XXII JORNADAS NACIONALES DE ACTUALIZACION DOCTRINARIA DE TRIBUNALES DE CUENTAS, ÓRGANOS Y ORGANISMOS DE CONTROL EXTERNO DE LA REPÚBLICA ARGENTINA 25,26 Y 27 DE SETIEMBRE DE 2012 SALTA IMPLICANCIAS INTERNAS Y EXTERNAS DE LA FUNCION DE ASESORAMIENTO DE LOS TRIBUNALES DE CUENTAS Autor : Abog. Flavia María Hubeid Tribunal de Cuentas de la Provincia de Jujuy INDICE I. Introducción Pag. 2 II. La Función de asesorar Pag. 4 II.1.Naturaleza de los dictámenes Pag. 6 II.2. El Sujeto Dictaminante Pag. 8 II.3. Objeto y estructura de los dictámenes Pag. 9 II.4. Alcance de los dictámenes Pag. 11 III. La Función de Asesoramiento de los T. de C. Pag. 14 III.1.Los Modos del asesoramiento Pag. 15 III.1.a. La recomendación Pag. 15 III.1.b.Los Dictámenes Pag. 16 IV. Procedimiento de Consulta Pag. 20 V. Conclusiones. Pag. 20 VI. Bibliografía y material consultado Pag. 23 1 IMPLICANCIAS INTERNAS Y EXTERNAS DE LA FUNCION DE ASESORAMIENTO DE LOS TRIBUNALES DE CUENTAS I.- INTRODUCCION Permitasenos comenzar este trabajo con una metáfora para introducirnos al tema que nos ocupará en las líneas siguientes. La función de asesoramiento aparenta ser la “ pariente humilde ” dentro de la familia de funciones que, de ordinario, tienen los Tribunales de Cuentas. Poco se habla y se escribe de ella, y no goza de un marco regulatorio Los sustantivo, otros jurisdiccionales miembros normas de la aisladas “familia”, que como la regulaciones por consagran. las (de cuentas y de responsabilidad), la preventivo o el control minuciosas salvo funciones de control auditoría, son objeto de amplísimas y tanto de orden constitucional, legal o reglamentario. Casi no queda aspecto de estos institutos que no haya sido objeto de reglamentación, siendo constante además la producción de nuevas normas pues la realidad diaria de la tarea de control es una fuente inagotable de situaciones novedosas que demandan tratamiento normativo. Pero para ser rigurosos debemos decir que esto no es producto de una actitud de desmerecimiento hacia la importancia del asesoramiento. Ocurre que los Tribunales de Cuentas son esencialmente órganos de control. Su función primordial es entonces, por definición, controlar el correcto manejo de la hacienda pública, y el uso legal de los recursos públicos a través de las herramientas legales y técnicas con que, en cada caso, se cuenta. Transversalmente pueden cumplir esta otra función 2 anexa _ en cierto modo orientativa o pedagógica_ de asesorar a los poderes del Estado en materias de su competencia. Ahora bien, la función de asesoramiento que, en ese marco, cumplen los Tribunales de Cuentas, tiene connotaciones propias que la diferencian sustancialmente de los servicios de asesoramiento permanente del Estado, o sea, de la llamada Administración consultiva. De ello resulta también que, cuando la doctrina administrativista se ha ocupado de analizar esta función y su producto, el dictamen , sus razonamientos se construyen tomando como referencia la labor de los órganos comunes de asesoramiento, por lo que las elucubraciones doctrinarias al respecto, además de escasas, no se adecuan en su totalidad para explicar el perfil del asesoramiento en el ámbito de los Tribunales de Cuentas, es decir, sus caracteres, contenido, limitaciones, alcance, oportunidad, etc. , en otros términos, su especial problemática.De ello nos ocuparemos en los párrafos siguientes, procurando universalidad en los conceptos a desarrollar, y también el pragmatismo necesario para que estos no queden en la mera especulación teórica. Utilizaremos un necesario marco referencial , en este caso el Tribunal de Cuentas de Jujuy, con la aclaración de que, justamente a consecuencia de la orfandad normativa y reglamentaria sobre la cuestión, las pautas que hoy se aplican en nuestro Organismo son producto del método de ensayo y error, es decir, que hemos andado y desandado caminos, hasta arribar a una metodología de trabajo que hoy nos parece la más conveniente. A aquellos Tribunales de Cuentas de nuestro país que puedan identificar su actuación con este esquema, quizá les sean útiles los siguientes desarrollos; a los que no, el intercambio de ideas y experiencias siempre es igualmente enriquecedor. En cualquier caso, el objetivo de este trabajo es efectuar un aporte para que la actuación de los Tribunales de 3 Cuentas discurra siempre por caminos previsibles desde la lógica y la juridicidad. Como metodología de trabajo proponemos término un marco conceptual general sobre desarrollar en primer la problemática asesoramiento y consecuente producción de dictámenes. Luego, del nos ocuparemos de ver en cuanto se identifica la labor de asesoramiento de los Tribunales de Cuentas con dicho marco conceptual, y en su caso, las particularidades que presenta. Veamos entonces.II- LA FUNCIÓN DE ASESORAR. La palabra asesor proviene del latín “assessor ” que, a su vez, deriva de assidere, asistir o ayudar . Asesor es, pues, la persona que asiste o ayuda a otra con su consejo o dictamen. Asesorar significa entonces dar consejo u opinión técnica , y “asesorarse” tomar consejo de un experto o ilustrarse con su parecer. En el ámbito del Sector Público, particularmente en lo atinente a la organización administrativa, quienes asesoran o dan consejo técnico forman parte de la llamada Administración Consultiva y la forma jurídica usual de manifestarse esta actividad es el DICTAMEN, y en mucha menor medida, las recomendaciones.Decía Marienhoff que la actividad consultiva carácter técnico, en su amplio, se justifica por el sentido que revisten ciertas decisiones administrativas. Con ello tiéndese a lograr el mayor acierto en las decisiones.1 El asesoramiento es una actividad de colaboración y de asistencia, es preparatoria de la manifestación de voluntad de la Administración activa, por ello, siguiendo el autor arriba citado, “los órganos consultivos no 1 Marienhoff Miguel S. Tratado de Derecho Administrativo , T.I P. 398 4 realizan funciones que impliquen una expresión de voluntad, no emiten manifestación de voluntad, es decir, no deciden, sus funciones son únicamente de valoración técnica.2 Dijimos antes que la función de asesoramiento se exterioriza y concreta a través de dictámenes. Un dictamen es un “juicio que se emite sobre una cosa”, u “opinión técnica y experta que se da sobre un hecho o cosa”. Cabe aclarar previamente que el concepto de dictamen es utilizado con frecuencia en muchos ámbitos ligados a la actividad estatal, con contenidos de diversa índole y diferente alcance. Háblase de los dictámenes de Comisión en relación a la labor legislativa, también se denominan dictámenes los pronunciamientos del Procurador General de la Nación en sus intervenciones de ley previas al pronunciamiento de la Corte, las del Ministerio Público Fiscal en los procesos penales , y la propia Constitución Nacional establece , en su art. 85 que “El examen y la opinión del Poder Legislativo sobre el desempeño y situación general de la administración pública estarán sustentados en los dictámenes de la Auditoría General de la Nación.” Nosotros focalizaremos este análisis en la noción de dictamen en tanto instrumento de la actividad consultiva o de asesoramiento, que, como anticipamos, da apoyatura técnica a la decisión administrativa. Son dictámenes en este sentido los emitidos, por ej: por el Cuerpo de Abogados de la Procuración del Tesoro, como asimismo, los Cuerpos de Asesores de las Fiscalías de Estado en el orden provincial, en la faz jurídica. 2 Marienhoff Miguel S. Op. Cit. 5 También los hay de orden médico como loos que califican el grado de incapacidad o invalidez ( vbgr. Art. 32 de la ley 18037 y art. 7º Res. Conj. 556/97 y 1183/97). O en la materia ambiental, vbgr. la ley 26093 de Biocombustibles cuyo art. 3 establece : “Comisión Nacional Asesora ARTICULO 3. — Créase la Comisión Nacional Asesora para la Promoción de la Producción y Uso Sustentables de los Biocombustibles, cuya función será la de asistir y asesorar a la autoridad de aplicación….” También en el ámbito científico-tecnológico, vbgr. en el ámbito del Conicet, el art. 4º de la Res. 033/08 modif. por Res. 0003/12 dispone que: “Art. 4º: En acuerdo con el Estatuto de la Carrera del Investigador Científico y Tecnológico, el Directorio fundamentará sus decisiones en el asesoramiento brindado por los cuerpos asesores…” Pues bien, las caracterizaciones que siguen responden a esta noción de dictamen, como producto del asesoramiento. II.1 Naturaleza de los dictámenes. Qué es un dictamen? Dijimos que un dictamen es un “juicio que se emite sobre una cosa”, u “opinión técnica y experta que se da sobre un hecho o cosa”. Se acepta como sinónimos de dictamen: opinión, parecer, juicio, o consejo.Sobre el particular, en nuestra visión personal, un dictamen sería algo más que una simple opinión o parecer. El dictamen tiene para sí la nota de contundencia. Es categórico, conlleva implícita una gran cuota de certeza acerca de que lo dicho sobre la materia dictaminada, es concluyente. Caracteres todos estos de los que la opinión no participa. La 6 opinión es lo que el sujeto opinante piensa, su posición personal sobre el tema, el dictamen directamente dice que la cosa ES así. En lo atinente a su naturaleza jurídica, si bien es un acto jurídico de la Administración, no traduce un acto de voluntad, no genera por sí derechos ni obligaciones, ni produce efectos creativos, modificatorios ni extintivos de situaciones jurídicas, es un acto preparatorio que proporciona sustento a la decisión administrativa, la que sí provocará los efectos aludidos. Como decía Marienhoff, ya citado en párrafo anterior, la administración consultiva, a través de sus dictámenes no decide, sus funciones son únicamente de valoración técnica. Por no tratarse de un acto administrativo en el real sentido del término, por no generar de modo inmediato consecuencias jurídicas directas, los dictámenes no son impugnables. Así lo sostiene la PTN : Los dictámenes son actos preparatorios tendientes a la formación de la voluntad de la Administración y, por ende, no son actos administrativos susceptibles de recursos (conf. Dict. 181:151; 183:150; 185:174; 235:175). Pueden llegar a ser revisables por el mismo órgano que los dictó, pero aún esto último lo es en circunstancias excepcionales. “La debatir Procuración sobre las del Tesoro opiniones que se opone, vierte en por sus principio, a revisar asesoramientos; con o la salvedad de aquellos supuestos en que se efectúen nuevas alegaciones o se invoquen hechos no considerados de suficiente relevancia como para determinar la revisión del asunto de que se trata (conf. Dict.236:91; 155:251; 156:56; 167:181; 171:212).3 Sin perjuicio que en los párrafos siguientes iremos sumando razones para resaltar la importancia de los dictámenes, dice Cassagne al respecto 3 P.T.N. Dictámenes 7 que también ha jugado un papel preponderante la jurisprudencia expresada en los principios uniformes que surgen de los dictámenes de la Procuración del tesoro de la nación , por tratarse del órgano superior de asesoramiento jurídico del Estado que tiene a su cargo la dirección del Cuerpo de Abogados del estado, en el ámbito nacional. La jurisprudencia o doctrina que emana de sus dictámenes debe ser seguida obligatoriamente por todos los abogados que asesoran al Estado.4 II. 2 El sujeto dictaminante. Quien debe dictaminar? El presupuesto de emisión de un dictamen es la especial competencia, aptitud o preparación en una determinada área del conocimiento, por parte del órgano emisor. Por ello, el sujeto que lo produce, asesor o dictaminante, debe ser solvente en la materia o campo de la ciencia sobre la que se expresa. Por otro lado, ya hemos dicho que asesorar significa dar consejo experto, brindarle al órgano de la Administración activa el conocimiento o la valoración sobre una porción de la realidad que, de ordinario no conoce, o si conoce, no domina. La experiencia nos enseña que en muchos casos el órgano decisor no tiene otra opción que seguir la opinión dada en el asesoramiento porque no cuenta con elementos de juicio propios para disentir. Por consiguiente, la máxima constitucional ( art. 16) que exige idoneidad cómo condición de admisibilidad a la función pública, se repotencia en estos supuestos. Es decir que en el asesor debe reunirse no sólo los recaudos formales y la idoneidad moral, sino también y especialmente idoneidad técnica comprobada, consistente en el dominio de su ciencia. Además, si el dictaminante es una persona física individual, ( no una Comisión u órgano colegiado), la opinión que exprese debería 4 traducir Cassagne Juan Carlos, Derecho Administrativo, Ed Lexis Nexis, T.II, P. 205 8 homogeneidad con la posición del Órgano al que pertenece, para evitar criterios encontrados o inconsecuencia en las opiniones.Por ejemplo , el art. 6º de la Ley 12.954, que organiza el Cuerpo de Abogados del estado prescribe que “ La Dirección General como asesora del Poder Ejecutivo y las delegaciones, compondrán las asesorías de los distintos ministerios y reparticiones, pero las delegaciones deberán supeditar su acción a las instrucciones que imparta la primera para unificar criterios. Además deberán elevar en consulta aquellos casos cuya resolución pudiera implicar la fijación de un precedente de interés general para toda la administración, y solicitarán su patrocinio en los litigios en que se debatan asuntos de la misma índole o que por la magnitud de los intereses estatales en juego requieran la atención de las autoridades superiores del cuerpo.( el resaltado es propio) II.3. Objeto y estructura de los dictámenes. Qué y cómo se dictamina? Según la Procuración del Tesoro de la Nación los dictámenes se emiten en concreto para un caso particular, como parte de un procedimiento administrativo en marcha, de una voluntad administrativa en formación. No pueden emitirse en abstracto ni para casos hipotéticos (PTN, Dictámenes, 71:199; 72:14; 84:34;86:159;87:11; 90:231;93:104). Esta posición encuentra sustento en el hecho de que, si el dictamen es un acto preparatorio de la decisión contenida en el acto administrativo, y éste, por definición, es la manifestación de voluntad de la Administración de alcance singular y particular que produce efectos jurídicos directos individuales en relación a un tercero, va de suyo que lo que tratan los dictámenes es una valoración del caso sometido a consulta antes de que recaiga la decisión sobre el mismo. El razonamiento es consistente por la relación de inmediatez que existe entre el dictamen y la decisión. Por ej. Por el art. 7º inc. de la Ley 19549 Nacional Procedimientos Administrativos, el dictamen de los servicios jurídicos está considerado un 9 elemento esencial del acto administrativo. El haberlo solicitado por parte de la autoridad decisora hace a la regularidad del procedimiento, lo cual significa que como en dicho procedimiento se debate la situación jurídica de un administrado, el dictamen tendrá ribetes muy concretos en torno a los derechos de aquel. En otro ámbito, pero del mismo modo, cuando las Comisiones Médicas competentes dictaminan sobre la existencia y grado de incapacidad de un aportante al sistema previsional, como condición previa al otorgamiento del retiro por invalidez, es obvio que se expiden sobre el caso puntual y concreto.La contracción a examinar un caso concreto tiene incidencia directa en la estructura del dictamen. Las legislaciones son contestes, a la hora de reglamentar los recaudos y formalidades que deben observarse. Por lo general un dictamen debe contener, además del lugar y fecha en que se emite, una relación prolija y detallada de todos los antecedentes del caso y claro, está , la opinión fundada con basamento en parámetros científicos o técnicos aceptados. Si se trata de un dictamen jurídico, una clara referencia al marco normativo aplicable a la cuestión sometida a consulta. En cualquier caso, es una sana regla de la actuación administrativa que los dictámenes sean autosuficientes, que se expliquen por sí mismos y contengan la mínima cantidad posible de remisiones o referencias a antecedentes sin explicarlos. ¿Cual es la importancia de emitir un dictamen cabal y que sea abarcativo de todos los aspectos de la cuestión consultada? La importancia radica en que, con muchísima frecuencia , la Administración activa sigue el consejo del dictaminante o, por lo menos adopta como propios gran parte de sus fundamentos , con lo cual el asesoramiento se traspola y convierte en la motivación del acto administrativo . Y es 10 sabido que la motivación del acto, como elemento esencial que es, tiene una trascendencia institucional: Una suficiente y adecuada motivación es exigida como modo de que la Administración dé cuenta de sus actos. Es necesaria para posibilitar la defensa del administrado al conocer las razones de la Administración . Permite al Estado sentar criterios generales y doctrinas consistentes. Posibilita al Juez controlar la legalidad y razonabilidad del acto. Como vemos, la discreta importancia inicial del buen asesoramiento como labor preparatoria y de colaboración de la decisión administrativa, cobra otras dimensiones en la medida que el Acto Administrativo recoge el consejo para convertirlo en su propios fundamentos. Por ello, como dice la PTN , el objeto del dictamen debe ser “específico, exhaustivo y profundo” (PTN,Dictámenes 233:118; 24/04/2000; 205:70; 207:431; 231:196). II.4 Alcance de los dictámenes: Ya dijimos que son instrumentos preparatorios de la voluntad administrativa. Pero cabe preguntarse, con que alcance? Dromi nos dice que la legislación y la doctrina tradicionalmente reconocen tres categorías de dictámenes: facultativos, obligatorios y vinculantes.5 Los primeros, también denominados voluntarios o potestativos son aquellos que la Administración activa es libre de solicitar o no, es decir, que queda librado a la discrecionalidad del órgano decisor requerir el 5 Dromi Roberto Derecho Administrativo .Ed. Ciudad P. 11 consejo de sus asesores. No está obligada a solicitarlo y si lo hace, tampoco está constreñida a seguir sus conclusiones o consejo. Los segundos son aquellos que los órganos decisorios deben requerir a los órganos consultivos por imposición del orden normativo, aunque no están obligados a conformarse a ellos”.6 A diferencia de los primeros, resultan constitutivos de la validez del procedimiento, pues el titular de la potestad decisoria está obligado a requerir dictamen, aunque después la decisión que adopte no se conforme a él. Responde a esta categoría el previsto en el ARTICULO 7 de la Ley 19549 cuando establece que “ Son requisitos esenciales del acto administrativo los siguientes: …. Procedimientos. d) antes de su emisión deben cumplirse los procedimientos esenciales y sustanciales previstos y los que resulten implícitos del ordenamiento jurídico. Sin perjuicio de lo que establezcan otras normas especiales, considérase también esencial el dictamen proveniente de los servicios permanentes de asesoramiento jurídico cuando el acto pudiere afectar derechos subjetivos e intereses legítimos.” La obligatoriedad de su requerimiento pero no obligatoriedad de sus conclusiones ha sido claramente analizada en los criterios de la Procuración del Tesoro de la Nación en reiterados dictámenes al expresar que : “Los dictámenes no tienen carácter obligatorio para las autoridades con competencia para resolver, ya que solo poseen la fuerza dimanante de su propia fundamentación jurídica. De modo que no existe impedimento alguno para que esas autoridades decidan de manera diversa, en ejercicio de sus atribuciones y según entiendan que deban hacerlo (conf. Dict. 200:133). Los dictámenes de la Procuración del Tesoro no son vinculantes para los órganos activos, de decisión de la Administración, los cuales pueden -fundadamente y bajo su responsabilidad- apartarse del criterio emitido por la Procuración del Tesoro “ (conf. Dict. 195:114). 6 Dromi Roberto Op. Cit p. 350 12 Podríamos válidamente preguntarnos entonces, cual es el sentido o utilidad de esta categoría de dictamen, a no ser la formalidad de obligar a la Administración a requerirlos. La respuesta entiendo que está en la fuerza persuasiva de sus argumentos, en la contundencia de la que hemos hablado anteriormente, obligando a la Administración por lo menos a escucharlos, sin perjuicio de que el organismo consultante valore de otro modo los hechos y las normas en cuestión. No obstante esto último, la jurisprudencia también ha dicho que “ el apartamiento permitirse de las conclusiones de los organismos técnicos sólo puede con la demostración de que ha mediado error u omisión de entidad suficiente para descalificar tales dictámenes”7 En igual sentido el Art. 106 de la Ley de Procedimientos Administrativos de Salta dispone que “ Los órganos en función administrativa activa requerirán dictamen o informe cuando ello sea obligatorio en virtud de norma expresa o lo juzguen conveniente para acordar o resolver.” También la Ley de Procedimientos Administrativos de Mendoza en la SECCIÓN IV DE LOS REQUISITOS DE LA VOLUNTAD PREVIOS A LA EMISIÓN DEL ACTO, dispone en Art. 35. - Antes de dictarse el acto administrativo deben cumplirse todos los trámites sustanciales previstos expresa o implícitamente por el orden normativo. Sin perjuicio de lo que otras normas establezcan al respecto, considérense trámites sustanciales: a)…; b) El dictamen o informe obligatorio en virtud de norma expresa… Muchos otros similares, las que ordenamientos omitiremos de provinciales contienen mencionar para no normas abundar innecesariamente en el tema. Continuando y por último, se consideran dictámenes de carácter vinculante aquellos que la Administración activa está constreñida por el ordenamiento no sólo a requerirlos sino también a conformarse a ellos. 7 C.N.Cont.Adm.Fed Sala I, 11/09/86 “Defilippe) 13 Son una rara especie de la que no es factible encontrar en la legislación muchos ejemplos, justamente porque se trata de una categoría resistida en función de sus alcances. Efectivamente, en este tipo de dictámenes el órgano consultivo, de hecho, sustituye prácticamente la voluntad y el criterio del órgano decisor. El acto administrativo se emitirá igualmente pero será el instrumento formal que, en lo sustancial, reciba y cristalice el criterio vinculante del acto preparatorio. En tales circunstancias órgano asesor y órgano decisor se funden en uno sólo. Tal es el caso de la “consulta vinculante” instituída en el ámbito de la Administración Federal de Ingresos Públicos, mediante el agregado al art. 4º de la Ley 11.683, y reglamentada en la Res. 1948 /2005, según la cual la respectiva respuesta a la consulta vinculará al consultante y a la AFIP en relación al caso consultado.- III- LA FUNCIÓN DE ASESORAMIENTO DE LOS TRIBUNALES DE CUENTAS Anticipamos al comienzo de este trabajo que la función de asesoramiento que, eventualmente, cumplen los Tribunales de Cuentas, tiene connotaciones propias, por lo que el propósito de haber desarrollado un marco conceptual general sobre el asesoramiento ha sido que, por contrastación, pudieran marcarse claramente las diferencias que los distinguen . Como primera reflexión sostenemos T. de Cuentas el actuar como que no es de la esencia de los órganos consultivos. Mientras la Administración consultiva se erige y constituye como tal, y en ello radica el núcleo y esencia de su actividad, en los Tribunales de Cuentas la función de asesoramiento viene adicionada al plexo central de competencias , y tan es así, que si no existiera, en nada se menguaría la integridad competencial del organismo, en tanto entidad de control. De hecho, varios de los Tribunales de Cuentas del país no la incluyen expresamente entre sus atribuciones. Sostenemos esto no en desmerecimiento de esta 14 actividad, sino al efecto de señalar que el núcleo vital de los Tribunales de Cuentas está constituído por todas las potestades, atribuciones, procedimientos, métodos y técnicas que conforman la obligación de control, y por ello la función de asesoramiento podrá ponerse en práctica en tanto y cuanto la misma sea compatible con la primera, en cuanto no la condicione, y en cuanto los Tribunales de Cuentas puedan conservar una necesaria correspondencia entre lo que dicen y lo que hacen. Sirva como primer avance en el tratamiento de esta cuestión el hecho de que muchos de nuestros ordenamientos positivos, al incluirla entre las atribuciones del Organismo, le introducen un límite contundente: “asesorar a los Poderes constitucionales del Estado…. salvo que su opinión constituya prejuzgamiento” ( art. 15 inc. k Ley 4376 de Jujuy) ( art. 6 inc. a) Ley 4159 de Chaco) Con estas consideraciones es que sostenemos entonces que el asesoramiento prestado por los Tribunales de Cuentas a los Poderes del Estado en materia de su competencia, tiene connotaciones especiales que vale la pena señalar. III.1. LOS MODOS DEL ASESORAMIENTO. La Función de asesoramiento de los Tribunales de Cuentas puede formalizarse por conducto de dos instrumentos: a) la recomendación y b) el dictamen. III.1.a.- La recomendación: La recomendación es una expresión menor del asesoramiento, cuando se advierten desvíos no significativos. Es una suerte de advertencia velada con fines preventivos y/o correctivos y, usualmente, se la utiliza en el trabajo de campo. Con tal motivo, si bien puede tenérsela herramienta preventiva valiosa como una cuando se advierten situaciones que 15 ameritan una intervención de este tenor, su utilización debe ser prudentemente ponderada en tanto: No deben implicar injerencia ni sugerencias en actos puramente de gestión. Debe basarse en criterios comprobadamente aceptados por el Tribunal de Cuentas. Tales criterios deben ser una derivación del derecho positivo. La recomendación no debe expresar criterios personales del auditor.- Ejemplos de la utilización de esta herramienta: actualización de las fichas de stock de las farmacias de los hospitales, o mantener actualizados los legajos de personal con toda la documentación disponible, III.1.b.- Los dictámenes: Los dictámenes constituyen la forma más acabada y fructífera del asesoramiento que el Tribunal de Cuentas puede prestar a los Poderes del Estado y Organismos Públicos que los conforman, con las siguientes particularidades. Respecto del contenido: El contenido de los dictámenes debe ser general y en abstracto. Así como la P.T.N. ha sentado criterio de que los dictámenes deben versar sobre casos concretos, lo cual encuentra razonabilidad dado que el acto al cual sirven de apoyatura debe decidir cuestiones puntuales, los dictámenes expedidos por los T. de C. son exactamente lo contrario. En este sentido el T. de Cuentas de Jujuy ha sentado reiteradamente el criterio que las cuestiones sobre las cuales puede brindarse asesoramiento deben versar estrictamente sobre aspectos generales de administración de la cosa pública. Estos deben ser de contenido general y abstracto, y en 16 todo caso realizará la correcta interpretación de leyes y reglamentos que conforman el universo de su competencia, para que el Organismo solicitante haga una correcta aplicación de ellas al caso particular que motivó la consulta, pero sobre el que el Tribunal de Cuentas emitir juicio de valor. no debe No puede ni debe expedirse en situaciones particulares a riesgo de que, como se trata de cuestiones que atañen a su competencia, antes o después, podría incurrir en prejuzgamiento. Por las razones expuestas los dictámenes emitidos por los T. de Cuentas no deberían detenerse en el análisis puntual de personas, lugares o cosas, ni interesa particularmente hacer merito de las circunstancias de hecho que rodean la consulta. Sí es imperativo que el análisis sea : Abarcativo de todas las posibilidades que plantea la cuestión consultada. Claro en sus expresiones y conclusiones Suficientemente fundamentado Utilice un método de interpretación integrativo lógico- sistemático del marco regulatorio. Ahora bien, la generalidad de la que venimos hablando tampoco debe ser llevada a extremos tales que el asesoramiento brindado consista en una mera especulación teórica y sea de escasa o nula utilidad para el Organismo consultante. Lo que en resumidas cuentas interesa aquí es que de ningún modo se sustituya ni el criterio ni la voluntad de la Administración activa, pues si ello es difícilmente aceptable cuando se trata de órganos consultivos, resulta directamente inaceptable cuando se trata de organismos de control.Respecto del sujeto dictaminante: Es imperativo que la consulta sea evacuada por la máxima autoridad de asesoramiento del Órgano y la 17 opinión homologada por el Cuerpo antes de ser remitida al Organismo solicitante.Ello garantiza la unicidad del criterio interpretativo, no siempre asegurada si la función de asesoramiento se encuentra distribuída y de algún modo dispersa entre todos los profesionales que conforman el staff. También es indispensable que el criterio o interpretación volcada en el dictamen sea ratificada por el Tribunal Pleno, porque: 1) A partir de esa opinión dada en abstracto seguramente se resolverán, a futuro, situaciones concretas. 2) Tales criterios alimentan y consolidan la doctrina aplicable en el ámbito del Tribunal de Cuentas. 3) Esa doctrina tiene carácter vinculante para el Tribunal.4) Si el Tribunal está organizado en Salas el sentido de las resoluciones será uniforme. Asesoramientos dados en un sentido y cuestiones resueltas en apartamiento de él por el mismo órgano, llevarían al strepitus fori, o escándalo jurídico, generando no sólo la desacreditación de la entidad de control sino también, la inseguridad de la Administración respecto de cómo proceder.Respecto del carácter de los dictámenes.- Dijimos que la doctrina ha catalogado a los dictámenes como facultativos, obligatorios y vinculantes. Pues bien, los dictámenes producidos por los Tribunales de Cuentas en ejercicio de la función de asesoramiento a los Poderes del Estado, tiene un carácter sui generis, pues participan de la primera y la última categoría, lo cual los convierte en una figura especial.Decimos que son facultativos porque la Administración activa no está obligada de tomar consejo o asesoramiento de los Tribunales de Cuentas, salvo que exista alguna normativa de extrema especificidad que así lo imponga. Pero, de ordinario, los Poderes estatales piden asesoramiento al Tribunal de Cuentas como un modo voluntario y loable 18 de asegurarse la correcta interpretación y aplicación de las normas de regulación hacendal. Y también decimos que son relativamente vinculantes para el consultante y totalmente vinculantes para el propio órgano de control. Lo primero porque, si bien la Administración es libre de seguir o no el criterio contenido en el dictamen, también es una realidad que cuando el Tribunal deba controlar y/o juzgar las situaciones generadas por aplicación de las materias interpretadas, lo hará siguiendo su criterio y sancionando el apartamiento del mismo. O sea que, excede en mucho un valor meramente pedagógico. De modo tal que los órganos administrativos que, desoyendo el criterio interpretativo general dado por el Tribunal, procedan en sentido distinto, deberán enfrentar luego la consecuente desaprobación del tenor seguido.Por otro lado, en el párrafo anterior también dijimos que el asesoramiento dado y consensuado por el Tribunal Pleno es igualmente vinculante para él mismo. Y aunque esto parezca una verdad evidente, no está exenta de conflicto. El criterio interpretativo sobre una determinada materia define la posición del órgano, ya que es impensable que asesore con un criterio pero juzgue con otro diferente. Si bien es cierto que a la hora de asesorar deben descartarse las consultas que impliquen riesgo de prejuzgamiento, no es menos cierto que la interpretación o consejo versa sobre marcos regulatorios que integran su competencia y que el propio Tribunal puede llegar a aplicar. En ese caso, al momento de juzgar, utilizará el mecanismo de subsunción o encuadre del caso en la norma aplicable, con los alcances interpretativos que le dió anteriormente. Por ello, sostenemos categóricamente que el primer vinculado con el criterio volcado en el asesoramiento es el propio Tribunal. La emisión de un criterio interpretativo y general por vía de asesoramiento no conlleva una suerte de cristalización definitiva o aprisionamiento de la opinión del Órgano del Control, ni la convierte en 19 inmutable. Dicho de otro modo, que el Tribunal haya tomado una posición interpretativa no significa que, ante una nueva perspectiva o con mejores argumentos, no pueda cambiar de opinión. Pero debe hacerlo con resguardo de ciertos recaudos. Si el cambio de postura no obedece a cambios en el orden normativo, consideramos que el Tribunal debe comunicar o hacer saber fehacientemente a todos los organismos sujetos a control, y no sólo al que formuló la consulta original, modificación de criterio, la con especial identificación de los parámetros modificados. Razones de seguridad y coherencia en el actuar estatal así lo imponen.- IV. PROCEDIMIENTO DE CONSULTA El pedido o consulta debe ser, en primer lugar, sometido examen de admisibilidad para comprobar que no se a un trata de una cuestión puntual que implique riesgo de prejuzgamiento. Superada esta primera verificación la consulta es objeto del análisis que correspondiere, el cual se expresa por escrito, se somete a la consideración del Cuerpo o Tribunal Plenario, que presta su conformidad. El instrumento que dimana de ella, y que también contiene el asesoramiento se remite al consultante y se notifica internamente a las distintas áreas del Tribunal.- V.- CONCLUSIÓN A modo de conclusión, y con las reservas que las políticas de conducción propia de cada Organismo imponen, consideramos apropiado señalar los siguientes postulados como definitorios de la función de asesoramiento de los Tribunales de Cuentas. Proponemos entonces que: 1. La función de asesoramiento del Tribunal de Cuentas es atípica y presenta connotaciones que la distinguen de la actividad 20 consultiva ordinaria, tanto por sus caracteres como por sus efectos.2. Si el asesoramiento se brinda a través de recomendaciones habrá de tenerse en cuenta que: La recomendación es una herramienta preventiva para el correcto manejo de la cosa pública y aparecen comúnmente como un sub-producto de la auditoría. No deben traducir un entrometimiento en actos puramente de gestión. Debe basarse en criterios comprobadamente aceptados por el Tribunal de Cuentas. La recomendación no debe expresar criterios personales del auditor.3. Si el asesoramiento se brinda a través de dictámenes, habrá de tenerse en cuenta que: El Tribunal de Cuentas es esencialmente órgano de control y sólo, tangencialmente , órgano de asesoramiento. El asesoramiento brindado debe tratar la cuestión desde un punto de vista general y abstenerse de dar respuesta a consultas sobre casos particulares, caso contrario estaría prejuzgando. El dictamen, por ser abstracto, no puede sustituir la voluntad ni el criterio de la Administración activa.- El dictamen debe ser emitido por el máximo órgano de asesoramiento dentro del T. de Cuentas y homologado por el Cuerpo. 21 El criterio que resulte del asesoramiento integra la doctrina del Tribunal de Cuentas y es vinculante para él. El criterio debe ser conocido no sólo por el consultante sino también por todos los órganos internos del T. de Cuentas. ABOG. FLAVIA MARIA HUBEID 22 BIBLIOGRAFÍA y MATERIAL CONSULTADO 1. Marienhoff Miguel S. Tratado de Derecho Administrativo, Ed. Abeledo Perrot II T. 2. Dromi Roberto , Derecho Administrativo , Ed. Ciudad ,9na . Ed. 3. Cassagne Juan Carlos , Derecho Administrativo , II Ts.Ed. Lexis Nexis. 4. Tomás Hutchinson, Régimen de Procedimientos Administrativos Ley 19549, ordenada y coment. Ed. Astrea, 8va. Ed.actualziada. 5. Jurisprudencia 6. Dictámenes de la Procuración del Tesoro de la Nación 7. Legislación Nacional y Provincial.- 23