epú6tica le Cobníia

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EJECUTORIA DE LAUDO ARBITRAL. "cuando las peticiones de aclaración,
correcc¡ón o adic¡ón son negadas, no hay como afirmar que el término de
ejecutoria del laudo arbitral se prolongó, puesto que la norma en cita sólo prevé
tal posib¡lidad para cuando el tribunal de arbitramento accede a las mismas,
mas no cuando las niega,"...,.....
"el térm¡no dé ejeoutoria d€l aludo arbitral no se vio ampliado, porqu6, como ya
se anotó, el artfculo 161 del decreto 1818 de '1998 consagra que ello sucede
cuando se aclara, corrige o adiciona el laudo arbitral, más no cuando dichas
peticiones son negadas."
ACLARACIÓN, CORRECCIÓN O COMPLEMENTACIÓN 1á actarac¡ón,
corrección o adic¡ón de una dec¡sión jud¡cial son mecan¡smos procesales que
no han sido establec¡dos para discutir o controvertir la providencia. Pues si la Ley
perm¡te que los pronunc¡amientos judiciales sean susceptibles de aclaración,
corrección o adición, con el¡o no puede más que disipar la falta de dia{anidad, la
errát¡ca alteración o cambio de palabras o de cifras numéricas, o la omis¡ón de
resolver sobre un e)dremo de la litis; más nunca para hacer reparos a los
fundamentos fácticos, juríd¡cos o probatorios. Traduce, pues, que la aclaración, la
corrección o la complementación no pueden ser ut¡lizadas para hacer nuevos
cuest¡onamientos, ni para provocar el replanteamiento de lo que fue objeto d€
dec¡sión."
\epú6tica le Cobníia
r(mn Juarctat
00-07-00748-00
TRIBUNAL SUPERIOR DE BOGOTÁ, D.C.
"
SALA CIVIL
Df
DECTSIÓN
Bogotá, D.C., primero de junio de dos mil siete.
Del examen preliminar efectuado sobre las diligencias
que
fueron remitidas a ésta Corporación, a fin de surtir sobre ellas el recurso de
anulación interpuesto por
la
pafie convocante contra
el laudo
arbitral
Recurso de Anül¿ción. Laüdo
afbital
de Albarross Ltd¿. conlra
Reforetació¡ v Paroues S.A.
proferido, el diecinueve de abril del año en curso, por el Tribunal de
Arbitramiento integrado para decidir el conflicto suscitado entre Albatros
Ltda. y Reforestación y Parques S.A., se deduce que no es procedente avocar
su conocimiento.
En
necesariamente,
efecto,
la
viabilidad
de todo
recurso implica,
el cumplimiento pleno y concurente de varios requisitos
entre los que se cuenta el de oportunidad, que se traduce en que el recurso se
formule en el término de ejecutoria de la providencia que, en tratandose del
recurso de anulación contra un laudo arbitral, es el de los 5 días siguientes a
la notificación del laudo o de la providencia que lo corrija, aclare o
complemente.
Ello porque el inciso
l'
de1
artículo 16l del decreto 1818 de
1998 prevé lo siguiente:
"Contra el laudo arbitral procéde el recurso de anulación. Este deberá
interponerse por escrito presentado ante el Presidente del Tribunal dé
Arbitramento dentro de los cinco (5) días siguientes a la notificación
del laudo o de la prov¡denc¡a que lo corrüa, aclare o complemente."
De allí se desprende, entonces, que el término de ejecutoria de
un laudo arbitral vence al fenecer el lapso de cinco días siguientes a la
notificación de tal providencia, o, en caso de que ella sea aclarada, corregida
o adicionada, al vencimiento del mismo espacio de tiempo contado desde el
día siguiente a la notificación del proveído aclaratorio, correctivo
o
comolementario.
Pero cuando las peticiones de aclaración, corección o adición
son negadas, no hay como afirmar que el término de ejecutoria del laudo
arbitral se prolongó, puesto que la norma en cita sólo prevé tal posibilidad
para cuando el tribunal de arbitramento 4999¡!qa las mismas, mas no cuando
las niega.
2
Laudo arbit¿l de
Recurso de
^¡ul¿ció¡.
Llda- conrra Relorcración v Paroues S.A
^lbatross
Es que el tenor literal de la disposición no consagró que el
recurso de anulación deba proponerse dentro del término de cinco días
siguientes
a la notificación del proveído que resuelva las peticiones
de
aclaración, corección o complementación, sino dentro de ese lapso contado
a
partir del día siguiente al auto que acceda a ellas,
1o
cual resulta distinto.
La razón de ser de dicha consagración legislativa alude a que si
el laudo arbitral no fue objeto de aclaracíón, complementación o corrección,
es decir, se mantuvo incólume, no hay porque prolongar su término de
ejecutoria, en la medida que las pafies conocían la decisión del tribunal de
arbiÍamento
y
sus fundamentos con anterioridad al proferimiento del
proveído que negó tales pedimentos de aclaración, adición y corrección.
Recuérdese que
la aclaración, corrección o adición de una
decisión judicial son mecanismos procesales que no han sido establecidos
para discutir o controvertir la providencia. Pues si la Ley permite que
1os
pronunciamientos judiciales sean susceptibles de aclaración, corrección o
adición, con ello no puede más que disipar la falta de diafa¡idad, la errática
alteración
o cambio de palabras o de cifras numéricas, o la omisión
de
resolver sobre un extremo de la litis; más nunca para hacer reparos a los
fundamentos fácticos, jurídicos
o
probatorios. Traduce, pues, que la
aclaración, la conección o la complementación no pueden ser utilizadas para
hacer nuevos cuestionamientos,
ni para provocar el replanteamiento de
1o
que fue objeto de decisión.
Por ehde, la patte que disiente del laudo arbitral así
debe
expresarlo desde el momento en que es proferido, 1o que, de paso, desarolla
el principio de economía procesal, consagrado con mayor énfasis en
el
decreto 1818 de 1998, que regula, en su Parte Segurda, el funcionamiento de
lajusticia arbitral.
5
Recurso de A¡ulación- Laudo arbil,?l de Albaross Ltda. conlra
Reforcsteió¡ v Púdues S.A.
Con base en tal óptica y descendiendo al
s¿¿ó
/lr¿, encuentra este
Despacho que se profirió el laudo arbitral el día diecinueve de abril de dos
mil
siete, el cual fue notificado a las partes por estrados (art. 325 C.P.C.),
esto es, dentro de Ia audiencia prevista paxa el proferimiento de dicha
decisión, habiendo cobrado ejecutoria el 26 de los mismos mes y año, toda
vez que ninguno de los exftemos procesales la recur¡ió en forma opofiuna ni
tampoco fue objeto de corrección, aclaración o complementación.
Aunque en el caso de autos la pafte convocante solicitó, el 26
de abril del año en curso, la aclaración
y adición del laudo arbitral, esas
peticiones fueron negadas por el fibunal de arbitramento, con proveído del 7
de mayo siguiente, 1o que implicó que el término de ejecutoria del aludo
arbitral no se vio ampliado, porque, como ya se anotó, el artículo 161 del
decreto 1818 de 1998 consagra que
e11o
sucede cuando se aclara,
corige o
adiciona el laudo arbitral, más no cuando dichas peticiones son negadas.
Se tiene, entonces, de dicl.ia actuación, que el recurso de
anulación interpuesto contra el laudo arbitral proferido, el diecinueve de abril
del año en curso, por el Tribunal de Arbitramiento integrado para decidir el
conflicto suscitado entre Albatros Ltda. y Reforestación y Parques S.A., fue
extemporáneo, en la medida que cobró firmeza la providencia, porque dentro
de su término de ejecutoria ninguna de las partes lo recurrió y porque no fue
objeto de aclaración, complenentación o corección.
Por mérito de
1o
expuesto, el Tribunal Superior de Bogotá, Sala
Civil. RESIJELVE:
PRIMERO. RECHAZAR DE PLANO el recurso de anulación
interyuesto, por la paxte convocarte, contra el laudo arbitral proferido, el
diecinueve de abril del año en curso^ oor el Tribunal de Arbitramiento
4
Recüfso d€ Anulación. Laudo ¿rbilral de Albar¡oss
integrado pa¡a decidir
el
Ltdr
conrE Reforestación y Paroues S.A.
conflicto suscitado entre Albatros Ltda. y
Reforestación y Parques S.A., por haber sido formulado extemporáneamente.
SEGUNDO. En firme este proveído, retomen las diligencias al
Despacho de origen para lo de su cargo.
Notifiquese,
RODOLFO ARCI¡{IEGAS CUADROS
Masistrado.
5
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