el daño punitivo o multa civil¨ y el sucesor ¨la sancion pecuniaria

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La sanción pecuniaria disuasiva como nueva institución propuesta en el
anteproyecto del Código Civil y Comercial argentino.
AUTOR: DR. Pablo Roberto Anahuate
Introducción
Novedosamente se receptó
en el año
2008 en nuestra legislación
nacional,
la figura de la multa civil también denominada
daño
punitivo,
a través del art. 52 bis, que mediante la ley 26.361
fue
incorporada a la ley 24.240 de defensa del consumidor mostrándose como un
mecanismo de control y compensación entre las diferencias de proveedores
de bienes y servicios y consumidores.
Artículo 52 bis Daño Punitivo. Al proveedor que no cumpla sus
obligaciones legales o contractuales con el consumidor, a instancia del
damnificado, el juez podrá aplicar una multa civil a favor del
consumidor, la que se graduará en función de la gravedad del hecho y
demás
circunstancias
del
caso,
independientemente
de
otras
indemnizaciones que correspondan. Cuando más de un proveedor sea
responsable del incumplimiento responderán todos solidariamente ante el
consumidor,
sin
perjuicio
de
las
acciones
de
regreso
que
les
correspondan. La multa civil que se imponga no podrá superar el máximo de
la sanción de multa prevista en el artículo 47, inciso b) de esta ley.
Concepto de Daño Punitivo
El daño punitivo consiste en una multa civil, que se añade a las clásicas
indemnizaciones por daños, como son el daño emergente, el daño moral, la
pérdida de chance, entre otros.
Es entendida como un rubro independiente , aplicada en beneficio de la
víctima, para castigar a los proveedores de bienes y servicios que
incurran en graves inconductas, como lo dice la palabra PUNIR, su
naturaleza es CASTIGAR los comportamientos fuera de la ley y
al mismo
tiempo DISUADIR, mandar un mensaje ejemplificador
al resto de la
comunidad.
Su entrada en vigencia marco un hito en la historia del derecho
argentino,
ya que se flexibilizó en gran medida, el principio por el
cual una persona sólo puede reclamar hasta el límite de los perjuicios
sufridos, ahora se puede reclamar un extra y el limite máximo de este
monto es de pesos cinco millones ($5.000.000) según el Art 47 inc b de la
ley de defensa del consumidor, ya que dicho tope es mas que considerable,
el tema en cuestión merece atención no solo desde lo jurídico, sino
también desde lo económico.
Los Fines del Daño Punitivo
Entre los fines del Daño punitivo, se encuentran el a) Efectivizar el
Castigo a los empresarios que hayan incumplido las obligaciones a su
cargo, b)
Prevenir daños a futuro Logrando sentencias que sean
ejemplificadoras,
para que las empresas luego de la condena judicial,
sean más cuidadosas y no actúen desaprensivamente y c)
Desmantelar el
beneficio económico de las empresas e imponer la justicia, ya que Cuando
el autor del daño actuó desaprensivamente sin prestar atención a las
obligaciones a su cargo y por
ello pagaría solo una suma que deviene
irrisoria teniendo en cuenta el patrimonio de su empresa, seguiría
obteniendo un lucro y también sufriría la credibilidad de la justicia.
¿Cuándo Procede el Daño Punitivo?
En principio, debemos señalar que la
multa procede sólo cuando se ha
causado daño, y desde ya que entendemos que no basta un "simple daño",
en ese sentido debe tratarse de uno que por su gravedad, trascendencia
social o repercusión institucional exija un castigo ejemplar.
Va de suyo, que no basta la mera conducta negligente, deben presentarse
circunstancias agravantes de tal forma de limitar la aplicación de estas
penas a casos de particular gravedad.
Así las cosas, el daño punitivo es de aplicación excepcional, accesoria
(sólo para cuando la víctima sufrió efectivamente daño), y sólo a pedido
del damnificado.
Y por último debemos destacar que la multa se destina al perjudicado y,
en principio, no puede ser cubierta por el seguro.
La Sanción Pecuniaria Disuasiva
El anteproyecto de reforma del Código Civil y Comercial tiene entre sus
incorporaciones más novedosas, la de modificar la figura del daño
punitivo establecido en el Art. 52 bis de la ley de defensa del
consumidor e incorporar la sanción pecuniaria disuasiva en aquellos casos
en que se afecten derechos de incidencia colectiva, y con una fuerte
finalidad disuasiva.
EL NUEVO ART ARTÍCULO 1713:
Sanción pecuniaria disuasiva. El juez tiene atribuciones para aplicar, a
petición de parte, con fines disuasivos, una sanción pecuniaria a quien
actúa con grave menosprecio hacia los derechos de incidencia colectiva
mencionados en el artículo 14, inciso c). Pueden peticionarla los
legitimados
para
defender
dichos
derechos.
Su
monto
se
fija
prudencialmente, tomando en consideración las circunstancias del caso, en
especial la gravedad de la conducta del sancionado, su repercusión
social, los beneficios que obtuvo o pudo obtener, los efectos disuasivos
de la medida, el patrimonio del dañador, y la posible existencia de otras
sanciones penales o administrativas. La sanción tiene el destino que le
asigne el juez por resolución fundada. Si la aplicación de condenaciones
pecuniarias administrativas, penales o civiles respecto de un hecho
provoca una punición irrazonable o excesiva, el juez debe computarlas a
los fines de lo previsto en este artículo. En tal supuesto de excepción,
el juez puede dejar sin efecto, total o parcialmente, la medida.
Principales Características de la Sanción Pecuniaria Disuasiva
Entre las principales características
destacar las siguientes:
de
esta
nueva
figura
podemos
*
Se adopta una nueva denominación: “sanción pecuniaria disuasiva”
*
No hay límite de monto.
* Solo es aplicable para casos de grave menosprecio hacia los derechos
de incidencia colectiva, sin importar si los afectados son consumidores o
no.
* La sanción tiene el destino que le asigne el juez.
* Se fijan pautas para su determinación y procedencia: “ la gravedad de
la conducta del sancionado, su repercusión social, los beneficios que
obtuvo o pudo obtener, los efectos disuasivos de la medida, el patrimonio
del dañador, y la posible existencia de otras sanciones penales o
administrativas.”
*
Se establece explícitamente su finalidad disuasiva.
Al mismo tiempo, se propone reformar el art. 52 bis de la Ley de Defensa
del Consumidor.
“Artículo 52 bis.- Sanción pecuniaria disuasiva. El juez tiene
atribuciones para aplicar, a petición de parte, con fines disuasivos, una
sanción pecuniaria a quien actúa con grave menosprecio hacia los derechos
del
consumidor.
Su
monto
se
fija
prudencialmente,
tomando
en
consideración las circunstancias del caso, en especial la gravedad de la
conducta del sancionado, su repercusión social, los beneficios que obtuvo
o pudo obtener, los efectos disuasivos de la medida, el patrimonio del
dañador, y la posible existencia de otras sanciones penales o
administrativas. La sanción tiene el destino que le asigne el juez por
resolución fundada. Si la aplicación de condenaciones pecuniarias
administrativas, penales o civiles respecto de un hecho, provoca una
punición irrazonable o excesiva, el juez debe computarlas a los fines de
lo previsto en este artículo. En tal supuesto de excepción, el juez puede
dejar sin efecto, total o parcialmente, la medida.”
Conclusión
El vigente Art 52 bis de la ley de defensa al consumidor, establece que
lo obtenido de la multa reclamada en concepto de daño punitivo esta
designada en beneficio del consumidor que resulto damnificado.
Aun así, en nuestro país no se llego a utilizar demasiado este instituto
ya que la mayoría de las veces el daño que ocasionan las empresas y
proveedores de bienes y servicios son ínfimos con respecto a su cuantía y
parecen no justificar la misión de embarcarse en un proceso judicial.
El ejemplo de la baja cuantía de un daño ocasionado podría ser, el caso
del consumidor
que encontró un sobre de gel intimo en una botella de
Pepsi, si lo analizamos a priori, nuestro sentido común nos diría que es
mas cómodo reclamarle al dueño del kiosco o lugar donde adquirimos el
producto que nos devuelva el dinero u otro producto igual o
similares
características.
Se evitaría llegar a tribunales por algo tan simple, en el
ejemplo en
cuestión se resolvió jurisprudencialmente que había mas de dos millones
de razones que justificaron que el particular recurra a la justicia ya
que logro que se condenara a la empresa por esa cantidad de pesos
invocando al instituto de la multa civil de la ley de la defensa del
consumidor ( TEIJEIRO Ó TEIGEIRO LUIS MARIANO C/ CERVECERIA Y MALTERIA
QUILMES S.A.I.C.A. Y G. -ABREVIADOS- OTROS - 1639507/36)
Los hechos nos marcan que aun estando en la actualidad designada la multa
a
favor
del
damnificado,
este
rubro
tiene
poca
recepción
jurisprudencial, salvo contadas excepciones, y por ello considero que
sería un desacierto plantear en el anteproyecto que lo obtenido en
concepto de sanción pecuniaria disuasiva este afectado a la institución
que el juez decida y no dirigida a la victima.
Si se modificará de tal forma, se estaría eliminando todo tipo de
incentivo respecto del individuo que resultara ser víctima de las malas,
ineficientes o defectuosas prestaciones de bienes y servicios de las
distintas empresas, haciéndose ilusoria la existencia de dicha norma, ya
que quien resultara víctima y debiera reclamar en concreto, debería
concurrir a un letrado, realizar gastos y en definitiva someterse a un
juicio, todo lo cual genera no solo gastos, sino pérdida de tiempo y
mucho esfuerzo, por lo que nadie estaría dispuesto a afrontarlo sin
obtener frutos, salvo aquellas personas altruistas o francamente
idealistas.
Puedo entender que los autores del proyecto, piensan en el principio de
solidaridad social, pero si no otorgamos algún incentivo económico a
quien pudiera reclamar el cumplimiento de la sanción pecuniaria
disuasiva, dificulto que podremos lograr otorgarle virtualidad jurídica
práctica a la norma y así obtener ventajas económicas para instituciones
de bien público, a donde estarían destinados los mayores fondos obtenidos
mediante dicha sanción indemnizatoria.
En tal sentido, considero adecuado una propuesta superadora entre los
institutos de multa civil y sanción pecuaniaria disuasiva, a través de la
posibilidad de prorratear en porcentajes lo obtenido entre el particular
que reclama y la institución beneficiaria que decida el magistrado
actuante, pero siempre con una formula que incentive a los damnificados
al ejercicio de la acción porque de lo contrario se correría el riesgo de
aniquilar en la practica esta figura y convertirla en una ficción legal
de platónica aplicación.Por lo demás, es claro y manifiesto que la posible reforma
hace mas
amplio el campo de acción en esta institución ya que no solo estará
circunscripta a las relaciones de consumo, como la multa civil, ya que su
incorporación como norma de fondo se permitirá invocar la sanción cuando
se vean afectados los derechos de incidencia colectiva, lo cual reviste
gran importancia teniendo en cuenta todas las situaciones que pudieran
determinarse, como podría ser en cuestiones ambientales, sociales como
también en la rama del derecho laboral.
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