Reunión Nacional ASINEA 88. Autor: P. M. Pl. U. Jesús Castañeda Arratia. PONENCIA: NORMATIVIDAD, PRAXIS Y SOSTENIBILIDAD EN LOS ESPACIOS URBANO ARQUITECTÓNICOS. RESUMEN PONENCIA: NORMATIVIDAD, PRAXIS Y SOSTENIBILIDAD EN LOS ESPACIOS URBANO ARQUITECTONICOS. Nombre: P. M. PL. U. Jesús T. Castañeda Arratia. Postulante al grado de Maestro. Universidad Autónoma del Estado de México. Facultad de Arquitectura y Diseño. Ex Presidente del Consejo Consultivo de la ASINEA. Dirección Electrónica: [email protected]. La enunciación y atención de las políticas de desarrollo urbano se encuadra entre dos impulsos que conforman lo presente: el ámbito global como una permanente y creciente integración mundial en lo económico, cultural y político. Y lo nacional, como aquella tendencia hacia mayores niveles de autodeterminación y delegación de gestión y poder a comunidades y localidades subnacionales. Todo ello en el tenor de fuertes contrastes entre crecimiento y recesión, equidad y desigualdad, exclusión e integración y pobreza y riqueza. Las supuestamente insostenibles ciudades, con su caos cotidiano, se convierten en demandas de opciones de desarrollo del hábitat que cada día deben ser analizadas considerando más versátiles y complejas realidades. La pobreza se hace heterogénea en cuanto a las características y severidad con que se manifiesta. La vulnerabilidad afecta cada vez más a mayores grupos sociales que habitan en áreas urbanas. La desigualdad aumenta y la falta de acceso a los beneficios del desarrollo se sigue extendiendo. Los planes de estudio de Arquitectura y urbanismo deben fomentar el conocimiento, las habilidades y las competencias en diseño sostenible, con el objeto de lograr el confort, el placer, el bienestar y la eficiencia energética, tanto en edificios nuevos como en los ya existentes, así como en los espacios urbanos, esto debe ser promovido dentro de un proceso de diseño viable, cultural y socioeconómico. La reflexión de la realidad en cuanto a significado de la vinculación con el desarrollo sostenible, se propone normatividad vigente y su colaborar para mejorar sustantivamente los espacios urbano arquitectónicos con su tendencia a ser sostenibles en la practica y no solamente en el aspecto teórico. ABSTRACT: KEYNOTE: STANDARS, PRACTICE AND SUSTENTABILITY IN THE URBAN ARCHITECTURAL SPACES. Name: P. M. Pl. U. Jesús T. Castañeda Arratia. Applicants to the master´s degree. University Autonomous of de State of Mexico. Faculty of Architecture and Design. Former President of the Advisory Council of the ASINEA. Email address: [email protected] Enunciation and care of urban development policy is farmed between two impulses that make up the present: The scope global as a permanent and growing global integration in the economic, cultural and political. And national, as the trend towards higher levels of self-determination and delegation of management and power to communities and subnational locations. All this in accordance with strong contrasts between growth and recession, equity and inequality, exclusion and integration and poverty and wealth. Supposedly unsustainable cities, with its daily chaos, become demands of development options of the habitat that every day should be analyzed considering more versatile and complex realities. Poverty is heterogeneous in terms of the characteristic and severity with which manifests itself. Increasingly larger social groups living in urban areas affected by the vulnerability, inequality increases and the lack of access to the benefits of development continues to spread. The study of architecture and urbanism plans should promote the knowledge, skills and competences in sustainable design, in order to archive the comfort, pleasure, well-being and energy efficiency, both in the new buildings in the existing ones, as well as in urban areas, this must be promoted within a viable design process cultural and socio-economic. The reflection of reality as meaning of the regulations and its link with sustainable development, intends to collaborate to improve substantially the architectural urban spaces with its tendency to be sustainable in practice and not just in the theoretical aspect. PONENCIA: NORMATIVIDAD, PRAXIS Y SOSTENIBILIDAD EN LOS ESPACIOS URBANO ARQUITECTÓNICOS. PALABRAS CLAVE: PRAXIS, NORMATIVIDAD Y SOSTENIBILIDAD. P. M. PL. U. JESUS T. CASTAÑEDA ARRATIA POSTULANTE AL GRADO DE MAESTRO EN PLANEACIÓN URBANA. UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL ESTADO DE MEXICO FACULTAD DE ARQUITECTURA Y DISEÑO INTRODUCCIÓN Las ideas esbozadas responden a la necesidad de transformar la planificación urbana desde una visión integral de los procesos involucrados en la gestión territorial, y de desplegar instrumentos esenciales para iniciar la modernización tecnológica y la identificación de posibilidades de transformación de la relación administración públicaciudadanos a partir de la tipificación de planes estratégicos que promuevan mayor bienestar social: categorización del crecimiento urbano, participación social en la gestión y la planeación urbana, una mayor racionalidad científica en usos del suelo, creación de empleos, promoción de la educación ambiental y la salud, mayor competitividad urbana, que encuentren su perínclito desarrollo en las instituciones de arquitectura. DESARROLLO: Reconociendo que la ciudad, por su propia naturaleza artificial y la extensión espacio temporal que ha alcanzado actualmente, no puede por su propia naturaleza, ser autosustentable, fundamentalmente debido a las formas de crecimiento y funcionamiento urbano actual, que por si misma provoca apuradas mutaciones sobre el ambiente natural y sus recursos naturales, así como la disponibilidad en el territorio que fue habitualmente, la razón histórica del origen de la mayoría de las ciudades. Por lo tanto, está aceleración de los flujos y ciclos dados en la ciudad, que el ambiente natural, a partir de su propia dinámica, tiende a mantener lentos, provoca la degradación de los recursos naturales. La aceleración de los procesos de erosión y la pérdida de riqueza y diversidad biológica y de pautas del paisaje, destacando que la ciudad es un ser vivo en constante mutación, lo que hace que prevalezca la teoría del caos. Hasta Ahora los planes para el estudio del ambiente urbano han adolecido de sistemas integrales, limitándose a evaluar el impacto ambiental, cuyo marco de referencia lo constituye el ordenamiento ecológico del territorio. Por otra parte, dichos planes, han resultado ser poco eficaces, ya que no han demostrado ser una buena herramienta para la planificación territorial, que debiera considerar prioritario evitar el deterioro ambiental; estas evaluaciones sólo se aplican a proyectos aislados y de escala local y no han llegado a incidir en niveles estratégicos globales de toma de decisiones, ni retroalimentando en el establecimiento de las políticas, planes y programas nacionales. para el desarrollo de los asentamientos humanos. A lo anterior debemos agregar que hay que considerar que para regiones geográficas de escala local, y sobre todo para territorios más pequeños, como el de muchas ciudades medias, aún no se dispone de metodologías para el análisis ambiental, y que a esto se suman muchas carencias y a la dificultad de acceder a información confiable y actualizada. Las fuentes de información disponibles no comparten estructuras homogéneas y compatibles para sistematizar sus datos, que permitan complementar información sobre diversas características del espacio físico urbano, y que permitan a su vez entender la funcionalidad y atributos del sistema, a la vez que llevar un inventario detallado del patrimonio edificado, el cual actualizado periódicamente puede constituir un instrumento de medición muy importante, básico para la planificación sustentable del territorio; Patrimonio edificado que debe comprender diferentes épocas, incluyendo la contemporánea. Las técnicas para la planificación urbana institucionalizadas por los gobiernos. Plantean un enfoque unidireccional considerando como problemas, para responder a la demanda de suelo urbano regulado sus naturalezas fundamentales: el estudio cuantitativo de los la relación población-territorio para su predicción de comportamiento, la aptitud urbana del territorio en función de no representar riesgos fácilmente identificables como nodos o barreras físicas. De manera que este planteamiento metodológico no considera, entre otras cuestiones, la valoración productiva de los suelos ni el equilibrio en la ocupación para el mantenimiento de los procesos., ambos temas centrales para conservar la calidad ambiental de un área urbana. Por lo tanto, los aspectos ambientales son observados fragmentariamente, y aún se separan en colecciones de datos agrupados como medio natural y ambiental. Estamos buscando una aproximación al entendimiento del urbanismo y la arquitectura, como resultado de la acción humana sobre la naturaleza, en un primer momento delineando el estado actual de los componentes del ambiente urbano y sus interrelaciones significativas, expresadas en unidades espaciales homogéneas, a las que denominamos “unidades ambientales urbanas”, y que son la concreción de las transformaciones históricas de una ciudad; Ya que es innegable que en la actualidad estamos haciendo arquitectura sin ciudad, se edifican fraccionamientos fuera de la mancha urbana y luego, en forma artificial, los envolvemos con la ciudad. El diagnóstico a través del análisis de una patología urbana, nos dará a conocer aspectos preventivos que permitan obtener logros curativos, mediante el diseño urbano en su escala micro y macro. Se ha tolerado por una parte una alta especulación del mercado local del suelo y por otra el asentamiento irregular en zonas de riesgo, propiciando la ocupación extensiva y voraz del territorio, y a la vez, por esta falta de control, la degradación de los recursos naturales asociados la mancha urbana. Por otra parte, si bien se incrementó con la urbanización, la superficie de áreas verdes, como parques urbanos, de barrio, etc., los cuales, por los criterios de diseño que sirven de referencia para su proyecto y construcción, contienen áreas de vegetación de muy baja calidad, la siembra de especies que no corresponden a los factores de clima que, exigen la necesidad de alto mantenimiento y que llegan a deteriorar la infraestructura urbana representando una disminución real del valor ecológico, éstas áreas (parques y jardines) podrían representar para la elevación tanto de calidad del ambiente urbano como de la calidad de los habitantes de la ciudad, si fueran construidas y manejadas bajo criterios de racionalidad ecológica. La falta de esta visión estratégica en la planeación está conduciendo a la cancelación de las posibilidades futuras de desarrollo para la ciudad y su región. En la mayoría de los casos no se cumple la norma de áreas jardinadas, que según la UNESCO deben ser entre 16 y 20 M2 por habitante. El objetivo central de esta propuesta es tratar de generar el instrumental básico para apoyar la práctica urbanística en una reorientación de los procesos de planificación y gestión urbanas en ciudades medias y desde bases ambientales, lo que posibilitará establecer políticas y acciones para la gestión racional de los recursos naturales (en especial agua, suelo y vegetación), y de los recursos urbanos y sociales con que cuenta la ciudad, ordenando el crecimiento urbano y creando oportunidades de desarrollo económico en armonía con la preservación ambiental, para alcanzar mayor equidad social y por tanto mayor calidad de vida urbana para todos los habitantes. De lo antes citado se desprende que el crecimiento caótico de los espacios urbanos determina una apropiación excesiva de estos, lo que lleva a la existencia de desigualdades territoriales y socioeconómicas. Por lo tanto cada vez es más necesaria una organización espacial de la planificación urbana, basada en el desarrollo que opere en las nuevas formas de vida urbana y sus posibles sinergias. Deben ser que brinden las condiciones necesarias e indispensables para una mejor vida urbana con factores de identificación que propicien una buena socialización, con una amplia gama de actividades recreativas y de esparcimiento. Deben ser también de fácil acceso para todos, especialmente para las personas con capacidades especiales y además contar con buena señalización y equipamiento urbano. En la praxis del urbanismo y la arquitectura y de acuerdo con indicadores de la Organización Mundial de la Salud, la mayoría de las ciudades no cuentan con un sistema de monitoreo confiable del medio ambiente y los automotores que las recorren generan el 80% de la polución del ambiente, este es un sombrío panorama que fue ya descrito en 2009, sin que actualmente haya tenido una evolución favorable. Si bien lo anterior se refiere únicamente a la calidad del aire, que se degrada todos los días, y a la presión que ejercen sobre esto los gases desprendidos de los motores, el problema crece cuando se añaden la contaminación producida por las fábricas, No se puede obviar la contaminación sistemática de los cuerpos de agua. Poco se toman en cuenta otras formas de contaminación como la auditiva, igualmente lesiva para la salud y el bienestar del ser humano. Se hace perentorio que se busque una revolución institucional de los gobiernos y las instituciones de enseñanza de la arquitectura y el urbanismo para se ocupen en fomentar la investigación que conduzca a la innovación y la solución de temas de fondo (agua, basura, transporte, vialidades, energía, vivienda, etc.) Planteando una política social integral, teniendo como pilar la normatividad al respecto, jerarquizando para su desarrollo a las mega metrópolis, las metrópolis, conurbación y cabeceras municipales. Los llamados residuos solidos municipales confinados inadecuadamente, generan sustancias contaminantes como los lixiviados, dioxinas, contienen metales pesados, materiales orgánicos en descomposición, entre otros que en contacto con el agua van a parar a mantos freáticos, ríos y finalmente al mar. Es entendible que esta contaminación afecte directamente nuestras fuentes de abastecimiento de agua para consumo humano e irrigación y en la medida que están contaminadas afectarán a la población, en algunos casos de manera irreversible. Las agua residuales (aguas negras, de uso industrial, riegos rodados) también son desechos que no se han atendido cabalmente, en algunos casos se ha hecho el esfuerzo y se han puesto plantas de tratamiento que en la mayoría de los casos nacen ya insuficientes para las descargas que reciben. El caso de las aguas residuales nos debe preocupar de manera especial porque afecta en forma directa a los ríos, arroyos, lagos, presas, cualquier depósito de agua y finalmente el mar. La falta de tratamiento adecuado de las aguas negras es particularmente perjudicial en las zonas naturales de recarga de mantos acuíferos donde los suelos son permeables (arenosos). En la gran mayoría de nuestras ciudades las aguas residuales se captan y se vierten en forma directa a los ríos, arroyos y otros depósitos de agua, la consecuencia directa e inmediata de esta mala práctica resulta en la destrucción del ecosistema, principalmente de los espacios acuíferos en los que impacta. Podríamos hablar en términos similares de los desechos bioinfecciosos, orgánicos, los generados por industrias y talleres de servicio (polvos con sustancias toxicas como el plomo, azufre, metales pesados, aceites, solventes y radioactivas… entre otras) estos materiales en la gran mayoría de los casos terminan en los centros de confinamiento o son arrastrados por las aguas de desecho con terribles resultados para el medio ambiente. CONCLUSIÓN: El modelo de planeación urbana, a nivel nacional, se ha agotado. Se requiere una planeación que a través del diagnóstico que siga un modelo metodológico especifico de acuerdo a la problemática de la zona, con una normatividad que genere una sustentabilidad acorde con las características bioclimáticas, como respuesta a las necesidades, para evitar incongruencias de usar una tipología arquitectónica habitacional igual para climas fríos que para climas tropicales. Es indispensable someter a un tratamiento a la basura recolectada en las ciudades, el cual debe consistir en separar todo lo aprovechable de la basura, y la parte que no sea recuperable someterla a un tratamiento para que al ser confinada no ofrezca posibilidad de contaminación. Considero que es de vital importancia que los gobiernos municipales modifiquen el enfoque de la dirección de servicios públicos, determinando con toda claridad que se necesita hacer con los desechos que se generan en el municipio de su competencia, que se determinen objetivos a lograr en cada caso y se promueva de manera muy activa la participación de los ciudadanos una vez que se tenga claro que se quiere hacer, legislando al respecto. Debemos responder al cuestionamiento definitivo de “que debo hacer con los desechos” para lograr una contaminación CERO y no a la pregunta que normalmente se han venido haciendo los responsables: ¿Donde deposito la basura Ahora que se llenó el relleno sanitario?, que por cierto, de sanitario no tiene nada. Esto nos dice que debemos romper algunos paradigmas y establecer las bases para consumar en forma sistemática iniciativas que nos permitan proponer y realizar los trabajos necesarios, acordes con la situación particular de cada lugar, a fin de que nos lleve a las soluciones previstas y lograr la tendencia para llegar a abatir la contaminación en forma definitiva. Las instituciones de enseñanza de la arquitectura deben propiciar las herramientas que permitan resolver problemas urbano arquitectónicos en sus diferentes géneros, en diferentes climas del territorio nacional, generando una planeación participativa que el alumno interprete del usuario o habitador. A las instituciones de la enseñanza de la arquitectura les compete la corresponsabilidad de proponer a las autoridades legislar sobre la conservación del medio ambiente con un enfoque regional. Una nueva legislación donde se incorpore lo sustentable, evitando incongruencias o contradicciones. Se debe hacer hincapié en el diseño urbano, si bien el urbanismo es inter y multidisciplinario, es el arquitecto quien resuelve los problemas espaciales. En esa multidisciplinariedad en los nuevos desarrollos habitacionales se debe reciclar el agua pluvial y en lo que se refiere a los desechos solidos estos deben aprovecharse para la producción energía, (eléctrica o gas butano). En cuanto al suelo debe evitarse que las tierras con alta vocación agrícola se urbanicen. Debe al respecto, realizarse una revisión exhaustiva de los Planes de estudio con el fin de retroalimentar los contenidos de sustentabilidad o, en su caso, incluirlos. Y es a través de las investigaciones que deben proporcionarnos rangos e indicadores de la vinculación enseñanza – praxis. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS: D’LUNA, A. 1996. Geomorfología, paisajes y ordenamiento ecológico. Resúmenes de la 4º Reunión Nacional de Geomorfología. Sociedad Mexicana de Geomorfología, A. C. – Instituto de Geografía – Centro de Ecología. 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