Hagamos una visita por la Basílica Santa María Mayor de Roma Junto con la Basílica de San Pedro, San Juan de Letrán y San Pablo extramuros, la de Santa María la Mayor es una de las cuatro basílicas papales de Roma. Esta es la iglesia más grande e importante de las dedicadas en Roma a la Virgen María, además de ser la mayor de Occidente dedicada al culto mariano. Fachada y Plaza La Basílica de Santa María la Mayor, Basilica di Santa Maria Maggiore, es también conocida como Basilica di Santa Maria della Neve y Basilica Liberiana. El nombre de la iglesia refleja dos ideas de grandeza, por un lado la de una basílica mayor en oposición a una basílica menor y también a la de la Virgen María, como verdadera Madre de Dios. Después de que el papado de Avignon acabase formalmente y los papas regresaran a Roma, la Basílica de Santa María la Mayor se convirtió en un Palacio de los Papas temporal debido al estado de deterioro en que se encontraba el Palacio de Letrán. La residencia papal se trasladó posteriormente al palacio del Vaticano en lo que actualmente es la Ciudad del Vaticano. Nave y Altar Al ser una basílica patriarcal, Santa María la Mayor es usada a menudo personalmente por el Papa. Lo más destacado es su presidencia de la Fiesta de la Asunción de la Virgen, que se celebra anualmente cada 15 de agosto en la basílica. Santa María la Mayor es (junto con Santa Sabina, algo posterior) la única iglesia romana que conserva la planta estrictamente basilical y la estructura paleocristiana primitiva. La propia basílica fue restaurada y ampliada por varios papas durante la Edad Media, incluyendo a Eugenio III (1145-1153), Nicolás IV (1288-92) o Clemente X (1670-76). HISTORIA Donde existía un antiguo templo pagano dedicado a la diosa Cibeles, el Papa Liberio ordenó construir este santuario tras una aparición de la Virgen María ante un patricio local y su esposa, a quienes sorprendió una nevada poco común el 5 de Agosto del año 358 que dibujó la silueta de la iglesia en lo más alto del monte Esquilino, por lo que también se la conoce como Nuestra Señora de las Nieves. Nave Central Se relata que un anciano y acaudalado matrimonio de la nobleza patricia de Roma que no había tenido hijos y a los que se atribuía gran caridad hacia los demás, solicitaron de la Virgen María que les señalase qué debían hacer con sus bienes para garantizar el mejor uso cristiano de la herencia. La tradición católica cuenta que la Virgen se manifestó ante ellos y les indicó que, allá donde señalara, se le construyese un templo. Así, en la mañana de un 5 de agosto, amaneció nevado el monte Esquilino de Roma, lo que, como hecho extraordinario, el matrimonio interpretó voluntad de la Virgen y así lo hizo saber al Papa. La obra del templo se concluyó un año después, con la financiación de la familia patricia y el apoyo eclesiástico. La iglesia desapareció no mucho tiempo después, y se reconstruyó por el Papa Sixto III alrededor del año 434, siendo en la actualidad la Basílica de Santa María la Mayor. Por lo tanto, el día de la fiesta de Nuestra Señora de las Nieves es también el día de la dedicación de la Basílica de Santa María de las Nieves o Santa María la Mayor [Santa María Maggiore] en Roma. ENTREMOS EN LA BASÍLICA Salus Populi Romani La columna en la plaza conmemora el famoso icono de la Virgen María en la capilla Paulina de la basílica. Es conocida como Salus Populi Romani, o Salud de los romanos, debido a un milagro en el que el icono, sacado en procesión en tiempos del papa san Gregorio, terminó con la epidemia de peste que diezmaba la ciudad. El icono tiene al menos mil años de antigüedad, y según la tradición fue pintado del natural por Lucas el Evangelista. Recientes dataciones por medio de la radiación del carbono han establecido que el icono tiene aproximadamente dos mil años, con lo que se refuerza esta tradición sagrada. Mosaico de la Coronación de la Virgen Lo que destaca más de la Basílica es el espléndido ciclo de mosaicos sobre la Vida de la Virgen, que data del siglo V, que muestra aún las características estilísticas del arte romano tardío. Además, destacan estas otras obras: Capilla Bautismal Estatua de Felipe IV de España, en el pórtico, según diseño de Bernini. Monumento funerario del papa Clemente IX (1671) por Carlo Rainaldi con el busto papal elaborado por Domenico Guidi. Catafalco temporal para Felipe IV de España diseñado en 1665 por Rainaldi Monumento funerario del papa Nicolás IV, diseñado por Domenico Fontana en 1574. Busto de Costanzo Patrizi por Algardi. Frescos de la sacristía por Passignano y Giuseppe Puglia, San Cayetano sosteniendo al Niño santo, por Bernini. Escultura alta de altar por Pietro Bracci, (h. 1750). Busto de Pío IX (1880) por Ignazio Jacometti. Frescos de la capilla paulina, por Guido Reni. Frescos para el monumento del papa Clemente VIII, por Giovanni Lanfranco. Tumbas de la Capilla Cesi, por Guglielmo della Porta. Esculturas del altar, confessio y Presepio por Arnolfo di Cambio, hacia 1290. Nada más entrar a la basílica, nos encontramos a la derecha la capilla bautismal, el Battisterio, dónde podemos contemplar la fuente bautismal con el relieve de La Asunción de la Virgen, una de las primeras obras del gran Bernini. Altar al final de la nave Las decoraciones de la nave central están hechas con los primeros cargamentos de oro traídos por Colón desde América, y son un regalo de los Reyes Católicos al Papa Alejandro VI. Entre las ventanas y las columnas que separan las 3 naves principales de la basílica, podemos ver una serie de mosaicos sobre la vida de la Virgen María. Plegaria frente a la Santa Culla Capilla Paulina Delante del altar mayor se encuentra la Cripta de Belén, dónde podemos ver una estatua del Papa Clemente IX arrodillado ante la Sacra Culla, una urna de cristal en la que se conservan las reliquias de unas piezas de madera que podrían pertenecer al pesebre utilizado en el nacimiento del niño Jesús. Capilla Sixtina Al finalizar la nave, y antes de llegar al altar mayor, nos encontramos con dos capillas: La capilla Paulina situada a la izquierda que contiene las tumbas de los Papas Pablo V y Clemente VIII. La capilla Sixtina, dedicada al Santísimo Sacramento y dónde está enterrado el Papa Sixto V. Al final de la basílica nos encontramos el baldaquino bajo el que se sitúa el altar mayor en el que tan solo el Papa y algunos sacerdotes pueden celebrar misa, y la bóveda del ábside, dónde está representada la coronación de la virgen y los momentos más importantes de su vida. Cripta, Altar y Cimborium VISITA VIRTUAL Haga Click en cada imagen para hacer una visita virtual de cada una. Abside visita virtual Nave 1 para visita virtual Nave 2 para visita virtual Bautisterio para visita virtual Capilla Borghese visita virtual Exterior visita virtual