Poder Judicial de la Nación

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Y VISTOS:
En la ciudad de Buenos Aires, a los 2 días del mes de
mayo de dos mil siete, se reúnen los integrantes del Tribunal
Oral en lo Criminal n° 1, Dr. Martín E. Vázquez Acuña en su
carácter de Presidente y los vocales Doctores Alberto Huarte
Petite y Luis R.J. Salas para dictar sentencia en esta causa n°
2536
seguida
de
oficio
contra
FERNANDO
MARTÍN
STORCHI,
argentino, titular del D.N.I. nro. 18.315.341, nacido el 25 de
octubre de 1966 en esta ciudad, casado, hijo de Nilo y Lilia
Adriana Donnini, domiciliado en O’Higgins 1610, 2º piso de esta
ciudad, identificado con el Prontuario Policial serie C.I.
7.356.228 y en el Registro Nacional de Reincidencia con el
expediente nro. O1013006; HORACIO ROBERTO BUGALLO, argentino,
titular del D.N.I. nro. 13.808.228,
nacido el 1º de mayo de
1960 en esta ciudad, divorciado, hijo de Horacio Humberto y
María del Luján Galarza, domiciliado en Mercedes 1684 de esta
ciudad, identificado con el Prontuario Policial serie C.I.
8.817.744, y en el Registro Nacional de Reincidencia con el
expediente nro. O1013202; JULIO CÉSAR GIRALDI, titular del
D.N.I. nro. 20.373.439, nacido el 8 de agosto de 1968 en
Chacabuco, Provincia de Buenos Aires, hijo de Giraldo Cristino
y de Zulema Noemí Echeverría, domiciliado en José Luis Cantilo
5368, 1º, “4", de esta ciudad, identificado con el Prontuario
Policial serie C.I. 13.563.294, y en el Registro Nacional de
Reincidencia con el nro. O1013204; MARÍA CECILIA PRIVATO,
argentina, titular del D.N.I. nro. 23.221.133, nacida el 14 de
enero de 1973 en esta ciudad, hija de Daniel Montenegro y de
María Elisa Privato, domiciliada en Terrero 3263, piso 8º, “B”,
de esta ciudad, identificada con el Prontuario Policial serie
A.G.D. 874.651, y en el Registro Nacional de Reincidencia con
el expdiente nro. O1013206; GISELLE VANESA KAMENETZKY, titular
del D.N.I. nro. 23.328.675, nacida el 25 de marzo de 1973 en
esta
ciudad,
hija
de
Helio
y
de
Beatriz
Perla
Tkacz,
domiciliada en Rodríguez Peña 126, 3º,”D” de esta ciudad,
identificada con el Pontuario Policial serie C.I. 11.908.506, y
en el Registro Nacional de Reincidencia con el expediente nro.
O1021399; por el delito de homicidio culposo.
1
Intervienen en el proceso la Sra. Fiscal General Dra.
Irma Adriana García Netto, la Sra. Marisa Claudia Rombolá y el
Sr. Alejandro Oscar Möller como querellantes, patrocinados por
el Dr. Alejo Ramos Padilla, el Dr. Fabián Luis Grosso y la Dra.
Mabel Susana Lassi, como letrados defensores de Horacio Roberto
Bugallo, el Dr. Mariano Silvestroni y el Dr. Julio Virgolini
como letrados defensores de Fernando Martín Storchi, el Dr.
Juan Pablo Alonso y el Dr. Esteban Evangelista como letrados
defensores de Julio César Giraldi, el Dr. Nicolás Guzmán y el
Dr. Gabriel Gandolfo como letrados defensores de María Cecilia
Privato y los Dres. Cristian A. y Ariel J. I. Poletti como
letrados defensores de Giselle Vanesa Kamenetzky.
Y CONSIDERANDO:
Establecido
produjera
que
existencia
las
del
que
fue
en
cuestiones
hecho
a
la
deliberación
decidir
delictuoso
y
se
sus
que
refieren
a
se
la
circunstancias
jurídicamente relevantes, a la participación de los imputados,
la calificación legal de su conducta y sanción aplicable y
costas, el Tribunal entiende que:
I.-
La parte querellante en oportunidad y en los
términos del art. 346 del Código Procesal Penal de la Nación, a
fs. 2155/2207, formuló el requerimiento de elevación a juicio.
Básicamente
imputa
en
dicha
pieza
procesal
la
muerte
de
Florencia Möller Rombolá, ocurrida el día 12 de febrero de
2001, en el natatorio del club “All Boys”, a título de dolo
eventual en los términos del art. 79 del Código Penal, a María
Cecilia Privato, a Giselle Vanesa Kamenetzky, a Horacio Roberto
Bugallo, a Julio Cesar Giraldi y a Fernando Martín Storchi. En
este sentido refiere en su acusación que la imputación a los
mismos está dada básicamente por la producción y la realización
del peligro creado por ellos, peligro desaprobado en el sentido
penal, citando Frisch (“La Imputación Objetiva”, Ed. Belgrano,
página
34).
Señaló,
asimismo,
que
los
responsables
de
la
institución, quienes tienen el deber de evitar el riesgo en el
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natatorio del club “All Boys”, incrementaron el riesgo llevando
a la trágica consecuencia que terminó con la muerte de la
menor. Agregó que la conducta de colocar a un grupo de niños de
siete, ocho y nueve años que no saben nadar en la parte
profunda de una pileta constituye una elevación del riesgo cuya
intensidad es absolutamente independiente del disvalor de la
intención, lo que lleva a entender a la parte requirente que la
indiferencia presentada permite encuadrar la conducta en la
figura del dolo eventual.
A María Cecilia Privato le atribuye haber colocado a
la niña en situación de riesgo, haber elevado el mismo, optando
por la indiferencia frente al resultado probable. El hecho de
haber llevado a los niños a la parte profunda del natatorio,
haciendo realizar ejercicios a 2,20 metros de profundidad
implicaba colocarlos en una situación de peligro, por lo que su
obligación
era
el
cuidado
de
los
mismos,
debiendo
evitar
justamente ponerlos en tal situación de riesgo. Agregó que de
sus propias manifestaciones surge que hizo ingresar a una niña
de nueve años que no sabía nadar, a la parte honda de la
pileta, sabiendo además que existía una sola bañera, que ésta
no tenía un lugar adecuado para visualizar lo que ocurría en la
pileta –plataforma sobreelevada- y no controló las acciones de
Florencia, pues solo se enteró de lo que ocurría cuando otro
niño, Giuliano Bacchi, dio la voz de alerta. Asimismo agregó
que aún cuando se prescindiera de sus manifestaciones es un
dato objetivo que actuaba como profesora en una pileta de
natación, con conocimiento de que el natatorio no reunía las
condiciones de seguridad que establece la ordenanza respectiva
y lejos de adecuar su conducta hacia el cuidado de los menores
optó por realizar la conducta contraria, causando el resultado
que necesariamente se ha representado, ya que admitió que
llevaba mas de diez niños que no sabían nadar a la parte honda
de la pileta.
En relación a Giselle Vanesa Kamenetzky refirió que
era quien en esa ocasión actuaba como bañera. Su propia función
demuestra la conciencia que tenía del riesgo que existe en una
pileta de natación y sin embargo, permitió en el caso concreto,
3
que se elevara el mismo al autorizar que se llevara a niños de
siete, ocho y nueve años que no sabían nadar a la parte
profunda de la pileta y dejó, en un momento dado a Florencia,
totalmente desprotegida librada a su suerte y el resultado fue
su muerte. Asimismo agregó que no estamos frente a una mera
imprudencia o negligencia porque en el caso no solo tenía
presente el resultado probable sino que advirtió que un grupo
de niños de corta edad, que no sabían nadar, estaban siendo
colocados en una situación de mayor riesgo cuando eran llevados
a la parte honda y en vez de cumplir con su obligación de
guardavidas y tomar los recaudos necesarios, lo omitió por
indiferencia,
optando
por
correr
el
riesgo
y
asintiendo
implícitamente la producción del resultado muerte. Que como
bañera tenía la obligación de velar por la vida y seguridad de
las
personas
que
ingresaban
al
natatorio
y
extremar
los
cuidados, sobre todo, cuando a la ya precaria situación que
existía, se le agregaba esa elevación del riesgo, consistente
en llevar a niños de corta edad que no saben nadar, a la parte
honda.
En relación a Julio Cesar Giraldi, coordinador de
deportes, Fernando Martín Storchi presidente de “All Boys 2000
S.A.” y Horacio Roberto Bugallo, Presidente del club “All Boys”
los
considera
los
máximos
responsables
de
la
muerte
de
Florencia Möller Rombolá. Refirió la querella que los nombrados
tuvieron una acabada representación que generaban sus acciones
y omisiones en lo que hace a la seguridad, organización,
control,
fiscalización,
supervisión
del
uso
adecuado
del
natatorio y de las condiciones en que el mismo se encontraba,
máxime cuando quienes concurrían eran niños de corta edad.
La desaprensión –señala la parte querellante- con que
actuaron los nombrados es el elemento subjetivo que hace a la
tipicidad que propone y está cabalmente demostrado que los
nombrados
conciencia
Storchi,
que
su
Bugallo
y
actividad
o
Giraldi
su
tenían
omisión
iba
plenamente
a
derivar
inexorablemente al resultado muerte, y pese a ello, no tomaron
los recaudos para evitar el trágico suceso, prevaleciendo el
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afán de lucro.
Bugallo en su condición de Presidente del club “All
Boys” no podía desconocer las condiciones en las que funcionaba
el natatorio y cual era su obligación. Asimismo refiere que la
omisión, derivada en el caso de la desaprensión y la desidia,
permitieron
que
el
riesgo
existente
por
la
condición
del
natatorio, la falta de personal suficiente, de la plataforma
sobreelevada con dos guardavidas y la falta de la canaleta
perimetral fácilmente aprensible –ordenanza 41.718- culminaron
con el lamentable suceso. Asimismo refirió que la desaprensión
de Bugallo se traduce en que ni siquiera sabía si la pileta
estaba habilitada. Sosteniendo su conclusión la querella indica
que en el contrato suscripto entre el club “All Boys Asociación
Civil” y “All Boys 2000 S.A.” se determina con claridad en la
cláusula 18ª. que el primero podía designar representantes para
la fiscalización de actividades de la concesionaria. Más allá
de esta cláusula es obvio que las autoridades del club no
podían
permitir
el
funcionamiento
del
natatorio
en
las
condiciones ya citadas, engañando a la gente para que se asocie
y
realice
actividades
en
una
pileta
que
no
estaba
en
negar
la
vigente
y
condiciones de funcionar.
Que
aplicación
ninguno
de
la
de
los
ordenanza
especialmente
en
lo
Recuerda
la
intimación
que
que
procesados
41.718
hace
a
de
pues
puede
estaba
cuestiones
mejoras
de
que
seguridad.
efectuara
la
Dirección General de Verificaciones y Habilitaciones con fecha
28 de noviembre de 2000, se la hace a tenor de dicha normativa
bajo apercibimiento de las penalidades correspondientes. Además
indicó como contravenciones a dicha normativa que en la pileta
había
un
solo
guardavidas,
que
no
había
una
plataforma
sobreelevada ni tampoco una canaleta perimetral, lo que no
podía ser desconocido por Bugallo, Storchi y Giraldi.
Agregó asimismo que la estructura del natatorio y las
condiciones de funcionamiento era responsabilidad de Bugallo,
Storchi y de Giraldi y no podían ignorar el incumplimiento de
las condiciones de seguridad exigidas por la ordenanza 41.718,
arts. 15 y 31, básicamente. Quiere decir –señaló la querella5
que
frente
a
la
representación
acabada
del
riesgo,
las
intimaciones municipales, la conciencia plena de la falta de
elementos de seguridad exigidos por la normativa vigente,
actuaron con indiferencia y desaprensión frente a la muerte que
posiblemente se habían representado.
Sostiene que Storchi junto con Bugallo, son los
máximos responsables de la tragedia que se investiga, actuaron
con afán de lucro, indiferencia, y desaprensión respecto de las
condiciones y seguridad del natatorio que funcionaba sin el
personal suficiente, sin la plataforma sobreelevada, sin los
dos guardavidas y sin la canaleta fácilmente aprensible. Son
también los que permitieron que funcionara el natatorio sin la
habilitación y que diariamente se reitera el descontrol y la
elevación del riesgo al aceptar que se llevara chicos de ocho y
nueve años a la parte honda de la pileta, su ánimo de lucro lo
llevo a la indiferencia –reitera-.
En lo que hace a Giraldi, la querella le atribuye que
en su condición de ser coordinador deportivo del club “All
Boys” y quien tenía la obligación de efectuar la planificación
del área era el encargado de evaluar la cantidad de guardavidas
y es así que aún violando la ordenanza 41.718 posibilitaba
llevar adelante las actividades de natación, sin importarle el
resultado,
concluyendo
que
dicha
desaprensión
permite
reprocharle también el delito de homicidio doloso.
Por todo lo expuesto, luego de analizar los distintos
elementos
probatorios
incorporados
durante
el
sumario,
principalmente los dichos de los imputados, de los niños y
demás participantes de la colonia y de otros profesores y de
describir los ejercicios de natación que efectuaban en la
misma, especialmente en el que se ahogara Florencia, señaló que
todas las personas imputadas deben responder por el delito de
homicidio, art. 79 del Código Penal.
En el requerimiento de elevación a juicio de fs.
2596/2605
Cecilia
el
Sr.
Privato
Fiscal
y
a
de
Instrucción,
Vanesa
Giselle
6
atribuye
Kamenetzky
a
María
el
hecho
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consistente en haber producido la muerte de Florencia Ayelén
Möller Rombolá el día 12 de febrero del año 2001, entre las 15
y 15:30 aproximadamente; hecho ocurrido en el interior de la
pileta del club “All Boys” sito en Álvarez Jonte 4180 de esta
ciudad, y en oportunidad en que la nombrada Möller Rombolá se
encontraba
revestían
bajo
el
la
rol
custodia
de
de
profesora
ambas
de
imputadas
nado
y
quienes
guardavidas,
respectivamente.
La imputada Privato, como profesora del club “All
Boys”, se encontraba dirigiendo ejercicios acuáticos a un grupo
de diez niños de un promedio de ocho años de edad en un sector
donde estos no hacían pié, más precisamente donde existía un
metro cuarenta de profundidad.
Según el Representante del Ministerio Público Fiscal,
el ejercicio último realizado antes del deceso de la menor
estaba estructurado de la siguiente manera: los distintos niños
se iban arrojando de a uno al natatorio hacia donde estaba la
imputada Privato, a la que llegaban nadando no más de tres
metros, y luego que los menores alcanzaban a la nombrada, ésta
los
direccionaba
hacia
una
escalera
que
se
encontraba
en
diagonal a la profesora, repitiendo el ejercicio con cada uno
de los chicos que tenía a su cargo, una vez que el que estaba
dentro del agua llegaba a la escalera de la pileta.
Durante esa secuencia, Privato, en forma negligente e
imprudente, no prestó la atención necesaria que requería el
caso en cuestión, posibilitando así el deceso de la menor
Möller Rombolá por asfixia en el interior de la pileta, toda
vez que no advirtió que la menor no alcanzó a salir de la
misma.
Por otra parte, el Sr. Fiscal de Instrucción atribuyó
en dicha pieza procesal que la otra imputada, Kamenetzky,
guardavidas del natatorio del club, es decir quien revestía el
rol
de
garante
de
la
seguridad
de
los
bañistas,
tampoco
advirtió cuando la menor no alcanzó a salir de la pileta y
terminó hundiéndose en el fondo de la misma, sino que recién lo
hizo, motivado por el grito de alerta de uno de los menores que
se encontraban haciendo el ejercicio junto a la víctima.
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A
su
entender,
omitieron
cumplir
profesora
y
con
el
guardavidas
tanto
papel
al
Privato
que
haber
como
exigía
su
desatendido
Kamenetzky
calidad
el
deber
de
de
vigilancia, control y protección que debían tener sobre la
persona de Florencia Ayelén Möller Rombolá.
II.declaración
Los
imputados
indagatoria
al
durante
ser
la
llamados
audiencia
a
prestar
de
debate,
manifestaron lo siguiente:
MARÍA CECILIA PRIVATO, expresó que en 1992 realizó un
curso de profesorado de natación en el Instituto Privado de
Educación Física, se recibió, y en 1994 comenzó el Profesorado
Nacional
de
Educación
Física
en
el
instituto
mencionado,
concluyendo sus estudios en 1997; que antes de ese año comenzó
a trabajar como auxiliar en una escuela que pertenece al
instituto, Esteban Echeverría, como asistente en educación
física; que en el verano de 1997 y 1998 también trabajó como
auxiliar en la colonia de la U.P.C.N. y luego de recibirse
comenzó a trabajar en el colegio Santa Brígida, en el área de
natación. Asimismo manifestó que en el colegio Santa Brígida
trabajó con el nivel inicial, jardín de infantes; que en
diciembre de 1998 y enero y febrero de 1999 hizo la colonia en
esa escuela y en 1999 continuó en el colegio; que por su parte
también realizó el mismo trabajo en el colegio Monseñor Dillon,
que pertenece a la misma asociación, trabajando todo ese año
simultáneamente en los dos colegios siempre en el área de
natación; que también hizo suplencias en otras áreas (hockey);
que así conoció a otra docente que trabajaba con ella en los
dos colegios quien le comentó que laboraba en la red de clubes
“Megatlón”, específicamente en el club All Boys, por lo que la
declarante le acercó un currículum a mediados de 1999 y para
noviembre tuvo una primera entrevista en el club citado donde
le dijeron que le iban a hacer una prueba; que lo iba a
trabajar con otro profesor en la pileta y la iban a evaluar;
que entonces efectuó la prueba y la pasó, por lo que empezó a
dar clases en dos niveles; que cumplió una suplencia por el
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término de quince días en reemplazo de una docente que se
casaba. Añadió que, terminada la misma, le ofrecieron trabajar
en el período 1999-2000, en la colonia que tiene dos turnos, de
9 a 12.30 y otro de 13.30 a 17; que ella trabajó en los dos
horarios;
que
se
dividían
por
niveles
de
edades
y
los
profesores o pareja pedagógica trabajaban con el grupo en
actividades de campo y en la pileta, separando al grupo en dos
niveles; que recuerda que el viernes 2 de febrero de 2001
Giraldi, coordinador deportivo, vino con la señora Marisa
Rombolá y con su hija Florencia, se acercaron al grupo y los
presentaron; que ella estaba con Marcelo Ávila que era su
compañero; que la mamá tenía algo importante que contarle y le
dijo que su hija había tenido colocados “diábolos” en los oídos
y que por prescripción médica no podía tirarse de cabeza ni
bucear, aunque metía la cara en el agua y quería que aprendiera
a nadar, por lo que la deponente le contó cómo trabajaban; que
en su grupo había dos niveles, “nivelito 2" y “nivel 1", que el
primero tenía como objetivos la flotación ventral (boca abajo),
flotación
dorsal
(plancha),
desplazamientos
con
patadas
o
brazadas sin técnica específica de estilos, entradas al agua en
parte playa y profunda y desplazamientos en ambos; que se hace
un fortalecimiento de los contenidos que se trabajan en el
nivel menor y el techo del nivelito 2 es el piso del nivel 1;
que una vez que los chicos tienen incorporados estos conceptos
pasan
al
nivel
1,
aclarando
que
la
mecánica
respiratoria
simplemente es tomar aire y largarlo abajo del agua; y que en
el nivel 1 se trabajan específicamente las técnicas de nado.
Asimismo señaló que ella le explicó todo esto a la mamá, como
también que había tres días donde le dedicaban mayor tiempo a
la enseñanza de la natación y otros dos donde se trabajaba más
el aspecto recreativo en la pileta y que siempre cuando se
trata de chicos hasta 12 ó 13 años uno trata de enseñar por
medio del juego; que sabe que la señora los vio trabajar ese
día y el resto de la semana; que ese mismo viernes después de
la actividad de campo fueron a la pileta y le hicieron el test
de nivelación; que le pidió a Florencia que bajara por la
escalera y su primera actitud con el agua fue sin temor,
9
caminó, luego ella le pidió que se colocara boca abajo en el
agua y lo hizo, todo esto en la parte playa de la pileta, luego
en posición dorsal, boca arriba, y también lo logró, después la
hizo ir desde el borde hasta ella como pudiera, lo cual
concretó; que tenía respiración mecánica que es lo que se
trabaja en ese nivel, es decir tomaba aire y lo largaba bajo el
agua, aunque no tenía estilo para nadar, lo que llevó a decidir
que quedara en el nivelito 2; que fueron a la parte profunda y
le pidió que hiciera lo mismo, que fuera hasta ella e hicieron
pequeñas entradas al agua, aclarando que la chica hacía las
entradas al agua sentada en el borde porque no podía bucear;
que no tenía terror para entrar al agua y aunque era muy
callada disfrutaba de la actividad; y que así transcurrió toda
la semana. Añadió que la pileta tiene una línea que divide
parte baja de la profunda, que ahí hay 1,40 m, va bajando hasta
2,20 m y luego va subiendo hasta que termina la parte profunda,
donde hay 2 metros; que las actividades las hicieron en los 2 m
y 2,20 m; que en 1,40 m está la escalera para ascender; que
toda la semana trabajaron en la parte profunda pero el mayor
tiempo de trabajo era en la parte baja; que así transcurrió
toda la semana hasta que llegó el lunes 12; que su bloque de
trabajo era primero deportivo, luego 45 minutos de pileta y
después
una
actividad
expresiva
o
artística,
dibujo,
coreografías aeróbicas, además había un proyecto en común de
toda la colonia sobre ecología y reciclaje. Aclaró que ese día
como primer ejercicio fueron a las canchas de pasto sintético e
hicieron un juego predeportivo de hockey en el que Florencia
participó con sus compañeros; que a las 14.45 tenían que entrar
a la pileta por lo que fueron a los vestuarios, las nenas con
ellas y los nenes con Avila y se encontraron arriba en la
pileta. Trazando un croquis en la pizarra de la Sala ilustró al
Tribunal que en un sector había una pileta libre, de la gente
que no recibe clases ni es de la colonia, socios del club,
adultos o menores, afirmando que los menores no pueden estar
solos sino tenían que estar con un adulto; que en ese momento
había unos diez socios y ella entró con su grupo, 22 chicos, 10
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con Avila en el nivel 1 y 11 con ella en el nivelito 2; que se
ubicaron primero en la parte playa los dos grupos juntos,
mientras
que
la
guardavidas
estaba
circulando
la
pileta,
entraron y se sentaron en el borde, aclarando que siempre
entran primero los profesores; que había un andarivel que les
limitaba el espacio; que los chicos, sentados en el borde, se
iban tirando de a uno al agua; que hicieron una especie de
juego para entrar en calor, una “mancha puente” donde los
chicos pasaban por entre las piernas de otro para “salvar”; que
en este juego la dicente le indicó a Florencia que no pasara
por debajo, que si era “mancha” tocara y nada más, pero de
todos modos la nena era muy consciente de sus limitaciones; que
luego terminaron el juego los 22 chicos juntos y Avila se fue
con su grupo a la parte profunda, mientras que ella se quedó
unos diez minutos más trabajando en el mismo lugar, ya sea
efectuando flotación o desplazamientos; que alrededor de las 15
o 15.05 dijo que iban a ir a trabajar a la parte profunda por
lo que fueron al otro lado de la pileta caminando, en tanto que
Marcelo seguía trabajando ahí; que ella utilizaba como elemento
de trabajo una plancha de “goma eva” grande que usaba como
tobogán, quedando una parte afuera del agua; que entonces ella
se metió en el agua frente a la tabla y los diez chicos fueron
entrando
al
agua,
aclarando
que
uno
no
había
pasado
la
revisación y se quedó sentado con los pies hacia afuera sobre
la colchoneta mirando la clase; que tenían que bajar al agua
por la colchoneta y luego desplazarse pegados al borde hasta
llegar a la escalera; que ella los acompañó en todo el trayecto
hasta que subían la escalera y volvían a la fila; que así lo
hizo
Florencia
mientras
ella
iba
al
lado
desplazándose,
recordando que había un nene muy atemorizado, Mariano, que iba
pataleando agarrado de ella y metiendo la cara en el agua; que
lo hicieron dos veces y terminado ese ejercicio les indicó a
los chicos que se iban a deslizar sobre la tabla, con entrada
de cabeza al agua, haciendo luego el mismo ejercicio; que
cuando le tocó el turno a Florencia, como no se podía tirar de
cabeza,
se
deslizó
como
un
cocodrilo
por
la
colchoneta,
agarrada de sus manos para evitar que se sumergiera, igualmente
11
la niña enseguida sacaba la cabeza, y luego nadó pegada al
borde, lo cual hizo dos veces, es decir que fueron cuatro
pasadas en total; que cuando terminaron de pasar advirtió que
estaba cerca el horario de cierre; que en ese momento vio que
Avila iba hacia la parte baja y que la guardavidas ahora estaba
ubicada en el lugar que señaló en el croquis, a unos tres
metros de ella, cada una para un lado de la escalera; que
entonces se hicieron una seña con su compañero de que ella le
iba a ir mandando los chicos para el juego final y les indicó a
estos que eligieran cómo iban a entrar al agua y luego fueron
pasando, llegaban hasta ella, le tocaban la mano y allí les
daba un impulso para ese recorrido corto que serían otros tres
metros hasta la escalera que estaba ubicada a 1,40 m, luego de
lo cual los chicos tenían que caminar y reunirse en la parte
baja con Marcelo, entrando por la escalera; que así fueron
pasando y recuerda una nena (Ailin) que no respetó la consigna,
pues cuando llegó a la escalera le dijo que quería ir por el
agua; que esta nena era del nivel 1 pero siempre quería estar
con
la
dicente
y
ese
día
el
otro
profesor
se
lo
había
permitido, entonces la chica fue nadando por el agua y la
declarante le avisó a su compañero. Agregó que por lo que leyó
en el expediente hubo otro chico, Tomás, que también fue por el
agua; que el resto de los nenes lo hicieron bien; que cuando le
tocó a Florencia, que estaba en el medio, 5a. o 6a., se tiró
como cocodrilo, luego ella le dio el impulso para ir hasta la
escalera del medio, la de 1,40, la chica se agarró de la
escalera y lo último que ella vio es que puso el pie en el
escalón y la cola saliendo del agua, después de lo cual ella le
dio paso al siguiente chico, que le parece que era Nathalie,
con la que Florencia se había hecho amiga y siempre estaban
juntas; que Nathalie llegó a la escalera y empezó a subir,
igual
que
Florencia,
luego
pasó
Santiago,
no
recordando
exactamente el orden pero lo dice por lo que ha leído en el
expediente, luego Giuliano; que ella lo impulsó para llegar a
la escalera del medio y cuando estaba llegando pegó un grito,
“señorita hay alguien abajo del agua”, ante lo cual ella le
12
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gritó a Giselle y abrazó a Giuliano que estaba asustado,
Giselle entró al agua y sacó a Florencia, la apoyó sobre el
borde y ella salió con Giuliano en brazos; que una de las
profesoras que estaba en la pileta más chiquita la ayudó a
sacar al resto de los chicos y se fueron al vestuario a
cambiarse; que luego a ella la vinieron a buscar y le dijeron
que Florencia había fallecido; que estaban los padres en la
pileta por lo que subió y estuvo allí con ellos; que la madre
le preguntó qué había pasado, desesperada, y también el papá, y
ella les comentó lo narrado; que entiende que no actuó ni
negligente ni imprudentemente, que tomó todos los recaudos y
prestó la atención suficiente de acuerdo a las normas y reglas
que se utilizan para la enseñanza de la natación; que una
persona tomada de la escalera, bien agarrada, saliendo del agua
como estaba Florencia, en 1,40 m, poco más de lo que ella
medía, que sabía desplazarse y tenía autonomía en el agua, no
consideró que fuera una situación de riesgo, por lo tanto
siguió trabajando con el resto de los nenes; que obviamente no
pudo ver qué hizo que una vez que Florencia, agarrada y
subiendo como estaba la escalera, se hundiera, pues estaba
mirando al resto de los chicos; que cuando el resto de los
nenes iban hacia la escalera volvió a mirar hacia ésta y no la
vio,
suponiendo
que
estaría
afuera
con
Avila,
pero
lamentablemente lo que no pudo ver era que estaba sumergida,
tal vez no pudo verlo por el reflejo del sol que produce un
espejo en el agua; que tampoco hubo ninguna situación de
alerta, que la niña chapoteara, levantara un brazo, gritara o
cayera desde la escalera, algo que los alertara de lo que
pasaba, nadie lo vio, ni los otros profesores, ni la guardavida
ni sus compañeros, es decir que no lo pudo remediar porque no
lo pudo ver; que es evidente que algo le pasó, que algo hizo
que ella una vez agarrada y sostenida de la escalera se
desvaneciera, pues no hubo ningún ruido ni nada, nadie lo pudo
advertir; que también es importante tener en cuenta que la
escalera a esa altura está bien apoyada en el borde, los
barrales y los escalones llegan casi hasta el fondo de la
pileta, por lo que no se lo puede explicar ya que en 1,40 una
13
nena que mide 1,37 m, por lo que leyó, simplemente poniéndose
en puntas de pie o dándose un leve impulso podía salir a la
superficie, pedir ayuda, pero nada de eso pasó, tenía los
escalones a la mano, por eso entiende que algo más sucedió. Por
otro lado expresó que no se siente responsable de lo que le
pasó, aunque siente el dolor que sufre la familia pues ella
también tiene una nena de tres años; que espera que en este
juicio se pueda llegar a entender que lo que pasó fue algo
grave,
gravísimo,
muy
terrible,
pero
fue
producto
de
una
fatalidad, pues ella hizo todo lo que pudo y la cuidó.
GISELLE VANESA KAMENETZKY, dijo que su función era de
guardavidas en horario de 14.30 a 22; que el 12 de febrero de
2001
llegó
a
las
14.30
y
los
grupos
de
colonia
estaban
ingresando en la pileta; que había un grupo en la pileta
chiquita, otro en el solarium y otro dividido en dos en la
pileta grande y también adultos y chicos en ésta, chicos sin
adultos custodiándolos, por lo que no puede decir qué cantidad
de gente había; que la pileta mide 25 metros y tiene seis
andariveles; que subiendo unas escaleritas hay una pileta
pequeña, de la que no puede decir las dimensiones, aclarando
que hace seis años que no volvió al lugar. Agregó que era un
momento del año en que había mucha gente, que en ese horario la
iluminación
era
natural
y
el
techo
tiene
un
sector
de
policarbonato que se podía abrir; que no lo recuerda con
precisión pero entiende que no había zonas donde no pudiera ver
bien; que en el lugar solía haber mucho ruido, pues los chicos
cuando juegan son ruidosos. Explicó con respecto al hecho que
estaba parada en el borde de la pileta, aclarando que ella en
general circulaba o estaba parada en un lugar; que estaba
parada donde indicó Privato en el gráfico, en la parte baja de
la pileta grande, desde donde observaba prácticamente todos los
sectores del natatorio hasta que en un momento escuchó un
llamado de alarma de la profesora; que gritó el nombre de la
dicente y algo como que había alguien abajo, ante lo cual miró
y vio a una persona abajo de la escalera, fue corriendo y se
tiró a sacarla; ubicó en el croquis de la pizarra el lugar
14
Poder Judicial de la Nación
donde estaba la dicente, añadiendo que vio a la niña abajo de
la escalera; que no puede precisar a qué distancia estaba de la
profesora y de la escalera, pero era a distancias similares;
reiteró que la niña estaba debajo de la escalera, en el borde;
que los chicos de pileta libre circulaban por toda la pileta y
los de la colonia estaban con sus profesores; que en ese lugar
que mencionó circulaba gente; que ese día los profesores no le
indicaron que mirara a los chicos que no sabían nadar y que
iban a la parte honda; que la dicente se tiró a la pileta de
cabeza, tomó a la chica del brazo y enseguida la sacó a la
superficie, donde desde afuera la ayudó a sacarla de la pileta
el profesor Marcelo Avila; que luego comenzó con las maniobras
de reanimación pero vio que la niña no tenía signos vitales,
tampoco los tenía desde un primer momento; que ello lo hizo
hasta que subió el médico, luego la trasladaron a un lugar más
amplio y entre los dos le administraron las maniobras, no
pudiendo decir cuánto tiempo, pero no pararon ni un segundo
hasta que llegaron los médicos; que las maniobras que hicieron
fueron manuales, sin aparatología. Explicó también que no era
habitual que los chicos usaran salvavidas o flotadores, sí
elementos
didácticos
que
flotaban,
colchonetas,
los
tubos
llamados “flota-flota”, aunque en pileta libre no podían usar
esos elementos, siendo los únicos autorizados los profesores
para sus clases; que cuando llegaron los médicos ella se apartó
y los dejó trabajar, bajó al sanitario, volvió y se quedó en la
cabina de la recepción por si necesitaban algo; que en el curso
que realizó no se indicaba la utilización de tubos pero sí de
mascarillas para ello para no entrar en contacto con el cuerpo
de la víctima; que no utilizaban ninguna ayuda mecánica. A
preguntas de la Querella respondió: que no puede decir las
dimensiones exactas de la pileta chica; que las escaleras
estaban bien amuradas, pero en ocasiones se movían; que las
tareas de resucitación se realizaron en el sector que se indica
el croquis, lo cual resulta aproximado porque no recuerda bien;
que había una cabina de recepción de la pileta, sector que era
más amplio, entonces movieron a la chica ahí y con el médico
realizaron las maniobras en ese lugar; que en la pileta había
15
un solo guardavidas en el turno tarde, ella sola; que no había
plataforma sobreelevada, pero el borde de la pileta estaba
elevada
con
relación
al
piso;
que
no
tenían
equipo
de
salvamento de varas con ganchos, sí salvavidas; que la pileta
tenía demarcadas las zonas de mayor y menor profundidad; que
ella no constató que la profundidad fuera la indicada por las
demarcaciones, principalmente en lo que se refiere al nivel de
1,40 m; que tiene entendido que el día del hecho uno de los
alumnos le avisó a la profesora y ésta a la dicente, pero esto
se
lo
contaron
ya
que
ella
sólo
escuchó
el
grito
de
la
profesora y no sabe si algún otro alumno la vio; que para
levantar y sacar del agua a Florencia necesitó la colaboración
de alguien desde afuera del agua para sacarla más rápido, esta
persona es el profesor Ávila y tiene entendido que también era
guardavidas pero no estaba cumpliendo estas funciones; que
entiende que no estaba entre sus funciones verificar si la
pileta tenía habilitación; que, en el momento de realizar el
ejercicio con Florencia, la profesora Privato no hacía pie; que
nunca dijo que tuviera dificultades para controlar la pileta,
sí dijo que tenía que prestar atención a varios sectores de la
pileta y a varios rangos etarios de asistentes, por lo que era
una posición bastante exigida. Asimismo señaló que desconoce si
estaba dentro de las obligaciones de la profesora proceder al
salvataje; que la profesora permaneció con el grupo y no hizo
dichas maniobras; que sabe que se requiere un guardavidas por
cada cien personas; que no sabe quién era el encargado de hacer
cumplir la ordenanza municipal sobre este tema; que entiende
que cuando se lleva a chicos que no saben nadar a la parte
profunda el profesor toma recaudos y el guardavidas intenta
cubrir ese sector sin desatender el resto de sus obligaciones;
que no recuerda hacia dónde miraba cuando se ahogó Florencia;
que desde donde ella se ubicó no podía ver el fondo de la
pileta chiquita; que en el turno de la mañana como guardavidas
estaban
Horacio
Carlini
y
otro
de
nombre
Mauricio,
cuyo
apellido no recuerda; que la pileta no tenía una canaleta cuyo
borde fuera aprehensible con la mano. A preguntas de su Defensa
16
Poder Judicial de la Nación
respondió: que no hacía diferencias entre la atención de los
bañistas de la parte profunda y los de la parte más baja, es
decir que el nivel atencional era el mismo en todos los
sectores, pues existen riesgos en ambas piletas, además había
chicos solos en la parte baja en “pileta libre”; que no podría
decir quién de las dos, Privato y ella, podía llegar más rápido
a la menor, pero
considerando que ella estaba afuera podría
llegar más rápido porque iba corriendo, aunque no puede decirlo
con seguridad; que cuando la dicente tomó del brazo a la menor
no
hacía
pie.
A
otras
preguntas
respondió:
que
por
su
entrenamiento estaba en condiciones de hacer un rescate sola
sin ayuda de terceros de una chica de 9 años, de hecho lo hizo
varias veces; que ella nadaba en la pileta fuera de su horario
y no tenía inconveniente para asirse del borde de la pileta
cuando quería descansar y no había una escalera cerca; que
descansaba en la parte baja y no se asía pero hubiera podido
hacerlo;
que
un
menor
probablemente
hubiera
tenido
inconvenientes en agarrarse, hubiera podido hacerlo pero no
habría sido tan fácil como para un adulto; que ella para
agarrarse rodeaba con el brazo el borde completo, pero también
uno se puede sostener con la punta de los dedos; que no había
mucha distancia del agua hasta ese borde, diría unos 20 cm
aproximadamente pero hace seis años que no concurre a la
pileta; que desconoce si la afluencia de chicos que iban a la
colonia en el turno mañana era mayor que el de la tarde,
probablemente fuera mayor en la colonia, no así en “pileta
libre”; que en los sectores donde trabajaba la colonia no
tenían acceso las personas que hacían pileta libre y justamente
una de sus obligaciones era que la gente de pileta libre
respete su espacio y no perturbe la actividad de la colonia;
que cuando estaba el grupo de la profesora Privato y el de
Avila la gente de pileta libre usaba los andariveles centrales
para nadar y los chicos de pileta libre usaban el otro sector
de la pileta, que señaló en el croquis; que no recuerda si en
algún momento Avila utilizó el sector de pileta libre, pero a
veces rotaban; que, de haberlo utilizado, ese sector estaría
vedado para la gente de pileta libre, pues siempre estaban
17
separados los sectores por andariveles; que en ese momento en
el piletón estaba Gabriela Scarpato y no recuerda si había
alguna otra profesora; que estos “colonos” tenían unos cuatro
años
aproximadamente;
que
cuando
en
el
piletón
había
actividades de colonia no estaba permitido hacer “pileta libre”
en ese lugar; que no recuerda cuántos chicos había en ese
momento en el piletón, unos diez, y no recuerda si tenían dos
docentes; que sabe que los grupos de Privato y de Avila hacían
habitualmente trabajos en la parte profunda. Asimismo expresó
que trabajaba como guardavidas en “Megatlón” desde 1995; que la
contrató la red de clubes para trabajar en el club “All Boys” y
ella
trató
constantemente
con
“Megatlón”;
que
recibía
instrucciones sobre organización del natatorio de parte de
Julio Giraldi y de Mariano Rosemberg; que a Bugallo lo veía
habitualmente en el club utilizando las instalaciones con sus
hijos y sabía que era el presidente del club, pero su trato con
él era como usuario y no recibió instrucciones de parte del
nombrado;
que
desconoce
si
aquél
tenía
incidencia
en
las
decisiones. Agregó que ese día no había más de cien bañistas;
que entiende que ya sea una persona mayor o menor no tenía
dificultad alguna en asirse de las escaleras; que con el trato
cotidiano conocía qué personas sabían o no nadar, pero dentro
de la escuela no le informaban quién sí y quien no; que cuando
vio el cuerpo bajo el agua en la escalera era visible; que no
estaba en contacto con la escalera, que
la escalera no llegaba
hasta el fondo, había un espacio no muy grande entre la
escalera y el fondo y ahí estaba el cuerpo, que no tenía
movimiento, estaba cerca del fondo y al lado de la pared, no
recordando en qué posición.
JULIO CÉSAR GIRALDI, expuso que está casado con una
profesora
nacional
de
educación
física
y
tiene
dos
hijas
menores; que desde 1989 se viene desempeñando como profesor de
educación física habiendo trabajado mayormente en el ámbito
privado; que desde 1995 es profesor titular en el instituto
“Hansen” de Belgrano, en el nivel de jardín de infantes y
escuela primaria; que también organiza un campo de deportes con
18
Poder Judicial de la Nación
estos chicos, que es optativo, desde hace más de diez años,
donde se hacen deportes y natación y concurren alrededor de 50
chicos todos los años; que su relación con “Megatlón” data
desde 1994 cuando un profesor que está trabajando aún allí le
informó que buscaban profesores para la colonia de vacaciones,
por lo que le alcanzó un currículum; que tuvo una entrevista
con el coordinador del Club Almagro, profesor Canavese, un
período de prueba en la colonia por una semana y luego le
dieron el trabajo; que estuvo trabajando en el “Club Racing” de
Avellaneda
en
la
temporada
‘94/95´;
que
luego
tuvo
un
ofrecimiento para la colonia en los dos veranos siguientes y a
fines de 1997 tuvo una entrevista con el gerente de deportes,
el Sr. González, siéndole ofrecida la coordinación deportiva de
“Megatlón All Boys”, lo cual aceptó. Explicó que en el primer
año facturaba honorarios, en el segundo lo efectivizaron y
comenzó a cobrar como empleado de “Megatlón”; que desde 1997
hasta la fecha del hecho se desempeñó en tal rol y estuvo hasta
2002, en que fue promovido a gerente de otra sede; que las
sedes se dividen en un área deportiva a cargo del coordinador
deportivo
y
invierno
que
un
va
área
de
administrativa;
marzo
a
que
noviembre
y
hay
el
un
de
ciclo
de
verano
de
diciembre a fin de febrero o marzo, en el que está comprendida
la colonia de vacaciones; que en el ciclo de invierno su
función es proyectar y planificar objetivos y actividades del
club; que también hay objetivos de red para todas las sedes y
otros para su sede específica; que en el verano las escuelas
deportivas se reducen y los chicos se vuelcan a la colonia de
verano pero se empieza a planificar dos meses antes, así los
coordinadores se reunían con el gerente Canavese para organizar
el tema de la colonia, ya que nada debía quedar librado al
azar; que de estas reuniones surgió el “instructivo de colonia
para profesores”, que trataba de contemplar la mayor cantidad
de situaciones posibles, incluyendo una planificación a cumplir
para la colonia de verano y reuniones con el plantel de
profesores para que éstos puedan volcar su experiencia para
optimizar la herramienta de trabajo; que dicho instructivo
incluía el tema de natación, hábitos comunes de pileta, cómo
19
utilizar los materiales, respetar los turnos para el natatorio,
dónde
dejar
las
toallas,
cómo
rotar
en
una
pileta,
los
objetivos generales de la escuela de natación, etc, pero estos
los proveía el área de natación, a cargo de Alberto Canavese,
gerente de deportes de “Megatlón”. En cuanto a la organización
de
la
colonia
“instructivo
de
propiamente
colonia”
dicha,
para
los
refirió
padres
que
con
había
un
información
básica, turnos de trabajo, aranceles, etc y también había
reuniones informativas; que había una ficha de inscripción del
“colono” con sus datos y los de los familiares y una ficha
médica
donde
insistían
en
que
no
obviaran
ningún
dato
importante para que el médico pudiera obrar eficazmente en caso
de accidente; que en las reuniones se trataba con los padres el
tema de natación, se les informaba que se hacía una nivelación
masiva al comienzo y se les asignaba a los chicos un nivel de
nado, había un bloque de entrada al agua de 45 minutos, tres
días de actividades específicas de natación y dos días de
juegos guiados por los profesores; que también se trabajaba
sobre
la
seguridad
en
la
natación,
había
servicio
de
emergencias, médico y guardavidas permanente, los cuales tenían
dos turnos de trabajo y había uno por turno; que si la cantidad
de bañistas ameritaba llamar a otro guardavidas, así se hacía,
aclarando que no era su responsabilidad su contratación sino
del gerente de deportes de “Megatlón”, Canavese, quien tenía
las estadísticas de asistencia diaria de colonos y si había que
contratar otro guardavidas se los informaba. Agregó que en
noviembre de 2006 el Consejo Metropolitano de Guardavidas
adoptó
una
normativa
internacional
sobre
la
cantidad
de
guardavidas para piletas de 25 metros donde se establece que un
guardavidas es suficiente, de lo cual desea aportar copia en
este acto. Añadió que se había creado la figura del profesor
“guardia de campo”, que trabaja en la colonia pero no tenía
grupo asignado; que muchos padres se acuerdan a último momento
y quieren anotar a los hijos, dejarlos e irse a trabajar ese
mismo día y por eso había un coordinador de guardia, también
para el caso de que se sobrepasara el número; que además había
20
Poder Judicial de la Nación
un profesor “guardia de agua” que trabajaba solamente en la
pileta, por ejemplo si un grupo de 26 a 28 chicos trabajan bien
con dos profesores en el campo, pero si en la pileta tenían que
dividirse en tres subgrupos, uno de estos profesores tomaba el
tercero; que además había socios “VIP” que podían optar por la
colonia sin cargo en el verano en el turno mañana, entonces la
colonia a la mañana era masiva y allí tomaba más relevancia la
figura del profesor “guardia de agua”, sobre todo en enero, no
tanto en febrero donde las colonias son más reducidas. En
cuanto al hecho refirió que el 1° de febrero lo convocaron de la
recepción porque una familia quería averiguar sobre la colonia;
que el dicente se presentó, les mostró el instructivo para
profesores y conversaron sobre las actividades; que la mamá
explicó por qué los cambiaba a sus hijos de colonia, dijo que
el agua no era limpia y que no les enseñaban a nadar; que el
dicente la invitó a recorrer las instalaciones y ella también
le manifestó que tenía temor por la adaptación del chico más
chico, por lo que le pidió tener un día de prueba, a lo cual
accedió para el viernes 2; que ese día vino el matrimonio con
los dos hijos, incorporaron al más chico al grupo de 3 y 4 años
y
la
madre
le
comentó
que
Florencia
estaba
operada
de
adenoides, que tenía diábolos puestos y no podía sumergirse y
que no usaba tapones para los oídos, a lo que él respondió que
no había inconveniente y la presentó al grupo; que si bien la
niña tenía 9 años recién cumplidos junto con los padres optaron
por que estuviera en el grupo de 8, aclarando que el grupo que
seguía eran chicos de 9 a 12 porque a la tarde los grupos eran
más reducidos; que entonces fue con la chica hasta el grupo, le
presentó a los profesores Avila y Privato y les explicó el tema
de las adenoides, como también le pidió a la mamá que le
aclarara
el
tema
a
la
profesora
delante
suyo,
entonces
comenzaron a hablar y el dicente se retiró a buscar la ficha de
inscripción y constató que lo dicho estaba asentado en la parte
médica, estimando que decía que no podía sumergirse; y que ese
es todo el contacto que tuvo con la mamá de Florencia. Por su
parte explicó, en cuanto a la nivelación de pileta de la menor,
que estuvo a cargo de Privato, que con el grupo sentado en el
21
borde
se
le
pidió
que
actividades,
aclarando
“nivelito”
y
2
Avila
hiciera
que
del
distintos
Privato
grupo
de
estaba
nivel
ejercicios
a
1,
cargo
y
del
integrándose
Florencia al grupo de nivelito 2 que era el más bajo de
natación de su edad; que en el nivelito 1 había chicos de 3 a 5
años y en el nivelito 2 de 6 y 7 años y en ese estaba integrada
Florencia;
que
en
el
“1"
se
hacía
flotación
ventral,
desplazamientos, entradas sencillas al agua, etc, y en el
“nivelito
2"
la
aspiración
máxima
es
flotación
de
cúbito
ventral, flotación boca arriba, desplazamiento para lograr la
mecánica de “crawl”, sin técnica, tomar aire y soplar, entradas
al agua en distintas partes de la pileta y entradas al agua con
desplazamiento
en
la
parte
profunda;
que
los
grupos
eran
reducidos, las actividades se hacían en toda la pileta y los
chicos tenían que adaptarse a las distintas profundidades, todo
bajo la mirada de la guardavida Kamenetzky. Señaló por otro
lado que la pileta cuenta con un amplio mirador propio y desde
la sala de musculación se trabaja de cara a la pileta, es decir
que el trabajo era visto en forma permanente por los socios,
además siempre invitaban a los padres para que pudieran pasar
un momento divertido con sus hijos y ver cómo organizaban las
actividades, el nivel de infraestructura y de seguridad; que
luego no tuvo más contacto pero vio conversar a la mamá con la
profesora Cecilia, también vio al padre retirar a los chicos a
la salida y nada le comentaron. Que el 12 de febrero estaba
cumpliendo sus funciones en la sede, supervisando diferentes
lugares y a las 14.45 subió a supervisar la pileta, recordando
que el día era claro y fresco, el agua estaba transparente y no
había casi nadie en la pileta libre; que los grupos de Cecilia
y Marcelo se dirigían a sus lugares de trabajo pero no vio qué
lugar ocupaba cada uno; que normalmente el grupo de Avila
comenzaba en la parte profunda y el otro en la parte baja y el
nivelito 2 hacía la mayor parte del trabajo en la parte baja;
que a eso de las 15.15 estaba en la oficina ubicada debajo del
natatorio y oyó ruidos, se asomó y vio venir a la recepcionista
Nora Sierra gritando que había habido un accidente en la
22
Poder Judicial de la Nación
pileta, por lo que le pidió a la nombrada y al señor Roberto
Gruschke que llamaran al servicio de emergencias médicas, subió
corriendo las escaleras y encontró a Kamenetzky y al médico
Saudan realizando maniobras de “RCP” sobre una nena de un grupo
de ocho años, pero no vio quién era porque trabajaban sobre
ella; que le preguntó a Avila quién era y le dijo que era
Florencia, recordando que estaban cerca del sector que marca
1,40 m en la pileta; que entonces le pidió a la gente de pileta
libre que abandonara el natatorio, bajó y encontró a Gruschke
hablando con “Vittal”, le sacó el teléfono, se identificó y
pidió que enviaran el servicio de emergencias y lo reiteró para
que supieran cuál era la magnitud del accidente; que cortó,
pidió
la
ficha
desarrollaba
la
médica,
subió
situación
y
al
que
natatorio,
seguían
las
vio
cómo
se
maniobras
de
reanimación, volvió a bajar y a llamar para constatar que el
móvil estuviera en camino, luego llamó a la mamá para que
viniera lo más rápido posible diciéndole que Florencia había
tenido un accidente; que la mamá preguntó qué había pasado pero
él no sabía; que la señora le interrogó si había llamado a la
línea roja de OSDE y él dijo que no, entonces cortó, tomó la
planilla
de
la
chica,
marcó
310-3200
pero
era
“American
Express”, volvió a marcar y le dijeron que no tenía que ver con
OSDE, entonces pidió a la recepción que buscaran el número y
llamaran, aunque luego supo que no lo pudieron hacer; que 20 o
25 minutos después llegó el móvil de “Vittal”, siguió con las
maniobra de reanimación, luego llegó la madre, el dicente la
acompañó hasta la pileta, la señora le preguntó si se había
comunicado con el padre, pero todavía no lo había podido hacer
por lo que bajó para hacerlo y dejó un mensaje en el interno
“165”, volvió al natatorio, le informó a la madre y luego
volvió a llamar para lo cual bajó, atendiéndolo un señor
Hernández de seguridad quien dijo que el papá ya se había
retirado; que volvió a subir alrededor de las 16.10 y ahí llegó
el otro móvil de “Vittal”, también el de “OSDE”; que la madre
seguía preguntando si había podido hablar con el padre y le
pidió que intentara en la casa, tampoco lo pudo ubicar, dejó
mensajes y volvió al natatorio; que recuerda que entonces la
23
madre le hizo dos comentarios: cómo podía ser que le hubiera
pasado esto a la niña si ella le había enseñado a flotar
verticalmente, y que seguramente ella la había forzado a comer
demasiado, recordando que en el lugar había como restos de
comida, pero el declarante le dijo que no creía que estuviera
relacionado; que minutos después llegó el papá y cesaron las
maniobras
de
reanimación,
aunque
la
madre
pedía
que
continuaran, llegó la policía y comenzó el procedimiento.
Añadió que posteriormente pudo hablar con Privato, quien le
contó el ejercicio que estaban haciendo y que era acorde a los
contenidos a trabajar en el nivelito 2; que era un trabajo
triangular desde los 2m o 2,20m en el que iban adonde estaba
ella, los encaminaba a la escalera y de ahí iban a la parte
baja a terminar jugando con el resto del grupo a cargo de
Avila. A preguntas de la Querella respondió: que la guardavidas
que estaba a cargo de todo el natatorio era Kamenetzky, que era
la
única;
ya
que
había
un
guardavidas
conforme
a
la
reglamentación para piletas de 25 metros, no habiendo más de
cien bañistas por turno y era la misma para las dos piletas.
Señaló en el croquis la ubicación y aclaró, con respecto a la
cantidad de personas en la pileta, que en el piletón había doce
niños con dos docentes a cargo; que el grupo de Privato tenía
11 chicos y Marcelo también 11, más la gente de pileta libre
habría unas cuarenta personas en total; que quiere remarcar
esto porque para la seguridad de estas personas había cinco
adultos responsables, Privato, Avila, Kamenetzky, Freiling y
Pérez Ferrer, y se le está imputando que organizó mal la
colonia; que tiene entendido que abajo del agua a Florencia la
vio el niño que seguía después, lo cual constató hablando con
Privato;
que
en
ese
momento
no
había
en
la
pileta
una
plataforma sobreelevada para divisar a los bañistas; que había
dos guardavidas trabajando, con muchos años de experiencia, y
nunca mencionaron la necesidad de tal plataforma, pero sí había
un borde sobreelevado; que si se lo hubiesen dicho lo habría
transmitido
a
la
gerencia
de
deportes
pero
nunca
se
lo
pidieron; que desde donde marcó en el croquis no se podía ver
24
Poder Judicial de la Nación
el fondo de la pileta chica, aclarando que esta última tiene
profundidad de 20 a 70 cm y allí había dos docentes; que la
pileta no tiene canaleta perimetral fácilmente aprehensible con
la mano; que no recuerda si la habilitación de la pileta estaba
a la vista de todos los bañistas; que además él no estaba
encargado de exhibirla sino que es una cuestión gerencial de la
administración del club o de “Megatlón”; y que tiene entendido
que la pileta estaba habilitada. Asimismo explicó que continúa
realizando actividades vinculadas a los natatorios; que en
“Megatlón
Devoto”
que
tiene
pileta
abierta
los
domingos,
solarium y hay muchísima gente, no hay un solo guardavidas,
sino tres o cuatro según la cantidad estadística de bañistas
que hay; que el profesor “guardia de agua” no era guardavidas y
tampoco requería ese título; que no sabe cuántas piletas tiene
“Megatlón” en su red pero sabe que hay en Devoto, “All Boys”,
Villa Crespo, Barrio Norte, Caballito; que la cantidad de
guardavidas
en
esas
piletas
sigue
la
norma
que
acaba
de
mencionar, un guardavidas hasta cien bañistas en piletas de 25
metros; que no sabe si después del contrato realizado entre
“All Boys” y “Megatlón” hubo más personas que concurrieron a la
pileta y no le atañe el tema del contrato, agregando que cuando
él ingresó ya funcionaba así; que el tema del cumplimiento de
la ordenanza y del libro foliado y rubricado del natatorio es
un tema de la gerencia de deportes, no del coordinador; que del
tema del cloro, PH del agua, pintura, infraestructura, se
ocupaban
las
personas
de
mantenimiento;
que
no
informó
a
Storchi el tema de la plataforma sobreelevada por las razones
que ya dijo, aclarando que no tenía contacto con Storchi y sólo
lo vio en una fiesta de fin de año; que el responsable del
natatorio en cuanto a la seguridad son los guardavidas, pero en
cuanto a las habilitaciones no lo sabe, porque no corresponde a
deportes y es un tema gerencial, supone que corresponde a
“Megatlón central”; que no recibió reclamos de Kamenetzky sobre
la cantidad de lugares que debía controlar en el natatorio; que
cuando la guardavidas tenía que ir al baño supone que los
profesores que estaban en la pileta miran la pileta o si había
mucha gente se saca a todos hasta que regrese; que desconoce si
25
para proceder a un salvataje de una persona de mucho peso la
guardavidas requiere colaboración pues no es guardavidas; que
en
las
reuniones
informativas
no
se
conversaban
estas
cuestiones; que no sabe si la pileta tenía 1,40m donde decía
que había 1,40 pues nunca lo fue a medir, aunque entiende que
estaba
señalado
correctamente,
además
la
pileta
estaba
habilitada. A preguntas de la Defensa respondió: que el gerente
de “All Boys” al momento del hecho era el profesor Rubén
González; que la normativa relativa a la seguridad en pileta la
confeccionaba el personal de la colonia y también los temas
surgían de las reuniones; que en cuanto a las consignas de
seguridad en el grupo de Privato era que los chicos estuvieran
en la parte profunda, sentados, ingresen de a uno, lleguen a la
escalera y salgan de la pileta, en cambio en el grupo 1 (Avila)
tienen otra autonomía de nado, pueden trabajar en la parte
profunda,
en
abanico,
para
estar
siempre
a
la
vista
del
profesor; que el del nivelito 2 tiene que ser un trabajo muy
seguro y trabajan de a uno; que no se le advirtió en febrero
que algún profesor no cumpliera con las consignas de seguridad.
Al
exhibírsele
el
instructivo
de
fs.
900,
lo
reconoce,
manifestando que era muy útil para los profesores. Añadió que
la cantidad de guardavidas variaba según la cantidad de gente
que concurría; que se hacían estadísticas y el gerente Canavese
decidía si había que prever la llamada de otros guardavidas y
los llamaba; que si una mañana había más de cien personas
inmediatamente se llamaba a alguien de un listado que tenían
para casos de emergencia; que en esos casos la decisión partía
de ellos para poder solucionar rápidamente el problema; que si
bien los grupos entraban en bloque ellos podían prever a las 9
de la mañana la cantidad de chicos que iban a ir a la colonia y
si presumían que iba a haber más de cien bañistas llamaban a
otro; que él estaba habilitado para llamar a otro guardavidas
porque era una situación que había que solucionar rápidamente;
que el que se encargaba de las habilitaciones de los clubes era
Guido Miguez, de “Megatlón central”; que en “Megatlón All Boys”
el que estaba a cargo de estas cuestiones era el gerente y
26
Poder Judicial de la Nación
supone trabajaría con otras personas que estaba más arriba; que
cuando habla de “Megatlón All Boys” se refiere a “Megatlón”,
que era presidida por Storchi; que conoce a Bugallo y lo tiene
visto porque usaba las instalaciones; que cuando Bugallo asumió
la presidencia del club no recibió instrucciones de él sobre
organización
entendido
del
que
natatorio
el
u
nombrado
otras
no
cuestiones;
tiene
que
incidencia
tiene
en
la
organización del natatorio o en la contratación de personal;
que del tema de las intimaciones vinculadas con el natatorio se
encargaba la gerencia del club y tiene entendido que se las
llevaban al gerente de la sede; que tiene entendido que la
pileta
está
actualmente
habilitada;
que
actualmente
el
natatorio no cuenta con la plataforma sobreelevada; que cree
que los gastos de funcionamiento del natatorio los autoriza el
gerente de la sede que está a cargo de “Megatlón All Boys”,
pero ello no le consta; que la contratación del personal la
hace recursos humanos de “Megatlón Central”; que con respecto
al ingreso de personas en la pileta se hacían estadísticas,
diariamente se hacía una planilla a mano con las personas que
iban
ingresando
al
natatorio
y
luego
se
tomaban
bloques
horarios para determinar la asistencia, de tres o cuatro horas;
que en pileta libre los socios no tenían restricciones para
retirarse pero para ingresar sí, sobre todo los chicos menores
de 14, que no podían estar en pileta libre solos; que no
recuerda si en aquel momento se entregaban bonos de regalo para
hacer conocer la pileta, pues no estaba vinculado con sus
tareas; que en cada andarivel no puede haber más de seis o
siete personas; que había dos andariveles de pileta libre, como
se
señala
exclusivos
en
el
plano;
y
no
puede
que
los
ingresar
espacios
ninguna
de
colonia
persona;
que
son
la
diferencia entre los dos niveles de los grupos que mencionó
tiene que ver con una edad cronológica, se arma una estructura
de trabajo y la idea es que los chicos puedan desarrollar estos
contenidos, como ya dijo “nivelito 1" eran hábitos comunes de
pileta, dónde dejar las ojotas, la toalla, caerse y poder
levantarse,
pérdida
de
verticalidad,
desplazamientos
de
cualquier manera, entradas al agua, adaptación a la pileta
27
grande en parte baja y profunda, y en nivelito 2 es el dominio
de la flotación ventral, respiración mecánica, desplazamientos
con tendencia a desarrollar la mecánica de “crawl” sin técnica
y se trabaja
en parte profunda, flotación con desplazamientos,
que es lo que estaba haciendo la profesora en ese momento, que
era acorde a ese nivelito para chicos de 6 a 7 años, aclarando
que los chicos tenían 8 y Florencia 9; que los guardavidas son
la autoridad máxima en la pileta y pueden informar si algún
profesor está haciendo un trabajo no acorde con la seguridad,
pero
aclara
actividades
que
Privato
acordes
para
estaba
el
grupo
capacitaba
y
la
y
realizaba
guardavidas
nada
mencionó en contrario; que el dicente le dio a Privato la misma
indicación que los padres le dieron al dicente respecto de
Florencia y él también le pidió a la madre que le ampliara el
tema a la profesora; que cuando llegó a la pileta a la niña le
estaban realizando maniobras manuales de “RCP”; que el plantel
médico estaba a su cargo y contaba con lo necesario para las
maniobras de resucitación o atención primaria de cualquier
golpe, luego tenían el servicio de emergencias médicas; que
quiere recalcar que en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires
se trabaja como se trabaja en el club, el instructivo es una
herramienta importantísima que minimiza un montón de problemas
que se pueden dar, ya que hay muchas situaciones descriptas;
que posteriormente se reunieron con la mamá, escucharon sus
quejas y dolencias que son muy válidas pero el trabajo que
hacen ellos es de primera línea; que realmente no encontró
motivos ni sabe qué pudo haber pasado ya que a Florencia la
vieron subir a la escalera, era una nena muy consciente y había
estado cinco días en la colonia, no puede entender lo que pasó,
cómo la profesora no vio ningún gesto, tampoco la guardavidas,
nadie
vio
nada,
por
eso
no
puede
entender
qué
sucedió.
Que se dio lectura de la declaración indagatoria
de HORACIO ROBERTO BUGALLO de fs. 408/411, prestada en sede
instructoria en la que manifestó que: “el día del hecho el
dicente se encontraba en el laboratorio Casasco, donde trabaja,
en el cual es tesorero, sito en la calle Carabobo 22 de esta
28
Poder Judicial de la Nación
ciudad. Que ahí se enteró por un llamado telefónico de su
señora, a las 16:20 hs., aproximadamente, de que había habido
un accidente en la pileta del club All Boys. Que el dicente
entonces llamó a la parte deportiva de fútbol y preguntó si
había pasado algo, diciendoles que todavía no sabían nada. Que
fueron a averiguar y lo llamaron por teléfono comunicándole que
había habido un accidente y que había fallecido una nena en la
pileta. Que el declarante pidió permiso en su trabajo y se fue
volando para el Club. Que cuando llegó se encontró conque
estaba la nena fallecida en un costado de la pileta y estaba la
gente de las ambulancias y el médico del club, así como gente
de la Comisaría. Que también estaba la madre de la nena
abrazándola. Que el dicente preguntó qué pasó al Comisario,
como asimismo al médico y a la chica que estaba de guardavidas,
Giselle. Que los profesores y el coordinador estaban sentados y
todos muy mal. Que la versión que recogió en ese momento de
todos fue que a la nena algo le habría pasado porque no se
podían explicar cómo había fallecido. Que la guardavidas le
contó que le había hecho respiración artificial y que la nena
había
vomitado.
Que
al
declarante
también
le
dijeron,
no
recordando específicamente quien fue, que los chicos estaban
haciendo un ejercicio en la pileta, en la parte de la mitad
para la parte profunda y que la profesora estaba en el agua.
Que tenían que tirarse e iban hasta la profesora, 1a tocaban y
tenían que volver a la escalerita que está en la mitad de la
pileta, donde la pileta tiene aproximadamente 1,60 metros de
profundidad. Que también le dijeron al dicente que no sabían lo
que había pasado y que estaba la quardavidas parada y otros
profesores. Que para el dicente la guardavidas es excelente por
lo tanto cuando se enteró lo que había pasado no lo podía
creer,
pensando siempre que había tenido un paro cardíaco. Que
también habló con la madre de la menor en ese momento, a quien
le dijo que iba a esperar la autopsia para ver si había tenido
un paro cardíaco, porque era impensado que se podía haber
ahogado ahí, teniendo a la profesora adentro del agua, con la
salvavidas afuera y otros profesores. Que la madre estaba
desconsolado y lo único que le pedía era que en el club no
había equipos de electroshock y que no volviera a ocurrir lo
29
que le había pasado a su hija. Que también la madre en ese
momento pensaba que había sido un accidente. Que preguntado por
S.S. para que diga con qué equipos y organización cuenta el
club para los auxilios por problemas en el natatorio, el
dicente refiere que en primer lugar está el médico en el club
permanentemente, que también hay una bañera pero desconoce si
hay otro. Que con relación a los equipos médicos no puede
aportar datos, dado que como está concesionada la pileta y toda
la parte social son ellos los que se ocupan de organizar el
tema y son los encargados. Que al respecto quiere aclarar el
dicente que el Club All Boys está concesionado desde el 30 de
agosto del año 1995 a la empresa All Boys 2000 S.A.. Que el
dicente como presidente del Club Atlético All Boys sólo se hace
cargo de toda la parte de futbol profesional y amateur del
club. Que la concesión abarca la pileta, gimnasio, aeróbica,
patines, organización de eventos y demás actividades que surgen
del contrato que en este acto aporta y por orden de S.S. queda
agregado a la presente causa. Que el dicente también aclara que
recién fue nombrado presidente el 25 de junio de 2000, pero el
contrato de concesión ya viene desde el año 1995 y es por diez
años con opción a cinco más. Que por lo tanto todo lo tiene que
ver con las áreas mencionadas en el contrato y referidas
anteriormente, está a cargo de Al1 Boys 2000 S.A. quien se
encarga
en
consecuencia,
de
cumplir
con
las
normas
de
habilitaciones, del personal que se elija para las funciones,
del seguro, de hacer socios nuevos y todo lo que se relaciona
con ello. Que cuando All Boys 2000 S.A. se hizo cargo del club
sólo
habían
inscriptos
mil
socios
y
actualmente
hay
aproximadamente entre tres mil quinientos y cuatro mil. Que con
eso quiere decir que hicieron un buen trabajo, que reformaron
todo el club, proveyéndolo de instalaciones modernas y en muy
buen estado. Que la concesión pertenece a la Red Megatlon que
tiene varios clubes a su cargo. Que el presidente de Megatlon
es Fernando Storchi con quien habló por el tema de la nena. Que
éste le dijo que había sido un accidente y que iban a esperar
la autopsia para saber bien que había pasado, pero estaban
30
Poder Judicial de la Nación
seguros de que había sido accidental. Que con respecto a la
organización de las actividades y del natatorio ha conversado
con gente de All Boys 2000 S.A., como ser el gerente Rubén
González, por cosas que han pasado en la escuelita de fútbol
como ser poner diferentes horarios de clases y otros problemas
menores, pero no hubo otro tipo de situaciones que motivaran
dichas conversaciones. Que el dicente agrega que incluso el día
del velatorio de la menor sintió que tenía que estar presente y
fue el único del club que se presentó a pesar de que la gente
que
estaba
allí
le
hicieron
reproches,
le
manifestaron
hostilidad y finalmente le pidieron que se vaya. Que también
dio una nota para Crónica TV donde hizo saber que había sido
todo
producto
de
un
lamentable
accidente.
Que
siempre
el
dicente fue el único que dio la cara. Que en relación al hecho
que se le imputa el dicente estaba tranquilo porque la gente de
All Boys 2000 S.A. le dijeron que ellos eran los responsables,
que estaban los seguros, que ellos se iban a hacer cargo de
todo, incluso del velatorio, pero después no apareció nadie.
Que también le dijeron Storchi y Miguez que son el presidente y
director, respectivamente, que se habían puesto a disposición
de
los
padres.
Que
eso
se
lo
hicieron
saber
el
día
del
fallecimiento de la nena, a la noche, a la salida de la
Comisaría. Para finalizar y por lo expuesto, el dicente niega
rotundamente el hecho que se le imputa, aclarando que la parte
responsable de acuerdo a lo que surge del contrato es la firma
All Boys 2000 S.A. Que el dicente pensó que la pileta estaba
habilitada. Que en septiembre u octubre le firmó a All Boys
2000 S.A. distintos papeles, que no puede precisar, para ser
presentados
en
el
Gobierno
de
la
Ciudad.
Que
el
dicente
entendió que eran por modificaciones que iban a hacer en la
parte aeróbica. Que al dicente agrega que es grande su sorpresa
al enterarse con la prueba exhibida que la pileta no estaba
funcionando con la habilitación otorgada, puesto que pensó que
ello era así y nunca se imaginó lo contrario. Que en el año
1995 cuando se firmó el contrato con All Boys 2000 S.A. se
comprometieron a hacer todas las modificaciones, pero recién el
dicente empezó a ser socio en febrero de 1997 donde ya se había
hecho la refacción de la pileta. Que desde ese momento no se
31
hicieron nuevas refacciones y quedó igual”.
Por su parte FERNANDO MARTÍN STORCHI al ser indagado
al inicio del debate también se remitió a su declaración
prestada durante la instrucción oportunidad en la que manifestó
que: “Antes que nada el dicente quiere referir su profundo
dolor por el hecho sucedido el 12 de febrero y que es su
intención que se esclarezca el hecho cuanto antes. Qué en este
sentido,
el
dicente
manifiesta
que
está
absolutamente
a
disposición del Juzgado para aportar toda la información y
documentación que sea necesaria. Que él dicente en el año 1991
se recibió de licenciado en Administración de Empresas, en la
UBA y siempre tuvo una fuerte vocación por el deporte y que en
consecuencia, decidió desarrollar emprendimientos deportivos de
manera empresarial. Que su primer emprendimiento fue un centro
deportivo donde se construyeron canchas de fútbol 5, de paddle
y un gimnasio en la zona de Floresta, en el año 1991. Que en el
año 1992 la sociedad Almagro 2000 en la: cual el dicente
integraba el directorio, firmó un contrató de concesión con el
Club Almagro para explotar la sede sita en la AV. Medrano 522
de esta ciudad. Que se realizó una inversión muy importante lo
qué permitió tener instalaciones acordes con las necesidades de
los
socios.
Que
el
contrato
básicamente
consistía
en
la
admistración de todos los espacios deportivos, de la sede y el
otorgamiento del servicio deportivo. Que en el año 1994, se
firmó un contrato similar con el Club Racing con una sociedad
Racing 2000. Que posteriormente, en el año 1995 la Sociedad All
Boys 2000 S.A. que preside desde esa fecha en la que fue
creada, firmó un contrato de concesión y gerenciamiento con el
Club All Boys el cual fue aprobado por Comisión Directiva y
ratificado por Asamblea de socios. Que por dicho contrato, la
sociedad tenia que realizar una inversión muy importante para
refaccionar y construir espacios deportivos dentro de la sede
del club de Alvarez Jonte. Que la obra insumió alrededor de un
año de tiempo y se realizó una una inversión de aproximadamente
setecientos mil pesos. Que por dicho contrato, 1a sociedad
además de la obra, debía realizar la administración y gestión
32
Poder Judicial de la Nación
deportiva de todas las actividades que se desarrollaban en el
club. Que el contrato tiene una duración de diez años con
opción a cinco años más. Que el club All Boys en concepto de
canon recibe el equivalente al 50% de la cobranza de las cuotas
sociales. Que a través de la inversión realizada y la gestión
deportiva y administrativa la masa societaria del Club All Boys
creció de 1000 socios que tenia en el año 1995 a mas de 3000
socios
que
posee
en
la
actualidad.
Que
el
club
logró
reinsertarse en el barrio a través de la exitosa gestión que se
realizó. Que el club “All Boys” es integrante de la Red de
Clubes
Megatlon
que
en
la
actualidad
posee
ocho
centros
deportivos en la Capital Federal y alrededor de veinticinco mil
socios que utilizan las instalaciones. Que al efecto acompaña y
quiere aportar tres presentaciones institucionales tanto de Red
de
Clubes
como
de
All
Boys
donde
se
explican
las
características de este proyecto y las actividades que se
realizan en los clubes, las que por orden de S.S. quedan
reservadas en Secretaria. Que los ocho centros de la red de
Clubes ofrecen una oferta de servicios deportivos similares.
Que
la
Red
de
Clubes
es
el
primer
proyecto
de
estas
características en la Argentina. Que también se repite en todos
los clubes la estructura organizativa y de gestión. Que el
dicente realiza tareas de dirección en la Red de Clubes y su
oficina se encuentra en la Av. Juan B. Justo 2650 donde se
encuentra
la
estructura
organización
central
central
existen
los
de
la
Red.
siguientes
Que
en
la
departamentos:
comercial, imagen y comunicación, cobranzas, legales, recursos
humanos y administración y finanzas y deportes. Que estos
departamentos
hacen
de
soporte
técnico
a
las
estructuras
organizativas dadas por la Red que existen en cada uno de los
centros
deportivos.
Que
cada
club
tiene
su
estructura
organizativa que es la siguiente: un gerente del cual depende
un coordinador de deportes y una jefa de administración, más
todo el personal que incluye profesores, personal de limpieza,
médicos,
guardavidas,
seguridad.
Que
en
personal
todos
los
administrativo,
clubes
se
personal
repite
la
de
misma
estructura. Que en el caso de All Boys el gerente del Club es
Rubén González, el coordinador es Julio Giraldi, y la jefa de
33
administración es Alejandra Cualla. Que Cualla tiene a su cargo
tareas
administrativas
supervisión
de
todo
como
el
las
personal
cobranzas
que
está
de
a
cuotas
cargo
y
la
de
la
recepción del club. Que el coordinador de deportes tiene como
función coordinar las actividades deportivas que se desarrollen
en el club y es el referente de todos los profesores que
trabajan en la institución. Que en el verano, el coordinador es
el encargado de coordinar la colonia de vacaciones, tomar
personal si asi fuere necesario porque los profesores que están
durante el año generalmente trabajan en la colonia. Que es una
tarea que realiza en coordinación con el gerente de deportes de
la Red de Clubes, quien es Alberto Canavese. Que el gerente del
cual depende el coordinador, que en el caso es Rubén González,
tiene funciones más generales en cuanto a la administración del
negocio, analiza la evolución del Club en toda sus formas como
ser mantenimiento, atención al socio, calidad de servicio, etc.
Que el coordinador de cada sede trabaja en el Club. Que la
vinculación de Rubén González con la estructura central es a
través de Guido Miguez, que es el que coordina a los gerentes
de todos los centros deportivos. Que lo relacionado con el
mantenimiento de las instalaciones está a cargo del gerente del
club, en este caso, de Rubén González. Que a su vez hay un jefe
de mantenimiento en cada club que depende del gerente y que en
All Boys es el Sr. Juan García. Que el dicente quiere dejar en
claro que esta estructura que se repite en todos los centros es
el fruto de más de ocho anos de experiencia en el campo
deportivo en los distintos centros mencionados. Que este hecho
es el primero que sucede en la larga historia de la red de
Clubes. Que la Red de Clubes brinda a cada una de las distintas
áreas manuales operativos que indican cómo deben desarrollarse
las
tareas.
Que
para
citar
como
ejemplo
los
manuales
de
mantenimiento, de administración, instructivos para el área de
deportes aportando en este acto dicho instructivo para la
colonia lo que por orden de S.S. queda reservado en Secretaría.
Que en lo relacionado con la actividad deportiva el personal se
selecciona a través del coordinador deportes de cada centro y
34
Poder Judicial de la Nación
el gerente de deportes Alberto Canavese es el que designa a su
vez a los coordinadores de cada centro. Que con relación a la
selección del personal hay distintos procesos. Uno de ellos es
cuando se abre un nuevo centro se hace una selección de mayor
número de personas y el procedimiento es el siguiente: a través
de un aviso en el diario y base de datos que tiene recursos
humanos, se hace una selección de los mejores curriculum,
entrevistas personales, luego se toma una prueba de nivel y
finalmente un período de prueba de treinta días. Que ello lo
hacen varios coordinadores, en el caso de apertura de una nueva
sede, para hacer una mejor evaluación. Que cuando la sede se
encuentra abierta y se tiene que tomar algún personal, se hace
una
selección
averiguación
curricular
de
generalmente
por
el
antecedentes
y
estos
coordinador,
entrevistas,
período
prueba.
profesores
son
de
Que
recomendados
por
profesionales que ya trabajan en la red, pero todos tienen que
tener título habilitante y experiencia laboral anterior porque
de lo contrario no ingresan. Que en este acto aporta a la
instrucción los curriculums de Giraldi, la profesora Privato,
el profesor Marcelo Avila y la bañera de All Boys, para que se
tome en cuenta la idoneidad de esa gente, lo cual por orden de
S.S. queda reservado en Secretaría. Que por lo tanto niega
completamente haber abandonado a su suerte a la menor porque le
otorgó la mejor organización que ya fue descripta y que puso a
disposición
de
ella
y
de
todos
los
socios,
siendo
una
estructura organizada. Que eso por otra parte, esta reconocido
por todos los padres que mandan a sus hijos a las distintas
colonias
entre
temporada
de
las
cuales
colonia
que
se
pasó
encuentra
fue
la
All
Boys.
quinta
en
Que
el
la
club
mencionado. Que jamás hubo ningún tipo de inconveniente serio
ni hecho semejante. Que con respecto a la actividad que se
estaba desarrollando el día del hecho, refiere que sabe que los
chicos de colonia del turno tarde ingresaron al club a las
13:30 horas, salvo los que hacen turno completo. Que una vez
reunidos con los profesores realizaron actividades recreativas
habituales. Que siendo las 14:45 hs, ingresaron al natatorio
dividiéndose los chicos en dos grupos de trabajo, uno a cargo
de Cecilia Privato y el otro a cargo de Marcelo Avila. Que en
35
cada grupo había diez chicos. Que el grupo de Cecilia estaba
haciendo ejercicios de rutina en la mitad de la pileta, donde
cree que hay un metro con cincuenta de profundidad. Que el
ejercicio era en triángulo de modo que se tenían que tirar de a
uno
a
la
pileta,
deslizándose
por
una
colchoneta
de
aproximadamente un metro y medio de largo en forma de tobogán,
e ir hasta la profesora, ubicada a aproximadamente no más de
tres metros del borde de la pileta. Que luego de tocarla a la
profesora,
ésta
los
impulsaba
hasta
la
escalera
que
se
encontraba a una distancia similar. Que la menor participó en
ese ejercicio. Que solamente había un chico en el agua haciendo
el ejercicio y que el de atrás se tenía que tirar cuando el
compañerito de adelante se hubiera aferrado a la escalera. Que
todo lo referido le fue dicho en primer lugar por el gerente
del Club All Boys, Rubén González en una reunión que tuvieron
el día posterior al hecho. Que días después, mantuvo reuniones
con el coordinador Giraldi y con la profesora, que
le dieron
una versión igual al anterior. Que la profesora le dijo al
dicente que ella vio llegar a la nena a la escalera y agarrarse
de la misma y que después volcó la vista sobre el nene qué
venia en el turno. Que la profesora le contó que vio a la nena
subiendo la escalera y ahi fue cuando desvió su vista de ella.
Que un niño que venía atrás de Florencia la vio a ésta en el
fondo de la pileta, a la altura de la escalera. Que Florencia
no realizó ningún gesto que haya dado a entender qué algo le
estaba sucediendo. Que resulta inexplicable para el dicente el
hecho sucedido y que está seguro que algún problema fisico tuvo
antes de sumergirse la menor. Que en todos los casos la gente
que tiene problemas en natatorios hace algún tipo de gesto de
pedido de auxilio o de resistencia. Que inmediatamente sin que
haya
transcurrido
más
de
un
minuto
fue
rescatada
por
la
guardavidas que se encontraba a dos metros del hecho. Que sabe
también que actuó el médico del club en forma inmediata y otros
profesionales del servicio de emergencias. Que luego de las
reuniones que se mantuvieron con motivo del hecho, las únicas
decisiones
que
se
tomaron
fue
36
separar
a
Privato
y
la
Poder Judicial de la Nación
guardavidas a tareas más periféricas, por la gran conmoción que
les causó el hecho. Que la guardavidas se encuentra efectuando
tareas administrativas en las oficinas de la Red de Clubes
junto
al
gerente
haciendo
tareas
de
de
deportes
Canavese.
organización
y
de
Que
Privato
asistencia
a
está
demás
profesores pero no en el natatorio. Que Giraldi tuvo algunos
días
de
licencia
pero
retomó
sus
tareas.
Que
también
se
contrató una psiquiatra para hablar con los profesores que
estaban trabajando en la colonia de vacaciones y brindarles un
apoyo psicológico. Que se realizó un duelo de 48 hs en todo el
club.
Que
siguieron
cuando
se
reinició
concurriendo
la
la
gran
actividad
mayoría
de
de
los
la
colonia
chicos
que
asistían a la misma anteriormente llegando el porcentaje hacia
el final de la colonia al 95% de asistencia. Que con respecto
al grupo de Florencia, sólo dos chicos no regresaron a la
colonia. Que con respecto a la habilitación del natatorio en
general refiere que All Boys 2000 S.A. ha hecho una inversión
de
aproximadamente
doscientos
cincuenta
mil
pesos
en
la
reconstrucción del natatorio, lo cual tuvo lugar en el año
1995. Que se realizaron las siguientes obras: el techado de la
pileta con estructura metálica y policarbonato, se modificó
todo el sistema de filtros, calderas para calentamiento del
agua y
del ambiente del natatorio, se cambiaron todas las
veredas perimetrales de la pileta por pisos antideslizantes que
antes no tenía, se eliminaron los trampolines, se le quitó
profundidad reconstruyéndose todo el espacio interior, se hizo
un revestimiento cerámico en todo el interior del natatorio, se
modificaron los accesos, se cambió la iluminación y se dio
cumplimiento a todas las ordenanzas municipales vigentes. Que
la precariedad de la habilitación existente está relacionada
con la precariedad de la norma que la regula, pero no con el
natatorio que cumple todos los requisitos. Que el natatorio
existe desde el año sesenta y siempre estuvo habilitado. Que
preguntado
para
que
diga
si
conocía
que
la
habilitación
precaria no estaba concedida y fue efectuada el 28/2/2001,
refiere que para el dicente siempre estuvo habilitada y que
todo esto es una cuestión administrativa, que por lo tanto para
el dicente no es que no estuviera habilitada sino que lo estaba
37
por la normativa anterior. Que de todos modos el que se encargó
de los trámites de habilitación fue Guido Miguez que era el
coordinador de todos los gerentes. Que sin perjuicio de ello,
el dicente agrega que se compromete a aportar a la brevedad al
Tribunal
todas
las
contancias
que
se
hayan
efectuado
con
relación a la habilitación del natatorio. Que las piletas de la
red de Clubes tiene standares de calidad que superan con creces
las normativas vigentes. Que por último refiere que siempre se
contó
con
servicios
de
emergencias
medicas
y
consultorio
permanentemente atendido, como asimismo, guardavidas en todos
los
clubes.
Que
respecto
al
natatorio
se
han
atendido
inspecciones y se cumplimentaron todos los pedidos que se
hicieron al respecto”.
Posteriormente FERNANDO MARTÍN STORCHI al prestar
declaración indagatoria ante el Tribunal ratificó su anterior
declaración que fue incorporada y manifestó que este hecho lo
ha marcado para siempre, siente un profundo dolor por el
fallecimiento de Florencia y por el sufrimiento que tienen sus
papás, su hermano y el resto de la familia. Agregó asimismo que
considera que ha sido muy respetuoso con los papás de Florencia
desde
que
ocurrió
el
hecho,
a
pesar
de
haber
recibido
agresiones y descalificaciones de todo tipo y lo hayan tratado
de criminal y asesino, nunca tuvo intención de ocultar el
hecho, tal es así que todos los doce de febrero cierran el club
en homenaje a la memoria de Florencia, no porque lo haya pedido
alguien, sino porque lo sienten así y así lo decidieron. Que en
primer
término
quiere
hacer
una
breve
reseña
de
sus
antecedentes laborales y su formación profesional, se recibió
en 1991 de licenciado en administración de empresas en la
Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos
Aires, y mientras cursaba el último año comenzó con desarrollos
empresariales, que el primero fue un complejo de canchas de
“fútbol 5”, paddle y gimnasio en el barrio de floresta; que
siempre tuvo una fuerte vocación por el deporte; que más tarde
constituyó una sociedad con otros accionistas con la cual
firmaron
diversos
contratos
38
de
concesión
y
posterior
Poder Judicial de la Nación
administración con instituciones deportivas, con “Racing” en
1994, “All Boys” en 1994, “Estudiantes de BA” en 1996, Villa
Crespo en 1999; que estos contratos traían aparejado que la
sociedad
tenía
que
hacer
una
fuerte
inversión
en
la
remodelación de las sedes sociales, pues muchas estaban muy
deterioradas, se invertía en equipamiento, sistemas, luego se
administraba
o
gerenciaba
todo
lo
relacionado
con
las
actividades deportivas y sociales que se desarrollaban en los
clubes, como contrapartida los clubes recibían un canon o
porcentaje de los ingresos; que en muchos casos el nivel de
deterioro
era
tal
que
antes
de
su
intervención
no
había
actividad deportiva o social, que ellos no intervenían en los
equipos
de
fútbol
emprendimientos
y
profesional;
otros
que
que
en
1999
realizaron
todos
en
estos
inmuebles
particulares se agruparon con la denominación de “Megatlón” y
con un solo carnet se podía ingresar a todas las sucursales;
que entiende que en “Megatlón” se hacen las cosas de manera
seria, responsable y profesional, la seguridad de los socios y
los empleados es un valor fundamental, jamás se desentendieron
de algún requerimiento o gasto vinculado con la seguridad, de
hecho desde hace unos años todas las sedes están equipadas con
defibriladores
automáticos,
lo
que
implicó
una
fuerte
inversión, aunque no está requerido por ninguna norma, pero
entendieron que era un aporte valioso a la seguridad, que
gracias a esta medida el año pasado pudieron salvar una vida
humana utilizando estos defibriladores, a un señor que cuidaba
coches en la calle Vuelta de Obligado. Agregó que la “Red de
Clubes” tiene su propio centro de capacitación, existen 35
médicos que están capacitados en atención prehospitalaria, hay
160
profesores
que
han
sido
capacitados
en
“basic
life
support”, pueden utilizar los defibriladores automáticos, hay
además más de 500 profesionales capacitados en “RCP”, es la
única organización no médica que forma parte de la “American
Health Asociation” y está autorizada para dar estos cursos; que
los que trabajan en “Megatlón” saben que una situación de
potencial peligro se debe resolver con mucha rapidez, no hay
para
ello
restricciones
presupuestarias,
su
misión
como
organización es mejorar la calidad de vida de la población en
39
general a través de la práctica de la actividad física, en
forma honesta, responsable y muy profesional. Añadió asimismo
que la organización que existía al momento del hecho era la
siguiente: trabajaban en la organización aproximadamente 500
personas, era el fruto de un desarrollo de más de ocho años, lo
que puede decir es que existía un directorio integrado por
cuatro miembros, dos con tareas más funcionales y operativas,
Guido Miguez y Diego Pellegrino, quienes siguen trabajando en
la empresa, y otros dos directores generales, que no tenían
tareas
tan
funcionales
u
operativas,
entre
ellos
el
que
declara; que como Director General se ocupaba de negociaciones,
contratos con dirigentes de entidades deportivas, negociar con
propietarios
inversión,
asignación
de
de
de
inmuebles
la
la
supervisión
gerentes
de
posibilidad
general
de
sucursales
de
las
y
hacer
una
actividades,
de
las
áreas
centralizadas, representación institucional de la organización,
vinculación con otras organizaciones, y fundamentalmente trazar
el rumbo estratégico que tenía que tener la organización; que
Miguez era y es director operativo, en su momento era el
gerente de los gerentes de todas las sucursales, se ocupaba de
que
éstas
funcionaran
correctamente;
que
Pellegrino
era
director de administración y finanzas. Que tenía su oficina en
Villa Crespo, allí estaba el día del hecho, en la oficina
central donde estaban las demás áreas centralizadas, gerencia
de
deportes,
de
sistemas,
contable,
marketing,
recursos
humanos, legales; que la gerencia de Deportes tenía a su cargo
todo lo relacionado con la práctica de actividad física en las
distintas
sucursales,
confeccionaban
los
programas
y
determinaba las actividades de cada sucursal, designaba los
coordinadores deportivos de cada sede y todo lo que tiene que
ver con el funcionamiento del natatorio, el gerente de deportes
en aquel momento era Carlos Alberto Canavese. Por su parte
explicó
respecto
a
las
imputaciones
que
se
le
formulan,
especialmente respecto del tema de la habilitación municipal,
que el que se encargaba de esa tarea era el señor Guido Miguez,
director operativo de la organización, así lo dijo en su
40
Poder Judicial de la Nación
declaración del mes de abril de 2001; respecto del tema de los
guardavidas, era una decisión que tomaba el profesor Canavese
como gerente de deportes de la “Red de Clubes Megatlón”, y en
cuanto a la canaleta perimetral puede decir que en su momento
se
encomendó
a
un
estudio
de
arquitectura
el
proyecto
y
dirección de obra de la refacción de la sede del “Club All
Boys”, incluyendo el natatorio; que siempre se le han hecho
imputaciones genéricas sobre estas cuestiones sin tener en
cuenta cómo estaban asignadas las tareas en la organización; de
más está decir que tiene confianza absoluta en las personas que
trabajan en la organización, sabe que hacen las cosas de manera
correcta
y
conforme
a
las
normas;
que
respecto
de
la
habilitación, sabe que había normas generales que las regulaban
para las distintas actividades, no conocía su contenido, no
puede
estar
existentes,
al
tanto
del
contenido
de
pero
sabe
que
había
norma
una
todas
las
normas
no
estaba
que
reglamentada y que no se otorgaban habilitaciones definitivas
de natatorios; que el funcionario responsable dentro de la
organización era Guido Miguez, que él mantenía reuniones con
los otros directores y algunos gerentes, y jamás se le informó
que
existiera
alguna
dificultad
en
la
habilitación
del
natatorio del “Club All Boys”; que nada se le mencionó respecto
de este asunto, después del hecho se interiorizó más en esta
cuestión
y
pudo
determinar
que
las
cosas
se
hicieron
correctamente, que existía una habilitación de 1983, ellos
tomaron
la
conducción
en
1995,
e
hicieron
una
serie
de
refacciones que apuntaban a “aggiornar” el club en general y el
natatorio en particular y muchas de las inversiones tuvieron
que ver con mejorar aspectos vinculados con la seguridad; así,
el antiguo natatorio tenía profundidad máxima de 4,50m, se
redujo a 2,20 m, se revistió el interior del natatorio con
cerámicos
para
mejorar
la
higiene,
se
instaló
una
vereda
perimetral de piso antideslizante, se cambiaron los accesos
para poder entrar por la parte media, ya que antes se entraba
por
la
entender
parte
que
subacuáticos,
profunda,
eran
se
una
hizo
se
eliminaron
fuente
el
de
techado,
los
trampolines
peligro
luego
y
se
los
hizo
por
focos
una
presentación ante el Gobierno de la Ciudad, que de esto se
41
enteró después del hecho, dando cuenta de estas mejores, en
junio
de
1998;
que
se
les
hizo
saber
que
no
había
habilitaciones formales y en ese momento cree que hubo una
resolución de un departamento del Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires que permitía otorgar autorizaciones precarias de
funcionamiento porque la norma no estaba reglamentada y hasta
el momento no lo está, aunque la norma tiene veinte años; que
en julio de 2000 se hizo otra inspección por parte del Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires y si se hubiese entendido que se
violaban las condiciones de seguridad e higiene los inspectores
tenían poder de clausura, pero no lo hicieron, el natatorio
estaba autorizado o habilitado para funcionar; que de esta
inspección surgió el requerimiento que llegó al club el 9 de
enero
de
2001,
en
éste
se
pedían
una
serie
de
mejoras
absolutamente menores, como lavapiés, bebederos, reseñalización
de
flechas
de
salida,
certificaciones
notariales
de
documentación que ya había sido presentada en el expediente,
dándose
treinta
requerimiento,
el
días
cual
hábiles
al
club
vencía
el
21
para
de
cumplir
febrero
de
este
2001,
entonces al momento del hecho estaba autorizado para funcionar,
no
tenía
pedido
inspecciones
y
de
clausura,
entiende
que
fue
motivo
de
distintas
las
cosas
se
hicieron
correctamente; con respecto al requerimiento del mes de enero,
en ningún momento los inspectores dijeron nada, no se pidió
nada sobre las cuestiones que se le imputan en esta causa
(canaleta
perimetral,
cantidad
de
guardavidas
o
silla
sobreelevada), entonces se pregunta qué se pretendía, que se
hubieran
autoclausurado?.
Con
respecto
al
tema
de
los
guardavidas, el encargado de esta cuestión era el profesor
Canavese, quien además de ser profesor de educación física,
guardavidas y entrenador de natación es licenciado en Educación
Física, quien trabaja en la organización desde 1993; que es una
persona en la que confía absolutamente, antes y después del
hecho; que él dicente no es guardavidas ni profesores de
educación física, tampoco los demás miembros del directorio,
ellos asignaron esa gerencia a Canavese porque creyeron que era
42
Poder Judicial de la Nación
la persona correcta para desempeñar este cargo, en él se
apoyaron
para
decidir
estas
cuestiones;
que
Canavese
confeccionó un organigrama donde se fijaban los turnos según la
cantidad
de
bañistas
para
cada
natatorio,
respaldando
el
criterio tomado por el nombrado, pues es el que se utiliza en
el resto de la ciudad, en la provincia de Buenos Aires y en el
resto del país, como así también en los demás países del mundo,
con diferencia de matices; que además jamás recibieron un
requerimiento para aumentar la cantidad de guardavidas en
ninguno de los natatorios de la “Red”, que en aquel momento
eran siete; que se le atribuye que con el fin de ahorrar dinero
no
ponían
otro
guardavidas,
que
esto
no
es
cierto;
que
“Megatlón Devoto” (Estudiantes Buenos Aires), está abierto los
fines
de
Canavese
semana,
dispone
tiene
para
mucho
esos
espacio
días
la
verde,
normalmente
presencia
de
cuatro
guardavidas; que también quiere resaltar que el natatorio del
“Club All Boys” no es un natatorio de fin de semana donde
concurre
mucha
gente
sino
que
solamente
es
utilizado
por
nadadores y para fines educativos, generalmente no hay una
concurrencia masiva, no tiene espacios verdes, es un natatorio
más de invierno, siendo que los días domingo, siendo un día por
excelencia, está cerrado, la gente que concurre es conocida por
los profesionales y guardavidas. En lo que atañe a la canaleta
perimetral,
refirió
que
para
cada
refacción
que
hacen
le
encomiendan el proyecto y la dirección de obra a un estudio de
arquitectura, aclarando que él no es ingeniero ni arquitecto,
le
asignan
a
profesionales
competentes
la
tarea;
que
la
organización había construido a nuevo o refaccionado siete
natatorios al momento del hecho, en uno de ellos se encomendó
la tarea al arquitecto Dujovne, quien fue Decano de la Facultad
de
Arquitectura
durante
diez
años,
el
natatorio
del
club
“Estudiantes de Buenos Aires” y construyó uno nuevo en la
sucursal centro de “Megatlón”; que entre las remodelaciones del
club
“Estudiantes”
implementó
un
sistema
de
limpieza
superficial del agua, “skimmer”, para lo cual tuvo que eliminar
la perimida canaleta perimetral (la llamada salivadera), el
natatorio era de la década del 60 o 70, y en la sucursal del
centro instaló el mismo sistema; que idéntico criterio utilizó
43
el estudio “Bagliardi y Spagnuolo” que la organización contrató
para la refacción del natatorio y del “Club All Boys”, es el
mismo criterio que se utilizó para los siete natatorios; que
con posterioridad al hecho averiguó y pudo observar que no se
han construido en los últimos 25 años natatorios con canaleta
perimetral, también lo dijo el Dr. Fachal cuando declaró, se
utilizan sistemas más modernos, aquél es un sistema obsoleto,
inseguro, poco higiénico; que el nivel del agua está a unos 40
cm del borde superior, entonces la canaleta tiene que hacer de
agarre, pero es porque el borde está a esa distancia; que en
los natatorios con sistema de “skimmer” el agua está a escasos
centímetros del borde y éste es fácilmente aprehensible con la
mano, así lo dijeron aquí varios de los niños que declararon;
que hay una cuestión importante vinculada con la seguridad y es
poder garantizar la limpieza y transparencia del agua, es un
elemento que mejora la visibilidad de los bañistas; que en los
sistemas con canaleta perimetral el agua que rebasa se va por
el sistema cloacal, no se filtra, no retorna a la pileta, hay
que hacer renovaciones constantes de agua, agua de la red que
viene con sedimentos y termina enturbiando el agua, en cambio
en el otro sistema se filtra el agua, vuelve a circular y así
se garantiza la limpieza y excelente visibilidad del natatorio;
que este sistema de “skimmers” es el mismo que utiliza el
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en la refacción de sus
antiguos natatorios o en la construcción de nuevos, por ejemplo
en el “Parque Sarmiento”, se construyó sin canaleta perimetral,
también en una presentación que hizo la defensa de Giraldi pudo
observar
en
una
licitación
de
la
“Corporación
Sur”,
que
pertenece al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que la
recomendación
técnica
que
realizan
los
profesionales
del
Gobierno es eliminar la canaleta perimetral, tapándola con
hormigón
y
sellándole,
y
se
propone
la
utilización
de
“skimmers”; que este sistema se utiliza en todos los natatorios
hogareños, que no tienen canaleta perimetral, y cabe pensar que
nadie construiría un natatorio inseguro en su casa, sería
absurdo,
es
increíble
que
aquí
44
se
esté
discutiendo
esta
Poder Judicial de la Nación
cuestión; que en la imputación vuelve a aparecer esta cuestión
del ahorro de dinero y por ello no se construyó la canaleta
perimetral, lo cual es absolutamente falso, de lo contrario no
se hubieran hecho las refacciones que se realizaron, que no
serían necesarias porque además el natatorio estaba funcionando
y habilitado. También existe otra imputación vinculada con la
plataforma sobreelevada, y en este sentido manifiesta que en
aquel momento desconocía si había una silla de guardavidas y la
reglamentación, eran decisiones que se tomaban en el club con
intervención de la gerencia de deportes, esta imputación tiene
poco sentido, es una norma que no está reglamentada, no se
especifica a qué distancia tiene que estar sobreelevada, es un
elemento que cuesta menos de cuatrocientos pesos en cualquier
casa de deportes, pretender ahorrar ese dinero parece un poco
alejado de la realidad, máxime cuando por ejemplo el servicio
de emergencias médicas tiene ese costo para el club, y no lo
requería la norma; que entiende que no se lo requería porque la
norma es de hace veinte años y en aquel momento estos servicios
no existían, pero tampoco hoy nadie lo requiere; que
Giraldi
en su indagatoria habló de este tema y dijo que si le hubieran
pedido otro guardavidas lo habría resuelto rápidamente con el
gerente de la sucursal, Rubén González, también profesor y
licenciado
en
Educación
Física,
sin
tener
que
pedir
autorización al gerente o a él; que además cuando se realizó la
inspección ocular había una silla, pero se pudo advertir que no
mejora la visibilidad; que el natatorio era seguro, el agua
estaba limpia, estaban los profesionales para cuidar de los
bañistas, al momento de hecho había cinco trabajando en el
natatorio, cuatro profesores y un guardavidas, siendo que un
profesor también tenía título de guardavidas, con una cantidad
de 40/45 bañistas; que el borde era fácilmente aprehensible;
que la querella sostiene que se cambió la ubicación de la
escalera, pero ello es absolutamente falso, está en el mismo
lugar en que se encontraba el día del hecho, sobre la línea
roja, ello se puede observar en el video, tal vez lo que motiva
la confusión de la querella es que había una marca en el piso a
unos 50 cm que en realidad tenía que ver con un error de la
persona de mantenimiento; que cuando quiso instalar un caño que
45
sostenía una soga lo hizo en la parte profunda y no en la parte
baja, jamás se corrió la escalera de lugar. Agregó que el día
de la inspección ocular se pudo observar que había una silla de
guardavidas y una soga en el perímetro interno de la pileta,
pero ellos no creen que sean elementos de seguridad, la silla
no mejora la visibilidad del guardavidas y el borde está a
escasos centímetros, es fácilmente aprehensible, pero entre
otras
cosas
por
estas
cuestiones
le
han
dicho
que
son
criminales y asesinos y fue para responder a esta acusación,
que incorporó estos elementos de seguridad; que aunque no es
experto, según leyó en la bibliografía, se hizo un estudio en
Francia en 2001 que habla del ahogado silencioso, que no vio la
documentación que aportó la Fiscal pero tenía relación con esta
cuestión, el estudio trataba de encontrar una respuesta a
situaciones que ocurrían en distintos natatorios y no tenían
respuesta
fácil,
se
estudió
el
comportamiento
de
los
guardavidas y se descubrió que existía el ahogado silencioso,
una persona que no da señales o hace movimientos atípicos, lo
dice
como
una
posibilidad
porque
en
la
organización
no
encontraron respuesta para entender lo que sucedió, no saben
qué sucedió, cómo y por qué, empezaron a investigar, leyeron
sobre esta cuestión, y producto de esta investigación se hizo
un desarrollo tecnológico en Francia, es un sistema de cámaras
subacuáticas que se instalan en los natatorios y permiten
detectar cuando un cuerpo está inmóvil por 4 o 5 segundos y
activa una alarma en una pantalla que tiene el guardavidas, se
ha instalado en natatorios de Francia y Estados Unidos. Con
respecto a la situación de Bugallo, quiere aclarar que no tiene
nada
que
ver
con
la
organización
de
“Megatlón”,
es
el
presidente del “club All Boys”; que no tiene injerencia en las
cuestiones que se deciden dentro de la sede de “Megatlón”,
además no era el presidente al momento en que se firmó el
contrato de concesión. Al exhibírsele la copia del contrato de
fs. 33/49, reconoce su firma, aclarando que Bugallo se hizo
socio después de la refacción que hicieron ellos, en 1996; que
le parece injusto estar acusado por estas cuestiones, y que
46
Poder Judicial de la Nación
Bugallo está aún más lejos que él de esta situación. Asimismo
afirmó que injustamente se lo ha traído a este juicio, pues ya
en abril de 2001 describió cómo funcionaba la organización y
estaban asignadas las tareas, cómo se tomaban las decisiones, y
sin embargo se siguió apuntando a la cabeza de la organización
solamente por eso, para apuntarle al responsable máximo, de lo
cual no entiende el sentido; que considera que aquí la querella
no busca la verdad y que se ha utilizado todo lo que tenía a su
alcance para presionar a los distintos jueces que intervinieron
en la instrucción, claro ejemplo es la intervención de la
Defensoría del Pueblo, lo cual lo llenó de impotencia, la
Defensora
nunca
tuvo
la
delicadeza
de
atenderlo,
fue
absolutamente parcial su actuación, está comprobado en la causa
que había una amistad previa entre la nombrada y la mamá de
Florencia,
hay
clausurarlos
y
recuerda
día
un
un
e-mail
presionar
en
que
entre
al
se
ellas,
Tribunal
hicieron
de
sólo
se
buscó
instrucción;
inspecciones
que
masivas,
concurriendo alrededor de quince personas entre inspectores del
Gobierno de la Ciudad, Diputados, asesores, funcionarios de la
Defensoría, y salieron directamente a clausurarlos a ellos,
hubo una clara persecución, pero no pudieron clausurar ningún
natatorio de “Megatlón” y terminaron clausurando algunos que no
eran de la “Red”; que en la puerta de cada club había un móvil
de “Crónica” esperando la clausura, sintió una impotencia muy
grande, intentó hablar con estos funcionarios, siendo que en un
informe piden la clausura del natatorio del club, no era un
tema menor, de más está decir que el natatorio nunca se
clausuró, pero además fueron los argumentos que utilizó la
Cámara para dictar su procesamiento; él en primera instancia
quedó
sobreseído,
pero
el
fiscal
hizo
un
requerimiento
vinculado con los títulos habilitantes de los que estaban
desarrollando la actividad ese día, luego se pidió determinar
la
cantidad
de
bañistas
para
determinar
la
cantidad
de
guardavidas, se presentó la documentación necesaria, y de un
día para otro lo procesaron por algo que ni siquiera se estaba
investigando, no le dieron la oportunidad de defenderse, y no
pudo
apelar
esa
decisión;
que
en
su
momento
se
intentó
presionar a los jueces, en la causa hay una nota que envía la
47
Cancillería con un pedido de informes de la “Liga de Derechos
Humanos” con sede en la Comunidad Europea, y allí da a entender
que la causa está parada por cuestiones políticas pero estas
cuestiones, la relación con la prensa está vinculada con la
querella, que distorsiona la realidad permanentemente y no son
cuestiones menores; que también se dio a entender que gracias a
la gestión del Secretario Parrilli y del Presidente de la
Nación esta causa pudo llegar a juicio oral, cuestión que es
recurrente y lo llena de impotencia; que entiende que se ha
presionado políticamente, un diputado o senador Bravo dijo que
iban a cerrar todas las sucursales de “Megatlón”, le mandó
mails a Zamora, Carrió, y a Bravo, nadie lo quiso atender,
todos se juntaron en una marcha, los hijos de los dos primeros
concurrían a los natatorios de “Megatlón”, no hace a los hechos
pero lo quería transmitir. A preguntas que se le formularon
respondió: que al 12 de febrero de 2001 él era Presidente de
“All Boys 2000”; que la concesión abarcaba el natatorio y los
gimnasios anexos, que compone una franja sobre la Avenida
Alvarez Jonte; que la sociedad tenía la administración de la
sede
social
y
dentro
de
ello
la
contratación
general
de
personal, había un gerente de la sucursal, Rubén González,
profesor y licenciado en educación física, un coordinador de
deportes, Giraldi, otro de pileta, Mariano Rosemberg, un jefe
de administración y un jefe de mantenimiento que dependía del
gerente de la sucursal, González, que era la autoridad máxima
de esa sede; que es probable que según el contrato “All Boys”
tuviera la supervisión de las obras; que no recuerda si el club
ejerció alguna vez esa facultad de fiscalización, tampoco sobre
el personal de seguridad, pero cree que no; aclaró que el
dicente no tenía relación cotidiana con los dirigentes del
club, la sede tenía mucha autonomía; que con González tenía
trato cotidiano para algunos aspectos, pero a él no lo llamaban
para esas cuestiones; que el canon que le pagaban al club era
un porcentaje de los ingresos de recaudación de cuota social,
que cree que era 50% y 50% del valor de la cuota social,
aclarando que el club no tenía participación en la ganancia
48
Poder Judicial de la Nación
sino en los ingresos, lo cual no es lo mismo; que el encargado
de obtener las habilitaciones de las piletas era Guido Miguez,
ya lo dijo, que entiende que la habilitación estaba a nombre
del club, pero aclara que el dicente no estaba en estas
cuestiones; que no sabe cuántos niños concurrían a la colonia
de “All Boys 2000”, debe estar acreditado en la causa; que
antes de que firmaran la concesión había una pileta que ya
describió y una muy pequeña para niños, 2,80 x 6,80, según le
comentaron hace poco; que no sabe si concurrían a estas piletas
niños que no sabían nadar, pero sí que los niños ingresaban con
profesionales a cargo, que las cuestiones de seguridad en las
piletas eran temas de la gerencia de deportes, a cargo de
Canavese; que al momento del hecho él desconocía los pormenores
de estas cuestiones, con posterioridad obtuvo más información;
que él sabe que el nombrado Canavese hacía las cosas de manera
correcta y profesional y jamás dudó de las resoluciones que
pudiera tomar; que todas las cuestiones concernientes a la
habilitación
estaban
fallecimiento
seguridad,
ya
de
que
la
a
cargo
niña
no
entiende
de
se
que
Miguez;
que
incorporaron
la
silla
no
luego
del
medidas
de
tiene
dicha
naturaleza; que no se tomaron medidas distintas, aclarando que
había una gerencia de deportes, tenía bajo su ámbito el tema
del funcionamiento del natatorio, incluyendo lo relacionado con
los
guardavidas,
contrataron
cuatro
incluso
mencionó
guardavidas,
se
que
en
seguía
Estudiantes
el
criterio
se
de
Canavese; que sabe que en algún momento se colocaron dos
guardavidas en natatorios donde había escuela de natación, se
lo comentó Canavese; que en cuanto a la pileta chica no está al
tanto de los pormenores de la habilitación, entiende que está
habilitada, las cosas se hicieron correctamente, no sabe si
requiere
una
habilitación
especial;
que
ante
la
pregunta
concreta si antes de la muerte de Florencia “All Boys 2000”
recibió intimaciones por ordenanza 41.718, respondió que como
ya explicó, reitera, después del hecho se le informó cómo había
sido
el
tema
de
la
habilitación,
ya
dijo
que
hubo
un
requerimiento por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires, había un pedido de mejoras menores, se lo comentó Miguez
después del hecho, en ningún momento hubo un pedido de los
49
inspectores de aumentar la cantidad de guardavidas, de colocar
canaleta perimetral o plataforma sobreelevada, aunque no sabe
si se exigió cumplimiento de la ordenanza citada; que la
intimación la vio hace un tiempo, en aquel momento no, iba por
un circuito ajeno a su incumbencia, no sabe dónde se recibió,
eran
cuestiones
administrativas
normales
dentro
de
la
organización; que tampoco sabe si hubo una intimación respecto
a que pusieran equipo de salvavidas, no lo recuerda el punto
específicamente, pero cree que el equipo estaba; que cree que
la intimación llegó al Club “All Boys”,
Miguez era el que
resolvía esas cuestiones. A otras preguntas respondió que las
presentaciones
relacionadas
con
la
habilitación
las
hacía
Miguez, si formalmente se requería la firma de Bugallo lo
desconoce, la habilitación está a nombre del club “All Boys”,
quizás se requirió la firma por una cuestión formal; que no
conoce el contenido de la colonia de “Megatlón”; que sabe que
había manuales, los cuales se confeccionaban sobre distintas
actividades, pero no los conoce en detalle, ya que no se
ocupaba de esas cuestiones, no cree estar en condiciones de
hacer una evaluación de ese material. Respecto al organigrama
del personal aportado a la causa, señala que fue confeccionado
hace muchos años, y no lo recuerda en detalle; que no recuerda
que
Miguez
le
haya
hecho
algún
comentario
sobre
algún
inconveniente con la habilitación de la “Red” de clubes y
particularmente con la de “All Boys”; que la administración de
la sociedad “All Boys 2000” estaba a cargo de los funcionarios
específicos;
que
el
ya
describió
como
funcionaba
la
organización real. A preguntas formuladas por el Tribunal
señaló en relación a la relación exterior con las autoridades
administrativas que puede ser que en algunas oportunidades se
requiriera la firma de algún directivo del club “All Boys”,
pues
el
lugar
era
propiedad
del
club,
ellos
tienen
una
concesión y cuando finalice las mejoras van a quedar para el
club, hay una colaboración de los directivos para resolver
estas cuestiones. Leída que le fue la cláusula III del contrato
de concesión, “la entrega de las instalaciones se hará efectiva
50
Poder Judicial de la Nación
el 1/9/95", la defensa de Bugallo le pregunta si efectivamente
se concretó en tal fecha contestando que no lo recuerda, ni
tampoco si se firmó algún documento, que quizás Guido Miguez
podría suministrar esa información; que tampoco recuerda si le
fue entregada la obra en el plazo que figura en el contrato, no
cree que haya pasado más de un año y medio o dos años; que
respecto a la Cláusula 4a. en la cual se señala que “la
totalidad de las obras se tendrán cumplidas... a satisfacción
del concedente”, entiende que fueron aceptadas, no sabe si hay
un documento en el que ello conste, de hecho no recuerda que
haya habido ningún reclamo por incumplimiento de las obras; en
cuanto
a
la
Cláusula
4a.
en
la
que
se
menciona
que
“el
concedente se reserva el derecho de supervisar la ejecución de
las
obras”,
contestó
que
no
sabe
si
dicha
facultad
fue
ejercida, puede decir que el término supervisar es bastante
amplio, seguramente los dirigentes observaban el desarrollo de
las obras, pero si hay elementos formales que lo acrediten no
lo
sabe.
Finalmente
mencionó
que
no
puede
describir
con
precisión adónde llegaban las intimaciones, seguramente las
recibía un empleado y se las pasaba al jefe de administración o
al gerente de la sucursal que se ponía en contacto con Miguez,
no pudiendo responder si se le daba traslado a Bugallo, de ello
podría responder Miguez; que sobre el tema de las cuotas
sociales y reparto de los ingresos, ello está en el contrato,
cree que era el 50% de los ingresos provenientes de cuotas
sociales. En cuanto a los ingresos por la colonia, no recuerda
si estaba arancelado o no, y en cuanto al monto originario de
canon puede ser que sea diez mil u doce mil pesos, pero a la
fecha aumentó.
III.-
Durante
el
debate
se
recibió
declaración
testimonial a:
MARISA CLAUDIA ROMBOLÁ, expresó que su hija tenía que
aprender
a
nadar
y
se
decidieron
porque
comenzó
con
un
principio de desviación de columna, aclarando que ella tiene 33
grados de escoliosis, que es hereditaria, más en la mujer que
en el hombre; que el médico aconsejó que la niña aprendiera a
51
nadar, ya que hasta entonces ella había hecho sólo actividades
recreativas en el agua; que en diciembre fue al club “Imperio”,
del barrio ubicado en Villa Santa Rita, donde ellos vivían, al
lado de Villa del Parque, al que concurrió quince días; que
recuerda que en esos días apareció un caso de un chico ahogado
en los diarios, cree que en el club Platense; que ellos se
asustaron porque en los diarios se decía que se había caído a
la pileta y se había ahogado, entonces decidieron que tenían
que enseñarle a su hija por si la empujaban y se caía no le
pasara
esto,
aunque
sea
flotar
parada;
que
consideraron
insuficiente la cantidad de profesionales que había en el club
“Imperio” y por eso decidieron cambiarla y averiguar en la
zona; que ella le tenía mucha “manía” al club “All Boys”, pero
igualmente fueron a averiguar y su marido le dijo que ya no era
el club “All Boys” sino la red de clubes “Megatlón”; que les
dijeron que todos los servicios deportivos estaban a cargo de
esta empresa y que sobre todo se ofrecía seguridad y les
ofrecieron un plan familiar “VIP plus”, que costaba más de mil
dólares por adelantado, con tarjeta de crédito, en tanto que en
el otro pagaban treinta pesos; que si bien no tenían ese
dinero, como querían que su hija aprendiera con todos los
requisitos de seguridad decidieron hacer este sacrificio; que
además ellos también podían ir a la pileta y enseñarle; que
recuerda que fueron ella y su marido y estaba el bañero Carlini
y estuvieron en el agua insistiendo hasta que aprendió a flotar
parada, aclarando que ella no quería mandarla a una clase hasta
que no supiera hacerlo; que vieron que el bañero la miraba con
atención,
les
preguntó
cosas
y
les
pareció
una
persona
responsable; que ella habló con el coordinador deportivo,
Giraldo; que les dijo que él organizaba la actividad y que no
había otra institución en el país que ofreciera tanta seguridad
como “Megatlón”, que además de los profesores de grupo él ponía
tres profesores de natación en la pileta para vigilar cómo
aquéllos desarrollaban la actividad y también dos líderes que
eran
ayudantes
de
los
profesores;
que
además
Giraldi
les
ofreció clases de natación en la parte baja y le indicó que
había “nivelitos”, que se hacían pruebas de nivel y los chicos
se iban ubicando en distintas categorías; que en estas clases
de colonia lo que se enseñaba era bastante rudimentario, no se
perfeccionaba
estilo
pero
era
52
lo
que
su
hija
tenía
que
Poder Judicial de la Nación
aprender; que ella pidió que antes de anotarla la dejaran
presenciar una clase; que había muchos profesores y le preguntó
a la nena si había quedado conforme y ella dijo que sí. Agregó
que le comentó a su marido que había presenciado una clase en
la parte baja y que le habían dado todas la garantías, además
Giraldi dijo que él mismo coordinaba la actividad e iba rotando
por los distintos grupos de la pileta, es decir que la cantidad
de personal quintuplicaba el de “Imperio”; que su hija casi un
año atrás había estado operada de adenoides y por prescripción
médica, para evitar infecciones bacterianas, no podía ni bucear
ni
tirarse
de
cabeza;
aclarando
que
ella
es
periodista,
licenciada en psicología e hizo un posgrado en pedagogía en la
UBA, un posgrado de profesionales médicos y psicólogos sobre
fisiopatología
investigadora
y
del
enfermedades
hospital
Durand
psicosomáticas,
sobre
la
y
tiroiditis
fue
de
Hashimoto, Master en edición por la Universidad de Salamanca,
técnica en diseño y producción editorial de España y escritora,
es decir que tiene mucha experiencia en salud e investigación y
tiene rigor científico; que siempre se preocupó por mejorar la
salud de la población y tiene marcada formación en tal campo;
que tenía preocupación por la profilaxis y por ello pidieron
tanta información sobre el lugar adonde iban a poner a su hija
y toda esta información y garantías se las dio Giraldi y además
figuraba en la folletería del club; que Florencia entonces fue
a la primera clase, quedando estas recomendaciones asentadas en
su ficha de inscripción; aclaró que su hija no tenía ninguna
enfermedad, estaba sana; que esa semana ella habló tres veces
con Privato, una vez para darle estas indicaciones, luego
porque Florencia le comentó que había chicos que tenían pánico
al agua, en el mismo grupo con otros que ya sabían desplazarse
con patadas, lo cual le llamó la atención a la declarante; que
esto fue la primera semana, entonces le preguntó a la profesora
si no los iba a dividir en categorías y ésta le aseguró que sí,
que los dividían por nivelitos y les iban a tomar un examen más
riguroso, esto cree que fue el miércoles; que el día viernes la
nena le contó que le hicieron hacer una actividad en la zona
donde no hacía pie, entonces fue a hablar con la profesora para
decirle que Florencia no sabía nadar en absoluto y ni siquiera
53
sabía respirar en el agua, por lo que no podía llevarla allí,
pero la profesora le dijo que se quedara tranquila, que había
sido un ejercicio puntual y aislado; que ella había estado en
el agua con otra persona que lo ayudaba y que las clases no
eran así, además sabía que Florencia no sabía nadar y en qué
nivel estaba; que ella le pidió que no la llevara a lo hondo y
le
enseñara
primero
lo
que
tenía
que
aprender,
patada,
respiración, quedando en que lo haría y no se separaría de la
nena, a quien le encomendó personalmente. Agregó que cuando
habló el viernes con Privato había estado presente otra persona
que había sido compañera suya en el diario Tiempo Argentino,
Mabel Maldonado, y que la había acompañado hasta el club desde
su casa; que habló con Privato el primer día que la llevó, que
no recuerda si fue el lunes, luego el miércoles y el viernes y
el lunes le devolvieron a su hija muerta; que Privato entonces
no puede decir que no se dio cuenta y que no estaba avisada;
que entiende que en esto hay distintas responsabilidades, pero
si hay un gatillo imaginario una de las que disparó sobre su
hija sin dudas es Privato, y el que estuvo del otro lado es
Giraldi, y explicará por qué; que como ella sabe muy bien lo
que es aprender a nadar, pues practica natación desde hace
muchos años, sigue yendo a los clubes y ve que todavía Megatlón
no tiene los dos guardavidas exigidos por ley; que no puede
entender que no se aprenda de la experiencia; que en España en
cambio se toman todas las precauciones para que no vuelva a
pasar; agregó que recuerda que la llamó Giraldi y le dijo “tu
hija tuvo un problema cardíaco, vení corriendo al club”; que
ellos tenían el plan más caro de OSDE, entonces antes de ir al
club llamó a dicha empresa médica; que no podía creer que su
hija hubiera tenido un problema de ese tipo pues antes de
operarla de adenoides le habían hecho estudios cardíacos,
electrocardiograma, para descartar cualquier riesgo, es decir
que tenían todas esas pruebas y entonces no podían decirle que
tenía una enfermedad cardíaca no descubierta, por lo que ella
salió corriendo pero sin poder creer lo que decía Giraldi; que
cuando llegó al club encontró a Florencia al lado de la parte
más profunda de la pileta, tirada en el piso con la malla
mojada puesta, sin una manta que la cubriera, cuando cualquiera
que saca a un ahogado sabe que lo que tiene que hacer es
abrigarlo para evitar la hipotermia y luego hay que darle
54
Poder Judicial de la Nación
oxígeno para que no se descerebre y tenga muerte neuronal, ello
mientras
se
hacen
las
maniobras
de
rehabilitación,
todo
simultáneamente, pero nada de esto se estaba haciendo; que
además le habían dicho que había un médico en el lugar, el Dr.
Saudan; que ella le preguntó a Privato qué había pasado y ésta
le señaló dónde estaba ubicada, a 2m o 2,20m (lo cual la
testigo señaló en el gráfico), le dijo que le dio un empujón a
Florencia para que llegara hasta la escalera. Aclaró que con
posterioridad al suceso la escalera fue corrida, ya que ello se
ve en la foto y consta en el expediente que se adulteraron las
pruebas.
Asimismo expresó que luego se hizo una pericia que
demostró que donde decía 1,40m había 1,53, entonces quiere
decir que donde había 1,70 en realidad había 13 cm más, es
decir 1,83. Agregó que ha habido una adulteración flagrante de
pruebas, pues para cuando se hizo la pericia posterior se
corrió la escalera, se tapó el agujero; que a la altura de la
escalera por donde tenían que salir había en realidad un 1,83 m
de
profundidad;
que
la
responsabilidad
de
que
no
hubiera
canaleta, plataforma, sabemos de quién es, pues ella hizo una
investigación exhaustiva, meticulosa para llegar a la verdad y
que los clubes no sigan trabajando como lo están; que el
argumento de que hay que romper toda la pileta para hacer la
canaleta es un cuento chino y si se hubiera hecho lo que
correspondía no habrían ocurrido estas muertes. Por su parte,
en relación a la imputada Privato manifestó que el día que
mataron a su hija la profesora tenía a cargo a catorce chicos,
no a doce como dijo; que según ella era una persona preparada,
pero una persona preparada sabe que un ahogado no grita, que
sube tres veces y a la cuarta se hunde definitivamente y se
desmaya, no porque esté operado de adenoides sino porque así es
el proceso de ahogamiento; que ese día Privato tenía a su cargo
a Ailin Lorenzo, Candela Palacios Monti, Ivana Cudicio, Gonzalo
Consorti, Macarena Bianchi, su hija, aclarando que éste es el
orden en que estaban ubicados, y que lo sabe porque hizo
dibujar a los chicos lo que sucedió después de que declararon
en el tribunal y ello figura en el expediente legalizado de la
Defensoría del Pueblo, Nathalie Mancipan, Santiago Díaz, Sandro
Damilano Maison, Tomás Borthelle, Mariano Aparicio, Giuliano
55
Bacchi, Anahí Ridolfo y Juan Jaime, que no estaba en el agua
por estar enfermo; que ella vio a todos los chicos cuyos
dibujos figuran en el expediente; que Aparicio y Ridolfo no
sabían ni siquiera flotar parados y le tenían mucho miedo al
agua, así se lo dijeron a ella; que en realidad Jaime estaba en
el grupo pero como ese día no se podía meter en la pileta lo
pusieron a sostener la colchoneta y la tabla por la que se
tiraban los chicos a la parte honda; asimismo refirió que luego
del fallecimiento de su hija vino una madre, cree que la de
Giuliano, a su casa y le dijo “¿todavía no te dijeron lo que
pasó? ¿no sabés lo que hizo Giraldi?”, aclarándole, que como
Jaime no podía meterse a la pileta porque tenía otitis le
indicó a la ayudante docente que se fuera a la casa para
ahorrarse de pagarle el día, y que lo iban a poner a él de
ayudante; que hay dos personas que estuvieron presentes y se lo
comentaron; que los chicos también le contaron que ese día
habían hecho una actividad de 13 a 14.30, que les mandó a hacer
Giraldi que estaba a cargo del grupo y a ella le dio pánico que
hubieran hecho eso y luego hacerlos tirar a la pileta, lo que
le podría haber ocasionado muerte súbita en el agua fría,
entonces ella lo primero que hizo fue tocar el agua pero estaba
templada, calentita, entonces concluyó que Florencia no se
ahogó inmediatamente de tirarse al agua; que los chicos le
contaron que entraron a la pileta a las 14.30 y primero jugaron
a la mancha puente, por lo que descarta la muerte súbita,
después de lo cual fueron a la parte más honda; que después de
que declararon en el juzgado visitó a los chicos en sus casas y
en los casos en que los padres autorizaron hicieron el dibujo
en presencia de estos últimos; que le relataron el ejercicio
que tenían que hacer, tirarse por la colchoneta y luego ir por
el borde, que no tenía canaleta, hasta la escalera de la parte
más honda, es decir que iban colgados, y si no les daban los
brazos se hundían, añadiendo que a todo esto Privato estaba sin
ayudante; que los chicos declararon que lo hicieron varias
veces, la primera se tiraban como querían, después rodando por
la colchoneta, luego los hizo dar la vuelta carnero en la
colchoneta y caer al agua y por eso algunos chicos dicen que
Florencia
nadaba
“colgada”
del
borde,
después
tenían
que
tirarse “de bomba”, luego cambió el ejercicio y Privato pasó a
sostener una tabla, algunos dicen que cuando la sostenía estaba
56
Poder Judicial de la Nación
afuera
de
la
pileta,
otros
adentro,
luego
tenían
que
ir
colgados del borde y salir; que en el otro ejercicio Privato se
ubicó donde señaló en el plano y les dijo que los que se
animaran podían ir a tocarle la mano y nadar hasta donde hacían
pie, lo cual era bastante yendo en diagonal pero eso lo hizo
solo uno, el que sabía desplazarse en el agua, en tanto que los
demás tenían que ir en diagonal hasta la escalera “móvil”; que
Privato acompañó a algunos pero no a su hija; que luego podían
salir por la escalera ubicada a 1,83 m y caminar por afuera
hasta la parte baja o pasar por abajo del andarivel y seguir
colgados hasta lo bajo y esto lo hizo Nathalie Mancipan, o
chapotear por el borde como pudieran; que cuando un chico
llegaba a la escalera hacía tirar al siguiente entonces no veía
lo que pasaba después y en el caso de su hija entiende que le
dio un empujón que le hizo tragar agua, lo cual ocasionó que
fuera al fondo y Privato no se enteró. Que siguieron pasando
cinco chicos más y luego hicieron otra ronda más, todos arriba
del cadáver de su hija; que todos los chicos coinciden en que
la cuarta vuelta su hija no la hizo, es decir que su hija
estuvo
mucho
pulmonares
tiempo
totalmente
hundida,
llenas
además
de
tenía
agua,
las
también
cavidades
agua
en
el
corazón y el cerebro hinchado de la fuerza que hizo para
respirar
bajo
el
agua
sin
que
la
socorrieran;
que
cabe
preguntarse qué hacía la guardavidas, y Kamenetzky estaba
conversando con Avila, lo dicen todos los chicos, es decir que
no estaba mirando ninguna de las dos piletas, por lo que hay un
concierto de responsabilidades pero no todas en el mismo grado;
que según los chicos cuando le avisaron a Kamenetzky, ésta se
tiró y la sacó; que todos los chicos dibujaron el cuerpo de su
hija en lo hondo; que le preguntó a Privato por qué no había
sacado a su hija cuando el nene le avisó y ésta le contestó que
no era su responsabilidad, ello sabiendo la importancia que
tiene un minuto en la vida de un ahogado, aunque de todos modos
no la habría salvado porque ya llevaba un rato abajo del agua,
es decir que Privato ni siquiera se dio cuenta de que en el
último
ejercicio
su
hija
no
estaba,
aunque
se
había
comprometido a cuidarla. En lo que respecta a Giraldi, cuando
ella llegó al club le decía “perdoname mami” y se puso a
57
llorar; que en un momento se aportó al expediente una grilla de
colonia que dice que en enero a la mañana había tres profesores
más dos ayudantes docentes, pero no en febrero a la tarde; que
Giraldi “le vendió un buzonazo” y también se lo vendió al
juzgado, pues la gente que dijo que iba a poner no estaba, no
estaba la que figura en la grilla; que luego vinieron a
reanimar a la nena, estuvieron los de “Vittal”, y también había
restos de cuando le oprimieron el estómago para que largara el
agua; que le pusieron un aparato para tratar de reanimarla, le
hicieron maniobras todo el tiempo que pudieron hasta que le
dijeron que no había nada que hacer y ella pedía que se la
devolvieran de cualquier manera; que en el club no había un
tubo de oxígeno y si lo tenían no lo usaron, tampoco tenían
defibrilador,
tampoco
tiene
sentido
defibrilar
a
un
descerebrado, pues primero habría que darle oxígeno; que lo que
ella observó es que si un chico tenía que agarrarse de ese
borde se iba a ahogar porque no tenía de dónde agarrarse; que
también le llamó la atención lo de las piletas, una enorme y
otra de 8 metros por 4, supuestamente de los niños, de hasta 90
cm de profundidad, y no había más que un guardavidas pero si
hay dos piletas tiene que haber cuatro, lo dice la ordenanza,
dos por recinto. Señaló también que desde que Giraldi la llamó
a su casa ya estaban urdiendo un plan para modificar pruebas,
pues le dijo que su hija había tenido un problema cardíaco; que
ella puso un perito en la autopsia y por ese perito tiene
juicio pues apareció tachado lo de la válvula del corazón, es
decir que se adulteró la autopsia; que luego el perito vino a
declarar y dijo que estaba todo perfecto, que no había ningún
problema cardíaco con ninguna válvula y le señaló que su hija
se había ahogado, que tenía el cerebro así por la fuerza que
había hecho para respirar; que ellos mandaron a Europa muestras
para que no se adulteraran y pidieron al juez que preservara el
cadáver para que no se pudieran cambiar las piezas e hicieran
la
autopsia
en
Europa
y
cuando
el
Dr.
Patitó
se
enteró
corrigieron lo de la válvula del corazón y pusieron “sin
anormalidades”, entonces hubo que llamarlo al nombrado para que
ratificara esta circunstancia; que en consecuencia hubo una
maquinaria enorme para adulterar las pruebas desde el primer
día; que no hizo denuncia por estos hechos ya que lo hablaron
con la secretaria del juzgado, le advirtieron que estaba bajo
58
Poder Judicial de la Nación
juramento y el perito se desdijo, entonces no había nada que
denunciar. A otras preguntas que se le formularon respondió que
no vio el cartel de habilitación, además no había cartel de
peligro, ni plataforma sobreelevada; que no preguntó si las
piletas
tenían
o
no
habilitación,
pues
confiaba
en
las
autoridades, en que estaba habilitada; que Bugallo no le hizo
un comentario de que se hubiera sorprendido porque la pileta
careciera de habilitación, pero ella confió en él pues fue el
único que en esa distorsión de información total que había le
dijo que su hija estaba en clase de natación, en la parte honda
y con Privato y que no podía entender lo que pasó; que ella lo
fue a ver a la casa y le dijo que tenía la oportunidad de
cumplir lo que decía el estatuto del club, velar por la
infancia del club, y que se desligara de “Megatlón”. Agregó que
con respecto a Kamenetzky los chicos le comentaron que estaba
en la parte baja y conversando con Avila; que desde ese sector
es imposible
ver el fondo de la otra pileta chica porque las
piletas están en desnivel, la otra está mucho más alta, además
es grande, tiene 8 x 4 m; que su hijo de tres años utilizaba
esta otra pileta, que estaba a cargo de dos profesores, pero en
esa otra pileta no había guardavidas; que sabe que después de
la muerte de Florencia al club le dieron una habilitación
precaria, pues leyó en el expediente que no estaba habilitada.
Asimismo respondió que no recuerda si antes de que empezara la
colonia le enseñaron a flotar parada a su hija en el Complejo
Universidad de Córdoba y al ser confrontada con su declaración
de
fs.
201
en
cuanto
a
que
en
la
ciudad
de
Córdoba,
específicamente en el Complejo Universidad Nacional, le enseñó
a flotar parada, manifestó que lo que dijo es cierto, pero de
eso había pasado mucho tiempo, pudo haber aprendido y haberse
olvidado; que lo de Córdoba fue cuando ella era docente de la
universidad pero no tiene presente en qué año fue; que recuerda
que trató de enseñarle a respirar pero no lo logró y que ella
se volvió de Córdoba en 1996; que el médico que operó de
adenoides
a
su
hija
es
el
Dr.
Chinsky,
especialista
en
otorrinolaringología, y se ocupó del posoperatorio también, y
puede aportar sus datos para convocarlo; que el médico no le
desaconsejó que fuera a la pileta, al contrario, le aconsejó
59
que
fuera
pues
no
había
ningún
riesgo,
salvo
el
de
una
infección bacteriana; que ella tiene asma alérgico pero su hija
jamás tuvo asma ni alergias; que, sin mirar los dibujos, no
puede recordar lo que le dijeron Santiago Díaz, Tomás Borthelle
y
Giuliano
Bacchi,
y
consultando
los
dibujos
dice
que
a
Borthelle no lo entrevistó porque el padre no lo dejó y que no
recuerda qué le dijo Bacchi, ya que no tiene el dibujo a mano;
que la dicente les preguntó dónde estaban ellos, la profesora,
y que le contaran qué había pasado. A otras preguntas respondió
que no recuerda a qué hora ingresó a la colonia, que salió de
su casa a las 13.10 y recuerda que fueron caminando doce
cuadras, un minuto por cuadra; que el día que fueron a pileta
libre y estaba Carlini le enseñaron a flotar parada y la
agarraban ellos, lo que no recuerda es si Florencia se agarraba
del borde. Al ser confrontada con su declaración obrante a fs.
201 vta.: “ese día fue a la parte honda con la nena porque la
nena se lo pidió, que la nena iba pegada al borde”, manifestó
que no lo recuerda, quizás flotaba un poco y la sostenía;
asimismo se le recordó la frase: “que la nena le dijo que iba a
hacer un tramito sola pegada al borde pero que se quedara a su
lado... volvía a agarrarse al borde..”, ante lo cual la testigo
dijo que puede ser, que se agarrara simultáneamente a ella y al
borde. Asimismo aclaró que la pileta no siempre está llena al
mismo nivel; que cuando pasó lo de su hija el agua estaba mucho
más baja del borde y era muy difícil agarrarse; que tampoco es
lo mismo sujetarse cuando uno se está ahogando, que cuando uno
tiene la madre al lado. Añadió que no recuerda si lo que abonó
en el club era por todo el año o si eran doce cuotas, sólo que
pagó por adelantado más de mil dólares con tarjeta de crédito.
A
otras
preguntas
respondió
que
el
ayudante
que
mencionó
Giraldi le dijeron que era una mujer; que no la vio otros días
que llevó a su hija, pues sólo fue un día a pileta libre cuando
estaba Carlini y cuando iba a colonia la recibía Privato y
también Giraldi; que el día que fue a ver las clases sí vio
muchos adultos alrededor y le dijeron que eran profesores, la
primera vez, cree que era a la tarde; que no sabe si estaba
Carlini ese día porque se fijó lo que hacían en la pileta y no
quién era el guardavidas; que desde que volvió de Córdoba en
1996 hasta el 2001 su hija hizo pileta recreativa, nunca clases
de natación, y lo hacía en un lugar donde hacía pie; que cuando
60
Poder Judicial de la Nación
los niños hicieron los dibujos además de ella y el padre o
madre no había otra persona, que recuerde, y se confeccionaron
en las casas. Agregó que en la pileta donde estaba su hijo
menor, había dos profesoras que estaban con él; que ella no
presenció las actividades de su hijo menor ya que los retiraba
su
marido,
aclarando
que
ella
no
pretendía
que
su
hijo
aprendiera a nadar, sino que iba a jugar; que en la pileta
pequeña no sabe cuántos niños había; que luego de la operación
de su hija el seguimiento lo hizo el mismo médico, la llevaban
periódicamente.
Al
ser
prguntada
específicamente
si
le
informaron al médico que iban a enviar a su hija a una colonia
donde
le
impartirían
clases
de
natación
respondió
afirmativamente, añadiendo que estaban su marido y ella, que ya
en octubre se habló del tema y su marido la llevó una vez más
al médico; que esas recomendaciones
fueron por ese verano,
quizás por eso el doctor no indicó más tiempo, pues ellos
dijeron
que
la
iban
a
mandar
por
el
verano;
que
con
posterioridad a esa operación no hizo alguna otra consulta
médica por problemas cardiológicos pues la niña no los tenía,
le hicieron los chequeos con anterioridad, añadiendo que la
pediatra es Graciela Duvcovsky. Por su parte agregó que el día
que
fueron
a
pileta
libre
su
hija
hizo
desplazamientos
pataleando pero eran sólo dos o tres patadas, por lo que era
imposible que hiciera la diagonal de ocho metros que ellos
calcularon, siendo imposible que lo hiciera antes de comenzar
las clases de natación, añadiendo que el hecho ocurrió en la
cuarta clase. Aclaró que cuando estudiaba en el bachillerato,
año 1978, ella tenía idea de que “All Boys” no era un buen club
y cuando se mudó a Villa Santa Rita los vecinos le dijeron que
ya no era “All Boys”, que no tenía nada que ver con ese club y
que
era
la
red
“Megatlón”,
es
decir
que
cuando
decidió
inscribirla sabía que no la estaba inscribiendo en “All Boys”
sino en la red de clubes “Megatlón” y la inscribió porque ya no
era All Boys; que por lo que pudo ver le pareció que las
instituciones funcionaban bien, recordando que era un domingo;
que no se entrevistó con Bugallo antes de anotar a su hija; que
cuando dijo que “ellos” adulteraron pruebas involucra a Giraldi
por lo del problema cardíaco, pero entiende que éste no trabajó
61
solo y que tenía jefes, pero no tiene precisiones sobre quiénes
son sus jefes de éste ni sabe si Bugallo es jefe de Giraldi;
que Bugallo fue el único que después del hecho vino a decirle
que su hija estaba en clase de natación; que la gente le decía
cualquier cosa, que su hija era epiléptica, “le inventaban
enfermedades”. También señaló que cuando la anotó no sabía que
Florencia tenía que ir a la parte profunda, supo que había ido
a hacer un ejercicio puntual, con Privato al lado es una cosa,
pero otra es hacer una clase de natación en la parte honda; que
a su hija le enseñaron a nadar en la parte baja; que cuando
habló de insuficiencia de profesores en el club Imperio quiso
decir
que
Ordenanzas
vio
lo
poca
que
gente
ella
a
cargo
miraba
era
y
la
como
no
conocía
cantidad
de
las
gente,
profesores o guardavidas; que le consta lo que dijo sobre que
taparon la escalera porque estuvo el día del hecho y el día de
la inspección ocular y vio las dos cosas. A otras preguntas
respondió que le pareció razonable el número de personas que le
dijeron que estaban a cargo, seis profesores y dos ayudantes
con catorce chicos; y que no recuerda cuántos chicos vio en el
grupo de Privato el día que ella estuvo trabajando. Al ser
confrontada nuevamente con su declaración de fs. 201 vta.: “no
más de diez o doce”, respondió que no los contó y que el día
que falleció su hija había catorce. Asimismo expresó que su
hija usaba tapones para los oídos para hacer natación, pero no
recuerda si los llevaba a la colonia y si los usaba, y si no
tenía tapones y le entraba agua porque alguien se tiraba a la
pileta a su lado no había problema porque el tema no era
salpicarse, lo que no podía era bucear. A otras preguntas
respondió que Florencia le comentó que la habían llevado a lo
hondo, pero no que hubiera hecho progresos; que la niña podía
meter la cabeza abajo del agua, ya que una cosa es nadar sobre
la superficie y estaba autorizada a ir a clases de natación,
pero no a bucear ni a hacer desplazamientos bajo el agua; que
si hubiera continuado estaba dentro de los objetivos aprender a
nadar “crawl”, pero no buceo ni tirarse de cabeza ya que el
nivel de presión del agua es distinto; que el 12 de febrero no
recuerda si el techo de la pileta estaba abierto pero le parece
que estaba cerrado y sí recuerda que hacía mucho calor.
ALEJANDRO OSCAR MÖLLER, manifestó que está casado con
Marisa Rombolá, que es inspector de calidad industrial y tiene
62
Poder Judicial de la Nación
estudios universitarios incompletos; que Florencia tenía una
ligerísima escoliosis y el traumatólogo les recomendó que
hiciera algún tipo de deporte y que la natación era lo más
indicado, entonces buscaron un club con su mujer y la niña
estuvo yendo unos quince días al club “Imperio”; que como a
ellos
no
les
satisfizo
decidieron
cambiarlo
y
finalmente
encontraron “Megatlón All Boys” que les pareció idóneo para que
Florencia aprendiera a nadar y practicara natación; que el día
de la cuarta clase el dicente llegó a casa y le extrañó
encontrar todo abierto; que sonó el teléfono y era Giraldi
pidiéndole que fuera rápido a la pileta porque había habido un
accidente; que cuando llegó eran aproximadamente las 16 y
encontró a su esposa y el cadáver de su hija; que primero
interrogó a Giraldi sobre qué había pasado y le indicó que
había
tenido
un
desvanecimiento
en
un
ejercicio,
que
iba
nadando y se había ido a pique para abajo, inmediatamente la
sacaron e intentaron reanimarla pero no hubo caso; que tiempo
más tarde, un cuarto de hora más o menos, se acercó a la
profesora de Florencia, Privato, se sentó en el borde de la
pileta con ella y le preguntó qué había pasado y cómo Florencia
se había ido a pique, a lo que ella le respondió que era
inexplicable lo ocurrido, que estaba nadando perfectamente bien
y de repente había fallecido, que ella pensaba que era un
problema del corazón, porque había sido algo repentino y no
tenía explicación. Agregó que trajo el plano de la piscina que
figura en el expediente, el plano municipal del expediente de
habilitación, y en él señala el lugar donde se sentaron a
hablar, la piscina y la pileta sobreelevada, aclarando que en
las fotografías se ve con mayor claridad; que había una cuerda
de andarivel que separaba la parte baja de la profunda. Señaló
también en dicho plano la escalera de salida, dónde estaba
Florencia y dónde se sentó él con Privato, un par de metros
hacia la parte profunda, hacia la izquierda; que se sentaron
los dos solos y le preguntó a Privato qué había ocurrido y la
profesora le indicó dónde estaba ubicada, que los chicos se
tiraban al agua, llegaban hasta ella, llegó Florencia y le dio
un empujoncito para que saliera por la escalera, y después no
sabía qué había ocurrido. Agregó que ha trabajado muchos años
63
de metrólogo, es decir midiendo; que en esa conversación podría
decir que la distancia que calculó a ojo es de unos ocho
metros, que le pidió a Cecilia que le señalara dónde estaba
ella y desde allí hasta donde tenía que salir Florencia, que
eran entre siete y nueve metros y está absolutamente seguro de
que Florencia era incapaz de nadar esa distancia y salir con
vida, además de que ellos fueron muy claros cuando la anotaron,
en que la llevaban para que aprendiera a nadar; que incluso el
viernes anterior habían estado alarmados en su casa porque a
Florencia la habían llevado a la parte profunda, entonces su
señora habló con Privato y la alertó, le volvió a avisar que no
sabía nadar, le indicó que no tenía que estar en la parte
profunda y que no la llevara más ahí, a lo que la profesora
respondió que tenía conciencia de ello, que la acompañaba ella,
que no la soltaba ni un segundo ni se alejaría de ella. Señaló
en la foto de fs.94, la del medio, que allí se ve la línea de
separación, la escalera, y dónde estuvo sentado ese día con la
profesora. Añadió que cuando fueron a averiguar a “Megatlón All
Boys”
le
vendieron
la
máxima
seguridad,
incluso
hay
una
propaganda del club donde hay una frase que dice “... imaginen
una pirámide invertida... a menor edad más profesores... la
base de nuestro trabajo es la seguridad...”, que está en el
expediente y es palabras más palabras menos lo que les dijo
Giraldi; que además en una grilla que se presentó se habla de
tres profesores con sus ayudantes y el nombrado les dijo que,
aunque él no estaría con Florencia, estaba siempre por ahí
dando
vueltas
vigilando
cómo
se
hacían
las
cosas,
pero
Florencia estuvo sola con Privato en la parte profunda, donde
no hacía pie, el ayudante no estaba y las otras personas que
Giraldi prometió tampoco, sólo la guardavidas; que la sensación
que tiene es la de que los engañaron, los estafaron, les
vendieron un buzón grande como este edificio, les prometieron
la máxima seguridad para el cuidado de su hija; que Giraldi fue
el encargado de vender la publicidad de la empresa y enumeró
todas las personas que iban a estar a cargo de su hija pero
Florencia estuvo haciendo un ejercicio que no podía hacer con
la profesora Privato. Asimismo refirió que ese día su hija hizo
un ejercicio al sol cuando ingresó a la colonia, fue su primera
actividad,
luego
fueron
a
la
parte
baja
de
la
pileta
y
posteriormente con Cecilia a la parte honda donde las primeras
64
Poder Judicial de la Nación
actividades que hicieron las considera una sesión de tortura
para niños que no sabían nadar, desde el nivel del agua hasta
el borde de la pileta había una distancia importante, que se
aprecia en las fotos color, y los niños tenían que hacer un
ejercicio, tirarse al agua, llegar hasta ese borde, colgarse y
tomados del borde llegar a la última escalera que estaba al
fondo y salir, esto se hizo varias veces y los niños dicen que
les dolían los brazos; que él no mandó a su hija a hacer
musculación en la piscina y nunca vio que una persona tenga que
colgarse en estas condiciones para aprender a nadar, además no
hay dónde apoyarse para pegar un saltito y agarrarse, es decir
que los niños lo hicieron pero en condiciones de sobreexigencia
o sobreesfuerzo y esto no tiene relación con la enseñanza de la
natación. Añadió que donde se hacía dicho ejercicio había 1,70
m en la parte más baja, es decir que ningún chico hacía pie
como para impulsarse para llegar hasta el borde y esto está
reñido con la enseñanza de la natación. Asimismo se preguntó
dónde estaba en ese momento la guardavidas que debía resguardar
la vida de Florencia: estaba junto con Marcelo Avila, más cerca
del extremo de la pileta que de donde estaba su hija, por lo
que para él está más que claro que desde ahí no podía ver
absolutamente nada, más si había otras personas en el agua; que
en todos estos años el declarante no ha dejado de hacer
natación, se ha dedicado a pararse en los bordes y cuando
alguien se zambulle se para y piensa qué ve desde afuera y qué
podría hacer si fuera Florencia, en la mayoría de los casos
observa que cuando alguien se zambulle lo que pasa es que no se
la ve; que ha ido a piletas en Argentina, en España, y en
Montevideo, en todos los horarios y ello lo ha constatado en
todos los casos; que entiende que ni ese día ni los días
anteriores se veía nada y cuando la ordenanza municipal dice
que tiene que haber una plataforma sobreelevada no es un
capricho sino que es la única forma de ver lo que hay en el
fondo de la pileta; que cree que Kamenetzky nunca vio nada
abajo del agua cuando su función es ver si alguien se zambulle
y no sale más porque le da un paro cardíaco, un calambre, es
decir que su función es ver abajo, no arriba, y para poder ver
abajo hay que estar sobreelevado de lo contrario el espejo, la
65
resolana, el resplandor, interfieren e imposibilitan la visión;
que cree sinceramente que Kamenetzky no vio nada ese día y no
por casualidad, tampoco los días anteriores, y no entiende por
qué no se hallaba en el sector donde estaban los niños que no
sabían nadar; que incluso el día que el juez Lucini hizo la
inspección a “All Boys” que él y su señora presenciaron, hizo
llamar al bombero que se sumergía con la cinta métrica, lo
llamaban reiteradamente y no lo veían porque estaba en el fondo
midiendo el lugar donde estaba Florencia y ese día no había
gente y por lo tanto no había movimiento de agua, es decir que
había
condiciones
óptimas
para
la
visualización,
pero
igualmente no lo veían; que en consecuencia la presencia de dos
personas mirando desde las alturas no es un capricho de la
norma sino una necesidad, pues el riesgo de una pileta es
ahogarse; que con respecto a la reanimación destaca que el club
“All Boys” no le dio oxígeno a Florencia ni la taparon con una
manta, cuando conservar el calor corporal y suministrarle
oxígeno
son
reanimación;
las
que
condiciones
esta
necesarias
planificación
para
intentar
una
fue
absolutamente
catastrófica y se resume en lo que le dijo Privato, que le dio
un empujoncito a Florencia y ésta no salió; y que los que
planificaron esta actividad le exigieron a su hija hacer algo
que estaba más allá de sus posibilidades, exacerbando el riesgo
de una manera escandalosa. Agregó que sabe que la pileta no
estaba habilitada, porque no cumplía con la norma mencionada;
que cuando murió su hija había una guardavidas y luego hubo dos
pero no sabe cómo estarán ahora, lo que sí ve es que hay toda
una discusión en cuanto a las medidas de seguridad en la pileta
que le parecen fuera de todo lugar, pues si hay una ley hay que
cumplirla. A preguntas que se le formularon respondió: que
desde el agua hasta el borde el día del hecho había una
distancia de 40 cm; que anteriormente, el día que conocieron el
club la semana anterior el nivel del agua era similar; que
durante la semana que su hija concurrió a la colonia no le
comentó que hubiera hecho algún avance en el aprendizaje de
natación, tampoco que hubiera tenido dificultades pero sí contó
con naturalidad que la habían llevado a la parte profunda, ya
que generalmente le refería los juegos y las cosas que hacían
en la pileta. Asimismo refirió que anteriormente Florencia
jamás había tenido un desmayo o desvanecimiento; que siempre
66
Poder Judicial de la Nación
les llamó la atención el interés de la gente de “Megatlón All
Boys” en enfermar a Florencia, incluso a él ese día le hablaron
de un problema cardíaco y hasta el portero en la puerta le dijo
que era epiléptica, decían que no sabían por qué se había ido
para abajo, que Giraldi le dijo “hicimos así y la sacamos” y no
se explicaban qué podía haber pasado; que Florencia tenía una
intensísima vida social, iba por lo menos una vez por semana a
la casa de sus amigas, el sábado anterior tuvo un “pijama
party”, incluso una maestra dijo que era muy querida por sus
compañeras, porque siempre estaba atenta a sus necesidades y
así era, las niñas hacían turno para venir a su casa a jugar y
él tenía que discutir con los padres todos los días en la
puerta del colegio para ver a quién se llevaba a su casa, y
esto lo menciona porque cuando estos padres vengan a declarar,
padres que la tuvieron días en sus casas, pueden mencionar si
observaron alguna dificultad o problema en la niña; que sus
compañeros de colegio no coincidían con los chicos de la
colonia de “All Boys”, sí con los de “Imperio”. Añadió que la
pileta grande tiene 26 x 15m, y la chica 8 m x 4m más o menos;
que normalmente a las 16 el dicente iba a buscar a sus hijos
cuando salían y estaba con ellos en la pileta chica; que cuando
inscribió
a
habilitada
sus
pero
hijos
en
confió
la
en
colonia
que
no
sabía
tenían
la
si
estaba
suficiente
responsabilidad y criterio como para tenerla habilitada, aunque
tiempo después vio una nota del juez Bergés pidiendo que
trajeran la habilitación, luego el club respondió y ahí supo
que no estaba habilitada, entonces dijo a su mujer que esta
gente
estaba
al
margen
de
la
ley;
que
el
club
ante
los
requerimientos contestaba que hacía calor, que había más de mil
chicos, por lo que evidentemente no tenían la habilitación; que
a él no le consta que hubiera esa cantidad de chicos, además
hicieron
mención
de
una
cantidad
enorme
de
socios,
del
extraordinario éxito económico y la forma en que funcionaban
las finanzas del club, lo cual le llamó la atención porque
ningún juez llamó a Bugallo o a Storchi para preguntar sobre
las finanzas del club, pero ellos se explayaron al respecto
aunque esto no tiene ninguna importancia; que incluso Bugallo
dijo que estaba tranquilo porque le habían informado que la
67
cuota de los seguros estaba al día, lo cual al declarante lo
dejó muy preocupado, pues quiere decir que cuando se planificó
la actividad en el club lo que había era esto, Privato con
Florencia y trece chicos más. Asimismo agregó que cuando vio en
el
expediente
sobreelevada,
cómo
se
considera
discute
que
el
sólo
tema
desde
de
la
la
plataforma
más
profunda
ignorancia se puede cuestionar esa norma; que Giraldi no es la
persona más indicada para decir si hace falta o no; que debe
colocarla y listo, si es lo que dice la norma; que entiende que
es lo que Storchi, Bugallo y Giraldi tendrían que haber hecho,
como también Kamenetzky si advertía que no venía nada, era
decir lo que estaba pasando, esto es que ahí abajo no se ve y
si ocurría una desgracia nadie se iba a dar cuenta, es decir
que ellos podrían haber asegurado lo esencial, que es que en
esa pileta no se ahogue nadie, y es evidente que por no haber
otro guardavidas y estar posicionados como estaban fue Giuliano
Bacchi el que se dio cuenta de dónde estaba Florencia; que sabe
que a la pileta le taparon la canaleta perimetral; que uno de
los padres de los chicos le comentó que su hija, haciendo el
mismo ejercicio que Florencia, no iba llegar entonces cuando se
dio cuenta de ello y de que corría peligro de ahogarse decidió
nadar por abajo y llegar hasta la escalera, luego la niña
cuando salió se lo contó a su madre y ésta la retiró del club,
previo avisar a Giraldi, es decir que hubo por lo menos cuatro
padres que se lo dijeron al nombrado. El testigo continuó
diciendo
que
en
los
días
anteriores
su
hija
no
le
hizo
referencia a que hubieran hecho ejercicios inhumanos; que el
viernes anterior sí le comentó que estaba muy cansada pero no
le dio tiempo a reaccionar ni a hacer nada, intentó hablarlo
con ella y entre una cosa y otra pasó la conversación y lo que
quedó planteado para esa semana a nivel de familia era qué
hacían con esto, si seguían o no, pero no lo terminó de hablar
con detalle con su hija ni pudo saber a qué se refería ella el
viernes; que el único comentario que le hizo era que los
ejercicios que había hecho en la pileta, eran en la parte
profunda. Asimismo aclaró que su hija fue operada de adenoides
por el médico Chinsky, que luego hizo el seguimiento, y la
única recomendación que hizo fue que no buceara porque se le
podían infectar los oídos; que él preguntó si había algún
peligro y el doctor dijo que no, que podía ir con total
68
Poder Judicial de la Nación
tranquilidad a la pileta y que el riesgo era por la presión del
tímpano y que hubiera una infección bacteriana, en cuyo caso
tendría que dejar de ir a la pileta, le molestaría la cabeza
etc, por lo que le indicó que nadara por arriba y no pasaría
nada.
Finalmente
mencionó
que
conoce
el
instructivo
de
“Megatlón” por haberlo visto en el expediente, es decir que lo
vio después, que no recuerda qué dice sobre la parte baja ni
recuerda que mencionara algo sobre que en el “nivelito 2" los
podían llevar a la parte profunda para vencer el miedo, pero
evidentemente no se lo mostraron cuando la inscribieron a
Florencia y no se lo mostró Giraldo; que ellos tenían temor de
operar a Florencia por el tema de la anestesia general, pero un
médico les aconsejó que fueran al Dr. Chinsky, que era el
mejor, entonces el nombrado les dijo que no había ningún
problema
en
que
su
hija
practicara
natación,
pero
le
desaconsejaba que buceara, es decir que fue claro y categórico;
que el club “Imperio” no satisfizo sus expectativas porque
ediliciamente el club dejaba mucho que desear, “se caía a
pedazos”, además tenía una situación de quiebra financiera y su
hija dijo que no estaba contenta con ir ahí, pero no tiene
quejas en cuanto a la custodia en la piscina, además que cree
que hubo algún incidente pero no lo recuerda; que sabe que en
“All Boys” no hubo fiscalización porque el club no estaba
habilitado; que no conoció el club “All Boys” antes de ser
concesionado;
que
su
hija
asistió
al
club
“Imperio”
aproximadamente la última quincena de diciembre, pues en enero
se fueron de vacaciones a Córdoba; que el cambio de institución
y la disconformidad lo conversaron entre todos en familia, cree
que la última quincena de diciembre, pero la decisión de
cambiar no puede decir que haya sido inmediata, fue algo que
decidieron
entre
concurrieron
a
todos
una
sobre
pileta,
la
marcha;
Florencia
se
que
bañó
en
y
Córdoba
su
mujer
insistió mucho en que aprendiera a hacer flotación parada, pero
después jugaba en la parte baja de la pileta, además con su
mujer intentaron enseñarle a nadar; que no sabe si su mujer le
dijo a Privato que no la llevara a la parte honda, pero si está
absolutamente seguro de que le manifestó su máxima preocupación
porque estaba en la parte honda y no sabía nadar; que quedaron
69
en que su mujer hablaría con Privato y luego a la tarde ella le
comentó que le había dicho eso a Privato; que, según lo que le
comentaron, cuando Giuliano le dijo que Florencia estaba debajo
del agua Privato lo que hizo fue avisar a la guardavidas que la
sacara del agua.
ALBERTO CHINSKI expresó que conoció a la menor que
falleció
por
haberla
operado;
que
padecía
otitis
media
secretora, que es una secreción que se produce detrás del
tímpano
y
generalmente
está
relacionada
con
hipertrofia
adenoidal, secreción mucosa, etc; que ante la evolución y
persistencia
del
proceso
se
planteó
a
los
padres
la
conveniencia de sacar las adenoides y colocar un tubo de
ventilación que reemplaza el funcionamiento de la trompa de
Eustaquio y permite la ventilación; que entonces se realizó el
procedimiento
con
éxito
habiéndose
realizado
estudios
prequirúrgicos: análisis de sangre, ecocardiograma, etc; que la
niña evolucionó favorablemente y luego de un tiempo los tubos
de ventilación cayeron espontáneamente, se testeó cómo estaba,
estaba bien y tiene estudios que lo certifican, y se le dio el
alta. Añadió que a la pregunta puntual de los padres si su hija
podía empezar a aprender a nadar, ya que había estado limitada
cuando tenía los tubos de ventilación y esta afección complica
la natación, caídos que fueron los tubos y se le cerró el
tímpano pudo comenzar a practicar bien, libremente. Aclaró que
la caída de los tubos prácticamente siempre es espontánea y en
este caso el tímpano estaba perfecto, cerrado, de lo contrario
no le pudo dar el alta, pues queda una perforación, lo cual no
ocurrió en este caso; que el alta fue el 13 diciembre de 2000 y
el
tubo
se
extrajo
el
25
de
octubre
de
2000,
según
las
constancias que tiene en su poder; que el tubo, mal llamado
“diábolo”, cae hacia el conducto auditivo externo y de ahí se
extrae, es decir que queda desprendido; que para colocar el
tubo hay que hacer un agujerito en el tímpano y se coloca medio
tubo dentro del oído medio y medio afuera; que con el correr de
meses o años el tubo de ventilación, por el crecimiento, tiende
a ser expulsado y finalmente se expulsa hacia el oído externo
entonces inmediatamente el oído trata de regenerarse y cierra
la perforación que tenía, haciendo incapié que en los niños se
cierra
en
horas
y
eventualmente
en
días;
que
cuando
la
timpanometría es normal la persona puede hacer vida normal
70
Poder Judicial de la Nación
absoluta en la pileta; que con respecto al riesgo de infección,
una vez cerrado el oído tiene el mismo riesgo que cualquier
chico de esa edad, aclarando que la trompa de Eustaquio se
normaliza en su funcionamiento alrededor de los 8 años; que las
trompas tienen salida a la faringe y por eso los niños no
tienen que hacer natación cuando tienen 2 o 3 años, ya que las
piletas de natación son fabricantes de problemas para los niños
de esa edad, no así para los de 7 a 8 años porque ya está
funcionando bien, por eso hay otitis en los más pequeños, ya
que la trompa es distinta. A preguntas que se le formularon
respondió que el buceo no es lo mejor para nadie, pues primero
hay que aprender a flotar, nadar y meter la cabeza en el agua,
pero no tiene nada que ver con la operación; que de entrada no
es lo mejor que bucee pero tampoco es lo peor, lo mejor es que
vaya progresivamente, primero metiendo la cabeza en el agua, es
decir que no está contraindicado el buceo si la timpanometría
está bien; que una vez dado de alta puede hacer cualquier cosa;
que no se aconseja usar tapones para los oídos después de la
operación ya que no tiene sentido, es como ponerse un broche en
el
dedo
del
pie,
sí
sirve
cuando
hay
otitis
externas
recurrentes, es decir un problema de piel, pero en un oído
normal no tienen para qué usarse. Añadió que los últimos
estudios fueron dados en la fecha del alta, diciembre de 2000;
que los estudios prequirúrgicos realizados fueron: coagulograma
completo, glucemia, grupo sanguíneo, H.I.V., hemograma y orina
completos, electrocardiograma y evaluación de riesgo quirúrgico
y los resultados fueron normales, por eso se la intervino; que
los estudios se realizaron el 7 de septiembre de 1998, pero no
tiene registrada la fecha de la intervención; que se evaluó si
tenía
alguna
patología
cardíaca
en
el
estudio
de
riesgo
quirúrgico y como no la había se realizó la operación; que era
una nena sana y no tenía problemas cardíacos, lo único que
tenía era una pérdida auditiva temporaria por la otitis media
secretora; que la niña no usaba fármacos o antidepresivos
específicos, que él sepa no, pues era una nena normal y no
tenía problemas; y que la otitis que refirió no puede tener
vinculación con un ahogamiento por sumersión. Al exhibírsele la
audiometría reservada, la reconoció. A otras preguntas que se
71
le
realizaron
específicamente
en
relación
a
los
tubos
de
ventilación respondió que si le dijo a la profesora que su hija
tenía tubos de ventilación se habrá expresado mal, en cambio si
le señaló que tuvo tubos dijo lo correcto, si le manifestó que
no podía bucear no era incorrecto, y si le dijo que de entrada
no podía bucear es lógico, pues primero tiene que aprender
otras cosas; que seguramente tenía convenido para marzo que se
iban a volver a ver y chequear antes de empezar las clases; que
al momento en que le sacó el tubo no tenía otitis, aclarando
que en el mes de enero no la atendió.
JOSÉ ANGEL PATITO al exhibírsele los informes de fs.
164/169, 370, 3667/3672 y 4228/4229, los reconoció. Asimismo
agregó que descarta toda otra causa de muerte y que ésta se
produjo por asfixia por sumersión, exclusivamente; que el
proceso
que
lleva
a
la
muerte,
por
lo
que
figura
en
la
autopsia, puede variar entre tres y diez minutos, también puede
ser antes; que el cuerpo se hunde, ahí comienza la entrada de
agua en la vía aérea con ruptura de tejido pulmonar, que es lo
que se ve en la autopsia y lleva a la constatación del elemento
que hace al diagnóstico, el plancton, y se produce la muerte,
porque
la
presencia
de
agua
en
la
vía
aérea
impide
el
intercambio respiratorio, de oxígeno; que por el peso de los
órganos y entrada del agua que tuvo el organismo no se puede
determinar el tiempo que la persona estuvo sumergida después de
muerta, salvo cuando el cuerpo permanece más de seis horas, ya
que en esos casos se advierte maceración en la piel, pero si el
cuerpo se extrae enseguida, no se puede establecer, pues no hay
cambios que permitan determinar ese tiempo de permanencia
posterior a la muerte; que cuando comienza este proceso de
ingreso de agua la pérdida de conciencia es inmediata porque no
llega oxígeno al cerebro. Aclaró que todos los tejidos precisan
oxígeno pero el cerebro es el que requiere más, utiliza el 20%
del oxígeno total, y cuando hay un déficit de aporte es el
órgano que primero se resiente, por lo tanto hay pérdida de
conocimiento
inmediato
aunque
puede
haber
movimientos
involuntarios –convulsiones-, pero la pérdida de conocimiento
no se recupera y en pocos instantes se produce la muerte; que
si se socorre a una persona de un proceso de sumersión se debe
desobstruir la vía aérea inmediatamente; que la reanimación
cardiopulmonar tiene como fin restablecer la actividad cardíaca
72
Poder Judicial de la Nación
y desobstruir la vía aérea; que la técnica la realizan los
médicos
especializados,
respiración
boca
a
boca,
masaje
cardíaco externo y si es posible apoyo de otras medidas como el
aporte de oxígeno, pero luego de más de 10 o 15 minutos las
maniobras son inefectivas, es decir que tienen sentido cuando
se efectúan en ese período de inconciencia, que no supera los
diez minutos, pues ahí el tejido nervioso se destruye y es
imposible la recuperación, aún haciendo las maniobras; que en
ese período tienen efectividad si se realizan con la persona en
estado de inconciencia, no así con paro cardiorrespiratorio que
significa muerte, es decir que si no tiene paro todavía se
puede restablecer la actividad cardíaca, pero las maniobras
deben
hacerse
inmediatamente
de
extraído
el
cuerpo,
sin
dilación; que el paro cardiorrespiratorio se produce a los diez
minutos de sumersión, a veces antes, a los cinco minutos; que
si las maniobras se hacen rápidamente puede restablecerse el
ritmo cardíaco pero insiste en que ello debe ser inmediato; que
en este período de hasta diez minutos el corazón deja de
funcionar pero puede llegar a restablecerse el ritmo cardíaco
aunque es un plazo muy corto el que permite el éxito de estas
maniobras. Explicó asimismo que las livideces en zona dorsal
que se mencionan en la autopsia son fenómenos cadavéricos por
el movimiento de la sangre, si la persona está decúbito dorsal
aparecen manchas azules en la espalda, es decir que indica la
posición en que quedó el cadáver después de la muerte, es un
fenómeno “post mortem”; que ello se produce una vez que se
extrae a la persona y se la deja acostada o en un lugar fuera
del agua, en el lugar en que esté, pero reitera que es “post
mortem” y guarda relación con la posición en que quedó el
cadáver. En cuanto a lo asentado en los informes de fs. 3667 y
4228, dijo que se nombran una serie de posibilidades teóricas
pero
para
poder
confirmarlas
necesitaría
los
antecedentes
previos de la persona, la historia clínica, saber si durante su
vida fue examinada por médicos, pediatras, y si en algún
momento
se
detectó
una
anomalía
cardíaca
si
se
hizo
un
electrocardiograma; que las referidas son anomalías de tipo
funcional y por eso dice que son posibilidades teóricas y que
para confirmarlas hay que tener en cuenta los antecedentes y
73
las condiciones en que se produjo la muerte; que de todos modos
la práctica de la autopsia no permite con los medios de que
disponen detectar este tipo de anomalías que son alteraciones
funcionales;
que
si
tuviera
a
la
vista
los
estudios
prequirúrgicos podría responder las preguntas planteadas, pero
aclara que hizo el informe con el Dr. David que es cardiólogo,
mientras que el dicente es patólogo. Al exhibírsele la carpeta
con los estudios realizados a la menor manifestó que hay un
estudio del “Instituto Cardiovascular Infantil”, de octubre de
1997,
donde
se
habla
de
estructuras
normales,
un
estudio
radiológico de 1999, que indica que el corazón está dentro de
límites normales y no hay anormalidades en campos pulmonares,
una
radiografía
de
tórax
sin
alteraciones,
etc.;
que
las
enfermedades por las que se le preguntó en la pericia son
congénitas; que algunas podrían haber surgido de los informes,
otras no pues en los Estados Unidos hubo casos donde estudios
genéticos demostraron que había alteraciones de tipo genético
que ocasionaban trastornos cardíacos, después de los quince
años; que sin embargo en este caso ello no fue causa de muerte
y
en
la
autopsia
no
encontraron
patologías
congénitas
ni
adquiridas, no había alteraciones, cardíacas, pulmonares o
cerebrales. Asimismo explicó que
el plancton es un elemento
más en el diagnóstico, no es decisivo y es un dato cualitativo,
no cuantitativo, hay o no hay; que si hay quiere decir que la
muerte se produjo dentro del agua; que a veces cuando se
rescata a una persona del agua les preguntan a los peritos si
cayó muerta al agua o si murió adentro del agua y uno de los
elementos para determinarlo es lo que se describió en la
autopsia más el plancton, que son partículas que están en todas
las aguas, con diferentes características según los lugares, es
decir que si la persona se hunde viva entra el plancton y se va
a
detectar
en
la
sangre
del
corazón,
hígado,
riñones,
y
entonces la positividad del plancton indica que la persona cayó
con vida, respiró abajo del agua y murió en el agua, pero no
indica el tiempo de permanencia ni la duración del período
agónico; que es un elemento de gran valor pues, a título de
ejemplo, en un caso en que se encontraron restos óseos, se
investigó la existencia de plancton en la médula ósea, lo que
quiere decir que el sujeto cayó con vida en el agua; que al
momento de la autopsia los pulmones estaban aumentados de
74
Poder Judicial de la Nación
tamaño y de peso por la presencia de agua; que el peso normal
para una niña de su edad es de 170 gramos, en este caso el
pulmón izquierdo pesaba 250 gramos y el derecho 510 y el
aumento de peso se debe a la presencia de agua, lo cual fue
confirmado por el estudio histopatológico; que el peso del
pulmón
no
tiene
relación
con
la
duración
del
proceso
de
ahogamiento, es lo mismo que el plancton, el agua entra o no
entra, si entra determina la presencia de agua en los pulmones
y el aumento de peso; que en la persona que cae muerta al agua
el peso no aumenta porque no respira abajo del agua y no entra
agua en los pulmones; y que con la pérdida de conciencia la
persona hace inspiraciones y expiraciones profundas, entonces
traga agua, ésta entra violentamente en la vía aérea y se queda
ahí. A otras preguntas contestó que la muerte súbita es la
muerte que se produce en forma inesperada y en personas que
gozaban de un aparente estado de buena salud; que se divide en
dos
grupos:
infantil
y
del
adulto,
y
ambas
tienen
estas
característica; que habla de un estado de buena salud aparente
porque quizás había una patología y no fue detectada; que en el
caso de la muerte súbita infantil hay dos subgrupos: la del
lactante, antes del año de vida, que es muy frecuente, y la que
se produce hasta los 18 años, y las más frecuentes de esta
última son las malformaciones arteriovenosas del cerebro y en
muy pocos casos las alteraciones cardíacas; que las arritmias
pueden ser eventual causa de muerte súbita pero no es muy
frecuente, aclarando que en su práctica hacen 3500 autopsias
por año y observan que es frecuente en lactantes pero no ven
muchos casos de muerte súbita infantil y los pocos casos que
vieron responden a patologías de malformaciones vasculares,
arteriovenosas
del
cerebro
o
por
ruptura
de
aneurismas
congénitos en el cerebro, sin que hayan visto otras patologías,
es
decir
que
es
poco
frecuente
según
su
experiencia,
prácticamente inexistente; que la muerte súbita se produce de
forma rápida en una persona que tiene buena salud y el período
agónico no supera la hora; que en los adultos por hemorragia
cerebral a veces es tan masiva que la muerte es inmediata, pero
cuando el proceso supera la hora ya no es muerte súbita.
Asimismo explicó que en los casos de arritmias en que hay
75
pérdida de conocimiento ésta es inmediata, puede durar segundos
o no, y no todas las arritmias dan pérdida de conocimiento,
sólo las graves; que otras producen paro cardíaco y la pérdida
de conocimiento es inmediata; que en este caso descarta una
arritmia
con
pérdida
de
autopsia
le
demuestra
conocimiento
que
hubo
y
muerte
fenómenos
porque
vitales,
la
hubo
circulación, respiró abajo del agua y toda la autopsia indica
que hubo vida, no que hubo una arritmia, es decir que no murió
y se hundió sino que se hundió viva, por lo que descarta
entonces la muerte súbita por causa cardíaca; que las arritmias
no se detectan en la autopsia, pero ya explicó por qué en este
caso descartó la arritmia; que si la persona tiene una arritmia
y está en estado de inconciencia no significa que no funcione
el
corazón,
sino
que
pierde
el
conocimiento
pero
hay
respiración y circulación; que en este caso la muerte no fue
consecuencia de una arritmia, pues si lo hubiera sido se
hubiera hundido muerta. Añadió que sí pudo haber sido, porque
no lo puede afirmar ni descartar, una pérdida de conocimiento
por una arritmia o por un reflejo vasovagal; que hay personas a
las que en contacto con el agua se les produce una reacción
fisiológica,
una
disminución
de
la
frecuencia
cardíaca,
hipotensión y pérdida de conocimiento; quiere decir que cuando
una persona se hunde en el agua pueden ocurrir dos cosas: que
se hunda muerta o que se hunda con vida, con vida no significa
que esté despierta, puede estar inconsciente pero hay vida
porque hay circulación y respiración, que si se hunde muerta no
se encuentra nada de lo que halló en esta autopsia (edema,
plancton, etc), entonces hace el diagnóstico por exclusión, si
no tiene nada que le explique la muerte por sumersión, entonces
dice que se hundió muerta. Asimismo explicó que en casos como
éste, la persona se hunde con vida, porque se ve el edema,
plancton, congestión de los órganos; que una posibilidad es que
no sabía nadar, la pusieron en un lugar más hondo y se hundió y
nadie la vio; que otra posibilidad es la que dijo recién, que
haya habido no una arritmia porque en ese caso la persona se
hunde muerta, pero en el campo de las suposiciones, es posible
que por susto o porque tenía miedo o por algún otro motivo que
desconoce, haya hecho una reacción como tenemos todos, como
alguien
que
vasovagal,
ve
es
sangre
decir
y
que
se
desmaya,
eso
pudo
haber
tenido
76
es
un
una
reflejo
reacción
Poder Judicial de la Nación
vasovagal, perdió el conocimiento y se hundió, pero como estaba
con vida, se hundió, siguió respirando bajo el agua y luego
murió, por eso dijo que murió por asfixia por sumersión.
También aclaró que el reflejo vasovagal no tiene que ver con la
arritmia; que esta reacción vasovagal muchas veces puede llegar
a la muerte cuando el agua está muy fría, en este caso no, y se
da en personas que tienen alguna patología persistente, por ej.
un asmático; que la otra forma de reacción vasovagal se produce
ante
hechos
que
conmueven,
provocan
reacciones
de
tipo
afectivo, miedo, cólera, temor; el ejemplo típico es el que
dijo de la sangre, donde la persona pierde el conocimiento pero
no se muere, se recupera enseguida, y en caso de que esta
reacción se produzca en un medio acuoso, como hipótesis, pierde
el conocimiento y se hunde, no hay otra posibilidad, pero no es
una arritmia, es una reacción fisiológica y la persona se
recupera, es el desmayo típico, pero en casos como éste podría
producir la muerte porque la persona se hunde; que en este
supuesto
la
posibilidad
de
un
reflejo
vasovagal
es
una
respuesta fisiológica que no tiene sustrato anatómico y él no
lo puede demostrar; que si bien puede parecer difícil que
ocurra en una persona que ya tuvo contacto con el agua, un día
de
verano,
puede
haber
otros
factores
que
perturbaran
su
psiquismo: un reto, temor, un chico puede tener un montón de
fantasías.
Agregó
que
no
pudo
determinar
si
había
alguna
arritmia que pudiera provocar pérdida de conocimiento, desde el
punto de vista anatomopatológico; que sólo son detectables
cuando hay estudios previos; que entre otras posibles causas de
pérdida de conocimiento mencionó la hipoglucemia, que es el
descenso del nivel de azúcar en la sangre, otras causas pueden
ser el ayuno, patologías, administración de fármacos, pero en
la
autopsia
no
lo
puede
determinar,
además
los
cambios
cadavéricos modifican el nivel de glucosa; que en cuanto a la
hipocapnia es el descenso de oxígeno en sangre y aumento del
anhídrido carbónico; que ello produce pérdida de conciencia que
si es muy grave puede llegar a la muerte; que produce fenómenos
convulsivos, que son movimientos involuntarios que se producen
por hipoxia cerebral, por ejemplo se ve en las asfixias por
compresión del cuello, se producen movimientos involuntarios de
77
los miembros, también se ven en la epilepsia, donde hay más
trastornos de tipo neurológico, eléctricos, más debidos al
déficit de la circulación. Preguntado respecto a esta patología
contestó
que
estos
movimientos
respiratorios
reflejos
son
automáticos que están regulados por el centro respiratorio, por
eso están en el sistema nervioso, en el bulbo, por eso al haber
déficit de oxígeno las estructuras que más se resienten son los
centros que regulan la circulación y la respiración; que en ese
caso hay movimientos convulsivos pero dentro de un contexto
general de estado de inconciencia y de trastornos respiratorios
y circulatorios que si se prolongan pueden llegar a la muerte;
que la hipocapnia es un fenómeno que coexiste con los que
estamos hablando, la asfixia fundamentalmente es un déficit de
oxígeno, por eso se habla de hipocapnia; que dentro de ese
cuadro hay movimientos de aspiración, cuando una persona se
sumerge y no sabe nadar hace movimientos respiratorios bruscos,
donde el agua entra y sale bruscamente por la vía aérea por eso
llega a los pulmones, los rompe, el agua pasa a la circulación,
por eso más que de hipocapnia prefiere hablar de hipoxia
cerebral, donde el déficit de oxígeno lleva a la muerte.
Siguiendo su explicación en lo que respecta a las arritmias, al
síndrome de Brugada y de QT largo, refirió que el segundo se
caracteriza por trastornos cardíacos y la base es un trastorno
del
ritmo
cardíaco,
aclarando
que
QT
es
un
tiempo
del
electrocardiograma; que ello no se detecta en una autopsia,
como ninguna de las arritmias; que hay dos tipos de QT largo,
uno
es
congénito
aclarando
que
acá
y
se
la
acompaña
niña
no
muchas
tenía
veces
ese
de
sordera,
problema,
y
el
secundario, que se debe al uso de fármacos que ya señaló, pero
la niña no tenía nada de eso; que el síndrome de Brugada fue
descripto hace poco tiempo en los Estados Unidos ante un número
elevado de muertes en adolescentes y donde la autopsia no
determinaba la causa de la muerte; que se hicieron estudios
genéticos y demostraron que había una alteración genética que
condicionaba un trastorno del ritmo; que una vez detectado esto
en un chico que fallece se investiga en el resto de la familia
y hay medicación para tratarlo, de ahí la importancia de su
diagnóstico, pero es un estudio que acá no se hace, estamos muy
lejos hoy de poder llegar a eso; que en este caso la patología
es congénita, viene de nacimiento, no es adquirida. Explicó que
78
Poder Judicial de la Nación
cuando se refirió a que vio pocos casos de muerte súbita en
niños por arritmias, se refiere a su trabajo en la morgue,
aclarando que a veces llegan casos de gente de provincias que
mueren
en
esta
ciudad,
pero
ya
dijo
que
son
casos
muy
excepcionales. En cuanto a la mecánica del ahogamiento de una
persona que flota, por su experiencia en la morgue explicó que
cuando una persona está viva en el agua la muerte se produce
por un accidente, por suicidio o por homicidio, si sabe nadar
flota, y si no sabe nadar hay que tener en cuenta el estado de
temor que aumenta la indefensión, cuando se va hundiendo hace
movimientos
desesperados
por
salir,
hace
inspiraciones
y
expiraciones y ahí entra el agua en la vía aérea, se va
hundiendo, pierde el conocimiento, hay fenómenos convulsivos y
en 3, 5 o no más de 10 minutos se produce la muerte; que en el
mar el cuerpo se hunde y aparece en un lugar distante llevado
por la marea, pero si es en una pileta queda en el fondo; que
este proceso que lleva a la muerte y demora entre tres y diez
minutos no sufre variaciones si la sumersión se produce con la
persona consciente o inconsciente; que hay casos descriptos en
Canadá de chicos de menos de dos años que se han sumergido con
el agua a muy baja temperatura y han sobrevivido varias horas
porque el agua helada disminuye los procesos metabólicos, como
se hace al someter a hipotermia para operar, pues el cerebro
necesita menos oxígeno y puede resistir más tiempo; que el caso
que analizamos puede estimar que estuvo sumergida entre tres y
diez minutos; y que si se hubiera realizado alguna práctica de
reanimación
antes
de
los
diez
minutos
habría
habido
una
posibilidad de éxito. Afirmó que al realizar el examen externo
detectó una impronta en la boca (“comisura labial derecha
impronta de color rojizo amarillento...”), que se debe a una
maniobra tardía de resucitación, pues el color amarillento
indica que ya estaba fallecida; que en cuanto a otras improntas
que se marcan en el examen (“pliegue de codo con escasos signos
de vitalidad”) indican que trataron de reanimarla, “escasos
signos” quiere decir que estaba muerta, es decir que fue
tardío, y la referida al “tercio medio de pierna derecha...
equimosis”
es
un
golpe
reciente,
pero
sin
idoneidad
para
provocar la muerte y es vital. Asimismo, explicó que en la
79
hipótesis del sincope vasovagal y de rescatarse inmediatamente
a la persona hay muchas posibilidades de recuperación y no
necesariamente se produce la muerte. Al exhibírsele un trabajo
aportado por la Sra. Fiscal del Hospital Italiano, de un
profesor
de
sumersión”,
pediatría
manifestó
“secuencia
que
no
de
está
eventos
de
durante
acuerdo
con
la
esas
conclusiones que allí se vierten. Finalmente expresó que cuando
se presenta la hipoxia se produce la pérdida de conocimiento,
la persona no tiene conciencia de lo que ocurre y tiene
movimientos involuntarios instintivos, entre ellos inspiración
y expiración brusca, pero nada consciente. Al ser confrontado
con las explicaciones que brinda en su libro de Medicina Legal
dijo: los procesos de ahogamiento duran entre 4 y 12 minutos y
en esta audiencia mencionó de 3 a 10 minutos responde que la
medicina no es matemática y son tiempos estimativos; que no
puede decir si el proceso de hundimiento fue acompañado de
algún tipo de gesto.
JOSÉ MARÍA DAVID al exhibírsele el informe de fs.
4228/4229 y lo ratifica; y al mostrarse la carpeta con los
estudios previos practicados a la víctima refirió: que el
electrocardiograma de la niña es normal, no tiene patología, no
hay ningún signo electrocardiográfico que indique que fuera
portadora de alguna de las tres patologías que se mencionaban
en el informe; que si bien la última de estas patologías tiene
alguna
variante
llamada
oculta
que
puede
no
aparecer,
la
mayoría se pueden determinar en electrocardiogramas como éste,
lo mismo pasa con el síndrome de Brugada, puede tener algunas
formas
que
se
pueden
desenmascarar
con
un
estudio
más
específico, pero de todos modos con este electro puede decir
que la menor no tenía ninguna patología, teniendo también en
cuenta también su edad; que además tiene un ecocardiograma
absolutamente normal, es decir que no hay cardiopatía orgánica
o estructural; que esto se condice con los hallazgos de la
autopsia en cuanto a que no había una cardiopatía congénita o
estructural;
que
estas
tres
patologías
que
mencionó,
congénitas, son funcionales y pueden no tener hallazgos en la
autopsia, que puede ser normal, es decir que aquéllas afectan
la funcionalidad y no la anatomía. Añadió que el ecocardiograma
muestra la estructura del corazón y que la función era normal;
que teniendo a la vista estos estudios amplía la contestación
80
Poder Judicial de la Nación
del punto 2) del informe ya que con el electrocardiograma
afirma que la menor no era portadora de ninguna de estas tres
patologías; que los datos importantes de la historia clínica
que mencionó en el informe serían datos clínicos, es decir si
había tenido consultas previas por palpitaciones, desmayos, o
si
algún
miembro
de
la
familia
tiene
alguna
de
estas
patologías. A otras preguntas respondió que no hay un tiempo
exacto o preciso para que el rescate de una persona que ha
estado
sumergida
sea
efectivo
y
pueda
reanimarse;
que
la
afectación cardíaca en la asfixia es secundaria a la falta de
oxigenación, en el caso de sumersión hay una dificultad del
organismo para oxigenar la sangre y ello tiene como efecto
final la afectación cardíaca, uno puede hablar de no menos de
tres a cinco minutos, pero hay dos aspectos: puede llegar a
recuperarse el ritmo cardíaco, para lo cual no deben pasar más
de diez o quince minutos, y a veces se recupera pero el
paciente
queda
con
daño
neurológico,
ya
que
las
células
nerviosas son más sensibles a la falta de oxigenación; que
básicamente cuando se hace la resucitación en un caso como éste
las medidas a tomar son: a) mantener la vía aérea permeable,
tratar de tener un acceso a la vía aérea, lo que se logra con
la intubación; b) mantener una buena oxigenación, para lo cual
se hace el “bolseo”; y c) circulación, con el masaje cardíaco;
que luego de esta secuencia se va haciendo de manera rítmica
manteniendo el masaje cardíaco, de tres a cinco masajes y luego
una respiración, se ventila al paciente con una bolsa de
oxígeno, si se la tiene; que para la intubación se usa un
laringoscopio, un aparato que es como una pinza en “L” que
tiene una luz en el extremo, se introduce por la boca y con eso
se puede mirar, ver las cuerdas vocales y ver que se está en la
vía aérea, ya que detrás está el esófago, y por la laringe se
va hasta la tráquea; que a veces es dificultoso; que además hay
que tratar de mantener la oxigenación y también se puede usar
una bolsa con aire ambiental; que esto lo puede hacer una
persona entrenada con respiración boca a boca en caso de no
tener los elementos, al igual que el masaje cardíaco; que la
compresión abdominal para retirar el agua no es conveniente
porque lo que uno logra muchas veces es que se produzca un
81
vómito o regurgitación de líquido y que esto pueda pasar a los
pulmones; que en este caso probablemente el pulmón estuviera
inundado y si se quiere evaluar el estómago hay que colocar una
sonda nasogástrica que llega hasta él y con eso se evacúa; que
entonces la producción del vómito es contraproducente, pero
aclara que se puede producir espontáneamente; que antes de
cualquier maniobra hay que mantener la vía aérea permeable y
aislada, se coloca el tubo, que tiene un manguito, lo infla y
lo aísla del tubo digestivo, entonces aunque haya vómito no hay
aspiración. Agregó que el ingreso de plancton al corazón es
posible porque la vía de ingreso del agua es la vía aérea, pasa
por la boca, faringe, laringe, traquea, bronquios, bronquiolos,
formados por alvéolos, los alvéolos están separados de los
vasos
sanguíneos
por
una
membrana
formada
por
células
permeables (membrana alveolo capilar), entonces pasa a las vías
circulatorias y luego a las vías cardíacas; que no se encuentra
plancton cuando la muerte se produce antes de la sumersión.
Asimismo, explicó que si la persona se desvanece en medio
acuático y se hunde con vida, la autopsia dirá signos de
asfixia por sumersión, aclarando que el cuadro sincopal es un
cuadro funcional y la autopsia no puede determinar si hubo o no
pérdida de conciencia previa, es decir que la conclusión sería
la misma, asfixia por sumersión; que en cuanto al síndrome de
QT largo, explica que el QT es una medición que se hace en el
electrocardiograma, las ondas se denominan por letras, onda P,
complejo QRS y onda T, entonces QT es la distancia que va desde
el inicio del complejo QRS hasta que finaliza la onda T, y
cuando esto está prolongado favorece las arritmias; que para
cada latido se necesita una descarga eléctrica, durante cada
contracción y cada descarga hay pasaje de un ion hacia adentro
y
salida
de
otro,
esto
determina
una
polaridad
o
carga
eléctrica y en el caso del QT prolongado lo que sucede es que
la duración de lo que sería la descarga eléctrica es más
prolongada, al prolongarse puede suceder que en un lugar está
empezando y en otro lugar ya concluyó la actividad, y esta
dispersión de polaridades hace que se produzca una corriente
eléctrica y esto genere las arritmias, lo cual puede ser
congénito (de nacimiento) o adquirido, en este último caso
producido por medicamentos, que es la causa más frecuente,
también por disminución del potasio o magnesio. Asimismo dijo
82
Poder Judicial de la Nación
que en la autopsia no puede determinarse si una falla cardíaca
se produjo por QT largo u otro motivo; que en el caso concreto
si la niña no tomaba ninguno de esos medicamentos, y cree que
el examen toxicológico no lo reveló, se pueden hacer muchas
elucubraciones teóricas, pero no hay elementos concretos para
pensar que tuviera un QT, máxime teniendo en cuenta esto para
el caso de que fuera congénito y en el adquirido si hubiera
tomado alguna medicación previa. A otras preguntas respondió
que las causas del QT largo son los medicamentos o metabólicas.
Asimismo manifestó que cuando se desencadena una arritmia o
síncope
en
un
medio
acuático,
inicialmente
las
arritmias
comprometen la circulación y la respiración se mantiene durante
unos segundos y minutos, pero depende de la magnitud de la
arritmia y de la tolerancia, puede haber desmayo pero el
paciente seguir respirando normalmente; que en las arritmias
más graves donde el efecto circulatorio es más importante, si
la arritmia es de tal magnitud que afecta el funcionamiento del
corazón y no le permite bombear sangre al cerebro se mantiene
la actividad respiratoria pero rápidamente se pierde; que hay
otras
arritmias
respiración
que
pueden
conservada;
que
dar
pérdida
de
conciencia
en
cuanto
a
la
con
inspiración
irresistible o agónica explica que previo a la sumersión suele
haber una inspiración profunda que se mantiene hasta que no se
tolera más, se expira y luego viene otra inspiración con
inundación alveolar y afectación del todo el árbol pulmonar y
traquiobronqueal. Por su parte explicó que cuando mencionó como
causas adquiridas del QT largo a los medicamentos se trata de
los antiarrítmicos y de algunos antibióticos más específicos,
de amplio espectro, a dosis elevadas en general y en dosis
endovenosas, lo cual en general se ve en pacientes internados
en la unidad coronaria, pero en este caso serían elucubraciones
teóricas;
que
las
causas
metabólicas
no
provienen
de
la
alimentación, por ejemplo el uso de diuréticos da potasio bajo
pero en chicos anoréxicos incluso es raro que el potasio esté
bajo, es decir que no es un marcador nutricional o de déficit
de nutrición; que cuando dijo que puede ser adquirido quiere
decir que una causa no congénita, que es secundario a otro
proceso; que los estudios del año 1999 en este caso permiten
83
descartar existencia del QT largo congénito en el año 2000, y
en cuanto a la posibilidad de existencia del síndrome adquirido
no hay elementos que permitan sospecharlo, salvo que desconozca
algún dato de la historia clínica.
GRACIELA DUVKOVSKY expresó que fue pediatra de la
víctima; que la atendió desde el 14 de enero de 1998 hasta que
falleció;
que
recuerda
que
tenía
una
otitis
serosa
con
disminución de la audición por hipertrofia adenoidea y mocos
frecuentes hasta que se operó, le sacaron las adenoides, le
pusieron
“diabolos”
afecciones
que
y
tuvo
se
solucionó;
mencionó
una
que
otitis,
en
cuanto
alguna
a
las
vez
una
diarrea, tos, cosas comunes que tienen los niños; que la vio
cinco veces en el ‘98, tres en el ‘99 y dos veces en el 2000,
es decir que era una nena sana. Añadió que no le indicó algún
medicamento por tratamiento prolongado y cada vez que tuvo
mocos o algo le recetó las cosas comunes que se dan en esos
casos;
que
no
le
consultaron
por
alguna
pérdida
de
conocimiento, desvanecimiento o baja de azúcar, reiterando que
era una nena sana; que la última vez que la vio fue el 23 de
agosto de 2000 por una congestión de vías aéreas superiores,
mocos claros y tos sobre todo matinal, que ya se le había caído
el “diabolo” del oído izquierdo y que tenía dolor costal, que
es común en los nenes cuando hacen mal algún ejercicio, pero no
fue medicada; y que fue la última vez que estuvo enferma. Por
último acompañó copias de la historia clínica de la menor.
EUGENIA LILIANA LEVITIN al exhibírsele el informe de
fs.4227/4288, explicó que entre las causales de pérdida de
conocimiento se habla de sincope vasovagal, que es una pérdida
transitoria de la conciencia con posterior recuperación o no;
que
vasovagal
autónomo
a
significa
nivel
que
depende
parasimpático
el
del
cual
sistema
puede
nervioso
deberse
a
distintas etiologías; que en cuanto a si hay algún indicador
que en la autopsia permita decir cuántos minutos estuvo la
persona sumergida en el agua, explica que depende de cuánto
tiempo tarde en realizarse la autopsia; que, por ejemplo, si se
realiza al día siguiente no se puede saber cuántos minutos
estuvo sumergida; que no existe forma de determinar en la
autopsia si una falla cardíaca fue causada por una arritmia
denominada QT largo en su variante adquirida; que la existencia
de un electrocardiograma normal en una persona no permite
84
Poder Judicial de la Nación
descartar que con posterioridad fallezca por falla cardíaca
aguda explicable por QT largo adquirido. A otras preguntas
respondió que el peso pulmonar está relacionado con la cantidad
de agua que se haya ingerido pero no con la cantidad de tiempo
que duró el proceso de ahogamiento.
ALFREDO HORACIO SAPAG al exhibírsele el informe de
fs. 182/184, lo ratificó; asimismo expresó que con respecto al
horario
presunto
determinados
de
signos
la
muerte
que
el
aparecen
cálculo
en
el
se
hace
cadáver,
según
lividez
cadavérica, rigidez muscular y temperatura, que en base a ello
él estimó ese horario pero aclara que no es exacto; que había
livideces en zona de declive; que luego de la muerte la
temperatura va bajando 0,8 grados por hora hasta igualar la
temperatura
ambiente;
que
en
ese
momento
no
se
tomó
la
temperatura rectal, lo cual no es lo habitual, tocaron el
cadáver y estaba aún tibio; que en general el cuerpo adopta la
temperatura
del
medio
ambiente,
al
menos
a
nivel
piel,
recordando que era un día caluroso del mes de febrero, es decir
que el ambiente era cálido pero es probable que ello sea
subjetivo, aclarando que cuando él tocó a la niña consideró que
estaba tibia. Asimismo señaló que las livideces son producto de
la decantación de la sangre por acción de la gravedad que se va
dando en las primeras horas; que la rigidez se instala en forma
descendente desde los músculos masticatorios hacia abajo en las
dos o tres primeras horas y por eso calculó el horario; que no
pudo determinar qué tipo de maniobras se habían realizado en
ese momento, sino que lo dedujo por las punturas que tenía el
cuerpo y porque en el lugar había servicios de emergencia que
habían actuado antes de que él llegara; que a veces se lo
advierte cuando se hace una cardioversión, donde queda la
cicatriz de la quemadura, pero en este caso no existía; que en
cuanto a la “mancha compatible con un vómito” que se menciona
en el informe, explica que es probable que haya sido producida
en las maniobras resucitatorias, que se la haya obligado a
expulsar el contenido gástrico; que esto es conveniente porque
la maniobra resucitatoria tiende a expulsar el agua que ocupa
el estómago, pulmones y demás; que cree que está documentado en
el video un vómito de color medio amarronado; que el vómito
85
puede ser broncoaspirado si la persona está viva. Añadió que en
una persona que es rescatada las medidas de resucitación, para
que tengan resultado positivo, deben practicarse en forma
inmediata, en cuanto se pueda, pues cada segundo que pasa es
importante; que la muerte por sumersión depende de varios
factores,
la
temperatura
del
agua,
la
constitución
de
la
víctima y el tiempo puede variar de 2 a 10 o 12 minutos, es el
tiempo que puede resistir una persona que respiró abajo del
agua; que en cuanto a la hipotermia, hay víctimas que en aguas
muy frías han tenido mayor posibilidad de vida; que en este
caso, de agua cálida, depende de la constitución de la víctima,
el tiempo que estuvo sumergida, la calidad del agua, ya que
ésta
es
agua
posibilidades
dulce,
a
la
mientras
persona
que
de
el
agua
poder
salada
salvarse,
da
de
más
poder
resistir, ya que el agua dulce ingresa en la columna, reemplaza
al
aire
pero
además
ingresa
a
la
sangre
y
hace
una
hemodilución, en tanto que el agua salada por su constitución
encharca los pulmones pero no pasa a la sangre. Explicó también
que la “marca de impronta por intento de reanimación”, próxima
a la comisura labial que se menciona en el informe, indica que
la víctima no tenía circulación y la impronta seguramente es
“post mortem”; que concluyó que se trataba de una muerte por
asfixia por sumersión por la situación del lugar del hecho,
aclarando que su trabajo es el examen externo de la víctima y
del lugar del suceso; había una pileta, una niña rescatada de
la pileta y la signología típica de una muerte por ahogamiento
por sumersión, petequias o puntillado en región conjuntival y
formación incipiente de hongo de espuma en las fosas nasales,
lo cual habla de que la víctima respiró en el agua; que la
formación de este hongo tiene distintas etapas y hay una serie
de
factores,
inspiración
respirar,
cualquier
profunda
esto
hace
y
persona
una
que
en
apnea
el
esa
situación
voluntaria,
organismo
hace
trata
acumule
de
una
no
anhídrido
carbónico que es estimulante del cerebro, así se aguanta unos
minutos, luego se hace una inspiración profunda, ingresa el
agua, se mezcla con el aire residual y el moco de la vía
respiratoria que tenemos todos y forma con el agua esa espuma,
luego sale por nariz y boca, típico del ahogado; que si bien
los libros dicen que la víctima entra en cuadro convulsivo,
anoxia y muerte, el dicente no lo ha visto. Añadió que recuerda
86
Poder Judicial de la Nación
haber tratado de tranquilizar a la madre de la niña, también
haber visto al padre y pedirles que se retiraran para poder
examinarla, lo cual cree que está en el video; que no recuerda
si tuvo diálogo con la madre sobre las razones que pudieron
haber llevado a la muerte de la niña ni si le dio alguna
hipótesis, pero pudo haberlo dicho en el momento más que nada
para tratar de consolarla, ya que estaba muy desesperada.
A
otras preguntas refirió que pudo haberle dicho algo a la madre
sobre el reflejo vagal o un paro cardiorrespiratorio, aclarando
que siempre hay distintas hipótesis, está el ahogado blanco y
el ahogado azul; que no recuerda el diálogo con la señora pero
sí que habló con ella y también con otras personas para
interiorizarse de cómo había ocurrido el hecho; que el ahogado
blanco
es
inhibitorio,
por
reflejo
vasovagal,
se
ve
en
nadadores profesionales que en contacto con el agua se mueren
ahogados pero no por haber tragado agua, es decir que no hay
hongo de espuma porque no respiró dentro del agua; que en
cambio el ahogado azul es por el aspecto cianótico, azulado y
es el individuo que muere tragando agua, que es este caso,
donde
aparece
el
hongo
de
espuma,
etc;
que
pudo
haber
conversado esto con la señora pero para él lo importante es lo
que plasmó en el informe. Agregó que un reflejo vasovagal puede
tener un cuadro de lipotimia sin llegar a la muerte, la persona
cae en inconciencia y ahí se disparan los mecanismos que ya
comentó; que la persona que cae desvanecida puede tener esa
inspiración refleja y tragar el agua, si no está muerta; que
puede tener un paro cardíaco, muere y cae al agua; que en otros
casos hay una “anestesia” previa, una persona a la que le
pegan, se desvanece, la tiran al agua y luego se ahoga pero no
es el caso, ya que no detectó lesiones en la víctima. Asimismo
explicó que la pileta era enorme y el agua estaba limpia,
prolija; que no tomó en cuenta cómo era el nivel del agua con
relación al borde de la pileta, pues la víctima ya estaba fuera
del natatorio, estimando que ello puede estar en el video de
cuando revisó a la víctima. A otras preguntas respondió en
cuanto al horario presunto de la muerte puede haber un margen
de error, que es de una hora y pico; aclaró que los chicos se
enfrían más que los adultos, los gordos menos que los flacos,
87
si la persona tomaba antibióticos es distinto, etc, es decir
que
hay
diversos
elementos
que
hacen
variar
el
cronotanatodiagnóstico; que los tiempos que se señalan son
aproximados,
tentativos;
que
puede
afirmar
que
la
muerte
ocurrió más de una hora antes en base a las livideces, etc, es
decir que hay elementos que indican que llevaba más de una hora
de fallecida, no obstante quiere aclarar que ellos hacen un
examen preliminar y posteriormente el médico forense en la
morgue judicial realiza la autopsia y complementa el trabajo
realizado en el lugar. Añadió que en el video está fijada la
hora en que examinó a la víctima y cree que hablaba de las
17.30/18 como hora del examen; que él llegó al lugar pero el
examen no es inmediato, estaba el juez presente, la policía, es
decir que pasó un tiempo hasta que examinó a la víctima, tiempo
que puede estimar en 45 minutos a una hora.
CLAUDIA GRACIANA MAZZONI expresó que cuando llegó las
maniobras de resucitación habían finalizado y no recuerda si
vio electrodos o gel para defibrilar; que no recuerda a qué
médico le preguntó, pero había un médico del club, dos unidades
de “Vittal” y otra de “Paramedic”, aclarando que ella es de
“Paramedic”; que no recuerda si le dijeron si la víctima tenía
signos vitales cuando empezaron la reanimación; que no constató
algún signo en la niña, como tampoco recuerda la temperatura,
si tenía rigidez, etc.. Aclaró que en el caso de una persona
que es extraída de una pileta de natación la técnica para
reanimación es la apertura de la vía aérea, respiración y
circulación. Explicó que la apertura de la vía aérea es en
forma manual con posicionamiento de la cabeza, luego se observa
si hay algo que impide la vía aérea, si hay oxígeno se le da,
de lo contrario se hace respiración boca a boca y ventilación
con bolsa.
HUMBERTO VELÁZQUEZ manifestó que recuerda el caso
pero no sus detalles; que no conoce a las partes; y que no
tiene presentes las conclusiones de la autopsia, por lo que se
le exhibe el informe de fs. 165/169, reconociendo su firma y
haber participado en el procedimiento. Manifestó que el peso de
los órganos tiene relación con el ingreso del agua en el
cuerpo, pero no indica el tiempo que estuvo el cuerpo en el
agua; que en el informe se habla de distintas lesiones y al ser
interrogado sobre las indicadas como n° 1 y 2 del examen
88
Poder Judicial de la Nación
traumatológico explicó que pueden deberse a las tareas de
reanimación, que las punturas vasculares sí, pero las demás no
podría asegurarlo, sobre todo la número 3 y por detrás de la
comisura labial derecha, estimando que ésta podría ser, pero no
puede asegurarlo; que la salida de líquido espumoso por nariz
en general se constata en las personas que han tenido asfixia
por sumersión; que el “hongo de espuma externo”, es un dato a
tener en cuenta pues es uno de los signos presentes en los
casos de asfixia por sumersión; que para determinar si al
momento de sacarla del agua la persona ya estaba muerta, se
verifica
si
existen
lesiones
u
otros
elementos
vitales
a
posteriori del evento por el que fue asistida. Añadió que de la
autopsia surge que no se observaron particularidades desde el
punto de vista cardiológico y tampoco desde el neurológico, es
decir que ello no surge del examen interno de la cabeza.
NORMA HAMASAKI expresó que llegó al lugar y en un
espacio retirado estaba el cuerpo de una nenita de unos ocho o
diez años de edad; que estaba el pediatra de su servicio, Dr.
Pérez, y no recuerda a otras personas; que Pérez le comentó que
la nena ya había fallecido, igualmente ella le hizo maniobras
de reanimación y estuvieron por lo menos una hora; que los
ayudó el paramédico del móvil pediátrico y también estaba el
personal de “Paramedic”, que llegó después que ellos; que luego
llegó el móvil pediátrico de “Paramedic” que se quedó con la
mamá,
aclarando
que
ellos
se
quedaron
hasta
que
se
hizo
presente la madre. Explicó asimismo que cuando ella llegó la
niña ya había fallecido, pero no se sabía el tiempo; que ella
le preguntó al Dr. Pérez cuánto estimaba y no le supo decir,
pero por las características del cuerpo hacía mucho tiempo que
había fallecido; que como es su obligación realizar algún acto,
se le colocó una vía de respiración, oxigenoterapia, se la
entubó, para ver si respondía y no la cardiovirtieron porque
era una niña, pero el ritmo siempre dio negativo, nunca hubo
ninguna respuesta; que cree que antes no había sido entubada;
que el cuerpo estaba boca arriba con las manos al costado,
tenía los ojos abiertos y no presentaba signos de que se
hubiera
hecho
algo
externo,
aunque
tal
vez
la
hubieran
masajeado, pero por lo que pudo ver no tenía marcas externas.
89
Añadió que ella estuvo por lo menos una hora con la niña, que
tenía las uñas bien azuladas, signos de livideces, la piel bien
marcada con signos de óbito, y aproximadamente a los quince
minutos después de que se la oxigenó y si bien no tuvo un
vómito, sí una eliminación de secreción, que era blanca rosada,
como si realmente se hubiese ahogado, que es la secreción
pulmonar, pero no tuvo vómitos de comida y además el tubo pasó
bien, pero eso no significaba ningún cambio positivo para
ellos; que en realidad se demoró mucho en las maniobras a la
expectativa de si podía haber algún signo vital, pero no lo
hubo en ningún momento; que ella no habló con médicos de la
institución
ya
que
era
muy
desesperante
la
situación,
ni
siquiera se fijó si había otros médicos ya que lo que se
pretende es tratar de recuperar esa vida. Explicó por su parte
que “asistolia completa” quiere decir que el corazón no tenía
ritmo, que no latía, no tenía latidos intermitentes, nada; que
ellos registraron con un electrocardiograma si había actividad
o no y no había; que era positivo cuando le aplicaban las
drogas, pero ello era artificial, hace un registro como si
fuera una espiga, pero es un estímulo externo y responde a ese
estímulo pero nada más; que le administraron adrenalina y
dopamina por un suero, que cuando ella llegó no había otras
personas haciendo maniobras de reanimación sino que el cuerpo
estaba solo en un sector aislado y estaba el doctor Pérez, lo
cual recuerda porque le chocó la situación. Por último declaró
que Pérez no es su superior sino que hace la parte pediátrica;
que la dicente fue en apoyo del móvil pediátrico porque sabían
que era un paro y ella hace emergencias de adultos.
FERNANDA ELEONOR DREILING dijo que el día del hecho
estaba como ayudante de la profesora de los más chiquitos, de
tres y cuatro años, no recordando cuántos chicos había pero se
podría verificar la lista que se tomaba todos los días; que
desde donde ellas estaban hacia la pileta grande se ve, pero
ella no estaba mirando hacia allí, es decir que cuando sucedió
esto no vio nada aunque escuchó el revuelo, oyó como una
explosión
del
agua,
miró
hacia
ese
sector
y
vio
que
la
guardavidas sacaba a la nena, que quedó ahí en la cabinita
donde se dejaban los carnets y después no observó nada más
porque sacaron a los nenes de la pileta y los llevaron a
cambiarse; que ignora si la nena podía estar con vida. Agregó
90
Poder Judicial de la Nación
que a la guardavidas la veía caminar continuamente mirando la
pileta, a lo largo de la pileta, controlaba el piletón y la
pileta grande, aclarando que ella no prestaba atención a lo que
hacía la nombrada ni a lo que ocurría en la pileta grande; que
hacía unos dos años que ella trabajaba allí y fue el único
salvamento que vio en esa pileta; que no presenció si hicieron
maniobras de reanimación, ya que trataron de sacar a los chicos
más chiquitos; que después se enteró de que la nena que sacaron
era la hermana de un nene que estaba con ellas; que no puede
decir cómo era el nivel del agua de la pileta grande con
respecto al borde pues ella se metía más en la pileta chiquita;
que tiene título de instructora de aeróbica, especializada en
niños y en la pileta chica era ayudante de la profesora; y que
quien le dijo que tenía que cumplir funciones de asistencia a
la profesora fue el coordinador Julio. Asimismo manifestó que
no hay riesgos de ahogamiento en la pileta chica a su entender;
que en cuanto a su profundidad puede ser que le llegue a la
rodilla a ella; que está prohibido correr o saltar en la
pileta;
que
ellas
también
guardaban
los
toallones
de
los
chiquitos porque a veces se enredaban; que en lo que respecta a
la seguridad ellos siempre estaban con los ojos abiertos; que
antes de la colonia se juntaban siempre todos los profesores
con el coordinador. Añadió que los chicos que estaban en el
piletón tenían tres y cuatro años; que estima que allí podrían
entrar diez u once chicos; que no se acuerda exactamente de la
cantidad de chicos que iban habitualmente; que no sabe si fue
contratada por “Megatlón” o por el club “All Boys”, aclarando
que a ella la tomó para trabajar el coordinador y que para ella
trabajaba
para
la
“Red
de
Clubes”;
que
prestó
servicios
aproximadamente desde 1999 o 2000 hasta 2003 o 2004; que en ese
período, que recuerde, no asistió a algún curso de seguridad en
los natatorios, como tampoco antes de ser contratada o con
posterioridad; que no oyó hablar del “profesor guardia”; que a
la mañana había dos guardavidas, Horacio y Mauricio, cuyos
apellidos no recuerda, y a la tarde una, Giselle; que no le
explicaron por qué había dos a la mañana y uno a la tarde pero
supone que era porque a la mañana había mucha más cantidad de
gente que a la tarde; que nunca ocurrió que la guardavidas no
91
estuviera;
que,
que
ella
recuerde,
no
había
plataforma
sobreelevada donde se ubicara la guardavidas ni una silla
elevada, sí había una silla común en una esquina del solarium.
Asimismo señaló en el croquis de la pizarra de la Sala dónde
quedó Florencia y por dónde la sacaron, entre lo hondo y lo
bajo.
También
explicó
que
ahí
empieza
a
descender
la
profundidad, pero no desciende en pico sino que va bajando de a
poco como cualquier pileta; que cuando ocurrió este hecho había
gente en pileta libre; que ahí también van chicos pero no sabe
a partir de qué edad, aunque no son chicos chiquitos, pues
éstos van con los padres; que su función específica era ayudar
a la profesora, por ejemplo para que estén todos sentados, etc,
y en el agua, “dos ojos más”; que en cuanto a la modalidad de
juegos que se usaban en la pileta para chicos de esa edad era
más la parte recreativa para que estuvieran en contacto con el
agua, por ejemplo, ir a buscar algo y traerlo, llevar cosas de
un lado al otro, cosas que flotaban o ir jugando; que usaban
elementos de flotación, pero generalmente los traían antes de
entrar a la pileta ella y la profesora y los dejaban al lado de
la misma, no tenían que ir a buscarlos después para no dejar
solos a los nenes; y que la guardavidas tenía que controlar la
pileta.
Al
exhibírsele
el
instructivo
obrante
a
fs.
900,
manifestó que lo recuerda y que se lo dieron antes de que
empiece la colonia; aclarando que se hacía una reunión donde
hablaban de todo lo que iba a pasar en la colonia, antes de que
empezara, se evacuaban todas las dudas sobre seguridad, las
actividades que iban a tener, que los chicos iban a rotar en
distintas partes del club etc.; que esas reuniones se hacían
todas las mañanas, iban todos los profesores y ayudantes y se
decía lo que iba a pasar ese día, el coordinador los juntaba
todos los días y les decía cómo iban a rotar y les daba las
actividades que iban a tener; que ella era ayudante de Marta;
que anteriormente estaba Gabriela Scarpato, pero se fue de
vacaciones
y
entonces
quedó
la
profesora
Marta
y
ella
ayudándola; que para la declarante ambas eran profesoras de
educación física; que las consignas de trabajo para el grupo de
3 y 4 años las daba la profesora; que la actividad se las daba
Julio y después la profesora se la indicaba a la dicente; que
en las reuniones no había gente de la “Red de Clubes”; que no
conoce a Fernando Storchi, aunque lo oyó nombrar como oye que
92
Poder Judicial de la Nación
Kirchner es el Presidente. Añadió que asistían a las reuniones
Ávila, Adriana, Cecilia, Leonel, María, su compañera Marta y un
montón más, que eran todos profesores de distintos grupos,
quizás Adriana y su compañero estaban en un grupo, María con
otro compañero en otro, Marta y ella, etc, aclarando que pasó
mucho tiempo y no trabajó más allí, además trató de borrar un
montón
de
cosas;
que
en
su
opinión
los
profesores
eran
experimentados, profesores en serio y tenían un montón de
experiencia; que en los años que trabajó para la “Red de
Clubes” no hubo quejas de padres, situaciones de riesgo o
desagradables con los chicos; que cuando fue contratada por
Julio lo fue para trabajar durante todo el año; que ella le
presentó su currículum al nombrado; que ella dicente trabajó en
otras sedes de la red “Megatlón”, pero no en pileta sino dando
aeróbica infantil en “All Boys”, aclarando que cuando dice “All
Boys” quiere decir en la “Red de Clubes”; que trabajó también
en “Megatlón”
de Barrio Norte, “Estudiantes” y como maestra
maternal en “Racing”; que a ella la supervisaba Giraldi; que no
fue instruida o supervisada por Bugallo, aclarando que ya dijo
que no lo conocía. Por su parte quiere referir que no obstante
trabajar con los imputados no tenía con ellos
una relación
personal, de amistad ni de parentesco; que con Bugallo no tuvo
relación laboral ni de ningún tipo. También explicó que
hizo
un curso de maestra maternal y lo había hecho antes de febrero
de 2001; que Mariano Rosemberg era coordinador de pileta y era
el que instruía a los profesores sobre la pileta; que Marta
Pérez Ferrer y Gabriela Scarpato fueron instruidas por Mariano
Rosemberg sobre las actividades; que los guardavidas no estaban
en las reuniones de la mañana, pero sí en la que se hacía antes
de arrancar la colonia; que el que organizaba las reuniones era
el coordinador; que ignora si en esas reuniones se decidía
cuántos guardavidas iba a haber por turno de pileta; que la
cantidad de ayudantes que iba a haber en la pileta se decidía
por la cantidad de chicos que había; que de acuerdo a la
cantidad de chicos que iban a la colonia se designaba la
cantidad de profesores y de ayudantes; que desconoce cuántos
chicos asistían a la colonia de “Megatlón”; que a la colonia de
la mañana iban muchos chicos y a la tarde mucho menos; y que la
93
única pileta de la “Red” en la que trabajó es la de “All Boys”.
Agregó que generalmente el profesor Rosemberg estaba presente
en las reuniones diarias; que en esas reuniones se decidía la
rotación que se iba a hacer y lo decidía Mariano Rosemberg; que
cuando se decía que un grupo iba a hacer tal ejercicio en tal
lugar la guardavidas no estaba en la reunión, ya que estaba en
la pileta; que ellos no le informaban a la guardavidas dónde
iban a estar con los chicos; que nunca un ayudante quedó a
cargo exclusivo de un grupo, pues siempre había un responsable,
un profesor de educación física; que los chicos que no sabían
nadar estaban en la parte baja de la pileta; que si no sabían
nadar no los llevaban a la parte honda; que allí iban los que
sabían nadar y los que iban a la escuelita de natación todo el
año; que además se llevaba a dos o tres chicos, no se llevaba a
muchos; que ello lo sabe porque había nenes a los que conocía,
porque iban todo el año a la pileta y los profesores comentaban
por
ejemplo,
que
alguno
de
ellos
sabía
nadar
muy
bien,
etcétera; que los niños no iban solos a la parte profunda y se
refiere a cuando iban con los profesores; que conoce el manual
interno de “Megatlón” que se refiere a las actividades y
nivelitos, aunque en este momento no lo tiene tan presente; que
sabe que a los niños que no saben nadar no se los puede llevar
a la parte profunda. A otras preguntas respondió que en las
reuniones no se habló de que si los chicos no sabían nadar no
los llevaran a la parte profunda; que además por seguridad uno
no iba a llevar a un chico que no sabe nadar a la parte honda,
para ella es algo obvio; que entiende que si estaba aprendiendo
a nadar tampoco se lo podía llevar; que aunque supiera flotar
generalmente se trabajaba en la parte baja y si no sabía flotar
o nadar no se lo llevaba a la parte honda; que no sabe si un
chico de 9 o 10 años que tuviera movimientos de flotación
podría ser llevado con su profesor a la parte profunda para que
aprenda a manejarse ahí, pues no estaba en eso y no se charlaba
en las reuniones, que ella recuerde; y que Giraldi pasaba
continuamente por todos lados, estaba en todos los grupos, en
la pileta, en el campo, y también Mariano.
GONZALO RAMIRO MULET expresó que no conoce a los
imputados; que salió a las 18.15 de su trabajo, pasó con la
moto y lo paró la policía; que ingresó al club por la entrada
de Jonte, subió, acompañado por el que lo llevó y vio a la
94
Poder Judicial de la Nación
niña; que conocía la pileta porque había ido anteriormente,
pero aclara que había dejado de concurrir al club hace muchos
años; que había ido durante un año, cuando todavía la pileta no
tenía el techo; que observó que había una pileta grande y una
chiquita al costado; y que no vio cómo era el nivel del agua.
Al exhibírsele el acta de fs. 3, reconoció su firma. Finalmente
expuso que desde la época en que él iba a la pileta cambió
mucho, pero no puede decir si para bien o para mal, aclarando
que habla de hace muchos años, cuando había una sola pileta que
tenía luces abajo, después la achicaron e hicieron una chiquita
al costado; que concurría cuando era chico y en ese entonces
era grande la pileta, tenía como cuatro metros y luces abajo,
pero no recuerda si tenía canaleta en los bordes.
HORACIO GUSTAVO CARLINI refirió que en febrero de
2001 era guardavidas del club “All Boys” en el turno mañana;
que en una época estaba solo y en otra estuvo acompañado por el
señor Mauricio, de unos 60 años, que trabajó un tiempo en la
empresa hasta que se jubiló; que no sabe por qué lo pusieron,
que el nombrado estaba en el club que compraba la empresa,
“Villa Crespo”, y como cerraba la pileta de él supone lo
llevaron ahí; que el guardavidas titular era él y el otro no
tenía ninguna función específica, ya que nadie le dijo nada al
respecto, además iba a estar ahí sólo por un tiempo; que hace
25 años es guardavidas y cree que es el más antiguo de la
empresa, en la que trabaja desde hace 10 ó 12 años; que parte
del tiempo trabaja en la empresa, de noviembre a marzo, y luego
tiene una empresa propia de guardavidas en España, por lo que
está bastante interiorizado de cuál sería su función y nadie
tiene que decirle lo que tiene que hacer. Agregó que la pileta
en cuestión tiene 25 metros por 12 y un piletón de unos 8
metros x 3 aproximadamente; que él tenía que custodiar el
ámbito de la pileta y los concurrentes al ámbito del natatorio;
que tenían un reglamento, que existe en todas las piscinas de
la empresa y en cuya confección él colaboró, y tiene que ver
con las normas internas, la seguridad y la manera de manejarse
de
los
socios
y
la
gente
que
concurre,
el
uso
de
las
instalaciones y el comportamiento; que en las piscinas de
“Megatlón” realizó dos salvamentos, pero no de personas que se
95
ahogaban sino que se descompusieron físicamente estando dentro
del agua, dos personas mayores que sufrieron una indisposición
y estaban en la parte baja; que en el caso de que tenga que
realizar el salvamento de una niña en la parte profunda no hay
alguna técnica especial, hay que sacarla del agua y después
observar lo que tiene y actuar en consecuencia; que si la puede
sacar manualmente así se hace pero si tiene algún trauma hay
que poner una tabla para no movilizar demasiado a la persona;
que en el natatorio tienen protocolos de emergencia y cuando
hacen
el
curso
circunstancias,
les
pero
enseñan
ello
cómo
no
actuar
tiene
que
en
ver
las
sólo
distintas
con
las
piscinas de “Megatlón”; que primero hay que ver si la persona
tiene pulso, si respira, si tiene ritmo cardíaco y si lo tiene
comenzar con las maniobras de RCP, que se pueden realizar sin
ningún elemento o con elementos; que las veces que él las tuvo
que hacer, que fueron tres, las hizo sin ningún elemento; que
la última de ellas fue en septiembre de 2006, en el caso de un
niño que estuvo sumergido, estaba en paro cardiorrespiratorio,
trabajó un tiempo en él y por suerte se recuperó. Explicó
también que la pileta grande estaba dividida en andariveles y
se sectorizan los lugares donde trabajan los distintos grupos,
y también se colocan andariveles para nadar, de los cuales cada
uno tendrá aproximadamente 1,5 metros; que a Privato la vio
trabajar algunas veces, ya que el dicente en ocasiones se
quedaba a nadar después de su horario o iba al gimnasio, donde
corría en la cinta que da hacia la pileta; que los profesores
en general no les dicen a ellos qué tienen que hacer y si ven
que un grupo puede requerir más de su presencia ellos colaboran
con los profesores, pero éstos no les dicen que los acompañen
como tampoco si los chicos saben o no nadar, además ellos ya
conocen a los niños, que si los chicos están con los profesores
ellos hacen una visión general, ya que están cuidados por los
profesores, pero ellos tienen que ver a todos, aclarando que si
la actividad se desarrolla normalmente no hay riesgo; que los
profesores no necesariamente tienen que ser guardavidas, aunque
algunos sí lo son; y que si un chico de un grupo se hunde, el
que está más cerca para salvarlo es el profesor. Asimismo
señaló que él siempre tiene que estar viendo todo ya que su
función es la prevención, tiene que observar; que cuando aludió
a una actividad que se desarrolla normalmente se refiere a que
96
Poder Judicial de la Nación
no esté generando acciones que generen riesgo, aclarando que él
nunca vio que generaran riesgo o que se salieran de los
parámetros; que cuando se realizan ejercicios en la parte
profunda con niños que no saben nadar, los chicos que van a la
parte profunda flotan y tienen desplazamiento en el agua, de lo
contrario está el profesor con un alumno; que en caso de que
sepan flotar el profesor puede estar con dos chicos juntos en
el agua; que a los niños no se les colocaban flotadores cuando
los llevaban a lo profundo para enseñarles a nadar; que en
España
se
trabaja
bajo
normas
de
seguridad
totalmente
inferiores y se utilizan mucho los flotadores de brazos, pero
para él no es bueno para el aprendizaje de la natación, ya que
es mejor que aprendan sin ellos; que para él no está en juego
la seguridad y no cree que los chicos corran riesgos. Agregó
que a Florencia y a la familia los conoció el sábado anterior a
que sucediera la tragedia, recordando que había venido el grupo
familiar, lo cual le llamó la atención; que prácticamente no
había nadie en la piscina y era casi la hora del cierre; que
como eran socios nuevos les explicó lo que les podía explicar y
los atendió como atiende a todo el mundo, luego el papá y el
nene chiquito fueron a la pileta pequeña y la mamá y Florencia
estuvieron por toda la pileta grande; que era una familia
normal con actividad normal y vinieron a conocer el club; que
vio a Florencia jugar normalmente en la parte baja y en la
profunda; que el día del hecho estuvo hasta las 14.30 y se
retiró, pero cuando oyó por radio lo sucedido como estaba cerca
volvió al club; que cuando llegó vio a Florencia cerca de la
cabina con la mamá de un lado y el profesor Julio del otro,
pero no podían hacer nada, también estaban la guardavidas
Giselle y la profesora sentadas en el borde de la pileta; que
él se sentó al lado de ellas y preguntó qué había pasado, le
dijeron lo que estaban haciendo, aclarando que él conocía el
trabajo porque lo hacían cada día con los distintos grupos,
además vio la cantidad de gente en la pileta, en los grupos y
los profesores a cargo, ya que él estuvo allí media hora antes
de
que
pasara
todo
esto,
tratándose
de
una
actividad
absolutamente normal y con cero riesgo por lo que nunca podría
pasar lo que había pasado; que Cecilia le dijo lo que estaban
97
haciendo, que se tiraban del borde, iban hasta ella y ella los
empujaba hacia la escalera, que a Florencia la vio llegar hasta
ahí y cuando estaba en la escalera se puso a atender al chico
que seguía, que es la forma normal de hacer el ejercicio y
luego un chico que venía detrás de ella la vio, le avisó,
Cecilia le avisó a Giselle, ésta se tiró, la sacaron y no
pudieron reanimarla, aunque empezaron a hacerle resucitación
cardio pulmonar. Expresó que él pensó desde un primer momento
que por lo que sabía y le enseñaron una persona no se muere
ahogada en esa cantidad de tiempo; que si bien no sabe cuánto
tiempo estuvo lo calcula por el chico que pasó después de ella,
es decir que pasaron segundos, ya que cree que le dijeron que
el que avisó fue el tercer chico, Bacchi, que era el segundo o
tercero detrás de Florencia; que entiende que una persona no se
ahoga de golpe sino que está unos minutos luchando, dos o tres
minutos
tragando
agua,
otra
cantidad
de
tiempo
hasta
que
sobreviene el paro cardiorrespiratorio, luego el paro cardíaco
y luego hay una tabla de tiempo, si se hacen las maniobras en
el primer minuto tiene 90% de posibilidades de sobrevida, luego
se van achicando, además tiene riesgo de daño cerebral, es
decir que no se muere en 30 segundos o en un minuto; que además
él había visto a la niña desplazarse en la parte profunda, es
decir que si tenía que dar una brazada para llegar a la
escalera
podía
hacerlo,
por
lo
que
presume
que
tuvo
una
descompensación o problema de salud que le impidió hacer alguna
señal de auxilio o luchar para tratar de nadar, llegar a la
escalera o agarrarse del borde; que supo que la causa de muerte
fue
ahogamiento
por
sumersión
pero
ello
no
cambia
su
conclusión; que si le encontraron agua en los pulmones es
porque aspiró agua, pero no cree que haya sido porque se haya
estado ahogando, de lo contrario la hubieran asistido ya que la
profesora estaba ahí y él además conoce a la guardavidas, que
era una persona obsesiva de la observación del espejo de agua,
incluso cuando hablaba con él no lo miraba, no sacaba los ojos
de la pileta, y de todos los guardavidas que conoció le parece
que la persona más obsesiva con este tema era ella. Aclaró que
cuando habla del espejo de agua se refiere a la piscina, además
el agua siempre es transparente y se ve el fondo y si hubiera
algo abajo se vería porque el agua es transparente; que en la
pileta en ese momento estaba ese grupo y había poca gente de
98
Poder Judicial de la Nación
pileta libre; que él participó de charlas en el club, que se
hacen habitualmente y se dan indicaciones a los profesores de
cómo deben realizarse las actividades; que si la actividad se
desarrolla en forma normal ellos no tienen nada que informar,
pero
si
hay
algo
anormal
o
no
seguro
hablarían
con
el
coordinador de pileta, en este caso Mariano, que era el que
diagramaba los grupos, el tema de los horarios y preparaba las
actividades; que cada grupo tenía sus profesores y no recuerda
si en este caso había ayudantes; que a veces había profesores
especiales
para
natación
dependiendo
de
cómo
se
vayan
diagramando los grupos; que después del hecho hubo una reunión
sobre el tema, sobre qué había pasado etc, en la que estuvieron
el
gerente
de
deportes
Canavese,
el
gerente
de
la
sede
González, y más que nada se trabajó en la contención de los que
estaban laborando ahí pues tenían que seguir trabajando; que en
el barrio se hablaba mucho de todo esto, y era para ver cómo
podían continuar trabajando después de lo sucedido; que no se
cambió alguna medida de seguridad o alguna técnica; que no
recuerda
si
convocaban
Mariano
eran
los
estuvo
en
gerentes
la
reunión,
mencionados
pero
y
los
que
estaban
los
profesores, no recordando cuáles. A otras preguntas respondió
que la pileta no tenía un borde de donde uno pudiera agarrarse
fácilmente;
que
esa
pileta
no
tiene
canaleta,
tiene
otro
sistema y la gente se agarraba del borde, que estaba a 20 cm
del agua; que no recuerda en qué fechas trabajó Mauricio con
él, pero cree que estaba trabajando al momento del hecho; que
su
apellido
es
Silberstein
o
algo
así;
que
conoce
las
recomendaciones mínimas de seguridad para los natatorios que
recomendó el Consejo Metropolitano de Guardavidas, ya que tiene
una empresa en España y para hacer las cosas legalmente se
interiorizó de lo que piden acá y allá, la comunidad de
Cataluña, Madrid y algunas otras, además las de acá las conoce
de cuando hizo el curso de guardavidas, hace 20 años; que
desconoce si se tuvo en cuenta la ordenanza 41.718 en cuanto a
que tiene que haber dos guardavidas por pileta, ya que no tenía
conocimiento de ello y se enteró no hace mucho tiempo, hace un
par de años, cuando comenzó con el tema de España, ahí se
enteró de que había un decreto cree que de Cafiero que dice
99
eso.
A
otras
preguntas
relacionadas
específicamente
a
la
necesidad de guardavidas especiales para grupos en riesgo en la
pileta, es decir, chicos que no saben nadar en la parte honda,
respondió que nunca había chicos solos en la parte honda que no
supieran
nadar;
que
cuando
no
sabían
nadar
iban
con
su
profesor, se tiraban de a uno y el guardavidas tiene que estar
atento como siempre y quizás seguir a ese grupo, pero sin dejar
de observar el resto del natatorio, más que por seguridad.
Añadió que las funciones del guardavidas en el ámbito de todo
el natatorio eran de prevención y seguridad; que desde todo el
ámbito del natatorio no se podía controlar el fondo de la
pileta chica pero tampoco es necesario; que a la pileta grande
concurren mayores de 8 años y a la pequeña menores de 6 años,
es decir que nunca va a haber un niño solo en esa pileta; que
él tiene que controlar el fondo de la pileta, pero también que
no vaya un chico solo, es decir que de donde él esté puede
controlar si a ese sector entra un niño solo y si es así no lo
deja; que si entra un menor de seis años con profesor o con un
adulto entra perfectamente y él no tiene que estar mirando el
fondo; que la seguridad de la pileta chica estaba siempre a
cargo del guardavidas, no de los profesores; que para que un
niño se ahogue a 30 o 60 cm de profundidad tiene que estar
solo, ya que estando con un adulto es imposible; que los
profesores tenían que tener conocimientos de seguridad en los
natatorios, los padres no; que para sacar a alguien de la parte
profunda no se requiere colaboración para sacarlo del fondo, y
para sacarla del agua quizás a Florencia podía sacarla solo
porque era chiquita, pero si fuera alguien pesado lo llevaría a
la parte baja. Asimismo expresó que nunca tuvo más de cien
bañistas en la pileta de “All Boys”; que ellos se manejan con
la norma de que hasta cien personas debe haber un guardavidas y
en “All Boys” nunca pasó las cien personas; que desconoce por
qué ante la Dirección de Habilitaciones se consignó que había
dos guardavidas en esta pileta; que hubo muchas inspecciones
ahí y en otros clubes donde le tocó estar y nunca ningún
inspector se refirió a ese tema, es decir a que estuviera mal
el tema de los guardavidas, sino que pedían la libreta, la
reválida y ellos tenían siempre todo en orden, que Mariano
Rosenberg era un chico que era coordinador y cree que al
momento del hecho no estaba. Al exhibírsele la grilla de
100
Poder Judicial de la Nación
trabajo obrante en el sobre n° 7 y expresa que sabe que el día
del hecho no estaba Rosemberg, pero no lo puede decir respecto
del resto de los días, aclarando que él no era encargado de
hacer la grilla. Asimismo agregó que Rosenberg trabajaba en esa
época más que nada en la organización, en la nivelación de los
chicos y en la cantidad de profesores que tenía que disponer,
en el armado; que el guardavidas siempre fue uno porque la
cantidad de gente era siempre inferior a cien; que esta pileta
no tenía canaleta perimetral fácilmente aprehensible con la
mano, pero entiende que la canaleta es un elemento de higiene y
no de seguridad y no tiene nada que ver que sea aprehensible
con la mano, desde su punto de vista; que los chicos que no
sabían nadar e iban a lo profundo iban con el profesor y no
tenían ningún tipo de problema que tuviera que ver con la
seguridad, no tenían dificultad porque estaban con el profesor;
que si se lo deja solo a lo mejor iba a tener problemas para
agarrarse,
pero
el
chico
no
estaba
solo,
estaba
con
el
profesor; que no había plataforma sobreelevada que asegure la
visualización
ni
silla
sobreelevada
para
el
bañero;
que
entiende que ello no está de más pero no es necesario, que en
realidad se desprende de la reglamentación que tiene que ver
con la playa, pues allí se debe mirar el horizonte y por encima
de la cabeza de las personas, en cambio acá la silla es más que
nada
para
descansar,
más
que
para
observar,
ya
que
él
desarrolla su actividad en todo el natatorio y no va a trabajar
mejor porque tenga una silla alta, simplemente se va a sentar
en la silla; y que nunca tuvo problemas con la resolana para
poder
observar
la
pileta.
Agregó
que
en
febrero
de
2001
trabajaba para “All Boys 2000"; que comenzó a trabajar en
“Almagro” y cuando comenzó todo esto no lo conocía nadie, él
habló con una persona que trabajaba en “Almagro” y que no está
más en la empresa, le explicó su situación, que venía de la
cancha de “Almagro” y cuando lo pudo hacer entrar lo hizo
entrar; que
él era guardavidas del turno mañana desde que
comenzó “All Boys”. También explicó que los turnos los ordenaba
el gerente que maneja cada una de las sedes y en aquel momento
había una chica cuyo nombre no recuerda, pero tampoco está más;
que, en caso de que el guardavidas no pudiera asistir, en la
101
gerencia había una lista de gente a la que podían llamar,
guardavidas suplentes, pero eso lo manejaban las autoridades,
la gerencia; que el coordinador de deportes era Julio Giraldi;
que con respecto al reglamento de las piletas de “Megatlón” y
respecto de la cantidad de guardavidas ellos siguen lo que dice
el “Consejo Provincial de Guardavidas”, que hasta donde él sabe
es la entidad madre del tema de socorrismo acuático; que la
entidad madre en el mundo es la “Federación Internacional” y en
la Argentina es el “Consejo Provincial de Guardavidas”, no
conociendo él que haya otro ya que en el curso siempre se
mencionaba ese; que si la pileta hubiera sido de 50 metros el
reglamento establece dos guardavidas, también si supera los
cien bañistas; que él no conoce ninguna pileta de 25 metros
donde haya dos guardavidas; que conoce piscinas de la “Red
Megatlón” que hayan tenido más de cien bañistas; que en ese
caso
se
pone
la
cantidad
de
guardavidas
que
el
gerente
considere necesario; que Giraldi no tuvo intervención en la
creación del reglamento; que la escuela de natación tiene
normas de seguridad para los chicos en los distintos niveles,
está
prácticamente
todo
pautado,
los
nivelitos
y
las
actividades que tienen que realizar. Agregó que la cabeza es el
gerente de deportes, luego de ahí va a cada club, al gerente de
deportes de cada sede, al coordinador de deportes y al de
pileta lo que tenga que ver con pileta; que en España los
criterios para la cantidad de guardavidas se guían por la
superficie de agua, al menos en Cataluña, por ejemplo una
pileta de 25 x 12 m, que son las medidas convencionales,
siempre
tiene
un
guardavidas;
que
antes
de
trabajar
en
“Megatlón” trabajó en otras piletas y en todas se utilizaba el
mismo criterio que ya dijo sobre la cantidad de guardavidas;
que en estas piletas hubo inspecciones y siempre se continuó
adelante con la actividad, nunca tuvo una inspección por la
cual cerraran la pileta. Añadió que Rosemberg era el que le
transmitía los conocimientos generales impartidos por la Red
hacia los profesores de natación; que el nombrado no tenía
grupo a cargo; que cuando hubo inspecciones nunca le dijeron
que
hubiera
algo
que
faltaba;
que
nunca
después
de
la
inspección agregaron un segundo guardavidas; que según su
experiencia como guardavidas, profesión en la que trabaja desde
hace
25
años,
tiene
una
empresa,
102
quince
clientes,
quince
Poder Judicial de la Nación
piscinas y conoce muchos lugares, las piletas del “club de la
Red” son las más seguras; que los coordinadores supervisaban el
trabajo de los guardavidas y profesores ya que dan vuelta por
el club, ven absolutamente todo y si tienen que decir algo lo
dicen o lo hacen; y que conoce a Storchi por ser el presidente
o dueño de la empresa pero nunca tuvo trato con él. Asimismo
manifiestó que en el ejercicio que realizaba la profesora
Privato el desplazamiento de cada niño desde que salía del
borde hasta que volvía tardaba menos de un minuto; que cada
tramo medía 3, 4 o 5 metros más o menos; que todo el ejercicio
tardaba unos 30 o 40 segundos; que el día del hecho las sogas
estaban puestas, las que delimitaban el segundo andarivel, es
decir que el sector donde trabajaban estaba delimitado y de la
pared al segundo andarivel, habría unos 4 metros; que otro
andarivel estaba cruzando para delimitar el sector de donde
estaban
ellos
hacia
la
parte
profunda;
que
jamás
se
vio
desbordado por el trabajo, por las exigencias que tenía que
cumplir, y hizo algún reclamo por este tema; que de su trato
con la gente que asistía regularmente a la pileta, padres,
bañistas de pileta libre, etc, no recibió ninguna queja, salvo
que el agua estaba fría, pero ninguna queja vinculada con la
seguridad. A otras preguntas respondió que los signos que le
hacen percibir que algo está pasando son por ejemplo una
actitud que no es normal, si una persona que está nadando en un
andarivel se detiene en la mitad de la piscina lo observa, si
se arregla las antiparras y continúa ve que todo está bien,
pero si se toca el pecho o tiene alguna otra actitud nota que
algo
está
sucediendo.
Finalmente
dijo
que
los
padres
de
Florencia no le hicieron alguna recomendación en particular ni
hablaron de alguna patología que tuviera la niña sino que
hablaron de otras cosas; que cree que en este momento hay
colonia en “Megatlón”, de 9 a 13 y de 13.30 a 17; que supone
que
hacen
ejercicios
interrogatorio;
que
como
dentro
los
del
que
se
esquema
describieron
de
cada
en
el
sede
el
organizador del natatorio es el gerente, en el caso de “All
Boys” al momento del hecho era Rubén González; que tiene
entendido que es el que dispone en cada sede la cantidad de
guardavidas, empleados, etc, es la persona responsable de cada
103
sede y por ello la que toma las decisiones, suponiendo que con
autonomía;
que
en
su
opinión
Privato
es
una
muy
buena
profesora, como todos los que trabajan en “Megatlón”; y que no
le pareció objetable desde el punto de vista de seguridad algún
ejercicio; que el profesor en el agua es el que está mas cerca
y
tiene
que
estar
atento
a
ese
grupo,
en
tanto
que
el
guardavidas está atento a todo; que la escalera del medio está
donde estuvo siempre y está actualmente, a 1,40 m, son tres
escalones y prácticamente llega hasta 30/40 cm del piso; que no
advierte que haya dificultad en agarrarse; que entiende que la
resolana puede afectar la visualización del fondo a alguien que
está flotando dentro del agua; que los padres de la niña no le
indicaron que no autorizaban a Florencia a ir a la parte honda
en las clases; que cree que en la pileta había lugar para siete
carriles y eran andariveles comunes, no del tipo rompeolas, que
no se usan prácticamente en esta ciudad; que cuando trabajan
grupos de chicos y más 10 o 15 personas más en pileta libre no
se mueve mucho el agua; que el dicente no es profesor de
educación física; que entiende que si hay un grupo de 8 a 9
años que tenga entre 10 y 15 chicos pueden estar bien manejados
por un profesor y no tiene que ver con que sepan o no nadar ni
con el nivel de natación sino con la edad, pues no es lo mismo
15 chicos de tres años que 15 de 9 años; que pueden trabajar en
la parte baja y cuando van a la profunda van de a uno; que cree
que no le comentaron que haya habido chicos que tuvieran miedo
de hacer el ejercicio; que no le comentaron si la rutina del
ejercicio fue desoída por los alumnos y algunos se fueron en
otras direcciones; que por lo que le comentaron quien le avisó
a la guardavidas que la chica estaba en el fondo fue la
profesora y a ésta le avisó uno de los chicos. Añadió que él
podía controlar ambas piletas desde donde se ubicaba, pues ya
dijo que al piletón no iban chicos solos, y lo que hay que ver
es que algún chico se caiga pero él se colocaba de manera tal
que
podía
ver
las
dos;
que
no
sabe
si
se
modificó
la
señalización de la pileta pero se puso un cartel, ya que tiene
que haber un cartel que delimite la parte de peligro; que ésta
tenía una banda roja en el piso y lo que se hizo fue poner un
caño con una soga y un cartel de peligro, pero no se modificó
la
señalización
de
la
profundidad;
que
en
cuanto
a
la
diferencia de profundidad entre 1,40 y 1,73 m entiende que
104
Poder Judicial de la Nación
tiene que ver con cómo se mide, depende si se mide hasta el
borde o hasta donde está el agua, ya que ello le sucedió en
España; que le consta que la pileta tenía 25 metros por su ojo
y por lo que tarda cuando nada pero no vio ningún papel al
respecto; que tiene entendido que la pileta estaba habilitada a
febrero de 2001; que no sabe si a los pocos días de la muerte
de Florencia se gestionó una habilitación.
CRISTIAN ALFONSO NORIEGA expresó que en ese momento
trabajaba
en
la
empresa
“Paramedic”;
que
lo
llamaron
por
“código rojo”, siendo que ellos estaban a 15 ó 20 cuadras, en
Av. Alvarez Jonte, siéndole anoticiado que era un “PCR”, paro
cardiorrespiratorio; que llegó al club y en la puerta había
20/30
personas
agolpadas;
que
a
los
pocos
segundos
vino
corriendo un profesor de educación física y le indicó por dónde
tenía que ir, atravesando una zona vidriada y el gimnasio,
desde donde se veía la pileta; que entraron al natatorio y
había dos grupos de emergencias de “Vittal” en tareas de
reanimación;
que
la
niña
estaba
entubada
y
se
le
estaba
practicando masaje cardiorrespiratorio; que también le hicieron
un electrocardiograma para ver si tenía ritmo cardíaco, pero
cree que no y ahí terminó todo; que él estuvo dando apoyo
porque prácticamente estaba todo iniciado; y que desde que
llegó hasta que terminaron las tareas de reanimación no pasaron
más
de
quince
minutos.
Añadió
que
no
recuerda
si
el
electrocardiograma tenía signos vitales, pero entiende que debe
estarse a la historia clínica, aclarando que él no tomó signos
vitales,
porque
la
niña
ya
estaba
en
reanimación.
Al
confrontarse a lo declarado por él a fs. 7 bis en cuanto
mencionó
que
hubo
un
resultado
o
registro
que
demostraba
actividad eléctrica, respondió: que no lo recuerda pero con esa
frecuencia en forma intermitente el pronóstico es bastante
ominoso, que nadie puede decir si la persona está viva o muerta
pues, es una zona gris, que el registro podía ser natural o
debido a las drogas administradas. Explicó asimismo que uno
puede desmayarse y no tener pulso, por ejemplo en casos de
fibrilación ventricular o de asistolia, donde no se tiene
pulso, pero en el electroardiograma no hay actividad; que para
que
la
maniobra
de
reanimación
105
tenga
pronóstico
positivo
después de estar la persona sumergida en el agua no hay ninguna
norma que diga cuándo uno tiene que parar la “RCP”, salvo
cuando un paciente ha sido víctima de congelamiento, pues ahí
la reanimación es útil en cualquier tiempo, que en el caso del
ahogado no se puede precisar, pero cuanto más tiempo está sin
respirar peor es; y que no recuerda si le informaron que la
niña no tenía signos vitales, pero estaba en maniobras de
reanimación.
EDUARDO FACHAL manifestó que después del hecho lo
llamó la Dra. Oliveira, que era la Defensora del Pueblo,
tuvieron una reunión y la nombrada le pidió que fuera a ver el
expediente de habilitación de la pileta del club “All Boys”,
ante lo cual concurrió a la Dirección Gral de Verificaciones y
Habilitaciones,
consultó
el
expediente
y
pudo
constatar
irregularidades lo que lo llevó a abrir un expediente de
oficio; que se requirieron una serie de informes, se hicieron
algunas inspecciones y se emitió una resolución solicitando o
recomendando a las autoridades del Gobierno la clausura del
natatorio, aclarando que esta resolución la firmó la Defensora
del
Pueblo;
que
estas
inspecciones
se
hicieron
en
varios
natatorios, pero en el caso de “All Boys” fueron en dos
ocasiones; que generalmente las inspecciones se realizan con
funcionarios del Gobierno de la Ciudad que tienen poder de
policía, ya que ellos no lo tienen; que a la primera inspección
fueron
el
Dr.
Masquelet,
Di
Giorgio
y
el
declarante
y
elaboraron un informe que lleva su firma, lo cual se hizo en el
mes de abril, y se constató que no se cumplían algunos de los
requerimientos de la ordenanza 41.718. Al exhibírsele las
actuaciones de fs. 158 del expediente de la Defensoría del
Pueblo que corre por cuerda, señaló que es el informe al que se
refería. Añadió que los dibujos de niños incorporados desde las
fs. 100 cree que los acercó la señora Rombolá, aunque no le
consta; que el procedimiento de la ley nro. 3 es informal,
entonces la señora podía consultar la actuación y entiende que
en base a ello acompañó los dibujos; que las recomendaciones de
la Defensoría se comunican a las Direcciones que corresponda,
pero no son vinculantes para el Gobierno de la Ciudad, es decir
que éste no tiene obligación de cumplirlas pero sí tiene
obligación de contestar por qué no cumple. Recordó que la
pileta
en
cuestión
no
tenía
plataforma
106
elevada
para
los
Poder Judicial de la Nación
guardavidas, había un solo guardavidas y no estaba marcada o
separada la parte profunda de la parte más baja, ni tenía
marcadas
las
profundidades
y
tampoco
tenía
la
canaleta
perimetral para el derrame y para asirse como establece la
Ordenanza; que puede ser que hubiera otras cosas menores, pero
no las recuerda, y era básicamente eso, que para verificar esas
faltantes se basaban en la ley vigente, y si bien el Gobierno
sostuvo que la Ordenanza no había sido reglamentada, ellos
consideraban que algunos de los artículos eran operativos y por
ello podían ser exigidos; que desconoce con qué habilitación
funciona actualmente la pileta; que en aquel momento era una
autorización
precaria,
pues
así
se
otorgaban
todas
las
habilitaciones a todos los natatorios; y que lo último que sabe
es que en octubre de 2006 hubo una inspección y una intimación
a cumplir una serie de mejoras. Agregó que a fin de año ellos
requirieron
que
les
informaran
intimaciones
pero
hasta
ahora
qué
no
les
ocurrió
con
contestaron;
esas
que
no
recuerda si se exigieron también el cumplimiento específico de
algunos artículos de la ordenanza 41.718, que se mencionan una
serie de incumplimientos en el natatorio pero no recuerda
cuáles eran; que él no tramitó actuaciones sobre la supuesta
adulteración de inspecciones en ese natatorio, aclarando que
hubo
varias
mayoría
de
actuaciones
los
de
distintos
natatorios
modernos
natatorios
no
cumplen
y
que
con
la
las
Ordenanzas, por ejemplo River; que estrictamente la Defensoría
es un organismo de garantías, lo establece la Constitución de
la Ciudad, y no un organismo de control, pero en los hechos
cuando
van
comportamiento
a
inspeccionar
de
los
el
funcionarios
gobierno
y
si
observan
advierten
el
alguna
irregularidad se confecciona un sumario en el ámbito de la
Procuración y ellos requieren el control de legalidad de esos
sumarios, que en su área se hicieron numerosos controles y se
pidieron la instrucción de muchos sumarios; que se hacen unas
300 inspecciones por año, casi una por día, en algunas tuvieron
diferencias con el Gobierno y lo hicieron saber a través de
resoluciones.
Asimismo
explicó
que
si
se
verificó
una
irregularidad manifiesta se hace una denuncia penal, lo que así
se hizo en algunas oportunidades y en otros se dispuso lo
107
necesario para que se confeccione el sumario respectivo. Al
exhibírsele las actuaciones de fs. 213 del expediente de la
Defensoría, la reconoce, explicando que la resolución original
se protocoliza en un libro y lleva la firma de la Defensora,
mientras que las copias no llevan ninguna rúbrica; que en el
ítem titulado “Las irregularidades detectadas...” se menciona
la inspección realizada por la Defensoría, que es aquélla en la
que él participó, estimando que es la de abril; que esta pileta
estaba funcionando con una autorización precaria; que ellos
tenían una discusión con el Gobierno sobre si la ordenanza era
operativa o no y para él en cuanto a la cantidad de guardavidas
era
operativa;
que
en
esta
resolución
la
Defensoría
no
recomendó que se reglamentara la Ordenanza, ignorando en este
momento por qué razón; que actualmente el dicente trabaja en
otra área, es jefe de control comunal y gestión urbana; que las
piletas nuevas que se construyeron sabe que no tienen canaleta
perimetral; que no tiene conocimiento de la licitación pública
n°19/2006 del Gobierno de la Ciudad para refacción de la piscina
del club social y deportivo “Unidos de Pompeya”, como también
que entre las obras a realizar se menciona el “cierre del
sector
de
salivadera
existente
en
el
natatorio,
que
se
rellenará con hormigón”. Asimismo refirió que cree que la
ordenanza 41.718 no exige la contratación de un servicio médico
de emergencias; que en cuanto al tema del Consejo Metropolitano
de Guardavidas se le contestó que no había sido integrado, pero
no sabe si al día de hoy está conformado; que su opinión es que
las piletas tenían que tener dos guardavidas; que desconoce una
norma posterior que reglamenta la enseñanza de natación en
colegios municipales y que se refiere a un solo guardavidas;
que para la segunda inspección había personal de Habilitaciones
y Verificaciones, un inspector de Especiales, la diputada López
Castro con uno o dos asesores, el licenciado Alberto Michi y Di
Giorgio; que fueron a “Estudiantes”, “All Boys”, al natatorio
de Villa Crespo y al que funciona en el club Almagro y el único
que se clausuró fue el último, que cree que los que nombró
pertenecían a la red “Megatlón” y el de Almagro cree que no,
que era “Sports S.A.”; que el Gobierno de la Ciudad tiene poder
de policía y que no se notifican previamente las inspecciones;
que
no
puede
decir
qué
porcentaje
de
las
piletas
tienen
habilitación precaria, pero en total habrá inspeccionado unas
108
Poder Judicial de la Nación
10 y/o 12 piletas y en algunas hubo conflicto; que también
inspeccionaron natatorios del Gobierno de la Ciudad que no se
podían
clausurar
aunque
para
él
estaban
para
clausurar.
Finalmente explicó que se otorgaban autorizaciones precarias
hasta que se reglamentara la Ordenanza, es decir que era
imposible hacer una habilitación hasta que no se reglamentara
la Ordenanza; que en el caso de que el natatorio quisiera una
habilitación debía haber una inspección previa pero All Boys
estaba funcionando sin tener la habilitación precaria; que en
general habría que ver cada caso para determinar si se le
otorgaba la habilitación, ya que era una autorización precaria;
y que no existía en ese momento posibilidad de obtener una
habilitación como otro local. Al exhibírsele la fs. 726 del
expediente de la Defensoría del Pueblo y expresó que desconoce
si ello se cumplió o no. Añadió que en el funcionamiento de la
Defensoría, según la ley nro. 3, cuando una recomendación que
hicieron no se cumple por el Gobierno, en el informe anual a la
Legislatura
se
informa
este
incumplimiento,
estimando
que
probablemente se habrá hecho en el 2002, ya que la resolución
fue dictada en 2001, y se tiene que haber denunciado en el
informe anual; que él tiene la obligación de presentar las
recomendaciones que no fueron cumplidas, para que se informe en
la Legislatura pero la Defensoría ya no insiste, sino que allí
concluye
el
procedimiento;
que
en
cuanto
a
los
nuevos
natatorios que no se construyen con la canaleta perimetral,
ellos preguntaron a expertos si había alguna posibilidad de
poner algo, una cuerda o algo de goma para sujetarse, pero les
decían que era muy peligroso para los buenos nadadores, que se
pueden golpear contra ello si es de material duro, además sabe
que en las piletas nuevas el agua está casi a la altura del
borde, entonces es simple poder agarrarse, pero no ha visto que
se haya hecho ninguna modificación o construcción para que
alguien pudiera asirse fácilmente. A otras preguntas respondió
que en la última intimación (fs. 727 del expediente de la
Defensoría), no ve que se mencione el incumplimiento de algún
artículo
u
Ordenanza;
que
en
una
reunión
que
tuvo
con
guardavidas le explicaron que una de las cosas más peligrosas
es el ahogado “silencioso”, que en las piletas puede ocurrir un
109
accidente y para los guardavidas es más fácil observar una
playa que un natatorio donde hay mucha gente, pues si no están
sobreelevados es muy difícil ver lo que ocurre en las partes
más profundas, sobre todo cuando hay muchos chicos que gritan o
juegan, por eso les hablaban de que los más modernos tienen un
sistema de control por sensor, así cuando una persona queda
sumergida más tiempo del necesario suena una alarma y se
enciende una luz para que el guardavidas pueda verlo; que
cuando hicieron la inspección la pileta estaba funcionando,
aunque
había
poca
gente
porque
era
a
la
mañana;
que
la
autorización precaria fue obtenida después de la muerte de
Florencia,
recuerda
pero
que
no
unos
sabe
cuánto
inspectores
tiempo
fueron
después,
a
aunque
corroborar
si
sí
las
intimaciones realizadas se habían cumplido y el natatorio
estaba cerrado por una orden judicial, entonces no pudieron
hacer la inspección y en ese lapso se otorgó la autorización
precaria; que esta autorización se hizo con un informe que
decía que estaba cerrado; que recuerda que si bien había
discrepancias de los miembros de la Defensoría de la Ciudad y
de la Legislatura con la gente de la Dirección General de
Habilitaciones no les pareció relevante hacer hincapié en ellas
porque lo que se firmó en la resolución era que se pedía la
clausura del local y esa era la diferencia sustancial de
opinión con los funcionarios, y como había un inspector de
clausura
éste
debió
haber
clausurado.
Al
exhibírsele
las
actuaciones de fs. 599/600 del expediente de la Defensoría
sobre las personas que estuvieron presentes, respondió: que
recuerda que había gente de la Defensoría y que en el club
Villa Crespo cree que él se tuvo que ausentar; que no es común
que
la
gente
disconformidad
de
Defensoría
con
el
o
Legislatura
procedimiento
de
labre
la
actas
de
dirección
de
habilitaciones; que el Gobierno de la Ciudad tiene distintos
tipos de inspecciones, cada dirección tiene distintas funciones
y el control es diferente; que hasta hace poco por ejemplo si
una dirección que no era la de habilitaciones iba a un lugar a
verificar por ruidos molestos y el local no tenía habilitación
no se lo clausuraba, es decir que era preferible no exhibirla
pues si la exhibía se lo clausuraban; que entonces a raíz de
una resolución de la Defensoría la Procuración modificó el
dictamen y ahora no se necesita comunicar a la dirección que
110
Poder Judicial de la Nación
corresponda para clausurar, sin la formalidad de que tenga o no
habilitación, es decir que era común que el inspector mirara
solamente lo que le correspondía a su área. Finalmente expuso
que no recuerda si se constató la presencia de dos guardavidas
el
9
de
octubre
de
2001;
que
las
recomendaciones
de
la
Defensoría fueron notificadas al Jefe de Gobierno, que contestó
por intermedio de la jefatura de gabinete solicitando una nueva
inspección en el lugar y fue la única respuesta que tuvieron,
es decir que no se expidieron sobre el tema de la clausura; que
en
el
informe
anual
no
sabe
qué
actividad
desarrolló
la
Legislatura al respecto; que en algún momento incluso se habló
de presentar una iniciativa legislativa para modificar la
Ordenanza,
pero
desconoce
si
se
hizo;
que
tampoco
hubo
respuesta del Gobierno respecto del tema de la operatividad de
las normas.
HÉCTOR MASQUELET dijo que cuando se hizo la denuncia
ante la Defensoría del Pueblo se desempeñaba como secretario
general de ese organismo, teniendo como tarea la supervisión de
distintas áreas; que además, cuando había algún tema que la
Defensora quería que tomara directamente la Secretaría General
lo abordaban directamente, como en este caso, por lo menos en
la
primera
etapa;
que
intervino
en
la
primera
de
las
inspecciones que se realizaron en la pileta en el club “All
Boys”, pero no tiene presente si firmó o no el acta porque el
que
llevaba
la
actuación
era
el
Dr.
Fachal;
que
en
esa
actuación, por lo que recuerda, había algunas condiciones de
seguridad
establecidas
en
la
Ordenanza
que
regula
el
funcionamiento de las piletas que no se cumplían, en particular
recuerda
la
ausencia
de
la
canaleta
perimetral,
de
la
plataforma, cree que era la falta de carteles indicadores o la
señalización de profundidad, había una serie de circunstancias
que seguramente están en el acta, y cree que también se
detectaron faltantes en el servicio médico, pero no tiene
presente si fue en esta inspección o en otra; que en es momento
se tomó conocimiento de que pese a estar clausurada la pileta,
por clausura judicial, en el medio se otorgó un autorización
precaria, luego se realizó una inspección, unos dos meses
después y como consecuencia de ello se resolvió recomendar la
111
clausura de la pileta. Añadió que no recuerda si participó en
alguna entrevista con la madre de la niña o de otras medidas
probatorias vinculadas con ello, más allá del seguimiento del
expediente; que el Dr. Fachal estaba por debajo del dicente
jerárquicamente pero hubo algunos cambios y no tiene presente
si estaba en el área de control comunal o en la subsecretaría y
también estaba el Dr. Delgado que ahora es Juez de Ejecución
Penal. Al exhibírsele fs.1/2 del expediente de la Defensoría
para que diga si recuerda cómo se inició y expresó que no
recuerda como se inició, pero que el primero despacho está
firmado por el Dr. Fachal. Añadió que apenas había un hecho que
involucraba
a
la
Ciudad,
muchas
veces
la
Defensora
daba
instrucciones para hacer una investigación de oficio y a veces
se
superponía
con
una
denuncia
particular,
pero
no
tiene
presente cómo se hizo en este caso. Al exhibírsele el acta de
fs. 158 del expediente de la Defensoría manifestó que estuvo
presente en esa diligencia; que no recuerda si la pileta estaba
funcionando; que las fotografías son del mismo día; que ellos
habitualmente trabajaban con una cámara digital que usaban para
las inspecciones y el personal de la Defensoría sacaba las
fotos, suponiendo entonces que son del mismo día; que además
por lo que ve uno de los que figura en la foto es Di Giorgio
que era uno de los jefes de verificaciones de la Defensoría;
que en cuento a las conclusiones de fs. 206 expresa que él hizo
el informe pero la responsable era la Defensora, ya que es un
organismo unipersonal; que cree que no hubo recusación de la
Defensoría en este caso, aunque ello está previsto; que no
recuerda si se dio intervención a “Megatlón” o al club “All
Boys” en este expediente pero aclara no se les corre traslado
en las actuaciones de la Defensoría del Pueblo, pues no está
dentro del procedimiento; que no sabe si posteriormente se
modificó el procedimiento, ya que hace cuatro años que se fue
de la Defensoría y actualmente es secretario del Consejo de
Seguridad Interior de la Nación; que en ocasiones lo que se
hacía era ponerlo en conocimiento del denunciado cuando se
pretendía que formulara algún descargo o se le pedía informes,
pero aclara que la Defensoría controla los actos de gobierno,
no de prestadores privados y que los incumplimientos que se
detectan son los del Gobierno de la Ciudad; que recuerda que se
realizaron
inspecciones
en
muchas
112
piletas,
suponiendo
que
Poder Judicial de la Nación
algunas pueden haber sido de “Megatlón”, incluso recuerda que
él no participó en la inspección pero sí que se clausuró la del
club Almagro, ignorando si era de “Megatlón”; que la Defensoría
en algunos casos contrataba expertos, por ejemplo en el caso de
trabajadores del subterráneo a un ingeniero especialista, ya
que había trabajo técnico, pero en este caso cree que no porque
una Ordenanza determinaba las condiciones de seguridad y no
hacía falta indagar cuáles eran las condiciones de seguridad
que debía tener, lo que en todo caso era facultad de la
Legislatura. En cuanto a los estándares de seguridad que los
funcionarios aplicaban respecto de los natatorios, lo primero
que tienen que hacer es ver si se cumple con las previsiones de
la
norma,
pero
él
no
puede
cuestionar
la
norma
de
la
legislatura, la tiene que aplicar; que para averiguar si la
norma estaba reglamentada tenían una oficina de información
legislativa formada por personal del ex CEDOM, ya que quedaron
vigentes las viejas ordenanzas y el Digesto de la Ciudad nunca
fue actualizado, por lo que el tema es complejo de abordar
entonces muchas veces se hacía un estudio previo para ver
cuáles eran las normas vigentes; que en este caso recuerda que
si bien había una reglamentación parcial, el criterio de la
Defensoría era que las normas en materia de seguridad no
requerían reglamentación sino que eran obligatorias a partir de
su dictado; que también inspeccionaron natatorios del Gobierno
de la Ciudad y así recuerda una inspección en la pileta del
parque Chacabuco, donde hubo una serie de circunstancias y
denuncias particulares, por eso lo recuerda, pero no tiene
presente el resultado; que entiende que no es posible que una
reglamentación establezca estándares de menor seguridad que una
norma de la Legislatura; que no tiene presente si se consultó
el plan municipal de natación sobre la forma en que se debían
impartirse las clases en escuelas primarias, pues ellos se
refirieron
al
incumplimiento
de
las
normas
sobre
los
natatorios; que la Defensoría puede recomendar la modificación
de una ley de la Ciudad u ordenanza, pues tiene iniciativa
legislativa; que con respecto a las piletas municipales, no
recuerda si tenían plataforma sobreelevada o si tenían dos
bañeros, etc., es decir no recuerda si cumplían las normas de
113
seguridad,
además
cree
que
en
esa
época
había
muy
pocas
gestionadas por la Ciudad ya que muchas estaban concesionadas,
ni
siquiera
recuerda
si
la
de
parque
Chacabuco
estaba
concesionada, pero sí sabe que era propiedad de la Ciudad.
LINO DI GIORGIO expresó en esa época estaba a cargo
de la oficina de verificación y actualmente está jubilado. Al
exhibírsele el informe de fs. 158 reconoció su firma; que la
función de la verificación siempre fue a solicitud de las
autoridades
para
constatar
la
Defensoría
autoridad
de
vecinos,
que
muchas
veces
situaciones
por
planteadas
reclamos
eran
o
quejas
verbales
y
por
de
otras
la
los
por
solicitudes, por ejemplo una obstrucción en la vía pública,
condición del arbolado, veredas; que en este caso fue avisado y
acompañó a Masquelet, Fachal y el empleado Michi al Club “All
Boys”, donde observaron algunas condiciones de la pileta, pero
él no elaboró el informe ni las fotos; que observaron algunos
temas de seguridad como la plataforma y el señalamiento en la
pileta.
Al
exhibírsele
la
fs.
600
del
expediente
de
la
Defensoría, reconoce su firma; que hubo una primera visita al
natatorio
en
abril
y
otra
en
junio
y
en
la
segunda
la
concurrencia fue más amplia, pues había una legisladora de la
ciudad, la Dra. Castro, sus asesores e inspectores del gobierno
de la ciudad; que hubo discusiones con un inspector; que los
representantes del Gobierno redactaron un acta muy escueta
diciendo que no se podía cumplir la finalidad de la inspección
pero era evidente que había algunos incumplimientos, entonces
la
legisladora
incompleto
e
y
ellos
hicieron
manifestaron
un
nuevo
que
registro
el
informe
de
acta
era
por
disconformidad con lo escueto y poco aclaratorio del informe de
los inspectores.
CLAUDIA ELENA ZADOROLLNE expresó que cuando llegó al
club para buscar a sus hijos estaba cerrado, había camiones de
policía, bomberos, ambulancias, y cuando ingresó nadie le
explicó lo que había sucedido; que luego por su hijo Giuliano
se enteró de que había una nena que se había ahogado en la
pileta; que cuando volvían a la casa en el auto su hijo le fue
explicando
muy
de
a
poco
lo
ocurrido,
le
quería
dar
tranquilidad a ella y lo único decía era que la nena estaba
bien, pero no había tomado conciencia de la gravedad del hecho;
que luego le fue contando la actividad que estaban haciendo en
114
Poder Judicial de la Nación
ese momento en la pileta, esto es, que estaban haciendo como un
triángulo, se tiraban desde el borde, tocaban a la profesora
que estaba a unos pocos metros y salían de la pileta por una
escalera; que su hijo en esa fecha tenía 8 años; que sabe que
durante el ejercicio no estaban en la parte profunda, no
recordando si le dijo que estaban de la mitad hacia atrás; que
la profesora estaba parada esperándolos y Giuliano al momento
de subir las escalinatas vio a la chica, avisó o gritó no sabe
a quién y enseguida corrieron todos. Añadió que ese año sus
hijos fueron pocos días a la colonia; que Giuliano fue a
iniciación deportiva los sábados en el club; que no le comentó
nada sobre Florencia respecto de si sabía nadar o no, etc; que
en relación al ejercicio que describió, cree que los chicos no
esperaban que el nene anterior llegara
a la escalera, que la
profesora les avisaba cuando tenían que tirarse, eso recuerda
que Giuliano se lo comentó; que después de ello la colonia no
continuó con las actividades; que le parece que posteriormente
sus hijos tomaron unas clases de natación, pero no recuerda si
fue ese año o el siguiente. La testigo continuó expresando que
su hijo declaró una sola vez y el que relataba el hecho era su
hijo; que su hija Chiara Sofía también concurría a la colonia e
iba a la pileta chica; que ella contrató la colonia con el
club; que sabe que está tercerizado por Megatlón pero ella fue
al club, aunque la colonia y todas las actividades cree que las
tiene Megatlón; que no sabe concretamente quiénes cuidaban a
los chicos en la pileta, pero iban con los profesores que tenía
cada grupo; que no sabe cuántos guardavidas había en la pileta
y después se enteró de que reglamentariamente tiene que haber
dos. Añadió que no sabe si Privato era la profesora de su hijo;
que sabe que éste pegó el grito, avisó y empezaron a correr
pero no sabe exactamente qué hizo, ni tampoco si hizo algún
intento de rescate; que su hijo sabía flotar o intentaba,
estaba en eso, no sabía nadar; que no le comentó si alguno de
los chicos del grupo tenía miedo al agua. Confrontada con su
declaración de fs. 173/174 específicamente en cuanto a que dijo
que Cecilia le había tapado los ojos, contestó que le había
tapado los ojos, pero no recuerda de que la abrazó y demás
detalles; que no sabe quién estaba más cerca de Florencia,
115
según su hijo, si la profesora o la guardavidas; que no
recuerda
que
su
hijo
le
haya
comentado
que
estuvieran
trabajando con una tabla; que tampoco recuerda si Giuliano le
comentó que hubiera algún ayudante colaborando o si algún chico
no realizó el ejercicio porque tenía miedo o porque tuviera
otitis, como tampoco que los chicos hicieran de asistentes en
la parte profunda, ya que su hijo no le habló de la parte
profunda. Agregó que desconoce en qué área de la pileta estaban
trabajando pero sí que estaban a lo ancho; que no recuerda si
Giuliano le comentó que hubieran realizaron otros ejercicios en
la pileta antes de que se percatara de que Florencia se había
ahogado; que ellos no eran socios del club sino que anotó a sus
hijos para algunas de las actividades que hacían; que cree que
a la colonia fueron sólo en febrero de ese año y fue el primer
año
que
hicieron
colonia,
luego
Giuliano
hizo
iniciación
deportiva los sábados y pileta y la más chiquita de sus hijas
también pileta, una semana; que ello no fue continuo sino
intermitente ya que a veces no iban, iban un mes sí, otro no,
etc.; que si sus hijos querían hacer actividad deportiva iban a
ese club porque era el que tenían más cerca; que conoció al
grupo de profesores y le gustó cuando Giuliano hizo iniciación
deportiva, aclarando que no había trato con los padres y que
ella no tenía trato con nadie; que ella iba casi siempre a
buscar a sus hijos; que los chicos esperaban en la cancha de
basquet reunidos por grupo, sentados en el piso, cuando estaban
listos pasaban los padres y los retiraban, y cree que estaban
los profesores; que salían por una puerta chica, no por la
puerta principal, y había otra persona o coordinador de la
colonia mirando quiénes salían, aclarando que los conocía por
la cara, no tanto por el nombre; y que no recuerda si daban
instrucciones por escrito sobre quiénes podían retirar a sus
hijos. A otras preguntas respondió que cree que en ese momento
su hijo le refirió que después de Florencia se tiró a la pileta
un nene o nena y después venía él; que tuvo una entrevista con
la madre de Florencia ya que ésta vino a su casa, había pasado
muy poco tiempo, la señora le pidió por favor que quería pasar,
tuvieron una charla pero Giuliano no estaba; que la señora fue
bastante insistente en querer hablar con él, incluso le dejó
una foto color de la nena que todavía la tiene; que después
tuvo una charla con Giuliano y le dijo que le quería preguntar
116
Poder Judicial de la Nación
unas cosas, aclarando que ella no estuvo muy encima pero le
pidió que fuera breve y la dejó hablar con Giuliano, que la
charla no duró mucho y estaban presentes ella y su otra hija;
que cree que Giuliano hizo un dibujo en esa oportunidad pero no
lo recuerda; que no recuerda con quién trató cuando inscribió a
su hijo ni tampoco el nombre de las profesoras, pero ahora por
lo que escuchó sabe que era Cecilia; que cuando llevaban a su
hijo ingresaba por Jonte, aclarando que lo llevaba la señora
que trabajaba en su casa, y que ella lo retiraba por la misma
arteria, no por Mercedes; que nunca habló con el presidente del
club, Bugallo; que respecto de la colonia ni sabe quién és, que
no cree que haya hablado con él y ella sólo estuvo en la
recepción; que sabe que las instalaciones del club estaban
tercerizadas porque había carteles de Megatlón además de decir
Club All Boys; que no recuerda que su hijo le haya comentado si
después del hecho los chicos fueron reunidos y alguna autoridad
les comentó lo ocurrido con Florencia; que al momento del hecho
no recuerda con precisión dónde estaba su hija pero cree que en
ese momento no estaban haciendo actividad en la pileta; que en
aquel momento su hijo ya sabía escribir y la dicente entiende
que podría reconocer algo hecho por su hijo a los 8 años.
Al
exhibírsele
la
el
dibujo
obrante
en
el
expediente
de
defensoría, expresó que por las características de los dibujos
no puede decir si pertenecen a su hijo, pero puede ser porque
está el nombre de él; que los rasgos de la letra le hacen
suponer que la escritura es de él, no los dibujos, pues en el
nombre y apellido ve la manera de escribir de él, el nombre
grande y la “b” larga, aclarando que actualmente cambió mucho
la letra, que siempre tuvo linda letra, redondita y ella
escribe bastante parecido. Asimismo manifiestó que las palabras
“hondo” y “bajo” que se observan no corresponden a la letra de
su hijo, ya que es distinta; que cree que su hijo no sabía
cuánto medía él al momento de hacer esos dibujos, no cree que
supiera; que Giuliano no le hizo referencia a que en las clases
de natación en la colonia fuera sometido a ejercicios que lo
sobrepasaban en su capacidad o lo sobreexigían, además si lo
sobreexigían no los iba a hacer; que la actividad de la pileta
era la parte de la colonia que más le gustaba, además era
117
verano y hacía mucho calor; que por comentarios de su hijo sabe
que hacía ejercicios en la parte baja, pero no cree que hayan
llegado a la parte profunda.
GIULIANO ALFREDO BACCHI manifestó que tiene 14 años y
se le hace saber que deberá ser veraz; que no conoce a los
imputados por su nombre; que recuerda que estaban en la clase
de natación en el club, en la colonia, se estaban tirando a la
pileta; que en un momento dado se tiró Florencia, no recordando
en qué sector ni si hacían pie y después cree que se tiraron
otros chicos; que no recuerda si era el primer ejercicio que
hacían o si hacía rato que estaban; que él se tiró al agua y
cuando subía la escalerita para volver a tirarse vio en el
fondo a Florencia, ante lo cual llamó a la profesora, no
recuerda si a la suya u otra, ella le tapó los ojos y llamó a
los bañeros, que se tiraron y la sacaron. Agregó que en el
ejercicio cree que se tiraban de cabeza a la pileta pero
después no recuerda qué tenían que hacer; que recuerda haber
visto a Florencia en el fondo pero no se acuerda de la cara, se
acuerda de verla ahí y nada más; que no recuerda si tenía
relación con ella en la colonia; que cree que él ya sabía
nadar; que no recuerda si iban a la parte profunda; que los que
hacían el ejercicio eran un grupito, no recuerda cuántos; que
hacían juegos con pelotas, flota-flota y esas cosas; y que no
recuerda cuántos profesores había; que no recuerda si en los
ejercicios de ese día la profesora ayudó a Florencia ni si ésta
sabía o no nadar, como tampoco si le tenía miedo al agua. A
preguntas que se le formularon dijo que no recuerda que en los
ejercicios en el agua la profesora tomaba a los niños y los
llevaba hasta la escalera o los ayudaba, pero seguramente sí lo
hacía; que cree que se podían agarrar del borde de la pileta;
que él le tenía “miedito” al agua cuando era chico; que no
recuerda si en alguna ocasión estaba en un lugar donde no
hiciera
pie;
que
no
recuerda
si
otros
chicos
también
se
agarraban del borde; que recuerda que para hacer el ejercicio
había una colchoneta desde el borde hasta el agua y se tiraban
por ahí, pero no recuerda cómo se sostenía la colchoneta; que
no recuerda si había algún chico enfermo que no haya entrado al
agua, como tampoco recuerda el nombre de algún chico de la
colonia ya que concurrió muy poco tiempo, cree que un mes; que
ese día no se escuchaba bien, había como un retumbe, un
118
Poder Judicial de la Nación
murmullo grande; que no recuerda si en esa ocasión veía a la
guardavidas,
que
los
vio
en
varias
oportunidades
pero
no
recuerda en ese momento y no sabe si eran varios; que no
recuerda si era una mujer o un hombre y una mujer. Añadió que
antes de la pileta hicieron actividades afuera, fútbol, juegos
con pelotas, en la cancha de básquet y cree que lo hacían todos
juntos;
que
no
recuerda
si
siempre
estaba
con
la
misma
profesora; que cree que ese día antes habían jugado en la
pileta, en la parte baja; que cree que vio cuando Florencia se
tiró al agua pero no lo recuerda bien; que no recuerda si algún
compañero tenía miedo al agua pero él sí tenía; y que no sabe
si Florencia le tenía miedo al agua; que no recuerda si cuando
se tiraban de cabeza en estos ejercicios lo hacían en la parte
baja u honda; que no recuerda haber mencionado a su madre que
Florencia tenía miedo al agua, como tampoco recuerda a Jaime ni
a sus compañeros del grupo; que había uno con el que más tenía
relación e iba a la casa pero no recuerda el nombre; que no
está seguro de haber visto si se tiró Florencia, pero sí que
ésta se tiró antes; que cuando hacían el ejercicio las personas
que lo cuidaban eran el o los profesores y el o los bañeros, no
recordando si eran uno o más; que no recuerda si en los
ejercicios hacían que los alumnos sostuvieran la tabla por la
que se tiraban los chicos; que le parece que hubo chicos en el
grupo que no se animaron a hacer algún ejercicio en la parte
honda,
debido
a
la
profundidad;
que
recuerda
que
en
el
ejercicio que relató había que tirarse por la colchoneta como
de cabeza, agarrar o tocar a la profesora llegando hasta ella
que estaba como a medio metro y volver a la escalera que estaba
al lado de la colchoneta, subir y volver a la cola, que no
recuerda si todos los chicos salieron por la escalera o si
alguno salió de otro modo; que recuerda a un chico rubio con
pecas, que le parece que era hijo de una persona que trabajaba
en el club. Añadió que cuando vio a Florencia ella estaba en el
fondo del agua de la parte en donde estaban, él iba a subir a
la escalera y cuando miró para abajo la vio; que cuando él
advirtió
a
la
profesora
que
había
visto
a
Florencia,
la
profesora empezó a gritar, le tapó los ojos, llamó a los
bañeros, uno de ellos se tiró y la salvó, pero no recuerda si
119
la persona que la sacó tuvo colaboración; que había distintos
niveles
de
natación
y
él
era
nivel
bajo
o
medio;
que
a
Florencia la vio aproximadamente un metro antes de llegar a la
escalera; que después de lo que relató los llevaron a unas
aulas que usaban para otros deportes, estuvieron esperando una
hora y pico y después vinieron los padres a buscarlos; que en
esa hora y pico vino un profesor pero no recuerda qué les dijo;
que le pareció ver a alguien al costado de la pileta que
atendía a Florencia pero no sabe si era médico; que no recuerda
si nadaban solos hasta la escalera o si la profesora les daba
un empujón para llegar; que no recuerda haberle dicho a su
madre que la profesora sólo los miraba cuándo se tiraban pues
fue hace mucho tiempo y tiene muy poco recuerdo. Asimismo
expresó que cuando iba nadando hacia la escalera y vio el
cuerpo todavía estaba en el agua, que le parece que primero
pensó que la niña estaba jugando o algo pero después de un
ratito, un segundo o algo así, se asustó; que no recuerda si
salió solo de la pileta o si lo ayudó la profesora; que desde
que él le avisó a la profesora y ésta llamó a los bañeros
tapándole los ojos le parece que se tiraron ahí al toque,
rápido; que era un grupito que hacía el ejercicio y se tiraban
de a uno; que supone que todos los del grupito tenían más o
menos el mismo nivel de natación, pero no lo recuerda; que cree
que los niveles eran según si sabían nadar y no recuerda si al
clasificarlos les ponían cintas de colores en los brazos; que
hacían revisación médica en la pileta, suponiendo que había un
médico pero no lo recuerda, le parece que era una señorita; y
que no recuerda si los ejercicios que realizaban eran acordes a
su nivel de natación. A otras preguntas que se le formularon
respondió: que tuvo una entrevista con la mamá de Florencia en
su casa, pero no recuerda qué pasó; que no tiene presente si la
madre le preguntó qué había pasado ni si hizo un dibujo; y que
le parece que la profesora que le tapó los ojos era la misma
que les hacía hacer el ejercicio, la que estaba dentro del
agua. Al exhibíresele el dibujo obrante a fs.180 del expediente
de la Defensoría expuso que no se acuerda de haber hecho el
dibujo pero que la letra es suya, la “G” del apellido por
ejemplo, además hay errores de ortografía que eran habituales,
como la hache, y las eses, que le salían mal y su mamá le
corregía; que en cambio no es su letra la que dice “bajo” y
120
Poder Judicial de la Nación
“hondo”. Explicó asimismo que en el centro del dibujo donde
dice “cuando uno llegaba... N2 etc”, le parece que quiso decir
que cuando se tiraba el primero se tiraba el segundo y así,
para explicar la mecánica del ejercicio; que no recuerda si en
aquel momento le midieron la altura en la colonia y si él sabía
su altura; y que donde dice “el agua me tapa...” es su letra
pero no recuerda si lo habían medido.
ADRIANA MABEL CÁCERES expresó que el día que ocurrió
el hecho pasó a buscar a sus hijos y se encontró con todo el
despliegue de ambulancias; que se asustó mucho pero encontró a
su hija en el gimnasio, también tenía su hijo allí y los
retiró; que con posterioridad Nathalie le contó lo que había
pasado pero no recuerda si fue ese mismo o día; que tuvo que
hacer la denuncia y la acompañó a la comisaría para que
declarara la niña, que en ese momento tenía 8 años, aclarando
que la dicente estuvo presente cuando declaró; que por la niña
se enteró de que estaban sentados al lado de la escalerilla de
la pileta que está a mitad de aquella, hacia el lado profundo,
donde no hacían pie; que estaban haciendo un juego, había
varios chicos sentados en el borde; que la profesora estaba, no
recuerda si estaba la bañera ahí parada y había un profesor
más, los chicos se iban tirando, la profesora estaría a unos
dos carriles y los iba recibiendo cuando se tiraban del borde,
tenían que tocar a la profesora y volvían hacia la parte baja
de la pileta, la parte menos profunda; que así se fueron
tirando varios chicos, primero le tocó tirarse a Florencia, su
hija estaba al lado y le tocaba tirarse después; que su hija
dice
que
Florencia
se
tiró
y
ella
no
vio
nada
más,
no
recordando si tocó o no a la profesora; que a Florencia no la
vio más, se tiró, tocó a la profesora y la consigna era llegar
hasta la parte más baja y quedarse ahí, que es lo que hizo, fue
hasta la parte menos profunda y no la vio más a Florencia,
luego se siguieron tirando los chicos y el último nene fue el
que vio a Florencia abajo, produciéndose un despliegue para
salvarla y hacer la resucitación; que hasta ahí le contó su
hija y fue lo que relató cuando hicieron la declaración en la
Comisaría. Añadió que cree que Nathalie le comentó que primero
se tiraba un chico, tocaba a la profesora, iba a la parte más
121
baja y luego se iban tirando todos; que Nathalie había ido a
escuela deportiva desde más chica, desde los cuatro años, había
aprendido a nadar y estaba perfeccionando los estilos, pues no
sabía ningún estilo; que después del accidente no hizo más
natación
ni
volvió
más
al
club
pues
quedó
muy
afectada
psicológicamente; que no sabe si Florencia sabía nadar; que
Nathalie había empezado en diciembre, después ellos se fueron
afuera en enero y retomó en febrero; que para entonces hacía
muy poquito que había entrado Florencia y no la conocía mucho,
además no era del grupo con el que ella había estado ni la
conocía lo suficiente; que Nathalie no le dijo que Florencia
tuviera algún problema en los oídos; que su hija le comentó que
quien vio a Florencia en el fondo era un nene, no recordando si
era el último de la fila o el anteúltimo, pero sí que era un
varón; que no recuerda si le comentó que habían pasado muchos
nenes hasta ese momento; que no sabría decir si la profesora
los ayudaba cuando no sabían nadar; que sabe que tenían que ir
solos hasta la profesora y luego ir solos a la parte más baja
pero no sabe qué tipo de ayuda les daba ni cómo iban; que cree
que Nathalie le dijo que la profesora hacía pie donde hacían el
ejercicio pero los chicos no; que su hija sabía nadar perrito
pero no hacía un estilo en particular, sabía nadar lo básico.
Confrontada con la declaración de fs. 83, en cuanto a que si la
profesora hacía pie o no, respondió: que no recuerda si dijo
que la profesora no hacía pie, pues pasaron muchos años; que
además fue un tema del que no se habló más en su casa y en el
momento de la declaración el oficial guiaba el interrogatorio y
no recuerda entonces si hacía pie o no; que lo único que
recuerda es que tenían que tocar a la profesora e ir hasta la
parte baja; que la dicente estaba con la nena y el oficial
guiaba por lo que fue complicado el interrogatorio, ya que le
preguntaba a una nena de ocho años por metros, alturas, etc;
que no sabe si Nathalie se lo dijo y ella lo repitió; que
recuerda que en la Comisaría le preguntaban adónde le llegaba
el agua y ella contestaba preguntas más puntuales; que no
recuerda lo que dijo en esa ocasión y es la única vez que fue a
la policía. A otras preguntas respondió que sabe que Florencia
estaba antes en la fila y Nathalie al lado pero no recuerda los
nombres de los demás chicos. A otras preguntas dijo que cree
que su hija le dijo que Florencia no sabía nadar, que empezaba
122
Poder Judicial de la Nación
recién, al principio de febrero; que no recuerda cuántos chicos
se tiraron después de Florencia hasta que fue encontrada; que a
ella nadie del club le notificó lo que había pasado ni se dio a
conocer, tampoco a su hija; que su hija no le comentó si algún
chico no hizo este ejercicio por miedo o por frío; que no supo
que algún chico tuviera miedo de hacer los ejercicios de la
parte honda; que no sabe qué hacía su hija cuando se dio el
alerta en la pileta de que Florencia se había ahogado, pero le
comentó que se quedó jugando en la parte baja con otros nenes y
luego se desencadenó todo esto; que no sabe cuál era su estado
emocional, que entiende que se encontraba angustiada, y que
enterados de lo que sucedió se llevaron los chicos a otro
lugar, a un gimnasio; que cuando se dio la voz de alerta
Nathalie estaba jugando en la parte baja con otros chicos pero
no le dijo a qué jugaban; que no le comentó si en esa parte
había aros o “flota-flota” para jugar; que en este ejercicio
último la consigna era ir hasta el lado bajito, nada más, por
lo menos es lo que recuerda que su hija le dijo, iban desde la
profesora nadando hacia el lado bajito, ignorando si tenían que
salir por la escalerilla, pero tenían que ir hasta lo bajo; que
su hija no le comentó si algún chico tenía que salir por la
escalera o por otro lado de la pileta; que tampoco le comentó
si
algún
otro
chico
además
del
que
dio
el
alerta
vio
a
Florencia debajo del agua; que no sabe si utilizaron algún tipo
de colchoneta para este ejercicio para tirarse al agua; que no
recuerda si le comentó su hija que alguno de los chicos del
grupo asistiera en las tareas de la parte honda a la profesora
sosteniéndole los materiales;
que no tiene presente si su hija
le habló de un compañero Juan Ignacio Jaime, ya que no recuerda
los nombres de los chicos; que había una pileta grande y un
sector con una pileta más para chiquitos; que no le dijeron la
cantidad de guardavidas que iba a haber en actividad o en la
pileta pero su hija hacía mucho tiempo que iba al club, también
su hijo mayor, ella conocía a los profesores y conocía todo;
que ella veía en la pileta a una guardavidas, después estaban
los profesores y algunos chicos jóvenes que asistían en la
colonia pero no sabe si estaban en esa actividad; que había un
guardavidas para las dos piletas; que Nathalie le comentó que a
123
Florencia no la vio más, la perdió, que no sabe si recién se
dio cuenta cuando gritaron o cuando pasó todo pero no la vio
más; que Nathalie iba desde los 4 o 5 años a la colonia y
también su hijo mayor que ahora tiene 18 y cree que también
fueron durante las vacaciones de invierno, pero además hacían
otras actividades en el club; que a los chicos los recibían en
los distintos grupos según las edades en la cancha de básquet;
que ella los llevaba y los dejaba en el grupo correspondiente;
que cuando los iba a retirar era en el mismo lugar y estaban
sentados en el grupo que les correspondía esperando a los
papás; que cree que se completaban fichas de colonia cada vez
que se iniciaba y se consignaba quiénes estaban autorizados a
retirar a sus hijos, aclarando que nunca tuvo problema con el
retiro de sus hijos, que se los hayan entregado a otra persona,
pero igualmente en general iba ella; que si quería hablar con
los profesores que tenían a cargo a sus hijos podía hablar con
ellos y hablaba cuando los llevaba si necesitaba algo o a la
salida, pero nunca concurrió durante el tiempo que estaban en
la colonia; que si hubiera querido ver las actividades supone
que podría haber ido pero no fue, salvo alguna fiesta o acto
que compartieran con los papás, aclarando que el club estaba
abierto. Asimismo dijo que no recuerda si había reuniones al
inicio de la colonia; que su hija no le comentó que le dieran
ejercicios muy exigentes o que superaran su capacidad; que
después del hecho la mamá de Florencia estuvo en su casa cree
que el sábado siguiente a la mañana; que estuvieron hablando y
la señora estaba muy consternada, muy mal anímicamente; que no
recuerda si la nombrada conversó con su hija, cree que le pidió
pero no recuerda si la niña estaba durmiendo; que cuando habla
de “club” habla del club en general, es común en su casa hablar
del club, es el lugar donde está el club, ella vive a la vuelta
y siempre estuvo ahí el club, habla del espacio que se destina
a las actividades; que no recuerda con quién contrató la
colonia pero sus hijos ya habían estado y ella conocía a los
profesores, entonces cuando anotó a Nathalie fue un trámite
más, ella quería ir a la colonia y la dicente no se fijó
quiénes eran los profesores pues los conocía por su otro hijo;
que ella no tenía mucho trato con los profesores y aunque su
hija los nombraba no recuerda los nombres, los conocía de
vista; que no ubica bien a Bugallo; que sabía que el club
124
Poder Judicial de la Nación
estaba concesionado, que antes de que llegara Megatlón tenía
otra pileta, otra estructura y ese cambio lo hizo Megatlón,
cuando
Nathalie
llegó
no
cambió
comentó
todo,
en
la
todas
las
comisaría
instalaciones;
que
hubiera
que
visto
a
Florencia tomada de la escalera; que su hija había ido a la
escuela de natación antes de la colonia, había hecho el curso
de natación desde chiquita y empezó a flotar allí, y cuando
estaba en vacaciones iba a la colonia; que no sabe cuánto
tiempo hizo natación antes pero hizo todo lo que hacen los
chicos que empiezan a aprender a nadar, no tenía estilo, pero
ella estaba tranquila de que si se caía a la pileta podía
flotar o salir; y que ignora qué conocimientos tenía Florencia
de natación. Finalmente expresó que la visita de la señora
Rombolá fue posterior al día del hecho.
SILVIA MAGNOLIA expresó que conoció a los imputados;
que tuvo relación con Cecilia (Privato) por ser profesora de su
hija Ailin y también conoció a la mamá de la víctima; que se
encontraba en la casa de una amiga cuando recibió un llamado de
su hija diciendo que se había ahogado Florencia; que luego la
llevaron a declarar a la Comisaría; que recuerda que su hija le
contó que estaban todos en fila en el borde de la pileta, que
había como una colchoneta de “goma eva” para que los chicos se
deslizaran hasta el agua y fueran hasta la primera escalera,
que se tiraban de a uno y Cecilia observaba cómo llegaban al
borde y salían del natatorio. Añadió que Ailin no vio qué pasó
con Florencia, sí recordaba que ella estaba en el agua, parada
al costado de la pileta, entonces escuchó gritos y vio cómo la
sacaban del agua, para lo cual se tiró la guardavidas, y
pidieron que todos los chicos salieran del natatorio y se
retiraran, siendo guiados hasta la escalera para salir por el
vestuario. Aclaró que pasaron muchos años y ha olvidado algunas
cosas; que con respecto al ejercicio era una colchoneta que
estaba al ras de la pileta y apoyada en el agua, para ingresar
en la parte honda; que ella entiende que estaban en la parte
profunda; que la profesora Cecilia miraba a cada alumno cómo se
tiraba, de a uno por vez, y hasta que no salía uno no se tiraba
el siguiente, y que Cecilia estaba parada en el borde, fuera de
la pileta, según lo contó su hija, al lado de la colchoneta;
125
que a Privato la conocía porque dentro del grupo de profesores
de All Boys la habían tenido sus hijos como profesora, pero no
tiene relación amistosa con ella; que para esa época su hija
sabía nadar; que su hija no le comentó nada sobre Florencia,
ignorando si la nombrada sabía nadar o no; que recuerda que
Ailin le contó que se tiró al agua y que la registra a
Florencia como que estaba esperando en la fila, dos o tres
compañeritos después de su hija, y a Cecilia la ubica al lado
de la colchoneta, que es lo que dijo su hija; que no recuerda
si cuando Ailin escuchó lo que sucedía estaba jugando con algún
juego tipo aro o flota-flota, que lo que recuerda de aquel
momento y ahora se le volvió a preguntar, fue un momento muy
duro para todos; que Ailin nadaba perfectamente; que tiene un
recuerdo del relato de cuando tenía 9 años de que estaba
nadando en la pileta como yendo hasta un profesor de nombre
Marcelo, que estaba en otra parte de la pileta, y los que
sabían nadar tenían que nadar hacia él; que Ailin no vio nada
de la situación y cuando oyó los gritos giró y vio que la
guardavidas se tiraba a sacar a Florencia; que sabe que a
Florencia la vieron otros pero no fue el caso de su hija, que
sólo oyó los gritos; que los chicos que no sabían nadar como
Ailin
según
introducían
su
de
hija
a
uno
estaban
y
parados
Cecilia
miraba
en
el
uno
borde
por
uno
y
se
cómo
realizaban la actividad, pero no sabe si lo hacían todos los
chicos que no sabían nadar. Asimismo explicó que no sabe si
Marcelo si tenía un grupo a cargo, lo que sabe es que su hija
sabía nadar y podía hacer el largo de la pileta hasta donde
estaba el nombrado; que no sabe si ya había terminado el
ejercicio, pues fue muy confuso todo; que no sabe si alguien
sostenía la colchoneta pero aclara que son colchonetas que son
antideslizantes y se sostienen bien sobre el borde y se apoyan
bien sobre el agua, por lo que los chicos tranquilamente pueden
deslizarse e incluso pararse, es decir que la colchoneta los
sostiene bien, pero no sabe si alguien la sostenía; que su hija
no le comentó que en este ejercicio alguno de los chicos
sostuviera algo o hiciera de asistente; que en general las
madres no saben mucho de los chicos de colonia y ella no
conocía a Florencia, sólo sabe que era nueva; que su hija no le
comentó que Florencia tuviera miedo al agua; que su hija
siempre se sintió muy cuidada por Cecilia, además sus tres
126
Poder Judicial de la Nación
hijos fueron alumnos de ella, siempre sintió un respaldo y una
seguridad. Asimismo manifestó que la declaración policial la
prestó su hija, que estuvo cuatro horas declarando con la
dicente
estuvo
presente
ya
que
era
menor;
que
cuando
la
llamaron de la Fiscalía para venir a declarar hoy lo pensó
mucho porque fue muy fuerte para la niña, que tenía 9 años; que
la dicente firmó el acta ante la policía pero declaró su hija;
que
la
dicente
la
leyó
y
la
firmó
y
lo
que
decía
se
correspondía con lo dicho por su hija; que recuerda que en el
club había una pileta chiquita para matronatación y una pileta
grande, la primera para los chicos de dos o tres años; que los
profesores estaban ahí y había alguien en una cabina donde se
recibían los carnets, no pudiendo afirmar cuántos guardavidas
había ya que no lo recuerda; que por el club pasaron varios
médicos por lo que no puede decir si conoció al Dr. Saudan,
aclarando que los que conoció eran por revisación médica para
entrar al natatorio; que no sabe si para las actividades se
dividían por grupos, pero en la colonia estaban divididos por
edades y había dos profesores por grupo según la edad, que en
general su hija estaba con Cecilia, pero desconoce si había
alguna actividad compartida; que la dicente tiene tres hijos y
éstos fueron a la colonia durante unos años, empezó a ir su
hijo mayor que está por cumplir 19, el segundo, que va a
cumplir 16, siguió con la escuela de básquet y dejó de ir el
año pasado, y Ailin fue dos o tres años a la colonia; que en su
opinión
los
profesores
siempre
fueron
muy
trabajadores
y
responsables, cada grupo tenía un profesor y se notaba que
sabían lo que hacían, lo cual notó en todos los niveles; que
han tenido distintos profesores, también en natación, incluso
se han quedado a dormir en el club en campamentos y siempre
vinieron contentos, aclarando que ella no es una mamá que
concurra al club; que a lo mejor le falta un poco de verde al
club pero de los profesores no puede decir nada; que sus hijos
no le comentaron que los ejercicios que tenían que realizar
fueran demasiado exigentes o los agotaran, pero cuando empiezan
a nadar pueden resultar cansados porque tienen la clase de
natación y hacen el ancho de la pileta nadando, pero siempre
salieron
contentos,
nunca
se
127
quejaron;
que
sus
chicos
aprendieron prácticamente en All Boys y también iban en el año,
aclarando que ella se refiere a ambas actividades; que la
colonia tal vez es más recreativa. Añadió que ella iba de vez
en cuando a verlos nadar, que hay una parte vidriada en un
primer piso, en el gimnasio, que está siempre abierta y los
padres pueden ir cuando quieran a ver las clases y cómo se
manejan los profesores; que éstos generalmente tienen ayudantes
y se les toma una prueba, así sabían a qué lado de la pileta
podían ir los chicos, lo cual también era un sinónimo de
tranquilidad;
que
con
posterioridad
al
hecho
la
mamá
de
Florencia vino a verla a su casa, no había pasado mucho tiempo
y aquélla estaba muy mal, buscaba apoyo y dejaba ver su
preocupación, veía que algo estaba mal, había pasado algo muy
grave
y
quería
que
los
padres
tomaran
conciencia
de
lo
ocurrido; que la nombrada también se entrevistó con su hija y
le hizo preguntas, en su presencia; que las preguntas estaban
relacionadas con la ubicación de Ailin el día del hecho y cómo
había sido la clase, pero no recuerda las preguntas; que su
hija hizo un gráfico en la comisaría y cree que también cuando
vino la mamá de Florencia, además también se los hizo a la
dicente, contaba lo ocurrido a través del dibujo; que cuando
hizo referencia a campamentos dentro del club se refería a All
Boys, al predio donde jugaban al básquet, llevaban bolsas de
dormir, viandas, y siempre estaban dentro del predio del club,
manejado todo por los profesores, había una propuesta que ella
entendía era de parte del club; que ellos entraban por Jonte,
pero hay otra área de All Boys que da sobre otra calle, cree
que esta otra parte pertenece más a la parte de fútbol y no
tiene que ver con el campamento; que también usaban la cancha
de
fútbol
para
juegos
nocturnos
y
después
dormían
todos
adentro; que cree que con Cecilia no hicieron campamento sino
que eran otros profesores pero estaba involucrado el club; que
desconoce cómo se llama el presidente, como también si el club
estaba concesionado, aclarando que cuando habla del club se
refiere a Megatlón; que cuando había campamentos recibía una
nota de Megatlón; que además los chicos venían con un boletín
donde
decía
si
habían
alcanzado
los
objetivos
y
ahí
se
establecía cuáles eran los objetivos para el natatorio; que la
reunión con la madre de Florencia no fue el día del hecho ni al
día siguiente pero cree que habían pasado unos pocos días; que
128
Poder Judicial de la Nación
conoce a Giraldi, que coordinaba en el club, y entiende que
estaba a cargo de la nivelación en natación; que no sabe qué
cantidad de chicos había en la parte honda ni cuántos sabían
nadar; que sabe que había nivelaciones grupales para la pileta
y también era una forma de resguardo; que no sabe si había
muchos chicos en la clase; que se les tomaba una prueba, si
podían flotar, sumergir la cabeza, bucear, o si le tienen
pánico al agua, y según eso armaban los grupos para trabajar;
que, conociendo a Privato, entiende que está en condiciones de
nivelar a una persona o a un chico en un nivel concreto de
natación.
AILIN AZUL LORENZO manifestó que conoce a Privato
porque fue su profesora, no así a los demás imputados; que
primero conoció a Florencia y a la mamá después. Refirió que
estaban aprendiendo a nadar, que tenían que hacer una fila en
el borde, se tiraban a la pileta, se agarraban del borde con
las manos, luego subían la escalera y volvían a hacer la fila
para
tirarse
otra
vez;
que
el
ejercicio
lo
repetían,
no
recordando si lo hicieron muchas veces; que no recuerda cuántos
chicos eran, pero sí que hacían el ejercicio con Cecilia; que
ella hacía mucho que estaba en clase con Cecilia, además ya
sabía nadar; que algunos chicos sabían nadar y otros no; que
Florencia le parece que no sabía; que el que sabía nadar tenía
que ir nadando y el que no sabía se tenía que agarrar del
borde; que ella la vio a Florencia agarrarse del borde; que se
tiraban y se agarraban del borde y donde se tiraban no hacían
pie. Añadió que Cecilia estaba en la escalera al lado de ellos,
adentro de la pileta, si recuerda bien; que a los que no sabían
nadar los ayudaba, les agarraba la mano y los ayudaba a ir
hasta el borde; que no recuerda si ese día Cecilia ayudaba a
Florencia; que en la fila le parece que ese día Florencia
estaba detrás suyo pero ella no vio cómo se tiraba; que la
orden para tirarse la daba Cecilia; que cuando llegaban a la
escalera y estaban arriba se tenía que tirar el siguiente; que
los que sabían nadar como ella iban nadando hasta la escalera,
que estaba en la parte profunda; que a la pileta cree que se
tiraban “de palito”, todos igual; que no oyó que Florencia
dijera que no quería bucear o que tenía miedo al agua ni que
129
haya dicho que tuviera un problema en los oídos; que le parece
que Cecilia no tenía ayudante para estos ejercicios; y que cree
que ese día entraron todos al agua, que no había algún chico
que no pudiera. Asimismo manifestó que no recuerda si en algún
ejercicio Cecilia estuvo afuera del agua; que en la pileta
había guardavidas, que ese día estaba, estaba cerca de ellos
vigilando y era una mujer; que no sabe quién dio aviso que
Florencia se encontraba bajo el agua; que ella vio cuando la
sacaron, aclarando que la sacó la guardavidas, cuyo nombre no
recuerda, se tiró y la sacaron; que cree que los profesores le
intentaron dar respiración; que con la mamá de Florencia no
recuerda si tuvo alguna conversación; que la dicente fue a
declarar a la comisaría y la conversación con la mamá, si no se
equivoca, fue después de ir a la Comisaría; y que no recuerda
si hizo algún dibujo. Agregó que cree que no conoció a Giraldi;
que en la colonia cree que no le hicieron alguna nivelación
para ver sus conocimientos de natación, aunque en las clases de
natación sí; que no recuerda si fue a otros cursos de natación;
que
no
tenían
complicación
para
agarrarse
del
borde,
era
sencillo; que no recuerda qué lugar ocupaba ella en la fila en
el ejercicio, como tampoco cuántos chicos eran; que ese día
cree que
hicieron tres ejercicios en la parte honda; que no
sabe cuál fue la última vez que vio a Florencia; y que no
recuerda
al
médico
que
estaba
ese
día
en
la
pileta.
Al
exhibírsele el dibujo de fs.101 del expediente de la Defensoría
y preguntada sobre si lo recuerda respondió “algo”. A otras
preguntas respondió que no recuerda si había otras personas
haciendo pileta libre, que era todo colonia; que no recuerda si
le hicieron prueba de nivelación al inicio de la colonia; que
cuando fue a colonia cree que siempre estuvo con Cecilia; que
el ejercicio era tirarse, ir nadando hasta el borde y por éste
llegar hasta la escalera; que cuando iban hasta el borde
Cecilia estaba adentro del agua, cree que agarrada del borde;
que no tenían que llegar hasta donde estaba Cecilia sino hasta
la escalera; que el grupo era mixto pero no recuerda si había
profesores varones; que le suena el nombre de Marcelo Avila
como profesor pero el día del hecho no recuerda si el nombrado
tenía un grupo de chicos trabajando con él.
SANTIAGO EDUARDO BORTHELLE expresó que no conoce a
los imputados y que no tiene amistad con los padres de la
130
Poder Judicial de la Nación
víctima; que el hecho ocurrió hace muchos años y es difícil
recordar lo que pudo llegar a enterarse en aquel momento; que
el primer día durante la cena uno de sus hijos comentó que
había habido un problema en la pileta del club, aclarando que
cree que sus dos hijos concurrían a esa institución; que en ese
momento no pasó de un comentario y mencionaron que habían
llegado las cámaras de televisión y periodistas, pero fue un
comentario vago; que al día siguiente se les informó que la
colonia
no
funcionaría;
que
no
recuerda
si
hubo
algún
comentario vinculado con un accidente pero fue algo muy vago;
que a los pocos días recibieron una citación de la Comisaría
43a. y entonces su hijo comenzó a relatar un poco más lo que él
recordaba de los días anteriores; que cree que al día siguiente
concurrieron a dicha comisaría; que su hijo no le había dado
demasiados detalles, pero cuando se iban acercando comenzó a
contarle con un poco más de detalle lo que él había vivido; que
tiene más o menos presente la declaración de su hijo en la
comisaría, donde dijo que estaban haciendo un ejercicio en el
cual los chicos se arrojaban desde un extremo de la pileta al
agua, tocaban la mano de una de las profesoras, luego se
dirigían al costado derecho de ella y desde allí continuaban
por el borde, que a pocos metros había una escalera y los
chicos tenían la decisión de continuar hasta el final de la
pileta o salir por la escalera. Añadió que cree que los chicos
estaban en la parte más profunda e iban hacia la parte menos
profunda de la pileta; que su hijo también comentó que no era
el primero ni el último de la fila, que sobre aproximadamente
siete u ocho chicos estaba quinto o algo así y detrás de él
quedaban unos dos chicos más, que él no escuchó ningún murmullo
o grito ni vio ninguna situación, se tiró, tocó la mano de la
profesora e hizo el trayecto mencionado, pero no salió por la
escalera sino que continuó hasta el final de la pileta; que
salió, se fue a jugar con otros chicos y allí escuchó que había
movimiento y gritaban que había una nena que se había ahogado;
que en la Seccional se le pidió a su hijo que mencionara a
cuántos metros estaba la profesora de donde ellos se tiraban y
no lo pudo definir, porque no tenía edad suficiente para medir
distancias y así se lo expresó al sumariante, lo único que
131
podía hacer era un diagrama y señalarlo con dibujos; que no
recuerda que su hijo haya comentado en la declaración que
hubiera visto a la nena en el trayecto del ejercicio, pero sí
se lo comentó a él y a su madre, señalándoles que cuando iba
por
el
borde
profesora
de
en
la
un
pileta
momento
después
vio
a
de
la
haber
nena
tocado
como
a
la
sentada,
bamboleándose en el fondo de la pileta, abajo del agua, y le
pareció que estaba ahí como a veces hacen los chicos, por lo
que no le llamó la atención, aclarando que su hijo no estaba en
la ubicación siguiente a la de la niña, que ésta estaba más
adelante, uno o dos chicos más; que no recuerda si su hijo le
comentó que estaban en un lugar donde no hacían pie; que para
entonces cree que su hijo sabía nadar, pero ello depende de lo
que quiere decir saber nadar; que si bien sí es cierto que
después de que tocó a la profesora siguió por sus propios
medios hasta el final de la pileta; que él presentó lo del
diagrama como una alternativa durante la declaración de su
hijo, aclarando que fue hace seis o siete años y su hijo no
tenía conceptos de distancias en metros; que él no hizo el
diagrama y no puede decir con certeza si lo confeccionó su hijo
o el sumariante. Manifestó que cree que su hijo marcó la
ubicación de la profesora en un rectángulo pero no tiene
seguridad; que el chico no le hizo ningún comentario sobre
Florencia, si tenía relación con ella o sabía o no nadar,
tampoco sobre otros chicos del grupo; que no sabe cuántos
ejercicios hicieron su hijo y los demás chicos ese día ni si
hicieron ejercicios en la parte honda; que su hijo iba a la
colonia y no recuerda si ya había ido anteriormente, si era el
primer mes o el segundo; que no lo tiene presente pero es
práctica habitual que se haga una nivelación de los chicos. A
otras preguntas expresó que su hijo no le comentó si algún
chico tenía miedo de hacer algún ejercicio; que no recuerda con
quién se contrató el servicio de colonia, si fue él o su
señora; que no sabe si el club estaba concesionado; que no sabe
por qué calle ingresaban o egresaban porque los chicos iban en
un
transporte;
que
no
conoce
a
Bugallo;
que
no
tiene
conocimiento personal con ninguno de los profesores del club o
de la colonia y no recuerda haber ido al
mismo; que a las
profesoras no las conoce personalmente, tiene alguna referencia
porque una de ellas había sido profesora del colegio donde
132
Poder Judicial de la Nación
concurren sus hijos, pero ignora su nombre; que no recorrió las
instalaciones; que no fue a supervisar la actividad de pileta
de
su
hijo;
que
ahora
haciendo
memoria
cree
que
él
lo
inscribió; que la puerta de ingreso es por Jonte y entrando
derecho había una casilla, una caja y de la mano izquierda
estaba la pileta, pero no recuerda mucho más; que durante la
actividad de su hijo en la colonia él no fue nunca al lugar; y
que no sabe si por Jonte se ingresa a la cancha de fútbol.
TOMÁS BORTHELLE expresó que no conoce a los imputados
que le son nombrados y que conoció a Florencia y a la mamá; que
recuerda que estaban haciendo un ejercicio con la profesora y
se tenían que tirar a la pileta, más o menos en el medio, no
hacían pie ni ellos ni la profesora, era la parte profunda; que
tenían que ir a tocarle la mano a la profesora y volver a la
parte bajita; que no recuerda si era la primera vez que lo
hacían o si lo hicieron muchas veces; que no tenían flotadores
pero el dicente sabía nadar; que no recuerda si los demás
sabían nadar; que recuerda a Florencia pero no recuerda si
sabía nadar o si le tenía miedo al agua. Añadió que en la fila
la nombrada estaba delante suyo y cree que había dos o tres
chicos entre ambos; que el chico siguiente se tiraba cuando el
de adelante le tocaba la mano a la profesora, ahí tenía que
tirarse y luego seguían hacia la parte baja; que se enteró de
lo ocurrido a Florencia porque le contaron sus padres y vio lo
que pasó; que cuando volvió a la parte baja ya había visto a
Florencia pero no creyó que se estaba ahogando, pensó que
estaba jugando abajo del agua con la gomita del pelo, pero el
chico que estaba atrás de él le dijo al guardavidas, eso lo
escuchó, “se está ahogando” y el guardavidas se tiró; que no
sabe cómo la sacaron pero tiene la imagen de que los sacaron a
todos de la pileta, pusieron a Florencia en el borde y el
bañero le hizo respiración boca a boca. Asimismo expresó que no
recuerda si vio algún médico; que cuando vio a Florencia estaba
cerca del borde, no recuerda a qué distancia; que ese día las
personas del club no les explicaron qué había pasado, tampoco
con posterioridad; que no recuerda si ese día hicieron otros
ejercicios en la pileta, sólo recuerda ese; que no recuerda
cómo era la profesora, ni físicamente, como tampoco recuerda a
133
ningún profesor de la colonia; que el grupo de colonia era
mixto, cree que había un profesor varón, pero no recuerda si
era Marcelo Avila; que en la pileta no recuerda si estaba
siempre con la profesora mujer, pero ese día estaba con ella;
que no tiene presente si ese día compañeros suyos estaban con
el profesor; que recuerda que había niveles por edad, pero no
recuerda en cuál estaba él. Agregó que conoció a la mamá de
Florencia una vez que vino a su casa para hablar con sus
padres, pero no habló con el dicente; que la pileta era grande,
rectangular; que no sentía que en la colonia le hicieran hacer
cosas que no podía hacer, se sentía cómodo y no se quejó con
los padres sobre la profesora; que ese día cuando volvió a la
parte baja fue nadando, no agarrado del borde; que entre el
borde y el nivel del agua no recuerda si había mucho espacio ni
si le costaba agarrarse. Señaló en un croquis en papel la
ubicación que tenían en la pileta, agregando que cree que todos
tenían que volver por la parte baja, por el mismo lado que él;
que no recuerda si había algún andarivel entre lo hondo y lo
bajo, sí tiene presente que había uno en el medio de la pileta
y
que
la
profesora
estaba
más
o
menos
por
la
zona
del
andarivel, el cual señala en el croquis, como también la
ubicación de la profesora y dónde se tiraban. Finalmente el
testigo expresó que no recuerda si había alguna colchoneta,
como tampoco si los dividían por edades o según si sabían nadar
o no.
NORA
ISABEL
RIBAS
expresó
que
no
conoce
a
los
imputados por el nombre, pero recuerda que la profesora del
grupo se llamaba Cecilia y había un coordinador de pileta de
nombre Julio, como también que conoció a la madre de la
víctima. Refirió que fue a retirar a su hijo como todas las
tardes a la colonia y llegando al club encontró un coche
policial en la puerta, se asustó, entró rápidamente, preguntó
qué sucedía y una persona o una mamá le dijo que había pasado
algo con un chico o chica del grupo de 7 u 8 años, ante lo cual
se asustó porque era el de su hijo; que la hicieron pasar a
buscarlo y cree estaban en el salón de aeróbica, estaban todos
los chicos juntos, retiró a su hijo y se fueron, enterándose de
que una nena del grupo se había ahogado; que su hijo no contó
mucho, dijo que estaban en la pileta, de repente hubo mucho
movimiento, gritos, alguien gritó que una nena se ahogaba o que
134
Poder Judicial de la Nación
algo había pasado y enseguida los sacaron a todos de la pileta,
es decir que mucho no se dio cuenta de lo que pasó, pues fue
todo muy rápido. Agregó que su hijo le comentó que la mitad del
grupo estaba trabajando en la parte profunda, en la mitad hacia
el lado profundo, y cuando terminaban el ejercicio iban hacia
la parte bajita donde estaban todos; que su hijo ya había
terminado de hacerlo; que hacían varios ejercicios, pero aclara
que ella no presenció las clases de colonia, sí clases de
natación; que para entonces su hijo sabía nadar e iba al club
desde los 5 años; que su hijo comentó que la mamá de Florencia
había dicho, aunque no sabe si fue en los primeros días de
clase, que la nena no sabía nadar, pero no sabe si lo escuchó
él o si fue un comentario; que no le manifestó si la niña tenía
dificultades o miedo al agua; que cree que a Gonzalo antes de
ponerlo en el nivel que correspondía le hacían una evaluación
de lo que sabía hacer, al menos ello sí se hacía para las
clases de natación, ignorando si para la colonia también; que
no sabe quién se encargaba de las nivelaciones ni cuántos
guardavidas había en la pileta; que había dos piletas, la
grande y la más chiquita; que en el grupo de su hijo no sabe
cuántos
chicos
había,
pero
eran
grupos
de
muchos
chicos,
calcula más de veinte por grupo pero según le comentó su hijo
en la pileta trabajaban mitad en una parte y mitad en otra y
luego rotaban, desconociendo ella si todos los días hacían lo
mismo. Agregó que no recuerda si su hijo le contó qué ejercicio
estaban
haciendo;
que
sabe
que
trabajaban
con
algunos
materiales, pero no tiene presente qué hacían exactamente ese
día; que sabe que hacían ejercicios colocando una colchoneta
por la que se tiraban al agua, tocar a la profesora y luego
llegar al borde, pues Gonzalo contaba esos ejercicios, pero no
sabe si lo hicieron el día del hecho; que ponían una plancha de
“goma eva”, se tiraban tipo tobogán a la pileta, tocaban a la
profesora o profesor e iban hacia la escalera, por donde
salían; que su hijo no le contó si el día del hecho fue a la
parte baja por fuera de la pileta, pero cree que iban por
afuera; que no conoce al profesor Mariano Rosemberg o “Nano”,
aclarando que hay muchos profesores, quizás lo ha visto, ya que
fue varios años a colonia y a pileta, pero ella no lo recuerda;
135
que algunas veces iba a ver las clases, que se podían observar
desde un pasillo vidriado; que nunca vio nada que le llamara la
atención en las clases, los veía cuidadosos, siempre iban con
un
profesor,
nunca
los
chicos
iban
solos,
terminaban
los
ejercicios y se sentaban en el borde de la pileta, no andaban
corriendo; que fuera de la colonia, en las clases de natación,
no recuerda si estaba la profesora Cecilia pero le parece que
era exclusivamente de la colonia, ignorando si era del plantel
del club, pero sabe que éste se reforzaba en las temporadas de
colonia
porque
había
muchos
más
chicos;
que
el
nivel
de
natación de los chicos en los grupos era parejo, todos tenían
más o menos la misma edad; que su hijo no le comentó que haya
sido sometido a ejercicios sobreexigentes, incluso le costó
mucho hacerlo entrar al agua, pues no le gusta nadar, le gusta
el deporte y tenía miedo al agua; que se pasó prácticamente
todo el primer año, cree que a los 5 años, sentado en el borde
de la pileta; que entiende que le habrán tenido mucha paciencia
ya que de a poco fue entrando, aprendió a nadar y a tirarse
perfectamente;
que
ella
no
tiene
nada
que
decir
de
los
profesores que ha tenido y los grupos en que ha estado; que con
respecto a la organización, no le parece mal organizado, los
grupos están por horarios, por edades y en la pileta están
delimitadas las zonas de trabajo. Asimismo expresó que cuando
sus hijos ingresaron ya era Megatlón; que no recuerda los
nombres de otros profesores; que luego de este hecho su hijo no
quiso saber más nada, no quiso ir más, tenía mucho miedo,
estaba
muy
igualmente
angustiado
cree
que
y
no
terminó
quería
hablar
el
pues
mes
del
ya
tema;
terminaba
que
la
colonia, quedaban pocos días, pero no fue más al club hasta
tres años después; y que ella consiguió que fuera a pileta
libre con un amigo, iba dos veces por semana, pero no quiso
volver al club.
GONZALO NICOLAS CONSORTI dijo que no conoce a los
imputados
por
sus
nombres,
excepto
a
Privato
que
era
su
profesora y a Kamenetzky que le parece era la guardavidas; y
que no conoció a los padres de la víctima. Refirió que el día
del hecho ellos tenían que tirarse a la pileta, llegar hasta la
profesora y volver a la escalera, estaban en la parte profunda,
no hacían pie, ni ellos ni la profesora, que estaba flotando;
que llegaban hasta ella, que les daba un empujoncito y así
136
Poder Judicial de la Nación
llegaban hasta la escalera, que estaba justo en la mitad de la
pileta, donde estaba limitada la parte que era profunda; que no
recuerda si a la altura de la escalera ellos hacían pie; que se
iban tirando cuando les decía la profesora pero no recuerda en
qué momento se tiraban; que le parece que eran como quince
chicos o un poco menos; que en esa época el dicente sabía nadar
pero Florencia no sabía; que él no la miraba y no sabe cómo
hacía para hacer estos ejercicios, como tampoco si entraba con
algún flotador; que en la fila no recuerda en qué ubicación
estaba con respecto al dicente; que recuerda que alguien gritó
que había alguien abajo y ahí empezaron a hablar todos, pero no
recuerda qué dijeron; que él había terminado el ejercicio, se
había ido a la parte baja y escuchó desde allí; que fue hacia
esa parte por afuera de la pileta; que cree que todos los
chicos iban por afuera pero si querían podían ir nadando.
Añadió que le parece que cuando trajeron a Florencia la mamá le
indicó a la profesora que no la mandara a la parte profunda
porque no sabía nadar, esto lo escuchó él pero no recuerda
cuándo fue ni cuánto tiempo antes del hecho; que en el grupo
había chicos que sabían nadar y otros más o menos; que no vio
quién sacó del agua a Florencia ni si algún médico la estaba
atendiendo; que no recuerda qué ejercicios hicieron antes ese
día; que se tiraban por la colchoneta en forma de tobogán, iban
hasta la profesora y volvían a la escalera, es el único que
recuerda; que la colchoneta no se sostenía con nada, quedaba
puesta así; que no recuerda a un compañero Juan Ignacio Jaime;
que esos empujoncitos que les daba la profesora no recuerda
cómo eran, eran para poder llegar mejor a la escalera y se los
daba a todos; que antes de este ejercicio no recuerda si hubo
otro donde tenían que ir colgados del borde. Asimismo expresó
que el ejercicio que relató lo hacían habitualmente en las
clases de colonia y lo habían realizado en días previos; que
este ejercicio todos sus compañeros lo hacían bastante bien;
que no recuerda al profesor Marcelo Ávila; que sabía que
Florencia no sabía nadar porque lo dijo la mamá; que cuando
estaba con ellos nadaba más o menos; que no se acuerda de la
profesora, no recuerda si los cuidaba o cómo era; que nunca se
quejó de sus profesores de natación ni se cansó demasiado. Al
137
exhibírsele el plano de la pileta para que marque en el papel
las ubicaciones y el recorrido que hacían, su ubicación y las
escaleras, procedió a indicar. A otras preguntas respondió que
él salía por la escalera e iba a la parte baja; que no vio
cuando sacaron a Florencia del agua; que primero hacían el
ejercicio hasta la profesora, luego hasta la escalera de lo más
profundo y después a la escalera de lo más bajito; que cuando
iban a la escalera no iban con la profesora al lado, ésta los
ayudaba un poco; que no recuerda si algún chico iba colgado del
borde o todos iban en la dirección que señaló pero todos salían
por la escalera; y que no sabe dónde estaba la guardavidas.
MARCELO GUSTAVO PEDEMONTE expresó que no conoce a
los imputados por su nombre; que su hija no vio nada de lo
ocurrido y se enteró cuando pasó; que no tiene en su mente lo
que le comentó la niña; y que no sabe si estaban haciendo un
ejercicio
al
momento
del
hecho.
A
preguntas
que
se
le
realizaron expresó que tiene cuatro hijos, todos iban al club y
fueron socios unos cuantos años, desde dos o tres años antes
del hecho, luego siguieron yendo hasta que por la edad tuvieron
que cambiarlos de club; que hacían actividades de invierno y
las de verano un mes por lo menos; que sus hijos iban a escuela
de natación; que él pocas veces asistió debido a sus horarios
de trabajo; que vio a un profesor de natación y le pareció que
estaban bien contenidos y controlados; que sus chicos no le
dijeron que hicieran ejercicios demasiado exigentes para sus
capacidades;
que
su
hija
tampoco
le
comentó
que
tuviera
dificultades para hacer algún ejercicio de la colonia; que su
mujer iba a retirarlos a la salida y cree que el egreso era
normal, de lo contrario habría tenido algún comentario. A otras
preguntas respondió que no recuerda si además de su hija él
prestó declaración en la Comisaría; que el declarante no era
socio de “All Boys”, lo fueron sus cuatro hijos; que para él
eran socios de “All Boys”; que sabe que Megatlón de un día para
el otro apareció con publicidades y ofreciendo servicios y cree
que cuando empezaron a ir al club ya era Megatlón; y que para
retirar a sus entraban al club y normalmente lo hacían por
Jonte.
MICAELA SOL PEDEMONTE manifestó que no conoce a los
imputados por sus nombres; que conoció a la mamá de Florencia
porque vino a su casa después de que falleció y la grabó y
138
Poder Judicial de la Nación
también conoció a Florencia. Refirió en cuanto al día del
suceso
que
estaban
en
la
parte
honda
de
la
pileta,
no
recordando bien cómo fue el momento; que previo a ello no
recuerda cuánto tiempo antes habían entrado a la pileta; que
cree que estaban jugando o en alguna cosa flotando, aclarando
que estaban pasando la parte media, no en la parte honda, cree
que el agua le llegaba a tapar la cabeza, pero no sabe la
medida del agua; que no se acuerda mucho de Florencia ni sabe
si estaba en el mismo grupo, sí que estaba cerca y ella vio
cuando la sacaron; que si no se equivoca estaban pasando la
parte media, del lado del que entraron, del lado derecho, pero
no sabe si el agua la llegaba a tapar porque en ese caso ella
mucho tiempo no podría haber estado; que vio cuando sacaron a
Florencia, que alguien la vio, no recuerda quién. Agregó que
ella sabía nadar, iba de chiquita y había aprendido en el club;
que por los recuerdos que tiene le parece que Florencia no era
como para estar en la parte honda, no podía, cree que ella no
sabía nadar bastante bien; que cree que había dos grupos, uno
que iba a la parte honda, media, y otro a la parte bajita;
aclaró que dice parte media que es desde donde está la línea y
flotando medianamente se podía estar un tiempo, o haciendo pie;
que hace mucho que no va al club; que cree que había un grupo
que no sabía nadar; que no recuerda con qué profesor estaba,
pero cree que las chicas tenían profesoras mujeres, por el tema
del vestuario; que recuerda a una profesora María y a otro de
nombre Marcelo, a la profesora Cecilia no; que no recuerda a
sus compañeros del grupo de pileta ese día, además de ese día
no
se
acuerda
Palacios;
que
mucho,
no
pero
le
parece
recuerda
si
hizo
que
esos
estaba
Candela
ejercicios
con
Florencia; que recuerda que cuando sacaron a la nombrada la
apoyaron en un borde de la pileta y apenas ahí vinieron los
médicos de la ambulancia, antes estaban los profesores; que
antes de eso no recuerda qué ocurrió; que cuando pasó esto los
sacaron de la pileta y los llevaron al vestuario sin decirles
nada; que ellos no sabían qué había pasado, sí que la habían
sacado, pero no que estaba muerta, aunque cree que después se
aclaró, pero en el momento no; que en ese momento no había
adultos que les explicaran lo ocurrido, después por ahí sí; que
139
no recuerda quién estaba de guardavidas ese día ni en qué parte
estaba de la pileta; que en general se ubicaba en la parte
donde estaba el vidrio para ver, el solárium, en la otra
esquina, ahí estaba el asiento, pero ese día no se acuerda
dónde estaba; que en la pileta había muchos grupos, no estaban
solos, y no había otra pileta más, que ella recuerde. Asimismo
manifestó que no recuerda si ese día hicieron algún ejercicio;
que antes de que sacaran a Florencia no recuerda si la vio
subiendo la escalera, no recordando nada puntual sobre lo
sucedido; que cree que había escaleras a los costados de la
pileta, por lo menos dos, y cree que a Florencia la sacaron
cerca de la escalera; que la mamá de Florencia habló con ell en
su casa pero no recuerda si le explicó lo que había ocurrido;
que la nombrada grabó la conversación; que cree que estaba con
María como profesora y era buenísima, tenían buena relación,
aunque ella era chica, ocupándose de ellos, estaba atenta; que
cree que ella empezó a ir a la pileta a los tres años hasta los
ocho o nueve, también iba durante el año, todos los años hacía
natación; que cree que ya la conocían en el club, aprendió a
nadar bastante bien y la iban ascendiendo de grupo todos los
años; que no le hicieron hacer ejercicios que sobrepasaran su
capacidad de nado ni le daban cosas imposibles de realizar, era
acorde a la categoría en que estaban y a la edad; que durante
el año concurría a la escuela de natación, todos los años; que
recuerda haber estado con la profesora María en la colonia,
pero le parece que durante el año también estaba, era morocha y
de tez oscura; y que no se acuerda de la profesora Cecilia.
HERNÁN GERARDO SAUDAN expresó que conoce a algunos de
los imputados porque trabajó en el club para Megatlón; que a la
fecha del hecho hacía la revisación médica en “All Boys” y
tenía
diferentes
turnos;
que
recuerda
que
estaba
en
el
consultorio, que está en planta baja, y lo vino a buscar uno de
los profesores para que subiera a la pileta, porque había un
problema con una chiquita, entonces subió y encontró a la
guardavidas reanimando a la niña, haciéndole masaje cardíaco;
que él se acercó a la chiquita, constató que no tenía ningún
signo vital, no tenía respiración ni pulso, se abocó a la tarea
de reanimación y pidió que llamaran a la ambulancia; que
entonces
entre
los
dos
le
hicieron
masaje
cardíaco
y
respiración boca a boca, que es lo que se debe realizar, la
140
Poder Judicial de la Nación
reanimación básica, y más en ese medio pues quizás en medio
hospitalario se pueden hacer otras cosas; que además él era el
único médico; que estuvieron haciendo eso hasta que llegó la
ambulancia, que tardó, luego llegaron dos o tres más y se
hicieron otras tareas, se la entubó y otras cosas, una vez que
ya
había
varios
médicos,
pero
todas
las
maniobras
fueron
infructuosas y la niña no tuvo ninguna reacción. Agregó que no
tuvo vómito sino una regurgitación que puede ser debida a las
maniobras cuando la están insuflando ya que puede ir aire al
estómago, y también por la presión en el estómago puede salir
el contenido de agua que tuviera, sumado al masaje; que luego
estuvo trabajando con los médicos de las ambulancias, aclarando
que primero llegaron las de Vittal (OSDE), y finalmente el SAME
cuando ya se había dado intervención a la policía; que en el
consultorio tenía los medios para entubar, etc, pero lo que le
salva la vida a una persona es la reanimación y los minutos son
vitales; que lo que hay que hacer es el masaje cardíaco, pues
si se pone a entubar puede demorar algunos minutos que le
pueden costar la vida a la niña, lo demás se hace cuando hay
varias manos para poder trabajar, entubar, inyectar, etc; que
con respecto a la temperatura del cuerpo, la niña estaba mojada
y la reanimación se hizo al costado de la pileta, pero no
recuerda si se pusieron toallas o si se la secó, recordando que
había toallas en el piso y que el cuerpo estaba frío, además
como estaban trabajando en la parte de la cabeza y del pecho no
había demasiado para darle calor, quizás sí podrían haberle
tapado las piernas. Asimismo expresó no recordar desde cuándo
trabajaba en el club, quizás un año y medio o dos años antes
del hecho, desde que se recibió, aclarando que dio la última
materia a fines de 1998 y tuvo la matrícula en los primeros
meses de 1999; que trabajó en un servicio de medicina laboral y
en otros clubes haciendo revisación médica; que para ir desde
su consultorio hasta las piletas había que entrar por un
vestuario, atravesar 30 o 40 metros y subir una escalera; que
quien
lo
vino
profesores,
a
buscar
Marcelo;
que
al
consultorio
no
sabe
si
era
éste
uno
de
los
participó
del
salvataje, por lo menos mientras él estuvo no, pero tampoco
tuvieron tiempo para hablar; que no recuerda a qué hora comenzó
141
su intervención; que cree que cuando él llegó la guardavidas
hacía masaje cardíaco y luego el dicente se puso a masajear y
la guardavidas le hacía la respiración; que trajeron un tubo de
oxígeno pero aclara que para el RCP básico no se usa, sólo se
masajea y se hace respiración boca a boca; que para usar los
tubos se necesita más gente capacitada pero el único que estaba
en condiciones de hacerlo era él; que estaba esperando que
llegara alguien para colaborar e intentar algo más, pues es una
maniobra que lleva tiempo y se pueden perder minutos que en
este
caso
maniobras
son
de
vitales;
que
reanimación,
los
en
guardavidas
cambio
las
conocen
de
las
intubación
endotraqueal no son fáciles de realizar para cualquier médico y
menos en una circunstancia de emergencia; que no puede decir
cuánto demoró en llegar la ambulancia pero habrá tardado unos
veinte minutos y aparentemente ya la habían llamado antes de
que él lo solicitara, suponiendo que ello estará registrado en
“Vittal”; que no suspendió la reanimación en ningún momento
antes de que llegaran los médicos; que no recuerda a la Dra.
Hamasaki, sí que había una doctora y un doctor, pero desconoce
sus
nombres.
cardíaco
Explicó
aparte
del
que
lo
más
oxígeno;
importante
que
cuando
es
el
masaje
llegaron
las
ambulancias ya eran dos o tres médicos, entonces allí pudieron
intentar la intubación y demás maniobras, pues era necesario
que todos “hablaran el mismo idioma”; que no desobstruyó la vía
aérea porque no estaba obstruida, ya que le hiperextendió la
cabeza y el aire entraba; que no se interrumpió la secuencia
rítmica de los masajes; que en el caso se hacían cinco masajes
y una respiración; que recuerda que llegó la madre de la niña,
pero no tiene presente si habló con ella; que no se llevó a
Florencia al hospital porque se constató la muerte entre todos
los que estaban allí y ya era infructuoso movilizarla después
de haber pasado una hora reanimándola sin que recobrara signos
vitales; que el hospital más cercano supone es el “Vélez
Sarsfield”, pero también está el “Hospital Alvarez”; que se
decidió no continuar la reanimación cuando pasó más de una hora
sin que recuperara los signos vitales, puse no se acostumbra
llevar al hospital a un paciente sin vida; y que la primera
ambulancia que llegó es la de Vittal, entonces él siguió
haciendo la reanimación y le fue diciendo al médico el cuadro
en el que estaban. A otras preguntas respondió que cuando lo
142
Poder Judicial de la Nación
contrataron habló con varias personas; que siempre se hablaba
con un coordinador que había allí, el coordinador de cada club,
le pedían los papeles, fotocopias del título, matrícula etc, y
se hablaba de los horarios; que él facturaba, es decir que no
había relación de dependencia; que eran cinco o seis médicos
que se turnaban y si alguno no podía ir trataba de buscar un
reemplazo y se hablaba con la gente del club, el coordinador,
el gerente o quien estuviera; que el dicente facturaba por mes
y cobraba por hora, pagaba monotributo, dejaba la factura
cuando llegaba fin de mes y se calculaban las horas que había
trabajado; que hizo cursos de actualización en emergentología
previo a este hecho, aclarando que hizo cursos cuando estaba
estudiando medicina y después de haberse recibido tiene varios
cursos de emergentología y de reanimación; que también presentó
un trabajo en unas jornadas hospitalarias, lo cual es parte de
su
currículum,
y
también
hizo
un
curso
de
emergencia
prehospitalaria en el SAME; que su consultorio estaba en planta
baja, desconoce si en la parte de “All Boys” o de “Megatlón”,
que
él
entraba
consultorio
por
médico,
Jonte,
hay
siempre
un
mostrador
ingresaba
por
y
detrás
allí,
no
un
por
Mercedes; que no recuerda a quién presentó su currículum para
ser contratado. Añadió que ignora quién era el organizador del
natatorio,
lo
que
coordinador
de
pileta,
administrativos
y
recuerda
es
coordinador
gerente;
que
que
de
trabajó
había
guardavidas,
deportes,
en
otras
empleados
sedes
de
“Megatlón”, en el Ateneo de la Juventud en la calle Riobamba y
en “Villa Crespo”; que sabe que Bugallo era presidente del club
y lo conoce de vista, pero no tuvo trato con él; que el
nombrado nunca le dio ninguna orden ni tenía relación con
ellos, más que nada recibían las órdenes de la gente que estaba
en la “Red” en todo caso. A otras preguntas respondió que en
este caso la guardavidas estaba haciendo las maniobras de
reanimación que puede hacer una persona sola y cuando llegó se
pusieron a trabajar juntos, es decir que técnicamente lo que
estaba haciendo estaba bien; que ese día se quedaron hasta
tarde en la pileta y de ahí fueron a una comisaría; que cree
que no hizo ninguna declaración, pero no lo recuerda; que con
respecto al tiempo en que se produce la muerte neuronal aclara
143
que no es especialista y que es algo muy específico; que sabe
que se habla de tiempos estimativos, si una persona no tiene
pulso y no respira, si se realiza una reanimación después de
cinco u ocho minutos sin ningún tipo de asistencia, ya no tiene
sentido realizarla, aclarando que los tiempos cambian en caso
de hipotermia, es decir si la persona estaba en un río o en una
pileta la hipotermia disminuye el metabolismo del organismo y
se puede tener alguna chance más; que en este caso hubo
asistencia, a la niña la estuvieron asistiendo en todo momento,
pero él habla de muerte neuronal sin nadie que la atienda, ya
que si la están atendiendo no corre ese tiempo que mencionó;
que cuando llegaron los médicos no interrumpió la reanimación;
y que él no comprimió el abdomen, aclarando además que no se lo
debe comprimir.
SERGIO FABIÁN CUDICIO manifestó que su hija concurría
al club y que no conoce a los imputados; que estaba en su
trabajo y su señora fue a buscar a su hija al club porque había
acontecido este hecho; que lo que sabe es a través de los
dichos de la niña, que en ese momento tenía 9 años; que vino
con ella a atestiguar acá, el dicente estuvo presente y la niña
dijo lo que había visto en su momento.
ANDREA PAOLA MARTINEZ expresó que su hijo declaró en
la Comisaría; que la dicente lo llevó a declarar y sabe que vio
cuando sacaron a la niña del agua pero nada más que eso; que a
esa fecha su hijo sabía nadar y tenía natación en el colegio,
fuera del club; que no sabe si en el grupo había chicos que no
supieran nadar, pero a medida que avanzaban los iban pasando de
grupo; que según su hija el que dio la voz de alerta fue uno de
los compañeros; que no sabe qué ejercicio estaban haciendo en
ese momento; y que no recuerda los nombres de los profesores y
si el profesor era varón o mujer ya que concurrió varios años,
y que tampoco recuerda si uno de los profesores era Marcelo.
GUSTAVO
RAUL
JAIME
expresó
que
no
conoce
a
los
imputados y que recuerda a los padres de la niña porque
estuvieron en su casa; que en este momento no recuerda lo que
le comentó su hijo, sí que vinieron y que declaró en los
Tribunales; que recuerda que su hijo contó que entraban por un
lado de la pileta y salían por otro lado, pero es lo único que
le había contado; que en ese momento él estaba ayudando a los
profesores y no recuerda si era porque estaba resfriado y no
144
Poder Judicial de la Nación
podía entrar a la pileta; que cree que ayudaba a salir a los
chicos de la pileta, estaba al costado de la escalera y les
daba la mano para salir, algo así, y es lo único que recuerda
del ejercicio; que no recuerda si estaban en la parte honda o
en la parte baja; y que tampoco sabe cuál era el profesor que
estaba con los chicos ni si era hombre o mujer. Asimismo
expresó que la señora fue a su casa y su hijo hizo un dibujo,
aclarando que estaban presentes el dicente y su señora; que
después de lo sucedido vinieron a su casa los padres de la
niña, ellos los hicieron pasar, aclarando que los padres no se
conocían porque ellos sólo dejaban a los chicos y se iban; que
estas
personas
les
pidieron
si
ellos
podían
ayudarlos
en
ciertas cosas y su hijo les comentó lo mismo que dijo en el
juzgado, y lo que él recuerda en este momento es lo que
comentó; que cree que la señora grabó la entrevista; que
entiende que sólo se hizo socio de la “Red”, no de “All Boys”,
ya que era para la colonia. Finalmente al exhibírsele el dibujo
de fs. 175 del expediente de la Defensoría del Pueblo, expresó
que la letra es parecida a la que tenía su hijo y que recuerda
que hicieron un dibujo en su casa.
JOSÉ GUSTAVO PÉREZ expresó que recuerda a la madre de
la víctima, porque llegó en instancias del accidente, pero no
tiene relación con la nombrada; que en ese momento el dicente
trabajaba para “Vittal” en un móvil de baja complejidad y hacía
visitas pediátricas; que les avisaron de una asistencia con un
grado máximo de urgencia, por lo que concurrió al lugar con la
ambulancia, aclarando que como no hacen emergencias no tienen
demasiado equipamiento, pero bajaron todo lo que tenían y
fueron el primer móvil de la empresa en arribar; que a su vez
estaban despachando otros con mayores características técnicas
y especialidad de los médicos; que entonces llegaron a la
pileta, donde había un médico del gimnasio o de la institución
que cree que era el que hacía revisación médica, y estaba
intentando las maniobras de resucitación, maniobras manuales,
ya que no tenía ningún equipamiento; que son las maniobras
básicas, tratar de recuperar sobre todo la vía aérea para
permitir la entrada de aire; que ellos continuaron haciendo
maniobras para liberar la zona, respiración asistida boca a
145
boca y masaje con una técnica que es de uso común y no hace
falta
ser
médico
para
realizarla;
que
en
pocos
instantes
llegaron otros móviles con más aparatología, defibrilador,
bolsa, etc., un médico de la misma empresa y dos ambulancias
más de otra, que cree que era Paramedic; que luego él se retiró
porque las maniobras las continuaron otros médicos que tenían
más entrenamiento en estos temas. Recordó también que cuando
ellos arribaron la niña, que tendría 8 a 10 años, no tenía
signos vitales ni pulso, ni frecuencia cardíaca ni respiración
espontánea; que cuando preguntaron a qué se podía deber era
difícil obtener información, la gente estaba nerviosa y se
estaban
retirando
los
del
gimnasio
para
no
entorpecer
el
trabajo, ya que era un espacio bastante angosto al costado de
la pileta; que le comentaron que a la paciente la habían sacado
de la pileta con signos de ahogamiento, pero al arribar ellos
no tenía signos vitales. A otras preguntas respondió que en el
club no le ofrecieron aparatología para asistir a la niña; que
la utilización temprana de ello y de medicamentos desde un
punto
de
vista
estadístico
aumenta
las
expectativas
de
recuperación, pues son parte de las maniobras de recuperación;
que al médico que estaba atendiendo a la niña lo recuerda
vagamente, que estaba con ropa de calle, no de uniforme,
arrodillado al lado de la paciente haciendo estas maniobras,
tendría unos 35 o 40 años, no calvo pero con poco pelo, más
bajo que él que mide 1,85, es decir que mediría aproximadamente
1,75 m y no recuerda que tuviera barba o señas particulares;
que le comentó que era el médico de la institución y también se
lo dijo otro personal auxiliar, no sabe si eran bañeros,
profesores o asistentes de la empresa; que además de este
médico no recuerda que hubiera otra persona asistiendo a la
niña, al menos no en el preciso instante en que llegó el
deponente; que el médico que estaba asistiendo a la niña no le
explicó por qué no utilizaba la aparatología y él tampoco se lo
preguntó;
que
cuando
él
llegó
este
médico
no
recuerda
textualmente qué le dijo pero sí le explicó que él estaba en la
sección del consultorio y fue llamado con premura porque a la
chica la habían encontrado en el fondo de la pileta y siendo él
el médico más cercano la había asistido. Agregó que para ellos
es importante saber cuánto tiempo lleva de acaecido el hecho
para hacer las maniobras de reanimación, y cree que le dijo
146
Poder Judicial de la Nación
algo así como diez a quince minutos, pero no lo recuerda con
exactitud debido al tiempo transcurrido; que cuando él llegó no
se había procedido al vaciamiento gástrico de la niña, que él
recuerde; que para la utilización de toda esta aparatología
para este tipo de maniobras avanzadas muy probablemente se
requiere un mínimo de dos personas, que ello no implica que los
dos deban ser médicos, pero hay que hacer maniobras combinadas
de compresión del tórax, respiración boca a boca, controlar
tiempos,
cargar
y
preparar
la
medicación,
buscar
una
vía
venosa, y el hecho que haya más de dos personas es práctico, de
hecho, al poco tiempo de arribar llegó otra unidad y él y otro
médico empezaron a realizar esas funciones, tener cargada la
medicación
para
cuando
fuera
necesario
utilizarla,
etc,
mientras que la médica de terapia intensiva y su paramédico
comandaron las maniobras.
EDUARDO RICARDO CAPUCHETTI expresó que conoció al
presidente de “All Boys” porque trabajó en la zona dos años y a
los
padres
de
la
niña
por
este
hecho;
que
recuerda
que
concurrió al lugar y ya había intervenido el médico del “SAME”
y se había hecho alguna maniobra de resucitación; que se puso a
preservar
la
prueba,
separar
a
los
testigos
para
que
no
hablaran entre ellos, ver la situación de las criaturas y llamó
por
teléfono
secretaria
y
al
secretario
también
el
y
al
juez,
juez,
llamó
cree
a
que
las
vino
la
divisiones
específicas; que por dichos que recogió en el lugar los niños
estaban en fila a dos o tres metros de la escalera, una mujer
los ayudaba a introducirse en el agua, había un andarivel donde
había otra persona, luego los que sabían nadar continuaban
nadando hasta la parte playa y los que no iban prácticamente
acompañados por la que estaba en el agua hasta la escalera; que
en el relato de las criaturas recuerda que un niño dijo que le
pareció tocar algo abajo del agua o algo así, que había entre
ambos dos o tres niños, sobre el final había otra persona de
sexo femenino y en la pileta chica otra, no sabe si eran
bañeros o qué oficio tenían; que donde se introducían para este
ejercicio los chicos no hacían pie, pero donde salían sí, la
niña medía 1,15 cree, en la zona de la escalera, que llamaba la
atención que nadie hubiera visto a la niña debajo del agua
147
habiendo tantas personas; que repitió el proceso, preguntó a
cada uno qué actividad tenía, cómo fue el tema del llamado
telefónico para tener los elementos para cuando compareciera su
señoría; que cuando él llegó la niña ya estaba afuera de la
pileta, al parecer la encontraron cerca de la escalera; que el
médico dijo que había hecho tareas de resucitación, pero no
había logrado el objetivo, que se tomaron los datos para que el
Tribunal los citara a declarar. Agregó que se tomaron medidas
como la de profundidad, en el acta inicial constan las medidas
que consideran necesarias para ilustrar, es la cabeza de la
causa;
además
los
gabinetes
específicos,
fotografía,
planimetría, realizaron las diligencias correspondientes. Al
exhibírsele las actas de fs. 1/2, 3 y 4, reconoció su firma;
que cada gabinete tenía responsabilidad de su trabajo. Asimismo
refirió que llevó a la señora hasta su casa y que el auto de la
Comisaría al día siguiente estuvo a disposición de ellos. Al
exhibírsele el plano de fs. 187 manifestó que es un plano que
realizó Planimetría y que se remitió directamente al Juzgado,
ya que no lleva la firma del personal de la comisaría 43a.
Aclaró
que
este
plano
se
realizó
según
dichos
generales
recogidos en el lugar del hecho, dónde estaba cada uno, etc, se
hace a mano alzada y luego en Planimetría. Al entregársele una
copia simple del plano para que señalice dónde estaba cada uno
conforme los dichos que recogió de la gente que estaba en el
lugar, aclarando que a los niños no los interrogó; que es
posible que entre ellos hubiera personas que luego resultaron
imputadas o se les efectuó lectura de derechos. Señaló que en
el plano que le dieron hay una escalera que no está dibujada,
está
donde
está
la
línea
que
dice
7.
A
otras
preguntas
respondió que algunas de las personas que le indicaron las
distintas posiciones pudieron ser alguno de los inculpados. Por
su parte aclaró que en el Tribunal le indicaron que se le
recibiera declaración a los menores, no recordando que se le
instruyera
el
modo
de
recibirla.
A
preguntas
que
se
le
formularon respondió que no recuerda si algún chiquito le dijo
que había visto a la nena haber llegado a la escalera; que sabe
que un chiquito le dijo que tocó algo en el agua, lo que
motorizó todo lo demás, pero estamos hablando de un triángulo
de un metro, un metro y algo, en ese triángulo pasaron todos
los chicos, alguien la pudo haber visto cerca de la escalera,
148
Poder Judicial de la Nación
indicando la distancia que tenía con el Dr. Alonso en la sala
de audiencias, que es aproximadamente de dos metros y medio;
que él se limitó a recabar información antes de que viniera el
Juez para poder darle detalles sobre lo acontecido y requirió
las instrucciones telefónicamente. Que él llamó a la Dra.
Murado desde el club; que no sabe como obtuvo la noticia del
suceso; que el llamado de una persona al comando radioeléctrico
no
es
interpretado
por
quien
está
en
una
consola
y
retransmitido; que habrán dicho “que una nena tuvo un problema
en un natatorio” y cuando ellos llegan al lugar ya están viendo
el cuadro de situación; que el hombre de la consola no precisa
qué delito se va a investigar.
ALBA ISABEL MUSTACA expresó que conoce a Giselle
Kamenetzky, ya que es su jefa, aclarando que es su directora de
tesis doctoral y de beca; que ella es doctora en psicología,
trabaja en el CONICET en la carrera de técnico profesional,
estando
a
cargo
del
laboratorio
de
investigaciones
de
psicología y también es profesora adjunta de Psicología en la
U.B.A; que en este momento es directora de tesis de Kamenetzky
y de una beca que tiene, y a la vez es jefa del laboratorio
donde la nombrada está trabajando y haciendo su tesis doctoral;
que la ve prácticamente todos los días y ella se ofreció para
ser testigo porque la conoce desde el año 2003 y es una persona
que merece todo su aprecio, desde el punto de vista laboral,
personal y humano; que la imputada tiene esposo y una nena de
un año y medio o dos, que quedó embarazada en el tiempo en que
ella la conoció y durante su embarazo y nacimiento de la nena
no disminuyó su tarea laboral salvo cuando tiene que ir al
médico, añadiendo que es una persona muy responsable en su
trabajo.
LUIS ALDO RIDOLFO expresó que su hija le relató que
el día del hecho estaba afuera de la pileta, de repente alguien
dijo algo, se dio vuelta, vio que sacaban a alguien del agua y
después apartaron a todos los chicos; que le comentó que
estaban saltando a la pileta, daban la vuelta, salían del otro
lado por la escalera y seguían haciendo la fila; que no sabe en
qué parte de la pileta estaban; que su hija para entonces sabía
nadar un poco, no mucho, ya que había hecho clases de natación
149
en la escuela primaria; y que no le comentó de qué parte
sacaron a la nena del agua. Agregó que no habló con los
profesores de la institución respecto de este hecho; que fue su
suegra quien retiró a la niña cuando los llamaron por teléfono;
que con posterioridad al hecho la mamá de la víctima vino a su
casa una o dos veces, decía que la nena era amiga de su hija,
pero hacía poco que se conocían, también dejó una foto, pero no
habló con su hija porque él no la dejó. Finalmente manifestó
que su hija no le dijo que en la colonia hiciera ejercicios que
la superaran, además recién empezaba, en febrero, y cuando pasó
esto la retiró de la colonia.
ANAHI KARINA RIDOLFO expuso que se estaban tirando a
la pileta por una colchoneta en una parte donde no hacían pie,
como un tobogán, los agarraba la profesora y les decía que
fueran hacia el borde; que la profesora estaba en el agua y no
era mucho trayecto hasta el borde; que Florencia también hacía
este ejercicio y no recuerda si sabía nadar; que ella sabía
nadar muy poco, que sabía flotar; que vio más o menos cuando la
sacaron del agua a Florencia y no recuerda de qué lado era, era
por donde estaban haciendo el ejercicio; que no sabe quién dio
aviso, pero ella escuchó que había alguien en el fondo y les
dijeron que salieran del agua; que después de eso a Florencia
la pusieron en el suelo y a ellos los llevaron a una sala; y
que allí les dijeron que Florencia estaba bien y nada más.
Agregó que no recuerda los ejercicios que hicieron antes ese
día, pero cree que no hicieron otros; que antes de entrar a la
pileta le parece que habían jugado en una cancha; que en este
último ejercicio de la pileta, con respecto al orden de la
fila, la profesora había dicho que los que no tenían miedo o
sabían nadar fueran adelante; que no le costó hacer este
ejercicio; que le parece que no lo habían hecho en otras clases
anteriores; que no recuerda si de la pileta salían por el borde
o tenían que hacer algún recorrido.
SERGIO PIZANO expresó que conoce a Privato por haber
sido compañeros de trabajo durante unos cinco años, no así a
los demás imputados; que es profesor de educación física,
entrenador nacional de natación y guardavidas hace unos veinte
años y ejerce la docencia hace quince; que en la enseñanza de
la natación hay un camino general a seguir, comienza con la
entrada del chico al agua, por lo general por la parte baja,
150
Poder Judicial de la Nación
desplazamientos, flotación vertical, luego se enseña a sumergir
la cabeza en el agua, parcialmente y totalmente, conlleva un
control mínimo de la respiración, control de apnea en una
primera etapa, luego la expiración en una segunda, luego se
empiezan a enseñar las flotaciones boca arriba y boca abajo y
luego se incorpora la propulsión, lo que implica desplazarse en
el agua usando los brazos y las piernas; que a lo largo de
estas etapas se pueden incorporar visitas a la parte profunda,
según la metodología escogida por el docente, una vez que el
chico domina inmersión y flotaciones o en otros casos cuando
domina la propulsión, y también los ejercicios suponen entradas
al agua por escalera, sentado y de pie en distintas posiciones.
A preguntas que se le formularon señaló que conoce un ejercicio
que implica ingresar al agua y desplazarse hacia un extremo de
la pileta junto al borde en forma de triángulo, que es un
ejercicio
habitual,
como
también
flotar
verticalmente
y
desplazarse tipo perrito. Al ser interrogado sobre cuánto
tiempo
puede
demandarle
a
un
chico
que
tiene
estas
características completar un trayecto den el agua de alrededor
de cuatro metros, respondió que depende de diversos factores,
de la forma de entrada al agua, calidad de la propulsión del
niño; que entrando desde el borde podría demandarle entre
cinco, diez segundos a veinte segundos o treinta, y si tuviera
un pequeño impulso del docente ese tiempo se reduce. Al ser
interrogado si el reflejo en el agua dificulta la visión del
fondo de la pileta, respondió que sí, cuanto más cerrado es el
ángulo entre los ojos y el agua, mayor es el reflejo, cuanto
más elevado está uno es menor la incidencia del reflejo. Agregó
que en el ejercicio en triángulo que antes se mencionó, un
chico que se desplaza como perrito, llega a la escalera y está
en actitud de subir es razonable que el docente le dé paso al
chico que está esperando a continuación; que si llegó sin
mayores inconvenientes a la escalera y está en actitud de salir
del agua, está agarrado de una superficie sólida como es la
escalera,
tiene
un
apoyo
seguro,
se
puede
dar
paso
al
siguiente; que la cantidad de alumnos con la que se trabaja en
grupo en la colonia oscila entre siete y ocho hasta catorce o
quince, no más de eso. A la pregunta de que si el profesor debe
151
tomar alguna medida de protección respecto de estos niños que
no saben nadar, o que sólo saben flotar, respondió que este
ejercicio se realiza con chicos que ya saben nadar, quiere
decir que se propulsan de manera autónoma en el agua; el hecho
de que se introduzca de a uno por vez es la medida más
importante
de
seguridad,
según
las
características
del
ejercicio que le describieron; se desplaza hasta un punto fijo
en el agua y vuelve al borde, una vez que está con apoyo en una
superficie sólida, escalera o borde, esto es importante, este
chico
está
en
condiciones
seguras
como
para
dar
paso
al
siguiente; que es distinto un apoyo en superficie líquida, que
es más inestable, esto siempre que el niño esté en situación de
salir del agua; que en cuanto al otro ejercicio, se realiza en
dos variantes, tomándose del borde, que se utiliza para chicos
que no tienen la propulsión, depende de la metodología de cada
escuela, ellos llevan chicos a la parte profunda cuando aún no
tienen la propulsión, como primera aproximación los hacen bajar
por
la
escalera,
tomarse
del
borde,
para
que
hagan
un
reconocimiento de ese espacio, se trabajan inmersiones tomados
del borde para que aprecien la diferencia de profundidad con la
parte baja; que en segunda instancia soltar el borde y tocar el
fondo con los pies, siendo la otra variante la de bajar por la
escalera, desplazarse paralelo al borde a medio metro del
mismo, esto cuando el chico tiene conocimientos de propulsión;
que los ejercicios son progresivos, se va de lo sencillo a lo
complejo, se empieza con distancias más pequeñas y se van
agregando distancias mayores, pero esto no es taxativo, el
docente da indicaciones generales, en este caso concreto de
desplazamientos paralelos al borde, medio metro del mismo, si
el alumno quiere alejarse a un metro lo puede hacer, está el
docente para asistirlo; que en relación a los desplazamientos
en
diagonal,
se
realizan
cuando
el
alumno
ya
tiene
una
propulsión, es lo que consideran saber nadar, si se propulsa
con brazos y piernas no hay inconveniente en realizar el
ejercicio,
se
puede
hacer
en
tres,
cuatro,
cinco
metros,
depende del docente y del grupo que esté manejando. A otras
preguntas contestó que si bien no es común que haya chicos
mezclados, es decir que sepan o no desplazarse de manera
autónoma, se da, aunque el ejercicio no es stándar para todos,
se busca la integración efectiva con todos los compañeros. A
152
Poder Judicial de la Nación
otras preguntas respondió que no le parece razonable que en el
ejercicio un chico se tire a la pileta una vez que otro de sus
compañeros toca la mano del profesor; que cuando habla de la
propulsión, se refiere a que es la forma de desplazarse, puede
ser con utilización de apoyos sólidos (caminando en parte baja,
apoyándose en el borde o en el docente) o líquidos (acostado
boca abajo apoyando las manos en el agua y empujando el agua
para avanzar). Preguntado si según su experiencia cuando se
empuja a niños que no saben nadar, éstos traguen agua y se
pongan nerviosos, respondió que un chico que se sabe propulsar
de manera autónoma no es común que trague agua, aún así si
tragara agua, maneja la propulsión y si no ha tenido hechos
traumáticos
anteriores,
no
debería
tener
mayores
inconvenientes. Preguntado qué pasa con el chico que no se sabe
propulsar solo y recibe una propulsión del docente, respondió
que puede ocurrir que ingiera agua, pero si el chico no sabe
nadar no tiene que estar en la parte profunda del natatorio,
salvo que vaya a hacer los desplazamientos que describió,
tomado del borde, etc. Preguntado cómo se soluciona el tema del
reflejo del agua, para que tenga menor incidencia y no haya
problemas de visualización, respondió en primer término con la
presencia de guardavidas que está fuera del natatorio y tiene
mejor visión que el profesor, en segundo introduciendo a los
alumnos de a uno por vez; aclaró que cuando habló del ángulo no
habló de manera lateral sino con respecto a la superficie del
agua; que el docente en el agua tiene ángulo más cerrado que el
que está parado afuera del natatorio. Preguntado si es común la
plataforma
sobreelevada,
respondió
que
trabaja
en
tres
natatorios, en dos hay ese tipo de plataforma y en el tercero
no; que se refiere a un lugar para sentarse a un metro y medio
o dos metros de altura respecto del piso. Preguntado cuáles son
las actividades concretas que deben orientarse entre los que
saben y no saben nadar, respondió que si el chico maneja las
propulsiones, se coloca a cuatro metros y no hay inconveniente,
el chico entra al agua y se desplaza hasta él, si no se
desplaza él evalúa qué distancia puede alcanzar impulsándose
desde el borde y se coloca en el lugar al que calcula que va a
llegar con el impulso inicial, porque no se puede desplazar, se
153
ubicaría más cerca del borde. A preguntas de la querella si
para desplazarse de manera autónoma hay que tener manejo de la
respiración en el agua, saber inspirar y expirar, aguantar,
patalear,
respondió:
no
necesariamente,
el
manejo
de
la
respiración en el caso de la propulsión es relativo, es un
término amplio, una parte es el control de apnea, otro es la
expiración, otro la inspiración y la combinación de ambas,
puede ser de manera esporádica o rítmica, no necesariamente el
alumno debe manejar todos estos componentes para propulsarse de
manera autónoma; que cuando se desplaza en lo que se llama
“perrito” se lo hace con la cabeza afuera del agua, moviendo
manos o pies, se lo puede hacer sin sumergir la cabeza, muchos
chicos se desplazan de esta manera y se considera que saben
nadar, de acuerdo a la definición que dio al principio; que el
nado perrito es distinto de la flotación vertical, cambia la
posición del centro de gravedad, en perrito el tronco está
horizontal, de la flotación vertical la posición del tronco es
como su nombre lo indica, cabeza sobre la cadera, en el otro la
cabeza está delante de la cadera. Preguntado como guardavidas y
profesor
de
natación,
qué
actitud
debe
tomar
un
mayor,
profesor, cuando se le informa que hay un niño debajo del agua
que se ahogó, respondió que debe concurrir al rescate, y en el
supuesto de que hubiera otro chico en el agua primero recoger
al chico que tenga a su cargo, sobre el cual está centrando su
atención, si le dicen que hay un chico abajo del agua y él
tiene a otro sobre el cual centra su atención, primero recoge a
éste y luego va hacia el otro, y si no tuviera otro chico,
detiene la actividad y concurre inmediatamente a auxiliar a la
persona que está sumergida; que si hay la misma distancia entre
el profesor y la persona sumergida y el guardavidas (que está
afuera) y la persona sumergida, quien llega más rápido es el
que está afuera del agua, porque la zambullida, la entrada al
agua, imprime al que lo realiza mayor velocidad que la que
puede alcanzar el que ya está en el agua, hay estudios que
determinan que si uno se zambulle del borde y otro sale nadando
del borde, el que está en el agua tarda más segundos más que la
otra persona si las dos nadan a la misma velocidad. A preguntas
del Tribunal sobre cuál es la posición que debería ocupar en
una
pileta
depende,
en
de
25
una
metros
pileta
x
de
14
esas
154
un
guardavidas,
dimensiones,
25
respondió:
x
12
es
Poder Judicial de la Nación
standard, el guardavidas no se queda quieto en un lugar, evalúa
lo que está ocurriendo en la pileta, si hay un grupo en parte
profunda, si no lo hay no sería aconsejable que se quede en la
cabecera de la parte profunda, si algún chico quiere traspasar
el límite estaría cerca si necesita rescatarlo, si hay un grupo
en parte profunda el guardavidas estaría cerca de este, si hay
más de un grupo en la parte profunda tiene que evaluar el nivel
de
cada
grupo,
de
acuerdo
a
ello
se
colocará
de
manera
equidistante a ambos, o más cerca de uno u otro, si hay uno en
parte baja y otro en parte profunda se da prioridad al segundo,
se debería estar más próximo al segundo, pero aclara que esto
no es excluyente, hay diversidad de criterios, se evalúa nivel
de los grupos, cantidad de grupos en el natatorio, cantidad de
chicos en cada uno, nivel de visibilidad del agua, con esos
elementos se toman las decisiones sobre la marcha, no hay una
única decisión posible; que cuando se refiere a la visibilidad
en el agua hace mención al reflejo, a si el agua está más o
menos turbia, al color del fondo de la pileta, que pueden
incidir en el nivel de visibilidad.
PAULA MARION LEVIT expresó que sabe que la niña
falleció en la colonia de “All Boys” a la que concurría su hija
Lucía; que ese día sus chicos le contaron que una nena se había
ahogado; que sus nenes le contaron que estaban los dos en la
pileta; que uno de los grupos había salido e iban caminando por
el borde; que el nene le dijo que vio una nena en el fondo de
la pileta, la nena le dijo que ella estaba en el agua y los
hicieron salir rápido; que la vio en el borde de la pileta
inconsciente
y
le
estaban
haciendo
reanimación;
que
ella
declaró en comisaría; que según sus hijos fue un nene quien dio
aviso de que la niña estaba en el fondo; que ella no siguió
llevando a sus chicos a la colonia; que el club estuvo cerrado
unos días; que ella se acercó un día que no había colonia con
otra mamá y pidieron hablar con uno de los directores, no sabía
qué había pasado, pensaron que había sido un accidente, era lo
que querían pensar, todos los papás pensaban que les podía
haber pasado a ellos; que los atendió un señor joven que les
dijo
que
ellos
no
tenían
nada
que
ver,
que
seguramente
Florencia había tenido una enfermedad anterior; que ellos
155
hacían todo como debían, ellas se quedaron mal y retiraron a
los chicos de la colonia, no volvieron más; que no sabe si esa
persona era el coordinador deportivo y no sabe el nombre
tampoco; que Diana Carabajal era una compañerita de la colonia,
la madre se llama Susana y es quien concurrió al club con ella
en días posteriores; que a la señora Carabajal la ve muy poco,
la vio el año pasado, tiene su número de teléfono. A preguntas
que se le formularon respondió: que no recuerda si su hijo le
mencionó en qué parte de la pileta vio a la nena.
LILIANA FERNÁNDEZ JUSTONI manifestó que conoce a los
padres de la víctima desde que las nenas empezaron primer
grado; que del hecho conoce lo que leyó en los diarios y vio en
televisión; que un día en la casa de la familia había una
señora, mamá de un nene llamado Sandro, que dijo que ese día
había llegado una de las profesoras al club y la habían hecho
volver a su casa porque la cantidad de nenes era menor a la
habitual; que los chicos estaban separados por niveles y ese
día como eran poquitos los habían juntado y habían enviado a la
profesora a su casa; que recuerda el nombre del niño porque lo
relacionó con el artista; que la mamá del niño contó el
ejercicio que habían hecho, eran como etapas o postas, tenían
que ir siguiendo un recorrido; que el día que se enteró de que
Florencia había fallecido se quiso comunicar con la familia, no
había lugar en la casilla de mensajes; que era una nena a la
que la dicente quería mucho, era muy amiga de su hija, lo
sucedido los afectó terriblemente, fueron a la casa con su
marido; que recuerda que se acercaron dos personas a la casa,
una se presentó como vicepresidente de “All Boys”, el otro como
alguien de la comisión, le dijeron que volvían de la comisaría
y que el comisario les había dicho que había sido negligencia,
que esto ocurrió al día siguiente del hecho, el día que estaban
velando a la niña; que la conversación con la madre de Sandro
fue unos días después cuando la dicente se acercó a la casa
para acompañar a los papás.
EDUARDO ALBERTO DIAZ dijo que con respecto al día del
hecho su hijo le comentó que era compañero de Florencia en la
colonia; que en la clase la chica se tiró adelante de él, él se
tiró atrás, nadó un determinado tramo, llegó y después no supo
más nada; que no recuerda en qué lugar de la pileta le dijo que
hacían el ejercicio; que no sabe quién dio la voz de alerta de
156
Poder Judicial de la Nación
que la niña se había ahogado; que su hijo estaba aprendiendo a
nadar; que no hablaron con otros compañeritos y lo que le quedó
grabado es que su hijo se tiró después de Florencia; que su
hijo
no
le
comentó
si
Florencia
había
llegado
hasta
la
escalera, simplemente que él se tiró detrás; que su hijo sigue
siendo socio de “Megatlón”, el dicente no, lo fue sólo un mes,
que su hijo no le transmite comentarios
sobre los servicios de
“Megatlón”, el dicente va a buscarlo cuando sale de fútbol y no
hay ningún tipo de comentarios, se siente muy bien, muy cómodo,
todo es normal; que el dicente no iba a buscarlo a la salida de
la colonia, iba su mujer; que no recuerda a una compañera de su
hijo de nombre Nathalie Mantiñán; que cuando su hijo iba a la
colonia no le comentó inconvenientes. A preguntas que se le
formularon señaló que su hijo comenzó a ir a la pileta un par
de años antes y empezó en temporada estival.
SANTIAGO DE JESUS DIAZ de catorce años de edad,
expresó que el día del hecho recuerda que Florencia se tiró y
él
se
tiró
después
de
ella;
que
estaban
saltando
una
colchoneta, seguían nadando hasta unas escaleras, la pasó y
después no la vio más, ni siquiera vio cuando la pasó, no sabe
dónde estaba, después los sacaron de la pileta, cree que ya se
estaban por ir de la pileta; que le parece que en ese lugar no
hacían pie; que cuando llegó a las escaleras Florencia no
estaba delante suyo, por eso dice que no vio cuando la pasó;
que la profesora les indicaba cuándo se tenían que tirar, había
que esperar que siga dos o tres metros para no juntarse ellos;
que la profesora estaba adentro de la pileta pero no recuerda
en qué parte; que ellos tenían que llegar hasta la profesora y
luego cree había que hacer más trayecto, que él salió por la
escalera
porque
los
sacaron
a
todos;
que
no
recuerda
si
Florencia tenía dificultad para hacer los ejercicios; que él
estaba aprendiendo a nadar, sabía más o menos, nadaba crawl y
pataleaba; que fue a la pileta desde los seis años y ahora va a
la pileta cuando quiere y también a fútbol; que la gente del
club no le manifestó nada después del hecho; que no sabe quién
dio aviso de que Florencia estaba abajo del agua, se acuerda de
que la sacaron, él vio cuando la sacaron pero después se los
llevaron al vestuario, que la sacó un guardavidas; que el
157
guardavidas estaba donde los esperaba la profesora, afuera de
la pileta, al lado de la escalera. A preguntas que se le
formularon respondió: que antes hicieron ejercicios pero no
recuerda cuáles; que de acuerdo al nivel que tenían estaban
casi siempre en la parte baja y al final de la clase los
llevaban a la parte honda; que ese día no recuerda si hicieron
otros
ejercicios
en
la
parte
honda;
que
no
recuerda
si
Florencia sabía nadar; que en este ejercicio todos los chicos
tenían que salir por la escalera, era una consigna que daba la
profesora; que le parece que la profesora se llamaba Cecilia;
que no recuerda a una compañera de nombre Nathalie; que no
recuerda si alguna vez se tuvo que colgar del borde en la parte
honda;
que no recuerda ejercicio en el que tuviera que esperar
que el chico de adelante tuviera que llegar a la escalera; que
no recuerda haber visto a Florencia tomada del borde o de la
escalera; que los ejercicios que le daban no le generaban
dificultad, los podía hacer con normalidad, los demás chicos
que compartían el mismo nivel también, el grupo era bastante
bueno, aunque siempre hay alguno que no está en el mismo nivel;
que recuerda al profesor Marcelo Avila; que no recuerda si
tenía otro grupo; que el nombrado no era el guardavidas; que
con
posterioridad
al
hecho
quizás
conoció
a
la
madre
de
Florencia pero no la recuerda, no recuerda haberla visto; que
la profesora estaba en el agua pero cerca de la escalera, le
parece apartada del borde, entonces hacían recorrido hasta la
profesora y luego tenían que volver hacia el borde.
MARÍA DEL CARMEN BOFFA señaló que es profesora de
Educación Física, entrenadora de natación, trabaja en el plan
del
Gobierno
de
la
Ciudad
de
Buenos
Aires,
rectora
del
Instituto de Educación Física Federico Dickens; que conoce un
ejercicio
que
implica
un
desplazamiento
en
triángulo
del
aprendiz hasta el profesor que está en el agua y luego regresar
al borde; que hay una actividad típica del dominio del medio
acuático en la parte profunda, con alguna variante es típica de
esa etapa; un chico que tiene flotación y se desplaza tipo
“perrito” puede hacer este ejercicio ya que “perrito” es la
“técnica natural de nado”, se utiliza para que alguien pueda
dominar el medio acuático; que luego se entra en técnicas de
nado, se entiende que una persona domina el medio acuático
cuando puede realizar dentro de él lo que quiere en ese
158
Poder Judicial de la Nación
momento, esta es una actividad de esa etapa; que en esos
ejercicios el profesor siempre tiene la vista en el alumno y
recorre con la vista todo el ejercicio que tiene que realizar,
si concluyó el circuito se supone que terminó el ejercicio, si
llega al lugar que le dijo el profesor; cuando hay varios
chicos
en
la
parte
profunda
generalmente
son
trabajos
individuales, cuando el niño termina la actividad se hace pasar
al otro, se hace un control más individual. En cuanto al tiempo
que puede tardar un chico que nada “perrito” en realizar un
trayecto de alrededor de cuatro metros en el agua es entre 10 y
15 segundos, no más de eso; que no puede asegurar según su
experiencia, si una persona que está flotando o parada en el
agua puede ver afectada su visión del fondo de la pileta por el
reflejo; en cuanto a la cantidad de alumnos que debe tener un
docente a su cargo, entiendo razonable que no sea mas de quince
alumnos, ese sería el límite máximo; que desde 1987 trabajó en
muchas piletas, 15 o 20, ha recorrido muchas también; que
siempre vio un guardavidas en dichas piletas; que trabajó en el
club Imperio, había uno; en pileta del Parque Chacabuco del
Gobierno de la Ciudad, de 25 metros, hay dos guardavidas, en
las otras siempre hubo uno, no sabe por qué hay dos; que en el
plan del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires adonde van todos
los alumnos de cuarto grado, la pileta del Club Imperio es
alquilada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para
alumnos de sus escuelas, ahí hay un solo guardavidas. Que no
sabe si había una normativa especial sobre la cantidad de
guardavidas en febrero de 2001; que nadar “perrito” resulta ser
una técnica natural de nado, el cuerpo está boca abajo, hay
movimientos circulares de brazos y piernas, es una técnica
instintiva, sale sin ser enseñada ni aprendida, sale sola,
cuando el alumno empieza a tener dominio del medio acuático
sale sin que se enseñe; que es una posición semivertical, no
está totalmente decúbito ventral, el cuerpo está en un oblicuo.
SILVIA LIDIA PALERMO expresó que conoce la pileta del
club “All Boys”, durante años fue a nadar a esa pileta y
también concurrían sus hijos, a tomar clases de natación y
fueron juntos a la pileta durante muchos años; que después de
este hecho nunca más volvió; que le llamaba la atención que
159
había una sola persona, una chica, que era la guardavidas; que
ella
tenía
experiencia
de
años,
29
años
de
docente,
es
directora de una escuela, se fija mucho en el cuidado de los
chicos; que tiene 400 alumnos a su cargo; que se mudó al barrio
después de haber vivido en Versailles y haber ido a la pileta
del Ateneo Popular de Versailles, le llamó la atención la
diferencia en el cuidado de los chicos y el espacio físico; que
en “All Boys” sólo hay un guardavidas; que la vio muchas veces
porque
ella
concurría
con
frecuencia
y
durante
años;
que
también le llamó la atención la cantidad de niños que se
colocaban en una pileta pequeña, esto en el horario de colonia;
que cuando terminaba la colonia cambiaba la situación, en el
horario de colonia estaba superpoblada; que el día que murió la
nena ella no concurrió, había ido el viernes; que esa semana
anterior estuvo nadando cerca de la parte profunda y un nene se
tiró y cayó arriba de ella, la guardavidas la ayudó a salir
porque el golpe la dejó atontada, estuvo sentada un rato para
mejorar su estado; que le parece que o faltaba una pileta o
sobraban niños; que en “Megatlón” había una pileta que usaban
todos, con andariveles, y una pequeña para niños pequeños que
tenía poco uso; que había una sola guardavidas, además de la
profesora, no había alguien específico para la pileta pequeña;
que iba a nadar por prescripción médica, por problemas de
columna; que no se quejó ante las autoridades de “Megatlón”
porque en su caso no era necesario, se mudó a una cuadra del
club y empezaron a ir a la pileta; que al principio iba ella
con los chicos, nunca los mandó a colonia ahí, sí a clases de
natación y tiene un buen recuerdo de las clases, que eran bien
diferentes
de
lo
que
observó
en
la
colonia,
por
eso
no
consideró que tuviera que hacer algún reclamo; que en el Ateneo
de Versalles hay tres piletas, cada una es más grande que las
de “All Boys”, cree había dos guardavidas por pileta, esto pasó
hace muchos años, cree que desde 1993 o 1994, no volvió allí,
pero no había esa superpoblación de niños ni división con
andariveles. En cuanto al plan de natación del Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires refirió que los chicos del colegio que
ella dirige participan de ese plan, el Gobierno se ocupa del
tema de la pileta; que no sabe cuántos guardavidas exige este
plan; que no escuchó quejas de los chicos o de los docentes de
su
colegio
que
realizaran
esa
160
actividad
de
natación
con
Poder Judicial de la Nación
respecto a la seguridad en las clases de natación; que ella
acompañaba a sus alumnos a clases de natación, aunque no era su
rol específico, porque no es profesora de educación física,
tenía que controlar que fueran en el horario que corresponde,
iban con un profesor de educación física, estaban también los
profesores que los recibían en la pileta y la maestra que era
ella; que incluso hace cuatro o cinco años acompañó a chicos
siendo secretaria de la escuela, pues no estaba la maestra,
pero no era su función controlar la seguridad en la pileta; que
sus hijos aprendieron a nadar en “Versalles”, después tomaron
clases en “Megatlón All Boys” durante años pero ya sabían
nadar; que los alumnos de su colegio concurren a una pileta en
“Barracas”, no recuerda el nombre, van a comenzar el próximo
viernes, le parece que es Deportivo Barracas; que las piletas
de “Versalles”, eran más grandes que las de “All Boys”, no
mucho más grandes; que el episodio que contara le sucedió en
los primeros días de febrero, alrededor de las 15 o 16 horas,
fue en el sector más profundo, cerca de la escalera, no
recuerda
dónde
estaba
la
guardavidas
ni
si
acercó
espontáneamente.
GRACIELA STRACQUADAINI expuso que conoce a los padres
de la niña; que sabe que Florencia murió en la colonia del club
“All Boys”; que fue a la casa a darle el pésame a los padres;
que había una señora que tenía un chico en la colonia y dijo
que había una profesora encargada del grupo de chicos que no
sabían nadar, y que a la profesora le habían dicho que se fuera
porque no la necesitaban; que dicho chico era compañero de
Florencia, cree que dijo que había pocos chicos y los iban a
juntar, que no recuerda si mencionó el nombre de la profesora;
que dijo que hacían varios ejercicios seguidos, hacían como un
circuito de ejercicios en la parte honda, por lo que comentaron
en la casa; que ella conoció a Florencia porque fue compañera
de colegio de su hija desde primero hasta tercer grado; que
estuvo en su casa en algunos cumpleaños; que nunca supo que se
haya mareado, era una chica normal, sana; que la mamá de Sandro
se refería al día en que falleció Florencia; que no sabe si la
mamá de Sandro se dirigió a alguien por este tema, fue la única
ocasión en que la vio.
161
ELSA BENITEZ relató que conoce la pileta de “Megatlón
All Boys” porque en 1998 su hija Alejandra estuvo haciendo
natación allí; que la seguridad le pareció mala, su hija tuvo
una mala experiencia, al poco tiempo la pasaron a un nivel para
el que no estaba preparada, no sabía nadar, cuando pasó al otro
nivel no hizo pie y dijo que trató de salir y no pudo, tragó
agua y chapoteando por abajo como pudo tocó la pared, no tenía
de donde agarrarse y salió haciendo fuerza, tenía seis años, al
salir vio que la profesora estaba conversando con otra de otro
nivel, la niña le dijo que no le había dicho nada a la
profesora porque había logrado salir; que en ese momento su
hija no sabe cuánto medía, era una nena normal, 1,10, 1,20, no
sabe; que cuanto ocurrió esto ingresaban en la parte profunda,
estaba realizando un ejercicio con otros chicos; que ella veía
que
había
un
guardavidas
varón,
pero
no
puede
decir
qué
cantidad había; que no habló con las autoridades del club
porque su hija se lo contó unos días después, ella se enojó
porque no se lo dijo antes; que no la quería mandar más pero su
hija quería seguir yendo, por eso en esta ocasión no dijo nada;
luego sucedió otra cosa, un día estaba saliendo y en el primer
escalón de la escalera se acercó por abajo del agua y se agarró
y cuando intentó agarrarse del escalón siguiente se hizo un
tajo en el dedo, cuando la fue a buscar tardaba en salir, le
dijeron que estaba en la enfermería, salió con el dedo vendado,
al día siguiente la llevó al pediatra y le comentó lo ocurrido,
le parecía que la herida era más profunda, le dijo que se
fijara con qué se había lastimado, que no tenía que haber nada
cortante
dentro
desinfectar;
que
de
la
pileta,
también
le
y
dijo
que
que
se
lo
hablara
tenía
que
con
las
autoridades para verificar con qué se había cortado, no la
querían dejar entrar, insistió, le dijeron que trajera ojotas y
la dejarían entrar, pero eso estaba debajo del agua, ella no
había llevado nada, era al otro día, le dijeron que no había
nada; que a ella no le dijeron que a los chicos los llevaban a
la parte profunda; que no sabe cuáles eran las consignas de
seguridad que se daban en la pileta, que a la parte profunda
iban con la profesora; además sabe que había un guardavidas,
que ella no hizo un reclamo por escrito, denuncia o acción
judicial; que ella habló con la madre de Florencia, se acercó
para comentarle lo que le había ocurrido a su hija cuando se
162
Poder Judicial de la Nación
enteró por televisión de lo ocurrido a Florencia y le pidió que
contara con ella, se dio cuenta de lo que realmente significó
ese susto que se llevó su hija cuando casi se ahogó; que quiere
aclarar que la señora Rombolá no influyó en su declaración, fue
ella quien se acercó a aquélla.
CARLOS ALBERTO CANAVESE expresó que es empleado de la
“Red de Clubes”; que en febrero de 2001 se desempeñaba como
gerente de deportes de las diferentes sucursales y trabajaba en
la planificación, ordenamiento y ejecución de las actividades
de los socios del club; que es profesor, maestro y licenciado
en educación física, instructor y entrenador de natación,
guardavidas y tiene especialidad en actividad para bebés.
Añadió que se ocupaba de la organización de las colonias de
verano; que entre septiembre y octubre de cada año reunían a
los coordinadores de los clubes para planificar las actividades
de verano, se recogía información del proceso del año anterior,
se evaluaba cómo había sido el trabajo, se hacía la propuesta
de calendario de la colonia, día por día y se entregaba a la
gerencia de deportes para su aprobación para poder llevar
adelante el trabajo; que este calendario especificaba qué se
iba a hacer cada día en la colonia; que en esas reuniones no
participaba Storchi; y que este mecanismo se aplicaba para la
colonia del club “All Boys”. Explicó que al momento del hecho
“Megatlón” tenía seis o siete sedes: “Devoto”, “Villa Crespo”,
“All Boys”, “Caballito”, “Center” y “Racing”, no recordando si
había alguna más; que en casi todas había natatorios; que el
encargado de la sucursal de “All Boys” era Rubén González, en
cuanto a la parte gerencial; que sus oficinas estaban en el
club “Villa Crespo”, en la calle Juan B. Justo, al igual que
las de Storchi y demás directores de Megatlón; que además de la
colonia de vacaciones había una escuela de natación; que los
contenidos que se enseñaban en ambas eran los mismos; que en la
colonia se enseñan técnicas de natación y además los niños
nadaban, entre otras actividades; que el trabajo es similar al
de la escuela, tienen los mismos objetivos; que en la escuela
de natación se imparte en promedio una clase por semana, que
era la promoción del club, y en la colonia cinco clases por
semana; y que entre sus tareas estaba coordinar la labor de los
163
guardavidas. A preguntas que se le hicieron respondió que en
cuanto
a
los
recaudos
de
seguridad
que
debe
tomar
un
guardavidas en una pileta está que el estado del agua sea el
correcto, el control de los usuarios, si saben nadar o no en
qué lugar están, velar por el orden general del natatorio, que
las personas se manejen en un estado de orden, que no haya
cosas
tiradas
que
obstaculicen,
estar
atento
a
cualquier
situación extraña, interactuar con los nadadores sobre sus
necesidades,
estar
atento
a
cualquier
incidente,
estar
a
horario, chequear que esté el médico para poder abrir el
natatorio; que él trabajó como guardavidas; que en relación a
la utilidad para el trabajo del guardavidas de la plataforma
sobreelevada, considera que el guardavidas necesita deambular
por el natatorio para estar en contacto con las diferentes
situaciones, por lo que no tiene sentido ni es práctico que
esté fijo en un lugar, tampoco si tuviera que rescatar a una
persona,
pues
la
idea
es
que
haya
mucha
actividad
de
prevención; que ello sí tiene sentido en la costa, donde puede
haber gente entre el agua y el guardavidas, en cambio en una
pileta
el
agua
está
abajo,
por
lo
que
no
tiene
sentido
colocarlo en una posición más alta; que él entiende que es una
reminiscencia del origen de la actividad del guardavidas, que
tiene que ver con el mar, y puede tener utilidad para sentarse
a descansar, pero para él no hace a la seguridad del natatorio.
Asimismo expresó que conoce el Ateneo de Versalles, que tiene
tres natatorios de 25 x 10 m, dos de las cuales se cubren con
globos a inyección de aire para que estén calientes todo el
año; que él alquiló allí para su escuela de natación hace unos
años y había un guardavidas general, a veces dos, para las tres
piletas; que la pileta del fondo tiene menos cantidad de
personas; que en “Megatlón” no se contrataban profesores que
trabajaran por día; que en febrero de 2001, con posterioridad
al hecho, se recibieron inspecciones en “Megatlón All Boys”,
recordando una en que estando él trabajando en “Villa Crespo”
les avisaron de una inspección importante en el “Club Devoto”,
adonde concurrió más gente de lo habitual, luego pasaron a “All
Boys” y el dicente los recibió en “Villa Crespo” a eso de las
18; que eran 14 o 15 personas de la Defensoría del Pueblo, de
la municipalidad y de diferentes entidades; que se hizo una
inspección
profunda
en
el
club
164
y
no
apareció
ningún
Poder Judicial de la Nación
inconveniente, recordando como anécdota que había una señora
Castro que conducía la inspección y como no se logró nada
preguntó si había otra pileta cercana, se mencionó la del “club
Almagro” y fueron allí, luego de lo cual el dicente vio por
televisión a la noche que había sido clausurada la pileta de
ese club; que conoce la reglamentación de guardavidas de la
provincia de Buenos Aires, que exige un guardavidas cada cien
usuarios; que cree que es una norma de los años “80”, pero
también puede ser anterior; que el sindicato de guardavidas
establece un guardavidas cada 25 metros o cien usuarios, o dos
cada 50 metros; que en el caso de las piletas de 50 metros no
se tiene en cuenta el número de usuarios; que los criterios que
se manejan a nivel internacional son la cantidad de usuarios o
los metros que tiene la pileta, y el sindicato establece los
dos criterios; que según estos criterios una pileta de 25
metros con 150 usuarios tendría que tener dos guardavidas y,
con 250 usuarios, tres guardavidas, es decir que la cantidad de
usuarios modifica la cantidad de guardavidas. Al exhibírsele el
instructivo de fs. 900 y el organigrama de fs. 913 expresó que
con respecto al organigrama, el trabajo del coordinador de
deportes tiene que ver con la organización de la situación,
está por encima porque hay una jerarquía, y algunas decisiones
las va tomando uno con respecto a otro; que por ejemplo si el
guardavidas considera que la pileta no está en condiciones de
apertura la debe cerrar, lo mismo si en el caso del médico que
considera que la persona tiene hongos, no la habilita para
ingresar al natatorio, es decir que en estos casos no importa
quién esté por encima de él; que en ocasiones el guardavidas
determina cerrar la pileta por diversos factores, por ejemplo
en el caso de tormenta en una pileta de verano, y el club tiene
que adherir a esta decisión pues el mando del espejo de agua lo
tiene el guardavidas; que las condiciones de seguridad las
determina el guardavidas; que, por ejemplo, si faltan elementos
de seguridad o el agua está turbia, corresponde al guardavidas
disponer el cierre del natatorio. Añadió que dentro de la
planificación de la colonia estaba la de las actividades de
natación, y hay en el organigrama un coordinador de pileta; que
había un instructivo en materia de pileta que es para los
165
profesores pero viene de la mano de la coordinación de pileta;
que en “All Boys” el coordinador de pileta era el profesor
Mariano Rosemberg. Al exhibírsele el instructivo de fs. 903,
punto 6, sobre coordinación de pileta, donde se menciona que se
hará una nivelación con gomitas de colores, etc., aclarando el
testigo
que
cuando
habla
del
coordinador
se
refiere
al
coordinador de pileta, que lo de las gomitas es cuando hay una
nivelación global, pero aclara que la nivelación se produce
todo el tiempo; que en los procesos individuales de nivelación
puede ser que lo nivele alguno de los profesores del grupo de
edad al que corresponde el ingresante, es común; que cuando
algún
profesor
se
enferma
hay
una
lista
de
profesores
alternativos; que las sedes de Reconquista y Sarmiento y la de
Rodríguez Peña y Santa Fe no tienen colonia, pero si en una
sucursal donde hay colonia necesitan un profesor se puede
recurrir a un profesor de estas sedes; que los profesores están
mensualizados en cuanto al cobro de los salarios; que si por
algún motivo van pocos chicos a la colonia no se envía a los
profesores a sus casas, además tampoco significaría un ahorro
porque ya dijo que están mensualizados. También señaló que el
profesor Giraldi se desempeñó más de cinco años; que el hecho
de que esté en ese cargo habla muy bien de él, pues son muy
exigentes con la llegada de la gente a esos cargos, estimando
que es una excelente persona y profesor; que no recibió quejas
del
personal,
de
los
médicos
u
otras
personas
sobre
la
actuación de Giraldi como coordinador; que sí le dijeron que
les parecía un poco excesivo que los hiciera llegar veinte
minutos antes de la llegada de la colonia como el primer día
pero no lo toma como una queja, sino que para él es un método
de trabajo eficiente; que el programa de trabajo en la pileta
para
la
colonia
estaba
dividido
en
seis
partes,
las
dos
primeras para ambientación e inicio, la primera parte del nivel
inicial es el reconocimiento del medio acuático, primeras
entradas al agua, meter la cabeza abajo del agua y propulsión
en medio acuático, y cuando la propulsión es correcta se pasa
al nivel siguiente; que conoce a Privato como profesora del
club y le caben las mismas palabras que usó para Giraldi; que
además hay una exigencia importante sobre el perfil de los
profesores de natación; que Privato es una persona muy querida
por padres y chicos y una muy buena profesora, nunca recibió
166
Poder Judicial de la Nación
quejas; que como guardavidas participó de varios salvatajes;
que cuando observa la pileta hay conductas que son normales,
pero cuando aparecen anormalidades se da cuenta de que hay una
situación de problema, por ejemplo la persona levanta la mano,
hace gestos poco dinámicos en el agua, ello a veces implica un
rescate, otras es una situación propia del momento. Añadió que
el dicente trabaja para “Megatlón” desde 1994 o 1995; que
empezó a trabajar en el “club Almagro”; que no sabe si está
concesionado el club “All Boys”; que en estas reuniones que
refirió no participó el señor Bugallo ni se le daba traslado de
las cuestiones que se planteaban. A otras preguntas respondió
que hay personas que trabajan en el tema de habilitaciones y
cree que uno era Guido Miguez, pero aclara que él no tiene que
ver con esa área; que la inspección que mencionó se hizo hace
más de tres años seguro, por lo menos dos años para atrás; que
él estuvo presente cuando la inspección llego a “Villa Crespo”,
pero no en la de “All Boys” e ignora si estuvo presente
Bugallo; que desconoce si se daba traslado o se notificaba a
Bugallo
de
las
inspecciones
que
pudieran
llegar
a
las
instalaciones de “Megatlón”, pues no participaba en este tema;
que
conoce
a
Kamenetzky,
la
conoce
por
su
trabajo
de
guardavidas hace bastante tiempo; que con la nombrada tuvo una
excelente relación, tiene conocimiento de su trabajo y es una
excelente guardavidas, de lo más obsesivo que ha conocido, y
pocas personas que conoce son capaces de mantener la atención
en las cosas tanto tiempo. Añadió que el guardavidas no tenía
injerencia en los tipos de ejercicios que se realizaban en la
pileta para la enseñanza de natación; que el horario de los
guardavidas era de 8 a 9 hasta el cierre, entre las 21 y las
22; que en la pileta de “All Boys” había dos guardavidas para
cumplir ese horario, Kamenetezky estaba desde las 14 o 14.30
hasta el cierre, es decir unas seis o siete horas de trabajo;
que en caso de que el guardavidas tenga que ausentarse de la
pileta por una necesidad personal, por ejemplo ir al baño,
puede determinar un cierre parcial hasta que regrese, pero en
situaciones más simples y para no perjudicar la dinámica del
trabajo, consulta con otro guardavidas que lo puede reemplazar
en forma transitoria; que además la pileta de “All Boys” tiene
167
un baño en la planta, por lo que no hay que ir a otro lado, que
si tenía que ir a ese baño se hace un “stop”, hace sus “cosas”
y vuelve; que si en la pileta hay reflejo por la luz del sol,
según su experiencia se pone los anteojos de sol, pero en
general los guardavidas no tienen problema para ver; que ignora
si en esa época se abría el techo; que la de “All Boys” es una
pileta muy luminosa; que no sabe si la altura en que esté el
guardavidas disminuye la incidencia del reflejo en el agua; que
en el club “All Boys” hay una pileta y un piletón y no sabe si
el piletón estaba habilitado, pues no corresponde a su función;
y que ignora si a los pocos días de la muerte de Florencia hubo
una
inspección
de
la
dirección
de
fiscalizaciones;
que
desconoce si la pileta del club “All Boys” fue intimada por
distintas
cuestiones;
que
quien
se
encargaba
de
la
parte
administrativa y de las habilitaciones era Guido Miguez; que si
un guardavidas no puede concurrir por algún motivo la pileta no
se abre hasta que venga otro guardavidas en reemplazo, ya que
su
presencia
es
condición
de
apertura;
que
hay
otros
guardavidas a los que pueden llamar, ya que en “Megatlón” hay
varios natatorios; que no sabe cuántas personas hay en esa
lista de guardavidas pero es un número importante de personas,
que son empleados de “Megatlón”; que
las nivelaciones son para
que cada chico esté donde debe estar, pero los grupos pueden
ser heterogéneos, hay niveles de piso y de techo, es decir que
puede haber chicos que no saben nadar y otros que no; que en el
nivel que estamos hablando se trata de que a partir de tener la
propulsión,
es
decir,
nadar
“perrito”,
van
teniendo
experiencias controladas para tener la habilidad de desplazarse
en todo el natatorio, incluso en parte profunda, pero ello en
forma
controlada
y
progresiva;
que
la
entrada
al
nivel
siguiente tiene que ver con el dominio de estas habilidades;
que si se lleva a los niños a la parte profunda, el guardavidas
se acerca a una distancia razonable y el profesor en este caso
hace trabajar a los chicos afuera de la pileta y van ingresando
de a uno; que para salir, si es solo caminar y salir, van a
poder salir solos, se toman de la escalera y salen; que además
no
salen
controlar
amontonados
el
profesor
sino
que
ordenados
está
en
y
la
el
orden
pileta.
lo
debe
Preguntado
específicamente sobre si Storchi le requería información sobre
el personal de seguridad en la colonia responde que tienen su
168
Poder Judicial de la Nación
jefe de operaciones, Miguez, y con Storchi conversaban sobre
condiciones y cuestiones del trabajo, e imagina que en el seno
de las conversaciones de la conducción se pasan estos datos;
que normalmente siempre esta preocupación está en todos los
niveles por cómo se va a hacer el trabajo y por que todo
funcione bien; que no tiene presente quiénes eran los docentes
del nivelito 1; que Kamenetzky estaba dentro del plantel; que
el guardavidas cuando tiene que ir al baño se dirige a la
persona más cercana que esté disponible en el club para que se
cumpla la orden que está dando, y generalmente es una persona
que los socios conocen. Siguiendo con el interrogatorio explicó
que el procedimiento de que los chicos salgan de a uno está
dentro de las indicaciones de “Megatlón”; que no sabe si
Bugallo tenía injerencia en las decisiones de Miguez; que no la
tenía
en
la
organización
y
contratación
del
personal
del
natatorio, pues habitualmente es un procedimiento que hacen
ellos; que el piletón es para papás con niños menores o para
niños en clases de natación y hay una escalerita para entrar
por
lo
que
para
el
guardavidas
es
sencillo
verificar
el
cumplimiento de lo que dijo sobre quiénes ingresan; que una de
las piletas de la “Red” que tiene más transito es la del “club
Devoto”, a la que asiste gente que no es de esa sede, por
ejemplo los domingos en que otras sedes están cerradas; que los
reportes de domingo de cantidad de personas en esas piletas son
importantes, puede estar cerca de 400; que en esas condiciones
habría que poner más de dos guardavidas, incluso cree que llegó
a haber hasta cuatro; que el término “parejas pedagógicas” que
aparece en el instructivo es una opción para grupos de colonia
donde hay dos docentes, generalmente de distinto sexo para que
puedan entrar a los vestuarios, pero en las actividades de
campo las tareas eran mixtas; que entiende que a la pileta no
ingresan cien chicos de colonia y cincuenta chicos que no saben
nadar, tampoco cree puedan acceder, además cada chico entra con
un docente a cargo, y así puede llegar a haber quince docentes
en la pileta.
MARÍA ALEJANDRA BASTIANELLI refirió al exhibírsele el
informe de fs. 3659/60 que reconoce su firma. Añadió que es
docente y directora del Instituto Hansen en el nivel primario;
169
que Giraldi pertenece al staff docente, se desempeña como
profesor de educación física y hace diez años que se desempeña
en el colegio; que su concepto como profesor es sobresaliente
al igual que sus calificaciones, aclarando que ella tiene
obligación de calificar a todo el personal cada dos meses
aproximadamente; que además de las clases de educación física
Giraldi los viernes por la tarde con los alumnos de la escuela
hace “campo de deportes”, que consiste en un bloque deportivo
en el club “All Boys” y otro de natación; que hace siete años
que lo vienen haciendo en ese lugar y no es obligatorio para
los niños, es extracurricular; que para esta actividad Giraldi
es el coordinador y de él dependen tres o cuatro docentes,
algunos hacen campo y otros natación, dividiéndose los grupos
según la edad; que lleva entre cuarenta y cincuenta alumnos del
nivel primario y también diez o quince chicos de jardín; y que
el concepto de los padres sobre esta actividad es óptimo.
Añadió que conoce el club “All Boys” y le parece un buen
espacio,
contenedor;
que
la
pileta
está
en
perfectas
condiciones para los chicos, además pueden asistir los padres a
ver las clases para lo cual van en los micros y a todos les
merece la misma opinión, están contentos.
MARCELO FABIAN AVILA expresó que conoce a Privato
porque fueron compañeros de trabajo; que el día del hecho
estaba
con
su
grupo
en
la
parte
profunda,
del
lado
del
gimnasio, y la profesora del otro lado, cerca de la cabina de
control de carnets, en la parte media; que cuando él salió de
la pileta para ir por el borde del gimnasio sacó a los chicos
del agua, fue con ellos por el costado, miró hacia donde estaba
la profesora mientras los chicos de los grupos se gritaban
entre ellos y siguió caminando hacia la parte baja y se puso en
la parte baja del lado donde estaba Privato, entró a la pileta
con los chicos y se puso a realizar un juego, ya que faltaba
poco para terminar la clase; que estaban él, los chicos, la
guardavidas y la profesora, y la guardavidas estaba ubicada
entre el grupo del dicente y el de Privato, aclarando que es lo
que recuerda ahora; que estaba jugando con los chicos cuando
escuchó
un
grito
y
que
lo
llamaban,
por
lo
que
salió
rápidamente de la pileta y apoyó una pierna en la escalera para
ayudar a la guardavidas que ya se había tirado y estaba sacando
a una persona del agua; que ésta ya tenía la mitad del cuerpo
170
Poder Judicial de la Nación
afuera y él la ayudó desde arriba, luego salió corriendo, avisó
a recepción para que llamaran a la ambulancia, subió corriendo,
se dedicó a sacar a todos los chicos que estaban en el agua y
los llevó al vestuario; y que no vio si a la víctima le
aplicaron técnicas de reanimación. Añadió que cuando vio a
Privato ésta estaba dentro del agua y los chicos estaban en el
borde, haciendo entradas al agua; que en general trabajaban de
esa
forma
y
ellos
han
trabajado
juntos;
que
el
trabajo
consistía que los chicos entren al agua y se dirijan a la
escalera. Señaló en un plano la ubicación que tenían él y
Privato,
aclarando
que
la
profesora
estaba
en
triángulo
haciendo una actividad, en el agua, y los chicos en el borde.
Agregó que antes del hecho no había tenido contacto con la niña
pues hacía poco que había sido papá y se acababa de reintegrar;
que los profesores realizan una nivelación dentro del grupo de
trabajo y él estaba en un nivel superior; que la nivelación por
lo general se realiza con el coordinador a principio de mes, de
la temporada, y cuando llegan chicos nuevos se nivelan con el
grupo anterior, que en este caso fue nivelada por la profesora;
que no vio si los padres fueron a hablar con gente del club;
que ese día no recuerda si algunos de los chicos del grupo de
Privato fueron hacia su grupo; que en la empresa se trabaja con
mucha prudencia y seguridad; que en general terminan jugando
los dos grupos juntos cuando terminan la actividad de pileta,
pero es habitual que hicieran eso, no nadando, seguramente los
hacía caminar por el borde, aunque aclara que no lo recuerda
con precisión. Expresó asimismo que no recuerda si ese día el
techo de la pileta estaba abierto o cerrado, pues prestaba más
atención a la actividad que iban a hacer; que no recuerda si el
reflejo del sol sobre el agua molestaba; que para él Privato es
una excelente profesora, cariñosa y carismática, amaba a los
chicos y si a alguno le pasaba algo ella estaba siempre antes
que él; que él ya no trabaja en la empresa; que el coordinador
al que se refirió es Julio, con quien él trabajó, y en sus
veinte años de experiencia puede agregar que nunca conoció a
una persona tan preocupada en cuanto a la seguridad; que a
ellos los tenía todos los días quince minutos antes, además en
la empresa aprendió que nunca daban la espalda al grupo, un
171
profesor iba adelante y otro atrás. Asimismo expresó que cuando
se tomó licencia por paternidad no sabe quién lo reemplazó; que
en la colonia había grupos mixtos, en general había una pareja
pedagógica hombre-mujer por el tema de los vestuarios, que en
cuanto a la cantidad en diciembre había muchos chicos, luego
iban variando; que ese día en la pileta el dicente tenía once
chicos y cree que la profesora también once, veintidós en
total; que no sabe quién cumplía las funciones de Mariano
Rosemberg en febrero de 2001; que quien debía controlar a los
niños que estaban en un grupo de trabajo en la pileta eran la
profesora y la guardavidas; que entraban a la pileta chicos que
no sabían nadar, y según el instructivo se especificaban los
niveles, había un techo y un piso; que si había chicos que no
sabían nadar trabajaban con criterios, el “uno por uno”, que
uno trabaja con las personas que tiene enfrente por temas de
seguridad, por ejemplo si tiene un chico que no sabe nadar
trabaja con el grupo observando a ese chico que está en el
borde, y si tiene que hacer algo con este chico va a ir con él,
le va a enseñar y luego lo deja; que en el grupo se tenía
presente si el chico sabía o no nadar, además él sabía en su
grupo quién sabía o no nadar. A otras preguntas respondió que
cuando dijo que el coordinador estaba presente en la nivelación
se refería al coordinador de natación, Mariano Rosenberg, que
tenía la responsabilidad de hablar con ellos en todo lo que
tenía que ver con niveles de natación; que no sabe cuál era el
nivelito 1, aclarando que él tenía chicos más avanzados que
Privato, pero no sabe quién tenía el nivel inferior a Privato;
que a Florencia la asistió el médico del club, Hernán, que le
parece que era pelado o tenía poco pelo, morocho, un poco más
alto que él y no recuerda si tenía bigotes, tampoco su edad
aproximada; que el día del suceso había gente haciendo pileta
libre; que en la pileta chica había un grupito de niños; que en
la pileta había a la mañana dos guardavidas, un guardavidas y
el otro era como un auxiliar, y a la tarde uno, que él
recuerde; que la guardavidas se movía por toda la pileta,
recorría todo el predio. Asimismo aclaró que el aprendizaje de
ellos no era sólo dentro de la pileta, los chicos no podían
correr, empujarse, tenían que saber dónde poner las ojotas,
etc, y eso lo controlaban los profesores; que en general había
dos andariveles de pileta libre en el medio de la pileta, y en
172
Poder Judicial de la Nación
cada andarivel para nadar bien pueden entrar tres o cuatro
personas; que no sabe en ese momento qué cantidad de gente
había, aunque cree entre cinco y diez personas; que no recuerda
si en esa pileta vio alguna vez a más de cien personas; que no
sabe si a partir de octubre de 2001 se dispuso que hubiera dos
guardavidas en el natatorio; que quien comenzó las tareas de
reanimación fue el médico y también le quedó presente la
presencia
del
coordinador
Julio,
que
desde
que
pasó
el
incidente estuvieron cuatro o cinco horas ahí y él no se movió
de al lado de la chiquita; que él primero bajó a avisar, subió
solo y luego sacó a los chicos, cree que por el vestuario de
damas; que estaban la guardavidas, el médico y el coordinador
Julio; que después de que sacaron a Florencia del agua él salió
corriendo para que llamaran a la ambulancia; que los chicos de
su grupo en ese momento estaban saliendo de la pileta; que no
sabe qué hizo Privato en ese momento, pues no prestó atención;
que cuando él se ocupó de sacar a los chicos de la pileta no
sabe si alguien requirió aparatología del consultorio médico;
que no conversó con los niños sobre lo que había sucedido, pues
eran muy chicos para decirles en ese momento y luego hubo unos
días que no tuvieron colonia, estimando que los chicos ya se
habían enterado a través de los padres, y supone que lo habrán
hablado pero no con una terminología tan profunda; que semanas
antes
de
empezar
la
colonia
tenían
reuniones
con
los
coordinadores Julio y Mariano, les daban un instructivo con los
niveles, las áreas de trabajo y el tema de seguridad, las
primeras páginas hablaban de eso, y quince minutos antes todos
los días tenían esas reuniones; que ellos son profesores de
educación física y Cecilia tenía mucha responsabilidad; que los
chicos de Cecilia iban a trabajar al lugar que marcó en el
plano, no fue una excepción de ese día; que Giraldi concurría a
la pileta para ver las actividades que realizaban ellos; que
era muy “rompepelotas”; y que no recuerda haber visto más gente
en pileta libre. Asimismo aclaró que cuando dijo que se formaba
un grupo de trabajo entre la profesora y la guardavidas no era
un
grupo
de
trabajo,
quiso
decir
que
no
trabajaban
aisladamente, que uno depende del otro, uno se encarga de
enseñanza y aprendizaje y el otro de la seguridad en la pileta,
173
cada uno hace su tarea; que en los ejercicios que se hacían en
la parte profunda ellos manejaban sus clases y la guardavidas
estaba atenta a lo que ellos hacían, pero no le informaban
adónde iban a ir o qué ejercicio iban a realizar, además ella
ya los conocía; que no tenían por qué decirle el paso que iban
a dar, además la guardavidas sabe cómo son los grupos y ya
sabía las actividades qué hacían, la rutina, por ejemplo él iba
primero a una parte de la pileta y luego a la otra; que si las
actividades eran dentro del campo el coordinador era Julio y en
la pileta el coordinador era Mariano; y que no sabe si alguien
controlaba que en lo profundo hubiera determinada cantidad de
personas por metro cúbico de agua.
GUILLERMO ELOY OLIVA refirió que asumió como síndico
de la quiebra de “All Boys” a mediados de marzo de 2000; que
para entonces el presidente del club era el señor Brey; que la
primera diligencia que se hace es cumplir con el auto de
quiebra, en el cual el Juzgado dispone varias medidas; que
entonces se clausuró la entidad bajo la presidencia de Brey,
clausura que abarcó presidencia, secretaría y cancha de fútbol;
que el natatorio y otras dependencias no fueron clausurados,
aunque él quiso clausurar todo, pero el entonces presidente
manifestó que ello no pertenecía al club, que había un cánon y
él ya se iba a enterar de las cobranzas y de cómo funcionaba la
concesión, pero no le mostró ningún papel, por lo que solicitó
al letrado patrocinante en la quiebra que lo asistiera; que
como ya terminaba la temporada de pileta le pidieron a Brey
toda la documentación para saber cómo era ese contrato de
concesión antes de clausurar indebidamente; que fueron a la
oficina del tesorero pero prácticamente no había documentación,
sólo elementos que carecían de validez, vales, papeles que
decían “le pagué a fulano”, etc, y también se enteró de que,
asesorado por sus letrados, el club había decidido transformar
la quiebra en concurso; que la documentación comenzó a llegar
con cuentagotas, no había prácticamente nada, los jugadores se
negaban a jugar porque había deuda, él les preguntó cuánto
ganaban pero no le quedó nada claro, por ejemplo en un contrato
decía que un jugador cobraba mil pesos pero éste decía que
alguien le pagaba más dinero, otro decía que figuraba una suma
en el contrato pero el recibo se lo cobraba gente del club, el
vicepresidente, es decir que había muchas desprolijidades, “le
174
Poder Judicial de la Nación
ensuciaban la cancha”. Añadió que el tesorero dijo que la
documentación la tenían las autoridades del club y que se la
iban a entregar; que él tenía que armar la lista de las
personas a las que se les debía dinero, el activo del club, y
con el tiempo fue apareciendo, más o menos a los tres meses de
la quiebra, que es lo que tardó en transformarse de quiebra a
concurso; que a Bugallo lo conoció después, primero conoció a
Brey y a Torrente, que era el vicepresidente, luego hubo una
asamblea en donde se designó a Bugallo como presidente, éste
vino
y
se
presentó,
más
o
menos
para
cuando
comenzó
el
concurso; que Brey se escapaba, después no lo vio más, lo llamó
varias veces para que le entregara la documentación pero le
costó muchísimo hasta que se la entregó; que la actitud de
Bugallo fue distinta, fue mejor pero no sabe si es la mejor,
colaboró, se preocupó pero nada más; que no sabe cuándo se
restituyó
la
documentación,
pero
ello
se
hace
cuando
se
homologa el concurso, lo cual tiene entendido fue a mediados de
2001. Añadió que en la quiebra se desplaza al presidente del
club en cuanto a la administración, pero en el concurso no,
cuando se transforma en concurso la administración vuelve a la
autoridad, en este caso a la del club; que él se hizo asesorar
porque era la primera vez que tenía una quiebra de una sociedad
civil; que desde que se abrió a concurso, a mediados de 2000,
la
administración
pasó
al
presidente,
vigilado
por
la
sindicatura, pero por ejemplo para vender un jugador tiene que
pedirle al juzgado comercial la autorización, le dan vista a
él; que no sabe si Bugallo hizo uso de la clausula 18a. que lo
autorizaba a designar a alguien para fiscalizar el natatorio,
además
cuando
pidió
ese
contrato
nunca
le
llegó
y
fue
presentado directamente en el expediente de quiebra por Brey,
es decir que no sabe qué dice la cláusula, suponiendo que su
letrado lo leyó, porque tiene copia; que desconoce si Bugallo
designó a alguna persona como también si la pileta estaba
habilitada; que no vio un pedido de Bugallo reclamando la
habilitación de la pileta, además son trámites administrativos
y si los hizo Bugallo lo hizo después de la etapa de quiebra;
que en la etapa concursal si la cuestión está dentro de las
facultades normales del presidente la sindicatura no se mete,
175
pues no afecta a la masa de los acreedores y hace a la
administración del club; que los actos propios que Bugallo
podía realizar eran los relacionados con el tema futbolístico;
que no sabe si hubo alguno vinculado con el natatorio o las
instalaciones ni tampoco si Bugallo estaba obligado a hacer uso
de la cláusula contractual mencionada, pues el dicente sólo se
ocupó de si se pagaban los cánones. Agregó que al principio,
cuando estuvo el tema de la quiebra, hubo una suspensión de
pagos de los cánones; que en esa época hubo una pequeña
convulsión pues querían sacar al presidente de una manera que
no corresponde a derecho y se suspendieron los pagos, pero
luego fueron normalizados; y que no sabe si la pileta fue
clausurada después de la muerte de la niña ni si hubo algún
reclamo de parte del club, pues son temas inherentes a la
administración de éste.
NÉSTOR RAFAEL PICONE refirió que conoce a Storchi
porque es quien tiene la concesión de “Megatlón” en el club All
Boys, del cual el dicente es vicepresidente primero, y a
Bugallo por ser compañero de comisión directiva; que es socio
del club desde 1966, actualmente vitalicio, fue directivo,
vocal titular y secretario de prensa de 1989 a 1991, luego
ocupó esos cargos desde el 2000 hasta 2002, y de 2004 hasta
ahora
fue
vicepresidente
segundo
y
ahora
vicepresidente
primero. Añadió que la secretaría de prensa informa a los
socios lo que acontece en las subcomisiones del club y atiende
al periodismo; que Brey fue presidente hasta el 17 de abril
2000 en que hubo una asamblea, aclarando que él no asistió por
un problema personal, pero sabe que allí se le pidió la
renuncia a la comisión directiva existente y se nombró a siete
socios para poder seguir administrando el club hasta que hubo
una
nueva
elección
de
autoridades;
que
el
club
estaba
concursado en esa oportunidad; que era un club difícil y este
grupo de siete personas se abocó a invitar a los socios
caracterizados de la institución y ex presidentes a colaborar
para levantar los compromisos que había, pero ninguno se acercó
a colaborar ni se atrevió a tomar el cargo; que cuando asumió
Bugallo
no
recuerde,
había
y
cree
ninguna
que
documentación
estaba
en
un
o
libros,
juzgado;
que
que
él
esa
documentación la tuvieron para fines de 2001 o principios o
mediados de 2002, pero fue bastante después de asumir la
176
Poder Judicial de la Nación
comisión directiva; que no sabían qué actitud tomar con el
concesionario, pues desconocían los términos del contrato; que
hablaron con el síndico y le iban informando lo que pasaba día
a día en la institución. Expresó también que en 1995 en
asamblea se informó que una empresa quería tomar la concesión
del club y muchos socios no estuvieron de acuerdo, otros sí, se
pasó a cuarto intermedio y cuando él regresó a la asamblea ya
se había aprobado la concesión del club a la “red Megatlón”;
que en la primera asamblea explicaron que el contrato era muy
positivo
para
el
club,
que
tenía
muchos
beneficios,
pero
algunos lo entendieron y otros no; que por eso se hizo el
cuarto intermedio y luego la asamblea lo aprobó; que Brey y la
gente estaban satisfechos con la obra realizada por Megatlón;
que la comisión directiva dijo que iban a inspeccionar las
obras
hasta
que
finalizaran,
la
parte
edilicia
y
de
construcción; que sabe que cuando terminaron las obras la
pileta empezó a funcionar, pero no puede decir si estaba
habilitada
o
no,
pues
ello
le
correspondía
a
la
empresa
concesionaria; que ellos tenían la habilitación para participar
en torneos oficiales de la A.F.A., es decir que la cancha
estaba habilitada para jugar partidos oficiales, y las demás
actividades se desarrollaban en la parte social, pero ellos no
estaban en ese tema; que el día del hecho no sabe si el
natatorio estaba habilitado, sí sabe que estaba funcionando. Al
exhibírsele
la
foja
68
del
expediente
de
habilitación
municipal, en cuanto se refiere a la intimación para realizar
mejoras, expresó que nunca la vio, suponiendo que llegaban a la
parte de Alvarez Jonte donde lo recibía la empresa “Megatlón”;
que ellos no concurrieron a las autoridades, por ejemplo el
Gobierno de la Ciudad, porque no tenían la documentación hasta
que se las acercó el síndico; que después del fallecimiento de
la niña trataron de conseguir la documentación necesaria para
ver qué estaba pasando dentro de la parte social del club, pues
no tenían cómo saber qué tenían que controlar o no controlar;
que una vez recogida la documentación se empaparon de la
situación y se contactaron con la gente de “Megatlón” y cree
que se hicieron varias denuncias al Gobierno de la Ciudad para
el
control
de
este
tipo
de
177
cosas,
también
intimaron
a
“Megatlón”;
que
estas
intimaciones
las
hizo
la
comisión
directiva, salían por secretaría, es decir que él no vio las
notificaciones pero las aprobaron en la comisión directiva; que
era para que les explicaran cómo se estaba trabajando dentro de
la
empresa
pues
querían
informarse,
pero
no
sabe
qué
le
respondieron. Añadió que antes de 1995 conoció la pileta, pues
iba desde chico; que había una sola pileta y después de la
concesión para él sigue habiendo una sola pileta, lo que hay al
lado es una especie de piletón, pero aclara que ahora hace
muchos años que no va a la pileta; que no conoce las normativas
para piletas de matronatación ni si la pileta aludida tiene
esta característica; que se enteraron del contrato de concesión
a fines de 2001, principios de 2002, y la documentación estaba
en el juzgado; que no reclamaron a “Megatlón” por este tema
pues
no
sabían
cuáles
eran
sus
derechos;
que
no
tiene
conocimiento de la intimación que se le exhibió, como tampoco
de que se hayan hecho reformas a la pileta por reclamos del
Gobierno de la Ciudad; que los reclamos e intimaciones que
ellos le hicieron a “Megatlón” eran porque querían saber cuáles
eran los alcances del contrato, hacían referencia a todo lo que
era la concesión, porque no tenían el contrato; que “All Boys”
designó un representante para ver cómo se llevaba a cabo la
explotación del natatorio, mandaron gente para el control de
los socios pues querían ver cómo se manejaba la parte social,
pero esto calcula fue después del 2002; que cree que “All Boys”
hizo algún reclamo por unos termotanques mal instalados y que
hicieron la denuncia al Gobierno de la Ciudad; que también
hicieron algún reclamo a “Megatlón” porque la pileta estaba
clausurada,
pues
querían
ver
cómo
estaba
la
parte
de
habilitación después de lo que pasó; que no recuerda haber
visto el estado de la habilitación, pero aclara que en esa
época
él
era
posteriormente
vocal
tuvo
titular.
reuniones
con
Asimismo
expressó
“Megatlón”;
que
de
que
la
recaudación de las cuotas sociales “Megatlón” les daba un
porcentaje de los socios activos, no recuerda el monto, pero la
cifra estaba entre los doce y quince mil pesos; que no hicieron
reclamos por el tiempo que estuvo clausurada la pileta, pero
que él sepa no disminuyó el ingreso; y que conoce el estatuto
del club. Preguntado especialmente si Bugallo tomó alguna
medida para el desarrollo y protección de la niñez en “All
178
Poder Judicial de la Nación
Boys”, respondió que sabe que cuando tomaron el club tenían la
parte futbolística, pero no tenían nada de la parte social; que
era un objetivo del club la protección del bienestar de la
niñez; que Bugallo no tuvo injerencia en la actividad de la
pileta mientras estaba concesionada y desconoce si se quejó por
no tenerla; que
una vez que tuvieron el contrato consultaron
abogados y la opinión fue que era un contrato leonino, pues
tenía muchas cláusulas en contra de la institución; que hubo
charlas donde se habló de rescindir ese contrato, pero lo único
que se rescindió fue el contrato de fútbol amateur que también
estaba concesionado a otra empresa.
GLORIA LETICIA MAISON expresó que con respecto al día
del hecho su hijo le comentó algo que le llamó la atención,
esto es que cuando sacaron a los chicos de la pileta tuvieron
que dar una vuelta para no pasar por donde estaba la nena; que
los llevaron a un lugar cerrado que tiene el club y les dijeron
lo que había pasado, que es lo que al principio dice Sandro,
pero después cuando uno empieza a preguntarle concretamente no
tiene mucho que ver con lo que él vio; que no recuerda bien
quiénes se lo dijeron, estimando que eran autoridades del club,
profesores,
los
que
estaban
a
cargo,
ni
recuerda
qué
le
dijeron, pues desde entonces pasó mucho tiempo pero en aquel
momento le llamó la atención; que cuando lo fue a buscar a
Sandro le dio una versión y cuando le empezaron a preguntar en
la casa se contradijo con el “cuento”. Añadió que Sandro le
comentó que estaban haciendo un ejercicio en la parte más
profunda, que tenían que hacer como un circuito, tirarse, ir
nadando, salir y ponerse en fila, primero cree que estaban los
varones, después las nenas, y no recuerda hoy con qué profesor
lo estaban haciendo, con alguno de los dos; que según Sandro el
profesor estaba sentado en el borde de la pileta; que en aquel
momento Sandro sabía la ubicación de todos pero ahora lo duda;
que en esa época su hijo sabía nadar y había aprendido a nadar
ahí; que le parece que Florencia había empezado el día anterior
o ese día, le parece que Sandro no la conocía, que no era
compañerita; que según lo que le comentaba su hijo el profesor
a veces estaba dentro o fuera de la pileta, según lo que
tuvieran que hacer; que cuando Sandro empezó a aprender a nadar
179
ella fue a ver las clases, que estaba en la pileta chiquita,
donde van los que no saben y eran poquitos nenes, aprendió con
una profesora, esto a los cuatro o cinco años; que luego Sandro
iba a la parte profunda; que no recuerda que le haya comentado
que el profesor tuviera algún ayudante cuando iban a la parte
profunda; que ella era y es socia del club y cuando anotó a sus
dos hijos presenciaba las clases de natación; que cuando iban a
colonia generalmente los podía ver mientras ella hacía sus
actividades y no recuerda que haya habido un ayudante; le
parece que cuando estaban en el agua se dividían en dos grupos,
al haber dos profesores, un varón y una mujer, los que sabían
nadar estaban en parte profunda con un profesor y los que no en
otra parte con otro. Asimismo refirió que después del hecho sus
hijos no volvieron ni al club ni a la colonia; que en aquel
momento Sandro le comentó dónde estaba la guardavidas pero
ahora
no
lo
recuerda,
estimando
que
debe
estar
en
la
declaración que dieron en ese momento; que con posterioridad al
hecho tuvo contacto con los padres de Florencia; que ella al
principio se negó bastante a encontrarse con la mamá, que vino
reiteradas veces a su casa, y se negó por miedo, por no querer
involucrarse,
por
proteger
a
Sandro,
hasta
que
tuvo
que
enfrentar la situación, hablar con ella y entender lo que había
pasado; que simplemente fue eso, una vuelta la señora la invitó
a ella a la casa y le pidió que fuera con el nene: que si bien
ella no lo llevó había escrito todo lo que había dicho Sandro y
había hecho un croquis, y ese fue el primer y último contacto
que tuvo con ella; que el croquis lo hizo el papá según lo que
le relataba su hijo Sandro; que el croquis lo hicieron solos en
su casa y ella no estuvo presente, añadiendo que a ella el tema
la afectó bastante, le costó mucho hablarlo y enfrentar la
situación, por eso le cedió el lugar al papá que tranquilo
habló con su hijo y lo hicieron juntos. Al exhibírsele el
croquis agregado a fs.100 vta. del expediente de la Defensoría,
manifestó que es la letra del padre de Sandro y ahora que lo ve
le parece que le dejó el original a la mamá cuando fue a la
casa y ella no se quedó con nada. A otras preguntas respondió
que los ejercicios que hacían en la colonia eran diversos,
tirarse a la pileta, pasar por un aro, salir por otro lado,
volver a la fila, poner una colchoneta sobre el agua con un
agujero en el medio en la que los chicos entraban por abajo o
180
Poder Judicial de la Nación
por arriba y salían por otro lado, cosas así, tirarse de
palito,
juegos,
circuitos;
que
le
parece
que
no
eran
actividades pautadas y salían en el momento, se ponían en fila,
eran cosas simples; que no recuerda si había un profesor
asignado para los chicos que no sabían nadar pero lo puede
suponer, pero como Sandro sabía nadar no tenía que ver con su
caso; que no recuerda que alguien le comentara algo sobre algún
profesor el día del hecho, que faltara un profesor y ella se lo
comentó a la querellante, pero sí recuerda otra cosa, que el
día anterior o hacía dos días el profesor de los chicos había
sido papá, que Sandro dijo que estaban en el borde de la pileta
hablando de eso y los demás le preguntaban cómo había salido
todo, cómo estaba el bebé, esas cosas; que Sandro no le comentó
que hubieran realizado ejercicio que estuvieran por encima de
sus capacidades, y en las clases que ella presenció tampoco vio
nada que le llamara la atención sobre los ejercicios, siempre
le pareció todo bien. Agregó que la mamá de Florencia vino
varias veces a su casa, las dos primeras veces ella no estaba y
se enteró por los vecinos, que una vez cree que estaba su
hermana, que llegó a hablar con ella y le pidió que hablara con
la señora; que al papá no lo conoció; que no recuerda con
exactitud cuánto tiempo pasó hasta que habló con la madre,
desde el hecho, pero fácil una semana; que no recuerda si
Sandro estaba con el profesor que había sido papá pero sí que
los chicos salían por donde los profesores estaban sentados,
estaban ahí hablando en el borde de la pileta, este profesor
con otros, no lo recuerda bien pero está en el croquis; que
cuando dijo que las autoridades del club reunieron a los chicos
no sabe si eran de Megatlón o del club All Boys, eran personas
a cargo, pero no sabe adónde pertenecían; que el día que fue a
la casa de la madre de Florencia no había algún otro adulto,
que ella recuerde; que tampoco recuerda en qué ambiente mantuvo
la conversación ni si le presentaron a alguien; que recuerda a
una profesora de nombre Lucila que fue profesora de ella en el
club, pero no fue profesora de sus hijos en la colonia; y que
si hizo algún comentario a la madre de Florencia sobre esta
profesora no lo recuerda.
SANDRO MANUEL DAMILANO MAISON expresó que no recuerda
181
qué actividad hicieron ese día en la pileta ni qué actividades
hacían habitualmente; que él había empezado a nadar y a ir a la
pileta unos años antes; que en la colonia no recuerda si hacían
actividades semejantes, cree que era más o menos lo mismo que
cuado
había
aprendido
a
nadar;
que
eran
una
considerable
cantidad de chicos pero no hablaba mucho con ellos, con un
grupito nada más; que no recuerda a los profesores; y que
tampoco recuerda a Florencia.
MIGUEL ANGEL ICONOMOPULOS dijo que conoce a los
imputados pero no tiene con ellos ninguna relación; que al día
de hoy es director de la división de capacitación de “Megatlón”
en el área de emergencias médicas; que él es guardavidas desde
hace 20 años, técnico en anestesiología, instructor de la
“Fundación Americana del Corazón” y estudiante de medicina,
está en sexto año y le faltan cuatro materias para recibirse;
que al 8 de julio de 2002 no trabajaba para “Megatlón” sino que
alquilaba un espacio en “Megatlón Caballito”; que era rector
del Instituto de Capacitación y Formación Profesional en el que
tenían la carrera de guardavidas, que era una carrera terciaria
y por ello estaban todo el día en el club, ya que la actividad
docente y de rectorado implica estar todo el día en el lugar.
Al exhibírsele las constancias de fs. 2352, reconoce la firma
en
dicha
nota
y
el
curriculum
de
fs.
2354/2357.
Al
preguntársele cuáles son los principales criterios de seguridad
que rigen la actividad de un guardavidas,
respondió que conoce
la pileta de “All Boys”, que tiene 25 metros por 12 o 14; que
de acuerdo a las piletas que conoce y el metraje que tiene para
él debería tener un guardavidas, pues los criterios son por la
cantidad de metros y por la cantidad de bañistas; que si se
habla de chicos, si las actividades son conducidas y la parte
de recreación de pileta libre se hace en la parte baja son
condiciones
excelentes
de
seguridad
en
el
marco
de
un
guardavidas; que la plataforma sobreelevada es de uso en el
ámbito marítimo y permite ver a una persona en riesgo, delante
o detrás de la ola y tiene una utilidad no constante, esto es,
cuando la geografía y situación del mar lo ameritan, pero en el
ámbito de una pileta normalmente no se utiliza ya que el
trabajo del guardavidas es netamente preventivo y si se sienta
en la silla elevada no permite desarrollar bien esta actividad;
que en general los guardavidas utilizan la silla elevada para
182
Poder Judicial de la Nación
descansar; que el concepto de silla alta para el guardavidas
cumple ese rol, poder tener la misma visión sentado que parado
y es diferente del mangrullo en el ámbito de la playa que tiene
dos metros y medio, pero en la playa no es de uso constante,
pues si hay poca gente se ve perfectamente, uno conoce la
geografía, y por ejemplo si hay sudestada y la canaleta se hace
profunda es necesario subirse para ver más allá de la ola.
Añadió que estos criterios sobre cantidad de guardavidas son
criterios internacionales, ellos toman esos criterios y tratan
de
adaptarlos
al
ámbito
local;
que
por
ejemplo
para
la
reanimación de una persona ahogada uno toma esos criterios
internacionales y los transmite a los guardavidas, es algo
dinámico,
va
cambiando,
los
criterios
en
general
son
internacionales y los aplican al ámbito local; que si bien él
no tiene experiencia internacional tiene alumnos y amigos que
trabajan
en
España
y
sabe
que
allí
los
criterios
tienen
relación con los metros cuadrados de la pileta, por ejemplo,
para piscinas entre 200 y 500 m2 se necesita un socorrista, de
500 a 1000 m2, dos socorristas y así suman socorristas según
los metros cuadrados; que lo que más le llamó la atención es
que
las
piscinas
de
menos
de
200
m2
a
veces
no
tienen
socorristas, no tienen a nadie; y que en las playas tienen otro
tipo de elementos, bolsas resucitadoras, defibriladores; que la
enseñanza de la natación es una actividad conducida por un
profesor, respaldada por el guardavidas en lo que se necesite;
que él en diez años de playa aproximadamente participó en unos
trescientos
salvamentos
y
en
pileta
en
ninguno
porque
el
trabajo es preventivo, por suerte no le ha tocado; que si está
mirando una persona que está nadando y se para en medio de un
andarivel le llama la atención, pero puede ser porque se
acomode
algo
o
porque
tiene
una
dolencia
y
esta
es
la
prevención de un accidente; que en esas situaciones que vivió
advirtió lo que ocurría por manifestaciones, la gente grita,
pide auxilio, previo a la inconciencia, levanta las manos,
quizás por agotamiento terminan no levantando las manos y se ve
la cara de la persona, aclarando que en algunos casos lo pudo
determinar por mirar la cara a través de los largavistas y es
una cara de resignación, ya que la gente que se ahoga pasa por
183
ese período; que en la pileta es diferente, prácticamente uno
lo puede advertir. Al ser preguntado sobre si conoce de lo que
se trata este juicio y qué le parece que puede haber pasado,
respondió que hay una figura dentro del ahogamiento que son los
ahogados que no piden auxilio y allí se agrupan un montón de
instancias, fisiología de la persona, patologías previas, pero
hay un grupito que no da aviso, estos ahogados existen, muchas
veces sacan personas del agua y no se entiende cómo se pudieron
ahogar, porque no hicieron ningún tipo de manifestación. Agregó
que
entiende
que
habiendo
una
actividad
conducida
y
una
guardavidas en la pileta a no más de tres metros, si hubiera
habido algún tipo de manifestación supone se hubiera visto, y
si alguien hubiera levantado la mano y pedido auxilio la
habrían visto; que no sabe quién dio la voz de alerta en este
hecho y no conoce del suceso en concreto, sólo lo que le
contaron y lo que leyó en los diarios; que si hay dos piletas
con distinto nivel en relación al piso, ello no influye en la
cantidad
de
guardavidas.
Asimismo,
expresó
que
tuvo
que
trabajar en el club “Barracas Central”, que era una pileta de
dimensiones similares a la de “All Boys”, pero en lo más
profundo tenía 1,80 o 2 metros y tenía un piletón, y el
criterio era que las piletas anexas en general son piletas que
sólo se utilizan bajo una actividad guiada por un profesor o
bajo un padre que quiere entrar con su hijo menor, de lo
contrario están cerradas; que, desde lo técnico, es difícil
decir cuántos segundos tarda un niño de 3 o 4 años en perder la
capacidad para respirar, pero como guardavidas diría que como
el padre lo está mirando, no llega a estar cuatro minutos, el
padre lo ve y lo levanta instantáneamente; que entiende que los
niños no pueden perder la capacidad de respirar en treinta
segundos, nadie deja de respirar en treinta segundos, a lo sumo
pasarán algunos minutos hasta la pérdida de conciencia y luego
se produce el paro respiratorio. Agregó que en el ámbito de la
Capital Federal sabe que se utiliza la plataforma en algunas
piletas, pero se emplea para descansar; que como director de la
división de capacitación de “Megatlón” no tiene injerencia en
la fijación de la cantidad de guardavidas que se van a colocar
por pileta; que cuando dijo que “a lo sumo pasarán algunos
minutos” quiere decir que la regla general es que la gente se
ahoga en tres o cuatro minutos pero hay excepciones, pueden ser
184
Poder Judicial de la Nación
30 segundos, un minuto, un minuto y medio, son los ahogados
silenciosos, por ejemplo que sufrieron algún tipo de trastorno
y no piden auxilio; que capacita a la gente de “Megatlón” desde
mediados de 2003 hasta la fecha; que no tiene vinculación con
Bugallo o con la comisión directiva del club “All Boys”; que
con respecto al informe que reconoció, recuerda que estaban
rentando la pileta de “Megatlón Caballito” y conocía a algunas
personas como Carlos Canavese, quien siendo también guardavidas
le preguntó si oficialmente podía responder algunas preguntas
que él le iba a hacer, entonces visitó el natatorio de “All
Boys”, lo vio y se fue y también se le pidió el currículum.
Respondiendo a lo preguntado por la Fiscalía, manifestó: que el
guardavidas trabaja en equipo con el profesor que hace la
actividad guiada, por ejemplo si se hace una actividad en parte
profunda y con todos los chicos afuera, el guardavidas mira la
actividad por cualquier problema que se pueda suscitar, pero
también mira que los demás chicos de la pileta estén en el
marco de la seguridad que esa actividad pretende, que los
chicos no caminen por todos lados, es un trabajo en equipo, uno
confía en el trabajo del otro y hacer su trabajo lo más
profesional
posible;
que
si
hay
reflejo
en
el
agua,
el
guardavidas en general trabaja con anteojos de sol y se mueve
en el perímetro de la pileta y si hay un punto ciego se corre
hasta que lo vea, para poder ver el fondo o el lugar que no
puede ver; que la altura desde la que se mira no cambia la
incidencia del reflejo sino que cambia caminando el perímetro
de la pileta; que en los casos de los ahogados que no hacen
manifestaciones, cuando la gente está en parte profunda todos
hacen cosas diferentes, recordando que hace poco salió un
artículo que está en la “web” sobre un sistema de cámaras
laterales en las piletas, llamado “Poseidón”, que son como
sonares y detectan cualquier movimiento inusual en el fondo de
la pileta, en ese caso se genera una prealarma que se dispara,
se evalúa en los 10 o 15 segundos qué pasa y si sigue sin
moverse se dispara una alarma sonora; que al mismo tiempo hay
un monitor donde hay alguien que está mirando eso y guardavidas
en el perímetro de la pileta que tienen “pagers” o vibradores
que les indican dónde está y se tiran; que el artículo es muy
185
bueno porque habla de la cantidad de ahogados que hubo en los
Estados Unidos y los casos que se pudieron salvar; que conoce
las
recomendaciones
que
dio
el
“Consejo
Metropolitano
de
Guardavidas de la Ciudad de Buenos Aires” hace pocos meses y
sabe que hay un Consejo Metropolitano, que está formado por
personas de todos los sectores, guardavidas y no guardavidas,
gente
del
sindicato,
subsecretaría
de
de
deportes,
la
y
asociación
mutual,
esta
hizo
gente
de
algo
la
muy
interesante, ha podido regular la actividad de los guardavidas
en el ámbito de esta Ciudad, sacaron una libreta para los
guardavidas
de
capital,
que
deben
estar
inscriptos
en
el
Registro, ahora se pide la libreta y con esto se pudo organizar
mejor la actividad de los guardavidas; que sabe que hicieron
una
normativa
sobre
seguridad,
cantidad
de
guardavidas
y
elementos que tenía que haber en las piletas; que no sabe si
“Megatlón” incorporó esas modificaciones porque él está en la
parte de capacitación y se dedica a atención de las personas en
emergencias médicas, pero sabe que la gente de “Megatlón”
trabajó
con
esa
normativa;
que
entiende
que
para
algunas
actividades hay un guardavidas más, pero aclara que no es su
área, ya que se dedica a otra cosa, a capacitación y en esto
“toca de oído”; que por ejemplo si llega un chico a una pileta
y el guardavidas sabe que tiene un factor de riesgo, por
ejemplo epilepsia, hay que dar aviso para que se ponga un
profesor para su control; que para la prevención el guardavidas
debe caminar la pileta, estar constantemente circulando, su
actividad no es mirar el fondo sino mirando la actividad que se
está haciendo, es la respuesta más lógica; que podría dar una
respuesta ilógica y a veces uno cree que poner más guardavidas
implica mayor seguridad, pero no es tan así, ello no implica
que va a haber más seguridad en ese lugar y tiene experiencias
personales de haber más de un guardavidas, muchos de ellos
distraídos, que se relajan porque todos miran y nadie mira y
eso implica un riesgo a tener en cuenta.
JORGE ANÍBAL PHAGOUAPÉ refirió que no conoce a los
imputados, sí a los padres de la víctima ya que hace algunos
años era compañero de trabajo del padre de Florencia; que es
guardavidas desde 1995 y actualmente es gerente de seguridad y
salud ocupacional de una empresa de autopartes para sus plantas
en Argentina y en Brasil; que con respecto al hecho lo supo a
186
Poder Judicial de la Nación
través de los padres de la niña y entiende que ocurrió haciendo
una actividad deportiva de aprendizaje en la pileta; que no
conoce la pileta del club “All Boys” y conoce detalles a través
de
los
padres
de
la
niña.
Añadió
que
la
función
de
la
plataforma sobreelevada es mejorar notablemente la perspectiva
que tiene el guardavidas para ver tanto lo que ocurre en la
superficie, como en el fondo de la pileta y se puede ver si hay
alguna persona abajo que no dio voz de alarma; que en cuanto a
cuántos guardavidas debe haber en una pileta donde hay chicos
que no saben nadar la pregunta es difícil; que sabe que en la
Capital hay una ordenanza que exige que haya dos guardavidas,
pero entiende que en la medida que aumente la cantidad de
personas
y
la
superficie
del
natatorio
debería
haber
más
guardavidas; que entiende que los niños que no sepan nadar no
deberían ir a la parte profunda y si estaban con un profesor él
pediría que los llevaran a una zona más segura, como la parte
baja, y si estaban solos en pileta libre les pediría que fueran
a la parte baja; que el agua de las piletas se puede enturbiar
por
diversas
razones,
por
ejemplo,
presencia
de
material
orgánico cuando va mucha gente a la pileta, también el tipo de
agua, calidad del agua o las sustancias disueltas que hay en
ella; que a veces sólo con el agregado de cloro se mejora la
transparencia del agua, pero otras veces hay que agregar otras
sustancias; que la función del disco negro al que se refiere la
ordenanza
es
un
disco
contra
fondo
blanco
de
una
medida
determinada que tiene por objeto determinar si el agua está
transparente y ver con claridad lo que hay en el fondo de la
pileta, es una manera objetiva de saber si el agua está turbia
o no y puede estar pintado o ser un objeto depositado en el
fondo. Agregó que en su función los guardavidas deben preservar
la vida de las personas, estar atentos a todo lo que ocurre
dentro de la pileta, sobre todo en la parte profunda, y si hay
una persona que se esté por ahogar o que se haya ahogado tienen
que prestarle asistencia; que con respecto a quién tiene la
autoridad
en
una
pileta
entiende
que
tiene
que
haber
un
coordinador de las actividades; que si un niño se lastima y el
guardavidas debe salir del natatorio entiende que debería haber
otro
guardavidas
que
lo
reemplace;
187
que
la
función
de
la
canaleta perimetral es permitir que la persona se agarre, pase
lo que le pase; que él conoce otras piletas y el sistema
moderno, en el que el principio de funcionamiento es distinto a
las viejas, tienen un borde que permite que la persona se pueda
agarrar pero hoy el agua está a nivel del piso, antes estaba
más abajo y estaba la canaleta; que la función esencial es
permitir agarrarse en caso de tener la necesidad, si se tiene
un inconveniente en el agua o la persona cayó accidentalmente
al agua y no sabe nadar; que puede producirse algún resplandor
o
efecto
espejo
que
dificulte
la
visualización,
de
hecho
ocurre, pero todos los guardavidas trabajan con anteojos de
sol, que les permite neutralizar ese efecto, además el efecto
disminuye al estar sobreelevados por el grado de incidencia que
tiene el reflejo sobre el agua; que tuvo muchos salvatajes, no
con víctimas mortales, en el mar y en piletas, y en estas
últimas personas que cayeron al agua accidentalmente y las sacó
del agua, chicos que cayeron y se hundieron sin hacer nada, lo
cual es muy común en los chicos, chicos que entraron a la zona
donde
el
agua
los
tapaba
o
chicos
que
jugando
y
se
van
desplazando por la inclinación propia de la pileta; que hay
chicos que se hunden sin hacer nada y en este sentido tuvo un
caso que le quedó grabado, un chico se tiró a unos metros de
él, se fue al fondo, tardó unos segundos y como no salía lo fue
a buscar, encontrándolo quieto en el fondo de la pileta; que
otros intentan nadar, pero como no saben cómo hacerlo tratan de
moverse en el agua, pero no pueden salir; que no rescató a
alguien donde hacía pie, pero un compañero suyo tuvo un caso
extraño, una persona alta como él apareció ahogada en una
pileta donde la profundidad no excedía los 80 centímetros, ello
ocurrió en las piletas de “Villa Albertina” en Lomas de Zamora;
que puede ser que la persona se desmaye o tenga distintos
problemas y no sabe qué pasó en ese caso, pero sí que su
compañero lo encontró flotando; que nunca vio o escuchó que
alguien cierre el natatorio y haga salir a toda la población
para ir al baño o para solucionar algún problema, aclarando que
trabajó en piletas chicas y grandes, en el club “Villegas”, en
otro en Lanús, cuyo nombre no recuerda, en “Villa Albertina” y
también en el Sindicato de Trabajadores Municipales de Lomas de
Zamora; que trabajó durante distintas temporadas, desde 1995
hasta hace cuatro años. Asimismo expresó que la flotación
188
Poder Judicial de la Nación
vertical es estar flotando en esa posición sin desplazamiento,
mientras que el nado “perrito” es una técnica rudimentaria de
natación que permite el desplazamiento en el agua; que el nado
“perrito” en los chicos es una técnica espontánea, es parecido
a la técnica de correr, por ejemplo los chicos a determinada
edad tienen la técnica de un atleta para correr, pero si no la
practican se pierde, y así el nado “perrito” se pierde si no se
continúa con la enseñanza de la natación; que lo ubica como
algo espontáneo en chicos chicos, pero la edad es variable, ya
que no todos tenemos las mismas condiciones; que el nado
“perrito” se hace con la cabeza afuera del agua, es decir que
se puede respirar; que la posición es la misma que utilizan los
perros u otros animales para nadar, con las piernas y brazos
debajo del nivel del agua, y se conoce como “nado natural
humano”; que para un chico que tiene flotación ventral y sabe
flotar parado, aprender a respirar, sacar la cabeza y tomar
aire le lleva varias clases, pero es difícil precisarlo, ya que
estamos partiendo de un nivel muy elemental de técnica que es
saber flotar y estar horizontal en el agua; que la respiración
es una de las partes más complicadas y depende de la técnica
que se esté enseñando; que cuando los niños están con el
profesor en la pileta la actividad no debería ser coordinada
con el guardavidas, pues la atención de éste debe dirigirse
sólo a la gente que está en la pileta, no a otras actividades.
Añadió que él no es instructor de natación; que la carrera de
guardavidas
dura
un
año
calendario
y
no
hay
materias
de
enseñanza de natación para niños; que lo que ha manifestado
sobre la enseñanza lo sabe porque es guardavidas y nadador
desde los seis años; que ha competido muchos años, además su
esposa
es
profesora
de
educación
física
y
de
natación
y
guardavidas, al igual sus cuñados, y si bien no tiene formación
académica como profesor ha pasado muchas horas de su vida en la
pileta; que el club “Villegas2 queda en Remedios de Escalada y
la pileta tenía originalmente 33 metros, pero luego se puso una
pared divisoria a los 25 metros; que la del club de “Lanús”
también tenía 25 metros, al igual que la de “Lomas de Zamora”
que mencionó; que en la ciudad de Buenos Aires no se desempeñó
como guardavidas; que no conoce el reglamento para guardavidas
189
de la Provincia de Buenos Aires, decreto 27/89; que no sabe
cuántos guardavidas exige la provincia de Buenos Aires, pero sí
la ciudad de Buenos Aires, porque a través de los padres de
Florencia tuvo acceso a la ordenanza; que cuando estudió no le
comentaron cuántos guardavidas tenía que haber en una pileta;
que si bien no sabe cuántos guardavidas establece la norma
provincial, él ha trabajado en piletas más grandes, las de
“Villa Albertina”, y si se sentía desbordado por la cantidad de
personas, le exigía al dueño que pusiera más guardavidas, pues
en
su
caso
no
iba
a
volver,
aclarando
que
eran
piletas
superiores a 25 metros; y que en las de 25 metros no se sentía
desbordado. Al ser preguntado si lo que dijo sobre que el
responsable de una pileta institucionalmente es un coordinador
surge de alguna norma, respondió que en la pileta de “Villegas”
había
un
coordinador
administrador
de
de
pileta
colonias
que
y
en
coordinaba
el
invierno
actividad
de
un
los
profesores y los guardavidas; que si, más allá del responsable
administrativo de la pileta, como guardavidas advierte que
aquélla no tiene condiciones suficientes de seguridad para los
bañistas tiene facultades como para cerrarla, o al menos para
hacer el intento, pero él nunca tuvo la necesidad; que en
piletas de 25 metros estando solo como guardavidas le parecía
que se daban las condiciones de seguridad; que no conoce el
decreto 4030/75 de piletas y natatorios de la provincia de
Buenos Aires; que él estudió en la “Escuela Argentina de
Guardavidas” en Remedios de Escalada; que no le enseñaron que
tenía que haber un guardavidas por pileta pero le parece
elemental, no razonable, y cuando tuvo acceso a la ordenanza de
la Ciudad de Buenos Aires se dio cuenta de la necesidad de dos
guardavidas, pues es común que se lastime un chico o por algún
motivo el guardavidas tenga que salir de la pileta; que no es
miembro del “Sindicato Único de Guardavidas y Afines” ni de la
“Mutual de Guardavidas” y no trabajó en La Plata; que no conoce
el “Consejo Metropolitano de Guardavidas” de la Ciudad de
Buenos Aires, tampoco sus resoluciones y de la ordenanza que
mencionó conoce sólo algunos detalles; que con respecto a otros
sistemas de limpieza de la superficie de agua distintos de la
canaleta,
entiende
que
hay
otro
sistema
que
trabaja
por
desborde de la pileta; que lo que sabe sobre el “skimmer”, es
que es una marca de un sistema pero nunca lo vio en la
190
Poder Judicial de la Nación
práctica, entiende que trabaja por desborde de la pileta; que
desconoce a qué altura debe estar la plataforma sobreelevada,
pero depende mucho de dónde se vaya a ubicar la plataforma ya
que no es lo mismo tenerla en el borde de la pileta que a cinco
o diez metros; que en una pileta de 25 metros entiende que
debería estar a un metro y medio por lo menos si está muy cerca
de la pileta y el guardavidas debería estar sentado allí. Al
ser interrogado nuevamente sobre las generales de la ley,
aclaró que no tiene relación laboral actual con el querellante
y cuando la tuvo no tenía relación jerárquica, pues estaban en
distintas áreas; que ha sido guardavidas durante clases de
natación; que entiende que no debería ponerse chicos en la
parte profunda que no saben nadar, tampoco para las clases; que
si el niño sabe nadar “perrito” y se tiran de a uno podría
realizarse el ejercicio en esa parte con un docente exclusivo
para ellos; que sabe que es común que se ponga a cargo de un
mismo profesor chicos con distintos niveles de aprendizaje de
natación,
que
se
simplifiquen
los
niveles
para
abajo,
básicamente es hacer las actividades para que todos los chicos
del grupo las puedan hacer de una manera segura y que se
facilite el aprendizaje; que nunca vio que un guardavidas
camine el natatorio interrogando a la gente sobre su nivel de
natación y no le parecería una práctica correcta, pues el
guardavidas tiene que dedicarse a vigilar lo que pasa en la
pileta, no a hablar con la gente que está afuera; que en el
caso que relató del niño que se sumergió éste no reaccionó de
ninguna manera, quedó inmóvil; que él estaba en la parte honda,
parado en el borde y el chico estaba a unos metros suyos,
aclarando que esa pileta no tenía plataforma sobreelevada y que
el niño estaba consciente cuando lo sacaron, por lo que no fue
necesario hacer tareas de reanimación; que en la provincia de
Buenos Aires las plataformas sobreelevadas que vio en general
eran una estructura metálica con una escalera que permite poner
una
silla
arriba
para
que
se
siente
el
guardavidas,
por
ejemplo, así es en el club “Villegas” pero en las otras que
estuvo no había, aunque en “Villa Albertina” había un lugar
donde el terreno estaba sobreelevado; que cuando habló de otros
sistemas de canaleta donde se llevaba agua hasta el borde, un
191
poco más atrás en el piso está la canaleta que tiene una
rejilla y el borde tiene una forma apropiada que permite
asirse.
PABLO BREY expresó que fue presidente de “All Boys”,
por lo que conoce a Bugallo y también a Storchi; que fue
presidente del club desde mediados de 1994 a mediados de 1996
en un primer período, designado en asamblea por unanimidad sin
elecciones, y en el segundo período, 1996/1998, fue elegido por
asamblea como único candidato; que en junio de 1998 hubo una
elección que dio lugar a su tercer período, de 1998 a 2000 y en
este
último
año
hubo
una
asamblea
donde
prácticamente
lo
echaron del club; que entonces el dicente se presentó ante el
juez de la convocatoria y ante la A.F.A. y lo reconocieron como
presidente
hasta
representación
empresa
que
no
el
del
se
fin
club
de
un
llamaba
su
mandato;
contrato
de
“Megatlón”
que
suscribió
concesión
sino
con
“Nuevos
en
una
Clubes
Argentinos”. Al exhibírsele el contrato fotocopiado a fs. 137,
reconoce su firma, advirtiendo que se contradice con lo que ha
dicho, pero en la práctica todos los que figuran ahí, Storchi y
otros, que eran cinco, formaban la empresa, recordando ahora,
la denominación “All Boys 2000 en formación”. Aclaró que él no
tenía nada que ver con esa sociedad, pero sí conoce a las
personas que la representaban y con las que contrató; que
durante su gestión como presidente del club entiende que la
empresa concesionaria cumplió con las obras prometidas, que si
bien él no es experto en construcciones y no recuerda ahora lo
que pasó en esos años, no hubo problema con las obras; que él
se enorgullecía porque “All Boys” pasó de ser un club donde no
se podía entrar a la parte social, con menos de 800 socios con
la cuota al día, a más de 5000 con cuota al día; que además en
dos oportunidades la asamblea de socios tomó conocimiento de
que el club no podía mantener las instalaciones dignamente,
incluso en la misma reunión caía agua de la pileta que los
mojaba, entonces creyeron que la decisión de contratar a la
empresa fue muy buena; que de hecho sigue hasta hoy y cree que
cumplió con todo lo que decía el contrato, aunque no lo
recuerda; que no sabe qué decía la cláusula 4a. pero ellos
ejercieron siempre control sobre todo; que él iba todos los
días cuando dejaba su trabajo, de saco y corbata, miraba todo y
no tenía nada que decir, y si lo había se presentaba a la
192
Poder Judicial de la Nación
empresa, pedía que lo corrigieran y lo hacían; que además sus
hijos y sobrinos iban a esa pileta; que él concurría desde
chico, cuando tenía 13 años; que entiende que comenzó a ser
explotada por “Megatlón” en 1995 pero no recuerda si se terminó
allí la obra; que en ese año ellos empezaron a visitar algunos
clubes que ya regenteaba o tenía la concesión “Megatlón” para
ver qué trabajo hacía, para ver si lo que le contaban era real,
esto fue en 1995; que las obras fueron aprobadas por su
gestión, pero no cree que haya documentos firmados al respecto,
además desde que se fue del club hace siete años no volvió a
pisarlo; que hasta que se fue no pueden decir nada que no se
haya cumplido; que no conoce la normativa vigente respecto del
natatorio, pero cuando tenía 12/13 años ya cumplía con las
normativas vigentes, de lo contrario sus padres no lo habrían
mandado allí. Agregó que él firmó un papel para los organismos
que
permitían
que
la
pileta
funcionara,
porque
era
una
continuidad de lo que el club tenía, por lo tanto recuerda
haber firmado algo que autorizaba a que la pileta siguiera
funcionando como estaba; que él no era guardavidas, pero como
presidente sabía que la responsabilidad no se delega, incluso
ya había habido un episodio anterior donde murió un niño; que
él y sus compañeros de la comisión directiva, el vicepresidente
Castilla, el secretario Torrente, Fernando Espósito, mandaban
sus hijos a ese natatorio. Aclaró que el episodio de ese niño
que falleció ocurrió cuando él tenía 13 o 14 años y murió
electrocutado porque la pileta tenía una conexión de luz en
aquel momento; que cada vez que veía algo que podía perjudicar
a alguno de los socios a quienes representaba o por quienes
respondía exigía la corrección, por ejemplo escaleras muy
mojadas, bombitas que se quemaban y no se cambiaban, es decir
que controlaba todo lo que podían controlar, además todos los
carnets llevaban su firma; que cuando se fue del club el
natatorio
estaba
habilitado,
pero
no
sabe
a
qué
llaman
habilitación, aclarando que su trabajo hoy en día es con un
horno crematorio, del cual pidió la habilitación en 2002 y le
dijeron que están revisando los expediente desde 2003 y que
todavía no llegó el suyo, pero el horno está funcionando; que
no sabe cómo funciona en la Ciudad de Buenos Aires, pero para
193
él la pileta estuvo siempre habilitada, que ello era su deber,
nunca lo dejó de asumir y estaba habilitada. Asimismo manifestó
que al 12 de febrero de 2001 él no era presidente de “All
Boys”, suponiendo que lo era Bugallo; que él estuvo hasta julio
del 2000 y luego no volvió más al club; que él iba semanalmente
al club, no iba a la mañana cuando van los chicos de las
escuelas ni estaba todo el tiempo, pero cuando iba revisaba
todas las instalaciones y también las de la cancha de fútbol;
que iba con los bomberos para ver si el chorro llegaba hasta la
última tribuna, añadiendo que el presidente no puede dejar de
hacer nada de eso ya que es el último responsable y está seguro
de que se hacía todo bien; que Bugallo nunca le dirigió la
palabra ni le pidió el contrato de concesión, tampoco atendió a
sus
abogados,
pese
a
que
él
es
uno
de
los
acreedores
mayoritarios de la convocatoria, y jamás conversó con él,
aclarando que nunca reclamó esta suma hasta el día de hoy.
Añadió que no sabe si se renovó el contrato de concesión, pero
supone que sí porque está la misma empresa y la misma gente;
que él no tenía incidencia en el nombramiento del personal de
esta sociedad, pero podía pedir que lo separaran, de hecho lo
hicieron con un empleado que atendía mal al público; que no
tenían injerencia en el nombramiento de profesores de educación
física o guardavidas, pero si les parecía que no cumplían con
lo que el club pretendía pedían que los cambiaran; que no
recuerda quién era el guardavidas en 1995, seguramente la
conoció, pero no la recuerda; y que a los profesores de
educación
física
si
los
ve
los
recuerda,
pero
no
tiene
presentes los nombres.
JUAN JOSÉ TORRENTE expresó que ocupó el cargo de
secretario general del club “All Boys” bajo la presidencia del
señor Brey y recuerda que firmó el contrato de concesión. Al
exhibírsele el contrato fotocopiado a fs. 137, reconoce su
firma. Añadió que en esa época la empresa se denominaba “Nuevos
Clubes Argentino”; que ahora que observa el contrato advierte
que la sociedad se llamaba “All Boys 2000”; que cree que las
obras a ejecutar no tenían una fecha límite, había ampliaciones
y anexos que se podían seguir haciendo según las necesidades
que tuvieran; que la concesionaria cree que cumplió con los
plazos pactados; que ellos como comisión directiva prestaron
conformidad con lo realizado; que ellos actuaban dentro del
194
Poder Judicial de la Nación
club y éste recibía el arancel, cree que la primera parte de
las obras se inauguró en 1997, fecha en que le parece también
empezó
a
funcionar
el
natatorio;
que
dentro
de
sus
posibilidades como dirigentes y con los conocimientos que
tenían supervisaron la ejecución de las obras, todo era muy
novedoso y muy bueno, se iban inaugurando cosas; que lo que
supervisaban era ver si funcionaba todo; que les explicaron los
proyectos y les mostraban planos, pero ellos no llamaron a
algún técnico; que había una persona en la comisión directiva
que era maestro mayor de obras; que ellos no tenían posibilidad
de crédito ni de inversión, les sacaron terrenos, la pileta
perdía, entonces con la concesión se mejoró notablemente todo;
que supone que supervisaron el cumplimiento de la clásula 22a.
respecto de las habilitaciones, ya que habitualmente había
controles municipales, inspecciones; que el natatorio estaba en
funcionamiento
desde
antes
de
contratar
con
la
empresa
y
después siguió funcionando, por lo que entiende que estaba
habilitado; que en el club había un libro de habilitaciones y
otro de inspecciones;
para los encuentros de fútbol viene
gente de la Policía y del Gobierno de la Ciudad y habilita el
estadio, supone que para esta parte del club también había; que
ellos no tenían injerencia en el nombramiento del personal del
natatorio, que él recuerde. A preguntas que le efectuó la
querella, respecto a quién ejercía la presidencia al 9 de enero
de 2001, expresó que ellos se retiraron, o “los retiraron”, el
17 de abril de 2000, hubo un período donde un grupo manejó el
club y luego una elección donde resultó presidente Bugallo. A
otras preguntas respondió que para él el responsable de que el
natatorio estuviera habilitado debía ser la gente que había
concesionado con ellos; que cuando cambiaron las autoridades no
sabe si Bugallo pidió el contrato de concesión; que cuando
Bugallo asumió el cargo no estaba presente, porque no concurrió
a la asamblea; que el club tuvo un pedido de quiebra en un
juzgado comercial; que se trató de transformar en concurso
preventivo,
y
para
ello
necesitaban
una
asamblea
para
aprobarlo, ésta lo aprobó y les pidió que renunciaran a la
dirección del club; que él sigue siendo socio, pero ya no
perteneció a la comisión directiva, al día de hoy es vitalicio;
195
que Bugallo era parte de la asamblea, ya que concurrió a la
misma; que había cerca de quinientas personas; que el voto de
Bugallo no recuerda en qué sentido fue. Respecto a otras
preguntas que se le efectuaron en relación a las habilitaciones
respondió que supone que firmaba papeles, aclarando que ellos
estaban muy pendientes del tema del fútbol ya que la parte
social se había concesionado, pero si éstos le pedían alguna
nota, por ejemplo, para solucionar el problema del gas, calcula
que el pedido de habilitación se tiene que hacer con firma de
la presidencia del club; que a partir de la concesión, que
incluía no sólo la pileta sino también el gimnasio, donde se
practicaba
básquet,
la
parte
de
aparatos,
boxeo,
etc,
paulatinamente fue creciendo la cantidad de socios, a medida
que se iban conociendo lo bien que estaba el club y también por
una buena campaña futbolística; que se fue llegando a un
aumento del número de socios, cree que ellos percibían un
cincuenta por ciento deducidos los gastos, la cuota social eran
catorce pesos, cree cinco pesos por socios, según el mes, los
descuentos, etc, por lo que cree que era cinco pesos; que a
partir de tal cantidad de socios el canon era mayor; que el
canon se calculaba sobre la cuota social; que el régimen de la
colonia cree que era distinto; que cuando asumió Bugallo toda
la documentación por triplicado estaba en el juzgado comercial.
Agregando finalmente que iban colegios a practicar natación a
la mañana, esto fue luego de la concesión; que estos colegios
le parece que eran privados, de “Devoto”, “Villa del Parque”,
aclarando, que no lo recuerda bien porque pasaron muchos años;
que ellos no fueron los primeros en concesionar el club.
MARÍA
ANGÉLICA
MÖLLER
expresó
que
es
tía
de
la
víctima y hermana del padre de ésta pero no obstante ello será
veraz;
que
ella
trabaja
en
el
campo
de
la
psicología
educacional, es docente por concurso en la Universidad de
Córdoba y se desempeñó veinte años en un área de apoyo escolar
del Ministerio de Educación de la Provincia; que en una ocasión
recibió una llamada de alguien de “Megatlón”; que cuando pasó
lo de Florencia, que fue un lunes, no consiguieron pasaje para
esa misma noche, viajaron a la mañana siguiente, el martes 13;
que cuando ellos llegaron los papás habían ido a la morgue, ya
que el entierro era esa tarde; que en un momento determinado
sonó el teléfono y alguien que se identificó como Julio César
196
Poder Judicial de la Nación
dijo que quería dejar un mensaje, refiriendo ser encargado del
club, por lo cual les mencionó que los papás no estaban y al
recibir dicha contestación le pidió si podía tomar un mensaje
para ellos; que el mensaje era que les dijera que sabía que en
estos casos hacen falta muchas cosas, recursos, y que les
transmitiera a los papás que podían contar con el dinero que
necesitaran; que también le preguntó quién era ella, ella
respondió que era una tía y que los papás estaban en la morgue,
entonces el sujeto le pidió que no cortara y le dijo “disculpe
que insista pero le quiero decir que yo dispongo de mucho
dinero, de todo el dinero que ellos quieran pedir”, entonces
tal insistencia le chocó por lo que le dijo que ellos ahora no
estaban pensando en dinero, ese fue todo el diálogo; que le
dolió mucho.
ANAHI
Subsecretaría
de
TIMPANO
señaló
Deportes
de
la
que
trabajaba
Ciudad,
ex
en
Dirección
la
de
Deportes por eso puede ser que alguna vez haya visto a Storchi;
que no tuvo relación con esta causa, sí tomó conocimiento
cuando citaron al entonces director de Deportes, Waldo Kantor;
que
la
Secretaría
de
Deportes
no
estaba
a
cargo
de
habilitaciones, que era una dirección aparte; que Deportes cree
que dependía de Desarrollo Social o de Medio Ambiente; que esa
secretaría con respecto a los natatorios no tenía ninguna
función;
que
en
este
momento
la
verificación
la
hace
la
Dirección de Habilitaciones.
LUCIANA MARCELA MIGUEZ expresó que conoce a Storchi y
a Giraldi, después del hecho conoció a todos los imputados; que
al momento del hecho ella era abogada de “All Boys 2000 S.A.”,
trabajaba en la parte de legales de la empresa; que ya no forma
parte de la misma. Relevada del secreto profesional contestó
que con relación al trámite interno de las intimaciones que
llegaban por la calle Alvarez Jonte, quiere señalar que cuando
llegaba alguna intimación o notificación de cualquier tipo por
Jonte 4180 era recibida en la recepción de esa sede y la “jefa”
de personal administrativo de la sede lo hacía llegar al
gerente de esa ubicación, que en el caso de “All Boys”, era
Rubén González y éste lo remitía a las oficinas centrales de
“Megatlón”, a Guido Miguez, que era el director operativo y
197
entiende sigue siéndolo hasta la fecha; que Bugallo no conoció
la existencia de esas intimaciones, al menos mientras ella
trabajó allí, que fue hasta hace un año y medio; que no se las
hacían llegar y no las conocía; que eran temas que resolvían
ellos y el nombrado no tenía que ver; que tampoco de las
intimaciones se lo informaba, tampoco de las inspecciones, que
las
atendía
“Megatlón”;
que
entiende
que
la
sociedad
en
formación quedó inscripta en 1995, a más tardar en 1996. A
preguntas que le formuló la querella respondió que es cuñada de
Fernando Storchi y Guido Miguez es su hermano. Al exhibírsele
el escrito de fs. 69 del expediente de habilitación, reconoce
su firma. Explicó que en esa nota se pedía al Gobierno de la
Ciudad que se actualice la habilitación del natatorio de “All
Boys”; aclaró que recuerda haberlo visto con Guido Miguez,
ellos querían que se actualice la habilitación municipal que el
natatorio ya tenía, por la derogación y la existencia de la
nueva ordenanza municipal; que conoce las diferencias entre un
otorgamiento y una actualización, la habilitación ya estaba
otorgada pero la normativa había cambiado a pesar de no haber
sido reglamentada; que las intimaciones del Gobierno de la
Ciudad no recuerda a quién se dirigían, ella abogada de muchas
otras sociedades y ubicaciones que forman parte de “Megatlón”,
pero más allá de a quién se dirigieran ellos son los que se
ocupaban;
que
ella
trabajó
diez
años
como
abogada
de
la
empresa; que todo lo que llegaba “Jonte” tenía que ver con
temas
de
llegara
los
algo
espacios
concesionados,
relacionado
con
la
salvo
que
cancha,
por
que
error
siguió
perteneciendo al club; que ellos quizás por error intentaron
solucionarlo, recuerda una vez el tema del baño de la tribuna
popular, pero si tenía que ver con los espacios concesionados
lo resolvía “All Boys 2000”, que tenía los planos de las
reformas efectuadas y la documentación. A otras preguntas
respondió que Bugallo no re requirió el contrato de concesión.
Al
ser
preguntada
sobre
la
cláusula
22
del
contrato
de
concesión, respondió, que los trámites que hacía de sectores
concesionados se relacionaban con esta obligación contractual;
que no recuerda si le dieron mandato por escritura.
Durante el debate se incorporaron por lectura las
siguientes
declaraciones
testimoniales
198
prestadas
en
sede
Poder Judicial de la Nación
instructoria:
Lo expuesto por MARCIO MAXIMILIANO BARCELO MANELLI
quien manifestó a fs. 176/176 vta. (sic): “vi que a la chica le
estaban haciendo respiración boca a boca afuera del agua y
todos los que estaban alrededor fueron a ver y la nena no
reaccionó. Yo soy del mismo grupo de la nena, porque tengo 7
años y estoy con los de 8 porque Julio, que es el coordinador,
me dejó ir con los mas grandes, porque estoy por cumplir lo 8
años. Yo estaba en la pileta con otro grupo con el profesor
Marcelo haciendo pileta libre y la nena estaba con la señorita,
pero no me acuerdo el nombre, haciendo actividades adentro de
la pileta. Que los chicos del otro grupo se tenían que tirar a
la pileta, tocando la mano a la señorita e ir nadando los que
querían hasta donde estaba el profe y los que no querían podían
salir de la pileta y ponerse la toalla. Que no vi a la nena
cuando se tiró a la pileta, pero el profesor Marcelo me contó
que los chicos le habían dicho que la nena quiso salir de la
pileta, subiendo dos escalones de la escalera y se desvaneció y
se cayó al agua. Que la señorita la sacó rápido de la pileta y
le hicieron respiración boca a boca. Que no se nada más de la
nena. Que en la colonia se dividen en grupos, si son muchos se
dividen en tres, si son menos en dos y si van muy poquitos solo
uno. Que por grupo hay un solo profesor. Que ese día había solo
dos grupos uno con Marcelo y otro con la señorita. Que en los
grupos comemos juntos, hacemos deportes y vamos a la pileta.
Que después de comer nos dicen que no nos podemos meter a la
pileta enseguida, sin que los profesores nos autoricen, que es
por seguridad y que no nos tiremos de cabeza en la parte
bajita. Que el día de la nena, antes de meterse dejamos las
toallas y las ojotas, y cuando los profesores nos dicen que nos
tiremos, nos tiramos, pero no me acuerdo qué hicimos antes de
la pileta”.
Lo testimoniado por MARIANO DANIEL APARICIO quien
a fs. 177 dijo (sic.) “Yo estaba con el grupo de Cecilia estaba
también Florencia. Que ese día jugamos al hockey abajo del sol
ni bien llegamos y después nos cambiamos y fuimos a la pileta
todos juntos. Que en el grupo de Cecilia estamos todos los
chicos que todavía no sabemos nadar muy bien. Que primero nos
199
metimos los chicos del grupo de Cecilia en la parte bajita y
jugamos a la mancha puente, teniendo que pasar por abajo de las
piernas de los compañeros. Que estuvimos jugando como quince
minutos y después nos fuimos los del grupo de Cecilia a la
parte profunda. Que salimos de la pileta y por afuera fuimos
hasta la parte honda. Que una vez allí nos dijo Cecilia que
hiciéramos una fila para tirarnos de a uno y ella se metió en
la pileta y se quedó a una distancia para agarrarnos para que
no nos fuéramos muy abajo. Que una vez que nos agarraba
enseguida nos sacaba y nos dejaba que nadáramos solos hasta la
escalera. Que a los que no sabemos nadar bien nos llevaba hasta
la escalera tomados de su mano. Que eso es lo que me pasó a mí
porque me tiré y no llegué a sumergirme que Cecilia me agarró y
me llevó a la escalera. Que yo fui casi el último, después de
Florencia,
dos
nenes
más
y
después
vine
yo.
Yo
no
vi
a
Florencia cuando se tiró pero sí a los otros nenes, pero no me
acuerdo de sus nombres. No estaba atento porque estaba mirando
para el solarium. Que me di cuenta que era mi turno porque
Cecilia me dijo que me tirara. Que cuando me tocó el turno y
después de que salí del agua, escuché que Giuliano, un amigo
mío gritó que había algo ahí abajo, una nena. Que enseguida
todos agarramos la toalla, nos pusimos las chancletas y nos
sacaron de la pileta. Que yo no vi a la nena en el agua pero sí
cuando la sacaron. Que la sacó la salvavidas que estaba antes
justo entre la parte profunda y la bajita. Que Marcelo que
estaba con otros chicos en la parte bajita también ayudó a
sacar a Florencia del agua. Que apenas sacaron a la nena todos
nos fuimos a los vestuarios y no pude ver mas nada. Que
Florencia sabía nadar pero no mucho y estaba aprendiendo, pero
no
le
tenía
miedo
al
agua.
Que
yo
fui
amigo
de
ella
y
conversaba con la nena y nunca dijo tenerle miedo al agua. Que
Marcelo, después de que se cambiaran nos dijo que no nos
preocupáramos porque Florencia había abierto los ojos. Que
Cecilia lloraba mucho después de que se cambiaron y cuando
estaban camino para el vestuario”.
Lo
vertido
por
IVANA ANTONELLA CUDICIO
quien
declaró a fs. 260 (sic) “nos estábamos tirando desde una tabla
que estaba en el borde de la pileta, hacia el interior de ésta.
Que nos tirábamos de a uno por vez mientras que la profesora
Cecilia estaba adentro de la pileta. Que cuando nos tirábamos
200
Poder Judicial de la Nación
de a uno, teníamos que nadar un poco en el agua e ir para la
escalera de la parte profunda para salir. Que la última vez
teníamos que ir nadando para la parte bajita. Que Cecilia nos
miraba solo cuando nos tirábamos y un poquito mas, porque
después tenía que mirar al otro que se tiraba y ya no los podía
mirar a los que iban para la escalera. Que cuando ibamos yendo
para la escalera, Cecilia daba la orden de que se tirara otro
chico. Que había dos grupos de chicos, uno con Cecilia y el
otro con Marcelo. Que hacíamos ejercicios los dos grupos en la
parte bajita y en la honda y nos intercambiábamos, pero en la
mayoría estaba Marcelo en la parte profunda. Que Florencia
estaba en lo hondo conmigo y con lo demás chicos haciendo el
ejercicio que conté. Que creo que Florencia se tiró después que
yo. Que no vi que pasó con Florencia, porque solamente la vi
del pecho para abajo, cuando le estaba haciendo respiración
boca a boca. Que tampoco escuché cuando la encontraron porque
me tenía que ir a lo bajito como había indicado Cecilia la
última vez. Que la señorita Cecilia decía que Florencia se
tenía que arrodillar y no meter la cabeza en el agua, pero
cuando nadaba la metía. Que eso lo dijo Cecilia ese mismo día,
según creo, en un momento estábamos haciendo mancha sentada en
la pileta. Que no era muy amiga de Florencia pero nada más era
compañera y la veía, pero no hablaba mucho con ella. Que
después me enteré por dos chicos, uno de ellos de nombre
Giuliano y el otro que no recuerdo, que el primero la había
encontrado a Florencia por debajo del agua, cerca de la raya
roja, que divide la parte baja de la profunda. Que Giuliano me
dijo eso, que la había encontrado allí, porque el también
estaba yendo para lo bajito. Que en total eramos como veinte
chicos, divididos en grupo de ocho a diez cada uno”.
Lo declarado por FACUNDO EMANUEL BELLINO quien
dijo a fs. 265/265 vta. (sic) “estaba con el grupo de Marcelo
en la parte bajita. Que Florencia estaba en lo mediano con la
profesora Cecilia y otros chicos. Yo estoy en el grupo de los
que van a lo hondo con Marcelo pero cuando estamos en hora
libre vamos a la parte bajita, por eso estaba allí ese día. Que
entonces el otro grupo pasó al otro lado de la pileta y por eso
Florencia estaba con Cecilia en la parte mediana donde ya no se
201
hace pie. Que vi lo que estaban haciendo en el grupo de
Cecilia. Que los chicos se tiraban de a uno y hacían como una
especie de cuadrado en el agua y salían por la escalera de la
parte mediana. Que Cecilia los miraba desde adentro del agua y
les decía que se tiraran. Que no vi a Florencia cuando se tiró
ya que estaba en mi grupo con Marcelo distraído. Que vi cuando
el
doctor
le
estaba
haciendo
respiración
boca
a
boca
a
Florencia, afuera de la pileta y Cecilia lloraba, pero no vi
cuando la sacaron del agua. Que Cecilia les contó a todos los
chicos, cuando salieron de la pileta que ella había visto que
Florencia se había agarrado de la baranda y que entonces se
puso a mirar al otro chico que se tiraba y no dijo mas nada.
Que nunca estuve en el grupo con Florencia, porque siempre
estoy con Marcelo, por lo que no hablaba con ella”.
Lo manifestado por JUAN IGNACIO JAIME quien expuso
a fs. 267 (sic) “yo estaba en el mismo grupo que Florencia con
la señorita Cecilia y Marcelo. Yo, ese día no podía entrar a la
pileta porque tenía otitis y estaba sosteniendo una tabla en el
borde de la pileta para que no se caiga al agua y que los demás
se pudieran tirar. Que los demás chicos tenían que deslizarse
por la tabla hacia el agua y yo la sostenía. Yo estaba viendo a
la señorita a quien había que tocarle la mano cuando se tiraban
los chicos y después tenían que ir a la escalera. Yo la vi a
Florencia cuando se tiró sentada deslizándose por la tabla en
la parte mediana de la pileta. Que Florencia tocó la mano de la
señorita y después de ahí no la vi mas a la nena porque estaba
mirando fijamente a la señorita para que me dijera cuando se
tenía que tirar el otro. Que una vez que le tocaban la mano a
Cecilia ésta daba la orden para que se tirara el otro. Que no
vi que hizo Florencia después que le tocó la mano a Cecilia.
Que después de Florencia se tiró otro nene y le tocó la mano a
Cecilia y no me acuerdo bien si fue ese chico o el siguiente
que dijo que había una chica ahí abajo, casi llegando a la
escalera. Que le parece que el nene que la vio era Giuliano.
Que Cecilia llamó a la guardavidas y ésta última se tiró a
salvar a la nena. Que vi cuando sacaron a la nena del agua y
después nos mandaron a todos a los vestuarios, por lo que no vi
mas nada. Que yo no hablaba con Florencia porque en realidad
siempre estoy con los chicos que van a lo hondo y ese día como
no me podía meter por la otitis, estaba ayudando a que se
202
Poder Judicial de la Nación
tiraran a la pileta. Que los que van a lo hondo son los del
grupo de Marcelo. Que no se si Florencia sabía nadar ya que
siempre estoy con los chicos que van a lo hondo. Que no se
cuantos chicos hay en cada grupo. Que cuando fuimos a los
vestuarios Marcelo y Cecilia nos decían que nos calmemos y que
esperemos noticias. Que después tomamos la merienda y nos
fuimos, así que no supe mas nada”.
Lo
dicho
por
CANDELA
PALACIOS
MONTI
quien
manifestó a fs. 268/268 vta. (sic) “yo estaba en el grupo con
Florencia con la profesora Cecilia. Que ese día estábamos
tirándonos de una tabla hacia la pileta. Que teníamos que
tirarnos desde la parte mediana de la pileta y después de nadar
croll hasta la escalera que estaba en lo mas hondo y salir para
sentarnos en el borde. Que Cecilia estaba adentro de la pileta
teniendo la tabla para que no se caiga. Yo me tiré segunda y
Florencia estaba antes de los dos últimos chicos, mucho más
atrás. Que yo vi a Florencia que se tiró desde la tabla y salió
nadando, pero un poquito, porque no vi cuando se fue para
abajo. Que Cecilia estaba en el borde teniendo la tabla. Que la
señorita nos contó después, cuando tuvimos que salir de la
pileta, que Florencia se había hundido en la escalera, que se
había ido para abajo. Yo solamente vi a Florencia cuando
estaban tratando de hacer que respire, pero no vi quien la
sacó. Que Cecilia nos contó que la había sacado la salvavidas.
Que
Florencia
sabía
nadar.
Que
el
ejercicio
lo
estábamos
haciendo en los honda de la pileta y ahí está la escalera donde
nos dijo Cecilia que se fue para abajo. Que un varón de nombre
Giuliano fue el que nos contó que había encontrado a Florencia
abajo del agua y que le dijo a la señorita y ésta le avisó a la
salvavidas. Que hacíamos ejercicios en lo hondo y en lo bajito,
intercambiandonos con los del grupo de Marcelo. Que los que
saben más nadar y hacer carreras van a lo hondo con Marcelo.
Que con Cecilia se quedaban los que estaban aprendiendo y los
que sabían nadar, pero menos”.
Lo expresado por NOELI ANTONELLA RULLI quien dijo
a fs. 269/270 (sic) “yo estaba en el grupo de Marcelo, mientras
que Florencia estaba con Cecilia. Que los que sabían nadar
estaban con Marcelo y los otros con Cecilia. Que los grupos
203
intercambiaban y cuando uno estaba en lo bajito el otro en el
hondo y al revés. Que el grupo de Cecilia ese día estaba en lo
intermedio y hondo, donde nadie hace pie. Que yo estaba del
otro lado de la parte honda. Que vi que los del grupo de
Cecilia se estaban tirando desde una tabla hacia la pileta en
la parte intermedia. Que tenían que tirarse de cabeza y nadar
croll hasta la escalera que está en la parte mas honda. Que
Cecilia estaba adentro de la pileta, agarrando la tabla y
flotando. Los chicos estaban en fila en el borde sentados. Que
Florencia estaba del lado de la tabla para tirarse. Que no vi
cuando se tiró sino cuando estaba en posición de tirarse al
agua. Que Cecilia se mantenía en el borde agarrando la tabla y
ayudando a los nenes que no sabían nadar. Que con eso quiero
decir que Cecilia estaba adentro y los agarraba de la mano para
que se tiren, pero después adentro del agua nadaban solos,
pataleando para no hundirse. Que eso aclaro que no vi sino que
me lo dijo Giuliano. Que yo era amiga de Florencia y ella no
sabía nadar. Que cuando estaban en la parte bajita, Florencia
jugaba todo el día parada. Que Giuliano me contó después que la
maestra no la ayudaba a nadar a Florencia y que pataleaba sola
porque había otros chicos que tenían que tirarse. Que también
Giuliano me contó que la había encontrado a Florencia en el
fondo del agua un poquito cerca de la escalera. Que yo vi
cuando la salvavidas la sacó a Florencia del agua y la puso en
el piso y llamaron al médico de revisación y le empezaron a
hacer respiración boca a boca, aplastándole el pecho. Que nos
hicieron salir del agua y nos llevaron al vestuario, donde nos
cambiamos y nos llevaron al gimnasio. Que Cecilia después nos
contó que la nena había perdido el conocimiento y que se había
ido para abajo. Que la maestra Cecilia no podía ayudar a nadar
a los chicos porque tenía que estar atento al que se tiraba.
Que Giuliano me dijo que con una mano Cecilia agarraba la tabla
y con la otra empujó a Florencia para que no se ahogue y se
agarre del borde. Que aparte, yo también cuando estuve Cecilia
otras veces hice ese ejercicio y me tenía que tirar de la tabla
en posición de cabeza, mientras Cecilia sostenía la tabla y
como yo sabía nadar le pedía que no me empujara al borde porque
a los otros chicos les daba el emvión hacia dicho borde para
que lleguen a la escalera que está mas o menos lejos”.
Lo relatado por MABEL ANUNCIADA MALDONADO quien
204
Poder Judicial de la Nación
expuso a fs. 548/549 vta. (sic): “que trabajó junto con Marisa
Rombolá dos o tres años, en el Diario Tiempo Argentino y es
amiga de ella. Que por la diferencia de edad, se podría decir
que la dicente es como si fuera su “madre postiza”. Que no es
una
amiga
que
está
todos
los
días,
pero
comparte
muchos
intereses con ella. Que no obstante lo cual será veraz en sus
dichos. Invitada a manifestar cuanto sea de su conocimiento
acerca del hecho motivo de autos, refirió: la dicente se
encuentra en condiciones de referir lo ocurrido el día viernes
9 de febrero de este año. Que ese día, llegó cerca de las once
de la mañana a la casa de Marisa Rombolá, quien la había
llamado porque estaba haciendo una nota y necesitaba de su
consulta. Que también estaban sus hijos Florencia y Lihuel. Que
se quedó a almorzar con ellos y Marisa le pidió a la dicente
que los acompañara porque iba a llevar a los chicos al Club All
Boys, que está a unas quince cuadras mas o menos y fueron
caminando juntos. Que la dicente refiere que hacía poquito que
los chicos habían empezado en ese lugar. Que antes iban a una
colonia que estaba cerca de la casa y no les había gustado
mucho porque el bañero era medio gordito y parecía torpe y
tenían miedo de que pasara algo. Que por primera vez, la
dicente cuando los acompañó al club All Boys y cuando entró vio
todo le parecieron hermosas las instalaciones, pero le llamó la
atención con la facilidad con la que entraron sin que nadie les
pidiera que se identifiquen. Que en ese momento no hizo ningún
comentario al respecto, sabiendo que a la familia les había
costado mucho encontrar un lugar y no quería criticarlo. Que
después entraron a un gimnasio, donde estaba la profesora a la
que le decían “Ceci”, siendo ella Cecilia Privato, la que
estaba con un grupo de chicos, mas nenas que nenes, que según
cree eran aproximadamente diez. Que Florencia enseguida se
sentó
al
lado
de
la
profesora
y
también
saludó
a
sus
compañeritas. Que Marisa, la madre de Florencia le dijo que
estaba un poco preocupada, porque la nena le había contado que
el día anterior habían ido a hacer un ejercicio a la hondo. Que
Marisa le dijo a la profesora Cecilia que Florencia no sabía
nadar y tenía dificultades para sacar la cabeza del agua y
enseguida tragaba agua. Que la profesora Cecilia le dijo que no
205
se preocupara porque ella enseñaba a nadar en lo bajo y que ese
ejercicio era uno solo que se había en la clase de natación.
Que
también
textualmente
Cecilia
le
dijo
a
la
madre
de
Florencia “ya me di cuenta que la gordita no está preparada, no
te preocupes porque no la voy a dejar ni un instante sola”. Que
Marisa le reiteró a Cecilia ese tema de que la nena no sabía
respirar en el agua, ni volver a recuperar el aire, recordando
que también le refirió que se hundía. Que ya tenían que ir a la
clase por lo que la conversación terminó ahí. Que entonces
dejaron a los chicos y se fueron. Que la dicente se fue a su
casa y Marisa Rombolá a la de ella. Que esa fue la única vez
que los acompañó y después obviamente se enteró de todo lo
sucedido por el padre de los chicos y luego por la madre de
Florencia...Que
el
nene
Florencia.
ese
día
Que
no
estaba
fueron
en
al
el
club,
mismo
grupo
mientras
que
estaban
hablando con Cecilia, el nene se quedó agarrado de la mano de
su madre porque después se tenía que ir a otro lugar, con un
grupo diferente, que según cree era de recreación. Que los
nenes que estaban en el gimnasio eran del grupo de edad de
Florencia, que eso le pareció así a la dicente, pero eso no es
algo que tuviera en cuenta. Que lo que mas se acuerda es de la
preocupación que uno tiene cuando deja a un hijo. Que no sabe
finalmente donde fue el nene porque en un momento la dicente se
fue al baño y se encontró en la puerta con la madre de
Florencia para retirarse. Que cuando la dicente se fue al baño
ya
había
terminado
profesora...Que
supo
la
conversación
que
a
la
nena
entre
la
Marisa
habían
y
la
operado
de
adenoides, pero la nena estaba completamente sana”. A preguntas
que se le formularon respecto a si en la conversación entre
Marisa y Cecilia se hizo alguna prescripción de tipo médica
relativa a la salud de Florencia respondió (sic): “que no se
habló de ese tema, desconociendo si se lo hizo en alguna otra
ocasión”.
Lo expuesto por MARTA ISABEL PEREZ FERRER, quien
señaló a fs. 11/vta. que (sic.): “...desde el mes de octubre
del año ppdo. trabaja en el Club deportivo All Boys sito en
Alvarez Jonte 4180, Capital Federal, de lunes a viernes en el
horario de 09.00 a 17.00 horas, desempeñándose como profesora
de educación física de un grupo de menores de edad, más
precisamente
entre
3
y
4
años.
206
Dicha
tarea
se
efectúa
Poder Judicial de la Nación
principalmente en esta época en la planta alta del Club, lugar
donde se hallan las piletas de natación. Que por la edad de los
grupos que tiene a cargo, le asignan una de las pequeñas. En la
fecha, siendo aproximadamente la hora 15:20, en circunstancias
que se hallaba junto a un grupo de doce menores en la pileta
asignada, escuchó un fuerte chapuzón en la pileta grande, lo
que le llamó sumamente la atención, por lo que dirigió la
mirada hacia esta, observando que el salvavidas, Giselle, desde
el interior de la misma y en la parte media, al lado de una
escalera metálica con los escalones forrados en goma, mantenía
entre sus brazos a una menor de edad, la cual su tronco se
encontraba apoyado sobre la baranda y sus extremidades en el
interior del agua. En ese instante, nuevamente escuchó la voz
de una mujer que llamaba a Marcelo, empleado del Club y que se
desempeña como profesor de educación física con niños más
grandes, cree que de 8 y 9 años, el cual se encontraba en otro
extremo de la pileta. Entonces vio como Marcelo, concurrió a la
parte media y ayudó a retirar a la menor de edad, del interior
de
la
pileta,
colocándola
en
la
vereda
o
pasillo.
Inmediatamente Marcelo se retiró del lugar y presume a buscar
al médico del Club, Sr. Hernán, mientras que Giselle permaneció
con la menor. Quien declara, como Marcelo había descendido a la
planta baja, se encargó de cuidar y retirar a los menores que
se encontraban con él, en el interior de la pileta, y cuando
terminó dicha tarea, éste ya había regresado e inmediatamente
los
hizo
trasladarse
a
otra
dependencia.
Como
hay
varios
accesos a la planta baja y uno de ellos se llegaba por donde se
encontraba
la
menor
con
problemas,
la
dicente
en
forma
totalmente lenta, descendió a su grupo por el vestuario de
caballeros y se dirigió con los mismos al vestuario de niños,
desentendiéndose totalmente de lo que sucedió en la pileta
grande. Posteriormente tomó conocimiento por compañeros de
trabajo, que esta menor había fallecido...”.
Asimismo,
durante
el
transcurso
del
debate
se
incorporó la siguiente prueba:
1) El Acta de secuestro, obrante a fs. 3, que da
207
cuenta
de
la
incautación
de
una
malla
enteriza
de
baño,
pequeña, de color rosa con vivos azules y de un anillo de metal
plateado, que fue extraído de la mano de la menor; como también
de la toma de una cantidad de agua de la pileta del natatorio
que fue colocada en un recipiente de plástico.
2) El Acta de levantamiento, agregada a fs. 4, de
manchas color amarillentas sobre colchoneta blanca del lado
izquierdo de la occisa (Muestra 1) y del secuestro de una
colchoneta blanca, un toallón con un dibujo de colores, un
bolsito con estuche y, por último, una muestra de agua de la
pileta en frasco estéril.
3) Copia de Poder General Judicial, protocolizado
mediante Escritura N°
1368, en la que Fernando Martín Storchi
concurre en carácter de presidente de “All Boys 2000 S.A.”, que
luce a fs. 29/32.
Asimismo, copia del contrato de concesión, obrante a
fs. 33/49, celebrado el 31 de agosto de 1995, entre el Club
Atlético
All
Boys,
Asociación
Civil,
representado
por
su
presidente, señor Pablo José Brey, su secretario general, Juan
José
Torrente,
y
su
tesorero,
Carlos
Alberto
Oliva,
(el
concedente) y por la otra parte la Sociedad Anónima denominada
All
Boys
2000
S.A.
(en
formación),
representada
por
su
presidente, Fernando Martín Storchi y su vice-presidente, Pablo
Daniel Colarez (la concesionaria), que da cuenta la concesión,
a favor de la concesionaria de la administración y explotación
comercial
de
los
sectores
propiedad
del
concedente
(individualizados en el Anexo 1) y dentro de la mencionada
explotación comercial quedan incluidas todas las funciones
relativas
a
la
administración
y
explotación
de
todas
las
actividades que hacen al presente, mediante la actividad del
personal
por
la
concesionaria
contratada,
ingresos que le corresponden conforme
percibiendo
los
a lo convenido en el
anexo 3.
4) El Legajo de Habilitación del Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires, referente al natatorio emplazado dentro
de las instalaciones del Club All Boys, que corre por cuerda,
en el que constan los distintos informes de inspecciones e
intimaciones de mejoras efectuadas al Club Atlético All Boys;
la solicitud de habilitación municipal para el rubro natatorio
(800420), efectuada por Luciana Miguez, en calidad de apoderada
208
Poder Judicial de la Nación
de All Boys 2000 S.A., recibida en la Mesa de Entradas de la
D.G.V.H. el 14 de noviembre de 2000 -cuya copia obra a fs.
158/159
de
los
autos
ppales.-,
y
la
Disposición
N°
729/DGVH/2001 del 28 de febrero de 2001, mediante la cual el
Director General de Verificaciones y Habilitaciones dispone
autorizar el funcionamiento con carácter precario del Natatorio
(800420) emplazado dentro de las instalaciones del Club ubicado
en avenida Alvarez Jonte n° 4180, planta baja, piso primero, a
nombre de Club Atlético All Boys, para una capacidad máxima de
ciento cinco bañistas discriminados de la siguiente manera:
sesenta hombres y cuarenta y cinco mujeres, hasta tanto sea
reglamentado
dicho
uso.
Superficie
total:
928.03
metros
cuadrados; y copias del mismo que obran a fs. 305/318 y
921/1061.
5)
La
fotocopia
de
la
ficha
de
la
colonia
de
vacaciones correspondiente a la menor Mölller Rombolá, obrante
a fs. 230, que fuera obtenida en la diligencia de allanamiento
que da cuenta
el acta de fs. 228 y demás diligencias obrantes
a fs. 221/244.
6) La copia de la Resolución del Subsecretario de
Inspección General de la Secretaría de Gobierno, obrante a fs.
293/295,
que dispone, entre otras, en el artículo 1°: facultar
a la Dirección General de Habilitaciones y Permisos a conceder
autorizaciones de funcionamiento, con carácter precario, para
el rubro natatorio hasta tanto sea aprobada la reglamentación
de la Ordenanza n° 47.718 (B.M. 17.954); art. 4°:
solicitud
de
autorización
de
funcionamiento
recibida la
precario,
el
organismo técnico interviniente de la Dirección General de
Habilitaciones y Permisos procederá a realizar un informe
descriptivo de la situación que presenta el natatorio frente a
lo dispuesto en la Ordenanza n° 47.718 (B.M. 17.954), el que
será elevado a consideración de la citada Dirección General, la
que de entender que no se encuentran afectadas las condiciones
mínimas de higiene, seguridad y/o moralidad, otorgará sin más
trámite la autorización precaria de funcionamiento. En caso de
considerar no cumplimentadas las mismas, procederá a requerir
su regularización y art. 6°: de verificarse, una vez autorizado
su funcionamiento precario, que se encuentran comprometidas las
209
condiciones mínimas de higiene, seguridad y/o moralidad, tal
hecho podrá motivar la clausura de la actividad y la caducidad
de la autorización otorgada como medida
extrema en caso de ser
necesario, aportada por la querella a fs. 319/321.
7) El informe elaborado por Margarita Tambussi, Jefe
del Departamento Espectáculos y Diversiones de la Dirección
General de Verificaciones y Habilitaciones del Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires, obrante a fs. 328/29, respecto a que el
natatorio ubicado dentro de las instalaciones del Club Atlético
All Boys, contaba con autorización precaria de funcionamiento
otorgada por resolución N° 6470-SSIG-1983 y que por Nota N°
133.071-DGRYCE-1990,
las
autoridades
de
la
institución
solicitaron la autorización de funcionamiento para el natatorio
en cuestión de acuerdo al ordenamiento vigente; motivo por el
cual
se
autorizó
por
Disposición
N°
729-DGVH-2001,
el
funcionamiento de la actividad. Que las autorizaciones de
funcionamiento como las descriptas son otorgadas toda vez que
la Ordenanza N° 41.718 no ha sido reglamentada a la fecha, por
tal
motivo
los
permisos
precarios
extendidos
permiten
el
libramiento al público de las instalaciones, recayendo también
el control periódico de dicha actividad bajo la potestad de esa
Dirección General.
8)
El
reglamento
de
la
pileta
y
los
requisitos
indispensables para ingresar a la pileta de Megatlon- All Boysque luce agregado a fs. 516.
9) El Acta de inspección ocular de fs. 553/55 y su
transcripción de fs. 593/94, que da cuenta que a los seis días
del
mes
de
junio
de
dos
mil
uno,
el
señor
Magistrado
interinamente a cargo del Juzgado interventor y la señora
Secretaria, se constituyen a los fines dispuestos en autos y de
conformidad con lo dispuesto en los arts. 216, 224 y cc. del
C.P.P.N., en la sede del Club Atlético All Boys, sito en la
avenida Alvarez Jonte 4180 de esta ciudad, juntamente con
personal de las divisiones: Fotografía, Scopometría, Siniestros
y del Grupo Especial de Rescate de la Policía Federal Argentina
y
que
se
encuentran
presentes
también
la
letrada
de
la
querella, la querellante y su esposo y, el letrado de la
defensa. Que de conformidad a lo establecido en el art. 226, 2°
párrafo del C.P.P., se da aviso a quien se encuentra a cargo de
dicho club, Rubén Oscar González, que dice ser gerente del
210
Poder Judicial de la Nación
Club. Que “Se ingresó al club a través de una escalera que
tiene por indicación acceso al mirador de la pileta, se llega
hasta la misma. Esta se trata de una pileta de pequeñas
dimensiones ubicada al nivel de la rampa de acceso. Se baja a
un segundo nivel ubicado a los 1,14m en el cual sí se encuentra
ubicada la pileta que da origen a la presente medida. Al sólo
efecto
de
realizar
posteriormente
indicaciones,
se
deja
constancia que apenas se accede a ese nivel se encuentra el
sector de menor profundidad de la pileta, el lateral izquierdo
da a una de las calles y el lateral derecho a lo que se
denomina sala de musculación y obviamente el extremo opuesto al
de mayor profundidad. Caminando sobre este lateral izquierdo,
se llega hasta una escalera de tipo metálica que no es posible
remover
manualmente
profundidad.
Ubicada
y
tiene
frente
a
la
indicación
dicha
1,40
escalera
y
m.
del
de
lado
derecho, se observa un caño metálico que sostiene un cordón -el
que se encuentra colgando en la parte media un cartel con la
palabra "peligro"-. Del lado izquierdo a dicha escalera y sobre
el piso del borde de la pileta, se observan marcas circulares
de un diámetro similar al de los agujeros en que está inserta
la
escalera.
Que
el
Sr.
González,
presente
en
el
lugar,
refiere que allí se encontraba ubicado el caño que sostiene el
cartel de peligro. A la altura en que nos encontramos y bajo el
agua, se advierte una raya colorada
ubicada detrás del cordel
que sostiene el cartel de peligro. También a la izquierda de
dicha
escalera
se
encuentra
una
cabina
vidriada
que
habitualmente se utiliza para la recepción de carnets de acceso
a la pileta. Realizada una inspección por personal del Grupo de
Rescate, por debajo de la superficie y al nivel de la escalera,
no fueron observadas marcas evidentes de anclajes anteriores,
advirtiéndose sí, la presencia de óxido. Tal presencia, también
fue advertida en la inspección realizada en la escalera ubicada
en el extremo opuesto de la pileta, es decir, en el lateral
donde se encuentra la sala de musculación, precisando que esta
escalera sí pudo ser removida y que al hacerlo la parte
plástica del anclaje inferior, dejó sobre el mosaico una marca
de color negro con restos de óxido que no pudo ser removido
manualmente. Que en el transcurso de la inspección se determinó
211
que donde la profundidad indica “1,40” en realidad había 1,53
m. tomando esa medida desde el fondo de la pileta hasta el
borde de la misma y 1,50 m. desde el fondo hasta el nivel del
agua; y que se encuentra tal profundidad, detrás de la actual
marca
de
peligro.
Que
el
trabajo
de
planimetría
que
oportunamente aportará al Tribunal, reflejará con exactitud las
mediciones
que
se
practicaron.
Asimismo,
se
dejan
las
siguientes constancias: que al momento de acceder al natatorio
y observar hacia la pileta de mayor profundidad, el sol y su
reflejo sobre el agua dificulta la visión hacia el extremo de
mayor profundidad. Que dicha conclusión, se tomó a las 16.20
hs. Que al dar una vuelta alrededor de la pileta, también se
advierte que no se puede observar claramente el fondo de la
misma. También se deja constancia que la pileta carece de
canaleta perimetral de desagüe y que el agua, al momento de la
inspección, estaría a 3 cm. por debajo de su borde. Por último,
se consigna que no hay en el lugar plataformas que permitan un
nivel de observación desde una mayor altura a los bañeros”.
10)
correspondiente
La
constancia
al
detalle
de
de
Telefónica
de
comunicaciones
Argentina
urbanas
e
interurbanas del cliente 11-4566-4590, en el período 19-01-2001
al 22-03-2001, obrante a fs. 565.
11) El informe de la Asociación Mutual de Guardavidas
Argentinos y Asociados, de fecha 31 de mayo de 2001, en el cual
se explica la situación de natatorios de Red de Clubes Megatlon
(Club All Boys), obrante a fs. 603/604 y aportado por la
defensa de Fernando Martín Storchi a fs. 645vta..
12) Constancias del levantamiento de clausura de fs.
277/280.
13) La copia del Convenio Colectivo de Trabajo n°
179/91 del sindicato de guardavidas, aportado a fs. 449vta. y ,
que obra reservada en Secretaría (sobres n° 3 y 5).
14)
Las
fotocopias
reservadas
en
Secretaría
conteniendo información general respecto de la “Colonia de
Verano 2000-2001. Megatlon –All Boys-“: objetivos generales de
colonia;
aspectos
pedagógicos;
objetivos
generales
de
la
escuela de natación; manual de operaciones; personal del club;
cronogramas de la colonia e instructivos para profesores para
la colonia de vacaciones 2000/2001, aportadas a fs. 449vta.
(sobres n° 6 y 7).
212
Poder Judicial de la Nación
15) La grilla de trabajo de colonia enero-febrero
2001, aportada a fs. 449vta y reservada en Secretaría (sobre n°
7).
16) Acta de Asamblea de All Boys 2000 S.A., de fecha
1/07/1999,
donde
Storchi
es
designado
presidente
de
esa
entidad, aportada a fs. 449vta. Y reservada en Secretaría
(Sobre n° 7)
17) El croquis introducido por la parte querellante
respecto de la ubicación de las escaleras, de M.C. Privato y de
la colchoneta, elaborado conforme a las fotos de fs. 94, 95 y
97 y solicitud de acceso a la promo “Vip Plus” de la Red de
Clubes Megatlon, aportados a fs. 547 y reservados en Secretaría
(sobre n° 11).
18) Los curriculum vitae de Julio César Giraldi,
María
Cecilia
Privato;
Giselle
Vanesa
Kamenetzky,
cuyos
originales obran reservados en Secretaría (sobre n° 8).
19) La planilla correspondiente a rotación de colonia
2000/2001. Turno Tarde -Grupo: 8 años. Semana: 8/01/01-, que en
fotocopia luce a fs. 2293 y el original se encuentra reservado
en Secretaría (sobre n° 3).
20) La carpeta conteniendo folletos donde básicamente
se explican los objetivos y actividades a desarrollar en la Red
de Clubes Megatlon, reservada en Secretaría (Sobre n°
21)
Las
fotocopias
del
informe
10).
radiológico
y
exámenes clínicos, de Florencia Moller, de fecha 3/07/1999,
correspondiente al Centro Diagnóstico Parque; fotocopia de
informe n° 94031 de fecha 5/08/1995 del Consultorio Radiológico
–Conci-Carpinella S.R.L.- Diagnóstico por Imágenes; fotocopia
de estudio radiológico de fecha 23 de abril de 1997 del Centro
de Diagnóstico –Investigaciones Médicas-; fotocopia de Informe
radiológico del Sanatorio Otamendi y Miroli del 12 de junio de
1992;
audiograma
Otorrinolaringología;
Laringológico
de
fecha
del
Instituto
Informe
del
13/07/1999;
Superior
Instituto
informe
del
de
Oto-rino
Instituto
Cardiovascular Infantil del 27 de octubre de 1997; audiometría
del 18 de octubre de 1999 del Centro de Otorrinolaringología
Dr. Chinski; informe del Servicio de Otorrinolaringología del
Hospital Israelita del 22 de diciembre de 2000, una radiografía
213
de
pulmones
de
Moller
Florencia;
todo
ello
reservado
en
Secretaría (sobre n° 9).
22) La fotocopia
del Carnet Provisorio Red de Clubes
Megatlon que acredita la calidad de socios de Florencia Moller
Rombolá, Marisa Moller Rombolá, Alejandro Moller Rombolá y
Martín Moller Rombolá, reservada en Secretaría (sobre n° 9).
23)
Dos
planillas
de
asistencia,
originales,
correspondientes al turno tarde, edad: 8 años, mes febrero de
2001,
profesores:
Marcelo-Cecilia
y
dos
planillas
de
asistencia correspondientes al mes de enero de 2001, de la
Colonia de Vacaciones 2000/2001, Megatlon All Boys y planillas
de datos conteniendo observaciones respecto a los concurrentes
a la colonia de vacaciones correspondientes al mes de diciembre
de 2001, reservadas en Secretaría (sobre n° 9).
24) El informe del Sindicato Unico de Guardavidas y
Afines, obrante a fs. 2317, por medio del cual se hace saber
que
en
el
ámbito
de
la
Ciudad
de
Buenos
Aires,
rige
la
ordenanza n° 41718 de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos
Aires, dictada en fecha 19/12/1986, que se acompaña, la cual
establece
en
su
artículo
31
que
deben
permanecer
dos
guardavidas en el recinto de la pileta, sin especificar las
medidas
del
natatorio
ni
la
cantidad
de
bañistas
como
parámetros.
25) El informe de la Asociación Mutual de Guardavidas
Argentinos y Asociados, agregado a fs. 2328, el cual se expide
en los mismos términos que el Sindicato de Guardavidas y
Afines.
26)
El
dictamen
del
Instituto
de
Formación
y
Capacitación Profesional de la Asociación Mutual de Guardavidas
Argentinos y Asociados, obrante a fs. 2352, donde se señala que
los criterios para analizar cuantos guardavidas son necesarios
para un natatorio son el metraje de la pileta y la cantidad de
usuarios que en ella se encuentran. Si la pileta tiene un
metraje corto, se llama corto a las piletas de 25 metros o 500
metros cuadrados y si el número de personas es menor que 100,
un guardavidas por turno será suficiente para el natatorio.
Así, en piletas de menor metraje y menor número de usuarios no
necesitan mas de un guardavidas por turno. Para piletas de 50
metros, el factor metros determina que hacen falta por lo menos
dos guardavidas
por turno, si el número de personas es menor
214
Poder Judicial de la Nación
que
cien.
Si
guardavidas
Convenio
el
número
previsto.
Colectivo
aumenta
Que
de
estos
Trabajo
debe
subir
criterios
del
el
número
constan
Sindicato
de
en
el
Unico
de
Guardavidas y Afines, como así también en el decreto número 27
del
5
de
enero
de
1989
de
la
provincia
de
Buenos
Aires
(reglamento para los servicios de guardavidas) donde establece
que debe haber un guardavidas cada cien personas.
27) El informe de la Dirección General de Deportes
del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, obrante a fs.
2283/2286, mediante el cual se hace saber cómo está conformado
el Consejo de Guardavidas de la Ciudad de Buenos Aires y se
acompaña
copia
Reglamentario,
de
la
Ordenanza
de
creación
del
n°
52.241
Consejo
y
su
Decreto
Metropolitano
de
Guardavidas y Seguridad en Balnearios y Natatorios de la Ciudad
de Buenos Aires.
28) El informe del Instituto R. P. Hansen, Jardín
Materno Infantil, Escuela Primaria, agregado a fs. 3659/3660
(solicitado en la instrucción suplementaria), sobre la función
que cumple Julio César Giraldi en ese Instituto y acompañan
copia de la última evaluación profesional del profesor Giraldi
que la institución efectúa periódicamente respecto de los
docentes que allí trabajan.
29) Las vistas fotográficas obrantes a fs. 63, que
muestran el frasco con agua secuestrada de la pileta de All
Boys (superior) y la malla que tenía colocada la menor al
momento del hecho (inferior); las de fs. 94/96 que exhiben la
pileta del Club All Boys, las de fs. 580/590 tomadas por la
División Fotografía Policial en oportunidad de realizarse la
inspección ocular que da cuenta el acta obrante a fs. 553/555,
que
muestran
el
natatorio,
la
escalera
ubicada
en
la
señalización 1.40 metros del mismo y las distintas mediciones
practicadas en la misma; fotocopias de vistas fotográficas
obrantes a
fs. 788/791 del natatorio y cuatro fotos de la
pileta en cuestión, aportadas a fs. 449vta.,
que se encuentran
reservadas en Secretaría (sobre n° 4).
30) El cassette de video producido por la Unidad
Médico Forense de Investigación Criminalística referente a la
menor Florencia Ayelen Moller, reservado en Secretaría (fs.
215
126).
31)
El
plano
de
la
pileta
confeccionado
por
la
División Scopometría de la Policía Federal Argentina que luce
agregado a fs. 187 y plano elaborado por la misma División
obrante a fs. 600; fotocopia de plano de las instalaciones del
Club All Boys obrantes a fs. 398/400.
Planos
de
las
instalaciones
del
Club
All
Boys
presentados por Diego Estevez, mandatario de All Boys 2000, en
oportunidad de solicitar el levantamiento de la clausura de las
instalaciones (fs. 154/160)
32)
La
fotocopia
del
Estatuto
Social
del
Club
Atlético All Boys, obrante a fs. 231/243, secuestrado en la
diligencia de allanamiento que da cuenta el Acta de fs. 228.
33) La ficha de solicitud de ingreso al Club All Boys
–Plus-, a nombre de Moller Rombolá, Florencia A., fecha de
ingreso
3/02/01,
Socio
n°
169/22,
obrante
a
fs.
229,
secuestrada en el allanamiento practicado en la sede del Club
All Boys.
34) La partida de defunción de Florencia Ayelen
Moller Rombolá, que da cuenta del deceso de la menor ocurrido
en esta ciudad, el 12 de febrero de 2001, a las 15.30 horas por
asfixia por sumersión, obrante a fs. 263.
35)
Las
fotocopias
de
planillas
de
asistencia
correspondiente al mes de febrero, turno tarde, edad 3 y 4
años, profesores Gaby-Fer-Marti, de la Colonia de Vacaciones
2000/2001 Megatlon, agregadas
a fs. 2219/2222 y del listado de
usuarios del natatorio, pileta libre, correspondiente a febrero
de 2001, obrante a fs. 2223.
36) Copias certificadas del Expediente n° 2048/01 de
la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, que se
encuentran reservadas en Secretaría y fotocopias color de las
fotografías de fs. 158/161 del mismo.
37) Expediente n° 110.251/2002 del Juzgado Nacional
de Primera Instancia en lo Civil n° 14, caratulado: “Rombolá,
Marisa Claudia y otros c/Storchi, Fernando Martín y otros
s/daños
y
perjuicios”,
que
se
encuentra
reservado
en
Secretaría.
38) Fotocopias certificadas de la causa n° 82.203/02
caratulada: Spandonari, Horacio Daniel y otros s/delito de
acción
pública”,
del
Juzgado
Nacional
216
en
lo
Criminal
de
Poder Judicial de la Nación
Instrucción N° 5, reservadas en Secretaría y el Incidente de
levantamiento de clausura en causa nro.82.203/2002 caratulada
“Spandonari, Horacio Daniel y otros / delito de acción pública”
que se encuentra reservado en Secretaría, en original.
39) Fotocopia certificada del Convenio Colectivo de
Trabajo 56/89 que rige la actividad de guardavidas, celebrado
en Mar del Plata, Provincia de Buenos Aires, el 28/12/1988, que
obra
a
fs.
3677/97
(solicitado
en
la
instrucción
suplementaria).
40) Documentación aportada por la defensa a fs.
2134/38
respecto
de
María
Cecilia
Privato:
certificado
analítico de egresada como Perito Mercantil del Instituto
Guardia
de
Honor
del
Santísimo
Rosario
del
13/12/90;
certificado analítico de egresada como Profesora Nacional de
Educación Física del Instituto Superior del Profesorado “Juan
Bautista Alberdi”; solicitud de inscripción
como docente
suplente para la Escuela N° 5 en la Secretaría de Educación y
Cultura
del
Gobierno
de
la
Ciudad
de
Buenos
Aires
del
12/6/2000; constancia de prestación de servicios como maestra
de educación física de la Escuela N° 5 del Gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires del 14/7/2000; dos certificados de
servicios como profesora de educación física del Instituto
Nuestra
Señora
del
Huerto
del
9/3/1999;
certificado
de
servicios como profesora de educación física del Instituto
Monseñor Dillon del 25/8/2000; respecto de Giselle Kamenetzky:
libreta de guardavidas expedida el 22/9/1994 por la Dirección
de Educación Física de la Provincia de Buenos Aires, quedando
la nombrada inscripta en el Tomo III, Folio 27 de dicho
registro,
constando
correspondientes
a
en
los
dicha
años
libreta
reválidas
1994/95/96/97/98/99
anuales
y
2000;
certificado de Curso de Primeros Auxilios realizado en la Cruz
Roja Argentina del 22/4/1995; certificado de asistencia al
Seminario “Equipos de Emergencia (nivel 1)” de la Facultad de
Psicología de la Universidad de Buenos Aires del 14/12/1994;
certificado de asistencia al Seminario-Taller “Psicología del
Deporte”
dictado
Universidad
de
por
Buenos
la
Facultad
Aires
del
de
Psicología
17/7/1997;
de
la
diploma
de
guardavidas otorgado por la Escuela de Guardavidas “Buenos
217
Aires” del 6/12/1993; respecto de Julio César Giraldi: título
de Perito Mercantil expedido por el Ministerio de Educación y
Justicia del 7/1/1986; certificado analítico de egresado como
Maestro Nacional de Educación Física del Instituto Nacional de
Educación Física “Dr. Enrique Romero Brest” del 22/4/1992;
certificado analítico de egresado como Profesor Nacional de
Educación Física del mismo instituto del 17/6/1993; certificado
de curso y aprobación del primer ciclo dictado en el Instituto
Nacional de Tiempo Libre del 24/3/1992; certificado del Comité
Organizador
de
la
“Gimnasiada
Americana”
que
indica
la
participación del nombrado en un evento del 6 al 15 de octubre
de
1989;
certificado
de
participación
de
un
curso
de
Reanimación Cardio Pulmonar (R.C.P.) organizado conjuntamente
con Red de Clubes Megatlon y la Cruz Roja Argentina del
15/7/2001; certificado de alumno del Curso de Especialización y
Perfeccionamiento Docente de Futbol del Instituto “Dr. Dalmacio
Vélez Sarsfield” del 5/4/1993; certificado que acredita que
Giraldi se desempeñó como preparador físico de la Escuela
Internacional de Futbol de Carlos Bilardo con sede en el Club
Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires durante 1991-1992; respecto
de Marcelo Avila: título de bachiller de fecha 16/5/1988; dos
copias del título de Maestro Nacional de Educación Física
expedido por la Secretaría de Educación del Gobierno de la
Ciudad
de
Buenos
participación
en
un
Aires
curso
del
de
7/9/2001;
certificado
Reanimación
Cardio
de
Pulmonar
(R.C.P.) organizado conjuntamente con Red de Clubes Megatlon y
la Cruz Roja Argentina del 15/7/2001; respecto de Horacio
Gustavo Carlini: certificado analítico de perito mercantil
expedido por el Instituto Flores; libreta sanitaria; libreta de
guardavidas de la que surge que es guardavidas desde el año
1984 expedida por la Dirección de Educación Física de la
Dirección General de Escuelas y Cultura de la Provincia de
Buenos
Aires;
respecto
de
Hernán
Gustavo
Gerardo
Saudán;
matrícula de médico n° 101.036 del 30/6/99; título de médico
otorgado por la Universidad de Buenos Aires del 17/5/1999;
certificado
de
asistencia
al
Curso
de
Emergencia
Pre-
hospitalaria del SAME del 1° al 4 de noviembre de 2000;
certificado
de
Emergentología,
asistencia
al
Politraumatismos
curso
y
“Actualización
Comas”
del
en
21/5/97,
certificado de asistencia al VII Congreso Nacional de Medicina
218
Poder Judicial de la Nación
del 23 al 28 de noviembre de 1997; constancia de presentación
de trabajos “Traumatismos Pericárdicos” en las V Jornadas
Intrahospitalarias del 19 al 21 de noviembre de 1998; la que se
encuentra reservada en Secretaría (sobre n° 2).
41) Las setecientas sesenta fichas de la colonia de
vacaciones con menbrete de Megatlon All Boys, secuestradas en
la
diligencia
de
allanamiento,
que
obran
reservadas
en
Secretaría y cuyas fotocopias lucen agregadas a fs. 1358/2120
(caja n° 13).
42) Informes socio-ambientales de los imputados que
obran en sus respectivos legajos de personalidad que corren por
cuerda.
43) El informe de la División Homicidios de la Unidad
Médico Forense de Investigación Criminalística de la Policía
Federal Argentina, del 12 de febrero de 2001, obrante a fs.
180/184, donde se concluye que: 1- se trata de una muerte
producida por asfixia por sumersión, a corroborar con los
estudios
pertinentes
de
plancton
a
realizarse
en
Morgue
Judicia, 2- a la presión, se observa escasa salida de secreción
espumosa por fosas nasales.
44) La
los
Autopsia n°
378, realizada en conjunto por
Dres. José Angel Patito, médico forense de la Justicia
Nacional y Humberto Velazquez, el 13 de febrero de 2001,
obrante a fs. 165/170, donde se concluye que la muerte de
Florencia Ayelen Moller Rombola fue producida por asfixia por
sumersión.
45) El informe del Laboratorio de Análisis Clínicos,
Biológicos y Bacteriológicos del Cuerpo Médico Forense, del 13
de febrero de 2001, que luce agregado a fs. 271/272, que
determina que en el hisopado vaginal y en el rectal no se
detecta la presencia de elementos compatibles con los del
líquido seminal.
46) El informe histopatológico obrante a fs. 365/370,
que completa la Autopsia n° 378, mediante el cual se determina
el
siguiente
extravasación
diagnóstico:
hematica
1.
pulmonar
Congestión
y
2.
y
microfocos
Congestión
de
visceral,
extravasación hematica en pulpa roja esplénica y tejido adiposo
que rodea las glándulas suprarrenales y
219
concluye que de la
lectura
del
estudio
histopatológico
surgen
los
siguientes
elementos de interés médico legal: “1-Ausencia de patología a
nivel del corazón, y 2- Presencia en el tejido pulmonar de
“áreas de sobre distensión alveolar con ruptura de tabiques,
coalescencia de alveolos, congestión capilar en los septos,
áreas de extravasación hemática itralveolar e intersticial,
congestión vascular. Los hallazgos mencionados al nivel de los
pulmones corroboran el diagnóstico que se efectuara al realizar
la autopsia en el sentido de que la menor se hundió en el agua
estando con vida posibilitándose la entrada de agua en la vía
área, impidiéndose de esa forma el intercambio gaseoso, y
produciéndose en consecuencia la muerte debida a asfixia por
sumersión”.
47) La prueba pericial que luce agregada a
433/436
con
el
fs.
objeto de establecer si existen elementos o
compuestos de interés toxicológico en el material de peritación
extraído del cadáver de quien fuera en vida Florencia Ayelen
Moller Rombola, concluye
que no se ha registrado la presencia
de elementos o compuestos de importancia toxicológica en el
material de peritación.
48) El
Laboratorio
estudio
Químico
de
realizado
por
la
División
la Policía Federal, obrante a fs.
513/515 (a fs. 2210 se encuentra agregada una copia del mismo),
en el que personal técnico de esa división se constituyó en la
sede Club All Boys de esta ciudad, sector piletas y procedió
mediante Acta de Levantamiento a la recolección del material
que a continuación se detalla: 1) sustancia de color pardusco
(Muestra 1), contenido en un frasco de plástico blanco con tapa
rosa. 2) líquido incoloro retirado de la piscina (Muestra 2)
contenido en un frasco plástico blanco con tapa a rosca. De las
observaciones y análisis efectuados se concluye que en las
muestras retenidas no se detectó la presencia de cianuros,
venenos orgánicos fijos, ni psicofármacos, en dosis tales que
hagan factible la hipótesis de intoxicación y/o muerte por
congestión de los mismos.
49)
El informe pericial realizado por la División
Laboratorio Químico de la Policía Federal Argentina, del 23 de
marzo de 2001, obrante a fs. 729, que determina que en el
material remitido, una malla color rosa con detalles en celeste
marca “Archie”, talle 14, no se comprobó la presencia de restos
220
Poder Judicial de la Nación
de sangre ni de semen.
50) Los
Forense
de
informes complementarios del
la Justicia Nacional, solicitados en instrucción
suplementaria, obrantes
respuesta
a
Cuerpo Médico
si
es
a
fs. 3667/3672
factible
determinar
si
donde
toda
se da
falla
y/o
insuficiencia cardíaca puede ser detectada a través de una
autopsia y/o informes complementarios, como así también que se
precise que son el Síndrome de QT largo congénito (congenital
QT síndrome), el síndrome de Brugada (Brugada síndrome) y el
síndrome de Wolf-Parkinson.White (WPE síndrome), qué provocan
estas afecciones y si ellas son detectables a través de una
autopsia.
51) El informe que luce agregado a fs. 4228/4229,
requerido en la instrucción suplementaria, que en junta médica
con la Dra. Eugenia Liliana Levitin concluye que la ausencia de
datos de afección cardiaca en los hallazgos de autopsia no
descarta la posibilidad que hubiera presentado un cuadro de
pérdida de conocimiento secundario a una arritmia cardiaca. En
estos
casos
es
de
electrocardiograma
suma
que
utilidad
tiene
los
hallazgos
características
típicas
del
en
afecciones tales como el síndrome de Wolf Parkinson White,
síndrome de Brugada o el síndrome de QT prolongado. Que otra
causa de pérdida de conocimiento de causa cardiovascular que se
acompaña de autopsia sin datos patológicos, es el síncope
vasovagal, para cuyo diagnóstico la historia clínica resulta
vital.
Por
el
contrario,
si
hubiera
tenido
falla
o
insuficiencia cardiaca la autopsia hubiera revelado patología
cardíaca que en el caso de autos no sucedió. Para descartar con
certeza
que
la
menor
Florencia
Rombolá
hubiera
padecido
síndrome de Wolf Parkinson White, el síndrome de Brugada o el
síndrome de QT prolongado resultan necesarios datos de la
historia
clínica
y
fundamentalmente
un
electrocardiograma
previo de la menor. Que existen causas no cardíacas que pueden
causar pérdida transitoria de la conciencia y que no pueden ser
detectadas en la autopsia tales como: afecciones neurológicas
(convulsiones), metabólicas (hipoglucemia, hipocapnia).
52) Documentación aportada por la defensa de Storchi
a
fs.
3604
consistente
en
un
221
Acta
de
Constatación
y
Certificación de fotografías, protocolizada en el Folio 51,
registro 2014, a cargo de la escribana M. Macarena Solar
Bascuñan,
practicadas
en
SUTERH,
Parque
Norte
y
Parque
Presidente Sarmiento, con fotografías y reglamentaciones de
piscinas de diversos lugares, reservada en Secretaría.
53) Documentación aportada por la defensa de Giraldi
a fs. 3600, que consiste en Decreto 27/89 de la provincia de
Buenos Aires,
-Reglamento de Guardavidas para la provincia de
Bs-As. y dictamen del Director de la escuela de Guardavidas
Filial Lanús, reservada en Secretaría.
La siguiente documentación incorporada durante la
audiencia:
54)
Pliegos
de
Bases
y
Condiciones
y
planos
respectivos, que rigieron la Licitación Pública N° 19/CBAS/06,
cuyo objeto es “Refacción y climatización del natatorio del
club social y deportivo “Unidos de Pompeya”, reservados en
Secretaría.
55)
Copia
de
Recomendaciones
y/o
Disposiciones
relativas a las medidas de seguridad en los natatorios que el
Consejo
Metropolitano
de
Guardavidas
ha
dictado
desde
su
creación hasta la fecha, remitidas por el Subsecretario de
Deportes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, aportada
por la Fiscalía y que se encuentra reservada en Secretaría.
56)
inspección
Vistas
ocular
fotográficas
realizada
el
día
obtenidas
19
de
durante
marzo
de
la
2007,
reservadas en Secretaría.
57) Vistas fotográficas del club “All Boys” aportadas
por la defensa de Bugallo reservadas en Secretaría.
58) Fotocopia color de las vistas fotográficas que
obran a fs. 158/61 del expediente nro. 2048/01 de la Defensoría
del Pueblo, reservadas en Secretaría.
59) Planos confeccionados por los testigos Borthelle,
Consorti
y
Ávila,
obrantes
a
fs.
4548,
4549
y
4646,
respectivamente.
60) Historia clínica de la víctima, aportada por la
Dra. Dukovsky, agregada a fs. 4393/94.
61) documentación acompañada en el debate por el
imputado Storchi relativa al sistema “Poseidón” en idioma
inglés.
222
Poder Judicial de la Nación
62)
“Poseidón”
artículo
acompañado
de
por
“Clarín”
la
defensa
referido
de
al
Kamenetzky
sistema
en
la
audiencia del 9 de abril.
63)
documentación
relativa
a
tecnología
de
construcción de piscinas acompañada por la querella en la
audiencia del 9 de abril.
IV.- La Sra. Marisa Rombolá, madre de la menor, al
alegar citando una frase vertida por el Dr. Carlos Elbert,
gracias al cual pueden acusar en esta causa por homicidio con
dolo
eventual,
sociedades
del
expresó
siglo
que
XXI
es
la
la
que
alta
deja
corrupción
a
las
de
víctimas
las
en
situación de indefensión, y si el fiscal no recurre una causa
en la hipótesis que dicho magistrado expone, la víctima no
puede hacer sino mirar impotente cómo se le cae el juicio; que
el intento de soborno que narró aquí la señora Angélica Möller
y que también le ocurrió a su marido, no “Megatlón” sino otras
personas que también entendió se lo hicieron a ella, demuestra
que cuando alguien cree que la sociedad es comprable siente que
tiene luz verde para hacer cualquier cosa, y esta es una de las
bases de la conducta que va a describir. Añadió que, haciendo
un enfoque institucional, una institución es un todo y, aunque
a veces puede haber fracturas, sus miembros reproducen el
discurso de la cabeza; que, así, la imputada Privato llevó a su
hija a la parte profunda de la pileta cuando no sabía nadar,
sabía flotar pero no sabía sacar la cabeza para respirar, lo
cual se prueba con los dichos de la testigo Maldonado, de ella
y de Consorti, lo cual la colocó en una situación de absoluta
indefensión, y luego se negó a rescatarla y la abandonó en lo
hondo, y si eso no es dolo ella es “Caperucita Roja”; que en
cuanto a Giraldi, está probado que había puesto 36 alumnos con
Privato y Avila, que no sabemos cómo estaban distribuidos otros
días los alumnos pero ese día hubo mucho ausentismo y quedaron
15
niños
con
Privato;
que
en
este
sentido
rectifica
su
testimonio y señala que los niños que estaban con Privato eran
quince: Lorenzo, Palacios Monti, Cudicio, Consorti, Bianchi,
Mantiñan, Díaz, Damilano Maison, Borthelle, Aparicio, Bacchi,
223
Ridolfo, Jaime, Pedemonte y Florencia; que otros siete niños
estaban con Marcelo Avila, que éstos sabían nadar y estaban en
la parte baja; que los quince niños tenían diferentes niveles
de natación y así está probado que había chicos que le tenían
pánico al agua y chicos que nadaban “perrito” con una sola
persona
en
deportiva
lo
hondo,
bien
hecha
pero
sino
ello
un
no
es
una
planificación
desastre,
una
planificación
criminal, y cualquier persona con la formación de Giraldi sabe
que en esas condiciones va a tener un muerto; que está claro
que Giraldi en febrero, además de intentar sobornar a su
cuñada, suprimió a todas las personas que había puesto en la
grilla de colonia; que Rosemberg, que era su dependiente y
coordinador de pileta, no estaba y no se puso a nadie a cambio,
además según las declaraciones de Justoni y Straquadini y de
ella, el profesor del nivel 1 fue suprimido, y si no fue así
consta que no había profesor para el nivel 1, para los que no
sabían nadar, y esos chicos fueron con terror con Privato
colocados
juntos,
desarrollado
de
con
otros
que
aprendizaje,
en
tenían
la
un
parte
nivel
honda,
bastante
sin
dos
guardavidas, sin canaleta perimetral, sin equipo salvavidas, en
una pileta que tenía que estar clausurada, con un chico enfermo
de otitis sosteniendo la colchoneta, y cualquier persona con la
formación de Giraldi sabe que mandar a una profesora a hacer
eso es tener un muerto; que Privato pudo y debió haberse negado
porque tenía la guarda y la custodia de su hija y se había
comprometido personalmente con la dicente en que no la iba a
llevar; que Privato y Giraldi conocían y sabían que su hija no
sabía nadar pero no obstante obraron, como dijo, con total
indiferencia y desprecio por la vida de su hija, y eso es dolo.
En el caso de Kamenetzky, está claro que no cumplió con su
trabajo, sabiendo que ello puede tener un muerto, debió pedirle
a Giraldi que cerrara el natatorio; que jamás se vio que un
guardavidas averigue el nivel de natación, sino que tiene que
estar
mirando
en
la
plataforma
sobreelevada
si
se
ahoga
alguien, la pretensión de Canavese y los testimonios de los
empleados de Storchi son tan absurdos que sólo pueden ser
entendidos por un empleado del imputado; que desde el punto de
vista que es tendencioso y ridículo, jamás se vio tampoco que
un bañero saque a todos los presentes de la pileta para ir al
baño, eso es lo que dijo Canavese; que por su parte Storchi era
224
Poder Judicial de la Nación
el que lideraba esta organización, con lo cual no podía ni
debía desconocer, y además Canavese dijo que se interesaba en
las
actividades
institución,
de
toda
la
colonia
esta
gente
y
en
cómo
respondía
funcionaba
a
una
la
consigna
institucional clara, la de un señor que sabía que la pileta
debía estar cerrada porque no cumplía con las consignas de
seguridad no obstante lo cual la tenía abierta, un señor que
sabía que se ofrecían contratos con una cantidad de personal
que era irreal. En cuanto a Bugallo, señaló que es el dueño de
casa, el personal se contrata a nombre de Bugallo, y si éste da
un
poder
para
tramitar
responsabilidad
y
cláusulas
y
22a.
la
la
habilitación
transfiere,
18a.
del
que
contrato
en
es
porque
este
son
es
sentido
básicas,
su
las
puede
inspeccionar como presidente y tiene el deber, es decir que
debió hacer uso de esa cláusula, que además no consta ninguna
intimación
de
Bugallo
a
“Megatlón”
requiriendo
la
documentación, incluso podría haber ido al juzgado comercial a
verla, incluso de los testimonios de Brey y del secretario del
club queda claro que el nombrado inspeccionaba y a él no se le
murió nadie. En el caso de Bugallo, también toma en cuenta que
el contrato de concesión venció en 2005 y aunque Bugallo que se
queja de que el contrato era leonino, lo renovaron sabiendo que
la pileta continuaba sin habilitación, sin dos guardavidas,
poniendo en peligro la vida de la gente, aunque ahora sí
colocaron la soguita que no estaba el día del hecho, ya que se
dieron cuenta de que la función de agarre no existía. En cuanto
a la adulteración de pruebas, considera que está totalmente
probado que corrieron la escalera de lugar, y ello se prueba
con la inspección del juez Lucini, pues la línea roja coincide
con los agujeros rellenos de cemento que era donde estaba
instalada la escalera que corrieron, en cambio se observa en el
video policial que la línea roja coincide con una escalera, es
decir que fue corrida; que además el testigo Marcelo Avila
ubica la escalera en el dibujo que hizo en el Tribunal y
Giuliano Bacchi ubica a Florencia en un lugar que según el
bombero tenía 1,80 m de profundidad, cuando en la declaración
policial aparece en otro lado. Añadió que quisieron acusar a
ella de contactos políticos pero ratifica lo dicho por su
225
abogado, si un diputado no atiende el teléfono a una persona
que aparece como lavador de dinero y la inversión que hace no
está ligada a la seguridad y al deporte sino a otros fines, es
todo una gran estafa, la finalidad de ellos es la apariencia y
el engaño y no les importa la vida de la gente, el defibrilador
y lo que colocaron después fue luego de haber sido procesados y
varios años después del hecho; y que, en definitiva, lo que se
muestra es la congruencia de este funcionamiento institucional,
hay una institución que funciona con un mensaje claro desde la
cabeza, que es despreciar la vida y buscar el lucro, tener los
seguros al día y obtener la rentabilidad económica más alta.
Por su parte el Sr. Alejandro Möller manifestó que luego de lo
expresado por su señora poco queda por decir; que en cuanto a
Privato está claro, ella dijo que le tapó los ojos a Bacchi,
que es el que descubrió a Florencia en el fondo, y entonces
cabe preguntarse si la nombrada estaba fuera o dentro del agua,
porque para abrazar a alguien, calmarlo y taparle los ojos hay
que estar afuera del agua, y si estaba afuera del agua era el
adulto más próximo a Florencia, con lo cual sólo tenía que
zambullirse y sacarla pero se negó a hacerlo, sabiendo que la
vida de su hija se contaba en segundos, y prefirió llamar a
otra persona para que se hiciera cargo; que si Privato estaba
en el agua, como dijo el testigo Bacchi, no se explica cómo
hizo para abrazarlo, taparle los ojos y calmarlo, si lo que
hizo fue salir, llegar afuera y abrazarlo cuando salieron del
agua y calmarlo, en ese caso pasó nadando por arriba de su
hija, alguien dijo que iba nadando, miró hacia abajo y vio a
Florencia, entonces Privato sólo tenía que estirar la mano y
sacarla
del
agua,
no
salir
afuera
e
ir
a
llamar
a
la
guardavidas, pues se estaba jugando la vida de su hija y ella
perdió un tiempo precioso llamando a otro para que se hiciera
cargo.
En
cuanto
a
Giraldi,
es
el
que
planificó
que
22
asistentes ese día fuesen a la parte profunda, siete con Avila
y quince con Privato, luego sucedió lo que lógicamente tenía
que suceder, y ésta es la planificación que provocó la muerte
de su hija, pues quién sino Giraldi suprimió a los ayudantes,
el ayudante de campo para cuando había más chicos, aquí se dijo
que cuando el grupo era de 16 a 18 niños se dividían en dos
grupos, entonces dónde estaba el profesor del nivel de su hija,
Avila dijo que no sabía dónde estaba, y lo cierto es que
226
Poder Judicial de la Nación
Privato tenía los niveles mezclados, quince chicos donde había
de todo, los que sabían y no nadar. En cuanto a Kamenetzky, el
simple nombre de guardavidas le indica lo que tenía que hacer,
es inconcebible que hubiera quince chicos que no sabían nadar y
que ella no indicara a la profesora que se fuera para la parte
baja, que no le permitiera estar ahí, además podría haberse
puesto cerca de la parte profunda, con lo cual demostró un
increíble desprecio por la vida, igual que Giraldi y Privato.
Tras ello su letrado, Dr. Alejo Ramos Padilla, expresó que esa
querella considera probados los hechos que ha descripto en la
acusación, como también otros vinculados al homicidio, algunos
cometidos antes y otros con posterioridad al crimen; que este
expediente tiene algunas notas muy particulares y así se ha
visto
la
corrupción
administrativa,
ejemplificada
en
la
habilitación que se concede a los pocos días de la muerte de
Florencia para aparentar que el natatorio cumplía con la ley y
las condiciones de seguridad, no sólo el hecho probado y
destacado por los camaristas que intervinieron y donde ya se
procesó
a
dos
funcionarios
públicos
por
haber
hecho
inspecciones que motivaron que se diera esta habilitación
posterior a la muerte de Florencia. Agregó que hemos visto cómo
prepararon el natatorio cuando se realizó la inspección ocular,
también la defensa de Bugallo denunció que se había tapado los
logos de “Megatlón” para cuando se efectuara la inspección
ocular, también se pudo ver que había una soga perimetral
fácilmente aprehensible con la mano y en otras inspecciones que
hacía el Gobierno de la Ciudad se constató la presencia de dos
guardavidas al momento en que estaba funcionando, que cuando se
realiza una inspección aparecen tales condiciones de seguridad
que le hubieran salvado la vida a Florencia. Señaló también
algunas consideraciones que hizo la señora Rombolá, vinculadas
con las descalificaciones que ellos han sufrido a lo largo de
estos años, pero destaca que los padres no eligieron por
vocación ser querellantes sino que los imputados los colocaron
en esta situación, también a los jueces que intervinieron y a
la Defensora del Pueblo Alicia Oliveira se los ha denostado, lo
cual llama poderosamente la atención, pues algunas incidencias
pueden ser productos del dolor, pero otras son ofensivas para
227
los intervinientes en el juicio, aclarando que ello se refiere
al comentario sobre el secretario general de la Presidencia y a
los Diputados Carrió, Bravo, a la nombrada Oliveira y a los
jueces; que más allá de ello el Tribunal tiene una oportunidad
histórica
para
dictar
un
fallo
ejemplar
y
éste
es
el
antecedente más directo que tiene la causa “Cromañón”, donde
por la actitud de empresarios y de gente que trabajaba para
ellos murieron 194 personas; que es la oportunidad para dictar
un hito, hay casos que están en la memoria de todos, el caso
“LAPA”, donde hacían volar aviones a los que no le funcionaban
los
motores,
lo
ordenaban
los
empresarios
y
los
pilotos
asentían, el caso “Kheyvis” que prescribió, los de las empresas
de colectivos, etc. pero ha llegado el momento, un momento
histórico particular, en el que debe brindarse a la ciudadanía
la idea de que hay cumplir con la ley y no jugar con la vida de
nuestros hijos. Agregó que en esta causa se han discutido
muchas cosas, si la ley rige, si no rige, algunas ofensivas
para con Florencia, así se la quiso enfermar a lo largo del
juicio, se habló de enfermedades que no están registradas en el
país
y
que
los
peritos
descalificaron
por
completo,
pero
Florencia estaba sana y en el debate no quedaron dudas de ello;
que se dejó opinar a cualquiera sobre cualquier cosa, se han
traído amigos, familiares como la señora Miguez, empleados, a
contarnos si la ley debe ser o no cumplida o si los previstos
en la ordenanza son mecanismos de seguridad o no lo son; que
entiende que el legislador se informó y luego de un debate
señaló que el estándar mínimo de seguridad a cumplirse en la
ciudad de Buenos Aires es el plasmado en la ordenanza. Continuó
expresando que el 12 de febrero de 2001 ocurrió la muerte de
Florencia por las acciones y omisiones de los cinco imputados,
que esta parte encuadró en el tipo penal del artículo 79 C.P.;
que esta querella, a la que se llamó “querella solitaria”, no
llega
al
juicio
de
manera
tan
solitaria,
pues
ha
habido
precedentes que le han dado la razón y que lo han habilitado
para estar en el juicio, así lo hizo la Sala I en resolución
firmada por los Dres. Donna, Filozof y Navarro, luego reiterado
por otros magistrados como los Dres. Elbert y Bruzzone, y con
esto quiere decir, porque se los ha descalificado en duros
términos, que los magistrados que votaron representan la más
amplia tradición jurídica, y rechaza como profesional del
228
Poder Judicial de la Nación
derecho
las
descalificaciones
que
se
han
vertido
en
este
juicio. Añadió que a continuación se va a centrar a decir qué
era lo esencial en una pileta o en una cadena de piletas; que
para
responder
a
este
interrogante
se
va
a
basar
en
la
declaración de Storchi y en la del señor Möller; que quizás
alguien crea que lo importante son los éxitos comerciales, la
buena publicidad o contar con buenos seguros pero no es así, lo
importante es que la gente, los chicos, no se ahoguen, no se
mueran, y ésta es la premisa básica, que rige tanto para el
presidente
de
“Megatlón”,
como
para
el
coordinador
y
la
profesora de educación física; por si cabe alguna duda, y para
ser más objetivo, se referirá al informe de la Defensoría del
Pueblo, que actuó de oficio en el marco de sus funciones
establecidas por la Constitución de la Ciudad; que en el Título
referido a la normativa que rige, en este informe se señala que
la
ordenanza
41.718
establece
los
requisitos
que
deben
cumplirse para el funcionamiento de los natatorios, lo cual es
esencial para asegurar las condiciones de seguridad en ellos y
esos artículos eran los que tenían que cumplir, los vinculados
a la seguridad de los niños; que para encuadrar la conducta de
los
imputados
el
punto
de
partida
fundamental
es
que
no
causaron la muerte por haberla ahogado ellos mismos, aunque
párrafo
aparte
merecen
Privato
y
Giraldi,
sino
por
haber
realizado una conducta equivalente a ello; que la organización
del
natatorio
en
estas
condiciones
de
inseguridad
total
colocaba a chicos que no sabían nadar en la parte más riesgosa
de la pileta, lo que condujo al ahogamiento y a la muerte de
Florencia, una niña que no sabía nadar; que no se va a referir
a las razones doctrinarias que equiparan la omisión a la
acción; que los imputados estaban obligados a impedir que
Florencia se ahogara y si uno se pregunta cuándo aparece la
posición de garante, en el caso de la guardavidas es evidente,
es un caso de facultad, y en cuanto a los otros imputados
también
resulta
evidente,
tradicionalmente
se
dijo
que
justificaba esta posición la ley, por ejemplo la ordenanza, el
contrato, el contrato de concesión, o la conducta anterior, la
que han tenido Privato y Giraldi. Añadió que modernamente se
habla de dos categorías, en ello coinciden todos los autores,
229
cuando
hay
una
posición
institucional
o
una
función
de
protección, en este caso de grupos de riesgo, como la que
tienen los padres hacia los hijos, las instituciones y los
profesores cuando les son delegados o depositados, los hijos
son colocados en una institución de esta naturaleza, y el otro
caso se da cuando hay un deber de vigilancia de una fuente de
peligro, y en este sentido los fallos de la causa “Cromañón”
citan enorme cantidad de jurisprudencia en cuanto a que la
creación de un peligro trae en sí la obligación de prevenir sus
consecuencias dañosas. Añadió que en este juicio se vino a
discutir si la pileta era o no un elemento riesgoso, por lo que
debe abordar el tema y, para eliminar cualquier duda, a fs.15
de la documentación traída por la Defensa de Giraldi, el
Consejo
Metropolitano
de
Guardavidas
dice
que
existe
una
potencial peligrosidad para la vida humana, con lo que el
carácter de cosa peligrosa está absolutamente probado; que
entonces era esencial que los imputados hicieran lo necesario
para garantizar la integridad física en estos ámbitos y no
quitar los elementos de seguridad; que la Defensora del Pueblo
calificó estos elementos de seguridad como esenciales para la
vida de los que concurren a las piletas; que el imputado
Storchi en su defensa dijo, un poco destruyendo lo que dijo su
Defensa en los primeros días, que comprendía perfectamente la
acusación y que se le cuestionaba la falta de habilitación, de
guardavidas,
de
otros
elementos
de
seguridad
(canaleta,
plataforma, etc), faltó agregar que ello ocurría en una fuente
de peligro con chicos en una condición que debían ser cuidados;
que Storchi justificó esto en forma liviana diciendo que no era
de su competencia, que no le incumbía, que había delegado el
tema de la cantidad de guardavidas, que la canaleta no tiene
funciones
de
seguridad
y
que
ello
es
responsabilidad
del
estudio de arquitectura, lo mismo en cuanto al tema de la silla
sobreelevada, que no cumple ninguna función y además cuesta 400
pesos; que esta querella le preguntó de qué se ocupaba, y
respondió que de negociaciones y de la supervisión general de
las actividades; que cabe preguntarse qué es lo importante en
una pileta o en dos piletas, en qué consiste esa supervisión, y
en dos piletas lo importante es proveer la seguridad necesaria
para que los chicos no se ahoguen y mínimamente cumplir con la
ley; que no se entiende cómo una persona que se dedica desde
230
Poder Judicial de la Nación
hace años a esta actividad no analizó los dos o tres artículos
de
la
ordenanza,
una
persona
que
maneja
la
cadena
más
importante de piletas en la Ciudad, es decir que nuestros niños
están colocados bajo la irresponsabilidad de quien niega y
desprecia la ley, además no resiste el análisis el argumento de
que desconocía la ordenanza, más allá de que la ley se reputa
conocida.
Agregó
que
además
Storchi
fue
intimado
al
cumplimiento de la ordenanza 41.718, intimación que recibió su
cuñada Miguez, y no se dijo nada a Bugallo, a lo cual se
referirá posteriormente; que cabe preguntarse para qué sirven
los dos guardavidas pero es obvio, dan más seguridad, esto más
allá de que el testigo Iconomopulos, empleado de Storchi y que
preparó dictámenes para esta causa que no sabemos si fueron o
no pagados, diga que no dan mayor seguridad, pero esta parte
entiende, porque la lógica así lo indica, que es un criterio
elemental,
pero
suponiendo
que
este
testigo,
empleado
de
Storchi y amigo de Giraldi, tuviera razón, que la ordenanza no
existe, cabe analizar los parámetros que trajo la Defensa de
Giraldi; que éste quiso argumentar que en una pileta de 25
metros tiene que haber un guardavidas cada 100 personas, y así
lo dice el art. 8 de las recomendaciones mínimas de seguridad
traídas por la defensa de Giraldi, pero el art. 9 de las mismas
recomendaciones señala que cuando en las piletas existan grupos
de
riesgo
se
debe
disponer
la
presencia
de
guardavidas
exclusivos para seguridad de dichos grupos, entonces cabe
preguntarse
dónde
estaba
este
guardavidas
y
quién
estaba
mirando a Florencia si fue un chico el que tuvo que dar la voz
de alerta; que, se mire por donde se mire, la presencia de dos
guardavidas
era
una
exigencia,
y
además
en
esta
misma
documentación aportada por la fiscalía, a fs. 3, entre los
criterios
para
agregar
más
guardavidas
una
de
las
consideraciones a tener en cuenta es el tipo de público, por
ejemplo personas con necesidades especiales o contingentes de
colonias de vacaciones, como era el caso, por lo que vuelve a
la función de protección y a la posición institucional que los
obligaba a cuidarle y a garantizarle la vida a Florencia; pero
veamos
cómo
actúan,
a
fs.
11
describen
un
operativo
de
seguridad y para la misma cantidad de parques para los que se
231
disponen durante el año 38 guardavidas para las mismas piletas
en verano se disponen 254 guardavidas más los otros 38, éstos
son
los
criterios
básicos
traídos
por
el
coordinador
de
colonia; que no es que esta parte se esté apegando a la letra
de la ley para pedir la condena sino que son elementos de
seguridad básicos, que de haber sido respetuosos de la ley le
habrían salvado la vida a Florencia pues es una fuente de
peligro y eran grupos de riesgo, ya que había chicos como
Florencia que no sabían nadar; que, se mire por donde se mire,
la presencia de dos guardavidas o de ese guardavidas especial
para grupos de riesgo no estaba por la decisión empresarial de
Storchi, de Giraldi que ponía a sus “colonos” en una pileta de
estas condiciones, de Privato, de Kamenetzky y también de
Bugallo que tenía que conocer las condiciones de seguridad en
que ponía a los socios de su club. En cuanto a la plataforma
sobreelevada, entiende que era necesaria primero porque lo dice
la ley, no lo dice porque sí, también dijo el testigo Pizano
que cuanto mayor es la altura en que está uno menor es el
“efecto
espejo”
en
el
agua,
que
no
es
lo
mismo
que
el
resplandor, y en este caso el resplandor y el efecto espejo
eran importantísimos; que ello se vio al hacerse la inspección
ocular, había techo corredizo y un ventanal, y en el video
policial del día del hecho se ve en la propia pileta, producto
del efecto espejo, tanto el techo abierto como la publicidad de
“Orígenes” que se puede leer calcada en el espejo de agua,
quiere decir que no se ve el fondo, y el efecto espejo sólo se
rompe con los medios de seguridad necesarios, debiendo añadirse
que
también
el
Consejo
de
Guardavidas
habla
de
silla
sobreelevada; que además cuando se dio la vuelta a la pileta se
advirtió que siempre hay un sector de la pileta que no se ve y
por eso se precisan dos guardavidas además de la plataforma,
pero Storchi dijo que la silla no servía para nada; que era
simplemente para sentarse y no entiende entonces por qué la
norma dice “para asegurar la fácil visualización”; que es
normal que tengan dónde sentarse pues están trabajando ocho
horas
pero
cuando
se
sientan
tiene
que
tener
buena
visualización, para que no pase lo que pasó con Florencia, pero
no se trata de un sillón sino de un mecanismo de seguridad que
asegure la visualización. Añadió que aquí se ha discutido de
todo sobre la función de la plataforma y se ha traído un
232
Poder Judicial de la Nación
argumento de que sirve sólo para las playas, pero la ordenanza
fue dictada para la ciudad de Buenos Aires, donde no hay
ninguna playa, entonces no tiene por qué legislarse sobre las
playas,
pero
además
el
efecto
espejo
se
produce
fundamentalmente en las piletas; que no es necesario explicar
las características del mar argentino, que es opaco, no como
por ejemplo el “Caribe”, pero se ha discutido todo, se trató de
confundir el resplandor con el efecto espejo y se dijo que éste
se soluciona con anteojos negros, pero éste no se produce en
los ojos sino en la pileta. Asimismo expresó que cuando se hizo
la inspección ocular en 2001 concurrió un buzo de la Policía
Federal y un juez de la Nación, con pleno conocimiento de la
trascendencia
de
esa
afirmación
en
la
causa,
señaló
la
dificultad de visión hacia la parte profunda, que no se puede
observar
claramente
el
fondo
y
no
hay
prueba
que
pueda
contradecir esta afirmación, pero mayores detalles sobre ello
brindó el querellante; que además Planimetría señaló que en
realidad donde decía 1,40m había 1,53m de profundidad y a
Florencia la sacaron de un lugar donde ni la guardavidas hacía
pie, pero volviendo al hecho que señalaba, como relató el señor
Möller, el juez reclamaba la presencia del buzo al que había
convocado y no lo encontraban porque estaba justo abajo del
agua en la posición donde encontraron a Florencia, y por eso es
clara la constatación de que no se puede observar claramente el
fondo, entonces la necesidad de la correcta visualización que
señala la norma es evidente, y que colocaran a los grupos de
riesgo en esta pileta es un crimen enorme, un homicidio por el
cual
deben
responder
los
aquí
imputados.
Agregó
que
la
inspección realizada en 2007 sin duda es distinta a la de 2001,
pues en la realizada este año no había nadie en la pileta y así
es difícil tener la idea de los riesgos, no estaban los chicos
en la parte profunda, no había gente haciendo natación, gente
circulando, y por eso los mecanismos de seguridad establecidos
en la ordenanza son esenciales, por más que acá digan que no es
necesario, y en esa ocasión también se habrá comprobado que era
imposible ver el fondo de la pileta chica, incluso en la
audiencia escuchamos el caso de una persona que se ahogó a 80
cm de profundidad, y acá había chicos. Agregó que otro de los
233
argumentos de la Defensa es que ellos tienen una pileta de
avanzada, con “skimmer”, y con esto pretenden que el artículo
15 de la ordenanza está en desuetudo, pero este artículo habla
de otra función de seguridad, la de agarre, y se llegó a decir
que la canaleta sólo sirve para escupir y que el “skimmer” es
más moderno, pero la norma habla de una canaleta fácilmente
aprehensible con la mano, que no existe cuando hay “skimmer”,
con lo cual se quitó una posibilidad de salvataje a Florencia
porque no tuvo de dónde asirse; que en la inspección ocular se
pudo observar ese borde, como también que había una soga
perimetral fácilmente aprehensible con la mano, que ojalá
hubiera estado al momento del hecho; que en el video también se
observa el borde y la distancia que hay entre el agua y la
pileta y además esta parte pidió que se acompañaran copias
color de las fotos del expediente de la Defensoría del Pueblo
porque estando la pileta en funcionamiento, entre la superficie
y la pileta hay alrededor de 40 cm y acá concurrían chicos de
7, 8 y 9 años que no sabían nadar, y cabe preguntarse qué tiene
de fácilmente aprehensible este borde en chicos que tienen
brazos pequeños, además la dificultad ya la tiene el que se
está ahogando y por eso necesita algo fácilmente aprehensible,
en este sentido la foto n° 4 es ilustrativa; que la imputada
Kamenetzky confesó que no tenía problemas para asirse del borde
pero los chicos sí, y esta confesión debe ser valorada en toda
su extensión, nos referimos a quien al momento del hecho
cumplía la función de guardavidas y percibía que los chicos no
se podían asir fácilmente y que no tenía esta función de
seguridad y agarre, y no tiene sentido preguntarles, como
hicieron las defensas, si tenían dificultad o no para asirse,
porque ellos no tuvieron un episodio como el de Florencia,
además no es una pileta para profesionales sino para niños que
no saben nadar y que deben ser cuidados. Añadió que se ha
traído un pliego de licitación de la “Corporación Buenos Aires
Sur” como prueba de que hay otras piletas donde se tapa la
canaleta,
y
textualmente
el
defensor
de
Giraldi
leyó
el
artículo 452 que dice que se procederá a cerrar la salivadera
etc; que el dicente se opuso a esta prueba, en primer lugar
porque el hecho de que se haya aprobado una licitación no tiene
nada que ver con las cuestiones de seguridad, se puede ganar
una licitación y después determinarse que la obra no puede
234
Poder Judicial de la Nación
funcionar por no cumplir con las normas de seguridad, por
ejemplo una pileta, un edificio mal construido, y desde el
punto de vista jurídico nada tiene que ver una cosa con la
otra; que incluso un empresario que constata que el lugar no
cumple
con
los
requisitos
de
seguridad
tiene
que
autoclausurarse, es la actitud que corresponde, pues sabe que
pone en riesgo la vida de los niños; que sin embargo ésta es la
frase que dijo Storchi tres veces, “¿qué quieren, que me
autoclausure?”, y esto es lo que correspondía, el nombrado
tenía dos opciones, o se autoclausuraba o asumía el riesgo y
esto es lo que va a definir el juicio, y el imputado lo confesó
ante la mirada atenta del presidente y el dolor de la madre que
no salía de su asombro; que esta parte sostuvo que esta prueba
era improcedente, pues era como traer otros hechos para este
expediente, por ejemplo tendría que traerse el expediente de
“Cromañón”,
que
no
tenía
condiciones
de
seguridad,
y
no
obstante Chaban permitía que funcionara el local, Storchi
también y no estaba dispuesto a autoclausurarse. Agregó también
que considera que éste es un juicio histórico y es el momento
para decir que no desde esta nueva justicia, que no es la de
los ’90, para decirles no a estos empresarios inescrupulosos a
los que no les importa la vida de los niños que están bajo su
responsabilidad; que no se va a explayar sobre los recaudos que
hay que tener con relación a los niños, y en este sentido el
Tribunal ha sido excesivamente celoso con las declaraciones de
éstos, entonces cabe imaginar el cuidado que hay que tener con
ellos en una pileta sin elementos de seguridad; que sabe que
juzgar genera dolor, la conciencia genera dolor, pero ese dolor
marca la estatura moral de los hombres, y para evitar la muerte
de nuestros hijos es necesario un fallo ejemplar que mande a
prisión
a
los
“Corporación
imputados;
Sur”,
dos
que,
retomando
renglones
más
el
abajo
tema
de
la
de
la
frase
esgrimida por el abogado de la defensa, en el artículo 454 se
dice que se colocará un solado antideslizante y un borde de
travertino y que el borde rematará en una canaleta perimetral
que contendrá una pieza que cumple la función de rejilla,
remitiendo al plano; que en una de las audiencias el cuarto
juez preguntó cómo era este sistema y se explicó que no se
235
suprime la función de agarre, sino que el agua llega a la
altura del borde y éste es fácilmente aprehensible, es decir
que no se quitan los elementos de seguridad, pero acá el borde
estaba a 40 cm, incluso la guardavidas dijo que pasaba el brazo
de lado a lado y lo ejemplificó con un gesto, única manera de
estar seguro en la parte honda; y que la función de agarre es
necesaria, fundamental, lo cual han confesado los propios
imputados en la inspección ocular. Añadió que otro argumento
que se ha esgrimido es que en las piletas que tengan menos de
cien usuarios pueda haber un solo guardavidas, pero ya aclaró,
ello salvo que existan grupos de riesgo como colonias de
vacaciones; que la norma traída por la Defensa de Giraldi habla
de cien usuarios, pero no está claro si se refiere a cien
usuarios
bañistas
Megatlón”,
y
ello
imputados
ni
el
o
a
no
los
cuatro
disminuye
reconocimiento
mil
la
de
que
tenía
la
responsabilidad
la
necesidad
“Red
de
los
de
dos
guardavidas; que además en octubre de 2001 los imputados, para
demostrar que la pileta estaba bien habilitada, muestran la
presencia de dos guardavidas, Cecilia Noemí Fernández y Cecilia
Gabriela Best, es decir que ellos mismos reconocen después del
hecho que tenía que haber dos guardavidas, o al menos es lo que
muestran a la Dirección de Habilitaciones, como surge a fs. 217
del expediente de la Defensoría del Pueblo, pero el testigo
Avila afirmó que en esa pileta nunca había cien personas, y si
hubiera habido dos guardavidas en su plataforma o esta soga, o
hubiera existido la canaleta
todo habría sido distinto; que
entonces, si se generaba el riesgo y se omitía cumplir con
estas condiciones, debería clausurarse, pero Storchi admitió
implícitamente asumir el riesgo y el resultado. Entendió que a
Bugallo le corren las mismas consideraciones, al igual que a
Giraldi, que no debería haber colocado a sus “colonos” en una
pileta en estas condiciones, la propia Privato que es la que
directamente los lleva y a Kamenetzky que es quien permite que
todo ello se realice frente a sus ojos y con su conocimiento;
que,
volviendo
al
tema
del
dolo
eventual,
frente
a
la
representación acabada del riesgo, la conciencia plena de la
falta de elementos de seguridad exigidos por la normativa
vigente, actuaron con indiferencia y desaprensión frente al
resultado
muerte
que
se
habían
representado;
que
estos
elementos de seguridad eran esenciales, como dijo la Defensora
236
Poder Judicial de la Nación
del Pueblo, y la seguridad es el primer concepto que tiene que
abordar
un
empresario,
incluso
un
el
coordinador,
presidente
de
un
un
profesor,
club
que
una
guardavidas
e
debe
fiscalizar.
Asimismo señaló que Giraldi era el coordinador de
colonia, era el que disponía diariamente que chicos que no
sabían nadar fueran sometidos a estos riesgos, chicos que
estaban en distintos niveles de aprendizaje eran llevados a una
pileta que no reunía los elementos mínimos de seguridad; que
algunos de éstos tenían miedo al agua, algunos flotaban, otros
flotaban con patada y con respiración rudimentaria; que en la
enseñanza de natación existen tres categorías pero éstas no
estaban en la colonia organizada por Giraldi, ya que los
mezclaban; que Florencia no tenía por qué ir a la parte honda
de esta pileta, nadie la había autorizado y hay manifestaciones
concretas no sólo de la madre de Florencia sino de los chicos,
que escucharon cuando aquélla se lo dijo a Privato; que Giraldi
y
Privato
tenían
la
responsabilidad
y
la
obligación
de
nivelarlos y está claro que Florencia no podía hacer este
ejercicio en la parte honda, pero estaban los niños que podían
ir nadando hasta Ávila y llegaban sin que Privato se enterara,
otros salían por la escalera, otro niño no hizo el ejercicio
por miedo y Florencia que no podía nadar; que el ejercicio que
le hicieron hacer a la víctima era como si a los Sres. jueces
les exigieran cruzar a nado un lago o el Río de la Plata, es
decir,
era
un
ejercicio
imposible
para
ella,
por
eso
es
correcta la frase de ellos cuando señalan “a mi hija la
mataron”, pues a una niña que no sabe nadar y la ponen a hacer
ese ejercicio le significaba la muerte por ahogamiento, ese
ejercicio no lo podía hacer sola, por más que Privato haya
dicho que le dio un empujoncito. Añadió que Giraldi reconoció
que era el responsable del área deportiva de la colonia, que
supervisaba profesores, guardavidas, personal de mantenimiento
y las actividades de los chicos, y diariamente sometía chicos
que no sabían nadar, como Florencia, a este infierno, con la
colaboración de Privato y Kamenetzky; que conocía el riesgo a
punto tal que todos los días hacía reuniones, pero podría haber
dispuesto un grupo especial para Florencia, un guardavidas
especial o que estos chicos no fueran llevados a la parte
237
honda, pero quizás no era lo económicamente correcto o no se
congraciaba con su jefe Storchi que ya había demostrado un
desprecio por la seguridad; que el testigo Avila dijo que
Giraldi era un “hinchapelotas”, pero ese modo de actuar debía
estar dirigido a la seguridad y no podía poner en riesgo a sus
colonos; que incluso su propio defensor aportó la documentación
que
acreditaba
especial,
y
que
por
tenía
el
que
contrario
disponer
la
de
un
seguridad
guardavidas
que
brindó
a
Florencia fue inexistente, de lo contrario no habría sido
Bacchi el que dio el alerta y otro chico que la vio a Florencia
bajo el agua sentada con los ojos abiertos, lo cual habla de la
cantidad de tiempo que estuvo la niña bajo el agua, es decir
que en esta pileta la seguridad la daban los propios niños; que
Giraldi les vendió el paquete, una “super seguridad plus”, les
ofreció cinco profesores más los que estaban a cargo del grupo
señalando que él mismo presenciaba la nivelación y las clases,
pero resultó que esos profesores no eran tales y ni siquiera
estaban, es decir que no se cumplían las normas de seguridad;
que
los
que
estaban
ese
día
en
la
pileta
eran
cuatro
profesores, Dreiling, que evidenció una absoluta falta de
conocimientos en materia de seguridad, Pérez Ferrer que estaba
en la pileta chica con la primera y a la que le caben la mismas
consideraciones, Avila que acababa de ser papá, estaba con otro
grupo primero en la parte honda y luego en la parte baja, por
lo que no podía mirar al grupo de Florencia y luego Privato,
que no estaba mirando a Florencia, de lo contrario no habría
sido un niño el que dio la voz de alerta; que los chicos hacían
lo que querían, Florencia estaba en la parte honda, nadie la
cuidaba y Giraldi disponía que esos “colonos” fueran sometidos
a un riesgo constante que culminó con la muerte de Florencia.
También
agregó
que
Giraldi
acompañó
alguna
documentación
vinculada con las “preguntas del millón”, donde habla de un
guardavidas
permanente,
que
la
seguridad
es
una
pirámide
invertida y ello es la base de su trabajo, de un excelente
equipo de profesores experimentados, pero quedó claro que esa
seguridad no es tal; que también trajo una grilla de trabajo de
enero y febrero donde a la mañana colocan tres profesores de
natación especiales y a la tarde ninguno, y esta documentación
además
echa
por
tierra
la
intención
de
deslizar
alguna
responsabilidad sobre Mariano Rosemberg, porque el nombrado en
238
Poder Judicial de la Nación
el mes de febrero no estuvo, es decir que la organización de la
colonia no cumplía ni siquiera los parámetros de seguridad que
invocaba Giraldi, no ya los de la ley. Por su parte consideró
que otra circunstancia que demuestra que no se cumplían esos
parámetros es la declaración de Carlini, que dijo que a la
mañana había otro guardavidas jubilado que no cumplía funciones
pero que él solo se las arreglaba, es decir que la colonia
estaba organizada para incumplir incluso sus propios parámetros
de seguridad; que la necesidad de organizar un grupo especial
para Florencia era evidente, pues había 38 chicos inscriptos en
la colonia, aunque en la grilla invocan que había menos y que
los profesores tenían menos gente, pero si estamos a la lista
de la colonia, los chicos a cargo de Privato y de Ávila eran
38; que acá también hay una omisión enorme, pues era deber del
omitente organizar correctamente esta colonia, en este sentido
debe tenerse en cuenta el art. 96 del código contravencional,
que
alude
a
omitir
recaudos
de
organización
o
seguridad
respecto de un espectáculo masivo, deportivo o artístico, y
ello fue uno de los argumentos utilizados por la Cámara del
Crimen para responsabilizar a aquéllos que permitieron que
“Cromañón” funcionaba del modo en que funcionó, porque las
normas que nos indicaban un deber de actuar distinto al que
realizaban estos imputados son evidentes y surgen por todos
lados. Que con respecto a Privato, era la profesora a cargo de
Florencia y esto nos dice mucho en términos jurídicos sobre su
responsabilidad, pues fue quien llevó a Florencia a lo hondo,
en un grupo de niños con distintos niveles de natación como
mencionó la señora Rombolá, sabía que Florencia no sabía nadar,
y aunque niegue lo que le dijo la madre era su obligación
averiguarlo, obligó a Florencia a hacer estos ejercicios que
como dijo el padre era imposible que realizara porque no sabía
nadar y se hundía, y más allá de esta incapacidad de Florencia,
con la anuencia de Giraldi la profesora mezcló los grupos, los
distintos niveles, el chico que se iba nadando solo hasta
Ávila, el que salía por la escalera, el que precisaba ayuda y
el que no podía llegar a la escalera y se tenía que agarrar del
borde que no estaba en la pileta, pero a Privato parece que no
le
importó
colocar
a
Florencia
239
en
una
pileta
en
esas
condiciones, y en vez de cuidarla y protegerla, de ejercer su
responsabilidad, la puso en el lugar más peligroso de la pileta
y se desentendió por completo de ella, y ni siquiera le importó
ponerse
ella
en
una
situación
de
mayor
complejidad
para
controlar a los chicos porque desde el agua, como explicó su
testigo, el resplandor es mayor, sin embargo hacía tirar a los
chicos a la parte honda, donde ella misma se colocó y donde no
podía brindar un mínimo de seguridad, y con la representación
de que alguno de los niños a su cargo se podía ahogar les
ordenaba que se tiraran en la parte más peligrosa de la pileta.
Con respecto al ejercicio que estaban haciendo en ese momento y
al ejercicio anterior, porque no se sabe en qué momento murió
Florencia, que estuvo mucho tiempo bajo del agua, señaló que se
realizaron varios ejercicios, primero en el gimnasio y luego en
la pileta, comenzando en la parte baja para seguir en la parte
honda, quizás para que Ávila pudiera concurrir con su grupo a
la parte baja y no se afectara la actividad de pileta libre, y
según relataron los niños y explicaron con gráficos el tercer
ejercicio, anterior a que encontraran a Florencia, consistía en
tirarse y salir pegados al borde en la parte profunda, pero si
tomamos en cuenta las condiciones de la pileta, la diferencia
entre el borde y el agua, vemos que a los niños se los hacían
nadar en una especie de cajón, sin posibilidad alguna de
agarrarse,
sin
que
estuviera
la
guardavidas
y
sin
ningún
elemento de seguridad, es decir que era imposible que lo
realizara
un
chico
sin
la
asistencia,
ayuda,
control
y
seguridad que debían brindarle; que esto lo decidió Privato
pero lo permitieron Kamenetzky y Giraldi, que estaba siempre
controlando
los
ejercicios.
Añadió
que
nadie
vio
cuando
Florencia se ahogó, e incluso es probable que no haya estado en
el último ejercicio, aclarando que luego volverá sobre el
punto;
que
encontraron
el
era
ejercicio
un
que
triángulo
estaban
en
la
haciendo
parte
cuando
profunda,
la
donde
Kamenetzky dijo que no hacía pie, los niños se tiraban, tocaban
la mano de la profesora, y por más que ésta haya dicho que
hasta que no salía el chico de la pileta no se tiraba otro
vinieron
los
niños
a
desmentirla,
lo
cual
le
parece
una
vergüenza por parte de quien tenía la responsabilidad de cuidar
a Florencia, y estos niños dijeron que se tiraban apenas le
tocaban la mano, además Privato le pudo haber dado el empujón y
240
Poder Judicial de la Nación
con eso complicar más la situación de Florencia, si es que con
ese empujón tragó agua, pero lo cierto es que no la miró, en
cambio la vio Tomás Borthelle con los ojos abiertos debajo del
agua, cuando ya estaba muerta y ya había pasado mucho tiempo, y
luego Bacchi que dio la voz de alerta; que Florencia no pudo
avisar nada porque cuando se hundió se le inundaron de agua los
pulmones y le quedó hinchada la cabeza por la cantidad de agua
que ingresó en su cuerpo cuando trataba de buscar oxígeno en la
profundidad;
que
Privato
se
desentendió
por
completo
de
Florencia, como se desentendió del resto de los niños en esta
organización criminal que coordinaba Giraldi y apañaba Storchi,
y acá tiene que decir que a Florencia la obligaron a realizar
este ejercicio, y que el padre de la niña le confesó su dolor
por haberle dicho, en una actitud lógica de cualquier padre,
que tenía que hacerle caso en todo a sus profesores, entonces
Florencia hizo caso, se tiró al agua en la parte más honda,
aunque no sabía nadar, y creía que le iban a brindar la
seguridad necesaria pero fue abandonada a su suerte y murió por
hacerle caso a quienes debían protegerla. Asimismo refirió que
la conducta de Privato es descabellada, pero no termina ahí,
pues Florencia estaba muerta debajo del agua desde hacía mucho
tiempo y nadie se percataba de nada, demostrando nuevamente que
en esta pileta no existen las condiciones de seguridad mínimas,
con lo que otra vez hablamos de la esencia de estas condiciones
de seguridad; que quedó claro que en un ahogado es necesario
actuar
rápidamente,
y
esta
necesidad
involucra
tanto
a
Kamenetzky, que tenía que estar atenta, como a Privato, pero
veamos qué hizo Privato cuando otro niño le avisó que Florencia
estaba bajo el agua, cuál era la conducta esperada, no sólo por
la obligación de actuar sino desde el punto de vista humano:
que la rescate, que la saque, además ella la condujo a la
fuente de peligro y era la profesora a cargo, tenía el deber de
evitar los riesgos, pero en cambio se limitó a llamar a la
única guardavidas que hasta entonces no se había percatado
absolutamente de nada; que la actitud de Privato sugiere que
eso no era competencia suya, y esto lo dice porque las Defensas
han
introducido
rescatarla,
los
el
tema
de
profesores
quién
tenía
dijeron
241
que
la
obligación
la
tenían
de
los
guardavidas, éstos que correspondía a los profesores, y por su
parte Privato tenía otra prioridad, abrazar al niño, es decir
que no hizo nada por Florencia cuando lo mínimo que se espera
de un adulto que tuviera el cuidado de Florencia es que tuviera
algún sentimiento de humanidad e intentara un salvataje, más
allá de llamar a la guardavidas y de quién estuviera más cerca,
tema que han planteado también las Defensas; que aquí lo claro
es que en esta pileta nadie se hacía cargo de nada y esto
responsabiliza a Storchi, Bugallo y Giraldi y con ello cae otro
argumento de la Defensa, de que si hay profesores no hacen
falta guardavidas. En cuanto a la situación de la guardavidas
Kamenetzky, entiende que está vinculada con el bien jurídico de
una manera distinta que el resto de los imputados y que la
elevación del riesgo por parte de los demás imputados no
excluye su responsabilidad sino que la obligaba con mayor
razón, incluso antes de que el hecho sucediera, como dijo el
padre de la víctima, su propia función y la conciencia y el
conocimiento del riesgo la obligaban a actuar de otra manera;
que la nombrada sabía que había niños que no sabían nadar y que
eran colocados en la parte más peligrosa de la pileta, en una
situación de extremo riesgo, además sabía que no estaban los
elementos de seguridad; que la guardavidas dijo que además de
la pileta grande controlaba la pileta chica, a los bañistas de
pileta libre, el solárium, que los chicos no corran y se
golpeen, pero no se trata de una mera imprudencia o negligencia
de los deberes a su cargo sino que en estas condiciones se
representó el resultado probable, y en vez de cumplir con su
función de guardavidas lo omitió por completo. Agregó que otro
elemento que hace al tipo subjetivo es su propia confesión
vinculada a que a los chicos les resultaba difícil agarrarse
del borde; que aquí se trató de plantear la idea de que el
guardavidas sólo cumple una función preventiva, no activa, pero
en el caso la señora Kamenetzky no cumplió ni siquiera su
función preventiva, de lo contrario no habría permitido que se
colocara a los chicos en este riesgo mortal, y tampoco cumplió
su función activa, pues no estaba mirando a los chicos que
estaban en la parte más peligrosa de la pileta, como dijo el
señor Möller, tenía que decirle a Giraldi que clausurara la
pileta, pero no lo hizo, tampoco lo hicieron Giraldi ni Storchi
y a nadie le importó la seguridad de los niños. En cuanto a
242
Poder Judicial de la Nación
Bugallo no está en discusión que era presidente del club,
tampoco que la pileta estaba concesionada y que las reformas y
la
falta
de
elementos
de
seguridad
eran
responsabilidad
primaria de Megatlón, pero también lo eran de All Boys y el
nombrado, en su condición de presidente de dicho club, no podía
desconocer las condiciones en que funcionaba el natatorio y
cuáles eran sus obligaciones; que como presidente su actuación
más relevante fue aportar el lugar en que se llevaría a cabo la
colonia, era responsable de la seguridad en el lugar, compartía
con Storchi y Giraldi la decisión de utilizar este natatorio
sin
habilitación
y
en
esas
condiciones
de
seguridad
se
beneficiaba con los ingresos de los niños que asistían a esta
colonia donde se los colocaba en situación de riesgo; que
Storchi, Bugallo y Giraldi tuvieron el poder de decisión en
cuestiones de relevancia vinculadas a la concreción de la
colonia de vacaciones desarrollada en la pileta de All Boys, y
por más que el contrato diga que era una facultad de Bugallo
fiscalizar la actividad éste no podía desconocer que la pileta
funcionaba sin habilitación, que había niños y que se los
colocaba en situación de peligro, entonces no era posible
evitar esta fiscalización, pues el beneficio que le generaba
someter a los niños a este riesgo le generaba la obligación de
fiscalizar,
además
muchos
niños
habrán
asistido
por
el
prestigio que les daba el propio club; que la responsabilidad
de Bugallo también está establecida normativamente, así las
intimaciones eran dirigidas al club, por ejemplo a fs. 68 del
expediente de habilitación se menciona siete veces la ordenanza
n° 41.718 y esta intimación del 28 de noviembre de 2000 se le
hace al titular de “All Boys”, en la que se dice que debe
señalizarse
las
profundidades
de
la
pileta
y
otras
circunstancias vinculadas con la seguridad, quiere decir que
por más que por un contrato privado entre Storchi y “All Boys”
se pretenda delegar la responsabilidad que frente al Estado uno
tiene en materia de seguridad lo cierto es que frente al Estado
Bugallo tenía la obligación de que el natatorio funcionara en
estas condiciones, de lo contrario no sería él quien pide la
habilitación
y
es
intimado,
y
no
es
posible
delegar
responsabilidades frente al Estado a través de documentos
243
privados; que tampoco lo exime de esta situación lo que dijo su
vicepresidente acerca de que ellos no tenían conocimiento del
contrato de concesión, pues alcanzaba con llamar por teléfono a
Storchi y preguntarle para que le informara lo que era materia
de concesión, por lo que las defensas que se han plasmado en
cuanto a este tema no tienen ningún sentido. Asimismo agregó
que un párrafo aparte merece la cuestión de las pericias
médicas; que de las declaraciones de los peritos oficiales
surge que la muerte fue provocada por asfixia por sumersión,
señalándose que se encontró plancton en el corazón, lo que
demuestra que Florencia se hundió estando viva, y ello permite
descartar algunas de las hipótesis que quisieron enfermar a
Florencia; que los peritos señalaron que aumentó el volumen de
los
pulmones
y
que
por
lo
menos,
médicamente
hablando,
Florencia estuvo entre 4 y 12 minutos bajo el agua, que es el
mínimo para que se produzca la muerte, como se señala también
en el “Tratado de Medicina Legal” cuyo autor es el Dr. Patito;
y considera que este tiempo es demostrativo de la desidia,
falta de seguridad y dolo. En lo que hace al tema de la
habilitación esta Querella considera que está probado que se
concedió
después
de
la
muerte
con
base
en
dos
informes
ideológicamente falsos que se confeccionaron cuando la pileta
estaba clausurada, es decir que no se podía constatar lo que se
dice constatado y ello habla de un claro caso de cohecho, y en
este sentido destaca que ya tienen procesamiento firme los dos
inspectores que fraguaron las inspecciones en base a las cuales
se concedió la habilitación, que además se otorgó después de la
muerte de Florencia. Con respecto al tema de la reglamentación
y la operatividad de la norma, señaló que es un argumento casi
infantil, incomprensible, pretender que las leyes no deben
cumplirse pues para comprobar su vigencia basta acudir al
Boletín Oficial y al art. 2 del Código Civil, además la norma
fue incorporada al Digesto de la Legislatura de la Ciudad hace
poco tiempo, es decir que la ley está vigente y por otro lado
no todas las normas deben ser reglamentadas; que además la
reglamentación
no
puede
establecer
requisitos
menores
de
seguridad; que la ley está para ser cumplida, de lo contrario
caeríamos en una anomia total que es la que quieren instalar
empresarios como Storchi o Chabán; que Carlos Nino, en su obra
“Un país al margen de la ley”, se refiere a esta anomia, a esa
244
Poder Judicial de la Nación
tendencia al incumplimiento de normas sociales, hubo tribunales
que convalidaron que la ley no se cumpla, pero descuenta que
este Tribunal no va a avalar esta nefasta doctrina. En lo que
hace a la calificación legal del hecho, como lo ha hecho al
formular acusación, entiende que todos los imputados eran
conscientes del riesgo, la representación, lo asumieron y lo
elevaron, lo que lleva a desplazar la culpa y hace pensar en el
dolo eventual del homicidio simple del art. 79 del Código
Penal; que la línea divisoria que hace al elemento subjetivo
diferencia
el
tipo
doloso
del
culposo
y
ello
ha
sido
ampliamente debatido y probado en esta causa. Añadió que a las
partes les corresponde acreditar los hechos y opinar sobre el
derecho aplicable y al Tribunal decidir si están probados y
aplicar el derecho; que para el caso de que se niegue que está
probado el elemento subjetivo, entiende que cualquier condena
que se dicte debe ser de cumplimiento efectivo, pues las
agravantes que existen en el caso son evidentes; que, no
obstante, entiende que está probado el dolo eventual, conforme
los argumentos que expuso al formular el requerimiento de
elevación con citas doctrinarias y jurisprudenciales a las que
se remite por razón de brevedad e insiste en la aplicación del
art. 79 C.P. Asimismo pide se tenga en cuenta el tiempo que
estuvo sumergida Florencia sin que nadie se ocupara de ella, en
el cual pasaron todas las fases de sumersión, incluso la vio el
niño Borthelle con los ojos abiertos; que el Dr. Patito en su
libro habla de 4 a 12 minutos, y entonces pide que en la Sala
se aguarde ese tiempo en silencio y que se piense en todo lo
que se puede hacer en ese tiempo mínimo de cuatro minutos,
además no sabemos cuánto tiempo estuvo después Florencia sin
que nadie la ayudara. Comprobado el sufrimiento de Florencia,
va a realizar el petitorio concreto y a reclamar un fallo que
ponga fin al desprecio de la ley, de la seguridad, y que genere
conciencia, que marca dolor pero también la estatura moral de
las
personas;
Florencia
que
muriera
“Florencias”,
no
y
otros
tendríamos
no
debemos
“Chabán”,
que
haber
permitir
otros
permitido
que
“LAPA”.
haya
que
otras
Respecto
del
imputado Storchi considera que no hay eximentes, no fueron
invocados, ni tampoco atenuantes dignos de mención, y aunque
245
careciera de condenas anteriores o gozare de buen concepto
vecinal,
no
se
posterioridad
compadece
al
suceso
con
al
la
conducta
reclamar
la
adoptada
con
habilitación
del
natatorio para seguir generando el riesgo criminal que ha
analizado y tampoco con lo demostrado en el juicio con frases
como
“¿qué
se
pretendía,
que
me
autoclausurara?”,
lo
que
evidencia que privilegia el lucro frente a la seguridad y la
vida de los niños; que también debe tenerse en cuenta lo
establecido por el artículo 902 del Código Civil y que está
probado que el nombrado dirige varias instituciones deportivas,
entre ellas “All Boys”, por lo que entiende que la pena
adecuada por generar este riesgo criminal y que se concretó en
la muerte de Florencia, y haber persistido en él es la de
quince años de prisión, con accesorias legales y costas (arts.
12, 20 bis, 29 inciso 3°, 40 y 41 C.P.), inhabilitación especial
para
realizar
actividades
o
participar
en
sociedades
que
impliquen responsabilidad en atender la seguridad de los niños,
ello por ser coautor del delito de homicidio simple (art. 79
C.P.), hecho ocurrido el 12 de febrero de 2001 en perjuicio de
Florencia
Möller
Rombolá,
entendiendo
que
la
pena
de
inhabilitación debe ser fijada en el máximo legal (art. 20 bis
inc. 3° C.P.). Respecto de Bugallo entiende que no existen
eximentes ni atenuantes, tampoco fueron invocados ni los hay
dignos de mención, y aunque careciera de condenas anteriores o
gozare
de
buen
concepto
vecinal,
no
se
compadece
con
la
conducta adoptada con posterioridad al hecho al reclamar y
permitir, que después de la muerte, que el natatorio volviera a
funcionar; que también rigen los conceptos citados del art. 902
C.C., que el nombrado dirige una prestigiosa entidad deportiva
y en consecuencia la pena adecuada por haber colocado durante
mucho tiempo a niños en situación de peligro, de muerte, y
haber insistido luego de la ocurrencia del hecho es la de
catorce años de prisión, por ser coautor penalmente responsable
del delito de homicidio simple (arts. 79 y 12, 20 bis, 29
inciso 3°, 40 y 41 C.P.), hecho ocurrido el 12 de febrero de
2001 en perjuicio de Florencia Möller Rombolá; y que entiende
que
la
pena
actividades
o
de
inhabilitación
participar
en
especial
sociedades
para
que
realizar
impliquen
responsabilidad en atender la seguridad de los niños debe
246
Poder Judicial de la Nación
fijarse en el máximo (art. 20 bis C.P.). Respecto de Giraldi
considera que no existen eximentes ni atenuantes, no fueron
invocados ni los hay dignos de mención, y aunque careciera de
condenas anteriores o gozare de buen concepto vecinal, su
conducta no se compadece con las altas responsabilidades que
tomó como coordinador deportivo de la institución a la que
asistían grupos de riesgo; que también rige el art. 902 C.C.; y
que la pena adecuada por colocar durante mucho tiempo en
situación de peligro de muerte a niños es la de trece años de
prisión
y
el
máximo
de
la
pena
de
inhabilitación
para
desempeñarse en tareas vinculadas a su profesión de profesora
educación
física
y
costas,
por
ser
coautora
penalmente
responsable del delito de homicidio simple, hecho ocurrido el
12 de febrero de 2001 en perjuicio de Florencia Möller Rombolá
(arts. 79, 12, 20 bis, 29 inciso 3°, 40 y 41 C.P.). En cuanto a
Privato, señala que no existen atenuantes ni eximentes, no
fueron
invocados
ni
los
hay
dignos
de
mención,
y
aunque
careciera de condenas anteriores o gozare de buen concepto
vecinal,
no
se
compadece
con
la
actitud
que
adoptara
diariamente antes del hecho y con posterioridad a la muerte de
Florencia; que está probado que estaba a cargo de un grupo de
niños a los que diariamente sometía a gravísimos riesgos de
vida, y por ello pide que se le aplique la pena de doce años de
prisión,
accesorias
legales
y
el
máximo
de
la
pena
de
inhabilitación para desempeñarse en tareas vinculadas a la
educación física y la natación (arts. 79, 12, 20 bis, 29 inciso
3°, 40 y 41 C.P.), por ser coautora penalmente responsable del
delito de homicidio simple (art. 79 C.P.), hecho ocurrido el 12
de febrero de 2001 en perjuicio de Florencia Möller Rombolá.
Finalmente, respecto de Kamenetzky, considera que no existen
eximentes ni atenuantes, no fueron invocados ni los hay dignos
de mención, y aunque careciera de condenas anteriores o gozare
de buen concepto vecinal, no se compadece con la conducta que
adoptaba diariamente con anterioridad al hecho; que también es
aplicable el citado art. 902 C.C. y está probado que, siendo
guardavidas, permitía que se sometiera diariamente a los niños
a gravísimo riesgo, por lo que entiende adecuada la pena de
doce años de prisión, con accesorias legales y costas y el
247
máximo de la pena de inhabilitación para desempeñarse en tareas
de guardavidas (arts. 12, 20 bis, 29 inc. 3°, 40 y 41 C.P.),
ello por ser coautora penalmente responsable del delito de
homicidio simple (art. 79 C.P.), hecho ocurrido el 12 de
febrero de 2001 en perjuicio de Florencia Möller Rombolá.
La querella al contestar los planteos de nulidades
refirió que en relación al ocultamiento de pruebas, grabación
de los menores o determinación de los testigos, precisa que
ocultar pruebas es un término muy amplio, que uno trae a juicio
las pruebas que considera pertinentes, útiles y legalmente
hábiles para estar en juicio; que aquí no se trata de esconder
prueba
pues
los
defensores
tomaron
conocimiento
de
la
existencia de un cassette justamente a través de esta parte que
pretendió incorporarlo, a lo que el Tribunal sobre base de
normas procesales no hizo lugar; que lo mismo ocurrió con los
dibujos del expediente de la Defensoría del Pueblo, que no
fueron ocultados, como tampoco las conversaciones de la madre
con los niños, pero sobre la base de esto se le imputa haber
determinado a los testigos; que las Defensas de
Privato y
Giraldi realizan quejas similares, pero en primer lugar hay que
reparar en qué se pretendía que hiciera la madre después de que
le devolvieran muerta a su hija, solamente cabe una respuesta:
averiguar qué sucedió, lo cual nunca puede constituir un acto
ilícito; que yendo a lo estrictamente procesal, no se tiene en
cuenta que aquí declararon amigos, parientes, la abogada de
Storchi, que recién sobre el final de su declaración dijo ser
su cuñada, entonces cabe preguntarse si por una conversación de
la madre con uno de los niños se pretende impugnar estos
testimonios,
pero
no
tienen
la
misma
sanción
quienes
compartieron fiestas, trabajo, etc. con los imputados; que
además Iconomopulos era empleado de Storchi y había firmado un
dictamen a pedido expreso del nombrado. Agregó que el Dr.
Silvestroni también dice que la querella fue incoherente en
cuanto a la incorporación de la prueba, sobre la base de que en
un primer momento pidió la confrontación de un testimonio con
la declaración de uno de los niños y luego se declaró la
nulidad, pero ese mismo letrado pidió se rechace el planteo de
la
querella,
el
Tribunal
declaró
la
nulidad
de
las
declaraciones como había pedido de algún modo la defensa y al
día siguiente vino el Dr. Virgolini y de una manera incoherente
248
Poder Judicial de la Nación
con su colega planteó absolutamente lo contrario, no obstante
lo cual se quejan de que esta parte no planteó lo mismo que el
día
anterior,
pero
esta
querella
consideró
válidos
y
suficientes los fundamentos del Tribunal, por lo que entiende
que no hay incoherencia y si la hubiera no autoriza a pedir su
apartamiento. Continuó expresando que también se dice que se
afectó el principio de congruencia, pero se soslaya la norma
del art. 401 C.P.P. y las propias actuaciones del expediente,
pues estas cuestiones ya fueron planteadas y al respecto se
remite
a
los
dictámenes
del
Ministerio
Público
y
a
las
resoluciones de los jueces que intervinieron, por ejemplo a fs.
3141 la Fiscalía señaló que es clara la imputación y que ese
principio de congruencia dice que está a salvo, y lo mismo
expone el juez a fs. 3150; que el otro planteo de peso que se
realiza es el referido al impulso autónomo de esta querella,
que no va a reiterar las fundamentaciones que ha dado por
escrito, pero sí comentará cómo se habilita la acción; que
antes de que interviniera esta querella habían sido citados a
indagatoria
los
cinco
imputados,
luego
el
juez
dictó
el
procesamiento de dos y sobreseyó a tres, el fiscal y la
querella lo apelaron, hubo varias incidencias y en definitiva
terminaron procesados los cinco imputados por la Cámara por el
delito de homicidio culposo, en resolución que está firme; que
frente a ello el juez corrió vista por aplicación del art. 346
C.P.P. y esta parte formuló acusación el 25 de noviembre de
2002, hace casi cinco años; que posteriormente se corrió vista
al Ministerio Público Fiscal, que en un primer momento pidió
que se verificara cuál era la normativa aplicable al caso, lo
cual el juez de instrucción consideró impertinente porque la
Cámara había fallado aplicando la ordenanza 41.718, es decir
que a partir de allí el Ministerio Público, sin analizar la
fundamentación del pedido de sobreseimiento, lo que cuestiona
es el apartamiento, plantea la nulidad y allí la Sala I dicta
el conocido como “fallo Storchi”, que autoriza a la querella a
actuar en solitario; que ese fallo fue consentido por todas las
partes y en el mismo se ordenó correr traslado de la acusación,
de
allí
que
algunas
de
las
partes
plantearon
las
mismas
incidencias que ahora se reiteran, relativas a la violación del
249
principio de congruencia y a la descripción de los hechos, que
no sólo fueron resueltas y rechazadas por el Juzgado instructor
con dictamen favorable del Ministerio Público sino también por
la Cámara, siendo rechazados los recursos de casación que se
interpusieron; que además en el caso rige el art. 168, segundo
párrafo, del código ritual, que habla de nulidades de orden
publico, y si la acusación tuviera algún vicio debió haber sido
declarada de oficio por cualquiera de los magistrados que
intervinieron,
pero
en
este
sentido
queda
claro
que
la
acusación es absolutamente completa, en ella se describieron
con precisión los hechos, se les dio el encuadre jurídico que
se
estimó
corresponde
sin
afectarse
el
principio
de
congruencia, se analizó individualmente la conducta de cada uno
de los imputados, los elementos probatorios incorporados al
expediente
y
las
indagatorias,
calificándose
la
conducta
reprochada, también se mencionó los atenuantes y agravantes e
incluso la pena requerida, pero su acusación no se limitó a
ello, sino que para garantizar el derecho de defensa se analizó
también
los
reiterados
argumentos
por
las
más
importantes
Defensas
en
sus
que
ahora
alegatos
y
fueron
hasta
las
defensas de fondo con citas de autores, todo lo cual se hizo el
25 de noviembre de 2002; que por ello mantiene en un todo su
acusación,
además
todos
los
jueces
que
la
han
analizado
determinaron que se cumplían acabadamente requisitos del art.
347 C.P.P., por lo que no se explica que se reiteren con
liviandad los mismos argumentos para plantear la misma nulidad.
Por
todo
ello
mantiene
la
acusación
y
los
planteos
subsidiarios. En cuanto a la nulidad del procesamiento dictado
por la Cámara del Crimen, se remite a las decisiones dictadas
en este expediente y a la contestación que esta parte efectuó
ante este Tribunal cuando arribó el expediente. Finalmente pide
que se rechacen, con costas, todos los planteos de nulidad
articulados por las defensas.
La querella al hacer uso de su derecho a la réplica
manifestó que se lanzaron acusaciones muy graves
con relación
a Fernandez de Justoni y Straquadaini; que también pidieron una
actuación de oficio del Tribunal sobre la Defensora del Pueblo,
pero estas testigos, a quienes confrontan con Maison, fueron
ofrecidas al momento del art. 354 C.P.P. y esta parte no
pretendía que dijeran algo que después Maison no recordó, de lo
250
Poder Judicial de la Nación
contrario no hubieran propuesto a Maison, además lo que dicen
que no recordó es absolutamente irrelevante y lo relevante es
lo
que
recordó,
esto
es
que
cuando
dijo
que
por
una
conversación que tuvo con su hijo advirtió que la versión que
daba el club no era la que había percibido su hijo y que eso lo
constató después de conversar con el niño, no con la señora
Rombolá, por lo que no advierte motivos para la extracción de
testimonios.
La Dra. Irma Adriana García Netto, Fiscal General,
manifestó por su parte que se inició la audiencia imputándose a
Privato
y
a
Kamenetzky
el
haber
producido
la
muerte
de
Florencia Ayelén Möller Rombolá el 12 de febrero de 2001, entre
la 15 y las 15.30, hecho ocurrido en interior de pileta del
club “All Boys”, sito en Álvarez Jonte 4180, en oportunidad en
que Florencia estaba bajo la custodia de ambas imputadas que
revestían la calidad de profesora de natación y guardavidas de
dicha pileta, imputándose a Privato que en forma negligente e
imprudente no prestó la atención necesaria que requería el caso
en cuestión, posibilitando así el deceso de la niña, ya que no
advirtió que la menor no alcanzó a salir de la pileta y a
Kamenetzky, que revestía este rol de garante de seguridad de
los bañistas, que tampoco advirtió cuando la menor no alcanzó a
salir de la pileta y terminó hundiéndose en el fondo de la
misma. Con respecto a materialidad del hecho y en cuanto al
momento
en
que
se
produjo
este
suceso
se
relata
en
el
requerimiento fiscal de elevación los ejercicios que estaba
realizando la profesora Privato. Así, respecto al modo de
ocurrencia del suceso, la Fiscalía analiza en primer lugar la
declaración de la imputada Privato, que tenía a su cargo a
Florencia; la nombrada explicó los ejercicios y realizó un
croquis con las ubicaciones, dijo que primero hicieron una
actividad en la parte baja y luego otra en la parte profunda,
aludió
a
dos
tipos
de
ejercicios
diferentes
en
la
parte
profunda, uno en que se tiraban por una colchoneta e iban
nadando por el borde hasta salir por una escalera que estaba en
la parte más profunda, en un extremo, iban en fila, tirándose
de a uno, lo cual hicieron en dos oportunidades, y en otras
251
ocasiones hicieron un ejercicio tipo triángulo, en el que se
tiraban
por
una
colchoneta,
llegaban
hasta
donde
ella
se
encontraba, cerca del segundo andarivel, lo cual señaló en el
croquis, y luego les daba un empujón para que salieran por una
escalera que estaba aproximadamente a 1,40 m y por ahí tenían
que salir, y por quinta vez hacían el ejercicio de manera más
libre, es decir podían tirarse como quisieran a partir de la
colchoneta y algunos podían llegar nadando hasta la parte baja
donde estaba Avila con su grupo aunque la consigna era salir
por la escalera y llegar hasta la parte baja; que en el croquis
Privato ubica la colchoneta a 2,20 m de profundidad, a ella a
unos tres metros de la colchoneta y la escalera a unos tres
metros; que también dijo que hacía una semana que Florencia
estaba en la colonia, que había realizado una nivelación de la
niña el primer día, que había estado la mamá con ella y
Giraldi, que la madre le explicó que Florencia había tenido una
operación de adenoides y que no podía sumergir la cabeza y que
quería que aprendiera a nadar, con lo que quedó claro que no
sabía nadar, y que en otra ocasión fue a hablar con ella esa
misma
semana.
Asimismo
dijo
que
le
hizo
la
prueba
de
nivelación, que Florencia respondió a la flotación y aunque no
tenía técnica de nado tenía técnica de nado “perrito” y si bien
no tenía temor de estar en el agua sí tenía mucha conciencia de
sus limitaciones, así cuando ella explicó el primer ejercicio
de “mancha puente” tenía tal conciencia que le indicó que se
quedaba parada y que los otros niños pasaran por debajo; que
Privato dijo también que llevó a los niños a la parte profunda
y en el juicio los distintos profesores dijeron cómo había que
realizar el ejercicio en parte profunda, Privato dijo que había
que ingresar de a uno, también lo dijo Giraldi y surge del
instructivo de “Megatlón”, y había que esperar a que el niño
realice todo el circuito y, recién cuando estaba en superficie
sólida, hacer tirar al niño siguiente; que Privato dice que
Florencia ya estaba sujeta de la escalera y subiendo y que
entonces dio la orden para que se tirara el siguiente chico;
que
indudablemente
esto
coincide
con
las
técnicas
que
explicaron aquí distintos profesores como la testigo Boffa, que
dijo
que
era
adecuado
y
razonable
que
niños
que
tienen
propulsión y aprenden a nadar vayan a la parte profunda pero
deben hacerlo de a uno y esperar a que uno salga para que se
252
Poder Judicial de la Nación
tire el siguiente; que Marcelo Avila, como estaba presente,
describió además haber visto la actividad, el guardavidas de la
mañana, Carlini, también vio este tipo de ejercicios; que el
testigo Pizano explicó esta medida de seguridad que se debe
tomar y Canavese, que era coordinador y profesor de natación,
señaló que debía haber una distancia razonable con respecto a
la guardavidas y que debían trabajar de a uno, lo cual también
señaló Iconomópulos. Entiende que las declaraciones de quienes
estaban presentes y realizaron este ejercicio son coincidentes
con Privato en lo que dicen sobre el ejercicio pero no sobre la
técnica y medidas de seguridad, especialmente en el último
ejercicio, cuando estaban por terminar la actividad, y así
escuchamos a Giuliano Bacchi, que no sólo es el que vio a
Florencia debajo del agua y dio aviso sino que describió cómo
era el ejercicio e hizo un dibujo de la ubicación, era el
último de esta fila y vio a Florencia cerca de un metro o metro
y medio antes de la escalera; que las declaraciones de los
otros niños que aportan distintos detalles coinciden en cuanto
al tipo de ejercicio pero Borthelle dijo cuando tocaban la mano
de la profesora ahí se tiraba el chico que seguía, la profesora
les daba el aviso de que tenían que seguir y el otro seguía
nadando hasta la parte baja como hizo él; que Privato dijo que
recordaba que una de las niñas, Ailin Lorenzo, que estaba más
avanzada, le pidió ir nadando por la parte baja hasta Marcelo,
y que otro de los niños también fue nadando hasta lo bajo,
Tomás, pero no lo vio, es decir que ella misma reconoció que no
lo vio; que Borthelle fue nadando y no salió por la escalera,
es decir que no tuvo control sobre éste pero no le ocurrió nada
porque sabía nadar, como la mayoría de los menores que vinieron
a declarar; que Santiago Díaz, que iba después de Florencia, se
tiró después de ésta, la pasó y no la vio más, es decir que
Florencia todavía estaba en el agua, y no era el niño que se
tiró inmediatamente después sino que ésta era Nathalie Mantiñán
y
así
lo
dijo
su
madre,
señaló
que
era
la
que
se
tiró
inmediatamente después de Florencia, que tenían que esperar dos
o tres metros para no juntarse, pero no que el otro niño
saliera, es decir que en el mismo momento Privato tenía a más
de un alumno bajo su control en la pileta. Agrega que en
253
declaraciones que las propias Defensas pidieron incorporar por
lectura, de otros niños que también estaban en el natatorio,
prestadas en sede judicial y al poco tiempo del suceso, Ivana
Cudicio dijo que Cecilia los miraba sólo cuando se tiraban y un
poquito más porque después tenía que mirar al otro chico que se
tiraba y ya no podía mirar al que iba para la escalera, es
decir que el otro chico se incorporaba a la pileta antes de que
saliera el anterior; que Juan Ignacio Jaime, que no realizó el
ejercicio por tener otitis y sostenía la colchoneta, afirmó que
vio a Florencia hasta que le tocó la mano a Cecilia pero luego
estaba atento al chico que se tiraba después; Candela Palacios
Monti vio que Florencia se tiró y nadó un poquito pero después
no la vio más, es decir que ya no estaba más atenta; Marcio
Barceló Manelli por su parte señaló que después de tocarle la
mano a la profesora o se iba hacia el grupo de Marcelo o se
salía pero no tenían esta consigna de esperar hasta que el niño
anterior saliera del agua; Noelí Rulli, que estaba en el grupo
con Marcelo y vio cómo se realizaba el ejercicio en la parte
profunda, como tenía relación con Bacchi refirió lo que éste le
contó, que Cecilia no la ayudaba a Florencia y que la vio cerca
de la escalera; que aquí Privato dijo que ese día, como para
demostrar su preocupación por el cuidado de los niños, a un
niño que tenía miedo, Mariano, lo llevó de la mano hasta la
escalera, lo cual coincide con lo dicho por Mariano Aparicio en
su declaración que fue incorporada, en cuanto dijo que Cecilia
lo agarró de la mano y lo llevó hasta la escalera, pero a los
demás niños los agarraba cuando se tiraban y luego los dejaba
nadar solos, es decir que esta situación de llevarla con la
mano no se dio con Florencia cuando Privato sabía que esta niña
no
sabía
nadar,
así
lo
dijo
la
mamá
y
también
el
menor
Consorti, que escuchó a la mamá decirle a la profesora Cecilia
que no la llevara a la parte profunda, es decir que no hay duda
de que Privato tenía la advertencia del mayor cuidado que debía
dar a Florencia en la parte profunda, y lo conocía porque ella
misma había hecho la nivelación y sabía que no podía nadar por
sus propios medios un tiempo razonable; que éste era el último
ejercicio que ya se le había descontrolado pues algunos niños
salían por la escalera, otros iban hacia Marcelo, ella dijo que
le había avisado a éste, pero el profesor señaló que sabía que
venían hacia él, pero no estaba mirando qué niños estaban
254
Poder Judicial de la Nación
viniendo, es decir que no tenía control; que si bien la mayoría
de los niños hacía varios años que iban a la pileta y estaban
acostumbrados a hacer esta actividad era distinto el caso de
Florencia, que había estado operada y había pasado casi dos
años sin actividad física, que estaba en una situación de
peligro mayor como es la parte profunda y la misma profesora
ubica la colchoneta a 2,20 metros, es decir que no tomó los
recaudos y medidas adecuadas para el cuidado de la niña ni
controló que se encontrara saliendo de la pileta antes de
introducirse el próximo niño; que además ninguno de éstos dijo
que efectivamente salían de la pileta antes de que Privato
diera la orden de tirarse al niño siguiente, y la única que
sostiene esta versión es la imputada. Entiende que es indudable
entonces
que
la
profesora
Privato
no
estaba
mirando
y
controlando a Florencia hasta que llegara a la escalera, y lo
que dice acerca de que vio que la niña llegó hasta la escalera,
suponiendo que se desvaneció y cayó al agua no condice con la
posibilidad de que esto haya sucedido, tampoco escuchó el ruido
y no sería posible, lo que ocurre es que no llegó a darse esta
situación porque ella estaba mirando al siguiente niño que
venía
hacia
ella
porque
ésta
era
la
mecánica
del
último
ejercicio, y aunque no hubiera mirado en los anteriores casos
que los niños salieran del agua; que como la mecánica era
volver a tirarse podía tener un mayor control de los que
estaban en la fila, pero Privato dice que no sabe donde
estaban,
si
estaban
con
Marcelo
o
dónde
porque
no
tenía
control, no les dijo que se quedaran allí; que además en la
inspección ocular se pudo constatar que había bastantes metros
de diferencia, y era evidente que con niños jugando no podía
tener visión del lugar y control, sólo podía tenerlo si miraba
a la niña hasta que saliera de la pileta pero no ha tenido este
control en ningún momento, entonces está claro que colocó a la
niña en una situación de peligro y riesgo mayor y no tomó las
medidas de seguridad necesarias teniendo un deber objetivo de
control; que si bien ella dice que lo hizo no hay duda de que
no
lo
ha
hecho,
pues
todos
los
testigos
dijeron
que
el
siguiente niño se tiraba antes, entonces ella prestaba atención
a éste que venía hacia ella, incluso Privato reconoce en su
255
declaración la ayuda a Aparicio, que no dio a Florencia, y que
no vio a Borthelle que fue directamente hacia la parte baja.
Añadió que en otras declaraciones que escuchamos no se dieron
tantas precisiones, como la de Sandro Damilano Maison, pero sí
tenemos un conjunto de declaraciones en cuanto al lugar donde
se hacía el ejercicio, la parte profunda, y algunos dijeron
dónde estaba la guardavidas Kamenetzky aunque la mayoría no
prestó atención a ello, pero todos coinciden en cuanto a que
fue Bacchi quien dio la voz de alarma y vio a Florencia debajo
del agua sumergida; que Borthelle, que había pasado antes que
Bacchi, la vio en el fondo y creyó que estaba buscando una
gomita y también coinciden en la voz de aviso de Privato a la
guardavidas Kamenetzky que es quien la rescató del fondo y
comenzó las tareas de reanimación con el médico Saudan de la
institución. Agregó que uno de los argumentos de defensa que
dio Privato fue precisamente éste, que era indudable que no se
sentía responsable, que esto fue una obra de la fatalidad, que
ella en todo momento vio a Florencia hasta que salía del agua y
que ésta debe haber sufrido algún problema de salud, lo cual
coincide con lo que surge de algunas declaraciones de las
incorporadas por lectura, pues varios de los niños dijeron que
Cecilia
o
Marcelo
les
comentaban
que
Florencia
se
había
desvanecido en la escalera y había caído, pero ninguno de los
niños lo había visto; que quizás lo hayan dicho para calmar a
los
niños
en
esa
situación,
pero
es
lo
que
se
sigue
manteniendo, que tuvo que haberle ocurrido algo; que esto llevó
a realizar una instrucción suplementaria antes del debate y a
recurrir a otros médicos y peritos para determinar si había
alguna
enfermedad
previa,
alguna
arritmia
cardíaca
o
neurológica, pero ello ha quedado totalmente descartado; que la
médica Dukovsky, que aportó la historia clínica de Florencia
dijo que era una niña sana, que nunca había tenido pérdidas de
conocimiento, convulsiones o hechos que pudieran considerarse
algún tipo de enfermedad; el Dr. Chimski, que la operó, expresó
que sus análisis prequirúrgicos fueron perfectos en cuanto al
sistema cardíaco, que era una nena sana y que le había dado el
alta en diciembre de 2000, por lo que podía hacer cualquier
actividad; que los médicos forenses Patito y David también
descartaron las posibles patologías introducidas por la defensa
y Patito dijo que la única causa de muerte fue la asfixia por
256
Poder Judicial de la Nación
sumersión. Asimismo señaló que Privato también alegó que la
niña no dio aviso, no gritó, y también lo dijo Kamenetzky, que
no escuchó ningún aviso de parte de Florencia, pero dijo la
propia Kamenetzky que cuando la rescató en ese lugar ella no
hacía pie y que como la niña no dio ningún aviso suponían que
tenía alguna enfermedad que le provocó la muerte, pero esta
enfermedad fue descartada; que tampoco sabemos si Florencia dio
aviso o no pues, y así lo dicen los niños y Kamenetzky, había
mucho ruido en el lugar, es decir que si dio un grito o dijo
algo pudo no haber sido escuchada, incluso la guardavidas no
escuchó la voz de alarma de Bacchi lo que indica que no estaban
atentas, que no la miraban, entonces si dio algún otro aviso en
cuanto a una señal de alarma o agitar los brazos, tampoco lo
sabemos ya que las nombradas no estaban mirando hacia ese lugar
y la propia Kamenetzky lo reconoció, pues recién cuando Cecilia
le dio el grito de alarma miró y vio a Florencia debajo del
agua, es decir que podía ver ese lugar pero recién la visualizó
después del grito de Privato, es decir que no escuchó el de
Giuliano. Añadió que también se introdujo el tema del “ahogado
silencioso”, pues hay muchos casos donde personas se ahogan en
piletas, no por causal de enfermedad, y no dan señales de
alarma previa, pero no se tiene que actuar ante la señal de
alarma
sino
que
tienen
que
tener
el
control
y
esto
fue
reconocido por los defensores, además en la última audiencia la
defensa de Kamenetzky introdujo un artículo de “Clarín” sobre
el sistema “Poseidón” en el que hay un recuadro con el título
“Accidentes muy silenciosos”, donde se dice que la imagen
estereotipada de quien mueve los brazos y pide auxilio está
bastante alejada de la realidad, y en este caso a Florencia no
la vieron ni la escucharon, aunque quizás pidió auxilio, además
estaba en un lugar donde no podía salir sin ayuda; que sin
embargo después de tantos años es lo primero que se quiso
introducir como defensa, pero está claro que las imputadas no
estaban atentas. Agregó que de la prueba incorporada surge que
la causa de la muerte, sin dudas, fue asfixia por sumersión;
que así surge de la autopsia de fs. 165/169 y de los informes
posteriores de fs. 3667 y 4228, que no dejan dudas sobre la
causa de la muerte, y también del dictamen del Dr. Sapag de la
257
Unidad
Criminalística;
que
además
se
ha
escuchado
a
los
expertos en la audiencia y todos coinciden en que la niña se
ahogó con vida, ya que se halló plancton en el cuerpo y la
única
posibilidad
de
encontrarlo
es
cuando
la
persona
se
sumerge con vida; que el Dr. Sapag también mencionó que era el
caso del “ahogado azul” y que la víctima tenía esa espuma u
hongo que aparece cuando una persona se ahoga, pues si cae al
agua y muere por otra causa no está presente; que, en cuanto al
tiempo que Florencia estuvo sumergida, que evidencia aún más la
desatención y falta de cuidado sobre la niña, de no mirarla y
no resguardarla hasta que saliera de este ámbito de riesgo en
que la introdujo Privato, también lo dicen los médicos y la
misma Kamenetzky, que señaló que cuando la sacó del agua no le
vio signos vitales, asimismo lo señaló el Dr. Saudan y los
expertos
que
intervinieron
Mazzoni,
Noriega,
Hamasaki
en
las
tareas
y
Pérez,
de
quienes
reanimación,
dijeron
que
hicieron todo lo posible, pero que la niña no tenía signos
vitales; que esta resucitación no era posible porque Florencia
ya había estado mucho tiempo sumergida en la pileta, de 3 a 10
minutos dijo el Dr. Patito, de 2 a 5 minutos el Dr. David, pero
es indudable que este tiempo sucedió, lo cual se prueba con las
declaraciones de los niños, pues hasta que Bacchi pasó y dio el
grito de alarma pasaron cuatro o cinco chicos, Mantiñan, Diaz,
Borthelle, Bacchi y tal vez alguno más, lo que quiere decir que
Florencia estuvo suficiente tiempo sumergida como para que
fuera ineficiente cualquier maniobra de resucitación que se
realizara. Por todo ello considera que la imputación a Privato
está acreditada, que la nombrada introdujo a la víctima en una
situación de riesgo y no cumplió con el deber de cuidado que
tenía, esto es tener la seguridad de que Florencia ya estaba
fuera de la pileta antes de introducir al siguiente niño al
medio acuático; que Privato conocía este riesgo y tenía la
posibilidad de evitar este resultado, la muerte de Florencia.
Con
respecto
a
Kamenetzky,
quedó
probado
que
era
la
guardavidas, con lo cual conocía sus responsabilidades, que
debía actuar ante un hecho como el que ocurrió y también
realizar tareas de prevención, las cuales mencionaron los
testigos, también dijo que tenía que tener cuidado de todo el
sector y en la audiencia reconoció que no tenía problemas para
controlar todo el sector, incluso se discutió si se necesitaba
258
Poder Judicial de la Nación
uno o más guardavidas, pero la imputada señaló que no tenía
problema en controlar todo y que no sintió que no lo pudiera
manejar, aunque tenía que controlar la actividad de los niños
fuera
de
la
introdujeran
pileta,
los
en
otros
los
de
pileta
libre
andariveles
para
donde
que
no
estaban
se
los
profesores y la colonia, de los niños más pequeños, el acceso
al solárium, también dijo que no había sector de la pileta que
no pudiese ver y no tener problema con el reflejo; que también
reconoció que, cuando Privato le avisó, miró y vio a Florencia
abajo del agua, es decir que no se trata de que no pudo ver la
profundidad pues pudo verla, asumió que tenía una custodia
general y asumió su deber de garante respecto de todas las
personas
que
utilizan
el
natatorio.
Agregó
que
en
su
indagatoria Giraldi dijo que el guardavidas era la autoridad
máxima de la pileta, que aquél controlaba a los profesores y
que no tuvo quejas de que Kamenetzky no pudiera controlar el
lugar; que la testigo Dreiling dijo que la veía caminar por
toda la pileta y que acompañaba a los profesores en distintos
sectores y el guardavidas Carlini señaló que se controlaba toda
la pileta y que tenían una visión general, que además dijo que
él miraba todo, y que ante cualquier movimiento anormal sabe
que tiene que actuar; que a ello también aludió el testigo
Pizano, quien sostuvo que el guardavidas es el que tiene el
mejor
ángulo
de
visión
porque
está
afuera,
en
cambio
el
profesor que está adentro no tiene tan buena visión; que a ello
también
se
refirieron
los
testigos
Avila
e
Iconomopulos,
señalando este último de que se trabajaba en equipo con el
guardavidas y el profesor; por su parte Privato dijo que no le
avisaba a la guardavidas que iban a trabajar a la parte
profunda y Kamenetzky dijo que miraba más a ese sector pero que
no podía desatender el resto; que entiende que Kamenetzky tenía
una
responsabilidad
individual
como
la
de
Privato
pero
diferente, estaba a tres metros de ese lugar pero no mirando a
ese lugar en ese momento cuando eran niños los que estaban, y
no
es
que
no
tenía
visión
porque
cuando
le
avisaron
inmediatamente la vio y si minutos antes hubiera mirado hacia
allí la habría visto, pero no miró cuando se hundió ni tampoco
durante el tiempo que estuvo sumergida, de lo contrario la
259
hubiese
visto
antes,
es
decir
que
su
actuación
hubiera
posibilitado evitar este resultado muerte. Añadió que con la
posición de garante que tiene como guardavidas de toda la
pileta en algún momento tenía que mirar hacia ese lugar; que si
bien no puede exigirse que mirara todo el tiempo a Florencia sí
debía vigilar todos los sectores y, de haberlo hecho, en los
minutos anteriores la habría visto y podría haber actuado; que
si
bien
es
cierto
que
le
hizo
a
la
niña
las
tareas
de
resucitación adecuadas esto era ineficaz, pues no había mirado
antes y ésta es su infracción al deber de cuidado, no haber
mirado anteriormente para poder rescatar a Florencia, y esta
responsabilidad individual es diferente a la que tuvo Privato;
que todo esto se corrobora en cuanto al lugar y la profundidad
por los dichos de las imputadas y de los demás testigos, las
fotografías del día del hecho de fs. 94 en las que se advierte
que la escalera está colocada después del andarivel que separa
las profundidades, con lo cual es evidente que Florencia estaba
en una profundidad donde no iba a hacer pie, y también las
constancias
de
la
inspección
ocular
realizada
durante
la
instrucción de fs. 553, en las que se indica la ubicación de la
escalera, por lo que es indudable el medio en que se encontraba
Florencia en ese momento; y que las demás incorporaciones de
pericias, informes de laboratorio, etc, confirman cuál fue la
única causa de muerte de la niña. Asimismo consideró que no
existe ninguna causa de justificación ni de inimputabilidad y
en cuanto la graduación de las penas tiene en cuenta, respecto
de Privato, que tenía conocimiento, por su actividad y por los
dichos de la madre de Florencia, de la situación de ésta, de
que la estaba introduciendo en un medio de riesgo, con la
voluntad
de
enseñarle,
pero
debió
resguardarla
hasta
que
saliera de la pileta, que se trata de un hecho muy lamentable y
muy grave, la pérdida de la vida de una niña 9 años, y si bien
no
sabemos
por
qué
no
salió
directamente
a
tratar
de
rescatarla, es correcto que le haya pedido ayuda a Kamenetzky
pero se ignora por qué no salió ella también
a hacerlo, y si
bien estaba con ella el menor Bacchi éste ya estaba pasando por
ese sector y habrá dado el aviso al hacer pie; asimismo tiene
en
cuenta
la
atenuantes
su
gravedad
buen
del
hecho,
informe
su
naturaleza
socioambiental.
y
Respecto
como
de
Kamenetzky señaló que no tomará como totalmente cierto, pues
260
Poder Judicial de la Nación
pueden ser comentarios que se hacen posteriormente, lo que dijo
la testigo Maison acerca de que su hijo comentó que ese día
estaban los profesores y Ávila hablando del bebé de éste, por
lo que la imputada pudo estar distraída con este tema, pero
ello no lo puede tener en cuenta, pues es un comentario de una
testigo y no tenemos certeza, entonces no sabemos si estaba
distraída hablando con Ávila o si estaba distraída porque
estaba mirando sólo el sector de pileta baja pero está claro
que no cumplió con su función de guardavidas de controlar toda
la pileta, y también tiene en cuenta la gravedad del hecho.
Asimismo considera que ambas imputadas resultan autoras porque
ambas tuvieron el dominio del riesgo que estaba creado en esa
situación, riesgo que ubica a Privato con el conocimiento de
llevar a la parte profunda a Florencia y tener la posibilidad
de evitar este resultado muerte y también en la asunción de la
posición de garante que tiene Kamenetzky, de saber que la
pileta es un ámbito peligroso y los mismos testigos lo dijeron
aquí, ella lo está asumiendo con esta función, ambas conocían y
tenían la posibilidad de evitar este resultado. Por todo ello
pide que se condene a la imputada Privato, por ser autora
penalmente
responsable
del
delito
de
homicidio
culposo
(artículo 84, primer párrafo, del Código Penal), a la pena de
cuatro
años
de
prisión,
accesorias
legales
y
costas
e
inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión de
profesora de natación por diez años; y a Kamenetzky, por ser
autora penalmente responsable del delito de homicidio culposo
previsto en el art. 84 C.P., a la pena de tres años de prisión,
de
posible
cumplimiento
inhabilitación
para
en
el
suspenso,
ejercicio
más
de
la
ocho
años
de
profesión
de
guardavidas, ello por aplicación de los artículos 40, 41, 45,
26, 27 bis, incisos 1°, 3° y 8° y 29 inciso 3° del C.P.
La Sra. Fiscal General al contestar los planteos de
nulidad
manifestó
exclusivamente
como
legalidad;
que
planteadas
sobre
posibilidad
de
que
en
la
su
órgano
primer
el
contestación
controlador
lugar
de
limitará
del
principio
de
reiteraron
nulidades
ya
Cámara
y
la
requerimiento
de
procesamiento
querella
se
por
realizar
la
elevación a juicio de manera autónoma, y al respecto se remite
261
a lo contestado por esta Fiscalía oportunamente y a lo resuelto
por el Tribunal, aclarando que las Defensas plantearon la
reserva
del
caso
federal
y
hay
un
recurso
extraordinario
pendiente; que además en el alegato de la Defensa se agregó un
argumento más, señalándose que podría tratarse de una nueva
nulidad pero en realidad es un refuerzo de argumentación, y
ello es el incumplimiento del deber de lealtad que tenía la
querella en el ofrecimiento de prueba, ya que se sostuvo que la
nulidad debía decretarse a partir de ese momento; que en el
juicio se demostró que la parte querellante había realizado una
investigación
y
la
prueba
a
la
que
se
refieren
son
los
cassettes grabados y las entrevistas que mantuvo la señora
Rombolá después del fallecimiento, de lo cual nos enteramos por
los propios dichos de la señora en su declaración testimonial;
que ello permitió a todas las partes interrogar a todos estos
testigos en cuanto a esta actuación y qué habían dicho a la
señora, por lo que entiende que no hubo afectación al derecho
de defensa; que si bien esta prueba que no fue presentada
desconoce los motivos de ello y si pudo haber afectado las
declaraciones testimoniales se pudo haber constatado aquí; que
por otro lado sería una exigencia muy grande de una de las
partes decir que debe presentar todo aquello que ha podido
investigar durante el trámite de la causa; que la defensa dice
que se exige imparcialidad al Ministerio Fiscal y que no se le
exige a la querella, pero el Ministerio Público también es una
parte de este proceso, y en realidad al que se le debe exigir
imparcialidad es al órgano jurisdiccional. Al respecto cita lo
dicho por Ferrajoli, “Derecho y razón”, p. 610, donde se
refiere a la verdad perseguida por el modelo acusatorio, del
cual la querella autónoma es una representación, y entiende que
con el ofrecimiento de prueba no se ha afectado el principio de
legalidad, por lo que debe rechazarse la nulidad. Con respecto
a la nulidad planteada por la defensa de Bugallo, considera que
la Sra. Defensora no realizó un planteo con la fundamentación
que exige el código de forma sino que sólo sostiene que la
acusación fue inexistente, lo cual difiere mucho de los actos
jurídicos nulos, y respecto de un acusación en debate oral sólo
cabe analizar si cumple con los requisitos del último párrafo
del art. 347 y los cumple si la Defensa pudo refutar sus
argumentos, más allá de la valoración que el Tribunal realizará
262
Poder Judicial de la Nación
sobre si esta acusación implica la atribución de un delito y la
responsabilidad penal de los acusados.
El
Dr.
Mariano
Silvestroni,
letrado
defensor
de
Fernando Martín Storchi, expresó que se dividirá el alegato en
cuatro partes, en la primera tratará la nulidad anticipada al
comienzo del juicio y realizará una crítica de los puntos
principales de la posición de la querella, en la segunda el Dr.
Julio Virgolini analizará la situación concreta de su pupilo y
responderá los argumentos relacionados con esta cuestión de la
querella, en la tercera el Dr. Silvestroni se referirá a la
supuesta creación de un riesgo jurídicamente desaprobado, a la
concreción del riesgo y al aspecto subjetivo de la imputación y
en la última parte el Dr. Virgolini formulará la conclusión de
la defensa. El Dr. Silvestroni refirió que en la causa nos
encontramos con un hecho trágico que no tiene ningún sentido;
que frente a un hecho sin sentido, muchas veces se trata de
buscar alguna explicación, en este caso esa explicación se
trató
de
construir
a
partir
de
una
teoría
conspirativa,
entonces resulta que estamos frente a la peor profesora de
natación,
la
peor
guardavidas,
y
ambas
trabajan
para
“Megatlón”; que un grupo de empresarios inescrupulosos que
buscan ganar dinero a costa de la seguridad de la gente, son
lavadores de dinero, corruptos, modifican pruebas para ocultar
el hecho, así en esta teoría todo cierra y lo que no lo tiene
pasa
a
tener
sentido;
que
la
Querella
pidió
una
sanción
ejemplar para poner fin a la impunidad que existe en la
Argentina, es decir que se fuerza la realidad, no se quiere
probar la verdad sino una determinada hipótesis que no se
ajusta a ella y se busca torcer la voluntad del Tribunal.
Agregó que en primer lugar, con respecto a la cuestión de
nulidad anticipada al comienzo del juicio, señala que fue
planteada en el momento del art. 354 C.P.P., rechazada por el
tribunal, también fueron rechazados los recursos, aunque está
pendiente
la
consideró
que
resolución
no
había
de
la
Corte
sentencia
Suprema,
definitiva,
porque
se
entonces
es
obligación de esta defensa instar el dictado de sentencia
definitiva para poder recurrir contra ella. En cuanto a los
263
argumentos se remite en su totalidad al escrito presentado
oportunamente, por razones de brevedad, y señala que se trataba
de dos nulidades: una, el procesamiento emanado directamente de
la Cámara de Apelaciones, y la otra, la nulidad de los actos
vinculados al impulso autónomo de la acción por la querella sin
requerimiento fiscal que lo acompañe; que la resolución de la
Cámara que declaró la inconstitucionalidad del art. 348 C.P.P.
es adecuada porque la norma es inconstitucional, y el fallo
“Quiroga” de la Corte Suprema lo confirma, pero es nula e
inconstitucional
en
cuanto
querella.
lo
largo
Que
a
otorga
del
un
debate
poder
autónomo
surgieron
a
la
argumentos
adicionales que apuntalan aún más las razones que fundamentaron
este planteo de nulidad: así, nos encontramos con una actividad
de la querella incompatible con la titularidad exclusiva de un
delito de acción pública; la querella se comportó de manera
incompatible con ello y ese comportamiento irregular la priva
de potestad para tener en forma autónoma el impulso de la
acción penal que le fue otorgado por la Cámara citada; que
estos actos que fulminan de nulidad toda su actuación son los
siguientes, aclarando que se lo puede ver como un planteo
diferente o como razones nuevas que abonan la nulidad antes
planteada: en primer lugar, el ocultamiento de evidencias, en
esta causa los principales testigos son chicos que tenían entre
7
y
9
años,
ahora
alrededor
de
14
años
y
no
recuerdan
prácticamente nada de lo ocurrido, y frente a ello el juzgado
instructor no tomó medidas tales como filmar las declaraciones
de los chicos, o grabar, además se encomendó parte de esta
tarea a la policía que la llevó a cabo de modo deplorable, pero
que no generaba motivo para declarar las nulidades que declaró
este Tribunal; que en el debate surgió además que la señora
Rombolá grabó las conversaciones de los menores, y así lo
dijeron Gustavo Jaime y la niña Pedemonte, es decir que la
querellante se dedicó a grabar a los chicos días después del
hecho, y no olvidemos que además exhibió en el juicio un
cassette con la supuesta conversación de tres testigos que aquí
declararon; que entonces no sabemos si la querella tiene pero
al menos tuvo en su poder la declaración de los chicos, y todo
lo que los chicos olvidaron por el paso del tiempo y que no
pudo incorporarse al juicio por deficiencia de la actuación
policial la querella pudo haberlo aportado al juicio y no lo
264
Poder Judicial de la Nación
aportó, lo cual es muy sugestivo, si como dice quiere buscar la
verdad, pero entiende que es porque no le interesa llegar a la
verdad
sino
acreditar
su
posición,
porque
su
contenido
evidentemente, pues no le convenía y por eso no lo aportó.
Añadió que este ocultamiento de pruebas es un vicio esencial
del procedimiento que impide a la querella conservar el rol
autónomo que le fue otorgado; que cuando la ley del Ministerio
Público establece el deber de imparcialidad para los fiscales
prescribe que el que tiene la titularidad de la acción no puede
hacer cualquier cosa, obviamente hay un vacío legal porque
jamás se pensó que se podía otorgar el rol autónomo a la
querella, esto es una contradicción pues la querella no puede
ser imparcial, pero como mínimo y como acusadora exclusiva en
un juicio penal lo que se le debe exigir es un deber de lealtad
al tribunal y a las demás partes, lo cual le impide ocultar
prueba,
asumir
posiciones
contradictorias
y
negarse
al
descubrimiento de la verdad real; y que ello no se suple con el
control de legalidad del Ministerio Fiscal porque éste no puede
impedir tales irregularidades; que si la querella tiene pruebas
y no las aporta nada se puede hacer; que una de las razones por
las que se dice que se debe dar rol autónomo a querella es en
función del derecho a la verdad que tienen las víctimas de los
delitos, pero aquí quedó claro que a la querella no le interesa
la verdad, sino probar su posición, entonces ocultó pruebas y
asumió posiciones contradictorias por ese motivo. Por ello
entiende que la querella debe ser sancionada procesalmente y
que debe declararse la nulidad de toda su actuación autónoma,
pues estos vicios eran preexistentes aunque se descubrieron en
el debate y, subsidiariamente, debe anularse lo actuado a
partir del ofrecimiento de prueba, momento en que cometió la
mayor irregularidad, ocultar los cassettes que tenía en su
poder, agregando que si bien no se puede decir que esta sanción
no
está
prevista
procesalmente,
tampoco
está
prevista
la
actuación autónoma de la querella. Por ello solicitó se declare
la
nulidad
adicionales
oportunamente
que
evidencian
planteada
que
la
con
estos
querella
en
argumentos
este
caso
concreto no ejerció la alta responsabilidad que le dio la
Cámara como correspondía, violando el deber de lealtad, las
265
reglas del debido proceso y la defensa en juicio. También
encuadra dentro de esta actuación irregular de la querella la
influencia que se tuvo sobre testigos menores, pues la señora
Rombolá habló con los chicos al entrevistarlos y pudo haber
hecho estas afirmaciones frente a los chicos, que Florencia no
sabía nadar, que ella habló con la profesora para que no la
llevara
a
la
parte
honda,
etc
y
en
consecuencia
no
le
extrañaría que la afirmación de Consorti en el juicio haya
estado influenciada por ella; que además la omisión de aportar
los
cassettes
impide
descartar
que
haya
existido
esta
influencia indebida. Añadió que otra muestra de lo que sostiene
son las posiciones contradictorias de la querella; que cuando
se analizó la nulidad de la declaración de Borthelle, que decía
algo que a la querella le convenía, esta parte se opuso a la
nulidad y la querella adhirió al planteo porque le convenía lo
que decía ese testigo, aunque no sabía si Borthelle se iba a
acordar, pero posteriormente, en otras situaciones similares,
la querella asumió una posición contradictoria y se opuso a sus
planteos de nulidad porque no le convenía el contenido de las
declaraciones;
que
las
defensas
fueron
coherentes
en
la
cuestión y la querella totalmente incoherente, y si tiene el
monopolio de la acción penal pública no puede ser incoherente,
debe tener una posición y defenderla. Con respecto a las
principales críticas a la posición de la querella, en cuanto al
fondo de la cuestión, en primer lugar señaló la ausencia de
descripción del hecho en el alegato formulado por el letrado de
la querella, aclarando que no pretende plantear ninguna nulidad
y que sólo destacará estas falencias como fundamento de por qué
debe rechazarse la pretensión del acusador particular; que si
bien éste se remitió al requerimiento de elevación a juicio, al
que denominó acusación, la corte fue muy clara en el fallo
“Mostacchio” en cuanto a que la acusación es la que se produce
en el debate al momento de alegar, y es en ese momento es
cuando debe describirse el hecho en función de la valoración
que
se
haga
de
las
pruebas,
lo
que
no
se
suple
con
la
descripción hecha en el requerimiento de elevación; que la
querella dijo que a Storchi le imputaba una omisión, no una
acción causante de un resultado, y la principal diferencia
entre los delitos activos y omisivos es la causalidad, en los
primeros hay causalidad entre acción y resultado pero en los
266
Poder Judicial de la Nación
últimos no está presente, y esto es muy importante pues en el
delito de omisión lo que se imputa al sujeto es no haber
interrumpido determinado curso causal, entonces para poder
establecer cuál es la conducta debida se debe determinar con
precisión
cuál
fue
el
curso
causal
que
desembocó
en
el
resultado; que aquí la querella omitió establecer el curso
causal
que
desembocó
en
el
resultado,
a
punto
tal
que
contradijo expresamente la versión de los hechos que había
sugerido en el requerimiento de elevación a juicio; que no
precisó cuestiones tales como si Florencia se hundió apenas la
empujó Privato, si la niña llegó hasta el final del ejercicio,
si pudo asirse del borde, si llegó efectivamente hasta Privato,
si llegó a la escalera y se resbaló, y si se sumergió en el
ultimo ejercicio; que de hecho la querella afirmó que se hundió
en un ejercicio anterior y que luego lo explicaría pero no lo
hizo,
con
lo
cual
contradijo
la
hipótesis
fáctica
del
requerimiento de elevación a juicio y la contenida en todos los
actos
procesales
principio
de
describió
cuál
relevantes
congruencia.
fue
el
a
los
Agregó
curso
fines
que
causal
si
que
del
respeto
la
querella
desembocó
en
del
no
el
resultado mucho menos puede describir la conducta debida; que
la querella dijo que imputaba un delito de omisión y la
conducta debida es la conducta dirigida a interrumpir el curso
causal, entonces para imputar una omisión hay que establecer el
curso causal para poder establecer el reflejo de la causalidad
en los tipos omisivos que es el nexo de evitación, es decir la
conducta
que
la
interrumpe
el
nexo
causal
y
conduce
al
resultado; que ello impide establecer si es relevante o no la
ausencia de canaleta perimetral en la producción del resultado,
como también de la plataforma sobreelevada, porque impide
establecer si tuvo o no incidencia el reflejo en el agua, si
Kamenetzky podía o no ver el fondo desde donde estaba, o si era
necesaria la presencia de dos guardavidas, cuestiones que no
pueden ser respondidas porque falta una precisión del curso
causal que desembocó en el resultado; que esta omisión de la
querella no puede ser suplida por la descripción precisa que
hizo la Fiscalía respecto del curso causal que desembocó en el
resultado, aunque no la comparte, de lo contrario la acusación
267
de la querella se integraría con la de la Fiscalía que carece
de
acción
respecto
de
su
cliente;
que
tampoco
describió
concretamente la querella qué omisión se imputa a Storchi y se
formuló
una
revestía,
acusación
pero
no
abstracta
se
le
basada
atribuyó
en
actos
la
calidad
concretos,
no
que
se
estableció concretamente la conducta debida y su omisión, sobre
lo cual volverá más adelante. Con respecto a la deficiente
construcción jurídica de la acusación, la querella imputó un
delito de omisión y dijo que la conducta de Storchi se subsume
en el art. 79 C.P., pero el primer problema es que ese artículo
no describe ninguna omisión; que la querella pasó por alto esta
cuestión y dijo que se remitía a la problemática de los delitos
de
omisión,
pero
debió
hacerse
cargo
de
este
reparo
constitucional, y en este sentido Zaffaroni es muy claro en
cuanto
a
la
inconstitucionalidad
de
los
tipos
de
omisión
impropia no escritos y en todo caso respecto del homicidio
habrá que analizar la conducta a tenor del art. 106 C.P., que
establece
requisitos
típicos
diferentes
que
ameritan
una
defensa diferente, pero la querella no acudió a una imputación
en estos términos; que otra deficiencia de la construcción
jurídica de la querella es que si imputa un delito de omisión
debió explicar con claridad la concurrencia de los elementos
del tipo objetivo del delito de omisión impropia que son la
situación típica generadora del deber de actuar; que podría
haber
dicho
que
Storchi
se
encontró
frente
a
determinada
situación típica que generaba el deber de actuar, no por sí
sola pero en los delitos de omisión impropia hay un aditamento
más que genera el deber de actuar, por otro lado es que llevó a
cabo una conducta distinta a la debida, pero tampoco precisó
cuál era la conducta debida ni la distinta de la debida, o si
tenía la posibilidad física de llevar a cabo esa acción, que en
este caso sería interesante analizar, pues aquí el testigo
Fachal dijo en cuanto a uno de los puntos sobre los que versa
la imputación que era imposible conseguir una habilitación en
los términos de la ordenanza 41.718,
la querella debió hacerse
cargo de esto y no lo hizo, sí describió la ocurrencia del
resultado pero tampoco se refirió a otro elemento esencial de
los tipos omisivos, cual es el nexo de evitación. Asimismo
señaló
que
otro
error
de
la
querella
es
la
ausencia
de
acusación alternativa, pues Storchi fue procesado por homicidio
268
Poder Judicial de la Nación
culposo, luego requerida la elevación a juicio por el delito de
homicidio doloso, sin ninguna imputación alternativa, luego se
elevó la causa a juicio por homicidio culposo en un auto donde
además no se describió la conducta imputada a Storchi, si bien
se la califica a tenor del art. 84 C.P., y aquí es acusado por
homicidio doloso; que si esta acusación fuera formulada por la
Fiscalía se podría decir que se aplica el art. 401 C.P.P. y el
Tribunal debería evaluar si se aplica el art. 84 C.P. pero en
este caso ello no es posible pues la querella expresamente dijo
que estaba descartada la culpa, de forma expresa y deliberada
descartó una acusación por homicidio culposo, siquiera en forma
alternativa. Asimismo refirió que en esta causa la querella es
autónoma, por lo que no es posible suplir su omisión, la
acusación en esta causa es privada y por ello totalmente
disponible, es más, si hubiera renunciado a su rol la querella
habría que haber sobreseído a su cliente, o si aquélla se
hubiera ausentado de alguna audiencia, entonces si la querella,
autónoma, decide no acusar por homicidio culposo es evidente
que deliberadamente ha dispuesto del derecho a obtener una
condena por ese delito, y si el Tribunal incursionara en el
análisis de esta cuestión lo que haría es suplir el error de la
querella, violar las reglas del contradictorio y doctrina de
los fallos “Mostacchio”, “Tarifeño” y “Santillán” de la Corte
Suprema. En resumen, teniendo en cuenta las características
particulares de esta causa, el principio acusatorio rige de
modo estricto y no se puede suplir esta omisión de la querella
de no acusar por homicidio culposo. En cuanto a otros errores e
irregularidades
en
la
actuación
de
la
querella
señala
la
utilización indebida de la Defensoría del Pueblo, que fue
utilizada en beneficio de un interés particular y esto lo
demuestra la cruzada iniciada por ese organismo contra un
conjunto de natatorios, que fue totalmente infructuosa, lo que
demuestra su falta de razón; además destaca la omisión de
asesorarse con especialistas; que tampoco la Defensoría citó a
persona alguna de “Megatlón”, lo cual demuestra una clara
parcialidad y otra irregularidad; por último, en cuanto al
mensaje de correo electrónico obrante a fs. 1229, o fs. 131 del
expediente de la Defensoría, enviado por Rombolá a Oliveira, en
269
el cual se menciona que dinero proveniente de coimas etc.
estaba
siendo
invertido
en
“Megatlón”
y
además
en
éste
identifica una serie de clubes que en realidad son de la
competencia, pero supuestamente son de “Megatlón”, y si se
analiza qué sedes fue a inspeccionar la Defensoría están las
piletas de “Megatlón” y los que la señora mencionó en su email, supuestamente vinculados a “Megatlón”, lo que pone de
manifiesto una actuación irregular de la Defensoría del Pueblo,
por todo lo cual entiende que no corresponde valorar este
dictamen de la Defensoría, a los efectos de establecer la
conducta
debida.
Asimismo
entendió
que
han
existido
afirmaciones falsas de la querella, por ejemplo el corrimiento
de la escalera, lo cual es absolutamente falso, siempre estuvo
allí y así surge del video y de las fotografías; también la
afirmación del Sr. Möller de que desde donde estaba Kamenetzky
no se veía el fondo de la pileta es falsa, pues fue contradicho
por inspección ocular y los dichos de la propia guardavidas; la
supuesta sustitución del Dr. Saudan, nos querían hacer creer
que había sido cambiado por otra persona pero el testigo Pérez
lo describió perfectamente; la afirmación de la señora Rombolá
sobre la imposibilidad de sumergirse de Florencia, que fue
contradicha
por
el
otorrinolaringólogo,
entonces
o
mintió
respecto de esto o quien sugirió ello fue otro profesional, es
decir que en todo caso les fue ocultado o hubo una mentira; que
también encontramos a dos testigos que declararon falsamente,
por lo que pide la extracción de testimonios a su respecto,
tratándose de las testigos Fernández Justoni y Straquadini, que
vinieron a contar una historia de haber escuchado el día
después del hecho a la madre de Sandro Damilano decir que el
día del suceso se cruzó con una profesora a la que mandaron de
vuelta a la casa y por eso juntaron grupos de chicos que sabían
y no nadar; que en el momento de declarar estas testigos se
suponía que no iba a venir a declarar la señora Maison, porque
no había sido notificada pero sorpresivamente ésta compareció y
no sólo negó las circunstancias de tiempo de esta supuesta
conversación, que fijó en por lo menos una semana después del
hecho, sino que dijo que no había otros adultos presentes y
además negó el hecho mismo que supuestamente habría contado,
entonces es evidente que hay dos testigos que declararon en
falso. Añadió que otro argumento de la querella, muy serio y
270
Poder Judicial de la Nación
muy
grave,
que
es
la
sinonimia
con
los
casos
“LAPA”
y
“Cromañón”, la comparación de Chabán y Storchi, la apelación a
una
nueva
justicia,
y
este
argumento
tiene
un
trasfondo
autoritario muy claro, si estamos en contra de la impunidad, de
jueces digitados, tenemos que estar de acuerdo en que hay que
condenar a Storchi; que esta sinonimia pone de manifiesto la
falta de pruebas que tiene en contra de su cliente, pues acude
a elementos que hay en otras causas para tratar de darle
contenido a una acusación que en este proceso no tiene ninguna
prueba que la soporte; que respecto de estos otros expedientes,
ya de por sí los hechos son totalmente diferentes, además las
decisiones que se citaron son interlocutorias, decisiones de
mérito que decidieron procesar para después enviar a juicio;
que en el caso de “Chabán”, a quien se comparó con Storchi, se
le imputó clausurar una puerta de emergencia contra la cual se
apilaron decenas de personas que murieron asfixiadas, era el
que controlaba ese lugar, estaba presente el día del hecho y
controlaba todos los focos de peligro; que además la querella
dijo que éste era el caso “pre Cromañón”, en un intento de
influir indebidamente en el ánimo del Tribunal, pues intenta
generar una presión totalmente fuera de lugar; que además en el
caso “Cromañón”, los peligros generados eran motivo suficiente
de clausura, además constituían una violación de la regla de
cuidado
y
fueron
los
que
determinaron
la
producción
del
resultado; que en este caso los supuestos peligros a que se
refiere la Querella no eran motivo de clausura ni violaron la
regla
de
cuidado;
que
en
el
caso
“LAPA”
se
analizó
la
responsabilidad personal de cada persona, de cada director,
gerente,
instructor,
y
cuál
era
el
conocimiento
y
la
intervención personal que tenían respecto de los focos de
peligro y por ello se dictaron los procesamientos, pero acá no
existió relación de Storchi con los focos de peligro y quien
tiene la carga de la prueba no se ocupó de probar absolutamente
nada. Añadió que la Querella pide un fallo ejemplar y no que se
falle con las pruebas de la causa sino con las de otros casos,
habla de una nueva justicia, de una nueva Corte, y al respecto
cabe traer a colación la opinión del Dr. Zaffaroni en cuanto a
los fallos ejemplares (página 55 del nuevo Tratado), y lo que
271
se quiere hacer con este discurso de la querella justamente es
atemorizar al tribunal para imponer una pena indebida; que
además
la
Querella
inferencias
sobre
concretamente
valora
lo
lo
que
hace
hechos
ocurrió
en
posteriores
para
al
del
cuanto
momento
al
hacer
hecho,
procesamiento
de
funcionarios municipales, la existencia actual de la soga
perimetral
y
de
dos
guardavidas
en
ciertas
inspecciones
posteriores y a unas fotos que aportó la Defensa de Bugallo,
pero todo ello es irrelevante para analizar lo que ocurrió al
momento del hecho, el procesamiento de los funcionarios es una
resolución de mérito y no tiene incidencia en la clausura de la
pileta
de
“Megatlón”,
por
lo
que
no
tienen
relevancia
probatoria en esta causa; con respecto a la soga perimetral, es
evidente que la existencia de esta causa genera una situación
de incertidumbre muy grande en cuanto a lo que está y no
permitido, además se le piden quince años de prisión en el
requerimiento de elevación a juicio, entonces en esa situación
las personas actúan de la manera que mejor les parece; con
respecto a las fotos citadas la querella se aprovecha de esto
porque no tiene pruebas contra su cliente, se sugiere que
“Megatlón” pintó un cartel para que no se lea ese nombre al
momento de la inspección ocular, pero aquélla jamás negó la
concesión del club “All Boys”, además se pintó para poner una
nueva
publicidad
con
la
foto
del
tenista
Cañas,
al
que
patrocina “Megatlón”, y además es de estas cuestiones se ocupa
Storchi en “Megatlón”, no de lo que le atribuye la querella,
que
transforma una causa penal en una causa civil y pretende
deducir
responsabilidad
penal
de
determinadas
cuestiones
formales, quizás porque lo que importa es el resultado de la
causa
civil
donde
se
pedirá
una
suma
millonaria
de
indemnización. Agregó que la acusación de la querella es lesiva
del principio de culpabilidad penal previsto en los artículos
1, 18, 19 y 33 de la Constitución Nacional del cual se deriva
el principio dogmático de la responsabilidad por el hecho
propio
y
por
el
cual
queda
descartada
la
responsabilidad
objetiva; en este sentido cita el fallo dictado el 7/6/2005 por
la Corte Suprema, en el caso “Anmat c/Laboratorios Andrómaco”,
donde se reafirma la vigencia del principio de culpabilidad, y
que es pertinente a los fines de la evaluación que deberá
hacerse de la situación de Storchi. Por su parte el Dr.
272
Poder Judicial de la Nación
Virgolini expresó que como señaló su colega, que la querella
formula
una
imputación
basada
en
un
principio
de
responsabilidad objetiva ajeno al principio de culpabilidad
penal; que en este sentido no pudo acreditar la existencia de
ninguna omisión u acción atribuible personalmente a Storchi a
la que pudiera imputársele el hecho producido; que lo que va a
decir no es una sorpresa ni un argumento nuevo, pues estaba
desde el principio de la instrucción y así lo dijo Storchi en
su indagatoria en el año 2001, donde indicó cómo era la
organización de “Megatlón” y cómo estaban organizadas las
competencias de cada uno de los funcionarios que las integraban
según las estructuras de las que estaba compuesta; que dio
detalles de la organización de un grupo de sociedades que se
dedicaban
a
gerenciamiento
de
una
cantidad
de
centros
deportivos que se despliegan de forma homogénea y según las
mismas pautas y criterios, explicó que tenían una conducción
centralizada en un directorio de cuatro personas, cada una con
funciones, áreas de actividad y responsabilidades que no se
superponen, lo que reiteró en esta audiencia; que lo que
expresó Storchi es algo totalmente contrario a la afirmación de
la Querella en la que basa su petición de responsabilizar a su
cliente, pues la Querella sostiene que hubo delegación de
funciones
propias
en
subordinados,
y
que
Storchi
debió
supervisarlos, estar al tanto, ocuparse de todo y por lo tanto
era culpable de aquellas omisiones o problemas que pudiera
haber en los sectores inferiores de una cadena de mando cuyo
único referente superior sería Storchi, pero éste nunca dijo
que haya habido delegación ni mencionó esa palabra, cuando hay
división
de
funciones
no
hay
delegación,
sólo
delega
el
funcionario que tiene a su cargo una tarea y la hace ejecutar
por otro, pero en nombre propio; que ésta no es la organización
de “Megatlón”, donde cada director tenía a cargo un área
diferenciada que no se superponía, Storchi y Fernando Kleinman
se
ocupaban
de
las
estrategias
comerciales
y
relaciones
institucionales, Guido Miguez de la dirección operativa, de
hacer que los centros funcionen, y Diego Pellegrino estaba a
cargo de las finanzas, es decir que la organización no es una
pirámide, en todo caso sería una tetrarquía o una figura con
273
tres vértices, tres funciones, una de ellas realizada por dos
personas; que dependiendo de Guido Miguez estaba todo un sector
vinculado con los deportes, debajo de Miguez estaba Canavese,
que era coordinador general de deportes, y debajo de éste los
coordinadores
de
sedes,
y
por
debajo
los
profesores
y
guardavidas, es decir que aquí sí hay una estructura piramidal;
que debajo de Guido Miguez estaba la rama administrativa, y
dependiendo de él los gerentes de cada sede, en el caso de “All
Boys”, Rubén González. Añadió que lo que Storchi explicó es que
sus funciones no eran jerárquicamente superiores a las del
sector
operativo
o
deportivo
sino
coordinadas,
había
coordinación, confluencia, la jerarquía no es coordinación
porque
la
autoridad
de
Megatlón
no
es
Storchi
sino
el
directorio y en el marco de éste se deciden y discuten las
cosas pero nadie invade
la competencia específica del otro,
por lo tanto hasta para la responsabilidad objetiva, fundamento
oculto de la imputación de la Querella, falta el fundamento
jurídico, esto es que desde el punto de vista jerárquico las
tareas cuestionadas dependan del director al que se imputa, en
el caso al director que tiene funciones institucionales y que
dadas esas funciones aparece como cabeza de la empresa, pero no
lo es; que ello estaba claro desde el comienzo de la causa pero
el
Juzgado
personas,
instructor
la
consideraba
y
Querella
que
hubo
la
Fiscalía
tampoco
errores
no
instó
en
cuanto
citaron
a
debidamente,
a
la
estas
y
si
cantidad
de
guardavidas debió haber instado la imputación contra Miguez,
contra Canavese o González, pero no lo hizo o no articuló los
planteos necesarios para que esa imputación fuese efectiva y
sólo
instó
la
sobreseimiento
acción
de
la
contra
Storchi,
fiscalía,
lo
que
pese
al
demoró
pedido
la
causa
de
y
obstaculizó el descubrimiento de la verdad. Asimismo señaló que
Storchi era uno de los cuatro directores de “Megatlón” y
presidente formal de la empresa “All Boys 2000” que era la
concesionaria del club del mismo nombre, pero la administración
de ésta estaba formal y materialmente a cargo del directorio de
“Megatlón” con la estructura que describió; que este hecho
formal no acredita ni indica que Storchi tuviera a su cargo las
incumbencias
que
se
le
cuestionan,
el
carácter
formal
de
presidente de “All Boys” es un mero accidente, Storchi es
presidente de esa sociedad pero otros miembros de “Megatlón”
274
Poder Judicial de la Nación
son presidentes de otras sociedades, por ejemplo “Megatlón
Centro”, “Recoleta”, “Imprenta”, “Congreso” y “Barrio Norte”
están en cabeza de otra empresa que integra “Megatlón” y cuyo
presidente es Miguez, “Megatlón Belgrano” está a cargo de otra
sociedad cuyo presidente es Pellegrini, etc, y en estos casos
no
importa
que
el
presidente
sea
uno
u
otro
porque
la
administración, el ejercicio de las funciones operativas y
dentro de éstas el mantenimiento de las cuestiones de seguridad
está a cargo del mismo organigrama; que el hecho de que se
dijera
que
Storchi
tenía
una
supervisión
general,
como
cualquiera de los otros directores, no implica invadir las
funciones de los demás; que las funciones de los demás, que no
se superponían, se llevaban a cabo por personas que tenían
conocimientos
específicos,
experiencia,
que
pueden
funcionarios
responder
por
competentes,
sí
mismos
por
de
las
consecuencias de sus decisiones, igualmente en cuanto al tema
de las gestiones administrativas y las habilitaciones, estaban
a cargo de funcionarios competentes, y la supervisión general
no implica invadir este ámbito de competencias específicas a
cargo de profesionales sino estar informado de la marcha de los
temas,
ser
consultado
frente
a
los
problemas,
discutir
cuestiones dudosas y en el marco del directorio buscar las
soluciones pero no decidir autónomamente, pero aquí la Querella
no
aportó
ninguna
evidencia
de
que
Storchi
estuviera
personalmente a cargo del control o del manejo de los focos de
peligro,
que
según
la
Querella
habrían
determinado
el
resultado, debiendo recordarse aquí que la carga de la prueba
la tiene la Querella, no es Storchi quien tiene que probar que
no se ocupaba de estas cosas sino la Querella quien debe
acreditarlo,
debe
probar
la
intervención
personal,
el
conocimiento y las decisiones de la persona a la que imputa
respecto de los focos de peligro que supone causantes del
hecho, pero la Querella no lo demostró y hay pruebas que
indican lo contrario; que en “Megatlón” había 500 empleados al
momento
del
hecho
y
ocho
sucursales,
era
de
público
conocimiento, lo dijo Canavese y la misma querella lo reconoce,
Canavese era el gerente de deportes, tenía a su cargo el área
de guardavidas, así lo dijeron Storchi, Canavese, Giraldi y
275
Carlini
y
nadie
lo
contradijo;
Miguez
era
el
director
operativo, lo dijo Storchi, Canavese, Luciana Miguez y nadie lo
contradijo; Rubén González era el encargado de la sucursal All
Boys,
lo
dijo
Storchi,
Giraldi,
Canavese
y
surge
del
organigrama exhibido por la Querella a Storchi y nadie lo
contradijo; que de esto surge que entre el hecho en sí y
Storchi hay una cantidad de personas interpuestas, de abajo
para arriba: están Privato y Kamenetzky, Mariano Rosemberg,
Giraldi, Rubén González, Canavese y Guido Miguez, pero éste al
lado y no debajo, no hay dependencia jerárquica con relación a
Storchi sino con relación al directorio, porque como dijo
coordinación no es dependencia ni delegación. Entendió que es
inadmisible trasladar la responsabilidad penal saltando estos
escalones o la diferencia de incumbencias; que ésta es una
causa penal que la Querella analizó según criterios propios del
derecho civil y comercial; que sí admiten la responsabilidad
objetiva y ello lo demuestra que el fundamento de la querella
para sostener la responsabilidad de Storchi no está en el
Código Penal, sino en el Civil, art. 902; que esto se relaciona
además con que los criterios para decidir la responsabilidad en
el ámbito penal y civil son totalmente distintos, una de las
diferencias relevantes es que en el ámbito civil no rige lo que
en el ámbito penal se llama principio de confianza, en el
ámbito civil o comercial aunque un comerciante confíe en un
subordinado siempre es responsable civilmente por el hecho de
su dependiente (art. 1184 C.C.) y ello deriva de que lo que en
derecho civil se debate son las consecuencias económicas, el
hecho civil o penalmente ilícito da origen a un resarcimiento y
el que paga es el empleador, el titular de la explotación, la
empresa misma como sujeto de derecho, aunque ninguno de ellos
haya tenido el dominio del hecho, y de esto se trata la
responsabilidad objetiva, que sólo es válida en cuanto a las
consecuencias económicas de un injusto, de cualquier clase que
sea; que incluso en el derecho civil o comercial hay otro
escalón, que la Querella también salta sin motivo alguno, y es
que
la
persona
física
que
reviste
el
carácter
de
órgano
directivo de la empresa no responde personalmente, ni siquiera
económicamente
por
el
hecho
del
dependiente
del
cual
es
responsable la empresa, la responsabilidad tampoco se transmite
a
la
persona
física
salvo
en
276
algunos
casos
expresamente
Poder Judicial de la Nación
previstos
(evasión
responsabilidad
del
por
pago
el
de
aportes,
injusto
etc),
atribuible
pero
la
civil
o
comercialmente a la empresa no se transmite a la persona física
que reviste el carácter de órgano; que saltando estos reparos,
la
Querella
recurre
a
criterios
de
derecho
civil
para
transmitir a la persona física que representa a la empresa una
responsabilidad penal por el hecho de otro. Agregó, yendo al
derecho penal, y en cuanto al principio de confianza, proviene
del hecho de que las personas tienen derecho a confiar que los
demás actuarán siempre conforme a su rol, conforme a derecho,
no tienen por qué sospechar que no actuarán conforme a derecho,
no puede formularse una imputación cuando el sujeto que actúa
conforme a su rol lo hace en la confianza de que los demás
sujetos vinculados con la misma actividad en temas de división
de funciones o incluso de delegación, aunque no es el caso,
actuarán conforme a sus respectivos roles, las personas tienen
derecho a asumir ese riesgo sin temor a consecuencias penales,
que es el riesgo de confiar en los demás (cfr. Jakobs, “La
imputación objetiva en el derecho penal” y Zaffaroni, pág. 553,
con una postura dogmática distinta); que esto es conocido y por
eso se omitió plantear en qué casos el principio de confianza
no existe; que Zaffaroni dice que el principio de confianza
cede sólo cuando se tienen indicios de que el otro no se
comportará conforme a derecho o cuando es incumbencia del
agente controlar las acciones de los otros participantes; que
en base a tales criterios considera que en esta causa no
concurren las excepciones al principio de confianza; que para
ello vuelve a “Megatlón” y a la división de funciones que
existía en el marco del directorio; que en este marco cabe
afirmar que Storchi tenía derecho de confiar en que Miguez se
ocuparía de la cuestión operativa como correspondía, más aún,
no tenía ninguna razón para sospechar que no lo haría, tampoco
tenía el deber de sospechar de su tarea ni de controlarla, más
allá de estar al corriente de lo que hacía, pues no tenía
supervisión, no tenía indicios que le hicieran sospechar que
Míguez no estaba haciendo las cosas bien, además Miguez no le
estaba subordinado y era un director de igual categoría; que
además en “Megatlón” cada uno de los miembros del directorio
277
tenía derecho de confiar que los empleados subalternos de cada
rama se ocuparían de sus funciones correctamente y también
tenían el derecho de confiar en que el miembro competente en
materia
operativa
(Miguez
en
ese
caso)
supervisaría
adecuadamente a sus subordinados dentro de su área, así como
Míguez tenía derecho a confiar en que Storchi supervisaría
adecuadamente a los empleados que dependían de él en el área
institucional, concretamente Storchi tenía derecho de confiar
en lo que hacía Miguez, en que supervisaría adecuadamente a
Canavese en el área de deportes y a González, en el área
administrativa, y a su vez Storchi y Miguez tenían derecho de
confiar en que Canavese supervisaría adecuadamente a Giraldi y
a Rosemberg y que éstos a su vez supervisarían correctamente a
los profesores y guardavidas; que está claro que este principio
de
confianza
está
basado
en
una
división
de
funciones
institucional a cargo de una gerencia de deportes por un lado y
una gerencia administrativa y gerencia legal por otro lado, a
cargo de Luciana Miguez, que se ocupaba de las cuestiones
administrativas atinentes a las habilitaciones, y que en cada
uno de estos casos demuestra que en cada sector había personas
especializadas que se ocupaban de los aspectos técnicos; que
entonces la distribución de competencias era absolutamente
adecuada y no había razón para que Storchi sospechara de que
las cosas no se harían como correspondía, pero el principio de
confianza llega más allá, comienza en “Megatlón”, pero va hacia
fuera, así, tanto los abogados de “Megatlón” como la dirección
de deportes y el directorio tenían derecho de confiar en que
los funcionarios públicos harían su trabajo correctamente, no
había motivo para pensar que tales funcionarios se iban a
equivocar o a hacer las cosas ilícita o inadecuadamente; que ya
habló el Dr. Silvestroni del procesamiento de funcionarios
invocado
por
la
Querella,
pero
se
trata
de
cuestiones
posteriores al hecho, entonces ello no permite establecer
ningún indicio que permita cancelar el principio de confianza
respecto de los empleados de “Megatlón” que se ocupaban de
cuestiones administrativas o que permita cancelar el principio
de
confianza
de
“Megatlón”
respecto
de
los
funcionarios
públicos; que lo que sí es importante en la operatividad del
principio de confianza en la relación entre “Megatlón” con la
institución y su personal por un lado y la administración
278
Poder Judicial de la Nación
pública por la otra es la conducta de la administración pública
que con relación a los natatorios, su habilitación y criterios
de seguridad, estableció un estándar de cuidado uniforme para
todos
los
natatorios
de
la
Ciudad,
y
eso
lo
hizo
la
administración con su conducta a través de sus inspecciones, de
sus exigencias, que conformaban un estándar permanente conocido
por los funcionarios específicos de “Megatlón” y ese estándar,
como analizará el Dr. Silvestroni, estaba totalmente cumplido.
A continuación el Dr. Silvestroni analizó la cuestión vinculada
a la presunta creación de un riesgo no permitido, que puede
llamarse violación del deber de cuidado a los fines del tipo
del art. 84 C.P., o la norma que establece la conducta debida a
los fines del tipo omisivo del art. 79 que cita la Querella;
que lo cierto es que sea respecto de un delito culposo u
omisivo es necesario establecer cuál es la norma que dice cuál
es la conducta debida pues ambos tipos requieren acudir a una
norma con la cual comparar la conducta efectivamente realizada;
que la Querella, para afirmar esta violación del deber de
cuidado o como se quiera llamar, invoca la violación de una
norma local, la ordenanza 41.718, y si bien esta parte entiende
que no hubo tal violación, antes de ello es preciso examinar
esta asimilación incorrecta que se pretende hacer entre la
presunta violación de una norma local y la violación del deber
de cuidado. En este sentido cita a Zaffaroni (pág. 539/530) y
señaló que conforme a esta doctrina la tipicidad no puede
completarse con una norma local, una ordenanza municipal, no
estamos
ante
una
ley
penal
en
blanco,
que
requeriría
completarse con otra norma; que la violación de la norma local
solo puede ser un indicio de violación del deber de cuidado a
condición de que se encuentre vigente, y esto no es una
cuestión formal, y veremos que formalmente no se encontraba
vigente, pero en la cuestión material Zaffaroni da el caso de
que cuando la administración se comporta de manera distinta la
ley no se encuentra vigente, que es lo que ocurre en este caso,
y también se refiere al caso de que la reglamentación fue
superada por la técnica, cuestión totalmente relacionada con
este
caso,
y
en
este
sentido,
en
cuanto
al
tema
de
la
habilitación, podría decirse que el que tiene una pileta que
279
funciona sin habilitación, que no es el caso, no viola este
deber
de
cuidado.
establecer
reglas
Añadió
de
que
las
cuidado,
normas
pero
locales
cuando
se
pueden
está
ante
determinadas actividades complejas, autónomas, las reglas que
la rigen son las que se deben evaluar para verificar si existe
un respeto o una violación del deber de cuidado; que no se
trata de una cuestión de mayores o menores recaudos sino de
recaudos diferentes, acá se trata de una ordenanza que se quedó
en el tiempo y aparecieron recaudos de seguridad diferentes que
generan una situación global de mayor seguridad, que es lo que
ocurrió
en
este
caso,
en
comparación
con
las
normas
de
seguridad contenidas en la ordenanza. Añadió que entonces la
imputación
de
la
Querella
se
basa
en
una
violación
del
principio de legalidad, pues incurre en analogía al integrar el
tipo penal, sea el del art. 84 que no es el caso porque esa
parte lo descartó, sea el del art. 79 para establecer la
conducta debida, ya que integra el tipo penal con una norma
inhábil para ello porque emana del poder local y en este caso
el Concejo Deliberante carece de potestad para establecer un
elemento
del
tipo
penal,
porque
conforme
el
principio
de
legalidad el único que tiene esta potestad es el Congreso de la
Nación, pero además la Querella incluye en una triple analogía
al aplicar el art. 79, al acudir a esta ordenanza y al invocar
una norma del Código contravencional, pues no puede sostenerse
que una norma de este tipo coloque a una persona en situación
de garante para la determinar la comisión de un delito, es lo
mismo que decir que el art. 108 del código de fondo coloca a
cualquier
persona
en
posición
de
garante
respecto
de
la
comisión del delito del art. 79 C.P., comisión por omisión, por
lo que existe entonces una clara violación del principio de
legalidad del art. 18 C.N., por lo que desde ya formula reserva
casatoria y del caso federal. Con respecto a la ordenanza
41.718, sobre la cual la Querella basa su posición, se discutió
si estaba reglamentada o no y la incidencia que esto tiene; que
esta parte entiende que no estaba reglamentada y esto es
determinante de su ineficacia, pues más allá de la cuestión
constitucional que acaba de analizar en cuanto a que no puede
integrar el tipo, la falta de reglamentación la torna ineficaz
para determinar el deber de cuidado, en primer lugar porque la
ordenanza
se
refiere
expresamente
280
a
la
necesidad
de
Poder Judicial de la Nación
reglamentación (art. 3), además prevé en el art. 4 que si la
entrada en vigor de la reglamentación coincidiera con el inicio
de la temporada estival se prorrogará su cumplimiento hasta la
finalización
de
la
misma
para
que
puedan
adecuarse
las
actividades, es decir que lo que está señalando es que hasta
que
no
se
reglamente
no
va
a
entrar
en
vigencia,
de
lo
contrario no tendría sentido el art. 4, si la norma fuera
operativa; que entonces la necesidad de reglamentación surge de
la
propia
ordenanza.
En
segundo
lugar
entiende
que
la
reglamentación era necesaria respecto de determinados puntos
que acá fueron cruciales, por ejemplo la cuestión de los
guardavidas, el art. 31 establece que debe haber dos personas
con título de guardavidas en una plataforma sobreelevada y que
la reglamentación podrá exigir distinto número, no dice mayor
número sino distinto, con lo cual es evidente que esta norma
requería reglamentación, lo mismo respecto de la plataforma
sobreelevada, pues no surge de la norma su altura, ubicación,
etc., por lo que esto también requería una reglamentación; que
además la propia administración reconoció la necesidad de que
exista
una
reglamentación
a
fin
de
tornar
operativa
la
ordenanza, en una resolución en la que establece que no se
pueden otorgar habilitaciones justamente porque la ordenanza no
está reglamentada y en virtud de ello el comportamiento unánime
de la administración respecto de todos los natatorios de la
Ciudad fue otorgar autorizaciones precarias y no aplicar esta
ordenanza. En cuanto al tema de la habilitación, ya vimos que
la
existencia
o
no
de
habilitación
es
indiferente
para
establecer la violación o no del deber de cuidado y la conducta
debida,
pues
puede
haber
violación
de
ese
deber
con
habilitación o no haber violación del deber de cuidado a pesar
de no haber habilitación; que en este caso la pileta de “All
Boys” estaba habilitada de mucho antes que “Megatlón” tomara la
concesión, y una vez efectuadas las reformas se declararon ante
el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en 1998, que se tomó
dos años en realizar la primera inspección, el 7 de julio de
2000, lo que motivó una intimación que fue notificada el 9 de
enero
de
2001
y
daba
treinta
días
para
cumplir
los
requerimientos, que vencían después del hecho investigado, todo
281
lo
cual
indica
que
al
momento
de
éste
la
pileta
estaba
perfectamente habilitada, de lo contrario los inspectores la
habrían
clausurado,
y
además
ninguna
de
las
intimaciones
notificadas tenía relación con los supuestos focos de peligro
que invoca la Querella (canaleta, plataforma sobreelevada), por
lo tanto no tiene ninguna relación con el hecho que se está
discutiendo
en
este
juicio.
En
cuanto
a
la
cantidad
de
guardavidas, ya vimos que la ordenanza no estaba reglamentada,
tampoco es clara pues no establece que los dos guardavidas
tienen que estar al mismo tiempo en la pileta, en la pileta de
“All
Boys”
había
dos
guardavidas
que
se
distribuían
las
funciones, y esta cuestión debía surgir de la reglamentación,
hay consenso universal en que piletas de 25 metros y menos de
cien bañistas es suficiente la presencia de un guardavidas,
esta regla es inherente a la actividad que estamos analizando,
lo cual surge claramente de las siguientes pruebas: de la
declaración del testigo Phagouapé, propuesto por la Querella,
después de cuya declaración quedó claro que para una pileta de
esas características era suficiente un guardavidas, y si bien
señaló que se necesitaban dos guardavidas porque así lo decía
la ordenanza, dijo que le parecía bien por si uno tenía que ir
al baño o atender a una persona lastimada, es decir que pueden
ser necesarios para esas situaciones, pero cuando ocurrió el
hecho
no
se
dieron
estas
circunstancias,
además
estas
referencias demuestran que un solo guardavidas era suficiente;
que por otro lado este guardavidas no conocía la ordenanza por
su profesión sino porque se la mostró la parte querellante,
tampoco conocía las normas de la Provincia de Buenos Aires
donde trabajaba, lo cual evidencia su falta de preparación,
pero lo cierto es que su experiencia profesional le demostró
que bastaba la presencia de un guardavidas en una pileta de
hasta 25 metros y con cien bañistas, regla que también confirma
el testigo Iconomopulos, que demostró mayor versatilidad y
conocimiento.
Agregó
que
también
hay
que
referirse
a
la
uniformidad de la regla a nivel nacional e internacional, y así
a
fs.
3605/6
natatorios
de
acompañó
diversos
esta
Defensa
ciudades
y
normas
países,
referidas
además
a
nos
encontramos con la adopción de la regla por parte de la
administración, y así encontramos la resolución del 8 de marzo
de 1989 del secretario de educación de la municipalidad donde
282
Poder Judicial de la Nación
se hace referencia a la necesidad de un guardavidas, además
esta regla es aquella con la que finalmente se reglamentó la
ordenanza 41.718 con la resolución del Consejo Metropolitano de
Guardavidas del 29/11/06, es decir que la ordenanza no estaba
reglamentada al momento del hecho, pero cuando se reglamentó
recogió la regla de un guardavidas; que esto pone de manifiesto
cuál es la regla de cuidado y que no se violó en este caso,
pero trae a colación otro problema, ya vimos que por ejemplo el
art. 84 no es una ley penal en blanco, según Zaffaroni, y en
ese caso el deber de cuidado se establece a partir de otros
parámetros, pero si la norma es una ley penal en blanco, como
pretende la Querella, si aparece una ley posterior que modifica
la regla y que viene a ser una ley penal más benigna debe regir
en la aplicación del caso; que en este caso la retroactividad
de la ley penal más benigna está establecida en el art. 9 de la
Convención Americana de Derechos Humanos, y en este sentido
cita un fallo de la Corte Suprema del 15 de junio de 2004, que
en
el
caso
“Forneiles...”,
caso
en
el
que
se
estaba
en
presencia de una ley penal en blanco, fue modificada la norma
remitida y se estableció una situación de ley penal más benigna
que la Corte consideró en este caso que debía regir hacia el
pasado; que para esta parte el art. 84 no es ley penal en
blanco ni la integración analógica que se hace del art. 79
C.P., la norma de cuidado se establece de otra manera, pero si
es ley penal en blanco como pretende la querella se aplicaría
el
art.
2
C.P.
Con
respecto
al
tema
de
la
plataforma
sobreelevada, considera que la ordenanza no dice de qué se
trata y además su existencia o inexistencia no tiene relación
con la violación del deber de cuidado, pues la guardavidas
estaba a tres metros y pudo ver perfectamente dónde estaba la
víctima; que respecto de la canaleta perimetral, entiende que
no se trata de un elemento de seguridad sino de limpieza del
espejo de agua, y si la hay debe ser fácilmente aprensible con
la mano, pues en ese caso el borde de la pileta está elevado y
hace necesario que la canaleta sea aprehensible fácilmente,
pero si se utiliza un sistema moderno de limpieza, el “skimmer”
o el borde finlandés, lo fácilmente aprehensible con la mano no
es la canaleta sino el borde, como se vio en lo que aportó la
283
querella en las últimas audiencias, pero ese sistema no es
compatible con la ordenanza, que se refiere a la canaleta
perimetral, que es lo que conocemos como salivadera, y no a esa
otra canaleta, lo que constituye otra contradicción de la
Querella; que en este caso el sistema de limpieza de agua, que
también es un sistema de seguridad porque el hecho de que el
agua esté limpia hace a la seguridad, era el sistema de
skimmer; que además ningún testigo afirmó la imposibilidad de
tomarse
del
borde,
el
testigo
Carlini
afirmó
que
vio
a
Florencia tomada del borde en oportunidades anteriores, y lo
que sostiene la Querella en cuanto a una distancia de 40 cm
entre el agua y el borde es falso, pues el skimmer requiere
determinado
nivel
de
agua
para
funcionar,
y
si
el
agua
estuviera a ese nivel no habría funcionado el “skimmer”, y
habría que determinar hasta que altura funciona el skimmer,
pero ello no se hizo y le correspondía en todo caso a la
querella. Agregó que otro punto esencial de la causa, que
motivó el pedido de sobreseimiento de la Fiscalía respecto de
Storchi, Bugallo y Giraldi, es el vinculado a la relación de
determinación entre la presunta violación del deber de cuidado
y
el
resultado;
que
Zaffaroni
lo
denomina
“relación
de
determinación” cuando se refiere a los delitos culposos y es lo
que se analiza al tratar el nexo de evitación en los delitos
dolosos de omisión pero en esencia es lo mismo, es lo que los
partidarios de la teoría de la imputación objetiva denominan la
concreción del riesgo en el resultado; que ya vimos que aquí no
se violó ningún deber de cuidado, pero si se considerara que
sí, falta esta relación de determinación entre la violación del
deber de cuidado y el resultado; que analizando los supuestos
focos de peligro para ver si entre éstos y el resultado hay una
relación de determinación, en cuanto al tema de la canaleta, al
que la Querella le dio mucha importancia a lo largo de la
causa, según la hipótesis de la propia querella su existencia o
inexistencia fue absolutamente irrelevante, pues sostuvo la
versión de que Florencia ni siquiera llegó a la escalera y que
tampoco se habría ahogado en ese ejercicio, por lo que la
existencia de la canaleta no tiene ninguna importancia; que
además, estando a los dichos de Privato, que por razones
constitucionales emergentes de las declaraciones de nulidad
efectuadas por el Tribunal no pueden ser contradichos en esta
284
Poder Judicial de la Nación
causa, Florencia llegó hasta la escalera, y para contradecir
esta afirmación habría que violar el derecho de defensa, porque
esta afirmación sólo puede sostenerse en el hecho de que se
haya borrado la prueba que corrobora lo que Privato dijo,
entonces si Florencia llegó a la escalera la existencia o
inexistencia de canaleta o el nivel del agua con relación al
borde era absolutamente irrelevante para juzgar esta relación
de determinación, y la misma cuestión se presenta respecto de
la plataforma sobreelevada, que tampoco tiene incidencia, pues
desde donde estaba la guardavidas se veía el fondo de la
pileta,
además
actualmente
existe
la
plataforma
y
el
guardavidas parado está más alto que sentado en la plataforma,
por lo que ello no tiene relación con el resultado. Con
respecto a la cantidad de guardavidas, había una guardavidas a
tres metros de Florencia que apenas miró el fondo de la pileta
pudo ver a la persona sumergida, entonces había una situación
de absoluta seguridad y frente a esto no es posible afirmar la
relación de determinación, pues con el guardavidas que había y
que tenía todo bajo control era suficiente para garantizar la
seguridad; y que no sabemos si hubo un error humano, pero lo
cierto es que la presencia de un guardavidas donde estaba era
suficiente
a
tal
fin.
Con
respecto
a
la
cuestión
de
la
tipicidad subjetiva, tratada por la Querella, que sostiene que
existió dolo eventual, esa parte no dio mayores explicaciones y
se remitió al pedido de elevación a juicio, por lo que no se
detendrá mayormente en ella, pues entiende que es absurdo
sostenerlo, pues no puede afirmarse que en el caso existió dolo
eventual en alguno de los supuestos autores del hecho; que la
querella cita doctrina en apoyo de esa postura pero olvida lo
que dice nuestro Código Penal cuando define en la única norma,
alusiva que es el art. 42, y esta parte desconoce cómo hace la
querella para incluir los componentes subjetivos que mencionó
en el concepto de dolo del art. 42 C.P. Agregó que en este caso
tampoco habría tipicidad subjetiva con respecto a una eventual
imputación por culpa, si se quiere establecer la tipicidad
subjetiva del tipo culposo en función de la previsibilidad del
resultado este criterio no sirve, pues en ese caso cualquier
persona que tiene una empresa que maneja varias piletas debería
285
prever que alguien se puede ahogar en la pileta, por lo que
este criterio de la previsibilidad del resultado es ineficiente
para establecer la tipicidad subjetiva, y en todo caso lo que
habría que establecer es la previsibilidad respecto de los
focos
de
peligro,
cuidado, y acá
respecto
de
la
violación
del
deber
de
volvemos a la cuestión de la carga de la
prueba, la querella debió aportar aunque sea una sola prueba
que permitiera afirmar que su cliente podía prever la violación
del deber de cuidado, o que la previó, y que sin embargo no lo
hizo, por lo tanto el aspecto subjetivo, indispensable en todo
delito para respetar el principio de culpabilidad penal y no
caer en la responsabilidad objetiva, no ha sido probado por la
querella.
Para
concluir,
el
Dr.
Virgolini
expresó
que
la
imputación que se formula a Storchi podría desgajarse en dos
grandes
sectores:
organización
del
uno,
que
natatorio,
pudo
sus
haber
defectos
profesores,
en
la
guardavidas,
medidas de seguridad, y otra que pudo haber un defecto en la
ejecución
concreta
de
esos
recaudos
en
las
personas
inmediatamente al cuidado de los niños; que la imputación
contra Storchi, dado el rol que desempeñaba en el directorio de
“Megatlón”, sólo puede referirse al primer sector, esto es, la
posibilidad de imputarle algún defecto en la organización
general de “Megatlón”, en la organización general del natatorio
de “All Boys”, en la disposición de los medios materiales y
humanos para llevar adelante las actividades; que el primero de
ellos que examinará es el relativo al ejercicio en el cual se
supone, pues la propia querella no sabe si fue en ese o en uno
similar anterior, ocurrió el hecho; que desde el punto de vista
teórico, está claro que el ejercicio estaba bien diseñado, no
hubo
cuestionamientos
de
la
acusación
ni
siquiera
de
la
Fiscalía, y era adecuado al nivel de nado de los “colonos”, así
lo
dijeron
los
testigos
de
“Megatlón”
y
los
expertos
guardavidas y profesores que vinieron a declarar, inclusive lo
reconoce el guardavidas traído por la querella, y todos dijeron
que era adecuado y razonable el ejercicio sujeto a la condición
de que hubiera sólo un niño en el agua por vez y aunque se
realizara en la parte profunda; que estas pautas estaban en las
instrucciones que sistemáticamente se daban a los profesores y
se les reiteraban, entre otros por Giraldi, en el que debe
rescatarse
su
obsesividad
y
compromiso
286
con
la
seguridad,
Poder Judicial de la Nación
obsesividad que fue descripta por Avila con un calificativo no
crítico sino elogioso respecto del cuidado que ponía; que
respecto de la organización general del natatorio se puede
concluir que no presentaba ninguna crítica, además del alegato
de la Fiscalía se desprende que hubo una organización adecuada
y que se dispusieron los elementos necesarios de seguridad para
que los “colonos” desarrollaran su actividad sin riesgo, el
agua estaba limpia y transparente, permitía ver el fondo sin
dificultad, lo cual se advierte en el video del día del hecho,
en
la
declaración
de
Kamenetzky
y
pudo
apreciarse
en
la
inspección ocular que realizó este Tribunal, los guardavidas no
tenían problemas para llevar a cabo su tarea, no se vieron
desbordados, y así lo dijeron Kamenetzky, Avila y Carlini; que
el ejercicio que realizaba Privato era adecuado, razonable y
seguro conforme lo sostienen Phagouapé, Boffa, Iconomopulos,
Canavese, Avila; que como ya se analizó la pileta cumplía con
todos los estándares actuales de seguridad, esto en lo que se
refiere a la organización general de la sede y no se advierte
que
haya
posibilidad
de
imputar
algún
defecto
en
la
organización que pueda a su vez ser atribuible por algún
mecanismo a Storchi. Añadió que respecto de su asistido debe
señalar
que
la
Querella
confunde
la
distribución
de
responsabilidades en el seno de “Megatlón” con una cadena
jerárquica con un único referente final, concepción que como
vimos es errónea y no permite atribuir las responsabilidades
sostenidas por la Querella; que si en cambio la imputación
proviene de una discrepancia sobre el modo de organización de
“Megatlón”, sobre la base de pretender que la organización
debió ser distinta de cómo era, la imputación revela uno de sus
costados más irrazonables, no se imputa por lo que se ha hecho
sino por lo que se supone que debió haber sido, en el terreno
comercial, societario o de negocios, pero no es pertinente aquí
imputar
a
comercial
Storchi
como
si
presuntos
esto
defectos
fuera
una
de
una
violación
organización
del
deber
de
cuidado, pues nada tiene que ver con él, la distribución de
competencias en el seno de “Megatlón” no tiene nada que ver con
esa violación del deber de cuidado y por lo tanto no puede
haber una imputación que sobre esta base, real o supuesta, se
287
pueda atribuir a Storchi; que en consecuencia puede sostenerse
que, en cuanto a la organización y la estructura societaria de
las
empresas
que
componen
“Megatlón”,
en
cuanto
a
la
organización de la administración y gestión de la empresa, en
cuanto a la organización del natatorio, recursos humanos y
medios técnicos se ha hecho todo del mejor modo posible,
llevando
elogiable
adelante
en
una
cuanto
a
empresa
absolutamente
excelente
y
niveles
de
enseñanza
y
servicio,
seguridad. Por último dijo que restaría hablar de un problema
en la ejecución, en lo que la Fiscalía respecto de otros
imputados y la Querella respecto de Storchi desarrollan sus
alegatos con mayor énfasis, lo tiene que analizar aquí porque
de un presunto error de ejecución podría derivarse alguna
imputación organizativa, pero entiende que ello no existió; que
este error sería que la profesora en el caso de dos o tres
alumnos habría consentido que no se esperara que el “colono”
anterior se tomara de un cuerpo sólido para indicar que el
siguiente se lanzara al agua, y por ello se supone, se presume,
pero no se prueba que en todos los casos del ejercicio de ese
día se habría hecho de la misma manera y que esto sucedió con
Florencia, pero no es factible suponer esa uniformidad porque
no es posible suponer el mismo nivel de nado en los colonos y
el mismo nivel de cuidado para todos; que además se probó que a
uno la profesora lo llevó de la mano, entonces suponer que de
estos dos o tres alumnos que fueron por sí solos y no esperaron
se
derive
que
sucedió
lo
mismo
con
todos
y
también
con
Florencia, es una cadena de presunciones de la que no se puede
extraer certeza alguna; que sobre la base de este razonamiento
indebido la acusación sostiene que la niña no llegó a tomarse
de la escalera y que se ahogó en el trayecto hacia ella, pero
esto tiene un inconveniente y una eventual relevancia en los
requisitos
dogmáticos
del
delito,
pues
para
efectuar
esa
afirmación se han tenido que borrar las únicas evidencias
fiables de una manera distinta, esto es que Florencia sí se
llegó
a
tomar
de
la
escalera,
el
Tribunal
anuló
las
declaraciones de tres de los niños que dijeron esto y que
podrían contradecir la afirmación de la acusación con mejores
argumentos, declaraciones que eran la prueba más inmediata y
genuina de lo que realmente sucedió, esa nulidad por una parte
es inconveniente, porque el relato de lo sucedido no pudo ser
288
Poder Judicial de la Nación
reproducido ya que los niños no lo recordaban, y por ello la
decisión del Tribunal fue tachada de nulidad por esta Defensa,
ya que no tenía jurisdicción para hacerlo y no había necesidad
de proceder con esa drástica nulidad procesal, por lo que
reitera la reserva de casación y del caso federal efectuadas
para el caso de que se condene a Storchi sosteniéndose que la
niña no llegó a la escalera; que si bien estas declaraciones
tenían algún defecto formal eran el reflejo más genuino de lo
que había pasado ese día y eso no debió haberse perdido, esta
nulidad
privó
a
la
defensa
de
una
prueba
de
descargo
y
constituye por ello una violación del derecho de defensa y de
las reglas del debido proceso. Agregó que, más allá de la
nulidad, esta prueba contribuía a excluir que la inexistencia
de canaleta perimetral haya tenido incidencia determinante en
el suceso y además contribuye a afirmar que el ejercicio estaba
bien diseñado y bien ejecutado, en la medida en que pueda
pensarse que los defectos de ejecución sean atribuibles a la
gestión
general
de
“Megatlón”;
el
ejercicio
estaba
bien
diseñado y bien ejecutado, pues no está probado por lo que
acaba de decir que haya habido un defecto de ejecución, además
no existe evidencia alguna de que ese eventual, supuesto e
improbable defecto de ejecución, de haber existido, se haya
repetido sistemática y reiteradamente por la profesora, con el
asentimiento del coordinador de la sede, correlativamente con
el asentimiento del coordinador deportivo y del directorio de
“Megatlón”, entonces vuelve a repetirse en esta cuestión la
vigencia del principio de confianza, pero esta vez sobre la
base de que no sólo Storchi tenía derecho a confiar, sino que
no
está
existido,
probado
por
que
lo
aquello
tanto
de
no
lo
hubo
que
no
sospechó
violación
alguna.
haya
En
consecuencia, y como conclusiones, el Dr. Virgolini señala que:
1) la imputación contra Storchi fue promovida por quien no
tiene derecho a hacerlo en forma independiente; 2) tampoco
tiene derecho a hacerlo de la manera irregular en que se
ejerció y ello fulmina de nulidad todo lo actuado, la Querella
no buscó la verdad sino forzar la prueba de un supuesto delito
por parte de quien era del todo ajeno a la ocurrencia concreta
del hecho; 3) en este contexto se atribuyó responsabilidad a
289
Storchi sin probar que haya tenido concretamente a su cargo las
incumbencias relacionadas con los supuestos focos de peligro
que habrían desencadenado el resultado; 4) se violó la regla de
que la carga de la prueba corresponde a la acusación porque no
fue demostrada por la Querella la responsabilidad personal de
Storchi; 5) la Querella se limitó a atribuir responsabilidad a
Storchi por el hecho formal de ser parte de “Megatlón” sin
reparar en que la responsabilidad penal siempre es personal y
lo contrario es responsabilidad objetiva, prohibida en el
derecho penal por el principio constitucional de culpabilidad;
6) no corresponde a esta defensa demostrar que Storchi no tenía
a su cargo las áreas de incumbencia que se le asignan, de lo
contrario se violaría el principio de inocencia, de todos modos
su ajenidad está probada en el expediente; 7) con independencia
de todo ello se demostró que no existió una organización
defectuosa, la pileta era segura, cumplía holgadamente con los
parámetros de seguridad, los profesores y guardavidas eran
competentes y habían sido asignados conforme las reglas de
seguridad adecuadas; 8) “Megatlón” llevó a cabo importantes
mejoras en el natatorio que aumentaron los niveles de seguridad
por encima de los estándares mínimos; 9) no se creó ni se
aumentó ningún riesgo penalmente relevante ni esos presuntos
riesgos
se
concretaron
en
el
resultado.
Asimismo,
y
como
sintética reflexión final sobre uno de los criterios que fue la
base de la argumentación general de la Querella, que acusa a
Storchi sobre la base de suponer que a través de su actuación
permitió, decidió, asintió o consintió que se relajaran o
disminuyeran los recaudos de seguridad, por motivos de codicia,
que exigía la presencia de grupos de riesgo en la pileta, lo
cual es falso; que una pileta conlleva algún riesgo como toda
actividad que se realice en sociedad, que dentro de ciertos
estándares esta siempre permitido, otra cosa es que se trate de
grupos de riesgo o en riesgo; que en la práctica de la natación
estos grupos son los obesos y los discapacitados, no los niños,
además acá tampoco hubo grupos o personas en riesgo e incluso
se ha hecho hincapié en que Florencia era una persona sana y
que no supiera nadar era justamente la razón de su inscripción
en la escuela de natación; que hay grupos de riesgo cuando las
circunstancias en que se desarrolla la actividad son anormales,
lo que aquí no ocurrió; que entiende que acá hay otro tipo de
290
Poder Judicial de la Nación
riesgo que no se refiere al hecho sino que es un riesgo
institucional, el que proviene de una acusación producida por
una persona particular en miras a situaciones particulares, que
son
legítimas
y
dolorosas
pero
ilegítimas
en
su
modo
de
expresión y manifestación, pues se expresan a través de una
acusación carente de pruebas, que apela a la responsabilidad
objetiva, a la inversión de carga de la prueba, aprovecha la
indebida exclusión de prueba de descargo relevante y genuina y
el que está en riesgo entonces es el estatuto de libertades
públicas de los ciudadanos; que esto no se resuelve con una
pena
ejemplarizadora
sino
con
la
demostración
de
la
imparcialidad, la objetividad y la independencia de un tribunal
a través de la absolución. Por todo ello solicitó, en primer
lugar, que se haga lugar a las nulidades planteadas: de todo lo
actuado desde la decisión de la cámara que habilitó a continuar
a la Querella de modo exclusivo con el impulso de la acción, la
nulidad de la actuación impropia de la querella desde el
ofrecimiento de prueba que omite prueba existente y la nulidad
del procesamiento por la Cámara; asimismo mantuvo las reservas
casatorias
y
del
caso
federal
efectuadas
respecto
de
las
decisiones del Tribunal de anular de oficio declaraciones del
sumario. En subsidio, pidió que se precise que el objeto
procesal de la querella respecto de Storchi es una imputación
por homicidio doloso que no deja la posibilidad de una condena
por
homicidio
culposo.
En
segundo
lugar,
que
se
absuelva
libremente a Storchi por el delito por el que fue acusado; que
se
impongan
las
costas
a
la
Querella;
que
se
extraigan
testimonios ante la posible comisión de falso testimonio por
parte de las testigos Justoni y Straquadini; que se tengan
presentes
las
reservas
del
caso
federal
y
de
casación
formuladas por la violación de la garantía de la defensa en
juicio y del debido proceso por el rol autónomo otorgado a la
querella y la actividad irregular desarrollada por ésta, por
las indebidas nulidades decretadas por el Tribunal, principio
de culpabilidad penal lesionado por la apelación al principio
de responsabilidad objetiva, el principio de inocencia porque
la acusación presupone la inversión de la carga de la prueba, y
el principio de legalidad porque se imputa un delito omisivo y
291
se identifica la conducta debida sobre la base de una ordenanza
municipal.
Asimismo el Dr. Virgolini al ejercer su derecho a
dúplica mencionó que es un tema cuyo debate parece innecesario,
pues se trata de una denuncia hecha por las Defensas por un
delito de acción pública y que en todo caso en ese sumario se
podrán defender los imputados, se podrán verter los argumentos
dichos ahora y por otro lado la querella posee la grabación de
la conversación y podría aportarla para aclarar el tema.
El Dr. Juan Pablo Alonso, abogado de Julio Cesar
Girladi manifestó que en primer lugar efectuará un relato de
los hechos: que según refirió la señora Rombolá, el viernes 2
de febrero de 2001 concurrió al club “Megatlón All Boys” para
conocer las instalaciones porque habían tomado la decisión de
cambiar de club a su hija ya que el club “Imperio” no le
merecía confianza debido a la cantidad de profesores y a otros
detalles; que en “All Boys” fue atendida por Giraldi quien la
acompañó en el recorrido de las instalaciones, observaron cómo
se desarrollaban las clases de natación y demás actividades de
la
colonia,
instructivo,
inscripción
se
y
de
le
ese
proporcionó
mismo
Florencia
día
y
su
información
se
completó
hermano;
al
usual
la
día
y
un
ficha
de
siguiente
concurrió el grupo familiar, el padre completó la ficha de pago
por seis meses y abonó con tarjeta de crédito como surge de fs.
816
y
la
actividad
más
relevante
de
ese
día
fue
la
que
realizaron en el natatorio, el padre y el hijo menor en el
piletón y Florencia y la madre en la pileta, bajo la mirada del
guardavidas Carlini; que aquí tenemos un primer dato relevante,
un testigo que observó cuáles eran las condiciones de nado de
la niña, en este sentido Carlini relató que Florencia se
desplazaba en el agua tres o cuatro metros y se agarraba
alternativamente del borde o de la madre, incluso la señora
Rombolá remarcó la atención que le prestaba el guardavidas
cuando estaban en la parte profunda; que esta circunstancia de
que Florencia nadaba y se tomaba del borde con naturalidad no
fue reiterada en esta audiencia por la señora, lo cual motivó
que esta Defensa en los términos del art. art. 391 inc. 2
solicitara se le leyera lo declarado en el Juzgado instructor,
en cuanto narraba que su hija nadaba lo que podía aguantar, se
292
Poder Judicial de la Nación
tomaba del borde, volvía a nadar, se tomaba de ella, seguía
nadando, etc, dato importante porque la misma querellante,
cuando no lo era, narró con naturalidad cómo su hija se asía
sin inconvenientes del borde. Añadió que otro tema es el de la
nivelación de Florencia, y en este aspecto muchas de las
aserciones contenidas en la declaración de Rombolá ante el
Juzgado instructor al asumir la nombrada el rol de querellante
fueron modificadas, por ejemplo para explicar lo que había
dicho en cuanto a que su hija se agarraba fácilmente del borde
señaló que en realidad en la pileta variaba constantemente en
la altura del agua con relación al borde, pero en realidad el
nivel del agua debe estar a la altura de la boca de aspiración
de los “skimmers”, pues de estar el agua a 40 cm del borde la
bomba trabajaría en seco y se quemaría, y en el imputado ánimo
de lucro sería una actitud incoherente, pues implicaría quemar
la bomba de filtrado de agua de manera periódica; que el lunes
5 de febrero fue el primer día de colonia y Florencia y su
hermano se incorporaron, y ya en ese momento advertimos una
decisión razonable de Giraldi en su rol de coordinador porque
Florencia tenía 9 años recién cumplidos pero el nombrado tomó
la decisión de que estuviera en el grupo de 8 años porque el de
9 era de niños 9 a 11 o 12 años, entonces para que se sintiera
más cómoda tomó esta decisión y la madre estuvo de acuerdo; que
ese mismo día Cecilia Privato efectuó la nivelación individual
de Florencia y decidió que se quedara en su grupo, “nivelito
2”, que dentro de los dos subgrupos de pileta de 8 años era el
de menores exigencias en materia de natación, entonces tenemos
dos decisiones razonables; que la querella ha cuestionado esta
nivelación individual por parte de Privato, y ello sobre la
base del instructivo de fs. 900/920, ya que según el punto 6 de
éste la nivelación se haría por el coordinador, pero ello se
refiere al primer día de colonia, día de las nivelaciones
grupales,
y
esto
fue
explicado
durante
la
audiencia
e
interrogado Marcelo Ávila sobre el organigrama exhibido en el
juicio, entre otros a Storchi, explicó que la referencia a
coordinador,
en
cuanto
a
nivelación
se
refería,
era
al
coordinador de pileta que era Mariano Rosemberg, lo cual fue
relatado de igual forma por Giraldi y Canavese; que aquí cabe
293
destacar cuál era el rol de Mariano Rosenberg: en los meses
anteriores al inicio de la colonia se iban preparando los
instructivos, que en realidad venían de colonias anteriores y
se iban perfeccionando, de manera que el día de comienzo de la
colonia, 11 o 12 de diciembre, como surge de fs. 920, estuviera
todo bien armado y se iniciaran las actividades; que el rol de
Rosemberg era transmitir los contenidos de natación de la
gerencia deportiva general a cargo de Canavese a los profesores
que iban a dar las clases de natación, pero había profesores
que ya conocían estos contenidos porque eran parte del plantel
permanente de la escuela de natación, entre ellos Privato, y
también había profesores adicionales que se iban agregando por
la mayor afluencia que suponía la colonia, entonces Rosemberg
era el nexo en los contenidos de natación entre la gerencia
general y los profesores que daban las clases, por lo tanto el
rol de coordinador de colonia tiene un peso fundamental en los
días previos al inicio de la colonia, en diciembre, en enero,
pero después la actividad ya está lanzada y mecanizada, esto en
cuanto a la transferencia de conocimientos a los profesores;
que Julio Giraldi era el coordinador deportivo pero es lógico
que
una
actividad
como
la
natación
tenga
un
coordinador
específico y los demás deportes sean canalizados a través de un
coordinador deportivo, porque como dijo el Dr. Virgolini es una
actividad que puede tener algunos riesgos, pero no quiere decir
que los chicos sean un grupo de riesgo; y que en consecuencia
esto demuestra el interés de “Megatlón” en vehiculizar a través
de una persona especial los contenidos de natación a todas las
sedes que tenían colonia; que esto no significa que Giraldi no
estuviera al tanto de los niveles de natación, tampoco que no
estuviera
en
las
principio
de
la
nivelaciones
colonia
y
grupales
en
los
que
se
principales
hacían
al
recambios
(principios de enero, febrero, cambio de quincenas, etc), pero
el que tenía las gomitas de colores y coordinaba esa actividad
específica era el coordinador de pileta, más allá de la segura
presencia de Giraldi en esos momentos. Agregó que los testigos
han hablado muy claramente de la personalidad detallista,
minuciosa y obsesiva de Giraldi para que las cosas estuvieran
bien, los hacía llegar quince minutos antes incluso hasta el
último
día,
consideraban
aunque
que
los
sobre
el
profesores
final
294
de
se
la
quejaban
colonia
no
porque
tenía
Poder Judicial de la Nación
demasiado sentido hacer las reuniones previas todos los días,
pero en este entorno ello no hace más que hablar bien de su
cliente; que además Florencia ingresó en un momento donde no
había nivelaciones grupales, la nivelación era individual,
entonces Giraldi le asignó la nivelación a Privato que no era
una principiante, ni una aventurera ni temeraria, en este
sentido la testigo Magnolia afirmó que sus hijos aprendieron en
la escuela de “All Boys” y que conocía a Privato porque había
sido profesora de sus hijos en los diversos niveles, también
dijo otra testigo que ella iba al gimnasio y veía a través del
vidrio que los profesores trabajaban con responsabilidad y de
manera organizada, incluyendo entre ellos a Privato, es decir
que la decisión de que fuera Privato quien nivelara a Florencia
fue muy razonable y acorde a su rol de coordinador, pues la
dejó en manos de una persona idónea; que durante esa semana del
5 al 9 de febrero hubo más de una charla entre Rombolá y
Privato, además el 2 de febrero, Rombolá le había explicado a
Giraldi que la hija no podía bucear, lo que también se asentó
en la ficha de colonia, algo que no se termina de entender
porque el Dr. Chimski dijo que la niña estaba dada de alta y
podía bucear y sumergirse, además Giraldi presentó a la señora
a Privato, otra decisión razonable para evitar incomunicaciones
o distorsiones y para que la señora pudiera transmitirle sus
recomendaciones; que entonces en ese marco de acceso directo a
la docente, según cuenta la señora Rombolá, le habría dicho a
Privato que no llevara a Florencia a la parte profunda, esto
también fue narrado por el señor Möller, quien dijo que su hija
contó que hacían ejercicios en la parte profunda, pero lo hizo
de manera no alarmante; que en realidad el único testigo además
de la señora Rombolá de estas conversaciones acerca de que
Florencia
no
sabía
nadar
y
para
que
no
ingresara
en
lo
profundo, sería Gonzalo Consorti, quien refirió que escuchó a
la madre decirle a Privato que Florencia no sabía nadar, pero
como señaló el Dr. Silvestroni sabemos que Rombolá ha ido casa
por casa a interrogar a los niños y les hizo hacer dibujos, sin
ningún control de autoridad competente, por lo que no sabemos
si esto Consorti lo escuchó la semana del 5 de febrero o si es
lo que Rombolá le comentó que había dicho a Privato en esa
295
semana, pero más allá de estas dudas razonables sobre el
contenido de la comunicación entre Rombolá y Privato, en ningún
momento se transmitieron a Giraldi tales circunstancias, no se
puede afirmar que la señora dijera directamente a Giraldi que
Florencia no sabía nadar o que no la llevara a la parte
profunda, porque además lo expresado por Consorti hay que
contrastarlo con sus propios dichos cuando narra el ejercicio
en
triángulo
y
señaló
que
todos
los
chicos
hacían
los
ejercicios; que además, preguntarle a un chico si alguien sabe
o no nadar puede no ser claro ya que los profesores Pizano y
Boffa señalaron que saber nadar era una aserción ambigua y
habría que aclarar si se refería al nado espontáneo o “perrito”
o a alguno de los estilos; que además la señora Rombolá dijo
que ella misma le enseñó a su hija a flotar en Vaquerías,
Córdoba, en 1996, es decir cuando Florencia tenía cinco años,
pero el señor Möller afirmó que habían estado allí en la
primera quincena de enero de 2001, y si bien la niña podría
haberse olvidado en cinco años, no podría haberlo hecho en
quince días, además de hecho todo indica que sabía flotar y que
tenía desplazamientos rudimentarios y cierta autonomía dentro
del agua. Agregó que el lunes 12 de febrero asistieron 22
chicos al grupo de ocho años de la colonia, como surge de la
planilla de fs. 1089/1091, y esta cantidad como también la
identidad
de
los
presentes
es
corroborada
por
las
testimoniales, sean en sede prevencional, aunque algunas de
ellas declaradas nulas, o judicial, de los niños y los padres y
esta cifra también la menciona la querella; que como todos los
días ese día el bloque de pileta del grupo de Privato y Avila
comenzaba 14.45 y junto a ese grupo ingresaba en el piletón el
de 3 y 4 años a cargo de Pérez Ferrer y su ayudante Dreiling,
en este sentido se incorporó la declaración de la primera, de
la que surge que era profesora de educación física, y además
Dreiling, que fue descalificada por la querella, no sólo era
profesora de aeróbica sino que había realizado cursos materno
infantiles y por ello había sido colocada como ayudante de los
chicos de 3 y 4 años; que de la declaración de Pérez Ferrer de
fs. 11 surge la cantidad de 12 chicos y de fs. 2221/2222 la
lista de presentismo de los niños; que si bien la querella
critica la idea de la pirámide invertida y dice que es una gran
mentira de la empresa, es una trivialidad, es algo así como
296
Poder Judicial de la Nación
cuanto menos edad, más profesores, cuanto más edad, menos
profesores, y no es ninguna estafa, pues las listas muestran
que se respetaba la pirámide invertida, es decir que el grupo
de 3 y 4 años, de doce niños, tenía dos profesores, y el de
ocho años eran 22 alumnos con dos profesores, y por otro lado,
además de los cuatro docentes que nombró, estaba la guardavidas
Kamenetzky. Asimismo señaló la Defensa que lo habitual era que
en
esos
horarios
de
colonia
y
en
el
mes
de
febrero
se
reservaran dos andariveles centrales para pileta libre, ya que
era un turno de menor afluencia estadísticamente y así lo
muestran las planillas incorporadas (“grilla de trabajo de
colonia”, reservada), entonces quedaban para la colonia los dos
sectores lindantes con los bordes (sectores C y D, que dan al
gimnasio, y A y B del plano confeccionado por esta Defensa, que
suministra
a
las
partes
y
al
Tribunal);
que
la
querella
sostiene que el grupo de Privato tenía 15 chicos y el de Avila
7 chicos, lo cual va a refutar; que en este sentido tenemos un
hecho
que
fue
introducido
luego
de
constituida
la
señora
Rombolá en querellante, no fue dicho ante el Juzgado instructor
y no hay ninguna prueba, es decir que la querella podría haber
dicho 18 y 4 y tendría tantas pruebas para afirmarlo como para
sostener lo otro, es decir ninguna; que no corresponde a esta
Defensa demostrar cuántos chicos había por grupo sino a la
acusación, en este caso a la querella de manera exclusiva, pero
no obstante ello la documentación incorporada muestra que había
once chicos por grupo ese día, así surge del testimonio de
Marcelo
Avila,
que
nadie
cuestionó
por
parcialidad
y
los
propios acusadores utilizaron como sustento de sus aserciones,
aunque la querella ha dicho que Avila era íntimo amigo de
Giraldi, pero ese testigo sólo afirmó conocer a Privato y
Giraldi por haber trabajado en “Megatlón” y que no trabajaba
allí desde hace cuatro años; que también Ivana Cudicio, a fs.
260, dijo que en total eran como veinte chicos en grupos de 8 a
10 y Bacchi sostuvo que eran un grupito, es decir que hay
muchos más elementos para sostener que eran 11 y 11 que para
sostener 15 y 7 o 18 y 4, además nadie se ha referido a la
heterogeneidad numérica de los grupos de manera que fuera
advertida por los presentes y los únicos que insisten en ello
297
son los querellantes que no fueron testigos presenciales; que
por otra parte en el grupo de Privato había un chico con
otitis, Jaime, al que se le indicó que colaborara con las
actividades para que no se quedara sentado mirando, y éste
señaló que su grupo habitual era el de Avila, entonces habrían
tenido 12 chicos en el grupo de Avila y 10 en el de Privato;
que en cuanto a la cantidad de bañistas en pileta libre las
referencias que hay en el expediente son oblicuas, por ejemplo
surgen de la capacidad de los andariveles pero son todas
referencias hipotéticas, en este sentido se señaló que dos
andariveles de pileta libre permiten que estén 3 o 4 personas
por andarivel, es decir un máximo de 8 personas, y allí sólo
podrán hacer largos, actividad de entrenamiento, y es llamativo
que si hubo bañistas en pileta libre, que serían adultos por el
tipo de actividad que podían realizar, ninguno de ellos haya
sido hallado, es paradigmático, máxime cuando tenían que dejar
el carnet para estar en el natatorio; que entonces, aun en la
hipótesis de que hubiera cuatro por andarivel sería un máximo
de ocho personas en pileta libre, por lo tanto tendríamos una
suma de once con Privato, once con Avila y ocho en pileta
libre, treinta bañistas en total en la pileta grande, al
cuidado de dos profesores y un guardavidas; que si se sumaran
los niños que estaban en el piletón serían doce personas más,
pues sólo ingresaban con los padres o profesores a cargo, lo
que haría un total aproximado de 42 bañistas bajo el cuidado y
supervisión de cinco profesionales, esto es cuatro profesores y
un guardavidas, lo cual da una relación de un profesional cada
8,4 bañistas, y entonces cabe preguntarse si esto es una
deficiente organización y si por ello se atribuye a Giraldi una
violación
del
deber
desprolijidades
encuentra
forma
de
cuidado
organizativas;
de
decir
que
por
que
sus
por
esto
incapacidades
el
estaba
contrario
y
no
excelentemente
organizado y hay que analizar qué pasó al momento de los hechos
en el natatorio, y en la hipótesis improbable de que hubiera
ocho bañistas en pileta libre existiría la relación numérica de
bañistas y profesionales que mencionó; con respecto al dolo
eventual invocado por la querella, no encuentra las palabras
precisas para señalar lo inapropiado de representarse como
hipótesis
siquiera
directamente
improbable
inimaginable.
En
298
el
dolo
cuanto
eventual,
a
los
es
algo
ejercicios
Poder Judicial de la Nación
realizados por el profesor Avila, señaló que el grupo de éste
pasaba la mayor parte del tiempo en la parte profunda y
culminaba sus actividades en la parte baja donde se reunía con
los chicos del grupo de Privato y hacían juegos recreativos;
que corroboraron esta circunstancia los testigos Jaime a fs.
267, Rulli a fs. 269 y el propio Avila y además se corresponde
con el instructivo de fs.900 donde se mencionan los ejercicios
correspondientes; que en cambio en el grupo de Privato había un
bloque inicial en la parte baja, así se habló de la “mancha
puente”, y luego iban a la parte profunda para regresar luego a
la parte baja, pero Privato, y de esto era conciente Giraldi,
conocía las limitaciones de Florencia, además se mencionó que
la propia Florencia era consciente de esta limitación, esto
viene
al
caso
porque
está
claro
que
Privato
oía
las
recomendaciones y también que Giraldi sabía quién era Privato,
pues la conocía desde hacía mucho tiempo, era una persona
responsable y si una madre le decía algo (por ejemplo que no
buceara), lo cumplía; que con respecto a los tres primeros
ejercicios hay algunas diferencias entre los chicos, dicen que
estaban afuera del agua, algunos parados otros sentados, puede
ser que primero estuvieran sentados y luego parados, luego se
tiraban al agua y nadaban al lado del borde hasta la escalera
señalada como n°3 en el plano de esta Defensa, en la parte
profunda; que este ejercicio la querella lo llamó el “cajón”,
en una peculiar versión de que estaban a 40 cm del borde, pero
que fue desvirtuada en el debate; que además los chicos dijeron
que no era difícil agarrarse del borde, ninguno dijo que no
pudiera agarrarse del borde, además la pregunta era simple,
algunos recordaron y otros no, pero los que recordaron se
manifestaron afirmativamente en cuanto a que se podían agarrar,
así Bacchi, Lorenzo y Díaz, que dijo que nunca tuvo problemas
para agarrarse del borde y continúa yendo a la pileta, que es
la misma del momento del hecho, Bacchi dijo que no tenía
problemas para agarrarse y que le parecía que también Florencia
se agarraba sin problemas. En cuanto al tema de la canaleta,
entiende que corresponde a la querella demostrar que el borde
era difícil de aprehender pero ello no lo ha demostrado, además
esta parte demostró que era fácil asirse; que la querella citó
299
lo dicho por Kamenetzky, que habló de un movimiento envolvente
con el brazo, pero ello implica poner la axila en el borde, lo
que supone que el borde no está arriba sino que está cerca y
que se puede asir haciendo un pequeño movimiento, por lo que
usar a la nombrada como prueba de que el borde era difícil de
agarrar es absolutamente improcedente; que entonces si pudo
agarrarse del borde el tema de la canaleta sería abstracto, no
obstante lo cual de todas maneras se referirá a ello ya que la
querella ha insistido sobre el tema. En este sentido señaló que
todas las piletas públicas o semipúblicas tienen dos sistemas
de limpieza: el del fondo y el de la lámina superficial donde
se depositan las motas de polvo del ambiente etc.; que el
testigo Fachal reconoció que la ordenanza aludía a un sistema
de canaleta perimetral, pero el sistema era bastante viejo y
tuvieron inconvenientes con algunos clubes ya que hace 25 años
que las piletas no se hacen con canaleta; que debe quedar claro
que esa canaleta es un sistema de limpieza laminar, de la
lámina de agua, y no un sistema de agarre, lo que pasa es que
como la estructura de la canaleta obliga a colocar el borde muy
elevado lo que tiene que ser fácilmente asible es el borde de
la canaleta por donde circula el agua, pero posteriormente los
ingenieros y constructores de piletas advirtieron que para
poder salir había que poner el pie en la canaleta y provocaba
esguinces y fracturas, por lo que se fue abandonando este
sistema; que además la querella quiere hacer creer que el borde
finlandés es la moderna versión de la canaleta, pero es un
borde absolutamente distinto porque lo que es asible es el
borde, no la canaleta que está más allá del borde, enrejillada,
y obviamente la ordenanza alude a esta canaleta, no al borde
finlandés; que la defensa de Storchi acompañó fotos de piletas
y se observa ese borde en la pileta del SUTERH, además su
característica es que no siempre es perimetral, corre a los
costados más largos de la pileta, además como son piletas para
competición allí se colocan los podios entonces no puede haber
canaleta
en
esos
sectores;
que
el
otro
sistema,
el
de
“skimmer”, contrariamente a lo que dijo el testigo Phagouapé no
es una marca, como surge del libro “Piscinas”, de Cusa Ramos,
ya citado, que señala que el “skimmer” permite suprimir los
canales de rebose; que también surge de la ordenanza de La
Plata,
9885/04,
artículo
23,
que
300
establece
que
se
deberá
Poder Judicial de la Nación
instalar
para
mayor
higiene
canaletas,
“skimmer”
o
borde
finlandés, es decir se prevén los tres sistemas, y la canaleta
se mantiene debido a que existen piletas viejas que están bien
mantenidas,
pero
en
una
pileta
nueva
jamás
se
colocaría
canaleta perimetral. Agregó que la querella sostiene que esta
parte hizo un análisis parcial de la documentación referida a
la licitación del club “Unidos de Pompeya”, pero allí se dice
que hay que rellenar con hormigón la canaleta, colocar un borde
travertino antideslizante, una canaleta con rejilla alejada del
borde, que se utilizará como sistema de limpieza laminar el
“skimmer”, es decir que éste es el sistema de limpieza laminar
y la canaleta citada es para el agua que queda cuando los
bañistas salen del natatorio, pero no es la canaleta perimetral
a que alude la ordenanza, pues a ésta se la tapa con hormigón;
que por otro lado en las inspecciones que hubo, que fueron
varias, y en el “raid clausuratorio” de junio de 2001 de la
Defensoría del Pueblo siguiendo un poco los intereses de la
querella,
aunque
investigación
de
se
quiere
oficio,
hacer
creer
concurrieron
que
fue
miembros
de
una
la
Defensoría, de la Legislatura y de la Dirección de Verificación
y Control y constataron que todas las piletas de “Megatlón”
carecen de canaleta perimetral, pero la autoridad de aplicación
no las clausuró porque considera que mientras haya otro sistema
de limpieza laminar la falta de canaleta perimetral no tiene
ninguna relevancia, parecería que la querella sostiene que los
políticos serían trabajadores incansables e inteligentes, pero
cuando pasan a la parte ejecutiva son algo así como vagos,
infradotados y coimeros; que en definitiva el tema de la
canaleta perimetral no está incluido en las intimaciones de
mejoras, no determinó la clausura del natatorio y el raid
infructuoso
clausurar
de
junio
ninguna
de
pileta
2001
pese
llevó
a
a
que
que
no
no
se
tenían
pudiera
canaleta
perimetral; que la ordenanza está perimida y como mucho estamos
ante una infracción formal que no se vincula con ninguna
infracción al deber de cuidado, son normas extrapenales que
completarían
el
deber
de
cuidado
contenido
en
las
normas
penales o las exigencias de las normas penales, y está claro
que el borde era fácilmente aprehensible, pues la propia señora
301
Rombolá dijo que su hija se asía del borde sin problema cuando
así
lo
deseaba.
Asimismo
señaló,
volviendo
al
plano
confeccionado por esa parte, que los chicos se tiraban al agua,
iban nadando, tenían el borde de un lado y a la profesora del
otro, que los acompañaba hasta la escalera; que como señaló la
Fiscalía en este ejercicio no hay duda de que no se infringió
la ley de un solo chico en el agua, además esta regla, según
dijeron testigos como Boffa y Pizano es una regla de seguridad
normal
y
adecuada
y
se
utiliza
para
capacidades de nado, además se cumplía,
un
grupo
con
estas
que la propia Fiscal
dijo que se cumplía en los ejercicios 1, 2 y 3, el testigo
Carlini también afirmó que desde el gimnasio veía que Privato
en su clase estaba organizada, que los chicos iban de a uno y
las únicas variaciones en estos tres ejercicios era el modo de
ingreso al agua, parados, de “palito”, “bomba”, de cabeza o
deslizándose por una colchoneta; que el cumplimiento de esta
regla también está acreditado con los dichos de la señora
Magnolia, madre de la menor Lorenzo, que manifestó que vio a
los profesores de natación, que eran cuidadosos y señaló a
Privato como una de las integrantes de ese grupo de profesores,
también la madre de Consorti dijo que los chicos estaban
supervisados y que los profesores eran cuidadosos, incluyendo a
Privato
en
este
grupo;
que
asimismo
Mariano
Aparicio,
en
declaración judicial incorporada por lectura, dijo que no sabía
nadar o que le tenía miedo al agua y que Cecilia lo acompañaba,
que él se tiró, no llegó a sumergirse, Cecilia lo agarró y lo
llevó hasta la escalera, es decir que está claro que Privato
prestaba atención a las particularidades de cada uno de sus
alumnos y los conocía y así autorizó a Ailín Lorenzo a ir
directamente a la parte baja sin subir por la escalera, y esto
es importante porque Giraldi conocía quién era Privato, había
delegado en ella y el principio de confianza hace que sea
intransferible alguna hipotética desviación de Privato de la
regularidad de sus conductas, lo que no va a sostener, pero la
intransferibilidad a Giraldi por imperio del principio de
confianza rige sin margen de dudas; que podría construir un
conflicto de intereses y decir que Privato siempre cumplió y
dudarlo en este caso, pero no lo va a sostener y además,
sostenga lo que sostenga, el principio de confianza neutraliza
cualquier transferibilidad de una hipotética desviación en el
302
Poder Judicial de la Nación
cumplimiento de la regla, y sobre el principio de confianza se
remite a lo dicho con solvencia por el Dr. Silvestroni. Añadió
que otro aspecto cuestionado por la querella es la razonable
homogeneidad del grupo en cuanto a capacidades de nado y la
adecuación de los ejercicios que se realizaban, así afirmó que
se mezclaban chicos que sabían y que no sabían, pero del
expediente surge que el grupo tenía una razonable homogeneidad,
más allá de la heterogeneidad que todo grupo posee, cada nivel
o nivelito tiene un piso y un techo, lo contrario requeriría
que para 22 alumnos hubiera 22 profesores, pues todos los
chicos van a tener siempre alguna diferencia, la homogeneidad
no es absoluta; que además Privato era plenamente consciente de
los
alumnos
que
tenían
mayores
limitaciones
y
esto
lo
demuestran dos hechos, lo que señaló Aparicio y lo que ya dijo
sobre la “mancha puente”, y Giraldi sabía de esta conciencia de
Privato. En cuanto a la adecuación de los ejercicios considera
que prácticamente hubo unanimidad en los testigos en que los
ejercicios que proponían los profesores no eran cansadores ni
los dejaban exhaustos o superaban sus capacidades; que los
chicos con sus palabras señalaron que más o menos todos hacían
los ejercicios, mejor o peor, también los padres dijeron que no
se quejaban y lo relataron con mucha naturalidad ambos, si bien
podían
tener
el
cansancio
lógico
de
la
colonia,
así
lo
señalaron por ejemplo Bacchi, la madre de Mantiñan, la de
Lorenzo, Consorti y el padre de Pedemonte; en cuanto al último
ejercicio, disiente con la hipótesis fáctica planteada por la
Fiscalía; que lo primero que le parece oportuno decir sobre
este ejercicio, si vamos al plano que esta parte identificó
como n°1, es que se suponía que los chicos estaban en fila del
punto 2 al 3, afuera de la pileta, se tiraban desde el punto 2
al 4, donde estaba Privato, y de ahí se dirigían a la escalera
número 1, es decir que era un triángulo y en este ejercicio no
iban pegados al borde, el chico debía tirarse, meterse adentro
de la pileta, lo cual constituye aprendizaje, con el cuidado
del caso, esto es, la profesora en el agua, pero no es lo mismo
que nadar con el borde aprehensible de un lado y la profesora
del
otro
que
tirarse
al
centro
de
la
pileta;
que
estos
ejercicios no están hechos al azar y no es casual que éste
303
fuera el último, pues supone en el chico superar la barrera de
ir hacia el medio de la pileta y flotar en un ambiente más
difícil que el anterior, pero esto no quiere decir que no
hubiera condiciones de seguridad, porque estaba la profesora,
aunque la condición psíquica puede ser distinta; que sabemos
cuál era la consigna y Privato dice que autorizó a Lorenzo a ir
directamente a la parte baja donde estaban los chicos de Avila,
que en esto coincide con el Dr.
Virgolini en que habría habido
violación de la consigna con Borthelle, que dijo que fue
directamente
a
la
parte
baja,
pero
lo
relevante
no
es
generalizar la eventual violación a la regla del “uno por uno”,
como
ocurrió
con
Cudicio
o
Borthelle,
y
trasladarla
a
Florencia, sino que el tema es si ésta llegó o no a la
escalera; que tanto la Fiscal como la querella sostienen que no
llegó pero esta parte coincide con la profesora Privato en que
efectivamente llegó a la escalera, y acá va a fundar el agravio
múltiple que le generó a esta parte la resolución del Tribunal
que declaró la nulidad de las declaraciones de Mantiñan y Díaz
pues si Florencia llegó a la escalera y se condena a Giraldi
porque no había canaleta, con esas declaraciones podía probar
que la canaleta era irrelevante porque Florencia llegó a la
escalera, y si se condena a Giraldi porque se dice que con
Florencia no se cumplió la regla del uno por uno con esas
declaraciones
podría
sostener
que
Florencia
llegó
a
la
escalera, pero el Tribunal le impide valorarlas, además no se
pudo
interrogar
a
Mantiñan,
con
lo
que
el
agravio
se
incrementa; que Nathalie dijo que recién cuando la vio llegar a
Florencia a la escalera ella se tiró y Santiago Díaz, que
estaba atrás de las nombradas según la Fiscalía, vio a las dos
juntas en la escalera y ahi se tiró, pues no se podía tirar
antes, las vio a las dos juntas porque estaba afuera y recién
se tiró hacia la profesora, por lo tanto el agravio es inmenso,
por una torpeza policial no se pudo incorporar declaraciones
realizadas inmediatamente después del día del hecho, además los
padres dijeron que ellas reproducían lo narrado por sus hijos,
por lo tanto una eventual condena a Giraldi sosteniendo la
tesis de la querella, esto es que Florencia no llegó a la
escalera, estaría generando un agravio directo por la nulidad
de esta declaración. En cuanto a las pruebas que puede valorar,
de ellas surge Florencia se tiró y llegó a la escalera y en
304
Poder Judicial de la Nación
este sentido entiende verídicos los dichos de Privato, que dice
que
vio
cuando
Florencia
estaba
en
la
escalera,
se
tiró
Nahtalie, llegó a la escalera y se juntó con Florencia; que en
realidad la madre dijo otra cosa, esto es que su hija no vio
nada porque cuando se tiró cerró los ojos y nadó con los ojos
cerrados; Santiago Díaz dijo que se tiró, llegó a la profesora
y salió por la escalera, luego pasaron dos chicos más que
supone salieron por el mismo lugar, luego pasó Borthelle que no
salió por ahí sino que fue directo a lo bajito y en su trayecto
vio a Florencia abajo del agua, pensando que estaba buscando
una gomita del pelo por lo que no le dio importancia, es
importante porque dijo que la vio abajo al borde, no abajo de
la escalera, y luego Giuliano Bacchi dice que cuando está por
subir la escalera la ve a Florencia debajo de la escalera,
entonces cabe preguntarse dónde la vio Borthelle, si la vio
abajo de la escalera o si la vio antes o después de la
escalera; que la primera hipotesis es la de la querella,
recogida por la Fiscalía, esto es que Florencia no llegó a la
escalera y quedó antes de ésta, entonces Borhtelle la vio antes
de la escalera, al borde, pero no se entiende por qué no la
vieron los niños que pasaron antes que Borthelle porque no la
vieron como Díaz, ahora si Borthelle fue la única persona que
la vio y fue hasta lo bajito, pudo haberla visto pasando la
escalera; si Borthelle la ve en el punto 6 de su plano, es
decir antes de la escalera, quiere decir que el cuerpo inerte
ascendió en contra de la ley de gravedad, subió hasta la
escalera y ahí la vio Bacchi; en cambio, si Borthelle, que fue
directo hasta lo bajito la vio en el punto 5, es decir pasando
la escalera, donde la pileta se inclina, y después Bacchi la
vio en la escalera, si el cuerpo se movió lo hizo de manera
descendiente, entonces Borthelle la ve y no referencia la
escalera como dato sino el piso y el borde, entonces cabe
preguntarse de qué lado de la escalera estaba; que si bien no
puede valorar las declaraciones nulas sí puede valorar la
pendiente de la pileta y entonces si Borthelle fue hasta lo
bajito por qué no pensar que la vio cuando fue hasta la
escalera y que el cuerpo de Florencia siguiendo la pendiente de
la pileta fue descendiendo y llegó hasta la escalera; que esto
305
es mucho más lógico que sostener lo contrario, esto es que se
hundió entre la profesora, que estaba en lo hondo, y la
escalera cercana a 1,40 m, que ninguno de los tres que pasaron
la vio y que Borthelle la vio y el cuerpo fue ascendiendo; que
aquélla le parece la mejor explicación de lo que sucedió,
teniendo en cuenta que Borthelle fue directamente a la parte
baja, y esto demostraría que Florencia llegó a la escalera, la
traspasó, Borthelle la vio traspasando la escalera y después el
cuerpo inerte se fue deslizando hacia abajo hasta que llegó
hasta la escalera donde la vio Bacchi, que dio el grito; que de
todas maneras esta explicación tampoco permite esclarecer las
razones por las que Florencia se hundió, decir que superó la
escalera para Giraldi es importante porque quiere decir que
llegó a la escalera y entonces el ejercicio era adecuado a las
capacidades de nado de la niña, pues no se quedó a mitad de
camino, pero no responde a todos los interrogantes, que tampoco
entiende la desmedida angustia de Mantiñan, pero no puede
valorar esta circunstancia. En cuanto al proceder de Giraldi y
del
personal
de
“Megatlón”
posterior
al
fallecimiento,
Kamenetzky empezó a hacer “RCP”, Ávila la ayudó a sacarla y fue
a buscar al médico, éste vino corriendo y la ayudó a hacer las
maniobras
y
insistentemente
emergencias
Giraldi
lo
hasta
que
se
por
“Megatlón
contratada
primero
que
comunicó
All
hace
con
es
la
Boys”,
llamar
línea
de
luego
se
contactó con la madre y dejó un mensaje al padre para que
acudieran inmediatamente; que también está probado que cuando
sacaron a la niña el cuerpo no tenía signos vitales, por lo que
cualquier intento de resucitación estaba destinado al fracaso;
que la duda es cuánto tiempo estuvo en el agua, la querella
menciona de 4 a 11 o 12 minutos según lo que dice el libro del
Dr. Patito, pero el Dr. Sapag afirmó aquí que el mínimo son 2
minutos, por lo que estaríamos entre 2 y 14 minutos; que
tampoco se dan las circunstancias que contaron los médicos
acerca de que si el agua hubiera estado fría el proceso de
asfixia habría tardado más, pero no eran las condiciones del
agua de ese día, era un día de calor, la pileta estaba techada,
por lo que el agua no era fría y entonces es más razonable
pensar que estuvo poco tiempo en el agua a que estuvo mucho
tiempo. Añadió que aquí nadie intentó enfermar a Florencia como
sostiene la querella, Giraldi simplemente sintió consternación
306
Poder Judicial de la Nación
frente a lo sucedido, oyó lo que relató Privato y todo ocurrió
muy
rápidamente,
tampoco
se
explica
que
hayan
intentado
enfermarla, es decir Avila menciona a Giraldi llorando al lado
de Florencia y la querella habla en cambio de un Giraldi
calculador tratando de enfermarla y de ofrecer dinero, además
sería un mentiroso torpe, pues según cuenta la madre Giraldi le
dijo que la niña tenía un problema cardíaco, según el padre un
desvanecimiento, es decir que Giraldi tendría una gran frialdad
para fingir lo que fingió según Avila y también la torpeza de
contar una versión distinta a un padre y a otro, hipótesis que
parece impensable. En la segunda parte de su alegato formuló
algunas aclaraciones, en primer lugar en cuanto al rol de
Mariano Rosemberg como profesor guardia de agua; que ya explicó
su rol como coordinador de pileta, pero tenía este segundo rol,
como
explicaron
Canavese
y
Giraldi,
cuando
había
grupos
numerosos con la pareja pedagógica y se superaban los 18 niños
por grupo se subdividían en tres grupos de 12; que según la
grilla de trabajo incorporada, por la mañana durante toda la
colonia estaban Giselle Spino, Romina Luzzi y Mariano Rosemberg
como guardia de agua y en diciembre y enero a la tarde estaba
Rosemberg, en febrero no estaba como guardia de agua a la tarde
sino como coordinador, pues ya sabían la cantidad de “colonos”
que había, y de hecho el nombrado aparece en el video; que a
fs. 920 están las condiciones y actividades de la colonia, los
aranceles y consta que la colonia para los socios VIP era
gratis por la mañana, entonces la afluencia de chicos a la
mañana era masiva, por eso había más profesores guardia de agua
a la mañana y no era necesario que los hubiera por la tarde en
el mes de febrero. En cuanto a la cantidad de guardavidas,
entiende que estamos ante normas extrapenales con las cuales se
debe construir la tipicidad y la atribuibilidad de un delito a
una persona pero resulta ilógico pensar que algo es un delito
en la Capital y cruzando la Av. Gral. Paz deja de serlo, pues
según lo que dicen las dos reglamentaciones de la Provincia de
Buenos Aires, una sobre piletas y otra sobre guardavidas, la
primera dice que cada pileta tiene que tener un guardavidas y
la segunda uno cada cien bañistas, curiosamente acá Phagouapé
no conocía las normas de su jurisdicción; que además en el
307
expediente se presentaron reglamentaciones de ciudades, de
provincias argentinas, países vecinos y europeos, como también
los criterios propios de entidades como el Sindicato Único de
Guardavidas,
y
puede
decirse
que
aparecen
los
siguientes
criterios: en Cataluña sólo se alude al tamaño del natatorio,
la
Provincia
de
Buenos
Aires
(decreto
2769)
establece
un
guardavidas cada cien bañistas, el Sindicato Único y la Mutual
recomienda una combinación de ambos criterios, en piletas de 25
metros un guardavidas cada cien bañistas etc, y parece bastante
lógico que se haga depender del tamaño del natatorio y de la
cantidad
de
bañistas
la
cantidad
de
guardavidas;
que
así
“Parque Norte” tiene tres piletas de 4000 m2 cada una (ver
fotos aportadas por defensa de Storchi), es decir que cada
pileta es más de diez veces más grande que la de “All Boys”,
pero colocando dos guardavidas se cumple con la norma, esa
sería la posición de la querella, pero ni el testigo Phagouapé
diría que en una pileta de 4000 m2 dos guardavidas serían
condición
de
seguridad
suficiente;
como
se
señaló
en
la
instrucción, y lo dijo también Canavese, que era gerente de
deportes y tenía experiencia como profesor de educación física
y
de
natación,
criterios
para
seguía
estos
“Megatlón”
criterios
porque
e
incorporó
consideró
que
otros
eran
los
adecuados y estamos hablando del deber de cuidado, tenemos
muchas normas y entonces por qué aplicar una ordenanza no
reglamentada y no aplicar el plan municipal de natación, ya que
se estaba en una clase de natación, norma que sí es operativa y
que exige un solo guardavidas; es más, una testigo aportada por
la querella refirió que un chico cayó sobre su cabeza un día
que había muchos chicos, y si bien era directora de un colegio
no sabía cuántos guardavidas se requerían aunque aplicaba el
plan municipal de natación, los colegios del Gobierno de la
Ciudad aplican ese plan, en el cual la natación aparece como
materia
curricular
dentro
de
educación
física
y
ese
plan
determina que tiene que haber un guardavidas, pero también hay
otro razonamiento que hizo el Dr. Silvestroni, en punto a que
después de la ordenanza 41.718 vino la ordenanza que creó el
Consejo Metropolitano de Guardavidas y después éste dictó una
norma
que
señala
que
recoge
los
criterios
del
convenio
colectivo de trabajo, entonces tendríamos normas extrapenales
más benignas, pero cree que este argumento no corresponde, la
308
Poder Judicial de la Nación
querella debería admitir, si es tan legalista con las normas
extrapenales,
que
hay
una
norma
que
debe
aplicarse
retroactivamente, pero la posición de esta Defensa es que al
momento de los hechos no se violaba ninguna norma, estamos
hablando de la sana praxis y quiénes mejor que los propios
guardavidas para determinar cuáles son los mejores criterios en
piletas públicas o semipúblicas, además está hablando del
convenio colectivo de trabajo aprobado por el Ministerio de
Trabajo de la Nación, no de un panfleto del sindicato de
guardavidas.
Con
respecto
a
las
resoluciones
del
Consejo
Metropolitano de Guardavidas, la querella entendió erróneo el
razonamiento
de
esta
parte,
pero
aclara
que
acompañó
la
resolución que le pareció que correspondía al caso, la del mes
de
noviembre
que
fue
completada
por
una
resolución
de
diciembre, pero la querella mencionó que había otra resolución
y que en esa misma resolución en el artículo 9 se habla de los
grupos de riesgo y de personas con necesidades especiales y se
señala que requieren un guardavidas especial, pero esta parte
entiende que los niños no son grupos de riesgo y tampoco lo
considera así el plan de natación, pues un grupo de chicos de
ocho años no son grupos de riesgo, es el momento cuando uno
aprende a nadar, los grupos de riesgo son los discapacitados,
los obesos; que además el querellante señala que hay otra
resolución donde se recomiendan muchísimos guardavidas para los
quince polideportivos, la del 28 de septiembre de 2006, pero en
realidad se trata del operativo de seguridad para natatorios de
la Ciudad para la temporada 2006/2007, son quince complejos
polideportivos y se dice que en el período de más afluencia de
usuarios, enero y febrero, se prevén 254 guardavidas más 38 de
la temporada anterior, o sea un total de 292, pero no computa
la querella que en los considerandos se dice que en los
momentos de más afluencia llegan a ir 350.000 personas y ello
da 1198 bañistas por cada guardavidas; se podrá decir que no
concurren los 350.000 al mismo tiempo, pero la cuestión es que
está previsto que un día de mucho calor acuda esa cantidad de
gente y esa es la relación de guardavidas por bañista, cuando
la que había el día del hecho era de un profesor para 8,4
bañistas. En cuanto al tema del piletón ya dijo que se mantenía
309
cerrado, y así lo señalaron Carlini, Iconomopulos, Giraldi, y
que se abría bajo las condiciones regladas, esto es, chicos con
adultos o grupos de aprendizaje o de colonia con sus docentes,
pero
según el criterio de la querella tendría que haber cuatro
guardavidas, dos por el piletón y dos para la pileta, por lo
que no se entiende la imputación de la querella; que lo cierto
es que la pileta tuvo inspecciones periódicas pero nunca fue
clausurada ni cuestionada en sus condiciones de seguridad, ni
por la cantidad de guardavidas, la canaleta perimetral o la
plataforma sobreelevada; que es verdad que decían que había dos
guardavidas pero era para cumplir los dos turnos, para cumplir
con el convenio de trabajo, pero cuando iba la inspección había
uno solo y no obstante no la clausuraron, es decir que no había
ninguna falsedad, encubrimiento o información mal dada. En
cuanto al tema de la plataforma sobreelevada sólo dirá que la
misma guardavidas dijo que vio perfectamente a la niña debajo
del agua, por lo que todo lo que se habló de resplandor, de
efecto
espejo,
no
viene
al
caso
pues
ese
día
no
había
resplandor ni ese efecto, en cuanto Kamenetzky miró vio a la
niña abajo del agua y en esto coincide con la Sra. Fiscal.
Respecto de la habilitación del natatorio, señaló que estaba
habilitado desde 1983 y cuando se hicieron las reformas en
julio
de
1998
se
presentó
la
documentación
y
planos
actualizados, se actualizó en función de una resolución de la
Subsecretaría
de
Inspección
General
de
1993,
cfr.
fs.
1104/1105, en la que se dice que como no se ha reglamentado la
ordenanza y las piletas funcionan en Buenos Aires debe dictarse
alguna norma para que las piletas funcionen, aunque sea con una
autorización precaria y así se establecen algunos requisitos;
que
entonces
cuando
se
hicieron
las
modificaciones
se
presentaron con la firma del entonces presidente Brey y también
se presenta el contrato de concesión, esto lo dice porque en la
cláusula 22 de dicho contrato se establece que la concesionaria
“All
Boys
vinculados
2000
S.A.”
con
la
tiene
que
habilitación,
hacer
todos
circunstancia
los
trámites
que
se
le
preguntó a la Dra. Miguez en cuanto a si se había hecho algún
poder y no lo recordaba, pero es evidente que “All Boys 2000”
actuó
en
virtud
de
esa
cláusula,
aparentemente
la
administración admitía que con esa cláusula “All Boys 2000”
podía hacer los trámites de habilitación en representación del
310
Poder Judicial de la Nación
club “All Boys” por ser el concesionario de la pileta, aunque
la habilitación fuera de éste, además la pileta iba a quedar
para el club terminada la concesión; que en 1998 se hicieron
muchas inspecciones, pero la inspección a los efectos de la
habilitación que prevé esta resolución, que es una inspección
especial donde venían de Aguas, de Verificaciones, etc, se hizo
el 7 de julio de 2000 y en ella no se clausuró el natatorio, y
la resolución de la Subsecretaría de Inspección General de 1993
dice que si están comprometidas las condiciones de seguridad,
higiene o moralidad debe clausurarse el natatorio, pero esto no
se hizo; que el 14 de noviembre de 2000, ante la pasividad de
la administración pública, Miguez presentó un escrito pidiendo
“pronto despacho”, para que se le otorgue la habilitación,
entonces la administración reacciona con una intimación de
mejoras del 28 de noviembre de 2000 notificada en la sede de
Alvarez Jonte el 9 de enero de 2001, pero de las diez mejoras
la única que requería algún tipo de trabajo edilicio era un
lavapiés, lo demás era reseñalización y presentar documentos
certificados por escribano, en enero es difícil encontrar una
escribanía abierta, o quizás no lo hicieron, pero pidieron
prórroga y consta en el expediente que el 22 de febrero se
hicieron
tres
o
cuatro
certificaciones
notariales
que
se
presentaron en el expediente, y no había que violar la clausura
judicial
para
hacer
una
certificación,
como
sostiene
la
querella, sino que sólo se certificaba el plano y luego salió
la habilitación, por lo que no hay nada que sea irregular.
Añadió que lo cierto es que el tema de los guardavidas era una
función de Canavese y no se le puede atribuir a Giraldi, aunque
todo estaba bien armado, y el tema de la plataforma tampoco se
le puede atribuir a éste, más allá de su no incidencia; que
aquí hay dos cuestiones y los incumplimientos alegados por la
querella no tienen incidencia en el hecho, y por otro lado
tampoco son atribuibles a Giraldi, pues no eran su rol, no
tenía que ocuparse de tramitar las habilitaciones o de estar
como
guardavidas,
parecería
que
tenía
que
estar
en
todas
partes, le imputan todo, pero el tema de los guardavidas era un
rol de Canavese, la plataforma era un rol de los guardavidas y
si la consideraban necesaria debían pedirla, tampoco el tema de
311
la canaleta tiene que ver con Giraldi, era un tema de los
arquitectos eligieron ese sistema, Giraldi fue a trabajar a una
pileta que para él cumplía las condiciones de seguridad, y la
habilitación era un tema de Guido Miguez que se canalizaba a
través de Luciana Miguez, además todas estas infracciones no
tuvieron ningún eco en la administración pública que es la
autoridad de aplicación y no lo es la Defensoría del Pueblo.
Para concluir adhirió al pedido de extracción de testimonios
por el delito de falso testimonio, agravado por ser en contra
de
Giraldi,
respecto
de
las
testigos
Fernández
Justoni
y
Straquadini, pues cuando declaró la señora Rombolá dijo que la
que
informó
en
la
reunión
en
su
casa
que
sacaron
a
una
profesora y la enviaron a la casa para ahorrarse la jornada era
la madre de Bacchi, pero ésta no dijo nada de eso, en cambio
las dos testigos afirmaron que fue la madre de Sandro Damilano
Maison, y una dijo que lo recordaba porque se acordaba del
nombre del cantante popular, además dijeron que fue el día del
velorio, pero luego apareció la madre de Sandro y sostuvo que
fue unos días después pues ella primero no quería hablar con la
madre de Florencia, luego aceptó y habló a la semana como muy
pronto; que además esta testigo tampoco refirió el incidente
aludido, ni mencionó que Giraldi tuviera que ver con ello,
además dijo que no había ningún adulto cuando fue a la casa de
Rombolá,
por
lo
que
hay
tres
indicios
claros
del
falso
testimonio cometido; y que también entiende que hubo falso
testimonio por parte de María Angélica Möller, pero no lo puede
alegar como defensa de su cliente, pero considera que el
Tribunal, de advertir que existió falso testimonio debería
ordenar la investigación; que ello lo dice por lo que la
querellante expresó ante el Juzgado instructor. Por todo lo
expuesto el Dr. Alonso, en primer lugar, adhirió a la nulidad
articulada
por
la
Defensa
de
Storchi
y
relativa
a
la
intervención autónoma de la querella en estas actuaciones, que
entiende que, de declararse, es extensible a su pupilo ya que
contra él no hay acusación pública, y, de no decretarse la
nulidad, pide se absuelva a Giraldi del delito y por los hechos
que se le imputa; asimismo solicita que se tengan presentes las
reservas del caso federal y de casación formuladas en razón de
las declaraciones de nulidad de las testimoniales de Nathalie
Mantiñan
y
Santiago
Díaz,
por
312
violación
a
las
garantías
Poder Judicial de la Nación
constitucionales de la defensa en juicio y del debido proceso;
que
se
extraigan
testimonio
testimonios
agravado
por
por
parte
de
la
las
comisión
de
testigos
falso
Graciela
Straquadini y Liliana Fernández Justoni; que se impongan las
costas a la querella y se regulen los honorarios profesionales
de esta Defensa.
Por su parte el Dr. Alonso al ejercer su derecho a
dúplica, entiende que la réplica no es procedente, pues el
falso testimonio versó sobre el supuesto retiro de un docente.
Que
respecto
de
las
testigos
Fernández
de
Justoni
y
Straquadini, señaló que fue muy claro en su alegato en cuanto a
que las testigos dijeron que habían estado al día siguiente o
el día del velorio con la señora Rombolá y que entonces la
señora Maison había dicho que se había ido una docente y que
recordaban claramente que era la mamá de Sandro, por el nombre
del
cantante,
pero
luego
compareció
esta
última
y
refutó
totalmente los hechos relevantes en lo que hacen al falso
testimonio, pues el evento no se vinculaba con la salida de
ningún docente y también dijo luego de varias insistencias de
la querellante que concurrió por lo menos una semana más tarde
a la casa y que cuando habló con Rombolá no había ningún adulto
presente.
El Dr. Nicolás Guzmán, defensor de María Cecilia
Privato, adelantó que pedirá la absolución de su asistida y
señaló que se adentrará en la cuestión principal que va a
definir el hilo de lo que va a exponer, esto es, que no puede
afirmarse luego del juicio que el 12 de febrero de 2001 Privato
haya violado algún deber de cuidado que estaba a su cargo; que
esto es así porque más allá de la convicción de esta defensa,
sobre cómo ocurrieron los hechos, y aunque no se compartiera
esta hipótesis, siempre habrá dudas sobre la versión de los
acusadores; que no plantea que estas dudas recaigan sobre todos
los
aspectos
sobre
los
que
versó
el
juicio
sino
sobre
cuestiones puntuales que son las que definen el caso. Agregó
que sobre algunas cuestiones se logró certeza, así que el día
que falleció Florencia estaba en la colonia; que estaba en la
pileta haciendo un ejercicio en la parte honda y a cargo de
313
Privato;
pero
no
ocurre
lo
mismo
sobre
cuestiones
trascendentes, que son las que definen el análisis de si
existió o no violación al deber de cuidado. Agregó que nadie
puede decir que ese día Florencia no llegó a la escalera en la
última pasada del ejercicio, ni asegurar que los chicos, como
dijo la Sra. Fiscal, se tiraban al agua apenas el anterior le
tocaba la mano a la profesora, allí la Fiscalía marcó una
supuesta violación del deber de cuidado por Privato, en el
entendimiento de que no habría cumplido con la pauta de esperar
a que Florencia llegara a la escalera, pero si lo que se
pretende es aplicar una condena debe conocerse con certeza el
hecho puntual, qué es lo que ocurrió mientras se hizo el
ejercicio, y los jueces deben poder exhibir una argumentación
sin fisuras que dé cuenta de las condiciones de modo, tiempo y
lugar en que se produjo el mismo y la supuesta violación del
deber de cuidado y en este sentido, la determinación del
alcance del deber de cuidado que estaba en cabeza de Privato,
cómo se determina este deber y hasta dónde llegaba su posición
de garante. Entiende que los acusadores en definitiva no fueron
muy precisos en indicar un principio y un fin del deber de
cuidado en cabeza de Privato, pero todos los deberes tienen un
principio y un fin que define su posición de garante respecto
de los terceros, y una vez conocido éste se puede ver el
siguiente paso del análisis, esto es establecer si en ese arco
se produjo una infracción de ese deber de cuidado en cabeza de
Privato; que sobre la base de lo dicho por los testigos Boffa y
Pizano se puede establecer que el deber terminaba cuando los
menores llegaban a la escalera, cuando el menor estaba aferrado
a la escalera, al cuerpo sólido, como dijo Pizano, y ya está en
una
posición
segura,
lo
que
permite
al
docente
pensar
razonablemente que en la normalidad del ejercicio puede prestar
atención al siguiente alumno, es decir que es razonable que una
vez que el menor llegó a la escalera el docente dé paso al
siguiente niño, como dijeron estos testigos. Añadió que en el
juicio enfrentamos un problema relacionado con la determinación
de la supuesta infracción al deber de cuidado, y es que esta
actividad no está reglada o reglamentada a través de normas
jurídicas, como puede ser la conducción de automóviles, y en
ese caso sería mucho más sencillo determinar qué norma fue
infringida, pero como no es una actividad codificada hubo que
314
Poder Judicial de la Nación
recurrir a la investigación en el juicio para establecer cuáles
son los usos y costumbres y las pautas en la docencia que
establecen cómo se tiene que hacer el ejercicio en el contexto
del cual se produjo el lamentable deceso de Florencia y una vez
conocidas estas pautas V.V.E.E. no pueden apartarse de las
conclusiones emergentes de esta investigación. Que en el juicio
quedaron
establecidas
cuáles
son
estas
pautas
razonables,
incluso si al día de hoy cambiaran las pautas y los docentes de
natación decidieran que hay que esperar que el chico salga del
agua, que esté abrigado con una toalla, etc, para dar paso al
niño siguiente, esto no influiría en este caso, ya que hay que
analizar los criterios rectores al momento en que ocurrió el
hecho; que de todas maneras por lo que dijeron Boffa y Pizano
estas pautas no cambiaron y el ejercicio se sigue practicando
de igual manera; y que la propia Fiscalía reconoció este límite
temporoespacial de dónde empezaba y terminaba la posición de
garante de Privato en el ejercicio. Continuó señalando que
entonces una vez establecido el alcance del deber de cuidado
hay que analizar cómo se desarrolló el ejercicio ese día y como
se
adecua
a
las
pautas
analizadas,
hay
que
conocer
con
precisión qué hizo o dejó de hacer Privato respecto de lo que
debía hacer o no hacer según estos usos y costumbres y éste es
el momento donde se van a producir los escollos para realizar
este
análisis,
para
establecer
cuáles
son
las
acciones
u
omisiones que pudieron haber implicado una violación a su deber
de cuidado. Agregó que en este sentido destaca que el resultado
lamentable del deceso no puede ser el patrón en función del
cual se analiza cómo actuó Privato, el resultado no indica por
sí solo que se haya cometido un delito, y por más obvio que sea
esto hay que remarcarlo; que se debe determinar si la imputada
miró a Florencia cuando hacía el ejercicio, si estaba en el
agua de cara al borde de la pileta, si esperó a que llegara a
la escalera y si recién en ese momento dio paso al siguiente
niño, y esta parte va a concluir que Privato miró a Florencia
en todo momento mientras hizo el ejercicio, que estaba dentro
del agua ubicada en el vértice del triangulo mirando a los
chicos, que esperó a que Florencia llegara hasta la escalera,
se tomara de ella y empezara a subir y que recién en ese
315
momento le dio paso al siguiente chico; que, para condenar, los
jueces deben estar en condiciones de negar cualquiera de estas
afirmaciones, esto es sostener que Privato no miró, que no
estaba dentro del agua o que no esperó a que la niña llegara a
la escalera; que esta parte considera que no existen razones
válidas para afirmar esto con la certeza que requiere el
dictado de una condena, incluso la prueba más clara de que ello
es así, de que no hay certeza, la tuvimos en días pasados
cuando escuchamos los alegatos de las partes, pues cada una dio
una versión distinta de lo ocurrido y así tenemos hoy cuatro
hipótesis distintas: la querella incluso puso de manifiesto
desacuerdos internos, pues en su alegato por derecho propio el
señor Möller dijo que para él Privato estaba afuera del agua
cuando se produjo el deceso, luego su abogado señaló que en
realidad
habría
fallecido
en
ese
primer
ejercicio,
que
describió como una suerte de cajón y dijo que lo explicaría
pero no lo hizo, por su parte la Fiscalía dio otra versión y
sostuvo que Florencia no había llegado a la escalera y la
defensa de Giraldi elaboró una cuarta hipótesis, lo cual no es
casualidad, pues las pruebas no permiten fundar un grado de
convicción en cuanto a cómo se llevó a cabo el ejercicio, a que
Privato violó un deber de cuidado y de qué manera. Asimismo
expresó que en el juicio penal se maneja el concepto de verdad,
los jueces deben estar convencidos de que el pensamiento que
van a reflejar en la sentencia coincide con la realidad de lo
que ocurrió, y esto es anterior al principio “in dubio pro
reo”, debe obtenerse la verdad para aplicar una condena y el
poder jurisdiccional para aplicar una condena, no puede estar
divorciado del saber, del conocimiento; que esto nos introduce
en la cuestión de las dificultades probatorias que enfrentamos
en este juicio y la falta de certeza deriva de dificultades
probatorias que se presentaron en el debate y que no puede ser
atribuidas a ninguna de las defensas, sino que dependen pura y
exclusivamente de la actuación de la propia querella y en
algunos casos de los órganos jurisdiccionales; que esto lo
señala porque estas dificultades nunca van a poder ser una
excusa
para
la
complacencia
respecto
de
las
hipótesis
acusatorias y no pueden ser tomadas en este sentido; que la
primera dificultad es la minoridad de los testigos, pues los
principales testigos eran los niños, que declararon y algunos
316
Poder Judicial de la Nación
no recordaban prácticamente nada, otros recordaban algunas
cosas, inclusos sus manifestaciones no estaban tan guiadas por
sus recuerdos sino por lo que les parecía lógico o probable;
que el caso de Nathalie Mantiñan es paradigmático, no declaró
porque estaba muy traumada, muy angustiada, y esta parte no
insistió aunque sabía que ante el Juzgado instructor había
dicho cosas muy importantes para esta defensa, y fuera su
declaración
directa
o
indirecta
a
través
de
sus
padres,
corroboraba la hipótesis de esta defensa, sin embargo no tienen
la posibilidad de contar con este testimonio tan importante, ya
que Nathalie es la que se tiró inmediatamente después de
Florencia y eran amigas; que el paso del tiempo incidió de gran
manera en su caso porque dificultó la corroboración de sus
hipótesis, si bien no la imposibilitó porque con lo que hay le
alcanza para sostener que aquéllas pueden ser consideradas
confirmadas, y así lo dirá el Dr. Gandolfo, pero es cierto que
la dificultó, pues hoy los chicos tienen catorce o quince años
y al momento tenían ocho o nueve años, con una memoria en
formación, y no es lo mismo que un adulto recordando algo
ocurrido hace cinco o seis años, de hecho todas las partes
estaban convencidas de que iba a ser una dificultad y por ello
solicitaron la incorporación por lectura de la declaración de
los menores y
así lo había ordenado al tribunal, pero luego se
empezaron a declarar nulas estas declaraciones por ciertas
cuestiones formales; que la prueba más clara de esta dificultad
son las contradicciones entre los propios chicos, algunos se
contradijeron no sólo entre ellos sino consigo mismos, si se
considera lo que dijeron en la etapa de instrucción, y ello en
cuestiones puntuales que son las que definen el caso. Agregó
que el paso del tiempo también obedeció a ciertas acciones por
parte de la querella, pues su defendida estaba en condiciones
de ser juzgada en marzo de 2003 y ya se había formulado
requerimiento de elevación a juicio, pero tuvieron que pasar
cuatro años para que el debate se pudiera llevar a cabo y esto
principalmente por la actividad de la querella, que pretendía
que estuvieran en juicio los presidentes de “All Boys” y de
“Megatlón”; que por otro lado en el juicio nos enteramos de que
los chicos habían sido visitados uno por uno, grabados y se les
317
había pedido que hicieran dibujos, incluso fueron ayudados a
confeccionarlos y en ellos se habían hecho anotaciones, y quien
hizo todo eso fue la mamá de Florencia, por lo que debe
destacar la deslealtad de la querella, que no aportó los
cassettes oportunamente y ello les impidió conocer qué dijeron
los chicos días después del hecho; que además la querella les
preguntaba
a
los
chicos
todo
el
tiempo
si
la
gente
de
“Megatlón” había hablado con ellos apuntando a una distorsión
de determinados conceptos en la mente de los niños, pero si
algo quedó probado es que la única persona que pudo haber hecho
esto es la mamá de Florencia, y hay una prueba de que esto es
así, ya que Gonzalo Consorti dijo que Florencia no sabía nadar,
luego alguien le preguntó por qué había dicho eso y manifestó
que se lo dijo la mamá, y si nadie hubiera hecho esta pregunta
habría quedado como un juicio de valor propio del testigo, pero
ahora tenemos la duda de en cuántas ocasiones pudo haber
ocurrido esto en el juicio y en cuántos casos lo que dijeron
los chicos pudo ser producto de lo que les comentó la mamá.
Seguidamente el Dr. Gabriel Gandolfo manifestó que se referirá
a cada uno de los hechos relevantes que se han acreditado y a
los que no se han podido acreditar; que la primera cuestión
tiene que ver con qué sabía hacer Florencia en el agua, lo cual
es relevante porque a partir de la afirmación, falsa, de que no
sabía
nadar,
la
Fiscalía
y
la
Querella
construyen
sus
acusaciones; que la primera pregunta elemental es qué es nadar,
y es la capacidad de desplazarse en el agua ayudándose de los
movimientos necesarios sin necesidad de tocar el suelo u otro
apoyo; que en el juicio quedó probado que Florencia sabía
desplazarse de esta manera, no está diciendo que fuera una
experta nadadora, lo cual está claro, pero lo que sostiene es
que sabía nadar en la medida necesaria para estar donde estaba
y hacer los ejercicios que estaba haciendo; que Privato explicó
en su indagatoria que niveló a la niña cuando entró a la
colonia, vio que entraba sin miedo, que sabía flotar y hacer
pequeños
desplazamientos
en
el
agua,
aunque
sin
ninguna
técnica, esto lo confirmó el testigo Carlini, que el 3 de
febrero vio a la niña y a su familia en la pileta y la vio
desplazarse en el agua en la parte profunda, por eso cuando se
enteró de lo ocurrido dedujo que debió haberle pasado algo,
alguna descompensación, porque no podía entender que con esas
318
Poder Judicial de la Nación
capacidades pudiera haberse ahogado; que por su parte la señora
Rombolá terminó por reconocer que su hija sabía flotar parada y
también hubo que recordarle lo que había dicho ante el Juzgado
instructor sobre que en Córdoba ella le había enseñado a
flotar,
aunque
la
testigo
señaló
que
esto
debería
haber
ocurrido en 1996 cuando ella fue docente en esa provincia y que
la niña podría haberse olvidado, pero el papá de Florencia dijo
que en enero de 2001 la familia había estado en Córdoba en una
pileta y con Florencia, a lo que hay que sumarle que había
estado en diciembre de 2000 en la pileta del club “Imperio” por
no menos del quince días y que los propios padres reconocieron
que desde 1996, cuando aprendió a flotar según sus propios
dichos, hasta 2001 había hecho pileta recreativa, y con esto
quieren resaltar que cuando llegó a “All Boys” como mínimo
sabía flotar desde hacía varios años y había tenido contacto
frecuente con el agua en distintas piletas, aunque quizás no
hubiera tomado clases de natación; que esto lo destaca porque
quiere que quede claro que Florencia en función de estos
antecedentes no podría haberse olvidado de cómo flotar, además
es altamente improbable en función de la experiencia y el
sentido común negar el hecho de que en todo ese tiempo no haya
podido
evolucionar
en
sus
habilidades
en
el
agua
y
debe
descartarse de plano que pudiera haber involucionado, es decir,
que cuando llegó a “All Boys” supiera menos que lo que sabía en
1996, lo que es absurdo. Añadió que quedó probado que cuando
llegó al club nadaba “perrito”, y los testigos Pizano y Boffa
explicaron que este nado es la técnica natural de nado, que es
una habilidad innata y se aprende sin que nadie tenga que
enseñarlo, y todos sabemos que para ello no es necesario meter
la cabeza en el agua; y que en definitiva lo que les interesa
destacar es que como mínimo la niña tenía las habilidades
necesarias para hacer los ejercicios que hizo y para estar
donde estaba, y justamente estos ejercicios tienden a que los
chicos vayan consolidando su confianza en el agua y ganen
autonomía, y en función de ello la afirmación de que Florencia
no sabía nadar es cierta únicamente si se define nadar de
acuerdo a un estilo especifico, pero nadie dijo que Florencia
fuera una nadadora con técnica, si en cambio entendemos nadar
319
como lo ha definido según el diccionario de la Real Academia
Española, y así también lo definió el testigo Pizano, podemos
asegurar que Florencia sabía nadar lo suficiente para ejecutar
los ejercicios que se realizaban, y si se sostiene que es falso
que no supiera nadar, es falsa como consecuencia la premisa
sobre la que la Fiscalía y Querella construyen su acusación, y
esto de que Florencia sabía nadar cabe respecto de todos los
chicos que estaban en el grupo, pues todos realizaron todos los
ejercicios que Privato les indicaba y además el deceso se
produjo después de terminado el ejercicio y no durante éste;
que además, ya que hablamos de los ejercicios, cabe preguntarse
si eran sobreexigentes o torturantes y definitivamente la
respuesta es no y no se los puede considerar de esa manera, una
sesión de tortura como dijo el Sr. Möller, además ningún
testigo en el juicio sostuvo esto, más aún, en un plano más
general, ningún testigo dijo que algo de lo que hizo en la
colonia o en la pileta, cualquier ejercicio, le haya costado.
Afirmó también en cuanto a la distancia que tenían que recorrer
en el ejercicio en triángulo, que no superaba los cuatro
metros, ello quedó probado, la explicación de Privato no fue
desmentida por ningún testigo y además la corroboran plenamente
la mamá de Giuliano Bacchi, que dijo que la profesora estaba a
unos metros, el propio Giuliano, que mencionó medio metro, y si
bien no estaba a esa distancia da la pauta de que era corta;
que Anahí Ridolfo dijo que no era mucho el trayecto hasta el
borde y ningún chico dijo que el trayecto fuera largo, entonces
la conclusión es obvia, esto es que los ejercicios que estaba
haciendo Privato eran adecuados para ese grupo; que quizás la
prueba más contundente es que la propia Florencia el día del
hecho
realizó
sin
ningún
tipo
de
dificultades
el
primer
ejercicio que efectuaron antes del triángulo, que implicaba
ingresar al agua por la colchoneta y desplazarse paralelo al
borde hasta salir por la escalera de la parte más profunda, y
este trayecto era bastante más largo que el triángulo no
obstante lo cual Florencia lo hizo cuatro veces sin dificultad,
entonces no puede decirse que no estaba capacitada para hacer
el del triángulo; que además los testigos Pizano y Boffa
dijeron que un chico con estas habilidades para hacer 4 o 5
metros no podía tardar más de quince segundos, lo que indica el
escaso grado de dificultad del ejercicio. Asimismo señaló que
320
Poder Judicial de la Nación
se ha cuestionado que en el grupo de Privato había chicos con
diferente nivel de natación, pero es normal que así sea y lo
explicó con claridad Canavese, que dijo que había un piso y un
techo, que a los que estaban más cerca del “piso” les costaba
más, a los otros menos, pero todos podían hacer los ejercicios;
y volviendo a qué es nadar, en las declaraciones de los chicos
y de los padres hay contradicciones que son aparentes, así la
mamá de Giuliano afirmó que su hijo sabía flotar, pero no
nadar, el niño dijo que le tenía “miedito” al agua, que era del
nivel bajo o medio y que todos los del grupo tenían más o menos
el mismo nivel, la mamá de Nathalie expresó que su hija sabía
nadar, pero no sabía ningún estilo, el papá de Tomás mencionó
que sabía nadar, pero dependiendo del significado que se dé a
“nadar”, Anahí Ridolfo dijo que sabía nadar muy poco, que sabía
flotar pero que pudo hacer los ejercicios sin dificultad, el
padre de Santiago Díaz afirmó que su hijo estaba aprendiendo, y
así lo señaló éste, Mariano Aparicio indicó que en el grupo de
Privato estaban los que no sabían nadar muy bien, otros como
Pedemonte y Consorti dijeron que sí sabían nadar; que en este
sentido Ailin Lorenzo dijo que sabía nadar, pero estaba en el
grupo más avanzado de Avila aunque el día del hecho había
pedido estar en el de Privato, unos dicen que sabían, otros que
sabían más o menos pero ello está condicionado por su propia
percepción y por lo que entienden por nadar, pero no hay duda
del hecho objetivo y concreto de que todos pudieron hacer sin
dificultad alguna el ejercicio, incluida Florencia; que con
esto quiere decir que la nombrada no era una excepción a la
media del grupo, podía hacer lo mismo que los otros con más o
menos dificultad, según con quien se la compare, pero es un
problema de precepciones, lo cual se advierte en lo que opinan
los chicos, así Micaela Pedemonte y Rulli dijeron que Florencia
no
sabía
nadar,
pero
Mariano
Aparicio
y
Candela
Palacios
afirmaron que sí sabía, Gonzalo Consorti señaló que no sabía
nadar pero luego aclaró que lo decía porque se lo dijo la mamá
de Florencia y finalmente afirmó que Florencia nadaba más o
menos
en
el
grupo,
pero
en
definitiva
todo
lleva
a
la
conclusión de que Florencia estaba en condiciones de hacer los
ejercicios que lo hicieron, y además realizó los anteriores sin
321
necesidad de que Privato la ayudara. Asimismo señaló que otra
cuestión a la que se refirió el Sr. Möller es que Privato
obligaba a los chicos a hacer cosas imposibles, que era una
especie de dictadora, lo cual es un absurdo, pues todos aquí se
manifestaron con la mejor opinión de Privato, así la madre de
Lorenzo dijo que sus tres hijos fueron alumnos de su pupila;
que una segunda cuestión es que, como Florencia sabía nadar,
dicho con aquel alcance, podía ir a la parte profunda a hacer
determinados ejercicios; que esta cuestión fue esclarecida por
los testimonios de Avila, Pizano, Boffa y Canavese, que son
profesores de natación y han explicado que realizar ejercicios
en la parte profunda para los aprendices es habitual e incluso
necesario, que implica lograr que el chico se vaya adecuando al
medio, ganando confianza y evolucionando, y ello lo dicen
personas altamente calificadas, pues Boffa es rectora del
instituto Dickens, uno de los más importantes de país, es decir
que Privato llevando a los chicos a la parte profunda no
cometió ninguna irresponsabilidad e hizo lo que tenía que hacer
con un grupo donde los chicos más o menos sabían desplazarse en
el agua, además estas visitas a lo profundo eran puntuales
pues, la mayor parte del tiempo el grupo de Privato estaba en
la parte baja, al revés de lo que ocurría con el grupo de
Avila. En cuanto a la supuesta prohibición de la señora Rombolá
a Privato de llevar a Florencia a la parte profunda, entiende
que no existió tal prohibición, pero en caso de que hubiera
existido, cabe analizar qué alcances y efectos podría haber
tenido, en este sentido señala que cuando un padre lleva a un
hijo a un establecimiento educativo o deportivo implícitamente
acepta los contenidos que ese establecimiento pretende impartir
y los mecanismos de enseñanza, y si como padres no les gusta la
forma en que lo hacen tienen la libertad de cambiar a los niños
de lugar, incluso lo hicieron los padres de Florencia respecto
del
club
“Imperio”,
pero
no
podemos
imponerles
nuestros
criterios a los profesores porque los chicos al ingresar en
estas comunidades forman parte de un grupo y si se pretende una
enseñanza personalizada y que los profesores hagan lo que los
padres quieren hay que contratar un profesor particular, pero
en
las
clases
grupales
es
el
docente
el
que
evalúa
las
condiciones y actividades de los chicos y no hay prohibición
del padre que haga operativa una excepción a la regla; que de
322
Poder Judicial de la Nación
lo contrario, si un padre dijera que el chico sabe nadar e
indicara que en la hora de pileta se lo deje hacer lo que
quiera esto no libera de responsabilidad al profesor; que
tampoco una prohibición le crea de por sí un deber de cuidado
extra a los profesores, esta indicación de los padres va a
servir para que el docente ajuste su propia evaluación sobre lo
que el chico puede hacer, pero no crea una prohibición o un
deber de cuidado autónomo ni puede decirse que el profesor haya
violado el deber de cuidado porque no respetó esa prohibición,
lo que en cambio sí ocurriría en cuestiones médicas, y así a
Privato le dijeron que Florencia no podía sumergirse y no
estaba en condiciones de controvertirlo, entonces cumplió lo
que le dijeron; que no puede dejar de referirse a lo que dijo
Consorti en cuanto a que la madre de Florencia le hizo esta
recomendación o prohibición a Privato, que sobre este tema ya
dijo su colega lo que pudo haber ocurrido y quedó envuelto en
un
marco
de
duda,
además
la
prohibición
de
la
madre
de
Florencia es una cuestión relativa y no debe dársele mayor
importancia. Continuó diciendo que en cuanto al ejercicio en
triángulo
en
el
contexto
del
cual
se
produjo
el
deceso,
entiende que quedó claro que ir a lo hondo era una conducta
habitual, así los profesores Boffa y Pizano dijeron que eran
ejercicios habituales para la enseñanza de la natación, al
igual que el primer ejercicio de desplazamiento paralelo al
borde, además ninguno de los niños dijo que estos ejercicios
fueran excesivos, torturantes, etc y Florencia los realizó sin
ayuda, las cuatro primeras pasadas ante la vista de Privato y
sin ayuda de ésta, que sólo ayudaba a los que la requerían, que
no era el caso de Florencia, que no necesitaba ayuda para
hacerlos, pero sí para ingresar al agua; que además la Fiscal
de juicio mencionó como elemento disvalioso respecto de Privato
que ayudó a Mariano Aparicio y no lo hizo respecto de Florencia
y
efectivamente
esto
es
así,
pero
significa
que
Mariano
necesitaba ayuda y Florencia no y es un punto más que marca
cómo se apreció de manera arbitraria la prueba, frente a un
hecho concreto y objetivo, esto es el hecho de que Privato
ayudó a Mariano y no a Florencia permite dos hipótesis, la
primera y más cercana al sentido común es que uno necesitaba
323
ayuda
y
el
otro
no,
y
otra
más
rebuscada
es
que
ambos
necesitaban ayuda, pero Privato por alguna suerte de antipatía
hacia Florencia no la quiso ayudar; que frente a estas dos
alternativas
la
Fiscalía
optó
por
la
más
adecuada
a
su
hipótesis acusatoria pero lo hizo de manera arbitraria y sin
dar razón de por qué eligió esta versión sobre la otra,
forzando
los
acusatoria,
hechos
lo
cual
para
que
configura
se
adecuen
a
su
hipótesis
arbitrariedad,
en
lugar
de
adecuar su hipótesis a los hechos; que Anahí Ridolfo dijo que
no sabía nadar pero sí flotar y que el ejercicio en triángulo
no le pareció difícil ni exigente, entonces en la hipótesis mas
perjudicial para esta defensa estaría en las mismas condiciones
que Florencia; que la testigo Magnolia señaló que ninguno de
sus tres hijos, que habían concurrido a esa pileta, se había
quejado de los ejercicios, Tomás Borthelle señaló que no sentía
que se le pidiera hacer cosas que no podía hacer, Micaela
Pedemonte y Santiago Díaz dijeron lo mismo y también los padres
de los niños, Mabel Cáceres, Nora Ribas, Gustavo Pedemonte y
Luis Ridolfo, en definitiva los ejercicios se podían hacer
perfectamente.
En
cuanto
a
uno
de
los
puntos
más
trascendentales para esta Defensa y para la resolución de este
caso, esta parte afirma de manera categórica que Florencia
llegó a la escalera, y esto es trascendental, porque tiene que
ver con el alcance del deber de cuidado exigible a Privato; que
en la indagatoria su pupila señaló que Florencia entró al agua
por la colchoneta, después Privato le dio un empujoncito hacia
el lado de la escalera y luego la vio tomada de la escalera y
en actitud de subir, ahí le dio la orden de arrojarse a
Nathalie y así lo hizo sucesivamente hasta que llegó a Giuliano
que detectó el cuerpo de Florencia, por lo que se suspendió el
ejercicio; que sostiene que la niña llegó a la escalera en
razón del lugar donde fue hallado el cuerpo, esto es en el
fondo de la pileta debajo de la misma, así lo dijeron de manera
terminante Kamenetzky y Avila que la rescataron; que además
Bacchi expresó que vio el cuerpo cuando iba a subir la escalera
para tirarse, Borthelle vio el cuerpo cerca del borde, Micaela
Pedemonte dijo que creía que la habían sacado cerca de la
escalera,
el
comisario
Capuchetti
dijo
que
según
los
testimonios que recogió inmediatamente después del hecho, al
parecer la encontraron cerca de la escalera y así surge del
324
Poder Judicial de la Nación
croquis de fs. 187, además no hay un solo testigo que desmienta
esta versión, que afirme que la encontraron en otro lado o que
no haya llegado a la escalera; que ciertamente no podemos citar
en apoyo de esta postura de la defensa las declaraciones de
Nathalie Mantiñán, Santiago Díaz y Micaela Pedemonte ante la
instrucción, que dijeron que la vieron tomada de la escalera,
ello en función de las nulidades declaradas por el Tribunal, en
su criterio de manera incorrecta; que Nathalie no pudo declarar
por recomendación médica y los otros dos sí lo hicieron, pero
no recordaron lo que habían dicho con toda precisión en fecha
cercana al día del hecho, además pasaron seis años, a pesar de
Privato y en contra de Privato, y aclara que con esto no está
criticando la actividad del tribunal pero es un hecho objetivo
que no se puede discutir, que, volviendo a la argumentación
principal, encontramos que la Fiscalía y la Querella desmienten
que Florencia haya llegado a la escalera, la querella lo niega
y no lo explica y llena sus vacíos argumentales y probatorios
con frases efectistas para la prensa, pero no adecuadas para
decidir sobre la libertad de las personas; que a su vez la
Fiscalía ensaya una argumentación, esto es que si hubiera
llegado e intentado subir la escalera habría hecho ruido al
caer y se la hubiera escuchado, es posible que si hubiera caído
se la habría escuchado pero no sabemos cómo volvió al agua,
pudo soltarse de la escalera y caer sin hacer ruido, pero esto
que sostiene la Fiscalía se contradice con algo que dirá
después; que además, así como consideran que Florencia no llegó
a la escalera, ni la Querella ni la Fiscalía niegan que el
cuerpo haya sido encontrado debajo de aquélla, entonces no se
comprende cómo pueden convivir en un razonamiento lógico ese
postulado de que no llegó a la escalera con este hecho; que
esta parte intentó imaginarse qué pudo ocurrir pero no hay una
explicación razonable; que si imaginamos que Florencia se
sumergió en algún punto del trayecto que tenía que hacer entre
Privato y la escalera, para llegar hasta donde fue encontrado
el cuerpo tuvo que haber subido inerte la pendiente en contra
de la ley de gravedad y como si estuviera empujada por alguna
corriente subacuática que no existe en una pileta; que en
cambio para esta Defensa está claro que Florencia llegó a la
325
escalera, y naturalmente no puede descartarse ello sobre la
base del argumento que dio el Fiscal de instrucción en el
requerimiento
de
elevación
a
juicio,
esto
es
que
por
el
resultado es obvio que no llegó a la escalera, pues no hay
argumentos lógicos que permitan descartar lo que sostiene esta
Defensa, que la niña llegó a la escalera y por algún motivo,
quizás por un desvanecimiento, haya vuelto a ingresar al agua,
se haya sumergido y haya fallecido como consecuencia de la
sumersión,
resultado
no
hay
permita
profundidad
de
la
ninguna
razón
descartar
pileta,
lógica
esta
esta
que
premisa.
parte
a
En
partir
cuanto
sostiene
que
del
a
la
en
la
escalera había 1,40 m y trata este tema porque la querella
insiste que en realidad donde decía 1,40 m había 1,53 m, ello
basada en la inspección ocular del juez Lucini, pero en las
fotos tomadas ese día se advierte fácilmente que ese día,
cuando había 1,53 m, el agua estaba al mismo nivel del borde,
fs. 580, en cambio en las fotos del día del hecho y en el video
se advierte que había mayor distancia entre el agua y el borde,
13 o 15 cm, con lo que puede decirse que donde figuraba 1,40 m
había esa profundidad, además queda claro que la escalera no
fue movida, que estaba justo en la línea roja de demarcación y
que no hubo modificación de pruebas en este sentido, aunque no
se impute ello a Privato. Agregó que aquí no se agota la
insistencia de la querella en querer seguir sumando sustancia
cargosa a la imputación cueste lo que cueste e incluso a costa
de la lógica, así el papá de la niña afirmó que el día del
hecho entre el borde y el agua había 40 cm, pero si miramos las
fotos
y
el
video
no
se
advierte
de
ninguna
manera
tal
circunstancia, pero incluso aceptando tal posibilidad, si había
40 cm de diferencia el día del hecho la profundidad era de 1,13
m, es decir que Florencia hacía pie, pero no está sosteniendo
esto sino que donde decía 1,40 había 1,40, lo cual señala para
mostrar el absurdo de que la querella no resigna nada, que dice
cosas sin sentido y señala distintas circunstancias según su
conveniencia, pero ello es absurdo y afecta el sentido común;
que de todos modos este tema de la profundidad sirve para
introducirse en una cuestión, si había 1,40 m y Florencia medía
1,37 m, la niña estaba a muy poco de hacer pie y si estaba
tomada de la escalera esto permite introducirse en la manera
inusual,
excepcional,
en
que
326
se
produjo
la
sumersión
y
Poder Judicial de la Nación
ahogamiento, pues la profundidad indica que alguien se hunde
apenas
con
un
pequeño
envión
podría
haber
salido
a
la
superficie, máxime estando al lado de la escalera. Continuó
sosteniendo
que
la
niña
se
ahogó
de
manera
absolutamente
silenciosa, sin dar señales de alerta, sin hacer nada que
permitiera a los que estaban en la pileta observar alguna
circunstancia que podría haber provocado una rápida acción, la
prueba más elocuente es que nadie vio o escuchó nada, además
contraría lo que ocurre en la gran mayoría de los casos, como
señalaron los testigos Canavese e Iconomopulos, así el último
dijo que en los casos a los que asistió siempre hubo algo que
permitió
vislumbrar
la
situación
de
peligro
y
actuar
en
consecuencia, también lo mencionó el Dr. Fachal, que fue el
primero que introdujo el tema del “ahogado silencioso” y luego
se incorporó prueba vinculada con el sistema “Poseidón”, es
decir que si en países mas desarrollados se elabora un sistema
de
alta
tecnología
para
solucionar
esta
problemática
es
justamente porque se advierte que ésta puede razonablemente
escapar a los sentidos del hombre; que “Poseidón” no está
diseñado para cubrir la espalda a los desatentos, sino porque
incluso a la persona más atenta el silencioso puede pasarle
desapercibido; que la Querella dice que la niña no podría haber
gritado porque tenía los pulmones llenos de agua, pero antes de
llegar a esa etapa final, si las cosas hubieran ocurrido como
en la enorme mayoría de los casos, debió transitar un período
en el que debió gritar, patalear, intentar de alguna manera
conservar su vida y no lo hizo; que la Fiscalía por su parte
dejó entrever que pudo existir algún grito o señal, pero que
pudo no haber sido escuchada debido al ruido existente en la
pileta, pero Privato estaba a 4 metros, Kamenetzky a 4 o 5, los
chicos de Privato a igual distancia, el grupo de de Avila a 7,
8, 10 metros pero nadie oyó ni vio nada, cómo suponer entonces
que gritó y no se la oyó, además frente al hecho concreto de
que nadie vio ni oyó nada la Fiscalía supone que quizás gritó,
pero que no se la escuchó; que la Fiscalía había dicho para
refutar tímidamente el hecho de que llegó a la escalera que de
haber caído la hubieramos escuchado, pero ahora dice que el
murmullo no permite escuchar nada, lo cual implica decir blanco
327
y negro a la vez y ello constituye arbitrariedad, esto es
forzar los hechos a la hipótesis y no a la inversa; y que en
cualquier caso estamos todos de acuerdo en que estamos en una
etapa de certezas y las suposiciones no alcanzan para nada.
Entiende que otro tema fundamental es cómo se ejecutó el
ejercicio, pues allí la Fiscalía sitúa la supuesta violación
del deber de cuidado que atribuye a Privato y sostiene que no
se respetó la regla del uno por vez, citando en su apoyo los
dichos vertidos en el debate por Tomás Borthelle y Santiago
Diaz, y los de Ivana Cudicio y Juan Ignacio Jaime incorporados
por lectura, en cuanto habrían dicho que cuando tocaban la mano
de la profesora se tiraba el siguiente chico; que es cierto que
Santiago Díaz dijo que cuando un chico estaba en el agua el que
seguía debía esperar que compañero avanzara dos o tres metros
para poder tirarse, pero el día posterior al hecho dijo algo
absolutamente diferente a lo que dijo en el juicio, y esto
debió servir como mínimo para que la Fiscalía excluyera el
testimonio
del
nombrado,
más
aun
cuando
al
declararse
la
nulidad de la declaración la Fiscal se manifestó en desacuerdo,
pero ahora se sirve de esta nulidad; que por su parte Gonzalo
Consorti dijo que se tenían que tirar cuando recibían la
indicación de la profesora, no habló de tocarle la mano, y si
se le atribuye credibilidad en cuanto a lo que oyó que dijo la
madre
de
Florencia
también
en
este
sentido
debe
tenerla;
Mariano Aparicio dijo que se tiró cuando recibió la orden de
Cecilia; Ailin Lorenzo dijo que la orden para tirarse la daba
Cecilia, de que cuando llegaban a la escalera se tenía que
tirar el siguiente, y esto es importante porque como explicó
Privato era del grupo de Avila pero estaba con ella por una
cuestión de afinidad personal y fue una de las que no respetó
la consigna, y coincide con Privato en que ésta la autorizó
para que siguiera nadando y al mismo tiempo avisó a Avila, pero
si Ailin tuvo necesidad de pedir permiso para no subir por la
escalera es que la consigna era salir por la escalera, de lo
contrario no había permiso que pedir; en este punto la Fiscal
sostuvo que Avila desmintió a Privato, pues dijo que no estaba
atento
a
lo
que
hacían
los
chicos
de
Privato
cuando
se
incorporaban a su grupo, pero lo más parecido a esto en la
declaración de Ávila es que no recuerda si ese día alguno de
los chicos de Privato fue hacia el grupo del dicente, lo cual
328
Poder Judicial de la Nación
es muy diferente a desmentir; que además Giuliano dijo que
había que tirarse, tocar a la profesora y volver a la escalera,
es decir que frente a cada testimonio que utiliza la Fiscal
para decir que en esta parte final de los hechos los chicos
podían optar por subir a la escalera o seguir nadando hay otro
igualmente valido que dice que tenían que subir por la escalera
y que no habia tal opción, incluso el testigo Marcio Manelli,
que cita la Fiscalía, estaba en el grupo de Avila y al momento
del hecho estaba haciendo pileta libre con el grupo de éste,
por lo que no podía saber la indicación que Privato le había
dado a los chicos, es decir que como mínimo es un testigo poco
fiable; que la Fiscalía no dio ninguna razón de por qué eligió
ciertos testimonios frente a otros, es aceptable que pueda
creerle más a uno que a otro pero debe explicar por qué. En
definitiva entiende que es uno de los puntos sobre los que
existe las más cerrada controversia y según el art. 3 C.P.P.
debe estarse a la situación mas favorable a su defendida. Con
respecto a la conducta de Privato con posterioridad a que
Florencia
llegó
a
la
escalera
y
se
sumergió
de
manera
silenciosa, tres preguntas. Por qué no la vio sumergida, por
qué el hecho de no verla no le llamó la atención y qué hizo
luego de que Giuliano dio la alarma. Primera pregunta respuesta
sencilla, no la vio por reflejo del agua, Carlini, Pizano y
Boffa, cualquiera que estuvo en una pileta sabe que en esa
posición es muy difícil ver por el reflejo. Segunda, no le
llamó la atención ver a Florencia porque había llegado a la
escalera y tenía que continuar, subir y dirigirse hasta donde
estaba Avila, entonces cuando volvió a mirar y no la vio creyó
razonablemente que las cosas habían ocurrido como ocurren en el
normal desenvolvimiento de las cosas, que había salido, por eso
no le llamó la atención no verla. Prosiguió señalando, en
cuanto a qué fue lo que hizo cuando recibió el alerta, Privato
dijo que cuando Giuliano le avisó inmediatamente le gritó a
Kamenetzky y se dedicó a contener al niño que todavía estaba en
el agua, y de inmediato aquella se tiró al agua; que pasaron
escasos segundos, así Giuliano dijo que el salvataje fue “al
toque”; que a su juicio Privato hizo lo que tenía que hacer,
habiendo un chico en el agua, le avisó a Kamenetzky, y sacó al
329
chico que estaba en el agua tapándole los ojos, todo esto fue
simultáneo; que la Fiscal sin llegar a ese extremo dice que no
entiende
por
qué
no
tuvo
la
reacción
natural
de
ir
a
rescatarla, es uno de los mayores sinsentidos que tienen que
resolver, Privato estaba con uno de sus alumnos en el agua que
estaba con estado de shock por haber visto el cuerpo de
compañerita sumergida, Privato hizo lo que tenía que hacer,
avisó a Kamenetzky y fue a atender a este chico, la guardavidas
hizo lo que tenía que hacer, pasaron segundos, además la propia
Kamenetzky dijo que desde donde ella estaba ubicada se hallaba
en condiciones de llegar más rápido a Florencia por el envión,
también lo ratificaron Pizano y Boffa, si bien Carlini dijo lo
contrario Kamenetzky dijo que ella llegaba primero. Agregó que
es falso que Privato y Kamenetzky se endilguen mutuamente
responsabilidades,
las
preguntas
a
los
testigos
fueron
obligadas en función de la acusación, que la guardavidas se
quedó dormida y no asistió a Florencia, esto para demostrar que
Privato hizo lo que tenía que hacer; que esto no significa
endilgar responsabilidad a Kamenetzky, cada una hizo lo que
tenía que hacer; que cabe imaginar qué hubiera ocurrido si
Privato se hubiera desentendido de Giuliano en el agua, era tan
alumno como Florencia, Privato hizo lo que tenía que hacer, en
escasos segundos el cuerpo estaba rescatado. Un último punto es
la cuestión médica, la querella habló de ello y le parece que
excedió el análisis de los hechos y pruebas para entrar en una
acusación
personal
a
los
abogados,
dijo
que
se
pretendió
enfermar a Florencia, que se trajeron enfermedades que no
existen en el país, etc.; que como fue esta defensa la que
propuso una instrucción suplementaria con los médicos, puesto
que había una declaración del Dr. Patitó en instrucción donde
introdujo la hipótesis de las arritmias y aclaró que eran
patologías
que
no
surgían
de
la
autopsia
e
informes
histopatológicos, pero había una situación incontrastable, que
nadie había visto ni oído nada, entonces algo tendría que
haberle pasado para que Florencia su hubiera ahogado en tal
modo, pues alguien la hubiera visto, máxime como dijo Micaela
Pedemonte que se había como derrumbado. En virtud de ello, se
asesoraron con profesionales y propusieron una pericia médica,
para afirmar o descartar la hipótesis, acá los médicos dijeron
con total claridad, aunque no descartaron contundentemente, es
330
Poder Judicial de la Nación
que era altamente improbable que hubiera sufrido una arritmia,
pero quedó más reforzada la hipótesis del desvanecimiento, que
puede obedecer a causas más sencillas y cotidianas, pero esta
referencia a la cuestión médica apunta a dos cosas, quieren
dejar en claro que no comparten nada de lo que dice o hace la
querella pero son respetuosos de su dolor, esta parte no barre
abajo
de
la
Seguidamente
forzaron
alfombra
el
los
Dr.
la
prueba
Nicolás
hechos
a
que
Guzmán
partir
no
les
consideró
de
la
conviene.
que
aquí
se
de
un
constatación
resultado. La primer cuestión jurídica a analizar es si la
muerte de Florencia es prueba suficiente de que fue víctima de
un
homicidio,
la
respuesta
es
sumamente
importante,
las
acusaciones de la Fiscalía y de la Querella parecen construirse
a partir de este razonamiento falaz, si murió es porque alguien
la mató, es decir que explican el resultado disvalioso sólo
como producto de un delito; que según Sancinetti, en su trabajo
“Subjetivismo
e
Imputación
Objetiva”,
es
corriente
en
la
práctica judicial señalar que el resultado cumple una función
de reemplazo, en lugar de la prueba del dolo y la culpa, los
jueces
se
conforman
con
el
resultado.
Si
se
alcanza
el
resultado el autor tiene dolo o culpa o hay fuerte presunción
de que ha querido este resultado. También hace referencia
Zaffaroni
al
referirse
al
tipo
objetivo
sistemático
la
exagerada atención sobre el resultado (Derecho Penal Parte
General,
Tratado,
2000,
p.
528).
Qque
la
querella
y
la
fiscalía, especialmente la primera, pretenden razonar sobre la
siguiente
formula:
final
malo,
todo
malo,
esta
situación
emocional rebeló a los padres contra todo y contra todos, la
profesora,
guardavidas,
coordinador,
Ciudad,
pero
presidente
no
presidente
de
tiene
club
“All
el
Gobierno
“Megatlón”,
nada
que
ver
con
el
Boys”,
de
la
principio
constitucional de responsabilidad penal por el hecho culpable,
que no admite un principio de responsabilidad exclusivamente
por el resultado. Pide se rechace las acusaciones, pues no se
probó
concretamente
una
infracción
al
deber
de
cuidado
garantizado por Privato; la realidad contiene dosis de azar, de
la
cual
dependen
los
golpes
de
suerte
y
las
desgracias
accidentales, tal como lo indica Günther Jakobs. Que tiene la
331
convicción de que la muerte de Florencia fue un tremendo
infortunio,
una
desgracia
imprevisible.
En
cuanto
a
calificación, la querella propone que se califiquen los hechos
como
dolo
eventual,
lo
que
no
tiene
ningún
viso
de
razonabilidad, es completamente arbitraria, no tiene ningún
sustento, además no exhibió las razones por las que calificó el
hecho como homicidio con dolo eventual, si fuera así habría que
contestar afirmativamente que Privato ingresó a la pileta con
dolo de homicidio de Florencia, y esto concurre realmente con
una tentativa de homicidio eventual respecto de cada uno de los
chicos; que la Fiscalía en cambio propone la calificación de
homicidio culposo, en este caso hay que analizar un concepto
fundamental, la noción de infracción al deber de cuidado, no
puede haber delito culposo sin ella, cuando el agente ha
actuado manteniendose dentro de los parámetros del riesgo
jurídicamente permitido para la actividad; que Privato cubrió
los riesgos previsibles según marcan los usos y costumbres para
la
enseñanza
de
la
natación
en
ese
momento.
Roxin
para
determinar la imprudencia en actividades no reglamentadas, se
pregunta cómo se habría comportado en una situación concreta
una persona cuidadosa y consciente, si la actuación se mantiene
dentro del marco establecido por la figura del baremo, no
concurre una creación de peligro o al menos no se supera el
riesgo
permitido,
(Derecho
Penal,
por
Parte
lo
tanto
General,
no
procede
tomo
I,
la
pag.
imprudencia
1009).
En
definitiva considera que quedó probado con los testimonios de
Boffa y Pizano que las pautas seguidas por Privato durante
realización del ejercicio se adecuaron a los usos y costumbres,
nada de lo que hizo se alejó de la práctica habitual. También
consideró necesario detenerse en otra cuestión, refirió que las
acusaciones argumentaron como si Privato fuera una profesora
particular de Florencia, pero estaba a cargo de un grupo de
chicos y no lo era, si lo hubiera sido solo en una situación
excepcional permitiría justificar que no haya visto el momento
en que Florencia se desplomó, una vez que estaba tomada de la
escalera pero no es el caso, estaba en el contexto de un
ejercicio grupal, desarrollado según las pautas que marcan los
usos y las costumbres; que todos sabemos que cuando alguien
está a cargo de un grupo no somos panópticos, vemos todo, la
mirada va y viene, se posa en el lugar en que tiene que estar
332
Poder Judicial de la Nación
posada,
según
criterios
de
razonabilidad,
esto
es
lo
que
pasaba, cuando Florencia se tomó de la escalera Privato dejó de
verla y se dirigió al resto del grupo, luego por razones
imprevisibles Florencia se hundió, se soltó de la escalera, se
cayó, se desvaneció, pero debe quedar claro que no hay pruebas
de que Privato no haya actuado de este modo, en las condiciones
de normalidad en que se desarrollaba el ejercicio Florencia
estaba capacitada para salir de la pileta, que el hecho de que
se haya desplomado a escasos metros sin dar una señal de alerta
es la prueba más evidente de que fue un hecho imprevisible que
no permitió a Privato advertir la menor señal para desviar su
mirada del grupo en que la tenía posada hacia Florencia, de
haber ocurrido ello sí debería haber actuado de otra manera.
Stratenwerth señala en su libro “Derecho Penal, Parte General I
– El Hecho Punible”, refiere que el deber de cuidado solo puede
referirse a resultados que son previsibles, no dándose en el
caso que Privato hubiera podido preveer la muerte de Florencia
porque el ejercicio se llevaba a cabo en un contexto de
absoluta
normalidad.
Ello,
le
permite
afirmar
también
razonablemente que la actividad de Privato no constituyó una
actividad situada fuera del riesgo jurídicamente permitido; que
Florencia
murió
desgracia,
no
como
de
una
consecuencia
conducta
de
una
delictiva,
imprevisible
es
injusto
responsabilizarla de la muerte. En cuanto a los pedidos de pena
sostiene que el de la querella en cuanto requiere doce años de
prisión, no guarda ninguna razonabilidad, puesto se aleja de
las pautas que marcan las normas penales y la ley 24.660, dicho
petitorio violenta la finalidad resocializadora del art. 1 de
la mencionada ley, por ello la Querella debió recurrir a una
exaltación con ribetes políticos para pedir estas penas e hizo
referencia a los casos de “Cromañón”, “LAPA”, etc, como si la
muerte de Florencia no tuviera una entidad trágica suficiente y
fuera necesario asociarla a hechos terribles de nuestro pasado.
Por su parte la Fiscalía pidió cuatro años de prisión, no
entiende qué pauta tuvo para pedirla, se desentendió del art. 1
de la ley citada, o sea la finalidad resocializadora de la
pena, y también de los arts. 26 y 41 C.P., ya que Privato no
tiene antecedentes, tiene una hija de tres años, un marido, una
333
familia, padres, amigos, trabaja decentemente, ni se fundó cuál
es la razón por la que se considera que tiene que ir a la
cárcel, porque no tiene capacidad de comprender y respetar la
ley, nadie lo explicó, por ello, en caso de que se dicte
condena por homicidio culposo, en subsidio, pide se aplique la
pena mínima y la inhabilitación sea para el ejercicio de la
docencia de la natación y también por plazo mínimo legal.
Finalmente señala que el hecho de jugar, según la Querella,
causa dolor, pero es juzgar injustamente es lo que causa dolor;
que sin hacer ninguna argumentación jurídica, se puede entender
que el pedido de pena sea derivado del dolor de los padres,
pero lamenta que no se haya podido encauzar este dolor en los
parámetros
legales,
de
cualquier
manera
y
volviendo
a
la
oportunidad histórica del tribunal, la tiene, pero para que se
diga de una vez por todas que el Derecho Penal no es venganza
privada, no está para paliar el dolor y saciar la sed de
venganza, por más legitimo que sea el dolor, es justamente
sustituto de esta venganza privada. Que confía en que va a
prevalecer la aplicación estricta del derecho. Asimismo propone
como ejercicio al momento de meditar sobre el caso se tenga
presente que Privato también tiene una madre y es madre, por
todo ello solicita: 1) absolución de Privato, subsidiariamente
se le aplique la pena mínima prevista para el delito del art.
84 C.P. y subsidiariamente que en caso de imponerse pena de
inhabilitación se refiera a la enseñanza de la natación y por
el término legal mínimo; 2) para el caso de que no se resuelva
como se pide hace reserva de casación y del caso federal por
afectarse el debido proceso adjetivo.
El Dr. Cristian Poletti, letrado defensor de Giselle
Vanesa Kamenetzky, expresó que los alegatos que lo precedieron
han sido muy completos y han tratado largamente la prueba
producida por lo que es poco lo que puede agregar; que se
referirá a ciertos pasajes de la acusación de la querella y de
la Fiscalía; que esta última ha dicho en su alegato que la
conducta de Kamenetzky de no observar al lugar de la pileta
donde estaba Florencia es su infracción al deber de cuidado
derivado de su posición de garante asumida en el rol de
guardavidas, al señalar que su asistida no la estaba mirando.
Que por su parte los doctrinarios más conocidos, Zaffaroni,
334
Poder Judicial de la Nación
Roxin, Jakobs, Kaufmann, Cerezo Mir, son coincidentes en que si
una conducta peligrosa debe ser ejecutada o no y de qué forma
es
algo
que
debe
enjuiciarse
en
base
a
circunstancias
concretamente evidenciadas y aportadas por el círculo definido
de obligaciones y por las respectivas situaciones; que aquí
escuchamos en varias ocasiones que Kamenetzky estaba parada en
el momento del suceso en una posición equidistante entre el
grupo del profesor Avila y el de Privato; que también que
varios
testigos,
mencionaron
la
a
los
actitud
que
se
referirá
constante
oportunamente,
anterior
al
hecho
de
Kamenetzky como de absoluta atención sobre el espejo de agua,
entonces cabe preguntarse si es posible que el 12 de febrero el
accionar
de
su
habitualmente
asistida
era
su
haya
estado
conducta,
tan
según
alejado
lo
que
del
que
dicen
las
acusaciones, y si pudo ser su comportamiento tan negligente o
criminal que haya tenido relación con el resultado dañoso que
se produjo con la muerte de Florencia Möller. Agregó que para
descifrar estas incógnitas analizará algunos de los temas que
entiende no han sido tratados por las defensas anteriores; que
así
recuerda
oportunidades
a
la
profesora
mencionó
que
Dreiling,
la
que
guardavidas
en
varias
observaba
permanentemente el agua, controlando ambas piletas, también lo
dijo Iconomopulos en cuanto a que la función del guardavidas no
sólo es mirar a los bañistas que están en la pileta, sino que
es una tarea muy activa que incluye interactuar con la gente,
caminar, hablar, poner andariveles, acomodar los materiales,
también
lo
señalaron
Carlini
mencionó
otros
guardavidas;
específicamente
que
la
que
por
su
guardavidas
parte
era
verdaderamente obsesiva en cuanto a mirar el espejo de agua en
su trabajo y que al hablar con él no miraba a sus ojos sino que
mantenía la vista sobre la pileta; que el profesor Avila
también dijo que se movía por todo el natatorio y estaba en
todos los lugares y el testigo Canavese señaló que era obsesiva
en su trabajo y que contestaba sin dejar de mirar el espejo de
agua. Respecto de la situación del grupo ese día, de las
personas que estaban en ese momento en la pileta y de los focos
de atención que podían convocar su mirada, destaca ciertos
parámetros que surgieron de las declaraciones testimoniales: el
335
profesor Avila habló de una situación referenciada por la
Fiscal en su alegato respecto de Kamenetzky, y dijo que cuando
salía con su grupito de la parte honda los chicos de su grupo
se gritaban con los de Privato, Bacchi habla de un retumbe, de
un murmullo, con lo cual la pileta que se vio durante la
inspección ocular no era la que presenciaba su asistida al
momento de los hechos, ya que en aquella ocasión el agua estaba
tranquila, sin ruidos, sin focos de atención y a todos nos
pareció que podía verse desde donde estaba la guardavidas el
lugar donde estaba el cuerpo de Florencia; que por su parte el
testigo Avila mencionó que mientras estaba en la parte baja
jugando con sus chicos oyó que alguien lo llamaba, que sólo
atinó a salir del agua y a colaborar con la guardavidas,
ayudando a sacar a Florencia, y esto habla de la posición de la
guardavidas, que tiene que tener en cuenta los eventuales focos
peligrosos de la pileta; que se conforman con las situaciones
vividas por varios de los guardavidas que estuvieron en esta
audiencia,
que
mencionaron
específicamente
Carlini,
por
ejemplo, que en las piletas de Megatón hizo dos salvamentos en
la parte baja, Phagouapé contó el caso de una persona sacada de
una profundidad de 80 cm y resucitada por un guardavidas, la
profesora Boffa que sufrió incidente con un chico que se le
tiró encima cuando nadó en lo hondo, lo que habla de la
cantidad de focos de atención que se presentaban en ese momento
en la pileta y a ello se puede sumar el tema de la pileta
libre; que quedó claro en su óptica que estaba conformada no
tan sólo por los dos andariveles emplazados a tal efecto sino
también por la parte baja enfrentada a la zona donde estaban
los chicos de la colonia y tal vez en la parte honda después de
que se retiró Avila, que se conjeturó que podía haber 6, 10
personas allí, pero también eran un foco de atracción distinto
que
llamaba
la
atención
de
la
guardavidas,
que
estaba
posicionada en el mejor lugar, según refieren los testigos,
para contemplar todas las circunstancias peligrosas que se
estaban dando en el predio. En este contexto señaló el grupo de
la pileta en parte baja y parte honda con sus profesores, Pérez
Ferrer y Dreiling en el piletón, las personas que nadaban en
los dos andariveles centrales y eventualmente un grupo de
pileta libre que estaba en la parte baja y tal vez en la parte
profunda como mencionó, todos factores de atención que llamaban
336
Poder Judicial de la Nación
a la visión y ocupación de la guardavidas; que en este sentido
el
hecho
de
caminar
la
pileta
al
que
aludieron
Carlini,
Phagouapé, Canavese, Iconomopulos, es lo que estaba haciendo
Kamenetzky según se acreditó en el juicio, además interactuaba
con quienes estaban en la pileta, no estaba detenida observando
exclusivamente un lugar en ese momento sino que controlaba todo
el predio, situada entre los grupos de riesgo en un lugar que
le permitía controlar todos los focos de atención. Respecto de
la
relación
de
Kamenetzky
con
los
chicos
que
estaban
en
actividades de colonia, varios guardavidas han dicho que éstos
ven
muchos
chicos
por
día
y
que
el
hecho
de
verlos
cotidianamente les permite saber cuáles saben ó no nadar; que
en este caso la guardavidas no tenía ningún dato respecto de
Florencia que le pudiera hacer pensar que era en sí una niña
que podía tener algún riesgo en la pileta, no sabía si podía o
no hundir la cabeza, no sabía nada de su operación, y según los
médicos que declararon, Chimski y Dukovsky, podemos decir que
era una chica sana para los que la miraban; que además su
colega el Dr. Gandolfo fue muy claro al mencionar cuál fue el
relato de la profesora Privato respecto de cómo se manifestaba
ese
nadar
“perrito”
o
moverse
en
el
agua
por
parte
de
Florencia, es decir que ésta en ningún momento fue una persona
especial a tener en cuenta por parte de la guardavidas, no
tenía motivo para dedicarle especial atención, para mirarla más
que
lo
que
miraba
a
los
demás
chicos
que
estaban
en
el
natatorio; que en cuanto al ejercicio que estaban realizando
los chicos en la parte baja, no aparecía para Kamenetzky como
algo riesgoso, más allá de lo que se hacía cotidianamente,
Carlini expresó que era una actividad normal, con cero riesgo,
Avila dijo que se hacía habitualmente y hasta la propia Fiscal
mencionó que la mecánica era correcta, referenciando a ciertos
testigos, Pizano dijo que era normal que llevara chicos que no
saben nadar a lo hondo, inclusive los hijos de quien habla
aprendieron a nadar en piletas y han estado sin saber nadar en
la parte honda haciendo ejercicios, es decir que es algo que no
sorprende, por lo que Kamenetzky no tenía un deber especial de
atención con este grupo; que además estaba específicamente
custodiado
por
la
profesora,
337
que
no
estaba
lejos
sino
interactuando junto a ellos a escasos metros, como lo dicta la
mecánica del ejercicio, flotando en el agua junto a los chicos;
que sobre si esta actividad era cansadora o no para los niños
ya han hablado sus colegas, el padre de Borthelle dijo que
nunca oyó que su hijo se quejara, Tomás Borthelle señaló que
los ejercicios no eran esforzados por demás, la madre de Sandro
Maison afirmó que si al niño le hubieran costado no los habría
hecho, Gonzalo Consorti que no le parecían mucho esfuerzo y que
no se cansaba, el padre de Micaela Pedemonte y ésta dijeron lo
mismo, entonces no debía Kamenetzky ocuparse específicamente de
un grupo al que no le parecía cansador o por demás exigente
esta circunstancia, ya que había varios focos que ocupaban su
atención y que, como ya dijo, estaban tanto en la parte honda
como en la parte baja, y al respecto debemos recordar lo que
dijeron los guardavidas sobre los salvatajes que hicieron en la
parte baja. Respecto del salvataje, que fue realizado “al
toque”
como
dijo
uno
de
los
adolescentes,
entiende
que
demuestra el accionar diligente de su pupila, pues al recibir
el aviso Kamenetzky concurrió al salvataje y lo hizo sin
necesidad de ayuda, salvo para sacar a la niña del agua como
refirió Avila; que además el Dr. Saudan expresó que cuando él
llegó la guardavidas ya estaba haciendo la resucitación y que
la nombrada lo secundó eficazmente cuando él procedió. Añadió
que la querella mencionó que había conocimiento y conciencia
plena en Kamenetzky de la falta de elementos de seguridad y que
ello
hace
pensar
en
la
representación
que
exige
el
dolo
eventual, pero es poco lo que va a dedicar a ese pasaje, además
también le dedicó poco tiempo la Querella a la situación
específica de su cliente, pero sí hablará de circunstancias que
pueden rozar el ámbito de responsabilidad de Kamenetzky, que
hacen
a
la
habilitación
de
esa
pileta
donde
cumplía
sus
funciones, a los elementos de seguridad, y así recuerda que el
Dr. Fachal, de la Defensoría del Pueblo, fue categórico al
manifestar que todas las piletas incumplían la ordenanza,
inclusive la de “All Boys”, pero durante el interrogatorio de
este
testigo
discutieron
por
acerca
el
de
Dr.
qué
Alonso
normas
más
de
estaban
quince
o
no
abogados
vigentes,
entonces pensemos que estamos hablando de una guardavidas de 25
años, cuyo accionar habitual estaba dado porque en todas las
piletas se procedía de la misma manera, además el propio Dr.
338
Poder Judicial de la Nación
Masquelet dijo que la normativa era tan compleja que tenían una
oficina especial para dictaminar sobre estas cuestiones, por lo
tanto no podía exigirse a Kamenetzky que estuviera al tanto de
si esa ordenanza estaba o no vigente cuando ella sabía que se
habían hecho varias inspecciones en la pileta, incluso las
había presenciado, y que no culminaron con la clausura, y en
esto
son
coincidentes
los
dichos
de
Torrente
y
Brey,
autoridades del club “All Boys”, que señalaron que desde 1997,
aproximadamente, las reformas que se habían hecho eran de
primer orden, novedosas, buenas, en este sentido y relacionado
con la habilitación, la silla elevada, la necesidad de un
salvavidas o un palo; que Kamenetzky fue clara y también los
guardavidas que declararon señalaron que la silla elevada sirve
para otro ámbito, que los rescates en la pileta se hacen
personalmente, sin necesidad de contar con elementos que puedan
ayudar, y esto lleva a referirse específicamente al momento en
que Florencia se sumergió y dejó de estar a la vista de las
personas que estaban al lado de ella y al tema del “ahogado
silencioso”; que varios testigos se refirieron a ello, también
el Dr. Patitó dijo que discrepaba con el informe del Hospital
Italiano traído por la Fiscalía, pues la mecánica del ahogado
era hacer movimientos bruscos, en ello coincide con el Dr.
Sapag, que dijo que el ahogado hacía movimientos convulsivos,
el guardavidas Carlini por su parte dijo que una persona no se
hunde así nomás, hace alguna manifestación, que a todas luces
era la que esperaba su pupila para actuar y que debió haber
sido
vista
por
alguno
de
los
presentes
y
de
Kamenetzky,
añadiendo que no se extenderá al respecto porque sus colegas
dieron eficaz respuesta a esta cuestión, pero quiere mencionar
al sistema “Poseidón”, que surge del artículo de “Clarín” y
también fue mencionado por los testigos Iconomopulos y Fachal,
que
aludió
al
“ahogado
silencioso”,
indudablemente
los
guardavidas están preparados y dedican su atención a encontrar
una reacción por parte de la persona que tiene dificultades, a
vislumbrar en su cara o ademanes alguna cuestión que los haga
proceder al salvataje, pero no fue esto lo que ocurrió; que la
Fiscalía señaló que no sabemos si dio aviso o no y ello hace
pensar en cómo no la vio nadie, tampoco la gente del gimnasio,
339
que desde las cintas de correr tenía visión de la pileta, los
que flotaban al lado de ella, los chicos que estaban en el
borde o con Avila, no tenemos una explicación, y esto nos hace
entrar en la cuestión de la duda, que ha sido definida por Raúl
Washington Abalos y por jurisprudencia de la Cámara Nacional de
Casación Penal, Sala I, citada por D’Albora en su Código
comentado, T.I, pág. 21 de la sexta edición; que sólo resta
mencionar
que
el
ámbito
natural
de
la
duda
son
las
proposiciones fácticas y acá nos encontramos en una situación
que no permite eficazmente y con la certeza apodíctica que
exige una resolución final que diga que esta niña se sumergió
pidiendo o no pidiendo auxilio, entonces respecto de ello la
duda debe primar y debe estarse al principio “in dubio pro
reo”.
Para
culminar,
quiere
hacer
una
mención
sobre
la
pretensión punitiva de la Fiscalía; que la desproporción de la
pena
pedida
por
la
Querella
no
encuentra
arraigo
en
circunstancias probatorias, ni siquiera en el dolo eventual
invocado hace que no se dedique y adhiera a lo dicho por el Dr.
Guzmán, pero sin perjuicio de ello señala que el tipo delictivo
que se imputa a Kamenetzky, homicidio culposo, tiene una escala
penal y la Fiscalía eligió una sanción de tres años de prisión,
de posible cumplimiento en suspenso, pero cabe mencionar que su
asistida es madre, es hija, es investigadora del CONICET, es
una mujer de familia, y esta parte no entiende por qué se ha
elegido en desapego de las normas de los arts. 26 y 41 C.P. una
pena tan extensa, sin atender a las posibilidades de que la
condena pueda estar más próxima al mínimo legal. Por todo ello
pide se absuelva a Kamenetzky de la imputación que se le ha
realizado y mantiene las reservas de casación y del caso
federal manifestadas a lo largo del debate.
La Dra. Mabel Lassi, defensora de Horacio Roberto
Bugallo, señaló que desde el comienzo del debate esta defensa
se viene preguntando qué hace Bugallo en este juicio y no
encuentran respuestas, y las respuestas están en el alegato de
la querella, dice esto porque en principio Bugallo fue indagado
por
el
delito
culposo,
procesado
por
este
delito,
luego
sobreseído, elevado a juicio pr un delito culposo, ahora nos
encontramos con una acusación de la querella por delito doloso.
He aquí el primer punto de crítica, la incongruencia, formula
340
Poder Judicial de la Nación
reserva casatoria y federal desde ya. Las respuestas están en
el discurso de la querella. Lo único que permite “justificar”
la presencia de su pupilo en el juicio es que la querella parte
de premisas o enunciados empíricos totalmente falaces, y hace
derivar de ellas conclusiones no menos falaces desprovistas
totalmente
de
sustento
fáctico
jurídico,
ello
para
poder
justificar la presencia de Bugallo en el juicio y atribuirle
responsabilidad penal en la muerte de Florencia Rombolá, por su
sola calidad de presidente ocasional del club “All Boys”, al
momento del hecho. La primera premisa falsa emerge de su propio
discurso cuando dice que en esta pileta nadie se hacía cargo de
nada y esto es extensible a Bugallo, así le endilga que debió
hacerse cargo de la pileta, no explica cómo, contenido y
alcance de ese supuesto deber, sustento normativo ni aportó
prueba al respecto.
juicio
y
contrato
reconocido
de
concesionaria
Sin perjuicio de ello quedó probado en el
por
concesión
la
querella
entre
“Megatlón”;
si
el
la
club
existencia
“All
recurrimos
a
Boys”
la
de
un
y
la
naturaleza
jurídica del contrato de concesión y sus notas esenciales,
puntualiza como notas típicas de estos contratos que no hay
vinculo representativo entre el concesionario y el concedente,
porque el primero siempre actúa a nombre propio, tampoco hay
relación laboral, citando a Farina y a Marienhoff y Lorenzetti,
de ello podemos concluir, si tomamos en cuenta la naturaleza
jurídica
del
contrato
de
concesión,
donde
la
parte
concesionaria pone a disposición del concedente su organización
comercial pero lo hace por cuenta a nombre y riesgo propio, y
le adicionamos la circunstancia de que entre “All Boys” y
“Megatlón” existía un contrato de concesión, que databa de más
de cinco años, y ese contrato en la clausula 2a. daba el objeto
de
esta
concesión,
explotación,
que
todo
gerenciamiento,
lo
etc,
atinente
era
al
natatorio,
una
actividad
concesionada, no puede afirmarse válidamente que el presidente
del concedente haya omitido hacerse cargo de la pileta; que
esto porque no estaba dentro de sus competencias, atribuciones
u obligaciones. Otro enunciado falso es la responsabilidad
penal que la querella atribuye a Bugallo por la sola calidad de
ser el presidente del club, calidad meramente ocasional o
341
accidental, y por el hecho de ser el titular del club ser el
titular de la pileta, se dice que aportó el lugar y que por
ello es responsable, y que compartía con Storchi la decisión de
utilizar la pileta en estas condiciones. En primer lugar la
querella no probó que la pileta funcionara de manera irregular
y sin requisitos mínimos de seguridad, además pretende atribuir
una responsabilidad penal a Bugallo echando mano a principios y
criterios propios y exclusivos del ámbito de la responsabilidad
civil, así se refiere al art. 1113 Código Civil, que se refiere
exclusivamente
a
la
responsabilidad
objetiva
del
dueño
o
guardián de la cosa riesgosa, en este caso del natatorio. La
teoría del riesgo creado que recoge la norma es una teoría que
establece responsabilidad por el solo hecho de ser el dueño de
una cosa riesgosa, en este caso el club podría responder, no
Bugallo, civilmente por este evento dañoso, esto es responder
económicamente, estamos hablando de un resarcimiento pecuniario
y no de una pena, de ninguna manera de esta responsabilidad
objetiva se puede hacer derivar una responsabilidad penal que
siempre es subjetiva, art. 18 C.N. y principios elementales del
derecho penal. Mismas consideraciones merecen sus afirmaciones
poco felices de que poco importa que fuera Storchi, Bugallo o
Giraldi o quien tuviera el poder de decisión sobre organización
y desarrollo de la colonia, lo cierto es que funcionaba en la
pileta
del
club
“All
Boys”,
le
da
lo
mismo
que
fuera
cualquiera. No es cierto que Bugallo compartiera con Storchi
ninguna decisión relacionada con lo que fue el objeto de
concesión,
la
querella
permanentemente
busca
asimilar,
confundir las personas jurídicas, las instituciones, cuando ha
quedado completamente comprobado que son personas jurídicas
diferentes,
autónomas
e
independientes.
Que
Bugallo
no
compartía ninguna decisión sobre el objeto de la concesión, lo
han dicho el propio Storchi; Carlini, Kamenetzky, Luciana
Miguez, incluso algunos de los padres y la propia Rombolá; que
en su testimonio no hizo sino marcar permanentemente esta
independencia
física,
jurídica
y
funcional
entre
ambas
instituciones, así dijo que cuando estudiaba en el bachillerato
tenía idea de que “All Boys” no era un buen club, y cuando se
mudó los vecinos le dijeron que ya no era “All Boys”, nada
tenía que ver con ese club sino que era “Megatlón”, es decir
que cuando la inscribió sabía que no la inscribía en “All Boys”
342
Poder Judicial de la Nación
sino en la red “Megatlón”. Es decir no sólo reconoce que el
club no gerenciaba ya el natatorio sino además fue ello lo que
la decidió a inscribirla, de lo contrario no lo habría hecho,
le tenía mucha manía al club, así lo dijo ella. Asimismo dijo
que entonces es evidente que la propia querella a efectos de
justificar
su
posición
inflexible
en
este
juicio
y
la
responsabilidad que pretende atribuir a Bugallo lo hace caer en
contradicción, no confió a su hija a Bugallo o al club sino a
“Megatlón”, y lo hizo porque sabía que el club no tenía nada
que ver, de lo contrario no lo habría hecho, pero por otro lado
la querella por su sola calidad de presidente dice que Bugallo
debe responder penalmente por la muerte de la menor porque el
natatorio
estaba
mal
organizado,
a
sabiendas
de
que
esa
organización le era manifiestamente ajena. Es una verdadera
contradicción e incongruencia y deja en claro la actuación
irregular de la querella, a la que sólo le interesa justificar
su posición, tiene una vocación permanente de asimilar al club
con “Megatlón”, al club con Bugallo, a Bugallo con Storchi,
asimila personas jurídicas, funciones, y de ello hace derivar
responsabilidades penales, pero Bugallo no es el club ni éste
es Bugallo. Esto merece una refutación crítica, y para ello
recurre al estatuto del club, que en el capítulo IV, art. 33,
dice que el club será administrado, representado etc. por una
comisión directiva, compuesta por presidente, etc., no está
diciendo que es el presidente el que dirige, representa, etc.
sino una comisión, sin embargo sólo fue traído Bugallo al
juicio por su sola calidad de presidente al momento del hecho,
sin tenerse en cuenta la organización del club, que tiene
órganos
ejecutivos
etc.,
y
que
justamente
fue
el
órgano
deliberativo por excelencia, la asamblea de socios, la que
aprobó el contrato de concesión desde hacía cinco años, y que
cuando asumió Bugallo estaba totalmente consolidada. Que el
estatuto en ningún modo le atribuye la función de organizar el
natatorio pero sí es su obligación cumplir las decisiones
tomadas por la comisión directiva y la asamblea de socios; que
justamente la decisión de aprobar la concesión fue tomada en
asamblea, es decir que Buballo no toma decisiones, en todo caso
las ejecuta. No tenía entonces motivos para apartarse de lo
343
establecido en el contrato de concesión y no se le puede
derivar una responsabilidad penal por la sola calidad de ser
presidente; por su parte cita la cláusula 24a. del contrato,
donde se previó que algún dirigente futuro podría oponerse a la
decisión tomada en ese momento y que la concedente sería
responsable por los actos u omisiones de sus directivos que
turben la ejecución del presente e incluso se fijan multas. El
tercer enunciado falso de la querella es su fin de lucro, que
supuestamente habría movilizado vilmente a Bugallo a omitir
cumplir con la supuesta conducta debida; se dijo que Bugallo se
beneficiaba con los ingresos de los niños que acudían a esta
colonia donde se los colocaba en situación de riesgo; el club
no es Bugallo y si alguien se beneficiaba era el club, no su
pupilo, además el club es una asociación civil sin fines de
lucro,
los
cargos
que
se
detentan
son
honoríficos,
“ad
honorem”, no se percibe absolutamente ninguna remuneración,
como ya dijo; que Bugallo trabaja desde hace treinta años en
relación de dependencia en el laboratorio “Casasco”, no es un
empresario como alegó la querella. El club tampoco era socio de
“Megatlón”,
lo
dijo
también
claramente
Storchi
en
su
declaración, percibía un canon mensual procedente del 50% de la
cuota social, que debe ser entendida como la cuota del socio de
cancha, como dice el anexo III del contrato, 14 pesos a valor
histórico, también lo declararon Torrente, Storchi y Brey, lo
reitera porque parece que no ha quedado claro, esto equivalía a
algo más de cinco pesos por socios, pero no por las ganancias,
no participaba de las ganancias, no había sociedad con el club
sino una concesión que no es lo mismo. Por lo tanto el club no
percibía
ningún
otro
ingreso
de
ningún
otro
servicio,
ni
siquiera percibía por los ingresos que pudieran derivar de la
colonia de vacaciones. Es un error de la querella decir que de
esos 1200 pesos que se abonó por Florencia para que fuera
aprender a nadar, el club percibía la mitad, no es así, el
anexo
III
dice
que
la
concesionaria
se
reserva
para
sí
cualquier otro ingreso derivado de su autónoma explotación y el
club no recibe ningún porcentaje o canon por las actividades
que desarrollaba “Megatlón”, entonces no es cierto que el club
se beneficiara económicamente con las actividades de “Megatlón”
y por ello tenía que hacerse cargo Bugallo de supervisar las
actividades, es más, el socio del club no podía utilizar las
344
Poder Judicial de la Nación
instalaciones
(cláusula
de
11a.),
“Megatlón”
los
salvo
precios
los
que
abonara
fijaba
la
una
tarifa
concesionaria
(cláusula 10a.), los usuarios de “Megatlón” podían utilizar
cualquiera
de
las
sedes,
es
decir
todos
esos
clubes
concesionados, por lo que reitera que es falso el supuesto
móvil de lucro. También hace derivar de la cláusula 4a., aunque
no lo dice, el supuesto deber de fiscalizar las actividades,
entiende
que
ello
proviene
de
la
última
versión
de
esa
cláusula, pero fue inserta cuando la obra todavía no estaba en
ejecución, y estamos en presencia de un derecho, una facultad,
de supervisar cómo se hacía, materiales, tiempo y forma, etc,
de ello habló Torrente, también Brey, y dijeron que en ese
momento no llamaron a una comisión de especialistas para ver si
esto estaba bien, y si bien ellos no eran arquitectos las cosas
se habían hecho bien. También se dijo que frente al estado
Bugallo tenía la obligación de impedir que funcionara en estas
condiciones y que no puede desligar su responsabilidad alegando
un instrumento privado, acá nadie desligó responsabilidad, por
su propia naturaleza, según este contrato el concesionario pone
una organización; que además le recuerda al letrado de la
querella, que el estado no lo acusó ni le reprochó injusto
penal alguno, es más, el representante del Ministerio Público
Fiscal pidió su sobreseimiento, pero más allá de estas falacias
de las cuales hace derivar conclusiones falaces entiende que la
querella no aportó ninguna prueba que permita ser valorada en
el sentido de destruir el estado de inocencia con que Bugallo
llegó a este juicio; que además entiende que al concretar su
pretensión punitiva omitió describir el hecho, valorar la
prueba, establecer cuál era el nexo causal y cómo este se
concretaba
en
el
resultado,
más
aún,
cuando
pretendió
fundamentar la pretensión punitiva debió recurrir a supuestas
conductas posteriores al hecho, lo que evidencia que no tenía
pruebas sobre las cuales alegar para poder fundamentar estos
catorce años de prisión que solicita. Si nos detenemos en su
discurso, dice que no se compadece con la conducta desplegada
con
posterioridad
al
hecho,
al
permitir
que
el
natatorio
volviera a funcionar luego de la muerte de la niña, y que la
pena
es
por
haber
colocado
mucho
345
tiempo
a
los
niños
en
situación
de
pretensión
peligro,
punitiva
esto
no
muestra
fue
ni
a
las
claras
siquiera
que
la
someramente
fundamentada, se basada en supuestas conductas posteriores, no
entiende de dónde obtiene este dato de que después del hecho
Bugallo insistió, reclamó y permitió; que deduce en el plano
conjetural e hipotético y por lo que dijo Rombolá es que
supuestamente Bugallo después de vencido el plazo de diez años
renovó el contrato, pero esto es totalmente falaz, la cláusula
13a. dice que se establece el plazo en diez años a prorrogarse
por cinco más, opción que queda exclusivamente reservada a la
concesionaria. En virtud de esto va a solicitar no ya la
nulidad
de
la
acusación
de
la
querella
sino
su
misma
inexistencia al momento de ser valorada. Ahora se referirá
brevemente al momento concreto del hecho a Bugallo del punto de
vista jurídico y fáctico, Bugallo entró literalmente con una
faja de clausura, estaba clausurado cuando Bugallo en julio de
2000 asumió como presidente, a raíz de un juicio de quiebra,
luego convertido en concurso, mientras ello duró “Megatlón”
continuó funcionando normalmente, en ningún momento se clausuró
a “Megatlón” cuando el club estaba clausurado, esto consta en
el expediente de quiebra, también entró alegóricamente con una
faja de clausura, lo dijeron Brey, Torrente, Piccone; que
cuando
Bugallo
asumió
el
club
la
situación
era
caótica,
atípica, la comisión hacía ya tres meses que no ejercía sus
funciones y el club prácticamente estaba acéfalo, con una junta
provisoria de socios, como dijo Piccone; que cuando ocurrió el
hecho que nos convoca, el 12 de febrero de 2001, Bugallo
llevaba tan sólo seis meses de presidencia, había asumido una
presidencia de un club que estaba en quiebra, acéfalo, donde no
se encontraba la documentación, lo dijo el síndico; que no se
le puede exigir a Bugallo que en medio de esta situación
también se representara o se pusiera a reflexionar si la pileta
estaba habilitada; que con independencia de si Bugallo conoció
o no el mentado contrato, quedo probado que la concesión estaba
consolidada, Bugallo lo sabía, lo dijo Storchi; que su asistido
comenzó a ser socio del club a través de “Megatlón”, hacía tres
años que era socio; que Kamenetzky dijo que lo conocía porque
era usuario del natatorio, sabía en calidad de usuario que el
natatorio funcionaba normalmente y nunca había sido clausurado,
no tenía por qué sospechar o cuestionarse si estaba o no
346
Poder Judicial de la Nación
habilitado
el
natatorio,
puesto
que
“Megatlón”
funcionaba
ininterrumpidamente desde hacía cinco años, la obra había sido
entregada y aceptada por la comisión saliente conforme la
cláusula 4a.; que Bugallo conocía “Megatlón”, confiaba a sus
hijos y a su familia a esta institución, entendía y veía que
las cuestiones funcionaban normalmente, esta concesión a su vez
fue aprobada por una asamblea de socios, quedó aclarado el
objeto de la concesión y que entre estos sectores estaba el
natatorio, entre las obligaciones del concedente, clausula 3a.,
estaba entregar el uso y goce de sectores concesionados, el
concedente
quedaba
limitado
al
sector
cancha
y
al
fútbol
amateur, únicos sectores del que el club tenía que hacerse
cargo,
entiende
que
estas
cláusulas
traen
una
perfecta
delimitación funcional, territorial y la carga fundamental que
pesa sobre cada uno de los contratantes, distribuye claramente
cuáles son las actividades sociales y deportivas y el ámbito de
la administración y la responsabilidad de cada una de ellas, de
ello podemos concluir la manifiesta ajenidad de Bugallo en el
hecho que se le imputa; que la conducta que se le atribuye no
le era exigible, quedó probado con la documentación incorporada
que “Megatlón”, presidida por Storchi, tenía una estructura
organizativa en la que se elaborara un plan de acción que luego
los coordinadores llevaban a cabo en las distintas sedes,
también
que
cada
uno
de
estos
sectores
actuaban
con
competencias específicas y responsabilidades propias que no se
superponían, ni el club ni Bugallo formaban parte de esa
organización;
que
Bugallo
no
era
socio
de
Storchi
ni
de
“Megatlón”, tampoco accionista, el club no participaba de las
ganancias, no había relación laboral ni de representación,
había un contrato de concesión que es totalmente diferente, por
lo tanto no le es imputable ni a la concedente ni a Bugallo
responder penalmente por una organización que era totalmente
ajena, ya que esos sectores estaban concesionados. Sobre los
supuestos riesgos introducidos por la querella, está acreditado
que no excedieron el marco del riesgo permitido pero además
ninguno de ellos se concretó en el resultado muerte, plataforma
sobreelevada, presencia de dos guardavidas, canaleta, ordenanza
41.718, ya fue suficientemente explicado por sus colegas, los
347
da
por
reproducidos
y
adhiere.
La
misma
situación
se
da
respecto de las supuestas intimaciones que habría conocido
Bugallo, está probado que no las conoció, que entraban por
Jonte y tenían que ver con las actividades concesionadas y las
resolvía la propia gerencia de la empresa porque eran una
incumbencia propia, además las observaciones en ella contenidas
no eran relevantes ni jugaban en la producción del resultado
muerte; en cuanto al dolo, como todo elemento del tipo penal,
debe ser probado, de ninguna declaración o medio de prueba
quedó
ni
siquiera
lejanamente
semejante
postura;
se
probó
probado
entonces
o
que
puede
inferirse
no
le
se
puede
atribuir este penoso hecho so riesgo de violentar elementales
principios de derecho penal como el de culpabilidad. Para
concluir, toda afirmación en un proceso penal, donde están en
juego las personas y el futuro de éstas, debe sustentarse en
elementos probatorios de entidad tal que permitan trascender
meramente el plano conjetural y demostrar que la postura de
quien acusa no es producto del libre juego de su pensamiento o
de
suposiciones.
Que
los
supuestos
factores
de
riesgo
y
premisas empíricas de las que la querella pretende derivar una
responsabilidad penal carecen de sustento probatorio, estamos
dentro de una red conjetural impropia de una acusación penal,
por
lo
tanto
irresponsable
y
temeraria.
Bugallo
que
fue
constituido indebida e innecesariamente en este juicio debió
enfrentar en los últimos seis años todo tipo de improperios, se
lo llamó asesino, se le dijo inclusive que el móvil vil de
homicida lo hallaba en el fin de lucro, que era un empresario
inescrupuloso,
tuvo
que
salir
a
dar
explicaciones
en
su
familia, su trabajo y su entorno; que también tuvo propuestas
laborales y debió rechazarlas, cabe preguntarse quién se va a
hacer cargo de todo esto, no es poco estar acusado de la muerte
de una niña a la que ni siquiera conoció, esta extensión de
responsabilidad penal propuesta es tan absurda que recurrimos a
ella cuando en realidad sabemos que el derecho penal es la
última “ratio” del estado, lo dicho la lleva concretamente al
tema de las nulidades oportunamente deducidas, las que ratifica
en este momento y da por reproducidas por razones de brevedad,
concretamente se refiere a nulidad del auto de elevación a
juicio por ausencia de motivación y por falta de requerimiento
del Ministerio Público, fue planteada en aquel momento y luego
348
Poder Judicial de la Nación
en
oportunidad
formalmente
del
por
art.
354
entenderse
C.P.P.,
que
no
fueron
constituían
rechazadas
sentencia
definitiva, por ello propicia que el tribunal se expida al
respecto y a los fines de eventualmente poder recurrir la
sentencia; misma situación la vinculada con el impulso autónomo
de
la
querella,
se
refiere
concretamente
al
auto
de
procesamiento. En virtud de lo expuesto formula el siguiente
petitorio: en primer lugar, se haga lugar a las nulidades
articuladas, en subsidio se declare la inexistencia de la
acusación de la querella al tiempo de ser valorada; presentes
las reservas casatorias y federales que se han formulado por
violación del derecho de defensa en juicio y debido proceso,
principio de congruencia, culpabilidad, inocencia y legalidad,
para el caso de que el tribunal entienda que la ordenanza
41.718 estuviera reglamentada al momento del hecho, y que se
absuelva
a
Bugallo
imponiéndose
costas
a
la
querella.
Finalmente pide la nulidad de la acusación en vez de la
inexistencia de la misma.
V.- Nulidades:
Previo
a
ingresar
a
analizar
la
materialidad
y
responsabilidad del hecho enrostrado a Fernando Martín Storchi,
Julio Cesar Giraldi, Horacio Roberto Bugallo, Giselle Vanesa
Kamenetzky y a María Cecilia Privato, debe expedirse este
Tribunal sobre los planteos nulificantes efectuados por la
defensa de Storchi, a los cuales se adhirieron las otras
partes, y el impetrado por la de Bugallo.
El Dr. Virgolini señaló específicamente, que en esta
instancia
vuelve
a
reiterar
el
planteo
de
nulidad
de
la
resolución de la Sala I de la Excelentísima Cámara Criminal y
Correccional obrante a fs. 2657/2672 en la que se legitima al
querellante
para
requerir
la
elevación
a
juicio
de
las
presentes actuaciones de manera autónoma en relación a los
imputados Bugallo, Storchi y Giraldi.
Asimismo pide la separación de la parte querellante
en atención que a su juicio la misma se ha comportado de modo
irregular durante todo este proceso, lo que es incompatible con
su calidad. Ello por cuanto a su juicio se ha ocultado prueba a
349
las partes y al Tribunal, específicamente hace referencia a
grabaciones que habría efectuado Marisa Rombolá, de diálogos
que había mantenido con los chicos; que ese ocultamiento de
prueba a su juicio, es un vicio esencial del procedimiento que
le impide a la querella conservar el rol autónomo que le fue
otorgado; que es dable exigir a la querella un deber de lealtad
hacia el Tribunal y a las otras partes, deber del que se
infiere su obligación de aportar las evidencias que tuviera en
su poder a fin de descubrir la verdad real. También encuadra
dentro de esa actuación irregular de la querella, que la Sra.
Rombolá habló con los chicos al entrevistarlos y pudo haber
influido en sus posteriores declaraciones.
Por su parte, la Dra. Lassi también reiteró la falta
de requerimiento de elevación a juicio del Ministerio Público y
la actuación autónoma de la querella, pidió la anulación de los
alegatos efectuados, aunque sin precisar claramente cuáles
fueron los motivos que la llevaron a pedir tal sanción procesal
y por último peticionó la nulidad del auto de elevación a
juicio obrante a fs. 3082/3090.
El Dr. Ramos Padilla, al contestar dichos planteos,
consideró que el comportamiento irregular imputado por la
querella, ocultamiento de pruebas, grabación de los menores o
determinación de los testigos, en modo alguno puede teñir de
nulidad las actuaciones, ni tampoco permiten apartarlo como
querellante. En este sentido refirió que las partes pueden
traer a juicio las pruebas pertinentes, útiles y hábiles; que
no se trata de esconder prueba, sino de hacer valer su derecho.
También se le atribuye haber sido incoherente, contestando que
en modo alguno lo fue y que sólo se atuvo a lo resuelto por el
Tribunal,
entiende
cuyo
que
en
fundamento
su
consideró
acusación
se
válido;
respetó
que
el
también
principio
de
congruencia y aunque estas cuestiones ya fueron planteadas y
resueltas,
consideró
que
describió
acabadamente
el
hecho
atribuido; que se le dio un encuadre jurídico, qué fue el hecho
que
se
le
imputó
probatorios
a
cada
incorporados
uno,
al
se
analizó
expediente,
los
que
elementos
incluso
se
valoraron las circunstancias atenuantes y agravantes al pedir
su
pena;
y
finalmente,
respondiendo
al
pedido
de
su
apartamiento por su actuación autónoma, mencionó que ya también
350
Poder Judicial de la Nación
fue resuelto por la Cámara Criminal y Correccional y por el
Tribunal.
La Sra. Fiscal General, en el marco de las facultades
propias del Ministerio Público, en lo que atañe al control de
legalidad,
señaló
en
primer
lugar,
que
en
cuanto
a
las
nulidades peticionadas sobre el requerimiento de elevación,
auto de procesamiento y actuación autónoma de la querella, se
remitía a lo contestado por esa Fiscalía oportunamente, y que
ya fuera resuelto por la Excma. Cámara Criminal y Correccional
y por este Tribunal.
Agregó
asimismo,
ya
en
relación
a
un
supuesto
incumplimiento del deber de lealtad que tendría la querella en
cuanto al ofrecimiento de prueba, que el hecho de que haya
grabado a los niños, en nada afecta el derecho de defensa en
juicio porque en el juicio las partes pudieron interrogar a los
mismos; que en cuanto a los cassettes que no fueron acercados a
este proceso señaló que desconoce los motivos por los cuales no
fueron
presentados,
pero
era
una
potestad
de
la
querella
hacerlo.
Tampoco coincide con las defensas en cuanto a que el
Ministerio Público debe ser imparcial, calidad que también se
le exige a la querella, cuando en realidad al que se le debe
demandar parcialidad es al órgano jurisdiccional; citando a
Ferrajoli
considera
incorporar
los
que
no
cassettes,
era
obligación
por
lo
que
de
debe
la
querella
rechazarse
la
nulidad.
Con relación al planteo de la defensa de Bugallo,
entiende
que
carece
de
fundamentación
y
considera
que
el
requerimiento cumple con los requisitos del último párrafo del
art. 347 del C.P.P.N. y tanto es así que la defensa pudo
refutar sus argumentaciones, por lo que deber rechazarse dicho
planteo.
En
primer
lugar,
en
relación
a
los
planteos
de
nulidad referidos a la resolución de la Sala I de la Excma.
Cámara
Criminal
y
Correccional
en
cuanto
posibilitó
la
actuación autónoma de la querella, del auto de elevación a
351
juicio y de su ampliación, ante similares planteos efectuados
en la etapa preliminar este Tribunal en los autos de fs.
3789/3793 y en la decisión de 4034/4043, dispuso rechazar las
impugnaciones de aquellos actos procesales, por lo que cabe
remitirse a los fundamentos allí vertidos.
En cuanto a la separación del querellante por una
supuesta deslealtad procesal considera este Tribunal que debe
llegarse a la misma solución, ello por las razones que se
expondrán.
En primer término cabe señalar que nuestro ley ritual
ha seguido un criterio restrictivo en materia de nulidades,
limitando
aquellos
la
posibilidad
supuestos
expresamente
o
en
surjan
de
los
de
decretar
que
la
las
dichas
normas
correlación
sanciones
las
a
estipulen
armónica
de
las
disposiciones que componen el ordenamiento jurídico vigente y
siempre que en tales casos, medie perjuicio para alguna de las
partes. En este sentido el art. 166 del código adjetivo prevé
que sólo pueden ser declarados nulos los actos procesales en
los cuales no se hayan observado las disposiciones prescriptas
bajo pena de nulidad, con lo cual la ineficacia de un acto sólo
puede derivar de una amenaza expresa y categórica de la ley que
lo disciplina, ó como ya se señalara, del conjunto del régimen
procesal tomado como sistema, ello sin perjuicio del supuesto
de nulidades consideradas en forma genérica por el art. 167 del
mismo cuerpo legal que hacen al derecho de defensa y a la
intervención de las partes esenciales (ver Guillen, Alejandro
s/ recurso de casación, Sala 3ª, registro 158, rta. 2/5/1997;
Piromalli, Rubén Pascual s/ recurso de casación, Sala 4ª,
registro nro. 822, rta. El 30/4/1997, entre otros).
En
este
sentido
no
se
advierte
en
nuestro
ordenamiento procesal que se prevea como sanción de nulidad la
omisión por una de las partes de incorporar la totalidad de la
prueba que tuviera en su poder, ni tampoco constituye una
causal de separación del querellante (falta de personería del
acusador o su representante, falta de legitimidad, falta de
acción o incapacidad sobreviniente).
Por otra parte, como bien señalan Navarro y Daray, el
ofrecimiento
de
prueba
constituye
una
facultad,
no
una
obligación; al querellante le incumbe aportar las piezas de
convicción que estime necesaria para la justificación y triunfo
352
Poder Judicial de la Nación
de su pretensión (cfr. Navarro, Guillermo R. y Daray, Roberto
R., “La Querella”, DIN Editora, 1999, pág. 209) .
Por ello se considera que asiste razón tanto a la
parte querellante como al Ministerio Público Fiscal en entender
que exigirle al querellante que presente todos los elementos
probatorios de que tuviere conocimiento, no solo violaría el
principio contradictorio sino también carecería de sustento
legal y en consecuencia se violaría el principio de legalidad.
La defensa de Storchi, asimismo, ha sugerido que la
Sra. Marisa Rombolá ha contaminado los testimonios de los niños
que
estuvieron
presentes
al
momento
del
hecho,
al
entrevistarlos y en consecuencia entiende que también se trata
de una “deslealtad procesal” que lleva implícito el alejamiento
de la querella. Cabe señalar que no ha precisado la defensa en
qué ha consistido tal influencia, ni el grado en que impactó en
sus testimonios; ello, a todo evento, hace a la valoración de
este Tribunal, por lo que su pretensión no puede prosperar. En
su
caso,
en
el
supuesto
que
los
letrados
de
la
defensa
entendieran que la Sra. Rombolá, deliberadamente buscó que los
niños declararan falazmente, estaríamos en un supuesto de
instigación al delito de falso testimonio (art. 275 del Código
Penal), que tienen la potestad de denunciar.
Tampoco ha de prosperar la pretensión nulificante de
la acusación efectuada por la defensa de Bugallo. Sin perjuicio
de que no ha sido clara la Dra. Lassi en cuanto a cuáles serían
los vicios que presentaría dicho acto procesal, este Tribunal
considera que se ha descrito debidamente el supuesto típico que
se le atribuye a su defendido y que de hecho ha posibilitado
que ella formule debidamente su actividad.
Tampoco
puede
sostenerse
la
invalidez
de
la
requisitoria por la circunstancia de que a su juicio se ha
violado el principio de congruencia, haciéndola radicar tan
sólo en la calificación jurídica seleccionada por el acusador
en su relación con el hecho que describe, puesto que la
disparidad de criterio sobre el encuadramiento típico no afecta
el ulterior ejercicio de la defensa del imputado acerca del
hecho endilgado, cuya descripción prevalece.
Lo
dicho
cabe
también
353
respecto
de
la
no
vinculabilidad jurídica de la subsunción típica del hecho
acusado para el Tribunal, precisión que ha puesto en duda la
defensa de Storchi. La doctrina es unánime al respecto, esto es
que el dato de la calificación jurídica del hecho imputado no
puede ser reputado como un elemento esencial de la pretensión
punitiva,
porque
no
supondrá
vinculación
alguna
para
el
Tribunal ni servirá como tal a los efectos de individualizar el
objeto procesal; así, pues, el órgano judicial es libre para
enjuiciar libremente el hecho de la manera que considere más
apropiada, y en principio no encontrar ninguna limitación para
tal labor, salvo que la calificación jurídica adoptada conlleve
una mutación esencial de la pretensión deducida (cfr. Asencio
Mellado, José María, “Principio acusatorio y derecho de defensa
en el proceso penal”, Ed. Estudios Trivium, primera edición,
1991, pág. 88/90).
VI.- Materialidad:
La prueba reunida durante el debate autorizan a tener
por
acreditado
que
el
día
12
de
febrero
de
2001,
aproximadamente a las 15.30, Florencia Ayelén Möller Rombolá,
entonces
de
nueve
años
de
edad,
efectuaba
ejercicios
de
natación junto a otros niños en la pileta ubicada en la sede
del Club “All Boys”, sito en la Avenida Álvarez Jonte 4180 de
esta ciudad y que fuera cedida oportunamente a “All Boys 2000
S.A.”, en el marco de actividades acuáticas que desarrollaba en
la
colonia
de
verano
2000/2001;
ellos
consistían
en
introducirse al agua desde la parte profunda, desplazarse hasta
donde se encontraba la profesora a cargo de un grupo de niños,
María
Cecilia
Privato,
a
unos
tres
o
cuatro
metros
de
distancia, y luego de alcanzarla, retornar a la escalera que se
hallaba a la altura aproximada de 1,40 metros de profundidad,
para luego salir de la pileta; en el curso de tal actividad, en
un momento determinado, antes de salir de la pileta, la niña se
hundió
y
permaneció
sumergida
completamente
por
un
lapso
aproximado de entre tres a diez minutos, en un sitio cercano a
la escalera aludida; que a raíz de lo sucedido aquella aspiró
agua con sus pulmones en tal cantidad que le produjo su muerte.
Dicha muerte es atribuible a Fernando Martín Storchi,
Presidente de la empresa “All Boys 2000 S.A.”, según surge del
poder general (obrante a fs. 29/31) y a Julio César Giraldi,
354
Poder Judicial de la Nación
coordinador de deportes de “Megatlón-All Boys”, según resulta
del folleto entregado por esa institución (reservado), quienes
tenían el deber de control de una fuente de peligro que operaba
en su propio ámbito de dominio como la pileta de natación antes
referida.
En efecto, Storchi incumplió las normas de seguridad
contempladas en la ordenanza municipal nro. 41.718 de la Ciudad
Autónoma
de
Buenos
Aires,
“Normas
para
la
habilitación
y
funcionamiento de los natatorios”, publicada en el Boletín
Municipal
nro.
17.954
del
21/01/1987,
específicamente
el
artículo 31, que exige durante las horas de funcionamiento de
una pileta la presencia en el recinto de dos personas con
título de guardavidas, y la plataforma sobreelevada que asegure
la clara visualización de los bañistas.
Al respecto, ha quedado demostrado que al momento que
se produjo el hecho aquí tratado solo estaba presente en la
pileta una guardavidas, Giselle Vanesa Kamenetzky, y no se
contaba
en
el
natatorio
con
la
referida
plataforma
sobreelevada.
Por su parte, Giraldi no impidió ese día, en su
condición de máxima autoridad deportiva de la colonia, que se
llevaran
a
cabo
las
actividades
natatorias
en
un
espacio
peligroso, que no se encontraba asegurado conforme mandaba la
normativa mencionada.
Que
al
haber
infringido
ambos
dichas
normas
de
seguridad originaron un peligro mayor que el permitido (propio
de toda actividad a cumplirse en una pileta), y se concretó
finalmente en la aparición del resultado, todo lo cual era
previsible para los señalados.
También cabe atribuir dicho óbito a María Cecilia
Privato y Giselle Vanesa Kamenetzky, la primera profesora de la
colonia de vacaciones y la segunda en ejercicio del rol de
guardavidas (según el folleto mencionado), al infringir el
deber objetivo de cuidado que cada una de ellas debía observar
en forma individual: al no prestar a la niña que tenían bajo su
protección la debida atención, que demandaba sus condiciones de
garante, incrementaron el riesgo existente, que desembocó en el
resultado acaecido todo lo cual era previsible para ambas.
355
Antes de ingresar a valorar las conductas atribuibles
a cada uno de los imputados resulta indispensable realizar las
siguientes consideraciones:
a) Que conforme resulta de los informes obrantes a
fs. 165/169 y fs. 370, el primero de ellos emitido por el Dr.
José Ángel Patitó y el Dr. Humberto Velázquez y el segundo sólo
por el primero de los nombrados, y de lo expuesto por ellos al
prestar declaración durante la audiencia de debate, la muerte
de Florencia fue producida por asfixia por sumersión. En el
mismo sentido se expidió el Dr. Alfredo Horacio Sapag en la
experiencia
obrante
a
fs.
182/184
y
que
fuera
ratificada
también por él durante el debate.
En cuanto al proceso que llevó a tal resultado, tanto
el Dr. Patitó como el Dr. José María David, nos explicaron en
primer término, que el mecanismo que lleva a la muerte en tales
casos, puede variar entre tres y diez minutos, lapso que fuera
confirmado por el Dr. David y el Dr. Sapag, (aunque este último
habló de dos minutos); aquél comienza con la entrada de agua en
la vía aérea con ruptura del tejido pulmonar que es lo que se
ve en la autopsia y lleva a la constatación del elemento que
hace al diagnóstico, el “plancton” (Dr. Patitó); el acceso del
“plancton” al corazón es posible, señaló el Dr. David, porque
la vía de ingreso del agua es la vía aérea, pasa por la boca,
faringe, laringe, tráquea, bronquios, bronquiolos formados por
los alvéolos, entonces pasa a la vía circulatoria y luego a la
cardíaca, aclarando que no se encuentra “plancton”, cuando la
muerte
se
produce
antes
de
la
sumersión.
También
dichos
expertos descartaron que se hubiera sumergido con vida en
virtud de las razones expuestas, afirmando contundentemente
“que la persona cayó con vida, respiró abajo del agua y murió
en el agua”, lo que les permite descartar cualquier muerte
súbita por falla cardiaca u otras patologías. En tal sentido,
teniendo en sus manos estudios clínicos realizados a la niña en
el “Instituto Cardiovascular Infantil”, en el mes de octubre de
1997, como así también un estudio radiológico realizado en
1999, el Dr. Patitó refirió que el corazón está dentro de los
límites normales y no había alteraciones cardíacas pulmonares o
cerebrales.
El
Dr.
David,
cardiólogo,
al
exhibírsele
el
electrocardiograma, junto con los estudios previos practicados
356
Poder Judicial de la Nación
a la víctima, refirió que los mismos revelan que la niña era
normal, que no tenía patologías y que no hay ningún signo
electrocardiográfico que indique que fuera portadora de alguna
patología de las referidas en los estudios de fs. 3667/3672 y
4228/4229.
Por otra parte la médica pediatra de Florencia la
Dra. Graciela Ducovsky que la atendió hasta su fallecimiento,
confirmó que se trataba de una nena “sana”, y que la última vez
que la vio fue el 23 de agosto de 2000 por una congestión de
vías aéreas superiores, mocos claros y tos. Por su parte el Dr.
Alberto Chinski refirió que antes de hacerle la operación
tendiente
a
solucionar
una
hipertrofia
adenoidal
realizó
estudios prequirúrgicos: análisis de sangre, ecocardiograma,
etc., y en razón de que “estaba bien” procedió a tal práctica,
pues si hubiera tenido algún problema cardíaco o de otro tipo
no hubiera llevado a cabo dicha intervención asistencial; que
posteriormente a la operación evolucionó favorablemente y luego
de un tiempo los tubos de ventilación cayeron espontáneamente,
sin que hubiera algún motivo que le impidiera a Florencia
realizar prácticas de natación.
También quedó claro en el debate, que no descarta la
causal
de
muerte
por
sumersión,
que
la
niña
se
hubiera
desmayado previamente, ya sea por hipoglucemia, por un reflejo
vasogaval u otro motivo, porque aún estando inconsciente sigue
respirando. En este sentido se ha señalado, confirmando las
experiencias técnicas ya mencionadas y las explicaciones que
dieran los peritos, que cuando una persona cae al agua su
primera reacción es efectuar una inspiración profunda antes de
hundirse;
después
hace
una
amnea
voluntaria
hasta
que
la
elevación de la concentración de CO2 y el descenso de la O2
obligan a una inspiración forzada; luego la inhalación de agua
continúa y pueden aparecer convulsiones. La respiración cesa y
se instaura una anoxia cerebral irreversible que ocasiona la
muerte, precisándose como datos a tener en cuenta los hallazgos
en las vías aéreas de una “espuma tranqueobronqueal”; espuma
que se forma por la mezcla de agua y moco que experimenta un
batido por los movimientos respiratorios convulsivos agónicos.
En cuanto a la irreversibilidad de la anoxia cerebral los
357
expertos
sitúan
la
misma,
entre
tres
y
diez
minutos,
aclarándose que en caso de niños y con aguas muy frías puede
haber
recuperación
después
de
un
tiempo
considerable
de
permanencia debajo del agua (ver en este sentido “Medicina
Legal y Toxicología”, 4a. edición 1991, reinpresiones 1992,
1994, Barcelona España, J.A. Gisbert Calaguig, Masson-Salvat).
El Dr. David también nos explicó que no hay un tiempo
preciso para que el rescate de una persona que haya estado
sumergida
sea
efectivo
y
pueda
reanimarse.
Agregó
que
la
afectación cardiaca en la asfixia es secundaria a la falta de
oxigenación; en el caso de sumersión hay una dificultad del
organismo para oxigenar la sangre y ello tiene como efecto
final la afectación cardiaca; se puede hablar, según el galeno,
de tres a cinco minutos, pero hay dos aspectos: “puede llegar a
recuperar el ritmo cardíaco para lo cual no debe pasar mas de
diez o quince minutos y a veces se recupera pero el paciente
queda con daño neurológico ya que las células nerviosas son mas
sensibles a la falta de oxigenación”.
Luego
de
que
la
guardavidas
Giselle
Kamenetzky
“empezara el salvataje” acudió en auxilio el Dr. Hernán Gerardo
Saudan, médico del club, quien señaló que la niña no tenía
ningún signo vital, ni signos de respiración ni pulso y que no
obstante el masaje cardíaco no reaccionó y que decidieron no
continuar la reanimación cuando pasó mas de una hora. Por su
parte el Dr. José Gustavo Pérez, quien fue el segundo de los
médicos que la atendió, quien habría arribado unos 20 o 25
minutos después de que sacaron a Florencia del agua, según lo
señala el imputado Giraldi, refirió que ellos continuaron
haciendo maniobras para liberar la zona, respiración asistida
boca a boca y masaje con una técnica de uso común, llegando a
los
pocos
instantes
otros
móviles
con
más
aparatología,
defibrilador, bolsa, etc, otra médica y dos ambulancias de
“Paramedic”. También confirmó que cuando él arribó la niña no
tenía signos vitales, ni pulso, ni frecuencia cardiaca ni
respiración
espontánea;
la
Dra.
Hamasaki
mencionó
que
al
arribar al lugar el Dr. Pérez le comentó que la nena ya había
fallecido, igualmente ella le hizo maniobras de reanimación y
estuvieron por lo menos una hora; que como es su obligación
realizar algún acto médico se le colocó una vía de respiración,
oxigenoterapia para ver si respondía y no la cardiovirtieron
358
Poder Judicial de la Nación
porque era una niña, pero el ritmo dio siempre negativo, nunca
hubo ninguna respuesta.
En
suma
todos
los
datos
y
conclusiones
de
los
expertos nos llevan a concluir con certeza que el óbito tuvo
como etiología la asfixia por sumersión, sin que en nada
modifique
dicha
conclusión
que
la
víctima
hubiera
estado
consciente o inconsciente al momento de sumergirse; también se
concluye que Florencia se encontraba muerta al momento que fue
extraída del agua.
b) Que no obstante haber transcurrido más de seis
años desde que se produjo la muerte de Florencia Ayelén Möller
Rombolá, y la corta edad de la mayoría de los testigos, lo que
ha posibilitado que no todas las versiones coincidieran y
algunas aparezcan hasta contradictorias, entiende el Tribunal
que los datos recogidos durante el debate han posibilitado
reconstruir el hecho histórico que se atribuye a los imputados.
b.1)
En
primer
término
tenemos
que
el
óbito
se
produjo en una actividad acuática que realizaba Florencia en la
pileta ubicada en el club “All Boys”, cuya instalación había
sido cedida por el “Club Atlético All Boys Asociación Civil” a
la Sociedad Anónima denominada “All Boys 2000”, en formación en
ese momento, práctica que estaba bajo el control y la orbita de
la “colonia de verano 2000-2001” que era organizada por dicha
institución.
Según surge del contrato de concesión obrante a fs.
33/46 celebrado el día 31 de agosto de 1995, entre el club “All
Boys” como concedente, representado por Pablo José Brey como
Presidente, Juan José Torrente como Secretario General y Carlos
Alberto Oliva como tesorero, y la Sociedad Anónima denominada
“All Boys 2000” en aquél momento en formación, inscripta en la
Inspección General de Justicia, el 19 de noviembre de 1996,
representada en ese acto por su Presidente Fernando Martín
Storchi, y su Vicepresidente el Sr. Pablo Daniel Polarez, en su
cláusula 2da. se fija como objeto la concesión a favor de la
concesionaria de la administración y explotación comercial de
todos los sectores propiedad del concedente individualizados en
el Anexo I y dentro de la mencionada explotación comercial
359
quedan
incluidas
todas
las
funciones
relativas
a
la
administración y explotación de todas las actividades que hacen
al objeto del contrato, mediante la actividad del personal
contratado por la concesionaria. En la cláusula 3ª. se señala
que el concedente se obliga a entregar a la concesionaria el
uso y la responsabilidad de todos los sectores y la concedente
solo
continuará
realizando
tareas
inherentes
a
su
propia
administración y funcionamiento de sus órganos de gobierno y el
fútbol profesional y amateur. En la cláusula décimo novena se
prescribe que la concesionaria será la única responsable de la
selección
personal
y
contratación,
necesario
para
en
el
nombre
del
concedente,
cumplimiento
de
las
del
tareas
concernientes a la explotación motivo del contrato; y que la
concesionaria se reserva en forma exclusiva el derecho de
establecer el número de personas a emplear y a determinar las
remuneraciones, las altas y bajas de dicho personal empleado.
Tenemos entonces que de la lectura del contrato
resulta que quedaba bajo el control de la concedente, entre
otros sectores, la pileta y todas las actividades que se
desarrollaban en ella, incluida claro está, la “colonia de
varano” y el derecho de contratar el personal que estimaran
conveniente, siendo el único responsable al respecto “All Boys
2000 S.A.”. Dicho convenio y sus efectos fueron reconocidos por
el propio Storchi, Brey, Bugallo y Torrente.
Por su parte, según resulta del folleto que entregaba
“All Boys 2000 S.A.”, aunque aparezca en su portada la leyenda
“Megatlón-all boys”, a quienes concurrieran a la “colonia de
verano
2000/2001”,
entre
otros,
en
lo
que
nos
interesa,
aparecen como responsables de la colonia, como gerente Rubén
González, coordinador de deportes Julio Giraldi, coordinador de
pileta Mariano Rosemberg, médico Hernán Saudan, guardavidas
Horacio Carlini y Giselle Kamenetzky, todos ellos contratados
por
“All
Boys
2000
S.A.””,
según
lo
relató
Storchi,
y
subordinados a las instrucciones, que según Carlos Alberto
Canavese, emanaban de la “Red de Clubes”.
Asimismo se ha comprobado que Florencia participaba
de la colonia de vacaciones entre cuyas prácticas se encontraba
las de natación.
En efecto, según surge del relato de Giraldi y de la
propia madre de la niña, el día 1° de febrero de 2001, los
360
Poder Judicial de la Nación
padres de Florencia se entrevistaron con éste último, quien les
dio explicaciones sobre como se desarrollaba la colonia y les
mostró los instructivos, y especialmente les indicó sobre los
“nivelitos” y como se hacían las pruebas para categorizarlos,
procediendo aquéllos a inscribir a sus hijos ese mismo día,
según
resulta
de
la
ficha
correspondiente
reservada
en
Secretaría; también le comentaron los padres que Florencia
estaba operada de adenoides, que tenía “diábolos” puestos, y
que no podía sumergirse, circunstancia que quedó anotada en la
mencionada ficha, como así también la edad que ella tenía.
El día viernes 2 de febrero los Möller Rombolá se
reunieron
con
los
profesores
Ávila
y
Privato
a
quienes
reiteraron la patología que había sufrido Florencia quien luego
tomó contacto con el grupo. Que luego de efectuarle un test de
nivelación, Florencia fue incluida en el “nivelito 2” por
Privato. En este sentido Privato refirió que los grupos de la
colonia trabajaban en dos niveles, “nivelito 2” y “nivelito 1”;
que el primero tenía como objetivos la flotación ventral (boca
abajo), flotación dorsal (plancha), desplazamientos con patadas
o brazadas sin técnica específica de estilos, entradas al agua
en parte playa y profunda y desplazamiento en ambos; que el
techo es el “nivelito 1” donde se trabaja específicamente la
técnica de nado. En cuanto a Florencia dijo que el día que
hicieron
el
test
de
nivelación
durante
el
cual
estaban
presentes los padres, le pidió que bajara por la escalera y no
tuvo temor en ingresar al agua, luego le pidió que se colocara
boca abajo y lo hizo, y posteriormente en posición dorsal, que
también logró; que ella no tenía estilo para nadar, que fue lo
que la llevó a colocarla en el “nivelito 2”, aunque sabía
respirar. En el mismo sentido declaró Giraldi y lo confirmaron
los padres de Florencia.
Por su parte Carlini relató al Tribunal que vio a
Florencia junto con sus padres en la pileta, una semana antes
del hecho, nadando en modo rudimentario, siempre acompañada por
su madre en el agua y en pequeñas distancias, tres o cuatro
metros.
Confirman cuáles eran las prácticas a seguir en el
“nivelito 2” el folleto ya señalado, en cuyo acápite “detalles
361
de niveles” aparecen entre los objetivos generales, entre otros
y como techo, los siguientes: flotación boca abajo (pérdida de
la verticalidad), conocimientos de los fenómenos del agua como
fluido, desplazamientos en general, hábitos básicos de pileta y
entorno, sencillas entradas al agua, y adaptación en la pileta
grande tanto en la parte baja, como en la parte profunda.
b.2) En cuanto a los ejercicios de natación que se
realizaron el día del hecho, se puede inferir de los distintos
testimonios y como lo precisó la Sra. Fiscal General, que en un
primer momento, en la parte playa de la pileta de 25 mts. de
largo por 12 mts. de ancho, según surge de los planos de
habilitación, los integrantes del “nivelito 2” hicieron una
especie de juego denominado “mancha puente”, donde los chicos
pasaban entre las piernas de otro para “salvar”. Que el grupo
del “nivelito 1” fue hacia la parte profunda quedando el grupo,
donde
se
encontraba
Florencia
–“nivelito
2”-,
realizando
técnicas de desplazamiento en la parte baja. Que luego como a
las 15, el grupo a cargo de la profesora Privato, compuesto por
catorce o quince chicos, se fue a trabajar a la parte profunda
y
en
ese
sector
realizaron
dos
tipos
de
ejercicio:
uno
consistente en deslizarse por una plancha de “goma eva”, que
utilizaban como tobogán, el cual aparece sujetado por Juan
Ignacio Jaime, que estaba en el borde de la pileta y en el otro
extremo por la profesora que se encontraba en el agua, y luego
se desplazaban pegados al borde hasta llegar a la escalera
ubicada a 2,20 mts de profundidad. Que la segunda de las
prácticas, que también se realizó en dicho sitio, estribó en
lanzarse de cualquier forma al agua, o deslizarse por dicha
plancha,
nadar
en
diagonal
hasta
donde
se
encontraba
la
profesora, donde los chicos no hacían pie y volver hacia la
escalera -que se encontraba aproximadamente a 1,40 mts de
profundidad según se pudo observar en el video reservado-, para
salir caminando hacia la parte baja, aunque algunos de los
chicos lo hicieron nadando hasta dicho lugar. Que al mismo
tiempo que se desarrollaban dichas prácticas, en el medio de la
pileta, es decir por los andariveles centrales, practicaban
natación personas ajenas a la misma –según Privato unos diez
socios en tal zona-; y dentro del llamado “piletón”, ubicado a
una altura superior, un grupo de doce menores –según Marta
362
Poder Judicial de la Nación
Isabel Perez Ferrer- donde desarrollaban su actividad, chicos
de entre tres y cuatro años, acompañados por dos profesoras,
según los dichos de Dreiling, llevando a cabo las tareas de
vigilancia en todo el ámbito de los natatorios la guardavidas
Giselle Kamenetzky, siendo reconocido por ella, y confirmado
por Privato, Giraldi, Ávila, Canavese, entre otros.
Los
también
a
elementos
tener
por
incorporados
comprobado
que
al
proceso
en
el
autorizan
último
de
los
ejercicios, que era controlado por Privato y que fue efectuado
en
la
parte
participaron
profunda,
entre
en
catorce
la
y
modalidad
quince
ya
chicos,
explicada,
entre
ellos:
Nathalie Mantiñan, Santiago Díaz, Sandro Damilano Maison, Tomás
Borthelle, Mariano Aparicio, Giuliano Bacchi, Anahí Ridolfo,
Ailín Lorenzo, Candela Palacios Monti, Ivana Cudicio, Gonzalo
Consorti, y Macarena Bianchi, siendo Juan Jaime el que sostenía
el
elemento
plástico
que
funcionaba
como
tobogán;
que
la
mayoría de ellos tenían limitada técnica de desplazamiento en
el agua; que tal circunstancia no solo lo indica la categoría
en que se hallaban -“nivelito 2”-, sino también surge de lo
expuesto por Anahí Karina Rodolfo y Santiago de Jesús Díaz.
En relación a Florencia, se expresó durante el debate
que “Florencia no sabía nadar” (Consorti), que “Florencia no
era como para estar en la parte honda” (Pedemonte), “porque la
había
visto
ratificada
agarrarse
por
Adriana
del
borde”
Mabel
(Lorenzo),
Cáceres,
madre
circunstancia
de
Nathalie
Mantiñan, a quien su hija le refirió que aquélla no sabía
nadar. Que dicha circunstancia fue comunicada por la madre de
Florencia a María Cecilia Privato el día viernes 9 de febrero
de 2001, en presencia de la Sra. Mabel Anunciada Maldonado,
quien relató en la instrucción que acompañó a la mamá de
Florencia al club “All Boys” y presenció cuando Marisa Rombolá
se entrevistó con Privato en el gimnasio; que en el curso de la
conversación le dijo que estaba muy preocupada, porque la
“nena” le había contado que había ido a la parte profunda.
Confirmó dicha versión Gonzalo Nicolás Consorti, quien mencionó
que le pareció que cuando trajeron a Florencia la mamá le
indicó a la profesora que no la mandara a la parte profunda,
porque no sabía nadar; que esto lo escuchó él pero no recuerda
363
cuando fue ni cuanto tiempo antes del hecho.
En suma, se concluye que la capacidad para nadar de
Florencia, al igual que la de los otros chicos, era reducida,
que
podía
flotar
y
trasladarse
utilizando
una
técnica
rudimentaria como es la del nado “perrito”.
También se encuentra comprobado que en el lugar donde
se efectuó la última práctica los niños no hacían pie, ni
tampoco lo hacía la profesora Privato en el sitio donde se
encontraba ubicada. Ello fue confirmado principalmente por
Kamenetzky
quien
relató
que
al
momento
de
realizar
los
ejercicios con Florencia la profesora no hacía pie y atento la
edad de los niños y la estatura correspondiente a la misma es
lógico suponer que el agua les tapaba la cabeza. También en
este sentido declararon Anahí Karina Ridolfo, Gonzalo Nicolás
Consorti, Santiago De Jesús Díaz, entre otros.
En el curso de la última actividad, en la fila y
listos
para
lanzarse
al
agua,
detrás
de
Florencia
se
encontraban aproximadamente cuatro o cinco concurrentes, entre
ellos Nathalie Mantiñan, quien según su madre, Adriana Mabel
Cáceres,
se
hallaba
ubicada
inmediatamente
después
de
Florencia; Mariano Daniel Aparicio, que fue casi el último
después de Florencia, “dos nenes más y luego él” dijo; Santiago
de Jesús Díaz, quien refirió que se tiró después que la
víctima; Tomás Borthelle, quien señaló que Florencia estaba
delante suyo y que cree que habían dos o tres chicos entre
ambos; y Giuliano Bacchi, quien descubriera a Florencia en el
fondo de la pileta.
Que la consigna para este tipo de ejercicio -según
Canavese quien dijo ser gerente de deportes de las diferentes
sucursales de “Megatlón”- para chicos que tienen poca habilidad
para desplazarse, es que el mismo debe ser controlado y llevado
a cabo en forma progresiva, y si se lleva a los niños a la
parte profunda, como en el caso, el guardavidas debe acercarse
a una distancia razonable y bajo la dirección del profesor
deben ingresar y egresar “de a uno” de la pileta, en forma
ordenada, siendo para él el profesor quien debe vigilar que los
niños estén en orden y afuera de la pileta; así lo confirmó el
profesor Giraldi, quien refirió que el trabajo que deba hacerse
con el grupo del “nivelito 2” debe ser muy seguro y las
prácticas deben desarrollarse “de a uno”.
364
Poder Judicial de la Nación
Dicha consigna no fue adoptada por la profesora
Privato, en la última práctica natatoria. Así tenemos que la
misma
Privato
reconoció
que
Ailín
Lorenzo
al
igual
Tomas
Borthelle, se fueron nadando hacia la parte baja, al mismo
tiempo que otro de los intervinientes se tiraba al agua. Por su
parte Claudia Elena Zadorollne, madre de Giuliano Bacchi,
manifestó que su hijo le dijo en relación al ejercicio que “los
chicos no esperaban a que los nenes llegaran a la escalera”;
Ivana Antonella Cudicio, relató que “Cecilia solo miraba cuando
se tiraban y un poquito más, porque después tenía que mirar al
otro que se tiraba y ya no los podía mirar a los que iban para
la escalera”; por su parte Tomas Borthelle refirió “que el
chico siguiente se tiraba cuando el de adelante le tocaba la
mano a la profesora”; Santiago de Jesús Díaz no solamente
respalda lo afirmado en cuanto a que en la pileta permanecían
más de un chico en el natatorio al mismo tiempo, sino que nos
reveló que en un momento “la pasó y luego no la vio más”. En
suma está claro, que la consigna del “uno a uno”, no era
respetada por Privato.
Por su parte, cabe señalar que Florencia fue hallada
sumergida en un sitio cercano a la escalera según lo refirieron
Privato, Kamenetzky, Ávila, Tomás Borthelle y Giuliano Bacchi,
siendo advertida tal situación por el último de los nombrados.
En tal sentido, Privato relató que quien la alertó con un grito
refiriendo “señorita hay alguien abajo del agua” fue Giuliano
Bacchi ante lo cual le avisó a Giselle Kamenetzky, quien se
tiró para salvarla, mientras que ella abrazó a Giuliano que
estaba asustado, y salió con el nombrado a la parte baja;
Kamenetzky refirió que estando parada en la parte baja de la
pileta grande, de dónde según ella observaba todos los sectores
del natatorio, escuchó un llamado de alarma de la profesora,
“algo como que había alguien abajo”, por lo cual miró y vio una
persona sumergida al lado de la escalera en la parte profunda;
Ávila relató que el día del hecho estaba con su grupo en la
parte profunda, del lado del gimnasio, y la profesora Privato
del otro lado, cerca de la cabina de control de carnets, en la
parte media; que en un momento escuchó un grito y que lo
llamaban, por lo que salio rápidamente de la pileta y apoyó una
365
pierna en la escalera para ayudar a la guardavidas a sacar el
cuerpo de Florencia hacia afuera de la pileta y luego salió
corriendo para que la gerencia llamara a una ambulancia; Tomas
Borthelle manifestó que cuando volvía a la parte baja vio a
Florencia sumergida en el agua, pero no creyó que se estaba
ahogando, pensó que estaba jugando bajo el agua con la “gomita
del pelo” y que luego el chico que estaba atrás le dijo al
guardavidas que se estaba ahogando, entonces el guardavidas se
tiró;
Giuliano
Bacchi
manifestó
que
cuando
subía
por
la
escalerita para salir de la pileta fue cuando vio a Florencia
en el fondo, por lo que le advirtió a la profesora y ésta
comenzó a gritar, y le tapó los ojos.
c) Una de las cuestiones debatidas resulta ser cuales
son
las
normas
jurídicas
que
regulaban
la
habilitación
y
funcionamiento de los natatorios. Este Tribunal entiende que en
la fecha en que sucedió el hecho se encontraba vigente la
ordenanza nro. 41.718 que fuera publicada el 21 de enero de
1987. Que en relación al tema que nos ocupa, específicamente
establecía entre las medidas a adoptar, en relación a la
seguridad, lo previsto en el artículo 31 que señala que durante
las
horas
de
funcionamiento
debían
estar
presentes
en
el
recinto de la pileta dos personas con título de guardavidas,
reconocidos por la Municipalidad de Buenos Aires, las que se
ubicarán en plataformas sobreelevadas que aseguren la clara
visualización
dirección
de
los
competente
bañistas,
podrá
dejando
exigir
en
claro
distintos
que
la
números
de
guardavidas teniendo en cuenta el funcionamiento del natatorio.
Asimismo, entre otras medidas de seguridad también
exige
el
artículo
15
una
canaleta
de
derrame
corrida
y
perimetral, proyectada de manera tal que el exceso de agua y
las materias en suspensión que entren en ella no puedan volver
al natatorio, cuyo borde sea fácilmente aprehensible con la
mano.
Las defensas han fundamentado que, la ordenanza en
cuestión, no estaría vigente en virtud de que dicha normativa
no había sido reglamentada, esto desde el punto de vista
formal.
Al respecto cabe señalar, que pronto que se analice
la ordenanza bajo estudio, dictada dentro de las atribuciones
366
Poder Judicial de la Nación
que tiene la legislatura local y de las facultades atinentes al
poder de policía, las que no pertenecen al Estado Nacional,
(artículo
129
de
la
Constitución
Nacional,
y
legislación
nacional complementaria) se advierte que dicho instrumento
legal no subordina su entrada en vigencia a su reglamentación,
aunque le haya otorgado en su artículo 3° al Poder Ejecutivo
local la facultad de reglamentar las normas, atribución de la
que ha hecho uso dicho órgano, por ejemplo, al reglamentar el
artículo 31, mediante el Decreto nro. 865 del día 6 de junio de
2005,
en
relación
a
la
creación
del
Registro
lo
señala
Público
de
Guardavidas.
En
efecto,
como
bien
Gordillo
la
reglamentación no es requisito previo para cumplir la ley, es
decir que debe cumplirse desde el momento de su promulgación y
publicación, pues no depende en modo alguno, de que el Poder
Ejecutivo desee reglamentarlas o no: los jueces y la misma
administración deben acatar, ejecutar o hacer ejecutar en los
casos concretos, interpretándolas para salvar sus vacíos en la
medida en que fuera necesario en los casos ocurrentes, pero sin
depender de que no hayan sido reglamentadas (cfr. Gordillo,
Agustín, Tratado de Derecho Administrativo, Tomo I, Parte
General, 5ta. Edición, Ed. Fundación De Derecho Administrativo,
Bs.
As.
2000,
pág.
63/64).
Y
está
claro
que
una
futura
reglamentación, en esta materia de seguridad, no podrá alterar
su espíritu, es decir “la finalidad que surge del contexto de
la ley”, en el caso, reducir las medidas de precaución mínimas
que exige dicha ordenanza. En esta inteligencia, la norma
reglamentaria no puede aparecer contradiciendo el texto, pues
sería ilegítima (C.S.J.N., Fallos: Tomo 269:120, Tomo 232:287,
Tomo 244:39, entre otros, citados por Gordillo en la obra
referida).
Otro de los argumentos esgrimidos por la defensa ha
sido que en el artículo 4 de la ordenanza 41.718 se dispone que
si
la
entrada
en
vigencia
de
la
reglamentación
que
el
Departamento Ejecutivo oportunamente elabore en virtud de lo
dispuesto en el artículo 3° coincidiera con la iniciación de la
temporada estival, se prorrogará su cumplimiento hasta la
finalización de la misma, a efectos de que los natatorios
367
puedan
adecuar
sus
interpretando
los
suspendía
entrada
la
actividades
señores
en
a
la
defensores
vigencia
de
nueva
que
normativa,
dicho
toda
la
artículo
ordenanza,
interpretación que no se condice con el texto ni con su
espíritu, pues lo único que señala dicha norma es que en caso
de que el Departamento Ejecutivo reglamentara la ordenanza en
cualquiera de sus artículos, los requisitos que impusiera a los
natatorios para su funcionamiento serían suspendidos hasta la
finalización de la temporada estival, finalizada la misma
dichos recaudos se hacían exigibles.
También
manteniendo
esta
línea
defensista,
los
letrados han señalado que dicha ordenanza no estaba vigente
materialmente, ya que a su entender la imposición de dos
guardavidas ha sido derogada de hecho por la recomendación
efectuada el día 14 de noviembre de 2006, por el “Consejo
Metropolitano
de
Guardavidas
Natatorios
la
ciudad
de
de
Seguridad
Buenos
en
Aires”,
Balnearios
creado
por
y
la
ordenanza 52.241, publicada en el Boletín Municipal nro. 385,
del 16/2/98, al sugerir en el Anexo I, artículo 8 de las
recomendaciones, que en los natatorios de 25 mts. de largo y
hasta cien usuarios (ver acta rectificatoria nro. 34, del 29 de
noviembre de 2006, punto 11), la cantidad no puede ser menor a
un guardavidas.
Al respecto cabe hacer hincapié en que la única
función que tiene el Consejo mencionado, compuesto por once
miembros
(ver
artículo
3
de
la
ordenanza
52.241/97),
provenientes de la Dirección General de Deportes del Ministerio
de Educación de la ciudad, del gremio respectivo y de la
Asociación Mutual de Guardavidas Argentinos y Asociados y su
reglamento 195/2001, resulta ser la de un organismo asesor de
la Dirección General de Deportes, y que en tal carácter podrá
intervenir en el diseño de las políticas dirigidas, entre
otras,
al
diseño
de
un
sistema
de
formación,
evaluación,
promoción y habilitación de los Guardavidas y Servicios de
Seguridad y rescate en los balnearios y natatorios; es decir,
que dicho consejo solamente puede hacer recomendaciones, las
que carecen del imperio jurídico de la reglamentación.
Sin perjuicio de lo expuesto, y de que sus contenidos
son posteriores al hecho de la presente causa, resulta de
interés para este Tribunal examinar las discusiones plasmadas
368
Poder Judicial de la Nación
en las actas 15, 17 y 18 de los integrantes del Consejo
Metropolitano (ver documentación reservada y aportada por la
Fiscalía en el debate) referidas a las sugerencias tendientes a
que
el
Poder
Ejecutivo
reglamente
el
artículo
31,
más
específicamente acerca de la cantidad de guardavidas. En el
acta nro. 15, de la reunión celebrada el 1° de julio de 2002,
se transcribe que “...comenzando la ponencia de argumentaciones
los miembros coinciden que la actual ordenanza nro. 41.718
relativa a la habilitación y funcionamiento de los natatorios y
que
en
su
artículo
31
habla
acerca
de
la
cantidad
de
guardavidas, es demasiada amplia y no se ajusta a las reales
necesidades de cada piscina, si bien es muy difícil determinar
con exactitud la cantidad de guardavidas para cada pileta, se
coincide en que los elementos a tomar en cuenta para determinar
tal cantidad son medidas de la pileta, profundidad, forma de
las
mismas,
cantidad
de
usuarios,
visibilidad
por
la
iluminación. Otros temas a tener en cuenta se relacionan en
cuanto al tipo de público (por ejemplo si son personas con
necesidades especiales, miembros o contingentes de colonias de
vacaciones, etc.) y las piletas para chicos, las que en su
mayoría no cuentan con guardavidas...”.
En el acta nro. 17 se plasma el dialogo mantenido en
cuanto a la necesidad del número de guardavidas en relación al
tamaño de la pileta y entre las sugerencias aparece que en las
de 25 mts. sea de un guardavidas, contemplando la situación de
que en el caso de que no se encontrara el guardavidas en el
recinto de la pileta, deberá desalojarla.
En el acta nro. 18 se deja constancia que uno de los
tópicos a tener en cuenta para la cantidad de guardavidas
resulta ser el tipo de público asistente. Por su parte, en
relación a la cantidad de guardavidas, en el caso de que
existiera una pileta para niños se recomienda que sea vigilado
por el mismo guardavidas que custodia la pileta de grandes,
siempre y cuando la pileta de menores se encuentre en un lugar
cercano y debe entenderse, a la vista del guardavidas. Para el
caso de que la pileta de niños esté ubicada lejos del alcance
del mismo guardavidas, no emiten opinión.
En los considerandos de la recomendación de fecha 14
369
de noviembre de 2006 se hace mención a que debido a los
diversos accidentes fatales en varios natatorios de la ciudad
de Buenos Aires, y las consecuencias que de ello se desprende,
se requiere definir parámetros de seguridad con los cuales
establecer
correctamente
seguridad
y
rescate
y
los
servicios
de
fundamentalmente
guardavidas,
los
ámbitos
de
aplicación; siendo de injerencia dicha recomendación inclusive
a los natatorios privados.
Dichos
precedentes
nos
permiten
interpretar
el
artículo 9º de las recomendaciones, en cuanto ahí se señala que
“las actividades especiales que se desarrollen en los ámbitos
de aplicación, asimismo en grupos de riesgo, personas con
necesidades
especiales
y
aquellos
que
la
autoridad
de
aplicación con la colaboración del Consejo Metropolitano de
Guardavidas determinen, deben disponer la presencia de un
guardavidas exclusivo para la seguridad de dichos grupos, con
las exigencias establecidas en los incisos antecedentes”.
En efecto, porque los “grupos de riesgo”, a que hace
referencia
el
mencionado
Consejo,
(mejor
sería
decir
“grupos en riesgo”), los constituyen no solamente las personas
discapacitadas, sino también los niños que concurren a las
colonias
de
natación;
ello
surge
claramente
de
las
actas
mencionadas y de una interpretación lógica, habida cuenta la
edad de los participantes y de su limitada habilidad natatoria
y no se limitan a las personas gordas ni a las de condiciones
diferentes, como refieren los defensores.
Asimismo, si bien el mencionado Consejo no se expidió
respecto a los “piletones” para niños de corta edad, de las
discusiones de sus integrantes también se infiere que cuando la
pileta no está a la mira del guardavidas pareciera que debe
además exigirse otro guardavidas.
En nuestra visita al recinto adonde estaban ubicadas
las piletas, pudimos constatar que desde donde se hallaba
situada probablemente Kamenetzky –como ella refiriera- no se
podía controlar a los chicos de tres a cinco años que jugaban
en el “piletón”, aunque estuvieran bajo el control de una
profesora y una ayudante.
En atención a lo expuesto se entiende que en modo
alguno puede afirmarse que la ordenanza en cuestión no se
encontraba vigente materialmente, pues como advierte Zaffaroni
370
Poder Judicial de la Nación
la legislación en cuestión no está derogada por normas que
posibiliten reducir la medida de seguridad reglada por la
ordenanza, ni tampoco superada por una técnica que evite el
peligro de modo mas eficaz (cfr. Zaffaroni Raúl Eugenio, Alagia
Alejandro, Slokar Alejandro, Derecho Penal Parte General, Ed.
Ediar, edición 2000, pág. 530).
En suma, fuera de las cuestiones de operatividad de
la ordenanza ya señaladas, en cuanto a que tenía vigencia
formal al igual que material, cualquier reglamentación en el
futuro
no
podrá
ser
incompatible
con
lo
dispuesto
en
el
artículo 31, de allí que deba interpretarse que cuando dicha
norma
prescribe
distinto
número
que
de
la
dirección
competente
guardavidas,
teniendo
podrá
en
exigir
cuenta
el
funcionamiento del natatorio, el estándar mínimo será el de dos
personas
supuestos
con
título
especiales
de
guardavidas
“colonias”,
por
pileta,
personas
y
en
los
discapacitadas,
piletas de niños de muy corta edad, etc., el órgano responsable
deberá asignar otro guardavidas.
La
normativa
estaba
vigente
también
para
la
administración municipal, ya que como se puede advertir del
Expediente de Habilitación reservado en Secretaría, en el
informe de inspección previa elaborado por el Departamento de
Espectáculos Públicos, de fecha 7 de julio de 2000, obrante a
fs. 66/67, se dejó plasmado una serie de incumplimientos de la
ordenanza respectiva (41.718), obrando en dicho legajo también
la
intimación
que
efectuara
el
Director
General
de
Verificaciones y Habilitaciones, Dr. Horacio Daniel Spandonari,
al club “All Boys”, por nota del 28 de noviembre de 2000, a
cumplir con lo exigido, la que fuera recibida el 9 de enero de
2001 por la institución, que según la Dra. Miguez le fue hecha
llegar a las autoridades de “Megatlón”.
La circunstancia de que por resolución 1078/SSIG/93
se haya autorizado a la ex Dirección General de Habilitaciones
y Permisos a conceder autorizaciones de funcionamiento con
carácter precario, para el uso de natatorios hasta tanto sea
aprobada la reglamentación de la ordenanza 41.718 en nada
modifica lo aseverado en cuanto a la vigencia de la ley, pues
la “habilitación definitiva” estaba supeditada a la exigencia
371
de nuevos requisitos que se reglamentaran en el futuro.
Por lo demás, la operatividad de la ordenanza 41.718,
en modo alguno dependía de una intimación, en concreto, que
habría tenido que cursar la autoridad de aplicación; ya que aun
en el caso de un eventual incumplimiento de la propia autoridad
de control, los baremos de seguridad ya eran conocidos y
oponibles a los operadores de natatorios como lo era, al
momento, del hecho Fernando Storchi.
También al solo efecto ilustrativo cabe señalar que
el “Sindicato Único de Guardavidas y Afines” al requerírsele
información sobre cuales eran las normas de seguridad que
debían
regir
en
relación
a
la
cantidad
de
guardavidas
interpretaron que conforme al art. 31 de la ordenanza 41.718
debían permanecer dos guardavidas en el recinto de la pileta
sin especificar las medidas del natatorio ni la cantidad de
bañistas como parámetros (cfr. fs. 2317).
La defensa de Storchi hizo mención para defender su
argumento del guardavidas único, de lo establecido en el art. 9
del Anexo de la Convención Colectiva de Trabajo nro. 179/91. Al
respecto debe señalarse que el Convenio Colectivo de Trabajo
rige las condiciones de trabajo, derechos y obligaciones de los
trabajadores guardavidas y afines que presten servicios en
playas
marítimas,
artificiales,
fluviales,
natatorios,
lagos,
piletas,
lagunas,
muelles
naturales
y/o
o
espigones
utilizados para prácticas deportivas o en todo lugar donde se
practique actividades acuáticas, sean de carácter público o
privado. Es decir, que el tema seguridad le es ajeno en lo que
atañe a los concurrentes de dichos establecimientos y solo
regula las condiciones en que debe desarrollar su trabajo los
guardavidas.
En cuanto al acto administrativo de la habilitación
del natatorio del club “All Boys 2000 S.A.”, si bien existe un
proceso penal en el que se investiga a los otorgantes de dicha
autorización
(ver
fotocopias
de
la
causa
nro.
82.203/02,
caratulada: “Spandonari, Horacio Daniel y otros s/ delito de
acción pública), lo cierto es que pronto que uno analice las
actuaciones que obran en Secretaría, aparece como irregular.
Tampoco menoscaba lo afirmado en cuanto a la vigencia
de los recaudos contemplados en el artículo 31 la circunstancia
de
que
estuvieran
vigentes
en
372
otras
jurisdicciones
otros
Poder Judicial de la Nación
ordenamientos donde sólo se exigen un guardavidas, pues el
poder de policía, como ya se señalara, es competencia de la
jurisdicción local; además por otra parte, la violación de
dicha
normativa
solamente
constituye
un
indicio
de
una
violación de una norma de cuidado, porque por sí sola, como ya
lo
expondremos
al
analizar
la
conducta
de
Storchi,
dicha
infracción no puede implicar que nos enfrentemos ante un delito
imprudente.
Finalmente es menester señalar que este Tribunal ha
analizado en particular la exigencia de los dos guardavidas y
la plataforma sobreelevada que prevé la reglamentación, pues
como
se
verá
incumplimiento,
fácilmente
mas
la
adelante,
ausencia
aprensible,
no
entendemos
de
una
tiene
que
canaleta
relación
el
otro
perimetral
alguna
con
el
resultado producido.
d) Procederes disvaliosos atribuidos a cada uno de
los imputados:
d.1) Tal como surge del contrato de concesión ya
citado, la empresa “All Boys 2000 S.A.”, en aquél entonces en
formación, se hizo cargo, según la cláusula 3ª., de la custodia
de la pileta, entre otros sectores del club concedente –“All
Boys”-. Esto no ha sido discutido por ninguna de las partes, no
solamente “All Boys 2000 S.A.” tenía el control de la pileta
sino que además, según la cláusula 19ª., tenía el derecho de
establecer en forma exclusiva el número de personas a emplear y
a determinar las remuneraciones, las altas y bajas de dicho
personal contratado. Asimismo, como se señalara, en oportunidad
de dicho acuerdo, era presidente Fernando Martín Storchi y
vicepresidente Pablo Daniel Colarez.
La defensa del imputado Storchi, al alegar, nos
impuso de una división de tareas dentro de la organización de
su defendido, siempre refiriéndose a “Megatlón”, entidad que
carece
de
personería
jurídica.
Según
refirió,
Storchi
y
Fernando Kleiman se ocupaban de las estrategias comerciales y
de relaciones institucionales, Guido Miguez de la dirección
operativa
y
“hacer
que
los
centros
funcionen”
y
Diego
Pellegrino estaba a cargo de las finanzas, haciendo referencia
373
a una tetrarquía, con tres funciones, una de ellas realizada
por dos personas; que dependiendo de Guido Miguez estaba el
sector vinculado con los deportes, debajo de Miguez estaba
Canavese que era coordinador general de deportes y subordinado
a éste los coordinadores de sede y por debajo los profesores y
guardavidas; que dentro de la competencia de Miguez estaba
también la rama administrativa y dependiendo de él los gerentes
de cada sede, en el caso de “All Boys” el Sr. Rubén González.
También explicó la defensa, que las funciones de Storchi no
eran jerárquicamente superiores a las del sector operativo sino
coordinadas, porque la autoridad de “Megatlón” no es Storchi
sino
el
directorio.
En
tal
sentido,
Storchi
al
prestar
declaración indagatoria refirió que la organización que existía
al momento del hecho era la siguiente: Guido Miguez y Diego
Pellegrino tenían tareas más operativas, y otros dos directores
generales que no tenían tareas tan funcionales u operativas,
entre ellos, él; que como director general se ocupaba de las
negociaciones, de los contratos con dirigentes de las entidades
deportivas, de negociar con propietarios de inmuebles, la
posibilidad de hacer una inversión, de la supervisión general
de las actividades y de la asignación de gerentes de las
sucursales; que Miguez era y es director operativo y en su
momento era el gerente de todos los gerentes de todas las
sucursales, se ocupaba de que éstas funcionaran correctamente;
que Pellegrino era director de administración y finanzas. En
cuanto a la gerencia de deportes señaló que tenía a su cargo
todo lo relacionado con la práctica de actividad física en las
distintas
sucursales,
confeccionaba
los
programas,
y
determinaba las actividades de cada sucursal, designaba los
coordinadores deportivos de cada sede y todo lo que tenía que
ver
con
el
funcionamiento
del
natatorio,
desempeñando
la
calidad de gerente, Alberto Canavese. Para concluir, dijo
Storchi que Guido Miguez era el director operativo de la
organización, y entre ello, se ocupaba de todas las cuestiones
de
habilitación
de
las
sedes;
y
en
lo
que
atañe
a
los
guardavidas era una decisión que tomaba Canavese como gerente
de deportes de la “red de clubes Megatlón”.
No obstante la estrategia defensista de evitar que se
responsabilice a Storchi de la muerte de Florencia, al señalar
que no estaba dentro de sus funciones el deber de vigilancia
374
Poder Judicial de la Nación
sobre la pileta que tenía como miembro del directorio de “All
Boys 2000 S.A.”, entendemos que estaba dentro de su competencia
evitar cualquier peligro que pudiera acrecentar el riesgo que
constituía la pileta. Ello por cuanto, en primer lugar, debe
indicarse que quien contrató la concesión fue “All Boys 2000
S.A.”, ya inscripta al momento del hecho, de la cual Storchi
era presidente, por lo que hacer referencia a la estructura de
una organización cuya constitución se desconoce, (nos referimos
a “Red de clubes Megatlón” ó “Megatlón”), no tiene respaldo en
instrumento legal alguno, según las constancias que obran en
este proceso, es más, ante la autoridad estatal controladora
aparece “All Boys 2000 S.A.”, como responsable (ver expediente
de habilitación, presentación efectuada por Guido Miguez, como
apoderado de “All Boys 2000 S.A.” a fs. 117). En este sentido
lo que sí surge de las declaraciones de Storchi es que en cada
club concesionado, se constituyó una sociedad anónima para la
explotación de actividades deportivas en el mismo, así hizo
referencia al club “Almagro” –“Almagro 2000 S.A.”-, “Racing
Club” –“Racing 2000 S.A.”-, “Estudiantes de Buenos Aires”
y
“Villa Crespo”, entre otros, haciendo hincapié que miembros del
directorio se intercambiaban, sin que aparezca esta supuesta
entidad
comercial
–“Megatlón”-
como
concesionaria
de
los
distintos espacios deportivos.
También está acreditado que la sociedad que aparece
diseñando e implementando la colonia de verano 2000/2001 es
“All Boys 2000 S.A.”, aunque aparezca el logo de “Red de clubes
Megatlón”. De ello se infiere que toda decisión relacionada con
la
concesión
debía
ser
adoptada
en
lo
que
atañe
a
la
organización y desarrollo de la colonia, por el directorio de
“All Boys 2000 S.A.”, de la cual Storchi, se reitera, era
presidente.
En suma, no quedan dudas que en lo que se refiere a
los
espacios
concesionados
en
el
Club
All
Boys
y
a
las
prácticas deportivas, medidas de seguridad, personal necesario
y otros recursos, son responsabilidad de “All Boys 2000 S.A.”.
En esta inteligencia, no puede soslayarse el hecho de
que cuando se formalizó el contrato de concesión, la ordenanza
41.718 se encontraba vigente y era operativa, por lo que el
375
directorio de “All Boys 2000 S.A.” debía cumplir con las normas
de seguridad que exige tal instrumento legal, el que debía
conocer
teniendo
desenvolvía,
en
consideración
especialmente
en
lo
el
que
rubro
se
en
el
que
se
a
los
refiere
guardavidas y a la plataforma sobreelevada, que permitían
reducir ciertamente el riesgo originado en esa “fuente de
peligro” que es una pileta.
El
directorio
de
“All
Boys
2000
S.A.”
no
debió
iniciar ningún emprendimiento deportivo o recreativo, sin haber
garantizado
las
medidas
de
seguridad
requeridas
por
la
ordenanza mencionada.
Aún cuando se considerara que nos hallamos frente a
un
“holding”
de
empresas,
lo
cierto
es
que
aparece
como
práctica empresarial el no cumplir con la ordenanza en los
distintos clubes incluidos dentro de lo que denominan “Red
Megatlón”.
En este sentido, Canavese nos explicó que en las
piletas de las sedes “Devoto”, “Villa Crespo”, “All Boys”,
“Caballito Center” y “Racing”, la política era que hubiera un
guardavidas en los natatorios, cada cien usuarios, o dos cada
cincuenta metros, sin tener en cuenta el número de bañistas,
explicando que con ciento cincuenta usuarios tendría que haber
dos
guardavidas,
con
doscientos
cincuenta
usuarios
tres
guardavidas, es decir que la cantidad de usuarios modifica la
cantidad de guardavidas. Aunque aparece que, según Storchi, era
el profesor Canavese quien tomaba esa decisión, o sea, cuántos
eran los guardavidas que debían estar presentes durante las
prácticas natatorias, se entiende que es una determinación que
Canavese no podía tomar por sí solo, teniendo en cuenta la
trascendencia de la misma, nada menos que la seguridad en las
piletas, pues se reitera, el incumplimiento de la ordenanza se
extendía a todas los natatorios de la “Red Megatlón”.
Tampoco puede aceptarse que dentro de la estructura
central
Storchi
no
tuviera
ninguna
incumbencia
en
las
decisiones empresariales ya que era el presidente de “All Boys
2000 S.A.” y teniendo en consideración el rol que le cupo a él
en la organización de los distintos emprendimientos. Según nos
refirió éste, a partir de 1991 fueron celebrando distintos
contratos de concesión, con diferentes clubes, con el objeto de
desarrollar actividades deportivas y de recreación, es así que
376
Poder Judicial de la Nación
celebró contratos similares al del club “All Boys” con “Racing
Club”, club “Almagro” y otros, y el que llevaba adelante la
gestión de estos negocios junto con otros socios, era él. Es
decir, que no era una persona ajena o que podía desconocer las
distintas condiciones que demandaban dichos emprendimientos.
Por otra parte, Canavese nos refirió que Storchi
dialogaba con todos los responsables sobre las condiciones y
cuestiones de trabajo, señalando específicamente en relación a
este tema, que “imagina que en el seno de las conversaciones de
la conducción se pasan estos datos”, refiriéndose al tema del
personal
de
seguridad;
“que
normalmente
siempre
esta
preocupación está en todos los niveles por como se va a hacer
el trabajo y para que todo funcione bien”. De allí que sostener
que cada director desarrollaba su actividad sin informarse de
lo
que
hacían
los
otros,
decir
que
funcionaban
como
departamentos estancos, no se condice con la realidad. En el
caso en concreto, en lo que se refiere al tema de seguridad de
las piletas y específicamente al número de guardavidas y la
necesidad de una plataforma sobreelevada, no se trata de una
decisión baladí, sino que implicaba, no solamente incrementar
los gastos de la organización, sino también disminuir el riesgo
propio
de
los
natatorios
semi-públicos
explotados
comercialmente por la empresa.
Como miembro del directorio de “All Boys 2000 S.A.”,
Storchi tenía la posibilidad y el deber, en virtud de la
responsabilidad institucional, de instrumentar las medidas, y
en este caso cumplir con la obligación de seguridad que preveía
la ordenanza, y de ese modo conjurar los peligros que podían
originarse en la pileta por el incumplimiento de dichas reglas
de cuidado. Ello por cuanto no puede desconocerse que “All Boys
2000 S.A.” tenía bajo su control lo que podríamos llamar un
“espacio peligroso”, tal cual es la pileta y su entorno de ahí
deriva el deber de garante del directorio de dicha sociedad que
es quien tenía que tomar las decisiones que podían impedir el
aumento del riesgo no permitido, sin haber adoptado ninguna
decisión en tal sentido, ninguno de los miembros.
Específicamente, en relación al suceso que nos toca,
es menester señalar que la circunstancia de que quien estaba en
377
custodia de la pileta, el directorio del club “All Boys 2000
S.A.” que tenía como presidente a Storchi, no haya cumplido con
los
reglamentos
existentes
en
lo
que
se
refiere
a
los
guardavidas y a la plataforma sobreelevada, aumentó el peligro
existente, a un nivel prohibido por la norma, para el bien
amenazado, o sea, la integridad física de las personas que
nadaban en aquélla; es decir que, disminuyó las chances de
salvamento, riesgo que era previsible para el imputado.
Está claro, que tal incumplimiento aumentó el peligro
y disminuyó a su vez la chance de salvamento, toda vez que la
presencia de dos guardavidas hubiera reducido notablemente la
posibilidad de que Florencia se ahogara, pues como señalara la
testigo Dreiling, ayudante de la profesora de los niños de más
corta edad, se trata de “dos ojos más”, con mayor posibilidad
de control sobre toda el área de la pileta y todos los demás
“focos de peligro”, y con posibilidad de ubicarse en distintos
lugares, lo que hubiera podido contrarrestar los efectos del
reflejo del sol sobre el espejo de agua.
En igual sentido, si hubiera habido una plataforma
sobreelevada colocada en el lugar debido, también hubiera
servido para tener una mejor panorámica de la superficie y del
fondo de la pileta, ello teniendo en consideración de que
efectivamente el natatorio debía contar con dos guardavidas,
uno de los cuales estaría circulando.
En suma, Storchi en su carácter de director tenía el
dominio sobre la pileta del club “All Boys”, que se trataba de
un “espacio peligroso”. Al no cumplir con la normativa vigente
en relación a las medidas de seguridad ya indicadas, aumentó el
riesgo y disminuyó la chance del salvamento, peligro que era
evitable
porque
tenía
la
posibilidad
de
hacerlo,
y
que
finalmente, se concretó en la muerte de la víctima.
d.2) En lo que se refiere a Julio César Giraldi
también se considera que es responsable de la muerte por
sumersión
de
Florencia,
al
permitir,
como
coordinador
de
deportes de la colonia de vacaciones del club “All Boys 2000
S.A.” que las actividades natatorias se llevaran a cabo en una
pileta que no contaba con las medidas de seguridad exigidas por
la
reglamentación,
las
que
ya
fueran
posibilitaron el resultado ya indicado.
378
evidenciadas
y
que
Poder Judicial de la Nación
Según nos dijo el propio Giraldi, él tenía el cargo
de
coordinador
deportivo,
lo
que
implicaba
organizar
específicamente en el tema de la colonia, todas las actividades
deportivas y recreativas, y la confección de instructivos de
colonia para profesores en consuno con Canavese y los demás
coordinadores, que trataba de contemplar la mayor cantidad de
situaciones posibles, incluyendo una planificación a cumplir en
la colonia de verano, y dicho instructivo incluía todo lo
relacionado con la actividad natatoria.
En cuanto a la función que cumplía Giraldi en la
colonia de vacaciones, era como el nombre lo indica, supervisar
todas las actividades que se realizaban durante la misma,
incluyendo las prácticas que se desarrollaban en la pileta, lo
que así surge del organigrama reservado.
Tanto la imputada Kamenetzky como Privato refirieron
que las instrucciones las recibían del imputado Giraldi. En tal
sentido Ávila, profesor del otro grupo, señaló que Giraldi
concurría
a
la
pileta
para
controlar
las
actividades
que
realizaban ellos, que “era muy rompe pelotas”. También confirma
la
supervisión
del
nombrado
Giraldi
sobre
la
actividad
acuática, la testigo Dreiling quien señaló que “a ella la
supervisaba Giraldi” y le atribuye a Mariano Rosemberg ser
coordinador de pileta, es decir distribuir a los profesores en
la pileta. Aunque algunos de los testigos como Ávila y la misma
Dreiling refirieron que Rosemberg era el coordinador de pileta,
ello en modo alguno limitaba la superioridad jerárquica que
tenía Giraldi sobre éste y los guardavidas, y la supervisión
que ejercía, en definitiva, sobre todos ellos.
También cabe destacar, que el día del hecho estaba
presente Giraldi como coordinador de deportes que incluía,
claro
está,
también
toda
la
actividad
relacionada
con
la
pileta. Asimismo se desprende de la declaración de la propia
querellante, la Sra. Rombolá, que quien la recibió a ella y a
su
familia
para
interiorizarlos
de
las
actividades
que
desarrollaban en la colonia y quien los puso en contacto con la
profesora Privato, fue Giraldi, instruyéndola a esta última a
tomar
nota
de
la
imposibilidad
de
Florencia
de
bucear.
Asimismo, Canavese expresó con respecto al organigrama ya
379
mencionado, que el trabajo del coordinador de deportes tiene
que ver con la organización de la colonia, que está por encima
de
los
demás
profesores
y
guardavidas,
porque
hay
una
jerarquía, aunque cada uno puede tomar decisiones por sí mismo
cuando es parte de su competencia, por ejemplo la guardavidas
si la pileta no está en condiciones, puede cerrarla reafirmando
que Giraldi estaba a cargo de toda la actividad deportiva y se
trataba de una persona muy eficiente incluso cargoso para sus
subordinados.
Ahora bien, Giraldi al declarar, también dijo que su
jefe era Canavese quien era responsable de coordinar todas las
actividades
deportivas
en
los
clubes
pertenecientes
a
la
llamada “Red Megatlón”, lo que fue confirmado por Storchi y el
propio Canavese al señalar que se desempeñaba como gerente de
deportes
de
las
diferentes
sucursales
y
trabajaba
en
la
planificación, ordenamiento y ejecución de las actividades de
los socios del club, lo que incluía la organización de las
colonias de verano.
Sin embargo, se considera que, no obstante esta
relación jerárquica entre Canavese y Giraldi, en modo alguno
puede sostenerse que este último no fuera responsable de la
pileta que supervisaba. Ello por cuanto tenía su custodia, al
igual
que
la
supervisión
de
los
niños
que
practicaban
actividades natatorias, dado su carácter de coordinador de
deportes de la colonia de verano. Él tenía la capacidad de
evitar que la pileta funcionara sin los resguardos exigidos por
la ordenanza y ésta era su responsabilidad.
Giraldi tenía amplia experiencia en la profesión,
según él mismo nos relatara, desde 1989 venía trabajando en el
ámbito privado y desde 1995 es profesor del “Instituto Hansen”
en el nivel de jardín de infantes y primaria; que estuvo
trabajando también en el club “Racing de Avellaneda” en la
temporada 1994/1995, y a partir del año 1997 trabajó como
coordinador deportivo de “Megatlón-All Boys”. Podía preveer,
dada su experiencia, no solamente que la pileta es un “espacio
peligroso”, sino que el no cumplir con la ordenanza, o sea, la
presencia de dos guardavidas y la plataforma sobreelevada, que
también le era exigible conocer dado su condición, incrementaba
el riesgo y la posibilidad de un resultado disvalioso, tal cual
sucedió.
380
Poder Judicial de la Nación
No se advierte un solo dato en este juicio que
permita suponer que el imputado hubiera dado alguna directiva o
hecho
conocer
a
sus
superiores
que
la
pileta,
en
las
condiciones referidas, no podía ser utilizada, es más permitió
el
desarrollo
de
las
actividades
sin
ningún
tipo
de
advertencia.
En suma, la pileta estaba bajo su custodia y dominio
cuando Florencia realizó las últimas prácticas natatorias. Al
autorizar que la pileta funcionara sin las reglas de cuidado
exigidas
por
la
ordenanza
41.718
incrementó
el
peligro
y
finalmente se concretó en la muerte de aquélla.
d.3) En lo que se refiere a la responsabilidad de
Privato, ésta era quien oficiaba de profesora en la colonia de
vacaciones y quien debía cuidar los niños que estaban en su
grupo, niños con deficiente técnica natatoria. En atención a
ello, es dable demandar, según los dichos de los coordinadores
de deportes de “All Boys” (Giraldi) y de la llamada “Red
Megatlón” (Canavese), y del testigo Pizano, que en la parte
profunda, específicamente, los resguardos debían ser mayores,
es decir, que entraran de a uno, que no los perdiera de vista
hasta que estuvieran afuera de la pileta y ayudarlos en su
caso. Sin embargo, de las declaraciones de los distintos niños,
ya
analizadas,
es
dable
inferir
que
contrariamente
a
la
consigna, no solamente los mismos no entraban o ingresaban de a
uno, permaneciendo al mismo tiempo en el espejo de agua, sino
que por lo menos dos de los concurrentes – Tomás Borthelle y
Ailín Lorenzo- salieron por un lado distinto –parte baja- lo
que
no
coincide
evidencia
un
con
lo
escenario
que
que
señala
en
nada
la
defensa.
se
compadece
Ello
nos
con
las
obligaciones que le exigían su actividad que era obrar de modo
tal que le permitiera controlar, desde donde se encontraba, la
actividad que estaba desarrollando cada uno de los niños que se
encontraban en el “nivelito” a su cargo, y de ese modo evitar
cualquier daño a la integridad física de aquellos.
Privato ha pretendido aventar su responsabilidad al
señalar, al prestar su declaración indagatoria, que cuando le
tocó a Florencia realizar la actividad, quien se encontraba en
381
el medio, quinta o sexta, aquella se tiró como “cocodrilo”,
luego ella le dio el impulso para ir hasta la escalera –la de
1,40
mts.
aproximadamente-,
y
que
lo
último
que
vio
fue
agarrarse la nena de la misma y su cola fuera del agua.
Al respecto cabe señalar, que sin perjuicio, como ya
lo veremos, de que su obligación no solamente se limitaba a
vigilar a Florencia hasta que llegara a la escalera sino que su
deber se mantenía en todo momento aún fuera de la pileta, lo
cierto
es
que
su
versión
se
desdibuja
si
tenemos
en
consideración que ninguno de los chicos que se encontraban en
la fila, ni la guardavidas escucharon el ruido que hubiera
producido al caerse de la escalera, si es que subió como lo
dice Privato. Sin perjuicio de ello, cabe recordar que Mariano
Daniel Aparicio refirió que fue casi el último en tirarse
después de Florencia, y que se dio cuenta que era su turno
porque Cecilia le dijo que se tirara, siendo que después que
salió del agua escuchó que Giuliano gritó que había algo abajo,
una nena; por su parte, Santiago de Jesús Díaz refirió que en
un momento dado la pasó y no la vio mas, ni siquiera cuando la
pasó;
que
Tomás
Borthelle,
que
estaba
más
atrás,
vio
a
Florencia abajo del agua en un sitio cercano a la escalera, en
un punto límite entre lo bajo y lo profundo, ya que iba hacia
ese lugar; y Giuliano Bacchi refirió que al llegar a la
escalera pudo advertir a Florencia debajo de ella, dándole
aviso a su profesora.
Es decir que Privato, luego de que Florencia la
alcanzara y retornara empujada por ella, hacia la escalera, la
perdió
de
vista,
pues
de
otro
modo
hubiera
tenido
que
intervenir de inmediato, ya sea ella misma o dando aviso a
quien actuaba de guardavidas; pero lo cierto es que pasaron
mínimamente casi tres minutos entre que se hundió la menor y se
produjo el fallecimiento, y ese es el tiempo que seguramente
les tomó a Nathalie Mantiñan, a Santiago de Jesús Díaz, a
Mariano Daniel Aparicio, a Tomás Borthelle y a Giuliano Bacchi,
para hacer el ejercicio indicado, según el tiempo que estimara
María
del
Carmen
Boffa
–profesora
de
educación
física,
entrenadora de natación y quien trabaja en el plan del Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires-.
En efecto, dicha profesora refirió, en cuanto al
lapso que puede tardar un chico que nada estilo “perrito” en
382
Poder Judicial de la Nación
realizar un trayecto de alrededor de cuatro metros en el agua,
que es entre diez y quince segundos, a su entender, a lo que se
debe agregar que la distancia a recorrer era de tres o cuatro
metros
de
ida
y
tres
o
cuatro
metros
de
vuelta,
y
la
circunstancia de que, como ya se dijera reiteradamente, los
niños tenían limitada su facultad de desplazamiento en el agua.
Como ya se anticipara el deber de vigilancia de
Privato no se acotaba hasta que los niños llegaban y se asían
de la escalera, sino que se extendía hasta que salieran del
agua y más aún, por lo que el esfuerzo defensivo de querer
probar la ajenidad de aquélla con el hecho, aún a costa de
testimonios contaminados que (en su momento llevó al Tribunal a
anular los mismos al verificar irregularidades que presentaba
el acto), resulta estéril.
En nada modifica lo expuesto que Florencia no hubiera
efectuado algún movimiento que exteriorizara lo que le estaba
sucediendo, tales como levantar la mano, gritar u otro tipo de
expresión, es decir que se tratara de lo que se llama un
“ahogado silencioso” (como lo describiera Iconomópulos), pues
se daría el mismo supuesto del que hubiera sufrido una pérdida
de
conocimiento
ocasionado
por
un
reflejo
vasovagal:
la
profesora debió vigilar atentamente a todos los que estaban en
su grupo, máxime cuando se trataba de niños de corta edad.
Este Tribunal descarta que Privato obligara a los
niños
a
realizar
actividades
que
estaban
fuera
de
sus
posibilidades ni de las prácticas previstas en el instructivo
de la colonia de verano, ni que los ejercicios demandaran un
esfuerzo extraordinario que pudiera llevar a los niños a un
agotamiento tal que pusiera en riesgo sus vidas. Así nos lo
hicieron conocer varios de los niños como Giuliano Bacchi,
Ailín Azul Lorenzo y Tomás Borthelle, entre otros.
En suma, el contexto en que se desarrolló la última
práctica, esto es, en un lugar de riesgo como es una pileta y
el hecho de que Privato tuviera a su cargo niños de corta edad
y de bajo rendimiento como nadadores, nos permite inferir que
omitió
cumplir
encomendada
con
como
la
obligación
profesora,
al
383
que
no
demandaba
vigilar
a
la
tarea
Florencia
debidamente, lo que permitió que la misma muriera por asfixia
por sumersión.
d.4) En lo que atañe a Kamenetzky, debe decirse en
primer término que la misma revestía al momento del suceso la
calidad de guardavidas, según lo reconoció y lo corroboraron
los testigos Canavese, Dreiling y Ávila, entre otros y los
imputados Privato y Giraldi.
En cuanto a la función que cumple un guardavidas, el
sentido común nos señala que justamente es la de prevenir
accidentes y asistir a quienes se encuentran en peligro dentro
del agua, aún en el caso de que se encuentren sumergidos.
Según nos relató Julio César Giraldi la guardavidas
de todo el natatorio era Kamenetzky y que los responsables de
la seguridad en dicho espacio son los guardavidas, es decir que
tienen el deber de controlar dicho espejo de agua. Según
Canavese, el guardavidas no tenía injerencia en los tipos de
ejercicios que se realizaban en la pileta para la enseñanza de
natación, pero sí tenían control de la seguridad, aclarando que
si se llevaba a los chicos a la parte profunda el guardavidas
debe acercarse a una distancia razonable. Por su parte Carlini,
guardavidas del club “All Boys 2000 S.A.” del turno mañana
señaló
que
los
profesores
no
tienen
que
instruir
a
los
guardavidas que tienen que hacer, aunque si ven a un grupo que
puede requerir mas de su presencia, ellos colaboran con los
profesores, tampoco toman conocimiento si los chicos saben o no
nadar. Señaló asimismo que la función de guardavidas es la
prevención, tienen que observar; que la misión del guardavidas
en el ámbito del natatorio es la de prevención y seguridad; que
entre sus cometidos se encuentra también el de controlar el
fondo de la pileta y el de impedir que entre un niño solo a la
misma, pues consideró que si un niño se encuentra con el
profesor
está
profesor
de
debidamente
educación
resguardado.
física,
El
testigo
entrenador
de
Pizano,
natación
y
guardavidas, expuso que el guardavidas debe resguardar con
mayor intensidad a los grupos que se encuentran en la parte
profunda y si hay mas de un grupo en esa parte, tiene que estar
ubicado en un lugar equidistante. Por su parte Ávila confirmó
que
si
bien
la
profesora
y
la
guardavidas
no
trabajaban
aisladamente, uno depende del otro, tienen distintas funciones,
384
Poder Judicial de la Nación
uno la enseñanza y el aprendizaje y el otro la seguridad en la
pileta, cada uno hace su tarea; que en los ejercicios que
hacían en la parte profunda, ellos manejaban sus clases y la
guardavidas estaba atenta a lo que ellos hacían, pero no le
informaban a dónde iban a ir o qué ejercicio iban a realizar,
no teniendo porqué decirle el paso que iban a dar. Asimismo
Iconomópulos,
director
de
la
división
capacitación
de
“Megatlón” en el área de emergencias médicas y de profesión
guardavidas, señaló que el trabajo de guardavidas es netamente
preventivo;
que
el
guardavidas
trabaja
en
equipo
con
el
profesor que hace la actividad guiada, así ejemplificó: si se
hace una actividad en la parte profunda y con todos los chicos
afuera, el guardavidas debe mirar la actividad por cualquier
problema que se puede suscitar, pero también debe visualizar
que
los
demás
chicos
de
la
pileta
estén
en
el
marco
de
seguridad que esta actividad pretende, esto es, que los chicos
no caminen por todos lados, en suma reflexionó, es un trabajo
en equipo, uno confía en el trabajo del otro y hace el suyo lo
mas profesional posible, agregando que para prevención el
guardavidas
debe
caminar
la
pileta,
estar
constantemente
circulando y mirar la actividad que se está haciendo.
La
propia
Kamenetzky
reconoció
su
obligación
de
custodia de los niños que ingresaban a la pileta al igual que
de las personas que nadaban en la pileta libre, aclarando que
en cuanto a la atención que debía poner era la misma en todos
los sectores, pues existen riesgos en ambas partes de la
pileta; que entiende que cuando lleva a los chicos que no saben
nadar a la parte profunda, el profesor toma recaudos y el
guardavidas intenta cubrir este sector sin desatender el resto
de
su
obligación;
que
por
su
entrenamiento
estaba
en
condiciones de hacer un rescate sola.
Tenemos entonces, tal como nos han indicado los
testigos, que era inherente a la función de la guardavidas
garantizar la seguridad de todas aquellas personas que se
encontraban en la pileta, pero debía maximizar su atención en
aquellos niños que estaban nadando en la parte profunda porque
el riesgo era mayor. También queda claro, que las funciones de
Privato
y
de
Kamenetzky
eran
385
distintas
aunque
ambas
eran
garantes de la seguridad de los niños de la colonia, siendo más
amplia la de Kamenetzky, claro está, porque se extendía su
responsabilidad a todos aquellos que se encontraban en el
interior de la pileta. El deber de control de Kamenentzky de
todos modos, no excluía el deber de control de Privato.
En lo que se refiere al lugar en el que se encontraba
ubicada Kamenetzky al momento de la última práctica realizada
por Privato y cuál fue su intervención en la asistencia de la
menor, la imputada refirió que estaba parada en el borde de la
pileta, en el sector frente al gimnasio, del lado izquierdo,
entre el grupo que manejaba Ávila, en la parte baja y el de
Privato, aunque más cercano al primero de ellos. Ello fue
confirmado por los testigos Ávila y Lorenzo y por la imputada
Privato, sin que exista ningún testimonio que lo desmienta.
Asimismo la imputada refirió que de ese lugar podía observar
prácticamente todos los sectores del natatorio, aclarando que
si bien estaba parada en el borde de la pileta, circulaba,
entendiendo que no había zonas donde no pudiera ver bien, que
la iluminación era natural, sin poder recordar donde estaba
mirando en el momento de la inmersión de Florencia, aunque no
podía escuchar porque los chicos eran muy ruidosos. Agregó que
en un momento determinado del ejercicio oyó un grito de la
profesora pudiendo percibir que la llamaba por su nombre, que
le gritaba “como que había alguien abajo”, por lo cual miró y
sin problemas vio a Florencia abajo del agua, a la altura de la
escalera; que el espacio no era muy grande entre la escalera y
el fondo y ahí estaba el cuerpo, al lado de la pared, por lo
que fue corriendo y se tiró a sacarla, lo que pudo hacer con la
ayuda de Ávila, procediendo posteriormente a realizar las
maniobras de resucitación que fueran infructuosas, mientras que
Privato llevó a Giuliano Bacchi hacia la parte baja de la
pileta, tapándole los ojos. En tal sentido, Ávila, confirmó que
la guardavidas estaba ubicada entre su grupo y el de Privato,
aclarando que en oportunidad de encontrarse jugando con los
chicos escuchó un grito y posteriormente que lo llamaban para
dirigirse a la escalera para ayudar a la guardavidas, que ya se
había tirado a sacar a Florencia, y que luego salió corriendo
hacia la gerencia para llamar una ambulancia.
Por
su
parte,
Privato
ubicó
a
Kamenetzky
en
el
croquis efectuado en la pizarra de la sala de audiencias, en el
386
Poder Judicial de la Nación
mismo sector indicado y una vez advertida por Bacchi de que
había un cuerpo debajo de la escalera, efectuó un grito de
auxilio
a
la
guardavidas,
quien
inmediatamente
se
tiró
a
rescatarla. También Ailín Azul Lorenzo refirió que había una
guardavidas que estaba cerca de ellos y que era una mujer.
Si bien Kamenetzky manifestó, como ya se dijera, que
desde donde se encontraba ubicada podía observar claramente las
distintas zonas de la pileta, es decir que afirmó “que no había
zonas donde no pudiera ver bien”, tanto el Tribunal que se
constituyó en el lugar, el día 19 de marzo de este año, en las
primeras horas de la tarde (esto es en, en horario y época del
año cercana a la que sucedió el hecho), como oportunamente el
Sr. Juez a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal de
Instrucción nro. 5, el Dr. Julio Lucini, el 6 de junio de 2001,
también en horas de la tarde, pudieron advertir que desde el
lugar en que Kamenetzky estaba ese día el “efecto espejo” que
provocaba el reflejo del sol sobre el agua limitaba la visión
en la zona de mayor profundidad, lo que pudo confirmar el video
de la Policía Federal respecto a las condiciones lumínicas que
presentaba la pileta el mismo día del hecho. A ello cabe
agregar
que
también
se
pudo
comprobar
que
dado
el
borde
sobreelevado que rodea la pileta, no se podía observar el lugar
donde fue encontrada Florencia, desde el sitio en que se dijo
que estaba ubicada la guardavidas, con la claridad expresada
por ella.
Dichos impedimentos debían llevar a la enjuiciada a
circular constantemente alrededor de la pileta, ésta es la
diligencia que debía adoptar. No obstante ello, cabe recordar
que Florencia estuvo por lo menos casi tres minutos debajo del
agua. Se trata de un tiempo prolongado y si la guardavidas
hubiera estado atenta, hubiera advertido que Florencia no había
salido de la pileta e intervenido en consecuencia.
La
falta
de
diligencia
para
evitar
cualquier
obstáculo en su vigilancia y la falta de atención evidenciada
en el caso por Kamenetzky constituyen la infracción del deber
objetivo de cuidado atribuido, sin que nada influya en dicha
conclusión
la
circunstancia
de
387
que
Florencia
no
hubiera
exteriorizado que se estaba ahogando desde que era su deber,
justamente, controlar la actividad de todos los concurrentes a
la pileta, en cualquier supuesto y no solo en los casos en que,
de forma manifiesta o evidente se exterioriza una dificultad.
d.5) Finalmente también se ha atribuido a Horacio
Roberto Bugallo, presidente del club “All Boys”, al momento del
suceso,
ser
responsable
de
la
muerte
de
Florencia
Möller
Rombolá ya que dicha entidad deportiva había dado en concesión
la pileta y otros sectores de la entidad a la sociedad anónima
“All Boys 2000”, lo que a juicio de los querellantes no lo
desligaba
de
actividades
las
del
obligaciones
club
y
del
de
fiscalizar
cumplimiento
de
todas
las
las
normas
reglamentarias de seguridad.
Al respecto cabe señalar, en primer término, como ya
se dijera en varios tramos de esta sentencia, que en el
contrato
de
concesión,
en
su
cláusula
2ª.,
se
cedía
la
administración y explotación comercial de todos los sectores
propiedad del concedente, que incluía la pileta al igual que
todas las actividades. En la cláusula 19ª. se establece que la
concesionaria será la única responsable de la selección y
contratación del personal necesario para el cumplimiento de las
tareas concernientes a la explotación motivo de ese contrato.
Asimismo que la concesionaria se reserva en forma exclusiva el
derecho de establecer el número de personas a emplear, y a
determinar las remuneraciones, así como las altas y bajas de
dicho personal empleado.
Dicho contrato que fuera reconocido por los firmantes
Torrente, Brey y Storchi, implicaba a juicio de este Tribunal
que
la
custodia
del
objeto
peligroso
pasaba
a
manos
del
concesionario y él es quien debía cumplir los recaudos de
seguridad que exige la normativa vigente.
En este sentido el propio Storchi reconoció que al 12
de febrero de 2001 él era el presidente de “All Boys 2000
S.A.”; que la concesión abarcaba el natatorio y los restantes
anexos, agregando que con respecto a la situación de Bugallo,
que él no tiene ninguna intervención ni “nada que ver” con la
organización
“Megatlón”;
que
no
tiene
injerencia
en
las
cuestiones que se deciden dentro de “All Boys 2000 S.A.”.
Tampoco ninguno de los testigos que comparecieron en este
388
Poder Judicial de la Nación
juicio nos hicieron conocer que Bugallo hubiera realizado
diligencias tendientes a controlar u organizar actividades
dentro del predio concesionado.
No puede soslayarse que en la cláusula 18ª. se indica
que el concedente podrá designar representantes que tengan a su
cargo la fiscalización de las actividades que la concesionaria
lleve a cabo con motivo de la explotación concesionada, así
como
el
mantenimiento
cláusula,
es
una
de
las
facultad
obras.
del
Como
surge
concedente
de
dicha
designar
o
no
representantes para asegurar el correcto servicio, pero en modo
alguno puede inferirse de la misma que tuviera la potestad para
asumir el control de la pileta, y concretamente, en lo que aquí
interesa, la contratación de los guardavidas necesarios para
garantizar la seguridad conforme a la reglamentación vigente y
también con arreglo a la misma, la instalación en aquella de
una plataforma sobreelevada. Se llega a tal conclusión habida
cuenta la naturaleza jurídica del contrato de concesión.
Según la definición que nos da Gastaldi del contrato
de concesión privada, se trata de un convenio por el cual una
parte
se
obliga
a
otorgar
autorización
a
otra
para
la
explotación de un local o un servicio que le compete y desea
prestar a terceros, obligándose ésta otra parte a realizar tal
explotación en su propio nombre, por su cuenta y a su riesgo
por un tiempo limitado, con la posibilidad de control de
aquélla. Señala dicho autor que el concesionario asume como
principal obligación y adquiere también como principal derecho
la realización de la explotación concedida; asevera que el
concesionario actúa siempre por su cuenta y a su riesgo, que se
traduce en la responsabilidad de la actividad frente a los
terceros, ya que sin perjuicio de que por la apariencia éstos
pueden
ir
contra
el
concedente,
el
concesionario
deberá
responder en definitiva por los perjuicios que ello ocasione,
agrega que la actuación en nombre, por cuenta y a riesgo del
concesionario
incide
asimismo
en
otros
aspectos,
como
el
laboral, puesto que correrán por cuenta de aquél no solo las
remuneraciones sino las obligaciones del patrono. En cuanto al
control se refiere, dicho autor señala que la reglamentación
debe surgir de cláusulas expresas contenidas en el contrato y
389
si nada se determinara habrá que atenerse a la naturaleza de
éste (ver Gastaldi, José María, “El contrato de concesión
privada”, Ed. Astrea, Rodolfo Depalma y hnos., 1974, pág.
90/140).
Bajo éste análisis, es dable reiterar que frente a un
contrato que prevé expresamente cuáles son los derechos de cada
una de las partes en el que se delega la custodia de cada uno
de los sectores concesionados, como así también la facultad de
contratar personal, el número, las altas y bajas del personal y
a determinar las remuneraciones, cabe concluir que Bugallo no
solamente
carecía
de
facultades
para
intervenir
en
las
decisiones empresariales de “All Boys 2000 S.A.” al respecto,
sino también que estaba imposibilitado contractualmente y de
hecho
de
impedir
que
se
desarrollaran
las
actividades
natatorias tal como se efectuaron.
En suma, carecía de la calidad de garante porque no
tenía ni el control material ni jurídico sobre la pileta, y
tampoco podía intervenir en las actividades que desarrollaba
“All
Boys
2000
S.A.”
en
dicho
“espacio
de
peligro”;
en
consecuencia, no le era exigible evitar la posible concreción
de un resultado lesivo.
Por todo lo expuesto, se entiende que no le es
atribuible la muerte por sumersión de Florencia Möller Rombolá.
VII.- Tipicidad:
Las conductas atribuidas a Storchi, Giraldi, Privato
y Kamenetzky se encuentran atrapadas por el tipo penal del
artículo 84 del Código Penal de la Nación, o sea, por la figura
del
homicidio
culposo,
dado
que
obraron
con
imprudencia,
negligencia e inobservaron los reglamentos vigentes lo que
causó la muerte de Florencia Ayelén Möller Rombolá.
a)En
efecto,
en
relación
a
Storchi,
como
ya
se
dijera, tenía el deber de control de una “fuente peligrosa” que
operaba en el propio ámbito de dominio, tal cual era la pileta,
es decir que tenía la calidad de garante.
La posición de garante existe, como lo señala Corcoy
Bidasolo (“El delito imprudente, criterios de imputación del
resultado”, PPU Barcelona, 1989, primera edición 1989, pág.
390
Poder Judicial de la Nación
162/163), por la situación del autor, en relación a esta fuente
de
peligro.
En
el
caso
que
nos
toca,
como
ya
dimos
por
acreditado, Storchi era presidente de “All Boys 2000 S.A.”,
sociedad a la cual se le habían cedido todas las instalaciones,
incluida la pileta en cuestión donde se realizaban actividades
natatorias, es decir que tenía la custodia de ese “foco de
peligro”. Aún cuando se diera por cierto que existió una
“organización” similar a un “holding de empresas”, se tuvo por
corroborado
que
Storchi
tenía
el
control
sobre
dichas
instalaciones.
Según señala Stratenwerth, de la cuestión de qué
bienes
deben
ser
protegidos
y
qué
peligros
deben
ser
conjurados, resulta el deber de garante al igual que el deber
de
cuidado:
ambos
deberes
se
definen
y
se
delimitan
recíprocamente, a modo de ejemplo dicho autor refiere: que el
titular
de
una
fábrica
peligrosa
tenga
que
instalar
los
mecanismos de seguridad necesarios deriva de su posición de
garante; la cuestión de si puede asumir cierta medida de riesgo
depende de las reglas generales de cuidado. Asimismo agrega que
el deber de conjurar los peligros que amenazan el bien incluye
al otro deber, de prestar atención a si él puede estar en
peligro; por ello, respecto de la relación de garante tiene que
ser suficiente con que aquella sea reconocible (Stratenwerth,
Günter, “Derecho Penal Parte General I, el hecho punible”, 4ta.
Edición, 2000, ed. Hammurabi”, pág.
En
el
mismo
sentido
529/532).
Bacigalupo
refiere
que
la
posición de garante puede surgir de la posición en que se
encuentra un deber de cuidado respecto de una “fuente de
peligro”, es decir que el garante asumió una garantía de
seguridad respecto de una fuente de peligro que tiene bajo su
control (Bacigalupo, Enrique, “Derecho Penal Parte General”,
ed. Hammurabi, pág. 392).
Lo dicho lleva a señalar que los garantes están
especialmente obligados, en la situación mencionada, a eliminar
aquellos peligros percibidos y que aparecen desde un comienzo.
En este sentido Frisch al referirse a la responsabilidad de los
órganos directivos de las empresas señala que no se puede poner
seriamente en duda su calidad de garante y su responsabilidad
391
para la exclusión de los peligros derivados de la explotación
del negocio (cfr. “Responsabilidad Penal de las empresas y sus
órganos y responsabilidad por el producto”, Frisch, Wolfgang,
“Problemas fundamentales de la responsabilidad penal de los
órganos de dirección de la empresa. Responsabilidad penal en el
ámbito de la responsabilidad de la empresa y de la división del
trabajo”, J.M. Bosch Editor, S. Mir Puig – D.M. Luzón Peña,
1996, pág. 99/127).
Al poner en funcionamiento la colonia de vacaciones,
más específicamente, al posibilitar actividades de natación en
una pileta, y no cumplir con las medidas de seguridad previstas
en
la
ordenanza
41.718,
concretamente
lo
señalado
en
el
artículo 31 en cuanto exige la presencia de dos guardavidas y
una
plataforma
sobreelevada,
se
elevó
el
natural
riesgo
inherente a la pileta a un nivel superior del permitido, riesgo
que se concretó finalmente en la muerte de Florencia por
asfixia por sumersión.
No desconoce este Tribunal, y en eso coincidimos con
Corcoy Bidasolo, que las pautas de conductas previstas por una
regla técnica fijan un estándar mínimo, tienen un carácter
indicativo, y constituyen criterios rectores del comportamiento
en el desempeño de actividades peligrosas. En suma, sirven de
guía orientativa sobre lo exigible en cada caso para determinar
la existencia o no de una realización típica; son reglas que “a
priori”
parecen
convenientes
en
orden
a
la
evitación
de
lesiones a bienes jurídicos, aunque su incumplimiento tendría
solamente relevancia penal cuando existió una infracción a una
norma de cuidado (cfr. Corcoy Bidasolo, ob. cit. pag. 106).
Esta norma de cuidado abarca todas las posibles conductas
capaces de crear un riesgo no permitido de lesión de un
determinado
bien
jurídico
–vida,
integridad
física-
o
de
aumentarlo a un nivel prohibido, y dicho riesgo puede ser
consecuencia de una creación activa de peligro –tipo omisivo
imprudente o de la no prestación de una pretensión activa de
salvaguarda-. El contenido del deber objetivo de cuidado se
deriva de la previsibilidad de una lesión para bienes jurídicos
por el riesgo que genera su proceder.
Se ha cuestionado que los tipos culposos son tipos
penales abiertos y en consecuencia se estaría violando el
principio de legalidad penal. En este sentido cabe señalar que
392
Poder Judicial de la Nación
la necesidad de valoraciones jurídicas para dar contenido a los
tipos imprudentes es aceptado por la doctrina mayoritaria, dada
la imposibilidad advertida de determinar el deber objetivo de
cuidado exigible en el caso concreto con carácter general. Que
eso
se
haga
así,
aclara
Corcoy
Bidasolo,
no
implica
la
conculcación del principio de legalidad penal ya que la norma
de cuidado sí está prevista en el tipo y será a ésta a la que
debe atenerse el juez en su valoración –al exigir por ejemplo
que se obre prudentemente y con la debida diligencia-; tampoco
es cierto que un deber objetivo de cuidado así concretado sea
menos accesible al ciudadano y en consecuencia tenga menos
eficacia motivadora (Corcoy Bidasolo, ob. cit., pag. 120).
Por su parte, Zaffaroni, Slokar y Alagia señalan en
tal sentido, que es innegable que son múltiples las actividades
en que es previsible el resultado lesivo. No obstante, en esa
previsibilidad
–que
con
frecuencia
es
previsión-
hay
una
limitación de carácter normativo que la deja particularmente
fuera del tipo, o sea, que determina qué previsibilidad es
típicamente relevante. A menudo el criterio es reconocido y
determinado por la misma ley material que suele indicar los
límites del deber de cuidado: a esto se refiere específicamente
el texto legal cuando menciona la inobservancia de los deberes
y reglamentos. Señalan los autores mencionados que con todo, no
cualquier infracción reglamentaria implica mecánicamente una
violación
al
deber
objetivo
de
cuidado;
que
dada
la
organización federal –artículo 1° C.N.- y la garantía del
régimen municipal –artículo 5° C.N.- (en el caso el artículo
129 de la Carta Magna), se vuelve inaceptable que la tipicidad
de una misma acción dependa solo de ordenanzas municipales. En
principio, el artículo 84 no es una ley penal en blanco, y,
además no puede violar el principio de igualdad ante la ley,
para
concluir
en
este
aspecto,
que
las
violaciones
reglamentarias son indicios de violación al deber de cuidado
siempre a condición de que se hallen vigentes, lo que no es una
cuestión formal sino material, dando como ejemplo que un límite
de velocidad establecido reglamentariamente no estaría vigente
si la misma autoridad regula la señalización luminosa para
circular a una velocidad superior. Igual criterio se impone
393
para dichos autores, si la reglamentación ha sido superada por
la técnica que evita el peligro de modo mas eficaz y por
supuesto en los casos en que la violación reglamentaria no
tiene relación alguna con el resultado producido (Zaffaroni
Eugenio Raúl, Alagia Alejandro, Slokar Alejandro, “Derecho
Penal, Parte General”, Ediar, 2000, pág. 529 y siguientes).
El directorio de “All Boys 2000 S.A.”, del cual era
presidente Storchi, incumplió con las reglas técnicas previstas
en el artículo 31 de aplicación entre otras a las piletas
semipúblicas –dos guardavidas y plataforma sobreelevada-. Dicha
disposición legal se encontraba vigente y era operativa tal
como nos explayáramos en el punto correspondiente, y no ha sido
derogada por ninguna norma técnica que asegure en mayor medida
a los que practican natación.
Dicho incumplimiento trajo aparejado un aumento del
peligro en un nivel superior al permitido por la norma lo que
se concretó, en el caso aquí tratado, en el óbito de Florencia
Möller Rombolá. Se asevera ello por cuanto si durante las
prácticas natatorias en las que participó la nombrada en el
marco de la colonia de vacaciones, hubieran estado presentes
dos
guardavidas,
sobreelevada,
posibilitado
y
como
una
si
se
ya
mayor
hubiera
lo
instalado
describiéramos,
vigilancia
sobre
toda
una
se
la
silla
hubiese
pileta
y
evitado el obstáculo que ello significaba el reflejo del agua.
Su instrumentación hubiera reducido claramente el
peligro que corría la vida de los niños (ver Bacigalupo, ob.
cit., pág. 391). Está claro que el fin de protección de la
norma, el artículo 31 de la ordenanza mencionada, era evitar el
incremento de un riesgo permitido y fijar un límite en los
natatorios semi-púlblicos que posibilitaba la concreción de un
resultado, es decir, de ahogamientos por sumersión que podían
producirse en el espejo de agua.
En este sentido Roxin señala que si el autor rebasa
el riesgo permitido y con ello sigue incrementando el riesgo
que precisamente aún era tolerable, crea un riesgo en conjunto,
sencillamente prohibido; y ese riesgo prohibido en su totalidad
también
se
realiza
si
se
produce
el
resultado.
Asimismo,
refiere que no se puede descomponer el riesgo en un quantum
permitido y otro prohibido y exigir una comprobación de la
causalidad
separada
para
cada
394
uno,
es
algo
que
se
sigue
Poder Judicial de la Nación
necesariamente del fin de la protección de la norma de cuidado,
que también es en otros casos tan importante para la cuestión
de si se ha realizado un peligro no permitido. Afirmando por
último que el legislador tiene que insistir en el cumplimiento
de la norma de cuidado precisamente allí donde su observancia
ciertamente aumenta claramente la posibilidad de salvaguardar
el bien jurídico, pero no lo garantiza con absoluta seguridad
(cfr. Roxin, Claus, “Derecho Penal Parte General”, Tomo I, 2da.
edición, pág. 379 y siguientes).
La omisión imprudente aquí tratada es imputable a
Storchi por ser director de una empresa que llevó a cabo un
emprendimiento
incumpliendo
las
normativas
vigentes
de
seguridad.
Schünemann
principio
de
la
ha
señalado
con
descentralización,
razón
que
característico
tras
el
en
la
organización de la empresa moderna y la transformación de la
función de poder y de decisión de las altas instancias, por él
condicionada, la “organización de la responsabilidad” –por
decirlo con una expresión tópica-, amenaza con convertirse en
la “organizada irresponsabilidad”, lo que desde un punto de
vista jurídico penal se expresa a través de un cambio de la
imputación del hecho hacia abajo, si no hacia los miembros de
la organización que están más abajo, ya que sólo ellos llevan a
cabo por sí mismos la actuación tipificada en el supuesto de
hecho penal o administrativo. Al respecto señala el autor
citado
que
se
admite
mayoritariamente
en
la
doctrina,
en
principio, una posición de garante que afecta al director del
establecimiento,
custodia
de
una
cosa
peligrosa,
que
se
extiende parcialmente hacia abajo a través de cada acto de
aceptación descentralizador (ver Schünemann, Bernd, “Cuestiones
básicas de dogmática jurídico-penal y de política criminal
acerca de la criminalidad de la empresa”, Anuario de Derecho
Penal y Ciencias Penales, t. XLI, fasc. II, mayo-agosto de
1988, Madrid, pág. 531/557).
Por su parte, en relación a este punto, Stratenwerth
refiere que también en el delito de omisión imprudente pueden
intervenir varios, como, dicho
a modo de ejemplo cuando los
directores de una empresa omiten retirar un producto cuya
395
nocividad para la salud habrían tenido que reconocer; dado que
en el delito imprudente está excluida la coautoría se plantea
la cuestión de si el director individualmente también responde
si no se puede comprobar que él habría podido producir la
resolución necesaria de todo el directorio. Agregando que eso
no se puede fundamentar con la teoría de la equivalencia, si no
sólo en vista a las particularidades de la imputación en caso
de decisiones de un ente colectivo. Así como cada uno que la
aprobó es responsable por ella, incluso si la mayoría habría
podido tomarla aún sin su concurso, así también tiene que
responder por no haberla tomado cada uno que no actuó en esa
dirección, de otro modo, cada uno se podría desgravar, hace
notar
el
autor
citado,
con
la
excusa
de
la
inactividad
equivalente al resto (Stratenwerth, ob. cit., pág. 531/532).
En tal orientación Frisch afirma que no se puede
poner seriamente en duda la existencia de una responsabilidad
especial de los órganos directivos de la empresa para la
exclusión de los peligros derivados de la explotación del
negocio. Pues dichos órganos no sólo ostentan en principio
(excluyendo además a terceros) el poder de organización para
una serie de acciones, resultando por ello específicamente
competentes para la exclusión de los peligros derivados de las
mismas, sino que ejercitan dicho poder de organización con
pretensión
de
responsables
de
duración,
las
por
lesiones
lo
en
que
los
resultan
bienes
también
jurídicos
de
terceros o de la colectividad que se pueden derivar de esa
configuración estable de la organización. Y, en consecuencia,
están especialmente obligados a eliminar aquellos peligros que,
de haber existido desde un comienzo, hubieran sido un argumento
contrario a la constitución de dicha relación duradera; así
ocurre, refiere dicho autor, cuando, como consecuencia de
alteraciones en las instalaciones, se produce un peligro tal
para el medio ambiente o para bienes jurídicos de terceros que,
de haberse percibido desde un principio dicha instalación no
hubiese sido puesta en marcha ó cuando resulta visible un fallo
en el plan de actuación que de ser conocible en el momento de
la elaboración de dicho plan, habría convertido a éste en un
acto
de
creación
de
un
riesgo
desaprobado
(ver
Frisch,
Wolfgang, en ob. cit. pág 118/119).
En esta inteligencia, es dable reiterar que Storchi,
396
Poder Judicial de la Nación
como parte del directorio de “All Boys 2000 S.A.”, tenía la
custodia de una fuente de peligro, estaba obligado como garante
a cumplir las normas de seguridad consagradas respecto de la
pileta,
y
tenia
la
competencia
de
dictar
las
medidas
en
consecuencia, al igual que los otros miembros del directorio,
ello para evitar elevar el riesgo, el que era previsible,
cognosible, habida cuenta su calidad.
Finalmente cabe señalar, que al crear una situación
peligrosa el imputado, como presidente de “All Boys 2000 S.A.”
y por consiguiente como custodio de la pileta, no puede invocar
ni el principio de confianza ni el principio de división de
trabajo, que a nuestro juicio tampoco ha sido acreditado como
ya se ha dicho (cfr. Stratenwerth, ob. cit., pág. 530 y
siguientes),
desde
que,
cabe
reiterarlo,
su
conducta
alternativa conforme al deber de cuidado hubiese reducido
ciertamente el riesgo para la vida de la víctima a un nivel
aceptable y con ello, evitado muy posiblemente el resultado de
su muerte.
En suma Storchi como miembro del directorio de “All
Boys 2000 S.A.”, es responsable por haber incumplido las normas
de seguridad que estaban vigentes, y que posibilitó la muerte
por asfixia por sumersión de Florencia Möller Rombolá.
Por último, no obstante que la querella durante todo
este proceso ha hecho hincapié en que también “All Boys 2000
S.A.” no observó la obligación de que la pileta cuente con una
canaleta perimetral, fácilmente aprehensible con la mano (art.
15 de la ordenanza citada), lo cierto es que no se ha probado
que la ausencia de tal recaudo, en el caso concreto hubiera
incrementado
el
riesgo
traducido
en
el
resultado,
ya
que
ninguno de los testigos menciona que en el curso del último de
los
ejercicios
Florencia
Möller
Rombolá
hubiera
intentado
agarrarse del mismo.
b)
También
la
conducta
atribuida
a
Julio
Cesar
Giraldi, encuentra adecuación típica en el artículo 84 del
Código
Penal
de
la
Nación,
pues
al
no
impedir
prácticas
natatorias en la pileta, por parte de los concurrentes a la
colonia, dada su calidad de coordinador de deportes de la
397
misma, violó un deber objetivo de cuidado y ello elevó un
riesgo que se concretó en el resultado.
Como ya nos refiriéramos al describir los fundamentos
por los cuales se le atribuye esta conducta, efectivamente las
pruebas nos indican que en razón del cargo que desempeñaba,
tenía el deber de protección de las vidas de los concurrentes a
la colonia de vacaciones frente a los peligros que podían
amenazarlos, y tales deberes son indudables cuando se tiene por
objeto el cuidado de personas que requieren su atención, como
es el caso de niños que apenas podían desplazarse en el agua, y
el cuidado de una fuente de peligro como es una pileta. Es
decir
que,
el
imputado
asumió,
al
desempeñarse
en
dicha
función, una garantía de seguridad. También le era exigible, en
ese
rol,
que
pudiera
prever
el
riesgo
creado.
Iguales
consideraciones que las efectuadas en forma precedente respecto
del imputado Storchi sirven para descartar a su respecto la
aplicación
de
los
principios
de
confianza
y
división
del
trabajo, al igual que para afirmar que el incremento del riesgo
por él generado y su conducta alternativa conforme al deber de
cuidado hubiese reducido ciertamente el peligro para la vida de
la víctima y con ello evitado muy posiblemente el resultado.
c) En cuanto a lo que se refiere a la imputada María
Cecilia Privato, el juicio de tipicidad que corresponde emitir
resulta ser también el de homicidio culposo (art. 84 del Código
Penal de la Nación).
En efecto, Privato como profesora de natación de la
colonia de verano, había asumido la protección de los niños que
tenía a su cargo. En virtud de ello, debía vigilarlos durante
toda la actividad que desarrollaban en la pileta, control que
no solamente abarcaba, específicamente en relación a Florencia,
hasta que llegara a asirse de la escalera, sino que iba mas
allá, hasta que aquella saliera de ese espacio de peligro.
No obstante ello, violó el deber de cuidado objetivo,
al obrar con descuido, negligencia que trajo aparejado que
Florencia, falleciera por asfixia por sumersión.
Asimismo, dado el carácter de las actividades que
estaban a su cargo, Privato debió prever la posibilidad de la
aparición de este resultado.
398
Poder Judicial de la Nación
d)
Finalmente,
en
relación
a
Giselle
Vanesa
Kamenetzky, su proceder se encuentra atrapado por el tipo penal
imprudente
mencionado,
en
atención
a
que
aquella,
como
guardavidas, tenía el deber de garantizar la seguridad de todas
las
personas
que
se
encontraban
en
el
espejo
de
agua;
especialmente a los niños de corta edad que se hallaban en la
parte profunda y que tenían poca capacidad para desplazarse en
el agua.
En esta inteligencia, debía adoptar todas las medidas
de cuidado que pudieran impedir un resultado disvalioso. En el
caso
concreto,
como
ya
se
indicara,
Kamenetzky
no
vigiló
debidamente a Florencia, cuando ella realizó el último de los
ejercicios y no tomó los recaudos necesarios como era el de
circular alrededor de la pileta, o colocarse en un lugar desde
el
que
pudiera
observar
debidamente
las
prácticas
que
se
realizaban en la misma para vencer el reflejo del sol que le
impedía ver el fondo. Debe reiterarse que Florencia permaneció
sumergida por un lapso de casi tres a diez minutos, lo que nos
denota que de haber obrado diligentemente hubiera podido evitar
la muerte de Florencia, siendo dicho resultado previsible, en
atención, como ya se dijera, a la aptitud natatoria de los
niños, la “fuente de peligro” que constituía la pileta y su
calidad de guardavidas.
e) La defensa de Fernando Martín Storchi introdujo en
la discusión la cuestión relativa a los delitos de omisión
impropia,
señalando
que
la
querella
no
había
fundado
adecuadamente la diferencia existente entre los delitos activos
y omisivos en cuanto a que en los segundos la causalidad no
está presente; que tampoco la querella se hizo cargo del reparo
constitucional de los delitos de omisión impropia no escritos;
ni explicitó la situación generadora del deber de actuar en
cabeza de Storchi ni la situación jurídica y la disponibilidad
en la que se encontró éste y que lo obligaba a actuar, ni cual
era el nexo de evitación.
Como primera cuestión hay que aclarar que es cierto
que en nuestro derecho sustantivo no existe una norma en la
parte general del Código Penal (como ocurre en Alemania, art.
399
13 del StGB, introducido en 1969; o en España, art. 11 del
Código Penal de 1995) que establezca una ampliación expresa de
la imputación penal por la producción de un resultado, cuando
lo que se omite es su evitación en el contexto de una situación
especial de garantía, o luego de la realización de una conducta
previa de creación o incremento del peligro de materialización
del resultado. No obstante ello, como veremos seguidamente,
ello no significa que sea atendible el planteo que se señala al
principio del presente acápite.
Dado que los acusados lo fueron en base a un tipo
penal activo de homicidio, atribuyéndoseles por la querella las
omisiones
que
se
señalaron
en
puntos
anteriores,
sí
corresponde, como lo planteara la defensa de Storchi, que en
esta sentencia se de respuesta a varias cuestiones relativas a
la pretendida fuente de responsabilidad a fin de determinar si
es o no sustentable la pretensión punitiva desplegada por la
querella a la luz del principio constitucional de legalidad
(lex praevia art. 18 de la C.N.).
Para
ello
se
debe
analizar
la
cuestión
de
la
causalidad dado que, como señaló la defensa de Storchi, en la
tipicidad omisiva no existe nexo de causación -a diferencia de
la tipicidad activa-, requiriéndose sí que el agente no haya
colocado la acción que hubiese interrumpido la causalidad que
provocó el resultado.
Se afirma que siendo la causalidad una categoría del
ser, ambas formas -comisiva y omisiva- se basan en ella, ya
que, la primera se determina comprobando que con la supresión
de la conducta prohibida desaparece el resultado (causación),
en tanto que en la segunda se termina verificando que, con la
hipotética interposición de la conducta debida, desaparece el
resultado (evitación). Se concluye así, que en éste último
grupo de delitos -los omisivos- existe un nexo de evitación que
funciona
como
el
equivalente
típico
del
de
causación,
señalándose que en ambas formas se revela la causalidad a
efectos de individualizar la conducta debida (Cfr. Zaffaroni –
Alagia – Slokar, ob. cit, pág. 546).
Se han abandonado ya las teorías decimonónicas que
pretendían buscar a toda costa -aun en las omisiones- alguna
actividad que recondujera causalmente a la modificación del
mundo exterior (Luden, con su acción simultánea; Klug, Glaser y
400
Poder Judicial de la Nación
Merkel, acción previa que no se evita, lo que implicaría un
dolo subsequens; Binding, acción interna que aplica el omitente
para reprimir sus impulsos). Sin embargo en la actualidad se
sigue afirmando que una omisión y un resultado pueden estar
unidos
por
una
relación
de
causalidad,
relación
que,
sin
embargo, deja de presentar un carácter mecánico, consistiendo
en el entendimiento de la relación causal como una categoría
del pensamiento, por lo que no existiría obstáculo alguno en
afirmar que un determinado resultado es reconducible tanto a
factores positivos como a negativos, o -más puntualmente- que
toda modificación del mundo exterior tiene su origen (por
ejemplo cuando el tren arrolla al automóvil pero el guarda del
paso a nivel no ha bajado las barreras) tanto en condiciones
positivas como negativas (Cfr. Enrique Gimbernat Ordeig "La
Causalidad en la Omisión Impropia", Rubinzal Culzoni, 2003, p.
9 y ssgtes.).
En
la
actualidad,
es
mayoritaria
la
dirección
doctrinal que niega en general la funcionalidad de una ley de
causalidad en clave naturalista que determine un enlace físiconatural
pues
relación
de
verificar
entre
omisión
causalidad
mediante
una
y
(ex
resultado
nihilo
no
nihil
comprobación
puede
fit)
existir
debiéndose
hipotética
con
una
probabilidad muy cercana a la certeza el efecto de la acción
omitida sobre el resultado que la norma incriminadora deseaba
impedir.
Siguiendo a
Gimbernat Ordeig
(op.cit. p. 25) se
puede afirmar que con el intento de demostrar que la omisión es
tan causal del resultado como lo puede ser un hacer positivo,
de lo que se trata es de evitar la objeción que la punibilidad
de la comisión por omisión vulnere el principio de legalidad
(algo
que
preocupación
expresiones
fuera
planteado
constante,
legales
por
porque
de,
por
la
si
defensa
se
ejemplo
de
mantiene
"causar
la
Storchi)
que
las
muerte"
significan causar en sentido fisiconatural una muerte, sería
imposible subsumir en el tipo penal del art. 84 del Código
Penal argentino, sin infringir el nullum crimen sine lege,
cualquier clase de omisión.
Veamos que esto no es así, salvo que aceptásemos el
401
escándalo
jurídico
que
implicaría
dejar
impunes
graves
omisiones determinantes del resultado muerte como las que se
han probado en la presente causa.
En efecto, como señala el citado autor, en el tema de
la relación de causalidad se acude en definitiva, para los
delitos de omisión que consisten, como en el caso, en la
causación de un resultado típico a través de la inobservancia
de un deber específico, a la fórmula adoptada de la conditio
sine qua non: una omisión es causal -o (cuasi) causal- si,
añadida in mente la acción omitida, desaparece con un alto
grado de probabilidad el resultado.
La fórmula de la conditio sine qua non adaptada es la
que
determina
causalidad);
requisito
la
sin
relación
embargo
adicional
resultado
que,
para
además,
complementándose
así
de
en
las
omisiones
que
el
omitente
esté
la
causalidad
en
una
causalidad
(o
se
de
cuasi
exige,
como
responda
posición
con
un
por
el
especial,
criterio
de
imputación en el rol de garante interpretado en perspectiva
ético-solidarista
o
en
el
aumento
del
riesgo
(Cfr.
Stratenwerth; Rudolphi, cit. Por Andrea Raffaele Castaldo, “La
Imputación Objetiva en el delito Culposo de Resultado”, BdeF,
2004, p. 54).
Este
criterio
de
imputación,
que
debe
surgir
claramente a partir de una incuestionable equivalencia en el
caso concreto entre la omisión y la acción positiva (como lo
señala Günther Stratenwetrh, “Derecho Penal- Parte General,
Edersa, 1982, p. 292 y ss.), para poder superar el señalado
cuestionamiento constitucional, en virtud del principio de
legalidad,
se
ha
configurado
claramente
en
cabeza
de
los
acusados.
En
efecto,
tal
como
se
dijo,
Storchi
era
el
presidente de la empresa que tenía a su cargo -por contrato
firmado por él mismo- el control del natatorio, poseyendo
además la facultad de establecer el número de personas a
emplear
–entre
ellos
lógicamente
los
guardavidas-
y
a
determinar las remuneraciones, las altas y las bajas de dicho
personal empleado; y de realizar las mejoras que estimara
necesarias,
entre
ellas,
obviamente,
las
que
hacían
a
la
seguridad del personal y de los usurarios.
Sin embargo, a pesar de las importantes mejoras que
402
Poder Judicial de la Nación
se realizaron inicialmente en el ámbito del natatorio, al
momento del hecho, no se había destinado en el lugar el número
de guardavidas necesario según la exigencia reglamentaria que
ya
se
analizara,
ni
se
había
implementado
la
plataforma
sobrelevada que, como se analizó, hubiese significado –cuanto
menos- una drástica disminución a niveles permitidos del riesgo
de producción del resultado dañoso que posteriormente se vio
realizado con la muerte de Florencia Möller Rombolá.
Tomar dichas medidas, cognoscibles para él por estar
contenidas en la reglamentación de la actividad de empresario
en
el
ámbito
deportivo
que
desarrollaba
como
profesión
habitual, como el propio Storchi reconociera en su declaración,
hubiese significado un esfuerzo práctico y económico menor en
relación a la importancia económica y social del emprendimiento
que tenía a su cargo.
Sucintamente en doctrina se exige en los delitos de
omisión,
para
que
un
resultado
pueda
ser
imputado
a
una
inactividad,: a) o bien que la acción omitida hubiera evitado
el resultado con una probabilidad rayana en la seguridad doctrina dominante-; b) o bien que se de la certeza o seguridad
de que la acción hubiera impedido el resultado típico -doctrina
minoritaria-
;
c)
o
bien
que
la
acción
omitida
hubiera
disminuido el riesgo de la producción del resultado -doctrina
también en minoría-.
Sin embargo, como bien sostiene el autor que estamos
siguiendo en este punto, siendo que la que se ha denominado
"doctrina dominante", para poder zanjar el problema que se
suscita
cuando
la
evitación
del
resultado
depende
de
la
ulterior intervención de un tercero -en el caso de autos, la
omisión de Storchi de proveer el segundo guardavidas y la
plataforma sobreelevada en el natatorio del club “All Boys”- la
solución habrá que buscarla en el nivel de riesgo permitido de
los focos de peligro y en si el correspondiente garante -en
este caso el mencionado Fernando Storchi- ha cumplido o no con
su obligación de mantener en ese nivel -o de reconducirlo a él,
en el supuesto de que hubiera sido ya sobrepasado- el foco de
peligro
causante
del
resultado
típico
(Gimbernat
Ordeig,
"Causalidad, Omisión e imprudencia", Anuario de Derecho Penal y
403
Ciencias Penales, Madrid, Septiembre-Diciembre, MCMXCIV) siendo
que,
como
se
dijo,
la
implementación
de
los
medios
de
aseguramiento requeridos habría evitado muy posiblemente el
riesgo de producción del resultado o disminuido a un nivel
permitido el riesgo de su producción.
La teoría de la imputación objetiva, desarrollada
sobre el modelo de los delitos imprudentes señala, en uno de
los
enunciados
más
comunes,
que
para
un
castigo
por
imprudencia, se necesita que el autor, en primer lugar, haya
creado un riesgo no permitido, y que, en segundo lugar, ese
riesgo se haya realizado en una forma contradictoria con el fin
de protección de la norma infringida.
Señala
situación
de
precedente
Claus
peligro
o
Roxin
que
(mayormente
injerencia,
del
la
provocación
denominada
latín
de
una
comportamiento
íngerere,
inmiscuirse)
fundamenta el deber de evitar un resultado típico posiblemente
originado en aquélla situación y que, ya desde el Siglo XIX,
rigen como fuente la ley, el contrato y el comportamiento
precedente, como las tres razones en virtud de las cuales se
originan deberes de evitación de resultados ("Injerencia e
Imputación Objetiva", Nuevas Formulaciones en las Ciencias
Penales - Homenaje a Claus Roxin, Lerner - Córdoba, 2001, p.
141 y ss.).
Se discute hoy en día no solo la derivación causal
del deber de garante -al que nos referimos previamente- sino
también la teoría formal del deber jurídico. La opinión hoy
predominante reconoce tan solo dos grandes grupos [creadores]
de
posiciones
de
garante:
la
asunción
de
una
función
de
protección y el deber de vigilancia de fuentes de peligro. El
segundo caso –aplicable a los acusados- se fundamenta en la
idea de que la creación de peligros trae en sí la obligación de
prevenir sus consecuencias dañosas. Así por ejemplo, quien
dirige una fábrica de productos químicos debe ocuparse de que
la población no sea dañada por explosiones o gases venenosos.
Si esa persona omite las medidas de seguridad requeridas,
deberá rendir cuentas por las consecuencias que tengan lugar"
(Claus Roxin, op.cit., p. 142/3).
Para
Roxin
-a
quien
seguimos
en
este
punto-
la
condición decisiva para la fundamentación de una posición de
garante
es
la
posibilidad
de
404
imputación
objetiva
del
Poder Judicial de la Nación
comportamiento precedente causante de peligro, pues solo aquél
a quien se puede imputar conforme a parámetros jurídicos el
peligro
creado
tiene
responsabilidad
de
ello,
debiendo
prevenir, llegado el caso, la transformación de la puesta en
peligro en una lesión diferente o en otra más grave. Señala el
mismo autor que la posición de garante depende de que: a) el
comportamiento precedente haya creado un riesgo jurídicamente
relevante para la víctima; b) que el comportamiento precedente
haya excedido el riesgo permitido (Roxin, op.cit., p. 144/5).
A pesar del esfuerzo de la defensa de Storchi en
negar lo evidente, ha quedado demostrado en autos que en el
natatorio explotado por la empresa que él presidía no se daba
cumplimiento
a
reglamentación,
medidas
medidas
de
que
seguridad
habrían
exigidas
impedido
por
con
la
alta
probabilidad la muerte de Florencia.
Siendo absolutamente decisiva la cuestión del foco de
peligro para resolver el presente caso, es menester considerar
la situación apreciable por los acusados, existente ex ante de
la materialización del resultado lesivo -muerte de la víctima-,
ya que la existencia o no del peligro típico se debe decidir en
el momento en que el sujeto aún no ha comenzado a actuar y
puede optar entre hacerlo en una u otra dirección. Es en el
momento en que se va a actuar en el cual la norma debe dirigir
su conminación al sujeto, mandándolo a hacer o no algo en
determinada dirección (Cfr. Jesús M. Silva Sánchez, "El delito
de Omisión", BdeF, 2003, p. 355). Tal mandato de actuación debe
estar en función de la situación en que aparezca -en aquél
momento- el bien jurídico merecedor de protección: en el caso
de Storchi, la vida y la salud de los usuarios del natatorio
del Club All Boys.
No cabe la más mínima duda que el hecho de ser la
desempeñada por los acusados, una actividad necesariamente
reglamentada por el hecho de estar en juego la vida y la salud
de las personas, cobra sentido la implementación de baremos o
estándares de seguridad por parte de la autoridad –si se quiere
siempre perfectibles- a los cuales –en el caso de Storchi- un
empresario diligente puede remitirse para cumplir adecuadamente
con su derecho de ganar dinero lícitamente, sin perjudicar a
405
los usuarios, y sin que sea necesario caer en una situación
autodestructiva en términos económicos como sería el supuesto
de “autoclausura” que Storchi planteó como alternativa a su
conducta empresarial negligente.
La ventaja con la que contaban los acusados es que
todos
ellos
–como
lo
reconocieron
expresamente-
tenían
experiencia y estaban capacitados para lo que hacían. Como
conocían
su
oficio,
conocían
también
los
deberes
que
les
incumbían respecto de las personas con las que interactuaban
profesionalmente en el ámbito de la natación –en lo que nos
interesa- en el que se desempeñaban.
Usuarios, socios, alumnos, estaban en mayor o menor
grado, bajo su custodia, situación en la que los acusados se
pusieron a sí mismos al adoptar libremente el desarrollo de una
actividad –la enseñanza de la natación- que entraña de por si
riesgos, los cuales estaban obligados a mantener dentro del
límite
de
lo
permitido,
límite
que
todos
ellos
conocían
perfectamente en base a su reconocida experiencia.
Cuando existe ex ante una fuente de peligro, el
propietario o poseedor -en nuestro caso organizador u operadorefectivo de esas cosas potencialmente peligrosas tiene un deber
de evitación que alcanza no solo a los casos de peligros
derivados directamente de la cosa, sino también a los que lo
hacen de la actuación de terceros -en el caso de Storchi,
coordinadores, docentes y guardavidas- cuando el propietario,
poseedor u organizador ha omitido previamente las medidas de
aseguramiento. Lo anterior implica que el mencionado deber de
evitación no tiene como fundamento la responsabilidad por
propiedad u organización de la cosa, sino la existencia de una
omisión precedente contraria a deber (Cfr. Landau. P.W., cit
por Silva Sánchez, op. cit. p. 360).
Ahora bien, tal como hemos reseñado previamente ha
quedado
demostrado
en
la
presente
causa
la
existencia
de
deberes de aseguramiento que estaba obligado a instrumentar
Fernando Storchi, como presidente de “All Boys 2000 S.A.” –
junto al resto del directorio de la empresa- antes de que se
produjese la muerte de Florencia, y se señaló además cuál era
la fuente de esos deberes –la Ordenanza nro 41.718, publicada
el 21 de enero de 1987-. Se dijo “ut-supra” que la norma
especialmente
aplicable
era
el
406
artículo
31
de
la
citada
Poder Judicial de la Nación
ordenanza que establece que durante las horas de funcionamiento
del natatorio debían estar presentes en el recinto de la misma,
dos personas con título de guardavidas, reconocidos por la
Municipalidad
de
Buenos
Aires,
las
que
se
ubicarán
en
plataformas sobreelevadas que aseguren la clara visualización
de los bañistas, dejando en claro que la dirección competente
podrá exigir otro número de guardavidas teniendo en cuenta el
funcionamiento del natatorio.
En
lo
que
respecta
a
Julio
César
Giraldi,
que
desempeñó el rol de coordinador deportivo de la colonia de
vacaciones del club “All Boys 2000 S.A”, que tenía a su cargo
organizar el funcionamiento de la colonia en cuanto a las
actividades deportivas y recreativas, de consuno con Canavese y
los demás coordinadores, supervisando la tarea de docentes y
guardavidas, entre ellos obviamente Kamenetzky y Privato, tarea
en la cual acredita amplia experiencia según el mismo refirió
al
Tribunal,
por
reglamentarios
en
lo
que
orden
debió
al
conocer
número
los
de
requerimientos
guardavidas
y
la
plataforma sobrelevada, dejó de adoptar cualquier diligencia
tendiente a que la pileta se utilizase en condiciones de
seguridad para los bañistas.
María
Cecilia
Privato,
por
su
parte,
omitió
el
cuidado debido como profesora a cargo de niños con un bajo
nivel
de
experiencia
en
la
natación,
desatendiendo
específicamente a Florencia, lo que posibilitó que la misma
muriera asfixiada por ahogamiento.
En el caso de Giselle Vanesa Kamenetzky cabe meritar
que realizó deficientemente el deber de vigilancia que tenía
por
su
rol
de
guardavidas
en
el
momento
del
hecho,
circunstancia que motivó que Florencia no pudiese ser rescatada
con la premura que hubiera permitido evitar su muerte.
Las referidas omisiones, reveladoras todas ellas de
un
“actuar
negligente”
en
el
ámbito
de
las
competencias
personales de cada uno de los imputados deben ser subsumidas en
el tipo penal del art. 84 del C.P. quedando descartada la tacha
de inconstitucionalidad que introdujera la defensa de Fernando
Storchi.
407
f) La parte querellante ha calificado las conductas
de los imputados como homicidio doloso en los términos del art.
79 del Código Penal de la Nación, señalando que todos los
imputados eran conscientes del riesgo, se representaron el
mismo, lo asumieron y lo elevaron, provocando la muerte de
Florencia Möller Rombolá; agregó también aquélla que está
prohibida la elevación del riesgo, y que dicha elevación es
absolutamente independiente del disvalor de la intención; solo
así se puede entender que tanto el dolo directo de primer grado
como el de segundo grado, como el dolo eventual pueden ser
castigados con la misma penalidad. Afirmó a su vez la querella
que el hecho de que la norma por encima del evento límite
prohíba ya la elevación del riesgo, es lo que permite una
estructura
conceptual
común
a
toda
clase
de
dolo
y
el
tratamiento unitario, citando autores como Sancinetti, Jakobs y
Welzel, para concluir que los inculpados tuvieron el ánimo
reprochable
caracterizante
del
dolo
eventual,
porque
está
probado a su juicio que mediante la representación de la
posibilidad de que ocurra el delito, su estado de ánimo fue
guiado
por
la
indiferencia,
la
desaprensión,
y
los
fines
egoístas vinculados al lucro, prefirieron correr el riesgo y de
esa manera asintieron implícitamente y optaron por dirigir sus
acciones hacia el delito (requerimiento de elevación a juicio
al que hace referencia en su alegato).
En primer término, es menester señalar que no aparece
claro cuál es la posición que adopta la parte querellante sobre
el
dolo
eventual,
inclusive
hace
alusión
a
corrientes
contradictorias.
En principio aparece en su requerimiento de elevación
y
en
su
alegato,
que
esa
parte
pretende
objetivizar
el
contenido del dolo al no hacer referencia a elemento subjetivo
alguno y esta idea de “normativizar” u “objetivizar” el dolo es
rechazable pues como bien lo señala Donna, resulta contrario al
principio de culpabilidad: ya que el dolo es un criterio
subjetivo de imputación y tiene naturaleza psicológica. Una
cosa es que se pretenda demostrar el dolo a través del tipo
objetivo, recurriendo a indicadores objetivos, pero ello de
ninguna manera implica que el dolo sea objetivo (cfr. Revista
de Derecho Penal, 2003-2, Delitos contra las personas-II, ed.
Rubinzal-Culzoni, pág.
515).
408
Poder Judicial de la Nación
En modo alguno ha acreditado la querella en este
debate, el elemento subjetivo exigido para considerar que
estemos frente al delito de homicidio doloso ó que en el
accionar de los imputados haya mediado dolo eventual. Como bien
lo ha señalado la Cámara Nacional de Casación Penal (Sala III)
en la causa “Cabello, Sebastián s/ recurso de casación”, es
necesario probar con certeza la existencia del dolo, es decir
que “la muerte de la víctima la hicieron parte de su plan y en
esa medida la quisieron”.
Siguiendo a Roxin entendemos que puede afirmarse el
concepto de dolo eventual en los supuestos en que el autor
incluye
en
sus
cálculos
la
realización
de
un
resultado
disvalioso reconocido por él como posible, y se ha decidido
concientemente en contra del bien jurídico protegido por el
correspondiente tipo, y aún en contra de sus propias esperanzas
de evitarlo (cfr. Roxin, Claus, ob. cit., pág. 425). Es decir
que la diferencia con el tipo culposo radica en que éste
último, el imputado pese a su conciencia de riesgo, confía en
poder
evitar
el
resultado
atento
sus
capacidades.
Esta
confianza, según el autor citado, de arribar a un desenlace
airoso, que es más que una débil esperanza, no permite llegar a
una decisión en contra del bien jurídico protegido.
Por su parte Donna, al hablar del dolo eventual,
refiere que para hablar del dolo eventual debe demostrarse
siempre la existencia de la voluntad conciente del autor en
contra del bien jurídico, y esto se explica por la concurrencia
de dos elementos básicos: a)representación del peligro, el
autor
debe
ser
conciente
del
riesgo
de
lesión
del
bien
jurídico, que debe tratarse de una representación “seria y
concreta”; y b) aceptación del riesgo lo que no implica “querer
ni
desear”
el
resultado,
sino
simplemente
“resignarse
o
conformarse” frente a su posible producción, para concluir que
habiendo conciencia del riesgo el dolo eventual solo puede
descartarse
cuando
exista
una
verdadera
confianza
en
la
evitación que debe ser entendida como voluntad, no como un mero
deseo o esperanza irracional (cfr. Donna, Edgardo, ob. cit.,
pág. 521). Es decir, que la confianza en la evitación del
resultado, resulta clave para diferenciar ambas figuras.
409
Por su parte Zaffaroni afirma que habrá dolo eventual
cuando según el plan concreto del agente la realización del
tipo
es
reconocida
como
posible
aceptando
seriamente
la
posibilidad de la producción del mismo, aclarando que si el
agente toma conciencia del posible curso lesivo de su acción,
porque lo advierte o le informa un tercero, no habrá dolo
eventual si confía en que lo puede evitar (cfr. Zaffaroni,
Eugenio Raul, Alagia Alejandro, Slokar Alejandro, ob. cit.,
pág. 500).
En esta inteligencia, es dable afirmar que según los
distintos datos allegados al debate puede inferirse que tanto
Storchi como Giraldi, Privato y Kamenetzky confiaron en poder
aventar el resultado. Los dos primeros de los nombrados, por la
estructura
organizativa
con
que
contaban
en
la
colonia,
específicamente en lo que se refiere al personal a cargo de las
prácticas natatorias, aunque resultaba insuficiente, como se
demostró,
podían
estimar
la
evitabilidad
de
cualquier
infortunio, lo que es extensible al caso en sí de Florencia; y
en lo que se refiere a Privato y Kamenetzky, en base a su
capacidad técnica, la primera como profesora de natación, y la
segunda
como
natatorias
guardavidas
con
determinado
los
podían
llevaron
niños,
a
cabo
creyendo
preservar
la
que
las
ante
integridad
prácticas
un
física
suceso
de
los
que
los
participantes de la colonia.
En
suma,
la
querella
no
ha
acreditado
enjuiciados hubieran tenido un desprecio, como señalara, por la
integridad
física
de
los
niños
de
una
entidad
tal
que
posibilite afirmar que la estimación de la evitabilidad de un
resultado lesivo para aquélla, hubiese estado constituido solo
por un mero deseo o esperanza irracional, ni tampoco que dentro
de su plan estuviera matarlos, al desarrollar las actividades
de natación en la colonia de verano.
VIII.- Culpabilidad:
No se advierten causales de justificación ni de
inculpabilidad
que
pudieran
tornar
lícitos
los
procederes
enrostrados ni que impidan reprochar los mismos.
Se
formula
tal
juicio
de
antijuridicidad
y
culpabilidad porque las partes no han alegado efectivamente
ningún supuesto que impida responsabilizar a sus pupilos.
410
Poder Judicial de la Nación
Por otra parte, es necesario recalcar que a todos los
imputados, habida cuenta la actividad que desarrollaban les era
exigible en todo su alcance su deber de información respecto de
las normas que regulaban su profesión, no pudiendo escudarse en
una supuesta ignorancia de las mismas (cfr. H.H. Jescheck,
Tratado de Derecho Penal, Parte General, Vol. I, pág. 631).
IX.- Autoría:
Cabe responsabilizar a Fernando Martín Storchi, Julio
Cesar
Giraldi,
María
Cecilia
Privato
y
a
Giselle
Vanesa
Kamenetzky como autores del delito de homicidio culposo (arts.
45 y 84 del Código Penal).
X.- Penas:
Para
graduar
la
pena
es
necesario
observar
el
concreto ilícito culpable atribuido a los imputados. Esto no
sólo se vincula a las garantías propias del estado de derecho,
es decir a las limitaciones al poder punitivo del estado
(principio
de
proporcionalidad),
sino
que
también
tiene
relación con la estructura de un sistema de mensuración que
pretende indicar el carácter disvalioso de cierto hecho con
relación a otros que lesionen o pongan en peligro el mismo bien
jurídico.
Para graduar la pena se debe tener en cuenta el
ilícito y la culpabilidad –al igual que en la teoría de la
imputación
en
general-;
sin
embargo
en
el
momento
de
la
determinación de la pena, lo que debe atenderse es cuál es la
intensidad de ambos
(Cfr. Patricia S. Ziffer, “Lineamientos de
la determinación de la pena”, Ad-Hoc, 1999, p. 120/1).
En el delito imprudente, la gravedad del injusto
dependerá de la gravedad de la infracción del deber objetivo y
subjetivo de cuidado. La infracción del deber objetivo de
cuidado será mayor cuanto mayor sea el riesgo creado por esa
infracción. Las medidas de cuidado, que integran el deber
objetivo de cuidado, se dirigen precisamente a evitar riesgos
relevantes de lesión. Cuanto mayor sea el número de medidas de
cuidado no atendidas por el autor, mayor gravedad alcanza la
infracción del deber objetivo de cuidado y, en consecuencia, el
411
riesgo creado, debiendo atender la medida de pena, en primer
lugar, a la gravedad de la infracción y, luego, a la magnitud
del resultado (Mirentxu Corcoy Bidasolo, “El delito Imprudente”
BdeF, 2° Edición, 2005, p. 357/8).
Toda vez que en el caso se ha tenido por comprobada
la condición de autores de cuatro de los imputados, en el
sentido de que cada uno de ellos tuvo la concreta y apreciable
posibilidad de disminuir el peligro y evitar el resultado, la
medida de la pena habrá que buscarla, como ya se dijo, en la
graduación de la gravedad del injusto imprudente.
En
cuanto
a
las
penas
a
imponer
se
considera
razonable teniendo en cuenta las consideraciones ya efectuadas:
a) a Fernando Martín Storchi la pena de cuatro años
de
prisión
participar
y
nueve
como
años
miembro
de
de
inhabilitación
un
órgano
especial
societario
para
y/o
como
miembro de sociedades que tengan como objeto llevar a cabo
prácticas deportivas, o intervenir en emprendimientos a título
personal que tengan la misma finalidad.
En
relación
consideración,
como
a
la
pena
agravantes,
de
la
prisión
se
naturaleza
toma
del
en
hecho
enrostrado, toda vez que el imputado era presidente de una
sociedad que tenía a su cargo la colonia de vacaciones y en ese
marco, al incumplir las normas de seguridad puso en peligro la
integridad física de una gran cantidad de niños que a ella
concurrían; por otra parte, dada la posición directiva que
ejercía
en
la
misma
sociedad
le
era
fácilmente
asequible
cumplir con los recaudos exigibles para garantizar la vida de
aquéllos, de modo que cabe considerar a la infracción al deber
de cuidado atribuido, el carácter de especialmente grave; y
como atenuantes, que carece de antecedentes, que se encuentra
casado y es padre de familia, que tiene hábitos laborales, y
demás pautas mensurativas previstas en los art. 40 y 41 del
Código Penal.
En
relación
a
la
segunda
de
las
penas,
la
de
inhabilitación especial, debe considerarse que sus valores
esenciales
son
la
intimidación
y
la
seguridad
para
los
terceros; lo primero por la pérdida de bienes que involucra y
lo
segundo
por
las
abstenciones
que
importa
(cfr.
Nuñez,
Ricardo C., “Manual de Derecho Penal”, Parte General”, 3ª.
412
Poder Judicial de la Nación
edición, pág. 364/365). En suma y que con esta clase de sanción
se castiga una acción que constituye una violación de los
deberes
de
despojado
conducta
de
las
y
de
esa
manera
posibilidades
de
el
condenado
seguir
se
ve
ejerciendo
la
actividad (cfr. Terragni, Marcos A. en AA.VV., Código Penal y
Normas complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencia,
Hammurabi, Buenos Aires, 1997, pág. 236).
Teniendo en cuenta el alcance de dicha pena, conforme
la imprudencia que se ha probado en este juicio, y a fin de
evitar el riesgo que implica estar a cargo de una institución
bajo
cuyo
su
paraguas
se
realizan
distintas
prácticas
deportivas, y el peligro que conlleva para la integridad física
de quienes concurren, el imputado se hace merecedor del monto
de la pena indicada.
b) A Julio César Giraldi las penas de tres años y
seis meses de prisión y siete de inhabilitación especial para
desempeñarse como profesor de educación física y/o coordinador
de actividades deportivas.
En lo que atañe a la pena de prisión se tiene en
cuenta, como agravantes, la naturaleza de la acción imputada,
pues como coordinador de deportes de la colonia de vacaciones
tenía a su cuidado los niños que concurrían a ella y puso en
peligro su integridad física al autorizar su ingreso a la
pileta; aunque en inferior medida que Storchi, lo que determina
así un menor juicio de reproche, Giraldo tenía de todos modos
poder de decisión, podía resolver no realizar las prácticas
natatorias e impartir instrucciones a los profesores en ese
sentido; y como atenuantes, que carece de antecedentes, que
está casado y es padre de familia, que tiene hábitos laborales
y demás pautas mensurativas previstas en los arts. 40 y 41 del
Código Penal.
En los que se refiere a la segunda de las penas, la
de
inhabilitación
especial,
teniendo
en
consideración
analizar
la
sanción
se
los
impuesta
llega
al
monto
fundamentos
a
Storchi
y
ya
la
señalado,
vertidos
al
imprudencia
comprobada en su actuación como coordinador de deportes, a fin
de evitar en el futuro que ponga en peligro la integridad
413
física
de
personas
que
concurran
a
realizar
actividades
deportivas.
c) Los Dres. Vázquez y Huarte Petite dijeron:
A María Cecilia Privato a las penas de tres años de
prisión de ejecución condicional y de inhabilitación especial
de seis años para desempeñarse como profesora de educación
física.
Para fundamentar dicha pena de prisión se tiene en
consideración, como agravantes, la naturaleza del hecho, toda
vez
que
tenía
a
su
cargo
niños
con
poca
capacidad
de
desplazamiento en el agua y con distintas aptitudes natatorias
lo que requería una diligencia especial, y que denotó durante
las
prácticas
específicamente
natatorias,
al
cuidado
y
de
en
lo
Florencia,
que
tal
se
como
refiere
se
ha
comprobado al analizar su conducta, una imprudencia de entidad;
y como atenuantes, que desarrolló actividades sin contar con el
apoyo de las medidas de seguridad que exigía la ordenanza
municipal,
lo
que
reducía
sus
posibilidades
de
evitar
el
resultado sin exonerarla; que carece de antecedentes, que es
madre de un niño, que tiene hábitos laborales y demás pautas
mensurativas previstas en los artículos 40 y 41 del Código
Penal.
Se deja en suspenso la condenación impuesta teniendo
en consideración, en primer término, y como ha señalado la
Corte Suprema de la Nación, que el artículo 26 del Código Penal
tiene por finalidad evitar imposición de condenas de efectivo
cumplimiento en los supuestos de delincuentes primarios, como
en el caso, imputados de la comisión de conductas ilícitas que
permitan la aplicación de la pena de hasta tres años y que tal
aserto, encuentra explicación en la demostrada imposibilidad de
alcanzar en tan breve plazo de prisión el fin de prevención
especial positiva que informa el artículo 18 de la Constitución
Nacional (C.S.J.N., S. 579, XXXIX, Squilario, Adrián y otro s/
defraudación especial en grado de partícipe primario).
En el caso de autos, teniendo en cuenta que la
magnitud que la violación del deber de cuidado atribuida a
aquélla ha posibilitado fijar la pena en ese tope legal, las
pautas de carácter personal ya referidas, que han servido
414
Poder Judicial de la Nación
también para atenuar el monto de la sanción (en concreto, sus
hábitos laborales y su condición de madre de una niña de corta
edad), y el tiempo transcurrido desde el hecho (durante cuyo
transcurso ha continuado normalmente en su inserción social),
son de utilidad para persuadir al Tribunal de la inconveniencia
de aplicar efectivamente la privación de libertad a la que
resultará condenada, conforme reza la citada disposición.
Se considera adecuado sujetar a la nombrada a la
obligación de fijar residencia y someterse al control del
Patronato de Liberados por el término de dos años (art. 27 bis,
inciso 1° del Código Penal).
En relación a la pena de inhabilitación especial, se
estima
adecuado
el
monto
señalado,
habida
cuenta
las
consideraciones ya efectuadas en relación a la naturaleza de
las
prácticas
natatorias
desarrolladas,
y
la
imprudencia
comprobada en su actuación como profesora, a fin de evitar en
un futuro que ponga en peligro la integridad física de personas
que estén bajo su cuidado.
El Dr. Salas dijo:
Siendo el delito imputado a María Cecilia Privato, el
de homicidio culposo, el resultado contiene ya de por sí el
máximo de dañosidad al bien jurídico, por lo que cabe atender
solamente a la gravedad de la infracción al deber realizado en
el hecho por parte de la autora. Para mensurar ello se tiene en
cuenta que Privato fue quien niveló a Florencia en lo que se
daba en llamar “nivelito 2”, y que fue quien dispuso la
realización de los distintos ejercicios en el agua, incluido el
realizado en forma triangular en la parte honda de la pileta,
en el cual resultara ahogada Florencia.
Considero adecuado imponer a Maria Cecilia Privato la
pena de tres años y tres meses de prisión e inhabilitación
especial
por
el
doble
de
tiempo
para
desempeñarse
como
profesora de educación física.
Valorando
ex
ante
el
peligro
del
mencionado
ejercicio, a los ojos de Privato, se considera como agravantes:
que ésta se desentendió de la suerte y el destino de Florencia
415
por un lapso considerable de tiempo –al menos a partir del
momento en que se sumergiera y hasta que el niño Giuliano
Alfredo Bacchi diera el aviso varios minutos después-; que
desconsideró la merma antirreglamentaria de guardavidas para
adoptar una mayor prudencia y cuidado de los alumnos; que dejó
de prestar generalizadamente atención al destino al que se iban
dirigiendo
los
diferentes
alumnos
luego
de
realizado
el
ejercicio por lo que mal puede calificarse su proceder de un
simple descuido; que subestimó la presencia de ruido ambiental,
movimiento en la superficie del agua, y reflejo lumínico,
circunstancias
que
indicaban
que
debió
haber
actuado
más
prudentemente que si esa combinación de circunstancias no
hubieran
existido;
y
que,
finalmente,
no
adoptó
mayores
recaudos motivados en el hecho de que su madre le había pedido
que no la llevara a la parte honda, y que había tenido con la
niña muy pocas clases, con el detrimento en conocimiento y
confianza mutua que esto último implicó en la práctica.
Se
consideran
como
atenuante
su
carencia
de
antecedentes penales, que tiene hábitos laborales y que es
madre de un niño, y demás pautas mensurativas de los artículos
40 y 41 del C.P.
En cuanto al tiempo de la inhabilitación que se
estima adecuada, se tiene en cuenta además –con fines de
prevención especial- la necesidad de impedir que Privato tenga
ocasión de poner en peligro la vida y la integridad física de
personas que puedan estar en el futuro en la misma situación en
la que estuvo la víctima del presente hecho.
d) A Giselle Vanesa Kamenetzky las penas de dos años
y seis meses de prisión de ejecución condicional y cinco años
de inhabilitación especial para desempeñarse como guardavidas.
Para sostener dicha pena de prisión, se tiene en
consideración como agravante, la naturaleza del hecho, esto es,
la grave desatención demostrada en el cuidado de las personas
que se hallaban en el agua al momento del suceso, especialmente
en relación a Florencia, tal como se ha demostrado durante el
juicio, y
como atenuantes, que tenía que custodiar distintos
“focos de peligro”, es decir que se le exigía una mayor cautela
y que estaba dispuesta a una mayor propensión a perturbaciones,
por ello el reproche que puede hacerse es menor; también, que
416
Poder Judicial de la Nación
no
contaba
con
el
soporte
de
otro
guardavidas
y
de
la
plataforma sobreelevada, todo lo cual redujo igualmente sus
posibilidades de evitar el resultado, sin por eso exonerarla;
finalmente, que es madre, que tiene hábitos laborales y demás
pautas mensurativas previstas en los artículos 40 y 41 del
Código Penal.
El cumplimiento de dicha pena se deja en suspenso por
los mismos fundamentos que llevaron a este Tribunal a idéntica
solución en el caso de María Cecilia Pivato.
También
se
considera
conveniente
imponer
a
la
nombrada a la obligación de fijar residencia y someterse al
control del Patronato de Liberados (art. 27 bis, inciso 1° del
Código Penal).
En cuanto a la pena de inhabilitación especial se
entiende
adecuado
el
monto
indicado,
en
razón
de
los
fundamentos ya vertidos en relación a los demás imputados y
principalmente el grado de imprudencia acreditado durante este
proceso y a fin de evitar el riesgo que su actuación significa
para los bañistas.
XI.- No obstante que se encuentra bajo investigación
la actuación de los miembros del órgano habilitador, es preciso
alertar a las autoridades responsables en cuanto a que en esta
sociedad del riesgo, al decir de Ulrich Beck, las autoridades
de control y vigilancia deben extremar su diligencia en la
verificación de los recaudos exigidos por las leyes para que
los
emprendimientos
de
toda
clase
puedan
desarrollar
su
actividad, pues el costo que lleva aparejado la desidia estatal
es muy grave, está en juego la salud y la integridad física de
nuestra población.
XII.- Extracción de testimonios:
Las defensas de Fernando Martín Storchi y de Julio
Cesar Giraldi solicitaron la extracción de testimonios para que
se investigue el delito contemplado en el art. 275 del Código
Penal
en
relación
a
Liliana
Fernandez
Justoni
y
Graciela
Stracquadaini, por entender que declararon falazmente durante
el debate. Fundamentan su pedido básicamente entendiendo que
417
las testigos dijeron que habían estado al día siguiente del
suceso con la Sra. Marisa Rombolá y que en su presencia la
testigo Gloria Leticia Maison, madre de Sandro Damilano Maison,
dijo que el día de la muerte de Florencia, atento la poca
cantidad de concurrentes, las autoridades de la colonia de
vacaciones le instruyeron a una profesora que se retirara.
Dicho
pedido
no
lo
hace
suyo
el
Tribunal
por
considerar que no puede afirmarse sin hesitación que ambas
testigos
hubieran
declarado
de
modo
mendaz.
En
efecto
la
testigo Maison por el tiempo transcurrido, no pudo precisar
realmente lo sucedido pues dijo no recordar que alguien le
comentara algo sobre que faltara algún profesor el día del
hecho y que se lo haya comentado la querellante. Tampoco fue
categórica en cuanto al día en que fue a la casa de la madre de
Florencia, ni recordaba si había otro adulto presente. Además
Liliana Fernandez Justoni tampoco indicó el día que presenció
esa charla, al señalar que la conversación de la Madre de
Sandro fue unos días después de la muerte de Florencia, para
acompañar a los papás, aunque sí fue contundente en cuanto a
que efectivamente Maison había referido tal incidencia.
Tampoco la Sra. Stracquadaini mencionó el día exacto,
sino que dijo que fue un día a darle el pésame a los padres y
que la vio a la mamá de Sandro en esa oportunidad.
En suma, es razonable que debido al lapso que pasó
desde que se produjo la muerte de Florencia algunos datos, casi
sin relevancia para este proceso, se hayan olvidado, ella es la
razón por lo que se considera que no puede afirmarse que
aquellas hayan mentido en este proceso.
XIII.- Costas:
En atención al resultado del presente proceso, los
imputados Fernando Martín Storchi, Julio César Giraldi, María
Cecilia Privato y Giselle Vanesa Kamenetzky, deberán cargar con
las costas del proceso (art. 29 inc. 3º del Código Penal).
En
cuanto
al
imputado
Horacio
Roberto
Bugallo,
teniendo en cuenta la resolución adoptada a su respecto, y lo
establecido por el art. 531 del Código Procesal Penal de la
Nación, se eximirá a la querella del pago de las costas por
entenderese que pudo razonablemente considerarse con derecho a
ejercer la acción contra él.
418
Poder Judicial de la Nación
XIV.- Honorarios:
A
fin
de
regular
los
honorarios
del
Dr.
Cosme
Victorio Rombolá, que patrocinó a la querella en la etapa
inicial del proceso y hasta abril de 2001, se tiene en cuenta
que presentó los escritos de fs. 123, 164, 266, 283, 319/321,
345/346 y 376, como también la naturaleza y mérito de esas
tareas, su extensión en el tiempo, el resultado final de la
causa y las demás pautas previstas en la ley 21.839, por todo
lo cual se estima adecuado fijarlos en la suma de tres mil
pesos.
El Dr. Juan Pablo Alonso asistió a los imputados
Privato y Storchi en la etapa instructoria y hasta el comienzo
del plenario; en tal carácter suscribió los escritos de fs.
480, 507, 552, 566/574, 744/745 (apelación), 763, 2133, 2146 y
2271, y asistió a la indagatoria de fs. 423 y a las audiencias
de fs. 548, 550 y 596 (declaraciones testimoniales).Por ello, y
atendiendo
a
la
naturaleza
y
mérito
de
esas
tareas,
su
extensión en el tiempo, el resultado final de la causa y las
demás
pautas
previstas
en
la
ley
21.839,
se
fijará
sus
honorarios en la suma de quince mil pesos respecto de la
imputada María Cecilia Privato y en igual monto respecto de
Fernando Martín Storchi.
El Dr. Alonso y el Dr. Esteban Pablo Evangelista
asistieron al encausado Julio César Giraldi, en calidad de
codefensores. El primero efectuó las presentaciones de fs. 451,
2276/2278 (apelación), 2377, 3174, 3539, 3578, 3639, 4211 y
4374, el segundo aceptó el cargo a fs. 3581 y presentó el
escrito de fs. 4217, y ambos suscribieron los de fs. 3600/3602
(ofrecimiento de prueba) y 3775/3776 (adhesión a planteo de
nulidad); el Dr. Alonso asistió a las indagatorias de fs. 517 y
2358/2360 y ambos actuaron en la audiencia de debate, que se
prolongó por más de dos meses y en la que el primero formuló
alegato. En consecuencia, y atendiendo a la naturaleza y mérito
de esas tareas, su extensión en el tiempo, el resultado final
de la causa respecto del imputado y las demás pautas previstas
en la ley 21.839, se entiende adecuada la suma de veinte mil
pesos en forma conjunta.
419
Asimismo corresponde fijar la retribución del Dr.
Fabián Luis Grosso, asistente técnico del imputado Horacio
Roberto Bugallo desde la etapa instructoria. En tal carácter el
letrado presentó los escritos de fs.2907, 2950, 3098/3103
(planteo de nulidad), 3104, 3105, 3133, 3135/3139 (planteo de
nulidad),
3160/3161
(expresión
de
(recusación),
(apelación),
agravios),
3427/3431
3406/3410
3182,
3190,
3199/3208
(revocatoria),3413/3417
(inconstitucionalidad),
3501/3518
(queja), 3579, 3227/3240 (recurso de casación), 3298/3303,
3609/3612 (ofrecimiento de prueba), 3621, 3626, 3631, 3716,
3741/3753
(nulidad),
3802/3814
y
3943/3955
(recursos
de
casación), 3970/3984 (queja), 3998/4001 (nulidad), 4051/4064
(recurso de casación), 4118/4134 (queja), 4169/4186 (recurso
extraordinario) y 4296 (revocatoria), promovió el incidente de
falta de acción que corre por cuerda y asistió a la audiencia
de debate, que se prolongó durante más de dos meses. Por ello,
y atendiendo a la naturaleza y mérito de esas tareas, su
extensión en el tiempo, el resultado obtenido en la sentencia y
las demás pautas previstas en la ley 21.839, se los fijará en
la suma de cuarenta mil pesos.
Finalmente, para regular los honorarios profesionales
de
los
Dres.
Nicolás
Guzmán
y
Gabriel
Gandolfo,
letrados
defensores de María Cecilia Privato, se tiene en cuenta que
actuaron a partir de la etapa del plenario (fs. 3575), que
presentaron los escritos de fs. 3573, 3576, 3598, 3613/3616
(ofrecimiento de prueba), 3647/3649 (recurso de reposición),
3663/3664, 3777, 4022 y 4277/4280 (recurso de reposición) y
asistieron a la audiencia de debate, que se extendió por más de
dos meses y en la que formularon alegato. En consecuencia,
atendiendo
a
la
naturaleza
y
mérito
de
esas
tareas,
su
extensión en el tiempo, el resultado final de la causa y las
demás pautas previstas en la ley 21.839 la suma de veinticinco
mil pesos en forma conjunta.
La fijación de la retribución de los Dres. Adrián
Maloneay, Julio E.S. Virgolini, Mariano Silvestroni, Marta F.
Fernández, Marcelo Llorenz, Alejo Ramos Padilla, Claudio Lanza,
Mabel Susana Lassi, Héctor Horacio Suez, Cristian A. y Ariel
J.I. Poletti, que actuaron como defensores, y la de los peritos
de parte de la querella, Dr. Humberto Velázquez, y de la
Defensa de la encausada Privato, Dra. Eugenia Liliana Levitin,
420
Poder Judicial de la Nación
será diferida hasta tanto informen su número de clave única de
identificación tributaria.
En atención a ello y al mérito que ofrece el acuerdo
que antecede el Tribunal RESUELVE:
I.- RECHAZAR LAS NULIDADES planteadas por la defensa
de Fernando Martín Storchi y Horacio Roberto Bugallo, a las que
se adhirió la defensa de Julio César Giraldi.
II.- CONDENAR a FERNANDO MARTÍN STORCHI, de las demás
condiciones
personales
obrantes
en
autos,
como
autor
materialmente penalmente responsable del delito de homicidio
culposo, a cumplir las penas de CUATRO AÑOS DE PRISION, con
accesorias legales, y NUEVE AÑOS DE INHABILITACION ESPECIAL
para participar como miembro de un órgano societario y/o como
socio en sociedades que tengan como objeto llevar a cabo
prácticas deportivas, o intervenir en emprendimientos a título
personal que tengan la misma finalidad, y al pago de las costas
del proceso (arts. 12, 29 inciso 3°, 45, y 84, primer párrafo
del Código Penal de la Nación).
III.- CONDENAR a JULIO CÉSAR GIRALDI, de las demás
condiciones personales obrantes en autos, como autor material
penalmente responsable del delito de homicidio culposo, a
cumplir las penas de TRES AÑOS Y SEIS MESES DE PRISION, con
accesorias legales, y SIETE AÑOS DE INHABILITACION ESPECIAL
para
desempeñarse
como
profesor
de
educación
física
y/o
coordinador de actividades deportivas, y al pago de las costas
del proceso (arts. 12, 29 inciso 3°, 45 y 84, primer párrafo del
Código Penal de la Nación).
IV.- CONDENAR a MARÍA CECILIA PRIVATO, de las demás
condiciones personales obrantes en autos, como autora material
penalmente responsable del delito de homicidio culposo, a las
penas de TRES AÑOS DE PRISIÓN, cuyo cumplimiento se deja en
suspenso,
y
SEIS
AÑOS
DE
INHABILITACION
ESPECIAL
para
desempeñarse como profesora de educación física y al pago de
las costas del proceso (arts. 26, 29 inciso 3°, 45 y 84, primer
párrafo del Código Penal de la Nación).
V.- IMPONER a MARÍA CECILIA PRIVATO, la obligación de
421
fijar
residencia
y
someterse
al
control
del
Patronato
de
Liberados por el término de dos años (art. 27 bis, inciso 1° del
Código Penal de la Nación).
VI.- CONDENAR a GISELLE VANESA KAMENETZKY, de las
demás condiciones personales obrantes en autos, como autora
material
penalmente
responsable
del
delito
de
homicidio
culposo, a las penas de DOS AÑOS Y SEIS MESES DE PRISION, cuyo
cumplimiento
se
deja
en
suspenso,
y
CINCO
AÑOS
DE
INHABILITACION ESPECIAL para desempeñarse como guardavidas, y
al pago de las costas del proceso (arts. 26, 29 inciso 3°, 45 y
84, primer párrafo del Código Penal de la Nación).
VII.-
IMPONER
a
GISELLE
VANESA
KAMENETZKY
la
obligación de fijar residencia y someterse al control del
Patronato de Liberados por el término de dos años (art. 27 bis,
inciso 1° del Código Penal de la Nación).
VIII.- ABSOLVER a HORACIO ROBERTO BUGALLO en orden al
hecho por el cual la querella requirió la elevación a juicio y
solicitó su condena, sin costas.
IX.- NO HACER LUGAR a la extracción de testimonios
para la investigación de la posible comisión del delito de
falso testimonio solicitada por la defensa de Storchi y de
Giraldi.
X.- REGULAR los honorarios profesionales del Dr.
Cosme Victorio Rombolá, en la suma de TRES MIL PESOS; los del
Dr. Juan Pablo Alonso en la suma de QUINCE MIL PESOS respecto
de la imputada María Cecilia Privato y en QUINCE MIL PESOS
respecto de Fernando Martín Storchi; los de los Dres. Juan
Pablo Alonso y Esteban Pablo Evangelista en la suma de VEINTE
MIL PESOS, respecto de Julio César Giraldi; los del Dr. Fabián
Luis Grosso, en la suma de CUARENTA MIL PESOS; y los de los
Dres.
Nicolás
Guzmán
y
Gabriel
Gandolfo,
en
la
suma
de
VEINTICINCO MIL PESOS.
XI.- DIFERIR la fijación de los honorarios de los
Dres.
Adrián
Maloneay,
Julio
E.S.
Virgolini,
Mariano
Silvestroni, Marta F. Fernandez, Marcelo Llorenz, Alejo Ramos
Padilla, Claudio Lanza, Mabel Susana Lassi, Héctor Horacio
Suez, Cristian A. y Ariel J. I. Poletti y los de los peritos
Humberto Velázquez y Eugenia Liliana Levitin, hasta tanto
422
Poder Judicial de la Nación
informen su número de clave única de identificación tributaria.
Insértese, hágase saber y cúmplase. Una vez firme el
presente fallo procédase conforme el artículo 494 del Código
Procesal Penal y oportunamente practíquese cómputo de pena
respecto de los imputados Storchi y Giraldi, como también de
las penas de inhabilitación impuestas. Comuníquese a la Policía
Federal, al Registro Nacional de Reincidencia, a la Secretaría
Electoral, a los Juzgados de Ejecución Penal y en lo Civil que
correspondan,
a
la
Inspección
General
de
Justicia,
a
la
Secretaría de Deportes de la Nación, del Gobierno de la ciudad
de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires. Devuélvase
los expedientes que corren por cuerda y a los presentantes la
documentación
reservada
en
Secretaría.
En
su
oportunidad
ARCHIVESE LA CAUSA.
MARTÍN E. VÁZQUEZ ACUÑA
ALBERTO HUARTE PETITE
LUIS R. J. SALAS
(en disidencia parcial)
Ante mí:
ERICA S. MANIGOT
Secretaria
423
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