RELEVANTE SALA DE CASACION PENAL ID : 485276 M

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RELEVANTE
SALA DE CASACION PENAL
ID
: 485276
M. PONENTE
: FERNANDO
ALBERTO
CASTRO
CABALLERO
NÚMERO DE PROCESO
: 34282
NÚMERO DE PROVIDENCIA
: AP3222-2016
CLASE DE ACTUACIÓN
: ÚNICA INSTANCIA
TIPO DE PROVIDENCIA
: AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA
: 25/05/2016
DECISIÓN
: RECHAZA POR IMPROCEDENTE
DELITOS
: Contrato
sin
cumplimiento
de
requisitos legales / Interés indebido en
la celebración de contratos
FUENTE FORMAL
: Constitución Política de Colombia de
1991 art. 234 / Ley 906 de 2004 art.
20, 32-3, 161, 176, 179, 179B, 194 y
481 / Ley 600 de 2000 / Ley 270 de
1996 art. 17-6
TEMA: SENTENCIA - Condenatoria: impugnación según la sentencia C-792
de 2004, no aplica a casos adelantados bajo ley 600 de 2000
/ SENTENCIA - Condenatoria: proferida en única instancia, impugnación
según la sentencia C - 792 de 2014, no procede respecto de las sentencias
que hayan cobrado ejecutoria antes de que esta sentencia de
constitucionalidad surtiera efectos
«La sentencia puesta de presente por el peticionario declaró la
“INCONSTITUCIONALIDAD CON EFECTOS DIFERIDOS” de los artículos 20,
32, 161, 176, 179, 179B, 194 y 481 de la Ley 906 de 2004, aun cuando
“EXEQUIBLE el contenido positivo” de estas disposiciones, al concluir que el
legislador procesal penal omitió consagrar medios de impugnación integrales
contra las sentencias condenatorias dictadas por primera vez en segunda
instancia.
Dicho efecto diferido de la inconstitucionalidad se fijó en un año a partir de
la notificación por edicto del fallo, con el fin de que el Congreso de la
República “regule integralmente el derecho a impugnar las sentencias que
en el marco del proceso penal, imponen una condena por primera vez”,
advirtiendo que en caso “de que el legislador incumpla este deber, se
entenderá que procede la impugnación de los fallos anteriores ante el
superior jerárquico o funcional de quien impuso la condena”.
Como el edicto para notificar la sentencia C-792 de 2014 se desfijó el 24 de
abril de 2015, el plazo para que el Congreso de la República legislara sobre
la materia comenzó el 25 de abril de 2015 y venció el 24 de abril de 2016.
Significa lo anterior que a partir de esta última fecha, ante la omisión
legislativa, procedería sin necesidad de ley, la impugnación de los fallos
condenatorios dictados por primera vez en un proceso penal ante el superior
jerárquico o funcional de quien los expidió.
Es sabido que cuando el fallo de la Corte Constitucional tiene efecto diferido,
se activa la excepción a la regla general de regular situaciones a partir del
momento de su expedición, así como ocurrió con la sentencia C-792 de
2014, pues con ella quedaron temporalmente vigentes los preceptos
declarados inexequibles, hasta tanto el legislador emitiera las normas
pertinentes para superar el estado de inconstitucionalidad generado por las
disposiciones que se declararon contrarias a la Carta Política.
Significa lo anterior que si durante la constitucionalidad temporal de los
preceptos demandados, es decir, antes del 24 de abril de 2016, fue que la
Sala de Juzgamiento de esta Corporación emitió y adquirió firmeza el fallo
de condena contra NIMR (sentencia del 27 de octubre de 2014), lapso en el
que su situación jurídica se consolidó con base en las normas y el
procedimiento legal y constitucional vigentes para ese momento, no puede
solicitarse la aplicación retroactiva del referido fallo.
En efecto, la sentencia proferida contra NIMR, cobró firmeza en vigencia de
la legítima y vinculante interpretación del ordenamiento jurídico, realizada
en su momento por la Corte Constitucional (entre otras la sentencia SU-811
de noviembre 18 de 2009), que avaló el procedimiento de única instancia
para el juzgamiento criminal de ciudadanos aforados, trámite en el cual no
se prevé la impugnación de la sentencia.
A este respecto y a propósito de la delimitación del alcance de lo decidido en
la sentencia C-792 de 2014, la Corte Constitucional en la reciente sentencia
SU-215 del 28 de abril de 2016, aclaró que solo se aplica a las sentencias
emitidas con posterioridad a la citada fecha límite.
[…]
También dejó en claro el alto Tribunal Constitucional colombiano en este
mismo fallo, incluso de manera insistente, que el pronunciamiento de
inexequibilidad diferida contenido en la sentencia C-792 de 2014 fue
limitado al estudio de las normas relativas a la competencia de la Corte
Suprema de Justicia para resolver en segunda instancia los recursos de
apelación contra los autos y sentencias que profieran en primera instancia
los tribunales superiores, de ahí que la norma base del cuestionamiento
fuera el ordinal 3º del artículo 32 la Ley 906 de 2004, motivo por el cual no
puede extenderse sus efectos a procesos tramitados por la Ley 600 de 2000
ni a competencias diferentes. Al efecto, la Corte Constitucional consigno:
[…]imponen una condena por primera vez en la segunda instancia". En este
contexto, la sentencia C-792 de 2014 se limitó a proteger el derecho a
impugnar las condenas impuestas por primera vez en segunda instancia […]
la última duda se relaciona con los efectos de la sentencia C-792 de 2014
respecto de los procesos penales adelantados conforme a la Ley 600 de
2000, que aún están en curso. Dado que el presente caso se relaciona solo
con la posibilidad de impugnar condenas impuestas por primera vez en
casación, este pronunciamiento ha de limitarse a definir si la sentencia C792 de 2014 controla los asuntos de esa naturaleza, en los cuales las
condenas se expidan en un proceso penal reculado por la Ley 600 de 2000.
Conforme a las precisiones antes indicadas, ese problema ya fue resuelto
con efectos de cosa juzgada en la sentencia C-998 de 2004. La sentencia C792 de 2014 no solo no versó sobre normas de la Ley 600 de 2000, sino que
aparte no abordó específicamente una demanda contra las normas de la Ley
906 de 2004 que precisan las competencias de la Corte Suprema de Justicia
en sede de casación. Por lo cual, de acuerdo con lo señalado en las
consideraciones anteriores, no puede decirse que los casos de condenas
impuestas por primera vez en casación, en el marco de procesos penales
regulados por la Ley 600 de 2000, estén controlados definitivamente por la
sentencia C-792 de 2014. (Subrayas fuera del texto original)
En este orden de ideas, siguiendo los parámetros trazados por la misma
Corte Constitucional y como no es aplicable lo ordenado en la sentencia C792 de 2014 a la situación concreta del ex Senador NIMR, principalmente
por cuanto la sentencia condenatoria de única instancia proferida en su
contra cobró ejecutoria mucho antes del 24 de abril de 2016, dicho recurso
de impugnación será rechazado».
SENTENCIA DE ÚNICA INSTANCIA - Corte Suprema de Justicia: no
proceden recursos, efectos de la sentencia C - 792 de 2014, la procedencia
del recurso está supeditada a la expedición de una ley / CORTE SUPREMA
DE JUSTICIA - Sala Penal: carece de superior funcional
«Aun cuando se pensara que el fallo de única instancia proferido por la Sala
Penal de la Corte Suprema de Justicia pudiera quedar cobijado en el
espectro constitucional de la sentencia C-792 de 2014, tampoco sería
procedente una impugnación, apelación o recurso en su contra por las
siguientes razones:
Conforme se deprende del artículo 234 de la Carta Política, la Corte
Suprema de Justicia es órgano de cierre de la jurisdicción ordinaria, por
tanto sus decisiones no son susceptibles de ser revisadas por una instancia
superior. Ello fue objeto de debate y resuelto por la Corte Constitucional en
sentencia C-037 de 1996 por medio de la cual estudió la exequibilidad del
numeral 6º del artículo 17 de la Ley Estatutaria de la Administración de
Justicia, a raíz precisamente de las facultades dadas por el legislador a la
Sala Plena de esta Corporación para conocer impugnaciones y recursos de
apelación contra decisiones de la Sala Penal. En esa determinación se dijo:
En ese orden de ideas, las atribuciones que el artículo 235 de la Carta le
atribuye a la Corte, en particular la de actuar como tribunal de casación y la
de juzgar a los funcionarios con fuero constitucional, deben entenderse que
serán ejercidas en forma independiente por cada una de sus salas, en este
caso, por la Sala de Casación Penal. De lo anterior se infieren, pues, varias
conclusiones: en primer lugar, que cada sala de casación -penal, civil o
laboral- actúa, dentro del ámbito de su competencia, como máximo tribunal
de la jurisdicción ordinaria; en segundo lugar, que cada una de ellas es
autónoma para la toma de las decisiones y, por lo mismo, no puede inferirse
en momento alguno que la Constitución definió una jerarquización entre las
salas; en tercer lugar, que el hecho de que la Carta Política hubiese
facultado al legislador para señalar los asuntos que deba conocer la Corte
en pleno, no significa que las salas de casación pierdan su competencia o
que la Sala Plena sea superior jerárquico de alguna de ellas. En otras
palabras, la redacción del artículo 234 constitucional lleva a la conclusión
evidente de que bajo ningún aspecto puede señalarse que exista una
jerarquía superior, ni dentro ni fuera, de lo que la misma Carta ha calificado
como “máximo tribunal de la jurisdicción ordinaria”. (Subrayas fuera del
texto original)
[…]
Ahora bien, respecto de la implementación de un mecanismo que garantice
el derecho a impugnar la primera sentencia condenatoria cuando esta sea
emitida por la Sala de Casación Penal, ha definido esta Corporación que es
imposible de cumplir, dada la naturaleza sustancial y estructural que
comporta el diseño de un recurso de esas características, lo cual exige
necesariamente su previa reglamentación legal y constitucional por parte del
Congreso de la República, lo que no se ha hecho hasta este momento.
[…]
Significa lo anterior que ante la persistencia de la omisión legislativa y hasta
tanto el Congreso de la República no legisle en tal sentido, este tipo de
recursos o impugnaciones en sede de los procesos de única instancia
adelantados por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, acorde con
la Constitución Política y la ley vigente, son improcedentes, por lo que así se
resolverá en este asunto».
JURISPRUDENCIA RELACIONADA:
Rad: SU-215 | Fecha: 28/04/2016 | Tema: SENTENCIA – Condenatoria:
impugnación según la sentencia C-792 de 2004, no aplica a casos
adelantados bajo ley 600 de 2000
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