Descargar - Memoria Chilena

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&a cqytqigta de
P n h - i q ex@ qye IP Fspaiia enviarq Air
bwcim lgs,&?Fz;~cquflcienus para apoderarq9 de ias inm
s~ rgjiqeg dqssq~ier~s,
f u w w y e encontrabm su extermi
,
hchando contra la naturalcza del nuevo mundo P contra 104 p
blos que lo pose‘ian. Nacion omnipotente entonces, qiieria fun
atros reinos i llenar de ciudades un continente cubierto de
restas i poblado de tribus mas o m h o s civilizadas; pero comc
todoacto de jeneracion no se puede dar la vida, sin0 a condic
de reuibir la muerte, a causa de sus mismos establecimientos
Peninsula quedaba desierta; porque numerosas emigracione
abaudonaban de continuo, buscando 10s unos el’bienestar,
otros la gloria. Chile fud una de las posesioues que mas cj
consumib, pues se hallaba habitado por una raza de valor
indomable, de arrojo tanto, que en uno $e sus momentos de
tusiasmo, concibio posible, no solo rechazar de su territorio :
invasores, sino que juzg6 tambien de l c i l ejecucion, arroja
del Perti i pemguirlos basta el seno de la apartada Castilla
proyeeto descabellado e iosensato, si se atiende al estado de
Am-,
pero que revela un denuedo digno de haber eni
tm& untiomwoquelo cante i que manifiesta la dificultad de an
mela un pueblo animado de semejantes sentimientos. Bas
eon
solo .antecedente, .para pronosticar una resistencia
'
BtSTbRIADOkES C'FJLEE@. , .
fdf
senlia por una'socicdad guerrera i corrompida, formó el propbsito de profesar en la ~omp&ia; pero i c h o conseguiP.
el permiso de su familia? ConSultÓ con los hsuitas, quien'es
le abriqon de par en par las puertas de su,lnstituto i le recibieron con los brazos abiertos, aunque ewocieiido lB$ ' dificulcades
que a su entrada se opünian, le aconsej&roil'e~niayorsifi1o~SiJbre
una resUlncion, 'qde ello$ mismos hablan ihs#i
dase unbmlomknto'favoi.ab~ei
para*tleclararla.
No tuvo i4ue.espehr miichd tiempo,' porqa
en una situiciician tal:4pe' 'ytia'fuhtura fu6
de que su &bol jev,eal&jiW esteliiJie~e'3u~'
rh
dos, r'esohi&enviara'hlonso a E$p!+$pb$a
qu
del maybrazge 'deque allá eran 'dilebs'i;p&r'g
Pcnínspls, nifhntkas q u e ~ e r a h se
o queBar'ialdii'@i
poi IieGncia la foituoa recih' adqiliridh kn &d$ia
tia mtihtenene cÓn un lustie'igu81por lo mé,nqsid;t 6
Esta didposici'on no dejaba escapatoria, era pkkciso 6
renuncíkrla $b das caras eiperanqq,' b bliochy'
el d'es~dtkmopat&nril."l%ovacild, ph&, en -res
.
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do librar a iino de
~ U S
‘I
-
-1
4 20
&VISTA DE SANTIAW,
ipop%pso jeiitio que recojia eu el caniino, ~ 3 personas
s
@nepllidasper el rqldqtsalian-de!os cuaraoa i de las casas, atr
-
por la curiosidad corrian en pos del trope1 q
taba Be este qoa0 sin ceear. como esas hlas que
spbwla qieve se agrandan .I?+i mas mienmas
Cago*depQeotiemgo el pueblo entero estuvo en movimi
m desbordapa por la calle, azotaba en Ias pare
rpinandoqyopellada i cmfilndida ,inmensu barahunda de
myJeres iBibs de 6 0 4 s edades i condiciones que gri
egpujabn, ensordeciiwiose i estropejndose 10s u n a
i . q p reciUa impulsos de tos enmascarados fautores
pimcion. qqiePeb,pra ejecullrr sus blanes,dirijieron
a d a d apnveaca en qqe Alonso de Oyalle estaba enc
Es sabido lo g
gublicos,. como .que
no son actoccs, como
les gusta en estremo apilarse' en
de sus clanstroe para presenciar la funcion, i si se les
7
.
.
-
..
.
!e@
RlcvlBiTd;pE4 A N T U ~ .
yBFdbyk$i..+vomciPn de su h@; desde enthces no se opus0
e r u p ; l l a h r i l de cahlIero de no hacer resistencia aIgun
le Brafeslon de Atonso. Lo$ Jesuitas dudaron de la hidalgu
de fWa PFQD~OSCi.rintiende que ei fuego se ocultaba debajo c
lw eelkaq ti@ aprwwraron a envier al nLofl!o a Cbrdoba dc Tc
WW
I R,
kw duiea de povisioli para CFle i Buenos-&res qu
coe ~@~IwWJ
a k arqalaaeicm de 10s Jesuitas fortnab& una s(
la @wvhCia.No biea wvierou noticia de estarwiida 10s jovc
pes da la mawwada, aienda concibieroh la &
' a de tom:
uq* plpopt9: pitgm de SLLdermta anterior robhadose a1 viajer
en el camhe. Ea medio-de vaslas soledades cruzadas por ango!
La8 i earcarpadas sendas, ocultos entre las rocas o 10s brbole!
m a mas hlque apoderarse &eAlonso i obligarle de grado
par fwma a r e w c i a r a ;su funesta idea de tomar el hbbito d
.laLpmp@%a;
i eg caw de resistencia, la morada dc su p a d i ~
eoy+egqmqewente les parecia arrancado p r sorpi-esa, I
servMa d& pision ha+ que desistiese de su empeiio. Hsbiend
averi&ado el &a i how de h parrida, montwon a caballo cn t i
asSaero butwt-econsiderable i armados hasta 10s dieates fucro
a +mcarse BR el l q a r *mas rpropirsito. A p r d a r o n alli aga
napdos cow bane 6 0 tiempo inittiimente, que miierlo
de carurrurcio tuvierab .at fio Bate volverse a la ciudad vencido
o m v a e s astush pos 10s Jwsuitas, quienes, sinduda, despue
de haber mpiiwido €also0 rumores, h b h n avanzado o retard;]
@,el viaje, OQisfraZado a + b ~ s o Q
, U amvesb
~
de cste m'odo des
q u ~ ~ i aentre 8u8 propias imigos o enemigos, qiie ambo
aoqcsn. El oovkip c o u ~ s dpues su iniciacinn en I
Fgg4p,Be ha @suitas an w q .pwiacria distaiite de Chile que n
roiinohpr &* par sep +$-6oatw de taiitos sinsaborcg,, prill
&pie000en ella YBB bstendla mama, de h que la oira -milad d
s#ouJ+ ho habm sido masqiq e1 prblogo.
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6. TICTOR AMUniTEGW.
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