Universidad Rafael Landívar Facultad de Humanidades Campus de Quetzaltenango “TRASTORNO DE LA COMUNICACIÓN ORAL DESENCADENANTE DE BAJO AUTOCONCEPTO EN NIÑOS DE ETAPA ESCOLAR” (ESTUDIO REALIZADO CON ALUMNOS DE LAS ESCUELAS DE LA ZONA 1 DE LA CIUDAD DE MAZATENANGO) TESIS Deyfi Yomara González Maldonado Carné 2091107 Quetzaltenango, marzo de 2014 Campus de Quetzaltenango Universidad Rafael Landívar Facultad de Humanidades Campus de Quetzaltenango “TRASTORNO DE LA COMUNICACIÓN ORAL DESENCADENANTE DE BAJO AUTOCONCEPTO EN NIÑOS DE ETAPA ESCOLAR” (ESTUDIO REALIZADO CON ALUMNOS DE LAS ESCUELAS DE LA ZONA 1 DE LA CIUDAD DE MAZATENANGO) TESIS Presentada a Coordinación de Facultad de Humanidades Por: Deyfi Yomara González Maldonado Previo a conferirle en el grado académico de: Licenciada El título de: Psicóloga Quetzaltenango, marzo de 2014 Autoridades de la Universidad Rafael Landívar del Campus Central Rector Padre Eduardo Valdés Barría S. J. Vicerrectora Académica Doctora Lucrecia Méndez de Penedo Vicerrector de Investigación y Proyección Social Padre Carlos Cabarrús Pellecer S. J. Vicerrector de Integración Universitaria Licenciado Luis Estuardo Quan Mack Vicerrector Administrativo Licenciado Ariel Rivera Irias Secretaria General Licenciada Fabiola Padilla de Lorenzana Autoridades de la Facultad de Humanidades Decana M.A. Hilda Caballeros de Mazariegos Vicedecano M.A. Hosy Benjamer Orozco Secretaria M.A. Lucrecia Elizabeth Arriaga Girón Directora del Departamento de Psicología M.A. Georgina Mariscal de Jurado Directora del Departamento de Educación M.A. Hilda Díaz de Godoy Directora del Departamento de Psicopedagogía M.A. Romelia Irene Ruiz de Godoy Directora del Departamento de Ciencias de la Comunicación M.A. Nancy Avendaño Maselli Director del Departamento de Letras y Filosofía M.A. Eduardo Blandón Ruíz Representantes de Catedráticos ante Consejo de Facultad M.A. Marlon Urizar Natareno Licda. Leslie Sachel Vela Miembros del Consejo Campus de Quetzaltenango Director de Campus Arquitecto Manrique Sáenz Calderón Subdirector de Integración Universitaria Msc. P. José María Ferrero Muñiz S. J. Subdirector de Gestión General Msc. P. Mynor Rodolfo Pinto Solís S. J. Subdirector Académico Ingeniero Jorge Derik Lima Par Subdirector Administrativo MBA. Alberto Axt Rodríguez Asesor Licenciado José Gustavo Franco Martínez Revisor de Fondo Licenciado Hugo Leonel Pereira Gámez Agradecimientos A Dios: Por brindarme la vida y estar presente en ella en todo instante acompañándome y bendiciéndome. A Lic. Gustavo Franco: Por todos los conocimientos, esmero y esfuerzos que dedicó junto a mí en el proceso de la tesis. Gracias por sus enseñanzas y por la confianza que tuvo siempre en mí, Dios lo bendiga mucho. A mis Hermanos: Porque a lo largo de nuestras vidas siempre hemos estado unidos y siempre me han ayudado a alcanzar mis metas. Ani, gracias por ser un gran modelo a seguir. Rafa, gracias porque siempre has estado conmigo apoyándome incondicionalmente. David Nájera, porque eres un hermano más, gracias por todo tu apoyo. Los amo. A mi Familia en General: Porque siempre han estado preocupados por mí y no me refiero sólo en lo académico, sino en todos los aspectos de la vida. En especial a Ana, Vero y a mi Abue (que nos ve desde el cielo) por inculcarme el deseo de superación académica y siempre estar a mi lado queriéndome y apoyándome. A mi tía Yomi por quererme tanto y demostrármelo siempre. A Allan: Por no dudar de mis capacidades en ningún instante, porque a lo largo de nuestro noviazgo has creído en mí, me has apoyado y echado porras para no flaquear. Porque a la par de tus papás has contribuido con este triunfo. Te amo mi niño lindo. A mis Amigas y Amigos: Ya que han estado pendientes en todo momento y han comprendido muchas veces mis ausencias. En especial a Seño Bethy, Maribel y Sariah por ser más que mis amigas, por ser la familia que uno escoge, gracias por toda su ayuda, apoyo, entusiasmo y cariño. A la Lcda. Lesbia Duarte: Por ser un ejemplo de vida. A la Universidad Rafael Landívar y sus catedráticos: Por la oportunidad de superación académica y todas sus enseñanzas. Dedicatoria A mi Mami: Deyfi Ninet Maldonado Valenzuela, por ser el pilar fundamental en mi vida, por creer siempre en mí, por ser mamá, amiga, confidente, admiradora y sobretodo un gran ejemplo de mujer valiente, luchadora y amorosa. Gracias por todo lo que eres, este es un triunfo de ambas. Te amo. A mi Papi: Rafael Elías González Morales, por ser mi ángel guardián y no dejarme sola en ningún momento, porque este triunfo lo planeamos juntos y sé que desde el cielo estas feliz de ver a tu princesa alcanzarlo. Porque fuiste, eres y siempre serás mi gran héroe. Te amo. Índice Pág. I. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………… 1 1.1. Trastorno de la comunicación oral………………………………………… 7 1.1.1. Definición……………………………………………………………………… 7 1.1.2. Características………………………………………………………………. 9 1.1.3. Clasificación………………………………………………………………….. 9 1.1.4. Pautas de evaluación…....………………………………………………….. 20 1.1.5. Tratamiento………………………………………………………………….. 21 1.2. Bajo autoconcepto……….………………………………………………… 22 1.2.1. Definición…………………………………………………………………….. 22 1.2.2. Formación……………………………………………………………………. 24 1.2.3. Modificación…………………………………………………………………. 27 1.2.4. Dimensiones………………………………………………………………….. 30 1.2.5. Niveles……………………………………………………………………….. 32 1.2.6. Componentes………………………………………………………………. 33 1.2.7. Factores determinantes…………………………………………………….. 34 1.2.8. Desencadenantes…………………………………………………………… 35 1.2.9. Características………………………………………………………………. 37 1.2.10. Funciones afectadas……………………………………………………….. 39 1.2.11. El bajo autoconcepto en la etapa escolar………………………………… 40 1.2.12. ¿Cómo evitar el bajo autoconcepto?..................................................... 43 II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA……………………………………. 45 2.1. Objetivos……………………………………………………………………… 46 2.1.1. Objetivo general………………………………………………………………. 46 2.1.2. Objetivos específicos……………………………………………………….. 2.2. Hipótesis………………………………………………………………………. 46 2.3. Variables o elementos de estudio…………………………………………. 46 2.4. Definición de variables……………………………………………………… 47 2.4.1. Definición conceptual……………………………………………………….. 47 46 2.4.2. Definición operacional………………………………………………………. 47 2.5. Alcances y límites…………………………………………………………… 47 2.6. Aporte………………………………………………………………………….. 48 III. MÉTODO…………………………………………………………………….. 3.1. Sujetos………………………………………………………………………… 50 3.2. Instrumentos…………………………………………………………………. 3.3. Procedimiento………………………………………………………………… 51 3.4. Tipo de investigación, diseño y metodología……...………………………. 52 3.4.1. Tipo de investigación………………………………………………………… 52 3.4.2. Diseño de investigación……………………………………………………… 52 3.4.3. Metodología estadística……………………………………………………… 52 IV. PRESENTACIÓN DE RESULTADOS……………………………………. V. DISCUSIÓN DE RESULTADOS…………………………………………… 60 VI. CONCLUSIONES…………………………………………………………….. 63 VII. RECOMENDACIONES……………………………………………………… 64 VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………….. 65 IX. ANEXOS………………………………………………………………………. 68 50 50 54 Resumen La comunicación oral es considerada una función cerebral superior y uno de los procesos cognitivos más importantes en la vida del ser humano, porque permite la relación de manera eficiente con el entorno y además lleva a cabo una serie de procesos que facilitan el ordenamiento de pensamientos. Al presentarse un trastorno de la comunicación oral se ve afectada la parte pragmática de la misma, alterando el desarrollo del código lingüístico en cualquier nivel de su desarrollo y disminuye los canales expresivos o receptivos. El autoconcepto es uno de los resultados más significativos del proceso socializador y educativo, que es entendido como la imagen que la persona tiene sobre sí misma en lo referente a su aspecto, capacidades y habilidades a nivel intelectual, psicológico, social y demás; siendo una construcción mental que les permite definirse y situarse dentro de cualquier entorno. La muestra estuvo conformada por 65 niños y niñas, los cuales cursan la etapa escolar en las escuelas de la zona 1 de Mazatenango; los sujetos de estudio en su totalidad presentan un trastorno de la comunicación oral, el cual fue identificado por medio del test estandarizado Examen logopédico de articulación –ELA-. Para determinar el bajo nivel de autoconcepto, los niños fueron sometidos al Test de escala de percepción del autoconcepto infantil –EPAI 95- que evalúa niños desde los cinco años. De acuerdo con el proceso estadístico realizado en la investigación, el cual relaciona los trastornos de la comunicación oral como desencadenantes de un bajo nivel en el autoconcepto de los niños, se concluye que el 89% de la población estudiantil evaluada presenta un bajo nivel de autoconcepto, el 8% un nivel normal y el 3% un nivel alto. Finalmente se realizó una planificación de un Programa de mejoramiento del autoconcepto en niños y niñas de etapa escolar que contribuya con el desarrollo social y psicológico de los alumnos. I. INTRODUCCIÓN El ser humano conforme transcurre el tiempo evoluciona y fortalece diversas áreas que lo complementan como tal; cuando un niño nace, es como una hoja en blanco en donde se impregnan características, habilidades y destrezas que se irán formando a lo largo de su vida, de igual manera estos aspectos los adquirirá y reforzará conforme los pone en práctica en las diversas situaciones a las que será expuesto. Para facilitar la relación con su entorno en dichos escenarios se desarrolla la habilidad de la comunicación oral, en donde hace uso de palabras, frases y demás para poder comunicar todo aquello que desee. Cuando en el proceso de comunicación oral se presenta un trastorno, es debido a la manifestación de dificultades en la libre difusión de lo que desea comunicar a los demás. Estos trastornos pueden ser ocasionados a nivel orgánico, funcional o ambiental, teniendo como denominador los problemas de pronunciación. Pueden presentarse como alteraciones en el habla o en el lenguaje emitido, ya sea que sustituya, omita, distorsione o adicione fonemas o grafemas. Estas anomalías pueden agregar varios problemas psicosociales al niño, porque en esta etapa se dan las bases para la formación de la personalidad del mismo y está íntimamente ligado con la creación del autoconcepto de las personas. El presentar un trastorno de la comunicación oral que dificulte o impida relacionarse con los demás; conduce a tener un bajo autoconcepto, debido a las burlas y limitaciones a las que se enfrenta en el diario vivir. El bajo autoconcepto es la limitación en el concepto o percepción de sí mismos y de la percepción que acerca de cómo lo ven las personas de su entorno. La presencia de un alto o bajo autoconcepto puede llegar a marcar de manera positiva o negativa el desenvolvimiento de los niños en su etapa escolar, debido a que esta etapa le proporcionará nuevas experiencias que serán una fuente de exigencias a las que el niño ha de responder con las autopercepciones e imágenes que posee de sí mismo. 1 A partir de los elementos antes expuestos, la investigación se orienta en detectar cómo puede ser afectado el autoconcepto de un niño de etapa escolar al presentar un trastorno de la comunicación oral, porque esto puede llegar a ocasionar dificultades en el desenvolvimiento en una conversación, expresión de ideas, pensamientos, sugerencias, entre otros. Cuando un niño o niña presenta un caso como el planteado, es víctima de burlas y rechazo de parte de otros niños y personas adultas que no se dan cuenta del gran daño que pueden ocasionar en el menor. Estos casos suelen observarse en los centros educativos de Guatemala y últimamente ha tenido gran crecimiento y realce los casos en las escuelas oficiales de Mazatenango, por lo cual se utilizarán como sujetos de investigación. A continuación se presentan investigaciones relacionados al tema a tratar. Los logopedas de los equipos de atención temprana de Cáceres y Badajoz, (2004) en la Guía para la atención educativa del alumnado con trastornos en el lenguaje oral y escrito, plantean al hombre como un ser social por naturaleza que tiene el lenguaje como principal vehículo de comunicación, el cual estará impregnado para toda su vida. Los trastornos de la comunicación oral se clasifican según su origen o severidad y pueden variar debido a distintas características. Se clasifican en tres apartados: trastornos primarios, trastornos secundarios y otros trastornos. Los trastornos primarios son aquellos en los cuales la deficiencia es provocada en el proceso de adquisición del lenguaje, no están relacionados con problemas auditivos, cerebrales, motores, afectivos, entre otros. Dentro los trastornos primarios se encuentran dislalia funcional, retraso del habla, retraso del lenguaje y disfasia. Los trastornos secundarios se caracterizan por tener un vínculo estrecho con alguna alteración orgánica que interfiere en la libre expresión oral del lenguaje, tales como: disglosias, disartrias y afasias. Los clasificados como otros trastornos son: disfemia, disfonía y mutismo. Al respecto Redondo y Lorente, (2004) en su artículo titulado Trastornos del lenguaje que aparece en la página online de la sociedad Española de pediatría extrahospitalaria y atención temprana, explican que es común que los padres digan 2 que su hijo no habla o habla mal porque suele ser un trastorno común. El lenguaje se puede ver afectado en diversos niveles o dimensiones como la forma, contenido y uso. Cualquier anomalía presentada en el habla del niño puede dar lugar a un trastorno de la fluidez, codificación o decodificación, en la retroalimentación para la adquisición de un lenguaje adecuado y en una posterior comunicación. Las alteraciones pueden observarse en la voz, habla y en el lenguaje. Los trastornos de la voz se clasifican en disfonía que es una alteración en la intensidad, tono y timbre de lo emitido a causa del mal proceso de respiración y en afonía, pérdida total de la voz debido a una inflamación por mal uso respiratorio y vocal, traumatismo o parálisis laríngea. Dentro de los trastornos del habla se encuentran aquellos que se originan por una mala articulación del habla, tales como la dislalia, alteración en la articulación de los fonemas y la disfemia que es netamente en la fluidez del habla y su ritmo. Los trastornos del lenguaje estrictamente oral se refieren a los niños que no hablan, retraso simple del lenguaje y disfasia. Según Gérez, (2010) en su artículo titulado Trastornos específicos del lenguaje oral que aparece en la página online del Centro de psicología clínica y psiquiatría CINTECO, define el trastorno específico de la comunicación oral como una perturbación que dificulta de manera permanente y significativa la estructura del lenguaje oral. La mayoría de los niños diagnosticados con algún problema en la comunicación oral poseen inteligencia y audición normal, no presentan problemas neurológicos y son niños comunes en un grupo social. No obstante, al presentar algún trastorno, se verán afectados generalmente la adquisición y el desarrollo del lenguaje lectoescrito, ocasionando una problemática en el proceso escolar y social al cual está encaminado. Así mismo Molinero (2010) en su artículo titulado Trastornos de la comunicación oral publicado en la Revista Biociencias, expresa que el instrumento básico de comunicación y relación en la especie humana es el lenguaje. Por consiguiente, los trastornos de la comunicación oral están relacionados con los trastornos del lenguaje, ya sean de origen psicológico, que abarcan las privaciones ambientales y 3 afectivas, dificultades en la comunicación y relación con los demás y el entorno o de origen neurocognitivo, que engloban todos los diagnósticos como disglosia, disfasia, hipoacusia, retraso mental y trastornos psiquiátricos. En algunos casos, los pacientes enfrentan deficiencias en habilidades lingüísticas, pragmáticas, de contexto y alteraciones del habla. Sin embargo Salgado, (2011) en el artículo titulado Comunicación y lenguaje publicado en la Revista electrónica espaciologopédico.com, establece los trastornos de la comunicación oral como obstaculizadores del aprendizaje de conceptos, interfiriendo en la obtención de reconocimiento social y juegos simbólicos; y se ve reflejado en la poca capacidad para establecer amistades. A su vez, enumera dichos trastornos en dos tipos de origen, de causa orgánico o psicológico. Los trastornos que se engloban en la etiología orgánica son: disartria, se da cuando los órganos del lenguaje no están afectados, pero alguna parte del cerebro no responde correctamente con el adecuado movimiento de los mismos. Dislalia, son netamente problemas en la articulación de los fonemas por alteraciones en algún órgano encargado de la fonación. Disfemia, presenta dificultades con el ritmo y duración de los movimientos del habla. Disfonía, se identifica fácilmente porque son los problemas presentados con el tono o timbre de la voz. Afasia, es la pérdida total del proceso de la comunicación oral debido a una lesión cerebral. Por otra parte García, (2003) en su artículo titulado Autoconcepto académico y percepción familiar publicado en la Revista Galego-Portuguesa explica el autoconcepto como un conjunto de percepciones o referencias que el sujeto tiene sobre sí mismo. El bajo autoconcepto se presenta cuando el ser humano tiene una idea o percepción mala de sus características en general, no logra observar lo positivo en su persona, siendo las aptitudes, cualidades, capacidades, valores y atributos que posee; por el contrario se enfoca más en sus deficiencias, debilidades y límites evidenciados en ciertas ocasiones. El autoconcepto funge como organizador de la comprensión personal del ambiente social, proporcionando opciones para la convivencia con su entorno y así interactuar en el mismo de manera congruente con 4 la percepción de sí mismo. También juega el rol de regulador de la conducta, creando pautas de acción ante cada situación que se le presente. De acuerdo con Naranjo, (2006) en el artículo titulado El autoconcepto positivo; un objetivo de la orientación y la educación, publicado en la Revista electrónica actualidades investigativas en educación, en la cual comenta que las personas con bajo autoconcepto presentan menor capacidad para actuar en forma independiente, para tomar decisiones, asumir responsabilidades, enfrentar retos y frustraciones; de este modo le crea contradicciones y lo encamina al fracaso. Esto indica que el bajo autoconcepto tiene influencia tanto en el control emocional, como en la dirección de las conductas de la persona. Los centros educativos cumplen un papel preponderante en la formación y cambio del autoconcepto de los estudiantes, porque en ellos proporcionan elogios y críticas, aceptación y rechazo, todo en una escala colosal. La escuela proporciona no solamente los escenarios en el que se presenta gran parte del desenvolvimiento en los años formativos de la persona, sino que además contiene el público más crítico del mundo: los compañeros y los maestros. Es allí, frente a sus críticos más severos, donde se le recordará una y otra vez al estudiante cuáles son sus defectos y fallas. Al mismo tiempo Rey, (2006) en su artículo titulado Autoconcepto y autoestima, publicado en la Revista saber alternativo, cataloga el bajo autoconcepto como una dificultad en el desarrollo personal y, el alto autoconcepto como un facilitador del desarrollo emocional, creativo y espiritual. De esta manera se abre una puerta a una mejor adaptación, proporcionando bienestar personal y social. Un autoconcepto real es aquella percepción que posee el ser humano de él mismo, dependiendo de lo vivido en el transcurso de su vida, incluyendo todas las facetas de la misma. El autoconcepto ideal es cómo le gustaría verse a él mismo, de acuerdo a los ideales, sueños y fantasías creadas a partir del modelo que desearía ser; tomando en cuenta los estereotipos y tendencias socialmente bombardeadas. El autoconcepto social es la imagen dada a los demás, dependiendo de la circunstancia y ambiente en el que se encuentre, considerando los distintos ambientes, laboral, familiar, deportivo, 5 religioso, entre otros y en cada uno de ellos puede llegar a jugar un rol diferente para llenar ese deseo de ser aceptado, realizándolo la mayoría de veces, de manera inconsciente. No obstante Rodríguez, (2007) en su artículo titulado ¿Qué es al autoconcepto? que aparece en la página online de la Asociación sevillana de esclerosis múltiples, plantea el autoconcepto como la imagen mental que nos hacemos de nosotros mismos, con las virtudes y defectos visibles y capaces de reconocer, tanto físicos como psíquicos. Esta imagen personal del mismo es variable, porque día a día se va modificando al enfrentar nuevas experiencias que fortalecen o debilitan el autoconcepto. Cuando una persona se siente menos ante los demás, se dice que tiene un bajo autoconcepto, por lo tanto la percepción de sus habilidades, cualidades y destrezas es inferior al nivel normal de las demás personas a su alrededor; esto hace que vaya en decadencia si no empieza a valorarse. Las personas que poseen un autoconcepto alto, presentan más confianza en sí mismos cuando realizan alguna actividad y se sienten cómodos; por el contrario cuando poseen un nivel bajo de autoconcepto los individuos están inseguros, inquietos y con temor de fallar o no realizar la actividad correctamente o como lo esperan los demás. Por otra parte Alcaide, (2009) en su artículo titulado Influencia del rendimiento y autoconcepto en hombres y mujeres publicado en la Revista electrónica de investigación y docencia, manifiesta que cuando un niño posee un bajo autoconcepto no se acepta como es, resalta sus debilidades y omite sus cualidades. El autoconcepto también es visto como una combinación de imágenes y perspectivas abstractas sobre varios detalles y características ya sean irreales o no. Todo lo que las personas de alrededor del niño digan sobre sus habilidades, destrezas y cualidades serán de mucha influencia sobre la perspectiva creada de él mismo ante las futuras circunstancias a presentar. Si el infante es calificado como torpe, tonto, inútil e incapaz, se irá fortaleciendo y reforzando las ideas de desaprobación hacia el mismo. El autoconcepto es lo que el ser humano cree ser, la imagen formada en el pasar de los años, modificada de acuerdo a los ambientes expuestos y a las 6 relaciones personales del individuo. El bajo autoconcepto es cuando esa idea sobre él mismo está etiquetada por características denigrantes Del mismo modo Ortega, (2011) en su artículo titulado Autoconcepto negativo y autoestima baja que aparece en la página online miaulavirtual.over-blog,es; interpreta el autoconcepto como un espejo en el que nos observamos cada día, como la visión que cada uno tiene de sí mismo. El bajo autoconcepto es una imagen deformada de lo percibido de su persona tanto en lo interior como en lo exterior. Comúnmente los niños con bajo autoconcepto suelen creerse tontos, inútiles, ineptos, que no valen para nada y que nunca conseguirán determinadas cosas porque no son capaces. Cuando este problema se presenta, es importante solucionarlo porque afecta en gran medida la realización de todas las tareas, incluidas por supuesto, las escolares, familiares y sociales, entre otras; con lo que el niño puede sufrir continuos fracasos en la mayoría de las áreas. Para enfrentar este tipo de casos es crucial encontrar las causas que lo ocasionan, porque pueden ser desde el mal uso de las palabras de los niños, hasta el reflejo de lo que ven en el adulto. 1.1. Trastorno de la comunicación oral 1.1.1. Definición De acuerdo a Lugo y Restrepo, (2008) plantean la comunicación como una condición humana tomada como algo ya proporcionado, a menos que se vea alterada o interrumpida por alguna enfermedad. Comunicar es reconocer la existencia del otro, es intercambiar pensamientos, sentimientos y deseos; tener algo que comunicar es poner cosas en común con el entorno. Todos pueden comunicarse y de hecho se comunican con solo existir; el ser humano posee variedad de comportamientos que presentan un potencial comunicativo. El término comunicación va estrictamente ligado con intercambiar expectativas del emisor como del receptor. Entre las formas de comunicación, la más relevante y utilizada es el lenguaje, el cual utiliza la expresión y la comprensión como pilares de su desenvolvimiento, siendo el emisor 7 quien crea o codifica el mensaje a comunicar y el receptor quien lo percibe, decodifica, analiza y comprende. La comunicación se integra por dos elementos, la lengua y el lenguaje. La lengua es un sistema que puede ser verbal o no verbal, es específica de un lugar o región, en donde sus habitantes la practican y utilizan para darse a entender con sus semejantes. Lenguaje es un código por el cual las personas pueden expresar sus ideas, pensamientos, inquietudes, comentarios, sentimientos, entre otros. Los niños cuando desean comunicarse pueden hacer uso de la comunicación oral o escrita. Por lo general el niño aprende de primero a comunicarse de manera oral y después escrita, eso hace que sea la primer herramienta utilizada para expresarse hacia el mundo que lo rodea sea el lenguaje. La comunicación oral tiene la facilidad de ser dinámica, es decir, que se da en un vaivén entre los involucrados y simplifica al niño su expresión oral. La herramienta esencial para llevar a cabo la comunicación oral es la voz, que está acompañada de la entonación, la gesticulación y los movimientos o ademanes que complementan dicho proceso. Al ponerse en comunicación con el mundo exterior, no sólo se comunicará con sus semejantes, sino que aprenderá a exponer sus propias ideas, pensamientos y sentimientos. Respecto a lo anterior Jódar, Barroso, Brun, Dorado, García, Martín y Nieto, (2005) definen los trastornos de la comunicación oral como una anomalía en la adquisición, comprensión o expresión del lenguaje hablado; por el cual al individuo se le dificulta presentar una comunicación fluida y eficaz, dichos autores concuerdan en que para presentar un trastorno de la comunicación oral es necesario cerciorarse que el coeficiente intelectual de la persona diagnosticada sea acorde a su edad, escolaridad y ambiente social, descartar problemas auditivos, trastornos a nivel psíquicoemocional o cualquier otra enfermedad grave como la epilepsia. Los trastornos de la comunicación oral son más frecuentes en niños que en niñas de edades escolares; comúnmente existen varias personas en una familia con este problema. Es difícil que un paciente cumpla todos los criterios de un trastorno, debido a que siempre existen variaciones. 8 1.1.2. Características Los trastornos de la comunicación oral pueden presentarse en varios ámbitos y afectar todos los componentes del lenguaje. Difieren en su etiología, en su pronóstico, en las necesidades educativas que generan y en la respuesta educativa requerida. Delimitar las características del trastorno, dependerá de donde se establezca el límite de lo normal y de lo patológico. En general, se considera que el lenguaje es normal, cuando se tiene un uso preciso de las palabras según su significado, un vocabulario de calidad y cantidad, claridad de la articulación, una forma gramatical adecuada, un ritmo y velocidad apropiados, un volumen de voz audible, un tono adecuado a la edad y sexo, y una entonación de las frases en concordancia con su significado y sus necesidades expresivas. Asimismo Rusell y Simms, (2007) citan al Diagnostic and Statistical Manual (DSM-IV) de la American Psychiatric Association el cual aduce que los trastornos de la comunicación se caracterizan por una sustancial discrepancia entre el lenguaje y el desarrollo intelectual no verbal, asumiendo como características específicas las siguientes: Los resultados en las evaluaciones practicadas al paciente sobre el desarrollo de la comunicación oral o lenguaje expresivo están debajo de la media normal. Se presentan síntomas como un lenguaje extremadamente limitado, errores en los tiempos verbales, hasta la retención de palabras o frases. Daño significativo en el rendimiento académico, laboral o social. No contiene los suficientes criterios para pertenecer a otro de los trastornos. Estas características son generales, porque cada trastorno contiene sus propias especificaciones y peculiaridades que lo distingue de los demás. 1.1.3. Clasificación El referirse a la clasificación de los trastornos de la comunicación oral implica resaltar que tanto la labor del especialista dedicado a la evaluación e intervención, como la 9 del investigador, deben estar organizadas en base a un modelo que guie el análisis de la patología lingüística, aunque ello resulte complicado porque a la fecha existe una amplia gama de alternativas para categorizar los diferentes trastornos. Referente a este tema, Crespi, (2011) cita a Bustos, (1998) el cual propone un esquema de clasificación que brinda una opción amplia y específica de la clasificación de los trastornos del habla y del lenguaje, entendiéndolos como parte de los trastornos de la comunicación oral. La clasificación es la siguiente: Tabla No. 1 Clasificación de los trastornos de la comunicación oral Origen del trastorno Alteración Patología Dislalia Alteración en la Disglosia articulación de fonemas Disartria Retraso simple del habla Trastorno del habla Disfemia Alteración en la fluencia Trastorno del lenguaje oral Taquifemia Alteraciones de la voz Disfonía Dificultades para expresar Retraso simple del y/o comprender un lenguaje mensaje oral Disfasia y Afasia Fuente: Crespí (2011) Trastornos del habla Los trastornos del habla se presentan como alteraciones en la articulación de la palabra, evidenciando dificultades en la articulación de fonemas, en la fluencia y en la voz emitida. La comunicación del niño se considera atrasada, cuando el niño está 10 notablemente atrasado en comparación a sus compañeros de clase en la adquisición de destrezas del habla. En otras palabras los trastornos del habla se refieren a las dificultades en la producción de los sonidos requeridos para hablar o problemas con la calidad de la voz, afectando directamente el tono, volumen o calidad de la misma. Rodríguez, (2006) cita a Nieto, (s/f) quien aduce que el origen de este tipo de trastornos puede ser orgánico, funcional o neurológico. Cuando el trastorno del habla representa una alteración en la articulación de fonemas, las patologías pueden ser: dislalia, disglosia, disartria y retraso simple del habla. La dislalia es la incapacidad en la articulación de las palabras, ocasionando que el paciente sustituya, omita, adicione o distorsione la emisión de uno o más fonemas, debido a la mala colocación de los puntos de apoyo, dificultando la inteligibilidad de la conversación. Este trastorno puede clasificarse según su etiología, según la cantidad de fonemas con dificultad y según el tipo de error o fonema específico que se encuentra alterado. De acuerdo a Soto, (2005) quien cita a Pascual, (1988) la clasificación de la dislalia dependiendo de su etiología puede ser: evolutiva, audiógena, orgánica o funcional, la dislalia evolutiva se da cuando los órganos fonoarticuladores no poseen la madurez indispensable para la correcta pronunciación de los fonemas, suele presentarse a los 4 años de edad y desaparece con el tiempo. La dislalia audiógena se presenta cuando el paciente tiene alguna deficiencia en la audición, impidiendo que su nivel de percepción auditivo contribuya con su comunicación oral. La dislalia orgánica se establece cuando se detectan malformaciones en algunos de los órganos que contribuyen con el habla y la dislalia funcional se origina por el mal funcionamiento de los órganos que llevan a cabo el proceso de articulación. Cuando se clasifica la dislalia según la cantidad de fonemas con dificultad, se agrupa en simple, que nombra de uno a cuatro fonemas alterados y múltiples, si son cinco o más fonemas alterados en un mismo individuo. 11 Al clasificar la dislalia según el tipo de fonema alterado, se puede dividir en fonética o fonológica, en la dislalia fonética el niño presenta dificultad en la parte motriz de la articulación de forma permanente, aunque puede pronunciar los fonemas de manera aislada, pero sin contrastes de significado; en cambio en la dislalia fonológica el paciente presenta las dificultades en el habla espontánea o en la repetición de palabras; suele tener problemas en la discriminación auditiva, en el análisis temporal de fonemas dentro de una secuencia, en la omisión de sílabas y fonemas, sustitución de un fonema por otro, anticipación, reduplicación, alteración del orden de los fonemas y del orden silábico. La clasificación según el fonema afectado se presenta a continuación: Tabla No. 2 Clasificación de dislalia según los fonemas Variedad Fonema alterado Variedad Fonema alterado Rotacismo /r/ (múltiple) Betacismo /p/ y /b/ Sigmatismo /s/ Jotacismo /j/ y /x/ Lambdacismo /l/ Pararrotacismo Gamacismo /g/, /x/ y / k/ Parasigmatismo Deltacismo /t/ y /d/ Paralambdacismo Rinoartria /m/, /n/ y /ñ/ Paragamacismo Sustitución de /r/ por /d/ y /l/ Sustitución de /s/ por /t/ y /c/ Sustitución de /l/ Sustitución de fonemas guturales Fuente propia (2013) Los fonemas que con más frecuencia presentan dificultades son: -r-, -s-, -z-, -l-, -k- y –ch- debido a la complejidad de sus puntos de apoyo correspondientes. Este tipo de dislalia es el más común y los afectados no tienen ningún defecto orgánico que la 12 provoque. A menudo desaparece espontáneamente cuando el niño crece, si persiste después de los cuatro años es preciso intervenir para corregirla para evitar posibles consecuencias negativas en el desarrollo cognitivo y las relaciones sociales del menor. La disglosia significa una alteración de la articulación de los fonemas. La característica principal de este grupo es que dicha dificultad proveniene de una anomalía en los órganos del aparato fonoarticulador, es decir los labios, dientes, lengua, mandíbula y paladar. Esta anomalía puede deberse a alguna alteración orgánica de nacimiento o adquirida en el transcurso de la vida. La disglosia se clasifica, según la zona afectada, en: labial, dental, mandibular, lingual o palatino. Labial se origina cuando los labios tienen una anomalía en su forma, fuerza o movimiento. Comúnmente se presenta en pacientes que padecen labio leporino, afectando mayormente las vocales –o- y –u- y los fonemas –p-, -b- y -m-; frenillo labial superior, el cual reduce la movilidad del labio de arriba y dificulta la pronunciación de fonemas labiales; y la parálisis facial. La disglosia dental se da cuando la posición o forma de la comisura dental está distorsionada, existiendo ausencia o exceso de dientes que ocasiona frecuentemente, dificultades en la pronunciación del fonema –s-. La disglosia mandibular se presenta cuando uno o ambos maxilares tienen anomalías en su forma o posición, comúnmente debido a una atresia mandibular o también conocida como mandíbula pequeña, por una progenie que presenta la parte inferior de la mandíbula de mayor tamaño al resto de órganos o, por una disostosis maxilofacial proveniente de una malformación completa de la mandíbula. En la disglosia lingual el órgano que se ve afectado es la lengua, ya sea por una anquiloglosia o frenillo lingual, también conocido como frenillo más extenso, afectando la pronunciación de los fonemas –l- y –r-; por una parálisis de la lengua, debido a una lesión del nervio hipogloso o por malformaciones linguales que pueden ser: lengua grande, pequeña o dividida. La disglosia tipo palatina posee una alteración del paladar óseo y del velo paladar, pueden presentar fisura palatina, 13 cuando el paladar se encuentra dividido por la línea de enmedio y ocasiona que las cavidades bucales y nasales queden unidas; por el ronquido faríngeo; soplo nasal; golpe de glotis o paladar ojival. Los trastornos disglósicos suelen coincidir o presentarse asociados entre sí, ocasionando un rechazo a hablar, retrasos escolares, dificultades en la lectoescritura, dificultades en la fluidez normal del habla, hipoacusias y otras dificultades; debido a que suelen ser niños sometidos a repetidas situaciones quirúrgicas, internamientos hospitalarios y demás, con lo cual pueden no recibir en ocasiones, una estimulación apropiada a su nivel de desarrollo cognitivo. Según Torres, (2003) la disartria es un trastorno en la programación motora del habla que a alteraciones en el control muscular de los mecanismos del habla, y puede ser producido por una lesión en el sistema nervioso central. Debido a que esta alteración afecta directamente los músculos que intervienen en el habla, también afecta indirectamente, la fonación, articulación, ritmo, acentuación y entonación de cada fonema; considerando que para la emisión de cada uno de ellos, la posición de los músculos es distinta. Este cuadro clínico es amplio, debido a que se ve afectado todo el proceso del habla. A estos pacientes suele escuchárseles hablar con mucha dificultad, forzado o monótono, tanto al inicio de la palabra como en el transcurso de la misma. Esto es porque ellos no son capaces de controlar la posición ni el movimiento requerido por sus músculos bucales. La disartria se subdivide de acuerdo al lugar en que se encuentra localizada la lesión, en: flácida, espástica, atáxica, hipocinética y extrapiramidal o también conocida comohipercinética. En la disartria flácida se encuentra afectada la segunda neurona del sistema motriz, ocasionando hipernasalidad, monotonía en el tono muscular e inspiración audible. La disartria espástica es diagnosticada cuando la primera neurona del sistema motriz se daña, creando imprecisiones al hablar las consonantes; bajo tono de la conversación, monotonía, voz ronca y no hace énfasis en los fonemas en que se debe de hacer. La disartria atáxica se observa cuando el cerebelo presenta alguna anomalía y crea al contrario de la disartria espástica, mucho énfasis en los fonemas y en la prolongación, además de imprecisión de consonantes, voz ronca y tono monótono. 14 La disartria hipocinética se debe a una alteración en la extrapiramidal, es parecida a la disartria tipo atáxica porque presenta voz ronca, tono monótono e imprecisión de consonantes; con la diferencia que en esta patología el paciente evidencia silencios inadecuados y vocalizaciones rápidas e intermitentes. Por último, la disartria extrapiramidal posee las características de la disartria hipocinética, adicionando prolongación de fonemas y emisión con evidentes esfuerzos. Los niños y niñas disártricos suelen poseer un aspecto distraído, desinteresado, tímido, agresivs y con escaso rendimiento escolar; en la mayor parte de casos suelen creer que no tienen problemas en el lenguaje y, si están conscientes, no son capaces de superarlos por ellos mismos. El retraso simple del habla es un desfase cronológico, que sigue las pautas habituales del desarrollo lingüístico y consta de la presencia retrasada de la expresión verbal, sin afectar la comprensión de la misma. Los niños suelen decir sus primeras palabras tiempo después de lo debido, variando según la severidad del retraso, presentan alteración en el orden de las sílabas y su vocabulario es limitado. Cuando el habla comienza a evolucionar, no se tarda mucho en dejar atrás el trastorno. Este trastorno crea un desfase significativo en la aparición y en el desarrollo de la expresión, que no es debido a un retraso mental, tampoco a un trastorno generalizado del lenguaje, ni a déficit auditivo o trastornos neurológicos. El retraso simple del lenguaje no se considera un trastorno de la articulación fonética, sino de estructuración fonológica, que está atrasada para su edad cronológica. La alteración se halla en la organización fonológica del lenguaje, son capaces de pronunciar sonidos aislados y grupos de sonidos, no obstante, al momento de ordenarlos y diferenciarlos dentro de las palabras, presentan dificultades. Cuando el trastorno del habla representa una alteración en la fluencia, las patologías pueden ser disfemia y taquifemia. La disfemia, también conocida como tartamudeo, es una alteración netamente en el ritmo del habla, evidenciado por interrupciones en la fluidez de la palabra que emite el niño. Las características más importantes de este trastorno son los espasmos o repeticiones creadas entre sílabas al hablar; estos 15 síntomas se dan de manera involuntaria y pueden estar acompañados por tics en cualquier parte del cuerpo. La disfemia se clasifica en dos grupos: tartamudeo clónico y tónico. El tartamudeo clónico se caracteriza por la repetición de la primera sílaba o palabra de lo que desea comunicar, debido a que el paciente no logra emitir correctamente algún vocablo e insiste, repitiéndolo inconscientemente, hasta conseguir decirlo bien. El tartamudeo tónico se identifica porque las palabras suelen tener un espasmo dentro de ellas, es decir, la palabra se corta y se deja un lapso de tiempo para poder continuar emitiéndola de manera precipitada, debido a una inmovilización muscular. Los tipos de tartamudez pueden darse juntos o por separado, suelen evidenciarse entre los tres y siete años de edad, sino es tratado, se empeora con el tiempo. Asimismo Torres, (2003) aduce que la disfemia puede desencadenarse debido a factores de origen orgánico, factores genéticos, factores relacionados con la zurdería y factores psicológicos. Cuando la disfemia es de origen orgánico, puede ser de tipo neurológico, debido a problemas en la lateralización o en la mielinización de ciertas áreas del cerebro; de tipo auditivo, creado por anomalías en la adecuación de la percepción auditiva; o por trastornos varios, como problemas de sueño, alimentación y físicos. En la disfemia de origen genético, aunque las teorías no sean concretas, se ha observado incidencia de casos dentro del núcleo familiar, siendo más propensos los hombres. La zurdería se ha considerado como factor desencadenante, debido al alto número de pacientes disfémicos que son zurdos, aún más cuando existe una zurdería contrariada. Los factores psicológicos, aunque no han sido comprobados, suelen aumentar el problema. Al iniciarse el trastorno, el niño ignora su problema, posteriormente lo percibe con toda claridad e intenta evitar los síntomas, por lo que se produce una agravación de la sintomatología esencial, debido a los intentos de solución inadecuados que realiza. La taquifemia, también conocida como taquilalia, es una forma de habla precipitada y muy rápida que suele causar descoordinación fono-respiratoria, y esto a su vez ocasiona omisiones y distorsiones de fonemas. A diferencia del paciente con 16 disfemia, el taquifémico está en la capacidad de controlar el ritmo de su comunicación. En este trastorno, el individuo habla muy deprisa y por lo general, estas personas confunden las sílabas o acortan las palabras. Con excepción de su familia, las personas que están a su alrededor no les entienden y el trastorno se hace más evidente para estos individuos con las personas que no conocen. La taquifemia puede desarrollarse debido a una alteración de la coordinación entre pensamientos y lenguaje, herencia o trastornos sensoriales y motores. Puede presentarse a cualquier edad, con probabilidades de que los pacientes sean familiares, personas alcohólicas o con alguna manía. Cuando se presenta en la niñez, su grado de evolución es cada vez con mayor rapidez es por ello que la intervención debe de ser temprana. Cuando el trastorno de habla representa una alteración en la voz, la patología puede ser disfonía. La disfonía afecta el tono, intensidad y timbre del mismo; distinto a la afonía que representa la pérdida parcial o total de la voz. Los síntomas más comunes son: las manifestaciones de problemas en la salida del aire al hablar, masticar, deglutir, crear sonidos agudos o graves, emisión de fonemas –m-, -n- y –ñ-, tendencia a la respiración bucal y voz de resfriado. Existen diversidad de causas de disfonía, entre ellas se pueden mencionar: mal funcionamiento hormonal con énfasis en un problema en las glándulas endocrinológicas; alteraciones orgánicas que pueden ser congénitas, inflamatorias y traumáticas; incoordinación de la laringe y problemas en las cavidades de resonancia con origen físico, por mala percepción acústica o mala técnica vocal; o de origen psíquico, por la influencia del carácter y las emociones; nódulos presentando cuerdas vocales anchas u omisión de una, pólipos o también conocidos como bultos benignos; laringitis y fonastenia. El tratamiento para la disfonía se basa en una terapia médico-farmacológica, dependiendo de la gravedad, se adiciona reposo bucal. Acciones como llorar, gritar, hablar y cantar en exceso o hacer gárgaras sólo empeorarán el trastorno. Trastornos del lenguaje oral Los trastornos del lenguaje oral son aquellos que afectan el lenguaje y por ende la capacidad de representar la realidad por medio de signos, la adquisición del lenguaje 17 es una capacidad exclusiva del ser humano y en la mayoría de casos, el lenguaje se adquiere en los primeros años de la vida. Sin embargo, algunos niños manifiestan en este proceso serias dificultades para asumir las expectativas comunicativas, sociales y educativas de la sociedad en la que están inmersos. Algunos niños con alteraciones del lenguaje, pueden presentar problemas asociados que interfieren en el desarrollo normal del lenguaje, agravando aún más el padecimiento o trastorno. Con referencia a Torres, (2003) los trastornos del lenguaje oral se clasifican en: retraso simple, afasia y disfasia. El retraso simple del lenguaje es una alteración de tipo evolutivo y de desfase cronológico, es decir para lograr un diagnóstico diferencial preciso se deben descartar todos aquellos problemas de tipo sensorial, motor y emocional; porque se basa en la aparición y evolución tardía del lenguaje. Generalmente los pacientes presentan un retraso similar en las áreas fonológicas, semánticas y morfosintácticas; teniendo como resultado un lenguaje sencillo, con poco vocabulario y aparentemente de un niño de menor edad a la que tiene. La etiología aún es imprecisa, aunque varios autores señalan como causante la falta de estimulación de parte del ambiente familiar, escolar y social, bilingüismo en su entorno e inmadurez en la enseñanza; pasando de manera desapercibida hasta el comienzo de la escolaridad. Las características del retraso simple del lenguaje se pueden observar desde corta edad, por la ausencia de jerga espontánea en los bebés; la aparición de las primeras palabras se retrasa hasta después de los dos años, las primeras combinaciones de palabras hasta los tres años, el lenguaje no es entendible, el léxico es escaso, el niño comprende más de lo que logra expresar y posee escasa función lúdica del lenguaje. Mediante la intervención logopédica se intentará recuperar el ritmo de desarrollo del lenguaje que depende y repercute en los ritmos de los demás aspectos, es decir que se debe tratar el lenguaje, pero no olvidar el resto de los elementos. La afasia son distorsiones en la comprensión y producción de los fonemas en el proceso de comunicación de los niños que con anterioridad hablaban y comprendían de forma normal. Este tipo de alteración se debe a lesiones cerebrales a las cuales el 18 individuo fue expuesto, pero que sus órganos encargados de la recepción y emisión del lenguaje no fueron alterados. Este trastorno según la parte del cerebro afectada, se divide en: afasia de expresión, afasia de recepción o sensorial y afasia amnésica. La afasia de expresión se clasifica en motriz, si la lesión fue en el área de broca y ocasionó deficiencias en la comprensión, expresión oral y escrita; de conducción, si fue causada por una lesión en la unión parietotemporal posterior, provocando parafonías y dificultades en la repetición de palabras y, en agramatismo, que es similar a la afasia motriz, con la diferencia que suprime morfemas gramaticales. La afasia de recepción es más conocida como sensorial, presenta su alteración en el área conocida como Wernicke y ocasiona dificultades directamente en la comprensión del lenguaje. Por último, la afasia amnésica es fruto de una lesión en la zona temporal y provoca olvido de palabras o vocabulario que ya estaba adquirido. Algunas personas se recuperan de una afasia sin tratamiento, sin embargo, la mayoría necesita terapia del lenguaje lo antes posible. La disfasia es una alteración severa en la comprensión y expresión del lenguaje; afectando más ésta última. Existe poca información sobre este trastorno porque no cumple una evolución que se haya podido enlistar y varía bastante en cada paciente. Aparece entre los dos y tres años de edad, presentando serios problemas en la fonología y morfosintaxis que se evidencian en la dificultad de enlazar fonemas, escasez de palabras conectivas, deficiencia en la utilización y conjugación de género, número y verbos. Generalmente utilizan muletillas para conectar las palabras creando pequeñas conversaciones monótonas para ocultar la deficiencia que presentan. Asimismo Torres, (2003) cita a Rapin y Allen, (1983) quienes clasifican la disfasia en déficit fonológico-sintáctico, déficit léxico-sintáctico y déficit semántico-pragmático. El déficit fonológico-sintáctico es el más común, son pacientes que comprenden mejor de lo que se expresan, aunque se les dificulta comprender oraciones largas o que han sido emitidas rápidamente; en su expresión presentan problemas de articulación y fluidez. El déficit léxico-sintáctico fija la alteración en la dificultad para encontrar las 19 palabras necesarias para expresar lo que desean expresar, presenta deficiente comprensión de frases e incapacidad de expresar en orden las palabras dentro de una frase. En el déficit semántico-pragmático, el paciente tiene un lenguaje considerablemente fluido, sin dificultades en la articulación de los fonemas, pero sí con dificultades en la comprensión de enunciados verbales; suele recurrir a la ecolalia y a frases ya estructuradas, la disfasia es superable en un ambiente propicio y con metodologías adecuadas que involucren al niño en su totalidad, proporcionándole las herramientas básicas de la comunicación. 1.1.4. Pautas de evaluación Existen varias pruebas para evaluar el desenvolvimiento de la comunicación oral en el niño, previamente debe delimitarse qué se desea evaluar, para decidir qué prueba administrarle, considerando las especificaciones de cada prueba. Este tipo de pruebas suelen pasarse de manera individual, porque requieren toda la atención del evaluador para poder percibir los errores que se dan en la pronunciación de cada fonema. Existe una variada gama de test que examinan la comunicación oral, algunos utilizan el método de repetición, de reconocimiento, de lectura, de descripción de láminas, de conversaciones, entre otros. Por su parte Jódar et.al., (2005) citan algunas pruebas que a lo largo del tiempo han sido estandarizadas y son reconocidas por su fácil aplicación y veracidad en sus resultados, estas son: Sub-test de fonología del test Plon, evalúa a niños y niñas que estén entre los cuatro y seis años de edad. Examen logopédico de la articulación (ELA-ALBOR), evalúa a partir de los dos años de edad. Registro fonológico inducido, examina a niños entre las edades de tres y seis años. Protocolo de exploración de lenguaje del niño del Hospital de San Pablo y la Santa Cruz. 20 1.1.5. Tratamiento Todos los trastornos de la comunicación oral tienen pasos a seguir para un exitoso tratamiento, considerando las características particulares de cada caso. En cada paciente el trastorno se va a presentar de forma única y cada tratamiento debe de ir de acuerdo a las necesidades del mismo. Es por ello que, Aranda, (2008) sugiere las siguientes doce áreas importantes que deben de ser trabajadas durante un tratamiento logopédico. Psicolingüística, es la estimulación que se le da al niño desde el vientre. Discriminación auditiva, es la habilidad de poner atención, escuchar e interpretar los sonidos que el ambiente provee. Integración auditiva, es un cierre gramatical en el cual se utilizan ejercicios de completar palabras o frases con el fin de que el paciente relacione lo que escucha con lo que va a comunicar. Ritmo, estos ejercicios ayudan a hablar con ritmo, evitar el tono monótono, automatizar la mecánica articulatoria y que el habla sea rítmica. Identificación visual, crea una visión más allá de lo que ven los ojos a simple vista, colocando mayor atención en lo que se observa. Esquema corporal, es un conocimiento del cuerpo y sus partes. Clasificación, es la habilidad de organizar el vocabulario interno que se posee, en categorías, para facilitar una conversación fluida. Memoria, es la habilidad de retener información, ya sea a corto, mediano o largo plazo, con la necesidad de percibir, procesar y evocar lo que se desea retener. Lenguaje comprensivo, le brinda al paciente las definiciones de cierto vocabulario para que pueda mantener una conversación congruente, porque entiende los términos con la que se da. Razonamiento lógico, proporciona la motivación del razonamiento en los niños para que actúen razonablemente. Lenguaje expresivo, le brinda al paciente el vocabulario adecuado a su edad para poder expresarse con diversas palabras. 21 Praxias, son movimientos en los órganos fonoarticuladores de manera voluntaria, para ejercitar dichos músculos y facilitar los puntos de apoyo de cada fonema. 1.2. Bajo autoconcepto 1.2.1. Definición Para comprender el término de bajo autoconcepto, es necesario detallar la definición de lo que engloba la palabra autoconcepto como tal. Este término se ha creado, formado y evolucionado desde hace varios años, con la finalidad de poder distinguirlo de otros conceptos similares como lo es la autoestima o la autoimagen que generalmente son considerados sinónimos e intervienen en el desenvolvimiento de la personalidad. Según Woolfolk, (2006) que cita a Hilgard y Arkinson, (1979) los cuales argumentan que el autoconcepto es la combinación de ideas, sentimientos y actitudes personales acerca de sí mismo. Para dichos autores, el autoconcepto funge un rol de mediador de la conducta del ser humano y como bienestar psicológico que contribuye con la adquisición de metas; tales como: logros sociales, buen rendimiento académico, conductas saludables y la satisfacción sana. También puede asumirse la influencia sobre todas aquellas características, cualidades, fortalezas, habilidades, debilidades y limitaciones que el ser humano ha encontrado en él mismo; fortaleciendo o quebrantando la actitud valorativa que presenta de sí mismo, hacia su propia persona. Por otra parte Castejón y Navas, (2009) conciben el bajo autoconcepto como una realidad organizada con estructura, debido a que el conjunto de experiencias se organizan en categorías y adquieren un significado personal en función de las circunstancias peculiares de cada uno, también tiene un carácter multidimensional, porque cada tipo de vivencias da pie a tipos de autoconceptos específicos, diferenciados entre sí y distintos del general. En la etapa infantil el autoconcepto, ya sea alto o bajo, se basa en el momento de implantación y consolidación del yo, 22 seguido de los inicios de la expansión del sí mismo. En este lapso de la vida del niño, el yo comienza a colocar sus bases en la personalidad, cualquier situación de relevancia positiva o negativa, puede beneficiar o perjudicar su futuro, aunque en el instante no sea evidente. Los infantes con bajo autoconcepto suelen no ser tan flexibles para asumir las circunstancias presentadas, no importando el origen o relevancia en su vida, porque se han acostumbrado con el tiempo a tener pensamientos negativos, insensibles y desalentadores ante los problemas, sin depender de que sean personales o no. Existen cuatro aspectos característicos del bajo autoconcepto: Autonomía, el niño no tiene clara la diferenciación entre él y los demás, considerándose ser común, totalmente igual a los demás y que no tiene derecho a pensar de manera personal e individual. Confianza, carece de creer en él mismo, en su familia y en su entorno, necesitando un lugar neutro en donde pueda refugiar sus sentimientos y así no lastimarse. Evolución física, presenta dificultades para comprender los cambios físicos que atraviesa su cuerpo, sintiéndose descontento con su aspecto físico y apariencia personal. Mundo escolar/social, en el que comienza a experimentar e investigar un mundo exterior a su casa y familia, en donde está expuesto a mejorar, mantener o empeorar su bajo autoconcepto por medio de los comentarios de los demás y conclusiones que él mismo construya. También Castejón y Navas, (2009) citan a Rosenberg, (1986) porque establece cinco características de tipo evolutivo que marcan el tránsito del alto o bajo autoconcepto en la vida del ser humano. Al aumentar de edad también aumenta o disminuye la facilidad de verse a sí mismo desde una perspectiva psicológica, englobando los sentimientos, creencias, pensamientos y valores; y no sobre la opinión social que percibe. 23 Crece o desciende la tendencia a verse en función de relaciones y sentimientos interpersonales, minimizando o incrementando la idea de concebirse en función de los vínculos de otros. Se observa un incremento o decadencia en percibirse con una visión conceptual y abstracta. Se aprecia o no como entidad compleja y diferenciada, comprendiendo al autoconcepto como una jerarquía. Fundamenta el autoconcepto en la evidencia y en la lógica, analizando de una forma abstracta y lógica todo lo que se le presenta. 1.2.2. Formación A medida que el niño crece va obteniendo un comportamiento gradual de sus habilidades, intereses, medio ambiente, características físicas y logros de comportamientos adecuados o inadecuados que servirán de base para la obtención del éxito o fracaso en la vida. El bajo autoconcepto no es innato, sino que se desarrolla y evoluciona desde el momento de su interacción con el entorno y no por una predeterminación personal, sino porque va escogiendo información de parte de las personas a su alrededor y que tienen injerencia en su vida como lo son sus padres, abuelos, hermanos, entre otros. El autoconcepto se comienza a formar con las primeras experiencias en las que descubre sonidos, colores, voces, y se va consolidando cuando se descubre como una persona diferente e independiente a los demás. Si a lo largo de su vida el niño va recibiendo estímulos positivos desarrollará un concepto positivo de sí mismo, al igual que si los estímulos son negativos su concepto personal va a tener poco valor. Los autores Amar y Abello, (2011) citan a Machargo, (1911) quien señala que existen dos teorías principales sobre la formación y el desarrollo del bajo autoconcepto: el simbolismo interaccionista o también conocido como teoría del espejo y el aprendizaje social. El primero aduce que el bajo autoconcepto es la consecuencia de las evaluaciones que hacen las personas del entorno próximo, en el cual el individuo se ve reflejado en la imagen que le ofrecen los otros, como si éstos fueran 24 un espejo y llegan a ser como los demás piensan que él es. En este proceso no todos los que lo rodean tienen la misma influencia en la formación de su bajo autoconcepto. En la segunda teoría que es la del aprendizaje social, el niño adquiere el autoconcepto por medio de un proceso de imitación a través del cual incorpora en sus propios esquemas de las conductas y actitudes. Dentro de este apartado se distinguen tres etapas en el desarrollo del autoconcepto: Etapa del sí mismo primitivo que abarca desde el nacimiento hasta los dos años, desde el momento que nace, el niño se relaciona interactivamente con sus padres, especialmente con su madre. A partir de esas relaciones va desarrollándose el proceso de percibirse a sí mismo como una realidad diferente de los demás, haciéndose cada día un poco más autoconsciente. Alrededor de los doce meses llega al reconocimiento visual de sí mismo, frente a un espejo y llegando a los 18 meses comienza a referirse a sí mismo, pero en tercera persona. Etapa del sí mismo exterior que abarca desde los dos años hasta los 12 aproximadamente, en esta etapa de infancia temprana, el niño y la niña se centran más en sí mismos; es decir, no se comparan con los otros, no evalúan el alcance de sus potencialidades y se adjudican características que probablemente desean o admiran. Los niños desean hacer más y más cosas, pero en esta etapa aprenden que alguna de las cosas que quieren hacer reciben la aprobación de los demás, mientras que otras reciben el rechazo de los demás. Por tanto, aparece un conflicto entre su deseo por hacer cosas y su deseo de recibir la aprobación de otras personas. Los niños que no aprenden a regular estas directrices opuestas suelen sentirse inhibidos por la culpa o el miedo al castigo. A los tres años de edad, un niño se define por sus características personales, usualmente positivas y de grandezas. Durante la niñez intermedia la mayoría de infantes empiezan a desarrollar un concepto del yo más realista pues logran una mayor capacidad para valorar positiva o negativamente sus características y habilidades personales, sobre todo al compararse con sus iguales y admitir que no son tan capaces en algunas áreas como en otras. 25 Esta etapa es crucial desde el punto de vista de la imagen personal, porque es la más abierta a la entrada de información. Las experiencias de éxito y fracaso y las interacciones con los adultos son decisivas. Conforme los niños empiezan a desarrollar una conciencia real, también empiezan a definirse a sí mismos, desarrollan su autoconcepto, identidad y autoestima. Entre los ocho y nueve años comienza la definición personal, basándose en algunos rasgos psicológicos. A esta edad se hacen evidentes los sentimientos de estar avergonzado u orgulloso de sí mismo. El sentimiento de sí mismo que se adquiere en esta etapa resulta difícil de modificar posteriormente. Al final de la etapa hay un aumento de la autoconciencia ya que presentan un mayor conocimiento de sí mismos y una mayor conciencia de cómo son percibidos por los otros. Etapa del sí mismo interior que se da desde los 12 años en adelante, esta etapa el adolescente busca describirse a sí mismo en términos de identidad y esta definición se va haciendo cada vez más diferenciada y menos global. Este proceso comienza alrededor de los doce años y a través de él intenta responder a la pregunta de quién es. Los cambios cognitivos se dan a partir de los 15 años, especialmente en relación al pensamiento abstracto y crítico, afectando su autoconcepto. Esta etapa es muy vulnerable en términos de autoestima, tanto por el propio cuestionamiento personal como por la influencia de la crítica externa. Una vez que comienza a diferenciar su yo como una realidad diferente de las otras personas, empieza también a percibir los efectos que sus acciones despiertan en las personas que lo rodean y los demás comienzan a ser como espejos que lo reflejan y le dan información significativa acerca de sí mismo. Se deduce también que el bajo autoconcepto no se crea sólo como resultado de la percepción, en cuyo caso se estaría produciendo el propio significado a partir de sus experiencias sin verificarlas con los demás, creando una visión egocéntrica; sino que también se crea y modifica gracias a la relación y comunicación con los demás. De hecho también se forma a partir de imágenes de lo que cree, desea y quiere el individuo; tales como: 26 Ideas, imágenes y creencias que el hombre tiene y hace de sí mismo. Imágenes que los demás tienen del individuo. Imágenes de cómo al sujeto le gustaría ser. Imágenes que el sujeto le gustaría tener. A su vez existen tres posibles explicaciones a la resistencia al cambio y a la persistencia de mantener un bajo autoconcepto. La primera se basa en que para cualquier persona el cambio del autoconcepto se transforma en una crisis de identidad debido a las modificaciones que sufren sus ideas respecto al yo. La identidad aunque fuese negativa le proporciona seguridad al individuo y al perderla le ocasiona una opinión La segunda se relaciona con la teoría de la expectativa la cual dice que existe una valor instrumental para que las personas mantengan una opinión negativa de sí mismas, repercutiendo en la fragilidad y vulnerabilidad del comportamiento. La última teoría expresa que la tendencia a proteger el bajo autoconcepto puede ser el síntoma de problemas subyacentes profundos, como lo puede ser la culpa intensa no resulta por algún evento infantil que le impide el sentimiento de adecuación. 1.2.3. Modificación Según Goleman, (2008) quien cita a Higgins, (s/f) el cual a partir de sus estudios en el campo de la personalidad creó cinco teorías de cómo se modifica el autoconcepto a lo largo de la vida del ser humano, influyendo en su percepción positiva o negativa. Dichas teorías se desarrollan a continuación: La teoría de la autodiscrepancia se basa en que las personas son fuertemente motivadas para mantener un sentido de coherencia entre las creencias y las percepciones que tienen sobre sí mismas. Esta teoría toma en cuenta cómo piensan las personas, lo cual constituye el autoconcepto tradicional; y postula otros autoconceptos, tales como: el ideal que es como le gustaría ser, el responsable que es como cree la persona que debería ser, el potencial que es cómo piensa que 27 puede llegar a ser y el esperado que es como espera ser en un futuro. A su vez la teoría de la autodiscrepancia se fundamenta en cinco supuestos: Una autodiscrepancia es una estructura cognitiva que interrelaciona distintos tipos de autoconceptos discrepantes entre sí. Las personas están motivadas para conseguir que su concepto real se aproxime a otros autoconceptos que consideran relevantes. Las discrepancias entre distintos tipos de autoconceptos provocan diferentes situaciones psicológicas negativas asociadas al estar emocionalmente concretos. La probabilidad de que una autodiscrepancia produzca malestar psicológico depende de la facilidad con la que sea activada en la mente de la persona. Cuanto mayor sea la magnitud y la accesibilidad de un tipo de autodiscrepancia para un individuo, más sufrirá la clase de malestar asociado a ese tipo de discrepancia. La teoría del yo espejo consiste en que el individuo vea a través de los ojos de los demás como si se estuviera viendo en un espejo y se ve afectado porque percibe que en la mente de los demás existe el pensamiento o la imagen de su apariencia, comportamiento y metas. Los sujetos determinan como les ven los demás no por la información que perciben de ellos, sino por sus propias autopercepciones; ya que se ven a sí mismos como piensan que los ven los demás, en lugar de como los ven realmente y al mismo tiempo la valoración que se da a ellos mismos es lo que influye en cómo cree que los evalúan los demás. La teoría de la autoevaluación es el motivo que lleva a la persona a buscar información precisa sobre él mismo y a revisar críticamente todos aquellos componentes que forman parte de su autoconcepto, como lo son las habilidades, destrezas, fortalezas y debilidades, entre otras. La autoevaluación se puede contemplar desde dos puntos de vista, uno centrado en la valoración positiva o negativa del yo y el otro en el que tiene en cuenta el grado en el cual las circunstancias, el contexto y cada situación influyen en la evaluación que las 28 personas hacen de sí mismas. Las personas pueden utilizar tres tipos de estrategias para mantener una autovaloración positiva, las cuales son: Mediante la comparación social que se basa en el mantenimiento de la autoevaluación, en el cual las personas desean mantener una autoevaluación positiva y la misma está influida por las comparaciones que establecen con los demás. A través de la reducción de la incertidumbre, ya que al activar el autoconcepto y su autoevaluación se puede generar una incertidumbre sobre cómo es realmente la persona y tratar de reducirla al compararse con los demás. Por medio de la expresión de valores la cual le proporcionará las herramientas para conocer y evaluar la información que tiene de sí mismo. La autoafirmación consiste en que el individuo exprese claramente sus necesidades, deseos, actitudes y demás. La teoría de la autoverificación se interpreta como la motivación que tiene el ser humano para confirmar la imagen que tiene de sí mismo, afirmando que a las personas les gusta que los demás les vean tal como se ven ellos mismos. Si la persona piensa que la imagen que los demás tienen de él coincide con la que tiene él mismo, esto tiene un efecto positivo para la propia persona porque se siente conocido y comprendido, y para las demás personas porque aumenta la credibilidad y confianza al confirmar sus propias autoexpectativas. Debido a la necesidad de coherencia psicológica que presenta continuamente la persona, siente como un menester que los demás le digan que son tal y como creen ellos mismos ser. Existen dos maneras de buscar la coherencia, de forma conductual y cognitiva. Para lograr la coherencia conductual puede hacer uso de la búsqueda de una interacción de forma selectiva, mostrando señales claras de identidad o aumentando sus esfuerzos para solicitar información autoconfirmadora; y para lograr la coherencia de manera cognitiva debe desarrollar una percepción de la realidad compatible con cómo se ven ellos mismos mediante la atención, el recuerdo y la interpretación selectiva. 29 Y por último la teoría del autoensalzamiento que es la motivación para obtener y mantener evaluaciones positivas de él mismo, sosteniendo que el ser humano está motivado por mantener el autoconcepto positivo y que la necesidad de autoensalzamiento aumente cuanto mayor son los deseos de pensar favorablemente sobre sí mismo. Según esta teoría las personas no sólo buscan tener una imagen favorable de sí mismas, sino que también se esfuerzan por mostrar a los demás aspectos positivos. El motivo del autoensalzamiento es considerado como algo beneficioso, pero a su vez se puede asociar con baja autoestima y sensación de malestar. 1.2.4. Dimensiones De acuerdo con Amar y Abello, (2011) quienes afirman que el término de bajo autoconcepto ha sido modificado conforme el pasar de los años, hasta el punto de asumirse de forma generalizada como una concepción multidimensional y jerárquica del mismo; convirtiéndose en la respuesta de un conjunto de percepciones parciales del propio yo. No hay una estructura estándar para clasificar el bajo autoconcepto, pero existen cuatro modelos teóricos diferentes que es necesario resaltar: Perspectiva nomotética, es un modelo tradicionalista que ve el bajo autoconcepto como un fenómeno unitario, porque en cada persona va a evolucionar de diferente manera. Concibe el autoconcepto como un fenómeno unitario. Modelo taxonómico, este modelo consideraba con anterioridad que el bajo autoconcepto estaba constituido por aspectos independientes entre sí, con el tiempo concibió la existencia de un aspecto básico general. De acuerdo con este modelo, el autoconcepto se considera integrado por diferentes aspectos relativamente independientes entre sí, sin embargo posteriormente a su formulación se introduce una variación al concebir la existencia de un factor básico general además de otras facetas más concretas consideradas con cierta autonomía Modelo compensatorio, este modelo considera que sí existe un factor general y varios aspectos específicos que se encuentran relacionados inversamente en la 30 formación del bajo autoconcepto, de tal manera que el déficit percibido en un aspecto específico hará que el niño se perciba mejor, por compensación, en otro factor específico. Modelo jerárquico, Castejón y Navas, (2009) citan a Shavelson, Hubner y Stanton, (1979) quienes muestran una organización del bajo autoconcepto que lo denota como un constructo jerárquico, en el cual cada una de las dimensiones que lo forman están compuestos por una jerarquía cuyo inicio lo ocupa el autoconcepto general y conforme desciende se encuentran autoconceptos más específicos. Figura No. 1 Clasificación del bajo autoconcepto general Fuente: Castejón y Navas (2009) El modelo jerárquico es el más utilizado en la actualidad y clasifica el bajo autoconcepto en cuatro campos que engloban las diversas áreas en las que el ser humano se desarrolla. Bajo autoconcepto académico, es la baja representación que la persona tiene de sí mismo como aprendiz; en otras palabras, es el mal concepto que tiene de sus capacidades para desafiar el proceso de enseñanza-aprendizaje. El ambiente en 31 donde se lleva a cabo el proceso académico posee gran relevancia en el bajo autoconcepto por la influencia positiva o negativa que pueden llegar a ejercer de parte de los profesores y compañeros del centro educativo. Bajo autoconcepto físico, es el bajo nivel en la dimensión de la percepción que tiene el sujeto sobre sus habilidades y apariencia física. Este apartado se basa específicamente en todo lo que visualmente trasmite, como lo es la salud, fuerza, flexibilidad, resistencia, coordinación, actividad física, condición, competencia deportiva y apariencia física; conjugando la moda, tendencias y modelos sociales. Bajo autoconcepto social, este apartado va ligado íntimamente a los bajos rasgos psicológicos que presenta la persona; como la estabilidad emocional, la sociabilización y la responsabilidad. Puede ser visto como el nivel de socialización que posea el niño con el entorno que lo rodea. Bajo autoconcepto personal, se refiere a la idea distorsionada o baja que el niño tiene de sí mismo. A su vez el bajo autoconcepto se compensa por medio de un sistema de referencia, el cual puede ser interno y externo. Por medio del primero la persona compara sus tipos de autoconceptos, recompensando alguna posición desfavorable en una dimensión con lo positivo de otra que posea y el segundo logra en que la persona establezca su autoconcepto respecto al de los demás. 1.2.5. Niveles El bajo autoconcepto es la síntesis de las situaciones o historias pasadas, las observaciones del presente respecto a uno mismo y una débil percepción del propio valor personal, proveniente de la relación con los otros y de las experiencias a las que sea sometido. Dentro de este diagnóstico se encuentra una división referida a los niveles del bajo autoconcepto, la cual se presenta a continuación: Bajo autoconcepto implícito, este tipo de autoconcepto influye en el comportamiento y en los sentimientos respecto a sí mismo, aunque no es 32 totalmente consciente. Por lo general los niños no logran informar con exactitud ni claridad algunos aspectos de su autoconocimiento y autoevaluación. Bajo autoconcepto inferido, es medido por medio de la conducta informada por fuentes confiables, como son las observaciones de comportamiento de un niño que pueden hacer los profesores u otras personas competentes que estén inmersos en la vida cotidiana del niño. En este tipo de exploración del bajo autoconcepto se usa muchas veces asociado con el auto informe, cuando los niños ya son capaces de llevar ese registro. Por lo general el auto informe evalúa mejor el alto o bajo autoconcepto que el inferido a través de las observaciones. Bajo autoconcepto consciente o fenomenológico, este se evalúa partiendo de la idea de que el concepto de sí mismo lo conoce mejor la propia persona; por tanto las respuestas a las preguntas que le hacen son mejor forma de evaluarlo. 1.2.6. Componentes El término de bajo autoconcepto consiste en un conjunto de juicios tanto descriptivos como evaluativos acerca de la persona misma. En él se expresa el modo en que las personas se representan, conocen y valoran a ellas mismas; por otra parte también se observa como un grupo de cualidades o circunstancias propias que van indicando la manera de ser. El bajo autoconcepto se adquiere, enriquece, cambia, evoluciona y desarrolla negativamente debido a los diversos factores que interfieren en él. Por tanto Gallego, (2006) cita a Gargallo, (1996) quien engloba el bajo autoconcepto en: Elementos cognitivos o también llamado autoimagen, representa el conocimiento o la representación que el individuo tiene de sí mismo en general y en áreas específicas como la social, laboral, familiar y académica. Todas esas descripciones y percepciones cognitivas que los sujeto realizan sobre sí mismos constituyen lo que se ha denominado la autoimagen o el autoretrato. 33 Elementos evaluativos o también nombrados autoevaluación, es el proceso mediante el cual la persona se valora y se juzga a sí misma, utilizando básicamente tres mecanismos: comparando la autoimagen real y la ideal, comparando las aspiraciones y los logros personales y valorando la estima que los demás le profesan. Elementos afectivos, se refiere a lo que comúnmente se le llama autoestima, al valor que el individuo atribuye a su particular descripción de sí mismo. La autoestima es la evaluación de la información contenida en el autoconcepto. Este componente incorpora los sentimientos de auto valía personal y las valoraciones que realiza el sujeto sobre sí mismo en diferentes situaciones o áreas. 1.2.7. Factores determinantes Según Fonseca, (2005) quién se refiere al bajo autoconcepto como los procesos cognitivos y afectivos que forman un gobierno interior sobre la conducta del individuo y denota procesos relacionados con la captación de la naturaleza, el origen de las normas de conducta y la aptitud para evaluar las propias acciones e intenciones y sus componentes afectivos, como la obligación o responsabilidad, culpa, remordimiento, agresividad, honestidad, veracidad, lealtad y respeto a la autoridad. Es por ello que existen diversos factores que determinan el bajo autoconcepto en una persona, los cuales son: Actitud o motivación, es la tendencia a reaccionar frente a una situación tras evaluarla positiva o negativa, es la causa que impulsa a actuar, por lo mismo es importante que el niño se plantee los porqués de sus acciones, para no dejarse llevar simplemente por la inercia o ansiedad. Las actitudes que las personas posean son el fruto de las circunstancias que anteriormente ha vivido y que lo han motiva a reaccionar de una u otra forma. Si en ocasiones anteriores no le ha ido bien en dicha actividad, la próxima vez que se encuentre en ella actuará de diferente manera evidenciando el bajo nivel de su autoconcepto. Esquema corporal, supone la idea que tiene de su propio cuerpo a partir de las sensaciones y estímulos. Esta imagen está muy relacionada e influenciada por las 34 relaciones sociales, las modas, complejos o sentimientos hacia ellos mismos. Cuando a un niño se le tilda de gordo, seco, enano o algún otro peyorativo relacionado a su cuerpo se está contribuyendo a su bajo autoconcepto, debido a que le están marcando sus defectos ante lo que otro considere correcto o normal. Las aptitudes, son las capacidades que posee una persona para realizar algo adecuadamente, como la inteligencia, razonamiento, habilidades, entre otros. Si este factor del autoconcepto está bajo es debido a los comentarios que las demás personas han hecho sobre el mismo, tales como: tonto, bruto, no puedes, no lo haces bien, entre otras que han sido arraigados por él y han modificado los pensamientos sobre él mismo. Valoración externa, es la consideración o apreciación que hacen las demás personas sobre el niño. Son los refuerzos sociales, halagos, contacto físico, expresiones gestuales, reconocimientos sociales, entre otros. Cuando un niño tiene bajo el factor de valoración externa del autoconcepto es porque está expuesto a comentarios ofensivos y decadentes sobre su desenvolvimiento ante su familia, escuela, amigos y sociedad. 1.2.8. Desencadenantes De acuerdo a Castejón y Navas, (2009) quienes argumentan que el conocimiento de sí mismo o también llamado autoconcepto es la noción sobre las capacidades, limitaciones, aspiraciones, motivaciones y los temores que el ser humano tiene. Esta noción está marcada por la influencia del medio y del prójimo. Por esta razón se enmarcan las tres áreas más comunes de la vida que afectan directamente el nivel del autoconcepto. Elementos externos, los cuales afectan al desarrollo de un óptimo autoconcepto y pueden estar relacionados con: 1. Imagen corporal: cuando existe alguna pérdida de partes del cuerpo como alguna amputación de un miembro, pérdida de funciones corporales por alguna lesión o desfiguración por quemaduras o accidentes. 2. Elementos relativos al papel social: cuando se presenta pérdida de los padres o persona allegada, enfermedad u hospitalización, expectativas 35 ambiguas y conflictivas del papel social o incapacidad para satisfacer las expectativas. 3. Elementos relacionados con la identidad: como cambios en la apariencia física, incapacidad para conseguir metas, preocupaciones por las relaciones personales y sexualidad, y por pertenencia a un grupo minoritario o marginal. Pensamientos distorsionados, en los que las personas con un bajo autoconcepto generalmente manifiestan pensamientos ilógicos y alterados. Dentro de los pensamientos irracionales, ilógicos o confusos se encuentran: 1. Catastrófico con tendencia a pensar siempre lo peor. 2. Minimizar y potenciar refiriéndose a la tendencia a minimizar lo positivo para pasar por alto el éxito, con este pensamiento se potencian los aspectos significativos de lo negativo y se enfatizan los errores. 3. Pensamiento negó o blando que es la tendencia a catalogar a las cosas en uno de los dos extremos, orillando a que las cosas son perfectas o inútiles. 4. La necesidad de que las actividades se deben realizar sin un fallo o resultan un fracaso. 5. Actitudes supra generalizadas teniendo la creencia de que algo que se aplicó en una situación o que ocurrió una vez se puede aplicar en todas las situaciones. 6. La autor referencia que es la tendencia a creer que todo lo que los demás piensan, dicen o hacen se refiere a él mismo; en ella la persona cree que los demás están interesados en sus pensamientos y actividades para marcar sus defectos y errores. 7. La filtración que consiste en la tendencia a sostener creencias o conclusiones sacando e contexto ciertos detalles y omitiendo otros; seleccionando los detalles negativos mientras que los positivos son omitidos. Conductas inapropiadas las cuales se interpretan como una serie de conductas asociadas a un autoconcepto bajo y pueden ser: rechaza de la mirada directa, anda encorvado y se mueve lentamente, se cuida poco y tiene aspecto desaseado, habla de forma indecisa y vacilante, es demasiado crítico con él mismo y con los demás, refuerza las reprimendas que recibe de los demás para autocastigase, se disculpa frecuentemente, 36 verbaliza sentimientos de desesperación, inutilidad, desmerecimiento y de culpa, abandona o cambia las relaciones personales con facilidad, no termina las cosas que inicia, evita las primeras conversaciones o la interacción con las demás personas y adopta conductas autodestructivas como el uso excesivo de alcohol y drogas. 1.2.9. Características El bajo autoconcepto se considera la opinión negativa que posee el niño de todo lo que puede considerar como propio: cuerpo, mente, acciones, actitudes, rasgos y vocación. Respecto a lo anterior Doménech-Llaberia, (2005) cita a Shavelson, Hubner y Stanton, (1976) quienes engloban seis características específicas que se deben de cumplir para poder decir que se presenta bajo autoconcepto, las cuales son: Desorganizado, se les dificulta adoptar un sistema de categorías para reducir la complejidad y multiplicidad de las experiencias sobre las que basa sus propias percepciones, tomando en cuenta que el autoconcepto es una realidad organizada que posee una estructura. No es multifacético, esto se debe a que no le gusta pertenecer a varias actividades, limitándose únicamente a permanecer en las que requiere por necesidad. Esto hace que se limite a su vez las experiencias que pueden proporcionarle un mejor autoconcepto específico en las áreas sociales, académicas, físicas o emocionales. Jerárquico, las distintas facetas que lo integran forman una jerarquía desde las experiencias individuales en situaciones particulares, por lo general se sitúa en la parte inferior de la pirámide. Experimental, porque se va construyendo y diferenciando a lo largo de la vida a través de las distintas experiencias de interacción con el mundo, construyendo conceptos acerca de sí mismo, que al comienzo son globales pero se va diferenciando cada vez más. 37 Valorativo, las valoraciones negativas pueden realizarse comparándose con patrones absolutos, tales como el ideal al que le gustaría llegar o con patrones relativos tales como observaciones o valoraciones percibidas de los otros significativos. La dimensión evaluativa varía en importancia y significación según los individuos y las distintas situaciones. Inestabilidad, suele no permanecer estable y ser cambiante en sus opiniones y acciones; se ve reflejado en sus aspectos más nucleares y profundos. Entre las características más visibles a los ojos de padres y maestros en las acciones diarias de los niños podemos encontrar una diversa gama, teniendo en cuenta que cada uno es un ser único y las características no serán las mismas en todos. Dichas características del bajo autoconcepto se enlistan a continuación: Incomodidad, el paciente siente irritación por la inconformidad que tiene ante la complexión de su cuerpo, pensamientos, habilidades, peculiaridades y todo aquello que sea parte de él, hasta el punto de la incomodidad por la falta de atención de los demás. Complacencia, el niño suele complacer todo aquello que requieran las demás personas aunque lo perjudique o no desee hacerlo, esto se debe a la necesidad de sentirse aceptado y aprobado por los demás. Reservación, el niño acostumbra a no expresar lo que siente y guardar sus sentimientos en lo más profundo para que nadie lo sepa, con el fin de no ser juzgado o tachado de débil. No es responsable de sus actos y habitualmente le echa la culpa a los demás de sus actos, para no sentir que se equivocó y que le digan que no sirve. Generalmente realizan actos no adecuados o dicen cosas que no deben y luego se retractan diciendo que eso no lo hicieron o dijeron ellos, asumiendo que se les acusa injustamente. Sensible a las críticas, frecuentemente se toma los malos comentarios de manera personal, aunque no vayan dirigidos a él. Suele estar a la defensiva y ataca a la primera oportunidad de sentirse atacado, aunque no sea así. 38 Conformista, no le gusta realizar proyectos nuevos o se desilusiona con facilidad dejándolos varados asumiendo que no podrá llevarlos a cabo o se confundirá. Bajo autoconocimiento, no conoce la esencia de él mismo y generalmente imita la personalidad de una o varias personas sin conseguir su autonomía, pero tampoco le interesa conocerse a él mismo. Dependiente, está acostumbrado a depender de lo que dicen o hagan los demás, no toma las riendas de su vida por miedo a fracasar. 1.2.10. Funciones afectadas De acuerdo con Fonseca, (2005) quién afirma que el autoconcepto es una organización cognitivo-afectiva que interviene en la conducta del ser humano y que cuando el autoconcepto se presenta en un nivel bajo afecta las siguientes funciones: Relación social, esta función es la que le permite al niño relacionarse con las personas que están a su alrededor, ya sea en el ámbito familiar, escolar o cultural. Cuando el niño presenta un bajo autoconcepto no tiene la confianza en sí mismo para llevar a cabo dicha relación, por el temor de equivocarse o de ser juzgado por lo que opine dentro del grupo; esto conlleva a el aislamiento del mismo en actividades sociales. Necesidades básicas, estas se ven afectadas debido a que el bajo autoconcepto crea en el niño un sentimiento de inferioridad, que hace que no crea importante satisfacer sus necesidades ante la de los demás. Conducta, esta función se ve afectada por pensamientos, sentimientos, emociones e ideas sistemáticamente negativos, que se dan de manera involuntaria y afectan el estado anímico del niño. Los niños que presentan bajo autoconcepto suelen tener conducta pasiva ya que no se sienten al mismo nivel que los demás. Competencia social, está afectada debido a la distorsión de la imagen de él mismo, creyéndose de menos valor que los demás y que no es capaz de realizar las actividades que desea. Suele limitarse en llevar a cabo actividades y comentarios, porque piensa que nadie tomará en cuenta sus opiniones porque no sirven o porque sencillamente vienen de él y no valen la pena. 39 Conocimiento del autoconcepto, esta función se afecta ya que el niño no es capaz de observar que su percepción de las cosas está errónea y se hunde más en el bajo autoconcepto. 1.2.11. El bajo autoconcepto en la etapa escolar En la relación entre el ámbito escolar y el desarrollo del autoconcepto, la escuela es uno de los lugares fundamentales en donde puede desarrollarse y mejorar, ya que en las edades en que cursan el nivel primario los profesores y compañeros forman la principal fuente de influencia en los niños. Asimismo García y Delval (2010), citan a Pappalia (1992) quien argumenta que la etapa escolar coincide con el primer cambio de configuración corporal; el niño adquiere las formas típicas del escolar, alargadas, longilíneas y un desarrollo muscular que lo capacita para la realización de actividades que requieren de gran gasto de energía y resistencia. Completan su maduración los sistemas sensoriales, alcanzan su madurez las funciones básica, y se afirma la coordinación motora, entre otras; siendo cambios importantes para el concepto de sí mismo, como lo serán también durante la pubertad o segundo cambio de configuración, si se considera que el desarrollo físico puede ser determinante para la aceptación e integración del niño al grupo de iguales. Una adecuada madurez escolar le permite al niño una experiencia de aprendizaje positiva. También hay factores afectivos y sociales que se relacionan con la formación del autoconcepto durante esta etapa del desarrollo. Desarrollo cognitivo, alrededor de los seis a siete años aparecen los principios ordenadores de la realidad: concepto y operaciones. La etapa escolar vendría a ser la tercera etapa del desarrollo cognoscitivo durante la cual el niño desarrolla la capacidad para pensar en forma lógica sobre el aquí y el ahora, pero no sobre abstracciones. Durante este estadio aparece la movilidad, flexibilidad y reversibilidad del pensamiento, el niño entiende que en la operación de la realidad pude hacer algo y revertirlo, manejar y cambiar hechos; en otras palabras las intuiciones del pensamiento preoperacional se transforman en operaciones 40 concretas. Por operación se entiende una clase especial de rutina mental que transforma la información con algún fin; es una regla dinámica de las actividades de los niños con los objetos, la cual contiene los conocimientos de que uno puede invertir un estado de cosas en la acción o pensamiento, refiriéndose a los objetos tangibles, manipulables y sometibles como una experiencia afectiva. Los niños en estas edades son menos egocéntricos que los más pequeños, pueden captar lo que piensan los otros de ellos o más bien saber la imagen que tienen los demás sobre ellos; además son más sensibles a lo que otras personas piensan de ellos; porque pueden considerar varios puntos de vista acerca de su persona. La descentración es una objetivación progresiva del conocimiento de la realidad y de sí mismo, como un objeto de conocimientos, entre los objetos; esto ocurre debido a sucesivas elaboraciones de la experiencia en que intervienen funciones del yo, funciones cognitivas y de voluntad. Es fundamental la comprensión de los propios motivos y de la propia conducta, por cuanto en dicha comprensión va implícita la comprensión de sí mismo. La afectividad en este periodo se caracteriza por la aparición de nuevos sentimientos morales y sobre todo por una organización de la voluntad que desemboca en una mejor integración del yo y en una regulación eficaz de la vida afectiva. Desarrollo moral, en los juicios que el niño hace sobre sí mismo, están presente las características de su desarrollo moral, durante la niñez que va relacionado con la etapa escolar ya hay un nivel propiamente moral de desarrollo a la medida que hay en el niño un sentido de obligatoriedad y respeto hacia una norma que se ha aceptado. Este proceso se liga con la capacidad de enjuiciar la propia conducta y la del otro en función de una valoración ética como dimensión del acto de conciencia y también en referencia al contexto en que se dio; la toma de posición implicada en el principio moral se apoya en valores de justicia, reciprocidad y respeto mutuo, pero paralelamente el niño continua manteniendo una posición de respeto unilateral frente al adulto. El escolar atiende a la letra de la ley, no a su espíritu, es decir se regula por una moral convencional orientada a mantener la 41 convención social, el orden y las expectativas del otro. Los sentimientos como vergüenza-culpa, ansiedad-remordimiento, son claves y proceden de una incipiente conciencia moral que se constituye en esta etapa como una instancia reguladora del comportamiento. Desarrollo social, en la etapa escolar hay un aumento de motivación social que favorece la integración del niño a ambientes más amplios, porque el niño comienza a introyectar normas de convivencia. El ingreso a la escuela le exige adquirir nuevos roles y normas, mientras la familia continua actuando como agente socializador de control y satisfactor de necesidades afectivas y materiales, modela roles sexuales y permite ejercitar esos roles. Los estilos disciplinarios y de interacción familiar también pueden ser fuente de frustraciones e inseguridades que socavan las raíces de la autoestimación y por el contrario el grupo de amigos o compañeros le proporciona satisfacciones inmediatas, le ayuda a definirse como individuo, seguro y competente, y le informa de las actitudes que se esperan de él como ser social. Según Kostelnik, (2009) quién cita a Machargo, (1991) dice que la escuela ofrece al alumno la oportunidad de multiplicar sus experiencias. Su autoconcepto se hace cada vez más realista y rico; de este modo se va definiendo a través de las experiencias, expectativas y exigencias que en ella se aporta. En el periodo en el que el alumno entra en el nivel primario, las repercusiones de logros y fracasos se incorporan al autoconcepto como componentes positivos o negativos de aceptación y estima de él mismo, así como de vergüenza y rechazo. Además los niños se valoran y son valorados por su grupo de manera directa, centrándose principalmente en las cosas que hace y a las características concretas de la conducta. Es un periodo intenso en el que las nuevas percepciones de él mismo resultan muy influidas por el sentimiento de pertenencia a un grupo. La vida en la escuela permite al niño situarse en un grupo de iguales, compararse, ver en qué es mejor y en qué es peor, cuál es su lugar en los distintos campos de la 42 vida escolar y social. El niño compara su nivel de rendimiento con los niveles de rendimiento de otros en la clase y en la medida que los resultados de esa comparación son favorables, su autoconcepto resulta acentuado, pero si la comparación es desfavorable su autoconcepto puede quedar disminuido. Respecto a la relación que existe entre el autoconcepto y el rendimiento académico aparentemente es obvio que el niño que rinde adecuadamente tendrá una opinión positiva de sí mismo y de su capacidad como estudiante; y por el contrario el que fracasa construye un esquema negativo de sus capacidades y posibilidades académicas. Pero es preciso indicar que ésta no es una relación perfecta porque el autoconcepto académico positivo es una condición para lograr un rendimiento académico satisfactorio, pero no es suficiente. 1.2.12. ¿Cómo evitar el bajo autoconcepto? Los niños día con día forman su autoconcepto con la relación que tienen con su entorno, es por ello que padres, maestros y demás deben de proporcionarle las condiciones aptas para evitar el bajo autoconcepto en ellos. A continuación se enlistan sugerencias de cómo evitarlo. Demostrar el amor que se siente hacia el niño, para que se sienta querido y que pase lo que pase no va a cambiar esa situación. Escuchar lo que tienen que decir dándole valor a lo que piensan y sienten, sin burlas ni menos preciarlo. Reconocer en el niño su valía e importancia en la vida. Hacer que se dé cuenta de sus logros y alcances para que se valore. Acordarse de fechas importantes para él. Dedicar tiempo para el niño y llevar a cabo actividades de trabajo en equipo con él. Hacer que el niño vaya reflexionando sobre el mismo, sus habilidades, características, particularidades, entre otros. No etiquetar con apodos o sobrenombres, ya sean positivos o negativos. Celebrar junto a él sus logros y acompañarlo en sus fracasos. 43 Fomentar que descubra por el mismo su entorno. Aceptar que opine en las decisiones a tomar. Demostrar simpatía ante las alegrías y tristezas que presente. 44 II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA La etapa de socialización en un niño inicia a partir de los seis años junto al proceso educativo y al desenvolvimiento expresivo, los cuales juegan un rol importante en su desarrollo global. Al socializar con un grupo de personas distinto a su círculo social se enfrenta a un escenario en donde muchas cosas de las que se le presentan son nuevas y desconocidas para él; como lo es el desprendimiento fraterno, la interacción con los demás compañeros del salón, la relación maestro estudiante y viceversa, la adaptación a un ambiente diferente a su casa y la complejidad que conlleva enfrentar indicaciones, respetar un horario y compartir en actividades. El niño al verse expuesto a dichos cambios, puede evidenciar algún trastorno de la comunicación oral que haya presentado con anterioridad, el cual suele ser un impedimento para la adecuada relación oral con las personas que están a su alrededor. El estudiante evidencia un trastorno de la comunicación oral por medio de las dificultades que presenta en la pronunciación de palabras, problemas en la emisión continua de lo que desee expresar o bien en alteraciones en la emisión de un fonema; lo cual lo encamina a ser víctimas de burlas, rechazo, aislamiento, etiquetas y otras situaciones similares que desencadenan en el niño desde cambios de conducta, agresividad, tristeza y mutismo, hasta desarrollar un bajo autoconcepto que es entendido como la idea mental deficiente que tiene el ser humano de sí mismo a partir de la percepción que posee de sus capacidades, aptitudes, habilidades y destrezas. Se ha evidenciado que los niños guatemaltecos en la actualidad presentan más trastornos de la comunicación oral que en años anteriores, y no son la excepción de presentar los cambios conductuales, emocionales y psíquicos que se han descrito anteriormente como problemáticas provocadas por la interacción social que llevan dentro de los centros educativos. Es del conocimiento tanto de padres como de docentes que este fenómeno sucede día con día dentro de los salones de clases; aunque no son relacionados entre sí, ni abordados en búsqueda de su disminución o 45 erradicación. Debido a esto y de acuerdo a la boleta de observación previamente realizada para este estudio de investigación para las escuelas de la zona uno de Mazatenango, surge la inquietud ¿Cómo los trastornos de la comunicación oral desencadenan bajo autoconcepto en niños de etapa escolar? 2.1 Objetivos 2.1.1 Objetivo General Establecer si los trastornos de la comunicación oral desencadenan bajo autoconcepto en niños de etapa escolar. 2.1.2 Objetivos Específicos Identificar niños y niñas con trastornos de la comunicación oral en las Escuelas Oficiales de la zona 1 de Mazatenango. Determinar el nivel de autoconcepto que presentan los niños y niñas con trastorno de la comunicación oral. Establecer la relación existente entre los trastornos de la comunicación oral y el autoconcepto en los niños. 2.2 Hipótesis H1: Los trastornos de la comunicación oral desencadenan bajo autoconcepto en niños de edad escolar. H0: Los trastornos de la comunicación oral no desencadenan bajo autoconcepto en niños de edad escolar. 2.3 Variables o elementos de estudio Trastornos de la comunicación oral Bajo autoconcepto 46 2.4 Definición de variables 2.4.1 Definición conceptual Trastornos de la comunicación oral: Jiménez, González, Serna y Fernández, (2009) aducen que los trastornos de la comunicación oral es la alteración del conjunto de capacidades y habilidades emergentes que se encuentran involucradas en el proceso comunicativo. Bajo autoconcepto: Weiten, (2008) asume que el autoconcepto es el conjunto de creencias referentes a la naturaleza del individuo, a sus cualidades únicas y a su conducta ordinaria; asimismo el bajo autoconcepto percepción escasa de las mismas. 2.4.2 Definición operacional de las variables o elementos de estudio Las variables de estudio se operacionalizaran por medio de una boleta de entrevista a los docentes de todos los grados de las escuelas de la zona 1 de Mazatenango para identificar por medio de ellos a los niños y niñas que presentan algún trastornos de la comunicación oral. A los niños seleccionados por los docentes se les aplicará el Examen logopédico de articulación (ELA) para comprobar la presencia del trastorno y brindar un diagnóstico logopédico. A los niños y niñas que sean diagnosticados con algún trastorno de la comunicación oral que es la condición necesaria para el estudio, se les aplicará el Test de escala de percepción del autoconcepto infantil (EPAI-95) para evaluar su nivel de autoconcepto. 2.5 Alcances y límites Esta investigación se centrará en determinar si los trastornos de la comunicación oral desencadenan bajo autoconcepto en los niños y las niñas en edad escolar de las Escuelas Oficiales Urbanas de la zona 1 de Mazatenango, Suchitepéquez. Se tomaran en cuenta a todos los niños y niñas que se determine que presentan un trastorno de la comunicación oral y los resultados de esta investigación serán 47 aplicables únicamente para los sujetos de estudio u otros con características similares. Dentro del estudio no se determinó ningún límite. 2.6 Aportes La presente investigación proporciona conocimientos bibliográficos sobre los trastornos de la comunicación oral y el bajo autoconcepto en los niños de etapa escolar; creando de esa manera una fuente de información confiable, actual y de utilidad para la sociedad que busca adquirir dichos conocimientos. A la vez facilita pautas para la creación de un tratamiento adecuado dirigido a los niños que cumplen con las características del estudio y que de esta manera puedan ser atendidos de acuerdo a sus características, fortalezas y debilidades, dentro y fuera del entorno escolar. Establecer la importancia que tiene el desarrollo del autoconcepto de manera positiva, ya que se constituye uno de los pilares sobre los cuales se desarrolla una actividad oral adecuada a la edad del niño, y que así le permita un desenvolvimiento integral en las diversas etapas de su vida. A los docentes la posibilidad de conocer uno de los problemas que atraviesan sus estudiantes dentro de los salones de clases, proporcionándoles herramientas idóneas para la detección temprana y una atención de los casos que puedan presentarse. En relación a los padres sensibilizarlos y orientarlos sobre los problemas que presenten sus hijos, como trastornos de la comunicación oral que pueden desencadenar un bajo autoconcepto. Ofrece a los futuros profesionales información psicológica confiable y significativa sobre la influencia que tienen los trastornos de la comunicación oral en el bajo nivel de autoconcepto que actualmente presentan los niños, registrando los resultados de las pruebas estandarizadas aplicadas a los sujetos de estudio para determinar la influencia que tiene uno sobre el otro y de esta manera crear una bibliografía sobre este tema en Guatemala. 48 A la Universidad Rafael Landívar le proporciona un estudio creado según las necesidades que enfrenta la sociedad estudiantil guatemalteca, con el fin de crear alternativas para la contribución con la salud mental y emocional de nuestro prójimo. Proporcionar a la población en general un estudio científico sobre estos temas que tienen un impacto social en la niñez que se encuentra en la etapa escolar primaria; ofreciendo a la sociedad mazateca la oportunidad de identificar, informarse y adentrarse en problemáticas relacionadas con estos tipos de trastornos y sus consecuencias que están afectando a su sociedad infantil. 49 III. MÉTODO 3.1. Sujetos El estudio se llevó a cabo con sesenta y cinco niños y niñas en etapa escolar, comprendidos entre seis y catorce años de edad, pertenecientes a diversos credos religiosos de las escuelas de la zona 1 de Mazatenango que presenten problemas relacionados con bajo autoconcepto, debido a algún trastorno de la comunicación oral; los cuales corresponden a los niveles sociales de medio y bajo. Se seleccionarán a estos niños y niñas como muestra de la población estudiantil con el fin de realizar el estudio para efectos investigativos. 3.2. Instrumentos Boleta de entrevista inicial, por medio de preguntas cerradas a los catedráticos cuyo objetivo será recolectar información para la detección de niños y niñas con problemas del lenguaje en cada salón de clases. La investigadora será la responsable de la aplicación, calificación y del análisis de la misma. Examen logopédico de articulación (ELA), es una prueba de ejecución verbal que pretende evaluar el grado de dominio de los diversos fonemas del castellano, en las tres posiciones que se encuentren (inicio, medio y final). Esta prueba reúne los requisitos de simplicidad, amenidad, brevedad y facilidad para la detección de trastornos de la comunicación oral de manera individual. El tiempo utilizado para su aplicación es de quince a veinticinco minutos, en un lugar libre de ruidos; puede ser utilizada en niños desde los dos años de edad y tiene como finalidad dar un valor de forma cualitativa a los componentes fonético-fonológicos de la comunicación oral en sus tres modalidades: lenguaje espontáneo, dirigido y repetido. El test consta de 42 láminas que contienen 126 dibujos a todo color y están divididos en grupos: vocálicos, consonánticos y sinfones que complementan la prueba. Test de escala de percepción del autoconcepto infantil (EPAI-95), evalúa el autoconcepto en niños de 5 a 12 años de edad. Se utilizará la modalidad por medio 50 de figuras, de manera individual y con un tiempo para su realización entre 20 y 30 minutos. La examinadora deberá llenar los datos generales antes de comenzar a llenar la prueba y si el evaluado no sabe escribir, lo debe de contestar la examinadora con anterioridad. Deberán explicarse las indicaciones en voz alta y de forma general, las cuales son: Se le van a leer unas afirmaciones y ustedes van a marcar con una X dentro de la figura que consideren que es la respuesta adecuada. Para la calificación se toma la hoja de respuestas en la cual se va marcando en cada ítem si marcó la figura de la derecha o izquierda según sea el caso, luego se suman de forma vertical las columnas y se hacen las sumas que están indicadas en dicha hoja. Luego se busca el percentil en la tabla de baremos. El material a utilizar son: la hoja de respuesta, hoja de evaluación, folleto y lápiz. 3.3. Procedimiento Para la realización de esta investigación se llevaron a cabo los siguientes pasos: Realización de tres sumarios Selección del tema a investigar Estructuración del índice Redacción de objetivos Redacción de hipótesis Búsqueda de antecedentes actualizados Creación del marco teórico fundamentado bibliográficamente Preparación del planteamiento del problema Realización y aplicación del método estadístico Creación de conclusiones y recomendaciones Elaboración de propuesta Compendio de referencias bibliográficas Elaboración de introducción Redacción del resumen 51 3.4. Tipo de investigación, diseño y metodología estadística 3.4.1. Tipo de investigación El enfoque a utilizar en la investigación es de tipo cuantitativo, la cual es planteada según Schiffman y Kanuk, (2005) como de índole descriptiva y que es usada por los investigadores para comprender los efectos de diversos insumos promocionales en el consumidor, dándole así a los mercadólogos la oportunidad de predecir el comportamiento del consumidor. 3.4.2. Diseño de investigación Según Namakforoosh, (2005) el diseño de investigación tipo descriptivo es una forma de estudio para saber quién, dónde, cuándo, cómo y porqué del sujeto de estudio. Los resultados de un estudio descriptivo dan una perspectiva amplia de los aspectos que tienen relación con el estudio, suele utilizarse para describir características de un determinado grupo, calcular la proporción de gente en una población o pronosticar algún suceso. 3.4.3. Metodología estadística Los resultados arrojados en la investigación se someterán a una estadística descriptiva, en la cual se utilizarán tablas de tabulación de datos y a los métodos de significación y fiabilidad de la media aritmética en muestras normales. Las fórmulas y datos que se utilizaran son los siguientes: . ∑ Xm f Media Aritmética = = Desviación prima = d’ = Desviación típica = = N Xi + Xs 2 √ ∑f./d’/² N 52 Nivel de confianza = NC = 99% = 2.58 Error típico de la media proporción Razón crítica = = = Rc = Comparar Rc (razón crítica) con el nivel de confianza Error muestral √N–1 = E n.d.c. = - E + E Intervalo confidencial = 53 = Rc n.d.c. IV. PRESENTACIÓN DE RESULTADOS A continuación se presentan los resultados obtenidos en las sesenta y cinco pruebas aplicadas a los niños de etapa escolar de las Escuelas de la zona 1 de Mazatenango que presentan algún trastorno de la comunicación oral; las cuales fueron aplicadas en el mes de septiembre del año dos mil trece. Los estudiantes que pertenecen a los sujetos de estudio, son aquellos de que por medio de la prueba estandarizada Examen logopédico de articulación (ELA) fueron diagnosticados con algún trastorno de la comunicación oral. La variable de autoconcepto fue medida a través de la Escala de percepción del autoconcepto infantil (EPAI-95), la cual proporcionó los siguientes resultados Tabulación de puntuaciones obtenidas de las pruebas aplicadas a la muestra determinada. Tabla no. 1 Resultados de pruebas aplicadas No. Código Género Edad Grado Trastorno de Autoconcepto La comunicación Puntaje Percentil 1 A–1 M 6 1 Dislalia 95 10 2 A–2 M 7 1 Dislalia 91 5 3 A–3 M 12 1 Dislalia 103 20 4 A–4 F 8 1 Dislalia 91 5 5 A–5 F 7 1 Dislalia 100 15 6 A–6 F 7 1 Dislalia 115 50 7 A–7 F 7 1 Disfemia 103 20 8 A–8 M 9 2 Dislalia 117 55 9 A–9 M 8 2 Dislalia 98 10 10 A – 10 M 10 3 Dislalia 105 20 54 No. Código Género Edad Grado Trastorno de Autoconcepto La comunicación Puntaje Percentil 11 A – 11 F 12 3 Dislalia 104 20 12 A – 12 M 13 6 Dislalia 104 20 13 A – 13 M 10 5 Dislalia 110 30 14 A – 14 M 13 5 Dislalia 107 25 15 A – 15 M 13 5 Dislalia 103 20 16 A – 16 M 11 5 Disfonía 102 15 17 A – 17 M 13 5 Dislalia 106 25 18 A – 18 M 11 5 Dislalia 100 15 19 A – 19 F 14 5 Dislalia 108 25 20 A – 20 F 10 4 Dislalia 76 5 21 B–1 F 12 1 Disfasia 86 5 22 B–2 M 7 1 Dislalia 102 15 23 B–3 M 7 1 Dislalia 85 5 24 B–4 M 8 1 Dislalia 101 15 25 B–5 M 7 1 Dislalia 92 5 26 B–6 M 7 1 Dislalia 104 20 27 B–7 M 8 1 Dislalia 92 5 28 B–8 F 10 2 Dislalia 98 10 29 B–9 M 7 1 Dislalia 98 10 30 B – 10 F 8 2 Dislalia 95 10 31 B – 11 M 8 2 Dislalia 93 5 32 B – 12 M 12 2 Dislalia 97 10 33 B – 13 M 8 2 Dislalia 94 10 34 B – 14 M 10 2 Dislalia 93 5 35 B – 15 M 11 2 Dislalia 93 5 36 B – 16 M 8 2 Dislalia 101 15 37 B – 17 M 8 2 Dislalia 95 5 38 B – 18 M 8 2 Dislalia 100 15 55 No. Código Género Edad Grado Trastorno de Autoconcepto La comunicación Puntaje Percentil 39 B – 19 F 10 2 Dislalia 93 5 40 B – 20 F 8 2 Dislalia 101 15 41 B – 21 M 9 2 Dislalia 89 5 42 B – 22 M 8 2 Dislalia 102 15 43 B – 23 M 10 3 Dislalia 96 10 44 B – 24 M 9 3 Dislalia 94 10 45 B – 25 F 12 3 Dislalia 107 25 46 B – 26 F 12 4 Dislalia 96 10 47 B – 27 F 14 4 Dislalia 98 10 48 B – 28 M 10 4 Dislalia 102 15 49 B – 29 M 12 6 Dislalia 88 5 50 B – 30 M 13 6 Disfemia 95 10 51 B – 31 F 13 6 Disglosia 96 10 52 B – 32 F 13 5 Dislalia 88 5 53 C–1 M 9 3 Dislalia 91 5 54 C–2 M 12 6 Disfonía 92 5 55 C–3 M 12 6 Disfonía 92 5 56 C–4 M 10 4 Dislalia 93 5 57 C–5 M 7 1 Dislalia 92 5 58 C–6 M 10 1 Dislalia 92 5 59 C–7 M 12 5 Disfonía 90 5 60 C–8 M 11 5 Dislalia 89 5 61 C–9 M 11 5 Dislalia 90 5 62 C – 10 M 8 2 Disfemia 91 5 63 C – 11 M 8 2 Dislalia 95 5 64 C – 12 M 8 2 Dislalia 92 5 65 C – 13 M 10 3 Disfemia 104 20 Fuente: Trabajo de campo (2013) 56 La tabla anterior proporciona los datos de los sesenta y cinco sujetos de estudio con los que se trabajó. En la columna 1 se encuentra el orden correlativo de los casos; en la columna 2 está el código que se le asignó a cada estudiante, los que se encuentran bajo el código con letra inicial A pertenecen a la Escuela Carlos Marroquín Hidalgo, con inicial B pertenecen a la Escuela Justo Rufino Barrios y con inicial C a la Escuela Mariano Gálvez. La columna 3 especifica el género, la columna 4 marca la edad, la columna 5 posee el grado que cursa, la columna 5 contiene el tipo de trastorno de la comunicación oral diagnosticado, en la columna 7 el punteo extraído de la Escala de percepción del autoconcepto infantil (EPAI-95) y en la columna 8, el percentil al que corresponde cada punteo de la columna anterior. Muestra de datos agrupados de forma normal Tabla no. 2 Alto Medio Bajo Datos agrupados de forma normal Intervalo F fa Xm ∑f.Xm Li Ls /d’/ 5–9 27 27 7 189 4.5 9.5 7 189 1323 10 – 14 13 40 12 156 9.5 14.5 2 26 52 15 – 19 10 50 17 170 14.5 19.5 3 30 90 20 – 24 8 58 22 176 19.5 24.5 8 64 512 25 – 29 4 62 27 108 24.5 29.5 13 52 676 30 – 34 1 63 32 32 29.5 34.5 18 18 324 35 – 39 0 63 37 0 34.5 39.5 23 0 0 40 – 44 0 63 42 0 39.5 44.5 28 0 0 45 – 49 0 63 47 0 44.5 49.5 33 0 0 50 – 54 1 64 52 52 49.5 54.5 38 38 1444 55 – 59 1 65 57 57 54.5 59.5 43 43 1849 ∑ 65 65 460 6270 940 ∑f./d’/ ∑f./d’/² Fuente: Trabajo de campo (2013) 57 La tabla anterior refleja los resultados de las evaluaciones de autoconcepto que se recabaron de los sujetos de estudio; de acuerdo con la columna de frecuencia se denota que cincuenta y ocho niños de los sesenta y cinco evaluados presentan percentiles que oscilan dentro de los 5 y 24, por lo que se establece que su nivel de autoconcepto es bajo; cinco niños se encuentran sus percentiles dentro del rango medio y únicamente dos estudiantes entran dentro de rubro de alto nivel de autoconcepto. Niveles y porcentajes de autoconcepto: Tabla no. 4 Niveles y porcentajes de autoconcepto NIVEL DE NO. % Bajo 58 89 Normal 5 8 Alto 2 3 TOTAL 65 100 AUTOCONCEPTO Fuente: Trabajo de campo (2013) 58 Gráfica de los niveles y porcentajes de autoconcepto: Gráfica no. 1 Niveles y porcentajes de autoconcepto 8% 3% Bajo Normal Alto 89% 59 Fuente: Trabajo de campo (2013) V. DISCUSIÓN DE RESULTADOS En la presente investigación se plantea la pregunta ¿Cómo los trastornos de la comunicación oral desencadenan bajo autoconcepto en niños de etapa escolar? A continuación se discuten los resultados obtenidos en el trabajo de campo que se llevó a cabo en las Escuelas Oficiales Urbanas para varones no. 1 Doctor Mariano Gálvez, no. 2 Justo Rufino Barrios y no. 3 Marroquín Hidalgo de la zona uno de Mazatenango. Los resultados obtenidos de la investigación mostraron a través de un instrumento científico la comprobación de la hipótesis positiva que se propuso al inicio de la investigación, junto con ello se alcanzaron los objetivos que orientaron el estudio. El primer objetivo específico se alcanzó por medio de la aplicación y resultados obtenidos de la prueba estandarizada Examen logopédico de articulación (ELA), evidenciando los trastornos de la comunicación oral que presenta la comunidad educativa. Para alcanzar el segundo objetivo específico se trabajó por medio de la Escala de percepción del autoconcepto infantil (EPAI-95), que arrojó resultados en donde es notable que la mayoría de la población estudiantil presenta un bajo nivel en su autoconcepto personal. El tercer objetivo específico se logró por medio del proceso estadístico establecido para trabajar los datos obtenidos de la población, se tabularon las pruebas de forma ascendente y se clasificaron en muestras normales, media aritmética, significación y fiabilidad de las proporciones. En consideración con lo anterior se demostró la vinculación existente entre los trastornos de la comunicación oral y el bajo nivel autoconcepto en niños que están cruzando la etapa escolar; de esta manera alcanzando el objetivo general planteado con anterioridad. De acuerdo a los resultados arrojados por el Examen logopédico de articulación aplicado a los niños de etapa escolar y tomando en cuenta la definición de bajo autoconcepto, se clasificaron las puntuaciones obtenidas en la prueba estandarizada Epai 95 en tres niveles: de 0 a 24 se consideraran con autoconcepto bajo, de 25 a 44 con autoconcepto medio y de 45 a 59 con autoconcepto alto. Por consiguiente se ha 60 creado una tabla de resumen que engloba los resultados obtenidos en ambas pruebas, quedando de la siguiente manera: Niveles de autoconcepto Trastorno de la comunicación oral Bajo Normal Alto Disfasia 1 0 0 Disfemia 4 0 0 Disfonía 4 0 0 Disglosia 1 0 0 Dislalia 53 2 0 Total 63 2 0 Fuente: Trabajo de campo (2013) Según la escala de niveles proporcionada la media aritmética es de 14, así también se ha comprobado la fiabilidad y significación que determina que el nivel de autoconcepto en los niños que presentan trastornos de la comunicación oral es bajo. Los porcentajes obtenidos de la estadística según la clasificación de los niveles fueron los siguientes: autoconcepto bajo 89%, autoconcepto medio 8% y autoconcepto alto 3%, respaldando de esta manera la veracidad de la hipótesis positiva antes planteada. En relación a esto se ha determinado que el problema sobre el cual han versado los autores citados con anterioridad coincide con los resultados obtenidos en la investigación. Tal como Kostelnik, (2009) que afirma que los pacientes con trastornos de la comunicación oral a menudo presentan no solo problemas en el ámbito social, sino también en su autoconcepto debido a tantas experiencias negativas que han tenido con sus compañeros. 61 Es de suma relevancia manifestar que García y Delval, (2010) quienes citan a Susan Harter, (2006) definen el bajo autoconcepto como la representación que el individuo construye de sí mismo, tras considerar y evaluar su competencia en diferentes ámbitos. Por su naturaleza, esta representación conjuga aspectos sociales relacionados fundamentalmente con la comparación con los demás y aspectos cognitivos vinculados a las diferentes posibilidades de diferenciación e integración de la información sobre el yo. El bajo autoconcepto es un juicio personal negativo de valor que se expresa en las actitudes que tiene el individuo respecto su persona, convirtiéndose en una experiencia subjetiva que dan a conocer por medio de comentarios verbales y de otras conductas expresivas patentes. El bajo autoconcepto ha sido desde hace muchos años un tema de interés para los psicólogos clínicos y educativos, ya que tiene una significativa importancia en la estabilidad emocional del paciente, debido a que el autoconcepto es una estructura cognitiva organizada que se forma a partir de experiencias personales, es por ello que se identifica con varios aspectos de la personalidad del individuo. En general y para dar respuesta a la pregunta de investigación, los resultados de las pruebas indican que los trastornos de la comunicación oral desencadenan bajo autoconcepto en niños de edad escolar. 62 VI. CONCLUSIONES Los datos recabados en el trabajo de campo demuestran que los trastornos de la comunicación oral desencadenan bajo autoconcepto en los niños de etapa escolar, comprobando así la hipótesis positiva antes planteada en la que se evidencia que los trastornos de la comunicación oral desencadenan un bajo autoconcepto. En las Escuelas oficiales urbanas de la zona 1 de Mazatenango se identificó por medio del test Examen logopédico de articulación un número considerable y relevante de estudiantes que presentan trastornos de la comunicación oral. Se estableció de acuerdo a los resultados proporcionados por la prueba estandarizada Examen logopédico de la articulación, que el trastorno de la comunicación oral más sobresaliente en los estudiantes es la dislalia tipo funcional, la cual se debe a la mala colocación de los órganos fonoarticuladores en los puntos de apoyo correspondientes en la emisión de cada fonema. Todos los seres humanos construyen por medio de sus propias vivencias y experiencias el concepto que tienen de sí mismos; y el ámbito escolar es una de las mayores influencias en la creación del autoconcepto de los niños. De acuerdo a los puntajes obtenidos en el test de Escala de percepción del autoconcepto infantil se evidencia la presencia de un bajo nivel de autoconcepto en la mayoría de los sujetos de estudio. Se estableció la estrecha relación existente entre los trastornos de la comunicación oral y la influencia que tienen sobre el autoconcepto de los niños. 63 VII. RECOMENDACIONES De acuerdo a los hallazgos del estudio, realizar programas de información sobre la relación existente entre los trastornos de la comunicación oral y las consecuencias que presentan en el autoconcepto de los niños. Que los sujetos de estudio asistan a terapias de lenguaje en las aulas de recurso implementadas por el Ministerio de Educación de Guatemala en las escuelas oficiales o de forma particular, para tratar el trastorno de la comunicación oral que presentan. Que en los salones de clase se ejecuten correctamente las adecuaciones curriculares pertinentes en pro de los niños y niñas que presentan trastornos de la comunicación oral, es decir que se utilicen diversas estrategias educativas específicas dirigidas a los alumnos con necesidades educativas. Que en las escuelas oficiales urbanas de la zona 1 de Mazatenango se promueva una cultura sobre la importancia del autoconcepto y que se vele porque los alumnos en general comprendan su significado y la importancia que tiene en el desenvolvimiento de la personalidad de cada uno de ellos. Promover espacios de sensibilización en escuelas de nivel primaria del municipio de Mazatenango sobre la problemática que enfrentan los niños en su autoconcepto. Proporcionar pautas de orientación a docentes, padres de familia y población en general sobre la el bajo nivel de autoconcepto que presentan los niños debido a un trastorno de la comunicación oral evidenciado en su desenvolvimiento. Que autoridades educativas, docentes y padres de familia que estén involucrados en el proceso educativo de los niños, promuevan el Programa de mejoramiento del autoconcepto en niños y niñas. 64 VIII. Alcaide, M. (2009) mujeres, REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Influencia del rendimiento y autoconcepto en hombres y Revista electrónica de investigación y docencia http://www.ujaen.es/revista/reid/revista/n2/REID2art2.pdf Amar, J. y Abello, R. (2011) El niño y su comprensión del sentido de la realidad, 3ª. Ed., Colombia, Editorial Universidad del Norte Aranda, E. (2008) Atención temprana en educación infantil, 1ª. 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Ed., Estados Unidos, Editorial Pearson Educación 67 ANEXO 1 Proceso Estadístico Media: . ∑ Xm f 940 = = = N 2 5 + 55 = 14 60 = 2 = 2 30 √ 6270 √ ∑f./d’/² = = 65 Xi + Xs d’ = 14.46 = = N 9.82 65 Significación: 1) Nivel de confiabilidad = 99% = 2.58 9.82 2) 3) = = √N–1 Rc = 4) Rc √ 65 – 1 14 = n.d.c. = 9.82 = = 1.23 11.38 2.58 = 8 = 1.23 11.38 Si es SIGNIFICATIVO Fiabilidad: 1) Nivel de confiabilidad = 99% = 2.58 9.82 2) 3) = E = √N–1 n.d.c. = √ 65 – 1 = 1.23 9.82 = 2.58 68 8 = = 3.17 1.23 4) - E = 14 + 3.17 = 10.83 Si es FIABLE + E = 14 - 3.17 = 17.17 Otras: Xs – Xi + 1 A= 55 – 5 + 1 = Med = N/2 – fa Li + = i = 65/2 – 27 9.5 + ) 2 ( Md ) 3( Xs = Xm . + ∑f d N Li + Ls Xm = 3 (14) 2 (18) = i = . ∑f /d’/ i = = 18.15 = 18 6 228 30 5 + 55 = 5 = 2 460 = = 29 = 30 7.08 = 7 65 N v² = 5 65 2 Dm = = 5 13 f Mo = 5.1 10 10 . ∑f d’ ² N . ∑f d’ ² = 5 N 1050 65 69 228 65 ² = 9.8 Resumen de resultados GENERALES Datos Abreviatura Resultado Cantidad de datos N 65 Límite inferior Li 5 Límite superior Ls 55 Intervalos A ó i 5 MEDIA Media aritmética 14 Desviación prima d’ 30 SIGNIFICACIÓN Desviación típica 9.82 Nivel de confianza n.d.c. Error de proporción 1.23 Razón crítica Nivel de significación Rc Rc FIABILIDAD Nivel de confianza OTROS 2.58 11.38 n.d.c n.d.c. Error de proporción Si es significativo 2.58 1.23 Error muestral E 3.17 Intervalo confidencial Ic Si es fiable Mediana Med ó Md 18 Moda Mo 6 Media supuesta Xs 29 Punto medio Xm 30 Desviación media Dm 7 Varianza v² 9.8 Fuente: Trabajo de campo (2013) 70 ANEXO 2 Programa de mejoramiento del autoconcepto en niños y niñas de etapa escolar Introducción En los últimos años los psicólogos se han preocupado por realizar diversas investigaciones acerca del autoconcepto, motivados principalmente porque está relacionado directamente con el desarrollo de la personalidad. El autoconcepto es el conjunto de percepciones, ideas u opiniones que el individuo tiene de sí mismo, independientemente de que sean falsas o verdaderas, objetivas o subjetivas; estas opiniones le permiten describirse a sí mismo. La formación del autoconcepto tiene inicio desde las primeras etapas de la vida y si se fomenta adecuadamente proporcionará una mejor calidad de vida. Los autores antes citados indican que el autoconcepto es considerado una de las áreas más importantes en la vida del ser humano, porque involucra juicios que le permiten al sujeto conocerse, definirse y distinguir entre la concepción del yo ideal y la identificación del yo real. A su vez el autoconcepto está compuesto de aquellas percepciones y valores conscientes del “mí” o del “yo”; alguna de las cuales son un resultados de la propia valoración por parte del organismo de sus experiencias y en algunos casos fueron introyectadas o tomadas de otros individuos significativos o importantes De acuerdo a todos los aspectos mencionados, es de suma importancia poseer un plan sistemático, ordenado y progresivo que esté enfocado en el mejoramiento del autoconcepto de los niños en etapa escolar, para que los mismos tengan un mejor manejo y control de sus emociones, sentimientos, pensamientos y acciones. Este programa tiene como propósito servir de guía útil para el fortalecimiento del autoconcepto que tienen los niños, creando de esta manera las pautas primordiales para un mejor desenvolvimiento social. 71 Justificación El autoconcepto es una noción sobre las capacidades, limitaciones, aspiraciones, motivaciones y temores que el niño presenta, siendo un proceso mediante el cual cada ser humano percibe sus propias características y reacciones. Esta percepción está marcada por la influencia del medio y de las percepciones externas e internas; proyectándose como una noción altamente estable, aunque se puede modificar y cambiar de forma gradual y ordenada como consecuencia de las experiencias. Durante la investigación de campo antes presentada se demostró claramente que en la actualidad la sociedad en etapa escolar de Mazatenango presenta un bajo nivel de autoconcepto, afectando indirectamente el rendimiento educativo y su desenvolvimiento social. Es por ello que surge la necesidad de crear un programa de atención enfocado en elevar el nivel del autoconcepto en los niños en edades de etapa escolar; proporcionándoles de esa manera las herramientas necesarias tanto a los padres de familia, docentes y a los propios niños de tratar el bajo autoconcepto. Objetivos General Mejorar el nivel de autoconcepto de los niños comprendidos en etapa escolar de las Escuelas oficiales urbanas de la zona 1 de Mazatenango Específicos Promover la importancia del conocimiento de sí mismo para garantizar un autoconcepto real. Colaborar en el mejoramiento de los factores que influyen en la formación del autoconcepto de los niños. Fomentar las relaciones interpersonales de los niños en el programa. Desarrollo de la propuesta: 72 Este programa está diseñado de forma práctica y dinámica para que pueda ser aplicado por los educandos de forma fácil, su contenido se considera interactivo y de fácil utilización para ser implementado en niños de etapa escolar. El programa de mejoramiento del autoconcepto se divide en siete módulos que se llevarán a cabo en forma de talleres recreativos y participativos; abordando los elementos que engloba la creación del autoconcepto. A continuación se explicará brevemente la importancia que tiene el tratar cada elemento que se ha tomado como tema generador de los módulos: Motivación, es la búsqueda de la satisfacción de las necesidades, por medio de la cual se disminuye la tensión ocasionada por las mismas. Autoaceptación, se define como aceptarse a sí mismo y es un paso fundamental en el proceso de adquisición de un autoconcepto saludable, porque permite que se concentre en lo que ama acerca de él y al mismo tiempo permite que esté consciente de lo que no le gusta y comenzar a cambiarlo. Aceptarse a sí mismo significa sentirse feliz de quién se es. Autovaloración, constituye un componente esencial de la autoconciencia, pues le permite al niño evaluar sus potencialidades de acuerdo a las exigencias del medio y en correspondencia con ello plantearse determinados objetivos que fortalecerán a su vez el autoconcepto que tiene de sí mismo. Relaciones interpersonales, juegan un papel fundamental en el desarrollo integral de la persona, porque a través de ellas, el individuo obtiene importantes refuerzos sociales del entorno más inmediato que favorecen su adaptación al mismo. Autoconocimiento, es el conocimiento de las partes que comprenden el yo, las cuáles son sus manifestaciones, necesidades y habilidades; los papeles que vive el individuo y a través de los cuales se establece el conocer por qué de cómo actúa y siente. Al conocer todos sus elementos que funcionan entrelazados el niño logra tener una personalidad fuerte y unificada. Autoestima, se trata de la opinión emocional que los individuos tienen de sí mismos y que supera en sus causas la racionalización y la lógica. En otras 73 palabras la autoestima es un sentimiento valorativo del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que forman la personalidad del niño Autoconcepto, se le llama así a la combinación entre los procesos internos y las condiciones externas que como resultado dan una suma de creencias que un individuo posee sobres sus cualidades personales, es decir lo que sabe de él mismo. Como base conceptual lo descrito con anterioridad, se plantea a continuación una descripción de cada uno de los talleres a trabajar con los niños de etapa escolar. Taller No. 1 Tema generador: Objetivo: El sol brilla todos los días Motivación Crear un ambiente en el cual los niños se sientan motivados y se conviertan en motivadores de sus propios compañeros. Metodología: Los niños y niñas deberán realizar un dibujo de un sol brillante en el cual deberán colocar en cada punta una frase que se refiera a cosas que quieran conseguir, logros, metas, aspiraciones y demás. Al culminar los dibujos cada estudiante pasará a exponer porqué colocó esas frases en su sol y por medio de lo expuesto evidenciará las motivaciones que presenta, conociendo de esa manera sus necesidades y valores representados en un trabajo artístico. Se motivará a los alumnos de tal manera que ellos motiven a los demás de su grupo. Recursos: Humano, hojas bond, lápiz y crayones. Taller No. 2 Soy único e incomparable Tema Autoaceptación 74 generador: Objetivo: Promover la autoaceptación por medio de reconocer que todos tenemos fallas y limitaciones Metodología: Se les proporcionará a los estudiantes un caja conteniendo un espejo dentro de ella y se les dirá que abran la caja y allí encontrarán a la persona más extraordinaria del universo. No deben comentar nada hasta haber pasado la caja por todos los participantes. Posteriormente deberán escribir en una hoja en blanco lo que observaron de ellos mismos al momento de abrir la caja y verse reflejados en el espejo. Se formaran grupos de tres integrantes, cada uno leerá su hoja y los demás niños aportarán soluciones a los defectos o fallas de lo leído. Recursos: Humano, lápices, borradores, sacapuntas, espejo, caja y hojas. Taller No. 3 Formándome como un árbol fuerte Tema generador: Objetivo: Autovaloración Reconocer e identificar las cualidades, habilidades e intereses que el niño crea posee. Metodología: Se les proporcionará a los niños una hoja de papel bond, 10 hojas de árbol dibujadas en papel construcción color verde y pegamento. En la hoja bond tendrá que dibujar un tronco de árbol en el que colocarán su nombre, en las raíces colocará sus fortalezas y en las hojas de papel construcción escribirán sus cualidades y habilidades; y las pegarán formando la copa del árbol. 75 Se compartirá con los niños que el árbol que realizaron representa las capacidades de cada uno. Se realizará al finalizar una puesta en común del grupo y se motivará para que expliquen su árbol. Recursos: Humano, lápices, borradores, sacapuntas, hojas de papel construcción verde y pegamento Módulo No. 4 Tema generador: Objetivo: Conociéndonos mejor Relaciones interpersonales Inculcar en los niños la importancia de mantener buenas relaciones interpersonales. Metodología: Se llevarán a cabo actividades de recreación con la finalidad de compartir y socializar con los niños asistentes, esto se realizará por medio de un partido de futbol. Se formaran dos equipos tratando de que los integrantes no sean amigos tan cercanos ni afines, para lograr establecer relaciones de convivencia y acercamiento conociendo nuevas amistades. Recursos: Humano, pelota de futbol, área verde Taller No. 5 Me gusta lo que conozco de mí Tema generador: Objetivo: Autoconocimiento Proporcionar las herramientas adecuadas para que los niños encuentren la razón de sus actos y pensamientos. Metodología: Se formarán cuatro grupos con los niños y se jugará la pelota caliente para escoger al representante de cada grupo. 76 El representante deberá de comentarle a sus compañeros una situación que le haya provocado ansiedad. Los demás deberán comentar qué hubieran hecho ellos en su lugar y propondrán soluciones para próximas ocasiones. Se repetirá el juego de la pelota las veces que sea necesario para que pasen todos los alumnos y se realice la misma mecánica en cada grupo. Entre los mismos niños deberán de proponer las soluciones adecuadas a las situaciones relatadas que provocan ansiedad a sus compañeros. Se les proporcionará una hoja de trabajo con tres preguntas las cuales deben de responder. ¿Qué aprendiste?, ¿Lo pondrías en práctica? y ¡Cómo te sentiste al conocer otras ideas? Recursos: Humano, lápices, borradores, sacapuntas y fichas media carta Taller No. 6 Soy feliz conmigo mismo Tema generador: Autoestima Objetivo: Cultivar y reforzar la autoestima que presentan los niños Metodología: Los estudiantes deberán de realizar un dibujo en donde se represente una situación en la que un niño realice una acción por la cual se logró algo valioso. Luego escribirán alrededor del dibujo frases motivacionales que le dirían al niño dibujado. Posteriormente cada niño pegará en la pared su dibujo y se realizará un compendio de todas las frases en el pizarrón. Los estudiantes deberán comentar qué piensan de las frases y asociarlo a alguna situación personal. 77 Recursos: Humano, lápices, borradores, sacapuntas, cinta adhesiva, pizarrón, marcadores Taller No. 7 Tema generador: Objetivo: Creo un concepto de mí mismo Autoconcepto Colaborar a que el niño desarrolle un concepto positivo y realista de sí mismo de acuerdo a sus capacidades y destrezas. Metodología: Cada niño tendrá que llevar una fotografía de sí mismos y pegarla a la mitad de media cartulina. En la parte superior deberá escribir todas sus habilidades, destrezas, capacidades y fortalezas. En la parte inferior deberá de escribir un párrafo de cosas que quisiera decirse a sí mismo. Cada estudiante pasará enfrente a exponer su trabajo y serán reforzados por frases positivas de parte del facilitador. Recursos: Humano, lápices, borradores, marcadores, cartulina, fotografías, cinta adhesiva. Cronograma Taller El sol brilla todos los días Soy único e incomparable Formándome como un árbol fuerte Responsables Lugar Docentes y Coordinador de área de orientación Docentes y Coordinador de área de orientación Docentes y Coordinador de área de orientación 78 Escuelas de la zona 1 de Mazatenango Escuelas de la zona 1 de Mazatenango Escuelas de la zona 1 de Mazatenango Costo Q. 20.00 Q. 20.00 Q. 30.00 Docentes y Conociéndonos mejor Escuelas de la zona 1 Coordinador de área de Mazatenango de orientación Me gusta lo que conozco de mí Soy feliz conmigo mismo Creando un concepto de mí mismo Docentes y Coordinador de área Escuelas de la zona 1 de Mazatenango de orientación Docentes y Coordinador de área Escuelas de la zona 1 de Mazatenango de orientación Docentes y Coordinador de área Escuelas de la zona 1 de orientación de Mazatenango Q. 0.00 Q. 15.00 Q. 10.00 Q. 30.00 Evaluación La evaluación del programa se llevará a cabo por medio de dos vías, de parte del docente y del Coordinación de área de orientación. Se utilizará la herramienta de la observación en los distintos ámbitos en los cuales el niño se desenvuelve dentro de la escuela, tales como durante el tiempo de clases y el receso. Se tomarán en cuenta todas las actitudes y comportamientos que se relacionen con el autoconcepto del niño, para poder evaluar el progreso del mismo. 79