"OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" MEDIOS DE COMUNICACION EN DEMOCRACIA Primera edición, noviembre 1999 D.L. Nª 4 - 1 - 1376 - 99 ©FUNDEMOS Calle Hermanos Manchego No. 2441 Teléfonos: 360346 - 392642 Telefax: 433539 Casilla: 2302 Impresión: Editorial "Garza Azul' Teléfono 232414 Casilla 11828 La Paz - Bolivia La Paz - Bolivia 4 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" CONTENIDO LOS MEDIOS DE COMUNICACION POR DENTRO Lupe Cajías De la Vega ................................................................... 179 PRESENTACION ................................................................................. 7 PRIMERA PARTE: LEGISLACION LEY DE IMPRENTA: Alcances, límites y legislación comparada Robert Brockmann Schroeder .......................................................... 13 LEY DE TELECOMUNICACIONES: ¿Abdicación en tiempos de regulación? Juan Cristobal Soruco Quiroga ........................................................ 35 DERECHO A LA REPLICA: Conceptualización en el marco de la relación entre la libertad y el poder Javier Sánchez de Lozada Paz Campero ........................................ 59 LIBERTAD Y RESPONSABILIDADES: Bases para la reglamentación de la publicidad en Bolivia Sonia A. Velasco Cirbián ................................................................. 109 SEGUNDA PARTE: OPERADORES LA COMUNICACION Y EL PODER José Gramunt de Moragas, S.J. ..................................................... 135 DERECHOS Y DEBERES DE LOS PERIODISTAS Juan Carlos Zambrana Vaca .......................................................... 159 5 TERCERA PARTE: SOCIEDAD MEDIOS DE COMUNICACION Y SOCIEDAD CIVIL: Para salir de lógicas suicidas y perversas: retornar al ciudadano Sergio Molina Monasterios .............................................................. 207 PRENSA Y PARTIDOS POLITICOS Carlos Toranzo Roca ........................................................................ 229 EL PERIODISMO ECONOMICO: ¿Vale la pena en Bolivia? Ana María Fabbri Crespo ............................................................... 249 BUSCANDO BUENOS PERIODISTAS: Los factores que aseguran (o no) al ciudadano estar correctamente informado Raúl Peñaranda Undurraga ............................................................ 267 LOS AUTORES ................................................................................ 293 ANEXOS: - LEY DE IMPRENTA ................................................................. 303 - CODIGO DE ETICA DE LA ASOCIACION DE PERIODISTAS DE LA PAZ ..................................................... 317 - CODIGO DE ETICA DE LA FTPB ........................................ 321 - CODIGO DE ETICA DEL PERIODISTA BOLIVIANO ..... 325 6 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" de los cuales han sido sistematizados y las discusiones y resoluciones emanadas de ellos publicadas (ver, por ejemplo, Opiniones y Análisis Nos. 26, 40 y 46). P R E S E N T A C I O N En los tiempos actuales, los medios de comunicación social y sus operadores (propietarios, ejecutivos, periodistas, etc.) configuran un sistema de poder de indudable influencia en la sociedad. Más aún si por los cambios que se han presentado en las esferas política, social y económica, actualmente los medios se convierten en el escenario donde confluyen los actores de aquellas para poder relacionarse con la sociedad. En ese escenario, el cómo, cuándo y de qué manera se informará se convierten en aspectos esenciales para el funcionamiento del Estado y la sociedad, y esas decisiones están fundamentalmente en manos de los operadores de los medios, situación que se presta, en forma permanente, a la confrontación. Esta realidad es motivo de preocupación general. Lo llamativo y alentador es que entre quienes más están interesados en generar el debate para diseñar mecanismos que garanticen el buen funcionamiento de los medios, evitando omisiones, abusos o flagrantes errores, son los propios periodistas que, desde hace algún tiempo, se encuentran reflexionando al respecto. En esta oportunidad, FUNDEMOS ha decidido intentar realizar una evaluación del estado del debate y producto de ello es este libro que hemos denominado “Medios de Comunicación y Democracia”, en el que se publican once trabajos distribuidos en tres partes. En la primera, se realiza una revisión de la legislación sobre comunicación, incluyendo algunas sugerencias para perfeccionarla. En la segunda, similar labor, pero desde los mecanismos de autorregulación. Finalmente, en la tercera, una visión de la relación de los medios y sus operadores con la sociedad. La primera parte incluye cuatro estudios. Robert Brockmann escribe sobre la Ley de Imprenta. Realiza un análisis crítico de dicho instrumento e ilustra la situación comparándola con disposiciones de Alemania y Estados Unidos. Juan Cristóbal Soruco analiza la Ley de Telecomunicaciones y su respectivo reglamento, y luego de presentar un resumen de esas disposiciones, estableciendo sus alcances y limitaciones, sugiere algunos temas de debate: la propiedad de los medios y la forma de adjudicación de frecuencias, la programación, la publicidad, la educación y el derecho a réplica, y la radiotelevisión estatal. Pruebas de esa inquietud son los innumerables seminarios y talleres que se han realizado en los últimos años sobre el tema, muchos Javier Sánchez de Lozada presenta un análisis de las bases conceptuales, filosóficas y jurídicas del derecho a réplica, estableciendo sus alcances y limitaciones, y ofrece, como colofón, algunas recomendaciones para el debate sobre la pertinencia o no de su inclusión, vía reglamentación, en la legislación nacional. 7 8 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Por último, Sonia Velasco Cirbián realiza un análisis pormenorizado del tratamiento que recibe la publicidad y sugiere algunos caminos para contar con un instrumento legal que garantice mínimas normas de calidad, veracidad y difusión de publicidad. Ana María Fabbri estudia la relación entre los medios y la economía desde tres perspectivas. Una, el desarrollo de la información económica en los medios de comunicación, especialmente prensa, y su creciente importancia en la actualidad; otra, el papel del periodista especializado en cubrir el área económica y la responsabilidad de su permanente formación, y finalmente, la necesidad de que los medios sean empresas rentables, como una forma de garantizar su idoneidad. La segunda parte comienza con un trabajo escrito por el padre José Gramunt sobre el poder de los medios y su impronta en la vida actual, para concluir en la validez de, por un lado, el establecimiento de códigos de autorregulación y, por el otro, su conocimiento y cumplimiento por parte de los operadores de los medios. Juan Carlos Zambrana aborda los derechos y deberes de los periodistas, a partir de la constatación de que este “oficio” atrae, cada vez más, a los jóvenes. Ofrece, asimismo, una visión del desarrollo de este trabajo y de las diferentes tensiones que existen para su buen cumplimiento. Finalmente, Lupe Cajías desarrolla “los medios de comunicación por dentro”, que sistematiza la vida de los medios, particularmente, los periódicos, en la tarea inaplazable de editar puntualmente el producto. Cierra esta parte y el libro el trabajo de Raúl Peñaranda que se refiere a los factores –políticos y legales, el periodista (donde incluye aspectos como opinión e información, los tribunales de imprenta, la ética, etc.), el medio de comunicación, la pluralidad de voces y el conocimiento de la verdad- que garantizan o no que el ciudadano esté correctamente informado. Con esta nueva publicación, FUNDEMOS reitera su propósito de convertirse en un espacio para la libre y plural discusión de los diferentes problemas que tiene la vida nacional, así como para la búsqueda de opciones de solución consensuada que ayuden a profundizar y consolidar la democracia en el país y el buen funcionamiento de sus instituciones, como requisitos ineludibles del Estado de Derecho que Bolivia está construyendo. Abre la tercera parte un trabajo de Sergio Molina sobre los medios y la sociedad civil, en un intento por situarse en la perspectiva de las audiencias frente a los medios. Presenta una visión abarcadora en la que la cultura cumple un papel fundamental. Luego, Carlos Toranzo aborda el tema medios y partidos políticos, a partir de la afirmación de que ambos, de una parte, son fundamentales para el funcionamiento de la democracia, pero, de otra parte, se van constituyendo en adversarios severos, pero que reproducen, cada uno por su lado, las críticas que mutuamente se lanzan. 9 La Paz, noviembre de 1999. Ivonne Fernández Weisser DIRECTORA EJECUTIVA NACIONAL DE FUNDEMOS Hartwig Meyer-Norbisrath REPRESENTANTE DE LA FUNDACION HANNS SEIDEL - MERCOSUR 10 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" PRIMERA PARTE: LEGISLACION 11 12 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" LEY DE IMPRENTA: Alcances, límites y legislación comparada Aparte, otros tres artículos de la Constitución (15, 20, 112), tratan temas que directa o indirectamente afectan el derecho a la libre expresión: el castigo a funcionarios por clausura de imprentas; la inviolabilidad de la correspondencia, la prohibición de intervenir líneas telefónicas con el fin de escuchar conversaciones con o sin el conocimiento del afectado, y la posibilidad de imponer censura en caso de guerra internacional, respectivamente. Robert H. Brockmann Schroeder I. LEY DE IMPRENTA: alcances y límites El derecho de expresarse con entera libertad es muy apreciado, tal vez más que cualquier otro derecho. No en vano, en casi cualquier constitución liberal o declaración de derechos fundamentales, figura a lado de la libertad religiosa. De ahí que la defensa del derecho a la libre expresión encarne «un profundo compromiso nacional con el principio según el cual el debate de los asuntos públicos debe ser vigoroso, con la mayor apertura y sin inhibiciones, y es muy factible que incluya ataques vehementes, cáusticos y a veces desagradables contra el gobierno y los funcionarios públicos».(1) Fuera de la Constitución, otros cinco cuerpos legales se dedican a normar la expresión en el ámbito público en Bolivia: • La Ley de Imprenta de 1925 • El Código Penal • El Estatuto Orgánico del Periodista • La Ley de Telecomunicaciones • El Estatuto del Funcionario Público Por eso, y apropiadamente, el derecho a la libre expresión se encuentra consagrado en la sección de «derechos y deberes fundamentales de la persona» de la Constitución Política del Estado, cuyo tenor dice: Para efectos prácticos sin embargo, fuera de la Constitución, la Ley de Imprenta es la única que se toma en cuenta en la normativa sobre el derecho a la libre expresión, a través de los medios de comunicación. Artículo 7 °.- Toda persona tiene los siguientes derechos fundamentales, conforme a las leyes que reglamentan su ejercicio: Si bien existe la posibilidad de que una persona, por no ser periodista, pueda ser procesada por el Código Penal en caso de haber injuriado a terceros haciendo uso de un medio de comunicación, no se debe olvidar que la letra del artículo 7, inciso b), de la CPE, dice que «toda persona» tiene derecho «a emitir libremente su opinión por cualquier medio». b) A emitir libremente sus ideas y opiniones por cualquier medio de difusión. (1) William Brennan, Juez de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos. 13 14 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" • No se delinque cuando se manifiestan defectos de la CPE o de los actos legislativos, administrativos o judiciales. • La Ley de Imprenta está compuesta por 73 artículos. El primero establece que: «Todo hombre tiene el derecho de publicar sus pensamientos por la prensa, sin previa censura, salvo las restricciones establecidas por la presente ley», en concordancia con el artículo 7 b) de la Constitución. Nótese que nuevamente se refiere a «todo hombre», y no sólo a los periodistas ni a ningún grupo en particular. Es inviolable el secreto en materia de imprenta; quien revela la fuente sin requerimiento del juez competente, «es responsable como delincuente contra la fe pública, conforme al Código Penal». • La prueba de verdad. • Las previsiones relevantes de la Ley de Imprenta son las que siguen : Las penas por delitos establecidos por el Jurado, son pecuniarias. Se impondrá pena corporal sólo cuando no se pueda exhibir la pena pecuniaria. • La tipificación de faltas de imprenta: la contravención a cualquiera de las disposiciones de la Ley, al margen de los delitos. • Las faltas de imprenta se castigarán con multa. • La prescripción de la acción penal por delitos y faltas de imprenta: en cuatro meses desde el día de la publicación; en los clandestinos, desde el conocimiento de la autoridad. Si el ofendido estuviera fuera del país, desde su retorno. • Los delitos de calumnia e injuria contra particulares quedan sujetos al Código Penal y su juzgamiento en tribunales ordinarios, «a no ser que el ofendido quiera hacer valer su acción ante el Jurado»; no hay reciprocidad; la querella sólo compete al ofendido, salvo ausencia o muerte, en los que pueden actuar sus herederos o deudos, y se la hará por escrito ante juez de partido quien mandará a citar al autor, editor o impresor. Si estos no concurren, se nombrará un defensor del establecimiento para «los efectos de las responsabilidades pecuniarias». De modo que vamos a remitirnos a analizar unicamente la Ley de Imprenta en relación con la CPE y omitiremos el resto de la legislación sobre el tema. (2) • La responsabilidad de las publicaciones: autor, director, editor; en su caso, propietarios, administradores o editores. • Los requisitos a cumplir para no ser consideradas publicaciones clandestinas. • La responsabilidad de transcripciones de publicaciones nacionales y extranjeras. • La consumación del delito: cuando se distribuyen tres o más ejemplares del impreso; ha sido leído por cinco o más personas; se lo pone en venta, fija en un pasaje, se deja en un establecimiento, se lo remite por correo y otros. • La tipificación de los delitos: contra la CPE, la sociedad y las personas individuales y colectivas. (2) Según resumen realizado por Juan Cristóbal Soruco en "Opiniones y Análisis" Nº 40, FUNDEMOS, 1998. 15 16 "OPINIONES Y ANALISIS" • Norma que corresponde al Jurado el conocimiento de los delitos de imprenta «sin distinción de fueros». Los delitos de injuria y calumnia contra particulares «serán llevados potestativamente ante el Jurado o los tribunales ordinarios». Los funcionarios públicos atacados como tales por la prensa, sólo podrán quejarse ante el Jurado, pero si se los «injuriase, difamase o calumniase», podrán querellarse ante los tribunales ordinarios. • Cuando los tribunales ordinarios conozcan de delitos de prensa, aplicarán las sanciones del Código Penal, «salvo que el autor o persona responsable diera ante el juez y por la prensa, satisfacción plena y amplia al ofendido, y que éste acepte los términos de la satisfacción, conque quedará cubierta la penalidad». • Compete también conocer «a los tribunales ordinarios de las calumnias e injurias al jurado, de las faltas de imprenta y de las acciones civiles procedentes de los juicios del jurado». • La acción penal por delitos y faltas de imprenta corresponde al ministerio público. La denuncia a cualquier individuo. • Establece los requisitos para responsabilidad de impresores. • Obliga a editores responsables y a impresores a conservar los manuscritos por cuatro meses; conservar una colección ordenada de todas las publicaciones hechas por el editor o la imprenta; publicar las vindicaciones y defensas de las personas ofendidas en el mismo periódico, cobrando media tarifa (esta «inserción se hará en cuanto a la persona ofendida o a su encargado, que la reclame dentro del término de la prescripción»); no rechazar a precio corriente la edición de ningún escrito, salvo que sea ofensivo a su persona, a un pariente suyo dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, o a su protector, o 17 "OPINIONES Y ANALISIS" cuando tenga motivos fundados de decencia, o cuando no ofrezca garantía suficiente. «Esta obligación no comprende al editor responsable de un periódico». • En ningún caso podrá decretarse la clausura de una imprenta. Mecanismo engorroso Sin embargo, la Ley de Imprenta, aunque innegablemente beneficiosa tanto para la democracia como para la autorregulación de los periodistas, rara vez se ha puesto en práctica. Ninguna, que sea de conocimiento del autor, desde el restablecimiento de la democracia en 1982. Ello, debido a que sus mecanismos son engorrosos: en este período, excepto en la ciudad de La Paz, dos veces ya hasta ahora sin aplicación, los Concejos Municipales no han intentado conformar los Jurados de Imprenta, compuestos por 40 personalidades en las capitales de departamento. En caso de demanda contra un medio de comunicación o un periodista, de entre los 40 se eligen a 12 personas mediante sorteo (el Tribunal de Imprenta), que juzgará si hay o no delito. En caso de hallarlo, el Poder Judicial será el encargado de aplicar las penas, que tienen carácter pecuniario y no penal. La dificultad en la aplicación -la ausencia de aplicación en realidad- de la Ley de Imprenta ha ocasionado multitud de intentos de definir y reglamentar la libertad de expresión por otros caminos, como por ejemplo a través del nuevo Código de Procedimiento Penal, que, entre otras cosas, pretendía que los periodistas revelaran sus fuentes. O, últimamente, por el Estatuto del Funcionario Público, que prohíbe divulgar información que haya sido declarada previamente 18 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" como «confidencial». Estos intentos siempre han provenido de los políticos, eternos actores –por lo general antagonistas– en los medios de nuestro país tan intensamente politizado, que se sienten negativamente retratados e injustamente maltratados. El caso más notorio en este período fue la acusación de «apología del delito» contra Carlos Palenque en 1988, que no llegó a la justicia ordinaria porque el dueño del sistema RTP acudió al principio de que una ley específica (en este caso, la Ley de Imprenta), tiene preferencia de aplicación sobre una norma general (el Código Penal). Como era de esperarse, el caso tampoco prosperó dentro de la Ley de Imprenta (porque el Concejo Municipal de La Paz no había designado a los miembros del Tribunal de Imprenta) y la clausura temporal de RTP tuvo las consecuencias que son de conocimiento público. derivado en interpretaciones del fenómeno que a la postre han intentado coartarla. El razonamiento, por tanto, era que cualquier normativa o intento de definición fuera de la libertad absoluta de expresión es dañina para la misma. Una definición que limita En una de las últimas asambleas de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en la que se analizó la legislación acerca de la libertad de expresión en los países de América, el asesor legal de este ente exponía como el mejor ejemplo la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que prohíbe expresamente al Congreso poner cortapisas a la libertad de expresión o de prensa. Ese mecanismo legal, sin entrar en otro detalle, permite que, por ejemplo, un estadounidense pueda quemar la bandera de su país (una infracción civil) sin por ello ir a la cárcel si argumenta que ejercía su libertad de expresión (protegida por la Constitución). Asimismo, el asesor calificaba como negativas todas las otras normativas nacionales que pretendían definir o normar la libertad de expresión, entre ellas nuestra propia Ley de Imprenta de 1925. El hombre se basaba en la experiencia de tantos países de América, donde todo esfuerzo por definir «libertad de expresión» ha 19 Y sin embargo, ¡qué sería de la libertad de expresión en Bolivia si no fuera por la Ley de Imprenta! Hay que admitir, sí, que el artículo 7 b) de nuestra Constitución es en extremo vago en cuanto a la definición del sujeto: «Toda persona [tiene el derecho] a emitir libremente sus ideas y opiniones por cualquier medio de difusión». Nuestra Carta Magna no hace distinciones entre libertad y derecho de expresión, opinión, ni información, ni establece límites, los cuales remite a la ley respectiva que reglamenta su ejercicio. En este caso, la Ley de Imprenta para los periodistas, y –podría interpretarse– el Código Penal para quienes no lo son. Pero con todo, si no fuera por el fuero que le otorga la Ley de Imprenta a los periodistas, con seguridad que tendrían que pasarse más de la mitad de su tiempo laboral y aún privado en litigios y juzgados, sin ninguna garantía de salir victoriosos ni de poder seguir trabajando. Pongamos en claro que el fuero de los periodistas no sirve para otra cosa que para protegerlos de las posibles consecuencias de lo que publican o lanzan al aire, y no representa inmunidad alguna si asesinan a tiros a su mujer o cometen una infracción de tráfico. En ese sentido, contra la opinión de la SIP, la Ley de Imprenta es positiva, no sólo para el ejercicio de la prensa por parte de los 20 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" periodistas, sino para la sociedad y el avance de la democracia. Porque aun en el peor de los casos, si la nuestra fuera una prensa calumniosa e improfesional –que no lo es– seguiría siendo preferible para la sociedad, a una prensa controlada desde el poder (Thomas Jefferson, a pesar de haber sentido en su propia carne el aguijón de la prensa, dijo en 1802: «Si a mí me tocara decidir si debemos tener un gobierno sin prensa, o una prensa sin gobierno, no vacilaría ni un momento en pronunciarme a favor de esto último»). Esto no la exime, sin embargo, de una necesaria renovación. Entre los aspectos que necesitan modernizarse están los procedimientos para elegir jurados, el número excesivo de éstos (de cumplirse la ley, se necesitarían 6.460 «notables» que conformen jurados en los 314 municipios del país), y la ausencia de previsiones para con los medios de comunicación electrónicos surgidos desde 1925. Porque incluso si la prensa se estrellara –incluso injusta o infundadamente– contra determinados grupos o individuos, seguiría siendo de mayor beneficio para la sociedad que una prensa amordazada. Y la prensa boliviana no es, en términos generales, ni calumniosa, ni improfesional, ni injusta, ni arbitraria, aunque ocasionalmente cometa estos pecados, pero nunca todos juntos, ni con frecuencia. Es más, en general –con énfasis en la generalización, con las necesarias excepciones que ello implica– la prensa boliviana se rige por tres lineamientos no escritos: no afectar la honra personal, la seguridad de la sociedad, y acatar la ley, en caso de que el régimen sea democrático. Por lo demás, respecto de la normativa ya existente, en caso de llegarse a tocar, debiera tenderse a su liberalización, a consolidar las libertades y no a restringirlas. Sería deseable e incluso necesario reformular el artículo 7 b) de nuestra Constitución, de modo que queden mejor definidos los conceptos de libertad de expresión, opinión e información. Es más, la Constitución, que hoy trata los derechos fundamentales en tres artículos (5, 6 y 7) divididos en 13 incisos, debiera dedicarle artículos completos a cada uno de esos derechos, con definiciones detalladas, especialmente al de la libertad de expresión, concepto tan caro al individuo y a la democracia. II. LEGISLACION COMPARADA Propuestas de cambio Estado de Derecho Como fuere, en las presentes circunstancias, con una prensa con cierta propensión a la toma de posiciones fuertes, con una definición constitucional más que vaga de «libertad de expresión» y con una clase política con la piel sensible, la Ley de Imprenta, obsoleta e incompleta como está, provee una inestimable protección a los responsables de los medios de comunicación y a los periodistas. Los derechos fundamentales de la persona, reconocidos por nuestra Constitución en sus artículos 5, 6 y 7 se refieren a: 21 22 • Al desconocimiento de la servidumbre; a la justa retribución; a la protección legal; a la libertad y la dignidad "OPINIONES Y ANALISIS" • A la vida, la salud y la seguridad • A emitir libremente sus ideas y opiniones • A reunirse y asociarse • Al trabajo • A educarse • A enseñar • A entrar, salir y transitar por el territorio nacional • A formular peticiones • A la propiedad privada • A la remuneración justa • A la seguridad social "OPINIONES Y ANALISIS" El caso del derecho a la libertad de opinión, consagrado en el artículo 7 b) de nuestra Constitución, sin embargo, está orientado tanto a defender al ciudadano y periodista del poder del Estado en el ejercicio de la prensa, como al ciudadano y al funcionario del poder de la prensa. No hay constitución moderna y liberal que no consigne la libertad de expresión en sus líneas básicas. Con esta libertad garantizada en la ley fundamental, bastaría confiar en la racionalidad de los individuos y en su capacidad para decidir autónomamente, reconociendo los principios universales de la razón. Sin embargo, este tan apreciado derecho, debido a que a menudo coloca bajo el escrutinio público, a veces de manera crítica e incluso injusta la honra, la intimidad y la imagen de los ciudadanos, sean estos figuras públicas, funcionarios públicos o personas privadas, ha hecho necesario que incluso las constituciones más liberales impongan límites a la libertad de expresión. Estos derechos constitucionales fundamentales constituyen derechos directamente aplicables para los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Con ello, el ámbito de la libertad individual cuya inviolabilidd está en principio garantizada por la Constitución se reconoce como principio del Estado de Derecho, en el sentido de una limitación del poder estatal. Los derechos fundamentales son concebidos como una defensa del individuo frente al Estado. La esfera de libertad de los individuos que aquellos garantizan es, en principio, ilimitada, mientras que las intervenciones del Estado deben ser justificadas. Está claro que cualquier legislación al respecto debe poner coto a la incitación a la violencia, debe tender a proteger las susceptibilidades religiosas y la reputación personal. Pero, ¿en qué medida, con qué excepciones?. Una discusión recurrente y que periódicamente cobra vigencia y relevancia en el país es la que concierne a los límites que se debe o no fijar, en términos legales, a la prensa. Por lo común, las posiciones al respecto suponen tres variantes básicas: la que quiere normatizarlo todo, la que defiende la autorregulación de los medios informativos y los periodistas y aquella que reniega cualquier posibilidad de que sean establecidas reglas.(3) (3) 23 Erick Torrico V., en Peso y Levedad de los Jurados de Imprenta, de Antonio Gómez M., p. 13 24 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Una muestra de esta última posición es la asumida por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que en la Declaración de Chapultepec (1994), principio 9, dice: «La credibilidad de la prensa está ligada al compromiso con la verdad, a la búsqueda de precisión, imparcialidad y equidad, y a la clara diferenciación de los mensajes periodísticos de los comerciales. El logro de estos fines y la observancia de los valores éticos y profesionales no deben ser impuestos. Son responsabilidad exclusiva de periodistas y medios. En una sociedad libre la opinión pública premia o castiga. (3) El arte y la ciencia, la investigación y la enseñanza científica son libres. La libertad de enseñanza no exime de lealtad a la Constitución. [Traducción oficial] Estas son las maneras como dos países han asumido sus propios retos, y cómo sus legislaciones difieren o coinciden con la legislación boliviana. Nótese que el artículo constitucional alemán detalla en su inciso 1) el «derecho de expresar y difundir libremente [la] opinión , oralmente, por escrito y a través de la imagen, y de informarse sin trabas», así como distingue claramente la libertad de prensa y la libertad de información, así como niega de plano la censura. Asimismo, el inciso 2) prevé disposiciones legales «para la protección de la juventud», lo cual da vía libre constitucional a la regulación de la pornografía o la propaganda política extremista, así como la referencia a «el derecho al honor personal», define, ya en la Carta Magna, el camino que deben seguir las leyes menores en cuestiones de difamación o injurias. ALEMANIA Ley Fundamental (Constitución Alemana, 1949) Artículo 5 [Libertad de opinión] (1) Toda persona tiene el derecho a expresar y difundir libremente su opinión, oralmente, por escrito y a través de la imagen, y de informarse sin trabas en fuentes accesibles a todos. La libertad de prensa y la libertad de información por radio, televisión y cinematografía serán garantizadas. No se ejercerá censura. (2) Estos derechos tienen sus límites en las disposiciones de las leyes generales, en las disposiciones legales adoptadas para la protección de la juventud y el derecho al honor personal. 25 Compárese toda la previsión con la vaguedad de nuestro artículo constitucional 7 b): «Toda persona tiene [el derecho fundamental], conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio, a emitir libremente sus ideas y opiniones por cualquier medio de difusión». Régimen alemán de la prensa El régimen de la prensa se rige por las leyes de prensa de los Estados Federados, cuyas normas básicas son uniformes. Destacan las siguientes: todas las publicaciones deben llevar el Impressum (pie de imprenta), en lo cual existe concordancia con el artículo 3 de la Ley de Imprenta boliviana, que sostiene que: «Los diarios, revistas y publicaciones periodísticas consignarán en sus primeras páginas, [so] pena de ser considerados como clandestinos, los nombres de los editores y directores responsables». 26 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" En Alemania, los periodistas están obligados a guardar el deber de cuidado (diligencia profesional) y tienen derecho a excusar el testimonio, es decir, no pueden [el énfasis es mío] ser obligados a revelar sus fuentes. También aquí hay coincidencia relativa con los artículos 8 y 9 de la Ley de Imprenta. (8) «El secreto en materia de imprenta es inviolable». (9) El editor o impresor que revele a una autoridad política o a un particular el secreto del anónimo, sin requerimiento del juez competente, es responsable, como delincuente, contra la fe pública, conforme al Código Penal». Nótese la diferencia con el régimen alemán, según el cual los periodistas simplemente no pueden ser obligados a revelar sus fuentes, juez mediante o no. Primera Enmienda En Alemania existe asimismo el derecho de réplica y rectificación. El Consejo Alemán de la Prensa funciona como órgano de autocontrol de los editores y periodistas: se ocupa de las infracciones del deber de cuidado periodístico y vela por el cumplimiento de las normas deontológicas. Eso sí, sus dictámenes no son vinculantes. Esto es, no crean estado ni jurisprudencia por no tratarse de un órgano judicial ni estatal, sino el equivalente al Tribunal de Honor de la Asociación de Periodistas de Bolivia. Semejante protección constitucional a la libertad de expresión en todas sus formas desembocó, inevitablemente en una serie de excesos cuyos desenlaces en la Corte Suprema crearon jurisprudencia, y en toda una industria legal, que son los abogados especializados en la Primera Enmienda. He aquí algunos ejemplos ilustrativos, a la vez que útiles. El Congreso no legislará [...] ni pondrá cortapisas a la libertad de expresión o de prensa ni coartará el derecho de las personas a reunirse en forma pacífica y pedir al gobierno la reparación de agravios. [Traducción oficial] Nótese la contundencia con que la Carta Magna norteamericana prohíbe a su Congreso, sin concesiones ni excepciones, legislar de cualquier manera que limite «la libertad de expresión o de prensa», definición, también esta, más clara que la de nuestra Constitución. FALLOS QUE RESTRINGEN LA LIBRE EXPRESION ESTADOS UNIDOS Dennis vs. Estados Unidos (1940) Constitución Eugene Dennis y otras diez personas fueron acusados de conspirar premeditada y concientemente para organizar el Partido Comunista y enseñar y abogar por el derrocamiento del gobierno de Estados Unidos mediante el uso de la fuerza y la violencia. El texto original de la Constitución de Estados Unidos (1781) no mencionaba el derecho a la libre expresión. Este fue incluido en la llamada Primera Enmienda, agregada a la Constitución junto a las primeras diez modificaciones (enmiendas) en 1789. 27 La Corte Suprema declaró que «la libertad de expresión no es un derecho ilimitado e incualificado, sino que en ocasiones debe estar 28 "OPINIONES Y ANALISIS" subordinado a otros valores». En este caso, el valor de mayor peso era la conservación del gobierno constitucional, por lo que el Congreso podría restringir la libre expresión sin violar la Primera Enmienda. El Congreso podría intentar evitar el mal –el derrocamiento del gobierno– al tratarlo en su etapa de planificación oral y escrita. En ello, este fallo coincide con las previsiones de los artículos 10 y 11 de la Ley de Imprenta boliviana, que dicen: (10) «Se delinque contra la Constitución en los escritos que se dirijan a trastornar, destruir o inducir su inobservancia, en todo o en parte de sus disposiciones». (11) «Se delinque contra la sociedad, en los que comprometan la existencia o integridad de la Nación o expongan a una guerra extranjera, o tiendan a trastornar la tranquilidad u orden público, o inciten o sostengan conmociones o desobediencias a las leyes o a las autoridades, o provoquen la perpetración de algún delito, o sean obscenos o inmorales». Roth vs. Estados Unidos (1957) En el caso Roth vs. Estados Unidos, la Corte Suprema estableció que la pornografía no es una expresión protegida por la Primera Enmienda. Sin embargo, la Corte definió una doctrina tan difícil de aplicar que abrió una nueva era de pornografía permisible y dio lugar a un torrente de litigaciones, según la definición de que una publicación es obscena (1) «si para una persona promedio que aplique los estándares contemporáneos de la comunidad, el tema dominante de un material tomado como un todo llama a la lascivia». 29 "OPINIONES Y ANALISIS" Miller vs. California (1973) La Corte Suprema amplió la definición de Roth vs. Estados Unidos en dos puntos adicionales: (2) si la obra ilustra, de una forma patentemente ofensiva, conducta sexual definida por la ley estatal; y (3) si la obra, tomada como un todo, carece de valor serio literario, artístico, político o científico». FALLOS QUE PROTEGEN LA LIBERTAD DE EXPRESION New York Times vs. Gobierno de Estados Unidos (1971) En 1971, un ex funcionario del Departamento de Estado hizo llegar a The Washington Post y a The New York Times sendas copias de documentos secretos muy sensibles acerca del desarrollo de las relaciones entre Estados Unidos y Vietnam, a la sazón en plena guerra. Cuando ambos diarios empezaron a publicarlos por entregas, la Secretaría de Justicia pidió a los tribunales, con éxito inicial, que la publicación de los «documentos del Pentágono» sea suspendida. Ambos diarios apelaron a la Corte Suprema y esta falló en su favor, primero, porque el gobierno no fue capaz de demostrar que la publicación de esos documentos tendría graves resultados para la seguridad nacional, y, segundo y más importante, porque «en este caso el derecho a la libertad de prensa pesa más que otras consideraciones», diría el fallo final. Leonard Downie, director del Washington Post, matizó al respecto que «si un empleado del gobierno jura proteger los secretos nacionales y más tarde divulga uno de esos secretos frente a los medios y éstos lo publican, la persona que divulgó el secreto se hace acreedora a una sanción, no los medios informativos». 30 "OPINIONES Y ANALISIS" New York Times vs. Sullivan (1964) En resguardo del trabajo de los periodistas, a menudo sometidos a fuertes presiones de tiempo y de otros tipos, la Corte Suprema falló que un funcionario público sobre quien se hizo pública información falsa, debe demostrar que existió malicia (Malicia: estado mental de quien intencionalmente comete un acto injusto o ilegal, según la definición legal norteamericana) en una noticia difamatoria, aún si los hechos publicados son falsos. Es decir, un demandante que sea una figura pública o funcionario público, tiene una responsabilidad mayor de probar que ha sido objeto de difamación, libelo o calumnia. No sólo tiene que probar elementos de la difamación exigidos por las leyes estatales, sino que tiene que probar que las declaraciones en cuestión se hicieron con malicia premeditada. "OPINIONES Y ANALISIS" • Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre (1948) Artículo 4: Toda persona tiene derecho a la libertad de investigación, de opinión, de expresión y de difusión del pensamiento por cualquier medio. • Pacto Intl. de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966) Artículo 19 1. Nadie podrá ser molestado a causa de sus opiniones. 2. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección. 3. El ejercicio del derecho previsto en el párrafo 2 de este artículo entraña deberes y responsabilidades especiales. Por consiguiente, puede estar sujeto a ciertas restricciones, que deberán sin embargo, estar expresamente fijadas por la Ley y necesarias para: APENDICE Por otra parte, y sólo por mencionarlas como ejemplos, el derecho de libre expresión está consignado en las siguientes declaraciones internacionales: • Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) Artículo 19: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. 31 a) Asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los demás; b) La protección de la seguridad nacional, el orden público, la salud o la moral públicas. 32 "OPINIONES Y ANALISIS" • "OPINIONES Y ANALISIS" Convención Americana sobre Derechos Humanos (1969) (Pacto de San José) Artículo 13. Libertad de pensamiento y de expresión 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección. 2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede estar sujeto a previa censura sino a responsabilidades ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar: 3. a) el respeto a los derechos, a la reputación de los demás, o b) la protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud mental o la moral públicas. No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de la información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones. 33 34 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" LEY DE TELECOMUNICACIONES: ¿Abdicación en tiempos de regulación? abdicado de su misión de orientar, como legítimo propietario del espectro electromagnético, el uso de medios tan importantes como la radio y televisión abierta y por cable, en tiempos en que en estos medios adquieren decisiva influencia en los/as receptores/as. Es que, si bien la Ley 1632 norma algunas actividades, éstas no están desarrolladas en el respectivo reglamento y se trata de aspectos demasiado generales, por lo que no hay una tipificación clara de las infracciones. Esto se puede interpretar de dos maneras. Una, como una falta de voluntad para intervenir en este campo y, la otra, que el Estado sólo tendría interés en aspectos técnicos y de recaudación. Juan Cristóbal Soruco Quiroga Introducción El debate sobre la regulación de los servicios de radio y televisión (abierta y por cable) no ha concluido. Existe un largo camino por recorrer para lograr una normativa acorde a los tiempos actuales, en los que ambos medios están copando la atención ciudadana. Es en función a ese debate que se escribe este trabajo, que pretende ofrecer una visión general de la Ley No. 1632 de 15 de julio de 1995, denominada “Ley de Telecomunicaciones”, y de su respectivo reglamento, aprobado mediante Decreto Supremo No. 24132 de 27 de septiembre de 1995. Ambos instrumentos regulan los servicios de radiodifusión y difusión de señales, como parte del amplio campo de las telecomunicaciones. La Ley de Telecomunicaciones define los servicios de radiodifusión y difusión de señales como “aquellos cuyas emisiones se destinan a ser recibidas directamente por todo público, sin otra restricción que no sea la de contar con un aparato receptor. Estos servicios incluyen los de radio y televisión, cuya comunicación se realiza en un solo sentido” (Art. 2, Ley Nº 1632). La hipótesis que se postula es que con la Ley de Telecomunicaciones y su respectivo Reglamento, el Estado ha 35 El presente trabajo se divide en cuatro partes. En la primera, se ofrece un somero análisis de la importancia de estos medios en la realidad actual; en la segunda, se realiza un resumen de la Ley de Telecomunicaciones y de su Reglamento en lo que se refiere a radio y televisión (abierta y por cable) desde el ámbito de la comunicación y no así en las partes técnicas y económico-financieras. En una tercera parte, se presentan algunos temas a debatir para ser incluidos en una futura norma y, finalmente, en la cuarta, algunas sugerencias sobre cómo se debería abordar este tema desde la perspectiva de la regulación y en beneficio de la gente. 1. Contexto Los medios audiovisuales han copado la atención de la ciudadanía. Diversos estudios demuestran que el tiempo que la gente dedica a la radio y a la televisión aumenta en forma sostenida, mientras se reduce, de igual manera, el tiempo que se dedica a la tertulia familiar, a la lectura, al cine o a otro tipo de distracciones como compartir la 36 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" vida cotidiana en los barrios o salir a disfrutar de excursiones, por citar algunas actividades destinadas tradicionalmente a ocupar el tiempo de ocio del ser humano. En el ámbito internacional, los medios audiovisuales, particularmente la televisión, se han convertido en extraordinarios mecanismos de difusión de información y cultura y a través de ellos se ha construido una industria cultural que presenta desequilibrios preocupantes entre quienes la generan y quienes la consumen, sin que se vislumbren mecanismos que permitan establecer mínimas pautas de intercambio informativo y cultural. De esa manera, se hace cada vez más difícil la posibilidad de “reciclar” la avalancha informativa y programática que llega al país, para, dialécticamente, impulsar un proceso creador de una cultura universal en la que se respeten las particularidades e identidades culturales propias. Además, es posible afirmar que en todos los sectores sociales del área urbana, la radio y la televisión se van convirtiendo en los principales instrumentos de socialización de los/as niños/as y jóvenes, y en los principales medios de acceso y conocimiento de lo que sucede en su entorno y fuera de él. Con ese potencial, aparece claro que deben convertirse en instrumentos que ayuden a la formación de la gente, canalicen muchas de las demandas de ésta hacia el Estado y los diferentes estamentos de la sociedad y, de esa manera, sean, también, instrumentos que ayuden a consolidar un país más justo, democrático y participativo. Además, y desde otra perspectiva, el uso de estos medios para fines políticos se ha hecho parte sustancial de las diferentes campañas que el Estado o los partidos políticos realizan. Es inimaginable, en la actualidad, pensar en una acción política que no busque ser irradiada por los medios audiovisuales. Asimismo, los conductores de los programas que se transmiten a través de estos medios van adquiriendo cada vez mayor poder, cuya administración no está sujeta a control alguno, y ante el cual crece el temor por la falta de mecanismos de réplica y participación. Por último, los medios de comunicación audiovisual se han convertido en rentables negocios y mecanismos de poder del que hacen uso –y a veces abuso– sus propietarios. 37 Resume esa situación Pasquali, quien sostiene que “descontadas honrosas excepciones, el congelamiento del cuadro comunicacional presenta tres componentes básicos: una comunicación audiovisual mayoritariamente acaparada por el sector comercial; el subdesarrollo de los servicios públicos (correo, telecomunicaciones y radiotelevisión) y la ausencia de crecimiento, a falta de profesionalismo e incentivos, de las restantes industrias culturales” (Pasquali, Antonio: La comunicación cercenada. El caso Venezuela, p. 19). En ese marco, el Estado, cumpliendo los artículos 1º, 7º inc. b, 136º, 137º, 174º y 177º de la Constitución Política del Estado (CPE)1, no sólo debe regular los aspectos técnicos y económico-financieros de los servicios de radiodifusión y difusión de señales, sino velar porque éstos ayuden a preservar la cultura nacional, respeten el derecho a la participación de la ciudadanía, fomenten la cultura universal y se conviertan en mecanismos de educación y formación masivos, sin desmedro de su uso como empresas rentables. 38 "OPINIONES Y ANALISIS" 2. Resumen de la Ley y Reglamento de Telecomunicaciones 2.1. Ley de Telecomunicaciones La Ley 1632, de Telecomunicaciones, consta de 11 Títulos, 46 artículos y seis artículos transitorios. En lo que concierne al objeto de este estudio, conviene señalar las siguientes disposiciones: El primer capítulo señala que esta ley “establece las normas para regular los servicios públicos y las actividades de telecomunicaciones, que comprenden la transmisión, emisión y recepción, a través de una Red Pública o Privada, de señales, símbolos, textos, imágenes fijas y en movimiento, voz, sonidos, datos o información de cualquier naturaleza, o aplicaciones que facilitan los mismos, por cable o línea física, radioelectricidad, ondas hertzianas, medios ópticos u otros sistemas electromagnéticos de cualquier índole o especie. Están sometidos a la presente ley, las personas individuales y colectivas, nacionales y extranjeras que realicen dichas actividades originadas o terminadas en el territorio nacional”. El artículo 2º (Definiciones) define, entre otros conceptos, qué se entenderá por Servicios de Radiodifusión o Difusión de Señales (ver Introducción). En el Título II (Organización Institucional) se norma que el Ministerio de Hacienda y la entonces Secretaría (actualmente Viceministerio) de Transporte, Comunicación y Aeronáutica Civil “ejercerán las funciones relativas al sector Telecomunicaciones” y que el Poder Ejecutivo “reglamentará el sector telecomunicaciones, estableciendo las normas de carácter general para su aplicación por la Superintendencia de Telecomunicaciones”. 39 "OPINIONES Y ANALISIS" Entre las atribuciones asignadas a la Superintendencia se encuentran la de “Suscribir contratos de concesión y enmendarlos dentro del marco de la ley; controlar y coordinar el uso del espectro electromagnético y controlar los medios y equipos a través de los cuales se emiten las ondas electromagnéticas. Asimismo, regular el uso de frecuencias y protegerlas contra cualquier interferencia dañina” y requerir “la información necesaria para el cumplimiento de sus funciones a las personas individuales y colectivas que provean servicios de telecomunicaciones”, aclarando que “en el caso de Proveedores de Servicios de Radiodifusión o Difusión de Señales, se requerirá únicamente información técnica”. El Título III norma las concesiones, licencias, registros y plazos, estableciendo el procedimiento de licitación pública, aclarándose que la licencia para el uso de frecuencias electromagnéticas “no otorga ningún derecho de propiedad y se limita al derecho de uso por un plazo limitado” que, en el caso de los servicios de radiodifusión es de 20 años, renovables, previo nuevo proceso de licitación, y los registros se actualizarán cada cinco años. Asimismo, regula la caducidad, revocatoria y cancelación de concesiones y licencias. El Título IV norma la interconexión, tarifas y tasas (para “los Servicios de Radiodifusión o Difusión de Señales: hasta el medio por ciento (0,5%) de los ingresos brutos de operación de los titulares, deduciendo las comisiones pagadas a las agencias de publicidad por dichos ingresos y los impuestos indirectos de ley”). El quinto, el uso de bienes públicos y servidumbre; el VI, las infracciones y sanciones; el VII, las telecomunicaciones en el área rural. El Título VII hace referencia a los operadores, estableciendo que los de servicios de radiodifusión o difusión de señales y de 40 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" distribución de señales, “cuyas licencias se encuentren vigentes y hayan sido otorgadas de acuerdo a ley, celebrarán contratos de concesión por los plazos establecidos en la presente norma legal”. Los artículos del DS Nº 09740 elevados a rango de ley son los siguientes: El Título IX (otras disposiciones), incluye el artículo 37º (declarado inconstitucional por el Tribunal Constitucional), que norma que “salvo disposición judicial a favor de autoridad competente, queda terminantemente prohibido interceptar, interferir, obstruir, alterar, desviar, utilizar, publicar o divulgar el contenido de las telecomunicaciones”. El artículo 40º establece que en “casos de guerra internacional, conmoción interna, desastres naturales, calamidades públicas y paralización de servicios públicos, los Operadores de Telecomunicaciones estarán obligados a cooperar con las autoridades en la emisión, transmisión y recepción de las telecomunicaciones de emergencia que les sean requeridas”. El artículo 43º, del Título X (Disposiciones Finales) eleva a “rango de ley los artículos 60 al 70, 73, 75 y 78 del DS Nº 09740 de fecha 2 de junio de 1971 (...). Estos artículos regularán el contenido de las emisiones de los Servicios de Radiodifusión en tanto se promulgue una nueva ley para dichos servicios”; asimismo, que el “término ‘Dirección General de Telecomunicaciones’ utilizado en dichos artículos será reemplazado por el término ‘Superintendencia de Telecomunicaciones”. El artículo III de las Disposiciones Transitorias (Título XI) establece que los “actuales titulares de licencias para los Servicios de Radiodifusión o Difusión de Señales estarán exentos de pago de los derechos de uso de frecuencia”. 41 El Art. 60 establece que la radiodifusión comprende la transmisión de sonido, video y otros tipos; es un servicio de interés público que tiende a elevar el nivel cultural y exaltar los valores nacionales para conservar la tradición. Propende a fortalecer los principios de la moral, la dignidad de la persona humana y la familia, así como la amistad y cooperación internacionales. El Art. 61 dispone que las transmisiones se efectuarán en idioma castellano y lenguas nativas del país, como también en idiomas extranjeros de acuerdo con las normas previstas en la reglamentación. El Art. 62 señala que la radiodifusión informa y expresa sus ideas sin censura previa, salvo las limitaciones establecidas por las leyes de la República. Se propalarán informaciones veraces, objetivas e imparciales, procedentes de fuentes autorizadas que deberán citarse al transmitirlas. Los responsables de las emisoras controlarán los programas para evitar que aún las informaciones auténticas puedan dañar o alarmar a la población por la forma u oportunidad de su difusión. El Art. 63 norma que entre las 07:00 y 21:00 horas las transmisiones debe ser aptas para menores, sin contenido alguno que pueda perturbar el desarrollo normal y armónico de la niñez y juventud. El Art. 64 dispone que la programación de las emisoras comerciales se compondrá diariamente con un porcentaje de producción nacional y la participación de artistas bolivianos. La reglamentación fijará las normas. 42 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" El Art. 65 dispone que la publicidad, en su clase, forma y cantidad, no deberá afectar la calidad y jerarquía de los programas; asimismo se prohíbe el procedimiento de la percepción subliminal. solamente con autorización del Poder Ejecutivo, previo informe favorable” de la Superintendencia de Telecomunicaciones. El Art. 66 norma que las emisoras entrarán en cadena para la transmisión de programas oficiales sólo cuando lo disponga el Ministerio de Información. El Art. 67 establece que las emisoras están obligadas a realizar transmisiones sin pago alguno en seis casos: el contemplado en el Art. 66; grave emergencia nacional, guerra o alteración del orden público; mensajes o avisos relacionados con la salvaguardia de la vida humana y de buques, aeronaves o artefactos navales o aéreos que se hallen en peligro; programas cívicos y de alfabetización, y anuncios de interés general, libres de cómputo comercial, hasta 90 segundos por hora, a simple requerimiento de la Superintendencia de Telecomunicaciones. El Art. 68 clasifica a las radiodifusoras en oficiales y privadas. Las primeras son de propiedad de organismos dependientes del Estado; las segundas, de propiedad particular “que se conceden con fines comerciales o las que se autorizan con fines exclusivamente culturales o educativos”. El Art. 69 norma que las emisoras oficiales no transmitirán publicidad comercial privada, “con excepción de las emisoras de televisión y de aquellas que se encuentran en áreas donde no exista estación comercial”. El Art. 70 reserva al Estado “la transmisión de programas con destino al exterior. Las estaciones privadas pueden prestar este servicio 43 El Art. 73 establece que la “concesión para explotar una emisora de radiodifusión, se otorgará exclusivamente a ciudadanos bolivianos y sociedades comerciales constituidas por ciudadanos bolivianos. Las sociedades no podrán ser filiales o subsidiarias de empresas nacionales o extranjeras, y los capitales deberán ser efectivamente pagados por los socios”. El Art. 75 busca evitar el tráfico de influencias al establecer que: “No se otorgarán concesiones a los dignatarios de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, personal militar en actividades, dignatarios eclesiásticos y funcionarios jerárquicos del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, sea a título personal o como integrante de una sociedad”. Por último, el Art. 78 señala que los nombres de las emisoras de radiodifusión aprobados por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones “aún cuando sean propuestos por los concesionarios, no serán reconocidos como derechos intelectuales”. 2.2. Reglamento de la Ley de Telecomunicaciones (D.S. 24132) El Reglamento de la Ley 1632, aprobado mediante el D.S. 24132 de 27 de septiembre de 1995, consta de 34 Títulos y 480 Capítulos. Para efectos de este trabajo, se mencionarán sólo aquellas disposiciones que afectan al ámbito comunicacional de la radiodifusión y la difusión de señales, salvo algunos conceptos generales. Es decir, 44 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" las normas sobre los procesos de licitación, adjudicación, aspectos técnicos, etc., no serán tomadas en cuenta. El Capítulo III del Título III, referido a las licencias, establece el procedimiento de la “puja abierta” cuando hay dos o más interesados en la obtención de una licencia. Asimismo, dispone que los titulares de licencias “serán responsables de asegurar que el uso de sus equipos e instalaciones no presenten peligros ambientales, de radiación o aeronáuticos” y que “deberán cooperar en lo posible para reducir la posibilidad de interferencias”; por último, que la Superintendencia podrá “revocar o modificar licencias individuales por violaciones a las normas establecidas en el presente Reglamento”. El Art.1 establece que la Superintendencia de Telecomunicaciones se constituye “como la única entidad de competencia para regular las actividades del sector telecomunicaciones en todo el territorio nacional”. El Art. 3, transfiere a esta institución “todos los equipos, bienes inmuebles y muebles pertenecientes a la Dirección General de Telecomunicaciones utilizados para el control del espectro electromagnético, sin cargo alguno”. El Art. 24 dispone que las “concesiones otorgadas conjuntamente con licencias para la provisión de servicios” tendrán un plazo máximo de 20 años. El Art. 36 señala que el “Plan Nacional de Frecuencias establecerá la asignación de las bandas del espectro electromagnético” y que su elaboración estará a cargo del ministerio del sector y la secretaría nacional (hoy Viceministerio) correspondiente. El Art. 42 norma que el “espectro electromagnético será usado eficientemente y en el interés público. Los usos del espectro electromagnético que en general sean de utilidad para el público o que sirvan a sectores importantes para el desarrollo nacional tendrán prioridad sobre otros usos del espectro”; el 43, que una licencia “no confiere derecho de propiedad y está sujeta a modificaciones por parte de la Superintendencia de Comunicaciones”, y el 46, que con “excepción de las licencias otorgadas para los Servicios de Radiodifusión, las licencias podrán otorgarse sin consideración de ciudadanía”. 45 El Art. 199 establece que la Superintendencia “aplicará la sanción que corresponda a las personas individuales y colectivas que cometan infracciones contra las normas legales que rijan las actividades de telecomunicaciones en el país”, y el 220, que en el “caso que de una misma infracción derive la aplicación de más de una sanción, se aplicará la que resulte más severa”. El Capítulo III del Título X (Reglamento de Infracciones) tipifica las infracciones, clasificándolas en cinco grados. Son infracciones de Primer Grado, entre otras, “la utilización del espectro electromagnético sin la correspondiente licencia o el uso de frecuencias distintas a las autorizadas”; la “divulgación de la existencia o contenido, la publicación o cualquier otro uso de toda clase de información obtenida mediante la intercepción o interferencia de los servicios de telecomunicaciones no destinadas al uso del público en general”; realizar “fusiones, adquisiciones o ventas de acciones entre Operadores de Telecomunicaciones, sin autorización de la Superintendencia de Telecomunicaciones”; la “transmisión de programas por parte de Operadores de Servicios de Radiodifusión o distribución de señales sin la autorización expresa del propietario o del distribuidor”. 46 "OPINIONES Y ANALISIS" Las infracciones de Segundo y Cuatro Grados son eminentemente técnicas y, entre las infracciones de Tercer Grado se encuentra la “emisión de programas o publicidad no apta para menores en horarios de audiencia de todo público”. Por último, las de Quinto Grado “se aplicarán a cualquier participante en las actividades de las telecomunicaciones que no sea un Operador o Proveedor de Servicios de telecomunicaciones”. Luego se establecen las sanciones. A las infracciones de Primer Grado se aplicarán multas entre Bs2.450.000 y Bs36.750.000, o el secuestro de material, o la inhabilitación temporal hasta un plazo de un año; a las de Segundo Grado, multas entre Bs490.000 y Bs2.450.000, o el secuestro de equipos y material o inhabilitación por un año; a las de Tercer Grado, multas entre Bs25.000 y Bs490.000 o secuestro de equipos y materiales; a las de Cuarto Grado multas entre Bs10.000 y Bs25.000, y a las de Quinto Grado, multas de hasta Bs10.000 y, según la gravedad, se podrá ordenar apercibimiento o secuestro de equipos. En el Título XVI (Disposiciones para las emergencias y la seguridad nacional) se norma, entre otros aspectos, los siguientes: - - Los servicios de “telecomunicaciones contribuirán a la seguridad del país, a su desarrollo y a los fines de la defensa nacional pudiendo establecerse restricciones transitorias a su uso tomando en cuenta las recomendaciones que formulen los organismos encargados de la seguridad interna y de la defensa nacional” (Art. 263). A los “fines de satisfacer las necesidades para la defensa nacional, podrá limitarse el uso de los servicios de telecomunicaciones mientras exista estado de guerra, conmoción interna o emergencia nacional” (Art. 265). 47 "OPINIONES Y ANALISIS" - La Superintendencia “podrá suspender temporalmente las concesiones, licencias y registros otorgados para la explotación o uso de los servicios de telecomunicaciones nacionales o internacionales en caso de guerra o conmoción interna” (Art. 266). - Los “planes relativos a la seguridad interna y defensa nacional en el campo de las telecomunicaciones, serán aprobados obligatoriamente por el Poder Ejecutivo” (Art.269). - Se “considerará caso de emergencia nacional cuando el Poder Ejecutivo así lo establezca mediante el procedimiento legal correspondiente. En este caso se pondrá en ejecución el Plan Nacional de Emergencia para la provisión de servicios esenciales al que colaborarán los concesionarios de Redes Públicas y proveedores de Servicios de Radiodifusión o difusión de Señales, según lo establecido en los reglamentos de estos servicios” (Art. 270), y - Las “emisoras están obligadas a realizar transmisiones sin pago alguno en casos de mensajes o avisos relacionados con la salvaguardia de la vida humana y de barcos, aeronaves o artefactos navales o aéreos que se hallen en peligro” (Art.274). El Título XXXII está dedicado a los “Servicios de Radiodifusión”, consta de dos capítulos y dos artículos, que son transcritos a continuación: “Capítulo I (De los derechos de producción, emisión y distribución). “Art. 456. Las emisoras de los Servicios de Radiodifusión deberán ser legítimas titulares de los derechos legales de emisión, 48 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" producción y/o distribución, cualquiera sea su naturaleza. La difusión de programas sin autorización expresa de sus titulares y/o distribuidores obliga al infractor al resarcimiento de daños y perjuicios en los montos económicos que demande el legítimo titular y/o distribuidor perjudicado, debiendo definirse el caso en los estrados de la justicia ordinaria. servicios; que el Estado protege y garantiza el derecho propietario de los programas producidos dentro y fuera del territorio nacional, sean estos culturales, científicos, deportivos, informativos o de cualquier índole. “La difusión de estos programas, sin autorización expresa de sus propietarios y/o distribuidores obliga al infractor al resarcimiento de daños y perjuicios en los montos económicos que demande el legítimo propietario y/o distribuidor perjudicado”. Por último, en cuanto a la programación sólo se señala que el “procedimiento de la percepción subliminal está prohibido durante todo el tiempo de transmisión de las emisoras sean programas o publicidad”. Independientemente del resarcimiento civil previsto para el efecto, quien emita programas sin autorización expresa de sus titulares y/o distribuidores, será pasible a una sanción de Primer Grado. “Capítulo II (Restricciones al otorgar las concesiones) 3. Artículo 457. No podrán ser beneficiarios de concesión para explotar Servicios de Radiodifusión, a título personal o como integrante de una sociedad, quienes en el momento de la apertura de la licitación sean autoridades de los poderes Ejecutivo, Legislativo o Judicial, militares en servicio activo, dignatarios eclesiásticos o funcionarios jerárquicos del Ministerio del Sector de Telecomunicaciones, o de la Superintendencia de Telecomunicaciones, además no podrán ser beneficiarios para explotar Servicios de Radiodifusión, personas individuales o colectivas extranjeras. En el caso de personas colectivas, el número de acciones en poder de personas nacionales no podrá ser en ningún caso inferior a setenta y cinco por ciento (75%)”. El Título XXXIII se refiere a los servicios de distribución de señales. Se los define como aquellos que se proporcionan únicamente por suscripción y la comunicación se realiza en un solo sentido; se exige la autorización expresa de los legítimos titulares y/o distribuidores de los derechos de emisión correspondientes; acreditar que el operador cuenta con los respectivos derechos de emisión a través de estos 49 Temas a debatir Es pertinente señalar que la promulgación de la Ley de Telecomunicaciones y de su respectivo Reglamento fue hecha durante el proceso de capitalización propiciado por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997), cuando se procedía a capitalizar la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL), y respondió al propósito de establecer las normas que permitieran la atracción de inversionistas externos que se hagan cargo de dicha empresa. En ese sentido, el fenómeno de la radiodifusión ocupó un lugar absolutamente secundario, pese a los reclamos presentados por los propietarios de este tipo de medios, de asociaciones y organizaciones no gubernamentales que desarrollan labores en el campo audiovisual ligadas a la educación y promoción populares, y de los sectores gremiales (Sindicatos de Prensa y Trabajadores de Radio y Televisión, Federaciones del ramo y algunas Asociaciones de Periodistas). El debate suscitado fue amplio. Cobraron especial interés aspectos como el rechazo al Art. 37º (sobre la interferencia de 50 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" comunicaciones, previa autorización de juez), la eliminación, en los hechos, de emisoras de carácter cultural o educativo no lucrativas, y la puja abierta para la obtención de licencias. Asimismo, establecer incentivos a grupos independientes de realizadores de programas de televisión y radio (radio y telenovelas, radio y teleteatros, series de ficción, históricas, etc.), a los cuales, cumpliendo requisitos de calidad, se les deben abrir las puertas para la difusión de sus productos. El contenido de ambas disposiciones permite afirmar que, en general, el Estado no atendió esas demandas (salvo en el caso del Art. 37º, que finalmente el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional). Por ello es necesario reabrir el debate, pues un campo tan importante como el de la radiodifusión, que afecta directamente a la ciudadanía, no puede estar regulado por normas tan generales que no se adecuan plenamente a la realidad heterogénea que presenta el país. Con ese propósito se presenta, a continuación, un somero punteo sobre seis temas –de los muchos que seguramente existen y que en el debate pueden surgir– que sería preciso incorporar para contar con una normativa de los medios audiovisuales acorde a los tiempos actuales: a) Programación De acuerdo al Art. 64 del D.S. Nº 09740, elevado a rango de Ley y que se refiere a la programación de las emisoras comerciales, la misma que se compondrá diariamente con un porcentaje de producción nacional y la participación de artistas bolivianos, de acuerdo a normas que defina el reglamento, habrá que definir con elevado grado de precisión la responsabilidad que asiste a los propietarios de los medios audiovisuales para impulsar y promocionar la producción de programas de radio y televisión de índole cultural, cívico, comunitario, artístico, etc., y que no se restrinjan a los meros programas de tipo informativo como sucede actualmente, especialmente en la televisión. 51 En el caso de la televisión por cable (Título XXXIII del Reglamento), habrá que velar no sólo por el pago de los derechos de autoría y distribución, sino también porque su difusión cumpla la norma sobre, por ejemplo, horarios aptos para todo público. Un repaso superficial a los programas de televisión por cable, comprueba que no se cumple este requisito. Habrá que precisar con claridad –pues de lo contrario puede dar lugar a diversas formas de censura– los alcances del Art. 62 (también elevado a rango de Ley), cuando norma que la radiodifusión informa y expresa sus ideas sin censura previa, salvo las limitaciones establecidas por las Leyes de la República; que se propalarán informaciones veraces, objetivas e imparciales, procedentes de fuentes autorizadas que deberán citarse al transmitirlas, y que los responsables de las emisoras controlarán los programas para evitar que aún las informaciones auténticas puedan dañar o alarmar a la población por la forma u oportunidad de su difusión. También se debe normar la realización de programas denominados “participativos”. Dada la expectativa que éstos generan, fundamentalmente en lo que se refiere a la canalización de demandas de todo tipo, provenientes de los sectores más marginados de la sociedad, es preciso adoptar las precauciones del caso para evitar posibilidades de manipulación o de aprovechamiento ilegítimo de aquéllas. 52 "OPINIONES Y ANALISIS" b) Publicidad "OPINIONES Y ANALISIS" mecanismo que favorece la concentración de los medios en manos de quienes tienen mejores condiciones económicas. Normar que la publicidad, en su clase, forma y cantidad, no deberá afectar la calidad y jerarquía de los programas y la prohibición del procedimiento de la percepción subliminal, es, a estas alturas, absolutamente insuficiente (Art. 65, elevado a rango de Ley). Asimismo, se deben abrir espacios para medios comunitarios, de servicio social, cuyo impacto es barrial y, máximo, zonal. d) Propietarios y personal Es preciso regular algunas características de la publicidad (ver el trabajo de Sonia Velasco incluido en esta compilación), así como el tiempo que se le dedicará por espacio de programación (por ejemplo, Velasco propone 12 minutos cada hora de transmisión; el Reglamento General de Servicios Radioeléctricos de 1960, establecía que se admitiría “la cantidad máxima de cien palabras de publicidad comercial en programas de 30 minutos, o su equivalente, intercalada entre número y número de programa”). Sin menoscabo de la libre iniciativa, se debe normar, además de la nacionalidad de los propietarios de los medios audiovisuales (Arts. 73 de la Ley y 457 del Reglamento), la necesidad de contar con personal profesional que garantice la calidad de las emisiones y de los programas a difundirse, así como requisitos de idoneidad académica y moral de sus operadores para desarrollar una labor de tanta responsabilidad como el manejo de estos medios. c) e) Clasificación y concesión Educación y réplica Considerando la desequilibrada ubicación de los medios de comunicación audiovisual (concentrados fundamentalmente en el eje central y en las principales ciudades del país), es muy limitativo clasificar a los medios en oficiales y comerciales (Art. 68 de la Ley). Es preciso diferenciar, otorgándoles un tratamiento especial, a aquellos que cumplen actividades de educación y cultura, e incentivar a aquellos que se instalan en zonas alejadas del territorio nacional, como se podría interpretar la última parte del Art. 68. Al tratarse de un servicio público, el manejo de los medios audiovisuales debe dedicar un espacio a la de difusión de técnicas de decodificación de mensajes audiovisuales, a cargo de especialistas, y dirigido tanto a personas adultas como jóvenes y niños/as. En este sentido, corresponde, como sucede en otros ámbitos, diferenciar medios con y sin fines de lucro, y modificar los términos de la licitación en función a este parámetro, una vez que la simple puja (Título III de la Ley y Títulos II y III del Reglamento) es un f) 53 En cuanto al derecho de réplica, éste debe ser claramente normado, estableciendo el mismo tiempo y las condiciones generales en que las personas han sido aludidas. Radiotelevisión estatal Un tema que también requiere de un profundo debate es el papel que deben cumplir los medios audiovisuales estatales. De principio, 54 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" es preciso arrancarlos del ámbito gubernamental y normar la forma en que presten un verdadero, democrático y participativo servicio al país, a través del entretenimiento, la información y la formación de la ciudadanía. Se hace referencia al propio Estado, a los propietarios de los medios de comunicación, a sus operarios, a periodistas y a la ciudadanía, en calidad de receptora de los mensajes de los medios que, en determinados rubros, pueden tener intereses absolutamente contrapuestos, situación en la que debe primar el hecho de que se trata de un servicio público. Es decir, hacer de estos servicios lo que exige Pasquali para el caso venezolano: “1) La democratización al fin de los servicios de comunicación social; todo lo que el Estado haga en el campo de la radiotelevisión debe ser puesto al alcance de cada venezolano, no importa lo apartado del lugar donde vive; 2) que alcance y mantenga un alto grado de excelencia tecnológica en los campos de la producción, la transmisión y la recepción de mensajes y señales; 3) que asuma a plenitud el rol de modelo cualitativo de la radiotelevisión nacional, dándole al usuario una real alternativa de calidad y armonizando su programación con las grandes metas culturales, educativas, económicas, sanitarias e informativas del país; 4) la producción, el fomento de la producción independiente y la difusión de más programas nacionales de alta calidad; 5) la regionalización de las infraestructuras y de la producción de mensajes, mediante redes malladas y centros regionales de producción y emisión durante ciertas horas diarias; y 6) una cooperación muy activa con los mecanismos internacionales y sobre todo regionales de intercambio (...) para latinoamericanizar más sus micrófonos y pantallas y asegurar un aporte de sustancia a la integración regional” (Pasquali, Op. Cit., p. 161). 4. Los caminos de la concertación Para el efecto, un primer paso será que el Estado, a través de la Superintendencia de Telecomunicaciones, el Ministerio del ramo y el Poder Legislativo, asuman conciencia de la importancia que en la actualidad tiene reglamentar con precisión el uso de los servicios de radiodifusión y difusión de señales, tanto en defensa de los intereses del Estado como de la población, objetivo fundamental de ellos. Un segundo paso es establecer mesas de concertación entre representantes del Estado, propietarios, operadores, especialistas en comunicación social y telecomunicaciones, productores independientes y periodistas, para y en base a un estudio de legislación comparada, de la realidad nacional y de los acuerdos internacionales suscritos por el país, elaborar un proyecto de reglamento de estos servicios. La iniciativa, en este caso, corresponde fundamentalmente a la Superintendencia de Telecomunicaciones. Un tercer paso es proceder a debatir este proyecto, por un lado, con organizaciones de la sociedad civil (p.e. Iglesias, ONG’s, empresarios privados, COB, CSUTCB, pueblos indígenas, productores) y, por el otro, con los representantes nacionales. Si bien corresponde al Estado regular los servicios de radiodifusión, está claro que es preciso encontrar canales que permitan estructurar un cuerpo de normas en forma consensuada entre los diferentes actores que tienen que ver con el tema. Finalmente, tramitar su aprobación y exigir su fiel cumplimiento, para aportar a que se democraticen las comunicaciones, proceso que, como afirma Pasquali, “es una piedra de toque privativa de los genuinos 55 56 "OPINIONES Y ANALISIS" sistemas democráticos o de los que quieren llegar a serlo. Por consiguiente, el igualitarismo en el uso de los medios de expresión y difusión no es un hecho adjetivo, la última y refinada coquetería de las democracias adultas, sino la esencia misma del sistema”. Es decir, que el Estado no abdique de su importante papel en la regulación de los servicios de radiodifusión y difusión de señales, y cumpla su misión en un marco de participación y con el propósito de consolidar la democracia y el Estado de Derecho, otorgando prioridad a los intereses de la comunidad. "OPINIONES Y ANALISIS" Notas 1 Art. 1º.- Bolivia, libre, independiente, soberana, multiétnica y pluricultural, constituida en República unitaria, adopta para su gobierno la forma democrática representativa, fundada en la unión y la solidaridad de todos los bolivianos. Art. 7º, inc. b).- Toda persona tiene los siguientes derechos fundamentales, conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio (...). A emitir libremente sus ideas y opiniones por cualquier medio de difusión. Art. 136º.- I. Son de dominio originario del Estado, además de los bienes a los que la ley les da esa calidad, el suelo con todas sus riquezas naturales, las aguas lacustres, fluviales y medicinales, así como los elementos y fuerzas físicas susceptibles de aprovechamiento. II. La ley establecerá las condiciones y adjudicación a los particulares. Art. 137º.- Los bienes del patrimonio de la Nación constituyen propiedad pública, inviolable, siendo deber de todo habitante del territorio nacional respetarla y protegerla. Art. 174º.- Es función del Estado la supervigilancia e impulso de la alfabetización y educación del campesino en los ciclos fundamental, técnico y profesional, de acuerdo a los planes y programas de desarrollo rural, fomentando su acceso a la cultura en todas sus manifestaciones. Art. 177º.- I. La educación es la más alta función del Estado, y, en ejercicio de esta función, deberá fomentar la cultura del pueblo. 57 58 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" DERECHO DE REPLICA: Conceptualización en el marco de la relación entre la libertad y el poder Se utiliza, para fines de simplificación, el término “prensa” en nombre y en representación de los medios masivos de comunicación, medios de comunicación social, y demás denominaciones que tienen los medios y multimedios de difusión masiva de información, excluyendo, por su naturaleza a la “Internet” que plantea nuevos desafíos y oportunidades para el ejercicio de las libertades de pensamiento, expresión, de información y conexas. Javier Sánchez de Lozada Paz Campero «Una misma ley para el león y el buey es opresión». (William Blake) I. La cuestión ha pasado de la búsqueda de equilibrios entre derechos a procurar equilibrios de poder. La larga lucha política por consolidar la libertad de prensa como un derecho fundamental para la existencia de la democracia está culminando, por razones tecnológicas y económicas, con una concentración de poder tal en manos de la prensa, que pone en peligro la razón de ser de su libertad. Por lo tanto, es necesario, para resolver problemas emergentes del ejercicio de la libertad de prensa, complementar los enfoques usuales de análisis, tomando en cuenta la dimensión del poder. El presente artículo se basa en y sustenta la concepción de que la función del derecho es compensar formalmente la asimetría o la diferencia en las dotaciones de poder real de las partes en conflicto. En consecuencia, se expone el marco conceptual, jurídico, económico y valorativo que debe ser tomado en cuenta en la actualidad para la reglamentación del ejercicio de la libertad de prensa, en general, pero aplicando dicho marco de manera específica al Derecho de Réplica, que es uno de los elementos más importantes como complicados de tal reglamentación. 59 LA LIBERTAD DE PRENSA PARA LA DEMOCRACIA; LA DEMOCRACIA PARA LA DIGNIDAD «No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo. No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo». (Levítico, 19:15, 16) El proceso económico de potenciamiento de la prensa ha venido acompañado de un desarrollo de los valores que justifican a un régimen democrático. El sacrificio o la prescindencia del individuo ya no puede ser asumido por la democracia como un costo necesario para velar por la utilidad funcional de la libertad de prensa para la existencia de la democracia misma. El desarrollo de la democracia, de simple gobierno de la mayoría ciudadana cada vez menos excluyente, ha llevado a constituir como su piedra angular las garantías de la persona, la protección absoluta de la dignidad, aún por encima de los intereses del resto de la colectividad. La democracia se perfecciona en la medida en que se aproxime a un Estado de Derecho; y el derecho en la medida que se aproxime a la siguiente concepción: 60 "OPINIONES Y ANALISIS" “El Derecho en su forma más pura y perfecta se realiza en aquel orden social en el que esté reducida al mínimo la posibilidad de abuso de poder tanto por parte de particulares como por parte del Gobierno”. (Bodenheimer; 40) La reglamentación del ejercicio del Derecho de Réplica o derecho de respuesta, en consecuencia, debe basarse en la ponderación de los factores que protegen la efectividad del ejercicio de la libertad de prensa, siendo ésta indispensable para el funcionamiento de una democracia, que a su vez tiene por objeto garantizar la dignidad del individuo. Por otro lado, se puede hacer otra cadena silogística partiendo de la dignidad: en la medida en que la libertad de la persona es inherente a su dignidad –tomando en cuenta que la libertad de pensamiento se encuentra en el núcleo mismo de la libertad, que para ejercer la libertad de pensamiento u opinión es imprescindible la libertad de información; que ésta depende de la libertad de expresión; que ésta se manifiesta más efectivamente mediante la libertad de prensa– depende la dignidad de la libertad de prensa. A. Ante la dignidad Réplica inerme, la necesidad del Derecho de Si le dan a escoger a una persona difamada por la prensa, entre el juicio divino, con posible sentencia al fuego eterno, y el juicio popular, con certera sentencia a la ignominia temporal, bien se acogería al primero, confiando en la compasión divina, más que en la humana. Mejor lo expresa Antonio Muñoz M., citado por Rolando García: 61 "OPINIONES Y ANALISIS" “… Sólo quien lo sufre puede conocer el dolor de ser difamado, de ser acusado injustamente, arrojado por la arbitrariedad de un juez o por las grandes letras de un titular de periódico a una ignominia de la que ya es imposible que se libre nunca del todo …”. (Orgaz, p. 75) Las denuncias, marginalias, comentarios, opiniones –chismografía pasada con autoridad de cosa juzgada, pero garantizada a pie de página con inimputabilidad pilatesca– que encontramos en la prensa hoy son la versión postmoderna de las ordalías antiguas: obligan al acusado a probar su inocencia. En nuestra realidad, la presunción de inocencia y el debido proceso son una utopía. Resulta tan inerme la persona ante el embate de la prensa como heroico el juez que trata de evitar que quede consumado un linchamiento civil más. Ordalías, según el Diccionario de la Lengua Castellana de la Real Academia Española, son: “Pruebas diversas que en la Edad Media hacían los acusados, llamadas comúnmente juicios de Dios”. Aunque ya preceptuadas para resolver denuncias en el Código de Hammurabi, miles de años antes de nuestra era, en estos tiempos de omnipotencia de lo popular, las ordalías se denominarían mejor “Juicios del Pueblo”. Y así los justificaba a principios del Siglo XX el constitucionalista Luis Paz, al referirse a la vigencia real de la “pena de infamia”, a pesar de estar formalmente prohibida por la Ley Fundamental desde el nacimiento de Bolivia: “Hoy la pena de infamia está abolida en todas las legislaciones del mundo civilizado, lo que no quita que hay penas infamantes. La infamia no la declara la ley ni el juez, la declara el jurado inapelable de la opinión pública: infame es el que carece de honra, de crédito y de estimación, la persona mala y despreciable por sus malas acciones”. (Paz, p. 99) 62 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Precisamente contra juicios tan crueles y definitivos, y demasiadas veces injustos, como son los de la opinión pública, es que se debe encontrar soluciones a problemas emergentes del ejercicio de la libertad de prensa; éste puede causar, en violación de toda garantía constitucional e inherente a un Estado de Derecho, la pérdida irreparable e irrecuperable del honor o de la dignidad de una persona. contra la difamación por la prensa, en la forma en que se lo ejerce en la práctica, resulta un arma de defensa de doble filo: ante el poder de la prensa, el embate de información y predominio del escepticismo popular (“todos son iguales, corruptos”), lo más probable es, de mal en peor: Frente a la prepotencia de la opinión pública, magnificada por la prensa, y ante casos de patente abuso de poder por parte de esta última, en Bolivia no existen instrumentos adecuados para equilibrar la correlación de fuerzas. Si bien la Constitución ofrece ciertas protecciones a la persona, ni la normativa constitucional ni la reglamentaria son efectivas para este fin o para efectos restaurativos. En casos de abuso de poder, más que de «abuso de derecho», la impunidad y la irresponsabilidad son lo común; la satisfacción disminuida es el favor extraordinario, en el mejor de los casos un derecho a réplica disminuido en páginas internas por ofensas en primera plana. B. Cómo reglamentar; esa es la cuestión El ejercicio del Derecho de Réplica, a pesar de parecer evidentemente justo y necesario, sin embargo, está lejos de ser una panacea: primero, es insuficiente para los fines de rehabilitación plena de la persona afectada; segundo, puede constituir una amenaza grave para el ejercicio de la libertad de prensa. La reglamentación del ejercicio del Derecho de Réplica, por lo tanto, es una cuestión existencial para una democracia que aspira llegar a un Estado de Derecho. El Derecho de Réplica, aún en el sentido más amplio, y a pesar de ser considerado como la institución principal de amparo o vindicación 63 - que el lector leerá el titular difamante, quizá un par de párrafos y sentenciará “culpable”, sin leer los descargos contenidos en una solicitada de una página. - que el lector notará primero la réplica, percibirá después que por algo “suena el río”, buscará luego la nota difamante, para sentenciar “lo sabía; culpable”. O sea, sobre llovido, mojado. La persona difamada que no calla para no otorgar resulta doblemente agraviada y más pobre. Lo más sensato es aguantarse sin responder, llamar la atención lo menos posible, y esperar que la tormenta pase, a sabiendas de que la marca queda indeleble, manteniendo como consuelo la volubilidad de la opinión pública. Tomando en cuenta la realidad –el poder de la prensa, la naturaleza humana y los efectos contraproducentes de la réplica– las siguientes consideraciones deben ser tomadas en cuenta para ponderar el Derecho de Réplica y reglamentar su ejercicio: 1. Tiende a regularse usualmente la aplicación del Derecho de Réplica en casos de injuria, o sea cuando la nota ha sido falsa o maliciosamente agraviante, con dolo o negligencia grave; en realidad resulta suficientemente perjudicial y por lo tanto debería ser justificativo suficiente para ejercer el derecho a réplica la difamación como tal, sea o no verdadera la imputación. 64 "OPINIONES Y ANALISIS" 2. 3. Desde una perspectiva de justicia retributiva, el derecho de réplica es una institución mínimamente indispensable para garantizar la inviolabilidad de la dignidad de la persona ante la opinión pública. Sin embargo, resulta insuficiente si se toma en cuenta que como compensación no es proporcional al daño causado; la satisfacción plena requeriría, además, de un Derecho de Rectificación propiamente, aunque en los hechos y en el mejor de los casos éste se hace efectivo tarde, mal o nunca. La restitución in íntegrum es imposible, aunque se indemnice a la persona económicamente. de comunicación a asignar o reservar para “contingencias” (cómo se calificaría a eventuales obligaciones, en términos contables, de difundir réplicas)? 2. Se pueden dar casos de colusión: una persona “logra” que la prensa difunda una nota “agraviante” para obtener un Derecho de Réplica; la/s respuesta/s que la prensa estaría obligada a difundir permitirían un púlpito postmoderno para polemizar con el fin de difundir y exhibir la imagen de una persona que así habría conseguido un activo valiosísimo para nuestros tiempos de democracia de masas: “reconocibilidad” (reconozcamos, por otra parte, que permitiría “democratizar” lo que por ahora es un trampolín exclusivo para comunicadores con ambiciones políticas). 3. ¿Por qué no llevar el ejercicio del Derecho de Réplica a su lógica extensión, a los libros? Estos, en esencia, sólo se diferencian de notas periodísticas en la extensión. ¿Tendría el autor del libro o la editorial o la impresora la obligación de poner a disposición de la persona afectada recursos proporcionales para responder efectivamente (gastos de redacción, edición, impresión, comercialización, promoción, etc.)? Para que el Derecho de Réplica sea efectivo, debe ser lo más inmediato posible, lo menos oneroso para la persona agraviada y proporcional en el alcance de su difusión, en comparación con la nota agraviante. Sin embargo, mientras más efectivo sea para efectos reivindicativos, el ejercicio del Derecho de Réplica puede convertirse en una limitación excesivamente onerosa para el ejercicio de la libertad de prensa. Sólo imaginemos los siguientes casos: 1. "OPINIONES Y ANALISIS" Toda persona que se considere agraviada en su identidad –que puede resultar bastante amplia, como individuo con derecho a la honra, pero también como miembro de una comunidad religiosa, política, étnica, etc.– podría exigir que se difunda su respuesta. - ¿Cómo se delimita la obligatoriedad de la prensa de difundir una réplica? Por lo menos impresores de periódicos así como nuestra industria del libro se hubiesen beneficiado con el efecto multiplicador de los dos libros sobre banco-vínculos. Pero, ¿quién corre con la cuenta?, ¿cómo se define la extensión de las obligaciones de la prensa? Ante la incertidumbre, lo racional no sería una prensa responsable, sino cautelosa, o sea, cobarde. - ¿Cuántas páginas o minutos de un periódico o de una programación televisiva o radial debe dedicar un órgano En consecuencia, se debe mantener conciencia, en todo momento, de lo que está en juego. Difícil estar en desacuerdo con el 65 66 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" siguiente principio: “el derecho a la libertad de opinión y a la expresión del pensamiento por cualquier medio de comunicación social, sin perjuicio de las responsabilidades”. Pero el alcance de las responsabilidades puede llegar al extremo de ser nefasto para una democracia. El inciso 3º original del Reglamento de Imprenta establecía que el costo de vindicación era la tarifa completa; la Ley de Imprenta modificó el inciso, reduciendo el precio a la mitad. A pesar de este avance, la rehabilitación ante la opinión pública termina fuera del alcance de la mayoría de las personas. La reglamentación del Derecho de Réplica que tenemos es discriminatoria y excluyente, y por lo tanto, es violatoria de un principio fundamental del derecho, el de universalidad; el Derecho de Réplica resulta inadecuado e inefectivo para los fines que procura: la defensa de los derechos de la personalidad, como los preceptúa el Código Civil, y la defensa de la dignidad de la persona, de acuerdo a tratados internacionales sobre derechos humanos que tienen jerarquía de ley y a la Constitución Política del Estado. C. La reglamentación del Derecho a Réplica en Bolivia En la normativa nacional general y especial existe el Derecho de Réplica; además contamos, desde 1920, con algo de reglamentación para su ejercicio, en comparación con la inexistencia de reglamentación en otras jurisdicciones. Sin embargo, la efectividad es limitada. La Ley de Imprenta, o con más precisión, la Ley de 19 de enero de 1925, que declara ley del Estado el Reglamento de Imprenta de 17 de julio de 1920, reglamenta el Derecho de Réplica de la siguiente manera: “Artículo 64.- Son obligaciones de los editores responsables … 1º conservar los manuscritos garantizados,… 2º conservar una colección ordenada de todas las publicaciones hechas por el editor … 3º publicar las vindicaciones y defensas de las personas ofendidas en el mismo periódico, cobrando media tarifa del establecimiento. Esta inserción se hará en cuanto a la persona ofendida o a su encargado, que la reclame dentro del término de la prescripción”. Semejante sentencia se fundamenta: primero, en virtud del poder que la prensa ha llegado a obtener (como se ilustra en la Sección II); segundo, en el ordenamiento jurídico nacional vigente (que se analiza en la Sección III); tercero, en comparación con la normativa de países vecinos (que se describe en la Sección III también); y cuarto, en virtud de los fundamentos filosóficos, de carácter axiológico, que deben tomarse en cuenta para resolver problemas emergentes del ejercicio de la libertad de prensa (que son someramente propuestos en la sección IV). II. 67 EL DERECHO DE REPLICA Y EL ENTORNO ECONOMICO Se describe a continuación la vulnerabilidad de la prensa ante el poder económico, político y social. Se trata de una amenaza externa a la prensa. Sin embargo e irónicamente, la concentración de poder 68 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" en la prensa, que ha resultado del proceso de potenciamiento tecnológico y económico y de la concentración de la tenencia de los multimedios de comunicación masiva, ha creado agravada la amenaza interna a la libertad de prensa. El “entrismo” del poder económico, político y social desnaturaliza la funcionalidad del ejercicio de la libertad de prensa para la democracia y crea las condiciones en que el autocontrol ético o deontológico se hace imposible para un periodista como ser humano normalmente decente. avance, deberá contar con el soporte de la prensa, para evitar otros encubrimientos. A. La vulnerabilidad de la Libertad de Prensa Entre las recientes victorias de la libertad de prensa, el gremio se anota el revelamiento de gigantescos casos de corrupción y abusos de poder en la Argentina y en Bolivia. Figuras como Alfredo Yabrán y Dante Escóbar habrían logrado desfalcar, acumular y distribuir ingentes capitales en complicidad con el poder político. La capacidad de encubrimiento político en ambos países sólo se puso de manifiesto ante su mismo descalabro: los intentos de intimidación –el asesinato del periodista Cabezas y presiones sobre autoridades judiciales– desataron el escándalo en vez de evitarlo. La reacción y perseverancia de la prensa evitó más bien la impunidad. En casos posiblemente menos graves pero no por eso menos crónicos de abuso del poder económico, social o político, el ejercicio de la libertad de prensa manifiesta las mismas fortalezas y debilidades ilustradas arriba. Desde el punto de vista de la opinión pública que se informa y juzga, la efectividad del derecho a la información y de la libertad de expresión que se logra a través del ejercicio de la libertad de prensa depende tanto de la independencia interna de la prensa como de su capacidad de enfrentar directamente al poder político, económico y social externo a ella. El abuso de este último llega a manifestarse frente a la prensa, sin duda, de manera dramática, mediante clausuras, intimidaciones y asesinatos. En Bolivia, si antes se perseguía, exiliaba, torturaba y asesinaba, o por lo menos se abofeteaba, a periodistas, en democracia se los despide, sin que valga “cláusula de conciencia” alguna. Es una muestra representativa la de directores de medios despedidos en un plazo menor a nueve meses desde agosto de 1997. El costo humano que ambos casos devengaron para el ejercicio de la libertad de prensa, sin embargo, reflejarían más la vulnerabilidad de la prensa que su poder. Además, en ambos casos se reconoce que la prensa, a pesar de su iniciativa y del impulso que ha podido dar a la investigación, no ha podido poner en descubierto toda la trama. Sin embargo, la reserva de fuerza de la prensa juega aun un papel fundamental, porque también se da por descontado que tampoco el poder judicial podrá descubrir todo por sí sólo o que, si logra cualquier Pocos son los medios de comunicación masiva que pueden resistir un embate frontal contra el poder político, económico o social. La sobrevivencia es personal y económicamente costosa, como lo debe haber sido para Pedro Rivero, propietario y director del periódico El Deber por su enfrentamiento con las logias cruceñistas. 69 70 "OPINIONES Y ANALISIS" B. La concentración de la tenencia y el control de los Medios de Prensa Fuera de la vulnerabilidad de la prensa ante el poder externo a ella, la amenaza a la libertad de prensa que ha llegado a convertirse en tan o más peligrosa es la insidiosa restricción interna al ejercicio de la libertad de prensa, debido al “entrismo” del poder político, económico y social. Este no sólo neutraliza la efectividad del derecho a la información y de la libertad de expresión, sino que además es la simiente del abuso de poder de la prensa. Constituyen un agravante del “entrismo” los procesos de potenciamiento económico de la prensa que no se podían prever en los tiempos del establecimiento del la libertad de prensa como un derecho fundamental. José María Aznar, Primer Ministro español y descendiente de periodistas, reconoce dos aspectos de este proceso: Primero, una revolución tecnológica que viene acompañada de la concentración de poder informativo; segundo, la independencia de un periodista, como productor primario de información, difícilmente se puede mantener, al depender el periodista mismo de mediación tanto en la adquisición de información como en su retransmisión. Los riesgos que enfrenta la libertad interna y externa de prensa, fuera y dentro de Bolivia, realzando las implicaciones para la relación actual entre la libertad y el poder, se pueden ilustrar con fenómenos de concentración de tenencia de los multi-medios de comunicación que conducen a una concentración del poder de información, así como a la utilización de ese poder para fines político electorales: - el crecimiento del conglomerado TIME-WARNER, incluyendo a la CNN. 71 "OPINIONES Y ANALISIS" - el fenómeno Berlusconi y FORZA ITALIA, con base en FININVEST. - el crecimiento del conglomerado Garafulic. - el fenómeno Palenque y CONDEPA, con base en RTP. “Sabe usted quién dicta la política exterior de los EE.UU.?: la CNN”, reza el titular del artículo de Antonio Cano de El País para La Razón (LA RAZÓN, 1-V-94), en el que se pregunta: ¿tienen los periodistas más poder que los políticos para orientar la actuación de sus gobiernos en una u otra dirección?”. Basta ver las contorciones políticas que debe llevar a cabo el gobierno de Washington para mantener relaciones con China, así como la debilidad de Colombia para mantenerlas con EE.UU. Preguntémonos, ¿sabe usted quién logró postergar la democratización del financiamiento de las campañas electorales en Bolivia? Aunque no lo investigue la prensa, que se rasgó las vestiduras y lanzó el grito al cielo ante el uso de dineros fiscales, empecemos por cuestionarnos si sólo los “políticos” se benefician por el millonario entramado de corrupción necesario para la sobrevivencia electoral en nuestra democracia. Es sólo racional, entonces, que se trate de reeditar a Berlusconi y Palenque adquiriendo control “entrista” de la prensa, cueste lo que cueste en términos de oligarquización de la política y de indefensión de la persona. En resumen, el “complejo industrial-comunicacional”, en palabras del periodista Eduardo Pérez Iribarne, ha llegado a ser análogo en términos de poder al “complejo industrial-militar”, en palabras del General y Presidente Dwight Eisenhower. Confirman el dicho napoleónico dos personas conocedoras del y conocidas por el respectivo poder esgrimido. 72 "OPINIONES Y ANALISIS" C. La insuficiencia del deontologismo y la necesidad de reglamentación Casos de abuso de poder son consecuencia natural de la concentración de poder, si ésta no se encara a frenos y contrapesos preestablecidos. Constituye un agravante la arrogancia moral que caracteriza a periodistas, especialmente en relación a otros “poderosos” –especialmente políticos y jueces– por la superior integridad que les parecería consubstancial a su gremio. Si los periodistas son los más perceptibles y sensibles respecto a la vulnerabilidad de la prensa frente al poder externo –o sea el poder de otros, ya sea económico, político o social– y en consecuencia responden militante y poco objetivamente en la interpretación de actos de los otros poderosos, pocas veces reparan en el daño que pueden causar a los que resultan ser inocentes, por muy poderosos que sean, o más débiles. La alternativa no necesariamente es la “mansedumbre” del periodista ni convertirlo en “confidente del Estado” o su “alcahuete”, en palabras de Antonio Gómez Mallea en LA RAZÓN de 11 de octubre de 1997. Pero tampoco es una alternativa la respuesta “eticista” o “deontologista” preferida por el gremio para evitar o resolver problemas emergentes del ejercicio de la libertad de prensa, por muy justificable históricamente y comprensible que sea su desconfianza a la reglamentación por parte del poder estatal. La crítica a los diagnósticos y remedios meramente eticistas o deontologistas es que son insuficientes para resolver los problemas emergentes del ejercicio de una libertad sustentada en una base de poder privilegiado y que ha llegado a ser excesivo. El enfoque eticista es insuficiente al no tomar en cuenta la dimensión del poder. 73 "OPINIONES Y ANALISIS" ¿Hasta qué punto las cuestiones sobre el ejercicio de la libertad de prensa se pueden resolver con códigos de ética, una vez que se acepta el papel central que ocupa ahora la cuestión del poder, si la cuestión se ha convertido en política y, en consecuencia, en una cuestión de derecho más que de moral? Si el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente, no se puede suponer que la prensa es inmune. “Feroz competencia”, “tiranía del rating”, “tecnología cara”, “gigantescas concentraciones”, la suplantación de la democracia por la “mediocracia”, son algunos de los términos utilizados por periodistas como Pritchard, Mesa, Gramunt, Colombani y Henderson, todos reconocidos por su probidad. Lo crucial es reconocer además que se trata de factores que fuerzan la capacidad de autocontrol moral de una persona normal. El resultado es una fe en el deontologismo que sólo puede ser titubeante, como se ilustra en la apelación simultánea que se hace a un equilibrio intangible entre la ética y a la ley para regir el ejercicio de la libertad de prensa en una democracia: fronteras éticas inviolables, pero a la vez un Estado que garantice el juego limpio, en palabras del S.J. Pérez Iribarne. Colombani, partiendo del fenómeno Berlusconi en Italia plantea que “esa clase de ‘populismo’ que se ensaya en el laboratorio italiano conlleva un grave riesgo para el equilibrio de poderes, hasta el punto de que ‘es preciso que aparezca en Europa un nuevo Montesquieu, capaz de teorizar un nuevo sistema de equilibrios para preservar la democracia”. Justamente, Montesquieu, preocupado por la desigualdad económica que da lugar al lujo, reflexiona por el daño social y político que resulta de éste: “Hemos hablado de la incontinencia pública por ser compañera inseparable del lujo; le sigue o le precede pero nunca están lejos el uno de la otra. Si dejáis en libertad los 74 "OPINIONES Y ANALISIS" impulsos del corazón, ¿cómo podréis contener las flaquezas del espíritu?”. (Montesquieu; p. 146) El abuso de cualquier poder dotado en grado privilegiado es una debilidad demasiado humana. La continencia, en medio del lujo, deja de ser moral y tiende a la supererogación. El problema fundamental que enfrenta el eticismo, dado el marco económico en que se desenvuelve la prensa actualmente, emerge de una confusión entre esferas, niveles o planos de normativa que deben mantenerse distintos, separados y debidamente distantes para evitar injusticias en las apreciaciones o juicios éticos y legales. Para exigir con justicia, es necesario distinguir entre planos de erogación, entre la línea demarcatoria entre lo legal e ilegal, la línea demarcatoria entre lo moral e inmoral y la línea demarcatoria entre lo moral y lo supererogatorio. Este último significa “supergenerosidad” o santidad, “supervalentía” o heroísmo, o sea “superentrega”. El comportamiento legal es exigible coercitivamente por la sociedad; el comportamiento moral es exigible conciencialmente sólo por el agente; el comportamiento supererogatorio no puede ser exigible, solo puede ser encomiable. El “acercar”, “achatar”, “colapsar” las líneas demarcatorias tienden a sistemas injustos de exigencia: el incumplimiento de parámetros de comportamiento heroico no puede ser sancionado ni jurídica ni éticamente. "OPINIONES Y ANALISIS" éticas respecto al ejercicio cotidiano del derecho fundamental que le corresponde. Basta comparar el ejercicio de este derecho con el de cualquier de los otros diez enunciados en la Constitución Política del Estado y claramente nos daremos cuenta que para el ejercicio de los demás se cuenta con menor necesidad de tener que hacer ponderaciones éticas tan trascendentales a cada momento que se los ejerce: ¿Cuán frecuentemente se encuentra una persona responsable por el ejercicio de un otro derecho fundamental a tener que hacer decisiones éticas tan importantes? Las decisiones éticas, por el contexto actual y las circunstancias propias del ejercicio del periodismo, dejan de ser tales; entran en el plano supererogatorio: el negarse a difundir una noticia por decencia puede resultar siendo un acto heroico, ante la presión de la competencia por la primicia y la inminencia de despido. Por lo tanto, no se debería confiar tanto en la capacidad ética de una persona normal; hacerlo en el contexto actual implica exigir demasiado, recordando que “en arca abierta hasta el santo peca”. No es ético exigir autodominio en circunstancias que lejos de fomentarlo, justifican el desenfreno. III. EL DERECHO DE REPLICA EN EL MARCO JURIDICO «La libertad se gobierna por medio de las condiciones necesarias para la libertad misma». (J. Rawls) El mejor sustento para el ejercicio inviolable de la libertad de prensa lo brinda el argumento liberal tradicional basado en la inviolabilidad de actos que sólo afectan al agente. Irónicamente, el ejercicio de la libertad de prensa es posiblemente el que con mayor probabilidad afecta a terceros. Sin duda, el periodismo requiere, más que ninguna otra actividad, un cuidado minucioso de consideraciones Si el contexto actual nos conduce a cuestionar la suficiencia del deontologismo, y hace inevitable la reglamentación legal, ésta necesariamente debe tomar en cuenta la dimensión del poder para evitar implantar: a) un marco jurídico injusto por indebida y excesivamente 75 76 "OPINIONES Y ANALISIS" exigente, oneroso o draconiano; y b) alteraciones y restricciones de los principios, garantías y derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado, ni de aquellos no enunciados en ella. Lo contrario implicaría la desprotección de la libertad de la prensa y de la dignidad de periodistas, así como de aquellas personas afectadas por el ejercicio de un derecho fundamental. La siguiente pregunta es si la normativa vigente cumple con estos requisitos, especialmente para la reglamentación del Derecho de Réplica. La intervención estatal, como en el caso de regulación de la competencia, podría servir para establecer los necesarios pesos y contrapesos al ejercicio de la libertad de prensa, pero no debería conducir a la sanción de la concentración de poder, o “posición dominante”, en sí. Esta puede ser el resultado de mérito, eficiencia, capacidad, etc. y no se la puede castigar por eso. Lo que sí se requiere es tomar medidas preventivas ante la posibilidad de abuso de ese poder concentrado, lo que en otros países incluye la limitación de tenencias en diferentes medios de comunicación masiva. Además, se requiere la sanción ante la tentativa o la realización de prácticas abusivas del poder concentrado. Pero, para evitar abusos de poder estatal, también se requiere la existencia del debido proceso: hasta el más poderoso es sujeto de garantías procesales. El marco legal vigente no toma en cuenta de manera expresa ni los principios del derecho de la competencia, que podrían ser útiles, ni aquellos de compensación formal ante la desigualdad real, que son indispensables. Una reglamentación más completa del Derecho de Réplica, sin embargo, puede basarse en las garantías constitucionales, en la validez de principios implícitos y enmarcarse en el resto del ordenamiento jurídico existente, aprovechando las lecciones de otras jurisdicciones. 77 "OPINIONES Y ANALISIS" A. La Constitución Política del Estado Aunque el Derecho de Réplica no está establecido en la Constitución Política del Estado, se sustenta en los siguientes artículos: Art. 6º.- … La dignidad y la libertad de la persona son inviolables. Respetarlas y protegerlas es deber primordial del Estado. Art. 16º.- Se presume la inocencia del encausado mientras no se pruebe su culpabilidad. Art. 17º.- No existe la pena de infamia ni la de muerte civil. … Art. 35º.- Las declaraciones, derechos y garantías que proclama esta Constitución no serán entendidos como negación de otros derechos y garantías no enunciadas que nacen de la soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno. Art. 115º.- Ni el Congreso, ni asociación alguna o reunión popular pueden conceder al Ejecutivo facultades extraordinarias ni la suma del poder Público, ni otorgarle supremacías por las que la vida, el honor y los bienes de los habitantes queden a merced del gobierno, ni de persona alguna. Art. 228º.- La Constitución Política del Estado es la ley suprema del ordenamiento jurídico nacional. Los tribunales, jueces y autoridades la aplicarán con preferencia a cualesquiera otras resoluciones. Art. 229º.- Los principios, garantías y derechos reconocidos por esta Constitución no pueden ser alterados por las leyes que regulen su ejercicio ni necesitan de reglamentación previa para su cumplimiento. 78 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Sin embargo, el ejercicio del Derecho de Réplica con mayor plenitud al expresamente preceptuado en el Art. 64º de la Ley de Imprenta contravendría los siguientes artículos en que se ampararía la prensa: exclusión de los derechos de la personalidad entre los derechos fundamentales enunciados en la Constitución resta sustento a los primeros en relación a la libertad de prensa que se encuentra expresamente señalada. Además, el Principio de Legalidad o Principio de Reserva, preceptuado también expresamente como una garantía en el Art. 32º, neutralizaría, si no revertiría, la aplicabilidad de la triada de normas constitucionales más útil para asegurar la vigencia plena de un Estado de Derecho, o sea los Artículos 35º, 228º y 229º. Art. 7º.- Toda persona tiene los siguientes derechos fundamentales, conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio: b) A emitir libremente sus ideas y opiniones, por cualquier medio de difusión. d) A trabajar y dedicarse al comercio, la industria o cualquier actividad lícita, en condiciones que no perjudiquen al bien colectivo. i) Art. 32º.- A la propiedad privada, individual o colectivamente, siempre que cumpla una función social Nadie será obligado a hacer lo que la Constitución y las leyes no manden, ni a privarse de lo que ellas no prohiban La presunción de inocencia es un elemento fundamental de protección a la dignidad de la persona en un sentido más amplio que uno enfocado en los derechos de la personalidad. Sin embargo, dado el tema de este trabajo, ¿podría entenderse el Artículo 16º como una regla constitucional que establece el derecho a la defensa como sólo aplicable en juicio y deja inerme a la persona fuera de juicio? Una aplicación tan legalista de la norma constitucional dejaría sin sustento al Derecho de Réplica, por ejemplo, que es la mínima defensa de una persona perjudicada por el ejercicio de la libertad de prensa. Si bien se puede argumentar que el Derecho de Réplica es un medio indispensable para proteger y hacer respetar la dignidad, la 79 B. La normativa civil En el derecho positivo boliviano se enuncian los derechos de la personalidad en el Código Civil. En consecuencia, desde un punto de vista legalista o dogmático, en nuestro país estos derechos no se consideran de jerarquía fundamental como aquellos expresamente especificados en la Constitución Política del Estado. Los tres principales derechos de la personalidad afectables por el ejercicio de la libertad de prensa que se encuentran enunciados por el Código Civil son: el derecho a la imagen, el derecho al honor y el derecho a la intimidad. Por el texto de los artículos correspondientes, se notará que en realidad se trata de varias facetas de un mismo bien jurídicamente protegido que puede tener varios nombres: fama, reputación, honor, honorabilidad, honra, decoro, dignidad, etc.: Art. 16º.- (DERECHO A LA IMAGEN). I. Cuando se comercia, publica, exhibe o expone la imagen de una persona lesionando su reputación o decoro, la parte interesada y, en su defecto, su cónyuge, descendientes o ascendientes pueden pedir, salvo los casos justificados por la ley, que el juez haga cesar el hecho lesivo. 80 "OPINIONES Y ANALISIS" II. Se comprende en la regla anterior la reproducción de la voz de una persona. Art. 17º.- (DERECHO AL HONOR). Toda persona tiene derecho a que sea respetado su buen nombre. La protección al honor se efectúa por este Código y demás leyes pertinentes. Art. 18º.- (DERECHO A LA INTIMIDAD). Nadie puede perturbar ni divulgar la vida íntima de una persona. Se tendrá en cuenta la condición de ella. Se salva los casos previstos por ley. A pesar de las diferentes facetas tratadas, se puede notar también, que lo enunciado da lugar más a interrogantes que a seguridad jurídica: - ¿Cuáles son “los casos justificados por ley” a los cuales hace referencia el Artículo 16º que invalidarían la solicitud a un juez para que ordene la cesación del hecho lesivo? - ¿Si el nombre no es bueno, la persona no tiene derecho al respeto, según el Artículo 17º? - ¿Puede una persona ampliamente vilipendiada defenderse de un medio de comunicación que publique información sobre sus preferencias sexuales, por ejemplo? - ¿Correspondería tal información a su derecho a la intimidad, en vista de la “condición” de tal persona? - ¿Qué significa la relativización del derecho a la intimidad a la “condición de la persona”? - ¿Cuáles son “los casos previstos por ley” que permitan perturbar 81 "OPINIONES Y ANALISIS" o divulgar la vida íntima de una persona o los casos previstos por ley para no tener en cuenta su condición? En conclusión, ¿dónde está prevista y cómo se efectúa la protección al honor por este Código Civil boliviano? El mismo Código Civil establece una jerarquía inferior para los derechos de la personalidad en relación a intereses de la colectividad mediante la siguiente regla: Art. 21.- (NATURALEZA DE LOS DERECHOS DE LA PERSONALIDAD Y SU LIMITACION). Los derechos de la personalidad son inherentes al ser humano y se hallan fuera del comercio. Cualquier limitación a su libre ejercicio es nula cuando afecta al orden público y a las buenas costumbres. Según la segunda frase no se establecería la nulidad en caso que la limitación al ejercicio del derecho al honor o a la intimidad si el orden público o las buenas costumbres no fuesen afectados; la dignidad de la persona queda subordinada a criterios vagos, subjetivos y mudable de mayorías circunstanciales. Un decreto supremo o una resolución administrativa, con base en este artículo, podrían disponer limitaciones al ejercicio del derecho a la intimidad. La indefensión legal –un término incongruente en castellano, pero una situación evidente en el derecho boliviano– del honor puede ilustrarse por el comentario que hace Morales Guillén respecto al Artículo 17º arriba transcrito. Según ese autor, debe averiguarse si la aplicación de la regla, en concordancia con el parágrafo II del Art. 994, puede prescindir de la acción penal. También debe tomarse en cuenta que: “La disposición puede caer, además, bajo la sanción de la inefectividad establecida por el art. 6 del Código Penal (colisión 82 "OPINIONES Y ANALISIS" de leyes) …”. Según el Código Penal correspondería a la persona agraviada el Derecho a la Retractación. Sin embargo y en todo caso, se remitiría el asunto a la aplicación preferente de la norma especial, o sea a la Ley de Imprenta. C. La normativa internacional incorporada al derecho nacional Si bien la normativa nacional debilita la aplicación plena del Derecho de Réplica, se podría procurar su efectividad sustentándolo en los Tratados Internacionales incorporados al ordenamiento jurídico nacional mediante su ratificación por el Poder Legislativo: La Declaración Universal de Derechos Humanos, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José, abreviados aquí como DUDH, DADDH, PIDCP y CADH, respectivamente. La libertad de prensa se encuentra consagrada en todos estos tratados. Pero también en todos se encuentra preceptuada la necesidad de proteger los derechos de la personalidad. Específica y expresamente respecto al Derecho a Réplica, el Pacto de San José establece una norma especial: CADH Art. 14 - (Derecho de Rectificación o Respuesta).1. Toda persona afectada por informaciones inexactas o agraviantes emitidas en su perjuicio a través de medios de difusión legalmente reglamentados y que se dirijan al público en general, tiene derecho a efectuar por el mismo órgano de difusión su rectificación o respuesta en las condiciones que establezca la ley. 83 "OPINIONES Y ANALISIS" 2. En ningún caso la rectificación o la respuesta eximirán de otras responsabilidades legales en que se hubiese incurrido. 3. Para la efectiva protección de la honra y la reputación, toda publicación o empresa periodística, cinematográfica, de radio o televisión tendrá una persona responsable que no esté protegida por inmunidades ni disponga de fuero especial. Primero, nótese que esta norma se refiere al derecho a rectificación, usualmente asociado con la retractación, y al derecho de respuesta o Derecho de Réplica. Segundo, nótese que esta norma puede interpretarse como una manifestación del enfoque o del principio de compensación formal. En conjunto, establece, como se señaló antes, el derecho compensatorio mínimo de defensa ante un agravio. Sin embargo, la efectividad de dicho derecho dependerá de la reglamentación legal interna y, en consecuencia, esta norma en Bolivia es poco eficaz. Por otro lado, si bien la norma en su segundo inciso expresamente mantiene la responsabilidad legal para fortalecer el derecho a la defensa, el tercer inciso puede resultar sobrecompensatorio y atentatorio contra el ejercicio de la libertad de prensa, por lo menos, al instituir un virtual Chivo Expiatorio, “por si acaso” los periodistas gocen de un fuero especial de acuerdo a la legislación interna. De todas maneras, esta norma, junto con las disposiciones que a continuación se transcriben, sirve para sustentar una mayor efectividad del Derecho de Réplica en Bolivia. Fuera de la obligatoriedad establecida mediante el Acta de Teherán, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, como tratado, establece lo siguiente para los Estados Parte que lo aprobaron: 84 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" PIDCP Art. 2.2.- Cada Estado Parte se compromete a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones del presente Pacto, las medidas oportunas para dictar las disposiciones legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos los derechos reconocidos en el presente Pacto y que no estuviesen ya garantizados por disposiciones legislativas o de otro carácter. Una vez aprobados estos dos tratados por el Poder Legislativo boliviano, sus normas adquirieron carácter vinculante en el derecho interno. Por ejemplo, el derecho a información y el Derecho a Réplica estarían reconocidos por el derecho interno boliviano al haber sido incorporados a la legislación nacional el Artículo 19 del PIDCP y los Artículos 13 y 14 de la CADH o Pacto de San José, mediante la aprobación de dichos instrumentos internacionales de defensa de los derechos humanos. Por su parte, el Pacto de San José prevé lo siguiente: CADH Art 1. (Obligación de Respetar los Derechos).1. Los Estados Partes de esta Convención se comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social. 2. Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano. CADH Art. 2 (Deber de Adoptar Disposiciones de Derecho Interno).Si el ejercicio de los derechos y libertades mencionados en el Artículo 1 no estuviera garantizado por disposiciones legislativas o de otro carácter, los Estados Partes se comprometen a adoptar, con arreglo a sus procedimientos constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales derechos y libertades. 85 La obligación que el Estado boliviano contrajo de adoptar en su legislación interna la normatividad substantiva de los tratados mencionados no significa que debe, suplementariamente a la “internación” de dicha normatividad, dictar leyes específicas adicionales para hacer entrar en vigencia el contenido de lo enunciado respecto a cada derecho fundamental. Con la sola aprobación de dichos tratados, el Estado boliviano se obligó a respetar, cumplir y hacer cumplir los enunciados mediante aplicación jurisdiccional interna. Sino, bastaría con que un Estado se abstuviese de legislar expresamente lo estipulado en la normatividad internacional para denegar el reconocimiento de ciertos derechos y libertades fundamentales. Con ese enfoque se podría argumentar que en Bolivia no está vigente el derecho a la información, porque ni la Constitución ni ley alguna reconocen tal derecho. Felizmente, por lo señalado en los Artículos 8 de la DUDH, 18 de la DADDH, 2 del PIDCP y 25 de la CADH o Pacto de San José, Bolivia está obligada a hacer valer y proteger jurisdiccionalmente los derechos y libertades fundamentales enunciadas en convenciones internacionales aprobadas, aunque la legislación interna no lo haya hecho expresamente. En vista de la importancia que tienen para este trabajo, se transcriben íntegramente los artículos citados: 86 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" DUDH Art. 8.- Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley. CADH Art. 25 - (Protección Judicial).1. Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido, o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces y tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales. DADDH Art. XVIII - (Derecho de Justicia).- Toda persona puede recurrir a los tribunales para hacer valer sus derechos. Asimismo debe disponer de un procedimiento sencillo y breve por el cual la justicia lo ampare contra actos de la autoridad que violen, en perjuicio suyo, alguno de los derechos fundamentales consagrado constitucionalmente. 2. Los Estados Partes se comprometen: a. a garantizar que la autoridad prevista por el sistema legal del estado decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso; b. a desarrollar las posibilidades de recurso judicial, y c. a garantizar el cumplimiento, por las autoridades competentes, de toda decisión en que haya estimado procedente el recurso. PIDCP Art. 2.3.- Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a garantizar que: a. Toda persona cuyos derechos y libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados podrá interponer un recurso efectivo, aún cuando tal violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales. b. La autoridad competente, judicial administrativa o legislativa o cualquiera otra autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado, decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso, y desarrollará las posibilidades de recurso judicial. c. Las autoridades competentes cumplirán toda decisión en que se haya estimado procedente el recurso. 87 El enunciado de la Declaración Universal es elegante en su brevedad y suficiencia. La Declaración Americana, por el contrario, es insuficiente e inadecuada, a pesar de su mayor extensión; establece la protección efectiva, primero, contra actos de la autoridad, no de otras personas, y segundo, de derechos consagrados en la Constitución, no necesariamente en las leyes, como sería el caso, en Bolivia, de ciertos derechos fundamentales consagrados con jerarquía sólo legal, como los derechos de la personalidad u otros consagrados en tratados internacionales, los cuales no tendrían jerarquía constitucional, de acuerdo a una aplicación dogmática del orden jurídico nacional. 88 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Lo que emana de los cuatro artículos transcritos es que el asunto crucial es el derecho a la defensa: toda persona debe poder proteger de manera expedita, oportuna, eficiente y adecuada un derecho o libertad fundamental mediante el derecho a un Recurso Efectivo. Además, el Estado boliviano está inequívocamente obligado a garantizar su existencia en tales condiciones. en Bolivia. Se transcriben a continuación las normas constitucionales de Colombia, Ecuador y Perú que establecen el derecho a la rectificación, así como otras disposiciones constitucionales que podrían servir de base para el Derecho de Réplica. La conclusión precedente, a pesar de lo fundamental que resulta ser, nos vuelve a cuestiones analizadas previamente: ¿Cuán adecuadas, para la solución de problemas emergentes del ejercicio de la libertad de prensa, en general, y para la aplicación del Derecho de Réplica, en particular, son las normas substantivas bolivianas, incluyendo las contenidas en la normatividad internacional que se encuentra indiscutiblemente vigente en el derecho interno? Respecto a dicha normatividad internacional, ¿qué jerarquía tienen los derechos en ella enunciados? Finalmente, ¿cuán efectivos son los recursos para proteger los derechos que pueden ser afectados por el ejercicio de la libertad de prensa? La realidad es que el Art. 64º de la Ley de Imprenta, en lo que al Derecho de Réplica se refiere, y los procedimientos establecidos en dicha norma y las demás del derecho positivo boliviano incumplen tales requisitos. D. El Derecho de Réplica en la normativa comparada Constitución Política de la República del Ecuador (1998) Art.23.- El derecho a la libertad de opinión y a la expresión del pensamiento por cualquier medio de comunicación social, sin perjuicio de las responsabilidades previstas en la Ley. La persona afectada por afirmaciones sin pruebas o inexactas, o agraviadas en su honra por afirmaciones o publicaciones no pagadas hechas por la prensa u otros medios de comunicación social, tendrá derecho a que estos hagan la rectificación correspondiente en forma gratuita, y en el mismo espacio o tiempo de la información o publicación que se rectifica. Constitución Política de Colombia (1991) Art. 15.- Todas las personas tienen derecho a su intimidad personal y familiar y a su buen nombre, y el estado debe respetarlos y hacerlos respetar. De igual modo, tiene derecho a conocer, actualizar y rectificar las informaciones que se hayan recogido sobre ellas en bancos de datos y en los archivos de entidades públicas o privadas. A modo de comparación con la normativa nacional, en otros países el derecho de rectificación –aunque no el Derecho de Réplica– está preceptuado con jerarquía constitucional. Por lo tanto, existiría una mayor probabilidad de proteger efectivamente los derechos de la personalidad, al desaparecer la cuestión de la menor jerarquía de dichos derechos en comparación con la libertad de prensa, como es el caso Art. 20.- Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. 89 90 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Art. 21.- Se garantiza el derecho a la honra. La ley señalará la forma de su protección. Este empeño –de aplicación del principio de compensación formal ante las asimetrías en la dotación de poder real– ha perdido legitimidad en la medida en que los interesados eran Estados que procuraban compensar la debilidad de sus gobiernos frente a los medios de comunicación internacionales, y no necesariamente buscaban proveer protección a sus ciudadanos: la cuestión era compensar el ejercicio de un Derecho a la Información, ampliándolo, se podría decir, mediante la limitación de la información internacionalmente dominante. Constitución Política del Perú (1993) Art. 1º.- La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado. Art. 2º.- Toda persona tiene derecho: … 7. Al honor y la buena reputación, a la intimidad personal y familiar así como a la voz y a la imagen propias. Toda persona afectada por afirmaciones inexactas o agraviada en cualquier medio de comunicación social tiene derecho a que éste se rectifique en forma gratuita, inmediata y proporcional, sin perjuicio de las responsabilidades de ley. Como antecedente adicional, cabe mencionar la existencia de la Convención sobre el Derecho Internacional de Rectificación, establecida en el marco del Nuevo Orden Mundial de la Información y de la Comunicación, que buscaba: a) la eliminación de los desequilibrios y desigualdades que caracterizan la situación actual; y b) la eliminación de los efectos negativos de ciertos monopolios, públicos o privados, y de las concentraciones excesivas, entre otros (ONU; p. 235). Sin embargo, el esfuerzo a nivel internacional por instituir el Derecho a Réplica, como instrumento para hacer mínimamente efectivo el derecho de defensa del débil frente a la dotación de poder real de los medios de comunicación, ha sido infructuoso. La Convención sobre el Derecho Internacional de Rectificación tiene las siguientes características: es aplicable sólo a Estados como partes afectadas; es inefectivo por la insuficiente fuerza vinculatoria de la obligatoriedad de publicar; sólo establece la obligatoriedad de un Estado a distribuir indirectamente a sus medios el argumento reivindicativo presentado por el Estado afectado. 91 IV. BASES FILOSOFICAS PARA LA REGLAMENTACION “Por eso se ha dicho que la verdadera igualdad consiste en tratar desigualmente a los desiguales». (Manuel Ossorio) A. El desarrollo del marco filosófico La rectificación, vindicación, retractación o réplica tienen una función limitante del ejercicio de la libertad de prensa, pero han sido instituidas principalmente para molificar la responsabilidad en que usualmente incurre la prensa, por una parte, a la vez que permiten hacer mínimamente efectivo el derecho a la defensa de la persona afectada, basándose en el principio ‘audiatur ex altera pars’ (óigase a la otra parte, para juzgar imparcialmente). El derecho del otro a ser escuchado sustenta al Derecho de Réplica desde la perspectiva de la persona afectada frente a la opinión pública. Pero desde la perspectiva del ciudadano en una democracia, el sustento lo provee el derecho a la información, la otra cara del derecho a la libre expresión; el derecho del ciudadano a conocer y a informarse del otro punto de vista, para evitar la consolidación de una “historia oficial”, en procura de la verdad. 92 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Sin embargo, la aplicación de tales principios y del Derecho a Réplica, a pesar de parecer obviamente justos y necesarios, en la práctica entran en conflicto con la libertad de prensa. Esta es la esencia del problema de la reglamentación del ejercicio del Derecho de Réplica. La dificultad en encontrar soluciones consistentes se debe a las limitaciones propias de los enfoques adoptados; los aspectos, factores o dimensiones tomados en cuenta usualmente son insuficientes, como se explicará más adelante. previsiones; el castigo por la comisión de “delitos de expresión” tenían una función disuasiva. Para la autoridad era evidente la necesidad de evitar la vulneración de valores superiores, ya sean religiosos, políticos o morales. La consideración de estos valores preeminentes permitían establecer un justo equilibrio para evitar la “libertad desbocada”, el libertinaje, desviaciones, herejías, revisionismos, etc. Tradicionalmente, dos han sido los enfoques valorativos más utilizados para analizar la cuestión de la libertad de prensa ante un conflicto de derechos; las corrientes axiológicas respectivas se denominan en este trabajo “utilitario-liberal” y de «justo equilibrio» de derechos. Del estudio de la normativa positiva, tanto general como especial, se puede ver que ésta adopta sustento de ambas tradiciones. La Constitución Política del Estado vigente, por ejemplo, lo hace para establecer derechos fundamentales, pero dentro de un marco restringido, mediante «las leyes que reglamenten su ejercicio» (CPE, Art. 7º), relativizando la libertad mediante la delimitación de su ejercicio, mediante el equilibrio que proporcionan los intereses y valores de la colectividad en su conjunto. Sin embargo, y si bien principios y declaraciones constitucionales, enunciadas o implícitas, reconocen y limitan el ejercicio de derechos fundamentales, también imponen limitantes al ejercicio del poder concentrado mediante garantías de la persona, según la tradición aquí designada como “personalista-liberal”. Con la consolidación del liberalismo y hasta el pasado reciente, la jurisprudencia extranjera ha tendido a otorgar un amparo preferencial a la libertad de prensa, en vista del papel fundamental que tiene para el funcionamiento de la democracia. La jurisprudencia de Estados Unidos, por ejemplo, refleja consistentemente este enfoque. Sin embargo, últimamente ha empezado a darse un giro muy importante en favor de la persona, al tomarse conciencia de la necesidad de proporcionar una compensación formal –para hacer efectivo el derecho a la defensa del individuo– ante la evidente mayor dotación de poder que ha alcanzado la prensa. La jurisprudencia de la Corte Suprema de la Argentina, por ejemplo, refleja claramente este cambio, como se ilustrará en la subsiguiente sección. B. Sistematización del marco axiológico Históricamente se ha tendido a justificar las limitaciones al ejercicio de la libertad de expresión en general y de la libertad de prensa en particular porque éstas afectarían de valores e intereses de la colectividad superiores a los valores e intereses de individuos particulares. La censura previa se basaba justamente en ese tipo de Con el fin de entender mejor la relación entre los valores que entran en juego en la búsqueda de soluciones para los problemas emergentes del ejercicio de la libertad de prensa, en general, y del Derecho de Réplica en particular, se propone una sistematización del marco axiológico de diferentes enfoques sobre la libertad. En un esfuerzo taxonómico, se sistematizan y categorizan tres diferentes enfoques de solución de conflictos y tres tradiciones o corrientes de ponderación de la libertad en relación a otros valores. 93 94 "OPINIONES Y ANALISIS" 1. Categorización según enfoques de solución de conflictos La propuesta de sistematización se basa, en primer lugar, en una distinción entre maneras de resolver problemas emergentes del ejercicio de derechos, dependiendo de los aspectos que se tome en cuenta o elija como pertinentes y suficientes: se designa como “unidimensional” a la manera de resolver problemas que se concentra –o enfoca– en la esfera de derechos únicamente; “bidimensional” a la que además toma en cuenta la esfera de los deberes sociales correspondientes a intereses de la colectividad; y “tridimensional” a la que incluye también la esfera del poder. Desde un punto de vista jurídico, el enfoque unidimensional comienza por concebir el problema como un conflicto de derechos que se puede solucionar comparando la jerarquía de los mismos y resolviendo en favor del de mayor jerarquía. Cuando dos derechos son de la misma jerarquía, la solución depende de la inclusión de un valor jurídico adicional; en este trabajo se propone que para el enfoque bidimensional los deberes sociales juegan normalmente una función dirimidora: un conflicto de derechos de la misma jerarquía se puede solucionar comparando la onerosidad de los deberes sociales de los titulares de los derechos y se resuelve en favor del deber social –o su contraparte, interés de la colectividad– más importante. Cuando son de la misma jerarquía los derechos y de igual grado de obligatoriedad los deberes sociales, la solución depende de la inclusión de la esfera del poder; la manera tridimensional de resolver problemas emergentes del ejercicio de la libertad propone que la diferencia en la dotación de poder real debe jugar una función dirimidora, de acuerdo a la hipótesis propuesta. "OPINIONES Y ANALISIS" circunstancias o condiciones sociales de las personas implicadas. La complicación insoluble surge cuando dos derechos de la misma “magnitud” se oponen. ¿Cómo se resuelve el conflicto entre dos derechos equivalentes? Se tiene que recurrir necesariamente a otra variable o dimensión. Un enfoque bidimensional utiliza típicamente las dimensiones de derechos y de deberes sociales. Estos se reflejan en relación a intereses o valores de la colectividad en su conjunto, como la “moral pública”, el “orden público”, la “seguridad nacional”, el “bien común”, el “interés colectivo”. Lo importante es que la segunda dimensión ofrece una solución al punto muerto o “impasse” al que llega el enfoque unidimensional en caso de equivalencia de derechos. El conflicto entre dos derechos de igual jerarquía o “magnitud” que se contraponen en una misma dimensión puede ser dirimido en virtud de una ponderación o valoración adicional, de acuerdo a los deberes sociales de los titulares de los derechos y a la preponderancia de esos deberes sociales. Pero, ¿cómo se resuelve el conflicto entre dos derechos equivalentes contrapuestos si los deberes sociales en juego tienen también igual ponderación? ¿Qué se hace, entonces, si se trata derechos fundamentales equivalentes por estar ambos constitucionalmente enunciados y los deberes sociales tiene igual peso? Nuevamente, se tiene que recurrir necesariamente a otra variable o dimensión; esta vez a una tercera. El enfoque unidimensional es propio del derecho civil, que trata de los derechos de las personas, básicamente en abstracción de las Un enfoque trifacético o tridimensional incorpora como dimensión adicional la del poder para efectos dirimitorios. Precisamente, la propuesta de un enfoque trifacético parte del reconocimiento de las insuficiencias de enfoques unidimensionales y bidimensionales, debido a que es necesario considerar que la función esencial del derecho positivo es servir de freno y contrapeso formal 95 96 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" al poder real ante casos de debilidad de la justicia. O sea, se trata de compensar formalmente las asimetrías o diferencias que existen entre las potencialidades y limitaciones psicológicas, sociales, culturales o económicas de la persona en relación a su medio, y que se puede denominar la “dotación de poder”. Corresponde en gran medida cada uno de los tres enfoques valorativos definidos con tres orientaciones, corrientes o tradiciones axiológicas: 2. a. La Tradición «Utilitario-Liberal», manifiesta en la enunciación de derechos fundamentales, y que considera la libertad de prensa como un instrumento indispensable, aunque imperfecto, de la soberanía popular y garantía contra el abuso del poder estatal, para descubrir la verdad y sustentar el mantenimiento de un sistema democrático. b. La Tradición del «Justo Equilibrio», manifiesta en las limitaciones constitucionales a los derechos fundamentales, y que considera posible la convergencia armoniosa de las libertades y derechos fundamentales del hombre, dando para tal fin una jerarquía definitoria a los deberes fundamentales respecto a los intereses o derechos de la colectividad. c. La Tradición «Personalista-Liberal», manifiesta en las garantías constitucionales y en las limitaciones constitucionales a la concentración del poder armado, político, social, cultural o económico, por constituir una amenaza al ejercicio efectivo de la libertad, y que consecuentemente considera indispensable la función formalmente compensadora del derecho ante la desigualdad real. Categorización según enfoques valorativos o tradiciones axiológicas La propuesta de sistematización se basa, en segundo lugar, en la formulación esquemática de los enfoques valorativos de acuerdo a las ponderaciones de relaciones con la libertad que establecen: a. Preeminencia de la relación entre Libertad y Verdad; ante la dificultad de encontrar la verdad, la necesidad de la Libertad Irrestricta. b. Preeminencia de la relación entre Libertad e Interés Colectivo: ante el conflicto de derechos, la necesidad de Libertad Equilibrada. c. Preeminencia de la relación entre Libertad y Poder; ante la desigualdad real, la necesidad de la Igualdad Formal. Los dos primeros enfoques son los mejor desarrollados por varios autores e ilustran la tensión que existe entre la libertad de prensa y la responsabilidad por su ejercicio. El tercer enfoque es propio de una tradición de desconfianza en el poder, en general, y en la concentración del poder, en particular. Partiendo de la concepción “negativa” de la libertad, según Isahías Berlin, se requiere establecer un ámbito mínimo de ejercicio de la libertad personal cuyas fronteras sean inviolables por el poder externo, estatal o particular. 97 98 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" La “Tradición Utilitario-Liberal” define el contenido de ese ámbito e incluye en el mismo a la libertad de expresión y de prensa, se los llama derechos fundamentales. Sin embargo, esta corriente axiológica no delimita la frontera. Es un costo que la sociedad y el individuo deben asumir, porque cualquiera sea éste, bien lo justifican los fines: la búsqueda de la verdad, el progreso y el mantenimiento del sistema democrático. Pero el medio termina con el fin; la anarquía con la libertad. contemporáneo en la que la democracia, como sistema político de participación de masas, se desenvuelve, para procurar mantenerla como “una asociación en la que el libre desarrollo de cada uno es la condición para el libre desarrollo de todos” (Marx; 1848, p. 104). Así concebida la democracia permite hacer efectiva “la independencia individual”; en última instancia, asegura la dignidad de la persona, que es el objeto de un Estado de Derecho. La “Tradición de Justo Equilibrio” delimita la frontera de ese ámbito de “libertad negativa”, en consideración de los derechos de la colectividad-bien común, interés público, seguridad nacional, etc. Este sería el criterio para reglamentar, conforme a ley, el ejercicio de los derechos fundamentales. Ahora el problema se convierte en cuán reducidas pueden quedar las fronteras. Y de la tiranía de la anarquía terminamos con el despotismo del orden arbitrariamente determinado e impuesto, según el poder que detente la colectividad o quien se atribuya la representación de sus evidentes intereses. Nuevamente, el medio termina con el fin. C. Aplicación y manifestaciones jurídicas del marco axiológico propuesto 1. Aplicación teórica general de la categorización de los enfoques valorativos La superación la provee la “Tradición Personalista-Liberal”: el contenido y la delimitación de la frontera del ámbito mínimo de libertad inviolable está dado por la consideración de la dignidad de la persona. Aquí está el fundamento de las garantías constitucionales que deben respetarse y protegerse sin importar razón política, religiosa, científica, económica, cultural, o social de cualquier índole; por mucha desigualdad que exista en esas condiciones que diferencian a las personas, las garantías constitucionales nos igualan formalmente. La solución a problemas emergentes del ejercicio de la libertad de prensa depende de determinar cuándo es más conveniente aplicar el enfoque propio de una corriente de pensamiento valorativo o de la otra. En procura de una respuesta general, se puede apelar a y aplicar fundamentos propios del derecho político que sustentan otros principios constitucionales: si lo que subyace es la relación entre la libertad y el poder; entonces, el papel del derecho es la compensación formal de desigualdades en la dotación real de poder para maximizar el ámbito de ejercicio de la libertad. Es la tradición aquí denominada como “Personalista-Liberal” la que da prioridad al tratamiento de esta cuestión. La “Tradición Personalista-Liberal” toma en cuenta la realidad de la concentración de poder tecnológico, económico y cultural La normativa positiva también manifiesta elementos propios de este enfoque mediante disposiciones que establecen la función compensatoria formal de la ley. Los tres enfoques valorativos así identificados pueden ser aplicados –mediante la ponderación, selección 99 100 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" y adopción de uno de ellos y de la tradición axiológica respectiva– para tratar un caso en cuestión. En la economía, el enfoque que toma en cuenta las diferencias en las dotaciones de poder real ha sido desarrollado para la regulación de mercados con competencia imperfecta, apelando a la ley para perfeccionarla formalmente. de la libertad de otro. El resultante cambio en enfoque permite dilucidar los problemas emergentes del ejercicio de la libertad por parte de una persona cuando otra puede, sin tutela jurisdiccional, quedar inerme. 2. Este esfuerzo de categorización permite, por un lado, analizar las fortalezas y las debilidades o insuficiencias de las tres tradiciones axiológicas. Se puede mostrar la relevancia de los argumentos de la necesidad práctica y utilitaria de la libertad irrestricta de prensa en su papel frente al poder, especialmente estatal, así como de los argumentos en favor de un «justo equilibrio» entre derechos. Pero, sobre todo, se trata de fortalecer el argumento de la necesidad de evitar o por lo menos, minimizar, el abuso del poder que la prensa ha llegado a ejercer, además de aquel del cual ella resulta vulnerable. Esto permite probar que “es necesario tomar en cuenta la dimensión del poder para solucionar problemas emergentes del ejercicio de la libertad (de los derechos fundamentales), para que ante la existencia de desigualdad en la dotación real de poder, el derecho/la ley cumpla su función de compensación formal, oponiendo al abuso de poder el principio de igualdad”. Aplicación teórica de la categorización al Derecho de Réplica Teóricamente, el bien a ser jurídicamente protegido puede ser la libertad de prensa, el interés social, la seguridad nacional, el honor, la imagen, entre otros. Sin embargo, en los hechos, por diferencias en la dotación de poder entre detentadores de derechos, tiende a ejercer más efectivamente los suyos el que es más fuerte. La cuestión ante el juez se convierte, consecuentemente, de un conflicto directo entre derechos fundamentales –la libertad de prensa versus el derecho de la personalidad/la seguridad nacional/la moral pública– a una cuestión en que es función del juez hacer prevalecer formalmente el principio de igualdad, tutelando el derecho efectivo a la defensa y restitución En un caso en que una persona sea afectada por el ejercicio de la libertad de prensa, partiendo del supuesto que ésta se encuentra en condición de superioridad en detentación de poder real, por la limitación de aquella a exponer adecuadamente aspectos reivindicativos, desde su punto de vista surge la pregunta: ¿cuál es el bien jurídicamente protegido? Desde un enfoque unidimensional, la respuesta sería el honor, la imagen u otra faceta del derecho a la personalidad. La tradición Utilitario-Liberal sustentaría directa e ilimitadamente un Derecho de Réplica, en aras de descubrir la verdad. Desde un enfoque bidimensional, podría estar afectado, de alguna manera, el interés colectivo, y, por lo tanto, la Tradición de Justo Equilibrio sustentaría la necesidad de definir el bien jurídicamente protegido en consideración a los derechos de la colectividad, por ejemplo, la seguridad nacional, en un extremo, la moral pública, u otro similar. El ejercicio de un Derecho a Réplica no sería ilimitado. Según un enfoque tridimensional, el bien que debe ser primordial y jurídicamente protegido es el derecho efectivo y oportuno del derecho a la defensa. La Tradición Personalista-Liberal sustentaría, un Derecho de Réplica, pero necesariamente ilimitado, por no ser el fin principal descubrir la verdad, sino por la necesidad de compensación formal. Esta, además sustentaría que la onerosidad de hacer adecuada la reivindicación recaiga sobre el más fuerte; para la Tradición UtilitarioLiberal la cuestión de asegurar la suficiencia de la reivindicación y por lo tanto de la carga es incidental, no esencial. 101 102 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Para la Tradición Personalista-Liberal, la inclusión de la libertad de expresión mediante la prensa en el ámbito de inviolabilidad de la libertad debe tomar en cuenta que la opinión de un poderoso no perjudique la libertad de uno más débil. Si es el Presidente de la República el afectado por un artículo de prensa que, según él, afecta su capacidad gubernamental, la reivindicación es virtualmente automática: tiene acceso a cobertura por los medios de comunicación masiva, sin necesidad de mayor protección compensatoria. Se cumplirían los fines de las Tradiciones Utilitario-Liberal y PersonalistaLiberal. La Tradición de Justo-Equilibrio, en cambio podría sustentar que se debería tomar en cuenta el interés colectivo: el desacato afecta la investidura, el orden público. Por lo tanto, justificaría como reivindicación de orden público el penalizar adicionalmente al articulista. Para un enfoque tridimensional, una compensación adicional en un caso como éste requeriría que el artículo hubiese afectado en grado tal la dignidad del Presidente como persona, no como autoridad, que pueda haber causado perjuicio no sólo en el ejercicio de la actividad criticada sino en otros ámbitos de la libertad personal del criticado. El ejercicio de la libertad de prensa puede ser limitado, en protección de los derechos del débil. El enfoque tridimensional pondera la Libertad de Prensa y el derecho a la protección de la dignidad y para hacer a ésta efectiva, evitando imbuirla de una valoración social, enfatiza el derecho a la defensa inmediata y efectiva. En Estados Unidos aún tiende a ser predominante la corriente aquí denominada “Utilitario-Liberal”. La valoración de la función estructural que juega la prensa para la democracia y de la búsqueda de la verdad conducen a rechazar todo intento de “coerción gubernamental” o de “compulsión privada” a publicar en aplicación del Derecho de Réplica. Sin embargo, aunque sea en disidencia, se reconoce también que la acción de libelo es insuficiente, debido a que “al ciudadano promedio le ha resultado imposible obligar a la prensa a que cuente su versión de la historia”. Las siguientes palabras del Ministro White son contundentes: 3. Manifestaciones jurídicas de la categorización en relación al Derecho de Réplica Los fallos de tribunales supremos sirven para ilustrar la aplicación de los enfoques valorativos categorizados y manifiestan también el cambio que se viene dando en favor de la protección del individuo, en virtud de la apreciación del creciente poder de la prensa. 103 “Para mí es casi absurdo menospreciar la dignidad individual –como la Corte lo hace en Gertz– y dejar a la gente totalmente a la merced de la prensa, al menos en esta etapa de nuestra historia en que la prensa, como tan bien documenta aquí la opinión de la mayoría, se está haciendo más poderosa y menos fácil de ser frenada mediante amenazas de procesos de libelo”. (Fayt; p.187) En Argentina, la Corte Suprema ha dado un giro significativo en la aplicación del Artículo 14.1 del Pacto de San José, que ha sido incorporado al derecho interno de dicho país como al del nuestro. En 1987 rechazaba la operatividad del Derecho de Réplica porque “la ausencia de reglamentación legal impide tenerlo como derecho interno”. La obligatoriedad de publicar la respuesta violaría el principio de reserva o de legalidad constitucional expreso y contenido en el Art. 19 de su Constitución y concordante con el Art. 32º de la Constitución Política del Estado de Bolivia: “Nadie está obligado a hacer lo que la Constitución y las leyes no manden”. Un año después rechazaba la aplicabilidad del Derecho de Réplica debido a las “dispares definiciones que se han dado al citado instituto” y por la “falta de 104 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" un criterio unívoco sobre los alcances del derecho invocado ... lo que impide ... tener a aquel como incorporado implícitamente a nuestro derecho positivo” (Fayt; 194). En 1992, en cambio, la Corte Suprema reconoce la vigencia y validez del Art. 14 del Pacto de San José, incluyendo entre sus consideraciones los argumentos del demandante, M.A. Ekmekdjian, así como la legislación y jurisprudencia comparadas respecto al papel del Derecho de Réplica como “remedio legal inmediato a la situación de indefensión en que se encuentra el común de los hombres...” tomando en cuenta “un injusto reparto de poderes sociales que exige ser corregido a través de mecanismos razonables y apropiados”. (Fayt, 197). de información, el derecho de rectificación o respuesta y el derecho a la protección de la honra”. Luego, reconociendo el papel estructural de la libertad de prensa para el desenvolvimiento de la democracia, continúa afirmando que, por otra parte, “esta libertad debe estar equilibrada”. También refleja las tres tradiciones axiológicas aquí categorizadas la Opinión Consultiva OC-7/86 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, solicitada por el Gobierno de Costa Rica respecto a la “Exigibilidad del Derecho de Rectificación o Respuesta” con base en los Artículos 14.1, 1.1 y 2 del Pacto de San José. La Corte considera no sólo el derecho al respeto de la honra y reconocimiento de la dignidad de la persona, sino también el Artículo 32.2 del mismo tratado internacional: “Los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los demás, por la seguridad de todos y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad democrática”. Se resalta la valoración de los intereses de la colectividad como elemento dirimitorio de las pretensiones de los individuos, que es una ponderación propia de la Tradición de Justo Equilibrio. Así mismo, en una de las opiniones se considera que “debe garantizarse el justo equilibrio y la armonización concreta, en cada caso, entre la libertad 105 En contraste, llamaría la atención, si no fuese por la preeminencia de la Tradición “Utilitario-Liberal” dominante en Estados Unidos, la escueta opinión del Presidente de la Corte Interamericana, Buergenthal, justamente de los Estados Unidos, que resalta que el Art. 14.1 “fue simplemente concebido para autorizar, pero no para exigir, a los Estados Partes establecer” el Derecho de Réplica, considerando la cuestión como “un asunto de derecho interno”. Se notará que ésta era la jurisprudencia vigente en la Argentina hasta 1992, mediante la cual no se consideraba aplicable el Derecho de Réplica. V. RECOMENDACIONES La aplicación del Derecho de Réplica en Bolivia requerirá, en procura de su plena efectividad, de las siguientes consideraciones: Tomando el ejemplo de Costa Rica, convendría someter el inciso 3 del Art. 64 de la Ley de Imprenta a consulta ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, solicitando su opinión respecto a la compatibilidad y suficiencia de dicho artículo, en cuanto a reglamentación del Derecho de Réplica se refiere, con y en relación al Artículo 14 del Pacto de San José. Internamente, el Tribunal Constitucional podría absolver una consulta sobre la constitucionalidad de la Ley de Imprenta en lo 106 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" aplicable al Derecho de Réplica, tomando en cuenta los artículos de la Constitución Política del Estado que mejor lo sustentan. Finalmente, para dar mayor efectividad a la protección de la dignidad de la persona, convendría elevar a jerarquía constitucional los derechos de la personalidad. A pesar de la confirmación y consolidación del Derecho de Réplica mediante medidas como las anteriores, sin embargo, su ejercicio puede resultar más complejo: el ordenamiento jurídico boliviano se caracteriza por la aplicación dogmática y legalista de la normativa positiva. Si bien tal aplicación se justifica por la seguridad jurídica que proporcionaría, para evitar la “tiranía de los valores”, en palabras de Kelsen, o la “tiranía de los jueces”, se reconoce que para solucionar problemas y conflictos emergentes del ejercicio de derechos fundamentales se requiere de una práctica más jurisprudencialista. Esta permitiría ponderar e interpretar de manera más dinámica el conjunto del ordenamiento jurídico y la pertinencia de los diferentes enfoques axiológicos según el caso. Como ejemplo adicional, permitiría la aplicabilidad del denominado “Bloque Constitucional”, que en Colombia otorga jerarquía constitucional a las normas internacionales de derechos humanos. Un mayor grado de activismo judicial mediante jurisprudencialismo permitiría lo que Daniel O´Donnell denomina “la interpretación teleológica de los derechos humanos”, dando un mayor papel a la analogía y a la equidad en la jurisdicción, para hacer más efectiva tanto la libertad de prensa como la protección del más débil, sea éste un periodista o un ciudadano común. 107 108 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD: Bases para la reglamentación de la publicidad en Bolivia Los anunciantes, los medios de comunicación y las agencias de publicidad, por su parte, deben estar concientes de su responsabilidad ante los consumidores y tener un firme interés en que la publicidad sea regida por una serie de reglas claras de conducta que institucionalicen la veracidad y la honestidad de los mensajes, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. Es también necesaria la libre articulación y concordancia de los intereses personales y colectivos de las diversas instituciones relacionadas con la industria publicitaria, para que se puedan aplicar las normas que se establezcan. Sonia A. Velasco Cirbián La libertad y la responsabilidad en la publicidad son conceptos esenciales a tomar en cuenta en el desarrollo de las bases para la regulación de la actividad publicitaria en nuestro país. La publicidad, como forma de expresión debe gozar de libertad, tal como establecen el artículo noveno de la Carta de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas y el artículo séptimo de la Constitución Política del Estado boliviano. Recordemos que nuestro sistema económico está basado en principios democráticos como la libertad de empresa y la iniciativa privada dentro de los límites del bien común e implican, consecuentemente, la existencia de claros deberes de responsabilidad social que armonicen las actividades particulares con los objetivos supremos del desarrollo del país y del bienestar de sus habitantes. La libre y leal competencia en el mercadeo de productos y servicios requiere de la publicidad y de los medios de comunicación para poder suministrar a los consumidores información que les facilite una adecuada selección en cuanto a calidad y precio. La publicidad es un importante factor de desarrollo socio-económico en cuanto proporciona fondos para hacer posible a los medios de comunicación el cumplimiento de sus funciones como transmitir cultura, informar y entretener a la sociedad, permitiéndoles a los individuos, a su vez, un libre acceso a los mismos medios. 109 Actualmente, al estar regidos por un “estado de derecho global”, es imperativa la necesidad de controlar los diversos y nuevos fenómenos sociales que aparecen y se expanden constantemente con las nuevas tecnologías en el ámbito de las telecomunicaciones. La publicidad es uno de estos fenómenos que requiere regulación inmediata, dada su importancia dentro del marco de la sociedad capitalista de consumo. En el umbral de un nuevo siglo, la falta de reglamentación en materia publicitaria en nuestro país es notable y preocupa a las diversas instituciones sociales por el incierto panorama que en el futuro se vislumbra para la publicidad; ya que ésta, además de su natural función económica, también cumple una función social generalmente olvidada. Recordemos las palabras de Neira Bontis cuando dice que “la publicidad es uno de los factores más importantes para la creación y mantenimiento de la industria cultural, porque además de los medios de comunicación, invade todos los espacios de la vida cotidiana con vallas publicitarias en las calles, panfletos, puntos de venta, etc. La publicidad promueve sentidos de vida, apela a imaginarios, alimenta sueños y modifica costumbres, gustos, valores y modos de pensar y actuar; sin embargo, nuestras sociedades (a excepción de los publicistas) saben aún muy poco de sus capacidades, de su grado y modo de influencia, y de los mecanismos a partir de los cuales se va instalando en la realidad social, 110 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" en los grupos y en los individuos” (Neira Brontis, 1990, 5). El autor Tallón García concuerda y agrega: “atribuir a la publicidad una concreta misión educativa supondría un despropósito; pero desperdiciar su contribución educativa y descuidar su responsabilidad equivaldría a desnaturalizarla” (Tallón García, 1.978,182). Si bien las leyes de Estado tienen mayor alcance y autoridad, la burocracia estatal se puede hacer pesada; mientras que un código de autorregulación manejado dentro del mismo rubro puede ser más técnico y ágil a la hora de resolver los problemas. Además, en nuestro país, cuando el Estado interviene aparece la sombra de la corrupción, aún más considerando que muchos de los políticos tienen intereses personales y económicos en los medios de comunicación. La actividad publicitaria en Bolivia es relativamente joven ya que no excede las tres décadas desde su inicio; sin embargo, su contínuo desarrollo ha alcanzado niveles de extrema importancia, que representan, incluso, la sobrevivencia para la mayoría de los medios de comunicación. A medida que la tendencia general es hacia la desregulación y la disminución del rol del Estado en los diversos ámbitos de la vida económica de los países, incluidas las telecomunicaciones, los aspectos éticos y legales se vuelven más necesarios para controlar los posibles abusos. Ciertos excesos por parte de algunos anunciantes, medios de comunicación y agencias publicitarias, obligaron hace algunas décadas a varios países capitalistas a intervenir en beneficio del consumidor, regulando la publicidad de aquellos productos cuya repercusión social así lo exige. A su vez, la autorregulación publicitaria iniciada en 1937, llegaba a su máxima expresión con la adopción de diversos tipos de pactos, signo inequívoco que la era de la autodisciplina había llegado (Código Publicitario Colombiano de Autorregulación del 24 de octubre de 1980). Autorregulación versus ley de Estado Son varias las modalidades a la hora de establecer normas, pero vamos a concentrarnos en dos: las leyes estatales y los códigos internos que asumen los interesados en cuestión. 111 Creemos que la propuesta de un código de autodisciplina planteado por el propio rubro de los publicistas, los empresarios o anunciantes y los medios de comunicación sería la forma más rápida y efectiva de regular la publicidad en el contexto actual, dado que para lanzar un proyecto de ley se necesita un previo periodo de debate social y político que puede prolongarse en el tiempo. El código de autorregulación podría ser como una especie de ensayo o paso previo para que luego se concrete la ley mejorando y perfeccionando el alcance del código. Además, la voluntad que implica la firma de un compromiso por parte de los interesados, deja en claro que se ha tomado conciencia de la responsabilidad que ellos tienen para con la sociedad. Marco legal En Bolivia hay algunas leyes y Resoluciones Ministeriales (RM) dispersas que se aplican al ámbito de la publicidad. En el Código de Comercio (1977) se definen y regulan algunos actos de competencia desleal donde se puede incluir cierto tipo de publicidad comparativa. La Ley General de Telecomunicaciones (1995) prohíbe –aunque no define- la utilización del procedimiento de percepción subliminal. 112 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" La Ley de Derechos de Autor (1992) prohíbe el plagio y protege la propiedad intelectual. Consumidor” aprobada en 1995, que tiene un capítulo sobre publicidad que, en algunos aspectos, como el de publicidad engañosa y el de publicidad comparativa, es muy específica; sin embargo, dicha Ordenanza no se aplica, pues su respectivo reglamento no se ha aprobado todavía, y no existen planes para hacerlo. La otra es la Ordenanza del “Reglamento de la Publicidad” aprobada en 1997. En ella únicamente se regula el espacio físico en el que se pueden colocar o hacer anuncios, tanto en vías públicas como privadas. La reglamentación de contenido es prácticamente nula; sólo existe un artículo (que no se cumple) que estipula que dentro de las salas de espectáculos de todo tipo los anuncios deben estar autorizados por la autoridad correspondiente con la finalidad de que no se emitan mensajes cuyo contenido exprese violencia, pornografía, drogadicción, vicios, destrucción de la familia o de los valores morales de la comunidad. La Ley de Medicamentos (1996) estipula que sólo los medicamentos de venta libre (OTC) están sujetos a publicidad masiva e impone algunas limitaciones para ésta. Por ejemplo, que toda la publicidad debe contar con la previa autorización del Ministerio de Salud, que el lenguaje usado en los mensajes no provoque miedo o angustia y, por último, prohíbe la distribución de muestras gratuitas de productos para el público en general. El Código de Salud (1978) indica que todos los mensajes publicitarios de bebidas alcohólicas y tabaco deben ser revisados y autorizados por las autoridades de salud; además, dichos mensajes no pueden contener argumentos que relacionen el consumo de estos productos con el bienestar y salud física o mental, no pueden utilizar como modelos ni dirigirse a niños o adolescentes, no pueden asociar el consumo de estos productos a las situaciones de deporte, trabajo u hogar, no se puede mostrar inhalando o expeliendo humo de cigarrillo frente a un público real o aparente y, finalmente, todos los mensajes de productos que contienen tabaco deben llevar la siguiente leyenda impresa: “ESTE PRODUCTO ES NOCIVO PARA LA SALUD”. Resumiendo, vemos que aunque existen varias regulaciones en nuestro país, el vacío legal todavía es grande y justifica la creación de un solo documento que abarque todas las variables de la publicidad. Los intentos de regulación A nivel departamental, en Santa Cruz hay dos Ordenanzas Municipales relativas a la publicidad: la Ordenanza de “Defensa del Además del Poder Ejecutivo y los Concejos Municipales como entes protectores de la ciudadanía, también otras instancias sintieron en su momento la urgencia de regular la publicidad, puesto que el alcance del marco legal actual es insuficiente. Es evidente la necesidad de ponerle mayores límites a la libertad publicitaria que muchas veces ha abusado de la confianza del consumidor. Por eso, algunas instituciones intentaron reglamentar ciertos aspectos. Este es el caso de algunos comités cívicos departamentales que, con su afán moralista, han tratado de censurar más que nada el uso de la mujer –más 113 114 Las Resoluciones Ministeriales existentes refuerzan y repiten parte de lo que ya se mencionó del Código de Salud y se impone el horario de las 21:00 horas como mínimo para emitir publicidad de bebidas alcohólicas y tabaco en los medios de comunicación audiovisuales. "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" específicamente del cuerpo femenino– como objeto de atracción en la publicidad. ciudadanos en cuanto a su salud mental, a no ser engañados con técnicas de mercadeo inescrupulosas y también a su derecho de no ser discriminados por estereotipos. Los organismos relativos a la actividad publicitaria también se han preocupado de redactar proyectos de ley e incluso gestionarlos con el gobierno; sin embargo, no hay resultados positivos hasta hoy. Nos referimos específicamente a la Asociación Cruceña de Empresas Publicitarias (ACEP). Sus representantes argumentan que una de las razones principales del fracaso es la falta de voluntad política. Según investigación propia, los proyectos más completos en materia los realizó la Asociación Boliviana de Agencias Publicitarias (ABAP) entre las décadas del ochenta y del noventa; sin embargo, estos proyectos son incompletos desde la óptica general, ya que se ocupan mayormente de regular la parte operativa de la actividad, es decir, se ocupa de cómo debe ser la relación de las agencias con los anunciantes y con los medios de comunicación. Son proyectos que básicamente protegen la existencia y funcionamiento de las agencias de publicidad. Es preciso aclarar algo importante. Todas las instituciones del gremio publicitario –sean departamentales o nacionales– no agrupan el total de las empresas y más bien se constituyen por una minoría de ellas. Son muy pocas las empresas estables que han logrado subsistir a través de los años. Este es otro de los motivos por lo que los diferentes intentos de regulación no han llegado a consolidarse. Estamos seguros de que el análisis de los problemas éticos que se presentan actualmente en la publicidad y el posterior establecimiento de las normas que se requieren para regular las situaciones de conflicto, van a resultar inevitablemente en un mayor nivel de conciencia sobre la función social de la publicidad en el ámbito profesional de la comunicación. Los resultados de una investigación En el Trabajo Final de Grado presentado en 1998 y titulado “Bases para la elaboración de un código de ética publicitaria” de la Universidad Privada de Santa Cruz (UPSA), se realizó una investigación que se divide en tres áreas. (Aclaramos que aunque el trabajo de campo tomó como base el departamento de Santa Cruz, los resultados pueden ser fácilmente aplicables al resto del país). Primero: Lo que falta por hacer La primera de las tres áreas mencionadas se refiere a la recolección de material de publicidad que haya incurrido en faltas éticas. Se tomó un total de 42 muestras encontradas con relativa facilidad que sirvieron como prueba de existencia y también sirvieron como ejemplo de los tipos de faltas. En realidad, lo que urge más es un proyecto global, pero bajo la perspectiva del consumidor; un proyecto que beneficie a todos los Se estudió dos casos de publicidad de tipo comparativa que caen en el marco de la competencia desleal, ya que en ellos se desmerece 115 116 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" la calidad de los productos de la competencia con argumentos de tipo subjetivo. Se descubrió que en muchos mensajes publicitarios se muestra, y a veces se incita, a comportamientos inadecuados y en ocasiones hasta ilegales. Por ejemplo, actitudes machistas, actitudes regionalistas discriminatorias, situaciones de peligro como mostrar la conducción de vehículos a altas velocidades y sin prudencia; otro caso es el de asociar la ingestión de bebidas alcohólicas mientras se conduce, o la ingestión de estas bebidas en plena vía pública. La violencia y algunos actos delictivos son también elementos negativos presentes en algunos anuncios; y finalmente, el horario inadecuado para anuncios con fuerte contenido sexual que no deberían emitirse en horarios de protección a los niños. En cuanto a la publicidad de bebidas alcohólicas se encontró que es frecuente el uso de modelos menores de edad (incluso de quinceañeras), quienes aparecen en la pantalla de televisión tomando las bebidas. Este hecho es sumamente importante aunque no lo aparente. En sicología se estudia el fenómeno de la “identificación”, el cual indica que las personas idealizamos nuestro “yo” y lo proyectamos a través de los modelos que nos presentan en los medios de comunicación; por lo tanto, los jóvenes que ven a otros jóvenes “modelos” consumiendo bebidas alcohólicas en los medios e incitando a la audiencia a consumirlas, van a tener la tendencia de imitarlos porque se identifican con ellos; y mientras más jóvenes se presente, más jóvenes van a empezar a imitar la conducta. Es interesante como en algunos países europeos se recomienda a los publicistas que para anunciar productos como cigarrillos y bebidas alcohólicas, se utilicen modelos que sean, o aparenten ser, de edad mediana o madura, precisamente para evitar este fenómeno y proteger a los jóvenes de que no se inicien en el consumo de estos productos desde muy temprana edad (Barroso, 1984). Se encontró también publicidad dudosa y con tendencia al engaño relacionada a productos como detergentes, cosméticos, alimentos y otros. Las técnicas más utilizadas son los falsos testimonios o testimonios pagados, las falsas demostraciones o demostraciones “montadas” de como actúa el producto, y finalmente, los productos que prometen muchas cosas que son casi imposibles de comprobar. Existen varios testimonios de gente que se ha sentido engañada porque después de comprarlo, el producto no cumplió con las promesas de la publicidad. 117 Se encontró también muchos casos de plagio, tanto de música como de imágenes gráficas de prensa y de televisión. Se revisó varios anuncios de ofertas confusas y sin especificación que, con o sin intención del anunciante, pueden conducir a error o a la decepción del consumidor a la hora de adquirir el producto ofertado. Se aplicó el análisis semiótico que propone el autor Gómez Orejuela a aquellos mensajes que tienen mayor contenido y elementos de tipo subjetivo, y que, por ende, la falta ética a comprobar es más difícil. Es el caso de los mensajes que utilizan estereotipos sociales regionalizados como el “camba y el colla”, y también de los mensajes que utilizan el cuerpo femenino para atraer la atención del público. En ambos se comprobó que los anuncios causaban cierta susceptibilidad por parte de los sectores referidos de la población. En el caso de anuncios que utilizan estereotipos sociales regionalizados, se concluyó que en muchas ocasiones éstos tienden a reforzar y perpetuar prejuicios sociales que alejan unas culturas de otras y, por tanto, en cierta forma, resultan ser discriminatorios. Para los mensajes –muy frecuentes– que utilizan el cuerpo femenino como 118 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" principal atracción, se concluyó que estos anuncios contribuyen al estereotipo de mujer cuyo valor está centrado en la belleza física. Y aunque es debatible si esto es ofensivo para la dignidad de las mujeres, sí se deben plantear algunos límites para regular esta situación. De estos límites hablaremos luego en la propuesta. que se conforman para la autorregulación de la publicidad tienen carácter independiente o autónomo y están compuestas por representantes de las agencias publicitarias, los anunciantes o sector empresarial, los medios de comunicación y, en algunos casos, por organizaciones que representan a los consumidores. Segundo: Sobre la responsabilidad por el anuncio o publicidad, todo apunta a que el anunciante es el principal responsable en caso de cometer faltas; sin embargo, no se deslinda la culpabilidad de la agencia y del medio de comunicación, ya que por su parte la agencia tiene que asesorar al anunciante y el medio no debe emitir anuncios que estén fuera de las normas. La segunda área de investigación concierne a la revisión de los códigos de ética publicitarios que rigen en otros países con el objetivo de analizar los puntos interesantes para incluirlos en una propuesta nacional y también con la finalidad de ver la tendencia internacional y, de esa manera, contextualizar. Se revisó ocho códigos, considerados los más completos de países de las tres Américas y de Europa. En rasgos generales, todos postulan principios básicos en la publicidad como la veracidad, la honestidad, la decencia, la legalidad, la responsabilidad social, la libre y leal competencia, el respeto a la persona, a la familia y a las instituciones establecidas, el no favorecer o estimular ninguna clase de discriminación, la protección a la intimidad y a la ecología, y la identificación clara de la publicidad. Luego se constató que hay diversas categorías que varían según el país. Algunos códigos son más específicos y estrictos que otros; no obstante, en los rubros de medicamentos, bebidas alcohólicas, cigarrillos o tabaco en general, y en la publicidad dirigida a niños, es donde se observa mayor atención. Las sanciones que se prevén van desde llamadas de atención para corregir o retirar la publicidad, hasta multas económicas y clausuras temporales o definitivas de los infractores. Un punto que es importante aclarar es que en la mayoría de los países existen también leyes estatales que regulan la publicidad y que complementan, refuerzan y, sobre todo, aseguran los compromisos asumidos por los participantes con la firma de los códigos de ética, dándose el caso de naciones en las que las leyes son mucho más completas y específicas que los códigos de autorregulación, como sucede en Estados Unidos de Norteamérica. Tercero: Por otro lado, se revisó la forma de operar de los “entes” creados para hacer cumplir las normas estipuladas. En síntesis, las entidades La última área de investigación que queda por explicar tiene que ver con lo que se denomina investigación cualitativa para conocer las diferentes posiciones locales respecto a la ética que se debe manejar en la publicidad. Para esto se utilizaron dos técnicas. Una, la de las 119 120 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" entrevistas en profundidad realizada a treinta personas de tres grupos de interés: En las entrevistas y en los grupos focales se abordó el tema de la cantidad de publicidad que se emite en los medios de comunicación, llegando a la fácil conclusión de que existe mucha (sobre todo en los medios audiovisuales) y que los medios deberían restringirse –según normas internacionales– a 12 minutos de publicidad por cada hora de emisión de programación. - Profesionales de la publicidad en ejercicio, - Autoridades que representativas y, - Profesionales reconocidos y destacados en varias ramas sociales y jurídicas. representan algunas instituciones La otra técnica utilizada fue la de los grupos focales que representan a la sociedad en su conjunto. Se realizaron cuatro dinámicas siguiendo el criterio de semejanzas en las variables de sexo, edad, origen, nivel socio-económico y ocupación. En los resultados vimos que tanto los entrevistados como los participantes de los grupos focales han reconocido la necesidad urgente de regular la publicidad debido a los abusos continuos que se cometen. Sin embargo, hay algunas diferencias notables en cuanto a “qué” y “cómo” se debería regular. Para exponer estas diferencias hemos separado las respuestas en dos grupos. Los de un grupo son más liberales y opinan que solamente deben imponerse principios básicos generales, para que, luego, se encargue la mano invisible del mercado. De esa manera no se limitaría la creatividad de los publicistas. Los del segundo grupo piensan que mientras más regulaciones existan queda menos espacio subjetivo; además, porque mientras más restricciones se planteen, el nivel de la calidad de la publicidad va a subir, pues se necesitarán recursos más creativos e innovadores para llegar al público objetivo. 121 De manera general, se coincidió en que los productos para los cuales se debe tener mayor “mano dura” por su directa relación con la salud del consumidor, son el tabaco y las bebidas alcohólicas. Y más que la preocupación por la publicidad subliminal –sobre la cual hay mucha confusión en cuanto a su definición– la hay por los “mensajes entre líneas” que son más frecuentes y muchas veces son más dañinos. Estos mensajes entre líneas son mayormente las “asociaciones de ideas”, por ejemplo, asociar los conceptos de libertad, virilidad, amistad, civismo, patriotismo y otros de ese mismo tipo a productos como la cerveza. Bases para una reglamentación A modo de ensayo, proponemos a continuación la estructura base que creemos debería tener un proyecto que regule la publicidad, ya sea éste una ley o un código autodisciplinario. Damos por entendido que lo propuesto aquí está sujeto a estudios posteriores que indiquen las modificaciones necesarias. En una primera parte del proyecto deben plantearse los antecedentes y las consideraciones que se han tomado en cuenta para llegar a la reglamentación. Después, se debe explicar los objetivos y alcances del documento, es decir, qué es lo que se quiere conseguir con él y a quiénes afecta. 122 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Deberá también haber una parte denominada “terminología”, en la cual se definan todos los términos que se utilizarán para no dar lugar a malas interpretaciones posteriores. Términos claves para tomar en cuenta son: “publicidad”, “producto”, “anuncio”, “consumidor”, “anunciante”, “agencia de publicidad”, “medios de comunicación”, etcétera. valor, costo o precio de los productos, el uso de expresiones promocionales y “ganchos” (por ejemplo el uso de la palabra “gratis”), el lenguaje y el ambiente, el soporte de investigaciones científicas y estadísticas, y los testimoniales entre otros. Luego debe presentarse el marco general filosófico en el que quedarán inmersas todas las normas. En él, deben estipularse todos los principios básicos consagrados en los códigos de ética publicitaria de otros países que ya hemos nombrado anteriormente, con la debida adecuación a nuestro contexto. Por ejemplo, para proteger la intimidad, en los anuncios no debe utilizarse citas o imágenes de personas vivas sin previa autorización, y no se debe ofender las convicciones o sentimientos de los descendientes de personas fallecidas cuya imagen o cita aparezca en el anuncio. En otros aspectos, debe protegerse la propiedad privada y en ningún anuncio debe dañarse o estimular a dañar el medio ambiente en todo su alcance. Tampoco deben permitirse anuncios que resten importancia a la seguridad personal o que estimulen el uso peligroso del producto ofrecido o, en todo caso, que no mencionen cuidados especiales cuando estos sean necesarios para usar el producto. En resumen, el anuncio no debe contener ningún tipo de información o presentación visual que por implicación, manipulación, omisión, exageración o ambigüedad pueda llevar directa o indirectamente a engañar o defraudar al consumidor. Especificaciones puntuales al respecto serían por ejemplo: - Que cuando se utilicen expresiones promocionales como “el mejor”, “el único”, “el número uno” y otras similares, no deberán referirse al producto en general, sino más bien a algún elemento particular de ese producto y deberán estar siempre avaladas por aspectos objetivos y verificables, como estudios científicos, estadísticas y otros elementos técnicos. - Que el anuncio no debe inducir a confusión del consumidor en lo referente a las características del producto, a la propiedad industrial y/o intelectual del producto, al precio total que debe pagarse por él, especialmente cuando se lo ofrece a crédito se debe en lo posible tratar de especificar la cuota inicial, la tasa de interés, los gastos adicionales, las condiciones de entrega, de cambio, de devolución, de mantenimiento o de reposición y finalmente, las condiciones y limitaciones de la garantía ofrecida. - Que el anuncio que invite al consumidor a participar en rifas o concursos a fin de promover las ventas, quien ofrezca Con excepción de las campañas denominadas de expectativa, debe regularse el contenido de todo mensaje de publicidad para que ésta sea claramente identificable como tal, a fin de distinguirse del material noticioso del medio y no confundir al consumidor. En cuanto a la presentación verídica de la publicidad, deben especificarse elementos como las descripciones, argumentaciones, 123 124 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" bonificaciones o regalos al consumidor, etc., deberá explicar claramente las condiciones relacionadas con la promoción; a modo de evitar que el consumidor sobrestime el valor de la oferta. - Que el anuncio no se refiera a investigación científica o estadística alguna que no tenga fuente identificable, responsable y comprobable; y que el uso de datos parciales de los resultados de estas investigaciones o estadísticas no lleve a conclusiones distorsionadas. - Que el anuncio haga buen uso del idioma español y limite a casos excepcionales el uso de modismos o formas de expresión extranjeras. - Que el uso de la palabra “gratis”o de cualquier otra expresión de idéntico significado sólo sea admitido en el anuncio cuando no hubiera realmente costo alguno para el consumidor. Es indispensable que se informe en los casos que existan pagos adicionales como gastos postales, impuestos u otros. - Que el ambiente general o escenario montado que se presenta en el anuncio no lleve a falsas conclusiones al consumidor. Por ejemplo, sería incorrecto publicitar un producto medicinal en un ambiente hospitalario como dando a entender que ese producto está avalado por esa institución de salud. En todo caso, si existe un aval verdadero debe ser expresado claramente. vestidos con uniformes o atuendos característicos de una profesión, oficio u ocupación –de médicos por ejemplo– no deberá inducir a error y será siempre limitado por las normas éticas de la profesión, oficio u ocupación aludidas. Es decir, se debe prohibir que una persona que no sea de la profesión a la que alude su vestimenta y el ambiente en que se encuentra, avale el producto como si lo fuese. El uso de dobles dependerá de la autorización de la persona imitada. Para la publicidad comparativa deben presentarse algunas limitaciones bajo el principio básico de la “objetividad” en la comparación. Por ejemplo, que lo que se argumente sea comprobable, que no se cree confusión entre productos y marcas, que al comparar productos de diferentes precios o diferentes épocas se aclare tal situación. Para la publicidad que afecte a los niños se debe respetar su ingenuidad, credulidad, inexperiencia y sentimiento de lealtad. No se los debe ofender moral o verbalmente. Tampoco insinuar sentimientos de inferioridad al menor que no consuma el producto ofrecido. También hay que tener cuidado en no desacreditar la autoridad o juicio de los padres o educadores; hay que ser muy claros en lo que se ofrece del producto, usando términos familiares a los niños para que éstos no se creen falsas expectativas. En todos los casos que aparezcan niños en publicidad, es necesario el consentimiento de los padres o tutores legales. Otras especificaciones podrían ser que: - Para los anuncios con testimonios sólo se incluirán declaraciones personalizadas y genuinas ligadas a experiencias pasadas o presentes de quien presta la declaración. El uso de modelos 125 - Los anuncios de productos no propiamente alimenticios, tales como aperitivos, dulces, golosinas, chicles y bebidas 126 "OPINIONES Y ANALISIS" refrescantes, no deberán sugerir o recomendar un consumo inmoderado de los mismos. - Los anuncios que presenten demostraciones de uso de juguetes deben explicar con claridad si se acciona mecánica, manual o eléctricamente y la forma cómo se opera. - No debe haber lugar a confusión entre la acción que produce un juguete y su equivalente en la vida real. Debe evitarse que los efectos de animación puedan generar en el niño la creencia de que el juguete tiene vida propia, o que realiza acciones que en realidad no cumple. Por ejemplo, mostrar que el juguete vuela cuando de verdad no lo hace. También debe evitarse que los elementos de ambientación se confundan con el juguete. - En los casos en que la publicidad realice una exhibición de juguetes de construcción, modelaje, dibujos o rompecabezas, debe mostrarse resultados acordes con los que razonablemente puedan alcanzar los niños, y en los casos en que los juguetes anunciados están destinados a edades específicas, éstas deben hacerse constar. "OPINIONES Y ANALISIS" incentivarlo; no se debería asociar la ingestión de bebidas con la conducción de vehículos o el manejo de maquinaria compleja, tampoco presentar como modelos a niños o a personas con indumentaria médica o afines, ni aludir a que estos productos tienen efectos beneficiosos para la salud física o mental. Se recomienda a los publicistas que no asocien el consumo de estos productos al folklore nacional, a las fiestas cívicas y al deporte; no obstante, las empresas que producen o importan las bebidas alcohólicas y el tabaco sí pueden patrocinar eventos de esta naturaleza, ya que la relación sería institucional y no del producto con la actividad que se patrocina. En la publicidad de bebidas alcohólicas se debe advertir al consumidor del peligro que puede significar el consumo abusivo de este tipo de bebidas. Para garantizar una difusión responsable que no promueva el consumo abusivo, se propone acatar las normas ya establecidas por nuestra legislación y, además, analizar varios aspectos sobre publicidad de bebidas alcohólicas y tabaco, incluyendo el acatamiento de las normas locales y leyes nacionales; la protección al menor de edad, a la cultura nacional, a la salud y al deporte, y el establecimiento de advertencias correspondientes y el horario adecuado y prudente de emisión. Por ejemplo, no se debería aludir a la inmadurez del menor que consuma estos productos porque por reacción contraria puede Para la publicidad de medicamentos, cosméticos y productos similares, también sugerimos establecer limitaciones específicas, ya que el consumo de éstos repercute directamente sobre la salud de la población. Por ejemplo, no se debe provocar miedo injustificado a padecer de alguna enfermedad; siempre se debe alentar al consumidor a consultar con el médico y a leer las indicaciones de los productos antes de utilizarlos. Para esta categoría de productos se debe especialmente evitar palabras como “magia”, “milagro” y tener mucho cuidado al usar la palabra “natural”. Tampoco se debería aludir a cualidades del producto que sean imposibles de comprobar científicamente. Los anuncios de antisépticos, germicidas y desinfectantes no deben dar a entender que ofrecen protección absoluta contra el peligro de una infección, o que son sustitutos del aseo. Los anuncios de medicinas no deberían contener referencia alguna a 127 128 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" concursos de premios o programas similares. Ningún anuncio de esta categoría debería basarse en decir que el producto ofrecido “no contiene” un ingrediente determinado que es de utilización común en los productos de la competencia, de forma tal que esté dando la impresión de que ese ingrediente es en general inseguro o dañino. Colegio de Comunicadores, los medios de comunicación y los empresarios o anunciantes; sin embargo, para los temas más conflictivos sería interesante que a esta misma estructura básica se agreguen representantes de otras instituciones que de una u otra manera velan por los intereses de la comunidad (por ejemplo los comités cívicos, municipios, prefecturas, defensorías del pueblo, Superintendencia de Telecomunicaciones y colegios profesionales de distintas áreas como sicología, medicina, abogacía, etc). En cuanto al uso de estereotipos sociales regionalizados, se recomienda a los publicistas tener cuidado con los mensajes “indirectos”que puedan alentar prejuicios sociales. Para el uso de la mujer como elemento de atracción sexual en la publicidad, se propone no utilizar menores de dieciocho años; y proponemos también –en lo posible– justificar la presencia de la mujer en el anuncio, ya sea por su relación intrínseca con el producto o por el concepto creativo utilizado. Finalmente, proponemos considerar dos aspectos. Primero, que dadas las características de seriedad e imparcialidad que deben tener los periodistas, se les sugiere –por ética– que eviten participar como modelos publicitarios en la misma temporada en que aparecen como periodistas en los medios de comunicación (esto no incluye campañas de beneficencia). Segundo, para evitar malentendidos, se recomienda a las agencias de publicidad que elaboren un contrato de prestación de servicios para los modelos, en el cual se especifique cuales son sus derechos y obligaciones; incluyendo los honorarios que van a recibir, y la forma y el contexto en el que se les va a mostrar. Para llevar a cabo la propuesta de regulación, se sugiere la creación de un “Consejo Superior de la Publicidad” como máximo organismo de vigilancia de la ética publicitaria. Este Consejo podrá estar compuesto por representantes de las agencias de publicidad, el 129 Conclusiones - Después de comprobar que en Bolivia existen pocas normas relativas a la publicidad, y que éstas se encuentran en distintos textos jurídicos, vemos que es el momento de crear un sistema de normas adecuadas, completas y armónicas que se agrupen en un solo texto. - Tomando en cuenta que es una actividad que cumple tanto funciones económicas como sociales, es urgente la reglamentación que establezca la responsabilidad que tienen los publicistas ante la sociedad. - Es recomendable que todas las asociaciones de empresas publicitarias del país reactiven y refuercen sus funciones a la brevedad posible para consolidar al sector como gremio y, de esa manera, generen un debate que concluya con el planteamiento consensuado de una propuesta de reglamentación. - Luego de verificar que se cometen abusos para con los consumidores y que por ello la misma actividad publicitaria 130 "OPINIONES Y ANALISIS" pierde credibilidad, creemos que el compromiso que asuman publicistas y anunciantes les beneficiaría desde el punto de vista de que el consumidor recuperaría la confianza y por ende, los anuncios serían más efectivos. - Con el objetivo de proteger la industria publicitaria nacional, sería interesante considerar que las empresas del gremio publicitario hagan las diligencias necesarias para promover la creación de una ley estatal que imponga gravámenes a la publicidad creada en otros países que se quiera publicar o emitir en Bolivia, y que al ingreso de las mismas al país se exija la autorización correspondiente del autor y/o propietario en origen. Sería lógico también exigir que las publicidades hechas en el extranjero cumplan con las normas que se estipulan en Bolivia. "OPINIONES Y ANALISIS" BIBLIOGRAFIA BASICA BARROSO, Asenjo (1984). Códigos Deontológicos de los Medios de Comunicación. Madrid. Verbo Divino. GOMEZ OREJUELA, Diego (1993). Semiótica Publicitaria: Estructura del Anuncio Televisivo. Quito. Ediciones Quipus. RUSSELL,T. – LANE,D (1994). Kleppner Publicidad. México. Prentice Hall Hispanoamericana S.A. TALLON García (1978). Dialéctica informativa de la Publicidad. Madrid. Dossat. VELASCO, Sonia (1998). Bases para la elaboración de un código de ética publicitaria. Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA). WELLS, Williams (1996). Publicidad. México D.F. Prentice Hall Latinoamericana. Otras Fuentes Códigos éticos de publicidad de los siguientes países: Brasil, Colombia, México, Costa Rica, Francia, Gran Bretaña, España e Italia. Leyes y Resoluciones Ministeriales bolivianas concernientes a la publicidad. 131 132 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" SEGUNDA PARTE: OPERADORES 133 134 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" LA COMUNICACION Y EL PODER inaplicada, a pesar de los códigos deontológicos que se publican y luego no los observan ni sus propios suscriptores. Digo «disciplina» porque su aplicación exige eso, una autorregulación, más voluntaria que obligada por leyes y reglamentos. Aunque también deba ser sujeto de una legislación apropiada, como lo son todas las relaciones de toda sociedad que, por naturaleza, es conflictiva. José Gramunt de Moragas, S.J. Seréis como dioses. Libro del Génesis En las antiguas civilizaciones mediterráneas el poder estaba en los cereales: quien era dueño del trigo, era el amo del país. Mucho más tarde, los amos del petróleo ponen a parir al mundo cada vez que se les antoja. Hoy día el poder está en la información. Aunque no exageremos: no sólo en la información ni en sólo sus medios. Aunque los medios son tan poderosos que suscitan guerras como la guerra que se está librando en Bolivia entre ellos: guerra comercial y guerra política. Hoy en día, la información en sus variadas dimensiones es la materia prima codiciada por excelencia. “Seréis como dioses”, fue el engaño con el que Satanás engañó a nuestros primeros padres, según nos explica la Biblia, en lenguaje figurado, pero enseñando que cuando el hombre se ensoberbece hasta cree que es dueño absoluto de la creación provocando desastres, sean morales o ecológicos. A propósito he querido utilizar esta expresión bíblica para señalar las dimensiones de este poder. Se nota un evidente progreso en la sensibilidad ética de muchos profesionales de la comunicación, aunque nunca llegaremos a alcanzar las metas deseadas. La naturaleza humana es propensa a olvidar las normas de la buena conducta. Y, en cambio, nos acosan intereses bastardos que no son fáciles de sortear. EL PODER Aunque desde el siglo pasado se viene hablando del «cuarto poder del Estado», nunca como ahora los medios de comunicación habían alcanzado tan alto grado de influencia y capacidad de influencia y decisión como en nuestros días. El otro aspecto que me propongo comentar es el de la ética. Desde hace unos años venimos hablando y escribiendo sobre la ética de la comunicación social, una disciplina debatida como, frecuentemente Desde la fundación de la República, el poder político y económico –que ambos suelen ir juntos– estaban en manos de terratenientes y mineros. Los militares eran su guardia pretoriana. A partir de la Revolución de 1952, los «barones» del estaño son arrancados de sus yacimientos por la nacionalización de las minas y los terratenientes latifundistas son desposeídos de sus tierras en virtud de la Reforma Agraria. Pareció por un momento que el poder obrero, al impulso de la Central Obrera Boliviana, si bien todavía no alcanzaba las riendas del país, al menos iba a compartir sus destinos con la nueva clase política surgida de aquella revolución. Incluso, años más tarde, 135 136 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" en 1971 la Asamblea del Pueblo pretendió suplantar al Congreso Nacional, hasta el punto de instalarse en sus propios hemiciclos. Ambas ilusiones fueron un vano espejismo. El «poder» volvió a lo de siempre: una clase política formada principalmente por los representantes de los intereses económicos a la que se agregaba la clase media emergente, alternando convulsivamente con los militares. manos, si no hay algún político o alguna gran empresa que los compre a precio de gallina muerta. Pasó el tiempo y los medios de comunicación van ocupando espacios de poder antes insospechados. Los comunicadores se constituyen en la «nueva clase», aunque con un signo muy distinto del explicado por el yugoslavo decepcionado del comunismo, Milovan Djilas en los años 50, cuando escribió el libro titulado precisamente «La nueva clase». El se refería a la entonces clase dominante del partido. Traducido este «descubrimiento» a la presente circunstancia histórica, estamos frente a la nueva clase mediática que va ganando espacios de poder irrefrenable. Caso curioso: mientras que en la mayoría de los países industriales, los medios de comunicación se concentran en pocas manos, aquí se produce un doble fenómeno. Por una parte se registra esta misma tendencia a la acumulación, y por otra, se multiplican las medianas y pequeñas empresas comunicacionales, a veces familiares y hasta unipersonales, precisamente en un mercado tan estrecho como es el boliviano. La concentración de los grandes medios se explica porque un periódico o una gran red televisiva son aventuras en las que, sólo racionalizando la ecuación costo-beneficio, distribuida entre matutinos, radios, canales de televisión, revistas de corazón, “loros de oro” y pornoperiódicos, en poder de un mismo dueño o de un consorcio de propietarios, alcanza a financiar la inversión y asegurar un lucro apetitoso. Pero ¿cómo explicar la multiplicación de otros medios con propietarios distintos y de escasos recursos económicos? En principio, el hecho debería ser alentador en cuanto parecería ser la expresión natural de la sociedad local que desea tener sus propios órganos de prensa, lo cual forma parte de la democratización de la información. Además, los que llamaremos pequeños medios, tienen la posibilidad de fortalecerse asociándose con los grandes y así formar amplias redes que responden, en mayor o menor escala, a la misma orientación. Y si esto último se produce, volvemos a lo mismo: los grandes sistemas de comunicación social se hacen aún más poderosos en cuanto se introducen capilarmente en los medios chicos y les van imprimiendo las mismas líneas. Según los entendidos, sólo unos pocos periódicos rinden pingües dividendos a sus dueños: son los medios emergentes y con fortuna. ¡Dichosos ellos! Otros, y a pesar de sus méritos, sobreviven con dificultad. Son los medios decadentes en clientela y en ingresos económicos. Alguno de estos últimos, tarde o temprano sucumbirá a la ley implacable de la libre competencia y de la concentración en pocas Otro factor de la multiplicación de los medios entra en juego: los políticos creen que poseyendo unos medios de comunicación a su servicio, ganarán elecciones a fuerza de autobombo y de instrumentalizar las noticias y los comentarios en su favor y en guerra descarada contra sus competidores electorales. Pero estos órganos de información y opinión suelen ser efímeros: duran hasta que sus esponsores políticos llegan al poder o pierden las esperanzas de conseguirlo. 137 138 "OPINIONES Y ANALISIS" No obstante lo dicho, queda aún por explicar la existencia de otros “media” de regular envergadura que escapan a la influencia de las grandes empresas y que no tienen una explícita intención partidista o de poderío. Entre unos y otros, grandes y chicos, se desarrolla una nueva clase con poder económico y político creciente. El ejemplo más significativo fue el de Carlos Palenque. De cantante folclórico, casi llega a Presidente de la República. A través de su radio y de su televisión se proyectó como el gran líder –a la boliviana– de las masas olvidadas, especialmente en La Paz y El Alto. La muerte truncó las insaciables ambiciones políticas del fundador del endogenismo. El ejemplo cundió y varios comunicadores han entrado en la política, primero municipal y luego veremos hasta donde llegan... Convengamos en que sostener una posición ideológico-política es un atributo coherente con el pluralismo democrático y no puede ser cuestionada. Cada medio está en su derecho de sostener su propia línea editorial. Pero, entendámonos: una cosa es colocarse en una determinada opción, sin pretender engañar a nadie. Y otra cosa es la ambigüedad de nadar y guardar la ropa. En efecto, la ambigüedad de algunos sistemas de comunicación está en hacer creer que son “independientes” o “neutrales”, con lo cual extienden su audiencia a los grandes sectores que no desean verse influidos por determinadas corrientes, pero, en realidad, estos mismos órganos de opinión sostienen sus propios intereses y los introducen de contrabando en su clientela con escaso o nulo sentido crítico. Nadan en sus propias aguas hacia el puerto deseado y, al mismo tiempo guardan la ropa bajo el impermeable protector de la supuesta neutralidad o independencia. "OPINIONES Y ANALISIS" LA NUEVA CLASE A imitación de otros ejemplos extranjeros, en Bolivia también aparecen las grandes empresas periodísticas. Menciono con especial énfasis, porque lo merece, al italiano Silvio Berlusconi, apodado «il cavaliere». Como Palenque, también fue cantante, pero de un género melódico más europeo. Exitista y ambicioso por naturaleza, hábil financiero, amasa una redondeada fortuna en el negocio inmobiliario, y lo hace bien. Ingresa a los medios de comunicación comprando una revista «del cuore». Animado por el éxito funda el periódico Il Giornale Nuovo. Para dirigir este último, contrata al mejor periodista de Italia, Indro Montaneli –cultísimo, valiente y lindante en la arrogancia– quién, en el momento en que su patrón da el salto a la política, abandona el puesto para no hipotecar su soberana libertad. No todos los periodistas gozan de esta libertad de espíritu ni de la independencia para sacrificar su puesto de trabajo en aras de su independencia. Berlusconi accede luego a la televisión, rompiendo con el secante monopolio oficial de la RAI (radiotelevisión estatal). No espera a que la administración del Estado le otorgue una frecuencia. Valiéndose de los resquicios que deja la legislación italiana, instala transmisores en los países vecinos, como Suiza y Montecarlo que alcanzan al territorio del norte italiano. Más tarde monta otros canales en la propia Italia, primero con alcance regional y paulatinamente nacional. Sigue adelante. Compra o forma sociedades con otras estaciones también locales y así amplía su red de influencia y de poder. Con una oferta pecuniaria sustanciosa, le «roba» a la RAI a su principal «anchorman», el multifacético ítalo-norteamericano Mike Buongiorno. La audiencia crece sin cesar, a la par que los tentáculos políticos del “cavaliere”. Alentado por los triunfos y la ambición, Berlusconi crea un partido de derecha, populista-optimista, llamado Forza Italia. A fin 139 140 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" de cuentas es un partido berlusconiano que utiliza con habilidad las técnicas del «marketing» para captar adherentes y simpatizantes. Se asocia con un neofascista y con el independentista de la Liga Lombarda. La heterodoxa alianza parece un «ménage a trois» en el que no queda claro quién es la esposa y quién la amante, según la versión del propio Montanelli. Por fin, «il cavaliere» llega al deseado cargo de primer ministro. Al poco tiempo le obligan a dimitir, bajo acusaciones de «tangentes» o negocios turbios con dineros fiscales. (Conf. Montanelli, Indro & Cervi, Mario. L’Italia del novecento. Cap.12, La Destra sdoganata. Rizzioti, Milano, 1999). A la hora de escribir estas páginas, aún no ha terminado la carrera fulgurante de Silvio Berlusconi. Cualquier parecido con los personajes de esta historia es mera coincidencia. empresarios de la comunicación tienen la intención de erigirse como el poder real detrás del trono formal de los gobiernos, o porque los titulares oficiales del Estado temen que los dueños de la comunicación les desbanquen, el resultado es que tanto unos como otros, conciertan alianzas –nunca explícitas para no descubrir el tongo–, con el fin de repartirse las ventajas que otorga el poder. Siguiendo una pauta, no idéntica, aunque sí en algunos aspectos parecida, en el último quinquenio apunta en Bolivia la tendencia a los oligopolios mediáticos nacionales que, necesariamente, se entrelazan con otros internacionales. No podía ser de otro modo en tiempos de globalización y al soplo favorable de las nuevas tecnologías y de los consorcios financieros. La trucha grande se va comiendo a los ispis chicos. Hasta ahora, la lucha por el dominio del mercado se mantiene en un nivel de escaramuzas de unos contra otros. No obstante, creo no arriesgarme demasiado si preveo una espiral ascendente de crispación en la que unos y otros –con perdón– “se van a sacar la mugre”. LA ARROGANCIA La nueva clase mediática tiene su fisonomía propia. Desde los propietarios hasta el más modesto reportero, tienden a influir, si no a condicionar, el comportamiento de los poderes públicos e incluso de la sociedad entera. Devenidos portavoces de nadie sabe quién, pues nadie les ha elegido, y gestores triunfantes de sus propios intereses, adquieren una arrogante autocomplacencia que les ensoberbece. Para tratar de explicar el perfil de la nueva clase, me permitiré repetir aquí algo que dije en otra ocasión. Reconozco que los párrafos que van a continuación están un tanto cargados de tintas, pero no los creo inoportunos: Lo que todavía está por verse es si las grandes empresas bolivianas de la comunicación, persiguen sólo unos beneficios económicos y el dominio del mercado o –más ambiciosos– apuntan a una meta política, a lo Berlusconi. En efecto, sea porque los grandes «Los hombres y mujeres de la comunicación nos hemos constituido en una suerte de divinidades griegas que, desde el Olimpo de las maravillas tecnológicas, tratamos de regir los destinos de la moderna Atenas global. Por una parte informamos, ilustramos, aproximamos a los hombres y a los pueblos. Por la otra, prodigamos mil embrujos y sofismas. Cito los más graves: la puesta en duda –si no la negación– de las profundas convicciones y de los valores sustanciales del ser humano creado por Dios, en aras de un relativismo materialista, consumista, hedonista, oportunista. Toda esta abigarrada 141 142 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" orquesta de ideas, emociones e instintos es interpretada bajo la misma batuta, que no siempre está en manos de los mejores ni de los más preparados sino, con demasiada frecuencia, por cualquier comunicador superficial erigido en el Júpiter tonante que impone su propia moda e induce las conductas de miles y millones de receptores». jueces. Cuando este fenómeno se desmadra y su artillería dispara contra moros y cristianos, se convierte en lo que, no sin motivos, se califica de “linchamiento mediático”, del que son víctimas propiciatorias, especialmente, algunos personajes públicos, y también lo son los otros medios de la competencia; acosados estos últimos por quienes se discuten el mercado. «Los viejos grandes imperios se quedan chicos al lado de los otros nuevos de la comunicación: todopoderosas cadenas de televisión, complejos sistemas «multimedia», monopolios y oligopolios, reales o virtuales dentro de cada país y en el ámbito internacional, inmensos capitales que copan el mercado, comunicadores altaneros que eclipsarían a los más grandes sabios que en mundo han sido. Así las cosas, no hay poder que no les tema, no hay juez que les juzgue, no hay moral que les cohiba, no hay sabio que les modere, no hay institución que les encuadre...». No es raro que algunos medios denuncien con ligereza irresponsable, procesen a los por ellos encausados de acuerdo a su propio sistema procesal y dicten sentencia según su propia ley. Pero sin contar con las garantías que la institución jurisdiccional otorga a la sociedad (o debería otorgarle) a través de todo su cuerpo legal. La pregunta pendiente es ésta: ¿quién fiscaliza a estos fiscalizadores por cuenta propia? Nadie duda del papel que desempeñan los medios de comunicación social en la vigilancia de los grandes poderes, sean políticos o económicos. Gracias a esta fiscalización permanente, aquellos poderes se ven forzados a evitar los abusos que la sociedad tiene que sufrir de parte de quienes hacen mal uso de su autoridad o de su fuerza. ¡Y aún así, siempre habrá abusos de los poderosos! ¿Qué sería si no tuvieran encima el ojo atento de la prensa? En países con una legislación de los “media” bien desarrollada, es posible enjuiciar a un periodista por delitos de prensa. Aquí, el periodista que falta a la verdad, denuncia falsamente, enloda la honra ajena, no tiene que rendir cuentas a nadie. La «veterotestamentaria» Ley de Imprenta le protege hasta la impunidad. Y aún cuando la suplantación de la justicia institucional por la «justicia mediática» no tenga efectos jurídicos, sí los tiene en la formación de los criterios de la opinión pública sobre cuestiones que pueden dañar injustamente a la reputación ajena. Es más, la presión que ejerce alguna prensa sobre los jueces, llega a predeterminar el tratamiento de algunas causas e incluso a inducir las sentencias consiguientes. Ahora bien: de la misión fiscalizadora de los medios se ha pasado, en muchos países del mundo, a lo que se ha dado en llamar, la judicialización de la prensa. Periódicos, radios y canales de televisión se han constituido en investigadores, policías, fiscales y Así mismo –también hay que decirlo–, algunos jueces exhibicionistas y con aspiraciones estelares buscan la notoriedad, más que la justicia y la equidad, por medio de la prensa que les ensalza, con desproporcionados ditirambos. Esta es otra forma de la 143 144 JUDICIALIZACION DE LOS MEDIOS "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" mediatización de la justicia. Si la politización, es decir, la sumisión de los jueces al poder político es perversa, la sumisión de los jueces al espectáculo mediático es banal y teatral. la competencia ha forzado a mejorar la calidad e incluso a pagar mejor a los asalariados de la pluma y de la imagen. Reza un cínico aforismo periodístico que «un hecho de capital importancia para la sociedad no existe mientras tal o cual sistema de comunicación no lo haya informado». ¿No es ésta una expresión de su arrogancia? LA AUDACIA DE LA IGNORANCIA Una vez ensoberbecido, el comunicador cree entender de todo y se arriesga a definir sobre el bien y el mal sin fundamento suficiente. No admite que se equivoca con mucha frecuencia. Como la mayoría de ellos ha estudiado poco, lee menos y no se actualiza más que en lo superficial, su margen de error es directamente proporcional a los vacíos de sus conocimientos. Y el daño que pueden producir en la opinión pública es también directamente proporcional a la difusión masiva del instrumento comunicacional utilizado. Son pocos los que poseen una suficiente formación general o, no dominando un tema especializado, antes de opinar o definir inapelablemente, procuran informarse o consultan a los que saben. Si consultaran más, errarían y dañarían menos. Aunque muy a menudo estos términos se invierten: hay que dar un producto de baja calidad para que llegue a una mayor audiencia. El corolario de la lógica del «raiting» se resuelve en esta proporción: a mayor audiencia más alto precio de los espacios vendidos y mayor circulación cotizante. Cada uno de nosotros está puesto en subasta como en la lonja marinera. Cuando el lucro y el poder y no el sentido de servicio rige la comunicación, ésta se vuelve un enemigo público de la sociedad. Porque la audiencia, en lugar de ser la beneficiaria natural de la producción comunicacional de calidad, es negociada como una mercadería más. Los medios venden audiencia. Nos venden a cada uno de nosotros sin que nos demos cuenta. No cuestiono los grandes servicios que ofrecen los “media”, gracias a los enormes recursos de inteligencia, tecnología y finanzas sin los cuales, volveríamos a las gacetas de corta circulación y estrecha gama de contenidos. Pero, en la medida en que el objetivo a alcanzar sea preferentemente e, incluso exclusivamente, el rendimiento financiero, las cosas empiezan a ser cuestionables. El medio tiene que ganar un gran mercado en una competencia sin piedad. Por eso calcula su negocio por la magnitud de su público. EL “RAITING” ETICA Para acabar de complicar el fenómeno actual de los «media», la tecnología es cara y cada vez necesita más dinero: ¡el dinero, como Mefist6feles, ha comprado el alma de la comunicación! Es cierto que Se ha dicho desde el principio de este ensayo que la comunicación se erige como un poder incontenible. Sería inútil y 145 146 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" antihist6rico ignorar, negar o contradecir este signo de los tiempos. Pero tampoco puede desconocerse que el poder tiende a corromper. Por eso, cualquier poder debe ser moderado por los principios éticos para no ser corrompido. Sólo una impostación ética al proceso de la comunicación de masas puede corregir sus desviaciones contra la ética y los valores sociales. violencia, abren su caja de los truenos: «¡viva la libertad de expresión, abajo la ley mordaza...!». Y si unos obispos advierten sobre los daños morales que tales publicaciones y programas causan a la sociedad, pobres de ellos: ¡son unos inquisidores! Pero ¿qué es eso de la ética? No es éste el lugar para explicarlo. Propongo, en cambio, otro término más fácil de entender, la «decencia» profesional y empresarial. Por si ayuda la simplificación, digamos que hay una comunicación social, una empresa, un periodismo decentes y otros que no lo son. Hay que elegir libre y soberanamente por lo uno o por lo otro. Dentro de este marco referencial es preciso formular algunos comentarios sobre algunas cuestiones que atañen a la ética de la comunicación. Recientemente y muy por detrás en el tiempo, comparando con otros países, han aparecido lo que no dudo en llamar «pornoperiódicos» o «diarios-basura», aunque ambos calificativos parezcan duros e intolerantes. El manjar que ofrecen es poco nutriente de valores morales, pero altamente adictivo. Han nacido como un apoyo económico a las grandes empresas periodísticas. Es una huida hacia delante, hacia el sensacionalismo y el amarillismo. Son un buen negocio y no importa si deseducan a la infancia y a la juventud, denigran a la mujer y –por qué no decirlo– descalifican moralmente a los mismos que los publican. La vana justificación de estos periódicos dice basarse en el derecho a la libertad de expresión y de prensa. Como ocurre casi siempre que se toca la cresta de los medios de comunicación, con razón o sin ella, los defensores de las publicaciones y programas televisivos de sexo y 147 Frente a estos sofismas, habrá que oponer este otro razonamiento: la corrupción, como todo vicio, tiene relación con una virtud. En este caso, la virtud de la tolerancia. Más tarde pasa a ser la resignación: otros también lo hacen. Y más adelante se manifiesta en la arrogancia: hemos hundido a la competencia. En el caso que nos ocupa, la virtud, incuestionable es la libertad y la tolerancia: en una sociedad plural todos debemos tolerarnos; la resignación está en que, en otros países también hay pornoprensa y otros subproductos deletéreos de la comunicación. Llega la arrogancia: somos los primeros y ganamos más dinero que ningún otro competidor. El resultado es un proceso creciente de degradación de la opinión pública. No debo estar tan equivocado cuando el filósofo Platón, en su obra maestra, La República, más de 3000 años antes de que la televisión fuera un producto de consumo masivo, ya se preguntaba, cuando criticaba las insensateces de algunos de sus coetáneos: «¿Entonces simplemente debemos permitir que nuestros hijos escuchen cualquier historia que se le ocurra a alguien, y que reciban así en sus mentes ideas que a menudo son muy opuestas a las que pensamos que deberían tener cuando crezcan?». En esta misma dirección, el científico austríaco del sicoanálisis, Alfred Adler lamentaba: «Estamos educando a nuestros niños para la violencia y, si no hacemos algo, la situación necesariamente se deteriorará, porque las cosas se dirigen siempre por la dirección que presenta menor resistencia». 148 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Pero, dado que es inútil hacer entender a cierta gente que la libertad de prensa tiene sus límites, como cualquier otra de las libertades constitucionales, cada una de las cuales debe ser contrastada con el bien común de la sociedad, lo más práctico será enfocar el tema desde otro ángulo más prosaico pero no menos válido. conciencia, porque esto sería un refinamiento que no puede exigirse coactivamente a nadie. Voy más allá: ¿No es obligación, incluso de la autoridad civil, preservar los valores éticos de la sociedad, los derechos de la infancia y de la juventud, la dignidad del tan cacareado género femenino cuando se comercia alegremente con todos ellos? Y quienes hacen caso omiso de estas leyes superiores, porque el negocio es el negocio, pues que carguen con la sanción moral que la propia sociedad les aplica. Voy al caso: pongamos el hecho imaginario de un medio de comunicación que, con el fin de redondear sus legítimos ingresos, instalara una red de «sex-shops» o, dando un paso más, complementara el negocio con una cadena de las pudorosamente llamadas casas de tolerancia. Ninguna ley vigente podría impedírselo. Pero tengo la certeza de que no sería muy bien visto. Pues resulta que los defensores a ultranza de los programas y periódicos de sexo y de violencia, en nombre de la libertad de expresión, han pretendido recientemente imponer otra ley mordaza, esta vez a los obispos: «que nos dejen con nuestra libertad de prensa y se metan en la sacristía». ¡Excelente! Si bien la Iglesia no dicta las leyes del país, sí que está en la obligación de promover y enseñar los grandes principios de la fe y de la moral a quienes quieran aceptarlos, según su recta conciencia. Sería un error que la Iglesia tratara de obligar a las autoridades civiles a prohibir, bajo sanción legal, la prensa-basura. A los obispos les toca enseñar, advertir, recomendar todo aquello que sea para el bien de la persona humana y de la sociedad. Pero otro error es el de que los partidarios de la «sex-press» y de la crónica roja, rojísima, se arroguen la autoridad de acallar la voz de los obispos que cumplen con las obligaciones que he precisado en las líneas anteriores. No es pues sólo cuestión de libertad más o libertad menos, sino de responsabilidad social y de pública decencia. Y no hablo de recta 149 Dicho esto y a fuerza de veraz, debo admitir que los periódicosbasura han logrado, además de buenos dividendos, una gran circulación, lo que conlleva el hecho irrefutable de que un gran público que no leía, ahora lea. Aunque la lectura no le sirva más que para estimular los instintos en lugar de alentar el raciocinio y fomentar los valores morales y sociales. ESTETICA Me referiré ahora a otra de mis preocupaciones: la estética. Tengo presente al momento de escribir estas líneas un «talk chow» peruano al que un amigo periodista, cuando comentábamos el programa, lo calificó de vomitivo. El mal gusto de ciertos programas televisivos, la degradación del lenguaje que tanto abunda en algunos medios, obtiene éxitos efímeros. Quisiera pensar –o me hago vanas ilusiones– que una vez pasada la curiosidad o la morbosidad, el público reaccionará tomando conciencia de lo aceptable y de lo repudiable y que los mismos conductores de esos programas, atentos a no crear anticuerpos en la audiencia, irán depurando el producto. Se me objetará que soy ingenuo, 150 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" optimista, irreal, que una inmensa mayoría prefiere lo vulgar, lo craso y lo adocenado. Pues sí: admito que los programas vomitivos siempre gozarán de un público morboso. perdido su fuerza expresiva y su belleza. En el área americana castellano-hablante no conozco más que dos dialectos: el papiamento que se habla en Curaçao, mezcla de castellano, inglés, holandés y lenguas de origen africano. Y el lunfardo; éste último no proviene del castellano sino de una corrupción del italiano, incrustado en el Río de la Plata. Vamos ahora al lenguaje que es el instrumento privilegiado de la comunicación humana: el lenguaje hablado, el escrito, el de la imagen. Y también ese otro lenguaje sutil pero profundamente expresivo que es, por ejemplo, el lugar que le da a una determinada noticia en un periódico, el blanco y negro o el color; el tono de voz que emplea un locutor de radio, la música de acompañamiento; el gesto del rostro o el ademán del cuerpo que utiliza el presentador de televisión, su vestimenta discreta o huachafa, las luces y las sombras. Incluso los silencios... Todo esto, «habla» por sí mismo. Es un conjunto de expresiones estructuradas que llegan al inconsciente del público y es parte del lenguaje de cada medio. Pero hablemos del lenguaje en su sentido más estricto, a la palabra, hablada y escrita. A modo de brevísima introducción histórica, me referiré al latín, del que procede aproximadamente un 80% de las palabras en castellano que hablamos hoy. El resto lo ocupan palabras procedentes del árabe (un 20%) y del hebreo, mucho menos. El latín se impuso como lengua «universal» del Mediterráneo, el centro mismo de la cultura de origen grecolatino. Poco a poco se atomizó, primero en dialectos que luego se instituyeron en lenguas con su propia identidad. Esto ocurri6 a causa del aislamiento de las culturas de su tiempo. Por el contrario, en la comunidad castellano-parlante hubo una comunicación constante que mantuvo el genio de la lengua. Más de 300 millones hablamos igual, aunque con leves y enriquecedoras variantes regionales y locales. Ya somos la segunda lengua de comunicación en el mundo actual, pero sin que la lengua-madre haya 151 Hecha esta breve referencia histórico-lingüística, vuelvo al uso del lenguaje en los “media”. No siempre la bella y vigorosa lengua castellana es respetada. Algunos la están envileciendo. ¡Qué gran crimen de lesa cultura! Léase el caricaturesco párrafo que sigue y nos percataremos de la nociva penetración inglesa en nuestra lengua: “Naturalmente se espera el parecer de la Authority para la TV más amada por el target juvenil, y a la vez, abandonando el viejo look con el mega-party concierto del Mtvday, se plantea prepotente la idea de un brand new tour que llevará on the road todo un florecer de star y de fans en un videoclip en directo dedicado a los teenagers, vista la mobilitación de listas de vips en general under 40 necesariamente, y una vez más en stand by. Que viva para siempre MTV (sin standby, of course)”. Yo diría que así como el locutor de radio cuida su bien timbrada voz y el presentador de televisión acicala su figura, todos deberíamos cuidar el lenguaje hablado. Y mucho más el escrito. Y no pare rizar el rizo culterano y petulante, pues los medios de comunicación son de masas y no de elites sino para hablar y escribir con sencilla corrección y popular dignidad. Le toca ahora el turno a la televisión. No me voy a referir al uso de la lengua castellana, también maltratada por algunos 152 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" presentadores, sino al fondo del mensaje que debería ser la comunicación de la verdad sin manoseos: Estas y otras deformaciones del lenguaje comunicacional me recuerdan lo que ya dijeron otros: Vivimos respirando mentira, cogidos todos en una red de farsa y de disimulo, y la verdad, acaba por parecer locura. (Serafín y Joaquín Alvarez Quintero. Doña Clarines, acto II, escena final). Con ocasión de la Guerra del Golfo se cuestionó, y con razón sobrada, la objetividad de las imágenes transmitidas por la cadena televisiva CNN que se limitó a transmitir imágenes controladas por las autoridades militares norteamericanas. No era novedad. Quiero traer aquí otro testimonio de esa dudosa objetividad. Se refiere a la campaña que el gran documentarialista (yo mismo me avergüenzo de utilizar esta palabra derivada del inglés «documentary»), Walter Conkrite desarrolló en contra de la Guerra del Vietnam. El tendría sus razones, pero la objetividad de Conkrite –“Las imágenes hablan por sí mismas”–, repetía él mismo, y en cierto sentido era verdad– ha sido cuestionada. “Aquellos cadáveres de mujeres y de niños son cadáveres auténticos, no muñecos de cartón y estuco. Aquellos marines y guerrilleros son auténticos marines y guerrilleros, no comparsas de Cinecittà. Pero, para decir lo que Conkrite quería que dijeran, y que de hecho lograba hacerles decir. En este trabajo de montaje, y en el acentuar y subordinar su personal comentario a las imágenes para dictarlo, fue un verdadero maestro. Igual que lo fue en el arte de las omisiones. Porque la imagen del coronel que disparaba en la sien de un vietkong decía la verdad, sí. Pero callaba, ignorándola, la otra verdad del fondo sobre el que la escena se desarrollaba: el suelo alfombrado de cadáveres torturados de los marines sorprendidos en el pueblo; de las mujeres deventradas y de los niños quemados por sospecha de colaboracionistas; todas ellas, imágenes que no habrían restado nada a la verdad de aquella otra que era la pistola disparada en la sien, pero que habrían explicado, disminuyendo el efecto de horror y de reproche”. (Montanelli, Indro. Il Testimone. P. 328. Longanesi & C. Milano 1992). 153 ENCUESTAS ELECTORALES A modo de apéndice de este artículo, creo oportuno incluir algunas consideraciones sobre las encuestas sobre la intención del voto ciudadano que algunos medios de comunicación lanzan al vuelo con optimismo excesivo en vísperas electorales. Si bien este ejercicio es legítimo y hasta conveniente, cuando se practica con rigor técnico, también puede ser instrumentalizado con el objetivo de inducir el sufragio del elector en favor de un candidato y en contra de los demás. No hace muchos años que las previsiones electorales las arriesgaban los analistas a base de olfato, intuición, experiencia, incluso aceptando la posibilidad de equivocarse. Hoy día, este trabajo lo hacen empresas dotadas de maquinaria computarizada, expertos en cibernética, sociólogos, politólogos (o los que se lo creen), futurólogos, diseñadores gráficos y –lo que es más significativo– estas empresas necesitan un esponsor que las financie y unos medios de comunicación que difundan los resultados. También los partidos con mayores recursos económicos promueven los sondeos de opinión electoral. Y no sólo para formular sus propias previsiones, sino para que, una vez dados a publicidad lo que les conviene, ejerzan una influencia sobre el cuerpo electoral. 154 "OPINIONES Y ANALISIS" No diré que todos los sondeos de opinión sean instrumentalizados por intereses políticos. Pero que en algunos casos los hay, los hay. Resulta que el financiador suele ser un determinado partido o un grupo financiero interesado en influir sobre la opinión pública. Todo es cuestión de armar un cuestionario cuyas respuestas son inducidas sutilmente por las preguntas. En efecto, a partir de ahora, “la empresa”, elabora una retahíla de preguntas. El asalariado y ocasional encuestador las plantea al encuestado a punta de pistola, tomado por sorpresa, tiene que responder lo que se le ocurre en ese momento, según su buen o mal humor, sin tiempo para una mínima reflexión. Es pues la empresa encuestadora la que, en definitiva, hará que las cifras, supuestamente frías y dudosamente incuestionables, digan lo que el ”pagano” quiere que digan. Los medios de comunicación dóciles o acríticos, harán el resto. Así que, “la empresa” en realidad, trata de inducir al ciudadano a optar por una candidatura preestablecida. Si pues es tan fácil influir sobre la supuesta intención del votante por medio de los sondeos, mucho más fácil es interpretar los números a gusto de “la empresa”. El fenómeno que acabo de describir someramente se hace tanto más efectivo cuanto que, desde la caída del muro de Berlín –por mencionar un hecho que marca un cambio político histórico–, las propuestas electorales apenas se diferencian unas de otras. Entonces, ocurre como con los dentífricos o con los detergentes: si los primeros anuncian contener una mayor proporción de flúor o de otro mejunje anticaries y los segundos dicen lavar mejor la ropa percudida, el clientevotante decide su opción, según la inducción publicitaria. "OPINIONES Y ANALISIS" LA DENUNCIA Y EL ANUNCIO Hasta aquí, el amable lector se habrá formado la idea de que me eché al monte con mi trabuco para exterminar las alimañas que devoran lo mejor de la comunicación social. Conviene entonces bajar a la planicie y considerar amigablemente con los colegas sobre la responsabilidad, por muchos de ellos ya compartida, de redimensionar la compleja maquinaria que Dios confió en nuestras manos. Se ha dicho que la denuncia que forma parte –y no nos engañemos–, es sólo una parte y no el todo de la misión de la prensa. Y nunca debería rebasar el sentido de la justicia, de la equidad, del buen gusto y del respeto a nosotros mismos ni al público que tiene el derecho a esperar mucho más de los comunicadores. La fiscalización no agota nuestro cometido: debe ir siempre acompañada del anuncio. El anuncio de las causas nobles: de la información veraz, del espíritu de paz y de concordia, de rectitud y de honradez, de servicio a quienes más lo necesitan, de civilidad. Las propuestas de ese redimensionamiento empiezan por la recta conciencia individual. Aquí hay que reconocer el mérito de muchos comunicadores, empresarios o periodistas, que tienen la inteligencia y el sentido de responsabilidad social, así como la excepcional habilidad –¿y por qué no hacer honor a su coraje?–, de conjugar términos tan contradictorios como el poder que no buscan pero que sí tienen en sus manos y el servicio que prestan a la sociedad, el entretenimiento y la decencia, la objetividad y la emoción, el “raiting” y calidad, la sencillez y la dignidad, la denuncia y el anuncio... A estas cualidades personales hay que añadir los códigos deontológicos de los gremios, que no deberían archivarse en los 155 156 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" anaqueles polvorientos y, con esto, silenciar la mala conciencia de sus autores que no los cumplen ni hacen nada por hacerlos cumplir. Tampoco es posible resistir a una legislación puesta al día, supuesta la conflictividad natural de las relaciones sociales. Ni el diálogo entre los medios y sus destinatarios. Esto último –la retroalimentación de los medios con los aportes del público– puede lograrse, aunque sólo en cierta medida, a través del «ombudsman» o defensor del lector, que muchos periódicos serios han implantado, con buenos resultados. Apasionante tarea la de lograr el equilibrio entre tan múltiples dilemas. 157 158 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" DERECHOS Y DEBERES DE LOS PERIODISTAS mercado profesional, despertó en muchos jóvenes la idea de ser protagonistas de una nueva forma social de servir a la comunidad, aunque con una visión sesgada de este concepto. Juan Carlos Zambrana Vaca 1. EL PERIODISMO, UNA PROFESION DE SERVICIO Una de las profesiones que más atrae actualmente a los jóvenes que desean proseguir estudios superiores, después de obtener su bachillerato en Humanidades, es la Comunicación Social; así está demostrado en la proliferación de las carreras de esta especialidad en las universidades estatales y privadas y en algunos institutos de educación técnica que funcionan en el país. El fenómeno –que hace varios años inscribe a cientos de bachilleres en las universidades– ha tenido diversas causas, aunque la más aproximada es el “explosivo” desarrollo de la televisión y la atracción que ejerce este medio de comunicación en el público, al mismo tiempo de la tecnología que, cada día, puede ser adquirida por mayor cantidad de las empresas dedicadas al rubro como negocio lucrativo. Algunos teóricos coinciden en que, en desmedro de los medios impresos y de la radiodifusión, la década de los ’80 marcó la evolución de la televisión de tal forma que mostró una potencia superior a la de los otros medios para llegar a más gente, casi exclusivamente con el esfuerzo tecnológico. Esta situación, como quizá lo fue en su tiempo el Derecho y la Medicina hasta llegar a dominar las carreras universitarias y el 159 Al mismo tiempo de que la televisión mostraba su avance técnico, también comenzó a exhibir el valor de su contenido formal, expresado en la figura de sus presentadores, que comenzaron a convertirse en verdaderos “dioses” que el público deseaba seguir. En ese proceso, de pasos agigantados en un extremo y en el otro, emisores y receptores de los medios transformaron su concepto sobre la Comunicación Social, pues a la televisión le siguieron la radio y los periódicos, buscando ser también protagonistas del espectáculo que ofrecía la “pantalla chica”, muy parecido a lo que el periodista Alberto Zuazo criticó al negar la vigencia de la llamada Ley Tamayo, del 30 de diciembre de 1944, en la que el gobierno de entonces pretendió exigir la firma de cuanto artículo se escribía. Zuazo afirmó que esa norma trató de “convertir al periodismo en una caótica y aberrante forma de lucimiento personal”1. Esta visión ha transformado, en pocos años, la posición humana sobre la Comunicación Social y ha sido situada en un plano de duda para la población, que ahora tiene mejor concepción que antes sobre la labor y eficacia de los hombres y mujeres dedicados a lo que el escritor colombiano Gabriel García Márquez califica como “oficio”. 1 SALAMANCA, Rodolfo. “Diseño histórico lineal de la libertad de impresa y pensamiento en Bolivia”, 1981. Edic. Asociación de Periodistas de La Paz. Prólogo de Alberto Zuazo Nathes. 160 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" La diversidad de los temas en los que debe trabajar diariamente el periodista contrasta con la formación académica que recibe en la universidad, de la que el joven egresa como comunicador social. Este es el momento en el que comienza a verificarse la dedicación del periodista que, al comprobar la realidad, vuelca su esfuerzo y capacidad en beneficio de los demás, en el inicio de un proceso en el que los medios son referencias de los anhelos de la población y, por eso, cada vez son más los interesados en tener presencia y poder en ellos. Por eso, los jóvenes que observan la carrera como una oportunidad para ser una estrella en el firmamento acaban siendo absorbidos por la vorágine de un mercado tergiversado por la ley de la libre oferta y demanda, donde importan otros intereses, casi nunca los de ellos y menos los de la comunidad. Sin embargo, esta es una parte de la historia de la profesión y de su relación con la sociedad. La otra la vive el periodista experimentado, profesional o empírico, y que constituye la mayoría en el gremio. Los periodistas que ejercen por cinco o más años alcanzan a desarrollar un conocimiento de la realidad inmediata -sea local, regional o nacional- y ejercen su jornada con otra realidad: la de la rutina inmersa en el conocimiento de los protagonistas de la actividad, sean éstos líderes políticos, gubernamentales, sindicales, cívicos o deportivos. Este conocimiento les otorga la capacidad de enfrentar en mejores condiciones una entrevista, rueda de prensa, crónica o reportaje, junto a la exigencia de contar con los antecedentes requeridos para una adecuada presentación de su trabajo periodístico. Esta situación se convierte en un compromiso, conforme pasa el tiempo y persiste (o se agudiza) la pobreza, no se atienden las necesidades básicas, los damnificados siguen viviendo en carpas, murió el niño con cáncer en la sangre o la justicia sigue siendo mejor sólo para los que tienen dinero. En muchos casos, esta posición se ha convertido en la razón del periodista para darle un sentido «revolucionario» a su profesión, como ocurrió en la Revolución Nacional de 1952 o en las décadas de los ’60 y ’70, en coincidencia con las corrientes políticas de izquierda que encandilaron a muchos. En otros, la mezcla de profesionalismo y sentimiento social resultó en una dedicación que –en muchos casos- llega a ignorar a la familia y a los amigos, hasta situaciones extremas. Al sumergirse en las aguas de la realidad, la vocación de ser un comunicador social se va perdiendo en el horizonte de la supervivencia y el oficio del “Gabo” García Márquez se transforma en un interior que ninguno puede conocer ni obligar a cambiar. El conocimiento de la realidad, sea por transmisión teórica o por convivencia con ella, transforma casi siempre al que se dedica a esta profesión, especialmente cuando constata la situación de pobreza, la insatisfacción de servicios básicos, asiste a un desastre natural, mira impotente un niño con leucemia cuya familia no puede pagar la hemodiálisis o comprueba una injusticia denunciada. ¿Puede cambiar una persona que no conoce la realidad de la gente a la que debe informar? Parecería que la única posibilidad es que, para ello, debió o debe ser pobre y convivir con la pobreza de los demás, sufriendo su desgracia. (De lo contrario, tendría que aplicarse 161 162 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" la teoría marxista de que, para llegar al socialismo, se debe perfeccionar el capitalismo para comprenderse y comprender a los demás). concretó en la elección de concejales municipales y de legisladores nacionales. El compromiso hacia los demás es producto de la naturaleza individual y/o de su formación personal, casi en una consecuencia de la servidumbre que deriva de la solidaridad. En caso de que el objetivo de ese servicio sea lo público, nadie estaría exento de la obligación de cumplirla, como en el caso del juramento hipocrático de los médicos. No cabe duda de que algunos cumplieron un buen papel, aunque con los demás no ocurrió lo mismo y, para frustración social y gremial, engrosaron las filas de una clase política desacreditada y en pose opuesta a la expectativa con la que fueron elegidos. Sin embargo, mientras se les exige un mayor protagonismo en el Parlamento, hay que reconocer que la mayoría realiza gestiones administrativas a favor de su distrito, en un trabajo silencioso que contrasta con lo que efectuaban en la redacción de un diario, de una emisora o de un canal de televisión. El último Código de Etica2 aprobado por la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia, el concepto reconocido por los periodistas profesionales amplía la calidad de servicio al “derecho que tiene la comunidad a estar informada veraz y oportunamente”, como una obligación de los comunicadores a “estar siempre al servicio de la verdad, la justicia, el bien común, los derechos humanos, la defensa del patrimonio cultural y del medio ambiente, la democracia y la paz entre los hombres”. El concepto de servicio, en algunos casos, ha sido transformado por una visión particular de periodistas que, en el exceso de su comprensión de la labor social que desempeñaban, plantearon su participación en una acción más directa de ella, a través de los partidos políticos, con el fin de lograr lo que como intermediadores no podían conseguir en beneficio de su comunidad. Esta actitud, en algunos casos por iniciativa propia, fue adoptada en la mayoría de los casos por la oferta de los partidos políticos a los periodistas más conocidos o de mayor influencia en la sociedad y se 2 CODIGO DE ETICA, Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia. Trinidad, septiembre de 1999. 163 Aunque la mayoría de los que optaron por este camino no regresaron al ejercicio del periodismo diario, porque se integraron plenamente a la actividad política, unos cuantos quedaron “marcados” por ese paso y perdieron credibilidad de la sociedad, cualquiera hubiese sido la razón, con evidente perjuicio para el conjunto del gremio de la prensa. 2. DERECHO A LA INFORMACION Desde que empezó el debate sobre el papel de los medios de comunicación social y, en consecuencia, de los periodistas, la sociedad boliviana ha superado con éxito la transición de comprender que los principios de la libertad de expresión, de opinión y de prensa no es una exclusividad innata para los periodistas. El éxito radica en la participación, cada vez mayor, de las voces que defienden el derecho individual a expresarse por cualquier medio 164 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" de difusión, como reflejo de la evidencia que manifiesta el movimiento económico alrededor de esos medios, que está concentrando en pocas manos su propiedad a pasos acelerados. y en el Código de Procedimiento Penal (1999), en las que se insertaron artículos vinculados al control de la comunicación social. En el caso del Código de Procedimiento Penal, el Parlamento aceptó la vigencia de la Ley de Imprenta como la única que protege el interés social ante la acción de los medios. Cuando el sistema de propiedad de los medios masivos de América Latina fue estudiado hace tres décadas, y en el que se determinó que el régimen era contrario al interés de la comunidad, las recomendaciones del Informe MacBride-UNESCO de 1979 fueron un llamado de alerta a los más involucrados: gobiernos, organizaciones de periodistas y empresarios. Del voluminoso de la UNESCO, probablemente, los aspectos que más causaron desagrado en los interesados en mantener preeminencia en el control de los medios fueron el Derecho a la Comunicación y la Democratización de la Comunicación, como centrales en la posición que asumieron los integrantes de la Comisión que presidió Sammuel MacBride, para procurar que toda persona tiene el derecho a recibir más información de diversas fuentes y ser partícipe de su contenido, y para disminuir la desigualdad entre las minorías que poseen poder sobre la comunicación y las mayorías que no tienen medios propios, respectivamente. La oposición de los países industrializados y dueños de la tecnología que requieren los medios al Informe MacBride, que llevó desde entonces al chantaje de no entregar los aportes a la UNESCO, se manifiesta actualmente de otra manera aunque su objetivo sigue siendo el mismo. La globalización de la economía, impuesta a los países pobres como el nuestro, alcanza a las formas de legislación, que en Bolivia se tradujo particularmente en la Ley de Telecomunicaciones (1995) 165 En cambio, la Ley de Telecomunicaciones, promulgada en 1995, establece restricciones a las formas de comunicación populares a través de exigencias de tipo económico y legal, que pocas organizaciones de base pueden cumplir debido a su carácter popular. En este caso, las emisoras de radio campesinas, mineras, comunitarias y de cooperativas son las afectadas y obligadas a callar, en desmedro de su derecho natural a transmitir sus inquietudes y necesidades a un público mayor al que le permiten sus medios tradicionales. En este sentido, es loable la actitud de la Superintendencia de Telecomunicaciones, que accedió a dar facilidades a las emisoras de radio comunitarias del Altiplano por un convenio que suscribió con la Universidad Católica Boliviana (UCB), y que está en plena ejecución, para dar a esos medios una posibilidad de cumplir sus objetivos democráticos. La última norma que contribuye a un sentido monopólico de la comunicación, en este caso estatal, es la Ley del Estatuto del Funcionario Público, aprobada a fines de octubre de 1999 por el Parlamento y promulgada por el Presidente de la República, a pesar de las observaciones planteadas por los organismos de los periodistas, con argumentos constitucionales y referencias de otras naciones del mundo. El Estatuto obliga a los servidores públicos a “mantener reserva sobre asuntos e informaciones confidenciales conocidos en razón a su 166 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" labor funcionaria” y les prohibe utilizar esa información “en fines distintos a su función administrativa”, con la supuesta intención de quitar el carácter político de su designación, cambio o despido. por ejemplo en el Código Deontológico de los periodistas de España, cuyo Estatuto manda a sus afiliados “vigilar escrupulosamente el cumplimiento por parte de las Administraciones Públicas de su obligación de transparencia informativa, en particular, defender siempre el libre acceso a la información proveniente o generado por aquéllas, a sus Archivos y Registros Administrativos”.3 Se podría afirmar que la inserción de esos párrafos en la ley indicada es vana por la costumbre de las autoridades gubernamentales de condicionar la entrega de información a los medios de comunicación, a través de los periodistas, solamente por intermedio del titular del despacho respectivo, que naturalmente es el ministro, viceministro, presidente o director, supuestamente los únicos que garantizan la veracidad del dato solicitado. Sin embargo, las prohibiciones del Estatuto del Funcionario Público no serán cumplidas cuando el empleado estatal, sea inferior o jerárquico, considere que la información será útil a sus intereses particular o sectario, y buscará la forma de difundirla omitiendo consideraciones sobre la nueva norma. Esta actitud será justificada por el criterio del supuesto “interés nacional” que llevará al basurero una intención contradictoria con otras disposiciones, como la Ley del Sistema de Administración Financiera y Control Gubernamental (SAFCO), aunque aliviará la tarea específica del periodista. Los que asuman esa actitud no escaparán a la norma que guía sus pasos, la de utilizar los medios de comunicación para continuar en la escena pública porque seguirán dándose cuenta que, de lo contrario, quitarán esencia a la relación entre política y comunicación y a la dominación que ha adquirido sobre el vínculo con el público, único posible para que el ejercicio del poder sea conocido. La decisión del poder tomada este año aparece como en sentido contrario a lo racional y a la jurisprudencia de otros países, expresado 167 Esta actitud nacional contraria se explica en el interés de muchos por tener poder sobre los medios de comunicación, como ha sido la característica de la última parte de esta década, como una forma de garantizar su presencia en el público, aunque la pretensión se enfrenta en el ámbito empresarial, cuando los medios y los legisladores “se encuentran” en la discusión de proyectos de nuevas normas para la comunicación social. La contradicción entre la intencionalidad de unos y las propuestas de otros continúa, a la que debe añadirse la concentración del interés en los medios de las principales ciudades, de donde sigue aplicándose la discriminación, en este caso en la disposición de los medios tecnológicos en telecomunicaciones en el resto del país. En cambio, como consecuencia de la asimilación y consciencia de los periodistas, a que esta función es un servicio relacionado estrechamente con el interés de la sociedad, casi todas las organizaciones de prensa de los países han aprobado normas de ética profesional que incluyen el derecho del pueblo a expresarse libremente y a recibir información precisa. 3 CODIGO DEONTOLOGICO, Federación de Asociaciones de la Prensa de España. Sevilla, noviembre, 1993. 168 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Entre las últimas y por propia determinación, en 1984, se promovió la aprobación gubernamental del Estatuto Orgánico del Periodista, que garantiza “una absoluta libertad de expresión, entendida ésta como el derecho de los miembros de una sociedad a emitir su opinión y ser informados, sin restricción alguna”.4 periodistas son propietarios de los medios más importantes de la época; los más son empresarios y políticos, y de éstos, en algunos casos a cara descubierta, que no ocultan su deseo de proyectar sus ideas por esta forma de difusión particular. Años después, en un seminario que discutió uno de los intentos por abrogar la Ley de Imprenta, uno de los conferencistas decía a sus colegas que “se debe entender que el derecho a la información no es el derecho de los profesionales, sino el derecho de la comunidad nacional para estar informada”.5 En 1998, en un encuentro organizado por estudiantes de la Universidad Mayor de San Andrés para examinar la relación prensapoder, un ex director de un diario de La Paz señaló que “la libertad de opinión y de expresión y el derecho a la información deberán ser siempre irrestrictos, sin limitaciones, determinando con su vigencia cierta el grado de democracia, de libertad y de cultura existentes en una sociedad”.6 Es imposible negar que algunos, por diferentes formas, aplicaron una visión empresarial a su conocimiento de la comunicación y crearon compañías que les dieron muchos beneficios. Sin embargo, unos pocos 4 ESTATUTO Orgánico del Periodista, Decreto Supremo 20225 del 9 de mayo de 1984. 5 GREBE, Ronald. Legislación en Comunicación en América Latina. Exposición en el Seminario Ley de Imprenta Contra la Ley Mordaza, Edición Sindicato de Trabajadores de la Prensa de La Paz y CEDOIN, 1988, página 10. 6 SERRATE, Carlos. “Prensa: el poder de la palabra, la palabra del poder”. Marco Legal de la Prensa en Bolivia. Exposición en el Foro-Debate UMSA, noviembre 1988, página 65. 169 La mayoría de esos periodistas-propietarios lo es de emisoras de radio, especialmente de las pequeñas y de limitado alcance, que no tienen posibilidades de instalarse como cadena nacional, única forma de tener influencia efectiva en el público masivo. La distinción entre unos y otros podrá encontrarse en los objetivos de la empresa organizada, pero básicamente está señalada en la presentación del producto, que se demuestra particularmente en los medios audiovisuales, que acaparan su preferencia por el mejor efecto que producen en la audiencia, así como en los impresos, por el carácter permanente de su presentación física. En cualquiera de ellos, la tendencia del contenido camina en dirección a la globalización temática, con la creencia de que ello le dará la posibilidad de abarcar mayor audiencia en el público, en desmedro de lo cotidiano y sencillo de la realidad de la gente, cuyas necesidades aparecen olvidadas. Los diarios y los canales de televisión tienen el espacio medido, en gran parte por la dominación del factor económico, que representa la mayor inversión que ha demandado su instalación, y en otra parte por la exigencia de conceder más tiempo a los anuncios pagados, razón principal de su existencia como negocio. Por tanto, la información está restringida o, al menos, condicionada en su cantidad o amplitud a la existencia de espacio 170 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" dejado por la publicidad, momento en el que deben asignarse factores de preferencia en las instancias de decisión: venta o información, en el que el público no tiene posibilidad de participar y, en realidad, lo desconoce. en su carácter masivo como en lo individual. Sin embargo, en esta consideración la responsabilidad no es exclusiva del sistema de propiedad, al menos por la experiencia que se divulga en no pocos medios de comunicación del país. ¿Pueden los periodistas participar de esa decisión, en nombre del servicio social que defienden?. No. La decisión llega a ellos y deben ejecutarla, simplemente, con los conocimientos y criterios de su formación técnica adquirida en la universidad o en las redacciones. Entonces, ¿cómo atraer a la audiencia?. El sensacionalismo, como criterio dominante en la difusión de noticias, afecta tanto a los más importantes medios de comunicación social del país actuales como a las pequeñas empresas, especialmente de emisoras de radio, en las que es evidente la escasez de personal y las limitaciones técnicas de éste por variadas causas. Desde casi siempre, la persona trató de atraer la atención de los demás con diferente finalidad y, de allí, surge la publicidad y la propaganda, como técnicas aplicables a la difusión de productos y de ideas, a través de los mejores medios de difusión de esos mensajes. En muchos, se percibe maltrato del lenguaje, desubicación histórica, descontextualización de la noticia, como base de una presentación exagerada del asunto, que incorpora elementos de invasión a la vida privada de las personas y desconocimiento de normas legales, con lo que se vulneran derechos de las personas y de la sociedad. Primero en los diarios, después en las emisoras de radio y finalmente en los canales de televisión, la palabra “extra” se convirtió en símbolo de la llamada de atención a los receptores para que identifiquen una noticia importante y de última hora, provocando una sensación distinta en el público para que se decida a leer, escuchar o ver con atención. Esa sensación ha ido ganando terreno y se ha transformado en una técnica para ganar el favor de la audiencia: el sensacionalismo domina actualmente el sentido de los medios de comunicación social, hasta el punto en que los titulares pecan de exageración y traspasan la frontera entre la verdad y la invención. Esta forma de atraer la atención del público no es ilegal, pero modifica radicalmente el objetivo social de la comunicación, tanto 171 La infracción de los derechos de los demás, bajo el concepto de que ellos empiezan donde terminan los propios, se está convirtiendo en una manera grotesca del trabajo de una parte de los medios de comunicación que, con el tiempo, se afirmará por costumbre en perjuicio de la sociedad y de la democracia. El control de los medios o de los periodistas no pueden ejercer eficazmente las organizaciones del gremio, pues unos tienen contrarios intereses. Las empresas actúan por su propio interés económico y, por su parte, los periodistas sólo tienen el poder de su palabra, que en estos casos no ha podido influenciar efectivamente en el trabajo de sus afiliados, que obedecen órdenes de sus gerentes o directores, casi siempre sólo empresarios. 172 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Esta situación ha tratado de ser subsanada en el último Código de Etica de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia que, al concebirlo como un Principio de Mesura, exige a sus afiliados “evitar el sensacionalismo deformador y respetar el derecho de las personas a la intimidad” y a “abstenerse de explotar la morbosidad y la curiosidad malsana”.7 individual o por las representaciones que prefiera, sin que esto signifique una disminución de su derecho –teórico y práctico- de ser escuchado, más aún cuando se trata de exponer una posición a una publicación que le favorezca o le perjudique. 3. EL PERIODISTA BOLIVIANO El siguiente momento es una vuelta atrás, en el que el papel social del periodista aparece ignorado y el servicio que debe a la comunidad es reclamado por ésta, en un tiempo en el que la discusión pública del asunto es tal que su conocimiento llega a la mayoría de los miembros de la sociedad. Consecuente con su formación, empírica o profesional, el periodista boliviano ha sentido transcurrir su vida y su gremio por varias etapas, en las que su condición casi siempre ha sufrido los conflictos sociales del país. La aplicación del feed back8, que los periodistas conocen en la universidad como teoría recomendada para conocer la respuesta de los receptores al mensaje enviado por el medio y ejercer una eficaz comunicación, se cumple en este caso como acto reflejo de la sociedad contra el comunicador social, al que controla la veracidad de su labor. En la primera mitad del siglo que termina, los periodistas fueron gente ligada a la propiedad de los medios y a los pocos partidos políticos de esa época, con formación en Derecho o en Literatura. Al comienzo, de los pocos que escribían noticias, la mayoría fue articulista para expresar una opinión sobre diferentes aspectos de la vida nacional. El resultado es un ejercicio pleno del Derecho a la Información que postula la sociedad, en este caso a través de la identificación de los factores y conceptos ligados a la Comunicación Social, y en el que los protagonistas de los medios dedicados a esta tarea han dejado de ser simples individuos y se convierten en uno de los extremos de la dualidad que requiere la comunicación, como tal. En las etapas anterior y posterior a la Revolución Nacional (1952), los reporteros de los diarios y los corresponsales de algunas agencias de noticias del extranjero ofrecieron una expresión más cabal del periodismo moderno, excepto quienes se involucraron, en contra o a favor, en el movimiento. En el otro, la gente empieza a asumir su verdadero rol de participante en esta relación bipolar, en la que puede hacerlo en forma 7 8 Según datos del catedrático y estudioso Erick Torrico, la mayoría de los que ejercen el periodismo no son profesionales, aunque Bolivia vive una transición -quizá larga- hacia una menor participación de empíricos. CODIGO DE ETICA, citado. Feed back: retroalimentación para la comunicación social. 173 174 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Esta realidad provoca las innumerables quejas de los representantes de la sociedad, entre ellos especialmente de la clase política, por el trato inexacto dado a la información en los medios de comunicación social, en general, y que muchas veces ha confrontado a las partes con resultados no siempre satisfactorios. Muchos gerentes se han acostumbrado, porque no son periodistas, a aceptar invitación de entidades gubernamentales y de empresas que necesitan una cobertura a hechos de su interés sin otorgar ayuda económica o técnica adecuada al reportero que encargan la tarea, con el consiguiente riesgo de corrupción de su empleado, que se ve obligado por la necesidad a recibir (y otros a pedir) a su anfitrión. La calidad del periodismo boliviano, reconocida en otros países, no está ligada precisamente a la presentación del producto final del trabajo, sea nota informativa común, crónica, entrevista o reportaje, sino a la valentía y oportunidad de su exposición al público. Estos valores, que no se pueden obviar por justicia, provienen tanto de la larga época de dictaduras y de la situación de pobreza y abandono de la población. Sin desmerecer los casos particulares, que los hay en buena cantidad, el reconocimiento de la sociedad a la prensa nacional surge del valor que han tenido las informaciones sobre diferentes situaciones de los actos de gobierno, en muchos casos relacionados con corrupción y nepotismo, que siguen repitiéndose en la actualidad. De la misma manera, las crónicas y reportajes sobre la realidad de barrios, comunidades agrícolas, centros mineros, pueblos indígenas y otros sectores de la población han mostrado al resto del país la verdad de su abandono, contribuyendo a que los poderes públicos escuchen y atiendan sus necesidades. Son frecuentes los comentarios en el gremio sobre esta situación, con el extremo de corrupción tácita, porque algunos tienen trato con sus fuentes de información para recibir una suma a cambio de la difusión de noticias, particularmente del área política, aunque éstos siempre esquivan la precisión de denuncias que, al calor de algún desaire, se atreven a lanzar contra sus favorecedores, sin identificarlos. Esta forma de trabajo se manifiesta, según esos “dizques”, muy a pesar de otro principio del Código de Etica de los periodistas, el de la Independencia, que exige “estar libres de obligaciones y presiones que obstruyan su ejercicio informativo”, en referencia al diplomático deber de no recibir remuneración de instituciones que frecuenten por razones noticiosas. Aunque en el pasado hubo casos de aprovechamiento ilícito de la información que logran por su trabajo, para sacar beneficio personal, se puede afirmar que esta forma de infracción moral no es practicada actualmente por los periodistas. En ambos casos, el resultado de esa labor ha sido con desconocimiento de la forma de obtención, tanto por la pobreza de los medios como por la dedicación entregada por los periodistas al objetivo, conseguido después de muchas dificultades, que las empresas casi siempre ignoran. La principal característica del periodista boliviano, sin duda para la sociedad, es su posición unánime en defensa del derecho a las Libertades de Expresión y de Prensa, ampliada a los Derechos de Opinión y de Información de los ciudadanos en general, especialmente 175 176 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" cuando se registran casos particulares o partidarios de cambio en las disposiciones que las protegen. Mientras eso ocurre en la “Bolivia ignorada”, como dijo un alto dignatario de Estado, y en las principales ciudades existe una competencia de bachilleres por ingresar a la Facultad de Ciencias de la Comunicación Social, pasarán muchos años antes de que dejemos de escuchar los lamentos del Jefe de Redacción de los medios por la baja calidad de sus redactores y por la imposibilidad de encontrar sustitutos adecuados. En estos casos, la coincidencia no alcanza a los propietarios de los medios de comunicación, aunque es lógico que su beneficio es directamente proporcional a la ausencia de los empresarios en este tipo de situaciones, en varios casos de tipo conflictivo y que causó paros y huelgas convocadas por las organizaciones sindicales y académicas del sector. El cambio que ha representado la modificación de la estructura de propiedad en varias empresas dedicadas a la comunicación social, se ha reflejado en la organización pero no en el perfil del personal profesional, excepto en los niveles jerárquicos cercanos a la dirección y gerencia del medio. No se puede afirmar que esos periodistas contribuyen poco a la forma del contenido del producto, pero sí que gastan mucho tiempo y esfuerzo en la tarea de corregir los materiales de los reporteros y redactores, debido a la mala preparación técnica de éstos, para presentar al público una imagen adecuada. Esto, en cambio, no sucede en las pequeñas empresas de comunicación social, en su generalidad instaladas en las capitales departamentales que no pertenecen al “eje troncal” y, más aún, en las capitales de provincia y en las localidades de frontera, donde conviven precarios mercados publicitarios, limitadas economías de empresa y recursos humanos impedidos de acceder a institutos de educación superior. 177 178 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" LOS MEDIOS DE COMUNICACION POR DENTRO El objetivo principal es lograr una aproximación al debate planteado. Entre los objetivos secundarios están: Lupe Cajías De la Vega En los últimos meses han salido a la luz pública en Bolivia nuevos y exitosos periódicos sensacionalistas; durante 1999 y específicamente entre marzo y agosto ha habido un “boom” de informaciones relacionadas con temas de escándalo y de corrupción. Proyectos empresariales y noticias que no aparecen ajenos a las nuevas compras y concentraciones de la propiedad de la comunicación masiva. Ello se suma a la permanente discusión sobre libertad de prensa, censura, responsabilidad, leyes, códigos o normas y autorregulación de los medios de comunicación social. Ese contexto acompaña el presente trabajo. Nuestra indagación relaciona los nuevos escenarios públicos que se dan en el país en la última década; las investigaciones y reflexiones teóricas con la percepción que tienen sobre sí mismos los operadores directos de la noticia. - ¿Existen mecanismos para el auto control institucional? - ¿Existen mecanismos internos en los medios de comunicación social? En el transcurso de la búsqueda completamos otros objetivos como dar seguimiento a una antigua resolución de crear un Consejo de Prensa Nacional; rechazar el control previo ejercido por terceros así como la auto censura. Nos hemos limitado a una mirada a los medios escritos que se publican en La Paz por tres razones: - el alcance de los términos de referencia - los medios paceños son representativos del conjunto de la prensa boliviana - los medios escritos tienen una mayor permanencia en el tiempo que los radiales o televisivos; la palabra queda y permite una investigación a posteriori como también una mejor aproximación a las tendencias de la comunicación social. I. LOS NUEVOS ESCENARIOS Para ello hemos revisado la literatura existente en el último lustro y realizamos un pequeño sondeo de opinión entre los responsables de medios escritos publicados en La Paz. No trabajamos sobre una hipótesis pues los términos de referencia especificaban la sistematización de los debates internos en las instituciones profesionales y sindicales y en el gremio de los periodistas. Sin embargo, partimos de una pregunta que intenta reflejar el problema: ¿Pueden los medios de comunicación colectiva bolivianos ser capaces de auto controlar la información que difunden? 179 En la década de los noventa, Bolivia es un país marcadamente diferente a sólo un lustro anterior. El modelo económico ha pasado 180 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" de un capitalismo de Estado a una economía de libre mercado; el Estado productor y protector –dueño durante años de importantes medios de comunicación–- se ha convertido en un Estado normador- cuya atención a sus antiguos medios de comunicación se limita a espacios dentro del canal estatal; las reformas estructurales han cambiado principios en la Constitución Política del Estado; en la propiedad de las principales empresas productoras y estratégicas; en las relaciones de los actores sociales con el Estado; y en la concepción de una democracia representativa a una democracia más y más participativa. Sin embargo, estas consideraciones teóricas no se reflejaron en la práctica y ello influyó en el desenvolvimiento de los medios de comunicación externa e internamente. En esa dinámica de cambio, la empresa privada tenía nuevos roles y nuevos desafíos. Por lo menos teóricamente, dentro del modelo de una economía neoliberal, la iniciativa particular debía estar en la vanguardia del riesgo, las propuestas y las transformaciones. Así también en la consolidación de la democracia se esperaba que los partidos políticos sean capaces de modernizarse; esto es: democratización interna, generación de nuevos líderes, final del caudillismo y construcción de partidos institucionales. En resumen, una nueva forma de hacer política en un Estado que ha dejado de ser el mayor generador de empleos y que empezaba a trazar políticas de largo plazo para ser desarrolladas por servidores públicos claramente adiestrados, no necesariamente conmilitones. Por otra parte, en las reformas estructurales a las relaciones de los actores sociales con el Estado, existía una espectativa en torno a las organizaciones de base, sindicales, gremiales y en su capacidad de apropiarse del discurso del cambio puesto que muchas de esas reformas tenían sus raíces en antiguas consignas de movilizaciones populares; sobre todo las relacionadas con la tenencia de la tierra y el acceso a la educación. 181 En primer lugar, la Empresa Privada fue la primera en romper la coherencia del modelo económico expresada en el Decreto Supremo 21060 (Agosto 1985) que trazó las principales coordenadas del neoliberalismo. No fueron los trabajadores sino los empresarios del azúcar los que perforaron el nuevo ordenamiento al convocar una vez más al Estado protector. Esa anécdota tiene importancia porque muestra la debilidad estructural de la empresa privada boliviana, aun cuando un sector de ella logró vencer los desafíos de la competencia que crea el libre mercado y algunas empresas consiguieron salir del entorno familiar para profesionalizar los puestos directivos. El accionar de los partidos políticos en general tardó más en cambiar que la propia sociedad. El caudillismo, la dedocracia, el reparto de los puestos en la administración pública privilegiando la pertenencia partidaria antes que la capacidad profesional, el empobrecimiento intelectual de los representantes ante el Parlamento, no parece coincidir con otras dinámicas modernas que se dieron en el mismo Estado. Así conviven políticos profesionales de un discurso antiguo y clientelista con los modernos sistemas de regulación. El caso más ilustrativo de esa paradoja es el de un parlamentario populista, dueño de un banco quebrado y a la vez hermano de un ministro del actual gobierno. Este diputado pudo generar con las fuerzas de esa política tradicional obstáculos al cumplimiento de la Ley y al trabajo de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, oficina institucionalizada y rostro de un Estado finisecular. Aún más aferradas a propuestas y prácticas que se relacionaban con otros escenarios, aparecen las organizaciones sindicales. La Central 182 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Obrera Boliviana, COB, se opuso a medidas que potenciaban a las bases y que contenían gérmenes de autogestión, de ordenamiento territorial a favor de los sectores más pobres y daban paso a la participación legal y representativa de autoridades comunales, de pueblos originarios. intentan explicar desde diferentes puntos de vista esta explosión, que siempre se quedan cortos pues cada temporada nace un nuevo canal. El ordenamiento fue posterior y la nueva Ley de Telecomunicaciones (1994) y la Superintendencia de Telecomunicaciones intentan consolidar el mercado de frecuencias radiales y televisivas. Estas tres imposibilidades históricas han influido en la organización y en el quehacer de los medios de comunicación social y por tanto de los periodistas. II. MEDIOS DE COMUNICACION, CONCENTRACIONES EN LA PROPIEDAD Y LIMITADAS PROPUESTAS PARA LOS CAMBIOS EN LOS CONTENIDOS Casi simultáneamente al diseño de la nueva política económica, surgió en 1984 el primer canal privado de televisión. Salió al éter en Santa Cruz de la Sierra, la ciudad que desde los años 70 representaba el surgimiento de las regiones, el desplazamiento del eje económico de Occidente a Oriente y la nueva acumulación capitalista. Una acumulación que no preguntaba demasiado sobre los orígenes de los dineros. La fundación de este canal (aunque aún hay quien disputa la paternidad) se dio contra las leyes vigentes, en concreto la Ley de Telecomunicaciones de 1970 que sólo permitía la existencia del canal estatal y de los canales universitarios ahí donde no llegaba la señal de Televisión Boliviana. La existencia de tantos canales tiene su lado positivo: las muchas voces, la potencialidad que se expresen diferentes sectores de la sociedad. De hecho se tienen notables experiencias como en su momento fue el sistema popular de radio y televisión en La Paz o los canales católicos en Guayaramerín (Beni), Yapacaní (Santa Cruz) y otras zonas con diversos conflictos sociales; canales comunales en pueblos agrícolas, mineros, fronterizos, etc. Voces que cuestionan el statu quo, pero no necesariamente con un manejo ético de la información o con una autorregulación interna independiente; el caso RTP refleja certeramente esa paradoja: dio espacio a los pobres, pero quebró toda noción de los códigos de ética periodística a favor del sensacionalismo y, más tarde, de un proyecto político/populista. El exceso de canales a la vez reedita la debilidad estructural de la empresa privada, dispersa y sin propuestas. En vez de tener dos o tres cadenas fuertes y por tanto más independientes, la cantidad de medios repite la misma estructura de programación basada en enlatados, telenovelas, programas extranjeros. Las propuestas propias se limitan a los noticieros, revistas informativas, programas infantiles, deportivos y malas copias de programas de concursos. La realidad se imponía a la normatividad y los canales privados comenzaron a aparecer como hongos diseminados en todo el país, aún en poblaciones con menos de 10.000 habitantes. Existen estudios que Los noticieros no tienen corresponsales propios en las grandes capitales ni tienen enviados especiales para las reuniones internacionales o para dar seguimiento a alguna noticia de apertura. Las pocas veces en las cuales viajan los periodistas está financiada 183 184 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" por el Ministerio de Comunicación, alguna entidad estatal o alguna empresa, o a veces una embajada u organismo internacional. Son pocas las coberturas nacionales financiadas por el propio medio y mucho menos son los viajes de un reportero para informar independientemente sobre un hecho que involucra a autoridades nacionales. Por ejemplo, una visita diplomática del Presidente de la República. Esta estructura no es la más auspiciosa para una independencia de los medios televisivos y un control social con responsabilidad. A pesar de esfuerzos loables, la tonalidad de los noticieros bolivianos es de poca producción propiamente televisiva y de notas que se limitan a reproducir las palabras de una fuente que habla (se los conoció como “bustos parlantes”). El hecho noticioso ha sido reemplazado por la palabra de un reconocido protagonista de noticias, a quien se le otorga la capacidad de hablar sobre cualquier cosa; lo que diga será noticia; juego que se presta al favoritismo y “venta” de espacios en forma ilegal, corrupta. Los programas de entrevistas más sintonizados son también sencillos y no se pueden comparar con otros programas famosos de entrevistadores latinoamericanos. No figuran entre los programas más vistos los programas nacionales, salvo series de pocos capítulos producidas en forma independiente como “La bicicleta de los Huanca” o “Fuego Cruzado”. El programa nacional más popular fue un show de concursos y música con participación de los extractos más humildes de la sociedad paceña. A ello se agrega el tema de que son muchos los canales que se disputan la pequeña torta publicitaria y que esperan con ansias la propaganda oficial o las campañas electorales que les mejoran sus finanzas. En más de una ocasión hay conflictos de intereses y más de un dueño de televisión o productor “estrella” es a la vez notable militante/candidato de algún partido político. 185 Sin embargo, la televisión boliviana logra espacios contestatarios y no se han dado presiones constantes a los periodistas o comentaristas. No se conocen quejas ante los organismos de prensa de periodistas que crean afectada su consciencia. La situación no ha evolucionado con la concentración de canales en una única propiedad y con la aparición de grupos multimedia. Aunque la apresurada compra de medios y de acciones reflejó en Bolivia los mismos ritmos que en otros países y la nueva fase del modelo económico, la concentración no significó mejor calidad, nuevas propuestas y menos aún más inversiones en las mejoras de los contenidos. Paradójicamente, el grupo Garafulic que se presenta como el más poderoso y moderno tiene la misma estructura de empresa familiar y de dar los puestos jerárquicos a la familia, tal como hace la empresa privada más tradicional y menos competitiva. Informaciones de la prensa especializada en economía muestran que no ha equilibrado sus cuentas de activos con las de pasivos. La televisión no ha logrado dar el salto moderno completo, igual que sucede con la empresa privada en general. Aunque este trabajo no suponía un estudio de contenidos, una mirada a los telenoticieros nos muestra la sobrevivencia de los antiguos actores sociales, la insistencia en entrevistas a viejos políticos, a los tradicionales dirigentes sindicales y un escaso retrato del ciudadano como nuevo protagonista de los nuevos escenarios. 186 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Por su parte, la radio se ha mantenido como el medio de mayor alcance, con grandes posibilidades para un auditorio disperso en una geografía despoblada, desvinculada y con un alto porcentaje de población analfabeta o semianalfabeta, con un idioma materno diferente al español. anteponían un compromiso con la sociedad en su conjunto más que sus pequeños intereses. No existen nuevas estructuras programáticas y los noticieros mantienen una gionización tradicional. Las últimas propuestas diferentes datan de los inicios de la democracia con el reportaje directo, la participación de los radioescuchas sin ninguna censura previa, la modalidad de programas de largo aliento, el comentario inmediato a cada noticia, etc. No se han consolidado cadenas con capacidad de una información directa de los grandes hechos, como sucede con emisoras en Perú, Colombia, Brasil. La institución que tiene más radios es la Iglesia Católica, pero a la vez las organizaciones internas de ésta no tienen una estrategia comunicativa, una coordinación para fortalecer o potenciar con calidad la cantidad de medios disponibles y existe una notoria dispersión de esfuerzos, gastos y recursos humanos. Aunque ninguna legislación limita la participación de los periodistas en política y como candidatos a puestos públicos, los muchos casos de este tipo hacen un daño todavía no medible a la independencia y a la autorregulación. Programas que se presentaban como de servicio social a la comunidad terminan como plataforma para un candidato (casi siempre de onda populista). Hecho más agravado porque los periodistas como congresales, concejales o consejeros han sido un fracaso. En cambio, la prensa parece ser un reflejo más agresivo del nuevo modelo económico, de la democracia participativa y de las reformas estructurales. El medio más antiguo es el que más novedades trae y el que más distancia muestra entre sus productos antes de los noventa y al borde del próximo milenio. En cambio, la radio ha sido capaz de retratar más que la televisión los cambios sociales, la fuerza de nuevos actores como las regiones, los indígenas, las mujeres, los adolescentes, los pequeños partidos políticos, los nuevos sindicatos y una problemática no urbana que es fundamental para entender al país pero que no suele interesar a la televisión. La aparición del matutino “El Mundo” en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra fue un sacudón a la prensa nacional acostumbrada a centrar la información en la sede de gobierno; y a la prensa regional con una perspectiva provincial. Aunque el original proyecto fue luego frustrado por intervenciones externas (justamente de las viejas prácticas politiqueras) removió a una prensa adormilada en la etapa militarista y de lentas máquinas. La participación directa de políticos en la compra de canales de televisión y de emisoras ha afectado la credibilidad en los medios de comunicación como se percibían antes, cuando no eran neutros pero También desde la emergencia de las regiones, la prensa de Cochabamba comenzó a publicar suplementos diferenciados para públicos más especializados y exigentes y a reproducir ensayos e 187 188 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" investigaciones de los centros académicos. Ahí salió el espejo del nuevo país, de las nuevas ideas, de unas propuestas diferentes para la construcción inconclusa de la Nación y unas osadas visiones de las relaciones externas, los procesos de integración regional, la idea de que las fronteras internas y exteriores se movían a un ritmo distinto al conocido. como las exigencias totalitarias en los mecanismos para tener documentos de identidad o de viaje. La fundación del matutino “La Razón” en La Paz consolidó la prensa moderna, reflejo de un modelo económico basado en la iniciativa privada y la apuesta por un liberalismo económico y moral; la defensa absoluta e intransigente de una democracia moderna, participativa, libre y capaz de funcionar con unas reglas claras de juego, con partidos institucionalizados y jefes políticos profesionales, excelentes en su preparación académica y con un discurso de acumulación y no de antagonismos. Fue además capaz de dar espacio a las nuevas voces, de reflejar que los vecinos cobraban más importancia que los mineros, que las mujeres podían tener más influencia que los curas, que los originarios del Oriente podían conmover tanto como los antiguos aymaras andinos. “La Razón” tuvo clarísimo el camino elegido y así lo escribió en su primer editorial y ha intentado caminar por el mismo sendero, aún después de que las acciones de los propietarios originales cambiaron varias veces de dueño hasta terminar en manos de un grupo empresarial ligado a la televisión y a empresas que no tienen relación directa con el negocio de los medios de comunicación. Aunque muchas veces se ha señalado a su dueño como militante de un partido político oficialista y con planes para ser candidato político (él o su hijo), el periódico ha sido igualmente crítico del gobierno como de la oposición. En cambio aparece favorable a todos los dirigentes que muestran esa visión moderna de proponer políticas de Estado de largo plazo, de concretar alianzas a favor del desarrollo nacional, de democratizar sus partidos políticos y de tener una mínima inteligencia para interpretar la historia. Las disputas empresariales, y al parecer también de enfoque precipitaron una de las rupturas propietarias de ese periódico y el fortalecimiento de la concentración de medios en menos manos. “La Razón” es el principal periódico de una red conformada además por canales televisivos, “El Nuevo Día” de Santa Cruz, parte de acciones de “Opinión” de Cochabamba y de un semanario editado en inglés. Además publica el sensacionalista “Extra”, al cual nos referiremos posteriormente. De “La Razón” salieron los pioneros para fundar “La Prensa” junto con las dos familias más tradicionales de dueños de periódicos, una de Cochabamba, otra de Santa Cruz. Con matices que señalan la década de trabajo, este medio mantiene un pluralismo interno y una capacidad de denuncia que ha marcado la caída de ministros de Estado, funcionarios de alto nivel y ha conseguido conmover viejas prácticas corruptas o anticuadas, “La Prensa” es otro ejemplo de periodismo moderno y con similares características de “La Razón”. También en el formato que muestra un conocimiento de lo último que se da en las artes gráficas, la fotografía concebida como reportaje particular, los suplementos especializados, la participación de columnistas de diversa formación académica e ideológica. 189 190 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Aunque, a diferencia del primero, privilegia el tono social de las noticias y en contenidos ensaya la recuperación del reportaje como el género periodístico más completo. El más tradicional y a la vez el más cercano a las nuevas propuestas de periodismo ciudadano, de periodismo estético, de periodismo literario. Novelas cotidianas, escritas con urgencia, pero con cuidado del lenguaje. arcaicas. Así, “El Diario”, decano de la prensa nacional, se apresta a ser centenario con una crisis interna que ha llegado a los tribunales, al cierre por el no pago de impuestos y a peleas públicas de los herederos; pero aún tiene una gran venta (algunas encuestas dicen que es la mayor en La Paz). La competencia entre ambos ha favorecido el control social y el joven periódico es un referente de la prensa moderna boliviana. Entre marzo y agosto de 1999 ambos medios fueron responsables de una gran presión social y de opinión pública para que el Poder Ejecutivo, los principales partidos políticos y autoridades cambien a funcionarios, actitudes y viejas mañas. La lucha contra la corrupción se vio fortalecida con esa competencia. Esta es una situación que merecerá mayor análisis pues los contenidos han influido en la publicidad captada. No tanto en la propaganda empresarial como en la que genera el propio poder ejecutivo, uno de los grandes clientes de todos los medios. El gobierno intentó controlar a los periódicos a través de las cuotas publicitarias. Esto ha generado la protesta gremial y empresarial y el caso fue conocido y condenado en la última Asamblea anual de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), 1999. El católico “Presencia” padece la falta de visión de la Iglesia Católica, que da constantes contramarchas. Las iniciativas de modernizar su diagramación, de tener suplementos variados, de contar con una redacción de jóvenes periodistas, ha terminado en un nuevo comienzo. El que fue el mejor periódico nacional, vendió la mitad de sus acciones a un grupo privado y en el año ha dado zarpazos contradictorios. Por ejemplo, fue el primero en dar la dimensión internacional de un delito aparentemente menor en el caso “Diodato” que involucra a personal del actual gobierno; pero a la vez fue capaz de acusar sin pruebas a un profesor en un caso de violación que conmovió al país y que casi cuesta la vida a este inocente. El error terminó con el despido del responsable, pero no parece casual que se diera. No hubo un debate interno entre los periodistas, más bien sólo el comentario susurrado aunque era un ejemplo que nos lleva a la pregunta original: ¿existen mecanismos para el auto control institucional? Otros periódicos antiguos se debaten entre las exigencias de la modernización y las presiones internas de sus propias estructuras En “Presencia” es fácil seguir el debate nacional entre los paradigmas del Estado y de la sociedad post 52 (nos referimos a la revolución nacionalista y al Capitalismo de Estado con sus propios actores sociales) y los nuevos paradigmas que más tienen que ver con el Desarrollo Sostenible, las empresas capitalizadas, las nuevas tecnologías, los nuevos protagonistas del cambio. No todo discurso antiimperialista es revolucionario y no todo sindicalismo tiene como objetivo el bien común, pero todavía en ese medio se subrayan los 191 192 Un grupo de periodistas de la misma línea fundó el semanario “Pulso” con similar visión, pero aún sin clara identidad. Sus pocos números no permiten todavía trazar una aproximación. "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" discursos en blanco y negro, o mejor dicho en blanco o rojo. Su oposición al poder no necesariamente ha sido reflejo de un manejo interno empresarial, democrático y ético como puede seguirse a sus notas sobre el caso “Dante” o el propio caso “Diodato”. Más allá de ello, ha sido el más golpeado por la presión oficial para no poner avisos en sus páginas. Los dos medios intentan tener además notas de opinión con firmas de jóvenes intelectuales; los dos están dirigidos por militantes políticos y sindicales de tendencia radical, izquierdista. Y esa es quizá una novedad que los distingue de otros medios similares pues se auto presentan como periódicos populares, de educación sexual, los únicos capaces de llegar a la gran masa de lectores olvidada por los medios tradicionales. Un periódico político partidario perdió tanta credibilidad que debió cerrar; es el caso de “Hoy”, que fracasó también como empresa. En cambio, sobrevive otro medio fuertemente vinculado con un partido político: “Ultima Hora”. Con muchos problemas financieros, ha intentado librarse de la presión del oficialismo y conseguir mayores ventas en un público siempre incrédulo y exigente. Por su redacción han pasado hechos que muestran la dificultad de controlar la información. Una foto pagada por una instancia oficial a mandos medios provocó la renuncia de su director y la dejó acéfala varios meses. A pesar de anuncios de su inminente cierre aún continúa en las calles y algo ha cambiado pues ahora no duda en señalar a corruptos y en ejercer una potable libertad de prensa y de crítica. Finalmente, este año han iniciado sus publicaciones dos medios sensacionalistas, “Gente” de propiedad del grupo periodístico familiar de “La Prensa” y “Extra” de propiedad del grupo familiar Garafulic. Los dos tienen el mismo formato, tabloide, con colores brillantes, mucho rojo, titulares grandes, enormes fotos de tetas de mujeres rubias o claramente occidentales, despliegue de muertos y de escándalos. Ninguno presenta una novedad frente al estilo tradicional de los periódicos sensacionalistas (“amarillos”) publicados en Perú o en Ecuador; incluso sus concursos y ganchos publicitarios son una imitación. Su precio es el equivalente a 20 centavos de dólar. 193 Su aparición provocó debates internos en el gremio de los periodistas, externos con la participación de otros actores como organizaciones feministas, sacerdotes, intelectuales, etc. En algunas ciudades fue ordenada su incautación o mujeres enojadas quisieron quemar sus ejemplares. En otros estudios mostramos que esta prensa que se basa en crear sensaciones en el público a través de mecanismos que bordean la mentira y la exageración, el ingreso a la intimidad de las personas y la repetición de imágenes de sexo y violencia, no prosperó en Bolivia. La prensa boliviana era de estirpe rebelde, seria y tradicional. Esta es la primera vez que la propuesta está respaldada por sólidos grupos multimedia y con mayor sostenibilidad que en los fallidos experimentos como “Sucesos” o “La Quinta”. Su inmediato éxito comercial nubló las discusiones y las reacciones de quienes se sentían afectados en su moral; varios periódicos en decadencia han creado un suplemento similar para aumentar ventas (ver “El Diario” y “Ultima Hora”). Aunque el primer impacto parece haber disminuido, estos son los periódicos que se ven debajo del tapete en los taxis, en las manos de los viajeros de buses o trenes, entre los jóvenes de diferente extracto social y también es posesión de los niños en las grandes plazas públicas. 194 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Acá no es problema de control publicitario, de presiones políticas o de grupos de poder, sino de autocontrol. La propuesta y las noticias publicadas no tienen relación con la mayoría de los artículos de los códigos de ética internos de la prensa boliviana, pero los responsables creen que pueden manejar con mayor autonomía las noticias que publican y decir todo lo que saben, sin autocensura ni por presiones de quienes se sienten afectados por la información. público con propuestas para el conjunto de la sociedad, como sucedió en otras oportunidades. Ha dejado de ser un mediador válido en los conflictos, en los debates. Por otro lado, la descomposición de las organizaciones sindicales y gremiales, ancladas en formas del pasado, también ha afectado a los periodistas. Por primera vez desde los años 60, los periodistas están divididos y estructuras corruptas están a la cabeza de su principal organización sindical. El Sindicato de Trabajadores de la Prensa de La Paz no participa en la Federación de Trabajadores de la Prensa y ello ha quitado fuerza y representatividad a ambas organizaciones. La falta de pertenencia real a un sindicato fuerte y de protección al trabajador ha afectado la decisión de los periodistas que antes encontraban más espacios para decir su propia interpretación de los hechos, aún cuando los medios publican artículos de opinión de sus redactores. Esa situación agrava la sensación de inseguridad laboral que tienen los periodistas en un modelo donde se trabaja en el lugar que ofrece más dinero. La movilidad de los operadores de la información en todos los medios tampoco ayuda a asentar su independencia y su personalidad. Los periódicos carecen de rostros que los identifiquen: cambian los reporteros, los columnistas, los editorialistas y también los dueños. A nivel profesional, la Asociación de Periodistas de La Paz no logra mantener la convocatoria interna y la presencia en el escenario 195 La misma organización nacional muestra una incapacidad de institucionalización interna que le resta autoridad moral. En su último congreso no sólo reeligió al mismo dirigente sin dar posibilidad a la renovación, sino que aprobó nuevos estatutos que rigieron a mitad de ese encuentro y los principales secretarios trabajaban más en la administración pública que en los medios de comunicación. Difícilmente consigue confianza en su independencia y en la influencia para que el accionar de los periodistas sea más responsable. A pesar de ello, ha elaborado un “Código de Etica” que la mayoría de los medios ha difundido ampliamente y que completa las guías para la autorregulación interna. III. MECANISMOS INTERNOS DE AUTORREGULACION EN LOS MEDIOS Internamente los medios de comunicación tienen diferentes instancias para la autorregulación. La mayoría tiene un consejo o staff que discute las líneas generales de la información, los casos polémicos, las formas y a veces el plan cotidiano. Existe un director que relaciona al medio con el exterior; uno o varios subdirectores que filtran los controles; editores que dan la forma adecuada, redactores y reporteros. Para conocer la percepción interna de los propios operadores, realizamos un breve sondeo de opinión a los directores o responsables de los medios escritos de La Paz. Por los términos de referencia y el 196 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" presupuesto de la presente investigación no existía posibilidad de hacer con todos los medios de comunicación del país y ni siquiera con todos los de la sede del gobierno. El único medio que entregó tarde sus respuestas fue “Pulso”, por lo cual éstas no pudieron ser consideradas y la dirección del tabloide “Extra” sugirió ampliar la encuesta para permitir dar más detalles de los mecanismos de autorregulación que tienen los medios. Sin embargo, consideramos que la prensa publicada en La Paz es representativa del conjunto de la que sale en el país, incluso por la presencia de socios que también tienen medios en otras ciudades. Los medios escritos tienen una mayor permanencia en el tiempo y permiten una mayor aproximación y una investigación a posteriori. El sondeo se realizó a los siguientes medios: “El Diario” (l904) La primera pregunta era: “Considera que su medio tiene mecanismos internos de autorregulación”. Los ocho medios respondieron que sí, pero sólo dos especificaron que estos se dan a través de un Comité Editorial, en un caso; y de los jefes de redacción y de informaciones, en el otro. Sólo cuatro de esos medios tienen un “Manual de Redacción” que sirve de guía tanto para la parte formal como para la de fondo y traza las pautas que debe seguir un redactor y un reportero. En cambio sólo un periódico tiene un “Código de Etica” interno que se exige cumplir a todos los trabajadores. “Extra” (1999) “Gente” (1999) Siete de los periódicos admiten que publican “a veces” noticias con una sola fuente, y uno asegura que sólo “extraordinariamente” se publican notas con una sola fuente. Ninguno tiene como norma no publicar “nunca” una noticia que no tenga a la vez otra fuente, o la contra parte de la noticia. “La Razón” (1990) “La Prensa” (1998) “Nueva Economía” (1993) (semanario especializado en economía) “Presencia” (1952) “Pulso” (1999) (semanario) La quinta pregunta se relacionaba con la difusión de los códigos de ética profesionales. Esta interrogante era considerada esencial por nosotros pues las asociaciones de periodistas y los diferentes seminarios sobre ética profesional recomendaron reiteradamente que los medios de comunicación tengan a la vista de sus redactores estos códigos publicados incluso en afiches, trípticos y otras formas de difusión. “Ultima Hora” (1929) 197 198 "OPINIONES Y ANALISIS" Tres medios afirmaron que asumen la difusión interna de los códigos de ética profesionales, pero preguntas colaterales a los trabajadores no confirmaron esta experiencia en todos los casos. Un medio demostró que invita a personalidades a dar charlas sobre ética y que sus reporteros pasan cursos de capacitación profesional para mejorar su estética y su ética. Los cuatro periódicos más importantes e influyentes dejan que sean sus propios periodistas los que se acerquen a las normas éticas por su propia iniciativa. Todos afirmaron conocer y tener interés por los códigos de ética profesionales. También preguntamos a los responsables de estos medios cuáles eran los cinco principales principios de la ética periodística. Estas fueron las respuestas, colocadas en un orden descendente de las más reiteradas a las menos. - Buscar la verdad, verdad, veracidad - Reserva de la fuente; respeto a la fuente; responsabilidad con las fuentes, fuentes fidedignas - Publicar la parte y la contra parte - Independencia/imparcialidad/pluralidad - Responsabilidad informativa/verificar la información/no distorsionar - No calumniar "OPINIONES Y ANALISIS" - No publicar nombres de los involucrados - No publicar fotos que mellen la dignidad de las personas - No recibir dinero por ningún motivo/no recibir presión económica - Respetar la intimidad - Transparencia - Credibilidad - Honestidad - Objetividad - Amplitud - Trabajar para un sólo medio - Respetar a la persona - Respetar a la sociedad - Compromiso con el país y la democracia Los responsables de los principales medios escritos saben que el principal principio de la ética periodística es la búsqueda de la Verdad, la aproximación a la Verdad pues el periodismo informa sobre hechos y no sobre ficciones o imaginaciones. Saben también que el uso de las fuentes es el esqueleto de esa búsqueda. Sin embargo publican información con una sola fuente. Notamos también la importancia que dan a la publicación de la parte y de la contra parte. 199 200 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Sin embargo, en la pregunta sobre “¿cuál cree que fue el peor caso de falta de ética en su medio y por qué?” las respuestas admiten que no hay suficiente autorregulación para cumplir ese principio. apoyaría la idea de contar con un mecanismo más identificado que los actuales para fomentar el trabajo con ética. Uno de esos medios anuncia para los próximos meses el nombramiento de un Defensor del Lector. En un caso porque “no se investiga” lo suficiente, en otro porque simplemente no se busca a la contra parte (presión del tiempo, de la competencia, etc.); otros admiten la publicación de fotos de niños involucrados en casos de escándalo aunque conocían el principio y la legislación de no hacerlo; otros admiten que justamente no cumplen los principios que más llevan a la Verdad como ser la imparcialidad y la amplitud; dos creen que no hubo casos irresponsables en su medio (aunque recordamos que uno de esos medios debió sacar más de una rectificación), mientras otro lamenta la publicación de una noticia sin verificar la fuente por falta de experiencia y formación del responsable (recordamos que esa nota salió en primera plana de ese matutino); otro admite que en su medio se han dado casos de favorecer a fuentes por intereses económicos o para pedir favores posteriores. El cumplimiento de estas propuestas seguramente afirmaría el deseo explícito de tener mejores controles internos para la publicación de noticias y otras notas, de fotos y de titulares. Todos creen que su medio es considerado por la comunidad como un periódico responsable. Aunque coincidimos con el criterio expresado por algunos de los responsables de los medios en sentido de que hay creciente irresponsabilidad y en la crítica a la aparición de notas sensacionalistas, una visión más allá de las fronteras nos permite asegurar que la prensa boliviana tiene todavía excelentes perspectivas para mantener la confianza de la opinión pública. En cuanto a propuestas surgidas de seminarios nacionales e internacionales, todos creen que sería por lo menos “interesante” contar con un Consejo de Prensa interinstitucional, que reúna a los diferentes organismos de prensa y emita anualmente informes relacionados a la ética en los medios de comunicación bolivianos. Uno recuerda que esa es una resolución congresal de los periodistas y otro afirma que sería un buen mecanismo para poner freno a la creciente irresponsabilidad de los periodistas. En cambio, no todos ven la necesidad de tener un Defensor del Lector interno para velar por la ética del medio, aunque sí la mayoría 201 Destacamos el hecho de que estos periódicos se han opuesto permanentemente a cualquier tipo de control externo, sea la censura directa o a través de leyes como las que se intentaron en 1987. Han luchado contra el mecanismo de grabaciones telefónicas o de espionaje y además han publicado regularmente autocríticas por errores propios o del conjunto de los periodistas. IV. EL CAMINO PARA ANDAR Los porcentajes de confiabilidad en los medios de comunicación de masas han bajado relativamente desde las primeras encuestas de la etapa democrática a las actuales. Sin embargo, la prensa y la Iglesia Católica mantienen su liderazgo y la población las considera representativas en la lucha por el bien común, el control social y contra la corrupción. 202 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" La rápida mirada externa e interna que hemos dado nos permite dar algunas conclusiones a nuestra pregunta inicial: Nuevamente, las organizaciones gremiales tienen un espacio para llenar y para renovar y la posibilidad de mostrar a la opinión pública que los periodistas son capaces de autorregularse sin censuras externas; de limitar las inmensas posibilidades de poder y ficción que crea el acceso a un medio de masas, y no crear las condiciones para que la propia comunidad empiece a reclamar controles oficiales a los excesos. Los medios de comunicación colectiva bolivianos son capaces de autocontrolar la información que difunden. Tienen la conciencia y la experiencia para ello y cuentan con estructuras sensibles, pero podrían acentuar esa posibilidad adoptando la responsabilidad de difundir de diferentes formas los mecanismos institucionales que existen para la formación ética de los periodistas y trabajadores de la prensa. La prensa boliviana es aún dueña de su destino. No está de más reiterar la necesidad de colocar los afiches y las publicaciones de los Códigos de Etica y solicitar a los organismos laborales más charlas, conferencias y debates sobre el tema. Ello ayudaría a que la prensa consolide su vanguardia en la mejor interpretación de una etapa de cambios y donde, por lo mismo, es más urgente generar el intercambio de puntos de vista responsables. Una prensa que refleje los nuevos escenarios, sin esquematismos ni moralismos innecesarios, sin triunfalismos ni consignas. Pudimos comprobar también que existen mecanismos para el auto control institucional y que ya hay medios que cuentan con sus manuales de redacción y sus propios códigos de ética. Que podrían esforzarse por cumplir en la práctica lo que dice la letra impresa de esos documentos. Destacamos la reiteración de crear un Consejo de Prensa como un supratribunal de Honor con jurisdicción en todos los medios de comunicación social de todo el país y conformado por notables que sean capaces de dar informes anuales como un castigo moral a quienes no respetan el deber de ser periodistas honestos y medios responsables. 203 204 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" TERCERA PARTE: SOCIEDAD 205 206 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" MEDIOS DE COMUNICACION Y SOCIEDAD CIVIL: Para salir de lógicas suicidas y perversas: retornar al ciudadano (dos asuntos estrechamente ligados y que no están contrapuestos), se conviertan en ejercicio permanente y en espacios de convivencia democrática. Eludirlas, además, para que la pugna entre periodistas cazadores de escándalos, gerentes seducidos por el mercado y políticos anticuados que entienden los medios como espacios propios, sea reemplazada por una interacción más estrecha con los ciudadanos –lo grandes olvidados–, quienes deberían ser el centro de la trilogía sociedad, Estado y medios. Sergio Molina Monasterios Resumen Este ensayo tratará de mostrar cómo la interacción entre medios y ciudadanía se ha ido desgastando en forma constante en los últimos años, lo que parecería obedecer a un fenómeno de distanciamiento entre el cotidiano ciudadano y el formato de los medios, fenómeno que comienza a deslegitimar a éstos últimos; a esta relación la denominaremos lógica perversa. Asimismo, se afirma que los ciudadanos -los titulares del derecho a la información-, no cuentan con mecanismos que les permitan ejercer sus derechos plenamente, lo que se torna imprescindible para profundizar la democratización de la sociedad. Este proceso es paralelo a la lógica suicida en la que están embarcados los medios de comunicación y el Estado, que se traduce en amenazas a la libertad de expresión del segundo a los primeros, y en el intento de suplantar al sistema político (o de transformarlo según su percepción) en la relación inversa; proceso que es emergencia del fin de la mediación clásica entre Estado y sociedad a través de los partidos políticos. Finalmente, se plantea la necesidad de eludir ambas lógicas para que tanto el derecho a la información como la libertad de expresión 207 I. El mapa del análisis 1. Más Medios La investigación en comunicación durante el siglo que concluye comenzó otorgando un poder omnímodo y absoluto a los medios de comunicación (sobre todo en la escuela norteamericana); sin embargo, a medida que los procesos se fueron complejizando, se entendió que los medios estaban condicionados y obedecían a una serie de fenómenos y procesos culturales, por lo que se comenzó a restarles importancia (a partir del análisis de los estudios de la recepción y las mediaciones... y de sus interpretaciones antojadizas)1. Lo que está claro hoy en día es que los medios no producen efectos determinantes, absolutos e individuales (comportamientos), pero sí efectos limitados, sociales y de largo plazo (actitudes).2 1 2 Jesús Martín-Barbero sostiene que ese fenómeno lo ha llevado a distanciarse cada vez más del campo académico comunicacional para continuar sus estudios desde las ciencias sociales en su conjunto: la comunicación ya no responsabilidad de los comunicadores sino de todos los investigadores sociales. (Entrevista personal con el autor). Al respecto, véase el trabajo de Mauro Wolf (1993): Los efectos sociales de los media. Barcelona, Paidós Comunicación. 208 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Sin embargo, más recientemente, esa diferenciación en los estudios de comunicación se vio reforzada con el retorno de algunos investigadores que plantean nuevamente la influencia determinante de los medios sobre los individuos: los estudios sobre el videopoder, por ejemplo. pondera, en algunos casos las desecha; siempre las mezcla con sus propias verdades. En lugar de la escena escabrosa que se imaginan los pensadores del estilo de Freire, con astutos lavadores de cerebros de un lado, y pobre infelices con el cerebro lavado del otro... se configura otra, la de un mercado, en el que unos dan y otros toman lo que les sirve, o dejan pasar lo que no les gusta; en el que hay timadores y vivillos y matones, sin duda, pero sobre todo hay negociantes...”4 Al margen de ello, de lo que se trata es de mirar a los medios (sin restarles su importancia) desde los procesos sociales que se desarrollan en la sociedad; esta perspectiva permite entender las interacciones que se producen en el proceso comunicacional de forma más ambigua y compleja: sin endiosarlos ni satanizarlos. Los medios, entonces, no solamente como intermediarios sino como mediadores, esto es, relacionando no sólo a gente diferente (lo que se convirtió en la muletilla de la investigación hace unas décadas) sino a gente desigual ya que toda diferencia encierra necesariamente una relación de dominación.3 Por eso es importante entender que en “lugar de los pobrecitos ´oprimidos´ de Freire, a los que la clase dominante les inyecta su propia concepción del mundo, al punto que hasta sus actos autónomos son vistos con suspicacia... aparece aquí el hombre de carne y hueso, con células grises, con una historia personal y colectiva propia. Este hombre está expuesto a un alud de señales exógenas, sin duda, pero también está provisto de una armadura protectora, gracias a la cual no se postra simplemente ante las verdades recibidas, sino que las reelabora, las 3 En ese sentido, todos los estudios contemporáneos en comunicación retornan a una discusión que parecía superada hace mucho: introducir las relaciones de dominación en el estudio de los procesos comunicacionales. 209 En este sentido, es bueno recordar que de todas las valiosas contribuciones que se hicieron en las últimas décadas en la investigación, sobre todo en América Latina, los aportes de Jesús Martín-Barbero fueron los más sustanciales. Tratando de hacer un mapa nocturno de la investigación en el próximo siglo y una prospectiva para pasar de las hegemonías a las apropiaciones, este investigador afirma que se deberían tener en cuenta las siguientes pistas en la investigación en ciencias sociales (y se debe notar aquí la importancia que le da al ciudadano y la construcción de sus relaciones, a su interacción con los medios y a la revolución tecnológica): 1) La educación (el lugar para aterrizar la comunicación en la educación, la transformación del sistema educativo para formar a la gente en las destrezas mentales, en los mapas de trabajo del próximo siglo). 2) Las ciudades (estudiarlas desde la experiencia social para reentender los fenómenos que se producen en el último territorio sin fronteras). 4 Al respecto, véase el trabajo de Fernando Molina (1997): Historia de la Participación Popular. MDSMA. Sobre todo el capítulo referido a la comunicación sin centro. 210 "OPINIONES Y ANALISIS" 3) El mundo joven (porque la juventud refleja inconscientemente los cambios profundos de época y tienen una empatía cognitiva innata con la revolución tecnológica, además de romper la diferenciación que existe entre consumo y producción, o la separación entre el tiempo de trabajo y de ocio, etc.). En resumen, los procesos y fenómenos comunicacionales son demasiado complejos y abarcadores por lo que deben ser de incumbencia de todas las ciencias sociales; y son, además, espacios de liberación o de destrucción de nuestros países, esto es, lugar de enfrentamiento (desigual y sin triunfo posible) o de negociación con la globalización.5 2. Los actores y el libreto Pero si ese fue el desarrollo de los estudios mediáticos también es necesario saber cuáles son los actores imprescindibles en este análisis, porque en la medida en que éste sea menos plural más difícil será entender los procesos o pensar en la superación de los conflictos: si sólo se redujera la visión a los medios y el sistema político, por ejemplo, la relación podría entenderse como de genuflexión cómplice o de enfrentamiento suicida. Es que existen otros factores y otras determinaciones que son las que permiten entender que el conflicto no siempre beneficiará ni se inclinará a favor de las lógicas de poder. En ese sentido se debe entender que los actores del proceso no solamente son los medios de comunicación y el sistema político 5 Conferencia dictada por Jesús Martín-Barbero en el Primer Seminario Internacional de Investigación de la Comunicación, Cochabamba, Bolivia, noviembre de 1999. 211 "OPINIONES Y ANALISIS" sino que la sociedad civil cobra un papel determinante en este asunto, si se quiere entender la complejidad que tiene y dar una explicación a fenómenos que parecerían ininteligibles desde una perspectiva más reduccionista. De la misma manera, es imposible analizar la relación que existe entre medios de comunicación y sociedad civil, aislados del sistema político, relación que se hace simbiótica en muchos momentos y que permite pensar ya no en procesos diferenciados sino abarcadores y entrecruzados. El sistema político y los medios de comunicación, además, en una pugna constante por el ejercicio de la libertad de expresión (queriendo regularla el primero y entendiéndola como absoluta los segundos); pugna que deja al margen a la sociedad civil, entendida como la poseedora indelegable de un derecho tan importante como el de la libertad de expresión: el derecho a la información y, por tanto, convirtiéndose en el pivote central del triángulo del que hablamos. Como dice José Luis Exeni, no se trata de la “definición de si la libertad (de prensa) es más o menos importante que el derecho (a la información), sino en identificar cuáles son las decisiones que permiten ejercer los principios periodísticos sin restricciones, pero a la vez velando por la responsabilidad informativa. Es decir, el asunto no es si optamos por las libertades o por sus consecuencias, sino con base en qué acciones cotidianas logramos combinar-equilibrar ambas.”6 6 Véase al respecto el trabajo de José Luis Exeni (1999): Para aligerar las ligerezas de la prensa: retorno al oficio, artículo inédito. 212 "OPINIONES Y ANALISIS" 3. Medios vs sistema político La comunicación estatal en Bolivia ha sufrido una serie de transformaciones, marchas y contramarchas, 7 este proceso ha ido paralelo al crecimiento exponencial de los medios de comunicación y a una dura competencia entre ellos, lo cual ha tornado enrarecida la relación que existe entre medios, Estado y sociedad civil. En ese sentido: "OPINIONES Y ANALISIS" a) Las políticas comunicacionales del Estado ejecutadas en los últimos años no han tenido continuidad, por el contrario, han sido modificadas varias veces por los distintos gobiernos de turno, fueron concebidas al azar y según determina la coyuntura y los tiempos políticos. 3) El desencuentro entre la agenda política del gobierno y la agenda informativa de los medios. El desencuentro entre las agendas partidarias y la agenda gubernamental. En este sentido, el Ministerio de Comunicación desaparecido se impuso varias metas que no pudo cumplir porque prefirió la propaganda y el marketing a la comunicación. Estos desafíos no fueron asumidos en esta nueva gestión y siguen vigentes para el nuevo Ministerio de Información Gubernamental, de forma que podríamos resumirlos en los siguientes aspectos: Diseño y ejecución una política de comunicación estatal. Coordinación con las unidades de comunicación que existen en el Estado. Diferenciación de la vocería gubernamental y la comunicación para el desarrollo. Replanteamiento radical de las relaciones con los medios de comunicación masiva hasta hoy utilitarias en términos de asignación de recursos para propaganda y conflictivas en materia de difusión noticiosa –para lo cual, claro, debe separarse la visión gerencial, política y gubernamental de la periodística, profesional y estatal-. También correspondía al Ministerio de Comunicación o a la instancia que lo sustituyera, analizar y definir con precisión y voluntad política los siguientes aspectos: ¿Sobre qué bases consolidar su estructura y lograr que la comunicación pública tenga una orientación principista homogénea, unos fines y procedimientos compartidos y unas operaciones congruentes a propósitos comunes? ¿A través de qué caminos lograr una real y coherente articulación-coordinación entre el Ministerio de Comunicación y las casi medio centenar de unidades sectoriales de comunicación existentes en el Ejecutivo? ¿Qué hacer con los medios de comunicación estatales, Canal 7 y radio Illimani, para que realmente sean estatales, cumplan propósitos de comunicación para el desarrollo, sean competitivos, tengan calidad y sean útiles al usuario ciudadano? Pero he aquí la paradoja: estos desafíos y tareas pendientes, que podrían haber sido encarados por el flamante Ministerio de Información Gubernamental, y que hubieran permitido mejorar la política comunicacional del Estado y del gobierno, no han sido tomados en cuenta. Pues bien, nuevamente estamos como al principio (hace seis años), con un Ministerio de Información flamante, con buenas intenciones y sin la decisión política necesaria para otorgar el lugar que corresponde a las políticas comunicacionales, sin despreciarlas ni magnificarlas, únicamente como coadyuvantes transversales de un buen gobierno. 4) 7 1) 2) Después de haber calificado al Ministerio de Comunicación (1993-1997) como uno de los peores inventos del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, luego de 22 meses de desaparecido, y de una errática, ineficaz y aleatoria política informativa, el actual presidente de la República, Hugo Banzer, implícitamente reconoció su error, reponiendo esa instancia con el nombre de Ministerio de Información Gubernamental. Ahora bien, se trata de un Ministerio sin cartera, lo que demuestra ya desde un inicio que se trata de una política transitoria aunque no se ha establecido el plazo en que dejará de existir. Hasta el nacimiento del Ministerio de Información Gubernamental y desde 1997, la estructura informativa del gobierno se resumía en: vocería a cargo del Portavoz Presidencial; relación con los medios a cargo de la Dirección General de Información; y campañas informativas y coordinación a través de la Unidad de Asuntos Estratégicos de la Presidencia (UNASEP). Lo que está claro es que las continuas denuncias de corrupción magnificadas a través de la prensa, la inexistencia de información sobre las acciones y los logros del gobierno y la creencia -con un tufillo conservador- de que los periodistas están identificados con los partidos de oposición, convirtieron a la relación medios y gobierno en un infierno que desembocó en medidas desesperadas (propaganda gubernamental sin orden ni sentido); embozadas (suspensión de publicidad estatal en algunos medios) y autoritarias (presiones políticas a directores y periodistas). Estos aspectos fueron reflejados en las denuncias interpuestas por los medios ante organismos internacionales de prensa (sobre todo el referido al recorte de publicidad estatal en algunos medios y a la investigación ilegal realizada a La Razón y ATB). En resumen, la culpa de la mala imagen del gobierno en las encuestas y de la percepción de ineficiencia y corrupción, fue atribuida a los periodistas y a los encargados de relacionarse con ellos. Si bien este diagnóstico no resiste el menor análisis, es importante buscar otras causas que expliquen mejor este descalabro político: La pérdida de la iniciativa política (la que asumieron, gustosos, los medios). La incapacidad para responder a las crisis (no se entendió que cualquier gestión es una sucesión de crisis). 213 a) b) c) d) a) b) c) 214 "OPINIONES Y ANALISIS" b) c) Si aún es pronto para saber los resultados de la nueva configuración de medios y políticas estatales de comunicación, se puede pronosticar que no se ha resuelto el problema central: el lugar desde el cual el sistema político asume y genera comunicación. El sistema político y los medios están enfrascados en una disputa en la que predominan amenazas a la libertad de expresión por parte del primero y una búsqueda paranoica del escándalo por parte de los segundos. Los medios seducidos por este enfrentamiento no están en condiciones de responder a los requerimientos sociales (lo cotidiano de la sociedad civil) y el sistema político no entiende la complejidad de la realidad y su entrecruzamiento por infinidad de mediaciones; y, finalmente, el sistema político no asume a los sistemas massmediáticos como lugar de encuentro y negociación, tamizado por un conjunto de estructuras discursivas divergentes. Joaquín Estefanía, un periodista español, escribió al respecto: “Del mismo modo que el periodismo sostiene que ejercer la libertad de expresión y el derecho a la información en nombre de la opinión pública obliga a los periodistas ante la sociedad en una medida más amplia que el estricto respeto a las leyes, en política el cumplimiento estricto de la legalidad es imprescindible, pero no suficiente. Hay valores que deben dominar la política y la práctica de gobierno”.8 "OPINIONES Y ANALISIS" II. La lógica perversa 1. Medios vs sociedad civil Los medios de comunicación en Bolivia, preocupados como están en el enfrentamiento con el sistema político, se han ido distanciando del público, de los ciudadanos. En los últimos años hemos visto un proceso continuo de descenso en la credibilidad de los medios ante la opinión pública, lo que reflejan la mayor parte de las encuestas de los últimos años9 ; aunque el porcentaje de respaldo sigue siendo mucho más alto que para otras instituciones o actores sociales, lo que es un dato que permite entender que la situación es preocupante pero no alarmante. José Luis Exeni afirma que “mientras medios y periodistas se asumen como vigilantes de gobernantes, legisladores y jueces; éstos ven a aquéllos como a sus empleados. Tremenda desubicación, que se reproduce sin tregua ni vergüenza en una tensión cómplice: el poder quiere medios de comunicación a su servicio; éstos, a su vez, pretenden un Estado a su gusto. En medio de esa pugna, la gran ausente –la siempre olvidada (obviada)– es la ciudadanía, pese a ser la auténtica titular del derecho a la información”.10 Todo lo cual permitirá comprender con más claridad lo que sucede en el ámbito comunicacional en Bolivia y dar explicaciones más consistentes a fenómenos como el crecimiento de la prensa 9 8 Artículo publicado en El País de Madrid en septiembre de 1999. 215 10 Al respecto, véase el trabajo de Juan Cristobal Soruco (1999): La información, asunto de todos. Friedrich Ebert Stiftung-ILDIS. Este investigador hace una recopilación de las encuestas sobre la percepción de la ciudadanía sobre los medios y muestra cómo existe una disminución constante de su credibilidad en los últimos años. José Luis Exeni, artículo citado. 216 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" sensacionalista y los formatos policiales en los medios que, si se analizan sólo desde la perspectiva medios y sistema político, conducen a un callejón sin salida. para contribuir a la democratización de la sociedad, la que sólo se logra a medida que los derechos del ciudadano pueden ser ejercitados sin ninguna traba. Así, el distanciamiento entre medios y sociedad comienza a mostrarse ya no sólo como relación desigual sino como conflicto: “si no me leen o ven es porque son ignorantes” y “no los leo o veo es porque no me interesa lo que dicen”; esto es, se ingresa en una lógica perversa. 2. Las nuevas inquietudes sociales Entonces, ¿cómo hacer para que el ciudadano retome la titularidad del derecho a la información, a pesar incluso de los propios medios de comunicación que en este momento se autoasumen como mediadores entre el Estado y la sociedad? La nueva problemática urbana (violencia, desocupación, problemas con la propiedad de la tierra, gobiernos locales, etc.) y la nueva problemática de la vida cotidiana (sexualidad, revolución juvenil y femenina, etc.), son procesos sociales que están transformando cada vez con más fuerza a nuestros países y que se han desarrollado de forma independiente y no paralela al desarrollo de formatos y contenidos de los medios (que no desarrollo tecnológico: ese es otro asunto). Asimismo, mientras continúe la discusión sobre la importancia de los medios y sobre sus conflictos con el Estado sin tener en cuenta al ciudadano, no es previsible que se eluda la lógica suicida y perversa en la que medios y Estado, y medios y ciudadanos están enfrentados, por el contrario, ambas se acentuarán. Lo que se trata de ver aquí es la forma en que el ciudadano se convierte en el actor central del drama y cómo son sus derechos los que deben sobreponerse o adecuarse a los de los medios y del Estado. Esta diferenciación ha ocasionado que la interacción que existía entre medios de comunicación y sociedad civil y, por tanto, la importancia que los propios medios otorgaban a los procesos sociales, disminuya notablemente y que esa relación resurja más bien con formatos sensacionalistas o amarillos en una relación que tampoco permite entender las nuevas problemáticas mencionadas pero, por lo menos, ocasiona que el público tenga la falsa ilusión de que su cotidiano se ve representado a través de ellos. En ese sentido, vale recordar que, por ejemplo, la Constitución defiende al ciudadano del Estado (un aspecto que en general es olvidado a la hora de hacer cualquier análisis), esa es su filosofía y principal objetivo; y que los medios han sido delegados por la sociedad para ejercer algunos de sus derechos, por tanto debe haber mecanismos que defiendan al ciudadano de éstos. Estos mecanismos de regulación o autorregulación son los grandes ausentes y la necesidad más sentida en este momento para eludir ambas lógicas mencionadas y, sobre todo, Esto se refleja en el incremento del periodismo sensacionalista en el país (los periódicos Gente y Extra son los de mayor tiraje en el país y el sensacionalismo ha incursionado con fuerza en medios televisivos).11 217 218 11 Así lo reflejan todas las encuestas de lecturía de 1999 realizadas bimensualmente por la empresa Encuestas y Estudios, miembro del grupo Gallup. "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" De esta forma, mientras los medios de comunicación y el sistema político se preocupan casi exclusivamente de su conflicto, la credibilidad de los medios disminuye ya que los ciudadanos buscan nuevos formatos y nuevos contenidos (al margen del sistema político y de los medios tradicionales) referidos más a la vida privada y a lo cotidiano que a los grandes relatos y a la política. estudios al respecto, es notable el incremento de la información policial y sensacionalista, de talk shows, etc. en los medios de comunicación tradicionales), lo cual es un dato de cómo la respuesta de los medios al distanciamiento del cotidiano social adolece de un desconocimiento profundo de las verdaderas pulsiones sociales, que no se agotan, ni mucho menos en el crimen. La emergencia de la prensa sensacionalista refleja necesariamente la crisis que comienzan a atravesar los medios tradicionales, pero crisis que no es definitiva ni mucho menos, por el contrario, su reacción no se ha hecho esperar aunque obedezca más a la lógica del mercado (vender más y por tanto ofrecer un mejor producto) que a la ética de las responsabilidades. En ese sentido, no se puede entender a ambos actores desde una perspectiva unidimensional sino condicionados por infinidad de procesos: la sociedad no es homogénea, está diferenciada en grupos que se entrecruzan y escalonan y está fuertemente condicionada por relaciones de dominación; y los medios no pueden eludir las lógicas administrativas y las dinámicas de fabricación de noticias (newsmaking) que ha estudiado la sociología de la comunicación13 , lo que produce otro tipo de condicionantes. A su vez, dentro de los propios medios se generan enfrentamientos entre lo que podemos denominar el gremio periodístico y la gerencia, y entre ambos y el mercado. Ahora bien, sería iluso pensar que este es un proceso exclusivamente boliviano, por el contrario, es un fenómeno que ocurre en todo el mundo, por ejemplo, en Estados Unidos los grandes y tradicionales periódicos han disminuido notablemente su espacio frente a otras opciones mediáticas que resultan más atractivas para el público.12 Esa separación entre los procesos sociales y el discurso mediático se traduce en que los medios de comunicación intenten acercarse más al público, pero lo hacen a través de formatos y contenidos que resultan insuficientes para que sean apropiados y reconocidos por la sociedad civil. Como decíamos, en algunos casos esta respuesta simplemente se traduce en la reproducción de formatos policiales (si bien no hay A medida que esta relación se ha hecho más distante, se ha subordinado a otras relaciones que son parte de las interacciones entre todos los actores del campo comunicacional y que son relaciones de poder en las cuales la pugna entre unas y otras determinan el curso de los fenómenos. Los medios se han ido alejando de los procesos culturales y sociales y de la forma en que los ciudadanos interactúan no sólo entre sí sino con otros grupos. Es algo similar a lo que ocurre con el desgaste 13 12 Jesús Martín-Barbero hizo estas afirmaciones en una entrevista personal con el autor. 219 Al respecto, véase el trabajo de Mauro Wolf (1991): La investigación de la comunicación de masas. Barcelona, Paidós Comunicación. 220 "OPINIONES Y ANALISIS" de los sistemas políticos y de la política: en la medida en que los procesos de representación social clásicos se desgastan, son reemplazados por la demanda de reconocimiento, que obedece a otro tipo de lógicas. Ese distanciamiento refleja el rezago de los formatos y contenidos de los medios tradicionales preocupados en reflejar una realidad política, social y cultural que no es la de las grandes mayorías, sino dominio exclusivo de una élite pequeña y selecta. "OPINIONES Y ANALISIS" ¿Hacia dónde vamos? 1. Del discurso a la acción Thomas Jefferson, el prócer norteamericano, en una defensa intransigente de lo que creía la primera libertad –la de expresión–, afirmaba que prefería periódicos sin gobierno que gobierno sin periódicos. Por el contrario, la política (en el sentido vasto del término) siempre ha estado presente en el cotidiano de la gente pero expresada a través y desde la cultura, lo que difiere de la concepción clásica que tiene de ella el sistema político. No piensan lo mismo nuestros políticos, quienes consideran que el gobierno debe intervenir los medios de alguna manera (modernizar la legislación vigente, por ejemplo) y que no es posible continuar con las denuncias infundadas y sin pruebas que los afectan directamente, en esto (como en pocas cosas) coincide corporativamente toda la clase política. Ese desgaste en la relación es un escenario distinto al que se produjo hace unos años y que se expresó en el papel fundamental de intermediación que tuvieron los medios en el retorno a la democracia y los procesos políticos y sociales que sucedieron entre 1978 a 1982, y durante varios años después. Sin embargo, esa relación parece terminar a medida que los procesos sociales y la vida cotidiana comienzan a pasar por otro tipo de problemática que los medios no están reflejando actualmente, o que no están entendiéndola, o contextualizándola. Pero esto no es nada nuevo. Desde la Constitución vitalicia de Simón Bolívar en 1825 (“todos pueden comunicar sus pensamientos... por medio de la imprenta sin previa censura”), no hubo presidente al que no se le pasara por la cabeza este asunto (Belzu, Córdoba, Linares, Achá, Pacheco, Arce, Pando, incluso Saavedra quien, el 19 de enero de 1925, aprobó la famosa Ley de Imprenta). Es bueno recordar que cada vez con menor frecuencia –y en los últimos años casi como excepción–, han sido el Estado o la sociedad civil los que han fijado la agenda nacional, por el contrario, son los medios los que se han apropiado de ella. Lo cual es un fenómeno común en todo el mundo, pero que encierra uno de los principales peligros para la democratización de sociedades mediatizadas como las contemporáneas. 221 Asimismo, no hubo en la historia un statu quo que recibiera una defensa tan cerrada como la que recibe éste por parte del gremio periodístico. Dos fuerzas poderosas enfrentadas: por un lado el “sindicato” más importante del país (los periodistas) y por el otro el poder político en su conjunto (el sistema de partidos). 222 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Y no todo se reduce a declaraciones, sino que unos y otros han pasado a la acción: el Estado diciéndonos qué hacer y qué pensar (intento de incautación del Informe R, los amagos de censura contra algunos periódicos); y los periodistas en una cacería despiadada en procura del escándalo, con la impunidad de la que se creen poseedores, sin comprobar sus fuentes, sin confirmar independientemente una noticia y sin dar derecho de defensa al acusado. mentalidad sindical que tiene resabios izquierdistas. “No hay nada mejor que cazar políticos, ésa es su utopía revolucionaria (para los periodistas). Es su manera de hacer política y, frente a ello, los partidos actúan en forma corporativa”. 2. El fin de la mediación clásica No es un secreto que los medios (a medida que la competencia entre grupos comunicacionales se incrementa y la concentración mediática se acentúa) han ido paulatinamente reemplazando a los partidos políticos –deslegitimados como mecanismos de mediación y representación del sistema democrático–; incluso, van más allá: se convierten en polos de poder en forma autónoma, crean y definen la agenda y la opinión públicas; y, en el otro extremo, el sistema político seducido por la mediatización de la realidad, espectacularizado, vampirizando a los propios medios de comunicación. Carlos Toranzo confirma estas aseveraciones: “la mediación clásica entre el Estado y la sociedad, que siempre estuvo a cargo de los partidos, ha sido reemplazada por los medios”14 y, en esta división de poderes fáctica, la victoria, hoy por hoy, es de los medios. Para Toranzo dentro de los medios de comunicación hay un impasse entre la línea gerencial y la línea corporativa periodística con Asimismo, no es posible entender lo que ocurre con la política y los medios de comunicación en el país sin hacer referencia a la arremetida conservadora: el Estado inmiscuyéndose en la vida privada de los ciudadanos y en el ejercicio de su libertad individual y de expresión; y la sociedad fragmentada, amnésica, con todos sus mecanismos de solidaridad olvidados. El liberalismo económico y el conservadurismo social afectan de esa forma todos los espacios de la vida cotidiana, de forma que ésta se reconfigura en función y en oposición a ambos; por eso el incremento enorme de organizaciones, procesos y grupos, que están al margen de los sistemas tradicionales de representación que existían en el país. Sería un error creer que la “modernización” sólo se ha dado en el aspecto tecnológico (medios), estatal (reformas estructurales) o económico, también la sociedad se organiza de manera distinta en función a los nuevos mapas laborales, económicos y políticos. Esa reconfiguración es la que está ausente de la problemática estatal y de la agenda de los medios de comunicación, ausencia que, si no es subsanada en el mediano plazo, puede llevar a una crisis del sistema en su conjunto y al surgimiento de alternativas antisistémicas, que la mayoría de los cientistas políticos y los políticos inteligentes bolivianos no descartan. 14 Entrevista personal con el autor. 223 224 "OPINIONES Y ANALISIS" 3. Regulación y autorregulación Sería caer en un error no estar de acuerdo con la regulación de los medios a través de mecanismos legales e institucionales que equilibren el ejercicio de la libertad de expresión con la concentración mediática (monopolio), el derecho a la privacidad, el derecho a réplica, etc. Aunque, por supuesto, esta discusión necesita de un Estado y un sistema de partidos fuerte y legítimo, y no herido como el nuestro, merced –entre otras cosas– a los propios medios a los que quiere regular. Quizá la autorregulación (códigos de ética periodística, tribunales autónomos, Defensor del Lector, etc.15 ) podría abrir un poco el cielo encapotado, como lo ha hecho en otros países, pero en Bolivia tampoco existe un gremio a la altura de este desafío, enfrascado como está en una discusión corporativa y provinciana. La autorregulación es un término que algunos autores prefieren que sea sustituido por defensa del derecho del público, en el entendido de que es preferible regularse a ser autorregulado externamente. Finalmente, esto quiere decir que es importante que los ciudadanos estén informados sobre sus derechos frente a los medios y sobre los mecanismos de regulación y autorregulación existentes en el país (o los que deberían existir). Nuevamente, entonces es la propia sociedad la que debe dotarse de mecanismos que la defiendan: frente a los excesos de los medios 15 Al respecto se puede ver la Memoria del seminario internacional Mecanismos de Regulación de los Medios de Comunicación. Fundación Friedrich Ebert. 1997. 225 "OPINIONES Y ANALISIS" en muchos lugares se ha alentado la formación de grupos, la dictación de leyes y normas, y se ha generado la necesidad de ciertos sectores por “defenderse”.16 Finalmente, como se decía al principio, la interacción medios e individuos son fenómenos con efectos a largo plazo, por eso la importancia de que existan en la escuela (o, más bien, en los fenómenos educativos que la están reemplazando: las nuevas formas de circulación del saber) configuraciones curriculares que permitan al educando “leer” los medios críticamente y desde su propio cotidiano. 4. La insurgencia de lo cotidiano Decíamos que los medios se distancian de la sociedad civil porque no están en condiciones de reflejar ni de entender lo que pasa en el cotidiano social, en la nueva problemática urbana ni en los nuevos mapas de configuración social y grupal del país, este distanciamiento incide directamente en la disminución de su credibilidad en la sociedad civil y el éxito de otros formatos y contenidos mediáticos como el sensacionalismo. Este distanciamiento es una señal que muestra a los medios la imperiosa necesidad de adecuarse a los nuevos discursos y procesos 16 Es el caso de muchos países europeos y del Brasil, por ejemplo, donde “la reconstitución democrática y a raíz del papel de los medios en el auge de Collor de Melo, los movimientos sociales de Brasil empezaron a organizarse en el Foro Nacional para la Democratización de la Comunicación con el fin de proponer un modelo democrático de comunicación como requisito de la democratización general”. Artículo de Beth Costas en Mecanismos de Regulación de los Medios de Comunicación. Fundación Friedrich Ebert. 1997. 226 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" sociales, sino quieren ser aislados de éstos, ya que seguirán desarrollándose de forma cada vez más rica y autónoma. Esta discusión no se resolverá si los medios continúan en su propia lógica y no están en condiciones de responder a los requerimientos sociales; si los políticos no entienden la complejidad de la realidad y su entrecruzamiento por infinidad de mediaciones; y si ambos no entienden la necesidad de enfocar su perspectiva desde los procesos sociales. Y es el ciudadano organizado el principal actor para la reconfiguración de las relaciones entre medios y Estado y entre medios y sociedad civil, y el único que puede hacer posible asumir la configuración de los sistemas massmediáticos de comunicación como lugar de encuentro inevitablemente complejo, de una multitud de actores sociales donde cada uno de ellos es, a su vez, sujeto de y sujeto por un conjunto de estructuras discursivas divergentes. Lo cual quiere decir que si no se superan las lógicas perversas y suicidas, el enfrentamiento de esta trilogía de actores y procesos seguirá socavando las bases del sistema y el gran perdedor, como hasta ahora, seguirá siendo el sistema democrático en su conjunto. 227 228 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" MEDIOS DE COMUNICACION Y PARTIDOS POLITICOS Carlos Toranzo Roca Introducción En las páginas que siguen intentaremos colocar, de manera descriptiva, cuáles son los nudos temáticos que podrían hacer inteligible la relación de amor o desamor, de solidaridad o de competencia, entre los partidos políticos y los medios de comunicación. La reflexión no se atará a un esquema teórico, sino más bien lo que pretende hacer es sacar desde lo concreto de la realidad boliviana los problemas que deben ser incorporados dentro de una investigación de más profundidad para comprender la conexión entre medios de comunicación y partidos políticos. El horizonte histórico de referencia estará circunscrito aproximadamente a los últimos 20 años, dentro de los cuales dos son los hitos que permiten hacer inteligible nuestra historia política. Por un lado, la creación de la democracia representativa desde 1982-1985 y, por otro, el paso de la economía boliviana a la lógica de mercado, signada por la introducción de los programas de ajuste estructural en la casi totalidad de los países de América Latina. En resumidas cuentas, el marco histórico en el cual se desenvolverá la reflexión es el de una Bolivia totalmente diferente a aquella que fue desarrollada desde la Revolución de 1952. 229 La mediación Estado-sociedad De manera clásica y en las democracias representativas desarrolladas, el partido político cumple la función de realizar la conexión o intermediación entre Estado y sociedad; dependiendo del caso concreto, del país y de los fenómenos nacionales, en unos casos esa mediación está más inclinada hacia el Estado o a la sociedad. En la historia boliviana que tenemos como antecedente para nuestro comentario, que se funda en la época de la Revolución Nacional de 1952, es el partido de Estado, el Movimiento Nacionalista Revolucionario, quien se ocupa de esa mediación, pero con el matiz de ser el representante fundamentalmente del Estado frente a la sociedad. El régimen nacionalista además está acompañado por un sistema político corporativo, de organizaciones obreras, campesinas, militares y empresariales que son los puentes a través de los cuales el partido de Estado realiza su interlocución con la sociedad. En ese Estado del 52 la presencia de los medios de comunicación, por la época en que nos ubicamos –1952 a1980–, no es todavía crucial; más todavía, el Estado pretende poseer un fuerte impacto en la generación de comunicación tanto escrita como oral, en tanto que la televisión recién asoma en las postrimerías del Estado nacionalista. Puede decirse que en esa fase no es posible hablar de competencia de partidos políticos versus medios de comunicación en la mediación entre Estado y la sociedad. El fenómeno de la competencia entre ambos es una cuestión moderna, corresponde a la época contemporánea de la política boliviana, se ubica práctica y únicamente en la fase del desarrollo democrático o desde la creación de la democracia representativa en Bolivia, que parte de 1982 en adelante. Antes de 1982, la titularidad del poder se 230 "OPINIONES Y ANALISIS" definía entre la oposición entre militares y organizaciones sindicales representadas por la Central Obrera Boliviana y la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia. En esa época se dibujaba una importancia muy pequeña para los partidos políticos, como reducido era el peso de los medios de comunicación, por lo menos comparado con lo que sucede en el tiempo presente. Lo paradojal para la historia de los partidos es que justo en el momento en que se pasa a una fase de creación de democracia representativa en Bolivia, es decir, una vez que ha llegado el momento en que los partidos deban encargarse de cumplir la misión de mediación entre Estado y sociedad, es precisamente en ese instante en que en el país se despliegan los medios masivos de comunicación. Ese es exactamente el tiempo del despliegue no sólo de la prensa, de la radio, sino ante todo de la televisión, es el tiempo de la fundación del poder de la pantalla chica y de la imagen. Es justo el momento en el cual, en América Latina y no sólo en Bolivia, se abre una época en que los partidos políticos sienten la presencia y disputa de los medios de comunicación en la función de mediación entre Estado y sociedad. "OPINIONES Y ANALISIS" Cuarto poder y búsqueda del poder por los partidos Es sabido que en todas las democracias representativas los partidos políticos son los instrumentos clásicos para la búsqueda del poder. Es más, las propias constituciones políticas de los más de los países definen que la titularidad del poder es definida por la vía de la competencia electoral entre los partidos políticos. Quiere decir que los partidos deben entrar en sintonía con el poder, su obligación es buscarlo, lo adquieren cuando llegan al gobierno, lo buscan en la oposición, o aun estando en esta última no dejan de ser parte del poder político. Es cada vez más difícil hablar, hoy en día, de partidos confesionales, cuya existencia esté marcada solamente por su oposición contra el poder y su viabilidad mínima de llegar a ser gobierno, pero inclusive tales partidos, los pocos que sobreviven, definen su norte como el de la búsqueda del poder, negando el poder de quienes hoy lo detentan. Ha sido tan fuerte el impacto de los medios en la sociedad que puede decirse que en el presente, para los ojos de la población, son los medios de comunicación quienes tienden mejor el puente de articulación y de mediación entre Estado y sociedad, los medios cumplen esa misión con una celeridad mayor y con una eficacia superior a la de los partidos. Es decir, en esa función hay una fuerte disputa con los partidos políticos, con un resultado quizás negativo para estos últimos, por lo tanto, una de las funciones clásicas de los partidos le está siendo arrancada por los medios. No en balde, cuando menos en Bolivia, la relación entre medios y partidos políticos, no es una articulación de cooperación, sino una relación de competencia, de tensión, de disputa y de celos mutuos. De otra parte, los medios, ya desde mucho tiempo atrás, fueron denominados como el cuarto poder, claro está, del Estado; ellos también están íntimamente ligados al poder, a pesar de que constantemente emiten un discurso que expresa que su ombligo está asentado en la sociedad y no en el poder político o en el poder estatal; sin embargo, los medios están demasiado cerca, en distancia muy pequeña respecto del poder político. En la fase pre-democracia representativa en Bolivia los medios fueron construyendo una identidad por oposición al poder estatal, ella fue acentuada mucho más en todos los períodos dictatoriales, en los cuales, en especial los comunicadores, captaron el discurso radical de los movimientos populares. Ellos mismos, a través de sus sindicatos, eran parte de los movimientos de izquierda, y junto a éstos construyeron una visión radical-sindical del mundo, de búsqueda de la utopía de rebasamiento del Estado. 231 232 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" El medio de comunicación, sus propietarios, podrían haber estado ligados a las esferas estatales, pero los comunicadores, los periodistas, poseían un impasse con ellos, pues su norte era el de la radicalidad, de búsqueda del socialismo. Así entonces, aunque no hubieran estado inscritos al poder estatal, pero, fueron construyendo poder, un poder más ligado a la sociedad, como sucedía con buena parte del sindicalismo. Pero a diferencia del sindicalismo, los medios y con ellos los comunicadores fueron ensayando labores de información para la gente y de fiscalización al poder o de denuncia contra lo que sentían como violentación de la democracia. Es curioso cómo los medios con una labor a todas luces positiva, de impulso de la democracia, de intento de facilitar la fiscalización de sus instituciones, quizás sin quererlo, pueden convertirse en un instrumento inconsciente de debilitamiento de las propias instituciones de la democracia. Está claro que los medios no inventan las falencias de la democracia, no crean la corrupción ni el prebendalismo ni el clientelismo, de ninguna manera; no son ellos quienes generan esos fenómenos, lo único que hacen es transparentarlos, poner las imágenes de todo eso al alcance de la gente. Es ésta, entonces, quien duda de sus instituciones, de modo tal que la propia democracia se fragiliza por el desencanto de la gente con sus instituciones. En la fase de democracia representativa –que es la que motiva la reflexión de este ensayo–, los medios no sólo que intentan renovar su acercamiento a la sociedad. Ahora, utilizando las nuevas tecnologías, en especial la televisión, más allá de eso, lo que tratan de hacer es incrementar ese acercamiento a grados tales en que la sociedad se sienta representada ya no por las instituciones tradicionales de la democracia, como los partidos, el parlamento, los concejos municipales u otras instancias de representación, pero lo hacen con un objetivo inconsciente –para algunos comunicadores estos actos son conscientes y deliberados– de sustituir a los partidos como los instrumentos de mediación entre Estado y sociedad. Acercarse a la sociedad es la clave del incremento de poder que pueden poseer los medios; en la medida en que lo hagan pueden ser ellos quienes fijen la agenda de discusión pública, quienes se conviertan en fiscalizadores del poder, jueces de lo que suceda en el poder y la sociedad. Vale decir que de ese modo se estarían vaciando los contenidos de muchas instituciones de la democracia, por ejemplo, los partidos, el parlamento y hasta los jueces –a los ojos de la población– estarían perdiendo las competencias que les asigna la Constitución Política del Estado. 233 Los medios no pueden ni deben callar ante lo que sucede, pero, a la par, su tarea no debería consistir solamente en mostrar las falencias de las instituciones de la democracia, es necesario que, simultáneamente, internalicen que su labor debe dirigirse también a fortalecer las instituciones de esa democracia a la cual contribuyen a criticar, pues, como se sabe, no hay democracia sin partidos, sin parlamento, es más, donde estos últimos se han derrumbado, el resultado no necesariamente ha sido la mejora de la democracia. De modo que el problema es harto difícil de manejar; es muy difícil el equilibrio en el cual deben moverse los medios. La cuestión se complica a la hora en que ellos o muchos comunicadores se sienten en la obligación de ser sustitutos o de cumplir las funciones o competencias de las instituciones a quienes critican. Al actuar de ese modo se entra a un callejón sin salida, pues, los medios dejan de cumplir su función y, por otro lado, se fragiliza –desde la concepción ciudadana– la obligación que tienen otras instituciones de hacer lo que pretenden cumplir los comunicadores o los medios de comunicación. 234 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" El incremento del poder de los medios, fincado en su mayor acercamiento a la sociedad y en la crítica a las instituciones de la democracia, lo que produce es, de manera paradojal, una mayor conexión de los medios con el poder, con el poder político, al extremo tal que se llega a una casi simbiosis ente medios y poder político. Esa cercanía entre ambos ¡no deja de producir una promiscuidad entre el poder político y los medios de comunicación! Extraña relación de oposición contra el poder político que curiosamente los acerca más al poder, a los partidos, a los políticos o a los representantes de las instituciones públicas y privadas. La capacidad y eficiencia que logren los medios de comunicación en la mediación entre Estado y sociedad, los convierte en un poder más vigoroso y en parte del poder político al cual quieren negar o criticar. No obstante, y por la otra orilla, los partidos y los políticos saben muy bien que vivimos en una sociedad mediática. Entienden que aquello que no pasa por los medios es como si no existiría, comprenden que partido que no está en los medios, ni político que no parece en la imagen son como partidos o políticos inexistentes. Por ello juegan dos cartas: por un lado, acercarse lo más posible a los medios, inclusive al extremo de intentar cooptar periodistas o comprar sus conciencias y, por otro y de manera más expedita, comprar sus propios medios de comunicación para desde ahí aprovechar las dos centralidades de la democracia: la de los partidos políticos y la de los medios de comunicación. En este caso, ¿cuál es la suerte de los comunicadores? y ¿qué acontece con la legitimidad de los medios, cruzada por la propiedad partidaria, es decir, de instituciones deslegitimadas? Las cuestiones son difíciles de responder, pero ameritan investigaciones especiales para hacerlo. Esa cercanía entre medios y poder político induce a que algunos comunicadores piensen que ellos mismos son los mejores sustitutos de los políticos, pues encuentran que es limitativa la función de crítica desde los medios, por tanto, comprenden que deben actuar: ese actuar implica adentrarse dentro de las aguas de la política, pero de la política partidaria, no importa munidos de un discurso antipartido que es el que normalmente han desarrollado en los medios de comunicación. Es debido a estas situaciones que el celo de los partidos se incrementa en contra de los medios de comunicación. La legitimidad de los medios y de los partidos Los fenómenos que describimos son de tal intensidad que han conducido a muchos comunicadores a utilizar los medios de comunicación de un modo instrumental, es decir, potenciar su imagen para ulteriormente convertirse en candidatos a algún cargo de representación política, mecanismo por medio del cual pueden conducir –si es que los casos se multiplican– a deslegitimar la función de los propios medios. No hay lugar en el mundo donde los partidos sean las instituciones que posean grados elevados de credibilidad y legitimidad otorgados por la sociedad, antes bien, es casi universal la crítica a los partidos, pero la diferencia entre, por ejemplo, países del primer mundo y algunas de las naciones de América Latina como Bolivia, radica en que no necesariamente los medios compiten con las instituciones de la democracia para cumplir o pretender expropiar las funciones de aquéllas; los parlamentos, los concejos municipales, la justicia funcionan en ese primer grupo de países, de modo que los comunicadores podrán hacer algunas críticas para la mejora de las mencionadas instituciones, pero no pretenderán arrogarse el cumplimiento de sus competencias. 235 236 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" En el caso boliviano, a la falta de credibilidad de las instituciones de la democracia, en especial de los partidos, se suma la falta o déficit de institucionalidad de ellas; ni los partidos, ni el parlamento, ni la propia justicia, poseen una fuerte institucionalidad, por ello, las críticas de los medios los dejan en una situación de grave debilidad que puede conducir a una crisis de las mencionadas instituciones y de la propia democracia. Los casos de Venezuela y Perú, no siempre por acción de los medios, sino por falta de cumplimiento de sus funciones por parte de los partidos –pero combinada con la crítica de los medios– ha desencadenado la caída del sistema de partidos con un costo extremo para la democracia. Lo curioso de todo esto es que esa legitimidad que poseen los medios como una institución creíble de la democracia, no es analizada más profundamente, pues, por ejemplo, los medios en su funcionamiento interno no siempre son todo lo democráticos que ellos exigen a los partidos. Por un lado, las empresas no siempre son democráticas en su operación interna, si bien toda lógica gerencial exige un principio de autoridad, línea de mando para el logro de la eficiencia, pero, ello no debe estar reñido con la compañía de la democracia dentro de las empresas de comunicación; en muchas de ellas no siempre está permitido el derecho a disentir, no siempre está allanado el camino para la expresión de ideas o líneas de pensamiento diferentes a las de los propietarios. Son los propios comunicadores quienes dan testimonio de esa falta de libertad de expresión de ideas y de pensamiento en los medios en los cuales operan como asalariados. De todos modos, no dejan de percibirse en Bolivia algunos rayos de luz que permiten matizar la falta de credibilidad de la gente en los partidos políticos. Por ejemplo, buena parte de las encuestas políticas expresan que ahora los ciudadanos –y ésta es una diferencia fuerte respecto del pasado en que los partidos no poseían importancia en Bolivia– entienden que los partidos sí son instrumentos necesarios para la democracia, pero se introduce el matiz siguiente: esos mismos ciudadanos dudan de la conducta de los partidos, los acusan de ofrecer todo y no cumplir nada, los acusan de corrupción y de enriquecimiento ilícito. De todas formas, el saldo neto es que se piensa que los partidos son instrumentos vitales para la democracia. Pero el reto para los partidos es el cambio de conducta que les pide la ciudadanía, el mismo que diariamente se los recuerdan los medios. Frente a una falta de credibilidad extrema de los partidos, se coloca su antípoda: los medios –que junto a la Iglesia poseen altos grados de credibilidad–, seguramente por la facilidad con que llegan ellos a la gente, y por el discurso de crítica radical y cotidiana que realizan contra las falencias de las instituciones de la democracia, en especial, contra los errores de los partidos. 237 Pero, si no siempre los periodistas o comunicadores hallan un territorio de libertad y democracia en sus centros de trabajo, a la par, ellos mismos, los comunicadores, no siempre son respetuosos del otro –lo cual implica un déficit de cultura democrática–, pues con toda normalidad muchos de ellos pueden emitir aseveraciones que mellen la integridad de las personas o de algunas instituciones, sin previamente haber tenido una constatación de lo aseverado, sin haber investigado fuentes para emitir condenas que los ciudadanos agredidos -a veces injustamente- no pueden levantar por impotencia ante los medios. De otra parte, una de las críticas normales de los medios y comunicadores contra los partidos es dirigida contra la ineficiencia de los partidos, en especial, contra aquellos que ofician de gobierno, por su falta de profesionalidad para cumplir con las competencias que deben administrar en las distintas esferas de la burocracia pública. Otra vez, para hablar de coincidencias entre partidos políticos y medios de 238 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" comunicación, los distintos test realizados a los medios de comunicación expresan el bajo grado de formación profesional que poseen muchos comunicadores; justo lo que se les exige a los partidos, es lo que muchos medios de comunicación no poseen. con eso, se puede decir que la legitimidad que los medios logren depende, muchas veces o más bien de manera dominante, del "rating" que posean ellos. Es un hecho que los medios de comunicación, antes que pensar en contenidos, en información o en generación de cultura, se sacrifican más a la trituradora del "rating" y, como se sabe, lo que genera más audiencia y lo que vende más, no siempre es lo que más educa, ni lo que tiene efectos más positivos para la democracia. Al contrario, el tiempo presente está marcado por el sensacionalismo, por reforzar los colores de lo negativo, por el escándalo. Eso es lo que vende, y aquí la lógica del mercado es implacable. Una de las explicaciones de la falta de capacitación, de mejora profesional de los comunicadores o de una fracción importante de ellos, es aducida al trabajo estresante que poseen, a la necesidad de cubrir múltiples fuentes, a los horarios esclavizantes que tienen. Está comprobado que los periodistas o comunicadores no tienen tiempo disponible para investigar aquellos temas sobre los cuales opinan, no poseen tiempo para acceder a bibliografía, libros, revistas u otros mecanismos para informarse de aquello sobre lo cual deben opinar o enjuiciar. Está claro que muchos periodistas escriben más, pero mucho más, comparado con lo que leen como bibliografía de apoyo, por ello justamente algunos analistas de los medios han propuesto que hemos llegado a la época de los "fast thinkers", que pueden lograr universalidad temática en pequeñas píldoras informativas. Si bien hay esa comunidad –entre medios y partidos– en la falta de formación para cumplir las funciones que tienen bajo su responsabilidad, en el caso de los partidos la explicación es otra. Usualmente radica en el carácter clientelar y, a veces, de nepotismo con el cual muchos partidos designan a los funcionarios públicos en sus parcelas de poder. Los partidos no designan a los mejores profesionales, sino que escogen a quienes son su clientela partidaria, a su círculo próximo, y por qué no a sus propios familiares, con lo cual el desastre de la administración pública es de todos conocido. Aquello que muestra de manera escandalosa los elementos negativos de cualquier fenómeno, eso es susceptible de conseguir "ratings" más elevados. Aquello que destaca lo positivo no siempre arriba a los lugares más elevados del "rating". Debido a que la credibilidad de los medios, y con éstos de los comunicadores, se funda, en buena medida, en la esclavitud del "rating", se puede lanzar la hipótesis que esa legitimidad tiene algo de espúreo. La victoria dentro de la competencia en el mundo de la comunicación no se inclina necesariamente del lado de ésos que proponen más ideas, sino de quienes muestran más escándalo. Si a los partidos o los políticos que nos representan se los elige mediante el voto, que es el mecanismo más sensato de la democracia, a los medios y a los comunicadores, se los elige a través del "rating", de un "rating" que posee todas las limitaciones que se han mencionado aquí, y que no siempre son un soporte de la democracia. Estos elementos deberían ser profundizados para comprender la naturaleza y el carácter de la legitimidad que poseen los medios de comunicación. Si es un hecho la falta de legitimidad de los partidos, quienes son mirados con recelo por la población, a la par, y en contrastación 239 240 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" El monopolio de la representación y el monopolio de los medios locales, sin militancia en ningún partido político, han tenido que “alquilar” siglas partidarias para poder terciar en las elecciones municipales. Los casos más paradigmáticos son los de Manfred Reyes Villa en Cochabamba que en su momento alquiló la sigla del Movimiento Bolivia Libre, o de modo más reciente los de Germán Gutiérrez en Sucre y de Cristina Corrales en La Paz que tuvieron que tomar en contrato anticrético a la sigla de Vanguardia Revolucionaria 9 de abril. En ninguno de esos casos se trata de fenómenos de cooptación de líderes locales por parte de los partidos, sino casi literalmente alquiler de sigla para cumplir con la norma constitucional. Si la realidad está demostrando que muchos líderes locales son fuertes por sí mismos, sin partido alguno, la gente se pregunta qué sentido tiene la limitación de la Constitución; pero no sólo la gente se hizo la pregunta, sino que también la clase política se ha hecho la misma interrogante. La respuesta parece dirigirse a una modificación constitucional en el futuro, orientada a romper esa limitación en el plano local, pero no así para el plano nacional, es decir para las elecciones nacionales. Ese sentido de las probables modificaciones constitucionales para efectos de la representación parece caminar por el camino de la sensatez política. Si antes de la creación de la democracia representativa en Bolivia (1982-1985) el poder se definía fundamentalmente por la oposición entre Fuerzas Armadas y sindicalismo revolucionario (Central Obrera Boliviana y Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia), ya sea por medio de golpes de Estado o por el intento de desarrollo de insurrecciones populares, ahora, en los tiempos presentes, la titularidad del poder se define por medio del sufragio. Esto quiere decir que en Bolivia, mucho más que nunca, los partidos políticos han llegado a poseer una importancia extrema en la construcción de la política y en la organización del sistema político. Además, la norma constitucional es terminante, para llegar a los cargos electivos de representación se debe pasar por medio del partido político, son éstos quienes presentan candidatos a presidentes, vicepresidentes, senadores, diputados –así sean uninominales– y concejales municipales. Así pues, nuestra democracia vive dentro de un contexto que puede ser denominado de centralidad de los partidos políticos. Lo anterior es lo que ha generado la idea del monopolio partidario en la representación política, aunque es cierto que, para algunos casos, organizaciones cívicas pueden presentar candidatos, pero de todos modos deben hacerlo en alianza con los partidos. En el caso boliviano ya son muchas las voces que se enfrentan de manera crítica contra ese “monopolio” de los partidos, bajo el argumento de que eso impide un despliegue de la sociedad, limita la libertad de las organizaciones de la sociedad civil para presentar libremente candidatos a cargos de representación política y, por tanto, inhibe el desarrollo de una democracia participativa. La crítica ciudadana es más profunda debido a que en varias elecciones municipales efectuadas en los últimos años, muchos líderes En una primera síntesis se puede afirmar que la política parece avanzar a romper el monopolio de la representación que poseen los partidos políticos –en el plano local–; da la impresión que ellos mismos están observando esa necesidad. Es que sucede que la democracia representativa, al haber puesto en escena a los partidos y al haber marcado la centralidad partidaria, a la par tiene una cantidad de exigencias sobre los partidos, primero, para efectos de mejorar la representatividad del sistema político los ha inducido a aprobar las diputaciones uninominales; después, esa democracia, impulsada por exigencias de la sociedad, ha obligado a que la clase política aplique normas de control a los partidos por medio de la aprobación de la Ley de Partidos Políticos. 241 242 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Pero nuestra democracia no sólo está marcada por el rol importante de los partidos políticos, sino que también está signada con el sello de la centralidad de los medios de comunicación. Estos, como sucede en todas las demás áreas de la economía, están sujetos a un proceso de monopolización o, para decirlo con más rigor, de oligopolización. Los signos de los tiempos parecen ser los de la conformación de las cadenas de multimedia, que articulan canales de televisión, radios y medios escritos de prensa; pareciera ser que para ofertar mejores productos en el mercado, para imponerse en el ámbito de la competencia, para lidiar con mejores posibilidades en el "rating", es necesario que los medios se oligopolicen. En el presente es cada vez más difícil la subsistencia de medios de comunicación pequeños, a pesar de las nuevas oleadas de medios de comunicación comunitarios, que llegan a ciertos grupos específicos de población, pero que no logran tener alcance regional ni nacional. tales poderes. Lo curioso es que los comunicadores, que se han formado en la lógica del impulso de la democracia, en la defensa y construcción de la misma, no parecen entender estos fenómenos contemporáneos, no internalizan que es preciso regular esos monopolios. Es que también es justo reconocer que muchos de ellos de manera consciente o inconsciente gozan de los privilegios y del poder que les confiere el trabajar en dichos medios de comunicación oligopolizados. Lo que debe analizarse es el impacto que sobre la democracia pueden tener esos impulsos hacia la monopolización u oligopolización de los medios. Si ya se ha dicho que los medios tienen un cada vez mayor influjo sobre la política y los políticos, está claro que en el futuro –algo ya sucede en el presente– esos medios no serán únicamente quienes fijen la agenda del país, pongan los temas en discusión, sino que ellos mismos podrán ser el centro de la producción de los líderes políticos o de las autoridades gubernamentales sujetas a elección popular. De otra parte, al generarse un poder monopólico de los medios, los extremos en que incurran éstos pueden estar sujetos a la impunidad, si es que no se colocan contrapesos y balances que limiten su exceso de poder. Es preciso conocer que cuando surgen poderes monopólicos en cualquier área, de la economía o de otras esferas, es necesario regular 243 Es más, los comunicadores no comprenden la necesidad de regular a los medios monopólicos, ni se sensibilizan sobre la necesidad de regular su propia actividad y sus competencias. Está claro que el país en el pasado vivió muchas dictaduras, que ellos fueron baluarte de la defensa de la democracia, que es nítido que algunas veces se trató de eliminar la Ley de Imprenta que es un mecanismo de defensa de la libertad de prensa. Está claro todo eso, pero hoy se viven otros tiempos –aunque es cierto que el alma dictatorial todavía está presente en muchas conciencias de algunos políticos–, tiempos que por lo menos deberían inducir a que los comunicadores decidan para sí mismos mecanismos de autorregulación de las funciones que desempeñan. Parece que esa época todavía no ha llegado, son pocas las voces, desde dentro de los comunicadores, que envían mensajes de cambio. Pero lo paradójico es que en esa falta de deseo de cambiar se funda también la falta de acciones para regular el poder excesivo que van adquiriendo los oligopolios de los medios de comunicación. Parece que estamos ante un callejón sin salida, pues los medios y los comunicadores, que se reconocen a sí mismos como las instituciones más legítimas, jamás aceptarán que sus contendores “ilegítimos”, los partidos, puedan aprobar normas para regular la actividades de los medios y de los comunicadores. 244 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" El derecho a la información y el derecho a visualizar el futuro pero lo cierto es que en los medios y en los partidos todavía no se ha colocado al ciudadano como el centro de su interés y de su actividad. Da la impresión que el centro de su actividad lo colocan en ellos mismos y no han saltado a comprender la centralidad que debe asumir el ciudadano en una sociedad que se desarrolla dentro de un régimen de democracia representativa. Ya se ha afirmado que la deslegitimación de los partidos ha conducido a que los medios de comunicación intenten administrar algunas de sus competencias, en especial la mediación del Estado y la sociedad. Debido a eso se ha ido desfigurando u oscureciendo cuál es el rol de los medios. Dada la confianza que deposita en ellos la sociedad, los medios y los comunicadores entienden que deberían cumplir la misión de fiscalización del poder, a veces sustituir a los jueces y juzgar de manera sumaria aquello que crean conveniente; de otra parte, se arrogan a sí mismos la representación de la sociedad o pueden hablar en nombre de ella como sus representantes, a la par, entienden que deben educar a la población y que también sería necesario informar a la teleaudiencia, a los escuchas o a los lectores. Como se ve, su labor sería omnicomprensiva, justamente por eso se entienden a sí mismos como uno de los poderes –a veces intocable– de la sociedad y muchas veces defienden sus intereses, que podrían ser gremiales o corporativos, como si estarían defendiendo a toda la población. Por ejemplo, en la defensa de la Ley de Imprenta, comprenden que lo que hacen es defender la libertad de prensa y, por ese medio, estarían defendiendo a la propia sociedad, lo cual no deja de ser evidente. Sin embargo, defender la libertad de prensa como algo suyo, propio de ellos, significa remitirse únicamente a su ombligo gremial, lo cual imposibilita el cambio cualitativo de su visión, que los lleve a un hecho más universal: la defensa del derecho a la información que poseen los ciudadanos, de ese derecho que es también uno de los derechos humanos irrenunciables. Al igual que los partidos que defienden sus propios intereses y no los de la sociedad, pareciera que algo de comunidad con ellos poseen los medios, claro está, no de manera tan torpe y exagerada como sucede con las organizaciones partidarias, 245 Por otro lado, en la orilla de los partidos, de ésos que deberían ser los grandes encargados de agregar intereses, de imaginar visiones de futuro para la sociedad, de diseñar los caminos de largo plazo, si vale el término, de engendrar utopías para que la sociedad busque un futuro mejor, ésos partidos se han abandonado a la lógica pragmática del poder, se han convertido en máquinas electorales que no generan ideas, que no imaginan propuestas; tan grande es el torbellino de la búsqueda del poder en el cual han caído, que los más de ellos han dado lugar a la creación de un centrismo político que no tiene capacidad para atraer militantes y ni siquiera simpatizantes. Dicho centrismo parecería ser la excusa del alto pragmatismo que desarrollan en su búsqueda del poder. A la hora de gobernar, que es una de las funciones que se les atribuye, no han producido resultados eficientes, por el contrario, se han hundido en un alto prebendalismo, aparejado a una forma clientelar y prebendal de manejo del poder que, con toda certeza, es una de las fuentes del rechazo que hacia ellos tiene la sociedad. Quizás la sociedad y la población están esperando que los partidos vuelvan a ser lo que fueron, lugares de procesamiento de ideas, centros de generación de propuestas, ámbito de diseño de utopías y de visiones de futuro, además de ser elementos pedagógico-didácticos para explicar e internalizar en la sociedad la necesidad del cambio y mostrar el sentido de las reformas. 246 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" De otra parte, aunque todavía el murmullo de crítica de la población a los medios no es alto, pero también es necesario que ellos dejen de ser tan omnicomprensivos y retornen a privilegiar la labor de información que poseen, pensando primero en el ciudadano y no necesariamente colocándose ellos mismos como el centro de la acción informativa. Enriquecer la democracia desde los partidos y desde los medios quiere decir reparar en la importancia que posee el ciudadano, éste debe ser el motivo de preocupación de ambas instituciones. Si se alcanza esa centralidad del ciudadano seguramente nuestra democracia podrá mejorar. 247 248 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" EL PERIODISMO ECONOMICO ¿Vale la pena en Bolivia? La importancia de analizar el periodismo económico en Bolivia, discutir si el esfuerzo desplegado hasta ahora por las empresas periodísticas es válido, cuestionar en qué medida la prensa boliviana contribuye a que la información económica se convierta en “clave de la prosperidad” y hasta qué punto los periodistas del área están aptos o no para ejercer un periodismo económico inteligente, útil, apropiado y fundamentado, es la base de la presente aproximación. Ana María Fabbri Crespo Algunos autores atribuyen a la información económica el poder de constituirse en elemento clave para la prosperidad de un país: aquellos ciudadanos con acceso a ella tienen las armas para desempeñarse adecuadamente dentro de ese ámbito. “La información es poder –se ha dicho–; la información económica es poder económico”. Empero, también los mismos autores advierten que a mayor desarrollo económico de un país, mayor necesidad de información económica. Por tanto, se puede deducir que los países de menor desarrollo, como Bolivia, tienen menor necesidad de información de esa índole. Si aproximadamente el 50 por ciento de los hogares estadounidenses cuentan con acciones en la Bolsa de Nueva York y esa población se preocupa por conocer los resultados de las compañías, el valor de las acciones, quiénes las manejan, los riesgos que corren y, el periódico Wall Street Journal alcanza una tirada de 1.700.000 ejemplares diarios, muy superior al New York Times, ¿cómo puede hacer la prensa boliviana, que gasta ahora esfuerzos y numerosas páginas en la impresión de separatas especializadas, si el 80 por ciento de la población está excluida del movimiento económico formal que rige en el país, además no tiene cuentas bancarias y menos acciones en la bolsa? 249 Se analizará el boom del periodismo económico y además, las disyuntivas de los periódicos en el mercado actual. ¿Cuánto –como diría el doctor en Comunicación Jesús Martín Barbero– pueden los medios negociar con la globalización para insertar sus propios proyectos? Las crisis dan auge al periodismo económico La crisis de 1929 en Estados Unidos “puso sobre el tapete la urgente necesidad de disponer de una buena información económica” e hizo crecer el número de revistas y publicaciones especializadas sobre mercado e información bursátil. ¿Qué había pasado? Nueve años antes, se decía que hasta los taxistas podían convertirse en millonarios al invertir en la bolsa, pero una vez desatado el gran desplome de la bolsa de Nueva York, esos taxistas y esos obreros, como también señores de gran fortuna, se dieron cuenta que no habían sido informados ni advertidos sobre los peligros que a Wall Street acechaban. El periodista colombiano Horacio Jaramillo al analizar ese tiempo afirma que los periodistas callaron y no advirtieron al público sobre los riesgos porque, sencillamente, estaban “sobornados”. 250 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Similar situación de crisis ocurrió en el siglo pasado, en la década de los 70, cuando se dio curso al nacimiento del hasta ahora poderoso Financial Times en Londres, que tiene la menor tirada en el Reino Unido, pero es el que se come “la mayor parte del pastel publicitario (...)”. estatales? ¿Qué pasaba con los países vecinos que se habían visto sometidos a similares hecatombes? Finalmente, ¿cómo el sector privado iba a convertirse en el protagonista del quehacer económico cuando hasta ese entonces los subsidios y el favoritismo mantenían a flote a los ineficientes? No hace más de una década, en 1986, explosionó una especie de boom de la prensa económica europea a partir del crack subsiguiente de 1987. “Hasta los periódicos comunistas de ese entonces, como L´Unita de Italia empezaron a introducir en sus ediciones páginas especiales para la Bolsa”. Después de la crisis de 1985 y terminada la época en que gabinetes en pleno se reunían sólo para determinar el precio del pan, los periódicos comenzaron a desempolvar o a improvisar a sus periodistas económicos para conocer lo que ocurría en el Bolsín y los titulares de apertura económica empezaron a desplazar o, por lo menos pelear, contra los de índole política. Con la crisis, había empezado a crearse la necesidad de mayor información económica y era necesario comenzar a satisfacerla. En el país también, como sucedió en otras partes del mundo, la información económica cobró importancia a partir del gran trastoque que sufrió Bolivia en la primera mitad de la década de los ochenta. Los bolivianos, sobre todo de la elite, y también los extranjeros interesados en el acontecer económico, querían saber si Bolivia moriría o no de muerte económica o finalmente conocer si con la aplicación de nuevas medidas, que prometía el entonces presidente Victor Paz, se salvaría. ¿Cómo los ajustes dictados por el Decreto Supremo 21060 afectarían la vida cotidiana de los bolivianos? ¿Podía el país vencer una hiperinflación que había llegado a niveles tan altos sólo vistos en épocas de conflagración? ¿La apertura amplia al comercio exterior aniquilaría la incipiente industria boliviana? ¿La flexibilización del mercado de trabajo representaría la tiranía de los empleadores sobre los empleados y el estrangulamiento de la entonces fuerte Central Obrera Boliviana? ¿Cuántos iban a resultar despedidos o relocalizados? ¿Acaso debía cambiarse los patrones de trabajo? ¿La libertad de precios convertiría al mercado boliviano en un carnaval? ¿Qué sucedería si el país vendía sus tesoros apercollados por años, léase empresas 251 El decano de la prensa nacional y el de mayor tiraje, El Diario, consignaba en 1980 en sus ediciones ordinarias de 20 páginas, sólo media página al acontecer económico. La poca importancia que se concedía a esa área se hacía más patente en su edición dominical, cuando se imprimía más de 60 páginas, pero sólo se destinaba a la información económica, igual, sólo media página. Una respuesta a esa necesidad, que aumentó a medida que el modelo definitivamente se afianzó, fue la creación del suplemento Economía y negocios del periódico La Razón, recién en 1992, que recogió ese deseo de mayor información por parte de ciertos grupos, sobre todo identificados con las elites y el nuevo pensamiento neoliberal, que crecía en el país. Ocho años después son muy pocos los periódicos que discuten la importancia de la información económica y que no presentan sus 252 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" propios suplementos especializados en esa área o por lo menos mayor número de páginas dedicadas al sector. o las palabras del Ministro de Hacienda le conmoverán. Definitivamente, no le tocan a sus intereses inmediatos. ¿Vale la pena? Otra situación fuera si el 50 por ciento de los hogares bolivianos tuviese acciones en distintas compañías o por lo menos accediese a una cuenta bancaria. Sin embargo, todavía está latente averiguar si el periodismo económico inserto en la realidad actual de Bolivia vale la pena mantenerlo en pie y desplegar tanto esfuerzo por él. De hecho, trabajos de campo realizados por una estudiante de Comunicación de la Universidad Mayor de San Andrés, aún inéditos, muestran que sólo las personas con ingresos mayores a 6.000 bolivianos se constituyen en el público asiduo de las separatas económicas. A medida que el ingreso baja, la población pierde interés y prefiere leer cualquier sección del periódico antes que las páginas económicas. El desinterés se torna aún más evidente entre las mujeres pues ellas ni aunque ganen salarios altos, descartan esa sección del periódico. Por tanto, si bien hace falta mayores trabajos para confirmar la tesis, es evidente que sólo un grupo reducido y selecto del universo de lectores de la prensa está interesado en conocer los procesos económicos que vive el país y el mundo. ¿Puede acaso revertirse la tortilla y hacer que las grandes mayorías del país se tornen en asiduas o frecuentes lectoras de las separatas económicas? Prácticamente una tarea imposible o quizás genial, si se logra emprenderla, mientras el 80 por ciento de la población, a decir del economista Napoleón Pacheco, esté sumergido dentro de una economía subterránea, que no participa y está aislada del sistema. Para esa población ni el derrumbe de un banco ni la crisis brasileña 253 Sin embargo, es de hacer notar el trabajo de Raúl Peñaranda que en 1998 advierte cómo las separatas económicas, se convirtieron en “una veta inesperadamente interesante de ingresos publicitarios. Los empresarios que publicitan desean estar allí donde están presentes...”. No sólo este fenómeno –que tampoco se manifiesta en todas las publicaciones de esta especialización– ocurre en Bolivia, sino como se mencionaba en párrafos anteriores, sucede en el Financial Times de Londres “a pesar de ser el periódico de menor tirada del Reino Unido es el que obtiene la mayor parte del pastel publicitario (...)”. Los publicistas comprenden que el grupo con mayores recursos y que por tanto el que puede adquirir sus bienes o servicios es el lector de estas páginas. Por ello, en primer lugar si bien la información económica usualmente se dirige a grupos de elite, no deja de ser cierta la influencia decisiva de éstos en el desarrollo y toma de decisiones en el país. Segundo, si la publicidad aparecida en estas páginas representa una veta, quiere decir que los gastos y esfuerzos de la empresa periodística están siendo desde el punto de vista de resultados, ampliamente compensados. 254 "OPINIONES Y ANALISIS" Economista y periodista Si con los anteriores argumentos puede sostenerse la validez del periodismo económico, toca ahora preguntar si los periodistas bolivianos tenemos la suficiente capacidad para hacerlo. ¿Sabemos de economía? ¿Hay urgencia de especialización? ¿La empresa que contrata a un periodista está en la obligación de prepararlo? ¿Cómo es el lenguaje que se escribe en estas separatas? La globalización de la economía, los retos de la competitividad, la aparición de un sin fin de nuevas tecnologías –que por la velocidad con que avanzan, pocos se libran de estar entre la categoría de dinosaurios yurásicos–, el derrumbe de varios bancos constituidos como pilares del sistema financiero nacional, las frecuentes crisis internacionales que tienen su repercusión en la economía boliviana, el boom de las exportaciones cruceñas, las nuevas formas de enfrentar al trabajo y las maneras de encarar hoy la administración de una empresa muestran la importancia de que los periodistas sean capaces de comprender y transmitir adecuadamente a ese supuesto grupo selecto, lector de las separatas en cuestión, la información que tienen en sus manos. Mientras en el Reino Unido o en Alemania los periodistas del área económica son economistas o administradores de empresas que han recibido dentro de las casas periodísticas que los contratan el necesario adiestramiento para saber enfrentar una entrevista, hacer un lead y finalmente armar un reportaje, en Bolivia, los periodistas económicos que tienen título –pocos– lo tienen en Ciencias de la Comunicación Social. Saben lo que es un feed back, una retroalimentación, conocen lo que es una fuente, un emisor, un canal, el proceso de la comunicación, la formación de la opinión pública y 255 "OPINIONES Y ANALISIS" también de historia del cine, pero desconocen cómo entender el balance de un banco o una empresa, las diferencias entre utilidad neta, patrimonio, pasivos y rentabilidad, en qué consisten las reservas internacionales del Banco Central, qué es el PIB, cuál es la diferencia con el Producto Nacional Bruto, cuándo se presenta déficit fiscal y qué peligros conlleva, qué es un encaje legal, cuándo se presentan peligros en la economía internacional y me atrevería a decir, que algunos no saben ni leer correctamente números. La experiencia en las salas de redacción evidencia que son pocos los “osados” que se atreven a abordar esa especialidad del periodismo pues resulta más fácil entender el discurso de un político, que comprender lo que dice o quiere decir el Ministro de Hacienda. Y resulta aún más agobiante poder increparlo cuando la ignorancia en el tema económico del titulado o egresado en Ciencias de la Comunicación, con pocos o muchos años de experiencia, puede ser, con una pregunta, más que nunca manifiesta. Si bien hasta ahora en las salas de redacción sólo se exije la nota informativa, como dice el periodista Peñaranda, “la forma más simple y menos rica del género de información” y con unos cuantos conceptos, el periodista económico aparentemente podría redactar ese tipo de notas, pero ni aún así las fuentes económicas de información se sienten debidamente interpretadas ni satisfechas ante sus requerimientos de mejor y mayor información. Una investigación cualitativa publicada este año en Marketing (*) del semanario Nueva Economía entre los gerentes de las empresas con mayores ventas en la ciudad de La Paz refleja que si bien la prensa económica boliviana goza de credibilidad entre los empresarios y reconocen sus esfuerzos; en cambio percatan el vacío, la falta de 256 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" especialización entre los periodistas y la poca utilidad que esa información, generalmente, les representa: la prensa local no les permite estar al tanto de los impactos de la economía internacional sobre la nacional y tampoco –decían– conocer las oportunidades de negocios que hay en otros rincones del mismo país, menos en otras partes de Latinoamérica o el mundo. ¿Cuántas “pepas” pierde el medio de comunicación debido a que su periodista no sabe leer ni interpretar un balance y sólo se contenta –no puede, sus estudios no le dan para más– con transmitir las palabras emitidas por la fuente durante la conferencia de prensa? Debemos recordar que la información económica se dirige a los entendidos, “se nutre de sus fuentes y a ellas se dirige”. De esa forma, como dicen Cesar Coca y Pilar Dishandino, comunicadores españoles y autores del libro Periodismo económico, construye fundamentalmente un “círculo restringido por y para expertos”. Por tanto, si el primer público del periodismo económico está conformado por “expertos”, mal puede hacer la prensa boliviana, si quiere influir e informar acertadamente a ese círculo restringido, en continuar lanzando improvisadamente periodistas a las calles a ver cómo se baten en las fuentes económicas, sin siquiera proporcionarles un curso profundo sobre economía y finanzas. Varias de las facultades de Comunicación, a pedido de los propios alumnos, no enseñan economía y si lo hacen es a medias y con el agravante de que el “pichón de periodista” no capta –por algo estudió Ciencias de la Comunicación y no economía o ingeniería– la importancia de esa materia en su posible futuro desempeño profesional. Los bochornos de los periodistas improvisados del área económica pasan –casi todos nos hemos visto en figurillas y a medida que profundizamos, más aún– han costado más de una vergüenza para el propio periodista y más grave todavía, más de un error “público” para el medio al que se representa. 257 Si bien para ser crítico de arte no se necesita saber pintar –para eso están los propios pintores–, hay que conocer de arte. Para informar sobre economía, hay que entender esa ciencia. Tampoco se podrá democratizar la información económica y ponerla a disposición de un mayor número de lectores –por lo menos llegar a una clase media que dispone de una cuenta bancaria– si el periodista no es capaz de traducir en lenguaje sencillo lo que significa el acontecer macro o microeconómico. Sólo podrá hacerlo cuando comprenda y se sienta suficientemente seguro de sus conocimientos. Saber economía Las organizaciones, empresas o bancos manejados con criterio de vanguardia imparten y fomentan el constante reciclaje o aprendizaje entre sus empleados porque saben que redunda en beneficio de la propia empresa. Es, por tanto, difícil explicar cómo las empresas periodísticas, que supuestamente están en una dura batalla por el favor del público, hasta ahora no imparten y además fomentan entre sus periodistas cursos y seminarios frecuentes sobre economía, finanzas y negocios. Es más ¿cómo pretenden sobrevivir el próximo siglo? 258 "OPINIONES Y ANALISIS" Las instituciones que han organizado algún curso de capacitación terminan con la frustración de que éste no ha sido comprendido ni valorado. Los periodistas van y vienen por los salones: están contra el tiempo. Ni el editor del área, menos el jefe de redacción o director comprenden que su periodista económico necesita alguna mañana libre para capacitarse: debe entregar notas, para eso se le paga. Pero también se debe puntualizar que no podemos esperar que de estos encuentros organizados por instituciones, fuera de la empresa periodística, puedan los periodistas comprender los “meollos” del asunto. ¿Acaso puede interesar, digamos a una agrupación gremial de empresas o bancos, que los periodistas sepan interpretar un balance financiero o siquiera a la superintendencia del sector? Mejor para muchos si se mantiene a los periodistas en la ignorancia, así no descubren los “secretos”. ¿Podrán acaso los periodistas, con el mermado sueldo que reciben, pagarse maestrías o siquiera cursos? Está por demás decir que es difícil. Es por tanto, la empresa periodística a la que le debe interesar formar a su plantel, para informar con exactitud y veracidad a su público lector, ganar mercado, dar “pepas” y ostentar el calificativo de hacer un periodismo económico inteligente. "OPINIONES Y ANALISIS" Medios de Comunicación, economía y mercado ¿Algo más que empresas? El dinero en una organización o en una empresa es como la sangre que circula por el cuerpo, imposible mantenerlo vivo sin ésta. Derrotada la utopía, un medio de comunicación no rentable se convierte, a fines de siglo, en un enfermo terminal o quizás ya, en un cadáver en principios de descomposición. Las mayores exigencias de capital para incorporar nuevas tecnologías, la asunción de gastos por personal competente, mejor pagado, más numeroso, y una audiencia o un público lector más masificado y por qué no, más exigente, imposibilita la sobrevivencia de un medio con sólo armas tales como ideología, arte, religión, servicio a la comunidad, “amor a la camiseta” y subvenciones o padrinazgo. En la carrera cada vez más competitiva, como es hoy el mundo de los medios de comunicación, se torna imposible y hasta absurdo, exigirle a ese enfermo o minusválido, competir en las grandes ligas, sin que la sangre –el dinero– alimente a cada una de las células de ese organismo. ¿Vamos a contentarnos con simples “notas informativas” o avanzar hacia un periodismo económico inteligente, crítico, alertador, que se convierta en clave del desarrollo de nuestro país? Eso dependerá de las empresas periodísticas, fundamentalmente, pero también del interés y de la presión de los propios periodistas por superarse. Los medios de comunicación financieramente sanos, gerencialmente bien manejados, con altos rankings o un nivel interesante de tiraje son, como se testimonia en la actualidad, los únicos que pueden y podrán competir en los grandes torneos. Cualquier propietario, por muy altruistas que sean sus intereses o disponga de fuertes capitales para conformar un medio de comunicación, terminará agotado si ese medio, cual hijo tonto, no es capaz de independizarse 259 260 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" económicamente y deba ser, para su supervivencia, socorrido de manera permanente con nuevos aportes de capital. Un panorama, sin duda, triste o trágico para aquellos que por ingenuidad o por ideales concebían a los medios de comunicación como una entidad prácticamente acorpórea, sin cuerpo, sin necesidad de sangre –casi puro espíritu– y sólo en pos del servicio a la comunidad, de la intelectualidad y de difusión de verdades etéreas. Hoy en cambio se comprueba que las nuevas tecnologías, el know how y la competitividad pueden ser sólo adquiridos por grandes empresas o grandes redes: son las únicas capaces de hacer frente a las cada vez más altas cifras que impone una audiencia, también cada vez más exigente. Las pérdidas, definitivamente, no pueden ser indefinidas, menos en la carrera de las grandes ligas o grandes medios. Comercio y redes Por ello, si hasta hace poco se miraba a los medios de comunicación no como un negocio sino como una actividad intelectual sostenida, promotora de cultura y de ideología y subvencionada a perpetuidad, para distintos fines, por empresarios, sindicatos, iglesias y políticos, cuyos hobbys o intereses secundarios eran los medios de comunicación; varios hechos sucedidos este año, en periódicos considerados importantes en el acontecer boliviano, demuestran que la exigencia de capital y la necesidad de obtener utilidades razonables, definen si el medio continúa en las calles o en el aire o entra en etapa de estertor. El cierre de un periódico de larga data en Bolivia como fue el matutino Hoy, la capitalización del por demás importante periódico católico Presencia, el repliegue de fuertes grupos mineros en la conformación de capital de Ultima Hora, revelan que ni los grandes empresarios o partidos políticos ni tampoco las grandes organizaciones son capaces –ahora, hoy y en la pequeña Bolivia– de subvencionar de manera sostenida a ningún medio que no se autofinancie. En esta década, marcada por la economía globalizada, la libre competencia, las fusiones empresariales, el capital y la tecnología, la esencia de un medio de comunicación, en gran medida –queramos o no, guste o no– es comercial. 261 Más aún cuando, día a día, la batalla de los medios por su sobrevivencia se torna más ensangrentada; especialmente en el caso de la prensa, cuya suma de tiraje total, como revela la investigación de la Universidad Andina de La Paz, bordea los 100.000 ejemplares diarios y peor aún en un medio como el boliviano donde los anunciantes son pocos. Por tanto, no debe extrañar que los medios de comunicación bolivianos se incorporen a grandes redes nacionales, comiencen a fusionarse para rebajar costos en determinadas áreas, ayudarse en sus ventas y finalmente, que muchos, en esa carrera, terminen por desaparecer. ¿Monopolios? ¿mercantilización? Sin duda el gran temor de la formación de un monopolio u oligopolios surge cuando se confronta esta realidad. ¿Sólo dos o tres cadenas con capital informarán, entretendrán y educarán a los bolivianos? ¿Unicamente la mercantilización, la instantaneidad, la 262 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" banalización, la fragmentación, la espectacularización, y la mundialización serán las características de los medios de información en Bolivia? también pueden resultar peligrosas– con las armas intrínsecas que las sociedades de masas poseen: su “estructura altamente dinámica” y cambiante de su propio orden interno. Lo que hoy es ranking, mañana puede ser boomerang. Vale decir, si el público –no hay que desestimarlo, no es tonto– percata abuso, cortes y algo más que tendencias para caer en francas imposiciones, fácilmente puede abandonar ese medio como fuente valedera de información, opinión acertada y hasta de origen de sano entretenimiento. No necesariamente, pues un medio grande no es sinónimo de crónica roja, banalización o estupidez. No debe olvidarse que el capital puede pagar a los grandes intelectuales, a los periodistas más sagaces y a los administradores más eficientes. En cambio, los medios no rentables difícilmente podrán hacerse de cuadros interesantes: con la derrota de la utopía, los soñadores se agotan. Sin embargo, habrá que analizar los peligros y las certezas, como escribía Johnn Tebbel, al explicar la historia de los periódicos norteamericanos, de que los medios al convertirse en instituciones mercantiles “tal vez han perdido completamente el sentido de la historia que poseyeron los gigantes del siglo 19”. Por otro lado, aparece el recelo por la pérdida de libertad de expresión y la aparición de la censura. Ello ocurre y ocurrió antes, pero ahora, por la mercantilización de los medios, surge con más fuerza. La única alternativa para el periodista es buscar el lugar de trabajo que tenga mayor afinidad a sus puntos de vista, creencias religiosas o adhesión ideológica. Igualmente, al considerar el medio de comunicación como una empresa y con necesidades mercantiles prioritarias, los temas o producciones seleccionados se dividirán en dos categorías: los que se venden y los que no. ¿Y el público? Según datos de la Conferencia Episcopal de Bolivia, a diciembre de 1997, existían en el país diez periódicos de gran alcance, algo más de 500 radioemisoras y alrededor de 100 canales de televisión. Los datos de la Superintendencia de Telecomunicaciones develan que legalmente operan 208 radioemisoras, 100 canales de televisión y 24 empresas de televisión por cable. No vende tanto una portada de la explicación de una ley nueva como la declaración lúdica de Max Fernández. Las peleas domésticas de los políticos o un partido de fútbol aumentan más la demanda (...) y nadie, por supuesto, “arriesga (dinero) en una edición extra con la aprobación de la Ley de Participación Popular”, decía en tono crítico, ya en 1995, la periodista Lupe Cajías. El gran número de medios –considerado uno de los más altos de América Latina, según número de habitantes– hace ver que el temor de difusión de un pensamiento unilateral, monolítico o acrítico, todavía no es cercano, aunque se aproxima. ¿El temor al demasiado poder de las grandes cadenas? La única defensa podrá ser hecha –a no ser que quieran elaborarse leyes, que Sin embargo, lo que sí es un hecho, es que quienes entrarán a la carrera de las grandes ligas, “los medios que cuentan”, los de mayor influencia, son y serán los denominados grandes: aquellos que son manejados como empresas. 263 264 "OPINIONES Y ANALISIS" Finalmente, en el campo de los medios de comunicación, como en el de la economía, el mercado también se impuso. Ahora habrá que cuidarse de la tiranía de éste. "OPINIONES Y ANALISIS" BIBLIOGRAFIA CAJIAS, Lupe. Poder y comunicación, comunicación y poder. Fundación Milenio. 1995. COCA y DIEZHANDINO, César y María del Pilar. Periodismo económico. Editorial Paraninfo S.A. 1991. Madrid. España. FELDMANN, Erick. Teoría de los medios masivos de comunicación. Editorial Kapelusz. Buenos Aires. 1977. MORALES, Juan Antonio. La política económica en la transición a la democracia. CI-PLAN. Andros, productora gráfica. Santiago, Chile. 1993. PEÑARANDA, Raúl. Radiografía de la prensa boliviana. Editorial Edobol. 1998. RIVADENEIRA Prada, Raúl. La opinión pública. EN Nueva Economía. Multimedia, un buen negocio. Guido Cortez. Edición 18 al 24 de agosto de 1998. Ps. 12, 13. EN Marketing, Nueva Economía. Los gerentes evalúan al periodismo económico. Edición 17 de mayo al 23 de mayo 1999. Ps. 4, 5. EN Ventana, La Razón. La más grande reunión académica sobre comunicación. Erick Torríco Villanueva. 14 de noviembre de 1999. Ps. 12,13. EN Infoseek. Internet. La información económica. Horacio Jaramillo Bustamante. 1999. FLORES, Malena. Las separatas económicas, un club exclusivo. Investigación en la modalidad de trabajo dirigido. Universidad Mayor de San Andrés. 1999. 265 266 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" BUSCANDO BUENOS PERIODISTAS: Los factores que aseguran (o no) al ciudadano estar correctamente informado receptor puede ser transmisor. La segunda, es aquella en la que se envían mensajes sin posibilidad de retorno de un polo transmisor institucionalizado a un polo receptor periférico (PASQUALI: 1986). Raúl Peñaranda Undurraga Una cadena de factores es la que logra que el ciudadano esté bien informado. Y si sólo un eslabón presenta deficiencias, ese objetivo probablemente no sea cumplido. En una sociedad compleja, con una numerosa población distribuida en una gran extensión, y con un Estado que tiene demasiadas responsabilidades sobre la vida del ciudadano, la ausencia de los medios de comunicación es impensable. Los medios de comunicación son mucho más que el simple vehiculizador de ideas dentro de la sociedad. Los medios son, en gran medida, los que mantienen la cohesión social, los que relacionan a la persona con el gobierno y el Estado, los que trabajan como referentes e intermediarios. Sin medios de comunicación no se concibe la sociedad moderna, incluida la boliviana. Pero, ¿qué es información? Antonio Pasquali postula una «teoría general de las comunicaciones» en la que distingue entre relación de comunicación y relación de información. La primera produce y supone, a la vez, una interacción biunívoca, lo cual sólo es posible cuando entre los dos polos de la estructura relacional (transmisor y receptor) rige una ley de bivalencia: todo transmisor puede ser receptor y todo 267 Para Torrico «... la información es un proceso de transferencia de datos destinados a reducir parte de la incertidumbre que rodea al receptor con relación a una circunstancia determinada. Esto implica que la emisión es unilateral, que el transmisor le da una forma peculiar (parcial y parcializada) al mensaje sobre un objeto de la realidad, que el destinatario desempeña un papel completamente pasivo y que, por ende, la respuesta efectiva que se produce no es equivalente en dirección ni en volumen al contenido que fue enviado por el sujeto activo del proceso. Aparte de ello, en la información aparece un nuevo elemento básico que es la fuente, es decir, el origen de la información» (TORRICO: 1989). ¿Y el derecho a la información? El Informe MacBride dice que éste es el «derecho que tienen todos los miembros de la comunidad a estar constantemente al corriente de los acontecimientos que puedan interesarles en su existencia, orientar su reflexión y modificar sus decisiones, y todo ello en una dimensión cada vez mayor a medida que las nuevas técnicas permiten extender la información del marco local al nacional, al internacional y al universal» (MACBRIDE: 1980). Los eslabones que permiten consolidar el derecho a la buena información tienen que ver con factores políticos, legales, referidos a la formación del periodista, la inclinación del medio de comunicación, las presiones externas e internas y la presencia de los monopolios. Con la salvedad de que el «eslabón vital» es el referido al periodista, veamos cada uno de ellos. 268 "OPINIONES Y ANALISIS" A.- FACTORES POLITICOS Y LEGALES 1.- Libertad política e individual. Garantías de la persona Un clima general de libertades políticas e individuales es un requisito básico para que el resto de la cadena funcione bien. Es digamos, el primer eslabón a considerar. Si se ejemplifica el tema con la construcción de un edificio, la libertad política equivale a los cimientos sobre los cuales deben elevarse las paredes, los otros pisos y el techo. Con malos cimientos, no se llegará nunca a construir el techo. La libertad política y las garantías de la persona son las que permiten que el individuo se sienta soberano de sus actos, con capacidad para pensar, para decidir y para ser creativo. "OPINIONES Y ANALISIS" al Presidente de la República. Manuel Morales Dávila fue apresado durante la gestión del ex Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada por haberlo calificado de «traidor a la patria» debido al proceso de capitalización de YPFB. En la actual gestión presidencial, el abogado Otto Ritter fue detenido por declarar que el Presidente Banzer no tenía sus facultades mentales en orden. Este es un tema para debatir. La Constitución garantiza amplias garantías para la libertad de expresión, pero el Código Penal sanciona, de manera ambigua, el «desacato» contra el Presidente. Es un tema que debería ser resuelto por el Tribunal Constitucional, porque el mejor escenario es el que establece que la libertad de expresión es irrestricta. Excepto denuncias no probadas, todas las opiniones (y actitudes) deberían estar permitidas. En Bolivia, por razones sociales e históricas, las garantías establecidas en la Constitución Política del Estado alcanzan sólo a los estratos más altos y a las capas dirigenciales, ya sean vecinales, políticas, sindicales o gremiales. Muchas personas, de facto, están excluidos de las garantías individuales de emitir opinión libremente, simplemente debido a que primero deben tratar de satisfacer necesidades más fundamentales, como la de alimentarse o mantenerse a sí mismos y a sus hijos sanos. 2.- Sin embargo, en líneas generales se puede afirmar que en Bolivia este requisito se cumple de manera razonablemente adecuada. La CPE establece como un «derecho fundamental» de las personas el de «emitir libremente sus ideas y opiniones, por cualquier medio de difusión», conforme a las leyes que reglamentan su ejercicio. Entre los «deberes fundamentales» se encuentra el de «acatar y cumplir la Constitución y las leyes de la República». Pese a ello, las libertades no son absolutamente amplias. Por ejemplo, en los dos últimos gobiernos se han presentado problemas relacionados a la libertad de expresión en temas referidos a críticas 269 Factores legales Las principales disposiciones que regulan la libertad de expresión y de prensa en Bolivia son la Constitución Política del Estado (CPE) y la Ley de Imprenta de 1925 (SORUCO: 1999). Constitución Política del Estado 270 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" El Art. 15 norma que los funcionarios públicos que, sin haberse dictado el estado de sitio, «clausuren imprentas y otros medios de expresión del pensamiento» están «sujetos al pago de una indemnización de daños y perjuicios, siempre que se compruebe, dentro de un juicio civil que podrá seguirse independientemente de la acción penal que corresponda». La responsabilidad de transcripciones de publicaciones nacionales y extranjeras. El Art. 20 establece que son inviolables la correspondencia y los papeles privados «los cuales no podrán ser incautados sino en los casos determinados por las leyes y en virtud de orden escrita y motivada de autoridad competente. No producen efecto legal los documentos privados que fueran violados o substraídos» y que ni «la autoridad pública, ni persona u organismo alguno podrán interceptar conversaciones y comunicaciones privadas mediante instalación que las controle o centralice». La consumación del delito: cuando se distribuyen tres o más ejemplares del impreso; ha sido leído por cinco o más personas; se lo pone en venta, fija en un pasaje, se deja en un establecimiento, se lo remite por correo y otros. La tipificación de los delitos: contra la CPE, la sociedad y las personas individuales y colectivas. No se delinque cuando se manifiestan defectos de la CPE o de los actos legislativos, administrativos o judiciales. Es inviolable el secreto en materia de imprenta; quien revela la fuente sin requerimiento del juez competente, «es responsable como delincuente contra la fe pública, conforme al Código Penal». Ley de Imprenta La Ley de Imprenta consta de 71 artículos. El primero, proclama que «Todo hombre tiene el derecho de publicar sus pensamientos por la prensa, sin previa censura, salvo las restricciones establecidas por la presente ley», artículo concordante con el derecho constitucional establecido en el Art. 7 de la CPE. Esta ley establece: Las penas por delitos establecidos por el Jurado, son pecuniarias. Se impondrá pena de cárcel sólo cuando no se pueda exhibir la pena pecuniaria. La tipificación de faltas de imprenta: la contravención a cualquiera de las disposiciones de la Ley, al margen de los delitos. Las faltas de imprenta se castigarán con multa. La responsabilidad de las publicaciones: autor, director, editor; en su caso, propietarios, administradores o editores. Los requisitos a cumplir para no ser consideradas publicaciones clandestinas. 271 La prescripción de la acción penal por delitos y faltas de imprenta: en cuatro meses desde el día de la publicación; en los clandestinos, desde el conocimiento de la autoridad. Si el ofendido estuviera fuera del país, desde su retorno. 272 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Los delitos de calumnia e injuria contra particulares quedan sujetos al Código Penal y su juzgamiento en tribunales ordinarios, «a no ser que el ofendido quiera hacer valer su acción ante el Jurado» (SORUCO: 1999). los que por tradición han estado abiertos al público, sino también –con pocas excepciones– todos los expedientes que genera el gobierno en sus operaciones (BUMSTEAD). Ese es un modelo importante a seguir. 3.- B.- Ley de obligatoriedad de información EL PERIODISTA COMO FACTOR En Bolivia no existe una ley que exija a las autoridades entregar información pública. Se supone que están en la obligación de hacerlo ante requisitoria de juez, parlamentario o periodista, pero en los hechos esto no funciona. Las autoridades tienen muchísimas maneras de evitar entregar información a los medios de comunicación. Desde la negativa de facto, «por necesitar de una autorización superior» hasta el mecanismo de posponer el pedido de manera indefinida, los funcionarios estatales –desde ministros para abajo– saben como no dar información más que como darla correctamente. Hasta aquí hemos hablado del primer eslabón de la cadena que permitirá (o no) que el ciudadano esté bien informado. Ahora es importante analizar un otro eslabón, el más importante, y es el referido a la labor concreta de los periodistas, los operadores de los medios de comunicación. Los factores legales y políticos tendrán relevancia relativa mientras el «factor periodístico» no de señales en el país de mejorar. En ese sentido, es importante impulsar la aprobación de una ley de Obligatoriedad de Información, por la cual todas las autoridades deban entregar a solicitud de cualquier periodista la información requerida. Eventualmente podrían haber algunas excepciones, por ejemplo temas de seguridad nacional o referidos a relaciones internacionales. Pero todo lo demás debe ser susceptible de conocimiento público. El periodista de medios impresos debe escribir bien. Es necesario que las ideas que maneja sean expresadas con claridad. Si el periodista es de radio o televisión debe manejar adecuadamente la expresión oral y oral/visual respectivamente. Pero concentrémonos en el periodista de prensa escrita. Debido a varios problemas acumulativos, el redactor no escribe todo lo bien que quisieran los propietarios o jefes de la redacción. En 1966, el Congreso de Estados Unidos aprobó la Ley sobre la libertad de la Información (FOIA por sus siglas en inglés), con lo cual les dio acceso a los reporteros a una nueva forma de obtener información sobre las actividades del gobierno. De acuerdo con la ley, pueden exigir que se les muestren los archivos del gobierno, y no sólo Familias en las que no existe preocupación (o posibilidades) por el conocimiento, colegios en el que el nivel de los profesores es por lo general lamentable y universidades que no cumplen –ni de cerca– su rol de formadores, dan un cuadro complicado: casi todos los redactores nuevos, los que hacen sus primeras armas, no cumplen con 273 274 1.- El periodista que escribe bien "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" los mínimos requisitos de manejar más o menos con cierta calidad el lenguaje escrito. constitucionales y, mañana, analizar una ley de aguas pendiente en el Parlamento, mientras ayer ha entrevistado a un parlamentario argentino en visita oficial al Congreso. Hace una semana ha hablado de la corrupción y la próxima abordará los inicios de las campañas electorales. No es solamente que no conozcan las técnicas periodísticas, lo cuál es lógico debido a la pobreza académica universitaria, sino que tienen errores gramaticales, ortográficos, etc. No conocen el lenguaje periodístico. Ese lenguaje es «aquella mezcla de denotaciones que el lector maneja, es decir, los códigos periodísticos implícitos en cada medio de información» (GARGUREVICH). El lenguaje periodístico tiene como característica central la búsqueda de la objetividad, es decir, el referirse en lo posible a «objetos» por encima de los prejuicios que pueda tener el periodista. Además, el «lenguaje periodístico» es apegado a fuentes, ya que la labor del periodista consiste en trasladar la realidad al público en base a informaciones que alguien le da. Si no es una persona, es un informe, un libro, un documento, un archivo, una fotografía, una grabación. En caso de ser el periodista el testigo de los hechos, lo que ocurre pocas veces, ello deberá estará señalado. Con todos esos elementos, el periodista puede informar. 2.- Veamos al redactor que cubre locales: en un sólo día podrá hacer una nota sobre la crisis de la universidad, otra sobre los problemas de alcantarillado de la ciudad, una tercera sobre el Presupuesto del Municipio para el año y otra sobre el homenaje del Presidente del Concejo a un deportista destacado. Lo mismo ocurre en todas las áreas, y si esta situación es de por sí grave en los periódicos, que tienen unos 30 o 40 periodistas en las ciudades principales, en radio y televisión la situación es definitivamente patética: son cuatro o cinco los reporteros que producen dos o tres noticieros diarios de un promedio de 45 minutos de duración (PEÑARANDA: 1997). Por eso, la especialización es una necesidad en esta larga y compleja cadena de factores de la información. En Bolivia ésta prácticamente no existe debido a varias razones. Por un lado no existen cursos o talleres de especialización. No los ofrecen las universidades o institutos ni los propietarios de los medios los organizan. Por otro, el tan reducido número de periodistas no permite avanzar en este campo. El periodista que domina el tema 3.- El periodista sin prejuicios Uno no puede escribir sobre todos los temas, todos los días. En los periódicos se da una semi especialización debido a que el periodista divide su trabajo en distintas áreas. Por ejemplo, puede dedicarse a cubrir la información política, económica, de sociedad, deportiva, etc. Pero estos son campos todavía muy amplios. El redactor del área política, por ejemplo, debe hoy redactar una nota sobre reformas No se le puede exigir al periodista que sea objetivo. La objetividad no existe pues todos los humanos cargan una mochila cultural e ideológica (BOURDIEU). Pero sí se le puede exigir un sentido de ecuanimidad y de distancia con los temas que va a abordar. Sus filias y sus fobias debe dejarlas detrás de la puerta. 275 276 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Debe comprender que su función es la de informar e informar es exponer los hechos de la manera más clara, más completa y más ordenada posible, sin omitir ningún elemento relevante. No debe, por ello, «cargar las tintas» a favor o en contra de nadie. Son decenas los ejemplos que aparecen en los periódicos en los que no se cumple está regla de ecuanimidad. secundarios que hagan perder el fondo del asunto. Los temas más importantes deben ser contextualizados, es decir explicados dentro de un escenario mayor. 4.- El rigor La mala formación periodística, el exceso de trabajo del redactor, la falta absoluta de archivos o bibliotecas en los periódicos, la ausencia total de asesores y de expertos en diferentes temas, dan como resultado un periodismo sin datos disponibles y, por tanto, sin rigor. Los errores son notables y constantes en los diarios bolivianos. Los lectores que conocen ciertos temas a profundidad los identifican de inmediato. Se confunden temas, se hacen reduccionismos inaceptables, se omiten datos, se hacen referencias equivocadas de cifras, de años, de nombres, etc. Si bien esta es una característica más o menos universal del periodismo –se trabaja siempre contra el tiempo– en Bolivia es donde se refleja con mucha claridad. 5.- El periodista que contextualiza En el acápite referido al «Periodista que escribe bien», señalábamos que la primera función del redactor es informar. Y ello implica trasladar a los públicos una realidad compleja, muchas veces difícil de entender. El periodista debe dar la mayor cantidad de datos posible para que su público se forme una idea adecuada y completa de los hechos, que no omita nada, pero que tampoco exagere en aspectos 277 Cuando el Superintendente de Bancos, Jacques Trigo, y el Presidente del Banco Central, Juan Antonio Morales, dijeron en agosto de 1999 que un fallo de un juez cruceño haría perder al Estado 356 millones de dólares, estaban señalando los hechos solo parcialmente. La noticia salió en las primeras planas de los diarios durante varios días. De ese elevado monto –surgido de la quiebra de los bancos Sur y Cochabamba a fines de 1994– se recuperaron 70 millones, una vez rematados todos los bienes y rescatados los pocos créditos correctamente entregados por el banco. Los 286 millones restantes eran irrecuperables, el fisco ya los había perdido, por lo menos en su mayoría, debido a que los créditos de los dos bancos citados –hay que agregar a Bidesa, cerrado en 1997– eran vinculados (préstamos a las mismas empresas de los propietarios) y, además, fraudulentamente efectuados, sin las necesarias garantías de ley. La intervención del Bidesa provocó una pérdida de 60 millones de dólares adicionales. El fallo del juez cruceño no era más que un pretexto para disfrazar la incapacidad del Estado de recuperar los dineros que se roban unos cuantos malos banqueros. Pero el periodismo no lo supo. 6.- El periodista a la caza de corruptos Un enfoque periodístico boliviano propio de la democracia ha sido el de la obsesión por la denuncia. La democracia resultó ser muy distante de la panacea que los bolivianos esperaban y, al haber más 278 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" libertad que en el pasado, se pudo informar abundantemente sobre irregularidades. Siempre ha habido corrupción en Bolivia pero la democracia dio los elementos para conocerla de la manera más abierta. Eso fue bueno en un principio pero luego se ingresó en una espiral sin control, en el que se pusieron a la misma altura graves irregularidades y hechos menores. de poca monta. Los temas eran importantes pero los intereses solapados de los políticos no fueron puestos en evidencia. Esa situación está provocando una saturación que, más allá de generar conciencia de la opinión pública al respecto, lo que está haciendo es cegar a la población. La sobreabundancia de denuncias hace que el ciudadano no sepa diferenciar los casos, identificarlos y, luego, conocer el seguimiento de los mismos. Con esta tendencia sobreenfatizada de denuncismo se está logrando el objetivo contrario al buscado: la pasividad de la población para con los corruptos. El mensaje de los medios parece ser «todos los funcionarios públicos son corruptos y no hay forma de castigarlos». Si ese es el caso, estamos derrotados antes de empezar la lucha. Este enfoque denuncista ha hecho también que se hagan denuncias sin fundamento, que se señale a inocentes como corruptos y que se de paso a los intereses de los políticos. Cuando el Presidente Banzer denuncia el uso irregular del avión privado del ex Presidente Gonzalo Sánchez de Lozada no lo hace para que sea esclarecido un caso de importancia pública: lo hace con cálculo político. Y cuando el diputado Carlos Sánchez Berzaín denuncia la compra irregular de un avión por parte del ex ministro de Defensa, Fernando Kieffer, no está tratando de ayudar a la justicia: está simplemente procurando que el tema del avión de Sánchez de Lozada pase a segundo plano. Y lo logró, por lo menos parcialmente. Los medios de comunicación fueron simples (y acríticas) correas transportadoras de escaramuzas políticas 279 5.- El periodista que separa sus opiniones de los hechos Relacionado con los seis puntos anteriores está el tema de la separación de las opiniones y los hechos. El lector, oyente o televidente tiene derecho a saber cuáles son las opiniones del periodista o del medio y cuál es la referencia de datos. El periodista que cubre un acto proselitista de la campaña electoral de un candidato debe transmitir lo que ve, no decir si ese candidato es bueno o malo. Esa es una conclusión que deberá sacarla el público. Pero si realmente desea hacer una valoración del candidato, deberá firmar su nota y ponerle un pretítulo que establezca que esa no es una sección informativa, sino de análisis, por ejemplo. Cuando Opinión de Cochabamba dice en un titular a seis columnas que «Los violadores la sacaron barata» (miércoles 20 de octubre) al informar que sufrirán penas de entre 15 y 30 años de cárcel si son hallados culpables, no está siendo ecuánime. Esa es una opinión que, además, no estaba sustentada en el texto de la nota, que era de una agencia noticiosa. Por lo tanto, el lector no pudo saber por qué cuando si individuo pasa entre 15 y 30 años de su vida por cometer una agresión sexual «la sacará barata». Cabe resaltar que esas penas están entre las más severas de los países de la región y los desarrollados. Los ejemplos son muchos pero es bueno mencionar que La Razón ha incorporado este tema incluso a sus portadas. Varios titulares de tapa, que se supone son informativos, tienen una fuerte carga opinativa, lo que este periodista considera algo negativo. El más recordado fue «El Chaza debe irse». 280 "OPINIONES Y ANALISIS" 6.- Los tribunales de imprenta Por una serie de excesos cometidos sobre todo en el segundo semestre de 1998 y primero de 1999, las críticas de varios sectores contra los medios empezaron a tener más resonancia. Un último error, muy grave, cometido por el ex jefe de informaciones de Presencia, motivó las más encendidas críticas. Fue la información de primera plana aparecida en septiembre, en el que se señalaba que uno de los principales sospechosos de la violación y muerte de la niña Patricia Flores era un profesor de educación física, del que daban varios de sus datos, incluidos su nombre completo y su edad. El profesor resultó ser inocente; la información le causó un daño moral muy grave y pudo causarle daños físicos –e incluso la muerte– a él o sus familiares. Las antiguas y sabias normas del periodismo de señalar con claridad si una persona es «acusada» de corrupción, de si es «sospechosa» de haber cometido un delito, de si es «presunto» culpable de algo, empezaron a desmoronarse en los últimos años. La presunción de inocencia –que es un derecho ciudadano consagrado en la Constitución– no es, salvo excepciones, cumplido por los periodistas. Por ejemplo, el supuesto jefe de una alegada «mafia italiana», Marino Diodato, ha sido en los últimos meses, sucesiva o simultáneamente, «jefe mafioso», «narcotraficante», «espía telefónico», «dueño de casinos ilegales», etc. En la mayoría de los casos, especialmente en las informaciones aparecidas en Presencia durante la gestión de sus ex jefes de redacción e informaciones, Diodato era presentado como si los delitos hubieran sido probados. Con el paso de los meses, las pruebas parecen apuntar a que, por lo menos en cuanto a las acusaciones de haber tenido una fábrica de cocaína en su finca, no eran contundentes y más bien aparecen hoy como posiblemente 281 "OPINIONES Y ANALISIS" «sembradas» por los investigadores. Era mejor decir «sindican a Diodato de ser un jefe mafioso» a «Diodato es un jefe mafioso». En ese caso, no se estaba cumpliendo el derecho del ciudadano a ser correctamente informado. Y cuando las críticas a los medios ya no se mantenían en privado sino que empezaban a hacerse más estridentes, es que el Concejo Municipal de La Paz, en cumplimiento a la Ley de Imprenta de 1925, eligió a los 40 jueces del tribunal de imprenta, que serán los encargados de desarrollar los procesos en los que eventualmente se vean involucrados los hombres y mujeres de prensa de esa ciudad. La Ley de Imprenta cumple a cabalidad el objetivo de defender las libertades de expresión y de prensa, dos pilares del sistema democrático. Sin embargo, establece el mecanismo para sancionar a quienes cometan equivocaciones, algo lógico y necesario. Hay que desterrar de las mentes de los bolivianos que los periodistas se han convertido en un sector con inmunidad o impunidad para decir o hacer cualquier cosa. Hasta ahora, un poco de eso sucede. 7.- El periodista ético Desde hace años se comenta que hay periodistas que reciben dineros de manera irregular de las instituciones o reparticiones en las que cubren fuentes. Se ha señalado que en el Congreso, especialmente, y también en ciertos ministerios, hay periodistas registrados en listas de pagos irregulares, a veces bajo la presentación de «asesores». Estos hechos han sido denunciados de manera muy aislada por los propios gremios de periodistas. Más recientemente surgió el tema de Ernesto Fernández, del programa de televisión Tocando Fondo, que aparece en una filmación de video en una aparente transacción del cobro de 282 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" una coima. El Tribunal de Honor de la Asociación de Periodistas no ha investigado el tema, según informan sus miembros, porque el Directorio de la Asociación no les ha pasado el caso. facilitador y no obstaculizador del derecho del ciudadano a ser correctamente informado, debe tener independencia económica. Es decir que sus ingresos sean superiores a sus egresos y no sea, por lo tanto, subvencionado por un partido político o el bolsillo de un empresario. La fortaleza económica es casi, requisito sine qua non para la presencia de una correcta información. El gremio periodístico, sin embargo, no ha hecho todos los esfuerzos que se podrían y pueden hacer para esclarecer estos casos, que se registran tanto en los periódicos como en la radio o televisión. En los diarios, sin embargo, –aunque hay excepciones– por el tipo de organización, existe un mayor control. Los editores son un primer filtro y, cuando detectan una información de la que se duda su honestidad, la detienen y no la publican. Si ese primer filtro no da resultados, los jefes de redacción harán ese trabajo. Se puede esperar que, si esa noticia llegara a publicarse, los responsables tendrían algún tipo de sanción interna. En el caso de la TV y la radio los controles son más difíciles de realizar. Por ello se habla comúnmente del «tercer locutor». Los noticieros de radio son generalmente conducidos por dos locutores. El «tercero» es un entrevistado demasiado frecuente. Es hora de que el gremio periodístico enfrente este problema y lo resuelva. De todas formas, se puede afirmar con cierta certeza razonable, que este problema no afecta el corazón del periodismo boliviano. Se puede decir que es un cáncer todavía marginal que puede ser extirpado. C.- OTRO FACTOR: EL MEDIO DE COMUNICACION 1.- Independencia económica Los medios más débiles son los que más dependen de la publicidad estatal que, en los últimos años, se ha convertido en un desagradable e ilegítimo mecanismo para callar a algunos medios, chantajeándolos de la manera más burda. En un sistema de libre mercado, la publicidad privada es indispensable. Por eso esta debe ser lo más amplia y atomizada posible. Si un medio no depende de ninguno de sus anunciadores está mejor preparado para resistir las presiones. 2.- Propietarios que entienden su rol La publicidad crea lazos, inevitables, entre los anunciadores y los medios. Aunque uno trate de evitarlas, las relaciones están allí, presentes, evidentes en todo momento. Si un empresario paga cientos de dólares en publicidad al mes a un medio de comunicación cree tener –genuinamente– el derecho a solicitar un «buen trato» que, en buen castellano, significa omitir las informaciones que lo puedan afectar, o destacar artificialmente las que lo benefician. Si se quiere aspirar a que un periódico u otro medio de comunicación informe adecuadamente y se convierta en un eslabón Por eso es indispensable que los propietarios de los medios entiendan su rol. La gente no será bien informada si ellos ceden a las presiones. El empresario que entiende su rol es el que le da autonomía 283 284 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" de trabajo a sus periodistas y el que separa con total nitidez los intereses publicitarios de los periodísticos. El redactor no tiene ni siquiera que saber que un banco determinado es el mejor cliente del medio de comunicación. Nadie tiene que decírselo ni recordárselo. paralelo al desdén de los periodistas por las normas tradicionales para la información sobre denuncias (Parte B, acápite x de este trabajo) se ha venido produciendo el recorrido de la función de los medios. Ya no son el terreno en el que los otros actores sociales y políticos debaten, sino que se ha convertido, en sí mismo, en un actor. Por eso opina en sus portadas, por eso exige la renuncia de ministros acusados, por eso pide la aprobación de leyes, por eso secunda posiciones y deslegitima otras. Cada medio tiene derecho a tener una línea, pero dentro de parámetros razonables. El empresario que entiende su rol es el que no enfatiza en la línea editorial para hacer que ciertas noticias dejen de ser publicadas. La «línea» del periódico no debe ser lo excesivamente angosta como para que asfixie las ideas y la creatividad de sus redactores. Presencia es un diario católico, y ello impone unas ciertas condiciones de contenido. Pero ello no debería implicar que ese medio no informe eventualmente de las tareas de las sectas evangélicas. ATB es un medio que combate al narcotráfico. Pero no por ello deberían censurarse, por ejemplo, las opiniones del diputado cocalero Evo Morales. La Razón es un diario liberal. Pero eso no debería implicar que dirigentes de izquierda no sean entrevistados. Ultima Hora es un periódico ligado al club Bolívar. Pero ello no debería influir para no destacar un triunfo de The Strongest. El empresario que entiende su rol es aquel que establece con sus redactores reglas de juego claras, sostenibles en el tiempo y que no afectan el derecho de la gente de estar informada. Es aquel que se mantiene distante del gobierno y de los lobbys empresariales. Es aquel que resiste las presiones de legaciones diplomáticas. 3.- El medio es escenario, no actor Los medios, de ser esencialmente escenarios, se están convirtiendo en actores. La idea es de Fernando Mayorga (MAYORGA: 1999) y refleja con claridad lo que ocurre hoy. Como un fenómeno 285 El largo vacío institucional que ha tenido el país y la mediocre o directamente nula acción de la justicia, ha hecho que los medios cambien su rol tradicional de informadores, para incorporar otros: los de fiscales y jueces. Es un papel que deberá ir decreciendo con el tiempo. Si bien los medios nunca dejarán de ser intermediadores entre la sociedad y el Estado, a mayor desarrollo económico, institucional y político, menor es su inclinación por las denuncias. Si la justicia funcionara adecuadamente e hiciera que los corruptos fueran a la cárcel, los medios no tendrían necesidad de obsesionarse con el tema. Lo ideal sería que se recuperara la lógica: los jueces juzgando y los periodistas informando. D.- EL FACTOR DE LA PLURALIDAD DE LAS VOCES 1.- El monopolio y sus efectos La tendencia en los países desarrollados se dirige hacia la concentración de medios. En Estados Unidos, por ejemplo, Ben Bagdikian ha demostrado que si al final de la Segunda Guerra Mundial «el 80 por ciento de los diarios en Estados Unidos era de propiedad independiente, para 1989, la proporción se revirtió, con el 80 por ciento en manos de los monopolios» (BAGDIKIAN: 1997). 286 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Sigue el autor: «En 1981, 20 corporaciones controlaban la mayoría de los negocios de las 11.000 revistas del país pero solo siete años después, ese número se redujo a tres corporaciones. Hoy, a pesar de que existen más de 25.000 medios de comunicación en Estados Unidos, 23 corporaciones controlan la mayoría de los diarios, revistas, canales de televisión, libros y películas. Las mismas corporaciones dominantes en estos campos también aparecen en otros, a menudo nuevos medios de comunicación. Es una estrategia de los medios ser propietarios de los más diversos tipos de comunicación posibles. Diarios, revistas, televisión, libros, discos, video, salas de cine, producción de películas, etc. Rupert Murdoch afirma que su estrategia global consiste en adquisiciones agresivas de medios. Lee Isgur, un analista de medios, ha señalado: ‘las buenas compañías deben estar integradas’. Los grandes propietarios de los sistemas de cable son parte de corporaciones dominantes en diarios, revistas, libros y televisión». llamada «Grupo Canelas» es propietaria de Los Tiempos de Cochabamba, Ahora de Tarija, La Prensa de La Paz, Correo del Sur de Sucre y el diario Gente. Tiene relaciones societarias con El Deber de Santa Cruz y PAT. Los empresarios Ivo Kuljis y Johnny Fernández, ambos de Santa Cruz, encabezan también sendas redes de medios de comunicación. La Iglesia Católica sigue liderizando este campo, con infinidad de radios, canales y medios impresos. ¿Por qué este afán de algunas corporaciones de comprar medios de comunicación de manera tan agresiva? Bagdikian señala que «las corporaciones dominantes del mercado en los medios de comunicación tienen gran influencia sobre las noticias públicas, la información, las ideas, la cultura popular y los comportamientos políticos. Las mismas corporaciones también ejercen considerable influencia dentro del gobierno, precisamente porque ellos influyen en la percepción de las audiencias sobre la vida pública, incluyendo a dirigentes políticos debido a la presencia o ausencia de ellos en los medios». ¿Es buena la concentración de medios? Por un lado se puede decir que no. Siguiendo a Bagdikian, «cuando los más sensitivos intereses económicos de los propietarios de los medios están en juego, no hacen mucho por controlar, dirigir y tergiversar la información». Eso podría ocurrir en el futuro en Bolivia. Pero por otro lado, todavía no hay evidencias de que en el país las diferentes redes multimedia afecten la libertad de expresión o de prensa. Más bien, lo que han hecho es fortalecer y modernizar a los medios que las componen. El debate está abierto. E.- EL FACTOR ORDENADOR: CONOCER LA VERDAD PARA DECIRSELA AL PUBLICO, PORQUE EL PUBLICO NO PUEDE CONOCERLA POR SI MISMO En Bolivia ocurre una situación similar. Existen varios «grupos multimedia», en el que sobresale, en el sector privado, el que encabezan La Razón y ATB, propiedad de la familia Garáfulic. En la red de medios están incluidos El Nuevo Día de Santa Cruz, Opinión de Cochabamba, RTP, Bolivian Times, Extra y algunas radios. La otra multimedia, Decíamos al principio que una sociedad moderna tan complejizada no puede hacer abstracción de los medios de comunicación. Esa misma sociedad es la que impone a los medios hacer el trabajo informativo. Los ciudadanos no pueden, por sí mismos, conocer y entender todos los hechos de relevancia pública. Los periodistas hacen su trabajo porque el público merece conocer la realidad (ZELAYA: 1995). 287 288 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Si, después de seguir los complicados mecanismos de elección y selección de noticias, un periodista llega a la conclusión de que un hecho es de relevancia pública, éste debe ser dado a conocer, independientemente de cualquier otra circunstancia. ¿Que el afectado es un empresario que pone mucha publicidad? ¿Que es un amigo de un periodista del diario? ¿Que es una «fuente» que antes les había dado muchas primicias? ¿Que es una persona pobre? ¿Que es rica? No importa. Simplemente debe ser conocido por el público. Ese es el desafío de todos los periodistas. Resistir a las presiones externas –de autoridades, empresarios o dirigentes políticos– e internas, de los propietarios de los medios es un imperativo de todos los hombres y mujeres de la prensa. Contextualizar los hechos, hacer abstracción de los prejuicios personales, abandonar en lo posible sus filias y sus fobias y mirar el mundo por una ventana grande que permita ver el bosque y no el árbol son los objetivos que deben tener en mente los periodistas. que se ocupe de los temas que más le afligen y más le interesan a la gente. F.- CONCLUSION Más que requisitos legales, más que autoridades benévolas, más que un régimen político abierto a las demandas de los medios –todos, sin duda, factores importantes–, este trabajo ha presentado la hipótesis que el elemento clave debe volver a ser el periodista, en su diario trabajo. Cuando el periodista boliviano esté a la altura de las necesidades del país y haga un tipo de labor como el reflejado párrafos arriba, entonces podremos dar los siguientes pasos, las garantías legales. Mientras tanto, no. Si seguimos con el ejemplo de la casa en construcción y si la libertad política general es el cimiento, el techo de la casa de los derechos del ciudadano a ser informado es desembarazarse de las presiones para que todo lo que merece ser informado, llegue a los públicos. El tipo de periodismo que deberíamos cultivar en Bolivia es el que atienda los matices y que, por tanto, no sea dicotómica; que escuche todas las voces y todos los intereses en juego; que no juzgue ni se apresure en dar veredictos; que mantenga una mínima ecuanimidad con todos los involucrados, dándoles a todos el derecho a expresión; que sea tolerante con las disidencias y las minorías, sean éstas políticas, étnicas, culturales, sexuales, etc.; que tenga firmeza y claridad en su sección de opinión, sin diluir –por temor– sus certezas; que cuente con redactores con criterio propio y capacidad analítica; finalmente, 289 290 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" BIBLIOGRAFIA - Bagdikian, Ben, «The media monopoly», Beacon Press, Boston, Estados Unidos, 1997. - Bumstead A., Richard, «El derecho de saber», USIS, sin origen, 1997. - MacBride, Sean, «Un solo mundo, voces múltiples», Fondo de Cultura Económica, México, México, 1993. - Mayorga, Fernando, Taller de comunicación, Ildis, La Paz, Bolivia, 1999. - Pasquali, Antonio, «Comprender la comunicación», Monte Avila Editores, CA, Caracas, Venezuela, segunda reimpresión, 1985. - Peñaranda, Raúl, «Radiografía de la prensa boliviana», Editorial Edobol, La Paz, Bolivia. - Soruco, Juan Cristóbal, Taller de comunicación, Ildis, La Paz, Bolivia, 1999. - Torrico, Erick, «Periodismo-Apuntes teórico-técnicos», Editorial Andina, La Paz, Bolivia, 1989. - Zelaya, Ricardo, Taller de redacción, Ultima Hora, La Paz, Bolivia, 1995. 291 292 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" LOS AUTORES Comunicación y Violencia en Bolivia”; “Nuevo Orden Informativo Mundial de la Información, y Comunicación y Legislación”; “Prensa Alternativa y Democracia. Análisis comparativo de Aquí, De Todos y Alternativa”. En el campo gremial es miembro del Tribunal de Honor de la Asociación de Periodistas de La Paz. Robert Brockmann Schroeder (1963) es graduado en Periodismo y Fotografía en Arizona State University (Estados Unidos). Ha trabajado en la Agencia Alemana de Prensa (DPA), como editor de la redacción latinoamericana en Hamburgo; en la central fotográfica de Frankfurt; en la redacción regional de Baviera; en la Oficina Federal de Alemania y fue su corresponsal en Bolivia. Ha sido director de la carta informativa IPE, editor de fotografía y co-diseñador del nuevo diario Hoy. Actualmente es subdirector de “La Razón”, donde también fue editor general y editorialista. En el campo gremial, fue Secretario General y Presidente de la Asociación de Corresponsales de la Prensa Internacional (ACPI). Ha publicado “Los cimientos de La Paz”, “Los cimientos de Santa Cruz” (libros de fotografías), así como varias ponencias sobre comunicación. Juan Cristóbal Soruco Quiroga (1953) es licenciado en Comunicación Social de la Universidad Católica Boliviana (UCB) y ha realizado un curso de especialización en CIESPAL. En el campo de su profesión fue jefe del Departamento de Promoción Popular de Radio Juan XXIII (San Ignacio de Velasco); jefe de redacción y director interino del boletín quincenal Coyuntura; director de programación de la Empresa Nacional de Televisión; director del Centro de Documentación e Información (CEDOIN) y miembro, en varios períodos, de su directorio; jefe de redacción, editor adjunto y director de Presencia. Actualmente, escribe la columna semanal El Tejo en “La Razón” y es catedrático de la Carrera de Comunicación de la UMSA. Ha escrito varios ensayos sobre comunicación, entre ellos, “De medios y operadores.- La información, asunto de todos”; “El Derecho a la Información, concreción de la Libertad de Expresión”; “Derecho del ciudadano a ser correctamente informado”; “Violencia de 293 Javier Sánchez de Lozada Paz Campero (1958) es graduado de Filosofía y Economía del Swarthmore College (Estados Unidos); maestría en Administración Pública en Princenton University, Woodrom Wilson School of Public and International Affairs, y licenciado en Derecho de la Universidad Católica Boliviana. Ha sido, entre otras funciones, subgerente de Planificación Económica de COMSUR; asesor de la Sociedad Industrial TIERRA; consultor del INPEX; consultor encargado de análisis de tendencia de productos agrícolas en la Dirección de Desarrollo Agrícola del Banco Mundial (Washington); asesor de CORACA. Es miembro de la Comisión Económica de la Cámara de Comercio Boliviano-Americana; director suplente de BEBIDAS S.A., de BANCOSOL y de FUNDES (también es miembro de su Comité de Garantías). Asimismo, ha ejercido varias actividades académicas y escrito varios ensayos sobre economía, política y derecho. Actualmente trabaja en el estudio jurídico Carlos Gerke Mendieta. Sonia Alejandra Velasco Cirbián (1973) es licenciada en Ciencias de la Comunicación Social y Humanidades de la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra. Ha cursado estudios de guionización, preproducción, edición postproducción, manejo de cámaras e iluminación de televisión en la Universidad NUR de Santa Cruz y Gerencia de Marketing en IDEA. Ha sido conductora del programa televisivo infantil Tandy Show; asistente de producción en la agencia 294 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" publicitaria Atelier; asistente de producción, ejecutiva de cuentas y planificación de medios en la empresa publicitaria Miguelchávez y Asoc; productora de publicidad fotográfica y televisiva de la empresa Galery Importaciones, y realizado varias producciones de televisión. Actualmente es gerente de Marketing de la empresa Grunesu Ltda. Ha escrito “Bases para la elaboración de un Código de Etica Publicitaria”. como periodista más destacadas, se encuentran su participación en la búsqueda y rescate del avión de Eastern caído en el Illimani; el arribo de las Fuerzas Especiales Antidroga a Beni y el acompañamiento a la Marcha Indígena por Territorio y Libertad de Trinidad a La Paz. En el ámbito gremial, ha sido dirigente sindical de los trabajadores de la prensa y actualmente es Fiscal General de la Asociación de Periodistas de La Paz. José Gramunt de Moragas S.J. (1922) es sacerdote jesuita, licenciado en Derecho por la Universidad General de Madrid y de Filosofía y Teología de las Facultades de San Francisco de Borja (Barcelona) y San Miguel (Buenos Aires). Especializado en periodismo en las Universidades Menéndez y Pelayo de España y la Universidad de Syracuse de Estados Unidos. Fue director de la Radio Fides durante 26 años. Considerado “maestro” de periodistas en Bolivia, fundó en 1963 la Agencia de Noticias Fides y la carta semanal Notas de análisis político. Ha obtenido el Premio de Periodismo de la Fundación Ballivián; la mención especial del Premio Rey de España de Periodismo; el Premio Nacional de Periodismo otorgado por la Asociación de Periodistas de La Paz. Juan Carlos Zambrana Vaca (1953) es egresado de la Carrera de Comunicación Social de la Universidad Católica Boliviana, ha hecho un curso de especialización en CIESPAL (Ecuador) y pasantía en Periodismo Radiofónico en Radio Kama (El Paso-Texas). Ha sido auxiliar de Corresponsalía de El Mundo de Santa Cruz en la Paz, redactor del semanario Frontera (Cobija); auxiliar de la agencia italiana ANSA (La Paz), jefe de redacción de Radio Trópico (Trinidad), corresponsal de Radio Fides y de Presencia en el Beni, jefe de Gabinete del Defensor del Pueblo. Actualmente es redactor de la agencia española EFE en La Paz, donde también ha cumplido la labor de redactor y jefe de Redacción del Servicio Nacional Boliviano. Entre sus misiones María Guadalupe Cajías De la Vega (1955) es licenciada en Ciencias de la Comunicación de la Pontificia Universidad Javeriana (Colombia) y egresada de Historia de la UMSA. Entre sus varias actividades profesionales, ha sido miembro del equipo de apoyo en periodismo investigativo dirigido por Daniel Samper; responsable del Programa Vanguardia Cultural de Radio Fides; co-fundadora del Semanario Aquí, donde también fue jefa de redacción; colaboradora y corresponsal de varias publicaciones extranjeras; jefe de redacción y directora de Radio Méndez Boliviana; guionista de televisión; columnista, entre otros periódicos, de La Razón y Presencia; directora de Prensa de Canal 18. Actualmente, mantiene una columna semanal en La Prensa y otros periódicos. Entre sus publicaciones destacan: “Hacia un diagnóstico de la Comunicación en América Latina a través de la obra de Luis Ramiro Beltrán”, “Análisis de contenido de ‘Feminiflor’”, “Historia de una leyenda. Vida y palabra de Juan Lechín, líder de los mineros bolivianos”; “El casete-foro”, “Periodismo y memoria colectiva”, “Las relaciones de Bolivia, Chile y Perú. El problema marítimo boliviano. Guía bibliográfica mínima”, “Leche Tibia” (radioteatro), “Comunicación y Poder, Poder y Comunicación”, “Comunicación en Democracia”, “Valentina”; “Concentración de la propiedad de los medios de comunicación: ¿Amenaza o fortaleza?”, “La historia del tabaco”. En el campo gremial, ha sido secretaria ejecutiva de la Federación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia y 295 296 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" miembro de su Tribunal de Honor, y presidenta de la Asociación de Periodistas de La Paz. UNAM, y es candidato al doctorado en Economía de la UNAM. Ha sido catedrático e investigador en la Universidad de Chile, UNAM, Universidad Pedagógica de México, FLACSO, CESU y es profesor visitante de la Saint Antony’s College, The Latin American Center, Oxford, Inglaterra. Ha sido asesor de la Secretaría de Educación Pública de México, consultor de la GTZ, PNUD, UNESCO, BID, Embajada de los Países Bajos; moderador de mesas de Diálogo Nacional y coordinador adjunto del proyecto. Actualmente es coordinador del Area Política y Económica del ILDIS; coordinador del Foro Político, miembro del Comité Directivo del PIEB; director del suplemento Tiempo Político; miembro del Consejo Editorial y columnista de La Razón. Entre sus innumerables publicaciones destacan artículos especializados para revistas del país y del exterior; varios libros sobre economía, política social, política, deuda externa, economía informal, actores sociales, gobernabilidad. Sergio Molina Monasterios (1968) es Periodista y licenciado en Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. Asimismo, es especialista en Ciencias Políticas del Departamento de Postgrado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata y del Instituto de Investigaciones de la Comunicación donde ha cursado “La investigación publicitaria desde un enfoque semiótico” e “Inflación y Subdesarrollo” en su Instituto de Integración Latinoamericana. Ha sido docente en la Universidad Católica Boliviana y de la Universidad Nacional de La Plata; editor del suplemento Economía y Negocios de La Razón; cofundador e investigador del semanario Nueva Economía; Consultor en Comunicación Social, responsable comunicacional y Director Nacional de Comunicación de la Secretaría Nacional de Participación Popular; responsable comunicacional del Programa de Acciones Estratégicas; jefe de redacción de La Razón; editor de “La Revista”; fundador del periódico GENTE a nivel nacional. Actualmente, es columnista de La Prensa y editor de la revista “¡OH!”. Entre sus publicaciones destacan: “El periodismo de investigación: Una aproximación”, “La fiesta espacio y pretexto para aprender la Participación Popular”, “Comunicación sin centro. Señas y sueños para descentralizar la comunicación... y democratizarla” (en colaboración); “De la nación clandestina a la participación popular” (en colaboración); “Comunicar la Participación Popular, descentralizar la comunicación”. Carlos Toranzo Roca (1946) es licenciado en Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México; tiene especialización en Planificación y Desarrollo (ILPES), maestrías en Ciencia Política de la UNAM y en Economía en la Escolatina, Universidad de Chile, y 297 Ana María Fabbri Crespo es licenciada en Ciencias de la Comunicación Social de la Universidad Católica Boliviana y ha realizado estudios de especialización en Periodismo Económico, en el Instituto de Periodismo Internacional de Berlín (Alemania); Periodismo e Iglesia, en la Universidad Popular Autónoma de Puebla (México). Actualmente, cursa la preparatoria de la maestría de Gestión y Políticas Públicas de Maestrías para el Desarrollo de la Universidad Católica Boliviana-Harvard Institute for International Development. Ha sido consultora de Comunicación del Banco Mundial en el Ministerio de Capitalización y se ha especializado en la cobertura de temas económicos. Así, en Presencia, fue redactora y luego editora del área económica, y redactora en Hoy. Actualmente es directora del Semanario Nueva Economía. Entre sus publicaciones se encuentra “Influencia de la publicidad en los jóvenes de la ciudad de La Paz”. 298 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Raúl Peñaranda Undurraga (1966) es licenciado en Comunicación Social de la Universidad Católica Boliviana y ha hecho un curso de postgrado en Periodismo Avanzado en la Universidad Andina. Asimismo, ha asistido a seminarios sobre periodismo organizados por universidades y periódicos estadounidenses. Ha sido redactor de la Agencia Associated Press; corresponsal de la revista Visión; editor de economía y de los suplementos Exportemos y Negocios de La Razón; director-fundador del semanario Nueva Economía; jefe de redacción de Ultima Hora; corresponsal jefe en Bolivia de ANSA; consultor en Comunicación de la UNSEP. Actualmente es Asesor Editorial y columnista de La Razón. Entre otros ensayos y reportajes, ha publicado los libros: “Objetivo: residencia japonesa”, “Radiografía de la prensa boliviana” y “Terremoto, la noche más larga”. Recibió la Mención Honrosa de la Asociación de Periodistas de la Paz por la investigación realizada sobre la toma de la embajada japonesa en LimaPerú. En el campo gremial, ha sido dirigente de la Asociación de Periodistas de La Paz. 299 300 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" ANEXOS 301 302 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" LEY DE IMPRENTA Art. 4º.- Los folletos, libros, cuadernos, papeles y otras publicaciones eventuales llevarán al pie de ellos, el nombre del establecimiento y del editor propietario. Las publicaciones que no llenen este requisito se considerarán clandestinas. 19 de enero de 1925 Art. 1º.- Todo hombre tiene el derecho de publicar sus pensamientos por la prensa, sin previa censura, salvo las restricciones establecidas por la presente Ley. Art. 2º.- Son responsables de los delitos cometidos por la prensa o por cualquier otro modo de exteriorizar y difundir el pensamiento. 1º.- los que firmen como actores una publicación; 2º - los directores de diarios, revistas y publicaciones periodísticas; 3º - los editores. Si los que aparecieran firmando una publicación como autores de ella no fuesen personas jurídicamente responsables, o no tuviesen la solvencia necesaria para responder por los delitos denunciados, será el director y en su defecto, el editor, el responsable. A falta de éstos, y en todos los casos, las responsabilidades penales o pecuniarias recaerán sobre las personas enumeradas en el artículo 1º, siempre que sean distintas de aquellos. La responsabilidad de las personas señaladas no es conjunta ni mancomunada, sino sucesiva, y se establece en el orden determinado. Art. 3º.- Los diarios, revistas y publicaciones periodísticas, consignarán en sus primeras páginas, pena de ser considerados como clandestinos, los nombres de los editores y directores responsables. Para ser director o editor responsable es necesario estar en el goce de los derechos civiles. 303 Art. 5º.- La clandestinidad de un establecimiento de impresión o de una publicación, será penada con una multa de doscientos a quinientos bolivianos, que se aplicará a los propietarios, administradores o editores. La responsabilidad penal de los delitos cometidos por publicaciones clandestinas recaerá mancomunadamente sobre los propietarios, administradores y editores del establecimiento donde se hubiere hecho la publicación. Art. 6º.- Son responsables de las transcripciones, para los efectos penales de esta Ley y para los de propiedad literaria, los directores de publicaciones y falta de éstos, los editores. De las publicaciones impresas en el exterior son responsables aquellos que las pusiesen en circulación. Art. 7º.- No hay delito de imprenta sin publicación. Se entiende realizada la publicación, cuando se distribuyen tres o más ejemplares del impreso, o ha sido leído por cinco o más individuos, o se pone en venta, se fija en un paraje, se deja en un establecimiento, se remite por correo y otros casos semejantes. Art. 8º.- El secreto en materia de imprenta es inviolable. Art. 9º.- El editor o impresor que revela a una autoridad política o a un particular el secreto del anónimo, sin requerimiento del juez competente, es responsable, como delincuente, contra la fe pública, conforme al Código Penal. 304 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Art. 10º.- Se delinque contra la Constitución en los escritos que se dirijan a trastornar, destruir o inducir a su inobservancia, en todo o en parte de sus disposiciones. Art. 16º.- Los delitos calificados de personales, obscenos o inmorales, se castigarán con una multa de cuarenta o doscientos cuarenta bolivianos. Art. 11º.- Se delinque contra la sociedad, en los que comprometan la existencia o integridad de la Nación, o expongan a una guerra extranjera, o tiendan a trastornar la tranquilidad y orden público, o inciten o sostengan conmociones o desobediencia a las leyes o a las autoridades, o provoquen la perpetración de algún delito, o sean obscenos o inmorales. Los delitos contra la sociedad o la Constitución, de ochenta a cuatrocientos bolivianos. Art. 12º.- No se comete delito, cuando se manifiestan los defectos de la Constitución o de los actos legislativos, administrativos o judiciales, con el objeto de hacer conocer sus errores o la necesidad de su reforma, siempre que no contengan ofensas de otro género. Art. 18º.- Son faltas de imprenta las contravenciones a cualesquiera de las disposiciones de esta Ley, no comprendidas en la clasificación de delitos. Art. 13º.- Se delinque contra las personas individuales o colectivas, en los impresos que las injurian directa o indirectamente, sean o no falsas las imputaciones injuriosas. Art. 14º.- Nadie puede ser admitido a probar la verdad de hechos difamatorios, sino contra los funcionarios públicos o gerentes de sociedad anónima o en comandita por acciones sobre imputaciones relativas al ejercicio de sus funciones. La prueba de los hechos imputados pone al autor al abrigo de toda pena, sin perjuicio de la que corresponde por la injuria que no fuere necesariamente dependiente de los mismos hechos. Art. 17º.- En los delitos de que conozca el Jurado, solo podrá imponerse pena corporal a los que no puedan exhibir la pena pecuniaria, computándose cada día de reclusión por el valor de Bs. 3.20. Art. 19º.- Las faltas de imprenta se castigarán con una multa que no exceda de ciento sesenta bolivianos. Art. 20º.- La acción penal se prescribe en cuatro meses, corridos desde el día de la publicación del impreso; y en los clandestinos, desde que hubiesen llegado a conocimiento de la autoridad. Si el ofendido estuviere fuera de la República, el término correrá desde su regreso a ella. Art. 21º.- El cuerpo de jurados se compone de cuarenta individuos en las capitales de departamentos y de veinte en las provincias, que serán elegidos por los consejos y juntas municipales, respectivamente, prefiriéndose a los abogados más notables, miembros de universidad y propietarios con residencia fija en el lugar. Art. 15º.- Las penas por delitos cuyo conocimiento corresponda exclusivamente al Jurado, son pecuniarias, y en ningún caso pueden exceder de cuatrocientos bolivianos. Art. 22º.- Para ser jurado se requiere tener vecindad en el lugar, y estar en el ejercicio pleno de los derechos civiles y políticos. 305 306 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Art. 23º.- Las funciones de jurado son incompatibles con las de Presidente y Vicepresidente de la República, Ministros de Estado, Prefecto, Vocal de Corte, Fiscales, Jueces y funcionarios de Policía. juez y por la prensa, satisfacción plena y amplia al ofendido, y que éste acepte los términos de la satisfacción, con que quedará cubierta la penalidad. Art. 24º.- Son excusas para ser jurado las designadas en el artículo 13 de la Ley Orgánica de Municipalidades de 21 de noviembre de 1887. Art. 29º.- Compete también conocer a los tribunales ordinarios, de las calumnias e injurias al jurado, de las faltas de imprenta y de las acciones civiles procedentes de los juicios por jurado. Art. 25º.- En caso de ausencia indefinida, muerte, inhabilitación o empleo incompatible de un jurado, la municipalidad nombrará inmediatamente otro, procurando que nunca esté incompleto el número. Art. 30º.- No hay reciprocidad en las injurias o calumnias inferidas por la prensa y el jurado no podrá conocer a un mismo tiempo, de dos publicaciones respectivamente injuriosas o calumniosas. Art. 26º.- Los jurados son inviolables en el ejercicio de sus funciones, y sólo son responsables por concución o soborno, ante los tribunales comunes. Art. 31º.- La acción penal por delitos y faltas de imprenta corresponde al Ministerio Público. La denuncia a cualquier individuo. Art. 27º.- Los delitos de calumnia e injuria contra los particulares, quedan sujetos a la penalidad del Código, y su juzgamiento pertenece a los tribunales ordinarios, a no ser que el ofendido quiera hacer valer su acción ante el jurado. Art. 28º.- Corresponde al jurado el conocimiento de los delitos de imprenta, sin distinción de fueros; pero los delitos de injuria y calumnia contra los particulares, serán llevados potestivamente ante el Jurado o los tribunales ordinarios. Los funcionarios públicos que fuesen atacados por la prensa en calidad de tales, sólo podrán quejarse ante el Jurado. Más, si a título de combatir actos de los funcionarios públicos, se les injuriase, difamase o calumniase personalmente, podrán éstos querellarse ante los tribunales ordinarios. Cuando los tribunales ordinarios conozcan de delitos de prensa, aplicarán las sanciones del Código Penal, salvo que el autor o persona responsable diera ante el 307 Art. 32º.- La querella por delitos personales sólo compete al ofendido, y en caso de ausencia o muerte, a cualquiera de sus herederos o deudos. Art. 33º.- La denuncia o querella se hará por escrito, ante el juez de partido, quien mandará citar en persona o a domicilio al autor, editor o impresor, si fueren diferentes, al fiscal y partes interesadas, señalando día, hora y lugar para el sorteo de jurados. Si no concurriese al juicio ninguna de las personas responsables, el presidente del jurado o el juez ordinario nombrará un defensor del establecimiento denunciado, para los efectos de las responsabilidades pecuniarias. Art. 34º.- Si el impreso fuese clandestino, el juez de partido, deberá antes del sorteo, practicar todas las diligencias necesarias para su averiguación, a requerimiento del fiscal y sin recurso alguno. 308 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Art. 35º.- En el caso previsto por el artículo 14 de esta Ley, deberá el juez de partido recibir la prueba, en pro y contra, con el término perentorio de ocho días y todos los cargos, citándose a los interesados. Vencido el término, procederá al sorteo según el artículo siguiente. Art. 38º.- Si legalmente citados, faltaren sin causa justa, se les impondrá una multa de veinte a cuarenta bolivianos, sin recurso alguno en el día. Art. 36º.- En el sorteo se procederá de este modo; el juez de partido, a presencia de los citados, si estuviesen presentes, y en público, insaculará en una urna las papeletas que contengan los nombres de todos los jurados leyéndolas en alta voz el secretario una por una. El querellante o cualquiera de los ofendidos, o en su defecto, un individuo del público extraerá hasta veinticuatro papeletas que se anotarán por el orden numérico. El denunciante u ofendido podrá recusar hasta seis, sin exponer causal alguna, igual derecho tendrá el denunciado o persona responsable. Cuando fueren varios los denunciados, dividirán entre sí el uso del derecho de recusación; lo mismo harán los ofendidos. Los doce primeros, no recusados, formarán el tribunal; y serán suplentes los seis que sigan en numeración. A falta de ellos, se sortearán del mismo modo otros doce, de los cuales podrá cada parte recusar tres, quedando los seis restantes por suplentes. De todo se sentará actas circunstanciales. Art. 37º.- El juez de partido mandará citar a los Jurados y suplentes, señalando día, hora y lugar para el juicio de imprenta. Los jurados nombrados sólo podrán excusarse por enfermedad u otro impedimento legítimo debidamente comprobado, a juicio del presidente, de acuerdo con los jurados sorteados asistentes. Art. 39º.- Se tendrá por inasistencia al que no concurra a la hora citada, y al que abandonare su puesto antes de terminado el juicio. Art. 40º.- Siempre que por cualquier causa no hubiere suficiente número de jurados en el día y hora señalados, se postergará el juicio para el siguiente, y así en lo sucesivo hasta que se organice el tribunal. Art. 41º.- Reunidos los doce jurados, prestarán juramento ante el juez de partido con esta fórmula: - “Juráis y prometéis por Dios y esta señal de la cruz, juzgar en justicia y con absoluta imparcialidad, según vuestra libre conciencia e íntima convicción, sin dejaros conducir por ningún interés, odio, afección ni pasión alguna”. Cada jurado responderá uno por uno “Sí, lo juro”. Luego hará nombrar un presidente del seno del jurado, a pluralidad de votos, a quién pasará las pruebas producidas en el caso determinado por el artículo 14 de esta Ley, y declarando instalado el jurado, se retirará. Art. 42º.- El presidente del jurado declarará abierto el juicio, y advertirá a las partes que no pueden decir nada contra el respeto debido a las leyes, y que deben expresarse con decencia y moderación. Advertirá igualmente al público que no es lícito hacer manifestación alguna de aprobación o desaprobación y mandará leer los artículos 56, 57, 58 y 59. Art. 43º.- El fiscal hará una relación suscinta de la causa. Art. 44º.- El secretario leerá el impreso denunciado, el escrito 309 310 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" de denuncia, los artículos de esta Ley que se suponen infringidos y las piezas de los autos que mandare leer el presidente a solicitud de los interesados. y 19 de esta Ley. Si por el contrario, declarase que existen circunstancias atenuantes, se impondrá la pena en escala descendente desde la mitad del máximun hasta el mínimun de las penas señaladas en los citados artículos. Luego informarán sucesivamente el querellante o acusador o su defensor, y el acusado o su defensor; el fiscal fijará sus conclusiones. No habiendo querellante, el fiscal hará primero la acusación. Se permitirá la réplica y contraréplica. Art. 45º.- Cuando el juicio deba abrirse sobre hechos difamatorios imputados a los funcionarios públicos o gerentes de sociedad anónima o en comandita por acciones en el ejercicio de su cargo, el juez de partido hará citar con anterioridad a los testigos para su comparecencia, y en lo demás se procederá con arreglo a las disposiciones de los artículos 233 y siguientes hasta el 249 de la Ley de Procedimiento Criminal compilado. Art. 46º.- En sesión secreta se discutirá y resolverá, por mayoría absoluta de votos, inclusive el presidente, sobre estas cuestiones: Iº - N.N. es o no es culpable del delito acusado? 2º ¿Hay circunstancias agravantes? 3º ¿Hay circunstancias disminuyentes? Art. 47º.- En caso de ser dos o más los delitos acusados, la primera pregunta recaerá sobre cada uno de ellos. Art. 48º.- La votación se hará indudablemente contestando cada uno a la pregunta declarada. Cuando se declare que hay circunstancias agravantes, se impondrá la pena de razón ascendente, desde la mitad del máximun hasta el máximun de la pena señalada en los artículos 15, 16, 17, 18 311 Art. 49º.- En casos de empate, se estará a lo favorable. Art. 50º.- La declaración del jurado será firmada por todos los jurados, sin salvar los votos que los que hubieran diferido en la sentencia y no dará lugar a recurso alguno. Art. 51º.- Cuando el tribunal estuviere reunido ocho horas seguidas, podrá suspenderse el juicio para continuarlo y terminarlo precisamente en el día inmediato. Art. 52º.- Luego que se firme la sentencia, continuará la sesión pública, y cualquiera de los jurados leerá el veredicto en voz alta y el presidente declarará disuelto el tribunal. Art. 53º.- El proceso se mandará al juez de partido para que mande cumplir la pena conforme al artículo 67 de esta Ley. Art. 54º.- En caso de presentarse recurso de nulidad, después de notificada la sentencia, el juez de partido tramitará la demanda y la elevará a la Corte Suprema para los fines del caso. Art. 55º.- El juicio por jurados sólo podrá ser secreto, cuando la publicidad pueda causar escándalo u ofender las buenas costumbres y perturbar el orden público. 312 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Art. 56º.- Si uno de los contendores perturbase el orden de la audiencia, comitiese desacato a la autoridad del tribunal o injuriase, el presidente lo llamará al orden por primera vez, y por segunda mandará su arresto requiriendo al fiscal para su juzgamiento. durante el tiempo señalado por el artículo 20; 2º conservar una colección ordenada de todas las publicaciones hechas por el editor o por la imprenta; 3º publicar las vindicaciones y defensas de las personas ofendidas en el mismo periódico, cobrando media tarifa. Esta inserción se hará en cuanto a la persona ofendida o a su encargado, que la reclame dentro del término de la prescripción. Art. 57º.- Si el público hiciese manifestaciones de aprobación o desaprobación, el presidente llamará al orden por primera vez; por segunda, mandará el arresto de los culpables, y por tercera ordenará su expulsión, celebrándose la sesión a puerta cerrada. Art. 58º.- El presidente podrá requerir la fuerza pública en caso necesario. Art. 59º.- Siempre que el Presidente permitiese el desorden, contra lo prevenido en esta Ley, pagará una multa de diez y seis a cuarenta bolivianos, a juicio del juez de partido, a denuncia hecha por el Ministerio Público o cualquier individuo. Art. 60º.- La falta u omisión de las prescripciones de cualquiera de los siguientes artículos 34, 35, 36, segunda parte del 37, 41, 44, 45, 48 y 49 de esta Ley, dará lugar al recurso de nulidad que debe interponerse dentro de los tres días siguientes al de haberse pronunciado la sentencia. El juez de partido, previo traslado a la otra parte que deberá contestarlo dentro de otros tres días, remitirá el proceso por el primer correo a la corte de casación. Art. 61º.- Los impresos pueden ser personas responsables, llenando las condiciones exigidas por los artículos 1º y 4º de esta Ley. Art. 63º.- El impresor no podrá rehusar a precio corriente la edición de ningún escrito, sino cuando sea ofensivo a su persona, a un pariente suyo dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, o a su protector, o cuando tenga motivos fundados de decencia, a cuando el autor o editor no ofrezca garantía suficiente. Esta obligación no comprende al editor responsable de un periódico. Art. 64º.- En ningún caso podrá decretarse la clausura de una imprenta. Art. 65º.- Las formalidades de la prueba testimonial y penas imponibles a los testigos inasistentes sin justa causa, serán, en su caso, las prescritas en la Ley de Procedimiento Criminal. Art. 66º.- El producto de las multas impuestas por los delitos y faltas de imprenta, será empozado en el tesoro de la municipalidad respectiva, para que ésta lo aplique a obras de beneficiencia. Art. 67º.- Impuesta una multa, se pondrá inmediatamente en conocimiento del Prefecto, para que la realice, y también de la municipalidad, para que haga los requerimientos que sean necesarios. Art. 62º.- Son obligaciones de los editores responsables y en su caso de los impresores: 1º conservar los manuscritos garantizados, Art. 68º.- Todas las actuaciones se harán por el secretario del juez de partido, y gozará por cada juicio, ante el Jurado, la suma de Bs.10, abonables por la parte que pierda. 313 314 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" Art. 69º.- La edición de la Constitución del Estado, de los códigos vigentes, de las compilaciones de leyes y de las colecciones oficiales en general, bajo cualquier denominación, requiere para ser legal, la licencia previa del gobierno. Art. 70º.- La contravención a lo dispuesto en el precedente artículo, dará lugar a que los impresos sean secuestrados, imponiéndose además una multa proporcional si se hubiese dado ya a la circulación algunos ejemplares. Art. 71º.- Quedan derogadas la Ley de 17 de enero de 1918 Decreto Supremo de 22 de febrero del mismo año y todas las disposiciones que estuvieren en oposición a las de la presente Ley, cuya numeración de artículos será la única que deberá citarse en lo sucesivo. 315 316 "OPINIONES Y ANALISIS" CODIGO DE ETICA DE LA ASOCIACION DE PERIODISTAS DE LA PAZ VI. Anteponer el interés nacional a cualquier otro, de índole personal o de grupo. 10 de mayo de 1993 VII. Respetar la opinión ajena, aún si fuese contraria a la propia, reconociendo el derecho a réplica. Fiel a las normas y disposiciones nacionales e internacionales que rigen el ejercicio del periodismo, la Asociación de Periodistas de La Paz (Bolivia), instituye el presente CODIGO DE ETICA. El periodista debe: I. Estar al servicio de la verdad, la justicia, el bien común, los derechos humanos, la paz, la democracia, la libertad y los intereses nacionales. II. Contribuir permanentemente a la vigencia y fortalecimiento del sistema democrático. III. "OPINIONES Y ANALISIS" Combatir intransigentemente cualquier actitud oficial u oficiosa que tienda a conculcar derechos y libertades establecidos en la Carta Magna y en la Declaración de Derechos Humanos, particularmente la libertad de expresión. IV. Defender el derecho del pueblo a ser informado oportuna y verazmente. V. Rechazar toda acción que tienda a mancillar la dignidad de instituciones y la honra de las personas. 317 VIII. Establecer la veracidad de las informaciones antes de su difusión, identificando claramente aquellas que no estuviesen confirmadas. IX. Respetar el origen de la información, acatar y defender la Ley de Derechos de Autor. X. Defender intransigentemente el ejercicio de la responsabilidad periodística exclusivamente por periodistas profesionales y los preceptos contenidos en los capítulos VII y VIII del Estatuto Orgánico del Periodismo. XI. Defender la Cláusula de Conciencia establecida en el Capítulo 3%, Artículo 15 del Estatuto Orgánico del Periodismo. XII. Mantener un espíritu de concordia y lealtad con el medio de comunicación social para el que se trabaja, sin apartarse de la verdad y de la ética. XIII. Rechazar todo acto de censura y condenar cualquier conducta del periodista como censor de la libertad de información y expresión. XIV. Rechazar y denunciar todo intento de soborno, coacción y otras prácticas que tiendan a distorsionar o desvirtúen la información. 318 "OPINIONES Y ANALISIS" XV. "OPINIONES Y ANALISIS" Renunciar a la condición de dirigente de la Asociación de Periodistas de La Paz en caso de asumir funciones públicas. XVI. Comunicar oportunamente a quienes corresponda, de decisión de asumir cualquier responsabilidad profesional ajena a la entidad en la que se desempeña. 319 320 "OPINIONES Y ANALISIS" CODIGO DE ETICA DE LA FEDERACION DE TRABAJADORES DE LA PRENSA DE BOLIVIA "OPINIONES Y ANALISIS" 6. Ningún periodista está obligado a expresarse en contra de su conciencia y sus convicciones. En caso de conflicto con la empresa por cambio de ideología de ésta, los periodistas tendrán derecho a una indemnización justa, no inferior a la que establezcan las leyes para los casos de despidos. 7. Los periodistas no deberán mostrar en sus noticias, programas radiales o televisivos, discriminación alguna contra personas, sean éstas por raza, color, sexo, religión, opinión política, origen nacional o social. 8. Los periodistas tienen la obligación de respetar el derecho de autor y mencionar la autoría, sin sacar ventajas personales de una información adquirida en el desempeño de sus funciones antes de que la misma sea de dominio público. 9. Los periodistas rectificarán espontáneamente e inmediatamente las informaciones inexactas o erróneas, así como concederán el derecho de réplica, rectificación y respeto a toda persona o institución que lo solicite. Los rumores noticias e informaciones sin confirmar, deberán presentarse e identificarse como tales. 10. Los periodistas tendrán siempre presente la lealtad que debe regir su relación con la empresa que los contrató, porque sus actuaciones comprometen en mayor o menor grado a la empresa para la cual trabajan, teniendo a su vez derecho a un salario justo. 11. Los periodistas no podrán recibir remuneración alguna de institución pública o privada que frecuente por razones informativas. Es incompatible el ejercicio simultáneo del 10 de marzo de 1991 Los Trabajadores de la Prensa de Bolivia adoptan como Principios de Etica Profesional las siguientes normas: 1. 2. Los periodistas están siempre al servicio de la verdad, la justicia, el bien común, los derechos humanos, los ideales de perfeccionamiento humano y la paz entre los hombres. Los periodistas evitarán por todos los medios que se dicten disposiciones que anulen o censuren el ejercicio de la libertad de expresión e información. 3. Los periodistas deben abstenerse de toda actuación deshonesta, juicios calumniosos, plagio, acusaciones sin prueba o ataques injustificados a la dignidad, o peligro de personas, instituciones o agrupaciones. 4. Los periodistas tienen la obligación de salvaguardar el derecho que tiene toda persona a su intimidad y vida privada, propia y familiar, salvo que vulneren las leyes que norman el país. 5. Para obtener noticias, fotografías, imágenes o documentos, los periodistas solamente podrán usar medios que sean justos, honestos y razonables. 321 322 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" periodismo con el de relaciones públicas o asesorías de prensa cuando el periodista tiene asignada como fuente la institución para la cual también trabaja. 12. Quienes ejerzan funciones de dirección sindical, sea cual fuera su nivel, no podrán utilizar influencias para obtener trabajo en empresas o instituciones que no tengan carácter periodístico. 13. Los periodistas están obligados a reforzar la solidaridad profesional y las relaciones fraternales en el trabajo, sin desinformar a los otros colegas en el ejercicio de la profesión para consolidar su propia posición u obtener una situación mejor. Los criterios y normas, del presente CODIGO DE ETICA serán obligatorias para todos los afiliados de la Federación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia. Los periodistas que actúan en el espíritu del presente CODIGO DE ETICA gozarán del pleno apoyo y respeto de sus redacciones, sindicatos y de la FTPB. Los periodistas deberán lograr que el presente CODIGO DE ETICA sea colocado en sitio público en todas las redacciones de prensa, radio y televisión del país, así como colaborar para que sea conocido, aceptado y practicado por todos los miembros de la Federación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia. 323 324 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" CODIGO DE ETICA DEL PERIODISTA BOLIVIANO 24 - 26 de septiembre de 1999 La comunidad tiene derecho a estar informada veraz y oportunamente. 2. INDEPENDENCIA RESOLUCION No. 1 El Primer Congreso Nacional Extraordinario de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia, RESUELVE: Artículo Unico.- Aprobar el Código de Etica del Periodista Boliviano, para su vigencia inmediata, con el siguiente texto: CODIGO DE ETICA DEL PERIODISTA BOLIVIANO Los periodistas de Bolivia, conscientes de que el acceso a la información es un derecho humano fundamental para la conquista y vigencia de las libertades consagradas en la Carta de las Naciones Unidas, proclamado por el Art. 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y garantizado por el Art. 7 de la Constitución Política del Estado, adoptan, en sujeción al Estatuto Orgánico del Periodista, los siguientes principios de ética profesional: 1. Los periodistas deben mantener independencia profesional para estar libres de obligaciones y presiones que obstruyan su ejercicio informativo. No pueden recibir remuneración alguna de instituciones públicas o privadas que frecuenten por razones informativas, ni mantener relación de dependencia con ellas. 3. PROFESIONALIDAD Los periodistas deben ser profesionales de la información, evitando juicios calumniosos, plagio, acusación sin prueba o ataques a la dignidad de personas o instituciones. La noticia debe quedar siempre claramente diferenciada de los comentarios u opiniones. Lo real y lo virtual en imágenes debe estar claramente diferenciado. 4. CREDIBILIDAD Los lectores, oyentes y televidentes pueden confiar en que lo publicado es trabajo del autor, a menos que la noticia indique lo contrario. VERDAD 5. RESPONSABILIDAD Los periodistas están siempre al servicio de la verdad, la justicia, el bien común, los derechos humanos, la defensa del patrimonio cultural y del medio ambiente, la democracia y la paz entre los hombres. Los periodistas tienen la obligación de rectificar pronta y adecuadamente las informaciones inexactas o erróneas, aunque no 325 326 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" hubiera una aclaración del perjudicado. Concederán el derecho a réplica a toda persona o institución afectada que lo solicite. Los periodistas deben abstenerse de explotar la morbosidad y la curiosidad malsana. Especial cuidado ha de observarse en las informaciones sobre procesos judiciales. Los rumores e informaciones sin confirmar deben ser identificados como tales. 6. HONESTIDAD 9. LEALTAD Los periodistas deben ser leales con la empresa en la que trabajan. Los periodistas deben ser honestos con las fuentes de información y guardarlas en secreto cuando así se haya convenido, pero los intereses públicos prevalecerán sobre los intereses privados. 10. Para obtener noticias, fotografías, imágenes, documentos u otros materiales informativos, los periodistas solamente pueden utilizar medios lícitos y honestos. Los periodistas deben ampararse en la Cláusula de Conciencia, reconocida internacionalmente e incluida en el Estatuto Orgánico del Periodista, cuando deban retirarse de su empresa como consecuencia de un cambio de orientación ideológica que les haga imposible continuar en su puesto de trabajo. CONCIENCIA Los periodistas deben respetar el derecho de autor y mencionar la autoría que corresponda. 11. Los periodistas deben evitar que las citas alteren el sentido de lo que transcriben y solamente colocarán entre comillas las palabras textuales. Los periodistas están obligados a practicar la solidaridad profesional y a defender los preceptos del Estatuto Orgánico del Periodista. 7. 12. INTEGRIDAD Los periodistas no deben utilizar su influencia para obtener ventajas personales de cualquier índole. 8. SOLIDARIDAD DEFENSA Los periodistas deben luchar contra todo intento de anular o restringir el ejercicio de la libertad de expresión e información. MESURA Los periodistas deben evitar el sensacionalismo deformador y respetar el derecho de las personas a su intimidad. 327 328 "OPINIONES Y ANALISIS" "OPINIONES Y ANALISIS" La presente edición se terminó de imprimir en el mes de noviembre de 1999, en los Talleres de Artes Gráficas Editorial "Garza Azul" Casilla 12557 - Teléfono 232414 La Paz - Bolivia 329 330