Corrupción en la PGR: promesas sin seguimiento

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––––––––– Notas de investigación ––––––––––
EL COMERCIO DE DROGAS ILEGALES EN MÉXICO
Corrupción en la PGR: promesas sin seguimiento
Carlos Resa Nestares
El 10 de enero de 2003, el procurador general de la República, Rafael Macedo de la Concha, alentó
con sus palabras la graduación de 737 nuevos agentes de la Agencia Federal de Investigación, la
nueva policía que se creó bajo su mandato para sustituir a la Policía Judicial Federal. Parte de su
discurso estaba dirigido personalmente a Vicente Fox Quesada: “Señor Presidente: […] Hemos
asumido el compromiso al inicio de su gestión de sanearla [la Procuraduría General de la República], de hacerla eficiente; nos comprometimos con usted que en seis años entregaríamos a los mexicanos y a una nueva administración una Procuraduría sana. Con satisfacción le digo, que no habrá
que esperar tanto, el próximo año cumpliremos nuestro compromiso.”1
A mitad de camino del cumplimiento de esta promesa, la corrupción ha aparecido frecuentemente
ligada a la Procuraduría General de la República (PGR). La mayor parte de las veces esta combinación no ha sido el resultado de los esfuerzos internos para erradicar la corrupción. A continuación se
presenta un listado exhaustivo de caso de corrupción e irregularidades diversas que han sido descubiertos en la PGR desde el momento en que Macedo de la Concha pronunció su discurso hasta la
actualidad.
1. Precisamente horas después de que Macedo de la Concha pronunciase su promesa, “elementos
del Ejército Mexicano pertenecientes al 28º Batallón de Infantería, se presentaron en las instalaciones de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud (FEADS), en la
ciudad de Tijuana, Baja California, con la finalidad de realizar la verificación del armamento y
medidas de seguridad que presentaban las instalaciones, observando que dentro de las mismas
se encontraba un gran cúmulo de paquetes conteniendo marihuana.” 2 El ejército detuvo a los
siete integrantes de la FEADS – siete “idiotas” o siete “imbéciles”, en palabras de Macedo de la
Concha3 – y a dos almacenistas de marihuana que se encontraban en ese momento en el edificio. Un mes después sería arrestado en la ciudad de México el subdelegado del destacamento,
Ítalo Américo Ciani Carvajal.4 Una quincena de colaboradores o madrinas de José Miguel Uribe,
quien se ostentaba como jefe de la banda en la FEADS, aún no han sido detenidos. A los agen1
Rafael Macedo de la Concha, Discurso pronunciado durante la Inauguración de la segunda fase de la Agencia Federal
de Investigación y graduación del curso de formación inicial de agentes federales de investigación generación 20022003, presidido por el licenciado Vicente Fox Quesada, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos,
Procuraduría General de la República, Ciudad de México, 10 de enero de 2003.
2
Procuraduría General de la República, El Procurador General de la República dicta medidas drásticas por el aseguramiento de marihuana que realizó el Ejército Mexicano en el edificio de la FEADS en la ciudad de Tijuana, Baja California,
Boletín de prensa 011/03, 11 de enero de 2003.
3
Gustavo Castillo García, “Seguiremos limpiando el muladar que encontramos en la FEADS: Macedo”, La Jornada (México), 18 de enero de 2003.
4
Agustín Pérez Aguilar, “Condenado por su salud”, Frontera (Tijuana), 19 de febrero de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /1
tes federales se les acusó de solicitar 2 millones de dólares por la liberación de los almacenistas
secuestrados y los 4.800 kilos marihuana que les habían decomisado.5
Pese a que el primer comunicado dejaba entrever que las detenciones fueron fruto de una revisión casual, una versión que contradijeron tanto los testigos presenciales del asalto como posteriores comunicados oficiales,6 la participación de los agentes de la FEADS en actos ilícitos no
era un hecho desconocido ni para los tijuanenses ni tampoco para las instancias federales. Un
mes antes de que aconteciese el operativo, la revista tijuanense Cicuta refería que “Agentes de
la FEADS, asignados en Tijuana, amasan cuantiosas fortunas, a través de las viejas prácticas
de la extorsión y la protección a grupos de narcotraficantes locales y foráneos. Jóvenes elementos policíacos egresados de las más recientes generaciones del Instituto de Capacitación
Profesional de la PGR — considerados como un orgullo por las autoridades centrales de la institución —, actualmente son investigados por los servicios de inteligencia del gobierno de Baja
California y por oficiales de Inteligencia Militar del Ejército Mexicano, enviados ex profeso de la
capital mexicana.”7 El procurador de Justicia de Baja California declaró tras las detenciones que
tres meses antes habían informado a Macedo de la Concha de las evidencias delictivas de los
agentes de la FEADS en Tijuana.8 Sin mayores datos respecto a la identificación y afiliación de
los “agentes federales”, el semanario Zeta, de Tijuana, relataba unas semanas antes del asalto
un caso de extorsión concluida en asesinato que protagonizaron los agentes de la FEADS.9
Si la actuación de la PGR fue cuando menos tardía a la vista de las informaciones existentes, la
actitud de la institución ante el descubrimiento público fue la negación de las responsabilidades
propias en esta pervivencia de actitudes corruptas. Desviaron la carga de la prueba hacia gobiernos anteriores. “Quienes están cayendo en estas corruptelas son los viejos. Es la gente de
antes, de la antigua Policía Judicial Federal”, afirmó entonces Macedo de la Concha.10 No se
especificaron los currícula de los detenidos para comprobar estas afirmaciones. La revista Cicuta establecía que una parte de los componentes de la banda eran agentes recién licenciados
y, al menos, a la administrativa detenida se le había contratado sólo quince días antes.11 Pero,
además, esta transferencia de responsabilidades sólo puede tener visos de verosimilitud ignorando el hecho de que esos agentes estuvieron bajo el mando de la actual administración durante dos años sin ser descubiertos. Los agentes capturados fueron capaces de pasar la criba
realizada en la FEADS que disminuyó su personal a la quinta parte. Por si fuera poco, el hecho
de la mayoría de los detenidos hubiesen recalado en Tijuana sólo seis meses antes de su de-
5
Darío Dávila, “Agentes de la PGR exigían 2 mdd para devolver las 4.8 tons. de marihuana”, La Crónica de Hoy, 13 de
enero de 2003.
6
Procuraduría General de la República y Secretaría de la Defensa Nacional, Boletín conjunto, 12 de enero de 2003.
7
Atahualpa Garibay, “La FEADS, mancha negra en la estructura de la PGR”, Cicuta (Tijuana), 3 de diciembre de 2002.
8
René Gardner, David Vicenteño y Sandra Isabel Jiménez, “Sabía PGR hace 3 meses de anomalías en FEADS”, El
Norte (Monterrey), 14 de enero de 2003.
9
J. Jesús Blancornelas, “Federales, narco y lavado en el caso del Dr. Romero”, Zeta (Tijuana), 20 de diciembre de 2002.
10
Gustavo Castillo García, “Seguiremos limpiando el muladar que encontramos en la FEADS: Macedo”, La Jornada
(México), 18 de enero de 2003.
11
Said Betanzos, “Vero: de la universidad a la PGR y de ahí a la cárcel”, La Crónica de Hoy (México), 20 de enero de
2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /2
tención sólo puede interpretarse como un muestra de la confianza existente.12 En teoría sólo los
agentes más cualificados y probos son asignados a plazas tan problemáticas como Tijuana.
De puertas adentro, la responsabilidad política de la cadena de errores comenzó y acabó en
Estuardo Mario Bermúdez Molina, quien fue desposeído de su cargo de director de la FEADS
tras la desaparición física del organismo a su cargo, una circunstancia que debía darse igualmente por el cambio de la estructura administrativa de la PGR. Al margen de este reparto de negligencias permaneció el director operativo de la FEADS y responsable directo de los detenidos
desde hace un año, el general de división José Rubén Rivas Peña, cuyo currícula delata que en
los años ochenta se entrenó en la Escuela de las Américas de los Estados Unidos. A Rivas Peña se atribuye la autoría de una interpretación militar del movimiento zapatista, según la cual
éste entrañaba “rencores genéticos” y vocación separatista.13 Rivas Peña era el responsable directo de hacer cumplir la orden para integrar las delegaciones territoriales de la FEADS en las
respectivas de la PGR y que hubiese impedido las detenciones. Aunque esta mandato se remonta a 2001, dos días antes de la detención Bermúdez Molina reiteró la solicitud a su subordinado Rivas Peña. Su manifiesta incapacidad para controlar la corrupción en su ámbito potestativo no fue óbice para que meses después se le ascendiese a coordinador de operaciones de la
PGR. Igualmente inmaculado de esta fatalidad salió José Luis Santiago Vasconcelos, quien fuera el coordinador general de investigaciones de la FEADS durante la administración de Ernesto
Zedillo Ponce de León, después director de la FEADS y hoy responsable de la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO) de la PGR. El hecho de que una cuarta parte
de los agentes asignados a la FEADS fuesen militares no impidió que la agencia en su conjunto
y sus integrantes fuesen demonizados desde las más altas instancias de la PGR.
En última instancia, el descubrimiento de la corrupción en la FEADS de Tijuana tuvo un desenlace organizativo sorprendente: fue funcional a la estrategia de Macedo de la Concha de situar a
personas de su entera confianza en los puestos clave de la PGR. Un extraño en la camarilla de
Macedo de la Concha era el dimitido Bermúdez Molina, cuya llegada a la PGR debía mucho a la
recomendación del preboste del partido gobernante Diego Fernández de Ceballos y que no formaba parte de la camarilla militar – más el portavoz de facto, Vasconcelos – que domina la
PGR.14 Para cerrar el círculo, las competencias de la FEADS fueron asignadas “temporalmente”
al Ejército.
Esta sucesión de acontecimientos en los cuales el hallazgo de una veta de corrupción en la PGR
se finiquita con la salida de un civil de las altas esferas de la organización ignorando las conexiones militares del asunto no era desconocida en la actual administración de la PGR.15 En marzo de 2001, tres meses después de llegar Macedo de la Concha a la PGR, el subprocurador de
Coordinación General y Desarrollo, Alfonso Navarrete Prida, se vio en la obligación de dimitir
tras salir su nombre a relucir en un caso de venta de plazas en la delegación de la PGR de Chihuahua. Dos meses antes, por el mismo caso, había renunciado a su puesto el director de la
12
Agustín Pérez Aguilar, “Rastrea Ejército a tres fugitivos”, Frontera (Tijuana), 13 de enero de 2003.
13
Carlos Marín, “Plan del Ejército en Chiapas, desde 1994: crear bandas paramilitares, desplazar a la población, destruir
las bases de apoyo del EZLN...”, Proceso (México), 4 de enero de 1998.
14
Ricardo Alemán, “Fox revive la militarización que siempre rechazó el PAN”, El Universal (México), 18 de enero de
2003.
15
Raúl Monge, “La militarización de la PGR”, Proceso (México), 15 de junio de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /3
UEDO, también civil, José Trinidad Larrieta Carrasco. Los militares fueron pieza clave de este
descubrimiento de corrupción.16
2. El 24 de enero Rubén Castillo Conde, comandante de la Agencia Federal de Investigación destinado en Mexicali, Baja California, fue ejecutado de quince disparos en el estacionamiento de un
centro comercial de la ciudad.17 El comandante había llegado hasta el lugar conduciendo un
automóvil sin matrícula, que la delegación de la PGR no reconoció como propio. La posesión y
manejo de automóviles sin matrícula es una más de la cadena de ilegalidades que había cometido Castillo Conde a lo largo de sus dieciocho años de experiencia en la PGR.18 En 1991, durante su estancia en Reynosa, Tamaulipas, como jefe de grupo y comandante, fue formalmente
acusado por la oficial Comisión Nacional de Derechos Humanos por aplicar “chile piquín en la
nariz y hasta toques eléctricos en diversas partes del cuerpo durante los interrogatorios de los
detenidos”.19 Su anterior estancia en Mérida, Yucatán, en 1990 fue recordada “por acusaciones
de arrestos arbitrarios, abusos de autoridad, acciones policiacas violentas, ‘fugas’ de información, uso de vehículos extranjeros como patrullas y de mantener vínculos con bandas delictivas”.20 Con posterioridad formó parte del infame Grupo Palma de la PGR que dirigió el comandante Guillermo González Calderoni, quien ha sido señalado en repetidas ocasiones por sus altas y robustas conexiones con empresarios de drogas. Durante la permanencia de Castillo Conde en el Distrito Federal se le ligó a la protección de vendedores de productos robados e introducidos de contrabando.21 Un hermano suyo era uno de los más famosos importadores de mercancía ilegal en la ciudad de México desde los años ochenta. Ya entonces actuaba bajo la protección de la PGR.22 Pese a todas las evidencias en su contra, y a la extrañeza que puede causar la permanencia en el organismo de un individuo con estos antecedentes, la PGR escribía el
epitafio del comandante en sus mejores términos. En el oportuno comunicado de prensa oficial
se indicaba que “Castillo Conde se destacó por ser un servidor público ejemplar y reconocido
por su desempeño en el ámbito de la procuración de justicia”.23
Las sospechas sobre el asesinato de Castillo Conde, quien cumplía el día de su muerte con el
última jornada de trabajo en la ciudad, recayeron desde el principio en miembros de la PGR en
Mexicali. En la esquela del comandante que apareció en un diario capitalino firmada por “la familia Castillo Conde” se acusaba directamente a “compañeros corruptos” de su asesinato.24 La
propia PGR pareció insistir por este camino. Varios días después del asesinato fue arrestado el
16
Mario Torres, “Se planeó en SDN captura del ex delegado de la PGR”, El Universal (México), 4 de marzo de 2001.
17
Carlos Lima y Samuel Murillo, “Ejecutan comandante”, Frontera (Tijuana), 25 de enero de 2003.
18
René Gardner, “Asesinan en Mexicali a comandante de AFI”, Reforma (México), 25 de enero de 2003.
19
Darío Dávila, “‘Destapan’ torturas de comandante ejecutado”, La Crónica de Baja California (Mexicali), 30 de enero de
2003.
20
“Polémico paso por Yucatán de un federal ejecutado por el ‘narco’ en Mexicali”, Diario de Yucatán (Mérida), 30 de
enero de 2003.
21
Rolando Herrera y Luis Ocampo, “Dan ‘padrinos’ respaldo”, Reforma (México), 26 de junio de 2003.
22
Miguel Cabildo y Raúl Monge, “En la clandestinidad operan fábricas, maquiladores, intermediarios, bodegas…”, Proceso (México), 25 de diciembre de 1989.
23
Procuraduría General de la República, Atrae PGR investigación de la muerte de Rubén Castillo Conde, comandante
de la AFI en Mexicali, Boletín de prensa 051/03, 26 de enero de 2003.
24
Reforma, 25 de enero de 2003.
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subdelegado de la PGR en la ciudad, Jorge Rubio Velásquez, por su posible relación con el
asesinato. Rubio Velásquez había participado en la primera rueda de prensa oficial anunciando
el luctuoso suceso. A la lista de arraigados por el asesinato se unieron tres comandantes de la
AFI, Artemio Juárez García, Martín Armendáriz Chaparro y Vicente Melchor Pérez, una docena
de sus agentes en Mexicali y un fiscal federal que había precedido a Castillo Conde en la comandancia de Mexicali.25 Sorprendentemente, los tres comandantes, subordinados de Castillo
Conde, ya el mismo día de la ejecución habían solicitado en un juzgado del Distrito Federal un
amparo, que les fue concedido, contra cualquier acto que emprendiera contra ellos la UEDO.26
Fuentes anónimas de la PGR citadas en la prensa advirtieron que Castillo Conde estaba investigando a los detenidos por delitos de corrupción en relación con un cargamento de trescientos
setenta kilos de cocaína que días antes había sido decomisado en Baja California.27
La carrera policial de los entonces detenidos había estado salpicada por los sobresaltos. Rubio
Velásquez fue censurado en 1997 cuando, ejerciendo como agente del Ministerio Público Federal en Ensenada, Baja California, se le acusó de haber negociado el decomiso de automóviles
robados. El caso fue cerrado con la degradación primera de Rubio Velásquez y su posterior
despido sin cargos.28 Esta mancha en su currículum no impidió su regreso a la PGR hasta alcanzar la jefatura de la institución en Mexicali. En marzo de 2002, la PGR anunció el cese de
Rubio Velásquez como subdelegado en Mexicali por la omisión de datos en la integración de un
expediente por el decomiso de doscientos kilos de cocaína.29 Pocos meses después volvió a su
puesto sin cargos.30
Armendáriz Chaparro ya contaba con varias detenciones en su haber. En 1996 fue arrestado por
la policía del Distrito Federal bajo la acusación de secuestrar, en compañía de otros agentes federales, a un distribuidor de drogas. El caso terminó con la liberación bajo fianza de Armendáriz
Chaparro, a quien se le mantuvieron judicialmente los cargos de allanar un domicilio sin la preceptiva orden judicial. En ese entonces era subcomandante de la Policía Judicial Federal (PJF).
Uno año antes, ocupando el cargo de primer comandante de la PGR en Ciudad Juárez, Armendáriz Chaparro fue denunciado como responsable del secuestro y desaparición de dos hermanos.31
Pero el pasado remoto de Martín Armendáriz no era más negro que su pasado reciente en Baja
California. Un año antes del asesinato de Conde Castillo, un semanario tijuananse acusó a Armendáriz Chaparro de comprar su plaza en la PGR en Tijuana por trescientos mil dólares, de
utilizar su cargo para contratar a amigos, de pasar información de operativos policiales y militares a distribuidores de drogas y de proteger a secuestradores. Pese a ser apartado del cargo en
2001, fue enviado a Campeche como comandante y meses después volvió a Mexicali sin má-
25
Iván Pedraza, “Más detenidos por la muerte del comandante”, Milenio Diario (México), 2 de febrero de 2003.
26
Abel Barajas, “Arraigan por crimen a mando de la PGR”, Reforma (México), 2 de febrero de 2003.
27
Martín Bojórquez, “Arrestan a funcionarios de la PGR”, El Mexicano (Ensenada), 28 de enero de 2003.
28
Jesús Blancornelas y Javier Cruz Aguirre, “Narcotráfico echó raíces en Ensenada”, Zeta (Tijuana), 12 de junio de
1998.
29
Marco Vinicio Blanco, “Cesan a subdelegado de la Procuraduría”, Frontera (Tijuana), 5 de marzo de 2002.
30
Said Betanzos, “Cambian subdelegado de la PGR en Tijuana”, Frontera (Tijuana), 21 de marzo de 2002.
31
Alejandro Gutiérrez, “Volvieron a abrir la herida…”, Proceso (México), 12 de diciembre de 1999.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /5
cula en su expediente.32 En marzo de 2002 uno de sus más cercanos subordinados fue detenido
por liderar una banda de secuestradores en Tijuana.33 Las relaciones familiares Armendáriz
Chaparro tampoco son particularmente recomendables. Su hermano José Carlos, policía judicial
de Ciudad Juárez y con anterioridad director del grupo especial Orion, fue exonerado en 2002 de
homicidio en primer grado contra un abogado.34 Este mismo hermano fue señalado en un informe confidencial del Federal Bureau of Investigaciones como asalariado del empresario de drogas Vicente Carrillo Fuentes.35 El comandante Juárez García, segundo de a bordo de Arméndariz Chaparro en Tijuana y también detenido, fue señalado por haber comprado su puesto en Baja
California.36
Pese a los antecedentes, Rubio Velásquez y los demás serían liberados tres meses después sin
cargo alguno y reinstalados en la PGR en Mexicali.37 Sobre el asesinato, Macedo de la Concha
declaró en una visita a Baja California que se contaba con “bastantes datos” sobre el asesinato y
“que el caso será resuelto plenamente de un momento a otro”. Dos meses después ningún indicio parece indicar que el caso esté próximo a resolverse. La máxima con la que un semanario
tijuanense concluía un reportaje sobre el asesinato, “sería increíble que la AFI no descubra
quiénes mataron a su comandante”, por el momento está dando en la diana.38
3. Si el asesinato de Castillo Conde demostraba que la costumbre de conducir vehículos sin matrícula no ha sido abandonada por agentes de la AFI, un suceso conexo puso también de relieve la
afición de algunos de sus miembros a manejar automóviles robados. Minutos después de producirse el asesinato del comandante Castillo Conde, acudió al lugar de los hechos Crescencio
Gustavo Gómez Hernández. Al abandonar el centro comercial, su camioneta Chevrolet Silverado colisionó con otro automóvil. Los agentes estatales que llegaron al lugar del accidente comprobaron que la camioneta que conducía Gómez Hernández, con matrícula de California, tenía
una denuncia por robo. La policía estatal declaró entonces que Gómez Hernández fue puesto a
disposición de la PGR.39 Esta última instancia no ha informado sobre el proceso penal que debería seguirse contra su agente.
4. Al día siguiente en Sabinas, Nuevo León, apareció una camioneta Toyota con diez impactos de
bala de grueso calibre. La camioneta estaba denunciada como robada en Houston, Estados
Unidos, aunque en México su poseedor era el agente de la AFI Víctor Macías Sánchez, comisionado al retén de San Roberto. Cuando los investigadores dieron con el policía, éste se encontraba al volante de una camioneta Lincoln Navigator, también denunciada como robada en
Estados Unidos. El agente fue encarcelado.40
32
J. Jesús Blancornelas, “Barata”, Zeta (Tijuana), 22 de febrero de 2002.
33
Said Betanzos, “Encabeza policía a secuestradores”, Frontera (Tijuana), 7 de marzo de 2002.
34
Rubén Villalpando, “Niega juez órdenes de captura contra policías de Juárez implicados en el asesinato de un abogado”, La Jornada (México), 12 de abril de 2002.
35
Diana Washington Valdez, “Alleged plot stirs Mexico”, El Paso Times (El Paso, Estados Unidos), 23 de abril de 2001.
36
Said Betanzos, “Investigará PGR denuncia”, Frontera (Tijuana), 23 de febrero de 2002.
37
Carlos Lima, “Libera a subdelegado”, La Crónica de Baja California (Mexicali), 13 de mayo de 2003.
38
J. Jesús Blancornelas y Luis Arellano, “Lo mataron sus compañeros”, Zeta (Tijuana), 1 de febrero de 2003.
39
Carlos Lima, “Usa AFI autos robados”, La Crónica de Baja California (Mexicali), 28 de enero de 2003.
40
Rodrigo Ramírez, “Arraigan a agente”, El Norte (Monterrey), 29 de enero de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /6
5. El 5 de junio un vecino de Ciudad Juárez observó que la camioneta Dodge Caravan que le habían sustraído en abril estaba circulando por una calle de la ciudad. Advirtió a la policía municipal y estatal, que acudieron al lugar de los hechos. Éstos comprobaron que el denunciante era el
legítimo propietario. Quien conducía la camioneta era Gabriel Durán López, quien se presentó
como agente de la AFI en Ciudad Juárez.41 En su defensa declaró que estaba probando la camioneta porque tenía intención de comprarla. Pero “al no haber flagrancia en el delito”, la juez
correspondiente decidió poner en libertad al policía hasta que avanzasen las investigaciones.42
En principio, la delegación local de la PGR negó que Durán López fuese asalariado de la institución.43 Días después revisó con mayor cuidado sus archivos encontró que efectivamente Durán
López era agente de la AFI en activo. En ese momento la PGR anunció un arresto de treinta y
seis horas del agente y una ampliación de investigación.44 Hasta el momento no se han anunciado los resultados de la investigación.
6. En ocasiones los vehículos robados son un instrumento de trabajo para actividades ilícitas, ya
sean el secuestro o el robo. El 31 de marzo, Alfonso Anduaga Vega, agente de la AFI en el Distrito Federal es detenido bajo la acusación de secuestro. La camioneta en la que se trasladaba
Anduaga Vega, que fue utilizada para el secuestro y en la que se encontraron cincuenta pastillas
psicotrópicas, había sido robada en enero en el Distrito Federal.45 Más allá de la posesión de un
vehículo robado, el entonces subsecretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Raymundo
Collins Flores, anunció el encarcelamiento de Anduaga Vega como integrante de una banda de
ocho individuos que, presentándose como agentes de la AFI y bajo el argumento de cumplir con
una orden de detención, había secuestrado en su casa a un concesionario de transporte público.
Telefónicamente pidieron ciento cincuenta mil dólares por la liberalización del empresario, aunque seis horas después los secuestradores se conformaban con treinta y cinco mil pesos. El pago se hizo efectivo en una cita pública.46 Pese a que tras la liberación el secuestrado presentó la
oportuna denuncia ante la PGR, la detención del agente de la AFI fue el resultado de la investigación personal de la familia y sus abogados, quienes comunicaron con el número de teléfono
que habían dejado los secuestradores.47
7. El mismo día que Macedo de la Concha pronunciaba su visionario discurso ante los nuevos
agentes, el alcalde de la ciudad de Mina, en Nuevo León, el secretario del ayuntamiento y su
chofer eran encañonados, esposados y despojados dos mil ochocientos pesos mientras transitaban por un camino rural. Como autores del hecho el ejército y la policía rural detuvieron al
agente federal investigador Rodrigo Urenda López y a un ex policía municipal que lo apoyaba
41
Jacinto Segura Garnica, “Arrestan a agente federal con coche robado”, El Mexicano (Ciudad Juárez), 11 de junio de
2003.
42
Armando Rodríguez, “Atrapan a federal con vehículo robado”, El Diario de Juárez (Ciudad Juárez), 11 de junio de
2003.
43
“Ignoran si es de la AFI”, El Diario de Juárez (Ciudad Juárez), 12 de junio de 2003.
44
Roberto Ramos, “Arrestan a agente que tenía vehículo robado”, El Diario de Juárez (Ciudad Juárez), 15 de junio de
2003.
45
David Saúl Vela, “Detienen a agente de la AFI cuando cobraba el rescate de un secuestro”, La Crónica de Hoy (México), 2 de abril de 2003.
46
Omar Castillo, “Cae por plagio agente federal”, Reforma (México), 1 de abril de 2003.
47
David Saúl Vela, “Detienen a agente de la AFI cuando cobraba el rescate de un secuestro”, La Crónica de Hoy (México), 2 de abril de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /7
como madrina.48 La camioneta en que se trasladaban Urenda López y su cómplice para realizar
el atraco estaba denunciada como robado en los Estados Unidos y traía superpuesta una matrícula falsa.49 La PGR confirmó que Urenda López estaba adscrito a la Agencia Mixta para la
Atención de Delitos Relacionados con la Delincuencia Organizada e incluso lo describiría como
“comandante”.50 El juez les dictó a Urenda López y a su cómplice prisión sin fianza.51 Pese a
que la PGR anunció que se abrirían investigaciones contra Urenda por delitos federales contra la
administración de justicia, éstas nunca se han plasmado en una denuncia penal.52
8. Urenda López no era el único miembro de la PGR que echa mano de las madrinas. Otros las
utilizan para cumplir con sus encomiendas legales. El 28 de enero en El Salado, Sinaloa, una joven enfermera murió de dos balazos en el abdomen en un fuego cruzado suscitado en su propio
domicilio entre el hermano de la fallecida y agentes de la AFI. También cayó herida la madre de
la joven. Según la versión inicial de la PGR, “cuando iba a ser arrestado, el narcotraficante mató
accidentalmente a su hermana”.53 Los hechos contradijeron diametralmente esta primera interpretación. Era materialmente imposible que los impactos que presentaba la muerta hubiesen sido el producto del arma de su hermano. Pero la delegación de la PGR hizo todo lo que estaba
en su mano por dificultar los exámenes de balística que comprobasen la naturaleza del supuesto
intercambio de disparos.54 Casi inmediatamente después del hecho, la prensa anunció que “durante la refriega, dos supuestos madrinas [identificados como Alejandro Jacobo Camacho y Rafael Gastélum Ibarra] resultaron heridos”.55 En principio, la PGR negó la participación de madrinas en las actuaciones.
Frente a la versión de la PGR, Jacobo Camacho confesó días más tarde ante las autoridades
judiciales su participación en los hechos. Añadió que llevaba más de un año trabajando con la
AFI “de apoyo en investigaciones y operativos”. En otras palabras, admitía ser madrina. Sobre
su carrera de ayuda a las instancias federales declaró que con anterioridad había prestado los
mismos servicios para otro comandante de la AFI en un retén policial.56 Cuando quince días
antes del tiroteo llegaron nuevos agentes de la AFI, los elementos salientes “les heredaron” a
sus madrinas y él quedó al cargo del comandante de la AFI Orlando García Acosta. Sobre los
acontecimientos que se sucedieron el día que acabó herido, declaró que había sido contratado
ese día por García Acosta para desmontar un laboratorio de drogas, junto a otros ocho ‘madrinas’. Afirmó que el comandante les proporcionó rifles AR-15 y Kalashnikóv para realizar la ope48
Gabriel Talavera, “Asaltan federal y 'madrina' a alcalde de Mina en brecha”, El Norte (Monterrey), 11 de enero de
2003.
49
Gabriel Talavera, Rodrigo Ramírez y Melitón García, “Traían federal y ‘madrina’ camioneta robada en EU”, El Norte
(Monterrey), 12 de enero de 2003.
50
Rodrigo Ramírez, “Hacen limpia de federales: cambian a 26”, El Norte (Monterrey), 29 de enero de 2003.
51
José Ramírez, “Callan federales”, El Norte (Monterrey), 14 de enero de 2003.
52
Rodrigo Ramírez, “También la PGR investigará”, El Norte (Monterrey), 11 de enero de 2003.
53
Javier Valdez, “Imputan a ‘madrinas’ e integrantes de la AFI la muerte de una joven en Sinaloa”, La Jornada (México),
31 de enero de 2003.
54
Gustavo Castillo García y Javier Valdez, “Ordena Macedo auditar las delegaciones de la PGR en el norte del país”, La
Jornada (México), 1 de febrero de 2003.
55
“Matan a mujer durante investigación de la AFI”, El Debate (Culiacán), 29 de enero de 2003.
56
“Hunde ‘madrina’ a federales”, Noroeste (Mazatlán), 1 de febrero de 2003.
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ración. Luego se supo, de boca de los oficiales de la PGR, que los agentes de la AFI ni tan siquiera contaban con una orden de arresto ni de allanamiento para ese operativo sino que se les
había encomendado investigar a unos vendedores de drogas del vecindario. La versión extraoficial indica que los elementos de la AFI habían buscado al hermano de la asesinada para cobrarle una cuota por permitirle trabajar en el sector de almacenamiento y distribución de drogas
en El Salado.57
Por estos sucesos, además de García Acosta, fueron encausados seis agentes de la AFI. Dos
de ellos declararon ante el juzgado y, tras ser acusados formalmente de delitos contra la administración de justicia, fueron puestos en libertad bajo fianza de noventa mil pesos.58 García
Acosta y los otros cinco agentes, pese a haber sido oficialmente arraigados, nunca se presentaron ante el juzgado y huyeron. Esta fuga mientras estaban cautivos en la PGR desembocó en la
detención del comandante regional de la institución, Miguel Abad Montalvo, por incumplimiento
de la orden de mantenerlos detenidos.59 Abad Montalvo salió en libertad tras pagar una fianza
de sesenta mil pesos.60 Mientras tanto, el subdelegado de la PGR en Culiacán cuando ocurrieron los hechos, Pedro Ramírez Violante, fue transferido al mismo puesto en Mexicali, Baja California.61 Ramírez Violante ya ostentaba ese cargo en Culiacán en 2000, cuando se evaporaron
cien kilos de la delegación de la PGR.62 Nunca se esclarecieron las responsabilidades de esa
desaparición.
A los pocos días de la huida, Macedo de la Concha anunció que la captura de los agentes era
inminente. “Es claro que no tardarán en ser aprehendidos”, declaró entonces.63 Cinco meses
después, y pese a que la PGR anunció solemnemente que recaería “todo el peso de la ley” contra los agentes,64 ninguno de los agentes huidos ha aparecido. Para empeorar las cosas, un periódico local anunciaba de fuentes que uno de los agentes de la AFI huidos por este caso, Agustín Méndez Camacho, había sido nombrado comandante de la AFI en Los Mochis, también en
Sinaloa.65 Nunca se presentó a tomar posesión del cargo.
9. Como demuestra a las claras el caso de El Salado, la utilización de madrinas parece ser una
práctica de difícil erradicación en la PGR. En la misma Sinaloa, el 9 de febrero unos pistoleros
asesinaron a un individuo y dejaron herido a otro en una marisquería de Culiacán. La policía
57
Gustavo Castillo García, “Ponen en libertad a presunto narco de El Salado”, La Jornada (México), 9 de febrero de
2003.
58
“Libres los dos agentes de la AFI que estaban arraigados por muerte de la enfermera”, El Debate (Culiacán), 12 de
febrero de 2003.
59
Daniel Gaxiola, “Niega cargos ex comandante de la AFI”, Noroeste (Mazatlán), 4 de febrero de 2003.
60
“Sale en libertad jefe regional de la AFI”, El Debate (Culiacán), 9 de febrero de 2003.
61
Javier Valdez, “Relevan a subcomandante de PGR en Culiacán”, La Jornada (México), 5 de febrero de 2003.
62
Javier Valdez y Víctor Guerra, “Investigan a jefe de la PJF por desaparición de cien kilos de coca”, La Jornada (México), 14 de julio de 2000.
63
Iván Frutos, “Llaman a gobiernos locales a combatir venta de drogas”, Reforma (México), 9 de febrero de 2003.
64
Procuraduría General de la República, Todo el rigor de la ley para los agentes federales involucrados en la balacera
de Sinaloa donde perdiera la vida Aidé Heras Martínez, Boletín de prensa 65/03, 2 de febrero de 2003.
65
“Agentes de la AFI siguen inactivos”, El Debate (Los Mochis), 6 de febrero de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /9
municipal, que recogió el cadáver, estableció que ambos eran madrinas de la PGR.66 La dependencia federal ni desmintió esta afirmación ni abrió la oportuna investigación.
10. El 12 de mayo agentes de Tránsito y Vialidad de Reynosa, Tamaulipas, detuvieron a Jefet Romero Ortiz, agente de la AFI en dicha localidad, acompañado otro individuo que hacía las veces
de madrina. La captura se produjo a raíz de la denuncia de un reportero local porque a las tres
de la mañana dos individuos portando armas de fuego amagaban con disparar a dos adultos y
un menor de edad. Cuando los policías locales llegaron al lugar de los hechos detuvieron al
agente de la AFI y su acompañante, quienes se encontraban en estado de ebriedad. Los elementos de tránsito procedieron además a asegurar una camioneta Dodge Ram, propiedad de la
PGR, que conducían ambos individuos. Después se comprobó que esas dos mismas personas
habían provocado, cinco horas antes, un accidente de tráfico en otro punto de la ciudad y habían
amenazado con sus armas a la familia contra la cual colisionó su vehículo.67 La PGR no hizo
declaraciones sobre el caso.
11. El 10 de febrero, la Unión de Abogados y Litigantes de la Costa de Chiapas denunció la pervivencia de las madrinas en la AFI. Su portavoz declaró que “esos madrinas se encuentran en las
afueras de la PGR a cargo de[l comandante de la AFI] Junior Jordan Alegría Orantes”.68 La dependencia federal no ha salido en defensa del agente ni tampoco ha anunciado la apertura de
una investigación.
12. El 17 de marzo fueron arraigados en Tijuana un agente de la AFI, César Veina Piña y un fiscal
federal Macario Rangel Lara, junto con una madrina y la novia del primero. La UEDO les investigaba por robar droga a empresarios privados y por venta de protección a comerciantes de droga
que a su vez trabajaban con el jefe de la Policía Municipal de Tijuana en el distrito de La Presa,
Héctor Hugo Zazueta Avilés, y un antiguo agente de la FEADS.69 Veina Piña se encontraba en
esos momentos destinado en la ciudad de México, aunque había trabajado en la PGR en la metrópoli fronteriza entre enero de 2001 y enero de 2002. Rangel Lara formaba parte de la nueva
remesa de agentes llegado meses atrás.70 Tanto Zazueta Avilés como los agentes de la AFI fueron descargados de responsabilidad penal aunque se anunció que se les investigaría por la vía
administrativa.71 Los resultados de esta investigación interna, que es no especificaba si estaba
relacionada con la utilización de madrinas, son desconocidos.
13. El 21 de enero aparecía muerto en Lázaro Cárdenas, Chihuahua, el jóven Ismael Chávez Martínez. El cadáver presentaba varios impactos de bala.72 La policía estatal que se hizo cargo de la
investigación declaró que era madrina de la AFI y que su asesinato se derivaba del resenti-
66
“Balacera en el centro”, El Debate (Culiacán), 10 de febrero de 2003.
67
Antonio Hernández Olguín, “Borracho agente de la AFI y su ‘madrina’, detenidos”, El Bravo (Matamoros), 13 de mayo
de 2003.
68
“Corporaciones policiacas siguen utilizando ‘madrinas’”, El Orbe (Tapachula), 11 de febrero de 2003.
69
Said Betanzos y Agustín Pérez, “Delató al comando”, Frontera (Tijuana), 4 de abril de 2003.
70
Said Betanzos, “Arraigan a federales por nexo con ‘narcos’”, Frontera (Tijuana), 19 de marzo de 2003.
71
Agustín Pérez Aguilar, “Serán sometidos a investigación”, La Crónica de Baja California (Mexicali), 26 de marzo de
2003.
72
Martha Adame, “Localizan a otro ejecutado”, El Diario de Chihuahua (Chihuahua), 23 de enero de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /10
miento de un distribuidor de drogas por sus actividades junto a los policías federales.73 Chávez
Martínez había sido policía federal y después se le encarceló por el robo de un banco. Se desconocen las actuaciones o investigaciones de la PGR por este caso.
14. El 26 de junio un individuo que huía de su perseguidor fue asesinado por siete impactos de bala
en un estacionamiento público al pie de las instalaciones de la PGR en Guadalajara. Las circunstancias que rodearon el asesinato son oscuras. Según algunos testigos presenciales, el
atentado se produjo cuando el asesinado abandonaba del edificio oficial.74 De las instalaciones
policiales salió un agente en persecución del asesino, aunque no consiguió darle alcance.75 Un
diario jalisciense informaba de que el asesinato se produjo “pese a que muy cerca del sitio había
varios agentes de la dependencia en mención”.76 Otro periódico refería que “personal del área
de Homicidios Intencionales [de la policía estatal] sospecha que el asesinato lo podrían haber
cometido algún elemento de la AFI, o uno de sus ‘ayudantes’, porque según testigos, después
del asesinato, el homicida se refugió en el edificio de la PGR”.77
Al día siguiente la esposa del fallecido descubrió su nombre y profesión. Se llamaba Mario Barajas Romero y “desde hace varios años” trabajaba como madrina de un elemento de la AFI de
nombre Luis. El procurador de justicia de Jalisco, encargado de investigar el asesinato, confirmó
la relación del muerto con la PGR.78 En el currículum de Barajas Romero destaca que durante
dieciséis años había trabajado en la Policía Investigadora del estado de Jalisco. En esa institución estaba asignado al Área de Asuntos Especiales, que investigaba secuestros y asesinatos.
Allí empezó su relación con miembros de la PGR, según fuentes de la procuraduría estatal. En
1992 fue cesado al dar positivo en un control antidopaje.79 Ante los señalamientos expresos, el
delegado de la PGR en Jalisco, Fernando Ruiz García, señaló que se investigaría a los tres Luises que trabajaban en esa delegación, aunque ninguno estaba destinado en Guadalajara.80
Hasta la fecha se desconocen los avances o las conclusiones de la investigación interna.
15. El 4 de junio, en Nogales, Sonora, la menor Yesenia Meza fue alcanzada por dos impactos de
bala provenientes de una Kalashnikóv disparada desde un Jeep sin matrícula. Los atacantes
eran Adrián Ibarra Elizalde y Humberto Pérez Martínez, “con domicilio en las oficinas que ocupan la subdelegación en la zona norte de la PGR”.81 Ibarra Elizalde mostró su credencial oficial
de la PGR mientras que de Pérez Martínez no se pudo comprobar si era agente o madrina.82
73
“Boletina la PGR a ‘El Pitufo’”, El Diario de Chihuahua (Chihuahua), 24 de enero de 2003.
74
“‘Madrina’ de la PGR, el ejecutado a balazos en un estacionamiento”, El Informador (Guadalajara), 28 de junio de
2003.
75
Emigdio García, “Persiguen a un hombre y lo ejecutan a balazos”, Mural (Guadalajara), 27 de junio de 2003.
76
Jorge Zamora Fuentes, “‘Ejecutado’ frente a la PGR”, Público (Guadalajara), 27 de junio de 2003.
77
Jorge Zamora Fuentes, “Era ‘madrina’ el hombre que fue asesinado frente a la PGR”, Público (Guadalajara), 28 de
junio de 2003.
78
Víctor Manuel Chávez Ogazón, “Arraigan a empleados de un estacionamiento”, El Occidental (Guadalajara), 3 de julio
de 2003.
79
Erika Haro y Francisco Junco, “Investigan negocios del ‘madrina’ muerto”, Mural (Guadalajara), 28 de junio de 2003.
80
Francisco Junco, “Indaga PGR a Luises”, Mural (Guadalajara), 28 de junio de 2003.
81
Rubén A. Ruiz, “Investigan ‘madrina’”, El Imparcial (Hermosillo), 6 de junio de 2003.
82
“Investigación o transa en la extraña balacera”, El Nuevo Día (Nogales), 6 de junio de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /11
Los individuos fueron detenidos por la policía municipal, que inmediatamente se presentó en el
lugar de los hechos. En el coche atacado, que conducía la tía de la herida, se encontraron diecisiete kilos y medio de marihuana 83 La mujer afirmó que los dos individuos habían discutido recientemente con su amante, que era el propietario de la droga.
Los reporteros que cubrían la noticia afirmaron que un comandante federal, que no se identificó,
los encerró en la delegación de la PGR en Nogales para ofrecerles dinero por publicar la noticia.
Según se publicó al día siguiente, el objetivo de los agentes federales que suscitaron el tiroteo
era sustraer la droga a la mujer. Un periódico ampliaba la información acusando al subdelegado
de Procedimientos Penales de la PGR en la zona norte del estado de Sonora, Francisco Javier
Salido Araiza, y a un agente del Ministerio Público Federal de proteger a contrabandistas de
drogas e inmigrantes.84 La delegación local de la PGR ofreció informaciones contradictorias sobre los hechos y finalmente se negaron a realizar declaraciones.85 Tampoco aclararon la participación del agente de la AFI ni realizaron investigaciones. Sin embargo, la PGR informó semanas
después que Salido Araiza, quien había ostentado diversos puestos en la PGR de Sonora, renunciaba a su puesto por motivos de salud.86
16. Existen más relatos de la actuación de madrinas en la PGR. El 1 de abril un juzgado de Ecatepec, Estado de México, declaró formalmente preso al agente de Saúl Pérez García, elemento en
activo de la AFI, por su participación en los delitos de privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro y robo agravado. Pérez García y una madrina habían mostrado una orden de
detención falsa a un individuo que posteriormente se llevaron secuestrado en una camioneta sin
identificaciones oficiales. Avisados por la esposa del secuestrado, la policía ministerial del estado procedió a perseguir el coche en el que Pérez García, su acompañante y el secuestrado
huían. Tras darles alcance, Pérez García se ostentó como agente de la AFI para evitar su detención. Finalmente fueron consignados.87
17. Y es que el secuestro es una actividad reiterada entre miembros corruptos de la PGR. El 28 de
enero la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal detenía a Uriel Alejandro Torres
Barroso, agente del Grupo de Operaciones Especiales de la AFI, “de la nueva generación de policías de la PGR”.88 Se le acusaba, junto con cinco colaboradores, del secuestro de un mujer.
Torres Barroso y sus colegas entraron en el domicilio de una mujer a la que mantuvieron maniatada toda la noche. Aprovechando un descuido la mujer escapó y dio parte a unos policías
que estaban cerca del lugar. En un desarrollo inusitado de la investigación, los agentes del Distrito Federal no pusieron a disposición del juez a Torres Barroso, quien ya se había identificado
como miembro de la AFI, sino que lo dejaron en la PGR. Sólo cuando los familiares de la secuestrada procedieron a denunciar el secuestro y se solicitó la presencia del agente a la PGR,
83
Arturo González, “Federales acribillan a menor”, El Diario de Sonora (Nogales), 5 de junio de 2003.
84
Luis Cardona, “Casados federales y narcos”, El Diario de Sonora (Nogales), 6 de junio de 2003.
85
Rubén A. Ruiz, “Guardan silencio sobre ‘madrinas’”, El Imparcial (Hermosillo), 7 de junio de 2003.
86
Rubén A. Ruiz, “Cambian subdelegado de la PGR”, El Imparcial (Hermosill), 3 de julio de 2003.
87
Procuraduría General de Justicia del Estado de México, Dictan auto de formal prisión en contra de dos secuestradores; uno de ellos, elemento en activo de la PGR, Boletín de prensa nº267, 1 de abril de 2003.
88
Silvia Otero, “Implican a agente de AFI en secuestro de una mujer”, El Universal (México), 29 de enero de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /12
éste fue pertinentemente entregado ante las autoridades judiciales.89 El Ministerio Público Federal ordenó el encarcelamiento de Torres Barroso.
A raíz de la detención y de las sospechas de los policías que efectuaron el arresto acerca de
que los otros secuestrados también pertenecían a la PGR, el subprocurador de Procedimientos
Penales A Gilberto Higuera Bernal anunció que se investigaba la participación de otros agentes
de la AFI en la banda de secuestradores.90 Añadió que los indicios de que la secuestrada fuese
una distribuidora de drogas les hacía sospechar la existencia de “un grupo de elementos de la
AFI que presuntamente se dedicaban a extorsionar y proteger a miembros de una red de vendedores de drogas en el DF”.91 A seis meses vista, aún están por anunciarse los resultados de la
susodicha investigación.
18. El 21 de febrero la Policía Judicial de Nuevo León detuvo en Monterrey a Edgar Iván Lacourtois,
un perito criminalista que trabajaba para la delegación local de la PGR, y a un cómplice. Una señora los había denunciado por intento de secuestro cuando trataba de abordar un taxi. Lacourtois y su cómplice quedaron formalmente detenidos por esta acusación. El delegado estatal de la
PGR en Nuevo León declaró que el perito llevaba tres meses trabajando para la PGR.92
19. El 22 de marzo la PGR anunció la apertura de un expediente en contra del fiscal federal Teodoro
Andrade Prado, destinado en Monterrey, Nuevo León. Este fiscal fue detenido, en compañía de
cuatro individuos que se hacían pasar por agentes de la PGR, en Escobedo, Nuevo León, cuando acudía a cobrar una extorsión de cinco mil pesos a un comerciante local. Cinco días antes el
empresario había denunciado ante la delegación de la PGR el secuestro y la extorsión. La AFI
fue enviada a su domicilio y detuvo al fiscal cuando pasaba a recoger el dinero solicitado.93 En
un desarrollo judicial sorprendente, Andrade Prado fue liberado por la ausencia de imputación directa del denunciante. Uno de los ayudantes, que según el juez había engañado al fiscal federal,
sí quedó formalmente preso.94 La PGR no ha informado sobre el destino del fiscal federal cuya
capacidad para realizar las tareas encomendadas fue puesta en tela de juicio por el juez.
20. El 24 de abril la Procuraduría de Justicia del Estado de México declaraba desmantelada una
“peligrosa banda” de secuestradores conformada por policías municipales de Cuautitlán Izcalli y
de la AFI. El primer paso para este desmantelamiento se produjo días antes, cuando la policía
estatal detuvo a Oswaldo Calleja Gallegos, agente de la AFI, en el momento en que pretendía
cobrar la cantidad de noventa mil pesos como pago al rescate de uno de sus secuestrados. A
Calleja Gallegos se le acusó de haber participado en al menos veinte secuestros.95 Pese a que
las autoridades policiales mexiquenses afirmaron entonces que la operación no estaba conclui-
89
David Saúl Vela, “Agente de la AFI, detenido por secuestrar a una mujer”, La Crónica de Hoy (México), 29 de enero de
2003.
90
Alfredo Joyner, “Investigan a agentes de la AFI por secuestro”, Milenio Diario (México), 31 de enero de 2003.
91
Abel Barajas, “Indagan cuidado a narcos”, Reforma (México), 31 de enero de 2003.
92
Daniel Flores, Gabriel Talavera y Rodrigo Ramírez, “Denuncian mujeres secuestros fallidos”, El Norte (Monterrey), 22
de febrero de 2003.
93
Rodrigo Ramírez, “Investigan a fiscal federal por extorsión”, El Norte (Monterrey), 23 de marzo de 2003.
94
Rodrigo Ramírez, “Absuelven a fiscal federal”, El Norte (Monterrey), 30 de marzo de 2003.
95
“Desmantelan banda de ‘polis’ secuestradores”, El Sol de Toluca (Toluca), 25 de abril de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /13
da, no se han producido avances ni la detención de más agentes de la AFI, cuya participación
en la banda se sugería.96
21. El 25 de abril Juan Rivera López, un empresario de Nezahualcóyotl, estado de México, denunciaba el secuestro y la extorsión a que lo habían sometido dos agentes de la AFI. Aprovechando
que los dos elementos, que sólo se presentaron como Juan y Jahir, se encontraban inmersos en
un operativo policial de objetivos desconocidos, detuvieron a Rivera López. Allí mismo le exigieron diez mil pesos a cambio de no llevarlo detenido bajo la acusación de que andaba “traficando
con matrículas falsas”. Ante la negativa a realizar el pago, los elementos de la AFI lo pasearon
por la ciudad en el automóvil policial, donde continuaron con la labor de amedrantamiento. En
última instancia lo condujeron a las oficinas de la AFI en la ciudad, donde rebajaron sus exigencias hasta los cuatro mil pesos.97 Ni la PGR, que no se ha pronunciado sobre el caso, ni la procuraduría estatal han conseguido la detención de los agentes extorsionadores.
22. El 7 de junio elementos de la AFI destacados en el estado de Guanajuato, incluyendo Edmundo
Olivos Gallardo y Carlos Alberto Flores Castro, detuvieron en una carretera de ese estado a tres
vecinos de Arandas, Jalisco. Una vez detenidos, los policías les informaron que los vehículos
que conducían, que acababan de adquirir, estaban denunciados como robados.98 Los agentes
les exigieron doscientos mil pesos por dejarlos en libertad sin cargos. Los detenidos llamaron a
sus familiares solicitando que reuniesen el dinero porque habían tenido un accidente. Ante las
reticencias de los parientes, Olivos Gallardo y Flores Castro se trasladaron junto con uno de los
detenidos a su domicilio en Arandas para acelerar el pago. Un número indeterminado de agentes federales se quedaron en Guanajuato custodiando a los otros dos detenidos. En el interludio,
los familiares dieron aviso a la Policía Municipal de Arandas, que procedió a detener a Flores
Castro una vez que se presentó en el domicilio de los detenidos. Olivos Gallardo fue arrestado
en la estación de autobuses cuando trataba de abordar un vehículo hacia la ciudad de México.
Sus compañeros que se habían quedado al cargo de los otros dos secuestrados, avisados por
una llamada telefónica de Olivos Gallardo de que el plan se había malogrado, los dejaron en libertad.
Ante el cariz de los hechos, un juez de primera instancia de Arandas dictó la prisión incondicional ordenó de los dos agentes de la AFI detenidos.99 Al día siguiente la PGR anunció que tenía
sujetos a investigación a otros ocho agentes de la AFI en Guanajuato.100 Sin embargo, tres
agentes más que habían sido identificados por los secuestrados como sus plagiarios no fueron
sujetos a investigación.101 El comunicado de prensa de la PGR oportunamente se encargó de
referir que quienes estaban sujetos a investigación habían pertenecido a la extinta Policía Judicial Federal sin reseñar que los agentes han estado dos años y medio al servicio de la actual
96
César Díaz, “Acusan a policías por plagios”, Reforma (México), 25 de abril de 2003.
97
Felipe Rodea, “Denuncian secuestro de empresario del Edomex por agentes de la AFI”, El Sol de México (México), 26
de abril de 2003.
98
Jorge Zamoras Fuentes, “Agentes de la AFI, acusados de secuestro”, Público (Guadalajara), 12 de junio de 2003.
99
“Consignan por secuestro a dos elementos de la AFI”, El Informador (Guadalajara), 12 de junio de 2003.
100
“Indagan a diez agentes por plagio”, Reforma (México), 18 de junio de 2003.
101
Víctor Manuel Chávez Ozagón, “Limpia de AFI en la subdelegación Silao”, El Occidental (Guadalajara), 8 de julio de
2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /14
administración de la PGR superando los controles preceptivos e integrándose a la AFI.102 Un
mes después la investigación continúa sin haber alcanzado ninguna conclusión penal con respecto a los arraigados.
23. El 18 de abril los agentes de la AFI Israel García Ornelas y Víctor Manuel Gómez López fueron
encarcelados en Monterrey, Nuevo León, junto a un taxista. Los agentes fueron acusados de
extorsionar a Alfonso Alvarado Gaytán. El día anterior un amigo de Alvarado Gaytán recibió una
llamada de éste haciéndole saber que necesitaba veinticinco mil pesos. El dinero, según Alvarado Gaytán, era para entregárselo a los agentes federales que lo tenían detenido y lo amenazaban con consignarlo por un delito federal si no les entregaba esa cantidad. A continuación se
puso al teléfono uno de los agentes de la AFI para coordinar la entrega del dinero. El amigo denunció los hechos y se presentó a realizar el pago custodiado por agentes de la policía estatal.
Los agentes federales al observar la presencia de la policía huyeron del lugar donde se iba a
realizar la entrega. Finalmente fueron detenidos. Sorprendentemente, horas después de la detención, otros dos agentes de la AFI consignaban a Alvarado Gaytán ante la PGR por posesión
de cocaína.103
24. El 20 de febrero dos jóvenes de Autlán de Navarro trataban de vender un arma de fuego perteneciente al padre de uno de ellos. En el lugar donde se habían citado con un posible comprador
aparecieron dos individuos que se presentaron como agentes de la AFI. Éstos les solicitaron
diez mil pesos a cada uno de los jóvenes a cambio de no detenerlos por posesión ilegal de un
arma de fuego. El trato final se cerró en dieciséis mil pesos en total. Los agentes de la AFI se
quedaron con la camioneta que conducían los jóvenes en prenda mientras éstos reunían el dinero solicitado. Tras el conocimiento de los hechos, el padre de uno de los jóvenes le denunció a
un conocido suyo, un diputado local, que a su vez informó a la delegación estatal de la PGR.
Agentes federales procedieron a detener a sus colegas cuando se producía el paso en las instalaciones de la PGR en Autlán de Navarro. Los dos agentes de la AFI detenidos, uno de nombre Alfredo Mario Espino Blanco y el otro desconocido, fueron encarcelados por extorsión y delitos contra la administración de justicia.104
25. Más intentos de extorsión realizados por agentes de la PGR. El 27 de febrero en Río Bravo, Tamaulipas, tras una “peliculesca” persecución la policía municipal y estatal detuvieron al Ministerio
Público Federal en la cercana ciudad de Reynosa, José Luis Rodríguez Díaz, al secretario de la
fiscalía en la ciudad, Julio César Díaz Martínez, y a dos colaboradores sin cargo oficial en la
PGR. Según el relato de los hechos realizado por la policía municipal, los cuatro detenidos acudieron armados a una “casa de citas” de la ciudad. Bajo amenazas obligaron a la directora del
burdel y a su secretaria a subir a una camioneta, en la que las pasearon por la ciudad durante
tres horas. En el transcurso del viaje les robaron a las mujeres doscientos dólares y ocho anillos
de oro. Además les obligaron a comprometerse a reunir dos mil dólares, que pasarían a recoger
esa misma tarde. Las mujeres denunciaron la extorsión ante la policía ministerial, que detuvo a
los agentes federales y sus colaborados cuando se encaminaban a recoger el dinero pactado.105
102
Procuraduría General de la República, La PGR investiga a elementos de la antigua Policía Judicial Federal por los
delitos de extorsión y privación ilegal de la libertad, Boletín de prensa 520/03, 17 de junio de 2003.
103
Rodrigo Ramírez y Gabriel Talavera, “Van dos federales al Topo Chico; los consigna fiscal por chantaje”, El Norte
(Monterrey), 19 de abril de 2003.
104
“Elemento de la AFI procesado por extorsionar a una persona”, El Informador (Guadalajara), 28 de febrero de 2003.
105
Guadalupe E. González, “Fiscal federal cae por extorsionador”, El Bravo (Matamoros), 28 de febrero de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /15
26. El 19 de mayo el mecánico guerrerense Eugenio Artellano Escaldón, que había sido detenido
por contrabando de inmigrantes, denunció ante la policía estatal de Baja California que elementos de la AFI le habían extorsionado. Según su declaración, cuando viajaba desde Jalisco a Los
Ángeles en compañía de dos mujeres, fue interceptado por tres sujetos. Los tres elementos le
habrían subido a una camioneta en la que le exigieron cinco mil dólares para ponerlo en libertad.
Después de reducir sus pretensiones a dos mil pesos, Artellano Escaldón desembolsó lo acordado. En el momento de realizar la denuncia, la víctima identificó en el catálogo fotográfico a dos
agentes de la AFI como sus extorsionadores.106 La delegación de la PGR en Tijuana permitió
realizar una revisión física de los cuarenta agentes de la AFI destinados en esa ciudad, pero no
se utilizó la preceptiva mampara que evitase al acusador ser identificado.107 En esas circunstancias de falta de anonimato, Artellano Escaldón se negó a ratificar la denuncia contra los dos
agentes. Denegada oficialmente la veracidad de la denuncia de extorsión, la PGR en Tijuana
declaró que continúa investigando la responsabilidad del acusador como contrabandista de inmigrantes.108 Hasta ahora no ha tenido éxito a la hora de reunir las pruebas necesarias contra
Artellano Escaldón.
27. El 28 de junio elementos de la Fiscalía Antisecuestros de la Procuraduría de Justicia del estado
de Jalisco detuvieron al agente del Ministerio Público Federal, Moisés Quiroz Córdova, adscrito
al área antipiratería de la PGR en la ciudad de México, por extorsión al propietario de tres vídeoclubes en Guadalajara. Quiroz Córdova se había presentado dos días antes en un negocio de
alquiler de vídeos en compañía de Mario García Quintanilla, representante legal de Disney México, a quien presentó como “perito”. Ambos procedían de la ciudad de México y le exigieron al
empresario sesenta mil pesos por no cumplir con la orden de arresto por posesión de cintas pirateadas que habían conseguido tras la presentación de la denuncia correspondiente de la empresa en la que trabajaba García Quintanilla. El propietario del vídeoclub le presentó los recibos
de adquisición, pero los visitantes no quedaron conformes.
Ante la persistencia de las amenazas, el empresario, al tiempo que denunciaba los hechos ante
la policía estatal, se comunicó con García Quintanilla para anunciarle que tenía cincuenta y dos
mil pesos para hacer frente a la extorsión. El abogado aceptó la cantidad y le indicó que hiciese
una transferencia de cincuenta y dos mil pesos en su cuenta corriente pero sin poner los datos
del origen del traspaso. Ante la negativa del empresario a hacer esa operación, acordaron verse
para hacer la entrega del dinero, lugar en el que fue detenido por la policía estatal. Quiroz Córdova sería arrestado poco después en una cita que había comprometido con García Quintanilla
para recibir treinta mil pesos por su participación en la extorsión.109 Los detenidos fueron entregados a representantes de la PGR llegados de la ciudad de México.110 Llevados ante la justicia,
el juez correspondiente determinó la prisión sin fianza para ambos acusados de extorsión.111
106
Agustín Pérez Aguilar, “Cachan a agentes de AFI”, Frontera (Tijuana), 21 de mayo de 2003.
107
Anna Cearly, “Man fails to identify Mexican federal agents during line-up”, San Diego Union-Tribune (San Diego, Estados Unidos), 22 de mayo de 2003.
108
Agustín Pérez Aguilar, “Dice desconocer a agentes de AFI”, Frontera (Tijuana), 22 de mayo de 2003.
109
“Fiscal federal detenido por una presunta extorsión”, El Informador (Guadalajara), 29 de junio de 2003.
110
Jorge Zamora Fuente, “Agente federal se dedicaba a extorsionar”, Público (Guadalajara), 29 de junio de 2003.
111
César Íñiguez, “Se queda en Puente Grande Ministerio Público Federal” Ocho Columnas (Guadalajara), 9 de julio de
2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /16
28. El 2 de julio, Joaquín Noh Mayo, representante de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados en Chetumal, Quintana Roo, denunció que varios agentes de la PGR estaban implicados en casos de extorsión a empresarios de la ciudad. Que acudían a los lugares de recreo a solicitar diversas cantidades a sus propietarios y los amenazan
con utilizar la violencia si se niegan a realizar los pagos. La delegación de la PGR en Chetumal
se negó a comentar la denuncia.112
29. El 9 de junio elementos del ejército mexicano en Mérida, Yucatán, pusieron a disposición judicial
a siete de los nueve elementos de la AFI destinados en la ciudad, incluyendo a su comandante
Leobardo Agustín Rojas Martínez. Se les acusaba de “extorsión, abuso de autoridad y complicidad en el robo de gasolina” después de la denuncia del pescador local Narciso López Figueroa.
Según el relato de éste, que afirmó ser uno de los casi cien marinos que se dedican a vender
gasolina extraída ilegalmente de los barcos de Petróleos Mexicanos atracados en el cercano
puesto de Progreso, los agentes de la AFI les obligaban al pago de mil pesos por viaje. López
Figueroa no pagó un viaje y le impusieron una multa de treinta mil dólares. Para obligarle al pago arrestaron y torturaron el pescador. Una vez liberado bajo la promesa de un pago posterior, el
pescador se dirigió a la oficina de la PGR en Mérida a denunciar los hechos.113 El delegado de la
PGR, ante la carencia de personal no involucrado en el delito, solicitó la intervención del ejército
en las detención. El arresto por parte de los militares se produjo en un clima de gran tensión.114
Los policías encarcelados se negaron a declarar ante el juez.115 Esta circunstancia no impidió
que fuesen declarados formalmente presos días después.116
30. A principios de mayo un mexicano residente en Denver, Estados Unidos, pasaba por Ciudad
Juárez, Chihuahua, para visitar a su madre en Camargo, en el mismo estado. En la primera ciudad tuvo la desgracia de encontrarse con dos agentes de la AFI que lo asaltaron y le despojaron
de los veintisiete mil dólares que llevaba consigo. El 9 de mayo el paisano presentaba la oportuna denuncia ante la subdelegación de la PGR en la ciudad. El delegado de la PGR declaró que
“el afectado identificó de manera plena a dos de los elementos de la AFI,” Juan Manuel Cervantes Campos y Vicente Torres Cortés, como los autores del robo.117 Según informaciones periodísticas, el subdelegado de la AFI en el estado de Chihuahua, Francisco Echavarría Rodríguez,
recibió la mitad del botín.118 Días después los dos elementos de la AFI fueron arraigados en un
hotel de la ciudad y el subdelegado fue concentrado en la ciudad de México.119
Desde su supuesta concentración en el Distrito Federal, Echavarría tuvo tiempo para demandar
por difamación a Carlos Huerta, reportero del diario juarense Norte, que había informado sobre
112
“Mutismo de la PGR sobre presunta extorsión a comerciantes”, Diario de Yucatán (Cancún), 3 de julio de 2003.
113
“Agentes federales, en el robo de gasolina”, El Diario de Yucatán (Mérida), 10 de junio de 2003.
114
Daniel Barquet, “Agentes de la AFI, detenidos”, Milenio Diario (México), 10 de junio de 2003.
115
“Sentenciarían hasta a 16 años de prisión a siete agentes federales”, El Diario de Yucatán (Mérida), 11 de junio de
2003.
116
“Formal prisión a los policías involucrados en un robo a Pemex”, Diario de Yucatán (Mérida), 13 de junio de 2003.
117
Luis Carlos Cano C., “Arraigan en Juárez a dos agentes de AFI por robo”, El Universal (México), 22 de mayo de
2003.
118
Félix González, “Remueven a jefe de AFI; lo acusaron de robo a paisano”, El Mexicano (Ciudad Juárez), 5 de junio
de 2003.
119
Félix González, “Toma posesión nuevo jefe policiaco”, El Mexicano (Ciudad Juárez), 6 de junio de 2003.
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su responsabilidad en el robo. Pero no se conformó con interponer la querella sino que se trasladó a la delegación de la PGR en Ciudad Juárez para tomar declaración al periodista. Sólo la
intervención del delegado de la PGR en Ciudad Juárez, Héctor García Rodríguez, impidió que el
periodista fuese detenido de manera inmediata.120 Debido a que el paisano no presentó denuncia formal contra sus atracadores, venció el plazo para consignar a los agentes y quedaron en libertad sin cargos, siendo reinstalados en sus puestos de trabajo.121
31. El 6 de abril la Procuraduría General de Justicia del Estado de México declaraba desarticulada
una banda dedicada al robo violento de vehículos comandada por “el elemento en activo de la
AFI, Hugo Dante González Hernández”. La información oficial determinaba que González Hernández estaba adscrito a la oficina de la AFI en el vecino estado de Hidalgo. Colaboraban con él
en el negocio del robo de vehículos otros tres individuos, igualmente detenidos, que fueron identificados como madrinas de González Hernández.122 Ninguna declaración hizo la PGR sobre
esta detención.
32. A tenor de las referencias posteriores, González Hernández consiguió ser puesto en libertad y
mantenerse en su puesto con extremada rapidez. El 26 de junio policías preventivos del Distrito
Federal detuvieron a dos agentes de la AFI, “Hugo Dante González Hernández” y Ricardo Hernández, y a una madrina de éstos, en el momento en que “secuestraban e intentaban extorsionaban a unos transportistas”. Según la información oficial, y en línea con su anterior detención,
ambos agentes estaban comisionados en la sede de la PGR en Hidalgo. El Subsecretario de
Seguridad del DF, Gabriel Regino, indicó que el trío detuvo a los dos tripulantes de un camión
que transportaba más de tres toneladas de aparatos electrónicos y les exigieron ciento cincuenta
mil pesos argumentando que la mercancía no tenía pedimento de importación. Una llamada telefónica a la Policía Preventiva alertó del suceso y los tres individuos fueron detenidos. En el
momento de efectuar la detención, los policías observaron cómo “cuatro presuntos agentes de la
Policía Judicial del Distrito Federal se fugaron a bordo de dos patrullas”. La PGR informó de que
investigaría si los agentes estaban en activo en el momento de su detención.123 Las conclusiones no fueron comunicadas.
33. El 17 de abril la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos detuvo a
Eduardo Santos Acosta Michel, subdelegado de la PGR en Ciudad Obregón, Sonora. El policía
fue detenido en la garita fronteriza de Nogales, Arizona, cuando viajaba hacia Tucson, Arizona,
con una treinta mil dólares en efectivo sin la preceptiva declaración administrativa de entrada de
medios de pago.124 El policía declaró que ese dinero era el fruto de ganancias del juego obtenidas en su frecuentes viajes a Las Vegas, Nevada. Una semana después fue puesto en libertad
bajo fianza por esta falta y encarcelado con nuevos cargos “relacionados con la reestructuración
de transacciones por más de cien mil dólares”.125 Acosta Michel realizó dichas transacciones en
120
Félix González, “Denuncia comandante a periodista”, El Mexicano (Ciudad Juárez), 9 de junio de 2003.
121
Roberto Ramos, “Reinstala PGR a dos agentes”, El Diario de Juárez (Ciudad Juárez), 21 de junio de 2003.
122
Procuraduría General de Justicia del Estado de México, Desarticuló la Procuraduría mexiquense banda dedicada al
robo violento de vehículos, comandada por un agente de la AFI, Boletín nº283, 6 de abril de 2003.
123
Ricardo Zamora, “Plagian agentes”, Reforma (México), 27 de junio de 2003.
124
Gerardo R. Valenzuela y Agustín Valle, “Arrestan a exdelegado de la PGR”, El Diario de Sonora (Nogales), 25 de
abril de 2003.
125
Notimex, “‘Refunden’ en EU a Acosta Michel”, El Imparcial (Hermosillo), 26 de abril de 2003.
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sucursales del Wells Fargo Bank como parte de un patrón de actividades ilícitas durante un periodo de doce meses.126
Tras una carrera de veintisiete años en la PGR, Acosta Michel llegó a ocupar temporalmente la
delegación de esa institución en el estado de Sonora.127 Desde 2000 había ostentado el cargo
de subdelegado de la PGR en las delegaciones sonorenses de Nogales, Hermosillo y Ciudad
Obregón. A esta última ciudad se encontraba adscrito cuando fue detenido.128 A raíz de la detención la PGR anunció la creación de un grupo de trabajo para investigar las posibles irregularidades cometidas por Acosta Michel en México.129 Sin especificar los resultados, y tras varias
semanas de encarcelamiento del comandante en los Estados Unidos, la PGR anunció la decisión de suspender a Acosta Michel de sus funciones.130 En paralelo a su despido, y según algunas informaciones no confirmadas, el 7 de mayo Acosta Michel era deportado a México, donde
fue puesto en libertad.131
34. El 14 de marzo elementos de las fuerzas de elite del ejército mexicano detuvieron en Matamoros, Nuevo Laredo, al afamado distribuidor de drogas Osiel Cárdenas Guillén. Entonces Macedo
adujo que en la detención no participaron agentes de la AFI porque “se tenían datos sobre una
posible infiltración del narco en sus filas”. Añadió después que existía una “investigación abierta”
en torno a dos funcionarios de alto nivel de la PGR posiblemente relacionados con estos hechos
y con la desaparición de cuatro agentes de la AFI en Tamaulipas. Ante pregunta expresa el procurador se negó a más detalles al respecto.132 El 26 de mayo el delegado de la PGR en Tamaulipas, Marco Antonio Ramírez Cabrera, ahondó en esta crítica y aceptó la existencia de colaboradores con los comerciantes de drogas entre sus subordinados. Esta revelación se dio después
de que la realización de un allanamiento en una vivienda, donde se poseía información de que
se almacenaba droga, concluyese en fracaso. en el domicilio registrado en Ciudad Victoria no se
encontró a nadie, aunque se decomisaron pequeñas cantidades de drogas. “Hubo fuga de información y eso derivó en la evasión de las personas”, comentó después del registro Ramírez
Cabrera.133 Nadie ha sido detenido hasta la fecha por esta supuesta colusión entre elementos de
la PGR y comerciantes de droga.
35. En la cercana delegación de la PGR en Miguel Alemán, el 2 de abril, agentes de la UEDO y militares irrumpieron violentamente para “desarmar a los agentes de la AFI asignados a esta plaza,
y los despojó de todos sus equipos de comunicación (radios y celulares). Se presume que los
militares pretendían que los agentes federales no dieran el clásico ‘pitazo’”. Según la información
publicada por un diario regional y nunca ratificada o negada oficialmente, los militares y sus colaboradores investigaban al jefe de grupo de la AFI en la ciudad, Armando Savillón, cuya pre126
Office of the United States Attorney, District of Arizona, Citizen of mexico charged with structuring transactions toevade reporting requirements, Tucson, 29 de abril de 2003.
127
Carlos Padilla, “Rastrean el origen del dinero”, El Imparcial (Hermosillo), 26 de abril de 2003.
128
José Larrinaga y Francisco González Bolón, “Arresta DEA a subdelegado de la PGR”, El Imparcial (Hermosillo), 25
de abril de 2003.
129
Francisco González Bolón, “Envían informes a México”, El Imparcial (Hermosillo), 6 de mayo de 2003.
130
Notimex, “Suspenden a Acosta Michel”, Tribuna del Yaqui (Ciudad Obregón), 9 de mayo de 2003.
131
Mario Madrigal González, “Deportan a Acosta Michel”, Tribuna del Yaqui (Ciudad Obregón), 10 de mayo de 2003.
132
Jorge Medellín, “Se temía infiltración en la AFI”, El Universal (México), 18 de marzo de 2003.
133
“Escapan narcos por un ‘pitazo’”, El Diario (Ciudad Victoria), 27 de mayo de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /19
sencia había sido confirmada en fiestas y reuniones comprometedores de “un narcotraficante de
nombre ‘Delfino’, quien es catalogado como el ‘zar de los grameros’ de la colonia Sarabia” y de
otros empresarios de drogas. En el mismo reportaje se informaba que durante un tiroteo anterior
entre agentes de la UEDO y militares y presuntos comerciantes de droga que concluyó con la
muerte de dos delincuentes, el grupo de “presuntos miembros del ‘cártel del Golfo’… huyeron
bajo la complacencia de elementos de la AFI”.134 En todo caso, a Savillón no se le ha sometido
oficialmente a investigación.
36. El 13 de mayo una radio local informaba que el coordinador de las agencias del Ministerio Público Federal en Nuevo Laredo, Tamaulipas, José Guadalupe Veloz Chávez había sido detenido
por elementos de la UEDO cuando abandonaba su lugar de trabajo y trasladado a la ciudad de
México.135 La detención estaría relacionada con información recogida en el allanamiento de un
rancho cercano donde se habían detenido a un miembro de una prominente banda de drogas de
Nuevo Laredo. Policías municipales que se habían trasladado a la delegación de la PGR en
Nuevo Laredo en las horas inmediatas a la desaparición ante la movilización policial confirmaron
este relato.136 Al día siguiente un periódico local desmentía esta versión relatando que “dicho
funcionario todo el día de ayer estuvo en su fiscalía atendiendo a la gente y agilizando las averiguaciones previas que tiene en trámite”.137 El delegado de la PGR en Tamaulipas que se encontraba ese día en Nuevo Laredo afirmó que desconocía el caso. Sin información oficial sobre
lo sucedido con Veloz Chávez, tres días después fue nombrado un nuevo coordinador del Ministerio Público Federal en Nuevo Laredo, Naim Said Martínez, quien ocupaba el mismo puesto
en la vecina Matamoros.138 Casi a la par se transfirió a otros destinos a todo el personal de la
AFI que trabajaba en la cercana Miguel Alemán.139 Aún está por determinarse desde la PGR el
paradero físico y penal de Veloz Chávez.
37. El 4 de abril Néstor Tobías de la Cruz Bello, ex comandante de la AFI en Coahuila, fue detenido
en las oficinas de la subsede de la PGR en Torreón por relación con el distribuidor de drogas y
asesino Arturo Hernández González.140 Pese al interés de Macedo de la Concha en presentó a
De la Cruz Bello como “ex agente de la Policía Judicial Federal”,141 lo cierto es que éste había
prestado sus servicios como comandante de la AFI en Coahuila hasta principios de 2003.142 Aún
están por determinar los motivos que llevaron a De la Cruz Bello a aparecer por la PGR antes de
ser arrestado.
134
“Irrumpe UEDO en AFI y ‘acalambra’ a federales”, La Tarde (Reynosa), 3 de abril de 2003.
135
Juan Edgardo Rodríguez, “Se lleva UEDO a un ministerio público, afirman”, El Mañana (Nuevo Laredo), 14 de mayo
de 2003.
136
Martha Cázares, “Rumoran detención”, El Norte (Monterrey), 14 de mayo de 2003.
137
Gabriel Garza Flores Jr., “Corre rumor de arresto de un fiscal federal”, El Diario (Nuevo Laredo), 14 de mayo de 2003.
138
“Nombran sucesor de fiscal desaparecido”, El Norte (Monterrey), 20 de mayo de 2003.
139
“Limpia en PGR”, La Tarde (Reynosa), 20 de mayo de 2003.
140
“Cayó en Gómez Palacio el gatillero del cártel de los Carrillo Fuentes”, Contexto (Durango), 4 de abril de 2003.
141
Procuraduría General de la República y Secretaría de la Defensa Nacional, Fue aprehendido Arturo González Hernández (a) “El Chaky”, principal operador de la organización criminal de los Carrillo Fuentes, Boletín de prensa
PGR/SEDENA/03, 4 de abril de 2003.
142
Enrique Proa, “Busca AFI más nexos con narcotraficantes”, Diario de Coahuila (Saltillo), 12 de abril de 2003.
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38. La oficina de la PGR Ciudad Juárez, Chihuahua, ha sido prolija en situaciones conflictivas. El 17
de abril el presidente del oficial Consejo de Participación Ciudadana de la PGR en Chihuahua,
Javier Cuéllar Moreno, denunciaba una corrupción generalizada en las cinco agencias del Ministerio Público Federal de Ciudad Juárez. “Tenemos conocimiento de casos en los que han pedido, por delitos menores, hasta 12 mil dólares, y se vale regatear y han llegado a 7 o hasta los
3 mil dólares”, adelantó. Seis días después Cuéllar Moreno hizo pública una denuncia específica
con “pruebas fehacientes” contra un agente del Ministerio Público Federal, Mario Roberto Bolaños Moreno, por haber exigido a familiares de un detenido doce mil dólares por dejarlo libre.143
Cuéllar, que también es presidente de la Barra de Abogados Benito Juárez en Ciudad Juárez,
afirmó que el detenido había sido encarcelado a pesar de las evidencias a su favor porque no
había podido reunir la cantidad requerida. Y ello, a pesar de que Bolaños Moreno, se había avenido a rebajar sus exigencias a siete mil dólares.144 “A mí me da la impresión de que otros funcionarios, como que estaban coludidos, como que esos doce mil dólares no son sólo para Bolaños Moreno, sino que se lo reparten entre varios, por eso se tapan unos a otros con la misma
cobija”, expresó Cuéllar Moreno.
La primera reacción del delegado estatal de la PGR, Héctor García Rodríguez, en lugar de emprender una investigación por la denuncia de una instancia oficial, fue la de negar la capacidad
de Cuéllar Moreno, de quien dijo que no era el presidente del Consejo de Participación Ciudadana. Esta negación contrastaba con el comunicado oficial en el que dos semanas antes la PGR
local informaba de la creación de ese organismo teniendo a Cuéllar Moreno como su presidente.145 Al día siguiente del desmentido, García Rodríguez rectificó y reconoció que Cuéllar Moreno
sí era el presidente del Consejo de Participación Ciudadana de la PGR.146 Pero la memoria no
sirvió a efectos penales. Pese a que Cuéllar Moreno anunció que la PGR seguía una investigación en contra de Bolaños Moreno, el fiscal no ha sido siquiera suspendido de sus funciones.
39. No tardaría mucho tiempo en aparecer el nombre de Bolaños Moreno en otra acusación de corrupción, en esta ocasión desde dentro de la PGR. El 17 de junio la PGR anunció el arraigo en
un hotel durante treinta días de Claudio Uribe Rodríguez, secretario administrativo de la delegación en Ciudad Juárez, por delito de robo. Según el comunicado oficial se le investigaba por su
presunta participación en el robo de setenta mil pesos de cuatro billetes de depósito de Nacional
Financiera que habían sido utilizados para el pago de diversas fianzas a la PGR el 30 de enero.147 La información oficial determinaba que el funcionario detenido ya habría cobrado dos de
los billetes de depósito.148 Días después, la PGR informó que las investigaciones se habían ampliado a otros trabajadores de la dependencia, incluido personal que realiza su servicio social,
sin especificar los nombres ni los cargos.
Fuentes anónimas de la PGR citadas en un diario de Juárez declararon que Uribe Rodríguez,
que lleva quince años trabajando en la institución, solamente recibió las fichas de depósito de
143
Luis Carlos Cano C., “Extorsiona MPF a detenidos, acusan”, El Universal (México), 17 de abril de 2003.
144
Félix A. González, “Investigan denuncia de abogado contra Ministerio Público”, El Mexicano (Ciudad Juárez), 24 de
abril de 2003.
145
Roberto Ramos, “Desconocen a presidente de Consejo PGR”, El Diario de Juárez (Ciudad Juárez), 24 de abril de
2003.
146
Roberto Ramos, “Se retracta delegado de PGR”, El Diario de Juárez (Ciudad Juárez), 25 de abril de 2003.
147
Marisela Ortega, “Arraigan por robo a funcionario de PGR”, El Norte (Monterrey), 19 de junio de 2003.
148
Luis Carlos Cano C., “Liberan a agentes acusados de robo”, El Universal (México), 22 de junio de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /21
parte de una persona de la PGR que le ordenó hacerlo.149 Familiares de Uribe Rodríguez ofrecieron una versión que presentaba la detención no como la lucha contra la corrupción sino la
consecuencia de las luchas internas en la delegación. Según éstos, el arresto de Uribe Rodríguez era una venganza interna en la delegación de la PGR porque había denunciado que varios
agentes del Ministerio Público Federal adscritos a esa delegación habían sustraído treinta mil
dólares que se encontraron en un vehículo decomisado por la PGR a una distribuidora de heroína. El delito del robo del que se le acusa, según los familiares, era una estrategia para obligarle
a cambiar la declaración que había realizado en una oportuna denuncia de ese robo.150
Días después, la PGR anunció el levantamiento del arraigo de Uribe Rodríguez para presentar
los cargos oportunos contra el funcionario ante el juez. Los otros elementos de la delegación que
estaban supuestamente sometidos a investigación ni tan siquiera se mencionaban. El juez desestimó la acusación porque durante el arraigo la PGR había sido incapaz de identificar a los
propietarios de los billetes de depósito supuestamente sustraídos. Una vez libre, Uribe Rodríguez, en concordancia con las declaraciones de sus familiares, denunció que su detención obedecía a los designios de “una mafia de funcionarios corruptos en la PGR” que estaba liderada
por el subdelegado de la PGR en la ciudad y los agentes del Ministerio Público Federal Jorge
Echevarría Díaz y el ya mencionado Bolaños Moreno. La acusaciones de actividades ilícitas de
Echavarría Díaz, titular de la sexta agencia del Ministerio Público Federal en Ciudad Juárez,
Chihuahua, tampoco era desconocidas por sus superiores. El 2 de mayo varios agraviados por
sus actos de extorsión denunciaron su comportamiento ante el subprocurador de Procedimientos Penales B, Carlos Javier Vega Memije.151 Pese a que García Rodríguez anunció que se investigarían las denuncias de Uribe Rodríguez, en la actualidad todos los que aparecieron señalados en este caso están libres y trabajando para la PGR.
La situación de la PGR en Ciudad Juárez llegó a tal punto que incluso César Jáuregui Moreno,
presidente del comité local del partido gobernante, Partido de Acción Nacional, pidió la dimisión
de García Rodríguez, quien había llegado al puesto procedente de la misma función en el estado de Zacatecas. Jáuregui Moreno declaró que “se sigue abusando de la gente que allí llega [a
la PGR], les siguen bajando dinero por obtener su libertad y muchos Ministerios Públicos de esta
dependencia dedican la mayor parte de sus actividades a extorsionar a cuanto ciudadano tiene
el infortunio de atravesarse en su camino”.152 En un comunicado de prensa bajo el membrete del
PAN en Ciudad Juárez se afirmaba que “en Chihuahua, desafortunadamente, la PGR en lo que
va de sexenio del presidente [Vicente] Fox ha fortalecido con su ineptitud y complicidad al crimen organizado en nuestra ciudad”.153 Al día siguiente fueron legisladores estatales del PAN los
que se sumaron a la solicitud de cese de García Rodríguez.154
149
Roberto Ramos, “Arraigan a empleado de PGR por robo”, El Diario de Juárez (Ciudad Juárez), 20 de junio de 2003.
150
Jacinto Segura Garnica, “Arraiga PGR a funcionario; es represalia: familiares”, El Mexicano (Ciudad Juárez), 21 de
junio de 2003.
151
Félix González, “Denuncian ante funcionario de PGR corrupción de MPF”, El Mexicano (Ciudad Juárez), 3 de mayo
de 2003.
152
Juan Manuel Cruz, “Pedirá PAN remuevan a delegado de la PGR”, El Diario de Chihuahua (Chihuahua), 14 de mayo
de 2003.
153
Marisela Ortega, “Acusa PAN a la PGR de fomentar narco”, El Norte (Monterrey), 15 de mayo de 2003.
154
Marisela Ortega, “Exigen renuncia de funcionarios”, El Norte (Monterrey), 19 de mayo de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /22
40. Siguiendo con Ciudad Juárez, el 26 de junio la delegación de la PGR en esa ciudad anunció la
inhabilitación del agente del Ministerio Público Federal, Hugo Zapata. No se presentaron cargos
penales en su contra. Aunque las instancias oficiales dieron a conocer que la causa del despido
era un asunto administrativo, no precisaron qué tipo de intervención tuvo el funcionario ni quiénes son los afectados. Los medios manejaron que el despido se debía a actos de extorsión provocados por el agente. Zapata inmediatamente promovió una demanda de amparo para evitar
una posible detención.155
41. El 14 de febrero la policía de Zapopan, Jalisco, detenía a cuatro sinaloenses por posesión de
armas prohibidas, cien pastillas psicotrópicas y una pequeña cantidad de cocaína.156 Cuando
fueron presentados ante el subdelegado de la PGR en Zapopan, Jalisco, Francisco González
Salazar, éste los puso en libertad bajo fianza. El procurador de justicia de Jalisco y el director de
la policía de Zapopan expresaron su incredulidad por esta liberación. El último resaltó que no era
la primera vez que veían con asombro como la PGR en Zapopan dejaba libre a detenidos con
droga por la policía local.157 La réplica de González Salazar ante las quejas fue que un médico
había recetado las drogas a los detenidos. El caso tomó un rumbo diferente a partir de la actuación de la policía local. Ésta detuvo a los elementos municipales que habían detenido a los acusados y habían rendido declaración ante la PGR. Según la acusación, los agentes habían cambiado su declaración inicial a cambio de cinco mil dólares que les habían entrado los detenidos.
Según esta versión, González Salazar había recibido otros ochenta mil dólares por negociar con
los policías locales la rectificación de la acusación y por firmar la puesta en libertad de los detenidos.158
A raíz de estos sucesos, González Salazar fue suspendido en su empleo. Su situación no cambió hasta que el juez penal que llevaba el caso denunciado por la policía de Zapopan emitió la
correspondiente orden de detención de González Salazar por delitos contra la administración de
justicia. La acusación era la de haber recibido ochenta y cinco mil dólares por haber puesto en
libertad a los detenidos en comandita con los policías zapopanos. Su arresto no se pudo hacer
efectivo de manera inmediata puesto que González Salazar había solicitado un amparo.159 La
negativa del amparo por parte de la justicia permitió su encarcelamiento días después.160 Pero el
caso no dejó de colear con esta detención. El director de la Policía de Zapopan, que había
puesto en evidencia la actuación de la PGR en Jalisco, denunció que estaba recibiendo amenazas telefónicas y estaba sometido a persecuciones automovilísticas. Según él, las amenazas
procedían de agentes de la PGR que estaban al cargo de las diligencias del caso de González
Salazar.161 Con anterioridad a su cargo en Zapopan, González Salazar había sido coordinador
del Ministerio Público Federal de la PGR.162 Pese a las fuertes sospechas, la investigación inter155
“Inhabilitan a agente del MPF por extorsión”, El Diario de Juárez (Ciudad Juárez), 27 de junio de 2003.
156
“Investigan a sinaloenses; traían armas”, Público (Guadalajara), 15 de febrero de 2003.
157
“Critican actuación de la PGR en Jalisco”, Reforma (México), 20 de febrero de 2003.
158
Erika Haro, Jorge Escalante y Martha de la Torre, “Ordena PGR indagar libertad de detenidos”, Reforma (México), 22
de febrero de 2003.
159
Antonio Navarrete, “Piden aprehender a fiscal de la PGR”, El Norte (Monterrey), 12 de abril de 2003.
160
“Niegan amparo a un agente del Ministerio Público Federal”, El Informador (Guadalajara), 15 de abril de 2003.
161
Antonio Navarrete, “Acusan de intimidación a la PGR”, Reforma (México), 28 de febrero de 2003.
162
Cayetano Frías Frías, “Consignan a los detenidos en Puerto Vallarta con 4.5 mdd”, La Jornada (México), 25 de abril
de 2001.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /23
na de la PGR ha sido incapaz de aumentar los cargos contra González Salazar por haber variado sus decisiones fiscales a cambio de dinero.
42. El 10 de mayo la Policía Ministerial del estado en Morelos detuvo, por casualidad, a Heriberto
Villa Serrano, Yuli Quevedo Monzón y José Belem Mendoza Flores, quienes conducían un Mercedes Benz blindado en el que se encontraron armas de gran calibre, munición, cuatro mil quinientos dólares y una cantidad indeterminada de droga. Después se supo que Mendoza Flores
era el hijo de Albino Quintero Meraz, un afamado comerciante de drogas actualmente encarcelado. A pesar de que la posesión de armas sin permiso está calificado como delito grave, horas
más tarde la delegación el juez les otorgó la libertad vigilada tras el pago de una fianza de cuatrocientos ochenta mil pesos. El juez encomendó su vigilancia permanente a doce elementos de
la delegación local de la AFI. Cuatro días después los detenidos desaparecieron del hotel en el
que se encontraban arraigados. Sólo la queja del gobernador de Morelos y del congreso del estado ante la delegación local de la PGR puso en marcha el preceptivo trámite de investigación
sobre la fuga de los tres detenidos. Un periódico capitalino informó que la causa de la liberación
era que los agentes de la AFI habían recibido un millón quinientos mil dólares para permitirles
salir del estado sin vigilancia.163
Tras la denuncia de su desaparición, los doce agentes de la AFI a los que se les había encargado la custodia fueron detenidos y sometidos a investigación. El número de investigados quedó
reducido en los días subsiguientes a sólo los seis que estaban de guardia en el momento de la
huida. Pero la investigación no afectó a su carga de trabajo. La PGR informó que los agentes investigados continuaban trabajando con normalidad.164 También se anunció la destitución del jefe
regional de la AFI en Morelos, Federico Valdez Gómez, pero éste reapareció días después en el
mismo puesto en el estado de Tlaxcala. Dos semanas después, las diligencias apuntaban más
alto. La PGR informaba de la apertura de una investigación contra el delegado de esa institución
en Morelos, Martín Rubio Millán. Pese a que se anunció su sustitución por otro funcionario,165
Rubio Millán permaneció en su puesto. A finales de mayo la PGR informó que el resultado de la
investigación estaría listo en diez días. Dos meses después se desconocen las conclusiones judiciales de las indagaciones.
Para el momento en que se le abrió la indagación, Rubio Millán ya contaba con dos investigaciones abiertas por parte de la PGR, lo cual no le impedía seguir ejerciendo. En marzo de 2003
la PGR anunció que se le investigaba por haber solicitado la renuncia de un Ministerio Público
Federal bajo amenazas. Al fiscal le imputaba el robo de cinco discos compactos decomisados en
un operativo.166 El 6 de julio, la PGR iba más allá e informaba de que había acusado penalmente
a Rubio Millán por haber devuelto ochenta y dos millones de pesos y algunos inmuebles a defraudadores del Instituto Mexicano de la Seguridad Social. El incidente se produjo durante el paso de Rubio Millán por el Distrito Federal entre 1999 y 2003. En la denuncia le acompañaban
como acusados cuatro fiscales federales. Precisamente había sido Rubio Millán el responsable
de solicitar en 2001 una declaración patrimonial a todos los fiscales y agentes del Ministerio Público Federal a su cargo en el Distrito Federal.167 De lo que no informó la PGR es que el juez de163
Mariana Viayra, “Detienen a 12 agentes de la AFI que dejaron escapar a tres narcos”, La Crónica de Hoy (México),
17 de mayo de 2003.
164
“Cayó superjefe policiaco”, El Diario de Morelos (Cuernavaca), 23 de mayo de 2003.
165
René Vega, “La PGR inicia pesquisa contra un delegado”, Milenio Diario (México), 23 de mayo de 2003.
166
Abel Barajas, “Investiga PGR a delegado por amenazas”, Reforma (México), 9 de marzo de 2003.
167
Abel Barajas, “Exige PGR a fiscales declaración patrimonial”, Reforma (México), 19 de junio de 2001.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /24
negó la detención de Rubio Millán por carecer de culpas inculpatorias.168 Tampoco ha sido obligado a abandonar su puesto. Ambas denuncias en trámite contra Rubio Millán no impidieron que
el subprocurador de Procedimientos Penales A, Gilberto Higuera Bernal, en la toma de posesión
del primero en Morelos, le “augur[ase] una gestión exitosa, ya que entre sus antecedentes se
encuentran numerosas acciones e importantes resultados en el combate a los delitos federales
en el Distrito Federal”.169
43. El 14 de febrero la PGR anunciaba la detención de una importante distribuidora de drogas en
Nezahualcóyotl, estado de México, en posesión de veinte gramos de cocaína y una pistola. “La
detenida negó haber portado el arma mencionada y que no llevaba en su vehículo los envoltorios con droga. Asimismo, negó haber participado en el secuestro de Víctor Hugo Benítez Guzmán y Alejandra Benítez Guzmán. El Agente del Ministerio Público de la Federación que investigó el caso practicó diversas diligencias, entre ellas, obtuvo el dictamen en materia médica y toxicológica en el que se determinó que [la acusada] no es farmacodependiente. Ante la solicitud del
beneficio de libertad provisional bajo caución por el representante legal de la detenida y por estimarlo procedente, el Representante Social Federal le concedió dicho beneficio, fijándole una
caución de treinta mil pesos.”170
Una semana después, este comportamiento que había sido considerado como normal por el
comunicado de la PGR, era digno de sospecha. Otro oficio informaba de la apertura de un expediente informativo al agente del Ministerio Público Federal que propició esta liberación bajo fianza. La PGR anunció entonces que “se investiga si las determinaciones adoptadas por el representante social fueron producto de conductas deshonestas o indebidas”.171 La prolijidad de información al respecto de la detención y la apertura de diligencias contrasta con la inexistencia de
información acerca de la resolución del proceso.
44. El 20 de enero, el director general de la Seguridad Pública del estado de Oaxaca, José Manuel
Vera Salinas, denunciaba públicamente que en once municipios que circundan la capital operan
sesenta y siete grupos dedicados a la venta de drogas, “muchas veces bajo la protección de
elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI)”.172 Hasta la fecha, ni se han anunciado
investigaciones entre los miembros de la AFI en Oaxaca ni tampoco Vera Salinas ha sido enjuiciado por calumniador.
Algunas actuaciones de la delegación de la PGR en Oaxaca dan pábulo a las declaraciones de
Vera Salinas. El 10 de abril la Policía Municipal de Oaxaca detenía a uno de los principales distribuidores de drogas de la ciudad. Pese a que se le confiscaron cincuenta dosis de cocaína y
heroína, el Ministerio Público Federal determinó poner en libertad al detenido “por falta de pruebas”. Días después la situación se repetía cuando la policía estatal arrestada en la ciudad de
168
“Acusa PGR a uno de sus delegados”, Reforma (México), 6 de julio de 2003.
169
Procuraduría General de la República, Rinde protesta el nuevo delegado estatal de la PGR en Morelos, Boletín de
prensa 201/03, 20 de marzo de 2003.
170
Procuraduría General de la República, Descartan que Miriam Cortez Muñoz (a) ‘La Pirata Morgan’ esté vinculada con
la organización criminal de Delia Patricia Buendía Gutiérrez (a) ‘Ma Backer’, Boletín de prensa 93/03, 14 de febrero de
2003.
171
Procuraduría General de la República, Revisan actuación de Ministerio Público de la Federación involucrado en investigaciones generadas en torno a la detención de Miriam Cortés Muñoz (a) ‘La Pirata Morgan’, Boletín de prensa
113/03, 21 de febrero de 2003.
172
Óscar Rodríguez, “El narco crece en Oaxaca”, Milenio Diario (México), 21 de enero de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /25
Oaxaca a quien presentó como otro importante distribuidor de droga, Tobías Fuentes Santiago.
A éste se le detuvo con veintidós dosis de cocaína. Según informó la procuraduría de Oaxaca, el
detenido ofreció dos mil pesos y cheques al portador con diversas cantidades a sus captores.
Dos días después el Ministerio Público Federal en Oaxaca decidía ponerlo en libertad bajo fianza de treinta mil pesos, igualmente por falta de pruebas.173 El subdelegado de Procedimientos
Penales de la PGR en Oaxaca, Jorge Puente Ledesma, defendió la actuación de sus subordinados en el caso de Fuentes Santiago. Señaló que “en las primeras diligencias no se reunieron los
requisitos de procedibilidad” dado que, pese a la droga decomisada, no existió señalamiento directo de persona o personas que en ese momento hayan adquirido la droga. Por si acaso,
Puente Ledesma señaló que se seguía investigando.174 Tres meses después los avances en la
investigación siguen siendo desconocidos.
45. El 1 de marzo un diario capitalino informaba que un comandante de la AFI en el Distrito Federal,
Óscar Humberto Flores Estrada, estaba siendo investigado por colocar de catorce gramos de
cocaína a un empleado del Hospital ABC de la ciudad de México para encarcelarle por distribución de drogas. La falsa detención se había producido el 25 de febrero.175 Tres semanas después un juez federal iniciaba un proceso por delitos contra la salud y contra la administración de
justicia contra Flores Estrada y cuatro agentes más de la AFI. Los cuatro fueron encarcelados
sin derecho a fianza. Otros dos agentes de la AFI que en el informe interno habían sido registrados como participantes en la detención, negaron haber estado presentes y se les permitió salir
en libertad.176 Flores Estrada había recibido en 2001 una condecoración por su buen desempeño como alto mando de la Policía Judicial del Distrito Federal, donde pasó por niveles directivos
en varias delegaciones.177
46. El 21 de febrero la Policía Federal Preventiva (PFP) anunció el decomiso de 208 kilos de efedrina en el aeropuerto internacional de Veracruz. La delegación en esa ciudad de la PFP informó
de la requisa tras haber efectivo tres pruebas químicas en presencia de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional. Todas habían resultado positivas por efedrina.178 Dos días después la delegación de la PGR en Veracruz cambiaba radicalmente la sustancia y declaraba que
las veinte cajas decomisadas no contenían droga sino levadura para la producción de alcohol.179
El conflicto se cerró con una investigación interna que supuestamente corroboraba las afirmaciones de la PGR. Sin embargo, los problemas con los decomisos en la delegación de la PGR
en Veracruz no eran nuevos. Tres semanas antes, la Secretaría de la Defensa Nacional tuvo
que apremiar a la PGR de manera pública porque ésta se negaba a dar información sobre un
decomiso de oro realizado por los militares y que se había entregado a la instancia policial.180
173
“Impunidad de narcos”, Noticias (Oaxaca), 13 de mayo de 2003.
174
“Investigan a ‘El Chilero’”, Noticias (Oaxaca), 30 de mayo de 2003.
175
Abel Barajas, “Acusan de delincuente a captor de Fernández”, Reforma (México), 1 de marzo de 2003.
176
Abel Barajas, “Inician juicio vs. captor de Fernández”, Reforma (México), 18 de marzo de 2003.
177
Raúl Llanos Samaniego, “Demostrará López Obrador que la delincuencia ha bajado”, La Jornada (México), 5 de junio
de 2001.
178
Lourdes López, “Fueron 208.100 gramos de efedrina decomisados en el aeropuerto”, Diario de Xalapa (Xalapa), 24
de febrero de 2003.
179
Andrés Salomón, “Se contradicen por la carga asegurada”, AZ (Xalapa), 25 de febrero de 2003.
180
Antonio Marín, “Les engañaron”, Notiver (Veracruz), 25 de febrero de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /26
47. En el mismo sendero y por los mismos rumbos, el 23 de julio, la PFP anunciaba un gran decomiso de cocaína en el puerto de Veracruz. La prensa recogía la información con ligerísimas variaciones en el peso: 1.428,181 1.429,182 1.429,8183 ó 1.430184 kilogramos. Un diario veracruzano
relataba el proceso de pesado: “Se solicitó la presencia del Ministerio Público Federal con sede
en este Puerto, el cual ordenó que se extrajera una pequeña muestra del polvo y se aplicaran
los estudios correspondientes, con los cuales se comprobó que se trataba de cocaína. Inmediatamente, la representación social ordenó la descarga del total de los costales de grenetina de 25
kilos, y de las 30 maletas negras con el estupefaciente, para proceder a su pesaje, el cual arrojó
un total de un mil 429 kilos, 800 gramos”.185 Tras de la incautación, la droga fue trasladada por
elementos de la AFI y de la PFP a las instalaciones de la Delegación estatal de la PGR.
Al día siguiente, el delegado de la PGR en Veracruz, Raúl de Jesús Izábal Montoya, anunciaba
que el peso total de la cocaína confiscada era de 1.355,15 kilogramos, casi cien kilos menos de
lo que había dado la báscula del Ministerio Público Federal en el puerto.186 Aunque oficialmente
no hubo investigación sobre la pérdida, ésta desencadenó rápidas consecuencias. Ante las sospechas, la cocaína apenas duró una noche en la sede de la PGR. Fue transferida a una base
militar en medio de extraordinarias medidas de seguridad.187 De manera inusual, la cocaína fue
incinerada al día siguiente en las instalaciones militares con el peso oficial de 1.354,06188 ó
1.354,6189 kilos. No hubo investigaciones ni aclaraciones ulteriores sobre las discordancias en la
cantidad de droga decomisada.
48. El 12 de junio la PFP y la PGR realizaban un operativo conjunto en Guamúchil, Sinaloa. Según
la PFP, se detuvo a tres personas y se decomisaron treinta kilos de cocaína.190 En el boletín de
la PGR, que es la encargada de presentar los cargos penales ante el juzgado, el peso de la droga se había dividido por diez: “En cumplimiento al oficio 1030/2003, suscrito por la Mesa Única
del Juzgado de Primera Instancia del ramo Penal del Distrito Judicial de Guamúchil, Sinaloa,
bajo la supervisión del Representante Social de la Federación, Agentes Federales de Investigación en coordinación con otras autoridades, lograron el aseguramiento de tres kilos 46 gramos
de cocaína, además de una arma larga, 163 cartuchos útiles de diversos calibres y dos básculas
181
Lev García, “Decomisan en Veracruz mil 428 kilos de coca”, El Norte (Monterrey), 24 de junio de 2003.
182
“Incautan en Veracruz casi 1.5 toneladas de cocaína”, La Jornada (México), 24 de junio de 2003.
183
“Decomisan 1.4 toneladas de cocaína en el puerto”, AZ (Veracruz), 24 de junio de 2003.
184
Antonio Marín, “Encuentran un contenedor con tonelada y media de cocaína”, Notiver (Veracruz), 24 de junio de
2003.
185
“El puerto, indefenso ante el narcotráfico”, AZ (Veracruz), 25 de junio de 2003.
186
“Cuidan cocaína”, Reforma (México), 25 de junio de 2003; Andrés Salomón, “Comparecen agentes aduanales por
droga”, AZ (Veracruz), 26 de junio de 2003.
187
Antonio Marín, “La droga pesó menos y se la llevan a La Boticaria”, Notiver (Veracruz), 25 de junio de 2003.
188
Sandra Segura, “Valuado en 14 millones de dólares la coca incinerada”, Notiver (Veracruz), 27 de junio de 2003.
189
Reyna León Mendez, “Incineran la coca”, El Diario de Xalapa (Xalapa), 27 de junio de 2003.
190
Gustavo Castillo, “Decomiso de cocaína causa confusión entre PFP y PGR”, La Jornada (México), 19 de junio de
2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /27
de precisión.” Los tres detenidos en el operativo que anunciaba la PFP se habían evaporado en
la PGR.191 Ni siquiera hubo cuestionamiento entre ambas dependencias.
49. En la madrugada del 2 de julio la Policía Judicial del Estado de Quintana Roo en Cancún detuvo
a José Rubén Vera Chacón, un distribuidor de cocaína que se encontraba en posesión de cuatro
bolsas transparentes que contenían lo que parecía cocaína, una báscula digital y dos armas de
grueso calibre. Un peritaje en la policía estatal detectó que la sustancia era cocaína. Cuando se
estaban realizando los trámites oportunos para derivar a Vera Chacón hacia la PGR, inopinadamente aparecieron dos agentes de la AFI y un Ministerio Público Federal en la sede de la policía
estatal. Según algunos elementos presentes en el lugar, los agentes federales trataron “de extorsionar a un judicial del estado para que dejara en libertad a Vera Chacón. Al no lograr su propósito, uno de los agentes federales pidió hablar con el detenido, a quien supuestamente le dijo
que no se preocupara, porque cuando llegara a la PGR se iba a solucionar el asunto de la posesión de droga”.192 La misma camioneta en la que llegaron los agentes federales de manera extraoficial fue la utilizada para escoltar a los policías estatales que conducían a Vera Chacón de
manera oficial a las oficinas de la PGR.
Frente a la costumbre de realizar los peritajes de la droga en horario de oficina, esa misma noche se realizó el análisis de la sustancia sospechosa. Según Miguel Hernández Castrellón, delegado de la PGR en Quintana Roo, “peritos especializados determinaron que los 40 gramos de
polvo blanco era bicarbonato y sólo se halló dos gramos de cocaína entre las pertenencias de
Vera Chacón”.193 Por la pequeña cantidad de cocaína, según la instancia federal, no se encontraron elementos suficientes para turnar a los juzgados al sospechoso y éste quedó en libertad
bajo fianza únicamente con una averiguación previa por la portación de armas. Después de las
quejas de la Procuraduría estatal, Hernández Castrellón anunció el inicio de una investigación
sobre la conversión de la cocaína. Asombrosamente ésta comenzó citando al subdirector de la
policía estatal en Quintana Roo y a tres de sus subordinados.194
50. El 14 de mayo policías municipales de Rosales, Chihuahua, encontraron un saco con aproximadamente ochenta kilogramos de semillas, que sospecharon que podrían ser de marihuana. Los
agentes locales llevaron el saco y su contenido ante la agencia correspondiente de la PGR. Allí,
tras esperar más de una hora a ser recibidos, el Ministerio Público Federal presente se negó a
recepcionar la mercancía porque “no contaban con una báscula para hacer ese pesaje”.195
51. El 1 de mayo fue secuestrado Jorge Humberto Elenes Araujo en el municipio de Navolato, Sinaloa, por un grupo de nueve hombres vestidos de negro y armados con fusiles Kalashnikóv
cuando retornaba a su hogar, en compañía de su familia en compañía de su esposa y dos hijos.196 Sus acompañantes fueron liberados con signos de tortura al día siguiente en la capital del
estado, Culiacán. Diez días después fue encontrado en una cuneta con las manos esposas, los
pies atados, huellas de tortura y tres disparos en la cabeza. Pese a que una hermana del fallecido declaró que el muerto se dedicaba a la agricultura y en el momento de su muerte trabajaba
191
Procuraduría General de la República, Aseguran más de tres kilos de cocaína, Boletín 505/03, 13 de junio de 2003.
192
“Cambiaron cocaína por bicarbonato, en la PGR”, Por Esto (Cancún), 5 de julio de 2003.
193
“Investigan una ‘conversión’ de cocaína”, Diario de Yucatán (Cancún), 7 de julio de 2003.
194
Gabriel Alcocer, “Inician pesquisa del ‘caso bicarbonato’”, Por Esto (Cancún), 8 de julio de 2003.
195
“Hallan 80 kilos de semilla de marihuana abandonada”, El Diario de Chihuahua (Chihuahua), 15 de mayo de 2003.
196
Javier Cabrera Martínez, “Secuestran a hermano de candidata”, El Universal (México), 3 de mayo de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /28
en una empresa de neumáticos, la procuraduría del estado de Sinaloa informó que Elenes
Araujo había estado preso “varios años” por delitos contra la salud, sin especificar el modo ni la
época.197 En octubre de 2002 un hermano de Elenes Araujo fue asesinado a punta de pistola.198
Los familiares del difunto, incluyendo una hermana que es candidata a diputada federal en las
elecciones del 6 de julio por el opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD), afirmaron
que los secuestradores se habían presentado como elementos de la AFI y que lo llevaban a la
agencia mixta del Ministerio Público. Allí fue visto por última vez por testigos presenciales. El
presidente del comité local del PRD en Navolato confirmó que el vehículo en que lo secuestraron
ha sido visto en diferentes ocasiones en las cercanías de la delegación de la PGR en Culiacán.199 En la misma línea, el presidente del PRD en el estado de Sinaloa ratificó las denuncias
realizadas por los familiares. Éste añadió que un retén instalado por elementos de la Dirección
de Seguridad Pública de Culiacán en el trayecto entre donde Elenes Araujo fue secuestrado y la
delegación de la PGR pudo comprobar que los secuestradores pertenecían a esta última institución.200 Nunca se procedió a una investigación oficial que corroborase o desmintiese esta versión.
52. El 8 de marzo una menor que viajaba con sus padres a bordo de un vehículo fue alcanzada por
un proyectil en el pecho en el municipio de Ecatepec, Morelos. En las inmediaciones de la agresión la Policía Federal Preventiva (PFP) encontró a diez agentes de la AFI con once armas de
fuego. Al día siguiente la PGR reconoció que estaban realizando prácticas irregulares de tiro en
las cercanías pero desligó a sus elementos de la agresión. Dos semanas después un juez penal
el encarcelamiento de cuatro de los agentes involucrados por su responsabilidad y decretó el
auto de libertad, al no encontrarse elementos en su contra, a otros seis agentes.201 De la investigación que la PGR afirmó haber abierto en contra de los agentes por violación de la ley de armas de fuego inmediatamente después del tiroteo,202 nada se sabe hasta el momento.
53. El 27 de marzo en Miguel Alemán, Tamaulipas, varios agentes no identificados de la UEDO
agredieron verbalmente a dos periodistas de La Voz del Pueblo y Gran Frontera, realizaron disparos al aire para amedrentarlos y finalmente les despojaron de sus respectivas cámaras y disquetes fotográficos. La Asociación de Periodistas de Ciudad Alemán y la homónima de la Frontera Chica, así como la Asociación Democrática de Periodistas del Estado de Tamaulipas, emitieron comunicados de condena contra estos actos arbitrarios de los agentes federales.203 No se
sabe de que se haya amonestado a los agentes por la agresión.
197
“Localizan ejecutado a Jorge Humberto Elenes”, El Debate (Culiacán), 12 de mayo de 2003.
198
“Asesinan a hermano de candidata perredista a diputada federal”, Agencia Apro (México), 12 de mayo de 2003.
199
“Insiste PRD en que la PGR tuvo que ver con la desaparición de Humberto Elenes”, El Debate (Culiacán), 13 de
mayo de 2003.
200
José Manuel Salas, “Terminan 10 días de tortura”, Noroeste (Mazatlán), 12 de mayo de 2003.
201
Claudia Hidalgo y Alfredo Joyner, “Formal prisión para agentes de la AFI”, Milenio Diario (México), 24 de marzo de
2003.
202
Procuraduría General de la República, La PGR inició la averiguación previa en contra de 10 elementos de la AFI por
su presunta responsabilidad en la comisión del delito de violación a la ley federal de armas de fuego y explosivos y lo
que resulte, Boletín de prensa 162/03, 9 de marzo de 2003.
203
Zeferino Cruz y Pablo Sánchez Segovia, “Arremete UEDO contra medios de comunicación”, Primera Hora (Nuevo
Laredo), 29 de marzo de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /29
54. El 29 de mayo, una veintena de representantes de medios de comunicación se convocaron ante
la sede de la PGR en Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, manifestando su inconformidad “por acciones de intimidación, hostigamiento y limitar el derecho a la libertad de expresión” realizadas
por agentes de la AFI. El conflicto surgió a partir de la denuncia realizada por dos medios radiofónicos acerca de las extorsiones a vendedores de automóviles por Atahualpa Delgado Mayordomo, el jefe de la AFI en la ciudad, y varios de sus agentes, en colaboración con policías estatales. Delgado Mayordomo había llegado la ciudad apenas un mes antes procedente de la vecina ciudad de Ojinaga.204 Diversas organizaciones de empresarios de la localidad secundaron la
denuncia, que llegó incluso al congreso estatal.
En represalia por estas denuncias, los policías “actuaron en contra de la familia de uno de los
reporteros afectados e intentaron coartar la labor de otro en un lote de autos. Posteriormente,
elementos de la agencia federal se apostaron frente a las oficinas de otro medio escrito en una
clara actitud de vigilancia intimidatoria”. La acusación periodística tuvo resultados inmediatos en
la procuraduría estatal, que ordenó la sustitución del primer comandante de la Policía Judicial
Estatal en Ciudad Cuauhtémoc.205 Por el contrario, Delgado Mayordomo permaneció en su
puesto de trabajo durante dos semanas más. En ese momento la PGR anunció que Delgado
Mayordomo había sido degradado a simple agente y estaba sujeto a investigación por extorsión
a vendedores de automóviles, cambistas y contrabandistas.206 Las pesquisas no han mostrado
avance alguno hasta el momento.
55. El 27 de junio cuatro agentes de la AFI llegaron a un restaurante de Ciudad Juárez, Chihuahua,
vistiendo el uniforme oficial y portando sus armas oficiales de grueso calibre. Según la información periodística, “en las diferentes mesas estaban desayunando líderes políticos, maestros universitarios, otros periodistas y varias familias. Fue uno de los comensales, acompañante del diputado local Arturo Castro, quien hizo referencia a la ilegalidad de la actuación de los policías
federales al ingresar armados a un restaurante”.
El diario local señalaba que incidentes similares se han dado en otros restaurantes de la ciudad.
“En uno situado enfrente de las nuevas oficinas de la PGR retaron al personal a sacarlos y los
obligaron a atenderlos y en otro, situado en contra esquina del edificio de la dependencia, advirtieron que de no ofrecerles el servicio los podrían ‘cargar’ con droga y cerrarles el local”. Suly
Ponce Prieto, titular de la Oficina Descentralizada de Gobernación, tras señalar que bajo ninguna circunstancia los federales pueden desayunar, comer o cenar portando sus armas de fuego
en lugares públicos y cerrados, afirmó que otros propietarios de restaurantes han mencionado
las arbitrariedades cometidas por los federales, pero han sido amenazados con “cargarlos” y declinan hacer oficial la queja.207 A raíz de denuncias del sector empresarial, el delegado de la
PGR en Ciudad Juárez, Héctor García Rodríguez, afirmó haber prohibido a los agentes que incumplan con la normativa al respecto de portación de armas.208 Pero el delegado no fue más
allá porque, según él, no se habían recibido denuncias oficiales.
204
“Rotan al personal de la AFI”, El Diario de Chihuahua (Chihuahua), 6 de mayo de 2003.
205
Carlos Márquez, “Protesta contra AFI y PJE en Cuauhtémoc”, El Diario de Chihuahua (Chihuahua), 30 de mayo de
2003.
206
“Degrada PGR a comandantes”, El Heraldo de Chihuahua (Chihuahua), 19 de junio de 2003.
207
R. Ramos, H. Carrasco y L. Sosa, “Cuestionan a agentes federales”, El Diario de Juárez (Ciudad Juárez), 28 de junio
de 2003.
208
Roberto Ramos, “Exhortan a denunciarlos”, El Diario de Juárez (Ciudad Juárez), 29 de junio de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /30
56. El 1 de julio un número indeterminado de agentes de la AFI en Miguel Alemán, Tamaulipas, al
mando del comandante Dante Orlando Sánchez, entraron en un prostíbulo de la ciudad. Uniformados y con las armas visibles, los agentes se dedicaron a ingerir bebidas alcohólicas y “mandaron llamar a las mesalinas que se prostituían en el lugar para que exclusivamente les brindarán atención”. En el exterior del burdel habían estacionado las patrullas oficiales de la PGR. Horas después de su llegada abandonaron el lugar sin abonar sus consumiciones y conduciendo
las unidades oficiales en estado de ebriedad.209
57. El 30 de mayo el titular del Ministerio Público Federal en Zihuatanejo, Guerrero, Abelardo Camacho Reyes, protagonizó un conato de violencia frente a un centro de salud. Un agente municipal
comisionado a la PGR en esa ciudad, tras sufrir un accidente de automóvil y ante las sospechas
de embriaguez, fue trasladado a un ambulatorio para la preceptiva certificación médica. Al tener
conocimiento del hecho, Camacho Reyes y un perito de la PGR en la misma localidad se dirigieron al centro médico, insultando a los policías estatales que allí se encontraban y exigiendo las
armas de los presentes para realizarles una revisión. Consiguió requisar un arma de los policías
estatales. Camacho Reyes, que había tomado posesión de ese cargo hacía menos de un mes
tras ocupar diversos puestos en la PGR de Guerrero, presentaba “aliento alcóholico”, según la
información periodística.210 Un mes después de los hechos Camacho Reyes sería relevado de
su puesto con destino desconocido.211
58. El 20 de abril fue detenido Tomás Salas Bello, agente de la AFI, por disparar al aire en el interior
de la carpa de que albergaba el último día de la Feria del Café y el Comercio de Atoyac de Álvarez, Guerrero. Pese a las declaraciones de testigos, la policía local decretó la liberación del
agente sin cargos. Éste declaró que se le había disparado el arma. Salas Bello había sido escolta del ex procurador de Guerrero Carlos Xavier Vega Memije, quien en la actualidad es subprocurador de Procedimientos Penales B de la PGR.212 En los años setenta Vega Memije fue
secretario particular del entonces presidente mexicano, José López Portillo.
59. El 29 de mayo una cuarentena de agentes de la UEDO irrumpieron en un pequeño poblado del
municipio de Tlaltizapan, Morelos, en busca de los empresarios de drogas Juan José Esparragoza Moreno y Vicente Carrillo Fuentes.213 Contaban tan sólo con una orden de allanamiento en
una vivienda. Terminaron registrando veinte domicilios particulares. Al día siguiente, varias decenas de moradores del poblado se presentaron en la agencia del Ministerio Público Federal y
en la Comisión Independiente de Derechos Humanos para denunciar amenazas y hostigamiento
por parte de los policías.214 Afirmaron que los agentes hicieron graves destrozos en sus vivien-
209
“Federales abusivos”, La Tarde (Reynosa), 3 de julio de 2003.
210
Brenda Escobar, “Evita MPF la detención de un policía preventivo que chocó ebrio en Azueta”, El Sur (Acapulco), 31
de mayo de 2003.
211
Brenda Escobar, “Sustituyen al agente del MP federal en Zihuatanejo, Camacho Reyes”, El Sur (Acapulco), 3 de julio
de 2003.
212
Francisco Magaña, “Detienen a un policía de la AFI que generó una balacera en Atoyac”, El Sur (Acapulco), 22 de
abril de 2003.
213
“Niega la PGR detalles de operativos de la UEDO en Morelos”, El Sol de Cuernavaca (Cuernavaca), 3 de junio de
2003.
214
Mariana Viayra, “Abusos de la AFI cuando buscaban a El Azul”, La Crónica de Hoy (México), 3 de junio de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /31
das, hostigaron a los vecinos, les amenazaron y les acusaron de proteger a delincuentes.215 La
PGR no ha respondido a las acusaciones de los vecinos.
60. El 26 de junio la Comisión de Derechos Humanos del estado de Tamaulipas comunicaba que la
admisión a trámite de una demanda contra agentes de la AFI por haber realizado varias detenciones sin que se tuviese conocimiento del destino de los arrestados. No se consignaba en la
información ni quienes habían presentado la denuncia ni el nombre de los desaparecidos. La
Comisión estatal estableció que trasladaría la denuncia a la Comisión Nacional de Derechos
Humanos para que realizase las oportunas indagaciones.216 El 12 de julio un miembro de la Comisión Estatal anunció la presencia en Nuevo Laredo de un grupo del organismo nacional para
investigar la desaparición de cuatro individuos a manos de elementos que vestían y se anunciaban como agentes de la AFI.217
Uno de los desaparecidos era Juan Salazar Ramos, residente en Piedras Negras, Coahuila, y
que se encontraba de visita en Nuevo Laredo cuando fue secuestrado. Su esposa declaró que
tras recoger todas las instancias donde podría encontrarse, incluyendo la AFI, donde le informaron que Salazar Ramos no estaba detenido, encontró la camioneta que conducía su marido a
unos metros de la casa donde se hospedan agentes de la AFI. Los vecinos del lugar le comentaron que habían visto salir el coche del domicilio que es conocido como el “cuartel de los AFI”.218
La denunciante, además, declaró que estuvo varios días marcando al teléfono móvil de su marido. En una ocasión el teléfono fue contestado por un hombre, quien le respondió que “estás hablando a la federal y no estés fregando”, para después apagar el teléfono. La querellante declaró
que, tras efectuar su denuncia, miembros de esa institución la habían seguido para intimidarla.219 Durante todo el mes de junio se ha producido una avalancha de desapariciones relacionadas con la AFI en Nuevo Laredo, pero es difícil distinguir sus actuaciones, de las que no se informa pero son de gran ampulosidad, de las de otro grupo que se presenta como la AFI e imita
sus actuaciones.220 Un periódico capitalino calificó estos grupos de “mercenarios [que] estarían
apoyando el combate a narcos en Tamaulipas”.221
Conclusión
Extorsiones, protección a distribuidores de droga, robos, asesinatos, secuestros, abusos de poder,
permanencia de elementos con pasados oscuros, utilización de madrinas, intimidaciones, uso de
bienes robados, prevaricación… La muestra de casos en los que han estado involucrados agentes
de la PGR durante los pasados seis meses parece mostrar que la institución está cambiando muy
lentamente y que se encuentra muy lejos de ser una institución “sana”, como es el objetivo marcado
215
René Vega, “En Morelos, la AFI busca a dos narcotraficantes”, Milenio Diario (México), 3 de junio de 2003.
216
Cayetano Ruvalcaba, “Denuncian “levantón” ante la Comisión de Derechos Humanos”, El Diario de Nuevo Laredo
(Nuevo Laredo), 27 de junio de 2003.
217
“Denuncian ‘levantones’ ante CNDH”, El Mañana (Nuevo Laredo), 13 de julio de 2003.
218
Gabriel Garza Flores Jr., “Se querellan esposas contra AFI-UEDO”, El Diario de Nuevo Laredo (Nuevo Laredo), 29 de
junio de 2003.
219
Martha Cazares, “Demandan a AFI en Nuevo Laredo”, El Norte (Monterrey), 29 de junio de 2003.
220
Ricardo Flores, “Clonan los ‘mañosos’ prácticas policíacas”, El Mañana de Nuevo Laredo (Nuevo Laredo), 30 de junio
de 2003.
221
Darío Dávila, “Mercenarios estarían apoyando el combate a narcos en Tamaulipas”, La Crónica de Hoy (México), 14
de julio de 2003.
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /32
por Macedo de la Concha para el año 2004. Varias conclusiones pueden extraerse al respecto de
los casos enumerados.
(1) La lucha contra la corrupción en la PGR parece estar viajando a dos velocidad. En la primera
velocidad se encuentra un pequeño grupo de agentes altamente especializados y concentrados
alrededor de los grupos de tarea de la UEDO, compuestos mayoritariamente militares por, en los
que la corrupción parece ser una herencia del pasado. Pero la cobertura institucional que se
presta a este grupo es altamente susceptible de comportamientos irregulares. El hecho de que
sus actuaciones sean muy específicas, limitadas en el tiempo y con gran intensidad, dificulta la
penetración de una corrupción altamente institucionalizada y prolongada en el tiempo como la
que es característica de los grandes grupos de comerciantes de drogas, que son los que cuentan con mayores recursos para acometer este tipo de actividades corruptas. Pero en la otra cara
de la moneda, la carencia de controles ciudadanos e institucionales sobre sus actuaciones los
pone en una situación de riesgo para la comisión de otro tipo de ilícitos, sobre todo los relacionados con los abusos de poder en el curso de sus operativos. Aunque el abandono de práticas
corruptas de largo alcance es un objetivo conseguido, desde el punto de vista social, la actuación de este grupo de agentes y la de los delincuentes organizados que utilizan una violencia
muy especializada es difícilmente discernible, con efectos destructivos para la visión popular del
funcionamiento del sistema de justicia. Un aumento de la información al público y de la accountability es un elemento necesario para evitar derivas perversas del abandono de la corrupción.
En una segunda velocidad en cuanto a eficacia de la lucha contra la corrupción, más lenta, se
encontraría el resto de la institución, en especial las delegaciones territoriales. En éstas la lucha
contra la corrupción es muy débil, ineficaz por escasa, carente de una estrategia prolongada de
recopilación de información y utilización de inteligencia, y frugal en términos de condenas penales. Si en este contexto, y como parece deducirse, el mayor elemento de lucha contra la corrupción es culpar al pasado de la situación actual, aparte de incorporar algunos elementos de injusticia con respecto a las actuaciones de procuradores pasados, es un modelo para no asumir las
responsabilidades propias que, en última instancia, se convierten en el camino más recto para la
parálisis en la lucha contra la corrupción.
(2) Los organismos de control interno de la corrupción en la PGR son anémicos. Con dos excepciones, en todos los casos de irregularidades relatados en este repaso, el descubrimiento y la condena penal de la corrupción ha sido el resultado de la actividad de las instituciones locales o
estatales de procuración de justicia o de las denuncias de los medios de comunicación. El esquema de lucha contra la corrupción de la PGR es claramente reactivo en contra de una actuación más proactiva que contribuiría con mayor intensidad a la anunciada erradicación de la corrupción. Los sistemas de recopilación de información interna y de investigación de hechos irregulares están prácticamente anulados, mejor pensar por ineficacia que por corrupción, a la vista
de los resultados. Aún peor, el anuncio de apertura de investigaciones que hace normalmente la
PGR cuando se descubre algún caso de corrupción al objeto de calmar las demandas ciudadanas y mediáticas va indefectiblemente unido a una ausencia de resultados, o al menos de una
comunicación de la actuación hacia la sociedad. De los más de seiscientos comunicados de
prensa que ha emitido la PGR en los últimos seis meses, en ninguno se plasman acusaciones
de tipo penal contra funcionarios públicos que hayan cometido sus ilícitos en el pasado reciente.
A lo más que se llega es a anuncios generales sobre sanciones, que nunca se concreta con
nombres y actuaciones, y que sobrevalora las ineficaces sanciones administrativas frente a las
altamente valorables en términos de combate a la corrupción condenas penales. La traslación
de esas supuestas investigaciones a acusaciones penales, con el correspondiente anuncio en la
prensa, sería el mejor medio para aleccionar a los elementos de la institución en el sentido de
que la lucha contra la corrupción es seria y de gran alcance. Si esto no se produce es porque falla el conjunto de la estrategia anticorrupción o que ésta ha perdido el componente comunicacioEl comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /33
nal que tan útil es a la hora de mostrar los patrones de comportamientos permisibles y éticos.
Sin estos mecanismos en funcionamiento, la percepción interna es que la corrupción es relativamente permisible siempre que no se cruce con intereses institucionales ajenas.
(3) Con escasas excepciones, los casos de corrupción relatados implican un bajo grado de institucionalización y un abandono de las áreas más lucrativas del negocio de la protección desde ámbitos públicos. La falta de capacidad para coordinar las empresas de protección de manera centralizada desde el interior de la PGR no ha curado la corrupción, simplemente la ha transformado. Ante la posibilidad de recrear una organización capaz de ofrecer protección a la industria de
las drogas en su conjunto, cada pequeña empresa por su lado ha optado por remitirse a otras
áreas de la ilegalidad que les permitan capitalizar ese instrumento financiero que es la credencial de agente de la PGR. La inestabilidad en el empleo y las carencias de información acerca de
la industria ha llevado a que los agentes policiales practiquen formas más primitivas de acumulación, que no requieren de grandes infraestructuras ni inversiones, como el robo, el secuestro y
la extorsión. Sin embargo, la muestra de casos podría inducir a errores en cuanto a la interpretación sobre el modelo de corrupción. El hecho de que la mayor parte de los eventos relatados se
refieran a crímenes con víctimas como la extorsión o los abusos de poder es, en buena parte, el
resultado de que existe un potencial denunciante que acude con mayor frecuencia a los organismos policiales a ejercitar sus derechos. Aquellos delitos en los que no existen víctimas, como
la protección a empresarios de drogas, donde policías corruptos y sus corruptores son ambos
sujetos consensuales, son mucho más difíciles de detectar, en especial bajo el actual esquema
reactivo de lucha contra la corrupción que se aplica en la PGR, en la cual las tareas de inteligencia son inexistentes o banales. Esta circunstancia se convierte en un peligro para la recreación
de esquemas de corrupción más institucionalizada a nivel regional o delegacional. Los casos
descubiertos en los que la práctica totalidad de una delegación estatal está involucrado en actos
de extorsión son un buen ejemplo de esta transformación.
Cuando Macedo de la Concha prometió hace exactamente seis meses la completa depuración de
los cuerpos de seguridad para el año 2004 estaba incurriendo un acto populista de difícil cumplimiento. Entre otras cosas, porque la lucha contra la corrupción es un proceso continuo que no se
puede detener en un determinado momento y que sólo puede ser comparable en el tiempo y en el
espacio, nunca en términos dicotómicos. Sin embargo, algunos elementos internos juegan en contra
de cualquier objetivo, por limitado que sea, en términos de corrupción. Una parte de su programa de
combate a la ilegalidad en el interior de la PGR está mal planteado y peor manejado. La reorganización de las dependencias dedicadas a asuntos internos dentro de la PGR y un control más directo
de las delegaciones descentralizadas son dos mandamientos obligatorios si se quiere alcanzar algún tipo de éxito, que nunca será la total y completa desaparición de la corrupción. Pero que podrá
acercársele.
!!!!!!!!
El comercio de drogas ilegales en México - Nota de investigación 05/2003 /34
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