Evolución y uso de la madera del Quercus en Andalucía

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FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LAS EDUCACIÓN
UNIVERSIDAD DE JAÉN
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Trabajo Fin de Grado
Evolución y uso de la madera
del género Quercus en
Andalucía desde el Paleolítico
hasta Época Romana a partir
de estudios antracológicos
Alumno: Laura Vico Triguero
Tutor:
Dpto:
Prof. D. Mª Oliva Rodríguez Ariza
Patrimonio Histórico
Junio, 2014
Índice
1.
INTRODUCCIÓN ___________________________________________________ 1
2.
RASGOS FÍSICOS Y BIOLÓGICOS DE ANDALUCÍA ____________________ 2
2.1.
Biogeografía _________________________________________________________ 2
2.2.
Bioclimatología ______________________________________________________ 4
2.3.
Edafología___________________________________________________________ 7
2.4.
Vegetación actual _____________________________________________________ 9
3.
METODOLOGÍA __________________________________________________ 11
4.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN _______________________________________ 12
4.1.
4.1.1.
4.1.1.
4.1.2.
4.1.3.
4.1.4.
4.1.5.
4.1.6.
4.2.
4.2.1.
4.2.2.
4.2.3.
4.2.4.
4.2.5.
4.2.6.
4.2.7.
Distribución paleobotánica de las especies de Quercus _____________________ 12
Paleolítico _________________________________________________________________ 12
Epipaleolítico ______________________________________________________________ 15
Neolítico __________________________________________________________________ 16
Calcolítico_________________________________________________________________ 18
Edad del Bronce ____________________________________________________________ 22
Edad del Hierro ____________________________________________________________ 23
Época romana ______________________________________________________________ 25
Datos paleoetnobotánicos de la utilización de la encina _____________________ 26
Paleolítico _________________________________________________________________ 26
Epipaleolítico ______________________________________________________________ 26
Neolítico __________________________________________________________________ 27
Calcolítico_________________________________________________________________ 28
Edad del Bronce ____________________________________________________________ 29
Edad del Hierro ____________________________________________________________ 31
Época Romana _____________________________________________________________ 32
5.
CONCLUSIONES __________________________________________________ 32
6.
BIBLIOGRAFÍA ___________________________________________________ 34
7.
ANEXOS _________________________________________________________ 40
1
EVOLUCIÓN Y USO DE LA MADERA DEL GÉNERO QUERCUS EN ANDALUCÍA
DESDE EL PALEOLÍTICO HASTA ÉPOCA ROMANA A PARTIR DE ESTUDIOS
ANTRACOLÓGICOS
Resumen: En este trabajo se ha realizado una revisión de estudios antracológicos llevados a cabo en
31 yacimientos andaluces. A partir de los resultados obtenidos se puede decir que la presencia de las
especies del género Quercus (encina, coscoja, alcornoque y quejigo principalmente) se mantienen de
forma continuada en los yacimientos desde el Paleolítico hasta Época romana. La mayor
concentración de este género se da en los yacimientos situados en el piso de vegetación
Mesomediterráneo, aunque su adaptación a diferentes condiciones climatológicas hace que también
aparezca en los pisos de vegetación Termo- y Supramediterráneos. La aparición de carbones de estas
especies vegetales en contextos arqueológicos responde a un uso como combustible en todos los
períodos culturales estudiados. Sólo será a partir de las sociedades más complejas cuando se observen
otras funciones asociadas a la construcción y a ritos funerarios.
Abstract: In this research work, it has been made an inspection of anthracological researches which
have been taken in 31 archaeological sites. On the basis of the results obtained, we can say that the
genus Quercus presence (mainly Holm oak, Kermes oak, cork oak and gall-oak) are present in a
continue manner from the Paleolithic to the Roman age. The biggest concentration of this genus can
be found at the sites placed in the Mediterranean vegetation floor, although his easy adaptation for any
climatological condition makes it appear in other vegetation floors; such as the Termo-Mediterranean
and Supra-Mediterranean. The appearance of this kind of coals in archaeological places is because its
use as a combustible material in every cultural period studied. Only in more complex societies it will
be able to see other uses connected with construction and funerary rituals.
Palabras clave: Quercus, antracología, recolección, madera, combustible.
1. INTRODUCCIÓN
Los estudios arqueobotánicos (antracología, carpología, palinología, etc.) en el campo de
la arqueología han ganado importancia en las últimas décadas. En el ámbito andaluz, son
especialmente abundantes en el Sureste, centrados sobre todo en los cambios climáticos que
han afectado a la vegetación y la relación del hombre con el medio.
El trabajo se ha centrado en la disciplina antracológica para el estudio de la madera de los
Quercus. La antracología aplicada a la reconstrucción paleoambiental de los yacimientos
arqueológicos cobrará fuerza especialmente a partir de los años 60, con el desarrollo de la
Nueva Arqueología. Anterior a esta fecha era conocida la importancia de los restos vegetales
1
Introducción
__________________________________________________
hallados en los yacimientos, pero no se hacía valoración paleoecológica alguna de estos
(Rodríguez-Ariza, 1992b; Badal, 1987).
La antracología se encarga de analizar los carbones recuperados en contextos
arqueológicos. El material carbonizado en un yacimiento es la huella material de la gestión y
uso de los recursos vegetales por parte de los grupos sociales (Carrión, 2004: 478). La
madera, en su estado natural, se degrada y es difícil que se mantenga en el tiempo. Sin
embargo, los carbones sí perduran en los yacimientos con facilidad, debido al lento proceso
de degradación que sufre la madera una vez carbonizada.
Para este trabajo se han escogido 31 yacimientos, que abarcan un período comprendido
entre el Paleolítico Medio y Época romana. Su estudio se ha abarcado desde una doble
perspectiva: una paleobotánica y otra paleoetnológica. La primera está relacionada con la
reconstrucción paleoambiental del yacimiento, pues la madera hallada en los asentamientos es
muy representativa de la vegetación del entorno (Carrión, 2004); mientras que la segunda
hace alusión al uso que el hombre hace de la vegetación.
2. RASGOS FÍSICOS Y BIOLÓGICOS DE ANDALUCÍA
Antes de profundizar en el análisis arqueobotánico de los asentamientos seleccionados,
hay que introducir aspectos básicos cuyo conocimiento es esencial para la reconstrucción
paleoambiental del sitio. La vegetación está condicionada por una serie de factores como son
el clima, la orografía, el tipo de suelo y la acción antrópica. Estos hacen variar y reemplazar la
vegetación a lo largo del tiempo (Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003). Por ello, se le ha dedicado
un capítulo especial a estos condicionantes, dividido en cuatro apartados que tratan aspectos
relacionados con la Biogeografía, Bioclimatología, Edafología y Vegetación actual.
2.1.
Biogeografía
La biogeografía hace alusión al espacio geográfico y a la distribución de los seres vivos en
él (Valle et al., 2004: 167).
El resultado de los continuos cambios producidos queda reflejado en el paisaje. Así, el
relieve andaluz está definido por dos alineaciones montañosas: Sierra Morena al norte y las
cordilleras Béticas al sur. Entre ellas se encuentra el surco Intrabético, que atraviesa de forma
diagonal a Andalucía. Por éste discurre el río Guadalquivir, río de mayor longitud de este
territorio, en torno al cual se han asentado muchas poblaciones a lo largo de la historia.
La Cordillera Bética se produjo durante el Neógeno, con la Orogenia Alpina, en una
colisión continental que hizo emerger una cadena montañosa en su fase de plegamiento. Esto
dio lugar en sus partes más bajas a un sistema de depresiones intramontañosas. En este mismo
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Laura Vico Triguero
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momento se forma Sierra Morena, que sirve de separación entre la Meseta y la Depresión
Bética (Conserjería de Medio Ambiente, 2012).
Los límites inferiores de Andalucía lindan con la línea de costa que conecta al oeste con el
océano Atlántico, caracterizada por estuarios y marismas1, y al este con el mar Mediterráneo,
que forma una costa de pronunciados acantilados (Peinado y Rivas-Martínez, 1987: 199).
En cuanto a la hidrología, la mayor parte de los acuíferos, tanto superficiales como
subterráneos, se localizan en la Cordillera Bética y en las Depresiones Neógenas. Por otro
lado, Sierra Morena está formada por materiales impermeables que suelen desarrollar aguas
de escorrentía superficial de poca continuidad (Conserjería de Medio Ambiente, 2012).
Para el estudio de la biogeografía andaluza, Rivas-Martínez (1988) estableció una división
basada en la distribución de suelos, vegetación y la formación del relieve. Así, Andalucía se
enmarcaría dentro del gran reino de vegetación Holártico, región Mediterránea, que a su vez
se subdividide en cinco provincias corológicas (Fig. 1): provincia Bética, LusoExtremadurense,
Murciano-Almeriense,
Gaditano-Onubo-Algaviense
y
Castellano-
Maestrazgo-Manchega.
La provincia Bética es la más extensa, localizada en todas las provincias políticas
andaluzas. Incluye formaciones montañosas que pueden superar los 2000 m; llanuras áridas y
subhúmedas, por donde discurren los principales afluentes de Andalucía; y zonas costeras.
Sus cuencas están formadas por materiales depositados durante el Neógeno postorogénico
(Valle et al., 2004). Esta provincia se subdivide en siete sectores: Hispalense, Rondeño,
Malacitano-Almijarense, Alpujarreño-Gadorense, Nevadense, Subbético y GuadicianoBacense.
La provincia Murciano-Almeriense se desarrolla únicamente en Almería. Está
constituida en su mayor parte por el sector Almeriense, aunque también se adentran el
Guadiano-Bacense, Nevadense y Alpujarreño-Gadorense. Está formada por un relieve
heterogéneo que comprende tanto relieves montañosos que oscilan entre los 1000 y 2000 m.
(asociados principalmente al complejo nevado-filábride y el complejo alpujarreño), como
llanuras vinculadas a las vegas de los ríos y a la costa. Las áreas semidesérticas dan lugar a
los característicos badlands (Arroyo, 1988) (citado en Rodríguez-Ariza, 1992b), cuyos
materiales son muy sensibles a la erosión. En esta provincia los accidentes hidrográficos se
reducen
1
prácticamente
a
las
ramblas,
debido
a
la
xericidad
del
clima.
Es una costa más baja que el litoral oriental, debido al importante papel de modelado que juega la depresión del
Guadalquivir (Peinado y Rivas-Martínez et al.,1987),
3
Rasgos físicos y biológicos de Andalucía
__________________________________________________
En la región de Cabo de Gata destaca un dominio volcánico, constituido su paisaje
principalmente de rocas riodacitas. La naturaleza volcánica de la zona se debe a las
importantes erupciones surgidas durante los procesos extensivos del Mioceno superior
(Conserjería de Medio Ambiente, 2004).
Figura 1. Mapa de distribución de las provincias corológicas.
La Provincia Gaditano-Onubo-Algarviense ocupa la franja litoral atlántica de Huelva,
la parte oriental de Cádiz, y se adentra en Málaga por la costa de Marbella y la depresión del
Río Guadiaro. En ésta se diferencia entre las sierras cuarcíticas de Cádiz (Sector GaditanoOnubense) y el litoral arenoso de Huelva (sector Algíbico) (Peinado y Rivas-Martínez, 1987).
La provincia Luso-Extremadurense se extiende por el norte de Jaén, Córdoba, Sevilla y
Huelva. Se caracteriza por la homogeneidad de sus materiales, compuesta por suelos silíceos
paleozoicos o materiales procedentes de su erosión. Su orografía está definida por la
cordillera de Sierra Morena. La colmatación de estas depresiones se pudo producir durante el
Triásico (Valle et al., 2004). En esta provincia se encuentra el sector Marianico-Mochiquense,
ocupado en su mayor parte por sierras con una altitud media de 600-700 m.
La provincia Castellano-Maestrazgo-Manchega se extiende en Andalucía por el norte
de Jaén, Almería y Granada. La constituyen materiales de diversa formación. Así, en las
llanuras nos encontramos sedimentos continentales miocénicos; y en las montañas, materiales
calizos y margosos del Triásico y el Jurásico (Valle et al., 2004). En ella se encuentra el
sector Manchego-Murciano.
2.2.
Bioclimatología
La bioclimatología es una ciencia ecológica que tiene como objetivo establecer una
relación entre el clima y los seres vivos (Rivas-Martínez, 1988).
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Laura Vico Triguero
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Según el índice de intervalos térmicos y pluviométricos, Andalucía se incluye en el
macroclima Mediterráneo, caracterizado por inviernos suaves y acusada sequía en verano.
Dentro de este macroclima se distinguen cinco tipos de pisos bioclimáticos (Fig. 1), que
varían en función de la altura, la temperatura y las precipitaciones:

Piso Termomediterráneo: Se desarrolla principalmente en el litoral andaluz y la
depresión del Guadalquivir. En él se dan las temperaturas más cálidas de Andalucía al
estar formado por los puntos más bajos del relieve andaluz (Fig. 2). Las aguas del
Guadalquivir y del litoral también juegan un importante papel en la temperatura de este
piso. Éstas funcionan como agentes termorreguladores, manteniendo unas temperaturas
suaves todo el año. En función de las precipitaciones se desarrollan tres ombrotipos2:
 Subhúmedo: Se desarrolla desde la depresión del Guadalquivir y el oeste onubense
hasta los límites de Sierra Morena. Éste se caracteriza por precipitaciones anuales de
entre 650-1000 mm.
 Seco: Comprende todo el litoral malagueño, adentrándose hacia el interior a través del
valle del Guadalhorce y en Cádiz por la bahía de Algeciras. Se caracteriza por una
pronunciada xericidad, con precipitaciones de entre 350-650 mm.
 Semiárido: Se extiende por el litoral granadino y almeriense. Presenta precipitaciones
en torno a los 200-350 mm. anuales.
Presenta una temperatura media anual de entre 17 a 19º. El mes más frío oscila entre
los 5 y 10º de mínimas y entre los 14 y 18º de máximas (Rivas-Martínez, 1988). Los
meses más afectados por las heladas son diciembre y febrero.

Piso Mesomediterráneo: Es el que más extensión ocupa. Se desarrolla en puntos más
altos que el Termomediterráneo, llegando a alcanzar los 1200-1300 m (Fig. 2). En su
parte oriental se desarrolla un amplio abanico de ombroclimas. Esto se debe al sistema de
montañas y depresiones que conforman los sistemas Béticos, que varían la temperatura y
precipitaciones:
 Seco: Propio de los puntos más elevados de este piso y de climas más xéricos como
los de Jaén, Córdoba y Almería. Las precipitaciones son inferiores a los 200 mm.
anuales.
 Húmedo: Se desarrolla especialmente en la depresión situada entre las sierras de
Cazorla y Segura, debido a la situación en ésta del Pantano del Tranco. Cuenta con
2
El ombroclima hace referencia a la cantidad de precipitaciones que caen un lugar a lo largo del año.
5
Rasgos físicos y biológicos de Andalucía
__________________________________________________
precipitaciones que oscilan entre los 1000-1600 mm. anuales. También se encuentra
en el norte de Málaga, asociado a las depresiones de Antequera y Ronda.
 Húmedo e hiperhúmedo: Se da de forma puntual en determinadas zonas de la parte
correspondiente a Huelva. También se desarrolla en el valle que abre en Sierra Morena
la ribera que se extiende por Huelva y Sevilla.
 Subhúmedo: Extendido por la parte noroeste de Andalucía (norte de Córdoba, Sevilla
y Huelva), asociado principalmente a Sierra Morena. De forma más heterogénea se
extiende por la parte norte de Granada, noroeste de Almería y norte de Málaga. Las
precipitaciones oscilan entre 650-1000 mm.
La temperatura de este piso oscila entre los 13 y los 17º, con temperaturas mínimas del
mes de frío entre -1 a 4º y de máximas de 9 a 14º (Rivas-Martínez, 1988).
Figura 2. Mapa de distribución de los pisos de vegetación andaluces.

Piso Supramediterráneo: Este piso se desarrolla en elevadas altitudes, entre los 13001800 m (Valle Tendero et al., 2004). Cuenta con un ombrotipo seco, con precipitaciones
entre los 350-650 mm anuales en las sierras giennenses, dándose en ocasiones el
subhúmedo (650-1000 mm) en las zonas más altas de este piso, a partir de los 1200-1300
m. La temperatura oscila entre los 8 a 13º anuales, con una media de las mínimas del mes
más frío de -4 a -1º y de máximas de 2 a 9º.
Está bien representado en la provincia de Jaén, asociado en ésta a Sierra Segura, Sierra
del Pozo, Sierra Magina, Jabalcuz y la Pandera. En Granada se encuentra en las sierras del
sur (sierra de Loja, Gorda, Tejeda y Almijarra, Huétor, etc.), Sierra Nevada y Baza. Al
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oeste de Almería se extiende por los picos más altos de Sierra Nevada, Sierra de los
Filabres y Gádor (Fig. 2).

Pisos Crioro- y Oromediterráneo: Comprende los picos y las partes más elevadas de los
conjuntos montañosos (entre los 1700-1800 m.) (Fig. 2), donde la temperatura no suele
sobrepasar los valores negativos (Valle et al., 2004). En estos pisos las precipitaciones se
suelen dar en forma de nieve. Las temperaturas son bajas, inferiores a 4º. Las medias de
las mínimas del mes más frío oscilan entre los -7 y -4º y las máximas no suelen pasar de
los 0º, de forma excepcional suben hasta 2º.
Por último, también es importante tener en cuenta la orientación de una ladera, pues puede
producir microclimas dentro de un mismo territorio. En función de su orientación, recibirá
más o menos insolación. Cuanto más incidan los rayos solares, mayor será la evaporación.
Esto provocará la desecación del suelo y formará una cliserie de vegetación diferente en una
ladera solana (ladera que recibe mayor insolación) que en una umbría (ladera que recibe
menor insolación). Además, el clima será más frío en las umbrías que en las solanas.
2.3.
Edafología
Los suelos están sometidos a un proceso de cambio que varía en función de su naturaleza
y de factores externos como la topografía, el clima y la vegetación. Tanto la edafología como
la climatología condicionan la distribución de las especies vegetales en el entorno. Los suelos
también influyen en el desarrollo de la vegetación, pues, en función de sus características
físico-químicas (profundidad, textura, color, capacidad de retención de agua, etc.), permiten el
desarrollo o exclusión de unas u otras especies vegetales.
Además, el estudio de los suelos facilita la reconstrucción paleoambiental del entorno. El
suelo sufre un proceso de formación conocido como “edafogénesis”, por el cual el sedimento
original va alterándose y queda reflejado en lo que se conoce como “horizonte” o “perfil”
(Polo, 2003:56). Este perfil también contribuye al conocimiento de la formación y
contextualización de un yacimiento (Polo, 2003:60).
La principal clasificación edafológica de Andalucía fue realizada por Conserjería de
Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, de la cual se ha recogido buena parte de la
información de este apartado, al considerarse la fuente más completa sobre este tema. En esta
clasificación se observó cómo los Regosoles, Leptosoles, Fluvisoles, Cambisoles y Luvisoles
son los suelos dominantes de Andalucía, de los que se describirá sus principales
características a continuación:
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Rasgos físicos y biológicos de Andalucía
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Los Regosoles son los más desarrollados. Se encuentran tanto en cordilleras como en
depresiones. Su profundidad varía dependiendo de su ubicación. Son suelos de color rojizo,
textura limosa y grumosa y se asientan sobre sustratos de margas y yesos. Además, tienen
buena capacidad de drenaje y un nivel medio-bajo en materia orgánica. Dependiendo del
perfil que presenten pueden ser de tres tipos: calcáricos, gypsicos, eútricos y dístricos. Los
dos primeros se destinan al cultivo del olivar y otros cultivos de secano, mientras que los
eútricos se utilizan para el ganado (ovino y vacuno) debido a su topografía accidentada (Rosa,
1984).
Los Leptosoles se desarrollan en pendientes superiores al 30%, encontrándose en buena
parte de las sierras más destacadas de Andalucía (Sierra Nevada, Sierra Morena, Sierra de
Baza, etc.). Se desarrollan sobre rocas carbonatadas, especialmente dolomías y calizas. Son
ricos en materia orgánica y presentan un color oscuro. Debido a su situación y escaso espesor
son difíciles de cultivar. Los Leptosoles suelen ser de tres tipos: líticos, sometidos a una fuerte
erosión hídrica, que presentan abundantes afloramientos rocosos y una baja capacidad de
retención de agua; réndsicos, que descansan directamente sobre la roca; o eútricos, asentados
sobre material lítico, con textura arcillosa y alta capacidad de retención de agua.
Los Fluvisoles son suelos profundos y de textura que varía de franca a arenosa, que
carecen de pedregosidad y rocas. Presentan un color pardo rojizo, poca capacidad de retención
de agua y un contenido medio-bajo de materia orgánica, que decrece con la profundidad. Se
desarrollan sobre todo en los márgenes de los ríos. Son aprovechados para cultivos de
regadío. Pueden ser calcáricos (usados para cultivos hortícolas) o eútricos (destinados a
frutales). Otros tipos de Fluvisoles son los que se forman por acumulación de materiales,
como los dístricos y los sálicos.
Los Cambisoles se desarrollan sobre todo en climas templados-húmedos. Presentan una
textura franco-arenosa, color rojizo y bajo nivel en materia orgánica, que decrece con la
profundidad. Se encuentran sobre todo en las provincias de Málaga y Jaén, dándose hasta
cinco tipologías de este suelo: Cambisoles gleicos, vérticos, crómicos, calcáricos y húmicos.
Los gleicos presentan una considerable profundidad (alrededor de 1 m) que permite cultivar
frutales y especies hortícolas. Los vérticos se sitúan en llano y están dedicados al cultivo del
olivar, cereales y cítricos. Se asientan sobre areniscas o margas y desarrollan grandes grietas
cuando están secos. Los calcáricos son los cambisoles menos favorables para el cultivo, pues
presentan una alta pedregosidad que dificulta esta actividad, aunque sí se utilizan para pasto.
A los crómicos y eútricos les ocurre lo mismo, y se usan principalmente como dehesa para
ganado lanar y porcino. También se encuentran los cálcicos, desarrollados sobre coluvios
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calizos y dolomíticos. Aparecen sobre todo en laderas. Serán cultivados o no en función de su
pedregosidad.
Los Luvisoles son suelos franco-arcillosos que descansan, por lo general, sobre materiales
cuacíticos, esquistos, conglomerados, etc. Tienen drenaje pobre y bajos niveles en materia
orgánica. No suelen estar cultivados debido a su pedregosidad, salvo para el caso de los
almendros. Son propios del clima mediterráneo, pues un factor importante que los origina es
esa variación de humedad invernal y sequedad estival.
2.4.
Vegetación actual
La vegetación andaluza se concentra en el monte mediterráneo, adaptada a unas
condiciones climáticas de abundantes precipitaciones en invierno y gran sequedad en verano.
La acusada xericidad en el período estival ha provocado el desarrollo de especies arbóreas y
arbustivas de hoja esclerófila y persistente (Cabezudo y Pérez, 2004).
Sus bosques han sido muy alterados por la acción antrópica, pues han sido escenario para
la vida humana desde tiempos inmemoriales. Por esto es difícil que se mantengan las
estructuras de los bosques primarios (Cabezudo y Pérez, 2004). Han sufrido en muchos casos
una alta degradación que ha provocado que sean sustituidos3 por extensas dehesas en lugar de
su sotobosque natural. Esta degradación ha provocado en algunas ocasiones la desaparición
de las especies arbóreas y su sustitución por arbustos y matorrales, cultivos o suelos desnudos.
La mayor parte de la vegetación que se encuentra en los bosques mediterráneos andaluces
en la actualidad es una vegetación potencial o clímax, en la que las especies vegetales han
madurado y se han adaptado al medio.
Además del tipo de suelo, la vegetación está condicionada por una serie de factores
ambientales relacionados con la temperatura y la precipitación, que varían en función de la
altura. Así, la vegetación se distribuye en diferentes niveles, en función del piso bioclimático
en el que se encuentre (véase apartado 2.2.).
El bosque mediterráneo está dominado por los Quercus. Éste es un género vegetal muy
adaptado al clima mediterráneo, de ahí su alta capacidad para obtener agua en capas
profundas en períodos de sequía. Su fruto es la bellota, muy consumida a lo largo de la
historia por las sociedades. Incluso ha sido representada en algunas pinturas rupestres y otros
objetos destinados a la recolección de la misma (Pereira, 2010).
3
El paso de unas especies vegetales a otras se produce por sustitución ecológica. Ésta puede producirse de forma
natural o a partir de alguna alteración antrópica de la vegetación prexistente (incendios, cultivos, talas de árboles,
etc.).
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Rasgos físicos y biológicos de Andalucía
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Este trabajo se ha centrado principalmente en cuatro especies del género Quercus: la
encina (Quercus ilex), la coscoja (Quercus coccifera), el alcornoque (Quercus suber) y el
quejigo (Quercus faginea). A continuación se resumirá las principales características
morfológicas y las condiciones ambientales en las que se suelen desarrollar estas especies,
pudiendo variar de un piso bioclimático a otro si se dan condiciones favorables para su
crecimiento.
La encina es la máxima representante del género Quercus en el bosque mediterráneo. Su
nombre procede del latín ilex-ilicis, que le fue asignado por los romanos, quienes dejaron
constancia de la abundancia de este árbol en la región mediterránea (Manzaneque y Blanco,
1997). Sus hojas presentan el borde liso y nervios secundarios ramificados (Manzaneque y
Blanco, 1997: 274). Proporcionan bellotas frecuentemente dulces (Cabezudo y Pérez, 2004:
40). Éste árbol se desarrolla mejor bajo condiciones climáticas cálidas, aunque también se
puede adaptar a climas fríos. Se desarrolla sobre suelos pobres y requiere de humedad, pero
no en exceso. La madera de este árbol es muy buena para mantener el fuego, pues su dureza
hace que tenga una combustibilidad lenta, pero no son buenas para iniciarlos (Elvira y
Hernando, 1989) (citado en Rodríguez-Ariza, 2005c). Suele dominar en laderas solanas y
secas.
La gran masa de este bosque se encuentra sobre todo en Sierra Morena, depresión del
Guadalquivir y Sierras Béticas (Cabezudo y Pérez, 2004: 31). Se localiza en gran parte del
territorio andaluz debido a su “gran amplitud ecológica”, que Cabezudo y Pérez (2004)
atribuyen a su crecimiento tanto en sustratos silíceos como calizos. Se desarrolla sobre todo
en el piso Mesomediterráneo, pero su gran capacidad de adaptación tanto a climas secos como
húmedos le permite descender al piso Termomediterráneo o ascender al Supramediterráneo
(Rodríguez-Ariza, 2004c).
La coscoja (Quercus coccifera) es una especie arbustiva de hoja perenne y dentada. Se
encuentra en todo el territorio andaluz, prefiriendo las zonas pedregosas y soleadas de los
pisos Termo- y Mesomediterránaeo, sobre todo en áreas semiáridas (Manzaneque y Blanco,
1997: 415). En ocasiones aparece como degradación del encinar (Cabezudo y Pérez, 2004).
Se suele desarrollar en ombroclimas secos, con precipitaciones escasas (no exige tanta
humedad). Resiste a las acciones humanas (podas, talas, fuego, etc.) y tiene fácil regeneración
(Manzaneque y Blanco, 1997:276).
El alcornoque (Quercus suber) se encuentra sobre todo en los piso Termo- y
Mesomediterráneo, bajo ombroclima subhúmedo y húmedo. Suele desarrollarse junto a la
encina. La hoja de esta especie es marcescente y presenta una forma “abarquillada”
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(Manzaneque y Blanco, 1997: 274), con nervios secundarios que no se ramifican. Tiende a
desarrollarse sobre suelos arenosos (Manzaneque y Blanco, 1997), por lo que es más exigente
en cuanto a aspectos edafológicos, lo que limita su aparición. Según Manzaneque y Blanco
(1997:277), el hecho de que se limite a determinadas zonas (generalmente umbrías y
húmedas), es un bioindicador climático que informa sobre el grado de humedad de la zona. Se
encuentra representado especialmente en Andalucía en Huelva, Sevilla y Cádiz. Su difícil
combustión debido al alto contenido en aire de su corteza, que la hace impermeable
(Manzaneque y Blanco, 1997:306), ha hecho que su madera no sea de las mejores para este
fin, por lo que su uso suele venir asociado a la utilización del corcho. El hecho de asentarse
sobre suelos poco aprovechables por el ser humano (silíceos duros o arenosos), ha permitido
una buena conservación de esta especie (Cabezudo y Pérez, 2004).
El quejigo (Quercus faginea). Es una especie de tamaño medio, autóctona del bosque
mediterráneo (Manzaneque y Blanco, 1997). Se desarrolla sobre todo en altura, encontrándose
así en los piso Meso- y Supramediterráneo. Los quejigos no suelen ser formaciones puras,
sino que tienden a aparecer acompañados de bosques de encinas, alcornoques, pinsapos y
robles. Presentan hoja marcescente, resistentes a la sequedad en períodos cortos de tiempo.
Suelen buscar suelos calcáreos bien desarrollados y humificados, con suficiente aporte
hídrico. Tienden a buscar las orientaciones más frescas, dejando a los encinares las laderas de
solana (Manzaneque y Blanco, 1997: 252).
3. METODOLOGÍA
La metodología seguida en este trabajo ha seguido los siguientes pasos:
1. Recopilación de los diferentes yacimientos arqueológicos que cuentan con análisis
antracológicos.
2. Creación de una base de datos
3. Realización de mapas de vegetación con los porcentajes de carbones
En primer lugar se revisaron las diversas publicaciones de estudios antracológicos
realizados en los yacimientos andaluces. De ellas se recogieron los datos relacionados con las
especies de los Quercus aquí estudiados y se recopilaron en una base de datos formada por
diez campos en los que se recogió la siguiente información: Yacimiento, Municipio,
11
Metodología
__________________________________________________
Provincia, Período cultural, Cronología C 144, Piso de vegetación actual del yacimiento,
Taxa, Frecuencias relativas, Interpretación5 y Publicación (Tabla 1.). Asimismo, se asignó a
cada yacimiento un número que lo identificase, que sería especialmente importante en la
realización de los mapas. Hay que señalar que la numeración ha respetado los números ya
asignados en publicaciones donde se recoge una lista de los análisis antracológicos de algunos
de estos yacimientos6. Esta base de datos se realizó con el fin de facilitar la comparación entre
las frecuencias relativas de los carbones recogidos en los diferentes yacimientos. En algunos
casos, ante la ausencia de las frecuencias relativas, sólo se ha podido especificar la presencia o
ausencia de un taxón. En otros casos se ha podido determinar el género vegetal, pero no la
especie a la que pertenece el taxón, bien porque son fragmentos de pequeño tamaño o bien
porque se han encontrado en mal estado. Cuando ocurre esto, los taxones se engloban en dos
grandes grupo dependiendo de las características anatómicas: Quercus caducifolios o Quercus
perenifolios. En el caso de que no se pueda especificar nada de esto, aparecerá como Quercus
sp. o cf. Quercus (por determinar). Otro dato que hay que tener en cuenta a la hora de analizar
la base de datos es que en la mayoría de las ocasiones es muy difícil especificar si un taxón
pertenece a la encina o a la coscoja, pues presentan características taxonómicas muy similares
que impiden diferenciarlas, de ahí que aparezca denominado en todos los casos como Quercus
ilex-coccifera.
Una vez recopilados los datos anteriores, se procedió a la realización de diversos mapas en
los que se ubicaron los yacimientos con las frecuencias relativas de los taxones. Para ello se
ha utilizado el mapa de Pisos de vegetación actual de Andalucía (Fig. 1). Esto facilitó un
análisis comparativo entre los diferentes yacimientos arqueológicos de Andalucía.
4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
4.1. Distribución paleobotánica de las especies de Quercus
4.1.1. Paleolítico
Los carbones encontrados en niveles paleolíticos pertenecen a tres de los yacimientos
estudiados: Cueva de los Murciélagos (25), con niveles del Paleolítico Medio y Superior
(Rodríguez-Ariza, 1996, 2011 y Gavilán et al., 1997); Cueva de Nerja (50), con niveles del
4
En algunos casos no se han realizado análisis de C14, por lo que no se ha podido determinar la datación
absoluta de los niveles en los que se hayan llevado a cabo análisis antracológicos.
5
La interpretación se refiere a la funcionalidad que se le ha asignado a la madera a partir de los análisis
antracológicos. En ocasiones no se le ha atribuido funcionalidad alguna y se especificado en la tabla como “sin
determinar”.
6
Dicha numeración aparece en Rodríguez-Ariza y Montes (2007).
12
Laura Vico Triguero
__________________________________________________
Paleolítico Superior Inicial7, Paleolítico Superior Medio (Solutrense) y Paleolítico Superior
Final (Magdaleniense) (Badal, 1990, 1996,1998); y Cueva Ambrosio (29), con niveles del
Paleolítico Superior (Solutrense) (Rodríguez-Ariza, 2006).
Figura 3. Mapas con frecuencias relativas de los Quercus durante el Paleolítico Medio y el Paleolítico
Superior Inicial.
En Cueva de los Murciélagos se han dado los únicos niveles pertenecientes al Paleolítico
Medio (61.704± 3940 y 54.487± 5902) (Fig. 3). Esta cueva se encuentra en el Piso
bioclimático Mesomediterráneo, aunque está cercano al Termomediterráneo. Presenta valores
de encina-coscoja elevados, llegando a superar el 30%. Esto denota unas condiciones
climáticas suaves y unas abundantes precipitaciones en el entorno de la cueva. La reducida
presencia del quejigo induce a pensar que éste crecía en zonas de umbría, donde no incidiera
el sol. En cuanto al alcornoque, está ausente en este momento. Esto puede deberse a
cuestiones edafológicas, pues se adapta mejor a suelos silíceos, que en Cueva de los
7
En las excavaciones de la Cueva de Nerja se diferenciaron cuatro niveles para el Paleolítico Superior Inicial: 9,
10, 12 y 13. Y tres para el Magdaleniense, con diferentes dataciones absolutas: Nivel 5 (11.930 ± 160 B.P.),
Nivel 6 (12.190 ± 150 B.P.) y Nivel 7 (12.130 ± 130 B.P.).
13
Resultados y discusión
__________________________________________________
Murciélagos no abundan. La alta presencia de taxones de encina-coscoja infiere que la masa
forestal de esta cueva durante el Paleolítico Medio estaba formada por un bosque de
quercíneas en el que la encina era la especie vegetal predominante.
La presencia de encina-coscoja disminuye a lo largo del Paleolítico Superior en Cueva de
los Murciélagos (Fig. 3). Este hecho ha sido atribuido por Rodríguez-Ariza (2006) a una
degradación del bosque provocada por una subida de las temperaturas. Por otro lado, los
porcentajes de quejigo y alcornoque no varían mucho, el primero sigue sin superar el 10% y
el segundo está ausente, por lo que se mantienen similares condiciones de humedad. En este
mismo momento en Cueva de Nerja las especies del género Quercus aquí estudiadas están
ausentes (Fig. 3), por lo que en el Piso Termomediterráneo -piso bioclimático donde se
encuentra esta cueva- el Quercus no aparece, siendo sustituido probablemente por otro género
vegetal adaptado a estas condiciones climáticas, como el pino (Badal, 1990).
En el Paleolítico Superior Medio o Solutrense sigue sin haber presencia en el piso
Termomediterráneo de taxones de Quercus (Fig. 4). Así lo demuestra el análisis antracológico
de estos niveles en Cueva de Nerja (11.930±160 B.P.). Esto induce a pensar en una escasez de
precipitaciones en dicha cueva durante el Solutrense, que impide el desarrollo de especies
vegetales que requieren de unas determinadas condiciones hídricas. Como es el caso del
género Quercus. En Cueva de Ambrosio, los niveles arqueológicos analizados se fecharon
también en el Solutrense (16500±180 BP). En este abrigo rocoso aparece, aunque con bajas
frecuencias (en torno al 1%), la encina-coscoja, que puede desarrollarse en zonas donde haya
unas determinadas condiciones hídricas. La reducida aparición de este taxón en Cueva de
Ambrosio y las altas frecuencias del mismo en Cueva de los Murciélagos, pueden explicarse
por el contacto con el piso Termomediterráneo de éste último yacimiento, lo que influye en la
humedad del entorno. Esto favorece el desarrollo de encina-coscoja en dicha cueva; pero la
xericidad de Cueva de Ambrosio, provocada por las bajas precipitaciones, dificultaría su
crecimiento. Por otro lado las frecuencias de quejigo, tanto en Cueva de los Murciélagos
como en Cueva de Ambrosio, no superan el 10%. La presencia de esta especie vegetal en
ambos yacimientos puede limitarse a las zonas de umbría. El alcornoque permanece ausente
en los tres yacimientos estudiados, posiblemente porque las condiciones climáticas siguen
siendo frías.
A partir del Paleolítico Superior Final o Magdaleniense se aprecia en Cueva de Nerja, en
los niveles 5 (11.930 ± 160 B.P.) y 7 (12.130 ± 130 B.P.), una aparición de encina-coscoja
14
Laura Vico Triguero
__________________________________________________
(Fig. 4). De esto se deduce que, durante el Magdaleniense8, las temperaturas comenzarán
a ascender. Esto favorecerá el crecimiento de la encina en el entorno de la cueva.
Figura 4. Mapas con frecuencias relativas de Quercus durante el Solutrense y Magdaleniense.
4.1.1. Epipaleolítico
Se han excavado niveles correspondientes al período Epipaleolítico en Cueva de Nerja
(50), en la que se ha diferenciado entre los niveles 6, 7, 8 y 9, para los que no se ha podido
concretar una datación absoluta (Badal, 1990, 1996,1998); y Río Palmones (41) (RodríguezAriza, 2005d).
En el yacimiento del embarcadero de Río Palmones (4550±75 y 4489±150 BP), situado en
el piso Termomediteráneo, se dan valores altos de encina-coscoja, que superan el 21% (Fig.
5). La presencia en este momento de transición de estos elevados porcentajes se puede deber a
dos factores: este piso está cercano al piso Mesomediterráneo, por lo que está influenciado en
cierta manera por la vegetación que en éste se desarrolla. Por otro lado, se ubica en zona
costera y junto al Río Palmones, por lo que la humedad en esta zona será elevada. Esto
8
Este cambio climático puede estar relacionado con el período posglaciar, en el que se produce el deshielo de los
glaciares y el aumento de las temperaturas. Este cambio se hará patente especialmente a partir del Neolítico.
15
Resultados y discusión
__________________________________________________
favorecerá el desarrollo de la encina-coscoja, que formaría
buena parte de la masa arbórea del entorno del
asentamiento.
El quejigo no tiende a desarrollarse en el piso
Termomediterráneo debido a las elevadas temperaturas, de
ahí su ausencia. Por otro lado, la aparición del alcornoque
puede deberse a los suelos arenosos de esta zona, que
facilitan su desarrollo.
Por el contrario, en Cueva de Nerja no se aprecian
cambios considerables con respecto al período anterior
(Fig. 5). La encina-coscoja mantiene su presencia desde el
Magdaleniense, pero sigue sin superar en ningún nivel el
1%. Asimismo, sigue sin haber presencia de quejigo y
alcornoque, por lo que las precipitaciones en la cueva son
escasas. Además, los suelos pedregosos de Cueva de Nerja
también limitan el crecimiento del alcornoque.
4.1.2.
Figura 5. Mapas con frecuencias
relativas de Quercus durante el
Epipaleolítico.
Para
este
Neolítico
período
contamos
con
los
análisis
antracológicos de cinco yacimientos. En este período se ha
diferenciado entre niveles arqueológicos del Neolítico
Medio y niveles del Neolítico Final, a excepción de Cueva de Nerja9 (50), que tiene
ocupación durante todo el período (Badal, 1990, 1996,1998).

Neolítico Medio o Pleno: Cueva del Toro (10) (Rodríguez-Ariza, 1996, 2004) y Cueva de
los Murciélagos (25) (Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997). Este último
yacimiento se ha analizado dentro del Neolítico Pleno, aunque su datación lo sitúa entre
este período y el Neolítico Antiguo. Sus características son similares a las de Cueva del
Toro, por ello ha sido más fácil analizarlo junto a este yacimiento.

Neolítico Final: Cueva del Toro, Cueva de los Murciélagos (25) y Polideportivo de
Martos (22) (Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Lizcano, 1999).
Durante el Neolítico Pleno se puede observar un incremento considerable de los Quercus
en contextos arqueológicos (Fig. 6), especialmente en el piso Mesomediterráneo. Esto indica
9
En Cueva de Nerja se distinguieron dos niveles de ocupación para el Neolítico: nivel 2 (6.420 ± 60 B.P.) y
nivel 3 (7,240 ± 80 B.P.).
16
Laura Vico Triguero
__________________________________________________
un cambio climático que tiende hacia temperaturas más suaves, que ya había comenzado a
finales del Paleolítico. En Cueva del Toro10, situado en una zona de transición entre dos pisos
(Termo- y Mesomediterráneo), se dan los niveles más altos de encina-coscoja. En Cueva de
los Murciélagos este taxón mantiene porcentajes similares a los del Paleolítico, oscilando
entre un 18 y un 30% en los tres niveles11 en los que se han llevado a cabo los análisis
antracológicos. Por otro lado, en el piso Termomediterráneo se sigue manteniendo una baja
presencia de los taxones de Quercus, como lo demuestra el análisis antracológico de la Cueva
de Nerja, en los que la encina-coscoja no supera el 1% en toda la secuencia neolítica. Esto se
debe posiblemente a las bajas precipitaciones que hay en dicha cueva, que también
caracterizaba el ombroclima del Paleolítico. Por otro lado, el quejigo y el alcornoque aparecen
en los yacimientos situados en el piso Mesomediterráneo (Cueva del Toro y Cueva de los
Murciélagos), aunque con niveles bajos que no superan el 10%, por lo que podrían
desarrollarse en zonas de umbría y húmedas. En Cueva de Nerja sigue sin haber presencia de
estos dos taxones debido la sequedad del entorno.
En el Neolítico Final, los niveles de encina-coscoja más altos se localizan en los
yacimientos
del
Piso
Mesomediterráneo
que
entran
en
contacto
con
el
piso
Termomediterráneo, como Cueva del Toro y Cueva de los Murciélagos (Fig. 6). El quejigo
sólo aparece en Cueva del Toro, seguramente en zonas de umbría. En Cueva de los
Murciélagos, la subida de las temperaturas puede explicar la desaparición del quejigo,
adaptado a condiciones climáticas más frías. Por otro lado, la presencia de alcornoque y el
aumento de las frecuencias de encina-coscoja puede deberse a un incremento de la humedad,
que puede resultar de su contacto con el piso Termomediterráneo. Sin embargo, en los
yacimientos situados en el piso Mesomediterráneo (Polideportivo de Martos12) los niveles de
encina-coscoja descienden, posiblemente debido a una mayor xericidad en este piso, lo que
explicaría también la ausencia de quejigo y alcornoque. La ausencia de alcornoque también
puede estar relacionada con motivos edafológicos, pues en Martos hay una predominancia de
10
En Cueva del Toro se diferenciaron dos áreas de ocupación para el Neolítico Pleno: una definida como nivel
de habitación (5820+90 B.C; 6540+110 B.C.) y otra como establo (4550±75 y 4489±150 BP) (Rodríguez-Ariza,
2004). La variación de porcentajes entre ambas áreas será especialmente relevante para el apartado 5.2., en
relación con la funcionalidad de la madera.
11
En Cueva de las Murciélagos las excavaciones diferenciaron tres fases de ocupación. Dos de estas fases se
situaron dentro del Neolítico Antiguo Medio (Fase A (5526 y 5298 cal. AC) y B (4790 y 4549 cal AC));
mientras que la Fase C se enmarcó dentro del Neolítico Final (González et al., 2000:172).
12
En Polideportivo de Martos se diferenciaron tres fases para el Neolítico Final: Fase I (3550-3435 y 3380-3320
cal. AC), Fase II (3090-2870 cal. AC) y Fase III (2565-2465 cal. AC).
17
Resultados y discusión
__________________________________________________
suelos calcáreos, donde es difícil su crecimiento.
Figura 6. Mapas con frecuencias relativas de Quercus durante el Neolítico Pleno y Final.
4.1.3. Calcolítico
El estudio paleobotánico del Calcolítico abarcó once yacimientos. Al igual que en el
Neolítico, se han diferenciado varios períodos dentro de la Edad del Cobre, a excepción de
Cueva del Toro (10) en los que los análisis han sido generales para todo el Calcolitico
(Rodríguez-Ariza, 1996, 2004), al igual que en Cueva de los Murciélagos (25) (RodríguezAriza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997) y Cabezo Juré (28) (Rodríguez-Ariza, 1998, 2005c).

Cobre Antiguo: Los Millares (1) (Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b) y Eras del Alcázar (58)
(Rodríguez-Ariza, 2012).

Cobre Pleno: En los Millares (1) se han adscrito determinadas zonas del poblado y del
Fortín I en el Cobre Pleno (Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005). También presentan niveles de
este momento El Malagón (2) (Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996), Campos (11) (Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b),
Zájara (12) (Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b, 2005b), Santa Bárbara (13) (Rodríguez-Ariza,
1999, 2000b, 2005b) Cerro de la Virgen (3) (Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b,2005b;
18
Laura Vico Triguero
__________________________________________________
Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996) y la Parcela C de Marroquíes Bajos (44)
(Rodríguez-Ariza, 2005a, 2011).

Cobre Final: De este momento son algunos niveles del poblado de Los Millares (1) y Eras
del Alcázar (58). En Marroquíes Bajos: Veracruz (43), Manzana D-19 (64), (RodríguezAriza, 2011) y el colegio de Cándido Nogales (45) (Rodríguez-Ariza, 2011).
Los valores obtenidos en los niveles del Calcolítico Antiguo muestran un porcentaje muy
bajo de encina-coscoja en los yacimientos situados en el piso Termomediterráneo, que no
superan en ningún caso el 2% (Fig. 7). La ausencia de este taxón en el yacimiento de Los
Millares se debe a un ombroclima seco y escasas precipitaciones, que se asemejan al clima
actual almeriense. Esto también dificulta la presencia de quejigo, que sólo se desarrolla en
pisos bioclimáticos más bajos si las condiciones hídricas son favorables, al igual que el
alcornoque. Por otro lado, los yacimientos del piso Mesomediterráneo que entran en contacto
con el piso Termomediterráneo (Cueva del Toro (4120+120 B.C.) y Cabezo Juré (4550±75;
4489±150 BP)) denotan una mayor presencia de alcornoque y quejigo, pues las condiciones
de humedad son mayores. Además, estos últimos yacimientos, junto con los que se localizan
plenamente en el piso Mesomediterráneo (Cueva de los Murciélagos y Eras del Alcázar
(3500-2500 cal. BC)), presentan unas altas frecuencias de encina-coscoja. Esto se debe a que
las condiciones climáticas y edafológicas que presentan estos yacimientos son más favorables
para el desarrollo de esta vegetación. Aun así, en Cueva del Toro (4120+120 B.C.) las
frecuencias de las especies de Quercus disminuyen con respecto al período anterior.
Rodríguez Ariza (2004) lo atribuye a una mayor degradación del bosque, provocada por la
mayor influencia antrópica en el medio natural, al igual que ocurre en Cueva de los
Murciélagos. Eras del Alcázar (2400-2000 cal. BC) presenta los valores más altos de encinacoscoja, por lo que la masa arbórea estaría formada en su mayor parte por esta especie
vegetal. Sin embargo, el alcornoque está ausente, debido a un ombroclima seco que impediría
abundantes precipitaciones. El quejigo aparece seguramente asociado a zonas de umbría.
En el Calcolítico Pleno las frecuencias más altas de encina-coscoja se dan en los
yacimientos del piso Mesomediterráneo (Cerro de la Virgen (1870+70 B.C.), Cueva de los
Murciélagos y la Parcela C de Marroquíes Bajos (2630-2670 cal. BC)) y en aquellos
yacimientos que se encuentran entre el piso Termo- y Mesomediterráneo (Cueva del Toro y
Cabezo Juré) (Fig.7). Incluso en El Malagón (2070+70 B.C.; 1950+50; 1920+60 B.C.), que
entra en contacto con el piso Supramediterráneo, los valores de este taxón son altos,
superando el 30%. Esto puede deberse a que la subida de las temperaturas hicieran ascender a
la encina-coscoja un piso de vegetación. Además, su cercanía a Sierra de las Estancias
19
Resultados y discusión
__________________________________________________
(Rodríguez-Ariza, 1992b), que presenta un sustrato silíceo, permite el desarrollo de especies
vegetales como el quejigo y el alcornoque, que convivirían junto a la encina-coscoja. El
desarrollo de esta vegetación también denota unas condiciones climáticas durante el Cobre
más húmedas que las actuales en este piso bioclimático (Rodríguez-Ariza, 1992b). Por otro
lado, el yacimiento vecino de Cerro de la Virgen presenta unas condiciones más secas que El
Malagón, pues no se han hallado taxones de alcornoque, y el quejigo presenta valores muy
bajos, no llegando al 1%, por lo que éste se pudo desarrollar en alguna zona de umbría.
Asimismo, en el piso Termomediterráneo la presencia de la encina-coscoja sigue siendo
escasa, no supera el 10%. En el caso de Los Millares hay un aumento de este taxón con
respecto a los niveles de Cobre Antiguo, por lo que la humedad parece ser mayor. Esto
también explicaría la aparición de quejigo y alcornoque en este momento, desarrollándose
posiblemente el quejigo en zonas umbrías y el alcornoque13 en suelos profundos, donde aflora
cierta humedad. La presencia de estos taxones en Los Millares puede deberse a un grado un
poco mayor de humedad, pues en los yacimientos de la Depresión de Vera (Zájara (2130+25
B.C. y 1965+40 B.C.), Campos (2130+25 B.C. y 1965+40 B.C.) y Santa Bárbara), que
comparten unas condiciones climatológicas y edafológicas muy parecidas a Los Millares, no
hay presencia de alcornoque ni quejigo. Esto infiere que en la Depresión de Vera las
precipitaciones fueran muy escasas, debido a la xericidad de esta zona. Sin embargo, en estos
yacimientos sí hay una baja presencia de encina-coscoja.
En el Cobre Final se mantienen valores muy similares con respecto al Cobre Pleno,
especialmente en los yacimientos situados en el piso Mesomediterráneo (Cabezo Juré, Cueva
de los Murciélagos, Cueva del Toro, Cerro de la Virgen (1870+70 B.C.) y Marroquíes Bajos)
(Fig. 7). El dato que más difiere con respecto al período anterior es el caso de Eras del
Alcázar (2400-2000 cal. BC), donde la encina-coscoja ha disminuido hasta en un 40% los
porcentajes con respecto al Cobre Inicial. Según los investigadores (Bocio, Rodríguez-Ariza y
Valle, 1996) se podría estar produciendo en este momento un cambio del clima, con inviernos
más fríos, lo que produciría una disminución de esta especie vegetal en la zona, pues no
resiste bien a las heladas. Por otro lado, también puede verse reducida por una mayor
explotación antrópica del medio, que se inicia de forma temprana en este yacimiento, pues las
grandes roturaciones agrícolas se harán patentes en los bosques a partir de la Edad del Bronce.
13
En este yacimiento sólo aparece el alcornoque en el poblado, a pesar de que en el mapa se haya representado el
total de los carbones aparecidos en este período, sin distinguir entre el poblado (2345+85 B.C.) y el fortín
(1970+40 B.C.; 1930+50 B.C.). Su presencia es escasa, tan sólo representa un 0,05%, por lo que aparición puede
deberse a una recogida casual de alguna rama de esta especie.
20
Laura Vico Triguero
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Figura 7. Mapas con frecuencias relativas de Quercus durante el Calcolítico.
Algo similar ocurre con el yacimiento de Marroquíes Bajos. Para el Cobre Final se
diferenciaron niveles pertenecientes a al Cobre Precampaniforme (excavaciones de Veracruz
y Manzana D-19) y Campaniforme (excavaciones del Colegio Cándido Nogales (2470-2200
cal. BC y 2340-2030 cal. BC)). Entre estos dos períodos no se observan grandes diferencias
en cuanto al clima que rodea el asentamiento, ni la gestión de los recursos forestales por parte
del hombre. Sí hay diferencias con respecto a los niveles del Cobre Pleno, pues a partir del
Cobre Final parece haber una intensificación de la actividad forestal, posiblemente vinculada
a la agricultura. Esto explicaría el descenso de los porcentajes de carbones de la encinacoscoja que se producen entre el Cobre Pleno y el Cobre Final (tanto Precampaniforme como
Campaniforme), de hasta más de un 10% en Veracruz, debido a una degradación del bosque
en dicha zona (Rodríguez-Ariza, 2011).
Asimismo, en el piso Termomediterráneo se aprecia una inestabilidad en cuanto a las
precipitaciones, pues de nuevo hay ausencia en Los Millares de los taxones de quejigo y
alcornoque, que habían aparecido durante el Cobre Pleno.
21
Resultados y discusión
__________________________________________________
4.1.4. Edad del Bronce
Para la Edad del Bronce se analizaron trece yacimientos en los que se diferenció entre los
niveles de Bronce Antiguo y los niveles de Bronce Pleno, a excepción de Cueva de los
Murciélagos (Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997), Eras del Alcázar
(Rodríguez-Ariza, 2012) y Gatas (49) (Gale, 1999; Rodríguez-Ariza, 2000b), en los que los
niveles del Bronce se han fechado de forma general para todo el período cultural.

Bronce Antiguo: Cerro de la Virgen (3) (Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2005b;
Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996).

Bronce Pleno: Castellón Alto (4) (Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b,2005b,2014;
Rodríguez-Ariza y Ruíz, 1995; Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996), Fuente Amarga
(Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2000b, 2000c, 2005b; Rodríguez-Ariza y Ruiz,
1993; Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel, 1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003), Loma de
la Balunca (Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza, Valle y
Esquivel, 1996), Terrera del Reloj (Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,1992b, 1993, 2005b;
Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel, 1996), Acinipo (Rodríguez-Ariza, 1992; RodríguezAriza, Aguayo y Moreno, 1992), Peñalosa (Rodríguez-Ariza y Contreras; 1997;
Rodríguez-Ariza, 2000a, 2011), Castillejo de Gádor (32) (Rodríguez-Ariza, 2001a),
Fuente Álamo (48) (Rodríguez-Ariza, 2000b; Schoch y Schweingruber, 1982; Carrión,
2004).
En el Bronce Antiguo se observan frecuencias muy parecidas a las del Cobre Final (Fig.
8). En los yacimientos situados en el piso Mesomediterráneo (Cueva de los Murciélagos, Eras
del Alcázar (2000-1700 cal. BC) y Cerro de la Virgen) se registran las frecuencias más altas
de encina-coscoja. El cambio más significativo parece darse en el piso Termomediterráneo,
donde los valores han subido considerablemente con respecto al período anterior. Esto puede
estar producido por un incremento de las precipitaciones, que produce también la aparición
del alcornoque, que rara vez se había observado en los yacimientos del litoral almeriense,
debido a su gran xericidad. El quejigo permanece ausente, pues tiende a desarrollarse a mayor
altura.
A partir del Bronce Pleno la situación empieza a cambiar. Donde antes había porcentajes
elevados de encina-coscoja, como el Cerro de la Virgen, en estos momentos hay un descenso
considerable de ésta (Fig. 8). Esto puede deberse a una intensificación agraria que se produce
especialmente en los yacimientos situados en la Depresión de Baza-Huéscar (Castellón Alto
(1420+100 B.C.), Fuente Amarga (1630+100 B.C.), Loma de la Balunca y Terrera del Reloj
(1540+50 B.C. y 1490+50 B.C)). De igual modo, en el litoral almeriense, donde había
22
Laura Vico Triguero
__________________________________________________
aparecido durante el Bronce Antiguo una fuerte presencia de encina-coscoja, en el Bronce
Pleno vuelve a descender, probablemente debido a la fuerte influencia antrópica en el medio.
Así lo demuestra el análisis de Fuente Álamo, en el que la presencia de encina-coscoja no
llega al 1%; mientras que Gatas durante el Bronce Antiguo alcanzó el 15%. Sin embargo, en
Castillejo de Gádor, que se encuentra en una zona de transición entre el piso Termo- y
Mesomediterráneo, los valores ascienden hasta un 10%. En el resto de yacimientos situados
en el piso Mesomediterráneo los porcentajes no varían con respecto al período anterior, por lo
que todavía prima un fuerte aprovechamiento de las plantas no cultivadas. Por ello, la fuerte
actividad agrícola parece tener una mayor influencia sobre el medio en la Depresión de BazaHuéscar, posiblemente por las especiales condiciones climáticas y edáficas de la zona.
Figura 8. Mapas con frecuencias relativas de Quercus durante el Bronce Antiguo y Pleno.
4.1.5. Edad del Hierro
Para la Edad del Hierro se han analizado siete yacimientos, asociados a dos zonas
culturales distintas:

Ibera: Fuente Amarga (5) (Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a, 1992b, 2000b, 2000c, 2005b;
Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993; Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel, 1996; Ruíz y
23
Resultados y discusión
__________________________________________________
Rodríguez-Ariza, 2003), Acinipo (8) (Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992), Los
Baños (33) (Rodríguez-Ariza, 2000c; Ruíz y Rodríguez-Ariza, 2003), Turruñuelos (59)
(Montes y Pradas, e.p.) y necrópolis de Tútugi (65) (Rodríguez-Ariza, 2014).

Fenicia: Cerro del Villar (53) (Ros y Burjachs, 1999) y Morro de la Mezquitilla (51)
(Schoch, 1983).
La diferencia más evidente entre ambas culturas es la diferente localización de sus
asentamientos. Los yacimientos arqueológicos de la cultura ibera donde se han realizado los
análisis antracológicos se encuentran en el piso Mesomediterráneo; mientras que los de la
cultura fenicia se desarrollan en el piso Termomediterráneo.
En los yacimientos asociados a la cultura ibérica, los valores más bajos de encina-coscoja
se dan en aquellos situados en la parte noroccidental de Andalucía (Fuente Amarga y
Turruñuelos) (Fig. 9), posiblemente por una sobreexplotación de esta especie vegetal debida a
una intensificación de la actividad agrícola, que en Acinipo parece continuar desde períodos
anteriores (Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992). En Tutugi, al ser una necrópolis, sólo
se tomaron las frecuencias absolutas, por lo que sólo se pudo determinar la presencia o
ausencia de los taxones de Quercus en este yacimiento. A partir de los análisis antracólogicos
realizados en contextos funerarios es difícil poder determinar qué vegetación era la que
dominaba en el entorno, así como los posibles cambios climáticos que afectaron a la
vegetación. Pero es interesante especialmente para el apartado 5.2., en relación con la
funcionalidad de la madera.
Estos valores contrastan con los yacimientos situados en la parte sur del piso
Mesomediterráneo (Baños y Acinipo), que presentan los valores más altos para este taxón.
Por otro lado, la presencia del quejigo sólo está presente en Fuente Amarga y en Acinipo,
posiblemente localizado en zonas de umbría. La ausencia de este taxón en el resto de
yacimientos puede deberse a una mayor sequedad y, en el caso de la necrópolis de Tutugi, a la
selección de una determinada especie vegetal para la incineración, en la que se descartaría el
quejigo y el alcornoque.
En otro lugar se encuentran los yacimientos asociados a la cultura fenicia que, como ya se
ha dicho, se sitúan en el piso Termomediterráno, concretamente en el litoral malagueño. Los
datos antracológicos no han permitido establecer frecuencias relativas para estos yacimientos,
por lo que es difícil determinar la vegetación que existía en el entorno del Cerro del Villar y
Morro de la Mezquitilla en estos momentos. Lo único que se puede deducir es una presencia
de encina-coscoja en Morro de la Mezquitilla (Fig. 9), aunque sin poder determinar su
abundancia en la masa forestal del entorno. Asimismo hay una ausencia tanto de quejigo
24
Laura Vico Triguero
__________________________________________________
como de alcornoque. El quejigo no tiende a desarrollarse en este piso, y el alcornoque no tiene
las condiciones edafológicas e hídricas necesarias para su desarrollo en la zona. En Cerro del
Villar, por el contrario, no hay ningún taxón asociado a los Quercus. El paisaje de este
yacimiento pudo estar degradado tanto por las condiciones climáticas, como por la acción
antrópica. Pero es difícil confirmarlo debido a la poca información que aportan los resultados
de este yacimiento.
Figura 9. Mapas con frecuencias relativas de Quercus durante la Edad del Hierro.
4.1.6. Época romana
Los estudios antracológicos se han centrado especialmente en la Prehistoria. Por ende, los
estudios para época romana son escasos, pues se tiende a pensar que buena parte de la
información relacionada con los cultivos y la actividad del hombre en el medio se encuentra
en las fuentes clásicas (Rodríguez-Ariza y Montes, 2010). Por ello, los estudios de los restos
carbonizados son más reducidos, de ahí sólo hayan sido dos los yacimientos con análisis
antracológicos para esta época: la villa romana de Gabia (31) y Los Baños (33).
25
Resultados y discusión
__________________________________________________
A pesar de que ambos yacimientos se encuentren
dentro del piso Mesomediterráneo, presentan valores de
encina contrapuestos (Fig. 10). En Gabia, las frecuencias
de este taxón no sobrepasan el 10%; mientras que en Los
Baños los valores superan el 30%. Esto puede deberse a
una mayor explotación antrópica del bosque en Baños que
en Gabia. Recientes estudios (Rodríguez-Ariza y Montes,
2010) han puesto de manifiesto que la escasa presencia en
Gabia de la encina (en comparación con la que hay en los
Baños) puede deberse a un abandono de la recolección de
especies vegetales silvestres en detrimento de las especies
cultivadas, y a la inexistencia de las mismas en el entorno.
Sin embargo, en Baños la vegetación natural es la
predominante. El alcornoque está ausenta en ambos
yacimientos. El quejigo aparece en la villa romana de
Gabia, aunque sólo se ha determinado su presencia, por lo
que no se puede adentrar en establecer una conclusión de
su aparición.
Figura 10. Mapas con frecuencias
relativas de Quercus en Época
romana.
4.2.
Datos paleoetnobotánicos de la utilización de la encina
4.2.1. Paleolítico
Los carbones recogidos en Cueva de Nerja y Cueva Ambrosio se asocian a contextos de
combustión. En Cueva de los Murciélagos no se especifica el contexto donde se encontró
(Rodríguez-Ariza, 1996, 2011; Gavilán et al., 1997), pero probablemente cumpliera con la
misma función que las dos anteriores cuevas al no hallarse ninguna estructura que asocie esta
madera a la construcción u otra finalidad. La recolección en dichas cuevas debió de ser
oportunista, aprovechándose las ramas caídas de los árboles del entorno. De ahí que en Cueva
de Nerja, en cuyo bosque no creció el Quercus, no aparecieran carbones asociados a este
género en toda la Cueva.
4.2.2. Epipaleolítico
Al igual que en el período anterior, los carbones recogidos de niveles epipaleolíticos se
asocian a estructuras de combustión. En Cueva de Nerja, a partir de la baja frecuencia de
26
Laura Vico Triguero
__________________________________________________
encina-coscoja, se puede deducir que la recolección sigue siendo oportunista y la presencia de
este taxón en contextos de combustión es casual, procedente seguramente de las ramas
recogidas del suelo.
Asimismo en Río Palmones, la madera, tanto de la encina-coscoja como de alcornoque,
probablemente sirvió como combustible. Ésta se encontró en niveles de ocupación, junto a
guijarros que presentan rasgos de haber sido alterados por el fuego (Rodríguez-Ariza, 2011:
315). En este caso hubo que tener en cuenta el resto de taxones asociados a diferentes árboles
y arbustos, que también aparecieron en los niveles habitacionales (Rodríguez-Ariza, 2005d).
Por la gran variedad de ellos se deduce que este yacimiento estaría rodeado por una frondosa
masa arbórea, formada por diferentes especies vegetales. Sin embargo, las frecuencias de la
encina-coscoja fueron las más elevadas, lo que induce a pensar que pudo haber cierta
selección de la madera para alimentar el fuego del hogar. Esto denota un mayor conocimiento
del medio por parte de algunos grupos sociales epipaleolíticos, que van apartándose
paulatinamente de la recolección oportunista del Paleolítico.
4.2.3. Neolítico
En el Neolítico todavía se mantienen asentamientos en cueva (Cueva de los Murciélagos,
Cueva del Toro y Cueva de Nerja). Aquí la madera sigue cumpliendo una función de
combustible, pues la mayor parte de estos carbones se encontraron en áreas de habitación
(Rodríguez-Ariza, 1996; González et al., 2000). La ausencia de hoyos de poste u otros
indicadores no indican un uso de la madera como elemento constructivo.
Tan sólo en Cueva del Toro se ha asociado la madera con la estabulación del ganado
(Rodríguez-Ariza, 2004). Además, ha sido en el establo donde se han encontrado las mayores
frecuencias de Quercus ilex-coccifera. Esto puede indicar que en este lugar se llevara a cabo
la preparación de alimentos e, incluso, la fabricación de utensilios.
Por otro lado, en los asentamientos al aire libre, el carbón se asocia en muchos casos a la
construcción, además de tener un uso combustible. En el Polideportivo de Martos, la madera
puede estar relacionada con la estabulación del ganado, pues se ha constatado la presencia de
cabañas para tal fin (Lizcano et al., 1991). En éstas se utilizaría la madera como poste para
sujetar la techumbre, pues se han hallado hoyos donde se ubicarían. En este yacimiento la
madera también pudo formar parte de instrumentos como hachas y azuelas (Lizcano et al.,
1991:78), que posiblemente tuvieron mangos de madera. A pesar de esto, no se ha podido
determinar si ha sido la madera de encina-coscoja la que se ha usado para todas esas
27
Resultados y discusión
__________________________________________________
funciones de las que se habla en el Polideportivo de Martos. Por los altos porcentajes
obtenidos en los resultados, y por la dureza de su madera, posiblemente su utilizara en dichas
actividades. Pero la falta de datos lo corroboren no permite afirmarlo con seguridad.
4.2.4. Calcolítico
El uso de la madera de los Quercus sigue manteniéndose como combustible para los
hogares en la Edad del Cobre, especialmente la de la encina-coscoja. Así lo demuestran los
estudios realizados en El Malagón, Cueva del Toro las excavaciones del poblado y el Fortín I
de Los Millares, Cueva del Toro y la Parcela C de Marroquíes Bajos, donde se ha constatado
la presencia de hogares de forma circular a lo largo de toda la secuencia (Rodríguez-Ariza,
1992b; Rodríguez-Ariza, 2004; Rodríguez-Ariza, 2005a). En Cerro de la Virgen posiblemente
se utilizara también la madera para el fuego del hogar, pero no se ha concretado la asociación
de este carbón con estructuras de combustión. En estos hogares se llevaría a cabo la
producción de alimentos, pues en yacimientos como Eras del Alcázar se encontró junto a los
hogares una gran diversidad de recipientes de mediano tamaño (hoyas, orzas, cuencos, etc.),
destinados al consumo de alimentos (Lizcano et al, 2009). Lo mismo ocurre con la Parcela C
de Marroquíes Bajos, donde se encontró junto al hogar tortas de cerámica donde se calentaría
el alimento, además de restos de fauna e instrumentos de sílex (Rodríguez-Ariza, 2005a: 247).
En Cueva del Toro y Eras del Alcázar se pudo utilizar el mismo hogar para la producción
alfarera, para cocer la cerámica (Rodríguez-Ariza, 2004; Lizcano et al. 2009). En el exterior
de las cabañas también se han hallado carbones, como en el caso de la Parcela C de
Marroquíes Bajos (Rodríguez-Ariza, 2005a). Esto se ha vinculado con la limpieza de los
hogares del interior de estas estructuras o, incluso, con fuegos realizados en el exterior que
pueden responder a diversos fines (Rodríguez-Ariza, 1992b).
Con el surgimiento de la metalurgia empieza a recolectarse madera para el combustible de
los hornos de fundición de metal. En Los Millares, Cabezo Juré, Eras del Alcázar y El
Malagón parte de estos carbones se hallaron en contextos metalúrgicos, donde los carbones
fueron encontrados junto a crisoles y escorias (Rodríguez-Ariza, 1992b; Rodríguez-Ariza,
1992; Rodríguez-Ariza, 2005c). Buena parte de la leña que formaban estas estructuras era
madera de encina-coscoja.
La madera de encina-coscoja también sirvió para la construcción, concretamente para los
techos y postes de la casas. En El Malagón, Cerro de la Virgen, Marroquíes Bajos y Eras del
Alcázar, se hallaron taxones de esta especie vegetal en estructuras en las que aparecieron
hoyos de poste y silos (Rodríguez-Ariza, 1992b). También se plantea la posibilidad de que
28
Laura Vico Triguero
__________________________________________________
pudieran pertenecer al ramaje utilizado para la techumbre (Rodríguez-Ariza, 1992b),
encontrándose en algunos casos parte de la arcilla que unía las ramas, como en Eras del
Alcázar (Lizcano, 2006). También sigue utilizándose para la estabulación del ganado en
yacimientos como Cueva del Toro (Rodríguez-Ariza, 2004).
Por otro lado, en Cueva de los Murciélagos se ha constatado la presencia de estructuras de
combustión, fosas de almacenamiento y algún hoyo de poste (González et al., 2000) que
inducen a pensar que la madera de encina-coscoja pudo tener dos tipos de uso: como
combustible y como elemento estructural. Como elemento constructivo pudo estar asociado a
alguna estructura de almacenaje de alimento o leña dentro de la cueva. Aunque esto está
todavía por determinar.
En los yacimientos de la Depresión de Vera (Campos, Zájara y Santa Bárbara) es difícil
sentar una hipótesis acerca de la funcionalidad que tuvo la madera, pues los pocos datos
paleoetnobotánicos lo dificultan. Se puede intentar extrapolar a estos yacimientos los datos
obtenidos en Los Millares, pues se incluyen dentro de la denominada como “cultura de los
Millares”. Así, la madera de encina-coscoja podría usarse como leña para la combustión de
los hogares y hornos metalúrgicos, incluso para la construcción. Aunque esto está por
confirmar.
La utilización de la madera del quejigo suele estar asociada a contextos de combustión.
Las bajas frecuencias de este esta especie vegetal en los yacimientos puede deberse a que sólo
se recolectaran sus ramas para iniciar el fuego de los hogares; mientras que la encina-coscoja
serviría para mantenerlo.
En cuanto al alcornoque, se ha documentado la utilización del corcho en estos momentos
para la fabricación de recipientes y tapaderas, como lo indica el antracoanálisis de Cabezo
Juré (Rodríguez-Ariza, 2005c).
4.2.5. Edad del Bronce
El uso de la encina-coscoja en los yacimientos del Bronce responde a dos funciones: como
combustible de hogar y como elemento de construcción.
 Combustible: En Castellón Alto, Cerro de la Virgen, Fuente Amarga, Terrera del Reloj
y El Castillejo de Gádor los carbones analizados se recogieron en contextos de combustión
(Rodríguez-Ariza y Ruíz, 1992; Rodríguez-Ariza, 1992a; Rodríguez-Ariza, 1992b),
principalmente hogares. En Cerro de la Virgen también se asoció a estructuras que se
identificaron como hornos. En Cueva de los Murciélagos no se ha determinado el uso de la
madera, pero posiblemente ejerciera con una función de combustible al haberse hallado
29
Resultados y discusión
__________________________________________________
estructuras de combustión (González et al., 2000), que pudieron tener una continuidad a lo
largo de la secuencia histórica de la cueva, pues es imprescindible el fuego del hogar para
estas sociedades.

Construcción: En Fuente Amarga, Terrera del Reloj, El Castillejo de Gádor, Peñalosa,
Eras del Alcázar, Cerro del Alcázar y Acinipo los carbones analizados también se asocian
con elementos constructivos (techo) (Rodríguez-Ariza, 1992a ;Rodríguez-Ariza, 2000a,
2012; Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno, 1992). Asimismo, en los yacimientos situados en
la Depresión de Vera (Fuente Álamo y Gatas), la madera de encina-coscoja también se
vinculó con la construcción (techumbre y los postes) (Rodríguez-Ariza, 2000b). En Cerro de
la Virgen se halló un tronco de considerables dimensiones en niveles habitacionales y una
gran cantidad de carbón vegetal. La alta presencia de encina-coscoja en este yacimiento
puede estar relacionada con los postes que sujetaban los techos de las casas. En el caso de
Castellón Alto, la madera utilizada para la construcción era la del pino, y no la de la encinacoscoja (Rodríguez-Ariza, 1992b). Esto se puede deber a la escasez de esta especie vegetal
en el entorno del asentamiento, que condicionaría la recogida de madera de pino (menos
resistente para sostener el peso de la techumbre). Lo mismo ocurre en el poblado argárico de
Loma de la Balunca. La madera de construcción se reserva para el pino (Rodríguez-Ariza,
1992b), pero las ramas de encina-coscoja sí pudieron formar parte de la techumbre de las
casas, pues se ha constatado restos carbonizados de este taxón en uno de los cortes
(Rodríguez-Ariza, 1992b).
 Instrumentos: La madera de la encina-coscoja también pudo formar parte de diversos
instrumentos (hachas, azuelas, etc.). En el caso de Castellón Alto, se documentó en la tumba
121 de la necrópolis el mango de una azuela fabricado con madera de encina, que se halló
junto a una momia (Molina et al., 2003: 157). Dicha azuela formaba parte del ajuar de esta
tumba. En Acinipo también se recogieron carbones que pudieron pertenecer a algún
instrumento, pero no se ha determinado a qué tipo (Rodríguez-Ariza, Aguayo y Moreno,
1992).
Por otro lado, el corcho del alcornoque fue usado principalmente como tapadera para los
recipientes. Así lo demuestran los análisis realizados en Gatas, en los que además se planteó
la posibilidad de que sirviera como leña para el fuego del hogar al hallarse en contextos de
combustión (Rodríguez-Ariza, 2000b, 2005b). En Peñalosa también se ha constatado el uso
del alcornoque para las tapaderas de los recipientes. Asimismo, sus ramas pudieron formar
parte de las techumbres de las casas de este último yacimiento, pues también sirve como
aislante (Rodríguez-Ariza, 2000a).
30
Laura Vico Triguero
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Del quejigo son pocos los datos obtenidos acerca de su funcionalidad. Los bajos
porcentajes de carbones de esta especie vegetal en los yacimientos puede deberse al uso de
sus ramas para iniciar los fuegos, al igual que ocurría en el Calcolítico. Pero la escasez de
información no permite establecer una conclusión certera acerca de su funcionalidad. Loma
de la Balunca es el único caso donde el quejigo parece haberse utilizado como viga en un
momento determinado (Rodríguez-Ariza, 1992b).
4.2.6. Edad del Hierro
En la cultura ibera se sigue manteniendo la madera de la encina-coscoja como
combustible tanto de hogares como de hornos. En el caso de Fuente amarga y Turruñuelos
formaba parte de la leña utilizada en los hornos de pan (Montes y Pradas, e.p.). En Acinipo y
Baños, además de alimentar el fuego de los hogares, la madera de encina-coscoja se asoció
con la construcción (techos y vigas) (Rodríguez-Ariza, 1992, 2000c). En Acinipo también se
relacionó con la fabricación de algún utensilio (Rodríguez-Ariza, 1992).
En los yacimientos iberos es frecuente encontrar la madera asociada a contextos rituales.
Esta madera, al ser más duradera, posiblemente fue utilizada como leña para la pira
(Rodríguez-Ariza y Ruíz, 1993). Así lo demuestran los análisis de la necrópolis de Tutugi. En
la sepultura 21 los carbones de encina-coscoja provienen de la incineración de los cadáveres
(Rodríguez-Ariza, 2014:438).
Para el quejigo y el alcornoque, los estudios antracológicos proporcionan escasos datos
paleoetnobotánicos. Las bajas frecuencias de ambos taxones en contextos arqueológicos
inducen a pensar en que sólo se utilizaran sus ramas para el combustible, como ocurría en
períodos anteriores. El corcho del alcornoque, incluso, pudo utilizarse para la realización del
algún instrumento o tapadera.
En los yacimientos fenicios también se asocia la madera de encina-coscoja con el
combustible de hogares y hornos. En las excavaciones de Morro de la Mezquitilla se hallaron
hornos metalúrgicos que pueden asociar la madera de la encina-coscoja con la combustión
para la fundición del metal. Pero los análisis antracológicos realizados (Schoch, 1983) no
concretan la localización de los taxones de los Quercus. En el Cero del Villar, la ausencia de
taxones de Quercus impide una valoración paleoetnográfica de este yacimiento. Lo único que
se puede deducir es que la madera que se utilizase para las diferentes actividades llevadas a
cabo en el asentamiento procedía de otra especie vegetal que hubiera en el entorno.
31
Resultados y discusión
__________________________________________________
4.2.7. Época Romana
En Época romana se observa una continuación del uso de la encina-coscoja para la
construcción de las casas, especialmente para los postes que sostenían las cubiertas de las
mismas (Rodríguez-Ariza y Montes, 2010). La dureza de esta madera hace que sea muy útil
para sostener las techumbres, que en este momento son más pesadas, ya que se utilizan
elementos constructivos como las tejas.
En Gabia los análisis antracológicos han determinado que la madera recogida procede de
dos estructuras: una que se ha considerado como una zona de habitación y otra que se
corresponde con una almazara (Rodríguez-Ariza y Montes, 2010). En la primera se ha
asociado el uso de la madera con un hogar. En la almazara se encontraron troncos de encina
asociados a la construcción.
En Baños los niveles romanos se asocian con una villa que explota los terrenos
circundantes (Rodríguez-Ariza, 2001b), en la que también se encontró un horno. En los
análisis antracológicos (Rodríguez-Ariza, 2001b) se habla de la presencia de carbones en
fosas. Esto puede estar relacionado con una posible limpieza de algún hogar, pero aún está
por confirmar.
5. CONCLUSIONES
A partir de los resultados obtenidos se puede decir que las primeras evidencias de la
aparición de encina-coscoja en contextos arqueológicos la encontramos a partir del Paleolítico
Medio en Cueva de los Murciélagos. La domesticación del fuego hace necesaria la
recolección de madera para alimentar los hogares en los que se cocinaba los alimentos, se
calentaba el área habitacional y se fabricaban instrumentos. Se inicia así una explotación de
los recursos forestales, que aún en el Paleolítico se basa en una recolección oportunista de la
madera caída de los árboles. Hasta el Paleolítico Superior Final hay una alta xericidad en los
pisos Temo- y Mesomediterráneo, que impide el crecimiento de los Quercus en el entorno de
los yacimientos situados en estos pisos. Tan sólo Cueva de los Murciélagos (que tiene
mayores precipitaciones debido a la gran influencia que ejerce el piso Termomediterráneo)
hay una aparición de encina-coscoja, que desciende conforme aumentan las temperaturas. A
partir del Magdaleniense, un cambio climático que provoca el aumento de las temperaturas
favorece la expansión de los Quercus, que empiezan a crecer en estos pisos bioclimáticos.
Será la encina-coscoja la más beneficiada de este cambio, pues se desarrollan grandes bosques
en los que suele predominar esta especie vegetal. El quejigo y el alcornoque, debido a sus
32
Laura Vico Triguero
__________________________________________________
mayores exigencias climáticas, edáficas e hídricas, presentan mayores frecuencias a partir de
este momento, pero suelen encontrarse en zonas de umbría o con una determinada humedad.
En el Epipaleolítico ya vemos algunos cambios en cuanto a la gestión de los bosques en
asentamientos al aire libre como Río Palmones, con cierta selección de la leña recogida por
parte de los grupos sociales que aquí habitaban. Pero no será hasta el Neolítico cuando se
empiece a producir una mayor influencia del hombre en los bosques. En este momento, el
cambio climático que se venía produciendo desde el Paleolítico Superior Final se hace cada
vez más patente con la subida de las temperaturas y de las precipitaciones. Esto propiciará
cada vez más el desarrollo de los Quercus. La encina-coscoja es más abundante en el piso
Mesomediterráneo, en el que también se suele encontrar quejigo cobijado en zonas de umbría.
Por otro lado, el alcornoque presenta mayores frecuencias en el piso Termomediterráneo,
ligado especialmente a suelos arenosos, localizado sobre todo en el litoral occidental andaluz.
En este período surgen las primeras sociedades agrícola-ganaderas, que empiezan a gestionar
los recursos forestales debido a un mayor conocimiento del medio. Los bosques empiezan a
roturarse con la introducción de la agricultura, además de utilizarse como pasto para el
ganado. A pesar de esto, todavía no se observan grandes degradaciones provocadas por la
práctica agrícola, por lo que todavía hay una alta recolección de los recursos que el bosque les
ofrece. A partir de este momento, cuando las sociedades empiezan a sedentarizarse, la madera
no sólo cumple con una función de combustible para el hogar, sino que también se utiliza para
la construcción de las cabañas. Ya hay una cierta selección de determinadas especies
vegetales. La madera de encina sirve por su dureza especialmente como poste, y por su ramaje
para las techumbres. El quejigo se asocia en la mayor parte de los casos a estructuras de
combustión, por lo que su presencia puede estar relacionada con la recogida de sus ramas para
prender los fuegos, para los que posteriormente se usó la madera de la encina para
mantenerlos. El alcornoque, a pesar de tener características de inflamabilidad muy parecidas a
las de la encina, ha sido muy poco utilizado como combustible, lo que se ha asociado a su
mantenimiento para la obtención de corcho (Rodríguez-Ariza, 2005c), con el que se
realizaron diversos instrumentos, como tapaderas.
A partir de la Edad de los metales (Calcolítico, Edad del Bronce y Edad del Hierro), la
madera de la encina ha sido muy usada para las actividades metalúrgicas, pues su gran
resistencia al fuego facilita la fundición del metal, al exponerlo durante más tiempo a un calor
continuo. Durante el Calcolítico se empiezan a ver las primeras degradaciones del bosque
causadas por la práctica agrícola. Esto se observa principalmente en los yacimientos que han
33
Conclusiones
__________________________________________________
seguido una ocupación continuada desde el Neolítico, como Cueva del Toro y Cueva de los
Murciélagos, en los que los porcentajes de encina-coscoja han descendido considerablemente.
Los primeros momentos del Bronce mantienen características muy similares a las del
Calcolítico. Sin embargo, a partir del Bronce Pleno se empiezan a producir grandes
roturaciones del bosque, que reduce considerablemente la presencia de encina-coscoja. Estoes
especialmente visible en la Depresión de Baza-Huéscar, donde se produciría una
intensificación de la práctica agrícola.
Esta degradación continúa en la Edad del Hierro siendo cada vez mayor en el Sureste
andaluz. Los escasos datos aportados en los análisis antracológicos realizados para la cultura
fenicia impiden una comparación con respecto a los porcentajes obtenidos de la cultura ibera.
En los yacimientos iberos parece haber una mayor actividad agrícola en el sureste andaluz,
donde los porcentajes difieren con respecto a los otros yacimientos.
En Época romana se mantiene una alternancia entre las especies vegetales silvestres y las
cultivadas. En contextos de villa se han documentado los menores porcentajes de Quercus,
pues en éstos son frecuentes las intensas prácticas agrícolas, que talan los bosques para los
campos de cultivo. Sin embargo, en Baños hay una mayor presencia de encina-coscoja,
posiblemente por una reducida actividad agrícola. Esto denota una menor presencia en el
mundo romano de los Quercus en lugares rurales, destinados a la agricultura.
6. BIBLIOGRAFÍA
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Laura Vico Triguero
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7. ANEXOS
Tabla 1
Id
Yacimiento
Municipio
Provincia
1 Los Millares Santa Fé de Almería
(Fortín 1)
Mondújar
1 Los Millares
(Fortín 1)
1 Los Millares
(Fortín 1)
1 Los Millares
(Fortín 1)
1 Los Millares
(Poblado)
1 Los Millares
(Poblado)
1 Los Millares
(Poblado)
1 Los Millares
(Poblado)
Santa Fé de
Mondújar
Santa Fé de
Mondújar
Santa Fé de
Mondújar
Santa Fé de
Mondújar
Santa Fé de
Mondújar
Santa Fé de
Mondújar
Santa Fé de
Mondújar
Almería
Almería
Almería
Almería
Almería
Almería
Santa Fé de
Mondújar
Santa Fé de
Mondújar
Santa Fé de
Mondújar
Santa Fé de
Mondújar
Cobre Pleno
Cobre Pleno
Cobre Pleno
Cobre Pleno
Cobre Antiguo
Cobre Antiguo
Cobre Antiguo
Almería
Cronología Piso de vegetación actual del
Taxa
Frecuencias
C14
yacimiento
relativas
1970+40 b.C.; Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
7,12
1930+50 b.C.
1970+40 b.C.;
1930+50 b.C.
1970+40 b.C.;
1930+50 b.C.
1970+40 b.C.;
1930+50 b.C.
2345+85 b.C.
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
4,86
Piso Termomediterráneo
Quercus caducifolios
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
2345+85 b.C. Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
2345+85 b.C. Piso Termomediterráneo
Quercus caducifolios
Ausencia
2345+85 b.C. Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
1,91
Cobre Antiguo
1 Los Millares Santa Fé de Almería
(Poblado)
Mondújar
1 Los Millares
(Poblado)
1 Los Millares
(Poblado)
1 Los Millares
(Poblado)
1 Los Millares
(Poblado)
Período Cultural
Almería
Almería
Almería
Piso Termomediterráneo
1 Los Millares Santa Fé de Almería
(Poblado)
Mondújar
1,92
Cobre Final
Cobre Final
Cobre Final
Cobre Final
Almería
1 Los Millares Santa Fé de Almería
(Poblado)
Mondújar
Quercus ilex-coccifera
Cobre Pleno
Cobre Pleno
Cobre Pleno
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus caducifolios
Ausencia
2200+85 b.C.; Piso Termomediterráneo
2160+110
b.C.
Quercus ilex-coccifera
2200+85 b.C.; Piso Termomediterráneo
2160+110
b.C.
2200+85 b.C.; Piso Termomediterráneo
2160+110
Quercus faginea
Quercus caducifolios
3,05
Interpretación
Publicación
Madera para
combustible
(actividades
metalúrgicas)
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
Madera para
combustible
(actividades
metalúrgicas)
Madera para
combustible
(actividades
metalúrgicas)
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
Madera para
combustible
(actividades
metalúrgicas)
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
3,09
Ausencia
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
41
b.C.
1 Los Millares Santa Fé de Almería
(Poblado)
Mondújar
2 El Malagón
Cúllar
Cobre Pleno
Granada
Cobre Pleno
2 El Malagón
Cúllar
Granada
Cobre Pleno
2 El Malagón
Cúllar
Granada
Cobre Pleno
2 El Malagón
Cúllar
Granada
Cobre Pleno
3 Cerro de
Virgen
la Orce
3 Cerro de
Virgen
la Orce
3 Cerro de
Virgen
la Orce
3 Cerro de
Virgen
la Orce
3 Cerro de
Virgen
la Orce
3 Cerro de
Virgen
la Orce
3 Cerro de
Virgen
la Orce
Granada
2200+85 b.C.;
2160+110
b.C.
2070+70 B.C.;
1950+50;
1920+60 B.C.
2070+70 B.C.;
1950+50;
1920+60 B.C.
2070+70 B.C.;
1950+50;
1920+60 B.C.
2070+70 B.C.;
1950+50;
1920+60 B.C.
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
0,05
Sin determinar
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus faginea
4,49
Sin determinar
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus caducifolios
3,3
Sin determinar
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus suber
0,38
Sin determinar
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus ilex-coccifera
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
43,73
Madera para
combustible de hogar,
horno de fundición y
elemento de
construcción (techo)
Ausencia
Bronce Antiguo
Granada
31,61
Bronce Antiguo
Granada
Sin determinar
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
3,17
Bronce Antiguo
Granada
Sin determinar
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
0,1
Bronce Antiguo
Granada
Sin determinar
1870+70 B.C. Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
1870+70 B.C. Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
Ausencia
Cobre Pleno-Final
Granada
0,1
Cobre Pleno-Final
Granada
Sin determinar
1870+70 B.C. Piso Mesomediterráneo
Cobre Pleno-Final
Quercus faginea
0,64
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 1992b, 2005b
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza,
Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza,
Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza,
Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza,
Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991,
1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991,
1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991,
1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991,
1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991,
1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991,
1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991,
1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996
42
3 Cerro de
Virgen
la Orce
Granada
1870+70 B.C. Piso Mesomediterráneo
4 Castellón Alto Galera
Granada
Bronce Pleno
4 Castellón Alto Galera
Granada
Bronce Pleno
4 Castellón Alto Galera
Granada
Bronce Pleno
4 Castellón Alto Galera
Granada
Bronce Pleno
5 Fuente
Amarga
Quercus ilex-coccifera
51,45
Cobre Pleno-Final
Galera
Granada
Sin determinar
1420+100
B.C.
Piso Mesomediterráneo
1420+100
B.C.
Piso Mesomediterráneo
1420+100
B.C.
Piso Mesomediterráneo
1420+100
B.C.
Piso Mesomediterráneo
1630+100
B.C.
Piso Mesomediterráneo
1630+100
B.C.
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
0,23
Madera para
combustible
Quercus ilex-coccifera
9,92
Madera para
combustible
Quercus caducifolios
0,05
Sin determinar
Quercus faginea
0,94
Madera para
combustible
Quercus ilex-coccifera
19,34
Madera para
combustible y
construcción (techo)
Bronce Pleno
5 Fuente
Amarga
Galera
Granada
Quercus caducifolios
1,1
Bronce Pleno
5 Fuente
Amarga
Galera
Granada
Sin determinar
1630+100
B.C.
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
1630+100
B.C.
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Bronce Pleno
5 Fuente
Amarga
Galera
Granada
Bronce Pleno
0,23
Madera para
construcción (postes y
vigas)
Rodríguez-Ariza, 1991,
1992a,1992b,2005b; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b,2005b,2014; RodríguezAriza y Ruíz, 1995; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b,2005b,2014; RodríguezAriza y Ruíz, 1995; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b,2005b,2014; RodríguezAriza y Ruíz, 1995; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b,2005b,2014; RodríguezAriza y Ruíz, 1995; RodríguezAriza, Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2000b, 2000c, 2005b;
Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993;
Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel,
1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza,
2003
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2000b, 2000c, 2005b;
Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993;
Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel,
1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza,
2003
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2000b, 2000c, 2005b;
Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993;
Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel,
1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza,
2003
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2000b, 2000c, 2005b;
Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993;
43
5 Fuente
Amarga
Galera
Granada
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
9,97
Madera para
combustible y para
construcción (techo)
Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel,
1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza,
2003
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2000b, 2000c, 2005b;
Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993;
Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel,
1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza,
2003
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2000b, 2000c, 2005b;
Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993;
Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel,
1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza,
2003
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2000b, 2000c, 2005b;
Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993;
Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel,
1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza,
2003
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2000b, 2000c, 2005b;
Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993;
Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel,
1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza,
2003
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2000b, 2000c, 2005b;
Rodríguez-Ariza y Ruiz, 1993;
Rodríguez Ariza, Valle y Esquivel,
1996; Ruíz y Rodríguez-Ariza,
2003
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza,
Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza,
Valle y Esquivel, 1996
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
0,12 Madera para utensilio
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
1,75
Madera para
combustible
Ibérico
5 Fuente
Amarga
Galera
Granada
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
Ausencia
Ibérico
5 Fuente
Amarga
Galera
Granada
0,63
Madera para
combustible
Ibérico
5 Fuente
Amarga
Galera
Granada
Piso Mesomediterráneo
Quercus sp.
0,13
Madera para
combustible
Ibérico
5 Fuente
Amarga
Galera
Granada
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
4,75
Madera para
combustible
Ibérico
6 Loma de
Balunca
la Castilléjar
6 Loma de
Balunca
la Castilléjar
6 Loma
la Castilléjar
de
Granada
Ausencia
Bronce Pleno
Granada
Bronce Pleno
Granada Bronce Pleno
44
Balunca
6 Loma de
Balunca
la Castilléjar
Granada
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
2,49
1540+50 b.C. Piso Mesomediterráneo
y
1490+50
b.C
Quercus caducifolios
0,08
1540+50 b.C. Piso Mesomediterráneo
y
1490+50
b.C
Quercus ilex-coccifera
4,75
1540+50 b.C. Piso Mesomediterráneo
y
1490+50
b.C
Quercus faginea
0,29
1540+50 b.C. Piso Mesomediterráneo
y
1490+50
b.C
Quercus suber
Bronce Pleno
7 Terrera
Reloj
del Dehesas de Granada
Guadix
7 Terrera
Reloj
del Dehesas de Granada
Guadix
7 Terrera
Reloj
del Dehesas de Granada
Guadix
7 Terrera
Reloj
del Dehesas de Granada
Guadix
8 Acinipo
Ronda
Málaga
8 Acinipo
Ronda
Málaga
Bronce Pleno
Bronce Pleno
Bronce Pleno
Bronce Pleno
Bronce Pleno
Sin determinar
Ronda
Málaga
8 Acinipo
Ronda
Málaga
8 Acinipo
Ronda
Málaga
8 Acinipo
Ronda
Málaga
8 Acinipo
Ronda
Málaga
Bronce Pleno
Bronce Pleno
Bronce Pleno
Bronce Pleno
Ibérico
Madera para
combustible y para
construcción (techo)
Sin determinar
0,08
Sin determinar
3650±80 B.P
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus caducifolios
14,61
3650±80 B.P
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus ilex-coccifera
33,23
Bronce Pleno
8 Acinipo
Madera para
combustible y para
construcción (viga)
3650±80 B.P
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus suber
2,87
3650±80 B.P
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus perennifolios
1,15
3650±80 B.P
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus sp.
2,87
3650±80 B.P
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus faginea
15,75
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus ilex-coccifera
31,63
Sin determinar
Madera para
combustible,
construcción y
herramientas
Sin determinar
Sin determinar
Sin determinar
Sin determinar
Madera para
combustible,
construcción y
herramientas
1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza,
Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991, 1992a,
1992b, 2005b; Rodríguez-Ariza,
Valle y Esquivel, 1996
Rodríguez-Ariza, 1991,
1992a,1992b, 1993, 2005b;
Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel,
1996
Rodríguez-Ariza, 1991,
1992a,1992b, 1993, 2005b;
Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel,
1996
Rodríguez-Ariza, 1991,
1992a,1992b, 1993, 2005b;
Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel,
1996
Rodríguez-Ariza, 1991,
1992a,1992b, 1993, 2005b;
Rodríguez-Ariza, Valle y Esquivel,
1996
Rodríguez-Ariza, Aguayo y
Moreno, 1992
Rodríguez-Ariza, Aguayo y
Moreno, 1992
Rodríguez-Ariza, Aguayo y
Moreno, 1992
Rodríguez-Ariza, Aguayo y
Moreno, 1992
Rodríguez-Ariza, Aguayo y
Moreno, 1992
Rodríguez-Ariza, Aguayo y
Moreno, 1992
Rodríguez-Ariza, Aguayo y
Moreno, 1992c
45
8 Acinipo
Ronda
Málaga
8 Acinipo
Ronda
Málaga
8 Acinipo
Ronda
Málaga
8 Acinipo
Ronda
Málaga
8 Acinipo
Ronda
Málaga
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus suber
Ibérico
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus faginea
Ibérico
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus perennifolios
Ibérico
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus caducifolios
Ibérico
Piso Meso-Supramediterráneo Quercus sp.
1,1
2,18
9 Peñalosa
9 Peñalosa
9 Peñalosa
9 Peñalosa
10 Cueva
Toro
10 Cueva
Toro
10 Cueva
Toro
10 Cueva
Toro
10 Cueva
Toro
Baños de la Jaén
Encina
Bronce Pleno
Baños de la Jaén
Encina
Bronce Pleno
Baños de la Jaén
Encina
Baños de la Jaén
Encina
Baños de la Jaén
Encina
del El
TorcalAntequera
del El
TorcalAntequera
del El
TorcalAntequera
del El
TorcalAntequera
del El
TorcalAntequera
Málaga
Málaga
Málaga
Málaga
Málaga
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Piso Mesomediterráneo
Quercus sp.
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Piso Mesomediterráneo
Quercus perennifolios
Bronce Pleno
Bronce Pleno
Bronce Pleno
Cobre
Cobre
Cobre
Cobre
Cobre
4120+120
b.C.
4120+120
b.C.
4120+120
b.C.
4120+120
b.C.
4120+120
b.C.
16
3,63
1,18
Madera para
combustible
Madera para
combustible de hogar
y construcción (vigas y
postes)
17,8
Madera para la
construcción (techo) y
para la fabricación de
objetos (tapaderas)
18,43
Sin determinar
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus suber
5,52
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus suber
Madera para
combustible,
construcción y
herramientas
48,81
6,29
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus faginea
Sin determinar
Ausencia
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus perennifolios
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera
Sin determinar
Ausencia
Ibérico
9 Peñalosa
Sin determinar
Sin determinar
Madera para
combustible de hogar
39,56
Madera para
combustible de hogar
2,19
Madera para
combustible de hogar
1,46
Madera para
combustible de hogar
Rodríguez-Ariza, Aguayo y
Moreno, 1992c
Rodríguez-Ariza, Aguayo y
Moreno, 1992c
Rodríguez-Ariza, Aguayo y
Moreno, 1992c
Rodríguez-Ariza, Aguayo y
Moreno, 1992c
Rodríguez-Ariza, Aguayo y
Moreno, 1992c
Rodríguez-Ariza y Contreras;
1997; Rodríguez-Ariza, 2000a,
2011
Rodríguez-Ariza y Contreras;
1997; Rodríguez-Ariza, 2000a,
2011
Rodríguez-Ariza y Contreras;
1997; Rodríguez-Ariza, 2000a,
2011
Rodríguez-Ariza y Contreras;
1997; Rodríguez-Ariza, 2000a,
2011
Rodríguez-Ariza y Contreras;
1997; Rodríguez-Ariza, 2000a,
2011
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
46
10 Cueva
Toro
10 Cueva
Toro
10 Cueva
Toro
10 Cueva
Toro
del El
TorcalAntequera
del El
TorcalAntequera
del El
TorcalAntequera
del El
TorcalAntequera
10 Cueva
Toro
10 Cueva
Toro
del El
Torcal- Málaga
Antequera
del El
Torcal- Málaga
Antequera
10 Cueva
Toro
del El
Torcal- Málaga
Antequera
Neolítico Final
10 Cueva
Toro
del El
Torcal- Málaga
Antequera
Neolítico Final
10 Cueva
Toro
del El
Torcal- Málaga
Antequera
Neolítico Final
10 Cueva
Toro
del El
Torcal- Málaga
Antequera
Neolítico Final
10 Cueva
Toro
del El
Torcal- Málaga
Antequera
Neolítico Final
10 Cueva
del
Toro (Establo)
10 Cueva
del
Toro (Establo)
10 Cueva
del
Toro (Establo)
10 Cueva
del
Toro (Establo)
10 Cueva
del
Toro (Establo)
El
TorcalAntequera
El
TorcalAntequera
El
TorcalAntequera
El
TorcalAntequera
El
TorcalAntequera
Málaga
Málaga
Málaga
Cobre
Cobre
Cobre
Málaga
Cobre
Málaga
Málaga
Málaga
Málaga
Málaga
Cobre
Neolítico Final
Neolítico Pleno
Neolítico Pleno
Neolítico Pleno
Neolítico Pleno
Neolítico Pleno
4120+120
b.C.
4120+120
b.C.
4120+120
b.C.
4120+120
b.C.
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus sp.
4120+120
b.C.
4800+80 b.C.
y 5450+120
b.C.
4800+80 b.C.
y 5450+120
b.C.
4800+80 b.C.
y 5450+120
b.C.
4800+80 b.C.
y 5450+120
b.C.
4800+80 b.C.
y 5450+120
b.C.
4800+80 b.C.
y 5450+120
b.C.
4550±75
y
4489±150 BP
4550±75
y
4489±150 BP
4550±75
y
4489±150 BP
4550±75
y
4489±150 BP
4550±75
y
4489±150 BP
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus perennifolios
1,6
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus faginea
3,14
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus caducifolios
1,46
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera
46,45
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus caducifolios
4,03
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Madera para
combustible de hogar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Madera para
combustible de hogar
y estabulación del
ganado
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Ausencia
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus sp.
Ausencia
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus perennifolios
53,57
Madera para
combustible de hogar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Ausencia
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus faginea
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus suber
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus faginea
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus perennifolios
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus suber
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus sp.
0,36
1,42
Madera para
combustible de hogar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Madera para
combustible de hogar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Ausencia
3,45
Madera para
combustible de hogar
0,86
Madera para
combustible de hogar
78,44
Madera para
combustible de hogar
Ausencia
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
47
10 Cueva
del
Toro (Nivel de
habitación
10 Cueva
del
Toro (Nivel de
habitación
10 Cueva
del
Toro (Nivel de
habitación
10 Cueva
del
Toro (Nivel de
habitación
10 Cueva
del
Toro (Nivel de
habitación
11 Campos
11 Campos
11 Campos
11 Campos
12 Zájara
12 Zájara
12 Zájara
12 Zájara
El
Torcal- Málaga
Antequera
Neolítico Pleno
El
Torcal- Málaga
Antequera
Neolítico Pleno
El
Torcal- Málaga
Antequera
Neolítico Pleno
El
Torcal- Málaga
Antequera
Neolítico Pleno
El
Torcal- Málaga
Antequera
Neolítico Pleno
Cuevas del Almería
Almanzora
Cobre Pleno
Cuevas del Almería
Almanzora
Cobre Pleno
Cuevas del Almería
Almanzora
Cobre Pleno
Cuevas del Almería
Almanzora
Cobre Pleno
Cuevas del Almería
Almanzora
Cobre Pleno
Cuevas del Almería
Almanzora
Cobre Pleno
Cuevas del Almería
Almanzora
Cobre Pleno
Cuevas del Almería
Almanzora
Cobre Pleno
5820+90 b.C;
6540+110
b.C.
5820+90 b.C;
6540+110
b.C.
5820+90 b.C;
6540+110
b.C.
5820+90 b.C;
6540+110
b.C.
5820+90 b.C;
6540+110
b.C.
2130+25 b.C.
y
1965+40
b.C.
2130+25 b.C.
y
1965+40
b.C.
2130+25 b.C.
y
1965+40
b.C.
2130+25 b.C.
y
1965+40
b.C.
2130+25 b.C.
y
1965+40
b.C.
2130+25 b.C.
y
1965+40
b.C.
2130+25 b.C.
y
1965+40
b.C.
2130+25 b.C.
y
1965+40
b.C.
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus sp.
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus caducifolios
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus faginea
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus suber
46,72
Madera para
combustible de hogar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Madera para
combustible de hogar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
Madera para
combustible de hogar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2004a
88
2,18
7,86
3,05
Piso Termomediterráneo
Quercus caducifolios
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b,
2005b
Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b,
2005b
Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b,
2005b
0,44
Sin determinar
Piso Termomediterráneo
Quercus caducifolios
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b,
2005b
Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b,
2005b
0,7
Sin determinar
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b,
2005b
Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b,
2005b
Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b,
2005b
48
13 Santa Bárbara Huércal
Overa
13 Santa Bárbara Huércal
Overa
13 Santa Bárbara Huércal
Overa
13 Santa Bárbara Huércal
Overa
22 Polideportivo Martos
de Martos
Almería
22 Polideportivo
de Martos
Martos
Jaén
22 Polideportivo
de Martos
Martos
Jaén
22 Polideportivo
de Martos
Martos
Jaén
22 Polideportivo
de Martos
Martos
Jaén
22 Polideportivo
de Martos
Martos
Jaén
22 Polideportivo
de Martos
22 Polideportivo
de Martos
22 Polideportivo
de Martos
22 Polideportivo
de Martos
22 Polideportivo
de Martos
22 Polideportivo
de Martos
22 Polideportivo
de Martos
Martos
Jaén
Martos
Jaén
Martos
Jaén
Martos
Jaén
Martos
Jaén
Martos
Jaén
Martos
Jaén
Almería
Almería
Almería
Jaén
Cobre Pleno
Cobre Pleno
Cobre Pleno
Cobre Pleno
3550-3435
Neolítico Final (Fase
3380-3320
I)
cal. AC
3550-3435
Neolítico Final (Fase
3380-3320
I)
cal. AC
3550-3435
Neolítico Final (Fase
3380-3320
I)
cal. AC
3550-3435
Neolítico Final (Fase
3380-3320
I)
cal. AC
3550-3435
Neolítico Final (Fase
3380-3320
I)
cal. AC
3550-3435
Neolítico Final (Fase
3380-3320
I)
cal. AC
Neolítico Final (Fase 3090-2870
II)
cal. AC
Neolítico Final (Fase 3090-2870
II)
cal. AC
Neolítico Final (Fase 3090-2870
II)
cal. AC
Neolítico Final (Fase 3090-2870
II)
cal. AC
Neolítico Final (Fase 3090-2870
II)
cal. AC
Neolítico Final (Fase 3090-2870
II)
cal. AC
Neolítico Final (Fase 2565-2465
III)
cal. AC
Piso Termomediterráneo
Quercus caducifolios
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
y Piso Mesomediterráneo
Quercus perennifolios
Ausencia
8,65
Sin determinar
0,36
Sin determinar
y Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
y Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
Ausencia
Sin determinar
Quercus sp.
Ausencia
y Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
y Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
Sin determinar
Quercus sp.
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
0,18
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus perennifolios
0,18
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
0,18
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
0,79
20
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
35,43
Piso Mesomediterráneo
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
1,4
y Piso Mesomediterráneo
Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b,
2005b
Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b,
2005b
Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b,
2005b
Rodríguez-Ariza, 1999, 2000b,
2005b
Sin determinar
Sin determinar
Sin determinar
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
49
22 Polideportivo
de Martos
22 Polideportivo
de Martos
22 Polideportivo
de Martos
22 Polideportivo
de Martos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Martos
Jaén
Martos
Jaén
Martos
Jaén
Martos
Jaén
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase A)
Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase A)
Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase A)
Córdoba Neolítico Antiguo-
Zuheros
Zuheros
Zuheros
Neolítico Final (Fase
III)
Neolítico Final (Fase
III)
Neolítico Final (Fase
III)
Neolítico Final (Fase
III)
2565-2465
cal. AC
2565-2465
cal. AC
2565-2465
cal. AC
2565-2465
cal. AC
Bronce
Bronce
Bronce
Bronce
Bronce
Bronce
Cobre
Cobre
Cobre
Cobre
Cobre
Cobre
5526 y
cal. AC
5526 y
cal. AC
5526 y
cal. AC
5526 y
Piso Mesomediterráneo
Quercus perennifolios
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Piso Mesomediterráneo
Quercus perennifolios
0,74
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
0,37
Piso Mesomediterráneo
Quercus sp.
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Piso Mesomediterráneo
Quercus perennifolios
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus sp.
Ausencia
27,34
1,08
26,44
Sin determinar
Sin determinar
Sin determinar
Ausencia
Sin determinar
Sin determinar
Ausencia
29,44
0,62
Sin determinar
Sin determinar
Ausencia
0,62
5298 Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
1,73
5298 Piso Mesomediterráneo
Quercus sp.
5298 Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
1,64
5298 Piso Mesomediterráneo
Quercus perennifolios
0,1
Sin determinar
Sin determinar
Ausencia
Sin determinar
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Lizcano, 1999
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
50
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
Medio (Fase A)
Zuheros
Zuheros
Zuheros
Zuheros
Zuheros
Zuheros
Zuheros
Zuheros
Zuheros
Zuheros
Zuheros
Zuheros
Zuheros
Zuheros
Zuheros
Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase A)
Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase A)
Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase B)
Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase B)
Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase B)
Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase B)
Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase B)
Córdoba Neolítico AntiguoMedio (Fase B)
Córdoba Neolítico Final (Fase
C)
Córdoba Neolítico Final (Fase
C)
Córdoba Neolítico Final (Fase
C)
Córdoba Neolítico Final (Fase
C)
Córdoba Neolítico Final (Fase
C)
Córdoba Neolítico Final (Fase
C)
Córdoba
Paleolítico Medio
25 Cueva de los Zuheros
Murciélagos
Córdoba
25 Cueva de los Zuheros
Murciélagos
Córdoba
Paleolítico Medio
Paleolítico Medio
cal. AC
5526 y 5298
cal. AC
5526 y 5298
cal. AC
4790 y 4549
cal AC
4790 y 4549
cal AC
4790 y 4549
cal AC
4790 y 4549
cal AC
4790 y 4549
cal AC
4790 y 4549
cal AC
4336 y 3981
cal AC
4336 y 3981
cal AC
4336 y 3981
cal AC
4336 y 3981
cal AC
4336 y 3981
cal AC
4336 y 3981
cal AC
61.704± 3940
y
54.487±
5902
61.704± 3940
y
54.487±
5902
61.704± 3940
y
54.487±
5902
Gavilán et al., 1997
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Piso Mesomediterráneo
Quercus sp.
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
1,08
Piso Mesomediterráneo
Quercus perennifolios
1,08
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
0,19
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Piso Mesomediterráneo
Quercus sp.
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
0,57
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
0,57
Piso Mesomediterráneo
Quercus perennifolios
1,71
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Piso Mesomediterráneo
Piso Mesomediterráneo
Quercus perennifolios
Quercus faginea
0,3
18,86
Sin determinar
Sin determinar
Ausencia
26,53
0,19
30,11
Sin determinar
Sin determinar
Sin determinar
Sin determinar
Sin determinar
Sin determinar
Ausencia
Sin determinar
Sin determinar
Sin determinar
Ausencia
33,66
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
9,04
4,52
51
25 Cueva de los Zuheros
Murciélagos
Córdoba
25 Cueva de los Zuheros
Murciélagos
Córdoba
25 Cueva de los Zuheros
Murciélagos
Córdoba
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
25 Cueva de los
Murciélagos
28 Cabezo Juré
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Zuheros
Córdoba
Alosno
Huelva
Paleolítico Medio
Paleolítico Medio
Paleolítico Medio
Paleolítico Superior
61.704± 3940 Piso Mesomediterráneo
y
54.487±
5902
61.704± 3940 Piso Mesomediterráneo
y
54.487±
5902
61.704± 3940 Piso Mesomediterráneo
y
54.487±
5902
Piso Mesomediterráneo
Quercus sp.
Quercus caducifolios
Quercus suber
4,52
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
1,14
Piso Mesomediterráneo
Quercus perennifolios
1,69
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
7,34
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
18,64
4550±75
y Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera
4489±150 BP
33,69
Paleolítico Superior
Paleolítico Superior
Paleolítico Superior
Alosno
Huelva
Cobre
28 Cabezo Juré
Alosno
Huelva
28 Cabezo Juré
Alosno
Huelva
28 Cabezo Juré
Alosno
Huelva
29 Cueva
Ambrosio
29 Cueva
Ambrosio
de Vélez-Blanco Almería
de Vélez-Blanco Almería
Cobre
Cobre
Cobre
Paleolítico Superior
(Solutrense)
Paleolítico Superior
(Solutrense)
4550±75
y Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus suber
4489±150 BP
2,17
4550±75
y
4489±150 BP
4550±75
y
4489±150 BP
4550±75
y
4489±150 BP
16500±180
BP
16500±180
BP
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus faginea
0,37
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus perennifolios
1,81
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus sp.
0,74
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Sin determinar
Sin determinar
Sin determinar
Sin determinar
Ausencia
Cobre
28 Cabezo Juré
Sin determinar
Ausencia
1,14
Paleolítico Superior
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
2,02
Quercus sp.
Paleolítico Superior
Sin determinar
Sin determinar
Madera para
combustible de hogar
y combustible para
actividades
metalúrgicas
Corcho para
recipientes,
tapaderas…
Madera para
combustible de hogar
Madera para
combustible de hogar
Madera para
combustible de hogar
Ausencia
0,52
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1996, 2011;
Gavilán et al., 1997
Rodríguez-Ariza, 1998, 2005c
Rodríguez-Ariza, 1998, 2005c
Rodríguez-Ariza, 1998, 2005c
Rodríguez-Ariza, 1998, 2005c
Rodríguez-Ariza, 1998, 2005c
Rodríguez-Ariza, 2006b
Madera para
combustible de hogar
Rodríguez-Ariza, 2006b
52
29 Cueva
de
Ambrosio
29 Cueva
de
Ambrosio
31 Villa romana
de Gabia
31 Villa romana
de Gabia
Vélez-Blanco Almería
Vélez-Blanco Almería
Las Gabias
Granada
Las Gabias
Granada
Paleolítico Superior
(Solutrense)
Paleolítico Superior
(Solutrense)
Romano
16500±180
BP
16500±180
BP
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
0,52
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
1,01
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Granada
31 Villa romana Las Gabias
de Gabia
Granada
32 Castillejo de Gádor
Gádor
32 Castillejo de Gádor
Gádor
32 Castillejo de Gádor
Gádor
33 Los Baños
La Malahá
Almería
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
La Malahá
Presencia
Quercus caducifolios
Presencia
Romano
Almería
Almería
Bronce Pleno
Bronce Pleno
Bronce Pleno
Granada
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus suber
0,4
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus faginea
0,4
Piso Termo-Mesomediterráneo Quercus ilex-coccifera
Granada
La Malahá
Granada
33 Los Baños
La Malahá
Granada
33 Los Baños
La Malahá
Granada
33 Los Baños
La Malahá
Granada
41 Río Palmones
Algeciras
Cádiz
41 Río Palmones
Algeciras
Cádiz
Ibérico
Romano
Romano
Romano
Epipaleolítico
Epipaleolítico
Rodríguez-Ariza, 2006b
Rodríguez-Ariza y Montes, 2010
Madera para
construcción y
combustible de
hogares
Madera para
combustible de
hogares
Madera para
combustible de
hogares
Rodríguez-Ariza, 2001a
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Quercus caducifolios
Quercus faginea
2,5
Ausencia
Rodríguez-Ariza y Montes, 2010
Sin determinar
Quercus ilex-coccifera
4550±75
y Piso Termomediterráneo
4489±150 BP
4550±75
y Piso Termomediterráneo
4489±150 BP
Rodríguez-Ariza y Montes, 2010
Rodríguez-Ariza, 2001a
12,62
44,79
Rodríguez-Ariza y Montes, 2010
Sin determinar
Piso Mesomediterráneo
Ibérico
33 Los Baños
Madera para
combustible de hogar
Madera para
construcción (techo)
45,88
Madera para
combustible y para
construcción (techos)
0,59
Madera para
combustible y para
construcción (techos)
Ausencia
Ibérico
33 Los Baños
7
Romano
Piso Mesomediterráneo
Rodríguez-Ariza, 2006b
Ausencia
Romano
31 Villa romana Las Gabias
de Gabia
Sin determinar
Sin determinar
Madera para
combustible
Rodríguez-Ariza, 2001a
Rodríguez-Ariza, 2000c; Ruíz y
Rodríguez-Ariza, 2003
Rodríguez-Ariza, 2000c; Ruíz y
Rodríguez-Ariza, 2003
Rodríguez-Ariza, 2000c; Ruíz y
Rodríguez-Ariza, 2003
Rodríguez-Ariza, 2000c; Ruíz y
Rodríguez-Ariza, 2003
Rodríguez-Ariza, 2000c; Ruíz y
Rodríguez-Ariza, 2003
Rodríguez-Ariza, 2000c; Ruíz y
Rodríguez-Ariza, 2003
Rodríguez-Ariza, 2005d
Rodríguez-Ariza, 2005d
53
41 Río Palmones
Algeciras
Cádiz
41 Río Palmones
Algeciras
Cádiz
Jaén
Jaén
43 Marroquíes
Bajos
(Veracruz)
43 Marroquíes
Bajos
(Veracruz)
43 Marroquíes
Bajos
(Veracruz)
43 Marroquíes
Bajos
(Veracruz)
44 Marroquíes
Bajos (Parcela
C)
44 Marroquíes
Bajos (Parcela
C)
44 Marroquíes
Bajos (Parcela
C)
Marroquíes
Bajos (Parcela
44 C)
Jaén
Jaén
Jaén
Jaén
Jaén
Jaén
Jaén
Jaén
Jaén
Jaén
Jaén
Jaén
Jaén
Epipaleolítico
Epipaleolítico
Cobre FinalPrecampaniforme
4550±75
y Piso Termomediterráneo
4489±150 BP
4550±75
y Piso Termomediterráneo
4489±150 BP
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Quercus suber
1,25
21,25
Jaén
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
45 Marroquíes
Jaén
Bajos (Cándido
Nogales)
Jaén
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
45 Marroquíes
Jaén
Bajos (Cándido
Jaén
Piso Mesomediterráneo
Ausencia
Quercus caducifolios
Ausencia
Rodríguez-Ariza, 2011
2630-2670
Cobre Antiguo-Pleno cal. BC
Piso Mesomediterráneo
2630-2670
Cobre Antiguo-Pleno cal. BC
Piso Mesomediterráneo
2630-2670
Cobre Antiguo-Pleno cal. BC
Piso Mesomediterráneo
2630-2670
cal. BC
Piso Mesomediterráneo
Cobre FinalCampaniforme
Rodríguez-Ariza, 2011
Rodríguez-Ariza, 2011
Cobre FinalPrecampaniforme
Cobre FinalCampaniforme
Rodríguez-Ariza, 2005d
10,71
Sin determinar
Cobre FinalPrecampaniforme
Cobre FinalCampaniforme
Rodríguez-Ariza, 2005d
Ausencia
Quercus caducifolios
Ausencia
Rodríguez-Ariza, 2005a, 2011
Quercus ilex-coccifera
Quercus suber
29,41
Madera para
combustible
Rodríguez-Ariza, 2005a, 2011
Ausencia
Rodríguez-Ariza, 2005a, 2011
Quercus faginea
0,67
Cobre Antiguo-Pleno
45 Marroquíes
Jaén
Bajos (Cándido
Nogales)
Madera para
combustible
Madera para
combustible
Rodríguez-Ariza, 2011
Cobre FinalPrecampaniforme
Jaén
cf.Quercus suber
2470-2200
Piso Mesomediterráneo
cal. BC y
2340-2030
cal. BC
2470-2200
Piso Mesomediterráneo
cal. BC y
2340-2030
cal. BC
2470-2200
Piso Mesomediterráneo
cal. BC y
Quercus ilex-coccifera
Quercus caducifolios
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 2005a, 2011
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 2011
15,55
Ausencia
Rodríguez-Ariza, 2011
Quercus suber
Ausencia
Rodríguez-Ariza, 2011
54
Nogales)
45 Marroquíes
Jaén
Bajos (Cándido
Nogales)
Jaén
Cobre FinalCampaniforme
48 Fuente Álamo Cuevas del Almería
Almanzora
Bronce Pleno
48 Fuente Álamo Cuevas del Almería
Almanzora
Bronce Pleno
48 Fuente Álamo Cuevas del Almería
Almanzora
Bronce Pleno
48 Fuente Álamo Cuevas del Almería
Almanzora
Bronce Pleno
48 Fuente Álamo Cuevas del Almería
Almanzora
Bronce Pleno
49 Gatas
Turre
Almería
49 Gatas
Turre
Almería
49 Gatas
Turre
Almería
49 Gatas
Turre
Almería
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
Bronce Argárico
Bronce Argárico
Bronce Argárico
Bronce Argárico
Epipaleolítico (nivel
6)
Epipaleolítico (nivel
6)
Epipaleolítico (nivel
6)
Epipaleolítico (nivel
6)
Epipaleolítico (nivel
7)
2340-2030
cal. BC
2470-2200
Piso Mesomediterráneo
cal. BC y
2340-2030
cal. BC
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Rodríguez-Ariza, 2011
Quercus sp.
Presencia
Rodríguez-Ariza, 2000b; Schoch y
Schweingruber, 1982; Carrión,
2004
Rodríguez-Ariza, 2000b; Schoch y
Madera para corcho
Schweingruber, 1982; Carrión,
2004
Rodríguez-Ariza, 2000b; Schoch y
Sin determinar
Schweingruber, 1982; Carrión,
2004
Rodríguez-Ariza, 2000b; Schoch y
Schweingruber, 1982; Carrión,
2004
Rodríguez-Ariza, 2000b; Schoch y
Sin determinar
Schweingruber, 1982; Carrión,
2004
Gale, 1999; Rodríguez-Ariza,
2000b
Madera para corcho y
Gale, 1999; Rodríguez-Ariza,
combustible
2000b
Madera para
Gale, 1999; Rodríguez-Ariza,
construcción
2000b
Madera para corcho y
Gale, 1999; Rodríguez-Ariza,
combustible
2000b
Sin determinar
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Presencia
Piso Termomediterráneo
Quercus perennifolios
Presencia
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
0,2
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
15,49
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus caducifolios
0,93
Piso Termomediterráneo
Quercus caducifolios
0,72
3,84
15,49
3,84
Badal, 1990,1996,1998
Badal, 1990,1996,1998
Badal, 1990,1996,1998
Sin determinar
Badal, 1990,1996,1998
Sin determinar
Badal, 1990,1996,1998
55
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
50 Cueva
de Nerja
Málaga
Epipaleolítico (nivel
7)
Epipaleolítico (nivel
7)
Epipaleolítico (nivel
7)
Epipaleolítico (nivel
8)
Epipaleolítico (nivel
8)
Epipaleolítico (nivel
9)
Epipaleolítico (nivel
9)
Epipaleolítico (nivel
9)
Epipaleolítico (nivel
9)
Neolítico (nivel 2)
Neolítico (nivel 2)
Neolítico (nivel 2)
Neolítico (nivel 2)
Neolítico (Nivel 3)
Neolítico (Nivel 3)
Neolítico (Nivel 3)
Neolítico (nivel 3)
Paleolítico Superior
Final
(Magdaleniense)
(Nivel 5)
Paleolítico Superior
6.420 ±
B.P.
6.420 ±
B.P.
6.420 ±
B.P.
6.420 ±
B.P.
7,240 ±
B.P.
7,240 ±
B.P.
7,240 ±
B.P.
7,240 ±
B.P.
11.930 ±
B.P.
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
0,72
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus caducifolios
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
0,26
Piso Termomediterráneo
Quercus caducifolios
0,26
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Quercus ilex-coccifera
60 Piso Termomediterráneo
Quercus caducifolios
Ausencia
60 Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
60 Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
80 Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
80 Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
80 Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
80 Piso Termomediterráneo
Quercus caducifolios
1,35
160 Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
1,56
Quercus suber
Badal, 1990,1996,1998
Sin determinar
0,56
0,90
Ausencia
Badal, 1990,1996,1998
Badal, 1990,1996,1998
Badal, 1990,1996,1998
Badal, 1990,1996,1998
Sin determinar
Badal, 1990,1996,1998
Sin determinar
Badal, 1990,1996,1998
Ausencia
60 Piso Termomediterráneo
11.930 ± 160 Piso Termomediterráneo
Badal, 1990,1996,1998
Badal, 1990,1996,1998
Sin determinar
Badal, 1990,1996,1998
Badal, 1990,1996,1998
Badal, 1990,1996,1998
Badal, 1990,1996,1998
Sin determinar
Badal, 1990,1996,1998
Badal, 1990,1996,1998
Badal, 1990,1996,1998
Sin determinar
Badal, 1990,1996,1998
Sin determinar
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
56
Nerja
50 Cueva
Nerja
de Nerja
50 Cueva
Nerja
de Nerja
50 Cueva
Nerja
de Nerja
50 Cueva
Nerja
de Nerja
50 Cueva
Nerja
de Nerja
50 Cueva
Nerja
de Nerja
50 Cueva
Nerja
de Nerja
50 Cueva
Nerja
de Nerja
50 Cueva
Nerja
de Nerja
Málaga
Málaga
Málaga
Málaga
Málaga
Málaga
Málaga
Málaga
Málaga
Final
(Magdaleniense)
(Nivel 5)
Paleolítico Superior
Final
(Magdaleniense)
(Nivel 5)
Paleolítico Superior
Final
(Magdaleniense)
(Nivel 5)
Paleolítico Superior
Final
(Magdaleniense)
(Nivel 5)
Paleolítico Superior
Final
(Magdaleniense)
(Nivel 6)
Paleolítico Superior
Final
(Magdaleniense)
(Nivel 6)
Paleolítico Superior
Final
(Magdaleniense)
(Nivel 6)
Paleolítico Superior
Final
(Magdaleniense)
(Nivel 6)
Paleolítico Superior
Final
(Magdaleniense)
(Nivel 6)
Paleolítico Superior
Final
(Magdaleniense)
(Nivel 7)
B.P.
11.930 ± 160 Piso Termomediterráneo
B.P.
Quercus sp.
11.930 ± 160 Piso Termomediterráneo
B.P.
Quercus caducifolios
11.930 ± 160 Piso Termomediterráneo
B.P.
Quercus faginea
12.190 ± 150 Piso Termomediterráneo
B.P.
Quercus faginea
12.190 ± 150 Piso Termomediterráneo
B.P.
Quercus ilex-coccifera
12.190 ± 150 Piso Termomediterráneo
B.P.
Quercus suber
12.190 ± 150 Piso Termomediterráneo
B.P.
Quercus sp.
12.190 ± 150 Piso Termomediterráneo
B.P.
Quercus caducifolios
12.130 ± 130 Piso Termomediterráneo
B.P.
Quercus caducifolios
Ausencia
Badal, 1990,1996
Ausencia
Badal, 1990,1996
Ausencia
Badal, 1990,1996
Ausencia
Badal, 1990,1996
Ausencia
Badal, 1990,1996
Ausencia
Badal, 1990,1996
Ausencia
Badal, 1990,1996
Ausencia
Badal, 1990,1996
Ausencia
Badal, 1990,1996
57
50 Cueva
Nerja
de Nerja
Málaga
50 Cueva
Nerja
de Nerja
50 Cueva
Nerja
de Nerja
50 Cueva
Nerja
de Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
50 Cueva
Nerja
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
de Nerja
Málaga
Málaga
Málaga
Málaga
Paleolítico Superior
Final
(Magdaleniense)
(Nivel 7)
Paleolítico Superior
Final
(Magdaleniense)
(Nivel 7)
Paleolítico Superior
Final
(Magdaleniense)
(Nivel 7)
Paleolítico Superior
Final
(Magdaleniense)
(Nivel 7)
Paleolítico Superior
Inicial (nivel 10)
Paleolítico Superior
Inicial (nivel 10)
Paleolítico Superior
Inicial (nivel 10)
Paleolítico Superior
Inicial (nivel 12)
Paleolítico Superior
Inicial (nivel 12)
Paleolítico Superior
Inicial (nivel 12)
Paleolítico Superior
Inicial (nivel 13)
Paleolítico Superior
Inicial (nivel 13)
Paleolítico Superior
Inicial (nivel 13)
Paleolítico Superior
Inicial (nivel 9)
Paleolítico Superior
Inicial (nivel 9)
Paleolítico Superior
Inicial (nivel 9)
12.130 ± 130 Piso Termomediterráneo
B.P.
Quercus sp.
12.130 ± 130 Piso Termomediterráneo
B.P.
Quercus suber
12.130 ± 130 Piso Termomediterráneo
B.P.
Quercus faginea
12.130 ± 130 Piso Termomediterráneo
B.P.
Quercus ilex-coccifera
0,36
Sin determinar
Badal, 1990,1996
Ausencia
Badal, 1990,1996
Ausencia
Badal, 1990,1996
2,49
Sin determinar
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Ausencia
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
58
50 Cueva
de
Nerja
50 Cueva
de
Nerja
50 Cueva
de
Nerja
50 Cueva
de
Nerja
50 Cueva
de
Nerja
51 Morro
de
Mezquitilla
51 Morro
de
Mezquitilla
51 Morro
de
Mezquitilla
53 Cerro del Villar
Nerja
Málaga
Nerja
Málaga
Nerja
Málaga
Nerja
Málaga
Nerja
Málaga
Málaga
Málaga
Málaga
Málaga
Málaga
Málaga
Paleolítico Superior
Medio (Solutrense)
Paleolítico Superior
Medio (Solutrense)
Paleolítico Superior
Medio (Solutrense)
Paleolítico Superior
Medio (Solutrense)
Paleolítico Superior
Medio (Solutrense)
17.940 ±
B.P.
17.940 ±
B.P.
17.940 ±
B.P.
17.940 ±
B.P.
17.940 ±
B.P.
200 Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Ausencia
200 Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
200 Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
200 Piso Termomediterráneo
Quercus sp.
Ausencia
200 Piso Termomediterráneo
Quercus caducifolios
Fenicio
Fenicio
Fenicio
0,64
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Presencia
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
Badal, 1990,1996
Sin determinar
Badal, 1990,1996
Sin determinar
Schoch, 1983
Schoch, 1983
Schoch, 1983
Guadalhorce Málaga
Fenicio
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Ros y Buurjachs, 1999
53 Cerro del Villar Guadalhorce Málaga
Fenicio
Piso Termomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Ausencia
Ros y Buurjachs, 1999
53 Cerro del Villar Guadalhorce Málaga
Fenicio
Piso Termomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Ros y Buurjachs, 1999
53 Cerro del Villar Guadalhorce Málaga
Fenicio
Piso Termomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Ros y Buurjachs, 1999
54 Cerro
Alcázar
54 Cerro
Alcázar
54 Cerro
Alcázar
54 Cerro
Alcázar
54 Cerro
Alcázar
del Baeza
Jaén
2016 cal. BC
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
del Baeza
Jaén
2016 cal. BC
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
Ausencia
del Baeza
Jaén
2016 cal. BC
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
del Baeza
Jaén
Bronce Pleno (Fase
II)
Bronce Pleno (Fase
II)
Bronce Pleno (Fase
II)
Bronce Pleno (Fase
II)
2016 cal. BC
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
del Baeza
Jaén
1688 cal. BC
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
54 Cerro
Alcázar
54 Cerro
Alcázar
54 Cerro
Alcázar
del Baeza
Jaén
del Baeza
Jaén
del Baeza
Jaén
Bronce Pleno (Fase
III)
Bronce Pleno (Fase
III)
Bronce Pleno (Fase
III)
Bronce Pleno (Fase
III)
61,46
61,46
1688 cal. BC
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
1688 cal. BC
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
1688 cal. BC
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
Ausencia
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 2012
Rodríguez-Ariza, 2012
Rodríguez-Ariza, 2012
Rodríguez-Ariza, 2012
Madera para
construcción (vigas o
techos)
Rodríguez-Ariza, 2012
Rodríguez-Ariza, 2012
Rodríguez-Ariza, 2012
Rodríguez-Ariza, 2012
59
54 Cerro
Alcázar
54 Cerro
Alcázar
54 Cerro
Alcázar
54 Cerro
Alcázar
58 Eras
Alcázar
58 Eras
Alcázar
58 Eras
Alcázar
58 Eras
Alcázar
58 Eras
Alcázar
58 Eras
Alcázar
58 Eras
Alcázar
58 Eras
Alcázar
58 Eras
Alcázar
58 Eras
Alcázar
del Baeza
Jaén
del Baeza
Jaén
del Baeza
Jaén
del Baeza
Jaén
del Úbeda
Jaén
del Úbeda
Jaén
del Úbeda
Jaén
del Úbeda
Jaén
del Úbeda
Jaén
del Úbeda
Jaén
del Úbeda
Jaén
del Úbeda
Jaén
del Úbeda
Jaén
del Úbeda
Jaén
58 Eras
Alcázar
58 Eras
Alcázar
58 Eras
Alcázar
58 Eras
Alcázar
58 Eras
Alcázar
del Úbeda
Jaén
del Úbeda
Jaén
del Úbeda
Jaén
del Úbeda
Jaén
del Úbeda
Jaén
Bronce Pleno (Fase
IV)
Bronce Pleno (Fase
IV)
Bronce Pleno (Fase
IV)
Bronce Pleno (Fase
IV)
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Presencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Presencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus sp.
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus sp.
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Cobre Final
2000-1700
cal.BC
2000-1700
cal.BC
2000-1700
cal.BC
2000-1700
cal.BC
2000-1700
cal.BC
2400-2000
cal. BC
2400-2000
cal. BC
2400-2000
cal. BC
2400-2000
cal. BC
2400-2000
cal. BC
Neolítico Final-Cobre
Antiguo
Neolítico Final-Cobre
Antiguo
Neolítico Final-Cobre
Antiguo
Neolítico Final-Cobre
Antiguo
Neolítico Final-Cobre
Antiguo
3500-2500
cal. BC
3500-2500
cal. BC
3500-2500
cal. BC
3500-2500
cal. BC
3500-2500
cal. BC
Piso Mesomediterráneo
Quercus sp.
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Bronce
Bronce
Bronce
Bronce
Bronce
Cobre Final
Cobre Final
Cobre Final
Cobre Final
0,85
Rodríguez-Ariza, 2012
Rodríguez-Ariza, 2012
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 2012
Rodríguez-Ariza, 2012
Rodríguez-Ariza, 2012
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 2012
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 2012
Rodríguez-Ariza, 2012
Sin determinar
12,71
42,37
0,63
5,4
0,83
Rodríguez-Ariza, 2012
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 2012
Madera para
construcción (ramas
para techo)
Rodríguez-Ariza, 2012
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 2012
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 2012
Sin determinar
Rodríguez-Ariza, 2012
Ausencia
76,5
Rodríguez-Ariza, 2012
Rodríguez-Ariza, 2012
Ausencia
0,85
Rodríguez-Ariza, 2012
Rodríguez-Ariza, 2012
Madera para
construcción (postes,
Rodríguez-Ariza, 2012
60
vigas y techumbre)
59 Turruñuelos
Santo Tomé Jaén
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
13,15
Ibérico
Madera para
construcción y para
combustible de horno
Montes y Pradas, e.p.
59 Turruñuelos
Santo Tomé Jaén
Ibérico
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Montes y Pradas, e.p.
59 Turruñuelos
Santo Tomé Jaén
Ibérico
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Montes y Pradas, e.p.
64 Marroquíes
Bajos
(Manzana
19)
64 Marroquíes
Bajos
(Manzana
19)
64 Marroquíes
Bajos
(Manzana
19)
64 Marroquíes
Bajos
(Manzana
19)
65 Necrópolis
Tutugi
65 Necrópolis
Tutugi
Jaén
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Jaén
25,92
Cobre FinalPrecampaniforme
DJaén
Jaén
Sin determinar
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Cobre FinalPrecampaniforme
DJaén
Jaén
Rodríguez-Ariza, 2011
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Cobre FinalPrecampaniforme
DJaén
Jaén
de Galera
Granada
de Galera
Granada
65 Necrópolis de Galera
Tutugi
Rodríguez-Ariza, 2011
Piso Mesomediterráneo
Quercus caducifolios
0,6
Cobre FinalPrecampaniforme
D-
Ibérico
Sin determinar
Piso Mesomediterráneo
Quercus faginea
Ausencia
Piso Mesomediterráneo
Quercus ilex-coccifera
Presencia
Ibérico
Granada
Ibérico
Rodríguez-Ariza, 2011
Piso Mesomediterráneo
Quercus suber
Ausencia
Rodríguez-Ariza, 2011
Rodríguez-Ariza, 2014
Madera para
incineración de
cadáveres
Rodríguez-Ariza, 2014
Rodríguez-Ariza, 2014
61
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