La Gran Perfección Natural Enseñanzas de Dsogchen y canciones Vajra

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La Gran Perfección Natural
Enseñanzas de Dsogchen y canciones Vajra
Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das,
Ediciones Dharma, 1995.
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Tres votos de los tres vehículos.
Vinaya/ Bodhisattva/ Samaya.
Estudié los tres votos de los tres vehículos: los votos de la liberación personal del vinaya –
pratimoksha--, los compromisos de los bodisatvas y los samayas tántricos. Estudié también
el Bodicariavatara del maestro mahayana indio, Shantideva, las enseñanzas de bodichita
sobre el adiestramiento mental o transformación de la actitud –loyong—de Atisha, y muchas
otras enseñanzas específicas y generales del darma del Buda de acuerdo con los sutras y
los comentarios a los textos que se incluyen en las escrituras de la tradición budista.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 17.
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Dharma y mundo.
Sufrimiento por todos lados.
¿Para qué sirve pues el darma? Con el fin de responder a esta cuestión debemos mirar
primero a nuestro alrededor y reflexionar sobre nuestra situación en este mundo. Cuando
hacemos esto sin cegarnos a la realidad, descubrimos un punto importante que es común a
todos los seres conscientes: el sufrimiento y la insatisfacción.
Todo el mundo sufre de un modo u otro.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 33.
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Cultivar la mente.
Superando al Yo-lo mío.
El cultivo de la mente es un tema muy amplio; de hecho es el tema de todo el darma del
Buda. En esencia, la razón principal por la que la mente genera sus confusas pasiones y sus
intensas emociones, es nuestro poderoso aferramiento al yo, mi, mío. Es este aferramiento el
que nos hace padecer cuando no conseguimos todo lo que el yo desea, y sufrir cuando
experimentamos lo que el yo no desea.
Si meditamos insistentemente en la naturaleza ilusoria e insubstancial de la mente, del ego,
de la entidad, podremos disolver poco a poco el aferramiento al ego.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 35.
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Samsara = proyección externa.
Vagancia de la mente.
Hasta ahora, debido a la ignorancia, hemos vagado en samsara desde un tiempo sin
principio y nuestra mente siempre ha estado proyectada hacia el fenómeno externo. El primer
paso, pues, es interiorizarnos, analizar nuestra actitud y ser conscientes de lo que está
haciendo nuestra mente aquí y ahora, de sus actitudes; dicho de otro modo, ser conscientes
de los movimientos de nuestra mente.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 37.
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Mente egocéntrica.
No ve la inmensidad del vacío.
Al abrirnos a esas vastas inmensidades, nos hacemos intensamente conscientes de nuestras
propias limitaciones, de las vicisitudes de la existencia condicionada, de la transitoriedad, de
la fugacidad de nuestra vida y nuestro tiempo. A la luz del infinito y resplandeciente vacío
vemos lo estrechos, constreñidos y limitados que son nuestros intereses egocéntricos
habituales.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 39.
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Samsara y nirvana.
La prisión de los pensamientos.
Se ha dicho que el samsara no tiene principio, pero que tiene fin: en el nirvana, la
iluminación. Y ese nirvana tiene un principio –la iluminación—pero no tiene fin. Así como no
es posible designar un principio al samsara, tampoco es posible designar un principio a la
mente. La mente ha estado desde siempre, llevando a cabo la tarea autoimpuesta de
generar pensamientos sin fin, uno detrás del otro, cadenas de pensamiento que de hecho
nos tienen aprisionados.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 40.
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La vida como sueño.
Base de la vacuidad.
Nuestra vida es como un largo sueño, un sueño algo más largo que los sueños habituales
cuando dormimos, pero tanto si el sueño dura diez minutos como si abarca toda una vida, la
naturaleza ilusoria de los sueños es la misma. Ahora experimentamos el largo sueño de esta
vida y después de morir viviremos otro largo sueño: el de renacer en otro estado de
existencia. Así pues, mientras el engaño perdura, los largos sueños se suceden
constantemente.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 42.
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Adiestramiento Bodhichita.
Trabajar sobre pensamientos.
Primero tenemos que eliminar los pensamientos negativos: el apego, el odio y la ignorancia.
No es necesario rechazar los pensamientos neutros, pero hemos de transformarlos y
llevarlos al darma. Y debemos cultivar y desarrollar los pensamientos positivos: la devoción,
la renuncia o desapego y la bodichita –la actitud iluminada--. La práctica consiste en
abandonar los pensamientos, las palabras y los actos negativos, transformar los neutros e
incrementar los positivos.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 44.
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Camino espiritual y mente.
Naturaleza innata de Buda.
El “camino” es el progreso que uno efectúa desde el estado engañoso común hasta el estado
iluminado. No obstante, la naturaleza iluminada ya está en nosotros, es nuestra propia
naturaleza verdadera.
Esta naturaleza búdica innata –la mente iluminada fundamental que existe en cada uno de
nosotros—es indefectiblemente vasta, pura e inmutable como el espacio. Dentro de esta
naturaleza profunda, las cualidades del estado de buda son como los rayos de luz que
emanan del sol.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 46.
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Cultivo de la Bodhichita.
Tres textos básicos.
No hay pues duda alguna de que podemos desarrollar la bodichita mediante el cultivo de la
intención. Para hacer tal cosa, podemos remitirnos a diversas enseñanzas, como Las Treinta
y Siete Prácticas de los Bositavas de Ngulchu Thome anteriormente mencionada, el
Adiestramiento Mental en Siete Puntos de Atisha, el Bodicaryavatara –Adentrarse en el
Camino de la Iluminación— de Shantideva y otras enseñanzas lúcidas sobre el modo de
transformar la mente en el amor afectuoso y la compasión desinteresada. Con ello
estableceremos una base excelente para la práctica espiritual.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 50, 51.
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Mente cerrada.
Base de los conflictos.
En nuestras actividades cotidianas, nuestra mente es a menudo estrecha y permanece
encerrada en sí misma; cualquier meta es difícil de alcanzar, nos cuesta relacionarnos
verdaderamente con los demás y somos incapaces de tener una actitud desinteresada hacia
ellos. Una cerrazón mental semejante, sólo puede llevarnos a consecuencias miserables.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 58.
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Bodhichita relativa y absoluta.
Relación con la compasión y la sabiduría.
En el nivel relativo de la vida cotidiana, bodichita es compasión, amor afectuoso y aceptación
incondicional. El nivel último o absoluto, se refiere a los aspectos más vacíos, libres, abiertos
y misteriosos del ser. Estos son los dos aspectos de la bodichita: la bodichita relativa y la
bodichita absoluta, el amor y la verdad.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 63.
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Práctica real del budismo.
Bodhichita y mente abierta.
En tibetano, bodichita se dice sem kie, que significa literalmente “apertura o florecimiento de
la mente”. Es opuesto a la mente pequeña, estrecha y contraída que sólo se preocupa por sí
misma. Toda práctica que efectuemos en cualquiera que sea nuestro camino –el dsogchen,
el vajrayana, el bodisatvayana, el vehículo fundamental teravada u otro camino espiritual—
con una actitud pura y buena y una mente tolerante y espaciosa, es una verdadera práctica
budista: se encuentra en armonía con la práctica que libera y hace florecer la mente. Este es
el verdadero significado de la bodichita.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 67.
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Dzogchen y perspectiva.
Desarrollo de rigpa.
Esta es la perspectiva del dsogchen en cuanto al modo de relacionarse en la vida cotidiana
con todas las cosas, tanto en las sesiones de meditación formal, como en los períodos entre
sesiones. Dicha perspectiva combina los tres aspectos de la práctica rigpa: la visión, la
meditación y la acción.
Dsogchen, la gran perfección natural, está considerada como una práctica y una visión, un
punto de vista o perspectiva que está más allá de la mente conceptual.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 70.
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Dzogchen y Bodhichitta.
Verdad absoluta y relativa.
La preciosa bodichita, la confianza, la devoción y la compasión inestimables y todas las
prácticas relativas, son una ayuda y un soporte extraordinarios para el logro absoluto llamado
dsogchen. Todos los maestros vajra coinciden en este punto crucial. Todos estos aspectos
de los niveles relativo y absoluto de la realidad están, de hecho, inseparablemente unidos. El
logro último o el aspecto absoluto de la bodichita, es dsogchen, rigpa, tatagatagarba o
naturaleza búdica. Esta es la gran mansión, la residencia definitiva de la que estamos
hablando.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 73.
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Naturaleza búdica innata.
Solución a los problemas.
Sin embargo, tanto si uno sabe todas estas cosas como si no, cuando descubre y reconoce
el conocimiento-sabiduría espontáneo e innato –la verdadera naturaleza de todas las cosas
llamada dsogpa chempo o naturaleza búdica innata—ese es el corazón de la materia, y eso
es todo lo que necesita. Esa es la panacea universal que cura todos los males, que soluciona
todos los engaños y las dudas y que libera por completo.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 75.
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Bases del dsogchen.
Repasar en la innata tranquilidad.
El dsogchen es en sí mismo las Tres Joyas. Es nuestra naturaleza original de cuerpo,
palabra y mente: los tres kayas o cuerpos del buda. Deja que tu mente repose en la gran
tranquilidad natural, la despreocupada tranquilidad, en casa y en paz con todas las cosas. No
hay necesidad de concentrarse unidireccionalmente en ningún objeto, ni de analizar y tratar
de imaginar y comprender las cosas.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 76.
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Naturaleza búdica.
Características generales.
La naturaleza búdica, la esencia de la iluminación despierta, está presente en todos. Su
esencia es siempre pura, sin mezcla y sin defecto. Está más allá del crecimiento o
decrecimiento. No se perfecciona al permanecer en el nirvana ni degenera al vagar en
samsara. Su esencia fundamental es por siempre perfecta, libre de oscurecimiento, inactiva e
inalterable. Sus expresiones son infinitas.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 79.
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Rigpa: ser primordial.
Características básicas.
Rigpa –el ser primordial, el conocimiento innato— es primordialmente despierto: libre,
ilimitado, perfecto e inmutable. Aún así, necesitamos reconocerlo en nuestro propio ser si
queremos que sea verdaderamente consumado. Rigpa es nuestra parte o porción del
darmakaya. Los que hacen caso omiso de él han olvidado su verdadera naturaleza original.
Sujetos al sufrimiento, el karma y la confusión, debemos reconocer rigpa con el fin de realizar
todo nuestro potencial, el gozo, la paz y la libertad sublimes de la iluminación misma.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 79, 80.
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Sufrimiento de la mente.
Por agotamiento: tres causas.
Buscando diferentes métodos e inventando diferentes ejercicios nos agotamos. Y nos
agotamos de tres formas: produciendo elaboraciones mentales, como los conceptos,
haciendo grandes esfuerzos y creando muchos objetos u objetivos en nuestras mentes.
Estas son las tres cosas que realmente nos agotan.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 84.
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Dzogchen radical.
Nada que hacer.
A decir verdad, no hay nada que hacer, por lo tanto podemos permanecer en la no acción,
más allá de la acción y la inacción. Ya tenemos esta naturaleza perfecta e inmutable, así que
¿por qué tratar de perfeccionarnos, purificarnos, escuchar a un maestro y avanzar en el
camino? Esta cuestión surge inevitablemente.
La visión y la meditación de los ocho vehículos está, por lo general, un tanto adulterada a
causa de las elaboraciones mentales. Pero el noveno vehículo, ati yoga o dsogpa chempo,
ha dejado atrás toda actividad intelectual.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 86.
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Mente de Buda (rigpa).
Dharmakaya = mente-corazón.
La mente de sabiduría de todos los budas, la vigilancia innata, es inherente a nuestra propia
naturaleza. No obstante, se halla temporalmente oscurecida por los conceptos. La mente
innata de buda que es como el vajra, rigpa, se manifiesta en el momento en el que la mente
dualista se disuelve y la conciencia no dual alborea desnuda. Y ésta no es otra cosa m´s que
el inmaculado darmakaya primordialmente puro. Este es el buda auténtico, el buda interior,
no hay otro buda más que el propio corazón-mente, como Milarepa y otros sidas solían
cantar.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 89.
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Mente última.
Características generales.
La naturaleza última de la mente
Después de alcanzar el gran despertar bajo el árbol bodi en Bodhgaya, Buda declaró que la
naturaleza última de la mente es perfectamente pura, profunda, inactiva, luminosa, no
compuesta, no condicionada, carente de nacimiento y de muerte y libre desde un tiempo sin
principio.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 89.
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Dzogchen como método.
Base/ camino/ logro.
Primero tenemos que reconocer esta visión profunda, la gran perfección innata, después
adiestrarnos en ella, después alcanzar en ella una estabilidad inamovible. Este es el camino
de la práctica, mantener sin distracción la visión o la panorámica a la que has sido
introducido y que has reconocido. Sólo entonces podrá aflorar progresivamente el logro. Por
lo tanto, adiestrarse implica la no mediatización, el no esfuerzo y la no distracción, una
intensa presencia mental.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 90.
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Enseñanzas de Buda.
La esencia de Dsogchen.
Las enseñanzas básicas del budismo –el camino raíz que se enseña en los sutras, el vinaya
y el abidarma— ponen el énfasis en la necesidad de la renuncia o el nacimiento de la certeza
respecto a la naturaleza ilusoria de las cosas, la transitoriedad, la ausencia de
autoexistencia, y la naturaleza insatisfactoria de todos los fenómenos condicionados. Estas
son las enseñanzas básicas del budismo. Las enseñanzas posteriores del mahayana hacen
hincapié en a empatía, el amor y la compasión.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 95.
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Enseñanzas budistas.
Aliviar el sufrimiento.
Lo más importante en cualquier enseñanza budista, es soltar o liberarse del egoísmo, del
aferramiento a la autoexistencia, de la autoestima, del ansia, la resistencia y el apego. Esto
nos conduce directamente al alivio del sufrimiento, el fin de la insatisfacción, porque el
aferramiento o egoísmo es la causa principal del sufrimiento. Hay muchas formas de explicar
los caminos, los antídotos, las transformaciones, las purificaciones, las experiencias
visionarias, los diferentes resultados de las diversas clases de prácticas; no obstante, por lo
general, lo que se ha explicado aquí es la esencia de la práctica.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 96, 97.
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Los tres kayas.
Definición desde la práctica.
El nirmankaya es el lama manifiesto, como el Buda en forma humana, el maestro viviente. El
sambogakaya es la energía, el gurú místico manifestándose como experiencia: la verdadera
naturaleza de nuestra propia experiencia, el gurú interior. Después está el gurú más absoluto
que carece de forma: el darmakaya, la gran vacuidad luminosa.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 98.
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Dzogchen ó dsogpa chempo.
Como gran tranquilidad.
El gran patriarca del dsogchen, el buda omnisciente Long-chempa, lo resumió, seiscientos
años atrás, en dos palabras en tibetano. Dijo: “¡Semñy Ngalso!”. “Gran tranquilidad”. La
tranquilidad natural de la mente. No dijo actividad natural de la mente, dijo paz natural o
tranquilidad mental. Por lo tanto, relájate en ella. Suelta y deja caer todo. No es necesario
pensar demasiado para comprender estas cosas. Es algo que podemos experimentar o
reconocer desde el interior, de manera diferente.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 101.
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Raíces del sufrimiento.
Ignorancia y visión dual.
¿Cuál es la raíz de la insatisfacción, la frustración y el sufrimiento? ¿Cuál es la causa raíz de
duka –el sufrimiento y el desequilibrio--? Es el aferramiento dualista. El apego, la resistencia
y la fijación son las causas de duka. Todo surge de la ignorancia. El aferramiento dualista
ocurre cuando el que aferra y lo aferrado se encuentran. Es el aferramiento a la realidad
concreta de las cosas; ser engañado por las meras apariencias; no ver su insubstancialidad o
su vacío, su vacuidad e irrealidad. Cuando la realidad de las cosas se percibe con claridad, el
aferramiento y el apego se evaporan.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 118.
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Gran vacuidad mahashuñata.
Es gran apertura y vastedad.
Shuñata es la verdad absoluta, la naturaleza verdadera de todas las cosas, su modo de ser
fundamental. La condición genuina de todos los fenómenos, tanto de samsara como de
nirvana, es mahashuñata, la gran apertura o vacuidad. Este es el auténtico significado de
dsogpa chempo, las enseñanzas de la gran consumación natural, la pureza y la perfección
inherentes en todas las cosas: que todas las cosas están caracterizadas por mahashuñata, la
gran apertura o vacuidad.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 119.
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La vida tal y como es.
Causas y condiciones/ vacuidad.
Es simplemente un reconocimiento objetivo del verdadero modo de existenciade las cosas;
un reconocimiento que nosotros mismos podríamos actualizar; que todos los fenómenos
compuestos son efímeros, ilusorios, inestables y transitorios. Todos los fenómenos
compuestos deben su existencia a la ley de originación interdependiente. Todos están
interconectados, son interdependientes. Cuando las causas y las condiciones se reúnen, las
cosas aparecen momentáneamente. Cuando las causas y las condiciones se agotan, las
cosas desaparacen como el fuego cuando se ha consumido el combustible.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 121.
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Luz clara y rigpa.
El buda interno.
¿Quién conoce la verdadera naturaleza de las cosas? El conocedor –el aspecto conocedor y
el vacío de la mente— es el buda primordial Samantabadra, la personificación de nuestro
propio rigpa. Rigpa, el buda primordial. Samantabadra, es muy, muy importante. Es la clara
luz, la naturaleza luminosa de buda, eso que conoce. El conocimiento-sabiduría innato, rigpa,
está funcionando a través de nosotros ahora mismo, si tan sólo lo supiéramos.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 126.
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Naturaleza mente búdica.
Compasión y sabiduría.
La naturaleza última de todas las cosas, este mahashuñata dotado del corazón luminoso de
la compasión, se representa como el buda primordial Samantabadra, la personificación
misma de nuestro propio conocimiento innato, rigpa. Es el tatagatagarba, la naturaleza
búdica en todos los seres. Es lo que actualizó Buda Shakiamuni bajo el árbol bodi en
Bodhgaya cuando la estrella matutina se elevó en el horizonte del este. Es eso a lo que
despertó, es eso que experimentó en su interior; la verdadera naturaleza de todos los seres
sin excepción.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 130.
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Dsogchen y yoguis.
Nada que tener o abandonar.
Los corazones y las mentes de los verdaderos yoguis del dsogchen son cálidos y abiertos.
Estos yoguis no excluyen nada de su perfecto mandala de percepción pura. Rebosantes de
sabiduría, amor incondicional y empatía, no necesitan adoptar ningún modo de mirar o de
actuar específico ni les hace falta abandonar o rechazar nada. Esto es lo que se llama la
actividad espontánea o la tranquilidad despreocupada del dsogpa chempo.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 132.
35
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La realidad como ilusión.
La paz de la comprensión.
No importa lo sorprendente que sea, cuando reconocemos todas las cosas como la
manifestación o proyección de la propia mente, cuando vemos que todas las percepciones
dependen del propio karma, ya nada nos sorprende, porque comprendemos cómo son las
cosas y cómo funcionan y podemos vivir armoniosamente y apreciar todo tal cual es. Hay
tantas cosas que ver. Pero ¿qué son en realidad? Son como un sueño, un espejismo, una
ilusión, la magia de un mago. Algunos sueños duran cien años y después se disuelven. Otros
sueños duran un minuto o una hora y después se evaporan. Otros toman una forma concreta
y parecen más largos pero finalmente se disipan.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 134, 135.
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Naturaleza de la mente.
Ni nace ni muere.
Hay muchísimas cosas qué hacer en este mundo, pero sólo hay una cosa que necesitamos
conocer, y es nuestra propia naturaleza verdadera. Esa es la medicina universal, la panacea
que cura todos los males y las enfermedades. Todo lo que viene, se va también. Nuestra
naturaleza, nuestro ser fundamental no se ve afectado por todas las manchas adventicias o
los fenómenos temporales. No viene niva; permanece inalterable. Al reconocer esto se
experimenta la trascendencia innata. Entonces, samsara y nirvana no representan para el
practicante ni esperanza ni temor; la dualida ya no prevalece. No hay nada que anhelar ni
nada en lo que recaer.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 136.
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Dzogchen: camino directo.
Ideal para occidente.
Dsogpa chempo es el camino extremadamente corto, rápido y directo a la Iluminación en
esta misma vida. No tiene grandes dificultades. Otros caminos son como carreteras que
llevan hasta una casa lejana; dsogchen es como estar ya en esa casa.Este amrita del
dsogchen men ngag ñenguiu del vidiadara o el linaje que sostiene el rigpa, es la
quintaesencia fundamental más preciosa y refinada de todas las enseñanzas posibles. Nos
permite percibir los niveles más sutiles en cuanto al verdadero modo de existir y de
manifestarse de las cosas, y hace posible que rápidamente nos convirtamos en un ser
completamente despierto, libre. Si lo practicamos ahora, habrá indudablemente inmensos
beneficios para todos los occidentales en el futuro.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 212.
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Abya y rigpa.
Elementos de la mente.
Alaya. (Tib. kun shi). La base de toda conciencia o sem (mente), la cual debe diferenciarse
de rigpa, la presencia pura y primordial, la alerta innata.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 217.
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Bodhichita.
Absoluta y relativa.
Bodichita. La mente de la Iluminación. La motivación altruista de alcanzar la Iluminación con
el fin de beneficiar a todos los seres conscientes. La bodichita tiene dos aspectos: absoluto y
convencional. La bodichita absoluta es la verdad, shuñata o vacuidad; la bodichita relativa es
el amor y la compasión.
La Gran Perfección Natural, Ñoshul Kempo Rimpoché y Lama Surya Das, Ediciones Dharma,
1995, p. 217.
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