Poder Judicial de la Nación

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2010 - Año del Bicentenario
Sala II - C. Nº 28.581 “Salvatierra, José
Luis y otros s/ falta de mérito y
sobreseimiento”.
Juzg. Fed. N11 3 - Sec. N11 6
Expte. Nº 3.815/2007/5
Reg. n° 31.296
/////////////////nos Aires, 14 de abril de 2010.
Y VISTOS: Y CONSIDERANDO:
USO OFICIAL
I. Llegan las presentes actuaciones a conocimiento y decisión
de este Tribunal en virtud del recurso de apelación interpuesto por Luciano
Alfredo Héctor Di Cesare, en calidad de Director Ejecutivo del Órgano Ejecutivo
de Gobierno del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y
Pensionados, con el patrocinio letrado de Gustavo Héctor Bobbio y Patricia
Verónica Saporiti, contra los puntos I, II, III y IV del auto que en fotocopias obra
a fs. 1/58 en cuanto dispuso declarar que no existe mérito suficiente para
procesar o sobreseer a José Luis Salvatierra, Néstor Edgardo Cappelletti,
Fernando Laprida y Mercedes Ángela Perando, respectivamente; y contra el
punto V del mismo auto que dispuso el sobreseimiento de Laura Cristina
Pommorsky (artículo 336, inc. 4to, del Código Procesal Penal de la Nación).
A su vez, la defensa de Salvatierra, ejercida por el doctor
Roberto Ribas, se presentó ante esta Cámara y postuló se declare mal concedido
el recurso de apelación deducido en autos amparado en la ausencia del carácter
de querellante de la parte recurrente.
II. El tratamiento de este último cuestionamiento, por su
naturaleza, habrá de efectuarse previamente, adelantando que no recibirá una
respuesta favorable.
Cabe aquí referenciar que si bien los suscriptos se enrolan en
una concepción amplia conforme a la cual el bien jurídico tutelado no resulta una
pauta definitoria para evaluar la legitimación activa, sí se exige en todos los
casos, como una condición indispensable a los fines de asumir el rol de
querellante, que la afectación por el daño que el delito pudo irrogarle sea directa.
Concretamente, lo que se requiere es la afectación inmediata de un interés o un
derecho de quien pretende detentar la calidad referida (conf. esta Sala II, causa
n° 15.920 “Abudara Bini” rta. el 19/10/99, reg. n° 16.937; causa n° 18.892
“Irigoyen” rta. el 12/7/02, reg. n° 19.967; causa n° 27.345 “Cook”, rta. el
18/12/08, reg. n° 29.341 y causa n° 27.240 “Podoroisky, Gregorio s/ser parte
querellante”, rta. el 3/3/2009, Reg. n° 29.566, entre otras).
Repárese que en el caso el rol de querellante venía siendo
ejercido por el interventor de la Asociación Francesa Filantrópica y de
Beneficencia, doctor Carlos Castrillón, quien fuera el denunciante de los hechos
que motivaron la instauración de esta investigación.
Posteriormente, este Tribunal tuvo oportunidad de expedirse
sobre idéntica pretensión formulada por Di Cesare en representación del
I.N.S.S.J.P., ya que este se había presentado solicitando “se le otorgue al
Instituto el rol de parte querellante, en reemplazo del Dr. Carlos Castrillón,
quien desempeñara funciones de Interventor Normalizador en la Asociación
Francesa Filantrópica y de Beneficencia, para colaborar con el impulso del
proceso…” (conf. decisión de este Tribunal de fecha 24/9/09, reg. nº 30.419).
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Fue así que, a instancias de lo resuelto por esta Sala, el
magistrado de la anterior instancia tuvo por parte querellante al representante del
I.N.S.S.J.P. fundamentado en las disposiciones que emanan de la ley 26.272 que
declaró de utilidad pública y sujetos a expropiación los bienes de la Asociación
Francesa Filantrópica y de Beneficencia (conf. esta Sala II, causa nº 28214
“Salvatierra, José s/ rol de querellante”, rta. el 3/11/2009, reg. 30.574).
Lo señalado precedentemente desvirtúa los agravios de la
defensa de Salvatierra y corresponde que sean rechazados.
USO OFICIAL
III. Por otra parte, se advierte que el recurso deducido
respecto del sobreseimiento de Laura Cristina Pommorsky no reúne los
requisitos de específica motivación que establece el artículo 444 del Código
Procesal Penal de la Nación.
En esa dirección, cabe señalar que en la instauración de los
recursos a los que se alude en el artículo 438 del Capítulo I, Recursos,
Disposiciones Generales, del Código Procesal Penal de la Nación, se exige la
manifestación concreta y sintética de los motivos en los que se sustenta la
impugnación, lo que encuentra su ratificación en el artículo 445 del antedicho
cuerpo normativo, según el cual, los motivos del agravio posibilitan a la Alzada
delimitar el marco de su conocimiento y coetáneamente determinar los puntos de
la resolución que se cuestionan.
Este Tribunal entiende que la mera discrepancia, a la que
alude la querella, con la decisión del a quo sin indicación expresa de los
argumentos que lo llevan a disentir con el temperamento adoptado, no equivale a
la motivación exigida por el ordenamiento procesal (conf. esta Sala II, causa nº
27344 “Spena, Dario Gabriel s/ procesamiento”, rta. el 29/12/08, reg. nº 29377).
Por estas razones, y teniendo en cuenta que lleva dicho la
Cámara Nacional de Casación Penal que “…el alcance del juicio de
admisibilidad que prevé el artículo 444 del Código Procesal Penal de la Nación
no es definitivo y si se considera que el recurso es formalmente improcedente y
ha sido mal concedido podrá desecharse sin que medie pronunciamiento sobre
el fondo en cualquier momento, ya sea antes o después de la audiencia para
informar o al tiempo de dictar sentencia” (conf. Sala II c. n1 774 ALupadit
Lardizabal s/ recurso de casación@, rta. el 14 de octubre de 1996, reg. n1 1103 y
c. n1 3940 ARojas Condorí, Edgard s/ recurso de casación@, rta. el 28 de
noviembre de 2002, reg. n1 5339; Sala III c. n1 3997 AFontanés, Amalia s/
recurso de casación@, rta. el 11 de febrero de 2003 y sus citas), corresponde
declarar mal concedido el recurso interpuesto a fs. 65/69 de esta incidencia en
orden al sobreseimiento de Laura Cristina Pommorsky.
IV. Por otra parte, conforme se desprende de las constancias
de la causa, el juez de grado, luego de un extenso relato de los hechos y de las
irregularidades denunciadas, consideró reunidos los motivos suficientes exigidos
por la norma adjetiva para recibir declaración indagatoria a los imputados
Salvatierra, Laprida y Cappelletti (ver. fs. 1128/32).
Lo propio acaeció con Perando, pero su citación fue dispuesta
unos días después sobre la base de idénticos fundamentos -fs. 1139vta.-.
En ocasión de llevarse a cabo el acto que emana del artículo
294 del ordenamiento ritual se impuso a Salvatierra de los hechos que se le
endilgan y que guardan relación con el perjuicio que habría ocasionado a los
intereses de la Asociación Francesa Filantrópica y de Beneficencia, a la que
habría obligado abusivamente “en la contratación con la gerenciadora National
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Advisors S.A….”, en “la contratación del servicio de ambulancias efectuada con
Néstor Edgardo Cappelletti…”, en “la compra de medicamentos a precios
superiores que los del mercado y el pago de distinto precio ante un mismo
producto y proveedor…” y en “el pago de diversos servicios que no se prestaron
para lo cual se habrían presentado facturas falsas…” (conf. fs. 1869/84 y
1982/2003).
De igual modo se procedió respecto de los demás encausados,
limitando sus imputaciones al tramo de la maniobra investigada en el que
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tuvieron participación (conf. fs. 1701/1715, 1751/1770 y 1849/1863).
Con posterioridad, el magistrado instructor resolvió sus
situaciones procesales en una extensa resolución de 58 fojas en donde formuló el
encuadre típico de la conducta pesquisada bajo las previsiones del artículo 173,
inc. 7mo., del Código Penal -administración infiel o fraudulenta-.
En ella y tras evaluar separadamente cada una de las
actividades ilícitas, dispuso la falta de mérito para procesar como así también
para sobreseer a los nombrados prevista en el artículo 309 del C.P.P.N. y ordenó
la realización de una serie de diligencias orientadas a esclarecer sólo algunos de
los sucesos denunciados.
V. Ahora bien, este Tribunal ha tenido ocasión de mencionar
que la figura del artículo 173, inciso 7°, del Código Penal prevé la creación de
obligaciones abusivas como un modo de actuar en perjuicio de los intereses
confiados al administrador, afectando así al titular del patrimonio (Conf. esta
Sala II, causa n° 24.583 AAlderete@, reg. n° 28.229 del 25/3/08 y causa n° 19.573
AAlderete@, reg. n° 21.503 del 2/9/03).
En este sentido, la doctrina ha considerado que este es el caso
de quien adquiere cosas innecesariamente o que erige créditos que no estén
justificados por no ser útiles ni necesarios para la gestión, como hipótesis de
creación de una obligación abusiva que constituirá el delito de administración
infiel (Carlos Creus ADerecho Penal. Parte Especial@, Tomo I, 2da. edición, Ed.
Astrea, Buenos Aires, 1988, pág. 520; Sebastián Soler, ADerecho Penal
Argentino@, tomo IV, TEA, Buenos Aires, 1978, pág. 391).
Si bien se comparte la utilidad de las diligencias que
ordenara, se advierte que, junto a ellas, otras tantas medidas deben ser llevadas a
cabo a efectos de esclarecer debidamente cada una de las hipótesis investigadas cuyo análisis no puede ser efectuados aisladamente-, siendo tal carencia
probatoria la que impide descartar algunas de las irregularidades denunciadas.
De acuerdo a ello, y sólo a modo de ejemplo, esta Alzada
reconoce conducente recibir declaración testimonial a los directivos de las obras
sociales que habrían mantenido conversaciones con Salvatierra, según sus
propias afirmaciones, previo a la contratación con National Advisors S.A., a los
efectos de clarificar la existencia de las reuniones y, en su caso, verificar la
propuesta alcanzada al ex-interventor, sin perjuicio de toda aquella otra
información que consideren pertinente suministrar los testigos para la
dilucidación de la cuestión debatida en autos.
Asimismo, a fin de despejar las dudas introducidas por la
querella acerca de un posible incremento en el número real de afiliados a la hora
de fijar el valor de la cápita estipulada en el contrato llevado a cabo por
Salvatierra y Laprida, luce adecuado citar a personal del Hospital Francés,
especialmente a aquellos que se desempeñaban en el área donde se concentraba
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la información relativa a las altas y bajas de afiliados, a fin de que se expidan en
torno a la situación en que se encontraba el nosocomio en lo que atañe a los
equipos informáticos y el descontrol que, se dice, imperaba en el área, como así
también todas aquellas pistas que puedan aportar para comprobar o descartar la
existencia de la hipótesis manejada por la parte recurrente.
De igual modo se muestra relevante verificar, las condiciones
bajo las cuales se firmó el contrato con National Advisors S.A., a tenor de
haberse reservado al Hospital Francés el carácter de principal prestador de
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aquellos servicios que estaba en condiciones reales de cumplir, debiéndose
determinar su correspondencia con los pagos efectuados por N.A.S.A..
En esa misma dirección, resulta necesario ahondar en torno a
los servicios que efectivamente se brindaron durante el período investigado,
tanto en lo que atañe a los tratamientos como al suministro de medicamentos.
Por otra parte, si bien el magistrado de grado sostuvo en
orden a los cheques librados por Salvatierra -rechazados por falta de fondos-, que
fueron emitidos el 10 de noviembre de 2006 en la cuenta corriente nº 3287/5 del
Banco Supervielle y aseguró la existencia de recursos para afrontar sus pagos, lo
cierto es que de la compulsa de la causa obra a fs. 372 un informe de la
mencionada entidad en donde se comunica que la citada cuenta fue cerrada el 6
de octubre de 2006, lo cual se contradice con las afirmaciones del instructor y
amerita que se profundice sobre la cuestión y se efectúe un nuevo examen sobre
el tópico.
A su vez, luce adecuado establecer fehacientemente cuanto
señalara el doctor Ignacio Brusco -médico del Hospital Francés desde el año
1991- al brindar su testimonio, en orden a que en el período en el que se
desempeñó Salvatierra como interventor no fue provisto de recursos por parte del
Estado, situación que resultaría disímil a la de su sucesor (conf. fs. 1193).
Todo ello, sin perjuicio de la materialización de otras
probanzas que puedan surgir de la producción de las encomendadas y resulten
idóneas para el fin del proceso.
En base a lo expuesto, y hasta tanto sean realizadas las
medidas probatorias indicadas en los Considerandos como así también aquellas
otras ordenadas por el a quo, -cuyos resultados deberán ser evaluados
armónicamente con los demás elementos que convergieron hacia la imputación-,
el temperamento expectante adoptado será homologado.
Por lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
I. DECLARAR MAL CONCEDIDO el recurso de
apelación deducido por la querella contra el punto V del auto que en fotocopias
obra a fs. 1/58 en cuanto dispuso el sobreseimiento de Laura Cristina
Pommorsky (arts. 438 a contrario sensu y 444, segundo párrafo, del Código
Procesal Penal de la Nación).
II. CONFIRMAR los puntos I, II, III y IV del auto que en
fotocopias luce a fs. 1/58 en cuanto dispuso declarar que no existe mérito
suficiente para procesar o sobreseer a José Luis Salvatierra, Néstor Edgardo
Cappelletti, Fernando Laprida y Mercedes Ángela Perando, respectivamente,
debiendo continuarse con la investigación en el sentido indicado en los
considerandos (artículo 309 del Código Procesal Penal de la Nación).
Regístrese, hágase saber al representante del Ministerio
Público Fiscal y devuélvase a fin de que se practiquen las notificaciones a las
que hubiere lugar.
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Fdo.: Horacio Rolando Cattani. Martín Irurzun. Eduardo G.
Farah.
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Ante mí: Laura Victoria Landro. Secretaria de Cámara.
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