Las remuneraciones de los consejeros en las sociedades cotizadas

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LAS REMUNERACIONES DE LOS CONSEJEROS EN LAS SOCIEDADES COTIZADAS
ESPAÑOLAS
DIRECTORS’ REMUNERATION IN THE SPANISH LISTED COMPANIES
Ignacio Zarzalejos Toledano
Abogado
Sumario
Resumen
I.
INTRODUCCIÓN
II.
MARCO LEGAL Y RECOMENDACIONES DE BUEN GOBIERNO CORPORATIVO
1.
Precedente estadounidense
2.
Recomendaciones de la Comisión Europea
3.
Régimen legal español
A.
La Ley del Mercado de Valores
B.
Orden ECC/461/2013 y Circular 4/2013 de la CNMV
C.
Modificaciones propuestas en la Ley de Sociedades de Capital
4.
Recomendaciones de buen gobierno corporativo
A.
Introducción
B.
Revisión del Código Unificado
C.
Grado de seguimiento de las recomendaciones relativas a materias retributivas
III. NATURALEZA DE LA PRESTACIÓN DE SERVICIOS DE LOS ADMINISTRADORES.
TEORÍA DEL VÍNCULO
IV. FIJACIÓN DE LAS RETRIBUCIONES DE LOS ADMINISTRADORES. PROBLEMÁTICA
DE LA “RESERVA ESTATUTARIA” DE LAS RETRIBUCIONES
V.
ACTIVIDAD DE LOS PROXY ADVISORS Y SU INFLUENCIA EN LAS POLÍTICAS DE
REMUNERACIONES DE LAS SOCIEDADES COTIZADAS
VI. CONCLUSIONES
VII. BIBLIOGRAFÍA
Resumen
Las remuneraciones de los miembros de los consejos de administración de las sociedades cotizadas
están siendo objeto de amplio debate en los últimos años y, en particular, desde el inicio de la crisis
económica.
Este debate ha derivado en la aprobación de diversas normas y recomendaciones de gobierno
corporativo que persiguen un incremento de la transparencia en relación con las retribuciones de los
administradores.
Por todo ello, este trabajo pretende exponer los cambios regulatorios producidos recientemente, tanto a
nivel nacional como internacional (principalmente, en Estados Unidos), analizar el grado de
cumplimiento en España de las recomendaciones de gobierno corporativo en esta materia y tratar
cuestiones relativas a esta materia como son la naturaleza de los servicios de los administradores, la
pretendida “reserva estatutaria” de sus remuneraciones y la influencia de los proxy advisors en los
emisores españoles.
Abstract
The remuneration of board members of listed companies has been widely discussed in recent years
and, in particular, since the onset of global economic turmoil.
The debate has ultimately resulted in the approval of several regulations and corporate governance
recommendations seeking enhanced transparency in relation to the remuneration received by
companies’ directors.
This paper describes the recently-approved regulatory amendments, both in Spain and abroad (mainly
in the U.S.), to assess Spain’s degree of compliance with corporate governance recommendations, and
delves into related matters such as the nature of the services provided by directors, the supposed “bylaws reserve” on directors’ remuneration and the influence of proxy advisors in connection with
Spanish listed companies.
Palabras clave: Retribuciones. Administradores. Informe anual de remuneraciones de consejeros.
Código Unificado.
Keywords: Remuneration. Directors. Annual report on directors’ remuneration. Unified Code.
I.
INTRODUCCIÓN
La crisis internacional en la que nos encontramos sumidos desde mediados del año 2008 ha venido
acompañada de una ola crítica relativa a los opacos sistemas de retribución de los miembros de los
consejos de administración de las sociedades cotizadas, ya que estos no eran objeto del control o
supervisión de los dueños de la compañía, esto es, de los accionistas reunidos en junta general.
Durante muchos años se entendió que las retribuciones de los miembros del consejo de administración
de las sociedades cotizadas concernían única y exclusivamente al propio órgano, ya que se
circunscribían al ámbito privado de actuación de la sociedad. Sin embargo, doctrina autorizada 1 ha
destacado que no se trata de una afirmación pacífica en nuestro país ya que ha chocado, en primer
lugar, con los revuelos surgidos a finales de la década de los noventa del siglo pasado en relación con
las remuneraciones mediante el sistema de opciones sobre acciones y, en segundo lugar y más
recientemente, con el clima social existente como consecuencia de la crisis económica actual.
Dada la relevancia adquirida por los temas retributivos de los consejeros en el seno, principalmente, de
las sociedades cotizadas, resulta relevante analizar cuáles han sido los movimientos más destacados en
el ámbito legislativo y en las recomendaciones de gobierno corporativo en España, ya que se han visto
influenciadas por la normativa aprobada tanto en Estados Unidos (país vanguardista en estas
cuestiones) y por las recomendaciones formuladas por la Comisión Europea.
Por tanto, en el presente estudio se profundizará en la normativa actual española que rige los sistemas
retributivos de los miembros del órgano de administración de las sociedades cotizadas y se analizará el
grado de seguimiento en nuestro país de las recomendaciones de buen gobierno corporativo efectuadas
por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (la “CNMV”).
II.
MARCO LEGAL Y RECOMENDACIONES DE BUEN GOBIERNO CORPORATIVO
1.
Precedente estadounidense
La Dodd-Frank Wall Street Reform and Consumer Protection Act 2 (la “Dodd-Frank Act”) aprobada
1
Vid. MENÉNDEZ MENÉNDEZ, A.: “Derecho privado y retribución de los administradores”, en
PILOÑETA ALONSO, L.M. e IRIBARREN BLANCO, M. (coord.): Estudios de Derecho Mercantil en
homenaje al Profesor José María Muñoz Planas, Pamplona: Aranzadi, 2011 (1.ª ed.), pág. 463.
En términos similares, cfr. QUIJANO GONZÁLEZ, J.: “Retribución de Consejeros y Directivos: la reciente
evolución en el Derecho Español”, en PILOÑETA ALONSO, L. M. y IRIBARREN BLANCO, M. (coord.):
Estudios de Derecho Mercantil en homenaje al Profesor José María Muñoz Planas, Pamplona: Aranzadi,
2011 (1.ª ed.), pág. 683.
2
Cfr. BARRALL, J. y TONELLO, M.: “Say on Pay in 2011: Lessons and Coming Attractions” [en línea], The
Harvard Law School Forum on Corporate Governance and Financial Regulation, 5 de agosto de 2011,
<http://blogs.law.harvard.edu/corpgov/2011/08/05/say-on-pay-in-2011-lessons-and-coming-attractions/>
[consulta: 19 de abril de 2014].
Estos autores destacan que el 2011 fue el primer año en el que las sociedades cotizadas de Estados Unidos
tuvieron que someter a votación consultiva de sus juntas generales las retribuciones de sus consejeros
2/15
en el año 2010 en los Estados Unidos de América introdujo la obligación de que las sociedades
cotizadas en ese país sometieran a sus juntas generales un informe sobre las retribuciones percibidas
en el ejercicio por sus administradores y las previstas para los ejercicios venideros (“say-on-pay”).
Aunque la Dodd Frank Act no exigía que las retribuciones de los consejeros se sometieran a la
votación consultiva de las juntas generales con carácter anual, la política de recomendación de voto
elaborada por Institutional Shareholder Services, Inc 3 (“ISS”) en el año 2011 apoyó que esta votación
se realizara con carácter anual 4.
Algunos autores 5 han destacado que, en el primer año de aplicación de la exigencia del “say-on-pay”,
el apoyo del accionariado a las políticas remunerativas de las sociedades cotizadas en EE.UU. fue
mayoritario, reflejando que aun cuando entidades como ISS o Glass Lewis tienen un gran poder de
influencia en el desarrollo de las juntas generales de accionistas, el mismo no supuso el voto en contra
de las retribuciones de los consejeros y altos directivos de las compañías cotizadas norteamericanas.
2.
Recomendaciones de la Comisión Europea
En el ámbito comunitario, la Recomendación 2009/385/CE, de 30 de abril, que complementa las
Recomendaciones 2004/913/CE y 2005/162/CE en lo que atañe al sistema de remuneración de los
consejeros de las empresas que cotizan en bolsa (Diario Oficial de la Unión Europea, 120, 15 de
mayo de 2009) (la “Recomendación de la Comisión de 30 de abril de 2009”), en su considerando
(6) resalta que la estructura remunerativa aplicable a los consejeros debe favorecer la sostenibilidad de
las empresas a largo plazo y garantizar que la remuneración de aquellos se base en los resultados.
ejecutivos y aclaran que, aunque las compañías no estaban obligadas a modificar dichas retribuciones o sus
políticas sobre la base de la votación de los accionistas, en la práctica las sociedades lo tenían en cuenta si un
número significativo de accionistas votaban en contra de la remuneración de los consejeros ejecutivos.
En este mismo sentido, cfr. BACHELDER, J.: “Say-on-Pay under Dodd-Frank” [en línea], The Harvard Law
School Forum on Corporate Governance and Financial Regulation, 17 de septiembre de 2011,
<http://blogs.law.harvard.edu/corpgov/2011/09/17/say-on-pay-under-dodd-frank/> [consulta: 19 de abril de
2014].
BACHELDER indica cuáles son los puntos destacados por aquellas personas que apoyan la introducción de
esta nueva exigencia de informar sobre las retribuciones de los consejeros. En particular, resalta los
siguientes: (a) el sistema de say-on-pay pone el foco de atención en las políticas y prácticas de
remuneraciones a los ejecutivos; (b) los accionistas se encuentran más conectados con los procesos de
fijación de las retribuciones a los ejecutivos; y (c) los consejeros y los directivos otorgan más atención al
hecho de que las remuneraciones de los ejecutivos estén alineadas con la visión de los accionistas en esa
materia.
3
ISS, perteneciente al grupo “MSCI, Inc.”, es la agencia internacional de recomendación de voto (proxy
agent) más importante en la actualidad, con una cuota de mercado de, aproximadamente, el 61% en Estados
Unidos (Fuente: Comisión Nacional del Mercado de Valores. Documento elaborado por Grupo de Expertos
para evaluar la actividad de los Proxy Advisors en relación con los emisores españoles, 16 de abril de 2012,
pág. 6).
Vid. http://www.cnmv.es/DocPortal/Publicaciones/Grupo/InformeProxyAdvisors.pdf.
4
Vid. ob. cit. BARRALL, J. y TONELLO, M.: “Say on Pay in 2011: Lessons...”, donde estos autores destacan
que en el ejercicio 2011 fue predominante la votación anual de la política de remuneraciones de los
consejeros.
5
Cfr. KAY, I.: “Say on Pay: A Victory for Shareholders and the Executive Pay Model” [en línea], The
Harvard Law School Forum on Corporate Governance and Financial Regulation, 8 de agosto de 2011,
http://blogs.law.harvard.edu/corpgov/2011/08/08/say-on-pay-a-victory-for-shareholders-and-the-executivepay-model/ [consulta: 19 de abril de 2014].
3/15
A tal efecto, la Comisión Europea destaca en esta recomendación que es necesario fijar nuevos
principios relativos a la estructura de retribución de los consejeros y el procedimiento para determinar
las remuneraciones y el control del mismo, debiendo ser fijadas en las correspondientes políticas
retributivas aprobadas por las compañías.
La idea implícita en la Recomendación de la Comisión de 30 de abril de 2009 consiste en alinear los
intereses de los accionistas relativos a la creación de valor de la compañía a largo plazo con las
retribuciones de los administradores. En concreto, en referencia a las conclusiones alcanzadas en la
cumbre del G-20 celebrada en la ciudad de Pittsburgh (EE.UU.) en el año 2009, algún autor 6 ha
destacado que el objetivo principal es conectar los sistemas retributivos de las compañías tanto con la
gestión de sus riesgos como con la creación de valor a más largo plazo.
3.
Régimen legal español
A.
La Ley del Mercado de Valores
En nuestro país, la Ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible (Boletín Oficial del Estado,
número 55, 5 de marzo de 2011) (la “Ley de Economía Sostenible”) introdujo un nuevo artículo 61
ter en la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores (Boletín Oficial del Estado, número 181,
29 de julio de 1988) (la “Ley del Mercado de Valores”) para regular la obligación de las sociedades
cotizadas españolas de presentar, con ocasión de la celebración de la junta general ordinaria que deba
aprobar, en su caso, las cuentas anuales del ejercicio terminado, un informe anual sobre
remuneraciones de los consejeros para su votación, con carácter exclusivamente consultivo, por los
accionistas de la sociedad.
La introducción del nuevo artículo 61 ter de la Ley del Mercado de Valores (“Del informe anual sobre
remuneraciones de los consejeros”) ha merecido la crítica positiva de diversos autores 7, quienes ven
en su aprobación un paso importante para la deseada cohesión entre los intereses de los accionistas de
las sociedades cotizadas y sus administradores, los cuales no siempre se han encontrado alineados,
principalmente, en materia retributiva.
B.
Orden ECC/461/2013 y Circular 4/2013 de la CNMV
El 23 de marzo de 2013 se publicó la Orden ECC/461/2013, de 20 de marzo, por la que se determinan
el contenido y la estructura del informe anual de gobierno corporativo, del informe anual sobre
remuneraciones y de otros instrumentos de información de las sociedades anónimas cotizadas, de las
cajas de ahorros y de otras entidades que emitan valores admitidos a negociación en mercados
oficiales de valores (Boletín Oficial del Estado, número 71, 23 de marzo de 2013) (la “Orden
ECC/461/2013”).
Como se indica en la exposición de motivos, con la Orden ECC/461/2013 se pretende que se tenga
información transparente de las remuneraciones de los consejeros, cualquiera que sea la forma que
adopten, y de la forma en que las sociedades y cajas de ahorros vinculan la política de remuneraciones
6
Vid. ob. cit. QUIJANO GONZÁLEZ, J.: “Retribución de Consejeros y Directivos...”, pág. 684.
7
Ibíd. pág. 709.
Asimismo, vid. TORRENT RUIZ, A.: “Las retribuciones de administradores y directivos de sociedades
cotizadas y la comisión de retribuciones”, Revista de Derecho del Mercado de Valores, 5, 2009, pág. 108,
quien, con anterioridad a la aprobación de este precepto, ya sostenía la necesidad de que los incentivos
guardaran una relación con la rentabilidad a largo plazo de la compañía.
No obstante, TORRENT RUIZ critica el carácter consultivo previsto en las recomendaciones de gobierno
corporativo para la votación en la junta general de la política de retribuciones (régimen trasladado a la Ley
del Mercado de Valores con la introducción del artículo 61 ter), concluyendo que, en su opinión, la votación
debería ser obligatoria para asegurar el control directo de la política de remuneraciones por parte de los
accionistas.
4/15
al buen funcionamiento en el largo plazo de la sociedad. Además, se clarifica que la responsabilidad
de la elaboración y el contenido del informe anual sobre remuneraciones corresponde al órgano de
administración de la sociedad.
Por su parte, se especifica que este informe será objeto de publicación en la CNMV mediante Hecho
Relevante en el plazo máximo de cuatro meses desde el cierre del ejercicio, siempre que no exceda de
la fecha en la que se publique la convocatoria de la junta general ordinaria de accionistas de la
sociedad.
En desarrollo de las competencias atribuidas a la CNMV en la Orden ECC/461/2013, esa Comisión
aprobó la Circular 4/2013, de 12 de junio (Boletín Oficial del Estado, número 150, 24 de junio de
2013), que establece el modelo de informe anual de remuneraciones de los consejeros de sociedades
anónimas cotizadas, el cual es de aplicación a los informes que se están sometiendo a votación, con
carácter consultivo y como punto separado del orden del día, de las juntas generales ordinarias
celebradas a partir del 1 de enero de 2014.
C.
Modificaciones propuestas en la Ley de Sociedades de Capital
El día 14 de octubre de 2013 se publicó el “Estudio sobre propuestas de modificaciones normativas”
elaborado por la Comisión de Expertos en Materia de Gobierno Corporativo —creada por Acuerdo del
Consejo de Ministros, de 10 de mayo de 2013, publicado por Orden ECC/895/2013, de 21 de mayo
(Boletín Oficial del Estado, número 123, 23 de mayo de 2013)— (la “Comisión de Expertos”), que
tenía por objeto la elaboración de un estudio en el que se analizase la situación del buen gobierno de
las sociedades en España así como la redacción de una propuesta consistente en aquellas medidas que
permitieran mejorar la eficacia y responsabilidad en la gestión de las entidades españolas, todo ello
con el objetivo de alcanzar el más alto nivel de cumplimiento de los criterios y principios
internacionales de buen gobierno.
Siguiendo las propuestas efectuadas por la Comisión de Expertos, la Secretaría General del Tesoro y
Política Financiera publicó con fecha 16 de diciembre de 2013 un anteproyecto de ley que modifica el
Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de
Sociedades de Capital (Boletín Oficial del Estado, número 161, 3 de julio de 2010) (la “Ley de
Sociedades de Capital”) para la mejora del gobierno corporativo (el “Anteproyecto de Ley”), que ha
estado sometido a audiencia pública hasta el 15 de enero de 2014.
Entre otras modificaciones recogidas en el Anteproyecto de Ley, en lo que aquí interesa deben
destacarse las referidas al régimen legal de las remuneraciones de los consejeros.
En particular, en sede de cotizadas, se establece por primera vez que el cargo de consejero debe ser
necesariamente retribuido, el cual tendrá que ser conforme con la política de remuneraciones de la
sociedad vigente en cada momento.
Esta política de remuneraciones, que contemplará obligatoriamente la retribución anual máxima de los
consejeros por su condición de tales, deberá someterse a la aprobación de la junta general, como punto
separado del orden del día y con carácter vinculante, al menos cada tres años.
La propuesta presentada por el consejo de administración a la junta general tendrá que estar motivada
y acompañada de un informe de la comisión de nombramientos y retribuciones, poniendo a
disposición de los accionistas esta documentación desde la convocatoria de la junta general.
Toda modificación o sustitución de la política de remuneraciones requerirá del acuerdo previo de la
junta general y, además, en caso de que no se aprobara con carácter consultivo el informe anual sobre
remuneraciones de los consejeros, se requerirá que la política de remuneraciones para el ejercicio
siguiente sea aprobada por la junta general con carácter previo a su aplicación (aunque no hubiera
transcurrido el plazo de tres años referido). En este sentido, en el Anteproyecto de Ley se contempla la
introducción de un nuevo artículo 541 en la Ley de Sociedades de Capital que incorpora el contenido
del actual artículo 61 ter de la Ley del Mercado de Valores, el cual quedaría derogado con la
aprobación de estas modificaciones.
5/15
Por su parte, corresponderá al consejo de administración la fijación de la retribución concreta de cada
consejero en su condición de tal, teniendo en cuenta las funciones y responsabilidades atribuidas a
cada consejero, la pertenencia a comisiones del consejo y las demás circunstancias objetivas que
considere relevantes.
Finalmente, hay que destacar la incorporación de un nuevo artículo específico en el que se regula la
remuneración de los consejeros por el desempeño de funciones ejecutivas. En concreto, esta
remuneración, que vendrá prevista en el correspondiente contrato firmado con el consejero y aprobado
por el consejo de administración, deberá ajustarse a la política de remuneraciones aprobada por la
junta general, en la que se recogerá cuál será la retribución fija anual y su variación durante la vigencia
de la política, los parámetros para la fijación de los componentes variables y los principales términos y
condiciones del contrato (p.ej. duración, indemnizaciones, pactos de exclusividad, no concurrencia
post-contractual y permanencia o fidelización).
En todo caso, corresponderá al consejo de administración la fijación de la retribución de los consejeros
por el desempeño de funciones ejecutivas y los términos de sus contratos, siempre y cuando sean
conformes con la política de remuneraciones aprobada por la junta general.
4.
A.
Recomendaciones de buen gobierno corporativo
Introducción
Desde el Informe Olivencia de 1998, pasando por el Informe Aldama de 2003, y en el vigente Código
Unificado de Buen Gobierno Corporativo de las Sociedades Cotizadas, aprobado por la CNMV con
fecha 22 de mayo de 2006 (el “Código Unificado”), se ha puesto de manifiesto la importancia
creciente que han tenido las cuestiones relativas a la remuneración de los administradores en los
distintos códigos de buen gobierno 8.
Esta preocupación por las remuneraciones de los miembros del órgano de administración de las
compañías y, específicamente, de sus consejeros ejecutivos, se debe a la idea latente en el mercado de
los conflictos de interés existentes entre los ejecutivos de las compañías y sus accionistas, los cuales se
concretan en que se da una relación inversamente proporcional entre las ganancias de los ejecutivos de
una compañía y la rentabilidad obtenida por sus dueños 9.
Igualmente, otros autores 10 destacan la relevancia de las cuestiones relativas a la retribución de los
administradores dentro del marco del gobierno corporativo de las sociedades y, especialmente, de los
8
Cfr. ob. cit. QUIJANO GONZÁLEZ, J.: “Retribución de Consejeros y Directivos...”, pág. 694.
9
En contra, cfr. PUCHETA MARTÍNEZ, M. C. y PORCAR QUEROL, R.: “La influencia de las
remuneraciones de los consejeros ejecutivos de las empresas del Ibex 35 en la rentabilidad financiera”,
Estudios Financieros. Revista de Contabilidad y Tributación. Comentarios. Casos prácticos, 351, 2012,
págs. 165-186.
10
Cfr. OLIVENCIA RUIZ, M.: “La remuneración de los administradores y el código de buen gobierno de las
sociedades cotizadas”, en SÁNCHEZ CALERO, F., OLIVENCIA RUIZ, M., MOLERO MANGLANO, C. y
otros: La retribución de los administradores en las sociedades cotizadas. Estudio especial de las opciones
sobre acciones y otros derechos referidos a las cotizaciones, Madrid: Colex, 2003, págs. 31-39, donde este
autor también cita los principales informes publicados en Estados Unidos y Reino Unido sobre la cuestión y
los principales puntos que se destacan en los mismos.
Asimismo, cfr. JIMÉNEZ SÁNCHEZ, G. J.: “Unas ideas previas al debate sobre la reforma de la
remuneración de los administradores de las sociedades anónimas cotizadas”, en SÁNCHEZ CALERO, F.,
OLIVENCIA RUIZ, M., MOLERO MANGLANO, C. y otros: La retribución de los administradores en las
sociedades cotizadas. Estudio especial de las opciones sobre acciones y otros derechos referidos a las
cotizaciones, Madrid: Colex, 2003, págs. 23-29.
Este autor destaca cómo debería configurarse la retribución de los administradores de acuerdo con lo
indicado en los informes Cadbury (1992 - Reino Unido), Greenbury (1995 - Reino Unido), Viennot (1996 -
6/15
códigos de conducta, de buen gobierno o de buenas prácticas ya que, en nuestro ordenamiento
jurídico, el ámbito de las retribuciones de los administradores se dejaba a la libre autonomía de la
voluntad, siendo objeto de autorregulación por las propias compañías en sus normativas internas. No
obstante, la validez de esta afirmación es menor en nuestros días con la incorporación del
artículo 61 ter en la Ley del Mercado de Valores y con las propuestas de modificación de la Ley de
Sociedades de Capital que, previsiblemente, quedarán aprobadas a lo largo de este año y que se han
referido anteriormente.
B.
Revisión del Código Unificado
Dentro del Plan de Actividades de la CNMV para el año 2013 11, publicado con fecha 12 de marzo de
ese año, esta institución previó, entre sus objetivos prioritarios para esa anualidad, la publicación de la
actualización del Código Unificado para reflejar los cambios normativos que se produjeran en el
ámbito del gobierno corporativo de las sociedades cotizadas, así como la creación de la anteriormente
referida Comisión de Expertos que tendría como objetivo llevar a cabo una revisión integral del
Código Unificado, trabajo que está siendo actualmente realizado una vez presentado su “Estudio sobre
propuestas de modificaciones normativas”.
Pues bien, al objeto de cumplir con el objetivo indicado, la CNMV publicó en el mes de junio de 2013
una versión revisada del Código Unificado que conllevó, entre otras eliminaciones, la supresión de la
recomendación 40 relativa al sometimiento a las juntas generales de un informe sobre la política de
retribuciones de los consejeros de las compañías con carácter consultivo y como punto separado del
orden del día, al tratarse de una obligación legal para todas las sociedades cotizadas tras la
incorporación del artículo 61 ter en la Ley del Mercado de Valores.
C.
Grado de seguimiento de las recomendaciones relativas a materias retributivas
A pesar de su eliminación, resulta interesante destacar que, en el año 2009, la referida recomendación
40 fue la que había tenido un menor nivel de seguimiento por el conjunto de sociedades cotizadas12.
Francia), Hampel (1997 - Estados Unidos) y Olivencia (1998 - España), la cual debería ser a) Libremente
fijada [...], b) Asociada al rendimiento personal y, especialmente si se trata de consejeros ejecutivos, a los
resultados de la empresa [...], c) Pública, difundida al menos en la documentación interna [...] siquiera
globalmente para permitir su control por los accionistas, y, además, sujeta a una evaluación periódica [...] y
d) Y, con carácter preferente, mixta. La combinación de sistemas retributivos fijos (en especie o en efectivo)
con otros basados en incentivos variables.
11
Vid. http://www.cnmv.es/DocPortal/Publicaciones/PlanActividad/PlanActividades2013_web.pdf
12
Vid. RUIZ DE LA VEGA, S. y PRIETO RUIZ, D.: “Los sistemas retributivos de los consejeros de las
sociedades cotizadas: nivel de transparencia, evolución y estructura de las remuneraciones”, Boletín
Trimestral de la CNMV, Trimestre IV, 2010, pág. 81.
En ese mismo estudio, sus autores resaltan, entre otras, las siguientes conclusiones alcanzadas del análisis de
los informes anuales de gobierno corporativo aprobadas por las compañías cotizadas correspondientes al
ejercicio 2009:
(i)
Las recomendaciones del Código Unificado con un menor índice de seguimiento fueron las
relacionadas con la transparencia de las retribuciones de los consejeros, tal y como ya había sucedido
en los ejercicios 2007 y 2008.
(ii)
El nivel de seguimiento de las recomendaciones sobre retribuciones fue 14 puntos porcentuales
inferior a la media de seguimiento del Código Unificado.
(iii)
Las recomendaciones 40 (actualmente eliminada tras la modificación del Código Unificado del mes
de junio de 2013) ─que el consejo someta a la junta general un informe sobre la política de
retribuciones de los consejeros─ y 41 (también eliminada en la versión actual del Código Unificado)
─que en la memoria se detallen las retribuciones individuales─ fueron las menos seguidas del Código
Unificado, tal y como había sucedido en los ejercicios precedentes.
7/15
Asimismo, aunque en la nueva versión del Código Unificado las recomendaciones 35 (relativa al
contenido que debe incluirse en la política de retribuciones) y 41 (sobre el contenido de la memoria en
relación con las retribuciones percibidas por los consejeros durante el ejercicio) también han sido
suprimidas, expondremos a continuación cuál fue el grado de seguimiento de estas recomendaciones
en el último ejercicio que fueron de aplicación, esto es, el correspondiente al ejercicio 2012.
En este sentido, de acuerdo con la información facilitada por las sociedades pertenecientes al Ibex 35
en el Informe Anual de Gobierno Corporativo correspondiente al ejercicio 2012 13, únicamente dos
sociedades indicaron que cumplían parcialmente la recomendación 35 (sobre el régimen de aprobación
y transparencia de las retribuciones), mientras que el resto manifestó que sí lo cumplían.
Por su parte, respecto a la recomendación 41 (relativa a la transparencia de las retribuciones
individuales en la memoria), seis sociedades afirmaron que cumplían parcialmente esta
recomendación, dos sociedades explicaron por qué no cumplían y las restantes afirmaron que
cumplieron con esta recomendación.
De esta información se infiere que la modificación de la Ley del Mercado de Valores realizada en el
año 2011 con la aprobación de la Ley de Economía Sostenible llevó aparejado un seguimiento
generalizado de las recomendaciones relativas a la transparencia de las retribuciones de los consejeros
por parte de las sociedades cotizadas (al menos, de las pertenecientes al Ibex 35), lo que justifica la
modificación normativa realizada por el legislativo.
III. NATURALEZA
DE
LA
PRESTACIÓN
ADMINISTRADORES. TEORÍA DEL VÍNCULO
DE
SERVICIOS
DE
LOS
La normativa de Derecho del Trabajo y la jurisprudencia de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo
han establecido que las relaciones profesionales de los administradores con la sociedad se rigen por las
normas previstas en la legislación societaria 14.
En este sentido, la denominada “teoría del vínculo” establece que cuando se ejercen simultáneamente
el cargo de administrador y las funciones propias de un alto directivo, la calificación debe establecerse
en atención a la naturaleza del vínculo y no al contenido de la actividad15 lo que implica que se
entenderá que aquellos consejeros que desempeñen, a su vez, funciones de alta dirección en la
compañía, se encuentren en una relación de naturaleza mercantil.
Sin embargo, diversos autores 16 han criticado la rigidez de esta teoría, defendiendo la posibilidad de
que en relación con los consejeros que, a su vez, desempeñen funciones ejecutivas, puedan concurrir
13
Vid. http://www.cnmv.es/DocPortal/Publicaciones/Informes/IAGC_IBEX35_2012.pdf.
14
Cfr. ob. cit. MENÉNDEZ MENÉNDEZ, A.: “Derecho privado y retribución...”, págs. 464 y ss.
15
Ibíd. pág. 465.
16
Por todos, cfr. PAZ-ARES, C.: “Ad imposibilia nemo tenetur (o por qué recelar de la novísima jurisprudencia
sobre retribución de administradores)”, InDret. Revista para el análisis del Derecho, 2, 2009.
PAZ-ARES sostiene que la “doctrina del vínculo” descansa sobre un error consistente en juzgar por el mismo
rasero las formas simples de organizar la administración de una sociedad —administrador único,
administradores solidarios y administradores mancomunados— y las formas complejas —el consejo de
administración—, puesto que la experiencia corporativa y la teoría económica de las organizaciones muestran
que la función ejecutiva no pertenece al “cometido inherente al cargo de miembro del consejo de
administración o consejero”.
Para un mayor análisis de los orígenes y precedentes de la doctrina del vínculo, cfr. PAZ-ARES
RODRÍGUEZ, C.: “El enigma de la retribución de los consejeros ejecutivos”, Revista de Derecho del
Mercado de Valores, 2, 2008, págs. 15-91.
En concreto, PAZ-ARES defiende que la imposibilidad práctica de que el consejo de administración
«administre» o «gestione» la sociedad de manera directa y continua determina la imposibilidad teórica de
8/15
dos tipos de relaciones, a saber, la propiamente societaria en su condición de consejero y la de alta
dirección o de prestación de servicios como consecuencia del desempeño de su actividad directiva,
postura esta que, previsiblemente, encontrará respaldo legal con la aprobación del Anteproyecto de
Ley de modificación de la Ley de Sociedades de Capital referido anteriormente.
Algún autor 17 también venía sosteniendo la posibilidad de que las sociedades celebraran un contrato de
alta dirección con sus consejeros ejecutivos sobre la base de las recomendaciones del Código
Unificado, si bien ponía de relieve que, de acuerdo con la doctrina mercantilista mayoritaria (o
“doctrina tradicional”), no cabría la celebración de un contrato de alta dirección con los consejeros
ejecutivos 18, exigiéndose en todo caso la previsión estatutaria de todas las remuneraciones a percibir
por este tipo de consejeros.
No obstante, se trata de una cuestión controvertida y existe una doctrina más minoritaria19 que
defiende que los consejeros ejecutivos de aquellas sociedades con un entramado social complejo
(como es el caso de las sociedades cotizadas, que deben contar, obligatoriamente, con un consejo de
administración) puedan firmar contratos de alta dirección.
Como pone de relieve algún autor 20, la Jurisprudencia del Tribunal Supremo se encuentra dividida al
respecto. Por una parte, las sentencias de 13 de noviembre de 2008 de la Sala Tercera declaran la
imposibilidad de que un administrador pueda suscribir, al mismo tiempo, un contrato de alta dirección,
aun cuando el administrador realice un plus de dedicación. Por otra, la Sala Cuarta del Tribunal
Supremo sí ha admitido la posibilidad de que concurran en una misma persona una relación laboral de
alta dirección y otra de carácter societario derivada de su pertenencia al órgano de administración.
Finalmente, la Sala Primera, en general, sostiene la existencia de una única relación de carácter
mercantil, dada la dificultad de apreciar la concurrencia de las notas de ajenidad y dependencia.
Es manifiesto que las funciones propias de los consejeros externos o no ejecutivos de una compañía
difieren en gran medida de las desempeñadas por los ejecutivos, y esto es así porque los primeros se
entender comprendido dentro del cometido inherente al cargo de consejero el desempeño de las funciones
ejecutivas. Por tanto, de ello se deriva la posibilidad de que la retribución de los consejeros ejecutivos por
dichas funciones se encuentre separada de la remuneración que perciban por su pertenencia al consejo (pág.
34).
En contra, cfr. ob. cit. TORRENT RUIZ, A.: “Las retribuciones de administradores y directivos...”, pág. 136.
17
Vid. LEÓN SANZ, F. J.: “La previsión en los Estatutos de la Retribución de los Administradores de las
Sociedades Anónimas. El Estado de la cuestión en la Doctrina Española”, en MASSAGUER FUENTES, J.,
DÍAZ MORENO, A., ANTONIO SOLER, L. y ARRIBAS HERNÁNDEZ, A. (directores): I Foro de
encuentro de jueces y profesores de Derecho mercantil, Valencia: Tirant lo blanch, 2010, pág. 23.
18
En este sentido, cfr. GARCÍA SANZ, A.: “La constancia estatutaria de la retribución de los administradores
sociales: interés de los socios e interés de los terceros. Sentencia de 19 de diciembre de 2011”, Cuadernos
Civitas de Jurisprudencia Civil, 90, septiembre-diciembre 2012, págs. 117-136.
La Sentencia de 19 de diciembre de 2011 de la Sala Primera del Tribunal Supremo refleja esta circunstancia
al indicar que [m]ayores dificultades plantea la posibilidad de que quien tiene la condición de administrador
pueda ostentar, simultáneamente, la de trabajador por cuenta ajena ya que, aunque no faltan sentencias que
afirman la compatibilidad del vínculo societario con el laboral [...] cuando se superponen las condiciones de
administrador y directivo, la jurisdicción social [...] se muestra reacia a calificar como ‹‹laboral›› el vínculo
entre la sociedad y el administrador-directivo, dada la dificultad de apreciar la concurrencia de las notas de
‹‹ajenidad›› y ‹‹dependencia››, especialmente en los casos de consejeros delegados y miembros de la
comisión ejecutiva [...].
19
Entre otros, cfr. TALÉNS VISCONTI, E. E.: “La retribución de los administradores y directores generales de
las sociedades cotizadas”, Revista de Derecho de los Negocios, 267, enero-febrero 2013, págs. 47-58.
20
Cfr. ob. cit. GARCÍA SANZ, A.: “La constancia estatutaria de la retribución...”, págs. 129-130.
9/15
limitan a una mera actividad de control y supervisión (aun cuando algunos autores defienden que el
cargo de consejero es omnicomprensivo), mientras que los segundos están a cargo del día a día de la
compañía y deben someter su actividad al control del consejo de administración en su conjunto, de lo
que se deriva un rasgo de ajenidad que no puede ser proclamado respecto de la actividad del resto de
consejeros.
Por todo lo anterior, la legislación laboral y societaria debería respaldar esta postura minoritaria de
forma que los consejeros que desempeñen, al mismo tiempo, funciones ejecutivas dentro de la
compañía puedan suscribir, a su vez, un contrato de alta dirección que regule dichas funciones, idea
que se ha visto reflejada en las modificaciones de la Ley de Sociedades de Capital propuestas por la
Comisión de Expertos y reflejada en el Anteproyecto de Ley que hemos destacado supra con la
separación de las retribuciones percibidas por los consejeros en su condición de tales y las derivadas
de las funciones ejecutivas que puedan desempeñar en la compañía.
IV.
FIJACIÓN DE LAS RETRIBUCIONES DE LOS ADMINISTRADORES.
PROBLEMÁTICA DE LA “RESERVA ESTATUTARIA” DE LAS RETRIBUCIONES
En primer lugar, debemos preguntarnos qué se entiende por el concepto de “retribución”. Como ha
destacado la doctrina 21, la retribución de los administradores es toda percepción económica, en dinero
o en especie, que perciban por razón de su cargo, con independencia de la forma y el momento en que
la obtengan, por lo que se corresponde con el concepto de salario utilizado en el ámbito laboral. En
particular, dichas retribuciones son percibidas, habitualmente, en concepto de dietas de asistencia a las
reuniones del órgano de administración, sueldo o remuneración fija y participación en beneficios.
Una vez asentado tal concepto, hay que destacar que el apartado primero del artículo 217 de la Ley de
Sociedades de Capital establece que el cargo de administrador es gratuito salvo que los estatutos
sociales establezcan lo contrario fijando el sistema de retribución.
Sin embargo, algunos autores han criticado esta presunción de gratuidad del cargo de administrador
por considerar que la misma es contraria a la realidad social del momento y a los intereses sociales,
puesto que existe una relación directa entre los deberes de los administradores y su remuneración, por
lo que esta se encuentra justificada tanto por los servicios que prestan como por la responsabilidad que
asumen por el desempeño del cargo 22.
En relación con la constancia del sistema retributivo en los estatutos sociales, la Sentencia de 19 de
diciembre de 2011 de la Sala Primera del Tribunal Supremo 23 indica que esa exigencia tiene por objeto
reforzar la información que se facilita a los accionistas para que estos puedan ejercer un control
efectivo de la actuación de los administradores, más aun en una materia tan controvertida como es la
relativa a la remuneración del órgano de administración, donde se contraponen claramente los
intereses de ambas partes, puesto que los administradores pretenden obtener la máxima retribución
posible, mientras que los accionistas tratan de reducir los gastos para maximizar los beneficios
repartibles.
Como destaca algún autor 24, la Ley de Sociedades Anónimas del año 1951 ya preveía la fijación
estatutaria de las remuneraciones de los administradores, asumiéndose la gratuidad del cargo en caso
contrario. No obstante, la duda se ha mantenido en relación con el grado de determinación exigido al
21
Cfr. TUSQUETS TRÍAS DE BES, F.: “La retribución de los administradores en el ordenamiento jurídico
español. Sus principios caracterizadores”, en TUSQUETS TRÍAS DE BES, F. (autor): La remuneración de
los administradores de las sociedades mercantiles de capital, Pamplona: Civitas, 1998, págs. 130 y ss.
22
Ibíd. págs. 118 y ss.
23
Vid. ob. cit. GARCÍA SANZ, A.: “La constancia estatutaria de la retribución...”, págs. 121 y 124.
24
Cfr. ob. cit. QUIJANO GONZÁLEZ, J.: “Retribución de Consejeros y Directivos...”, págs. 687 y ss.
10/15
precepto estatutario, es decir, si se requiere determinar con precisión el importe a percibir por los
administradores o si, por el contrario, la mera previsión de que el cargo es retribuido sería suficiente.
Esta cuestión resulta de especial relevancia desde el punto de vista fiscal ya que, como se ha puesto de
manifiesto 25, la doctrina de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha
mantenido, por una parte, que los estatutos de las sociedades anónimas han de prever con toda
precisión el importe de la remuneración de los administradores y, por otra, esta exigencia se extiende a
la remuneración que los administradores ejecutivos perciben por su labor de gestión mediante la
aplicación de la teoría del vínculo.
En este sentido, y en relación con la retribución de los consejeros ejecutivos, doctrina autorizada 26
destaca que los paquetes retributivos de los ejecutivos deben estructurarse teniendo en cuenta las
circunstancias específicas de cada empresa y ejecutivo, por lo que la obligación de que sus
retribuciones como ejecutivos también consten estatutariamente podría suponer un obstáculo para las
políticas de contratación de estas compañías.
Aunque los estatutos sociales deberán determinar el sistema de retribución concreto —no pudiendo
limitarse a establecer que el cargo de administrador será retribuido—, también es cierto que no será
necesario que fijen el importe concreto de las remuneraciones, tal y como ha concluido la Dirección
General de los Registros y del Notariado en sus resoluciones de fechas 15 de abril de 2000 (Boletín
Oficial del Estado, número 139, 10 de junio de 2000) y 19 de marzo de 2001 (Boletín Oficial del
Estado, número 110, 8 de mayo de 2001), entre otras 27.
La redacción del artículo 217 de la Ley de Sociedades de Capital y la rigidez con la que la
Jurisprudencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo ha interpretado el referido precepto (antiguo
artículo 130 de la Ley de Sociedades Anónimas) ha sido objeto de crítica generalizada por la doctrina.
Hay que destacar que algún prestigioso autor 28, utilizando la expresiva terminología de “doctrina del
milímetro”, ha criticado las dos sentencias citadas supra de 13 de noviembre de 2008 de la Sala
Tercera del Tribunal Supremo por no dejar ni ese espacio para la intervención de otras instancias en
la cuantificación de la retribución, ya que se exige que el importe exacto de la retribución se entienda
incluido dentro de la reserva estatutaria, por lo que sería necesaria la previsión en los estatutos sociales
de la cuantía de las retribuciones de los administradores para que estas pudieran calificarse como
válidas.
25
Vid. ob. cit. MENÉNDEZ MENÉNDEZ, A.: “Derecho privado y retribución...”, pág. 467.
26
Vid. PAZ-ARES RODRÍGUEZ, C.: “La remuneración de consejeros. Ejecutivos: luz y taquígrafos” [en
línea],
El
Notario
del
Siglo
XXI,
9,
septiembre-octubre
2006,
<http://www.elnotario.es/index.php/opinion/opinion/2770-la-remuneracion-de-consejeros-ejecutivos-luz-ytaquigrafos-0-18615104927322926> [consulta: 19 de abril de 2014].
27
Vid. ob. cit. QUIJANO GONZÁLEZ, J.: “Retribución de Consejeros y Directivos...”, pág. 690.
En la resolución de fecha 19 de marzo de 2001, la Dirección General de los Registros y del Notariado
concluye que no puede exigirse la fijación estatutaria de la cuantía concreta de la retribución, lo que, sobre
no venir impuesto por las referidas disposiciones legales, se avendría mal con la propia naturaleza de los
estatutos sociales como norma rectora de la estructura y funcionamiento de la sociedad al margen de las
circunstancias tan cambiantes como puede ser la referida cuantía retributiva.
28
Cfr. ob. cit. PAZ-ARES RODRÍGUEZ, C.: “Ad imposibilia nemo tenetur...”, pág. 6.
En el mismo sentido, vid. ob. cit. LEÓN SANZ, F. J.: “La previsión en los Estatutos de la Retribución...”,
págs. 14 y 16; ob. cit. TALÉNS VISCONTI, E. E.: “La retribución de los administradores y directores
generales...”, pág. 51; y ob. cit. TORRENT RUIZ, A.: “Las retribuciones de administradores y directivos...”,
págs. 138-139.
11/15
Como consecuencia de todo lo anterior, la doctrina29 ha concluido, en líneas generales, que si bien los
estatutos sociales deben establecer las retribuciones a percibir por sus consejeros desde un punto de
vista cualitativo (esto es, mediante un importe en efectivo determinable, mediante la entrega de
acciones, mediante la participación en los beneficios sociales, etc.), no se exige que se establezca un
quantum concreto, cuyo importe puede quedar a la determinación del propio consejo de
administración dentro del marco estatutario.
De nuevo, en el ámbito societario, esta discusión se verá aclarada una vez se apruebe el Anteproyecto
de Ley para la modificación de la Ley de Sociedades de Capital en el que, siguiendo la propuesta
efectuada por la Comisión de Expertos, se especifica que, en las sociedades cotizadas, será el consejo
de administración el órgano encargado de fijar la remuneración concreta de cada consejero en su
condición de tal, en todo caso dentro del marco estatutario que defina el sistema de retribución
aplicable y del importe máximo de la remuneración anual previsto en la política de remuneraciones de
los consejeros que tendrá que aprobar la junta general, al menos, cada tres años. Para su
determinación, el consejo de administración deberá tener en cuenta las funciones y responsabilidades
atribuidas a cada uno, su pertenencia a comisiones dentro del órgano de administración y todas
aquellas circunstancias objetivas que el consejo de administración estime relevantes a tal efecto.
V.
ACTIVIDAD DE LOS PROXY ADVISORS Y SU INFLUENCIA EN LAS POLÍTICAS
DE REMUNERACIONES DE LAS SOCIEDADES COTIZADAS
Los proxy advisors son entidades que prestan servicios a inversores, principalmente institucionales, de
asesoramiento en relación con el ejercicio del derecho de voto derivado de la titularidad de acciones en
sociedades cotizadas 30.
Como ya hemos indicado supra, algún autor 31 en EE.UU. analizó la influencia que habían tenido
entidades que realizan proxy advisory, como ISS o Glass Lewis, durante el primer ejercicio en el que
resultaba obligatorio presentar ante las juntas generales de accionistas de las entidades
norteamericanas cotizadas un informe sobre las remuneraciones de los consejeros. En concreto, se
observó que aun cuando ISS y Glass Lewis tienen, en general, un gran poder de influencia en el
desarrollo de las mismas, dicho poder no se trasladó en un voto en contra de las retribuciones de los
consejeros y altos directivos de las compañías cotizadas norteamericanas.
29
Entre otros, vid. ob. cit. PAZ-ARES RODRÍGUEZ, C.: “Ad imposibilia nemo tenetur...”, pág. 4, donde
precisa que el art. 130 LSA exigiría que los estatutos recojan la definición cualitativa de la remuneración de
los administradores estableciendo con claridad el concepto o conceptos retributivos que la integran
(asignación fija, participación en beneficios, dietas, etc.). La “reserva estatutaria” determinaría, además,
que los propios estatutos no puedan delegar dicha definición en instancias inferiores de la organización. La
estructura del paquete retributivo del administrador ha de quedar enteramente predeterminada en la “carta
magna” de la sociedad.
En la misma línea, cfr. GALLEGO SÁNCHEZ, E.: “Artículo 217. Remuneración de los administradores”, en
BELTRÁN, E. y ROJO, Á. (directores): Comentario de la Ley de Sociedades de Capital, Pamplona:
Aranzadi, 2011, págs. 1545-1555.
Asimismo, vid. ob. cit. TUSQUETS TRÍAS DE BES, F.: “La retribución de los administradores...”,
págs. 133 y 134, donde este autor sostiene que con excepción del sistema de participación en las ganancias,
los estatutos [...] no tienen por qué concretar numéricamente la cifra o cuantía de la remuneración, siendo
suficiente fijar o señalar el sistema, forma o modo de la retribución.
30
Definición recogida en el documento elaborado por el Grupo de Expertos para evaluar la actividad de los
Proxy Advisors en relación con los emisores españoles, 16 de abril de 2012. Fuente: Comisión Nacional del
Mercado de Valores.
Vid. http://www.cnmv.es/DocPortal/Publicaciones/Grupo/InformeProxyAdvisors.pdf.
31
Cfr. ob. cit. KAY, I.: “Say on Pay: A Victory for Shareholders...”.
12/15
En relación con las sociedades cotizadas en Europa, ISS publica anualmente una guía que recoge una
serie de directrices a seguir por los inversores institucionales a la hora de que emitan sus votos
respecto de ciertos puntos en el orden del día de las juntas generales. En este sentido, el pasado 14 de
enero de 2014 ISS publicó el documento “ISS. Transparency. Inclusiveness. Global Expertise. 2014
European Proxy Voting Summary Guidelines” al objeto de establecer las directrices de voto de cara a
las juntas generales de accionistas de sociedades cotizadas que se vayan a celebrar a partir del 1 de
febrero de 2014.
En lo que respecta a la política retributiva, ISS recomienda votar caso por caso para la aceptación de
las políticas retributivas que el consejo plantee en relación con la alta dirección de la sociedad, así
como del propio consejo.
En términos generales, y aunque ISS valora cada caso concreto antes de definir el sentido del voto,
exige un alto grado de transparencia y equidad a las políticas retributivas de los consejeros ejecutivos
para pronunciarse a favor de las mismas. De forma específica, y sin ánimo exhaustivo, exige: (i) la
entrega de información clara y suficiente a los accionistas sobre retribuciones; (ii) que la estructura
retributiva y la cuantía de la misma estén alineadas con la práctica generalizada de mercado,
enfatizando la búsqueda de valor del accionista a largo plazo; (iii) evitar aquellos sistemas de
retribución que no tengan en cuenta los fallos o errores en el desempeño observado por los consejeros
ejecutivos; (iv) que el Comité de Retribuciones sea independiente y eficaz; y (v) evitar pagos
inapropiados a los consejeros no ejecutivos.
Respecto al grado de influencia de las recomendaciones emitidas por los proxy advisors en los
emisores españoles, en el estudio realizado por el Grupo de Expertos para evaluar la actividad de los
Proxy Advisors en relación con los emisores españoles —publicado por la CNMV con fecha 16 de
abril de 2012— se destacan dos dificultades: por una parte, es complicado conocer con certeza la
influencia que ejercen dichas recomendaciones en el voto finalmente emitido por los inversores
institucionales; y, por otra, esa dificultad se incrementa en el caso español debido al menor peso que
representan los inversores institucionales en las sociedades cotizadas.
En todo caso, en el referido estudio se concluye que la influencia creciente de los proxy advisors es
innegable y que dicha influencia es más acusada en aquellas compañías cotizadas con un free float
elevado.
VI.
CONCLUSIONES
•
La tendencia en los últimos años se ha dirigido al establecimiento de mayores niveles de
transparencia, de forma que los dueños de las sociedades (esto es, sus accionistas) sean
conscientes de las remuneraciones que perciben los miembros de sus órganos de administración
y puedan, aunque únicamente con carácter consultivo, pronunciarse sobre las mismas.
•
En nuestra opinión, y como han puesto de manifiesto los diversos autores citados en el trabajo,
sería conveniente una unificación de la doctrina jurisprudencial actual en nuestro país, ya que
los diferentes pronunciamientos emanados de diversas Salas del Tribunal Supremo (Sala de lo
Civil, Sala de lo Contencioso-Administrativo y Sala de lo Social), con sus diferentes teorías (la
“doctrina del milímetro” de la Sala de lo Contencioso-Administrativo y la “teoría del vínculo”
de la Sala de lo Social 32) dificultan el análisis de esta cuestión.
En concreto, no creemos que todos los consejeros —con independencia de que sean ejecutivos o
externos (dominicales o independientes)— deban ser tratados por igual, sino que deberían
diferenciarse entre las funciones propias de todo consejero —esto es, la función deliberativa y
de control— y las de dirección, que pueden ser proclamadas exclusivamente respecto de los
consejeros ejecutivos.
32
Vid. supra Apartado IV.
13/15
•
Sería deseable que, por una parte, la “doctrina del vínculo” fuera revisada por la jurisdicción
social, de tal forma que aquellos miembros del consejo de administración que desempeñen
funciones ejecutivas puedan mantener o compatibilizar dos tipos de relaciones diferenciadas con
la sociedad; esto es, la relación societaria propia de todo consejero junto con una relación
contractual o de alta dirección por el desempeño de sus funciones ejecutivas.
Por otra, en relación con las sentencias de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del
Tribunal Supremo de 13 de noviembre de 2008, la exigencia de que las retribuciones de los
consejeros sean previstas “al detalle” en los estatutos sociales de las compañías exigiría su
modificación con carácter anual. Por ello, nos adherimos a la tesis mantenida por la mayoría de
la doctrina consistente en la “reserva estatutaria” de los sistemas de retribución, dejando la
cuantificación de la misma a la junta general con carácter anual.
•
La evolución de la normativa y de las recomendaciones de gobierno corporativo en la materia
en los últimos años han coadyuvado a la mejora de las prácticas remuneratorias de las
compañías cotizadas y, lo que es más importante, a su transparencia, lo que ha supuesto que los
accionistas hayan visto reforzada su posición de control o, al menos, supervisión de las
actuaciones de su órgano de administración.
•
Una vez se apruebe el Anteproyecto de Ley de reforma de la Ley de Sociedades de Capital para
la mejora del gobierno corporativo, las cuestiones planteadas en este estudio se verán
expresamente plasmadas en nuestro ordenamiento jurídico societario, lo que debería conllevar
una revisión de la doctrina jurisprudencial actualmente seguida por nuestros juzgados y
tribunales.
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