TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL HUILA

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REPÚBLICA DE COLOMBIA
Rama Judicial
TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL
HUILA
Neiva, diecinueve (19) de agosto de dos mil ocho (2008)
Magistrado Ponente
Asunto
Demandante
Demandado
Providencia
Radicación
: DR. JORGE AUGUSTO CORREDOR RODRIGUEZ
: ACCION ELECTORAL IMPUGNACIÓN DEL FALLO
DEL JUZGADO QUINTO ADMINISTRATIVO DE
NEIVA
: LUIS EDUARDO SOTO DÍAZ
: AMÍN LOSADA LOSADA
: SENTENCIA
: 41 001 33 31 005-2007-00386-01
Acta
: Nº 66
Resuelve la Sala el recurso de apelación interpuesto por el
apoderado del demandante contra la sentencia del 28 de abril de
2008 proferida por el Juzgado Quinto Administrativo del Circuito
Judicial de Neiva, que declaró no probada la excepción de falta de
competencia y probada la de inexistencia de la inhabilidad aducida
en la demanda electoral incoada contra el acto administrativo que
declaró la elección del señor Amín Losada Losada como Alcalde de
Altamira – Huila, para el período 2008-2011.
I.- ANTECEDENTES
1.- LA DEMANDA
El 16 de noviembre de 2007 el señor Luis Eduardo Soto Díaz en
ejercicio de la acción pública de nulidad electoral pide se declare
nulo el acto administrativo contenido en el Acta General de
Escrutinio Formulario E-26 de fecha 30 de octubre de 2007,
mediante la cual la Comisión Escrutadora declaró la elección del
señor Amín Losada Losada como Alcalde del Municipio de Altamira
– Huila, para el período comprendido entre el 1° de enero de 2008
al 31 de diciembre de 2011 y en consecuencia se cancele su
credencial y a título de restablecimiento del derecho se declare
electo al segundo en votaciones registradas en el citado formulario,
Luis Eduardo Soto Díaz como Alcalde del citado municipio para el
período en mención.
1.1.- HECHOS
El 28 de octubre de 2007 se llevó a cabo en el Municipio de
Altamira – Huila, la jornada electoral para la elección de alcalde
municipal, evento para el cual fueron inscritos como candidatos
los señores Amín Losada Losada y Luis Eduardo Soto Díaz, entre
otros.
El 30 de octubre del mismo año la Comisión Escrutadora de
Altamira Huila, declaró elegido al señor Amín Losada Losada como
Alcalde del Municipio de Altamira, por el partido Convergencia
Ciudadana para el período 2008-2011.
En la precitada acta de escrutinio se registró la siguiente votación
por los principales candidatos a la Alcaldía de Altamira así: Losada
Losada Amín 686 votos; Soto Días Luis Eduardo 667 votos y
Casanova Díaz Alberto 421 votos.
Mediante sentencia del 22 de enero de 1999, el Tribunal
Administrativo del Huila declaró la pérdida de investidura del
señor Amín Losada Losada, como Concejal del Municipio de
Garzón –Huila, providencia que quedó ejecutoriada el 3 de febrero
de 1999, tal como aparece en la constancia del 4 del mismo mes y
año suscrita por el Secretario de dicha Corporación.
El señor Alcalde Amín Losada Losada se encuentra incurso en la
inhabilidad consagrada en el numeral 1° de artículo 37 de la Ley
617 de 2000, disposición que a la letra señala:
“No podrá ser inscrito como candidato, ni elegido, ni designado alcalde
municipal o distrital:
“1. Quien haya sido condenado en cualquier época por sentencia judicial
a pena privativa de la libertad, excepto por delitos políticos o culposos; o
haya perdido la investidura de congresista o, a partir de la vigencia de la
presente ley la de diputado o concejal; o excluido del ejercicio de una
profesión; o se encuentre en interdicción para el ejercicio de funciones
públicas.”
Dice la demanda que la disposición transcrita consagró
expresamente que a partir de la vigencia de la Ley 617 de 2000 la
pérdida de investidura de diputado o concejal generaba
inhabilidad para inscribirse y ser elegido alcalde municipal.
Habiendo perdido la investidura de concejal mediante sentencia
del Tribunal Administrativo del Huila, el señor Amín Losada
Losada al momento de la inscripción y elección como Alcalde del
Municipio de Altamira se encontraba inhabilitado de conformidad
con el numeral 1° del artículo 37 de la Ley 617 de 2000.
2.- CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA
Dice el apoderado del señor Amín Losada Losada que la pérdida de
investidura ocurrió en enero de 1999 y la Ley 617 de 2000 fue
promulgada el 9 de octubre del citado año; como esta nueva ley
entró a regular las inhabilidades para quienes a partir de su
vigencia hubieren perdido su investidura como concejales, no
puede permitirse al interprete hacer una aplicación contraria al
espíritu de la ley haciendo que ésta produzca efectos para casos
anteriores a su vigencia.
En ninguna parte del articulado de la Ley 617 se establece que ella
produzca efectos retroactivos, como tampoco el texto de la
Constitución; lo que ordena la normatividad es que la ley entra en
vigencia a partir de su promulgación, esto es, cuando es insertada
en el periódico o diario oficial o cuando la norma indique
expresamente la fecha en la cual empieza a regir, en este caso la
promulgación o publicación ocurrió el 9 de octubre de 2000 y la
elección ocurrió el 28 de octubre de 2007.
Concluye que lo alegado por el libelista en la demanda carece de
toda consideración legal, pues la inhabilidad se configura si la
investidura se pierde a partir de la vigencia de la Ley 617 de 2000,
es decir, hacía el futuro y no retroactivamente.
Propone el demandado dos excepciones de fondo; una,
denominada inexistencia de inhabilidad y otra, falta de prueba
para determinar la competencia.
En relación a la primera dice que el numeral 1° del artículo 37 de
la Ley 617 de 2000 habla que no podrá ser inscrito ni elegido
alcalde quien haya perdido la investidura de concejal a partir de la
vigencia de la precitada ley.
En cuanto a la segunda excepción señala que en la demanda faltó
acreditar el presupuesto anual de rentas del Municipio de Altamira
a fin de establecer si la competencia lo era en única o primera
instancia; como este requisito no fue acreditado la demanda debió
inadmitirse.
3.- LA PROVIDENCIA APELADA
El Juez Quinto Administrativo del Circuito Judicial de Neiva en
providencia del 28 de abril de 2008 falló la acción de nulidad
electoral impetrada contra el acto que declaró electo al señor Amín
Losada Losada como Alcalde del Municipio de Altamira – Huila,
para el período 2008-2011, declarando no probada la excepción de
falta de competencia y probada la excepción de inexistencia de la
inhabilidad.
La decisión del juez A quo gira en torno a las excepciones
propuestas por el demandado, esto es, la falta de prueba para
determinar la competencia y la inexistencia de la inhabilidad.
Respecto de la excepción primera propuesta acoge el criterio del
Agente del Ministerio Público, según el cual el numeral 9° del
artículo 134B de la Ley 446 de 1998, respecto de los procesos
electorales señala
la
competencia
de
manera expresa
“indistintamente de cualquier otra circunstancia probatoria”, por la
condición de ser alcalde o concejal de localidades que no sean
capital del respectivo departamento, como es el caso de Altamira.
La citada norma es contraria a la que indicaba lo relacionado con
los recursos económicos del municipio, pues además es norma
posterior y especial, razón por la cual carece de fundamento la
excepción propuesta.
En relación con la excepción invocada como inexistencia de
inhabilidad, el fallador de primera instancia la toma como el
problema jurídico a resolver, examinando cada uno de los criterios
expuestos por las partes en relación con este punto de la
controversia, centrando su estudio y análisis en el criterio de
interpretación literal como lo indica expresamente en la
providencia emitida por ese despacho.
Discurre el funcionario judicial de primera instancia señalando
que la Ley 617 de 2000 sólo introdujo cambios parciales, no es
una derogatoria total ni una sustitución en bloque de la Ley 136
de 1994.
Indica que del epígrafe o encabezamiento de la disposición se tiene
claridad que no se limita a la ilegalidad a unas de las etapas del
proceso electoral, sino que comprende la inscripción y la elección,
con lo que reafirma que no por el hecho de omitir el control en el
período de inscripción se legaliza la inscripción que estuviere
viciada de nulidad.
En la primera frase, dice el fallador de primera instancia, “ está
inhabilitado quien haya sido condenado por sentencia judicial, a pena
privativa de la libertad, salvo las dos excepciones allí consagradas
(delitos políticos o culposos).
“La segunda frase en su primera parte es para quien haya perdido la
investidura de congresista, evento en el cual no precisa en qué época o en
qué tiempo la pierde el congresista, luego se concluye que es intemporal.
“La segunda parte sí tiene una referencia a la época y, ordenando las
palabras, se lee así: está inhabilitado quien haya perdido la
investidura de diputado o concejal a partir de la presente ley. En
efecto, la ley expresamente fija en relación con la perdida de investidura
la inhabilidad a partir de la vigencia de la presente ley, la de diputado o
concejal. Luego, es voluntad expresa del legislador que la inhabilidad de
congresista por la perdida de investidura no tenga una referencia
temporal y que, respecto de diputados y concejales sea a partir de la
vigencia de la misma ley 617/00 y, además, como habla es de la pérdida
de investidura, ello significa que para estos servidores es causal de
inhabilidad para quienes pierden la investidura a partir de la vigencia de
dicha ley. En caso contrario se está presumiendo extraña y reiterativa
ingenuidad del legislador que fija un término a partir de la vigencia de la
ley, intemporal para ellos mismos como congresistas mientras que es con
efecto inmediato para otros miembros de corporaciones populares.
“Siguiendo el criterio de interpretación de las normas que restringen
derechos, como el sufragio universal que permite elegir y ser elegido
sabemos que su interpretación es restrictiva, esto es, lo más literal
posible.” (fl. 124).
Concluye que no habiendo sido desvirtuada la presunción de
legalidad de que gozan los actos acusados las pretensiones de la
demanda no pueden atenderse y en consecuencia no se accederá a
las súplicas de la demanda.
5.- LA IMPUGNACIÓN
El señor apoderado del actor manifiesta que no comparte el
análisis y la interpretación meramente taxativa, gramatical y
exegética que realiza el juez A quo frente a las normas electorales
sobre las cuales se fundamenta la inhabilidad, por cuanto el juez
debe vincular otros elementos de carácter teológico y finalista con
el objeto de dar aplicación al real sentido para el cual fue creada la
norma.
Señala que la interpretación dada por el despacho judicial al
momento de resolver la suspensión provisional, es errada toda vez
que a partir del año 2000, después de entrar en vigencia la Ley
617, consagra como inhabilidad para inscribirse y ser elegido
alcalde municipal, quien haya perdido la investidura como
concejal, de lo cual infiere que a partir de ese año se consagró
como inhabilidad sin que con ello se resten efectos a las pérdidas
de investiduras declaradas con anterioridad a la vigencia de la ley,
pues no existe en el ordenamiento jurídico norma capaz de
suspender los efectos jurídicos intemporales a la sanción de
pérdida de investidura.
Es contrario al ordenamiento jurídico constitucional restar efectos
jurídicos a una sanción con efectos intemporales como lo es la
pérdida de investidura de concejal.
Considera que si bien la Ley 617 de 2000 impone un nuevo
régimen jurídico de inhabilidades electorales, cosa distinta es
inferir de ello que en esta materia pueda tener efectos de
derogatoria de las regulaciones de pérdidas de investidura y las
consecuencias jurídicas de ellas.
La Constitución en su artículo 293 ha deferido en la ley el
establecer inhabilidades de tal manera que la Ley 617 de 2000 que
modificó el artículo 95 de la Ley 136 de 1994, consagra una serie
de inhabilidades para ser elegido alcalde municipal, con el fin de
preservar la transparencia y la moralidad de los procesos
electorales.
La intemporalidad de la inhabilidad acusada armoniza con la
Constitución y la jurisprudencia de la Corte Constitucional;
sustenta esta afirmación en la sentencia C-111 de 1998, para
concluir que “No contradice, entonces, ni la Carta ni la jurisprudencia
constitucional que el legislador haya acudido a la pauta constitucional
vigente sobre intemporalidad de la causal de inhabilidad, por cuanto
busca preservar la moralidad en la Administración Pública y se fijan las
disposiciones con el fin de erradicar la corrupción administrativa en
Colombia.”.
II.- CONSIDERACIONES
1.- CUESTIÓN JURÍDICA A RESOLVER
Consiste en establecer si el señor AMIN LOSADA LOSADA quien
fuera declarado electo Alcalde del Municipio de Altamira para el
período 2008-2001, por la Comisión Escrutadora Municipal de
Altamira, se encontraba incurso en la causal de inhabilidad
descrita en el numeral 1° del artículo 37 de la Ley 617 de 2000,
que modificó el artículo 95 de la Ley 136 de 1994.
2.- LA CAUSAL DE NULIDAD INVOCADA
El artículo 37 de la Ley 617 de 2000 establece:
“ART. 37.- Inhabilidades para ser alcalde. El artículo 95 de
la Ley 136 de 1994, quedará así:
“ART. 95.- Inhabilidades para ser alcalde. No podrá ser
inscrito como candidato, ni elegido, ni designado alcalde
municipal o distrital:
“1. Quien haya sido condenado en cualquier época por
sentencia judicial a pena privativa de la libertad, excepto por
delitos políticos o culposos; o haya perdido la investidura de
congresista o, a partir de la vigencia de la presente ley,
la de diputado o concejal; o excluido del ejercicio de una
profesión; o se encuentre en interdicción para el ejercicio de
funciones públicas.” (Lo resaltado fuera de texto)
En esta disposición el legislador señaló diferentes eventos en los
cuales, quienes aspiren a ser alcaldes municipales o distritales, no
pueden ser inscritos, ni elegidos, ni designados como tales; esas
circunstancias son:
a) Los condenados en cualquier época por sentencia judicial a
pena privativa de la libertad, excepto por delitos políticos o
culposos;
b) Quien haya perdido la investidura de congresista;
c) Quienes a partir de la vigencia de esta ley hayan perdido su
investidura de diputado o concejal.
d) Los excluidos del ejercicio de una profesión;
e) Los declarados en interdicción para el ejercicio de funciones
públicas.
Como quiera que la inhabilidad en relación con el diputado o
concejal que aspire a ser alcalde es aplicable a partir de la vigencia
de la Ley 617 de 2000, es preciso remitirnos a la misma a fin de
determinar la época a partir de la cual es aplicable; al respecto el
artículo 86 ibídem, expresa:
“Régimen de transición para el régimen de inhabilidades e
incompatibilidades. El régimen de inhabilidades e
incompatibilidades a los cuales se refiere al presente ley,
regirá para las elecciones que se realicen a partir del año
2001.”
De acuerdo a la norma citada para el caso del demandado Amín
Losada Losada, Alcalde Municipal de Altamira – Huila, le es
aplicable la normativa de la Ley 617 de 2000 por cuanto el acto de
elección se produjo en el año 2007, es decir, con posterioridad a
las elecciones del 2001; al respecto el Consejo de Estado ha
señalado:
“De manera que el legislador señaló como causal de inhabilidad
para ser inscrito o elegido alcalde el hecho de haber perdido la
investidura como Concejal, lo cual resulta aplicable al caso en
atención a que, según lo dispuesto en el artículo 86 de la Ley 617
de 2000, “el régimen de inhabilidades e incompatibilidades a los
cuales se refiere la presente ley, regirá para las elecciones que se
realicen a partir del año 2001”.
“Entonces, para que se configure la causal de inhabilidad
objeto de estudio es necesario demostrar que la pérdida de
la investidura como Concejal fue decretada después de la
vigencia de la Ley 617 de 2000 y antes de la inscripción o
la elección.
“El condicionante temporal no sólo deriva de la interpretación
literal del artículo 37, numeral 1º, de la Ley 617 de 2000, que se
refiere a “quien haya perdido” la investidura de Concejal, sino
también de la hermenéutica sistemática de aquella, en cuanto
permite concluir que para configurar esta causal de inhabilidad es
necesario que la condena judicial sea anterior a la inscripción o
elección. En efecto, como lo ha señalado esta Sección en
reiteradas oportunidades, las inhabilidades son “prohibiciones
para que alguien sea elegido o nombrado. Son anteriores a la
elección y de prosperar llevan a anular el acto administrativo
declaratorio de la elección o nombramiento.
Es defecto o
impedimento para ser elegido o nombrado en un cargo o para
ocuparlo1”2. (Resalta la Sala)
3.- CASO CONCRETO
Se encuentra acreditado en el proceso que el señor AMIN LOSADA
LOSADA fue declarado elegido como Alcalde Municipal de Altamira
– Huila por la Comisión Escrutadora Municipal mediante Acta
General de Escrutinio – Formulario E-26 de 30 de octubre de
2007, para el período 2008-2011.
También se encuentra debidamente probado que el señor Amín
Losada Losada perdió la investidura de Concejal de Municipio de
Garzón – Huila mediante sentencia de 22 de enero de 1999
proferida por esta Corporación.
De acuerdo al contenido de la sentencia emitida por este Tribunal
el señor Amín Losada Losada perdió la investidura de Concejal del
Municipio de Garzón por estar incurso en la causal consagrada en
el numeral 2° del artículo 55 de la Ley 136 de 1994, en razón a
que incurrió en una incompatibilidad consistente en la celebración
por interpuesta persona de un contrato con una entidad pública
como lo es la Empresa Social del Estado Centro de Salud María
Auxiliadora de Garzón (artículo 45-2 ibídem).
No obstante lo probado en el proceso la pérdida de investidura
decretada bajo la vigencia de la Ley 136 de 1994 no afecta la
situación particular del hoy elegido Alcalde del Municipio de
Altamira porque de acuerdo al contenido de la causal que se
invoca como sustento de la petición de nulidad de su elección,
para que produjese los efectos deseados por el actor se requiere
que la declaración de pérdida de investidura hubiese ocurrido
durante la vigencia de la Ley 617 de 2000, como se infiere del
contenido de su artículo 86.
1
Sentencia del 2 de marzo de 2002, expediente 2745. En este mismo sentido, sentencias del 15 de
septiembre de 1995 y del 6 de abril de 2000, expedientes 1383 y 2364, respectivamente.
2
Sección Quinta. Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado. Sentencia de septiembre
2 de 2005. Consejero Ponente: Dr. Darío Quiñónez Pinilla.
El análisis contenido en esta providencia es suficiente para negar
las pretensiones deprecadas en la demanda, pues además de ello
el principio de intemporalidad de la inhabilidad en el que se
sustenta el recurso de apelación contra la sentencia del juez A quo
no es aplicable al caso ni aún por vía analógica porque dicho
criterio es de origen constitucional para determinados cargos,
siendo extensivo por el legislador a otros como lo reitera la Corte
Constitucional con ocasión de la demanda de inconstitucionalidad
impetrada contra el artículo 37 numeral 1° de la Ley 617 de 2000;
al respecto se afirma:
“Ahora bien, del examen del texto de la Carta Política se
hace evidente que la figura de la intemporalidad de la causal
de inhabilidad por sentencias condenatorias previas por
delitos no políticos ni culposos, no configura una creación
original resultante del ejercicio de la potestad legislativa. A
esa conclusión se arriba al analizar los artículos superiores
179, numeral 1°, 197, inciso 2°, 232 numeral 3°, 249, 264 y
267, entre otros, en los cuales se consagra dicha causal de
inhabilidad “en cualquier tiempo” para: los congresistas, el
Presidente de la República, los magistrados de la Corte
Constitucional, de la Corte Suprema de Justicia y los
Consejeros de Estado, el Fiscal General de la Nación, los
magistrados del Consejo Nacional Electoral y el Contralor
General de la República.
“Existiendo en el ordenamiento superior un parámetro
normativo de esa naturaleza, no es posible censurar al
legislador por reproducir la misma causal para una situación
análoga, como es el acceso al cargo de alcalde en los
términos intemporales de la norma examinada. En ese orden
de ideas, la Corte en otras oportunidades ha aceptado que el
legislador “pueda llegar adelante el ideario del constituyente
y establecer para los concejales y alcaldes, una inhabilidad
que se aplica a los congresistas y diputados, máxime si en
su caso persiste el mínimo motivo que la origina. Se trata, en
últimas de atender una exigencia de coherencia y armonía
en el nivel normativo en modo alguno ajena al legislador” 3
4.- DECISIÓN
Con fundamentos en los precedentes razonamientos jurídicos, la
sentencia objeto del recurso de apelación será modificada
parcialmente, en el sentido de confirmar el resolutivo primero, que
declaró no probada la excepción de falta de competencia, y en
cuanto al resolutorio segundo, se modifica negando las
pretensiones de la demanda.
3
Sentencia C-373 de 1995, citada por la Corte Constitucional en sentencia de Sala Plena C-952 de
septiembre 5 de 2001. Magistrado Ponente: Dr. Álvaro Tafur Galvis.
En mérito a lo expuesto, la Sala Quinta de Decisión del Tribunal
Contencioso Administrativo del Huila, administrando justicia en
nombre de la República de Colombia y por autoridad de la Ley,
F A L L A:
PRIMERO: CONFÍRMASE el numeral primero de la sentencia de
fecha 28 de abril de 2008 proferida por el Juez Quinto
Administrativo del Circuito Judicial de Neiva.
SEGUNDO: REVÓCASE el numeral segundo de la citada sentencia
y en su lugar SE DENIEGAN las pretensiones de la demanda.
TERCERO: En firme esta providencia, devuélvase el expediente al
juzgado de origen.
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
JORGE AUGUSTO CORREDOR RODRIQUEZ
Magistrado
ENRIQUE DUSSAN CABRERA
Magistrado
GERARDO IVAN MUÑOZ HERMIDA
Magistrado
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