Juicio de amparo número de origen: 1013/2011-IV Expediente auxiliar: 81/2012 Quejoso: (**********1). Jueza: Paula María García Villegas Sánchez Cordero SENTENCIA Vistos y estudiados los autos para dictar sentencia en el juicio de amparo 1013/2011-IV del índice del Juzgado Primero de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, radicado en este Juzgado Quinto de Distrito del Centro Auxiliar de la Primera Región, con residencia en el Distrito Federal, con el número de registro 81/2012; y, R E S U L T A N D O: PRIMERO. Presentación de la demanda. Por escrito presentado el uno de diciembre de dos mil once, en la Oficina de Correspondencia Común de los Juzgados de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, (**********1), por su propio derecho, demandó el amparo y protección de la Justicia Federal, contra la autoridad y el acto siguientes: “III. AUTORIDADES RESPONSABLES: juez Trigésimo Quinto de lo Familiar en el Distrito Federal”. “IV.- ACTO RECLAMADO y PROTESTA LEGAL: Lo constituye la resolución emitida en el recurso de revocación de fecha 4 de noviembre de 2011, publicada el 8 del mismo mes y año, por el juez Trigésimo Quinto de lo Familiar en el Distrito Federal, en el expediente número (**********3), correspondiente al divorcio incausado promovido por la C. (**********2), en contra del suscrito”. El quejoso señaló como derechos fundamentales vulnerados, los contenidos en los artículos 14, 16 y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, narró Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 los antecedentes del caso, y expuso el concepto de violación que consideró pertinente. SEGUNDO. Prevención al escrito inicial de demanda de amparo. Por auto de cinco de diciembre de dos mil once, la jueza Primero de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, a quien por razón de turno correspondió conocer del juicio en que se actúa, vista la demanda de amparo, requirió al quejoso para que en el término de tres días, y con apoyo en el artículo 116, fracción II, de la Ley de Amparo, realizara lo siguiente: “1).- Precise con toda exactitud el domicilio actual y correcto de (**********2), toda vez que el quejoso es parte en el procedimiento de origen por lo cual esta en aptitud de dar cumplimiento a lo anterior”. El requerimiento anterior, fue desahogado por el quejoso por medio de escrito presentado el catorce de diciembre de dos mil once, en la Oficina de Correspondencia Común de los Juzgados de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal. TERCERO. Admisión de la demanda de amparo. Mediante acuerdo de dieciséis de diciembre de dos mil once, la jueza que inició el conocimiento del presente asunto, admitió a trámite la demanda; solicitó a la autoridad responsable su informe con justificación, mismo que debía ir acompañado con copia de todo lo actuado en el expediente del cual deriva el acto reclamado; tuvo como tercero perjudicada a (**********2); otorgó la intervención legal que corresponde al Agente del Ministerio Público de la Federación de su adscripción; y, señaló fecha y hora para la celebración de la audiencia constitucional. CUARTO. Celebración de la audiencia constitucional y remisión del juicio de amparo a éste 2 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 órgano jurisdiccional. Continuando con la tramitación del juicio de amparo, existiendo un diferimiento previamente, el tres de febrero de dos mil doce, tuvo verificativo la audiencia constitucional al tenor del acta correspondiente y, en atención a lo previsto en el oficio STCCNO/816/2011, de ocho de marzo de dos mil once, signado por el Secretario Ejecutivo de Carrera Judicial, Adscripción y Creación de Nuevos Órganos del Consejo de la Judicatura Federal, la jueza Primero de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, por acuerdo de ocho de febrero del año que transcurre, ordenó remitir el expediente a este Juzgado Quinto de Distrito del Centro Auxiliar de la Primera Región, a efecto de que pronunciara sentencia, el cual fue recibido en la Oficina de Correspondencia Común del Centro Auxiliar de la Primera Región, Sede Canoa número 79, con Residencia en el Distrito Federal, el nueve de febrero del presente año, remitido a este juzgado de Distrito, el mismo día, recibido a las catorce horas con veinticuatro minutos, asignándole el número de registro 81/2012. C O N S I D E R A N D O: PRIMERO. Competencia. Este Juzgado Quinto de Distrito del Centro Auxiliar de la Primera Región, con residencia en el Distrito Federal, es legalmente competente para dictar sentencia, de conformidad con los artículos 103, fracción I, y 107, fracción III, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 36 y 114, fracción IV, de la Ley de Amparo1; 54, fracción I, de la Ley Orgánica del Poder 1 Todas las citas de preceptos de la Ley de Amparo se refieren a la publicada el diez de enero de mil novecientos treinta y seis, en el Diario Oficial de la Federación, y sus subsecuentes decretos de reformas, y se invocan en la presente sentencia, pues aún cuando el juicio de amparo que se resuelve fue promovido con posterioridad al cuatro de octubre de dos mil once, fecha en que entró en vigor el Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de los artículos 94, 103, 104 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, lo cierto es que, en atención a que al dictado de la presente sentencia, aún no se publica la 3 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 Judicial de la Federación, en relación con el Acuerdo General 13/2011 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que modifica el diverso Acuerdo General 20/2009, que crea el Centro Auxiliar de la Primera Región, así como los órganos jurisdiccionales que lo integran; primero del Acuerdo General 48/2009 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, relativo al inicio de funciones de los Juzgados Cuarto y Quinto de Distrito del Centro Auxiliar de la Primera Región y el oficio STCCNO/816/2011, de ocho de marzo del dos mil once, emitido por el Secretario Ejecutivo de Carrera Judicial, Adscripción y Creación de Nuevos Órganos del Consejo de la Judicatura Federal, en que comunicó que éste órgano judicial apoyaría en el dictado de sentencias al Juzgado Primero de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, toda vez que se resuelve un juicio de amparo del índice del citado juzgado. SEGUNDO. Fijación de los actos reclamados. Previamente a establecer lo relativo a la certeza del acto de autoridad reclamado, con fundamento en lo previsto en el artículo 77, fracción I, de la Ley de Amparo, es necesario precisar en qué consiste aquél, atendiendo al análisis integral del escrito de demanda, determinación que se corrobora con el contenido de la jurisprudencia P./J. 40/2000 sustentada por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo XI, abril de dos mil, página 32, cuyo tenor es el siguiente: “DEMANDA DE AMPARO. DEBE SER INTERPRETADA EN SU INTEGRIDAD. Este Alto Tribunal, ha sustentado reiteradamente el criterio de que el juzgador debe interpretar el escrito de demanda nueva ley de la materia, se seguirá aplicando la Ley de Amparo en lo que no se contradiga a lo dispuesto por los artículos de la Constitución Federal, vigentes a partir de la entrada en vigor de las reformas publicadas en el Diario Oficial de la Federación, el seis y diez de junio de dos mil once. 4 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 en su integridad, con un sentido de liberalidad y no restrictivo, para determinar con exactitud la intención del promovente y, de esta forma, armonizar los datos y los elementos que lo conforman, sin cambiar su alcance y contenido, a fin de impartir una recta administración de justicia al dictar una sentencia que contenga la fijación clara y precisa del acto o actos reclamados, conforme a lo dispuesto en el artículo 77, fracción I, de la Ley de Amparo”. De igual forma, es de invocarse la tesis P. VI/2004, sustentada por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que se consulta en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo XIX, abril de dos mil cuatro, página 255, que a la letra señala: “ACTOS RECLAMADOS. REGLAS PARA SU FIJACIÓN CLARA Y PRECISA EN LA SENTENCIA DE AMPARO. El artículo 77, fracción I, de la Ley de Amparo establece que las sentencias que se dicten en el juicio de garantías deberán contener la fijación clara y precisa de los actos reclamados, así como la apreciación de las pruebas conducentes para tenerlos o no por demostrados; asimismo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido el criterio de que para lograr tal fijación debe acudirse a la lectura íntegra de la demanda sin atender a los calificativos que en su enunciación se hagan sobre su constitucionalidad o inconstitucionalidad. Sin embargo, en algunos casos ello resulta insuficiente, por lo que los juzgadores de amparo deberán armonizar, además, los datos que emanen del escrito inicial de demanda, en un sentido que resulte congruente con todos sus elementos, e incluso con la totalidad de la información del expediente del juicio, atendiendo preferentemente al pensamiento e intencionalidad de su autor, descartando las precisiones que generen oscuridad o confusión. Esto es, el juzgador de amparo, al fijar los actos reclamados, deberá atender a lo que quiso decir el quejoso y no únicamente a lo que en apariencia dijo, pues sólo de esta manera se logra congruencia entre lo pretendido y lo resuelto”. 5 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 Tomando en cuenta que la congruencia de las sentencias que se dicten en los juicios de amparo es una cuestión de orden público, con fundamento en lo dispuesto por el artículo 77, fracción I, de la Ley de Amparo, a continuación se precisa el acto reclamado en el presente juicio, el cual lo constituye: La resolución de cuatro de noviembre de dos mil once, dictada por el juez Trigésimo Quinto Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en el juicio de divorcio incausado expediente (**********3), promovido por (**********2) en contra del hoy quejoso, por medio de la cual confirmó el auto de seis de octubre del mismo año, mediante el cual se decretó como medida provisional la salida del citado impetrante de amparo del domicilio conyugal, con apercibimiento de multa y arresto en caso de no hacerlo. TERCERO. determinadas combaten por Certeza las de conductas esta vía los que actos. Una vez específicamente constitucional, es se menester pronunciarse respecto de la certeza o inexistencia de las mismas, ello atendiendo a una cuestión de lógica fundamental, ya que la existencia del acto autoritario es un requisito esencial para efectuar el estudio relativo a la constitucionalidad del mismo. Al respecto, resulta ilustrativa la tesis de jurisprudencia número XVII.2o. J/10, del Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, tomo 76, 6 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 abril 1994, página 68, que dice: “ACTOS RECLAMADOS, CERTEZA O INEXISTENCIA DE LOS. TÉCNICA EN EL JUICIO DE AMPARO”. Actos ciertos. La autoridad responsable juez Trigésimo Quinto Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, en su informe justificado (fojas 17 y 18), manifestó lo siguiente: “(…) Resulta desacertado el perjuicio constitucional que se duele el imperante, en razón del acto reclamado, decretado en el juicio de divorcio promovido, por (**********2), en contra de (**********1), EXPEDIENTE (**********3), consistente en lo decretado en la audiencia prevista en el artículo 272-B del Código de Procedimientos Civiles, celebrada en fecha seis de octubre de dos mil once, donde se dictó como medida provisional, lo siguiente “(se transcribe)”. De la transcripción anterior, se advierte que el juez responsable no realizó manifestación alguna sobre la certeza o inexistencia del acto reclamado, pero del análisis de las copias certificadas del juicio de divorcio incausado (**********3), por él remitidas, a las que se les otorga valor probatorio pleno de conformidad con lo establecido en los artículos 129, 197 y 202 del Código Federal de Procedimientos Civiles de aplicación supletoria a la Ley de Amparo, en términos de su artículo 2, segundo párrafo, a fojas 174 a 179 del legajo de pruebas, se desprende la existencia del acto reclamado consistente en la resolución de cuatro de noviembre de dos mil once, dictada en el citado juicio de divorcio incausado, promovido por (**********2) en contra del hoy quejoso, por medio de la cual confirmó el auto de seis de octubre del mismo año, mediante el cual se decretó como medida provisional la salida del impetrante de amparo del domicilio conyugal, con apercibimiento de multa y arresto en caso de no hacerlo, lo que resulta suficiente para tenerlo como cierto. 7 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 CUARTO. Análisis de causales de improcedencia. Determinada la certeza del acto reclamado, a continuación, se analiza la procedencia del juicio de amparo, por lo que es indispensable señalar que la instancia en el amparo exige las condiciones o los presupuestos de admisibilidad y procedencia previstos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la Ley de Amparo y en la jurisprudencia de la Suprema Corte Justicia de la Nación. Bajo ese contexto, la pretensión del gobernado en el amparo debe ajustarse a esos requisitos, pues de no ser así es inadmisible y, por ende, es improcedente, de ahí que el juez debe estudiar la procedencia del amparo en primer término, ya sea que lo aleguen las partes o que de oficio lo advierta esta juzgadora, en términos de la última parte del artículo 73 de la Ley de Amparo y la tesis jurisprudencial número novecientos cuarenta, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación de mil novecientos diecisiete a mil novecientos ochenta y ocho, Segunda Parte, visible a fojas mil quinientos treinta y ocho, que dice: “IMPROCEDENCIA, CAUSALES DE. EN EL JUICIO DE AMPARO. Las causales de improcedencia del juicio de amparo, por ser de orden público deben estudiarse previamente, lo aleguen o no las partes, cualquiera que sea la instancia”. En el presente juicio, no hay causa de improcedencia que analizar, en virtud de que la autoridad responsable y la parte tercero perjudicada no las hicieron valer, y de oficio la suscrita no advierte la actualización de alguna. Ahora bien, el presente juicio de amparo es procedente, en virtud de que se promueve en contra del recurso de revocación dictado por el juez de origen, hecho valer en contra de un auto dictado dentro de un juicio de divorcio incausado, entonces, al haberse agotado el recurso de revocación respectivo, lo procedente es, como lo hizo el quejoso, acudir al juicio de amparo indirecto. 8 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis I.9o.C.186 C, del Noveno Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, de la entonces Novena Época, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, XXXIV, agosto de 2011, página: 1319, materia(s): Común, de rubro y texto siguientes: “DIVORCIO INCAUSADO. LAS DECISIONES ADICIONALES DICTADAS EN LA SENTENCIA QUE LO DECRETA SON IMPUGNABLES MEDIANTE EL RECURSO DE REVOCACIÓN, Y POR TANTO, DEBE AGOTARSE PARA LA PROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO. Por regla general, cuando los cónyuges no concilian sus intereses mediante los convenios propuestos, de conformidad con el artículo 287 del Código Civil para el Distrito Federal, el Juez decretará el divorcio y dejará a salvo los derechos de los contendientes para que los diriman en la vía incidental; la declaración de divorcio resuelve en forma definitiva ese aspecto de la litis natural, que al ser irrecurrible en términos del artículo 685 bis del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, debe ser impugnada en amparo directo, acorde con la tesis de jurisprudencia por contradicción número 1a./J. 137/2009, emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXXI, abril de dos mil diez, página ciento setenta y cinco, de rubro: "DIVORCIO POR DECLARACIÓN UNILATERAL DE VOLUNTAD. ANTE LA FALTA DE ACUERDO DE LAS PARTES RESPECTO DEL CONVENIO PARA REGULAR LAS OBLIGACIONES QUE PERSISTEN DESPUÉS DE DISUELTO EL MATRIMONIO, EL JUEZ DE LO FAMILIAR DEBE DECRETAR AQUÉL Y RESERVAR PARA LA VÍA INCIDENTAL LA RESOLUCIÓN DE TODAS LAS DEMÁS CUESTIONES (LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL VIGENTE A PARTIR DEL 4 DE OCTUBRE DE 2008)."; sin embargo en la práctica, los Jueces de lo familiar en el Distrito Federal al decretar el divorcio suelen emitir 9 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 pronunciamientos en forma provisional, sobre temas relacionados con la disolución del matrimonio, tales como alimentos, guarda y custodia, posesión de bienes, entre otros, cuyas decisiones no son, por un lado, definitivas y, por otro, no están pronunciados en el trámite incidental a que se refiere el numeral citado en primer término; en ese orden, si no es una sentencia definitiva, porque no resuelven el fondo de esas medidas, ni le pone fin al juicio, entonces son impugnables en amparo indirecto; y para la procedencia de ese medio extraordinario de impugnación debe atenderse al principio de definitividad, consistente en haber agotado el recurso de revocación a que se refiere el artículo 685, segundo párrafo, del código procesal en cita, porque procede en contra de todo tipo de resoluciones sin hacer distinción alguna, cuando la sentencia no sea apelable, por lo que es evidente que comprende todo tipo de determinación, aun cuando se dicten en la sentencia que decretó el divorcio, si se trata de actos jurídicos distintos o independientes a la disolución del vínculo matrimonial, siempre que sean decisiones de carácter provisional, como alimentos, guarda y custodia, preservación de bienes, ocupación del domicilio, etc. No es obstáculo a lo anterior, que en la misma sentencia el Juez haya resuelto lo relativo a la disolución del vínculo matrimonial, pues si bien la sentencia como acto jurídico es indivisible, no lo es como documento, dado que éste representa la solución que el juzgador da a determinado problema jurídico, y puede contener diversos pronunciamientos independientes, y no existe inconveniente para que cada uno de ellos sea combatido de manera destacada en la vía y términos procedentes, acorde con la tesis de jurisprudencia por contradicción número 1a./J. 17/99, emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo IX, mayo de mil novecientos noventa y nueve, Novena Época, página ciento cuarenta y tres, de rubro: "GASTOS Y COSTAS EN MATERIA MERCANTIL. AMPARO INDIRECTO IMPROCEDENTE CONTRA LA 10 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 LIQUIDACIÓN DE, AUN CUANDO LA SENTENCIA RELATIVA COMPRENDA LA LIQUIDACIÓN DE INTERESES."; pues aun cuando ésta se refiera a las condenas en gastos y costas en materia mercantil y de liquidación de intereses, decretadas en una sola sentencia, lo cierto es que se partió de la base de que la resolución, en sentido amplio, es divisible como documento mas no como acto jurídico, y aquél representa la solución que el juzgador dé a determinado problema jurídico, sin hacer distinción en cuanto a que se trate de una sentencia definitiva, de un auto o de una interlocutoria. De ahí que si en la sentencia reclamada el Juez realizó dos pronunciamientos independientes, como fueron la disolución del vínculo matrimonial y la fijación de medidas provisionales, y si el quejoso únicamente se duele en contra de esas medidas, entonces, deben combatirse mediante el recurso de revocación, previamente al juicio de amparo indirecto. Lo anterior no significa que exista división de la continencia de la causa, ya que la disolución del vínculo matrimonial y cualquier medida provisional son dos actos jurídicos diversos expresados en un mismo documento”. QUINTO. Análisis de los conceptos de violación. Precisado lo anterior, se procede al análisis del concepto de violación que formula el quejoso en contra del acto reclamado, mismo que se encuentra dentro de su demanda de amparo, el que se tiene por reproducido como si a la letra se insertara, siendo aplicable al respecto la jurisprudencia 2ª./J 58/2010, aprobada por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo XXXI, mayo de 2010, cuya literalidad es: “CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS. PARA CUMPLIR CON LOS PRINCIPIOS DE CONGRUENCIA Y EXHAUSTIVIDAD EN LAS SENTENCIAS DE AMPARO ES INNECESARIA SU 11 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 TRANSCRIPCIÓN. De los preceptos integrantes del capítulo X "De las sentencias", del título primero "Reglas generales", del libro primero "Del amparo en general", de la Ley de Amparo, no se advierte como obligación para el juzgador que transcriba los conceptos de violación o, en su caso, los agravios, para cumplir con los principios de congruencia y exhaustividad en las sentencias, pues tales principios se satisfacen cuando precisa los puntos sujetos a debate, derivados de la demanda de amparo o del escrito de expresión de agravios, los estudia y les da respuesta, la cual debe estar vinculada y corresponder a los planteamientos de legalidad o constitucionalidad efectivamente planteados en el pliego correspondiente, sin introducir aspectos distintos a los que conforman la litis. Sin embargo, no existe prohibición para hacer tal transcripción, quedando al prudente arbitrio del juzgador realizarla o no, atendiendo a las características especiales del caso, sin demérito de que para satisfacer los principios de exhaustividad y congruencia se estudien los planteamientos de legalidad o inconstitucionalidad que efectivamente se hayan hecho valer”. Ahora bien, se tiene que el quejoso en el concepto de violación que hace valer en su demanda de amparo, realizó los argumentos siguientes: Que es ilegal la determinación del juez responsable, al decretar la salida del suscrito del domicilio conyugal, ubicado en (**********4), en México, Distrito Federal, basándose solamente en la afirmación de la hoy tercero perjudicada, en el sentido de que es víctima de violencia familiar, sin que se acreditaran dichas manifestaciones. Que obra en autos la documental pública de la que se advierte que es la tercero perjudicada, quien ha desplegado conductas violentas hacia el quejoso. Que se vulnera en su perjuicio el contenido del artículo 208 del Código de Procedimientos Civiles 12 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 para el Distrito Federal, ya que dicho numeral obliga al juez, a que en caso de violencia familiar, se deben tomar en consideración los dictámenes, informes y opiniones que hubieren realizado las instituciones públicas o privadas dedicadas a atender asuntos de esa índole, y que con fundamento en el diverso 941 del citado ordenamiento legal, está facultado para solicitar de oficio dichos medios de convicción. Que el juez responsable decide que el quejoso abandone el domicilio conyugal sin motivación que justifique dicha decisión. Por su parte, la sentencia de cuatro de noviembre de dos mil once, que constituye el acto reclamado, en la parte considerativa establece lo siguiente: “(…) III.- Para una mejor comprensión de la decisión que habrá de recaer a este asunto, se destacan las actuaciones judiciales siguientes: De acuerdo con la narrativa de hechos expuesta en solicitud de divorcio y su contestación, el domicilio conyugal establecido por las partes se ubica en (**********4), DISTRITO FEDERAL, actualmente habitado por las partes. Efectivamente, la C. (**********2), en la solicitud de divorcio, concretamente, capítulo de medidas provisionales, solicitó las transcrita a continuación: “Solicito a (sic) Señoría ordenen al señor (**********1), salga del domicilio conyugal, desde el momento en que le sea notificada la solicitud de divorcio, ya que he sido víctima durante muchos años de violencia familiar de tipo física, psíquica y económica…” (sic). IV.- Los argumentos de inconformidad expresados por el contendiente para intentar extinguir los efectos del proveído recurrido, dice: 13 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 “Es de señalarse que la determinación decretada en la audiencia de fecha seis de octubre de dos mil once, consistente en que como medida provisional salga del domicilio ubicada en casa identificada como (**********4), Distrito Federal, sin tomar en cuenta lo alegado ante su señoría, consistente en el hecho de que no podía salirme de dicho domicilio en virtud, de que no tenía en donde vivir, aunado al hecho de que como la misma accionante lo manifiesta no son mal vivientes, y en caso de salirme de qué viviría, asimismo, que la casa se encontraba dividida en departamentos, con entradas independientes que el suscrito vive en la planta baja y que ningún contacto tengo con ella. De igual forma, se señaló que no he ejercido ningún tipo de violencia en contra de la accionante, en el tiempo que estuvimos casados (…)”. PRECEPTOS VIOLADOS: Artículos 81 y 208 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal. Me causa agravio la determinación decretada como medida provisional, en virtud de que al momento de tomar dicha determinación no valoró en debida forma el material probatorio que se encuentra agregado en autos, es así, ya que los documentos que presentó la actora en ninguno se desprende ni siquiera indiciariamente que el suscrito ejerza violencia en contra de la actora, y sí por el contrario es ella la que ha ocasionado violencia en contra del suscrito (…)” (sic). Agravios que se anticipan infundados e inoperantes. Primeramente, porque contrario a lo estimado por el recurrente, el proveído en cuestión atiende la motivación y fundamentación exigida a toda resolución judicial. De inicio, en congruencia con los antecedentes de autos, se apoya en el dictado las medidas provisionales pertinentes para salvaguardar la integridad y seguridad de los interesados, derecho consagrado en nuestra Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, en el artículo 1° en la siguiente máxima: “(se transcribe)”: Así también los Estados Unidos Mexicanos al ser miembro de la Convención Interamericana para 14 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, ésta le obliga bajo el principio de control de convencionalidad y, por ende, desconocerla, aún más de ser parte integrante de la Ley Suprema de la Unión conforme el artículo 133 Constitucional, la cual prevé lo siguiente: “(se transcribe)”. Siguiendo la idea la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia establece en los arábigos 4, 6, 7 y 8 lo siguiente: “(se transcribe)”: Por tanto, siendo los problemas inherentes a la familia de orden público como lo estatuye el numeral 940 del Código de Procedimientos Civiles; sus integrantes tienen derecho a desarrollarse en un ambiente de respeto a su integridad física, psicoemocional, económica y sexual, para lo cual la legislación familiar, faculta y obliga al juez familiar, prevenir y combatir dichas conductas de violencia familiar, como lo establece el artículo 323 de la ley sustantiva. En ese contexto, la determinación cuestionada obedece a los dispositivos legales aplicables, y las constancias allegadas, según lo estatuye el artículo 282, inciso A), fracción I, del Código Civil: “(se transcribe)”. En relación con el artículo 282, inciso B), fracción I, del código sustantivo: “(se transcribe)”. Luego entonces, en un entendimiento dialéctico jurídico se coligue que como se anticipó tales conceptos de violación analizados conforme las reglas de la lógica y la sana experiencia se resuelven, improcedentes e inoperantes, porque en congruencia con los antecedentes de autos, concretamente la solicitud de divorcio y solicitud de medidas provisionales, es facultad del suscrito observar las disposiciones legales para evitar conducta tendiente de violencia familiar. Seguidamente, invoca las cualidades de orden público las controversias familiares. Dando así noticia de las circunstancias especiales y particulares tomadas en cuenta para emitir la decisión atacada (motivación). Ahora bien, en lo atinente a la fundamentación entendida como la invocación de preceptos legales aplicables al caso (razones de derecho), fueron 15 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 considerados los numerales que regulan dicha situación. A mayor abundamiento, ningún perjuicio causa al inconforme porque en cualquier momento puede ejercer su derecho, al habérseles dejado a salvo los mismos en lo atinente a la disolución de la liquidación de la sociedad conyugal para que los hicieran valer vía incidental, según lo establecido en el artículo 267 del código civil y 88 del ordenamiento adjetivo, acorde las reglas de la lógica y de la sana experiencia fundamentadas en los preceptos 402 y 403 de la ley civil procesal”. De la transcripción anterior se desprende, que el juez responsable en el recurso de revocación, determinó que los agravios hechos valer eran infundados e inoperantes, porque contrario a lo estimado por el entonces recurrente, hoy quejoso, el proveído de seis de octubre de dos mil once, atiende la motivación y fundamentación exigida a toda resolución judicial, ya que se dictó en congruencia con los antecedentes de autos, proveyendo lo necesario a las medidas provisionales pertinentes para salvaguardar la integridad y seguridad de los interesados, derecho consagrado en la Constitución Federal, artículo 1°, así como en la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, que lo obliga bajo el principio de control de convencionalidad, y haberse suscrito por México, no debe desconocerla, conforme el artículo 133 constitucional; de igual forma, basó su resolución en los numerales 4, 6, 7 y 8 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Por tanto, estimó el juez que siendo los problemas inherentes a la familia de orden público como lo estatuye el numeral 940 del Código de Procedimientos Civiles para el 16 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 Distrito Federal, sus integrantes tienen derecho a desarrollarse en un ambiente de respeto a su integridad física, psicoemocional, económica y sexual, para lo cual la legislación familiar, lo faculta y obliga a prevenir y combatir dichas conductas de violencia familiar, como lo establece el artículo 323 del Código Civil para el Distrito Federal. Luego entonces, consideró el responsable, que como se anticipó tales conceptos de agravio analizados conforme las reglas de la lógica y la sana experiencia era improcedentes e inoperantes, porque en congruencia con los antecedentes de autos, concretamente la solicitud de divorcio y solicitud de medidas provisionales, es su facultad observar las disposiciones legales para evitar conducta tendiente de violencia familiar. Finalmente, resolvió que ningún perjuicio causó al antes inconforme porque en cualquier momento puede ejercer su derecho, al habérseles dejado a salvo los mismos en lo atinente a la disolución de la liquidación de la sociedad conyugal para que los hicieran valer vía incidental, según lo establecido en el artículo 267 del Código Civil para el Distrito Federal y 88 del ordenamiento adjetivo civil, acorde las reglas de la lógica y de la sana experiencia fundamentadas en los preceptos 402 y 403 de citado código civil procesal. Ahora bien, se advierte que el quejoso se duele de una violación a los artículos 14, 16 y 17 de la Constitución Federal, ya que estima que el juez responsable no observó las formalidades esenciales del procedimiento, al omitir el estudio de las constancias aportadas y privarlo de su derecho de audiencia, asimismo, considera que el acto reclamado no se encuentra debidamente motivado. 17 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 Al respecto, conviene precisar lo que establecen en la parte que interesa, los preceptos constitucionales que el impetrante de amparo estima vulnerados en su contra, los que son del tenor siguiente: “Artículo 14. A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna. Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos en el que se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho. (…)”. “Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento. (…)”. “Artículo 17. Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho. Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales”. En el primer dispositivo enunciado se contiene el derecho fundamental de seguridad jurídica, que entre otros derechos y para lo que aquí interesa, contempla el de exacta aplicación de la ley; lo que se traduce, en que cualquier autoridad al emitir un acto debe aplicar exactamente la ley que sea acorde al caso, pues de lo contrario se transgrede el derecho constitucional en comento. Concerniente al derecho público subjetivo que se consagra en el numeral 16 constitucional, en términos generales estatuye el derecho constitucional de legalidad que deben respetar las autoridades frente a los gobernados, pues 18 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 exige los siguientes requisitos en la emisión de cualquier acto de molestia proveniente de una relación pública de suprasubordinación: 1. Que provenga de autoridad competente; 2. Que se encuentre fundado y motivado, y 3. Que conste por escrito. El primero de los requisitos en cuestión, indudablemente es la positivización del principio de legalidad que rige dentro del sistema jurídico mexicano, donde las facultades de las autoridades deben reconocerse en una ley, por lo que su conducta se encuentra indefectiblemente subordinada a un ordenamiento de carácter general, abstracto e impersonal. Por su parte, el requisito formal de debida fundamentación y motivación, implica que en todo acto de autoridad ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso y las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto; siendo necesario, además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configuren las hipótesis normativas. Por último, el que se exija que la conducta de la autoridad conste por escrito asegura que quede constancia de ella, siendo así factible su análisis y confrontación con las normas en que se debe fundar, para determinar así su legalidad, y consecuente constitucionalidad. Por su parte, del citado artículo 17 de la Constitución Federal, se desprenden cinco derechos constitucionales a saber: 1) La prohibición de la autotutela o "hacerse justicia por propia mano"; 19 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 2) El derecho a la tutela jurisdiccional o acceso a la justicia; 3) La abolición de costas judiciales; 4) La independencia judicial, y 5) La prohibición de la pena privativa de la libertad por deudas del orden civil. Como derechos fundamentales, dichos derechos constituyen limitaciones al poder público, en cualquiera de sus tres manifestaciones tradicionales: ejecutivo, legislativo y judicial. En cuanto al segundo de los derechos referidos establecido en el párrafo segundo del artículo 17 constitucional, es decir, el derecho a la tutela jurisdiccional o acceso a la justicia, que puede definirse como el derecho público subjetivo que toda persona tiene, dentro de los plazos y términos que fijen las leyes, para acceder de manera expedita -esto es, sin obstáculos- a tribunales independientes e imparciales, a plantear una pretensión o defenderse de ella, con el fin de que a través de un proceso en el que se respeten ciertas formalidades, se decida sobre la pretensión o la defensa y, en su caso, se ejecute esa decisión. Así, el derecho público subjetivo de acceso a la impartición de justicia, consagra a favor de los gobernados los siguientes principios: 1. Justicia pronta, que se traduce en la obligación de las autoridades encargadas de su impartición, de resolver las controversias ante ellas planteadas, dentro de los términos y plazos que para tal efecto se establezcan en las leyes; 2. Justicia completa, consistente en que la autoridad que conoce del asunto emita pronunciamiento respecto de todos y cada uno de los aspectos debatidos, cuyo estudio sea necesario; y garantice al gobernado la obtención de una 20 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 resolución en la que, mediante la aplicación de la ley al caso concreto, se resuelva si le asiste o no la razón sobre los derechos que le garanticen la tutela jurisdiccional que ha solicitado; 3. Justicia imparcial, que significa que el juzgador emita una resolución, no sólo apegada a derecho, sino, fundamentalmente, que no dé lugar a que pueda considerarse que existió favoritismo respecto de alguna de las partes o arbitrariedad en su sentido; y 4. Justicia gratuita, que estriba en que los órganos del Estado encargados de su impartición, así como los servidores públicos a quienes se les encomienda dicha función, no cobrarán a las partes en conflicto emolumento alguno por la prestación de ese servicio público. Entonces, si dicho derecho constitucional está encaminado a asegurar que las autoridades encargadas de aplicarlo, lo hagan de manera pronta, completa, gratuita e imparcial, es claro que las autoridades que se encuentran obligadas a la observancia de la totalidad de los derechos que la integran son todas aquellas que realizan actos materialmente jurisdiccionales, es decir, las que en su ámbito de competencia tienen la atribución necesaria para dirimir un conflicto suscitado entre diversos sujetos de derecho, con independencia de que se trate de órganos judiciales, o bien, sólo materialmente jurisdiccionales. Del texto constitucional se advierte que la prontitud comprende tanto el desarrollo del trámite o procedimiento como el pronunciamiento de la resolución respectiva a través de la cual se dirima la controversia. Precisado lo anterior, esta jueza de Distrito, califica de infundados los argumentos hechos valer por el quejoso en el 21 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 concepto de violación plasmado en su demanda de amparo, mismos que serán analizados en su conjunto, con fundamento en el artículo 79 de la Ley de Amparo. En primer lugar, y al observarse que el caso, entre otras cuestiones, se alega la existencia de violencia familiar, razón por la cual se estima necesario citar lo que establece el artículo 1° de la Constitución Federal, que en la parte que aquí interesa dice lo siguiente: “Artículo 1o.- En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece. Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley. (…)”. El precepto constitucional transcrito, instituye que todos los habitantes de los Estados Unidos Mexicanos, gozarán de los derechos humanos reconocidos en la Constitución Federal, y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones establecidas en la misma Constitución; asimismo, dice que todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y 22 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, lo que se traduce, en que el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley. Por su parte, la Declaración Universal de los Derechos Humanos2, que tiene como ideal común por el que todos los pueblos y países deben esforzarse, a fin de que tanto las personas como las instituciones, inspirándose tenazmente en ella, originen, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a los derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción, en el artículo 1°, establece: “Artículo 1°.- Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Por otra lado, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, adoptada en la ciudad de San José de Costa Rica, el veintidós de noviembre de mil novecientos sesenta y nueve, en el artículo 5, número 1, funda lo siguiente: “Artículo 5. Derecho a la Integridad Personal 1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral. (…)”. De lo anterior, se advierte que tanto los hombres como las mujeres, nacen iguales en dignidad y derechos, y que tienen derechos a que se respete su integridad física, 2 Cabe mencionar que la Declaración Universal de los Derechos Humanos, fue aprobada el 10 de diciembre de 1948, en el Palacio de Chaillot, en París (Francia). 23 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 psíquica y moral, razón por la cual, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros, ya que todos tenemos el derecho de vivir en un hogar libre de violencia. Sentado lo anterior, se advierte que el quejoso se duele medularmente que el juez de origen, mediante la sentencia de cuatro de noviembre de dos mil once, acto reclamado en el presente juicio de amparo, confirmó la medida provisional decretada en audiencia de seis de octubre de dos mil once, consistente que el impetrante de amparo debe salir del domicilio conyugal ubicado en (**********4), en México, Distrito Federal. Ahora bien, con relación a lo anterior, conviene aludir a lo establecido en los artículos 178, 179, 182 Bis y 182, Quintus, fracción II, del Código Civil para el Distrito Federal, que dicen: “Artículo 178.- El matrimonio debe celebrarse bajo los regímenes patrimoniales de sociedad conyugal o separación de bienes”. “Artículo 179.- Las capitulaciones matrimoniales son pactos que los otorgantes celebran para constituir el régimen patrimonial de su matrimonio y reglamentar la administración de los bienes, la cual deberá recaer en ambos cónyuges, salvo pacto en contrario”. “Artículo 182 Bis.- Cuando habiendo contraído matrimonio bajo el régimen de sociedad conyugal, falten las capitulaciones matrimoniales o haya omisión o imprecisión en ellas, se aplicará, en lo conducente, lo dispuesto por este Capítulo”. “Artículo 182 Quintus.- En la sociedad conyugal son propios de cada cónyuge, salvo pacto en contrario que conste en las capitulaciones matrimoniales: (…) II.- Los bienes que adquiera después de contraído el matrimonio, por herencia, legado, donación o don de la fortuna;”. 24 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 De los artículos transcritos, se desprende que el matrimonio debe celebrarse bajo los regímenes patrimoniales de sociedad conyugal o separación de bienes, y que cuando se celebre bajo el régimen de separación de bienes, deben pactarse capitulaciones matrimoniales, que son compromisos que los otorgantes celebran para constituir el régimen patrimonial de su matrimonio y reglamentar la administración de los bienes, la cual deberá recaer en ambos cónyuges, salvo pacto en contrario; asimismo, instituyen que en la sociedad conyugal son propios de cada cónyuge, salvo pacto en contrario que conste en las capitulaciones matrimoniales, los bienes que adquiera después de contraído el matrimonio, por herencia, legado, donación o don de la fortuna. Ahora, del análisis de las copias certificadas de las constancias de autos remitidas por el juez natural, a las que como ya se dijo, se les otorga valor probatorio pleno, se desprende lo siguiente: 1. El quejoso (**********1) y la tercero perjudicada (**********2), contrajeron matrimonio bajo el régimen de sociedad conyugal, sin haberse pactado capitulación matrimonial alguna. 2. Del instrumento notarial (**********5), se desprende el contrato de donación celebrado entre el antes Departamento del Distrito Federal como donante, representado por la arquitecta (**********6), y (**********2), hoy tercero perjudicada, como donataria. De lo anterior, se concluye que si bien el quejoso y la tercero perjudicada, contrajeron matrimonio bajo el régimen de sociedad conyugal, en principio, se tiene que la última de los nombrados, comprobó en el juicio natural la propiedad del 25 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 inmueble ubicado en (**********4), en México, Distrito Federal, que recibió en donación por parte del Departamento del Distrito Federal, y en el caso, no se constata que se hubiesen acordado capitulaciones matrimoniales, entonces, al haber acreditado la tercero perjudicada la propiedad del citado domicilio, tiene el derecho de decidir quién puede o no habitarlo3. Cabe precisar, que en el caso, se advierte que ha existido violencia familiar por ambas partes, lo que se comprueba con las documentales aportadas en el juicio de origen, de las que se colige que tanto el quejoso, como la tercero perjudicada, han cometido conductas violentas entre ellos, sin embargo, la fuerza física de un varón es mucho muy superior a la de una mujer, lo que la pone en mayor riesgo en proporción con el primero. En este sentido, esta sentencia se dicta con una perspectiva de género y al respecto se señala lo siguiente. El término género se refiere a los contrastes construidos por la sociedad para hombres y mujeres, a su forma de relacionarse y dividir sus funciones. Estas diferencias se pueden alterar y cambian según el tiempo, contexto y clase social, etnia, edad, región, cultura, religión. Se enuncian en “lo femenino” y “lo masculino”. Son las características físicas, sociales, culturales, políticas, sicológicas, jurídicas y económicas que hacen diferentes a 3 Cabe precisar, que si bien, la propiedad del inmueble no es litis en el presente juicio, en principio se presume que la tercero perjudicada es propietaria porque fue donado a su favor por el antes Departamento del Distrito Federal, y como se menciona en el cuerpo de esta sentencia, si bien el quejoso y la citada tercero perjudicada, estuvieron casados por el régimen de sociedad conyugal, el artículo 182 Quintus, fracción II, citado, dispone que las donaciones en la sociedad conyugal son de quien la recibe. En efecto, del instrumento notarial (**********5), se aprecia que la parte donataria del bien inmueble cuyo desalojo solicitó el juez al quejoso, es la tercero perjudicada, situación que es otro aspecto a su favor para considerar que fue correcto que dicho juez responsable, decretara como medida provisional la salida del quejoso del domicilio conyugal. 26 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 las mujeres y los hombres, lo que de ningún modo pone a la mujer en un situación de subordinación frente al varón, sino en este asunto, simplemente en una situación de desventaja física, que se tiene que tomar en cuenta para resolver. Los estudios de género han distinguido que la concepción abstracta y universalista del sujeto toma como modelo la experiencia típicamente masculina y la enaltece como un ejemplo de lo humano, desconociendo la multiplicidad de equivalencias y contextos determinados que afrontan mujeres y hombres, razón por la cual, hay que examinar la concepción del sujeto que está detrás de una determinada norma, valorando el impacto característico para ambos sexos en que tiene su aplicación. Ahora bien, aplicando lo anterior a este caso, implica tener en cuenta, que si bien el juez primario, en la sentencia de cuatro de noviembre de dos mil once, pareciera que opta por una actitud proteccionista hacía (**********2), cuando ella también ha cometido actos de violencia en contra del aquí impetrante de amparo, lo cierto es que al ser mujer, como se señaló con antelación, es físicamente mas débil que el quejoso, ya que hormonalmente el varón tiene una concentración de testosterona mayor, lo que hace que su calidad física sea superior en fuerza,4 entonces, si ambos se han agredido, la separación por mandato judicial es necesaria para evitar mayores ataques y que siga escalando la violencia y pueda llegar a presentarse una situación lamentable, porque como se advierte de las constancias de autos, el aquí quejoso, tiene la habilidad física de boxear al ser entrenador de dicho deporte, como él mismo lo 4 Sin que pase desapercibo que el quejoso es un adulto mayor cuyos niveles de testosterona van poco a poco disminuyendo, sin embargo, la tercero perjudicada tampoco es una mujer joven, teniendo alrededor de cincuenta y cuatro años, al 27 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 manifiesta, de manera que, al tener la pericia para pelear es que la tercero perjudicada, puede resultar lesionada en un grado mayor. Además, no es material ni jurídicamente permisible consentir la violencia entre una persona de edad adulta y otra adulto mayor. Ellos es así, porque el quejoso ya es un adulto mayor, al tener alrededor de sesenta y dos años (como se advierte del acta de matrimonio presentada por la tercero perjudicada que obra a foja 15 del legajo de pruebas, y del acta levantada con motivo de la querella por el delito de lesiones dolosas con arma blanca que obra a fojas 116 a 123 del legajo de pruebas), y la tercero perjudicada tener aproximadamente cincuenta y cuatro años (lo que se constata del acta de matrimonio presentada por ella, que obra a foja 15 del legajo de pruebas). Por lo que hace al dicho del quejoso en cuanto a que no lo obliguen a dejar el domicilio conyugal, no es materialmente posible que los dos cohabiten, cuando se tiene acreditada la violencia ejercida entre ellos, y haberse presumido en principio, que el domicilio conyugal es propiedad de la tercero perjudicada, por habérselo donado el antes Departamento del Distrito Federal, y si ella no quiere que el quejoso habite ahí, por haberse acreditado la violencia, es el quien debe abandonar dicho inmueble. Así, si bien el hombre tiene igual que la mujer el derecho a una vida libre de violencia, lo cierto es que se han emitido convenios y decretos internacionales, especialmente dirigidos a proteger a la mujer para que goce de una vida libre de violencia, principalmente por su desventaja física y vulnerabilidad en este tema. Con relación a lo anterior, conviene citar los artículos 1, momento del dictado de esta sentencia. Lo referente a la edad, será motivo de pronunciamiento en el cuerpo de la presente sentencia. 28 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 2, 3, 4 y 7 de la Convención Interamericana Para Prevenir, Sancionar y Erradicar La Violencia Contra La Mujer "Convención De Belem Do Para", mismos que fueron tomados en consideración por el juez de origen, que a la letra dicen: “Artículo 1.- Para los efectos de esta Convención debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”. “Artículo 2.- Se entenderá que violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y psicológica: a. que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre otros, violación, maltrato y abuso sexual; b. que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas, prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, así como en instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar, y c. que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, donde quiera que ocurra”. “Artículo 3.- Toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia, tanto en el ámbito público como en el privado”. “Artículo 4.- Toda mujer tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y protección de todos los derechos humanos y a las libertades consagradas por los instrumentos regionales e internacionales sobre derechos humanos. Estos derechos comprenden, entre otros: a. el derecho a que se respete su vida; b. el derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral; c. el derecho a la libertad y a la seguridad personales; d. el derecho a no ser sometida a torturas; 29 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 e. el derecho a que se respete la dignidad inherente a su persona y que se proteja a su familia; f. el derecho a igualdad de protección ante la ley y de la ley; g. el derecho a un recurso sencillo y rápido ante los tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos; h. el derecho a libertad de asociación; i. el derecho a la libertad de profesar la religión y las creencias propias dentro de la ley, y j. el derecho a tener igualdad de acceso a las funciones públicas de su país y a participar en los asuntos públicos, incluyendo la toma de decisiones”. “Artículo 7.- Los Estados Partes condenan todas las formas de violencia contra la mujer y convienen en adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia y en llevar a cabo lo siguiente: a. abstenerse de cualquier acción o práctica de violencia contra la mujer y velar por que las autoridades, sus funcionarios, personal y agentes e instituciones se comporten de conformidad con esta obligación; b. actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer; c. incluir en su legislación interna normas penales, civiles y administrativas, así como las de otra naturaleza que sean necesarias para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y adoptar las medidas administrativas apropiadas que sean del caso; d. adoptar medidas jurídicas para conminar al agresor a abstenerse de hostigar, intimidar, amenazar, dañar o poner en peligro la vida de la mujer de cualquier forma que atente contra su integridad o perjudique su propiedad; e. tomar todas las medidas apropiadas, incluyendo medidas de tipo legislativo, para modificar o abolir leyes y reglamentos vigentes, o para modificar prácticas jurídicas o consuetudinarias que respalden la persistencia o la tolerancia de la violencia contra la mujer; 30 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 f. establecer procedimientos legales justos y eficaces para la mujer que haya sido sometida a violencia, que incluyan, entre otros, medidas de protección, un juicio oportuno y el acceso efectivo a tales procedimientos; g. establecer los mecanismos judiciales y administrativos necesarios para asegurar que la mujer objeto de violencia tenga acceso efectivo a resarcimiento, reparación del daño u otros medios de compensación justos y eficaces, y h. adoptar las disposiciones legislativas o de otra índole que sean necesarias para hacer efectiva esta Convención”. Los numerales transcritos disponen que violencia contra la mujer significa cualquier acción o conducta, basada en su género, que le cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, tanto en el ámbito público como en el privado, la que incluye la violencia física, sexual y psicológica; asimismo, instituyen que toda mujer tiene derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y protección de todos los derechos humanos y a las libertades consagradas por los instrumentos regionales e internacionales sobre derechos humanos; finalmente, fijan que los Estados Partes, como México, deben condenar todas las formas de violencia contra la mujer y convienen en adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia. Además, la legislación interna, Ley General De Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, acorde a los tratados e instrumentos internacionales, en sus artículos 4, 6, 7 y 8, que de igual forma, son considerados por el juez primario al dictar la sentencia que se combate, en leen: “Artículo 4.- Los principios rectores para el acceso de todas las mujeres a una vida libre de violencia que deberán ser observados en la elaboración y ejecución de las políticas públicas federales y locales son: 31 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 I. La igualdad jurídica entre la mujer y el hombre; II. El respeto a la dignidad humana de las mujeres; III. La no discriminación, y IV. La libertad de las mujeres”. “Artículo 6. Los tipos de violencia contra las mujeres son: I. La violencia psicológica. Es cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica, que puede consistir en: negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia, infidelidad, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas, las cuales conllevan a la víctima a la depresión, al aislamiento, a la devaluación de su autoestima e incluso al suicidio; II. La violencia física.- Es cualquier acto que inflige daño no accidental, usando la fuerza física o algún tipo de arma u objeto que pueda provocar o no lesiones ya sean internas, externas, o ambas; III. La violencia patrimonial.- Es cualquier acto u omisión que afecta la supervivencia de la víctima. Se manifiesta en: la transformación, sustracción, destrucción, retención o distracción de objetos, documentos personales, bienes y valores, derechos patrimoniales o recursos económicos destinados a satisfacer sus necesidades y puede abarcar los daños a los bienes comunes o propios de la víctima; IV. Violencia económica.- Es toda acción u omisión del Agresor que afecta la supervivencia económica de la víctima. Se manifiesta a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus percepciones económicas, así como la percepción de un salario menor por igual trabajo, dentro de un mismo centro laboral; V. La violencia sexual.- Es cualquier acto que degrada o daña el cuerpo y/o la sexualidad de la víctima y que por tanto atenta contra su libertad, dignidad e integridad física. Es una expresión de abuso de poder que implica la supremacía masculina sobre la mujer, al denigrarla y concebirla como objeto, y 32 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 VI. Cualesquiera otras formas análogas que lesionen o sean susceptibles de dañar la dignidad, integridad o libertad de las mujeres”. “Artículo 7.- Violencia familiar: Es el acto abusivo de poder u omisión intencional, dirigido a dominar, someter, controlar, o agredir de manera física, verbal, psicológica, patrimonial, económica y sexual a las mujeres, dentro o fuera del domicilio familiar, cuyo Agresor tenga o haya tenido relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio, concubinato o mantengan o hayan mantenido una relación de hecho”. “Artículo 8. Los modelos de atención, prevención y sanción que establezcan la Federación, las entidades federativas, el Distrito Federal y los municipios, son el conjunto de medidas y acciones para proteger a las víctimas de violencia familiar, como parte de la obligación del Estado, de garantizar a las mujeres su seguridad y el ejercicio pleno de sus derechos humanos. Para ello, deberán tomar en consideración: I. Proporcionar atención, asesoría jurídica y tratamiento psicológico especializados y gratuitos a las víctimas, que favorezcan su empoderamiento y reparen el daño causado por dicha violencia; II. Brindar servicios reeducativos integrales, especializados y gratuitos al Agresor para erradicar las conductas violentas a través de una educación que elimine los estereotipos de supremacía masculina, y los patrones machistas que generaron su violencia; III. Evitar que la atención que reciban la víctima y el agresor sea proporcionada por la misma persona y en el mismo lugar. En ningún caso podrán brindar atención, aquellas personas que hayan sido sancionadas por ejercer algún tipo de violencia; IV. Evitar procedimientos de mediación o conciliación, por ser inviables en una relación de sometimiento entre el agresor y la víctima; V. Favorecer la separación y alejamiento del agresor con respecto a la víctima, y VI. Favorecer la instalación y el mantenimiento de refugios para las víctimas y sus hijas e hijos; la 33 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 información sobre su ubicación será secreta y proporcionarán apoyo psicológico y legal especializados y gratuitos. Las personas que laboren en los refugios deberán contar con la cédula profesional correspondiente a la especialidad en que desarrollen su trabajo. En ningún caso podrán laborar en los refugios personas que hayan sido sancionadas por ejercer algún tipo violencia”. De los dispositivos legales citados se colige que los principios rectores para el acceso de todas las mujeres a una vida libre de violencia que deberán ser observados en la elaboración y ejecución de las políticas públicas federales y locales son: I. La igualdad jurídica entre la mujer y el hombre; II. El respeto a la dignidad humana de las mujeres; III. La no discriminación; y, IV. La libertad de las mujeres; asimismo, establecen que los tipos de violencia contra las mujeres son: I. psicológica; II. física; III. patrimonial; IV. económica; V. sexual; y, VI. cualesquiera otras formas análogas que lesionen o sean susceptibles de dañar la dignidad, integridad o libertad de las mujeres; del mismo modo, instituye que la violencia familiar, es el acto abusivo de poder u omisión intencional, dirigido a dominar, someter, controlar, o agredir de manera física, verbal, psicológica, patrimonial, económica y sexual a las mujeres, dentro o fuera del domicilio familiar, cuyo agresor tenga o haya tenido relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio, concubinato o mantengan o hayan mantenido una relación de hecho; y finalmente, establecen que los modelos de atención, prevención y sanción que establezcan la Federación, las entidades federativas, el Distrito Federal y los municipios, son el conjunto de medidas y acciones para proteger a las víctimas de violencia familiar, como parte de la obligación del 34 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 Estado, de garantizar a las mujeres su seguridad y el ejercicio pleno de sus derechos humanos. Ahora bien, de todo lo anterior se concluye que si existe violencia física en contra de la tercero perjudicada (pero se desprende que ella también la ejerció), y si los tratados y convenios internacionales, así como la ley local interna, protegen el derecho a una vida libre de violencia para la mujer, entonces, es correcta la determinación del juez responsable de haber resuelto decretar como medida provisional la salida del quejoso del domicilio conyugal. Sin que pase desapercibido, que el quejoso manifiesta que su sustento de vida es el entrenamiento de boxeo que imparte en el domicilio conyugal, a lo que esta jueza de Distrito, haciendo una ponderación de derechos, al existir una colisión de los mismos, y teniendo por un lado el hecho de que el impetrante tiene su fuente de ingresos en dicho entrenamiento, y por otro, que ambas partes tienen el derecho a una vida libre de violencia como lo establece la Constitución Federal y los tratados internacionales, llega a la convicción de que debe prevalecer el derecho a una vida libre de violencia, por ser un derecho fundamental de toda persona humana, y por estar involucrada también, la integridad física porque sin ella, ninguno de los dos podrá trabajar en el futuro, en consecuencia, el quejoso deberá hacer el esfuerzo para encontrar un lugar diverso donde impartir su referido entrenamiento de boxeo. Además, se insiste las partes no deben cohabitar, ya que está comprobado que tienen conductas violentas el uno contra el otro, lo mejor para ellos, es sin duda alguna, no compartir el mismo domicilio. 35 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 En consecuencia, de todo lo anteriormente señalado, se concluye que fue correcta la determinación del juez de origen, al confirmar la medida provisional decretada en audiencia de seis de octubre de dos mil once, donde resolvió que (**********1), hoy quejoso, debe salir del domicilio conyugal ubicado en (**********4), en México, Distrito Federal, de ahí que, los argumentos que hace valer son infundados, por tanto, lo procedente es negar al peticionario de amparo la protección constitucional solicitada, respecto de la resolución de cuatro de noviembre de dos mil once, dictada en los autos del juicio de divorcio incausado (**********3), por el juez Trigésimo Quinto Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Por lo expuesto y fundado, y con apoyo en los artículos 17, 94, 97, 103 y 107 de la Constitución Federal; así como 76, 77, 78, 155, 192 y demás relativos de la Ley de Amparo, se: RESUELVE: ÚNICO. La Justicia de la Unión NO AMPARA NI PROTEGE a (**********1), por su propio derecho, en contra del acto y la autoridad precisados en el resultando primero de este fallo, en términos de los razonamientos invocados en el último considerando de la presente sentencia. Notifíquese; personalmente por conducto del juzgado del conocimiento, en virtud de que este órgano jurisdiccional no cuenta con actuarios judiciales para que lleven a cabo la notificación de mérito, ya que en términos del Acuerdo General 20/2009 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, una vez que se dicta la sentencia de amparo, procede se devuelva el juicio por conducto de la Oficina de Correspondencia Común del Centro Auxiliar de la Primera Región, con sede en el Distrito Federal, quien a su vez lo entrega a la Oficina de Correspondencia Común de los Juzgados de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, 36 Expediente de origen: 1013/2011-IV Expediente de radicación: 81/2012 para que lo remita al Juzgado Primero de Distrito en el Distrito Federal, a efecto de que acuerde la recepción de autos y ordene la notificación de la sentencia con la que culminó el juicio de amparo que fue remitido para su resolución a este juzgado auxiliar, dado que en la planilla de este último, no se contempla que figure puesto alguno de actuario judicial, esto es, que no se cuenta con el personal autorizado para que lleve a cabo la notificación de las resoluciones judiciales pronunciadas por este órgano de control constitucional auxiliar, de ahí el lapso de tiempo que pasa entre el dictado de la sentencia y su notificación (esto último sólo para efectos informativos a las partes). Asimismo, dése de alta en el módulo de sentencias del Sistema Integral de Seguimiento de Expedientes y anótese en el libro de registro; y, en acatamiento a lo dispuesto en el punto quinto, inciso 6 del Acuerdo General 20/2009 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, que crea el Centro Auxiliar de la Primera Región, con residencia en el Distrito Federal, remítase este expediente junto con el disquete que contenga el archivo electrónico de esta sentencia, al Juzgado Primero de Distrito en Materia Civil en el Distrito Federal, por conducto de la Oficina de Correspondencia Común del Centro Auxiliar de la Primera Región Sede Canoa, número 79, debiendo quedar testimonio de ella en el cuaderno auxiliar 81/2012, del índice de este juzgado. Así lo resolvió Paula María García Villegas Sánchez Cordero, Jueza Quinto de Distrito del Centro Auxiliar de la Primera Región, hoy veinticuatro de febrero de dos mil doce, en que lo permitieron las labores del juzgado, quien actúa asistida de la secretaria, que da fe. MASM Razón. En esta misma fecha se gira el oficio 095-2012, para remitir al juzgado de origen, el expediente del juicio de amparo en el que se dictó la sentencia que antecede. Conste. 37