FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LAS EDUCACIÓN UNIVERSIDAD DE JAÉN Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación Trabajo Fin de Grado Evolución y uso de la madera del género Quercus en Andalucía desde el Paleolítico hasta Época Romana a partir de estudios antracológicos Alumno: Laura Vico Triguero Tutor: Dpto: Prof. D. Mª Oliva Rodríguez Ariza Patrimonio Histórico Junio, 2014 Índice 1. INTRODUCCIÓN ___________________________________________________ 1 2. RASGOS FÍSICOS Y BIOLÓGICOS DE ANDALUCÍA ____________________ 2 2.1. Biogeografía _________________________________________________________ 2 2.2. Bioclimatología ______________________________________________________ 4 2.3. Edafología___________________________________________________________ 7 2.4. Vegetación actual _____________________________________________________ 9 3. METODOLOGÍA __________________________________________________ 11 4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN _______________________________________ 12 4.1. 4.1.1. 4.1.1. 4.1.2. 4.1.3. 4.1.4. 4.1.5. 4.1.6. 4.2. 4.2.1. 4.2.2. 4.2.3. 4.2.4. 4.2.5. 4.2.6. 4.2.7. Distribución paleobotánica de las especies de Quercus _____________________ 12 Paleolítico _________________________________________________________________ 12 Epipaleolítico ______________________________________________________________ 15 Neolítico __________________________________________________________________ 16 Calcolítico_________________________________________________________________ 18 Edad del Bronce ____________________________________________________________ 22 Edad del Hierro ____________________________________________________________ 23 Época romana ______________________________________________________________ 25 Datos paleoetnobotánicos de la utilización de la encina _____________________ 26 Paleolítico _________________________________________________________________ 26 Epipaleolítico ______________________________________________________________ 26 Neolítico __________________________________________________________________ 27 Calcolítico_________________________________________________________________ 28 Edad del Bronce ____________________________________________________________ 29 Edad del Hierro ____________________________________________________________ 31 Época Romana _____________________________________________________________ 32 5. CONCLUSIONES __________________________________________________ 32 6. BIBLIOGRAFÍA ___________________________________________________ 34 7. ANEXOS _________________________________________________________ 40 1 EVOLUCIÓN Y USO DE LA MADERA DEL GÉNERO QUERCUS EN ANDALUCÍA DESDE EL PALEOLÍTICO HASTA ÉPOCA ROMANA A PARTIR DE ESTUDIOS ANTRACOLÓGICOS Resumen: En este trabajo se ha realizado una revisión de estudios antracológicos llevados a cabo en 31 yacimientos andaluces. A partir de los resultados obtenidos se puede decir que la presencia de las especies del género Quercus (encina, coscoja, alcornoque y quejigo principalmente) se mantienen de forma continuada en los yacimientos desde el Paleolítico hasta Época romana. La mayor concentración de este género se da en los yacimientos situados en el piso de vegetación Mesomediterráneo, aunque su adaptación a diferentes condiciones climatológicas hace que también aparezca en los pisos de vegetación Termo- y Supramediterráneos. La aparición de carbones de estas especies vegetales en contextos arqueológicos responde a un uso como combustible en todos los períodos culturales estudiados. Sólo será a partir de las sociedades más complejas cuando se observen otras funciones asociadas a la construcción y a ritos funerarios. Abstract: In this research work, it has been made an inspection of anthracological researches which have been taken in 31 archaeological sites. On the basis of the results obtained, we can say that the genus Quercus presence (mainly Holm oak, Kermes oak, cork oak and gall-oak) are present in a continue manner from the Paleolithic to the Roman age. The biggest concentration of this genus can be found at the sites placed in the Mediterranean vegetation floor, although his easy adaptation for any climatological condition makes it appear in other vegetation floors; such as the Termo-Mediterranean and Supra-Mediterranean. The appearance of this kind of coals in archaeological places is because its use as a combustible material in every cultural period studied. Only in more complex societies it will be able to see other uses connected with construction and funerary rituals. Palabras clave: Quercus, antracología, recolección, madera, combustible. 1. INTRODUCCIÓN Los estudios arqueobotánicos (antracología, carpología, palinología, etc.) en el campo de la arqueología han ganado importancia en las últimas décadas. En el ámbito andaluz, son especialmente abundantes en el Sureste, centrados sobre todo en los cambios climáticos que han afectado a la vegetación y la relación del hombre con el medio. El trabajo se ha centrado en la disciplina antracológica para el estudio de la madera de los Quercus. La antracología aplicada a la reconstrucción paleoambiental de los yacimientos arqueológicos cobrará fuerza especialmente a partir de los años 60, con el desarrollo de la Nueva Arqueología. Anterior a esta fecha era conocida la importancia de los restos vegetales 1 Introducción __________________________________________________ hallados en los yacimientos, pero no se hacía valoración paleoecológica alguna de estos (Rodríguez-Ariza, 1992b; Badal, 1987). La antracología se encarga de analizar los carbones recuperados en contextos arqueológicos. El material carbonizado en un yacimiento es la huella material de la gestión y uso de los recursos vegetales por parte de los grupos sociales (Carrión, 2004: 478). La madera, en su estado natural, se degrada y es difícil que se mantenga en el tiempo. Sin embargo, los carbones sí perduran en los yacimientos con facilidad, debido al lento proceso de degradación que sufre la madera una vez carbonizada. Para este trabajo se han escogido 31 yacimientos, que abarcan un período comprendido entre el Paleolítico Medio y Época romana. Su estudio se ha abarcado desde una doble perspectiva: una paleobotánica y otra paleoetnológica. La primera está relacionada con la reconstrucción paleoambiental del yacimiento, pues la madera hallada en los asentamientos es muy representativa de la vegetación del entorno (Carrión, 2004); mientras que la segunda hace alusión al uso que el hombre hace de la vegetación. 2. RASGOS FÍSICOS Y BIOLÓGICOS DE ANDALUCÍA Antes de profundizar en el análisis arqueobotánico de los asentamientos seleccionados, hay que introducir aspectos básicos cuyo conocimiento es esencial para la reconstrucción paleoambiental del sitio. La vegetación está condicionada por una serie de factores como son el clima, la orografía, el tipo de suelo y la acción antrópica. Estos hacen variar y reemplazar la vegetación a lo largo del tiempo (Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003). Por ello, se le ha dedicado un capítulo especial a estos condicionantes, dividido en cuatro apartados que tratan aspectos relacionados con la Biogeografía, Bioclimatología, Edafología y Vegetación actual. 2.1. Biogeografía La biogeografía hace alusión al espacio geográfico y a la distribución de los seres vivos en él (Valle et al., 2004: 167). El resultado de los continuos cambios producidos queda reflejado en el paisaje. Así, el relieve andaluz está definido por dos alineaciones montañosas: Sierra Morena al norte y las cordilleras Béticas al sur. Entre ellas se encuentra el surco Intrabético, que atraviesa de forma diagonal a Andalucía. Por éste discurre el río Guadalquivir, río de mayor longitud de este territorio, en torno al cual se han asentado muchas poblaciones a lo largo de la historia. La Cordillera Bética se produjo durante el Neógeno, con la Orogenia Alpina, en una colisión continental que hizo emerger una cadena montañosa en su fase de plegamiento. Esto dio lugar en sus partes más bajas a un sistema de depresiones intramontañosas. En este mismo 2 Laura Vico Triguero __________________________________________________ momento se forma Sierra Morena, que sirve de separación entre la Meseta y la Depresión Bética (Conserjería de Medio Ambiente, 2012). Los límites inferiores de Andalucía lindan con la línea de costa que conecta al oeste con el océano Atlántico, caracterizada por estuarios y marismas1, y al este con el mar Mediterráneo, que forma una costa de pronunciados acantilados (Peinado y Rivas-Martínez, 1987: 199). En cuanto a la hidrología, la mayor parte de los acuíferos, tanto superficiales como subterráneos, se localizan en la Cordillera Bética y en las Depresiones Neógenas. Por otro lado, Sierra Morena está formada por materiales impermeables que suelen desarrollar aguas de escorrentía superficial de poca continuidad (Conserjería de Medio Ambiente, 2012). Para el estudio de la biogeografía andaluza, Rivas-Martínez (1988) estableció una división basada en la distribución de suelos, vegetación y la formación del relieve. Así, Andalucía se enmarcaría dentro del gran reino de vegetación Holártico, región Mediterránea, que a su vez se subdividide en cinco provincias corológicas (Fig. 1): provincia Bética, LusoExtremadurense, Murciano-Almeriense, Gaditano-Onubo-Algaviense y Castellano- Maestrazgo-Manchega. La provincia Bética es la más extensa, localizada en todas las provincias políticas andaluzas. Incluye formaciones montañosas que pueden superar los 2000 m; llanuras áridas y subhúmedas, por donde discurren los principales afluentes de Andalucía; y zonas costeras. Sus cuencas están formadas por materiales depositados durante el Neógeno postorogénico (Valle et al., 2004). Esta provincia se subdivide en siete sectores: Hispalense, Rondeño, Malacitano-Almijarense, Alpujarreño-Gadorense, Nevadense, Subbético y GuadicianoBacense. La provincia Murciano-Almeriense se desarrolla únicamente en Almería. Está constituida en su mayor parte por el sector Almeriense, aunque también se adentran el Guadiano-Bacense, Nevadense y Alpujarreño-Gadorense. Está formada por un relieve heterogéneo que comprende tanto relieves montañosos que oscilan entre los 1000 y 2000 m. (asociados principalmente al complejo nevado-filábride y el complejo alpujarreño), como llanuras vinculadas a las vegas de los ríos y a la costa. Las áreas semidesérticas dan lugar a los característicos badlands (Arroyo, 1988) (citado en Rodríguez-Ariza, 1992b), cuyos materiales son muy sensibles a la erosión. En esta provincia los accidentes hidrográficos se reducen 1 prácticamente a las ramblas, debido a la xericidad del clima. Es una costa más baja que el litoral oriental, debido al importante papel de modelado que juega la depresión del Guadalquivir (Peinado y Rivas-Martínez et al.,1987), 3 Rasgos físicos y biológicos de Andalucía __________________________________________________ En la región de Cabo de Gata destaca un dominio volcánico, constituido su paisaje principalmente de rocas riodacitas. La naturaleza volcánica de la zona se debe a las importantes erupciones surgidas durante los procesos extensivos del Mioceno superior (Conserjería de Medio Ambiente, 2004). Figura 1. Mapa de distribución de las provincias corológicas. La Provincia Gaditano-Onubo-Algarviense ocupa la franja litoral atlántica de Huelva, la parte oriental de Cádiz, y se adentra en Málaga por la costa de Marbella y la depresión del Río Guadiaro. En ésta se diferencia entre las sierras cuarcíticas de Cádiz (Sector GaditanoOnubense) y el litoral arenoso de Huelva (sector Algíbico) (Peinado y Rivas-Martínez, 1987). La provincia Luso-Extremadurense se extiende por el norte de Jaén, Córdoba, Sevilla y Huelva. Se caracteriza por la homogeneidad de sus materiales, compuesta por suelos silíceos paleozoicos o materiales procedentes de su erosión. Su orografía está definida por la cordillera de Sierra Morena. La colmatación de estas depresiones se pudo producir durante el Triásico (Valle et al., 2004). En esta provincia se encuentra el sector Marianico-Mochiquense, ocupado en su mayor parte por sierras con una altitud media de 600-700 m. La provincia Castellano-Maestrazgo-Manchega se extiende en Andalucía por el norte de Jaén, Almería y Granada. La constituyen materiales de diversa formación. Así, en las llanuras nos encontramos sedimentos continentales miocénicos; y en las montañas, materiales calizos y margosos del Triásico y el Jurásico (Valle et al., 2004). En ella se encuentra el sector Manchego-Murciano. 2.2. Bioclimatología La bioclimatología es una ciencia ecológica que tiene como objetivo establecer una relación entre el clima y los seres vivos (Rivas-Martínez, 1988). 4 Laura Vico Triguero __________________________________________________ Según el índice de intervalos térmicos y pluviométricos, Andalucía se incluye en el macroclima Mediterráneo, caracterizado por inviernos suaves y acusada sequía en verano. Dentro de este macroclima se distinguen cinco tipos de pisos bioclimáticos (Fig. 1), que varían en función de la altura, la temperatura y las precipitaciones: Piso Termomediterráneo: Se desarrolla principalmente en el litoral andaluz y la depresión del Guadalquivir. En él se dan las temperaturas más cálidas de Andalucía al estar formado por los puntos más bajos del relieve andaluz (Fig. 2). Las aguas del Guadalquivir y del litoral también juegan un importante papel en la temperatura de este piso. Éstas funcionan como agentes termorreguladores, manteniendo unas temperaturas suaves todo el año. En función de las precipitaciones se desarrollan tres ombrotipos2: Subhúmedo: Se desarrolla desde la depresión del Guadalquivir y el oeste onubense hasta los límites de Sierra Morena. Éste se caracteriza por precipitaciones anuales de entre 650-1000 mm. Seco: Comprende todo el litoral malagueño, adentrándose hacia el interior a través del valle del Guadalhorce y en Cádiz por la bahía de Algeciras. Se caracteriza por una pronunciada xericidad, con precipitaciones de entre 350-650 mm. Semiárido: Se extiende por el litoral granadino y almeriense. Presenta precipitaciones en torno a los 200-350 mm. anuales. Presenta una temperatura media anual de entre 17 a 19º. El mes más frío oscila entre los 5 y 10º de mínimas y entre los 14 y 18º de máximas (Rivas-Martínez, 1988). Los meses más afectados por las heladas son diciembre y febrero. Piso Mesomediterráneo: Es el que más extensión ocupa. Se desarrolla en puntos más altos que el Termomediterráneo, llegando a alcanzar los 1200-1300 m (Fig. 2). En su parte oriental se desarrolla un amplio abanico de ombroclimas. Esto se debe al sistema de montañas y depresiones que conforman los sistemas Béticos, que varían la temperatura y precipitaciones: Seco: Propio de los puntos más elevados de este piso y de climas más xéricos como los de Jaén, Córdoba y Almería. Las precipitaciones son inferiores a los 200 mm. anuales. Húmedo: Se desarrolla especialmente en la depresión situada entre las sierras de Cazorla y Segura, debido a la situación en ésta del Pantano del Tranco. Cuenta con 2 El ombroclima hace referencia a la cantidad de precipitaciones que caen un lugar a lo largo del año. 5 Rasgos físicos y biológicos de Andalucía __________________________________________________ precipitaciones que oscilan entre los 1000-1600 mm. anuales. También se encuentra en el norte de Málaga, asociado a las depresiones de Antequera y Ronda. Húmedo e hiperhúmedo: Se da de forma puntual en determinadas zonas de la parte correspondiente a Huelva. También se desarrolla en el valle que abre en Sierra Morena la ribera que se extiende por Huelva y Sevilla. Subhúmedo: Extendido por la parte noroeste de Andalucía (norte de Córdoba, Sevilla y Huelva), asociado principalmente a Sierra Morena. De forma más heterogénea se extiende por la parte norte de Granada, noroeste de Almería y norte de Málaga. Las precipitaciones oscilan entre 650-1000 mm. La temperatura de este piso oscila entre los 13 y los 17º, con temperaturas mínimas del mes de frío entre -1 a 4º y de máximas de 9 a 14º (Rivas-Martínez, 1988). Figura 2. Mapa de distribución de los pisos de vegetación andaluces. Piso Supramediterráneo: Este piso se desarrolla en elevadas altitudes, entre los 13001800 m (Valle Tendero et al., 2004). Cuenta con un ombrotipo seco, con precipitaciones entre los 350-650 mm anuales en las sierras giennenses, dándose en ocasiones el subhúmedo (650-1000 mm) en las zonas más altas de este piso, a partir de los 1200-1300 m. La temperatura oscila entre los 8 a 13º anuales, con una media de las mínimas del mes más frío de -4 a -1º y de máximas de 2 a 9º. Está bien representado en la provincia de Jaén, asociado en ésta a Sierra Segura, Sierra del Pozo, Sierra Magina, Jabalcuz y la Pandera. En Granada se encuentra en las sierras del sur (sierra de Loja, Gorda, Tejeda y Almijarra, Huétor, etc.), Sierra Nevada y Baza. Al 6 Laura Vico Triguero __________________________________________________ oeste de Almería se extiende por los picos más altos de Sierra Nevada, Sierra de los Filabres y Gádor (Fig. 2). Pisos Crioro- y Oromediterráneo: Comprende los picos y las partes más elevadas de los conjuntos montañosos (entre los 1700-1800 m.) (Fig. 2), donde la temperatura no suele sobrepasar los valores negativos (Valle et al., 2004). En estos pisos las precipitaciones se suelen dar en forma de nieve. Las temperaturas son bajas, inferiores a 4º. Las medias de las mínimas del mes más frío oscilan entre los -7 y -4º y las máximas no suelen pasar de los 0º, de forma excepcional suben hasta 2º. Por último, también es importante tener en cuenta la orientación de una ladera, pues puede producir microclimas dentro de un mismo territorio. En función de su orientación, recibirá más o menos insolación. Cuanto más incidan los rayos solares, mayor será la evaporación. Esto provocará la desecación del suelo y formará una cliserie de vegetación diferente en una ladera solana (ladera que recibe mayor insolación) que en una umbría (ladera que recibe menor insolación). Además, el clima será más frío en las umbrías que en las solanas. 2.3. Edafología Los suelos están sometidos a un proceso de cambio que varía en función de su naturaleza y de factores externos como la topografía, el clima y la vegetación. Tanto la edafología como la climatología condicionan la distribución de las especies vegetales en el entorno. Los suelos también influyen en el desarrollo de la vegetación, pues, en función de sus características físico-químicas (profundidad, textura, color, capacidad de retención de agua, etc.), permiten el desarrollo o exclusión de unas u otras especies vegetales. Además, el estudio de los suelos facilita la reconstrucción paleoambiental del entorno. El suelo sufre un proceso de formación conocido como “edafogénesis”, por el cual el sedimento original va alterándose y queda reflejado en lo que se conoce como “horizonte” o “perfil” (Polo, 2003:56). Este perfil también contribuye al conocimiento de la formación y contextualización de un yacimiento (Polo, 2003:60). La principal clasificación edafológica de Andalucía fue realizada por Conserjería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, de la cual se ha recogido buena parte de la información de este apartado, al considerarse la fuente más completa sobre este tema. En esta clasificación se observó cómo los Regosoles, Leptosoles, Fluvisoles, Cambisoles y Luvisoles son los suelos dominantes de Andalucía, de los que se describirá sus principales características a continuación: 7 Rasgos físicos y biológicos de Andalucía __________________________________________________ Los Regosoles son los más desarrollados. Se encuentran tanto en cordilleras como en depresiones. Su profundidad varía dependiendo de su ubicación. Son suelos de color rojizo, textura limosa y grumosa y se asientan sobre sustratos de margas y yesos. Además, tienen buena capacidad de drenaje y un nivel medio-bajo en materia orgánica. Dependiendo del perfil que presenten pueden ser de tres tipos: calcáricos, gypsicos, eútricos y dístricos. Los dos primeros se destinan al cultivo del olivar y otros cultivos de secano, mientras que los eútricos se utilizan para el ganado (ovino y vacuno) debido a su topografía accidentada (Rosa, 1984). Los Leptosoles se desarrollan en pendientes superiores al 30%, encontrándose en buena parte de las sierras más destacadas de Andalucía (Sierra Nevada, Sierra Morena, Sierra de Baza, etc.). Se desarrollan sobre rocas carbonatadas, especialmente dolomías y calizas. Son ricos en materia orgánica y presentan un color oscuro. Debido a su situación y escaso espesor son difíciles de cultivar. Los Leptosoles suelen ser de tres tipos: líticos, sometidos a una fuerte erosión hídrica, que presentan abundantes afloramientos rocosos y una baja capacidad de retención de agua; réndsicos, que descansan directamente sobre la roca; o eútricos, asentados sobre material lítico, con textura arcillosa y alta capacidad de retención de agua. Los Fluvisoles son suelos profundos y de textura que varía de franca a arenosa, que carecen de pedregosidad y rocas. Presentan un color pardo rojizo, poca capacidad de retención de agua y un contenido medio-bajo de materia orgánica, que decrece con la profundidad. Se desarrollan sobre todo en los márgenes de los ríos. Son aprovechados para cultivos de regadío. Pueden ser calcáricos (usados para cultivos hortícolas) o eútricos (destinados a frutales). Otros tipos de Fluvisoles son los que se forman por acumulación de materiales, como los dístricos y los sálicos. Los Cambisoles se desarrollan sobre todo en climas templados-húmedos. Presentan una textura franco-arenosa, color rojizo y bajo nivel en materia orgánica, que decrece con la profundidad. Se encuentran sobre todo en las provincias de Málaga y Jaén, dándose hasta cinco tipologías de este suelo: Cambisoles gleicos, vérticos, crómicos, calcáricos y húmicos. Los gleicos presentan una considerable profundidad (alrededor de 1 m) que permite cultivar frutales y especies hortícolas. Los vérticos se sitúan en llano y están dedicados al cultivo del olivar, cereales y cítricos. Se asientan sobre areniscas o margas y desarrollan grandes grietas cuando están secos. Los calcáricos son los cambisoles menos favorables para el cultivo, pues presentan una alta pedregosidad que dificulta esta actividad, aunque sí se utilizan para pasto. A los crómicos y eútricos les ocurre lo mismo, y se usan principalmente como dehesa para ganado lanar y porcino. También se encuentran los cálcicos, desarrollados sobre coluvios 8 Laura Vico Triguero __________________________________________________ calizos y dolomíticos. Aparecen sobre todo en laderas. Serán cultivados o no en función de su pedregosidad. Los Luvisoles son suelos franco-arcillosos que descansan, por lo general, sobre materiales cuacíticos, esquistos, conglomerados, etc. Tienen drenaje pobre y bajos niveles en materia orgánica. No suelen estar cultivados debido a su pedregosidad, salvo para el caso de los almendros. Son propios del clima mediterráneo, pues un factor importante que los origina es esa variación de humedad invernal y sequedad estival. 2.4. Vegetación actual La vegetación andaluza se concentra en el monte mediterráneo, adaptada a unas condiciones climáticas de abundantes precipitaciones en invierno y gran sequedad en verano. La acusada xericidad en el período estival ha provocado el desarrollo de especies arbóreas y arbustivas de hoja esclerófila y persistente (Cabezudo y Pérez, 2004). Sus bosques han sido muy alterados por la acción antrópica, pues han sido escenario para la vida humana desde tiempos inmemoriales. Por esto es difícil que se mantengan las estructuras de los bosques primarios (Cabezudo y Pérez, 2004). Han sufrido en muchos casos una alta degradación que ha provocado que sean sustituidos3 por extensas dehesas en lugar de su sotobosque natural. Esta degradación ha provocado en algunas ocasiones la desaparición de las especies arbóreas y su sustitución por arbustos y matorrales, cultivos o suelos desnudos. La mayor parte de la vegetación que se encuentra en los bosques mediterráneos andaluces en la actualidad es una vegetación potencial o clímax, en la que las especies vegetales han madurado y se han adaptado al medio. Además del tipo de suelo, la vegetación está condicionada por una serie de factores ambientales relacionados con la temperatura y la precipitación, que varían en función de la altura. Así, la vegetación se distribuye en diferentes niveles, en función del piso bioclimático en el que se encuentre (véase apartado 2.2.). El bosque mediterráneo está dominado por los Quercus. Éste es un género vegetal muy adaptado al clima mediterráneo, de ahí su alta capacidad para obtener agua en capas profundas en períodos de sequía. Su fruto es la bellota, muy consumida a lo largo de la historia por las sociedades. Incluso ha sido representada en algunas pinturas rupestres y otros objetos destinados a la recolección de la misma (Pereira, 2010). 3 El paso de unas especies vegetales a otras se produce por sustitución ecológica. Ésta puede producirse de forma natural o a partir de alguna alteración antrópica de la vegetación prexistente (incendios, cultivos, talas de árboles, etc.). 9 Rasgos físicos y biológicos de Andalucía __________________________________________________ Este trabajo se ha centrado principalmente en cuatro especies del género Quercus: la encina (Quercus ilex), la coscoja (Quercus coccifera), el alcornoque (Quercus suber) y el quejigo (Quercus faginea). A continuación se resumirá las principales características morfológicas y las condiciones ambientales en las que se suelen desarrollar estas especies, pudiendo variar de un piso bioclimático a otro si se dan condiciones favorables para su crecimiento. La encina es la máxima representante del género Quercus en el bosque mediterráneo. Su nombre procede del latín ilex-ilicis, que le fue asignado por los romanos, quienes dejaron constancia de la abundancia de este árbol en la región mediterránea (Manzaneque y Blanco, 1997). Sus hojas presentan el borde liso y nervios secundarios ramificados (Manzaneque y Blanco, 1997: 274). Proporcionan bellotas frecuentemente dulces (Cabezudo y Pérez, 2004: 40). Éste árbol se desarrolla mejor bajo condiciones climáticas cálidas, aunque también se puede adaptar a climas fríos. Se desarrolla sobre suelos pobres y requiere de humedad, pero no en exceso. La madera de este árbol es muy buena para mantener el fuego, pues su dureza hace que tenga una combustibilidad lenta, pero no son buenas para iniciarlos (Elvira y Hernando, 1989) (citado en Rodríguez-Ariza, 2005c). Suele dominar en laderas solanas y secas. La gran masa de este bosque se encuentra sobre todo en Sierra Morena, depresión del Guadalquivir y Sierras Béticas (Cabezudo y Pérez, 2004: 31). Se localiza en gran parte del territorio andaluz debido a su “gran amplitud ecológica”, que Cabezudo y Pérez (2004) atribuyen a su crecimiento tanto en sustratos silíceos como calizos. Se desarrolla sobre todo en el piso Mesomediterráneo, pero su gran capacidad de adaptación tanto a climas secos como húmedos le permite descender al piso Termomediterráneo o ascender al Supramediterráneo (Rodríguez-Ariza, 2004c). La coscoja (Quercus coccifera) es una especie arbustiva de hoja perenne y dentada. Se encuentra en todo el territorio andaluz, prefiriendo las zonas pedregosas y soleadas de los pisos Termo- y Mesomediterránaeo, sobre todo en áreas semiáridas (Manzaneque y Blanco, 1997: 415). En ocasiones aparece como degradación del encinar (Cabezudo y Pérez, 2004). Se suele desarrollar en ombroclimas secos, con precipitaciones escasas (no exige tanta humedad). Resiste a las acciones humanas (podas, talas, fuego, etc.) y tiene fácil regeneración (Manzaneque y Blanco, 1997:276). El alcornoque (Quercus suber) se encuentra sobre todo en los piso Termo- y Mesomediterráneo, bajo ombroclima subhúmedo y húmedo. Suele desarrollarse junto a la encina. La hoja de esta especie es marcescente y presenta una forma “abarquillada” 10 Laura Vico Triguero __________________________________________________ (Manzaneque y Blanco, 1997: 274), con nervios secundarios que no se ramifican. Tiende a desarrollarse sobre suelos arenosos (Manzaneque y Blanco, 1997), por lo que es más exigente en cuanto a aspectos edafológicos, lo que limita su aparición. Según Manzaneque y Blanco (1997:277), el hecho de que se limite a determinadas zonas (generalmente umbrías y húmedas), es un bioindicador climático que informa sobre el grado de humedad de la zona. Se encuentra representado especialmente en Andalucía en Huelva, Sevilla y Cádiz. Su difícil combustión debido al alto contenido en aire de su corteza, que la hace impermeable (Manzaneque y Blanco, 1997:306), ha hecho que su madera no sea de las mejores para este fin, por lo que su uso suele venir asociado a la utilización del corcho. El hecho de asentarse sobre suelos poco aprovechables por el ser humano (silíceos duros o arenosos), ha permitido una buena conservación de esta especie (Cabezudo y Pérez, 2004). El quejigo (Quercus faginea). Es una especie de tamaño medio, autóctona del bosque mediterráneo (Manzaneque y Blanco, 1997). Se desarrolla sobre todo en altura, encontrándose así en los piso Meso- y Supramediterráneo. Los quejigos no suelen ser formaciones puras, sino que tienden a aparecer acompañados de bosques de encinas, alcornoques, pinsapos y robles. Presentan hoja marcescente, resistentes a la sequedad en períodos cortos de tiempo. Suelen buscar suelos calcáreos bien desarrollados y humificados, con suficiente aporte hídrico. Tienden a buscar las orientaciones más frescas, dejando a los encinares las laderas de solana (Manzaneque y Blanco, 1997: 252). 3. METODOLOGÍA La metodología seguida en este trabajo ha seguido los siguientes pasos: 1. Recopilación de los diferentes yacimientos arqueológicos que cuentan con análisis antracológicos. 2. Creación de una base de datos 3. Realización de mapas de vegetación con los porcentajes de carbones En primer lugar se revisaron las diversas publicaciones de estudios antracológicos realizados en los yacimientos andaluces. De ellas se recogieron los datos relacionados con las especies de los Quercus aquí estudiados y se recopilaron en una base de datos formada por diez campos en los que se recogió la siguiente información: Yacimiento, Municipio, 11 Metodología __________________________________________________ Provincia, Período cultural, Cronología C 144, Piso de vegetación actual del yacimiento, Taxa, Frecuencias relativas, Interpretación5 y Publicación (Tabla 1.). Asimismo, se asignó a cada yacimiento un número que lo identificase, que sería especialmente importante en la realización de los mapas. Hay que señalar que la numeración ha respetado los números ya asignados en publicaciones donde se recoge una lista de los análisis antracológicos de algunos de estos yacimientos6. Esta base de datos se realizó con el fin de facilitar la comparación entre las frecuencias relativas de los carbones recogidos en los diferentes yacimientos. En algunos casos, ante la ausencia de las frecuencias relativas, sólo se ha podido especificar la presencia o ausencia de un taxón. En otros casos se ha podido determinar el género vegetal, pero no la especie a la que pertenece el taxón, bien porque son fragmentos de pequeño tamaño o bien porque se han encontrado en mal estado. Cuando ocurre esto, los taxones se engloban en dos grandes grupo dependiendo de las características anatómicas: Quercus caducifolios o Quercus perenifolios. En el caso de que no se pueda especificar nada de esto, aparecerá como Quercus sp. o cf. Quercus (por determinar). Otro dato que hay que tener en cuenta a la hora de analizar la base de datos es que en la mayoría de las ocasiones es muy difícil especificar si un taxón pertenece a la encina o a la coscoja, pues presentan características taxonómicas muy similares que impiden diferenciarlas, de ahí que aparezca denominado en todos los casos como Quercus ilex-coccifera. Una vez recopilados los datos anteriores, se procedió a la realización de diversos mapas en los que se ubicaron los yacimientos con las frecuencias relativas de los taxones. Para ello se ha utilizado el mapa de Pisos de vegetación actual de Andalucía (Fig. 1). Esto facilitó un análisis comparativo entre los diferentes yacimientos arqueológicos de Andalucía. 4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 4.1. Distribución paleobotánica de las especies de Quercus 4.1.1. Paleolítico Los carbones encontrados en niveles paleolíticos pertenecen a tres de los yacimientos estudiados: Cueva de los Murciélagos (25), con niveles del Paleolítico Medio y Superior (Rodríguez-Ariza, 1996, 2011 y Gavilán et al., 1997); Cueva de Nerja (50), con niveles del 4 En algunos casos no se han realizado análisis de C14, por lo que no se ha podido determinar la datación absoluta de los niveles en los que se hayan llevado a cabo análisis antracológicos. 5 La interpretación se refiere a la funcionalidad que se le ha asignado a la madera a partir de los análisis antracológicos. En ocasiones no se le ha atribuido funcionalidad alguna y se especificado en la tabla como “sin determinar”. 6 Dicha numeración aparece en Rodríguez-Ariza y Montes (2007). 12 Laura Vico Triguero __________________________________________________ Paleolítico Superior Inicial7, Paleolítico Superior Medio (Solutrense) y Paleolítico Superior Final (Magdaleniense) (Badal, 1990, 1996,1998); y Cueva Ambrosio (29), con niveles del Paleolítico Superior (Solutrense) (Rodríguez-Ariza, 2006). Figura 3. Mapas con frecuencias relativas de los Quercus durante el Paleolítico Medio y el Paleolítico Superior Inicial. En Cueva de los Murciélagos se han dado los únicos niveles pertenecientes al Paleolítico Medio (61.704± 3940 y 54.487± 5902) (Fig. 3). Esta cueva se encuentra en el Piso bioclimático Mesomediterráneo, aunque está cercano al Termomediterráneo. Presenta valores de encina-coscoja elevados, llegando a superar el 30%. Esto denota unas condiciones climáticas suaves y unas abundantes precipitaciones en el entorno de la cueva. La reducida presencia del quejigo induce a pensar que éste crecía en zonas de umbría, donde no incidiera el sol. En cuanto al alcornoque, está ausente en este momento. Esto puede deberse a cuestiones edafológicas, pues se adapta mejor a suelos silíceos, que en Cueva de los 7 En las excavaciones de la Cueva de Nerja se diferenciaron cuatro niveles para el Paleolítico Superior Inicial: 9, 10, 12 y 13. Y tres para el Magdaleniense, con diferentes dataciones absolutas: Nivel 5 (11.930 ± 160 B.P.), Nivel 6 (12.190 ± 150 B.P.) y Nivel 7 (12.130 ± 130 B.P.). 13 Resultados y discusión __________________________________________________ Murciélagos no abundan. La alta presencia de taxones de encina-coscoja infiere que la masa forestal de esta cueva durante el Paleolítico Medio estaba formada por un bosque de quercíneas en el que la encina era la especie vegetal predominante. La presencia de encina-coscoja disminuye a lo largo del Paleolítico Superior en Cueva de los Murciélagos (Fig. 3). Este hecho ha sido atribuido por Rodríguez-Ariza (2006) a una degradación del bosque provocada por una subida de las temperaturas. Por otro lado, los porcentajes de quejigo y alcornoque no varían mucho, el primero sigue sin superar el 10% y el segundo está ausente, por lo que se mantienen similares condiciones de humedad. En este mismo momento en Cueva de Nerja las especies del género Quercus aquí estudiadas están ausentes (Fig. 3), por lo que en el Piso Termomediterráneo -piso bioclimático donde se encuentra esta cueva- el Quercus no aparece, siendo sustituido probablemente por otro género vegetal adaptado a estas condiciones climáticas, como el pino (Badal, 1990). En el Paleolítico Superior Medio o Solutrense sigue sin haber presencia en el piso Termomediterráneo de taxones de Quercus (Fig. 4). Así lo demuestra el análisis antracológico de estos niveles en Cueva de Nerja (11.930±160 B.P.). Esto induce a pensar en una escasez de precipitaciones en dicha cueva durante el Solutrense, que impide el desarrollo de especies vegetales que requieren de unas determinadas condiciones hídricas. Como es el caso del género Quercus. En Cueva de Ambrosio, los niveles arqueológicos analizados se fecharon también en el Solutrense (16500±180 BP). En este abrigo rocoso aparece, aunque con bajas frecuencias (en torno al 1%), la encina-coscoja, que puede desarrollarse en zonas donde haya unas determinadas condiciones hídricas. La reducida aparición de este taxón en Cueva de Ambrosio y las altas frecuencias del mismo en Cueva de los Murciélagos, pueden explicarse por el contacto con el piso Termomediterráneo de éste último yacimiento, lo que influye en la humedad del entorno. Esto favorece el desarrollo de encina-coscoja en dicha cueva; pero la xericidad de Cueva de Ambrosio, provocada por las bajas precipitaciones, dificultaría su crecimiento. Por otro lado las frecuencias de quejigo, tanto en Cueva de los Murciélagos como en Cueva de Ambrosio, no superan el 10%. La presencia de esta especie vegetal en ambos yacimientos puede limitarse a las zonas de umbría. El alcornoque permanece ausente en los tres yacimientos estudiados, posiblemente porque las condiciones climáticas siguen siendo frías. A partir del Paleolítico Superior Final o Magdaleniense se aprecia en Cueva de Nerja, en los niveles 5 (11.930 ± 160 B.P.) y 7 (12.130 ± 130 B.P.), una aparición de encina-coscoja 14 Laura Vico Triguero __________________________________________________ (Fig. 4). De esto se deduce que, durante el Magdaleniense8, las temperaturas comenzarán a ascender. Esto favorecerá el crecimiento de la encina en el entorno de la cueva. Figura 4. Mapas con frecuencias relativas de Quercus durante el Solutrense y Magdaleniense. 4.1.1. Epipaleolítico Se han excavado niveles correspondientes al período Epipaleolítico en Cueva de Nerja (50), en la que se ha diferenciado entre los niveles 6, 7, 8 y 9, para los que no se ha podido concretar una datación absoluta (Badal, 1990, 1996,1998); y Río Palmones (41) (RodríguezAriza, 2005d). En el yacimiento del embarcadero de Río Palmones (4550±75 y 4489±150 BP), situado en el piso Termomediteráneo, se dan valores altos de encina-coscoja, que superan el 21% (Fig. 5). La presencia en este momento de transición de estos elevados porcentajes se puede deber a dos factores: este piso está cercano al piso Mesomediterráneo, por lo que está influenciado en cierta manera por la vegetación que en éste se desarrolla. Por otro lado, se ubica en zona costera y junto al Río Palmones, por lo que la humedad en esta zona será elevada. Esto 8 Este cambio climático puede estar relacionado con el período posglaciar, en el que se produce el deshielo de los glaciares y el aumento de las temperaturas. Este cambio se hará patente especialmente a partir del Neolítico. 15 Resultados y discusión __________________________________________________ favorecerá el desarrollo de la encina-coscoja, que formaría buena parte de la masa arbórea del entorno del asentamiento. El quejigo no tiende a desarrollarse en el piso Termomediterráneo debido a las elevadas temperaturas, de ahí su ausencia. Por otro lado, la aparición del alcornoque puede deberse a los suelos arenosos de esta zona, que facilitan su desarrollo. Por el contrario, en Cueva de Nerja no se aprecian cambios considerables con respecto al período anterior (Fig. 5). La encina-coscoja mantiene su presencia desde el Magdaleniense, pero sigue sin superar en ningún nivel el 1%. Asimismo, sigue sin haber presencia de quejigo y alcornoque, por lo que las precipitaciones en la cueva son escasas. Además, los suelos pedregosos de Cueva de Nerja también limitan el crecimiento del alcornoque. 4.1.2. Figura 5. Mapas con frecuencias relativas de Quercus durante el Epipaleolítico. Para este Neolítico período contamos con los análisis antracológicos de cinco yacimientos. En este período se ha diferenciado entre niveles arqueológicos del Neolítico Medio y niveles del Neolítico Final, a excepción de Cueva de Nerja9 (50), que tiene ocupación durante todo el período (Badal, 1990, 1996,1998). Neolítico Medio o Pleno: Cueva del Toro (10) (Rodríguez-Ariza, 1996, 2004) y Cueva de los Murciélagos (25) (Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997). Este último yacimiento se ha analizado dentro del Neolítico Pleno, aunque su datación lo sitúa entre este período y el Neolítico Antiguo. Sus características son similares a las de Cueva del Toro, por ello ha sido más fácil analizarlo junto a este yacimiento. Neolítico Final: Cueva del Toro, Cueva de los Murciélagos (25) y Polideportivo de Martos (22) (Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999). Durante el Neolítico Pleno se puede observar un incremento considerable de los Quercus en contextos arqueológicos (Fig. 6), especialmente en el piso Mesomediterráneo. Esto indica 9 En Cueva de Nerja se distinguieron dos niveles de ocupación para el Neolítico: nivel 2 (6.420 ± 60 B.P.) y nivel 3 (7,240 ± 80 B.P.). 16 Laura Vico Triguero __________________________________________________ un cambio climático que tiende hacia temperaturas más suaves, que ya había comenzado a finales del Paleolítico. En Cueva del Toro10, situado en una zona de transición entre dos pisos (Termo- y Mesomediterráneo), se dan los niveles más altos de encina-coscoja. En Cueva de los Murciélagos este taxón mantiene porcentajes similares a los del Paleolítico, oscilando entre un 18 y un 30% en los tres niveles11 en los que se han llevado a cabo los análisis antracológicos. Por otro lado, en el piso Termomediterráneo se sigue manteniendo una baja presencia de los taxones de Quercus, como lo demuestra el análisis antracológico de la Cueva de Nerja, en los que la encina-coscoja no supera el 1% en toda la secuencia neolítica. Esto se debe posiblemente a las bajas precipitaciones que hay en dicha cueva, que también caracterizaba el ombroclima del Paleolítico. Por otro lado, el quejigo y el alcornoque aparecen en los yacimientos situados en el piso Mesomediterráneo (Cueva del Toro y Cueva de los Murciélagos), aunque con niveles bajos que no superan el 10%, por lo que podrían desarrollarse en zonas de umbría y húmedas. En Cueva de Nerja sigue sin haber presencia de estos dos taxones debido la sequedad del entorno. En el Neolítico Final, los niveles de encina-coscoja más altos se localizan en los yacimientos del Piso Mesomediterráneo que entran en contacto con el piso Termomediterráneo, como Cueva del Toro y Cueva de los Murciélagos (Fig. 6). El quejigo sólo aparece en Cueva del Toro, seguramente en zonas de umbría. En Cueva de los Murciélagos, la subida de las temperaturas puede explicar la desaparición del quejigo, adaptado a condiciones climáticas más frías. Por otro lado, la presencia de alcornoque y el aumento de las frecuencias de encina-coscoja puede deberse a un incremento de la humedad, que puede resultar de su contacto con el piso Termomediterráneo. Sin embargo, en los yacimientos situados en el piso Mesomediterráneo (Polideportivo de Martos12) los niveles de encina-coscoja descienden, posiblemente debido a una mayor xericidad en este piso, lo que explicaría también la ausencia de quejigo y alcornoque. La ausencia de alcornoque también puede estar relacionada con motivos edafológicos, pues en Martos hay una predominancia de 10 En Cueva del Toro se diferenciaron dos áreas de ocupación para el Neolítico Pleno: una definida como nivel de habitación (5820+90 B.C; 6540+110 B.C.) y otra como establo (4550±75 y 4489±150 BP) (Rodríguez-Ariza, 2004). La variación de porcentajes entre ambas áreas será especialmente relevante para el apartado 5.2., en relación con la funcionalidad de la madera. 11 En Cueva de las Murciélagos las excavaciones diferenciaron tres fases de ocupación. Dos de estas fases se situaron dentro del Neolítico Antiguo Medio (Fase A (5526 y 5298 cal. AC) y B (4790 y 4549 cal AC)); mientras que la Fase C se enmarcó dentro del Neolítico Final (González et al., 2000:172). 12 En Polideportivo de Martos se diferenciaron tres fases para el Neolítico Final: Fase I (3550-3435 y 3380-3320 cal. AC), Fase II (3090-2870 cal. AC) y Fase III (2565-2465 cal. AC). 17 Resultados y discusión __________________________________________________ suelos calcáreos, donde es difícil su crecimiento. Figura 6. Mapas con frecuencias relativas de Quercus durante el Neolítico Pleno y Final. 4.1.3. Calcolítico El estudio paleobotánico del Calcolítico abarcó once yacimientos. Al igual que en el Neolítico, se han diferenciado varios períodos dentro de la Edad del Cobre, a excepción de Cueva del Toro (10) en los que los análisis han sido generales para todo el Calcolitico (Rodríguez-Ariza, 1996, 2004), al igual que en Cueva de los Murciélagos (25) (RodríguezAriza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997) y Cabezo Juré (28) (Rodríguez-Ariza, 1998, 2005c). Cobre Antiguo: Los Millares (1) (Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b) y Eras del Alcázar (58) (Rodríguez-Ariza, 2012). Cobre Pleno: En los Millares (1) se han adscrito determinadas zonas del poblado y del Fortín I en el Cobre Pleno (Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005). También presentan niveles de este momento El Malagón (2) (Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996), Campos (11) (Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b), Zájara (12) (Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b), Santa Bárbara (13) (Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b) Cerro de la Virgen (3) (Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b,2005b; 18 Laura Vico Triguero __________________________________________________ Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996) y la Parcela C de Marroquíes Bajos (44) (Rodríguez-Ariza, 2005a, 2011). Cobre Final: De este momento son algunos niveles del poblado de Los Millares (1) y Eras del Alcázar (58). En Marroquíes Bajos: Veracruz (43), Manzana D-19 (64), (RodríguezAriza, 2011) y el colegio de Cándido Nogales (45) (Rodríguez-Ariza, 2011). Los valores obtenidos en los niveles del Calcolítico Antiguo muestran un porcentaje muy bajo de encina-coscoja en los yacimientos situados en el piso Termomediterráneo, que no superan en ningún caso el 2% (Fig. 7). La ausencia de este taxón en el yacimiento de Los Millares se debe a un ombroclima seco y escasas precipitaciones, que se asemejan al clima actual almeriense. Esto también dificulta la presencia de quejigo, que sólo se desarrolla en pisos bioclimáticos más bajos si las condiciones hídricas son favorables, al igual que el alcornoque. Por otro lado, los yacimientos del piso Mesomediterráneo que entran en contacto con el piso Termomediterráneo (Cueva del Toro (4120+120 B.C.) y Cabezo Juré (4550±75; 4489±150 BP)) denotan una mayor presencia de alcornoque y quejigo, pues las condiciones de humedad son mayores. Además, estos últimos yacimientos, junto con los que se localizan plenamente en el piso Mesomediterráneo (Cueva de los Murciélagos y Eras del Alcázar (3500-2500 cal. BC)), presentan unas altas frecuencias de encina-coscoja. Esto se debe a que las condiciones climáticas y edafológicas que presentan estos yacimientos son más favorables para el desarrollo de esta vegetación. Aun así, en Cueva del Toro (4120+120 B.C.) las frecuencias de las especies de Quercus disminuyen con respecto al período anterior. Rodríguez Ariza (2004) lo atribuye a una mayor degradación del bosque, provocada por la mayor influencia antrópica en el medio natural, al igual que ocurre en Cueva de los Murciélagos. Eras del Alcázar (2400-2000 cal. BC) presenta los valores más altos de encinacoscoja, por lo que la masa arbórea estaría formada en su mayor parte por esta especie vegetal. Sin embargo, el alcornoque está ausente, debido a un ombroclima seco que impediría abundantes precipitaciones. El quejigo aparece seguramente asociado a zonas de umbría. En el Calcolítico Pleno las frecuencias más altas de encina-coscoja se dan en los yacimientos del piso Mesomediterráneo (Cerro de la Virgen (1870+70 B.C.), Cueva de los Murciélagos y la Parcela C de Marroquíes Bajos (2630-2670 cal. BC)) y en aquellos yacimientos que se encuentran entre el piso Termo- y Mesomediterráneo (Cueva del Toro y Cabezo Juré) (Fig.7). Incluso en El Malagón (2070+70 B.C.; 1950+50; 1920+60 B.C.), que entra en contacto con el piso Supramediterráneo, los valores de este taxón son altos, superando el 30%. Esto puede deberse a que la subida de las temperaturas hicieran ascender a la encina-coscoja un piso de vegetación. Además, su cercanía a Sierra de las Estancias 19 Resultados y discusión __________________________________________________ (Rodríguez-Ariza, 1992b), que presenta un sustrato silíceo, permite el desarrollo de especies vegetales como el quejigo y el alcornoque, que convivirían junto a la encina-coscoja. El desarrollo de esta vegetación también denota unas condiciones climáticas durante el Cobre más húmedas que las actuales en este piso bioclimático (Rodríguez-Ariza, 1992b). Por otro lado, el yacimiento vecino de Cerro de la Virgen presenta unas condiciones más secas que El Malagón, pues no se han hallado taxones de alcornoque, y el quejigo presenta valores muy bajos, no llegando al 1%, por lo que éste se pudo desarrollar en alguna zona de umbría. Asimismo, en el piso Termomediterráneo la presencia de la encina-coscoja sigue siendo escasa, no supera el 10%. En el caso de Los Millares hay un aumento de este taxón con respecto a los niveles de Cobre Antiguo, por lo que la humedad parece ser mayor. Esto también explicaría la aparición de quejigo y alcornoque en este momento, desarrollándose posiblemente el quejigo en zonas umbrías y el alcornoque13 en suelos profundos, donde aflora cierta humedad. La presencia de estos taxones en Los Millares puede deberse a un grado un poco mayor de humedad, pues en los yacimientos de la Depresión de Vera (Zájara (2130+25 B.C. y 1965+40 B.C.), Campos (2130+25 B.C. y 1965+40 B.C.) y Santa Bárbara), que comparten unas condiciones climatológicas y edafológicas muy parecidas a Los Millares, no hay presencia de alcornoque ni quejigo. Esto infiere que en la Depresión de Vera las precipitaciones fueran muy escasas, debido a la xericidad de esta zona. Sin embargo, en estos yacimientos sí hay una baja presencia de encina-coscoja. En el Cobre Final se mantienen valores muy similares con respecto al Cobre Pleno, especialmente en los yacimientos situados en el piso Mesomediterráneo (Cabezo Juré, Cueva de los Murciélagos, Cueva del Toro, Cerro de la Virgen (1870+70 B.C.) y Marroquíes Bajos) (Fig. 7). El dato que más difiere con respecto al período anterior es el caso de Eras del Alcázar (2400-2000 cal. BC), donde la encina-coscoja ha disminuido hasta en un 40% los porcentajes con respecto al Cobre Inicial. Según los investigadores (Bocio, Rodríguez-Ariza y Valle, 1996) se podría estar produciendo en este momento un cambio del clima, con inviernos más fríos, lo que produciría una disminución de esta especie vegetal en la zona, pues no resiste bien a las heladas. Por otro lado, también puede verse reducida por una mayor explotación antrópica del medio, que se inicia de forma temprana en este yacimiento, pues las grandes roturaciones agrícolas se harán patentes en los bosques a partir de la Edad del Bronce. 13 En este yacimiento sólo aparece el alcornoque en el poblado, a pesar de que en el mapa se haya representado el total de los carbones aparecidos en este período, sin distinguir entre el poblado (2345+85 B.C.) y el fortín (1970+40 B.C.; 1930+50 B.C.). Su presencia es escasa, tan sólo representa un 0,05%, por lo que aparición puede deberse a una recogida casual de alguna rama de esta especie. 20 Laura Vico Triguero __________________________________________________ Figura 7. Mapas con frecuencias relativas de Quercus durante el Calcolítico. Algo similar ocurre con el yacimiento de Marroquíes Bajos. Para el Cobre Final se diferenciaron niveles pertenecientes a al Cobre Precampaniforme (excavaciones de Veracruz y Manzana D-19) y Campaniforme (excavaciones del Colegio Cándido Nogales (2470-2200 cal. BC y 2340-2030 cal. BC)). Entre estos dos períodos no se observan grandes diferencias en cuanto al clima que rodea el asentamiento, ni la gestión de los recursos forestales por parte del hombre. Sí hay diferencias con respecto a los niveles del Cobre Pleno, pues a partir del Cobre Final parece haber una intensificación de la actividad forestal, posiblemente vinculada a la agricultura. Esto explicaría el descenso de los porcentajes de carbones de la encinacoscoja que se producen entre el Cobre Pleno y el Cobre Final (tanto Precampaniforme como Campaniforme), de hasta más de un 10% en Veracruz, debido a una degradación del bosque en dicha zona (Rodríguez-Ariza, 2011). Asimismo, en el piso Termomediterráneo se aprecia una inestabilidad en cuanto a las precipitaciones, pues de nuevo hay ausencia en Los Millares de los taxones de quejigo y alcornoque, que habían aparecido durante el Cobre Pleno. 21 Resultados y discusión __________________________________________________ 4.1.4. Edad del Bronce Para la Edad del Bronce se analizaron trece yacimientos en los que se diferenció entre los niveles de Bronce Antiguo y los niveles de Bronce Pleno, a excepción de Cueva de los Murciélagos (Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997), Eras del Alcázar (Rodríguez-Ariza, 2012) y Gatas (49) (Gale, 1999; Rodríguez-Ariza, 2000b), en los que los niveles del Bronce se han fechado de forma general para todo el período cultural. Bronce Antiguo: Cerro de la Virgen (3) (Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996). Bronce Pleno: Castellón Alto (4) (Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b,2005b,2014; Rodríguez-Ariza y Ruíz, 1995; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996), Fuente Amarga (Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2000b, 2000c, 2005b; Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993; Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel, 1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003), Loma de la Balunca (Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996), Terrera del Reloj (Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b, 1993, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996), Acinipo (Rodríguez-Ariza, 1992; RodríguezAriza, Aguayo y Moreno, 1992), Peñalosa (Rodríguez-Ariza y Contreras; 1997; Rodríguez-Ariza, 2000a, 2011), Castillejo de Gádor (32) (Rodríguez-Ariza, 2001a), Fuente Álamo (48) (Rodríguez-Ariza, 2000b; Schoch y Schweingruber, 1982; Carrión, 2004). En el Bronce Antiguo se observan frecuencias muy parecidas a las del Cobre Final (Fig. 8). En los yacimientos situados en el piso Mesomediterráneo (Cueva de los Murciélagos, Eras del Alcázar (2000-1700 cal. BC) y Cerro de la Virgen) se registran las frecuencias más altas de encina-coscoja. El cambio más significativo parece darse en el piso Termomediterráneo, donde los valores han subido considerablemente con respecto al período anterior. Esto puede estar producido por un incremento de las precipitaciones, que produce también la aparición del alcornoque, que rara vez se había observado en los yacimientos del litoral almeriense, debido a su gran xericidad. El quejigo permanece ausente, pues tiende a desarrollarse a mayor altura. A partir del Bronce Pleno la situación empieza a cambiar. Donde antes había porcentajes elevados de encina-coscoja, como el Cerro de la Virgen, en estos momentos hay un descenso considerable de ésta (Fig. 8). Esto puede deberse a una intensificación agraria que se produce especialmente en los yacimientos situados en la Depresión de Baza-Huéscar (Castellón Alto (1420+100 B.C.), Fuente Amarga (1630+100 B.C.), Loma de la Balunca y Terrera del Reloj (1540+50 B.C. y 1490+50 B.C)). De igual modo, en el litoral almeriense, donde había 22 Laura Vico Triguero __________________________________________________ aparecido durante el Bronce Antiguo una fuerte presencia de encina-coscoja, en el Bronce Pleno vuelve a descender, probablemente debido a la fuerte influencia antrópica en el medio. Así lo demuestra el análisis de Fuente Álamo, en el que la presencia de encina-coscoja no llega al 1%; mientras que Gatas durante el Bronce Antiguo alcanzó el 15%. Sin embargo, en Castillejo de Gádor, que se encuentra en una zona de transición entre el piso Termo- y Mesomediterráneo, los valores ascienden hasta un 10%. En el resto de yacimientos situados en el piso Mesomediterráneo los porcentajes no varían con respecto al período anterior, por lo que todavía prima un fuerte aprovechamiento de las plantas no cultivadas. Por ello, la fuerte actividad agrícola parece tener una mayor influencia sobre el medio en la Depresión de BazaHuéscar, posiblemente por las especiales condiciones climáticas y edáficas de la zona. Figura 8. Mapas con frecuencias relativas de Quercus durante el Bronce Antiguo y Pleno. 4.1.5. Edad del Hierro Para la Edad del Hierro se han analizado siete yacimientos, asociados a dos zonas culturales distintas: Ibera: Fuente Amarga (5) (Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2000b, 2000c, 2005b; Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993; Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel, 1996; Ruíz y 23 Resultados y discusión __________________________________________________ Rodríguez-Ariza, 2003), Acinipo (8) (Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992), Los Baños (33) (Rodríguez-Ariza, 2000c; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003), Turruñuelos (59) (Montes y Pradas, e.p.) y necrópolis de Tútugi (65) (Rodríguez-Ariza, 2014). Fenicia: Cerro del Villar (53) (Ros y Burjachs, 1999) y Morro de la Mezquitilla (51) (Schoch, 1983). La diferencia más evidente entre ambas culturas es la diferente localización de sus asentamientos. Los yacimientos arqueológicos de la cultura ibera donde se han realizado los análisis antracológicos se encuentran en el piso Mesomediterráneo; mientras que los de la cultura fenicia se desarrollan en el piso Termomediterráneo. En los yacimientos asociados a la cultura ibérica, los valores más bajos de encina-coscoja se dan en aquellos situados en la parte noroccidental de Andalucía (Fuente Amarga y Turruñuelos) (Fig. 9), posiblemente por una sobreexplotación de esta especie vegetal debida a una intensificación de la actividad agrícola, que en Acinipo parece continuar desde períodos anteriores (Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992). En Tutugi, al ser una necrópolis, sólo se tomaron las frecuencias absolutas, por lo que sólo se pudo determinar la presencia o ausencia de los taxones de Quercus en este yacimiento. A partir de los análisis antracólogicos realizados en contextos funerarios es difícil poder determinar qué vegetación era la que dominaba en el entorno, así como los posibles cambios climáticos que afectaron a la vegetación. Pero es interesante especialmente para el apartado 5.2., en relación con la funcionalidad de la madera. Estos valores contrastan con los yacimientos situados en la parte sur del piso Mesomediterráneo (Baños y Acinipo), que presentan los valores más altos para este taxón. Por otro lado, la presencia del quejigo sólo está presente en Fuente Amarga y en Acinipo, posiblemente localizado en zonas de umbría. La ausencia de este taxón en el resto de yacimientos puede deberse a una mayor sequedad y, en el caso de la necrópolis de Tutugi, a la selección de una determinada especie vegetal para la incineración, en la que se descartaría el quejigo y el alcornoque. En otro lugar se encuentran los yacimientos asociados a la cultura fenicia que, como ya se ha dicho, se sitúan en el piso Termomediterráno, concretamente en el litoral malagueño. Los datos antracológicos no han permitido establecer frecuencias relativas para estos yacimientos, por lo que es difícil determinar la vegetación que existía en el entorno del Cerro del Villar y Morro de la Mezquitilla en estos momentos. Lo único que se puede deducir es una presencia de encina-coscoja en Morro de la Mezquitilla (Fig. 9), aunque sin poder determinar su abundancia en la masa forestal del entorno. Asimismo hay una ausencia tanto de quejigo 24 Laura Vico Triguero __________________________________________________ como de alcornoque. El quejigo no tiende a desarrollarse en este piso, y el alcornoque no tiene las condiciones edafológicas e hídricas necesarias para su desarrollo en la zona. En Cerro del Villar, por el contrario, no hay ningún taxón asociado a los Quercus. El paisaje de este yacimiento pudo estar degradado tanto por las condiciones climáticas, como por la acción antrópica. Pero es difícil confirmarlo debido a la poca información que aportan los resultados de este yacimiento. Figura 9. Mapas con frecuencias relativas de Quercus durante la Edad del Hierro. 4.1.6. Época romana Los estudios antracológicos se han centrado especialmente en la Prehistoria. Por ende, los estudios para época romana son escasos, pues se tiende a pensar que buena parte de la información relacionada con los cultivos y la actividad del hombre en el medio se encuentra en las fuentes clásicas (Rodríguez-Ariza y Montes, 2010). Por ello, los estudios de los restos carbonizados son más reducidos, de ahí sólo hayan sido dos los yacimientos con análisis antracológicos para esta época: la villa romana de Gabia (31) y Los Baños (33). 25 Resultados y discusión __________________________________________________ A pesar de que ambos yacimientos se encuentren dentro del piso Mesomediterráneo, presentan valores de encina contrapuestos (Fig. 10). En Gabia, las frecuencias de este taxón no sobrepasan el 10%; mientras que en Los Baños los valores superan el 30%. Esto puede deberse a una mayor explotación antrópica del bosque en Baños que en Gabia. Recientes estudios (Rodríguez-Ariza y Montes, 2010) han puesto de manifiesto que la escasa presencia en Gabia de la encina (en comparación con la que hay en los Baños) puede deberse a un abandono de la recolección de especies vegetales silvestres en detrimento de las especies cultivadas, y a la inexistencia de las mismas en el entorno. Sin embargo, en Baños la vegetación natural es la predominante. El alcornoque está ausenta en ambos yacimientos. El quejigo aparece en la villa romana de Gabia, aunque sólo se ha determinado su presencia, por lo que no se puede adentrar en establecer una conclusión de su aparición. Figura 10. Mapas con frecuencias relativas de Quercus en Época romana. 4.2. Datos paleoetnobotánicos de la utilización de la encina 4.2.1. Paleolítico Los carbones recogidos en Cueva de Nerja y Cueva Ambrosio se asocian a contextos de combustión. En Cueva de los Murciélagos no se especifica el contexto donde se encontró (Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997), pero probablemente cumpliera con la misma función que las dos anteriores cuevas al no hallarse ninguna estructura que asocie esta madera a la construcción u otra finalidad. La recolección en dichas cuevas debió de ser oportunista, aprovechándose las ramas caídas de los árboles del entorno. De ahí que en Cueva de Nerja, en cuyo bosque no creció el Quercus, no aparecieran carbones asociados a este género en toda la Cueva. 4.2.2. Epipaleolítico Al igual que en el período anterior, los carbones recogidos de niveles epipaleolíticos se asocian a estructuras de combustión. En Cueva de Nerja, a partir de la baja frecuencia de 26 Laura Vico Triguero __________________________________________________ encina-coscoja, se puede deducir que la recolección sigue siendo oportunista y la presencia de este taxón en contextos de combustión es casual, procedente seguramente de las ramas recogidas del suelo. Asimismo en Río Palmones, la madera, tanto de la encina-coscoja como de alcornoque, probablemente sirvió como combustible. Ésta se encontró en niveles de ocupación, junto a guijarros que presentan rasgos de haber sido alterados por el fuego (Rodríguez-Ariza, 2011: 315). En este caso hubo que tener en cuenta el resto de taxones asociados a diferentes árboles y arbustos, que también aparecieron en los niveles habitacionales (Rodríguez-Ariza, 2005d). Por la gran variedad de ellos se deduce que este yacimiento estaría rodeado por una frondosa masa arbórea, formada por diferentes especies vegetales. Sin embargo, las frecuencias de la encina-coscoja fueron las más elevadas, lo que induce a pensar que pudo haber cierta selección de la madera para alimentar el fuego del hogar. Esto denota un mayor conocimiento del medio por parte de algunos grupos sociales epipaleolíticos, que van apartándose paulatinamente de la recolección oportunista del Paleolítico. 4.2.3. Neolítico En el Neolítico todavía se mantienen asentamientos en cueva (Cueva de los Murciélagos, Cueva del Toro y Cueva de Nerja). Aquí la madera sigue cumpliendo una función de combustible, pues la mayor parte de estos carbones se encontraron en áreas de habitación (Rodríguez-Ariza, 1996; González et al., 2000). La ausencia de hoyos de poste u otros indicadores no indican un uso de la madera como elemento constructivo. Tan sólo en Cueva del Toro se ha asociado la madera con la estabulación del ganado (Rodríguez-Ariza, 2004). Además, ha sido en el establo donde se han encontrado las mayores frecuencias de Quercus ilex-coccifera. Esto puede indicar que en este lugar se llevara a cabo la preparación de alimentos e, incluso, la fabricación de utensilios. Por otro lado, en los asentamientos al aire libre, el carbón se asocia en muchos casos a la construcción, además de tener un uso combustible. En el Polideportivo de Martos, la madera puede estar relacionada con la estabulación del ganado, pues se ha constatado la presencia de cabañas para tal fin (Lizcano et al., 1991). En éstas se utilizaría la madera como poste para sujetar la techumbre, pues se han hallado hoyos donde se ubicarían. En este yacimiento la madera también pudo formar parte de instrumentos como hachas y azuelas (Lizcano et al., 1991:78), que posiblemente tuvieron mangos de madera. A pesar de esto, no se ha podido determinar si ha sido la madera de encina-coscoja la que se ha usado para todas esas 27 Resultados y discusión __________________________________________________ funciones de las que se habla en el Polideportivo de Martos. Por los altos porcentajes obtenidos en los resultados, y por la dureza de su madera, posiblemente su utilizara en dichas actividades. Pero la falta de datos lo corroboren no permite afirmarlo con seguridad. 4.2.4. Calcolítico El uso de la madera de los Quercus sigue manteniéndose como combustible para los hogares en la Edad del Cobre, especialmente la de la encina-coscoja. Así lo demuestran los estudios realizados en El Malagón, Cueva del Toro las excavaciones del poblado y el Fortín I de Los Millares, Cueva del Toro y la Parcela C de Marroquíes Bajos, donde se ha constatado la presencia de hogares de forma circular a lo largo de toda la secuencia (Rodríguez-Ariza, 1992b; Rodríguez-Ariza, 2004; Rodríguez-Ariza, 2005a). En Cerro de la Virgen posiblemente se utilizara también la madera para el fuego del hogar, pero no se ha concretado la asociación de este carbón con estructuras de combustión. En estos hogares se llevaría a cabo la producción de alimentos, pues en yacimientos como Eras del Alcázar se encontró junto a los hogares una gran diversidad de recipientes de mediano tamaño (hoyas, orzas, cuencos, etc.), destinados al consumo de alimentos (Lizcano et al, 2009). Lo mismo ocurre con la Parcela C de Marroquíes Bajos, donde se encontró junto al hogar tortas de cerámica donde se calentaría el alimento, además de restos de fauna e instrumentos de sílex (Rodríguez-Ariza, 2005a: 247). En Cueva del Toro y Eras del Alcázar se pudo utilizar el mismo hogar para la producción alfarera, para cocer la cerámica (Rodríguez-Ariza, 2004; Lizcano et al. 2009). En el exterior de las cabañas también se han hallado carbones, como en el caso de la Parcela C de Marroquíes Bajos (Rodríguez-Ariza, 2005a). Esto se ha vinculado con la limpieza de los hogares del interior de estas estructuras o, incluso, con fuegos realizados en el exterior que pueden responder a diversos fines (Rodríguez-Ariza, 1992b). Con el surgimiento de la metalurgia empieza a recolectarse madera para el combustible de los hornos de fundición de metal. En Los Millares, Cabezo Juré, Eras del Alcázar y El Malagón parte de estos carbones se hallaron en contextos metalúrgicos, donde los carbones fueron encontrados junto a crisoles y escorias (Rodríguez-Ariza, 1992b; Rodríguez-Ariza, 1992; Rodríguez-Ariza, 2005c). Buena parte de la leña que formaban estas estructuras era madera de encina-coscoja. La madera de encina-coscoja también sirvió para la construcción, concretamente para los techos y postes de la casas. En El Malagón, Cerro de la Virgen, Marroquíes Bajos y Eras del Alcázar, se hallaron taxones de esta especie vegetal en estructuras en las que aparecieron hoyos de poste y silos (Rodríguez-Ariza, 1992b). También se plantea la posibilidad de que 28 Laura Vico Triguero __________________________________________________ pudieran pertenecer al ramaje utilizado para la techumbre (Rodríguez-Ariza, 1992b), encontrándose en algunos casos parte de la arcilla que unía las ramas, como en Eras del Alcázar (Lizcano, 2006). También sigue utilizándose para la estabulación del ganado en yacimientos como Cueva del Toro (Rodríguez-Ariza, 2004). Por otro lado, en Cueva de los Murciélagos se ha constatado la presencia de estructuras de combustión, fosas de almacenamiento y algún hoyo de poste (González et al., 2000) que inducen a pensar que la madera de encina-coscoja pudo tener dos tipos de uso: como combustible y como elemento estructural. Como elemento constructivo pudo estar asociado a alguna estructura de almacenaje de alimento o leña dentro de la cueva. Aunque esto está todavía por determinar. En los yacimientos de la Depresión de Vera (Campos, Zájara y Santa Bárbara) es difícil sentar una hipótesis acerca de la funcionalidad que tuvo la madera, pues los pocos datos paleoetnobotánicos lo dificultan. Se puede intentar extrapolar a estos yacimientos los datos obtenidos en Los Millares, pues se incluyen dentro de la denominada como “cultura de los Millares”. Así, la madera de encina-coscoja podría usarse como leña para la combustión de los hogares y hornos metalúrgicos, incluso para la construcción. Aunque esto está por confirmar. La utilización de la madera del quejigo suele estar asociada a contextos de combustión. Las bajas frecuencias de este esta especie vegetal en los yacimientos puede deberse a que sólo se recolectaran sus ramas para iniciar el fuego de los hogares; mientras que la encina-coscoja serviría para mantenerlo. En cuanto al alcornoque, se ha documentado la utilización del corcho en estos momentos para la fabricación de recipientes y tapaderas, como lo indica el antracoanálisis de Cabezo Juré (Rodríguez-Ariza, 2005c). 4.2.5. Edad del Bronce El uso de la encina-coscoja en los yacimientos del Bronce responde a dos funciones: como combustible de hogar y como elemento de construcción. Combustible: En Castellón Alto, Cerro de la Virgen, Fuente Amarga, Terrera del Reloj y El Castillejo de Gádor los carbones analizados se recogieron en contextos de combustión (Rodríguez-Ariza y Ruíz, 1992; Rodríguez-Ariza, 1992a; Rodríguez-Ariza, 1992b), principalmente hogares. En Cerro de la Virgen también se asoció a estructuras que se identificaron como hornos. En Cueva de los Murciélagos no se ha determinado el uso de la madera, pero posiblemente ejerciera con una función de combustible al haberse hallado 29 Resultados y discusión __________________________________________________ estructuras de combustión (González et al., 2000), que pudieron tener una continuidad a lo largo de la secuencia histórica de la cueva, pues es imprescindible el fuego del hogar para estas sociedades. Construcción: En Fuente Amarga, Terrera del Reloj, El Castillejo de Gádor, Peñalosa, Eras del Alcázar, Cerro del Alcázar y Acinipo los carbones analizados también se asocian con elementos constructivos (techo) (Rodríguez-Ariza, 1992a ;Rodríguez-Ariza, 2000a, 2012; Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992). Asimismo, en los yacimientos situados en la Depresión de Vera (Fuente Álamo y Gatas), la madera de encina-coscoja también se vinculó con la construcción (techumbre y los postes) (Rodríguez-Ariza, 2000b). En Cerro de la Virgen se halló un tronco de considerables dimensiones en niveles habitacionales y una gran cantidad de carbón vegetal. La alta presencia de encina-coscoja en este yacimiento puede estar relacionada con los postes que sujetaban los techos de las casas. En el caso de Castellón Alto, la madera utilizada para la construcción era la del pino, y no la de la encinacoscoja (Rodríguez-Ariza, 1992b). Esto se puede deber a la escasez de esta especie vegetal en el entorno del asentamiento, que condicionaría la recogida de madera de pino (menos resistente para sostener el peso de la techumbre). Lo mismo ocurre en el poblado argárico de Loma de la Balunca. La madera de construcción se reserva para el pino (Rodríguez-Ariza, 1992b), pero las ramas de encina-coscoja sí pudieron formar parte de la techumbre de las casas, pues se ha constatado restos carbonizados de este taxón en uno de los cortes (Rodríguez-Ariza, 1992b). Instrumentos: La madera de la encina-coscoja también pudo formar parte de diversos instrumentos (hachas, azuelas, etc.). En el caso de Castellón Alto, se documentó en la tumba 121 de la necrópolis el mango de una azuela fabricado con madera de encina, que se halló junto a una momia (Molina et al., 2003: 157). Dicha azuela formaba parte del ajuar de esta tumba. En Acinipo también se recogieron carbones que pudieron pertenecer a algún instrumento, pero no se ha determinado a qué tipo (Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992). Por otro lado, el corcho del alcornoque fue usado principalmente como tapadera para los recipientes. Así lo demuestran los análisis realizados en Gatas, en los que además se planteó la posibilidad de que sirviera como leña para el fuego del hogar al hallarse en contextos de combustión (Rodríguez-Ariza, 2000b, 2005b). En Peñalosa también se ha constatado el uso del alcornoque para las tapaderas de los recipientes. Asimismo, sus ramas pudieron formar parte de las techumbres de las casas de este último yacimiento, pues también sirve como aislante (Rodríguez-Ariza, 2000a). 30 Laura Vico Triguero __________________________________________________ Del quejigo son pocos los datos obtenidos acerca de su funcionalidad. Los bajos porcentajes de carbones de esta especie vegetal en los yacimientos puede deberse al uso de sus ramas para iniciar los fuegos, al igual que ocurría en el Calcolítico. Pero la escasez de información no permite establecer una conclusión certera acerca de su funcionalidad. Loma de la Balunca es el único caso donde el quejigo parece haberse utilizado como viga en un momento determinado (Rodríguez-Ariza, 1992b). 4.2.6. Edad del Hierro En la cultura ibera se sigue manteniendo la madera de la encina-coscoja como combustible tanto de hogares como de hornos. En el caso de Fuente amarga y Turruñuelos formaba parte de la leña utilizada en los hornos de pan (Montes y Pradas, e.p.). En Acinipo y Baños, además de alimentar el fuego de los hogares, la madera de encina-coscoja se asoció con la construcción (techos y vigas) (Rodríguez-Ariza, 1992, 2000c). En Acinipo también se relacionó con la fabricación de algún utensilio (Rodríguez-Ariza, 1992). En los yacimientos iberos es frecuente encontrar la madera asociada a contextos rituales. Esta madera, al ser más duradera, posiblemente fue utilizada como leña para la pira (Rodríguez-Ariza y Ruíz, 1993). Así lo demuestran los análisis de la necrópolis de Tutugi. En la sepultura 21 los carbones de encina-coscoja provienen de la incineración de los cadáveres (Rodríguez-Ariza, 2014:438). Para el quejigo y el alcornoque, los estudios antracológicos proporcionan escasos datos paleoetnobotánicos. Las bajas frecuencias de ambos taxones en contextos arqueológicos inducen a pensar en que sólo se utilizaran sus ramas para el combustible, como ocurría en períodos anteriores. El corcho del alcornoque, incluso, pudo utilizarse para la realización del algún instrumento o tapadera. En los yacimientos fenicios también se asocia la madera de encina-coscoja con el combustible de hogares y hornos. En las excavaciones de Morro de la Mezquitilla se hallaron hornos metalúrgicos que pueden asociar la madera de la encina-coscoja con la combustión para la fundición del metal. Pero los análisis antracológicos realizados (Schoch, 1983) no concretan la localización de los taxones de los Quercus. En el Cero del Villar, la ausencia de taxones de Quercus impide una valoración paleoetnográfica de este yacimiento. Lo único que se puede deducir es que la madera que se utilizase para las diferentes actividades llevadas a cabo en el asentamiento procedía de otra especie vegetal que hubiera en el entorno. 31 Resultados y discusión __________________________________________________ 4.2.7. Época Romana En Época romana se observa una continuación del uso de la encina-coscoja para la construcción de las casas, especialmente para los postes que sostenían las cubiertas de las mismas (Rodríguez-Ariza y Montes, 2010). La dureza de esta madera hace que sea muy útil para sostener las techumbres, que en este momento son más pesadas, ya que se utilizan elementos constructivos como las tejas. En Gabia los análisis antracológicos han determinado que la madera recogida procede de dos estructuras: una que se ha considerado como una zona de habitación y otra que se corresponde con una almazara (Rodríguez-Ariza y Montes, 2010). En la primera se ha asociado el uso de la madera con un hogar. En la almazara se encontraron troncos de encina asociados a la construcción. En Baños los niveles romanos se asocian con una villa que explota los terrenos circundantes (Rodríguez-Ariza, 2001b), en la que también se encontró un horno. En los análisis antracológicos (Rodríguez-Ariza, 2001b) se habla de la presencia de carbones en fosas. Esto puede estar relacionado con una posible limpieza de algún hogar, pero aún está por confirmar. 5. CONCLUSIONES A partir de los resultados obtenidos se puede decir que las primeras evidencias de la aparición de encina-coscoja en contextos arqueológicos la encontramos a partir del Paleolítico Medio en Cueva de los Murciélagos. La domesticación del fuego hace necesaria la recolección de madera para alimentar los hogares en los que se cocinaba los alimentos, se calentaba el área habitacional y se fabricaban instrumentos. Se inicia así una explotación de los recursos forestales, que aún en el Paleolítico se basa en una recolección oportunista de la madera caída de los árboles. Hasta el Paleolítico Superior Final hay una alta xericidad en los pisos Temo- y Mesomediterráneo, que impide el crecimiento de los Quercus en el entorno de los yacimientos situados en estos pisos. Tan sólo Cueva de los Murciélagos (que tiene mayores precipitaciones debido a la gran influencia que ejerce el piso Termomediterráneo) hay una aparición de encina-coscoja, que desciende conforme aumentan las temperaturas. A partir del Magdaleniense, un cambio climático que provoca el aumento de las temperaturas favorece la expansión de los Quercus, que empiezan a crecer en estos pisos bioclimáticos. Será la encina-coscoja la más beneficiada de este cambio, pues se desarrollan grandes bosques en los que suele predominar esta especie vegetal. El quejigo y el alcornoque, debido a sus 32 Laura Vico Triguero __________________________________________________ mayores exigencias climáticas, edáficas e hídricas, presentan mayores frecuencias a partir de este momento, pero suelen encontrarse en zonas de umbría o con una determinada humedad. En el Epipaleolítico ya vemos algunos cambios en cuanto a la gestión de los bosques en asentamientos al aire libre como Río Palmones, con cierta selección de la leña recogida por parte de los grupos sociales que aquí habitaban. Pero no será hasta el Neolítico cuando se empiece a producir una mayor influencia del hombre en los bosques. En este momento, el cambio climático que se venía produciendo desde el Paleolítico Superior Final se hace cada vez más patente con la subida de las temperaturas y de las precipitaciones. Esto propiciará cada vez más el desarrollo de los Quercus. La encina-coscoja es más abundante en el piso Mesomediterráneo, en el que también se suele encontrar quejigo cobijado en zonas de umbría. Por otro lado, el alcornoque presenta mayores frecuencias en el piso Termomediterráneo, ligado especialmente a suelos arenosos, localizado sobre todo en el litoral occidental andaluz. En este período surgen las primeras sociedades agrícola-ganaderas, que empiezan a gestionar los recursos forestales debido a un mayor conocimiento del medio. Los bosques empiezan a roturarse con la introducción de la agricultura, además de utilizarse como pasto para el ganado. A pesar de esto, todavía no se observan grandes degradaciones provocadas por la práctica agrícola, por lo que todavía hay una alta recolección de los recursos que el bosque les ofrece. A partir de este momento, cuando las sociedades empiezan a sedentarizarse, la madera no sólo cumple con una función de combustible para el hogar, sino que también se utiliza para la construcción de las cabañas. Ya hay una cierta selección de determinadas especies vegetales. La madera de encina sirve por su dureza especialmente como poste, y por su ramaje para las techumbres. El quejigo se asocia en la mayor parte de los casos a estructuras de combustión, por lo que su presencia puede estar relacionada con la recogida de sus ramas para prender los fuegos, para los que posteriormente se usó la madera de la encina para mantenerlos. El alcornoque, a pesar de tener características de inflamabilidad muy parecidas a las de la encina, ha sido muy poco utilizado como combustible, lo que se ha asociado a su mantenimiento para la obtención de corcho (Rodríguez-Ariza, 2005c), con el que se realizaron diversos instrumentos, como tapaderas. A partir de la Edad de los metales (Calcolítico, Edad del Bronce y Edad del Hierro), la madera de la encina ha sido muy usada para las actividades metalúrgicas, pues su gran resistencia al fuego facilita la fundición del metal, al exponerlo durante más tiempo a un calor continuo. Durante el Calcolítico se empiezan a ver las primeras degradaciones del bosque causadas por la práctica agrícola. Esto se observa principalmente en los yacimientos que han 33 Conclusiones __________________________________________________ seguido una ocupación continuada desde el Neolítico, como Cueva del Toro y Cueva de los Murciélagos, en los que los porcentajes de encina-coscoja han descendido considerablemente. Los primeros momentos del Bronce mantienen características muy similares a las del Calcolítico. Sin embargo, a partir del Bronce Pleno se empiezan a producir grandes roturaciones del bosque, que reduce considerablemente la presencia de encina-coscoja. Estoes especialmente visible en la Depresión de Baza-Huéscar, donde se produciría una intensificación de la práctica agrícola. Esta degradación continúa en la Edad del Hierro siendo cada vez mayor en el Sureste andaluz. Los escasos datos aportados en los análisis antracológicos realizados para la cultura fenicia impiden una comparación con respecto a los porcentajes obtenidos de la cultura ibera. En los yacimientos iberos parece haber una mayor actividad agrícola en el sureste andaluz, donde los porcentajes difieren con respecto a los otros yacimientos. En Época romana se mantiene una alternancia entre las especies vegetales silvestres y las cultivadas. En contextos de villa se han documentado los menores porcentajes de Quercus, pues en éstos son frecuentes las intensas prácticas agrícolas, que talan los bosques para los campos de cultivo. Sin embargo, en Baños hay una mayor presencia de encina-coscoja, posiblemente por una reducida actividad agrícola. Esto denota una menor presencia en el mundo romano de los Quercus en lugares rurales, destinados a la agricultura. 6. BIBLIOGRAFÍA BADAL, E. (1987): “La Antracología. Método de recogida y estudio del carbón prehistórico”. Papeles del Laboratorio de Arqueología de Valencia 21: 169-182. BADAL, E. 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ANEXOS Tabla 1 Id Yacimiento Municipio Provincia 1 Los Millares Santa Fé de Almería (Fortín 1) Mondújar 1 Los Millares (Fortín 1) 1 Los Millares (Fortín 1) 1 Los Millares (Fortín 1) 1 Los Millares (Poblado) 1 Los Millares (Poblado) 1 Los Millares (Poblado) 1 Los Millares (Poblado) Santa Fé de Mondújar Santa Fé de Mondújar Santa Fé de Mondújar Santa Fé de Mondújar Santa Fé de Mondújar Santa Fé de Mondújar Santa Fé de Mondújar Almería Almería Almería Almería Almería Almería Santa Fé de Mondújar Santa Fé de Mondújar Santa Fé de Mondújar Santa Fé de Mondújar Cobre Pleno Cobre Pleno Cobre Pleno Cobre Pleno Cobre Antiguo Cobre Antiguo Cobre Antiguo Almería Cronología Piso de vegetación actual del Taxa Frecuencias C14 yacimiento relativas 1970+40 b.C.; Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera 7,12 1930+50 b.C. 1970+40 b.C.; 1930+50 b.C. 1970+40 b.C.; 1930+50 b.C. 1970+40 b.C.; 1930+50 b.C. 2345+85 b.C. Piso Termomediterráneo Quercus faginea 4,86 Piso Termomediterráneo Quercus caducifolios Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia 2345+85 b.C. Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia 2345+85 b.C. Piso Termomediterráneo Quercus caducifolios Ausencia 2345+85 b.C. Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera 1,91 Cobre Antiguo 1 Los Millares Santa Fé de Almería (Poblado) Mondújar 1 Los Millares (Poblado) 1 Los Millares (Poblado) 1 Los Millares (Poblado) 1 Los Millares (Poblado) Período Cultural Almería Almería Almería Piso Termomediterráneo 1 Los Millares Santa Fé de Almería (Poblado) Mondújar 1,92 Cobre Final Cobre Final Cobre Final Cobre Final Almería 1 Los Millares Santa Fé de Almería (Poblado) Mondújar Quercus ilex-coccifera Cobre Pleno Cobre Pleno Cobre Pleno Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus caducifolios Ausencia 2200+85 b.C.; Piso Termomediterráneo 2160+110 b.C. Quercus ilex-coccifera 2200+85 b.C.; Piso Termomediterráneo 2160+110 b.C. 2200+85 b.C.; Piso Termomediterráneo 2160+110 Quercus faginea Quercus caducifolios 3,05 Interpretación Publicación Madera para combustible (actividades metalúrgicas) Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b Sin determinar Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b Madera para combustible (actividades metalúrgicas) Madera para combustible (actividades metalúrgicas) Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b Madera para combustible (actividades metalúrgicas) Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b Sin determinar Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b 3,09 Ausencia Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b 41 b.C. 1 Los Millares Santa Fé de Almería (Poblado) Mondújar 2 El Malagón Cúllar Cobre Pleno Granada Cobre Pleno 2 El Malagón Cúllar Granada Cobre Pleno 2 El Malagón Cúllar Granada Cobre Pleno 2 El Malagón Cúllar Granada Cobre Pleno 3 Cerro de Virgen la Orce 3 Cerro de Virgen la Orce 3 Cerro de Virgen la Orce 3 Cerro de Virgen la Orce 3 Cerro de Virgen la Orce 3 Cerro de Virgen la Orce 3 Cerro de Virgen la Orce Granada 2200+85 b.C.; 2160+110 b.C. 2070+70 B.C.; 1950+50; 1920+60 B.C. 2070+70 B.C.; 1950+50; 1920+60 B.C. 2070+70 B.C.; 1950+50; 1920+60 B.C. 2070+70 B.C.; 1950+50; 1920+60 B.C. Piso Termomediterráneo Quercus suber 0,05 Sin determinar Piso Meso-Supramediterráneo Quercus faginea 4,49 Sin determinar Piso Meso-Supramediterráneo Quercus caducifolios 3,3 Sin determinar Piso Meso-Supramediterráneo Quercus suber 0,38 Sin determinar Piso Meso-Supramediterráneo Quercus ilex-coccifera Piso Mesomediterráneo Quercus suber Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera 43,73 Madera para combustible de hogar, horno de fundición y elemento de construcción (techo) Ausencia Bronce Antiguo Granada 31,61 Bronce Antiguo Granada Sin determinar Piso Mesomediterráneo Quercus faginea 3,17 Bronce Antiguo Granada Sin determinar Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios 0,1 Bronce Antiguo Granada Sin determinar 1870+70 B.C. Piso Mesomediterráneo Quercus suber 1870+70 B.C. Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios Ausencia Cobre Pleno-Final Granada 0,1 Cobre Pleno-Final Granada Sin determinar 1870+70 B.C. Piso Mesomediterráneo Cobre Pleno-Final Quercus faginea 0,64 Sin determinar Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996 42 3 Cerro de Virgen la Orce Granada 1870+70 B.C. Piso Mesomediterráneo 4 Castellón Alto Galera Granada Bronce Pleno 4 Castellón Alto Galera Granada Bronce Pleno 4 Castellón Alto Galera Granada Bronce Pleno 4 Castellón Alto Galera Granada Bronce Pleno 5 Fuente Amarga Quercus ilex-coccifera 51,45 Cobre Pleno-Final Galera Granada Sin determinar 1420+100 B.C. Piso Mesomediterráneo 1420+100 B.C. Piso Mesomediterráneo 1420+100 B.C. Piso Mesomediterráneo 1420+100 B.C. Piso Mesomediterráneo 1630+100 B.C. Piso Mesomediterráneo 1630+100 B.C. Piso Mesomediterráneo Quercus suber 0,23 Madera para combustible Quercus ilex-coccifera 9,92 Madera para combustible Quercus caducifolios 0,05 Sin determinar Quercus faginea 0,94 Madera para combustible Quercus ilex-coccifera 19,34 Madera para combustible y construcción (techo) Bronce Pleno 5 Fuente Amarga Galera Granada Quercus caducifolios 1,1 Bronce Pleno 5 Fuente Amarga Galera Granada Sin determinar 1630+100 B.C. Piso Mesomediterráneo Quercus suber 1630+100 B.C. Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Ausencia Bronce Pleno 5 Fuente Amarga Galera Granada Bronce Pleno 0,23 Madera para construcción (postes y vigas) Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b,2005b,2014; RodríguezAriza y Ruíz, 1995; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b,2005b,2014; RodríguezAriza y Ruíz, 1995; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b,2005b,2014; RodríguezAriza y Ruíz, 1995; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b,2005b,2014; RodríguezAriza y Ruíz, 1995; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2000b, 2000c, 2005b; Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993; Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel, 1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2000b, 2000c, 2005b; Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993; Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel, 1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2000b, 2000c, 2005b; Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993; Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel, 1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2000b, 2000c, 2005b; Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993; 43 5 Fuente Amarga Galera Granada Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera 9,97 Madera para combustible y para construcción (techo) Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel, 1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2000b, 2000c, 2005b; Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993; Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel, 1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2000b, 2000c, 2005b; Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993; Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel, 1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2000b, 2000c, 2005b; Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993; Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel, 1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2000b, 2000c, 2005b; Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993; Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel, 1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2000b, 2000c, 2005b; Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993; Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel, 1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996 Piso Mesomediterráneo Quercus suber 0,12 Madera para utensilio Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, Piso Mesomediterráneo Quercus faginea 1,75 Madera para combustible Ibérico 5 Fuente Amarga Galera Granada Piso Mesomediterráneo Quercus suber Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios Ausencia Ibérico 5 Fuente Amarga Galera Granada 0,63 Madera para combustible Ibérico 5 Fuente Amarga Galera Granada Piso Mesomediterráneo Quercus sp. 0,13 Madera para combustible Ibérico 5 Fuente Amarga Galera Granada Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera 4,75 Madera para combustible Ibérico 6 Loma de Balunca la Castilléjar 6 Loma de Balunca la Castilléjar 6 Loma la Castilléjar de Granada Ausencia Bronce Pleno Granada Bronce Pleno Granada Bronce Pleno 44 Balunca 6 Loma de Balunca la Castilléjar Granada Piso Mesomediterráneo Quercus faginea 2,49 1540+50 b.C. Piso Mesomediterráneo y 1490+50 b.C Quercus caducifolios 0,08 1540+50 b.C. Piso Mesomediterráneo y 1490+50 b.C Quercus ilex-coccifera 4,75 1540+50 b.C. Piso Mesomediterráneo y 1490+50 b.C Quercus faginea 0,29 1540+50 b.C. Piso Mesomediterráneo y 1490+50 b.C Quercus suber Bronce Pleno 7 Terrera Reloj del Dehesas de Granada Guadix 7 Terrera Reloj del Dehesas de Granada Guadix 7 Terrera Reloj del Dehesas de Granada Guadix 7 Terrera Reloj del Dehesas de Granada Guadix 8 Acinipo Ronda Málaga 8 Acinipo Ronda Málaga Bronce Pleno Bronce Pleno Bronce Pleno Bronce Pleno Bronce Pleno Sin determinar Ronda Málaga 8 Acinipo Ronda Málaga 8 Acinipo Ronda Málaga 8 Acinipo Ronda Málaga 8 Acinipo Ronda Málaga Bronce Pleno Bronce Pleno Bronce Pleno Bronce Pleno Ibérico Madera para combustible y para construcción (techo) Sin determinar 0,08 Sin determinar 3650±80 B.P Piso Meso-Supramediterráneo Quercus caducifolios 14,61 3650±80 B.P Piso Meso-Supramediterráneo Quercus ilex-coccifera 33,23 Bronce Pleno 8 Acinipo Madera para combustible y para construcción (viga) 3650±80 B.P Piso Meso-Supramediterráneo Quercus suber 2,87 3650±80 B.P Piso Meso-Supramediterráneo Quercus perennifolios 1,15 3650±80 B.P Piso Meso-Supramediterráneo Quercus sp. 2,87 3650±80 B.P Piso Meso-Supramediterráneo Quercus faginea 15,75 Piso Meso-Supramediterráneo Quercus ilex-coccifera 31,63 Sin determinar Madera para combustible, construcción y herramientas Sin determinar Sin determinar Sin determinar Sin determinar Madera para combustible, construcción y herramientas 1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b, 1993, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b, 1993, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b, 1993, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b, 1993, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996 Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992 Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992 Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992 Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992 Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992 Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992 Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992c 45 8 Acinipo Ronda Málaga 8 Acinipo Ronda Málaga 8 Acinipo Ronda Málaga 8 Acinipo Ronda Málaga 8 Acinipo Ronda Málaga Piso Meso-Supramediterráneo Quercus suber Ibérico Piso Meso-Supramediterráneo Quercus faginea Ibérico Piso Meso-Supramediterráneo Quercus perennifolios Ibérico Piso Meso-Supramediterráneo Quercus caducifolios Ibérico Piso Meso-Supramediterráneo Quercus sp. 1,1 2,18 9 Peñalosa 9 Peñalosa 9 Peñalosa 9 Peñalosa 10 Cueva Toro 10 Cueva Toro 10 Cueva Toro 10 Cueva Toro 10 Cueva Toro Baños de la Jaén Encina Bronce Pleno Baños de la Jaén Encina Bronce Pleno Baños de la Jaén Encina Baños de la Jaén Encina Baños de la Jaén Encina del El TorcalAntequera del El TorcalAntequera del El TorcalAntequera del El TorcalAntequera del El TorcalAntequera Málaga Málaga Málaga Málaga Málaga Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Piso Mesomediterráneo Quercus sp. Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Piso Mesomediterráneo Quercus suber Piso Mesomediterráneo Quercus perennifolios Bronce Pleno Bronce Pleno Bronce Pleno Cobre Cobre Cobre Cobre Cobre 4120+120 b.C. 4120+120 b.C. 4120+120 b.C. 4120+120 b.C. 4120+120 b.C. 16 3,63 1,18 Madera para combustible Madera para combustible de hogar y construcción (vigas y postes) 17,8 Madera para la construcción (techo) y para la fabricación de objetos (tapaderas) 18,43 Sin determinar Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus suber 5,52 Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus suber Madera para combustible, construcción y herramientas 48,81 6,29 Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus faginea Sin determinar Ausencia Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus perennifolios Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Sin determinar Ausencia Ibérico 9 Peñalosa Sin determinar Sin determinar Madera para combustible de hogar 39,56 Madera para combustible de hogar 2,19 Madera para combustible de hogar 1,46 Madera para combustible de hogar Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992c Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992c Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992c Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992c Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992c Rodríguez-Ariza y Contreras; 1997; Rodríguez-Ariza, 2000a, 2011 Rodríguez-Ariza y Contreras; 1997; Rodríguez-Ariza, 2000a, 2011 Rodríguez-Ariza y Contreras; 1997; Rodríguez-Ariza, 2000a, 2011 Rodríguez-Ariza y Contreras; 1997; Rodríguez-Ariza, 2000a, 2011 Rodríguez-Ariza y Contreras; 1997; Rodríguez-Ariza, 2000a, 2011 Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a 46 10 Cueva Toro 10 Cueva Toro 10 Cueva Toro 10 Cueva Toro del El TorcalAntequera del El TorcalAntequera del El TorcalAntequera del El TorcalAntequera 10 Cueva Toro 10 Cueva Toro del El Torcal- Málaga Antequera del El Torcal- Málaga Antequera 10 Cueva Toro del El Torcal- Málaga Antequera Neolítico Final 10 Cueva Toro del El Torcal- Málaga Antequera Neolítico Final 10 Cueva Toro del El Torcal- Málaga Antequera Neolítico Final 10 Cueva Toro del El Torcal- Málaga Antequera Neolítico Final 10 Cueva Toro del El Torcal- Málaga Antequera Neolítico Final 10 Cueva del Toro (Establo) 10 Cueva del Toro (Establo) 10 Cueva del Toro (Establo) 10 Cueva del Toro (Establo) 10 Cueva del Toro (Establo) El TorcalAntequera El TorcalAntequera El TorcalAntequera El TorcalAntequera El TorcalAntequera Málaga Málaga Málaga Cobre Cobre Cobre Málaga Cobre Málaga Málaga Málaga Málaga Málaga Cobre Neolítico Final Neolítico Pleno Neolítico Pleno Neolítico Pleno Neolítico Pleno Neolítico Pleno 4120+120 b.C. 4120+120 b.C. 4120+120 b.C. 4120+120 b.C. Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus sp. 4120+120 b.C. 4800+80 b.C. y 5450+120 b.C. 4800+80 b.C. y 5450+120 b.C. 4800+80 b.C. y 5450+120 b.C. 4800+80 b.C. y 5450+120 b.C. 4800+80 b.C. y 5450+120 b.C. 4800+80 b.C. y 5450+120 b.C. 4550±75 y 4489±150 BP 4550±75 y 4489±150 BP 4550±75 y 4489±150 BP 4550±75 y 4489±150 BP 4550±75 y 4489±150 BP Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus perennifolios 1,6 Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus faginea 3,14 Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus caducifolios 1,46 Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera 46,45 Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus caducifolios 4,03 Sin determinar Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Madera para combustible de hogar Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Sin determinar Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Madera para combustible de hogar y estabulación del ganado Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Sin determinar Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Ausencia Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus sp. Ausencia Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus perennifolios 53,57 Madera para combustible de hogar Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Ausencia Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus faginea Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus suber Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus faginea Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus perennifolios Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus suber Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus sp. 0,36 1,42 Madera para combustible de hogar Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Madera para combustible de hogar Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Ausencia 3,45 Madera para combustible de hogar 0,86 Madera para combustible de hogar 78,44 Madera para combustible de hogar Ausencia Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a 47 10 Cueva del Toro (Nivel de habitación 10 Cueva del Toro (Nivel de habitación 10 Cueva del Toro (Nivel de habitación 10 Cueva del Toro (Nivel de habitación 10 Cueva del Toro (Nivel de habitación 11 Campos 11 Campos 11 Campos 11 Campos 12 Zájara 12 Zájara 12 Zájara 12 Zájara El Torcal- Málaga Antequera Neolítico Pleno El Torcal- Málaga Antequera Neolítico Pleno El Torcal- Málaga Antequera Neolítico Pleno El Torcal- Málaga Antequera Neolítico Pleno El Torcal- Málaga Antequera Neolítico Pleno Cuevas del Almería Almanzora Cobre Pleno Cuevas del Almería Almanzora Cobre Pleno Cuevas del Almería Almanzora Cobre Pleno Cuevas del Almería Almanzora Cobre Pleno Cuevas del Almería Almanzora Cobre Pleno Cuevas del Almería Almanzora Cobre Pleno Cuevas del Almería Almanzora Cobre Pleno Cuevas del Almería Almanzora Cobre Pleno 5820+90 b.C; 6540+110 b.C. 5820+90 b.C; 6540+110 b.C. 5820+90 b.C; 6540+110 b.C. 5820+90 b.C; 6540+110 b.C. 5820+90 b.C; 6540+110 b.C. 2130+25 b.C. y 1965+40 b.C. 2130+25 b.C. y 1965+40 b.C. 2130+25 b.C. y 1965+40 b.C. 2130+25 b.C. y 1965+40 b.C. 2130+25 b.C. y 1965+40 b.C. 2130+25 b.C. y 1965+40 b.C. 2130+25 b.C. y 1965+40 b.C. 2130+25 b.C. y 1965+40 b.C. Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus sp. Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus caducifolios Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus faginea Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus suber 46,72 Madera para combustible de hogar Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Sin determinar Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Sin determinar Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Madera para combustible de hogar Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a Madera para combustible de hogar Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a 88 2,18 7,86 3,05 Piso Termomediterráneo Quercus caducifolios Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b 0,44 Sin determinar Piso Termomediterráneo Quercus caducifolios Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b 0,7 Sin determinar Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b 48 13 Santa Bárbara Huércal Overa 13 Santa Bárbara Huércal Overa 13 Santa Bárbara Huércal Overa 13 Santa Bárbara Huércal Overa 22 Polideportivo Martos de Martos Almería 22 Polideportivo de Martos Martos Jaén 22 Polideportivo de Martos Martos Jaén 22 Polideportivo de Martos Martos Jaén 22 Polideportivo de Martos Martos Jaén 22 Polideportivo de Martos Martos Jaén 22 Polideportivo de Martos 22 Polideportivo de Martos 22 Polideportivo de Martos 22 Polideportivo de Martos 22 Polideportivo de Martos 22 Polideportivo de Martos 22 Polideportivo de Martos Martos Jaén Martos Jaén Martos Jaén Martos Jaén Martos Jaén Martos Jaén Martos Jaén Almería Almería Almería Jaén Cobre Pleno Cobre Pleno Cobre Pleno Cobre Pleno 3550-3435 Neolítico Final (Fase 3380-3320 I) cal. AC 3550-3435 Neolítico Final (Fase 3380-3320 I) cal. AC 3550-3435 Neolítico Final (Fase 3380-3320 I) cal. AC 3550-3435 Neolítico Final (Fase 3380-3320 I) cal. AC 3550-3435 Neolítico Final (Fase 3380-3320 I) cal. AC 3550-3435 Neolítico Final (Fase 3380-3320 I) cal. AC Neolítico Final (Fase 3090-2870 II) cal. AC Neolítico Final (Fase 3090-2870 II) cal. AC Neolítico Final (Fase 3090-2870 II) cal. AC Neolítico Final (Fase 3090-2870 II) cal. AC Neolítico Final (Fase 3090-2870 II) cal. AC Neolítico Final (Fase 3090-2870 II) cal. AC Neolítico Final (Fase 2565-2465 III) cal. AC Piso Termomediterráneo Quercus caducifolios Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia y Piso Mesomediterráneo Quercus perennifolios Ausencia 8,65 Sin determinar 0,36 Sin determinar y Piso Mesomediterráneo Quercus faginea y Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios Ausencia Sin determinar Quercus sp. Ausencia y Piso Mesomediterráneo Quercus suber Ausencia y Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 Sin determinar Quercus sp. Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera 0,18 Piso Mesomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus perennifolios 0,18 Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios 0,18 Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios 0,79 20 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 35,43 Piso Mesomediterráneo Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 1,4 y Piso Mesomediterráneo Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b Sin determinar Sin determinar Sin determinar Sin determinar Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 49 22 Polideportivo de Martos 22 Polideportivo de Martos 22 Polideportivo de Martos 22 Polideportivo de Martos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Martos Jaén Martos Jaén Martos Jaén Martos Jaén Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase A) Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase A) Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase A) Córdoba Neolítico Antiguo- Zuheros Zuheros Zuheros Neolítico Final (Fase III) Neolítico Final (Fase III) Neolítico Final (Fase III) Neolítico Final (Fase III) 2565-2465 cal. AC 2565-2465 cal. AC 2565-2465 cal. AC 2565-2465 cal. AC Bronce Bronce Bronce Bronce Bronce Bronce Cobre Cobre Cobre Cobre Cobre Cobre 5526 y cal. AC 5526 y cal. AC 5526 y cal. AC 5526 y Piso Mesomediterráneo Quercus perennifolios Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Piso Mesomediterráneo Quercus suber Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Piso Mesomediterráneo Quercus perennifolios 0,74 Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios 0,37 Piso Mesomediterráneo Quercus sp. Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Piso Mesomediterráneo Quercus suber Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Piso Mesomediterráneo Quercus perennifolios Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus sp. Ausencia 27,34 1,08 26,44 Sin determinar Sin determinar Sin determinar Ausencia Sin determinar Sin determinar Ausencia 29,44 0,62 Sin determinar Sin determinar Ausencia 0,62 5298 Piso Mesomediterráneo Quercus suber 1,73 5298 Piso Mesomediterráneo Quercus sp. 5298 Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios 1,64 5298 Piso Mesomediterráneo Quercus perennifolios 0,1 Sin determinar Sin determinar Ausencia Sin determinar Sin determinar Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; 50 Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos Medio (Fase A) Zuheros Zuheros Zuheros Zuheros Zuheros Zuheros Zuheros Zuheros Zuheros Zuheros Zuheros Zuheros Zuheros Zuheros Zuheros Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase A) Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase A) Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase B) Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase B) Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase B) Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase B) Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase B) Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase B) Córdoba Neolítico Final (Fase C) Córdoba Neolítico Final (Fase C) Córdoba Neolítico Final (Fase C) Córdoba Neolítico Final (Fase C) Córdoba Neolítico Final (Fase C) Córdoba Neolítico Final (Fase C) Córdoba Paleolítico Medio 25 Cueva de los Zuheros Murciélagos Córdoba 25 Cueva de los Zuheros Murciélagos Córdoba Paleolítico Medio Paleolítico Medio cal. AC 5526 y 5298 cal. AC 5526 y 5298 cal. AC 4790 y 4549 cal AC 4790 y 4549 cal AC 4790 y 4549 cal AC 4790 y 4549 cal AC 4790 y 4549 cal AC 4790 y 4549 cal AC 4336 y 3981 cal AC 4336 y 3981 cal AC 4336 y 3981 cal AC 4336 y 3981 cal AC 4336 y 3981 cal AC 4336 y 3981 cal AC 61.704± 3940 y 54.487± 5902 61.704± 3940 y 54.487± 5902 61.704± 3940 y 54.487± 5902 Gavilán et al., 1997 Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Piso Mesomediterráneo Quercus sp. Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios 1,08 Piso Mesomediterráneo Quercus perennifolios 1,08 Piso Mesomediterráneo Quercus faginea 0,19 Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Piso Mesomediterráneo Quercus suber Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Piso Mesomediterráneo Quercus sp. Piso Mesomediterráneo Quercus suber 0,57 Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios 0,57 Piso Mesomediterráneo Quercus perennifolios 1,71 Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Piso Mesomediterráneo Piso Mesomediterráneo Quercus perennifolios Quercus faginea 0,3 18,86 Sin determinar Sin determinar Ausencia 26,53 0,19 30,11 Sin determinar Sin determinar Sin determinar Sin determinar Sin determinar Sin determinar Ausencia Sin determinar Sin determinar Sin determinar Ausencia 33,66 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Sin determinar Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Sin determinar Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Sin determinar Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 9,04 4,52 51 25 Cueva de los Zuheros Murciélagos Córdoba 25 Cueva de los Zuheros Murciélagos Córdoba 25 Cueva de los Zuheros Murciélagos Córdoba 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 25 Cueva de los Murciélagos 28 Cabezo Juré Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Zuheros Córdoba Alosno Huelva Paleolítico Medio Paleolítico Medio Paleolítico Medio Paleolítico Superior 61.704± 3940 Piso Mesomediterráneo y 54.487± 5902 61.704± 3940 Piso Mesomediterráneo y 54.487± 5902 61.704± 3940 Piso Mesomediterráneo y 54.487± 5902 Piso Mesomediterráneo Quercus sp. Quercus caducifolios Quercus suber 4,52 Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios 1,14 Piso Mesomediterráneo Quercus perennifolios 1,69 Piso Mesomediterráneo Quercus faginea 7,34 Piso Mesomediterráneo Quercus suber Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera 18,64 4550±75 y Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera 4489±150 BP 33,69 Paleolítico Superior Paleolítico Superior Paleolítico Superior Alosno Huelva Cobre 28 Cabezo Juré Alosno Huelva 28 Cabezo Juré Alosno Huelva 28 Cabezo Juré Alosno Huelva 29 Cueva Ambrosio 29 Cueva Ambrosio de Vélez-Blanco Almería de Vélez-Blanco Almería Cobre Cobre Cobre Paleolítico Superior (Solutrense) Paleolítico Superior (Solutrense) 4550±75 y Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus suber 4489±150 BP 2,17 4550±75 y 4489±150 BP 4550±75 y 4489±150 BP 4550±75 y 4489±150 BP 16500±180 BP 16500±180 BP Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus faginea 0,37 Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus perennifolios 1,81 Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus sp. 0,74 Piso Mesomediterráneo Quercus suber Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Sin determinar Sin determinar Sin determinar Sin determinar Ausencia Cobre 28 Cabezo Juré Sin determinar Ausencia 1,14 Paleolítico Superior Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 2,02 Quercus sp. Paleolítico Superior Sin determinar Sin determinar Madera para combustible de hogar y combustible para actividades metalúrgicas Corcho para recipientes, tapaderas… Madera para combustible de hogar Madera para combustible de hogar Madera para combustible de hogar Ausencia 0,52 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997 Rodríguez-Ariza, 1998, 2005c Rodríguez-Ariza, 1998, 2005c Rodríguez-Ariza, 1998, 2005c Rodríguez-Ariza, 1998, 2005c Rodríguez-Ariza, 1998, 2005c Rodríguez-Ariza, 2006b Madera para combustible de hogar Rodríguez-Ariza, 2006b 52 29 Cueva de Ambrosio 29 Cueva de Ambrosio 31 Villa romana de Gabia 31 Villa romana de Gabia Vélez-Blanco Almería Vélez-Blanco Almería Las Gabias Granada Las Gabias Granada Paleolítico Superior (Solutrense) Paleolítico Superior (Solutrense) Romano 16500±180 BP 16500±180 BP Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios 0,52 Piso Mesomediterráneo Quercus faginea 1,01 Piso Mesomediterráneo Quercus suber Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Granada 31 Villa romana Las Gabias de Gabia Granada 32 Castillejo de Gádor Gádor 32 Castillejo de Gádor Gádor 32 Castillejo de Gádor Gádor 33 Los Baños La Malahá Almería Piso Mesomediterráneo Quercus faginea La Malahá Presencia Quercus caducifolios Presencia Romano Almería Almería Bronce Pleno Bronce Pleno Bronce Pleno Granada Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus suber 0,4 Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus faginea 0,4 Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Granada La Malahá Granada 33 Los Baños La Malahá Granada 33 Los Baños La Malahá Granada 33 Los Baños La Malahá Granada 41 Río Palmones Algeciras Cádiz 41 Río Palmones Algeciras Cádiz Ibérico Romano Romano Romano Epipaleolítico Epipaleolítico Rodríguez-Ariza, 2006b Rodríguez-Ariza y Montes, 2010 Madera para construcción y combustible de hogares Madera para combustible de hogares Madera para combustible de hogares Rodríguez-Ariza, 2001a Piso Mesomediterráneo Quercus suber Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Piso Mesomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Quercus caducifolios Quercus faginea 2,5 Ausencia Rodríguez-Ariza y Montes, 2010 Sin determinar Quercus ilex-coccifera 4550±75 y Piso Termomediterráneo 4489±150 BP 4550±75 y Piso Termomediterráneo 4489±150 BP Rodríguez-Ariza y Montes, 2010 Rodríguez-Ariza, 2001a 12,62 44,79 Rodríguez-Ariza y Montes, 2010 Sin determinar Piso Mesomediterráneo Ibérico 33 Los Baños Madera para combustible de hogar Madera para construcción (techo) 45,88 Madera para combustible y para construcción (techos) 0,59 Madera para combustible y para construcción (techos) Ausencia Ibérico 33 Los Baños 7 Romano Piso Mesomediterráneo Rodríguez-Ariza, 2006b Ausencia Romano 31 Villa romana Las Gabias de Gabia Sin determinar Sin determinar Madera para combustible Rodríguez-Ariza, 2001a Rodríguez-Ariza, 2000c; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003 Rodríguez-Ariza, 2000c; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003 Rodríguez-Ariza, 2000c; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003 Rodríguez-Ariza, 2000c; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003 Rodríguez-Ariza, 2000c; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003 Rodríguez-Ariza, 2000c; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003 Rodríguez-Ariza, 2005d Rodríguez-Ariza, 2005d 53 41 Río Palmones Algeciras Cádiz 41 Río Palmones Algeciras Cádiz Jaén Jaén 43 Marroquíes Bajos (Veracruz) 43 Marroquíes Bajos (Veracruz) 43 Marroquíes Bajos (Veracruz) 43 Marroquíes Bajos (Veracruz) 44 Marroquíes Bajos (Parcela C) 44 Marroquíes Bajos (Parcela C) 44 Marroquíes Bajos (Parcela C) Marroquíes Bajos (Parcela 44 C) Jaén Jaén Jaén Jaén Jaén Jaén Jaén Jaén Jaén Jaén Jaén Jaén Jaén Epipaleolítico Epipaleolítico Cobre FinalPrecampaniforme 4550±75 y Piso Termomediterráneo 4489±150 BP 4550±75 y Piso Termomediterráneo 4489±150 BP Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Quercus suber 1,25 21,25 Jaén Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera 45 Marroquíes Jaén Bajos (Cándido Nogales) Jaén Piso Mesomediterráneo Quercus faginea 45 Marroquíes Jaén Bajos (Cándido Jaén Piso Mesomediterráneo Ausencia Quercus caducifolios Ausencia Rodríguez-Ariza, 2011 2630-2670 Cobre Antiguo-Pleno cal. BC Piso Mesomediterráneo 2630-2670 Cobre Antiguo-Pleno cal. BC Piso Mesomediterráneo 2630-2670 Cobre Antiguo-Pleno cal. BC Piso Mesomediterráneo 2630-2670 cal. BC Piso Mesomediterráneo Cobre FinalCampaniforme Rodríguez-Ariza, 2011 Rodríguez-Ariza, 2011 Cobre FinalPrecampaniforme Cobre FinalCampaniforme Rodríguez-Ariza, 2005d 10,71 Sin determinar Cobre FinalPrecampaniforme Cobre FinalCampaniforme Rodríguez-Ariza, 2005d Ausencia Quercus caducifolios Ausencia Rodríguez-Ariza, 2005a, 2011 Quercus ilex-coccifera Quercus suber 29,41 Madera para combustible Rodríguez-Ariza, 2005a, 2011 Ausencia Rodríguez-Ariza, 2005a, 2011 Quercus faginea 0,67 Cobre Antiguo-Pleno 45 Marroquíes Jaén Bajos (Cándido Nogales) Madera para combustible Madera para combustible Rodríguez-Ariza, 2011 Cobre FinalPrecampaniforme Jaén cf.Quercus suber 2470-2200 Piso Mesomediterráneo cal. BC y 2340-2030 cal. BC 2470-2200 Piso Mesomediterráneo cal. BC y 2340-2030 cal. BC 2470-2200 Piso Mesomediterráneo cal. BC y Quercus ilex-coccifera Quercus caducifolios Sin determinar Rodríguez-Ariza, 2005a, 2011 Sin determinar Rodríguez-Ariza, 2011 15,55 Ausencia Rodríguez-Ariza, 2011 Quercus suber Ausencia Rodríguez-Ariza, 2011 54 Nogales) 45 Marroquíes Jaén Bajos (Cándido Nogales) Jaén Cobre FinalCampaniforme 48 Fuente Álamo Cuevas del Almería Almanzora Bronce Pleno 48 Fuente Álamo Cuevas del Almería Almanzora Bronce Pleno 48 Fuente Álamo Cuevas del Almería Almanzora Bronce Pleno 48 Fuente Álamo Cuevas del Almería Almanzora Bronce Pleno 48 Fuente Álamo Cuevas del Almería Almanzora Bronce Pleno 49 Gatas Turre Almería 49 Gatas Turre Almería 49 Gatas Turre Almería 49 Gatas Turre Almería 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga Bronce Argárico Bronce Argárico Bronce Argárico Bronce Argárico Epipaleolítico (nivel 6) Epipaleolítico (nivel 6) Epipaleolítico (nivel 6) Epipaleolítico (nivel 6) Epipaleolítico (nivel 7) 2340-2030 cal. BC 2470-2200 Piso Mesomediterráneo cal. BC y 2340-2030 cal. BC Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia Rodríguez-Ariza, 2011 Quercus sp. Presencia Rodríguez-Ariza, 2000b; Schoch y Schweingruber, 1982; Carrión, 2004 Rodríguez-Ariza, 2000b; Schoch y Madera para corcho Schweingruber, 1982; Carrión, 2004 Rodríguez-Ariza, 2000b; Schoch y Sin determinar Schweingruber, 1982; Carrión, 2004 Rodríguez-Ariza, 2000b; Schoch y Schweingruber, 1982; Carrión, 2004 Rodríguez-Ariza, 2000b; Schoch y Sin determinar Schweingruber, 1982; Carrión, 2004 Gale, 1999; Rodríguez-Ariza, 2000b Madera para corcho y Gale, 1999; Rodríguez-Ariza, combustible 2000b Madera para Gale, 1999; Rodríguez-Ariza, construcción 2000b Madera para corcho y Gale, 1999; Rodríguez-Ariza, combustible 2000b Sin determinar Piso Termomediterráneo Quercus suber Presencia Piso Termomediterráneo Quercus perennifolios Presencia Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera 0,2 Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera 15,49 Piso Termomediterráneo Quercus suber Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera Piso Termomediterráneo Quercus suber Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus caducifolios 0,93 Piso Termomediterráneo Quercus caducifolios 0,72 3,84 15,49 3,84 Badal, 1990,1996,1998 Badal, 1990,1996,1998 Badal, 1990,1996,1998 Sin determinar Badal, 1990,1996,1998 Sin determinar Badal, 1990,1996,1998 55 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga 50 Cueva de Nerja Málaga Epipaleolítico (nivel 7) Epipaleolítico (nivel 7) Epipaleolítico (nivel 7) Epipaleolítico (nivel 8) Epipaleolítico (nivel 8) Epipaleolítico (nivel 9) Epipaleolítico (nivel 9) Epipaleolítico (nivel 9) Epipaleolítico (nivel 9) Neolítico (nivel 2) Neolítico (nivel 2) Neolítico (nivel 2) Neolítico (nivel 2) Neolítico (Nivel 3) Neolítico (Nivel 3) Neolítico (Nivel 3) Neolítico (nivel 3) Paleolítico Superior Final (Magdaleniense) (Nivel 5) Paleolítico Superior 6.420 ± B.P. 6.420 ± B.P. 6.420 ± B.P. 6.420 ± B.P. 7,240 ± B.P. 7,240 ± B.P. 7,240 ± B.P. 7,240 ± B.P. 11.930 ± B.P. Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera 0,72 Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus caducifolios Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera 0,26 Piso Termomediterráneo Quercus caducifolios 0,26 Piso Termomediterráneo Quercus faginea Quercus ilex-coccifera 60 Piso Termomediterráneo Quercus caducifolios Ausencia 60 Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia 60 Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia 80 Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera 80 Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia 80 Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia 80 Piso Termomediterráneo Quercus caducifolios 1,35 160 Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera 1,56 Quercus suber Badal, 1990,1996,1998 Sin determinar 0,56 0,90 Ausencia Badal, 1990,1996,1998 Badal, 1990,1996,1998 Badal, 1990,1996,1998 Badal, 1990,1996,1998 Sin determinar Badal, 1990,1996,1998 Sin determinar Badal, 1990,1996,1998 Ausencia 60 Piso Termomediterráneo 11.930 ± 160 Piso Termomediterráneo Badal, 1990,1996,1998 Badal, 1990,1996,1998 Sin determinar Badal, 1990,1996,1998 Badal, 1990,1996,1998 Badal, 1990,1996,1998 Badal, 1990,1996,1998 Sin determinar Badal, 1990,1996,1998 Badal, 1990,1996,1998 Badal, 1990,1996,1998 Sin determinar Badal, 1990,1996,1998 Sin determinar Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 56 Nerja 50 Cueva Nerja de Nerja 50 Cueva Nerja de Nerja 50 Cueva Nerja de Nerja 50 Cueva Nerja de Nerja 50 Cueva Nerja de Nerja 50 Cueva Nerja de Nerja 50 Cueva Nerja de Nerja 50 Cueva Nerja de Nerja 50 Cueva Nerja de Nerja Málaga Málaga Málaga Málaga Málaga Málaga Málaga Málaga Málaga Final (Magdaleniense) (Nivel 5) Paleolítico Superior Final (Magdaleniense) (Nivel 5) Paleolítico Superior Final (Magdaleniense) (Nivel 5) Paleolítico Superior Final (Magdaleniense) (Nivel 5) Paleolítico Superior Final (Magdaleniense) (Nivel 6) Paleolítico Superior Final (Magdaleniense) (Nivel 6) Paleolítico Superior Final (Magdaleniense) (Nivel 6) Paleolítico Superior Final (Magdaleniense) (Nivel 6) Paleolítico Superior Final (Magdaleniense) (Nivel 6) Paleolítico Superior Final (Magdaleniense) (Nivel 7) B.P. 11.930 ± 160 Piso Termomediterráneo B.P. Quercus sp. 11.930 ± 160 Piso Termomediterráneo B.P. Quercus caducifolios 11.930 ± 160 Piso Termomediterráneo B.P. Quercus faginea 12.190 ± 150 Piso Termomediterráneo B.P. Quercus faginea 12.190 ± 150 Piso Termomediterráneo B.P. Quercus ilex-coccifera 12.190 ± 150 Piso Termomediterráneo B.P. Quercus suber 12.190 ± 150 Piso Termomediterráneo B.P. Quercus sp. 12.190 ± 150 Piso Termomediterráneo B.P. Quercus caducifolios 12.130 ± 130 Piso Termomediterráneo B.P. Quercus caducifolios Ausencia Badal, 1990,1996 Ausencia Badal, 1990,1996 Ausencia Badal, 1990,1996 Ausencia Badal, 1990,1996 Ausencia Badal, 1990,1996 Ausencia Badal, 1990,1996 Ausencia Badal, 1990,1996 Ausencia Badal, 1990,1996 Ausencia Badal, 1990,1996 57 50 Cueva Nerja de Nerja Málaga 50 Cueva Nerja de Nerja 50 Cueva Nerja de Nerja 50 Cueva Nerja de Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja 50 Cueva Nerja de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga de Nerja Málaga Málaga Málaga Málaga Paleolítico Superior Final (Magdaleniense) (Nivel 7) Paleolítico Superior Final (Magdaleniense) (Nivel 7) Paleolítico Superior Final (Magdaleniense) (Nivel 7) Paleolítico Superior Final (Magdaleniense) (Nivel 7) Paleolítico Superior Inicial (nivel 10) Paleolítico Superior Inicial (nivel 10) Paleolítico Superior Inicial (nivel 10) Paleolítico Superior Inicial (nivel 12) Paleolítico Superior Inicial (nivel 12) Paleolítico Superior Inicial (nivel 12) Paleolítico Superior Inicial (nivel 13) Paleolítico Superior Inicial (nivel 13) Paleolítico Superior Inicial (nivel 13) Paleolítico Superior Inicial (nivel 9) Paleolítico Superior Inicial (nivel 9) Paleolítico Superior Inicial (nivel 9) 12.130 ± 130 Piso Termomediterráneo B.P. Quercus sp. 12.130 ± 130 Piso Termomediterráneo B.P. Quercus suber 12.130 ± 130 Piso Termomediterráneo B.P. Quercus faginea 12.130 ± 130 Piso Termomediterráneo B.P. Quercus ilex-coccifera 0,36 Sin determinar Badal, 1990,1996 Ausencia Badal, 1990,1996 Ausencia Badal, 1990,1996 2,49 Sin determinar Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera Ausencia Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 58 50 Cueva de Nerja 50 Cueva de Nerja 50 Cueva de Nerja 50 Cueva de Nerja 50 Cueva de Nerja 51 Morro de Mezquitilla 51 Morro de Mezquitilla 51 Morro de Mezquitilla 53 Cerro del Villar Nerja Málaga Nerja Málaga Nerja Málaga Nerja Málaga Nerja Málaga Málaga Málaga Málaga Málaga Málaga Málaga Paleolítico Superior Medio (Solutrense) Paleolítico Superior Medio (Solutrense) Paleolítico Superior Medio (Solutrense) Paleolítico Superior Medio (Solutrense) Paleolítico Superior Medio (Solutrense) 17.940 ± B.P. 17.940 ± B.P. 17.940 ± B.P. 17.940 ± B.P. 17.940 ± B.P. 200 Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera Ausencia 200 Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia 200 Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia 200 Piso Termomediterráneo Quercus sp. Ausencia 200 Piso Termomediterráneo Quercus caducifolios Fenicio Fenicio Fenicio 0,64 Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera Presencia Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 Badal, 1990,1996 Sin determinar Badal, 1990,1996 Sin determinar Schoch, 1983 Schoch, 1983 Schoch, 1983 Guadalhorce Málaga Fenicio Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia Ros y Buurjachs, 1999 53 Cerro del Villar Guadalhorce Málaga Fenicio Piso Termomediterráneo Quercus ilex-coccifera Ausencia Ros y Buurjachs, 1999 53 Cerro del Villar Guadalhorce Málaga Fenicio Piso Termomediterráneo Quercus faginea Ausencia Ros y Buurjachs, 1999 53 Cerro del Villar Guadalhorce Málaga Fenicio Piso Termomediterráneo Quercus suber Ausencia Ros y Buurjachs, 1999 54 Cerro Alcázar 54 Cerro Alcázar 54 Cerro Alcázar 54 Cerro Alcázar 54 Cerro Alcázar del Baeza Jaén 2016 cal. BC Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera del Baeza Jaén 2016 cal. BC Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios Ausencia del Baeza Jaén 2016 cal. BC Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Ausencia del Baeza Jaén Bronce Pleno (Fase II) Bronce Pleno (Fase II) Bronce Pleno (Fase II) Bronce Pleno (Fase II) 2016 cal. BC Piso Mesomediterráneo Quercus suber Ausencia del Baeza Jaén 1688 cal. BC Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera 54 Cerro Alcázar 54 Cerro Alcázar 54 Cerro Alcázar del Baeza Jaén del Baeza Jaén del Baeza Jaén Bronce Pleno (Fase III) Bronce Pleno (Fase III) Bronce Pleno (Fase III) Bronce Pleno (Fase III) 61,46 61,46 1688 cal. BC Piso Mesomediterráneo Quercus suber Ausencia 1688 cal. BC Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Ausencia 1688 cal. BC Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios Ausencia Sin determinar Rodríguez-Ariza, 2012 Rodríguez-Ariza, 2012 Rodríguez-Ariza, 2012 Rodríguez-Ariza, 2012 Madera para construcción (vigas o techos) Rodríguez-Ariza, 2012 Rodríguez-Ariza, 2012 Rodríguez-Ariza, 2012 Rodríguez-Ariza, 2012 59 54 Cerro Alcázar 54 Cerro Alcázar 54 Cerro Alcázar 54 Cerro Alcázar 58 Eras Alcázar 58 Eras Alcázar 58 Eras Alcázar 58 Eras Alcázar 58 Eras Alcázar 58 Eras Alcázar 58 Eras Alcázar 58 Eras Alcázar 58 Eras Alcázar 58 Eras Alcázar del Baeza Jaén del Baeza Jaén del Baeza Jaén del Baeza Jaén del Úbeda Jaén del Úbeda Jaén del Úbeda Jaén del Úbeda Jaén del Úbeda Jaén del Úbeda Jaén del Úbeda Jaén del Úbeda Jaén del Úbeda Jaén del Úbeda Jaén 58 Eras Alcázar 58 Eras Alcázar 58 Eras Alcázar 58 Eras Alcázar 58 Eras Alcázar del Úbeda Jaén del Úbeda Jaén del Úbeda Jaén del Úbeda Jaén del Úbeda Jaén Bronce Pleno (Fase IV) Bronce Pleno (Fase IV) Bronce Pleno (Fase IV) Bronce Pleno (Fase IV) Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus suber Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Presencia Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus suber Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Presencia Piso Mesomediterráneo Quercus sp. Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus sp. Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Piso Mesomediterráneo Quercus suber Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Cobre Final 2000-1700 cal.BC 2000-1700 cal.BC 2000-1700 cal.BC 2000-1700 cal.BC 2000-1700 cal.BC 2400-2000 cal. BC 2400-2000 cal. BC 2400-2000 cal. BC 2400-2000 cal. BC 2400-2000 cal. BC Neolítico Final-Cobre Antiguo Neolítico Final-Cobre Antiguo Neolítico Final-Cobre Antiguo Neolítico Final-Cobre Antiguo Neolítico Final-Cobre Antiguo 3500-2500 cal. BC 3500-2500 cal. BC 3500-2500 cal. BC 3500-2500 cal. BC 3500-2500 cal. BC Piso Mesomediterráneo Quercus sp. Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Piso Mesomediterráneo Quercus suber Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Bronce Bronce Bronce Bronce Bronce Cobre Final Cobre Final Cobre Final Cobre Final 0,85 Rodríguez-Ariza, 2012 Rodríguez-Ariza, 2012 Sin determinar Rodríguez-Ariza, 2012 Rodríguez-Ariza, 2012 Rodríguez-Ariza, 2012 Sin determinar Rodríguez-Ariza, 2012 Sin determinar Rodríguez-Ariza, 2012 Rodríguez-Ariza, 2012 Sin determinar 12,71 42,37 0,63 5,4 0,83 Rodríguez-Ariza, 2012 Sin determinar Rodríguez-Ariza, 2012 Madera para construcción (ramas para techo) Rodríguez-Ariza, 2012 Sin determinar Rodríguez-Ariza, 2012 Sin determinar Rodríguez-Ariza, 2012 Sin determinar Rodríguez-Ariza, 2012 Ausencia 76,5 Rodríguez-Ariza, 2012 Rodríguez-Ariza, 2012 Ausencia 0,85 Rodríguez-Ariza, 2012 Rodríguez-Ariza, 2012 Madera para construcción (postes, Rodríguez-Ariza, 2012 60 vigas y techumbre) 59 Turruñuelos Santo Tomé Jaén Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera 13,15 Ibérico Madera para construcción y para combustible de horno Montes y Pradas, e.p. 59 Turruñuelos Santo Tomé Jaén Ibérico Piso Mesomediterráneo Quercus suber Ausencia Montes y Pradas, e.p. 59 Turruñuelos Santo Tomé Jaén Ibérico Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Ausencia Montes y Pradas, e.p. 64 Marroquíes Bajos (Manzana 19) 64 Marroquíes Bajos (Manzana 19) 64 Marroquíes Bajos (Manzana 19) 64 Marroquíes Bajos (Manzana 19) 65 Necrópolis Tutugi 65 Necrópolis Tutugi Jaén Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Jaén 25,92 Cobre FinalPrecampaniforme DJaén Jaén Sin determinar Piso Mesomediterráneo Quercus suber Ausencia Cobre FinalPrecampaniforme DJaén Jaén Rodríguez-Ariza, 2011 Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Ausencia Cobre FinalPrecampaniforme DJaén Jaén de Galera Granada de Galera Granada 65 Necrópolis de Galera Tutugi Rodríguez-Ariza, 2011 Piso Mesomediterráneo Quercus caducifolios 0,6 Cobre FinalPrecampaniforme D- Ibérico Sin determinar Piso Mesomediterráneo Quercus faginea Ausencia Piso Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera Presencia Ibérico Granada Ibérico Rodríguez-Ariza, 2011 Piso Mesomediterráneo Quercus suber Ausencia Rodríguez-Ariza, 2011 Rodríguez-Ariza, 2014 Madera para incineración de cadáveres Rodríguez-Ariza, 2014 Rodríguez-Ariza, 2014 61