poder judicial del estado supremo tribunal de justicia segunda sala

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PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
SEGUNDA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA
FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
583-2015
14 catorce de julio del 2015 dos mil quince
San Luis Potosí, S. L. P., a 14 catorce de julio del año 2015 dos mil quince.
V I S T O, para resolver el Toca número 583/15, relativo al recurso de apelación interpuesto por el
Sentenciado, en contra de la SENTENCIA CONDENATORIA, dictada por el C. Juez Primero Familiar del Sexto Distrito
Judicial antes Segundo Mixto de Primera Instancia de Ciudad Valles, S.L.P., con fecha 27 veintisiete de marzo del
presente año, a ELIMINADO, por el delito denominado CONTRA LA SALUD, (Narcomenudeo en su modalidad de
Posesión), en los autos del proceso número 83/2014; y,
RESULTANDO
1.- La resolución que por esta vía se impugna, contiene los siguientes puntos resolutivos:
“...PRIMERO.- Este Juzgado es competente para conocer y resolver la presente causa.- SEGUNDO.ELIMINADO, en el presente proceso, es plenamente responsable en la comisión del delito de CONTRA LA SALUD
(NARCOMENUDEO MODALIDAD POSESIÓN).- TERCERO.- Por su probada responsabilidad en la comisión del ilícito de
CONTRA LA SALUD (NARCOMENUDEO MODALIDAD POSESIÓN), se impone a ELIMINADO, la pena consistente en
DIEZ MESES DE PRISIÓN ORDINARIA Y SANCIÓN PECUNIARIA POR LA CANTIDAD DE $1,275.40 (Un Mil
Doscientos Setenta y Cinco Pesos 40/100 M.N.), correspondiente a veinte días de salario mínimo vigente a razón de
$63.77 (Sesenta y Tres Pesos 77/100 M.N.), de conformidad con lo previsto por el dispositivo 477 de la Ley General de
Salud.- Pena privativa de libertad que deberá compurgar en el Establecimiento destinado para ello por el Ejecutivo del
Estado, tomando en consideración el tiempo que estuvo detenido por esta causa, siendo el día 1° primero al 9 nueve de
Julio del año 2014 dos mil catorce, acorde al numeral 20 fracción IX, tercer párrafo de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, así como el artículo 21 del Código Penal del Estado; y la Pecuniaria que deberá enterar ante
este Juzgado a través del depósito bancario que se realice en la Institución de Crédito denominada Banorte, en la cuenta
064-255452 a nombre de FONDO DE APOYO PARA LA ADMINISTRACIÓN DE LA JUSTICIA, para incorporarla al
patrimonio del Poder Judicial del Estado, y a su vez este Tribunal remitir el oficio correspondiente a la Dirección de
Consignaciones y Garantías dependiente de la Secretaría Ejecutiva de Administración del Consejo de la Judicatura del
Poder Judicial del Estado para su control y conocimiento.- CUARTO.- No se concede al sentenciado ELIMINADO, el
Beneficio de la Suspensión Condicional de la Pena de Prisión por no satisfacerse las exigencias a que se refiere el
numeral 81 de la Ley Represiva en Cita vigente en la época de la perpetración del injusto.- QUINTO.- Se concede al
sentenciado ELIMINADO, el beneficio de la SUSTITUCIÓN DE LA PENA, bajo los lineamientos estatuidos en el numeral
78 fracción III, de la Ley Sustantiva Penal y 29 del Código Penal del Estado, previo pago de la sanción pecuniaria y
reparación del daño a que hubieren sido condenado, por SANCIÓN PECUNIARIA consistente en la cantidad de
$18,620.84 (Dieciocho Mil Seiscientos Veinte Pesos 84/100 M.N.). Cantidad que deberá enterar ante este Juzgado a
través del depósito bancario que se realice en la Institución de Crédito denominada Banorte, en la cuenta 064-255452 a
nombre de FONDO DE APOYO PARA LA ADMINISTRACIÓN DE LA JUSTICIA, para incorporarlas al patrimonio del
Poder Judicial del Estado y a su vez este Tribunal remitir el oficio correspondiente a la Dirección de Consignaciones y
Garantías dependiente de la Secretaría Ejecutiva de Administración del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del
Estado para su control y conocimiento.- SEXTO.- Se absuelve al sentenciado ELIMINADO del pago de la Reparación del
Daño, por las razones expuestas en el considerando correlativo.- SÉPTIMO.- Amonéstese al sentenciado ELIMINADO,
en los términos de Ley.- OCTAVO.- Se suspende en sus derechos políticos y civiles al sentenciado ELIMINADO, por las
razones y en los términos asentados en el considerando respectivo.- NOVENO.- Notifíquese personalmente a las partes
y hágaseles saber el derecho y término que la Ley les concede para apelar en la presente Resolución si con la misma no
fueren conformes, así mismo, para efectos de lo establecido por el artículo 20 Constitucional en su apartado B, así como
por el numeral 363 del Código de Procedimientos Penales vigente en el Estado, asimismo requiérasele para que en el
acto de la notificación señale persona y domicilio para oír y recibir notificaciones ante la Sala que corresponda conocer
del recurso de apelación en caso de que se inconforme el Ministerio Público o el propio sentenciado, y si a los mismos los
autoriza para recibir las de carácter personal apercibido de que de no hacerlo en ese instante se le nombrará al defensor
de oficio adscrito a la Sala correspondiente.- DÉCIMO.- Una vez que cause ejecutoria la presente resolución, procédase
en los términos del numeral 482 del Código de Procedimientos Penales vigente en el Estado, debiendo remitir mediante
atento oficio copia certificada de la presente sentencia, así como del auto que la declare ejecutoriada, los datos de
identificación del sentenciado y demás documentos que sean necesarios al Responsable del Centro de Reinserción, para
los efectos legales conducentes… ».
2.- Inconforme con la anterior resolución, el sentenciado interpuso en su contra Recurso de Apelación, el
que por auto de fecha 08 ocho de abril del 2015 dos mil quince, fue admitido en AMBOS EFECTOS, por lo que se ordenó
la remisión del original del expediente a la Superioridad para la substanciación de la Alzada, lo que por turno
correspondió a esta Sala.
3.- Mediante proveído dictado el 20 veinte de mayo del presente año, esta Sala confirmó la calificación del
recurso en comento, mismo que no fue impugnado por las partes, sin que tampoco ofrecieran pruebas dentro del término
legal concedido para ese efecto, como se advierte de la certificación realizada el día 03 tres de junio del actual,
procediéndose a fijar fecha y hora para la Audiencia de Vista prevista por el artículo 379 del Código Procesal Penal del
Estado, la cual se practicó a las 10:20 diez horas con veinte minutos del día 15 quince de junio del año en curso;
atendiendo los lineamientos previstos por el numeral 382 del citado ordenamiento legal.
4.- Una vez instalado el acto, la Secretaría dio lectura a las constancias relativas, dando cuenta con el
escrito de agravios formulados por el Defensor Público Penal adscrito, único apelante; mismo que se mandó glosar a los
autos del toca que nos ocupa, para que conste y surta los efectos legales a que haya lugar.
5.- Declarado visto el asunto, se citó para resolver, turnándose el expediente al Magistrado Ponente para
proyecto de resolución; y,
CONSIDERANDO
I.- Esta Sala es competente para conocer y resolver el presente Recurso, de acuerdo con el artículo 116
fracción III de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, artículos 90 tercer párrafo y 91 fracción I de la
Constitución Política del Estado Libre y Soberano de San Luis Potosí; artículos 3° y 4° fracción I y 25 fracción I de la Ley
Orgánica del Poder Judicial del Estado, así como los artículos 1° y 5° del Código Penal en vigor a la comisión de los
hechos, en relación con los artículos 9° y 3° transitorio de la Ley Sustantiva Penal actual, y el numeral 17 del Código de
Procedimientos Penales del Estado.
II.- Esta Segunda Instancia, atento a lo previsto por los Artículos 361 y 362 del Código de Procedimientos
Penales en vigor, tiene por objeto examinar si en la resolución recurrida no aplicó la ley correspondiente o si se aplicó
ésta inexactamente, si se violaron los principios reguladores de la valoración de la prueba, si se alteraron los hechos o no
se fundó o motivó correctamente, conforme a los agravios que se formulen, o en su defecto, suplirlos en beneficio del
encausado; resultando aplicable en este caso, la tesis visible en la página 59 del Semanario Judicial de la Federación,
Sala Auxiliar, Séptima Parte, Volumen 44, que a la letra dice: “...APELACIÓN. FUNCIONES DEL TRIBUNAL DE
ALZADA.- La función del Tribunal de Alzada no es la de rebatir la sentencia de primer grado, sino substituirse en forma
total y completa al inferior para resolver sobre los puntos planteados en los agravios que, junto con la sentencia recurrida
integran la litis contestatio de la Alzada, fundamentando y razonando la decisión para revocar, confirmar y modificar la
sentencia del inferior...”.
III.- El escrito de agravios formulados por la defensa del sentenciado, a la letra dicen:
“...Causa agravio la sentencia combatida dictada en contra de mi representado, ya que contrario a lo que
afirma el A quo, la totalidad de los presupuestos que componen la figura punitiva en estudio, no quedaron plenamente
demostrados en autos del juicio penal violentando la garantía de la exacta aplicación de la ley, de las de legalidad y
seguridad jurídica que tutelan los artículos 14 y 16 de la Constitución Federal con relación a los artículos 107 y 117 de la
Ley Procesal Penal y de los principios que rigen la valoración de las pruebas, y del principio de presunción de inocencia.
Contrario a lo que sostiene el A quo, esta defensa considera que el cuerpo del delito en mención y la responsabilidad que
se le atribuye al agraviado no se acreditan satisfactoriamente con el caudal probatorio que obra en autos de la causa, en
virtud de que resulta insuficiente para demostrar todos y cada uno de los elementos materiales del delito y la participación
de mi representado en la comisión del ilícito que se le atribuye. Razón por la cual se considera que las normas que rigen
la valoración de las pruebas fueron transgredidas. --- Pues al efecto es importante destacar que el acervo probatorio que
obra en la causa penal para esta defensa resulta ser insuficiente e ineficaz para acreditar la existencia de los delitos
clasificados CONTRA LA SALUD, EN LA VARIANTE DE POSESIÓN DEL ESTUPEFACIENTE DENOMINADO
MARIHUANA. --- El primero de ellos contemplado en el numeral 322 fracciones I y V en relación al numeral 325 del
Código Penal, desprendiéndose los siguientes elementos: a).- La existencia física de sustancias consideradas narcóticos
por la ley de salud y que estos se encuentren comprendidos en la tabla de orientación de dosis máxima de consumo
personal e inmediato; b).- Que dicho narcótico haya sido objeto de detentación por el sujeto activo o se encuentre dentro
de su radio de acción y disponibilidad; c).- Que dicha conducta se realice de manera consciente y voluntaria. --- Los
elementos anteriores, contrario a lo sustentado por el A quo, no se reúnen, pues las constancias probatorias en la
secuela procesal son insuficientes para demostrar con ello la responsabilidad penal del aquí recurrente en el caso que
nos ocupa. Lo anterior en el sentido de que como consta en autos la única imputación realizada en contra de mi
representado es la realizada por los agentes aprehensores, los CC. ELIMINADOS, pertenecientes a la Dirección General
de Seguridad Pública del Estado, el cual no es el elemento de prueba apto y contundente que justifique que el acusado
se encontraba en posesión del narcótico denominado marihuana; toda vez que dicho parte informativo solo produce
indicios, esto en virtud de que como consta en autos, a todas luces no cumple con los estándares contemplados por la
Ley, es decir, viola en primer término la garantía judicial de debido proceso, ya que como se muestra en autos, los
Agentes antes mencionados manifiestan “percatarse de una persona del sexo masculino el cual al observar su
presencia optó una actitud nerviosa, motivo por el cual proceden a detener la marcha de la unidad, descendiendo
de la misma para entrevistarse con el mismo, y al efectuarle una revisión en su persona se le encontró el
narcótico materia de la presente causa, motivo por el cual proceden a su aseguramiento”. De lo anterior se
desprende que la violación existente es debido a que los agentes de manera arbitraria llevan a cabo la detención de mi
representado, máxime que dichos agentes no abundan ni especifican de una manera mas precisa en qué consistió la
actitud nerviosa a que hacen referencia los agentes aprehensores, la cual podría ser lógica en el sentido de que como
señalan en su parte informativo, sin motivo alguno detienen su marcha para revisarlo, situación la cual pondría nervioso a
cualquier persona al ser entrevistado y detenido por tres elementos de la policía, aunado a que la única circunstancia que
establecen en el parte informativo dichos agentes para llevar a cabo dicha detención y revisión de mi representado en su
persona, es la de tener una actitud nerviosa, sin establecer alguna otra circunstancia, restando con ello credibilidad en el
dicho de los agentes aprehensores. --- En se contexto es de invocarse también como violados los artículos y 7 y 8
establecido en la Convención Americana que sobre Derechos Humanos que rezan: Artículo 7 Derecho a la Libertad
Personal 1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal. 2. Nadie puede ser privado de su libertad
física, salvo por las causas y en las condiciones fijadas de antemano por las Constituciones Políticas de los Estados
Partes o por las leyes dictadas conforme a ellas. 3.- Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios.
4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones de su detención y notificada, sin demora, del
cargo o cargos formulados contra ella. 5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u
otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo
razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá estar condicionada a
garantías que aseguren su comparecencia en el juicio. 6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante
un juez o tribunal competente, a fin de que éste decida, sin demora, sobre la legalidad de su arresto o detención y ordene
su libertad si el arresto o la detención fueran ilegales. En los Estados Partes cuyas leyes prevén que toda persona que se
viera amenazada de ser privada de su libertad tiene derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a fin de que éste
decida sobre la legalidad de tal amenaza, dicho recurso no puede ser restringido ni abolido. Los recursos podrán
interponerse por sí o por otra persona. Artículo 8. Garantías Judiciales 1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con
las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. 2. Toda persona
inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su culpabilidad. -- Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguientes garantías mínimas: a) derecho del
inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o intérprete, si no comprende o no habla el idioma del juzgado o
tribunal; b) comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada; c) concesión al inculpado del tiempo
y de los medios adecuados para la preparación de su defensa; d) derecho del inculpado de defenderse personalmente o
de ser asistido por un defensor de su elección y de comunicarse libre y privadamente con su defensor; e) derecho
irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado, remunerado o no según la legislación interna,
si el inculpado no se defendiere por sí mismo ni nombrare defensor dentro del plazo establecido por la ley; f) derecho de
la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de obtener la comparecencia, como testigos o peritos, de
otras personas que puedan arrojar luz sobre los hechos; g) derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a
declararse culpable, y h) derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior. 3. La confesión del inculpado
solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza. Que de igual manera estimo violado en perjuicio de
mi defenso el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos Adoptado y abierto a la firma, ratificación y
adhesión por la Asamblea General de la ONU en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966 Entrada
en vigor: 23 de marzo de 1976, de conformidad con el artículo 49 Lista de los Estados que han ratificado el pacto
Declaraciones y reservas (en inglés) con los artículos Artículo 9: 1. Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la
seguridad personal. Nadie podrá ser sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de su libertad,
salvo por las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta. 2 Toda persona detenida será
informada, en el momento de su detención, de las razones de la misma, y notificada, sin demora, de la acusación
formulada contra ella. --- Por otra parte contra argumentando lo manifestado por el A quo en el sentido de que con dicho
parte informativo se acredita que mi representado realizo la conducta de posesión del narcótico en mención,
robusteciendo dicho parte según el A quo con las circunstancias de tiempo, modo, lugar que arroja la FE MINISTERIAL
DEL NARCÓTICO, practicada en fecha 30 treinta de junio de 2014, por el fiscal adscrito, siendo que la diligencia antes
referida solamente viene a acreditar la existencia del narcótico en mención, y las características del mismo, más sin
embargo, al momento de entrar al estudio del segundo de los elementos del ilícito en mención, es decir, ...que dicho
narcótico sea objeto de posesión..., el A quo erróneamente refiere estar acreditado con los medios probatorios antes
referidos, sin aportar más pruebas, aún y cuando el fiscal adscrito como autoridad investigadora, tiene la obligación de
allegarse de más medios probatorios que sean suficientes y contundentes a efecto de tener por acreditados todos y cada
uno de los elementos del ilícito en mención, siendo que como consta en dicho parte, la detención y revisión de mi
representado fue cuando los agentes iban transitando cobre la calle Carranza y la calle Rotarios de la Zona Centro, es
decir en la vía pública , diversas personas por lógica se debieron dar cuenta de los hechos, estando en la necesidad
dichos agentes de recabar la información necesaria de diversos testigos a efecto de acreditar su dicho y no darlo por
asentado solo por el hecho de ser agentes de Seguridad Pública, los cuales no se encuentran investidos de fe pública
para efecto de que sean tomados como verosímiles sus dichos, máxime que los mismos en su parte informativo refieren
haber participado 3 tres elementos, compareciendo ante la autoridad investigadora a ratificar solamente 2 dos de ellos. --Ahora, respecto al tercero de los elementos, es decir, la posesión del narcótico de manera consciente y voluntaria, el A
quo refiere estar acreditada de igual forma solamente con el parte informativo, el cual es ilógico e incongruente que con
ese simple indicio se considere suficiente para tener por acreditado dicho elemento, violentando a todas luces el principio
de inocencia, así como todos y cada uno de los derechos constitucionales del mismo al considerar que con los medios de
prueba allegados se tenga por plena la responsabilidad de ELIMINADO, en la comisión del ilícito en estudio. --- Aunado a
todo lo anterior, y continuando con las evidentes violaciones al procedimiento, causa agravio el procedimiento llevado a
cabo para el levantamiento de la cadena de custodia que se encuentra anexa al parte informativo multicitado, ya que los
mismos, no fueron observados desde el momento en que dicen haber encontrado cada una de las bolsas que contenían
el narcótico ya que, como ha quedado precisado con anterioridad, no existe precisión de quién de los aprehensores fue
quien las levantó, como fueron embaladas, etiquetadas o identificadas y las medidas que fueron tomadas para asegurar
la integridad de las pruebas, ya que en dichos formatos no se especifica las medidas, métodos ni descripción de la forma
en que se llevaron a cabo cada uno de los procedimientos descritos y por ello, al no existir certeza en cuanto a la
legalidad de los mismos, lo procedente es declarar dichas probanzas inválidas, ya que, de tomarse en cuenta, el
procesado no tendría oportunidad de defensa para controvertirlos. (SOLO ESTABLECE EN EL PUNTO 3.
RECOLECCIÓN O LEVANTAMIENTO INCISO A) DESCRIPCIÓN DE LA FORMA EN QUE SE REALIZÓ- FORMA
DIRECTA CON LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD NECESARIAS Y B) MEDIDAS TOMADAS PARA PRESERVAR LA
INTEGRIDAD DEL INDICIO O EVIDENCIA – FUERON EMBALADAS Y ETIQUETADAS DE ACUERDO A SU
NATURALEZA); lo anterior se encuentra apoyado con la siguiente tesis: Décima Época, Registro: 160509, Instancia:
Primera Sala. Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Libro III, Diciembre de 2011,
Tomo 3, Materia(s): Constitucional. Tesis: 1ª./J. 139/2011 (9ª.).
PRUEBA ILÍCITA. EL DERECHO A UN DEBIDO
PROCESO COMPRENDE EL DERECHO A NO SER JUZGADO A PARTIR DE PRUEBAS OBTENIDAS AL MARGEN DE
LAS EXIGENCIAS CONSTTUCIONALES Y LEGALES. Exigir la nulidad de la prueba ilícita es una garantía que le asiste
al inculpado durante todo el proceso y cuya protección puede hacer valer frente a los tribunales alegando como
fundamento: (i) el artículo 14 constitucional, al establecer como condición de calidez de una sentencia penal, el respeto a
las formalidades esenciales del procedimiento, (ii) el derecho de que los jueces se conduzcan con imparcialidad, en
términos del artículo 17 constitucional y (iii) el derecho a una defensa adecuada que asiste a todo inculpado de acuerdo
con el artículo 20, fracción IX de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En este sentido, si se
pretende el respeto al derecho de ser juzgado por tribunales imparciales y el derecho a una defensa adecuada, es claro
que una prueba cuya obtención ha sido irregular (ya sea por contravenir el orden constitucional o el legal), no puede sino
ser considerada inválida. De otra forma, es claro que el inculpado estaría en condición de desventaja para hacer valer su
defensa. Por elo, la regla de exclusión de la prueba ilícita se encuentra implícitamente prevista en nuestro orden
constitucional. Asimismo, el artículo 206 del Código Federal de Procedimientos Penales establece, a contrario sensu, que
ninguna prueba que vaya contra el derecho debe ser admitida. Esto deriva de la posición preferente de los derechos
fundamentales en el ordenamiento y de su afirmada condición de inviolables.- Amparo directo 9/2008. 12 de agosto de
2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario:
Miguel Enrique Sánchez Frías.- Amparo directo 16/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente:
Sergio A. Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.- Amparo
directo 10/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.- Amparo directo 8/2008. 12 de agosto de 2009. Mayoría de
cuatro votos. Disidente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria:
Rosalía Argumosa López.- Amparo directo 33/2008. 4 de noviembre de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio
A. Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.- Tesis de
jurisprudencia 139/2011. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada de cuatro de noviembre
de dos mil once. --- Ahora bien, el A quo tal y como consta en autos pasó por alto y por desapercibido, violentando
gravemente el principio de presunción de inocencia de mi representado en el sentido de que el mismo al momento de
rendir tanto su declaración ministerial como su declaración preparatoria, éste niega rotundamente la comisión del delito
que se le imputa, manifestando ante la autoridad investigadora y la autoridad resolutora los hechos según su versión,
totalmente contrario de lo asentado por los agentes aprehensores. --- Por ello se insiste que el fallo recurrido irroga
agravio al apelante, en virtud de que en autos no obra prueba suficiente y eficaz que demuestre y acredite todos y cada
uno de los elementos constitutivos de delito, al no demostrarse fehacientemente que mi representado portaba consigo el
estupefaciente que refieren los agentes aprehensores, por lo que resulta inaceptable que se le atribuya responsabilidad
alguna al ahora sentenciado, cuando en autos del sumario no se advierte esa prueba demostrativa de que participara en
los hechos que se le imputan. Así las cosas, los numerales antes mencionados 14 y 16 de nuestra Carta Magna que
fueron violados en su totalidad y que dejaron en total estado de indefensión a mi representado, por lo que la afirmación
del A quo de que mi representado es responsable del ilícito que se le imputa, resulta a todas luces violatoria de la
garantía de la exacta aplicación de la ley, de las garantías de seguridad, legalidad jurídica, de los principios que rigen la
valoración de la prueba y del principio de presunción de inocencia. --- En este caso, y ante la ineficacia del material
probatorio que obra en la causa penal, el A quo vulneró los derechos humanos de mi defendido, en virtud de que al no
existir ese medio de prueba que demuestre su participación en los hechos que se le atribuye, quebrantó el PRINCIPIO
DE PRESUNCIÓN DE INOCENCIA, consagrado en el artículo 20 apartado B fracción I de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, artículos 10 y 309 de la Ley Procesal Penal del Estado, artículo 8° apartado segundo de la
Convención Americana de los Derechos Humanos. Sirve de sustento a lo antes expuesto la siguiente tesis que al rubro
cita: Novena Época. Registro: 173507. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tesis Aislada. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. XXV, Enero de 2007. Materia(s): Penal. Tesis: I.4o.P.36 P. Página: 2295.
PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. ESTE PRINCIPIO SE CONSTITUYE EN EL DERECHO DEL ACUSADO A NO SUFRIR
UNA CONDENA A MENOS QUE SU RESPONSABILIDAD PENAL HAYA QUEDADO DEMOSTRADA PLENAMENTE,
A TRAVÉS DE UNA ACTIVIDAD PROBATORIA DE CARGO, OBTENIDA DE MANERA LÍCITA, CONFORME A LAS
CORRESPONDIENTES REGLAS PROCESALES. De acuerdo con la tesis P. XXXV/2002, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVI, agosto de 2002, página 14, de rubro: "PRESUNCIÓN
DE INOCENCIA. EL PRINCIPIO RELATIVO SE CONTIENE DE MANERA IMPLÍCITA EN LA CONSTITUCIÓN
FEDERAL.", este principio aparece implícito en los artículos 14, párrafo segundo, 16, párrafo primero, 19, párrafo primero,
21, párrafo primero y 102 apartado A, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así
como en los diversos principios de debido proceso legal y el acusatorio dando lugar a que el acusado no esté obligado a
probar la licitud de su conducta cuando se le imputa la comisión de un delito, en tanto que no tiene la carga de probar su
inocencia, sino que incumbe al Ministerio Público acreditar la existencia de los elementos constitutivos del delito y la
culpabilidad del inculpado. Al tenor de estos lineamientos se colige que el principio de inocencia se constituye por dos
exigencias: a) El supuesto fundamental de que el acusado no sea considerado culpable hasta que así se declare en
sentencia condenatoria; lo que excluye, desde luego, la presunción inversa de culpabilidad durante el desarrollo del
proceso; y, b) La acusación debe lograr el convencimiento del juzgador sobre la realidad de los hechos que afirma como
subsumibles en la prevención normativa y la atribución al sujeto, lo que determina necesariamente la prohibición de
inversión de la carga de la prueba. Ahora bien, el primer aspecto representa más que una simple presunción legal a favor
del inculpado, pues al guardar relación estrecha con la garantía de audiencia, su respeto impone a las autoridades, entre
otras obligaciones, que en el juicio que se siga, se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento, para
garantizar al acusado la oportunidad de defensa previa al acto privativo concreto; mientras que el segundo se traduce en
una regla en materia probatoria, conforme a la cual la prueba completa de la responsabilidad penal del inculpado debe
ser suministrada por el órgano de acusación, imponiéndose la absolución si ésta no queda suficientemente demostrada,
lo que implica, además, que deben respetarse los lineamientos generales que rigen para la prueba en el proceso penal y
su correcta justipreciación, pues los elementos de convicción que se consideren para fundar una sentencia de condena,
deben tener precisamente el carácter de pruebas y haber sido obtenidos de manera lícita. Así, la presunción de inocencia
se constituye en el derecho del acusado a no sufrir una condena a menos que su responsabilidad penal haya quedado
demostrada plenamente, a través de una actividad probatoria de cargo, obtenida de manera lícita, conforme a las
correspondientes reglas procesales y que sea capaz de enervar al propio principio. CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO
EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 864/2006. 31 de marzo de 2006. Unanimidad de votos
(No obstante la Magistrada Olga Estrever Escamilla, manifestó estar acorde con el sentido del fallo, mas no así con todas
las consideraciones). Ponente: Miguel Ángel Aguilar López. Secretario: Héctor Vargas Becerra. Amparo directo
1324/2006. 12 de julio de 2006. Unanimidad de votos (No obstante la Magistrada Olga Estrever Escamilla, manifestó
estar acorde con el sentido del fallo, mas no así con todas las consideraciones). Ponente: Miguel Ángel Aguilar López.
Secretario: Héctor Vargas Becerra. --- Se arriba a la conclusión que la sentencia que por esta vía se combate, vulnera el
contenido de los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, debido a que los escasos
medios de prueba que derivan de la causa penal, son insuficientes e ineficaces para demostrar la existencia plena de los
elementos del injusto que se les atribuye al apelante y la responsabilidad penal del mismo; en ese sentido, se considera
atinadamente, solicitar al efecto a esta H. SEGUNDA SALA PENAL, la revocación de la resolución combatida en contra
de mi defendido, toda vez que la misma es violatoria a los principios reguladores de la valoración de la prueba y de la
exacta aplicación de la ley. --- Así las cosas, procede solicitar a este H. Tribunal de Alzada, se revoque la SENTENCIA
CONDENATORIA dictada en contra de ELIMINADO, en virtud de que en autos no se justifica plenamente el cuerpo del
delito en estudio, y en su lugar se dicte SENTENCIA ABSOLUTORIA...”.
IV.- Son esencialmente fundados los agravios formulados por el defensor de ELIMINADO.
En efecto, la Sentencia Condenatoria materia de la Alzada, como bien lo señala en su pliego de
inconformidad el defensor del sentenciado, fue dictada en contra de ELIMINADO, por considerarlo penalmente
responsable en la comisión del delito de CONTRA LA SALUD (narcomenudeo modalidad de posesión).
Ahora bien, este Tribunal de Segunda Instancia advierte que inexactamente el juzgador al encuadrar el
delito que nos ocupa, lo hizo conforme al Código Penal que rige para nuestra entidad federativa, no obstante que se trata
de una conducta contenida en una legislación Especial, como lo es la Ley General de Salud, y por ende, el artículo que
debió invocarse en la especie es el 477 de dicho ordenamiento, que textualmente establece:
“…Se aplicará pena de diez meses a tres años de prisión y hasta ochenta días de multa al que posea
alguno de los narcóticos señalados en la tabla en cantidad inferior a la que resulte de multiplicar por mil las previstas en
dicha tabla, sin la autorización a que se refiere esta Ley, cuando por las circunstancias del hecho tal posesión no pueda
considerarse destinada a comercializarlos o suministrarlos, aún gratuitamente…”
En esa temática, se hace indispensable la inserción en la presente resolución de la tabla de orientación de
dosis máximas de consumo personal e inmediato a que se refiere el artículo 479 de la Ley General de Salud que es la
siguiente:
Tabla de Orientación de Dosis Máximas de Consumo Personal e Inmediato
Narcótico
Dosis
máxima
de
consumo
personal
e
inmediato
Opio
2 gr.
Diacetilmorfina o Heroína
50 mg.
Cannabis
Sativa,
Indica
o 5 gr.
Mariguana
Cocaína
500 mg.
Lisergida (LSD)
0.015 mg.
Polvo,
MDA,
granulado
o Tabletas o cápsulas
cristal
Metilendioxianfetamina
Una unidad con peso
40 mg.
no mayor
a 200 mg
MDA, dl-34-metilendioxi-ndimetilfeniletilamina
Una unidad con peso
40 mg.
no mayor
a 200 mg.
Una unidad con peso
Metanfetamina
40 mg.
no mayor
a 200 mg.
En ese orden de ideas, se estima que para tener por acreditada la materialidad del delito de CONTRA LA
SALUD (en su modalidad de posesión), se precisa de la concurrencia total de los siguientes elementos:
a).- La existencia física de un narcótico, considerado así por la Ley General de Salud, que en la especie
según se desprende de autos es la denominada cannabis mejor conocida como marihuana;
b).- Que al activo del delito se le encuentre en posesión del narcótico, esto es, bajo su radio de acción y
disponibilidad inmediata; y
c).- Que tal conducta se realice al margen de las disposiciones legales sanitarias.
Pues bien, en lo que se refiere a la acreditación del primero de los elementos invocados, no se encuentra
sujeto a discusión su comprobación, toda vez que en virtud de lo asentado en la Certificación y Fe Ministerial practicada
por el Agente del Ministerio Público investigador aunada al Dictamen Químico del Narcótico asegurado que emite la
Perito en materia de Química Forense adscrita a la Subdirección de Servicios Periciales, Criminalística y Medicina
Forense, Zona Huasteca Norte, con sede en Ciudad Valles, S.L.P., probanzas ambas que fueron correctamente
valoradas al tenor de lo previsto por los artículos 315 y 316 de la Ley Adjetiva de la materia, son aptas y suficientes para
concluir con respecto a la existencia de un narcótico cuyo nombre científico es el de cannabis sativa índica comúnmente
conocido como marihuana y que de acuerdo al resultado que arroja el dictamen pericial practicado al efecto, se trata del
narcótico contenido en tres bolsitas de polietileno transparente, cuyo contenido total en peso bruto, entregado y embalado
es de 12.86 gr., narcótico que según se describió en la inspección ministerial, se trata de una hierba verde, seca,
compuesta de tallos, hojas y semillas.
No obstante la comprobación relativa a la existencia de un narcótico, que en la especie es la comúnmente
denominada marihuana, se estima que no se cuenta con pruebas suficientes para tener por demostrada la posesión del
narcótico, esto es, que la marihuana fuera encontrada en posesión del sujeto de la infracción, porque si bien es verdad
que del Parte Informativo que rinden los Policías Aprehensores adscritos a la Dirección General de Seguridad Pública del
Estado con residencia en Ciudad Valles, S.L.P., es factible desprender que al encontrarse en Servicio de Seguridad y
Vigilancia a bordo del C.R.P. número económico ELIMINADO, asignada al Truno “A” dentro del dispositivo “MANDO
ÚNICO POLICIAL”, transitando sobre la calle Carranza y Rotarios de la zona centro de esa ciudad, observaron a un
sujeto del sexo masculino quien al notar su presencia adoptó una actitud nerviosa, siendo esa la razón por la que
decidieron detener la patrulla y proceder a su revisión, encontrándole en su mano derecha una bolsa de Nylon, color
blanca con negro, conteniendo en su interior tres bolsitas de nylon transparente que a su vez contenían una hierba verde
seca, con las características propias, físicas y morfológicas de la Cannabis marihuana, y que como al cuestionarlo, dicho
sujeto les hizo saber que él pertenecía a un grupo delictivo sin decirles a cual, y que la droga era para que sus
compañeros la pusieran a la venta; motivo por el que lo trasladaron a la jefatura de Área para su certificación médica ante
la Dra. ELIMINADO, quien le diagnosticó que era diabético en control, sin lesiones físicas, sin datos de intoxicación etílica
o por drogas.
Pues bien, el Parte Informativo a que se hizo mención en el párrafo que antecede, pese a haber sido
ratificado posteriormente ante el C. Agente del Ministerio Público investigador por quienes lo suscriben, solo puede
valorarse en términos de una instrumental de actuaciones, por tratarse solamente de un Informe que los policías
aprehensores rinden ante su Superior para justificar el porque de la detención del presunto responsable, y por ende el
valor que se le confiera a tal medio de convicción solo debe constreñirse a un mero indicio, a la luz de lo dispuesto por el
artículo 311 del Código de Procedimientos Penales en vigor, pero en manera alguna puede estimarse como prueba apta
y eficaz para tener por acreditado lo atinente a la posesión, ya que por lo que atañe a la diligencia de Inspección
practicada por la fiscalía y al Dictamen Pericial relacionado con el narcótico de que se trata, tales probanzas en todo caso
solo son aptas para demostrar la existencia física de la marihuana que se tuvo a la vista, empero en manera alguna
robustecen los hechos contenidos en el Parte Informativo que rinden los policías aprehensores.
Aunado a lo expuesto, en el párrafo precedente, tenemos que por su parte el aquí sentenciado ELIMINADO,
ante el C. Agente del Ministerio Público negó los hechos que se le atribuyen, ratificando su dicho en vía de preparatoria,
lo que permite a este Tribunal de Segunda Instancia, insistir en que el Parte Informativo es insuficiente para acreditar el
elemento inherente a que el activo del delito el día de los hechos se le encontrara en posesión del narcótico en mención.
En ese contexto, es dable concluir que la sola existencia física del narcótico denominado comúnmente
marihuana, no basta para la configuración del delito, pues resultaba indispensable que además del Parte Informativo se
aportaran otros elementos de prueba que permitieran dar sustento a aquél, para estar en condiciones de acreditar la
posesión, hipótesis requerida para la comprobación material del delito, carga de la prueba con la que no cumplió la
Representación Social, de conformidad con lo previsto por el artículo 309 del Código de Procedimientos Penales en vigor,
y que en consecuencia hace ocioso e irrelevante que este Tribunal entre al examen del resto de los elementos
constitutivos del delito y menos aún con aspectos relacionados con la responsabilidad penal.
En mérito de lo anterior, lo procedente es REVOCAR la resolución materia de la Alzada y en su lugar se
dicta SENTENCIA ABSOLUTORIA a favor de ELIMINADO por el delito denominado CONTRA LA SALUD
(Narcomenudeo, en su modalidad de Posesión).
Por lo anteriormente expuesto y fundado, y con apoyo en los artículos 361, 362 y 383 del Código de
Procedimientos Penales vigente en el Estado, se resuelve:
PRIMERO:- Se REVOCA la Sentencia Condenatoria de fecha 27 veintisiete de marzo del 2015 dos mil
quince, dictada por el C. Juez Primero Familiar del Sexto Distrito Judicial de Ciudad Valles, S.L.P., en contra de
ELIMINADO, por el delito denominado CONTRA LA SALUD (Narcomenudeo en su modalidad de Posesión), en los autos
del proceso penal número 83/2014; y en su lugar:
SEGUNDO.- Se dicta SENTENCIA ABSOLUTORIA
a favor de ELIMINADO, por el delito denominado
CONTRA LA SALUD (Narcomenudeo en su modalidad de Posesión).
TERCERO.- Notifíquese, y con copia certificada de la presente resolución, devuélvase el expediente al
Juzgado de su procedencia para los fines legales consiguientes, y en su oportunidad archívese el Toca donde
corresponda.
A S I, por unanimidad de votos lo resolvieron y firman, los señores Magistrados que integran la H. Segunda
Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, ELIMINADOS, quienes actúan con Secretaria de Acuerdos que
autoriza ELIMINADO, siendo Ponente la primera de los nombrados, y Secretaria de Estudio y Cuenta, ELIMINADO. Doy
fe.
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