Mertens P.

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Tercer Congreso Internacional de Salicáceas en Argentina
Trabajo Técnico
Ordenación territorial y desarrollo de los cultivos de álamos y sauces
Nuevas potencialidades del cultivo de álamos en la Patagonia
Mertens P.
Département de l’Etude du Milieu Naturel et Agricole, Avenue Maréchal Juin, 23 B-5030
Gembloux, Investigador forestal.
Resumen
Los álamos son especies forestales típicas del hemisferio norte. Tienen una amplia diversidad
biológica y una alta capacidad de adaptación como especies colonizadora en todas las áreas
abiertas del mundo subtropical y templado. Las sociedades rurales valorizan este potencial en
sistemas forestales con múltiples funciones ambientales y productivas. En la zonas templadas
y frías de América del Sur, por ejemplo en el área Patagónico, esta opción de producción
forestal puede desarrollarse oportunamente. Para optimizar cada uno de sus sistemas, se tiene
que fijar sus metas mínimas y sus límites ambientales, que analizar experiencias similares al
nivel de sus condiciones de desarrollo y que tomar en cuenta algunas reglas de organización.
Tres grupos de factores se relacionan en el desarrollo de los cultivos de los álamos y de los
sauces; son de tipo (1) socioeconómico e histórico, (2) ecológico y biológico y (3)
administrativo, técnico y político. Actúan de manera compleja e interactiva cuando se trata de
aplicar localmente las reglas de ordenación territorial.
Esta presentación muestra que las oportunidades del cultivo de las Salicáceas en las zonas
rurales contribuyan al alcanzó del difícil balance entre el aprovechamiento de tierras
productivas y la conservación de los recursos forestales indígenas, equilibrio que es a menudo
una fuente de conflictos bajo las presiones ecológicas. Los principales sistemas de producción,
mediante hileras, rodales y plantaciones intercaladas en bosques nativos degradados se
integran en los paisajes más o menos boscosos brindando nuevas y diferentes fuentes de
productos forestales así que mejoras directas e indirectas de la calidad del medio ambiente. No
solo la selección de las especies e híbridos es determinante para lograr esos resultados; la
adecuación con los recursos humanos, territoriales, agronómicos y económicos tiene su peso
en los logros. La venta de tierras abandonadas por la agricutura a personas que no viven en el
área productiva y solo tratan aprovechar de ellas con una producción de Salicáceas lo muestra.
No se trata solo de producir madera; se tiene que integrar esta producción en el marco del
desarrollo local y regional para mantener un alto potencial de ajuste temporal de la producción.
La capacidad a fragmentarse en múltiples parcelas que pertenecen a numerosos dueños da
además una dimensión única del cultivo de las Salicáceas.
Esta presentación trata de enriquecer el futuro del desarrollo del cultivo Patagónico de las
Salicáceas con algunas reflexiones sobre esas dimensiones ambientales en base a una
síntesis de informaciones y experiencias de otros lugares del mundo.
Palabras clave : Salicáceas, Rió Negro Argentina, Dimensión ambiental, sistemas de
producción.
1
Introducción
Considerando las bases actuales del cultivo del álamo en la Patagonia, presentadas por el Ing.
Julio D. García, esta presentación analiza los diferentes elementos que pueden ser útiles para
el establecimiento de bases mas amplias de producción de madera de calidad que pudiera
abastecer nuevas industrias regionales.
La presentación se desarrolla en dos ejes, que persiguen la integración de la madera en la
industria de transformación local de una forma sostenible en términos económicos y
ambientales. El primero estudia la selección de especies e híbridos que se pueden adaptar a
las condiciones edafoclimáticas de la zona. El segundo eje desarrolla las metodologías de
propagación y su posibilidad de adaptación al medio socio-económico de la Patagonia.
Para realizar el completo desarrollo de estos ejes son necesarios cinco capítulos. 1) Análisis de
la problemática 2) Selección de las especies e híbridos potenciales, 3) su adecuación a los
sistemas de bosques multifunciones, 4) la ubicación de estos sistemas para favorecer la
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Trabajo Técnico
actividad de transformación y por ultimo un capítulo dedicado al aspecto de utilización de los
recursos.
Por último, el ámbito de la presentación se reduce al género Populus, puesto que el género
Salix está presente de forma natural en la vegetación rupícola de las zonas húmedas
argentinas, siendo este país una referencia a nivel internacional en el cultivo de este género.
Los datos sobre las diferentes especies de Populus menos conocidas en “occidente” han sido
recogidos de fuentes diferentes, la compilación de “Forest in China” por S. Colasse y el último
documento FAO sobre las Salicáceas “Álamos y sauces del mundo”.
2
La necesidad de un bosque multifuncional.
La populicultura responde a la demanda de un bosque multifuncional, mediante una
organización optima de los recursos agua y leñoso. Tres aspectos de esa demanda de
multifuncionalidad se cumplen: (a) la cubierta vegetal contribuye a disminuir los excesos
climatológicos (ligados a condiciones de sequía o ligados a condiciones de caudales extremos),
(b) la existencia de una red radicular de los árboles y de la vegetación asociada disminuye los
procesos erosivos (aportando un grado de cohesión al terreno gracias al sistema radical que
contribuye a disminuir la movilidad transversal en episodios de caudales extremos), y (c) la
producción de materias primas renovables útiles a la sociedad.
Sin embargo, el logro de esas funciones requiere una adaptación de los materiales de
reproducción por cada sistema y sus condiciones de manejo según la realidad del terreno.
3
Selección de especies e híbridos
Mediante la búsqueda de zonas climáticas similares se circunscribió los álamos a propagar en
los propuestos proyectos de forestación. Para ello, se ha utilizado la clasificación de Köppen en
el cual la Patagonia tiene las clases BWk y BSk que corresponden a lo que se llama climas
templados fríos “desértico” y “semi-árido”.
Con este dato se ha ubicado las zonas en Asia y en la confluencia euroasiática que presentan
estos mismos rasgos climáticos. Mediante fotos satelitales se observó que dichas áreas
presentan una orografía de valles y llanuras áridos donde solo los alrededores de los ríos
significativos de los sistemas hídricos tiene cobertura vegetal y leñosa. La baja precipitación de
esos climas esta compensada por freáticas. La descripción de las asociaciones vegetales
muestra que los sauces y álamos son espontáneos en esas áreas. Existe sin embargo, poca
información a cerca de esas regiones áridas y semi-áridas continentales en cuanto al cultivo del
las Salicáceas.
3.1. Selección de especies e híbridos (véase tabla precedente por el detalle).
Las tablas sintéticas siguientes recogen las especies seleccionadas según su presencia en las
clases climáticas equivalentes a las de la Patagonia, dando sus características de propagación
que hacen referencia a la tolerancia al frío y a los suelos salinos o pesados, condiciones
capaces de reducir la actividad radicular de las especies poco tolerantes. En esas tablas, el
crecimiento de una especie poco tolerante a la sequía va responder favorablemente al riego si
la freática es baja.
Especie
P. laurifolia
P. suaveolens
P. simonii.
P. talassica
P. davidiana,
P. alba*
P. nigra
P. euphratica
A
P.x jrtyschensis
B
P.x gansuensis
*oriental
Especie
P. laurifolia
Temp. Media
Mensual
+2 °C +6 °C
-12 °C +2 °C
+0.6 °C +14 °C
+4 °C +7 °C
-25 °C +19 °C
-17 °C +21 °C
-17 °C +10 °C
-17 °C +30 °C
40 °C +25 °C
-
Extremos
-40 °C + 40 °C
-36 °C +13 °C
-14 °C +16 °C
-37 °C +37 °C
-52 °C +35 °C
-40 °C +36 °C
-40 °C +16 °C
-40 °C +40 °C
-
Sequía
Salinidad
poco tolerante
poco tolerante
tolerante
tolerante
tolerante
tolerante
muy tolerante
muy tolerante
muy tolerante
poco to lerante
poco to lerante
poco toler ante
poco tolerante
tolerante
tolerante
muy tol erante
tolerante
Drenaje del
suelo
tolerante
tolerante
poco tolerante
tolerante
tolerante
t olerante
tolerante
tolerante
-
Necesidad de luz
Altura
Diámetro
Turno
Heliófilo
15 m
-
Entre 50 y 90 años
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P. suaveolens
P. simonii
P. talassica
P. davidiana,
P. alba (oriental)
P. nigra
P. euphratica
A
P.x jrtyschensis
B
P.x gansuensis
Heliófilo
Umbrofilo
Heliofilo
Heliófilo
Heliófilo
Heliófilo
Heliófilo
Heliófilo
Heliófilo
>30 m
>20 m
>25 m
>20 m
25 m
15 m
20 m
20 m
Trabajo Técnico
>45 cm
>30 cm
>35 cm
>25 cm
>35 cm
>35 cm
>30 cm
>30 cm
Entre 20 y 30 años
50-70 año
25-35 año
40-50 años
40-50 años
40 años
30 años
P. laurifolia Ledeb.
Con respecto al material seleccionado para la Patagonia de esta especie, se dará prioridad a
las poblaciones del Altaï en Rusia.
El establecimiento de este material forestal, puede verse afectado por el fenómeno de salinidad
(que ocasiona una sustitución natural de poblaciones de P. laurifolia por poblaciones de
P. alba) y por fenómenos de subida del nivel freático (sistema radicular sensible, necesidad de
una capa freática de nivel medio o profundo).
Tradicionalmente utilizado para la conformación de útiles de trabajo agrícolas, madera de
combustión, en la actualidad se destina a transformación en pulpa para la producción de papel.
No se ha encontrado los datos sobre las condiciones de reproducción.
Se puede contemplar también la selección de su híbrido P. x berolinensis: Populus laurifolia x
nigra 'Italica' que es mas productivo en términos de volumen.
P. suaveolens Fisch. y P. talassica
Es un árbol de rápido crecimiento presente en las llanuras de inundación así como en las
lagunas del norte de China y Siberia. Alcanza buenos crecimientos, en suelos profundos y
húmedos. Se puede localizar en las áreas aluviales estacionales, permitiendo una menor
movilidad del sistema hídrico (gran capacidad de fijación). Coloniza todos los aluviones y
coluviones depositados al momento de las inundaciones de la primavera.
El “ecotipo” P. talassica (o P. densa) procedente del valle del Ili en Asia central (Mapa 1) podría
ser el mas adecuado para la Patagonia. El material procedente de su cruce con P. euphratica
es capaz de soportar cierto grado de salinidad.
El material forestal se establecerá mediante el empleo de estacas, debido a su alta
capacidad de enraizamiento. En algunos casos se ha observado una alta capacidad de rebrote
del tocón tras el turno de corta.
Su madera es de alta calidad al poseer una fibra larga que es útil en los procesos de
transformación en chapas. Las partes no aprovechables por el debobinado se utilizan para la
producción de pulpa.
P. simonii Carrière
Debido a su amplia zona de distribución, esta especie debe cosecharse en sus zonas de climas
secos y fríos de Mongolia interior para propagarla en Patagonia. Estas zonas presentan un alto
grado de desecación debido a las corrientes de vientos superficiales que las recorren, lo cual
causa una evapotranspiración de 500 mm.
Esta especie se desarrolla en suelos con un bajo grado de alcalinidad y halomorfismo con una
preferencia por texturas de buen drenaje. Las plantaciones de Mongolia se encuentran en su
segunda generación.
El material de forestación a implantar en la zona patagónica deberá ser plantas de uno o dos
años con cepellón.
El P. simonii es utilizado como medio de lucha contra la desertificación, en zonas de alto
tránsito de vientos superficiales, siendo utilizado a modo de cortina rompeviento.
Sus usos maderables son múltiples sin lograr la calidad óptima para el debobinado.
La hibridación del P. simonii con P. nigra resultó ser efectiva por lograr una descendencia con
mayor crecimiento que el primero y un incremento de la tolerancia a la sequía en relación al
secundo. Son los: P. x gansuensis y P. x xiaozhuanica.
P. davidiana Dode
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Trabajo Técnico
Considerado por algunos autores como una subespecie de P. tremula, el material forestal de
interés para Patagonia proviene de la llanura de de la Provincia de Heilongjiang en China (500
km al norte de Corea del Norte), particularmente a menos de 1 000 m de altitud.
Con marcado carácter pionero y heliófilo, forma una serie de bosquetes que son substituidos
por otras especies tras la senescencia de los pioneros, pero que reaparece tras el paso de
eventos excepcionales, gracias a la presencia de chirpiales (brotes de cepa o raíz). Esta
especie es bastante plástica en cuanto a los requerimientos edáficos en términos de textura,
sin embargo necesita un buen drenaje del suelo.
Como material forestal para su implantación en las zonas patagónicas, se apuesta por siembra
directa de semillas o por brotes de raíces debido al difícil enraizamiento de las estacas.
Presenta un claro esquema de crecimiento en diámetro sigmoidal, con una alta velocidad los
20 primeros años de edad que va decreciendo hacia los 30 años. A esta edad el sistema
radicular de cada árbol puede cubrir 150 a 300 m² de superficie a una profundidad de menos
de 10 cm.
Un gran interés ambiental de esta especie de álamo viene de su vocación pionera que la hace
ideal para la protección de los suelos en bosques degradados por incendios o prácticas
inadecuadas.
No se sabe mucho en cuanto a la calidad de su madera y sus usos. Su baja densidad podría
ser un inconveniente en el debobinado.
P. alba L. (procedencia oriental)
Especie ampliamente repartida en el hemisferio norte, tiene poblaciones procedentes del
Oriente Extremo adaptadas a condiciones de frío y aridez. Por tanto, sus proyectos de
repoblamiento con P. alba, elegirán su material forestal en las zonas húmedas del río desierto
de Kysyl Kum en las cuencas fluviales de Amou-Daria y Syr-Daria localizadas en el Kazajstán,
Uzbekistán y Turkmenistán (Mapa 2).
Las poblaciones de P. alba suelen encontrarse en bosquetes mezclados con P. euphratica en
zonas cálidas o con el P. nigra en otras. Bajo esas condiciones climáticas, esas poblaciones
crecen cerca de los ríos donde la freática compensa la baja lluvia.
P. alba, P. nigra y el P. euphratica son especies que toleran los suelos salinos y alcalinos (el
ultimo particularmente).
Los brotes de las tres especies anteriormente citadas son sensibles al pastoreo por caprinos
debido a la alta palatabilidad de los ejemplares jóvenes para estos animales, ello confiere a
estas poblaciones un aspecto de latizal o monte bajo renovado por brotes de cepa o raíz casi
de forma constante. El sobre pastoreo mata los árboles.
La reproducción por semillas y la multiplicación por brotes de raíces son eficientes. No se
enraízan fácilmente las estaquillas.
Sus usos maderables tienen poco desarrollo al revés de sus funciones medioambientales.
El híbrido entre P. alba y P. tremula es conocido como P. x canescens, tiene también interés si
procede de esas mismas áreas áridas.
P. nigra L.
En el área de extensión del P. nigra semejante a lo que tiene Patagonia, ubicado en el Oriente
Extremo, esta especie es conocida por sus “ecotipos” P .nigra var afghanica (Foto 1), P.
tajikistanica y P. iliensis. Crecen en zonas montañosas a lo largo de los ríos.
Esta especie esta ya bien conocida en América del Sur y en Argentina en particular.
P. euphratica Olivier
Considerando la gran variabilidad de los climas y de los suelos donde se desarrolla el
P. euphratica en el norte de África y Asia, en las Tablas 1 y 2 se describen las condiciones
particulares del área árida, sin embargo alejadas del óptimo ecológico mucho más cálido. Se
conoce también bajo las nomenclaturas P. ariana y P. diversifolia
El P. euphratica forma numerosas formaciones de bosque en galería a lo largo de muchos ríos
en el Oriente Próximo (Foto 2), donde presenta un ecotipo adaptado a zonas con sequía
recurrente y suelos salinos denominado P. euphratica var pruinosa. Este ecotipo no es muy
conocido, se puede encontrar como colonizador en las zonas altamente degradadas formando
bosquetes donde es posible hallar ejemplares achaparrados con unas alturas menores de 10
m.
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El P. euphratica carece de capacidad de reproducción vegetativa, siendo problemática su
reproducción por estacas. Para propagarlo, se siembra las semillas o se enraíza estaquillas en
dormición previamente estimuladas con AIB. Una vez instalado, rebrota sin dificultades del
tocón.
Lo especifico del P. euphratica es la elevada capacidad de su sistema radicular para soportar
(en condiciones de laboratorio) hasta 300 milimoles de NaCl.
Es una especie que puede ser implantada en zonas salinas con sustratos pesados (<50%
arcillas) y que contienen una buena proporción de materia orgánica.
No tolera la competencia de otras especies y géneros; cuando el clima se hace menos árido y
el suelo es menos alcalino, otras especies de álamo (P. alba por ejemplo) substituyen al
P. euphratica.
La zona de implantación de estos ejemplares no deberá presentar un descenso de más de seis
metros de la freática presente, ya que ella es necesaria para los procesos del sistema radicular.
El crecimiento en volumen de los primeros 10 años es lento cuando se compara al desarrollo
del sistema radicular, el cual presenta una velocidad considerable durante ese mismo período.
Sin embargo, los ejemplares a partir del décimo año comienzan a incrementar su diámetro y su
altura llegando a los 5 u 8 metros de altura. Durante la segunda década se alcanzan los 25 cm
de diámetro. El árbol entra en su etapa de madurez entre los 30 y 50 años. Algunas
observaciones muestran que la edad de senectud es de más de 80 años.
Esta pauta de crecimiento hace variar las clases de altura en los rodales donde se mezclan
plántulas con árboles en plena senectud o bosquetes de edades maduras junto a islas de
regeneración.
El sistema radicular juega un importante papel en los fenómenos de fijación de dunas y la
madera presenta un importante uso local como madera estructural en construcción.
Tras la ampliación de los horizontes de mejora del P. euphratica en procesos de
recombinaciones genéticas es considerado de gran interés por ejemplo el híbrido
P. alba x P. euphratica. Posibilita el repoblamiento en la zonas áridas y/o salinas para la
producción de biomasa.
3.2
Híbridos ya conocidos
A menudo los cruces entre especies puras dan descendencias de alto vigor que combinan las
tolerancias de los padres. En el caso de la selección propuesta, los cruces ya logrados se listan
a continuación:
Cruce
P. alba x P. tremula
P. alba x P. davidiana
P. davidiana x P. x tomentosa
P. laurifolia x P. nigra
Tipo
Intra
Intra
Intra
Inter
P. nigra ‘thevestina’ x P. simonii
Inter
P. nigra x P. suaveolens
P. simonii x P. tremula
P. simonii x P. x berolinensis
P. suaveolens x P. x berolinensis
P. suaveolens x P. x tomentosa
P. alba x P. x euphratica
P. suaveolens x P. x euphratica
Inter
Inter
Inter
Inter
Inter
Inter
Inter
1
Nombre genérico de los cruces
P. x canescens, P. hibrida, P. x ambigua, P. andewsii
P. x tomentosa, P. pekinensis
P.x hopiensis,
P. x berolinensis, P. petrewskyana, P. xiaozhuanica,
A
P. x jrtyschensis P. rasumowskiana
B
P. x gansuensis , P. x xiaohei
P. x xiaozhuanica
P. x beijingensis
P. x alaschanica
P. charbinensis
Tipo1: A dentro la misma sección “Intra”, Entre secciones “Inter”
El P.x jrtyschensisA existe en variedades de cultivo tipo columna (fustes rectos y esbeltos)
ideales para la producción de madera y variedades de tipo copa (mayor fracción de cabida
cubierta) con una producción menor. Estos ejemplares pueden mezclarse con otras especies
de álamos: P. nigra, P. alba y P. x canescens.
B
El P. x gansuensis se propaga mediante estaquillado, de dos a tres años, considerándose
como muy útil en la fijación de dunas (ideal por tanto para los territorios semidesérticos).
Múltiples variedades recogidas anteriormente son aptas para su importación y cultivo en
Patagonia, sin embargo la inexistencia de estudios unida a su reciente producción hacen que
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previamente se deba realizar un estudio de viabilidad para seleccionar los cruces así como los
clones.
Conclusión de la selección de álamos
Todas las especies y ecotipos de álamo citadas en este sondeo pueden agruparse en dos
clases de desarrollo:
• Árboles esbeltos que tienen un papel significativo en la producción de madera de
calidad que son los P. nigra, P. suaveolens, P. simonii y P. davidiana y los híbridos del §
3.1.5.
• Árboles achaparrados, que tienen un papel importante para áreas protegidas y una
tolerancia mayor à la aridez y la salinidad que son P. alba, P. euphratica y P. laurifolia
4
Selección de sistemas y objetivos
4.1 Mejora de las plantaciones tradicionales de álamo en la cuenca del Río Negro
El empleo del álamo como elemento de protección de cultivos a modo de cortina contra las
corrientes de viento es tradicional en la Patagonia. No todas las especies son compatibles con
esa función y la producción de madera de calidad en términos de chapas. En efecto, los
árboles deflectores reaccionan a las corrientes por la formación de madera en tensión que se
refleja en el debobinado y secado de chapas por fendas y ondulaciones.
Como se ha reflejado en el párrafo 3, algunas especies nuevas en la Patagonia podrían ser
utilizadas como cortinas en complemento al tradicional P. nigra del Sur de Argentina.
Pensamos en el P. nigra ecotipo ‘afghanica’ del Oriente Extremo, en el P. simonii, y en el
híbrido P. x gansuensis (P. nigra ‘thevestina’ x P. simonii). Este último demuestra en China su
gran potencial en cortinas por su rápido crecimiento y sus buenas aptitudes de crecimiento en
situaciones ventosas. Los tres son candidatos para futuras pruebas de campo.
Además, la práctica del riego (en manto generalmente) o la plantación en zonas donde el nivel
freático no es muy profundo puede reducir la baja de incrementos por alta evapotranspiración y
mantener una producción de álamos como madera estructural.
4.2 Otros sistemas para la repoblación con álamo en la cuenca del Río Negro
La elección de sistemas y de especies se realiza básicamente en función de tres
condicionantes: la hidrología, la climatología y el componente edáfico. En Patagonia, la fuente
principal de agua es el Río Negro cuya cuenca ocupa 123.575 km2 a lo largo de 635 km (sin
tener en cuenta la subcuenca del Neuquén). Las plantaciones de álamo en la misma podrían
ayudar a frenar los fenómenos de movilidad fluvial, asentar las bases de un desarrollo social
basado en la explotación de madera, la ordenación de tierras para los recursos agrícolas y por
último la mejora de las condiciones socio-económicas de la cuenca.
Realizando un estudio “grosso modo” de la cuenca hidrográfica del Río Negro, en función de la
foto N5, se pueden diferencia claramente tres partes: (1) la zona adyacente al curso de agua, o
talweg, (2) la zona de la llanura aluvial donde el álamo puede tener un desarrollo óptimo y (3) la
zona de márgenes, o vertientes, sometidas a la existencia de la freática y los episodios de
inundaciones y de escorrentía superficial por lluvia. Esas condiciones edáficas, de cuando
salinas, son menos propicia para la producción de madera del álamo salvo sistemas de riego
durante los primeros años de la instalación.
En el talweg con matorral y vegetación rupícola, los árboles se presentan en galería o en islas
sobre la deposición de sedimentos. Sufren episodios de caudales extremos debidos a las
crecidas. Su función es la de reducir la velocidad de los episodios tendiendo a estabilizar los
terrenos existentes. La vegetación rupícola típica conlleva el sauce. Su enraizamiento le provee
de una alta tolerancia a los cambios de caudal por su reproducción por semillas y por el
enraizamiento de ramas arrancadas durante los episodios de caudales elevados en toda la
cuenca. Se sugiere no modificar esa dinámica en el caso del Río Negro.
La zona inundable marcada por los meandros, véase las Fotos 3 y 5, tiene un alto potencial
para la extensión de los bosques maderables de la Patagonia. Con árboles, se van a proteger
las áreas de cultivos o de urbanización de las inundaciones. Mediante algunas obras de
estructura, podrían también mantenerse pozos de agua de riego con un aporte por la freática
en época de descenso. Puede abarcar un mínimo de 1.5 km en función de la fisiografía del
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terreno y de la zona del curso del río (alto, medio o bajo), tras las cuales se encuentran áreas
con vegetación estado latizal y cultivos en regadío.
Se propone aquí separar esta zona en dos sectores según la distancia del río: la llanura
aluvial y las márgenes o vertientes que tienen diferentes potenciales forestales.
En el sector de llanura aluvial, los árboles tienden a disminuir la velocidad de la escorrentía
superficial, a contribuir a los fenómenos de infiltración y por último a garantizar la estabilización
de las riberas. Los álamos en esta zona cumplen con un triple fin, la protección de áreas
antropizadas (cultivos o urbanizaciones), la protección de los suelos y la producción de madera
en condiciones hídricas naturalmente no deficientes.
Un claro ejemplo del posible empleo del álamo como elemento de fijación de las llanuras
adyacentes al talweg se observa en las Fotos 3 y 5.
Debido a que esta zona puede sufrir fenómenos de inundación recurrentes y naturales (debidos
a la no regulación de la cuenca), las especies de álamo mas aconsejables son los P. talassica
y P. davidiana. El segundo parece tener buena adecuación en los suelos superficiales o como
pionero después de una degradación de la vegetación actual (por ejemplo en la Foto 4 ver
zona marcada por encima de la flecha). El P. suaveolens se anuncia como un excelente
candidato para la producción de madera en rollo. Las áreas de lechos de ríos recién formados
son probablemente lo más adecuados para este tipo de repoblación en base a estacas. En las
zonas donde riesgos de salinidad o de alcalinidad son probables, los híbridos P. x tomentosa,
P. suaveolens x P. x berolinensis
y
P. suaveolens x P. x tomentosa
P. pekinensis,
P. x hopiensis son los más aconsejables.
En el sector de márgenes o vertientes en las que se detecta una capa freática profunda, los
aconsejados son los P. x canescens, P. x tomentosa, P. x hopiensis, P. alba (oriental) y
P. euphratica var ‘pruinosa’ Estos dos últimos tienen menor producción de biomasa pero
presentan una mayor tolerancia a la alcalinidad o salinidad.
El establecimiento de rodales de esta especie no es fácil a primera vista, requiere de suelos
descompactados, donde quizás una labor de mecanización y subsolado sea necesaria. De
lograrse, bastará simplemente con controlar los rebrotes de la cepa para lograr un fuste recto y
esbelto tras cada turno de corta.
Si se desea un sistema agroforestal, el P. x gansuensis es recomendable, a sabiendas que
será necesaria la implantación de un sistema de riego. La forestación con esta especie se
realizará mediante el empleo de estaquillas gracias a su capacidad de enraizamiento.
En las proximidades de los embalses, la condición es similar a la llanura aluvial. Sirven las
especies ya señaladas.
5
Empresas foresto-industriales
Según lo expuesto anteriormente, la Patagonia posee en la cuenca del Río Negro un potencial
para la producción de madera de álamo dado la selección de las especies adaptadas y del
aprovechamiento de las freáticas. Hay solo tiempo aquí para hacer una evocación del
desarrollo posible de Empresas foresto-industriales.
Para el establecimiento de una empresa de explotación y transformación maderable han de
abarcarse en una evaluación del tipo de productos que las futuras plantaciones son capaces de
producir, del acceso a los recursos humanos de la zona y de la implantación de medios
técnicos que permitan dar un impulso a la situación actual.
En relación a las clases de productos potencialmente convenientes para la zona de estudio se
ha pensado en el chapeado, en la madera estructural y por último productos para la ejecución
de cajas y palets. Esos tres tipos de aprovechamiento dan un retorno económico máximo de
las especies y sistemas descritos en el párrafo cuatro. La madera para el debobinado se
cosechará en la zona de llanura aluvial y en las áreas de entrada de agua en las represas. La
zona de márgenes podría producir las especies para aserrar con los híbridos ya anunciados en
el párrafo 3.1.5.
6
Aspectos de ordenación y de manejo de los recursos naturales
Una rápida aproximación del aérea de la zona potencial de repoblamiento forestal, muestra que
por cada kilómetro longitudinal dentro del río, existen unos 100 hectáreas de llanura aluvial y
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Trabajo Técnico
100 hectáreas de márgenes. Un primer programa con fin industrial empresarial puede
comenzar por la forestación de 100 km lineares del río Negro en su tramo medio durante un
turno de 20 a 30 años. Representa una superficie total de 800-1 000 has para alcanzar a la vez
los objetivos productivos y medio ambientales.
La producción se basa sobre un turno promedio de 20 años, con una producción mínima de 5
m³ por ha y por año en la llanura aluvial y de 3 m³ por ha y por año y un turno de 30 años en la
zona de márgenes. Estas cifras bajas contemplan la producción de 40 000 m³ destinados a
madera para chapeado, y 20 000 m³ a madera de paletizado y cajonería así como los usos en
agroforestería, zonas de avituallamiento de agua de riego, etc.).
En cuanto a la ampliación del uso medioambiental del repoblamiento forestal, se puede
plantear las opciones complementarias de producción de biomasa energética y de
fitoremediación en las zonas de márgenes. Va requerir un mayor estudio económico que tiene
la base biológica siguiente: los efluentes de agua además pueden ser utilizados para agua de
riego en la zona de cultivo de las especies tolerantes a las condiciones de salinidad y
alcalinidad de los suelos. Este sistema tendrá que dar sus pruebas, analizando en primera
instancia el beneficio de este tipo de riego sobre el incremento volumétrico de los rodales en
comparación a lo observado sin riego y con freática baja.
De manera general en función de la disponibilidad de agua se podría utilizar plantas de 1 a 2
años a raíz desnuda o semilla si hay riego en monto. Se aconseja también aplicar técnicas de
preparación del terreno como un subsolado, un acaballonado para la plantación, etc.
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Conclusión
En las áreas frías y semidesérticas el cultivo del álamo constituye la única oportunidad de
producción de madera en las escasas zonas ribereñas.
Esta presentación describe ciertas especies e híbridos que sobreviven a estas condiciones de
vida así como un bosquejo de su posible implantación en el Río Negro para desarrollar un
centro de transformación industrial.
El arduo camino de esa implantación antes de su ejecución; contempla la selección de
especies e híbridos, la elección de los mejores clones y la adaptación de las técnicas de
reproducción a las condiciones locales. Conjuntamente, se tendrá que desarrollar las
capacidades técnico-económicas en términos de ordenación territorial y forestal que permitan
el éxito del proyecto. Va requerir también el intercambio de materiales y técnicas a nivel
regional, nacional e internacional.
Gracias a los Organizadores de este evento y a Alvaro Perrez y Esteban Borodowski por su
apoyo ejemplar en las mejoras de mis escritos y felicitación por todos sus logros.
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Tercer Congreso Internacional de Salicáceas en Argentina
Mapa 1: El Rió Ili y Altai
Trabajo Técnico
Mapa 2: Amplia área euro-asiático
De clima “frío desértico”
Foto 1: P .nigra var ‘afghanica’
Foto 2: P. euphratica en el desierto de Gobbi
Foto 3: Cultivos con cortinas
Foto 4: Cercanía de los cultivos y del río
y área de bosques degradados
Foto 5: Meandros y sus zonas llanura aluvial
Foto 6: Área de llegada del embalse E. Ramos Mejía
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