REFORMA FISCAL Régimen de dividendos para personas físicas y residentes en el extranjero para 2014 32 Lic. Arturo Pueblita Fernández, Socio de Cuevas y Pueblita Abogados, S.C. y Secretario General de la Academia Mexicana de Derecho Fiscal, A.C. Mayo 2014 Con el afán de lograr un incremento recaudatorio inmediato, se realizaron múltiples modificaciones a las disposiciones fiscales, de manera que el nuevo sistema de dividendos para personas físicas, sin duda coadyuva a restar competitividad a las empresas mexicanas, pues implica una menor generación de empleos, entre otras cuestiones, y desincentiva la inversión en actividades productivas ENTORNO SOCIAL, ECONÓMICO Y POLÍTICO C on la Reforma Fiscal para 2014 se plantearon una gran cantidad de modificaciones a las disposiciones fiscales, con el objetivo de lograr un incremento recaudatorio inmediato, como: el aumento de tasas; limitaciones en deducciones; desapariciones de regímenes que incentivaban ciertos sectores productivos, así como la aparición de nuevas tasas y regímenes. De la lectura que se realice tanto a la iniciativa presentada por el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, como a los dictámenes de las comisiones legislativas en las cámaras de Diputados y Senadores, existían dos constantes: (i) hacer referencia a los “abusos” de los contribuyentes, y (ii) reiterar que el sistema tributario vigente hasta el 2013 tan sólo beneficiaba exclusivamente a los que más tienen. El lenguaje utilizado en los antecedentes legislativos de la Reforma Fiscal para 2014 permitía considerar que en México tenemos una dicotomía entre “ricos que lo tienen todo, sin merecerlo y pobres que no tienen nada por el saqueo de los empresarios abusivos”. Independientemente de lo anterior, es muy importante dejar muy claro, que las brechas económicas entre los sectores económicos que tienen más y los que menos tienen deben desaparecer. Es decir, en el margen de un Estado Social de Derecho debemos erradicar la pobreza, así como buscar mecanismos para mitigar el hambre y la desigualdad. Un gobierno socialmente responsable debe buscar las condiciones de nivelación y redistribución de riqueza, lo cual únicamente puede lograrse mediante el crecimiento económico y la generación de empleos. Sin embargo, desde mi punto de vista resulta equivocada la estrategia planteada en la Reforma Fiscal para este 2014, debido a que se privilegió el limitar la cantidad de dinero en poder de los sectores productivos, para ser “redirigido” desde el gasto público, lo cual –desde mi punto de vista– es una estrategia anacrónica y que ha mostrado su ineficacia. Si bien el Estado Social de Derecho es una reacción a la catástrofe generada por el Estado Liberal de Derecho, lo cierto es que si no se utilizan las políticas adecuadas, el Estado Social de Derecho se convierte en Estado Providencia, lo cual redunda en gobiernos “populistas”, los cuales lejos de redistribuir la riqueza, vuelven la brecha socioeconómica aún más profunda. REGULACIÓN ACTUAL Una vez puntualizado lo anterior, se debe entrar al análisis del artículo 140 de la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR), el cual prevé el régimen para el pago de contribuciones por los dividendos que perciben las personas físicas residentes en México. En términos generales, sigue siendo similar al sistema previsto hasta diciembre de 2013, en el cual la persona física que recibe dividendos debe acumular el total bruto del mismo; es decir, considerar como ingreso acumulable el dividendo y el impuesto pagado por la sociedad, pudiendo acreditar el impuesto corporativo que ya había enterado la emisora del dividendo. Para que la persona física pueda acreditar el impuesto corporativo, indefectiblemente debe cumplir con los siguientes requisitos: 1. Acumular en la declaración anual tanto el monto del dividendo como el importe del impuesto sobre la renta (ISR) pagado por la sociedad. 2. Contar con la constancia y el comprobante fiscal previsto en la fracción XI del artículo 76 de la LISR, el cual debe contener entre otras cuestiones, la siguiente información: a) El monto total del dividendo. b) El impuesto retenido. c) Señalar si el dividendo proviene de la cuenta de utilidad fiscal neta (cufin) del artículo 77 o, en su caso, de la cuenta de dividendos netos, prevista en el artículo 85 de la LISR o bien, de los pagados conforme a la mecánica prevista en el artículo 10 de la ley. 3. Determinar el impuesto corporativo multiplicando el monto del dividendo por el factor 1.4286, y al resultado aplicarle la tasa del 30%, prevista en el artículo 9 de la LISR. Un tema novedoso respecto de la regulación citada, es que anteriormente era común que el impuesto corporativo fuera igual o mayor que aquel que le Mayo 2014 33 correspondía pagar a la persona física; sin embargo, al haberse incrementado hasta en 35% la tasa efectiva de pago del ISR para las personas físicas, ello genera que se incremente la carga impositiva –pues se reitera– se debe acumular el dividendo y el impuesto pagado por la sociedad, lo cual tergiversa la verdadera capacidad contributiva del contribuyente persona física, generando que pague hasta 5% más por concepto del ISR por dividendos. Adicionalmente a lo anterior, en el segundo párrafo del artículo 140 de la LISR se prevé una sobretasa adicional del 10% del monto del dividendo, cuando éste lo reparta una persona moral residente en México y el beneficiario sea una persona física residente en el país. Es importante señalar que el cálculo de esta sobretasa del ISR tiene las siguientes características: 1. Se debe calcular sobre el monto neto del dividendo, es decir sin “piramidarlo”. 2. Únicamente se deberá pagar cuando la persona moral que distribuya el dividendo sea residente fiscal en México. 3. El impuesto retenido debe ser enterado conjuntamente con la siguiente declaración provisional de la pagadora del dividendo. 4. El impuesto determinado conforme al segundo párrafo del artículo 140 y enterado por la persona moral, es definitivo. 34 Lo anterior genera una seria distorsión y desincentiva la inversión en sociedades mexicanas o, en su caso, genera un incentivo perverso para buscar otras formas de distribución de utilidades a los socios o accionistas. Debo dejar muy claro que la sobretasa a que se refiere el segundo párrafo del artículo 140 de la LISR, también se causa en aquellos casos en los cuales la distribución de utilidades o dividendos se realice mediante la capitalización de las mismas, en los términos del segundo párrafo del artículo 10 de la LISR y, por tanto se entreguen nuevas acciones o se incremente el valor de las ya existente. Sin embargo, 1 el impuesto se diferirá en los términos de la misma disposición hasta el momento en que se reembolse el valor de la acción al accionista, ya sea por reducción de capital o por liquidación de la sociedad, lo cual debe ser tomado en cuenta siempre que se realicen ese tipo de operaciones. De igual manera, cuando se determinen dividendos fictos para las personas físicas, conforme a las seis fracciones del quinto párrafo del artículo 140 de la LISR, existirá la obligación de calcular y enterar la sobretasa del 10%, la cual podrá ser cobrada a las sociedades mexicanas que se ubiquen en esas hipótesis normativas, puesto que se trata de una contribución retenida. Es importante destacar que la sobretasa del 10% es aplicable únicamente a las utilidades que se generen a partir de enero de 2014, razón por la cual las sociedades mexicanas deben llevar dos diferentes cuentas de utilidad fiscal neta: una, hasta el 31 de diciembre de 2013, y otra, a partir del 1 de enero de 2014; lo anterior, en términos de la fracción XXX del artículo noveno del Decreto que contiene la reforma fiscal de 2014.1 Resulta oportuno señalar que en los términos del Título V de la nueva LISR, específicamente en el artículo 164, fracción IV, también se establece la obligación de las sociedades mexicanas o incluso de los establecimientos permanentes que tengan residentes en el extranjero en México, de retener y enterar una sobretasa del 10% del monto del dividendo distribuido a personas físicas y morales residentes en el extranjero, de manera similar a lo previsto en el segundo párrafo del artículo 140 ya descrito. No obstante lo anterior, si el extranjero que percibe el dividendo es residente de un país con el cual México ha celebrado un Tratado para evitar la doble tributación, éste válidamente podrá solicitar se le apliquen los beneficios del Tratado. Finalmente, cuando la distribución de dividendos o utilidades la realice una sociedad mexicana respecto de acciones colocadas entre el gran público inversionista o bien, un fideicomiso, en los términos El nombre correcto es: Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley del Impuesto al Valor Agregado; de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios; de la Ley Federal de Derechos, se expide la Ley del Impuesto sobre la Renta, y se abrogan la Ley del Impuesto Empresarial a Tasa Única, y la Ley del Impuesto a los Depósitos en Efectivo Mayo 2014 de la regla I.3.8.1. de la Resolución Miscelánea Fiscal (RM) para 2014, la retención deberá realizarla la casa de bolsa o intermediario financiero que intervenga en la operación. CONCLUSIONES Como se puede advertir, los dividendos y utilidades que perciban personas físicas en México pueden terminarse gravando a la tasa efectiva del 45%, lo cual se vuelve muy poco atractivo. Con lo anterior, sin duda se desincentiva la inversión en sociedades mexicanas lo cual tiene, entre otras, las siguientes implicaciones: 1. Menor oferta de capital para incentivar actividades económicas en México. 2. Menor generación de empleos. 3. Desaceleración de la economía nacional. 4. Se incentiva la inversión en sociedades extranjeras. 5. Menor captación de contribuciones. Desde mi punto de vista, el régimen de dividendos para personas físicas es contrario lo establecido en el artículo 31, fracción IV de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), por el hecho de que únicamente resulta aplicable esa sobretasa a los dividendos pagados por personas jurídicas residentes en México, por lo que hay un trato inequitativo, además de no atender a la verdadera capacidad contributiva del inversionista, puesto que ésta no se modifica de forma diferenciada si las utilidades provienen de un residente en el extranjero o en México. No obstante lo anterior, más allá de la posible inconstitucionalidad de tal precepto, el mismo se constituye en un mecanismo que resta competitividad a las empresas mexicanas en beneficio de las extranjeras. Por consiguiente, el discurso de los “ricos malos” y los “pobres buenos”, deja de tener vigencia, puesto que se está beneficiando directamente a los inversionistas en el extranjero, en detrimento de las fuentes de empleos y contribuciones en territorio nacional. Finalmente, la mejor forma de abatir la pobreza y la disparidad social es la generación de empleos, no los programas asistenciales. • Mayo 2014 35