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Astronomía
Descubrimiento del Sistema Solar
Historia Antigua, Pistas Falsas
Como se apuntó anteriormente, Aristarco de Samos propuso
que la Tierra giraba alrededor del Sol, pero la idea fue
desechada por astrónomos griegos posteriores, en particular
por Hiparco. Tolomeo, que vivió en Egipto en el siglo II a.C.,
expresó la unanimidad cuando argumentó que todas las
estrellas fijas estaban en una esfera lejana que giraba
alrededor de la Tierra. Tolomeo trató de agrupar y poner
por escrito todo lo conocido en su tiempo sobre los cielos y
su influencia fue grande, extendiéndose esta hasta el siglo
XVII (como se verá más abajo).
A pesar de eso, todo lo que se movía a través de la esfera
celestial, el Sol, la Luna y los planetas, tenía que ser capaz,
de algún modo, de desplazarse por ella. Los planetas, en
particular, fueron difíciles de entender, porque su
movimiento no es sencillo.
Dibujo esquemático de la inversión aparente del movimiento observado en
la órbita de Marte (movimiento retrógrado).
Las posiciones 1...7 de la Tierra corresponden a las posiciones 1...7 de
Marte, que se mueve más despacio. Cuando la Tierra adelanta a Marte
(posiciones 4 y 5) la posición de Marte en el cielo se mueve hacia atrás.
Venus y Mercurio se mueven de atrás adelante sobre la
posición del Sol, a veces nacen antes del Sol como luceros
del alba, otras veces se ponen después de él como estrellas
vespertinas, pero nunca aparecen en el cielo de
medianoche. Marte, Júpiter y Saturno, por otro lado, no
siguen al Sol por el cielo. Todos tienden a moverse en la
misma dirección en torno a la eclíptica, pero, de vez en
cuando, se paran y se mueven hacia atrás un tiempo y luego
continúan su movimiento habitual (movimiento
retrógrado).
Tolomeo intentó explicarlo todo usando una teoría iniciada
por Hiparco. Afirmaba que el Sol y la Luna se movían
alrededor de la Tierra. Para los griegos el círculo
representaba la perfección y Tolomeo daba por hecho que
estos cuerpos se movían igualmente en círculos. Como el
movimiento no era uniforme, asumía que el centro de esos
círculos estaba a alguna distancia fuera de la Tierra.
Mientras el Sol se movía alrededor de la Tierra, Venus y
Mercurio se movían, de forma evidente, alrededor de él en
sus propios círculos. Pero, ¿que pasa con Marte, Júpiter y
Saturno? Ingeniosamente, Tolomeo propuso que al igual que
Venus y Mercurio, cada uno de ellos también orbitaba
alrededor de un punto que a su vez orbitaba alrededor de la
Tierra igual que el Sol y esos puntos estaban vacíos. El
retroceso de los planetas parecía ahora similar al retroceso
de Venus y Mercurio. El centro que implicaba a cada uno de
esos planetas justificaba el movimiento regular del planeta,
pero el movimiento propio del planeta alrededor del centro
tenía que sumarse y a veces la suma de ambos movimientos
hacía al planeta parecer, por un tiempo, que retrocedía.
Esta "explicación" dejaba abierta la duda de donde están los
planetas, el Sol y la Luna. Pero lo peor es que también era
incorrecta. Cuando se midieron las posiciones de los
planetas con más precisión, se tuvieron que introducir
correcciones adicionales.
Sin embargo la visión de Tolomeo del sistema solar dominó
la astronomía europea durante más de 1000 años. Una
razón fue porque la astronomía casi detuvo su desarrollo
durante la decadencia y la caída del Imperio Romano y
durante la "edad oscura" que siguió a continuación. El
estudio de los cielos continuó en el mundo árabe, bajo
gobernantes árabes, pero de todos los logros de los
astrónomos árabes, el único que ejerció la mayor influencia
fue la preservación y la traducción de los libros de Tolomeo.
[Por cierto, el "Almagest" de Tolomeo está aún
impreso. Una traducción comentada por G.J. Toomer
se publicó en 1984 por la Princeton University Press
y está disponible en edición rústica por $39.50. Vea
la p. 120, Nature vol. 397, 14 Enero 1999.]
Copérnico (1473-1543)
La historia completa del descubrimiento del sistema solar,
de Copérnico, Galileo, Tycho y Kepler, es larga y llevaría a
esta exposición muy lejos. Existen libros excelentes sobre el
tema, por ejemplo, "The Sleepwalkers" ("Los Sonámbulos")
de Arthur Koestler.
Nicolás Copérnico
Nicolás Copérnico (la versión latina de
Koppernigk) era un funcionario eclesiástico
cuya pasión era la astronomía y, de hecho,
realizó algunas observaciones. En aquel
tiempo, todas las correcciones tenían que
hacerse adaptando el movimiento de los
planetas a las ideas de Tolomeo. Copérnico
propone una teoría alternativa: que la Tierra
era un planeta girando alrededor del Sol y que
todos los planetas se movían en círculos uno
dentro del otro. Mercurio y Venus tenían los
menores círculos, menores que el de la Tierra
y por consiguiente su posición en el cielo era
siempre más cercana al Sol. Eso hace más
fácil el cálculo de sus distancias del Sol en
términos de la distancia Tierra-Sol. Marte,
Júpiter y Saturno se mueven en círculos
mayores y más lentamente, de tal forma que
en el momento que la Tierra los adelanta,
parece que se mueven hacia atrás.
Copernico era muy cauteloso expresando su teoría: no solo
no consiguió negar que la Tierra era el centro del Universo,
sino que tampoco describió el movimiento de los planetas.
Aún se necesitaron algunas correcciones. Estando asociado
a la Iglesia (como prácticamente todos los sabios europeos
en aquellos días), Copérnico tuvo que cumplir una rígida
disciplina, y por consiguiente protegió sus ideas y solo las
publicó al final de su vida. Debido a su cautela, muchos
sabios de la Iglesia ciertamente vieron su teoría como una
posible alternativa a las de Tolomeo.
Galileo Galilei (1564-1642)
Existen muchos libros y obras sobre la
vida de Galileo, el sabio italiano que creó
las bases de la rama de la ciencia
conocida durante muchos años como
"filosofía natural", llamada ahora física.
Fue el primero que observó a los
planetas a través de un telescopio y lo
que vió le convenció de que Copérnico
estaba en lo cierto. El que su agresiva
defensa de la teoría coperniana volviese
a la Iglesia Católica contra él y le costase
su libertad es una historia fascinante,
pero se sale del alcance de este trabajo.
Galileo no inventó el telescopio; eso fue hecho por ópticos
en Holanda y algún otro sitio (los anteojos se venían usando
desde hacía siglos). Diferentes a los telescopios posteriores,
que giran la imagen cabeza abajo, la primera versión
funcionaba como los gemelos de teatro, combinando dos
lentes de diferentes tipos. Los gemelos de teatro aumentan
unas 2-3 veces: Galileo llevó al límite a la tecnología,
ampliando su visión 8 veces y en el último instrumento
hasta 33 veces.
Ese era el instrumento con el que Galileo efectúa sus
revolucionarios descubrimientos en 1609-10. Observó la
Luna y vio un mundo con montañas y "mares" y
arriesgándose a la ceguera (ya que el Sol no se había
observado nunca a traves de un telescopio) también observó
las manchas solares. Cuando dirigió su telescopio hacia el
planeta Júpiter, vio cuatro lunas orbitando a su alrededor,
todas, prácticamente, en el mismo plano, cerca de la
eclíptica (y por lo tanto parece que todos se sitúan en la
misma línea recta; usted puede obtener la misma visión con
unos buenos binoculares o algún telescopio), pareciéndose
muchísimo a una versión en miniatura de la firma de sistema
solar propuesto por Copérnico.
Y cuando miró hacia Venus, vio su forma visible cambiante
como la Luna, haciéndose creciente cuando Venus está entre
el Sol y nosotros, un tiempo en el que la mayor parte de su
iluminación solar mira a medias fuera de la Tierra. Galileo
fue perseguido por apoyar la vista del mundo de Copérnico,
pero sus observaciones, que fueron pronto confirmadas por
otros astrónomos, convenció a los eruditos que esa era la
forma en la que se relacionaban el Sol, la Tierra, la Luna y
los planetas.
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