R-945-013 Guayaquil, octubre 17, 2013 Señor Ph.D Holger Capa Santos PRESIDENTE DE LA COMISION DE EVALUACION, ACREDITACIÓN, CATEGORIZACION DE UNIVERSIDADES Y ESCUELAS POLITÉCNICAS Presente. – Señor Presidente: Al habérsenos escuchado en audiencia pública el día de hoy jueves 17 de octubre de 2013, a partir de las 16h30, conforme está señalado en la convocatoria del caso, y en refuerzo de nuestras exposiciones orales, presentamos a usted como Presidente, y por su digno intermedio a quienes conforman la Comisión de Evaluación, Acreditación, Categorización de Universidades y Escuelas Politécnicas, la textualización formal de la normativa que hemos creído avala nuestras exposiciones, las cuales no tienen el ánimo de polemizar, sino más bien de armonizar criterios para consensuar resultados y conclusiones que respondan a la absoluta certeza, y a los hechos en armonía con el Derecho. Permítame usted referirme en este documento que ruego se anexe al expediente contentivo de la presente audiencia pública, los siguientes razonamientos: PRIMERO. – La Comisión Ad – Hoc en su informe, que es motivo de esta apelación, cita el Art. 173 de la LOES y se lee en el tercer párrafo inicial de dicho informe lo siguiente: “A su vez, el mencionado artículo –(Art. 173)- DISPONE LA OBLIGATORIEDAD DE LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR DE SOMETERSE A LOS PROCESOS QUE REGULE EL CEAACES, LO CUAL INCLUYE LOS MODELOS Y LAS VARIABLES DE EVALUACIÓN”. No se observa en ninguna parte del susodicho Art. 173, que los procesos de regulación, “incluye los modelos y las variables de evaluación externa”, tal como lo aseguró la Comisión. Nuestro criterio es que, tales modelos pueden darse a través de normativas que expida el CEAACES, de acuerdo al literal b) del art. 174 de la loes, pero ello no obsta ni limita, ni excluye, la presentación de pruebas que evidencien de acuerdo al derecho común, que si se han cumplido correctamente los procesos regulados, de tal forma que las variables de evaluación, no pueden pecar de subjetivas, sino responder a toda clase de evidencias y pruebas reconocidas por la Ley, como ha sido el caso de las evidencias y pruebas, presentadas por esta Universidad, que no han sido contradichas ni refutadas, por otras pruebas, por lo que tienen valor las nuestras, de pruebas plenas que gozan de certeza y evidencia. SEGUNDO. - Aunque ya la apelación fue aceptada por la Comisión Ad-Hoc, respecto de los docentes titulares, corresponde anotar que normas constitucionales y legales indican que: CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA. – “ART. 169. – NO SE SACRIFICARÁ LA JUSTICIA POR LA SOLA OMISIÓN DE FORMALIDADES”. CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL. – “ART.1009. – Los Magistrados tendrán la facultad e aplicar el criterio judicial de equidad, en todos aquellos casos en que consideren necesarias dicha aplicación, para que no queden sacrificados los intereses de la justicia por solo la falta de formalidades legales”. CÓDIGO ORGÁNICO DE LA FUNCIÓN JUDICIAL. – ART. 18. - NO SE SACRIFICARÁ LA JUSTICIA POR LA SOLA OMISIÓN DE FORMALIDADES.”. Esta Universidad considera, que un error conceptual afirmar que “para evidenciar la titularidad de un docente se requiere un contrato de trabajo escrito que le confiera estabilidad al docente y además que indique la condición de titularidad”. Hemos expuesto el criterio de que la titularidad del docente, no la da el contrato per se, sino el concurso público de méritos y de oposición, cuando se ha cumplido previamente con una relación laboral preexistente de profesor invitado, y ahora llamado ocasional. Esa titularidad se registraba en el escalafón docente, y en el incremento de su remuneración y más beneficios institucionales. Además, era y es el consejo universitario, en razón de la atribucion que le confiere el art. 14 del Estatuto aún vigente, en su literal g), quien tenía la facultad de: “nombrar a los profesores titulares de conformidad a la ley orgánica de educación superior y el respectivo reglamento de carrera académica y escalafón docente”. Esa es una de las varias prueba que hemos presentado para demostrar la existencia de la relación laboral de la Universidad con el docente titular, y no única, y exclusivamente el Contrato escrito, que podría faltar por alguna omisión administrativa de carácter formal, pero para entrar en funciones, el docente titular, y de acuerdo al principio de la autonomía universitaria regulada constitucionalmente, la legalidad y certeza de su titularidad, la califica exclusivamente el Consejo Universitario. Observe señor Presidente, y respecto al mismo asunto, que bien podría ocurrir, que un Rector haya firmado un Contrato con un docente, indentificándolo como profesor titular, pero cuando el Contrato por escrito llega al Consejo Universitario, que es quien tiene que nombrar al profesor titular, se percatan sus miembros, que no ha existido concurso público de merecimientos, o ha sido irregular, resuelve no nombrarlo y rechaza el Contrato escrito, por no haber cumplido para su validez y eficacia jurídica, con las exigencias legales y reglamentarias. Sostenemos que la titularidad alcanzada mediante resolución del Consejo Universitario, reglamentada correctamente, no puede ser impugnada ni desconocida afectando a la autonomía universitaria, a través de una variable que sin desconocer de ninguna manera su aptitud y cuya vigencia es posterior al derecho adquirido del docente, de ser considerado profesor titular, a través del nombramiento del Consejo Universitario. El Código del Trabajo señala algunas disposiciones que dan perfecta viabilidad y legitimidad al Contrato de Trabajo, aunque no sea elevado a escrito. Citaré algunas de estas normas y también jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia. CÓDIGO DEL TRABAJO “art. 8. – Contrato Individual. – Contrato individual de trabajo es el convenio en virtud del cual una persona se compromete para con otra u otras a prestar sus servicios lícitos y personales, bajo su dependencia, por una remuneración fijada por el convenio, la ley, el contrato colectivo o la costumbre.” – Art. 11. – Clasificación. – El Contrato de trabajo puede ser: EXPRESO O TÁCITO, Y EL PRIMERO ESCRITO O VERBAL. JURISPRUDENCIA SOBRE LA VALIDEZ DE LOS CONTRATOS LABORALES VERBALES. SEGUNDA SALA DE LO LABORAL Y SOCIAL. – PROCESO: 29 – 2001. SENTENCIA DEL 21 DE MAYO DEL 2001. – REGISTRO OFICIAL 359: DEL 2 DE JULIO DEL 2001. Art. 12. – Código del Trabajo. – Contratos expreso y tácito. – el contrato es expreso cuando el empleador y el trabajador acuerden las condiciones. – sea de palabra o reduciéndolas a escrito. – SEGUNDO. - La Comisión ad – hoc, acepta que el notario da fe pública, y agrega que el ceaaces “… no reconoce para fines de evaluación de calidad la existencia de una relación laboral que se acredita a través de una declaración juramentada….”. Al respecto señor Presidente, anótese que la Comisión Ad – Hoc incurre en un error conceptual, puesto que la declaración juramentada del Rector, respecto a los profesores a tiempo completo, no hace juzgamiento sobre esa calidad, sino única y exclusivamente a la existencia de la relación laboral. Otra equivocación, es afirmar que para que tenga validez la declaración juramentada del Rector probando la existencia de una relación laboral entre la Universidad y sus docentes, requiere “…una resolución del Consejo Universitario”(Sic). Contradice esa afirmación, el art. 14 del estatuto de la UCSG, aun vigente, y que puede ser consultado en vuestros archivos no existe ninguna disposición, para que el Consejo Universitario deba autorizar al Rector, para efectuar una declaración juramentada; en cambio el art. 20 de dicho Estatuto si permite al Rector en su literal d), “velar por el buen funcionamiento de los organismos de la universidad y adoptar los correctivos que fueren requeridos”. Por lo tanto la comisión ad – hoc, aparentemente no estar informada del art. 20 del estatuto, en cuanto a las competencias del Rector, y basó su inexacta afirmación, que se requería autorización del Consejo Universitario para que el Rector declare bajo juramento, respecto a la existencia de una relación laboral con docentes a tiempo completo. Sobre esta objeción de la Comisión Ad – Hoc, ella cita el art. 19 el literal a) del Código del Trabajo cuyo texto es el siguiente: “Art. 19. – CONTRATO ESCRITO OBLIGATORIO. – SE CELEBRARÁN POR ESCRITO LOS SIGUIENTES CONTRATOS: LOS QUE VERSEN SOBRE TRABAJOS QUE REQUIERAN CONOCIMIENTOS TÉCNICOS O DE UN ARTE, O DE UNA PROFESIÓN DETERMINADA.”. – Nuestro criterio es que el Contrato del docente no es de naturaleza técnica, artística, o mediante el cual se encarga un trabajo profesional. – La Comisión Ad Hoc interpreta equivocadamente este artículo, y sostiene que debe elevarse por escrito, el Contrato de los docentes titulares a tiempo completo, y me permito aclarar lo siguiente, que se desprende de la propia lectura del literal a) de dicho Art. 19. Comienzo sosteniendo que el contrato del docente, no es de naturaleza técnica, artística, o mediante el cual se le encarga un trabajo profesional. – En efecto el literal a) del Art. 19, se relaciona fundamentalmente, con el encargo de una prestación contractual, en la que se requieren los conocimientos propios de una profesión, tal como se produce cuando se contrata a un Abogado para que defienda una causa, a un Ingeniero Civil para que construya una casa, o un Ingeniero Industrial para que diseñe una fábrica. la calidad del docente es específica, y no se regula por el art. 19 literal a) del código del trabajo, sino por el art. 78 de dicho código. Código del Trabajo “Art. 78. – Derechos de profesores particulares. – los profesores que presten servicios en establecimientos particulares de educación, gozarán de las vacaciones y demás derechos que les correspondan según las leyes especiales y en todo cuanto les fuere a ellos favorable”. – Otra objeción de la comisión ad hoc, confunde la función del Notario, que solamente da fe de lo que se declara, pero la certeza que consta en una declaración juramentada, corresponde exclusivamente a quien la hace. – No es exacta por tanto la afirmación del párrafo cuarto del Informe de la Comisión Ad Hoc, que: “… la única evidencia presentada que trata de probar la existencia de una relación laboral entre la universidad y los docentes, es la declaración juramentada a la que se ha hecho mención, sin contar con una resolución del Consejo Universitario”. Volvemos a reiterar que no se necesita en el Estatuto de la UCSG, una resolución del consejo Universitario para que el Rector, bajo juramento y bajo la advertencia de las penas del perjurio, realice una afirmación sobre un hecho que le consta, y del cual tiene innumerables evidencias y pruebas. – Se persiste en el error erróneamente el art. 19, cual si la palabra “profesión”, corresponda a la calidad de profesor titular a tiempo completo con grado académico, que ha llegado a esa posición por concurso de méritos y oposición. Ya se ha explicado que el contrato por escrito obligatorio, es cuando se está contratando un servicio profesional, para una labor determinada, una defensa judicial o la construcción de una casa. Con estas observaciones, estamos contradiciendo la interpretación errada que hace la Comisión Ad-Hoc del literal a) del art. 19 del Código del Trabajo. Es por tanto irrelevante su objeción, al negar validez a la existencia de un profesor titular a tiempo completo, el hecho de no contar con Contrato por escrito. La contratación se prueba de muchas formas, incluso por la declaración juramentada de una de las partes, no contradicha por la otra, y antes bien reconocida en los hechos y en el Derecho, por los propios docentes. Quiero terminar esta explicación citando el Art. 1715 del Código civil: “CÓDIGO CIVIL. – Art. 1715. – LAS PRUEBAS CONSISTEN EN INSTRUMENTOS PÚBLICOS O PRIVADOS, TESTIGOS, PRESUNCIONES, CONFESIÓN DE PARTE, JURAMENTO DEFERIDO…”. – “CÓDIGO CIVIL. – Art. 722. – LA BUENA FE SE PRESUME, EXCEPTO EN LOS CASOS EN QUE LA LEY ESTABLECE LA PRESUNCIÓN CONTRARIA. – EN TODOS LOS DEMÁS LA MALA FE DEBERÁ PROBARSE”. – “CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL. – Art. 159. – EL JURAMENTO DECISORIO TERMINA EL PLEITO”. – Además existe jurisprudencia de triple reiteración, respecto a la declaración juramentada, que textualizaré, de la Gaceta Judicial “JURIEPRUDENCIA DE TRIPLE REITERACIÓN DEL CÓDIGO DEL TRABAJO: JURAMENTO DIFERIDO. – “Art. 593. – EL JURAMENTO DIFERIDO ES UNA PRUEBA DE EXCEPCIÓN, PUES SE LA APLICA DE MANERA SUPLETORIA EN TANTO QUE DEL PROCESO NO APAREZCA OTRO MEDIO IDÓNEO PARA ACREDITAR EL TIEMPO DE SERVICIOS Y LA REMUNERACIÓN”. Por estas conclusiones, resulta de claridad y evidencia, el hecho de que ciertos docentes a tiempo completo, no hayan suscrito para tal ejercicio un Contrato escrito, y ello no quiere decir que esa docencia a tiempo completo no exista en su propia naturaleza, y en los hechos de la presencia física y de la prueba plena, que a más de la declaración juramentada que ha hecho el Rector, la refuerza el aporte al IESS, y la retención del impuesto a la renta. Existen innumerables fallos, no solo de triple sino de múltiple reiteración de la Corte Suprema de Justicia, que señalan que la relación laboral puede ser escrita u oral, y no hace distinción entre el contrato de docencia, o el contrato laboral en general. quiero anotar que la legislación laboral por su naturaleza social, tiene privilegio sobre cualquier normativa, que implique alguna variable de la cual se haya interpretado equivocadamente y en términos subjetivos y absolutos, alguna conclusión por la comisión ad – Hoc, e incluso los Códigos Civil y de Procedimiento Civil, son Leyes supletorias, antes que otras. Sobre esto existe otra jurisprudencia, de la Segunda Sala de lo Laboral y Social, sentencia del 3 de junio de 1998. Registro Oficial 369 de 27 de julio de 1998. Otra jurisprudencia de triple reiteración, esto es de obligatorio cumplimiento, la expide la Cuarta Sala de lo Laboral y Social el 18 de enero de 1990. Sentencias similares: 3 de febrero de 1989, 1° de mayo de 1989. Se sintetiza el fallo en lo siguiente: “CONTRATO DE TRABAJO. – PARA QUE SEA UN CONTRATO DE TIPO LABORAL, DEBE DESPRENDERSE SIN DIFICULTAD LA EXISTENCIA DE LOS REQUISITOS DEL ART. 8 DEL CÓDIGO DEL TRABAJO; SI SE DAN ESTAS CONDICIONES, ES INDUDABLEMENTE UN CONTRATO LABORAL, AUNQUE EN EL MISMO SE LE DENOMINE DE OTRA MANERA”. Repetiré el art. 8 del Código del Trabajo. “ART. 8. – CONTRATO INDIVIDUAL. – CONTRATO INDIVIDUAL DE TRABAJO ES EL CONVENIO EN VIRTUD DEL CUAL UNA PERSONA SE COMPROMETE PARA CON OTRA U OTRAS A PRESTAR SUS SERVICIOS LÍCITOS Y PERSONALES, BAJO SU DEPEN DENCIA, POR UNA REMUNERACIÓN FIJADA POR EL CONVENIO, LA LEY, EL CONTRATO COLECTIVO O LA COSTUMBRE” Ese contrato puede ser verbal o escrito, y concuerda con el Art. 327 inciso primero de la Constitución de la República: “ART. 327. – LA RELACIÓN LABORAL ENTRE PERSONAS TRABAJADORAS Y EMPLEADORAS SERÁ BILATERAL Y DIRECTA”. Y si se desea mayor seguridad, remitámonos al Art. 326 de la Constitución, en el tercer principio del derecho al trabajo, con lo cual estamos seguros, se habrán resuelto todas las aparentes discrepancias, en torno a si, es necesariamente el contrato por escrito, el que tiene que dar validez, legitimidad y eficacia jurídica a una relación laboral con un docente titular a tiempo completo. Al respecto, de no existir el Contrato por escrito del profesor titular a tiempo completo, podría pensarse equivocadamente que esa omisión, que puede ser en el caso de la UCSG, de carácter administrativo, afecta a sus derechos como profesor titular a tiempo completo, lo cual lo rechaza la constitución al sostener lo siguiente: “ART.- 326. – 3. – EN CASO DE DUDA SOBRE EL ALCANCE DE LAS DISPOSICIONES LEGALES, REGLAMENTARIAS O CONTRACTUALES EN MATERIA LABORAL, ESTAS SE APLICARÁN EN EL SENTIDO MÁS FAVORABLE A LAS PERSONAS TRABAJADORAS”. Pregunto: ¿Cuál es el sentido más favorable al docente titular principal a tiempo completo, que por alguna omisión formal, no haya elevado a escrito su Contrato? Evidentemente que si tiene existencia y si tiene validez, legitimidad y vigencia jurídica, el contrato verbal, que establece la relación laboral de profesor titular a tiempo completo, entre el docente y la UCSG. Por tanto, aunque no existiera la declaración juramentada del rector, que es prueba plena, la sola actividad del docente titular a tiempo completo, registrado en el control de cátedra, en La Dirección de Recursos Humanos, en el IESS y en el Servicio de Rentas Internas, son pruebas más que suficientes para que el ceaaces reconozca la nómina total de los docentes a tiempo completo, que ha exhibido esta universidad, bien sea por contrato escrito o verbal. TERCERA La Comisión Ad – Hoc no acepta la formación académica de docentes que se encuentran formándose en maestrías en Universidades nacionales, bajo el argumento de que tales universidades no se encuentran en el listado de la SENESCYT en el año 2012. Cabe anotar al respecto, que la variable original que fue conocida por la IES, no indicaba que solo se iban a considerar los cursos de postgrado en universidades internacionales, por lo que al no haber hecho distinción la Ley o la variable, sobre donde debían realizarse los cursos de maestrías, la comisión Ad – Hoc no puede distinguir tampoco, interpretando la variable, en sentido negativo para la universidad. Recordemos el antiguo aforismo de Derecho: “DONDE LA LEY NO DISTINGUE, NO SE NOS ES PERMTIDO DISTINGUIR TAMPOCO A NOSOTROS”. Más allá de esta afirmación, si hay Universidades nacionales prestigiosas y reconocidas internacionalmente, que tienen las autorizaciones legales para dictar cursos de maestría y emitir títulos, no encontramos razón para excluir a los maestrantes que cursan en universidades ecuatorianas. CUARTA El Informe de la Comisión Ad – Hoc, es restrictivo al máximo, al negar la existencia de un número de mujeres que tienen funciones académicas de autoridad. Citaré al respecto el Art. 52 de la LOES. “Art. 52. LOES. – SUBROGACION O REEMPLAZO. – EL ESTATUTO DE CADA INSTITUCION CONTEMPLARÁ LA SUBROGACIÓN O REEMPLAZO DEL RECTOR O RECTORA, VICERRECTORES O VICERRECTORAS Y AUTORIDADES ACADÉMICAS, EN CASO DE AUSENCIA TEMPORAL O DEFINITIVA, EN EJERCICIO DE SU AUTONOMÍA RESPONSABLE”. – “Art. 53. – AUTORIDADES ACADÉMICAS. – SE ENTIENDE POR AUTORIDAD ACADÉMICA, LOS CARGOS DE DECANO, SUBDECANO O DE SIMILAR JERARQUÍA”. el Director o Directora de Carrera, son autoridades académicas. las actuales decanas, que forman parte del consejo universitario, tienen por tanto categoría de autoridades académicas, y no están en tales funciones como encargadas, sino subrogantes y reemplazantes, al tenor del art. 52 de la loes, en razón de la ausencia definitiva de los decanos y decanas que cesaron en sus funciones, por mandato obligatorio del reglamento a la loes, que determinaba que los decanos o decanas que cumplían sus periodos, cesaban ipsofacto en sus cargos, razón por las cuales fueron subrogados o reemplazados o reemplazadas, por los directores y directoras de carrera, de tal manera que no se trata de un simple encargo, que es por su propia naturaleza momentáneo y provisorio. Tan es así, que se encuentran las Decanas mujeres, en plenitud de funciones, que la LOES no permite al Rector designar nuevos Decanos o Decanas, hasta no contar con el Estatuto aprobado por el ces. Por tanto, las mujeres que ocupan cargos académicos de Decanas o Directoras de carreras, se encuentran con jurisdicción y competencias exactamente iguales, a aquellos o a aquellas, que cesaron en sus cargos por la conclusión de sus periodos. QUINTA. En lo atinente a los proyectos de vinculación con la colectividad, no encontramos tampoco argumentos suficientes, para negar la existencia de cuarenta y dos proyectos de vinculación, sobre todo porque el equipo evaluador del CEAACES había aceptado nuestros cuarenta y dos proyectos de vinculación, evidenciados en los estados financieros de la UCSG, e incluso el equipo evaluador confirmó in situ la existencia de dichos cuarenta y dos proyectos, lo cual encontramos plenamente justificados. Pero ahora, la comisión Ad - Hoc de esos cuarenta y dos proyectos nos acepta solo cinco, bajo el criterio de que son “proyectos repetidos”. Este criterio de objeción es extremadamente forzado, porque en ninguna parte de las variables o normativas, se exige a las IES que hagan proyectos distintos año por año, por lo que evidentemente estos se replican, pero no con los mismos participantes, ni con igual presupuesto que los que ya fenecieron. No vemos aceptable, que todos los programas de vinculación con la colectividad que se hacen por ejemplo, en los programas de la Radio y del Canal de televisión de la UCSG, en los cuales se difunden programas culturales, educativos y de enseñanzas variadas, muchos de los cuales provienen del Gobierno Nacional, no se los considere, como así se lo expresa en esos programas gubernamentales, que son de vinculación con sectores sociales, incluso para resaltar nuestros valores culturales y cívicos. A mayor abundamiento, la Ley de Cultura en su Art. 44 indica que: “FORMAN PARTE DEL SISTEMA INSTITUCIONAL DE LA CULTURA ECUATORIANA, LAS PERSONAS JURÍDICAS Y LOS ORGANISMOS DEL SECTOR PÚBLICO O DEL PRIVADO QUE TIENEN COMO FINALIDAD ESPECÍFICA LA PROMOCIÓN DE LA CULTURA, Y TAMBIÉN AQUELLOS QUE, NO TENIENDO ESA FINALIDAD, REALIZAN ACTIVIDADES DE CARÁCTER CULTURAL”. Nuestra Radio y nuestro Canal, responden por tanto a todas estas manifestaciones, que mantienen constante vinculación con la colectividad, y desarrollan programaciones que impulsan estos procesos vinculantes, todos quienes tienen trascendencia para la comunidad. Del señor Presidente, con mis mejores consideraciones. Atentamente, CIENCIA Y FE Econ. Mauro Toscanini Segale RECTOR