Apelación 1686 S. S SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, San Salvador, a las nueve horas del veintitrés de septiembre de dos mil cuatro. Vistos en apelación de la resolución pronunciada por la Cámara Tercera de lo Civil de la Primera Sección del Centro, a las catorce horas del diecinueve de agosto de dos mil tres, en el Proceso Civil Ordinario de Liquidación de Daños y Perjuicios promovido por la licenciada Evelin Patricia Gómez Marroquin de Membreño, como Agente Auxiliar del señor Procurador General de la República, representando al señor Armando Arcadio Flores Molina, contra el Estado de El Salvador. Han intervenido, en primera como en esta instancia, la licenciada Gómez Marroquín de Membreño, en la calidad antes dicha, el licenciado Oscar Jerónimo Ventura Blanco como Agente Auxiliar del señor Fiscal General de la República, representante del Estado de El Salvador. En el Fallo la Cámara resolvió: "FALLA: ----1° DECLARASE SIN LUGAR la excepción de ineptitud de la pretensión, opuesta y alegada por el licenciado Oscar Jerónimo Ventura Blanco, como Agente Auxiliar del señor fiscal General de la República, en representación del Estado de El Salvador.- 2° DECLARASE que el valor líquido de los daños y perjuicios ocasionados al señor ARMANDO ARCADIO FLORES MOLlNA, ascienden a la suma de CINCUENTA Y TRES MIL CUATROCIENTOS CUARENTA y NUEVE COLONES CON SETENTA Y UN CENTAVOS, por salarios y aguinaldos no devengados desde el diecisiete de marzo de dos mil, hasta el dieciocho de diciembre de dos mil uno; y de CINCUENTA MIL COLONES, en concepto de daños morales.- 3° CONDENASE AL ESTADO DE EL SALVADOR, a pagar al señor ARMANDO ARCADIO FLORES MOLINA, en concepto de indemnización por daños y perjuicios la cantidad de CINCUENTA Y TRES MIL CUATROCIENTOS CUARENTA Y NUEVE COLONES CON SETENTA Y UN CENTAVOS, por salarios y aguinaldos no devengados desde el diecisiete de marzo de dos mil, hasta el dieciocho de diciembre de dos mil uno; y, CINCUENTA MIL COLONES en concepto de DAÑOS MORALES; o sea en total la suma de CIENTO TRES MIL CUATROCIENTOS CUARENTA Y NUEVE COLONES CON SETENTA Y UN CENTAVOS Y, 4° CONDENASE a la parte perdidosa al pago de las costas procesales." VISTOS LOS AUTOS; Y, CONSIDERANDO: I.- Que con fecha veintiocho de marzo de dos mil tres, la licenciada Evelin Patricia Gómez Marroquín de Membreño, en calidad de Agente Auxiliar del señor Procurador General de la República y en representación del señor Armando Arcadio Flores Molina presentó demanda de Indemnización de Daños y Perjuicios contra El Estado de El Salvador, manifestando: ""Es el caso, que mi representado laboró como Policía Ferroviario, en Ferrocarriles Nacionales de El Salvador, departamento de San Salvador, desde el día primero de julio del año de (mil novecientos noventa y tres hasta el día diecisiete de marzo de dos mil, fecha en la cual le notificaron que "por disposición de la Gerencia de CEPA" a partir de ese día quedaba destituido de su trabajo, esto a través de una nota llamada: "Acción de personal" por faltas graves cometidas en el desempeño de sus funciones. Que previo a ello no fue oído ni vencido en juicio, de conformidad a la Ley Reguladora de la Garantía de Audiencia de los Empleados Públicos no comprendidos en la Carrera Administrativa, vulnerándole de esta manera sus derechos al trabajo y a la audiencia, razón por la cual promovió PROCESO DE AMPARO, ante la Sala de lo Constitucional de la Honorable Corte Suprema de Justicia, contra providencias del Presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma, cuya sentencia favorable a sus intereses, en lo pertinente DICE: "POR TANTO: Declárase ha lugar el amparo solicitado por el señor Armando Arcadio Flores Molina contra providencias del Presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma, por violación a sus derechos de audiencia y estabilidad laboral; b) queda expedito al actor la posibilidad de iniciar el proceso civil de indemnización por daños y perjuicios directamente contra el Estado, por haberse comprobado la violación constitucional alegada"; es precisamente lo que reclamo mediante esta demanda a favor de mi representado.---- En primer lugar nuestra acción se sustenta en la fuerza de ejecución y debido cumplimiento que por definición de la Ley, tiene la sentencia pronunciada por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, máxima instancia del órgano judicial, pues de conformidad al artículo ochenta y uno de la Ley de Procedimientos Constitucionales, la sentencia definitiva en el proceso de amparo produce los efectos de cosa juzgada, restando establecer la cuantía de lo reclamado, y la condena al pago de la misma; en segundo lugar sustentamos nuestra acción, en el artículo doscientos cuarenta y cinco de la Constitución de la República, que establece que el Estado responderá subsidiariamente por los daños materiales o morales que se causaren a sus ciudadanos como una consecuencia de la violación de los derechos consagrados en la Constitución, cuando tales infracciones fueran cometidas por funcionarios o empleados públicos, quienes por su parte responderán personalmente en estos casos; y en tercer lugar planteamos la pretensión ante este tribunal y en juicio ordinario sobre la base de los artículos 193 ordinal quinto Cn, 49, 514 Y 962 del Código de procedimientos civiles, para que mediante los tramites de ley y prueba que ofrezco aportar, liquiden los daños y perjuicios causados al señor Flores Molina, por la cesación laboral inconstitucional de que fueron objeto y en sentencia definitiva previa liquidación, se condene al Estado de El Salvador al pago de los daños y perjuicios causados a nuestros representados. Como lo establece el artículo 960 Pr. C adjunto certificación de la Sentencia en la cual se expresa que procede la acción civil por daños y perjuicios, asimismo anexo \a declaración de cuenta jurada que especifica y estima los daños morales y perjuicios causados, las que constan en Acta Notarial CUANTIA DE LOS DAÑOS Y PERJUICIOS----Mi representado fue despedido, el día diecisiete de marzo del dos mil, fecha desde la cual no recibió más su salario ni aguinaldos. Sobre la base de lo anterior y atendiendo al salario que devengaba, el cual era de: DOS MIL CUATROCIENTOS CUARENTA Y TRES COLONES, Y puesto que fue despedido en la fecha arriba indicada, han transcurrido veintiún meses para el señor Flores Molina sin percibir su correspondiente salario, por lo cual en esta oportunidad exigimos el pago de salarios dejados de percibir por mi representado los que ascienden a la cantidad de: C\NCUENTA y DOS MIL DOSCIENTOS SETENTA Y OCHO COLONES CON SEIS CENTAVOS. Además los aguinaldos proporcionales y completos dejados de percibir desde la fecha des despido hasta la sentencia han sido de DOS MIL CIENTO CUARENTA Y SEIS CON SETENTA Y UN CENTAVOS DE COLON para el señor Flores Molina, dinero que tampoco ha percibido mi representado y también exigimos por medio de este juicio que les sean cancelados, ya que el no percibir dichas prestaciones le ha producido perjuicios económicos a él y a su familia.---- Por otra parte los bienes morales son bienes intrínsecos a las personas, que caen en el ámbito jurisdiccional cuando les son lesionados; por su carácter abstracto son de naturaleza subjetiva, que cuando se intenta su tasación del daño inferior son de compleja determinación, porque marca sus efectos en el consciente y subconsciente del individuo respecto a su propio ego y del exterior hacia él, una actitud justificada o no de censura o señalamiento con que reacciona, a veces pasiva, solapada o activamente con los miembros del medio social que se desempeña la víctima. Sobre este particular se ha pronunciado la Sala de lo Civil en Sentencia número 1316-2002, citando resolución de la Cámara Primera de lo Civil de la Primera Sección del Centro: "...También en parte de su sentencia el Tribunal Ad Quem ha dicho "Llegado a este punto, es preciso establecer la responsabilidad de quien ha cometido un hecho ilícito que causa un agravio de naturaleza extrapatrimonial y su reparación por haber causado un daño moral, que cumple como antes se dijo una función satisfactoria únicamente, ya que en materia de agravios morales no existe la reparación perfecta, porque nunca el agravio en el honor será borrado completamente, ni volverán las cosas al estado previo al evento dañoso pagando una suma de dinero. El objetivo de la reparación puede traducirse entonces en que la reparación tiene por finalidad reponer al perjudicado en un estado igual o similar al que poseía antes de sobrevenir la situación dañosa. Para esta reparación se han ideado varios medios que se consideran idóneos como la publicación de la sentencia de condenar la retracción pública del ofensor o la replica del ofendido. Pero en el caso en examen el daño moral se puede traducir, por ejemplo en daño patrimonial, como consecuencia directa del alejamiento del cargo". Si bien es cierto mi cliente no cuenta con la hoja de vida del demandante del caso de la sentencia, es igualmente cierto que por disposición constitucional todos somos iguales ante la ley, art. 3 Cn, y también todos tenemos derecho a que se garantice nuestro derecho al honor, art. 2 inciso segundo de nuestra Constitución, y al señor Flores Molina se le violentó este al despedirlos alegando un hurto que nunca fue probado en las instancias penales correspondientes. Continua la aludida sentencia diciendo: "La demostración del daño moral, como se dijo, es objetiva y resulta de la violación de alguno de los bienes que tutela el derecho. Lo que lleva a pensar que la reparación del daño moral no exige prueba de su existencia y extensión; se acredita por el solo hecho de la acción antijurídica y titularidad del derecho del demandante. Tal resulta de conculcación de bienes de naturaleza extrapatrimonial"..." La forma de resarcimiento de los daños morales deberá asumir la figura de reintegración en dinero proporcionada, equitativa y discrecional por el juzgador. Sistema propuesto por Alessandri. Podrá resultar un medio grosero de satisfacción pero desgraciadamente el ser humano y la ley no puede hallar otro medio idóneo para tales fines". Medio solicitado en la presente demanda para resarcir al señor Flores Molina de los daños morales a ellos causados, situación que le causo severos problemas psicológicos, que se somatizaron en su organismo causándole a él y a su familia enfermedades que a la fecha persisten, y que se incrementa sus problemas económicos, ya que para tratar de sacar adelante a su familia se ha incorporado al sector informal de ventas ambulantes, lo que aparte de no reportarle lo suficiente económicamente le exige una jornada laboral extenuante; lo anterior lo fundamentó en informe de estudio psicológico que el Licenciado Jaime Iván Molina, psicólogo con número de Junta de Vigilancia de la profesión de psicología número un mil quinientos diez, le realizara, y el cual anexo.-----HONORABLES SEÑORES MAGISTRADOS, los daños morales no pueden compensarse en su verdadera magnitud al ofendido o víctima, y aun estando plasmados en nuestra Constitución de la República, art. 2 inciso tercero, no son desarrollados por ninguna ley secundaria, pero ya hay pronunciamiento al respecto de la Honorable Sala de lo Constitucional al establecer en el caso de Inconstitucionalidad número 3-92 y 6-92 (acumulados)... "Toca resolver sobre el aspecto de condena en daños y perjuicios. Sobre este punto, la Sala hace las siguientes acotaciones: Cuando el Tribunal encargado del control constitucional otorga el amparo, esta señalando que la autoridad o funcionario que dictó o ejecutó el acto reclamado y en un sentido mas general el Gobierno del Estado, ha incurrido en responsabilidad por cuanto su conducta es antijurídica. Esta responsabilidad deriva del incumplimiento de la Ley Suprema y viene a ser la consecuencia jurídica que la transgresión de la Carta Magna produce en relación con el funcionario o autoridad que la incumple, obligándose al mismo y al Estado..." y es precisamente lo que con el debido respeto, PIDO: Para que en sentencia definitiva, condenéis al Estado de El Salvador, por medio de su representante, el señor Fiscal de la República, Licenciado Belisario Artiga o a la persona que él nombre para que lo represente, a pagar al señor ARMANDO ARCADIO FLORES MOLINA: La suma de CEINTO CINCUENTA y CUATRO MIL CUATROCIENTOS VEINTICUATRO COLONES CON SESENTA Y UN CENTAVOS, en los siguientes conceptos: a) Salarios dejados de percibir (veintiún meses) CINCUENTA Y DOS MIL DOSCIENTOS SETENTA Y OCHO COLONES; b) Aguinaldos no percibidos durante los años dos mil y dos mil uno: DOS MIL CIENTO CUARENTA Y SEIS COLONES CON SETENTA Y UN CENTAVOS; c) Indemnización por Daños y Perjuicios morales y materiales: CIEN MIL COLONES (100,000.00).'''''''''' 'La demanda fue admitida y se emplazó al Estado y Gobierno de El Salvador por medio del Fiscal General de la República; representado por el licenciado Oscar Jerónimo Ventura Blanco, quien alegó la excepción de Ineptitud de la pretensión de daños morales. III. La Cámara tuvo por opuesta y alegada la excepción, y le dio trámite legal al proceso. IV. Se abrió a pruebas el proceso y se agregaron tanto el documento presentado con la demanda como los que posteriormente fueron añadidos, y se recibió prueba de testigos, quedando el proceso listo para dictar sentencia, la cual se dictó a las catorce horas del diecinueve de agosto de dos mil tres, cuyo fallo ha sido transcrito al inicio de esta sentencia. V. No conforme con el fallo, ~I licenciado Oscar Jerónimo Ventura Blanco en representación del Estado, interpuso recurso de apelación para ante esta Sala. En el término para expresar agravios manifestó: "Que se me ha corrido Traslado por el término de seis días, para efectos de que exprese agravios; al respecto manifiesto que el suscrito opuso y alego la excepción Perentoria de Daños Morales en aquel Tribunal A-Quo por medio del cual analizó dicha excepción Perentoria de la siguiente manera: Analice el Art. 245 de la Constitución de( la República, el cual únicamente se refiere a la responsabilidad por daños materiales ocasionados por delitos y cuasidelitos, y no existe en nuestro Ordenamiento Jurídico una Ley que determine obligaciones que deben cumplirse con relación a los daños materiales; dicho principio Constitucional no está desarrollado en ninguna Ley Especial ni en el Derecho Común Salvadoreño, lo cual implica un vacío en nuestra Legislación y tomando en consideración que el Estado de Derecho descansa precisamente en que es una Ley formal la que debe establecer cargos, atribuciones o restricciones, la libertad de los ciudadanos y habitantes de un Estado de Derecho, el cual se garantiza mediante las limitaciones' a la misma, establecidas en una Ley formal y la elaboración de las leyes corresponde al órgano Ejecutivo, donde está representado el pueblo, mediante distintas fuerzas políticas, en un sentido tenemos que si la Constitución de la República de El Salvador va a establecer una obligación por vulneración de garantías Constitucionales la misma establece en forma expresa que se cumplirá de conformidad a la Ley, es decir, se creará dicha Ley mediante un procedimiento parlamentario que desarrolla tal principio Constitucional, como es la indemnización de daños morales. El artículo ocho de la Constitución de la República, establece que nadie esta obligado a hacer lo que la ley no manda ni a privarse de lo que ella no prohíbe, esto no significa para el caso Sub-Judice que nadie está obligado a pagar indemnización por daños morales; porque no existe una ley formal, que haya previsto como tal; consistente con la misma norma y principio que sostienen que se establecen la indemnización conforme la Ley por daños de Carácter moral y de igual manera la obligación de pagar daños debe provenir de una ley formal, y dicho principio general no esta regulado en una ley especial, no es el derecho común del Ordenamiento Jurídico Salvadoreño que determina la obligación y el procedimiento a seguir para probar y diferenciar la cuenta que le deberá pagar en concepto de daños morales. No puede quedar al arbitrio de las partes, sin tener un parámetro legal para determinar que esa es la cuantía que debe pagarse, en ese sentido se está pagando entonces cantidades de dinero bajo este concepto de forma subjetiva, arbitraria y hasta injusta para el Estado; por los conceptos antes vertidos es que soy de la opinión Honorable Sala de lo Civil, que los daños morales condenados son ineptos por no existir procedimiento alguno que determine los alcances y limites de esta; motivo por el cual la Representación Fiscal considera que es inepta la pretensión de daños morales incoados por el impetrante. "'''' VI. En su contestación de agravios la abogada Evelin Patricia Gómez Marroquín de Membreño manifestó: "Que habiéndoseme corrido traslado por el término de ley, vengo a contestar los agravios que expresa el fiscal recurrente le causa la sentencia en estudio, y de la lectura de los mismos, considero que se basan en los siguientes hechos: 1- Que la indemnización de daños morales si bien esta c0ntenida en el art.2 de la Constitución, no esta desarrollada por ninguna ley secundaria, por lo que a criterio de él las demandas y pretensiones que emanen de dicha norma Constitucional son ineptas. Y 2- Que no hay parámetro legal para establecer la cuantía que debe pagarse. Por lo que el recurrente considera que "... es inepta la pretensión de daños morales incoados por el impetrante" Argumentos que me merecen las siguientes consideraciones:--------I- Siendo que el fiscal del caso alega como motivo de ineptitud de la pretensión de daños morales, que el art. 245 de la Constitución de la República, únicamente se refiere a la responsabilidad por daños materiales ocasionados por delitos o cuasidelitos y que no existe en nuestro ordenamiento jurídico una ley que determine obligaciones que deben cumplirse con relación a los daños materiales"...----La Honorable Cámara Segunda de lo Civil de la Primera Sección del Centro, en la causa 4-JO-C/E-2003, al respecto de la excepción de ineptitud de la pretensión de los daños morales, ha advertido "que la ineptitud de la demanda se entiende como la falta de aptitud o capacidad, vicio o defecto de aquello que carece de idoneidad o de habilidad para hacer algo; la ley y la jurisprudencia han establecido que las situaciones jurídicas que incidirán en dicha excepción son tres: a) la falta de interés del actor o falta de titularidad respecto del derecho reclamado; b) la falta de legitimo contradictor y c) la vía procesal inadecuada a la pretensión invocada; cualquiera de las circunstancias señaladas son causales que probadas traen como consecuencia la ineptitud de la demanda. En el presente caso, el licenciado Ventura Blanco, fundamentó la ineptitud de la pretensión en el hecho de no encontrarse en nuestro ordenamiento jurídico el daño moral que se reclama en la demanda, en razón de lo cual no puede ser tutelable dicha pretensión; argumento que no constituye o no se adecua a ninguna de las causales de ineptitud" El Art. 2 de la Constitución no es el único que preceptúa la indemnización por daños de carácter moral, sino que también el art 245 siempre de la Constitución cuando establece que "Los funcionarios y empleados públicos responderán personalmente y el Estado subsidiariamente, por los daños materiales o morales que causaren a consecuencia de la violación a los derechos consagrados en la Constitución". Así también los tratados internacionales ratificados por El Salvador como la Convención Americana de derechos Humanos, reconocen el derecho a una indemnización "justa" por daños de tipo moral; y en materia de legislación nacional secundaria si bien no es preciso el legislador ya que no distingue entre daños morales y materiales pero regula en los artículos 960, 962 Y 435 Pr. C los procedimientos a seguir para establecer la obligación de pagar daños y como liquidarlos. Todo lo anterior aunado a la obligación del Juzgador de cumplir y hacer cumplir la constitución conforme al art. 235 Cn, cuando existe el reclamo de un derecho reconocido por la misma Constitución y en virtud de la función integradora de la norma jurídica art. 127 Pro C. Mas cuando doctrinariamente se ha 'reconocido que las normas contenidas en la Constitución son de aplicación directa y no requieren desarrollarse para ello, la característica de las cartas magnas de la modernidad es que se aplican en forma directa e inmediata por los juzgadores y el como se aplicara se hará conforme a la ley general, al espíritu de la ley, la doctrina, la jurisprudencia y la equidad natural, todas estas premisas también facultadas en nuestra legislación en el art. 421 Pr. C. Por lo que la excepción de ineptitud de la pretensión de daño moral alegada por el fiscal recurrente no tiene asidero legal y debe ser desestimada.--- II. En cuanto a que "no puede quedar al arbitrio de las partes, sin tener un parámetro legal para determinar que esa es la cuantía que debe pagarse..." Si bien es cierto no hay fórmulas para cuantificar el monto de las indemnizaciones por daños morales, también lo es que hay mucha jurisprudencia al respecto tanto nacional como internacional; y en la sentencia de esa Honorable Sala en el caso 1316-2001 resolvió… esta Sala considera que en esta clase de procesos de reclamación de daños morales, si bien es cierto que hay alguna dificultad para su cuantificación, no menos cierto es que el juzgador tiene parámetros para fijar la cuantía, y así limitar la subjetividad en el juzgamiento del caso,... "también los tratadistas establecen que para determinar el monto de la indemnización para esta clase de daño debe de tomarse en cuenta que tiene propiamente carácter ejemplar no resarcitorio, la naturaleza de la acción u omisión que lo causó, la integridad o patrimonio moral efectivo del que lo sufre. La Convención Europea al respecto ha manifestado: "Estamos persuadidos de que el quantum de la reparación del daño moral debe guardar relación con la magnitud del daño, pero también creemos que la gravedad del ilícito cometido debe conjugarse a la hora de establecer la cuantía de la indemnización. Es decir, la reparación del daño moral debe revestir el doble carácter de resarcitorio para la parte lesionada y disuasorio para el gobierno, ¿Por qué excluir uno u otro, a la hora de medir, es decir cuantificar, el monto de la indemnización? "Con lo que se establece que si hay parámetros para establecer la cuantía de las indemnizaciones por daños morales, y con ello evitar el subjetivismo, la arbitrariedad y los extremos en los cálculos.---En conclusión considero que la Honorable Cámara Tercera de lo Civil de la Primera Sección del Centro, ha actuado conforme a derecho y ha fundamentado abundantemente en todos los parámetros permitidos por ley art. 421 Pr. C., la sentencia en la que se condena al estado (sic) de El Salvador a pagar al señor ARMANDO ARCADIO FLORES MOL/NA, indemnización en concepto de daños y perjuicios materiales y morales causados a su persona. Y que las razones expuestas por el fiscal del caso en su expresión de agravios carecen de asidero legal"''''. VII. El proceso quedó listo para dictar sentencia, por lo que examinados los autos, la sentencia impugnada y la sentencia de Amparo Constitucional agregada con la demanda, la Sala enfatiza las siguientes consideraciones: La representación fiscal basa su alegato, en esencia, en que los daños morales no pueden ser calculados, en virtud de no existir una ley que los desarrolle y regule la obligación y el procedimiento a seguir, para probar y determinar la cuantía que se debiera pagar en tal concepto, ya que la cuantía no puede quedar al arbitrio de las partes y los jueces. La doctrina ha establecido que daño da la idea de ofensa, lesión, menoscabo o disminución ocasionados a una persona, ya en sí misma, ya en sus sentimientos o sus bienes materiales; pero no todo daño es resarcible, debe llenar una serie de requisitos: cierto, en relación a que ya se ha producido; subsistente, en correspondencia a que no haya sido reparado; propio o personal del reclamante, en conexión a que sólo se puede pretender la reparación de un daño que es propio, no pudiéndose incluir en la pretensión los daños sufridos por terceros, aunque deriven de un mismo acto ilícito y que lesionen un derecho subjetivo o un interés legítimo del reclamante, de conformidad a que sea afectado un interés protegido o reconocido por las normas jurídicas. En ese sentido, los daños que en el caso que se analiza son Ciertos, pues existe una declaración de la Sala de lo Constitucional. Propios, ya que son los directamente afectados quiénes los reclaman. Subsisten, pues esta es la vía para resarcirlos correspondiendo a un interés legítimo, como es la declaratoria de haber sido violados los derechos constitucionales del actor. Sobre el particular, la Cámara ha respaldado suficientemente su criterio y ha razonado las probanzas y aspectos que tomó en consideración para determinar la cantidad. en concepto de Indemnización de daños y perjuicios patrimoniales. Huelga subrayar que en esta clase de procesos el fin que se persigue es resarcir los daños que han ocasionado las actuaciones violatorias de los derechos consagrados en la Constitución. En modo alguno los montos son invención del juzgador, pues aún y cuando se presenten pruebas, él tiene la potestad de evaluar la magnitud de las peticiones. Para mayor comprensión del fallo que originó la reclamación de daños y perjuicios de que se trata, fundamental es subrayar que la sentencia de la Sala de lo Constitucional. no es en sí misma una condena a los daños y perjuicios, pues ésta dejó la vía abierta para que puedan declararse y liquidarse en un juicio ordinario, tal y como cabalmente se ha hecho al iniciar con la demanda de fs. 1 de la p.p. Ahora bien, el proceso es ciertamente el medio para probar la existencia de los daños y perjuicios, y poder cuantificarlos. En consecuencia, ha sido acertado el actuar de la Cámara, quien al tener a la vista la demanda, el fallo del Amparo Constitucional, y las pruebas aportadas, orientó su fallo condenando al Estado en los daños y perjuicios patrimoniales y daños morales, los cuales a su juicio fueron comprobados debidamente. En lo tocante a la indemnización por daños morales que fue aprobada por el Tribunal superior y que la representación Fiscal cuestiona en su recurso de alzada, la Sala es de la opinión que en modo alguno es válido el argumento de que no hay ley que desarrolle la forma de calcular los daños morales, pues la Constitución es de aplicación directa por el juzgador. En el caso sub lite ocurrió una violación de derechos constitucionales declarados por el Tribunal competente y el mismo dejó expedito el derecho al actor la facultad, derecho o posibilidad de iniciar el proceso civil de indemnización de daños y perjuicios; y aunque no se hubiese establecido por dicho Tribunal, el derecho o facultad, existía. Esos daños y perjuicios han sido comprobados en el proceso instaurado y que es la vía que utilizó precisamente la parte actora. Por otro lado. la Sala ha examinado la prueba y en efecto la parte actora ha robustecido sus pretensiones con las probanzas presentadas. Las cantidades reclamadas, han sido respaldadas por las constancias que obran en autos. En suma, pues, ha habido un proceso apegado a la ley y una condena que ha de satisfacerse por el demandado, ya que no hay sustento legal para revocar el fallo, por lo que esta Sala procede a confirmarlo en todas sus partes. POR TANTO: De acuerdo a las razones expuestas, disposiciones legales citadas, y Arts. 428, 429, 432 Y 960 Pr. C; 245 Cn, 35 L. Pr. Cn., a nombre de la República, la Sala FALLA: a) Confirmase la sentencia venida en apelación, pronunciada a las catorce horas del diecinueve de agosto del año retropróximo, por estar arreglada a Derecho; y, b) Condénase en las costas del recurso a la parte perdidosa. Vuelva en su oportunidad el proceso a la Cámara de origen, con la certificación de ley, para los efectos de mérito. HAGASE SABER. M. E. VELASCO-----------PERLA J. ---------GUZMAN U. D. C.------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN--------RUBRICADAS-------ILEGIBLE.