La cooperación financiera en España

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Autoría: Iolanda Fresnillo i Sallán y Dani Gómez-Olivé i Casas, Observatori del Deute en la Globalització
Coordinación de la publicación: Coordinadora de ONG para el Desarrollo-España (Soledad Briones Alcalá,
Cecilia Carballo de la Riva, Chus González García) y la Plataforma 2015 y más (Ignacio Martínez Martínez y
Pablo J. Martínez Osés)
Diseño gráfico: Ana Linares www.pontella.es
Impresión: Unigráficas
España, Diciembre de 2011
Depósito legal: M-49453-2011
Esta publicación ha sido realizada con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación
Internacional para el Desarrollo (AECID) con cargo al convenio “Investigación aplicada, comunicación social
y participación ciudadana para el Desarrollo Humano, mediante la promoción de la coherencia de políticas
públicas basadas en los Derechos Humanos, en la equidad de género, en el respeto al medio ambiente y en
el comercio responsable” y el proyecto “Fortalecimiento de las capacidades y herramientas de las ONGD para
la autorregulación, la articulación y el seguimiento de políticas públicas de cooperación”. Su contenido es
responsabilidad exclusiva de las personas autoras y no refleja necesariamente la opinión de la AECID.
Esta obra está distribuida bajo una licencia Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España
(CC BY-NC-SA 3.0) disponible en: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/3.0/es/
Su versión electrónica se encuentra descargable en: www.coordinadoraongd.org y http://www.2015ymas.org/
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN.................................................................................... 9
PRIMERA PARTE................................................................................. 11
1.La cooperación financiera...................................................................................................... 11
1.1. ¿Qué entendemos por cooperación financiera?..................................................................11
1.2. La cooperación financiera en España...................................................................................14
1.3. FONPRODE:¿un nuevo horizonte de cooperación financiera?...........................................19
2.Cooperación financiera y sector privado:¿un cambio de paradigma?................................ 22
2.1. La experiencia europea y multilateral . .................................................................................22
2.2. Sector privado, crecimiento y desarrollo..............................................................................24
2.3. Redefiniendo prioridades: apoyando a las personas más pobres y a la clase media.....30
2.4. De la importancia del sector privado en momentos de crisis.............................................33
2.5. ¿Dudas razonables?...............................................................................................................36
3.FONPRODE, el futuro de la cooperación financiera española............................................... 40
3.1. Marco normativo: el camino que seguirá FONPRODE, el camino
de la cooperación española....................................................................................................40
3.2. Prioridades FONPRODE: crecimiento inclusivo y apoyo al sector privado........................43
3.3. Mecanismos FONPRODE: un amplio abanico de medios
para la cooperación financiera...............................................................................................49
A. Actuaciones con carácter de donación a Estados y al sector público
estatal de países en vías de desarrollo.....................................................................51
B. Operaciones con organismos multilaterales de desarrollo no financieros...........53
C. Operaciones con Instituciones Financieras Internacionales de desarrollo...........59
D. Créditos, préstamos y líneas de financiación...........................................................71
E. Actuaciones de microfinanzas....................................................................................75
F. Adquisiciones de capital o cuasi capital en instituciones financieras
y vehículos de inversión..............................................................................................80
4.Funcionamiento FONPRODE: una pesada maquinaria a poner en marcha.......................... 94
4.1. ¿Quién es quién en la gestión de FONPRODE?.....................................................................94
4.2. Ciclo de los proyectos..............................................................................................................98
4.3. Criterios de selección de operaciones en FONPRODE....................................................... 100
4.4. Transparencia y rendición de cuentas................................................................................ 103
SEGUNDA PARTE:ANÁLISIS DE LA AOD
REEMBOLSABLE ESPAÑOLA.............................................................105
5.Análisis general de datos (2006-2010)..............................................................................105
6.Análisis por tipo de operación: mecanismos y canales.....................................................110
6.1. Análisis de los desembolsos brutos del Fondo de Ayuda al Desarrollo
(créditos y líneas de créditos bilaterales y FAD financiero)............................................ 110
6.2. Análisis de los desembolsos brutos del Fondo para la Concesión
de Microcréditos.................................................................................................................... 112
7. Análisis por países de destino: regional y por nivel de renta.............................................113
7.1. Análisis de los desembolsos brutos de FAD crediticio (2006-2010) ............................. 113
7.2. Análisis de los desembolsos y compromisos del FAD financiero (2010)....................... 117
7.3. Análisis de los desembolsos brutos del Fondo para la Concesión
de Microcréditos (2006-2010)............................................................................................ 119
8.Análisis por sectores ...........................................................................................................122
8.1. Análisis de los desembolsos brutos del FAD crediticio (2006-2010) . .......................... 122
8.2. Análisis de los desembolsos del FAD financiero (2010).................................................. 125
8.3. Análisis de los desembolsos brutos del Fondo para la Concesión de Microcréditos... 128
9.Comparación de la AOD reembolsable española con la de otros donantes
del CAD de la OCDE (2006-2009).........................................................................................129
10.Conclusiones........................................................................................................................132
ANEXOS.............................................................................................137
8
INTRODUCCIÓN
9
INTRODUCCIÓN
En esta publicación la Coordinadora de ONG para el Desarrollo-España (Coordinadora), la Plataforma 2015 y Más (Plataforma 2015) y el Observatorio de la
Deuda en la Globalización (ODG), vuelven a unir esfuerzos con el objetivo de
reflexionar y profundizar en el conocimiento sobre el estado de la cooperación
financiera en España.
Desde el inicio de la reforma legislativa del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD)
las tres plataformas compartieron reflexiones y debates así como estrategias de
incidencia. Reforma que había sido anunciada de forma reiterada por el Gobierno
(en la Ley sobre Deuda Externa y en el III Plan Director) y que se había pospuesto
más tiempo de lo deseable. Con ella se pretendía dar respuesta a una demanda
compartida por todos los actores del sistema de ayuda español.
Esta se tradujo en la creación de dos nuevos instrumentos, el Fondo para la
Internacionalización de la Empresa Española (FIEM), y el Fondo de Promoción
para el Desarrollo (FONPRODE). En ambos casos, el trabajo de las tres plataformas fue intenso y complementario, desde su discusión en las Cámaras hasta
la redacción del reglamento y del Código de Financiación del FONPRODE que
completaría el nuevo aparato jurídico e institucional y con ello la reforma de los
antiguos créditos FAD.
Una vez terminado el proceso de reforma, y recién estrenada la trayectoria de los
nuevos instrumentos la Coordinadora, la Plataforma 2015 y el ODG, estiman necesario explicar con mayor detalle el significado del FONPRODE, como principal
instrumento de la “nueva” cooperación financiera. Este instrumento marcará sin
duda el futuro de la cooperación española. Por ello consideramos que resulta de
vital importancia realizar el esfuerzo que representa esta investigación para entender el nuevo instrumento y las diferentes operaciones financieras que presenta.
Para ello en la primera parte del informe se desarrolla una caracterización de la
cooperación financiera que incluye tanto una visión general del marco institucional y normativo, como una identificación, descripción y breve análisis de los
principales instrumentos y modalidades de ayuda financiera reembolsable.
10
INTRODUCCIÓN
En la segunda parte se analiza la ayuda reembolsable española en el periodo
2005-2010 a través de un análisis general de la AOD reembolsable, y un análisis
más específico de algunas operaciones concretas de este tipo de ayuda. Aunque
el proceso de reforma legal finalizó por completo en julio de 2011, lo cierto es que
la administración española ejecutó durante 2009 y 2010 un conjunto de nuevas
operaciones en materia de cooperación financiera que resultarían determinantes
para la configuración legal definitiva del instrumento.
“Esta publicación ha sido realizada con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) con cargo al
convenio “Investigación aplicada, comunicación social y participación ciudadana
para el Desarrollo Humano, mediante la promoción de la coherencia de políticas públicas basadas en los Derechos Humanos, en la equidad de género, en
el respeto al medio ambiente y en el comercio responsable” (10-CO1-117) y
el proyecto “Fortalecimiento de las capacidades y herramientas de las ONGD
para la autorregulación, la articulación y el seguimiento de políticas públicas de
cooperación” (10-CAP2-2184). Su contenido es responsabilidad exclusiva de las
personas autoras y no refleja necesariamente la opinión de la AECID”.
11
PRIMERA PARTE
1.La cooperación financiera
1.1. ¿Qué entendemos por cooperación
financiera?
Dentro de la cooperación al desarrollo podemos distinguir diferentes categorías,
entre las que encontramos la de cooperación financiera. Podemos decir que la
cooperación financiera es toda aquella que, con objetivos de desarrollo, se realiza a partir de una transferencia de recursos financieros o inversiones desde
el país donante al país receptor de los fondos, sea de forma directa o a través
de otros organismos, reembolsable o no reembolsable (Dubois, A., 2001). La
ayuda no financiera, es decir, el resto de mecanismos de cooperación, sería la
cooperación técnica, la ayuda alimentaria, la acción humanitaria y la educación
para el desarrollo.
En este sentido, en España, la Ley 23/1998 de Cooperación Internacional para
el Desarrollo, de 7 de julio1, define cuatro grandes instrumentos a través de los
cuales se debe poner en marcha la política española de cooperación:
–– Cooperación técnica
–– Cooperación económica y financiera
–– Ayuda humanitaria, tanto alimentaria como de emergencia, incluyendo
operaciones de mantenimiento de la paz
–– Educación para el desarrollo y sensibilización social
1 Ley 23/1998, de 7 de julio, de Cooperación Internacional para el Desarrollo, en:
http://www.boe.es/boe/dias/1998/07/08/pdfs/A22755-22765.pdf.
12
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
La misma Ley de Cooperación, en su artículo 11, define la cooperación económica y financiera como “las aportaciones destinadas a proyectos de inversión para
el aumento del capital físico de los países beneficiarios y a proyectos de ayuda a
los sectores económicos (agroalimentario, educativo, sanitario, infraestructuras,
transporte y otros) (…); las contribuciones oficiales a organismos internacionales
de carácter económico y financiero, acuerdos financieros de alivio o condonación de deuda suscritos por vía bilateral o multilateral, donaciones, préstamos o
ayudas instrumentadas para que los países receptores puedan afrontar dificultades coyunturales de ajuste en sus balanzas de pagos, y los establecidos en
términos concesionales (…), así como dotaciones a los ya existentes fondos de
ayuda al equipamiento, gestionados directamente por la Agencia Española de
Cooperación Internacional con cargo a su propio presupuesto”.
La cooperación financiera puede incluir múltiples instrumentos, siempre y cuando signifiquen una transferencia de recursos financieros desde el país o institución donante hacia el receptor (figura 1). Desde el apoyo presupuestario y cancelación de deuda, hasta la concesión de préstamos de carácter concesional
o la aportación de recursos a las Instituciones Financieras Internacionales (IFI),
organismos multilaterales y fondos multi-donantes. Se considera fuera de este
tipo de cooperación las subvenciones a ONG, a pesar que a menudo significan
una transferencia de recursos a los países receptores.
En muchas ocasiones se confunde la cooperación financiera con la ayuda reembolsable, que es la que se realiza en forma de inversión o crédito. No obstante,
una parte importante de la cooperación financiera puede ser no reembolsable, es
decir, en forma de donación.
En cualquier caso, es innegable que en los últimos años, y especialmente desde
2000, ha habido a escala internacional, y también en nuestro país, un desarrollo
importante de instrumentos de cooperación financiera reembolsable, sobretodo
en forma de aportaciones a fondos de inversión, a través de Instituciones de
Financiación para el Desarrollo (IFD, conocidas también por sus siglas en inglés
-DFI- Development Finance Institutions). Dicho desarrollo ha ido en paralelo a
la tendencia a destinar cantidades cada vez mayores de financiación pública al
desarrollo para apoyar las inversiones del sector privado en los países del Sur
(Eurodad, 2011a). En este sentido, la cooperación financiera se vincula a menu-
13
do con la promoción del crecimiento económico a través del refuerzo del sector
privado lucrativo2 en los países del Sur.
Figura 1. Modalidades y mecanismos principales de la cooperación española al desarrollo.
Educación para
el Desarrollo y
sensibilización
social
Cooperación
técnica
Ayuda
humanitaria y
emergencia
Cooperación no reembolsable
»» Subvenciones
a y convenios
con ONGD,
universidades,
sindicatos y
otros agentes de
la cooperación
para programas
y proyectos EpD
»» Actuaciones
con el Ministerio
de Educación
»» Subvenciones
ONGD y otros
agentes de la
cooperación
para programas
y proyectos de
cooperación
»» Programas y
proyectos de
cooperación
directa
»» Estudios e
investigaciones
»» Capacitación
»» Difusión e
intercambio de
información
»» Asistencia
técnica y
consultoría
»» Reuniones
técnicas, foros,
seminarios
Cooperación económica y financiera
Cooperación no
reembolsable
Cooperación
reembolsable
FONPRODE
»» Donación Estado- »» Créditos,
Estado
Préstamos y Líneas
de financiación
Estado a Estado
»» Ayuda
Programática
y Apoyo
»» Aportaciones
Presupuestario*
reembolsables
a fondos en
Organismos
»» Contribuciones
Multilaterales, IFIs o
y aportaciones
Multi-Donantes
a Organismos
Internacionales no
Financieros, y a
»» Aportes a
fondos fiduciarios Programas de
en los mismos
microfinanzas
»» Aportaciones a
fondos de IFIs o
Multi-Donantes
»» Adquisición de
participaciones de
capital en vehículos
de inversión
* Las operaciones de Ayuda Programática y Apoyo Presupuestario podrán realizarse en el marco de
FONPRODE pero también fuera de éste, como subvenciones del Estado.
Fuente: elaboración propia
Las IFD, sean bilaterales o multilaterales, gestionen o no recursos de AOD, se caracterizan precisamente por la promoción de la inversión privada con el objetivo
de promover el crecimiento económico y el desarrollo a la vez que se mantienen
viables financieramente en el largo plazo (Massa, V., 2011). Es decir, tratan de ha-
2 A lo largo del texto se utilizará la expresión “sector privado” para hacer referencia al sector privado lucrativo,
entendiendo que si bien las organizaciones de la sociedad civil no lucrativas son también sector privado,
nos estamos refiriendo aquí a empresas y organizaciones del sector privado con ánimo de lucro.
14
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
cer compatible un impacto positivo en desarrollo (desde una clara perspectiva de
crecimiento económico) con el rendimiento financiero de los recursos destinados
a ello. La cuestión que se plantea desde muchas organizaciones sociales es si
ambos objetivos son en efecto compatibles, argumentando que, si el impacto en
desarrollo es positivo, la rentabilidad será baja o inexistente, y viceversa. En definitiva, aquellos proyectos con alta rentabilidad difícilmente tendrán un impacto
positivo en el desarrollo, sobretodo si estamos considerando el desarrollo no únicamente como crecimiento económico sino como desarrollo humano sostenible.
1.2. La cooperación financiera en España
Si nos fijamos en la cooperación española, hasta 2010 se contaba principalmente
con dos mecanismos de cooperación financiera, el Fondo de Ayuda al Desarrollo
(FAD-1976), que incluía múltiples instrumentos, y el Fondo para la Concesión de
Microcréditos (FCM-1998).
Desde el año 1976 hasta finales de 2010, el FAD se configuró como el instrumento de cooperación financiera por excelencia, siendo su principal herramienta
los créditos para los países del Sur, otorgados en condiciones concesionales y
condicionados a que los recursos se destinasen, en parte o totalmente, a la compra de bienes y servicios provistos por empresas españolas. El FAD se concibió,
pues, como un instrumento que pretendía unir dos objetivos que, para muchas
organizaciones de la sociedad civil, académicos e instituciones internacionales,
eran contrapuestos, e incluso irreconciliables: la ayuda al desarrollo y la promoción de la internacionalización de la empresa española.
La ayuda ligada, como la que proveía el FAD, entre otros inconvenientes, impide
al país que la recibe disponer de libertad de contratación para la ejecución de
los proyectos, ya que dicha contratación está limitada a los proveedores de servicios y bienes (generalmente empresas privadas o públicas con ánimo de lucro)
del país donante. Así, los créditos FAD estuvieron tradicionalmente ligados a la
compra de bienes y servicios españoles, de manera que el proyecto a financiar
debía contar con la participación de una empresa, privada o pública, española.
Además, el hecho de responder al objetivo explícito de la internacionalización de
las empresas del país donante supone que, en muchas ocasiones, los intereses
comerciales hayan pasado por delante de las necesidades de desarrollo de los
países receptores (Gómez Gil, C., Gómez-Olivé, D. y Tarafa, G., 2008). Diferentes
15
instituciones como el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE (CAD), han reclamado de forma reiterada la eliminación de la ayuda ligada como instrumento
de cooperación, ya que esta “quita valor y eficacia a la lucha contra la pobreza”.
De hecho, la ayuda ligada “incrementa el coste de los bienes y servicios entre
un 15 y un 30%, y hasta un 40% o más en el caso de la ayuda alimentaria” (ODI,
2008). Por su lado el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
ha denunciado que “a la hora de trabajar por la reducción de la pobreza, no todo
el dinero tiene el mismo valor, ya que una parte importante de lo que se declara
como ayuda al desarrollo no lo es, sino que vuelve a los países ricos en forma de
subsidios y contratos que benefician a sus grandes empresas. Todo esto tiene
relación con la práctica de “ligar” las ayudas o transferencias financieras a la
adquisición de bienes y servicios de los países donantes, que es la forma más
notoria de arruinar de forma encubierta la eficacia de la ayuda” (PNUD, 2005).
A pesar de todo lo anterior, el Estado español se ha mantenido al frente de los
países de la OCDE con mayor porcentaje de ayuda ligada hasta 2006 (Gómez Gil,
C., Gómez-Olivé, D. y Tarafa, G., 2008).
A lo largo de los años, el FAD ha incorporado una gran variedad de instrumentos
hasta convertirse en un gran cajón de sastre, acogiendo no sólo operaciones de
crédito ligado, sino también acciones de ayuda humanitaria y de emergencia,
cuotas, suscripciones y aportaciones de capital a las IFI, así como las cuotas y
contribuciones a programas y fondos de organismos multilaterales de desarrollo.
Así, el FAD se componía de tres mecanismos. Por un lado, existía el FAD Internacionalización, que incluía créditos ligados a la internacionalización de la empresa
española y que estaba gestionado desde el Ministerio de Industria, Comercio y
Turismo. En segundo lugar, se creó el FAD Cooperación, que incluía aportaciones
a organismos multilaterales, bajo la gestión del Ministerio de Asuntos Exteriores
y Cooperación. Por último, teníamos el Fondo para IFI y gestión de la Deuda
Externa-FIDE, que se destinaba a pagar las cuotas y reposiciones a las IFI, así
como a cumplir con los compromisos internacionales de cancelación de deuda,
y que estaba gestionado por el Ministerio de Economía y Hacienda, y fondos
para identificación y estudios de viabilidad (FEV).
En los últimos años hemos visto cómo se han ido reduciendo los recursos para el
instrumento “clásico” de los créditos y líneas de crédito ligados (FAD Internacionalización), y se ha incrementado el valor de las aportaciones a IFI multilaterales
(FAD Cooperación). Así, desde el año 2005 las operaciones de internacionalización de la empresa, a través de créditos ligados, fueron perdiendo peso a favor
16
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
de otras operaciones vinculadas a la agenda y compromisos internacionales en
materia de desarrollo. Para ello el Gobierno tuvo que establecer en las sucesivas
leyes de acompañamiento presupuestario de forma explícita la dedicación del
presupuesto de FAD que se destinaría a programas de desarrollo desligados
(2005) y a Organismos y Fondos Fiduciarios Internacionales (2006), y no a Internacionalización. Solo en el año 2009, 1.356 millones de euros salieron del FAD
con destino a 61 organismos multilaterales e IFI, frente a los 484 millones del FAD
Internacionalización.
En 2010, y de forma paralela a la discusión de la extinción del FAD y de la puesta
en marcha del FONPRODE, se creó una nueva categoría, el FAD financiero o FAD
de cooperación reembolsable, que incorpora instrumentos de inversión, una de
las claves del futuro FONPRODE. Se trata de aportaciones a fondos de inversión
creados por instituciones multilaterales o bilaterales, o incluso fondos privados,
que en principio deben tener mandato de desarrollo. Este fugaz instrumento de
la cooperación española se gestionó directamente desde la Secretaría de Estado
de Cooperación Internacional.
Después de décadas de crítica por parte de la sociedad civil, y con la obligación
establecida en la Ley reguladora de la gestión de la deuda externa (Ley 38/2006,
de 7 de diciembre) de presentar a las “Cortes Generales un Proyecto de Ley que
regule el FAD”, su reforma fue presentada al Parlamento español el 6 de noviembre de 2009. El proceso de reforma ha dado lugar a lo largo de 2010 a la creación
de dos nuevos instrumentos:
–– El Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM) que, sin contabi-
lizar como AOD, está ligado a la compra de bienes y servicios españoles3;
–– El FONPRODE, un fondo de cooperación financiera, que gestiona recur-
sos de AOD y que está totalmente desligado de intereses comerciales
españoles.
Por otro lado, el Fondo para la Concesión de Microcréditos para Proyectos de
Desarrollo Social Básico en el Exterior (FCM) constituía hasta 2011 el segundo
pilar de la cooperación financiera española. El FCM se creó en 1998 para “fomentar las microfinanzas en los países en desarrollo como instrumento de lucha
3 Ver más información sobre la reforma de FAD y la creación de FIEM y FONPRODE en:
http://quiendebeaquien.org/spip.php?rubrique54.
17
contra la pobreza”4. El objetivo era ofrecer y apoyar servicios microfinancieros
para sectores económicos y sociales que, o bien no tienen acceso al sistema
financiero tradicional, o este no satisface adecuadamente sus necesidades. La
principal herramienta del FCM es la aportación de recursos, mediante préstamos
y asistencia técnica, a instituciones microfinancieras locales o estatales en los
países del Sur. El FCM ha sido también absorbido por FONPRODE, que incorpora la cartera de inversiones del FCM (su saldo vivo) y sus funciones.
Además, desde el año 2004 la AECID realiza operaciones de apoyo presupuestario
y ayuda programática a diferentes países. Así, de 2004 a 2008 la AECID puso en
marcha un total de 24 operaciones de apoyo presupuestario a 14 países de América Latina, África y Asia5. Aunque según el articulado de la Ley de Cooperación este
tipo de ayuda encajaría en lo que dicha Ley define como “cooperación económica
y financiera”, en numerosos informes y artículos consultados no se considera como
tal, es decir, tanto desde los organismos oficiales como desde las organizaciones
de la sociedad civil o la academia, no se suele incluir el apoyo presupuestario y
la ayuda programática en los análisis sobre cooperación financiera. Parte de las
operaciones de apoyo presupuestario y la ayuda programática serán también incorporadas a la cartera de instrumentos gestionados desde FONPRODE, mientras
que otras operaciones de apoyo programático que se realizan vía Subvenciones
del Estado seguirán haciéndose fuera del Fondo, como hasta ahora.
La puesta en marcha del nuevo FONPRODE en 2011 plantea sin duda un nuevo
escenario para la cooperación financiera española, situándola en la línea que
diversos países europeos vienen marcando en los últimos años. De hecho, desde diferentes ámbitos se considera la puesta en marcha de FONPRODE como
prácticamente el inicio de la cooperación financiera en el país, a pesar de que
hace más de 30 años que se vienen realizando operaciones de cooperación financiera. Tan sólo entre 2006 y 2010 se desembolsaron 9.622 millones de euros
a través de instrumentos de cooperación financiera como los créditos FAD, las
aportaciones a instituciones multilaterales, las operaciones de deuda o el Fondo
de Microcréditos6.
4 Ver más información sobre el FCM en:
http://www.aecid.es/es/que-hacemos/FONPRODE/Programas-microfinanzas.html.
5 Ver más información sobre ayuda programática en:
http://www.aecid.es/es/que-hacemos/ayuda-programatica/Operaciones/.
6 Ver más información en el apartado 5 de análisis de la AOD reembolsable española (pág. XX)
18
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
COOPERACIÓN FINANCIERA FUERA DE LA AOD
Más allá de la política de cooperación al desarrollo, el Estado español cuenta con otro instrumento que podemos encajar dentro del concepto de
“cooperación financiera”. La Compañía Española de Financiación del Desarrollo (COFIDES), a pesar de no gestionar recursos de AOD, tiene como
mandato contribuir al desarrollo de los países destino de los proyectos
de internacionalización que financia, y hasta la creación de FONPRODE,
era la representante española en diferentes foros de Instituciones de
Financiación para el Desarrollo como la European Development Finance
Institutions (EDFI), la asociación que une las diferentes IFD europeas.
Creada en 1988, como una empresa de propiedad semi-pública, tiene
como objetivo facilitar financiación a proyectos privados de inversión en
el exterior, “en los que exista algún tipo de interés español, para contribuir, con criterios de rentabilidad, tanto al desarrollo de los países receptores de las inversiones como a la internacionalización de la economía y
de las empresas españolas”. COFIDES gestiona por cuenta del Estado recursos de los fondos FIEX y FONPYME. Además financia, con sus propios
recursos, proyectos de inversión en países emergentes o en desarrollo.
COFIDES “posee una capacidad de movilización de recursos superior a
1000 millones de euros”.
La experiencia de COFIDES en cooperación financiera y promoción del sector privado, así como en foros internacionales, ha sido un elemento que
se ha tenido en cuenta en la configuración de FONPRODE. Por ejemplo,
desde 2006 COFIDES aplica una metodología para medir el impacto en
desarrollo, el Rating de Impacto de las Operaciones, basado en la herramienta GPR de la institución de financiación al desarrollo alemana, DEG,
la misma herramienta en la que se ha basado FONPRODE para establecer
su metodología de medida de impacto en desarrollo7.
7 Ver más información sobre COFIDES en: http://www.cofides.es. Ver apartado 3.3.F de este informe para más
información sobre el sistema de evaluación de impacto en desarrollo adoptado por FONPRODE (pág. XX)
19
1.3. FONPRODE:¿un nuevo horizonte de
cooperación financiera?
El 6 de noviembre de 2009, con más de 2 años de retraso, el Gobierno español
presentó en el Congreso de Diputados el primer borrador para la reforma del
FAD, por la que se proponía la extinción de dicho Fondo y la creación de dos
nuevos mecanismos, FIEM y FONPRODE. Casi un año más tarde, el 22 de octubre de 2010, se aprobaba la Ley 36/20108, por la que se creaba el Fondo para
la Promoción del Desarrollo, FONPRODE. Su inclusión en los presupuestos del
Estado, con una asignación de hasta 945 millones de euros para FONPRODE,
que supone un 22% de toda la AOD prevista en 2011, daba ya una idea de la
importancia del nuevo fondo. El 17 de junio de 2011 se aprobaba también el Reglamento del Fondo en el Real Decreto 845/20119. El último paso para su puesta
en marcha fue la aprobación del Código de Financiación Responsable de la Cooperación financiera reembolsable española en Julio de 201110.
El FONPRODE se concibe como el principal instrumento de la cooperación financiera española, que será gestionado por la Oficina de FONPRODE, creada para
este propósito en la AECID. Como se ha comentado, viene a sustituir el FAD Cooperación (desligado de intereses comerciales) parte del FIDE (Fondo para IFI y
Gestión de Deuda Externa), así como el Fondo de Microcréditos y lo que en 2010
se definió como FAD financiero. De hecho, una de las principales características
de FONPRODE es nuevamente, como fue el FAD, la gran diversidad de mecanismos que prevé. Dentro de FONPRODE se gestionan operaciones de financiación
directa e indirecta (a través de intermediarios financieros, fondos de inversión, organismos multilaterales y otras instituciones intermediarias), reembolsables y no
reembolsables. La principal novedad, que como ya hemos comentado se inició
en el último año de FAD, es la inclusión de instrumentos de inversión, como uno
8 Ley 36/2010, de 22 de octubre, del Fondo para la Promoción del Desarrollo, en:
http://www.boe.es/boe/dias/2010/10/23/pdfs/BOE-A-2010-16131.pdf.
9 Real Decreto 845/2011, de 17 de junio, por el que se aprueba el Reglamento del Fondo para la Promoción del
Desarrollo, en: http://www.boe.es/boe/dias/2011/06/25/pdfs/BOE-A-2011-10973.pdf.
10 Código de Financiación Responsable, en:
http://www.aecid.es/galerias/que-hacemos/descargas/CODIGO_DE_FINANCIACION_RESPONSABLE_vf.pdf.
20
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
de los instrumentos llamados a ser central en FONPRODE. En resumen, y con
cargo al FONPRODE, se financiarán11:
–– Proyectos y programas de desarrollo, con carácter de donación de Estado
a Estado, en países menos adelantados, de renta baja, de renta media y de
renta media-baja, en los sectores prioritarios de la cooperación española.
–– Contribuciones financieras a programas de desarrollo y organismos mul-
tilaterales de desarrollo internacionales no financieros de los que España
forme o pase a formar parte.
–– Aportaciones a fondos globales y fondos fiduciarios constituidos, o por
constituir, en organismos multilaterales no financieros, que tengan en la
lucha contra la pobreza su principal objetivo.
–– Aportaciones a determinados fondos en IFI.
–– Aportaciones a programas de microfinanzas.
–– Concesión créditos, préstamos y líneas de financiación en términos con-
cesionales y con carácter no ligado.
–– Adquisición temporal de participaciones directas o indirectas de capital o
cuasi capital en vehículos de inversión financiera.
Todas las modalidades de cooperación financiera incluidas en FONPRODE tienen
como “finalidad la erradicación de la pobreza, la reducción de las desigualdades
e inequidades sociales entre personas y comunidades, la igualdad de género, la
defensa de los derechos humanos”12. Queda totalmente excluida en FONPRODE
la posibilidad de ligar la ayuda a los intereses comerciales y procesos de internacionalización de la empresa española.
FONPRODE, al igual que el resto de instrumentos de la cooperación española, se
guiará por las líneas marcadas en la Ley de Cooperación, priorizando los sectores
y áreas geográficas que marquen los correspondientes Planes Directores de la
11 En el apartado 3.3. del informe analizaremos cada una de estas modalidades (pág. XX)
12 Fonprode, en: http://www.aecid.es/es/que-hacemos/FONPRODE/
21
Cooperación Española y Planes Anuales de Cooperación Internacional. Las diferentes actuaciones que se financien a través de FONPRODE tendrán “como objetivo promover un crecimiento sostenido, sostenible e inclusivo”. Así, la promoción
del crecimiento económico, como vía de promoción del desarrollo, se convierte
en eje central de la cooperación financiera española. De hecho, a pesar de que
no está escrito en documento alguno, a partir de entrevistas y presentaciones, los
responsables de la oficina FONPRODE han explicitado que la reciente Estrategia
de Crecimiento Económico y Promoción del Tejido Empresarial será la guía a seguir por el nuevo fondo. Así, la clave para FONPRODE será conciliar el impacto
positivo en desarrollo con la rentabilidad de las operaciones financiadas.
Para la AECID, la puesta en marcha de FONPRODE “supone un avance fundamental en la política española de cooperación internacional para el desarrollo y
satisface una de las reivindicaciones históricas de la sociedad civil española”13.
La Secretaria de Estado para la Cooperación Internacional en el momento de
la entrada en funcionamiento de FONPRODE, Soraya Rodríguez, que lo calificó
de “hito de la cooperación española” en la presentación del reglamento, afirmó que con este nuevo instrumento “se pretende no sólo asegurar la eficacia y
transparencia de la ayuda española, sino también garantizar que, aun en tiempos de crisis, España siga manteniendo su compromiso con la cooperación al
desarrollo”14, resaltando así la capacidad de FONPRODE de hacer frente a los
compromisos de AOD sin necesidad de generar déficit, gracias a mecanismos
reembolsables como las aportaciones a Fondos de inversión.
Las ONGD han recibido el FONPRODE con algo menos de entusiasmo y más
cautela, apuntando no sólo a las oportunidades que plantea el nuevo instrumento, sino también a los peligros y deficiencias que presenta.
Lo que algunas voces han venido a llamar “la revolución FONPRODE” marcará
sin lugar a dudas el futuro de la cooperación española. Es por ello que resulta
de vital importancia entender el mecanismo y los diferentes instrumentos que
presenta.
13 En: http://www.aecid.es/es/que-hacemos/FONPRODE/.
14 “El FONPRODE transforma la cooperación financiera”. Notícia publicada el 7 de julio de 2011 en:
http://www.aecid.es/es/noticias/2011/2011-07/2011-07-07-presentacion-fonprode-seci.html.
22
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
2.Cooperación financiera y
sector privado:¿un cambio de
paradigma?
2.1. La experiencia europea y multilateral
La configuración y puesta en marcha de FONPRODE responde no sólo a la demanda de la sociedad civil de redefinir lo que fue el FAD, o a la necesidad de
cumplir con las recomendaciones internacionales de eliminar la ayuda ligada
como instrumento de cooperación, sino también de la voluntad del Gobierno
español de alinearse con las tendencias internacionales en el ámbito de la cooperación financiera. En este sentido FONPRODE se presenta como un moderno
“instrumento de segunda generación”15, en la línea de las IFD de que disponen la
mayoría de países europeos.
El CDC británico, el Norfund Noruego, Proparco en Francia, Bio en Bélgica, el
KfW y DEG en Alemania, FMO en Holanda o SIFEM en Suiza, son algunos de
los ejemplos más destacados y considerados por el Gobierno español en el momento de definir lo que tenía que ser FONPRODE16. En Europa, la mayor parte de
estas instituciones se agrupan bajo la Asociación EDFI (European Development
Finance Institutions), a la que pertenecen hasta 15 IFD bilaterales europeas que
operan en países el Sur. Dichas instituciones tienen como objetivo común la contribución al desarrollo sostenible (económica, ambiental y socialmente) “a través
de la financiación y la inversión en empresas con ánimo de lucro en el sector
privado”17. Así pues, las IFD bilaterales se han “focalizado tradicionalmente en
afrontar imperfecciones de los mercados de capital e invertir en operaciones empresariales viables y en intermediarios financieros” (Massa, V. y Willem, D., 2011),
de manera que el apoyo al sector privado es central en sus actuaciones.
15 Preámbulo Ley FONPRODE 36/2010. Íbid 8.
16 Ver cuadro 24 en el anexo 1 sobre las Instituciones Europeas Financieras al Desarrollo (pág. XX)
17 En: www.edfi.be.
23
Sólo en 2010 las instituciones agrupadas en EDFI gestionaban una cartera de
más de 4 mil proyectos por un valor total de 21.700 millones de euros, lo que
equivale aproximadamente a un tercio de la AOD europea total (www.edfi.be). A
escala global, los compromisos de las IFD se han incrementado de 15.000 millones de dólares en 2003 a más de 33 mil millones de dólares en 2009 (Massa,
V. y Willem, D., 2011). Es importante destacar que no toda la financiación que
gestionan las IFD contabiliza como AOD, pero a pesar de ello, el total sirve como
indicativo de la importancia de los flujos financieros que se manejan en este ámbito. De hecho, la representante española en EDFI hasta 2011 ha sido COFIDES
que, como se ha explicado, no gestiona fondos de AOD españoles a pesar de
tener mandato de promoción del desarrollo.
Previamente a la constitución de FONPRODE, el Gobierno español encargó a la
consultoría financiera Analistas Financieros Internacionales (AFI) un informe sobre modelos de cooperación financiera a escala internacional y mejores prácticas
de Entidades Financieras Bilaterales de Desarrollo. En dicho informe se apuntaba
a ejemplos como “Alemania (rol de GTZ y DEG-KFW), Reino Unido (DFID y CDC),
Bélgica (BTCCTB y BIO), Holanda (DGIS y FMO), y Francia (AFD y PROPARCO)
entre otros, como referencia en la forma en que ponen en práctica su política de
cooperación al desarrollo, por la innovación de sus instrumentos de financiación
del desarrollo del sector privado y la coordinación y distribución de competencias entre los diferentes organismos de sus respectivas administraciones públicas” (AFI, 2010). Estas instituciones se han dotado, al igual que FONPRODE, de
un amplio rango de mecanismos y servicios financieros para invertir y otorgar
apoyo financiero y garantías al sector privado con operaciones en los países del
Sur. De forma muy esquemática, por lo general proporcionan servicios de asesoría y diversos servicios financieros, incluyendo (López, V., 2011):
–– Créditos en condiciones comerciales o concesionales y Préstamos
sindicados.
–– Inversión y participaciones de capital o cuasi-capital.
–– Financiación estructurada a través de garantías de crédito, facilidades de
riesgo y participaciones en securización.
–– Financiación para el comercio.
24
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
–– Servicios de intermediación-uso de intermediarios financieros para hacer
llegar los servicios financieros a PYME y micro empresas locales.
En relación con el abanico de opciones, para Analistas Financieros Internacionales “los instrumentos de deuda son los más amplia e intensamente utilizados
por los donantes, seguido de los instrumentos de inversión” (López, V., 2011) y
se señalaba las experiencias de Alemania, Reino Unido y Noruega y a los instrumentos de inversión como el ejemplo a seguir.
La tendencia a seguir en cooperación financiera la marcan también los Bancos
Multilaterales de Desarrollo (BMD) como el Banco Mundial, los Bancos Regionales de Desarrollo o el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Así, en el ámbito multilateral destaca sobre las demás la Corporación Financiera Internacional (CFI),
perteneciente al Grupo del Banco Mundial y que en 2010 tenía en cartera 1.668
proyectos valorados en casi 30 mil millones de euros. La CFI tiene como objetivo
“fomentar la inversión sostenible del sector privado en los países en desarrollo”18
y lo hace a través de préstamos, inversiones en capital y otros instrumentos financieros, así como asesoramiento. Otros bancos regionales de desarrollo como
el BID o el Banco Africano de Desarrollo, e instituciones como el Banco Europeo
de Inversiones, han seguido también desde la década de los noventa la tendencia que lidera el Banco Mundial hacia la cooperación financiera dirigida al apoyo
del sector privado, sobre todo a través del fomento de instrumentos de inversión
(Ellmers, B., Molina, N. y Touminen, V., 2010).
2.2. Sector privado, crecimiento y desarrollo
La financiación al sector privado lucrativo con recursos públicos no es algo nuevo, ya que desde la década de los ochenta, o incluso antes, las agencias de
desarrollo vienen promoviendo y apoyando a empresas privadas con ánimo de
lucro en sus inversiones en los países del Sur. A través de la ayuda ligada, las
conversiones de deuda por inversiones o los apoyos directos como los realizados por la CFI, el sector privado ha venido beneficiándose desde hace décadas
de la política de cooperación internacional. También desde los años noventa,
y especialmente a partir de 2002 a raíz de las conclusiones de la Cumbre del
Desarrollo Sostenible (Johannesburgo) y la Conferencia Internacional sobre la
18 En: www.ifc.org.
25
Financiación para el Desarrollo (Monterrey), las IFD, los bancos multilaterales de
desarrollo y las agencias bilaterales de ayuda incrementaron de forma destacada
el uso de las Alianzas Público Privadas (APP) o Partenariados Público Privados
(PPP) en el marco de la política de cooperación internacional (Davies, P., 2011).
Los procesos de privatización de la gestión de servicios públicos, agudizados
bajo la lógica neoliberal, hicieron multiplicar las APP tanto en los países del Sur
como en los del Norte para fines tan diversos como la construcción y gestión de
infraestructuras de transporte, servicios de abastecimiento de agua, electricidad,
gas o acceso a telecomunicaciones, entre otros (Eurodad, 2011d). La tendencia
marcada por el Consenso de Washington (Ramos, L., 2003) para reducir el peso
del Estado y la creencia en una mayor eficiencia del sector privado en la gestión
de los recursos y servicios, han fomentado la participación de empresas privadas
en numerosos proyectos de desarrollo de la mano de las administraciones públicas y las instituciones internacionales.
Es, sin embargo, a partir del año 2000 cuando los recursos canalizados a través
de los destinados al sector privado se han incrementado fuertemente en comparación a aquellos recursos dirigidos al sector público, que se han estancado o
han disminuido. “Para el Banco Mundial y otros bancos regionales de desarrollo,
la financiación al sector privado se ha convertido en una parte principal de su
cartera” (Ellmers, B., Molina, N. y Touminen, V., 2010). En 1990 los BMD destinaban 4.000 millones de dólares al sector privado. En el año 2000 la cantidad había
crecido sólo hasta los 5.000 millones, y en 2009 había superado ya los 42.000
millones de dólares. Así, la financiación al sector privado ha pasado de significar
un 10% de los recursos ofrecidos por las multilaterales en 2000, a más de un
33% en 2009. En el caso del Banco Mundial, la financiación ofrecida a través de
la IFC al sector privado ha crecido en un 400% en la última década.
En los últimos años ha habido no sólo un incremento cuantitativo en el apoyo al
sector privado, sino también una transformación en el rol que se le otorga, ya que
el sector privado ha pasado de ser implementador de proyectos de desarrollo, a
presentarse como “motor y promotor del desarrollo”. Esta transformación viene
de la mano de una vuelta a las teorías que se centran en el crecimiento económico como condición sine qua non para conseguir mayores niveles de desarrollo.
Las teorías que fundamentan esta tendencia se han ido construyendo desde
hace más de cinco décadas y en ellas se vincula, como si de una una cadena
automática se tratara, fortalecimiento del sector privado empresarial, crecimien-
26
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
to económico y desarrollo (West, C., 2008). Destaca entre ellas la teoría de las
etapas de Rostow, elaborada a mediados de la década de los años cincuenta del
pasado siglo, por la cual para avanzar en las etapas del desarrollo una economía
debe modernizarse y ser receptora de inversión.
Esta percepción, que vincula crecimiento económico y desarrollo parte fundamentalmente de la teoría del goteo, el derrame o la cascada (trickle down, en
inglés). Según esta teoría, aun cuando el crecimiento económico beneficia solamente a los sectores más ricos de la sociedad en un primer corto o medio
plazo, a largo plazo beneficiará a la población en general a través de la creación
de puestos de trabajo y otras actividades económicas creadas cuando los ricos
gasten su dinero. “La teoria Trickle down dominó el pensamiento sobre desarrollo
en la decada de 1950 y 1960. Implica un flujo vertical de los ricos a los pobres
que ocurre de forma automática” (Kakwani, N. y M. Pernia, E., 2000).
La teoría ha sido ampliamente criticada y demostrada fallida. De hecho, en las
economías de libre mercado, con un alto nivel de desregulación laboral y de
inversiones así como de liberalización comercial, donde los impuestos se mantienen bajos o con sistemas fiscales regresivos y, por tanto, el Estado juega un
papel muy pequeño en política económica y en la redistribución de la riqueza,
la tendencia es que el crecimiento económico lleve a una concentración de la
riqueza en las clases altas en lugar de ser distribuida en toda la sociedad en su
conjunto. Mientras la teoría y la práctica económica neoliberal, que sitúan el libre
mercado y el papel dinamizador del sector empresarial en el centro del crecimiento económico, han llevado a ir reduciendo el papel del Estado en los procesos de
desarrollo en los países del Sur, la desigualdad ha ido creciendo. Algunos autores, destacando entre ellos Ha-joon Chang, vienen reclamando una revisión del
papel de las instituciones y el Estado en el desarrollo, ante el evidente fracaso de
la teoría neoliberal en términos de lucha contra la pobreza (Chang, H., 2002). Más
recientemente la Comisión Económica para África de Naciones Unidas (UNECA)
publicó su Informe Económico Anual bajo el título “Gobernando para el desarrollo de África: El papel del Estado en la transformación económica”19. “El estudio
proponía, de manera inequívoca, el regreso al Estado de desarrollo para sacar a
África de las garras de la pobreza y las privaciones”20.
19 En: http://www.uneca.org/era2011/
20 Graham, Y. “El retorno del Estado de desarrollo”, de 5 de mayo de 2011, en:
http://agendaglobal.redtercermundo.org.uy/2011/05/05/el-retorno-del-estado-de-desarrollo/.
27
Así, las políticas económicas neoliberales pueden llevar, y de hecho lo han hecho en numerosos países, a un incremento de la desigualdad y de la pobreza,
a pesar de generar incremento del crecimiento y de la riqueza en las capas más
altas de la sociedad. “Es posible que un crecimiento económico elevado también
genere incremento en la pobreza. Esto puede suceder cuando la desigualdad se
incrementa tanto que el impacto beneficioso del crecimiento es más que compensado por el impacto del incremento de la desigualdad” (Kakwani, N. y M.
Pernia, E., 2000). Esta realidad, que contradice la teoría de la cascada o “trickle
down”, parece ser ignorada con este nuevo paradigma de desarrollo centrado en
el crecimiento económico.
Así, a lo largo de las décadas el pensamiento sobre desarrollo había parecido
superar los falsos mitos de la teoría Trickle down, con las teorías estructuralistas,
de la dependencia o del sistema mundial, o con enfoques basados en conceptos
más centrados en las necesidades de las personas como el de desarrollo humano o el buen vivir. A pesar de ello, detectamos una nueva tendencia a poner el
énfasis de nuevo en el crecimiento como motor único del desarrollo, rompiendo
con el consenso internacional alrededor del foco en el desarrollo humano y sostenible. Este cambio de paradigma se puede ver como una involución no sólo en
el pensamiento de desarrollo, sino también en la práctica de la cooperación.
Por otro lado, más allá de la evidencia de que el crecimiento económico no haya
sido nunca garantía de un desarrollo equitativo, humano y sostenible, cabe destacar que se presenta la empresa privada como el único o principal agente capaz
de promover el crecimiento y, por tanto, imprescindible para la promoción del
desarrollo. Como se ha comentado antes, la experiencia en muchos países ha
demostrado la importancia de no dejar todo en manos del mercado y la iniciativa
privada, y de tener en cuenta el papel del Estado y las instituciones públicas no
sólo en materia de redistribución de la riqueza y garantía de servicios sociales
básicos, sino también de asegurar un desarrollo humano sostenible. El mismo
Ha-joon Chang aboga por la promoción del Estado desarrollista (developmental
state), como aquél que deliberadamente interviene en la economía para promover el desarrollo y asegurar el Estado del Bienestar (Chang, H., 2011).
En los últimos años estamos viendo como proliferan investigaciones, documentos y declaraciones institucionales sobre la importancia del crecimiento y del
sector privado en el desarrollo. El último Foro de Alto Nivel sobre Eficacia de
la Ayuda, celebrado en Busan (Corea del Sur) del 29 de noviembre al 1 de di-
28
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
ciembre de 2011, ha sido un claro ejemplo de este nuevo énfasis del discurso
sobre el papel del sector privado como agente de desarrollo. La declaración
final de Busan recoge “el rol central del sector privado en avanzar en innovación, creación de riqueza, ingresos y empleo, movilizar recursos domésticos y,
en consecuencia, contribuir a la reducción de la pobreza” y abre la posibilidad
para que el sector privado se beneficie de la AOD, “permitiendo su participación
en el diseño e implementación de las políticas de desarrollo”, pero sin tener que
cumplir con las condiciones y principios que aplican a los actores públicos (Ellmers, B., 2011). De hecho, el objetivo parece ser crear un entorno favorable a
la actividad empresarial en los países del Sur, pero se pone muy poca atención
en si esas empresas contribuirán realmente al desarrollo humano. Para que sea
así, “los marcos reguladores basados en el cumplimiento de los derechos sociales y medioambientales son aspectos clave, pero ni siquiera son mencionados
en la Declaración”21. La propuesta se amplia en el documento “Expandiendo y
reforzando la cooperación público-privada para un crecimiento de base amplia,
inclusivo y sostenible”22, una declaración firmada por representantes tanto del
sector público (cargos públicos de países del Sur y del Norte, y representantes
de organismos multilaterales, regionales y bilaterales) como privado empresarial
durante la Cumbre de Busan. En dicho documento se parte de la presunción de
un “amplio reconocimiento” del sector privado lucrativo “como un socio clave
en el desarrollo, a través del establecimiento de nuevas empresas, la creación
de empleo, la provisión de bienes y servicios, la generación de renta y beneficios, y la contribución a los ingresos públicos”. El documento no deja de ser un
declaración de intenciones según la cual, bajo una serie de amplios principios
de cumplimiento voluntario (dialogo inclusivo, acción colectiva, sostenibilidad,
transparencia y rendición de cuentas), los firmantes abogan por desarrollar una
mayor cooperación público privada y se reconoce al sector privado como un socio en igualdad de condiciones para la discusión de las estrategias de desarrollo.
Se emplaza a la concreción de la propuesta para junio de 2012, sobre como
“reforzar el diálogo y la cooperación entre el sector público privado tanto a nivel
21 “Post #Busan#HLF4: objetivos comunes, principios más o menos compartidos pero diferentes
compromisos”. Blog Pobreza Cero
http://pobrezacero.wordpress.com/2011/12/02/post-busanhlf4-objetivos-comunes-principios-mas-omenos-compartidos-pero-diferentes-compromisos/, de 2 de diciembre de 2011.
22 “Expandiendo y reforzando la cooperación público-privada para un crecimiento de base amplia, inclusivo y
sostenible” en:
http://www1.ifc.org/wps/wcm/connect/1dc62200495568b588bfac849537832d/Joint+Declaration+on+exp
anding+and+enhancing+public+private+cooperation+for+development.pdf?MOD=AJPERES
29
nacional como global, centrándose en sectores, retos globales y los Objetivos de
Desarrollo del Milenio”. Algunas de las ideas que se extraen del documento es la
necesidad de “desarrollar entornos más adecuados para las empresas, el crecimiento de los mercados locales y la participación en el comercio internacional,
recibir inversión de capital y el desarrollo de todo el potencial del capital humano
en cada país”. Poco o nada se especifica sobre como dichas actuaciones servirán para asegurar el trabajo decente o cómo se puede asegurar el cumplimiento
de los derechos humanos, así como los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de los pueblos, algo que muchas empresas han dejado de lado
en sus actuaciones en los países del Sur hasta ahora.
En esta misma línea, la Comisión Europea elaboró el “Libro verde” (Green Paper) “La política de desarrollo de la UE en apoyo de un crecimiento inclusivo y
desarrollo sostenible”23, que pretende guiar la política europea de cooperación
en los próximos años. En dicho documento, más allá de reiterar compromisos
anteriores en materia de cooperación, se pone el foco en las inversiones en el
sector privado como vía para conseguir un crecimiento inclusivo, sin tener en
cuenta nuevamente “factores críticos para asegurar que dichas inversiones efectivamente contribuyan a resultados positivos en desarrollo” (Eurodad, 2011e).
El documento deja entrever la puesta en marcha de un nuevo fondo europeo
para canalizar recursos de la AOD europea hacia el sector privado vía créditos y
apoyo financiero y técnico, probablemente gestionado desde el Banco Europeo
de Inversiones. El documento presentado en octubre de 2011, “Agenda para
un cambio”, por la Comisión Europea sobre el futuro de la política de desarrollo
y cooperación de la UE, refrenda esta apuesta de la UE por “un mayor foco en
la inversión en agentes que conduzcan a un crecimiento económico inclusivo y
sostenido, proporcionando la columna vertebral de los esfuerzos para reducir la
pobreza”, en clara referencia a los nuevos esfuerzos en el apoyo al sector privado. En dicho documento se afirma que “la UE debe desarrollar nuevas formas de
aliarse con el sector privado, especialmente con vistas a promover la actividad y
recursos del sector privado para el suministro de bienes públicos”24.
23 Green Paper: EU development policy in support of inclusive growth and sustainable development. Increasing
the impact of EU development policy en:
http://ec.europa.eu/development/icenter/repository/GREEN_PAPER_COM_2010_629_POLITIQUE_
DEVELOPPEMENT_EN.pdf
24 An agenda for Change en:
http://ec.europa.eu/europeaid/what/development-policies/documents/agenda_for_change_en.pdf
30
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
También recientemente, 30 IFD y BMD publicaron un informe en el que se argumenta la importancia del sector privado para el desarrollo (CFI, 2011). El informe
concluye que “crecimiento, reducción de la pobreza y la mejora del nivel de vida
de las personas, requiere un sector privado vibrante”, y parte de la convicción que
todo crecimiento es intrínsecamente positivo y conlleva reducción de la pobreza.
Sin embargo, como hemos argumentado ya, hay evidencias de cómo el crecimiento, sin afrontar cuestiones como la inequidad o la sostenibilidad, no puede
contribuir a la reducción de la pobreza. La propia Secretaría de Estado de Cooperación Internacional española reconoce, en el documento de Estrategia de
crecimiento económico y promoción del tejido empresarial que “el efecto que el
crecimiento económico tiene en la reducción de la pobreza no es ni espontáneo
ni obligado en todos los casos. Es posible que el crecimiento económico vaya
acompañado de retrocesos en las condiciones de vida de algunos sectores sociales que tienen menores capacidades para acceder a los beneficios del mercado. Por ello, es necesario acompañar ese proceso con políticas redistributivas y
con acciones públicas orientadas a facilitar que los sectores más desfavorecidos
se integren en el proceso de progreso material y accedan a los beneficios que
se derivan del crecimiento y de la ampliación de los mercados”. En este sentido
habrá que prestar atención a las políticas redistributivas y acciones públicas que
se promueven por parte de las IFD y MDB en paralelo al apoyo del sector privado
y a la promoción del crecimiento económico.
2.3. Redefiniendo prioridades: apoyando a las
personas más pobres y a la clase media
La justificación para un papel más central de las empresas en el desarrollo se
basa también en las teorías conocidas como la base de la pirámide, capitalismo
inclusivo, negocios inclusivos, o las estrategias pro-poor o a favor de los pobres
(Carrión, J. y Fresnillo, I., 2011). A pesar de la diversidad de nomenclaturas, el
objetivo es común: ante un mercado de 4 mil millones de pobres, que están viviendo con menos de dos dólares al día, deben hacerse negocios rentables que
cubran sus necesidades, ya que haciéndoles consumidores se les ayuda a salir
de la pobreza.
31
Coimbatore Krishnarao Prahalad ha sido uno de los principales valedores de las
teorías del capitalismo inclusivo y de la base de la pirámide. Para Prahalad las empresas transnacionales han seguido durante años una estrategia ciega, obviando
u olvidando el mercado más numeroso del mundo, el de los pobres, “la base de
la pirámide”, para la cual se pueden crear productos y servicios específicos y a
su alcance. Las ideas de Prahalad coinciden con las del Consejo Empresarial
Mundial para el Desarrollo Sostenible, desde donde afirman que “los pobres no
quieren caridad, quieren ser jugadores activos de la economía de mercado (...)
tenemos que ayudarles a mejorar sus vidas mediante la producción y distribución
de productos y servicios que sean sensibles a las diferencias culturales, sostenibles ambientalmente y económicamente rentables”. Las empresas transnacionales españolas también lo ven claro. El presidente del BBVA lo entiende como
“oportunidades sociales de negocio”. En Telefónica afirman que “las nuevas formas de negocio inclusivas ayudan a convertir en clientes a colectivos en riesgo
de exclusión” (Ramiro, P. y Pérez, S., 2011). Lo llaman relaciones mutuamente
provechosas entre empresas transnacionales y personas excluidas, win to win, ya
que, si se da un papel más relevante a la empresa como agente de cooperación,
no solo gana la cooperación (en recursos, capacidades y provisión de bienes y
servicios) sino también la empresa (en mercados y oportunidades de negocio).
El concepto de base de la pirámide25 se ha desarrollado en paralelo al del missing middle26, que hace referencia al poco desarrollo de pequeñas y medianas
empresas, y clase media en general, en los países empobrecidos. “En los países
de renta alta, las pequeñas y medianas empresas (PYME) son responsables de
más del 50% del PIB y alrededor del 60% del empleo, pero en países de renta
baja representan menos de la mitad en los dos casos: 30% de empleo y tan sólo
el 17% del PIB” (Ayyagari, M., Beck, T. y Demirgüç-Kunt, A., 2003). La falta de
desarrollo de las PYMEs en los países del Sur se debe, en parte, a la falta de acceso de las mismas a financiación. Para cubrir ese hueco, en la última década se
han multiplicado las iniciativas, a las que algunos llaman finanzas del crecimiento
(growth finance), para aportar recursos públicos y ejerciendo como palanca para
atraer financiación privada, a través principalmente de fondos de inversión, hacia
25 Ver más información sobre la Base de la Pirámide en:
http://www.basedelapiramide.net/ y http://www.globalcad.org/.
26 Ver más información sobre Missing-middle en:
http://www.hks.harvard.edu/centers/cid/programs/entrepreneurial-finance-lab-research-initiative/themissing-middle
32
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
estas pequeñas y medianas empresas. Las IFD y los BMD han tenido un papel
clave en este tipo de iniciativas.
En este sentido, uno de los argumentos más usados para justificar el destino de
recursos públicos, incluso de los presupuestos de cooperación, hacia fondos
de inversión privados, es el de que dichos fondos fomentan el acceso a financiación de ese missing middle o la generación de oportunidades de negocio en
la base de la pirámide. Además, dichos recursos públicos son utilizados como
palanca para atraer capitales privados a través de lo que los anglosajones llaman
leverage. Podríamos definir el leverage como la capacidad de un determinado
compromiso de financiación publico para movilizar una suma más importante de
capital privado para ser invertido en un específico proyecto o fondo de inversión.
Por ejemplo, la CFI arguye que por cada dólar que ellos invierten se consiguen
tres dólares de otros inversores privados (CFI, 2010).
En este ámbito, la financiación pública para el desarrollo utiliza cada vez más
los intermediarios financieros privados para (supuestamente) llegar hasta las
personas pobres y los pequeños negocios, y captar recursos financieros adicionales procedentes de inversores privados y los mercados financieros en general (Eurodad, 2011b). Esta tendencia es descrita como la financiarización de
la cooperación para el desarrollo, siguiendo la pauta marcada por el proceso de
financiarización de las economías de los países emergentes y de renta alta. Podemos definir la financiarización como el proceso a través del cual los mercados
financieros y sus instituciones asumen un papel dominante sobre otros ámbitos
de la economía real, adoptando estos mercados e instituciones financieras un
papel de intermediarios y enlace casi exclusivo entre las empresas e individuos y
sus necesidades. En este sentido, el uso creciente de intermediarios financieros
y productos de inversión propios de los mercados financieros en el ámbito de la
cooperación al desarrollo, ha sido descrito por algunas organizaciones como la
Campagna per la Reforma della Banca Mondiale (CRBM) como financiarización
de la cooperación al desarrollo.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que muchos sitúan entre las causas de la
crisis global precisamente el elevado nivel de la financiarización de la economía.
La relación entre procesos de financiarización de los instrumentos y flujos de
finanzas al desarrollo, y una elevada vulnerabilidad a crisis y shocks externos por
parte de dichos flujos e instrumentos, genera preocupación entre muchas ONGD,
que no ven con claridad “cómo esta nueva tendencia de financiación al desa-
33
rrollo puede contribuir a alcanzar resultados de desarrollo positivos” (Eurodad,
2011c). La ausencia de reglamentaciones públicas adecuadas para gestionar los
impactos sociales y medioambientales negativos, incluyendo la evasión fiscal, y
su potencial para hacer crecer los niveles de deuda de los países en desarrollo, o
el abuso de los intermediarios y nuevos actores financieros por parte de las IFD
para apoyar la inversión privada en el Sur, y la dificultad de controlar los recursos
y seguir la cadena de responsabilidades en caso de impactos entre los diversos
intermediarios financieros, se sitúan entre las principales preocupaciones alrededor de esta tendencia.
2.4. De la importancia del sector privado en
momentos de crisis
Coyunturalmente, la crisis económica ha dado lugar a un importante refuerzo
de diversas iniciativas de cooperación financiera dirigidas al sector privado. Por
un lado, la reducción cada vez más importante de los presupuestos públicos
de cooperación ha llevado a algunas administraciones a señalar a la empresa
privada como una posible fuente para paliar la escasez de recursos. Así, se usa
el argumento del leverage para justificar que los escasos presupuestos de AOD
deben servir como “capital base” para atraer nuevos recursos del sector privado
lucrativo para financiar el desarrollo (Kwakkenbos, J., 2012). En este sentido se
insiste en la idea de que los actores públicos deben estimular al capital privado
para dirigirse hacia los países del Sur, mostrando vías rentables que impacten
positivamente en el desarrollo a la vez que generen beneficios para los inversores. La propia Comisión Europea, en el documento La política de desarrollo de la
UE en apoyo de un crecimiento inclusivo y desarrollo sostenible al que nos referíamos en el apartado anterior, argumenta que “para asegurar el acceso al capital
y crédito asequible, especialmente en el caso de PYME y micro-empresas, tiene
una importancia clave (…) promover el “leverage” entre la ayuda y los instrumentos financieros”. El informe afirma, como ejemplo de cómo funcionaria ese
leverage, que “en situaciones en las que el acceso a recursos financieros locales
es difícil o no disponible, la UE podría apoyar una gradual evolución del sistema
bancario domestico y de los mercados de capital locales permitiendo a los inversores domésticos y extranjeros entrar en operaciones con un claro impacto en
desarrollo, en la que no entrarían de otra forma por los riesgos que comportaría.
Esto se podría conseguir, por ejemplo, a través de un fondo o mecanismo de la
34
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
UE operado conjuntamente por las instituciones europeas, los bancos europeos
de desarrollo y las instituciones financiera que ofrecieran créditos garantizados, y
apoyo financiero y técnico donde se necesitase, y compartirían riesgo, de forma
coordinada, para promover las inversiones en los países en desarrollo”.
Por otro lado es importante tener en cuenta que la mayor parte de recursos públicos destinados a la cooperación financiera son reembolsables, con lo que en
principio no agudizan el déficit público con el que lidian la mayoría de los principales donantes. Así, los desembolsos en el capítulo de cooperación se presentan
ante la opinión pública y mercados no como un gasto, sino como inversiones
que, a su debido tiempo, retornarán con rendimientos al donante.
Se produce también un cambio no sólo en los actores (sector privado empresarial) sino en los sectores a los que los donantes dan prioridad. Estos se están
alejando del apoyo a servicios sociales básicos, para centrarse cada vez más en
sectores productivos y de infraestructuras, ámbitos que empiezan a ser liderados
precisamente por el sector privado. “Hasta la década de 1990, la gran mayoría
de los proyectos de infraestructura en los países en desarrollo fueron financiados por los gobiernos nacionales, con importantes préstamos para proyectos
específicos de los bancos multilaterales de desarrollo (MDB), tales como el Banco Mundial (…) Las finanzas públicas (derivada, por ejemplo, de los impuestos,
tasas de usuarios, préstamos y reservas) siguen siendo la principal fuente de
financiamiento para las infraestructuras en la mayoría de los países en desarrollo, particularmente en África Subsahariana. Pero el papel desempeñado por el
sector privado ha aumentado sustancialmente en las últimas dos décadas. De
2002 a 2007, el total de inversiones por el sector privado en proyectos de infraestructuras en los países en desarrollo sumó unos 603 mil millones de dólares.
De manera que la inversión privada superó de lejos los 64.600 millones prestados a países en desarrollo para proyectos de infraestructuras durante el mismo
período de seis años por China (de lejos la principal fuente de financiación concesional bilateral para el desarrollo) o los 72.900 millones de dólares en ayuda al
desarrollo para infraestructuras aportados por los 33 países de la OCDE” (Hildyard, N., 2011).
Existe una percepción, tanto por parte de algunos gobiernos y agencias de desarrollo, como por parte de la opinión pública, de que las inversiones sociales de la
cooperación internacional no han logrado generar un desarrollo sostenible en los
países empobrecidos. Esta falta de progreso les ha proporcionado una excusa
35
para dirigir su apoyo a las inversiones privadas, arguyendo también la opinión de
que los actores privados son más eficaces a la hora de lograr el desarrollo y de
apoyar el desarrollo del sector privado y financiero en el Sur (Eurodad, 2011b).
La AECID ha recogido en sus argumentos la cuestión del leverage y la importancia de ayudar a canalizar los recursos privados en pro del desarrollo, así como la
potencialidad del sector privado para promover de forma efectiva el crecimiento
económico y, por tanto, el desarrollo en los países receptores de la ayuda española. La reciente convocatoria de cooperación empresarial en el marco de la
Convocatoria Abierta Permanente de 2011, lo resumía de la siguiente manera:
“se ha constado que para el progreso de los países no basta
con los recursos e instrumentos tradicionales de la Ayuda
Oficial al Desarrollo (AOD) empleados hasta ahora. De hecho, los flujos financieros privados con los países en desarrollo -para la financiación, el comercio y la inversión- alcanzan valores muy por encima de la AOD. Esto ha llevado a
considerar la importancia del crecimiento económico y el
capital privado como aspectos clave para la reducción de la
pobreza y la mejora de las condiciones de vida de los más
desfavorecidos. En este contexto, el sector privado puede
contribuir a la creación de empleo decente y a la expansión
de oportunidades de negocio, y por lo tanto a un incremento
de recursos fiscales, lo que podría tener efectos positivos
sobre otros ámbitos sociales como la salud o la educación
(…).El potencial de las empresas también es indudable en
cuanto a la transferencia de conocimientos y tecnología, favoreciendo la capacitación y el fortalecimiento de capacidades a nivel local, así como en todo lo relativo a las buenas
prácticas de gestión y en la orientación de ésta a la obtención de resultados”27.
27 AECID, Cooperación Empresarial para el Desarrollo. Instrumento de Financiación CAP 2011, junio 2011,
en:http://www.aecid.es/galerias/subvenciones/descargas/Informacion_complementaria_cooperacion_
empresarial_cap_2011.pdf.
36
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
2.5. ¿Dudas razonables?
Desde la sociedad civil, y en especial desde las ONGD, tanto en el ámbito estatal
como internacional, se ha recibido este giro de la financiación para el desarrollo
hacia el sector privado (lo que algunos han llamado el Private Turn de la cooperación internacional28) con prudencia y preocupación. Este nuevo énfasis en el
sector privado podría llegar a suponer nuevas oportunidades, pero para la mayoría de ONGD conlleva riesgos importantes.
Desde la Coordinadora de ONGD España, a raíz del protagonismo del sector
privado en la cumbre sobre Eficacia de la Ayuda de Busan, se preguntaban
“¿Pueden los bienes públicos tener lucro o estamos ante una privatización de los
servicios sociales básicos? ¿Cómo abordar la contradicción entre el interés de
las empresas por el beneficio a corto plazo y los procesos de desarrollo que son
de largo plazo? ¿Es este un esfuerzo por apoyar el tejido productivo local de los
países empobrecidos, es decir, sus pequeñas y medianas empresas, o más bien
de justificar el uso del dinero público en beneficio de las empresas de los países
donantes? ¿Qué modelo de desarrollo hay detrás de este proceso?”29.
Una de las cuestiones más repetidas en los foros de ONGD es la diversidad de
actores a los que nos referimos cuando hablamos de sector privado. Es importante diferenciar entre fomentar inversiones locales y extranjeras, entre grandes
multinacionales y pequeñas y medianas empresas locales, entre economía social y la promoción de la agroindustria para la exportación o la explotación de
recursos fósiles, entre actores financieros mundiales y cooperativas de crédito
locales o bancos nacionales de desarrollo. Si bien, en teoría bajo la perspectiva del capitalismo inclusivo o del missing middle, la centralidad se pone en las
micro, pequeñas y medianas empresas locales, existe el riesgo que buena parte
28 El 22 de noviembre de 2010, CounterBalance y BrettonWoodsProject organizaron una conferencia en
Londres sobre “The Private Sector Turn”, haciendo referencia al creciente en la financiación del desarrollo
en lo que respecta al nuevo protagonismo de lo privado frente a lo público (http://brettonwoodsproject.org/
art-567281). El 19 y 20 de mayo la red europea Eurodad celebró su Conferencia Internacional Bianual bajo el
título “The private turn in development finance: Effective for development?” (http://eurodad.org/?p=4568).
Numerosas organizaciones sociales alrededor de dichas redes (CounterBalance, BrettonWoodsProject
y Eurodad) utilizan desde 2010 el concepto “Private Turn” para definir esta tendencia en las finanzas al
desarrollo hacia un mayor protagonismo del sector privado en las mismas.
29 “Post #Busan#HLF4: objetivos comunes, principios más o menos compartidos pero diferentes
compromisos”. Blog Pobreza Cero http://pobrezacero.wordpress.com/2011/12/02/post-busanhlf4-objetivoscomunes-principios-mas-o-menos-compartidos-pero-diferentes-compromisos/
37
de los recursos públicos de las finanzas para el desarrollo dirigidos al sector
privado acaben en manos de grandes empresas transnacionales, principalmente
aquellas con sede en los países donantes. De hecho, una reciente investigación
realizada por la red europea Eurodad denunciaba que “sólo el 16% de todas las
inversiones realizadas por la CFI apoyan empresas locales en los países empobrecidos. La parte más grande del pastel -dos tercios- va a empresas transnacionales de países ricos” (Ellmers, B., Molina, N. y Touminen, V. 2010). La misma
organización destacaba recientemente que un informe del Grupo Independiente
de Evaluación (GIE) del Banco Mundial confirmaba que el 57% de los proyectos
de la CIF no lograron beneficiar a los pobres (Eurodad, 2011b). Dichos datos
pueden parecer anecdóticos, por afectar tan sólo a una institución, pero hay que
tener en cuenta que la CIF no sólo es la más importante en fondos, sino que se
considera el ejemplo a seguir por muchas instituciones bilaterales.
Otro de los temas más cuestionados es el uso de intermediarios financieros como
Bancos Multilaterales de Desarrollo que acumulan numerosas denuncias por violación de derechos humanos y de estándares ambientales, como es el caso del
Banco Europeo de Inversiones (Counter Balance, 2011), o de fondos de inversión
de dudoso mandato de desarrollo y experiencia en inversiones especulativas (Hildyard, N., 2011). Para Richard Ssewakiryanga, del Ugandan National NGO Forum,
la cuestión es clara: “¿Cómo es posible que las mismas instituciones y empresas
que generaron la crisis mundial sean consideradas actualmente la solución para
sacarnos de ella?”, refiriéndose explícitamente a los fondos de inversión y otros intermediarios financieros, a lo que Lidy Nacpil, de Jubilee South Filipinas, añade: “la
mayor parte de estas inversiones [realizadas por fondos de inversión] sólo beneficia a las elites políticas y económicas de nuestros países en lugar de a la mayoría
de la población y mucho menos a las personas pobres.” (Eurodad, 2011c).
Muchas experiencias pasadas de inversiones privadas en el Sur demuestran que,
en el mejor de los casos, la financiación privada no ha tenido un impacto positivo
sobre las personas pobres, y en el peor ha tenido efectos negativos sobre los
derechos humanos, el medioambiente y las poblaciones más empobrecidas. De
hecho, según el economista de Malawi Collins Magalasi la inversión privada que
cuenta con apoyo público en África se concentra en los países ricos en recursos naturales y en la industria extractiva, y no en aquellos sectores que podrían
favorecer un desarrollo humano sostenible y equitativo. La clave está en que no
todas las inversiones son buenas para el crecimiento, y el crecimiento no siempre
es bueno para el desarrollo.
38
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
En este sentido, si bien hay reconocimiento por parte de las entidades de la sociedad civil de la falta de acceso al crédito y a la financiación por parte de pequeñas y medianas empresas en el Sur, se duda de que la movilización de capitales
privados a través de intermediarios financieros sea la mejor solución. En lugar
de fortalecer sistemas de financiación nacionales, fruto de los recursos propios,
a través de ampliar el margen para la política económica y favorecer reformas
fiscales, y de luchar contra la fuga de capitales y los paraísos fiscales, se opta
por el uso de intermediarios como fondos de inversión opacos y que difícilmente
responderán a las necesidades estratégicas de los países y comunidades. El uso
de estos instrumentos, puede comportar, según algunas organizaciones como
Bretton Woods Project en el Reino Unido30, una disminución de la transparencia
y, por tanto, una pérdida de control público y de responsabilidad sobre la financiación para el desarrollo.
Aunque en las últimas décadas se ha avanzado en la regulación de marcos normativos para controlar el destino e impactos de los fondos públicos para el desarrollo, con desiguales resultados, la entrada del sector y el capital privado en la
política de desarrollo hace temer un proceso de desregulación y de exención de
dicho marco normativo cuando se trate de actores empresariales. De hecho, no
hay que olvidar que si la inversión extranjera no ha revertido en mayores frutos
para los países empobrecidos ha sido precisamente por la aplicación, impuesta
por las IFI en muchos casos, de medidas de desregulación y privatización que
han debilitado las políticas de empleo, comerciales y fiscales. “La ausencia de
control público sobre la financiación extranjera y las inversiones privadas ha dado
lugar a enormes flujos financieros de salida (en forma de impuestos no pagados,
repatriación de beneficios o servicio de la deuda) y los países en desarrollo no
han podido canalizar dichas inversiones hacia áreas estratégicas nacionales para
el desarrollo” (Eurodad, 2011c).
A pesar de todo, algunas organizaciones consideran que esta tendencia de mayor protagonismo del sector privado lucrativo en las finanzas y políticas para el
desarrollo es ya imparable y, por tanto, se debe trabajar para controlar dichos
flujos y mitigar sus efectos negativos, de manera que las poblaciones del Sur
obtengan el mayor beneficio de ellos. Otras organizaciones optan por posicio-
30 Ver más información sobre la Conferencia “The Private Sector Turn Private equity, financial intermediaries
and what they mean for development” que organizó Bretton Woods Project, en:
http://www.brettonwoodsproject.org/art-566623
39
namientos más confrontativos, oponiéndose a destinar recursos públicos, y en
especial aquéllos del presupuesto de AOD, para apoyar un sector privado que
cuenta con un pobre historial. La falta de investigaciones comprehensivas sobre
los impactos de la inversión extranjera sobre el desarrollo, sobre el trabajo decente o el fomento de la economía social, es clave para adoptar una posición de
prudencia ante tal cambio de paradigma.
Más allá de todo ello, algunas organizaciones sociales apuntan a cuestionar la
mayor, esto es, la relación entre crecimiento económico y desarrollo. Partiendo de
visiones de desarrollo basadas no en el incremento de ingreso o de acceso, sino
en conceptos como el desarrollo humano y sostenible u otros de concepciones
enmarcadas en el posdesarrollo como el “buen vivir” andino, se argumenta que el
desarrollo debe estar basado en conseguir una “cierta plenitud de vida, así como
un bienestar social, económico y político” al que se puede llegar tan sólo a través de la experiencia comunitaria basada en la reciprocidad, la cooperación y la
complementariedad (Llistar, D., 2009). Según el economista ecuatoriano Alberto
Acosta, la recuperación de dicha cosmovisión indígena surge como una respuesta antisistémica y colectiva al concepto individualista del bienestar (Acosta, A.,
2008). Estas propuestas se complementan con la visión ambientalista que aborda
el crecimiento económico como una solución imposible. Los británicos New Economics Foundation publicaron en 2006 el informe “El crecimiento no funciona”, en
el que argumentaban que “entre 1990 y 2001, por cada 100$ de crecimiento en los
ingresos de las personas a nivel global, tan sólo 0,60$ consiguieron su objetivo y
contribuyeron a reducir la pobreza por debajo de la línea de 1$ al día. Para conseguir una reducción de un dólar de pobreza de ingreso se requiere una producción y
consumo global adicional de 166$. Esta visión es ineficiente tanto ecológica como
económicamente. Es improbable que se puedan reconciliar los objetivos de reducción de la pobreza y sostenibilidad ambiental si el crecimiento global permanece
como la principal estrategia económica” (Woodward, D. y Simms, A., 2006).
En definitiva, se trata no sólo de preguntarnos si el giro de las políticas de desarrollo para ampliar el apoyo al sector privado es conveniente, sino de cuestionar
si el modelo de desarrollo, basado en el crecimiento económico, que busca este
giro, es el que se quiere defender desde la sociedad civil. Ante la puesta en marcha de este nuevo mecanismo que es el FONPRODE, el cual sigue la tendencia
marcada en el ámbito internacional, como ONGD y como sociedad civil tenemos
la obligación y la responsabilidad de dar respuesta.
40
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
3.FONPRODE, el futuro de
la cooperación financiera
española
3.1. Marco normativo:
el camino que seguirá FONPRODE, el
camino de la cooperación española
Con la aprobación, primero, de la Ley FONPRODE, y del Reglamento del Fondo
y el Código de Financiación Responsable después, el Estado español cuenta,
desde 2011, con un nuevo mecanismo de cooperación financiera, llamado a ser
central en la política pública de cooperación española. FONPRODE ha sido constituido como un Fondo sin personalidad jurídica propia, que es propiedad exclusiva del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, gestionado totalmente
desde la oficina FONPRODE, creada para tal motivo en el seno de la AECID.
Como se ha señalado anteriormente, el FONPRODE tiene como “finalidad la erradicación de la pobreza, la reducción de las desigualdades e inequidades sociales
entre personas y comunidades, la igualdad de género, la defensa de los derechos humanos y la promoción del desarrollo humano y sostenible en los países
empobrecidos”31, y para ello dispone de una serie de diversos instrumentos de
financiación directa e indirecta (bilateral y multilateral), reembolsable y no reembolsable. Se trata de instrumentos tradicionales o clásicos, en el sentido que ya
existían y han sido heredados del extinto FAD u otros absorbidos por completo
como el FCM, pero también instrumentos novedosos, especialmente los relacionados con la cooperación financiera reembolsable en forma de inversión. La
puesta en marcha de dichos instrumentos se deberá realizar de forma “integrada
en las líneas maestras de la política española de cooperación para el desarrollo
31 Ley FONPRODE 36/2010. Íbid 8
41
y guardar coherencia con sus principales documentos de planificación, promoviendo un tipo de crecimiento inclusivo”32.
En este sentido, todas las operaciones que se aprueben bajo el paraguas de
FONPRODE deberán insertarse en las prioridades sectoriales y geográficas, y
en los objetivos, directrices e indicaciones marcados por la Ley de Cooperación
Internacional para el desarrollo (Ley 23/1998, de 7 de julio), y por el Plan Director de la Cooperación Española y el Plan Anual de Cooperación Internacional
(PACI) que estén vigentes en cada momento. Asimismo, el marco normativo se
completa con la propia Ley FONPRODE (Ley 36/2010, de 22 de octubre) y su
Reglamento, así como el Código de Financiación responsable de la Cooperación Financiera, que marcan el objeto, funcionamiento y estructura del Fondo.
Siguiendo lo que establece el Reglamento del Fondo, FONPRODE deberá seguir
también las Estrategias Sectoriales y Horizontales marcadas por los diferentes
documentos de planificación de la política española de cooperación internacional para el desarrollo, a la vez que lo que establezcan los Marcos de Asociación
País (MAP) para cada país beneficiario33.
La Ley reguladora de la Gestión de la Deuda Externa (Ley 38/2006, de 7 de
diciembre) marca los principios y regulación para la gestión de la deuda que se
pueda generar a partir de FONPRODE en los países beneficiarios. Finalmente, la
relación de países y territorios que se deben considerar como paraísos fiscales
(y que por tanto no son susceptibles de recibir fondos de FONPRODE) se definen a partir del Real Decreto 1080/1991, sujeto “a las modificaciones que dicten
la práctica, el cambio en las circunstancias económicas y la experiencia en las
relaciones internacionales”34.
El marco internacional en el que se enmarca FONPRODE está compuesto de una
larga lista de principios, documentos, compromisos, convenios y pactos internacionales, con distintos niveles de aplicación y exigencia, que señalan el camino
32 Código de Financiación Responsable. Íbid 10.
33 Las Estrategias Sectoriales establecen las directrices de la cooperación Española en sectores clave
como: Educación, Salud, Género, Medio ambiente, Soberanía Alimentaria, Promoción de la Democracia y el
Estado de Derecho, Cultura, y Promoción del tejido Económico y Empresarial. Las Estrategias horizontales
establecen las prioridades que han de estar presentes de forma transversal en las actuaciones de la
Cooperación Española, que son: Lucha contra la Pobreza, Defensa de los Derechos Humanos, Género, Medio
Ambiente y Diversidad Cultural. Fuente. Código de Financiación Responsable.
34 Código de Financiación Responsable. Íbid 10.
42
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
a seguir por el Fondo. El Código de Financiación Responsable, establece las
siguientes referencias como guías a seguir en diferentes ámbitos: Principios del
Pacto Mundial de Naciones Unidas (Global Compact); Principios de Inversión
Responsable de Naciones Unidas; Convenios de la Organización Internacional
del Trabajo sobre trabajo Decente, Igualdad de remuneración, discriminación y
protección de la maternidad; las Directrices de la OCDE sobre empresas multinacionales y Lista Blanca de la OCDE sobre paraísos fiscales; la Política sobre
Sostenibilidad Social y Ambiental y las Normas de Desempeño de la CFI y Lista
de Exclusión de la CFI; Principios Rectores sobre Negocios y Derechos Humanos: Implantando el marco de Naciones Unidas “Proteger, Respetar y Remediar”;
Recomendaciones 40+9 del Financial Action Task Force (FATF); Convención para
la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación para la Mujer (CEDAW);
Plataforma de Acción de Beijing; Principios de Private Equity de la Institutional
Limited Partners Association (ILPA); Principios para inversores en microfinanzas
inclusivas y Principios de protección del Cliente en el sector de microfinanzas del
Consultative Group to Assist the Poor (CGAP), y el centro para la Inclusión financiera de ACCIÓN Internacional. Además, una parte importante de los criterios
específicos para créditos, préstamos y líneas de financiación han sido extraídos
o inspirados en la Carta de EURODAD sobre Financiación Responsable.
Es importante destacar que algunos de estos marcos internacionales, como
pueden ser las Políticas de Sostenibilidad social y ambiental y las Normas de
desempeño de la CFI del Banco Mundial o la aplicación de los Principios Rectores sobre negocios Derechos Humanos de Naciones Unidas, han sido valorados
por diferentes entidades de la sociedad civil como insuficientes. En el caso de
las Normas de la CFI, la misma evaluación interna del Banco Mundial concluyó
que estas no garantizaban que los fondos destinados a través de la CFI favorecieran los más empobrecidos35. Además, en muchas ocasiones a las empresas,
35 Para más información sobre estas críticas, ver los siguientes documentos:
Bretton Woods Project, Junio 2010: Revisiones de las salvaguardas del Banco (CFI): Es necesario elevar el
nivel, en: http://www.brettonwoodsproject.org/art-566475
Bretton Woods Project, Marzo 2011: La revisión de normas de la CFI no incluye los derechos humanos, en:
http://www.brettonwoodsproject.org/art-567847
Eurodad, Mayo 2011 : World Bank says IFC private investments fail to reach the poor, en:
http://www.eurodad.org/aid/article.aspx?id=132&item=4493
Bretton Woods Project, Mayo 2011: El organismo de evaluación interna del Banco Mundial critica su enfoque
de la pobreza, en: http://www.brettonwoodsproject.org/art-568719
Enlazando Alternativas, Junio 2011: La Comissió de Drets Humans de Nacions Unides privilegia a les
Transnacionals, en:
http://www.odg.cat/documents/novetats/Declaracion_GT-Trib-ETNs_Ruggie_junio_2011.pdf
43
especialmente las transnacionales, gracias al desmesurado poder económico
que acumulan, les resulta muy fácil sustraerse al control jurídico y político de
los Estados, e incluso de acuerdos y convenios internacionales como los que
componen el marco de actuación internacional de FONPRODE. “El poder político, económico y jurídico que tienen las ETN les permite actuar con un notable
grado de impunidad, dada la debilidad del marco jurídico y la generalización de
una lex mercatoria integrada por el conjunto de contratos, normas de comercio
y de inversiones de carácter multilateral, regional y bilateral, las decisiones de
los tribunales arbitrales y el Sistema de Solución de Diferencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC). En definitiva, los derechos de las ETN se ven
tutelados por un ordenamiento jurídico global basado en reglas de comercio y
de inversiones de carácter imperativo, coercitivas y ejecutivas, mientras que sus
obligaciones se remiten a ordenamientos nacionales sometidos a la lógica neoliberal, a un derecho internacional de los derechos humanos manifiestamente frágil, y a una responsabilidad social corporativa voluntaria, unilateral y no exigible
jurídicamente” (Enlazando Alternativas, 2010).
3.2. Prioridades FONPRODE: crecimiento
inclusivo y apoyo al sector privado
En relación con las prioridades sectoriales, tanto en el Código de Financiación
Responsable como en presentaciones públicas del Fondo por parte de los responsables de la nueva oficina FONPRODE dentro de la AECID, se destaca tan
sólo una de dichas Estrategias Sectoriales, que se erige como la Guía de la
Cooperación Financiera. Se trata de la Estrategia de Crecimiento Económico y
Promoción del Tejido Empresarial, que desarrolla una de las áreas de actuación
marcadas como prioritaria en los diferentes Planes Directores, y específicamente en el III Plan Director de la Cooperación Española, vigente en el momento
de puesta en marcha de FONPRODE: el crecimiento inclusivo. En este marco,
se priorizarán los ámbitos de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático,
Energías Renovables y, con un enfoque multisectorial, el apoyo a la Pequeña y
Mediana Empresa.
El III Plan Director propone como una de las prioridades para la política de Cooperación “apoyar y fomentar un crecimiento inclusivo, equitativo, sostenido y
respetuoso con el medio ambiente, sustentado en la generación de tejido econó-
44
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
mico, empresarial y asociativo en los países socios, en los postulados del trabajo
decente y en políticas económicas favorables a la reducción de la pobreza y a la
cohesión social”. El fomento del crecimiento económico como prioridad no está
marcado como tal en la Ley ni en el Reglamento, y no fue fruto de debate en el
proceso parlamentario de discusión sobre FONPRODE. Sin embargo, ha sido
presentado como la clave en diferentes presentaciones públicas de FONPRODE,
en las que se ha explicitado que la orientación del Fondo es la lucha contra la
pobreza a partir de la promoción del crecimiento económico.
El Código de Financiación Responsable reconoce que “el crecimiento económico
es fundamental para reducir la pobreza de ingreso, pero no es suficiente”, y establece que la promoción de dicho crecimiento económico debe entenderse como
“un elemento más” de la estrategia de promoción de desarrollo humano. Sin embargo, al establecer cómo se debe orientar FONPRODE para la reducción de la
pobreza, se centra en el concepto de “crecimiento inclusivo”. Alineándose pues
en las tendencias que a escala internacional optan por un paradigma de desarrollo que vuelve a poner el crecimiento en el centro del mismo (ver apartado 2.2).
En relación con el apoyo al sector privado, el preámbulo de la Ley FONPRODE
establece que, si bien las operaciones financiadas no supondrán implicación o
participación en la política de internacionalización de la empresa española, estas
“deben servir de apoyo al tejido productivo endógeno de los países socios, de
las distintas pequeñas y medianas empresas de economía social, atendiendo
específicamente a las necesidades financieras de las iniciativas empresariales
de las mujeres en los países beneficiarios”. En este sentido, la promoción del
crecimiento inclusivo orientado a la lucha contra la pobreza se quiere realizar
fundamentalmente a través de este apoyo al sector privado local de los países
destinatarios de los fondos, priorizando a priori las pequeñas y medianas empresas locales y especialmente aquellas promovidas por mujeres.
Según el informe ejecutivo sobre FONPRODE y la cooperación financiera reembolsable elaborado por AFI para el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación / AECID, “a medida que las agencias de desarrollo han ido adquiriendo
experiencia, han corregido su estrategia a partir de las lecciones aprendidas y
han tomado conciencia del papel central que desempeña el sector privado en las
estrategias de desarrollo de los países receptores. El sector privado es la fuerza
motriz del crecimiento económico, y al respecto existe un amplio acuerdo sobre
45
su papel crucial en el desarrollo en todas sus vertientes y, en particular, en el
logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio” (AFI, 2011a).
Lo que AFI no recoge en su informe son los riesgos e impactos negativos que
ciertas acciones de apoyo a ciertos actores del sector privado han tenido a lo
largo de los años sobre procesos de desarrollo humano (Ramiro, P. y Pérez, S.,
2011). Hemos comentado ya los impactos nocivos, según instituciones como el
CAD de la OCDE o el PNUD, de la ayuda ligada (ver apartado 1.2). El Veredicto
del Tribunal Permamente de los Pueblos celebrado en Mayo de 2010 en Madrid36,
y que juzgaba, bajo el formato de un Tribunal Popular, la actuación de la Unión
Europea, sus Estados y las empresas europeas en América Latina en relación al
respeto y garantía de los derechos humanos, concluía, entre otras cosas, que
“todos los testimonios presentados y el conjunto de los casos [de violaciones de
derechos humanos por parte de empresas transnacionales europeas] examinados revelan la importancia del apoyo dispensado por la UE y sus Estados miembros a las ETNs europeas” (Enlazando Alternativas, 2010). En lo que respecta al
caso español, por ejemplo, un análisis en profundidad de los instrumentos de
apoyo a la internacionalización española, destacando entre ellos los seguros a
la exportación de la Compañía Española de Seguros y Créditos a la Exportación
(CESCE), revela que todos ellos muestran “defectos sistemáticos que impiden
garantizar que se cumplan los compromisos transfronterizos que el Estado tiene
adquiridos en el ámbito de los derechos humanos (especialmente en cuanto a
derechos económicos, sociales y culturales) y del medio ambiente” (Ortega, M.
2007). A nivel más general, la red ECAWATCH, que desde hace años monitorea
el impacto de las Agencias de Crédito a la Exportación en los países del Sur,
muchas ellas en nombre de los Gobiernos de los países ricos y con recursos
públicos, no duda en afirmar que “muchos de los proyectos financiados tienen
serios impactos ambientales y sociales”37. Según ECAWATCH, las Agencias de
Crédito a la Exportación, en su apoyo a operaciones comerciales y de inversión
de empresas lucrativas, se convierten en una de las principales fuentes de financiación para proyectos dañinos social y ambientalmente, frenan el progreso
social y permiten la violación de leyes y convenios estatales e internacionales,
carecen de transparencia, no respetan los derechos de las comunidades afecta-
36 Ver más información sobre el Tribunal Permanente de los Pueblos en su sesión sobre la “Unión Europea
y las empresas transnacionales en América Latina: políticas, instrumentos y actores cómplices de las
violaciones de los Derechos de los Pueblos” en: http://www.enlazandoalternativas.org/spip.php?rubrique60
37 Ver más información sobre ECAWATCH, en: http://www.eca-watch.org/
46
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
das, promueven prácticas corruptas y facilitan abusos de los derechos humanos,
sin asumir ninguna responsabilidad por todo ello. Estos serían algunos de los
ejemplos sobre cómo el apoyo público a la actuación del sector privado lucrativo
en el Sur ha obstaculizado procesos de desarrollo y ha contribuido a su empobrecimiento, conjuntamente con otras acciones como la imposición de tratados
de libre comercio o de políticas neoliberales de desregulación laboral o financiera, fundamentalmente a través de las Instituciones Financieras Internacionales.
También hay que tener aquí en cuenta que, más allá del apoyo público, las empresas transnacionales en sus propias actuaciones están vulnerando los Derechos Humanos y están generando impactos sociales, culturales y ambientales
negativos en los países empobrecidos en los que operan, de forma sistemática.
(Carrión, J. y Fresnillo, I., 2011). Esta afirmación, que desde hace años defienden
numerosos movimientos y organizaciones sociales, ha sido suscrita por Anand
Grover, Olivier de Shutter o Okechukwu Ibeau, relatores especiales de Naciones
Unidas en salud, alimentación y desechos tóxicos, respectivamente (Grover, A.
2009; De Schuttter, O., 2009; y Ibeanu, O., 2010). Por su parte, el Relator Especial
del Secretario General de Naciones Unidas sobre derechos humanos, empresas
transnacionales y otras empresas comerciales, John Ruggie apunta que “las empresas transnacionales vulneran de forma sistemática los derechos humanos”
(Ruggie, J. 2009). Otros dos relatores, Martin Scheinin y Manfred Nowak , se desmarcan de las iniciativas voluntarias como la responsabilidad social corporativa,
proponiendo en 2009, la creación de una Corte Internacional para los Derechos
Humanos, que además de temas relacionados con el terrorismo, sirviera para
que “las Corporaciones Multinacionales encaren toda la fuerza del derecho internacional a través de una nueva corte global” (Scheinin, M., 2009).
En definitiva, quizás podríamos afirmar que si bien sí que existe acuerdo sobre
la importancia del impacto del sector privado lucrativo en los procesos de desarrollo, ese mismo consenso no se amplia a si dicho impacto es siempre positivo
o más bien negativo.
La Coordinadora de ONG para el Desarrollo España y la Plataforma 2015 y más
ya señalaron, en su posicionamiento sobre el Código de Financiación responsable que, si bien el crecimiento económico “puede hacer una valiosa contribución
al desarrollo y a la reducción de la pobreza, no hay que olvidar que hasta el día
de hoy no lo ha logrado e incluso ha tenido impactos negativos”. En dicho posicionamiento se consideraba necesario que el crecimiento económico y el apoyo
47
al sector privado lucrativo deberían ser un aspecto más de toda la estrategia de
FONPRODE, y no el aspecto central, limitando y determinando las actuaciones
del Fondo hacia esta dirección (Coordinadora de ONGD España y Plataforma
2015 y más, 2011). En este mismo sentido, el Informe del Consejo de Cooperación al Desarrollo sobre el mismo Código de Financiación Responsable indicaba
que, más allá del crecimiento económico, “el desarrollo implica un proceso de
cambio más amplio, en el que se incorporan otras dimensiones y capacidades de
las personas y comunidades”, y recomendaba recoger una visión más integral y
equilibrada del desarrollo en el enfoque que se plantea para FONPRODE.
En las entrevistas realizadas, presentaciones y documentación revisada, por parte de los representantes del Gobierno o de consultoras externas como AFI, se
insiste en que el enfoque es hacia un crecimiento inclusivo y “de amplia base social, que permita hacer compatible la sostenibilidad del crecimiento con el logro
de su máximo impacto social, abriendo oportunidades de progreso material a los
sectores más pobres y marginales de los países” (AFI, 2011a), con operaciones
que concilien rentabilidad e impacto positivo en desarrollo.
Pero lo cierto es que, si bien se insiste en esa intencionalidad e incluso se adoptan
metodologías de medición de impacto en desarrollo (ver apartado 3.3.F), no existen en el reglamento o en el Código de Financiación Responsable mecanismos
para asegurar que los fondos no puedan beneficiar a actores del sector privado
que no se correspondan con los descritos en las declaraciones de intención. En
este sentido, más allá de la voluntad política de favorecer inversiones en economía social y pequeñas y medianas empresas, la realidad es que FONPRODE deja
una puerta abierta para que los fondos de cooperación puedan acabar beneficiando a grandes empresas multinacionales del Norte en sus inversiones en los
países destinatarios, e incluso empresas con antecedentes o causas abiertas por
violación de derechos humanos, corrupción, impactos ambientales, etc., especialmente en casos en los que se utilicen intermediarios financieros como fondos
de inversión.
Si bien en el Código de Financiación responsable se explicita, a recomendación
del Dictamen del Consejo de Cooperación sobre el primer borrador del Código,
que “quedarían excluidos todos aquellos posibles beneficiarios que tuvieran antecedentes documentados o causas abiertas por violación de derechos humanos, corrupción o impactos ambientales”, en el caso de operaciones a través de
Fondos de Inversión dicho criterio general puede romperse. En este caso, se po-
48
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
drán beneficiar empresas que presenten a los fondos de inversión con recursos
de FONPRODE proyectos que se muestren acorde con los criterios marcados
en el Código en materia social, ambiental y de derechos humanos “aún cuando partan de deficiencias iniciales de gestión”. Es decir, en casos de empresas
que tengan antecedentes de “deficiencias” en materia de derechos humanos
o impactos socioambientales negativos, FONPRODE adoptará una estrategia
de “dialogo activo” para “aportar valor añadido influyendo favorablemente en
la gestión de estas deficiencias”. Así, el riesgo es especialmente elevado, como
veremos más adelante, en la financiación de proyectos de inversión en el sector
privado a través de adquisiciones de capital o aportaciones a fondos multilaterales y multi-donantes de inversión, uno de los mecanismos que parece ser llamado a protagonizar buena parte de las operaciones aprobadas en FONPRODE.
Dichos fondos actúan como intermediarios financieros, y a pesar de los acuerdos
que puedan llegar con FONPRODE para aplicar las salvaguardas marcadas en el
Código de Financiación Responsable y por muy activo que sea el diálogo de la
oficina FONPRODE con dichos fondos, resulta especialmente complicado para
el donante controlar el destino final de los recursos. Estos fondos se caracterizan en muchas ocasiones por su opacidad y se gestionan siguiendo criterios
de rentabilidad, que pasan a menudo por delante de los criterios de impacto en
desarrollo (ver apartado 3.3.F).
En el aspecto positivo, y también a petición del Consejo de Cooperación, el código de FONPRODE incluye la posibilidad de ofrecer a pequeñas empresas en
los países socios, mecanismos de acompañamiento para que éstas adquieran
el conocimiento y capacidades para facilitar su participación como beneficiarias
finales del Fondo. Así, aún cuando existe la posibilidad que sean beneficiarias de
FONPRODE grandes empresas o empresas con antecedentes de deficiencias
en la gestión de proyectos (en el caso de financiación a través de fondos de inversión), se ponen a disposición de pequeñas empresas instrumentos para que
sean éstas las beneficiarias.
En cualquier caso, y más allá de qué tipo de sector privado lucrativo acabará beneficiándose de FONPRODE, el debate sobre la relación entre crecimiento
económico y desarrollo, y el papel que juega el sector privado (y el público) en
dicho crecimiento, así como qué sector privado se privilegia con cada uno de los
instrumentos que plantea la cooperación financiera, no es un debate cerrado y
plantea, como hemos visto anteriormente (ver apartado 2.1), numerosas cuestiones sin resolver.
49
3.3. Mecanismos FONPRODE: un amplio
abanico de medios para la cooperación
financiera
Como explicábamos en el apartado 1.3 de este informe, una de las principales
características de FONPRODE es la gran diversidad de mecanismos que prevé,
con funcionamiento, objetivos y actores (tanto en la forma de socios como de
destinatarios) muy diversos. La puesta en marcha de FONPRODE significa la
unificación bajo un único paraguas, y bajo la dirección del Ministerio de Asuntos
Exteriores y Cooperación, de todos los mecanismos de cooperación financiera
que, antes estaban diseminados en diferentes Ministerios y en diferentes unidades, dentro de la Secretaria de Estado de Cooperación Internacional.
De forma resumida, FONPRODE incorpora mecanismos de donación, préstamo,
inversión y asistencia técnica. Asimismo, las operaciones se podrán ejecutar de
forma directa (donando, prestando o invirtiendo recursos financieros directamente al beneficiario o socio) o de forma indirecta (a través de organismos multilaterales o de intermediaros financieros como son las los fondos multi-donante,
los fondos de inversión u otros vehículos de inversión financiera) (AFI, 2011a).
En el cuadro 1 se detallan los diferentes mecanismos que prevé FONPRODE,
en función de si se trata de herramientas reembolsables o no reembolsables,
y si su ejecución es directa (mecanismos bilaterales) o indirecta (multilaterales/
intermediarios).
50
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
Cuadro 1. Detalle de los diferentes mecanismos del FONPRODE.
No reembolsable
Bilateral /
Directa
Reembolsable
»» Donación Estado-Estado a proyectos »» Créditos, Préstamos y Líneas de
financiación Estado a Estado
y programas
»» Donación Estado-Estado a
Estrategias y modalidades Ayuda
Programática
»» Aportes a Programas Bilaterales de
microfinanzas y de apoyo al tejido social
productivo
»» Adquisición temporal de participaciones
directas o indirectas de capital o cuasicapital en vehículos de inversión (fondos
de fondos, fondos de capital riesgo,
fondos de capital privado o fondos de
capital semilla)
Multilateral / »» Contribuciones y aportaciones
Intermediarios a Organismos Internacionales no
Financieros
Financieros
»» Aportaciones reembolsables y líneas
de financiación a fondos en Organismos
Multilaterales, IFI o Multi-Donantes
»» Contribuciones a programas y
fondos fiduciarios en Organismos
Internacionales no Financieros
»» Aportes a Programas multidonante
o multilaterales de microfinanzas y de
apoyo al tejido social productivo
»» Aportaciones a fondos de IFI o MultiDonantes
»» Adquisición temporal de participaciones
directas o indirectas de capital o cuasi
capital en instituciones financieras o
vehículos de inversión (fondos de fondos,
fondos de capital riesgo, fondos de capital
privado o fondos de capital semilla)
Fuente: elaboración propia a partir de la Ley y el Reglamento de FONPRODE
Además de los mecanismos especificados en el cuadro 1, con cargo a FONPRODE se podrán financiar asistencias técnicas, estudios viabilidad y evaluaciones ex ante y ex post de los programas financiados a través de los diferentes
mecanismos.
Es de prever que durante los primeros años de vida del FONPRODE se prioricen
los mecanismos de cooperación financiera indirecta reembolsable, por su nulo
impacto en el déficit y por la capacidad de gestionar grandes cantidades de
recursos (cumpliendo así con los objetivos presupuestarios establecidos en el
III Plan Director) sin necesidad de ampliar de forma significativa la capacidad de
gestión de la oficina FONPRODE.
51
A continuación analizaremos los diferentes mecanismos previstos en FONPRODE. Para facilitar su comprensión, y dado el bajo nivel de ejecución del presupuesto de FONPRODE en 2011, se incluyen ejemplos correspondientes a operaciones del FAD aprobadas en reuniones del Consejo de Ministros a partir de
2010, ya que se considera que fue a partir de ese año que el Gobierno empezó a
implementar, bajo el paraguas del FAD, lo que acabaría siendo el FONPRODE. En
efecto, la fugaz puesta en marcha del FAD financiero tan sólo para 2010, al mismo
tiempo que aún se estaba elaborando y discutiendo el reglamento de FONPRODE, para financiar aportaciones a fondos de inversión y fondos multi-donante, es
una muestra de ello. Así, en 2010 el Gobierno español ejecutó partidas del FAD a
modo de ensayo de la lógica y el tipo de operaciones que serían luego recogidas
en el marco regulador de FONPRODE. De esta forma, el reglamento en discusión
acabó por validar unas prácticas ya en marcha y previamente no discutidas con
los agentes sociales.
A. Actuaciones con carácter de donación a Estados y al sector
público estatal de países en vías de desarrollo.
FONPRODE contempla la financiación no reembolsable, en forma de donación a
Estados y otras entidades del sector público de los países de renta baja o renta
media y media-baja, establecidos como prioridades geográficas en los correspondientes Planes Directores y en correspondencia con los MAP respectivos.
Dicho mecanismo estará restringido por la limitación que anualmente marcará
la Ley de Presupuestos del Estado en relación al importe máximo de las operaciones que podrán ser autorizadas con cargo a FONPRODE y con impacto en
déficit público.
En su gestión en el año 2011, el FONPRODE ha contado con una dotación de
945 millones de euros, definida en el artículo 55 de la Ley 39/2010, de 22 de
diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2011. Allí queda
delimitado el volumen total de fondos no reembolsables de forma tal que “las
operaciones que por su carácter no reembolsable conlleven ajuste en déficit público, tendrán un límite máximo de 300 millones de euros”. Esta cantidad se repartirá entre las donaciones a Estados y las aportaciones no reembolsables con
organismos multilaterales e IFIs (ver apartado B siguiente).
52
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
En este capítulo FONPRODE podrá financiar previsiblemente actuaciones de
ayuda de emergencia, al igual que ayuda programática y apoyo presupuestario,
además de proyectos concretos con carácter de donación, siempre y cuando
sean desligados. En 2010 podemos encontrar entre los compromisos del Consejo de Ministros cuatro operaciones del FAD que quedarían bajo este mecanismo,
con poco más de 40 millones de euros comprometidos.
Cuadro 2. Compromisos de Donación Estado-Estado aprobadas en Consejo de Ministros (2010).
Fecha Consejo
Ministros
País
Cantidad
Comprometida
Proyecto
Sector
Emergencia
5.000.000 €
Agua
9.000.000 €
29/01/2010
Haití
»» Adquisición de bienes
y servicios (desligado)
con destino a proyectos
de asistencia técnica y
reconstrucción en los sectores
de servicios públicos esenciales
(Asistencia Terremoto)
23/04/2010
Mauritania
»» Proyecto de agua potable
23/04/2010
Nicaragua
»» Proyectos de rehabilitación
de centrales de generación
eléctrica
Eléctrico
10.987.317,30 €
22/10/2010
Honduras
»» Proyecto de modernización
del equipamiento de
observación medioambiental y
de protección civil
Medio
Ambiente
19.786.479,62 €
Total comprometido en 2010*
44.773.797 €
* Esta cantidad se corresponde a las operaciones aprobadas en Consejo de Ministros durante el año
2010 y no se corresponde a las operaciones en marcha y, por tanto, al presupuesto ejecutado en 2010.
Así, mientras en este apartado del informe el análisis se basa en las operaciones aprobadas por Consejo
de Ministros para ilustrar la intencionalidad política del uso de los diferentes tipos de mecanismos en el
entonces futuro FONPRODE, en la segunda parte del informe, “Análisis de la AOD Reembolsable española”,
se analiza cuantitativamente el presupuesto ejecutado durante los últimos cinco años (2006-2010) a
través de diferentes mecanismos de cooperación financiera reembolsable, utilizando para tal propósito
como fuente el Informe de seguimiento del Plan de Cooperación Internacional (PACI) de los diferentes años
analizados. Es por ello que los totales no se corresponden, pero se utilizan estas dos diferentes fuentes
para ilustrar dos realidades, la ejecución de los diferentes mecanismos hasta 2010, y las perspectivas de la
cooperación financiera a partir de 2010.
Fuente: elaboración propia a partir de referencias de Consejo de Ministros
53
B. Operaciones con organismos multilaterales de desarrollo no
financieros.
El segundo mecanismo no reembolsable de FONPRODE son las contribuciones
a organismos multilaterales de desarrollo no financieros, principalmente organismos de Naciones Unidas y otros de ámbito regional o sectorial. También se
incluyen cuotas a dichos organismos, así como aportaciones puntuales a programas y fondos fiduciarios de desarrollo constituidos por éstos, siempre que
computen como AOD. Como decíamos tales aportaciones estarán limitadas por
lo marcado en los presupuestos del Estado para operaciones que generen déficit público. De esta manera, durante 2010 el Consejo de Ministros comprometió
cerca de 600 millones de euros a 55 fondos multilaterales no financieros. Una de
las características de estas aportaciones ha sido en los últimos años la enorme
diversidad y la aparente falta de planificación sobre a qué organismos y sectores
se quiere contribuir.
Cuadro 3. Compromisos de Contribuciones a Organismos multilaterales de desarrollo no
financieros aprobadas en Consejo de Ministros (2010).
Fecha
Consejo
Ministros
Fondo / Organismo
Cantidad
comprometida
(€)
12/02/2010
Fondo Fiduciario Multidonante de la Iniciativa para la transparencia de
las Industrias Extractivas (EITI)
1.000.000
12/02/2010
Instituto Agronómico Mediterráneo de Zaragoza
12/02/2010
FAO - Programa Mundial de Alimentos (PMA)
12/02/2010
Pacto Mundial de las Naciones Unidas (Global Compact)
350.000
12/02/2010
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)
9.200.000
12/02/2010
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)
1.260.000
12/02/2010
Fondo Español de la Organización de Estados Iberoamericanos para la
Educación, Ciencia y Cultura (OEI).
12/02/2010
Plataforma Global de Donantes en Desarrollo Rural
12/02/2010
Task Force for Financial Integrity and Economic Development
150.000
23/04/2010
Foro Global sobre Migración y Desarrollo
100.000
23/04/2010
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)
02/07/2010
Iniciativa de Financiación Internacional a favor de la Inmunización
(IFFIm)
9.475.000
02/07/2010
Instituto internacional de Investigación y Capacitación de las Naciones
Unidas para la Promoción de la Mujer (UN-INSTRAW)
4.550.000
380.000
13.300.000
10.900.000
150.000
72.300.000
54
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
Fecha
Consejo
Ministros
Fondo / Organismo
Cantidad
comprometida
(€)
02/07/2010
Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM)
33.000.000
02/07/2010
Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP)
33.500.000
17/09/2010
Mecanismo Pegase de la Comisión Europea (Territorios Palestinos)
30.000.000
17/09/2010
European Report on Development (ERD)
17/09/2010
Fondos de la convención marco de Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático
17/09/2010
Fondos de la Convención de Naciones Unidas de lucha contra la
Desertificación
17/09/2010
Fondos del Convenio de Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica
17/09/2010
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
17/09/2010
Fondo Internacional de las Naciones Unidas para Emergencias de la
Infancia (UNICEF) en Sudán
17/09/2010
Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente
Medio (UNRWA)
17/09/2010
Organización Internacional para las Migraciones (OIM)
17/09/2010
Fondo Español de la Secretaría General del Sistema de Integración
Centroamericana
3.750.000
17/09/2010
Fondo de actividades de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB)
4.550.000
22/10/2010
Contribución al Marco Integrado Reforzado
1.000.000
22/10/2010
Fondo Fiduciario de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio
y el Desarrollo (UNCTAD)
10/12/2010
Fondo Fiduciario del Banco Mundial para el Fondo Global de Lucha
contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (GFATM)
10/12/2010
Fondo Central de Respuestas ante Emergencias (CERF)
10/12/2010
Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)
10/12/2010
Comunidad Económica de Estados de África Occidental
(CEDEAO- ECOWAS)
10/12/2010
Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO)
10/12/2010
Federación Internacional de Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de
la Media Luna Roja (FICR)
10/12/2010
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)
10/12/2010
Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola
14.500.000
10/12/2010
Organización Mundial de la Salud (OMS)
12.000.000
10/12/2010
Programa Mundial de Alimentos (PMA)
17.700.000
10/12/2010
National Area-Based Develpment Programme (NABDP) de Afganistán
12.000.000
10/12/2010
Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos
(UN-HABITAT)
10.000.000
100.000
1.800.000
930.000
1.000.000
49.800.000
1.000.000
13.000.000
600.000
320.000
103.000.000
30.000.000
7.000.000
200.000
5.000.000
600.000
9.900.000
55
Fecha
Consejo
Ministros
Fondo / Organismo
Cantidad
comprometida
(€)
10/12/2010
Organización Internacional para la Conservación de la Naturaleza
(IUCN)
10/12/2010
Organización Panamericana de la Salud (OPS)
17/12/2010
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)
600.000
17/12/2010
Alianza Global para las Vacunaciones e Inmunizaciones (GAVI
ALLIANCE)
2.000.000
17/12/2010
Iniciativa de Medicinas para la Malaria (MEDICINES FOR MALARIA
VENTURE)
2.000.000
17/12/2010
Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para la Alianza de las
Civilizaciones,
17/12/2010
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO)
9.000.000
17/12/2010
Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
(OACNUDH)
4.650.000
17/12/2010
Programa Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH/SIDA (ONUSIDA),
2.450.476
17/12/2010
Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
2.000.000
17/12/2010
Fondo Fiduciario España-UNESCO
2.790.000
17/12/2010
Organización de Estados Americanos (OEA)
2.750.000
17/12/2010
Unión Africana
5.000.000
17/12/2010
Secretariado de la Unión por el Mediterráneo
17/12/2010
Facilidad para la Compra de Medicamentos (UNITAID)
Total comprometido en 2010
200.000
8.000.000
650.000
500.000
8.000.000
569.955.476
Fuente: elaboración propia a partir de referencias de Consejo de Ministros
Se incluyen en este mecanismo aportaciones a lo que se ha venido a llamar
mecanismos de financiación innovadora como es el Fondo Internacional para
la Inmunización (IFFIm), la Alianza Global para la Vacunación y la Inmunización
(GAVI), el Fondo Mundial de lucha contra el Sida, la tuberculosis y la malaria
(GFATM) y el UNITAID para luchar contra el VIH/SIDA, tuberculosis o la malaria.
56
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
Fondos multilaterales de innovación
en torno al sector salud
La cooperación multilateral española ha destinado, a través del FAD cooperación, cuantiosos recursos a fondos innovadores dentro del sector de
la salud. Entre ellos, destacamos el Fondo Internacional para la Inmunización38 (IFFIm, por sus siglas en inglés). Este fondo nace con voluntad
de crear una nueva forma de financiación multilateral al desarrollo, a
partir de la complicidad de actores públicos y privados. De esa manera, se defiende que se podrá acelerar el acceso de fondos predecibles,
a largo plazo, destinados a programas de salud e inmunización. Los
fondos recaptados se destinan a la Alianza Global para la Vacunación
y la Inmunización39 (GAVI, por sus siglas en inglés). GAVI es una Alianza
Público Privada creada en el año 2000, en el marco del Foro Económico
Mundial de Davos, que tiene su sede en Ginebra. Su objetivo fundacional
es mejorar la salud en los 70 países más pobres del mundo. GAVI reúne
a gobiernos donantes y países en desarrollo, la OMS, la UNICEF, el Banco
Mundial, la industria de vacunas en países tanto industrializados como
en desarrollo, organismos técnicos y de investigación y la sociedad civil.
Como primer socio privado internacional cuenta con la Fundación Bill &
Melinda Gates, que ha comprometido un total de más de 2.500M$. Como
principal socio privado español se encuentra la Fundació ‘La Caixa’, que
desde 2008 ha destinado un total de 11M€ y piensa donar otros 4M€
adicionales, a desembolsar entre 2011 y 2012. 40
La base financiera del IFFIm consiste en emitir bonos en los mercados financieros para captar capitales privados. Para ello cuenta con compromisos
de aportaciones en forma de donación de países donantes que sirven de
garantía para la emisión de dichos bonos. Sobre esta base el IFFIm obtiene la máxima calificación de sus bonos (triple A) por parte de las tres
mayores agencias de calificación Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s. De
esta manera, el IFFIm consigue por avanzado el dinero comprometido a
lo largo de un período determinado por parte de los donantes en el mer-
38 Ver más información sobre IFFIm en: http://www.iffim.org/
39 Ver más información sobre GAVI en: http://www.gavialliance.org/
40 En: http://www.gavialliance.org/funding/donor-profiles/la-caixa/
57
cado de capitales, y puede financiar los programas de GAVI de una manera más rápida y predecible. Cabe señalar que el gestor de la tesorería
del IFFm no es otro que el Banco Mundial.
La idea de crear un fondo como el IFFIm surgió en enero de 2003 por parte
del Gobierno británico, inspirada en la voluntad de obtener recursos adicionales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio aprobados
por la Asamblea de Naciones Unidas en el año 2000. En noviembre del
2004 el Gobierno francés se sumó a esta iniciativa. No obstante, no fue
hasta septiembre de 2005 que el IFFIm recibió el apoyo presupuestario
necesario para arrancar, con el apoyo de Gran Bretaña, Francia, Italia,
Noruega, España y Suecia. Todos ellos se comprometieron a asignar al
fondo, a lo largo de los siguientes años, un total de 4.000M$. Entonces
la cooperación española decidió destinar un total de 190M€, a desembolsar en 20 años, compromiso que hasta la fecha ha cumplido anualmente. La primera emisión de bonos en el mercado de capitales se lanzó
un año más tarde de alcanzar este acuerdo, el 14 de noviembre de 2006
en la bolsa de Londres, bajo la gestión coordinada del Deustche Bank y
de Goldman Sachs. Desde entonces se han realizado nuevas emisiones
de bonos IFFIm en las bolsas de Japón, el Reino Unido, Australia y las del
mercado del euro, también gracias a la gestión de J.P Morgan. Dichas
emisiones son cubiertas por capitales privados que buscan una cierta
rentabilidad en la inversión en estos fondos, con la garantía que, al estar cubierto por compromisos de fondos públicos, no hay riesgo posible.
Así, las aportaciones de fondos públicos se utilizan como “señuelo” para
atraer el capital privado, lo que los anglosajones llaman leverage (ver
apartado 2.3).
Otro fondo innovador que ha recibido el apoyo de la cooperación española
durante estos últimos años es el Fondo Mundial de lucha contra el Sida,
la tuberculosis y la malaria, conocido como Global Fund (GFATM)41 . Este
fondo es también una Alianza Público Privada, en la que donantes del
sector privado y gubernamentales realizan contribuciones para luchar
contra estas tres pandemias del mundo empobrecido. Así, el propósito
del Fondo Mundial es obtener, gestionar y desembolsar recursos, pero
no ejecuta programas directamente, sino que confía en otras organiza41 Ver más información sobre GFATM en: http://www.theglobalfund.org/es/
58
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
ciones de desarrollo que trabajan sobre el terreno. En la Junta Directiva
del Fondo participa la OMS, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas
sobre el SIDA (ONUSIDA), asociaciones público privadas (como son Roll
Back Malaria, Stop TB, UNITAID) y el Banco Mundial, que también desempeña la función de administrador fiduciario del Fondo. En el período
2001-2010 España contribuyó directamente a este fondo con más de
700M$, pero también indirectamente, mediante su contribución a otro
fondo financiero innovador como es UNITAID42.
UNITAID es un fondo internacional que se creó con el objetivo de facilitar recursos económicos para la compra de medicamentos de calidad en el
tratamiento del SIDA, la tuberculosis y la malaria en los países en desarrollo. Sus promotores fueron Brasil, Chile, Francia, Noruega y el Reino
Unido. La iniciativa se creó oficialmente el 19 de septiembre de 2006 en
la sesión inaugural de la Asamblea General de las NNUU, con la voluntad
que los recursos dirigidos a paliar estas enfermedades fueran predecibles y sostenibles en el tiempo. UNITAID se financia, en un 70%, por un
impuesto que algunos países gravan sobre cada uno de los billetes emitidos de avión. El presupuesto se complementa con contribuciones presupuestarias plurianuales de numerosos países. En la actualidad tiene
el apoyo de 29 países y de la Bill & Melinda Gates Foundation. Los nueve
países que aplican la tasa a los billetes de avión son: Camerún, Chile,
Congo, Francia, Madagascar, Malí, Mauricio, Níger y República de Corea.
Por otro lado, Noruega destina parte de la tasa que aplica a las emisiones
de CO2 que provoca el transporte aéreo a financiar el fondo de UNITAID.
Por otro lado, tal y como muestra el cuadro 4, el Consejo de Ministros del 21 de
octubre de 2011 aprobó, con cargo a los presupuestos de 2011, una serie de
contribuciones no reembolsables a Organismos multilaterales, en lo que fue el
estreno de FONPRODE.
42 Ver más información sobre UNITAID en: http://www.unitaid.eu/
59
Cuadro 4. Compromisos de Contribuciones a Organismos multilaterales de desarrollo no
financieros aprobadas en Consejo de Ministros (2011).
Cantidad
comprometida (€)
Fondo / Organismo
Fondo de Población de las Naciones Unidas
12.000.000
Iniciativa de Financiación Internacional a favor de la Inmunización
9.475.000
Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos.
6.000.000
Facilidad para la Compra de Medicamentos
5.000.000
Iniciativa Mesoamericana de Salud
4.500.000
Fondo Español de la Organización Panamericana de la Salud.
4.000.000
Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
3.000.000
Fondo Español en la Organización de Estados Americanos.
2.500.000
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
2.000.000
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
1.925.000
Pacto Mundial de las Naciones Unidas (Global Compact).
350.000
Fondo para la consolidación de la paz de la Comisión de Consolidación de la Paz de
Naciones Unidas.
300.000
Grupo de Trabajo sobre integridad financiera y desarrollo económico.
150.000
Comisión Europea para la elaboración del Informe Europeo de Desarrollo.
100.000
Foro Global sobre Migración y Desarrollo.
100.000
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
Total comprometido en 2010
4.600.000
56.000.000
Fuente: elaboración propia a partir de referencias de Consejo de Ministros
C. Operaciones con Instituciones Financieras Internacionales
de desarrollo.
El mecanismo de aportaciones a Organismos Multilaterales no financieros se complementa con contribuciones no reembolsables a fondos constituidos en IFI43, y
Fondos multidonantes “destinados a la satisfacción de las necesidades sociales
básicas en países en desarrollo, en las áreas de salud, educación, acceso al agua
potable y saneamiento, género, agricultura, desarrollo rural, seguridad alimentaria, sostenibilidad ambiental y cambio climático”44, así como a Fondos, también
gestionados desde las IFI para países en post-conflicto, frágiles y vulnerables.
43 Las cuotas obligatorias a las IFI no se incluyen en el FONPRODE y salen directamente del presupuesto del
Ministerio de Economía.
44 Reglamento FONPRODE. Ibíd. 9.
60
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
Cuadro 5. Compromisos de Contribuciones No Reembolsables a Instituciones Financieras
Internacionales aprobadas en Consejo de Ministros (2010).
Fecha Consejo
de Ministros
Organismo
Cantidad
comprometida (€)
Fondo
08/01/2010
Banco Africano de
Desarrollo
Reposición (11a) del Fondo Africano de
Desarrollo
41.446.711
26/02/2010
Banco Mundial
Reposición (15a) de recursos de la
Asociación Internacional de Fomento
(AIF)
197.000.000
23/04/2010
Banco Mundial
Fondo Fiduciario Catalizador de la
Iniciativa de Vía Rápida de Educación
para todos
60.000.000
23/04/2010
BID
Fondo Multilateral de Inversiones del
Banco Interamericano de Desarrollo
(FOMIN)
8.069.336
23/04/2010
FMI
Centro de Asistencia Técnica Regional en
Centroamérica
750.638
25/06/2010
Banco Asiático de
Desarrollo
Reposición (9a) del Fondo Especial de
Asistencia Técnica del Fondo Asiático de
Desarrollo
20.274.845
17/09/2010
Banco Mundial
Provisión de Servicios Públicos Básicos
(PBS) en Etiopía
9.000.000
10/12/2010
BAfD
Preparación de Proyectos de
Infraestructura del NEPAD
2.000.000
10/12/2010
Banco Mundial
Fondo Multidonante para la
Reconstrucción de Haití (FRH)
10/12/2010
Banco Mundial
Fondo Fiduciario Multilateral para la
reconstrucción de Afganistán (ARTF)
9.000.000
10/12/2010
Banco Mundial
Fondo Fiduciario del Banco Mundial Centro de Educación a Distancia para el
Desarrollo Económico y Tecnológico
6.000.000
10/12/2010
BID
Fondo General de Cooperación de España
en el Banco Interamericano de Desarrollo
17/12/2010
BID
Iniciativa Mesoamérica 2015
9.758.294,55
13.000.000
1.876.595,11
Total
378.176.420
Fuente: elaboración propia a partir de referencias de Consejo de Ministros
Para algunas organizaciones, como las que participan de la red ¿Quién debe a
Quién? este capítulo de FONPRODE tiene un aspecto problemático al considerar
las aportaciones a las IFI como una contribución y legitimación por parte del Gobierno español al papel que estas instituciones han jugado a lo largo de los años
en los procesos de empobrecimiento de los países del Sur (Red ¿Quién debe a
61
Quién?, 2010a). Es importante recordar que el Gobierno español ha jugado tradicionalmente un papel acrítico y bastante pasivo en la definición de las políticas y
condicionalidades aplicadas por instituciones como el Banco Mundial, el Banco
Interamericano de Desarrollo o el Banco Europeo de Inversiones. Para ¿Quién
debe a Quién?, a través del apoyo financiero a fondos e iniciativas lideradas por
estas organizaciones, el Gobierno español no hace sino ratificar las actuaciones
de las mismas.
Al canalizar buena parte de los fondos de FONPRODE (y FAD en el pasado) a través de otras instituciones (sean organismos multilaterales no financieros o IFI) el
Gobierno logra una forma rápida de llegar a los compromisos de AOD fijados en
los Planes de Cooperación, sin necesidad de aumentar la capacidad de gestión
de la AECID. La financiación de operaciones a través de intermediarios públicos
como los Organismos Multilaterales no financieros o las IFI, permite también traspasar de alguna manera la responsabilidad de estos fondos a los organismos
internacionales. Ya no es el Gobierno español el encargado de velar por el cumplimento de los criterios establecidos en el Código, sino que esa responsabilidad se
transfiere al organismo que acabará gestionando los fondos, y el Gobierno se limita a comprobar el buen desempeño del intermediario elegido. En cualquier caso,
en los últimos años se ha hecho un esfuerzo para dar sentido a esa apuesta por lo
multilateral a través del denominado “multilateralismo activo”, que se refleja, entre
otros, en la “Estrategia Multilateral de Cooperación Española”, acordada en 2008.
Dicha estrategia supone para la cooperación española “una apuesta inequívoca
de España por el multilateralismo como una vía clara de resolución de los grandes
problemas que afectan al planeta y que requieren de soluciones concertadas e
instituciones internacionales sólidas y con mandatos claros para hacer frente a
los mismos”45. Dicha apuesta por la estrategia multilateral se ve reflejada en la
importancia de los fondos atorgados a organismos internacionales, financieros y
no financieros, a través de FAD hasta 2010 y FONPRODE a partir de 2011.
Pero por otro lado, las aportaciones a las IFI pueden leerse también como una
inversión de futuro, para mantener buenas relaciones con estas instituciones, y
así asegurar que las empresas españolas obtengan contratos en las licitaciones
de las mismas. En este sentido, según datos del ICEX, las empresas españolas
45 “Cooperación Multilateral” en: http://www.aecid.es/galerias/descargas/publicaciones/FOLLETO_
MULTILATERALISMO_7_palas.pdf y Estrategia Multilateral de la Cooperación Española para el Desarrollo en:
http://www.aecid.es/es/servicios/publicaciones/Publicaciones2/Estrategia_Multilateral_Coope_Espa_Desarrollo/
62
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
consiguieron cerca de 1.500 millones de dólares en contratos de proyectos sólo
del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo entre 2003 y 2009
(lo que supone más de 200 millones de dólares al año de retorno para la economía española)46. En 2010, la Corporación Financiera Internacional del Banco
Mundial (junto con otros 23 inversores) mantenía una cartera de inversión de
6.200 millones de dólares a través de empresas españolas (Ellmers, B., Molina,
N. y Touminen, V., 2010).
FONPRODE contempla también la posibilidad de realizar aportaciones reembolsables a fondos creados por o gestionados desde las IFI, para realizar inversiones o aportaciones de capital a través de estas instituciones, así como de
organismos multilaterales no financieros. En 2010, a través del nuevo y fugaz
mecanismo FAD Financiero se desembolsaron 285 millones de euros para la Facilidad Financiera para la Cofinanciación de la Seguridad Alimentaria del Fondo
Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), vinculado a Naciones Unidas, además de 78 millones de euros al Fondo de Cofinanciación para el Desarrollo y
Cambio Climático del Banco Interamericano de Desarrollo. Así mismo, se comprometieron 40,6 millones de euros para el Fondo de Inversión Social en Haití,
gestionado desde el Banco Interamericano de Desarrollo. Todos ellos son fondos
reembolsables, es decir, aportaciones realizadas en este caso desde FAD para
realizar inversiones canalizadas a través de los organismos internacionales. Estas inversiones obtendrán un rendimiento a medio o largo plazo, que en los términos marcados se retornará al inversor inicial, en este caso el Estado español.
Las inversiones realizadas desde FAD en este tipo de fondos multilaterales pasan
a formar parte de la cartera de FONPRODE, y por tanto su rendimiento pasará a
engrosar el presupuesto de FONPRODE. Dichas operaciones reembolsables con
IFI no generan déficit en los presupuestos del Estado, puesto que no se consideran un gasto sino una inversión.
46 Departamento Multilateral de la Oficina Comercial de la Embajada española en Washington DC. Banco
Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y Millenium Challenge Corporation. Oportunidades de Negocio
para Empresas españolas, en: http://www.oficinascomerciales.es/icex/cma/ contentTypes/common/records/
viewDocument/0,,,00.bin?doc=4318176
63
Cómo cumplir con los compromisos de AOD y luchar
contra el Cambio Climático sin generar déficit
En Septiembre de 2010 el Gobierno español aprobó en Consejo de Ministros,
y como parte del entonces llamado FAD Financiación, la operación individual reembolsable de mayor tamaño que había realizado hasta el momento el sistema de cooperación oficial español. Se trata de un préstamo de 285,5 millones de euros al Fondo Internacional para el Desarrollo
Agrícola (FIDA), de Naciones Unidas. El préstamo iba acompañado de una
donación de 14,5 millones de euros a desembolsar entre 2010 y 2013
para poder cubrir los riesgos de impago de la operación. El préstamo al
FIDA tiene como objetivo cubrir el déficit de financiación del organismo
multilateral y ha servido para crear la “Facilidad Financiera Española
para la Seguridad Alimentaria”. Con cargo a esta Facilidad, y con cofinanciación de otros recursos del FIDA, se ofrecen “créditos en términos
concesionales a países miembros del FIDA en vías de desarrollo” (FIDA,
2011). El retorno de estos créditos, que pueden ser en diferentes condiciones (ver cuadro 6), se hace a través de FIDA y de la Facilidad Española, hacia FONPRODE, que recibirá a partir de 2016 los rendimientos de la
aportación reembolsable.
Cuadro 6. Condiciones de los créditos de FIDA bajo la Facilidad
Financiera Española para la Seguridad Alimentaria.
Tipo de préstamo
Tipo de interés
Plazo
Carencia
Condiciones ordinarias
»» 100 % del tipo de
interés variable
de referencia
15-18 años
3 años
Condiciones intermedias
»» 50% del tipo de
interés variable
de referencia
20 años
5 años
Condiciones altamente
concesionales
»» Sin interés
40 años
10 años
»» Cargo por
servicio del 0,75%
Fuente: presentación “El FONPRODE y las nuevas oportunidades de
financiación en la Cooperación Española” en la Mesa redonda “La cooperación
financiera, ¿el futuro modelo de cooperación para el desarrollo español?”
organizada por la Coordinadora de ONGD España, en el marco de su programa
de formación.
64
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
A través de la web de FIDA hemos podido tener acceso a la lista de proyectos
que están planificados para recibir crédito a través de la Facilidad Española para la Seguridad Alimentaria.
País
Argentina
Bangladesh
US$
(millones)
Previsión
aprobación
35,71
50
sep-11
EUR (millones)
21,4
55
sep-11
Ecuador
10,71
15
sep-11
Ghana
21,43
30
sep-11
El Salvador
10,71
15,0
sep-11
Senegal
7,14
10
sep-11
Colombia
14,2
20
dec-11
Sudáfrica
21,43
30
dec-11
Bolivia
10,71
15
abr-12
Uzbekistán
7,14
10
abr-12
12,86
18
abr-12
Mauricio
7,14
10
2012
Mexico
10,71
15
2012
Venezuela
10,71
15
2012
Brasil
10,71
15
2012
3,57
5
2012
Kenia
Guinea Ecuatorial
Gabón
4,28
6
2012
Túnez
14,29
20
2012
Cabo Verde
7,14
10
2012
Líbano
7,14
10
2012
Swazilandia
7,14
10
2012
La operación con FIDA ha sido presentada por los representantes de FONPRODE como un ejemplo a seguir. Si bien se ha podido comprobar la política
de transparencia de FIDA (se ha podido tener acceso a los documentos
de los proyectos aprobados en septiembre de 2011 a través de la página
web de FIDA) y la coherencia de los proyectos propuestos con el Código
de Financiación Responsable, hay dos aspectos generales que sería necesario tener en consideración. En primer lugar, las “ayudas” que ofrece
FIDA a través del Fondo Fiduciario Español no dejan de ser créditos a los
países del Sur que incrementan el peso de la deuda en los mismos. De
hecho, tres de los países seleccionados por FIDA para recibir este tipo de
65
apoyos en forma de crédito son países HIPC (Ghana, Senegal y Bolivia).
Si bien los tres se encuentran en la fase de culminación de la Iniciativa
HIPC y muestran niveles de riesgo de sobre endeudamiento moderado o
bajo, según el marco de sostenibilidad del FMI y el Banco Mundial, quizás
el crédito no es el formato de ayuda más adecuado. Sin embargo, la aportación reembolsable no generará impacto en déficit en el Presupuesto
del Estado español, por lo que a través de esta operación se contribuye
a cumplir con los compromisos de AOD sin agravar el déficit español. Y
parece ser que éste es el criterio que prevalece a la hora de decidir si un
país debe recibir ayuda reembolsable (en forma de crédito) o no reembolsable (en forma de donación).
La segunda cuestión que llama la atención de la aportación española a FIDA
es que según el informe de Seguimiento PACI 2010 dicho desembolso
contabilizó como marcador de Adaptación al Cambio Climático. Es decir,
los 285 millones aportados a FIDA forman parte de la contribución española a los fondos de Adaptación al Cambio Climático que el Gobierno
español ha comprometido en diferentes cumbres internacionales. Para
una mayoría de organizaciones de la sociedad civil, dichos fondos deberían ser adicionales a la AOD ya comprometida. Si tenemos en cuenta
que en 2010, año del compromiso y desembolso con FIDA, la AOD disminuyó al 0,43% del PNB, podemos concluir que dicha operación no fue
adicional a los fondos ya comprometidos con los países del Sur (que de
hecho disminuyeron). En este punto es importante destacar que, a pesar que la cuestión de la adicionalidad de los fondos para lucha contra el
Cambio Climático es un tema clave en las demandas de la sociedad civil,
ésta no ha sido regulado en las últimas negociaciones del Clima. Tan sólo
en los casos de inversión en Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL)
y por norma general los recursos destinados no pueden contabilizarse
como AOD. El Acuerdo de Copenhague, si bien recoge el concepto de “financiación adicional”47, no lo regula, de manera que se torna imposible
hacer operativo el concepto. Si bien está abierta la posibilidad de hacer
“operacional” el requisito de adicionalidad de los recursos, y en concreto
la adicionalidad a la AOD, este es un debate abierto incluso en los países
47 “Los países en desarrollo recibirán una financiación mayor, nueva y adicional, previsible y adecuada (…).
Los países desarrollados se comprometen colectivamente a suministrar recursos nuevos y adicionales (…)
con una distribución equilibrada entre la adaptación y la mitigación” Acuerdo de Copenhague, punto 8, 18 de
Diciembre de 2009, en: http://unfccc.int/resource/docs/2009/cop15/spa/11a01s.pdf
66
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
del Sur. Dichos países buscan sinergias entre las políticas de desarrollo
y las de adaptación y mitigación del cambio climático, proyectos integrados en los que la mitigación es un beneficio adicional y aumentar la
capacidad de adaptación un requisito. En estos casos, es difícil valorar
el criterio de adicionalidad, a pesar que su demanda sea indispensable
para mantener los recursos hacia la lucha contra la pobreza mientras se
destinan recursos para la lucha contra el cambio climático, asumiendo
así la responsabilidad histórica diferenciada de los países más industrializados y contaminantes.
Hay que tener en cuenta que de los proyectos de FIDA que se han podido
analizar (los aprobados por FIDA en Septiembre de 2011 para Argentina,
Bangladesh, Ecuador, Ghana, El Salvador y Senegal) todos menos uno
contemplan acciones de adaptación a Cambio Climático. Así, el documento del proyecto aprobado para Ghana (Rural Enterprises Programme) no
hace mención alguna a acciones de adaptación al cambio climático48. En
ninguno de los documentos de establecimiento de la Facilidad Financiera Española para la Seguridad Alimentaria revisados49 se hace tampoco
mención a la prioridad por acciones de adaptación al cambio climático.
De hecho, según la referencia del Consejo de Ministros en la que se aprobó el compromiso con FIDA marca como objetivos del Fondo “combatir
el hambre y la pobreza rurales en los países en desarrollo a través de la
mejora de la producción alimentaria y de la nutrición de los grupos de
bajos ingresos de los países en desarrollo, a través de apoyo financiero
(vía créditos y donaciones) y de asistencia técnica”50. En este sentido,
48 Aunque trata de un documento de agosto de 2011, en el que no se menciona la co-financiación de la Facilidad
Española (aprobada en septiembre de 2011). Cabe la posibilidad que el proyecto se haya adaptado a los
requerimientos españoles, incorporando acciones de adaptación al cambio climático, o que se trate de un
nuevo proyecto del FIDA en Ghana.
49 Documentación revisada a partir de la página de FIDA, en: www.ifad.org
Establishment of the Spanish Food Security Cofinancing Facility Trust Fund (Septiembre 2010)
http://www.ifad.org/gbdocs/eb/101/e/EB-2010-101-C-R-P-5.pdf
Introductory Statement by IFAD’s Vice-President on the Establishment of the Spanish Food Security Cofinancing Facility Trust Fund (Diciembre 2010)
http://www.ifad.org/gbdocs/eb/101/e/EB-2010-101-C-R-P-5.pdf
Spanish Food Security Cofinancing Facility - Trust Fund agreements (Mayo 2011)
http://www.ifad.org/gbdocs/eb/102/e/EB-2011-102-INF-13.pdf
50 Referencia Consejo de Ministros del 17 de septiembre de 2010, en:
http://www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/referencias/_2010/refc20100917.htm#FAD
67
parece evidente que la contabilización de los recursos como aportación
a los fondos de adaptación al cambio climático fue decidida a posteriori de la aprobación de la operación, y por tanto difícilmente esta puede
considerarse como adicional.
La historia se repite
Esta misma lógica parece repetirse con la primera operación reembolsable
a través de una IFI aprobada con FONRPODE ya en marcha51. Se trata de
una operación aprobada el 21 de octubre de 2011 en Consejo de Ministros52 de 300 millones de euros destinados al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para “realizar inversiones en agua y saneamiento, energías
renovables, eficiencia enérgica y cambio climático, apoyo a las PYMES y
la creación de empleo en los países de la cuenca sur del Mediterráneo”.
De nuevo se trata de una operación de carácter reembolsable, sin impacto en déficit, de cantidad incluso superior a la aprobada con FIDA, esta
vez a través de una Institución Financiera, como es el BEI. Según el mismo acuerdo de Consejo de Ministros, el componente de la financiación
destinado a promover la eficiencia energética y las energías renovables
se contabilizará como Contribución Española al fast start (financiación
rápida) sobre cambio climático comprometido por los países industrializados en la Cumbre de Copenhague (COP15). Al igual que en el caso anterior, no son, como reclaman organizaciones de la sociedad civil, recursos adicionales a los comprometidos para la lucha contra la pobreza.
Por otro lado, el objetivo de la operación “es revitalizar el tejido socio-económico de estos países y evitar el riesgo de estancamiento económico a
corto plazo, que conlleva todo proceso de transición democrática”53. A
partir de las entrevistas realizadas se ha confirmado que el proyecto se
ve como un apoyo explícito del Gobierno español, y en particular del entonces Presidente Zapatero, a los “procesos de revoluciones populares
51 La operación con FIDA se aprobó como FAD financiero, pasando a la cartera de FONPRODE una vez este
puesto en funcionamiento y el FAD extinguido.
52 Referencia Consejo de Ministros del 21 de octubre de 2011, en:
http://www.lamoncloa.gob.es/ConsejodeMinistros/Referencias/_2011/refc20111021.htm#Pagos
53 Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, en:
http://www.maec.es/es/MenuPpal/Actualidad/NotasdePrensa/Paginas/82NP20111021.aspx
68
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
que conducirán a la democracia en la ribera sur del Mediterráneo”. Para
ello, a través de FONPRODE y el BEI, se busca reforzar la estructura de
PYME en la región, para fomentar la creación de empleo y ayudar así a
enraizar los procesos de democratización. No deja de ser un objetivo
algo contradictorio para un gobierno, el de Zapatero, que apoyó económicamente y de forma acentuada a las dictaduras de Mubarak en Egipto
y Ben Alí en Túnez, juntamente con los gobiernos de escasa tradición
democrática en Marruecos y Argelia, precisamente a través del FAD. De
hecho, entre 2006 y 2010 Túnez, bajo el mandato de Ben Ali, fue la principal receptora de créditos FAD, con más de 241 millones. Desde que
Ben Alí asumió el poder en Túnez con un golpe de Estado en 1987, los
diferentes gobiernos españoles han otorgado a este país 444 millones
de euros en créditos FAD. En los últimos 5 años, Marruecos, con 188
millones de euros, Argelia, con 154 millones de euros, y Egipto, con 36
millones de euros, estuvieron también entre las principales receptores
de créditos FAD54
No deja de sorprender también el vehículo utilizado. Para el Gobierno español
“la experiencia del Banco Europeo de Inversiones en el uso de fondos
de inversión para el desarrollo, ofrece a las IFD europeas la oportunidad
de apoyar las revoluciones de la primavera árabe”55. Esta afirmación se
contrapone frontalmente con los resultados de las investigaciones realizadas por la campaña internacional CounterBalance56, que monitoriza
la actuación del BEI en los países del Sur Global. Para CounterBalance,
el BEI no sólo ha beneficiado de forma directa las clases dirigentes de
los países del Norte de África donde ahora pretende apoyar las revueltas
populares, sino que ha contribuido a afianzar dichas clases dirigentes
a través del apoyo de una red de fondos de inversión en manos de un
pequeño grupo de actores, directamente vinculados con estas clases
54 Ver apartado 7.1 (pág. XX) y “Auditoría para la «deuda odiosa» de Túnez” de la red ¿Quién debe a Quién? del
6 de abril de 2011, en: http://quiendebeaquien.org/spip.php?article2095
55 Presentación “AECID-EIB Financial Initiative for the Mediterranean”, facilitada por la Oficina FONPRODE
sobre la operación “Banco Europeo de Inversiones para realizar inversiones en los países de la cuenca sur
del Mediterráneo” que se presentó en Palermo (Italia) en mayo de 2010.
56 Counter Balance es una coalición de ONG ambientalistas y de desarrollo europeas, formada en 2007 para
monitorear las acciones del BEI. Está formada por CEE Bankwatch (Europa del Este), Amis de la Terre
(Francia), Urgewald (Alemania), CRBM (Italia), BothEnds (Holanda) y Bretton Woods Project (Reino Unido).
Más información sobre Counter Balance en: www.counterbalance-eib.org
69
dirigentes y con los gobiernos antidemocráticos que ahora han sido
depuestos por presión popular57. Los dos principales receptores de inversiones del BEI en la región durante los últimos años han sido precisamente el Egipto de Mubarak (con 4 mil millones de euros) y Túnez de
Ben Alí (con casi 3,5 mil millones de euros). Según investigaciones que
actualmente está realizando CounterBalance demuestran la vinculación
de los fondos de inversión apoyados por el BEI en Egipto y la élite vinculada al gobierno de Mubarak58 (incluido su hijo Gamal Mubarak ). Parece
claro, según los resultados provisionales del informe, que el BEI busca
en dichas inversiones el retorno más que el impacto en desarrollo o el
apoyo a los procesos de democratización. En este sentido no parece que
el BEI sea la institución más adecuada para gestionar inversiones que
buscan a priori un impacto positivo y un apoyo a los procesos de democratización, por encima del rendimiento económico.
Si a todo ello sumamos las constantes denuncias por parte de la sociedad
civil a las actuaciones del BEI fuera de Europa por casos de corrupción59,
por su implicación en procesos de privatización de servicios sociales básicos como el acceso al agua60, o por su recurrente financiación de industrias extractivas61 y su pobre actuación en las políticas de Cambio Climático (como considerar la construcción de grandes presas hidroeléctricas
como promoción de energías renovables o el hecho que dedique el doble
de financiación a combustibles fósiles que a energías renovables)62,
57 Entrevista realizada por correo electrónico a Anders Lustgarten, investigador de la campaña Counter
Balance, autor de la investigación “Getting Into Bed with Dictators: How EIB Investments Propped Up The
Worst Regimes in the Middle East and North Africa”, aún en proceso de edición. Los resultados preliminares
de este estudio se pueden consultar en el artículo: Lustgarten, A, y Tricarico, A. “Lending to a Violent
Government in the name of the Arab Spring” de 23 de diciembre de 2011, en:
http://www.counterbalance-eib.org/?p=1613
58 Gamal Mubarak, el hijo más joven de Hosni Mubarak, disponía el 18% de EFG Hermes Private Equity (EHPE)
desde finales de los noventa. Este fondo de inversión es subsidiario del banco de inversión EFG Hermes que
no sólo es co-inversor con el EIB en InfraMed, un fondo de inversión privado lanzado por el BEI en Mayo de
2010 y presentado como el mayor fondo de inversión en infraestructuras en la región MENA, sino que es de
hecho el gestor del fondo InfraMed. Fuente: “Getting Into Bed with Dictators: How EIB Investments Propped
Up The Worst Regimes in the Middle East and North Africa” (No editado)
59 “The EIB and Corruption in Africa”, en: http://www.counterbalance-eib.org/?p=1239
60 “EIB and Water”, en: http://www.counterbalance-eib.org/?p=615
61 “EIB and Extractive Industries”, en: http://www.counterbalance-eib.org/?p=607
62 “EIB and Climate Change”, en: http://www.counterbalance-eib.org/?p=596 y “Carbon Rising”
http://www.counterbalance-eib.org/?p=1569
70
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
parecería poco acertado proponer al BEI como el actor adecuado para
gestionar los recursos de FONPRODE, y especialmente aquellos que parecen destinados a la lucha contra el cambio climático y al refuerzo de
la democratización en el Norte de África. La propia Coordinadora de ONG
Árabes para el Desarrollo ha rechazado la intervención del BEI y otras
instituciones financieras de la UE en los procesos de democratización,
argumentando que las mismas instituciones que impusieron décadas
de políticas económicas inapropiadas no pueden reivindicar el papel de
facilitar la transición. En un manifiesto emitido por esta coalición de más
de 70 ONG de la región, se argumenta que las actuaciones del BEI en el
pasado “plantean serias dudas sobre la capacidad del Banco de ejecutar
sus acciones en pro del objetivo del desarrollo justo y al servicio de los
derechos económicos y sociales de los pueblos de la región”63.
En definitiva, resulta difícil imaginar cuál va a ser la capacidad de influencia
y control por parte de la Oficina FONPRODE para revertir las deficiencias
de gestión y los precedentes de corrupción, impactos socioambientales
y falta de transparencia y mecanismos de rendición de cuentas, entre
otras cuestiones, que arrastra el BEI desde hace décadas.
63 “A Call of Civil Society Organizations from the Arab Region and International Groups Against Diverting the
Revolutions’ Economic and Social Justice Goals through conditionalties imposed by the IMF, WB, EIB and
EBRD”. Manifiesto en motivo de la cumbre del G8 en mayo 2011 en Francia, en:
http://www.counterbalance-eib.org/wp-content/uploads/2011/06/Arab-CSO-statement-on-G8.pdf
71
D. Créditos, préstamos y líneas de financiación.
FONPRODE también hereda lo que podríamos llamar el mecanismo clásico del
FAD: los créditos, préstamos y líneas de financiación concedidos en términos concesionales, con la salvedad de que se trata de créditos sin carácter ligado. Dichos
créditos irán dirigidos al “desarrollo del tejido social y productivo de los países”
beneficiarios (Reglamento FONPRODE). En este sentido, no se podrán financiar
proyectos en servicios sociales básicos a través de créditos, préstamos y líneas de
financiación en los países menos adelantados (Reglamento FONPRODE).
En cuanto a los países que pueden recibir dichos créditos, préstamos y líneas de
financiación, estos deben estar calificados por el CAD de la OCDE como países
menos adelantados, de renta baja o de renta media, siempre y cuando se encuentren dentro de las prioridades geográficas establecidas por los correspondientes
Planes Directores de la Cooperación Española y los Planes Anuales de Cooperación Internacional. También pueden ser beneficiarios de estas líneas de financiación y créditos las administraciones públicas regionales, provinciales y locales, y
entidades del sector público de los países que califiquen como elegibles.
Quedarán excluidos como países beneficiarios de este mecanismo los países
pobres altamente endeudados. Es decir, aquellos que el Análisis de Sostenibilidad de la Deuda realizado por el Banco Mundial y por el FMI indique una situación de riesgo alto o muy alto de impago de su deuda externa. Los países que
hayan alcanzado el punto de culminación de la Iniciativa de alivio de deuda para
los Países Empobrecidos y Altamente Endeudados (HIPC, en sus siglas en inglés) podrán recibir créditos, préstamos y líneas de financiación si así lo autoriza
expresamente el Consejo de Ministros, a propuesta de la Oficina FONPRODE,
previo análisis del impacto del crédito en la deuda del país receptor y teniendo en
cuenta el análisis de sostenibilidad de la deuda realizado por las IFI.
En este sentido FONPRODE prevé la realización de un análisis de riesgo e impacto sobre la sostenibilidad de la deuda en el caso de operaciones reembolsables.
Dicho análisis abordará, además de la valoración de la IFI sobre la sostenibilidad
de la deuda en el país en el momento de elaborar el informe, las condiciones
financieras del crédito, así como las garantías y medidas de mitigación de sobre
endeudamiento previstas. El Reglamento FONPRODE establece algunas de estas condiciones, que se amplían con una lista de medidas para evitar el endeudamiento insostenible en el Código de Financiación Responsable.
72
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
El primer elemento de valoración para analizar el impacto del crédito sobre la
sostenibilidad de la deuda será el Marco de Sostenibilidad de la Deuda (MSD) del
FMI. Teniendo en cuenta que bajo este Marco “se están concediendo créditos a
países sobreendeudados, y que las previsiones del FMI no han sido plenamente
acertadas a la hora de tener el riesgo de sobreendeudamiento de diferentes países” (Coordinadora de ONGD España y Plataforma 2015 y más, 2011), parecería
necesario tomar como referencia otro análisis de sostenibilidad de la deuda. Ante
ello, la Oficina de FONPRODE realizará también “valoraciones cualitativas del nivel de ahorro, la carga de la deuda sobre el crecimiento del PIB, el cumplimiento
de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el perfil de la deuda, indicadores de
acceso a financiación productiva y capacidad estructural para absorber choques
exógenos” (Código Financiación Responsable). No se especifica sin embargo
cómo se realizaran estas valoraciones cualitativas. Desde las organizaciones de
la sociedad civil que participaron en el proceso de discusión de FONPRODE se
destacó la importancia que en el análisis de riesgo e impacto sobre la deuda,
en el país receptor de créditos, se base no sólo en cuestiones financieras y macroeconómicas que midan la capacidad de retorno de la deuda, sino también
sociales, ambientales y de legitimidad de la deuda (Coordinadora de ONGD España y Plataforma 2015 y más, 2011). En este sentido, previo a la concesión de
nuevos créditos, la red ¿Quién debe a Quién? propone la realización de una auditoría de la deuda que reclama el Estado español, para analizar en profundidad
el impacto real, desde una perspectiva integral (económica, social, ambiental y
de género), del endeudamiento que se ha generado en los países del Sur (Red
¿Quién debe a Quién?, 2010a). Para evaluar si el análisis de sostenibilidad de la
deuda de los futuros créditos se realiza acorde con las valoraciones cualitativas
explicitadas en el código de Financiación, es importante que se cumplan los criterios de transparencia y acceso a la información que garantiza el mismo código
de financiación responsable. En este sentido, las ONGD consideran necesario
“notificar a las organizaciones ciudadanas existentes en el territorio o el sector”
(Coordinadora de ONGD España y Plataforma 2015 y más, 2011).
73
¿Créditos responsables?
El Código de Financiación de FONPRODE incluye una serie de criterios específicos para créditos, préstamos y líneas de financiación, para evitar
un endeudamiento insostenible en los países del Sur. Buena parte de
dichos criterios y condiciones han sido extraídos de la Carta de Financiación Responsable de Eurodad, y suponen un avance importante respecto a las políticas previas de gestión de la deuda externa, gracias al
trabajo de investigación, construcción de alternativas e incidencia de
la sociedad civil. Destacamos las siguientes, por su carácter novedoso
respecto a los créditos FAD:
–– Venta del préstamo en el mercado secundario. El préstamo limitará los
derechos de los acreedores para asignar la deuda a otras partes de manera unilateral. Si la deuda se vende, asigna, transfiere, reestructura
o reemplaza por otra deuda, todas las disposiciones estipuladas en la
deuda original serán de aplicación, así como las disposiciones para el
arbitraje independiente y el cambio de las circunstancias.
–– Eficacia de la ayuda y enfoque hacia la pobreza. Los préstamos irán
orientados a cumplir con las estrategias de desarrollo y políticas de endeudamiento diseñadas por el país.
–– Evaluación de la necesidad. El prestatario deberá proporcionar documentación clara o cualquier otra evidencia que demuestre la necesidad
del préstamo.
–– Evaluación del impacto ex ante. Para garantizar que todas las actividades
son legales y viables, se llevará a cabo una evaluación de impacto ex ante.
En el contrato de endeudamiento se establecerá quién corre con los gastos de cualquier posible riesgo relacionado con la operación identificada
en la evaluación ex ante, prevista en este código de financiación.
–– ‐Participación parlamentaria y ciudadana. El contrato de endeudamiento será transparente y participativo. Los parlamentos y comunidades
afectadas del país prestatario serán informados con el tiempo suficiente para debatir la aceptación del préstamo, incluyendo el propósito, los
términos y las condiciones, según la normativa legal nacional.
74
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
–– Divulgación de la información. El contrato de endeudamiento estará a
disposición pública en los países prestatarios y en España.
–– Fomento de la capacidad local. Los procedimientos de adquisición contribuirán al desarrollo de la capacidad de las compañías e instituciones
locales en base a los acuerdos internacionales a este respecto.
–– Arbitraje independiente: El documento de préstamo incluirá una disposición para un procedimiento de arbitraje independiente y transparente
en caso de que surjan dificultades de pago o disputas, previa solicitud
por parte del prestamista o del prestatario. Durante las negociaciones
se producirá una suspensión del pago de la deuda. Durante este tiempo,
el acreedor estará también protegido frente a cualquier procedimiento
de litigación. Acreedor y deudor deberán obedecer la decisión del árbitro
independiente y ambos tendrán derecho a apelar.
Como se puede comprobar en el apartado 5 de este informe (análisis de la AOD
reembolsable española), en los últimos 5 años (2006-2010), el Estado español
desembolsó más de 1.600 millones de euros en forma de créditos a otros Estados
en el marco del FAD. Al tratarse de ayuda ligada, se priorizaron durante estos años
los países con interés comercial para la economía española, situándose en primer
lugar como receptores países como Turquía, Túnez, China, Marruecos y Argelia.
Los tres primeros acumulan casi el 50% del destino de los créditos FAD, mientras
que ninguno de ellos se encuentra en el listado de países más prioritarios de la
cooperación Española. Será importante comprobar si al desligar los créditos de la
internacionalización de la empresa española se rompe esta tendencia.
En las diferentes presentaciones atendidas y entrevistas realizadas para la elaboración de este informe, desde el Gobierno se ha insistido en la importancia que
tiene la no generación de déficit a través de FONPRODE. Como se ha comentado, los Presupuestos del Estado marcaran anualmente el límite de operaciones
con impacto en déficit que se podrán financiar con cargo a FONPRODE. Según
normativa interministerial, aprobada en el Acuerdo de Consejo de Ministros de
14 de enero de 2012, como norma general, y para no incurrir en déficit, los prés-
75
tamos públicos “se concederán a un tipo de interés equivalente, al menos, a la
rentabilidad media de la deuda emitida por el Estado en instrumentos con vencimiento similar al del préstamo”64.
En este sentido, FONPRODE no podrá conceder préstamos a un tipo de interés
inferior al que se aplique a las emisiones de deuda española emitida, pero tampoco a un tipo de interés superior al que el CAD de la OCDE considere como
concesional. Esta preocupación por no generar impacto en déficit limitará previsiblemente las operaciones de crédito en el marco de FONPRODE. Así, si bien en
el pasado el uso de créditos y líneas de financiación para Estados había sido una
de las principales herramientas utilizadas por el antiguo FAD, prevemos, que en
el futuro FONPRODE pueden ir ganando peso otras aportaciones reembolsables
a través de intermediarios financieros como las IFI y otros organismos multilaterales, y sobre todo a través de fondos de inversión, por encima del crédito directo
a Estados o administraciones públicas del Sur.
E. Actuaciones de microfinanzas.
Como se ha comentado, FONPRODE asume la cartera y las funciones del Fondo
para la Concesión de Microcréditos (FCM). En este sentido, se prevé tanto la
aprobación de líneas de financiación para microcréditos y créditos rotatorios,
como la adquisición de participaciones directas e indirectas de capital en entidades (bancos) o vehículos de inversión financiera (fondos de inversión) dedicados
al fomento de actividades microfinancieras. Siguiendo las recomendaciones del
Grupo Consultivo de Ayuda a la Población Pobre (CGAP), los préstamos concedidos a través de este mecanismo se deberían ofrecer a intereses que no pertur64 A pesar de que no se ha encontrado la referencia concreta en Consejo de Ministros, al tratarse de una
norma interna sólo distribuida a niveles medios ministeriales, esta cuestión ha sido confirmada en la
entrevista mantenida con el entonces Director de FONPRODE y se referencia en los siguientes artículos y
documentos:
“La consolidación de Salgado”, Cuarto Poder, 31 de enero de 2011, en:
http://www.cuartopoder.es/luzdecruce/la-consolidacion-de-salgado/795
Orden ITC/479/2011, de 3 de marzo de 2011, por la que se deroga la Orden ITC/2544/2009, de 11 de
septiembre, por la que se aprueba la normativa reguladora de los créditos para la puesta en marcha del
programa “Emprendedores en Red, en:
http://www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/doc.php?id=BOE-A-2011-4373
Acuerdo por el que se establece la normativa reguladora de los préstamos correspondientes a la línea de
inversión sostenible-Plan Future 2011, de 19 de abril de 2011, en:
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/res190411-pre.html#anejo
76
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
ben los mercados locales (aunque cuentan con cierta concesionalidad que les
hace ser considerados AOD) y su principal característica es su larga duración
(entre 10 y 12 años) complementada con amplios periodos de carencia, condiciones ambas que favorecían la sostenibilidad de las instituciones de microfinanzas prestatarias (AFI, 2011a).
Tal y como muestra el cuadro 7, en el año 2010 el Consejo de Ministros aprobó 13
operaciones con Fondos de Microfinanzas por un total de 46 millones de euros.
Cuadro 7. Compromisos de Microfinanzas a través del FCM aprobados en Consejo
de Ministros (2010).
Fecha Consejo
Ministros
Cantidad
comprometida (€)
Fondo
22/01/2010
Camboya
Hattha Kaksekar Limited, HKL, de Camboya
3.500.000
22/01/2010
República
Dominicana
Fondo para el Desarrollo INC., de República
Dominicana
5.000.000
22/01/2010
República
Dominicana
Banco de Ahorro y Crédito Ademi S.A., de
República Dominicana
10/09/2010
Angola
KixiCrédito S.A
10/09/2010
Camboya
Angkor Mikroheranhvatho Co. Ltd., de Camboya
10/09/2010
Camboya
Cambodia Rural Economic Development
Initiatives for Transformation Co. ltd.
7.500.000
10/09/2010
Mali
Soro Yiriwaso
1.000.000
10/09/2010
República
Dominicana
Fundación Dominicana de Desarrollo
10/09/2010
Senegal
Alliance de Crédit et d´Epargne pour la
Production, de Senegal
3.000.000
10/09/2010
Senegal
Coopérative Autonome pour le Renforcement des
Iniciatives Economiques par la Microfinance, de
Senegal
1.500.000
10/09/2010
Senegal
Union des Institutions Mutualistes
Communautaires d´ Epargne et de Crédit
2.000.000
10/12/2010
Camboya
VisionFund Ltd. de Camboya
5.000.000
10/12/2010
Uruguay
Microfinanzas del Uruguay S.A
10.000.000
2.000.000
750.000
3.000.000
Total
Fuente: elaboración propia a partir de referencias de Consejo de Ministros
10.000.000
46.250.000
77
La asignación en los presupuestos del Estado para este mecanismo era de hasta
un total de 100 millones de euros en 2011, pero a diciembre de 2011 no parece
ser que se haya producido ningún compromiso en este sentido. Siendo una de
las banderas de la cooperación española no deja de sorprender que, el año de la
celebración de la Cumbre Mundial del Microcrédito en Valladolid, no haya habido
ni una sola operación de microfinanzas aprobada en Consejo de Ministros.
Si bien este mecanismo cuenta con numerosos defensores, también hay quien
señala los impactos negativos que pueden llegar a tener sobre los pueblos empobrecidos. Para los más críticos, el microcrédito es un mecanismo de bancarización e inserción en el modelo de mercado que responde a intereses de generar espacios clientelares, de dependencia y control sobre grupos vulnerables
(Gómez Gil, C., 2005). Para sus defensores, “las microfinanzas son un poderoso
instrumento de inclusión financiera que permiten llegar a sectores de población
a los que no se llegaría con una tecnología bancaria tradicional (…). Su principal
innovación se basa en reducir la distancia con el cliente final y en establecer
una relación directa que permite un mayor conocimiento de sus necesidades y
capacidad de pago, incluso si cambian en el tiempo. El cliente pasa así a tener la
posibilidad de aprovechar oportunidades productivas, acumular activos, estabilizar su consumo y facilitar el manejo del riesgo. Todo ello reduce su vulnerabilidad
frente a fluctuaciones de precios, etapas de crisis personales o sociales e incluso
desastres naturales”65.
La potenciación de los mirocréditos ha ido cogiendo fuerza como una de las
políticas de desarrollo económico y social local y de reducción de la pobreza
más importantes. “Su atractivo recae en la asunción que simplemente ‘llegando
a los más pobres’ con Microcréditos se establecerá una trayectoria de desarrollo
social y económico sostenible animada por la propia población pobre” (Bateman,
M. y Ha-Joon, C., 2009). Sin embargo, si bien las microfinanzas pueden generar
algunos resultados positivos en el corto plazo y a un nivel micro, su efectividad
en el largo plazo está más cuestionada. “Mientras las microfinanzas pueden generar algún resultado positivo en el corto plazo para aquellos pocos con suerte
entre los ‘emprendedores pobres’, en el largo plazo los resultados en desarrollo
parece discutible, e incluso puede constituir una nueva y muy poderosa barrera
hacia el desarrollo local económico y social (…) al bloquear otras políticas eco-
65 “¿Qué son las microfinanzas?”, portal de la Cumbre Mundial del Microcrédito celebrada en Valladolid entre el
14 y el 17 de noviembre de 2011, en: http://www.cumbremicrocredito2011.es/?page_id=517
78
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
nómicas que podrían tener un impacto sostenible potencial mayor en caso de
tener los recursos suficientes (y similares a los atorgados a las microfinanzas)”
(Bateman, M. y Ha-Joon, C., 2009).
El propio Grupo Consultivo de Ayuda a la Población Pobre (CGAP), referente internacional de microfinanzas, reconoce que “los pocos estudios publicados sobre
impactos de microfinanzas han sido capaces de demostrar tan sólo resultados a
corto plazo (…). Muchos más de estos estudios, incluyendo especialmente los que
analicen impactos a largo plazo, serán necesarios antes que se puedan alcanzar
conclusiones generales. Por ahora parece un resumen honesto de la evidencia
decir que simplemente no sabemos aún si el microcrédito u otras formas de microfinanzas están ayudando a millones de personas a salir de la pobreza”66.
Así, incluso los defensores del microcrédito parecen reconocer que los resultados no se sitúan en ninguno de los dos extremos: ni los microcréditos son la
panacea contra la pobreza, ni todos los programas de microcrédito están de
hecho teniendo impactos negativos. “Los resultados de los estudios confirman
que mientras el concepto de disponibilidad de capital que permitiría a personas
pobres hacer despegar pequeñas oportunidades de negocio permanece válida
para algunos clientes, no todos los que toman préstamos son microemprendedores (…). El microcrédito no está transformando los mercados informales
ni generando de media rentas significativamente mayores para las empresas.
Y aún así hay importantes beneficios para los hogares utilizando Microcréditos
para acelerar el consumo, absorber shocks o realizar inversiones domésticas,
incluyendo inversiones en bienes durables, mejoras del hogar o la educación de
sus hijos”67.
Lo que es innegable es que se trata de un mecanismo altamente controvertido. En
el último año se ha evidenciado la fragilidad instrumental del microcrédito como
herramienta de desarrollo, derivado de su utilización indiscriminada. “Se han conocido miles de suicidios en Bangladesh e India de personas desesperadas por
no poder pagar las deudas contraídas. Al tiempo que algunas investigaciones
empíricas han comenzado a cuestionar con rigor buena parte de las cifras falsas
que se venían ofreciendo para avalar su éxito. Mientras tanto, se han conocido
66 “Does Microfinance Help Poor People?”, portal de la CGAP, en:
http://www.cgap.org/p/site/c/template.rc/1.26.11415/
67 “Latest Findings from Randomized Evaluations of Microfinance”, en:
http://www.cgap.org/p/site/c/template.rc/1.9.55766/
79
importantes movimientos especulativos en algunas destacadas instituciones microfinancieras que han obtenido beneficios multimillonarios de sus supuestas
actividades filantrópicas a favor de los pobres” (Gómez Gil, C., 2011). Desde la
propia AECID se reconoce tal debate, al plantear que “el propio sector de las microfinanzas y la inclusión financiera se enfrentan a un importante debate en torno
a sus objetivos, su desempeño social y sus resultados en términos de desarrollo.
La evidencia del impacto en el desarrollo y la lucha contra la pobreza del microcrédito como instrumento está en plena discusión tanto teórica como práctica
(…). De hecho, su uso indiscriminado y acrítico puede ser contraproducente. Los
dramáticos casos de impago y morosidad de los programas de microcréditos,
que han saltado a la luz en los últimos meses, nos indican que un programa de
microcrédito mal dirigido o cuyos riesgos no son adecuadamente calibrados,
puede no sólo no ayudar en absoluto a sus clientes a salir de la pobreza, sino
incluso eliminar dicha posibilidad en varios años” (Martín, J.M., 2011).
El Código de Financiación de FONPRODE, lejos de abordar los riesgos y debates
abiertos, se limita a señalar los principios bajo los que se regirán las actuaciones
microfinancieras con cargo a FONPRODE, que no son más que una extensión
de los que ya regían el FCM. Se trata de diferentes guías y principios elaborados
por el Grupo Consultivo de Ayuda a la Población Pobre (CGAP) y el Centro para
la Inclusión financiera ACCIÓN Internacional.
La principal novedad de FONPRODE respecto al FCM es la ampliación del mecanismo incorporando la posibilidad de adquisición de capital en entidades financieras y fondos de microfinanzas, y no tan sólo a través de préstamos o créditos a
instituciones de microcrédito. En este sentido, a través de FONPRODE, el Gobierno español se puede convertir en socio accionista de las instituciones de microcrédito que decida apoyar, “acompañando de forma plena” a dichas instituciones
y respondiendo así a las recomendaciones del CGAP de 2009 (AFI, 2011a).
80
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
F. Adquisiciones de capital o cuasi capital en instituciones
financieras y vehículos de inversión.
Como último mecanismo, FONPRODE prevé el uso de fondos reembolsables
para la adquisición de “capital o cuasicapital68 en instituciones financieras y vehículos de inversión”. Este mecanismo incluye aportaciones que hace el Gobierno,
con recursos de la AOD y a través de FONPRODE, en fondos de inversión como
pueden ser “fondos de fondos, fondos de capital riesgo, fondos de capital privado o fondos de capital semilla” (Reglamento FONPRODE). Estos fondos están
generalmente participados por otros actores, sean inversores privados o públicos, como pueden ser otros gobiernos a través de sus IFD respectivas o las IFI,
y gestionan inversiones en el sector privado con diversos niveles de rentabilidad.
Es decir, difieren del crédito en que los recursos aportados no son devueltos a
un tipo de interés concreto, sino que, en el momento de recuperar la inversión
esta retorna con la rentabilidad que hayan generado los proyectos o empresas
financiados. Generalmente en el momento de realizar la aportación al fondo se
establecen las condiciones de recompra y retorno de la inversión.
Según el reglamento de FONPRODE los recursos se destinarán a fondos que
dirijan sus inversiones “al desarrollo del tejido productivo (…) o al apoyo, directo
o indirecto, a pequeñas y medianas empresas de capital de origen de los países
[beneficiarios]”. Se trata pues de un mecanismo específicamente diseñado para
el apoyo al sector privado y productivo, a través de mecanismos de inversión.
Este tipo de mecanismos se caracterizan por tratar de “generar un retorno suficiente para remunerar el capital invertido, generar capacidad de reinversión para
crecer y conseguir atraer recursos de terceros que se sumen al fin propuesto”
(AFI, 2011a). Es decir, más allá del impacto en desarrollo, se utiliza el dinero
público de AOD para atraer capital privado hacia inversiones privadas en países
del Sur, tratando de garantizar la sostenibilidad de las inversiones, y generando
suficientes recursos para asegurar tanto el retorno del capital invertido como la
realización de nuevas inversiones.
68 Una inversión de cuasicapital es un instrumento financiero que tiene características combinadas de
inversión en capital y de deuda.
81
Tal y como han confirmado las entrevistas realizadas a miembros de la Oficina
FONPRODE y de P4R, encargada de gestionar algunas de estas inversiones en
nombre de FONPRODE, en los criterios para seleccionar dichos fondos el primero es siempre el mandato de desarrollo y el impacto que las inversiones puedan
tener en el desarrollo. Pero la clave de este mecanismo está en “la conciliación
entre rentabilidad e impacto en desarrollo” (Presentación “El FONPRODE y las
nuevas oportunidades de financiación en la Cooperación Española” en la Mesa
redonda “La cooperación financiera, ¿el futuro modelo de cooperación para el
desarrollo español?” organizada por la Coordinadora de ONGD España, en el
marco de su programa de formación). Para AFI, consultora del Gobierno español
en materia de cooperación financiera reembolsable, y en especial sobre este tipo
de mecanismos, la búsqueda de rentabilidad en las inversiones tiene limitaciones
que “determinarán el umbral a partir del cual el FONPRODE reembolsable no
tendrá capacidad de actuar en el cumplimiento de sus objetivos de desarrollo”
(AFI, 2011a). En este sentido, la conciliación entre ambos objetivos (rentabilidad
e impacto en desarrollo) se tornará en ocasiones inalcanzable.
La experiencia europea nos muestra ejemplos como el de la CDC británica, que
durante muchos años ha primado los retornos de las inversiones realizadas con
recursos de la AOD por encima del impacto en desarrollo. “En el caso del grupo
británico CDC, sus inversiones en fondos de inversión privado se han traducido
en un crecimiento medio anual de los activos del Grupo del 24 por ciento - seis
veces la tasa de rendimiento requerida de las inversiones públicas por parte del
Tesoro del Reino Unido. En algunos años (entre 2005 y 2007), el CDC ganó entre
el 42 y el 57 por ciento de sus inversiones. El Grupo ha superado regularmente el
índice MSCI Emerging Markets Index (una medida del desempeño de las acciones cotizadas en el mercado de acciones en mercados emergentes globales) en
un 6 por ciento. Como tal, sus rendimientos se comparan favorablemente con las
inversiones especulativas por parte de empresas comerciales como los hedge
funds, fondos de inversión y otros elementos del sistema bancario en la sombra”
(Hildyard, N., 2011)
Por todo ello, FONPRODE se dota de un sistema específico de medición de
los impactos en desarrollo (no sólo para operaciones de inversión, sino que a
priori aplicable a todas las categorías de mecanismos de FONPRODE, aunque
especialmente relevante en este caso). Según entrevista con representantes de
P4R, a finales de 2011 este sistema estaba aún siendo acabado de perfilar. Se
trata de un sistema basado en una batería de indicadores prefijados que deberán
82
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
aportar los destinatarios de los fondos. Estos indicadores tratan de medir impactos como puestos de trabajo generados, impactos de género, medioambiente,
formación, tecnología y transferencia de conocimientos, entre otros indicadores
tanto cuantitativos como cualitativos. El sistema adoptado por FONPRODE está
basado en el GPR, una herramienta de medición desarrollada por la IFD alemana
DEG (Deutsche Investitions und Entwicklungsgesellschaft) y se articula alrededor
de cuatro dimensiones a valorar: la rentabilidad a largo plazo del proyecto, los
efectos de desarrollo, el papel estratégico de la IFC (valor añadido) y el rendimiento sobre el capital invertido.
Para Nicholas Hildyard, de The Corner House, experto en fondos de inversión
y el papel de las IFD en el Reino Unido69 “se plantea la cuestión de si invertir a
través de este tipo de inversiones orientadas a la obtención de un rápido rendimiento a través de vehículos como los fondos de inversión privado es compatible
con el mandato de reducción de la pobreza de las IFD. Desafortunadamente
tomando refugio en la ampliamente desacreditada teoría del desarrollo de la cascada (trickle down theory), las IFD generalmente juzgan el éxito o el fracaso de
las inversiones tan sólo en base a su rendimiento, bajo la hipótesis que lo que es
bueno para los inversores locales será bueno para la gente más pobre”.
Las IFD argumentan que el uso de estos intermediarios financieros no sólo reduce
costes administrativos y consigue dirigir los fondos hacia necesidades de capital
en los países del Sur, sino que también moviliza más fondos de inversores privados. Según Hylard, esta función sólo se cumple en algunos casos, pues los capitales privados están ya de por sí dirigiendo grandes sumas de dinero en fondos
de inversión en los países del Sur, y el incentivo no es tanto la seguridad que dan
las inversiones públicas en dichos fondos, sino los grandes beneficios que éstos
aportan. Muchos países del Sur están de hecho modificando sus legislaciones
para poder atraer este tipo de fondos y sus inversiones (Hildyard, N., 2011).
La dificultad de medir y probar el impacto en desarrollo de este tipo de inversiones
privadas, y el valor añadido que aporta la participación de instituciones públicas
(con recursos públicos, a menudo de AOD, como en el caso de FONPRODE), es
una de las fuentes de preocupación para las ONGD. Esto es principalmente debido a la amplitud de experiencias previas de impactos negativos en desarrollo a
partir de inversiones privadas en busca de altos rendimientos. Es, por tanto, una
69 Entrevista con Nicholas Hildyard por correo electrónico el 30 de noviembre de 2011.
83
buena noticia que se pongan en marcha herramientas para medir y verificar dicho
impacto. Sin embargo, un reciente informe encargado por Norwegian Church Aid
y realizado por dos investigadoras de la Universidad de Manchester, concluía
que buena parte de estas herramientas, incluida la GPR alemana, arrojan resultados cuanto menos incompletos y parciales. “Generalmente sólo se verifica si
los objetivos identificados ex ante son observables ex post (…). En GPR existe
una relatividad, de manera que los proyectos son analizados en relación con
otros proyectos del portafolio, lo que da una impresión de una tendencia positiva
a pesar del pobre punto de partida en algunos sectores” (Bracking, S. y Ganho,
A.S., 2011). El informe también expone que la falta de estándares comunes en la
metodología de medición de impacto en desarrollo dificulta la comparación entre
ellos y apunta, ante la falta de credibilidad del sistema actual de muchas IFD, a
las investigaciones independientes y sobre el terreno como un complemento a
este análisis de impacto.
Además del impacto en desarrollo y su medición, la preocupación entre las
ONGD así como entre otros sectores académicos y de la sociedad civil, por el
creciente uso de fondos de inversión privados para canalizar los recursos de
AOD y otros recursos públicos hacia los países del Sur, se podría resumir en los
siguientes aspectos:
–– El objetivo de la mayoría de los fondos de inversión existentes que ope-
ran en los países del Sur es principalmente el retorno de la inversión, y
raramente tienen mandato de desarrollo (Singh, K., 2008). Dichos fondos
están adaptando sus estrategias y guías de acción a lo que algunas IFD
demandan en relación al impacto en desarrollo, pero en muchas ocasiones resultan simplemente modificaciones formales y superficiales, manteniendo el objetivo de altos niveles de rentabilidad en las inversiones realizadas70. Se compromete por tanto el objetivo de promoción del desarrollo
humano y sostenible (Eurodad, 2011a).
–– En este sentido los fondos de capital suelen invertir en sectores rentables
como producción industrial, salud, infraestructuras, telecomunicaciones,
nuevas tecnologías, biotecnología, agroindustria o propiedades (Eurodad,
70 Intervención de John Crutcher, abogado con experiencia de trabajo en diferentes fondos de inversión en
Estados Unidos, en el marco de la Conferencia “The Private Sector Turn”, Londres el 22 de noviembre de
2010, en: http://www.brettonwoodsproject.org/art-567281
84
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
2011a). Raramente encontramos fondos de inversión en sectores marginales de la economía social, que quizás sí requieren capital, de manera
que a través de este mecanismo se suelen financiar iniciativas privadas
que fácilmente podrían encontrar recursos entre los inversores privados
(Singh, K., 2008).
–– El fomento del uso cada vez mayor de intermediarios financieros, supone
una pérdida de capacidad de control sobre los proyectos y el modelo de
desarrollo que se está financiando por parte de los donantes y su sociedad civil (Eurodad, 2011a). Las IFD raramente tienen capacidad de imponer sus condiciones y estándares en los fondos privados, a no ser que se
limiten a fondos creados por ellas mismas71.
–– Según estudios de Corner House, que ha seguido durante años la evolu-
ción de los fondos de inversión, estos tienen un alto nivel de fracaso con
relación a los resultados de los proyectos financiados. El fracaso llega a un
70% en el caso de los fondos de capital riesgo72.
–– A menudo, con el objetivo de incrementar los retornos a los inversores,
tienen impactos negativos como pérdida de puestos de trabajo, precarización del empleo y otros. Se han vinculado también algunos fondos de
inversión a procesos como el acaparamiento de tierras (Grain, 2010).
–– Muchos de estos fondos tienen sede en jurisdicciones clasificadas como
Paraísos Fiscales en el Financial secrecy Index de la Tax Justice Network73.
Se trata a menudo de fondos opacos situados en jurisdicciones fiscales
que, a pesar de no figurar en la lista de Paraísos Fiscales no cooperativos de la OCDE (actualmente vacía, ya que todos los países han firmado
los tratados de intercambio de información)74, mantienen prácticas de secretismo bancario, no registro de empresas ni de datos de propiedad ni
71 Íbid 72
72 Intervención de Nicholas Hildyard, de Corner House, en la Conferència “The growth of private sector finance
and what it means for development”, Londres 22 de noviembre de 2010, en:
http://brettonwoodsproject.org/art-567281
73 Ver más información sobre el Financial secrecy Index en: http://www.financialsecrecyindex.com/
74 Según la lista publicada por la OCDE en 2011 de Paraísos Fiscales tan sólo Montserrat, Naurú y Niué clasifican
como esta categoría.
85
de beneficiarios de las mismas y aplican sistemas de elevadas o totales
exenciones fiscales para las empresas extranjeras, todas ellas prácticas
propias de un Paraíso Fiscal, según las informaciones de los informes de
la Tax Justice Network.
En este punto es importante destacar el informe “Paraísos Fiscales y desarrollo” que realizó la Comisión sobre fuga de capitales y países empobrecidos creada por el Gobierno de Noruega, publicado en junio de 200975.
Dicho informe contiene un extensivo análisis sobre el funcionamiento de la
industria de paraísos fiscales y sus impactos sobre el desarrollo, analizando específicamente las inversiones de Nordfund. El informe concluye que
la política de secreto bancario, el uso de técnicas de manipulación de precios de transferencia y la existencia de regimenes de fiscalidad prácticamente cero que facilitan estas jurisdicciones, entre otras prácticas, tienen
efectos muy negativos sobre el desarrollo. En dicho informe, el ejemplo
que se utiliza para ilustrar las malas prácticas e impactos sobre el desarrollo del uso de paraísos fiscales es el de Mauricio, sede de varios fondos de
inversión que han recibido recursos del FAD Financiero en 2010. En este
sentido el Gobierno de Noruega entiende que, no sólo hay que tener como
referencia de exclusión los informes de la OCDE al respecto, sino tener en
cuenta las prácticas concretas de las jurisdicciones fiscales que amparen
prácticas propias de lo que definiríamos como un paraíso fiscal. El informe
ha tenido un importante impacto en la política de desarrollo en Noruega,
donde se ha establecido una moratoria para el uso de dichas jurisdicciones, y también en otros países como Suecia, donde la agencia de desarrollo SIDA decidió congelar fondos destinados a la Institución Financiera
de Desarrollo sueca, que utilizaba también intermediarios financieros con
sede en Mauricio para sus inversiones en África.
Es importante destacar en este punto que tanto el Reglamento como el
código de Financiación Responsable de FONPRODE hacen referencia a la
prohibición de destinar recursos del fondo a Paraísos Fiscales. Sin embargo, los criterios de definición de lo que se considera un Paraíso Fiscal se
75 Ver más información sobre la Comisión sobre fuga de capitales y países empobrecidos creada por el Gobierno
de Noruega en: http://www.regjeringen.no/en/dep/ud/press/News/2009/pm_taxhavens.html?id=567661 y
http://www.eurodad.org/debt/article.aspx?id=2190&item=3791
Ver más información sobre los Principios de Inversión Responsable en http://www.unpri.org/principles/
86
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
limitan a la lista de jurisdicciones no colaboradoras de la OCDE (que cómo
ya hemos comentado está actualmente vacía, lo que nos llevaría a pensar
que no existen ya paraísos Fiscales en el mundo).
–– Se avanza con el uso de estos mecanismos hacia un proceso de financia-
rización de la cooperación al desarrollo, tal y como han sufrido otros sectores económicos. Tal y como afirma Nicholas Hildyard, de Corner House,
“a pesar de estos mecanismos (fondos de inversión) han sido implicados
en la crisis financiera de los años recientes, su uso se está incrementando,
dando a pensar que las finanzas para el desarrollo se están convirtiendo
simplemente en otra sección de los mercados financieros” (Hildyard, N.,
2010). Este proceso de financiarización de las políticas de cooperación
internacional es un aspecto que preocupa a la sociedad civil internacional
y al que la cooperación española no debería lanzarse sin un amplio debate
previo con todos los actores implicados, incluidas las ONGD.
Para evitar este tipo de tendencias negativas en el papel de los fondos de inversión, el Código de Financiación Responsable prevé una serie de medidas de gestión para asegurar un impacto positivo en el desarrollo. La oficina FONPRODE
se compromete a seguir los Principios de Inversión Responsable (PRI)76 de Naciones Unidas (promovidos por Global Compact y United Nations Environment
Programme Finance Initiative-UNEP FI) y los Principios de Private Equity promovidos por la Institutional Limited Partners Association (ILPA), sobre los procesos
de negociación de las inversiones. Pero sobre todo se compromete a realizar una
estrategia de “Diálogo Activo” con los fondos de inversión con los que se trabaje
para poder dar cumplimiento al Código de Financiación Responsable. En este
sentido nos parece importante recordar que el Código de Financiación establece
que no se excluirán aquellas empresas que “partan de deficiencias iniciales de
gestión” en materia social, ambiental y de derechos humanos. “Por el contrario,
se considera que el FONPRODE puede aportar valor añadido influyendo favorablemente en la gestión de estas deficiencias” (Código Financiación de FONPRODE). Para aportar este valor añadido y hacer avanzar los Fondos de Inversión
hacia los criterios y estándares fijados en el Código de Financiación, la oficina
FONPRODE participará activamente en los órganos de gobierno de dichos fondos, proponiendo acuerdos y excepcionalidades para los proyectos financiados
76 Ver más información sobre los Principios de Inversión Responsable en http://www.unpri.org/principles/
87
con recursos de FONPRODE, trabajará en red junto con otras IFD y, sólo en última instancia, desinvertirá “cuando todos los esfuerzos hayan fracasado”.
Desde algunas ONGD se considera que esta estrategia supone asumir un riesgo
demasiado elevado y deja abierta la posibilidad de invertir recursos de la cooperación española en operaciones que supongan la violación de los derechos
humanos o inflijan graves impactos ambientales, sociales, de género o económicos. Hay que tener en cuenta la poca experiencia de la cooperación española
en este sentido. La experiencia del FAD, gestionado sobretodo desde el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, nos deja un amplio rastro de proyectos
no evaluados y no controlados, incluso cuando ha habido denuncias concretas
de la sociedad civil sobre la ilegitimidad de algunos de los créditos concedidos
desde FAD (ODG, 2009). Tampoco en el ámbito multilateral ha tenido la cooperación española un papel activo en la denuncia o el “diálogo activo” respecto a
las operaciones realizadas desde las IFI en las que España tiene voz y voto y que
han supuesto violaciones de derechos humanos. A todo ello hay que añadir los
pocos recursos humanos disponibles para mantener este “diálogo activo” con
todos los fondos a los que se aporten recursos, sobre todo si se tiene en cuenta
el elevado presupuesto que probablemente se destinará a este mecanismo.
88
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
La experiencia española en Fondos de Inversión
En pleno proceso de creación del FONPRODE la cooperación española se lanzó en 2010, a través del fugaz FAD Financiero, al mundo de los fondos
de inversión. Se aprobaron a lo largo del último ejercicio de existencia
del FAD hasta 10 operaciones de aportaciones a fondos de inversión,
fondos multidonante y otros vehículos de inversión (ver apartado 7.2),
incluyendo la operación de 285 millones de euros con FIDA que ya se ha
comentado en este informe (ver apartado 3.3C).
Se trata de cinco operaciones con fondos creados o gestionados por IFI
–– Facilidad Financiera española para la Seguridad Alimentaria en FIDA
–– Fondo Africano de garantías-AGF, creado por el Banco Africano de Desarrollo junto con los Gobiernos danés y español
–– Dos aportaciones al Fondo de Co-financiación para el Desarrollo y el
Cambio Climático del BID
–– Aportación al Fondo de Inversión Social en Haití, también gestionado por
el BID
Y también cinco operaciones con fondos privados de inversión
–– Fondo Multidonante de gestión sostenible de Bosques en África-el African Sustainable Forestry Fund gestionado por el fondo privado Global
Environment Fund-GEF77
–– Fondo de capital Riesgo para PYME Progresa Capital en Colombia
–– Fundo de Investimento Privado de Angola-FIPA
77 Ver más información sobre el Global Environment Fund-GEF en:
http://www.globalenvironmentfund.com/ y http://www.privateequityafrica.com/funds/gefs-sub-saharanafrican-forestry-fund-holds-84m-first-closing/
89
–– Fondo para Infraestructuras en África Subsahariana -ISSIF, gestionado
por InfraCoAfrica- un fondo de inversión privado creado por diferentes
IFD europeas78
–– Fondo Africano de Agricultura-AFF, gestionado por el fondo privado Phatisa con fondos de IFD europeas e IFI).
Hasta cuatro de ellos tienen su sede en jurisdicciones que no dudamos en calificar de Paraísos Fiscales (a pesar de que, como ya hemos aclarado, no
constan como tales en la lista de la OCDE): AGF, AFF e ISSIF tienen sede
en Islas Mauricio, mientras que FIPA tiene sede en Luxemburgo.
Veamos el funcionamiento de uno de ellos, que el Gobierno ha puesto como
ejemplo en algunas de las presentaciones de FONPRODE.
Fondo Africano de Agricultura - AAF
La cooperación española hizo una aportación de poco más de 30 millones de
euros (un 10% del capital total que espera atraer el AAF79) a este fondo,
gestionado por el fondo de inversión privado Phatisa, que tiene como objetivo invertir en la producción de alimentos en países de África Subsahariana. Según las informaciones compartidas por la oficina FONPRODE,
sus ámbitos de actividad serian la producción de granos, ganado frutas
y hortalizas; la transformación-procesamiento de grano, bebidas, empaquetados, alimentación animal; y la construcción de infraestructuras y
facilitación de servicios (almacenamiento, fertilizantes, químicos, empaquetado y otros).
78 Ver más información sobre el ISSIF en: http://www.infracoafrica.com/about.asp y www.pidg.org
79 “El objetivo de la capitalización de AFF es de 300 millones de dólares, consiguiendo 151 millones en el
primer cierre del Fondo, por parte de los siguientes inversores internacionales: Agence Française de
Développement (AFD); African Development Bank (AfDB); Spanish Agency for International Development
Cooperation (AECID); Investment and Support Fund for Businesses in Africa (FISEA) acting by its manager
Proparco; Development Bank of Southern Africa (DBSA); Banque Ouest Africaine de Développement (BOAD);
ECOWAS Bank for Investment and Development (EBID); y el propio Phatisa”.
http://www.phatisa.com/The_Fund_Manager/AAF/Frequently_asked_questions/
90
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
Aunque la prioridad del fondo gestionado por Phatisa es la producción para
consumo local, “no se descarta la inversión en productos hortícolas de
alto valor”. Sin embargo, al comprobar el portafolio de inversiones nos
encontramos con un proyecto de Deal Card – Goldtree SL Limited en
Sierra Leona para plantación de palma africana y su procesamiento en
aceite de palma. Se argumenta en la misma web que dicha producción
es para el mercado local, y nos aclaran los técnicos de P4R sobre este
proyecto que se trata de aceite para consumo doméstico. A pesar de
ello, los expertos consultados80 afirman que el consumo doméstico de
aceite de palma en África Subsahariana y en países como Sierra Leona
está cubierto ya por los pequeños productores, mientras que las plantaciones producen para la exportación. De hecho, según Phatisa, “Sierra
Leona tiene uno de los mejores climas en África para producir Aceite de
Palma y ve en este producto agrícola tanta importancia como en otros
recursos minerales, esperando su crecimiento”. En Sierra Leona la semilla de palma y el propio aceite de palma están entre las principales
exportaciones del país81. En este sentido pueden surgir dudas sobre
si el aceite de palma que resulte de esta inversión pueda ser destinado
a exportación.
Hay que tener en cuenta que las plantaciones de palma africana para exportación es una problemática extendida en Sierra Leona, y una práctica
relacionada con el acaparamiento de tierras, agravando la poca disponibilidad de tierra cultivable para los pequeños campesinos y por tanto
disminuyendo no sólo la seguridad alimentaria de la población, sino su
soberanía alimentaria82.
Resulta destacable también la referencia que se hace en la página del AAF de
la política de Acaparamiento de Tierras del fondo. Como se ha comentado
los fondos de inversión privados están entre los principales responsa-
80 Consultas dirigidas a Henk Hobbelink, coordinador de GRAIN, una organización sin ánimo de lucro que acaba
de recibir el Premio Right Livelihood 2011, conocido comunmente como el “Premio Nobel Alternativo”, por su
trabajo de denuncia en el acaparamiento de tierras.
81 Ver más información sobre el cultivo de palma africana en Sierra Leona en: http://oilpalminafrica.wordpress.
com/ y http://www.saranabugroup.com/agriculture/palm-oil-in-sierra-leone.html
82 Ver más información sobre la relación entre el cultivo de Palma Africana y Land Grabbing en: http://www.
reuters.com/article/2011/11/11/us-sierraleone-biofuels-f-idUSTRE7AA2VJ20111111 y http://www.grain.org/
es/article/entries/4423-grain-llama-a-terminar-con-el-acaparamiento-de-tierras-en-el-parlamento-sueco
91
bles del fenómeno conocido como Land Grabbing en los países del Sur,
especialmente en el continente Africano. Phatisa dispone de un Código
de conducta para la Adquisición de tierras y el Uso de Tierras en proyectos agrícolas y de Agribusiness, con el objetivo de prevenir prácticas
insostenibles. De hecho, en la documentación sobre el proyecto hecha
pública por la Oficina de FONPRODE se especifica que dicho código sigue
“los más altos estándares internacionales, para garantizar que todas
sus inversiones son en proyectos sostenibles medioambientalmente y
que protegen los intereses de las comunidades y poblaciones locales”83.
A pesar de ello defiende abiertamente la necesidad de promover grandes proyectos de monocultivo a la vez que afirma que “es un tema de
debate el hecho que la propiedad de tierra a gran escala en manos extranjeras para la exportación de productos agrícolas se contradice con
la Seguridad alimentaria en África. Pero al ser un gestor africano de fondos de inversión, de una iniciativa de inversión privada multinacional
-AAF- Phatisa cree que estos dos objetivos -proyectos a gran escala y
seguridad alimentaria- ciertamente pueden y deben ser compatibles y
sustentables”84. Sería interesante poder tener acceso al mencionado
Código de conducta sobre Adquisiciones de tierra para comprobar que,
efectivamente, cumple con el Código de Financiación Responsable de
FONPRODE en esta materia.
Sorprende también la política de Phatisa sobre el tamaño de las inversiones
a realizar, si tenemos en cuenta la prioridad de FONPRODE por el apoyo
a las PYME y la economía social. En este sentido, en el documento de resumen de la operación publicado por la Oficina de FONPRODE, se afirma
que un 20% de los fondos se destinaran al “AAF SME Fund” “que otorgará
financiación específica para proyectos de pequeñas y medianas empresas en el sector agroindustrial, con gran impacto en la reducción de
la pobreza”85. Dicho fondo para PYME se dirige a inversiones entre los
150.000 dólares y los 4 millones de dólares. Si restamos los 10 millones
de euros de donación a asistencia técnica a pequeños agricultores, el
83 Ver más información sobre esta operación en:
http://www.aecid.es/galerias/que-hacemos/descargas/RESUMEN_AAF-vf.pdf
84 Ver más información sobre el AAF en:
http://www.phatisa.com/The_Fund_Manager/AAF/Frequently_asked_questions/
85 Ibíd. 87
92
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
resto de la aportación española se dirigirá a la cartera de inversiones de
Phatisa, la cual afirma en su página web que “no invierte en empresas
informales, micro y PYME que busquen una inversión de menos de 5 millones de dólares (…). Phatisa tiene un enfoque comercial y sólo apoya
negocios comercialmente sostenibles con un historial probado”.
Finalmente, el caso del AAF es un claro ejemplo de cómo se promueven este
tipo de operaciones como señuelo (leverage) para los capitales privados. La captación de fondos se estructura en tres tramos, con diferentes
tipos de retorno de la inversión. Los inversores del primer tramo reciben
el Preferred Return (retorno básico, garantizado en los tres tramos) pero
no reciben remuneración Premium hasta que los inversores del tercer
tramo (inversores privados) hayan recibido su Premium Return establecido. Así, los inversores públicos (en el primer tramo) reducen el riesgo
de los inversores privados (en el tercer tramo), renunciando a mejores
retornos hasta que estos últimos no hayan cubierto sus expectativas en
la inversión. El segundo tramo es para inversores intermedios.
Desafortunadamente el caso de las contradicciones encontradas al analizar
las actuaciones de AFF no es aislado. Sin poder entrar en detalles sobre
todos los fondos a los que ha aportado recursos la cooperación española, podemos dar aquí dos ejemplos
–– Africa Forestry Fund: este fondo de inversión multidonante especializado en plantaciones forestales se centra en el “cultivo y procesamiento
de productos de madera para abastecer a los mercados de la construcción, la energía, los muebles y de biocombustibles, a nivel mundial”86. Se
trata pues de un fondo con intereses en la producción y exportación de
agrocombustibles.
–– ISSIF: este fondo de infraestructuras no está aún totalmente constituido, pero InfraCoAfrica, el gestor del fondo, tiene una amplia experiencia y
cartera de proyectos. Entre ellos encontramos el controvertido Corredor
de Beira (Beira Agricultural Growth Corridor - www.beiracorridor.com), en
Mozambique, caracterizado por la construcción de grandes infraestruc-
86 Ver más información sobre el Africa Forestry Fund en: http://www.privateequityafrica.com/funds/gefs-subsaharan-african-forestry-fund-holds-84m-first-closing/
93
turas para facilitar la exportación de productos agrícolas. Según un informe reciente, proyectos como el del Corredor de Beira deberían evitar
“estructuras de ‘islas aisladas’ ” de agricultura moderna, que caracteriza
una agricultura de plantación tipo colonial, y priorizar el desarrollo de un
enfoque integrado, creando sinergias locales sostenibles”87.
En definitiva, resulta básico que, de continuar con este tipo de mecanismos
de inversión, FONPRODE aplique una política de transparencia y acceso
a la información en todas las fases de la gestión de los proyectos, para
evitar equívocas lecturas y garantizar que las comunidades destino de
las inversiones puedan interponer su oposición en caso de riesgo de impactos sociales, ambientales, de género o económicos.
87 Agro-investment in Africa - Impact on land and livelihoods in Mozambique and Tanzania Petko Karamotchev,
2 de agosto de 2010, en: http://www.merar.com/weblog/2010/08/02/agro-investment-africa-impact-landand-livelihoods-mozambique-and-tanzania/
94
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
4.Funcionamiento FONPRODE:
una pesada maquinaria a
poner en marcha
4.1. ¿Quién es quién en la gestión de
FONPRODE?
La administración y gestión de FONPRODE está en la Oficina FONPRODE creada en el marco de la AECID para tal efecto. En términos generales, la Oficina del
FONPRODE es la responsable de la planificación operativa anual del FONPRODE88, así como de su programación, ejecución y rendición de cuentas. La identificación, valoración y priorización de operaciones, fondos e instituciones a financiar, la formalización y gestión de dichas operaciones, la relación con los fondos
e instituciones financiadas para mantener un “diálogo activo” con los mismos, el
seguimiento técnico y financiero de los proyectos, así como la evaluación final
de las operaciones financiadas son responsabilidad de la Oficina FONPRODE.
Para ello la Oficina se ha dotado de unidades especializadas en microfinanzas,
operaciones bilaterales y multilaterales.
Sin embargo, tal y como reconoce el responsable de dicha oficina, con FONPRODE se pone en marcha una compleja red en la que intervienen una multiplicidad
de actores. Según la Oficina de FONPRODE, a pesar del reducido tamaño de
dicha oficina (por lo que respecta al número de personas que trabajan en ella),
no se ve limitada la capacidad de gestionar todo el presupuesto (de 995 millones
en 2011) y la complejidad de los diversos mecanismos en FONPRODE (lo que
88 Dicha Planificación deberá hacerse teniendo en cuenta los Planes Directores de la Cooperación española, en
especial el Plan Anual de la Cooperación Anual (PACI), así como de las estrategias sectoriales de la cooperación
española y el presupuesto anual de FONPRODE, fijado en los Presupuestos Generales del Estado. También
se deberán tener en cuenta para dicha planificación los compromisos asumidos anteriormente (en el marco
de FAD y del propio FONPRODE), así como compromisos que formen parte de los Marcos de Asociación País
y otros con organismos Multilaterales.
95
puede dar lugar a un número de operaciones bastante elevado) gracias precisamente al apoyo de estos otros actores. Algunos de ellos son:
–– P4R: es una empresa pública especializada en comercio exterior y, re-
cientemente, en cooperación89. El Reglamento de FONPRODE prevé la
posibilidad de “llevar a cabo encomiendas de gestión a entidades del sector público (…) para recabar asistencia técnica para cualquier tarea que
estimen oportuna en aras a mejorar la gestión del FONPRODE”. P4R que
había participado ya en procesos de identificación y gestión de operaciones para FAD, está realizando también funciones de apoyo técnico a la
Oficina FONPRODE en base a encomiendas concretas en el ámbito de la
cooperación financiera reembolsable. Según informaciones recabadas en
una entrevista con responsables de P4R, esta entidad pública dispone de
hasta 15 personas dedicadas a la identificación, valoración, gestión, seguimiento y evaluación (incluyendo la implementación de la metodología
de medición de impacto en desarrollo) de operaciones para FONPRODE.
–– Intervención General de la Administración del Estado-IGAE: es el ór-
gano de control interno de la gestión económico-financiera del sector público estatal y el centro directivo y gestor de la contabilidad pública, dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda. Tiene la función de evaluar,
a solicitud e en base al informe realizado por la misma Oficina FONPRODE,
el impacto en déficit de las operaciones elegibles para recibir financiación.
–– Ministerio de Economía y Hacienda: es el encargado de valorar y rati-
ficar, si procede, el informe de impacto en sostenibilidad de la deuda de
89 La sociedad P4R tenía hasta 2007 competencias exclusivas en comercio exterior y apoyo a la
internacionalización de la empresa española. En 2007 se acometió una modificación de su objeto social,
a “apoyar la internacionalización y la mejora de la competitividad de las empresas españolas, con especial
atención a las encomiendas relacionadas con la financiación de proyectos de internacionalización con
apoyo financiero oficial y satisfacer cualquiera de los demás fines del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD)”.
En diciembre de 2010, con la aprobación de FONPRODE, se modifican de nuevo los Estatutos Sociales de
P4R, ampliando su objeto (y de forma paralela, sus capacidades) al ámbito de la cooperación. De esta
manera, los ámbitos de trabajo de P4R son desde diciembre de 2010 “la internacionalización y la mejora de
la competitividad de las empresas españolas, con especial atención a las encomiendas relacionadas con la
financiación de proyectos de internacionalización con apoyo financiero oficial, y los instrumentos para la
realización de los fines de cooperación al desarrollo” (Referencia de Consejo de Ministros de 14 de diciembre
de 2010) http://www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/referencias/_2010/refc20101223.htm#P4R). Si
bien es cierto que P4R tiene una amplia experiencia en gestión de operaciones de FAD, estas se centraban
en el ámbito de la internacionalización de la empresa española. Así, en poco tiempo la sociedad ha tenido
que adaptar las capacidades de sus equipos al ámbito de la cooperación internacional.
96
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
las operaciones reembolsables, así como de la gestión de la deuda que
pueda derivar de dichas operaciones.
–– Comité Ejecutivo de FONPRODE: es el encargado de valorar las pro-
puestas de operaciones a financiar que haga la Oficina de FONPRODE
para su elevación y aprobación en el Consejo de Ministros. Se trata de
un comité interministerial con representación, según el Reglamento de
FONPRODE, de los Ministerios de Asuntos Exteriores y Cooperación,
Economía y Hacienda, Educación, Industria, Turismo y Comercio, Medio
Ambiente y Medio Rural y Marino, Sanidad, Política Social e Igualdad,
y Ciencia e Innovación, así como del Gabinete de Presidencia. Se puede esperar que, con la composición de un nuevo Gobierno en diciembre de 2011, pueda haber una reestructuración del Comité Ejecutivo de
FONPRODE, para adaptarse a la nueva estructura ministerial. Se reúne al
menos una vez al trimestre.
–– Consejo de Ministros: es el encargado de dar luz verde a las operacio-
nes, aprobando o rechazando las propuestas que le lleguen del Comité
Ejecutivo.
–– Instituto de Crédito Oficial-ICO: es el encargado de formalizar los con-
venios financieros con los beneficiarios, a excepción de las operaciones
con IFI, que serán formalizadas por el propio MAEC.
–– AECID: Las direcciones geográficas, sectoriales y el personal de las OTC
darán apoyo a FONPRODE tanto en la identificación como en el seguimiento de las operaciones. “El reto se sitúa por tanto en conseguir una integración efectiva con el resto de departamentos en la gestión del FONPRODE,
implicándolos en aquellas fases del ciclo de las operaciones en los que
han de participar, consiguiendo la debida apropiación del Fondo por parte
de las unidades correspondientes de la AECID” (AFI, 2011a).
–– Foros internacionales: Finalmente la Oficina FONPRODE, según ha de-
clarado su responsable, priorizará aquellas operaciones realizadas de forma conjunta con otras IFD y organizaciones multilaterales. Destaca pues
la coordinación en el marco de foros internacionales y el trabajo en red con
socios inversores. En este sentido la Oficina mantendrá una estrecha relación con agencias financiadoras públicas y bancos de desarrollo en redes
97
como la European Development Finance Institutions (EDFI) o INTERACT
(un foro de 15 IFD europeas vinculado a EDFI), y actuando como socio con
pleno derecho en iniciativas de la UE para América Latina (LAIF) o el sur
del Mediterráneo y países de vecindad (ENPI y NIF), a la vez que en foros
del sector privado como la Emerging Private Equity Association (EMPEA).
Figura 2. Esquema institucional básico del FONPRODE.
Fuente: AFI 2011a
98
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
4.2. Ciclo de los proyectos
Para que una operación pueda ser aprobada y ejecutada en el marco de cualquiera de los mecanismos que contempla el FONPRODE, esta debe pasar por
una serie de pasos, un ciclo de gestión o procedimiento de aprobación de operaciones, establecido desde el Reglamento FONPRODE, y que se resumiría en el
siguiente esquema:
Figura 3. Ciclo de gestión de las operaciones del FONPRODE.
Fuente: AECID
Las diferentes fases del ciclo de gestión de las operaciones del FONPRODE se
definen de la forma siguiente:
–– Identificación: recae en la Oficina de FONPRODE y, en la medida que
se impliquen y reciban formación al respecto, en las OTC y las representaciones españolas en los Organismos internacionales financieros y no
financieros.
–– Análisis y formulación: El análisis de las operaciones, incluida la eva-
luación ex ante que prevé el Código de Financiación, recae también en la
99
Oficina FONPRODE, pero para ello contará con el apoyo técnico de P4R.
El Informe de valoración ex ante de impacto en desarrollo (basado en la
metodología GPR de la IFD alemana) analizará la viabilidad financiera de
la operación, el desempeño social, de género y medioambiental, la contribución a los objetivos de desarrollo de la política de cooperación española
y la adicionalidad que aporta la cooperación española al participar en la
operación. Se debe realizar en esta fase también el análisis de Impacto
sobre la Sostenibilidad de la Deuda e Impacto en déficit. La valoración de
las operaciones se realizará también teniendo en cuenta los Límites presupuestarios, geográficos y sectoriales que marcan los Planes Directores
y los Presupuestos del Estado, así como las condiciones financieras de la
operación y el Análisis de Riesgo (realizado por el ICO o P4R).
–– Formalización, Aprobación y desembolso: El Comité Ejecutivo de
Fonprode, a la luz de las propuestas y análisis que aporte la Oficina
FONPRODE, formalizará las operaciones para su elevación y aprobación
al Consejo de Ministros. Una vez aprobadas las operaciones, la gestión
financiera y el desembolso de los recursos corresponde al ICO y a la SECI,
según el tipo de operaciones.
–– Seguimiento técnico y Financiero: En principio el seguimiento técnico
y financiero corresponde también a la Oficina FONPRODE, pero podrá
contar para ello con el apoyo de P4R (en función de las encomiendas
concretas) y de las OTC y otras unidades de la AECID. El seguimiento técnico deberá evaluar el impacto en desarrollo, adicionalidad, catalizador y
prioridades del Plan Director. Los informes de seguimiento deberán servir
para la elaboración de los Planes Anuales de Cooperación.
–– Liquidación/Cierre y Evaluación Final: Con el apoyo del ICO, del Mi-
nisterio de Economía y Hacienda y de P4R, se realizará el cierre de las
operaciones con la recuperación de las inversiones y sus dividendos o
el recobro de la deuda y sus intereses, en operaciones reembolsables.
Además, complementando las evaluaciones ex ante y los informes de seguimiento durante la ejecución, se realizará una evaluación ex post tras
el cierre del proyecto, una vez transcurrido más de un año de la salida de
FONPRODE del mismo.
100
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
4.3. Criterios de selección de operaciones
en FONPRODE
Ya hemos analizado (ver apartado 3.2) la priorización por el apoyo al sector privado
y al crecimiento económico que caracterizará el FONPRODE. Pero es importante
prestar también atención a una serie de criterios que se establecen en el marco
normativo de FONPRODE (Ley, Reglamento y Código de Financiación Responsable) y que marcan el tipo de operaciones que pueden recibir financiación.
En primer lugar, el Reglamento marca que “no se podrán imputar al FONPRODE
gastos derivados de la adquisición de equipamiento o suministro de equipos militares, policiales o susceptibles de doble uso para ejércitos, fuerzas policiales o
de seguridad, o servicios antiterroristas”. Se excluyen también las operaciones de
crédito en servicios sociales básicos y en países altamente endeudados, con algunas excepciones como hemos explicado en el apartado 3.3D de este informe.
Por otro lado, la Ley FONPRODE establece que el Plan Director de la Cooperación Española debe fijar un límite porcentual sobre la AOD que pueden alcanzar las operaciones reembolsables, y fija dicho límite para la vigencia del actual
Plan de Cooperación (hasta 2012) en un 5% de la AOD bruta. Paralelamente, y
como se ha comentado, la Ley de Presupuestos del Estado fija anualmente el
importe máximo de las operaciones con efecto en déficit público (operaciones
no reembolsables o aquellas reembolsables que se otorguen a un interés inferior
a la rentabilidad media de la deuda emitida por el Estado en instrumentos con
vencimiento similar al del préstamo). Ambas normas, el límite de operaciones reembolsables y el límite de operaciones que generen déficit puede entrar en clara
contradicción, tal y como ha sucedido en 2011. Así, el 68% de los Presupuestos
de Cooperación, según la Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2011,
debía ser sin impacto en Déficit Público, es decir, en operaciones reembolsables
o rentables (inversiones), lo que claramente supera el límite del 5% de la AOD
bruta (supone un 15,24% de la AOD neta presupuestada para 2011). A la espera
del nivel de ejecución tanto de FONPRODE como del resto de partidas de AOD
para 2011, que según las previsiones podría estar por debajo de lo presupuestado, parece evidente que el Gobierno español ha incumplido su propia ley en el
primer año de existencia del Fondo.
101
Finalmente, el Código de Financiación Responsable establece una serie de criterios de precaución en operaciones que supongan el uso de biotecnología y el uso
o promoción de biocarburantes. Por un lado, “el uso de biotecnología destinada
a la producción agrícola, no se considera una alternativa adecuada para ser financiada por la Cooperación Española”, mientras que “el uso de biocarburantes
se condicionará a la adopción de estándares de sostenibilidad que garanticen la
reducción mínima de emisiones, la no competencia con la producción de alimentos y la soberanía alimentaria, el desarrollo sostenible, la lucha contra el cambio
climático y el respeto del medio ambiente”.
En general, los estándares internacionales y criterios valorativos de las operaciones, más allá de la viabilidad y rentabilidad financiera, se pueden agrupar en
cuatro ámbitos:
–– Medio ambiente (principios de precaución y prevención ambiental, evalua-
ción del impacto ambiental y sistema de gestión ambiental).
–– Derechos humanos y laborales (seguridad e higiene en el trabajo, salario
digno, igualdad de oportunidades y no discriminación).
–– Relaciones con la comunidad y desarrollo (evaluación y gestión de impac-
tos en la comunidad, pago de impuestos, paraísos fiscales, creación de
empleo, contratación local, proporción de directivos locales, acción social,
generación de riqueza e ingresos, compras a proveedores locales).
–– Medidas contra la corrupción y el soborno (compromiso contra la corrup-
ción y por la transparencia).
En este sentido, según la presentación de P4R en una jornada organizada por la
Fundación Carolina el pasado 8 de noviembre de 201190, la valoración preliminar
de las operaciones deberá valorar los siguientes aspectos:
–– Participación de otros donantes.
–– Sector de actuación.
90 Taller sobre el impacto en desarrollo de la cooperación reembolsable. 8 de noviembre de 2011, en:
http://www.fundacioncarolina.es/es-ES/Paginas/tallerfonprode.aspx
102
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
–– Ubicación del Fondo.
–– Experiencia de gestores.
–– Rentabilidad esperada.
–– Buena gobernanza del Fondo.
–– Tamaño de la operación.
–– Capacidad de gestión riesgos sociales y medioambientales, siguiendo:
›› Política Sostenibilidad Social y Medioambiental.
›› Normas Desempeño IFC y Lista de exclusión IFC.
›› Principios Rectores DD.HH de NN.UU (Global Compact).
›› Lista de jurisdicciones fiscales no colaboradores s/ lista paraísos
fiscales OCDE.
›› No transferencia de titularidad de servicios sociales básicos a manos privadas.
Además del marco normativo internacional mencionado en el apartado 3.1 de
este informe, el Código de Financiación Responsable establece una serie de
medidas a adoptar para evitar el impacto social y ambiental y promover en sus
operaciones el respeto a los derechos humanos y a los derechos laborales y la
promoción de la igualdad de género, a la vez que establece las bases para la
metodología de gestión y medición de los impactos en desarrollo.
Estas medidas constituyen un marco de voluntades, principios y criterios que
deberían cumplir todas las operaciones con cargo a FONPRODE. Más allá de
que, como se ha comentado, algunas de las referencias sobre estándares sociales o ambientales (como las que marca la CFI) puedan resultar insuficientes,
la cuestión clave, que ya planteó el Consejo de Cooperación al Desarrollo en su
momento, es ¿cómo asegurará el cumplimiento de estas medidas la Oficina de
FONPRODE? ¿En qué responsabilidad incurrirán las entidades beneficiarias en
103
caso de incumplimiento de tales medidas? ¿Qué régimen sancionador está previsto ante posibles incumplimientos, más allá de la desinversión o retirar el apoyo
a un proyecto concreto?
Debemos tener en cuenta que muchas de las medidas establecidas en el Código
de Financiación Responsable corresponden a tratados internacionales, como los
de la OIT en materia Laboral o todos los que refieren a Derechos Humanos, de
manera que aquellas empresas, fondos de inversión o actores institucionales que
los incumplan estarían incurriendo en ilegalidades. Así pues, más allá de retirar
el apoyo cuando se produzcan este tipo de violaciones, el Gobierno español
debería comprometerse a emprender acciones legales contra los actores que las
hayan cometido.
En cualquier caso, y como también se ha comentado ya (ver apartado 3.3F),
una de las dificultades centrales de la puesta en marcha de FONPRODE es precisamente la inaplicabilidad del Código de Financiación Responsable con los
recursos humanos disponibles en la Oficina FONPRODE y los organismos que la
apoyan. Una dificultad que se agrava si tenemos en cuenta la previsión de un uso
creciente de intermediarios financieros (fondos de inversión, IFIs, Organismos
Multilaterales, Fondos de Microfinanzas…), con los que se produce una pérdida
de control sobre las operaciones.
4.4. Transparencia y rendición de cuentas
En general, y sobre el papel, FONPRODE supone un avance en relación al FAD
en cuanto a transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas. En
principio el Gobierno, a través la SECI91, remitirá un informe anual al Congreso de
los Diputados y al Senado, incluyendo detalles sobre las operaciones imputadas
con cargo a FONPRODE. Dicho informe incluirá los “objetivos, país de destino,
sectores de intervención e instituciones beneficiarias, así como de las condiciones de contratación y adjudicación, las cuantías comprometidas y desembolsadas, los criterios de selección de los diferentes mecanismos, las adjudicaciones
finalmente aprobadas y las evaluaciones realizadas, indicando asimismo el porcentaje de Ayuda Oficial al Desarrollo reembolsable que corresponda a las ope-
91 En la nueva arquitectura institucional del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación se creó la
Secretaría de Estado de Cooperación y para Iberoamérica (SECIPI).
104
PRIMERA PARTE: La cooperación financiera
raciones ejecutadas en dicho ejercicio” (Reglamento FONPRODE). Además, las
Comisiones de Cooperación del Congreso de Diputados y del Senado emitirán
un dictamen con recomendaciones de los distintos grupos parlamentarios sobre
FONPRODE.
El Informe Anual de FONPRODE, junto con los dictámenes, serán públicos en
la página web de la AECID. En esta página se publican también las operaciones
aprobadas por Consejo de Ministros92, toda la documentación que reglamente
FONPRODE (como el Código de Financiación), así como los resultados de las
evaluaciones realizadas sobre el FONPRODE y de las asistencias técnicas.
Sin embargo, no se prevé la participación de la sociedad civil en los procesos de
toma de decisión y debemos tener en cuenta que la información sobre las operaciones a financiar tan sólo estará disponible después de su aprobación.
Se prevé finalmente un mecanismo para que las personas, grupos, comunidades
u otras partes afectadas negativamente por operaciones financiadas a través del
FONPRODE puedan denunciar ex-post el incumplimiento del código de financiación responsable, pero no se prevé qué vías se utilizarán para dar a conocer
la existencia de este mecanismo, o la información sobre las operaciones a las
comunidades afectadas. Dichas denuncias se podrán presentar directamente o a
través de una organización o representante, siempre y cuando tenga el mandato
expreso de las víctimas.
92 Las primeras operaciones han sido publicadas ya durante el último trimestre de 2011 en:
http://www.aecid.es/es/que-hacemos/FONPRODE/Operaciones-financieras.html
105
SEGUNDA PARTE:
ANÁLISIS DE LA AOD
REEMBOLSABLE
ESPAÑOLA
5.Análisis general de datos
(2006-2010)
En este apartado se hace un análisis de la AOD reembolsable española de los
últimos años, en concreto del período que abarca los años comprendidos entre
el 2006 y el 2010. Como se ha dicho en el apartado 1, históricamente la cooperación española había contemplado dos mecanismos reembolsables. Por un lado,
teníamos los créditos del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), que se crearon en
1976 y que estuvieron bajo el mandato de los diferentes ministerios responsables de la internacionalización de la economía. En los años que comprende este
análisis cuantitativo el agente responsable fue la Subdirección General de Fomento Financiero de la Internacionalización del Ministerio de Industria, Turismo
y Comercio. El segundo instrumento de cooperación reembolsable era el Fondo
para la Concesión de Microcréditos (FCM), creado en 1998, bajo la tutela de la
Secretaría de Estado de Cooperación Internacional del Ministerio de Asuntos
Exteriores y Cooperación. Ambos mecanismos desaparecieron como tales con
la reforma de los instrumentos financieros de la cooperación española llevada
a cabo en los años 2009 y 2010. Así, el crédito estrictamente comercial quedó
integrado en el Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM) y tanto el
crédito concesional como los microcréditos se integraron en el FONPRODE.
106
SEGUNDA PARTE: Análisis de la AOD reembolsable española
No obstante, es importante recordar que en el año 2010, en plena reforma de
los mecanismos reembolsables, el FAD también contempló lo que se denominó
como FAD financiero (o FAD de cooperación reembolsable), ya bajo el mandato
de la SECI. Este mecanismo, que también desaparece con la extinción del FAD,
es de especial interés por cuanto, tanto por su naturaleza como por su uso, parece que fue el embrión de los fondos de inversión que contempla el FONPRODE.
A continuación pasamos a detallar la evolución de la AOD reembolsable en términos absolutos y relativos durante el período 2006-2010. Para ello, se contempla
la evolución de estos tres mecanismos ya desaparecidos de la cooperación española (créditos FAD, FMC y FAD financiero para 2010). A su vez, se ha querido
analizar, aunque sea brevemente la cooperación financiera de este período; esto
es, la suma de la cooperación reembolsable, la cooperación multilateral y las
operaciones de deuda93.
Así, según los datos contemplados en el cuadro 8 se observa como la cooperación financiera, en términos absolutos, ha mantenido una línea con tendencia
ascendente, que se ha movido en torno a los 2.000 millones de euros (M€)94. En
este aumento cabe destacar el peso creciente que ha ido adquiriendo la cooperación reembolsable en relación a las otras dos variables financieras, la cooperación multilateral y la condonación de deuda. Así, si en el año 2006, la cooperación
reembolsable fue la variable con menor presupuesto, con tan sólo 110M€, desde
el 2009 se mantiene como la segunda en importancia (302M€), por delante de
las operaciones de cancelación de deuda (69M€). Así, en 2010, la cooperación
reembolsable llegó a suponer casi 570M€, muy por delante de las cancelaciones
de deuda (244M€). En este sentido, se puede afirmar que si durante el período
2006-2010 el volumen de la cooperación financiera ha aumentado en 375M€,
ha sido debido al incremento espectacular del 417% de la componente reem93 Tal y como se indicó al inicio del informe, según la definición que contempla la Ley 23/1998 de Cooperación
Internacional para el Desarrollo de cooperación financiera, además de los datos aquí analizados, también se
tendría que haber integrado el conjunto de donaciones, préstamos o ayudas instrumentadas para que los
países receptores puedan afrontar dificultades coyunturales de ajuste en sus balanzas de pagos. Éstas no
se han considerado en este análisis por la imposibilidad de obtener estos datos.
94 En este apartado se analiza cuantitativamente el presupuesto ejecutado durante los últimos cinco años
(2006-2010) a través de diferentes mecanismos de cooperación financiera reembolsable, utilizando para
tal propósito como fuente el Informe de seguimiento del Plan de Cooperación Internacional (PACI) de los
diferentes años analizados. Ello hace que en algunos casos los importes difieran de aquéllos expuestos
en el primer apartado del estudio en el que se han mostrado las operaciones aprobadas en Consejo de
Ministros durante el año 2010, a fin de ilustrar la intencionalidad política del uso de los diferentes tipos
de mecanismos. Se utilizan estas dos diferentes fuentes para ilustrar dos realidades, la ejecución de los
diferentes mecanismos hasta 2010, y las perspectivas de la cooperación financiera a partir de 2010.
107
bolsable, que en este mismo intervalo ha crecido en 460M€. De hecho, la parte
reembolsable es la única de las tres variables analizadas que se ha mantenido
creciente constantemente en los cinco años de estudio, pasando de 110M€ de
2006, a los casi 570M€ de 2010. Las otras dos variables, la cooperación multilateral y la condonación de deuda han tenido un comportamiento desigual a lo
largo de los años, sin una clara tendencia al alza. Esto es así sobre todo en el
caso de la condonación de deuda, que tiene un comportamiento errático a lo
largo de los años, hecho que se explica por la inexistencia de una planificación
de la cancelación de deuda hacia los países empobrecidos. A pesar de ello, cabe
decir que la cooperación multilateral siempre ha sido, de largo, la principal partida mediante la cual se han destinado los fondos de la cooperación financiera,
liderada por las aportaciones a la UE.
Si analizamos en detalle cómo se ha incrementado la cooperación reembolsable
a lo largo de estos cinco años, observamos cómo este aumento se da principalmente por los desembolsos realizados por el FAD reembolsable. De hecho, ésta
es la única partida que aumenta de todas las analizadas, pasando de los 258M€
del 2006 a los 707M€ del 2010. Y dentro del FAD reembolsable es importante
señalar que si hasta el año 2009 todo lo que aquí se incluye son créditos o líneas
de crédito, a partir del 2010 también se incorpora, como se ha dicho, lo que
se denomina FAD financiero (o FAD cooperación reembolsable). FAD financiero
que integra aportaciones a fondos multilaterales de inversión y que entendemos
como embrión de la parte de inversión que contiene el nuevo FONPRODE. De
este modo, para el 2010 el FAD financiero supuso el 54% del FAD desembolsado (379M€), mientras que la parte crediticia del FAD representó el 46% restante
(329M€). Por otro lado, si observamos el cómputo del FAD dentro de la AOD
vemos que éste aumenta en más de un 1.000% en los cinco años de estudio, ya
que la cifra computada en el 2010 (533M€), casi duplica la del 2009 (270M€) y
multiplica por 11 el importe del 2006 (47M€).95
De su parte, cuando se analizan los recursos destinados al FMC (la otra variable
de la cooperación reembolsable), se observa que éstos han sido irregulares a lo
largo de los años y mantienen una tendencia casi plana, en cuanto a lo que se refiere a desembolsos, y descendiente, por lo que respeta al cómputo como AOD.
95 Es importante tener en cuenta que para los instrumentos que son reembolsables el cómputo de la AOD es el
resultado de la diferencia entre los desembolsos realizados en una anualidad y los reembolsos obtenidos
por operaciones desembolsadas en años anteriores.
108
SEGUNDA PARTE: Análisis de la AOD reembolsable española
Cuadro 8. Evolución de la Cooperación financiera española (2006-2010) en €.
Cooperación
Financiera
2006
2007
2008
2009
2010
Desembolsos FAD
258.186.868
229.269.810
348.116.418
499.729.733
707.542.441
Reembolsos FAD
-210.720.153
-148.782.492
-156.894.492
-229.643.640
-174.245.376
47.466.715
80.487.318
191.221.926
270.086.093
533.297.065
Desembolsos FMC
72.502.690
51.250.000
92.470.981
51.359.335
68.693.085
Reembolsos FMC
-9.823.546
-11.213.564
-26.159.658
-19.464.938
-21.312.779
62.679.144
40.036.436
66.311.323
31.894.397
47.380.306
110.145.859
121.023.754
257.522.386
301.971.365
569.773.154
COOPERACIÓN
MULTILATERAL (4)
1.371.679.257
1.287.522.492
1.431.805.913
1.536.481.329
1.472.715.375
CONDONACIONES
DEUDA (5)
427.882.496
184.241.772
236.776.338
69.203.668
243.736.965
Total cooperación
1.909.707.612 1.592.788.018 1.926.104.637
financiera (3+4+5)
1.907.656.362
2.286.225.494
Cómputo FAD
como AOD (1)
Cómputo FMC
como AOD (2)
COOPERACIÓN
REEMBOLSABLE (3)
= (1+2)
Fuente: elaboración propia a partir de los Seguimientos del PACI elaborados por el MAEC
Si atendemos a los desembolsos de 2010 es remarcable señalar que, según el
seguimiento del PACI 2010, el FAD financiero supuso casi el 50% de todos los
desembolsos de la AOD reembolsable (379M€ sobre los 776M€ desembolsados). Esta cifra tan elevada puede suponer un precedente para el futuro destino
de los recursos del FONPRODE, ya que abre un nuevo camino para la AOD reembolsable española.
Por otro lado, si analizamos la cooperación financiera en relación con el volumen total otorgado de la AOD española (cuadro 9) observamos que ésta estaba
perdiendo peso en términos relativos desde el 2006 hasta el 2009, para volver a
situarse por encima del 50% del total en el 2010, gracias al aumento de la cooperación reembolsable. De hecho, si se observa el peso relativo de la cooperación
reembolsable con relación a la financiera, aquélla crece en casi 20 puntos en
cinco años, pasando a suponer el 25% del total de la cooperación financiera en
el 2010. Este aumento exponencial de la cooperación reembolsable también se
observa si analizamos su peso en relación al volumen total de AOD en los últimos
cinco años. Así, el peso de la cooperación reembolsable casi se cuadruplica en
relación al total de la AOD, pasando del 3,6% de 2006 al 12,7% de 2010. Estas
109
cifras muestran un aumento del uso de la cooperación reembolsable en los últimos años, también en términos relativos.
Cuadro 9. Evolución de la Cooperación financiera española (2006-2010) en € y en %.
Cooperación
Financiera
Cooperación
reembolsable
2006
2007
2008
2009
2010
110.145.859
121.023.754
257.522.386
301.971.365
569.773.154
Cooperación financiera
1.909.707.612
1.592.788.018
1.926.104.637
1.907.656.362
2.286.225.494
AOD total
3.038.352.144
3.747.103.134
4.761.692.238
4.728.048.651
4.491.838.980
62,9%
42,5%
40,5%
40,3%
50,9%
% COOP. REEMBOLSABLE /
FINANCIERA
5,8%
7,6%
13,4%
15,8%
24,9%
% COOP. REEMBOLSABLE
/ TOTAL
3,6%
3,2%
5,4%
6,4%
12,7%
% COOP. FINANCIERA /
TOTAL
Fuente: elaboración propia a partir de los Seguimientos del PACI elaborados por el MAEC
Por otro lado, si analizamos el peso relativo que tienen los distintos
mecanismos reembolsables en el cómputo de la cooperación reembolsable
española (cuadro 10) vemos cómo a lo largo de los años se ha invertido el
orden de importancia entre los mismos. Así, si en el año 2006 el mayor peso
de la cooperación reembolsable en el cómputo de la AOD recaía en el FMC,
con un 57% del total; en el 2010, el FMC tan sólo suponía el 6% de la AOD.
El “sorpasso” se dio en 2007, cuando el FAD ya suponía dos terceras partes
de toda la AOD reembolsable. Desde ese año el peso relativo del FAD ha ido
aumentando sin cesar, hasta suponer el 94% del total de la ayuda reembolsable
computada en el 2010.
Cuadro 10. Evolución del peso del FAD y el FMC en el cómputo de la Cooperación
Reembolsable española (2006-2010) en términos relativos.
Cooperación Financiera
2006
2007
2008
2009
2010
Cómputo FAD / Coop. Reembolsable
43%
67%
74%
89%
94%
Cómputo FMC / Coop. Reembolsable
57%
33%
26%
11%
6%
Fuente: elaboración propia a partir de los Seguimientos del PACI elaborados por el MAEC
110
SEGUNDA PARTE: Análisis de la AOD reembolsable española
6.Análisis por tipo de operación:
mecanismos y canales
En este apartado y los siguientes analizaremos por separado cada uno de los
mecanismos al uso de la cooperación reembolsable durante el período 20062010, esto es los desembolsos del FAD reembolsable, por un lado, y los desembolsos del FCM, por otro.
6.1. Análisis de los desembolsos brutos del
Fondo de Ayuda al Desarrollo (créditos
y líneas de créditos bilaterales y FAD
financiero)
Durante el período 2006-2010 se han realizado 522 operaciones a cargo del FAD
reembolsable con un desembolso total de 2.043M€. Ello hace que el FAD sea
el principal instrumento de la cooperación reembolsable, tanto a escala global
como en cada uno de los años de estudio. Así, el FAD reembolsable supone el
86% del volumen total de AOD reembolsable desembolsado durante este período. De hecho, si se analiza el peso relativo del FAD por anualidades, este pasa de
suponer el 80% de la cooperación reembolsable en los años 2006, 2007 y 2008;
al 90% en los años 2009 y 2010.
Por otro lado, es importante destacar que dentro del FAD reembolsable el 81% del
volumen aprobado se ha destinado al uso de créditos y líneas de crédito bilaterales, mientras que el otro 19% se ha canalizado a través del FAD financiero. Este
último mecanismo se crea, como se ha dicho anteriormente, en 2010, en pleno debate y reforma del FAD, cuando ya se estaba tramitando la creación del FONPRODE. Es interesante resaltar cómo en este último año de estudio (en el que se concentra el 35% del FAD aprobado durante todo el quinquenio) se han destinado
más recursos a este nuevo mecanismo que a créditos bilaterales al uso. En efecto,
a través del FAD financiero se derivaron 379M€ a tres fondos de inversión multilaterales como son el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola - FIDA (285M€), el
Fondo de Cofinanciación para el Desarrollo y Cambio Climático (78M€) y el Fondo
111
Africano de Sostenibilidad Forestal (15,2M€). En cambio, durante el mismo año se
destinaron 329M€ a un total de 94 operaciones crediticias bilaterales. Ello parece
indicar una nueva vía por la que van a canalizarse los recursos del FONPRODE y
de la gestión de la cooperación reembolsable, en la que se vislumbra un uso prioritario de fondos de inversión ante los créditos bilaterales.
A pesar de ello, si analizamos la totalidad del período 2006-2010, se observa con
claridad que donde se destinan más recursos es al fomento de la parte crediticia
del instrumento. Así, durante este período se aprueban un total de 512 operaciones crediticias, cifra que supone el 98% del total de las realizadas mediante el
FAD reembolsable. Tanto los créditos como las líneas de crédito se canalizan a
través de acuerdos bilaterales entre el Gobierno español y terceros países, que
acaban beneficiando a empresas españolas, al ser estas las que realizan las transacciones en bienes y/o en servicios. Por otro lado, del cómputo total de operaciones crediticias hay 57 en las que, aun habiendo sido aprobadas, hasta la fecha
no aparece ningún importe computado como AOD. No se sabe si ello es debido a
que dichas operaciones no se han llegado a formalizar o a que las características
financieras no han permitido su contabilización dentro de la cooperación española. Ello significa que finalmente han sido 455 las operaciones crediticias que han
computado como AOD con un volumen total que asciende a 1.664M€.
De su parte, el FAD financiero contempla hasta 10 operaciones aprobadas durante
el 2010. De estas, tan sólo cuatro han sido contabilizadas como AOD en 2010, por
un total de 379M€ (cuadro 14). Las otras seis todavía no han computado en la AOD
española, lo cual no significa que no lo lleguen a hacer en años posteriores. De
hecho, este tipo de operaciones requiere más tiempo en su ejecución que los créditos FAD, al ser necesario aunar la voluntad de más socios “capitalistas” para que
la constitución del fondo acabe llegando a ser una realidad. Estén ya constituidos
o no, lo que sí que se observa es que en todos los casos se prevé que la canalización de los recursos de dichos recursos se haga mediante fondos de inversión con
agentes multilaterales (de NNUU, como el FIDA; de Bancos Regionales de Desarrollo, como el BID, etc...); a través de alianzas público privadas; o mediante entidades
con ánimo de lucro del país donante o del socio-receptor. Todo ello supone un
cambio de paradigma en relación al FAD crediticio, ya que como ya se ha indicado anteriormente (apartado 3.3.F), en estas operaciones habitualmente priman los
criterios de rentabilidad frente a los de desarrollo, por lo que se podría hablar de
“rentabilidad de la cooperación”. Ello no deja de sorprender si de lo que estamos
tratando es de relaciones solidarias entre donantes del Norte y receptores del Sur.
112
SEGUNDA PARTE: Análisis de la AOD reembolsable española
6.2. Análisis de los desembolsos brutos del
Fondo para la Concesión de Microcréditos
Durante el período que abarca de 2006 a 2010 la SECI ha aprobado un total de
125 operaciones del Fondo para la Concesión de Microcréditos (FMC), por un
volumen total de 336M€. Ello hace que el FMC sea el hermano menor dentro de
la cooperación reembolsable. A pesar de ello, es importante considerar su impacto sobre el desarrollo de los países receptores.
Si analizamos los desembolsos por anualidades vemos cómo 2008 fue el año en
que se aprobó un volumen mayor de microcréditos: casi 93M€, cifra que supone
el 27% del total. No obstante, tal y como se dijo con anterioridad, a diferencia
del uso del FAD, el FMC ha tenido un uso irregular y los altibajos son la regla.
Tenemos una muestra de ello en el año 2009, posterior a alcanzar el volumen
máximo, en el que se destinan poco más de 50M€ (el 15% del total), a través de
dicho mecanismo.
Otra característica del FMC es la multiplicidad de actores que actúan en la canalización de los recursos, lo cual hace más complejo el seguimiento de los impactos reales sobre el desarrollo de las comunidades receptoras de dichos fondos. Ello es todavía más difícil cuando se desconoce cuáles son los criterios de
selección y evaluación de los proyectos y si existen mecanismos que midan el
cumplimiento de esos criterios para que, en caso de incumplimiento, se pudiera
sancionar a dichos actores. Esta amalgama de actores se encuentra tanto entre
distintos países y regiones como dentro de los propio países y áreas geográficas. Así, nos encontramos que el FMC se canaliza tanto a través de agentes
bilaterales como multilaterales; de entidades públicas del país donante, del país
receptor, como de entidades con ánimo de lucro; mediante ONGD españolas,
locales, regionales e internacionales; a través de empresas locales; de alianzas
público privadas o de bancos regionales de desarrollo.
113
7. Análisis por países de destino:
regional y por nivel de renta
7.1. Análisis de los desembolsos brutos de
FAD crediticio (2006-2010)
Si observamos a qué regiones del mundo se han desembolsado los FAD crediticios en el período de estudio (cuadro 11 y gráfico 1) vemos que la región que más
recursos ha recibido es África, con más de 740M€. Dentro de esta, África del Norte
es la principal subregión en importancia, con más de 620M€ (el 37% del total). En
segundo lugar se sitúa Europa, con más de 355M€. Le sigue muy de cerca Asia,
con más de 350M€, siendo Asia Oriental el principal destino dentro de este continente (con casi el 20% del total). De hecho, si sumamos los recursos destinados a
África del Norte, Europa y Asia Oriental, que son regiones claves para la internacionalización de la economía española, aglutinan casi el 80% de los créditos del FAD.
Esta orientación geográfica indica la supremacía del interés comercial de dichos
fondos contabilizados como AOD, por encima del supuesto impacto positivo en
el desarrollo de los países de destino. En este sentido es interesante comprobar
cómo regiones prioritarias para la cooperación española, como son el África subsahariana y América Latina, quedan relegadas a las últimas posiciones, por delante
de otras que ni tan sólo son prioritarias, como es el caso de Europa.
Gráfico 1. Desembolso del FAD crediticio (2006-2010) por subregiones, en porcentaje.
Fuente: elaboración propia a partir de los Seguimientos del PACI elaborados por el MAEC
114
SEGUNDA PARTE: Análisis de la AOD reembolsable española
Cuadro 11. Desembolso del FAD crediticio (2006-2010) por regiones, en valor absoluto (en €).
África 742.219.583 €
Africa Norte 620.970.039 €
Africa Subsahariana 121.249.544 €
Europa 355.768.923 €
Asia 351.749.527 €
Asia Oriental 316.654.857 €
Asia Sur 34.564.591 €
Asia Central 530.079 €
América Latina 213.552.961 €
América Central 137.692.619 €
América Sur 75.860.343 €
Oriente Medio 897.019 €
Total 1.664.188.013 €
Fuente: elaboración propia a partir de los Seguimientos del PACI elaborados por el MAEC
Esto aun se hace más evidente si hacemos el análisis por la renta de los países
receptores de los créditos. En este caso, es fácil intuir cómo la prioridad comercial y/o de internacionalización de la economía española prima ante cualquier
prioridad de las políticas de cooperación establecidas en el Plan Director. En
efecto, si analizamos el desembolso por países (cuadro 12) vemos cómo el primer país de la lista es Turquía, un país con una renta media alta. Le siguen Túnez
y China, que tienen una renta media baja. Estos tres países acumulan casi el 50%
del destino de los créditos FAD y todos ellos tienen estrechos lazos comerciales
con la economía española. Es alarmante comprobar cómo ninguno de estos tres
países se encuentra dentro del listado de países de prioridad A. De hecho, sólo
Túnez consta en el listado, y como país de prioridad C. Para encontrar un país
con prioridad A de la cooperación española debemos ir a la cuarta posición del
listado, donde se encuentra Marruecos, país con el que también tenemos fuertes
intereses económicos96. A éste le siguen Argelia (país que nos proporciona gas
natural y petróleo), Nicaragua y Honduras. Todos ellos son de renta media baja y
prioridad A. El conjunto de estos siete países acumula más del 75% del volumen
96 Ver más información sobre dichos intereses en:
http://www.odg.cat/documents/novetats/directa%20205_sahara.pdf y:
http://ecodiario.eleconomista.es/politica/noticias/2377370/08/10/Los-intereses-comerciales-prevalecensobre-los-altibajos-diplomaticos-entre-Espana-y-Marruecos.html
115
de los créditos otorgados durante estos últimos cinco años. De hecho, la historia
de los extinguidos créditos FAD está repleta de ejemplos en los que se primaron
los intereses económicos y comerciales por encima de criterios de cooperación
(Gómez Gil, C., Gómez-Olivé, D. y Tarafa, G., 2008 y ODG, 2009). De ahí su más
que necesaria reforma exigida por el sector de la cooperación durante sus largos
treinta años de historia.
Cuadro 12. Desembolso del FAD crediticio (2006-2010) por países, en € y en %.
País
Total
Renta
Prioridad PD
Región
% / Total
Región
% / Total
FAD
Turquía
302.560.438 €
PRMA
OTROS
EUROPA
85,0%
18,2%
Túnez
241.793.898 €
PRMB
GRUPO C
AFRNOR
38,9%
14,5%
China
233.293.986 €
PRMB
OTROS
ASIAOR
73,7%
14,0%
Marruecos
188.346.257 €
PRMB
GRUPO A
AFRNOR
30,3%
11,3%
Argelia
154.305.596 €
PRMB
GRUPO A
AFRNOR
24,8%
9,3%
77.920.367 €
PRMB
GRUPO A
AMECEN
56,6%
4,7%
Honduras
58.200.752 €
PRMB
GRUPO A
AMECEN
42,3%
3,5%
Argentina
55.408.603 €
PRMA
GRUPO C
AMESUR
73,0%
3,3%
Argentina
55.408.603 €
PRMA
GRUPO C
AMESUR
73,0%
3,3%
Indonesia
41.575.094 €
PRMB
OTROS
ASIAOR
13,1%
2,5%
Bosnia Y Herzegovina
37.316.838 €
PRMB
OTROS
EUROPA
10,5%
2,2%
Egipto
36.524.289 €
PRMB
GRUPO C
AFRNOR
5,9%
2,2%
Sri Lanka
34.564.591 €
PRMB
OTROS
ASIASUR
100,0%
2,1%
Ghana
27.686.681 €
PRB
OTROS
AFRSUB
22,8%
1,7%
Kenia
26.000.000 €
PRB
OTROS
AFRSUB
21,4%
1,6%
Vietnam
18.636.436 €
PRB
GRUPO A
ASIAOR
5,9%
1,1%
Filipinas
18.419.656 €
PRMB
GRUPO A
ASIAOR
5,8%
1,1%
Camerún
17.820.617 €
PRMB
OTROS
AFRSUB
14,7%
1,1%
Nicaragua
Mauritania
14.476.625 €
PMA
GRUPO A
AFRSUB
11,9%
0,9%
Cabo Verde
10.892.727 €
PRMB
GRUPO A
AFRSUB
9,0%
0,7%
Ecuador
10.220.633 €
PRMB
GRUPO A
AMESUR
13,5%
0,6%
Venezuela
9.230.244 €
PRMA
GRUPO C
AMESUR
12,2%
0,6%
Senegal
8.596.842 €
PMA
GRUPO A
AFRSUB
7,1%
0,5%
Namibia
7.256.799 €
PRMB
GRUPO C
AFRSUB
6,0%
0,4%
Albania
6.670.042 €
PRMB
OTROS
EUROPA
1,9%
0,4%
Mozambique
5.941.974 €
PMA
GRUPO A
AFRSUB
4,9%
0,4%
Macedonia
4.759.038 €
PRMB
OTROS
EUROPA
1,3%
0,3%
Mongolia
4.729.686 €
PRMB
OTROS
ASIAOR
1,5%
0,3%
116
SEGUNDA PARTE: Análisis de la AOD reembolsable española
Montenegro
4.462.567 €
PRMA
OTROS
EUROPA
1,3%
0,3%
Burkina Faso
2.577.280 €
PMA
GRUPO B
AFRSUB
2,1%
0,2%
El Salvador
1.571.500 €
PRMB
GRUPO A
AMECEN
1,1%
0,1%
Colombia
922.085 €
PRMB
GRUPO B
AMESUR
1,2%
0,1%
Territorios Palestinos
663.000 €
PRMB
GRUPO A
OMEDIO
73,9%
0,0%
Kazajstán
530.079 €
PRMB
OTROS
ASIACEN
100,0%
0,0%
Irán
224.163 €
PRMB
OTROS
OMEDIO
25,0%
0,0%
78.777 €
PRMB
GRUPO A
AMESUR
0,1%
0,0%
9.856 €
PRMB
GRUPO C
OMEDIO
1,1%
0,0%
Bolivia
Jordania
Total
1.664.188.013 €
Fuente: elaboración propia a partir de los Seguimientos del PACI elaborados por el MAEC
Por otro lado, si se hace el análisis agregado de los países por su nivel de renta (cuadro 13), se observa cómo el FAD crediticio se destina principalmente a
países de renta media (PRM), con un 92% del volumen otorgado. Entre dichos
países, aquéllos con una renta media baja son el principal grupo de receptores
(con el 70%). En cambio, los países de renta baja y los PMA, en su conjunto, tan
sólo recogen el 8% de los créditos concedidos durante el período que abarca de
2006 a 2010.
Cuadro 13. Desembolso del FAD crediticio (2006-2010) por nivel de renta de los países
receptores, expresados en € y en %.
Renta países receptores créditos FAD
PAÍSES MENOS AVANZADOS
PAÍSES RENTA BAJA
PAÍSES RENTA MEDIA BAJA
PAÍSES RENTA MEDIA ALTA
Total
Total
35.558.651 €
% / Total créditos FAD
2,1%
99.604.361 €
6,0%
1.157.363.148 €
69,5%
371.661.853 €
1.664.188.013 €
Fuente: elaboración propia a partir de Seguimientos del PACI del MAEC
22,3%
100,0%
117
7.2. Análisis de los desembolsos y
compromisos del FAD financiero (2010)
El segundo mecanismo reembolsable analizado son los desembolsos y compromisos efectuados a cargo del FAD financiero en 2010. Como se ha dicho anteriormente, en el volcado del Seguimiento del PACI 2010 se describen hasta diez
fondos, pero tan sólo cuatro de ellos contemplan fondos desembolsados como
AOD, con un volumen que asciende a casi 379M€. El 75% del volumen desembolsado (286M€) se destina a la Facilidad Financiera para la Cofinanciación de la
Seguridad Alimentaria-FIDA; este es un Fondo que se podrá aplicar en cualquier
país en vías de desarrollo. De hecho, según la página web del FIDA la administración española ya habría comprometido recursos a Argentina, Bangladesh, Colombia, Ecuador, El Salvador, Ghana, Senegal y Sudáfrica. Por otro lado, el 21%
de la cantidad desembolsada (78M€) se destina exclusivamente a América Latina
mediante dos Fondos para el Desarrollo y el Cambio Climático, y el 4% restante
(15M€) se dirige a África Subsahariana, a través del Global Environment Fund. En
ninguno de ellos se especifican los países y, por tanto, tampoco el nivel de renta,
por lo que es imposible hacer un análisis pormenorizado en ese sentido.
PAÍSES EN VÍAS
DE DESARROLLO
AMÉRICA LATINA
AMÉRICA LATINA
ÁFRICA
SUBSAHARIANA
HAITÍ
COLOMBIA
ÁFRICA
SUBSAHARIANA
ÁFRICA
SUBSAHARIANA
ÁFRICA
ANGOLA
Facilidad Financiera para la Cofinanciación
de la Seguridad Alimentaria
Fondo de Cofinanciación para el Desarrollo
y Cambio Climático
Fondo de Cofinanciación para el Desarrollo
y Cambio Climático
Fondo Multidonante de Gestión Sostenible
de Bosques en África (GEF)
Fondo de Inversión Social en Haiti
Fondo de Capital Riesgo para PYMES
Fondo Africano de Agricultura
Fondo para Infraestructuras en el África
Subsahariana (ISSIF)
Fondo Africano de Garantías (AGF)
Fondo de Investimento Privado-Angola
PMA
NE
NE
NE
PRMB
PMA
NE
NE
NE
NE
Renta
GRUPO B
GRUPO B
NE
NE
NE
Fuente: elaboración propia a partir de Seguimientos del PACI del MAEC
Global Environment Fund - African
Sustainable Forestry Fud (bilateral
privado)
Banco Interamericano de Desarrollo - BID
(multilateral)
Banco Interamericano de Desarrollo - BID
(multilateral)
Naciones Unidas - Fondo Internacional de
Desarrollo Agrícola (FIDA)
111.416.370 €
Totales
15.157.257 €
15.694.000 €
30.314.513 €
5.000.000 €
40.600.000 €
Total
comprometido €
4.650.600 €
378.657.257 €
15.157.257 €
28.000.000 €
50.000.000 €
285.500.000 €
Total desembolsado
AOD €
Fundo de Investimento Privado de Angola
(FIPA) - (bilateral privado)
African Guarantee Fund (bilateral privado)
Infraestructure Sub-saharan African Fund
(ISSIF) - Partenariado Público Privado
African Agriculture Fund (bilateral
privado)
Progresa Capital (bilateral privado)
Banco Interamericano de Desarrollo - BID
(multilateral)
Fondos comprometidos
GRUPO A
NE
NE
NE
NE
Canalización ayuda
Fondos desembolsados
Prioridad
PD
Nota: los valores en gris son estimativos ya que el compromiso se aprobó en $.
País o región
Descripción del fondo
Cuadro 14. Descripción de los desembolsos y compromisos del FAD financiero en 2010 por regiones y renta, expresados en €.
118
SEGUNDA PARTE: Análisis de la AOD reembolsable española
119
Por otro lado, si tenemos en cuenta todos los Fondos aprobados (tanto aquéllos
que se desembolsaron en 2010, como los ya comprometidos) cabe notar que
la mayoría de ellos se llevarán a cabo en el continente africano. No obstante, si
atendemos al volumen de recursos aprobados (teniendo en cuenta la suma de
fondos desembolsados y la de comprometidos), América Latina aglutina el 25%
de los fondos y África el 17%. Ello sin tener en cuenta que el FIDA, como se ha
dicho, trabaja en todos los países en vías de desarrollo.
Entre el listado de fondos comprometidos (pero no desembolsados en 2010)
cabe señalar que hay tres en que sí que se especifica país, renta y prioridad geográfica del Plan Director. En este sentido, se puede decir que más del 40% de los
recursos comprometidos irán a PMA, como es el caso de Haití y Angola, y que
los tres figuran dentro del listado de prioridades del PD, como países A (Haití) o B
(Angola y Colombia). Para el resto de fondos no se especifica el nivel de renta.
7.3. Análisis de los desembolsos brutos del
Fondo para la Concesión de Microcréditos
(2006-2010)
En tercer y último lugar se contempla la distribución geográfica y por renta de
los desembolsos del FMC durante el período 2006-2010. Tal y como muestra el
Cuadro 15, a diferencia de lo que ocurría con los créditos FAD, la región donde
se destinan más recursos del Fondo de Microcréditos es América Latina. En
efecto, esta región recibe poco más de 165M€, cifra que supone casi el 50% del
total de volumen otorgado. Dentro de esta región América del Sur es la que más
fondos recibe, casi 113M€. Esta subregión también se sitúa como la principal
receptora de microcréditos por parte de la cooperación española, con casi un
34% del total. Europa se sitúa, de nuevo, en segundo lugar con casi el 25% del
FMC. Le sigue Asia Oriental, con poco más del 12%. África del Norte, que era
la principal región de destino de los créditos FAD, en este caso tan sólo recibe
el 8% del FMC. Interesante señalar que el África Subsahariana recibe menos del
1% del FMC.
120
SEGUNDA PARTE: Análisis de la AOD reembolsable española
Cuadro 15. Desembolso del FMC (2006-2010) por regiones, en € y en % sobre el total.
Región
Volumen AOD % / Total
América Latina
165.204.100 € 49,1%
América del Sur
112.829.100 € 33,6%
América Central
48.575.000 € 14,4%
América Latina s/e
3.800.000 € 1,1%
Europa
81.500.000 € 24,2%
Asia
41.250.000 € 12,3%
Asia Oriental
41.250.000 € 12,3%
África
29.615.959 € 8,8%
África del Norte
27.320.874 € 8,1%
África Subsahariana
2.295.085 € 0,7%
Oriente medio
9.500.000 € 2,8%
Sin especificar (s/e)
9.206.031 € 2,7%
Total
336.276.090 € 100,0%
Fuente: elaboración propia a partir de los Seguimientos del PACI elaborados por el MAEC
Si analizamos el desembolso del FMC por nivel de renta de los países (cuadro
16) en este caso, al igual que ya sucedía con los créditos FAD, también existe
una excesiva concentración de fondos en pocos países. En efecto, tan sólo los
cuatro primeros países reciben más del 50% del FMC. A su vez, no existe una
relación evidente entre los países receptores y las prioridades geográficas que
contempla el Plan Director. Así, aunque es cierto que el primer y cuarto receptor
del FMC son países prioritarios como el Perú (con el 17% del total) y Marruecos
(con el 8%), en segundo y tercer lugar tenemos a dos países no tan prioritarios.
Este es el caso de Bosnia y Herzegovina, país que aunque no consta en la lista
del Plan, cuenta con el 16% del FMC y de Colombia, país del Grupo B, que es el
tercer receptor de microcréditos, con el 10% del total. Es probable que ello sea
así porque el criterio que acaba primando para el destino de dichos recursos sea
el de la solvencia de las instituciones de microfinanzas en destino para actuar
como entidad de segundo piso. Ello obliga a los responsables de la cooperación
española a redoblar los esfuerzos para encontrar unas contrapartes adecuadas
para la gestión de los fondos, lo cual no siempre es fácil.
121
Cuadro 16. Desembolso del FMC (2006-2010) por países en € y en %.
País
Total cómputo AOD
Renta
Prioridad PD
% / Total FMC
GRUPO A
16,7%
Perú
56.100.000 €
PRMB
Bosnia y Herzegovina
52.500.000 €
PRMB
OTROS
15,6%
Colombia
35.029.100 €
PRMB
GRUPO B
10,4%
Marruecos
25.500.000 €
PRMB
GRUPO A
7,6%
Camboya
21.250.000 €
PMA
GRUPO B
6,3%
Albania
19.500.000 €
PRMB
OTROS
5,8%
Vietnam
15.000.000 €
PRB
GRUPO A
4,5%
Ecuador
11.900.000 €
PRMB
GRUPO A
3,5%
El salvador
10.500.000 €
PRMB
GRUPO A
3,1%
Serbia
8.500.000 €
PRMA
OTROS
2,5%
Nicaragua
8.050.000 €
PRMB
GRUPO A
2,4%
Repúb.Dominicana
8.018.000 €
PRMB
GRUPO A
2,4%
Jordania
7.500.000 €
PRMB
GRUPO C
2,2%
Guatemala
7.000.000 €
PRMB
GRUPO A
2,1%
Bolivia
6.200.000 €
PRMB
GRUPO A
1,8%
Haití
5.000.000 €
PMA
GRUPO A
1,5%
Indonesia
5.000.000 €
PRMB
OTROS
1,5%
México
4.007.000 €
PRMA
GRUPO C
1,2%
Líbano
2.000.000 €
PRMA
GRUPO B
0,6%
Egipto
1.820.874 €
PRMB
GRUPO C
0,5%
Paraguay
1.500.000 €
PRMB
GRUPO A
0,4%
250.000 €
PMA
GRUPO A
0,1%
24.151.116 €
s/e
s/e
7,2%
Mozambique
Otros sin /especificar
Total
336.276.090 €
100,0%
Fuente: elaboración propia a partir de los Seguimientos del PACI elaborados por el MAEC
Por otro lado, según se desprende del análisis agregado de los países receptores
del FMC por su nivel de renta (cuadro 17), se observa, una vez más cómo los países de renta media son los que reciben más recursos. De hecho, éstos se hacen
con más del 80% de los recursos destinados a microcréditos, siendo los países
con renta media baja los que acumulan más recursos, un total de 257M€, cifra
que representa el 77% del total. En cambio, los países con menos renta, reciben
el 13% del total, cifra que asciende a 42M€ en el período 2006-2010.
122
SEGUNDA PARTE: Análisis de la AOD reembolsable española
Cuadro 17. Desembolso del FMC (2006-2010) por nivel de renta de los países receptores,
expresados en € y en %
Renta países receptores FMC
Total desembolsado AOD
% / Total FMC
Países menos avanzados
26.500.000 €
Países renta baja
15.500.000 €
4,6%
Países renta media baja
257.117.974 €
76,5%
Países renta media alta
13.007.000 €
3,9%
Otros sin especificar
24.151.116 €
7,2%
336.276.090 €
100,0%
Total
7,9%
Fuente: elaboración propia a partir de Seguimientos del PACI del MAEC
8.Análisis por sectores
8.1. Análisis de los desembolsos brutos del
FAD crediticio (2006-2010)
En este apartado se analizan los desembolsos de los créditos FAD por sectores, según los códigos CAD/CRS de la OCDE97. En el cuadro 18 los datos están
ordenados por sector y en el cuadro 19 por volumen desembolsado. Así, se
puede comprobar que se han destinado recursos a un total de veinte sectores.
Cuadros 18 y 19. Desembolso del FAD crediticio (2006-2010) por sectores, expresados en € y en %.
Sector
CAD
Total desembolsado
AOD€
% Sector /
total FAD
Sector
CAD
Total desembolsado
AOD €
% Sector /
total FAD
111
20.488.223 €
1,2%
210
673.352.682 €
40,5%
112
3.050.274 €
0,2%
230
516.679.001 €
31,0%
113
6.571.255 €
0,4%
140
84.178.493 €
5,1%
114
26.320.874 €
1,6%
122
79.336.983 €
4,8%
121
19.339.518 €
1,2%
430
72.004.083 €
4,3%
122
79.336.983 €
4,8%
313
35.655.127 €
2,1%
97 Ver más información sobre los códigos CAD/CRS de la OCDE:
http://www.oecd.org/dataoecd/25/31/6863909.pdf
123
140
84.178.493 €
5,1%
530
33.822.405 €
2,0%
151
17.957.607 €
1,1%
114
26.320.874 €
1,6%
210
673.352.682 €
40,5%
220
23.181.048 €
1,4%
220
23.181.048 €
1,4%
321
21.745.589 €
1,3%
230
516.679.001 €
31,0%
111
20.488.223 €
1,2%
250
444.676 €
0,0%
121
19.339.518 €
1,2%
311
2.050.503 €
0,1%
151
17.957.607 €
1,1%
313
35.655.127 €
2,1%
323
12.568.103 €
0,8%
321
21.745.589 €
1,3%
410
8.466.021 €
0,5%
323
12.568.103 €
0,8%
730
6.975.549 €
0,4%
410
8.466.021 €
0,5%
113
6.571.255 €
0,4%
430
72.004.083 €
4,3%
112
3.050.274 €
0,2%
530
33.822.405 €
2,0%
311
2.050.503 €
0,1%
730
6.975.549 €
0,4%
250
444.676 €
0,0%
Total
1.664.188.013 €
100,0%
Total
1.664.188.013 €
100,0%
Fuente: elaboración propia a partir de Seguimientos del PACI del MAEC
Según se desprende del estudio, casi tres cuartas partes del importe de los créditos FAD concedidos durante el período 2006-2010 recaen sobre dos sectores.
En primer lugar tenemos el sector 210 (cuadro 20) que incluye proyectos de transporte y almacenamiento, con un total que alcanza los 673M€; esto es, un 42% del
total concedido. Este sector considera todo tipo de proyectos relacionados con
el transporte y la gestión administrativa de infraestructuras viarias, ferroviarias,
marítimas, fluviales y aéreas, así como enseñanza y formación en esta materia.
Si analizamos con detalle hacia dónde han ido los recursos de este sector se ve
cómo el grueso de los créditos se han destinado al subsector 21030, que hace
referencia al transporte de infraestructuras ferroviarias, con 578M€ (el 86% del
sector). Si analizamos cuales han sido los países que han recibido estos créditos
se observa como Turquía (295M€), Argelia (151M€) y China (100M€) aglutinan el
82% de los recursos de este sector. En este sentido, es relevante destacar que
Turquía, que es el principal receptor de créditos FAD durante el período estudiado,
concentra el 98% de los recursos recibidos en este sector. Ello no sería alarmante
si no fuera porque estos recursos, que se computan como AOD, se han utilizado
para financiar el proyecto de la línea de alta velocidad Ankara-Estambul, así como
el suministro de trenes AVE. Ello, tratándose de un país de renta media alta que,
además, no figura como prioritario de la cooperación española.
124
SEGUNDA PARTE: Análisis de la AOD reembolsable española
Cuadro 20. Desglose de los sub sectores del sector 210 del CAD del FAD crediticio (2006-2010)
Sector CAD 210 - Transporte y almacenamiento
Total Desembolsado
AOD €
% subsector
/ sector
21010 - Política transporte y gestión administrativa
10.000.097 €
1,5%
21020 - Transporte por carretera
60.150.151 €
8,9%
21030 - Transporte por ferrocarril
577.808.673 €
85,8%
21040 - Transporte marítimo y fluvial
10.168.546 €
1,5%
21050 - Transporte aéreo
14.806.342 €
2,2%
418.873 €
0,1%
673.352.682 €
100,0%
21081 - Enseñanza y formación en materia de transporte
Total
Fuente: elaboración propia a partir de Seguimientos del PACI del MAEC
Por otro lado, tenemos el sector 230 (cuadro 21), que concentra los proyectos
de generación y suministro de energía, los cuales han recibido 517M€ durante
el período estudiado. Esta cifra supone el 31% del total otorgado entre 2006 y
2010. En este caso el principal receptor de fondos es el subsector 23068, que
contabiliza los proyectos de energía eólica (con un 62% del total de recursos
del sector), seguido por el subsector 23067, de energía solar (con un 23%). Del
análisis se desprende que, de nuevo, existe concentración de recursos en escasos países. En efecto, tan sólo Túnez (con 219M€) y Marruecos (186M€) concentran el 78% de los recursos del sector. Por otro lado, se vuelve a comprobar
que tanto en un país como en otro los recursos que reciben se concentran en
un sector. Así, Túnez, que es el segundo mayor receptor de créditos FAD en
este período, concentra el 90% de los fondos en el sector energético. Marruecos, cuarto receptor global, aglutina el 98% de los créditos FAD en este sector.
Cuadro 21. Desglose de los sub sectores del sector 230 del CAD del FAD crediticio (2006-2010).
Sector CAD 230 - Generación y suministro de energía
Total Desembolsado % subsector
AOD €
/ sector
23220 - Producción energética con fuentes no renovables
343.912 €
0,1%
23040 - Transmisión /distribución de energía eléctrica
46.982.398 €
9,1%
23050 - Distribución de gas
30.616.522 €
5,9%
922.085 €
0,2%
23067 - Energía solar
118.590.116 €
23,0%
23068 - Energía eólica
319.223.968 €
61,8%
516.679.001 €
100,0%
23065 - Centrales hidroeléctricas
Total
Fuente: elaboración propia a partir de Seguimientos del PACI del MAEC
125
Esta concentración de los recursos en escasos sectores nos lleva a afirmar que
la cooperación española ha optado por la especialización sectorial entre los principales países receptores de los créditos FAD. Ello también se ve claramente en
el caso de Argelia, que ocupa el quinto lugar en el listado de países receptores
de créditos FAD, dado que concentra el 98% de dichos recursos en el sector
210 (transporte). En el caso de China, segundo receptor global de créditos FAD,
aunque no sea tan claro, también se marca esta tendencia: casi el 80% de los
fondos se concentran en tres sectores. Así, el 43% de los recursos que recibe se
destinan al sector 210 (transporte), el 19% al sector 430 (multisectorial) y el 15%
al 230 (energético).
8.2. Análisis de los desembolsos del FAD
financiero (2010)
En el cuadro 22 se muestran los desembolsos y compromisos del FAD financiero
expresados por sectores, según los códigos CAD/CRS de la OCDE. En la parte
superior se detallan los fondos desembolsados y en la inferior los comprometidos.
Si se observa con detalle se puede apreciar que cada uno de los cuatro fondos
que recibieron recursos de la AOD en 2010 obedece a un código CAD distinto.
Por tanto, existe una multiplicidad, cuando no una fuerte dispersión, por lo que
se refiere al destino de la ayuda. También se comprueba que el sector que recibió
más recursos fue el 311, que es el que aglutina los proyectos de agricultura. Ello
es debido a que el FIDA recibió el 75% del total de lo desembolsado por el FAD
financiero durante el 2010. En este sentido, es remarcable que precisamente este
haya sido el sector más beneficiado, ya que la cooperación reembolsable española tiene muy poca experiencia en este campo. En efecto, si atendemos a los
cuadros 18 y 19, observamos cómo este sector tan sólo acumula el 0,1% de los
recursos que manejó el FAD crediticio en el último período de su funcionamiento.
Algo similar ocurre con los otros sectores que han recibido recursos en 2010. De
hecho, es fácil demostrar que los recursos del FAD financiero se han destinado
a sectores en los que hay poca experiencia en materia reembolsable. Este es el
caso del sector 410 (protección general del medio ambiente), al que tan sólo se
ha destinado el 0,5% de la cooperación reembolsable en los últimos años. Más
evidente es lo que sucede con el sector 312 (silvicultura) del que no existe ninguna práctica previa. Ello es muy preocupante dado que este nuevo mecanismo
financiero supone el 8% de la AOD desembolsada en 2010, con un presupuesto
126
SEGUNDA PARTE: Análisis de la AOD reembolsable española
de casi 380M€. A pesar de que se sabe que la cooperación española invertirá
este capital junto con otros actores públicos o privados, la falta de conocimiento
previo en los sectores a los que se destinarán los recursos hace temer que el
papel que aquélla pueda jugar en la ejecución de estos fondos sea secundario.
Cuadro 22. FAD financiero desembolsado y comprometido por sectores, expresados en €.
Descripción del Fondo
Sector CRS
Sector CAD
Fondos desembolsados
Facilidad Financiera para la Cofinanciación de la Seguridad
Alimentaria (FIDA)
311
31110 - Política agraria y gestión
administrativa
Contribuciones al Global Environment Fund (African
Sustainable Forestry Fund)
312
31220 - Desarrollo forestal
Fondo de Cofinanciación para el Desarrollo y Cambio Climático
410
41020 - Protección de la biosfera
Fondo de Cofinanciación para el Desarrollo y Cambio Climático
430
43040 - Desarrollo rural
Fondo para Infraestructuras en el África Subsahariana (ISSIF)
210
21010 - Política transporte y
gestión administrativa
Fondo de Inversión Social en Haiti
250
25010 - Servicios e instituciones
de apoyo a la empresa
Fondo Africano de Agricultura
311
31161 - Producción alimentos
agrícolas
Fondo de Capital Riesgo para PYMES
321
32130 - Desarrollo PYME
Fondo de Investimento Privado-Angola
321
32130 - Desarrollo PYME
Fondo Africano de Garantías (AGF)
998
99810 - Sectores no especificados
Fondos comprometidos
Nota: los valores en gris son estimativos ya que el compromiso se aprobó en $.
Fuente: elaboración propia a partir de Seguimientos del PACI del MAEC
Por otro lado, si analizamos los seis fondos comprometidos que se han aprobado en 2010 (parte inferior del cuadro 22), nos encontramos que la dispersión sectorial sigue siendo la tónica. En este sentido, no deja de ser sorprendente que de
los seis fondos comprometidos, se haya decidido trabajar sobre cinco sectores
distintos. No obstante, lo más remarcable es que el sector que más recursos tiene comprometidos (casi un 40% del total) sea el 250 (empresas y otros servicios),
sobre el que hay casi nula experiencia de trabajo. A éste le sigue el sector 311
(con casi el 30% de lo comprometido) que, como se ha dicho con anterioridad,
se centra es un área de trabajo totalmente nueva para la cooperación reembolsa-
127
ble española. Lo mismo ocurre con el sector 998 (no especificado), que aglutina
el 15% de lo comprometido en el 2010, y cuya ayuda se canalizará mediante
entidades con ánimo de lucro en el país socio. Ante este escenario, en el que
el 85% de los recursos comprometidos se destinarán a sectores en los que la
cooperación reembolsable no dispone de conocimientos y experiencias previas,
Canalización de la Ayuda
Total €
Naciones Unidas - Fondo Internacional de
Desarrollo Agrícola (FIDA)
41000 - Naciones Unidas
Global Environment Facility (bilateral
privada)
53000 - Entidades con ánimo de lucro del país
donante (empresas/consultorías)
Banco Interamericano de Desarrollo - BID
(multilateral)
46000 - Banco Regional de Desarrollo
28.000.000 €
Banco Interamericano de Desarrollo - BID
(multilateral)
46000 - Banco Regional de Desarrollo
50.000.000 €
Infraestructure Sub-saharan African Fund
(ISSIF) - Partenariado Público Privado
31000 - Partenariados Público-Privados (PPP)
15.694.000 €
Banco Interamericano de Desarrollo - BID
(multilateral)
46000 - Banco Regional de Desarrollo
40.600.000 €
African Agriculture Fund (bilateral privado)
54000 - Entidades con ánimo de lucro en el país
socio (empresas/consultorías)
30.314.513 €
Progresa Capital (bilateral privado)
53000 - Entidades con ánimo de lucro del país
donante (empresas/consultorías)
5.000.000 €
Fundo de Investimento Privado de Angola
(FIPA) - (bilateral privado)
53000 - Entidades con ánimo de lucro del país
donante (empresas/consultorías)
4.650.600 €
African Guarantee Fund (bilateral privado)
54000 - Entidades con ánimo de lucro en el país
socio (empresas/consultorías)
15.157.257 €
285.500.000 €
15.157.257 €
cabe señalar que existe, cuando menos, preocupación por la capacidad real de
ejecución y control del destino de estos recursos. En efecto, tan sólo el hecho de
encontrarnos ante la gestión de un nuevo y complejo instrumento, que conlleva
inevitablemente la participación de múltiples actores, hace que su ejecución sea
más lenta y difícil. A esta dificultad se le añade el hecho de que se desconozcan
cuáles van a ser las contrapartes y cómo gestionan los recursos. Por ello, hubiera sido deseable, cuando menos, que los sectores fueran los habituales en la
cooperación reembolsable.
128
SEGUNDA PARTE: Análisis de la AOD reembolsable española
8.3. Análisis de los desembolsos brutos del
Fondo para la Concesión de Microcréditos
Por último, se analiza los desembolsos del FMC en relación a los sectores
CAD/CRS de la OCDE. En este caso cabe decir que todos los fondos se consideran dentro del sector CAD 240, que hace referencia a servicios financieros
y bancarios. Por ello, para saber dónde se han destinado específicamente los
recursos debemos estudiar los códigos CRS. Ello se muestra, a continuación,
en el cuadro 23.
Cuadro 23. Desembolso del FMC financiero por sectores, expresados en € y %.
Desglose sector CAD 240
Total desembolsado
AOD €
24010 - Política financiera y gestión administrativa
% / Total
FMC
1.983.082 €
0,6%
24030 - Intermediarios financieros del sector formal
228.948.877 €
68,1%
24040 - Intermediarios financieros semi-formales, informales
104.436.100 €
31,1%
91010 - Costes administrativos
Total
908.031 €
0,3%
336.276.090 €
100,0%
Fuente: elaboración propia a partir de Seguimientos del PACI del MAEC
Según se observa en el cuadro 23 más de dos terceras partes de los recursos
se han canalizado mediante intermediarios financieros del sector formal (código
24030). Aquí entran una multiplicidad de actores: desde el Banco Centroamericano de Integración Económica, bancos comerciales, cajas de ahorro, partenariados público-privados, entidades privadas con ánimo de lucro y otras sin
ánimo de lucro. Por otro lado, casi un tercio del FMC se vehicula a través de
agentes financieros semi-formales o informales (código 24040). Aquí volvemos
a encontrar numerosos actores: principalmente empresas y ONGD que trabajan
con fondos rotatorios. Por último, señalar que el resto de los recursos del FMC
se destinan a costes administrativos de las entidades públicas españolas (código
91010) o al asesoramiento en política financiera y gestión administrativa (código
24010). Dentro de este último apartado cabe destacar el millón de euros con el
contribuyó la cooperación española para financiar la celebración de la Cumbre
Mundial del Microcrédito en Valladolid en noviembre de 2011.
Es importante señalar que existe un abanico muy amplio de actores que canalizan los recursos del FMC. No obstante, los informes del PACI no ofrecen mucha
129
más información al respecto, en relación a su destino final, ejecución y beneficiarios. En este sentido, sería deseable que ahora que el FMC queda incluido dentro
del FONPRODE, la transparencia de la información sea máxima, con el fin de
conocer su impacto real sobre el desarrollo de las poblaciones beneficiarias.
9.Comparación de la AOD
reembolsable española con la
de otros donantes del CAD de
la OCDE (2006-2009)
Si se analiza el comportamiento de la AOD reembolsable en el conjunto de los
países donantes del CAD de la OCDE en el período 2006-2009, veremos que
esta ha aumentado considerablemente, tanto en valor absoluto como en valor
relativo. En efecto, tal y como se puede apreciar en el gráfico 2, la AOD reembolsable (expresada como la suma de la AOD crediticia y la AOD en forma de inversión) ha pasado de suponer el 10% del volumen total computado como AOD en
2006, al 15% de la AOD de 2009. En números absolutos la AOD reembolsable
ha aumentado de los 8.623M$ de 2006 a los 13.887M$ de 2009. Un incremento
nada despreciable de más del 60%.
Cuando se observa la evolución de las componentes de la AOD reembolsable, se
ve que este aumento se debe, principalmente, al mayor uso del crédito por parte
de los países donantes. Así, si en el año 2006 la AOD crediticia supuso un 9%
del total, cuatro años más tarde su peso ya era del 14%. Un aumento que ha sido
constante durante todos los años, hecho que ha significado pasar de los más de
8.000M$ de 2006 a los casi 13.000M$ de 2009. Por otro lado, la AOD en forma
de inversión ha tenido un comportamiento irregular durante los cuatro años de
estudio, marcando una tendencia casi plana. Así, aunque durante estos años los
fondos de inversión que se han contabilizado como AOD se han duplicado en
volumen (pasando de los 500M$ de 2006 a los 1.000M$ de 2009) su peso relativo
se ha mantenido estable en torno al 1% sobre el total de la ayuda.
130
SEGUNDA PARTE: Análisis de la AOD reembolsable española
Gráfico 2. Evolución de la AOD reembolsable de los países del CAD, expresados en % en relación al
volumen de AOD total contabilizada (2006-2009). Desglose de la AOD crediticia y de inversión.
Fuente: elaboración propia a partir del Creditor Reporting System de la OCDE
Si se estudia cuál es el papel de los distintos países del CAD en relación con la
cooperación reembolsable se observa una enorme variedad en su uso. Así, se
encuentra un grupo de entre siete y ocho países más proclives a utilizarla, los
cuales tienen un peso de este tipo de ayuda superior a la media del conjunto
del CAD. Entre ellos, siempre figura la cooperación española. Existe un segundo
grupo de 6 países que utilizan la AOD reembolsable de manera puntual. Y, por
último, se encuentra un grupo de entre ocho y nueve países entre los que su uso
es infrecuente (su AOD reembolsable siempre está por debajo del 1% en relación
al total) o inexistente.
Así, entre los países que más utilizan la AOD reembolsable, en primer lugar y
muy distanciado del resto, siempre se encuentra Japón. Éste es el donante más
familiarizado con este tipo de ayuda, tanto en valores absolutos, como en valores
relativos. El caso de Japón es paradigmático dado que su AOD reembolsable
nunca baja del 43% en relación al total otorgado. Para este país el valor más bajo
se da en el 2006 y desde entonces no para de aumentar, llegando a una proporción del 59% en 2009. En segundo lugar aparece Corea del Sur, cuya cooperación reembolsable se mueve en una horquilla que va del 32% (en 2007) al 40%
del total (en 2009). En ambos países la AOD reembolsable responde únicamente
al uso de créditos y no a fondos de inversión.
131
Más allá de los dos países asiáticos del CAD, entre los países que más cuentan
con la AOD reembolsable tenemos, a cierta distancia, a Francia, a Alemania y a
España. Estos tres países siempre tienen porcentajes superiores al 10% en cada
uno de los cuatro años de estudio. En el caso francés la AOD reembolsable pasa
de suponer un peso del 11% (en 2006) al 29% (en 2009), debido tan sólo al uso
cada vez mayor de los créditos. En cambio, el aumento de la AOD reembolsable
alemana del 12% (en 2006) al 19% (en 2009), se debe a la utilización combinada
de créditos y fondos de inversión. Por su parte, la AOD reembolsable española
pasa del 15% (en 2006) al 16% (en 2009), exclusivamente por el uso de los créditos FAD, ya que los fondos de inversión como tales no se utilizan hasta 2010,
con el FAD financiero.
A continuación encontramos a Portugal e Italia, que tienen un comportamiento
muy irregular de la cooperación reembolsable, pero con una clara tendencia a un
mayor uso de los créditos como mecanismos válidos para canalizar la AOD. Así,
Portugal se mueve entre el 9% (de 2006 y 2007) y el 37% (en 2008), para situarse
en el 28% (en 2009). De su parte, Italia oscila entre el 8-9% (en 2006 y 2008) y el
21% (en 2007), quedándose en 17% (en 2009). En ambos casos, todavía no se
aprecia la utilización de fondos de inversión en sus respectivas AOD.
Por último, dentro de este grupo, tenemos el caso del Reino Unido, como paradigma de país que vuelve a utilizar la cooperación reembolsable como eje de su
política de ayuda. En efecto, después de haber eliminado el uso de créditos en
su cooperación98, se observa cómo el peso de la AOD reembolsable se mantiene
entorno al 10% de su AOD desde el año 2007. Y ello es debido exclusivamente
a la utilización de los fondos de inversión como nuevo mecanismo de la cooperación reembolsable británica. Ello hace que en todos los años aquí estudiados
el Reino Unido sea el país que más utiliza este tipo de mecanismo, tanto en valor
absoluto como en relación al total de la ayuda otorgada.
Entre este grupo que se acaba de analizar y el que no utiliza la AOD reembolsable hay seis países que la utilizan puntualmente (los valores oscilan entre el 1%
y el 4%). Aquí se encuentran Australia y Bélgica, que a veces utilizan los cré-
98 Ver más información sobre la desaparición de los créditos concesionales de la ayuda británica en el año
1997 en el capítulo quinto del libro La ilegitimidad de los créditos FAD. Treinta años de historia. Ed. Icaria.
Barcelona, 2008.
132
SEGUNDA PARTE: Análisis de la AOD reembolsable española
ditos; y Finlandia, Noruega, Suecia y Suiza que, en todo caso, usan los fondos
de inversión.
Por otro lado, tal y como se ha dicho, también existe un grupo de países que no
contempla el uso de ninguno de los dos mecanismos de AOD reembolsable. Tal
es el caso de Canadá, Grecia, Irlanda, Luxemburgo y Nueva Zelanda. Además
de estos cinco países encontramos otros cuatro de los que se podría decir que
hacen un uso casi anecdótico de los mecanismos de la AOD reembolsable, por
cuanto su peso relativo siempre es menor al 1% en relación al total donado. Este
es el caso de Austria y Dinamarca, que a veces utilizan los fondos de inversión, y
el de los Estados Unidos y los Países Bajos, que raras veces usan el crédito.
10.Conclusiones
La primera cuestión a destacar sería que, efectivamente tal y como está planteada, la puesta en marcha de FONPRODE supone un cambio significativo en
la cooperación española, y en especial en la cooperación financiera. Un cambio
que sigue la estela de lo sucedido en otros países de nuestro entorno y que
responde a un cambio de paradigma, o más bien a una vuelta a las teorías que
sitúan el crecimiento económico y el sector privado empresarial en el centro de
los procesos del desarrollo. Este regreso al paradigma del desarrollo económico
se realiza, eso sí, con nuevos instrumentos y actores. En el caso español parece
que cada vez tomarán más protagonismo los fondos de inversión y las inversiones de capital. Pero como hemos visto, no hay que olvidar en ningún momento
que no todas las inversiones son buenas para el crecimiento, y el crecimiento no
siempre es bueno para el desarrollo.
Este mayor protagonismo de los mecanismos de inversión conlleva muchos riesgos y, para algunos, también oportunidades de canalizar recursos (financieros y
técnicos) a sectores tradicionalmente olvidados por la cooperación, como pueden ser las PYME o el llamado Missing-middle. Pero hay que alertar también del
peligro que supone priorizar las estrategias de crecimiento económico y el sector
privado lucrativo como beneficiario de la política de cooperación, en cuanto a
dejar desatendidos otros sectores que podrían perder prioridad, como los servicios sociales básicos o programas de empoderamiento del tejido organizativo
local en el Sur. Aquellos procesos sociales que desde hace años avanzan en una
133
lógica de transformación social y que, por tanto no responden a lógicas de rentabilidad financiera o productiva, se pueden ver pues amenazados ante este nuevo
auge del crecimiento económico como prioridad de las políticas de cooperación
internacional.
En nuestro país, este camino que se inicia con FONPRODE, en el marco de una
grave crisis económica, significará probablemente un mayor protagonismo de
la AOD reembolsable, a la que deberíamos quizás añadir un nuevo adjetivo: a
partir de ahora se tratará de AOD reembolsable y rentable. No en vano, desde la
puesta en marcha del nuevo fondo, se nos ha recordado en diversas ocasiones
que la clave para FONPRODE será conciliar el impacto positivo en desarrollo con
la rentabilidad de las operaciones financiadas.
En relación a esto, la priorización de los diferentes mecanismos que dispone
el FONPRODE al servicio de la Cooperación española parece ser que se hará
más en función de su impacto en el déficit público que en su adecuación a los
proyectos a financiar y a su impacto en desarrollo. Aquellos mecanismos como
las donaciones Estado a Estado, o incluso los créditos atorgados a un tipo de
interés menor al que el Estado español se financia en los mercados financieros,
irán perdiendo protagonismo frente a otros, como las inversiones de capital, sin
impacto en el déficit del Estado.
En este sentido, la centralidad del sector privado lucrativo como actor y de las
inversiones como mecanismo, serán un paso más hacia la financiarización y la
privatización de las políticas de desarrollo. Inevitablemente, ello conllevará que
quienes acaben gestionando dichos instrumentos acaben siendo instituciones
y entidades especializadas en operaciones financieras y no en desarrollo. La
participación de otros actores, no tradicionalmente involucrados en el desarrollo,
requerirá la necesidad de garantizar la calidad de la ayuda y el cumplimiento
de los objetivos establecidos en los marcos españoles e internacionales. Esto
supone que se debe requerir a estos nuevos actores al menos el mismo nivel de
exigencias y compromisos que se vienen exigiendo al resto de actores con larga
experiencia en el sector. Por ello, se hace necesario articular mecanismos suficientes para garantizar el cumplimiento de los criterios marcados en el Código
de Financiación en particular, y el respeto a los derechos humanos, económicos,
sociales, culturales y ambientales en general, así como la existencia de sanciones ante un hipotético incumplimiento. Para ello se requerirá una sociedad civil
no sólo vigilante ante la aprobación y ejecución de operaciones en el marco de
134
SEGUNDA PARTE: Análisis de la AOD reembolsable española
FONPRODE, sino también exigente con los compromisos de transparencia, control y evaluación de FONPRODE.
No podemos desconocer los avances que sí se han realizado con la aprobación
de FONPRODE. En este sentido, el Código de Financiación Responsable supone
una considerable mejora en cuanto a esos compromisos de transparencia y control respecto al extinto FAD. Sin embargo tampoco nos puede dejar de preocupar
la dificultad de aplicar dicho Código y las medidas que contiene, sobre todo en
aquellos casos en los que el creciente uso de intermediarios financieros (Organismos Multilaterales, IFI, Fondos de Microfinanzas, Fondos de Fondos, Fondos
de Inversión, etc.) puedan suponer una pérdida de control sobre las operaciones
que finalmente reciban la financiación. En este sentido, en la medida en que el
Gobierno decida rendir cuentas y ser transparente será posible conocer su viabilidad. En efecto, tan sólo si se aporta información detallada, tanto de las operaciones que están en estudio como de las aprobadas, y si existe una evaluación
pública ex ante, durante y ex post de cada uno de los proyectos, la sociedad civil
podrá valorar la idoneidad del instrumento.
Por otro lado no podemos olvidar que a través de FONPRODE se seguirá generando endeudamiento en el Sur. En ese sentido, es relevante destacar el escaso
peso de la cancelación de la deuda frente al crecimiento de otros mecanismos
crediticios, incluso más allá de la cooperación, como ha sucedido con la creación del Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM). Si miramos las
cancelaciones en 2010, el Gobierno español canceló cerca de 244 M€ a un total
de seis países, cifra que tan sólo representó un 2% del total exigido. Esta cifra es
ligeramente inferior a los 248 M€ que se han cancelado, de media, en los últimos
10 años. Todo ello ha sucedido sin haber tenido la posibilidad de evaluar, a través
de una auditoría integral de la deuda, los impactos e irregularidades de décadas
de cooperación reembolsable a través de FAD, tal y como se le exige desde la
sociedad civil y como realizó en Gobierno del Ecuador en el año 2008 a través de
la Comisión para la Auditoria Integral del Crédito Público (CAIC)99. La dificultad
de controlar los fondos otorgados a través de intermediarios financieros deja
abierta la puerta a la generación de más deudas ilegítimas y a la promoción de
inversiones irresponsables. El Gobierno español, al no prever la realización de
Auditorías Integrales Públicas niega la posibilidad de asumir la corresponsabilidad que pueda tener en la generación de estas deudas e inversiones ilegítimas.
99 Ver más información sobre dicha iniciativa en: http://www.auditoriadeuda.org.ec/
135
Por último, no hay que olvidar que la puesta en marcha de este central instrumento de la cooperación española se ha realizado con escaso diálogo con la
sociedad civil. Si bien durante el proceso de debate de la Ley FONPRODE en
el trámite parlamentario se permitió la participación de ONGD y académicos en
su discusión, también es cierto que paralelamente se estaban poniendo ya en
marcha operaciones a través del FAD Financiero que se avanzaban a lo que
iba a regular la Ley. Las ONGD tenemos por delante el reto de asegurarnos que
FONPRODE no se convierta en un instrumento de financiación irresponsable. Insistimos pues en la importancia de articular mecanismos para el diálogo y la rendición de cuentas con la sociedad civil, no sólo aquí sino también en los países
del Sur donde los fondos y operaciones de FONPRODE van dirigidos. Tan sólo
con la puesta en marca de estos canales de diálogo se podrá beneficiar el nuevo
instrumento de cooperación financiera de la experiencia y aprendizajes que otros
actores de solidaridad, como las ONGD o las universidades, vienen acumulando
durante años de trabajo en desarrollo.
En este sentido, FONPRODE es un instrumento que, con voluntad política, podría
no generar impactos negativos y cumplir con su función de dar apoyo a micro,
pequeñas y medianas empresas locales, apoyando la economía productiva local,
desde una perspectiva social y de respeto a los derechos humanos y laborales,
el medioambiente, y la igualdad de género. Pero en nuestra opinión su reglamentación deja demasiadas rendijas abiertas para que, bajo cierta dirección política,
se aproveche para fomentar una cooperación al servicio de las necesidades del
capital privado.
En definitiva, FONPRODE no resulta, como se afirma en el preámbulo de la Ley
que lo creó, la “respuesta a una reivindicaciones histórica de la sociedad española y, especialmente, de las Entidades sin ánimo de lucro Especializadas en
cooperación internacional para el desarrollo”.
136
ANEXOS
ANEXOS 137
ANEXOS
–– NOMENCLATURA
–– BIBLIOGRAFÍA
–– MARCO NORMATIVO
–– WEBGRAFIA CONSULTADA
–– PRESENTACIONES Y CONFERENCIAS
–– ENTREVISTAS Y CONSULTAS REALIZADAS
–– FIGURAS
–– CUADROS
–– GRÁFICOS
–– INSTITUCIONES EUROPEAS
FINANCIERAS AL DESARROLLO
138
ANEXOS
ÒÒ
NOMENCLATURA
AECID: Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo
APP: Alianzas Público Privadas
BDM: Bancos Multilaterales de Desarrollo
BEI: Banco Europeo de Inversiones
CAD: Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE
CGAP: Grupo Consultivo de Ayuda a la Población Pobre
CFI: Corporación Financiera Internacional, perteneciente al Grupo del Banco Mundial
COFIDES: Compañía Española de Financiación del Desarrollo
EDFI: European Development Finance Institutions (Instituciones Europeas Financieras al Desarrollo)
FAD: Fondo de Ayuda al Desarrollo
FCM: Fondo para la Concesión de Microcréditos
FEV: Fondos para identificación y Estudios de Viabilidad
FIDE: Fundación para la Investigación sobre el Derecho y la Empresa
FIEM: Fondo para la Internacionalización de la Empresa
FONPRODE: Fondo para la Promoción del Desarrollo
HIPC: Heavily Indebted Poor Countries (Países Empobrecidos y Altamente Endeudados)
IFI: Instituciones Financieras Internacionales
IFD: Instituciones de Financiación para el Desarrollo (conocidas también por sus siglas en inglés DFI:
Development Finance Institutions)
OCDE: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
OMC: Organización Mundial de Comercio
PACI: Plan Anual de Cooperación Internacional
ANEXOS 139
ÒÒ
BIBLIOGRAFÍA
Acosta, A. (2008). El buen vivir para la construcción de Alternativas, en Conferencia impartida en la clausura
del Encuentro Latinoamericano del Foro Mundial de Alternativas, realizado en Quito del 26 al 29 de febrero de
2008. Rebelión, 18 de julio de 2008. Disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=70419
Analistas Financieros Internacionales (AFI) (2010). Estudio comparado de instrumentos de cooperación
internacional para el desarrollo del sector privado. Madrid, 20 de enero de 2010. Disponible en: http://www.
aecid.es/galerias/fonprode/descargas/Mejores_Prxcticas_Instrumentos_Financiacixn_-_Informe__Final_20Ene10.pdf
Analistas Financieros Internacionales (AFI) (2011a). El Fondo para la Promoción del Desarrollo y la
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ÒÒ
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146
ANEXOS
ÒÒ
WEBGRAFIA CONSULTADA100
AECID-FONPRODE: http://www.aecid.es/es/que-hacemos/FONPRODE/
Base de estadísticas OCDE: http://stats.oecd.org/index.aspx
Bretton Woods Project: http://www.brettonwoodsproject.org/
COFIDES: http://www.cofides.es
Coordinadora de ONG para el Desarrollo España: http://www.congde.org
Counter Balance: http://counterbalance-eib.org
Cumbre Microcrédito 2011: http://www.cumbremicrocredito2011.es/
El Fondo Mundial: http://www.theglobalfund.org/es/
Eurodad: http://www.eurodad.org
European Development Finance Institutions: http://www.edfi.be
Financial Secrecy Index: http://www.financialsecrecyindex.com/
GAVI Alliance: http://www.gavialliance.org/
Global Environmental Fund: http://www.globalenvironmentfund.com/
Grain: http://www.grain.org
InfraCo Limited: http://www.infracoafrica.com
International Finance Corporation: http://www.ifc.org
International Finance Facility for Immunisation: http://www.iffim.org/
International Fund for Agriculture Development: http://www.ifad.org
OCDE: http://www.oecd.org
ODG: http://www.odg.cat
P4R: http://www.p4r.es
Phatisa: http://www.phatisa.com/
Plataforma 2015 y más: http://www.2015ymas.org/
Pobreza Cero: http://pobrezacero.wordpress.com/
Private Equity Africa: http://www.privateequityafrica.com
Private Infraestructure Development Group: http://www.pidg.org
Red ¿Quién debe a quién?: http://www.quiendebeaquien.org
The Corner House: http://www.thecornerhouse.org.uk/
The Microcredit Summit Campaign: http://www.microcreditsummit.org
UNITAID: http://www.unitaid.eu/
100L as páginas de internet referenciadas en este apartado, así como en la bibliografía y en las notas al pie de
página, fueron consultadas entre el 23 de septiembre de 2011 y el 10 de febrero de 2012.
ANEXOS 147
ÒÒ
PRESENTACIONES Y CONFERENCIAS
La experiencia de la Cooperación Española en el apoyo al sector Privado. Presentación de José Moisés Martín
(Jefe del Departamento de Cooperación Multilateral - AECID) en el Seminario “La financiación al sector privado
en los países en desarrollo”. Barcelona, 17 de noviembre de 2010.
El FONPRODE y las nuevas oportunidades de financiación en la Cooperación Española. Presentación de
José Moisés Martín (Jefe del Departamento de Cooperación Multilateral - AECID) en la Mesa redonda “La
cooperación financiera, ¿el futuro modelo de cooperación para el desarrollo español?”. Madrid, 16 de junio de
2011, organizada por la Coordinadora de ONG para el Desarrollo España.
Presentación “El FONPRODE y el futuro de la Cooperación Financiera y Multilateral” en la Reunión Grupo de
Trabajo de RSE del Consejo de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Presentación “AECID-EIB FINANCIAL INITIATIVE FOR THE MEDITERRANEAN”, facilitada por la Oficina FONPRODE
sobre la operación “Banco Europeo de Inversiones para realizar inversiones en los países de la cuenca sur del
Mediterráneo” que se presentó en Palermo (Italia) en mayo de 2010.
ÒÒ
ENTREVISTAS Y CONSULTAS REALIZADAS101
19 de julio de 2011. Entrevista a José Moisés Martín Carretero, jefe del departamento de cooperación
multilateral de la AECID y jefe en funciones de la Oficina de FONPRODE.
20 de julio de 2011. Consulta por correo electrónico a Marta Ruiz, investigadora de Eurodad sobre
Política Fiscal.
25 de noviembre de 2011. Entrevista por correo electrónico a Anders Lustgarten, investigador de
CounterBalance sobre las políticas del Banco Europeo de Inversiones, autor de un informe pendiente de
publicación sobre las inversiones del BEI en los países del Norte de África.
30 de noviembre de 2011. Entrevista por correo electrónico a Nicholas Hildyard, investigador de The Corner
House (Reino Unido), experto en fondos de inversión y finanzas al desarrollo.
101Los cargos de las personas entrevistadas corresponden al cargo que éstas ostentaban en el momento de
la entrevista o consulta.
148
ANEXOS
2 de diciembre de 2011. Entrevista con Susana Menéndez del Valle, Directora de la Sociedad Estatal P4R S.A.,
Sara Ladre, Subdirectora de Ayuda al Desarrollo en P4R, y Manuel de la Rocha, Analista de Ayuda al Desarrollo
en P4R.
9 de diciembre de 2011. Consulta por correo electrónico a Jeroen Kwakkenbos, investigador de Eurodad
sobre Ayuda al Desarrollo y sector privado.
13-14 de diciembre de 2011. Consulta por correo electrónico con Henk Hobbelink, coordinador de la ONG
GRAIN, experto en cuestiones como el Acaparamiento de Tierras (Landgrabbing) y políticas agrícolas.
15 de diciembre de 2011. Entrevista por correo electrónico con José Moisés Martín Carretero, jefe de la
Oficina de FONPRODE.
ÒÒ
FIGURAS
Figura 1. Mecanismos principales de la Cooperación española al Desarrollo
Figura 2. Esquema institucional básico del FONPRODE
Figura 3. Ciclo de gestión de las operaciones del FONPRODE
ÒÒ
CUADROS
Cuadro 1. Detalle de los diferentes instrumentos del FONPRODE
Cuadro 2. Compromisos de Donación Estado – Estado aprobadas en Consejo de Ministros (2010)
Cuadro 3. Compromisos de Contribuciones a Organismos multilaterales de desarrollo no financieros
aprobadas en Consejo de Ministros (2010)
Cuadro 4. Compromisos de Contribuciones a Organismos multilaterales de desarrollo no financieros
aprobadas en Consejo de Ministros (2011)
Cuadro 5. Compromisos de Contribuciones No Reembolsables a Instituciones Financieras Internacionales
aprobadas en Consejo de Ministros (2010)
Cuadro 6. Condiciones de los créditos de FIDA bajo la Facilidad Financiera Española para la Seguridad
Alimentaria
Cuadro 7. Compromisos de Microfinanzas a través del FCM aprobados en Consejo de Ministros (2010)
Cuadro 8. Evolución de la Cooperación financiera española (2006-2010) en €
Cuadro 9. Evolución de la Cooperación financiera española (2006-2010) en € y en %
Cuadro 10. Evolución del peso del FAD y el FMC en el cómputo de la Cooperación Reembolsable española
(2006-2010) en términos relativos
ANEXOS 149
Cuadro 11. Desembolso del FAD crediticio (2006-2010) por regiones, en valor absoluto (en €)
Cuadro 12. Desembolso del FAD crediticio (2006-2010) por países, en € y en %
Cuadro 13. Desembolso del FAD crediticio (2006-2010) por nivel de renta de los países receptores,
expresados en € y en %
Cuadro 14. Descripción de los desembolsos y compromisos del FAD financiero en 2010 por regiones y renta,
expresados en €
Cuadro 15. Desembolso del FMC (2006-2010) por regiones, en € y en % sobre el total
Cuadro 16. Desembolso del FMC (2006-2010) por países en € y en %
Cuadro 17. Desembolso del FMC (2006-2010) por nivel de renta de los países receptores, expresados
en € y en %
Cuadros 18 y 19. Desembolso del FAD crediticio (2006-2010) por sectores, expresados en € y en %
Cuadro 20. Desglose de los sub sectores del sector 210 del CAD del FAD crediticio (2006-2010)
Cuadro 21. Desglose de los sub sectores del sector 230 del CAD del FAD crediticio (2006-2010)
Cuadro 22. FAD financiero desembolsado y comprometido por sectores, expresados en €
Cuadro 23. Desembolso del FMC financiero por sectores, expresados en € y %
Cuadro 24. Instituciones Europeas Financieras al Desarrollo (en anexo)
ÒÒ
GRÁFICOS
Gráfico 1. Desembolso del FAD crediticio (2006-2010) por subregiones, en porcentaje
Gráfico 2. Evolución de la AOD reembolsable de los países del CAD, expresados en % en relación al volumen de
AOD total contabilizada (2006-2009). Desglose de la AOD crediticia y de inversión
150
ANEXOS
ÒÒ
INSTITUCIONES EUROPEAS FINANCIERAS
AL DESARROLLO
Cuadro 24. Instituciones Europeas Financieras al Desarrollo.
IFD (País)
Bio (Bélgica)
Propiedad
50% Pública, 50%
privada por SBI-BMI.
Portofolio
2010
Productos financieros
Foco sectorial
€295 milones
Capital, cuasi-capital, deuda,
garantías y asistencia
técnica.
Finanzas
Infraestructuras
CDC (Reino
Unido)
100% Pública
€2.1 mil millones
Tradicionalmente a
través de Intermediarios
financieros. Desde 2011
más inversion directa.
Cofides
(España)
63% Pública;
39% bancos
comerciales: BBVA,
Banco Santander y
Banco de Sabadell.
€554.9 millones
Capital, cuasi-capital, y
crédito directo.
Infraestructuras
e Industria
DEG (Alemania)
100% privada por
KfW
€5.2 mil
millones
Crédito directo, capital,
garantias, crédito
sindicado, crédito
mezzanine y servicios de
consultoría.
Finanzas
Finnfund
(Finlandia)
89% Pública, 10.9%
Finnvera, 0.1%
confederación de
industrias finesas.
Crédito directo, crédito
mezzanine y capital.
Industria
FMO (Holanda)
51% Pública, 49%
bancos privados,
sindicatos (7%),
y otros actors
privados
€5.3 mil
millones
Crédito directo, crédito
mezzanine, crédito
sindicado, capital y
garantías
Finanzas
IFU (Dinamarca) 100% Pública
€75 millones
Crédito, capital y
garantías.
Norfund
(Noruega)
100% Pública
€751 millones
Crédito directo, capital y
cuasi-capital
Energia
OeEB (Austria)
100% privada,
Oesterreichische
Kontrollbank,
aunque avalada
por el Austrian
Sovereign
Guarantee
€150 millones
Crédito directo, crédito
mezzanine, garantías y
servicios de consultoría.
Finanzas
ANEXOS 151
Proparco
(Francia)
59% Pública, 41%
privada.
€3.3 mil
millones
Crédito directo, crédito
mezzanine, capital,
garantías y crédito
sindicado.
Finanzas
SIFEM (Suiza)
100% Pública
€300 millones
Principalmente capital.
Industria
€750 millones
Principalmente inversions
de capital vinculado con
Industria
empresas y servicios
italianos..
SIMEST (Italia)
76% Pública, 24%
organizaciones
privadas
Sofid (Portugal)
59.99% Pública, 40%
privada por bancos
privados: Banco
Espirito Santo,
Banco BPI, Caixa
Geral de Depósitos
€10 millones
and MillenniumBCP.
1% De la asociación
portuguesa
de desarrollo
y cooperación
económica (ELO).
Crédito directo, crédito
mezzanine, garantías y
capital.
Industria
Swedfund (S
códigos CAD/
CRS de la OCDE
uecia)
100% Pública
Crédito directo y capital.
Industria
Fuente: Kwakkenbos, J. (2012).
€280 millones
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