936 - UACJ

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La Fragua de los Tiempos
22 de enero de 2012. N° 936.
El Congreso Nacional de la UGOCM diciembre de 1962 (parte XXV).
Jesús Vargas Valdés.
Jacinto López, el líder nacional de la UGOCM nació el 3 de marzo de 1906
en Banámichi un pueblo ubicado a la orilla del Río de Sonora. Fue el
segundo de siete hijos de un matrimonio de campesinos. Su niñez no fue
afortunada pues nació muy desnutrido y tardó cuatro años en caminar y en
hablar pero en compensación fue un niño de mucha inteligencia y de
aptitud para el estudio. Cuando concluyó los estudios elementales el
profesor recomendó a sus padres que buscaran la manera de que continuara
sus estudios, pero sólo tuvieron para pagarle un curso de contabilidad por
correspondencia.
A los 18 años emigró a la ciudad de Cananea donde se hizo zapatero
relacionándose con trabajadores mineros de quienes aprendió las primeras
ideas proletarias. Cuatro años después emigró a Hermosillo donde empezó
a poner en práctica sus ideas formando una agrupación de ladrilleros y
después el Sindicato de la Cervecería de Sonora, haciéndose notar por sus
virtudes como organizador al grado de que poco tiempo después el
gobernador Rodolfo Elías Calles, hijo del caudillo revolucionario, lo
expulsó del estado refugiándose en Tepic donde conoció a Braulio
Maldonado, otro refugiado político, pero éste originario de Baja California.
En los primeros años de la década de los treinta, Jacinto regresa a Sonora,
radicándose en la región agrícola de Cajeme donde reinició sus actividades
de organización con más bríos y experiencia fundando casi desde la
clandestinidad los primeros sindicatos agrícolas y grupos de solicitantes de
tierras saliendo a flote poco tiempo después con la fundación de la
Federación de Trabajadores del Sur de Sonora.
En 1934, durante la campaña electoral de Lázaro Cárdenas lo apoyó
decididamente, y cuando el candidato recorrió el estado de Sonora invitó a
Jacinto para que lo acompañara en su recorrido por el yaqui y el mayo.
Al iniciarse 1935, durante el primer año del nuevo gobierno, Jacinto
recorrió el estado convocando a la formación de una organización inspirada
en el nacionalismo cardenista y en la defensa de los intereses de los
campesinos y obreros. No obstante que Jacinto contaba con una buena
relación con el presidente Cárdenas, el gobernador del estado de Sonora,
Román Yocupicio, general de origen mayo, pero representante de la
oligarquía postrevolucionaria, se alarmó por el peligro que representaba la
formación de una organización popular e independiente y empezó a
hostigar a Jacinto utilizando a los presidentes municipales para que le
cerraran el paso en sus actividades de organización.
A mediados del año 1935 Jacinto viajó a Navojoa donde asesoraba a un
grupo de trabajadoras agrupadas en el sindicato de costureras, cuando se
encontraba preparando una asamblea se presentó un grupo de policías
municipales que lo aprehendieron sin ninguna justificación. Se lo llevaron
secuestrado a un estadio y sólo porque la gente se movilizó rápidamente y
exigió que se le presentara en público, se salvó de que le hicieran daño o
incluso lo asesinaran. Eran tiempos difíciles para el estado de Sonora
dominado por los terratenientes pertenecientes a la dinastía ObregónCalles, fruto regional de la revolución de 1910.
Después de salvarse de los ataques del gobernador Yocupicio y contando
con el apoyo del licenciado Lombardo Toledano, dirigente nacional de la
CTM, Jacinto emprendió una intensa labor para crear la CTM del estado de
Sonora. Con ese propósito recorrió el estado durante los primeros meses de
1936 convocando a todas las agrupaciones obreras para que asistieran al
Congreso para fundar esta organización.
El Congreso se efectuó a mediados del año con el aval personal del líder
nacional de la Confederación de Trabajadores. La elección del comité
directivo no representó ningún problema, porque todos los delegados
sabían que el cargo principal le correspondía a Jacinto López quien se
había convertido en el brazo fuerte de Lombardo en el estado de Sonora.
Meses después Jacinto encabezó una comisión que viajó a la ciudad de
México para entrevistarse con el presidente Cárdenas ante quien se
denunció el acaparamiento de la propiedad agrícola en el Valle del Yaqui.
El presidente se comprometió en revisar el problema y al año siguiente
(1937) se decretó la expropiación del latifundio de la familia Richardson,
principales acaparadores.
Tres años después, en 1940 Jacinto fue promovido por la CTM como
candidato para una diputación federal entrando de lleno al sistema político
de Manuel Ávila Camacho. Desde entonces Jacinto, como líder de los
obreros y campesinos, quedó atrapado en una ambigüedad que lo
acompañó durante toda su vida política.
El 27 de febrero de 1941 concurrió al Segundo Congreso Nacional de la
CTM organizado en la ciudad de México bajo los auspicios y lineamientos
del presidente Manuel Ávila Camacho. Este Congreso fue de gran
trascendencia histórica porque Lombardo Toledano entregó la dirección de
la CTM a Fidel Velázquez y con este personaje al frente de los trabajadores
se inició la era más negra en la historia del movimiento obrero mexicano.
Lo poco que habían avanzado los obreros en su formación como clase
autogestiva se nulificó, se suprimió y se estableció un sistema de control
absolutista que subsiste hasta los días actuales.
A mediados de 1947, Lombardo Toledano se separa del Consejo Nacional
de la CTM y junto con él se retiran también Jacinto y varios dirigentes muy
comprometidos con los intereses genuinos de la clase trabajadora, quienes
impulsan la creación de la Alianza Obrera y Campesina, de donde urge a
mediados del año siguiente la Unión General de Obreros y Campesinos de
México (UGOCM) bajo la dirección del líder minero Agustín Guzmán.
Ese mismo año se funda también el Partido Popular Socialista, bajo la
dirección de Lombardo Toledano y los dirigentes que lo habían apoyado
después de la separación del la CTM. Por eso el nuevo partido coincidió
plenamente con la ideología y los objetivos políticos de la UGOCM.
En 1949 Jacinto López participó como candidato del PPS para el gobierno
del estado de Sonora logrando que la mayoría de los electores lo apoyaran
con su voto, pero de nada le sirvió porque el 3 de julio se cometió uno de
los usuales fraudes que llevó al gobierno al candidato del PRI, Ignacio Soto.
Cambiando sus actividades como dirigente de la UGOCM a nivel nacional,
Jacinto se volvió a presentar como candidato para senador y nuevamente
para el gobierno del estado, pero en ninguno de los casos logró revertir el
control que ejercía el PRI en las elecciones.
A pesar de la marginación en que el gobierno tenía a la UGOCM o quizá por
eso mismo, durante la década de 1950 Jacinto López había logrado gran
popularidad como gestor de los campesinos principalmente del norte de
México: Sonora, Baja California y Sinaloa, pero al iniciarse la década de
1960 se mostraba muy cauteloso y trataba de evitar confrontaciones con el
gobierno; a pesar de que no había cumplido los sesenta años de edad, ya
había envejecido como líder político y muchos grupos campesinos
renegaban por su pasividad ante el gobierno demagógico y represor de
Adolfo López Mateos.
El Congreso Nacional Extraordinario de la UGOCM. Diciembre de 1962.
En el mes de octubre de 1962 se lanzó la convocatoria para la celebración
del Primer Congreso Nacional extraordinario de la UGOCM a realizarse en la
ciudad de México durante los días 10, 11 y 12 de diciembre de ese año.
Esta convocatoria se dio a conocer en un extenso manifiesto que se
difundió en todo el país.
A la vuelta de cincuenta años tiene significación este documento porque es
uno de los referentes que tenemos a la mano para conocer los fundamentos
ideológicos y las preocupaciones de los organizadores en aquellos días. De
ese documento transcribo algunos párrafos:
A los obreros y campesinos les corresponde permanecer vigilantes y
cuidar de los intereses de la organización, denunciar a todos aquellos
elementos perversos, lo mismo de la base como de la dirección, que no
observen una conducta sindical acorde con nuestros postulados unitarios,
aquellos que obedeciendo consignas de facciones o grupos, usen de
maniobras divisionistas para conservar las prebendas y situaciones de
privilegio [...].
En el seno de la UGOCM y de sus organismos miembros, existe un
ambiente de vida democrática que propicia el debate libre respecto a los
problemas nacionales e internacionales que interesan directamente a las
masas trabajadoras, pero usando fraternalmente el método de la crítica y
la autocrítica, porque estamos convencidos de la validez del principio
que afirma: “Que las masas organizadas están capacitadas para pensar,
legislar y regir sus propios destinos”.
La UGOCM es un organismo de frente amplio en el que participan los
obreros y campesinos de diferentes concepciones ideológicas, religiosas
y políticas, en donde no se discrimina a nadie y se deja en libertad a sus
miembros para afiliarse a los partidos políticos revolucionarios que más
convenga a sus intereses; pero del mismo modo que respeta esos
derechos, se opone a la participación directa o disimulada de
instituciones, política, sociales, religiosas, etcétera, que puedan constituir
una fuerza extraña en el seno de sus organismos básicos y provocar
interferencias en la consolidación de la unidad monolítica de la Unión
General de Obreros y Campesinos de México e impedir que repercutan
interiormente las crisis de los partidos políticos e instituciones, ya que
los sindicatos no son bandas de transmisión para mover a los
trabajadores por consignas de los partidos, sino que los cuadros y
militantes sindicales y los trabajadores de base son quienes deben de
examinar sus problemas y tomar acuerdos en sus asambleas.
La UGOCM es un organismo de clase, independiente del sector patronal y
del gobierno y de toda fuerza extraña al proletariado, condición que le
permite apoyar los actos positivos del poder público, criticar y combatir
los negativos.
La UGOCM conciente de la realidad mexicana, enarbola las banderas de la
defensa de la patria, toma como base de nuestras luchas el ideario, la
doctrina y el ejemplo patriótico de nuestros héroes, escogiendo el camino
de la independencia nacional y tratando de encuadrar las tareas futuras a
los superiores intereses de la nación.
La UGOCM afirma que su política de aplicación de la Reforma Agraria
integral hasta la liquidación total del latifundismo, no se basa en
concepciones filosóficas idealistas, ni en el deseo caprichoso de personas
alucinadas, porque estamos convencidos de la validez de nuestra
orientación política e ideológica; de lo que somos; de lo que
representamos y de lo que tenemos; por eso actuamos optimistas y
seguros, siguiendo un proceso histórico que se enmarca en las realidades
mexicanas.
El sector de los campesinos es el núcleo sobre el que más especulan, con
manifiesta demagogia profesional, los políticos ya que son precisamente
los organismos de los campesinos a quienes más se oprime y se explota,
en tanto que sus demandas específicas caen en el más criminal de los
olvidos, les niegan su derecho a participar en la distribución de las
riquezas nacionales, colocando a los obreros y a los campesinos en
injusta posición de desigualdad.
La UGOCM hace un llamamiento ferviente y jubiloso a la unidad de todas
las personalidades revolucionarias, democráticas, progresistas,
nacionalistas y patrióticas para cerrar filas ante las agresiones del
imperialismo yanqui a los pueblos de América Latina y del mundo, para
defender a la revolución cubana e impedir el estallido de una tercera
guerra mundial.
Igualmente, la UGOCM hace un llamamiento entusiasta y fraternal a la
unidad, porque reconoce que uno de los problemas palpitantes en
México es: la unidad de las fuerzas revolucionarias, y que siendo como
es una realidad objetiva, expresamos: Que estamos dispuestos a trabajar
unidos en la acción con las centrales obreras y campesinas y con todos
los organismos de los trabajadores que estén dispuestos a luchar por uno,
algunos o todos de los siguientes objetivos:
–Por la paz mundial y contra la amenaza creciente de guerra.
–Por el desarme completo y por la disolución de los bloques militares.
–Por conseguir un clima de coexistencia pacífica en el mundo que evite
los reclutamientos artificiosos que alientan la guerra fría.
–Por la eliminación de las pruebas y destrucción de los stocks de las
armas atómicas y nucleares.
–Por la reanudación de las relaciones diplomáticas de los Estados Unidos
de Norteamérica con la heroica hermana república de Cuba, como
premisa para lograr la paz en el Continente Americano y contra toda
política de boycots, bloqueos directos e indirectos y para que se evite la
posibilidad de futuras invasiones al suelo cubano.
–Por la defensa intransigente de los principios: No intervención y
autodeterminación de los pueblos.
–Por una política que impida radicalmente la exportación de capitales.
–Por el apoyo a la lucha de los campesinos sin tierra.
–Por la aplicación integral de la Reforma Agraria hasta lograr la
liquidación del latifundio en México.
–Por la industrialización nacional verdadera.
–Por la supresión del delito de “disolución social”.
–Porque no se prive de la libertad a las personas que expongan o
defiendan sus ideas políticas o sociales, ni porque militen en partidos
políticos o institucionales que discrepen frente a la política del régimen.
–Por la libertad de los presos políticos, sindicales y sociales.
–Por un frente nacional democrático y patriótico que luche por los
postulados de paz, pan, democracia e independencia nacional.
–Por la Central Única de los Obreros y Campesinos de México.
[...] Con el objeto de resolver las discrepancias surgidas en el seno del
secretariado del Comité Nacional de la Unión General de Obreros y
Campesinos de México, con motivo de la aplicación de los acuerdos de
su Segundo Congreso Nacional Ordinario, celebrado en mayo de 1960, y
cuyas discrepancias han retardado el cumplimiento de las resoluciones
mencionadas, en tal virtud, el secretario de la UGOCM que suscribe y con
apoyo en la parte relativa de los estatutos que la rigen, se permite:
Convocar.
Por el secretariado del Comité Nacional:
Jacinto López, secretario general.
Andrés Gastelum, secretario de Finanzas.
Álvaro Ríos, secretario de Seg. y Seg. Social.
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