8 destino madrid gastronomía Platos feten Madrid comienza a ocupar el espacio que merece dentro de la alta gastronomía contemporánea tras los últimos reconocimientos. Sin embargo, la ciudad, sus habitantes y quienes la visitan presumen de ‘sus’ platos de siempre, sus platos fetén. Una ruta-menú por su Cocido madrileño, Rabo de toro guisado, Callos a la madrileña, Gallinejas y entresijos y las tradicionales Rosquillas del Santo Por Víctor M. Feliú Fotografía Miguel G. Rodríguez / Agencias Lhardy mantiene intactos sus famosos salones Isabelino –a la dcha.– y Japonés, y su fachada en caoba de Cuba. AdV 124 AdV 125 COCIDO MADRILEÑO LHARDY historia viva Lhardy ha sido, y es, epicentro de la vida social madrileña por 175 años Milagros Novo es la perfecta anfitriona en Lhardy. Tras ella, y junto al histórico espejo que llevase a la literatura Azorín, su hijo Daniel Marugan Novo y Valentín Mongue. Abajo, el Salón Isabelino. S El ‘Cocido madrileño’ se sirve en Lhardy en dos vuelcos y su excelente servicio siempre nos preguntará en una tercera ‘vuelta’ si queremos repetir. Abajo, imagen de la mítica tienda. eguramente si hiciésemos una encuesta sobre el plato más conocido de la gastronomía madrileña, el cocido sería el más nombrado y, quizás, el más aclamado. Como no podía ser de otra manera, en esta ciudad que es cruce de caminos y lugar de acogida de aquellos que vienen y van, y como sucede con buena parte de las tradiciones que a lo largo de los tiempos han terminado por adoptarse como propias, parece que el origen de este plato no es madrileño, sino que es una derivación, aprovechando la legumbre, verduras y carnes que se daban en la zona, de un plato medieval conocido, además de por su contundencia, por el nombre de Olla podrida. Lo cierto, origen a un lado, es que Madrid ha hecho de su Cocido madrileño, seña de identidad, como seña de identidad es este plato de un restaurante que es historia viva de la ciudad: Lhardy, que a la sombra de la Puerta del Sol, en la Carrera de San Jerónimo, celebra este año su 175 aniversario. Siete generaciones han pasado pues desde que Èmili Huguenín, después conocido como Èmili Lhardy, abriese las puertas de la “primera pastelería elegante” de Madrid y posteriormente, el restaurante, que se convertía en el primero de cocina internacional de España. AdV 126 Mantiene Lhardy, tantos años después, su apuesta por una cocina refinada y un servicio protocolario, del que disfrutaron nobleza, casta política y los más ilustres personajes de los distintos ámbitos de la cultura durante todo el siglo XX y que le convirtieron en el epicentro de la vida social madrileña. Su fama llega con platos que aún mantiene en carta, como su Consomé Lhardy, del que además se puede disfrutar en la tienda, sirviéndose uno mismo como marca su tradición, Gamo a la austríaca, Callos a la madrileña, Solomillo a la Brosche o Chipirones en su tinta Lhardy. Platos, a los que se le suman ahora, los que aspiran a ser ‘nuevos clásicos’ y con los que se intenta atraer a nueva nueva generación de amantes de la buena mesa: Crema de boletus, fideo ibérico y aceite de trufa, el Canelón de aguacate y carabinero con su coulis o las Cocochas de bacalao y almejas con toque de lima. Volviendo al cocido, el de Lhardy es protagonista indiscutible en las mesas al mediodía. En dos vuelcos, su sopa es excelente y da paso a los garbanzos –zamoranos–, repollo, zanahoria, patata, pechuga de gallina, morcillo de ternera, hueso de caña, la bola o pelota, el tocino, el lacón, hueso de caña, salchicha, morcilla y chorizo, pudiéndose acompañar de tomate, con o sin cominos. Y para disfrutar de la experiencia al completo, nada como terminar tan grata comida con el Souflé, sin duda, el postre rey de esta histórica casa. En Lhardy cuentan con obrador de pastelería propio, pero los mayores aplausos se los lleva su afamado Souflé. LHARDY Dirección: Carrera de San Jerónimo, 8. Telf: 91 521 33 85. Telf: 91 522 22 07. Web: www.lhardy.com. Precio medio carta: 50-60 euros. AdV 127 S RABO DE TORO DE LIDIA CALLOS CASA TORIBIO ALDABA i el cocido ocupa lo más alto en el escalafón de los platos castizos, ahora, en pleno mes de mayo y metidos ya de lleno en la feria taurina más importante del mundo, no le anda muy lejos otra receta tradicional con la que han disfrutado generaciones de madrileños: rabo de toro guisado. Para disfrutarlo, nada mejor que irse hasta la misma puerta de la Monumental Plaza de Toros de Las Ventas, desde donde casi se divisa la entrada –apenas a cien metros– de Casa Toribio, el único restaurante del mundo que puede certificar –desde 1995– que en sus mesas se sirve en exclusiva el rabo de toro de lidia de Las Ventas, además de conseguir los de otros muchos cosos taurinos. Otro sabor pues, otra textura, un producto excepcional en definitiva que Toribio Anta y Mari Carmen Rodríguez tratan con exquisito mimo para el beneplácito de sus fieles. Descongelado –desde el ‘mal de las vacas locas’ se hizo necesario y hoy es garantía para poder disfrutarlo todo el año– se macera duUn producto único en todo el mundo, mimo, paciencia y saber hacer. Son los ‘secretos’ confesables de Casa Toribio, donde rante 24 horas en vino de Toro –por el poder degustar –disfrutar– de su afamado ‘Rabo de Toro de Lidia de Las Ventas y otras Plazas’. cuerpo de este caldo, no por coincidencias en la nomenclatura–, para ser guisado entre verduritas –previamente pochadas– y vino tino, hasta que adquiere esa melosidad tan característica. La redondez de su plato estrella es de obligada visita para amantes de esta receta plato y excusa para poder desgustar otros platos, en los que Toribio Anta no duda: “hay que apostar por un producto de excepcional calidad”. Así pues, a elegir entra las Anchoas naturales, el Salpicón de la casa, los Chipirones Encebollados sobre Patata Inglesa, Pulpo a la Sanabresa o su aclamado Cabrito Asado –previo encargo–. De postre: Torrijas. exclusividad D ecir de unos callos que son los mejores de Madrid es una osadía pero... ¿qué es la vida sin riesgo? Los callos de Aldaba son los mejores de Madrid o, al menos, para no herir sensibilidades y otros de obligado reconocimiento, están entre los mejores. Y es que estamos ante otro de los platos típicos de la capital, donde no había taberna que se preciase que no presumiese de su receta. En Aldaba, que inicia en el año de su vigésimo aniversario una nueva etapa con cambios sustanciales que van desde los fogones a la sala, pueden sacar pecho. La ‘culpa’ es de Antonio del Álamo, amante y “fanático” confeso de los callos y que ha sabido dar con un plato que por sí mismo justifica la visita. Muy condimentados –clavo, tomillo, pimienta negra, laurel, pimentón...–, con abundante huesos de paleta ibérica y un sofrito de tomate pelado y el rabo de toro de lidia es un producto excepcional con el que disfrutar a la mesa redondo Antonio del Álamo ha conseguido la excelencia con su receta de callos Su paso por casas como Zalacaín, Fortuny, El Bodegón o Cuenllas, además de un ‘stage’ en El Bulli, sirven como base a Antonio del Álamo para ponerse al frente de la cocina, “tradicional y abierta al mundo”, del renovado Aldaba. A la derecha, ‘Pastel de brioche con crema tostada’. Toribio Anta y Mari Carmen Rodríguez siguen luchando para que Casa Toribio continúe siendo un referente a la hora de disfrutar a la mesa. AdV 128 CASA TORIBIO Dirección: Cardenal Belluga, 14. Madrid. Telf: : 91 355 90 20. https://twitter.com/CasaToribio Precio medio: 40-50 euros. cebolla, la pata, el morro y la toalla reciben con gusto el toque ahumado que les da el chorizo y morcilla asturianos, quizás secreto de su éxito. A partir ahí, al saber hacer lleva a todos estos ingredientes por distintos procesos de cocción y desengrasado, que terminan en un par de días de reposo para ensamblar un plato redondo. Déjense aconsejar por Javier Gila, sumiller que también se suma a este nuevo paso de Aldaba, a la hora de seleccionar los caldos, dentro de una bodega con más de 500 referencias. Completa la terna José Luis Pereira, que dirige el gran equipo de sala de Aldaba con maestría. Más allá de los callos, una cuidadísima oferta de cocina tradicional con toques modernos: Verduras braseadas con Idiazábal, magníficos arroces, Lubina salvaje con crema de batata, Solomillo asado, fileteado sobre focaccia de mozzarella y aceituna negra. O clásicos como su Steak Tartar con huevo escalfado y caviar. ALDABA Dirección: Alberto Alcocer, 5. Madrid. Telf: : 91 359 73 86. Web: www.restaurantealdaba.es. Precio medio carta: 60 euros. Aparcacoches y salones privados. GALLINEJAS, ENTRESIJOS Y MOLLEJAS ROSQUILLAS DEL SANTO FREIDURIA DE GALLINEJAS EMBAJADORES NUNOS N C ómo no terminar este particular recorrido por los platos de Madrid sin sus tradicionales ‘rosquillas del Santo’, que los madrileños llevaban ensartadas en hilo de bramante hasta la pradera de San Isidro para celebrar el día de su patrón y hoy encuentran en cualquiera de las pastelerías de la capital durante prácticamente todo el mes de mayo, con diferente grado de éxito, eso sí. Acierto seguro las que elaboran en Nunos José Fernández y su equipo de profesionales, que vienen desarrollando en los últimos años una apuesta firme por “el producto de aquí”, respetando las tradiciones y “dándoles una vuelta, para hacer las reuniones familiares más divertidas”, en torno a una buena bandeja de dulces. Por eso, y porque el propio José Fernández empezó a ver con cierta preocupación cómo empezaban a proliferar productos foráneos como lo macarons o los muffins, en Nunos se pueden encontrar los productos de siempre, elaborados con artesanía y siguiendo al pie de la letra las tradiciones, pero, a la vez, se puede disfrutar de sus ‘colecciones’, revisiones libres de las recetas originales. Es el caso de sus afamadas torrijas, a las que cada año rinden peregrinaje miles de fieles que esperan cola para hacerse con esas pequeñas joyas, desde la más clásica de Canela y azúcar o las de Vino, a las novedades, como la Torrija de Petit Suis, la de Escabeche de Naranja o la de Yogur de Chocolate, entre otras Torrijas en Conserva, nombre de la colección de este año. Ahora en mayo, tiempo de rosquillas Tontas –la más simple y la más demandada–, Listas –recubierta por un almíbar de limón–, las de Santa Clara –con manto de glasa blanco– y Francesas –con almendra y canela–, además de las distintas coberturas con las que Nunos intenta seducir a los paladares que buscan nuevos sabores. Eso sí, el secreto de toda ella, la maestría –artesanía pura– con la que trabajan la masa –harina, aceite, huevo y azúcar– a mano. i en restaurantes, ni en tabernas. Hubo un tiempo en el que otro de los platos de Madrid se comía en plena calle, de pie o sentados en la propia acera y empinando la bota que cada uno traía desde casa. Eran los quioscos donde se despachaban en los barrios populares cucuruchos y bocadillos de gallinejas y entresijos. Hoy, metidos ya de lleno en el siglo XXI, y gracias al empeño personal y la dedicación de toda una vida de Gabino Domingo, los madrileños y quienes visitan la capital tienen su casa en el 84 de Embajadores: en la Freiduría de Gallinejas Embajadores, donde poder sentarse a disfrutar de un bocado tan exquisito y exclusivo de Madrid, como, en ocasiones, desconocido. Y si no que se lo digan al propio Gabino, que lucha contra una definición a todas luces ‘Gallinejas, mollejas y entresijos de cordero lechal’ de la Freiduría de Embajadores. El bocado más castizo. errónea en el diccionario de la Real Academia, donde se dice que son las gallinejas tripas fritas de la gallina y otras aves, cuando en realidad este plato que se viene degustando en Madrid son partes fritas del intestino delgado del cordero lechal. A los ocupantes de los famosos sillones de la Academia, recomendarles el libro ‘Las Gallinejas’, que con el esfuerzo y la dedicación del propio Gabino Domingo y David Sanz, repasa la historia y la verdad del más castizo de los platos. Dejando el libro a un lado, a la casa de Gabino se va a degustar de Gallinejas y Entresijos de lechal, pero también de las Tiras, los Canutos o los Chicharrones –distintos cortes– o de Zarajos, Mollejas blancas, Chorrillos, Botones o Pitos picantes. Lo mejor, dejarse aconsejar por el personal para aclarar cualquier duda sobre estos bocados. Ensaladas, patatas y postres caseros completan la oferta, a la que se ha añadido ahora la posibilidad de pedir platos como filetes de ternera o de pollo, por si alguno de los comensales decide no disfrutar de las gallinejas. Otro motivo de festejo para los clientes de la sala: la freiduría ya abre los domingos. bocado castizo las gallinejas son un plato tan exclusivo de Madrid como, en ocasiones, desconocido FREIDURÍA DE GALLINEJAS EMBAJADORES Dirección: Embajadores, 84. Madrid. Telf: : 91 517 59 33. Web: www.gallinejasembajadores.com. Horario: de 11.00 a 23.00 horas. AdV 130 Gabino Domingo posa orgulloso en la fachada de su freiduría de gallinejas, con la que dignifica a este plato y a todos los madrileños que siguen la tradición de degustarlo. El maestro pastelero José Fernández se muestra orgulloso de la doble apuesta que viene realizando dentro de la ‘gastronomía dulce’: respeto a las tradiciones que nos marca el calendario e innovación en las mismas para beneplácito del paladar. en dulce tradición e innovación en alta pastelería es la apuesta de Nunos NUNOS Dirección: Narváez, 63. Madrid. Telf: 91 409 24 56. Telf: 609 575 470. Web: www.pasteleria-nunos.es Horario: abierto todos los días, de 9.00 a 21.00 horas. AdV 131