoria que se deba a ineficiencia del equipo que
interviene. Por lo común, las infecciones por endometritis e infección de herida
operatoria son más frecuentes en los grandes establecimientos, con elevada
cantidad de camas de internamiento, personal numeroso y complicaciones de
funcionamiento y son más raros en establecimientos pequeños, en que los
procesos son más simples, menos complejos. Asimismo, cuando se considera los
riesgos de vida, los sufrimientos humanos, costos institucionales, las cargas
financieras para los pacientes, el peligro personal, resulta obvio que todos los
integrantes del equipo de salud tienen la indeclinable responsabilidad de aportar
384
Gallego, Clara. Patología del puerperio. Infección puerperal. Hemorragias puerperales. Revista
Electrónica
de
PortalesMedicos.com.En:
http://www.portalesmedicos.com/publicaciones/articles/1042/1/Patologia-del-puerperio-Infeccionpuerperal-Hemorragias-puerperales.html
214
todos los medios posibles para reducir al mínimo la carga de infecciones por
endometritis e infección de herida operatoria. Por todo esto, es de suma
importancia la vigilancia de endometritis e infección de herida operatoria, por que
el desarrollo de una infección de esta naturaleza en los pacientes, es de suma
gravedad y de alta morbi-mortalidad. Además debemos de estar conscientes que
ante un grupo cada vez mayor de estas infecciones, son escasas opciones
terapéuticas, debido a la difícil disponibilidad de antibióticos.
385
Dentro de las
precauciones universales para evitar estas infecciones tenemos el uso normado
de antiséptico, y el uso de desinfectantes. También hay que llegar a tener
normado el uso de antibióticos, que aun no se ha logrado. Todo lo que es el
aislamiento y manejar la esterilización. También prevenir la exposición, por
ejemplo, evitando recapsular agujas, cortopunzantes, colocándose barreras de
protección.
386
Es importante vigilar el fiel cumplimiento de las normas de
bioseguridad y la aplicación de adecuadas técnicas de desinfección del ambiente
hospitalario, el lavado de manos al realizar procedimientos quirúrgicos de acuerdo
a la técnica adecuada disminuye la morbilidad infecciosa. Es
obligación del
personal médico respetar todos los principios de la técnica aséptica para disminuir
las infecciones nosocomiales. 387
f) Infecciones en áreas de pacientes inmunocomprometidos (neonatos,
transplantados, oncológicos).- El paciente inmunocrometido es aquel que, por su
enfermedad de base, tiene alterado uno o algunos mecanismos de defensa,
fenómeno que lo hace susceptible a infecciones oportunistas e infecciones
nosocomiales.
Las
infecciones
oportunistas
(IOs)
son
producidas
por
microorganismos llamados agentes oportunistas, que a diferencia de los
pátogenos, necesitan que el huésped esté inmunosuprimido para que ocasionen
enfermedad. Las IOs son las que llevan a la muerte a las personas con SIDA, sin
embargo su adecuado manejo ha demostrado una mejora en la calidad y la
385
Villanueva Lazo, Fernando José (2003). Factores de riesgo asociados a endometritis e infección
de herida operatoria post cesárea en el Hospital Nacional Docente Madre Niño San Bartolomé
enero 2001- mayo 2002.. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú [en línea]:
http://www.cybertesis.edu.pe/sisbib/2003/villanueva_lf/html/index-frames.html
386
Villanueva Lazo, Fernando José (2003). Ibidem
387
Villanueva Lazo, Fernando José (2003). Ibidem
215
sobrevida de los PVVS. Este mejor manejo se basa en el reconocimiento
oportuno de la infección oportunista, así como su adecuado tratamiento. 388
La Candidiasis Sistémica en la UCI neonatal del Hospital Nacional Cayetano
Heredia en el año 2005 afecto a neonatos con bajo peso, inmunocomprometidos,
presentando una incidencia de 23.1 casos por cada 1,000 ingresos a UCI,
teniendo una la letalidad de 30.43%, habiéndose determinado que la ventilación
mecánica, la flebotomía, la onfaloclisis y la nutrición parenteral son probables
factores de riesgo comunes a esta población.
389
Castañeda Barrios manifiesta
que se observa un incremento continuo de los casos de candidemia nosocomial
en las últimas dos décadas. Estos cambios han ocurrido en algún grado en todos
los hospitales, pero es probablemente más marcado en la UCI de un hospital de
tercer nivel de atención médica y en instituciones especializadas en cáncer; por
ejemplo se informa un aumento en el porcentaje de infecciones de fungemias de
5.4% en 1980 a 9.9% en 1990. La candidemia nosocomial se traduce en perjuicio
del paciente, incrementando su morbilidad, mortalidad y potencialmente las
secuelas a largo plazo. Por otro lado encarece los costos de atención de la salud
por aumento de la estancia hospitalaria, del consumo de drogas y de
procedimientos diagnósticos y terapéuticos requeridos para solucionar esta
infección. El costo de un episodio de candidemia nosocomial en los Estados
Unidos, en el año de 1997 fue estimado en más de $34 000.00 dólares
americanos. Los estudios epidemiológicos realizados en diversos países, han
identificado diversos factores de riesgo asociados al desarrollo de la candidemia
nosocomial y a su alta mortalidad. 390 Castañeda Barrios deja constancia que ya
en el 2004 en el Instituto Especializado de Salud del Niño había una mayor
388
Ticona Chávez, Eduardo. Manejo de las infecciones oportunistas en el SIDA. Revista Médica
Diagnostico
Vol.
45
Num.
1.
EneroMarzo
2006.
En:
http://www.fihudiagnostico.org.pe/revista/numeros/2006/ene-mar/19-24.html
389
Guerra Valencia, Eduardo y otros. Candidiasis Sistémica en la UCI neonatal del Hospital
Nacional Cayetano Heredia. Revista Medica Diagnostico Vol. 44 Num. 3. Julio- Setiembre 2005.
390
Castañeda Barrios, Isaac Abel (2004). Candidemia nosocomial en el Instituto Especializado de
Salud del Niño.. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú [en linea]:
http://www.cybertesis.edu.pe/sisbib/2004/castaneda_bi/html/index-frames.html [Consulta: 15 de
julio 2009]
216
frecuencia de casos de Candidemia nosocomial en los servicios de Cardiología,
UCI e Infectología. 391
En general, los factores de importancia para los pacientes que influyen en la
posibilidad de contraer una infección comprenden la edad, el estado de
inmunidad, cualquier enfermedad subyacente y las intervenciones diagnósticas y
terapéuticas. En las épocas extremas de la vida – la infancia y la vejez – suele
disminuir la resistencia a la infección. Los pacientes con enfermedad crónica,
como tumores malignos, leucemia, diabetes mellitus, insuficiencia renal o
síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) tienen una mayor vulnerabilidad a
las
infecciones
por
agentes
patógenos
oportunistas.
Los
agentes
inmunodepresores o la irradiación pueden reducir la resistencia a la infección.
Muchos procedimientos diagnósticos y terapéuticos modernos, como biopsias,
exámenes endoscópicos, cateterización, intubación/respiración mecánica y
procedimientos quirúrgicos y de succión aumentan el riesgo de infección. Ciertos
objetos o sustancias contaminados pueden introducirse directamente a los tejidos
o a los sitios normalmente estériles, como las vías urinarias y las vías
respiratorias inferiores. 392
g)
infecciones
gastrointestinales.-
Las
enfermedades
gastrointestinales
incluyen un amplio rango de patologías desde diarreas virales leves y
autolimitadas hasta procesos más graves que ponen en riesgo la vida del
paciente. A nivel mundial, las diarreas ocupan el primer lugar en los índices de
morbilidad poblacional, siendo, en el área pediátrica, una de las principales
causas de mortalidad, particularmente en los países en vías de desarrollo.
h) Tuberculosis nosocomiales, incluyendo multiresistentes.- Hoy mueren
más personas con tuberculosis (TB) que en cualquier otro momento de la historia
humana, estimándose que por lo menos han muerto doscientos millones desde
1882. Brotes nosocomiales causados por Mycobacterium tuberculosis (MT) con
resistencia múltiple a los tuberculostáticos, especialmente a isoniacida (H) y
391
Castañeda Barrios, Isaac Abel (2004). Ibidem
Organización Mundial de la Salud (OMS). Prevención de las infecciones nosocomiales. Guía
Práctica. 2a edición. p. 2. En: http://www10.gencat.cat/catsalut/vincat/ca/docs/OMS.pdf
392
217
rifampicina (R) en forma simultánea (MDR-TB), han sido reportados en varios
países del mundo incluido el Perú.
i) Infecciones por sangre y derivados (VHB, VHC, VIH).- El producto más
conocido del tejido sanguíneo es la sangre total, siendo sus derivados los
componentes celulares y componentes plasmáticos determinados. El término
componentes sanguíneos se refiere a productos preparados a partir de la sangre
total, usando métodos convencionales tales como la centrifugación para obtener
paquetes globulares, plaquetas, plasma, leucocitos. Las plaquetas también se
pueden obtener a través de otros métodos como la aféresis que es el paso de
sangre a por una máquina que separa las plaquetas y retorna los demás
componentes al donador. En contraste con los componentes celulares que se
obtienen de un solo donador, algunos derivados del plasma son obtenidos de
muchos donadores y reunidos para después separar los diferentes componentes
proteínicos específicos, entre ellos los factores de la coagulación, siendo por este
motivo que los componentes plasmáticos son causa de mayor índice de
enfermedades transmitidos por transfusión. En los países desarrollados el riesgo
de transmitir infecciones por medio de transfusiones ya sea de sangre o derivados
de esta (plaquetas, plasma, factores de la coagulación) es extremadamente rara,
siendo en los países en vías de desarrollo más frecuentes por la falta de recursos
en cuanto a pruebas de laboratorio realizadas a estos productos. Las
enfermedades que se pueden transmitir son Sífilis, Hepatitis B, Hepatitis C, HIV-1
y HIV-2, HTLV, Citomegalovirus, VIH, VHC, VHB, HTLV Virus limfotrófico humano
Tipo 1 y 2. 393
j) Infecciones por virus respiratorios.- La mayoría de los virus que originan
infecciones respiratorias agudas generalmente causas infecciones locales
(influenza A y B, sincitial respiratorio, parainfluenza y rinovirus) y algunos pueden
causar infecciones sistémicas (sarampión, rubéola, entre otros). 394
393
Secretaria de la Defensa Nacional (México) -SEDEMA. Infecciones conocidas y poco
frecuentes
transmitidas
por
transfusiones
sanguíneas.
En
http://www.sedena.gob.mx/pdf/sanidad/infecciones.pdf
394
Rosete Olvera, Dora y otros. Patogenia de las infecciones respiratorias por virus. Rev Inst Nal
Enf Resp Mex. Volumen 15 - número 4. Octubre - diciembre 2002. p. 239-254. En:
http://www.medigraphic.com/pdfs/iner/in-2002/in024h.pdf
218
k) Infecciones por accidentes laborales.- La adquisición de infecciones por
patógenos que circulan por la sangre a través de accidentes punzo-cortantes o
exposición de mucosas o piel no intacta a fluidos infectantes, constituye uno de
los principales riesgos profesionales para los trabajadores de salud. Se han
reportado más de 20 agentes diferentes con la capacidad de transmitirse por esta
vía, dentro de los que podemos mencionar al virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH), virus de la hepatitis B (VHB), virus de la hepatitis C (VHC), virus
ébola, virus del dengue, virus herpes 1 y 2, virus de la varicela, Treponema
pallidum,
Brucella
sp,
Corynebacterium,
Rickettsia
sp,
Leptospira
sp,
micobacterias incluyendo tuberculosis, Mycoplasma, Babesia, Plasmodium,
Toxoplasma, Cryptococcus y Blastomyces. Muchos de ellos son reportes aislados
en trabajadores de salud, personal de bancos de sangre o laboratorios clínicos. 395
Las causas de la Infección Hospitalaria se hallan bien establecidas y se resumen
a las siguientes:
396
1) la capacidad agresiva y contaminante que comportan
muchas de la maniobras que se realizan en el hospital: cirugías, sondajes,
cateterismos , etc; 2) las defensas contra la infección se hallan disminuidas en los
pacientes ingresados, ya sea por la misma enfermedad, por circunstancias
acompañantes, o por las terapéuticas -drogas inmunosupresoras- a las que son
sometidos;
3)
el
ingreso
al
hospital
de
pacientes
con
enfermedades
infectocontagiosas que directa o indirectamente pueden transmitir la infección a
otros pacientes y al personal sanitario; 4) los pacientes hospitalizados son
atendidos por un número importante de trabajadores de salud que, al no tener una
adecuada higiene de manos, facilitan el intercambio de gérmenes entre ellos y los
enfermos y así la flora existente en los pacientes a su ingreso se ve desplazada
por la predominante en el ambiente hospitalario; y 5) por último la deficiencia en la
ejecución de las normas de higiene hospitalaria debido al incumplimiento
adecuado de las técnicas de limpieza, desinfección y esterilización.
395
Mendoza Ticona Alberto y otro. Transmisión de los virus de la inmunodeficiencia adquirida,
hepatitis B y hepatitis C por exposiciones laborales en trabajadores de salud: aspectos de
profilaxis pre y post exposición. Rev Med Hered v.16 n.4 Lima oct./dic. 2005.
En:http://www.upch.edu.pe/famed/rmh/16-4/v16n4tr1.htm
396
Universidad Central de Ecuador. Infección nosocomial. En:
http://www.higienedemanos.org/node/4
219
Recordemos lo que ya señalaba el Manual de Vigilancia Anual de Vigilancia
Epidemiológica de las Infecciones Intrahospitalarias (2000): ―en la practica de
atención hospitalaria, el personal que labora en todo el proceso de prestación de
servicios de salud tiene alto riesgo de infección por las enfermedades
infectocontagiosas, tales como las hepatitis virales tipo B, C, la infección por VIH,
TBP, entre otras por lo que se constituyen en enfermedades de mucha
importancia para el recurso humano que labora en el ambiente hospitalario. Los
aspectos de la salud del personal que puede vigilarse son múltiples, sin embargo
los aspectos relacionados con enfermedades infecciosas que más han
concentrado los esfuerzos en los últimos años son las infecciones virales que
pueden adquirirse por contacto con la sangre (VIH, hepatitis B y C, etc.) y la
tuberculosis pulmonar.” 397
4.4. MEDIDAS PARA LA PREVENCIÓN Y CONTROL DE INFECCIONES
INTRAHOSPITALARIAS
Las infecciones intrahospitalarias si bien son difíciles de erradicar de los
ambientes hospitalarios son controlables y prevenibles será la gestión hospitalaria
quien deberá adoptar medidas de prevención para salvaguardar la salud de los
pacientes y el personal médico. En ese sentido, resulta siendo una condición
fundante (sine qua non) que el nivel superior representado por la dirección del
hospital sea responsable de velar por el suministro de insumos y equipos de
calidad, el mantenimiento preventivo y correctivo adecuado de equipos y
ambientes; de realizar las remodelaciones necesarias en las diferentes áreas y de
la contratación de personal calificado. Igualmente de promover la actualización de
su personal en los aspectos científicos necesarios. Es fundamental disponer del
presupuesto adecuado, estimular la educación del personal a su ingreso a la
institución y regularmente, apoyar a los miembros de la Comisión de Infecciones
Intrahospitalarias y bioseguridad en la publicación de boletines y manuales,
soporte técnico (computadoras, informatización), mantenimiento de insumos en
los diferentes departamentos tales como higiene, mantenimiento y limpieza,
farmacia y laboratorio entre otros, para que se puedan cumplir las medidas
Ministerio de Salud. Manual de Vigilancia Anual de Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones
Intrahospitalarias. OGE - RENACE / Vig. Hosp. DT 002 - 99 V.1 Lima- Perú. 2000. p.11
397
220
necesarias para la prevención de las infecciones hospitalarias. Lamentablemente
a diario es evidente que estas funciones no se cumplen en su totalidad en muchos
centros dispensadores de salud, por lo cual existen ambientes inapropiados,
daños de equipos por falta de mantenimiento preventivo o practicas no adecuadas
de mantenimiento, técnicas de limpieza inadecuadas, personal no calificado o con
competencias insuficientes, existencia de insumos de calidad y/o procedencia
dudosa, además del funcionamiento inadecuado del laboratorio de bacteriología
debido a falla de insumos. 398
El hospital debe aprobar y supervisar normativas para los visitantes y otros
usuarios de los mismos, para evitar la aparición o el incremento de estas
infecciones. Las normas deben cumplirse y la vigilancia debe ser permanente en
cada uno de los departamentos del hospital para asegurar dicho cumplimiento. Es
fundamental establecer relaciones estrechas entre los diferentes servicios del
hospital y el Departamento de Farmacia con el fin de lograr una utilización
adecuada de antimicrobianos y disminuir la resistencia bacteriana. 399
Los miembros del personal y trabajadores de la salud, deben cumplir
estrictamente las precauciones estándar, elaboradas para evitar exposiciones
biológicas riesgosas, en todo momento y con todos los pacientes. La
responsabilidad en la prevención de las infecciones hospitalarias es de todos los
usuarios del hospital. Disponiendo de los insumos y equipos requeridos,
educando al personal y cumpliendo con las normas establecidas se podrá tener
éxito en la prevención de las infecciones hospitalarias. En resumen, resultan
medidas de eficacia probadas: la asepsia; la esterilización; el lavado de manos; el
drenaje urinario cerrado; la vigilancia de los catéteres; no tocar las heridas; la
quimioprofilaxis en cirugía contaminada; la vigilancia, limpieza y desinfección de
los respiradores. Esto está probado, es decir, tiene garantía de que es eficaz en la
lucha contra la infección hospitalaria. 400
398
Necesidad del funcionamiento de la Comisión de Prevención de Infecciones Hospitalarias. Silva,
Marisela y Nunez, María En: http://www.mikrosdigital.com/revista/libro_50/libro50_2.pdf
399
Ibidem
400
Viñes, José Javier. Responsabilidad por contagio al paciente: desde el profesional y desde el
medio. Una visión asistencial. Conferencia pronunciada en el VIII Congreso Nacional de la
221
4.4.1. Prevención de infecciones del tracto urinario asociada a uso
inadecuado de catéter urinario.Las infecciones del tracto urinario es una de las complicaciones más frecuentes,
siendo responsable de más del 40 % del total de infecciones adquiridas en los
hospitales.401 Cerca del 60 a 80 % se genera por instrumentación del tracto
urinario, principalmente por cateterismo urinario con fines diagnósticos y/o
terapéuticos. Se estima que el 10% de los pacientes ingresados utilizaran este
dispositivo en algún momento de su internación y de ellos un 10 % sufrirán una
infección urinaria motivando la prolongación de la estadía hospitalaria calculada
en 1 a 4 días. 402 Aunque no todas las infecciones del tracto urinario asociados a
catéter pueden ser prevenidas, se asume que la aplicación de una estrategia
higiénico sanitarias contribuiría en disminuir en 30% estas complicaciones.
403
Medidas comprobadas para prevenir este tipo de infecciones son que la
instalación y mantención de catéteres debe ser realizada por personal capacitado,
uso de cateterización sólo si es necesario y por el mínimo tiempo posible, uso de
técnica aséptica en todos los procedimientos, fijación apropiada del catéter para
evitar su desplazamiento, uso y mantención del circuito cerrado del sistema de
drenaje urinario y mantención permanente del flujo urinario sin obstrucciones. 404
RECOMENDACIONES PARA EVITAR INFECCIONES DEL TRACTO URINARIO
ASOCIADO A USO INADECUADO DE CATETER URINARIO
Personal
El personal del hospital que coloca y maneja los catéteres urinarios debe tener entrenamiento periódico
de la técnica correcta de inserción y mantenimiento; y de las complicaciones de la infección urinaria.
Catéter urinario
El catéter urinario se debe colocar por indicación médica y no debe permanecer colocado más tiempo
del necesario. Nunca debe ser usado para comodidad del personal.
Lavado de manos
El lavado de manos se debe practicar antes y después de manipular el catéter o cualquier parte del
sistema urinario.
Asociación de Juristas de la Salud. Santiago de Compostela, 12 de noviembre de 1999. En:
http://www.cfnavarra.es/salud/anales/textos/vol23/suple2/suple2.html
401
Center for Disease Control. National Nosocomial Infections Study Report, Atlanta: Center for
Disease Control, November 1979: 2-14.
402
Wong, E. Hooton ,T. Departament of health and human service. Public health Service. CDC.
USA Publication date: 02/01/1981
403
Dirección Regional de Salud del Cusco.
Prevención y control de las infecciones
intrahospitalarias. Guía para la prevención de infección es asociadas a catéter vesical. Cusco.
2006.
p.
7.
En:http://www.diresacusco.gob.pe/inteligencia/epidemiologia/guias/GUIA%20CATETR%20VESI
CAL.pdf
404
Ibidem. p. 12.
En:http://www.diresacusco.gob.pe/inteligencia/epidemiologia/guias/GUIA%20CATETR%20VESI
CAL.pdf
222
Inserción del catéter
urinario
La sonda vesical debe ser colocada con técnica aséptica y equipo estéril (guantes estériles, campo
estéril, antisépticos y lubricantes estériles). La higiene perineal debe practicarse con soluciones
antisépticas. Si se utilizan lubricantes en la colocación de la sonda vesical, estos deben estar estériles y
proveerse en forma de unidosis. Utilizar un catéter que sea apropiado al tamaño del meato urinario,
para evitar el trauma del mismo. Una vez colocado el catéter vesical, este debe ser asegurado (fijado)
para prevenir los movimientos y la tracción uretral.
Uso de guantes
Para evitar tener contacto con la orina, el operador debe usar guantes no estériles. Remover después de
usarlos y lavarse nuevamente las manos.
Ubicación
paciente
cateterizados
del
Para minimizar los riesgos de infección cruzada, se recomienda ubicar a los pacientes sondeados (con
infección urinaria) en lugar alejado de los no infectados, es decir en camas no adyacentes. Lo ideal es
ubicarlos en habitaciones diferentes.
Sistema de drenaje
estéril y cerrado
Se debe mantener un sistema de válvula de drenaje continuo y cerrado. El sistema elegido debe contar
con tubo de vaciado seguro, no tener pérdidas y ser de fácil manejo. El tubo de drenaje no debe
desconectarse del catéter urinario. Si se produce una ruptura en la técnica de asepsia, como puede ser
la desconexión del tubo de drenaje, éste debe ser reemplazado usando técnica aséptica. Desinfectar los
sitios de unión catéter vesical / tubuladura cada vez que su desconexión sea necesaria. Para volver a
conectarlos usar estricta técnica aséptica. Si se desconecta la unión catéter vesical / tubuladura, no
obturar la primera con tapones, ampollas, etc. debido al riesgo de contaminación.
La irrigación sólo puede utilizarse para prevenir la obstrucción cuando el paciente ha sido sometido a
cirugías urológicas o situaciones especiales que así lo requieran. La indicación y manejo de la misma
debe efectuarse siguiendo estrictamente las indicaciones del especialista. En estos casos, para prevenir
la obstrucción se utilizará la irrigación continua cerrada. No debe utilizarse la irrigación de la vejiga con
antibióticos como medida de prevención de la infección urinaria. Desinfectar la unión de la sonda vesical
con el tubo de drenaje cuando deba desconectarse para practicar irrigación continua. La persona que
realiza irrigación vesical debe usar técnica aséptica y materiales de uso único. Obviando las
circunstancias especiales mencionadas, cuando el catéter urinario o la sonda vesical se obstruyan, debe
procederse al cambio de todo el sistema. No debe realizarse el recambio del CV a intervalos fijos.
Irrigación
Cuidado del meato La limpieza del meato urinario se debe realizar con agua y jabón o con soluciones antisépticas tantas
urinario
veces como sea necesario.
Asegurar el
flujo de orina
libre
El catéter vesical y la tubuladura deben estar libres de dobleces y acodaduras. La bolsa colectora debe
mantenerse por debajo del nivel de la vejiga. Vaciar regularmente la bolsa colectora usando recipientes
exclusivos para cada paciente (el extremo distal de drenaje de la bolsa colectora no debe contactar con
el recipiente de recolección que no está estéril).
Fuente: Basado en: ―Guía para la prevención de infecciones asociadas a catéter vesical‖. Dirección Regional de Salud del
Cusco
(2006).
p.
12-15.
En:
http://www.diresacusco.gob.pe/inteligencia/epidemiologia/guias/GUIA%20CATETR%20VESICAL.pdf
4.4.2.
Prevención
de
neumonía
nosocomial
asociado
a
ventilación
mecánica.- La Neumonía nosocomial (NN), representa el 10 al 15% de todas las
infecciones adquiridas en el hospital, siendo la segunda infección intrahospitalaria
más
frecuente después de la infección urinaria. El riesgo
de adquirir una
neumonía respecto al número de admisiones es de 6.0 a 8.6 infecciones por cada
mil ingresos hospitalarios. Una entidad bien reconocida es la neumonía asociada
al ventilador, la cual es una complicación de la ventilación mecánica, esta
contribuye de manera significativa en la morbilidad y mortalidad del paciente
crítico. La neumonía asociada al ventilador es una
forma de neumonía
Nosocomial, se refiere específicamente a la neumonía que se desarrolla en el
223
paciente después de las 48 hs de la intubación y que es sometido a ventilación
mecánica. 405
MEDIDAS PARA EVITAR NEUMONÍA NOSOCOMIAL ASOCIADO A VENTILACIÓN MECÁNICA
Educación del personal del Equipo de Salud en las medidas de prevención y control de neumonías nosocomiales.
Educación del Personal Llevar a cabo programas de Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones Intra hospitalarias, especialmente en las
y vigilancia de las áreas de cuidados intensivos. No realizar cultivos de rutina a los pacientes, equipos o accesorios utilizados para
infecciones
terapia respiratoria, excepto en presencia de un brote epidémico.
Interrupción de
transmisión
microorganismos
la
de
Interrupción de la
transmisión bacteriana
de persona a persona.
405
Esterilización o desinfección y mantenimiento de equipos y accesorios
Limpiar en profundidad (prelavado, lavado) todos los equipos y accesorios semicríticos reutilizables empleados
en terapia respiratoria que tengan contacto directo e indirecto con mucosas y tracto respiratorio antes de
someterlos a un proceso de esterilización y/o desinfección de alto nivel.
Usar agua estéril, no estéril o no destilada para el enjuague de equipos y accesorios no descartables que serán
sometidos a desinfección de alto nivel.
No reprocesar equipos y accesorios descartables.
Equipos de ventilación mecánica, circuitos, humidificadores y nebulizadores
No esterilizar ni desinfectar rutinariamente la máquina interna de los equipos de ventilación mecánica.
Mantener en perfectas condiciones de higiene la superficie externa del equipo de asistencia ventilatoria
mecánica.
No cambiar antes de las 48 horas las conexiones del circuito de terapia ventilatoria, ni el humidificador de
cascada cuando se utiliza en un mismo paciente.
Los circuitos utilizados para ventilación mecánica se deberán esterilizar o someter a un proceso de desinfección
de alto nivel.
Evitar que las secreciones acumuladas o en las conexiones de los circuitos de terapia ventilatoria drene en
dirección al paciente. Es conveniente desechar el condensado en forma periódica. Realizar el lavado de manos
luego de este procedimiento.
Circuitos de terapia ventilatoria provistos de condensadores humidificadores
Nebulizadores
Desinfectar, enjuagar con agua estéril y secar con aire los nebulizadores entre usos con un mismo paciente.
Los nebulizadores no descartables deben ser reprocesados mediante esterilización o desinfección de alto nivel
antes de ser usados con un paciente nuevo.
Para efectuar las nebulizaciones, usar únicamente soluciones estériles y mantener una técnica aséptica en su
preparación.
Los nebulizadores empleados para tratamientos por inhalación requieren ser esterilizados o sometidos a
desinfección de alto nivel antes de ser usados en un paciente nuevo y cada 24 horas cuando se usan en el
mismo paciente (especialmente en pacientes con traqueotomía).
Equipos de anestesia y sistemas de aire o circuitos para el paciente
No se requiere esterilizar o someter a desinfección de alto nivel a los mecanismos internos del equipo de
anestesia.
Esterilizar o someter a desinfección de alto nivel los componentes no descartables del circuito usado por el
paciente (tubos endotraqueales, máscara de oxígeno, conexiones de aire, humidificadores y conexiones de los
humidificadores) antes de ser usados con un paciente nuevo.
Se evitará que las secreciones acumuladas en las conexiones del circuito, drene en dirección al paciente. Se
deberá drenar y desechar las conexiones en forma periódica.
Lavado de manos y uso de guantes
Efectuar lavado de manos antes del contacto con cualquier parte del sistema de terapia respiratoria (inicio,
reemplazo o manejos posterior)
El lavado de manos se realizara tantas veces como se mantuvo contacto con membranas mucosas, secreciones
respiratorias u objetos contaminados con secreciones respiratorias.
Uso de guantes luego de lavado de manos, los que deberán cambiarse después del contacto con secreciones u
objetos contaminados, y antes del contacto con otro paciente, objetos o superficies. Se procederá al lavado de
manos luego que los guantes hayan sido removidos.
Uso de mandil
El uso de mandil esta indicado cada vez que existiese la posibilidad de contacto con secreciones respiratorias.
Se deberá proceder al retiro del mismo después de su uso y antes de asistir a un paciente nuevo.
Cuidado de pacientes con traqueostomía
Realizar la traqueostomía aplicando técnicas estrictas de asepsia.
Para proceder al reemplazo de la cánula, ésta deberá ser estéril o haber sido sometida a un proceso de
desinfección de alto nivel.
Aspiración de secreciones
Barreda De La Cruz, Miguel y otros. ―Neumonía Asociada a la Ventilación Mecánica: Factores de riesgo en la UCI del Hospital Nacional Carlos Seguin Escobedo
Essalud Arequipa 2006‖ . En: www.essalud.gob.pe/cendi/pdfs/Trabajo%20Investigacion%20NAV%203.doc
224
En los sistemas de aspiración abiertos, se usará un catéter estéril descartable en cada procedimiento de
aspiración de secreciones y se descartara a su termino.
Las soluciones empleadas para remover las secreciones del catéter de aspiración deberán ser estériles y que
luego se descartara al termino del procedimiento.
Se cambiarán las conexiones de aspiración y los frascos de recolección antes de usarlos en un paciente nuevo.
Modificación del riesgo
de infección en el
huésped
Modificación del riesgo de infección en el huésped
Precauciones para prevenir la neumonía por causas endógenas
Suspender la alimentación enteral lo antes posible, si las condiciones clínicas del paciente lo permiten, y
proceder al retiro del tubo endotraqueal, la traqueostomía y las sondas nasogástricas, y/o yeyunales.
Prevención de la aspiración relacionada con alimentación enteral
Elevar la cabecera de la cama del paciente (con asistencia ventilatoria mecánica o con sonda para nutrición
enteral) en un ángulo de 30-45 grados.
Mantener la sonda en una ubicación correcta.
Registrar el volumen residual gástrico y mantener una cantidad y volumen adecuado de nutrición enteral.
Prevención de la aspiración relacionada con la intubación
Antes de desinflar el manguito del tubo traqueal, para su retiro o movilización, se debe verificar que no haya
secreciones por encima del mismo.
Prevención de la colonización gástrica
Usar un agente que regule el pH gástrico en pacientes con asistencia respiratoria mecánica para evitar úlceras y/o
sangrado por estrés.
No hay recomendación respecto de la realización de descontaminación selectiva del sistema digestivo con
antimicrobianos, como medida de prevención de la neumonía por bacilos Gram-negativa o la neumonía por
Candida sp.
Prevención de neumonías en el post-operatorio
A los pacientes que serán sometidos a cirugías de abdomen, tórax, cabeza y cuello se les instruirá sobre la
necesidad de inicio de fisioterapia precoz y deambulen tan pronto como sea posible.
Controlar el dolor mediante analgesia sistémica y/o oral. El dolor interfiere en la expectoración e inhalación
profunda de los pacientes que se hallan en el período postoperatorio.
Fuente: DIRECCION REGIONAL DE SALUD DEL CUSCO.GUIA PARA LA PREVENCION DE NEUMONIAS INTRAHOSPITALARIAS. CUSCO,
ENERO 2006. p. 15-18.
4.4.3. Prevención de infecciones en sitio quirúrgico o infecciones de herida
operatoria.- Las infecciones de la herida operatoria (IHO) pueden observarse en
todo tipo de intervenciones quirúrgicas tales como cesárea, hernias inguinales,
colecistectomia laparoscopica y por laparotomia entre otras.406 La OMS promueve
una ―Lista de Verificación para la Seguridad Quirúrgica‖ la cual divide a las
intervenciones quirúrgicas en tres etapas: antes de administrar la anestesia; antes
del corte en la piel; y antes de que el paciente salga de la sala de operaciones. La
OMS recomienda que una sola persona, "el coordinador de la lista de
verificación", se responsabilice de confirmar que cada miembro del equipo de
cirugía haya cumplido con la tarea que le corresponde antes y después de la
operación. Entre los aspectos a verificar en la lista se encuentran las siguientes
recomendaciones:
Antes de la operación.- Se debe verificar la identidad del paciente y el sitio
exacto del cuerpo donde se hará la cirugía, el procedimiento que se va a realizar,
406
Cfr, Norma Técnica de Prevención y Control de Infecciones intrahospitalarias. Ministerio de
Salud Dirección General de Salud de las Personas. 2004
225
alergias conocidas del paciente o que se le hayan administrado antibióticos en los
60 minutos antes de la operación.
Después de la operación.- Que todos los instrumentos, esponjas y agujas
utilizados en la cirugía estén a la vista y el etiquetado de las muestras para el
laboratorio así como los planes para la atención posoperatoria. 407
La resistencia de los microorganismos a los antibacterianos es un problema
mundial de salud pública generado en los últimos 50 años, debido principalmente
al uso inapropiado de antibióticos; lo que favorece la multiplicación de
microorganismos resistentes y, al mismo tiempo, la supresión de los susceptibles,
haciendo más difícil el tratamiento de las infecciones que causan, obteniendo
como consecuencia altos índices de mortalidad y un incremento en el costo
económico. Esto tiene especial importancia en Unidades de Cuidados Intensivos
en los cuales la naturaleza crítica de los pacientes, edad avanzada, tiempo de
permanencia
en
el
servicio,
condiciones
subyacentes,
necesidad
de
procedimientos invasivos, infecciones severas, múltiples infecciones, consumo de
grandes dosis de antibióticos hacen que la susceptibilidad a infección este
incrementada y esta complicación se comporte como una emergencia real y un
reto para los próximos años. Es evidente que sólo parte de estos tratamientos
son justificados. En un importante estudio de prevalencia sobre 10 000 pacientes
internados en UCI se demostró que el 30% tenía infección nosocomial. Se ha
estimado que entre el 40 y el 80% de los pacientes internados en UCI reciben
tratamiento antibiótico, se calcula que el costo anual en los Estados Unidos por la
resistencia antibiótica es entre 100 millones y 30 billones de dólares. 408
407
Cfr,
Lista
OMS
para
reducir
los
riesgos
de
la
cirugía.
OMS.
En:
http://www.who.int/patientsafety/safesurgery/en/index.html
408
Berrios Fuentes, Zulema Kattia (2005). Resistencia antimicrobiana de enterobacterias y uso
antimicrobiano en pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Dos de Mayo.
Universidad
Nacional
Mayor
de
San
Marcos,
Lima,
Perú
[en
linea]:
http://www.cybertesis.edu.pe/sisbib/2005/berrios_fz/html/index-frames.html
226
MEDIDAS PARA EVITAR INFECCIONES EN SITIO QUIRÚRGICO
O INFECCIONES DE HERIDA OPERATORIA
Hospitalización preoperatoria breve
Antibioprofilaxis en cirugía con alto riesgo de infección (tracto digestivo, cesáreas o vías biliares)
y en aquellas en que una infección puede comprometer la vida del paciente o afectar
profundamente el resultado de la intervención (cirugía cardíaca o implantes).
Los antibióticos profilácticos deben proveer niveles sanguíneos eficientes durante el acto
operatorio
Técnica quirúrgica cuidadosa
Tratamiento preoperatorio de la obesidad
Preparación preoperatoria de la piel que incluya lavado con jabón y aplicación de un antiséptico
antes del inicio de la intervención.
Uso de clorhexidina o productos yodados como antisépticos de la piel para el lavado quirúrgico
y preparación preoperatoria de la piel.
Uso de técnica aséptica en todos los procedimientos durante la intervención.
Uso de drenajes aspirativos en circuito cerrado y sacados por contrabertura
Uso de mascarilla de alta eficiencia durante el acto quirúrgico
Tratamiento de focos infecciosos distales previo a la intervención.
Mejoría previa del estado nutricional.
Evitar el rasurado dentro de lo posible y en caso de hacerlo debe ser lo más cercano posible a
la intervención
Lavado de manos quirúrgico con productos yodados o a base de clorhexidina (u otro antiséptico
de características equivalentes) antes de participar en la intervención.
Uso de ropa quirúrgica impermeable
Recambios de aire de al menos 25 veces por hora y uso de aire filtrado con filtros absolutos en
pabellones.
Evitar turbulencias de aire en sala de operaciones durante la intervención
Las heridas de intervenciones clasificadas como contaminadas deben cerrarse por segunda
intención.
Aseo y desinfección de salas de operaciones entre intervenciones
Vigilancia epidemiológica por tipo de herida con retroalimentación de los resultados al equipo
quirúrgico.
Fuente: Norma Técnica de Prevención y Control de Infecciones intrahospitalarias. MINSA. LimaPerú. 2004
4.4.4. Prevención de Infecciones del torrente sanguíneo asociados o no a
catéteres intravasculares (venoso o arteriales). El uso de dispositivos
intravenosos (DIV), periféricos y centrales, en las unidades de cuidados intensivos
pediátricos y neonatales es un proceso habitual, siendo de gran utilidad para la
administración de fármacos intravenosos y monitorización del paciente. La
inserción de los DIV puede ser realizada por personal médico o por enfermeras,
dependiendo en cada caso del acceso venoso que se utilice. Las complicaciones
infecciosas (contaminación, infección local y sepsis relacionada con catéter)
representan el principal problema relacionado con los DIV. Los gérmenes pueden
llegar al catéter a través de diferentes vías: fluidos intravenosos, desde otro foco
infeccioso por vía hematógena, desde la piel que rodea la entrada del catéter, y
227
desde la conexión. Para mantener un buen funcionamiento de los DIV, mejorar la
calidad de los cuidados y reducir la tasa de infección, es necesario que la
enfermera tenga protocolizado la preparación, inserción y mantenimiento de estas
vías venosas. La utilización de catéteres intravasculares con fines diagnósticos o
terapéuticos es cada vez más frecuente, especialmente en pacientes en situación
crítica o con patologías agudas o crónicas graves. Las infecciones asociadas a
catéteres constituyen la principal causa de bacteriemia nosocomial y están
relacionadas con una alta morbilidad y mortalidad, prolongación de estancias
hospitalarias y aumento de costes. Desde un punto de vista global, los problemas
de la infección relacionada con el cateterismo intravascular se pueden minimizar
si se tiene en cuenta: evitar colocar catéteres sin la debida indicación, evitar que
el tiempo que el catéter está colocado exceda del que corresponda, evitar errores
en su aplicación y evitar errores en el mantenimiento de los catéteres. 409
La infección por catéter se ha de cualificar como definitiva cuando se acompañe
de criterios microbiológicos de colonización de la punta del catéter o de
bacteriemia por catéter. Se ha de considerar como probable cuando, en ausencia
de cultivos positivos, no se evidencien ningún otro foco y los signos clínicos cedan
dentro de las 24 horas posteriores a la retirada del catéter. Las bacteriemias por
catéter se producen porque los microorganismos colonizan el catéter, lo pueden
hacer por vía endoluminal y por vía extraluminal, y acceden al torrente sanguíneo. 410
Microorganismos más frecuentes son el Estafilococo coagulasa negativo es la
causa más común de bacteriemia y sepsis nosocomial, principalmente en
neonatos menores de 1.000g con cateterización venosa central y nutrición
parenteral y se asocia a una elevada morbilidad y mortalidad. La Candida sp. se
está convirtiendo en un microorganismo importante, especialmente en recién
nacidos de muy bajo peso, debido a factores como la cateterización venosa
prolongada, antibioticoterapia y administración de NTP. El Enterobacter sp. ha
surgido como microorganismo gram negativo significativo en la Unidades de
Cuidados Intensivos. Se ha descrito como agente causal de infecciones
epidémicas, debido a la resistencia a la terapia antimicrobiana. Las enfermeras de
409
Rumí Belmonte, Luisa. Capitulo 52: Cuidados y prevención de la infección de catéteres
intravasculares. En: http://www.eccpn.aibarra.org/temario/seccion3/capitulo52/capitulo52.htm
410
Ibidem
228
las unidades de cuidados intensivos neonatales y pediátricos tienen que estar
especializadas y entrenadas en colocar y mantener los catéteres intravasculares, para
ello disponer de protocolos exhaustivos sobre la inserción y mantenimiento de los
catéteres y mantener una formación continuada es muy importante para reducir las
infecciones relacionadas con los catéteres intravasculares. 411
MEDIDAS PARA PREVENIR DE INFECCIONES DEL TORRENTE SANGUINEO
Mantención de circuito cerrado en la terapia intravascular y reducción de la manipulación al
mínimo indispensable.
La terapia intravenosa se debe realizar por indicación médica específica y por el menor tiempo
posible.
Uso de técnica aséptica en todos los procedimientos.
Uso de las extremidades superiores o en su defecto subclavia o yugular (en lugar de las
extremidades inferiores) para efectos de administrar soluciones parenterales por tiempos
prolongados.
Uso de un antiséptico del tipo de los yodados o clorhexidina para preparación del sitio de
inserción por un mínimo de 30 segundos.
El sitio de inserción debe cubrirse con una gasa estéril.
La cánula debe tener una fijación adecuada que impida su
movilización.
Los catéteres periféricos deben cambiarse en períodos no superiores a 72 horas.
Las soluciones de lípidos deben cambiarse en períodos no superiores a 12 horas.
Los procedimientos de terapia intravascular deben ser realizados por personal capacitado.
Fuente: Norma Técnica de Prevención y Control de Infecciones intrahospitalarias. MINSA. LimaPerú. 2004
Fuente: Oficina de Epidemiologia del Hospital Arzobispo Loayza. Abril 2009.
411
Ibidem
229
Fuente: Oficina de Epidemiologia del Hospital Arzobispo Loayza. Abril 2009.
e) Prevención de Infecciones obstétricas (endometritis puerperal).-
La
endometritis puerperal es una Invasión de gérmenes patógenos a la cavidad
uterina luego del parto, comprendiendo la decidua, con posibilidad de invadir la
capa muscular. La infección puede favorecerse si existe retención de restos
placentarios.Se caracteriza por presentar fiebre mayor de 38 °C, pasadas las 48
horas del parto, en dos controles cada 6 horas. Los gérmenes más
frecuentemente presentes son: estreptococos, anaerobios, E. Coli, Bacterioides,
Clostridium y Estafilococo dorado. Se presenta en un 5% en partos vaginales y
hasta en un 15% en postcesárea. 412 De referencia obligada resulta en este tema,
Ignaz Semmelweis, que a los 26 años se incorporó al Hospital General de Viena
como profesor ayudante, y se encontró que en aquella Sala primera de Obstetricia
del Hospital, en la que trabajaba, había una enorme mortalidad de las madres que
acudían para dar a luz. En cambio, la Sala contigua no tenía esa mortalidad. Se
daba la circunstancia de que en la primera sala, que él atendía como profesor
asistente, se formaban los médicos, los obstetras; en tanto que en la otra sala,
donde no había tal mortalidad, se formaban las matronas. Investigó, con los
conocimientos de aquella época, cuanto pudo; y hacía las autopsias de todas las
412
MINSA. Guías Practicas Clínicas para la atención de emergencias obstétricas según nivel de
capacidad
resolutiva.
2007.
LimaPerú.
p.85-89.
En:
http://www.unfpa.org.pe/publicaciones/publicacionesperu/MINSA-Guia-Atencion-EmergenciasObstetricas.pdf
230
enfermas, para encontrar las lesiones y cuál era el origen de su fallecimiento. Fue
un luchador en el estudio del origen de esa elevada mortandad que asustaba a
toda Viena, hasta el punto de que las mujeres no querían acudir a la maternidad;
preferían dar a luz en los glacis anteriores de las murallas de la ciudad, antes de
ingresar en el Hospital. En esas circunstancias, un compañero suyo, que era
profesor de Medicina Legal, falleció estando él fuera, en un viaje por Italia; y
falleció precisamente por la "picadura" del bisturí que le hizo en una autopsia un
estudiante. En aquel momento, cuando vuelve de sus vacaciones de Italia, pide el
protocolo y se encuentra con que las lesiones de las que muere su compañero
son las mismas lesiones que él tiene estudiadas en la sala de autopsias de las
mujeres. Él deduce que "partículas cadavéricas" habían producido la muerte del
profesor y que esas partículas cadavéricas, sin duda, eran las que eran el origen
de la infección y muerte. Efectivamente, él reflexiona y se da cuenta que en la
enseñanza a los alumnos, con lo primero que él empieza su trabajo por la
mañana todos los días con los estudiantes son las autopsias, estudiando las
causas y las lesiones de la muerte de las mujeres que habían fallecido el día
anterior; y que, posteriormente, pasaban a la sala de preparación de partos.
Inmediatamente asocia que están pasando las "partículas cadavéricas" desde la
sala de autopsias a la sala clínica de los alumbramientos, durante la exploración
de las parturientas. Tomó una decisión fundamental: colocar un letrero que decía:
"A partir de hoy, 16 de mayo de 1847, todo médico o estudiante que salga de la
Sala de autopsias y se dirija a la de los alumbramientos viene obligado, antes de
entrar en ésta, a lavarse cuidadosamente las manos en una palangana con agua
clorada dispuesta en la entrada. Esta disposición rige para todos sin excepción.
Firmado: Semmelweiss." Evidentemente sus compañeros obstetras y, sobre todo,
los profesores de mayor edad y autoridad que él -tenía en aquel momento 28
años- no aceptan esta situación; no aceptan que los médicos puedan ser la causa
de la muerte, cuando el médico es precisamente, "la causa de la vida de las
personas", y, por tanto, tiene fuertes opositores, siendo expulsado del Colegio de
Médicos de Viena, truncando su carrera, y tiene que volver a Budapest. La
situación que consiguió con el lavado de manos, fue el reducir la mortalidad de las
madres que daban a luz desde el 10% en el período 1841-1846, al 3% en 1847;
tasas equivalentes a las de la Sala 2ª, la de las matronas, que no recibían clases
231
de autopsias. También observa que no son sólo las partículas de los cadáveres,
sino que ellos mismos van llevando de enferma a enferma, en las exploraciones,
la infección, e introduce también la norma del lavado de manos entre cama y
cama; entre exploración y exploración, con lo que consigue en el año 1848 una
tasa de 1,27% frente al 1,33% en la sala de las comadronas, que también
introdujeron el lavado de manos. Había vencido, en cierta medida, la infección
hospitalaria, pero le costó la expulsión de Viena y tener que volver a Budapest.
Cuando él hace su informe, dolido de aquella situación en el año 1861, con los
datos que tenía, aparece una frase dramática y trágica, que dice: "Como resultado
de mi convicción, debo afirmar que sólo Dios sabe el número de pacientes que
fueron a la sepultura prematuramente por mi culpa. Ninguno de nosotros
sabíamos que estábamos causando numerosas muertes." 413
MEDIDAS PARA PREVENIR LA ENDOMETRITIS PUERPERAL
• Realización del mínimo necesario de tactos vaginales para la
monitorización del parto.
• Uso de antibioprofilaxis en cesáreas.
• Realización del mínimo necesario de instrumentación uterina.
• Uso de técnica aséptica en todos los procedimientos.
Fuente: Norma Técnica de Prevención y Control de Infecciones
intrahospitalarias. MINSA. Lima- Perú. 2004
413
Ignaz Semmelweis. Etiología, concepto y profilaxis de la fiebre puerperal. En: Organización
Panamericana. El desafío de la Epidemiología. Pub. Cient. 505. Washington: OPS, 1989: 47-62.
232
Fuente: Ministerio de Salud de Chile. Norma Técnica de Endometritis puerperal.
Fuente: Oficina de Epidemiologia del Hospital Arzobispo Loayza. Abril 2009.
233
Fuente: Oficina de Epidemiologia del Hospital Arzobispo Loayza. Abril 2009.
h)Prevención de tuberculosis nosocomiales, incluyendo multiresistentes.Según el Ministerio de Salud de Perú (MINSA) y la Organización Mundial de la
Salud (OMS), en el Perú, cada hora, cuatro a seis personas se enferman de
tuberculosis (TB), esto hace que al año se vean afectados de 35 000 a 50 000
individuos414 ; de todos ellos el 10% contrae la tuberculosis multidrogoresistente415
(TB-MDR) que es producida por cepas resistentes a las drogas más efectivas
para curar la TB como son la isoniacida y la rifampicina. Pero más grave aún, es
que el MINSA hasta agosto de 2008, ha notificado 192 casos de TB
extremadamente resistente (TB-XDR), producidos por cepas que han mutado,
haciéndose resistentes a las drogas más efectivas para curar a la TB-MDR, lo que
hace a estas cepas virtualmente incurables y altamente mortales. 416
Para la OMS y el Centro de Control de Enfermedades de EEUU (CDC) un sólo
caso de TB-XDR y quienes estuvieron en contacto con él, deben ser manejados
414
MINSA. Evaluación de la Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Control de la
Tuberculosis Año 2006. Disponible en: ftp://ftp2.minsa.gob.pe/descargas/dgsp/ESNtuberculosis/
normaspublicaciones/InfEvaluacion2006.pdf
415
WHO. Anti-Tuberculosis Drug Resistance In The World. Fourth Global Report.
WHO/HTM/TB/2008.394.
Disponible
en:
www.who.int/tb/publications/2008/drs_report4_26feb08.pdf
416
WHO. Report of the meeting of the WHO Global Task Force on XDR-TB. Geneva, Switzerland,
9-10. October 2006. WHO/HTM/TB/2007.375. Disponible en:
http://www.who.int/tb/challenges/xdr/globaltaskforcereport_oct06.pdf
234
como una situación de emergencia sanitaria.417 En el Perú esta medida aún no ha
sido considerada.418 Si consideramos que cada persona que enferma de TB,
contagia el bacilo tuberculoso de 15 a 20 personas cada año, y que las cepas
resistentes y extremadamente resistentes se transmiten de la misma manera que
las cepas sensibles, 8 las cifras de ciudadanos infectados por el bacilo
tuberculoso son enormes, por lo que el real diagnóstico de este escenario
epidemiológico en el Perú, es el de una epidemia no controlada de TBMDR/XDR.
Esta realidad peruana, conjuntamente con la de Haití, son las más graves de todo
el continente americano, siendo sólo semejante a lo que sucede en países
africanos, la india, el sudeste asiático y las ex repúblicas socialistas soviéticas,
como grafica claramente la OMS en su último reporte. 419
En el 2006, según el MINSA y la OMS, sólo los establecimientos del MINSA (sin
contar ESSALUD) de las provincias de Lima y Callao, notificaron 16 499 casos de
tuberculosis que largamente supera lo que reportó ese mismo año Colombia,
Ecuador, Argentina, Chile o Estados Unidos en todo su territorio. Además Lima y
Callao tuvieron la tasa de incidencia por 100 000 habitantes más alta en todo el
continente americano, por encima de Haití, Bolivia, Guyana y de algunos países
del África, lo que refleja la alta concentración de TB en estas provincias de Perú.
En ese mismo año, el número de casos de TB- MDR estimado para Perú fue de 3
972, mientras que en Brasil y México, que nos superan hasta ocho veces en
población, los casos de TB-MDR fueron inferiores, 1 464 y 1 564,
respectivamente. Igual que la TB, la realidad de TB-MDR/XDR en Perú sólo es
comparable con países de África sub-sahariana y de la ex república socialista
soviética. La TB-MDR y la TB-XDR se concentran en Lima y Callao en un 80 y
90%, respectivamente. 420
417
WHO. Guidelines for the programmatic management of drug-resistant tuberculosis Emergency
update
2008.
WHO/HTM/TB/2008.402.
Disponible
en:
http://www.who.int/tb/publications/2008/programmatic_guidelines_for_mdrtb/en/index.html
418
Del Castillo Barrientos, Hernan y otros. Epidemia de tuberculosis multidrogo resistente y
extremadamente resistente (TB-MDR/XDR) en el Perú, 2008. p.1
419
Ibidem p.2.
420
Ibidem
235
La gravedad de la epidemia de TB-MDR/XDR en Perú, se refleja en la aparición
de casos en niños lo que denota transmisión activa y reciente de la enfermedad,
ya que han sido contagiados por sus padres. Ante esta situación, el actual equipo
técnico de la Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Control de la
Tuberculosis (ESN-PCT) del Ministerio de Salud (Perú), no ha sido capaz de
afrontar el problema, y no ha introducido medidas preventivas efectivas para
impedir que sigan ocurriendo casos de TB-MDR y TB-XDR. La población no está
siendo informada de la dimensión del costo en vidas que viene cobrando esta
epidemia y el riesgo en el que se encuentra la ciudadanía al no prevenir este
daño, ya que los pacientes con esta enfermedad continúan en sus domicilios
contagiando a sus familiares y diseminado los bacilos tuberculosos resistentes en
la comunidad. 421 Y es, que en la actualidad, la aparición de cepas de TB MDR y
TB XDR que afectan pacientes, preferentemente en las grandes ciudades
costeras del Perú, empeoran esta situación, siendo aun más difícil para los
establecimientos de salud de Lima y Callao, que reportan 58% de casos de TB
drogo sensible, 82% de casos de TB MDR y 93% de casos de TB XDR del país.
En el Perú, el primer caso de TB XDR fue notificado en el año 1999, desde
entonces, hasta agosto de 2008 se han notificado 186 casos acumulados; de
ellos, 85% se concentra en los distritos de La Victoria, Lima Cercado, San Martín
de Porres, San Juan de Lurigancho, Ate, Santa Anita y El Agustino. 422
Recordemos que a comienzos de los años 90 se comenzó a registrar brotes
intrahospitalarios de tuberculosis, particularmente en los hospitales de las grandes
ciudades del mundo donde coexistían pacientes con tuberculosis y con SIDA.
Muchos de los casos involucrados en estos brotes fueron producidos por cepas
multirresistentes de M. tuberculosis y entre ellos se registró alta mortalidad. En
Mayo de 1991 el Departamento de Salud del Estado de Nueva York alertó sobre
brotes de TBC nosocomial que involucraron tanto pacientes como personal en
tres hospitales de Nueva York. Las cepas de M. tuberculosis identificadas
frecuentemente eran resistentes a muchas de las drogas antituberculosas. El
Departamento de Salud identificó como prioridades el diagnóstico y el tratamiento
421
Ibidem
Huaroto, Luz y Espinoza, Máximo Manuel. Recomendaciones para el control de la transmisión
de la tuberculosis en los hospitales. Rev. perú. med. exp. salud publica, jul./set. 2009, vol.26,
no.3, p.364-369. ISSN 1726-4634.
422
236
precoces de los pacientes con TBC y el aislamiento respiratorio de los pacientes
infecciosos. En un brote de TBC entre 8 trabajadores de la salud, se identificó
como condición favorecedora de la transmisión la demora en el tratamiento del
personal. 423
El riesgo de transmisión nosocomial de la tuberculosis entre el personal de salud
(PS)
es
reconocido
a
nivel
mundial,
y
constituye
un
problema
que,
adicionalmente, se extiende a pacientes y visitantes del hospital, y cuyo vínculo
epidemiológico muchas veces es difícil de demostrar. El riesgo que tiene el PS de
contraer la infección y enfermar, se debe a su permanencia en un establecimiento
de salud, pudiéndose afectar todo tipo de trabajadores: personal profesional, no
profesional, nombrado, contratado, residente, interno, estudiante o practicante,
etc. 424
El riesgo de transmisión nosocomial varía según el tipo de hospital y dentro del
mismo, del área de que se trate. Los hospitales pueden ser clasificados en: de
alto riesgo de transmisión (aquellos en los que se ha detectado transmisión
nosocomial), de riesgo intermedio (aquellos en los que no se ha detectado
transmisión persona a persona, asisten o tratan más de 6 pacientes con TBC
activa por año), bajo riesgo (examinan o tratan menos de 6 pacientes por año) y
de muy bajo riesgo (no tratan ni internan pacientes con TBC). El riesgo es mayor
en áreas del hospital donde se atiende a los pacientes antes de hacer el
diagnóstico, como salas de espera de áreas clínicas, guardia, o lugares donde se
realizan procedimientos inductores de tos. La aparición de casos entre los
trabajadores de la salud en un hospital puede ser considerada como
«marcadora», o como la punta del iceberg, de una situación nosocomial
subyacente preocupante, con condiciones dadas para facilitar la transmisión y
exige adoptar medidas de corrección.
425
Surge así la necesidad de implementar
medidas que disminuyan la posibilidad de transmitir tuberculosis dentro las
instituciones de salud, en lo posible sencillas y de bajo costo. Todas las medidas
a aplicar tienen por objeto en última instancia identificar y tratar precozmente los
423
Ortiz, María Cristina y otros. Prevención de la transmisión nosocomial de tuberculosis. Revista
Argentina
de
Medicina
Respiratoria.2004
Nº
1:
23-29.
En:
http://www.ramr.org.ar/archivos/numero/ano_4_1_oct_2004/prevencion.pdf
424
Ibidem
425
Ibidem p. 24
237
casos con TBC activa y Aislar a los pacientes bacilíferos internados. Los casos
internados con alta sospecha de TBC abierta también deben permanecer en
aislamiento hasta tanto se confirme o descarte el diagnóstico. Algunas de estas
medidas son de orden administrativo: 1) designar a una persona, o a un grupo de
personas como responsables del programa de control de tuberculosis dentro del
hospital, con autoridad para implementar las políticas que se consideren
apropiadas. 2) Diseñar e implementar protocolos escritos para el manejo inicial de
los casos sospechosos. 426 En el Perú para prevenir infecciones nosocomiales de
TBC se establece que los pacientes con infección VIH y SIDA atendidos en
hospitales o clínicas, en forma ambulatoria u hospitalizados, deben usar
protección respiratoria (respirador N95) durante su permanencia en el
establecimiento. Nunca deben permanecer en el mismo ambiente pacientes con
TBP-FP, pacientes con TB-MDR, síntomas respiratorios, por alto riesgo de
reinfección
exógena
nosocomial
con
bacilos
resistentes.
Estas
mismas
recomendaciones deben tomarse en cuenta en centros de elevado riesgo de
transmisión. 427
El trabajo elaborado por Luz, Huaroto y Máximo ESPINOZA, “Recomendaciones
para el control de la transmisión de la tuberculosis en los hospitales” (2009)
es muy ilustrativo al respecto a la prevención de la TBC en el ámbito hospitalario
razón por la cual lo reseñaremos “El CDC y la OMS han desarrollado, en las
últimas dos décadas, diversas guías para la prevención de la transmisión de la TB
en establecimientos de salud, de ellas, se han podido establecer las siguientes
medidas de control: 1) medidas de control administrativo, 2) medidas de control
ambiental y 3) medidas de protección respiratoria personal. Dichas guías
establecen que las medidas de control administrativo son las más importantes, ya
que si estas no se implementan o no se cumplen, las otras inevitablemente
perderán su utilidad. Estas medidas deben ser formuladas por un equipo
hospitalario multidisciplinario, integrado por personal de diferentes áreas, que
luego de un proceso de discusión y aprobación por consenso, permita formular un
“Plan de control de infecciones en tuberculosis”, específico para ese hospital.
Cada Plan de control de infecciones en TB de un hospital determinado será
426
Ibidem p. 26
MINSA. Noma Técnica de Salud para el control de la Tuberculosis. 2006. Resolución Ministerial
383-2006/INSA. Disponible en: ftp://ftp2.minsa.gob.pe/normaslegales/2006/RM383-2006.pdf
427
238
diferente al de cualquier otro hospital o establecimiento de salud, ya que cada uno
de ellos posee características propias.
Medidas de control administrativo
Son aquellas que impedirán el contacto entre el microorganismo infeccioso (M.
tuberculosis) y el humano susceptible. Como su nombre las describe, consiste en
un conjunto de normas institucionales que permitirán desarrollar la atención
médica hospitalaria con bajo riesgo de transmisión de TB. Para ello se necesita:
• Hacer una evaluación de riesgo del establecimiento para reconocer las áreas de
mayor riesgo de transmisión, las que serán priorizadas en la implementación del
plan de control de infecciones en TB.
• Las directivas claras permitirán implementar prácticas de trabajo eficaces, tales
como
la
detección
del
sintomático
respiratorio,
el
rápido
diagnóstico
baciloscópico, el tratamiento inmediato y la implementación de medidas de
aislamiento hospitalario. La elaboración de estas directivas, suponen un
profundo conocimiento de todos los procedimientos que pueden incrementar el
riesgo para la transmisión de TB, situación que muchas veces es desconocida
por el planificador. Según lo anteriormente anotado, la primera pregunta que
deberíamos hacer es ¿Existe en los manuales de procedimientos explicación
acerca del riesgo de generar gotitas capaces de transmitir la TB?
• Actividades de información, educación y comunicación sobre tuberculosis al PS,
pacientes y sus familiares. En las capacitaciones, la réplica que con más
frecuencia escuchamos en el PS es: “siempre he realizado este procedimiento
de la misma manera y nunca me ha pasado nada, ¿Por qué he de cambiarlo?”.
Por ello, las capacitaciones que motiven discusiones grupales, permiten llegar
mejor al PS y se debe de poner especial énfasis en el saber hacer.
• Por último, se debe realizar un registro uniforme y una vigilancia y seguimiento
cercano de la ocurrencia de enfermedad o infección tuberculosa en el PS (1), ya
que cada hospital la realiza de acuerdo con sus recursos, lo cual no permite
medir adecuadamente este problema y sincerar la información.
Medidas de control ambiental
Son aquellas que contribuyen a reducir la concentración de núcleos de gotitas
infecciosas en los ambientes, y permiten controlar la direccionalidad del flujo de
aire. Estas medidas se refieren a la posibilidad de maximizar la ventilación natural
239
o instalar sistemas de ventilación mecánica (sistema ideal). Otras medidas de
control ambiental pueden ser complementarias, como es el caso del uso de filtros
de alta eficiencia de filtración de partículas en el aire (HEPA) o luz ultravioleta,
inclusive el uso de ventiladores que permitan remover el aire en áreas de las
habitaciones, donde la ventilación natural no permite el recambio suficiente.
Obviamente la ventilación natural es la técnica menos costosa y más sencilla de
implementar, lo que se consigue garantizando la apertura de puertas y ventanas;
sin embargo, esto es difícil de obtener en épocas de clima invernal, especialmente
en las noches. Adicionalmente, el flujo natural del aire no es constante, pues
puede no haberlo o generarse turbulencias en diferentes momentos del día. Por
otro lado, la ventilación mecánica, garantiza un flujo de aire constante durante el
día, y una orientación de dicho flujo hacia donde se ha planificado. Su uso es
indispensable en la atención de pacientes con coinfección VIH/TB, TB MDR o TB
XDR; sin embargo, hay una fuerte predisposición de las autoridades a considerar
esta medida como muy costosa e imposible de aplicar en nuestro medio. No
obstante, sabemos de experiencias exitosas en hospitales donde se han
implementado adecuadamente, a un costo razonable (3). El inconveniente de la
ventilación mecánica es que requiere de controles de ingeniería precisos,
realizados por empresas con experiencia en este campo y con mantenimiento
preventivo periódico que garantice su correcto funcionamiento. Actualmente, la
institución que cuenta con profesionales capacitados para evaluar y vigilar estos
ambientes es el Instituto Nacional de Salud (INS).
Es necesario recalcar que la opción de colocar equipos de luz ultravioleta en
ambientes donde no se puede utilizar ventilación artificial o mecánica es lo
adecuado, pero es necesario insistir que no se trata de colocar simplemente un
fluorescente UV dentro de cualquier ambiente, los sistemas de luz ultravioleta
tienen características técnicas que permiten inactivar al Mycobacterium
tuberculosis sin dañar al PS, pacientes ni a familiares, para esto deben realizarse
supervisiones diarias. Lamentablemente, en la actualidad los equipos de luz UV
no están disponibles en el mercado nacional.
Medidas de protección respiratoria personal
Son las medidas que protegen al PS en áreas donde la concentración de núcleos
de gotitas de M. tuberculosis no puede ser reducida adecuadamente por las
240
medidas de control administrativo y ambiental. Estas medidas involucran
particularmente el uso de respiradores N-95, por parte del PS, y mascarillas por
parte de los pacientes. Complementan y de ningún modo sustituyen a las medidas
de control administrativo y ambiental, es decir, sin la implementación de las otras
medidas no funcionan e incluso, podrían contribuir a incrementar el riesgo de
transmisión de TB al brindar una falsa sensación de seguridad al PS (14).
Lamentablemente, muchas veces el trabajador asume que esta medida es la más
importante y descuida la implementación de las otras dos medidas de control.
Las medidas de protección respiratoria se basan en la adquisición de la cantidad
adecuada de respiradores N95 y mascarillas, su distribución oportuna y la
capacitación en su mantenimiento y uso adecuado; estas disposiciones deben
estar normadas en las medidas administrativas mencionadas anteriormente.
Los respiradores están diseñados para proteger al personal, de la inhalación de
gotitas infecciosas; para este fin disponen de un filtro que brinda, de acuerdo con
el tipo y fabricante, diferentes niveles de eficiencia de filtración, tenemos así
respiradores con 95, 99 y 99,7% de eficiencia de filtración. En general, los
respiradores N95 son los adecuados para proteger a los trabajadores de la
exposición al M. tuberculosis.
Uno de los problemas al que se enfrentan los funcionarios, cuando desean
adquirir respiradores, es la variedad de modelos y marcas que existen en el
mercado y, por otro lado, la variación en el tamaño y forma de la cara de los
usuarios. Es por estos motivos que no hay un solo tipo de respirador que pueda
adaptarse correctamente a todo el personal. Además, hay que tener en cuenta
que para que la protección sea efectiva, el respirador se debe ajustar
perfectamente a la cara de la persona para evitar fugas por los bordes, ya que
eso implicaría posibilidad de inhalación de las gotitas infecciosas. De igual
manera, la presencia de vello o barba impide el uso adecuado de los
respiradores.
Para optimizar el uso de estos respiradores, se ha diseñado una prueba
denominada “prueba de ajuste”, que asegura que el respirador realmente está
protegiendo al usuario. Mediante la implementación de esta prueba, verificamos
que el tamaño del respirador corresponda al tamaño de la cara del usuario, que el
ajuste a su cara sea el adecuado y que no existan fugas. Lamentablemente, esta
241
prueba no se realiza en forma rutinaria en nuestro medio, ya que ningún
establecimiento cuenta con los implementos necesarios para realizarla.
Estudios llevados cabo por el National Institute for Occupational Safety and Health
(19,20) muestran que la protección respiratoria que se alcanza con el uso de los
respiradores N-95, con prueba de ajuste, es de 96% y, cuando son utilizados sin
prueba de ajuste la protección baja a 70%. Por ello, será necesario implementar
esta prueba en todos los establecimientos de salud que utilicen estos
respiradores.
Uno de los problemas mayores del uso del respirador es la incomodidad y las
reacciones alérgicas que el PS eventualmente pueda presentar. Estos problemas
tienen que estar contemplados en el plan de control de infecciones, con el fin de
darles una adecuada solución, si se presentan, por ejemplo, reubicar al PS hacia
otras áreas que no sean de riesgo alto para la transmisión de tuberculosis. Así
mismo, si no se acompaña de un enérgico plan de vigilancia y supervisión, no se
logrará la protección esperada. Otro problema, es el tiempo de uso del respirador
y su recambio; en realidad es tan variable que no se puede definir un tiempo
preciso, puesto que depende de varios factores que tienen que ver con el estado
de los filtros, la humedad, el estado de los elásticos y del clip metálico. Sin
embargo, es preciso determinar un tiempo promedio, ya que es necesario tener
esta información para hacer el requerimiento y la compra de respiradores.
Cada uno de los establecimientos de salud, deberá calcular sus tiempos promedio
de recambio, de acuerdo con el nivel de riesgo. Así, no será lo mismo estimar el
tiempo de uso, por parte de un personal que usa el respirador en turnos de
guardia de doce horas dos veces por semana, que el personal que trabaja un
turno de seis horas seis veces a la semana, o el personal que realiza
procedimientos de alto riesgo como broncofibroscopía, necropsias, etc. El
respirador es de uso obligatorio por todo el PS que permanezca, por algún motivo,
en las áreas de alto riesgo de transmisión, incluyendo al personal de limpieza, de
mantenimiento de equipos, otros pacientes y sus familiares.
La protección respiratoria también incluye al paciente con tuberculosis o con
sospecha de ella. En estos pacientes se sugiere el uso mascarillas simples o
cubrebocas quirúrgicos, los cuales No están diseñados para proteger a la persona
que las lleva puestas contra la inhalación de núcleos de gotitas infecciosas que
242
circulan en el aire, pues no tienen el filtro especial que se encuentran en los
respiradores. Su función principal es atrapar las gotitas generadas por el paciente,
y así evitar la propagación de los bacilos, desde la persona que la tiene puesta,
hacia los otros. Es por esta razón que su uso principal tiene como público objetivo
a los pacientes con TB BK positivo, aunque también es importante su uso en
sintomáticos respiratorios o con sospecha de TB, especialmente para cuando se
les traslada de las salas de aislamiento a otros servicios o instituciones, cuando
reciben visitas o se les moviliza dentro del hospital, etc. Esta medida no siempre
es bien aceptada ni tolerada por el paciente, por este motivo se debe utilizar
estrategias educativas orientadas al correcto entendimiento por parte del
paciente, explicando el alcance y los beneficios del uso para la institución, e
incluso para su entorno familiar.
Es necesario recalcar que el uso de respiradores o mascarillas, fuera de estas
situaciones, no protege al personal de salud. El uso racional de la protección
respiratoria bajo las políticas establecidas en el Plan de Control de Infecciones en
TB brindará una eficaz protección al personal de salud, al paciente y a los
familiares, por otro lado permitirá reducir los costos para el establecimiento de
salud.
Actualmente, tanto el Instituto Nacional de Salud del Niño, como en los Hospitales
Dos de Mayo, Cayetano Heredia, Arzobispo Loayza, Hipólito Unanue, María
Auxiliadora, Sergio Bernales, Hospital de Huaycán en Lima, Daniel A. Carrión y
San José en el Callao, Hospital Santa Rosa de Piura, Hospital Regional de
Trujillo, Hospital Lambayeque, Hospital La Caleta Chimbote, Hospital Regional de
Ica, Hospital Goyeneche de Arequipa, Hospital Regional de Cusco y Hospital
Regional de Puno, tienen aprobados por Resolución Directoral sus respectivos
planes de control de infecciones en TB y se encuentran en proceso de
implementación.
Para implementar un plan de control de infecciones se requiere de un decidido
apoyo de las autoridades de los establecimientos de salud, estos planes deben
estar incluidos dentro de sus planes operativos institucionales y ser parte de las
actividades de los comités de infecciones intrahospitalarias, ya que su aplicación
compromete a todo el hospital y no a un servicio específico. Es necesario recordar
que los pacientes con TB, cuando ingresan al hospital en búsqueda de atención,
243
pueden acudir a cualquiera de los servicios hospitalarios y, mientras tanto, todos,
incluyendo el paciente, desconocen su condición de enfermedad TB. Más aun, de
acuerdo con la normativa vigente, los pacientes con TB MDR y TB XDR, antes de
iniciar el tratamiento específico, deben ser evaluados por los servicios de
otorrinolaringología, psiquiatría, oftalmología, y servicio social, sin considerar que
tienen que pasar por radiología y laboratorio frecuentemente.
Las autoridades de los hospitales, deben priorizar la implementación y
financiamiento de las actividades del plan de control de infecciones en TB,
emitiendo las directivas necesarias. Este plan debe ser incluido dentro del Plan
Operativo Institucional (POI), a fin de disponer del presupuesto suficiente para el
desarrollo de cada actividad. Así mismo, inmediatamente después de la ejecución
de los planes de control, deben implementarse los respectivos planes de
vigilancia y supervisión luego se deberá realizar las evaluaciones respectivas para
analizar los resultados y el impacto de la implementación. Existe evidencia que el
PS, a pesar de estar capacitado y tener conceptos claros respecto a lo que se
debe hacer (saber), no siempre aplica estos conocimientos en su trabajo (saber
hacer). Por ejemplo, el PS sabe que debe usar el respirador N-95 en las áreas de
riesgo de transmisión de TB, pero a veces no lo usa, o se lo colocan mal, o en
otros momentos el PS utiliza el respirador N-95 en lugares que no corresponden a
las áreas de riesgo identificadas. Así mismo, el ingreso o rotación de PS,
evidencia el desconocimiento de la forma correcta de colocarlo para que
mantenga un cierre hermético de protección: uso de un solo elástico o no
presionan el clip metálico en el dorso de la nariz. Por eso es necesario hacer
supervisiones frecuentes para conocer las causas de este problema y tomar las
medidas de solución pertinentes. Cada plan de control de infecciones debe ser
evaluado anualmente, de acuerdo con los indicadores de resultado.” 428
i) Prevención de Infecciones por sangre y derivados (VHB, VHC, VIH).- La
administración de sangre y sus productos, si bien ha contribuido a salvar la vida
de los pacientes, puede exponerlos a la adquisición de infecciones debidas a
diversos agentes infecciosos cuando no se cumplen los procedimientos de
428
Huaroto, Luz y Espinoza, Máximo Manuel. Recomendaciones para el control de la transmisión
de la tuberculosis en los hospitales. Rev. perú. med. exp. salud publica, jul./set. 2009, vol.26,
no.3, p.364-369. ISSN 1726-4634.
244
detección de agentes infecciosos en la sangre o no se cuenta con recursos
suficientes para su adecuado almacenaje. Así, fue posible controlar parcialmente
la ocurrencia de hepatitis post-transfusional y se avanzo en el conocimiento de
otras causas de hepatitis post transfusional incluyendo al Virus de Hepatitis C y al
Virus de Hepatitis Delta. Otros agentes infecciosos virales, bacterianos y
protozoarios, pueden ser transmitidos a través de transfusiones. 429 Cada vez que
se deba administrar al paciente fluidos y sangre o sus derivados se debe practicar
la higiene de las manos, medidas adecuadas de desinfección, esterilización,
asepsia y antisepsia. Además todo el material debe ser estéril y se deben revisar
las bolsas de infusión en relación a roturas, coloración, turbidez de los fluidos. En
los países con escasos recursos, deberán aplazarse las transfusiones cuando no
se
cuente
con
los
insumos
necesarios
para
practicar
las
pruebas
correspondientes de descarte de hepatitis y HIV. Los Bancos de Sangre
establecerán y documentaran procedimientos para determinar las pruebas
adicionales que se aplicaran a cada unidad de sangre donada, para evitar la
transmisión de infecciones a través de las transfusiones de sangre y componentes
sanguíneos. Para ello, se tomara en cuenta la situación epidemiológica de la
región geográfica, la sensibilidad y especificidad de las metodologías de
laboratorio, y las características de los futuros receptores de sangre y de
componentes sanguíneos.430 No se transfundirá sangre completa o componentes
sanguíneos si uno o mas de los resultados de las pruebas de tamizaje es positivo.
Los Bancos de Sangre encargados de la transfusión deben investigar
rápidamente los casos sospechosos de enfermedades transmitidas por
transfusión. Si se confirma la transmisión de una enfermedad o esta no puede
descartarse, el servicio encargado de la recolección será notificado y las unidades
identificadas. Los Bancos de Sangre encargados de la recolección establecerán
procedimientos para las investigaciones de tales incidentes. Los resultados de las
investigaciones serán informados a Los Bancos de Sangre encargados de la
transfusión. Los Bancos de Sangre establecerán procedimientos para informar a
429
Figueredo, Adayza y otro. Infecciones adquiridas a través de transfusiones de sangre y
derivados.
Hospital
Universitario
de
Caracas.
En:
http://www.mikrosdigital.com/revista/libro_50/libro50_9.pdf
430
Ibidem p.44
245
las autoridades competentes sobre los casos de enfermedades infecciosas
transmitidas por transfusión. 431
j) Prevención de Infecciones nosocomiales por virus respiratorios.- Para
prevenir el contagio de cualquier tipo virus respiratorio se debe saber que su
transmisión es a través del contacto directo de secreciones de personas
infectadas para prevenir ello se debe efectuar lavado de manos, antes y después
atender a un enfermo. También se considera el cubrir nariz y boca con un pañuelo
desechable al toser o estornudar de parte del paciente y eventualmente el uso de
mascarilla por parte del personal médico y el paciente.
Huamán Bravo manifiesta que en odontología es necesario enfatizar medidas de
prevención contra las infecciones que pudieran transmitirse por la vía de los
aerosoles generados por instrumentos rotatorios y ultrasónicos (sistema de
refrigeración) en todos los procedimientos como periodoncia, cirugía oral,
endodoncia, prótesis, odontopediatría. El riesgo de adquirir una infección en la
práctica odontológica no es solo para el odontólogo, sino también para el personal
auxiliar y los mismos pacientes. Por otro lado el problema de adquirir una
infección significa la suspensión temporal del ejercicio profesional, gastos en
tratamiento y recuperación. En término de exposición a un agente infeccioso las
que más deben preocuparnos por su diseminación a través de aerosoles son: el
Mycobacterium Tuberculoso, virus como el adenovirus, rinovirus, influenza, virus
sincitial respiratorio que son causantes de muchas enfermedades respiratorias.
En el Perú el problema principal en salud pública es la tuberculosis que afecta a la
población, por lo que constituye un riesgo sino se aplican las medidas preventivas
al momento de atender a estos pacientes. El Cirujano Dentista y su ayudante se
estima inhalarían 0,014 ul de saliva en un período máximo de 15 minutos y en el
peor de los casos de 0,12 ul en el mismo intervalo de tiempo, lo cual hace pensar
en posibles infecciones respiratorias. 432
431
Ibidem p.45
Huamán Bravo, Rolando Anibal (2004). Nivel de conocimiento y aplicación de las medidas
preventivas para reducir el riesgo de enfermedades transmisibles a través de los aerosoles en
alumnos de la Facultad de Odontología de la UNMSM.. Universidad Nacional Mayor de San
432
246
MEDIDAS DE PREVENCION DE INFECCIONES DE LA VIA RESPIRATORIA BAJA
Uso de humidificadores en cascada que no producen aerosoles.
Kinesiterapia respiratoria en pacientes que se van a intervenir quirúrgicamente de abdomen
superior o tórax.
Técnica aséptica para la manipulación de todos los equipos de terapia respiratoria.
Uso de fluidos estériles en los humidificadores de los respiradores y nebulizadores.
Llenado de reservorios húmedos lo más cerca posible de su uso y de preferencia
inmediatamente antes de usarlos.
Eliminación del líquido que se condensa en los corrugados de los respiradores evitando el
reflujo al reservorio.
Cambio de todos los elementos que se usan en terapia respiratoria entre pacientes.
Uso de equipos de terapia respiratoria estériles o desinfectados de alto nivel.
Reducir la aspiración de secreciones al mínimo indispensable.
La aspiración de secreciones debe ser realizada por personal entrenado, con técnica aséptica,
guantes en ambas manos y con la asistencia de un ayudante.
Aislamiento de pacientes infectados con el tipo de aislamiento de acuerdo al cuadro clínico y vía
de transmisión del microorganismo patógeno.
Intubación endotraqueal por el período mínimo indispensable.
Cambio de nebulizadores en cada procedimiento.
Fuente: Norma Técnica de Prevención y Control de Infecciones intrahospitalarias. MINSA. LimaPerú. 2004
k) Prevención de Infecciones por accidentes laborales.- Las enfermedades
infecciosas tienen mucha más importancia para el personal de los servicios de
sanidad que para cualquier otra categoría profesional. En los hospitales y
laboratorios la "bioseguridad" resulta especialmente importante, debido al riesgo
evidente de que los enfermos transmitan infecciones al personal y viceversa. Con
frecuencia, los profesionales de la sanidad han venido trabajando como si su
profesión les inmunizara de alguna manera contra los agentes infecciosos con
que entran en contacto durante su trabajo normal. Aunque cualquier agente
microbiológico pueda ser una fuente de infección, la tuberculosis ocupa
históricamente un lugar predominante, últimamente la hepatitis virósica B ha
suscitado una gran inquietud, y en los últimos años el espectro del virus del
linfocito T humano (HTLV III) y su capacidad de provocar el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (SIDA) ha provocado una intensa angustia en
algunos ambientes hospitalarios.
433
En Argentina se recomienda que los
Marcos, Lima, Perú [en linea]: http://www.cybertesis.edu.pe/sisbib/2004/huaman_br/html/indexframes.html
433
CEPIS/OPS. Capítulo V: Seguridad e higiene del trabajo en los servicios médicos y de salud.
En: http://bvsde.per.paho.org/bvsair/e/repindex/repi61/ectsms/ectsms.html
247
trabajadores
de
la
salud
infectados
con
HIV,
con
otra
enfermedad
inmunosupresora, con tratamientos prolongados con inmunosupresores, o
diabéticos, no trabajen en contacto con pacientes TBC o en áreas de riesgo del
hospital. 434
Las tareas de prevención
están a cargo del Comité de Infecciones
Intrahospitalarias el que debe establecer un seguimiento de exposiciones a
material cortopunzante, implementar las precauciones estándar, capacitar al
personal en las medidas de bioseguridad, promover la implementación de la
inmunización para hepatitis B en los trabajadores de salud y medidas para
prevenir la transmisión de TBC en el personal de los centros hospitalarios. En ese
sentido, deben existir normas y procedimientos destinados a proteger al personal
de salud de accidentes cortopunzante, así como el cumplimiento de la normativa
del Programa Nacional de Control de Tuberculosis, sobre medidas de prevención
para romper la cadena de transmisión de TBC en el personal hospitalario. 435
Fuente: Oficina de Epidemiologia del Hospital Arzobispo Loayza. Abril 2009.
434
Ortiz, María Cristina y otros. Prevención de la transmisión nosocomial de tuberculosis. Revista
Argentina
de
Medicina
Respiratoria.2004
Nº
1:
23-29.
En:
http://www.ramr.org.ar/archivos/numero/ano_4_1_oct_2004/prevencion.pdf
435
Manual de Prevención y Control de Infecciones intrahospitalarias OGE - RENACE / Vig. Hosp.
DT 001 - 2000 V.1. OFICINA GENERAL DE EPIDEMIOLOGIA - Red Nacional de Epidemiología.
Ministerio de Salud del Perú. PROYECTO ―Enfrentando a las amenazas de las Enfermedades
Emergentes y Reemergentes‖ – VIGIA. En: http://www.minsa.gob.pe/infovigia
248
Tuberculosis (TB) en Trabajdores de Salud - INEN
2001- 2006
7
6
S
O
S
A
C
N
5
4
3
2
1
0
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Fuente: Instituto Nacional Enfermedades Neoplasias-INEI
La bioseguridad es un término utilizado en la seguridad de procedimientos
biológicos en laboratorios es un termino que se ha extendido a los
establecimientos de salud e implica comportamiento encaminados a lograr
actitudes y conductas que disminuyan el riesgo del trabajador de la salud de
adquirir infecciones en el medio laboral. En síntesis son un conjunto de medidas
preventivas para proteger la salud y seguridad de las personas en el ambiente
hospitalario frente a diferentes riesgos biológicos, físicos, químicos, psicológicos o
mecánicos y que incluye normas de comportamiento y manejo preventivo frente a
los microorganismos potencialmente patógenos. El objetivo de estas normas es
proteger a las personas (pacientes y trabajadores en los accidentes laborales) y
prevenir las infecciones intrahospitalarias. Bajo esta óptica se considera a todos
los pacientes y sus fluidos corporales, como potencialmente infectantes y se debe
tomar precauciones necesarias para prevenir que ocurra transmisión. 436
436
Dirección General de Salud Ambiental- DIGESA. Manual de Salud Ocupacional. Lima- Perú.
2005. p.59-64
249
Fuente: Oficina de Epidemiologia del Hospital Arzobispo Loayza. Abril 2009.
Las precauciones estándar son una Política de Control de Infecciones que implica
un conjunto de técnicas y procedimientos para la protección del personal de salud
de posibles infecciones por ciertos agentes, principalmente VIH, VHB, VHC, TBC,
durante las actividades de atención a pacientes o durante el trabajo con sus
fluidos o tejidos corporales. Buscan la disminución del riesgo de transmisión de
microorganismos de cualquier fuente hospitalaria. Se aplica en todas las
situaciones en las que se manipula sangre, fluidos corporales, secreciones y
250
elementos punzantes o cortantes. En las precauciones estándares están
considerados: 437
a. Lavado de manos: Forma más eficaz de prevenir la contaminación cruzada
entre pacientes, personal hospitalario y visitantes. Reduce la flora normal y hace
una remoción de flora transitoria para disminuir diseminación de microorganismos
infecciosos.
b. Barreras de protección: Implica el uso de guantes, mascarillas, lentes,
mandiles o delantales.
Uso de guantes.- Sirven para disminuir la transmisión de gérmenes del
paciente a las manos del personal, nunca son un sustituto del lavado de
manos. Forman microporos cuando son expuestos a: esfuerzo físico o líquidos
utilizados en la práctica diaria (desinfectantes líquidos, jabón, etc.), lo que
permiten la diseminación cruzada de gérmenes.
El uso de guantes es imprescindible para todo procedimiento que implique
contacto con: sangre y otros fluidos corporales considerados de precaución
universal, piel no intacta, membranas mucosas o superficies contaminadas con
sangre. Una vez colocados los guantes, no tocar superficies ni áreas
corporales que no estén libres de contaminación; los guantes deben cambiarse
entre pacientes. El empleo de doble guante medida eficaz en la prevención del
contacto de las manos con sangre y fluidos de precaución universal. Disminuye
riesgo de infección ocupacional en 25%.
Mascarillas: Sirven para prevenir la transmisión de microorganismos que se
propagan a través del aire y aquellos cuya puerta de entrada y salida pueden
ser al aparato respiratorio. Especialmente debe usarse en áreas de alto riesgo
para la transmisión de TBC.
Lentes protectores: Forma de protección de los ojos adaptable al rostro, debe
cubrir completamente el área periocular. Usos: Atención de emergencia
quirúrgica, sala de operaciones, Centro obstétrico, procedimientos invasivos,
necropsias.
437
Ibidem
251
Mandiles y delantales: Vestimenta de protección corporal para la exposición a
secreciones, fluidos, tejidos o material contaminado.
Fuente: OMS. Prevención de las infecciones nosocomiales. Guía Práctica. Malta. 2003
Otra precaución estándar es tener ambientes con adecuada ventilación e
iluminación pues ello previene la transmisión de infecciones que se transmiten por
vía aérea (tuberculosis, infecciones respiratorias altas virales en los niños, etc.).
La separación entre cama y cama debe ser de 1.5 m. Todo ambiente debe
recambiar aire 6 veces en una hora. El ingreso de luz debe ser de preferencia
natural durante la jornada de trabajo. Es importante la desinfección, esterilización
o descarte adecuado de los instrumentos luego de usarlos: Se debe eliminar los
agentes infecciosos mediante procedimientos de desinfección o esterilización,
antes del descarte de material médico-quirúrgico o reutilización del mismo. Se
debe sumergir el material no descartable (tijeras, agujas de punción o biopsia,
pinzas, etc.) luego de su uso: en solución con detergente, lavado, desinfección o
esterilización por calor seco o húmedo. Finalmente se debe clasificación
adecuadamente a pacientes hospitalizados teniendo en cuenta su posibilidad de
252
contagio y la forma de transmisión de su enfermedad (vía aérea, por gotitas o por
contacto). 438
En conclusión los empleados de los hospitales también pueden transmitir
infecciones a los pacientes y a otros empleados. Por lo tanto, es preciso
establecer un programa para evitar y tratar las infecciones del personal de los
hospitales. Se necesita examinar la salud de los empleados en el momento de la
contratación y dicho examen debe comprender los antecedentes de inmunización,
la exposición previa a enfermedades transmisibles (por ejemplo, tuberculosis) y la
inmunidad. Algunas infecciones previas (por ejemplo, por el virus de la varicela
zóster) pueden evaluarse con pruebas serológicas. Las inmunizaciones
recomendadas para el personal comprenden vacunas contra la hepatitis A y B, la
influenza (anualmente), el sarampión, la parotiditis, la rubéola, el tétanos y la
difteria. Se puede considerar la posibilidad de inmunización contra la varicela en
determinados casos. La prueba cutánea de Mantoux permitirá documentar una
infección tuberculosa anterior y debe realizarse para efectos de evaluación
básica. Es preciso establecer normas específicas para el período posterior a la
exposición
y
asegurar
su
cumplimiento
en
el
caso
del
virus
de
la
inmunodeficiencia humana (VIH), hepatitis A, B, C y E, Neisseria meningitidis,
Mycobacterium tuberculosis, varicela zóster, Corynebacterium diphtheriae,
Bordetella pertussis y rabia. 439
Los accidentes punzocortantes según el MINSA, entre el 2005 y primer trimestre
de 2009, se notificaron 893 accidentes punzo cortantes en el personal de salud de
52 establecimientos de salud en 25 DISA/DIRESA a nivel nacional.
Más
detalladamente 82 casos en 2005, 196 casos en 2006, 219 casos en 2007, 271
en 2008 y 123 casos en el primer trimestre de 2009. En relación a los casos de
tuberculosis
pulmonar
establecimientos
de
frotis
salud
positivo
en
25
en
el
personal
DISA/DIRESA
de
a
salud
nivel
de
52
nacional.
Lamentablemente, en relación a la transmisión ocupacional en el personal de
salud de Hepatitis B y de la Infección de VIH, el MINSA no cuenta con una
438
Ibidem
Organización Mundial de la Salud. Prevención de las infecciones nosocomiales. Guía Práctica.
Malta. 2003.p. 61
439
253
metodología para determinar número de casos existentes, no obstante existir
evidencia probabilística cotejable en la literatura médica y la Norma Técnica de
Salud que establece el Listado de Enfermedades Profesionales aprobada por la
Resolución
Ministerial
Nº
480-2008-MINSA
que
el
contagio
de
estas
enfermedades es altamente probable en residentes, internos, estudiantes,
rotantes, personal técnico y personal auxiliar. 440
Fuente: Norma Técnica de Salud que establece el Listado de Enfermedades Profesionales.
Resolución Ministerial Nº 480-2008-MINSA
El Seguro Complementario de Trabajo
de Riesgo (SCTR) entiende como
enfermedad profesional todo estado patológico permanente o temporal que
sobreviene al trabajador como consecuencia directa de la clase de trabajo que
desempeña o de medio en que se ha visto obligado a trabajar. En caso que una
enfermedad no aparezca en la Tabla de Enfermedades Profesionales, pero se
440
Nota Informativa No 0251-2009-DGE-DVE-DSVSP/MINSA
254
demuestre que existe relación de causalidad con la clase de trabajo que
desempeña el trabajador o el ambiente en que labora, será reconocida como
Enfermedad Profesional.441 En caso de accidente de trabajo o enfermedad
profesional que se produzcan como consecuencia directa del incumplimiento de
las normas de salud ocupacional o de seguridad industrial o por negligencia grave
imputables a la entidad empleadora o por agravación de riesgo o incumplimiento
de las medidas de protección o prevención EsSalud o la Entidad Prestadora de
Salud y la ONP o la Aseguradora, cubrirán el siniestro, pero podrán ejercer el
derecho de repetición por el costo de las prestaciones otorgadas contra la Entidad
Empleadora. 442 La cobertura de salud por trabajo de riesgo otorga, como mínimo,
las siguientes prestaciones: a) Asistencia y asesoramiento preventivo promocional
en salud ocupacional a la entidad prestadora y a los asegurados; b) Atención
médica, farmacológica, hospitalaria y quirúrgica, cualquiera que fuere el nivel de
complejidad; hasta la recuperación total del asegurado o la declaración de una
invalidez permanente total o parcial o fallecimiento. El asegurado conserva su
derecho a ser atendido por el Seguro Social en Salud con posterioridad al alta o a
la declaración de la invalidez permanente; c) Rehabilitación y readaptación laboral
al asegurado inválido bajo este seguro; d) aparatos de prótesis y ortopédicos
necesarios al asegurado inválido bajo este seguro.
443
Esta cobertura no
comprende los subsidios económicos que son otorgados por cuenta del Seguro
Social de Salud. La cobertura de invalidez y sepelio por trabajo de riesgo
protegerá obligatoriamente al asegurado o sus beneficiarios contra los riesgos de
invalidez o muerte producida como consecuencia de accidente de trabajo o
enfermedad profesional; otorgando las siguientes prestaciones mínimas: a)
Pensión de Sobrevivencia; b) Pensiones de Invalidez y c) Gastos de Sepelio. 444
441
442
443
444
Artículo 3 del Decreto Supremo N° 003-98-SA, Normas Técnicas del Seguro
de Trabajo de Riesgo.
Artículo 12 del Decreto Supremo N° 003-98-SA, Normas Técnicas del Seguro
de Trabajo de Riesgo.
Artículo 13 del Decreto Supremo N° 003-98-SA, Normas Técnicas del Seguro
de Trabajo de Riesgo.
Artículo 18 del Decreto Supremo N° 003-98-SA, Normas Técnicas del Seguro
de Trabajo de Riesgo.
255
Complementario
Complementario
Complementario
Complementario
CAPITULO V
SITUACION ACTUAL DEL SISTEMA DE PREVENCION Y CONTROL
DE INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS EN EL PERÚ
La producción de daños por los médicos y las estructuras de salud, el ejecutarse
los servicios médicos, constituye un serio problema en la sociedad, que debe ser
enfrentado a través de medidas preventivas, correctivas y sancionadoras
especialmente en el ámbito de la administración hospitalaria. Ciertamente, como
bien sostiene Woolcott, cabe preguntarse si el sistema de salud debe empeñarse
en reducir los índices de eventos adversos o si el problema se resuelve solo con
individualizar a uno de los operadores del sistema de salud – bien al médico, bien
a la estructura sanitaria- para adjudicarle la responsabilidad por los daños
médicos.
445
Así, circunscribir nuestra atención solamente en la responsabilidad
médica subjetiva es tener una visión recortada del problema de los daños
médicos, por ello debemos abrir nuestro análisis
más allá de la negligencia
médica hacia supuestos más propios de la responsabilidad civil objetiva. Para
muestra un botón, un reciente estudio de infecciones nosocomiales en el Hospital
Cayetano Heredia revelo que este no cuenta con protocolos de manejo ni con
guías de practica clínica de Infecciones Intrahospitalarias, y que la terapia
empírica frecuentemente usada se basa en asociación de quinolonas y
cefalosporinas de tercera generación, a las cuales el germen más común,
muestra alta resistencia. La investigación determinó que se requiere establecer
guías de manejo adecuadas a nuestra realidad, así como la implementación de
programas obligatorios de reporte y de seguimiento de las tasas de infecciones
nosocomiales que contribuyan con información en tiempo real de información
relacionada a la flora hospitalaria dominante y su sensibilidad antibiótica para
poder ofrecer a los pacientes de terapias empíricas adecuadas a la realidad local
y establecer medidas de prevención y control que permitan reducir las tasas de
infecciones nosocomiales, mejorar práctica clínica y brindar seguridad a los
pacientes hospitalizados.
446
En ese sentido, conocer el estado actual de la
445
Woolcott, Olenka. Ibidem. p.143.
Flores Siccha, Marjorie Katherine, Perez Bazan, Laura Mónica, Trelles Guzman, Marita
Grimanesa et al. Infección urinaria intrahospitalaria en los servicios de hospitalización de
446
256
infraestructura hospitalaria condicionante de la producción de un significativo
número de daños médicos será importante en aras a una mejor regulación de los
daños médicos. Claro esta que la solución integral a la prevención y reparación de
daños médicos involucra a médicos, pacientes, estructura hospitalaria, gremios
médicos, sociedad civil, y particularmente al Estado.
Finalmente, es bueno tener presente que actualmente existe una propensión a
construir y orientar el modelo de responsabilidad civil en función de la protección
de los damnificados, lo que coincide con la persistencia del interés colectivo por
que la mayoría de daños sean cubiertos por la seguridad social, sobre todo en
modelos de ―Estado Social o de Bienestar‖, 447 lo que si bien es cierto no siempre
será posible se debe reconocer que es la mejor manera de hacer difusión de
riesgos sociales con tasas altas de accidentabilidad o morbilidad. Empero, ello sin
detrimento de la obligación propia e inalienable de determinados sujetos
(empresarios y el propio Estado) que están llamados a contribuir con un proyecto
de protección ―global‖ del individuo contra las eventualidades dañosas vinculadas
a sus actividades. 448
5.1. INFRAESTRUCTURA HOSPITALARIA DEL PERU
La historia de los hospitales en el Perú se inicia con la consolidación de la
conquista española y el asentamiento de los españoles. Al analizar el origen y
desarrollo de los hospitales en esta época se debe destacar el esfuerzo de las
hermandades religiosas y el rol que tuvo la autoridad, en este caso la Corona
española. Se impulsó a través de las Reales Células y Leyes de la Corona desde
el inicio del Virreynato en 1542 el desarrollo de estos servicios. La Recopilación
de las Leyes de Indias de 1680 igualmente obligaba a la fundación de hospitales
en todos los pueblos de indios y españoles para curar a los enfermos449. El
desarrollo de los hospitales se encuentra muy ligado con la evolución de los
servicios de salud de la Ciudad de Lima. Es así que por el año 1538 se crea el
primer servicio o casa enfermería en la Calle de la Rinconada de Santo Domingo,
Medicina de un Hospital General. Rev Med Hered. [online]. abr./jun. 2008, vol.19, no.2 [citado
03 Enero 2010], p.44-45.
447
Rodotà, Stefano. Modelos y Funciones de la Responsabilidad Civil. En: Revista Thémis No 50.
Lima – Perú. 2005.p. 201.
448
Cfr, Ibidem
449
Real Célula del 7 de octubre de 1541, Libro I Título IV de la Recopilación
257
sobre dos solares asignados por el fundador don Francisco Pizarro, el cual estaba
dirigido a población de bajos recursos y enfermos sin distinción. En años
sucesivos se crean una serie de hospitales muchos de ellos dirigidos a grupos
específicos, por ejemplo hospitales para varones, mujeres, sacerdotes, etc. Por
otro lado hacia 1620 se disponía de 10 hospitales. En 1800 Tadeo Haencke,
contó en Lima 1,000 camas de hospital, repartidas en 50 enfermerías, en los diez
hospitales de toda clase que funcionaban para una población que no llegaba a
60,000 habitantes. En 1819 se crea la Real Junta de Beneficencia con la finalidad
de establecer servicios de atención a la comunidad es esta junta la que inicia la
coordinación
de los servicios sanitarios respetando la gestión de
las
Hermandades y de las instituciones religiosas (Juandedianos y Betlemitas). Al
concluir el Virreynato (1821) el Perú contaba con una organización y una
administración hospitalarias que respondían a las necesidades de la población.
En 1821 se contaba con 50 Casas de Asistencia Médica de enfermos graves. En
1825 se crea la Nueva Junta de Beneficencia, la cual no pudo desarrollar a
plenitud su cometido, la administración hospitalaria entró en un período de
desorganización y es a partir de 1835 que Santa Cruz mediante decreto crea las
Sociedades de Beneficencia, luego en 1839 el nuevo gobierno echa bases firmes
de las actuales Sociedades de Beneficiencia Pública régimen que gobernó los
hospitales hasta mediados del siglo pasado. Es a partir de 1957 que el Ministerio
de Salud con el apoyo del Fondo Nacional de Salud inicia el proceso de asunción
de los servicios que el Estado había confiado en administración a las
Beneficiencias. Es así que las tres últimas incorporaciones se realizaron en 1974
correspondiendo a los Hospitales ―Arzobispo Loayza‖, ―Dos de Mayo‖ y ―Santo
Toribio de Mogrovejo‖. 450
Año de
Hospitales
creación
1827
Maternidad de Lima
1848
Hospital El Carmen (Huancayo)
1912
Hospital Goyeneche (Arequipa)
1924
Hospital Nacional Arzobispo Loayza
Ministerio de Salud. Análisis de situación de las infecciones intrahospitalarias en el Perú 19992000. OGE - RENACE / Vig. Hosp. DT 001 - 2000 V.1. Lima- Perú.
450
258
1939
Hospital Sergio Bernales
1953
Hospital Hipólito Unánue de Tacna
1968
Hospital Nacional Cayetano Heredia
1970
Hospital Central de la FAP
1875
Hospital Nacional Dos de Mayo
1983
Hospital María Auxiliadora
1950
Hospital Nacional Hipólito Unánue
1956
Hospital Santa Rosa
1980
Hospital Casimiro Ulloa
1700
Instituto de Ciencias Neurológicas
1982
Instituto de Enfermedades Neoplásicas
1929
Instituto de Salud del Niño
1985
Hospital de Emergencias Pediátricas
1940
Hospital de Barranca
1985
Hospital San Juan de Huaral
1970
Hospital Regional de Huacho
1971
Hospital A.Chancay
1551
Hospital Belen de Trujillo
1963
Hospital Regional de Trujillo
1956
Hospital de Apoyo #2 Yarinachochas
1986
Hospital Carlos Monge Medrano
1965
Hospital de Apoyo #1 José A. Mendoza Olavarria
1968
Hospital Regional de Pucallpa
1945
Hospital Subregional Andahuaylas
1963
Hospital Hermilio Valdizan Medrano (Huánuco)
1962
Hospital A. Tingo María
1959
Hospital de Apoyo D.A.Carrión(Junin)
1947
Hospital El Carmen
1964
Hospital de Apoyo La Merced
1925
Hospital Domingo Olavegoya
1770
Hospital Provincial Docente Belen (Lambayeque)
1943
Hospital de Apoyo Yurimaguas
1948
Hospital Departamental Santa Rosa (Madre de
1963
Dios)
1965
Hospital de Apoyo III Sullana
1986
Hospital Regional Manuel Nuñez Butron
1963
Hospital Carlos Monge Medrano
1981
Hospital de Apoyo Chachapoyas
1945
Hospital Eleazar Guzman Barron
1966
Hospital Subregional de Andahuaylas
1800
Hospital de Apoyo Departamental de Ica
1958
Hospital Santa María del Socorro
1945
Hospital A. Félix Mayorca Soto
Hospital A. Iquitos
259
La segmentación o fragmentación es una característica de nuestro sistema de
salud,
lo
cual
significa
que
cada
institución
proveedora
tiene
como
responsabilidad la atención de determinados grupos sociales, con funciones
competitivas y facultades para formular su propia política. Cada una depende de
sectores estatales diferentes: la Sanidad de las Fuerzas Policiales, del Ministerio
del Interior; la Sanidad de las Fuerzas Armadas, del Ministerio de Defensa; los
servicios públicos, del MINSA; y la Seguridad Social, del Ministerio de Trabajo.
Así dividido el escenario de la salud del Perú, cada institución responde al sector
del cual depende, y mantiene su autonomía con base en la respectiva ley de
creación. 451
La segmentación acarrea dispenso de recursos, incoherencia y desarticulación
en el sector Salud, lo que agrava los problemas en la formación de personal,
administración de recursos, creación de infraestructura y la producción de
insumos para la salud. Dichas condiciones determinan que el sistema se torne
ingobernable. Este panorama fragmentado ocasiona duplicidad e irracionalidad en
la construcción de la infraestructura de salud, observándose una demanda de
atención hospitalaria muy alta en determinados institutos especializados de Lima,
no así en otros del interior del país. 452
Recordemos que el conflicto armado protagonizado por Sendero Luminoso a
partir de los años ochenta había destruido el sistema de salud. 453 Para inicios de
los noventa, el Perú solamente contaba con alrededor de 1.000 establecimientos
de salud en funcionamiento. 454 La ausencia de establecimientos de salud era más
notable en áreas de la selva y de la sierra, donde el conflicto había sido más
agudo, incluyendo Ayacucho, Puno y Huancavelica. En 1994 se inició un esfuerzo
de reforma del sistema de salud a gran escala, dirigido a aumentar la
infraestructura de la atención primaria y reducir los altos niveles de mortalidad
451
Cfr, Brito, p. Salud, nutrición y población en el Perú, en Población y políticas de desarrollo em el
Perú. Lima: Instituto Andino de Estudios em Población y Desarrollo, 1983
452
Woolcott, Olenka. Ibidem.
453
Ver el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, Volumen 1.
454
Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID). Wilson, F. ―Supporting Networks for
Realising Rights‖, en Alliance Against Poverty: DFID‟s Experience in Peru 2000-2005. Londres:
2005:108.
260
materna e infantil del Perú, lo que atrajo la atención de los Estados donantes y de
las instituciones internacionales, incluyendo la Agencia de los Estados Unidos
para el Desarrollo Internacional (USAID), el Banco Mundial y el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID). 455 Bajo la Administración de Fujimori (19902000), los proyectos de reforma del sector salud se enfocaron en la salud
materno-infantil incluida en el Proyecto de Salud y Nutrición Básica (PSNB –
1994-2000), financiado en parte por el Banco Mundial, y en el Proyecto 2000
(1995-2000), financiado parcialmente por USAID. El PSNB se centró en las
capacidades de atención primaria, incluyendo el cuidado prenatal, mientras que el
Proyecto 2000 incluía específicamente metas relacionadas con la mortalidad
materna, pero enfocadas en los partos institucionales en vez de los cuidados
obstétricos de emergencia (COEm) de manera específica. El BID, además,
financió un programa piloto para un seguro público de salud materno-infantil en
1997. Entre 1994 y el 2000, más de la mitad del presupuesto del MINSA para la
salud materno-infantil y las enfermedades infecciosas provenía de estas tres
instituciones, y un porcentaje inclusive más alto del presupuesto se dirigía a la
salud materna.
456
Sin embargo, a pesar del incremento en la cobertura de la
atención, la mortalidad materna siguió manteniéndose obstinadamente elevada
durante este tiempo, ya que se prestaba poca atención a crear sistemas de
referencia que funcionaran, así como a otros componentes claves de los cuidados
obstétricos de emergencia. 457 En 1997, la difusión de los informes conjuntos de la
OMS y la OPS —que ponían de manifiesto las tasas de mortalidad materna en el
Perú— coincidieron con un escándalo que surgió en el Ministerio de Salud
respecto al Programa Nacional de Planificación Familiar.
458
Las investigaciones
del Comité de América Latina y El Caribe para la Defensa de los Derechos de la
Mujer (CLADEM) y otras organizaciones no gubernamentales (ONGs), así como
455
MINSA. “Regulatory Activities Regarding Medical Devices in Peru.” Report from 8th Global
Harmonization Task Force Meeting. Ottawa: setiembre 18-22, 2000. Disponible en:
http://ghtf.org/conferences/ 8thconference/presentations/Americas/PERU.doc.
456
OPS: ―Situación general y tendencias‖ en La salud en las Américas. 1998:422. Disponible en:
http://www.paho.org/Spanish/HIA1998/ Peru.pdf. Consultado el 1 de febrero del 2007.
457
Ver: Yamin, A. E. Castillos de arena en el camino hacia la modernidad. Centro de la Mujer
Peruana Flora Tristán, Lima:2003.
458
Cfr, Physicians for Human Rights. Demoras Fatales, Mortalidad Materna en el Perú.
Washington-Estados Unidos de América. 2007. p.35 y ss. Versión electrónica puede verse en:
http://www.forosalud.org.pe:80/reddepacientes/Demoras_Fatales.pdf
261
la Defensoría del Pueblo, revelaron que el gobierno se estaba involucrando en
una campaña de esterilización sistemática, a menudo sin haber obtenido un
consentimiento adecuado de la mujer objeto de la misma. Las metas numéricas
para la anticoncepción quirúrgica (principalmente ligadura de trompas) realizadas
por los proveedores de salud, y la sistemática supervisión del logro de dichas
metas, fueron establecidas directamente por el gobierno central. El número de las
cirugías aumentó cada año. Para poder lograr estas metas, se asignaron cuotas
de ―productividad‖ para la realización de anticoncepción quirúrgica a las
instituciones y al personal de salud. En varias localidades, CLADEM encontró
evidencia de la asignación de incentivos, presión y amenazas ejercidas contra el
personal de salud para inducir la realización de cirugías (por ejemplo, ofreciendo
dinero por cada usuario, amenazas de ascenso o descenso del rango en relación
con el cumplimiento de las cuotas dispuestas). Los establecimientos de salud
eran evaluados en base al criterio de productividad, en vez de valorar la calidad
de la atención, lo que generaba incentivos perversos para los proveedores de
salud. En algunos casos, CLADEM descubrió el condicionamiento del tratamiento,
información sesgada e incompleta, la ausencia de cualquier tipo de garantías en
el proceso de la toma de decisiones y el maltrato de los usuarios por el sistema de
salud si se rehusaban. 459 Evidentemente, estas circunstancias y procedimientos
ilícitos aumentaron el riesgo de las mortalidad materna por infecciones
nosocomiales derivadas de intervenciones de esterilización.
459
CLADEM, Nada personal: reporte de derechos humanos sobre la aplicación de la
anticoncepción quirúrgica en el Perú 1996-1998 (1999); Defensoría Del Pueblo. Anticoncepción
quirúrgica Voluntaria I. Casos investigados por la Defensoría del Pueblo. Lima: 1998;
Physicians for Human Rights. Ibidem.
262
Un factor de riesgo de infecciones nosocomiales y también un indicador de las
desigualdades sociales es la enorme variación en las tasas de cesáreas a lo
largo de los departamentos. Las Guías para monitorear la disponibilidad y la
utilización de los servicios obstétricos (Guías NU) señalan que las tasas de
cesáreas deberían disminuir entre 5 y 15%.126 Se puede esperar que al menos
5% de las mujeres embarazadas desarrollen complicaciones que requieran una
cirugía para salvarles la vida; sin embargo, más del 15% pueden indicar una
confianza excesiva en la cirugía debido a otras razones, incluyendo los intereses
financieros de los médicos y de las instituciones de salud. 460 En el año 2000, la
tasa de cesáreas era de 24,4% en Lima, habiéndose registrado tasas mucho
mayores en las clínicas privadas. Al mismo tiempo, tanto en Huancavelica como
en Puno, las tasas de cesáreas se mantenían en 3% en ambos departamentos.
Tumbes contaba con la tasa de cesáreas más alta, que ascendía a 26,7%,
mientras que Huancavelica y Puno eran las regiones con las tasas más bajas. 461
La ENDES del 2004 (Encuesta Demográfica y de Salud Familiar) señalaba que la
tasa de cesáreas entre el quintil de la población con mayores recursos era de
34%, mientras que entre el quintil más pobre, alcanzaba solamente el 4%. Estas
cifras sugieren que las mujeres en el quintil con mayores recursos se sometían
innecesariamente a las cesáreas, mientras que las mujeres en los quintiles más
pobres fallecían por la falta de acceso a esta cirugía que habría podido salvarles
la vida. 462
460
Cfr, Physicians for Human Rights. Ibidem p.39.
Ibidem p.39.
462
Ibidem p.39.
461
263
Las infecciones intrahospitalarias pueden tener sus causas en este tipo de
procedimientos ilícitos pero la causa estructural más importante son el bajo gasto
público
en
salud,
infraestructura
hospitalarias
y
la
gestión
hospitalaria
específicamente en el ámbito de prevención de eventos adversos y seguridad del
paciente. El Ministerio de Salud y EsSalud concentran la principal infraestructura
hospitalaria como se aprecia en el Censo de Infraestructura Hospitalaria del año
2005.
264
265
Según el ―Diagnostico físico y funcional de la infraestructura, equipamiento y
mantenimiento de los hospitales del Ministerio de Salud‖, elaborado considerando
los resultados del III censo de infraestructura sanitaria y recursos de salud de
hospitales – 2005 realizado por el MINSA, el 23% de los hospitales cuentan con
una antigüedad de 51 a más de 100 años, el 37% posee una antigüedad no
mayor a los 25 años y el mayor porcentaje corresponde a aquellos con 26 a 50
años con 40%. Asimismo, los hospitales del MINSA, en el servicio de consulta
externa, cuentan con 2,713 consultorios físicos, correspondiendo sólo el 70% de
estos a ambientes diseñados expresamente para dicho uso y solo el 69% de este
total se encuentra adecuadamente conservado. Asimismo, existe un 28% de
estos ambientes que están dedicados a labores administrativas, lo que excede
aproximadamente en cuatro veces más a los estándares establecidos (8%). En
relación al servicio de centro quirúrgico, de acuerdo a lo reportado por el censo,
se registra 377 salas de operaciones, de las cuales el 42% se encuentran en Lima
Metropolitana. Del total mencionado, 293 (78%) corresponden a ambientes
diseñados específicamente para dicho uso. De este último grupo, se encuentra
que sólo 256 (87%) están adecuadamente conservadas y 37 (13%) requieren
intervenciones de rehabilitación.
De los 50 Hospitales con servicios de UCI Neonatal, sólo 35 (70%) han sido
diseñados y construidos específicamente para tal fin, 39 (78%) están en buen
estado de conservación y 11 (22%) con deterioro que requiere inmediata
intervención. La infraestructura hospitalaria actual del MINSA presenta un estado
de conservación aceptable en un 69%, encontrándose parcialmente deteriorado el
28% y el 3% requiere intervenciones inmediatas por su grado de deterioro. Las
instalaciones de las redes de agua y desagüe en las infraestructuras hospitalarias
presentan un cierto grado de deterioro en el 50%, igualmente el 63% no realiza un
tratamiento óptimo de los residuos biocontaminados.
En cuanto al Equipamiento Hospitalario, el que está directamente vinculado
aproximadamente con el 40% de la inversión de un proyecto hospitalario, el grado
de deterioro físico y obsolescencia de los equipos y mobiliario del MINSA, por
ejemplo en cuanto al grado de conservación de los mismos tenemos que sólo un
266
59% está operativo, el 33% se encuentra operativo, pero requiere ser
reemplazado, y el 8% debe ser reparado; esta pérdida sistemática de la
capacidad instalada del volumen de servicios repercute en la disminución tanto de
la cobertura como de la calidad de sus servicios de salud. Si esta es la situación
de los Hospitales, es de suponer que el estado de los Centros y Puestos de Salud
no es mejor. Se trata entonces de enfrentar el déficit de infraestructura y
equipamiento, la infraestructura deteriorada y equipamiento obsoleto o con
necesidad de mantenimiento en los servicios de salud.
El Consejo Médico del Perú ha propuesto (abril, 2009) por ello mejorar
significativamente la infraestructura y equipamiento de los servicios de salud para
garantizar buenas condiciones de trabajo, la capacidad operativa de los servicios
y la calidad de la atención de salud. Para ello sostiene acertadamente el
mencionado colegio se necesita un Programa nacional de inversiones en
infraestructura y equipamiento de los servicios de salud, implementación de un
sistema
de
mantenimiento
preventivo
en
establecimientos
de
salud,
implementación de un programa de rehabilitación de infraestructura física de los
establecimientos de salud, incorporación de tecnología de punta en los
establecimientos de salud de acuerdo a sus niveles de complejidad y la
implementación
de
procesos
de
autoevaluación
267
y
acreditación
de
establecimientos públicos y privados de salud ayudará mucho en la superación de
estos problemas. 463
Lamentablemente,
el
Estado
Peruano
no
viene
invirtiendo
lo
mínimo
indispensable en salud, ni preocupándose por la Salud de los peruanos como
corresponde a la realidad de cada región, necesidades sociales y a los
indicadores de pobreza como se constata al revisar las cifras de gastos entre los
años 2000-2006 en los cuales se observan que ni siquiera el 1% del PBI se
invierte en salud. Valgan verdades, no es casualidad que hallan más hospitales
en la Costa que en la selva o la sierra, ello sólo revela la proporción del
presupuesto nacional que reciben estas regiones en forma independiente a sus
respectivos niveles de pobreza. 464 Esta crónica deficiencia y ausencia de recursos
es el origen de los principales problemas de los servicios sanitarios estatales pues
impacta directamente en cosas tan básicas como el suministro de medicamentos,
la infraestructura hospitalaria, el mantenimiento y renovación de los equipos
médicos, la estabilidad del personal médico y en general en la calidad de los
servicios médicos.
Preocupa que en los últimos años, hallan empezado a funcionar varias
facultades de Medicina sin tener campos clínicos y profesores con calidad
docente manifestó Ciro Maguiña Vargas, Decano del Colegio Médico del Perú,
463
Congreso Médico Nacional. Documento de Trabajo Nº 6 Infraestructura y Equipamiento de
Establecimientos Públicos de Salud. Consejo Nacional CMP. Abril 2009. En:
http://www2.cmp.org.pe/ARCHJP/congresoXIII/DT6_CMNInfyEquip.pdf
464
Physicians for Human Rights. Demoras Fatales, Mortalidad Materna en el Perú. WashingtonEstados Unidos de América. 2007. p. 30-31. Versión electrónica puede verse en:
http://www.forosalud.org.pe:80/reddepacientes/Demoras_Fatales.pdf
268
que ya fines del 2009, proponía impulsar un proyecto de ley para que no se creen
más facultades de medicina. 465 Recordemos que en 1967 existían 7 escuela, en
1990, 14, y en el 2000, 27, y la formación del personal técnico de salud también
ha experimentado un crecimiento sin planificación ni control de calidad.466 Sobre
el particular, un estudio sobre “Análisis actual y prospectivo de la oferta y
demanda de médicos en el Perú 2005-2011”467 estableció en el 2006, que luego
de 7 años de implementación del proceso de acreditación de facultades de
medicina, si bien se reconoce que se viene impulsando una cultura de calidad en
las facultades de medicina, se produjeron algunos hechos preocupantes, como
por ejemplo: a) una facultad de medicina no acreditada, por amparo del Poder
Judicial, continúa funcionando; b) facultades sin autorización han empezado a
funcionar, incluida una filial en provincia; c) se ha autorizado la creación de una
nueva facultad de medicina. Todo esto sucede cuando existe un consenso en que
existen problemas de cantidad, distribución y calidad de los profesionales
médicos. 468
La poca efectividad de la regulación obedece a una mala interpretación de la
autonomía universitaria sino a la Ley de Promoción de la Inversión en Educación
(DL Nº 882 de noviembre de 1996) pues basadas en esta Ley varias
universidades actúan como empresas privadas y se encuentran fuera de los
alcances de algunas de las regulaciones educativas, poniendo el lucro por encima
de la calidad educativa. En cuanto a la calidad de formación, existen serias dudas
que al cumplir los estándares mínimos, ésta se garantice. Finalmente, la situación
laboral de los médicos derivada de la sobreoferta, es para muchos médicos
bastante precaria, por lo que es necesario mejorar las condiciones de trabajo y
eliminar todas las formas de precarización del empleo médico: servicios no
465
http://proyectosalud-
467
Carrasco Cortez, Víctor, Lozano Salazar, Elías y Velasquez Pancca, Edgar. Análisis actual y
prospectivo de la oferta y demanda de médicos en el Perú 2005-2011. Acta méd.
peruana, ene./mar. 2008, vol.25, no.1, p.22-29. ISSN 1728-5917.
"No
se
necesitan
más
facultades
de
medicina".
En:
idlads.blogspot.com/2009/11/no-se-necesitan-mas-facultades-de.html
466
Cfr, Woolcott Oyague, Olenka. Ibidem. p. 229
468
IDREH MINSA. Una experiencia metodológica para la definición de prioridades de
médicos especialistas. En: El Perú respondiendo al desafío de la Década de los
Recursos Humanos en Salud. Serie de Recursos Humanos en Salud Nº 5. Lima,
2006; IDREH MINSA. Situación y desafíos de los recursos humanos en salud en
Perú: Informe de País. Septiembre, 2005.
269
personales, bajas remuneraciones y otros. Asimismo, es necesario reorientar la
formación de especialistas hacia las denominadas especialidades básicas, a
saber: ginecología y obstetricia, pediatría, medicina interna y cirugía general.
469
Esta circunstancias estructurales adversas definitivamente inciden en la
prevención de ocurrencias de eventos adversos, control de infecciones
nosocomiales y sobre todo en el cumplimiento de la obligación de garantía y
seguridad del paciente.
5.2. SITUACIÓN EPIDEMIOLÓGICA DE LAS IIH EN HOSPITALES DEL MINSA
En el Informe de la Salud Mundial del 2000 elaborado por la OMS, el Perú se
situó en la posición 119 de 191 países en lo que atañe a la equidad de su sistema
de salud, ordenado del más al menos justo, y en la posición 184 de 191, en
relación a la justicia de las contribuciones financieras colocándolo más cerca en
este orden a países tales como Somalia, Myanmar y Sierra Leona que a sus
vecinos regionales. Como en muchos otros países de la región, el sistema de
salud del Perú se caracteriza por ser una mezcla de instituciones que se
organizan según su propio estatus de empleo. El sistema de salud comprende: el
Ministerio de Salud (MINSA); el sistema de seguridad social (ESSALUD); los
servicios de salud para la policía y las fuerzas armadas; seguros y proveedores
privados; y las instituciones sin fines de lucro. ESSALUD brinda cobertura a los
empleados del Estado y a aquéllos que cuentan con un empleo formal, y está
financiado principalmente por los empleadores y los empleados bajo la autoridad
del Ministerio de Trabajo.70 Menos del 2% de los peruanos cuenta con un seguro
privado, mientras que el 1,3% tiene una cobertura a través de planes militares o
de la policía. El MINSA es responsable del resto —aproximadamente el 75%— de
la población. 470
Existen tres clasificaciones de los establecimientos de salud que forman parte del
sistema de salud público. En el Perú, un poco más de dos tercios de los
establecimientos de salud son puestos de salud, que se supone ofrecen una
Carrasco y Otros. Ibidem.
Ibidem. p. 33-34.
469
470
270
atención primaria.
471
Veinticinco por ciento de los establecimientos de salud se
clasifican como centros de salud, y su razón de ser es brindar servicios más
específicos que los puestos de salud.
encuentra
en
los
hospitales,
establecimientos de salud.
473
que
472
La atención más especializada se
constituyen
el
6%
restante de
los
Sin embargo, en la práctica existe una amplia
variedad entre las capacidades técnicas de los establecimientos que se clasifican
según estos distintos niveles. En el 2001, el sector de la salud pública daba razón
del 51% de los hospitales del Perú, 69% de los centros de salud y 99% de los
puestos de salud.474
En el año 2000, MINSA con asistencia técnica de la OMS evaluó 70 hospitales
involucrados en la vigilancia de las IIH solo 62 (89%) realizaron por lo menos un
estudio de prevalencia al año reportado en distintos meses del año. MINSA
observo que las IIH frecuentemente encontradas son la infección de tracto
urinario, la infección de herida operatoria, la neumonía y las infecciones del
torrente sanguíneo. Por otro lado los servicios mayormente afectados son las
unidades de cuidados intensivos, neonatología, gíneco-obstetricia y cirugía. Una
debilidad encontrada radicó en el poco uso del recurso microbiológico para la
confirmación de los diagnósticos de infecciones. Se observó que menos del 35%
de las IIH diagnósticadas tenían corroboración microbiológica. A pesar de ello se
observó que los gérmenes más frecuentemente encontrados son Escherichia coli,
Estafilococo aureus, Klebsiella pneumoniae y Pseudomona aeruginosa.
471
MINSA. ―Biblioteca virtual salud Perú – Indicadores nacionales. ―Establecimientos de salud‖. En:
http://www.minsa.gob.pe/estadisticas/estadisticas/indicadoresNac/establecimientos.asp.
472
Ibidem
473
Ibidem
474
Vásquez, E. H. ¿Los niños primero? Niveles de vida y gasto público social orientado a la
infancia: 2004-2005. Universidad del Pacífico, Save the Children Suecia. Noviembre del
2005(III):43.
271
272
273
Estos eran los indicadores sobre infecciones intrahospitalarios que se manejaban
en el año 1999, quedando constancia que existían aspectos pendientes de
reforzar en el Sistema de Vigilancia epidemiológico de las IIH como por ejemplo la
vigilancia de las infecciones del torrente sanguíneo (sepsis, bacteremias) en los
servicios de neonatología, las infecciones gastroinstestinales en servicios
pediátricos y fortalecer la vigilancia de exposiciones laborales (tuberculosis y
accidentes punzo-cortantes). Ante la situación descrita anteriormente, se planteo
un plan de fortalecimiento de la vigilancia, prevención y control de las IIH, el cual
tenía como fin mejorar la calidad de atención en los hospitales del Ministerio de
Salud, como propósito contribuir al fortalecimiento del Sistema de Vigilancia,
prevención y control de las IIH y como objetivos potenciar la epidemiología
hospitalaria con énfasis en la vigilancia de las IIH, potenciar el desarrollo de los
comités locales de control de IIH y aumentar la capacidad de los laboratorios de
microbiología para la vigilancia de las IIH y la Vigilancia de la resistencia
bacteriana.
274
Fuente: Ministerio de Salud. Análisis de situación de las infecciones intrahospitalarias en el
Perú 1999-2000. OGE - RENACE / Vig. Hosp. DT 001 - 2000 V.1. Lima- Perú
A la fecha, la Dirección General de Salud de las Personas, como órgano técnico
normativo
ha
elaborado
los
siguientes
documentos
sobre
infecciones
intrahospitalarios:
―Manual de Desinfección y Esterilización Hospitalaria‖ aprobada mediante
Resolución Ministerial No 1472-2002-SA/DM.
―Manual de Aislamiento Hospitalario‖ aprobada mediante Resolución Ministerial
No 452-2003-SA/DM.
―Norma Técnica de Prevención y Control de Infecciones Intrahospitalarias‖ NT No
020-MINSA/DGSP-V01, aprobada mediante Resolución No 753-2007/2004.
―Guía Técnica para la Evaluación Interna de la Vigilancia, Prevención y Control
de las Infecciones Intrahospitalarias‖, aprobado mediante Resolución Ministerial
No 523-2007/MINSA.
Posteriormente al estudio del año 2000, no existe información pública oficial sobre
el estado de las infecciones intrahospitalarias en el Perú del periodo 2001-2004.
Empero, el Ministerio de Salud en el 2007 declaró en estado emergencia a más
de 240 bancos de sangre y 39 de éstos fueron cerrados. La crisis se desató luego
de que se supiera que cuatro personas fueron infectadas con el VIH y 30 más
contrajeron hepatitis C. El escándalo fue dado a conocer por la denuncia de Judith
Rivera, que se contagió de VIH en el hospital de Callao, tras ser operada de un
275
tumor de útero. Posteriormente, las autoridades sanitarias revelaron que otros tres
pacientes también eran portadores del virus que adquirieron en el mismo centro
asistencial, incluido un bebé de 11 meses. En abril de 2005, ocho bebés fueron
infectados con el VIH en la ex maternidad de Lima.475
Asimismo, hemos tenido acceso, luego de un proceso de habeas data interpuesto
contra el Ministerio de Salud, a la Nota Informativa No 088-2009-DGE-DVEDSVSP/MINSA que contiene el Informe Técnico IT-DEVE No 001-2009 sobre la
“Incidencia de Infecciones Intrahospitalarias en establecimientos del
Ministerio de Salud. Periodo 2005-2008” en el que se evalúa entre enero del
2005 a diciembre del 2008 a 121 establecimientos de salud a nivel nacional. Esto
representa la información recibida de 116 servicios de gineco-obstetricia, 104
servicios de cirugía, 57 unidades de cuidados intensivos de pacientes adultos,
108 servicios de hospitalización para neonatos y 112 servicios de medicina. En
Lima se recibió información de 32 establecimientos de salud que pertenecen a las
Direcciones de Salud Lima, Lima ciudad, Lima Este, Lima Sur y Callao. Hubo 89
establecimientos de salud de salud en provincias que notificaron su información
de vigilancia epidemiológica.
Los resultados de dicha evaluación
son los
siguientes:
475
BBC, La República y El Comercio. Cerrados 39 bancos de sangre en Perú por VIH y Hepatitis
C. En: http://portal.ayuda-hepatitis-c.es/noticias-hepatitis-c/noticias-hepatitis-peru/cerrados-39bancos-de-sangre-en-peru-por-vih-y-hepatiti
276
La Dirección General de Epidemiologia manifiesta que “esta información nos
ofrece una idea general sobre los riesgos de adquirir estas infecciones según el
tipo o sitio de infección, servicios de hospitalización, dispositivos invasivos,
277
procedimientos quirúrgicos y categoría de los establecimientos de salud.”
476
Lo
que arrojan estas estadísticas es que a nivel nacional, en promedio, la mayor
incidencia corresponde a las infecciones de torrente sanguíneo y neumonías
intrahospitalarias, fundamentalmente en neonatología y las unidades de cuidados
intensivos de adultos y las tasas de incidencia de infecciones intrahospitalarias
son más elevadas a mayor categoría del establecimiento de salud. Estas
infecciones intrahospitalarias son seguidas por la incidencia de infecciones
urinarias, infecciones de herida operatoria y endometritis puerperal. 477
La Dirección General de Epidemiología recomienda por ello que ―las direcciones
generales de salud del MINSA encargadas de la prevención y control de IIH y
seguridad del paciente, en coordinación con las direcciones regionales de salud
(DISA/DIRESA) y establecimientos de salud utilicen esta información como
referencia para fines de comparación y monitoreo del impacto de sus medidas de
prevención y control a lo largo del tiempo, focalizando los esfuerzos en las áreas
con mayor incidencia de IIH para incrementar la relación costo-efectividad y
mejorar la seguridad del paciente.” 478
Por su parte, el Seguro Social de Salud (EsSalud) teniendo en cuenta 350
Centros Asistenciales de Salud, de diferentes niveles de complejidad se observa
que en el año 2005 tuvieron la cifra más alta de infecciones intrahospitalarias
(7495 casos) en tanto su pico más bajo en los últimos cuatro años fue en el 2008
(4301 casos), lo que globalmente evidencia una mejora de las medidas de
prevención de este tipo de eventos adversos.
479
Empero sus canales de
transparencias actuales impiden que los usuarios conozcan las estadísticas de su
centros de salud de manera individual y por tanto ser conscientes de un estándar
de calidad para la seguridad del paciente fundamental.
476
Informe Técnico IT-DEVE No 001-2009: Incidencia de Infecciones Intrahospitalarias en
establecimientos del Ministerio de Salud. Periodo 2005-2008‖
477
Ibidem
478
Ibidem
479
Ibidem
278
Fuente: Informe No 004- OPC-GCPS-ESSALUD-2009 emitido por la Oficina de Planeamiento y Calidad
Un pilar fundamental en la lucha contra las infecciones intrahospitalarias es la
Central de Esterilización de todo hospital pues esta es la unidad encargada de
esterilizar y desinfectar el material médico (instrumental, ropa, barreras, etc). El
desarrollo de nuevas tecnologías y la presencia de gérmenes muy virulentos,
obligan a disponer de equipos y procedimientos de esterilización que ofrezcan
garantía y seguridad al paciente. 480 La Central de Esterilización tiene a su cargo
todas las etapas del proceso esto es el lavado, preparación, esterilización o
desinfección, almacenamiento y distribución del material médico procesado.481
Actualmente se cuenta con el “Manual de Desinfección y esterilización
hospitalaria” (2002) que ya demanda ser actualizado en concordancia con los
avances de la ciencia médica.
480
La desinfección se refiere al proceso por medio del cual, con la utilización de medios físicos o
químicos, se logran eliminar muchos o todos los microorganismos de las formas vegetativas en
objetos inanimados, pero no asegura la eliminación de las esporas bacterianas por lo tanto el
material sometido a desinfección no esta estéril. En tanto que la esterilización, es un proceso
por medio del cual se logra la eliminación de todo microorganismo incluyendo las esporas
bacterianas. Es aplicada a los instrumentos o artículos clasificados como críticos. Ministerio de
Salud. Análisis de situación de las infecciones intrahospitalarias en el Perú 1999-2000. OGE RENACE / Vig. Hosp. DT 001 - 2000 V.1. Lima- Perú.
481
Ibidem
279
Otra de las medidas para controlar las infecciones intrahospitalarias es tener
políticas de uso racional de antimicrobianos para disminuir la aparición de
gérmenes multiresistentes y teniendo en cuenta que por uso racional de
medicamentos se entiende que los enfermos reciban los fármacos indicados para
su problema de salud, en dosis ajustadas a sus necesidades individuales, durante
un período adecuado y al menor costo posible para ellos y para la sociedad. 482 El
uso inadecuado de los antimicrobianos no solo lleva a un incremento de la
resistencia bacteriana sino también incrementa los costos y las reacciones
adversas. 483
En 1985 en la ciudad de Nairobi la Organización Mundial de la Salud (OMS) promovió una
Conferencia de Expertos en donde se definió el “uso racional de medicamentos” (URM).
483
Ministerio de Salud. Análisis de situación de las infecciones intrahospitalarias en el Perú 19992000. OGE - RENACE / Vig. Hosp. DT 001 - 2000 V.1. Lima- Perú.
482
280
5.2.1. ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA DE PREVENCION Y CONTROL DE
INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS
El Sistema de Prevención y Control de Infecciones Intrahospitalarias se pueden
definir como de vigilancia activa y selectiva de las infecciones intrahospitalarias y
sus factores de riesgo se relacionan principalmente con procedimientos invasores.
La Resolución Ministerial No 753-2004/MINSA, que aprueba la Norma Técnica de
Prevención y Control de Infecciones Intrahospitalarias, tiene por objeto contribuir a
mejorar la calidad de atención de los servicios hospitalarios reduciendo el impacto
negativo de las infecciones intrahospitalarias y organiza el sistema en tres niveles:
central, intermedio y local. El nivel central está integrado por la Comisión Técnica
Nacional de Prevención y Control de Infecciones Intrahospitalarias, conformada
por representantes del Ministerio de Salud, EsSalud (Seguro Social de Salud),
Sanidad de las Fuerzas Armadas y Policiales, y Asociación de Clínicas. Esta
comisión promueve la elaboración y difusión de las normas nacionales, formula
recomendaciones sobre indicadores y asesora a los niveles locales en materias
relacionadas con la prevención y control de las infecciones intrahospitalarias. El
nivel intermedio está constituido por las direcciones de salud, que coordinan las
acciones a través sus responsables de calidad y llevan a cabo las acciones de
enlace y coordinación entre el nivel central y el local, y apoyan y supervisan los
hospitales de su jurisdicción en relación con las actividades realizadas en el
marco del Sistema de Prevención y Control de Infecciones Intrahospitalarias. El
nivel local está constituido por los establecimientos hospitalarios del sector salud
a través de los comités de control de infecciones intrahospitalarias de dichas
instituciones. Dichos comités deben establecerse formalmente mediante una
resolución del director del establecimiento. El comité de control de IIH asesorará a
la dirección del hospital y a los servicios asistenciales y de apoyo. Los aspectos
básicos que el comité deberá desarrollar son: a) aislamiento hospitalario; b)
desinfección y esterilización; c) uso racional de antimicrobianos; d) prevención y
control de IIH en trabajadores de salud; e) manejo de Residuos Sólidos
281
hospitalarios; f) uso racional de desinfectantes y antisépticos; y g) manejo de
brotes. 484
Las principales características del Sistema de Prevención y Control de Infecciones
Intrahospitalarias fueron sentadas en el año 2000 en el Manual de Vigilancia
Anual de Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones Intrahospitalarias que
señalaba que: 485
Los
hospitales deben realizar la vigilancia empleando métodos activos de
recolección de datos considerando: a) la revisión de historias clínicas de
pacientes con factores de riesgo o condiciones previamente seleccionadas
para su vigilancia; b) revisión de los resultados de cultivos positivos de
pacientes.
Debe
existir un equipo multidisciplinario responsable de la vigilancia
epidemiológica conformado por un epidemiólogo, una enfermera u otro
profesional con funciones en el control de IIH y un microbiólogo con horas
asignadas a la tareas.
La
notificación de las IIH es responsabilidad del encargado de la oficina de
epidemiología.
La
vigilancia debe proporcionar información oportuna sobre la incidencia y
prevalencia de las infecciones, asociación a procedimientos invasivos, agentes
etiológicos más frecuentes y patrones de resistencia de los microorganismos.
Deben
existir normas y procedimientos para el estudio y manejo de brotes
epidémicos en los que especifica cómo y quién asumirá el liderazgo en la
investigación y manejo de brotes epidémicos y las atribuciones que tiene.
El
hospital difundirá la información de la vigilancia a todos los miembros del
equipo de salud que deben conocerlo.
El
sistema de vigilancia debe ser evaluado periódicamente con estudios de
prevalencia.
El
hospital debe contar con personal capacitado especialmente asignado para
realizar las tareas de vigilancia epidemiológica.
Ministerio de Salud. Norma Técnica de Prevención y Control de Infecciones Intrahospitalarias.
Lima- Perú. 2004. p.22
485
Ministerio de Salud. Manual de Vigilancia Anual de Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones
Intrahospitalarias. OGE - RENACE / Vig. Hosp. DT 002 - 99 V.1 Lima- Perú. 2000. P.9
484
282
Con ello se buscarán alcanzar los siguientes propósitos:
486
a) disminuir la
incidencia de las infecciones Intrahospitalarias; b) disminuir la frecuencia de
brotes epidémicos; c) disminuir el costo por estancia hospitalaria prolongada
secundaria a las IIH
y por el uso de productos (Antibióticos, material de
curaciones, etc.) y servicios (reintervenciones quirúrgicas, aislamiento, etc.)
debidos a las IIH. Asimismo, los objetivos de este sistema de vigilancia de IIH son:
a) proporcionar información para establecer medidas eficaces de prevención y
control de IIH; b) determinar el comportamiento epidemiológico de las IIH; c)
establecer las tasas de endemia basales de IIH; d) establecer los factores de
riesgo de las IIH y sus tendencias en el tiempo; e) detectar brotes epidémicos de
IIH en forma precoz y oportuna; f) evaluar el impacto de las acciones de
prevención y control realizadas; g) disminuir la incidencia de exposiciones
laborales del equipo de salud a los agentes microbianos y las infecciones que
pueden ocurrir por estas exposiciones; h) optimizar el costo beneficio de las
actividades de prevención y control locales.
Para este manual la infección Intrahospitalaria, si existe evidencia que no
estaba presente o en incubación al momento del ingreso del paciente al hospital.
Para muchas infecciones nosocomiales bacterianas eso significa que la infección
usualmente se hace evidente 48 horas (el típico período de incubación) o más,
luego de la admisión al hospital. Operacionalmente para fines de la vigilancia se
definio a la infección intrahospitalaria como: ―infección que se adquiere luego de
48 horas de permanecer en el hospital y que el paciente no portaba a su ingreso.
Empero, establece que existen otros principios importantes que siguen a la
definición de infección nosocomial: 487
1. La información usada para determinar la presencia y clasificación de una
infección debería ser la combinación de hallazgos clínicos y resultados de
laboratorio y otras pruebas. La evidencia clínica deriva de la observación
directa del sitio de infección o de la revisión de otras fuentes pertinentes de
datos como la historia clínica del paciente. La evidencia del laboratorio incluye
Ministerio de Salud. Manual de Vigilancia Anual de Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones
Intrahospitalarias. OGE - RENACE / Vig. Hosp. DT 002 - 99 V.1 Lima- Perú. 2000. p.11
487
Ibidem. p.12-13
486
283
resultados de cultivos, pruebas de detección antígeno anticuerpo o
visualización microscópica. Datos de apoyo se derivan de otros estudios
diagnósticos tales como: rayos X, ultrasonido, tomografía computarizada,
resonancia magnética nuclear, escaneo radio isotópico, procedimientos
endoscópicos, biopsia o aspiración por aguja. Para infecciones cuyas
manifestaciones clínicas se dan en neonatos e infantes son diferentes de
aquellas en personas adultas, se deben aplicar criterios específicos.
2. Un diagnóstico médico o quirúrgico de una infección procedente de una
observación directa durante un procedimiento, de otros estudios diagnósticos
o del juicio clínico es un criterio aceptable para una infección, mientras no
exista evidencia de lo contrario.
Existen dos situaciones especiales en las cuales una infección no debe ser
considerada nosocomial:
488
a) Infección que es asociada a complicaciones o
extensión de otra infección presente o en incubación al ingreso, a no ser que
existan evidencias clínicas o de laboratorio que se trata de una nueva infección; b)
En un infante, una infección que se conoce que ha sido adquirida
transplacentariamente (toxoplasmosis, rubéola, citomegalovirus o sífilis) y se hace
evidente en las primeras 48 horas después del parto. Existen dos condiciones que
no son infecciones:
489
a) Colonización: definidas como la sola presencia de
microorganismos de la piel en las mucosas, heridas abiertas, excreciones o
secreciones sin evidencias de que produzcan algún signo o síntoma clínico
adverso; b) Inflamación: condición que resulta de la respuesta tisular a la injuria o
a la estimulación por agentes no infecciosos como los químicos. Recordemos
además que ya el MINSA desde el año 2000 había seleccionado los factores de riesgo
y servicios hospitalarios a vigilar para efectos de prevenir infecciones intrahospitalarias
como se aprecia a continuación: 490
Ibidem. p.13
Ibidem. p.13
490
Ibidem. p.15
488
489
284
Los criterios para determinar la frecuencia de las supervisiones a estos servicios
ya están consagrados en nuestro país y son:
491
a) Promedio de estancia
hospitalaria del servicio: A menor estancia hospitalaria del servicio mayor
frecuencia de visitas del equipo de vigilancia; b) Tasa de infecciones
Intrahospitalarias : Mientras mayor sea la tasa, mayor será la frecuencia de
visitas; c) Concentración de factores de riesgo vigilados: En aquellos servicios
donde se concentren un mayor número de factores de riesgo seleccionados a
vigilar tendrán una mayor frecuencia de visitas del equipo de vigilancia . Por
ejemplo, las Unidades de Cuidados Intensivos donde los pacientes concentran un
mayor número de factores de riesgo tales como catéter venoso central (infección
de torrente sanguíneo), ventilación mecánica (neumonías), catéter urinario
(infecciónde tracto urinario), etc.; d) Frecuencia de brotes: Se vigilará con mayor
frecuencia aquel servicio que tenga como antecedente un mayor número de
brotes de IIH en los últimos doce meses.
El estudio de brotes epidémicos es una de las prioridades para el SVEIIH pues en
general se trata de infecciones prevenibles que con frecuencia se asocian a altos
índices de morbi-mortalidad. El término brote epidémico expresa el aumento
inusual, por encima del nivel esperado (tasas del periodo pre epidémico), de la
incidencia de determinada enfermedad, en general en un corto período de tiempo,
en una sola población o grupo de pacientes. La notificación de un posible brote
491
Ibidem. p.16
285
puede provenir de tres fuentes: a) servicios clínicos: dado por personal
asistencial; b) Personal del Sistema de Vigilancia: durante las visitas o en el
análisis de los resultados de la vigilancia activa; c) Laboratorio de Microbiología:
durante la revisión de los resultados positivos de los cultivos de secreciones
provenientes de pacientes con IIH. La unidad - una vez confirmado el brote- debe
reportarlo a los directivos y mantener informado a la Dirección Regional de
epidemiología de la Dirección de Salud de su jurisdicción y esta a su vez a la
Oficina General de Epidemiología. 492
La Resolución Ministerial No 179-2005/MINSA, aprueba la Norma Técnica de
Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones Intrahospitalarias. Su objetivo
es proporcionar información actualizada sobre la magnitud de las infecciones
intrahospitalarias y sus diversos factores, y de esta manera orientar las acciones
dirigidas a disminuir los daños que causan. La Oficina Ejecutiva de Vigilancia
Epidemiológica de la Oficina General de Epidemiología del Ministerio de Salud es
la encargada de difundir la norma y supervisar su cumplimiento en todos los
establecimientos de salud, públicos y privados, del ámbito nacional.
La Resolución Ministerial No 372-2006/MINSA conforma una comisión encargada
de evaluar integralmente el funcionamiento de la Unidad de Cuidados Intensivos
Neonatales del Hospital Nacional Cayetano Heredia. Dispone que formarán parte
de este grupo de trabajo la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva, la Sociedad
Peruana de Patología Clínica, la Sociedad Peruana de Enfermedades Infecciosas
y Tropicales, y la Sociedad Peruana de Pediatría (capítulo de neonatología). A
estas instituciones se suma el Colegio de Enfermeros del Perú, el Ministerio de
Salud y la Dirección General de Epidemiología. En el ámbito del Ministerio de
Salud, la Oficina Ejecutiva de Vigilancia Epidemiológica de la Oficina General de
Epidemiología y la Dirección General de Salud de las Personas tienen a su cargo
la vigilancia y el control de las infecciones hospitalarias, conforme con lo
establecido por el artículo 2 de la Resolución Ministerial No 179-2005/MINSA.
Ibidem. p.30
492
286
SISTEMA DE PREVENCION Y CONTROL DE INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS
Nivel Central
Nivel intermedio
Nivel local
Comisión Técnica Nacional de
Prevención
y
Control
de
Infecciones Intrahospitalarias,
conformado por representantes
de:
Estará constituido por las
Direcciones
de
Salud,
quienes
coordinarán
las
acciones
a
través
sus
responsables de calidad.
- Ministerio de Salud (DGSP, INS,
DIGESA, DIGEMID, OGE)
- EsSalud
- Sanidad de las Fuerzas
Armadas y Policiales
- Asociación de Clínicas
Realiza las acciones de
enlace y coordina entre el
nivel central y local.
Promueve
la elaboración y
difusión
de
las
normas
nacionales,
recomendaciones
sobre indicadores y asesorará a
los niveles locales en materias
relacionadas con la prevención
y control de IIH.
Supervisa el cumplimiento de las
normas de prevención y control
de estas infecciones.
Apoya y supervisa a los
hospitales de su jurisdicción
en las actividades efectuadas
en el marco del Sistema de
Prevención y control de IIH.
Evalúa anualmente el impacto
de
las
intervenciones
realizadas para el control de
las IIH en los hospitales de su
jurisdicción.
Estará
constituido
por
los
establecimientos hospitalarios del Sector
Salud a través de los comités de
control de IIH de dichas instituciones.
El comité local de control de IIH tiene
como propósito liderar y coordinar los
Planes locales de prevención y control de
Infecciones
Intrahospitalarias
para
asegurar impacto, continuidad y solidez
en los procesos involucrados.
Sus funciones son:
Efectuar intervenciones de prevención
y control de IIH
Elaborar el diagnóstico de situación en
el control de IIH
Elaborar Normas y procedimientos
Elaborar Planes de capacitación al
personal
Elaborar Programas de supervisión
Establecer estrategias de prevención y
control para los problemas de IIH
Evaluar periódicamente el impacto de
las medidas de intervención de
prevención y control de IIH en los
indicadores epidemiológicos.
Compuesto
por
un
grupo
multidisciplinario de profesionales que
representen a los niveles de decisión del
hospital y especialistas en prevención de
infecciones. Es recomendable que el
comité de control de IIH sea presidido
por el director del establecimiento o por
otro profesional por delegación de éste y
que los miembros ejerzan sus funciones
por períodos largos (estabilidad laboral).
Los hospitales con más de 1,500
egresos por año contarán con un
comité activo de control de IIH.
Aquellos hospitales con menor número
designaran un responsable del control de
IIH que informará regularmente a su
dirección.
Fuente: Basada en la Norma Técnica de Prevención y Control de Infecciones Intrahospitalarias. Resolución
Ministerial No 753-2004/MINSA
El Programa local de prevención y control de las infecciones intrahospitalarias
constituye la planificación de medidas de intervención que permitan organizar los
recursos y así brindar servicios de calidad, con mayor eficiencia. Estos programas
deben seguir las siguientes pautas: a) los programas de intervención se basarán
en el diagnóstico situacional epidemiológico del establecimiento; b) como no es
factible abordar todas las IIH simultáneamente y con la misma efectividad, se
287
deberán priorizar y seleccionar las IIH a intervenir con criterios de morbilidad,
mortalidad y costos; c) Posteriormente se deberá definir los factores
condicionantes que tienen asociación con las IIH a intervenir (esto a través de
investigaciones locales), lo que permitirá programar actividades de prevención y
control destinada a modificar los factores de riesgo reales existentes en el
establecimiento; d) los programas locales deben basarse en la elaboración y/o
actualización de normas y procedimientos, capacitación de personal, asignación
de recursos para la operativización de las medidas y supervisión del cumplimiento
de las normas establecidas; e) se evaluará las medidas de intervención para
establecer el impacto en las prácticas de atención. 493
El Comité de Infecciones Intrahospitalarias esta obligado a supervisar aquellos
procedimientos y prácticas de atención relacionados a los servicios con mayores
tasas de infecciones por causa específica. Ejemplo: Infecciones urinarias en un
servicio
de
cirugía,
se
supervisará
el
procedimiento
de
colocación
y
mantenimiento del catéter urinario según pautas previamente identificadas por los
miembros de comité de control de IIH.
494
Asimismo, el Hospital esta obligado a
contar con un mecanismo para la generación de normas locales que especifica
las responsabilidades, formatos, sistema y niveles administrativos para ser
aprobadas, períodos de actualización y métodos de difusión. Existe la obligación
de asignar las responsabilidades de la supervisión del cumplimiento de las
normas a personas específicas en cada servicio del hospital. Los profesionales
responsables de la supervisión deben recibir capacitación específica en esta
materia, en particular en lo referente a la supervisión de las actividades del
programa local de control de IIH. Debe existir evaluación periódica del
cumplimiento de los planes de supervisión del programa local de prevención y
control de IIH. 495
El comité de control de IIH asesorará a la dirección del hospital y a los servicios
asistenciales y de apoyo. Los aspectos básicos que el comité deberá desarrollar
493
Norma Técnica de Prevención y Control de Infecciones Intrahospitalarias. Resolución Ministerial
No 753-2004/MINSA.
494
Ibidem
495
Ibidem
288
son: a) aislamiento hospitalario; b) desinfección y esterilización; c) uso racional de
antimicrobianos; d) prevención y control de IIH en trabajadores de salud; e)
manejo de Residuos Sólidos hospitalarios; f) uso racional de desinfectantes y
antisépticos y g) Manejo de brotes. Es potestad de los comités incorporar otras
áreas de trabajo y priorizarlas de acuerdo a sus realidades. En cada una de estas
áreas el comité deberá definir sus metas y forma de evaluación. 496 El comité debe
reunirse en forma periódica y programada (salvo en casos de urgencia, como por
ejemplo en brotes epidémicos). El comité deberá registrar los problemas tratados,
soluciones planteadas y las decisiones tomadas en dichas reuniones en un libro
de actas, este documento servirá para acreditar la actividad o vigencia de los
comités. En caso que el director del hospital no sea presidente del comité, se
deberá presentar los acuerdos tomados a la dirección. Los planes y programas
del comité de IIH deben expresarse en acciones en los servicios clínicos y de
apoyo. La función de prevenir y controlar las IIH es responsabilidad de todo el
hospital, en especial del equipo de salud directamente relacionado con la
actividad asistencial. 497
Las indicaciones para efectuar procedimientos asociados al riesgo de adquirir o
causar infecciones intrahospitalarias, así como la forma apropiada de realizarlos
deberán ser establecidos mediante normas de observación obligatoria por el
personal del establecimiento. Las normas de prevención de IIH deben ser
difundidas a todo el personal que debe cumplirlas o supervisarlas por medio de
documentos escritos y actividades de capacitación específicas para tal fin.
Asimismo, los servicios clínicos deben contar con un sistema de supervisión
continua del cumplimiento de las normas. 498
El comité debe establecer un sistema de supervisión, monitoreo y evaluación
periódica a los diferentes servicios hospitalarios en cuanto al cumplimiento de las
normas de prevención y control de IIH. De acuerdo a un conocimiento previo de la
mayor frecuencia de infecciones intrahospitalarias que se presentan según
496
Ibidem
Ibidem
497
498
Ibidem
289
especialidad del servicio, el comité priorizará la supervisión y monitoreo de las
diferentes IIH.
SISTEMA DE SUPERVISIÓN, MONITOREO Y EVALUACIÓN DE INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS
SERVICIOS
QUIRUGICOS
(Incluye Unidades
de Quemados)
Prevención
de
infecciones
del
torrente
sanguíneo.
Prevención
de
las
infecciones
respiratorias
bajas.
Prevención
de
las
infecciones
urinarias.
Prevención
de
las
infecciones
de
la
herida
operatoria.
Uso de profilaxis
antibiótica.
SERVICIOS
PEDIATRICOS
(Incluye
Neonatología)
Prevención
de
infecciones
del
torrente
sanguíneo.
Prevención de las
infecciones
respiratorias
bajas.
Manejo de brotes
epidémicos.
SERVICIOS
GINECOOBSTETRICOS
Prevención
de
infecciones
del
torrente
sanguíneo.
Prevención de las
endometritis.
Prevención de las
infecciones
urinarias.
Prevención de las
infecciones de la
herida operatoria.
Uso de profilaxis
antibiótica
SERVICIOS DE
MEDICINA
INTERNA (Incluye
UCI y áreas de
inmunosuprimidos)
EN TODO EL
HOSPITAL
Prevenció
n de infecciones
del
torrente
sanguíneo.
Prevenció
n
de
las
infecciones
respiratorias bajas.
Prevenció
n
de
las
infecciones
urinarias.
- Lavado de
manos.
- Técnica aséptica.
- Manejo de
material estéril.
Uso
de
desinfectantes
y
antisépticos.
Saneamiento
ambiental básico.
- Aislamiento de
pacientes.
CON RELACIÒN A LA NORMATIVA DE LOS SERVICIOS CLINICOS
El hospital debe contar con un listado de las prácticas de atención de pacientes que constituyen riesgo de
IIH y normarlos.
Las normas para la realización de cada práctica se aplican en todo el hospital, cualquiera sea el servicio.
Existe un mecanismo de difusión de las normas y procedimientos a todas las personas que deben
cumplirlas y supervisarlas.
Existe un mecanismo de supervisión del cumplimiento de la normativa y medidas destinadas a corregir los
incumplimientos.
Las normas deben ser revisadas y actualizadas periódicamente
Fuente: Basadas en la Norma Técnica de Prevención y Control de Infecciones Intrahospitalarias. Resolución
Ministerial No 753-2004/MINSA.
Los riesgos del personal que labora en los centros de atención hospitalaria son
variados y de diversa complejidad, e incluyen aquellos de naturaleza física,
química y biológica, y pueden estar relacionados a eventos que van desde
accidentes menores hasta exposiciones o accidentes con riesgo vital. Las
infecciones y exposiciones de mayor frecuencia y de mayor posibilidad de
prevención son: a) exposición a material cortopunzante, y b) tuberculosis en el
personal de salud. Las tareas del Comité de Infecciones Intrahospitalarias: a)
establecer un seguimiento de exposiciones a material cortopunzante; b)
implementar las precauciones estándar; c) capacitar al personal en el manejo de
residuos sólidos hospitalarios, especialmente punzocortantes; d) promover la
290
implementación de la inmunización para hepatitis B en los trabajadores de salud;
c) implementar medidas de control administrativo, de control ambiental y de
protección respiratoria personal para prevenir la transmisión de Tuberculosis en el
personal de los centros hospitalarios.
499
Mayores detalles con relación a la
prevención de la transmisión de la tuberculosis intrahospitalaria se describen en el
Capítulo VII del Manual de Aislamiento hospitalario, Norma técnica aprobada
mediante Resolución Ministerial No 452-2003 SA/DM del 25 de abril del 2003 cuya
finalidad es evitar los problemas infecciosos en los establecimientos de salud
mediante la puesta en práctica de medidas de aislamiento hospitalario destinadas
a prevenir la transmisión de agentes infecciosos.
La Resolución Ministerial No 1.472-2002-SA/DM aprueba el documento técnico
Manual de desinfección y esterilización hospitalaria. El manual es un instrumento
normativo cuyas disposiciones están dirigidas a evitar problemas infecciosos en
los establecimientos de salud por medio de prácticas de desinfección y
esterilización.
El
mismo
es
de
cumplimiento
obligatorio
en
todos
los
establecimientos nacionales de salud. La Dirección General de Salud de las
Personas, por conducto de las respectivas direcciones de salud, es responsable
de la supervisión del cumplimiento de las disposiciones del manual.
En materia de disposición de residuos sólidos, se aplica la Resolución Ministerial
No 217-2004-SA/DM,
Norma
Técnica
de
Manejo
de
Residuos
Sólidos
Hospitalarios. En ella se dispone que todo establecimiento de salud deba poner
en práctica el Sistema de Gestión para el Manejo de Residuos Sólidos
Hospitalarios, orientado no solo a controlar los riesgos sino a minimizar los
residuos sólidos desde el punto de origen.
El sistema de prevención y control de infecciones intrahospitalarias sufre de la
ausencia de un ente autónomo con capacidad de acción y presupuesto para velar
por el buen funcionamiento de los servicios de salud públicos y privados, similar al
rol que cumple OSINERGMIN o la OEFA en materia ambiental. La ausencia de
499
Norma Técnica de Prevención y Control de Infecciones Intrahospitalarias. Resolución Ministerial
No 753-2004/MINSA. p.31
291
una entidad supervisora fuerte que sancione el incumplimiento de los estándares
de calidad de los servicios médicos esta ocasionando un relajamiento de las
políticas de seguridad del paciente, a pesar de existir los controles internos como
la Unidad de Control de Infecciones Intrahospitalarias y la Oficina de
Epidemiologia de los centros asistenciales. Necesitamos un programa nacional
que aborde las principales aristas del control de infecciones nosocomiales similar
a lo que se viene implementando en Chile.
La ausencia de controles efectivos para prevenir infecciones nosocomiales, y algo
más preocupante en nuestro sistema de salud que no ha creado un programa
especial para hacerse cargo de los pacientes que sufren estos eventos adversos
ni están invirtiendo suficientes recursos en la prevención. Sumemos a ello la
ausencia de transparencia en las cifras de eventos adversos y casos de
negligencia médica por parte de la mayoría de hospitales nacionales y que
impiden visibilizar adecuadamente la problemática de la seguridad del paciente en
el país. A todo ello se agrega la situación calamitosa en la que se encuentra la
implementación de estándares de calidad de servicios sanitarios, cuya Norma
Técnica de Salud No 050-MINSA/DGSP-V.2, vigente desde junio del 2007, no se
ha implementado, y los hospitales nacionales todavía se encuentran en proceso
de acreditación y en la fase de autoevaluación, no habiéndose sancionado hasta
la fecha a ningún nosocomio, pues las sanciones solamente se pueden aplicar a
partir de la acreditación del centro asistencial.
500
En conclusión, los nosocomios
nacionales no han implementado al 2009 ningún estándar de calidad de la
prestación de salud, y ello se ve reflejado en los altos índices de infecciones
nosocomiales, y el hermetismo sobre las estadísticas de eventos adversos.
500
Véase: Oficio No 3404-2009-DGSP/MINSA suscrito por el titular de la Dirección General de Salud
de las Personas
292
Otra situación preocupante es la ausencia de control y fiscalización de los
hospitales ambulatorios de SISOL administrados por la Municipalidad de Lima
Metropolitana.
501
Al respecto el Gerente General de SISOL sostiene que “el
Sistema Metropolitano de Solidaridad cuenta con establecimientos de salud
donde se brinda atención de consulta externa y de ayuda al diagnóstico, no
contando ninguno de los mismos con camas para internamiento, por lo que no
tenemos infecciones intrahopsitalarias,” y agrega: “actualmente contamos con 02
establecimientos de salud en donde se realizan procedimiento quirúrgicos
menores considerados como “cirugía ambulatoria”, no evidenciando hasta la
fecha ningún evento adverso” 502, ciertamente situaciones difíciles de creer según
la literatura médica. Si ello parece inverosímil, el Director General del Hospital
Nacional Arzobispo Loayza, conforme consta en Oficio No 240-2010-HNAL-DG,
también parece contradecir los estudios médicos, cuando asevera que durante
en el periodo 2005-2009 no ha habido casos de iatrogenia negativa (negligencia
médica) de ninguna clase en dicho hospital.
Así, las políticas de seguridad del paciente y transparencia de la información,
navegan en el caos de la ausencia de control de la calidad de servicios médicos y
la buena voluntad de los Directores de los Hospitales por mejorar la calidad de
prestaciones de sus organizaciones, sino recordemos que en el año 2009 no hubo
Plan de Seguridad del Paciente vigente. En ese contexto, la responsabilidad civil
por daños médicos podría ser un incentivo social para despertar a la burocracia
del sector salud a fin que el ente rector asuma su rol y vele por prestaciones de
salud de calidad así como la reparación de daños médicos.
Ello sobre todo de cara a la implementación de la reciente ―Ley que establece
los derechos de las personas usuarias de los servicios de salud‖, Ley Nº
29414, que modifica los artículos 15, 23, 29 y el segundo párrafo del artículo 37
de la Ley Nº 26842, Ley General de Salud. Destacamos de la mencionada
norma para fines de la presente investigación el derecho a recibir atención de
501
Ibidem
Oficio No 039-11-2009-GG-SISOL/MML suscrito por el Gerente General de SISOL.
502
293
emergencia médica, quirúrgica y psiquiátrica en cualquier establecimiento de
salud público o privado (art.15.a), pues este entraña intrínsecamente el
derecho del paciente a optar legítimamente por el nosocomio con mejores
estadísticas en el contagio de infecciones intrahospitalarias. Y para que no
quepa duda de ello, la propia norma expresamente establece el derecho a
―elegir libremente al médico o el establecimiento de salud‖ (Art. 15.b), empero
el ejercicio de este derecho entraña el acceso a información suficiente para
poder hacer una elección acorde con los intereses del paciente o usuario del
servicio médico. En ese sentido, el derecho a ser informado adecuada y
oportunamente de las infecciones nosocomiales de mayor incidencia en el
nosocomio es una información relevante para poder ejercer su derecho de
elección del paciente, y en el que se debe considerar su idioma, cultura y
circunstancias particulares (Art. 15.2.a). Ello se complemente con el derecho
que tiene el paciente a recibir información necesaria sobre los servicios de
salud a los que puede acceder (Art. 15.2.c), a tener acceso al conocimiento
preciso y oportuno de las normas, reglamentos y condiciones administrativas
del establecimiento de salud (Art. 15.2.e) y a recibir en términos comprensibles
información completa, oportuna y continuada sobre su enfermedad, así como
sobre los riesgos, contraindicaciones, precauciones y advertencias de las
intervenciones, tratamientos y medicamentos que se prescriban y administren
(Art. 15.2.f). Empero, uno de los aportes más resaltantes de esta norma es el
haberse consagrado el derecho a recibir tratamiento inmediato y reparación por
los daños causados en el establecimiento de salud o servicios médicos de
apoyo, (Art. 15.3.g). Ello implicará que en caso se dé un evento adverso o
negligencia médica, el paciente reciba atención inmediata y pueda más
adelante
ser
indemnizado
por
este daño.
Empero,
la ausencia
de
reglamentación de la norma actualmente conspiran contra su operatividad que
pudiera ser similar a los casos de seguro complementario por riesgo de trabajo.
La norma adicionalmente para velar por el bienestar del paciente establece el
derecho a ser atendido por profesionales de la salud que estén debidamente
capacitados, certificados y recertificados, de acuerdo con las necesidades de
salud, el avance científico y las características de la atención, y que cuenten
con antecedentes satisfactorios en su ejercicio profesional y no hayan sido
294
sancionados o inhabilitados para dicho ejercicio, de acuerdo a la normativa
vigente. Para tal efecto, se creará el registro correspondiente (Art. 15.3.h). Este
justamente un problema aún no resuelto pues a la fecha no se ha
implementado dicho registro y el Colegio Medico se niega a dar información
sobre las sanciones administrativas impuestas a sus agremiados lo que ha
dado lugar a una acción de habeas data (Exp. 36875-2009-0-1801-JR-CI-06)
interpuesta en el 2009 por el IDLADS.
Un problema recurrente en la administración de servicios de salud es que el
establecimiento de salud no venia proporcionando copia de la historia clínica al
paciente en caso de que éste o su representante lo solicite de manera oportuna
cuando se daban casos de eventos adversos, esta norma corrige dicho mal
formalmente al obligar al nosocomio a entregarla al interesado que asume el
costo que supone el pedido (Art. 29).
Por otra parte, los establecimientos de salud deben aprobar normas y
reglamentos de funcionamiento interno; asimismo, el ente rector establece los
estándares de atención de la salud de las personas a través de protocolos. La
autoridad de salud de ámbito nacional establece los criterios para la
determinación de la capacidad de resolución de los establecimientos y dispone
la publicación de la evaluación de los establecimientos que no hayan alcanzado
los estándares requeridos (Art. 37). Esto es de suma importancia, para el tema
que nos convoca, pues uno de los indicadores de calidad de todo nosocomio
son sus indicadores sobre seguridad del paciente e infecciones nosocomiales.
Y aunque el Ministro de Salud, Óscar Ugarte, en agosto del 2009, entregó una
compensación de 100 mil nuevos soles a un grupo de personas que fueron
víctimas de negligencia médica en instituciones del Estado, y manifestó estar a
favor de resarcir económicamente a los familiares de pacientes que hayan sido
objeto de malas prácticas profesionales en establecimientos de salud, 503 aún ello
no se ha traducido en la creación de un fondo de reparación de victimas de
negligencia médica o unos lineamientos para la solución amistosa de estas
controversias, ni beneficios claros a los pacientes victimas de estas mala praxis.
503
Entregarán S/.100 mil a víctimas de negligencia médica.
idlads.blogspot.com/2009/12/entregaran-s100-mil-victimas-de.html
295
En:
http://proyectosalud-
De ahí que la Ley Nº 29414, significa un avance notable hacia al camino a la
efectivización de los derechos del paciente y elevar los estándares de calidad de
los servicios de salud puesto que fortalece su columna vertebral: a) el derecho a
la información completa y comprensible; b) el derecho al consentimiento del
paciente en distintos actos médicos, y c) la reparación de daños ocasionados con
ocasión del acto médico. El desistimiento de parte del MINSA de presentar el
recurso de casación contra la Sentencia de Segunda Instancia sobre el caso de
Carmen Guevara Salazar Vs. Instituto Especializado Materno Perinatal /MINSA
(Exp. 1405-2009) cuya indemnización se fijo en 800 mil soles504 parece ser un
indicador que se esta tomando conciencia del derecho de reparación de daños
médicos que les asiste a los pacientes.
504
Niño
contagiado
con
VIH
será
indemnizado
idlads.blogspot.com/2009/12/nino-contagiado-con-vih-sera.html
296
En:
http://proyectosalud-
CAPÍTULO VI:
SITUACIÓN DE LA REGULACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL
POR INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS EN EL PERÚ
Una infección intrahospitalaria se adquiere durante la hospitalización del
paciente y ordinariamente se presume la existencia de la misma si la infección se
inicia 48 horas después del internamiento del paciente y se evidencia de que este
no la estuvo incubando al momento de su ingreso al hospital505. Los gérmenes
que ocasionan estas infecciones son considerados como parte de la flora
residente del centro médico y pueden ser letales, pues debido al entorno en que
se encuentran generan resistencia a drogas y medicamentos, dando origen a
nuevas cepas, por mutación, a las que se les denominan ―multirresistentes‖ y
―extremadamente resistentes‖ por lo difícil que son de tratar.
Si bien no se puede sostener que se pueden eliminar estos eventos adversos,
si se puede aseverar que se puede mantener a bajas tasas, así por ejemplo la
literatura señala que los cuidados que se prestan en la sala de cirugía no tienen
un papel importante en el desarrollo de una infección en sitio quirúrgico (ISQ),
pues usualmente son los cirujanos mismos los responsables de su índice de
infección de las heridas asépticas.
506
Evidentemente, los factores internos que
determinan el aumento de infecciones nosocomiales pueden, independientemente
de la estancia prologada de un paciente o su condición inmunológica, identificarse
en dos: la conducta del personal médico y la infraestructura del centro asistencial,
así no basta que solamente se implementen practicas de prevención, mediante
protocolos y guías, también se requiere que estos procedimientos estén
respaldados con la logística e infraestructura idónea para que sean realmente
eficaces, y contribuyan a bajos índices de infecciones nosocomiales y reducir los
accidentes médicos.
505
Norma técnica de prevención y control de infecciones intra-hospitalarias. Dirección General de
Salud de las Personas – Dirección Ejecutiva de Servicios de Salud aprobada por la Resolución
Ministerial 753-2004/MINSA. p.6
506
Fuertes Astocondor, Luis, Samalvides Cuba, Frine, CAMACHO RONCAL, Víctor Pedro et al.
Infección del sitio quirúrgico: comparación de dos técnicas quirúrgicas. Rev Med
Hered. [online]. ene. 2009, vol.20, no.1 [citado 04 Enero 2010], p.22-30. Disponible en la
World
Wide
Web:
<http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1018130X2009000100006&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1018-130X.
297
Fuente: Oficina de Epidemiologia del Hospital Nacional ―Dos de Mayo‖
El otro factor que se debe considerar para controlar las infecciones
nosocomiales, es la vigilancia de los pacientes con mayor riesgo de contraer
estas infecciones que son aquellos que tienen un sistema inmune debilitado por
una enfermedad preexistente (VIH, diabetes, hepatitis, cáncer, etc.), los
inmunodeprimidos, los ancianos, neonatos, niños, personas con catéteres venoso
central, en estado post operatorio o que permanecen largos periodos de tiempo
en un hospital. Según estudios recientes de la Oficina de Epidemiología y Salud
Ambiental (2008), el área de los hospitales con mayor incidencia de estas
infecciones es la de Cuidados Intensivos (UCI), Neonatología y el área de cirugía.
Las enfermedades más comunes que producen estas infecciones son
enfermedades
diarreicas,
infecciones
urinarias,
infecciones
del
torrente
sanguíneo, que pueden ser septicemias, infecciones por heridas quirúrgicas (sitio
quirúrgico) e infecciones del tracto respiratorio, como neumonías. Los gérmenes
responsables de dichas patologías son Enterobacter aerogenes, Citrobacter sp.,
Pseudomona aeruginosa y Staphylococcus aureus.
298
Las infecciones intrahospitalarias constituyen un serio problema de salud
pública por el aumento de mortalidad y morbilidad que producen en los pacientes
hospitalizados y el incremento de costos de hospitalización por conceptos de
estadía prolongada y uso de tratamientos especiales. La magnitud y
características de las IIH, sus tendencias en el tiempo y las acciones para
modificarlas constituyen indicadores de la calidad de atención a los pacientes y,
por lo tanto, de la gestión de los hospitales, debido a que permiten mejorar la
productividad de estos establecimientos. 507 Un significativo porcentaje de IIH se
asocia con malas prácticas de atención a pacientes. En ese sentido, el lavado de
manos es la medida más importante para prevenir IIH; sin embargo, el personal
de salud aún no viene cumpliendo esta medida debido a factores psicológicos y
psicosociales y que implican desarraigar malas costumbres higiénicas que han
sido promovidas por infraestructuras vetustas de los nosocomios. Debemos dejar
constancia que han realizado esfuerzos para mejorar su cumplimiento en los
países sudamericanos, pero sin lograr cambios perdurables o duraderos. Esta
situación ha llevado a implementar programas de prevención y control de IIH,
donde la capacitación y la voluntad política son esenciales; el éxito de estas
intervenciones requiere de la participación de un equipo multidisciplinario. El
personal debe participar en estos programas, entenderlos y aceptarlos. Una
importante componente de la prevención de estas infecciones depende de lo que
hagan los profesionales médicos y el otro componente es la administración del
hospital y el factor político.
6.1. RESPONSABILIDAD DE LA ORGANIZACIÓN HOSPITALARIA EN LA
PREVENCION Y CONTROL DE INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS
La OMS señala que países como el nuestro, el mal estado de las
infraestructuras y del equipo, la irregularidad del suministro y de la calidad de
medicamentos, las deficiencias en la gestión de desechos y en la lucha contra las
infecciones, la actuación deficiente del personal, por falta de motivación o
insuficiencia de sus conocimientos técnicos, y la grave escasez de recursos para
financiar los costos de funcionamiento esenciales de los servicios de salud, que
507
Regina Rivera, Guadalupe Castillo, María Astete V, Vilma Linares, Diana Huanco. Eficacia de
un programa de capacitación en medidas básicas de prevención de infecciones
intrahospitalarias. Rev Peru Med Exp Salud Publica 22(2), 2005. p. 88
299
hacen que la probabilidad de que se produzcan eventos adversos se mucho más
alta que en las naciones industrializadas.
508
Nos queda claro, que estamos ante
un gran problema multifactorial y no un simple problema de índole individual,
responsabilidad subjetiva, que trasciende al individuo del médico, y nos hace
percatarnos de la importancia de la organización hospitalaria y el propio sistema
de salud. Así por ejemplo un estudio realizado en el Hospital Nacional Cayetano
Heredia en el 2004, se determino que era unánime la opinión entre los médicos
de dicho nosocomio, acerca del inadecuado estado de la infraestructura y equipos
del hospital, sin capacidad para renovarlos con nueva tecnología, aunque hayan
quedado obsoletos. Se suma a ello la saturación de pacientes, en una institución
diseñada para atender a una población aproximada de 800 mil habitantes, tiene
hoy que atender a 2 millones de personas, lo que excede las posibilidades de
adecuada atención médica y determina que las instalaciones hayan quedado
obsoletas debido al doble uso que se les da además de brindarse el servicio en
condiciones de salubridad o asepsia inadecuada. 509
Con respecto a las remuneraciones de los médicos, el estudio, señala que
éstas se consideran inadecuadas y desproporcionadas en relación con el servicio
que estos brindan; no están de acuerdo con la intensidad de su trabajo. Los
médicos internos, que son los que más trabajan, no son necesariamente los que
más ganan, y los médicos de guardia tampoco reciben una contraprestación
adicional por esta labor. 510 Sumemos a ello la sobreoferta de pacientes y el déficit
de personal médico, y tendremos como resultado un recargado trabajo, y un
terreno propicio para que aparezcan errores médicos e infecciones nosocomiales.
Recordemos que todos los factores antes expuestos no están bajo control del
médico sino de la administración del hospital que tiene como una de sus
principales responsabilidades reducir los eventos adversos, implementar un
programa de control de infecciones intrahospitalarias y auditorias médicas, que
midan los indicadores de la calidad de los servicios hospitalarios. La OMS por ello
impone a la administración hospitalaria las siguientes obligaciones511.
508
Organización
Mundial
de
la
Salud
(OMS).
Informe
EB109/9.
En:WWW.who.int/Gb/ebwha/pdf_files/EB109/seb1099.pdf.
509
Woolcott, Olenka. Ibidem. p. 192.
510
Ibidem.
511
Organización Mundial de la Salud. Prevención de las infecciones nosocomiales. Guía Práctica.
Malta. 2003. p. 10
300
a) establecer un Comité de Control de Infecciones de carácter multidisciplinario;
b) buscar recursos apropiados para un programa de vigilancia de las infecciones y
emplear los métodos de prevención más apropiados;
c) asegurarse de educar y capacitar a todo el personal por medio de apoyo a los
programas de prevención de la infección en lo relativo a técnicas de
desinfección y esterilización;
d) delegar la responsabilidad de los aspectos técnicos de la higiene hospitalaria a
personal apropiado, por ejemplo, al de enfermería, limpieza, mantenimiento,
laboratorio de microbiología clínica;
e) realizar un examen periódico de la frecuencia de infecciones nosocomiales y la
eficacia de las intervenciones para contenerlas;
f) examinar, aprobar y ejecutar las políticas aprobadas por el Comité de Control
de Infecciones;
g) asegurarse de que el equipo de control de infecciones tenga autoridad para
facilitar el funcionamiento apropiado del programa;
h) participar en la investigación de brotes.
6.1.1. Responsabilidades específicas del personal médico y la inobservancia
de normas de bioseguridad
La gestión de la estructura sanitaria incluye las acciones del staff del hospital, así
como los procesos adicionales de cuidado de la salud, actos de omisión o
tratamiento incorrectos, o una pobre performance. En este orden de ideas un
evento adverso atribuible a un error constituye un evento adverso prevenible, de
manera que los eventos adversos negligentes resultan una especie de evento
adverso prevenible, lo que satisface el criterio jurídico de la negligencia.512 Así, los
eventos adversos prevenibles son los que ocurren porque los médicos no siguen
la práctica aceptada o no ofrecen la adecuada información o recursos. Un evento
adverso no prevenible es, por ejemplo, la intoxicación por la aplicación de
penicilina a un paciente que nunca manifestó una reacción alérgica a esta. Si, en
cambio, el paciente registraba en su historia esa reacción, tal evento adverso
sería un evento prevenible. Por su parte, los eventos adversos mejorables son
512
Woolcott, Olenka. Ibidem. p. 180
301
aquellos cuya severidad pudo haber sido reducida si se hubiera tomado ciertas
acciones. 513
El personal médico y auxiliar tienen responsabilidad en la producción de daños
adversos, y será solo conociendo sus principales deberes para evitar por ejemplo
infecciones intrahospitalarias, lo que nos llevara a detectar de manera más clara
los casos de negligencia médica, aprender lecciones de las mismas, implementar
medidas correctivas, imponer si es el caso la sanción disciplinaria, y determinar la
responsabilidad civil y penal que le quepa al personal médico por haber infringido
sus deberes profesionales consagrados en protocolos, guías y la literatura
médica.
La asignación de responsabilidades en una cadena jerárquica compleja que
abarca desde la cúspide del centro hospitalario hasta los últimos intervinientes
(ejecutores materiales) en el hecho. Desde una óptica penal en estos casos las
estructuras básicas de imputación son la autoría mediata y, sobre todo, la
comisión por omisión. Recordemos que la delegación de competencias o
funciones tiene como efecto inmediato modificar las situaciones de competencia
de partida, lo que conlleva una transferencia de responsabilidad. La delegación
así crea una nueva posición de garantía: la del delegado y la asunción de
funciones de control de riesgos sin que ello cancele de plano la posición de
garantía del delegante. Este último, en particular conserva la competencia de
selección del delegado; la de vigilancia y supervisión de su actuación; la de
información y formación; la de dotación de medios económicos y materiales; la de
organización y coordinación de la actuación armónica de los delegados, etc. 514
Así, ejecutado el hecho activamente por un inferior jerárquico (un empleado
subordinado), el delegado, que ha asumido la función de control directo de los
riesgos derivados de tal actuación a su competencia no lo evita, podrá ser
estimado autor en comisión por omisión. En cambio, el delegante solamente
podrá ser considerado partícipe en comisión por omisión, pues él no ostenta ya la
513
Ibidem.
Silva Sánchez, Jesús María. La responsabilidad por contagio hospitalario. D.S. Vol. 8, Num. 1.
Enero-Junio 2000. p.52. En: http://www.ajs.es/plaintext/downloads/vol08014.pdf
514
302
competencia directa de evitación del hecho –que ha transferido-, sino que sólo
retiene la competencia de instar a la evitación del resultado. Por lo demás, en
buen número de casos, la naturaleza de la intervención del delegante en el hecho
será la de una contribución imprudente (infracción de deberes de cuidado en la
supervisión, coordinación, selección, etc). 515
El problema se complica en las cadenas de delegación, allí la regla general, es la
siguiente: se estima autor en comisión activa a quien –el hecho activamente de
modo directo o mediato (esto es, instrumentalizando a otros); partícipe en
comisión activa es todo aquél que contribuye activamente al hecho del autor
(salvo que se limite a realizar labores standard, fungibles, sin propia connotación
delictiva); autor en comisión por omisión será, en principio, sólo aquél en cuya
esfera de competencia se hallaba la evitación directa del hecho (esto es, en
principio, sólo al superior jerárquico inmediato a quien ejecutó activamente el
hecho ilícito; o, en el caso de las cosas peligrosas, quien ostentara el control
inmediato sobre las mismas); partícipes en comisión por omisión serán, en
cambio, todos aquellos otros superiores (mediatos) en cuya esfera de
competencia se hallaba la posibilidad de instar a la evitación del hecho. 516
Un caso singular es aquél en el que el delegado, que carece de los medios para
cumplir eficazmente con su función de control de riesgos, porque el delegante no
se los suministra, se mantiene no obstante en su posición de competencia y
responsabilidad. Una perspectiva moderna contraria a la tendencia tradicional de
responder por los hechos propios, ha puesto de manifiesto que la competencia
para la dotación de medios no ha sido, en puridad delegada, sino precisamente
retenida por el delegante. Es a éste –y sólo a éste a quien corresponde cumplir
con ella. Al delegado le incumbe simplemente apercibir de la ausencia de medios
y, en tanto ello no se subsana, cumplir con su deber: hacer frente al riesgo
asumido con los medios existentes. En nuestro concepto cada caso
515
Ibidem. p.52-3.
Ibidem
516
303
demandará
un
análisis
pormenorizado
para
la
determinación
de
responsabilidades. 517
La aplicación de estos conceptos al supuesto de infecciones nosocomiales, puede
subdividirse en tres bloques. Por un lado, lo relativo a la responsabilidad de los
cirujanos y miembros de sus equipos, en el curso de cuyas intervenciones se
producían las transfusiones contaminantes; así como los subordinados a la Jefa
del Servicio de Hematología y Hemoterapia por proporcionar sangre no controlada
adecuadamente (autoría mediata imprudente). Por otro lado, la relación entre esta
última y el Director- Gerente del Hospital según el caso en particular podrían
entrañar una relación horizontal (con responsabilidades autónomas) o una
relación vertical (con responsabilidades por delegación). Así, desde el punto de
vista clásico, quienes realizan aportaciones causales, dolosas o imprudentes, al
resultado responderán, pues, aun cuando la evitación del resultado no
perteneciera a su esfera de competencia. Modernamente otra teoría, en fase de
discusión, se dice que quien causa un resultado, conociendo o pudiendo conocer
lo que hace, no responsable penalmente cuando el resultado queda fuera de la
esfera de su propia esfera normativa (no física) de control. De ser acogida esta
posición, ello permitiría la exclusión de responsabilidad para los cirujanos y los
integrantes de sus equipos que procedieron a causar de modo inmediato la
contaminación con el VIH por ejemplo. Ello, aun cuando supieran que la sangre
que utilizaban no había sido sometida a la prueba de reactivos correspondientes.
Pues tal cuestión no era de su incumbencia, sino de quienes les suministraban la
sangre. El mismo argumento habría de ser empleado para los integrantes del
banco de sangre, así como del servicio de hematología y hemoterapia, y procede
subrayar que no se trata de una mera exclusión de la culpabilidad o de la
imputación subjetiva, sino de la propia realización típica objetiva. 518 Una postura
discutible, de la que sin embargo se pueden extraer interesantes reflexiones.
En el fondo, la doctrina acepta la concurrencia de un modelo en que tanto el
delegante como el delegado asuman su responsabilidad. Así en el caso que la
517
Ibidem
Ibidem. p. 54
518
304
Jefa del Servicio de Hematología y Hemoterapia haya enviado una carta,
proponiendo la adquisición de reactivos, haya informado en su momento sobre la
existencia de mejores procedimientos de detección, etc. no es suficiente para
eximirla de responsabilidad; y, por otro lado, sí lo es para degradar su
imprudencia a la categoría de imprudencia simple. Ello daría lugar a que el autor
(delegado) reciba una pena inferior a la del cooperador (delegante). Frente a ello
no se admitiría el argumento de se hizo ―lo que podía‖ pues ella tenía un deber
especial de garantía que quebranto pese a todo (culpa por asunción). 519
Con todo, Silva Sánchez postula otra posibilidad, y se refiere al caso de que el
delegante no proporciona los medios necesarios y suficientes para el
cumplimiento de la función por él delegada y asumida por el delegado. En tal
caso, es desde luego cierto que el delegante causa o no impide (de modo
previsible) el resultado. Pero también lo es que no ha vulnerado las reglas de la
competencia asumida. Pues la competencia de proporcionar tales medios no ha
sido delegada, sino, por el contrario, precisamente retenida por el delegante.
Desde esta perspectiva, más atenta a la distribución de competencias ya la
configuración
de
las
respectivas
esferas,
el
delegado
se
comportaría
correctamente (de modo ―adecuado a rol‖) cumpliendo su función con los medios
de que dispone y haciendo notar sus deficiencias en el caso de que éstas se
produzcan. La realización de conductas distintas entraría dentro del ámbito
general de los deberes de solidaridad, no de los presupuestos de una exclusión
de la imputación imprudente de resultados. Obsérvese cómo desde esta
perspectiva el comportamiento de la Jefa del Servicio de Hematología y
Hemoterapia no se mostraría imprudente: pues cumplió su función con los medios
puestos a su disposición y requirió reiteradamente los reactivos necesarios por el
conducto oficial (carta al superior jerárquico, promoción oficial del correspondiente
expediente, incluso comunicación verbal y le habría quedado la posibilidad de
denunciar el hecho a los medios de comunicación). Sin embargo, esto último
respondería más bien al cumplimiento de un deber general de solidaridad con los
pacientes de las transfusiones que al cumplimiento de sus funciones en la
519
Ibidem. p. 55
305
estructura orgánica del centro. 520 En ese contexto, resulta importante conocer las
funciones básicas del personal médico para determinar responsabilidades en los
casos que se produzca un evento adverso en perjuicio del paciente.
Los médicos tienen responsabilidades singulares en la prevención y el control de
las infecciones nosocomiales al: 521 a) prestar atención directa a los pacientes con
prácticas que reduzcan la infección al mínimo; b) seguir prácticas de higiene
apropiadas (por ejemplo, lavado de las manos, aislamiento); c) trabajar en el
Comité de Control de Infecciones; d) apoyar al equipo de control de infecciones.
En particular, los médicos tienen las siguientes responsabilidades: a) proteger a
sus propios pacientes de otros infectados y del personal del hospital que pueda
estar infectado; b) cumplir con las prácticas aprobadas por el Comité de Control
de Infecciones; c) obtener especímenes microbiológicos apropiados cuando haya
una infección manifiesta o presunta; d) notificar al equipo los casos de infección
nosocomial y el internado de pacientes infectados; e) cumplir con las
recomendaciones pertinentes del Comité de Uso de Antimicrobianos; f) informar a
los pacientes, a los visitantes y al personal sobre las técnicas para prevenir la
transmisión de infecciones; g) instituir un tratamiento apropiado de cualquier
infección que tengan y tomar las medidas necesarias para impedir que se
transmita a otras personas, especialmente a los pacientes.
El microbiólogo tiene
las siguientes
responsabilidades:
a)
manejar los
especímenes tomados a los pacientes y al personal para aumentar al máximo la
posibilidad de un diagnóstico microbiológico; b) formular pautas para la
recolección, el transporte y la manipulación de especímenes en forma apropiada;
c) Asegurarse de que las prácticas de laboratorio se realicen de conformidad con
normas técnicas; d) velar por que los laboratorios sigan prácticas seguras para
prevenir la infección del personal; e) realizar pruebas de sensibilidad a los
antimicrobianos de conformidad con métodos idóneos de renombre internacional
y presentar informes resumidos de prevalencia de resistencia; f) vigilar el proceso
de esterilización y desinfección y el medio ambiente, g) enviar oportunamente los
520
Ibidem. p. 56
Woolcott, Olenka. Ibidem. pp. 10-11
521
306
resultados al Comité de Control de Infecciones o al director de sanidad; h) realizar
la tipificación epidemiológica de los microorganismos del ambiente hospitalario. 522
El farmacéutico del hospital tiene las siguientes responsabilidades: a) obtener,
almacenar y distribuir preparaciones farmacéuticas siguiendo prácticas que limiten
la transmisión potencial de agentes infecciosos a los pacientes; b) dispensar
medicamentos antiinfecciosos y mantener los registros pertinentes; c) obtener y
almacenar vacunas o sueros y facilitarlos, según se necesiten; d) llevar registros
de los antibióticos distribuidos a los departamentos de atención médica; e)
proporcionar al Comité de Uso de Antimicrobianos y al Comité de Control de
Infecciones informes resumidos y otros sobre las tendencias del uso de dichos
productos; f) tener información disponible sobre las propiedades desinfectantes,
antisépticos y otros agentes antiinfecciosos; g) participación en la formulación de
pautas de fabricación de antisépticos, desinfectantes y productos empleados para
el lavado y la desinfección de las manos; h) participación en la formulación de
pautas para la reutilización de equipo y de materiales para pacientes; i)
participación en el control de calidad de las técnicas empleadas para esterilizar el
equipo en el hospital, incluida la selección del equipo de esterilización (tipo de
aparatos) y vigilancia. 523
El personal de enfermería le incumbe el cumplimiento de las prácticas de atención
de los pacientes para el control de infecciones. Éste debe conocer dichas
prácticas para evitar la manifestación y propagación de infecciones y mantener
prácticas apropiadas para todos los pacientes durante su estadía en el hospital. El
administrador principal de enfermería tiene las siguientes responsabilidades: a)
participar en el Comité de Control de Infecciones; b) promover la formulación y
mejora de las técnicas de atención de enfermería y el examen permanente de las
normas de atención de enfermería aséptica, con aprobación del Comité de
Control de Infecciones; c) crear programas de capacitación para los miembros del
personal de enfermería; d) supervisar la puesta en práctica de técnicas de
prevención de infecciones en sitios especializados, como el quirófano, la unidad
522
523
Ibidem. p. 11
Ibidem.
307
de cuidados intensivos y los pabellones de maternidad y de recién nacidos; e)
vigilar el cumplimiento de las normas por parte del personal de enfermería.
Asimismo
el jefe de enfermería de un pabellón tiene
las siguientes
responsabilidades: a) mantener las condiciones de higiene, de conformidad con
las normas del hospital y las buenas prácticas de enfermería en el pabellón; b)
vigilar las técnicas asépticas, incluso el lavado de las manos y el aislamiento; c)
informar de inmediato al médico de cabecera sobre cualquier prueba de infección
de los pacientes bajo el cuidado de un miembro del personal de enfermería; d)
aislar al paciente y ordenar la toma de especímenes para cultivo a cualquier
paciente con signos de una enfermedad transmisible, cuando sea imposible
comunicarse con el médico de inmediato; e) limitar la exposición del paciente a
infecciones de visitantes, el personal del hospital, otros pacientes o el equipo de
diagnóstico y tratamiento; f) mantener existencias seguras y suficientes de equipo,
medicamentos y suministros para el cuidado de los pacientes en cada pabellón.
Finalmente, el miembro del personal de enfermería encargado del control de
infecciones tiene las siguientes responsabilidades: a) identificar las infecciones
nosocomiales; b) investigar el tipo de infección y el microorganismo infeccioso; c)
participar en la capacitación del personal; d) vigilar las infecciones nosocomiales;
e) participar en la investigación de brotes; f) formular una política de control de
infecciones y examinar y aprobar la política pertinente de atención de los
pacientes; f) asegurarse del cumplimiento con los reglamentos locales y
nacionales. 524
La
responsabilidad del servicio central de esterilización es servir a todas las
divisiones del hospital, incluso al quirófano, es limpiar, descontaminar, probar,
preparar para el uso, esterilizar y guardar asépticamente todo el equipo estéril del
hospital. Trabaja en colaboración con el Comité de Control de Infecciones y otros
programas del hospital para establecer y vigilar las normas de limpieza y
descontaminación de lo siguiente: a) equipo reutilizable; b) equipo contaminado,
incluso: procedimientos de envoltura, según el tipo de esterilización, métodos de
524
Ibidem. p. 11-12
308
esterilización, según la clase de equipo, condiciones de esterilización. Asimismo,
el
director de este servicio debe hacer lo siguiente: a) supervisar el uso de
diferentes métodos – físicos, químicos y bacteriológicos – para vigilar el proceso
de esterilización; b) asegurarse del mantenimiento técnico del equipo, según las
normas nacionales y las recomendaciones de los fabricantes; c) notificar cualquier
defecto al personal de administración, mantenimiento y control de infecciones; d)
mantener registros completos de cada ciclo de uso del autoclave y asegurarse de
la disponibilidad de dichos registros a largo plazo; e) recoger o hacer recoger, a
intervalos regulares, todas las unidades estériles caducadas. 525
El director de servicios de alimentación debe conocer lo referente a inocuidad de
los alimentos, capacitación de personal, almacenamiento y preparación de
alimentos, análisis de cargos y uso de equipo. El jefe de servicios de cafetería y
otros
servicios
de
preparación
de
alimentos
tiene
las
siguientes
responsabilidades: a) definir los criterios para la compra de productos
alimentarios, uso de equipo y procedimientos de limpieza para mantener un alto
grado de inocuidad de los alimentos; b) velar por que el equipo empleado y todos
los lugares de trabajo y de almacenamiento se mantengan limpios; c) establecer
normas y dar instrucciones por escrito sobre el lavado de las manos, la ropa
apropiada, las responsabilidades del personal y los deberes de desinfección
diaria; d) asegurarse de que los métodos de almacenamiento, preparación y
distribución de alimentos eviten la contaminación por microorganismos; e)
establecer programas de capacitación del personal en preparación, limpieza e
inocuidad de los alimentos; f) establecer un programa de análisis de peligros en
puntos críticos de control. 526
El servicio de lavandería tiene las siguientes responsabilidades: a) seleccionar
telas para uso en diferentes sitios del hospital, formular política sobre la ropa de
trabajo de cada división y grupo de empleados y mantener suficientes existencias;
b) distribuir la ropa de trabajo y, si es necesario, administrar los cuartos de vestir;
c) establecer normas para la recogida y el transporte de ropa sucia; d) definir,
525
526
Ibidem. p. 12
Ibidem. p. 13
309
cuando sea necesario, el método de desinfección de la ropa de cama infectada,
ya sea antes de llevarla a la lavandería o en esta última; e) establecer normas
para proteger la ropa limpia contra la contaminación durante el transporte de la
lavandería al lugar de uso; f) velar por la seguridad del personal de la lavandería
mediante la prevención de la exposición a objetos cortantes y punzantes o a ropa
sucia contaminada con agentes potencialmente patógenos. 527
El servicio de limpieza se encarga de la limpieza regular y ordinaria de todas las
superficies y de mantener estrictas condiciones de higiene en el establecimiento.
En colaboración con el Comité de Control de Infecciones, tiene las siguientes
responsabilidades: a) clasificar las diferentes divisiones del hospital según sus
distintas necesidades de limpieza; b) establecer normas sobre técnicas de
limpieza apropiadas; c) el procedimiento, la frecuencia, los agentes empleados,
etc., en cada tipo de habitación, desde la más contaminada hasta la más limpia, y
asegurarse de que se sigan esas prácticas; e) establecer normas para la
recolección, el transporte y la evacuación de diferentes tipos de desechos (por
ejemplo, contenedores, frecuencia); f) informar al servicio de mantenimiento sobre
cualquier problema del edificio que necesite reparación: grietas, defectos del
equipo sanitario o eléctrico, etc.;
g) establecer métodos de limpieza y
desinfección de los artículos de cama (por ejemplo, colchones, almohadas); h)
determinar la frecuencia del lavado de cortinas en general y de las divisorias de
las camas, etc.; i) examinar los planes de renovación o el nuevo mobiliario,
incluso camas especiales para los pacientes, para determinar la factibilidad de
limpieza; j) el personal de limpieza debe saber comunicarse con el personal de
salud si contrae una infección particular, especialmente de la piel, el aparato
digestivo y las vías respiratorias528.
El servicio de mantenimiento tiene las siguientes responsabilidades: a) colaborar
con el personal de limpieza y enfermería o con otros grupos apropiados en la
selección de equipo y asegurarse de la pronta identificación y corrección de
cualquier defecto; b) realizar inspecciones y mantenimiento regular del sistema de
527
528
Ibidem. p. 13
Ibidem.
310
plomería, calefacción, refrigeración, conexiones eléctricas y acondicionamiento de
aire; se deben mantener registros de esta actividad; c) establecer procedimientos
para reparaciones de emergencia en departamentos esenciales; d) velar por la
seguridad ambiental fuera del hospital, por ejemplo, evacuación de desechos,
fuentes de agua; f) inspección, limpieza y reemplazo regular de los filtros de todos
los aparatos de ventilación y de los humedecedores; g) prueba de los autoclaves
(temperatura, presión, vacío, mecanismo de registro) y mantenimiento regular
(limpieza de la cámara interior, vaciamiento de los tubos); h) vigilancia de los
termómetros de registro de los refrigeradores en los depósitos farmacéuticos,
laboratorios, bancos de sangre y cocinas; i) inspección regular de todas las
superficies – paredes, pisos, techos – para asegurarse de mantenerlas lisas y
lavables; j) reparación de cualquier abertura o grieta en las paredes divisorias o
los marcos de las ventanas; k) mantenimiento del equipo de hidroterapia; l)
notificación al servicio de control de infecciones de cualquier interrupción
anticipada de los servicios, como plomería o acondicionamiento de aire. 529
El servicio de higiene del hospital tiene las siguientes responsabilidades: a)
organizar un programa de vigilancia epidemiológica de las infecciones
nosocomiales; b) participar con la farmacia en el establecimiento de un programa
de supervisión del uso de medicamentos antiinfecciosos; c) asegurarse de que las
prácticas de cuidado de los pacientes sean apropiadas para el grado de riesgo a
que están expuestos; d) verificar la eficacia de los métodos de desinfección y
esterilización y de los sistemas establecidos para mejorar la limpieza del hospital;
e) participar en la creación y el ofrecimiento de programas de enseñanza para el
personal médico, de enfermería y paramédico, así como para las demás clases
de personal; f) ofrecer asesoramiento especializado, análisis y dirección en
materia de investigación y control de brotes; g) participar en la formulación y
aplicación de iniciativas nacionales de control de infecciones. 530
El programa de control de infecciones se encarga de la supervisión y coordinación
de todas las actividades las actividades antes mencionadas asegurándose así
529
530
Ibidem. p. 14
Ibidem.
311
una prestación de salud idónea y de calidad. La prevención de las infecciones
nosocomiales exige un programa integrado y vigilado, que incluya los siguientes
elementos claves a) limitar la transmisión de microorganismos entre los pacientes
que reciben atención directa por medio de prácticas apropiadas de lavado de las
manos, uso de guantes y asepsia, estrategias de aislamiento, esterilización,
desinfección y lavado de la ropa; b) controlar los riesgos ambientales de infección;
c) proteger a los pacientes con el uso apropiado de antimicrobianos profilácticos,
nutrición y vacunación; d) limitar el riesgo de infecciones endógenas con
reducción al mínimo de los procedimientos invasivos y fomento del uso óptimo de
antimicrobianos; e) vigilar las infecciones e identificar y controlar brotes; f)
prevenir la infección de los miembros del personal; g) mejorar las prácticas de
atención de pacientes seguidas por el personal y continuar la educación de este
último. El control de infecciones es una responsabilidad de todos los profesionales
de salud, a saber, médicos, personal de enfermería, terapeutas, farmacéuticos,
ingenieros y otros. 531
Fuente: Organización Mundial de la Salud. Prevención de las infecciones
nosocomiales. Guía Práctica. Malta. 2003.p. 30-31
531
Organización Mundial de la Salud. Prevención de las infecciones nosocomiales. Guía Práctica.
Malta. 2003. p. 30
312
Fuente: Organización Mundial de la Salud. Prevención de las infecciones nosocomiales. Guía
Práctica. Malta. 2003.p. 30-31
La literatura médica de la OMS nos permite inferir que el control y prevención de
las
infecciones
nosocomiales
depende
del
buen
funcionamiento
de
la
organización hospitalaria lo que se redundara en una tasa de infecciones
intrahospitalarias baja y una prestación de salud idónea. En ese sentido, la
responsabilidad civil por infecciones intrahospitalarias parte de dos premisas
elementales:
a)
la
responsabilidad
para
la
prevención
de
infecciones
nosocomiales recae en la organización hospitalaria; b) la actividad médica es por
naturaleza riesgosa para la salud de las personas si es que no se observan los
protocolos médicos y medidas de bioseguridad vigentes. A lo largo de la presente
investigación hemos constatado las responsabilidades de los profesionales
médicos, y razón por la cual el incumplimiento de una o varias de estas
obligaciones por un profesional o varios generara la falla del sistema hospitalario
que arrojara como resultado las condiciones idóneas para la transmisión de
infecciones intrahospitalarias, la cual de producirse se debe imputar daño a la
organización hospitalaria, siendo para la víctima innecesario probar quien en la
cadena de obligaciones profesionales incumplió sus deberes, bastará que
demuestre que la infección no la portaba al momento de ingresar al nosocomio y
que por tanto la adquirió en el hospital. Cierto es que al hospital si le interesara
saber en que etapa de sus procesos de servicios médicos esta el fallo para
adoptar la medida correctiva correspondiente y asegurar un servicio de salud
optimo. Empero, las deficiencias de infraestructura hospitalaria así como escases
de material y equipo médico en los hospitales son una variable que también debe
313
evaluarse para corregir el fallo, pues los esfuerzos del personal médico serán
estériles si no están respaldado con un ambiente hospitalario idóneo.
La
reducción
de
la
transmisión
de
infecciones
nosocomiales
implica
necesariamente una intensa práctica de descontaminación de las manos pues
esta medida a demostrado que puede reducir estos eventos adversos. Sin
embargo, la práctica de lavado de las manos a menudo es alarmantemente baja
en nuestros hospitales nacionales. Eso se debe a varias razones, tales como la
falta de equipo accesible apropiado, alergia a los productos empleados para el
lavado de las manos, falta de conocimientos del personal sobre riesgos y
procedimientos, recomendación de un período de lavado demasiado largo y el
tiempo requerido pero sobre todo sensibilización del personal médico de la
importancia de esta medida de higienización. 532
Fuente: Organización Mundial de la Salud. Prevención de las infecciones nosocomiales. Guía Práctica. Malta. 2003.p. 31
532
Organización Mundial de la Salud. Prevención de las infecciones nosocomiales. Guía Práctica.
Malta. 2003.p. 31
314
Tengamos en cuenta que ciertos pacientes pueden exigir precauciones
específicas533 para limitar la transmisión de posibles microorganismos infecciosos
a otros pacientes. En estos casos las precauciones recomendadas para
aislamiento dependen de la vía de transmisión. Las principales rutas son:
infección transmitida por el aire534, infección por gotitas535 y la infección por
contacto directo o indirecto.
536
Así tenemos que las precauciones para evitar la
transmisión de gotitas por el aire por ejemplo microorganismos causantes de
tuberculosis, varicela y sarampión, pasan por contar con: a) una habitación
individual con ventilación adecuada, que tenga, siempre que sea posible, presión
negativa, una puerta cerrada, por lo menos seis ciclos de recambio de aire por
hora y un tubo de escape al exterior lejos de los conductos de entrada; b) uso de
mascarillas de alto rendimiento por los trabajadores de salud que se encuentren
en la habitación del paciente; c) mantenimiento del paciente en su habitación.537
Ha ocurrido que en ocasiones falla el sistema de recambio de aire en la
habitación, lo que ocasiona un brote de una enfermedad respiratoria. De ahí que
sostengamos que el control y prevención de las infecciones intrahospitalarias, que
tiene causas complejas, es de responsabilidad de la organización hospitalaria, y
no de los profesionales médicos en estricto, que aún cumpliendo su función y
responsabilidades no impiden un brote si la gestión hospitalaria no ha vigilado y
controlado otros factores tales como la infraestructura hospitalaria o la
esterilización o desinfección del material médico.
Lo propio ocurre con la implementación de las precauciones para evitar la
transmisión de meningitis bacteriana, difteria o virus sincitial respiratorio, en los
cuales se necesita a) una habitación individual para el paciente; b) mascarilla para
533
Debe tenerse cuidado en todos los pacientes y ello comprenden limitación del contacto de los
trabajadores de salud con todas las secreciones y los humores biológicos, las lesiones de la piel,
las membranas mucosas o la sangre y otros humores corporales. Los trabajadores de salud
deben usar guantes para cada contacto que pueda ocasionar contaminación, y batas, mascarilla
y protección para los ojos cuando se prevea que habrá contaminación de la ropa o la cara. Es
preciso considerar lo siguiente respecto de la ropa protectora: bata, guantes y mascarilla.
534
La infección suele ocurrir por vía respiratoria y el agente está presente en aerosol (partículas
infecciosas < 5m de diámetro).
535
Las gotitas de mayor tamaño (>5m de diámetro) transmiten el agente infeccioso.
536
La infección ocurre por contacto directo entre el foco de infección y el receptor o indirectamente
por medio de objetos contaminados.
537
Cfr, Ibidem 45
315
los trabajadores de salud; c) circulación restringida para el paciente. Más riguroso
es el aislamiento (estricto) absoluto por ejemplo en el caso de fiebre hemorrágica
o la aparición del S. aureus resistente a la vancomicina, en los cuales se necesita
esta clase de aislamiento y en general cuando hay riesgo de infección por un
agente muy virulento u otro agente singular que es motivo de preocupación
cuando tiene varias vías de transmisión. Se necesita una habitación individual, en
un pabellón de aislamiento si es posible. Mascarilla, guantes, batas, gorro, y
protección de los ojos para todas las personas que entren a la habitación. 538 En
estos casos si el equipo médico es inadecuado ocurrirá una infección
intrahospitalaria o peor aún un brote que puede cobrar la vida de las personas
más débiles como los inmune deprimidos.
6.2. LA RESPONSABILIDAD DE LA ORGANIZACIÓN HOSPITALARIA Y LOS
ESTANDARES DE CALIDAD EN EL SECTOR SALUD
La OMS nos recuerda que a cada etapa de este proceso le es intrínseco cierto
grado de inseguridad, realidad que revela que todo tratamiento médico existe un
porcentaje mínimo de que no se alcance a satisfacer la expectativa del paciente.
A ello, es a lo que la doctrina denomina ―el alea terapéutica‖, pues aun cuando el
médico haya puesto en marcha todos los actos necesarios para el caso particular,
puede producirse un evento adverso que determina un resultado infausto, no
imputable al accionar negligente del médico al haber obrado conforme a los
protocolos, a las directivas de la ciencia para el caso específico. Por otra parte,
los eventos adversos pueden obedecer a problemas en las prácticas, los
productos, los procedimientos o los sistemas. Bien afirma, Woolcott, los daños
médicos
no
provendrán
siempre
de
un
acto
de
negligencia
médica
individualmente considerado, su fuente hay que hallarla en el sistema de la
estructura de salud, para trabajar sobre esa base a fin de reducir sus efectos o
erradicar sus causas. Las deficiencias de esa estructura o, si vamos más lejos,
del sistema de salud en su totalidad, no se solucionan con la imputación individual
a uno de sus operadores. De allí la perspectiva de sistema exigida para el
tratamiento de todos los eventos adversos. 539
538
539
Cfr, Ibidem 46
Woolcott, Olenka. Ibidem. p. 183
316
Las organizaciones hospitalarias actualmente no están siendo supervisadas ni
sancionadas por carecer de infraestructura idónea, servicio adecuado o personal
médico no motivado y desactualizado, o carece de protocolos para todos los
procedimientos médicos y apoyo social adecuado, además de sobrecarga de
pacientes en el personal médicos,540 son factores que reclaman acciones
correctivas de parte de la organización hospitalaria. Tengamos en cuenta que el
50% de la población, según una encuesta de la Universidad de Lima del 2007, ha
manifestado que la atención de salud era regular a muy mala, sobre todo en
hospitales de EsSalud, Ministerio de Salud y postas del Ministerio de Salud. 541
Sostenemos que la responsabilidad civil médica debe contemplar supuestos de
responsabilidad civil objetiva en razón a que existen daños médicos no asociados
per se a la conducta del médico sino a la organización hospitalaria conforme se
observa del paso del médico de cabecera dejaba a los hospitales médicos
públicos y privados con redes asistenciales y que operan en un complejo sistema
de salud. La aparición de seguros social privado y público en el país han permitido
articular a los hospitales en un nivel sin precedentes en la historia de la medicina
nacional. En ese sentido, referirnos a la negligencia o el dolo en el ámbito de la
responsabilidad médica como únicos factores de atribución para la reparación de
daños médicos es una cuestión absolutamente inadecuada e injusta para las
víctimas.
Recordemos que un evento adverso se define como el incidente médico
generalmente identificable, que impide alcanzar el resultado médico deseado.
Bien asevera Woolcott, que este término se puede usar de dos modos: 542 a) Uno
es referirse al incidente como un evento o circunstancia – por ejemplo, una dosis
equivocada-, como resulta de la definición. Puede inferirse de este tipo de
descripción que hubo un daño causado o que este puede ser descrito
explícitamente (por ejemplo, envenenamiento debido a una dosis incorrecta; b) el
otro modo es referirse al daño que puede o no se asociado a un incidente o causa
540
Ibidem. p. 197
Grupo de Opinión Pública de La Universidad de Lima, I encuesta anual sobre situación de salud
en el Perú. Lima Metropolitana y Callao, del viernes 30 de marzo al domingo 1 de abril 2007.
542
Ibidem. p. 179.
541
317
identificable. Por ejemplo, una infección adquirida en el hospital siempre sería
referida como un evento adverso, aunque se trate solo de la descripción del daño.
A veces suceded que no hay información disponible sobre el evento o
circunstancia –fuente- que causó la infección, por lo que el evento adverso tiene
que ser descrito en términos de daño. De ahí, que Woolcott, sostenga
correctamente, que en este punto adquiere especial interés las propuestas de
reparación de daños médicos sin culpa o de carácter automático.
La concepción actual de la seguridad del paciente atribuye la principal
responsabilidad de los eventos adversos a las deficiencias del diseño, de la
organización y del funcionamiento del sistema, en lugar de atribuírsela en
exclusiva a los proveedores o los productos específicos. 543 En nuestro concepto,
en pleno siglo XXI, no puede seguir sosteniéndose un proceso civil por
responsabilidad médica en factores subjetivos y la desesperada búsqueda del
dolo o culpa de los médicos que atendieron al paciente y le ocasionaron un daño
severo a su salud, y ello es así por que a contracorriente de lo que comúnmente
se cree las condiciones para que se produzcan estos eventos adversos no
dependen exclusivamente de los profesionales médicos sino también de la
organización hospitalaria, esto es de una gestión, atenta a las necesidades del
nosocomio y la calidad de su servicio. Pongamos un par de ejemplos para ilustrar
nuestras afirmaciones, la escases de personal médico obliga a la organización
hospitalaria a exigir a los profesionales médicos a trabajar más allá del horario
normal, y no sólo ello, sino ha atender un número de pacientes superior a lo
establecidos por la OMS, sumando a ello las deficiencias en infraestructura
notorias de los establecimientos médicos públicos cuyos más importantes centros
superan los 40 años de antigüedad. En dichas condiciones, la presencia de
eventos adversos se incrementa, siendo otros catalizadores de esta circunstancia
la alta rotación de personal, los bajos sueldos que obligan al personal a trabajar
en dos centros laborales debido a lo cual declina la calidad de sus prestaciones y
el ingreso de internos sin capacitación en normas de bioseguridad.
543
Ibidem. p.183.
318
En síntesis, la concepción de la responsabilidad médica subjetiva parte
históricamente de un momento en que los servicios médicos estaban
incipientemente desarrollados, razón por la cual se hacia recaer toda la
responsabilidad en el profesional médico, este tipo de responsabilidad en el 2009
es absolutamente insuficiente para los fines de reparar a la víctima, puesto que
los servicios de salud actuales basan su éxito y calidad en el buen funcionamiento
de la organización hospitalaria, no en el esfuerzo de un solo médico ni siquiera un
equipo médico sino de una organización perfectamente articulada que vigila que
todos sus procesos cumplan determinados estándares de calidad para poder
brindar un servicio satisfactorio ha sus usuarios. Así por ejemplo las deficiencias
en el mantenimiento de equipos, el aire acondicionado mal instalado, puede
generar el brote de una epidemia de TBC en el área que se produjo este hecho.
Obsérvese que estrictamente el error fue del personal de mantenimiento y no de
personal médico, empero que es la gestión hospitalaria a quien compete velar por
el buen funcionamiento del hospital y estos fallos, no son posibles de imputar en
solitario a una de sus partes organizativas sino a la propia organización
hospitalaria que debe velar por el buen funcionamiento de la infraestructura
hospitalaria. Sostenemos que los avances en la administración de hospitales han
permitido trasladar la responsabilidad de los profesionales médicos a la
organización hospitalaria que ahora cuenta con instrumentos de medición de
calidad de los servicios médicos que le permiten controlar y minimizar los riesgos
que puede traer la prestación de estos servicios. Este es el sustento de la
denominada “Seguridad del Paciente” que parte de una premisa elemental la
seguridad del paciente depende del buen funcionamiento de la organización
hospitalaria en su conjunto.
Nuestra regulación nacional parte equivocadamente de la responsabilidad civil del
profesional médico, y solo si se demuestra el error individual del mismo, se
reconoce la responsabilidad del centro hospitalario. Ello evidentemente es un
error superlativo puesto que la mayoría de eventos adversos tienen como origen
fallos en la organización hospitalaria, sea por ausencia de controles, insuficiente
infraestructura o por deficiencias en la fiscalización de determinadas actividades
319
riesgosas del hospital. Este es el caso del profesional médico que puede
demostrar la inocuidad de su conducta en la transmisión de una infección
intrahospitalaria, cuyo origen fue las deficiencias en la infraestructura hospitalaria
o deficiencias en la preparación de alimentos del hospital o peor aún en la
higienización del menaje. Nos queda claro que debemos abandonar el régimen de
la responsabilidad médica subjetiva y abordar de lleno la responsabilidad médica
objetiva especialmente en el caso de las infecciones intrahospitalarias, en los que
carece de sentidos buscar culpa o dolo, cuando se prueba que el paciente
efectivamente no trajo esta infección al momento de ingresar al hospital y por
tanto la contrajo en sus instalaciones.
La jurisprudencia española, francesa y alemana por ello hace mucho empezó a
flexibilizar la responsabilidad civil médica subjetiva a través de diversas teorías
tales como la categoría del ―daño desproporcional‖ que implica un resultado
anormal conforme a lo que es usual y las reglas de la experiencia médica según
el estado de la ciencia y las circunstancias del tiempo y lugar,544 o la regla ―res
ipsa loquitur‖ (la cosa habla por sí misma) o la ―faute virtuelle‖ (culpa virtual) que
se refiere a una evidencia que crea una deducción de negligencia a partir del
argumento que ello normalmente se produce por razón de una conducta
negligente,545 ejemplo el olvido de un trozo de gaza o bisturí en el interior del
cuerpo del paciente. Así servirá al juez, para presumir la existencia de culpa y del
nexo causal la anormalidad del fatal resultado –fallecimiento de un paciente de 44
años tras ser sometido a una sencilla intervención sanitaria: extirpación de la
vesícula biliar- para deducir a partir del mismo la culpa del médico y la
responsabilidad solidaria del nosocomio.
546
La omisión de la actuación médica
también se puede inferir del resultado totalmente desproporcionado según la
jurisprudencia española que narra el caso de una menor ingresada en un hospital
con un diagnostico orientativo de apendicitis aguda y que luego de 5 días
degenera en una peritonitis por no haberse actuado a tiempo. 547
544
Cfr, Diaz- Regañon García-Alcala, Calixto. Responsabilidad Objetiva y Nexo Causal en el
ámbito sanitario. Editorial Comares. Granada- España. 2006. p.120
545
Cfr,.Ibidem. p.126
546
Cfr, Ibidem. p.128
547
Cfr, Ibidem. p.132
320
En el fondo estas teorías, no solo evidenciaban casos de insuficiencia probatoria
por parte de la víctima, sino daban claras luces de la necesidad de regular
supuestos de responsabilidad civil objetiva en el ámbito de los daños médicos y
en España ello se tradujo en la responsabilidad objetiva que respecto a los daños
causados por servicios sanitarios establece el artículo 28 de la Ley 26/1984, de 19
de julio (RCL 1984, 1906) general para la defensa de consumidores y usuarios y
que
ha
sido
aplicada
por
abundante
jurisprudencia
española.548
Esta
responsabilidad de carácter objetivo cubre los daños originados por el uso de los
servicios sanitarios, cuando por su propia naturaleza, incluyen la garantía de
niveles determinados de pureza, eficacia y pureza, en condiciones objetivas de
determinación y suponga controles técnicos, profesionales o sistemáticos de
calidad, hasta llegar en debidas condiciones al usuario. Estos niveles se
presuponen para los servicios sanitarios tales como las transfusiones de sangre,
la esterilidad de determinados instrumentos médicos y desde luego una
infraestructura y gestión hospitalaria idónea.
549
Evidentemente, la consagración
de la responsabilidad objetiva, para nada implica la desaparición de los factores
subjetivos de responsabilidad civil, que pasaran a ser tomados en cuenta para
graduar la indemnización y
la reprochabilidad de la conducta, con serías
implicancias a nivel laboral, penal y administrativo. Ahora queda claro que en el
escenario de la responsabilidad civil médica objetiva cobran mayor relieve el
fabricante o proveedor del instrumental y el hospital, dejando en un segundo
plano el actuar del médico a quienes solamente se les responsabiliza en caso de
negligencia o dolo.
Los avances de la administración de hospitales han permitido que el propio
MINSA elabore y apruebe estándares de calidad de los hospitales, y el
incumplimiento de los mismos a futuro debería generar responsabilidad objetiva
pues su ausencia no garantiza un servicio sanitario idóneo y eficaz.
estándares
son
requerimientos
indispensables
que
debe
cumplir
Los
un
establecimiento de salud para garantizar una adecuada calidad en la prestación
de salud, y serán sometidos a revisiones periódicas para su actualización en base
548
549
Cfr, Ibidem. p.138
Cfr, Ibidem. p.139
321
a los logros obtenidos y a los avances científicos y tecnológicos en salud. 550 Así
por ejemplo se ha establecido que uno de los objetivos de estos estándares es “el
brindar seguridad a los usuarios” pues ello constituye la razón de ser de los
estándares y justifica su existencia al ligarlos a una de las funciones
fundamentales del Estado en el sistema de salud, esto es garantizar el derecho
de las personas a recibir atención de salud de calidad.
551
Y dice más el
propio MINSA pues manifiesta que garantizar el cumplimiento de estos
estándares implica ―la obligatoriedad en el cumplimiento de los estándares, pues
su omisión estaría significando la existencia de un servicio de salud que no
garantiza condiciones de seguridad al usuario”.552 Seguidamente, precisa que
estos conceptos se aplican a los prestadores de servicios de salud a todos los
establecimientos del primer nivel en el sistema del MINSA (Puestos de Salud,
Centros de Salud y Hospitales I). 553
550
551
552
553
MINSA. Estándares de Calidad para el Primer de Atención en Salud. Lima-Perú. Julio. 2002.p.
5. En: http://www.minsa.gob.pe/dgsp/dctodecs.htm
Cfr, MINSA. Estándares de Calidad para el Primer de Atención en Salud. Lima-Perú. Julio.
2002.p. 6
MINSA. Estándares de Calidad para el Primer de Atención en Salud. Lima-Perú. Julio. 2002.p.
6
MINSA. Estándares de Calidad para el Primer de Atención en Salud. Lima-Perú. Julio. 2002.p.
6
322
Los principios a la luz de los cuales crecen estos estándares son los siguientes:
a) Oportunidad, respuesta a una necesidad de salud en un tiempo que implique
menor riesgo y mayor beneficio para la persona o la población. El dramático
caso del friaje que causo la muerte de 153 niños menores de 5 años en
diversas regiones del país, en junio del 2009, es una flagrante omisión de este
principio, especialmente según el Ministro de Salud, de los responsables
sanitarios del departamento de Puno, que solo aplicaron 234 vacunas de las
23.230 enviadas por el Gobierno Central para combatir las infecciones
respiratorias. 554
b) Eficacia, uso correcto de las normas, protocolos y procedimientos en la gestión
y prestación de servicios de salud individual y colectiva. Este es un principio
fundamental que debe velarse por su cumplimiento cuyo principal obstáculo es
la escases de personal, deficiencias de infraestructura y falta de material
médico suficiente, sumados al de la premura de la atención en emergencia, en
donde en ocasiones los profesionales médicos se lleven de encuentro los
protocolos médicos y normas de bioseguridad establecidas.
c) Seguridad, condiciones en el establecimiento que garanticen a los usuarios,
acceso a servicios sanitarios básicos para prevenir riesgos en él y medio
ambiente.555 Evidentemente el caso de los eventos adversos médicos son
ejemplos de falta de seguridad al paciente que deben prevenir y evitar.
d) Información completa, provisión de contenidos, veraces, oportunos y
entendibles por las personas o público, que le permite tomar decisiones sobre
su salud556 al paciente, esto es justamente lo que hace falta en los hospitales y
clínicas del país, por ejemplo la difusión del impacto de eventos adversos e
554
555
556
Diario ―El Comercio‖ del 04.06.09. Puno solo usó 234 de las 23.230 vacunas contra la
neumonía. En: http://www.elcomercio.com.pe/noticia/296256/puno-solo-aplico-234-vacunascontra-neumonia-pese-que-tenia-mas-23-mil-dosis
MINSA. Estándares de Calidad para el Primer de Atención en Salud. Lima-Perú. Julio. 2002.p.
8
MINSA. Estándares de Calidad para el Primer de Atención en Salud. Lima-Perú. Julio. 2002.p.
9
323
infecciones intrahospitalarias en un hospital es información que debería ser
pública y conocida por la comunidad, y no como actualmente ocurre que en la
mayoría de nosocomios es información reservada a unos pocos.
e) Participación social, mecanismos y procesos que permiten a la población
organizada intervenir y tomar decisiones respecto a las prioridades, políticas y
estrategias sanitarias. 557 Actualmente no existe un mecanismo de participación
de la comunidad en la gestión hospitalaria, y solamente los nosocomios
estatales se conforman con implementar buzones de sugerencias y quejas, o la
Defensoría del Paciente.
En resumen, un estándar representa un nivel de desempeño adecuado que es
deseado y factible de alcanzar en la prestación de salud. Adicionalmente, la
comprobación de ese logro debe ser demostrada por la organización hospitalaria
que dice haber obtenido el nivel deseado de desempeño, ante lo cual es
necesario que se cree un sistema explícito para verificar y calificar el grado del
logro alcanzado y la implementación de un Proceso de Mejoramiento Continuo. 558
El MINSA acierta al señalar que los estándares están dirigidos a la minimización
de los principales riesgos propios de la prestación de servicios de salud pero
defrauda al no implementarlo de manera efectiva. En el marco de las prioridades
sanitarias, es un referente para la definición de estándares que relaciona los
riesgos identificados como prioritarios para el Primer Nivel de Atención en Salud
del MINSA los siguientes:
559
a) Mortalidad materna y perinatal; b) Atención de
emergencias; b) Prevención y control de enfermedades emergentes y
reemergentes; c) Atención a poblaciones en condiciones de pobreza y exclusión.
Lamentablemente, el MINSA deja un gran vacio en este nivel al omitir la
prevención de infecciones intrahospitalarias como una de sus prioridades no
obstante ser un mal que padecen los hospitales desde sus orígenes.
557
Loc Cit.
MINSA. Estándares de Calidad para el Primer Nivel de Atención en Salud. Lima-Perú. Julio.
2002.p. 10
559
MINSA. Estándares de Calidad para el Primer Nivel de Atención en Salud. Lima-Perú. Julio.
2002.p. 10
558
324
De los estándares de calidad para el primer nivel de atención destacan el
atributo
de
oportunidad:
a)
el
establecimiento
de
salud
dispone
de
medicamentos, insumos y equipos para el manejo de las primeras causas de
emergencia y daños; b) El establecimiento de salud dispone de medios de
comunicación y transporte operativos y equipados para realizar las referencias.
En tanto en el atributo de eficacia, destacan: a) el personal de salud aplica guías
de atención integral para el manejo de los daños correspondientes a las
prioridades sanitarias locales. Resaltemos que este estándar busca contribuir a la
disminución de la morbimortalidad asociada a las patologías prevalentes y
prioritarias según realidad local; y b) el establecimiento de salud realiza la
referencia y contrarreferencia según normas y protocolos. Se buscará disminuir el
riesgo de secuelas y mortalidad de los pacientes que requieren ser referidos a
niveles más complejos para la resolución de sus problemas.
Por otra parte, rescatamos del atributo seguridad que señala que establece
entre sus estándares a) el establecimiento de salud cuenta con sistema de agua
segura, disposición apropiada de excretas y eliminación de residuos sólidos
teniendo en cuenta criterios de bioseguridad. Finalmente, sobresale el atributo:
Información completa, el cual tiene entre sus estándares que los usuarios del
servicio reciben información clara acerca de los procedimientos, diagnóstico y
tratamiento, referidos a su caso.
Empero las Normas Técnicas de Estándares de Calidad para Hospitales e
Institutos Especializados (MINSA, 2003) felizmente, si contempla como un
estándar de calidad la prevención de infecciones intrahospitalarias. Esta
norma técnica parte señalando que el propósito de los estándares de calidad es
garantizar al usuario que acude a los hospitales e institutos especializados, el
derecho a recibir una atención de calidad en términos de seguridad con los
menores riesgos, obtención de los mayores beneficios para su salud y de
satisfacción de sus expectativas en torno a la prestación de salud. 560 El siguiente
listado de prioridades hospitalarias es un referente para la definición de los
560
MINSA. Normas Técnicas de Estándares de Calidad para Hospitales e Institutos
Especializados. Lima-Perú. Julio. 2003. p. 7. En: http://www.minsa.gob.pe/dgsp/dctodecs.htm
325
estándares considerados: a) mortalidad materna y perinatal; b) atención de
emergencias;
c)
prevención
y
control
de
enfermedades
emergentes
y
reemergentes; d) prevención y control de enfermedades crónico-degenerativas; e)
atención a poblaciones en condiciones de pobreza y exclusión; f) complicaciones
terapéuticas (reacciones adversas a medicamentos y por transfusiones); g)
infecciones Intra-hospitalarias y otras complicaciones durante el cuidado del
paciente. Asimismo resalta el atributo de Información Completa señalando en su
estándar 3 que “el usuario externo recibe, comprende y acepta la información que
se le brinda acerca de los procedimientos, diagnóstico y tratamiento referidos a su
caso.”
Encontramos, en el atributo eficacia, el estándar 8: “el hospital asegura la
aplicación de normas y procedimientos para el control de riesgos
quirúrgicos y de infecciones intrahospitalarias.” El Propósito de este es
obtener “un estándar de resultado en el caso de las infecciones intrahospitalarias
y de proceso en el caso de cesáreas que busca mejorar la calidad en los
procedimientos que evidencien mayor riesgo para los usuarios mediante el control
de procesos clave.”561 El ciclo de evaluación y mejoramiento de este estándar
será ―mediante la medición y seguimiento de las infecciones, complicaciones,
cesáreas y letalidad hospitalarias, como eventos críticos que reflejen la
implementación de las normas en las prestaciones hospitalarias.” El estándar
busca mejorar “el nivel de competencia de la organización en el control de
los riesgos y daños asociados a la morbimortalidad prevalente de cada
realidad hospitalaria.” Despliegue en la institución: Los equipos de gestión de
los hospitales y DISAS a las que pertenecen buscarán mejorar los procedimientos
de atención para disminuir los riesgos en la atención.
En ese sentido, el despliegue hacia el usuario será que: el trabajador de salud
cumple con las normas, basadas en el desarrollo de experiencias previas y
en
las
últimas
evidencias
disponibles,
asegurando
la
atención
estandarizada, maximizando los beneficios y reduciendo los riesgos en los
servicios asistenciales.
561
Ibidem. p. 17
326
Se suma dentro del atributo de eficacia el estándar 9 que señala que ―la
institución cuenta con protocolos, manuales y procedimientos aprobados y
actualizados, conocidos por el personal y disponibles para la atención.” El
propósito: busca mejorar la atención mediante la protocolización de los
procedimientos de atención que se ajuste a las necesidades, recursos
disponibles, capacidades y poder resolutivo de cada servicio.562 Ciclo de
evaluación y mejoramiento: mediante el seguimiento de la disponibilidad de los
protocolos en los servicios y la evaluación semestral del conocimiento de la
existencia de protocolos de prevención y manejo de accidentes punzocortantes
por parte de los usuarios internos. El estándar busca mejorar los procedimientos y
desempeño del personal durante la atención. Los equipos de gestión y
asistenciales de las organizaciones de salud buscarán protocolizar la atención de
los problemas de salud más frecuentes, teniendo en cuenta experiencias previas
y las últimas evidencias disponibles. El trabajador de salud cumplirá con las
normas, procedimientos y protocolos para asegurar una eficaz toma de decisiones
durante la prestación de servicios. 563
Dentro del atributo de eficacia, debemos resaltar el Estándar 10: Se
implementan procesos de auditorías de salud y administrativas de manera
preventiva y periódica. Es un estándar del proceso que busca la implementación
de auditorias asistenciales y de procesos administrativos de manera periódica y
preventiva de modo que fortalezcan el componente de garantía y mejoramiento de
la calidad de atención en los servicios de salud. Su ámbito de aplicación es la
organización de salud y tiene un enfoque preventivo de las auditorias en salud y
disminución del impacto de la falta de calidad en los costos hospitalarios. Las
auditorias privilegian la maximización de los beneficios y minimización de los
riesgos de la atención recibida por los usuarios externos. 564
El atributo: oportunidad, contiene el estándar 16: El usuario recibe la atención
necesaria en el momento que lo requiere según la severidad de su caso. Es un
562
Ibidem. p.18
Ibidem. p.18-19.
564
Ibidem. p.19.
563
327
estándar de proceso que tiene como finalidad garantizar la disponibilidad de los
servicios en el momento que el usuario lo requiera de acuerdo con las
características de la severidad y complejidad de cada caso. Promoverá agilizar la
atención en los servicios de emergencia, cirugía y en el área de admisión de cada
hospital e instituto especializado. 565
La Dirección del Hospital, es responsable de la organización y funcionamiento
de la estructura de calidad, considerando su realidad y recursos. La estructura de
calidad es la unidad orgánica encargada de implementar el Sistema de Gestión de
Calidad en Salud en el Hospital para promover la mejora continua de la atención
asistencial y administrativa al usuario, con la participación activa del personal,
depende del órgano de Dirección. 566
La calidad de la organización hospitalaria se ve fortalecida con la NT N° 029MINSA/DGSP-V.01. Norma Técnica de Auditoría de la Calidad de Atención en
Salud (2005) que establece la auditoría de oficio, que se define como ―aquella que
se encuentra contenida en el Plan de Auditoría de la Calidad de Atención en
Salud, obedece al análisis de la problemática organizacional, y se puede basar en
indicadores Asistenciales / Administrativos como: a) fallecidos con problema
diagnóstico o sin diagnóstico definitivo; b) reoperados; c) hospitalizaciones
prolongadas; d) tasas de infecciones intrahospitalarias/ de mortalidad maternaperinatal; e) reingresos; f) reconsultas; g) complicaciones anestésicas; h)
complicaciones quirúrgicas; i) costos; j) tiempos de espera; k) quejas/ reclamos; i)
otros procesos y procedimientos que se consideren pertinentes. A lo que se
suman el Documento Técnico: Sistema de Gestión de la Calidad en Salud
aprobado por Resolución Ministerial Nº 519-2006/MINSA y la Directiva N° 0472004-DGSP/MINSA-VO1 - "Lineamientos para la Organización y Funcionamiento
de la Estructura de Calidad en los Hospitales del Ministerio de Salud" aprobado
mediante Resolución Ministerial N° 1263-2004/MINSA.
565
566
Ibidem. p.23.
Directiva N° 047-2004- MINSA/DGSP – V. 01
328
329
Definitivamente, el Plan Nacional de Gestión de la Calidad de la Salud (MINSA,
2007) deja claro que la salud en el país se brinda a través de organizaciones
hospitalarias que cuentan con una organización interna perfectamente articulada y
que son a su vez parte de un sistema de salud de las que son sus compontes. En
ese contexto, el mencionado plan señala que “la mejora de los servicios de salud
330
es uno de los principales objetivos del sistema de salud, pero no el único. En
realidad el objetivo de mejorar los servicios de salud tiene dos vertientes: por un
lado, se debe alcanzar el mejor nivel posible (el sistema debe ser bueno); por
otro lado se debe procurar que existan las menores diferencias posibles entre las
personas y los grupos (es decir el sistema debe ser equitativo). En este sentido,
un sistema de salud es bueno si responde bien a lo que la gente espera de él; y
es equitativo si responde igualmente bien a todos, sin discriminación.” 567
En este marco la Organización Mundial de la Salud–OMS, para la evaluación
de los logros de los sistemas de salud establece tres objetivos intrínsecos a todo
sistema: la mejoría del estado de salud de la población, la equidad financiera y la
satisfacción de las expectativas de los usuarios. A este último objetivo, la OMS lo
ha denominado la Capacidad de Respuesta del Sistema, que es un indicador de
que el sistema responde a las necesidades en materia de salud, que se refleja en
resultados sanitarios; sino que comprende el desempeño del sistema en relación
con aspectos como la atención oportuna, dignidad, comunicación, autonomía,
confidencialidad de la información entre otros atributos de calidad en la atención,
que establece el Sistema de Gestión de la Calidad en salud cuyo desarrollo tiene
la obligación de impulsar el Ministerio de Salud no solo con planes, directivas y
protocolos sino con supervisión efectiva, medición de resultados, corrección de
fallos y asunción de costos. El Plan establece que se debe incorporar en estos
esfuerzos por tener una calidad idónea de los servicios de salud a los usuarios
como vigilantes activos de la calidad de los servicios de salud, puesto que ello es
un derecho ciudadano. 568
Este plan señala entre sus objetivos específicos que se debe incorporar e
implementar políticas de calidad en los Lineamientos de Política del Sector y en
los planes de Gestión Institucional (POI – PEI, otros) a todo nivel así como
fortalecer la organización que permita el desarrollo de procesos de mejora
continua de la Calidad a nivel nacional en los establecimientos de salud, públicos
y privados según los niveles de complejidad. También exige implementar un
567
568
MINSA. Plan Nacional de Gestión de la Calidad de la Salud. Lima. 2007. p.5.
Ibidem. p.6
331
proceso
participativo
y
dinámico
de
mejoramiento
continuo
en
los
establecimientos de salud, a través de la evaluación de estándares, la
disponibilidad de recursos, la aplicación de normas y guías de practica clínica, los
procesos de auditoria, seguridad del paciente, utilización de datos para la toma de
decisiones, y la medición de la satisfacción del usuario. También postula fortalecer
los procesos de monitoreo, supervisión, y evaluación comparativa del desempeño
de los servicios, en la aplicación de los instrumentos de la Gestión de Calidad y
mejora continua de la atención en los Establecimientos de Salud según niveles de
atención y complejidad.
569
Entre las estrategias para implementar el Plan
Nacional de Gestión de la Calidad de los Servicios de Salud se encuentra
involucrar a los usuarios externos en el proceso de mejora continua de la calidad
de los servicios de salud y en la vigilancia de la calidad de los servicios de salud
así como generar una base de datos específica sobre el desempeño de los
servicios de salud, la satisfacción de los usuarios entre otros que podrá ser
consultada por funcionarios, el sector académico y el público en general. También
consagra la acreditación como un instrumento que permita incentivar y reconocer
el logro de niveles de calidad que fije periódicamente el Ministerio de Salud. 570
El Documento Técnico “Plan Nacional para la Seguridad del Paciente 20062008”, aprobado por Resolución Ministerial Nº 676-2006-MINSA, cuya finalidad es
contribuir a hacer de los servicios de salud lugares cada vez más seguros para la
atención de pacientes, nos deja claro que la organización es consciente de los
riesgos biológicos intrínsecos a los servicios médicos. Ello se puede constatar
cuando se analiza las primeras líneas de la introducción de este documento: “en
la naturaleza humana el error es innato. Los errores son más probables si se
sitúan en entornos que los favorecen. La conciencia de la falibilidad a estado
presente desde los orígenes de la medicina en el precepto (de Hipócrates):
“primero no hacer daño”. El ejercicio de la medicina involucra diversos factores de
riesgo que hacen más proclive el error humano. El error humano es una realidad
actual en los servicios de salud, donde la tecnología cada vez más especializada
y la atención de la salud con un creciente número de profesionales de la salud en
569
570
Ibidem. p.15
Ibidem. p.16
332
alta interacción han sido significativos determinantes. (…) En nuestro país, la
conciencia cada vez mayor de los derechos de los pacientes y la presencia de
mecanismos para facilitar su expresión están poniendo en evidencia los eventos
adversos en nuestra realidad. En nuestro país, los servicios de emergencia y los
maternos infantiles han mostrado mayor vulnerabilidad a los reclamos. Por tanto
se hace necesario un abordaje sistémico para afrontar este problema y responder
a las exigencias de nuestra población.” 571
El Plan Nacional por la Seguridad del Paciente 2006-2008 marca el rumbo para
los próximos años articular esfuerzos en torno a la seguridad del paciente de una
manera sistemática y organizada. Este Plan busca que los hospitales identifiquen
la naturaleza de los eventos adversos en su establecimiento, luego sean capaces
de analizarlos, formular propuestas de mejora, socializar sus intervenciones e
implementar buenas practicas para la seguridad del paciente involucrando al
usuario en este proceso de mejora. De esta manera el Plan define a la seguridad
del paciente como “la reducción y mitigación de actos inseguros dentro del
sistema de salud a través del uso de las mejores prácticas, que aseguren la
obtención de los óptimos resultados del paciente”. En tanto que conceptúa al
evento adverso como “una lesión, complicación, incidente o un resultado
inesperado e indeseado en la salud del paciente, directamente asociado con la
atención de salud.” 572 De ahí que la finalidad del Plan sea “contribuir a hacer los
servicios de salud lugares cada vez más seguros
pacientes.”
para la atención de los
573
El objetivo general de este plan: “reducir los eventos adversos en los
usuarios del sistema de salud nacional contribuyendo a hacer de los
servicios de salud lugares seguros para la atención de pacientes.”
Destacamos entre uno de
574
sus objetivos específicos (OE3) Desarrollar
mecanismos que faciliten el aprendizaje colectivo para la prevención y manejo de
los eventos adversos, estableciendo mecanismos tales como elaborar un portal
571
Documento Técnico “Plan Nacional para la Seguridad del Paciente 2006-2009”, aprobado
por Resolución Ministerial Nº 676-2006-MINSA, p. 2
572
Ibidem
573
Ibidem. p.3
574
Ibidem
333
web sobre seguridad del paciente, elaborar una guía institucional de seguridad
para el usuario, alertas de seguridad del paciente, entre otros. Sin duda brilla por
su pertinencia el Objetivo Específico 4: Adaptar, difundir e implementar las buenas
prácticas de atención para la seguridad del paciente en los establecimientos de
salud según su nivel de complejidad: 1) rondas médicas para la seguridad del
paciente; 2) implementar prioritariamente las siguientes buenas prácticas de
atención: 575
Práctica 1.- Mejore la exactitud en la identificación del paciente para eliminar
procedimientos, cirugías y medicación errados, así como eliminar las cirugías
con lugar equivocado. Ejemplo: dos pacientes con nombres similares fueron
preparadas para una cirugía de mama derecha. Los nombres no fueron
verificados antes de la cirugía. Una de las pacientes fue sometida a una
mastectomía radical equivocadamente. Las soluciones pueden implicar
procedimientos manuales y verificaciones a la cabecera del paciente así como
un segundo chequeo.
Práctica 2. Mejore la seguridad en el uso de medicamentos mediante la
implementación del sistema de dispensación en dosis unitarias.
Práctica 3. Implementar la práctica correcta de lavado de manos, pues este es
el mecanismo más efectivo para controlar y prevenir las infecciones
intrahospitalarias, y de más bajo costo. Lamentablemente la carga de trabajo
excesiva, los lavatorios mal ubicados, la irritación cutánea, la apariencia de
manos limpias, el tiempo que demora el lavado de manos, la falta de costumbre
y la excesiva confianza, ocasionan que esta sea una medida de difícil
cumplimiento. La técnica del lavado de manos en 62 segundos y el lavado con
OH son buenas herramientas en esta cruzada contra las infecciones
intrahospitalarias.
Práctica 4. Implemente buenas prácticas de prescripción de medicina
Práctica 5. Mejore los niveles de supervisión al personal asistencial con
especial énfasis en el personal en entrenamiento.
El objetivo específico 5 establece como meta lograr la participación de los
usuarios del sistema lo que involucra implementar el consentimiento informado,
575
Ibidem. p.4
334
difundir la guía de seguridad del paciente para el usuario, mejorar los mecanismos
de atención y escucha al usuario, involucrar al paciente y a sus familiares en el
proceso de atención, entre otros.
Todo lo expuesto no sería posible si no se inicia un riguroso proceso de
acreditación de establecimientos de salud y servicios médicos de apoyo al
amparo de lo dispuesto por la Norma Técnica de Salud Nº 050- MINSA/DGSPV.02 aprobada por Resolución Ministerial No 456-2007-MINSA que tiene por
objeto contribuir a garantizar a los usuarios y al sistema de salud que los
establecimientos de salud o servicios médicos de apoyo, según el nivel de
complejidad, cuenten con capacidades para brindar prestaciones de calidad sobre
la base del cumplimiento de los estándares de calidad del sector de salud. Los
objetivos de esta norma son: a) ofrecer evidencias a los usuarios del servicio de
salud, que las decisiones clínicas, no clínicas y preventivo promocionales se
manejan con atributos de calidad y se otorgan con el compromiso y la orientación
de maximizar la satisfacción de los usuarios; b) promover una cultura de calidad
en todos los establecimientos de salud o servicios médicos de apoyo del país a
través del cumplimiento de estándares y criterios de evaluación de calidad; y c)
dotar a los usuarios externos de la información relevante para la selección del
establecimiento de salud o servicio médico de apoyo, por sus atributos de calidad.
Esta norma se aplica a todos los establecimientos de salud, sin excepción,
públicos y privados, incluyendo los de EsSalud, las Fuerzas Armadas, la Policía
Nacional del Perú, los hospitales regionales y los gobiernos locales, en el ámbito
nacional, y comprende a los servicios prestados por terceros. Digamos también
que esta norma define el evento adverso en salud como la lesión, complicación,
incidente o un resultado inesperado e indeseado en la salud del paciente,
directamente asociado a la atención de salud.
Las normas administrativas y normativa técnica analizadas hasta este punto
demuestran que existe una responsabilidad de la organización hospitalaria
evidente en la seguridad del paciente y en la prevención de los eventos adversos.
Empero, los problemas para implementarlas se originan en la falta de recursos y
la inadecuada gestión, pero también en una formulación deficiente del sistema.
335
Existe un notorio desfase entre el diseño sectorial y las necesidades actuales. EN
la forma como existe actualmente la organización de salud, la estructura genera
necesariamente desempeños regulares o deficientes, ante lo cual no bastan los
esfuerzos basados solo en la buena disposición del personal o en la extensión de
las jornadas, incluido el voluntariado. 576
o
Fuente: Norma Técnica de Salud N 050- MINSA/DGSP-V.02 (Inaplicada)
El MINSA mediante Nota Informativa No 1690-2009-DGSP/MINSA ha
reconocido que el Manual de desinfección y esterilización hospitalaria, aprobada
por Resolución Ministerial No 1472-2002-SA/DM requiere ser actualizada, y este
objetivo a solicitud del Instituto IDLADS ha sido agregado al POA 2010 del sector.
También se reconoce que se encuentra desactualizado el Plan Nacional para la
Seguridad del Paciente 2006-2008, y que la Dirección de Calidad de Salud ha
elaborado una propuesta de un ―Plan Nacional para la Seguridad del Paciente
2010-2012‖, pendiente de aprobación, todo lo cual revela que en el año 2009, no
estuvo vigente ningún documento de planificación, lo cual es sumamente
preocupante, pues deja constancia la ineficiencia administrativa del Sistema de
Salud peruano, independientemente de la responsabilidad del personal médico.
Adicionalmente, se reconoce que no se sanciona a los hospitales que no notifican
576
Woolcott, Olenka. Ibidem. p.224
336
sus infecciones nosocomiales, a través de la DIRSA, a la Dirección General de
Epidemiología, esta es la razón por la que el Instituto IDLADS pide su
implementación, cito textualmente el Memorándum No 2017-2009-DGE-DVEDSVSP/MINSA: ―no deja de ser interesante esta propuesta de IDLADS, sin
embargo, (…), al parecer, actualmente no habría base legal para tomar ese tipo
de acciones contra los hospitales, debido a que ninguna de las normas (…)
establecen sanciones para los establecimientos de salud.‖
A todo ello se suma la desregulación explícita, al dictarse la Ley General de
Salu, Ley No 26842 en 1997, que eliminó la potestad del sector Salud de otorgar
licencia de funcionamiento (habitación) a los servicios públicos y privados,
mecanismo importante para poder garantizar estándares mínimos de calidad de la
atención de salud como bien público. Ello incrementó el desorden en los servicios
de salud públicos y privados, a los cuales para funcionar les bastaba cumplir con
los requisitos municipales, sin necesidad de ceñirse a los estandares de calidad.
Así, se explica la existencia de una multifacética faz de servicios de salud, entre
los que se encuentran los hospitales de solidaridad (SISOL), los centros de salud
que surgen en periodos electorales, los servicios privados de baja calidad, etc. El
sector Salud no está facultado para el cierre de establecimientos, aun cuando no
alcancen los estándares mínimos de atención o se cometan en ellos negligencias
sistemáticas.
Esta situación
de desorden se extiende
al mercado de
medicamentos. 577 En ese orden de ideas, el ForoSalud sostiene que la atención
médica se caracterice por ser incompleta y presentar una insuficiente
organización por ejemplo EsSalud o Seguro Social la atención es básicamente
hospitalaria, fragmentada y especializada, en lugar de ser realizada por integristas
–pediatras, internistas y geriatras-, lo que lleva a la duplicación innecesaria e
insuficiente de contactos con los pacientes.578 Asimismo, en el Hospital Mongrut
se observa que actualmente se atiende en los mismos espacios del área de
emergencia, a niños y adultos, creando el terreno fertil para infecciones
nosocomiales como lo atestigua la literatura médica, y que decir, del Hospital
Nacional de Cayetano Heredia, donde no se cumple el parametro internacional
577
578
ForoSalud citado por Woolcott, Olenka. Ibidem. p.225
Woolcott, Olenka. Ibidem. p.226
337
según el cual en el área de atención una cama de emergencia debe ocupar 6
metros cuadrados, una enfermera debe atender entre 4 a 6 camas, trabajar con 4
técnicos. Claro esta que estos parametros no se cumplen en ningún hospital del
MINSA por falta de presupuesto asignado al sector salud.
579
Estas condiciones,
que se resumen en ausencia de recursos y conocimientos suficientes, sumados a
la falibilidad propia del hombre, facilitan los actos de errores o negligencias
médicas, independientemente del alea terapeutica propia de la medicina.
Las deficiencias del sistema de salud se traducen en juicios a nivel del Poder
Judicial en donde en el caso de infecciones nosocomiales por transfusiones de
sangre se imputa directamente responsabilidad al centro asistencial pues existe
la obligación de la organización hospitalaria de entregar sangre pura, evitando la
transmisiones de enfermedades, supuesto en el cual nos encontramos ante una
responsabilidad de naturaleza contractual. El banco de sangre tiene la obligación
de realizar los estudios y pruebas correspondientes, descartando los dadores que
pertenezcan a grupos de alto riesgo (homosexuales, drogadictos, etcétera).
Resulta imprescindible realizar la correspondiente reacción por medio de los
distintos métodos conocidos para determinar la presencia o no del virus en la
sangre. En breve existe una obligación tácita de seguridad de parte de la
organización hospitalaria que no se agota en el acto material de la transfusión,
sino que la obligación que asume va más allá, porque no solo se obligan a realizar
la transfusión sino también a que dicha transfusión no sea causa de un mal para
el paciente. Allí está la obligación de seguridad. 580
La Corte de Casación Civil italiana, Sección III, con sentencia n. 2144 de 1
marzo de 1988 estableció que la responsabilidad del ente público, gestor del
servicio público, es calificada como contractual, en el sentido de que es una
responsabilidad por el incumplimiento de una actividad debida en el ámbito de
una preexistente relación jurídica, privada o pública, entre dos sujetos. En el
servicio público sanitario, la actividad desarrollada por el ente público que ejecuta
el servicio a través de sus dependientes, en el cumplimiento del deber a favor del
privado solicitante (titular del correspondiente derecho subjetivo) es de tipo
profesional médico; similar a la actividad desarrollada, en la ejecución de la
579
580
Woolcott, Olenka. Ibidem. p.239
Exp. Nº 1615-00. 3ª Sala Civil de Lima
338
prestación (privatística) del médico que ha celebrado con el paciente un contrato
de servicio profesional. Así, la responsabilidad es análoga a aquella del
profesional médico privado por cuanto el servicio desarrollado por el ente público
se realiza por medio de sus dependientes y el mismo constituye una actividad
médica. ―La estructura sanitaria es responsable de los medios materiales por
incumplimiento y por las personas que utiliza en la empresa. Los médicos son un
instrumento
del
que
se
vale
el
empresario
deudor
para
cumplir
las
obligaciones.‖581
El dolo o la culpa grave no son los criterios de responsabilidad imputables a las
estructuras sanitarias donde la culpa leve si genera responsabilidad por los daños
ocasionados al paciente. En el Perú, se ha expresado que la responsabilidad civil
contractual será del establecimiento asistencial. La estructura sanitaria responde
por defecto de su organización y de eficiencia aplicándoseles el artículo 1325 del
Código Civil. Al respecto, se ha señalado que la realización de los riesgos
inherentes a la actividad médica se asocia al concepto del daño accidental que se
entiende como aquel que sufre la víctima y que no tienen conexión con el mal
preexistente, se comprenden los casos donde, luego de una operación sencilla, el
paciente fallece, o donde, luego de algún examen médico, deviene un cuadro de
invalidez; no se trata de una simple inejecución de la obligación de atención
médica. Cabe citar también los casos de graves contagios ocurridos por
transfusiones de sangre, de infecciones contraídas en los establecimientos de
salud, de quemaduras accidentales durante una intervención médica debido a la
explotación de algún aparato, de electrocución, etc. En todos ellos estaríamos
frente a daños que no tienen conexión con la patología preexistente, que no
corresponden a su normal desarrollo, que son ajenos al objeto de la prestación de
atención médica propiamente dicha, aun cuando se corre el riesgo de comprender
también el ámbito que corresponde a la obligación de atención médica. 582
Si aceptamos que los accidentes médicos y las negligencias médicas con
independencia del alea terapéutica son hechos que son parte de la actividad
581
LEONARDI, Antonella, ―La responsabilità della struttura sanitaria: riflessi assicurativi‖ en
Responsabilità civile e previdenza, Rivista bimestrale di dottrina, giurisprudenza e legislazione,
LXX, Novembre-Dicembre, Nº 6. Giuffrè Editore. Milán, 2005. p. 1388-1389.
582
WOOLCOTT OYAGUE Olenka, Salud, daños e indemnización. A propósito del seguro médico
obligatorio, Fondo Editorial de la Universidad de Lima, Lima, 2008, p. 97.
339
médica debemos admitir que los daños acaecidos por su ocurrencia deben ser
soportados por alguien, el paciente, la familia, el médico o el centro asistencial. La
doctrina se resiste a soportar la extensión del sistema de responsabilidad objetiva
para todos los supuestos de daños médicos, admitiéndola solo como posible en
aquellos casos en que si bien es difícil determinar al autor de la conducta
negligente, es evidente que el daño por injusto no debe ser soportado por el
paciente sino por quien estaba en mejor posibilidad de prevenirlo o de soportarlo
en este caso, el centro asistencial. De ahí, que en Francia se exija que los
hospitales privados cuenten con seguros por responsabilidad médica sin llegar a
ser ello un sistema de indemnización propiamente automático o de seguridad
social, privilegio de unos pocos países europeos.
Sea por la teoría del riesgo o la obligación de seguridad del paciente es un
hecho aceptado por la doctrina la posibilidad de reparar daños derivados de
accidentes terapéuticos, independientemente de toda prueba de culpa, pues ya se
han reconocido determinados supuestos donde es valida la responsabilidad
medica objetiva tales como las infecciones nosocomiales o instrumentos o
medicinas defectuosas, casos en los cuales el centro hospitalario responderá por
los daños al paciente, con independencia de las responsabilidades que puedan
recaer en los fabricantes, distribuidores o personal dependiente. 583
En el Perú el Decreto Supremo Nº 03-95-SA imputa responsabilidad al
personal calificado y entrenado de los Centros de Hemoterapia y Bancos de
Sangre que realicen la extracción de sangre y que apliquen los mecanismos de
protección durante y después de la donación. Igualmente imputa responsabilidad
al transfusor por el acto de transfusión de sangre. La estructura sanitaria
respondería por inejecución de obligaciones (responsabilidad contractual)
respecto al cliente por el evento adverso. La responsabilidad del centro asistencial
con respecto al pago del quántum indemnizatorio a favor del demandante basado
en el artículo 1183 del Código Civil y 48 de la Ley General de Salud ha sido
evidenciada por la Corte Suprema en la CAS. Nº 549-2005-LIMA.
La responsabilidad objetiva de la estructura sanitaria es por el hecho de
cualquier profesional médico (incluidos técnicos o auxiliares) dependiente. Así, el
583
CFR, WOOLCOTT OYAGUE Olenka, Ibidem, p. 101.
340
Juez Provisional del Sexto Juzgado Civil de Lima, con resolución Nº 11, del
21/12/95, impuso una indemnización a un clínica cuya técnica en enfermería
colocó inadecuadamente una bolsa de agua caliente a una paciente,
provocándole quemaduras en ambas piernas. La Primera Sala Civil de la Corte
Superior de Lima, con sentencia del 28/06/96, confirmó esta decisión,
disminuyendo el monto. La responsabilidad del establecimiento asistencial se
origina en su rol de gestor y organizador de la prestación médica es responsable
del accionar de su plantel médico, sea dependiente o locador, sustentándose ello
en ―la obligación de seguridad o garantía‖ que tienen las Instituciones de Salud,
que se encuadra con lo dispuesto en el artículo 1325º del Código Civil, que
contempla la responsabilidad en obligaciones de tercero, disponiendo que el
deudor que para ejecutar la obligación se vale de terceros responde de los daños
que estos generen.
Autorizada doctrina sostiene que el fundamento de esta responsabilidad (del
principal por los hechos del subordinado o la del deudor por los hechos del tercero
del cual se vale) se centra en el denominado ―riesgo de la empresa‖, así, ―es claro
que, de las pérdidas de la empresa, forman parte no solo las energías laborales,
el material empleado y el mantenimiento de las máquinas, sino también los daños
que el ejercicio de la empresa ocasiona regularmente a los terceros‖. 584
Otro sector, prefiere utilizar el argumento de la ―garantía frente al tercero
dañado‖
585
cuyo defecto es que se funda en una responsabilidad vicaria, ello
quiere decir que si el subordinado no es responsable (subjetivo), no habrá
responsabilidad (objetiva) del principal. Existen casos en los cuales, aun no
acreditándose la responsabilidad del subordinado, responde igualmente el
principal. 586 El fundamento de la responsabilidad (objetiva) se da por la actividad
misma de la empresa y no por una garantía frente a los actos de los
subordinados.
587
La responsabilidad del principal es directa por su propia
584
Espinoza Espinoza, Juan, ―La responsabilidad objetiva de la estructura sanitaria‖ en Diálogo
con la jurisprudencia, Nº 95, Agosto, Gaceta Jurídica, Lima, 2006, p. 26.
585
Bustamante Alsina. ―Teoría General de la Responsabilidad Civil‖. Novena edición. AbeledoPerrot. Buenos Aires, 1997. Pág. 386. El autor agrega que ―el subordinado aparece así a los ojos
de los demás actuando como si fuera el principal mismo, la prolongación de su persona o su
longa manu‖ (cit.).
586
Ibidem
587
Con razón, se afirma que ―si el empresario es llamado a responder por un daño que está
relacionado con la organización del proceso productivo, el hecho que causa el daño no es la
341
actividad (empresarial o no).588 El establecimiento de salud es responsable por la
organización hospitalaria: personal médico, pruebas, diagnóstico, operaciones,
instrumental clínico, enfermeros y personal de apoyo. El paciente espera que el
hospital y el médico le brinden un servicio idóneo, y no tiene por qué preguntar
qué tipo de relación contractual tiene el médico tratante o el personal con el
hospital, cada vez que es atendido. 589
La jurisprudencia francesa ha establecido, tanto para los médicos como para
los establecimientos de salud que proporcionan al paciente, una real obligación de
resultado, que toma el nombre de ―obligación de seguridad‖. Es el caso de las
prótesis dentales, donde la jurisprudencia reconoce la existencia de una
obligación de medios por los cuidados que debe impartir el dentista, pero le
atribuye una obligación de resultado con respecto al producto que proporciona al
paciente. La obligación de seguridad también ha sido reconocida para los centros
de transfusión de sangre, a fin de exigir que esta esté exenta de vicios. Este
criterio ha permitido a los jueces indemnizar a las víctimas contaminadas por los
virus del sida o la hepatitis C.
590
¿Qué sucede cuando parece que hubo negligencia de alguien en el centro de
salud, pero no se puede indicar con precisión quién fue el responsable aunque la
lesión es evidente como sucedió en el caso Ybarra v. Spangard (California,
1944)? En este caso la corte norteamericana aplicó como criterio que en este
caso existía certeza, de que el daño no podría haberse producido sino por la
negligencia de quienes prestaron los servicios de salud, aplicando la doctrina
denominada res ipsa loquitur (la cosa habla por sí sola). Esta es una doctrina
aplicable a casos en que la intervención de un acto negligente es innegable por la
naturaleza de los hechos, aunque no sea posible identificar con precisión en qué
consistió dicho actuar negligente. 591
conducta del dependiente, sino es el propio proceso productivo: es decir, el ejercicio de la
actividad‖ (FRANZONI. ―Fatti Illeciti‖. Zanichelli-Il Foro Italiano. Bologna-Roma, 1993. p. 402).
588
Espinoza Espinoza, Juan. Ibidem
589
Cfr, Rivera Serrano, Alfonso. Responsabilidad civil de los médicos y establecimientos de salud.
Diálogo con la Jurisprudencia. Vol. 12 N° 95 / Agosto. Gaceta Jurídica. Lima- Perú. 2006
590
WOOLCOTT OYAGUE Olenka, Salud, daños e indemnización. A propósito del seguro médico
obligatorio, Fondo Editorial de la Universidad de Lima, Lima, 2008, p. 95.
591
Cfr, BULLARD, Alfredo. ―Cuando las cosas hablan: El res ipsa loquitur y la carga de la prueba
en la responsabilidad civil‖. En: Themis, 50, 2005.
342
Un concepto clave para legitimar supuestos de responsabilidad civil objetiva
por daños médicos es que la misma no tiene en cuenta el argumento según el
cual se consideran solamente indemnizables los daños derivados de hechos o
circunstancias imposibles de prever o evitar según el estado de los conocimientos
de la ciencia o de la tecnica en el momento en que aquellos se produjeron (los
denominados riesgos del desarrollo) puesto que la responsabilidad objetiva solo le
basta la producción del daño médico y que este tenga una relación causal con la
estructura hospitalaria.
592
No esta demás recordar que cuando hablamos de
responsabilidad civil médico-sanitaria por la producción de una serie de daños, lo
normal es que concurran, al menos, dos causas distintas (riesgos) susceptibles de
ser conectadas con los daños infligidos: por un lado la actuación del servicio
sanitario y, por otro, el factor reaccional del paciente. 593 El papel encomendado a
la teoría de la imputación objetiva es, precisamente, el de suministrar los criterios
que permitan guiar correctamente el proceso de valoración normativa o
ponderación entre las distintas causas –o riesgos- concurrentes, a fin de
determinar la posible responsabilidad civil. Y el criterio para considerar
responsable al centro asistencial es el haber creado un riesgo jurídicamente
relevante. Así por ejemplo Mir Puigpelat señala que se tendrá en cuenta: a) la no
disminución del riesgo; b) la creación de un riesgo no insignificante; c) la
concurrencia de otras causas en la creación del riesgo no permitido; d) la
concreción del riesgo en el resultado. 594 Concordemos que el denominado ―riesgo
inherente al servicio‖ es diferente al caso fortuito o la fuerza mayor, pues se
refiere al ―alea terapeutica‖ y que la posibilidad de previsión y de evitación en
relación con los conocimientos, cientificos o técnicos exigibles pertenecen al
terreno de la culpabilidad, que guarda relación con la responsabilidad por culpa.
Ciertamente en ausencia de responsabilidad objetiva para el caso de las
infecciones nosocomiales se tendrá que suplir recurriendo a la falta de prueba de
la diligencia debida o la imprevisión evitable, y no a la culpa en su versión más
clasica. Así, lo descubre la jurisprudencia española: ― en principio, la infección tal
592
Cfr, Diaz- Regañon García- Alcala, Calixto. Responsabilidad objetiva y nexo causal en el ámbito
sanitário.Editorial Comares. Granada- España.2006.p.2
593
Cfr, Ibidem.p.10
594
Cfr, Ibidem.p.11-2
343
como se describe ya sea por que el paciente fuera portador de pseudormona,
aeruginosa en estado latencial, ya fuera por que éstas se adquieran en el medio
hospitalario, adviene o surge como complicación inopinada. Precisamente este
carácter inopinado resalta su falta de previsión. Pero esta falta de previsión,
según datos y las presunciones que es posible extraer de ellos, permiten
establecer que pudo ser prevista y, siendo prevista, evitadad o al menos, que
siendo prevista el paciente hubiera podidos ser advertido de los graves riesgos
añadidos a los que se sometía. En efecto, un detenido examen del historial del
pacienete hubiera servido para detectar la primitiva infección de manera que
preventivamente se hubiera podido aplicar algún tratamiento específico a tiempo,
que dado según consta la posible difusión en el medio hospitalario de tal agente
patógeno, una elemental prudencia, según el estado de precariedad con que se
describe la situación previa de la pierna afectada, hubiera aconsejado cerciorarse
del estado de asepsia del quirófano o de las habitaciones de internamiento
hospitalario de mados que se hubiera adoptado las cautelas requeridas de
aislamiento del paciente o de asepsia específica de los medios utilizados durante
su intervención quirúrgica y permanencia en el hospital.‖ 595
En otros casos la referencia implícita a la culpa o negligencia estaría en la ―falta
de coordinación entre los especialistas‖, no haber informado debidamente al
paciente debidamente todos los riesgos y alternativas posibles, en el supuesto de
estar ante una infección posible e inevitable.
596
De ahí que se afirme ― que la
inoculación de la bacteria intrahospitalaria no pudo ser debida más que a una falta
de control higiénico sanitario por parte de la entidad pública, constitutivo de
infracción contractual del deber de diligencia, generador de un mal indemnizable,
insertando la teoría del riesgo en el seno de la relación contractual, al no haberse
controlado las fuentes de peligro.‖
597
En ordenamientos jurídicos carentes de
responsabilidad objetiva médica, la verdadera justificación de la imputación de
responsabilidad civil a la entidad sanitaria se encuentra en considerar la ―falta de
control higiénico‖ como una infracción del deber de diligencia‖, interpretación que
cuadra perfectamente con el entendimiento del supuesto de la órbita de la
595
Cfr, Ibidem.p.185
Cfr, Ibidem.p.187-8
597
Cfr, Ibidem.p.192
596
344
responsabilidad por culpa a traves de sus vertientes de culpa por riesgo ―in
vigilando‖ o ―in eligendo‖. 598 En breve, la falta de ―agotamiento de diligencia‖ en
extremar los controles para evitar infecciones nosocomiales es lo que hace
responder a la estructura sanitaria,
599
casos en los cuales corresponde a los
médicos y centro sanitario implicados, en función de la cercania de las fuentes de
la prueba y su mejor posición para acceder a las mismas, la carga de probar que
el hecho que genera la anormalidad de lo que ocurrió, según las pautas que
recogen las máximas de la experiencia, además de tener que soportar la teoría de
la desproporción del resultado o presunción de negligencia a la luz de los avances
de la ciencia médica sea por falta de coordinación o demora en la actuación de la
conducta idonea para evitar el daño. 600 En ese sentido, la culpa podrá estar o no
individualizada en un profesional sanitario concreto; circunstancia que originaría la
imputación de la responsabilidad de ese profesional o de la entidad sanitaria de la
cual depende; o, en el caso de no individualización de la negligencia (culpa en la
organización sanitaria) podrá imputarse responsabilidad al centro sanitario
directamente. 601
En el ámbito de la responsabilidad objetiva, tradicionalmente se ha considerado
que el fabricante o el proveedor de instrumental e insumos médicos sólo se
exoneran de responsabilidad si demuestra que el estado de conocimientos
científicos y técnicos existentes en el momento de circulación del producto no
permitía apreciar la existencia del defecto. Ahora bien, no basta para exonerarse
de responsabilidad sostener que las normas vigentes no obligaban al fabricante o
proveedor a usar determinadas técnicas para garantizar la seguridad del producto
y evitar el daño médico, aunque la misma no sea fomalmente obligatoria para el
desempeño del nosocomio, o conociendo los potenciales riesgos no advierta a los
usuarios
de
los
mismos
aunque
los
mismos
sean
remotos.
Empero,
modernamente se admite en forma minoritaria la posibilidad por equidad de que
incluso en este supuesto responda por los daños que genera el producto, pues
así como disfruta de los beneficios debe asumir los costos de su actividad (teoría
del riesgo).
598
Cfr, Ibidem
Cfr, Ibidem. p.197
600
Cfr, Ibidem. p.203
601
Cfr, Ibidem. p.207
599
345
Ahora, bien aún no siendo detectables algunos defectos del producto médico
pero si conociendose la alta probabilidad del acaecimiento de un daño médico,
debe advertirse al paciente para que pueda elegir el acto médico menos riesgoso
por ejemplo ya en el año 1982 y 1988 se sabia de las formas de transmisión del
VIH y el virus de la hepatitis C respectivamente, y el alto riesgo que
representaban las transfusiones de sangre para contraer estos males, quedando
claro que antes de esas fechas no se podía controlar la fuente de riesgo al
desconocerse dichos antecedentes. Esto es después de esas fechas indicadas no
puede hablarse de riesgos del desarrollo cuando estemos frente a un contagio de
SIDA o de hepatitis C derivado de una transfusión de sangre.602
Ahora bien en los casos en que se conoce la transmisión del virus por
transfusión de sangre, aún cuando se carezca de los medios disponibles para
detectarlos (marcadores o reactivos) será fundamental que el paciente conozca
dicho riesgo, y además los tratamientos alternativos diferentes a la transfusión y
también la propia necesidad de la intervención sanitaria, con el objetivo de dar
formación al libre consentimiento del paciente.
603
Contrario sen sun el caracter
innecesario de la intervención médica (transfusión) y la inadvertencia previa de los
riesgos que conlleva la misma generan responsabilidad en el centro asistencial
por incimplimiento del deber de información al paciente. 604 Agreguemos que en el
caso del contagio de enfermedades por transfusiones de sangre o sus derivados
estriba en la negligencia o culpa al no evitar la infección cuando ya existían
pruebas de detección de anticuerpos. Resumiendo, la prestación de un servicio
sabitario donde se utiliza un producto defectuoso (contaminado) genera
responsabilidad tanto en el fabricante o productor como en el centro sanitario,
este último por haber hecho uso de aquél.
Habiendo revisado la regulación nacional vinculada a la responsabilidad civil
médica y de infecciones intrahospitalarias, y la experiencia extranjera en el tema,
podemos dejar constancia documentadamente que no se encuentra regulada
adecuadamente la responsabilidad civil médica por infecciones intrahospitalarias,
aunque esta problematica ha sido abordada administrativamente en normas
602
Cfr, Ibidem. p.226-7
Cfr, Ibidem. p.253
604
Cfr, Ibidem. p.256
603
346
tecnicas del sector salud estas no se han visto reflejadas en normas del derecho
civil sobre responsabilidad médica por estos eventos adversos. Evidentemente de
lo expuesto en esta investigación resulta una consecuencia natural el sostener
que la responsabilidad civil médica debe basarse en factores de atribución
objetivos, especialmente en el caso de infecciones intrahospitalarios. En ese
sentido,
es
importante
enfatizar
la
gran
responsabilidad
que
tiene
la
administración hospitalaria en la prevención de estos eventos adversos, que no
sólo involucra la implementación de equipos e infraestructura idonea para la
seguridad del paciente, el entrenamiento del personal, el cumplimiento de normas
tecnicas médicas y de bioseguridad sino tambien un control y fiscalización basado
en una estrategia de acuerdo a la realidad de cada hospital, basta con recordar al
respecto que la Región del Cuzco hace unos años, hubo un brote de infecciones
nosocomiales en el Hospital Regional del Cuzco, que se había preparado
específicamente ese año para hacer frente a infecciones por herida operatoria en
cesarea, sin embargo el brote se dio en el área de neonatologia y ocasiono
psepsis en neonatos, empero un Hospital secundario ―Antonio Lorena‖ habia
planificado bien su estrategia de prevención de este tipo de eventos adversos, no
sólo pudo hacer frente a sus infectados sino a los 20 que le fueron derivados del
Hospital Regional. Ello evidencia que no se trata sólo de infraestructura o de
personal bien entrenado sino de una adecuada planificación de la prevención de
infecciones nosocomiales y asignación eficiente de recursos. En otras palabras,
sino se puede vigilar todos las áreas del hospital con rigurosidad debe optarse por
fiscalizar las áreas que estadisticamente son las que generan mayores
infecciones nosocomiales.
Nuestro ordenamiento jurídico debe ser consciente que la responsabilidad por
infecciones asociadas a la prestación de salud es de responsabilidad de la
organización hospitalaria, sea este fijo o movil, la familia o el paciente sólo debe
probar que al ingreso al centro asistencial el paciente no traia la infección que la
aqueja y que en algunos casos pertenecen a sepas propias de ambientes
hospitalarios y no de la comunidad. En
ese sentido, habiendo demostrado
nuestra hipotesis, esto es que estos eventos adversos no tienen un correlato
expreso con la responsabilidad civil médica, proponemos la aprobación de una
347
norma que la consagre y en consecuencia alivie el camino en el Poder Judicial a
las víctimas de estos daños médicos.
La responsabilidad civil por infecciones nosocomiales, podemos afirmar no se
encuentra adecuadamente regulada, y la normatividad genérica existente, sea el
Código Civil o la Ley General de Salud, es a todas luces insuficiente para hacer
frente a la problemática de las infecciones nosocomiales. Ambos cuerpos
normativos parten de la visión de la responsabilidad por culpa del dependiente,
perverso sistema, superado en la legislación comparada por una responsabilidad
objetiva de la institución nosocomial. Empero, uno de los peores males congénitos
de esta norma, es que no resguarda de manera expresa, clara y contundente a la
víctima de una infección intrahospitalaria, estableciendo por ejemplo que en tanto
se determina la responsabilidad civil y penal de los responsables, el paciente
reciba asistencia médica gratuita para su mantenimiento y en los casos que sea
posible hasta su recuperación, y en caso de fallecer por complicaciones de esta
infección adquirida en un nosocomio se cubran sus gastos de sepelio.
Resulta urgente consagrar expresamente una responsabilidad institucional de
la
organización
hospitalaria
por
daños
médicos,
independiente
de
la
responsabilidad de los profesionales médicos, basados en criterios de
responsabilidad objetiva. Lamentablemente, la resistencia del gremio médico por
los seguros individuales de los médicos, bajo el argumento que si bien mejoraría
la situación actual de los daños médicos se encarecería los servicios médicos. La
otra opción es incluir dentro de nuestro sistema de seguridad social los daños
médicos dando lugar a un derecho al tratamiento médico, una indemnización e
incluso una pensión por invalidez. También está la opción de un seguro de la
organización sanitaria y la de promover un fondo de reparaciones que financie las
prestaciones de restablecimiento de la salud de las personas, el lucro cesante y
establezca
formulas
conciliatorias
para
la
compensación
económica
(indemnización).
En ese sentido, la institución sanitaria debe responder por los daños
individualmente causados y tendrá que implementar políticas de mejora de la
348
calidad y capacitación de los recursos humanos además de sancionar a los
responsables del daño de corresponder. Estas propuestas, aunque han llegado a
ser proyectos de ley, ninguna ha prosperado en el poder legislativo y al contrario
han sido rechazadas y archivadas por presiones del gremio médico, ONGs y el
temor de encarecer los servicios médicos.
El Estado Peruano debe garantizar la recuperación de la salud mellada por
infecciones asociadas a la atención médica, esto es el tratamiento y medicinas de
una persona que padece una infección nosocomial debe ser gratuito. Por otra
parte, también entraña que el Estado Peruano busque mecanismos de
resarcimiento a las víctimas de estos daños, sea a través de la inclusión de este
costo a nivel de la seguridad social, la creación de un fondo de reparación,
promoción de seguros médicos y el perfeccionamiento de la responsabilidad civil
por infecciones nosocomiales que garantice la integra reparación de la víctima y
no solo de manera parcial como en los mecanismos antes mencionadas.
Recordemos que esta obligación del Estado tiene efecto inmediato y no están
sujetas a restricciones de realización progresiva y disponibilidad de recursos. Por
ejemplo, el hecho de no garantizar tratamiento y una indemnización mínima a
favor de una víctima de infecciones nosocomiales de constituye una violación del
derecho a la salud.
Nuestra propuesta de regulación va encaminada por regular la responsabilidad
civil de las infecciones nosocomiales
no solo desde una perspectiva
indemnizatoria y disuasiva sino también preventiva y mitigadora. En ese sentido,
se busca promover una norma que establezca beneficios inmediatos para las
víctimas de infecciones nosocomiales como asistencia médica gratuita en la
institución sanitaria pública o privada independientemente de su condición de
asegurado, y adicionalmente contemplar la cobertura por sepelio en caso de
deceso como consecuencia de la infección. Empero, la norma propuesta
establecería la responsabilidad objetiva de las infecciones nosocomiales y la
responsabilidad directa de la institución sanitaria independiente del médico contra
el cual podría repetir el centro asistencial de salud en caso encontrar
responsabilidad. Así, la entidad sanitaria sería responsable civil por los eventos
349
adversos que ocurran en sus instalaciones sin perjuicio de la responsabilidad civil
que puede imputarse a los profesionales médicos involucrados aunque
recordemos que una deficiencia en la infraestructura u organización hospitalaria
también puede ser causante de daños. La responsabilidad médica de esta
manera tendría un cariz eminentemente objetivo pues solo bastaría que se
demuestre la inobservancia de protocolos o normas técnicas de la medicina para
hacer responder por los daños al nosocomio. La ausencia de implementación o
supervisión de medidas de seguridad del paciente, normas de bioseguridad o
protocolos médicos serán elementos que deberá merituar el juez para la
graduación de la indemnización correspondiente a favor de la víctima o sus
familiares así como la edad del fallecido, el salario promedio o potencial de la
víctima, dependientes a su cargo, estado de salud original, esperanza de vida
libre de discapacidad, pérdida de calidad de vida, daño moral y daño al proyecto
de vida. En la valoración de la calidad de vida relacionada con la salud deberá
tenerse en cuenta la movilidad del paciente, el cuidado personal que requiere, la
afectación de sus actividades cotidianas, el dolor/malestar crónico y la
ansiedad/depresión de la víctima.
Nos queda claro que la estructura sanitaria en el ámbito privado puede dar
lugar a grupos empresariales, en el cual las personas jurídicas que lo componen y
se benefician de dicha colaboración empresarial, también deben responder
solidariamente por los eventos adversos que se produzcan en el desarrollo de la
actividad empresarial médica pues en los hechos funcionan como una unidad
empresarial sanitaria.
Se recomienda que en tanto se implemente un régimen de responsabilidad civil
especificamente para males contraidos por infecciones nosocomiales que el
MINSA fomente las conciliaciones entre los centros médicos y los pacientes
afectados, tomando de manera referencial los beneficios establecidos en el
Seguro Complementario de Trabajo de Riesgo, aprobado por Decreto Supremo
No 003-98-SA, norma aplicable al personal médico afectado por infecciones
nosocomiales, y la propuesta del paciente o la familia afectada.
350
Otro elemento importante que debe consagrarse legislativamente es la
presunción de la existencia de un contrato médico en toda atención al paciente y
que la prescripción de la acción legal por daños médicos se computa desde el día
en que la víctima tiene conocimiento fehaciente del daño. En ese sentido, deberá
implementarse y hacer efectivo una serie de mecanismos de transparencia de la
información en el sector salud tales como que, todo prestador de servicios de
salud tiene la obligación de hacer públicas sus estadísticas sobre eventos
adversos, especialmente los relacionados a infecciones intrahospitalarias,
deficiencia en la medicación y en sitio quirúrgico (eventos adversos no
infecciosos). Los accidentes de trabajo del personal médico vinculados a
infecciones intrahospitalarias también deben ser puestos en conocimiento de la
comunidad mediante la página web de la institución y en un lugar visible de la
institución nosocomial.
En ese sentido, se requiere implementar en paralelo los estándares de calidad
de los hospitales públicos y privados, e imponer la clausura temporal o definitiva
para aquellos que cumplido el plazo no se han adecuado. En ese contexto, los
centros de asistencia médica deberán colgar en sus páginas web las estadísticas
anuales, y mensuales de sus eventos adversos así como los protocolos médicos
que vengan utilizando para efectos de prevenir infecciones intrahospitalarias o
para resguardar la seguridad del paciente. Sin duda, lo ideal sería la constitución
de un ente fiscalizador de los estándares de calidad de los hospitales que cumpla
un rol similar al OEFA, Órgano de Evaluación y Fiscalización Ambiental, pero en
el sector salud y la constitución en cada nosocomio de un fondo de reparaciones
de daños médicos.
El Instituto de Medicina Legal deberá brindar asistencia técnica al Poder
Judicial cuando este lo requiera y brindará auxilio judicial a los pacientes o
familiares de presuntas víctimas de responsabilidad médica que hayan acreditado
ante el juzgado correspondiente su carencia de recursos para solventar una
pericia médica de parte. La víctima de una infección intrahospitalaria tiene
derecho a solicitar al juez una medida cautelar a fin de que el centro asistencial en
351
que contrajo la enfermedad asuma los costos hospitalarios, gastos de
recuperación y una pensión en caso este incapacitado de laborar.
Recientemente, en enero del 2010, la amputación por error de la pierna sana del
señor Jorge Villanueva Morales (86) en el Hospital Alberto Sabogal del Callao,
perteneciente a la red del Seguro Social (EsSalud) dio lugar a profundas críticas
al sistema de atención de quejas de los hospitales públicos, así como revelo la
ausencia de mecanismos de reparación a favor de las víctimas de negligencia
médica. Lo interesante, es que este caso de responsabilidad médica, a diferencia
de otras denuncias exhibidas en la prensa escrita y televisiva, como los casos de
las infecciones nosocomiales o errores médicos en casos complejos, este era una
situación típica de la teoría de ―res ipsa loquitur‖ (―las cosas hablan por si
mismas‖) puesto que evidentemente al haberse amputado la pierna sana, y
dejarse intacta, la pierna que según la historia clínica debía amputarse, el daño
hablaba por si mismo. Empero, lo que suscito el escándalo mediático fue la inicial
negativa de los médicos en asumir su error, y la tardía respuesta de la Alta
Dirección del Hospital para iniciar una investigación al respecto. 605
El IDLADS, solicito a la Contraloría General de la República, mediante Carta de
fecha 25.01.10, iniciar una acción de control para determinar responsabilidades
por la supuesta negligencia médica producida en el Hospital Sabogal de EsSalud.
Al respecto, la Contraloría, mediante Oficio No 00029-2910-CG/SSO, dispuso que
el OCI de EsSalud, integrante del Sistema Nacional de Control, remitió a la
Presidencia Ejecutiva de EsSalud, la investigaciones correspondientes y de ser el
caso el deslinde de la responsabilidad del personal asistencial que participó en los
referidos hechos, así como la adopción de las medidas correctivas pertinentes.
605
“Si tan solo los médicos Rubén Dulanto y Álex Tapia hubieran llenado la „Lista de Chequeo de
Cirugía Segura‟ –un documento de pautas sencillas que los equipos de cirugía deben seguir,
antes y después de toda operación, para evitar complicaciones ajenas a la enfermedad– se
habrían dado cuenta de que la pierna derecha de don Jorge era la que debían amputarle. Pero
no lo hicieron.” Diario Perú21 del 05.02.10. Médicos del Sabogal no cumplieron protocolo. En:
http://peru21.pe/impresa/noticia/medicos-sabogal-no-cumplieron-protocolo/2010-02-05/267317
352
Si bien en el 2004, se había debatido en el Congreso de la República, la
instauración de un seguro por responsabilidad civil médica, y que en el 2010, el
Poder Ejecutivo a revivido, lo cierto es que todo hace pensar que más temprano
que tarde se implemente un sistema de seguridad social que contemple un fondo
de reparación de las víctimas de negligencia médica, para el cual no se requiere
una nueva norma, puesto que puede aprovecharse la reglamentación de la Ley
353
29414, Ley que establece los Derechos de las personas usuarias de los Servicios
de Salud, para implementarlo. La creación de un fondo de reparación de las
víctimas de negligencia médica, sea con recursos del tesoro público, o mejor aún
con aportes de asegurados y los usuarios de los servicios médicos, es una
propuesta que es apoyada por la sociedad civil y el gremio médico de forma
mayoritaria, rechazándose el paliativo del seguro de responsabilidad civil médica
que en todo caso puede ser voluntario y complementario.
Definitivamente, el caso del señor Jorge Villanueva Morales,606 ha sido el
detonante para desembalsar una cumulo de denuncias por negligencia médica
que
venían
siendo
invisibilizadas,
y
que
ahora
recién
están
siendo
concienzudamente investigadas, sólo entre enero y febrero del 2010, salieron a la
luz
una
serie
de
conmovedores
artículos
periodísticos
sobre
presunta
responsabilidad médica:
a) “Otra denuncia en el Sabogal: Anciana fue a operarse una catarata y perdió la
visión en el ojo derecho”, El Comercio del 12.02.10. 607
b) “Denuncian un nuevo caso de negligencia en EsSalud.” Gloria Mariátegui
Gamero (52) ingresó al hospital Rebagliati por una reducción de estómago (…)
y termino postrada en una silla de ruedas y con sondas que ingresan por sus
orificios nasales, La República del 11.02.10. 608
c) “¿Otra negligencia médica?: un niño está postrado en una cama desde que
nació”, Perú21 del 11.02.10. 609
d) “Más de 70 casos de negligencias médicas en el país se habrían registrado
desde el 2001” de El Comercio del 08.02.10. Aparecen más casos de
negligencias médicas en el país. El Foro de la Sociedad Civil en Salud,
ForoSalud, documentó más de 70 casos de presuntas malas prácticas
cometidos por galenos en Lima y las ciudades del interior del país. ―(En lugar
606
Paciente que amputaron pierna sana sufre shock nervioso tras cirugía. Diario la República del
09.02.10. En: http://www.larepublica.pe/sociedad/09/02/2010/paciente-que-amputaron-piernasana-sufre-delirios-mentales-tras-cirugia
607
En: http://elcomercio.pe/noticia/413885/otra-denuncia-sabogal-anciana-fue-operarse-catarataperdio-vision-ojo-derecho
608
En:http://www.larepublica.pe/negligencias-medicas-en-essalud/09/02/2010/denuncian-un-nuevocaso-de-negligencia-en-essalud
609
En:
http://peru21.pe/noticia/413409/otra-negligencia-medica-nino-esta-postrado-cama-desdeque-nacio
354
de) Distraernos en una discusión sobre el SOAT médico o no SOAT médico, el
Gobierno debería destinar un fondo de reparaciones que establezca
rápidamente una acción para las víctimas‖. 610
e) “Presuntas negligencias por verse”, Peru21 del 05.02.10. 611
29 de enero
1 de febrero
1 de febrero
1 de febrero
4 de febrero
Un niño de nueve años
muere en el ex Hospital
del Niño, luego de
esperar ser atendido por
más de seis horas en
Emergencias. Según la
madre del menor, el
pequeño ingresó con
fuertes cólicos
estomacales.
Los
médicos lo negaron y
prometieron
una
investigación.
Elisa Alzamora, ingresó de
emergencia al hospital
Sabogal para que le
practicaran una cesárea.
Sin embargo, los galenos le
hicieron esperar tres días
para atenderla. Al nacer el
bebé, se dieron cuenta de
que había tragado líquido
amniótico, lo que le habría
ocasionado una taquicardia
severa.
Emilia
Bazán
(72)
denuncia haber sufrido la
amputación
de
sus
piernas, de su brazo
izquierdo y de dos dedos
de su mano derecha tras
haber
ingresado
por
prolapso al Sabogal en
2006.
Sus
familiares
señalaron que la mujer
contrajo un virus en el
nosocomio.
Padres
de
Bertha
Ottone (38) aseguran
que
su
hija
fue
internada
en
el
Sabogal, en 2008, para
someterse
a
una
reducción
de
estómago, pero terminó
en estado vegetativo.
El cirujano que la operó
es investigado en la 12
Fiscalía del Callao por
presunta negligencia.
Familiares
de
Samantha
Candia
informan
que
la
joven
ingresó
al
hospital
Alberto
Sabogal
por
una
infección
urinaria
que no fue tratada
con rigor y que la
dejó
en
estado
vegetativo
irreversible.
f) “Denuncias por negligencia no acaban”, Peru21 del 05.02.10. 612
g) “¡No a la impunidad en las negligencias médicas!”, El Comercio del 02.02.10.613
h) “Más negligencias en el Sabogal: iban a reducirle estómago y terminó en
estado vegetativo”, El Comercio 01.02.10. 614
i) “Anciano denunció que ingresó al Policlínico Grau para tratarse el pie y le
amputaron dos dedos”, El Comercio 01.02.10. 615
j) “La mujer mutilada que denunció nueva negligencia médica en el Sabogal vive
un verdadero calvario”, El Comercio 01.02.10. 616
k) Villa Stein, Presidente de Poder Judicial dice: "Parece que hay un mutilador en
serie en el Hospital Sabogal." El Comercio 01.02.10. 617
l) Defensoría del Pueblo: “Indemnización inmediata para anciano que se quedó
sin piernas en hospital Sabogal”. 618
ll) “Garrafal error: amputan pierna equivocada a paciente en hospital Sabogal”. 619
610
En:
http://elcomercio.pe/noticia/412394/mas-70-casos-negligencias-medicas-pais-se-habrianregistrado-desde-2001
611
En: http://peru21.pe/impresa/noticia/presuntas-negligencias-verse/2010-02-05/267318
612
En: http://peru21.pe/impresa/noticia/denuncias-negligencia-no-acaban/2010-02-05/267316
En: http://elcomercio.pe/noticia/408984/editorial-no-impunidad-negligencias-medicas
614
En:http://elcomercio.pe/noticia/408433/mas-negligencias-sabogal-iban-reducirle-estomagotermino-estado-vegetativo
615
En:http://elcomercio.pe/noticia/408402/humilde-anciano-denuncio-que-ingreso-al-policlinicograu-tratarse-pie-le-amputaron-dos-dedos
616
En: http://elcomercio.pe/noticia/408411/mujer-que-denuncio-nueva-negligencia-medica-sabogalpasa-verdadero-calvario
617
En:http://elcomercio.pe/noticia/408442/villa-stein-parece-que-hay-mutilador-serie-hospitalsabogal
618
En: http://puma.defensoria.gob.pe/blog/?p=581
613
355
Ahora bien, conviene analizar cuales fueron las reacciones de las autoridades
involucradas frente a estas denuncias propaladas por medios de difusión masiva,
y sobre todo de las consecuencias más duraderas. Digamos antes que los actores
sociales que mayor protagonismo tienen es la burocracia con aspiraciones
políticas, por ello no sorprende que el Congreso de la República, el Ministro de
Justicia, el Ministro de Salud y el Presidente del Seguro Social-EsSalud hayan
reaccionado reactivando el proyecto de Ley del Seguro por Responsabilidad Civil
Médica, e incluso pidiendo perdón a las víctimas de estos eventos adversos. Más
consecuente, ha sido la reacción del Colegio Médico del Perú, la ONG Foro
Salud, y la Defensoría del Pueblo que han abordado el problema con propuestas
más rigurosas y duraderas como la propuesta de un fondo de reparación para
víctimas de negligencia médica, la mejora de infraestructura hospitalaria y una
política de personal médico coherente con la calidad del servicio de asistencia.
La creciente demanda de solución de casos de responsabilidad médica ha dado
lugar, en febrero del 2010, a que el Ministro de Salud proponga la creación de una
Superintendencia de Salud la cual se encargará de fiscalizar la prestación de los
servicios de salud y de conciliar las demandas de los pacientes sobre malas
prácticas médicas lo cual en principio sería una mejora para el sistema de
salud.620 Por su parte, el Seguro Social de EsSalud propuso la contratación de un
seguro para atender de manera rápida y oportuna a los pacientes que
eventualmente sufran alguna complicación médica durante una intervención
quirúrgica. El Presidente de EsSalud expresó su respaldo a la propuesta del
Ejecutivo para la creación del denominado Seguro Obligatorio de Responsabilidad
Civil por Servicios de Salud, conocido también como SOAT Médico. Sobre el
sonado caso del paciente Jorge Villanueva Morales (86), quien sufrió la
amputación de la pierna equivocada en el Hospital Alberto Sabogal del Callao,
sostuvo que ―ese caso lo reconocemos como negligencia y ya se han tomado las
medidas como separar a los siete profesionales asistenciales que no tuvieron el
619
En: http://www.cronicaviva.com.pe/content/view/108960/35/
Diário Peru21 del 12.02.10 En: http://peru21.pe/impresa/noticia/negligencia-medica-deja-ninosordo-casi-ciego/2010-02-12/267913
620
356
debido cuidado, pese a que los protocolos están establecidos, y los mecanismos
de control debieron ser seguidos‖. 621
La solución a la que se arribo en este último caso puede ser un referente para
futuras resolución de casos de negligencia médica pues para reparar los daños
causados se celebraron dos convenios el 05.03.10: 622
a) Un “Convenio de Acondicionamiento de la Vivienda del Sr. Jorge
Villanueva Morales” suscrito entre el paciente afectado y el Seguro Social de
Salud (EsSalud). Estos acondicionamientos fueron propuestos por la Oficina de
Ingeniería Hospitalaria y Servicios de la Red Asistencial Sabogal, aprobados
por el Director del Hospital Alberto Sabogal, el señor Villanueva y su familia, y
tienen por objeto facilitar su vida diaria como persona discapacitada.
b) Asimismo, el señor Villanueva celebro con EsSalud, celebraron el “Convenio
Plan Médico Integral” en cuya segunda clausula ―EsSalud reconoce la
existencia de un derecho del señor Villanueva a ser resarcido directamente por
esta institución.‖ EsSalud también reconoce en su tercera claúsula que asumirá
―todos los costos que involucre en el tiempo, la aplicación del Plan Médico
Integral.‖
El plan médico comprende la prótesis, las medicinas, costos de
traslados al nosocomio cuando sea necesario y la contratación de personal
asistencial (02) por 24 horas, los 7 días a la semana, dos turnos por día, para
atender al señor Villanueva. Asimismo, incluye, un médico de cabecera, las 24
horas del día, los 7 días de la semana; informes médicos periódicos sobre el
estado del paciente; tratamiento psiquiátrico, que incluyen fármacos y visitas a
domicilio; asistencia social que verifique las condiciones del entorno del señor
Villanueva; un régimen de nutrición dependiendo del estado de salud del
paciente; atención del área de endocrinología; medicina física y rehabilitación;
terapia ocupacional; y diversos médicos de especialidad según necesidades
del paciente.
621
Andina. EsSalud contrataría seguro para atender a pacientes ante complicaciones médicas. En:
http://proyectosalud-idlads.blogspot.com/search?updated-max=2010-02-11T07%3A57%3A0008%3A00&max-results=7
622
Cfr, Carta No 1247-G-RAS-ESSALUD-2010 suscrita por el Gerente de la Red Asistencial
Sabogal EsSalud, dirigida a IDLADS PERU.
357
c) La indemnización económica por los daños sufridos por el señor Villanueva se
definirá por medio de un arbitraje. 623
Empero, este caso motivo que el Presidente de EsSalud manifestará que ―es
necesario considerar que en los hospitales de Essalud se realizan 360 mil
intervenciones quirúrgicas cada año. Esto hace que la posibilidad de cometer
errores se eleve proporcionalmente, pese a que se toman todas las medidas de
seguridad para evitarlos. (...) Sin embargo, poca gente sabe que Essalud
maneja un ratio de negligencias médicas muy por debajo del promedio
mundial.‖ Y ―lo que hemos podido determinar es que en la mayoría de casos se
debe a descuidos o errores que son, finalmente, inherentes a los seres humanos.‖
624
De lo manifestado por el titular de EsSalud, se desprende que no se esta
difundiendo la información a la comunidad sobre eventos adversos, y
adicionalmente, que el régimen de responsabilidad civil más apropiado para los
casos de daños médicos sería la responsabilidad objetiva. Al respecto, el Gremio
médico ha reparado que el problema también involucra las deficiencias de la
infraestructura, una política laboral que los hace trabajar demasiadas horas
continuas, el problema de los bonos de productividad que promueve consultas
cada vez más rápidas, con lo cual el error en el diagnóstico se incrementa,
además del malestar de los pacientes por la deshumanización de la atención
(calidad de trato). 625
Estos problemas debieran ser abordados en la implementación de la ―Ley que
establece los Derechos de las personas usuarias de los servicios de salud‖, Ley
29414, cuyo plazo para reglamentación a marzo del 2010 se encuentra vencido.
623
RPP. Compensación a anciano víctima de negligencia se definirá en arbitraje En:
http://www.rpp.com.pe/2010-02-09-compensacion-a-anciano-victima-de-negligencia-se-definiraen-arbitraje-noticia_241318.html
624
Diário El Comercio de fecha 09.02.10. "Errar es humano", dice titular de Essalud sobre
denuncias de negligencia médica. EsSalud contrataría seguro para atender a pacientes ante
complicaciones médicas. En: http://elcomercio.pe/noticia/412512/errar-humano-dice-titularessalud-sobre-denuncias-negligencia-medica
625
Diário Perú21 de fecha 07.02.10. El gremio médico de Essalud advierte que las negligencias
podrían repetirse. En: http://peru21.pe/noticia/410258/gremio-medico-essalud-advierte-quenegligencias-podrian-repetirse
358
De ahí, que el Instituto IDLADS, haya solicitado a la Contraloría el inicio de una
acción de control, mediante Carta de fecha 27.01.10. Al respecto, la Contraloría
ha dispuesto que el Órgano de Control Institucional realice una actividad de
Control Preventivo orientado a hacer el seguimiento a la reglamentación de la
citada ley. 626
Percy Araujo, Director de la Defensoría de la Salud del Minsa, apuntala que
generalmente, las quejas por posibles negligencias médicas son por dos hechos:
un inadecuado manejo médico en las intervenciones quirúrgicas o un mal
monitoreo del paciente en las Unidades de Cuidados Intensivos o durante su
hospitalización. Los errores más frecuentes que se han detectado, señala Araujo,
es el incumplimiento de protocolos médicos –una serie de pautas que los
profesionales de salud deben seguir para la seguridad del paciente y de ellos
mismos–.Mario Ríos, coordinador de Foro Salud, refiere que no todos los casos
626
Oficio No 00041-2010-CG/SS0
359
se deben a errores de los profesionales. También obedecen a las malas
condiciones de los servicios.
627
Ahora bien el Poder Ejecutivo, aboga por un seguro de responsabilidad civil
médica, que sea asumido por el hospital, y en el caso de médicos particulares por
los mismos, lo cual es inadecuado no sólo por que incrementara los costos de
atención médica en perjuicio de los usuarios, sino por que los mismos en caso de
ocurrir una negligencia médica deberán ganar un proceso judicial para hacerse de
la póliza, ya que este seguro no es directo.
628
Digamos también que Essalud
como institución no tiene mayor competencia, ya que las Empresas Prestadoras
de Salud, nunca lograron crecer a un tamaño adecuado debido a que solo se les
otorgó, por ley, la cuarta parte de lo aportado. Dicho porcentaje fue fijado
posiblemente para mantener el presupuesto de Essalud, y no técnicamente para
desarrollar un mercado eficiente. 629
Finalmente, sobre este punto la Defensoría del Pueblo revelo que cuenta con 291
casos comprobados de negligencia médica desde el 2006, casos que serian
asumidos por el Ministerio de Justicia mediante cinco abogados de oficio. Además
dispuso que mil abogados más en todo el país reciban nuevas denuncias de este
tipo en las oficinas de defensa pública del Ministerio de Justicia de manera
gratuita.630 Ahora bien nos queda la duda sobre la resolución del conflicto de
intereses que el propio Estado (Ministerio de Justicia contra Ministerio de Salud o
EsSalud) deberá resolver, sobre todo al ser el Consejo de Justicia un órgano con
escasa autonomía y con una fuerte presión política.
Así las cosas, aunque sin ninguna planificación y básicamente por presión social
así como voluntarismo político se decidió 2010, atribuir competencias al Ministerio
627
Diario Perú21 del 05.02.10. Médicos del Sabogal no cumplieron protocolo. En:
http://peru21.pe/impresa/noticia/medicos-sabogal-no-cumplieron-protocolo/2010-02-05/267317
628
Diário Perú21 de fecha 07.02.10. Óscar Ugarte: ―No soy el pararrayos del señor Barrios‖. En:
http://peru21.pe/noticia/411633/oscar-ugarte-no-soy-pararrayos-senor-barrios
629
Diário
Perú21
de
fecha
05.02.10.
Tratamiento
se
requiere...urgente.
En:
http://peru21.pe/impresa/noticia/presuntas-negligencias-verse/2010-02-05/267318
630
Diario El Comercio del 03.02.10. Evaluarán 291 casos comprobados de negligencia médica En:
http://elcomercio.pe/impresa/notas/evaluaran-291-casos-comprobados-negligenciamedica/20100203/409360
360
de Justicia, para iniciar acciones legales por negligencias médicas, cuestión que
por naturaleza debió recaer en el Ministerio Público, sea en el ámbito penal o civil,
al ser una acción de interés colectivo. Por otra parte, la creación de una
Superintendencia de Salud para fiscalizar los servicios médicos, y puede permitir
dar cumplimiento a las normas de seguridad del paciente, así como servir de
instancia de solución de controversias a los reclamos de los pacientes. Empero,
hace falta la implementación de un fondo de reparación para las víctimas de
negligencia médico, algo que consideramos se producirá a mediano plazo.
Ciertamente, el problema de los eventos adversos y negligencias médicas es
estructural, y pasa por la implementación de un sistema de acreditación de
estándares de calidad de los hospitales, así como una recertificación periódica de
profesionales y auxiliares de la profesión médica, así como un mayor presupuesto
para el sector salud, no sólo para construir hospitales sino para modernizar los
existentes y capacitar a su personal. La responsabilidad civil médica, solamente
es un paliativo a un problema del sistema de salud más complejo, y corresponde
enfrentarlo con vigor y decididamente, pero sin olvidar que este es un mal, que no
se solucionara de manera sostenible solamente con la reparación de los daños
sino con una verdadera reforma del sistema de salud peruano.
En esa línea, recordemos que la Política Nacional de Calidad en Salud, aprobada
por la Resolución Ministerial No 727-2009/MINSA, no obstante reconocer que el
disfrute del derecho a la salud implica el fortalecimiento de la calidad de los
servicios de salud, a la fecha el Estado no ha realizado reformas de salud
profundas que lleven a que estas normas vayan más allá del papel a la realidad.
Así las cosas, es difícil creer en la eficacia de la Resolución Ministerial No 3082010/MINSA, que aprueba “la lista de verificación de la Seguridad de la Cirugía” y
el uso obligatorio del ―Manual de aplicación de la lista de la OMS de verificación
de la seguridad de la cirugía 2009”, ese cuyo incumplimiento dio lugar a la
amputación de la pierna equivocada del Sr. Villanueva. No menos inverosímil es
la eficacia de la Comisión Multisectorial de Vigilancia, Prevención y Control de
Infecciones Intrahospitalarias, creada vía el Decreto Supremo No 052-2010-PCM,
sin participación de organizaciones representativas de los pacientes, ni
presupuesto ni autonomía administrativa, ni funciones ejecutivas realmente
361
importantes. Sin duda, en estas circunstancias la responsabilidad civil por
negligencias médicas o eventos adversos (IIH), y las acciones de cumplimiento
dirigidas a implementar los derechos de los pacientes se convierten en
alternativas a mediano plazo mucho más eficaces, y con mayor futuro, en la
reparación y prevención efectiva de los daños médicos, ello en tanto esperamos
que el sistema de salud y seguridad social dé el salto de calidad que todos los
peruanos nos merecemos.
362
CONCLUSIONES
1. El problema de los daños médicos es multifactorial y su solución implica elevar
los estándares de calidad de servicios de salud, acreditación de nosocomios; la
implementación de un fondo de reparaciones por daños médicos, con topes
indemnizatorios; el fortalecimiento de la responsabilidad civil médica objetiva en
determinados supuestos; seguros médicos directos voluntarios (sea del
nosocomio, el paciente o el médico); aprobación de lineamientos para la
promoción de soluciones amistosas en los hospitales, y en última instancia la
construcción de un sistema de seguridad social por daños médicos similar al
existente para accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
2. En el Perú, debe regularle supuestos específicos de responsabilidad médica
objetiva, que por solidaridad social deben asumir aquellos que estan en mejor
condición de soportarlos (los centros asistenciales o bancos de sangre) tales
como hechos ajenos al desarrollo de la enfermedad o dolencia del paciente que
agravan su condición, como las infecciones nosocomiales, contagio por
transfusiones sanguineas y los productos defectuosos médicos.
3. La responsabilidad civil médica es de naturaleza contractual ello debido a que
la relación médico paciente, no solo se instaura cuando el usuario del servicio
de salud tuvo la opción de elegirlo y acudir al mismo sino tambien en los casos
en que por la gravedad del paciente cualquier médico u hospital esta en la
obligación de atenderlo (asistencia médico-quirúrgica de emergencia),
naciendo en estos casos el vínculo contractual por imperio de la Ley General
de Salud y derivada de las obligaciones inherentes a todo médico.
4. Los protocolos médicos y estándares médicos deben adaptarse a la realidad de
los centros asistenciales del país que progresivamente deben tener la
infraestructura mínima necesaria para garantizar la seguridad del paciente.
Empero, al médico le es exigible el estándar de cuidado aplicable a todo
profesional médico tomando en cuenta la situación de la organización
hospitalaria, y en especial las dificultades, del caso concreto.
363
5. La responsabilidad civil por infecciones intrahospitalarias no se encuentra
regulada de manera integral y este vacio esta generando que el sistema de
salud este externalizando los costos de estos eventos adversos.
6. La organización hospitalaria es responsable del control y prevención de las
infecciones intrahospitalarias, en consecuencia debe ser quien en caso de
presentarse este evento adverso debe asumir la responsabilidad civil de los
pacientes afectados y brindarle prestaciones asistenciales adicionales y
compensatorias.
7. El incumplimiento de las normas para la prevención de infecciones
intrahospitalarias debe consagrarse como un factor de atribución de la
responsabilidad civil. El cumplimiento de las prácticas reconocidas por la
comunidad médica tienen enorme relevancia para imputar responsabilidad,
teniendo presente que la organización hospitalaria debe promover protocolos
médicos actualizados y no experimentales. Esto es que mientras más
consolidadas y experimentadas se hallen las técnicas aplicables a un
determinado acto médico, más riguroso será el criterio de diligencia.
8. Se requiere la aprobación de una ley que regule la responsabilidad civil médica
por infecciones intrahospitalarias de manera integral que resguarde el derecho
a la salud de los pacientes potencialmente en riesgo y asegure una
indemnización y otros beneficios a favor de los pacientes afectados
concretamente.
9. Resulta necesario exigir que los hospitales estatales y privados muestren sus
estadisticas de infecciones intrahospitalarias, a traves de su página web y un
lugar visible del hospital, para efectos de que los pacientes tomen sus
precauciones respecto a las infecciones que con mayor frecuencia se dan en
un determinado nosocomio e incluso puede elegir entre uno u otro si es que
tiene las posibilidades económicas de hacerlo.
364
RECOMENDACIONES
1. Se recomienda la consagración de factores de atribución objetivos de la
responsabilidad médica, sobre la base de la doble naturaleza de las
prestaciones asociadas a la salud: como actividad riesgosa y como actividad
empresarial.
2. Se recomienda que legislativamente se consagre la naturaleza contractual de
los servicios médicos y la responsabilidad médica en resguardo de la tutela
jurisdiccional de los pacientes, y que la prescripción de la acción legal se
computa desde el día en que se tiene conocimiento fehacientemente del daño
médico.
3. Se recomienda que el incumplimiento de las normas para la prevención de
infecciones intrahospitalarias se consagre legislativamente como un factor de
atribución de la responsabilidad civil.
4. Se recomienda promover la aprobación de una ley que regule la
responsabilidad civil médica por infecciones intrahospitalarias para efectos de
resguardar el derecho a la salud de los pacientes así como consagrar otros
beneficios a favor de los pacientes afectados.
5. Se recomienda que en tanto se implemente un regimen de responsabilidad civil
especificamente para males contraidos por infecciones nosocomiales que el
MINSA fomente las conciliaciones entre los centros médicos y los pacientes
afectados, tomando de manera referencial los beneficios establecidos en el
Seguro Complementario de Trabajo de Riesgo, aprobado por Decreto Supremo
No 003-98-SA, norma aplicable al personal médico afectado por infecciones
nosocomiales, y la propuesta del paciente o la familia afectada.
6. Se recomienda que la autoridad nacional de salud apruebe una norma que
obligue a los hospitales estatales y privados a mostrar sus estadisticas de
infecciones intrahospitalarias, a traves de su página web y un lugar visible del
hospital, para efectos de que los pacientes tomen sus precauciones respecto a
las infecciones que con mayor frecuencia se dan en un determinado
nosocomio.
365
PROYECTO DE LEY
RESPONSABILIDAD CIVIL POR INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS
Artículo 1: Objeto y ámbito de aplicación.- Regular la responsabilidad civil
médica por infecciones intrahospitalarias en el ámbito de la prestación de los
servicios de salud brindados por profesionales médicos y entidades prestadoras
de servicios médicos. Su aplicación comprende a las entidades del sector privado
y público.
Artículo 2: Conceptos
Evento adverso.- resultado clínico en el paciente que es adverso al esperado y
el mismo ha sido producto de un error durante el diagnóstico, tratamiento o
cuidado del paciente y no al curso natural de la enfermedad o a condiciones
propias del mismo. Los eventos adversos se caracterizan por existir la posibilidad
de prevenirlo utilizando medidas razonables razón por la cual son considerados
un error clínico. Los eventos adversos originan una lesión o daño no intencionado
al paciente debido más a la asistencia sanitaria que por el curso de la enfermedad
teniendo como principales consecuencia la prolongación de la estancia
hospitalaria, morbilidad o mortalidad.
La responsabilidad médica.- aquella que se deriva de un evento adverso
negligente o derivado de deficiencias de la organización hospitalaria, y ocasiona
la obligación de restaurar, reparar y compensar el perjuicio generado al paciente o
sus familiares.
La responsabilidad médica objetiva.- aquella que se deriva de un evento
adverso derivado de las deficiencias de la organización o infraestructura
hospitalaria o la inobservancia de normas de seguridad del paciente.
Art. 3. La responsabilidad de la organización hospitalaria.- el centro de
asistencia médica es responsable por los eventos adversos que ocurran en sus
instalaciones sin perjuicio de la responsabilidad civil que puede imputarse a los
366
profesionales médicos involucrados. La responsabilidad médica es objetiva en el
caso de infecciones nosocomiales, experimentos médicos y eventos adversos
derivados de equipo o materiales médicos defectuosos.
Art. 4. Graduación de la indemnización.- La ausencia de implementación o
supervisión de medidas de seguridad del paciente, normas de bioseguridad o
protocolos médicos serán elementos que deberá merituar el juez para la
graduación de la indemnización.
Art.5. Relación del establecimiento médico con el paciente o usuario.- Se
entenderá la existencia de un contrato médico desde el momento en que el
paciente reciba atención médica.
Art. 6. Obligación de difundir las estadísticas sobre eventos adversos.- Todo
prestador de servicios de salud tiene la obligación de hacer públicas sus
estadísticas
sobre
eventos
adversos,
especialmente
los
relacionados
a
infecciones intrahospitalarias, deficiencia en la medicación y en sitio quirúrgicos
(eventos adversos no infecciosos). Los accidentes de trabajo del personal médico
vinculados a infecciones intrahospitalarias también deben ser públicos.
Art. 7. Mecanismos de difusión de eventos adversos.- Los centro de asistencia
médica deberán colgar en sus páginas web las estadísticas anuales, y mensuales
de sus eventos adversos así como los protocolos médicos que vengan utilizando
para efectos de prevenir infecciones intrahospitalarias o para resguardar la
seguridad del paciente.
Art. 8. Auxilio Judicial.- El Instituto de Medicina Legal deberá brindar asistencia
técnica al Poder Judicial cuando este lo requiera y bridara auxilio judicial a los
pacientes o familiares de presuntas víctimas de responsabilidad médica que
hallan acreditado ante el juzgado correspondiente su carencia de recursos para
solventar una pericia médica de parte.
367
Art. 9: Medida cautelar.-
La víctima de una infección intrahospitalaria tiene
derecho a solicitar al juez una medida cautelar a fin de que el centro asistencial en
que contrajo la enfermedad asuma los costos hospitalarios, gastos de
recuperación y una pensión en caso este incapacitado de laborar.
Artículo 10. Grupos empresarial.- En los casos en que la organización de la
asistencia médica constituya un grupo empresarial, las personas jurídicas que lo
componen responderán por los eventos adversos que se produzcan en el
desarrollo de la actividad empresarial médica.
368
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EXPEDIENTES Y SENTENCIAS
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3. Exp. Nº 1554 -2007/CPC.
4. Exp. Nº 1612 -2007/CPC.
PAGINAS WEB
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pdf
5. http://www.blog.pucp.edu.pe/item/25670
6. www.defensoria.gob.pe
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