BIENVENIDA AL SEMINARIO Claudio Reyes Stevens. Presidente Colegio Arquitectos Valparaíso Estimados asistentes: Agradeciendo su asistencia el pasado jueves 16 de julio, queremos dejarles estas palabras de bienvenida del Sr. Claudio Reyes con las cuales se dio inicio al mismo, porque estimamos que reflejan el espíritu que nos anima. "Porteñas y Porteños bienvenidos, seré muy breve, sólo quiero explicar que esta convocatoria nace como una necesidad muy íntima de un grupo de ciudadanos auto convocados bajo el paraguas de una organización abierta en su convocatoria, transversal en su orgánica y madura en sus planteamientos, y que nos une un profundo amor por esta ciudad, esta ciudad que amarra como el hambre, como cantaba el gitano, pero nuestra hambre de hoy es volver a ver a Valparaíso como la ciudad grande y floreciente que nunca debió dejar de existir. Esta organización la hemos bautizado con el nombre de pila de Pacto Urbano, porque nace con la urgente necesidad de crear un consenso en la ciudad que queremos, que nace también con un profundo sentido social, en donde sus habitantes y su calidad de vida son la prioridad, en donde la mirada cortoplacista y economicista no tiene cabida, sino muy por el contrario aquí estamos los que privilegiamos un modelo de ciudad sustentable, armónica y respetuosa de todas las actividades que en ella se desarrollan, con una mirada pensando en las futuras generaciones. Y como toda organización que se precie de tal, debe tener un apellido, y en este caso fue relativamente fácil dar con él, fue fácil porque el espacio que sirvió como primer punto de reunión, y sigue acogiendo nuestros debates, es la Iglesia La Matriz, edificio que se levanta en el lugar fundacional de esta ciudad, allí vio la luz el primer templo, en él los navegantes que llegaban daban gracias por el feliz arribo, y los que partían se encomendaban para el buen viaje. Podría ser una bonita paradoja, y así podrían relatarlo los libros de historia, que allí en el lugar donde nació la ciudad, nació también en su momento un grupo que le devolvió la dignidad y el esplendor al primer puerto de Chile. Hoy el desafío es tremendamente grande, estamos enfrentando a un modelo que basa su éxito en el negocio de maximizar sus utilidades, aplicando un mínimo de inversión y una acelerada tasa de retorno, y que no tienen ningún tipo de consideración con las externalidades negativas que provocan, para ellos todo tiene un precio y una forma de remediación, y nuestro Valparaíso no ha estado ajeno a estas prácticas, lamentablemente acá se instauró la política del compadrazgo, en donde lo que se hizo normal, fue generar los velos suficientes, que sirvieran para esconder los oscuros negociados a espaldas de la sociedad. Demás está decir, que también nacemos para develar estos sucios contubernios, porque somos parte de la sociedad cansada de los privilegios y las prebendas, creemos que los gobiernos en todas sus escalas, deben estar al servicio de las comunidades, sobre todo los municipios, que son la expresión más cercana al territorio y sus habitantes, creemos que la actual administración de nuestra comuna, es la fiel representante del modelo que no queremos, es ella la que está detrás de las autorizaciones de las edificaciones en altura, que además de afectar el paisaje patrimonial de nuestro anfiteatro natural, destruye el tejido social y ambiental de los barrios. Es ella la promotora de los estacionamientos subterráneos bajo nuestras tradicionales plazas del plan de la ciudad, que además de afectar la frágil estructura de su material vegetal, esconde oscuros negocios en sus concesiones, es ella la que tiene sumida a la ciudad en la basura, y el desastre medio-ambiental de las quebradas y las partes altas de nuestros cerros, que sirven de insumos para los sendos incendios que nos azotan año tras año, es ella la que no ha sabido valorar la condición patrimonial de nuestra excepcional conformación urbana, llevamos 12 años de haber sido reconocidos como tal por el mundo, y aun no contamos con un Plan Director, que salvaguarde y potencie esta verdadera herencia, como una real contribución a la base económica comunal. Y por último es ella la aval de los proyectos elaborados por la empresa propietaria de nuestro borde costero, que ni siquiera el carácter de estatal que ostenta, la ha salvado de caer en las mismas prácticas “matonescas”, que el capital privado aplica normalmente, pensamos que el territorio portuario es tan ciudad como cualquier otro, y como tal debe someterse a la planificación urbana local, y debe mantener las escalas y los equilibrios propios de una ciudad sustentable en todas sus escalas. Para terminar dejamos abierta la invitación a todo el mundo a trabajar con nosotros, la política del Pacto Urbano La Matriz, es de puertas abiertas y de una constante búsqueda de los consensos, creemos en el diálogo como una herramienta eficiente, pero también creemos en la fuerza de nuestras convicciones, y el poder de las porteñas y los porteños, que siempre han tenido la entereza para levantarse contra la adversidad y la desigualdad.