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IRPF: reducción por prolongación de la actividad laboral
La expresión «trabajador activo» debe entenderse como aquél que presta sus servicios retribuidos por cuenta ajena y dentro del
ámbito de organización y dirección de otra persona, física o jurídica, denominada empleador o empresario; y si consta únicamente
que la interesada es apoderada y no administradora, consejera ni miembro de los órganos de administración, aquella condición de
apoderada por si sola en nada impide la aplicación de la reducción controvertida.
En el caso presente, lo que subyace es la consideración de los rendimientos no como del trabajo sino como de actividades económicas, pero para ello hubiera sido preciso un razonamiento y planteamiento de las actuaciones que fuera más allá que meramente introducir dudas sobre la documentación presentada como indicativa de la prestación de un trabajo diferenciado de las
funciones de componente del Consejo de Administración, o de negar que se trata de rendimientos del trabajo dando por supuesto
que en la medida en que el recurrente era accionista y componente del Consejo no estaba como dependiente en el desarrollo de
aquel trabajo.
ANTECEDENTES DE HECHO:
El núcleo del recurso consiste en determinar si, además de las funciones propias de su condición de integrante del Consejo de
Administración, el recurrente prestaba servicios retribuidos, que se alegan ser los propios de profesor mercantil dentro de la compañía, experto contable y tributarista.
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE CATALUNYA
Sala de lo Contencioso-Administrativo (Sección 1ª): Sentencia núm. 1.169, de 9.Noviembre.2011.
Ponente: Ilmo. Sr. Don José Luis Gómez Ruiz.
Tribunal Económico Administrativo Regional de Cataluña: Resolución desestimatoria de 23.Mayo.2008.
Normativa:
Texto Refundido de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, aprobado por Real Decreto Legislativo 3/2004, de
5 de marzo, art. 52.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO Se recurre el Acuerdo del Tribunal Económico Administrativo Regional de Cataluña de 23 de mayo de 2008, desestimatorio de la reclamación 08/7806/2007 presentada contra la resolución de la Administración de Letamendi-Barcelona- de la
Agencia Tributaria, de 14 de febrero de 2007, por lo que se practicó la liquidación del IRPF, ejercicio 2005, confirmada en reposición por resolución de 12 de julio de 2007.
El acuerdo del TEAR estima la reclamación acumulada 08/6242/2007 presentada contra la resolución de imposición de sanción
derivada de la anterior, que anula por ausencia del presupuesto de culpabilidad al concurrir interpretación razonable.
La litis se ciñe a la aplicación al caso del artº 52 del Texto Refundido de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas, aprobado por RD Leg 3/2004 de 5 de marzo conforme al cual: “Reducción por prolongación de la actividad laboral. Los
trabajadores activos mayores de 65 años que continúen o prolonguen la actividad laboral, incrementarán en un 100x100 el importe
de la reducción prevista en el artículo anterior”.
La resolución de liquidación deniega el beneficio al no resultar aplicable a los miembros del Consejo de Administración ni a los
administradores de una sociedad dado que la relación entre éstos y la entidad no es de carácter laboral sino que deriva de una
relación orgánica regida por el derecho mercantil.
La resolución dictada en reposición considera que la expresión de trabajador activo debe entenderse como aquel que presta
sus servicios retribuidos por cuenta ajena y dentro del ámbito de organización y dirección de otra persona, física o jurídica, denominada empleador o empresario y que el mero desempeño de las funciones propias del cargo de consejero o miembro de los
órganos de administración de los órganos de administración de una entidad no otorga la condición de trabajador en activo. Incide
esta resolución en el hecho de que de las nóminas aportadas no han podido verificarse las alegaciones del interesado entorno a la
prestación de servicios en la misma entidad de la que formaba parte del Consejo de Administración como profesor mercantil, y que
no aportó contrato del trabajo como se le había requerido.
El Acuerdo del TEAR considera que es presupuesto para la aplicación del precepto la nota de ajeneidad entre el interesado y
la empresa, que aquí no concurre al tratarse de una sociedad anónima de tipo familiar cuyo capital está repartido entre los miembros de la misma.
No se discute que el interesado formara parte del consejo de Administración de la entidad, Centre Català d’A. S.A. y que era al
propio tiempo accionista en un 32,6 del capital según manifiesta el interesado en el escrito de reclamación.
Por otra parte, de las nóminas aportadas resulta que cotizaba por el régimen de autónomos.
SEGUNDO obre esta cuestión la Sentencia de esta Sala y Sección núm. 782 de 16 de julio de 2009, recurso 191/2006, expresaba en su Fundamento Tercero:
“TERCERO El fondo del asunto resulta sintetizado en la contestación a la demanda: se trata de determinar la aplicación de la
reducción prevista en el entonces vigente art. 46 ter de la Ley 40/1998, del IRPF, introducido por el art. 25 de la Ley 46/2002, de 18
de diciembre, por razón de prolongación de actividad (reducción que con idéntico contenido pasó a regularse en el art. 52 del texto
refundido de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, aprobado por el Real Decreto Legislativo 3/2004, de 5 de
marzo).
Dicho precepto señala lo siguiente: «Los trabajadores activos mayores de sesenta y cinco años que continúen o prolonguen la
actividad laboral, incrementarán en un 100 por 100 el importe de la reducción prevista en el artículo anterior».
Según se sostiene en la misma contestación (y, antes, más escuetamente, en la liquidación impugnada), al tener tal precepto
como presupuesto que se trate de «trabajadores», o personas que presten servicios por cuenta ajena y bajo la dependencia y
dirección de un empleador, no cabe aplicarlo a la actora al ser ésta apoderada de la entidad mercantil y desarrollar por ello actuaciones de responsabilidad, de forma que su relación no puede tildarse de laboral, sino orgánica.
Sin embargo, como resulta de la contestación a la consulta núm. 0195-05, de 27 de mayo de 2005, de la Dirección General de
Tributos, que se cita en la demanda, la expresión «trabajador activo» debe entenderse como aquél que presta sus servicios
retribuidos por cuenta ajena y dentro del ámbito de organización y dirección de otra persona, física o jurídica, denominada empleador o empresario; y por tanto: a) A una persona en situación de jubilación que no trabaja es improcedente la aplicación
de la reducción por prolongación de la actividad laboral prevista en el artículo 52 del texto refundido de la Ley del Impuesto; b) En
lo que se refiere a la condición de administrador del interesado, el mero desempeño de las funciones propias del cargo de consejero o miembro de los órganos de administración de una entidad, no otorgaría la calificación, a efectos de la aplicación del artículo 52
del texto refundido de la Ley del Impuesto, de trabajador activo; y c) No obstante, dicha consideración se tendría si la persona que
ejerce de administrador realiza además otras funciones o servicios para la empresa en los términos señalados.
En el caso enjuiciado, al constar únicamente que la recurrente es apoderada y no administradora, consejera ni miembro
de los órganos de administración, aquella condición de apoderada por si sola en nada impide la aplicación de la reducción controvertida.”
TERCERO En consecuencia el núcleo del recurso consiste en determinar si, además de las funciones propias de su condición
de integrante del Consejo de Administración el recurrente prestaba servicios retribuidos, que se alegan ser los propios de profesor
mercantil dentro de la compañía, experto contable y tributarista que, dice, la Administración podía verificar sin “moverse de casa”
por las continuas comparecencias ante los órganos de la Agencia Tributaria.
Al efecto, los datos a tener en cuenta, según resuelta de las actuaciones son:
–Las nóminas aportadas, que sostienen la pretensión del recurrente, sin que sea significativo que no se haga constar la categoría laboral habida cuenta de las características de la sociedad en los términos que refiere el TEAR.
–El certificado de retenciones e ingresos a cuenta del IRPF, emitido por la entidad pagadora, sin que por lo mismo, es decir el
carácter familiar de la sociedad, sea significativo que aparezca suscrito por persona cuyo primer apellido coincide con el del recurrente, C.. Se trata de una sociedad que interpone a su denominación la de “Gabinete C.”.
–La ausencia de contrato escrito de trabajo, respecto a lo que hay que considerar que tal no es forma constitutiva de la relación, conforme al art. 8 del Estatuto de los Trabajadores, siendo razonable suponer que el hecho responda a las relaciones de
confianza propias del carácter familiar de la sociedad.
–El régimen de cotización, que implica el carácter autónomo.
En esta tesitura hay que considerar que el TEAR no niega frontalmente la prestación de servicios o trabajo diferenciado de las
funciones de integrante del Consejo de Administración, sino que incide en el presupuesto de ajeneidad entre el interesado y la
empresa que considera no concurrente por la condición de accionista de aquel y el carácter familiar de la entidad.
Lo que subyace en el supuesto es la consideración de los rendimientos no como del trabajo sino como de actividades
económicas, art. 25 del Texto Refundido, según se desprende del tenor de los pronunciamientos de la Administración en
sus sucesivas instancias.
Pero para ello hubiera sido preciso un razonamiento y planteamiento de las actuaciones que fuera más allá que meramente introducir dudas sobre la documentación presentada como indicativa de la prestación de un trabajo diferenciado
de las funciones de componente del Consejo de Administración, o de negar que se trata de rendimientos del trabajo dando por supuesto que en la medida en que el recurrente era accionista y componente del Consejo no estaba como dependiente en el desarrollo de aquel trabajo. Hubiera sido preciso al efecto una calificación de la naturaleza jurídica del hecho,
conforme al art. 13 de la LGT, lo que no es cuestión resulta por la Administración si consideramos los complejos problemas que plantean las sociedades como las que aquí se trata.
CUARTO Por lo expuesto procede la estimación del recurso, sin que haya méritos para la imposición en costas.
FALLO
Se estima el recurso Contencioso Administrativo número 858/2008 interpuesto por D. J. C. B. contra el acto objeto de esta litis,
que se anula por no ser conforme a Derecho. Sin costas.
Notifíquese esta sentencia a las partes, y luego que gane firmeza líbrese certificación de la misma y remítase juntamente con
el respectivo expediente administrativo al órgano demandado, quien deberá llevar aquella a puro y debido efecto, sirviéndose acusar el oportuno recibo.
Así por ésta nuestra sentencia, de la que se llevará testimonio literal a los autos principales, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
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