Número de registro: 6745 Novena Época Instancia: Primera Sala

Anuncio
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
Número de registro: 6745
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XII, Noviembre de 2000
Página: 63
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR EL PRIMER
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SÉPTIMO CIRCUITO Y EL
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL NOVENO CIRCUITO.
CONSIDERANDO:
CUARTO.-El Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito, sustenta la
siguiente tesis aislada:
"Novena Época
"Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: V, abril de 1997
"Tesis: VII.1o.C.11 C
"Página: 277
"REIVINDICATORIA, IMPROCEDENCIA DE LA ACCIÓN, ENTRE
COPROPIETARIOS, CUANDO NO HA HABIDO DIVISIÓN DE LA COSA
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ).-Para que sea procedente la acción
reivindicatoria que un condueño ejercita en contra de su copropietario, es menester que se
efectúe antes la división de tal régimen de propiedad, a fin de que se determine lo relativo a
las porciones individualmente consideradas y así tener la certeza de lo que corresponde a
cada uno, ya que si el bien se mantiene indiviso, el derecho de cada uno de ellos se extiende a
toda la cosa en copropiedad, de acuerdo con los artículos 974 y 977 del Código Civil del
Estado que disponen: ‘Artículo 974. Hay copropiedad cuando una cosa o un derecho
pertenecen pro indiviso a varias personas.’ y ‘Artículo 977. Cada partícipe podrá servirse de
las cosas comunes, siempre que disponga de ellas conforme a su destino y de manera que no
perjudique el interés de la comunidad ni impida a los copropietarios usarlas según su
derecho.’. Así entonces, si no se ha promovido legalmente tal división, ello impide que uno
de los condueños ejercite la acción reivindicatoria en contra de otro u otros, puesto que todos
participan de la propiedad del bien en su integridad, de manera que no puede legalmente
privarse a ninguno de ellos de la parte que ocupa en uso de su derecho compartido, al no
traducirse en ilícita la ocupación de mérito, sino por el contrario, ésta debe ser considerada
como una posesión legal amparada en aquel derecho real.
-1-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
"Amparo directo 121/95. Joaquín Merino Telis y otro. 29 de marzo de 1995. Unanimidad de
votos. Ponente: Alfonso Ortiz Díaz. Secretario: Sergio Hernández Loyo."
La tesis en cuestión se emitió al resolver el amparo directo civil 121/95, promovido por
Joaquín Merino Telis y otro, resolución que en su parte conducente dice:
"... En otro aspecto, lo que se esgrime en los conceptos de violación primero, segundo,
tercero y cuarto, en torno a que la sentencia reclamada es transgresora de los artículos
constitucionales invocados en la demanda de amparo motivadora de este asunto, es
infundado, puesto que adversamente a lo sostenido por los peticionarios del amparo y como
con acierto lo destacó la Sala ad quem al desestimar los agravios que en apelación plantearon
estos últimos en contra de la sentencia de primer grado, en el caso a estudio es incuestionable
que adminiculando la propia confesión de los contendientes, contenida respectivamente en
sus escritos de demanda y contestación, a las documentales públicas que aportaron al juicio
los actores civiles (aquí quejosos), visibles a fojas de la catorce a la treinta y ocho de los
autos principales, consistentes en los testimonios notariales números 3279 de cuatro de
agosto de mil novecientos ochenta y nueve, 3920 de veintiuno de diciembre de mil
novecientos noventa y uno, y 3527 de ocho de junio de mil novecientos noventa, se obtiene
con tales probanzas la demostración plena de que tanto los quejosos como la demandada aquí
tercero perjudicada, son copropietarios pro indiviso del inmueble en litigio ubicado en la
esquina que forman las calles de Ignacio de la Llave y Benito Juárez, de Zongolica, Veracruz,
caso en el cual no es dable afirmar válidamente que la posesión que detenta la demandada de
una parte específica del inmueble en comento se traduzca en una ocupación ilícita como
erróneamente lo conciben los repetidos quejosos, habida cuenta que de la recta interpretación
de los artículos 974 y 977 del código sustantivo civil local, que literalmente disponen: (los
transcribe), claramente se deduce, como bien lo apuntó la responsable, que la copropiedad
implica un estado de indivisión en el que cada copropietario ejerce su derecho no sobre una
parte determinada de la cosa, sino respecto de toda ella, y por ende, que sobre toda la cosa el
condueño ejerce un derecho de goce, lo que presupone que en la especie tienen derecho a su
parte alícuota y al mismo tiempo a la totalidad del bien en tanto no se divida o liquide la
copropiedad en cuestión, quedando así de relieve que la posesión de la tercero perjudicada es
lícita, al estar amparada por un derecho real contemplado en los preceptos legales invocados,
lo que permite establecer, cabe agregar, la improcedencia de la acción que en contra de
aquélla dedujeron en el juicio los promoventes, a través de la cual reclaman la desocupación
y entrega material del bien común de que se trata, por lo que es incierto que la Sala ad quem
hubiese aplicado incorrectamente el numeral citado en segundo lugar. Al caso es aplicable, en
lo conducente, la tesis jurisprudencial número 39 del más Alto Tribunal del país, visible en la
página sesenta y cinco de la Segunda Parte, volumen I, del último Apéndice al Semanario
Judicial de la Federación 1917-1988, que dice: ‘ACCIÓN REIVINDICATORIA. SU
EJERCICIO POR UN COPROPIETARIO.’ (la transcribe).-Asimismo no les asiste la razón a
-2-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
los promoventes en cuanto a que aducen que por ser mayor su copropiedad en proporción a la
de la demandada e impedirles ésta el uso del inmueble en litigio, de ello se deriva la ilicitud
de la posesión de dicha demandada, dado que tal circunstancia sólo confirma que los actores
civiles están en la misma situación legal que la tercero perjudicada, pues aun cuando alegan
que tienen derecho a una parte mayor dentro de la indivisión del inmueble de mérito, al no
estar legalmente determinado qué porción le corresponde a cada uno de los condueños, es
indiscutible que los actores constitucionales, al igual que su contraparte, tienen derecho a la
totalidad de la cosa común que se reclama, a más de que, como ya se vio, los argumentos de
los quejosos parten de la base errónea de que la posesión que detenta la tercero perjudicada es
ilícita, circunstancia que no acontece en la especie, si se atiende a que según se ha dicho ya,
tal posesión está amparada en el derecho real a que se alude renglones anteriores, derecho
que es oponible a la acción reivindicatoria de que se habla, la cual tiene como presupuesto
esencial la falta de derecho a ocupar por el demandado, fortaleciéndose así la improcedencia
de lo pretendido en el juicio natural por los promoventes de la acción constitucional.-En este
orden de ideas, es incuestionable que carece de consistencia jurídica el argumento de los
quejosos enfocado a poner de manifiesto que en el juicio de origen dejaron satisfechos los
requisitos básicos de la acción reivindicatoria, o sea, su derecho de propiedad y la detentación
indebida por parte de la demandada sobre el inmueble en litigio, así como la identidad entre
lo poseído y lo reclamado, y se afirma lo anterior, porque con independencia de las
consideraciones puntualizadas con antelación, es de verse que como bien lo ponderó la
responsable, de accederse a la procedencia de dicha acción real, condenando a la tercero
perjudicada a la desocupación del bien común en litigio, a no dudar se violaría en perjuicio de
esta última el derecho que precisamente se alega violado en contra de los promoventes, es
decir, que se privaría a aquélla de la posesión legal y del derecho que como ya se dijo, le
conceden los artículos 974 y 977 del Código Civil del Estado, de todo lo cual se deduce que
en el caso a estudio es incierto que concurran los elementos requeridos para que prospere la
indicada acción reivindicatoria, resultando por ende infundado, lo que se aduce en cuanto a
que esta acción procede aun en contra del copropietario, habida cuenta de que la tesis
jurisprudencial al efecto invocada por éstos en su escrito apelatorio, como bien lo señaló la
responsable, debe interpretarse en el sentido de que un copropietario sí puede ejercitar la
acción reivindicatoria, lo que no es cuestionable, pero ello no significa en modo alguno que la
acción se pueda ejercitar por un copropietario en contra de otro y en relación al bien respecto
del cual se hallen en la indivisión, quedando así de relieve que, en casos como en el presente
se debe intentar antes la división de la copropiedad para que se determine lo relativo a las
porciones individualmente consideradas y así tener la certeza de lo que le corresponde a cada
uno de los condueños, requisito de procedibilidad sin el cual no es posible alcanzar el fin
perseguido por los quejosos. Al caso es aplicable la tesis de la Tercera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, visible en la página doscientos trece, Volumen VIII, Sexta
Época, del Semanario Judicial de la Federación, que literalmente expresa:
‘REIVINDICACIÓN EN CASO DE COPROPIEDAD.’ (la transcribe)."
-3-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
QUINTO.-El Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito, sustenta la siguiente tesis
aislada que a continuación se transcribe:
"Novena Época
"Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: VII, mayo de 1998
"Tesis: IX.2o.17 C
"Página: 1061
"REIVINDICATORIA. PROCEDE TAL ACCIÓN ENTRE COPROPIETARIOS, AUNQUE
PREVIAMENTE NO SE HAYA DIVIDIDO LA COSA COMÚN (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE SAN LUIS POTOSÍ).-Del contenido de los artículos 736, 742, 743, 883 y 888
del Código Civil del Estado, se desprende que si no se encuentra dividida la cosa común
perteneciente a varios copropietarios, todos tienen el derecho de goce y de dominio extendido
sobre toda la cosa, cuando permanece indivisa. Por tanto, cuando uno de los copropietarios ha
sido privado de la posesión respecto del bien también de su propiedad, por otro de los
copropietarios, tiene derecho a reclamar la restitución de la cosa común en iguales
circunstancias a las que disfruta de la misma el que la posee; pues no puede concebirse que,
en la realidad, siendo copropietario no disfrute como tal de la posesión del bien mientras no
se defina la división de la cosa, pues ello resulta atentatorio de su derecho de uso, disfrute y
disposición del bien del que es dueño en mancomún, pro indiviso y por partes iguales. Y para
lograr esa restitución, la acción que compete al copropietario no puede ser otra que la
reivindicatoria, por corresponder a quien no está en posesión de la cosa de la que tiene la
propiedad, aunque sea en mancomún y pro indiviso, dándose contra el copropietario que tiene
la posesión del bien de manera exclusiva, a fin de que éste se la restituya mediante el acto de
respetarle sin obstáculo alguno el ejercicio pleno de coposeer dicho bien, del cual puede
válidamente disfrutar al igual que el copropietario demandado y se declare que tiene el
dominio sobre la parte alícuota materia de la copropiedad.
"SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL NOVENO CIRCUITO.
"Amparo directo 161/97. Griselda Díaz de León Esqueda. 12 de junio de 1997. Unanimidad
de votos. Ponente: Pedro Elías Soto Lara. Secretario: Rafael Rivera Durón."
Por su parte, el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito, resolvió el amparo directo
civil 161/97, y en la parte conducente sostuvo:
"... Establecido lo anterior, debe decirse que como al inicio de este considerando se apuntó,
asiste la razón a la quejosa, al sostener que es incorrecto el proceder de la Sala responsable,
en cuanto consideró al igual que el Juez de primer grado que la acción reivindicatoria
-4-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
intentada era improcedente, ya que a juicio de la responsable, el bien común debe estar
dividido previamente, para que pueda tomar posesión, sin tomar en cuenta que su única
pretensión es tomar posesión de la casa, es decir, que no pretendía recuperarla porque sigue
siendo dueña, ni que su condueña se la entregue, ni que la desocupe, como erróneamente
sostenía en su criterio la responsable, sin que pretendiera reivindicar la totalidad del predio en
perjuicio de la copropietaria, puesto que en sus agravios siempre se refirió a tomar posesión
del bien común, aunque no estuviera definida la parte alícuota que le correspondiera;
resultando en su concepto, que al no encontrarse determinada su parte alícuota, era lógico que
ejercitara su acción por todo el inmueble, sin que por ello pretendiera arrebatarle la propiedad
a su condueña, sino que su único deseo era tomar posesión del bien común.-En efecto, la
antigua Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ha sostenido los siguientes
criterios: jurisprudencia número 20, consultable en la página 14, Tomo IV, Materia Civil del
último Apéndice al Semanario Judicial de la Federación, que a la letra dice: ‘ACCIÓN
REIVINDICATORIA. SU EJERCICIO POR UN COPROPIETARIO.’ (la transcribe).-Tesis
visible en la página 137, Tomo CXXIV, del catorce de abril de 1955, relativo a la Quinta
Época del Semanario Judicial de la Federación, bajo el rubro y texto que dicen:
‘COPROPIEDAD, REIVINDICACIÓN EN CASO DE.’ (la transcribe).-Tesis publicada en
la página 693, Tomo LXXVI, Quinta Época del Semanario Judicial de la Federación, que a la
letra dice: ‘COPROPIEDAD, CARÁCTER INDIVISIBLE DE LA.’ (la transcribe).-Por su
parte, el Código Civil vigente en el Estado, en lo relativo a la copropiedad dispone: ‘Artículo
883.’ (lo transcribe).-‘Artículo 888.’ (lo transcribe).-En lo relativo a la posesión el código en
consulta establece lo siguiente: ‘Artículo 736.’ (lo transcribe).-‘Artículo 742.’ (lo
transcribe).-‘Artículo 743.’ (lo transcribe).-De lo expuesto se puede válidamente arribar a la
primera conclusión en el sentido de que si no se encuentra dividida la cosa común
perteneciente a varios copropietarios, todos tienen el derecho de goce extendido sobre toda la
cosa, cuando permanece indivisa; de manera tal que si uno de los copropietarios ha sido
desposeído de su derecho de dominio respecto del bien de su propiedad por otro de los
copropietarios, aquél tiene derecho a reclamar del copropietario la restitución de la cosa en
iguales circunstancias de las que disfruta el que la posee, puesto que no puede concebirse que
siendo propietario también (copropietario) de la cosa, no pueda en la realidad disfrutar del
bien mientras no se defina la división de la cosa, porque resulta atentatorio a su derecho de
uso, goce, disfrute y disposición del bien del que, al igual que quien lo posee, también es
dueño en mancomún, pro indiviso y por partes iguales, siempre que no impida al
copropietario también conforme a su derecho, por el tiempo que dure la indivisión.-Ahora
bien, la acción que le compete al copropietario no puede ser otra que la reivindicatoria, pues
compete a quien no está en posesión de la cosa de la cual tiene la propiedad, aunque ésta sea
en mancomún, y pro indiviso, y se da contra el copropietario quien tiene la posesión del bien
de manera exclusiva, a fin de que éste le restituya en la coposesión de que debe disfrutar al
igual que el copropietario demandado, y se declare que tiene el dominio sobre la parte
alícuota del bien objeto de la copropiedad.-Bajo esa tesitura, la Sala responsable en forma
errónea interpreta la tesis visible en la página 136 del tomo 205-216, Sexta Parte, 7a. Época
-5-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
del Semanario Judicial de la Federación, sustentado por el Tribunal Colegiado del Décimo
Tercer Circuito, que dice: ‘COPROPIETARIOS. ACCIÓN REIVINDICATORIA ENTRE
LOS.’ (la transcribe), porque al expresar dicha tesis que cuando un copropietario que haya
sido desposeído de su parte alícuota de un inmueble, tiene derecho a reclamar de su
copropietario la reivindicación, no significa que previamente el bien inmueble debe ser
dividido, puesto que el derecho (parte alícuota) no recae sobre una porción física determinada
de la cosa común, sino sobre la totalidad, porque la expresión ‘parte alícuota’ no se expresa
para significar un concepto de partes materiales del bien, sino para definir el derecho de
propiedad dividido entre los copropietarios, ya sea en partes iguales, un tercio, un cuarto, y
recae sobre todas y cada una de las moléculas de la cosa, de manera que no es necesario que
para el ejercicio de la acción reivindicatoria sea dividido materialmente el bien.-En el caso de
que se trata, como ya quedó precisado, la acción intentada fue la reivindicatoria, cuyos
elementos se establecen en la jurisprudencia 40 sustentada por la entonces Tercera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la página 67 de la Segunda Parte, del
último Apéndice al Semanario Judicial de la Federación, cuyo sumario a la letra dice:
‘ACCIÓN REIVINDICATORIA. SUS ELEMENTOS.’ (la transcribe).-El primero de tales
elementos, quedó justificado con la documental exhibida por la actora, consistente en la copia
fotostática certificada, de la escritura que se inscribió ante las oficinas del Registro Público de
la Propiedad y del Comercio de esta ciudad, respecto del contrato de compraventa que tanto
la actora hoy quejosa Griselda Díaz de León Esqueda como la demandada aquí tercero
perjudicada Celia Díaz de León Esqueda celebraron en su carácter de compradoras, con la
señora María Dolores Martínez Pedrajo de Somomano, el día catorce de junio de mil
novecientos sesenta y nueve, y que por ser un documento debidamente certificado por la
licenciada María Luisa Jasso López, subdirectora de dichas oficinas, tiene el valor probatorio
que le confieren los artículos 323, fracción V y 388 del Código de Procedimientos Civiles
vigente para el Estado, documento que ampara la copropiedad del bien inmueble en cuestión,
sito en la calle de Montes de Oca número 360, de esta ciudad de San Luis Potosí.-El segundo
y tercer elementos igualmente se encuentran demostrados puesto que si la demandada aquí
tercero perjudicada no compareció a absolver posiciones, originó se le tuviera por confesa de
las que contenía el pliego respectivo, y la testimonial a cargo de Catalina Méndez y Estela
Saldaña Saucedo, revelan que la actora y la demandada son propietarias en común del
inmueble motivo de la reivindicación; es así que de tales probanzas, confesión ficta no
desvirtuada por ningún medio de convicción y testimonial, se desprenden con claridad
meridiana, los restantes elementos de la acción de que se trata, consistentes en la posesión por
la demandada y la identidad del bien; porque el bien objeto de la acción reivindicatoria
resulta plenamente identificado cuando la parte demandada confiesa que se encuentra en
posesión precisamente del bien que la actora reclama, por constituir esto un reconocimiento
expreso de la identidad del mismo.-Sin embargo, la Sala responsable inexactamente sostiene
que el Juez de origen no violó lo dispuesto en los artículos 883, 888, 736, 742 y 743 del
Código Civil vigente en el Estado, porque la apelante en su escrito de demanda sostuvo que
el predio materia de la reivindicación fue adquirido junto con su demandada en mancomún,
-6-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
pro indiviso y por partes iguales; que luego entonces conforme a lo previsto por los
numerales 883 y 888 de la ley sustantiva de la materia, ambas partes son titulares indivisibles,
y que en tanto subsista ese régimen de propiedad respecto a dicho predio torna improcedente
la acción reivindicatoria entre las mismas por la totalidad del predio, mientras tanto no se
defina la parte alícuota del mismo, entendiendo equivocadamente según se explicó que la
parte alícuota se refiere a la división material del bien.-Ello es así, porque como según se
precisó, es criterio reiterado de la H. Suprema Corte de Justicia de la Nación, que la
copropiedad supone un estado de indivisión en el que cada copropietario ejerce su derecho,
no sobre una parte determinada de la cosa, sino respecto de toda ella; y sobre toda la cosa el
copropietario ejerce un derecho de goce; y que en consecuencia, teniendo por objeto la acción
reivindicatoria la protección del derecho de propiedad, es lógico reconocer en el
copropietario, la facultad de ejercer dicha acción, sin que valga decir que sólo puede ejercerla
por una parte proporcional, pues su derecho se extiende a toda la cosa, en consecuencia, al
estar demostrado que la actora aquí quejosa fue desposeída de su parte alícuota del inmueble
de que se trata por su copropietaria, en contra de lo considerado por la responsable, aquélla sí
está legitimada para comparecer a juicio a defender la totalidad de la cosa materia de la
copropiedad, con el propósito de que sea restituida en la coposesión de que debe disfrutar al
igual que la demandada, y se declare además que tiene dominio sobre la parte alícuota del
bien objeto de la copropiedad, y al no haber sido considerado así por la Sala responsable,
violó las garantías de la quejosa, por lo que procede conceder el amparo impetrado, para el
efecto de que la responsable deje insubsistente la resolución reclamada y en su lugar emita
otra, en la que conforme a los lineamientos señalados en esta ejecutoria, suprima el criterio
incorrecto de que es improcedente la acción reivindicatoria intentada por la actora hoy
quejosa hasta en tanto no se defina la parte material que les corresponde del bien común y,
hecho lo anterior, con vista en los agravios expresados, que conforman la litis en la apelación
resuelva como mejor proceda en derecho.-Dicha concesión amparatoria deberá hacerse
extensiva a los actos de ejecución que se reclaman del Juez Cuarto del Ramo Civil, por vía de
consecuencia y no por vicios propios."
SEXTO.-Es procedente que esta Primera Sala realice el análisis de la presente denuncia de
contradicción de tesis y dicte la resolución que corresponda, a pesar de que los criterios
sostenidos por los tribunales contendientes no integren jurisprudencias sino criterios aislados,
con apoyo en la tesis plenaria cuyo rubro y texto es como sigue:
"Octava Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: 83, noviembre de 1994
"Tesis: P. L/94
"Página: 35
-7-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
"CONTRADICCIÓN DE TESIS. PARA SU INTEGRACIÓN NO ES NECESARIO QUE
SE TRATE DE JURISPRUDENCIAS.-Para la procedencia de una denuncia de contradicción
de tesis no es presupuesto el que los criterios contendientes tengan la naturaleza de
jurisprudencias, puesto que ni el artículo 107, fracción XIII, de la Constitución Federal ni el
artículo 197-A de la Ley de Amparo, lo establecen así.
"Contradicción de tesis 8/93. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Séptimo
Circuito (en la actualidad Tribunal Colegiado en Materia Penal). 13 de abril de 1994.
Unanimidad de veinte votos. Ponente: Fausta Moreno Flores. Secretario: Juan Carlos Cruz
Razo."
SÉPTIMO.-El Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito sostiene en
esencia, que es improcedente la acción reivindicatoria ejercida por un copropietario en contra
de otro copropietario, en relación al bien respecto del cual existe la indivisión, debiéndose
intentar antes la división de la copropiedad para que se determine lo relativo a las porciones
individualmente consideradas, y así tener la certeza de lo que corresponde a cada uno de los
condueños, pues de condenar a la desocupación del bien común en litigio, se privaría al
condueño demandado de la posesión legal y de los derechos que le otorga la ley.
Por su parte, el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito sostiene que si la cosa
común perteneciente a varios copropietarios no se encuentra dividida, todos tienen derecho
de goce extendido sobre toda la cosa, cuando permanece indivisa; de manera tal que si uno de
los copropietarios ha sido desposeído de su derecho de dominio respecto del bien de su
propiedad por otro de los copropietarios, aquél tiene derecho a reclamar del copropietario la
restitución de la cosa en iguales circunstancias, de las que disfruta el que las posee aun
cuando no se defina la división de la cosa, sin que con ello se pretenda arrebatarle la
propiedad a su condueña, sino que lo que se propone es tomar posesión del bien común.
En otras palabras, mientras que el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo
Circuito afirma que es improcedente la acción reivindicatoria intentada entre copropietarios
cuando no ha existido la división de la cosa común, el Segundo Tribunal Colegiado del
Noveno Circuito afirma que sí es procedente tal acción entre los condueños aunque
previamente no se haya dividido el bien común.
A efecto de esclarecer la materia de la presente contradicción, es conveniente realizar las
siguientes precisiones.
Aun y cuando los dos tribunales contendientes parten de una premisa equivocada al señalar la
improcedencia o la procedencia de la acción reivindicatoria ejercitada entre copropietarios sin
que antes haya existido la división del bien común, pues una de las formas de extinguirse la
-8-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
copropiedad consiste precisamente en la división de la cosa, del contenido integral de las
resoluciones sujetas a análisis así como de las tesis sustentadas por ambos tribunales, se
concluye que la presente contradicción radica en que mientras el Primer Tribunal Colegiado
en Materia Civil del Séptimo Circuito afirma que es improcedente la acción reivindicatoria
ejercitada por un copropietario en contra de otro copropietario, en relación al bien respecto
del cual existe la indivisión, el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito sostiene que
sí es procedente.
En efecto, tanto la legislación civil del Estado de San Luis Potosí como la del Estado de
Veracruz, normas aplicables de donde derivaron los criterios opuestos, concuerdan en señalar
que una de las formas de extinción del régimen de copropiedad consiste en la división del
bien común. El artículo 921 del Código Civil para el Estado de San Luis Potosí y el 987 del
Estado de Veracruz, establecen literalmente:
"Artículo 921. La copropiedad cesa, por la división de la cosa común; por la destrucción o
pérdida de ella; por su enajenación y por la consolidación o reunión de todas las cuotas en un
solo copropietario."
"Artículo 987. La copropiedad cesa, por la división de la cosa común; por su destrucción o
pérdida; por su enajenación; y por la consolidación o reunión de todas las cuotas en un solo
copropietario."
Mediante la división de la cosa común, la parte ideal o alícuota de cada copropietario se
convierte en una parte material e individualmente determinada, circunstancia que produce
tanto la extinción de la figura jurídica de la copropiedad como la calidad de los partícipes en
su carácter de condueños del bien común.
Por ello, la afirmación del Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito
en el que señala que es improcedente la acción reivindicatoria intentada entre copropietarios
si no se ha dividido la cosa común, debe entenderse en el sentido de que mientras subsista el
régimen de copropiedad no procede tal acción entre los partícipes del bien común.
En cambio, la aseveración del Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito en la que
determina la procedencia de la acción reivindicatoria entre copropietarios aun cuando no se
encuentre dividida la cosa común, debe entenderse en el sentido de que subsistiendo el
régimen de copropiedad, esta acción sí es procedente entre ellos.
Atento a lo anterior, la materia de la presente contradicción consiste en determinar la
procedencia o improcedencia de la acción reivindicatoria ejercitada por un copropietario en
contra de otro copropietario respecto del bien común, sin que sea necesario referirse a la
oportunidad en cuanto a la división de la cosa común, pues este concepto conlleva a la
-9-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
extinción de tal régimen de propiedad y, por ende, no podría hablarse de una persona en su
calidad de copropietaria.
OCTAVO.-Debe prevalecer el criterio sustentado por esta Primera Sala de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, en atención a las razones que a continuación se expresan.
En primer lugar resulta conveniente acudir al contenido de los preceptos relativos a la
posesión y a la copropiedad, que fueron fundamento de las resoluciones que ahora se
analizan:
Código Civil del Estado de San Luis Potosí.
"Art. 736. Es poseedor de una cosa el que ejerce sobre ella un poder de hecho, salvo lo
dispuesto en el artículo 739. Posee un derecho el que goza de él."
"Art. 742. Cuando varias personas poseen una cosa indivisa podrá cada una de ellas ejercer
actos posesorios sobre la cosa común, con tal que no excluya los actos posesorios de los otros
coposeedores."
"Art. 743. Se entiende que cada uno de los partícipes de una cosa que se posee en común, ha
poseído exclusivamente, por todo el tiempo que dura la indivisión, la parte que al dividirse le
tocare."
"Art. 883. Hay copropiedad cuando una cosa o derecho pertenece pro indiviso a varias
personas."
"Art. 888. Cada partícipe podrá servirse de las cosas comunes, siempre que disponga de ellas
conforme a su destino y de manera que no perjudique el interés de la comunidad, ni impida a
los copropietarios usarlas según su derecho."
Código Civil del Estado de Veracruz.
"Art. 826. Es poseedor de una cosa el que ejerce sobre ella un poder de hecho, salvo lo
dispuesto en el artículo 829. Posee un derecho el que goza de él."
"Art. 832. Cuando varias personas poseen una cosa indivisa podrá cada una de ellas ejercer
actos posesorios sobre la cosa común, con tal que no excluya los actos posesorios de los otros
coposeedores."
"Art. 833. Se entiende que cada uno de los partícipes de una cosa que se posee en común, ha
poseído exclusivamente, por todo el tiempo que dure la indivisión, la parte que al dividirse le
-10-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
tocare."
"Art. 974. Hay copropiedad cuando una cosa o un derecho pertenecen pro indiviso a varias
personas."
"Art. 977. Cada partícipe podrá servirse de las cosas comunes, siempre que disponga de ellas
conforme a su destino y de manera que no perjudique el interés de la comunidad ni impida a
los copropietarios usarlas según su derecho."
En primer término, resulta conveniente señalar que tanto la legislación civil del Estado de
San Luis Potosí, como la del Estado de Veracruz, son coincidentes en definir que existe
copropiedad cuando una cosa o un derecho pertenecen pro indiviso a varias personas.
Lo anterior implica que los copropietarios no tienen dominio sobre partes determinadas de la
cosa, sino un derecho de propiedad sobre todas y cada una de las partes de la cosa en cierta
proporción, es decir, sobre parte alícuota.
La parte alícuota es una parte ideal determinada desde el punto de vista aritmético, en función
de una idea de proporción. Esto significa que cada copropietario tiene una participación
respecto de cada una de las moléculas de la cosa y ésta variará según los derechos de éstos, es
decir, no se puede deslindar la parte material de cada uno de los copropietarios, ni establecer
cuando haya varias cosas, cuál corresponde a unos y cuál a otros, ya que todas son tratadas
como una unidad.
Es decir, el derecho de cada uno de los copropietarios se limita a una parte indivisa, o sea que
ninguno de ellos puede circunscribir su derecho a una parte de la cosa físicamente
determinada, siendo titular de una cuota ideal o parte indivisa, expresada por una cifra, es
decir un medio, un cuarto, un tercio.
Debe precisarse que tal y como se desprende de los artículos arriba transcritos, cada partícipe
tiene el derecho de libre uso de la cosa común, con la condición de no darle un destino
impropio ni de causar daño ni perturbación a la posesión de los demás; sin embargo, siendo
los copropietarios partícipes aun de la parte más pequeña del bien común, no puede
restringirse a ninguno de ellos, salvo convenio en contrario, el derecho de usar la totalidad de
la cosa, puesto que ambos tienen, por igual, derechos de copropiedad sobre todas sus partes.
Ahora bien, el artículo 4o. del Código de Procedimientos Civiles del Estado de San Luis
Potosí, determina con relación a la acción reivindicatoria lo siguiente:
"Artículo 4o. La acción reivindicatoria compete a quien no está en posesión de la cosa, de la
cual tiene la propiedad, y su efecto será declarar que el actor tiene dominio sobre ella y se la
-11-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
entregue el demandado con sus frutos y accesiones en los términos prescritos por el Código
Civil."
A su vez, el artículo 3o. del Código de Procedimientos Civiles del Estado de Veracruz, aun y
cuando no define puntualmente lo que debe entenderse por la acción reivindicatoria,
establece textualmente con relación a las acciones reales que:
"Artículo 3o. La acción real puede ejercitarse contra cualquier poseedor."
Desde el punto de vista histórico, la acción reivindicatoria o actio rei vindicatio, fue
concebida originalmente en las Doce Tablas del Derecho Romano. En principio, el proceso
de propiedad se desenvolvía mediante la formula de la legis actio sacramento in rem. En ella,
las partes involucradas afirmaban el mismo derecho, es decir, el de propiedad, realizando una
apuesta sacramental que traía como consecuencia para el vencido en juicio la pérdida a título
de pena, del dinero de dicha apuesta.
Posteriormente, en la época clásica del derecho romano la acción reivindicatoria podía ser
ejercitada mediante la fórmula per formulam petitoriam, en ésta no se trata ya de un juicio
entre pretensores de la propiedad, sino entre dos partes que ocupan una posición distinta, la
de actor, el propietario, y la del demandado, el poseedor, cuyo objeto principal consistía en
restituir al propietario, si demostraba su pretensión, el bien en disputa más los frutos que
entre tanto hubiere adquirido su poseedor.
En términos generales, esta última fórmula fue acogida por los distintos países que adoptaron
el sistema jurídico romanista, conteniendo actualmente en nuestra legislación los mismos
elementos, requisitos y finalidades que desde entonces reunía dicha institución.
Doctrinalmente, existe unidad de criterios entre los diversos autores mexicanos al señalar que
la acción reivindicatoria es la acción real que tiene el propietario de un bien mueble o
inmueble, que se dirige contra el poseedor del mismo, para recuperarlo y obtener se le
entreguen los frutos y accesiones de la cosa.
En efecto, la reivindicación compete a quien no está en posesión de la cosa, de la cual tiene la
propiedad, y su efecto será declarar judicialmente que el actor tiene dominio sobre ella y que
el demandado se la entregue con sus frutos y accesiones en los términos previstos por el
Código Civil aplicable. En otras palabras, la reivindicación es la acción derivada de los
hechos ilícitos que impidieren absolutamente los derechos reales que puedan ejercerse por
medio de la posesión, a efecto de que ésta se restituya.
El autor mexicano Eduardo Pallares en su obra "Tratado de las Acciones Civiles" (Ed.
Porrúa, pág. 109), señala lo que debe entenderse por dicha figura al manifestar textualmente:
-12-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
"La acción reivindicatoria es la acción real que compete al propietario contra quien posee la
cosa para obtener la entrega de la misma, sus frutos y accesiones."
Posteriormente, al tratar el objeto de dicha figura el mencionado autor establece:
"Puede ser objeto de esta acción cualquier cosa material mueble o inmueble, con tal de que
esté determinada en forma tal que no haya duda sobre cuál sea la cosa que el actor exige al
demandado, salvo las siguientes excepciones:
"a) Las cosas que están fuera del comercio, sea por su intrínseca naturaleza como el aire, el
mar; por ser de uso común o por disposición de la ley.
"Las cosas fungibles no determinadas según su naturaleza, es decir, por su peso, su calidad,
su número, su medida, etc.
"b) Las cosas que pertenecen en copropiedad indivisa porque en tal caso lo que procede es la
acción de división de la cosa en los términos de los artículos del Código Civil y no
propiamente la reivindicatoria.
"c) La porción de un predio que confina con otro y otros y no ha sido debidamente
deslindado. Lo mismo que en la especie anterior, el propietario debe acudir al procedimiento
del apeo y deslinde, previsto en los artículos 932 y siguientes del Código de Procedimientos
Civiles, para precisar la parte que corresponde obtener la declaración de que es propietario de
ella, pero si hay oposición habrá de promover juicio ordinario de acuerdo con lo que dispone
la fracción IV del artículo 936. En otros términos, en el caso que se examina, la acción de
deslinde es prejudicial a la reivindicatoria.
"d) En los casos de acción en que un bien se incorpora, mezcla, se confunde o se agrega a
otro, tampoco es procedente ejercitar la acción reivindicatoria."
Otros autores mexicanos definen a la acción reivindicatoria en los siguientes términos:
"Es la acción mediante la cual el propietario que no posee materialmente su cosa, hace
efectivo su derecho de persecución contra el poseedor material, pero no propietario de la
cosa."
De los conceptos antes señalados puede concluirse que la acción reivindicatoria constituye la
más propia y eficaz defensa ordinaria de la propiedad, pues tiene como finalidad el
reconocimiento del derecho de dominio y, en consecuencia, la restitución de la cosa que
indebidamente retiene un tercero.
-13-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
Por ello, la sentencia que se dicte en el proceso, si la acción se acredita, tiene un doble efecto,
a saber:
1) Declarativo, en el sentido de que el actor tiene el dominio sobre la cosa.
2) Condenatorio, en tanto que el demandado debe de restituir la cosa con todos sus frutos y
accesiones en los términos prescritos por el Código Civil aplicable.
Por otro lado, entre los elementos de la mencionada acción, y para lo que aquí interesa, deben
tomarse en cuenta los siguientes:
a) Que el actor tenga la propiedad de la cosa;
b) Que el demandado tenga la posesión de la cosa;
c) Que exista identidad del bien de que se trate.
Lo anterior se encuentra robustecido con la tesis jurisprudencial, que a la letra dice:
"Octava Época
"Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
"Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: 53, mayo de 1992
"Tesis: VI.2o. J/193
"Página: 65
"ACCIÓN REIVINDICATORIA. SUS ELEMENTOS.-La reivindicación compete a quien no
está en posesión de la cosa de la cual tiene la propiedad y su efecto es declarar que el actor
tiene dominio sobre ella y se la entregue al demandado con sus frutos y accesiones. Así,
quien la ejercita debe acreditar: a) La propiedad de la cosa que reclama; b) La posesión por el
demandado de la cosa perseguida y c) La identidad de la misma, o sea que no pueda dudarse
cuál es la cosa que pretende reivindicar y a la que se refieren los documentos fundatorios de
la acción, precisando situación, superficie y linderos, hechos que demostrará por cualquiera
de los medios de prueba reconocidos por la ley.
"SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
"Amparo directo 518/89. Jovita Peralta viuda de Zamitiz y otros. 10 de julio de 1990.
Unanimidad de votos. Ponente: Arnoldo Nájera Virgen. Secretario: Nelson Loranca Ventura.
-14-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
"Amparo directo 185/91. Raquel Hernández Ramírez. 17 de mayo de 1991. Unanimidad de
votos. Ponente: Arnoldo Nájera Virgen. Secretario: Nelson Loranca Ventura.
"Amparo directo 306/91. María Luisa Martínez viuda de Galicia y otras. 27 de septiembre de
1991. Unanimidad de votos. Ponente: Arnoldo Nájera Virgen. Secretario: Nelson Loranca
Ventura.
"Amparo directo 49/91. Fabián Soriano Torrentera y otra. 24 de marzo de 1992. Unanimidad
de votos. Ponente: Arnoldo Nájera Virgen. Secretario: Nelson Loranca Ventura.
"Amparo directo 107/92. Edgar Meneses Beltrán y otra. 24 de marzo de 1992. Unanimidad
de votos. Ponente: José Galván Rojas. Secretario: Armando Cortés Galván."
De lo relacionado con antelación, debe concluirse que en el caso de que un copropietario se
vea privado de su derecho de goce del bien que es objeto de copropiedad por otro de los
copropietarios, no es procedente la acción reivindicatoria para recuperar el derecho perdido,
toda vez que de declararse fundada dicha acción, se desconocerían los derechos de dominio
que le otorga el Código Civil al copropietario que se encuentra en posesión.
En efecto, como quedó precisado con antelación, una de las consecuencias de la acción
reivindicatoria es que el demandado entregue el bien con sus frutos y accesiones al actor,
cuyo derecho de dominio ha sido reconocido; sin embargo, en el caso que se plantea dicha
circunstancia no sería viable, toda vez que al tratarse de un bien que se encuentra en
copropiedad, y es precisamente uno de los copropietarios el que está privando a otro de su
derecho de goce, no se podría, como consecuencia de la sentencia que se dictara, desconocer
el derecho de goce del copropietario demandado, pues este último también tiene derecho de
propiedad sobre el bien en litigio.
No se puede pretender que mediante la acción reivindicatoria se reconozca el derecho de
goce que le fue desconocido al accionante copropietario respecto del bien indiviso, pues
implicaría desconocer el derecho que también asiste al copropietario demandado,
desvirtuándose así la naturaleza de la copropiedad y de la acción reivindicatoria tal y como se
conciben en nuestro sistema jurídico.
En este sentido, es evidente que los efectos y finalidades de la acción reivindicatoria no
podrían actualizarse cuando ésta fuera ejercitada entre copropietarios; en primer lugar,
porque no podría declararse judicialmente que el actor tiene dominio sobre el bien ya que el
copropietario demandado también es partícipe del bien común, y porque además, no se podría
condenar al copropietario demandado a la entrega de la cosa, pues su derecho de goce se
extiende a toda la cosa y no a una parte físicamente determinada.
-15-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
Por ello, el copropietario no podría reclamar mediante la acción reivindicatoria la restitución
del bien en su integridad, ya que en éste también asiste derecho al copropietario demandado.
Tampoco podría requerir la restitución de una parte materialmente determinada, pues como
se ha venido mencionando, la copropiedad existe cuando una cosa o un derecho pertenecen
pro indiviso (sin división material de partes) a varias personas.
Por otra parte, es principio conocido en esta materia, que la acción reivindicatoria como
medio ordinario de defensa de la propiedad no procede respecto de las cosas genéricas no
determinadas al entablarse la demanda, es decir, respecto de los bienes que no resultan
individualmente considerados e indubitablemente designados, esto en atención a que no
existe plena certeza sobre la determinación del bien perseguido. El fin que persigue el
legislador al introducir excepciones respecto de la procedencia de dicha acción, tiene por
objeto que no exista duda sobre cuál es la cosa que se pretende recuperar, y las mismas
razones y motivos que existen para establecer la improcedencia de la acción reivindicatoria
cuando se reclama una cosa genérica no determinada al entablarse la demanda, deben
subsistir en los casos en que ésta se ejercite entre copropietarios, pues aun y cuando no pueda
afirmarse que el bien objeto de la copropiedad sea una cosa genérica e indeterminada, lo
cierto es que al permanecer la cosa indivisa, es decir, sin división material de partes, es
inconcuso que no existe certeza y determinación respecto de la porción que le corresponde
físicamente al accionante y que pretende recuperar mediante el ejercicio de la acción
reivindicatoria.
En otras palabras, al traducirse la propiedad que tiene un condueño sobre la cosa común en
una parte alícuota o parte ideal determinada en función de una idea de proporción, resulta
evidente que en este caso la acción reivindicatoria se dirigiría a la restitución de un derecho
que se ejerce sobre una parte que no se encuentra físicamente determinada.
Además, de los elementos de la acción reivindicatoria contenidos en la tesis jurisprudencial
antes transcrita, se desprende que dicha acción sólo compete al propietario contra quien posee
la cosa, mas no contra quien además de poseedor tiene la calidad de condueño del bien
perseguido.
No pasa inadvertido para esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el
hecho de que la entonces Tercera Sala de este Alto Tribunal haya sostenido el criterio
consistente en que la acción reivindicatoria sí podía ejercitarse entre copropietarios, criterios
que se derivan del contenido de las resoluciones dictadas en los amparos directos números
4419/57 y 6304/60, y que dieron lugar a las siguientes tesis aisladas que a la letra establecen:
"Sexta Época
"Instancia: Tercera Sala
-16-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Volumen: Cuarta Parte, XVII
"Página: 21
"ACCIÓN REIVINDICATORIA EJERCITADA POR UN COPROPIETARIO,
PROCEDENCIA DE LA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MICHOACÁN).-La
fisonomía jurídica de la acción reivindicatoria es clara cuando el derecho de propiedad está
individualizado, lo que no sucede cuando se ejercita entre copropietarios, como en el caso de
herederos sin división del caudal yacente, en que el demandado es también condueño; mas
atendiendo entonces a que un comunero tiene derecho a la propiedad y posesión, limitada por
igual derecho del de sus condóminos, si aquél, abusando, excluye a éstos en la posesión por
invadirla toda y aprovecharla para sí sin derecho de dueño absoluto, se llega a la conclusión
de que en la hipótesis, se satisfacen los requisitos básicos de la procedencia de la acción
reivindicatoria: derecho de propiedad en el actor y posesión o detentación indebida en el
demandado sobre la cosa perseguida.
"Amparo directo 4419/57. Margarita Archundia Casias. 10 de noviembre de 1958.
Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Mariano Ramírez Vázquez."
"Sexta Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Volumen: Cuarta Parte, LXIX
"Página: 9
"ACCIÓN REIVINDICATORIA EJERCITADA POR UN COPROPIETARIO,
PROCEDENCIA DE LA.-Un copropietario puede ejercitar la acción real reivindicatoria en
contra del copropietario que se haya apoderado de toda la copropiedad como cosa propia, en
concepto de dueño exclusivo de la misma, así que con mayor razón debe admitirse que un
copropietario puede ejercitar la acción reivindicatoria contra un extraño.
"Amparo directo 6304/60. María Mérida de Rodríguez. 28 de marzo de 1963. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: Mariano Azuela."
Sin embargo, una nueva reflexión sobre el tema en estudio, lleva a esta Primera Sala a
apartarse de los criterios contenidos en las tesis que reconocían en el condueño la facultad de
hacer efectivos sus derechos a través de la acción reivindicatoria. Las razones que obedecen a
la separación de dicho criterio consisten en que si bien la entonces Tercera Sala señaló que en
el caso de que la acción se ejercitara entre copropietarios se satisfacían los requisitos básicos
para su procedencia, lo cierto es que del análisis respecto de las figuras jurídicas de la
copropiedad y de la reivindicación, se concluye que los efectos y finalidades de este medio de
-17-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
protección a la propiedad tal y como se encuentra concebido en nuestro sistema jurídico, no
podrían actualizarse cuando éste es ejercitado entre los partícipes del bien común, pues ello
conllevaría a desconocer los derechos de dominio que también le asisten al copropietario
demandado.
Por último, cabe señalar que lo anterior no deja indefenso al copropietario que no está en
posesión del bien común, en atención a que éste puede exigir el respeto de sus derechos como
copropietario mediante las acciones legales conducentes, sin que esto implique el
desconocimiento del derecho que asiste a otros copropietarios.
En efecto, la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha señalado que al ser
los interdictos posesorios medios de defensa que no preocupan cuestiones de propiedad o de
posesión definitiva, sino que se limitan a proteger la posesión interina que de hecho ejerce
una persona, pueden válidamente ser ejercitados entre los copropietarios. Sirve de apoyo al
aserto anterior, la siguiente tesis, que a la letra dice:
"Sexta Época
"Instancia: Tercera Sala
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Volumen: Cuarta Parte, XXXI
"Página: 53
"INTERDICTOS POSESORIOS. PUEDEN EJERCITARLOS ENTRE SÍ LOS
COPROPIETARIOS.-Es bastante para la procedencia del interdicto que uno de los
copropietarios o coposeedores ejercite la acción correspondiente, no siendo obstáculo para
dicha procedencia, que el demandado sea a la vez coposeedor, puesto que los copropietarios
pueden ejercitar entre sí los interdictos posesorios. En efecto, cada copropietario tiene la
posesión de toda la cosa y no de la simple cuota que le corresponde, que en ningún caso
consiste en una porción física o material; pero su posesión no es exclusiva sino conjunta con
los demás copropietarios, que asimismo poseen toda la cosa. Se trata de una coposesión que
corresponde de hecho a lo que la copropiedad significa de derecho. Es una situación igual a la
simple posesión pero limitada por la concurrencia de otras posesiones exactamente iguales.
Sin embargo, cada coposeedor ejerce la posesión en interés propio y no en nombre o en
interés de los demás y de ello pueden resultar intromisiones y perturbaciones que perjudiquen
el derecho de cada uno de los coposeedores, quienes tienen derecho a que los demás no les
quiten la posesión erigiéndose en poseedores únicos. En el caso del interdicto de retener,
ocurre comúnmente que uno de los coposeedores perturbe la posesión de los demás
cambiando el estado de hecho establecido en el uso y disfrute de la cosa o pretende
constituirse en poseedor independiente de una determinada porción de terreno. En ese caso el
coposeedor que ejercite el interdicto de retener se limita a pedir la protección de su posesión
como la estuvo disfrutando el año anterior, es decir, con la limitación que de hecho le habían
-18-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
marcado los demás coposeedores, independientemente de que ese límite corresponda o no a
la cuota que le pertenece según el título de copropiedad correspondiente.
"Amparo directo 1373/58. J. Guadalupe Lara Carrillo. 7 de enero de 1960. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: Gabriel García Rojas."
Asimismo, todo copropietario que sufra una perturbación en su derecho de goce puede
válidamente ejercitar la acción de división de la cosa común, situación que como se ha
mencionado anteriormente, tiene como efecto la extinción del régimen de copropiedad, y una
vez hecho lo anterior, ejercitar cualquier medio de defensa que la ley le otorga como
propietario exclusivo, de entre los cuales se encuentra, sin lugar a dudas, la acción
reivindicatoria, pues en este caso la acción se dirige ya no en contra del partícipe del bien,
sino en contra de un tercero que posee indebidamente la cosa y que en ningún caso se le
puede considerar como copropietario.
NOVENO.-En mérito de lo anterior, debe prevalecer el criterio sustentado por esta Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de acuerdo con la siguiente jurisprudencia:
ACCIÓN REIVINDICATORIA. IMPROCEDENCIA DE SU EJERCICIO ENTRE
COPROPIETARIOS.-Un nuevo estudio de las figuras jurídicas de la copropiedad y la
reivindicación llevan a esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a
apartarse de los criterios contenidos en las resoluciones dictadas en los amparos directos
números 4419/57 y 6304/60, y que dieron lugar a las tesis emitidas por la entonces Tercera
Sala, de rubros: "ACCIÓN REIVINDICATORIA EJERCITADA POR UN
COPROPIETARIO, PROCEDENCIA DE LA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
MICHOACÁN)." y "ACCIÓN REIVINDICATORIA EJERCITADA POR UN
COPROPIETARIO, PROCEDENCIA DE LA.", las cuales reconocían al copropietario la
posibilidad de ejercitar la acción reivindicatoria en contra del también partícipe de la cosa
común. Las razones a las que obedece la separación de dichos criterios consisten en que si
bien en aquellas resoluciones se señaló que en el caso de que la acción reivindicatoria se
ejercitara entre copropietarios se satisfacían los requisitos básicos para su procedencia, lo
cierto es que del análisis sobre el objeto y finalidad de este medio ordinario de protección a la
propiedad se desprende que sus efectos no pueden actualizarse cuando éste es intentado entre
copropietarios; en principio, porque no podría declararse judicialmente que el actor tiene
dominio sobre el bien ya que el copropietario demandado también es partícipe del bien
común y, porque además, no se podría condenar al condueño demandado a la entrega de la
cosa, pues su derecho de goce se extiende a toda la cosa y no a una parte materialmente
determinada. En efecto, la copropiedad es el derecho de propiedad que compete a varias
personas sobre una misma cosa, que no pertenece a los copropietarios sino en una parte
proporcional, ideal y abstracta, además de que supone un estado de indivisión, en el que cada
copropietario ejerce su derecho de goce respecto de toda la cosa. Por su parte, la acción
-19-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
reivindicatoria es la acción real que tiene el propietario de un bien mueble o inmueble, cuyo
objeto es que se declare judicialmente su derecho de dominio y que se le devuelva el bien con
sus frutos y accesiones. Atento a lo anterior, resulta necesario concluir que un copropietario
que ha sido desposeído por otro copropietario del bien común, no puede pretender que se le
reconozca el derecho de goce desconocido a través de la acción reivindicatoria, pues
implicaría desconocer el derecho que también le asiste al copropietario demandado, así como
desvirtuar la naturaleza de la copropiedad y de la acción reivindicatoria tal y como se
conciben en nuestro sistema jurídico. Ello no deja indefenso al copropietario que no está en
posesión del bien común ya que éste puede válidamente ejercitar los llamados interdictos de
recuperar la posesión que se limitan a proteger la posesión interina que de hecho ejerce una
persona, o bien, solicitar la división de la cosa común y, una vez hecho lo anterior, ejercitar
cualquier medio de defensa que la ley le otorga como propietario exclusivo, de entre los
cuales se encuentra, evidentemente, la acción reivindicatoria pues en este caso la acción se
dirige ya no en contra del partícipe del bien, sino en contra de un tercero que posee
indebidamente la cosa y que en ningún caso se le puede considerar como copropietario.
Por último, cabe señalar que la determinación que se adopte al resolver la contradicción debe
precisar el criterio que en el futuro deberá prevalecer con el carácter de jurisprudencia, sin
afectar las situaciones jurídicas concretas resultantes de las sentencias opuestas.
Por lo expuesto y fundado se resuelve:
PRIMERO.-Sí existe contradicción de tesis entre los criterios sustentados por el Primer
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito, al resolver el amparo directo civil
121/95 y el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito, al resolver el amparo directo
civil 161/97.
SEGUNDO.-Se declara que debe prevalecer el criterio sustentado por esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, bajo la tesis jurisprudencial que ha quedado
redactada en el último considerando de esta resolución.
TERCERO.-Remítase de inmediato la tesis jurisprudencial que se sustenta en la presente
resolución a la Coordinación General de Compilación y Sistematización de Tesis para su
publicación en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, así como al Tribunal
Pleno y a la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a los Tribunales
Colegiados de Circuito y a los Juzgados de Distrito, para su conocimiento.
Notifíquese; cúmplase y en su oportunidad archívese el expediente.
Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad
de cuatro votos de los señores Ministros: Juventino V. Castro y Castro, Juan N. Silva Meza,
-20-
CONTRADICCIÓN DE TESIS 35/98.
Olga Sánchez Cordero de García Villegas (ponente); y presidente José de Jesús Gudiño
Pelayo. Ausente el Ministro Humberto Román Palacios.
-21-
Descargar