JURISPRUDENCIA MUNICIPAL

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TRIBUTOS. FACULTADES MUNICIPALES
“Un grupo de escribanos de la ciudad de
Junín
solicitan
la
declaración
de
inconstitucionalidad de la ordenanza que
les impuso el deber de actuar como
agentes de retención de los tributos
municipales que deban abonarse en
ocasión
de
realizar
los
actos
de
transferencia de dominio y/o constitución
de derechos reales, previendo severas
sanciones
a
su
incumplimiento.
La
Suprema Corte de Justicia de la Provincia
de Buenos Aires analizará la cuestión de
fondo
repasando
la
distribución
de
competencias entre la Provincia y los
municipios en materia tributaria”.
ACUERDO
En la ciudad de La Plata, a 29 de febrero de 2012, habiéndose
establecido, de conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá
observarse el siguiente orden de votación: doctores Hitters, Negri, Genoud,
Soria, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo
ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa I. 2321, "Itoiz, Damián
y otros contra Municipalidad de Junín. Inconstitucionalidad Ordenanza 4201".
ANTECEDENTES
I.- Damián Itoiz, Raúl Jorge Olocco, Oscar Aurelio Velilla, María
Paula Velilla, Raúl Carlos Kelly, Eduardo Justo Cosola, Daniel Gastón Rosas,
Nilda Beatriz Rosa, Marcela Alejandra Muscariello, Graciela Raquel Ciappesoni,
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Martha Beatriz Oboleguy, Ernesto Luis Lamelza, Inés Bulos, Gloria Beatriz Voda,
Omar Juan Enrique Perazzolo, Teresa Roure de Riva, Leila Mabel Aguinalde,
María Elena Aguinalde, Ricardo Norberto Di Blasio, Néstor José Villores, Daniela
Fernanda Villores, Oscar Dhydrick León, Ana María Bucciarelli de Blasi, Enrique
Blasi Bucciarelli, por apoderado, promueven acción originaria en los términos
del art. 161 inc. 1º de la Constitución de la Provincia y del art. 683 y siguientes
del Código Procesal Civil y Comercial contra la Municipalidad de Junín,
solicitando se declare la inconstitucionalidad de la ordenanza municipal 4201
sancionada por el Concejo Deliberante de esa comuna el 16-VII-2001 y
promulgada por el Departamento Ejecutivo por decreto 557 del mismo día.
Se agravian de que la ordenanza en cuestión instituya a los
escribanos en agentes de retención de los tributos municipales que deban
abonarse en ocasión de realizar los actos de transferencia de dominio y/o
constitución de derechos reales y que prevea severas sanciones a su
incumplimiento, pues afirman que ello infringe lo normado por los arts. 25, 27,
31, 36, 57, 103 inc. 13 y 191 de la Constitución provincial.
II. Corrido el traslado de ley se presenta en autos la apoderada de
la municipalidad de Junín, quien contesta la demanda y solicita su rechazo con
imposición de las costas a los accionantes.
III. Por resolución del Tribunal de fecha 17-X-2001 se rechazó la
medida cautelar solicitada por la parte actora (v. fs. 42).
IV. Producida la prueba, vencido el término sin que ninguna de las
partes hubiera hecho uso del derecho de alegar y oído el señor Subprocurador
General, la causa quedó en estado de pronunciar sentencia, decidiéndose
plantear y votar la siguiente
184
CUESTIÓN
¿Es fundada la demanda?
VOTACIÓN
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Hitters dijo:
I. Los actores cuestionan, en su condición de escribanos titulares
y
adscriptos
de
registros
correspondientes
al
partido
de
Junín,
la
constitucionalidad de la ordenanza 4201 por medio de la cual se los designa
como agentes de retención de los tributos municipales que deban abonar las
partes que concurran a instrumentar los actos de transferencia de dominio y
constitución de derechos reales dentro del mencionado municipio.
Argumentan que el precepto normativo en cuestión impone cargas
adicionales de trabajo e información cuyo incumplimiento es penado con una
multa equivalente al monto de la deuda fiscal que debería percibir la
Municipalidad respectiva.
Agregan que la ordenanza 4201 invade la competencia del Poder
Legislativo provincial en materia de obtención de certificados de deuda
municipales, al tiempo que lesiona el derecho constitucional al libre ejercicio de
la
profesión
toda
vez
que
impone
al
notario
importantes
cargas
y
responsabilidades adicionales; agravios que fundan en los arts. 191, 103 inc. 13,
57, 27 de la Carta provincial.
Puntualizan que la ley provincial 7438 regula el procedimiento de
obtención de certificaciones de deuda municipales respecto de impuestos que
gravan los inmuebles sujetos a transmisión o constitución de derechos reales;
con lo cual, afirman que de resultar también aplicable la ordenanza puesta en
crisis se produciría una colisión normativa en violación del art. 57 de la
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Constitución local.
Aseveran que el derecho provincial tiene primacía sobre el
municipal y que, si el primero exime de ciertas cargas y obligaciones a los
escribanos no puede este último avanzar sobre la materia sin extralimitar el
acotado marco de competencia reconocido por la Constitución.
Precisan que no se está poniendo en tela de juicio las facultades
impositivas de los municipios sino que se cuestiona la constitucionalidad de la
implantación municipal de un procedimiento de certificación de deudas contrario
a una norma provincial previa y específica que lo regula de otro modo.
Apuntan que la tarea del agente de retención consiste básicamente
en un "hacer" (retener los tributos) y no en sustituir al obligado al pago como
prevé la ordenanza objetada en cuanto impone una multa igual al valor del
gravamen para el caso de incumplimiento.
Añaden que las penalidades impuestas a los escribanos se
encuentran previstas con carácter excluyente en el Código Fiscal y en el dec. ley
9020 que regula la profesión, de modo que, una norma de inferior rango como lo
es una ordenanza municipal no puede ponerse en contradicción con aquella
legislación.
En suma, piden se declare la inconstitucionalidad de la ordenanza
municipal 4201 y se ordene la inaplicabilidad a la situación de hecho en que se
encuentran, con costas a la demandada.
Ofrecen prueba, citan jurisprudencia y doctrina de autores en
apoyo de su posición.
Plantean el caso federal.
II. El municipio accionado, luego de efectuar un análisis
pormenorizado de las facultades y deberes atinentes a la profesión de
186
escribano, afirma que la ordenanza 4012 se encuentra en un todo de acuerdo
con las normas constitucionales.
Al respecto, señala que dicho precepto reglamenta la forma y
contenido de los certificados de deuda que los escribanos deben solicitar a la
municipalidad cuando instrumenten actos jurídicos relacionados con inmuebles
ubicados en el partido de Junín.
Explica que tales disposiciones encuentran su causa fuente en la
Ordenanza Fiscal vigente (Ordenanza 4151 del año 2000) en cuanto prevé la
figura de los agentes de retención y regula a su respecto los deberes que deben
cumplir.
Argumenta que las disposiciones objetadas en nada difieren de las
contenidas en las ordenanzas fiscales de otros municipios; vgr. Bahía Blanca,
Mar del Plata, Almirante Brown, Pergamino, San Fernando, las que adjunta como
prueba.
Remarca las facultades conferidas por el texto constitucional en
materia tributaria y de poder de policía a los municipios y menciona
especialmente, aquellas reconocidas por la Ley Orgánica de las Municipalidades
al órgano deliberativo municipal para reglamentar las obligaciones de los
escribanos con relación al pago de los tributos municipales.
En cuanto a las objeciones relativas a la penalidad prevista en el
art. 9º de la ordenanza 4201, indica que es un típico caso del ejercicio legítimo
del poder de policía que las comunas han reservado para sí, por lo que no podría
tildarse de inconstitucional.
Manifiesta que la norma en cuestión encuentra sustento y
justificación bastante en el ordenamiento jurídico, a la vez que tutela de modo
razonable el bien jurídico comprometido consistente en la protección del
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patrimonio del Estado a partir del cual se posibilita el cumplimiento de los
elevados fines que éste debe perseguir.
Pide en consecuencia, se rechace la demanda y se impongan las
costas a la parte actora.
Ofrece prueba y deja planteado el caso federal.
III. Expuestas las posiciones de las partes, el asunto a resolver
reside en determinar si la ordenanza municipal 4201 se encuentra en pugna con
los principios y normas de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires.
Los agravios traídos por la parte actora residen, básicamente, en
que la Municipalidad de Junín carecería de atribuciones para regular como lo
hizo la obtención de certificaciones de deudas municipales que graven
inmuebles sujetos a transmisión y/o constitución de derechos reales, en virtud
de los siguientes argumentos; a saber:
a) Invasión de las facultades provinciales en la materia, pues
sostienen que la ordenanza en cuestión colisiona con las previsiones contenidas
en el dec. ley 7438/1968.
b) Incompetencia de la comuna para instituir a los escribanos de
registro en agentes de retención de los tributos municipales.
c) Intromisión en la reglamentación de la profesión de escribano en
cuanto se le imponen deberes y obligaciones cuyo incumplimiento es penado
con severas multas.
Adelanto,
en
base
a
los
argumentos
que
seguidamente
desarrollaré, que -en mi opinión- la demanda resulta infundada.
1. El primero de los perjuicios invocados por los accionantes se
deriva de la oposición de la ordenanza 4201 con el dec. ley 7438, toda vez que
aquélla colisionaría con el mecanismo de obtención de certificaciones de
188
deudas municipales previsto en la norma provincial. Así, señalan que se ve
comprometido el orden constitucional puesto que los escribanos "... deberán
ajustar su quehacer profesional a disposiciones provinciales y municipales de
contenido antagónico..." para luego precisar que "... la ley provincial libera
expresamente al Escribano de ciertas cargas y de toda responsabilidad
económica; contrariamente, la Ordenanza 4201 de Junín le impone actividades
no previstas en la primera", afirmando la "... preeminencia institucional de la
norma provincial sobre la Ordenanza impugnada" (v. fs. 30/31).
Al respecto, debo dejar establecido que, el caso constitucional que
configura la materia de este proceso se presenta cuando existe un conflicto
directo entre leyes, decretos, ordenanzas o reglamentos y la cláusula superior
que se dice vulnerada (art. 161 inc. 1º de la Const. pcial.)
Obsérvese que en este punto, el embate de la parte demandante es
el resultado del confronte de la ordenanza 4201 y las disposiciones normativas
contenidas en el dec. ley 7438, toda vez que esta última -según su
interpretación- les confiere un tratamiento más beneficioso en oportunidad de
instrumentar los negocios jurídicos que tengan por objeto la transmisión del
dominio o la constitución de derechos reales imponiéndoles un deber de
colaboración que no llega al extremo de constituirlos en agentes de retención de
los tributos que corresponda abonar al Fisco, como sí pareciera hacerlo la
ordenanza en crisis.
Es decir, el compromiso de los arts. 27, 57, 191, 103 inc. 13 de la
Constitución local invocados en el acápite V-B de la demanda sólo aparecería de
modo remoto, pues el quebrantamiento alegado lo es respecto de la norma
inferior (dec. ley 7438).
De allí que en este punto cobre virtualidad la inveterada doctrina
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del Tribunal según la cual deben descartarse aquellos agravios que, en modo
directo o indirecto remiten al tratamiento de cuestiones de inconstitucionalidad
compleja indirecta o refleja, como ocurre en los casos en que se contraponen
dos normas infra constitucionales, pues en tales casos, la validez del precepto
impugnado depende de la interpretación que se le asigne a la ley (doctr. causas
(conf. causas I. 1329, "Playamar S.R.L.", sent. del 10-XII-1992; I. 1335, "Club
Atlético Brown", sent. del 27-XII-1994 y sus citas; I. 1597, "Wetzel", sent. del 28III-1995; I 1516 "Aguas Minerales S.A.", I. 1517, "Lactona S.A", ambas sents. del
27-VI-1995; I. 1640, "Expreso Merlo Norte S.A.", sent. del 9-III-1999; I. 2039,
"Siemens S.A.", sent. del 11-V-1999; I. 2027, "Sindicato de Trabajadores
Municipales Necochea", sent. del 13-XII-2000, I. 2213, "El Popular", sent. del 24XI-2010, entre otras).
2. El segundo de los planteos esbozados, radica en la violación al
Principio de Legalidad -citan al art. 25 de la Constitución provincial- y de la
competencia reconocida por dicha carta en los arts. 192 y 193 a los municipios,
por cuanto afirman que la ordenanza cuestionada habría instituido como agentes
de retención a los escribanos del Partido de Junín, sin facultades para ello (v. fs.
35/36).
Inicialmente, creo conveniente enmarcar la cuestión a resolver en
el alcance con que la Carta provincial ha reconocido los poderes tributarios de
los municipios, para luego desentrañar si corresponde o no a éstos regular los
elementos que integran la relación tributaria, entre ellos, los sujetos
responsables del pago.
a. En nuestro derecho público provincial, la Constitución atribuye
al régimen municipal "la Administración de los intereses y servicios locales" y
luego enumera en forma no taxativa: "ornato y salubridad, beneficencia, asilos
190
de inmigrantes, cárceles locales y la vialidad pública" (arts. 190 y 192, Const.
prov.), facultad que implica "dictar ordenanzas y reglamentos dentro de estas
atribuciones" (art. 192 inc. 6º) y "votar anualmente su presupuesto y los
recursos para costearlo..." (art. 192 inc. 5to.).
Consecuentemente la Ley Orgánica de las Municipalidades, dec.
ley 6769/1958 con sus modificaciones, estatuye que la sanción de las
ordenanzas deberá responder a los conceptos de ornato, sanidad, asistencia
social, seguridad, moralidad, cultura, etc. y demás estimaciones encuadradas en
su competencia constitucional que coordinen con las atribuciones provinciales y
nacionales (art. 25, L.O.M.).
A su vez, contempla como recursos municipales diversos
impuestos, tasas, derechos, licencias, contribuciones, retribuciones de servicios
y rentas (art. 226 inc. 5º, L.O.M.).
Del juego armónico de tales preceptos, se ha concluido la
innegable facultad que los municipios bonaerenses poseen en materia tributaria
(doctr. causas B. 59.119, "Pharmaka S.A.", sent. del 5-X-2005; I. 2257,
"Rabuffetti", sent. del 6-V-2009) aunque, preciso es reconocer, dicha habilitación
está sujeta -bajo pena de nulidad- a los límites de las facultades otorgadas por la
Legislatura provincial (doctr. causas I. 1992, "Aguas Argentinas S.A.", sent. del
7-III-2005; B. 56.707, "Carba S.A.", sent. del 23-IV-2008; I. 2254, "Seara", sent. del
11-III-2009).
Por cuanto concierne a esto último, también ha dicho esta Corte
que el principio de legalidad en materia impositiva no se limita a que la norma
municipal contenga directivas generales de tributación, sino que el precepto
debe contener los elementos básicos del tributo, a saber: configuración del
hecho imponible, determinación del sujeto pasivo (contribuyente y obligado al
191
pago), elementos necesarios para la fijación del quantum (base imponible y
alícuota)" (doctr. causas B. 52.614, "Franceschi, Bade y Cía. S.A.", sent. del 24III-1998; B. 53.340, "Hogar Rodolfo Funke", sent. del 24-VIII-2005; B. 61.397,
"Sociedad Española de Socorros Mutuos de Tres Arroyos", sent. del 8-VII-2008).
b. La ordenanza cuya constitucionalidad se discute, en la parte
pertinente, prescribe: "Artículo 6º. Los escribanos en ocasión de realizar los
actos notariales de transferencia de dominio y/o constitución de derechos reales
dentro de la jurisdicción del Partido de Junín actuarán como agentes de
retención de los tributos municipales", seguidamente el artículo 7º completa
aquella disposición ordenando: "Al momento de efectivizarse la actuación
notarial, el escribano actuante constatará que estén canceladas las deudas que
surjan del informe solicitado; de no ser así retendrá las sumas de dinero
suficientes para cancelar las mismas. La retención la efectuará a quien
corresponda conforme surja de las cláusulas de la operación o de la ley de
fondo que regule el Instituto Jurídico objeto del acto notarial".
c. El ejercicio por parte de los municipios bonaerenses del poder
de policía -entendido como la potestad de restringir la libertad de los individuos
con el fin de conseguir la armonía de todos y establecer reglas de buena
conducta-, encuentra sustento normativo en disposiciones constitucionales arts. 190 y 192 inc. 4 de la Constitución provincial-, así como en la delegación
que al efecto resolviera la Provincia al dictar la Ley Orgánica municipal -en part.
art. 27, dec. ley 6769/1958-. En efecto, el inciso 5º del art. 27 del mencionado
decreto ley, prescribe: "Corresponde a la función deliberativa municipal,
reglamentar:...5. Las obligaciones de los vecinos respecto de los servicios de la
Municipalidad y de los escribanos con relación al pago de los tributos
municipales en ocasión de los actos notariales de transmisión o gravamen de
192
bienes".
A esta altura destaco como primera conclusión, que la ordenanza
sub examine se refiere a la retención únicamente de los tributos municipales, de
lo cual se sigue que tal previsión se encuadra dentro de los límites impuestos
por el marco constitucional y normativo antes delineado.
Esta circunstancia concurre, además, como un elemento adicional
que descalifica el agravio -aunque improcedente, tal como fuera puesto de
resalto en el apartado anterior- relativo a la invasión de facultades provinciales
en materia de certificación de deudas, puesto que la ordenanza objetada alcanza
a las gabelas locales y no a aquéllas cuyo origen provenga del poder impositivo
provincial. Aunque, obvio es reconocer, tanto la ley provincial como la
ordenanza municipal imponen al notario distintas obligaciones y cargas
respecto de los tributos que cada una hubiera regulado dentro del ámbito de su
jurisdicción.
d. Ahora bien, para abordar la pertinencia del perjuicio relativo a la
imposibilidad de la comuna de instituir a los notarios como aquellas personas
constreñidas a detraer los tributos adeudados del precio de determinadas
transacciones que pasan por su registro, resulta necesario ahondar en las
particularidades de quien ocupa por mandato legal dicho lugar en la obligación
tributaria.
El agente de retención es aquel sujeto a quien la norma le atribuye
el deber de practicar retenciones sobre los fondos de que dispone por deudas
tributarias de terceros, cuando con su intervención se configura el presupuesto
de hecho determinado por la norma legal con la consecuente obligación de
ingresar al fisco los importes retenidos en el término y en las condiciones
establecidas (Fallos 308:442; 321:3045; 327:1753).
193
Se justifica a la retención en el deber de colaboración que se le
impone a un sujeto distinto del contribuyente por estar interpolado en la relación
jurídica tributaria, pues dicha circunstancia le permite amputar el tributo en la
fuente.
Históricamente, se ha encomendado la intervención de los notarios
en procura del efectivo ingreso del tributo cuyo hecho imponible se produce en
ocasión del negocio jurídico que éste debe instrumentar.
Ya de la Recopilación de Indias surge que en la época de la colonia
se debía al fisco un gravamen denominado "alcavala" con motivo de la
transacción y trueque de -entre otros- bienes inmuebles y que éste debía ser
abonado ante la autoridad fedataria. Concretamente la Ley XXIX, Título XIII, Libro
VIII, prescribía lo siguiente: "Mandamos que todas las ventas y trueques que se
hicieren y cualesquier bienes raíces, muebles y semovientes, en que intervenga
alcavala se hagan ante los Escribanos", con el objeto de "... mejor se pueda
sacar y averiguar los contratos y evitar fraudes..." (Extraído de "Recopilación de
leyes de los Reynos de las Indias", Tomo tercero, publicado en Madrid por Ivlian
de Paredes, año 1681).
Ello explica que siglos después la Ley Orgánica de las
Municipalidades (con sus numerosas modificaciones) hubiera atribuido a la
función deliberativa municipal la reglamentación de las obligaciones de los
escribanos con relación al pago de los tributos municipales en ocasión de los
actos notariales de transmisión o gravamen de bienes (conf. art. 27 inc. 5º) y que
así procedieran numerosas comunas de la Provincia de Buenos Aires, dictando
regulaciones similares a la ordenanza 4201, cuyas copias obran a fs. 80/110.
e. En tal orden de consideraciones, concluyo que la Municipalidad
accionada no ha extralimitado las facultades que le han conferido los arts. 191 y
194
103 inc. 13 de la Constitución provincial, como pretenden demostrarlo los
accionantes.
En primer lugar, porque siendo potestad del órgano legisferante
local la fijación de los sujetos obligados al pago de los tributos que
correspondan a su exclusiva competencia (conf. arts. 192 inc. 4º y 193 inc. 2º,
Const. pcial. y su doctrina), la determinación de los escribanos como agentes de
retención de ciertos gravámenes locales se encuadra dentro de tales facultades.
De otro lado, porque categóricamente la Provincia ha delegado esa
facultad en la comuna (conf. art. 27 inc. 5º, dec. ley 6769/1958, texto según ley
8613/1976).
Por lo demás, la elección de los agentes de percepción proviene
del ejercicio por parte del Estado de su poder de imperio en lo atinente al
establecimiento de las cargas públicas justificadas por la necesidad de
favorecer la percepción de las obligaciones fiscales. En particular, la misión
encomendada por la ordenanza 4201 a los escribanos de registro del Partido de
Junín, participa de los rasgos de aquéllas, cuya característica esencial es la de
ser obligatoria e impuesta por acto unilateral del Estado, complementada con
otros atributos que la definen: expresa disposición legal, determinación, certeza,
alcance igualitario, gratuidad y el de responder a un fin de interés público (doctr.
C.S.J.N., Fallos 295:87; 327:1753).
En definitiva, si la Municipalidad ha actuando dentro de los límites
de su competencia privativa teniendo en vistas razones de política tributaria, no
es dado a los jueces revisar el mayor o menor acierto de tales medidas (doct.
C.S.J.N., Fallos 325:3092; también causa B. 53.340 cit.).
3. Por último, los accionantes aducen que el art. 9º de la ordenanza
4201 -al imponerles una multa equivalente al monto que debería percibir el
195
municipio para el caso de incumplimiento de los deberes fiscales allí prescritosavanza sobre las facultades provinciales en materia de reglamentación de las
profesiones liberales y cercena la libertad de trabajo tutelada en el artículo 27 de
la Constitución provincial.
Las facultades de los municipios para el ejercicio del denominado
"poder de policía" se hallan determinadas no sólo por el constituyente sino
también por el legislador, pudiendo serles atribuidas en forma exclusiva o en
concurrencia con otros entes territoriales o servicios estatales, como propias o
delegadas por el Estado provincial (causa I. 1982, "Y.P.F. S.A.", sent. del 31-X2001).
Así concebido, como función normativa -reglamentaria- este poder
es ejercido dentro de las respectivas atribuciones por los Poderes Legislativo y
Ejecutivo y también por las municipalidades, mediante la sanción de leyes,
decretos y ordenanzas respectivamente (conf. causas I. 1018, "Delta Plata", sent.
del 5-VI-1979; B. 46.950, "Delco", sent. del 11-II-1980; I. 1583, "Municipalidad de
Bahía Blanca", sent. del 8-VII-1997, entre otras).
En el aspecto que nos ocupa, la profesión de escribano ha sido
regulada por el decreto ley 9020 pero también por el Código Fiscal de la
Provincia de Buenos Aires y las distintas ordenanzas municipales que imponen
diversas restricciones, cargas y obligaciones a su desempeño.
Con todo, debe tenerse presente que las potestades jurídicas de
las comunas de limitar el ejercicio de determinados derechos individuales con el
fin de asegurar el bienestar general, debe ajustarse a un criterio de razonabilidad
(doctr. causa B. 63.983, "Servipack S.A.").
En tales condiciones no advierto desproporción o desmesura en la
penalidad impuesta por el art. 9º de la ordenanza 4201. No es el Estado quien a
196
su capricho impone al escribano el deber de integrar las sumas debidas por el
sujeto obligado al pago, sino el propio profesional quien se coloca en tal lugar al
dejar de cumplir los deberes a su cargo y hacerse pasible de la sanción.
La libertad de trabajo reconocida en el artículo 27 de la
Constitución provincial invocada por los demandantes no sufre menoscabo
alguno por esta clase de sanción, pues tal derecho -como es sabido- se
encuentra sujeto a las leyes que reglamentan su ejercicio y no se altera por la
imposición de condiciones que, lejos de ser arbitrarias o desnaturalizarlo,
guardan adecuada proporción con la necesidad de tutelar el interés público
comprometido con el ejercicio de ciertas profesiones.
IV. En base al desarrollo argumental que antecede, concluyo que la
norma reputada lesiva no ha menoscabado los derechos constitucionales
invocados por la parte actora.
En consecuencia voto en sentido contrario a la pretensión
declarativa de inconstitucionalidad, por lo que la demanda debe ser rechazada.
Voto por la negativa.
Las costas se imponen a la parte actora en su condición de
vencida (art. 68, C.P.C.C.).
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Negri dijo:
Adhiero al desarrollo argumental y solución propuesta por mi
colega preopinante, a excepción de lo que expresa en el punto III, ap. 2, e) párrafos cuarto y quinto- de su voto, en tanto considero que los restantes
fundamentos brindados resultan suficientes para desestimar la pretensión de
autos.
Con tal alcance, doy mi voto también por la negativa.
El señor Juez doctor Genoud, por los mismos fundamentos del
197
señor Juez doctor Negri, votó también por la negativa.
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Soria dijo:
Adhiero al voto del doctor Hitters.
Sólo he de adunar una reflexión en punto a la cuestión abordada
en el apartado III.1. Si bien con arreglo a la tradicional doctrina de esta Corte, en
el marco de la acción originaria de inconstitucionalidad no corresponde aducir,
como exclusivos o principales motivos de impugnación, meras infracciones a
normas de rango legal o reglamentario (conf. causas I. 1329, "Playamar S.R.L.",
sent. de 10-XII-1992; I. 1335, "Club Atlético Brown", sent. de 27-XII-1994 y sus
citas; I. 1597, "Wetzel", sent. de 28-III-1995; I. 1516, "Aguas Minerales S.A.", I.
1517, "Lactona S.A.", ambas sents. de 27-VI-1995; I. 1640, "Expreso Merlo Norte
S.A.", sent. de 9-III-1999; I. 2039, "Siemens S.A.", sent. de 11-V-1999; I. 2027,
"Sindicato de Trabajadores Municipales Necochea", sent. de 13-XII-2000, I. 2213
"El Popular", sent. del 24-XI-2010, entre otras), pues el objeto del proceso reside,
precisamente, en verificar la adecuación constitucional de aquellas normas
("leyes, decretos, ordenanzas o reglamentos", en la terminología del art. 161 inc.
1° de la Const. pcial.), de ello no debe seguirse la absoluta inadmisión de
semejantes motivos impugnativos, dado que, en ocasiones, dichas infracciones
pueden dar cuenta o evidenciar una invalidez constitucional (doc. causa I.
68.174, "Filón", res. de 18-IV-2007).
Con
esta
aclaración
acompaño
los
demás
fundamentos
desarrollados por el ponente y doy mi voto también por la negativa.
Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente
SENTENCIA
Por las razones expuestas en el acuerdo que antecede, se rechaza
la demanda interpuesta.
198
Costas a la actora (art. 68 del C.P.C.C.).
Por su actuación profesional en autos, regúlanse los honorarios
del letrado apoderado de la parte actora, doctor Carlos Alberto Argain, en la
suma de pesos … (arts. 10, 14, 15, 16, 22, 28 inc. "a", 49 y 54 del dec. ley
8904/1977), cantidad a la que se deberá adicionar el 10% (ley 8455) y el
porcentaje que corresponda según la condición tributaria del mencionado
profesional frente al Impuesto al Valor Agregado.
Teniendo en cuenta la condena en costas, los importes aludidos
deberán ser solventados en partes iguales por cada uno de los litisconsortes
que integran la parte actora.
Regístrese y notifíquese.
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